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Talar árboles sin una eficiente reforestación resulta en un serio daño al hábitat,
en pérdida de biodiversidad y en aridez. Tiene un impacto adverso en la fijación de
dióxido de carbono (CO2). Las regiones deforestadas no tienden a una erosión del
suelo y frecuentemente degradan a las tierras no productivas.
Índice
1 Antigüedad
2 Periodo histórico
2.1 Siglos XV y XVI
2.2 Actualidad
3 Deforestación por regiones
3.1 África
3.2 Asia y el Pacífico
3.3 Europa
3.4 América Latina y el Caribe
3.5 América del Norte
3.5.1 Superficie forestal: extensión y variación
3.5.2 Bosque de Agua
3.6 Asia occidental y central
4 Efectos medioambientales
4.1 Impacto en la atmósfera
4.2 Impacto hidrológico
4.3 Impacto en el suelo
4.4 Impacto en la biodiversidad
5 Lucha contra la deforestación
5.1 Reducción de emisiones
5.2 Pagos para conservar los bosques
5.3 Propiedad de la tierra
5.4 Métodos agrícolas que no exigen despejar bosques
5.5 Seguimiento de la deforestación
5.6 Gestión forestal
5.6.1 Prácticas sostenibles
5.7 Reforestación
5.8 Plantaciones de árboles
6 Véase también
7 Referencias
8 Bibliografía
9 Enlaces externos
Antigüedad
Hace unos ocho mil años, los seres humanos empezaron a talar bosques en cantidades
pequeñas pero significativas, aunque para ello sólo dispusieron de hachas de
sílex.5
Periodo histórico
Hace dos mil años, en China, India, el sur y el oeste de Europa y el Magreb
mediterráneo, así como en las tierras bajas de Centroamérica y las tierras altas de
Perú se empleaban prácticas agrícolas sofisticadas (cultivos diversificados,
plantaciones múltiples y cría de ganado). Todas esas regiones son naturalmente
boscosas, y la agricultura a gran escala exigió talar esos árboles.6
El primer censo fiable de China data de la dinastía Han, hace cerca de dos mil años
y por entonces el país tenía 57 millones de habitantes, con una densidad que
triplicaba la de Inglaterra en el momento del estudio Domesday lo que implicaba que
tanto China como India e Indonesia, zonas densamente pobladas estaban deforestadas
ya hace dos mil años6
Siglos XV y XVI
Las islas del Caribe, como también partes de México y Centroamérica, contaban con
una gran riqueza forestal, la cual estaba compuesta de maderas como caoba y palo
maría, entre otras. Con la llegada de los españoles a América comenzó la
explotación de estos bosques, para la construcción y la extracción de productos
químicos tintóreos, como también su utilización como combustibles. Ante un
peligroso incremento del consumo, la Monarquía Española promulgó leyes para regular
el aprovechamiento de los bosques y no comprometer al ambiente.7
Ante el poderío británico en los mares, los reyes Felipe V, Fernando VI y Carlos
III incentivaron la creación de astilleros en algunas ciudades americanas, como La
Habana, Campeche, Guayaquil, El Realejo, Nicoya, Panamá, El Callao y Coatzacoalcos,
con el objetivo de recuperar el poderío naval que se había perdido. Ante esta
situación, se produjo una gran demanda de madera para la construcción de estos
barcos.7
Actualidad
Una tercera parte del total de la tierra está cubierta por bosques, lo que
representa cerca de 4 000 000 000 (cuatro mil millones) de hectáreas. Hay 10 países
que concentran dos tercios de este patrimonio forestal: Australia, Brasil, Canadá,
China, la República Democrática del Congo, India, Indonesia, Perú, la Federación
Rusa y los EE. UU.10 Estos han sido explotados desde hace años para la obtención de
madera, frutos, sustancias producidas por diferentes especies o para asentamientos
de población humana, ganadería y agricultura. Indonesia, Malasia, Paraguay,
Bolivia, Zambia y Angola han sido los países que más superficie forestal han
perdido11
En los países más desarrollados la cubierta forestal sufre otras agresiones, como
la lluvia ácida, que comprometen la supervivencia de los bosques, situación que se
pretende controlar mediante la exigencia de requisitos de calidad para los
combustibles, como la limitación del contenido de azufre o la desulfuración de los
humos de las centrales térmicas y refinerías.
En los países menos desarrollados las masas boscosas se reducen año tras año,
mientras que en los países industrializados se están recuperando debido a las
presiones sociales, reconvirtiéndose los bosques en atractivos turísticos y lugares
de esparcimiento.
Superficie total
(1000 ha) Variación anual
(1 000 ha) Tasa de variación anual
%
1990 2000 2005 1990-2000 2000-2005 1990-2000 2000-2005
699 361 655 613 635 412 –4 375 –4 040 –0,64 –0,62
fuente: FAO, 2006a
Asia y el Pacífico
Imagen del sudeste de Asia captada por MODIS. La imagen se centra en los países de
Birmania, Tailandia, Laos, Camboya y Vietnam, de izquierda a derecha,
respectivamente. En el este de Tailandia, el color marrón que domina el centro de
la imagen habla de la deforestación masiva que se produce en esta región.19
Esta región posee el 18,6 % de la superficie forestal mundial, repartida en una
gran variedad de ecosistemas, como bosques tropicales, bosques templados, manglares
costeros, montañas y desiertos.
La región contaba con 734 millones de hectáreas de bosques en el año 2005, unos
tres millones más que en 2000. No obstante, este aumento fue resultado, en gran
medida, de la alta tasa de repoblación forestal de China, la cual oculta la notable
desaparición de bosques naturales en diversos países; en total, desaparecieron en
la región 3,7 millones de hectáreas de bosque al año entre 2000 y 2005.
Superficie total
(1 000 ha) Variación anual
(1 000 ha) Tasa de variación anual
%
1990 2000 2005 1990–2000 2000–2005 1990–2000 2000–2005
743 825 731 077 734 243 –1 275 633 –0,17 0,09
fuente: FAO, 2010a
Europa
Europa cuenta con una cuarta parte de los recursos forestales mundiales,
aproximadamente mil millones de hectáreas, el 81 % de las cuales se encuentran en
la Federación Rusa.
Prácticamente todos los países europeos poseen leyes que dificultan notablemente la
deforestación y la reconversión a otros usos de la tierra. Además, se proporciona
apoyo fiscal a la actividad forestal en virtud del Fondo Europeo Agrícola de
Desarrollo Rural, lo que fomenta de manera significativa la plantación de árboles.
Por ello, es probable que la superficie forestal aumente a medida que decrecen las
tierras dedicadas a la agricultura.
Las principales amenazas a las que se enfrentan los recursos forestales en Europa
son de naturaleza ambiental, como incendios, brotes de plagas y tormentas, algunas
de las cuales se podrían incrementar con el cambio climático. Aunque se desconocen
las repercusiones a largo plazo del cambio climático en los bosques, se han
atribuido a este fenómeno numerosos acontecimientos catastróficos recientes. Se
prevé un incremento considerable de la magnitud y de la frecuencia de los
incendios, por ejemplo en la península ibérica y en la Federación Rusa
Superficie total
(1 000 ha) Variación anual
(1 000 ha) Tasa de variación anual
%
1990 2000 2005 1990–2000 2000–2005 1990–2000 2000–2005
989 320 998 091 1 001 394 877 661 0,09 0,07
fuente: FAO, 2010a
En los últimos dos decenios, algunos países han concedido la propiedad legal de los
bosques a las comunidades indígenas, por ejemplo, Perú, 6400 millones de hectáreas;
Bolivia, 1200 millones de hectáreas; Brasil, 10 300 millones de hectáreas;
Colombia, 27 millones de hectáreas; Ecuador, 4,5 millones de hectáreas y Guyana,
1,4 millones de hectáreas de tierra, comprendidos los bosques. Si bien la propiedad
confiere a las comunidades derechos firmes de uso sostenible de los recursos
forestales, los conflictos sobre la propiedad, en ocasiones violentos, y la falta
de aplicación de las normas y los reglamentos han permitido la ocupación y la
explotación maderera ilegales en extensas áreas de estos bosques.
Todos los países de América del Sur registraron una pérdida neta en la superficie
forestal entre 2000 y 2005, excepto Chile y Uruguay,[cita requerida] que
presentaban tendencias positivas debido a programas de plantación industrial a gran
escala. Los nuevos bosques plantados para usos industriales, en particular en
Argentina, Uruguay y, posiblemente, Colombia, podrían contrarrestar, en lo que se
refiere a hectáreas forestadas, la desaparición de bosques naturales, pero no en
términos ecológicos. En caso de los países integrados en la Región Norte de América
Latina como lo son Ecuador, Colombia y Venezuela las políticas de protección de
áreas forestales no son estrictas y la deforestación de la zona persiste, lo que
amenaza el equilibrio ecológico y climático de América del Sur, y puede tener
repercusiones mundiales (expuesto en el Acuerdo Caracas FAO 2010).20
Superficie total
(1 000 ha) Variación anual
(1 000 ha) Tasa de variación anual
%
1990 2000 2005 1990–2000 2000–2005 1990–2000 2000–2005
923 807 882 339 859 925 –4 147 –4 483 –0,46 –0,51
fuente: FAO, 2010a
Bosque de Agua
El Gran Bosque de Agua se encuentra21 entre las ciudades de México D.F., Cuernavaca
y Toluca. Este bosque posibilita la vida no sólo de quienes lo habitan, sino
también la de quienes viven en los alrededores. Abarca las sierras de las Cruces,
del Ajusco, del Chichinautzin, de Zempoala y el sistema Cadera, en los estados de
Morelos, Estado de México y el Distrito Federal. Alberga casi 2 por ciento de la
biodiversidad mundial, ayuda a regular el clima y la calidad del aire de la región,
proporciona casi tres cuartas partes del agua que se consume en la ciudad de México
y abastece de agua a dos de los ríos más importantes del país: el Lerma y el
Balsas. Desafortunadamente, esta región se encuentra amenazada y está
desapareciendo rápidamente: si continúa el actual ritmo de deforestación, podría
desaparecer21 en solo 50 años. De acuerdo con el Instituto de Geografía de la
Universidad Nacional Autónoma de México, cada año se pierden 2400 hectáreas de este
bosque, lo que equivale a destruir una superficie de más seis campos de fútbol por
día. El Gran Bosque de Agua abarca 120 000 ha, incluye los parques nacionales de La
Marquesa, Ajusco, Desierto de los Leones, Lagunas de Zempoala y Tepozteco, entre
otras áreas. La tala ilegal, y el crecimiento desmedido de las urbes, la conversión
del bosque en zonas de cultivo y potreros para ganado, los incendios forestales y
la extracción de materiales y la venta del suelo lo merman constantemente. Además,
la cacería furtiva y la introducción de especies exóticas ponen en riesgo la
biodiversidad de esta región y son las causas por las que este bosque está en
peligro. Mucha gente que reside en los estados donde se encuentra este bosque no
conoce su importancia ecológica y la relevancia que tiene como principal fuente de
abastecimiento de agua. Varios organismos e instituciones están trabajando en el
análisis para la protección de este gran pulmón y fuente de agua.22 La Comisión
Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) declaró parte de
esta zona como una de las regiones terrestres prioritarias para la conservación en
México, y la llamó "Corredor biológico Ajusco-Chichinautzin".21 Greenpeace México
ha lanzado una campaña para protegerla.
Superficie total
(1 000 ha) Variación anual
(1 000 ha) Tasa de variación anual
%
1990 2000 2005 1990–2000 2000–2005 1990–2000 2000–2005
43 176 43 519 43 588 34 14 0,08 0,03
fuente: FAO, 2006a