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Cano, Luis

Escuela de Marionetas / Luis Cano. -


1a ed. - : Libro Disociado Editores, 2012.
ESCUELA DE
MARIONETAS
416 p.; 13X19 cm. - (teatrosofía; 2)
ISBN 978-987-23555-X-X
1. Teatro. 2. Literatura. I. Cano, Luis II. Título
CDD 741.6

© 2012 Libro Discociado Editores


Mendoza 1641 (1428) Buenos Aires - Argentina
info@librodisociado.com.ar
www.librodisociado.com.ar

EJEMPLAR n°
2012 - Primera edición, 1000 ejemplares numerados, de distribución gratuita.
Impreso en Buenos Aires, por Altuna Impresores en Octubre de 2012.

Concepción y diseño del Libro Disociado: © Enrique Banfi. El formato editorial


del Libro Disociado y su correspondiente Software de Acceso Alfanumérico ©
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Coordinación editoral: Paula Banfi


Diseño gráfico: Luis Bellagamba / lbellagamba@gmail.com
Foto de tapa: Merecedes Segade. Imagen de la obra “Pequeño casamiento”.
www.mondongofoto.portfoliobox.net
Foto en solapa: Alicia Rojo, sección Tecnofilmación CTBA Teatro San Martín.
Programación web: Pablo Tomasello - www.artemovil.com

Hecho el depósito que establece la Ley 11.723. Impreso en Argentina - Printed


in Argentina.
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Andrea Pontoriero, Beatriz Catani, Claudia Quiroga, Dana Barber,
Eduardo Peralta, Elisa Barrientos, Fabián Díaz, Gustavo Schraier, José
Luis Arias, Kekena Corvalán, Leandro Rosenbaum, Leonor Junge, Lidia
Epsztejn, Lorena Lecointre, Lucas Lagré, Manon Minetti, Marcelo
Mininno, Matías Méndez, Mauricio Minetti, Mercedes Arturo, Paula
López, Rina Gabe y Rosalía Celentano.

5
ESCUELA DE
MARIONETAS
T E X T O S D R A M ÁT I C O S D E

LUIS CANO
Libro dedicado a Lorena Ballestrero
ÍNDICE

INSTRUCCIONES PARA USAR UN LIBRO DISOCIADO........................... 5


PRÓLOGO / ESTAR AHÍ...................................................................... 13
SECCIÓN / POESÍA DE TEATRO.......................................................... 27 SECCIÓN / ENSAYOS Y ERRORES.................................................... 153
LA AMBERES................................................................... 29 Y SIN EMBARGO............................................................ 155
BÚSQUEDA Y REPRESENTACIÓN DE ALGO CAMA DE MANIVELA...................................................... 159
QUE QUEDÓ EN MI INFANCIA / BANDA SONORA............... 47 CANGREJOS.................................................................. 173
POESÍA DE TEATRO / HISTORIA DANESA.......................... 51 PIEZA PARA TÍTERES..................................................... 187
POESÍA DE TEATRO / DIARIO DE UN DÍA........................... 57 CUMPLEAÑOS............................................................... 197
VUELTA A CASA............................................................... 61 RUIDOSAS ROSAS / TRILOGÍA 1..................................... 201
DOMINGO........................................................................ 67 RUIDOSAS ROSAS / TRILOGÍA 2..................................... 211
ENSAYO PARA UN QUINTETO........................................... 79 RUIDOSAS ROSAS / TRILOGÍA 3..................................... 261
POESÍA DE TEATRO / NIÑOS............................................. 89 CLARAMONTE / O EL TEATRO DE LA MELANCOLÍA.......... 291
TEXTO LEÍDO................................................................... 93 UNA CLASE PORTÁTIL.................................................... 349
APUNTE DURANTE LOS ENSAYOS.................................... 95 NIEBLA......................................................................... 355
RESISTENTE AL AGUA................................................... 101 FANTASMA DE UNA OBRA DE TEATRO DE 1900.............. 399
PARTES DEL LIBRO FAMILIAR........................................ 105 AMIGOS OLVIDADOS...................................................... 453
ELEMENTOS DEL PAISAJE............................................. 127 EL DIARIO DE CARMEN.................................................. 461
AVIONES ENTERRADOS EN LA PLAYA............................. 133
PRÓLOGO

ESTAR AHÍ

Mi escritura se inicia con preguntas, escribir es una manera


de hacer preguntas, de hacerme preguntas. Al hablar de
preguntas estoy diciendo: Poner posibilidades a la vista,
mantenerlas activas.

Escribo para insistir, para seguir preguntando. También puedo decir


que escribo para no olvidar algo. Tomo notas, escribo para recordar.

Al principio no conozco la forma ni sé de qué trata mi escritura,


solamente empiezo, con la esperanza de que el sentido se abra
paso por sí mismo. Sin saber lo que voy a plantear, sin entender
los problemas -la escritura es también plantear problemas.

Aprendí a escribir textos dramáticos todos los días, levantándome


todos los días a las seis de la mañana, escribiendo cada mañana,
tomando mi tiempo para acceder a la escritura. El momento de
la escritura es siempre en ciertas circunstancias; en mi caso, la
escuela de dramaturgia fue cada día a las seis de la mañana.

Ese momento abarcó diez años, entre finales de los ochenta y


finales de los noventa. La escritura era apoyar los codos sobre
una madera de conteiner montada en caballetes. Sólo salir de
ahí para renovar el agua del mate o quemar la tostada. Fue
mi escuela literaria, además de las lecturas, no muchas. La
madera montada sobre caballetes estaba en un patio cubierto
donde a veces llovía y se inundaba. A veces la escritura sigue,
mientras uno se moja alegremente los pies.

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A veces uso la palabra “obra” aunque no sé qué es. Intento Escribo todos los días, escribo en la vida cotidiana. Escribo sin
descubrirlo mientras aparece en mi escritura. Escribo textos, descanso, acumulando textos. Se me da así, de esa manera. Los
esos textos a veces llegan a ser obra y a veces no. Sé cuando textos vienen antes que el montaje, antes que el ensamblado.
logro escribir una obra; lo sé, mientras no tenga que explicarlo. ¡Llegan antes!
Y sé que hay textos que son textos y nada más, lo sé como que
respiro o estoy despierto. Debo decir que, una vez escrito, ya no reconozco mi texto. No
lo recuerdo. Lo leo como cosa extraña y no sé qué quiere decir.
Los textos empiezan, no los planifico. Aparecen, imprevistos. Tengo que descubrirlo poco a poco, averiguando el cantito, casi
Primero viene la mancha de humedad y después la gotera. palpando, buscando la escena que sugiere.

Hace unos meses estrené El diario de Carmen, un texto basado Vuelvo a hablar de mi escritorio. Es un vestidor improvisado
en un diario íntimo. Una mujer está sola en su casa, y esa es la en una pequeña habitación que está al lado de la terraza. Un
escena. La mujer está tan sola que se siente perdida. Escribe en amigo me dijo que es un camarín doméstico... Ahí puse una
su diario: mesa de plástico azul celeste que vendían para exteriores. La
ubiqué al lado de la puerta ventana para mirar las plantas, la
“Hoy estuve escribiendo durante horas, no sé cuántas. terraza, la luz del día, los pájaros pecho naranja.
Escribiendo para llegar a ver, para ver si llegaba a entender,
para saber quién soy.” Después, leo todo lo que escribo a mi mujer, Lorena. Leo en voz
alta, sin entonación. Me da vergüenza actuar delante de ella,
Como Carmen, creo que escribo mejor cuando puedo extenderme, mostrarle cómo me imagino cuando no me ve, durante las horas
cuando logro despacharme con todo. Como aquel nuevo-autor que garabateando en mi escritura. A veces pienso que la escritura
fui, cuando todavía no me proponía la escritura sino simplemente guarda un secreto, que juega a la escondida.
seguir escribiendo. Escribiendo desde aquella sensación, con la
mera voluntad de escribir sin la escritura, solamente buscando. Mi mujer va a cambiarse de ropa en nuestro vestidor improvisado,
que me imagino es mi escritorio. Lo que sigue es ritual. Verla
Imagino una escritura grande y abierta, que dure más que un cambiarse acompaña mi escritura.
viaje en colectivo a Capital. Textos para llenar los pulmones y la
cabeza. Obras que puedan acompañarme todo un día. Así, mientras escribo, mi mesa plástica es un rito, la posibilidad
de encontrar placer, la ventana que da a la terraza, el afuera
Debo decir que las biromes son muy buenas. Hago un montón con plantas, la pava eléctrica para mate, la silla con respaldo
de borradores mal escritos, con letra incomprensible. Mi mano curvo que consuela mi dolor de espalda, mi mujer cambiándose,
escribe haciendo sacudidas espásticas que los médicos llaman largas horas en silencio, mi cuaderno de notas, la mochila que
“temblor esencial”. En ese momento, el momento de la birome, llevo adonde vaya, en cualquier lugar para escribir, en los taxis,
se trata solamente de emitir algo, todavía no es tiempo para en los colectivos, anotando desesperadamente entre baches y
leer... Más adelante descifraré mi letra, después. Mientras tanto, esquinas. Todo eso es mi escritorio.
dejo a la escritura suceder.

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Anoto continuamente, podría decir que escribo todo el tiempo. espontáneamente dije “estaba escribiendo”. De hecho, estaba
Cuando me dedico a un texto en particular es porque decidí pensando en cosas que no entiendo, estaba dejándome llevar.
terminarlo. Mientras tanto, sigo escribiendo otras cosas, “palabras Estaba escribiendo.
de texto” dirigidas a no se sabe quién.
La escritura es un gesto involuntario. Hace años redacté una lista
También me gusta pescar, me gusta porque nunca se sabe lo que de propuestas estéticas que publicaron en revista Funámbulos.
uno está pescando. Escribo así, pescando, sin saber qué escribo. Una de ellas decía, de manera intencional y presuntuosa:
Escribo en todas partes, en todas las estaciones, en cualquier “Escribir con una mano separada del cuerpo”. No se trataba de
momento -aunque sigo prefiriendo la mañana. mutilaciones, sino de reconocer el gesto espontáneo de la mano
que escribe. Escribir por reflejo. Una mano sin cuerpo.
Una vez decidido a terminar un texto, encuentro una razón de ser,
una dedicación que organiza todo mi tiempo. Una vez terminado Hay un acto ceremonial en abrir el cuaderno, la birome que elijo,
(hay que entrecomillar la palabra “terminado”) inmediatamente ponerme los anteojos. Pero no digo “voy a escribir”. Es natural
olvido lo que escribí, no sé qué dije... Por un tiempo, sigo escribir, no lo pienso. Viajo por la ciudad, ando en bicicleta,
pensando en los problemas planteados, en lo que no dije... camino, escribo. Escribir, escribir, escribir. No es deliberado ni
consciente, como la revisión, la corrección de la escritura. Sería
Mientras escribo no sé de qué se trata, lo sabré más tarde. Incluso un error decir “voy a escribir”. Escribo directamente. Abro el
cuando estoy decidido a terminar el texto, me desentiendo del cuaderno, lo celebro cada vez que lo hago.
tema. ¡Que nadie tema, que aquí no hay tema...! Mi escritura
se pierde. Y perderse es una razón fundamental en mi escritura. Decía, o pensé decirlo, que nunca me acostumbré a que los
Si supiera lo que escribo, me sentiría más perdido. ¡De la peor actores memoricen lo que escribí. No recuerdo las palabras,
manera! ni siquiera una réplica ingeniosa que haya podido redactar.
Contrariamente, recuerdo los años según las obras. Aparecen
No me gusta hablar. La conversación no es un objeto que me como tajos. Años marcados, obras que adoptaron los rasgos de
despierte interés. A veces mis amigos viajan, y traen de vuelta los actores, fotos como fantasmas.
historias, paisajes. No sé qué decir. No encuentro manera de
relacionarme con sus anécdotas. Me alegro de su entusiasmo, Hubo años en los que caí en un pozo -no sé cómo llamarlos.
pero no logro compartir esos relatos. Estuve embotado, no podía conectar de manera vital con el
teatro -me da miedo pensar en eso. Era como vivir soñando sin
Hablo poco, paso mucho tiempo callado salvo en las clases, poder hacer nada. Lo que me da miedo es la posibilidad de volver
porque los estudiantes generan en mí una manera fluida de hablar. a caer. Durante ese tiempo mi escritura se dañó, consumida en
Habitualmente soy inexpresivo, como si masticara chicle... Si una especie de telegrafía.
alguien me pregunta “¿qué pensás?” tardo en contestar. Estoy
de vuelta muy lentamente, con un adoquín en la cabeza, porque Los textos cambian como uno, los textos no intentan parecerse.
en realidad estaba viajando, escuchando las voces apagadas Cada obra es un día. La escritura avanza sin necesidad de volver
que imagino... Una vez me preguntaron en qué pensaba, y a insistir con la misma canción, sin repetir la obra escrita.

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Para escribir necesito saber que ese texto nunca se ha escrito. El texto que termino de escribir es un recién nacido. Eso dura
Todos los textos que escribo aspiran a ser el primer texto que muy poco, porque los montajes tampoco son bebés, sino partos
escribí. Volver a ser el nuevo-autor que fui. Escribir como antes -es una opinión que leí en Peter Brook. El montaje plantea
de todo eso. Cuando me preguntaba qué era la dramaturgia. condiciones que favorecen el parto. Si sucede, acaso el texto
Cuando cada texto era un reto, un gran peligro. conocerá el mundo.

Me pregunto qué es la dramaturgia. Me tomó diez o quince Acoto acerca de los montajes cuánto disfruto de su intensidad
años escribir algunos textos. Textos cuya primera escritura duró y su potencia. No creo que sean buenos o malos sino urgentes
apenas un día. Mientras tanto, fueron estrenados y publicados, y vitales o simplemente débiles. Por supuesto, las obras débiles
sin encontrar su forma. Quedaron fragmentados, cortados. me resultan insoportables, quiero irme, nada me llama al teatro
Muchos tuvieron público. Otros sufrieron una rara ansiedad en ese caso. En cambio, hay obras maravillosas que parecen estar
que los privó de contorno. Pero se divulgaron, se conocieron, comenzando a cada minuto, como la primera obra que vimos.
e igualmente quedaron abandonados. En alguna parte de la Son obras que nos reclaman, nos están llamando. –Confieso:
escritura estará claro qué sucedió -eso creo. Por eso reescribo, En una obra impresionante, que me emocionó mucho, tuve la
voy y vuelvo. ilusión de escuchar a alguien gritando mi nombre.

Ya dije, escribo antes del montaje. A veces escribo en el “mientras Los textos son escenas del mundo, escenas en las que aparece
tanto”. No son procedimientos que me parezcan mejores ni el mundo. La dramaturgia hace aparecer el mundo a cada
peores, son maneras. Llevan implícitos resultados estéticos. texto... Durante años olvidé esta intuición y ahora, gracias a
Quiero decir, hay marcas reconocibles en los espectáculos que la compañía de maestros y amigos, vuelvo a creer en ella. El
expresan cómo se hicieron. Esto, dicho tan duramente, no es texto nos hace ver y el texto nos muestra. Los textos piensan el
una regla ni se aplica siempre. Es un recordatorio de que las mundo, el pensamiento sobre el mundo está en todo lo escrito.
conductas, las prácticas (las políticas) muestran sus cualidades
y defectos, como el vapor saliendo de la pava. Para una gacetilla de El diario de Carmen escribí: Uno como
dramaturgo o director hace montajes del mundo. La técnica es
Algo que me molesta cuando leo mi texto es encontrar la manera de organizar el juego. El tema del juego es el mundo.
uniformidad. Eso me aburre y me pongo a tachar, a veces de Todos los argumentos son visiones de mundo. La dramaturgia
manera delirante... Mi querido Héctor Libertella dijo una vez es un aparato del mundo.
algo tan hermoso: “La mano que tacha es la que escribe de
veras”. ¡Impecable! Esa imagen siempre me acompaña. No hace falta plantearse el mundo, el texto lo está pensando.
Aún cuando no pienso, cuando solo escribo el texto por
Estoy hablando también de la lectura. Leer un texto mío o delante, el texto piensa silenciosamente. El mundo aparece
de alguien más es estar en un momento en que todo está por en la obra, soy pensado por mi obra, puedo dejar que la
hacerse. Es un tiempo sin ideas y lleno de esperanza -empañada dramaturgia me escriba.
por el error de leer sin necesidad, como a veces pasa.

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Quiero agregar urgentemente aquí: Cualquiera que me conozca En mi familia no hubo escritores hasta la llegada de mi
sabe que la mitad del trabajo hecho en El diario de Carmen hermana –unos meses después nací yo. Mi padre proviene de
pertenece a Gaby Ferrero y a Mauricio Minetti. Sin ellos no inmigrantes españoles y mi madre de vascos que llegaron a
hubiera podido haber ni la mitad de la tarea, y no puedo citar Buenos Aires buscando trabajo. Toda mi infancia fue en Sáenz
El diario de Carmen sin pensar en ellos. Peña. Mis obras salen de ese lugar extraordinario que se llama
Sáenz Peña.
Hace años me encontré con un libro, una libreta para anotar
las compras, las direcciones y los números de teléfono. Un Sáenz Peña es un barrio de casas bajas que empiezan donde
bloquecito negro. Mi abuela lo usó como diario íntimo. Empezó termina la estación de tren. Un grupo de casas que mete la
anotando los regalos que recibió de los vecinos. Cuando nació cabeza entre los hombros. La gente sale a trabajar y atraviesa la
mi madre, lo expresó así: plaza. El tren llega y despierta a los que hacían plantón. Trato
de anotarlo y de inmediato el tren desapareció, llevándose las
“Ha nacido nuestra hija Felisa con toda felicidad.” casas, las calles, la gente y finalmente la estación de tren.

¡Un lingote! Voy a leer un texto:

Cuando escribo, siento mi pasado. No lo controlo, aparece Viajo en tren con mi madre. Mi madre dice: “Qué hermoso
como una pantalla. Los nombres de mis familiares flotan en paisaje que vemos por la ventana, Luis niño. Todos esos
mis obras. En mi pasado encontré todos los textos que quería ladrillos que descansan sobre las chapas para evitar que
escribir. Ninguna anécdota o historia, sino sus problemas. se vuele el techo... Esos ladrillos y también las casas y las
Escribo sobre ese telar. El pasado es una escena y al escribirla calles entre las casas. ¡Cuán hermosas! ¿Nocierto, Luisito?”
vuelve a ponerse en movimiento -el movimiento es condición de El ruido del tren no nos deja escuchar, no nos deja saber
los textos dramáticos. nada de la villa, las chapas, la lluvia que golpea... Toda la
villa cabe en el marco de la ventana. “No apoyes el hocico,
Aquellas escenas actúan. Yo actúo, estoy ahí, estoy en sus Luis niño, contra la ventana, porque engrasás el vidrio y
detalles. Con una mirada perversa, mirando a través de sus luego no se puede ver tanta belleza... Mirá, mirá a ese
escenas. ¿Mal de ojo? Yo, con mal aspecto, vuelvo al lugar chico que juega con una botella, ¡tiene tu edad! Y aquel
donde estuve, busco lo que no se dijo, lo que no se puso a la otro que nos tira una piedra, mejor no tenga puntería. Esos
vista... No es un pasado intelectual, no es un museo, es una niños tan sucios y alegres, me parece tan triste, hijo Luis.
fuerza que me identifica y me impulsa otra vez hacia adelante. Pero es entretenido mirar por la ventana.”

Vengo de una familia de clase media -la clase media no es alta Tengo un trabajo que reescribí varias veces. Un texto en torno
o baja, es clase media, lo demás es harina de otro costal. Soy a Sáenz Peña. Entro en la vieja casa vacía y digo los nombres,
un producto de esa clase. los llamo. Entonces vienen y nos sentamos a la mesa. Estoy
rodeado de los primos y tíos, carne y sangre de mi pasado. ¡Los
míos! A cuento de nada, comienzan a hablar de mis hazañas.

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Contabilizaron todos mis accidentes con el auto. Repasan Me crié en un barrio de vecinos que sacan sus jaulas y las
milimétricamente aquella vez que caí rodando por las escaleras. cuelgan de un clavo puesto en el árbol. La gente tenía canarios,
Recuerdan el año en que contraje neumonía y de cada una de pero yo nunca había visto uno. Señalé con el dedo y lo compré.
mis enfermedades. Hablan sobre el pelo rojo que tenía... En El pobre revoloteaba en la jaula, salpicando semillas. Llevé su
ese momento descubro, rodeado de la extraña familia, que me jaula colgada de mi brazo. Veía la cabeza rapada del canario.
siento feliz. No sabía lo mucho que los extrañaba. ¡Es una fiesta! Caminé veinte cuadras. El canario saltaba del palito al barrote.
Luego, cuando termina la cena, se van en grupos. Entonces Media hora a pie... Cuando llegué a casa de mis padres, el
me seco las lágrimas con una servilleta y me sorprendo porque canario se aferraba pidiendo ayuda, alimento. Extendí la
nunca, nunca me dijeron una palabra. Estoy solo. Supongo en jaula hacia mi madre, esperando que le gustara. Su rostro fue
ese momento que soy un fantasma. terrible. Me miró como sabiendo algo, algo que no sé. Me quedé
ahí, dejando que mi madre invadiera todo el espacio con sus
Por último, déjenme contarles algo que también escribí en el palabras, mientras me volvía mudo... La voz de mi madre venía
monólogo titulado Un canario. Era primero de diciembre, cerca del de todas partes. De las paredes empapeladas, de la hornalla
cumpleaños de mi padre. Hacía calor. Igualmente fui a visitarlos encendida. ¡Hasta de mi propia boca!
-hay un comediante en mí que siempre anda de visita. Mi madre
estaba en la cocina, esperando a que mi padre volviera. Mi padre tardaba en volver, no llegaría a tiempo a rescatarme.
Mi madre usó palabras intercambiándolas, prácticamente
Muchas veces encontré a mi madre sola en la cocina. Una poniendo una palabra sobre las otras palabras, y golpeando mi
hornalla encendida a pesar del calor. Y, no obstante la presencia cara, mientras el canario aleteaba.
de mi madre, la cocina parecía desierta. Creo que mi madre
pasaba muchas horas sentada frente a la mesa, oyendo el ruido No estoy seguro de lo que debo añadir a esta historia. En
de la hornalla, del gas quemándose. definitiva, mi padre vino y aceptó el regalo. Mi padre cansado,
como cuando volvía del trabajo. Finalmente solté mis dedos de
Estábamos en aquella tarde de verano y había comprado un la jaula. Mi padre se sentó en la mesa de la cocina y preguntó:
regalo de cumpleaños. No había pensado qué regalar. De “¿Canta esto?” Mientras señalaba con un dedo. Y me fui,
repente, caminando por la calle, había visto un negocio de regresé a mi vida.
venta de semillas y pájaros. Entonces vi el canario. Hubiera
querido abandonarme a mirarlo. Conseguir una silla de viejo y Nunca comprendí realmente qué significa lo que acabo de decir.
sentarme en la vereda. Pero lo escribí muchas veces, de diferentes maneras. Sin tratar
de decir nada, solamente escribiendo... Aquel hecho fue una
Cuando le señalé el canario al vendedor, supe que ese pequeño música en mi cabeza durante años –creo que lo sigue siendo.
corazoncito y yo nos conocíamos. Lo supe. ¡Nunca antes había
visto un canario! Por supuesto que había escuchado pájaros, Un amigo dramaturgo y director me preguntó: “¿Así es tu
pero con indiferencia. Los conocía como se saben las ideas, madre?” No, por supuesto que no. Ese canario es tanto mi
como una nada en general. padre o mi madre como yo.

22 23
No tengo nada que decir acerca de canarios. Escribí un monólogo Gracias a Alejandro Tantanian, Ana Durán, Ariel Gurevich, Christian Cardoso,
en el que una madre habla a través de su hijo -por boca de Cristian Cutró, Cynthia Edul, Denise Traverso, Emmanuel Medina, Fabio
Golpe, Fiorella De Giacomi, Giuliana Kierz, Horacio Nin Uría, Ignacio Apolo,
ganso. Escribí las palabras, la velocidad, algunas limitaciones, Jimena Canido, Laura Derpic, Lorena Verzero, Lucía Maciel, María Marull,
su empeoramiento, sus saltos. Miguel Kot, Paula Baró y Valeria Correa.

Dedicado a Mauricio Kartun.


Escribo lo que me pregunto. Escribo lo que me olvido. Escribo sin
conocer las palabras. Escribo sabiendo que voy a cometer errores Clase magistral del ciclo Un acercamiento a la experiencia dentro del marco
y que los errores a menudo son el sentido de mi trabajo. Sin esos de Panorama Sur, proyecto de cooperación entre Asociación para el Teatro
Latinoamericano, Siemens Stiftung, Goethe Institut Buenos Aires, Centro
errores resultaría falso. Dejo a la luz la desnudez del error. Cultural de España en Buenos Aires, Museo Evita, y Cedip del Centro Cultural
Recoleta. Auditorio MALBA Fundación Costantini, Buenos Aires 2011.
Escribo con birome. En este momento estoy en un bar, esperando
Primera edición en Revista Afuera, Estudios de Crítica Cultural, año VI nº
a que lleguen los primeros días de agosto para leerles lo que 11, mayo 2012.
acabo de decir.

Ese canario es parte de la escritura. Pasaron quince o dieciséis


años y todavía sigue lanzando garabatos. Este es el quid. Tendrán
que disculpar que haya llegado sin memorizar palabras, sino a
decir algunas cosas que hasta hace poco no sabía... Es la primera
vez que cuento esa historia. A veces tengo la fantasía que no
debo hablar sobre mi “base de datos” familiar, siento miedo de
agotarla. Pero constantemente encuentra túneles y pasadizos
que la conecta con otros puntos inesperados de salida.

Aquellas imágenes familiares están acá. Es como tener una linterna


en la mano y entrar a un cuarto oscuro. Apuntar a un espejo muy
antiguo y que el reflejo nos responda iluminándonos.

No he oído nada más sobre la vida de ese canario. Y siempre me


acompaña, como posibilidad. No tengo que mirar hacia atrás
porque está ahí, en la punta de mi lengua.


www.librodisociado.com.ar/marionetas/
Clave: estar

24 25
SECCIÓN

Poesía de teatro

Para Alberto Muñoz


La Amberes

(Teatro musical.)

GUZMÁN
¿Usted es el capitán? ¿Es usted el capitán? Yo digo que si usted
es el capitán. Es usted, digo yo. ¿Podría hablarle al capitán?
¿Podríamos hablarnos?

UN COMISIONISTA
Solo unas pocas palabras.

DOS MARINEROS ANCIANOS


Éste, lo afirmo, digo, presiento que le robó a una viuda. Por
encima de todo, parece bígamo. Es, fehacientemente, el
adúltero que escapó de la cárcel. Y también uno de los asesinos
que huyeron de Sodoma.

GUZMÁN
Ustedes, ¿qué murmuran?

DOS MARINEROS ANCIANOS


Lo que callamos, naturalmente, jovencito.

CORO
Viajar es vestirse de lobo de mar
Salir de casa
Desordenar la historia, contarla.

29
GUZMÁN DOS MARINEROS ANCIANOS
Pueden llamarme Guzmán. Las lámparas no funcionan. La cámara está cerrada. No tenemos
ni una galleta. Todos se fueron a esperar postales.
CORO
El Vendepeces vale un kilo de harina GUZMÁN
El Comisionista sabe arreglar un brazo roto Puedo traer cartas de recomendación.
Y los Viejos ancianos, musitan tangos.
UN COMISIONISTA
GUZMÁN Pero usted no va a mojarse los zapatos.
Guzmán. Guzmán. Me llamo Guzmán.
EL HOMBRE DE LA BOCA NEGRA
UN COMISIONISTA Ni siquiera me gustan sus pantalones.
No suena a nada.
(Jolgorio.)
GUZMÁN
Yo no me puse el nombre. DOS MARINEROS ANCIANOS
¿Sabe cantar canciones tristes? ¿Sabe quebrarse contra las
CORO piedras? ¿Sabe a ciencia cierta? ¿Está al corriente? ¿Es usted
Nuestros nombres, consciente? ¿No lo sabe?
Pero incluso antes que llegar, estaban.
CACHETE
GUZMÁN ¡No se pase de listo!
Me enteré de que en este barco faltan hombres. De que los
hombres en este barco están mancos. En este barco faltan GUZMÁN
hombres y a mí me falta un barco. Apenas puedo distinguir una escotilla de una caca de rata.

EL VENDEPECES DOS MARINEROS ANCIANOS


Necesita un barco. ¿Usted se burla de nosotros? Vamos a calzarle los puntos. ¿Es
una burla?
UN COMISIONISTA
No esperamos que La Amberes navegue. GUZMÁN
Ni siquiera lo intento.
CACHETE
No esperamos navegar. DOS MARINEROS ANCIANOS
No conoce o no entiende. No es de acá. No domina el idioma.
¡Nos ignora!

30 31
EL HOMBRE DE LA BOCA NEGRA GUZMÁN
(A Cachete.) ¿Qué hacías en la bodega? No vi...

CACHETE EL HOMBRE DE LA BOCA NEGRA


Jugando un juego de cartas con un castor. ¡Pero si lo tengo metido adentro de un ojo!

EL HOMBRE DE LA BOCA NEGRA GUZMÁN


¿Jugando un juego de cartas con un castor? No. Usted se metió en el mío.

CACHETE CACHETE
Jugando un juego de cartas con un castor. Es cierto, ¡yo lo vi! Tiene ojos de cristal.

CORO CORO
Hablar es tener que hablar de estos marineros Hablar acerca de este barco detenido
Presentar dos que faltan: Este salón donde bailan ahogados
El hombre de la boca negra, el necio Esta casa de disfraces donde Fassbinder visita marineros.
Y Cachete, la fiesta.
EL COPILOTO
EL COPILOTO Se lo he dicho en alemán, se lo he dicho en árabe, se lo he
¡Faltaba más! dicho en francés e incluso en esloveno, no me di cuenta de que
estábamos hablando en español.
DOS MARINEROS ANCIANOS
¡Por supuesto! EL FABRICANTE DE VELAS
¡Hablamos en el español de los libros!
EL HOMBRE DE LA BOCA NEGRA
(A Guzmán.) ¿Y usted qué se mete? ¿Usted qué obtiene aquí? UN COMISIONISTA
Usted, el vigilante. (Señala a Guzmán.) El que tanto mira. (Al Copiloto.) Veo que ya se conocen.

CACHETE GUZMÁN
Se quedó mudo. (Al Comisionista.) Nunca nos vimos.

GUZMÁN CACHETE
Yo no miré. (A todos.) Este aprendiz no entiende porque es de afuera.

CACHETE EL HOMBRE DE LA BOCA NEGRA


Se quedó sin habla. Pero ahora está adentro.

32 33
EL FABRICANTE DE VELAS EL TIMONEL
Nos está haciendo perder la mañana. Vamos a abrirle nuevas bocas para que pueda reír con
nosotros.
EL COPILOTO
Vamos a ver, hable, vigilante Guzmán. Hable, que el aire no va a EL COPILOTO
durar para siempre. Vamos, diga unas cuantas palabras. Déjenlo. Ya tenemos todos los idiotas que necesitamos.

CORO EL FABRICANTE DE VELAS


Pausa, ¡Habló el comisario!
Silba una válvula de seguridad.
EL HOMBRE DE LA BOCA NEGRA
GUZMÁN ¿Qué hacemos? ¿Qué tal si hacemos la apuesta de siempre? Lo
El mediodía fijo. Y yo me quedé esperando qué. que siempre se apuesta.

(Pausa.) CACHETE
Un dólar a que no.
EL FABRICANTE DE VELAS
No hay respuesta. UN COMISIONISTA
(A Guzmán.) ¿Vio al capitán?
CACHETE
¿Has venido a buscar un destino de botella perdido, EL VENDEPECES
gentilhombre? ¿Ha visto? ¡Hay que ver!

EL TIMONEL EL COPILOTO
Guzmán, hable para que todos lo vean. Está desgarrado.

CORO UN COMISIONISTA
Sin embargo, todavía falta algo: Ayer lo armaron de nuevo.
Bautizar al Fabricante de velas
Al Timonel EL VENDEPECES
Piezas que mueven este engranaje. El capitán sabe las rutas del mar como las venas de su brazo.
¿No es cierto, Capi?
EL FABRICANTE DE VELAS
¡Miren si no le salen espinas de pescado por la ropa! EL CAPITÁN
Ah.

34 35
(Repiqueteo.) EL COPILOTO
El clima es bueno. No nos hundimos.
EL CAPITÁN
Cómo convencer a la tripulación de que en realidad. Cómo (Pausa.)
parecer un capitán de barco. Tal vez, masticar tabaco.
Probablemente. Perder una pierna. Estoy emborrachado sin EL FABRICANTE DE VELAS
tomar una copa. Denme una mesa y una silla. Denme una tabla Capitán, ¿por qué subimos La Amberes? ¿Para buscar el
por donde rodar al mar. ámbar?

DOS MARINEROS ANCIANOS EL CAPITÁN


Vieron, vieron. Cómo se viste. Cómo camina, ¿vieron? Soy demasiado viejo para saberlo. Además, no doy razones,
doy órdenes. (A nadie.) Remen. Por todos los rayos. Rómpanse.
EL CAPITÁN Remen, malditos. Golpes con la cuchara. Reviéntense el hígado.
(A nadie.) Racionen la manteca. Orienten la gavia. Den la vuelta Dejen de roncar, durmientes. Con fuerza, amigos. Vamos. ¡Ven,
al mundo. Listo. Vamos a remar buscando el viento. Hacia la remo, ven! Canten.
nube. A estribor. Sacudan el agua con las aletas. Gobiernen
los juanetes. Dejamos el invierno. (A Guzmán.) Usted, tome CORO
mi lugar en cubierta. Oriente al Timonel. ¿A qué viene esa Como agitando el pañuelo
cara? Vamos, hijos de una cabra. (A Cachete.) Usted, el de los La tierra huye
calzones verdes. (Al Copiloto.) Usted, el del sombrero. Rumbo La costa desaparece.
al Cabo de Hornos. ¡Hasta Noruega!
GUZMÁN
DOS MARINEROS ANCIANOS (A los concurrentes.) Ya tengo mi boleto. ¡Veo mundo!
Miren. ¿No ven las marcas en su cuerpo? Son de antiguos
deportes. EL COPILOTO
Estamos en las aguas de Buena Esperanza.
EL CAPITÁN
(A nadie.) Levanten las juntas. Estiben las canastas. Arríen la EL CAPITÁN
mayor. Lijen. Usen piedra pómez. Beban, juren. Ante nosotros, el Índico.

EL TIMONEL EL COPILOTO
Parece que arrancamos. Próximo mes, la Bahía de Bengala.

GUZMÁN EL CAPITÁN
¿Empezamos? En marzo, el Mar de Sulu.

36 37
EL COPILOTO EL TIMONEL
Las puertas del Pacífico. Anoche me encontré con una media de nailon. En la media
había anidado una cucaracha de mar.
CORO
¿Y ancora, qué? EL HOMBRE DE LA BOCA NEGRA
¿Surfear? Tranquilo, skippy.

GUZMÁN EL CAPITÁN
(Mareado.) Olas, muchas. (Astracanada. A nadie.) Ciudadanos de Roma. A estribor de
la pena, tanto más alta está la cofa de la dicha. O acaso los
(Alguien encuentra una escafandra en el piso.) topes del palo mayor no son más caros cuanto más baja es la
cuaderna. Y les prometo que, cuando la vil nave de este mundo
CACHETE traicionero se haya hundido, nada nos apartará de la segura
¿De quién será? ¿Quién es? quilla de los siglos, mucho menos esas olas de mares que son
las multitudes frenéticas. Amén.
EL TIMONEL
No puedo decir. (Pausa.)

CACHETE CACHETE
¿Se habrá perdido? No hay explicación. Nada se mueve.

DOS MARINEROS ANCIANOS EL HOMBRE DE LA BOCA NEGRA


¿Será de alguno que bajó del barco? El sol clavado.

EL COPILOTO CACHETE
¿Por qué no la levantan? ¿Dónde están las agujas para coser la vela?

EL TIMONEL EL COPILOTO
No puedo dejar el timón. Creo que empezamos a aburrirnos.

DOS MARINEROS ANCIANOS EL TIMONEL


(Clásicos.) ¿Dónde estaban tus hombros, escafandra? ¿Dónde Ni un pasatiempo.
están? ¿Y todo el cuerpo que falta? ¿Quién lo tiene?
EL FABRICANTE DE VELAS
EL COPILOTO Los botes cuelgan de las sogas.
Es hora de que alguien venga a reclamarla.

38 39
EL COPILOTO COPILOTO
Cansados. Guzmán.

EL TIMONEL EL HOMBRE DE LA BOCA NEGRA


Ni siquiera una pequeña tormenta. Guzmán.

CORO EL TIMONEL
Memorizamos los mapas de la tierra y el agua Guzmán, ¿sería capaz de caminar sobre la tabla?
Con todos sus meridianos y accidentes
Jugamos dominó y damas GUZMÁN
Cantamos canciones ¿Sobre la mesa?
Nos hicimos tatuajes
Dormimos CACHETE
Nos sentamos en la mesa Sobre la tabla de rodar al mar.
Miramos a los ojos sin pestañear,
Pestañeamos EL FABRICANTE DE VELAS
Lloramos, sudamos Hablamos de diversión, por supuesto.
Nos quemó la sal
Tuvimos callos. GUZMÁN
Usted, ¿qué dice? Tal vez, ¿que el agua me lleve?
CACHETE
¿Probaron el juego favorito? DOS MARINEROS ANCIANOS
Un oficial salió por la mañana a cepillarse los dientes y nunca
EL HOMBRE DE LA BOCA NEGRA lo encontramos. ¡Ya no está entre nosotros!
El ojito.
CACHETE
CACHETE Guzmán.
Con el pulgar y el índice.
EL HOMBRE DE LA BOCA NEGRA
EL TIMONEL ¿Guzmán?
Aburrido.
EL FABRICANTE DE VELAS
CACHETE Relájese.
(Al Copiloto.) ¿Copi?

40 41
EL COPILOTO EL TIMONEL
¿Qué dice? ¿Y por qué bebe?

EL TIMONEL GUZMÁN
¿Lo haría? La Amberes rueda. Extiendo la mano saludando.

EL HOMBRE DE LA BOCA NEGRA EL TIMONEL


Caminar sobre la tabla. El barco se rompe.

CACHETE EL FABRICANTE DE VELAS


¿Escucha, Guzmán? Es agua, no es nada.

GUZMÁN CORO
Empiezo a ver el mar. Fascinado. El mar se traga este lugar.

(Todos bailan.) GUZMÁN


(Tartamudea.) ¿Por qué dejamos tierra, si nos gustaba?
EL CAPITÁN
(A nadie.) Más rápido. Mójenlo, séquenlo. A ver si alguien CORO
recuerda dónde estaba el timón. Con calma. ¿A dónde van? Fui escupido
Con fuerza. Sin prisa. Remen. Muérdanse la lengua. ¡Ustedes Quién sabe por qué boca, a qué red.
tienen que sudar!
CACHETE
CORO (A Guzmán.) ¿Con quién habla? ¿Quién habló?
Las tablas crujen
Las agallas GUZMÁN
Las tripas al compás. ¿Usted no se dio cuenta de que estaba hablando con un ahogado?

EL CAPITÁN
(A nadie.) Vamos a usar nuestras vejigas natatorias, señores. •
Barra a sotavento. A bracear las vergas. Junto a las bazas. Las
cubas a los botes. Remojen el anzuelo. Rompan la espalda.
¿Escucharon? ¿Por qué no lo desovan de una vez?

EL COPILOTO
Veo algo a la deriva.

42 43
Cuaderno de 1987. Texto inconcluso.

Recomendación del Jurado en el Concurso de Proyectos organizado por


el Teatro Presidente Alvear en 1997. Seleccionado en el certamen de
Dramaturgia Buenos Aires no duerme ´98, Megamuestra de la Secretaría
de Cultura, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Primera edición, GCBA
1999. Estrenado posteriormente libretado en el Teatro Provincial Víctor María
Cáceres por el elenco de la Comedia de la Provincia de La Rioja, 2000.

Elenco: Juan De Torres, Daniel Acuña Pinto, Luis Ávila, Victoria Cárdenas,
Luis Mercado Bazán
Asistencia técnica: Oscar Pelliza, China Díaz y Paola Salvadores
Luminotecnia: Miguel Estrada
Preparación física: Susana Zaccherini
Realización escenográfica: Andrea Bustamante
Sonorización: José Herrera
Maquillaje: Cristina Gaitán
Dirección: Pedro Agost

Gracias a Graciela Casabé, María José Gabin, Mateo Niro, Mauricio Kartun,
Omara Barra y Ricardo Baquero.
Dedicado a Emilio García Wehbi.

www.librodisociado.com.ar/marionetas/
Clave: amberes

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Búsqueda y representación
de algo que quedó en mi infancia
B anda sonora

Aquí vengo
Como todos los años
Para alimentar al viejo que un día seré

Veo, veo
Como acechándome desde hace treinta años
Sus ojos de familia

Me acerco
Vestido para saludarlo
Dispuesto a ir a ninguna parte

¿Por qué llevamos el mismo nombre


Como dos tortolitos? Me escucho

Téngase en cuenta aquel niño


Téngase en cuenta el parecido
Téngase en cuenta que hace los gestos de un nieto

Abuelo apunta a mi cabeza con el índice y dice gracias por


venir

Tranquilo abuelo
Usted está cubierto, me escucho
¿Te gustaría taparme?
¡Todavía no estoy tapado!

47
Abuelo sacude la cabeza
Como acunado

Ahora sí
Ahora no, rasca la cicatriz

Abuelo llora suero que le cubre la garganta


Abuelo se pliega con el nombre bordado
Hay que ganarse el derecho a descansar, me apunta
Cumplile a todos
Escribí
Poné la verdad ahí, me araña
¡Hacé que exista!

Abuelo
Objetivo cansado
Baja el telón.

Ahora que ya pasó


Esta historia a pedido
La escena preparada que me estaba esperando
En la punta de mi dedo
Hay un pedazo de piel llena de grietas
Que aprieta la frente y tira.

Cuaderno de 1990. Dedicado a Héctor Libertella.

Este motivo aparece en la banda sonora de Ruleta rusa. Voces en off: Ernesto
Luppino, Florindo Beneitez, Pablo Cassina y Ricardo Baquero. Música y
grabaciones: Gustavo Dvoskin. Dirección: Luis Cano. Obra presentada en el www.librodisociado.com.ar/marionetas/
teatro El Doble, Buenos Aires 1997. Clave: ruleta

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POESÍA DE TEATRO

Historia danesa

El que no tiene un palacio en sus manos


arma en sí
piedra sobre piedra
un gran castillo con fantasmas

te suplico volver
te oigo hablar
es un perro que gruñe y dice
no puedo creer que estoy muerto
a pesar de masticar los peces, aquí
reses muertas, parientes
camino a través de las piedras
ese ruido - nada, ceniza

mi padre era un hombre y


los hombres eran tumulto de hombres
pero mueren,
sabemos que estamos vivos por verlos morir

mientras cacen lobos


y sacrifiquen lo sagrado
mientras perdure el fuego
reverdezca la tierra
y se conserve el fuego en el hogar
mientras surque el navío
brillen los escudos
salga el sol

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caiga la nieve y crezca el pino mamá, te reconozco porque tus labios son gruesos
mientras vuele el halcón a lo largo del día y tus manos blancas
con las dos alas manteniéndose fuerte contra el viento lo que no recuerdo es cuando tu rostro era tu cara
mientras nos cubra el cielo mi padre sale de la tumba
se construya la casa por qué llevo demora en mi tarea, pregunta
sople el aire
vaya el río hasta el mar no tengo casa, la conciencia es mi casa
y las personas recojan el trigo no tengo ojos, los rayos son mis ojos
mientras esto suceda voy a vengarte oigo una voz extraña en forma de lluvia,
en lo que siga de los hombres a partir de ahora se evapora
aunque el día de la venganza dure la eternidad trato de entender, no puedo
los viejos saben cosas
estoy en la mesa en la cama en los escalones los jóvenes están para ver
lleno de odio
me hago pesado se quema la montaña
me convierto en hacha para abrir en dos al traidor la tierra es un solo árbol
para hundir mi lengua roja no queda piedra sin levantar
me dirijo
un actor, más anoche soñé una antorcha
porque el actor cree que actúa y yo no el humo se comía la llama
caballos y mujeres y viejos
aquí tengo un cuchillo lloran a los muertos, bailan alrededor
un cuchillo para las visitas tiran alcohol sobre mi piel
¿estoy despierto?
por qué no soy más pesado
yo que tengo piedras en la cabeza
por qué no tengo la garganta más abierta

pobre Corambis, si no tartamudeara no dudaría en matarlo


tiempo de irme •
las ruinas empezaron a caer
amor, no vayas a la carnicería
no me encanta verte destruido
no se acerquen demasiado ni demasiado poco
vean mis brazos colgando
y mi cabeza hablando sin respirar

52 53
Dedicado a Andrea Gandola y Paco Redondo.

Nota: En el año 93 asistí a un taller que dictaban Alvarado y Veronese.


Un lunes apareció Kartun, como un mago, con una especie de bolsa de
médico y objetos extraídos (una piedra, un pedazo de raíz, un caballito de
madera) que iba acariciando y usaba para contar historias que no recuerdo.
Esa misma noche tomé este poema y empecé a preguntárselo al teatro. Así
compuse la primera versión de Amleth.

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Clave: historia

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POESÍA DE TEATRO

Diario de un día

No sé mi nombre, no lo necesitaba. Costillas presionando contra


el suelo duro. Sólo huesos cubiertos de piel pálida. Y un cajón
para rellenar con sueños como esponjas. Después, la linda y
asquerosa carpa. Adonde fuera. La tela vieja, cuerdas, el olor
de los animales. El público, nido de ojos. Mis ideas. ¿Pero si no
es una belleza? El techo negro. Los acróbatas suben y gritan.
La función y mi cabeza rebotan. Espontáneamente, el circo.
Chicos que lloran por una manzana. El viento golpea la lona.
Dos payasos hacen una broma con eso: “Lalo, la lona. Pepo,
pepona.” El público vive en casas de cemento, lee revistas en el
baño, cada año pierde un hijo. El público hace silbidos. Desde
la boca hasta el culo es un murmullo constante. El circo en
su mente. Los caballos resoplan. Puestos de tienda. Premios.
Rejas decoradas. Mi cerebro pide a gritos una risa histérica.
Paso a enumerar: La sombra de mis colegas. El olor de lo que
piensan, cayendo sobre nosotros. Bajando lentamente. Viejas
cabecitas llenas de doma. El mono negro mueve su brazo, hace
girar una manija invisible. Todos despiertan y se miran. Música,
caras horribles. Un incesante latido nos agrupa. Ritmo perpetuo.
La gente, sus voces sobre nuestras cabezas. Caras frente a
nosotros, mirando. Nada salvo nosotros mismos, mirando,
asustados alegres. Mi boca enloquecida se lanza a morder mi
propio cuerpo. Aplausos. Qué haría yo sin el circo. Juntar los
dientes que me faltan. Desde que mataron a mis compañeros de
jaula. Sucios y disciplinados. Chupando heridas. Congelados en
la farsa. El mono negro alarga los ojos, la voz negra. La voz del
público adentro, como una pesadilla. Ojos de mono. Su cabeza

57
perdida. Masturbándose por los rincones. Besando golosinas.
Chocando contra la reja en busca de lugar. Un cigarrillo quema
la mente del guardia. El olor a ceniza me cruza la cara. Nadie
chupa ningún sueño ya. Ni siquiera tener un buen nombre
pegado, un nombre húmedo. No. Aquí morimos, mordiendo la
paja. Ratas que caminan por el alambre. El viento mueve cosas
que no sienten. Niebla en este depósito de gente. Los foquitos
en contacto con los ojos. El estadio vacío. La arena mojada.
Los animales aplastados. Al mono negro le molieron los huesos.
Perdió el color. Es sólo labios. Ayer supieron que estaba muerto.
Yo estoy en medio de mi jaula. No reconozco mis pies. Bailo.
El circo.

Dedicado a Gustavo Di Sarro.

2º Premio en el V Concurso Binacional Augusto Roa Bastos Paraguay 1995.


Ganador del Concurso de Poesía Festival MOSTRARTE Facultad de Psicología
de la Universidad de Buenos Aires, 1996. Lectura: Tom Lupo.
Primera edición con el título Día de días Libros de Tierra Firme 1997. Mi
agradecimiento a José Luis Mangieri.
Participante de la Velada teatral: Poesía de dramaturgos coordinada por
Alejandro Tantanian. Lectura: Javier Lorenzo. Centro Rojas, Universidad de
Buenos Aires 1998.

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Clave: diario

58
Vuelta a casa

La verdad es que mamá me mandaba a barrer la vereda.


Yo barría con tanta fuerza que parecía querer arrancar las baldosas.
Poema de amor
Iris Scaccheri

Es cierto que los lugares y las cosas están confusos. Esto es


la vuelta de lo que se ve y de lo que se escucha. Puede ser un
paisaje. Una casa que el tiempo ha cambiado. O también podría
ser que el portón desaceitado cruja, donde nunca hubo portón
ni garaje. Tenemos que admitir que a veces falten palabras y
sobren ruidos. ¡Aquí faltan juegos inofensivos y necesarios!
Alguna mascota perdida está ladrando. Vemos este deporte de
sombras. De la niebla hablaremos en otra ocasión. Este baile
que hace abrir y cerrar el iris.

Es indispensable hablar de las mantas a cuadros. De las fotos


marrones. Las sábanas colgando en la terraza. En el alambre
torcido. Puestas a orear por la Abuela Toto. A orearse del olor a
querosén quemado. Las mantas a cuadros, oscurecidas por el
humo. Las casas cerradas, guardando el humo del querosén, el
calor del bostezo. Las casas tienen cómodas de madera. Con
vidrio en la parte superior de la cómoda. Imágenes del bautismo
debajo del cristal. Tienen espejo con marco de madera. Una
muñeca de plástico duro vestida como un mono sentado. Los
techos de las casas tienen tanques de agua que gotean. Los
tanques tienen una bomba, un motor que hace desbordar al
tanque. Tienen musgo pegado. El Tío Alberto le dice verdín.

61
Cables de teléfono rotos y colgando. Una Sala de emergencias del Polara me robé la linterna. El Polara escupe un anillo de
en la esquina. Un bebedero. El chorrito que se alarga y se humo blanco por el escape. La Abuela Toto con su escoba.
acorta. Un botón para que aparezca el agua. En las mañanas Pasa querosén mezclado con aserrín para que las baldosas
de invierno, el bebedero se congela. Mi pelo está peinado hacia queden radiantes. Don Marcos pone primera y sale. El motor
un lado. Con el valijín de escuela, doy sorbos del bebedero. vibra como una risa. Se refleja sol en un tanque de agua. Don
El valijín en el escalón. Siento la lengua. Viento en la nariz. Marcos esquiva un perro. Los ojos perdidos deslumbrados de
El viento dobla en la esquina del bebedero. En invierno se Don Marcos girando el volante.
congela todo. Don Marcos le pasa un trapo al parabrisas del
Dodge Polara, que tan pronto gotea se escarcha. Don Marcos El agua desbordó el balde del pasillo y hay que descalzarse.
guarda el trapo mojado en la guantera. Lleno de mariposas Voy y vengo con el impulso de un nadador. El mate es socio de
del parabrisas. la mañana, dice Tío Alberto. Un mate de agua tan fría como el
pasillo. Las baldosas ásperas lijan los pies. Va a crecer mala
En casa el baño tiene una claraboya medioabierta. Llena de hierba en la ranura, dice Abuela Toto. Tío Alberto se lleva la
telarañas. Se escucha correr el agua hasta que apoya la campana. portátil al baño.
Adentro del tanque del inodoro hay una campana de metal.
Mañana voy a visitar a mis primas, parece. Tienen karting a
Esta noche vienen los Reyes Magos. Voy a descubrirlos con pedal. Un karting a pedal es todo lo que importa. Hacer el ruido
una linterna. del Dodge Polara con la boca. Mis primas tienen perro, voy a
jugar con el perro, va a correr conmigo. Voy a ir. Ser campeón
En el jardín está la tierra más negra que pueda olerse. Una de la Fórmula Uno. Poner primera y salir. Pasar delante de
moneda de plata desenterrada, brillante como una pava. Los las casas. Doblar en la esquina del bebedero y mandarme
ojos de ratones corriendo por la medianera. La rama del gomero a mudar.
toca la medianera. Un nido de ratones atravesó el tronco del
gomero. El Tío Alberto le dice árbol de caucho. Desde el patio
se escucha la cadena del baño. Se escucha la portátil de Tío •
Alberto. Tío Alberto está sentado con los brazos apoyados en el
mantel de plástico. Se escucha la pava olvidada en la hornalla.
Se volverá amarilla. No se puede comparar con mi moneda de
plata. Escondida bajo la almohada. La sábana con un labio
doblado. La bolsa de agua caliente. Las mantas color marrón.

Flota el paracaidista de plástico y aterriza en la vereda. Don


Marcos guarda botellas en el baúl del Dodge Polara mientras
el motor calienta. Don Marcos se quita la boina y se araña la
pelada como un peinado. Don Marcos patea la rueda con sus
botas de lluvia para ver si las ruedas están bien. De la guantera

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Texto del videopoema apócrifo realizado durante la Beca para asistir a un
taller de poesía coordinado por Diana Bellessi, Teresa Arijón y Arturo Carrera,
otorgada por la Fundación Antorchas en el año 2000.

Presentado en el Encuentro de Poesía organizado por Zapatos Rojos en


2001. Participó en el XI Festival de Poesía en Medellín, Colombia y del
4º Encuentro Internacional de Poesía Sonora en el Espacio Giesso 2001.
Finalista del Certamen Buenos Aires Video organizado por Instituto de
Cooperación Iberoamericana (ICI) Buenos Aires 2001. Participa del Ciclo
de Arte Electrónico, curado por Graciela Taquini, dentro de las actividades
de Extensión cultural del Malba. Mesa redonda con Javier Robledo, Silvina
Cafici, Teresa Arijón, Arturo Carrera, Alonso Barros Peña, Alejandro González
Novoa y Luis Cano. Integra el Archivo de VideoPoesía Internacional en la
Fundación Centro de Artes Visuales de La Plata. Participa en la Exposición
Mundial de Poesía Experimental, Centro Recoleta 2003.

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Clave: vuelta

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Domingo

(Una figura superpuesta en las paredes.)

En el sótano, abro. Hago girar la caja de herramientas. La señora


Verde pidió un retoque. La baranda. La escalera. Un retoque.
Cuidado la cadera. Con sintético. Me dijo, ¿cómo se llama ese
color? Le dije. Voy a pintarla con. Voy a pintar con el de siempre.
Dijo que estaba cansada del de siempre. Quiere cambiar. ¡Ni se
me ocurra otro color! No puedo pensar en otro color. Siempre
pongo verde, verde aceituna. Verde oliva, señora. Voy a buscarlo,
voy a hacerlo. La caja de herramientas. Tenía guardada una
lata. Voy a la mesa de carpintería. Las herramientas cuelgan en
el dibujo. Bueno. Lo busco. Esa lata de verde. No queda. ¿En
los estantes? ¿Dónde? ¿Qué busco? Voy a poner otro, otra marca,
no se va a dar cuenta. La lamparita. Una lámpara bulbo. Polvo.
Se ve negra la luz. Parece negra. Me miro a los ojos. Me veo el
ojo, el izquierdo irritado. Unas pocas gotas. Es lo mismo. El
derecho no ve. Mirarse los ojos es raro. Creo que. Ya subo.
Cuidado la cadera. Subo la escalera levantando la cara.
Manchada de humo, negra la cara. Alrededor del ojo. Cara
manchada. Cuidado la cadera. Subo la escalera del sótano.
Desde el sótano. Mi cara sube, se va para arriba. Creo que. Voy
a comprar milanesa. Cuidado la cadera. En la calle. Entre las
personas. Los edificios. Muchos en esta cuadra. Un día voy a
contarlos, los edificios. El quiosco donde compro. La chica. No
me mires. Golpeo el vidrio con el dedo. La cara de la chica me
mira. Hago un gesto. Sánguche de milanesa, lo que pido. Hay
un pozo atrás mío. En la vereda. Se abrió una zanja. Arreglan

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caños. Un obrero manchado. Qué gracioso, con manchas. El cara. Ruido en el pasillo. Y. Cuidado la cadera. La puerta, la
obrero mira a la chica. La chica del quiosco. Suelta la pala. mirilla. Nadie. Camino en casa. Me duele un poco. La derecha.
Cae. Creo que. Hablo desde el vidrio del quiosco. Hola, ¿un Antes no se notaba. Nadie podía saber qué pierna era. ¿Yo qué
sánguche? Milán, milanesa. No se rió. Cuidado la cadera. La iba a hacer? Lo que hay que hacer. El diario de hoy. Vamos a
chica baja la cabeza. Busca la bandeja de telgopor. Poliestireno. ver. El pollo no descongeló. El diario no aporta. El pollo tarda
Agarra la bandeja. El sánguche. Me mira. Parece como si le cuarenta minutos. La página de turismo. Está oscureciendo. El
doliera. Pago. Cuidado la cadera. La mirada de la chica. Creo diario. Qué risa, como si lo hubiera visto en televisión. ¿Qué?
que. La puerta del edificio. Crucé. La señora Verde. ¿Va a comer Una alarma, un reloj de alarma. El vecino. ¿De dónde viene? La
eso? Algo tengo que comer. Tiene que retocar la barandilla. ventana. La pierna un poco. Una paloma. ¿Ese vecino puede
Primero como, después lo hago, señora. Cuidado la cadera. No apagar? Despertadores a las tres de la mañana. Ahí paró. Creo
la entretengo más. Es decir, en primer lugar, como. A que. El pañuelo en el bolsillo de atrás del pantalón. El pantalón
continuación, voy a pintar. Después sigo. Esta noche, pollo al doblado en la silla. En la cocina. Me sueno. Con el pañuelo del
horno. Lo tengo que descongelar. Creo que. La señora Verde bolsillo de atrás. La nariz. Pongo la cara contra el rincón para
pega la vuelta. Camina. La cadera de la señora Verde. Un chico sonarme la nariz. La chica en el quiosco. El sánguche. Sonríe.
pasa corriendo. Sigo mirando a la señora Verde. La parte de La chica. Por el agujero del vidrio. Unos golpecitos con el dedo.
atrás. Entro al edificio. El palier. Cuidado la cadera. La puerta Tocando el vidrio con el dedo. ¿Cómo va todo? La pierna derecha
del ascensor. El botón superior. Séptimo. Abro. La vieja del un poco. La invento maquillándose, me la invento. Maquillaje
séptimo. El perro. La vieja con su perro. Tiene saquito de lana. en el baño. Me la invento en el baño del quiosco. Me hace
El perro. Una bolsa de lana. Salgo del ascensor. Buenas. La pensar. Se maquilla sin ver. Mirarse es raro. Se cepilla el pelo.
vieja habla con el perro. Bueno. Entro a casa, directo. Actividad Me lo invento. Yo cepillo su pelo. Quiere ganar un concurso de
sencilla. Cuidado la cadera. La cocina. Por la ventana escucho belleza. Creo que. Es de noche. Estoy en casa. La silla de
niños jugando. En la terraza, seguro. Juegan. Cuidado la cadera. cocina. El codo en el borde. La pierna un poco más derecha. La
Me quito los zapatos. Los pantalones. Estoy en calzoncillo. En mesada. Quieto. Espero con interés. Me quedo un rato así. Me
cortos. ¿Qué hice hoy? Creo que. Miro por la ventana. Cuidado toco la cara. Tengo mugre desde hoy. Mi cara en los azulejos.
la cadera. La ventana. No veo nada. Me quito la camisa. Un Un vistazo. Mirarse la cara. Vamos a ver. Ruido de ascensor. El
dedo en la pileta. La cocina. Puse tejido para evitar obstrucciones. motor se detiene. Despacio. Vamos a ver. La pierna derecha. La
La pileta. Revuelvo con el dedo. Baja el nivel de agua, aparecen puerta. Escucho. La voz. Es la vieja del séptimo. La más antigua
los cubiertos. ¿Qué iba a hacer? Lo que iba a hacer. Pelo una de todo el edificio. Habla con el perro. Abre la puerta del
papa. Estoy en cortos. La heladera. Meto la cabeza en la departamento. Suena la alarma del ascensor. Mal cerrado.
heladera. ¿Qué hice hoy? Una zanahoria, muerdo. Cuidado la Vuelve. Le dice algo al perro, lo felicita. Cierra. Me voy a la
cadera. El pollo en un plato. Puedo sacar el pollo. La mesada. cama. La pierna un poco más derecha. Mi pieza. Esa foto de
¿Qué iba a hacer? Lo que iba a hacer. La puerta del armario. La cuando era joven. La lamparita bulbo. Polvo. Se ve luz negra.
sal. La pileta. Tiro lo tapado a la basura. Basura, esa palabra. Las cajas arriba del armario. La pantalla de gas. Escucho lo que
Levanto el cajón de papas. Lo pongo. Cuidado la cadera. ¿Qué pasa en otros departamentos. Escucho todo. Voy al baño. Llega
iba a hacer? Lo que iba a hacer, la heladera. Tengo una bandeja por el aire el desayuno de otro departamento. Se mete por la
de cubitos. La paso por la canilla. Saco el hielo. Me froto la nariz. Me entero de todo. ¿Qué iba a hacer? Lo que tengo que

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hacer. Los pies descalzos. La pierna derecha, un poco. Los alrededor. Entro al edificio. En el edificio. La baranda, escalera.
pelos del pecho. Mi cara con crema de afeitar. Es raro ver un Líneas verticales. Abro y cierro los ojos. Todas líneas verticales.
espejo. Creo que. Me vi. Me visto. La pierna. Estoy casi, bastante Como la vía del tren. Corregir el paso. Subo. Los siete pisos.
vestido. La taza de café. Sentado en la cama. Estiro la camisa. Momento. En el tercero. Una boca amarilla. Una boca abierta
Sacudo. Calor. Hoy, empezar a trabajar. Ayer nada de pintura. hacia un lado. Un dedo escarba los dientes. La boca me habla.
La pierna un poco más derecha. La baranda. No tengo tiempo ¿No vio televisión, lo que están dando? Mire y lo va a encontrar.
para todo. Me levanto. Detenido. Mucho tiempo sin moverme. En televisión. Mujeres en lycra. Lycra plateada. Así. La boca me
Timbre. La pierna. Voy. ¿Si estaba ocupado? Es la señora Verde. habla. Plateada. ¿Lo vio? ¿Está apurado? ¿Se le hace tarde? Si
Estaba ocupado, sí señora. ¿Y cuánto más cree que puede le resulta bien, hablamos más adelante. ¿Qué? ¿Otra vez nos
esperar? ¿Cuánto más se puede pensar que usted va a tardar? quedamos sin ascensor? Subo. Cuidado la cadera. Subo la
Su voz a través de la nariz. Mire señora, ayer no pude. Escuche, escalera levantando mi cara. Veo líneas verticales. El hombro
¿cuánto piensa esperar, qué cantidad de tiempo? Piense en lo derecho. ¿Qué hacía el vecino en el pasillo? Estaba parado en
mucho que tuvimos que esperarlo ya. Señora, le prometo. Usted el pasillo, en la oscuridad. La boca abierta. Más derecho los
siempre promete, siempre promete. ¡Cumpla hoy! La pierna hombros. La lata de pintura, la baranda, la señora Verde. Todo
derecha. La barandilla. Señora, le juro que. Ayer dijo lo mismo. líneas verticales. La bolsa de la compra en el suelo. La baranda.
No, hoy es el día. ¿No quiere hacerlo? Aunque no quiera. A La bolsa de compras de la señora Verde. ¿Qué, Domingo? ¿Está
pesar mío tengo que hacerlo aunque no quiera, señora. ¿Lo hipnotizado? Los pies de la señora Verde. Más derecho los
pensé o lo dije? Hoy mismo, señora. Hoy en día. Preste atención, hombros, el hombro derecho. ¿Va a tenerlo listo para hoy? ¿Se
Domingo, le estoy hablando. La estoy escuchando, señora, no prepara para terminar? La señora Verde. Mira-que-me-mira
me fui de vacaciones. ¡No le digo más! La pierna derecha. La mucho tiempo. Una larga mirada. ¡Quedamos en que iba a
señora Verde se va. La tengo mirada. La pierna. Abro y cierro los terminar la baranda! ¡Estábamos de acuerdo! Me acuerdo, yo
ojos. Se va. Cerrar la puerta y volver a mi pieza. Sentado en la estaría de acuerdo con usted, señora Verde. Pateo la lata de
cama. El café frío. Sentado mucho tiempo. Café frío. El día en pintura sin querer. Pateo la bolsa de compras. Más derecho los
la calle. Caminar en la forma correcta. El quiosco. La chica se hombros. Lo siento. Un desastre. ¿Se siente bien? No sé, señora
frota los ojos. Corrido el maquillaje. Me acerco. Toco el cristal. Verde. Domingo, a ver cuándo termina con esto. Me limpio las
¿Qué? Tan linda. ¿Lo qué? Seguro fue un hombre. Con seguridad. manos en el pantalón. La pintura. Limpio las manos. En el
Te dijo algo. Seguro de que fue un hombre. Te llevó a un lugar ascensor. El botón superior. En casa. En el cuarto de baño. Un
y más tarde. Te dejó tirada. ¿Lo dije o lo pienso? Si yo estuviera vaso, lo mancho también. Enjuagarme la boca. Más derecho los
del otro lado del cristal. Un abrazo. ¿Pensabas que Juan Pérez hombros. El espejo. ¿Qué iba a hacer? Lo que debe hacerse. Mi
iba a ser diferente? Un hombre, todos iguales. No pienses, mirá habitación, me acuesto. No hay luz. La cara entre las manos.
cómo tenés los ojos. ¿Qué tenés? Todo manchado de negro Estoy pintado de verde. La cara. Mis manos. Creo que. Por la
alrededor del ojo. Tengo unas gotas. ¿Qué debo hacer? Ahora noche, acostado sin moverme. Ruidos en todo el edificio. Una
tengo que irme. Caminar en la forma correcta. La señora Verde canilla. Un reloj de alarma. Pasos. Ahora amanece. El día corre
quiere pintura. Esa baranda. Entonces después vos me decís más rápido. Vení acá, vamos Domingo, me digo. Voy. Más
qué te pasó. No pienses tanto. ¿El sánguche de milanesa? De derecho los hombros. La cocina. Una taza. Café. La ventana.
Milán, milanesa. Gracias. Corregir el paso. La gente camina Más derecho los hombros. La frente caliente. ¿Qué? Como una

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uña clavada en la frente. Como un clavo. Estoy bien. En mi iguales. Creo que. ¿Qué? Algo abajo del armario, hay algo en el
habitación. La taza de café. Sentado en la cama. Estiro la suelo. El cepillo de lustrar en la mano, como un martillo.
camisa. Esa foto de cuando era joven. Me fui de casa, a los Camino. Algo en el suelo, lo toco. Un ratón. Más derecho. Lo
quince. Una camisa, pantalones, zapatos. Me fui. El abuelo, la levanto de la cola. El ratón se acerca a mi cara. Un ratón, un
caja de herramientas del abuelo. La Biblia. Lo que debe hacerse. vecino. ¡Hasta luego! Lo devuelvo al piso. Un ratón. La canilla,
Más derecho el hombro. En la cocina. El cuerpo metido en la el pico de agua, agua del pico. Las paredes alrededor. Bauleras.
heladera. El pollo se descongela. Cierro la heladera. Más Puerta de reja. Candado. Muebles antiguos, juguetes. Todo
derecho. La puerta no cierra bien. Timbre. Tengo que arreglar la bien. Mantener las cosas. Creo que. La lamparita bulbo. Miro
puerta. La señora Verde debe ser. Más derecho. ¿Señora Verde? mi cara negra y verde. En la bodega hay espejo, me veo. Miro
Voy. La mirilla de la puerta. El pollo descongelado en la mano. mi cara. Un vestido colgado. Con la linterna apunto al vestido.
En un plato. Goteos, tic, tic. El pollo. La mirilla. Más derecho. Me veo. ¿Qué? Pasos. Viene un ruido. La luz del pasillo. Estoy
¿Quién? Nadie. Escucho, oigo respirar. La puerta. Oigo un atrás de la puerta. Me muerdo la mano. Sin respiro. Está bien.
suspiro. El pollo gotea. Vuelvo, la mesada de cocina, la ventana. Se va. Pasos. Vecinos. La luz del pasillo se apaga. ¿Qué iba a
Las palomas, acurrucadas. Una muerde a la otra. Más derecho. hacer? Me miro en el espejo. Mirar es raro. Camisa arremangada.
La cabeza derecha. Las palomas parecen vecinos. El plato, el Descalzo, guantes. Más derecho. No te pierdo de vista, Domingo.
pollo. ¿Qué iba a hacer? Lo que tengo que hacer. Lo dejo todo. Los ojos achinados. ¿Cómo se dice? ¿Cómo te decían, Domingo?
Voy al sótano. Más derecho. Todos los pisos por escalera. La “Ojos de arroz” te decían. No me busquen. No me apuntes la
baranda. Todas líneas verticales. En el sótano. Sacarme los linterna en la cara, Domingo. ¿Qué? Un latido, la caldera. Más
zapatos. Mis zapatos. Descalzo. Más derecho los hombros. Girar derecho los hombros. Escucho el ritmo de la caldera. Latido.
la caja de herramientas. La mesa de trabajo. Los guantes. Tengo ¿Qué iba a hacer? ¿Qué se debe hacer? Meter un brazo entre los
más fuerza con los guantes. Los pies descalzos. Abro la canilla. barrotes. Un brazo por la reja de la baulera. El espejo cubierto
Agua del pico. Sótano, olor. Hay poco espacio. Apenas entra la de polvo. Dibujar con el dedo una cara. Una cara en el espejo
caldera, las unidades de almacenamiento. Bauleras. Poco cubierto de polvo. Domingo. Mi cara. Es otro día. En mi hogar.
espacio para mi taller. Mi música. La mesa de trabajo, la caja Amanece. Tengo que vestirme. ¿Dónde puse mi ropa? Un
de herramientas. Lo que debe ser. Agarro la pinza. Clip, clip. zapato. ¿El otro? Ruidos de otros departamentos. Escucho todo.
Más derecho. Abro y cierro lentamente. Acá se pliega. Hace Más derecho los hombros. La camisa hecha un rollo. El otro
juego en este punto. Por acá se agarra. Me veo. La lamparita zapato en la esquina de la pared. Un hueco atrás del armario.
bulbo. Polvo. Mi cara es color negro y verde. Verde oliva. Acerco El otro zapato. Me paro ahí. Me quedo de pie, parado. Mucho
la boca de la pinza a mi nariz. Puedo apretar el mango. Tirar de tiempo detenido. El tiempo debe detenerse. Espero con interés.
la palanca. No tiene dientes, pero muerde. Como las palomas. Me quedo un rato. Me toco la cara. ¿Qué iba a hacer? Lo que
No me corta la nariz. Me huele. Huele mi cara y se cierra de debe ser. La escalera. Escalones. Pasos. Bajo acariciando las
nuevo. Se cierra vacía, lentamente. Vuelve a su dibujo en la paredes. Prendo la luz en cada piso. Llego al sótano. La caldera
pared. Más derecho. ¿Qué iba a hacer? Lo que se debe. El hace ruido. Ruido rasposo. La caldera llena de ginebra. Me
cepillo de lustrar los zapatos. Levantar un pie. Más derecho. El muerdo el labio para no reírme. La caldera llena de ginebra,
pie en la mesa de trabajo. Cepillarme. ¿Qué pienso? Estoy qué divertido. A punto de estallar. Me miro en el espejo. Qué
descalzo. Cepillo mis dedos. Puedo lijarlos para que queden extraño. Un hombre puede morir de risa. Revienta el diafragma.

72 73
La caldera llena de ginebra. No lo digo más. Puedo explotar. Me chica del quiosco se guarda para el día en que se case con otro.
tapo la boca. El corazón en la mano. La chica del quiosco. ¿Qué Me la imagino atrás del vidrio. Me parece que no voy a volver a
iba a hacer? Sacarme la máscara. Quitate. La chica del quiosco. verla. Por más linda que sea. Las lindas son iguales, siempre
Buscando mi sánguche. Poner las cartas sobre la mesa. Ya atrás de un vidrio. Te lo digo en la cara. Me gustaría que vinieras
taparon el bache en la vereda. El bache que conecta el vacío. al sótano. Nos invento a los dos, en el sótano. Una escena. Puse
Cantarle las cuarenta. Lo llenaron de escombro. Bueno. Sin la radio, algo lindo, ¿ves? Abro gaseosas. Nos ponemos a bailar.
pelos en la lengua. Iba a decir algo. Pero no estoy en el quiosco. Me da nervios. Bailamos. Más derecho. Después de bailar, me
En la escalera. La escalera, los barrotes. Todo líneas verticales. pedís de rodillas. Por favor. Que te la meta. Siempre es el
La señora Verde dijo, a ver qué dijo. Dijo que me haga ver. objetivo. Me pedís por favor. Me llorás. ¿Me das un sánguche?
¡Maniático! Que estamos en un edificio de familia. ¡Esto no es De Milán, milanesa. Me apoyo en el vidrio por accidente. Se
un hospital! Que tengo obligaciones. ¡Desvariado! Yo. Escuché quiebra como un cristal. Trabajé mucho y estoy mareado. Una
con la cabeza gacha. Despotricar. ¿Entiende lo que digo, lo que lata de gaseosa. Dame dos. Una sonrisa. Que te la meta.
quiero decir, entiende? Usted está “como una regadera” Siempre es el objetivo. La señora Verde en la puerta. Suelta el
Domingo. ¿Seguro, señora? Mire, no tengo espuma en la boca. repasador, parece una toalla. ¿Qué iba a hacer? Lo que debo. La
Tomo agua, agua de canilla como los demás. ¿Y para cuándo la escalera. Escalones, pasos. Bajo acariciando las paredes.
baranda? Una no sabe qué esperar de usted. Vaya y haga sus Prendo la luz en cada piso. Llego al sótano. Zumba una mosca.
cosas. Si no, vamos a tener que encontrar a otro. Después Los pies descalzos. La luz parece negra. Creo que. En la caja de
hablamos. Arréglese la ropa. Más derecho los hombros. Sentado herramientas hay un pedazo de jabón. Lo huelo. La radio no
en la escalera. Los barrotes son líneas verticales. La baranda. engancha ninguna frecuencia. En el armario, en los estantes.
¡Todo líneas! Igual que la cadena del ascensor. Las vías del La fresadora, busco la fresadora. Para cortar un caño. La giro
tren. Las venas de las piernas. Los dientes. Los edificios. Los lentamente. Bien parado. Hago una rosca. Tantas veces
rayos de la bicicleta, de las ruedas de la bicicleta. Las banditas arreglando tuberías. La fresadora saca punta. Soplo la viruta.
de goma. Las órdenes de la señora Verde. Arriba y abajo por la Invento un martillo de caño. Hay algo en el suelo. Me acerco.
escalera. Igual que una zanja. ¡Todo líneas verticales! ¡Todo Martillo en mano, lo toco. El ratón, cambió de pose. Estaba en
líneas verticales! Qué hacer. Respirar. No tengo aliento. Un otra posición. Ahora es una cosa descompuesta. Lo toco con el
ronquido en el pulmón. Después arreglo ese ventilador. La dedo, el ratón me toca a mí. Le hago cosquillas. ¡Cus cus! Hago
amoladora, prendo la amoladora. Estoy de pie. Corto primero el una tenaza con el pulgar y el índice. Algo abajo del pelo está
pasamano. Corto los barrotes. La amoladora come el hierro. La vivo. Ruido de tripas. Ruido de caldera. Pequeños golpes,
baranda cae por el hueco. Cae en el hueco de la escalera. La bultitos en el cuerpo del ratón. Todo al mismo tiempo. Líneas
baranda de la señora Verde cae. Como un fangote. Por la verticales. El sótano pequeño. Las paredes altas. El motor del
escalera. Y cuando toca tierra suena como una campana. Creo ascensor. ¡Algo está hirviendo! ¡Lo que debe hacerse! Miro mi
que. Una puerta atrás mío. Escucho la bisagra. Si tiene ruido es sombra. La luz del pasillo. Estoy parado atrás de la puerta. Me
porque hace juego. Necesita otro perno, uno macho. Un poco muerdo la mano. Sin respiro. Vienen los vecinos. Yo no abro.
de aceite o grasa. La señora Verde parada en la puerta. Suelta Quieren empujar la puerta. Así, de pie contra la pared.
el repasador. El repasador parece una pequeña toalla, lo suelta. Escondiendo el martillo, en la parte de atrás. Yo no digo nada.
La chica del quiosco. Atrás del cristal. Le pido el sánguche. La El brazo en alto. Me salpico la cara. Nadie me ve. Ellos saben

74 75
que estoy acá. Ellos saben adónde me fui. Dónde me metí.
Tarde o temprano me van a llevar. Voy a terminar así. ¿Quieren
hablar? ¿Pedir que esté tranquilo? Que me calle. Bien parado.
Se preguntan qué pasó. ¿Por qué este olor? No me van a olvidar.
Hasta el perro del séptimo me va a llorar.


Dedicado a Osmar Núñez.

Nota: Escrito para el proyecto Edificio al que fui llamado junto con Javier
Daulte, Marcelo Bertuccio, Alejandro Tantanian, Daniel Veronese y Rafael
Spregelburd en el año 2000. Hicimos tres reuniones y se habló de escribir
una obra juntos. Este es mi texto de entonces.

Leído por Luis Cano en el encuentro Literatura en el Siglo XXI organizado por la
Dirección de Cooperación Externa de la Universidad de Lima. Monterrico, 2000.

Actualmente en etapa de ensayos con el siguiente equipo: Lautaro Graciosi,


Lina Etchesuri, Mauricio Minetti, Sonia Frickx y Verónica Mc Loughlin.

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Clave: domingo

76
Ensayo para un quinteto

(Subsuelo. Acomodadores con linternas. Escena no visible.)

VOCES RETRANSMITIDAS

Este es mi instrumento. Lo muestro. Acá está mi instrumento,


sus patas. Es un instrumento obediente. Este es mi instrumento.
Lo muestro. Estas son las cuerdas. Cuerdas, arco, cuerdas, arco,
¿escuchan? Este es mi instrumento. Lo muestro. Me encanta.
Lo quiero más que a mí, es mío. Este es mi instrumento. Lo
muestro. El instrumento tiene forma de caja: la caja tiene
forma de instrumento. Voy a guardar el instrumento en su caja.
Mañana voy a volver a practicar.

¿Qué estás buscando?


Se me rompió una cuerda.

Nadie quiere trabajar en este sótano. Un músico se puso una


cuerda alrededor del cuello y se ató a la viga. No soportaba
los ensayos. Entran dos técnicos. Entran dos técnicos vestidos
como cualquiera pero parecen técnicos. Uno de ellos quita
una herramienta de su bolsillo, con gestos muy precisos. Los
técnicos ponen una escalera por encima del piano. ¿Qué es
eso tirado? Pregunta uno. Es una partitura. Responde el otro.
Podríamos abrirle los dedos y quitar la partitura de la mano.
Dice uno. No lo creo. Dice el otro. ¿Qué dice la partitura? A
ver, por un lado, hay algo escrito. Como si fueran hormigas. Por
otro lado tiene signos. Tiene anotado: Debo acordarme de llevar

79
galletitas. Cuando estrene voy a quedar liberado. Voy a buscar ¡Qué curiosidad! ¿Cuántas personas entran? Caminar, pasar por
un lugar para estudiar en serio. Podría limpiarme los zapatos con los pasillos. ¡Es un espacio real! ¡Tiene asientos reales! Miren
la partitura. Dice uno. ¿Qué está haciendo el músico que tenía la foto. Tengo que mostrarla cubriendo mi boca con la mano,
la partitura en la mano? Pregunta el otro. Se hace el dormido. como contando un secreto. ¡Miren el Argentina Coliseum!
En esta página dice que va a comprarse una yilé. Dice que está
fijada la fecha de estreno. Que no soporta los ensayos. Aquí (Música sin composición.)
está tachado. No tiremos la partitura, podríamos limpiarnos los
zapatos. Los técnicos completan el diálogo. ¿Un diálogo? Se VOCES RETRANSMITIDAS
van, dejando la escalera encima del piano.
¿Cómo llegué hasta aquí? Dice Martín. ¿Dónde estoy? Se
Afuera está la calle. El exterior es calle, las bocinas. Este es el pregunta Gabriela. ¿Por qué hago esto? Emiliano. Son preguntas
lugar. Sucede esto. Me froto los pies contra el suelo. El suelo es naturales. ¿Para qué sirve esta música? Federico. ¿Qué es esa
de cemento. Las plantas de mis pies suenan como papel de lija. música? ¿Qué es este sótano? Esther. ¿Qué significa? Martín.
Empujo los pies adelante y atrás, como si patinara. La semana ¿Y qué hay detrás? Gabriela. Martín abre su bragueta. Frente
pasada recorrimos el edificio y fuimos abajo. La caldera estaba a él, Gabriela se quita la falda. Hablan de la lluvia y del mal
apagada. Uno de los músicos puso su mano en la caldera y le tiempo. Dicen, ¿qué vamos a comer después? ¿Qué comeremos
dio frío. Nos reímos. hoy? Esther tiene dolor de muelas. El efecto de un calmante le
hace decir: Le hice escuchar una melodía a mi padre. Le gustó.
Siento que alguien me habla. Nada se ve. El aire es brumoso. Luego dijo que no entendía si estaba hecha para la alegría o
Odio tener que decir la palabra brumoso. Es difícil reconocer para la tristeza. Federico: Mi madre tenía oído absoluto, eso le
nuestros movimientos, podríamos estar desnudos y nadie se molestaba, se sentía avergonzada de su oído absoluto, decía
daría cuenta. En casa me gusta tocar música desnudo. El aire es que todo es relativo, que sólo los idiotas son absolutos. Emiliano
brumoso. Estamos rodeados de alcohol. Los ojos se acostumbran tiene la punta de los dedos azules de tanto acariciar las cuerdas.
a la oscuridad, ¿verdad? El reflejo de las maquinarias, de la Dice que la humedad del sótano hace que sea difícil afinar. Ana
madera vieja, una carretilla, todo sugiere actores que ocupan la dice que la desafinación proviene del contrabajista. Emiliano se
escena. Todo parece envuelto en una niebla. No podemos leer levanta y se va, dejando una manzana sobre el piano.
el programa de mano, mejor. Así evitamos falsas expectativas.
Tampoco importan las columnas. Igualmente, con la luz (Suena una tarjeta musical.)
encendida, las columnas me hacían sentir bien, ¡alejaban el
techo! Estamos en un sótano. El aire es brumoso. Se puede ver VOCES RETRANSMITIDAS
la nube de vapor de la respiración de la pianista. Fuma. ¿Se
puede fumar aquí? Desayuno, salgo, voy en colectivo, llego al teatro, planta baja,
sótano, me siento al piano, toco mi nota, con grazia, feroce,
¿Alguien sabe del Salón dorado? ¿Alguien ha estado? ¿Qué es? inquisitivo, marcado, minucioso, a fondo, crescendo. ¿Quién
¿Cómo son las paredes? Cuenten algo sobre el Salón dorado. tose? Alguien se sonó. ¿Quién llama, quién me llama?

80 81
Ayer hubo un espectador con los ojos cerrados. Su rostro estaba El flautista extrae un vaporizador y decide escribir música para
dirigido como una antena. Como un radar hipnotizado. Tenía la perfume. Si la música hablara, pediría que la dejen tranquila.
atención de un animal fascinado. Cada vez que estoy por tocar mi instrumento, otra música viene
y me distrae.
Emiliano se oculta entre bastidores, como una aguja en un
pajar. A primera vista no hay nadie. El escenario es un pajar. La (Pausa. Sonidos accidentales.)
música, una forma de ausencia.
VOCES RETRANSMITIDAS
Es hora de empezar. Aquí estamos. Ensayo para un quinteto.
¿Quién me da una partitura? Necesito hojear algo. Esto no En una exposición vi una escultura. Una escultura de tamaño
parece tinta. ¿Sangre en la partitura? ¡Chopin! Me encanta. natural, la escultura de un hombre. No era un rey ni un papa.
Escondió todas sus armas entre las flores, Chopin. Chopin... Era un hombre de talla media, color piel. ¡Esa escultura no
tenía nada que ver conmigo! Creo que el arte no se ve.
(Canta un pajarito.)
(Sonido del tráfico tomado directamente desde la calle.)
VOCES RETRANSMITIDAS
VOCES RETRANSMITIDAS
Esto no avanza. Fumemos, podemos ver el humo. Llamen al
bombero municipal. Fumar mirando el techo. Un técnico me dio Esto es una prueba. ¿Se escucha? Están los instrumentos. Hay
permiso. Mirar los ladrillos desparejos hace todo más llevadero. instrumentos, hay una manzana sobre el piano. El escenario no
Podríamos disparar la pistola de salvas. La que usaban para la se ve. No tengas miedo, el cuco no vendrá. El cuco solamente
Obertura 1812. No queremos asustar a nadie. La pianista hace come papel. Yo soy la voz del director. Mi voz rebota en las
gárgaras. Gárgol. Gargl. ¿Estamos dormidos? A ver, ¿a quién se paredes. Cuando hables, no pienses, parece escrito. Un paso al
parece la pianista cuando duerme? Sentada contra la pared, frente, por favor. Sentate. Levantá la partitura del piso. Mové
hablando dormida, haciendo gestos con la mano. Escuchen a la la cabeza. Escuchá, ¿dónde está el ruido? Sonreí. Las piernas
pianista: Mi cabeza es una iglesia vacía donde retumban las voces. cruzadas. Izquierda sobre la derecha. Peiná tu pelo.

(Cantos de sirena llenos de ginebra.) Hay que lavar los vasos. ¿Vieron los baños? ¿Han visto?
Solamente pido que estén limpios, los vasos. Encontré una
VOCES RETRANSMITIDAS mosca de humedad. ¡Una mosca de humedad! Viven en casas
viejas con baños tapados. Compremos agua mineral. Agua con
Cuando era niña quería ser música. Quería tocar una trompeta gas. ¡La mitad de la botella viene llena de gas! ¡Cuando compro
que derrumbara las paredes. Cuando era chico soñaba tener un agua quiero agua! Lo que estoy diciendo es que tenemos
carrito de rulemanes. Ir por la calle con el carro, convertirme en que limpiar los vasos. No tomemos del mismo. Hay moscas
el carro. Ruedas de metal chocando contra los adoquines. de humedad porque es un sótano. Lo que ensayamos parece
música de sótano. ¡Lo que ensayamos sonaba mal desde antes

82 83
de venir! ¿Estamos escondiéndonos? (Silbatos.)

¿Se acuerdan cuando nos pedían que tomáramos las partituras VOCES RETRANSMITIDAS
y las echáramos al aire? Como perros que se muerden la cola.
Sólo una niebla gris, en lugar de la noche negra que pedía El contrabajista se cubre la cara con una partitura. La anciana
la escenógrafa. pianista pide que no la confundan con el fantasma del Macbeth
de Verdi. El clarinetista sugiere la incorporación de unos
Entra una anciana, una mujer mayor, una mujer jovenmente compases del Saludo a mi bandera, haciendo hincapié en la
anciana. Está parada al lado de una silla de plástico. Al quitarse parte de: Mi corazón fiel. La directora musical pide hisopos.
el tapado se ve más pequeña. Dobla el tapado y lo apoya en el Tanta energía para edificar un castillo de naipes. No nos
respaldo. Se quita la bufanda. Mucho tránsito, no pude llegar conocemos y tratamos de hacer algo íntimo. Me gustaría abrir un
antes. Llega tarde y se queja. ¿Alguien quiere agua? La anciana agujero en la pared. Dejar que las imágenes de la calle vengan
se sienta y dice que está en el lugar equivocado. Me equivoqué, aquí. ¿De qué estamos hablando? No estamos hablando. Nunca
me equivoqué. Dice como si hablara sola. hablamos. Ja, ja, ja. Esto significa que me río.

(Platillazo.) (En el fondo se vislumbra una escenografía desordenada.)

VOCES RETRANSMITIDAS VOCES RETRANSMITIDAS

Puedo tejer durante los ensayos. Ayer me corté el pelo y nadie Hoy, sábado 5 de julio de 2003. No hay ninguna razón para
se dio cuenta. Los músicos no ven. Podría venir sin cabeza seguir. Durante meses, los ensayos. Vi un documental en el
y nadie lo notaría. Abro mis labios para soplar, quiero tragar que un torero queda sobre los cuernos del toro. Comprendí. Eso
el instrumento. Pienso que me trago el instrumento. Quisiera estaba en mi cabeza, aunque todavía sin palabras. A mi alrededor
tragar atriles, micrófonos, la ropa de etiqueta, los cigarrillos, el hay papel. Ideas escritas, escenas no vistas, garabatos. Tanto
Salón Dorado, las canciones. Todos los acordes fueron a morir papel calcula el largo del tiempo. Anoto cerocinco del siete del
en un rincón. Como ballenas. año dos mil tres. Lo dejé. Voy a escribir estas palabras. Mi voz
grabada o la voz de un amigo. Pueden agarrar un par de tijeras
Hablé con la pianista. No te rindas. No estoy pidiendo que no y cortar el texto. Me voy.
renuncies, te pido que no lo hagas todavía. Mientras hablaba,
la pianista miraba su reloj. Volvamos. No puedo. ¿Todavía
estamos aquí? Nos ahogamos en un vaso de agua. ¡Las ideas •
se nos ahogaron en un vaso! Sueño que termino con esto. Y
con el arco del violín apuñalo partituras. Me corto la cabeza
y pongo mi cabeza en un atril. Corro sin cabeza alrededor del
atril. Me detengo delante de mi cabeza, le pego una cachetada
y se despierta.

84 85
Texto para el espectáculo Un quinteto representado por única vez en el
Centro de Experimentación Teatral del Teatro Colón, Buenos Aires 2003. En
el marco de la Beca para asistir a un Taller de experimentación escénica,
otorgada por la Fundación Antorchas, con el apoyo del Centro Rojas y del
Goethe Institut de Buenos Aires 2001-2003.

Voz en off: Daniel Veronese


Músicos intérpretes: Esther Apelbaum Swiatowa (piano), Martín D´Auria
(flauta, saxo alto y tenor), Gabriela Goldenberg (voz y piano), Emiliano
Lorenzo (contrabajo), Federico Landaburu (clarinete)
Banda sonora: Ana Foutel y Gustavo Chab
Música original: Ana Foutel
Iluminación: Gonzalo Córdova (invitado)
Decorado: Marcela Astorga
Asistente de producción: Lorena Ballestrero
Asistencia artística del Taller: Rita Cosentino
Coordinación de producción: Paula Travnik y Pablo Estévez
Coordinación general: Rubén Szuchmacher, Edgardo Rudnitzky y Jorge
Macchi
Asistencia técnica y de dirección: Luciana Giacobbe
Dirección musical: Ana Foutel
Dirección escénica: Luis Cano

Gracias a Adrián Bechelli, Beatriz Catani, Diego Rodríguez, Fede Marrale,


Julia Sarachu, Luciano Suardi, Marcela Astorga, Mariano Pensotti, Nushi
Muntaabski, Pablo Bronzini y Vanna Andreini.

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Clave: ensayo

86
POESÍA DE TEATRO

Niños

Número 0151 apellido desconocido, nombre desconocido.


Nacida según estimaciones el 30 de abril de 1983. Ojos gris
azulado. Cabello negro. Encontrada en el aeropuerto de la base
militar. Respondió al nombre de Angélica. Número 9, nombre
probable Lea. Nacida el 17 de noviembre de 1983. Cabello
rubio. Ojos celestes. Rescatada de las aguas por miembros
de la prefectura. Probablemente viajaba en el barco Lew que
se hundió el 2 de febrero de 1981. Número 866 apellido
desconocido, nombre desconocido. Nacido en 1983 según
las estimaciones. Ojos marrones. Cabello rojizo. Encontrado
en 1985 en una casilla abandonada en el bosque, cerca de
Trevelin. Número 0797 apellido probable Suárez, nombre
desconocido. Nacida hacia la primavera de 1983. Ojos café.
Cabello castaño. Llegó a principios de 1985 con un transporte
de larga distancia. Sólo llevaba un cartel colgado de su cuello
en el que decía el apellido. Número 43, niña encontrada, sin
nombre. Nacida hacia marzo de 1983. Inmediatamente llamada
Anna. Ojos oscuros. Cabello negro. Encontrada en el asiento
trasero de un taxi en 1985. Número 6 apellido desconocido,
nombre probable Rubén Pedro. Nacido hacia 1983. Cicatrices
en el cuello. Llegado a la ciudad traído por un coche de tiro con
varios caballos.

89
Off grabado para la Residencia actoral del Instituto Universitario Nacional
del Arte, Departamento de Artes Dramáticas, presentada en el Teatro
Del Otro Lado, Buenos Aires 2003. Voz: Alejandro Tantanian. Dirección:
Alejandro Tantanian y Luis Cano.

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Clave: residencia

90
Texto leído

Cuando entraron en esta sala estábamos esperándolos. Vamos


a leer Moby Dick en la traducción de Pezzoni. Son ochocientas
páginas y no sabemos qué vaya a pasar. ¡Las cosas podrían
ir en cualquier dirección! Pensamos que podría resultar
algo. También pensamos que podría ser tedioso. Esperamos
que en el transcurso de las horas suceda algo distinto de
aburrirnos. Deseamos que puedan moverse dentro y fuera de
la sala, entrando y saliendo tantas veces como quieran. Hay
almohadones, alfombras y algunos colchones para que puedan
descansar. Esperamos ser capaces de asimilar lo que suceda,
esperamos que sea diferente de lo que pensamos. Deseamos
que esta lectura desaparezca y se encuentre inmersa en lo que
llamamos vida.


Lectura continua e ininterrumpida del libro de Melville, en colaboración con
Emilio García Wehbi. Asistencia: Lorena Ballestrero y Ricardo Sica. Piezas
Gráficas: Leandro Ibarra. Espacio Callejón, Buenos Aires 2003.

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Clave: performance

93
Apunte durante los ensayos

¿Qué papel habremos hecho en la escena anterior, que ahora


tenemos este diálogo con los muertos? Hay una Blancanieves
unida al bosque, un bosque muerto donde todavía pueden verse
huellas de lo vivo. Una famosa actriz “ciertamente muerta” que
habla como si fumara y no quiere dejar de hablar, porque si
callara, moriría del todo.

Estos personajes son lo que dicen. Están la víctima y el verdugo,


pero sus imágenes se disuelven en textos... No importa es la
última escena, la escena final del teatro.

En este largo adiós en proscenio, ¿dónde está la acción? Es


necesario encontrar otro espacio, otra manera de decir, pero,
¿quién va a hablar? Las palabras hieren sin dirección. Vienen
de la nada, van dirigidas a ninguna parte. Rellenan el espacio
anteriormente ocupado por las ideas. ¡Los pensamientos
perdieron el conocimiento!

¿Cómo exponer este trabajo? ¿Cómo hacer corresponder No


importa con mi presente? Defino mi posición sin escepticismo.
No pretendo adaptarlo. No es un texto para poner en escena
sino para discutir con la escena. Una lucha contra las
visiones estándar, tratando de romper la inercia de producir
teatro. Obligando a una operación de montaje. No importa es
simplemente un texto para hacer teatro.

95
Encuentro unidad dramática a través de la nota escrita por Canciones. No importa es un texto salido de canciones de
Jelinek al final. Dice que el texto lo pronuncia su padre. La Schubert. Escucho el piano antes de que la pianista empiece
historia es familiar, es familiar y pública. Son nuestros los a tocar. Los actores recitan disfrazados, a la velocidad del
paseos del padre. Es nuestro el padre que camina descalzo, pensamiento. Se frotan los ojos con glicerina para llorar. La
aturdido, bostezando sobre Argentina. pianista interpreta Schubert. Lo que no tenemos, se proyecta
en diapositivas. Una cámara de video forma parte de la famosa
Oí decir que es hermético (el adjetivo siempre se usa como actriz. Presiento que el público no querrá ver el cuerpo sino la
escudo). Hermética es la cultura y sus bandas. Cómo está pantalla. ¿Qué puedo decir sobre el público, sus opiniones?
construida la dominación es algo hermético, secreto, ¡sus Es una mentira que me hago a mí mismo. Lo que veo es una
reglas están bien apretadas! Hermética es la mirada que no escena de la muerte sin sentido.
capta. Especialmente un texto que es sobre todo dolor.
No importa habla de víctimas. Víctimas que caminan, siempre
Perdí una copia de la obra en el subte: un nuevo punto de fuera de lugar. Dice Jelinek que las víctimas sueñan con tener
partida para el ensayo de hoy. casa propia, casas construidas por víctimas que no viven en
ellas. En Buenos Aires las escenas teatrales todavía insisten
Surgen mis propios fantasmas. Estoy fuera de lugar. Busco con espacios de living, sin producir áreas de vida.
enlaces, trato de conectarme. Cada frase de Jelinek es una cita
que me lleva, ¿adónde? Surgen párrafos teatrales que chocan, Aquello en la noche es una víctima, lo seguirá siendo mañana.
se entrecruzan. Las voces de los vivos y los muertos estaban Ahora tiene que volver a la fosa para empezar de nuevo. Una
en escena. Un actor lee fichas bibliográficas, registros de la tarde va a tropezar en la vereda y romper su cuello. Después
Biblioteca del Goethe. La lectura es urgente, apurada. Se hace habrá otras víctimas, serán muchos.
burla a sí mismo, a diferencia de la parodia porteña. Él mismo
se burla, sin la ingenuidad amarilla del cinismo. La diva muestra
fotos autografiadas al público. Pregunta cómo van las cosas, sin
escuchar las respuestas. Dice: “Disculpe, ¿alguno de ustedes •
me dio el pistoletazo de salida?”. Dice Jelinek.

¿Quién va a través de la noche?


Es el viento que hace ruido
En las hojas secas. Y
En tus brazos, es una niña muerta.

Traducción libre de El rey de los alisos, Goethe.

96 97
Texto para la Revista Humboldt, miscelánea sobre el Premio Nobel de
Literatura otorgado a Elfriede Jelinek ese mismo año. Goethe-Institut nº 142.

Macht nichts, Eine kleine Trilogie des Todes, se escenificó dentro del ciclo
Cuatro directores argentinos en busca de cuatro autores alemanes Buenos
Aires 2004. Derechos cedidos por cortesía de Rowohlt Theater Verlag.

Actores: Juliana Muras, Miguel Gerberoff, Patricia Gilmour, Walter Berges,


Gabriela Aurora Fernández
Coreografía: Silvia Hilario
Efectos y operación de sonido: Tian Brass
Escenografía y vestuario: Gabriela Aurora Fernández
Fotos: Filiberto Mugnani
Iluminación: Alejandro Le Roux
Asistencia de iluminación: Luciana Giacobbe
Ilustración del programa: Manuel Cano
Operación de video: Lorena Ballestrero
Pianista en vivo: Ana Foutel
Traducción al español: Carmen Gómez García.
Asistencia de dirección: Lorena Ballestrero
Dirección: Luis Cano

Gracias a Analía Roggiano, Ariel Vaccaro y Marcelo Álvarez.

www.librodisociado.com.ar/marionetas/
Clave: apunte

98
Resistente al agua

UN CORO DE VENTRÍLOCUOS

Rrrunn, empezamos, casi me suelto, ¿hacia dónde vamos? El


camión desacelera lentamente. Es el lamento de un animal
grande. Oigo pasos, el ruido de carga, el ronquido del motor, un
motor viejo. La bocina del camión. Un humo espeso nos cubre
de aceite. Una mano agarra mi mano. El camión arranca y no
veo, no veo temblar, no veo este montón de sardinas humanas,
esta lata rechinante. Ruido de lata, rrrunn. Arden los ojos, el
camión acelera, voy juntando lo que dicen alrededor. Me hago
encima, de un ataque de miedo. Voy juntando lo que dicen
pero no logro armarlo decentemente. Patatín y patatán, hago
bromas contra los nervios. Estamos yendo por encima de la
velocidad de este camión. Rrrunn, el camión parece dar una
vuelta completa y pumba.

Un hombre camina con un balde, ¿es sopa? Un traguito, está


bien. Estoy amamantando, gluglú, sin encontrar la tetilla
del balde. El hombre balde no se presentó, el hombre de los
pezones goteando. Perdón, hombre balde, encantado, gorjeo.
¿Usted es médico? Lleva diez años en hospitales, ¿eh? Ah, es
clínico, es decir, hizo curaciones. Conoce las provincias, Bahía
Blanca, hizo muchas atenciones... El hombre balde me pincha
el brazo. Clic, en el brazo. Puedo hacer bromas contra los
nervios. El hombre balde dice que lleva años de práctica, ¿que
si entiendo? Sí, lo entiendo doctor. Estuvo haciendo escuela, es
médico, nadie lo pone en duda, nadie le pide la prueba en un

101
bolsillo, una tarjeta de médico, algo de su época de estudios, de marina dice que es mi turno. Tiene labios de pescado.
una libreta con la calificación de los exámenes, incluso el ¿Dónde está mi paracaídas? Lo siento, tengo la cabeza llena
delantal de médico, ¿lo perdió? de palabras. Mejor comprobar que todo funcione bien, no jugar
con estas cosas.
A ver si me explico, estamos de vuelta en el camión, volví a
subir, nos vamos. Una parte de mi pierna quedó atrapada en Es media tarde en la orilla. Nadar es una cuestión de práctica.
la puerta del camión. Hizo clang. Estoy descalzo. El camión Aquí vienen los demás. Mi cuerpo creció en varias direcciones,
revienta de personas, como un camión de juguete con muñecos la mano vendada como una aleta. Rasco las piedras, me
pintados. No cabe un dedo. Rrrunn. Lleva gente que duerme, escucho gritar. Al parecer, hago un mugido. Quisiera comer,
gente dormida. Incluso trajeron a un mecánico por si acaso. nada puede calmar mi cuerpo. He perdido mi voz, yo digo que
Vamos directo, rrrunn, las ruedas. El ruido parece venir de se siente como una tos. Igual que una foca pidiendo pescado
lejos. Estamos llegando. Van a descargarnos como sea posible. al entrenador.
Siempre en el aeropuerto hay gente dispuesta para dar una
mano. Los empleados de remolques dicen que llegó la carga.
Alguien dice listo para mí. •
A bordo de la aeronave, los controles. Un ayudante nos da
cabida, muchas gracias. Algunos reclutas tendrán que bajar Primer título: Archivo de argentinos muertos. Dedicado a Rubén Szuchmacher.
a empujar la unidad. Bromas contra los nervios. No puedo
Texto leído en el encuentro Letras prohibidas organizado por la Dirección
imaginar las ruedas en movimiento, la velocidad de despegue. General del Libro, a 30 años del Golpe de cívico militar de 1976. Presentación
Ahí vamos, soltando humo. Tengo una idea en mi cabeza: Si a cargo de Eduardo Pavlovsky, Marcelo Bertuccio, Liliana Daunes y Luis
el avión se cae, ¿cuántos millones habrán perdido? Pueden Cano. Biblioteca Pública Ricardo Güiraldes, Buenos Aires, marzo 2006.
recuperar la inversión mediante la venta de piezas recuperadas. Posteriormente registrado para la Audiovideoteca de Buenos Aires, archivo
No puedo dejar de reír. ¡Una venta al desguace de la máquina audiovisual de la ciudad. Entrevista producida por Ana Durán en julio 2006.
entera! En el aire. La nave despanzurrada logró despegar. Me
digo: Es caro mantener un avión en el aire. Muchas personas
deben sostenerlo. Todo el mundo ayuda un poco.

El viento entra por la escotilla, me acurruco. Los conscriptos


tienen frío y miran. Parecen relojes. Mañana van a olvidar,
mañana estarán de vuelta en la normalidad. A través del cielo,
el avión es como un barco embarazado. Si se apaga el motor...
Si algo le pasa... Las alas quebradas, ¡las tendrán que pegar de
nuevo! Bromas contra los nervios. El avión se desliza como si
tuviera pies planos. Qué pasó... ¿Nos estacionamos en medio de www.librodisociado.com.ar/marionetas/
la nada? Un bebé conscripto dice que me levante. Un infante Clave: resistente

102 103
Partes del libro familiar
P a r t e s d e l l i b r o f a m i l i a r 1 U n canario

Hoy es el aniversario de mamá, hace treinta años que murió.


Para las fiestas la recuerdo, pobre Teresa. Teresa, como me
llamaron. Nunca me olvidaré de que estaba a su lado sosteniendo
su mano. Hace treinta años. Una es feliz de nuevo. Eran seis,
seis y media, estábamos escuchando a Libertad Lamarque y. La
gente en el velorio era la mitad del mundo. Un día de sol
increíble, ¿verdad? Hoy en día también está pesado, una no
puede desprenderse de la silla. Cuando vaya habrá un olor de
jazmín en Sáenz Peña. Había una flor de naranja en la casa, a
principios de septiembre. Todas las flores del jardín en Sáenz
Peña te emborrachaban. Como treinta o cuarenta años atrás,
recuerdo perfectamente. Me molesta el ruido de tus dientes.
Podrías cepillártelos como todo el mundo. Me paso el día
limpiando. Pero todavía no estoy para jubilarme, no es el
momento de la jubilación. Me paso el día lavando, mirá mis
manos son un desastre. Y eso que me he puesto crema. El calor
no se acaba nunca. Hoy mismo he tenido que recordar el
aniversario de mamá, me puso triste pensar. No hay tales cosas.
Cuando estábamos en Sáenz Peña, lo hermoso que era el jardín
de rosas. Estás más gordo en la cara, pero estás bien. Estoy
gorda por comer. Me voy comiendo algo durante el día. Hoy
viene el nene, pero no dijo nada de que iba a venir. Ustedes son
iguales. Que son los mismos. Con esta chica parece que se
casó. Hoy me desperté y me di cuenta de que debería haber
dormido. Una se rompe el alma para hacer las cosas, cada día.
A las seis, seis y algo, por Dios que me levanto. Un día aburrido.
De vez en cuando alguna cosita que me hace ver la televisión,

105
un programa por un rato, no se puede ver todo. He querido que era... A veces trato de recordar la cara y me pierdo. Por
tirarme en la cama, ¿qué hora es? Sin embargo no pude terminar suerte somos parecidas, entonces me voy, me miro en el espejo
las cosas. Mamá se levantaba a las cinco todos los días, no te y me veo igual. Con el tiempo, cuanto más vieja me hago, más
miento. A las seis, seis y algo, todos los días. El tiempo no te soy tu abuela. ¡Cómo se pierden las cosas! Pasan sin querer. Es
alcanza. Todos los días, y eso que hiciera frío. Dios la guarde. la obra de Dios. Me quedé con la colcha que usabas en Sáenz
Que Dios te proteja, pobre Teresa. Leer, revistas de paso, el Peña. Parecía ridículo entonces. Ahora venís a reclamar la
diario del domingo que viene con alguna lectura, alguien que se colcha. Las cosas son recuerdos. Mañana son importantes. Vos
casó, todo lo que sucede ahora. ¿Por qué la gente escribe? decís que le doy mucha importancia a las cosas. Le doy mucha
Tenés cara de estar pensando en algo raro. La verdad que dan importancia. Me paso el día diciendo tonterías. Mañana vas a
ganas de ir a tomarse unas vacaciones. ¿Adónde? Tenemos ver, te darás cuenta de muchas cosas. Mañana se va a ver todo.
salud y felicidad, como cuando vivía mamá. Cantaba, parecía Ahora no se habla de cosas importantes. Hoy en día no sabés
Libertad Lamarque mamá. Todo el mundo vino a verla. Teresa qué dijimos, pero mañana vamos a tratar de recordar. Yo sabía
como yo. Así de tranquilo. “Ni un volido de mosca” decía mi lo que estaba diciendo. Tu madre no era tonta. ¿Para qué hora
madre, hablaba así, era rústica Teresa. Mi padre le contestaba querrías la comida? Tu madre no ha terminado. Mirá el nuevo
“No es un volido volar”. Es mejor seguir haciendo las cosas plato que compré en la pared. No te vayas, siempre te vas
porque, si no, es peor. A ver si tenés los zapatos limpios, que se cuando estoy por hablar. Cara cansada. Tu padre, toda la noche
encuentran bolas de tierra en el suelo... No sé de dónde viene dando vueltas en la cama. Después la cara la tengo que
tanta tierra. ¿A qué hora querés la comida? Estoy a cuatro patas. aguantar. Él siempre está pensando en las cosas. Después
He comprado una pava nueva, es muy buena, italiana. A fuego camina zombi por el calor. Yo no pude pegar un ojo. ¿Me veo
lento. Una señora que vende de puerta en puerta. No es tan gorda? En este momento estoy gorda pero no importa. El médico
caro, se puede pagar en plazos. Es hora de comer y todavía no me prohibió algunas cosas. Igual me hincha el calor. Esperemos
he terminado. Nene, ¿era el momento para venir? No he que las cosas mejoren, mejorarán. Las plantas que tengo son la
terminado aún. Pasé toda la mañana pensando en vos. Me dije envidia de todos. El jardín de Sáenz Peña, lo que era. Siempre
voy a cerrar los ojos y era como si te viera. Toda la mañana me he tenido mano para las plantas, como tu abuela. Tengo que
recordó a la pobre Teresa. Toda la mañana. Como si estuviera seguir adelante con las cosas. No me dijiste a qué hora querrías
viva. ¡Oh primavera de Sáenz Peña! Pensar en jazmines. comer. Tengo que descongelar. Quería preparar una nueva
Pensamientos. Un calco de tu padre, una copia al carbón. ¿Vas receta. Estaba buscando una receta para pastel de papa. No es
a llorar, lagarto? En Sáenz Peña vivíamos. Te llevaba caminando como lo hago siempre, es diferente. Quería probar algo diferente
a la escuela, era agradable el camino. Las casas eran bajas y, con papas. A tu padre no le gustan las papas. Era para poner a
atrás, la bandera de tu escuela. Luego cambió el nombre. Aquí prueba a tu padre. Una receta que encontré en este libro de
las calles son más grandes que en Sáenz Peña. Los árboles. cocina. Tu madre se divierte mirando recetas. Tiene la lista de
Afortunadamente hay sol, pero en invierno, tengo que decir, oh. los ingredientes. De vez en cuando, sin previo aviso, una obtiene
Me gustaría tener un gran árbol, aquí en la puerta, pero no algo. Me estoy salteando comidas. Tu abuela me dejó el libro de
puede ser. Un árbol plantado en frente de la casa, como un cocina. Tiene un valor añadido. A veces me aburro de leer las
paraíso que es hermoso, lindo. Esto no es queja. No conociste viejas recetas. ¿Comiste? Voy a preparar algo. Me di cuenta que
a Teresa. Se encuentra ubicada en San José de Flores. Te digo me pongo triste. Tu habitación es la misma de siempre. Hoy es

106 107
domingo. Entonces, ¿te hago algo para comer? ¿Querés tomar estómago. Pone los ojos brillantes. El estómago, el hígado, es
algo? En la heladera hay agua fría. Si no, aquí hay natural. débil. Tanto comer lo mismo. Estómago débil. Un carácter
Tengo que guardar la ropa de invierno. Ayer no podía respirar. insoportable. No se lo digas. Te pregunté si querías tomar algo.
La tormenta anunciada para mañana por la mañana... Pero El silbido que hace la cocina. Tu padre dice que es aire. Que el
después de la lluvia es más pesado, y naftaleno. Sí, estaba gas tiene aire. ¡Es más gracioso! Cada día te parecés más a tu
buscando naftalina para tu colcha. Tengo que ponerle. Si no, se padre, no sé por qué te molesta tanto. ¿Qué, naciste de un
la comen las polillas. Dice que no tiene olor, que huele a huevo? Tengo mis manos en ruinas. Suciedad, detergente.
lavanda. ¡Hay un olor a naftalina! Al que le molesta el olor es a Cómo se arruinan. A veces creo que tengo nietos. Tengo miedo
tu padre. Está preocupado por el olor. Dime lo que quieres para de terminar como mi madre. Cuando vuelva el verano van a
comer. También tengo que mantener los suéteres, todos los de volver las aves. Cuando vuelvan las aves de verano. Con este
tu padre. Tu padre compró el envoltorio de papel marrón. Deben calor no se sabe qué ponerse. Tan raro es el tiempo. A veces
mantenerse envueltos. Debo estar mal de salud, me canso por miro el árbol, va a cambiar. Es hermoso, hojas amarillas. Esas
nada. Ayer, me senté en el borde de la cama. Me duelen las hermosas hojas amarillas. Pasan meses de no prestar atención,
piernas. No me podía mover. Tomé una aspirina. La aspirina es como si el árbol fuera invisible. Eras tan inteligente. Cuando
mala cosa. Si quisieras calentar la comida que está en la eras pequeño. No parecés la misma persona. Como si un tren
heladera. De la noche anterior. No hay nada malo en ello. A pasara por encima. Pensar que eras mi hijo. Oh, Dios. ¿Qué
veces me aburro, me aburro. No puedo encontrar nada más que tenés ahí? Ese paquete que trajiste. ¿Una jaula? ¿Por qué traerle
hacer. No sé, estoy tan cansada. Sentate a esperar a tu padre. eso a tu padre? ¿Un pájaro? Es tu padre, no necesita un canario.
Tu padre no quiere escuchar. Me veo obligada a mirarle la cara. Nunca lo pidió. ¿Y canta eso? Podrías haber comprado algo de
La edad tiene mucho que ver. Hace calor. Mi idea no es mala de Libertad Lamarque, un álbum. Me gusta. No entiendo de
llevar las cosas a la baulera. Tu padre dice que la vida entera es, música, pero Libertad Lamarque canta hermoso. No te vayas.
no me acuerdo cómo sigue. Mi madre era una mujer que No sé qué anda mal. No sé lo que está mal en tu cabeza. Todavía
trabajaba. Tuvimos el honor de las personas que trabajan. ¿Te soy tu madre. Siempre traés entremanos algo. No es la primera
sirvo la comida? ¿Estás apurado? ¿Te cortaste el pelo? Debe ser sorpresa de este calibre. No necesitamos animales. Nos trajiste
que estás gordo. El mantel de color es nuevo. Verdemar. Como un disgusto. El año pasado dijiste que ibas a vivir tranquilo.
el de color oliva. Esmeralda. Tu padre quería comprar un pálido Mirate. Yo soy la que sufre. Es hora de tomar alguna decisión.
amarillento. Imaginate un mantel de color amarillo pálido para
comer. Tengo que beber agua. Le digo a tu padre. Es como Dedicado a Juana Hidalgo.
hablar con nadie. Por no decir nada. Leche caliente en este
momento es bueno. Para dormir es bueno. El sueño es bueno.
Las aves comienzan temprano. Seis, seis y media. No es que
me queje, mejor tener algo que hacer. Antes de que la cabeza
ande dando vueltas. Leer el libro de cocina, ver la receta del
pastel de papa. Escuché en la televisión, no entiendo muy bien
por qué están mostrando imágenes de Hamburgo. La sensación
de que nunca estuve ahí en esos lugares. Tu padre está mal del

108 109
P a r t e s d e l l i b r o f a m i l i a r 2 A rs moriendi SENECIO
Si existieras, te daría una respuesta. ¡Si la hubiera!

CALIBINO
(A Teresa 2.) Mamá, ¿nos olvidamos de cerrarle los ojos? A
Senecio, mi padre, que está sentado en el sillón.

TERESA 2
Él sabrá.
(Luces de Navidad titilan dando dos notas.)
CALIBINO
CALIBINO ¡Qué va a saber! (A los presentes.) Por ahora, yo, Calibino, me
Bienvenido. incrusto en la pared para no ser visto.

TERESA 2 SENECIO
(A Calibino.) Sáenz Peña. Te llevaba camino a la escuela. Tenía (A Teresa 2.) Llega a revolver los cajones y después tiene miedo.
que cruzar la vía dos veces, nunca entendí por qué, si era Hablo acerca de Calibino...
la misma. Tu padre tenía bigote entonces, en aquel tiempo.
Cuando dejó el ejército y lo vi de civil, tardé en ubicar quién CALIBINO
era. Pasó mucho tiempo. ¿Tenés bigote ahora? ¡Sos una copia Todo esto es muy confuso.
al carbón de tu padre!
TERESA 2
(Senecio lanza corchos de botella sobre Calibino. Por encima (A Calibino.) Al vecino, que tiene parrilla al fondo, se le murió un
del pecho tiene un cartel que indica RECUÉRDAME.) hijo de tu edad. Y Senecio, tu padre, ¡no recuerda la dirección
del velorio! No voy a preguntar ahora sólo porque tu padre se
SENECIO olvidó... ¡Dice que se le borró de la mente! A tu padre. El vecino
(A Calibino, con voz ronca de Arlequín.) Yo estaba sentado y está teniendo un momento difícil, está pasando momentos
vi los vidrios rotos. Vidrios rotos de la ventana. Vi quebrarse muy difíciles. ¡No vamos a molestarlo para preguntar por la
el vidrio en la ventana. ¿Había un pájaro? ¿Un pájaro en la dirección! (Lo mira.) Te veo raro con el brillo de la hornalla en
ventana cuando el vidrio se rompió? Era verano. Sí, fue el calor la cara. Te veo mal con ese resplandor... ¡Cada día te parecés
del verano. ¡Los intestinos se me hicieron polvo! más a Senecio, tu padre! ¡Una copia al carbón! El borde de la
boca, los labios. ¡Algo de cura! ¡Cada día más manoseado! (A
CALIBINO Senecio.) ¿Lo ves? (A Calibino.) Te creías la gran cosa. Pensabas
Te disgusto, papá. Lo sé porque das asco. que eras un gran negocio para todos. ¡Fuiste un problema! (Lo
mira.) A ver, Calibino, tu frente está quedando al descubierto.
¡Está expuesta!

110 111
CALIBINO casa...! No vengas aquí a vomitarnos. (A nadie.) Anda con esa
La tuya también, mamá. También la tuya. cara para que le pregunten. ¿Por qué todo es tan confuso? ¿Eh?
No dice nada pero escucho sus gritos y sus malas palabras.
(Teresa 1, vestido negro con un esqueleto pintado.) Lo conozco, ¡espera el momento de escupirnos en la cara! (A
Calibino.) ¿Eh, Calibino? ¿Por qué todo es tan confuso? Lo
TERESA 1 pregunta tu padre. Yo soy de quien saliste. Recuérdame. ¿Por
No me gusta ver esto. qué todo es tan confuso? Vos viniste de mí. (Se toca el cartel.)
Esta palabra va a perforarte la cabeza como un silbido. ¿Por qué
SENECIO todo es tan confuso?
(A nadie.) ¡Chilló la pava! Es la vieja Teresa. Carne y sangre que
Dios me dio. CALIBINO
¿Por qué todo es tan confuso?
TERESA 1
El pelo del nene se puso negro. (Voces desde la heladera.)

TERESA 2 TERESA 2
Mi madre tenía el pelo negro. Nuestro hijo tiene ojos marrones, (Para sí.) Cruzar la vía dos veces. En dos ocasiones, la misma
¡parece un topo! Mira como un topo. Un niño con ojos marrones vía. Cruzar la vía en dos ocasiones. Lo mismo, de la misma
y pelo negro. Un muchacho de treinta años. ¡Un topo gigante! manera. ¿Por qué? (A Calibino.) Tu padre tenía bigote. Cuando
Senecio, tu padre, me besó con su bigote, me envolvió también
TERESA 1 la cabeza en sus manos. ¡Manos de muñeco! Me tapó los oídos
(A Calibino.) Usted ya no tiene el pelo rojo, Calibino. y me hizo atragantar con su bigote. Hoy en día me tapo las
orejas, sola.
TERESA 2
Es el brillo de la hornalla en su cara... SENECIO
(A Calibino.) Soy el espejo en el que tu madre es hermosa.
TERESA 1
¡Dejar la hornalla encendida es quemar dinero! (A Calibino.) TERESA 2
¿Quién te dio los ojos de mi nieto? ¿Quién te dio la voz que él Una verdadera madre. Madre durante los “Domingo de Ramos”.
utiliza? ¿Extraterrestres? Madre rezando en frente de la estufa.

SENECIO SENECIO
Calibino, hijo de una gallina clueca. Hijo con la ropa de tu Madre tejiendo ropa de lana sobre mi cuerpo. (A Teresa 2.)
padre. ¡Copia al carbón! Mantenido, como el cable que sostiene ¿Pensabas que estaba muerto en la silla? ¿Muerto en mi carne?
al ascensor... Niño nacido de una pared. ¿Qué? ¡A llorar a tu ¿Que no me podía mover? ¡Siempre estuve despierto! ¿Puedo
moverme o no puedo moverme?

112 113
TERESA 2 TERESA 2
¿De dónde viene ese olor? (A Calibino.) ¿Vos? Pensar que sos mi (A Calibino.) Te veo mal con ese resplandor. Cada día te parecés
hijo. ¿Te creés que sos mi hijo? Es horrible. Trato de recordar más a Senecio, tu padre. (A Senecio.) Senecio, abrime el frasco,
cuando eras chico... ¡No parecés la misma persona! Y pensar no tengo fuerza. ¿Vos también sentís olor a viejo?
que eras inteligente.
SENECIO
SENECIO Oigan. Hay una vieja y un viejo, ¿quién tiene olor más
Calibino fue a la universidad. putrefacto? ¡El viejo! Porque tiene dos huevos podridos y un
pájaro muerto entre las piernas. (A Calibino.) Si me río no es
TERESA 2 porque me divierta.
(A nadie.) ¡A veces preferiría que se haga el muerto!
CALIBINO
CALIBINO (A Senecio.) ¿Por qué todo es tan confuso? Sigamos el juego.
(Nervioso.) Sigamos, sigamos el juego. ¿No podemos dejar el ¿No podemos dejar el juego? (A nadie.) Hola, llegué a casa.
juego?
(Restos de comida brillan sobre la mesada.)
(La habitación se mueve.)
TERESA 2
TERESA 1 (Para sí.) Restos de comida sobre la mesada. Sobras. La luz de
(A nadie.) Una vez fui a comprar un canario. ¡Jaulas llenas! Se la tele ilumina mi cara. (Mira por la ventana.) Aves que van de
escuchaba uno agudo, se oía muy fuerte. Nati Mistral. Ahora no un lado a otro. Ah, esa historia en la televisión me hizo pensar.
sé si Libertad Lamarque o Nati Mistral. Tardé en localizar quién Ese señor en Hamburgo. Lo encontraron acostado en la cama.
era. Pronto lo vi. Flaco, pelado. Los demás lo picaban. Todos El cuerpo estaba casi negro. Hamburgo, yo nunca estuve ahí. (A
tomaban un poco de él. Era un desastre. Los canarios muerden Calibino.) ¿Supiste la noticia? ¿Has oído las noticias, Calibino?
al que canta lindo. Muerden cantando. El flaquito pelado no ¿Has escuchado...? ¿En qué mundo vivís? Lo repitieron a lo
cantaba lindo porque lo picaran, no. Lo picaban porque cantaba largo del día. Un portero abrió la puerta y encontraron las cartas
lindo. Por eso muerden. apiladas. Nadie lo echó de menos. Se habla así en Hamburgo.
Nadie lo echó de menos. Ni siquiera había olor. Se debitaba
TERESA 2 el alquiler todos los meses. Pagaba el hijo. En Hamburgo. No
(A nadie.) Éramos parecidas con mi madre. Ahora trato de entendí muy bien. Hoy en día, no sé cuál es la dirección para
recordar el rostro de mi madre. (A Calibino.) Te veo raro con el Sáenz Peña, ¡no sé ni cómo ir! (Mira.) Hay aves que van de lado
brillo de la hornalla en la cara. a lado. Lo escuché en televisión. Tengo la sensación de haber
estado en Hamburgo.
TERESA 1
Dejar la hornalla encendida es quemar dinero. (Pasa un tren.)

114 115
CALIBINO TERESA 2
Hola, llegué a casa. ¿Quién me lleva? Sigamos el juego. (A Calibino.) Senecio, tu padre, me gustaba más de militar.
Me encantaba de color verde seco. Yo quería seguir soltera.
TERESA 1 Quedarme soltera. Detener la película y vivir en el medio.
¿Se acuerdan de aquella canción de Montesinos? Esa canción. ¡Partirla al medio! Un día estaba con mis amigas en la vereda
Yo lavaba la ropa mientras cantaba esa canción. (A Calibino.) y apareció en la puerta Senecio, el esperado. Tal como lo
Usted era un niño, Calibino. (A nadie.) Tengo esa canción en esperaba. Supe sin entender quién era. Que era mi marido.
mi cabeza. ¿Era Padilla? ¿Quien escribió La violetera? Ah, esa Escuché campanas. Estaba sin conocimiento. Me vi retocada
forma de cantar. No sé si Libertad Lamarque o Nati Mistral. en la foto de la boda. Fui la foto. Teresa todavía estaba viva.
Teresa, la primera.
SENECIO
(Soñador.) Un canario. TERESA 1
(A nadie.) Formé mi hogar. Desde entonces todo ha ido sin
TERESA 2 incidentes. Mirando hacia el futuro. Esperando con ansia y
(A Calibino.) Hoy es el aniversario de tu abuela. Calibino, felicidad a la que llena nuestro hogar. Una hermosa hija con
¿cuándo vas a regalarnos un nieto? La abuela te va a pedir un peso normal. Recibiendo el nombre de Teresa, después de
nieto. mí. Y el segundo nombre de la abuela, un nombre histórico.
Transcurriendo el día con alegría.
TERESA 1
¡Danos un nieto! (Canta.) “Cómpreme usté este ramito de TERESA 2
primavera. Para lucirlo.” (A Teresa 1.) Mamá, acercate. ¿Estás maquillada? Tenés la cara
enharinada. ¿Te enharinaste la cara? Tu frente está quedando al
CALIBINO descubierto. ¿Te cortaste? Está expuesta.
¿Por qué todo es tan confuso?
CALIBINO
TERESA 2 Esa es mi frente, mamá. Hola, llegué a casa. ¿Por qué todo es
Calibino, ¿viste la pava, el plato nuevo, las plantas? ¿Has visto tan confuso?
el mantel? Se trata de un color “verde nuevo”. Senecio, tu
padre, quería comprar color cetrina. ¿Te imaginás? ¡Ridículo! TERESA 1
Verde nuevo es mejor para comer. El auto, el Dodge, era de El pelo del nene se puso negro. (A Calibino. Le revisa la frente.)
color verde ciprés, ¿te acordás? Senecio, tu padre, quería el Usted ya no tiene el pelo rojo.
mantel cetrina para recordar el auto ciprés.
(Las cañerías cantan.)
SENECIO
Era un verde pálido... TERESA 2
(A Calibino.) Te veo mal con el resplandor de la hornalla. (A

116 117
nadie.) El otro día dejé una hornalla encendida. A media noche Calibino, ¿tenés los zapatos limpios? Usá la alfombra.
me levanté a beber agua. Vengo a la cocina y veo los fierros
al rojo vivo. Cuando apagué la hornalla algo salió. Una pelusa TERESA 2
negra de metal. De metal negro. Yo me sentí así. Tu padre dijo (A Calibino.) Ese regalo que trajiste, ¿es para celebrar? ¿Para
que se llama escoria. Me sentí así. celebrar qué? (A Senecio.) ¿Qué nos trajo? (A Calibino.) ¿Vos
creés que me gusta que traigas eso? Es tu venganza. ¿Creés que
TERESA 1 esa jaula pequeña te protege?
(A Calibino.) Cada día te parecés más a Senecio, tu padre. ¡Una
copia al carbón! CALIBINO
¿Por qué todo es tan confuso? Sigamos el juego. No podemos
SENECIO dejar el juego. Pasemos por alto el canario. Vamos al principio.
(A Calibino.) Los vecinos duermen en camas separadas. No
duermen juntos. Están usando camas separadas. Yo les regalé TERESA 1
una manta para Navidad. Para el invierno. Una manta para dos Tu madre recibió un par de aros, de parte de la señora Rosario.
personas, de dos plazas. Para el invierno. El vecino me preguntó El primer día. No recordando la fecha de los demás obsequios,
si podía cortarla por la mitad. El vecino que tiene parrilla al sólo me queda nombrarlos. Una cuna. Cubiertos. Una batita.
fondo. Al que se le murió un hijo de tu edad. Un vestido. Un mantel de té. Un paño verde. Un anillo con el
diminutivo “nena”. Para mi niña pequeña. Una cadena con una
TERESA 2 medalla. Un babero. Una caja de jabón. Estos fueron los dones
(A Calibino.) Puse en un cajón la manta que usabas de chico. recibidos.
Parece una tontería mantenerla, pero la guardé. Como una meta
a cumplir. Calibino, ¿te gusta este delantal? Te lo doy. Quedate CALIBINO
con este delantal. Soy yo este delantal. Está casi nuevo. No me Ese principio no. Vayamos al principio de esta confusión.
des las gracias, tu felicidad es nuestra alegría.
TERESA 1
(Senecio frota un corcho húmedo contra una botella.) Calibino, tu frente está quedando al descubierto. Está
expuesta.
CALIBINO
Hola, llegué a casa. TERESA 2
(A Calibino.) ¿Qué has traído de regalo? ¿Trajiste las tijeras del
SENECIO destino? (A Senecio.) Tu hijo siempre trae algo entremanos. ¿Una
(Hace la comedia.) Bienvenido. (A Teresa 2.) Teresa, parece jaula? (A Calibino.) ¿Qué me trajiste? ¿Para qué? ¿Por qué? ¿La
que es tu hijo. ¡Vino! Corcho y botella. Tu hijo, ¿a qué vino? trajiste para nosotros? ¿Era necesario? Nadie te pidió nada, nadie
Miralo, es Calibino que viene tosiendo. Parece Calibino por la te preguntó nada. ¡No mires para desafiar a tu madre!
tos. Se trata de él, de tu hijo. Llamaron a la puerta. ¿Dejaron
un paquete? ¿Es un regalo? ¡Un bebé de regalo! (A Calibino.)

118 119
SENECIO CALIBINO
(A nadie.) Vino a buscar sus alas de pájaro huérfano. Vino a (A Teresa 2.) ¿Por qué todo es tan confuso? Sigamos el juego.
heredar la casa. ¡Se cree que tiene cresta de gallo! No podemos dejar el juego. Hola, llegué a casa. Pasemos a la
despedida.
TERESA 2
(A nadie.) Me lo imagino yendo a comprar la jaulita, sin un SENECIO
centavo. Buscando precios. No piensa en la tortura que estamos (A Calibino.) ¿Por qué viniste? ¿A qué? ¿Se va a representar
viviendo. alguna escena? ¿Qué estás esperando? Tiene que ser rápido.

SENECIO (Alfombra quitada bajo los pies de Calibino.)


(A nadie.) ¿Una jaula? Podría haber hecho más.
TERESA 2
TERESA 2 Yo sé que el nene tiene algo que decir.
Nos quiere matar con sus regalos. (A Calibino.) Es hora de que
sepas quién es tu madre. De qué está hecha. Lo que hace. La CALIBINO
que habla. Teresa dos. Yo. Este canario de regalo. Esta corrida al Tengo algo que decir.
almacén. Este cumpleaños repetido. Este dolor en los nudillos
sin supervisión médica. Esta esposa de alguien. Este ama SENECIO
de casa adentro de un ama de casa. ¿Sabías? Estos guantes Se hace la víctima.
perdurables que ensucian lo que toco. Este interior afelpado.
¿Sabías? Esta canción La violetera mientras lavo cuchillos. CALIBINO
(A Senecio.) Yo no me hago tu hijo, yo soy tu hijo.
TERESA 1
“Cómpreme usté este ramito de primavera. Para lucirlo.” TERESA 2
Es.
TERESA 2
Tu madre. Forma garabateada en papel mal escrito. Tarjeta postal. TERESA 1
Mujer contra la hornalla. Pájaro disecado. La doméstica. Piel de (A nadie.) El hijo de la cigüeña ha aprendido a volar.
cebolla. Ropa tendida. Sartén antiadherente. Toalla que cuelga
del gancho. Teresa en su lugar. En su reino. El suelo cubierto por CALIBINO
caca de pájaro. Frente a los cubiertos. La taza de loza. Queriendo ¿Ustedes me extrañan? (A Teresa 2.) ¿Me extrañaste?
decir algo. Queriendo decir. Haber sido actriz como Nati Mistral.
Actriz del año. ¡Algún día la porcelana va a salir por la ventana! SENECIO
Ese día llegará, no hay ventana que alcance. Mientras tanto, el Querías hacer esa pregunta desde que empezamos. Ahora está
plato guarda mi cara. El mantel graba mis gestos y los repite. Las completamente fuera de lugar.
ollas en mi contra. La hornalla silbando.

120 121
TERESA 1 Era verano. Sí, fue el calor del verano. ¡Los intestinos se me
El nene se hizo la cama. Se lustró los zapatos, quedaron hicieron polvo!
iluminados. Se fue paso a paso. Bajó escalón por escalón.
Anduvo como un ciego, mirando sus zapatos iluminados. TERESA 1
Calibino cayó por la escalera. Con un escalón roto en la frente.
TERESA 2
(A Calibino.) Tu habitación es la misma. TERESA 2
El pelo se puso negro.
CALIBINO
¿Vine a bajar las escaleras de nuevo? SENECIO
¿Ése era nuestro hijo? Espero que no. ¿Por qué es tan
SENECIO confuso?
Vamos. Una vez más.
CALIBINO
TERESA 2 Repetir la misma cosa. Lo mismo.
Tenemos que deshacernos de esa pequeña jaula.
TERESA 1
(Murmullo que proviene de Teresa 1, 2 y Senecio, Amanece caluroso, sin incidentes. Amenazando lluvia. Después
interminablemente vivos. Calibino de rodillas, delante de la de la cena, jugamos “a la treinta y una”. Fui al dentista. Me
casa medio sumergida.) sacó dos colmillos, quedando en regresar dentro de dos meses,
cuando las encías estén secas. Hermoso día. La niña es mala.
CALIBINO Nos divertimos mucho. Llueve bastante. La niña tiene sus días.
Sigamos el juego. No podemos dejar el juego. Vamos a hacerlo Está más juguetona. Duerme por la tarde. Fuertes lluvias. Todo
en cámara lenta. La escalera es un plano inclinado. Salgo, toco va bien. Por la noche, el tejido.
los barrotes de la ventana como si jugara. Trepo como el atleta
que todos esperaban. Las manos quedan libres. Se sueltan. TERESA 2
Picoteo con fuerza “los quiero, los quiero”. Alguien pone papel Sentada en el borde de la cama. No puedo soportar. Las piernas
de diario debajo mío, para limpiarme tanta felicidad. no se mueven. Tomo una aspirina, no hace bien. Ganas de
hablar. Retirar la funda a los muebles. Un día me quedo en la
TERESA 1 cama. Un día voy a quedarme en cama. El canario no canta, hay
Es el aniversario. que darle tiempo. No tener a quién decir las cosas, tui–tuí.

SENECIO
Yo estaba sentado y vi los vidrios rotos. Vidrios rotos de la •
ventana. Vi quebrarse el vidrio en la ventana. ¿Había un
pájaro? ¿Un pájaro en la ventana cuando el vidrio se rompió?

122 123
Un canario fue publicado en Teatro americano actual. Nueva dramaturgia de
Buenos Aires compilado por Guillermo Heras. Ediciones Casa de América,
España 2001.

Texto leído por Alejandro Tantanian dentro del marco de Panorama Sur,
proyecto de cooperación entre Asociación para el Teatro Latinoamericano,
Siemens Stiftung, Goethe Institut Buenos Aires, Centro Cultural de España
en Buenos Aires, Museo Evita, y Cedip del Centro Cultural Recoleta.
Auditorio MALBA Fundación Costantini, Buenos Aires 2011.

Actualmente en etapa de ensayos con el siguiente equipo: Alejandro


Ojeda, Ana Schmukler, Andrea Czarny, Gonzalo Córdoba Estévez, Guillermo
Hermida, Miguel Israilevich y Tian Brass.

Ars moriendi integró el texto Partes del libro familiar que ganara el 2º Premio
en el 7º Concurso Nacional de dramaturgia organizado por el Instituto
Nacional del Teatro. Jurado integrado por Jorge Accame, Javier Daulte y
Rubén Szuchmacher. Primera publicación en ´teatro/7´ (obras ganadoras)
Colección Premios, editorial InTeatro 2007.

Partes del libro familiar fue estrenado en el teatro elKafka, Buenos Aires 2008.

Elenco: Matías Panelo, Eduardo Peralta, Teresa Murias, Matilde Ríos


Escenografía y vestuario: Mercedes Arturo
Asistencia escenografía y vestuario: María Belén Del Mazo y Catalina Tagliafico
Iluminación: Fernando Berreta
Música y sonorización: Guillermina Etkin
Diseño gráfico: Mariana Rovito
Fotografía: Ximena Martínez
Asistencia de dirección: María Elena Acuña
Dirección: Paula Andrea López

www.librodisociado.com.ar/marionetas/
Clave: partes

124
Elementos del paisaje

(Selección de apuntes para el Proyecto de Producción Espectacular de la


Licenciatura en Actuación Escénica del IUNA Mecanismos del cortejo.)

P oeta negro

Dondequiera que hayan venido a pasear, a quien quiera que


hayan venido a visitar, por las simples callecitas, el agua chupa
cuerpos dormidos, la humedad nos persigue. Cae la sombra de
la fábrica donde yo trabajaba. Oigo la queja de unos linyeras
despertándose. En primer lugar, la puerta que da a Nicasio
Oroño. Es de noche, las flores se pudren en los ojos, los perros
meando la pared que dice corruptos hijos de puta. Debajo del
cartel, un hombre flaco, se le apagó el fueguito. Los árboles
recién plantados, la bocina del 47 rompe la niebla.

Al volver de la escuela, acompañándome todo el camino,


hombres altos vestidos de mujer. Alguien los putea desde la
otra vereda, un padre. Mi casa estaba al lado de la vía. Alguien
silba en la esquina, bolsas rodando al paso del tren y no hay
tren que pasa. Ir hacia la boca del subte y de vuelta a donde
empezamos. Las palomas siguen en el aire, el ahogo de la
cuadra en completo silencio. (*)

Pueden llamarme como quieran, a través del olor de la grasa


del pelo, gris, agitando las manos tratando de explicar algo.
Música que necesito para entender mis ideas. Veamos poco a

127
poco. Cada uno en su cama de flores, cada voz dando vueltas. En serio, te invito.
Las monedas del mundo en los ojos. El mundo, un latido que No, gracias.
golpea por mí. El mundo más allá de los bloques de cemento. ¿Estás aburrida?
Otro gran año en todo el cementerio. No, no.
Igual tenés que esperar el tren.
(*) Texto incluido en la performance Recuerdos valiosos ejecutada por Blixa No tarda mucho a esta hora. Seguí diciendo lo que estabas
Bargeld (Einstürzende Neubauten) en el Goethe-Institut, Buenos Aires 1994. diciendo.
Bueno, estábamos en la fiesta de los chinos y los chinos
empezaron a golpear a un hombre.
Dicen que lo violaron.
C hancho cebado Dicen, no se sabe. El chino le pegó, el hombre estaba sangrando.
Lo llevaron a aquella parte.
Vení, sentate. Vamos, que va a tardar el tren, tenés tiempo. Hay un chiquero.
Vamos a decirte desde cuándo comemos chancho. Lo arrastra al chiquero y lo tira, lo deja adentro del chiquero.
No sé si le interesa. Pensamos que al tiempo iba a salir. Era hora de irnos. ¡La
Te vamos contando y vemos. mierda nunca mató a nadie! Y ahí mismo las chapas empiezan
Contalo bien. a temblar.
Vos viste cómo fue. El chiquero tiene chapas alrededor.
Yo estaba. Se escuchan gritos. El chino está de vuelta con una escoba y le
Acá, donde estamos, es el paradero del San Martín. Los vuelve a pegar. Pa pa pa, le pega.
coreanos vivieron allá. Seguí.
Tenían huerta. Corrimos todos. La policía vino a ver. Vos viste, miran y se van.
Todavía la tienen, algunos se quedaron. Ahí quedó la cosa.
Tienen huerta. Pero cuando nosotros pusimos el bar, no estaban. Los chinos tenían un cerdo gigante. ¿Estás aburrida, te interesa?
Tuvimos fonda y después café. Hacíamos catering. Un día, los chinos se fueron y dejaron al chancho.
No había nadie. Cuando abrimos el puestito los chinos no Se iba a morir. Lo sacamos con una manta.
habían llegado. Un día, un viejo chino se acercó y dijo: Vamos ¡Qué manta! Lo sacamos con la red de vóley.
a cultivar y criar ganado. Bueno, con la red de vóley. Era un chancho gigante. Había
En el baldío aquel. Un páramo. venido de alguna parte. No sé nada de animales.
Resulta que hicieron una fiesta. Lo acostamos ahí.
Esto empezó a funcionar como un campo. Era como ella de largo.
Nos invitaron a la fiesta. El hombre que tiraron al chiquero estaba adentro del chancho.
Ese chino hijo de puta. Nos invitó y después hubo que pagar Lo encontraron en la mierda.
la bebida. Estaba metido adentro del chancho. Se lo llevó la justicia como
Toda la comida china servida... ¿Querés un trago? prueba.
No. Le dimos unos billetes a la policía y nos quedamos con el

128 129
chancho. Lo abrimos con un machete. que tengo que hacer. Es buena conmigo. Yo la quería más que
Con el cuchillo de pan. a mis hermanos. Ella me amaba y yo la amaba. Fue la única
¡Ella quería juntar la sangre con una cuchara! persona que tenía en la vida.
¡Estaba muerto!
Lo limpiamos con el cuchillo del pan. Pasó la noche colgado de
la viga. Así lo templamos. •
Picamos toda la mañana.
Ahora está en la heladera.
Tuvimos que cortarlo para que entrara. Mecanismos del cortejo se estrenó en el teatro elKafka, Buenos Aires 2009.
Lo curamos con la hornalla.
Elenco: Gonzalo Álvarez, Lidia Epsztejn, Miguel Israilevich, María Eugenia
Y desde entonces comemos carne de cerdo. López, Agustín López Pavan, Tamara Raschcovsky, Noelia Sciancalepore,
Ana Laura Urso, Constanza Viceconte
Caracterización y maquillaje: Noelia Sciancalepore
Diseño de luces: Juliana Benedictis, Paola Costamagna (Alumnas del Taller
G ajito Proyectual I de la Licenciatura en Iluminación de Espectáculos)
Foto: Alejandro Ojeda
Una vez, le armé un ramito de flores para su cumpleaños a Diseño gráfico: Miguel Israilevich
Entrenamiento corporal: Agustín López Pavan
mamá. Para el cumpleaños de mamá. Me pasé toda la tarde Asistencia de escenario: Gonzalo Álvarez
poniendo los tallos juntos, eligiendo el color. Las arranqué Coordinación de producción: Sergio Spinella
de las tumbas, y agregué hojas de helecho para adornar, del Coreografía: Diego Starosta
Dirección musical: Tian Brass
helecho serrucho. Entonces escuché la campana de la iglesia, Directora asistente: Lorena Ballestrero
sabía que estaba en problemas. Debía estar en casa en cinco Dirección: Luis Cano
minutos, y estaba muy lejos. La cuestión es que tenía que estar
Gracias a Ale Ojeda, Analía Fedra García, Betina Bróccoli, Carlos Fos, Celina
en casa. En casa tenía que llegar puntual. Estar puntual a la Silveyra, Centro de Estudiantes de Artes Dramáticas, Cristian Drut, Diego
hora de comer. Corrí. Quería llevarle un ramo lindo a mamá. Starosta, Estela Castronuovo, Gabriel Cabrera, Gabriel Peralta, Gabriela A.
Quería tener una mamá linda con su ramo de flores. Era el día Fernández, Jorge Silva, Lucía Flotta, Mabel Leguizamón, Mónica Berman y
Paula Travnik.
de su santo, por eso le llevaba un regalo. Su cumpleaños. ¡Y era
tarde! Mi hermano mayor había comido y se había ido. El menor
estaba sentado haciendo la tarea. Le di el ramo a mi madre y
se puso feliz. Me tomó de la mano y me llevó a su habitación.
Dijo que me iba a castigar por haber llegado tarde. Estaba bien,
me correspondía. Mamá era estricta con la hora. Me dijo que
me desnudara. Tiré la bombacha y me dijo agachate. No sabía
si me iba a pegar. Esperé, tenía miedo. Entonces agarró el tallo
del helecho y lo puso en mi cola. Pero yo sabía que era porque
me amaba. Yo quería ser grande para hacérselo a otro. Mamá www.librodisociado.com.ar/marionetas/
me quiso, era difícil para ella. Cuando estoy mal, me dice lo Clave: elementos

130 131
Aviones enterrados en la playa

Escribo textos que no son libretos en el sentido habitual, a


veces escribo más música para sonidos y para voces, partituras
todavía sin orquestar esperando la colaboración de los demás.
Me siento muy indeciso y reescribo constantemente. La idea
de un texto final me hace temblar pero también sus temas me
resultan extraños, tanto como lo serían para cualquiera. Más
de una vez descubrí que el tema era diferente y solo tenía que
confiar en mi intuición y seguir adelante; para ello aguardo a los
actores y artistas de otras disciplinas, para crear con ellos y con
los materiales que pongo a su disposición... Después de todo
un autor siempre es alguien perdido en medio de sus textos.

(Fragmento del proyecto presentado al Premio ARTEI,


Buenos Aires 2012.)

El pescador

PESCADOR
Nadie vive más de dos minutos en el agua, es la corriente, si
uno mete la mano se congela, si nos atenemos a que- ¡Está en
el aire! Acá nadie sabe del muelle de antes, acá nadie sabe
de nada ni de la primavera anterior ni del muelle de antes ni
de nada- El muelle roto por la marea está abajo de éste lleno
de resortes, ahí viven la brea el pizco le dicen pizco porque
pellizca, dicen que aprieta fuerte el pizco. Viven ahí, son peces
que remueven la arena. Le dicen brea o tono es lo mismo.
El rorro también vive abajo pero nadie lo vio, como en un

133
hormiguero viven viven como hormigas como hormigas vivas, del mejillón- Aquella piedra no es un flotador. A menos que el
algún día voy a estudiar el tema... A uno le dicen pez resina ahogado se agarre de la boya pero la boya marca doscientos
porque la resina es ámbar la resina es color ámbar y parece metros, ¡es mucho! Doscientos metros, la marca de la boya, ¡no
goma caucho parece, como el benjuí el acíbar, peces llenos vuelve! Este es un buen muelle, ¿nos ponemos a pescar? Usted,
de grasa, se siente como un pegamento al masticar, ¡dolor de ¿hace tiempo hasta que llegue otra persona qué hace, espera a
muelas de pensar cómo viven! alguien más? Se lo pregunto en confianza.

(...) (Los brazos del pescador casi con independencia de su


propio cuerpo señalan el muelle, el pueblo, la playa, según va
PESCADOR nombrando las cosas.)
Todos aquellos palos asomados inclinados eran las astas del
muelle anterior, son como cuernos esos palos que miran por PESCADOR
encima del agua- Es el muelle perfecto, justo al final de mi calle, nadie molesta-
Va a dejar su caja de pesca por ahí no le conviene, usted no
(Hablar es como trazar con un lápiz sobre el papel sin levantar quiere tener que ir y venir, traiga ese trasto. Lo mejor es tirar la
la mano de la continuidad del trazo. El pescador mastica línea y esperar.
minuciosamente cada palabra que sirve a esa voluntad sin la
cual no habría ninguna razón para hablar.) (Atardece.)

PESCADOR PESCADOR
Abajo, el muelle está envuelto de pinches, ahí anda el pizco Ya está sombreando sombrea enseguida ennegrece todo, va a
pellizcando. Durante un tiempo se quedan ahí mientras tienen ver. ¡Tenemos cebo blanco para toda la noche! Tenga cuidado
todo servido en bandeja. Tienen las paredes cubiertas de con el peso de la plomada, si la carga demasiado- Tiene una
mejillones, tienen todo el aceite de los barcos, después dejan caña delgadita usted, se nota igual que conoce, se nota- Yo uso
se van- Una vez vi una costilla de algo... (Trata de aligerar su esta barrita de plomo, mantiene el equilibrio y no engancha
comentario.) Si en la mañana baja la marea va a ver usted nunca. Mientras el tiempo nos acompañe, ¡el tiempo está con
también una costilla de algo. ¿Necesita carnada, anzuelo? Yo nosotros, el aire es bueno!
digo para animarlo. En esta época prefiero el cebo blanco- En
los años de venir acá a usted nunca lo vi, usted nunca se vio (Suena un vals rebalsado hecho con ruidos, una música borrosa.
por acá- Los dos de pie en el muelle miran en diferentes direcciones.)

(...) PESCADOR
¿Usted sabe algo acerca de la pesca submarina? No sé qué decir
PESCADOR cuando me hablan de pesca sumergida- Abajo no se sabe no se
¿Ve la piedra cubierta de mejillones? Los mejillones son afilados, puede pescar donde no se conoce, ¡imagine lo oscuro que debe ser,
cualquier ahogado que venga se despelleja tocando la cáscara terrible! Uno acá tiene la noche, la noche está aquí, apenas se ve-

134 135
(Unas gaviotas cantan una canción.) (...)

PESCADOR MUCHACHO
En cuanto a esos animales del fondo son como salamandras, ¿Y eso cómo es, eso, qué es eso? El mar trajo algo una sorpresa
salamandras con un traje brillante, ¡son como antecedentes una cosa revuelta una bola de soga, ¡qué no sé lo que es! No
de los humanos! Traje la fresquera el cajón cuatro cervezas, estaba hace un rato, fue recién, parece una magdalena gigante,
mantiene frío con una lata de anticoagulante, tampoco es nieve ¡qué no! (Cínico.) Parece una magdalena para comer y una
pero están bien- magdalena que sufre-

PADRE
El muchacho Santi.

MUCHACHO
MUCHACHO Tengo que ir a casa tengo que volver, me espera-
Este es el canal que viene del pueblo de la gente el canal, ¡qué
no! Ayer puse un barco en el canal y vi cómo se lo llevaba, PESCADOR
lo trajo acá un barco de papel hecho de diario... Abajo del La madre estaba esperando-
muelle es el mejor lugar, esta viga sostiene el muelle como
los durmientes de la vía del tren, ¡qué no! Lo mejor es venir y MUCHACHO
llegar al muelle, meterse abajo del muelle cuando no hay nadie, Algún día el marinero va a conseguir un pez espada, va a recibir
cruzar la playa meterse abajo del muelle, ¡como los perros! en las manos un pez volador, ¡qué no! Lo veo luchando con el
anzuelo golpeando contra las maderas-
PADRE
Santi. PADRE
Santi.
MUCHACHO
Mamá no me deja, corto camino por la playa vengo y me acuesto MUCHACHO
en la orilla me estiro las patillas con saliva, ¡qué no! Tengo que volver a casa, en casa puedo mirar por la ventana
puedo ver el bote viejo- Papá le decía cachucha un bote lleno
PESCADOR de aceite que a nadie le importa, a nadie le importaba, ¡lo vi
Siempre venía el pibe este, venía a esta playa, era el lugar nadar durante años, que no! Un bote a motor, pasaba desde el
donde el pibe venía a jugar con el padre. Todo eso fue antes- barranco hasta el canal, mi primer recuerdo-

MUCHACHO
Un día el marinero va a sacar un pez espada, ¡qué no, algún
día! No es marinero pero igual, además usa piloto el marinero.

136 137
PADRE PESCADOR
Santi. Trataba de calcular el año en que el padre... No sé si entiende,
el pibe se olvidó adrede que un día el padre dijo “ah” y dejó de
MUCHACHO respirar, no sé si-
Hace mucho papá me llevó al muelle, sí, me trajo me dijo que
era nuestro, que sería nuestro muelle para siempre- Algún día MUCHACHO
toda esa viga todo eso, algún día, algún día el marinero va a El marinero va a tirar la línea, ¡qué no! Tira la línea hasta donde
conseguir un pez filoso- no se ve, llega lejos y salpica pero nadie ayuda-

PESCADOR PADRE
Fantaseaba el pibe, ¡era fantástico! Había leído libros de Santi.
aventura y se creyó los nombres inventados que le ponemos al
pescado- MUCHACHO
Papá decía que este lugar era el cimiento de un hotel, un
MUCHACHO naufragio, ¡qué no! Nuestro muelle un hotel que se llevó el
Ese muelle estaba desde antes que llegara el marinero, el mar, perdido-
pescador, le digo el navegante pero es un pescador- No sé
cuánto tiempo tiene el muelle, de cuándo es- (El muchacho le PESCADOR
habla a un lobo marino varado.) ¿Vos sabés? Yo digo, si el padre muere, ¿a quién le contamos? ¿Usted
nunca habla?
PADRE
Santi. MUCHACHO
Vino un extraño uno nuevo, habla con el marinero. El extraño
MUCHACHO parece disfrazado no sé, tendrá casa, ¡qué no!
En casa tengo tenía un lápiz marca BALANCE 210 y pensaba
que doscientos diez era el año, pensaba que el lápiz tenía PADRE
doscientos diez años y yo tengo diez- Santi.

PADRE MUCHACHO
Santi. ¿Papá? Ahora tengo que volver a casa, en casa hay un libro
que se llama Lejos y al mismo tiempo un libro de folclore,
MUCHACHO leí un capítulo porque vos dijiste que lejos y hace tiempo la
Mamá está esperando en casa, en casa, en casa voy a mirar playa era un lugar sin dirección sin obrajes ni casas y ahora
las fotos para adivinar el año, en qué año hicieron el muelle y la cantidad de personas ni se cuenta- Papá vos me mandabas
cuando vea las fotos va a salir el año- a juntar plástico tirado residuo plástico, yo cuidé esta playa,

138 139
¡qué no! Cien ojos en la arena, me cansé mirando arreglando el MUCHACHO
coso- Dos años después no tuve ganas no quería... En Semana Parece disfrazado.
santa en época de podar la tapia cuando vos- Yo le pasaba el
rastrillo a la arena haciendo formas, no cobraba comisión por LOBO MARINO
hacerlo, después juré que no vendría más entonces, entonces- En definitiva están pescando, no tengas miedo no te vieron
Tengo que irme pero me quedo. La playa tenía cerca, cerca de están ocupados confundiendo el anzuelo con la carne, hasta
alambre, alambrado tenía- que no me vean tengo una oportunidad... Soy un lobo marino
ya ves. A tu padre le gustaba decirme chancho de agua, tu
PADRE padre sí-
Santi.
PESCADOR
MUCHACHO En resumen, la historia del lobo marino varado, ¿sabe? El viento
Papá vos eras alto como el muelle, mamá decía que me parezco los juntaba-
a vos, ¡qué no! Papá, ¿eras médico? Me enteré después porque
en casa no parecías, parecías un padre. Uno ve al pescador es LOBO MARINO
un pescador, ¡qué no! Me ve a mí me ve a mí, pero vos- ¡Por qué mirás al pescador y al del piyama esos dos no te
pueden ayudar, tratan de pescar, si no hay peces! (...) Tengo
que hablar. Esperé el momento para hablar tengo necesidad
El lobo marino veamos, vos sos el chico que mantuvo esta playa te estoy
hablando- No sabés lo difícil que fue venir no creo que aguante
LOBO MARINO mucho más, podrías estar quieto, tengo algo que decir necesito
Tengo que decir tengo que hablarte. Saliste de tu casa, eh. que escuches con atención- Tengo una botella de plástico en
Como verás no soy una magdalena ya ves, seguramente no la garganta no la puedo escupir retengo saliva, como ves no
entiendas por supuesto- soy joven me pregunto si te das cuenta, deberías- El caso es
que necesito ayuda para escupir la botella cuando hablo se va
PESCADOR atorando en la garganta, está ahí-
A mí me llama la atención que usted haya venido en piyama,
no es habitual. No quisiera ofenderlo pero el algodón absorbe, y PESCADOR
venir con una tela de algodón es raro. Después si lo tratan mal Supongo que vamos a hablar más tarde, ¿o no?
no se queje-
LOBO MARINO
LOBO MARINO Tuve que esperar hasta que esos dos se nublaran de cerveza y
Hace rato que esos dos pescan en el muelle, esos dos peces van cuando se hizo borroso vine, salí del agua... Bueno ya te pregunté.
a estar algún tiempo ahí, ¿los viste? Uno vestido de pescador
y el otro- (El pescador tararea una canción.)

140 141
LOBO MARINO cualquiera y seguir adelante pero la botella me ahoga como
¿Terminó la canción? Me dije voy a esperar hasta que esos dos un hipo en el cuello, ¿por qué no me ayudás? Lo que pido es
se aburran se pongan tristes y apaguen la linterna, voy a esperar lástima, tenés razón esta época no tolera ternura, pero por favor
hasta que se encierren en sí mismos entonces voy a pedirle al poné tu mano en mi boca, ¿no vas a responder?
chico que me ayude, al chico que cuidaba la playa que tejía
sombreros de paja- Te pido que me escuches, ¿no te gustaría PADRE
responder sí o no? Santi.

PADRE LOBO MARINO


Santi. Tu padre me llamó balumba porque soy gordo, tu padre atendía
a los viajeros, atendía las lesiones en los barcos a vela. Tu padre
LOBO MARINO puso su mano en la boca de extraños. (...) Podemos imaginar
Necesito que pongas tu mano dentro de mi boca, tengo que lo que va a suceder si la botella queda ahí, así que voy a cerrar
preguntarte si vas a hacerlo. los ojos. Abro mi cara ya oscureció podés poner tu mano y
arrancarme el biberón la botella va a resbalar, no hay que hacer
MUCHACHO fuerza se desliza- A menos que te muerda el brazo. (No tengas
... en cuenta lo último que dije.) Y cuando arranques la botella
podremos ir a nadar, vamos a nadar y flotar a los tumbos-
LOBO MARINO
Hasta hoy éramos dos nadies y no creo que eso haya cambiado, PESCADOR
no puedo esperar no aguanto tengo que respirar no te estoy Usted me habla más tarde, ¿de acuerdo? Porque si sigue
pidiendo que juegues a tirarme peces, ¿estás escuchando? frenando y no habla, en algún momento va a explotar-
Seguís mirándome pero no estás respondiendo- Después
podríamos nadar, la tarde terminó las luces ya no lo son, LOBO MARINO
podríamos nadar en la madrugada- Sé que hay baba y restos Aquellos del muelle no nos ven, es de noche, es de noche
de pescado alrededor de la botella, no puedo decir que no te porque cerré los ojos.
vaya a morder, estoy pidiendo algo inmoral, ¿qué vas a hacer?
Somos dos desconocidos y no hay razón para poner tu mano PADRE
dentro de mi boca pero no puedo pedírselo a nadie más. Debés Santi.
estar pensando en tu respuesta. Voy a acostarme como un
rollo de cuerda como una magdalena gigante, igual que una LOBO MARINO
magdalena- Voy a dormir un poco, estoy mareado tengo que Te pido una solución, poné la mano en mi garganta, lucite. No
aflojarme. Mientras hablamos me agrieto la piel, en estos puedo sostenerme casi no puedo respirar, ¿no me vas a ayudar?
momentos siento los huesos fracturándose en estos momentos Si no vas a hacer nada volvé a casa, corré antes que todos mis
ya no soy joven- Si la botella estuviera rota me daría un hilo agujeros se vacíen-
de esperanza a través del cual respirar podría quejarme como

142 143
El padre
ahí pero no lo podía ver, ¡un fantasma! ¿Le asusta la historia?
PADRE Lo hago para que usted tome valor y diga qué le pasa. Los
¿Se fue? No pude venir antes, ¿por qué salió corriendo por hombres nunca hablan pero los pescadores sí. El punto es que
qué corre eh por? ¿Cómo estás? Una vez te saqué una botella el fallecido lo llamaba “Santi”, “Santi”...
de plástico, hacé memoria. Los chanchos de agua no tienen
memoria- ¿A qué vine? No sé por qué te estoy hablando PADRE
balumba no sé qué digo, ¿cómo llegué? Mejor me voy, vos estás Aquellos aprendieron tu nombre gracias a mí... (Frío.) La verdad
dormido. esta playa me dejó de gustar. Soy un pez fuera del agua y vos
también, ¿el viento te puso sordo? Por lo menos no roncás-
PESCADOR Este lugar parece más chico, ¡qué importa! No es mi trabajo y
¿Entiende lo que quiero decir? Las tres historias ocurrieron aquí. nunca lo fue, ¡qué no! Lástima no ver a Santiago, parece más
alto, ¡no lo pude ver! No me hubiera reconocido, ¡ni me vio! Yo
PADRE le enseñé la desconfianza, un niño necesita desconfiar. Voy a
Los que están en el muelle, el pescador se quedó callado y el escribir algo en el muelle en la pared voy a dejar algo escrito
otro el extraño empieza a sentir ganas de hablar. Ese hombre para Santiago, entonces va a saber que estuve va a reconocer
parece una historia terminada... Voy a caminar, no sé por qué mi letra manuscrita, probablemente no. ¡Lástima no verlo! Voy
pensé que tenía que venir, no me gusta aparecer sin previo a dejar un mensaje en la arena, algo fácil de borrar cuando
aviso, una visita de médico, ¡ni siquiera eso, qué no! Allá la quiera olvidárselo: quie ro que cui des es ta pla ya tu padre.
cresta de las olas suelta vapor.
PESCADOR
MUCHACHO ¿Me va a decir lo que anda mal? Le dije mis problemas, lo que
Papá decía que este lugar era el cimiento de un hotel, un pasa en el fondo, lo que hay- Después la historia del muchacho
naufragio, ¡qué no! Nuestro muelle un hotel que se llevó el que hasta hoy no sabe a dónde ir. El lobo marino que, bueno,
mar, perdido- no hubo caso, nadie atendió. Le dije del fantasma que camina
por la playa- Ahora, si usted no me da nada a cambio, me quedo
PADRE dormido. Hasta mañana, señor. ¡Sepa qué hacer con su intestino!
Espero que Santiago se esté arreglando bien. Vine caminando,
estuve afuera, caminé mucho- Aquel viene a ser Santiago eh
¡Santi! Oí a tu padre que te llama ¡Santi! Tu padre te llama y El hombre en piyama
se lamenta, mi voz te sigue llamado durante la noche ¡Santi!
¡Santi! ¡Santi! ¿Por qué no mirás a tu padre? Tu padre nunca HOMBRE EN PIYAMA
deja de llamar, es como el viento que recorre la playa. ¿Escuchás Eso debe ser un delfín un paquete que flota lo anoto
el eco a lo largo de la playa? ¡Santi! ¡Santi! ¡Santi! mentalmente, quiero olvidar lo que digo olvidar lo que estoy
diciendo, hace años pasé por lo mismo ahora vuelvo me olvido
PESCADOR de lo que digo. Olvido el último minuto en la entrada del hotel
El padre no era consciente, lo llamaba al pibe, el pibe estaba un lugar lleno de gente el último minuto, el sol por la ventana,

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toda la escena al salir del hotel un montón de perros atados a el misterioso, es que no tiene respuesta. Eso debe ser un delfín,
un palo, muestras de cariño regando la vereda la gente ama señalo un paquete que flota- Oiga le digo algo que sucedió hace
los perros los perros tienen necesidades apoyan las narices tiempo, aquel era un delfín no menos inteligente que yo sin
húmedas en sus necesidades... Los imagino conteniéndose brazos ni manos pareciendo feliz con los demás delfines... Julia
en sus hogares durante días lluviosos. (Los ojos miran atrás no quería tener un hijo en su cuerpo.
y sonríe.) Me olvido... Hace algunos años salía del baño
empapando la alfombra, el mismo hotel entonces salí del baño (...)
y me acosté en el suelo besando la alfombra apoyando mi nariz.
El hotel una mutual de los años sesenta, escribí mi nombre en HOMBRE EN PIYAMA
el registro con la sensación de haberlo hecho antes, de haber Aquel día imaginé que volvíamos al auto y que el auto no estaba
pasado por los mismos lugares- Se me olvida el anzuelo que se había ido, quedábamos abandonados en la playa podíamos
encontré en la orilla, perdido y recuperado, olvidado debajo de decir no se sabe dónde estamos... Julia mostró las llaves, dijo
la cama. Olvido que había comprado frutillas de estación, me yo sé, ahí estaba el auto abollado de Julia estacionado al sol
olvido de las palabras y de los cambios de tema, olvido que preguntándose dónde está la gente- (Dichoso.) Me olvido olvido
trajimos unas butaquitas en el baúl del auto, se me olvida que las fotos fotos en las que no veo nada olvido las palabras no
en un momento corrí a la orilla y después no supe qué hacer, dichas olvido la tarde en la terraza sin charla Julia vestida con
me olvido que agarré una rama podrida y la tiré al agua olvido partes de mi piyama olvido lo cotidiano la frente de Julia donde
que enseguida volvió a mis pies olvido que volví a tirarla esta yo trataba de leer algo olvido el viento olvido las butaquitas
vez hasta el medio del Atlántico. Olvido cuando ella dijo que clavadas en la arena, tiempo, ¡pido tiempo!
mi cuerpo era más joven que mi cara o viceversa, olvido cuando
dijo que mi cuerpo era el de un hombre de otra época, que había (...)
esperado mi cuerpo cada noche. Olvido que corrí para meterme
en el resplandor del sol, olvido su mano en la cremallera, olvido HOMBRE EN PIYAMA
el auto olvido cuando viajaba de acompañante metido en esa (Poco a poco, cada vez menos.) Julia se quedó en silencio, no
burbuja de metal y vidrio olvido la ruta olvido que recitaba en hice preguntas me quedé sin habla como cuando miento como
voz alta los carteles olvido el cielo amarillo olvido mi cuerpo si supiera- Ahora me olvido olvido la cantina de pescadores
sentado como un feto preguntando cuánto tiempo más van a donde afortunadamente los mozos no actuaban como si nos
soportar estas vértebras olvido el contorno de su cara mientras conocieran, olvido que ponían un balde con cubos de hielo,
conduce olvido las sandalias junto al acelerador olvido el ir y olvido en la otra mesa a la pareja que nunca habló, olvido en
venir del limpiaparabrisas barriendo insectos olvido su pelo la esquina a la familia ruidosa, olvido que comí cangrejo y que
castaño... Julia. Julia tijereteando palitos chinos haciendo volar el caparazón parecía confite, olvido el juego de paletas, olvido
granos de arroz... (Al pescador.) ¿Sabe? Hoy me levanté a las la blusa de Julia arremangada, Julia enojada cuando perdió el
seis y llegué a la orilla, vine a ver lo que trajo el mar, vine en partido le echó la culpa a su paleta rajada, yo mismo tirando un
piyama como un fantasma, ¿duerme? Diga, qué se puede decir, gran globo- Llevando zapatos en la mano para no despertarla,
qué se puede decir sin la amenaza de una historia de amor sin un esbozo de Julia que parecía una caricatura, la noticia de
que una mentira venga a ocupar nuestros lugares... No se haga la enfermedad de su padre meses más tarde convertido en un

146 147
hombre enojado gritando a los médicos y pidiendo inyecciones, Primer título: Muelle de pescadores.
el médico explicando que sin morfina era más doloroso. Me
Obtuvo el Premio ARTEI a la Producción de Teatro Independiente 14º
olvido que lo vi una sola vez a través de un vidrio lo vi hacer aniversario, otorgado por la Asociación Argentina del Teatro Independiente.
algunos movimientos, me olvido. Jurado integrado por Alicia Leloutre, Berta Goldemberg y Roberto Perinelli.

Se estrenó en la sala NoAvestruz espacio de cultura, Buenos Aires 2012.


(El viento trae huellas de lejanas canciones divertidas, con
armónicas tocadas por los pescadores, con acordeones.) El muchacho: Federico González Bethencourt
El hombre en piyama: Francisco Grassi
El lobo marino: Leonardo Murúa
HOMBRE EN PIYAMA El padre: Román Lamas
(Muy tranquilo.) De vuelta en el auto de Julia cruzo mis dedos El pescador: Mauricio Minetti
entre la nuca y el posacabezas, me olvido de todo, del botón
Diseño de iluminación: Ricardo Sica
de la camisa, Julia me cosió un botón enorme era una camisa Dirección de voces: Tian Brass
vieja con puños carcomidos de las camisas que se usan para Música: Federico Marrale
siempre... Olvido cómo rompí el parabrisas con la mano cómo la Escenografía y vestuario: Mercedes Arturo
Asistencia de escenografía: Luna Rosato
insulté y le pedí disculpas. Olvido cuando dijo ya no te conozco, Operación de luces: Ayelén Pedemonte
ya no sé no sé- Julia se quedó en silencio. Piezas gráficas: Laura Rovito
Pre producción: Lucila Piffer
Producción ejecutiva: Alejo Sambán
(...) Producción artística: Constanza Balsátegui
Coordinación de producción: Gabriel Cabrera
HOMBRE EN PIYAMA Asistencia de escenario: Diego Becker
Asistencia de dirección: Micaela Picarelli
Olvido cuando nos volvimos a encontrar en una fiesta, vestidos Dramaturgia y dirección: Luis Cano
de fiesta, después de saludar a los invitados Julia dijo hola. El
mantel me recordó la alfombra del hotel, el mantel me recordó Gracias a Ale Berón Díaz, Amanda Bisciotti, Ana Nieves Ventura, Aníbal
Duarte, Cecilia Zuvialde, Gerardo Omar Picarelli, Germán Rodríguez, María
el hotel, el mantel el hotel- Había un ramo de flores en el suelo Ángela Anastasio (Angelita), María Horton, Mariana García Guerreiro, Mecha
y no teníamos a quién agradecérselo... Me olvido, olvido cuando Fernández, Nélida E. López, Solange Bonfil y Tulio Billone.
dejé la habitación cerrando la puerta suavemente, se me olvida
el sol insoportable y las gaviotas ciegas... (Se vacía.) Terminó
la historia. Dijimos algo que no puedo recordar, Julia miró su
reloj, dijo tenemos unos minutos, y yo ¿cuántos, cuántos? Julia
estaba feliz de haberme cosido el botón. En algún momento me
dejó apoyar el brazo sobre su espalda.

148 149
POESÍA

La poesía es una experiencia y es diversión. Es probable que la


consuma una pequeña parte de la sociedad pero yo sueño que
el público, naturalmente, llegue a la poesía.
Escribo teatro pero pienso poesía, hago teatro pero escribo
poesía. ¡No sé si alguna vez podré ser de otra manera! Prefiero
la poesía antes que el circuito de teatro, y esta preferencia
podría convertirse en realidad.
Aviones enterrados en la playa es un esbozo. Voces de nuestra
situación y de nuestro humor. Actores casi inmóviles, con algo
de abstracción como Buster Keaton, irónicamente uno de los
actores más reales que he visto. Personajes más cerca de la
mirada que del hacer. “Por un lugar en el que desprenderse de
los llantos que los colman” dice Marguerite Duras.
Si encontramos audiencia podré sentirme comprometido,
¡y también en peligro! Si el tiempo se suspende y logramos
convencerlos sin alienar. No tenemos nada que ver aquí, pero nos
colocamos en este lugar donde vaciarnos.

(Texto del programa de mano de Aviones enterrados en la playa.)

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150
SECCIÓN

Ensayos y errores

El teatro no admite piedad.


Brook
Y sin embargo

Siempre hubo algo de la figura de Beckett, y de su obra, que


produjeron en mí una muy fuerte identificación. Si tuviese que
precisar algunos de esos instantes en los que su nombre me
atravesó y constituyó fue cuando, siendo muy chico, y gracias
a una salida con la escuela, fuimos al teatro San Martín a ver
Esperando a Godot. Año 82. Una puesta en escena de Hugo
Urquijo. No tengo muchos recuerdos sobre lo que vi ni sobre el
elenco. Sólo sé que ese día pensé que “teatro” era eso que había
visto. Después me di cuenta de que había otros teatros. Pero yo,
en lo personal, nunca más pude salir de ahí. También recuerdo
perfectamente el momento de la muerte de Beckett. Recuerdo
fotos de él en el diario La Nación que hicieron que también me
identificara con él, por más tortuosa que haya sido en mí esa
identificación. Porque siempre que publican una foto de él, usan
imágenes que expresan sufrimiento, dolor. Y a mí no me gustaba
asociarme con una figura tan tortuosa en términos personales,
porque era como obligarme a tener que encarnar el dolor. Pero
cierto día apareció en mí una foto, otra foto de Beckett, en la
que está sonriendo, y con una sonrisa plena, honesta. Y ese día
cambió incluso mi modo de leer y de pensar su obra, porque
sentí que esa sonrisa tenía que estar presente en su obra, que
un hombre con esa sonrisa no podía ver sólo el desencanto.
Siempre me pregunté por qué a la industria cultural le gusta
publicar las otras, la de las arrugas y las manos huesudas. Y creo
que tiene mucho que ver con alimentar el mito Beckett, que él
también se encargó de construir. Hay relatos que colaboran con
el mito: haber confesado que después de 1950 no leyó nada

155
más, como forma displicente de vincularse con el mundo de la Reportaje narrado de Federico Irazábal para la Revista TEATRO nº 101.
cultura de su tiempo, o los permanentes comentarios negativos Complejo Teatral de Buenos Aires, 2009.
sobre su propia obra, en tanto obra inacabada. Pero yo insisto
ahora en el hecho de que en realidad su obra también sonríe.
Está regida y atravesada por un impulso de vitalidad; que
encuentra problemas para realizarse, lo concedo, pero siempre
como punto de partida. ¿La obra de Beckett que prefiero? Final
de partida. La dificultad del hijo para irse de casa y salir del
dominio del padre. Otro aspecto que siempre me impactó es
la continuidad de su obra. Hay un plan de autor que parece
haberse iniciado con las primeras obras, y haber seguido con
la exploración de esos mismos planteos pero llevados, cada vez
más, al extremo. Como si hubiera dejado algunos problemas
expuestos en unas obras para continuarlos en las siguientes. Y
este modelo beckettiano de escritura, de una obra que progresa
y reflexiona sobre los propios medios creativos es lo que se
convirtió, muy fuertemente en mí, en modelo. Si tuviese que
decir cuál es elemento de su obra que más me atrae, que más
me seduce, diría que es el carácter concreto que parecen tener.
Siempre está planteando problemas prácticamente físicos.
Su obra es aquello que uno ve, y no “discursos sobre”, y esto
hace que uno se enamore de la obra. No tratan sobre algo,
son ese algo. Esto ocurre con la memoria; Beckett no hace
discursos sobre la memoria, pone en escena el mecanismo del
recuerdo. Trabaja con el lenguaje, intenta nombrar sabiendo
de antemano sobre su imposibilidad, y sin embargo... La obra
es ese intento. Su obra es un “sin embargo”, un “todavía”.
Parece estar hablando sobre el desencanto cuando en realidad
es lo contrario. Aunque sepa que no podrá, lo intenta. Pura
vitalidad, como sus personajes, ahí arrojados, pero aún. La
espera beckettiana es la posibilidad de hallar un tiempo en el
que algo de ese no poder, sea posible. Y cuando se ve al mundo
y la existencia de ese modo, es imposible no sonreír.

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156 157
Cama de manivela

REFRESCOLA
Si usted no puede, no puede. Oiga, Cara de crema, mi viejo. ¿Se
acordará de mí? Refrescola. Soy yo, Refrescola, ¿se acuerda?
Cara de crema, yo, Refrescola.

CARA DE CREMA
Claro, tenía que ser. ¡Quién iba a ser! Refrescola. Quién iba
a ser si no. (Pausa.) Acuéstese de nuevo. Ahí, de nuevo en
su cama. Donde usted está. Acuéstese. Acostarse, ¿entiende?
(Pausa.) Qué mierda de tiempo, ¿eh? Tiempo de mierda.

REFRESCOLA
Cara de crema, mi viejo, es lindo volver a verlo, después de
todo. ¿Cuánto? Años. Los años han pasado, ¿no?

CARA DE CREMA
Lo mismo digo. Lo mismo digo. Así como así, es como es.
(Pausa.) ¿Y qué cuenta? ¿Qué dice usted? Diga.

REFRESCOLA
Mire, yo vivía con mis padres. Vivía con ellos. Un día me llamaron
al servicio militar. Me enviaron una carta para presentarme. La
carta llegó y fui a presentarme. Llevé la carta. La carta decía
que tenía que ir.

CARA DE CREMA
Sus padres.

159
REFRESCOLA REFRESCOLA
Vivía con ellos. Estuvieron de acuerdo. De acuerdo en que me Azul, ¡usted lo sabe! La fábrica, a la vuelta de la esquina. La
presentara. Ellos querían que me presente. A ellos les gustaba bicicleta azul estaba ahí.
el servicio militar. Querían hacerme cumplir con el servicio. Me
presenté llevando la carta. CARA DE CREMA
Verde. Era verde.
CARA DE CREMA
Debió de ser un gran año para usted. Debió haber sido. REFRESCOLA
Había ahorrado. Tenía un trabajo horrible. Terminaba en
REFRESCOLA octavos de final. ¡Dios mío! Todos los días. Humo manchado
Usted sabe cómo pasan los años. Un día, otro. ¿Usted todavía en los bordes de la boca. ¡Dios no quiera! ¿Dónde estábamos,
está aquí? Usted está para quedarse, porque tiene cuerda, Cara Cara de crema? (Pausa.) En que había ahorrado para comprar
de crema. la bicicleta.

CARA DE CREMA CARA DE CREMA


¿Llora? Veo, veo. Hay lágrimas, llore usted. No quise sacar Era verde.
un tema triste. (Pausa.) En mi época, ¿se acuerda? Usted
debe acordarse. Tuvimos tiempo, tuvimos tranquilidad, usted REFRESCOLA
recordará cómo eran las cosas. Helado, por ejemplo. Recuerdo En avenida Beiró.
los helados. Cuando uno piensa.
CARA DE CREMA
REFRESCOLA El calor en los huesos. Los helados. ¿Se acuerda? Tanto calor
(Pausa.) Gustos son gustos. El helado, baldes plateados. nos iba a derretir.
Mujeres con delantales. Ay ay todos, todo eso.
REFRESCOLA
CARA DE CREMA Pedaleando. No había nadie en la calle. Como a caballo. Esas
En los asientos de madera, comiendo helado. ¿Se acuerda de los mañanas frías de antes. Mi bicicleta en el frío. Sin parar hasta
asientos de madera? Sentarse a comer helados. Los asientos. la noche.

REFRESCOLA CARA DE CREMA


La bicicleta que compré. Marca India. Una bicicleta azul Me sorprende que recuerde.
extraordinaria. Un azul extraordinario. La vi en la fábrica y la
compré. Marca India. Ay, el olor de la fábrica. REFRESCOLA
Dando vueltas alrededor de la General Paz.
CARA DE CREMA
No, no azul. Verde, era verde.

160 161
CARA DE CREMA CARA DE CREMA
Me lo dijo. Como una bandera sin viento.

REFRESCOLA REFRESCOLA
Cuando me cansaba, me acostaba en el terraplén. Al borde de Mis padres querían que cumpla el servicio militar, que cumpliera.
la General Paz. Llevé la carta. Yo fumaba, a nadie le importaba. A veces fumo.
Justo me dieron ganas en este momento. Ahora. Acá tengo uno.
CARA DE CREMA Los meten a presión en el paquete. Cara de crema, ¿recuerda el
Ya no podemos verla. primer cigarrillo negro? Un golpe en la garganta. Los cigarrillos
negros. ¿Tiene un fósforo?
REFRESCOLA
Tirado en el pasto. Transpiración. Al borde de la General Paz. CARA DE CREMA
Puedo acordarme de aquellos terraplenes. No en este momento.

CARA DE CREMA REFRESCOLA


Baños públicos, rellenos sanitarios. Le conté que llevaba la carta. ¿Dónde estábamos?

REFRESCOLA CARA DE CREMA


Ese invierno, el césped helado. Todo aquello. Cuando uno piensa. Cuando se incorporó al servicio militar.

CARA DE CREMA REFRESCOLA


(Pausa.) ¿Cuánto hace que no tiene la bicicleta? Piense. Era verde. Eso fue todo. Me habían llamado. Infantería. En Bahía Blanca
pero no lo recuerdo. Un infante. No es como recordar qué pasó
REFRESCOLA ayer. Un bebé. Había una plaza en Bahía Blanca. Un fotógrafo.
¿Usted siempre tuvo el mismo peinado? Tenga cuidado con Un fotógrafo viejo, de plaza. Con un cajón para sacar fotos. Un
alguien que se peina igual toda la vida. Siempre la misma mata hombre viejo. En medio de la plaza. Fuimos un día. Fuimos a
de lechuga aplastada. El pelo. perder el tiempo. Tuvimos un día. Un día de descanso. No me
acuerdo los nombres de las calles. El fotógrafo de cajón, de
CARA DE CREMA pie, justo en el centro de la plaza. Me dijo “quiere una foto”. Yo
Usted no tiene y todavía se peina. A eso le llaman experiencia, estaba uniformado. En uniforme. Había salido por un día. En
¿verdad? medio de la plaza. Quién sabe dónde. “¿Quiere una foto?”

REFRESCOLA CARA DE CREMA


Acá estamos. Aquí. (Pausa.) Bahía Blanca está lejos. ¡Como Nueva Delhi! Me
destinaron al parque Pereyra Iraola. No había nada. Solo una

162 163
antena. La antena era importante porque tenía hilo de cobre. CARA DE CREMA
Grandes bobinas de alambre. Iban a robar el cable. El cobre. Yo Refrescola, a veces le hablo como a un padre. También, a veces
cuidaba la antena. Tenía mis cigarrillos. Nada más. le hablo como a un niño.

REFRESCOLA REFRESCOLA
Tengo reuma. Hay que vivir.

CARA DE CREMA CARA DE CREMA


Eso se lleva en la sangre. Lo dirá por usted. A veces uno piensa que vio algo y después se
da cuenta que no vio nada.
REFRESCOLA
Mi madre, a los treinta, no podía doblar la cintura. Cuando REFRESCOLA
quería castigarme, yo me arrastraba. Me escapaba gateando. Qué largo se hace. ¿Hasta cuándo? Ahora, incluso más tiempo.
Como un soldado. A los cuarenta años no podía mover un Más que antes.
músculo, mi madre.
CARA DE CREMA
CARA DE CREMA No sé de qué habla.
El reuma es una enfermedad de todos los tiempos.
REFRESCOLA
REFRESCOLA Ahora no sé.
Amoníaco y trementina, es lo único que podemos hacer.
CARA DE CREMA
CARA DE CREMA Usted lleva sobrenombre.
Toco madera.
REFRESCOLA
REFRESCOLA Me lo pusieron. Y la señora Cara de crema, nunca nos visita.
Estábamos hablando. ¿De qué cosa estábamos hablando? ¿Cómo es? Ni asoma la nariz. ¡Pobre alma! La señora Cara de
Hablábamos de algo. crema.

CARA DE CREMA CARA DE CREMA


Tenía que ver la antena. Eso no fue ahora. Yo era un soldado. Me gustaría un cigarrillo. La gente es grosera. Mi abuelo decía
Cuidaba las bobinas. Un bebé. ¿Qué podía hacer? “Los jóvenes se van y los viejos quedan”. Los jóvenes se van y
los viejos quedan.
REFRESCOLA
Un momento en la vida. REFRESCOLA
No sé de qué habla.

164 165
CARA DE CREMA CARA DE CREMA
Mire aquella cama. Tiene un globo de gas atado a los barrotes. ¿Cómo se siente?
¿La ve? Aquella. Con la silla de hierro al costado. La silla de
hierro parece una visita imaginaria. ¿Ve usted la cama? Tiene REFRESCOLA
un hombre acostado. Un hombre vendado. El hombre vendado Tiene piel de gallina.
está acostado. ¿Lo ve?
CARA DE CREMA
REFRESCOLA Está vendado.
Algo retorcido.
REFRESCOLA
CARA DE CREMA Menos los ojos.
¿Qué tal si le damos la bienvenida? Llegó ayer. Es el último.
¿Qué tal un saludo? CARA DE CREMA
Está triste.
REFRESCOLA
¿Cómo está? ¿Cómo se encuentra? REFRESCOLA
Vamos a ver, en mi bolsillo tengo un pastel, y en el otro bolsillo
CARA DE CREMA tengo un bollo. ¿Usted prefiere una torta o un bollo? (Pausa.)
No se preocupe. En este bolsillo tengo un pastel, y en el otro bolsillo tengo un
bollo. ¿Qué prefiere? ¿Una torta o un bollo? Piense. (Pausa.)
REFRESCO ¿Un pastel?
No parece tan mal.
CARA DE CREMA
CARA DE CREMA Medialunas.
Podemos acomodar la cama. Tiene manija. La cama. La cama
tiene un mango. Qué gracioso. Podemos usar esta palanca REFRESCOLA
para estirarlo. ¡Acá tengo una torta! Llora. Tiene lágrimas. No toqué ningún
tema triste. Acá no hay papá ni mamá. ¿Le damos vuelta a la
REFRESCOLA manija?
Una doli tuá. ¿Dolió?
CARA DE CREMA
CARA DE CREMA Se debe girar para el otro lado.
Se frunce.
REFRESCOLA
REFRESCOLA La cama es buena.
Debe haber que girarla para otro lado.

166 167
CARA DE CREMA CARA DE CREMA
Este hombre no lo pensó antes de venir. Me pregunto si habrá vida en otros planetas.

REFRESCOLA REFRESCOLA
Esa tos está fea. Nos da la salud.

CARA DE CREMA CARA DE CREMA


Parece contorsionista. Yo estoy sano como una ostra. Fumaba cigarrillos.

REFRESCOLA REFRESCOLA
Deberíamos habernos dedicado a esto. ¿Piensa en el futuro?

CARA DE CREMA CARA DE CREMA


¿A qué? Tengo la fantasía de vivir en una casa.

REFRESCOLA REFRESCOLA
A la farándula. Es la fantasía de todo el mundo.

CARA DE CREMA CARA DE CREMA


Dijo algo. Un día voy a cumplir mi sueño. ¿Tiene planes?

REFRESCOLA REFRESCOLA
Que no le servirá. No sé adónde nos llevan estas conversaciones.

CARA DE CREMA CARA DE CREMA


¿De quién es esa pancita? Tampoco sabemos dónde las tenemos. Una vez mi padre me
dijo que esperara. Me habló de la resignación. Todavía puedo
(Pausa.) escucharlo. El año de su muerte. Tengo ese recuerdo tan fresco
como el pasto recién cortado.
REFRESCOLA
Estamos aburridos. Igual que cuando estábamos de guardia. REFRESCOLA
(Pausa.) El nombre de mi hijo es Alfredo. Alfredo se casó con Greta.
(Pausa.) Ellos viven en Rosario, tienen hijos. Eva es el nombre del bebé.
Imagínese el resto. Es más de lo que un hombre puede hacer.

168 169
CARA DE CREMA Nota: Casi diez años antes del primer ciclo Txi vi una cama que
Este hombre vendado tiene un poco de vida. Piense, Refrescola. me impresionó. No parecía útil para sanar. Era más bien una
Podría haber estudiado y ahora estaría contándonos historias. máquina para estar enfermo. Era tan común. El mecanismo
Pero no sé. Quizá le gustaba andar en bicicleta. (Pausa.) Me hacía un chillido como de cuchillas. Entonces pensé: Alguien
fumaría un cigarrillo. El último. tiene que manejar esa cama. Podría haber un joven dormido
y un anciano operario, ¿por qué no? En mi escritura encontré
una frase que nunca pude entender: “Los jóvenes se van y
• los viejos quedan”. La frase sonaba a Lear o a la reescritura
de Lear hecha por Beckett. Sigo sin explicarme qué significa.
También aparecieron recuerdos personales. La escritura me ha
1º Premio del Concurso Autores Noveles organizado por el Instituto de Artes permitido recordar. Tiendo a pensar que no tengo memoria. No
del Espectáculo y la Facultad de Filosofía y Letras (UBA). Jurado integrado
por Elena Sagaseta, Perla Zayas de Lima, Francisco Javier y Luis Agustoni. soy olvidadizo, literalmente no creo que tenga memoria sino
Premontado en el Teatro El Ojo por Ricardo Sassone con el elenco de la que la memoria me tiene a mí; recuerdo lo que ella quiere.
Fundación Cultural Universitaria, Buenos Aires 1992. Escribí Cama de manivela imaginando a un par de viejos girando
Dedicado a Tian Brass. una manija y escuchando recuerdos. Digo estas cosas con la
tranquilidad de que no implican ninguna indicación escénica.
Se estrenó en el Centro de Experimentaciones Contemporáneas, Rosario 2012. A más de veinte años es una alegría que Txi Rosario nos dé
Cara de crema: Mauricio Minetti cabida para su realización.
Refrescola: Eduardo Pavelic
Escenografía: Lorena Kaethner y Mariana Díaz
Música: Tian Brass Gracias a las Abuelas de Plaza de Mayo filial Rosario, a Claudia Piccinini,
Vestuario: Lorena Kaethner Cristina Carozza, Escuela Provincial de Teatro y Títeres y a Romina Bozzini.
Diseño y fotos: Cachi Bratoz
Asistente de dirección: Julia Augé
Dirección: Mariana Díaz

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170 171
Cangrejos

(Zamudio prende un fósforo. Usa una botella como portavela.)

ZAMUDIO
Mi padre me dijo que este país es una olla grande: en cuanto
hierve, sube lo podrido.

(Zamudio se calienta la mano con la llama. Está babeando de


frío.)

CHIQUELA
Apagá la luz.

ZAMUDIO
Me pregunto.

CHIQUELA
Apagá la luz.

ZAMUDIO
Vos no dormís. Me pregunto por qué. ¿Sabés qué día es hoy?

CHIQUELA
Hace tres días que no duermo.

ZAMUDIO
Hace tres días que te hacés el dormido.

173
CHIQUELA ZAMUDIO
Apagá la luz. Te levantaste mal.

ZAMUDIO CHIQUELA
Vos te hacés el dormido y yo miro la vela. Tengo frío.

CHIQUELA ZAMUDIO
Dejame dormir. ¿Vas a seguir acostado? Chiquela, ¿vas a seguir acostado?

ZAMUDIO CHIQUELA
No tenemos comida. Estoy pensando.

CHIQUELA ZAMUDIO
Dejá de gastar vela. Levantate.

(ZAMUDIO abre el paquete.) CHIQUELA


Mi cuerpo dice que no.
ZAMUDIO
Esta carne está llena de gusanos. ZAMUDIO
¿No se quiere levantar?
CHIQUELA
Si hubieras apagado la luz no los habrías visto, te habrías CHIQUELA
comido la carne y yo estaría durmiendo. No se sienta.

(Zamudio toca a Chiquela con algo parecido a un remo.) ZAMUDIO


Debe ser un tendón. Chiquela, ¿ves este paquete? Vas a salir y
ZAMUDIO llenarlo de comida.
Tenés que buscar comida.
CHIQUELA
CHIQUELA Afuera te comen.
Apagá la luz.
ZAMUDIO
ZAMUDIO Tenemos hambre.
Me pediste que te despertara.
CHIQUELA
(Chiquela se levanta, se choca contra la pared y cae.) ¿Qué hora es, Zamudio?

174 175
ZAMUDIO (Tiempo. Un ruido. Zamudio prende un fósforo. Chiquela está caído.)
Menos cuarto.
CHIQUELA
CHIQUELA Hablé con otras personas, Zamudio. Estaba el hombre que
Dame una mano. abusó del chico y no pagó. Estuve hablando con una señora
que estaba muerta y no contestó.
ZAMUDIO
Ni hablar. (Tiempo.)

(Tiempo.) ZAMUDIO
Esa polilla da vueltas a la llama desde ayer. Debe haber volado
CHIQUELA kilómetros.
Siempre hacemos todo dando muchas vueltas.
CHIQUELA
ZAMUDIO ¿Algo nuevo? ¿Novedades?
Para hacerlo de la manera fácil hay que dar muchas vueltas.
ZAMUDIO
(Chiquela sube a los hombros de Zamudio.) Tenemos ladrones.

ZAMUDIO CHIQUELA
Tenemos suerte, seguimos juntos. ¿Vas a volver trayendo ¿Has visto?
comida?
ZAMUDIO
CHIQUELA He visto, Chiquela. ¿Trajiste comida?
Chau. No pienses mucho.
(Chiquela saca algo envuelto en un trapo sucio.)
(Chiquela sale a través del techo. Tiempo. Zamudio apaga la
vela. Tiempo.) ZAMUDIO
¿Tiene gusanos?
ZAMUDIO
Se me duermen los dedos. Anoche prendí la vela para mirarme, (Chiquela va hacia Zamudio. Le pega una trompada en la
porque me parecía que tenía morcillas infladas en vez de nariz. Tiempo.)
dedos. Quería comerme los dedos, porque no los sentía y eran
morcillas. (Tiempo.) Escuché que la gente juega. Escuché CHIQUELA
personas jugando o algo así. Me acurruqué a escucharlos. Buen día. Cuando uno llega le dicen buen día.

176 177
(Zamudio se agarra la cara con la mano.) ZAMUDIO
¿Me das tu cuchillo?
CHIQUELA
Estoy cansado. (Chiquela va hacia Zamudio. Le pega una trompada en la nariz.
Zamudio se agarra la cara con la mano. Tiempo.)
ZAMUDIO
Los gusanos no se cansan. ZAMUDIO
A veces pienso en los perros callejeros. Los perros callejeros.
CHIQUELA Cavan. Podrían encontrarnos.
Voy a dormir.
CHIQUELA
ZAMUDIO Podrías encontrar una esponja para limpiarte esa cara.
Alguien podría pisarlo y no saberlo. Al gusano.
ZAMUDIO
CHIQUELA Yo no tengo nada que ver con el agua.
Me duele la espalda.
CHIQUELA
ZAMUDIO Ni siquiera fue la mano real. Un toquecito con la mano
Los gusanos arrastran el cuerpo. muerta.

(Tiempo.) (Tiempo.)

CHIQUELA ZAMUDIO
Fui a buscar comida. Hablé con otras personas. Estaba el ¿Puedo pedirte prestado cuatro dólares?
hombre que abusó del chico y no pagó. Estuve hablando con
una señora que estaba muerta y no contestó. CHIQUELA
Tengo dos.
ZAMUDIO
¿Por qué pegás? ZAMUDIO
Dámelos y me debés dos.
CHIQUELA
El buenos días. Una costumbre. CHIQUELA
Tomá. (Le tira de rastrón unas monedas.)
(Tiempo.)
ZAMUDIO
¿Cuándo me vas a pagar los dos dólares que me debés?

178 179
CHIQUELA Zamudio se pone el paquete como una capucha. Tiempo.) Soy
Ando seco. un pedazo de carne que piensa.

ZAMUDIO CHIQUELA
Si querés te presto. Ojalá algún día recuperes tu cara de payaso.

CHIQUELA ZAMUDIO
Está bien. Soy un pedazo de carne podrida. (Tiempo.) Una polilla se paró
en mi brazo. Quiero comer la polilla, pero la polilla me come.
ZAMUDIO Quiero comerme los callos. El cerebro es blando y también se
Tomá. (Le tira las monedas de rastrón.) puede comer. Me gustaría distinguir la comida de los gusanos
de nuestra comida, ¿cuál es cuál?
CHIQUELA
Gracias. CHIQUELA
A veces no me doy cuenta si hablás por la boca o por el culo.
ZAMUDIO
Ahora podés pagar. (Tiempo.)

CHIQUELA ZAMUDIO
Tomá dos. (Tira las monedas de rastrón.) ¿Estamos a mano? ¿Estás hablando?

ZAMUDIO (Zamudio se quita la capucha. Tiempo.)


Todavía me debés dos. Prestame el cuchillo.
CHIQUELA
CHIQUELA ¿Estás mirando un póster?
Tomá. (Tira el cuchillo de rastrón.)
ZAMUDIO
(Zamudio empieza a apuñalar el paquete.) Es de noche y no vemos.

CHIQUELA CHIQUELA
¿Qué estás haciendo? Los ojos te brillan.

ZAMUDIO ZAMUDIO
Estoy matando a los gusanos que se comen mi carne. (Tiempo. Chiquela.
Zamudio abre el paquete. Tiempo.) Pienso. Me pregunto si este
paquete está vacío. O si tiene comida y nadie me avisó. (Tiempo.

180 181
CHIQUELA CHIQUELA
¿Lo qué, Zamudio? Si das de comer a alguien te apuñala. No se puede explicar.

ZAMUDIO ZAMUDIO
Acá tengo el cuchillo. Tengo problemas para entender qué estás diciendo.

CHIQUELA CHIQUELA
¿Para robar? No estoy diciendo nada. Yo digo, vengo todos los días caminando.
A pie, todos los días. Vengo de a poco. Me dejo caer adentro.
ZAMUDIO Como una piedra. Cruzo la playa antes del amanecer. Y siempre
Para los que roban. estoy pensando en la ciudad, donde mis amigos.

(Tiempo.) ZAMUDIO
¿Qué?
CHIQUELA
Hoy vi algo por ahí, allá afuera. Estoy pensando y pienso en lo CHIQUELA
que vi allá afuera. Por ahí. Hablé con otras personas. Donde duermen y viven. (Tiempo.) Me doy cuenta de que la
carne no alcanza por hoy. Porque necesitamos carne para
ZAMUDIO mañana. Cada pedazo de carne es otro día. Pero a medida
¿Hablaste? que masticamos algo podrido entre los dientes estamos bien,
¿verdad? No sé. Me duele la espalda.
CHIQUELA
Estaba el hombre que abusó del chico y no pagó. Estuve (Tiempo.)
hablando con una señora que estaba muerta y no contestó.
ZAMUDIO
ZAMUDIO ¿Cómo va todo por ahí?
Esta comida ya estaba comida. (Tiempo.) Deberías pedir
perdón. CHIQUELA
¿Afuera? La lluvia sigue lloviendo. ¿Por qué no nos callamos?
CHIQUELA (Tiempo.) Mi padre pescaba. Tiraba la red. Sacaba cangrejos
Tuve hambre. enredados. Yo les hablaba. Un día me dijo “¿Querés jugar con
uno?” Y nos miramos. Con el cangrejo. Nos miramos. “¿No
ZAMUDIO querés jugar?” Dijo mi padre. Yo le tenía miedo al cangrejo.
¿Por qué hiciste eso? Tenía miedo de que el cangrejo me hablara. A veces me acuerdo
de mi padre. De pesca. “¿Querés jugar con uno?” Me dijo.
“No”, le dije. “No juego, tengo miedo.” “Tomá”, entonces mi

182 183
padre lo aplasta con una piedra y me salpica la cara. “Les tengo Se estrenó en la sala Teatro Abierto del Teatro del Pueblo, dentro del
miedo, papá. Me temo que les tengo miedo.” Sí. Mi padre y el ciclo Género chico coordinado por Rubén Szuchmacher. Coproducción del
Teatro Municipal General San Martín. Invitado a participar del I Festival
cangrejo. A veces me acuerdo. Internacional de Buenos Aires, 1997.

(Tiempo.) Chiquela: Enrique Otranto


Zamudio: Gonzalo Urtizberea
Escenografía y vestuario: Pepe Uría
ZAMUDIO Dirección: Silvia Baylé
Tuviste un golpe de calor.
Gracias a Bernardo Carey, Lautaro Graciosi y Ramiro Agüero.

CHIQUELA Primera publicación en Libros del Rojas, volumen coeditado por Editorial
Vos te pusiste blanco cuando viste el paquete vacío. Recién. ¡Te Universitaria de Buenos Aires EUDEBA y publicaciones del CBC - UBA.
Buenos Aires 1997.
vestiste de blanco, Zamudio! ¿Estoy soñando? Dejá. (Se queda
dormido.) Nos vemos mañana. Tenemos gusanos. Apaguemos Versión revisada para un ciclo organizado por el Área de Teatro de la
la vela y dejemos que lleguen todos nuestros gusanos. (Se tira Subsecretaría de Cultura de Mendoza junto con la Carrera de Artes del
Espectáculo de la Universidad Nacional de Cuyo. Sala Provincial Luis
un pedo y apaga la vela.) Politti, 2006.

Actualmente en etapa de ensayos con el siguiente equipo: Julia Augé, Lorena


• Kaethner, Luciana Giacobbe, Mariana Díaz, Mariano Farrán y Tian Brass.

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Clave: cangrejos

184 185
Pieza para títeres

PABLA
No te escuché entrar.

CARA DE NIÑO
Estaba en el jardín, papá fue a trabajar, y yo “Cara de niño”
volví por el pasillo contando las baldosas. Ahí encontré este
vidrio. Culo de botella tirado. Lo agarré y casi me corto. Es de
las botellas que toma tío Alberto. Tío Alberto habla de mujeres.
Se pone rojo. Anilina parece.

PABLA
¡Un día se nos fríe en vino ese Alberto!

CARA DE NIÑO
Pabla, ¿querés saber lo que hace cuando está solo? ¡Desde
el techo puedo ver lo que hace! Cuando camina por el patio.
Cuando la abuela Toto lo reta. Le pone un plato de comida y
se lo aleja. El tío Alberto estira el brazo y no llega. Intenta dos,
tres veces, pero no lo suficiente... Tío Alberto se cansa y dice
que va a la cama.

PABLA
Siempre imaginando historias. Vamos. Tu padre quiere todo
listo para cuando llegue. ¿Querés un vaso de leche?

CARA DE NIÑO
Tío Alberto me dejó probar vino. Pabla, me gustaría ser tu hijo.

187
Ir de la mano con vos. Todo el mundo vería que nací de un color mis amigos.
diferente. Dame un vaso de leche blanca, Pabla. No la calientes.
Esta mañana puse la botella en la heladera, en cuanto llegó el ENFERMERA
lechero. Dejé la botella vacía en la calle. Y las monedas. Pabla, Se terminó la última botella cloroformo. Lo mismo que el éter.
todavía falta para la cena. ¿Tengo que morirme de hambre? Un Voy a hablar con el niño para distraerlo y que no sienta mientras
día no hay nada. Al otro, cenamos en la Costanera. No tengo lo coso.
ropa. Después me visten con un traje para la Comunión. Pabla,
¿te dije que encontré un vidrio? En el suelo. No hay que tirar CARA DE NIÑO
culos de botella al suelo. Estaba sacando la cáscara del queso...

PABLA PABLA
Tomá este queso y callate. ¡El queso hace crecer el pelo! Enfermera, ¿va a tardar? Dejé una nota para el señor. Estaba
nerviosa y tengo tan mala letra...
CARA DE NIÑO
También las uñas. Pero si alguien come la cáscara, se muere, ENFERMERA
¿sabías? Voy a raspar el queso con la cuchilla. Me corté. Me falta limpiar la herida.

ENFERMERA PABLA
Tengo gente esperando. ¿Qué pasó? Me duermo parada. Sin silla.

CARA DE NIÑO ENFERMERA


¿Me habla a mí? Pabla, ¿prefiere esperar afuera?

ENFERMERA PABLA
Que no se resbale de la camilla. ¡Es un niño! Como usted me diga. Y que “Cara de niño” haga lo que se le
ordena. Agradecido de ser bien tratado.
CARA DE NIÑO
Usted tiene olor a desinfectante. CARA DE NIÑO
Pabla se preocupa por mí.
ENFERMERA
Carota linda. ¿Usted es ayudante en la verdulería? ¡Por lo ENFERMERA
descarado! Se cortó el dedo. Hay que acostarse. ¡No saben lo Hijo, ahora tiene que mirar a la pared y no hablar.
mucha gente que vino hoy!
CARA DE NIÑO
CARA DE NIÑO ¿Puedo cerrar los ojos? Pabla, no me dejes; la enfermera tiene
¿Me van a coser? ¡Voy a tener una cicatriz! Le voy a mostrar a una aguja.

188 189
ENFERMERA botellas y las revistas viejas. Me escondo a leer abajo de la escalera.
Usted tiene que aprender a comportarse. Revistas viejas. Me gusta vivir lo que leí. Creo que si pudiera
concentrarme en los dibujos... El problema es que las revistas
CARA DE NIÑO chupan humedad, y las páginas se rompen en la mano...
Pabla a veces se queda dormida en la cocina, preparando la
cena. Se apoya en una pierna y se queda dormida. Se duerme ENFERMERA
Pabla. A veces se acuerda de algo y se ríe, dormida... Hablando Ahora empezamos con el hilo. Este hilo es grueso, lo tengo que
de la cena, ¡me volvió el hambre! arrastrar. Ponga su hombro en mi rodilla. Mueva así la cabeza.

ENFERMERA CARA DE NIÑO


En la heladerita hay soda. No sé su nombre.

CARA DE NIÑO ENFERMERA


Yo tomo vino. Tinto y fresco. Roxana. Si no está quieto, voy a coserlo en cualquier parte.
Un nudo más. Señor, hemos terminado con este punto... ¡Otro
ENFERMERA nudo y listo! Puede agarrar mi guardapolvo.
Entonces no le ofrezco nada.
CARA DE NIÑO
CARA DE NIÑO ¿Qué edad tiene?
¿Por esa puerta no entra nadie? Si hubiera un accidente, alguna
víctima inconsciente... ENFERMERA
Quieto.
ENFERMERA
¿Inconsciente? Qué palabra. ¿Tiene miedo? Mire la piel de pollo CARA DE NIÑO
que tiene. Voy a curar ese corte. Agarre la camilla. ¡Tiene que ¿Terminó con el parche? Roxana, usted me toma por un niño.
aceptar los puntos que le dan! A veces usted es un niño... Deme
la mano para que lo cosa. ENFERMERA
Míreme a los ojos mientras lo coso. Dígame algo.
CARA DE NIÑO
¿Cosa? Me quema. CARA DE NIÑO
En casa hay un jardín que va de pared a pared. No se oye
ENFERMERA ningún ruido. A veces salto la medianera. Salgo a la calle.
Compórtese como un hombre. Dígame algo. Voy pasando la avenida. Llego a lo de Marisa. Tiene jardín
delantero, pileta atrás. A veces me quedo en la puerta. Arranco
CARA DE NIÑO los malvones. A veces me imagino que entro en casa de Marisa.
En casa hay una escalera. Abajo de la escalera guardan las Que no hay nadie. Voy a través de la sala de estar, llena de

190 191
cuadros. Alfombras, jarrones. Me imagino a Marisa sentada en Cuaderno de 2001. Texto dedicado a Adrián Divastiano, Alejandra Bertolotti,
el sofá. ¡Nunca había visto una casa de gente rica! Voy por un Alejandro Szadurski, Andrea Chinchilla, Carlos Aguirre, Claudio Nachman,
Eduardo Gondell, Facundo Castelli, Julian Howard, Julieta Vallina, Laura
pasillo. Subo la escalera. En casa de gente rica se dice “las Melillo, Mario Marino, Marina Svartzman, Martín Röo, Paula Requeijo, Pía
escaleras”. ¡Hay cortinas como en un teatro! ¡No sabe usted Morigi, Valeria Andrinolo, Verónica Eibuszyc, Verónica Ponieman y Viviana
cómo es de lindo! Marisa me invitó... Me mandó una carta, de Figueroa.
vacaciones, con su foto en la pileta. Quería que me invitara a Se estrenó conformando el espectáculo Imágenes de una novela, junto con
ver su habitación. Mirar la sábana que usa para dormir... Se los textos Carne amarilla, Niñas, Elementos del paisaje y Vuelta a casa. Sala
cayó al suelo un algodón, Roxana... Pero Raquel es diferente. Buenavía, Buenos Aires 2012.
Jugamos a la escondida. Nos quedamos en silencio. Apretados Actrices: Camila Palacios, Clara Virasoro y Valeria Actis
en un rincón con olor a humedad. Raquel usa soquetes, cinta Colaboración artística: Christian Lange
en el pelo. Tiene la cara como recién lavada... A Marisa le regalé Concepto y realización plástica: Gabriela Delmastro
Piezas gráficas: Gonzalo Martínez
primero un anillo de fantasía y después se lo pedí de vuelta Asistencia de dirección: Martín Rey
para dárselo a Raquel. ¿Esa negrita?, me dijo. Entonces puse el Textos: Luis Cano
anillo en el dedo de mi negrita y nos besamos. Estábamos en el Dramaturgia y dirección: Pablo Iglesias
amor. Como en las revistas viejas. ¿Usted alguna vez estuvo en
el amor, Roxana? Una vez escuché a la maestra hablando con
una amiga. Nunca me imaginé que la maestra supiera tanto. He
aprendido mucho de ella.

ENFERMERA
¡Las cosas que dice!

CARA DE NIÑO
Si terminó de bordar el dedo, deme la mano de vuelta.

ENFERMERA
No.

CARA DE NIÑO
Mi padre va a volver del trabajo.

ENFERMERA
Nadie va a entrar. El borde de la camilla traba la puerta.


192 193
Un libro publicado es también el alivio de no tener que volver
a eso, al menos durante un tiempo. En 2010 se publicó un
pequeño volumen que no incluye ninguno de los textos que
aquí se estrenan. Quiero citar una frase de Ricardo Monti
que dice: “Una obra de teatro podría definirse como una
condensación expresiva, con reglas propias, del mundo de las
imágenes de una novela.” Mi libro agradece aquella frase. Creo
que las imágenes son una fuente de conocimiento, una suerte
de lógica espontánea. ¿De dónde vienen esas visiones? En este
espectáculo provienen de lo que no está, son encuentros con
personas del pasado que se presentan como sueños y parecen
hablar. Se fueron imponiendo a mi voluntad, distrayendo mi
atención del mundo de todos los días. ¿Sensaciones de la
memoria? Puede ser. Repertorio de luces, porque no son
sombras. Recuerdos que tomaron la forma de una metáfora
para que los podamos ver (podemos verlos con los ojos cerrados
para enfocar mejor). Se fueron alineando en el museo confuso
de mi memoria, como granos de arena. Cuando los escribí no
me planteaba lo que digo ahora. Y sigo sin poder expresar qué
significan. Sé que son imágenes nítidas, como fotos que llevan
sus historias adentro. También sé que se mueven... Alrededor
de algunos textos se agruparon otros textos. La organización
de estos materiales ya no es mía. No tuve la tarea de ordenar
ni de dar sentido, solo di opciones de palabras escritas y nada
más. Las actrices y el director se adueñaron de ellas y las
impostaron en este espectáculo felizmente llamado Imágenes
de una novela.

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Clave: pieza

194
Cumpleaños

Exactamente en marzo del noventa y cuatro estaba preparando


Un trágico (versión desviada de Un trágico a pesar suyo de
Chejov) para estrenar en el Rojas, y cada vez que llegábamos
a ensayar, un curso se había instalado en la sala. La verdad
es que siempre fue difícil encontrar espacios, en todas partes.
Fue mi primera puesta y también mi primera experiencia con
una institución (había cursado Artes, pero el Rojas no estaba
realmente en la UBA) así que tuve que improvisar. Los actores
y yo terminamos ensayando al costado o alrededor de alguna
clase de lo que fuera. El Rojas tiene en su favor paredes de
papel, además del desorden de una sociedad de fomento. De
manera que el profesor o la profesora podían hablar en voz alta,
los estudiantes pasar todo el tiempo arrastrando sillas, desde
la biblioteca podían armar escándalo... No importaba. Los
dejábamos hablar y nos poníamos a actuar como verdaderos
sordos. Un par de encuentros más tarde, los actores dejaron de
responder a mis premisas y empezaron a prestar más atención
a las clases. Además, una estudiante quiso pasarse a nuestra
obra. Finalmente, Un trágico terminó su montaje en base a
datos extraños que nos llegaban de todas partes y de no se
sabe quién. Tengo la impresión de que no se aprende mucho
en esos cursos, por lo menos en el campo que quieren estudiar,
sin embargo, inesperadamente, me encontré con cursos muy
buenos. Volví a ensayar nuevas obras en el Rojas, ¡una decena!
y era siempre lo mismo: Ensayar como salir a pasear, sin evitar
que las cosas sucedan, dejar que extrañamente intervengan
en uno... En mayo de aquel año, durante una función de Un

197
trágico, un espectador subió al escenario y se sentó en el
borde, frente al público. Los actores no sabían qué hacer y yo
tampoco. El espectador se quedó ahí, sin hacer interrupciones.
Sólo nosotros estábamos en peligro, pero la función resultó
mucho mejor.


Texto para plasmar en el libro del aniversario 25 años de vida del Centro
Cultural Ricardo Rojas. EUDEBA, Universidad de Buenos Aires, 2009.

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Clave: rojas

198
Ruidosas rosas / Trilogía 1
N i ñ as piden auxilio por el conducto
de ventilación

(Una puerta a la derecha, un panel enrejado a la izquierda.


Al fondo, una reproducción que parece continuar la habitación
hacia el fetiche de la playa y el mar.)

PETRONE
Este es el lugar. Sí, acá. Entré por aquella puerta hace unos
días. Pensé hacer espacio para las nenas en aquel rincón. Las
nenas no vinieron, no, no vienen. La casa de las nenas no es
la casa del padre. Las nenas van a olvidar pronto mi cara. Es
algo que puede suceder. Dentro de unos días puede cambiar
todo. Tuve que dejar la casa donde viven. La vida sigue. Las
nenas siguen creciendo. Pierden los dientes. Dentro de poco yo
también voy a olvidarme de las nenas. Nunca me imaginé esto.
Hay que seguir. No puedo imaginar cómo son las cosas. ¿Así?
Se trata de cómo son las cosas, se trata de eso. Que yo haga lo
correcto. Se necesita tiempo para ser padre. Es normal. Todos
sienten lo mismo. Un día, las nenas me van a reconocer. Las
nenas me necesitan. Los padres tienen deberes. Me acuerdo de
que soy padre. ¡Oí algo!

NIÑAS
(Cotorreo.) Estamos en silencio.

PETRONE
Nubecitas en aquella pared. Transpiran nubecitas. La cama está
hecha. Me cepillo los dientes. Mi nombre es Petrone. Petrone
nada más. ¿Con quién hablo? ¿A quién? (Mueve la cabeza.)

201
NIÑAS PETRONE
(Chillidos.) No tiene anillo de casado. No tiene. (Sordo.) Sentado en la cama. Una cama que mi cuerpo rechaza.
Esta tarde pensé “volver a ser feliz”. ¡Como una voz del cielo!
PETRONE Mi garganta se cerró de nuevo. (Suspiro.) Un silbido viene de
Me tapo las orejas. Voy a dormir, tengo sueño. Manos hinchadas alguna parte. ¿Un silbato? Soy yo mismo, me rechinan los
como globos. Sueño que me duermo. Sueño que estoy durmiendo dientes. Qué sed. La canilla gotea. Una tuerca salida. (Hace la
a las nenas entre mis manos. (Balancea la cabeza y canta una onomatopeya de escupir: “¡Papá! ¡Papá!”) Escupe la canilla.
canción de cuna.) Un vaso de agua sucia. Me alegro de tener algo en mi vaso.
Tomo mi vaso. Un vaso para cenar. (Habla en la boca del vaso.)
NIÑAS Las rendijas de ventilación están sonando. Es fácil resonar.
Lo seguimos y por eso sabemos que es nuestro padre. Es difícil encontrar soluciones. (Prueba el vaso. Escupe.) No
Aceptamos lo que no entendemos. Sabemos que va a volver a puedo. Este vaso no es mío. El agua en este vaso no es para
casa. Tenemos sueños. mí. Este vaso me hace sentir cansado. (Bosteza.) Que las nenas
no piensen que estoy enojado. Todo lo contrario. Las nenas me
(La pieza oscurece gradualmente mientras Petrone mira la hacen sentir bien. Quiero decírselos. (Abre la boca.) Mañana
reproducción del mar.) voy a pensar mejor. No debería estar hoy acá. Esta no es mi
casa. (Bosteza.) Escuché una canción, estaba hablando de mí.
PETRONE No entendí lo que decía. (Se despereza.) Todo se va a arreglar.
Hora de acostarse. Voy a encontrar una salida. Esta pieza no es No le demos importancia. Estoy cansado. Voy a sentarme en
como imaginaba. La dueña dijo que era cómoda. “Es limpia”, la cama. Estoy sentado. (Abre la boca.) Voy a tomar mi copa.
dijo. A cada palabra suya, quería volverme atrás. Cuando entré, (Traga.) Ya la tomé. Soy un ocupante más. (Saca la billetera de
supe que nunca me iría. “Es fresca”, dijo. ¡Hace frío! De vez su bolsillo, cuenta los billetes y los deja con forma de abanico
en cuando conseguirá algún ocupante como yo... (Sentado, sobre la mesa de luz.)
mirando la reproducción del mar.) Un rentero como yo, que
antes tenía su casa. Una casa con azulejos en el baño. Un sol NIÑAS
que rajaba el patio. Que miraba en las baldosas el hilo que ¿Va a dormir? Espere, papá. Se va a dormir porque se rinde.
dejan los caracoles... ¡No! La cortina de la puerta me golpeó en ¿Papá? No podemos quedarnos calladas. Papá, siéntese en la
la cara antes de salir. Las paredes se pusieron negras de pronto. cama. Después puede dormir, ahora no. Denos un momento.
¡Me fui! Los zapatos apretados. Acá estoy. En esta pieza, el sol Parece transpirado. ¿Tiene fiebre? Siéntese. ¿Se acuerda
es una línea que pasa a las tres de la tarde. cuando nos acunaba? Nos miraba dormir y todo parecía
fácil. Soñábamos con el lobo. Usted tenía sueños tranquilos.
NIÑAS Decía “uno sueña lo que merece”. Sin embargo, nosotras no
Petrone, piense en el mar. Piense en la playa. Como un turista merecíamos al lobo. ¿Papá? No se duerma. ¿Papá? Esta es la
que no extraña su vida. Deje de esperar y acomode su almohada. manera en que miramos al hombre que nos trajo al mundo.
Dentro de un rato vamos a tapar sus pies descalzos. ¿Papá?
¡Sueña que vive! ¿Usted en qué mundo vive? ¡Nos vemos, papá!

202 203
¡Nos vemos! Sacamos los dedos a través de las rendijas. Los alguien ahí? Nadie puede dormir en esta cama. Esta cama no
índices y los pulgares. No podemos acariciar su frente. Está es para dormir. El mundo es para dormir. Esta cama es para no
sentado en una cama extraña, en un lugar extraño. La vida dormir. Esta no es mi cama. (En un rezongo.) Nenas, cuánto
espera y eso le da cansancio. Petrone, no se acueste. ¿Papá? las quiero. (Trina.) ¡Sonó el despertador! (Se queda dormido
¡Verlo hacer tanto esfuerzo por sacarse una media! Poner el de una vez.)
reloj en hora. ¿Papá? No duerma. Le contamos historias. La
historia de que usted nos trajo al mundo. (El panel enrejado cae al suelo.)

PETRONE NIÑAS
(Sordo.) Soy un ocupante más. Lo mejor es dormir como los (Coro.) ¿Puede vernos? Llegamos hasta acá. No parecemos niñas.
demás. Estamos perdiendo el tiempo. Mañana tengo que Tardamos mucho y parecemos viejas. No nos quejamos. Salimos
levantarme temprano. Era fácil mirar el sueño de las nenas. del conducto como si hubiéramos nacido. (Hablan en ronda.)
¿Cuánto dura una noche? ¿A quién le hablo? ¿Quién habló? Ahora buscamos algo en los bolsillos de Petrone. Sacamos una
Soy un hombre ridículo. Esto le pasa a todos, no es importante. carta que no vamos a leer, porque no aprendimos. Vamos a
Por la noche no hay nada que hacer. Sentate en el borde de la tirarla por la ventana. Es la carta de despedida de Petrone.
cama, vos Petrone. Volvé a contar los billetes, Petrone. Dejalos
en la mesa de luz. Vamos de nuevo. En la mesita de noche. Eso. PETRONE
Ahora, apagar y encender el velador. Mirar el borde de la puerta (Con los ojos cerrados. Asiente con la cabeza.) Petrone. ¿Por
por donde filtra la luz del pasillo. ¡Qué cansancio! Cuando haya qué me llaman Petrone? Soy su padre. (Agrio.) El poco tiempo
dormido, me levanto. Volver a hacer el viaje de todos los días. que las tuve abrazadas. Fui su padre. No creí que esto pudiera
Cruzarme en el camino con los borrachos que duermen en la pasarme. Lo tenía todo. Todo lo que la vida puede dar.
estación. Subir al tren. No encontrar asiento. Dormir de pie. Un
viaje eterno. Bamboleando la cabeza. Todas las mañanas. Sin NIÑAS
sueño que alcance. Sin el sueño de llegar. Lleno de sueño... (En conjunto.) Hay una hora de la noche en que todos los padres
(Suspira.) Mañana voy a lavarme la cara. Voy a borrar las ojeras son iguales. Dura apenas una hora. El hueco abajo de aquella
de cansancio. Voy a limpiar el espejo empañado, voy a cambiar sábana es Petrone. No va a salir de la cama. (Risitas.) ¡Entró
mi cara. Mañana. Voy a ponerme la ropa, como se meten papas en período larvario!
en una bolsa. Voy a salir. Me iré. Mañana. Sí. Cosa que cada
vez me importa menos. Es cada vez más tarde. Es así, de esta PETRONE
manera. (Estornuda.) Sentado en el borde de la cama, creo (Descompuesto.) Clavo mis manos en la funda. No quiero que
que es así. Miro la rejilla de ventilación. La miro sin anteojos. las nenas me vean así. En esta sábana mojada. Aplastado.
Veo siluetas dibujadas por el humo y la pelusa pegada en la Tengo que cubrirme la cara. Necesito descansar. Nacer debe
grieta. (Resopla hasta vaciarse.) Vamos a dormir. Mañana me doler... (Se enfrasca.)
voy a olvidar de todas estas palabras. (Se burla de sí mismo.)
“Siluetas dibujadas por el humo y la pelusa.” ¡Qué ridículo! NIÑAS
Ahora tengo que dormir. Esta no es mi cama, es de nadie. ¿Hay (Desde el hueco.) En los tapones. En la cloaca. En el buzón

204 205
de entrada. En las mangas de tu camisa. Nosotras. ¿Niñas? alrededor del cuerpo. Brazos y piernas. No fue complicado.
Miramos el océano de mentira en la foto. Y nos da sed. La pared Quedó mirando la foto del mar. Como un paquete. La piel de
juntó humedad. El olor nos hace imaginar la playa. Un vidrio otro color. Ya lo contamos. Ya lo hemos hecho. Hemos hablado
roto deja pasar el aire. En el armario suena el ruido de las olas. y cantado. Cantamos porque las rebabas de metal nos pinchan
Nunca vamos a poner un pie en la arena. Estamos en un tubo. la piel. (Se ponen coronitas de papel plateado.) Es una escena
Nuestra vista panorámica es este agujero con ranuras. Chupamos cotidiana. Falta un minuto para terminar. Gastamos aire. Está
gotas de agua que cuelgan en las uniones. Una porquería. (Una húmedo. Es la humedad de la respiración. El aire respirado viene
campana.) ¿Eh? ¿Quién llamó por teléfono? Atendemos. ¿Quién? acá. Con nosotras. Estamos empapadas. (Con ánimo.) Las vigas
Una voz de mujer. Estamos metidas en el cable del teléfono. que sostienen parecen firmes. Lo malo son los recuerdos. (Se
¿Usted dice que quiere hablar con su ex marido? Hable. Es dan la mano.) ¡Pongamos llave al asunto! (Prenden cigarrillos y
sorprendente que no nos reconozca. Debe ser porque no puede fuman.) Vayamos preparándonos para cuando Petrone sea una
vernos. Usted no nos ve. ¿Qué? ¿Quién sería su ex marido? Ah, polilla y se dedique a comer ropa vieja.
el que vino a alquilar hace una semana. Ah. ¿Quedó en llamarla?
¿Tiene que ponerse al día con el dinero? No podríamos decirle,
no habla nada de usted. No puede atenderla, está dormido. •
No puede cumplir. ¿Despertarlo? No, ya le dijimos. ¿Algo más?
Dormido. “Más dinero.” Entendimos. ¿Piensa que somos niñas?
Lo vamos a anotar. No, no sabemos escribir. ¡No va a dormir
para siempre! Usted tiene sus problemas, sí. Le dijimos que
duerme. Usted puede cortar. No nos reconoce porque no nos
ve. ¿Por qué grita? Petrone no puede atender. No es broma. Le
dijimos que duerme. Puede cortar. Quédese donde está, acá no
hay nada más que hacer. Petrone entró en estado de larva. No
es chiste. Nuestro padre es ahora una pupa. ¡Pupa, papá! No
nos volvimos locas, somos así. Un hombre es como cualquier
insecto. Necesita más dinero, lo dijo. Si pudiera verlo no diría
eso. Nuestro padre es una llaga. ¡Nadie lo toque! No se puede
ver. ¿Lo puede imaginar? Acostado como un gusano. No parece
dolerle. Más bien, parece no dolerle. Se queja por costumbre.
Se está enroscando. Se trata de atornillar. Tomó agua sucia.
Pero se lo ve tranquilo. Es lo que esperábamos. Tanto pesar...
Hace unos días vimos que se abrigaba demasiado. ¡Haberse
envenenado así! ¿Cortó? ¿Mamá? ¡Corto y fuera entonces!
Ahorremos los detalles. Papá arrancó el papel de las paredes. Se
enrolló vivo. Un niño envuelto. Papá cerró la puerta, se sentó en
la cama. Se ató los pies con hilo de caja de pizza. Varias vueltas

206 207
Primer título: Doble monólogo

Estrenada en el marco de los festejos por los 20 años del Centro Rojas. En
coproducción con el CCRRRojas UBA, 2004.

Encordado de piano, voz, accesorios: Ana Foutel


Canto, accesorios: Johanna Pizani Palacios
Intérpretes actorales: Román Lamas, Lorena Ballestrero
Diseño visual: Alejandro Le Roux, Julieta Potenze, Mariana Stizza, Román Lamas
Pintura: Emilio García Wehbi
Realización escenográfica: CCRRRojas, Alfredo Arévalo, Arquitecto Mariano
Gómez, Carlos Aguirre, Carlos Díaz, Juan Carlos Brey, Ney Fros, Oscar
Mandebura, Pablo Langone, Ruidosas rosas
Iluminación: Alejandro Le Roux
Asistencia de iluminación: Luciana Giacobbe
Técnica: Abelardo Pereyra, David Seiras, Gabriel Gendin, García Dimas,
Marcelo Álvarez, Norberto Canela, Paula Fraga
Fotografía y piezas gráficas: Analía Roggiano
Diseño: Gabriela Di Giuseppe, Virginia Parodi, Analía Roggiano
Producción ejecutiva: Hernán Casabella, Martín Tufró
Composición y dirección musical: Ana Foutel
Asistencia de dirección: Lorena Ballestrero
Dramaturgia y dirección: Luis Cano

Gracias a Adolfo Agopian, Camila Sequeira, Esteban Carestía, Fabián


Lebenglik, Gloria Idelsohn, Hernán Casabella, Mariana Ron, Martín Tufró,
Mercedes Lamothe, Natalia Calzón Flores, Pablo Bolaños, Paula Chinellato
y Radio Rojas.

www.librodisociado.com.ar/marionetas/
Clave: ruidosas

208
Ruidosas rosas / Trilogía 2
P e q ue ñ o casamiento ( U na boda ruidosa )

Ballet

(Una cortina a medio telón, que sólo deja ver la escena desde
la cintura para abajo. Joyas, esmoquin, zapatos de charol y
guantes. Una pista de baile.)

PASQUINO
Los amigos me felicitaron.

EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA
Se abrazaron, entrelazaron sus manos, besaron sus mejillas.

(El custodio de la fe pública usa bastón para caminar.)

PASQUINO
La cabeza daba vueltas. Las manos y las sonrisas iban de un
lado a otro. ¡Volaban!

UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO


Esperábamos lo peor. Y teníamos razón.

FOTÓGRAFO
Una nueva forma de vida.

CARIÑO
Teníamos una nueva oportunidad.

(Danza sumisa.)

211
PASQUINO PASQUINO
Todos fueron muy buenos conmigo. Los amigos me felicitaron, Pero al amigo Francisco lo salvaba su conversación. Llevaba en
me abrazaron. Y yo también los abracé a ellos. Nos despedimos su boca terrones de azúcar para endulzar sus historias.
de la soltería. Me miraron compasivamente. Con simpatía. Me
miraron con lástima. UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
A veces lo sacudía un poco la locura.
CARIÑO
Se rieron. Entrechocaron copas. FOTÓGRAFO
Era un hombre mayor.
PASQUINO
Tintineaban los vasos. UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
La edad se lleva en los dientes.
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
Brindaron y brindaron. Comí un montón de sanguchitos. FRANCISCO
Es tan triste vivir en este mundo. Eructé y me disculpo.
FRANCISCO
Yo pedí un café cortado. Con crema. Tenía nata, no lo tomé. (Francisco cae al piso y se levanta.)

FOTÓGRAFO PASQUINO
La crema es rica. Me gustaron los champiñones.

FRANCISCO CARIÑO
No lo discuto porque no le encuentro utilidad. Me gustaron las setas cortadas en tiras.

(Francisco cae al piso y se levanta.) PASQUINO


Miré abajo y el tiempo volvió atrás. Estoy parado, con los brazos
PASQUINO cruzados atrás de la espalda. Mi cara es todavía completamente
Lo vieron. El amigo Francisco empezó a tener problemas. La nariz humana. Esta es mi boda pero no recuerdo nada. Y todo pasa al
porosa, la cara hinchada, la baba cayéndole por el mentón. mismo tiempo. ¡Paremos un minuto!

FOTÓGRAFO UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO


Colgando en la barbilla. Stop.

UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO FOTÓGRAFO


Las manos desfiguradas. Los pantalones mojados. El amigo Todo iba bien.
Francisco.

212 213
PASQUINO CARIÑO
Pensé. Pasquino era jardinero. Era su profesión, la abandonó. Tenía
unas tijeras de podar. Las usaba para cortarse las uñas de los
FOTÓGRAFO pies. ¡Horrible de ver!
Si todo iba muy bien.
PASQUINO
PASQUINO De todos modos, me senté a descansar.
Me gustaría... Ay. Se me borra la línea que describe las cosas.
Creo que empecé a perder el equilibrio. FOTÓGRAFO
Hablamos de Pasquino, el pretendiente.
(Pasquino cae al piso y se levanta.)
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO El festejante.
Perdió un pie.
(Pasquino cae al piso y se levanta.)
CARIÑO
Ustedes lo vieron. FOTÓGRAFO
Ustedes lo vieron.
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
Siempre fuiste debilucho. PASQUINO
Francisco tomaba del borde de la copa como un bebé, bebía
FRANCISCO jugo de tomate.
Siempre fue flaco.
(Francisco cae al piso y se levanta.)
PASQUINO
Siempre fui cobarde. PASQUINO
Todo se precipitó.
FRANCISCO
¡Como todos los niños! FRANCISCO
Estaba tan emocionado que me tiré el vaso encima. Otra vez
PASQUINO me disculpo.
Cuando era niño pensaban que me iba a morir de neumonía.
CARIÑO
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO Más tarde pensé, que si había elegido bien... No pude, no
Mal diagnosticado. Mal recetado. Pero no se murió. podía. Estaba muy nerviosa. Soplaba un viento fuerte en el
corazón de aquella que. El viento era muy fuerte en el corazón

214 215
de la que yo.
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
(Cariño cae al piso y se levanta.) Deberían haber elegido otra fecha... En esta época del año todo
el mundo está hasta el cuello.
CARIÑO
Yo. (Un hermano del tío del viejo cae al piso y se levanta.)

FOTÓGRAFO FRANCISCO
Cariño. Un hermano del tío del viejo estaba borracho.

PASQUINO PASQUINO
Todo se precipitó. Pensé que era lo mismo hacerlo en cualquier momento. El
casamiento.
(Cariño cae al piso y se levanta.)
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO Usted no piensa, Pasquino. ¿Sabe por qué? Porque no creo que
Ustedes la vieron. Cariño. usted piense.

CARIÑO FRANCISCO
Yo. Está borracho.

PASQUINO PASQUINO
¿Así que acá fue donde hicimos la fiesta? Dicho esto, se fue golpeando los tacones como un soldado.

CARIÑO CARIÑO
Sí, por supuesto. Es acá donde se hizo. El cuello te favorece, Pasquino.

UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO PASQUINO


Lindo cenáculo para la ceremonia. A pesar de que siempre soñé Gracias. Gracias a todos.
con una casa en el campo.
EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA
FRANCISCO Pasquino parecía satisfecho. O parecido a alguien satisfecho. O
Yo también. como alguien satisfecho. O algo así.

PASQUINO CARIÑO
Aquel era un hermano del tío del viejo. Una antigüedad. Es acá.

216 217
PASQUINO (Pasquino amaga con caer al suelo.)
¿Así que acá fue donde hicimos nuestra fiesta?
CARIÑO
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO Era difícil ubicar a los comensales.
¡Tanto espacio desaprovechado!
PASQUINO
PASQUINO Muy difícil localizar a las personas.
Así que.
FOTÓGRAFO
CARIÑO ¿Quién iba en cada lugar?
Por lo tanto.
EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA
FOTÓGRAFO ¿Quién iba en la cabecera?
¡Todo está saliendo bien!
FRANCISCO
PASQUINO ¿Quién debía sentarse al lado de quién?
Fue acá. Creo que empecé a olvidarme algunas cosas.
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
CARIÑO ¿Dónde estaba el hijo del vecino?
Podrías haberlo pensado antes.
CARIÑO
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO En cada lugar.
No creo.
PASQUINO
En cada vínculo.
PASQUINO
No sé si es un recuerdo o me lo imagino. A través de la ventana EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA
estaban los árboles iluminados. Había llovido. Era verano. ¿Cómo no quedar en deuda con alguno? Aquellos todos, que
merecen la misma consideración que los demás. ¡Todos aquellos!
CARIÑO
En las mesas estaban todos sentados. (El Custodio de la fe pública cae al piso y se levanta.)

PASQUINO FOTÓGRAFO
Cuando terminó la fiesta, salí a tomar aire. Al parque iluminado. El custodio de la fe pública. Guardián de la confianza. Ustedes
Había llovido, estaba tan embarrado que no podía caminar. lo vieron.

218 219
CARIÑO EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA
Me siento triste cuando los veo caer así. Me da lástima. Inserción y extracción del labio inferior.

PASQUINO FRANCISCO
¿No la suficiente? Nadie puede verte Pasquino. Está el telón a media asta.

FRANCISCO CARIÑO
Tengamos un poco de contemplación. ¡Todo sigue el plan!

UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
Era mejor no invitar a nadie. Los mozos habían visto miles de veces representar la misma
escena. Pobres chicos. ¿Por qué sufrir tal castigo? ¿Cuánto
PASQUINO les pagarían?
Ciento sesenta, estaban contados.
CARIÑO
EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA ¿Y ahora?
Estamos aquí. Juntos. Jóvenes y viejos.
PASQUINO
PASQUINO ¡Los brazos, los brazos, los abrazos!
Algunos rechinaban los dientes. Otros aullaban canciones de
moda. CARIÑO
Las iniciales.
CARIÑO
Otros dormían. UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
¿De qué hablan?
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
Otros comían arrolladitos. EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA
De nada. Estamos alternando.
FRANCISCO
Panecillos. PASQUINO
Éste, el que estaría aquí. Éste sería mi padre. Vendría a ser. El
PASQUINO que llena este espacio.
Mientras yo les sonreía. Yo estaba bien. Yo estaba entre ellos.
Entre todos ellos. Los ellos. Delante de ellos. Metiendo y EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA
sacando el labio de abajo... Y ellos, aquellos, los padres de este lirio.

220 221
CARIÑO (Vals.)
Los representamos nosotros mismos.
CARIÑO
PASQUINO Las gasas de mi pecho están estremecidas. Hisopos que se
Mamá y papá. Los representamos. Papá y mamá. La última vez agitan en mi pecho.
que les dije que los quería, me preguntaron si me sentía mal.
Mi padre camina así. El padre. PASQUINO
Te amo con todas las fluctuaciones de los músculos abdominales,
CARIÑO el sonido del goteo en mi vejiga y la sangre que corre por cada
Pasquino, ¿te golpeaste en la cabeza otra vez? ventrículo del corazón.

PASQUINO CARIÑO
No sé. Hay muchas cosas que me olvidé. Pero vos te acordás ¡Bienvenido a mis brazos!
para que todo quede lindo.
(Todos bailan. Estupidez exótica.)
CARIÑO
Te golpeaste de nuevo. ¿Por qué caminás de esa manera? Parece UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
que estuvieras arando la tierra. ¿Escuchás cuando hablo? ¡Ay, ¡Qué perfume!
caballito de noria!
FRANCISCO
FOTÓGRAFO Me di cuenta.
Pasquino era un caballo con ruedas.
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
PASQUINO ¿Cómo se dio cuenta?
¿Qué va a pasar ahora? Ahora que soy uno de los suyos. Soy de
la familia. Mis ojos brillan. La ropa de nailon hizo erupción, me FRANCISCO
sacó sarpullido. Por estas rendijas que tengo aquí y acá.

CARIÑO PASQUINO
¿Qué esperabas? Cuando una conoce a tu familia... ¿Aquí y acá? ¿Por qué hablan raro? ¡No aguanto!

PASQUINO UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO


Pero vos te acordás para que todo quede lindo. No tome.

FOTÓGRAFO CARIÑO
La música era hermosa. Enseguida termina...

222 223
PASQUINO UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
¿Y después? Por mi parte, pienso que me volví estúpido como consecuencia
de vivir en espacios reducidos.
CARIÑO
La música termina y. PASQUINO
Periódicamente, El custodio de la fe pública daba discursos
PASQUINO sobre la cuestión existencial.
¿Todavía queda mucho?
FOTÓGRAFO
FRANCISCO ¿Cuál?
¡Queda lo peor!
EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA
EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA Cariño, ¿cómo pudiste elegirlo a él?
Ay, me siento tan emotivado.
CARIÑO
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO No pude, no podía...
Tómese una radiografía por si acaso.
PASQUINO
PASQUINO Yo iba de un lado a otro. Cinco pasos, media vuelta. Arrastrando
El custodio de la fe pública estaba sentado junto a la ventana y los pies, mirando el reloj. Se me aflojó la corbata.
se reía solo. De vez en cuando... Cariño, ella estaba orgullosa de
su vida. Un hermano del tío del viejo lamentó involucrarse en la UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
fiesta. Y el amigo Francisco hacía gestos con la cara. ¡Tiene cabeza de huevo!

FRANCISCO FOTÓGRAFO
Que todo termine cuanto antes. ¡Cabeza de huevo tiene!

UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO FRANCISCO


¿Qué tal la comida? Si los escucha se va a ofender.

EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA FOTÓGRAFO


¿Qué comida? Acá solo se come lo que se habla. ¿Quién?

PASQUINO FRANCISCO
A esta altura, Francisco estaba convertido en una mueca. En un Pasquino, el oyente.
gran busto gesticulante.

224 225
PASQUINO tiraron semillas.
Tengo la cabeza aplastada por la imaginación.
CARIÑO
EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA Y nos casamos.
Cariño, ¿por qué no lo cambiaste por cualquier otro?
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
CARIÑO Así fue.
No pude, no podía. ¡Estaba desesperada!
CARIÑO
PASQUINO ¿Qué?
Pensé que ibas a decir: “¿Cambiarlo? Yo no lo cambiaría por
nadie.” PASQUINO
Ahora vamos a explicar cómo llegamos a esto. Segunda parte.
FRANCISCO
¡Encontré estas empanaditas! (Partitura de acciones, acciones muy puntuadas.)

FOTÓGRAFO CARIÑO
Las albóndigas son buenas. Al principio era tranquilo. Estaba muy callado.

(Cae un ramo de flores.) UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO


Arrastraba los pies al caminar.
PASQUINO
Amigos olvidados. Fotos borrosas. Había dejado en el tintero este PASQUINO
momento. Voy a acordarme más adelante. ¿Quién sabe? Caminé Mi cara es todavía completamente humana. Caminar arrastrando
por el pasillo del Registro civil, con las piernas extendidas para los pies, de un lado a otro, cinco pasos, media vuelta.
no caerme al suelo. (Amaga caer.) Me acuerdo la fecha. El civil,
la gente. Salimos a la vereda, a la luz del día. Había árboles FRANCISCO
brillantes. No sé si es un recuerdo o me lo imagino. Yo todavía Se concentraba.
tenía pelo rojo, qué felicidad.
PASQUINO
CARIÑO La cabeza daba vueltas.
¿Qué?
CARIÑO
PASQUINO Se sentaba en un patio pequeño. Nuestro patio.
Estábamos en la vereda. Algo había sucedido, debido a que
firmamos un cuaderno escolar y pagamos impuestos. Nos

226 227
PASQUINO PASQUINO
Me senté a descansar. Miraba las plantas, las miraba crecer. ¡Qué pregunta!

(Pasquino se sienta en el piso.) FRANCISCO


Tenemos la idea de que es inteligente.
EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA
¡Las plantas son tan vegetales! Y todas las verduras también. (Pasquino se levanta.)

FRANCISCO PASQUINO
Pasquino era jardinero. Era su profesión, la abandonó. Me senté a descansar. De todos modos. ¿Dónde estamos
ahora?
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
Arrastraba los pies. Un pasito de ida, uno hacia atrás. CARIÑO
Acá.
PASQUINO
La cabeza daba vueltas. Mi cara es todavía completamente PASQUINO
humana. Cinco pasos y media vuelta. Alrededor de cinco pasos. ¡Qué gordo me puse!
Se me borra la línea que describe las cosas...
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
CARIÑO Durante la fiesta revolvía su plato con el dedo.
Al principio era tranquilo. Estaba muy callado. En un primer
momento no abría la boca. Ni mu. CARIÑO
Suspiraba.
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
Tratamos de hacerlo hablar. EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA
Hablaba con los dientes apretados, hablaba entre dientes.
EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA
Le preguntamos quién era. PASQUINO
La fiesta. Una vez más, pensar en eso. No sé si es un recuerdo
PASQUINO o me lo imagino.
¡Gusto en conocerlo!
FRANCISCO
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO Inclinaba la cabeza sobre el pecho, de manera que parecía
De dónde venía. meterse adentro de sí mismo.

228 229
PASQUINO CARIÑO
Pero, ¿dónde estamos? Una noche me encontré con la siguiente escena.

EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO


Pobre Pasquino. La imaginación lo está matando. Pasquino estaba sentado en su patio de baldosas.

UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO PASQUINO


Cabeza de huevo. Me senté a descansar.

(Pasquino se sienta en el piso.) FRANCISCO


Sobre un charco.
PASQUINO
Mi cara es todavía completamente humana. Me senté a EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA
descansar. Es de noche y no tengo sueño. Rodeado de macetas vacías. Ollas viejas convertidas en
macetas. Ollas vacías.
CARIÑO
Pasquino salió a caminar por la vereda. PASQUINO
Mirando crecer las plantas.
PASQUINO
Miré las caras de la gente que pasaba. ¡Babadá! La gente CARIÑO
que pasaba estaba asustada. ¡Babadá! La gente que pasaba Masticando un libro. Ocupado en la masticación de un libro.
estaba asustada...
PASQUINO
CARIÑO Es verdad.
Pasquino, ¿qué anda mal?
EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA
PASQUINO ¡Destruyó tres bibliotecas!
La gente que pasaba me conocía. Podían verme como soy,
como fui. FRANCISCO
Libros que hasta hace poco había tenido con tanto cariño. Cariño.
FOTÓGRAFO
Estábamos preocupados por él. EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA
Páginas tan queridas, se le atoraron en la garganta.
EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA
Estábamos indignados. CARIÑO
Se atascó. Se atoró. Y ahí quedó.

230 231
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO PASQUINO
Tuvimos que usar una sopapa. Hecho añicos, Gogol. ¿Mi cara es todavía completamente
humana?
EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA
Un desatascador para desatascar. EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA
Tuvimos que atarlo.
PASQUINO
¿Por qué hablan raro? ¡No aguanto! PASQUINO
Preferiría arreglarlo de palabra...
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
No tome. (Atan a Pasquino.)

FRANCISCO CARIÑO
Vomitó toda a casa. Pasquino hizo un aullido.

CARIÑO FRANCISCO
¿Por qué hiciste eso? ¿Eh? ¿Por qué? ¿Eh? ¿Por qué hiciste eso? Pasquino era un aullido terrible.
¿Por qué?
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
PASQUINO Estábamos aterrorizados por Pasquino.
No sé.
FOTÓGRAFO
FRANCISCO ¿Qué hacer?
Parecía feliz. O alguien como una persona feliz. Algo así.
CARIÑO
EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA Después se calmó.
Se podía leer en sus ojos... ¡Podíamos leerlo!
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
FRANCISCO Era suave...
Había destrozado a Gogol.
FRANCISCO
CORO Se rindió. Se entregó. Aceptaba todo como un perro fiel, que
¡Gogol! ¡Gogol! sabe que si le pegan es por una razón.

UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO PASQUINO


Podíamos leerlo. Se me borra la línea que describe las cosas.

232 233
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
Lloré. Un día trajo una bolsa de basura que encontró en la vereda.

EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA FOTÓGRAFO


Como un perro fiel. Todo se vino abajo.

PASQUINO CARIÑO
Entonces, ¿hoy vamos a comer zapallitos? Pintaba caras en las paredes. Caras pintadas en las paredes.

CARIÑO PASQUINO
Calabacines. Se me borra la línea...

PASQUINO UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO


¿Por qué? Si no me gusta. Rasgó la cortina.

(Pasquino se levanta.) FRANCISCO


Hizo pis atrás de la heladera.
PASQUINO
Me senté a descansar. EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA
Levantó el parquet.
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
Cariño, ¿cómo pudiste elegirlo a él? FRANCISCO
Lanzó pedos en público.
CARIÑO
No pude, no podía... UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
Cortó el cable del teléfono.
FRANCISCO
Algunas cosas empezaron a pasar. FRANCISCO
Se quitó la ropa y caminó desnudo.
CARIÑO
¿Qué hiciste con mis medias negras? (Pasquino se desnuda y camina.)

PASQUINO PASQUINO
(Pausa.) ... Se me borra la línea. A ver. Una lluvia de invierno fue arrojada
en mi cuerpo. No. (Se cae y vuelve a caminar.) Una pesada
lluvia de invierno se descargó sobre mi cuerpo otoñal. Una

234 235
pesada lluvia de invierno se descargó sobre mi cuerpo otoñal. FRANCISCO
Sí.
(Acción musicada.)
PASQUINO
CARIÑO No sé si es un recuerdo o me lo imagino. Mamá y papá, los
Me escondí en el cuarto para no verlo. representamos. Los representamos todo el tiempo. En fin, ¡me casé!

PASQUINO (Pasquino se viste de nuevo.)


La cabeza daba vueltas.
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
FOTÓGRAFO ¿Vestido nuevo, Pasquino?
La vida, como siempre insoportable.
PASQUINO
PASQUINO Me casé.
Recuerdo. Recuerdo.
CARIÑO
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO Para vos, ¿estuvo mal casarse? Nadie sabe. ¿Nos casaron mal?
Un hermano del tío del viejo. Alguien debe saber. Nos casamos. Se puede decir algo...

FRANCISCO EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA


Te manda saludos. No dice nada.

UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO CARIÑO


Podrías pasar a visitar. Sobre nuestro casamiento. ¿Qué va a pasar ahora?

FRANCISCO PASQUINO
De vez en cuando. Todavía no representamos a nuestros padres.

PASQUINO EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA


Dicen que vaya. ¿Eso no fue antes? Los padres.

FOTÓGRAFO UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO


Sí. ¿Bailamos?

PASQUINO CARIÑO
A visitarlos. Pasquino, no decís nada acerca de nuestro matrimonio.

236 237
¡Nos casamos! CARIÑO
Ella te está saludando nada más. Mi madre. Yo la represento.
FOTÓGRAFO Saluda a todos.
No se le mueve un pelo.
PASQUINO
CARIÑO Buen día.
Antes no eras así.
CARIÑO
PASQUINO No saben lo que me pasó. Dice.
Siempre fui así.
PASQUINO
FRANCISCO ¿Qué? Quiere decir otra cosa. Quiere decir algo más pero nunca
Antes también. Antes tampoco estaba bien. lo dice.

PASQUINO CARIÑO
¿A quién le importa lo que diga? Nos casamos, hagamos el No saben lo que me pasó. Dice. Yo la represento.
papel de nuestros padres.
FOTÓGRAFO
FOTÓGRAFO Todo está saliendo bien.
¡Todo va bien!
CARIÑO
PASQUINO Vos también vas a ser madre algún día, Cariño. En este caso,
Mi padre camina así. Se levanta a las seis de la mañana. Va me lo digo a mí. Mamá y papá, los representamos.
a la cama a las nueve para levantarse a las seis. Sin embargo
¡nunca descansa! Así dice, dice que nunca descansa. FOTÓGRAFO
Todo está saliendo bien.
CARIÑO
¿Y aquella? ¿Qué pasa con aquella? Es mamá. Acá está. CARIÑO
Tanteando el piso. Yo la represento. ¡No saben lo que me pasó! ¡No saben lo que me pasó!
dice. Se la ve resignada. Pasquino, ¿no vas a saludar a la madre
de tu esposa? Yo la represento. PASQUINO
¿Iba a decir algo?
FRANCISCO
¿Por qué sos así? CARIÑO
¿Dónde fuiste, Pasquino? ¿Dónde te fuiste? ¿Dónde lo dejamos?

238 239
EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA CARIÑO
Si Pasquino se fue, seguramente tendrá sus razones. No pude, no podía. Estuve embarazada últimamente. Hace
poco. Es la fecundidad de algunas especies.
CARIÑO
Pronto voy a ser madre. PASQUINO
Hago hincapié en el papel de mi padre. Setenta años. Se ve
FOTÓGRAFO cansado, un poco. Mi padre tenía un lema. Decir: Es así nomás.
Todo va bien. Yo lo represento. ¿Así que se casó Pasquino? A su edad, yo era
padre. Yo tenía tu edad, Pasquino. Es así como así. Te lo digo.
(Pasquino vuelve.) Es así nomás. El padre, yo lo represento. Hablamos, pero no lo
suficiente, siempre un poco.
PASQUINO
La cabeza daba vueltas. Mi cara es todavía completamente humana. CARIÑO
¡Vamos a tener un hijo!
CARIÑO
Pasquino, ¿te golpeaste en la cabeza otra vez? Te estoy hablando. PASQUINO
Yo a tu edad era tu padre. Yo tenía tu edad y era tu padre. Mi
PASQUINO padre, yo lo represento.
¿Quién habla? ¿No saben lo que me pasó? ¿Hablás vos, Cariño?
¿Quién? CARIÑO
Pasquino, ¿dónde estás?
CARIÑO
Vos no hablás. Acá no se habla. UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
Después de esto hubo ruido a cristal roto.
(Sirena a la distancia.)
(Ruido.)
PASQUINO
No sé si es un recuerdo o me lo imagino. Nos hicieron los FOTÓGRAFO
mejores regalos. Nosotros también hicimos regalos. Las luces Pasquino había roto una ventana.
del auto vinieron prendidas todo el camino, cubriendo todo el
camino. La gente del salón se encargó de todo... Después de FRANCISCO
esto, ¡viene la vida! Deliberadamente.

UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO FOTÓGRAFO


Cariño, ¿cómo pudiste elegirlo a él? Lo había hecho adrede.

240 241
CARIÑO PASQUINO
Cuánto sufrimiento. Llegó la primavera.

PASQUINO FOTÓGRAFO
No fue mi culpa. Quise escapar. Tener la mente en blanco. Todo volvió a la normalidad.
Caminé por la vereda y me senté en el cordón. Me senté a
descansar. (Cae al piso.) La cabeza daba vueltas. Y apoyé mi CARIÑO
cara contra el frío del agua estancada. Me dio un ramo de flores. Un ramo de violetas.

(Número musical muy pegote.) EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA


Qué lindo gesto.
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
Tercera parte. Pasquino está mejor. UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
¡Lo que es un buen gesto!
EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA
Mejoró mucho. PASQUINO
Compré de vuelta el libro de Gogol.
FRANCISCO
Ya no hace pis atrás de la heladera. CORO
¡Gogol! ¡Gogol!
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
Ya no hace pis. PASQUINO
No lo podía leer.
EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA
Ya no hace pis. CARIÑO
Me compró margaritas.
FRANCISCO
Le compramos ropa. FRANCISCO
Dulces y globos.
PASQUINO
Tengo zapatos nuevos. CARIÑO
También me trajo muchas patas de pollo.
CARIÑO
Salimos a pasear. UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
Hasta cambiamos el vidrio que había roto.

242 243
CARIÑO PASQUINO
Nos regalamos tablas de cortar. Ollas y también bajo mesadas. Me senté a leer el diario imitando los gestos que hacía mi
padre. Sacaba los anteojos del estuche. Los colocaba. Hojeaba.
PASQUINO Repetía su frase: Es así nomás.
Hicimos nuestro hogar.
CARIÑO
CARIÑO Tengo algo de dolor, Pasquino. Creo que parto.
Hicimos nuestra casa.
PASQUINO
PASQUINO ¿Qué?
Dejamos de acostarnos.
FRANCISCO
CARIÑO ¡Se terminaron los bocaditos!
¡Quedé embarazada!
CARIÑO
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO Soy Cariño, vos sabés quién soy. Yo, la Pupé. Mamá.
Cariño, ¿cómo pudiste elegirlo a él?
PASQUINO
(A cada parlamento sigue una frase musical muy parecida.) Cariño. Yo doblo el diario, me levanto, miro por la ventana. No soy
Pasquino. Soy el padre. Mi cara es todavía completamente humana.
PASQUINO
¡Iba a tener un hijo! Yo a tu edad ya era tu padre, dijo mi padre. CARIÑO
¿Yo lo represento? Te golpeaste la cabeza otra vez. Voy a la cama.

CARIÑO PASQUINO
¡La vida está llena de sorpresas! Es así nomás.

PASQUINO CARIÑO
La vida querida se la chupó la aspiradora. La cabeza daba vueltas. Mamá se va a la cama. Está cansada. Yo la represento.

(Tiempo pausado.) PASQUINO


Papá se queda despierto. Buenas noches.
CARIÑO
Entonces quisimos volver atrás. (Pesada música banal.)

244 245
PASQUINO FRANCISCO
Por favor. ¡A ver si papá y mamá nos dejan un momento! ¿Puede ¿Qué esperabas?
ser? Vamos a mantener la calma.
PASQUINO
CARIÑO Volvieron.
Siempre regresan. No los aguanto.
FRANCISCO
PASQUINO Fuimos devueltos. Me disculpo.
¿Y los demás? ¿Dónde están los otros, los que estaban hace
un rato? El custodio de la fe pública, El fotógrafo, el amigo CARIÑO
Francisco, El hermano del tío del viejo, ¿dónde están? No te importa tener un hijo, Pasquino...

CARIÑO FOTÓGRAFO
Se fueron. Todo va bien.

PASQUINO PASQUINO
¿Qué pasa con nosotros? ¿Tiene que ser así?

CARIÑO CARIÑO
Nos está yendo bien. Así como así.

PASQUINO UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO


Me quiero ir. Es así nomás.

CARIÑO PASQUINO
¿Qué esperabas? ¿Vos lo sabías? ¿Qué sabías?

EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA CARIÑO


¿Qué esperabas? Algo teníamos que hacer.

FOTÓGRAFO PASQUINO
¿Qué esperabas? No era como me imaginaba.

UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO CARIÑO


¿Qué esperabas? Sigamos hasta que nazca Vicente.

246 247
PASQUINO FRANCISCO
Vicente. Se usaba mucho el color langostino.

CARIÑO EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA


Vamos a seguir. Se usaban mucho los colores en general.

PASQUINO UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO


¿No hay nada más que podamos hacer? Pero más que otros años.

CARIÑO EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA


Es lo que es. Antes era blanco o negro para las fiestas.

PASQUINO FRANCISCO
Vicente. Es bonito el color arena.

UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
Pasquino estaba otra vez perdiendo el juicio. Lavanda también se usa.

FOTÓGRAFO EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA


Se paraba en un rincón. Y blanco nacarado.

EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA CARIÑO


¡Es lo que pasa por hablar y escucharse! ¿Y las alianzas?

PASQUINO EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA


Ay. Se me borra la línea que describe las cosas. Todo está ¿Qué pasa con las alianzas?
cayendo a pedazos.
PASQUINO
(Pasquino cae al piso y se levanta.) Decían oro dieciocho.

CARIÑO (De repente, sin música.)


Me acuerdo de la fiesta.
PASQUINO
(Scherzo.) Sí, casarme fue una idea que tuve acerca de mí mismo. Me
gustaría ir al parque ahora. A través de la ventana estaban los
árboles iluminados. ¿Me lo imagino? Había llovido mucho. Era

248 249
verano. La cabeza daba vueltas. Salir afuera, al pasto, sentir el aire CARIÑO
fresco. ¿Podría ir ahora? Había luces de decoración. Estaba lleno Pasquino, te olvidaste el cuaderno. Corrí. Bajaste en la siguiente.
de barro. Me gusta recordarlo, aunque todavía me hace temblar. Nos abrazamos. Nos escondimos atrás de los árboles. Ninguno
lo esperaba. No había nadie en la calle. Rompiste mis medias,
CARIÑO la falda y las medias. Me acuerdo de tu cara de maldito cuando
¿Y el consultorio? tironeabas las medias de lana. Te limpiabas contra mi ropa. Me
acompañaste a casa. Volviste a revolverme la ropa en la entrada.
EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA Te pedí que no, Mequetrefe. Y pusiste la mano sobre mi boca.
¿Qué pasa con la oficina? Nos quedamos un rato en el suelo. ¿Nos caímos...? Sonó la
campana del tren, del cruce de vía... No tenías preservativo.
PASQUINO
No. El consultorio. Empezamos a ir al consultorio a la tarde, PASQUINO
todas las tardes. Hacía calor. El ascensor tenía puertas tijera, ¡Me acuerdo hasta de la marca!
están prohibidas. Nos apretábamos contra las paredes del
ascensor y nos mirábamos en el espejo hasta el séptimo. La luz CARIÑO
del pasillo no andaba. Yo esperaba que abrieras. Te veía en el Pensé que me acordaba bien. Habrá sido otra vez. Pasamos
resplandor que salía del consultorio. La cocina del consultorio días mirándonos. Buscando nada más. Nos conocimos al pasar.
estaba llena de vasos y cigarrillos apilados. El baño no tenía También podríamos haber pasado de largo, como de costumbre.
agua caliente. Me lavaba los dientes con el dedo. Vos estabas Como si.
en el sofá. Poco a poco te sacaba la ropa y caíamos al piso.
Caíamos al piso. Hasta que era la hora. Andate. Andate de una PASQUINO
vez. Andate por favor... Me bañaba con agua fría porque no No pudimos explicar cómo llegamos a esto. No sé si es un
andaba el calefón. recuerdo o me lo imagino. Cuando era chico, de vez en cuando
iba a pescar con mi padre. En un muelle abandonado, los postes
UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO sobresalidos. Pescábamos ahí. Había que mirar bien. Había
Cariño, ¿cómo pudiste elegirlo a él? hierros y maderas del muelle anterior. “De la primavera pasada”
dijo uno que pescaba. Una vez, mi línea se enredó. Tironié y fue
CARIÑO en vano. Mi padre dijo “bueno ya es tarde, vamos a ir.” Y cortó
Tenía un cuaderno suyo, me acuerdo. Me quedé con su cuaderno mi tanza. Es así nomás. Al día siguiente volvimos. Enganché
en la parada del colectivo. Lo sostuve mientras se ataba los de nuevo, en el mismo lugar. Entonces grité “dejame soltarla.”
cordones. Cuando llegó el 84, subió. Moví la línea hasta que aflojó. Al salir del agua, estaban juntas
la línea de ayer y la de hoy. Qué enseñanza.
FRANCISCO
Yo tengo 84. (Música brillante y alegre.)

250 251
PASQUINO PASQUINO
Y de repente estamos acá. Podría salir el sol. Llover. Mi cara No pudimos explicarlo. No sé si es un recuerdo. Yo tenía seis
es todavía completamente humana pero me volví tan frío como años. Tuve que tomar la comunión. Estaba en el salón de la
un pez. iglesia y una anciana se acercó. Me dijo “ponete una mano
en el pecho.” Entonces fui caminando con la mano en el
CARIÑO pecho. Cuando terminó, mis familiares comentaron “¿has visto
¿Sabés que voy a tener un hijo? lo emocionado que estaba Pasquino, la forma de mantener la
mano sobre el pecho?” Y mientras comentaban, un viejo barría
PASQUINO el piso con una mezcla de querosene y aserrín.
Sí.
CARIÑO
FOTÓGRAFO Pasquino, tenemos que comprar veneno para ratas. ¡Comieron
Todo está saliendo bien. toda la harina!

CARIÑO PASQUINO
Pero vos no querés. Yo dejé de comer. Perdí la línea.

PASQUINO UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO


No. Está muy demacrado.

CARIÑO FRANCISCO
No podés imaginar cómo se siente. Me llené de saladitos.

FRANCISCO PASQUINO
Pasquino reflexiona sobre la vida al tiempo que tira aserrín. Me enfermé.

(Pasquino tira aserrín.) (Todos empiezan a reír.)

UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
Tira aserrín con el propósito de tapar el inodoro. Cómo llueve.

EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA FOTÓGRAFO


Tira aserrín con ese fin. Qué tiempo. ¿Qué hora es?

CARIÑO EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA


¿Qué? Cuánta lluvia. Qué cantidad.

252 253
(Dejan de reír.) CARIÑO
¿Terminó?
PASQUINO
¿Hace frío? Todo eso fue hace mucho. PASQUINO
Terminó.
CARIÑO
No tanto. UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
¿Así? ¿De esta manera?
EL CUSTODIO DE LA FE PÚBLICA
Los juramentos enterrados. CARIÑO
Tuve un hijo. Lo tuve.
PASQUINO
(Pausa.) Entonces, nos vemos. ¿Nos vemos? PASQUINO
Vicente. Un maravilloso olor a niño. Un niño maravilloso. El
FOTÓGRAFO pelo rojo. Tan desnudo cuando era un bebé. Me mordía el dedo
Otro día, sí. pulgar. Le salieron dientes. Sus orejas eran casi transparentes.

PASQUINO (Los cuerpos en el suelo.)


Me quedo un poco más. Quiero mirar.
PASQUINO
CARIÑO Nos va a gustar vernos.
¿Para ver qué?
CARIÑO
PASQUINO Vamos a tomar café.
Si había elegido bien. Además, estuve leyendo el libro de Gogol.
Me hizo pensar en esto. PASQUINO
Al bar que nos gusta.
(Palabras y música.)
CARIÑO
CARIÑO Vas a traer mi corazón en tu mano.
Y ahora, ¿qué vas a hacer?
PASQUINO
PASQUINO Vamos a tener sexo hasta morir.
Irme.
CARIÑO
Decir la palabra pija. Me encanta cómo suena.

254 255
PASQUINO UN HERMANO DEL TÍO DEL VIEJO
Vamos a leer en voz alta. Gogol. ¿Puede terminar así?

CARIÑO FRANCISCO
Vamos a rascarnos las pulgas. ¡La pija! Vamos a tener un gato. ¿Esto?
No vamos a ser románticos.
PASQUINO
PASQUINO Voy a llamar a Vicente. Me voy, me voy a ir. Voy a caminar.
Yo sí.
CARIÑO
CARIÑO Te acompaño.
Vamos a discutir.
PASQUINO
PASQUINO No. (Mucho tiempo ahí.)
Vamos a discutir.

CARIÑO •
No vamos a usar apodos. ¡Hablar! Nos va a gustar hablar.

PASQUINO
Nos gusta caminar.

CARIÑO
Vamos a tener problemas. Vas a tener arrugas.

PASQUINO
Me va a gustar hacerme viejo. Ya empecé.

CARIÑO
Voy a tocar la guitarra.

PASQUINO
Es fácil arruinarlo.

CARIÑO
(Pausa larga.) Habría sido genial.

256 257
Primer título: Los casados.

Se presentó de manera fragmentaria como El cazanovio en el Teatro Español


de Trenque Lauquen (1997) y continuó funciones en el Teatro Arlequines
(hasta 1999) con dirección de Alfredo Rosenbaum y música de Tian Brass
y Luis Cano.

Texto confiado a María Eugenia López.

Premio Institucional Del Fondo Nacional De Las Artes, III edición 2010
categoría Teatro, otorgado por la Secretaría de Derechos Humanos de la
Nación, por intermedio del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti.
Jurado integrado por Cristina Banegas, Rafael Bruza (Instituto Nacional del
Teatro), Javier Margulis (Coordinador del Área de Teatro del CCMHCONTI),
Susana Torres Molina y Rubens Correa (Teatro Nacional Cervantes).

Estrenada en Teatro del Centro Cultural Haroldo Conti, Buenos Aires 2011.
Participante del Festival de Teatro El Isleño, Tigre 2011. Reestrenada en
NoAvestruz espacio cultura durante 2012.

Cariño: María Eugenia López


Pasquino: Francisco Grassi
Un hermano del tío del viejo: Matías Méndez
El custodio de la fe pública: Rubén Parisi
Fotógrafo: Mariano Karamanian
Diseño sonoro: Adolfo Soechting, Juan Ignacio Bianco
Asesoramiento coreográfico y técnica de movimiento: Andrés Molina
Músico en vivo: Adolfo Soechting
Escenografía, iluminación y vestuario: Leandro Crocco
Diseño gráfico: Gonzalo López Peñaranda
Asistencia de dirección: Manuela Méndez
Dirección: Fabián Díaz

Gracias a Alejo Sambán, Constanza Balsátegui, Guillermo Cacace, Juan Correa,


Marcelo “Pepa” Toriano, Marco Pastorino, Nicolás Olech y Verónica Bustos.

Dedicado a mi amado hijo Manuel Cano.

www.librodisociado.com.ar/marionetas/
Clave: casamiento

258
Ruidosas rosas / Trilogía 3
E l invernadero ( R osas de invernadero )

(Un compartimiento estanco.)

HIJO
En casa de mis padres había un reloj destartalado. A cada hora,
el muñeco aparecía sonando, cucú, jugando a la escondida.
Asomaba aturdido, lleno de miedo. Rebotaba contra el borde,
temblaba cansado, para volver atrás, bamboleándose, llevando su
latido. Cada vez la torpeza, las mismas plumas rojas clavadas en la
nuca y el cuello. Incansablemente igual, sacudido por la tristeza.

(Se oye el sonido de un piano que repite una frase.)

HIJO
(Apunta.) Es el final de la tarde. Estamos en un lugar con
(señalo a mi derecha) una puerta (señalo a mi izquierda) un
sofá. El sofá mira a la ventana. En la parte trasera hay un jardín.
Techos de vidrio, plantas de interior. Hice un invernadero con
palos, alambres, plástico y chapas, usando tejido. El agua de
lluvia gotea sobre las plantas.

(El Hijo canta un aire popular. Canción muy lenta.)

HIJO
Comedia primera. Mi madre, ya levantada, junta del piso, mano
a mano, suvenires que quedaron tirados. Los colecciona. Les
dice: Upa. ¿Es de extrañar? No pregunten, muchas cosas me
extrañan a mí también. Nunca me gustó la tierra en los bolsillos
y sin embargo se acumula. ¡Todavía!

261
(Entra la Madre caminando con un aire de actriz principal. MADRE
Usa bastón y vestido de novia teñido de negro. El bastón de la (Despista con otro tema.) ¿Te gustan los suvenires, los
Madre también parece una pala. El Hijo extiende el ramo de recuerdos? La gente quiere llevarse un recuerdo. Souvenirs.
flores en la mano. Este movimiento tiene algunos temblores; el Upa. (Abre las manos.) ¡Se fueron los invitados...! Los ellos.
ramillete queda vibrando.) ¿Cuándo se fueron? ¿Cuándo? ¿Serán cincuenta años? ¡Tu edad!
Una nutrida concurrencia, dijo el suplemento barrial. Una gran
MADRE multitud, lo dijo. Amplia audiencia. En mi casamiento.
Querés un suvenir, un recuerdo. Te pregunto si querés un
recuerdo. Te lo pregunto. (Señala el piso.) Son artificiales y no HIJO
se echan a perder. (Coro, comentario.) No entiendo. Cucú. No entiendo
demasiado. Me refiero a. Cucú. No sé. Hago una pausa, una
(Acción: Cuando un personaje no habla, emite sonido sin extensión de mí. Una pausa que alargo como un cable y que
necesidad de abrir la boca.) no sirve. Cucú. Es inútil. Nadie se enoje, yo tampoco entiendo
una palabra de esto. Hablamos un idioma inventado. Decimos
HIJO usted, vos, tú, por simple falta de habilidad. Por incapacidad
(Niega con la cara.) Gracias. Cucú. de hablar sencillo. Cucú. Incapacidad para enterrar al otro y
estar presente. Último cucú. (Mira.) Mi madre hace el gesto
MADRE de apretar un peso en el corazón.
(Recriminando.) Yo sé quién es usted. Lo que tú eres. Sos. Lo
que es. Lo sé. (Inquiere.) El negocio de la jardinería, ¿no era (La Madre hace el gesto de apretar el corazón en un puño.
ese tu negocio? El corazón que latía con fuerza. Hace el gesto de empujar. Y
finalmente hace el gesto de tirar su corazón al suelo.)
HIJO
(Abochornado.) Arreglaba jardines, fijaba las plantas, no lo MADRE
llamaría negocio. Cucú. Mirame. Mírame a mí. ¡Mírame! Cuidado. ¡Yo sé lo que eres!
Lo que sos.
MADRE
¿No se venden las plantas? (Mira los suvenires.) Ramos. ¡Por (Entra el Padre con un ramo de flores en la mano. Es un hombre
supuesto que se venden! ¡Hasta en oferta! (Lo estudia.) Vamos aplastado, casi una foto contra el fondo. Goofy. Algo feo, algo
a ver la edad que esconde tu barba. ¿Postiza? No me gusta tu de pájaro campana. Suena la pianola y el Padre canta notas
cara. Falsa. (Risa solapada. La mano superpuesta.) a contrapunto.)

HIJO HIJO
(Agotado antes de empezar.) Tu risa enerva. Cucú. (Coro.) Comedia segunda. Ellos, mis padres. Los ellos. Mis quienes.

262 263
MADRE (El Padre se chupa los mocos detrás del pañuelo.)
(Al Hijo, omitiendo al Padre.) Me hacés pensar en tu padre. Vos,
tu padre. ¡Ni un gramo de cerebro! Como tu padre. El pobre PADRE
hombre había nacido para otra cosa. (Estudia cuidadosamente al (Voz cómica y vieja. Acaricia la tela.) Tiene flecos de viejo este
Hijo.) Ojos, ¡no quiero ver! ¿Qué estás mirando por el rabillo del pañuelo. Es la edad. Está bordado con tus iniciales, Josela.
ojo, qué estás buscando en esa esquina? ¡Haz la vista aparte...! (Casi una pregunta.) Lindo. (Responde.) ¿Resfriado? Un poco.

HIJO MADRE
(Hace de Coro, desde atrás.) Aquel, mi padre de antes, vino (Desembucha.) ¡Eras vos! ¿Estabas ahí? Pensé que era una
vestido de domingo, pidiendo permiso. Se sostiene del marco, mosca pegada al engrudo. ¡Una mosca atrapada por la cola!
de pie en el hueco de la puerta. Ahí permanece. A punto de (Se traga la risa.)
entrar o salir, vegeta en el resquicio de una vida que no le
gusta. Debió imaginar otra biografía, al parecer, en otro lugar. HIJO
Tuvo que imaginarse una vida mejor, con otro trabajo, otros (Coro.) Mi padre disminuido, negado, siempre benigno, se
movimientos, otra savia paseando. ¡Upa, papá! tambalea. De vez en cuando mi padre sueña con momentos de
su existencia...
MADRE
(Distingue al Padre.) ¡Oh, apareció! (Tasándolo.) Padre. El padre. PADRE
(A la Madre.) Pensé que no había nadie. Hay que mirar antes.
HIJO Yo no sabía que estabas.
(Coro.) Mi padre está en silencio. No contradice. No hay una
respuesta de usuario. Solo tuvo que venir a vernos. Tiene que MADRE
venir a vernos de vez en cuando. Un candoroso cucú, así (Esta respuesta parece lo contrario.) Si querés pasar podés entrar.
funciona. Con su mirada franca. (Apunta.) Mi madre está fuera
de toda conversación. (Apunta.) Mi padre gira un pañuelo en HIJO
sus manos... En cuanto a mí, puntos suspensivos. (Señala hacia (Coro.) ¿Qué dijo? Lo que dijo. ¿Qué?
atrás.) En este momento vengo a estar ahí, allí, en el invernadero.
Hagamos de cuenta que no estoy, que no me ven. Digamos que MADRE
estoy allá, físicamente ahí, atrapado en el invernadero. En mi (Al Padre. Parece lo contrario.) Que si querés pasar podés entrar.
lugar, ¿de acuerdo? Como un coro. Yo tampoco lo entiendo,
pero puedo repetir lo mismo. Decir: En este momento estoy ahí, PADRE
en el invernadero. ¿Hemos de suponer? (El padre entiende.) Que me gustaría. Gracias.

MADRE HIJO
(Al Padre. Obsequiosa.) ¿Y ese trapo? ¿Frío, resfrío? (Coro.) Bueno. Ahora mi padre trasplantado, aquel, mi padre
con un pañuelo en sus manos, va a decir algo.

264 265
PADRE Me imagino que no. Quiero decir, mi padre en la sala de espera,
(A la Madre.) Josela, ya sabés, a mí las cosas me cuestan, me fumando cigarrillos, no creo que me hubiera imaginado así. (Se
cuestan. Me resulta difícil de. Entonces pensé, por ejemplo. queda en silencio.)
Creo que. Porque me gusta tanto cantar. Eso, sería bueno
reunirme con los demás. Otros que practican conmigo desde HIJO
hace años. Sería bueno formar un coro. (Coro.) El asco de mi madre y la amargura de mi padre. ¡Hip!
Odio mutuo nacido en la noche de bodas en que me engendraron.
MADRE En la mutual mirando fotos del viaje. ¡Hip! Almacenadas con
(Pausa larga. Mezcla de calma y apatía.) Ah, sí. cansancio en el cajón. ¡Hip! El mismo que mantiene la moneda
de plata que una vez me tragué, y mis dientes caídos.
PADRE
Un coro de solistas. MADRE
(Al Padre. Consciente de todo.) ¡Una no sabe cómo van a salir!
MADRE Cuestan dinero. Terminan arruinándose. Sí, arruinados. ¡Los hijos!
(Afirma.) Reunirse.
PADRE
PADRE (Risueño.) Tu hijo heredó mi voz, ¿te fijaste? ¿No ves? Tenemos
Encontrarnos. Los que nos conocemos. Bueno, excepto que. un sello.
¡Conozco mis limitaciones! Para ser cantante, cantante, no tengo...
MADRE
MADRE Son diferentes. ¡No hay comparación! ¡Prácticamente dos
Vas a cantar adelante de todo el mundo. ¿Tenés amor propio? familias distintas!

HIJO PADRE
(Niño.) Mamá. No... ¡Un aire! ¡Todo el mundo lo ve! Tan pronto como lo
escucho, me digo: Decime Narciso, ¿es él o yo? Siempre me
MADRE digo: ¡Qué hermoso canta con mi voz! Popular y folklor.
(Al Padre.) Es increíble que te hayan puesto Narciso. Justo a
vos que te dejaron sin hacer el repulgue. (Impone candor a su MADRE
sonrisa.) “Narciso Adonis”. Narciso o no Narciso, tu hijo, que alguien me perdone, ¿cómo
se llama? ¿Cuál era el nombre?
HIJO
Narciso como los juncos. HIJO
(Coro.) Alberto.
PADRE
(Su timidez imprime respeto.) No creo que me imaginaran así.

266 267
MADRE PADRE
Sí recuerdo, lo recuerdo, Alberto. A veces pierdo unas líneas. (Un pedido.) Hacer una presentación con luces de colores.
Sí... (A nadie.) ¡Como si lo viera! Parece un pan hervido.
MADRE
HIJO Me imagino. Cuando pases por tu pieza también tomate el pulso.
Me siento como una olla hirviendo.
PADRE
PADRE Ahora voy a la cama. (Antes de salir.) Perdón por llorar pero se
(Batallando.) Yo era el padre del niño, era el padre de aquel hijo me abre un mar de posibilidades. Voy a estirar el cuerpo en la
nacido impuesto con todas mis fuerzas. sábana. Chaucito.

MADRE (El Padre saluda con la mano y desaparece.)


(Algo molesta. Al Padre.) Si vas a decir algo, decilo.
HIJO
PADRE (Coro. Algo consumido.) Comedia tercera. Mi madre vuelve
Decir algo, no. (Absurdo.) Salvo que esta mañana me diste un el cuerpo al obediente sofá de alegre viuda. El cuerpo de mi
huevo duro con cáscara, y casi me ahogo. madre convertido en sofá. Mi madre gira los pulgares sobre el
vientre vacío. El piano repite la frase, muy obediente.
MADRE
(En la farsa.) Usted tiene una nariz para respirar. (El piano repite la frase. Movimiento largo.)

PADRE MADRE
(Comediante.) No sabía que era la cáscara de un huevo, pensé (Al ralentí.) Era una fiesta. Era carnaval. Fue en una gran
que era tu beso. terraza, arriba de una zapatería. (A nadie.) Yo me había puesto
dominó con capucha y vos, Narciso, estabas de cabezudo en
MADRE malla. (Señala a la nada.) Narciso, que ahora te has ido, mi
¡Volvamos al tema! marido. (Gesticula.) Recuerdo los regalos amontonados sobre
la mesa, todo. El balcón, las ventanas. Vuelvo a verlo una vez
PADRE más. Vuelvo a ello...
Quiero reunirme con algunos amigos para formar un coro.
HIJO
MADRE (Coro. Satisfecho.) Mi padre se disfrazó de calabaza.
(Una afirmación.) Por qué no volvés a tu escritorio y seguís
estudiándolo. MADRE
(Encandilada. Ojos en blanco.) La parentela, por los pasillos,
¡que Dios los tenga en su gloria! Los vestidos vienen y van.

268 269
Ahora los tengo adelante... (Casi al Hijo. Un informe.) El mío lo MADRE
hizo un modisto de Capital. Cofia, velo de tul de ilusión, ramo ¿Qué decías?
de flores.
HIJO
HIJO Una cosa lleva a la otra. He traído un árbol. Traje un árbol. Un
(Interrumpe, versado en plantas.) Orquídea, flor de agua. árbol, sí. (Señala a su espalda.) Está allá. Ahora no se ve. Es un
abeto. Lo dejé acostado. Va a crecer dando olor. Va a envolver
MADRE la casa con el olor.
Sobrepollera, mangas al puño. (A nadie.) Tu padre, en paz
descanse, me decía: Estás equivocando el paso, Josela. Usted MADRE
equivoca el paso. Ah, con esos trajes. Bailamos, bailamos, nos Qué dijiste. Yo te pregunto.
pusimos a bailar. ¡Pasos en falso! Temblando, escuchando la
música. En la felicidad y en la desgracia. HIJO
Una cosa lleva a la otra. Hagamos cuentas. Traje el pago
(El piano se detiene.) mensual. Revisalo vos misma.

MADRE MADRE
(A nadie. Recarga lo “grave”.) ¡Nadie bien se casa en carnaval! Sentate.
Nadie se casa.
HIJO
HIJO Prefiero caerme. Estamos en otoño, otoño es la caída. Una
Mamá, te estoy hablando. Mirame. Mamá, no hagas historias. cosa lleva a la otra. Tengo algo que decir. En el escritorio de
Mamá, decime, ¿no era como mi padre ese señor que acaba de papá estuve mirando fotos. Mirando las fotos de papá. ¡Se me
salir? El de recién. El mismo. El hombre que saludó con la mano... metieron en la cabeza!

MADRE MADRE
Pensé que estabas en la pieza del fondo, haciendo penitencia No te sentís bien.
o algo.
HIJO
HIJO Y una cosa lleva a la otra, tuve un sueño, ¿sabés?
(Absorbido.) Dijo adiós como una foto. Saludó con la mano...
Antes estuve mirando su escritorio, se hizo tan pequeño. Su MADRE
escritorio con papeles y cosas. El archivero donde guardaba (Afirma.) Cómo puedo saber.
planos, intenciones, documentos de casa, la escritura. Todo
ordenado en carpetas naranja, todo escrito con esa letra linda HIJO
hecha con Rotring. Porque yo sé, entonces usted sabe, ¡porque una cosa lleva a la

270 271
otra! ¡Hablar conmigo es hablar con mamá...! Vuelvo al sueño, HIJO
te digo, la casa se quemaba y yo trataba de descubrir al autor No. El invernadero tiene los vidrios rotos y entraron pájaros. Es
del incendio. Siguiendo la pista a través de un pasillo hasta un efecto, mamá.
llegar a una pieza, una habitación quemada donde estaban
ustedes: Vos, papá. Ustedes, diciendo que no me preocupara. MADRE
¡Se rieron! Vos hablaste en nombre de ambos, madre y padre. He oído algo, es decir, no, no he oído nada. (Busca en su libreta
¡Una cosa lleva a la otra! Y yo me mordí el labio, puse una mano y prosigue.) Entonces quiero que sepas que vamos a alquilar ese
en el bolsillo y les di tickets canasta. ¿He pagado por el daño galpón, es decir, ¡ya sabés! El galpón, ese depósito, es decir, tu
recibido? Traje la mensualidad. Revisalo. cobertizo de no se sabe qué, ¡esa verdulería llena de estufas!
¿Es posible que vayas tirando la maraña que tenés escondida?
MADRE
Chau, hijo. Volvé a dormir. HIJO
¿Por qué?
HIJO
(Coro.) Comedia cuarta, es decir, sigo los comentarios. (Señala a MADRE
su espalda.) Los plásticos golpean las ventanas del invernadero. No sirve para nada, es decir, ¡es inútil!
El ruido del plástico evita que suenen mis pasos, mis pies de
payaso. Es decir, ¡aquel plástico no me deja sonar! Yo represento HIJO
mi entrada a escena, vengo desde mi escondite en el fondo, (Queda estático.) Tirar mi laberinto. ¿Cuánto tiempo hace que
pasando de un cantero a otro, acariciando mi árbol, el abeto. repetimos este momento? ¿Cuánto hará? Nosotros, la madre,
El agua duerme en su panza, es decir, el agua está durmiendo el hijo. Esto que empezó y siguió pasando, porque insistimos.
en su vientre. El abeto, mi árbol tumbado boca abajo, es decir, Es decir, cada detalle. (Detenido en su verborrea.) Mientras la
el árbol que soñó ser plantado por alguien. ¡Ya quisiera yo...! descuidada felicidad se arrastra a nuestros pies...
Me acerco a la puerta, como mi padre hizo antes. Desde mi
estómago nace un eructo que crece y se convierte en mi voz. MADRE
(Juega su papel.) Mamá, he traído tu pago mensual, es decir, (Sonríe insultante.) ¡No se entiende un pepino!
traje tu mensualidad, revisá los billetes. El eructo crece en mi
voz. Mamá, yo digo, yo contaba con los bienes compartidos, HIJO
mamá. Es decir, los activos. Usted tiene su pensión, mamá. (Vencido, interpreta su papel.) Traje tu pago, mamá, es decir,
revisá los billetes, terminemos con esto.
MADRE
(A nadie.) ¡Mi querido hijo es un mendigo! (Se levanta de un MADRE
salto.) ¡Estoy alarmada! Es decir, Alberto, ¿vino alguien con (Comprueba el monto.) Ganá más plata. Eso es.
vos? ¿Has venido con alguien? ¿Quién? ¿Trajiste un abogado?
HIJO
(Coro.) Me pregunto si alguien entiende por qué repetimos.

272 273
Me pregunto si podré llegar al final, es decir, cuando todavía (Frases de la pianola. El Padre viene empapado, se para con las
queda tanto por delante. Mucho, es decir, más de la mitad. manos en los riñones, escupe una canción gloriosa.)
(Falso mutis.) En realidad, esto es pura cobardía. Lo digo en
serio. (Grandilocuente, a la Madre.) Si vieras a mi padre, dile HIJO
que estoy en mi aposento, allí escondido bajo el toldo, es (Miel con el Padre.) ¿Terminado? ¿terminó el himno? ¿terminaste
decir, en mi cuarto, el tinglado. Dile que, al otro lado, anda su la canción? ¡Has vuelto, chupatintas! (Coro.) Comedia quinta.
hijo sotechado. Es decir, Alberto, yo, desmenuzando el trigo, (Al Padre.) Usted está hecho sopa, ¡re sopa! (El Padre levanta
revolcándose en la hierba y espiando la vida... (Entre dientes. los hombros. Coro.) Mi padre nunca se secará, nunca en seco,
Coro.) Aprendiendo a escondidas la misteriosa escritura del nunca. (Al Padre.) ¡Apareciste!
diario secreto de su madre.
PADRE
(Texto leído por el Hijo: Parte del Diario de Josela. Día tal. (La cara arrugada.) Alrededor de mis ojos podés reconocer tus
Estaba peinándome el rodete. Mis pies descalzos deslizándose cejas, la misma mirada, Alberto. Te llamé por tu nombre, ¿me
sobre la losa fría y sobre la alfombra. Mi cuerpo en equilibrio, estoy luciendo?
recordando la boda. Una luz clara amenazaba por la ventana...
Yo bailaba y sin querer tiré el espejo. Un pedazo de vidrio se HIJO
clavó en mi pie. Fue inmediato. ¡Una mosca me agusanó! El ¿Qué hacemos? Sentate, fumemos tus habanos... (Larga pausa,
problema fue que al pisar el vidrio entraba de nuevo. Fui a ver fuman.) Estoy bien, si vas a preguntar. Tengo cincuenta años,
a Don Benigno que me hizo una placa. La radiografía mostró aunque tuve cincuenta desde cumplidos los treinta. Algunas
un cristalito que aparecía con otro color. D. Benigno miró los personas nacen viejas, o de repente se hacen mayores cuando
rayos X y dijo hay que operar. Me rasuraron desde la rodilla, por todavía no eran jóvenes.
higiene. Estaba esperando en la mesa y tuve miedo, tuve miedo
y me fui. De manera que el vidrio sigue ahí, atrapado, asoma el PADRE
borde pero no puede salir.) (Aspira.) Un gran cigarro... Yo seguí teniendo cincuenta desde
que cumplí los cincuenta. Y ahí se detuvo.
HIJO
(Coro, al acecho.) Merodeando, siguiendo los pasos de mis HIJO
antedichos, llego al escritorio de mi padre, ¿en busca de? Me (Coro.) Insisto en temas serios, con voz grave. (Al Padre.) Yo
acomodo en la silla, me apoyo en su apoyo, y descanso. Leo la vi cuando te envolvieron en una toalla, vi tus manos en la
misma letra que él escribió, miro las fotos, resúmenes de farsas, camilla... (Aspira largamente. Coro.) ¿Se entenderá lo que no
una ampliación hecha en “Estudios Fotográficos Mena House” estamos diciendo? Espero que sí.
con decorado de fondo. Otra y otra foto, y aquella dedicada
“Josela, para cuando estemos lejos y me extrañes...” Mi padre, PADRE
su postura, las sombras en la cara... Mi frente sobre la mesa. (Aspira.) Mm. Humo. Así que tenés cincuenta.

274 275
HIJO PADRE
No debe sorprenderte; un hijo es siempre un padre disfrazado. Se terminó el tabaco. Lo apago nomás. Tabaco terminado. (Se va.)

(Pitan los habanos y escupen el humo. Así descartan partes de (Queda nadando una gruesa capa de humo en el aire. Suena
la conversación, espantan temas. Cada tanto sueltan ceniza y el piano.)
la barren con el pie.)
HIJO
PADRE (Coro.) En casa había un reloj en ruinas, sonaba el mecanismo
Tu madre dice que trabajás como jardinero. de cadenas que dan vueltas, una canción trillada a cada hora,
¡el cuco aparecía! El cuco lleno de miedo, y yo temblaba de
HIJO volver a verlo.
No sé lo que pasa, ¡a todo el mundo le gusta imaginarme en
una granja! (El Hijo le canta al Padre y se cae a pedazos. Entra la Madre.)

PADRE HIJO
(Tolerante.) Trajiste un árbol. Mi frente sobre la mesa. ¡Me quedé dormido en el escritorio
de papá!
HIJO
(Niega.) ¿En serio? ¿vos lo viste...? Papá, no tengo fuerza para MADRE
levantar una silla, ¿me ves trayendo un árbol? Fue algo que dije, (Señala con un dedo la música.) ¿Vos también escuchás,
un proyecto por la mitad, ¡algo que pensaba! Es cierto, pensé también podés oír?
plantarlo y después irme, salir de esta casa y que el árbol se
quede. Un árbol para quedarse, buen título, ¿eh? HIJO
Sí, por supuesto.
PADRE
No vuelvas. (La pianola remacha algunas notas más y finalmente se corta.)

HIJO MADRE
(Acomoda su postura.) Cada menstruo, me arreglo el traje, me ¡Por fin! ¿Dijiste algo?
retuerzo la corbata y vengo, un paso tras otro, vengo a pagar
por la comida, me encuentro con mi madre, cada mes, las HIJO
expensas, los gastos, voy y vengo de vuelta, ¡cucú! Hasta que No.
esté contenta.
MADRE
(El Padre escupe el humo como respuesta. Abatido, empieza a Yo tampoco. (Larguísima pausa.) ¿Qué estabas leyendo?
levantarse para salir.)

276 277
HIJO (Magia de luces de colores. Los tres se comportan como
Algo de jardinería. Si un árbol cae, los anillos muestran su caricaturas torpes y obstinadas de sí mismos.)
edad en el tronco. Se puede distinguir lo que dicen los anillos,
cuántos años tenía, qué fue de la vida del viejo... En esta parte MADRE
del libro narra cómo muere un árbol del pantano, sí, al principio Por la tarde fuimos a almorzar y de repente oímos los gritos
se llena de agua y después se congela en su grasa, ¡lo describe procedentes de la pileta.
muy bien! (Coro.) Esta es la comedia sexta, un esfuerzo más.
¿Habrá un libro que nos diga a nosotros? (A la Madre.) Gracias a (El Padre clava ostentosamente los pies en el centro de la escena.)
estas imágenes puedo distinguir a un liquen de un culandrillo,
¡y no me los confundo! HIJO
Mi padre se metió en una pileta una tarde. El agua estaba fría.
MADRE
(Lo pica con una aguja de tejer.) El diario íntimo de una madre MADRE
no debe ser leído. Sus ojos como lupas atrás de la antiparra.

(La pianola tintinea, como láminas golpeadas por espinas.) (Madre y e Hijo unen sus voces. El Padre no logra situarse.)

HIJO HIJO
Mamá, ayudame a salir de aquí. Me conformo con llegar a la Él me enseñó a bracear acostado en un banco de madera. Mi padre.
puerta. Dame una dirección.
MADRE
(La Madre impulsa al Hijo para desalojarlo.) Me saludó con la mano antes de hundirse. Mi marido.

MADRE PADRE
¿Estás contento? (A la deriva.) Todavía no dije una palabra.

(El Hijo levanta los hombros. La luz se desvanece.) HIJO


Nadaba crawl. ¡Es como gatear en el agua!
HIJO
(Voz, Coro.) Avanzo desviando mi paso a través de los malvones (El Padre se pierde en un tono diferente.)
sin tocar las hojas con la acidez de mis dedos. Las macetas flotan.
A través de los plásticos viene esa luz que no parece nada. Las PADRE
ventanas del invernadero giran como un caleidoscopio. Quiero Estoy fuera de tiempo. (Suave.) Mi cuerpo se ablanda. Los
acostarme y dejar la manguera abierta, dormir en un cantero, dientes en mi boca parecen caramelos.
que caiga sobre mi cuerpo la mediasombra.

278 279
HIJO MADRE
Los brazos se aflojaron. ¡Es repugnante que te parezcas a tu padre! Te doy las gracias
por el manojo de plantas, digo esto sin burlarme. Gracias...
(El Padre se sorprende al descubrir lo que está pasando.) Renglón aparte, hablemos de lo que nos une, la economía.
(Extiende la mano.)
PADRE
(Adorna la cosa.) ¡Ah, el proyecto del coro de solistas! Solo HIJO
esperaba una gota para germinar. (Toma actitudes, exagera. Por Acá está lo relativo al mes. Hay un sobre cerrado dentro del
último se desnuda.) buqué, como premio. Ahora me voy, tengo que cambiarme. (No
se mueve.)
MADRE
Una tarde de verano, ¡un infarto! MADRE
(Abre un abanico. Larguísima pausa.) Mucho calor. Muy
PADRE caliente, muy caliente.
(Pavoneándose.) Absorbo toda la intensidad dramática. El agua
es poco profunda. El cloro baja hasta mi estómago y estalla. HIJO
¿Te acordás del reloj? El reloj de pared, cucú en la cabecera de
(Caída de luz. Ahora una emisión fosforescente, algunas pocas la mesa salía a mirarnos cada hora y nunca envejecía. Nosotros
lámparas. Madre e Hijo.) teníamos ojos de vidrio y de burla también.

HIJO MADRE
(Coro.) Comedia séptima. Huelga decir que vivo allí, en ese ¿Qué?
jardín cerrado, ese tinglado mío con pasadizos, donde me
acuesto sobre mi espalda como una piedra al sol, pensando en HIJO
los bienes que aún no he tenido... Yo entonces apenas podía pronunciar mi nombre.

MADRE MADRE
¡Repetir y repetir como una rueda! ¿Has decidido qué hacer con ¡Sí, me acuerdo! (Se representa a sí misma.) Hijo, tienes un
ese árbol? ¡Apesta! Tenés la cara sudada, sudorosa, ¿trajiste un nombre que se pronuncia con una r en los dientes. Aunque es
pañuelo de papel? posible que hayan robado la l y la r. ¿Has visto a los ladrones,
abeto? (Se lame los labios.)
HIJO
Usted me trajo al mundo para ir y venir. Trajo un hijo al mundo HIJO
pero no trajo un mundo al hijo... Mamá, ¿no esperabas que (Suspira.) Algunos disfrutan de lo que para otros es horrible.
fuera diferente? (Extiende un ramo de flores.) Ahora me voy, tengo la ropa húmeda, voy al galpón a desnudarme.
(No se mueve.)

280 281
MADRE ¡Teatro! No hace reír a nadie, solo es maravilloso.
(Gesto de saludo.) Chau, abeto.
MADRE
HIJO (Enajenada.) Abeto.
Todas estas pausas inútiles. Traje un árbol que era de nadie.
Nadie lo vio. HIJO
Quedaste sumergida, te burlaste tanto de mí que estás ausente...
MADRE (Coro.) Ustedes van a verlo, ¡ya deberían imaginárselo! “Oh,
¡Abeto! el triste arbustito.” Es una broma a continuación, voy a entrar
por esa puerta, vuelvo enseguida. ¡Octava comedia! (Salta
HIJO fuera de escena.)
(A la Madre.) Yo valgo un precio que para vos cuesta poco. Me
hiciste el molde pero no pasé la prueba, ¿no? ¿Sabés, mamá? MADRE
La jardinería consiste en señalar con un dedo cada tipo de (A nadie.) Abeto.
planta y saber el nombre.
(El Padre entra empapado desde un rincón.)
MADRE
Abeto. PADRE
Estás sola. La única persona aquí.
HIJO
Pero yo sé que hay helechos que crecen en una mezcla de MADRE
arena y verdura vieja, que tienen gusanos y sin embargo están El niño fue a la granja a vestirse de algo. En ese invernadero de
bien. Sé que hay hongos y pasto y que hay semillas como mentira, fue a disfrazarse.
pepitas, semillas que parecen huesos y que no son el principio
de nada. PADRE
Estoy mojando la alfombra.
MADRE
Abeto. MADRE
¿Te orinaste?
HIJO
Abeto, ¿eh? (Coro.) Yo solía esconderme en la pieza del fondo, PADRE
encerrado con llave, hipnotizado, viendo el mundo a través de No hablemos, necesito estar sordo. Hemos dicho todo hace
una grieta. Sí, a través de un agujero podía ver la casa como mucho tiempo.
un teatro. ¡Una obra sin estreno! (A la Madre.) Imaginate cómo
sería si yo vengo y caigo al suelo. Vos corrés preocupada, yo me MADRE
levanto, te muestro mi nariz aplastada y nos miramos alegres. Esto me dispara recuerdos, la boda, el día de carnaval, el traje

282 283
del cura, el juez, los abuelos de las tías, y todas las historias (Las ramas del árbol se abren hacia los lados.)
de inmigrantes, los muebles, la música, los padres de familia,
los gritos, los portazos, las discusiones interminables, en la VOZ DEL HIJO
enfermedad y en la salud. ¡Acá tá!

PADRE (El Padre lanza un suvenir como un ramo de flores al escenario.


(Con pereza.) El amor es nostalgia. El árbol se mueve desorientado, atrapado en una luz ámbar.)

MADRE VOZ DEL HIJO


¿Quién dijo? ¡Acá tá!

PADRE PADRE
Vos misma. (Al árbol.) Suerte que viniste.

(Prueba de altavoces.) VOZ DEL HIJO


¿Mi madre me escucha? ¡Oh!
MADRE
(Se levanta de un salto. Mira hacia atrás.) ¿Has oído? ¿Qué es MADRE
eso? (Al Padre.) Estoy un poco triste. Un poco triste.

PADRE VOZ DEL HIJO


Se trata de Alberto, mirá aquella luz, anuncia a tu hijo, el que (A la Madre.) ¡Oh! Tengo olor a “mimosas”. ¿Olés?
tuvimos la suerte de ver nacer. ¡Ya está entre nosotros!
PADRE
(Por la puerta trasera entra un árbol color verde amarillo. Las (A la Madre.) Qué niño indefenso.
ramas rotas y mal enganchadas.)
VOZ DEL HIJO
MADRE Voy a decir algo, ¡oh! Una dedicatoria, una dedicatoria que dice:
Es abeto, puedo verlo como si no estuviera disfrazado. Veo la “Para ustedes, mis quiénes”. ¡Oh! Mi cobardía. (Las ramas del
cara transpirada debajo del traje. árbol se abren hacia los lados.) Me falta el aire, ¡oh! Los quiero.
¿Dónde están?
PADRE
Las líneas de las cejas. PADRE
(Al árbol.) Hijo, ¿qué hacemos nosotros? ¿También tenemos
MADRE que repetir momentos de nuestra vida? ¿No podemos omitir las
El pelo gris. partes de alegría?

284 285
VOZ DEL HIJO HIJO
Tengo que apurarme, ¡oh! Me despido. Me estoy ahogando. (Entusiasmado.) ¿Me vio, mamá me vio?
¿Adónde fueron?
PADRE
(El árbol se tantea, extiende las ramas, presiona su tronco y (Acaricia al Hijo.) Saliste airoso.
cae. Un pitido final.)
HIJO
PADRE (Al Padre.) Tengo algo que decir, papá. Yo era un niño y
(De rodillas, tierno.) ¡Oh! ¡Qué paño suave! estábamos jugando en la vereda a la gallina ciega. Entonces
vino un hombre mal vestido. Las vecinas chusmearon “es el
(La Madre juega con un suvenir tirado.) papá de abeto, abeto padre”. Yo era la gallina ciega, buscando
con las manos. El hombre mal vestido se inclinó y me tocó la
MADRE cara “¿quién soy yo?” dijo. Le contesté “sos mamá, tenés la
Se disfrazó de caperucita para ocultar su vergüenza. misma voz. Mamá habla a través tuyo.” Porque si uno mira
atentamente al padre, puede ver el reflejo de la madre.
PADRE
¡Vamos a llenarlo de flores! PADRE
Me voy. No era tu madre lo que me hacía volver.
MADRE
Hacé que se levante. (Patea el piso.) ¡Va a inundar todo de tierra! MADRE
(Al Padre.) Yo no pude conocer a tu hijo, solamente al mío.
(El Padre se para y enciende un cigarrillo, quijotesco.)
(Notas de piano mecánico. El Padre se aleja).
MADRE
(Al Padre.) Estúpido. HIJO
(Se levanta y se quita el traje de árbol.) Esto se llama cobardía.
(El Padre sopla el humo hacia adelante.)
MADRE
MADRE Yo no lo entiendo.
Abrí la tela, así recibe aplausos.
HIJO
PADRE Nos vemos el domingo... (Se aleja. Coro.) ¡Teatro! Cuando era
(Se pone en cuclillas. Al árbol.) Buenas noches, hijo, te lo niño usaba todo tipo de sombreros. Hacía discursos mezclando
ganaste, disfrutá de tu sueño. Duerma tu vocecita. todo. Una vez recité “mi corazón temblaba y no era un sueño,
el rosal había muerto pero mi corazón seguía temblando”. (Se
(El Padre abre suavemente el disfraz, el Hijo saca la cabeza.) reverencia, sale.)

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Esquema de obra, cuaderno de 2007. Texto sin estrenar. Dedicado a
Alejandro Tantanian.

www.librodisociado.com.ar/marionetas/
Clave: invernadero

288
Claramonte / o el teatro
de la melancolía

Los personajes

CLARAMONTE (flores en los zapatos, arrugas de cómico viejo)


LA PRINCESA ROMAGNOLA (usa peinado con forma de torre)
MONSEÑOR (el mismo actor interpreta al PADRE
DESFERETRADO)
MUSARELO
NIEVES (es interpretada por una actriz mayor)
PÁNFILO y CATALINO (uno parece un mono y el otro un cerdo)
POLONIO (usa golilla, también es DON MÁSCARA)
ROSARIO

Frescobaldi: Recercar.

(Claramonte usa muletas, Musarelo trae el equipaje.


Campanilleo, pasitos cortos y rápidos.)

PÁNFILO
(A Claramonte.) Una desgracia.

CATALINO
Una gran desgracia.

PÁNFILO
Nuestro rector.

291
CATALINO (Claramonte bosteza y Catalino se calla antes de hablar.)
Nuestro maestro.
CLARAMONTE
PÁNFILO (A Catalino.) ¿Por qué no lo llevaron al convento? (A Pánfilo.)
Nuestro guía. ¿Por qué no llevarlo al convento?

CATALINO PÁNFILO
Está al borde de la muerte. La princesa no quiere.

PÁNFILO CATALINO
Ayer tuvo un accidente... ¿No le dijimos que está al borde de la muerte?

CATALINO PÁNFILO
En casa de su hermana. Está al borde de la muerte.

PÁNFILO CATALINO
La princesa. Nuestro rector.

CATALINO PÁNFILO
Su hermana. Nuestro maestro.

PÁNFILO (Claramonte bosteza y Catalino se calla antes de hablar.)


La hermana de Monseñor.
Byrd: Canto llano.
CATALINO
Ayer. POLONIO
¡Oremos por el enfermo! Solicito la presencia del ángel custodio.
PÁNFILO Oh, ángel de la guarda... (Toca orejas, ojos, nariz, boca, manos
Tuvo un accidente. y pies de Monseñor.) Por esta Santa Unción. Por su misericordia
misericordiosa. (Pone una mano sobre la cabeza del obispo.)
CATALINO Que cese el poder del Infierno. Que cese el poder del Infierno.
Monseñor tuvo un accidente. Que cese el poder del Infierno.

PÁNFILO (Claramonte bosteza y Polonio se calla.)


Y ahora está al borde de la muerte.

292 293
MUSARELO CLARAMONTE
(Señalando a Pánfilo y Catalino.) Aquellos se parecen a las Me acuerdo de su voz...
figuras de carnaval de cartón que fabricamos y paseamos
montadas en carros. Señor, lo digo sin maldad, pero uno podría (La princesa pasea, y Pánfilo y Catalino la escoltan llevando
llamarse Pánfilo y el otro Catalino, y nunca llegaríamos a saber su silla.)
quién es quién.
LA PRINCESA ROMAGNOLA
CATALINO (Abre los brazos.) ¿Quién soy? (Acerca su mano a la boca
(Señalando a Claramonte.) ¿Ése quién es? ¿Quién es él? de Claramonte.)

PÁNFILO CLARAMONTE
¿El del pelo teñido? Parece un guardia del Papa. Romagnola, princesa del Adriático.

CATALINO LA PRINCESA ROMAGNOLA


¿Un guardia? Nos engaña. Mirarte me hace llorar y no sé por qué.

PÁNFILO NIEVES
Dicen que no respeta a las niñas. (Fuera de lugar.) ¿Por qué mi madre se mete polvo en la cara?

CATALINO LA PRINCESA ROMAGNOLA


Dicen que escupió en la cara de su padre. Mis hijas, María Rosario, María del Carmen, María Pilar,
María Soledad, y María Nieves. Las cinco son mías. La mayor,
PÁNFILO Rosario, tiene veinte años. La más pequeña, Nieves, debe
Dicen que desentierra difuntos y les patea la calavera. aprender a callar.

(Claramonte bosteza y Catalino se calla antes de hablar.) CLARAMONTE


Parece retardada.
CLARAMONTE
Soy Andrés de Claramonte. (Casi deletreando.) Claramonte. ROSARIO
¿Cuándo podré saludar a la Princesa? Es una soñadora. (La abraza.)

LA PRINCESA ROMAGNOLA LA PRINCESA ROMAGNOLA


En qué triste ocasión vuelvo a verte, hijo mío. ¿Qué se sabe (A Claramonte.) Muy bien, ya se conocen.
acerca de tu madre? ¡De niño te parecías mucho a ella! Tantas
veces te tuve en mi regazo. CLARAMONTE
“A flor de piel”.

294 295
(La Princesa no puede evitar una expresión de extrañeza al LA PRINCESA ROMAGNOLA
escuchar la respuesta de Claramonte. Claramonte lo advierte e Estás mal del oído, una lástima. Entrará en pocos días.
intenta justificarse.)
CLARAMONTE
CLARAMONTE Una separación cruel como la muerte.
Es una expresión que está de moda. (Lejos, a Musarelo.) Rosario
es una maravilla. LA PRINCESA ROMAGNOLA
Si todas mis hijas entraran en un convento yo sería feliz.
MUSARELO (Señalando su muletas.) ¿Qué te pasó?
Cuestión de gustos.
CLARAMONTE
CLARAMONTE Me caí.
¿Eso qué significa?
LA PRINCESA ROMAGNOLA
MUSARELO ¿Estás herido?
Rosario se arrodilla sobre maíz, debe tener las piernas dañadas.
CLARAMONTE
CLARAMONTE Solamente arañazos.
Tal vez.
(Nieves ata los cordones de Claramonte.)
MUSARELO
Marqués, tenga cuidado de no perder la cabeza. CLARAMONTE
(Para sí.) No hay nada mejor que los niños, niños queridos... Al
(Claramonte se inclina ante Rosario. Rosario sale.) igual que mi vida es amarga, la de ellos está llena de risa.

CLARAMONTE LA PRINCESA ROMAGNOLA


(A la princesa.) Hermosa como su madre. La pobre Nieves no tiene ningún talento. Andrés, ¿tuviste hijos?

LA PRINCESA ROMAGNOLA CLARAMONTE


Mis hijas son muy buenas y eso vale más. Rosario entrará a No, no lo creo.
un convento.
LA PRINCESA ROMAGNOLA
CLARAMONTE ¿Por qué?
¿En un convento?
CLARAMONTE
Por compasión hacia los niños.

296 297
LA PRINCESA ROMAGNOLA (Claramonte da un paso atrás.)
¿Qué, Polonio? Hace varios minutos que nos mirás sin hablar.
MONSEÑOR
POLONIO (Trata de incorporarse.) ¡No te vayas, hijo! No tengo en mi
(Falsa beatitud.) Monseñor desea hablar con el marqués. lengua más fuerza que en mi cara... Mirame. La ansiedad se me
pega en la piel como una máscara de cera. ¿Por qué no puedo
LA PRINCESA ROMAGNOLA arrancármela? ¿Por qué no puedo romperla con mis uñas? (La
¿Cómo sabe que el marqués está aquí? voz se apaga. El obispo queda retorcido y llorando como una
enorme boca.)
POLONIO
Pudo verlo de reojo mientras recibía la extremaunción. CLARAMONTE
(Lejos, a Musarelo.) Mi padre decía: “Dios no existe”, pero al
LA PRINCESA ROMAGNOLA final de su vida llegó a creer. Murió lleno de religión. Acaso sin
¿Cómo? fe. Si fracasaba con Dios, habría encontrado alguna otra cosa.

POLONIO MUSARELO
Monseñor todavía no pierde sus habilidades. ¿Su padre murió?

(Claramonte bosteza y Polonio se calla.) CLARAMONTE


(Perplejo.) Ah, sí.
Telemann: Trompeta y órgano.
MUSARELO
(Pánfilo y Catalino se esconden en la parte posterior. Dormidos, ¿Cómo se llamaba?
con hambre y polvorientos.)
CLARAMONTE
MONSEÑOR ...
Claramonte, quiero dar mi gratitud al Santo Padre. Mis horas
están contadas. Los honores, la grandeza, las jerarquías, los MUSARELO
premios, todo cuanto ambicioné, cualquiera haya sido mi ¿Igual que usted?
ambición... Ay. Dios me dé la penitencia, el dolor, la culpa, la
vergüenza. Yo estuve cegado por el demonio. El diablo. CLARAMONTE
Lo mismo. No nos vimos durante años, y no volvimos a vernos
POLONIO desde que murió.
(A Claramonte.) Marqués, intentemos que no hable. No puede
contener su lengua. (Polonio pasa un pañuelo mojado por la frente a Monseñor.)

298 299
POLONIO PÁNFILO
Debe descansar. No.

MONSEÑOR CATALINO
Muerte. ¡Miedo a la muerte! (Se ahoga.) Si usted se niega...

POLONIO POLONIO
No es responsable de lo que dice. (Alterado.) Esto no debe Debo darle cuanto antes las malas noticias a la princesa. (Deja
escandalizar a nadie. la unción.) Ella está en la misa.

CLARAMONTE CLARAMONTE
Entiendo; esto no debe ser un obstáculo para nadie. Está bien. Muy bien. No le diga nada, me quedo.

PÁNFILO (Campanilleo. Polonio guía a Claramonte a través de unas cortinas.)


(A Claramonte.) Marqués.
POLONIO
CATALINO (En voz baja.) Hay pocas esperanzas de que el obispo reserve
La princesa nos envía. la vida. Su libro ya termina. (Palpándose los calzones.) Dios,
no encuentro mi llave. ¿Perdí mi llave? ¿He perdido mi llave?
PÁNFILO Vamos a ver. (La encuentra.) Ah. La señora princesa desea que
Quiere que le mostremos su habitación. usted tenga esta cámara. Es sin muebles. Pero más cómoda
que las del otro lado... Ahí son más grandes pero más tristes
CATALINO y solitarias... Nunca duerme nadie. Algunos dicen que los
¿Quiere que le mostremos su habitación? fantasmas de esta casa viven aquí. Siéntase bienvenido. Espero
que todo esté bien.
CLARAMONTE
(A Pánfilo.) Gracias, pero voy a quedarme en el cabildo. (A CLARAMONTE
Catalino.) Gracias, me quedaré en el ayuntamiento. ¿Qué parte de la casa es ésta?

POLONIO POLONIO
(Se levanta.) ¡Ah, no le va a gustar! Un antiguo calabozo para los presos de antes. Ahora tiene otro
uso, gracias a Dios.
CATALINO
No va a gustarle. CLARAMONTE
Tal vez mañana, al despertar, descubra que usted era un
fantasma, Polonio.

300 301
POLONIO (Entra Polonio a través del marco de un cuadro.)
Somos reales, marqués, muy reales. Y estamos contentos de
tenerlo aquí. Buenas noches. Que Dios lo bendiga. POLONIO
Monseñor Gaetani está muerto. Ya goza de Dios.
CLARAMONTE
Que Dios bendiga a Dios nuestro señor. LA PRINCESA ROMAGNOLA
¡Mi dulce hermano, qué desgracia! Lo que es una desgracia.
(Polonio sale en puntas de pie.)
POLONIO
Corelli: Concierto de iglesia. ¿Quién hubiera pensado que le costaría tanto trabajo morir? Se
diría que hubo un error, como cuando a un actor se equivoca y
(Claramonte dormita en una silla mientras cae polvo. Un campanilleo.) usa el vestuario de otro...

LA PRINCESA ROMAGNOLA LA PRINCESA ROMAGNOLA


¡Ah, Monseñor! Mi dulce hermano, qué desgracia tan inesperada. ¡Dios nunca se equivoca! Esa fue la muerte de mi hermano, no
Puesto que no hay esperanza, sólo queda un milagro. fue la muerte de ningún actor.

CLARAMONTE Gabrieli: Coronación de Venecia.


¿Qué bordan con tan poca luz? ¿No les muerden los dedos las agujas?
ROSARIO
(Tres golpes. Todos se miran.) (A Nieves.) Es hora de dormir.

CLARAMONTE NIEVES
No pensé que fuera tan tarde. ¿Han cerrado la puerta? Tengo miedo. Me dejan sola. Cuando estoy sola tengo miedo.

LA PRINCESA ROMAGNOLA LA PRINCESA ROMAGNOLA


No, no está cerrada. Que no se quede sola, de noche se pone triste.

(Un fuerte viento barre la escena. Todos se sostienen la ropa CLARAMONTE


con las manos. Se apagan algunas luces.) (A Rosario.) No te quedes sola, que la noche es triste.

Rameau: Les indes galantes. POLONIO


(A Nieves.) ¿Te acuerdas cuando eras una niña y decías: “Me
LA PRINCESA ROMAGNOLA estoy muriendo de noche y revivo cada mañana”?
(Asustada.) Lo mismo ocurrió hace un año, cuando murió mi
marido... Al igual que su padre.

302 303
NIEVES ROSARIO
Todas las mañanas. La llave.

LA PRINCESA ROMAGNOLA POLONIO


(Con un pañuelo sobre los ojos.) Que se acueste... ¿Qué?

POLONIO ROSARIO
¡Ah! La noche es siempre la Santa Agonía. La llave, señor Polonio.

(Rosario retira a Nieves y le cubre los ojos.) POLONIO


Ah, sí. Tomen.
NIEVES
Hasta mañana, marqués. Buenas noches. (Salen Nieves y Rosario. Inclinaciones.)

CLARAMONTE LA PRINCESA ROMAGNOLA


Adiós, preciosa. (Sigue los pasos de Rosario.) No apruebo que se vayan a dormir tan tarde.

NIEVES POLONIO
¿Soy linda, marqués? (Toca el hombro de Claramonte.) Querido marqués, debemos
avisar a Su Santidad.
CLARAMONTE
Como un fuego de artificio. CLARAMONTE
(Distraído.) Tiene razón, Polonio. Qué desgracia...
NIEVES y ROSARIO
(Rezan de pie, antes de irse.) El Señor nos conceda descanso POLONIO
de esta noche. Por Cristo, nuestro Señor, Amén. Muy grande.

POLONIO (Inclinaciones.)
Y bendice a nuestra señora la princesa.
LA PRINCESA ROMAGNOLA
NIEVES y ROSARIO (A Polonio.) Hay que disponer el luto. Tiene que haber luto.
Y bendice a la Virgen y a la princesa. (Polonio sale.)

POLONIO Corelli: La Folia, violín.


Amén. Silenio ebrio, pintura de Van Dyck.

304 305
ROSARIO CLARAMONTE
Me asustó. Usted me dio miedo... Puse mis cartas sobre la mesa.

CLARAMONTE ROSARIO
¿No vio mi sombra? Lo mismo que yo. Tengo decidido entrar a un convento, entérese.

ROSARIO CLARAMONTE
No. ¡Un convento!

CLARAMONTE ROSARIO
Parece que el temor de Nieves era contagioso. Sobreactúa la sorpresa, señor.

ROSARIO CLARAMONTE
Una mujer tiene derecho a ser asustadiza. ¿Mi madre sigue en No se deja este mundo por despecho.
el salón?
(Polonio, con el rostro cubierto por un velo negro, asiste oculto
CLARAMONTE a la escena.)
Necesita descanso. Tenga la amabilidad de acompañarme. Yo
tampoco me animo a estar solo... ¿Por qué suspira? ¿El amor? ROSARIO
(Abstraída.) El mundo es un lugar donde no sé moverme. Siento
ROSARIO una incapacidad física que me lo impide. Pero hay un remedio
Piensa mal. para mi debilidad: el convento.

CLARAMONTE CLARAMONTE
Lamento la muerte del obispo, aunque creo que el luto le va a Dios debe estar cansado de tener tanta gente adorándolo.
quedar muy bien a usted.
ROSARIO
ROSARIO Usted es deprimentemente inteligente.
¿Cómo se atreve?
CLARAMONTE
CLARAMONTE (Se acerca.) ¿Nunca se suelta el pelo?
Tocarla es mi bendición.
ROSARIO
ROSARIO No.
Una caricia es un toque y un manoseo un manoseo, no la Anun-
ciación.

306 307
CLARAMONTE CLARAMONTE
Sería un buen comienzo. ¿Amor?

ROSARIO ROSARIO
No para mí. Soltarme el pelo es lo último que hago en el día. (Sale frotándose la cara.) ¡Los hombres hablan demasiado!

CLARAMONTE CLARAMONTE
Me gustaría verlo. (Aparte.) Amor.

ROSARIO Haendel: Sarabanda.


Verme soltar el pelo es algo que no va a suceder.
(Desfile para ver el cadáver de Monseñor. Pánfilo y Catalino se
CLARAMONTE convierten en portadores para la procesión. Retiran el cajón.)
¿No tiene la sensación de que alguien nos mira? (Se acerca.)
Triunfo de la muerte, cuadro de Clusone.
ROSARIO
(Se muerde los labios.) Usted es feo. (Las hijas bordan inclinadas, susurran como dormidas. Encaje y
luto, todos vestidos de negro. Claramonte toca el piano.)
CLARAMONTE
Voy a verme peor dentro de unos años. (Se cubre el rostro Rachmaninoff: Variaciones sobre La Folia.
con un pañuelo.) ¿Qué tal soy así, cómo me veo? ¿Se anima a
besarme? Dicen que para sostener su fe, Cristo volvió deformes POLONIO
su cuerpo y su carne. (Interrumpe.) Señor marqués, perdón que lo moleste. Lo siento.
Dígame si he cometido alguna falta. ¿Tiene una queja sobre mí?
ROSARIO
¡Podría usar ese pañuelo para ahogarse! Usted olvida la Iglesia. ROSARIO
¡Silencio, Polonio! Ocúpese de sus cosas.
CLARAMONTE
(Se descubre.) Me la recuerdan todo el tiempo. Dígame, POLONIO
¿alguien la hizo infeliz? (Consternado.) Le obedezco, princesina. Estoy tratando... Pero,
como usted dijo que descuido al marqués. Quiero saber lo que
ROSARIO hice mal.
Tengo inmunidad para ese dolor.
ROSARIO
¡Te ordeno que te calles! Tus explicaciones son insoportables.

308 309
POLONIO CLARAMONTE
(Con las manos en la cabeza.) Pero, ¿qué debo hacer? ¿Qué Necesitaría el permiso.
debo hacer?
LA PRINCESA ROMAGNOLA
ROSARIO ¿Permiso? En este momento. ¡Ya mismo! Rosario...
Basta, Polonio, suficiente. (Se aleja.)
ROSARIO
(Claramonte vuelve a tocar el piano.) ¿Señora?

LA PRINCESA ROMAGNOLA LA PRINCESA ROMAGNOLA


(Entrando.) ¿Podrían dejar de tocar...? ¡Oh, Andrés! Perdón, lo Quiero que escribas en mi nombre.
siento. Me duele la cabeza.
ROSARIO
POLONIO ¿A quién?
Señor marqués, siento molestar pero dígame cuándo debe
regresar a Roma. LA PRINCESA ROMAGNOLA
A un amigo que tengo en Roma. Después firmo la carta.
CLARAMONTE
(Se detiene.) Mañana. ROSARIO
¿Ahora? ¿Qué debo decir?
POLONIO
Bien. El oficio fue largo y me cansó un poco. Si me lo permiten, LA PRINCESA ROMAGNOLA
voy a dormir con las gallinas. (Inclinación.) La llave. Contar nuestra desgracia. Añadir que vivimos solas. Y esperamos
el permiso para retener en nuestras manos al compañero Andrés
LA PRINCESA ROMAGNOLA Claramonte...
¿Qué?
CLARAMONTE
POLONIO (Se inclina.) Entonces me quedo. (Rosario sale.)
La llave, princesa.
LA PRINCESA ROMAGNOLA
LA PRINCESA ROMAGNOLA (A Nieves.) ¿Está bien cerrada la ventana? ¿La cerraste?
Ah, sí. Tome. (Salida de Polonio.) Deben ser tratados como
seres humanos, es agotador. (A Claramonte.) ¿No puedes CLARAMONTE
quedarte unos días más con nosotras? Quiero que aceptes mi ¿Cuándo toma sus votos?
hospitalidad. Estás en tu casa.

310 311
LA PRINCESA ROMAGNOLA POLONIO
¿María Rosario? No fijamos la fecha. Acaba de llegar el hábito para la señorina.

CLARAMONTE NIEVES
No conviene adelantarla. ¿María Rosario?

LA PRINCESA ROMAGNOLA POLONIO


¿Por qué? (A la princesa.) Es hermoso.

CLARAMONTE CLARAMONTE
Sería un nuevo disgusto para todos. ¿Ella lo sabe?

LA PRINCESA ROMAGNOLA POLONIO


Rosario será feliz en el convento más que a mi lado. La santidad ¿María Rosario? Está probándoselo. (A Nieves.) Escuché que
es una vocación en esta familia. Otra hija del príncipe descansa te portabas haragana. Vamos a examinarte. ¿A dónde van los
aquí. ¿Bajaste a conocer la cripta? malos después de la muerte?

CLARAMONTE NIEVES
No, señora. Al Infierno.

LA PRINCESA ROMAGNOLA POLONIO


Deberías hacerlo. Pasaron los años y su cuerpo parece dormido. ¿Y qué es el Infierno, se puede explicar?

(Nieves pasa levantando objetos tirados u olvidados.) NIEVES


Un pozo lleno de fuego.
LA PRINCESA ROMAGNOLA
¡Con más ganas, Nieves, que el suelo no muerde! Jesús siempre POLONIO
se enorgulleció de su trabajo. Recuerda que la limpieza es un ¿Te gustaría caer en ese abismo profundo y arder en él para
atributo de la divinidad. (A Claramonte.) ¡Qué horrible niña! Los siempre?
ojos de mi marido... ¡Hice todo lo posible por ella!
NIEVES
POLONIO No, señor.
(Entrando.) Señora.
POLONIO
LA PRINCESA ROMAGNOLA ¿Y qué debes hacer al respecto?
¿Qué?

312 313
NIEVES Claramonte.) Vamos. Acabo de poner los toques finales a mi
(Pausa.) ¡Mantenerme sana y no morir! escena de las caídas.

(Claramonte se ríe. Nieves ata los cordones de Claramonte.) CLARAMONTE


(Mirando a Nieves en el taburete.) ¿Las caídas? ¿Qué caídas?
LA PRINCESA ROMAGNOLA
(A Claramonte.) ¿Ves lo que digo? POLONIO
Hoy empiezan las procesiones de Pascua, ¿se olvidaba? Espero
POLONIO que le guste mi obra.
(A Nieves.) No toleramos jocosidades en esta casa. Debes
aprender a ser humilde. La comicidad es pecado, y los pecadores LA PRINCESA ROMAGNOLA
pasan su eternidad en un cielo de azufre. (A Claramonte.) ¿No sabías que Polonio es un artista?

NIEVES POLONIO
Pero yo no soy graciosa. (Arrogante.) Ya no hay artistas, eso fue antes.

POLONIO CLARAMONTE
¿Cómo dijiste? ¿Y de qué época es usted, Polonio?

NIEVES POLONIO
Que no soy cómica. (Pausa.) Si fuera cómica diría que el cuerpo Honestamente, no puedo decir que éste sea mi tiempo.
de Polonio es divertido.
CLARAMONTE
POLONIO ¿Qué arte cultiva?
¿Se dan cuenta lo terrible que es?
POLONIO
LA PRINCESA ROMAGNOLA Un poco de todo.
Nieves, estás poniéndole los zapatos equivocados al marqués.
Scarlatti: Concerto grosso.
CLARAMONTE
¿Ah, no son los míos? No tengo sentido de la propiedad. (Por el marco de un cuadro entra Rosario vestida de blanco.)

POLONIO LA PRINCESA ROMAGNOLA


(A la princesa.) No tema, señora, trabajaremos su espíritu (A Rosario.) Dios te bendiga.
rebelde. (A Pánfilo.) Traiga el taburete. Nieves permanecerá ahí
todo el día... (A Nieves.) No quiero que hables con nadie. (A

314 315
NIEVES LA PRINCESA ROMAGNOLA
¡No te vayas a manchar! (Tambalea.) ¡Dios te dará la fuerza!

(Rosario se inclina ante la princesa. Nieves se mantiene en POLONIO


el taburete.) ¡Grandes pruebas esperan por ti!

LA PRINCESA ROMAGNOLA CLARAMONTE


¿Has elegido tu nombre de carmelita? ¿Pensaste en eso? (A Rosario.) Deberían pintar un retrato suyo, con la luz de la
tarde iluminándola.
ROSARIO
“Nieves”. Como mi hermana. (Besa a Nieves, que se bambolea ROSARIO
con los brazos abiertos.) Tú, usted.

LA PRINCESA ROMAGNOLA POLONIO


Tenemos que mostrar la seriedad de nuestra investidura. Vanidad. Eso es vanidad. Un retrato desafía a todos los principios
de esta casa. Acá enseñamos comportamiento. Nuestra misión
POLONIO es corregir el carácter.
Es cierto, Rosario. No somos una empresa de virtudes, ni un
almacén de ternura. ¡Somos casas de oración! Sólo la oración CLARAMONTE
justifica nuestra existencia. No quise ofender a Rosario. Rosario, no quise ofenderte.

LA PRINCESA ROMAGNOLA POLONIO


La oración por sí sola. De ofenderme a mí no importaría. Importa esta casa. “Aparta
de mí la vanidad”. Está grabado en la entrada.
ROSARIO
(Se aturde.) Creo que tengo un poco de fiebre. ¿Podrían darme CLARAMONTE
algo? ¿Me pueden dar algo...? Me duele la cabeza. Proverbios, capítulo treinta.

LA PRINCESA ROMAGNOLA (Inclinaciones. Rosario sale. Nieves sigue en el banquillo.)


No corresponde emocionarse en este momento.
Frescobaldi: Canzon.
POLONIO
No procede. Ni siquiera en este momento emocionado. POLONIO
Pronto van a llevarse el trabajo que hice con mis manos...
ROSARIO
Es la alegría.

316 317
CLARAMONTE CLARAMONTE
(Confundido.) ¿Rosario? Y dígame Polonio, en esa cabeza que hay sobre sus hombros,
¿tiene más ideas todavía?
POLONIO
¡Mi escultura! ¿La desea ver? POLONIO
Desde luego. Como me gusta decir a mí: “El arte de gobernar
(Polonio camina diciéndose a sí mismo: “Date prisa, date consiste en saber organizar la idolatría”. La gente es adoradora.
prisa, Polonio”.) Ídolos nacionales, la Virgen.

LA PRINCESA ROMAGNOLA CLARAMONTE


¿Vamos? ¿Estamos en este planeta, marqués de Claramonte? ¿Y qué pasa si la virgen no les responde?

POLONIO POLONIO
Ustedes saben de mi antigua manía por hacer caretas... ¡Una Para eso están las velas, ¡es lo maravilloso del rito!
manía de lo peor! Con ella di un impulso involuntario al carnaval,
que es la fiesta de Satanás. Antes nadie usaba máscara, pero CLARAMONTE
como yo regalaba mis caretas de cartón... ¡Dios me perdone! Princesa, ¿qué significan esos lazos negros en las paredes?
Así el carnaval se hizo famoso. Esos que parecen corbatas largas...

(Polonio descubre la escultura del Drama de la Pasión. Golpea LA PRINCESA ROMAGNOLA


la frente de las figuras.) Es una costumbre. Cuando alguien muere, se cuelgan las cintas
de las coronas de flores. Después nadie las quita, quedan en las
LA PRINCESA ROMAGNOLA paredes hasta que se caen solas.
Cuánto sufrió Cristo por nosotros.
POLONIO
POLONIO Una hermosa escultura, ¿la ve? No es por decir, pero está
(A Claramonte.) Dígame si no están vivas. Están vivas. muy bien hecha. Desde la Pascua pasada trabajo diariamente.
Aunque, si se descuenta el tiempo que paso dedicado a otras
CLARAMONTE tareas, ¡esta obra fue realizada en menos de dos meses! ¿Se
¿Quién vive...? logra ver el mérito?

POLONIO LA PRINCESA ROMAGNOLA


¿Quién? Mis criaturas. ¡Mírelas! Cartón, como máscaras. La Polonio piensa mucho en la muerte de Nuestro Señor.
idea vino a mi mente de la nada. Estaba en mi cabeza desde mi
nacimiento. POLONIO
No pienso tanto en su muerte como en el final de su vida.

318 319
Observen. El cartón representa la idea de que no somos nada. CLARAMONTE
Es mi concepto. Entonces hay que frotarla con velas... (Mira el armario.) ¿Se dio
cuenta de que a Polonio no le gusto?
LA PRINCESA ROMAGNOLA
Será un placer ver desfilar estas figuras. ROSARIO
(Aturdida.) ¿No le gusta...?
POLONIO
(A Claramonte.) ¿Se va? CLARAMONTE
Yo.
CLARAMONTE
(Saliendo.) Acabo de comprometerme a un voto de silencio. ROSARIO
Siga hablando usted y hable también por mí... ¡Imagine que ¿Por qué?
estamos casados! (Rápida inclinación. Se va.)
CLARAMONTE
Gabrieli: Campanas. Es lo que le pregunto.
Cuadro del Siglo XVIII La durmiente descubierta.
(Rosario se desmaya. Claramonte no intenta reanimarla. Deja
MUSARELO las muletas y se arrodilla.)
(Aparte.) Esto ocurrió en la medianoche. El reloj dio las
once. Daba las once porque estaba descompuesto, pero era CLARAMONTE
medianoche. Claramonte entró en la habitación de Rosario. Rosario, creo que tengo cincuenta años o más, nunca me
Rosario estaba rezando. acuerdo. ¿Tomamos en cuenta mi cara o el resto del cuerpo?
Antes la almohada dejaba marcadas arrugas, ahora es mi piel.
CLARAMONTE (Le quita los zapatos y empieza a desabrocharle el vestido.) Voy
(A Rosario.) ¿Por qué se calla? Es de mala educación no responder. a hablar de nosotros... El decorado es una colina de piedra.
Es nuestra primera vez. Estamos en una colina de piedras,
ROSARIO de noche. Hay unas velas apoyadas en platos de cobre, nos
No me podía dormir. Estoy enferma... ¿Se da cuenta de lo que iluminan como en un cuadro de Caravaggio... Pongo una mano
significa venir a medianoche a mi habitación? sobre tu vientre, una mano debajo de tu ropa. ¿Está muy fría?
Tu primer paso es tratar de detenerme. Pero entonces tomo tu
CLARAMONTE cara y te pido que pronuncies mi nombre...
Es una habitación muy bonita, pero me preocupa ese armario.
¿Es ahí donde guarda su ropa? MUSARELO
¿Qué fue eso?
ROSARIO
Tengo fiebre.

320 321
CLARAMONTE POLONIO
¿Qué? Esta es la habitación de Rosario.

MUSARELO CLARAMONTE
Oí algo. ¿Se refiere a esta niña, tan parecida a la imagen del cuadro?

CLARAMONTE POLONIO
No fue nada. (Con un puñal en la mano.) Usted se tomó libertades con
ese cuerpo.
MUSARELO
Me pareció que salía ruido del armario... (Claramonte suelta el pie de Rosario con una sonrisa.)

CLARAMONTE POLONIO
Ese armario está vacío. (A Rosario.) Mi mano se mueve alrededor Usted es una abominación, estoy feliz de poder decírselo. Dios
de tu pecho. En tu axila. Remuevo tu pollera. Te escarbo, como vio todo y lo castigará a su tiempo. Deje a la niña.
nunca te tocaron... Te preguntás cómo será cuando me hunda.
Toco tu piel, abro los muslos. CLARAMONTE
¿Es la voluntad de Dios lo que trae en la mano, Polonio?
MUSARELO
Su niña acaba de tirarse un aire. POLONIO
Es el catecismo.
CLARAMONTE
(Apoya un crucifijo en los labios de Rosario.) Es el Espíritu Santo. (Polonio lo clava en el hombro y se va.)

(Polonio asoma desde el armario. Musarelo huye.) CLARAMONTE


Musarelo. ¿Dónde te metiste? Salí de ahí.
CLARAMONTE
Lo escuché haciendo ruido con los dientes. MUSARELO
¿Señor?
POLONIO
No hago ruido con los dientes. CLARAMONTE
Estoy herido.

CLARAMONTE MUSARELO
Me dijeron que hace ruido con los dientes. ¿Dónde?

322 323
CLARAMONTE LA PRINCESA ROMAGNOLA
No llego con la mano. (Sigue leyendo. Hace que lee.) Gracias.

(Musarelo quita la camisa de Claramonte.) CLARAMONTE


¿Está enferma?
MUSARELO
Usted puede perder su carrera... LA PRINCESA ROMAGNOLA
No. (Vuelve a su libro. Sonrisa de Polonio.) Vamos, Polonio,
CLARAMONTE ¿nos vamos?
Quiero que me vendes la espalda.
POLONIO
MUSARELO A su servicio.
Esa herida... Alguien quiso arrancarle el corazón.
CLARAMONTE
CLARAMONTE ¿Quieren que les diga cómo me hirieron anoche?
(Muerde una esponja.) No te desmayes, Musarelo. ¿Musarelo?
POLONIO
(Musarelo cae.) ¿Lo hirieron? ¿Le duele?

Lully: Un songe. LA PRINCESA ROMAGNOLA


No he recibido carta autorizando su estancia en esta casa.
POLONIO
Esto sucedió en la habitación de la niña. Si no lo hubiera visto CLARAMONTE
con mis ojos, no se lo diría. Habrá que volver a escribir.

LA PRINCESA ROMAGNOLA POLONIO


¡Cuánta infamia! ¿Quién?

POLONIO CLARAMONTE
Mucha. Quien haya escrito antes. ¿Acaso fue... Rosario?

CLARAMONTE POLONIO
(Entrando.) Me pareció oír voces familiares y no quise dejar de ¿Quién lo hirió en el hombro?
pasar a decir hola. (Inclinación.) Princesa.
CLARAMONTE
No lo sé. Fue a traición, en la oscuridad. Un antiguo fantasma

324 325
de esta casa... Princesa, ¿me hará saber si tiene noticias de CLARAMONTE
Roma? Se lo pido de corazón. (Inclinación.) ¿Qué quiere...?

LA PRINCESA ROMAGNOLA MUSARELO


¿Tiene usted corazón? Los últimos sacramentos.

CLARAMONTE EL PADRE DESFERETRADO


Es muy raro que alguien lo tenga. Pero avíseme de todas (A Claramonte.) Disculpe el disfraz. Debido a circunstancias que
maneras. (Inclinación. Sale.) no puedo revelar, mi identidad debe permanecer en secreto.

(Polonio hace cuernos con la mano.) (Musarelo se esconde.)

Música: Crucifixus. CLARAMONTE


(Sobresaltado.) ¿Padre?
MUSARELO
(A Claramonte.) Hay un hombre. O no es un hombre. EL PADRE DESFERETRADO
Soy un visitante. Quiero que escuche lo que tengo que decir.
CLARAMONTE Dios lo maldiga si no quiere escuchar.
¿Dónde?
CLARAMONTE
MUSARELO Dios no me quiere.
Ahí. No.
EL PADRE DESFERETRADO
CLARAMONTE Esta noche usted saldrá por la puerta del jardín y bordeará la
¿Y qué quiere? muralla. Caminará viento abajo. Encontrará una casa hecha
de tierra...
MUSARELO
Verlo. O mostrarse. CLARAMONTE
Si la caca de perro me deja caminar.
CLARAMONTE
Dile que estoy muerto. EL PADRE DESFERETRADO
En el techo de la casa habrá un cráneo de vaca. Va a llamar a la
MUSARELO puerta. Si le preguntan, dará un nombre falso... Debe recuperar
Se lo dije. el anillo que le robaron.

326 327
CLARAMONTE ROSARIO
(Se toca el dedo.) ¡Me falta el anillo! Se burla...

EL PADRE DESFERETRADO CLARAMONTE


Tiene que recuperar lo que le quitaron. Pague el doble de lo que Usted no confía. ¿Qué está leyendo? (Toma el libro.)
pagaron por usted. ¡Ahora jure que seguirá mi consejo! Jure.
ROSARIO
CLARAMONTE Cuidado. No se caigan las flores... ¿Lo conoce?
¿Padre?
CLARAMONTE
EL PADRE DESFERETRADO Mi padre lo leía.
Jure.
ROSARIO
CLARAMONTE ¿Su padre?
¿No tenemos nada más que decir? ¿Jure?
CLARAMONTE
EL PADRE DESFERETRADO Sí. Cuando fue arrestado.
¡Jure! (Sale.)
ROSARIO
CLARAMONTE ¿Estuvo preso? ¿Quién era?
Voy a seguir esa palabra hasta el final. (Aparte.) ¿Padre?
CLARAMONTE
Libro de las maravillas, cuadro del Maestro de Boucicaut. Hablo de mi padre espiritual, y mi único responsable. Los padres
que elegimos son los que cuentan. Me refiero al caballero de
(Rosario está leyendo.) Casanova, un aventurero veneciano. Él se arrepintió al final de
su vida.
CLARAMONTE
Estuve mal. Me equivoqué. ROSARIO
¿Se hizo cura?
ROSARIO
Fue mi culpa. CLARAMONTE
No tuvo tiempo. Pero dejó escritas algunas confesiones.
CLARAMONTE
Fue mía. ROSARIO
¿Usted las lee?

328 329
CLARAMONTE que llamaríamos un hombre brillante.
Es mi lectura favorita. (Recita de memoria.) “Algo tan
delicado como el filo de un cuchillo separa la felicidad de la ROSARIO
melancolía”. No.

ROSARIO CLARAMONTE
Usted está triste. (Con asco.) ¿Cómo hace un hombre para convertirse en eso?

CLARAMONTE ROSARIO
Porque la quiero. ¿Cuál será el convento? Moviéndose a sí mismo como una pieza del tablero.

ROSARIO CLARAMONTE
Iré a Corpus. Tengo un amigo así, me da mucha pena... Pero ese no era
nuestro asunto. ¿Sabe bailar?
CLARAMONTE
No va a ser feliz. ROSARIO
Regular.
ROSARIO
Sí. CLARAMONTE
Yo bailo muy bien, aunque esta pierna no lo cree así. Ahora no
CLARAMONTE hay música. ¿Le gusta la música?
¿Piensa que yo puedo ser feliz?
ROSARIO
ROSARIO Sí.
Sí.
CLARAMONTE
CLARAMONTE Al entrar al convento ya no podrá ser mi amiga.
No estoy seguro de que eso vaya a gustarme.
ROSARIO
ROSARIO Ni su trofeo.
Prefiere las complicaciones.
CLARAMONTE
(Pasa Polonio. Ambos se esconden.) ¿Es demasiado tarde para ser amigos?

CLARAMONTE ROSARIO
Cerremos los ojos y no nos podrá ver. (Se ríen.) Polonio no es lo Tarde para que usted se salve; corre el rumor de que su vida

330 331
está en peligro. Lo denunciaron. CLARAMONTE
¿Y qué tiene en la mano? ¿Eso cómo se llama?
CLARAMONTE
Si me deja, me convierto en fantasma. Usted es la prueba de DON MÁSCARA
que yo existo. Anillo. Pero mi anillo no es su anillo.

ROSARIO Trueno.
Hablaron mal de usted.
CLARAMONTE
CLARAMONTE (Apoya una pistola en el pecho del enmascarado.) Ofrezco el
No es de extrañar, ¡no saben hablar bien! doble de lo que pagaron por mí.

ROSARIO DON MÁSCARA


(Saliendo.) Claramonte, tema por su seguridad. Usted es Claramonte.

CLARAMONTE CLARAMONTE
(Aparte.) Temo más por mi imaginación. Soy un asesino.

Aparición de una cabeza armada, pintura de Füssli. DON MÁSCARA


Usted es un buen hombre.
DON MÁSCARA
Ponga su cara para que le pinche un ojo... CLARAMONTE
Me atribuye cualidades que no tengo.
CLARAMONTE
Tengo que hablarle. Vine por un anillo que me robaron. DON MÁSCARA
¿Está enamorado? Entonces pague.
DON MÁSCARA
¿Qué? (Claramonte da unas monedas. Consentimiento de Don
Máscara.)
CLARAMONTE
(Suena unas monedas.) Mi anillo... DON MÁSCARA
Excelencia, nunca lo hubiera hecho morir. Le habría arrugado la
DON MÁSCARA piel... Castigado con una cojera... ¡Cosas de la magia! Aunque
No tengo ninguno. todo eso usted ya lo padece. (Limpia el anillo en su falda antes
de dárselo.) Aquí tiene.

332 333
CLARAMONTE cuchara me recuerda la piel de una vieja. Acabo de ver una cola
¿Cómo lo robaron? de rata que sobresale entre las hortalizas. Comí un cangrejo
del tamaño de un brazo, y ahora el cangrejo está comiendo mi
DON MÁSCARA interior. Huele a muerte en todos los platos... Puedo ver lo que
Durante el sueño. Hace varios días que no se despierta. ¿Ha va a suceder: Lo sé por mis venas, lo saben mis entrañas. ¡En
muerto? No, usted duerme... Cruza sonámbulo las pinturas de un cuarto de hora lo sabrá mi cabeza! (Eructa.)
su habitación. Sueña que vive.
Gabrieli: Coronación de Venecia.
CLARAMONTE
Abra la puerta... Me voy. (Polonio todavía lleva la máscara de la escena anterior. Pánfilo y
Catalino se convierten en portadores para la procesión.)
DON MÁSCARA
(Toma una figura de cera. La muestra.) Mire. Se parece a POLONIO
usted, ¿está de acuerdo? ¿Se va? ¿No necesita nada? Yo puedo (Refunfuñando.) Izquierda, derecha. Izquierda, derecha.
enamorar a la princesa, si así lo desea. Puedo hacer una droga Concentrados, concéntrense. ¡Basta! ¿Me escuchan? Vamos
con sangre menstrual. a empezar de nuevo. Ustedes no canten... (Pánfilo y Catalino
cantan alto y desafinado.) ¡No, no! ¡No es así! ¿Se atreven
CLARAMONTE a cantar de esa manera delante de la princesa? Deberíamos
(Espantado.) Tiene las uñas negras. escucharlos sólo a través de una puerta, ¡como protección!

DON MÁSCARA MUSARELO


Quedan bien de este color. (Llegando. A Claramonte.) Señor, malos augurios. Una pulga
me acaba de picar la nalga izquierda.
CLARAMONTE
Hace ruido con los dientes. CLARAMONTE
No te preocupes, Musarelo, a mí me picó en la derecha.
DON MÁSCARA
No hago ruido con los dientes. Banda de las cigarreras: Misericordia.

CLARAMONTE POLONIO
Lo escucho desde acá. ¿Polonio? Estoy pasando el plato. Pongan en él unas pocas monedas.

Corelli: Les Folies d’Espagne. LA PRINCESA ROMAGNOLA


¡Qué hermoso, todo! (A Polonio, entre dientes.) Quítese la
MUSARELO máscara para hablar, Polonio. (A Nieves, en voz alta.) ¿Está
(Aparte.) Pocas veces comí algo tan podrido. Chupar esta bien cerrada la ventana? ¿Cerraste la ventana, Nieves? (Polonio

334 335
deja la máscara sobre su nuca.) POLONIO
¿Lo sabe mi señora?
Banda de las cigarreras: Cristo del humilladero.
CLARAMONTE
(Por el marco del cuadro entran figuras de cartón. Nieves ilumina Lo sabe usted, Polonio, es lo mismo. Ella puede escuchar a
la cara de Claramonte con una vela fijada en la punta de un través suyo.
palo. Pasa un esqueleto sentado en su trono. Todos sacuden
pequeñas banderitas y tiemblan.) LA PRINCESA ROMAGNOLA
Claramonte, salga iluminándose con una linterna. ¡No vaya a
POLONIO caer en un pozo!
¡Mi obra! No hay ningún obstáculo para ella. ¡La vuelta al
mundo podría dar! ¡Alrededor del mundo! Mi obra ha venido a (Claramonte bosteza. La princesa sale consternada.)
anunciar la muerte de las personas.
POLONIO
CLARAMONTE ¿Quiere que prepare su caballo?
(A Polonio.) Dígame, ¿usted es familiar de la Santa Inquisición,
o es simplemente un parecido físico? CLARAMONTE
Prefiero hacerlo yo mismo. (Le arroja su anillo.) Por favor,
(Las figuras se desarman y caen.) guárdelo como recuerdo.

LA PRINCESA ROMAGNOLA POLONIO


¿Un milagro? ¿Su anillo? No puedo...

POLONIO CLARAMONTE
¡Dios nos abandona! ¡Dios nos deja! Llévelo a la princesa en el día de la madre. “¿Cómo conseguiste
este anillo, Polonio?” “Con el dinero de la caridad, señora.”
CLARAMONTE “Ah, Polonio, dame un beso enorme en el día de la madre.”
¿Estaba con nosotros? ¡Cuánta comedia! Tome una de sus propias máscaras, Polonio.
(Le pone una calavera.)
POLONIO
¿Señor? POLONIO
¿Qué es esto? ¡Sáquemela! (Trata de quitarla.) No puedo. ¿Qué
CLARAMONTE pasa? ¿Qué? Está pegada... ¡Sáquemela!
Aprovecho esta oportunidad para informarle que me voy en un
cuarto de hora. CLARAMONTE
No lo voy a tocar. No pienso tocarlo. Usted está muerto, Polonio.

336 337
POLONIO ROSARIO
¿Muerto por una máscara? ¡Socorro! Ayuda... (Lo señala.) ¡Es el (Lo mira.) ¿Quién es? Usted. ¿Qué está haciendo aquí?
demonio! (Sale corriendo.) El diablo.
CLARAMONTE
CLARAMONTE ¿Qué me reprocha? ¿Qué debo hacer?
(Aparte.) Creo que es tiempo de reunirme con Rosario.
(Entra Nieves por el marco de un cuadro.)
Salieri: Variación sobre La Folia, de Corelli.
NIEVES
ROSARIO Rosario.
(Rezando.) Mi Señor Jesús, mi dulce Salvador, ilumina mi
entendimiento. Virgen María, Madre Santísima, consuela a la ROSARIO
princesa y a mis hermanas, y perdona mis pecados. ¡Nieves, ven!

(Entra Claramonte.) NIEVES


(Mostrando una muñeca.) La hizo Polonio.
CLARAMONTE
¿Qué espera para darme un beso? ROSARIO
¡A verla!
ROSARIO
Cómo lo odio. NIEVES
¿No ves desde ahí?
CLARAMONTE
Así uno empieza a quererse. ROSARIO
No.
ROSARIO
Yo no lo quiero, estoy llorando. NIEVES
¿Podrías hacerle un vestido?
CLARAMONTE
No sé cómo sufrir las lágrimas ajenas. ROSARIO
¿De qué color?
ROSARIO
Quiero que me deje en paz, ¡no piense en mí! NIEVES
Blanco. Igual al tuyo.
CLARAMONTE
Esa mirada triste le queda bien, se ajusta a su cara.

338 339
CLARAMONTE NIEVES
Rosario... (Se aleja.) No lo haré. (Recitación con gestos.) “Ave María.
Gratia plena. Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus. Et
ROSARIO benedictus frutus ventris tui Jesu. Sancta María. Mater Dei. Ora
Conozco su pensamiento: “La quise, la tuve, adiós”. pro nobis peccatoribus. Nunc et in hora mortis nostrae.”

CLARAMONTE (Nieves se para en el descanso de la ventana.)


Quiero que venga conmigo. (Le da un terrón de azúcar.)
CLARAMONTE
ROSARIO Siento que empiezo a amarte, Nieves. (Aparte.) ¡Es horrible
No es posible. tomarle cariño a todo el mundo!

CLARAMONTE ROSARIO
Se trata sólo de lo que se quiere y de lo que no se quiere. Váyase. Lo delataron al Santo Oficio por brujería.

ROSARIO CLARAMONTE
(Toma el terrón de azúcar.) Mi lugar está en otra parte... Debo haber traicionado a la Inquisición. Rosario, la quise desde
que la vi. Dios me va a castigar. ¡No me importa! Prefiero echar
CLARAMONTE mi suerte por la ventana.
¿Prefiere una vela caliente entre sus piernas?
ROSARIO
ROSARIO No veo nada en sus ojos.
¡Merece que lo torturen! (Escupe el terrón.)
CLARAMONTE
CLARAMONTE Vuelvo a decirlo. ¿Qué espera para darme un beso?
Es el pensamiento general.
ROSARIO
NIEVES Es demasiado tarde para juegos.
(Interrumpiendo.) Rosario. Mi muñeca se llama Yolanda y es
una reina. Cuando le hagas el vestido, voy a ponerle una corona. CLARAMONTE
Es una reina. Se puede volver atrás y retomar.

ROSARIO ROSARIO
(A Nieves.) ¡No te vayas! Entro al convento, lo dejo todo.

340 341
CLARAMONTE ROSARIO
Habla como si fuera a morir. (A Nieves.) En otro momento, Nieves.

ROSARIO NIEVES
¿Le tiene miedo a la muerte? (A Claramonte.) Mi padre me enseñó a bailar. Mi padre está con
la Santísima Virgen.
CLARAMONTE
Antes, cuando no sabía de qué se trataba. ROSARIO
(A Nieves.) Deberías estar en la cama. ¿Vas a decir tus oraciones?
ROSARIO
¿Y ahora qué? NIEVES
(A Claramonte.) ¿Quiere que baile para usted?
CLARAMONTE
No tengo estómago para la vida. Pretendo amar la aventura. ROSARIO
(A Nieves.) ¡No!
ROSARIO
Me aburre. (A Nieves.) Es hora de dormir. CLARAMONTE
(A Rosario.) La gente suele amar lo que rechaza... (Se acerca.)
CLARAMONTE
¿Dormir? ¿Cuándo fue eso? No sé si es de día o de noche. ROSARIO
Aparte ese cáliz, señor.
NIEVES
(A Claramonte.) ¿Está triste? CLARAMONTE
Tenga piedad.
CLARAMONTE
Estoy feliz. ROSARIO
No ponga esa cara, la tragedia no es lo suyo.
NIEVES
(Salta de alegría.) ¡Está feliz, está feliz! (La ventana se abre y cae Nieves. La cabeza de su muñeca se
hace añicos.)
CLARAMONTE
(A Rosario.) ¿Quiere vivir presa de la Santa Agonía hasta el final? ROSARIO
¡Nieves!
NIEVES
¿Puedo bailar para ustedes? Mi padre me enseñó a bailar. (Rosario llora con el rostro entre las manos.)

342 343
CLARAMONTE CLARAMONTE
(Aparte. Lentamente.) Yo la maté. (Postrado.) ¿Padre? ¿Padre? En ese palco... Incluso si usted es
un fantasma, padre, no voy a creer en Dios.
VOZ DE POLONIO
¡Es el demonio! El diablo. MUSARELO
No existen los fantasmas.
Lully: Armide, Enfin.
CLARAMONTE
(La habitación se aleja: las telas del Silenio ebrio, el Triunfo de ¡Y aunque existieran no probarían nada! (Al palco vacío.) ¿Padre?
la muerte, la Durmiente descubierta, el Libro de las maravillas, No sé qué hice para dañarte. No quise hacerte daño. ¿Por qué
el cuadro de Caravaggio.) te causo tanto dolor? Hace años que no hablamos. No vamos a
romper hoy con esa tradición... Estoy tan lejos de recordar qué
PRINCESA ROMAGNOLA hice. No hice otra cosa que ser yo mismo. Igual, te pido perdón
(Murmura sola.) ¿Qué me importaba que fuera tonta? Para el por no gustarte. Te pido mucho perdón por lo que sea. Pero ya
resto de mis días me dolerá. Esa maldita ventana mal cerrada, no finjas interesarte en mí. ¿Viniste a verme...? Podés irte, yo
culpa de la desgracia. Mi pobre hija. ¡Pobre hija mía! Ahora es no. Este es el sueño del que no logro despertar.
una santa. Dejó de sufrir.
MUSARELO
(Claramonte se hunde en la silla.) (A Claramonte.) Señor, señor.

MUSARELO (Cae polvo.)


Señor, tengo un cangrejo mordiendo mis entrañas.
Bach: Largo para violín.
CLARAMONTE
No hables. Ahora sólo soy un árbol caído... Quiero dormir. Ya
siento cómo se congela mi orina. •
(El Padre desferetrado brilla fosforescente en un palco.
Claramonte dormita.)

EL PADRE DESFERETRADO
No sabemos lo que hacemos cuando traemos un hijo al mundo.
(Se levanta.) Vi crecer un monstruo que se ríe de todo... (A
Claramonte.) ¿Qué hiciste para merecer vivir? Quiero olvidar
que fui tu padre. ¡Qué vergüenza! (Se diluye.)

344 345
El plan de la obra y muchas de las escenas se basan en la novela De las
Memorias del Marqués De Bradomín: Sonata de Primavera de Ramón Mª
Del Valle-Inclán.

Texto dedicado a Francisco Javier.

Nota: Estuve buscando teatros que siempre tenían algo español, algo
italiano. Nuestro teatro nacional es español, con toda su aristocracia venida
a menos. Mansiones preparadas para una fiesta que nunca llegará. Teatros
como vestigios, lugares donde siempre es la hora de la siesta. Una tristeza
que apenas alivia la melancolía... Un teatro nada parecido a este país,
como una falsa tradición enraizada en el medio de un desierto. Cuaderno
de 2009.

www.librodisociado.com.ar/marionetas/
Clave: claramonte

346
Una clase portátil

Federico Irazábal me pidió que defina intertexto y yo dije


asimilar y transformar.

La traducción es un intertexto. La reescritura también. Volver


a trabajar el propio texto. La paráfrasis, las sustituciones.
Hacemos operaciones intertextuales de manera automática,
como reflejo involuntario, como medio de supervivencia.

El teatro tiene una organización intertextual. Una red de socios


que recupera y actualiza elementos en forma permanente. Los
actores renuevan el código que formaliza el texto. Si pudiéramos
detener por un momento la acción, en sentido figurado,
podríamos ver el gesto que a la vez evoca y reinventa.

Aparte de los procedimientos que un texto mantiene con otros


textos (lo que llamamos “intertextualidad”) yo digo que todo
texto es intertexto. No se puede hablar de un texto sin hacer
eco de otro. No se puede hablar de un texto sin que se produzca
otro texto, sin causar otro texto.

La intertextualidad es un conjunto de procesos de combinación,


mezcla, generación de nuevas prácticas y objetos culturales.
Sostengo que al hablar de intertexto estamos diciendo, conocer
al otro. El mundo es el otro. Hay intertexto entre los textos y
también entre texto y cultura.

349
Recuerdo el Martín Fierro: veces Dragún me dictaba, y mientras anotaba, empecé a pensar
en la maquinaria de los textos dramáticos.
Era un gringo tan bozal
que nada se le entendía. En esos años viajaba mucho en tren. Llevaba varios libros en la
¡Quién sabe de ande sería! mochila sólo para abrirlos de vez en cuando, no para leerlos. No
Tal vez no juera cristiano tenía necesidad de leer durante el viaje. Miraba un libro y me lo
pues lo único que decía imaginaba diferente. Me dejaba ir por la ventanilla. Octavio Paz
es que era pa- po- litano. dice que el lenguaje es el paisaje. El paisaje es algo inventado.
Así, el lenguaje se convierte en mundo.
Cuando digo que el intertexto crea sujetos culturales, pienso
por ejemplo en el gaucho. ¡Releamos a Josefina Ludmer! Aprovecho esta oportunidad para decirles que acabo de leer
Galope en niebla de Ariel Farace. Una vuelta al texto de
El texto es una forma de relacionarse, una política. En la práctica Mansilla. Un Rivera opinando sobre Rosas, Rosas huyendo. Se
intertextual todo es directamente político, son estructuras los recomiendo. En Argentina, su historia (su discurso) siempre
diferentes luchando entre sí. La intertextualidad pone en sirvió como fuente intertextual de la literatura.
contacto partes en tensión. Martín Fierro es una historia, ¿lo
es? y también la articulación de una experiencia social. Volvamos. Es productivo pensar en la intertextualidad como
experiencia con el paisaje. En Buenos Aires, en La Paternal
Muchos grandes textos (Discépolo) se construyeron sobre la donde vivo, uno se encuentra rodeado por las palabras. Entre
diversidad lingüística. Son ejemplos de polifonía, evidencias de nombres de calles, en un barrio. Nunca recuerdo el nombre
una práctica intertextual. de las calles y no puedo citarlos. Muchas veces me pierdo,
causando variaciones. Esto puede pasar en cualquier paisaje
Deleuze y Guattari plantean el concepto de “enunciación urbano. ¿Cuáles serían las palabras a develar en este mapa
colectiva”. Lo tomé como premisa para la escritura de Los de crucigrama?
murmullos. La enunciación colectiva, que es el dicho de todos.
Quién habla es algo a veces tan difícil de determinar... ¿Y qué sucede cuando lo citado pierde sus comillas? No por
negligencia sino por ocultación o por sigilo. Recordemos
Una de las formas en que empecé a escribir fue subrayando. que intertexto es una estrategia política. Una, entre muchas
La intertextualidad vino después. Mi admirado y querido prácticas discursivas. Todo texto está escrito tomando posición.
Héctor Libertella, dijo: “La mano que tacha es la que escribe ¡El “teatro político” no es un ejercicio de estilo! Insisto, ¿qué
de veras”. Impecable. ¿O sea que también podemos escribir sucede cuando lo citado pierde sus comillas? ¿El secuestro?
nuestra lectura? Creo firmemente que la intertextualidad se despolitiza cuando
no se analiza ni discute el uso específico que se hace del texto.
A finales de los ochenta, transcribí unos escritos a mano de Me permito decirlo ante este grupo universitario...
Osvaldo Dragún. Yo era un copista que obedecía órdenes.
Aquella transcripción era una acción minuciosa de lectura. A

350 351
Escrito al margen: Cuando un texto discute los códigos, reescribe Notas sueltas, aforismos de una clase que di en el Postítulo: Lenguajes teatrales
su campo. Una fuerza irradia desde la dramaturgia cuando y su incorporación en el campo de la escritura Escuela de Rosario, 2009.
modifica las categorías tradicionales de “texto dramático”.

La práctica teatral supone la pérdida de un significado único.


El interés intelectual que despierta el teatro se relaciona con la
multiplicación de sentido. El teatro es una caja de resonancia.
El acto está abierto a tantas interpretaciones que no puede
ser dominado por una sola idea. Algunos familiares van a ver
mis obras y confiesan: “No estoy seguro de haber entendido.”
Todavía creen en una verdad. Pero el autor no gobierna sentidos.
Apenas es autor después de la lectura de su texto.
La literatura es una secuencia. Escribo Fausto después de
todos los faustos escritos. Borges viaja de un libro a otro. Lao
Tsé recorre el mundo sin atravesar la puerta de casa. Leemos
traducciones de Shakespeare acaso intentando construir
nuestro propio relato. ¡No hay texto original de Hamlet, que
además fue escrita en un idioma desconocido!

Para Borges, el mundo es una biblioteca. Un autor es todos


los autores, todas las bibliotecas. Un libro es todos los libros.
No es fijo sino móvil. Un texto es un espacio de circulación
del lenguaje. Para Nietzsche: “Es dramaturgo quien tiene una
necesidad irresistible de transformarse a sí mismo y vivir en
otros organismos.” Alguien podría decir: Son textos porque
viajan, la obra está de viaje.

Todo a la vez. No muchos textos sino una pluralidad... Estuve


tejiendo citas, referencias para la clase de hoy. Ecos, que en
lugar de disolver el tema quieren extenderlo. Nuestra vida es
una historia más o menos coincidente con nuestro trabajo.
Nuestras obras harán que lean nuestras vidas como textos.

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Clave: clase

352 353
Niebla

(La escena no muestra ambientes difusos sino imágenes del


mundo en que vivimos.)

1 Matón

IGNACIO
(A nadie. Cita.) “En el caso de flotar basura, la basura se irá
por el río.” (No alude a nada realmente escrito.) “Dejado el río,
habré curado mis heridas. Nada más que barro en el hombre
desnudo.” (Se sacude.)

MATÓN
(Punzante.) Apenas lo toqué con mi aliento y se asusta como
un gusano.

IGNACIO
(Lo estudia.) No pienso de mí nada bueno, me compran con
un plato de comida, pero a usted con solo verlo dan ganas
de matarlo.

MATÓN
Me voy a presentar.

IGNACIO
Gracias, no... (Amaga irse.)

355
MATÓN MATÓN
¿No? Lo sé. Tiene un letrero en la cabeza.

IGNACIO IGNACIO
No tengo nada que ver con usted. Eso es estúpido.

MATÓN MATÓN
(Corrosivo.) Salvo cortar cuellos... ¡Excepto eso! Los uniformes Entonces no lo sé. (Repentinamente considerado.) Los reclutas
de soldado llegan al cuello, usted en cambio mantuvo su necesitan abrigarse, incluso cuando regresan a casa al escapar
pescuezo y perdió el uniforme. de la guerra. Tome...

IGNACIO IGNACIO
Me arruinaron el traje en el frente de guerra. Con esa ropa voy a verme como usted.

MATÓN MATÓN
(Mordaz.) Emocionante. No hay lugar para esconderse en No se olvide, la visera hacia abajo, ¡podrían ver su cara! Hablo
primera fila, es el problema de la vanguardia. mientras se viste. Dígame, ¿qué sintió cuando apuntaba?
Personalmente, no podría jugar a ser Dios... Ignacio, ¿le gusta
IGNACIO estar en el cuadrito? La fe... Siempre me pregunto qué elegir, si
Se me hace tarde en algún lugar, si me disculpa... (Amaga irse el beso de Judas o la esperanza destructora.
por segunda vez.)
IGNACIO
MATÓN Ya me vestí.
Eligió el retiro voluntario.
MATÓN
IGNACIO Se vistió. (Burlón.) Tiene hinchadas las venas de la frente,
(Casi un aparte.) Algunos tipos se aferran como garrapatas. como un demonio.

MATÓN IGNACIO
Las garrapatas pican. Mire, voy a llamarlo por su nombre. Va en (Acre.) Usted es muy amable. (Amaga irse por tercera vez.)
contra de mi gusto personal, pero así no nos confundimos. Voy
a decirle “Raña, Ignacio”. MATÓN
Espere, tiene tres minutos para escucharme.
IGNACIO
(Nervioso.) ¿Y cómo sabe? IGNACIO
Tres minutos que podría pasar leyendo mis memorias en el

356 357
baño. (No se mueve.) MATÓN
No entendió. Usted y yo no estamos “juegando”. Debe aceptarlo.
MATÓN
¿Le molesta mi presencia? IGNACIO
(Amaga irse una vez más.) ¿Juegando? No, más bien parece
IGNACIO una danza.
No, estoy molesto conmigo.
MATÓN
MATÓN Tengo la impresión de que no le caigo bien.
Vayamos al tema.
IGNACIO
IGNACIO Usted tampoco me cae bien; estamos a mano. Empecemos
¿El tema? a ignorarnos.

MATÓN MATÓN
Su violín, ¿me lo vende? No voy a negociar.

IGNACIO IGNACIO
(Maquinalmente.) No. ¿Por qué quiere mi violín?

MATÓN MATÓN
A usted le gusta mirar lo que está escrito. (Se burla.) “En el Me gusta el precio.
caso de flotar basura, la basura se irá por el río.” “Dejado el río,
habré curado mis heridas. ¡Nada más que barro en el hombre IGNACIO
desnudo!” Tiene demasiados sustantivos para mi gusto. No le pregunto cómo intenta engañarme, le pregunto por qué
lo quiere.
IGNACIO
Yo lo inventé. ¡El juego es que no parezca mío! MATÓN
Porque es suyo. No vaya a pensar que es por dinero.
MATÓN
Hace bromas privadas, por eso se muerde la boca por adentro. Tome, IGNACIO
le doy este libro. (En secreto.) No hace falta leerlo, trae dibujos. Yo sólo puedo tocar el violín. Es lo que sé hacer. La gente
construye casas, tiene hijos. Yo tengo un violín. Lo duermo en
IGNACIO su estuche... (Resuelto.) Bueno, se lo vendo.
No lo quiero.

358 359
MATÓN VESPINO
¿Lo convencí? Alégrese, lo invito a brindar. ¿Qué vino prefiere?

IGNACIO IGNACIO
No, pero fue fácil. Sólo le pido que no lo toque. ¿Usted se Tocay.
llama?
VESPINO
MATÓN Tocay, sabia elección. (Saca la botella de su bolsillo.) Choquemos
Buli. cristales, choque su vaso... Que no caiga una gota. Ni una.

IGNACIO
¿Por qué hace gestos?
2 Vespino
VESPINO
IGNACIO Por nada, son divertidos. ¿Le sirvo más?
Oiga, ¿cómo hicimos? ¿Pasamos por un puente? Creo que nunca
subí a su moto. IGNACIO
(Señala el vaso.) ¿Qué viene a ser esta bebida?
VESPINO
(En voz alta por el casco de motociclista.) En la carretera se va VESPINO
rápido. (Señala.) Llegamos. El bar. Si quiere tomar una copa... Viene a ser “algo de algo”, digámosle “licor de pera” si quiere
Vamos, no deje que la tristeza apague su tabaco. ¿Quiere ponerle título. (Descorcha otra botella con los dientes.)
un cigarro? ¡Le vendo! También una canción. Tengo muchas
canciones. ¡Tengo tantas canciones como minutos! (Toca IGNACIO
el acordeón.) “En la selva de Misiones hay una hormiga. La Este alcohol tiene como cien grados, es una llama.
hormiga es misionera de la selva.”
VESPINO
IGNACIO Levante el codo, que nadie sale herido.
Estudie solfeo por lo menos.
IGNACIO
VESPINO ¿Dónde consigue las botellas?
Un soldado llamado Juani la cantaba. Le habría gustado
conocerlo... ¿No lo conoce? Un buen hombre. (Ignacio se toca el vientre, fulminado.)

IGNACIO VESPINO
¿Un buen hombre? Nunca vi eso. ¿Qué sucede? Parece que llora como una señorita.

360 361
IGNACIO VESPINO
Algo me pinchó. Entonces, vamos. Soldado, ¿no le enseñaron a marchar?

VESPINO (Suben a la moto de Vespino.)


Tiene una barriga llena de palabras, Ignacio.
VESPINO
IGNACIO (Hace que cita.) “Dante tocaba el violín, y viajaba con Virgilio
El último vino estaría pasado... de la mano.” ¡Vamos! (Acelera.)

VESPINO IGNACIO
¡Agárrese los intestinos y cantemos, que la vida es muchos tragos! ¿Cuánto falta?

IGNACIO VESPINO
Estoy goteando. Se me escapa... Mucho más tiempo. Todos los días son iguales.

VESPINO IGNACIO
¡Vaya a su pieza y llore contra la pared! ¿Es la primera vez que conduce? Tiene otras marchas la
moto...
IGNACIO
Eso, necesito una pieza. ¿Sabe dónde puedo encontrar una? Me VESPINO
vendría bien un cuarto de baño... Este modelo viene con una válvula “cállese la boca”. Llegamos.
¿Mi propina?
VESPINO
Puedo llevarlo hasta el desagüe. IGNACIO
No hay nada como un buen consejo, se lo regalo. ¿Su nombre?
IGNACIO
Un hotel, uno con platos y cama, no pido más. (Se enferma.) ¿Y VESPINO
mi nariz? ¿Esto es mi nariz? Usted, ¿por qué me mira así? Tiene Vespino, por la moto.
los ojos reventados. ¿Cómo se llama? ¿Cuál es su nombre?

VESPINO
(Casi a público.) Mi nombre es de un modo u otro.

IGNACIO
Su cara me molesta. Ah, me resbalo.

362 363
3 Casero
IGNACIO
Anoté mi nombre.
CASERO
¿Señor? CASERO
Anotó “Eduardo Bueno”. Usted se parece a alguien...
IGNACIO
Acabo de llegar. IGNACIO
Todos nos parecemos a alguien.
CASERO
(Lo mira bien.) ¿Nos conocemos? CASERO
Usted se ve como alguien especial. Me quemo la cabeza
IGNACIO pensando en quién. Sí, usted se parece a un soldado que
Me trajo Vespino. veíamos en la cantina. Tiene la misma manera estúpida de
hablar... ¡Se llama Ignacio!
CASERO
¿Quiere una pieza? Puedo darle la que mira a la plaza. IGNACIO
El nombre a uno le toca, como los naipes. Volviendo al tema,
IGNACIO la pieza, no será más de un mes. Dos. A lo sumo cuatro. Si se
¿Dónde me inscribo? complica, un año...

CASERO CASERO
(Molesto.) Qué olor... (Mira el registro del hotel.) ¿Qué acaba ¡La misma manera estúpida de hablar...! Ignacio, terminó el alquiler.
de firmar?
IGNACIO
IGNACIO Había encontrado habitación hace un minuto.
(Indiferente.) ¿Tiene cama?
CASERO
CASERO Busque en otro lugar. ¡No puedo ni verlo!
Usted probablemente está cansado y el sueño le va a hacer de colchón.
IGNACIO
IGNACIO Afuera llueve. Está lloviendo...
¿Tengo que adivinar el chiste?
CASERO
CASERO No curo gripes.
(Lee en el registro.) ¿Usted es Eduardo Bueno?

364 365
IGNACIO BAQUIANO
¿Cómo se llama? Estamos en el lugar donde usted cayó al suelo.

CASERO IGNACIO
“El que da alojamiento”. ¿No ve que estoy parado? No me caí. Estamos en Araujo, le
digo. Todo es como era.
IGNACIO
¿Pero quién está a cargo de todo esto? BAQUIANO
Me cuesta seguirlo, Ignacio. Dígame a dónde vamos. ¿Quiere
volver, volver a casa? Voy con usted. Quizá esta vez lo acepte su
4 Un baquiano madre, ¡con los brazos abiertos!

IGNACIO
BAQUIANO No. Mi madre murió hace años.
(Casi un aparte.) Ignacio clava la uña sucia en el mapa, donde
dice Araujo. El mapa es la ciudad. Las personas son de papel. BAQUIANO
Ignacio viaja por el mapa. Lo pican avispas de papel. Lo Su espíritu lo acompaña...
quema un sol de papel. Lo caga la mierda de buitres de las
ilustraciones... (A Ignacio.) ¿A dónde vamos? IGNACIO
¡Acá no hay nadie! Vamos.
IGNACIO
Araujo. Pero usted no debe preguntar, usted es el guía... BAQUIANO
Dicen que cruzar el cementerio y arrodillarse en el medio, trae
BAQUIANO suerte.
Araujo. ¿Acaso no estuvimos ya?
IGNACIO
IGNACIO ¡Es verdad! Acá veníamos a jugar, de chicos. Tirábamos alpiste a
Me gusta caminar. las tumbas. Los muertos vuelven disfrazados de pájaros, decían.
Voy a dejar este libro como semilla, para que los muertos se
BAQUIANO entretengan.
Estamos en un mapa.
BAQUIANO
IGNACIO (Casi un aparte.) La gente es fascinante.
Estamos en Araujo.

366 367
5 La madre
MADRE
(Mira a Ignacio.) ¡No sea estúpido!
(Una mujer envuelta en un abrigo.)
IGNACIO
IGNACIO ¿Los estúpidos hacen así? (Más gestos.) ¿Son tan estúpidos?
¿Mamá?
(La madre deja sencillamente su ramo de flores en el suelo.)
MADRE
(A nadie.) Me dijeron que el país necesitaba territorios. Porque MADRE
un país necesita establecerse, necesita lugar. La tierra es una ¡Cierre la boca antes que le rompa la cara!
cosa. Y si no hay tierra, ¿qué es un país? Así llegamos. Vinimos
a atender el campo. IGNACIO
Bienvenido a casa. Bienvenido Ignacio que volvió.
IGNACIO
¿No me ves, mamá? MADRE
Váyase, no sé quién es. No hay tal Ignacio. Perros, tenemos
MADRE bastantes.
(A nadie.) Fue un sueño grande...
(La madre se aleja arrastrando los pies muy suavemente.)
IGNACIO
(Se señala.) Ignacio. IGNACIO
(Al Baquiano.) ¿Por qué?
BAQUIANO
(A Ignacio.) ¿Está hablando con ella? (Francisca aparece ante Ignacio.)

IGNACIO FRANCISCA
Ella me está mirando. Haberte echado por entre las piernas no la hizo tu madre.

MADRE
(A nadie.) Mi marido luchó en el campo de Araujo. Obtuvo el
polvo que pisamos.

IGNACIO
Mamá, ¿no me va a retar?

368 369
6 Francisca
FRANCISCA
¿Trajo a lavar la camisa, el héroe? El viejo Ignacio trajo su pene
IGNACIO rancio oxidado buscando un agujero maloliente... Tu viuda
¡Taco de reina! Francisca se casó con otro, otro que no era mejor ni peor.

FRANCISCA IGNACIO
¿Qué? Sentí que algo andaba mal.

IGNACIO FRANCISCA
Te decíamos “Taco de reina”. Creo que por las tetas. Tu nombre Pasaron años. La despedida. Esas lágrimas. No tenemos más
era Francisca, no me olvido. nada que decir.

FRANCISCA IGNACIO
El mismo Ignacio, aunque sin uniforme. Siempre tan divertido. Tampoco puedo pensar en nada interesante.
Esperé durante años. A veces, tu Francisca iba caminando
hasta la calle y se quedaba un rato, sentada. FRANCISCA
¿Vas a ayudarnos a contar los huesos que fueron tus hijos? ¿Por
IGNACIO qué no estás en el campo de batalla, que es tu lugar?
Hace años no pensaba volver.
IGNACIO
FRANCISCA Tengo buenas excusas, pero las dejé en mi otro par de
No sé si te cambió la cara o estás gastado, pero me duele verte. pantalones.
¿Volviste con permiso del ejército?
FRANCISCA
IGNACIO Los hombres como vos deberían ser fusilados. ¿Un soldado
“Permiso”, podríamos decir. menos? ¡Tenemos más! Matarte a escondidas como a las crías
que tuvo la gata. ¿Volviste, estás vivo? No me hagas reír que se
FRANCISCA me afloja la cara.
Vos podrías ser el hermano de Ignacio. O un vecino, un pariente
lejano que lo imita. Aquel Ignacio practicaba puntería tirándole IGNACIO
a una olla, y ahora tu cara parece la olla herida. Sos mi mujer, mi esposa.

IGNACIO FRANCISCA
Esta es una imitación, no es mi cara. Tu puta. Tu nada de mierda.

(Francisca se aleja obligándose a caminar derecha.)

370 371
FRANCISCA BAQUIANO
Mirá las piernas que te perdiste. Usted me recuerda a un amigo, un piloto de pruebas. Perdió un
brazo, las piernas y el ojo derecho.
IGNACIO
(Pausa. Al Baquiano.) ¿Qué día es? PADRE
Somos dos gotas de agua.
BAQUIANO
Lunes. BAQUIANO
Usted es el padre de Ignacio. “Padre, hijo”. ¡Qué bueno
IGNACIO verlos abrazados!
No me gustan los lunes.
PADRE
BAQUIANO (Al Baquiano.) Usted no me gusta.
¿Va a dejarla ir?
BAQUIANO
IGNACIO ¡Oh, las palabras hieren! Antes de doblar la esquina, me gustaría
Cuando hablaba le vi salir de la boca un ratón rojo. (Se muerde un momento a solas con Ignacio.
los labios.) Francisca.
IGNACIO
No tengo ganas.
7 El padre
BAQUIANO
(A Ignacio.) No, me refería a Ignacio “padre”. (Al Padre.) Usted
PADRE se llama igual, su nombre es el mismo. ¡Lo que es una feliz
(A Ignacio.) Soldado, ¿tiene un momento? coincidencia!

IGNACIO IGNACIO
(Se toca la ropa de civil.) No. (Se da vuelta.) (Al Baquiano.) ¿Por qué mi padre es parte de esta historia?

BAQUIANO BAQUIANO
(Al padre.) ¡La juventud no tiene modales! ¡No se habían visto en años! (Cómplice, al padre.) Usted arruina
la escena si pasa de largo. Vamos, no es un borracho en la
PADRE vereda, ¡es su hijo! (A Ignacio.) Ni siquiera le preguntó a qué
(Al Baquiano.) Fue mi culpa. vino... (Al Padre, declamatorio.) ¿A qué vino?

(Ignacio se enfrenta al Baquiano.)

372 373
IGNACIO IGNACIO
Le gusta meterse en la vida de otros. (Con un dedo.) Mire, usted Lo sé.
tiene algo...
BAQUIANO
BAQUIANO (A Ignacio.) Vamos, sea más diplomático o no va a prestarle el
(Se toca la boca.) ¿Dónde? auto para el fin de semana. (Al padre.) ¿Ya le dijo a qué vino?
Ignacio no sabe...
IGNACIO
En la nariz, está manchada con el culo de alguien. PADRE
Estoy muerto. En diciembre. Muchos nervios. Venas endurecidas.
BAQUIANO ¡Se me hicieron ramas de arterias por todo el cuerpo! Parecía
(Al Padre.) Entre usted y yo, ¿qué clase de educación le dio un tronco de árbol. (Antes de irse.) ¿Vas a visitarnos un día?
a este chico? (Terciando.) Bueno, muchachos... A resolver las
cosas que quedaron pendientes. (Da un paso atrás.) IGNACIO
Los dos sabemos que estoy mintiendo: Sí, muy pronto iré.
PADRE
(A Ignacio.) ¿Podemos hablar?
8 Travesti
BAQUIANO
Hagan de cuenta que no estoy.
IGNACIO
IGNACIO (A nadie.) En Araujo tomaba agua de la zanja. ¿Hoy cuánto
(Al Padre.) ¿A qué viniste? costará? En verano pescaba ranas al sol, me emborrachaba la
piel. Las mujeres de Araujo gemían como vacas. El agua de la
PADRE zanja era una mermelada... ¡Esta botella me está quemando las
A saludarte. tripas! ¿No hay nadie que venga y me pegue un tiro? ¿Por qué
no vienen a matar al pobre Ignacio?
IGNACIO
Entonces ya podés ir. TRAVESTI
(Llegando.) Si tiene problemas para dormir pruebe un limón.
BAQUIANO
(Aparte.) ¡Voy a buscar una cámara de fotos! IGNACIO
No recuerdo haberlo llamado. ¿Cómo entró? ¿Dónde está el
PADRE hombre experto que me guiaba hace un rato?
(A Ignacio, contenido.) Vos solo no podías cuidar a tu madre...

374 375
TRAVESTI IGNACIO
Entré diciendo que era el nuevo inquilino. La gente miente. ¿Cómo se llama?

IGNACIO TRAVESTI
(Mira la rodaja de limón.) ¿Me trata de engañar con dulces? Me dicen “Tornado”.

TRAVESTI
A usted le gustan. 9 Un borracho

IGNACIO
¿Estoy vendiendo mi alma? BORRACHO
Anoche llegó el demonio. Y ahora es mañana, de repente. Tengo
TRAVESTI hielo en cada músculo. Estoy borracho y puedo permitirme el
Regalarla sería inmoral. ¿Conoce Fausto? lujo de hablar así... Pongo mi curiosidad en este soldado. Hay
un hilo invisible que conecta mis ojos con la cara de Ignacio.
IGNACIO (A Ignacio.) “Señor, ¿una medalla? Una foto con marco, ¿no?
No. (Chupa el limón.) Un espejo, ¿no? ¿Todavía, no?” Vengo a pedir con frío, apenas
hecho de carne.
TRAVESTI
Si tengo que explicarlo no es gracioso. ¿Se siente mejor? IGNACIO
¿Qué me importa?
IGNACIO
(Se toca la panza.) Pasó la quemazón. BORRACHO
No le importa. ¡No se preocupa por nada! Estoy ofreciendo “una
TRAVESTI medalla, un espejo, una imagen, el uniforme de un traidor famoso”.
Sólo un traidor puede comer limones sin hacer una mueca.
(El borracho usa la casaca arruinada que llevaba Ignacio
IGNACIO al principio.)
Oiga, ¡ese traje es una vergüenza! Nunca vi al diablo, pero voy a
empezar a fingir que usa ropa prestada como usted. IGNACIO
¿Qué me importa?
TRAVESTI
¿Diablo? ¿En qué clase de mundo vive? ¿Sueña con murciélagos? BORRACHO
Nada, ¡claro que nada! (Le enseña el violín.) Venga a mirar esto.

376 377
IGNACIO IGNACIO
(Fingiendo indiferencia.) ¿Cuánto? Pero lo hace con acento alemán. (Un vistazo.) ¿Qué hacía?

BORRACHO MIRANDA
¿Quiere saber cómo o cuánto? (Boquiabierta.) Lavaba una taza.

IGNACIO IGNACIO
Esta conversación va a durar el doble si seguimos así. ¿Cuánto? “Lavaba una taza.” Nada peor que lavar una taza, a mí también
me hace llorar.
BORRACHO
Del precio hablamos más tarde. Por ahora, me encanta la MIRANDA
chaqueta que lleva puesta... No estaba llorando... ¿Usted es un hombre? Se lo pregunto por
necesidad, acá nadie se quita los pantalones por mí. ¿Quién
puede estar sin ser tocada y no volverse loca?
10 Miranda / El extraño
IGNACIO
Claro, ¡se termina llorando por una taza!
MIRANDA
(A nadie.) Digo, ¿dónde están los hombres de este lugar? No MIRANDA
puedo quedarme quieta con esta concha de puta. ¿Por qué no Es un idiota.
viene ni siquiera un soldado a tirárseme encima? A las vacas
las montan hasta despellejarlas... ¡Pido lo mismo! No quiero IGNACIO
pensar con los brazos vacíos, porque al final pienso en mis Eso dicen.
brazos vacíos, y no quiero. Mi culo se abre y se cierra como el
ojo de un ciego. ¡Una mujer necesita más que palabras! Pero EL EXTRAÑO
los hombres están hechos de saliva... (Entrando.) Hola, Ignacio.

(Ignacio entra con el violín bajo del brazo. Despeinado, otra vez IGNACIO
con su ropa reglamentaria.) Nunca nos vimos.

IGNACIO EL EXTRAÑO
¿Café? (Miranda lo contempla.) Un “cappuccino”, por favor. Es un soldado usted, se huele.
Es francés.
IGNACIO
MIRANDA Y usted parece cura, los odio.
Es italiano. El diablo habla en italiano.

378 379
EL EXTRAÑO EL EXTRAÑO
¿Quién no? Usted se llama Ignacio. ¿Ignacio juega a las cartas? (Señala el vaso.) ¿Qué es?

IGNACIO MIRANDA
Traigo unas monedas. Agua.

EL EXTRAÑO EL EXTRAÑO
(Casi un aparte.) Blando como el cuello sudado de un asesino. (Bebe.) ¡Pasa como si fuera vino!

(El extraño e Ignacio se sientan a jugar.) IGNACIO


(Al Extraño.) Usted reparte las cartas. Vamos, divida.
EL EXTRAÑO
¿Vamos a empezar? Empecemos. ¿A cuánto? EL EXTRAÑO
Deje de mirar sospechosamente. Es un vaso es como cualquier
IGNACIO otro. Un vaso de agua. (Bebe, Ignacio no.)
(Por Miranda.) ¿Usted conoce a la que friega?
IGNACIO
EL EXTRAÑO (A Miranda. Muestra el violín.) ¿Le molesta escuchar?
Miranda. (En voz alta.) Ella solo tiene muslos para mí... (La
imita caminar esponjosamente.) MIRANDA
Esto no es un concurso.
MIRANDA
(Al Extraño.) Antes mírese a sí mismo. Tengo un revólver debajo EL EXTRAÑO
del mostrador. No puedo decir nada, ella tiene el arma bajo el mostrador.

IGNACIO IGNACIO
(Casi un aparte.) Esto se está poniendo divertido. (Al Extraño.) Le toca dar las cartas.

EL EXTRAÑO MIRANDA
(A Miranda.) No se preocupe por mí. (Se sienta. Por lo bajo.) (A Ignacio.) Está bien. (Se alisa el vestido.) Mi marido tocaba la
Me gustan las mujeres que no tienen dientes. guitarra para pasar el tiempo.

IGNACIO IGNACIO
Miranda, ¿va a traerme el café que pedí? Ahora, ¿dónde está?

(Miranda deja un par de vasos sobre la mesa.)

380 381
MIRANDA maté... La música es peligrosa.
Se lo comió la guerra. Ese día yo llevaba este vestido.
MIRANDA
EL EXTRAÑO ¡La gente debe temerle casi tanto como a Dios!
(A Ignacio.) Usted juega.
IGNACIO
IGNACIO ¿Usted cree en Dios?
(A Miranda.) ¿Se siente mal?
MIRANDA
MIRANDA Ni siquiera lo intento.
Es la fiebre.
IGNACIO
EL EXTRAÑO Vaciemos los bolsillos del muerto, ¡despreciar su generosidad
(Descompuesto.) ¡Qué alegría, siento que me caigo! Miren sería un insulto!
cómo me caigo...
MIRANDA
MIRANDA (A Ignacio.) Ahora que somos cómplices, se bajará los pantalones
(A Ignacio.) ¿Podría tocar algo? Me canso de escucharme para mí. Cierre la boca. Quiero limpiarme con un hombre.
hablando a mí misma.
IGNACIO
EL EXTRAÑO Se burla.
(Nadie lo escucha.) Me viene cagadera. ¿No se escucha lo
que digo? MIRANDA
No. ¿Desde cuándo una pregunta al caballo si desea montar?
(Ignacio toca el violín para Miranda. Pantomima: el Extraño Tranquilo, este abrazo no significa nada. Toque lo duro de la
obedece la música hasta quedar enredado en una pata de la blusa. Clave los dientes como un cepo. No le pregunto si su
mesa. Ignacio deja el violín.) sangre está enferma. Ah... No sé cómo pagarle.

IGNACIO IGNACIO
Este violín parece falso. (Señala al Extraño.) Está muerto. ¿Y qué pasó con el amor? Vamos a encontrar un lugar para dormir.

MIRANDA MIRANDA
No fue su culpa. Vamos a caminar un poco. Me gusta cómo levantan las piernas
los soldados. Culo, arriba.
IGNACIO
Decir que no fue culpa mía es decir que fue mi culpa. Yo lo (Miranda revuelve en una bolsa de papel.)

382 383
IGNACIO MIRANDA
¿Qué hay ahí? No sé nada de vos. ¿Cómo eras antes?

MIRANDA IGNACIO
“Bebés de caramelo”. Más o menos el mismo.

IGNACIO MIRANDA
Es una broma. ¿Siempre fuiste soldado? Dicen que nueve de cada diez soldados
son idiotas.
MIRANDA
Los compré en la feria. (Radiante.) Me canso de comerlos... IGNACIO
Felicidades. Yo era solo un soldado.

IGNACIO MIRANDA
Pensé que íbamos a esperar nueve meses. A eso le llaman “descargo de responsabilidad”.

MIRANDA IGNACIO
Feliz cumpleaños. (Altisonante.) Ser un soldado es estar en el último círculo
del infierno.
IGNACIO
¿A quién? MIRANDA
Mm. No sé nada de poesía clásica...
MIRANDA
¿No lo sabías? IGNACIO
Quise decir que la mayoría de las veces no hacés nada.
IGNACIO
¿De qué estamos hablando? MIRANDA
¡Melancolía sin esperanza! ¿A qué círculo del infierno se parece?
MIRANDA
Tu cumpleaños. IGNACIO
Al matrimonio. No arruinemos la tarde.
IGNACIO
Ah, la fecha de nacimiento... ¡Otro giro completo de la Tierra! MIRANDA
¿Nos ponemos gorritos de fiesta? Vivís solo.

384 385
IGNACIO IGNACIO
¿Es una encuesta? No escuché.

MIRANDA MC
Hay un letrero que dice “vivo solo” pegado en tu frente. Fue el cuervo. Decía tu nombre. Ya vas a acostumbrarte.

IGNACIO (Entra Juani.)


Sabía que era mejor clavarlo en la entrada. ¿Vas a comer a ese
“bebé”? (Revisa en la bolsa de papel.) JUANI
Ignacio. Parece que el infierno vomitó algo.
MIRANDA
¿Dónde naciste? IGNACIO
No soy católico que digamos.
IGNACIO
En el patio de atrás de una iglesia. Me pusieron “Raña, Ignacio”. JUANI
Es otro cartel pegado en esta frente, ¡una molestia! ¿Volviste a besar frentes?

IGNACIO
Volví del frente. Hola, Juani. (Desafina.) “En la selva de Misiones
11 Maestro de ceremonias / Juani hay una hormiga. La hormiga es misionera de la selva.”

MC JUANI
Ahora estamos en el umbral de Araujo. En el patio de una Pueden dispararte por hacer eso, no vuelvas a cantar.
iglesia. (Pegajoso.) Escucho la alondra. Oh, no, ¡cantó el gallo!
IGNACIO
MIRANDA Tus canciones triunfaron. Tenías a la gente en el bolsillo.
Hace calor.
MIRANDA
MC (Escucha algo.) ¿Y eso?
El aire pesa como grasa vieja. En Araujo la tierra es negra. Nada
se mueve. Pero los muertos están frescos. JUANI
El viento. Ya vas a acostumbrarte.
MIRANDA
¿Cantó el gallo? IGNACIO
El viento puede ser.

386 387
MIRANDA IGNACIO
¿Son grillos? ¿No te pica?

IGNACIO JUANI
(Escucha.) ¿Qué fue ese ruido? No me estoy quejando. (Canta.) “En la selva hay un bicho
taladro. Hace agujeros en el medio de la selva.”
JUANI
Las ranas en el estanque, soldado Ignacio. MC
¡Finalmente alguien que canta bien!
IGNACIO
No me digas “soldado”. JUANI
(A Ignacio.) No recuerdo. O no me enterraste lo bastante
JUANI profundo o no pusiste suficiente tierra...
Tenemos uniforme, el uniforme pegado como un tatuaje.
MIRANDA
IGNACIO ¿Quién sos, Juani?
Bueno, Juani, tenemos que seguir.
JUANI
JUANI (A Ignacio.) Tu esposa no da puntada sin hilo. Explicale quién soy.
(Violento.) ¿Se van a casar?
IGNACIO
IGNACIO Miranda, ponete detrás mío. Bueno, Juani, tenemos que seguir.
Supongo que en mucho tiempo.
(Juani agarra del cuello a Ignacio.)
MIRANDA
En un rato. IGNACIO
Acostumbro a que el cuello sostenga la cabeza... Dame un
JUANI abrazo si no tenés en qué ocupar las manos.
Deben tener tanto de qué hablar y no queda tiempo. Mirate,
Ignacio. Tu cara es amarilla como un cartón. JUANI
Es hora de confesar los pecados.
IGNACIO
Juani, puedo ver la plaza a través de tu pecho. MIRANDA
¿Quién sos, Juani?
JUANI
Orificio de entrada y de salida.

388 389
JUANI Maestro de ceremonias.) Espere, tengo la funda vacía... ¡No
(A Ignacio.) Contale. puedo apuntarle!

IGNACIO MC
Juani quedó atrás. Estaba lastimado. ¿Trajo caramelos en la cartuchera?

JUANI IGNACIO
Fui herido. Mire, este es un asunto delicado, alguien me podría disparar.

IGNACIO MC
Lo habían quemado en el pecho. No te alarmes. (Dispara.) ¿Quién querría dispararte?

JUANI IGNACIO
Tenía miedo... Estoy de pie en la avenida que conduce a Araujo. No me
gustaba el frente de combate. Tampoco me gusta lo que estoy
IGNACIO encontrando. (Al Maestro de ceremonias.) ¿Por qué miro su
Me pidió que lo mate. No quería caer vivo. ¡Lo habían partido revólver y siento cosquillas?
al medio! Pero no pude...
MIRANDA
(Juani lo deja en libertad. Poco a poco se aleja.) Sonó un disparo. ¿No escuchaste?

IGNACIO MC
Todavía oigo gritar. Lo escucho gritando que lo mate. Juani. (A Ignacio.) Caíste como un pato. ¡Eso pasa por hacer de blanco!

(Juani cacarea mientras se va.) IGNACIO


La camiseta salpicada... (A Miranda.) No mires. Parece que un
escuadrón de polillas se la comió. Está abierta... (En secreto.)
12 Niebla Ese señor me disparó. ¿Por qué no le pegan un tiro a él?

MIRANDA
MC No camines con la tripa salida, Ignacio.
¿Por qué no sacamos nuestras armas y resolvemos esto
civilizadamente? IGNACIO
Voy a acostarme boca arriba. Como un hormiguero, ¡el túnel
IGNACIO está hecho!
Miranda, jugame a ganador. Y después nos casamos. (Al

390 391
MC IGNACIO
No. ¡Sentarse es peor! No. ¡Una cosa es dispararme y otra tener que aguantar un
cuento!
(Ignacio camina desorientado.)
MIRANDA
IGNACIO ¿Qué hacés?
Los soldados se van temprano. Cuando están verdes es porque
no maduraron. Entonces marchan. Más tarde saben que les IGNACIO
dieron balas de calibre equivocado. No saben quién se las Trato de sentarme.
dio. Los que estaban verdes se vuelven marrones. Piensan
cosas profundas. Se sientan rascándose la cabeza. Después MIRANDA
florecen. ¡La cabeza les explota como un pepino! (Al Maestro No podés, tenés el vientre atravesado.
de ceremonias.) Usted me disparó.
IGNACIO
MC Lo sé, ¡yo estaba ahí!
(Voz fingida.) Fue sin querer.
MIRANDA
IGNACIO ¿Te duele?
No escuché el disparo.
IGNACIO
MC ¿La pregunta es estúpida a propósito?
Fue despacio para no despertarte.
MC
MIRANDA Está enojado, es mejor...
Ignacio, yo también tengo algo que decir... Tuve fiebre. Pulmonía,
dijo el médico. ¿Te imaginás, con este pecho, pulmonía? Me IGNACIO
hicieron la cruz en la frente y se terminó. Estoy mal pero me gusta quejarme. (Se sienta.)

IGNACIO MC
¿Te moriste? ¿Por eso estás llorando? Voy a decir algo aunque no quiera. No se olviden que tengo
cargado el revólver. Había una vez... Un soldado que tenía una
MIRANDA bala en el vientre. Llevó esa bala de un lado a otro durante años,
Tengo hipo. como se lleva la gordura. ¡La herida era un ombligo más! El
soldado aguantaba pero la bala dolía. Un día, porque las cosas
MC siempre suceden un día, un veterinario encontró la manera de
Deje que le cuente... cortar y sacar la munición sin matarlo. Punto.

392 393
IGNACIO ¿Qué pasó en el medio...? Cuenta atrás. Niebla en los ojos.
¿Así termina? Miranda, ¿por qué seguís ahí?

MC MIRANDA
El soldado nunca se alegró. No te mueras...

IGNACIO IGNACIO
Sí, las historias incomprensibles son muy interesantes. (Al Maestro de ceremonias.) Dígame que es mentira.

MC MC
Con esa bala metida, el soldado sabía quién era. ¿Ahora pide que le cuenten?

IGNACIO IGNACIO
Moraleja. Un soldado nunca es feliz... Ustedes, pobres diablos, Estoy tratando de entender. El piso viene rápido hacia mi cara.
siempre moralistas. ¿Sabe qué? Esa historia fue escrita en un No tiene sentido...
ambiente cálido, por alguien que no sabe... Alguien que no vio
cómo las piernas se contraen, que los reclutas dejan de respirar MC
por la nariz y empiezan a bostezar a través de cada agujero Usted piensa que nada tiene sentido. Está muerto. No tiene de
del cuerpo. No vio cómo se forman burbujas. Los soldados ni qué preocuparse.
miran...
IGNACIO
MC No puedo olvidar, no puedo olvidar las imágenes.
“Los soldados ni miran. Tienen una niebla en los ojos.” ¡Se nos
puso dramático! Dejamos pañales para adultos a la izquierda (Ignacio termina de caer.)
por ahí.
MIRANDA
IGNACIO (Canta.) Acá termina la historia del soldado Ignacio. Se fue
¿Usted sabe de memoria todo lo que decimos? Espere. ¿Cómo muriendo, bailando desnudo. Se fue bailando desnudo mientras
llegamos? Recuerdo que estaba en el río. Viajar en moto, en la iba muriendo.
Vespa... Usted era el guía de caminos.

MC •
Y ahora estamos como al principio.

IGNACIO
Como antes, en Araujo. Borro todo. Suena la banda militar.

394 395
Dedicado a Ana Foutel y Marcelo Delgado.

Mención Premio Colihue Teatro 2008 para obras no editadas. Jurado


integrado por Patricia Gilmour (Buenos Aires), Cipriano Argüello Pitt
(Córdoba), Carlos Fos (Provincia de Buenos Aires) y Rafael Bruza (Santa Fe).
Coordinador: Jorge Dubatti (director de la colección Colihue Teatro).

Se estrenó en la Ciudad Vieja de Montevideo, Espacio Cultural Al pie de la


muralla Uruguay 2011. En Buenos Aires, Apacheta Sala Estudio 2011. En
La Plata, Espacio 44, 2011. Participó del Tercer Festival Nacional de Teatro
en Espacio Cultural Nuestros Hijos, Fundación Madres de Plaza de Mayo.
Con el apoyo del INT, la colaboración del CC de la Cooperación y el CC Caras
y Caretas. Buenos Aires 2011.

Actores: Nazario Osano, Alfonso Tort


Músico: Alejandro Guasque
Video: Sofía Casanova
Diseño gráfico: Juan Odriozola
Fotografías: Inés Barrandeguy, Gustavo Charlone
Ilustraciones del programa de mano: Lucía Eluén
Dirección: Paula Banfi

www.librodisociado.com.ar/marionetas/
Clave: niebla

396
Fantasma de una obra de teatro de 1900

(Es difícil determinar si es invierno. Todo el mundo habla con


esa inestabilidad de una colonia de América del Sur.)

1 La casa
Primera parte

ESCENA
FÁTIMA - FELIPE

FELIPE
De día se sirve y de noche se duerme. Es todo lo que piden.
¿Tenemos el dinero de nosotros o no?

FÁTIMA
(La palabra es una duda más que una pregunta.) Dinero. Usted
me pidió billetes, uno por uno, ¿y después? Los tragó. (Fría.)
Felipe, ¿lustró los zapatos del señor?

FELIPE
No te metas en mis asuntos, Fátima. (Más blando.) Quiero que
le muestres el vestido nuevo a tu madre. Cuando la veas. Quiero
que le muestres el vestido...

FÁTIMA
Cuando la vea.

399
FELIPE FELIPE
Tu madre tiene que preguntarse, tiene que preguntarse quién Un regalo, entiendo. El señorito Hilario...
lo hace mejor. Si ella o yo. (Tirando de la bata de Fátima.)
Cuando tu madre venga, hija, le quiero dar una sorpresa. Ahora FÁTIMA
recuerdo que no le gustan las sorpresas. Dice que son una ¿Cuánto necesita?
trampa. ¿Cómo vivió conmigo si no encajamos? Si le veo poner
cara de viuda, ¡me divorcio sin haberme casado! FELIPE
No mucho.
FÁTIMA
Mi madre es educada. FÁTIMA
(Plumereándolo.) ¡Pida que le regalen un anillo! (Se ríe.)
FELIPE
Resulta que Fátima era hija de funcionarios. FELIPE
¿Usted habla así con su padre?
FÁTIMA
Mire la suciedad en su cara Felipe. ¡Lustre los zapatos y no FÁTIMA
diga más! ¿Usted es un padre?

FELIPE FELIPE
Tengo curiosidad... Pensaba. (No se explica.) Tarde en la noche.

FÁTIMA FÁTIMA
No tengo dinero. (Huele algo.) ¿Qué?

FELIPE FELIPE
No tengo nada que ocultar. Todo lo que ingresa, lo anoto. Lo Ayer por la noche volvimos tarde, ¿no? Ya era de día. En un
que debo pagar, los gastos, las gratificaciones en una bebida. coche elegante. Alguien le dijo cosas estúpidas en la ventana...
Fátima, eres hija de un criado. Ni siquiera de un administrador.
FÁTIMA ¡Nunca lo olvides! En el último minuto no se puede volver atrás.
Dije que no tengo dinero... El señorito Hilario...

FELIPE FÁTIMA
Tú eres mi hija. Una mujer. (Pausa.) ¿Quién te dio ese anillo? (Haciendo presencia.) Tenga, Felipe. Para usted este dinero
vale mucho. Lo guardé para comprar un regalo a mamá.
FÁTIMA
Es una argolla que andaba tirada. Me la puse para alejar el mal.

400 401
FELIPE Mutación. (Esta indicación tradicional, que señalaba cambios
¿Puedo tener toda la bolsa? de escena, supone aquí una alteración en las condiciones de
acústica y visibilidad de la platea, el arco, techo y las paredes
FÁTIMA del edificio teatral.)
No actúe.
FELIPE
FELIPE El señor envió por tu madre. Quiere verla. Pidió que le haga
(Calcula.) Es poco. saber ni bien toque la puerta.

FÁTIMA FÁTIMA
Es lo que tengo. (Aterrada.) ¿El señor me despide? ¡Va a decírselo a mamá!

FELIPE FELIPE
Tengo compromisos, tengo mis problemas. Está bien. Acepto “Tengo que hablar con ella. Una entrevista con ella.” Así dijo.
esto como prueba de afecto.
FÁTIMA
FÁTIMA No puede ser. ¡Mamá viene a esta casa! Mamá no quería una
(Saliendo.) Si no me necesita para nada más. hija sierva.

FELIPE FELIPE
Todavía no es hora de catequesis, Fátima. Falta algo. Para El señor pidió una entrevista, y entrevista significa conversación.
tu madre... Tu madre viene de visita, habla con el señor, y cuando termina
el diálogo, se va de vuelta.
FÁTIMA
“Que le muestre el vestido nuevo tan pronto como la vea”. FÁTIMA
(Mira.) