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LA COMPENSACIÓN ECO
UNA INDEMNIZ
REGIMEN DE COMUNIDAD DE B

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Autor: Solari, Néstor E.


Publicado en: RCCyC 2017 (marzo), 03/03/2017, 57 – LA LEY 18/12/2017, 18/12/2017, 1
Sumario: I. La incorporación legislativa.— II. Beneficiarios.— III. Otras cuestiones.— IV. A modo de cierre.

Abstract: Las consecuencias del divorcio tienen que quedar reducidas a ciertas protecciones: alimentos, vivie
contexto, no debe perderse de vista el sentido excepcional de esta última institución a los fines de no desnatu
sentencia de divorcio. De lo contrario, se estaría pagando un precio por el divorcio o el cese de la unión convi

I. La incorporación legislativa
La institución de la compensación económica —preferimos la denominación de prestación compensatoria—
Civil y Comercial, vigente desde el mes de agosto de 2015.
Se ha definido como la cantidad periódica o prestación única que un cónyuge o conviviente debe satisfacer a
desequilibrio padecido por un cónyuge o conviviente (el acreedor), en relación con el otro cónyuge o convivie
la convivencia, que implique un empeoramiento en relación con su anterior situación en el matrimonio o la c
La prestación compensatoria es la institución mediante la cual el cónyuge o conviviente que ha sufrido un de
exigir al otro una compensación por el empeoramiento padecido, al momento del divorcio o el cese de la con
Se la ha fundamentado en los siguientes términos: “El Anteproyecto recepta una figura que tiene aceptación
régimen incausado de divorcio; en efecto, con fundamento en el principio de solidaridad familiar y en que el
económico de un cónyuge a costa del otro, se prevé la posibilidad de que, para aminorar un desequilibrio ma
económicas”. Argumento que resulta aplicable a la convivencia de pareja, pues se contempla tanto para el ma
En verdad, la institución de las prestaciones compensatorias permite que luego del cese de la convivencia —f
sufran un desequilibrio como consecuencia de aquél, en atención a las distintas circunstancias intervinientes
durante la vigencia de la normal convivencia.
De alguna manera, se intenta paliar la situación de desprotección y desequilibrio que genera la ruptura de la
Como institución específica del derecho de familia, puede decirse que las prestaciones compensatorias —llam
generis, pues se integran con variados elementos que las diferencian de los alimentos, del enriquecimiento s
del ordenamiento jurídico. Si bien presentan similitudes y diferencias con cada una de ellas, adquieren auton
De acuerdo a lo señalado en el Anteproyecto, la institución encuentra su fundamento en la solidaridad famili
Por lo demás, entiendo que la razón de dicha institución se encuentra estructurada en un concepto de equida
Los perfiles específicos y concretos son determinados por la legislación y la jurisprudencia de cada país, haci
contemplados en los respectivos Códigos de fondo. De ahí la diferencia existente en las distintas legislacione
Sobre estos lineamientos, será finalmente la jurisprudencia, en la aplicación práctica, quien determinará su v

II. Beneficiarios
La compensación económica está prevista tanto para la institución matrimonial como para las uniones convi
podrían ser los cónyuges y los convivientes, si se cumplen las condiciones exigidas por la norma.
No obstante que la compensación económica está prevista para el matrimonio y para las uniones convivencia
i) Casos en que tiene lugar. Una de las diferencias que emerge de las disposiciones legales es respecto a las ci
caso, por los convivientes.
Respecto del matrimonio, se contempla la posibilidad de pedirlas luego del divorcio (2); mientras que en las u
convivencia” (conf. art. 524, Cód. Civ. y Com.), lo que significa que comprenden tanto la ruptura en vida como
En consecuencia, la viabilidad es más restringida en el matrimonio, pues solamente se habilitan como efecto
unión convivencial es más amplia, porque comprende también el cese en caso de muerte de uno de sus integ
Esta disparidad nos lleva a reflexionar si resulta atinada la distinción. Creemos que ésta es arbitraria, porque
durante la normal convivencia —tanto en el matrimonio como en la unión convivencial—. De donde surge qu
debería estar en condiciones de plantear la respectiva acción, trátese de cónyuges o de convivientes.
