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La fase final de la clase de Taekwondo: una importante preparación para la

despedida

Introducción.
Luego de haber pasado por los dos artículos sobre la fase inicial y principal de una
clase de Taekwondo, nos quedaría por analizar la tercera y última cuya
denominación también es polisémica, a saber: fase final, momento de despedida o
vuelta a la calma. En general, la parte final de una clase, pareciera que se tiende a
dos caminos: un estiramiento general de los músculos o a la despedida inmediata
luego de la actividad principal.
En esta última entrega seguiremos con nuestras “aproximaciones” conceptuales y
ahora, sobre este momento y sus particularidades, con el fin de seguir invitando a
los Entrenadores y Profesores de Taekwondo a reflexionar y autoevaluar sus
prácticas pedagógicas.

Desarrollo
El último momento de la clase fue (o es) aquel momento menos atractivo para sus
participantes. Sin embargo, nos encontramos con dos sub fases diferenciadas en
objetivos y contenidos que no deberían ser desatendidos por los entrenadores y
Profesores de Taekwondo.

Es común escuchar en el ámbito deportivo que una clase “finaliza” cuando se


acaban las actividades correspondientes a la fase principal. Por supuesto que eso
no es correcto. Desde un análisis pedagógico y didáctico, al terminar el último
ejercicio dado por el entrenador o profesor (y que forma parte de su plan de clase
correspondiente a la fase principal) podríamos afirmar que ahí es cuando se da
comienzo a la fase final. Allí se produce una disminución de la intensidad de la
frecuencia cardíaca y por ende de las propuestas.

¿Qué hace un entrenador en ese espacio de menor tiempo que la fase


principal? Si tuviéramos que hacer un rápido análisis podríamos decir que, desde
lo orgánico funcional y fisiológico se deberían realizar movimientos tendientes para
retornar al estado natural o similar que al comienzo de la clase debiendo ser lo
más equilibrado y armonioso posible. También, desde este enfoque, la fase final
colaboraría en eliminar, ya sea a través de actividades de baja intensidad (trote
suave o un juego motor) y estiramientos musculares, sustancias de desecho como
el acido láctico. Es evidente que hablar de vuelta a la calma proviene del estudio
de la fisiología del esfuerzo donde se afirma que la intensidad de éste debe ir de
menos a más, mantener el esfuerzo y luego su descenso.
En el caso de lo estrictamente emocional y cognitivo del sujeto, el alto grado de
concentración y/o excitación que genera el hecho de estar una hora reloj
aproximadamente (40 minutos sin son niños muy pequeños) cumpliendo con las
ejercitaciones dadas por el Entrenador. El “momento final” colabora para hacernos
acordar que tenemos una vida más allá de la academia de Taekwondo.
Los tiempos de la “vuelta a la calma” o “fase final” pueden variar según el nivel de
los practicantes, las edades, el tiempo de clase, que va de los 5 hasta los 10 o 15
minutos. La fase final debe estar en estricta correspondencia con las anteriores
fases y no ser un compartimento estanco.

Dentro de este espacio pedagógico y por supuesto planificado, podríamos marcar


dos momentos: el primero sería en base a bajar la intensidad de las actividades y
posteriormente continuar con un trabajo de elongación o flexibilidad. Esto último,
sumamente recomendable dadas las condiciones favorables en las que se
encuentran nuestro cuerpo. Luego, podríamos seguir con un segundo momento,
donde el entrenador y sus alumnos o deportistas realizan una evaluación de la
clase, cómo fue el contacto con el contenido principal de la clase, sus aciertos y
dificultades en la misma.

Esto último, y en especial sobre la evaluación hacia la clase, integrando lo


enseñado por el profesor, puede ser una interesante propuesta pedagógica
moderna hacia la mejora permanente de la práctica pedagógica. Sabemos que no
es una práctica común entre los entrenadores o Instructores de Taekwondo el
adoptar estas posturas y feedback con sus alumnos, sin embargo, en ciertos
momentos de nuestro planeamiento mensual o anual, puede resultar significativo
para conocer qué piensan nuestros deportistas de nosotros y de nuestras clases o
cómo se sienten con las actividades, juegos y ejercicios que estamos dando en
ellas.

El concepto de “final” también implica darle un cierre a algo. Ese desenlace en la


clase debería estar tan planificado como las anteriores fases o momentos. A
veces, y se observa en los entrenamientos de varios deportes, la fase final sería el
único momento de socialización donde se conversaría con ese “otro” que estuvo
compartiendo los entrenamientos con uno. Hasta le podemos reconocer la voz en
muchos casos, ya que el silencio vocal que implica, a veces, estar concentrado
entrenando, no permite dialogar sobre lo que se está haciendo “in situ”..

Conclusiones
Invitamos a los Entrenadores e Instructores de Taekwondo a que experimenten la
evaluación al finalizar la clase con sus alumnos. Por supuesto que un niño
pequeño no le marcará al Profesor qué hizo bien o mal pero sí podría dar su
opinión en su condición de niño sobre lo que sintió en la clase. Todos los
comentarios que nos hagan los alumnos o deportistas “post clase”, pueden ser
datos muy ricos en información, y aportarnos para un “re-checkeo” de nuestra
clase en general o en especial, con ese ser único que es nuestro alumno o
deportista. La evaluación inicial y procesual puede ser un gran informante de
nuestras clases más allá de aspectos observables como ser, cantidad de técnicas
de pateo, la ejecución de un Poomsae. Saber que siente o que precisa un alumno,
para ello hay que dialogar y pensar preguntar que indaguen, como así también
estar preparados para responder a aquellas preguntas sobre las dudas que los
mismos deportistas o niños tengan sobre nosotros o nuestras clases.
Hasta aquí finalizamos la entrega de tres artículos sobre las fases de una clase de
Taekwondo haciendo hincapié en cuestiones específicas de nuestra actividad y
sobretodo en algunas particularidades. Es nuestro deseo que los lectores hayan
podido reflexionar y analizar sus clases, sus prácticas pedagógicas del día a día,
sabiendo que, en cada uno de sus centros de enseñanza hay un mundo en
particular, alumnos con características únicas y entrenadores con estilos que
pueden diferir unos con otros (por suerte, confirmaría que no somos robots). Es
por ello que estamos convencidos que estos artículos colaboran y aportan un
granito de arena a los Profesores de Taekwondo de la clase diaria.

¡Les deseamos muchos éxitos en sus clases! y a disfrutar de nuestra pasión: La


enseñanza..

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