Isabel Flores de Oliva nació en el barrio de Monserrate
(Lima) el 30 de abril de 1586, siendo sus padres don Gaspar Flores (arcabucero español) y doña María de Oliva (costurera indígena). Tuvo 12 hermanos. Entre los 10 y 15 años de edad vivió en Quives (camino a Canta), donde fue confirmada en la fe católica por Santo Toribio de Mogrovejo. A los 20 años se incorporó como Terciaria del Convento de Santo Domingo. En su casa de Lima mortificaba su cuerpo con rudos castigos y penitencias, para acompañar la pasión de Cristo y expiar los pecados de la humanidad. Ayudaba a su familia hilando y bordando ropas para su venta. También acudía a los hospitales para atender a los enfermos. Cuando tenía 31 años cayó gravemente enferma y falleció en Barrios Altos (Lima) el 24 de agosto de 1617. Sus restos reposan en el Convento de Santo Domingo. Santa Rosa de Lima fue beatificada por el Papa Clemente IX en 1668 y canonizada por el Papa Clemente X en 1671.
Santo Toribio de Mogrovejo
Nació en Mayorga, España, en 1538. Estudió Derecho en las
universidades de Coimbra y Salamanca. El rey Felipe II lo nombró juez principal de la Inquisición en Granada.
Algunos años más tarde quedó vacante la Sede Arzobispal de
Lima, y el Rey decidió enviarlo a Lima como arzobispo, El Papa Gregorio XIII lo nombró arzobispo de Lima como sucesor de Jerónimo de Loayza. Santo Toribio llegó al puerto de Paita, Piura, en marzo de 1581 y partió hacia Lima. Ingresó a la capital del Perú el 12 de mayo del mismo año.
Santo Toribio no solo confirió la confirmación a Santa Rosa,
sino también a San Martin de Porres. Celebró 13 sínodos y fundó el primer Seminario de América en Lima (1591).
A los 68 años Santo Toribio cayó enfermo en Pacasmayo al
norte de Lima, partió rumbo a la ciudad de Santa e hizo su testamento en el que dejó a sus criados sus efectos personales y a los pobres el resto de sus propiedades. Murió en Zaña el 23 de marzo de 1606. El "protector de los indígenas" fue un infatigable misionero y gran organizador de la Iglesia sudamericana. Santo Toribio fue beatificado por el Papa Inocencio XI en 1679 y canonizado por Benedicto XIII en 1726. En 1983 Juan Pablo II lo proclamó Patrono del Episcopado latinoamericano. San Martín de Porres
Martín fue el hijo ilegítimo de un noble español llamado
Juan de Porres, con Ana Velásquez, una esclava liberta de Panamá. Martín nació el 9 de diciembre de 1579. Durante sus primeros años de vida no fue reconocido por su padre, pero algunos años más tarde, todavía niño, su padre se lo llevó a estudiar a Guayaquil, Ecuador, donde aprendió a leer y escribir.
Más adelante, el padre llevó a Martín de regreso a Lima.
En Lima, Martín se convirtió en aprendiz de barbero, que en aquellos tiempos también implicaba ejercer de cirujano y farmacéutico. De esta manera, Martín comenzó a aprender los rudimentos de la medicina y la devoción al cuidado de los otros seres humanos.
Desde muy joven, Martín pasaba horas rezando ante el
Sagrario. A los 15 años quiso entregar su vida a Dios y se ofreció como "donado" al Convento de Nuestra Señora del Rosario de los monjes dominicos.
Fundó el Asilo y Escuela de Santa Cruz para reunir y
ayudar a los desamparados, huérfanos y limosneros.
San Martín murió a los 60 años el 3 de noviembre de
1639 en la Ciudad de los Reyes, capital del Virreinato del Perú. Por eso su día se celebra el 3 de noviembre.
Debido a los prejuicios raciales de la sociedad colonial de
aquel tiempo, San Martín de Porres fue beatificado en 1837 por el Papa Gregorio XVI. El Papa Juan XXIII lo canonizó el 6 de mayo de 1962. Desde entonces fue adquiriendo reconocimiento como el Santo Patrono de la Justicia Social.
A San Martín de Porres se le conoce como "el Santo de la escoba" debido a su humildad. San Juan Macías
Fue un fraile dominico, amigo personal de San Martín. Nació
en Extremadura, España, en 1585, que llegó a Lima para cuidar ganado a la ribera del río Rímac. Macías era un santo que ayudaba mucho a los pobres. Marcó su vida en la profunda oración, la penitencia y la caridad, pero debido a ello sufrió una grave enfermedad. Sin embargo, nunca descuidó a los más necesitados a quienes desde el portón del monasterio ayudaba.
San Francisco Solano
Nació el 10 de marzo de 1549 en Montilla, Córdoba.
Hijo de Mateo Sánchez Solano y Ana Jiménez. Tuvo dos
hermanos Diego e Inés.
Con veinte años de edad, ingresó como franciscano de
la Regular Observancia, cursando algunos años después Teología en Sevilla en el convento de Nuestra Señora de Loreto, ordenándose sacerdote en 1576.
Durante algunos años alternó la vida retirada
de oración y penitencia con la de predicador enfermero. Fue nombrado maestro de novicios y cuando éstos cometían alguna falta en lugar de imponerles penitencia, se las imponía él mismo pues consideraba que él era el verdadero culpable de la conducta de sus discípulos.
Tras ocupar el puesto de maestro de novicios en Arruzafa,
Córdoba, partió a las Indias en 1589, concretamente a Tucumán, en el virreinato de Perú, donde comenzó su labor evangelizadora que le llevaría también a los actuales territorios de Ecuador y Argentina.
San Francisco Solano falleció el 14 de julio de 1610. en 1675
fue beatificado y canonizado por Benedicto XIII en 1726. Su festividad se conmemora el 14 de julio.