Súmese a ello la circunstancia de que si los cónyuges estaban en trámite de divorcio y uno de ellos fallece ant
dicha compensación.
ii) Tiempo y plazos de pagos. Otra de las diferencias que surgen entre el matrimonio y las uniones convivenci
en que puede pagársela.
En el matrimonio, se dan tres opciones: prestación única; una renta por tiempo determinado; y por un plazo i
De la redacción de la norma puede decirse que el principio general es que el pago debe hacerse en una cuota
opciones no se establecen prioridades, sino que dependerá de las particularidades del caso.
Finalmente, se consagra una forma de pago consistente en cuotas indeterminadas. Aquí sí la ley indica que és
razones y causas por las cuales la impone. Esta circunstancia puede darse, por ejemplo, cuando se trata de pa
circunstancias.
En cambio, en la unión convivencial existen dos posibilidades sobre la forma de pago: prestación única; o una
tuvo la unión convivencial (conf. art. 524, Cód. Civ. y Com.).
De esta manera, solamente coinciden ambas uniones cuando se trata de una prestación única.
Respecto de la posibilidad de que pueda ser una renta por tiempo determinado, se advierte la siguiente difer
cuotas. Así, puede tener lugar una cantidad de cuotas que sea superior a la duración del matrimonio. Es decir
que puede consistir su pago.
Mientras que en la unión convivencial se fija un límite: aquélla no puede consistir en un número de cuotas ma
extendió por tres años, el eventual pago de una compensación económica no podría extenderse más allá de l
A su vez, la compensación económica en la unión convivencial no puede ser por tiempo indeterminado.
Todo ello, sin perjuicio de que la forma y el modo de ser cumplida la prestación serán decididos, en primer lu
de la voluntad. Ellos son quienes están en mejores condiciones para elegir la forma y el modo de efectivizarla
las partes será el juez quien determinará la forma y el modo en que se realizará la respectiva compensación e
iii) Renuncia. Una de las diferencias sustanciales que surgen entre el matrimonio y las uniones convivenciales
resultan irrenunciables previamente, mientras que en las uniones convivenciales se contempla la posibilidad
En efecto, en el matrimonio no es posible su renuncia anticipada (4). La imposibilidad de pactar la renuncia a
cónyuge más débil lleva a que el ordenamiento jurídico no avale semejante eximición, en el entendimiento d
resultaría injusto que se halle impedido de solicitarlo por haber renunciado previamente a ello. Se desvirtuar
durante la vigencia del matrimonio son los que habilitarán, eventualmente, a corregir un desequilibrio manif
Además, no puede dejar de señalarse que el cónyuge que se encuentra en mejores condiciones económicas t
del matrimonio. Así, podría someterlo al régimen de separación de bienes y, paralelamente, hacerlo renuncia
Por ello, la solución legal, al consagrar la irrenunciabilidad de los cónyuges a las compensaciones económica
luego del divorcio.
Otra cosa sucede en la unión convivencial. Si bien el Código contempla las compensaciones económicas para
ley contempla un piso mínimo inderogable entre convivientes (5). Entre ellas, no se encuentran las compensa
voluntad, podrían pactar su renuncia (art. 513, Cód. Civ. y Com.).
Por caso, si una unión convivencial se prolonga durante quince años y uno de los integrantes de la pareja des
su correspondiente desarrollo y crecimiento durante la normal convivencia, al momento del cese de la unión
previo de exclusión, el conviviente más débil no podría reclamar la compensación económica, fruto de aquel
De sostenerse esta diferencia entre el matrimonio y la unión convivencial se estaría reconociendo distinto fun
matrimonio respondería a la protección y el reconocimiento de la familia, como consecuencia de los derecho
autonomía de la voluntad. En cambio, la derivada de la unión convivencial respondería a una naturaleza estr
no se podría sostener, razonablemente, que las uniones convivenciales constituyen una forma de familia prot
La solución legal es desatinada si confrontamos con normas constitucionales y convencionales que protegen
Además, cabe resaltar lo preceptuado en el art. 515, Cód. Civ. y Com.: “Los pactos de convivencia no pueden s
convivientes, ni afectar los derechos fundamentales de cualquiera de los integrantes de la unión convivencia
económica violenta el principio de igualdad y, específicamente, los derechos fundamentales de dichas perso
constituyen el piso mínimo inderogable, de donde el legislador entendió que no afectaba dichos principios.
El Código Civil y Comercial exhibe una particular visión de los derechos y garantías constitucionales y conven
de la voluntad, el que se vio beneficiado a costa del otro podría eximirse de una futura compensación económ
normal convivencia. Si se reconoce como forma de familia a la unión convivencial, sería difícil de imaginar la
forma de familia— resulta imposible.
Además, no sólo se verían alterados los principios constitucionales y convencionales de la familia, sino tamb
familiar.
En tal contexto, nos parece que la autonomía de la voluntad imposibilitaría corregir un desequilibrio entre las
Habilitaría a un derecho a la explotación. Ante ello, entendemos que la declaración de inconstitucionalidad d
constitucionales y convencionales.
Lo contrario significaría avalar la regresividad de derechos de una norma interna, en detrimento de derechos
iv) Plazo de caducidad. La ley fija un plazo de caducidad para solicitar la compensación económica.
En el matrimonio se fija un plazo de seis meses desde el dictado la sentencia de divorcio (conf. último párrafo
seis meses, desde que se produjo cualquiera de las causas de finalización de la convivencia (conf. último párr
Nos parece un plazo muy breve el establecido por la ley. Aun cuando es importante poner certidumbre al recl
extienda más allá de un determinado período de haber cesado la convivencia o el vínculo, y por las particular
judicial en tal sentido, entendemos que hubiera sido razonable fijar un plazo de un año.
Fuera de ello, el plazo de caducidad de seis meses establecido es tanto para el matrimonio como para la unió
Ahora bien, la situación fáctica difiere en ambos casos, pues en el matrimonio se cuenta a partir de la sentenc
no del cese de la convivencia. Esto es, podría suceder que los cónyuges se hallen separados de hecho por un
El plazo transcurrido durante la separación de hecho no alterará su derecho a solicitarla, en cuanto a su cadu
La situación de las uniones convivenciales, en cambio, es distinta. El plazo de caducidad comienza a correr de
disolver el vínculo legal. En este sentido, hay que advertir que además del plazo breve consagrado por la ley —
consideración de que —normalmente— al ser el cese una situación de hecho no requiere de una acción judic
Recién luego de un tiempo, los convivientes recurren al debido asesoramiento. En definitiva, el tiempo transc
comprendido en los referidos seis meses; dicho período importará que las partes deban actuar rápidamente
Súmese a ello la dificultad que podría plantearse por la discusión de cuándo, efectivamente, ha cesado la con
seis meses de caducidad.
III. Otras cuestiones
Muchos y variados son los aspectos que surgen en derredor de la figura, que darán lugar a debates y planteos
Tal como lo determina la ley, su fijación puede ser una entrega única, en cuotas determinadas o en forma ind
cuotas (para los convivientes).
Tratándose de una entrega única no habría inconvenientes, pues se resuelve con dicho pago único. La cuestió
incluso, si son entregas indeterminadas. Aquí puede suceder que se alteren las circunstancias originarias, po
pregunta consiste en saber si, con posterioridad, puede solicitarse al juez que se cambien o modifiquen los m
En el derecho español la cuestión está prevista expresamente, al decirse: “Fijada la pensión y las bases de su
modificada por alteraciones sustanciales en la fortuna de uno u otro cónyuge” (art. 100, Cód. Civil de España)
alteraciones sustanciales en la fortuna de alguna de las partes— pueda modificarse la fijación inicial.
La posibilidad de revisión del monto de la compensación económica también está prevista en el derecho fran
podrá solicitar la revisión de las modalidades de pago, en caso de cambios importantes de su situación. En ta
autorizar el pago del capital con una duración mayor a la prevista.
Igual posibilidad contempla el Cód. Civil alemán, en su art. 1587, pudiendo modificarse o extinguirse cuando
En el derecho argentino, la cuestión no ha sido prevista expresamente. Si bien del contenido de las normas p
innumerables particularidades que pueden acaecer luego de su fijación, a mi entender, podría modificarse ju
IV. A modo de cierre
En el contexto analizado, puede decirse que las compensaciones económicas previstas en el Código Civil y Co
pareja —tanto en el matrimonio como en la unión convivencial— cuando por el cese de la plena comunidad d
De ahí que la ruptura origina el derecho a solicitar una compensación económica a quien la hubiere sufrido. E
La cuestión a determinar, en la práctica, consiste en precisar el alcance y la extensión de dicho desequilibrio,
desequilibrio importante para que prospere la acción, en el entendimiento de que con dicha institución no se
unión, sino valorar los roles y las circunstancias acaecidas durante la convivencia, con sus respectivas adquis
determinar si dicha ruptura provoca un notorio desequilibrio de uno a costa del otro.
Se dijo que lo equitativo y razonable no es la búsqueda de una nivelación o igualación patrimonial entre las p
ellos por el “empobrecimiento” —generalmente por la frustración o postergación del crecimiento propio, pér
par y vinculado al “enriquecimiento” del otro, durante la convivencia (6).
Por lo que no se trata de algo abstracto, sino de un análisis concreto, consistente en la evolución y los roles de
Esta extensión y valoración será precisada por la jurisprudencia, en los primeros años de aplicación, para dar
criterio doctrinario que su aplicación debe ser restrictiva, dando respuesta a situaciones en donde, claramen
legal), y no por el mero hecho de intentar equilibrar la situación de sus integrantes luego de la ruptura de la u
La aplicación debe tener carácter excepcional, pues no debe dejar de señalarse que, en un régimen divorcista
o constituir una nueva familia. Tal situación no debe limitarse a lo atinente a la libertad de contraer matrimon
nupcial luego de la sentencia de divorcio, sino también desde el punto de vista económico o financiero, de m
desnaturalicen la disolubilidad del vínculo matrimonial. Para ello, el equilibrio de los efectos derivados del di
Dicho de otra manera, las consecuencias del divorcio tienen que quedar reducidas a ciertas protecciones: alim
económica. En este contexto, no debe perderse de vista el sentido excepcional de esta última institución a los
derivada de la sentencia de divorcio.
De lo contrario, se estaría pagando un precio por el divorcio o el cese de la unión convivencial, desvirtuando s
Por caso, cuando los cónyuges en ejercicio de las facultades brindadas por la ley optan por someterse al régim
patrimoniales entre uno y otro, durante la vigencia del matrimonio. Luego, si al producirse la extinción del rég
mediante la compensación económica y pretendiéramos equilibrar los patrimonios, no estaríamos sino aplic
división por mitades. Es decir, aquello que las partes, en ejercicio de la autonomía de la voluntad, eligieron pa
equilibrio, aplicando otra institución (compensación económica). De nada serviría haber optado por el régim
En verdad, su aplicación corresponde cuando, a pesar de haber optado por el régimen de separación de bien
ruptura coloca a uno de ellos en situación claramente desventajosa. Ahí el recurso de la compensación econó
su razón se halla en la equidad.
Excepcionalmente, cuando los cónyuges estuvieren sometidos al régimen de comunidad, podría pretenderse
división por mitades.
Fuera de ello, hay que resaltar que las deficiencias técnicas que presenta su regulación, en varias cuestiones,
tendrán la tarea de subsanar e interpretar las normas contempladas en el Código de fondo.
(1) MEDINA, Graciela, “Compensación económica en el Proyecto de Código”, LA LEY, 2013-A, 472.
(2) Sin perjuicio de la hipótesis de nulidad de matrimonio. En efecto, tratándose de nulidades matrimoniales,
429, Cód. Civ. y Com.).
(3) SOLARI, Néstor E., “Derecho de las familias”, Ed. La Ley, 2015, p. 99.
(4) Luego de señalar los objetos posibles en convenciones matrimoniales (art. 446), en sus distintos incisos, e
económicas, el art. 447 determina: “Toda convención entre los futuros cónyuges sobre cualquier otro objeto
entre cónyuges un pacto de exclusión sobre las compensaciones económicas.
(5) De acuerdo al art. 513, Cód. Civ. y Com., no podrán renunciar a lo contemplado en los arts. 519 a 522 del m
(6) CCiv. y Com. Junín, 25/10/2016, “G., M. A. c. D. F.”.
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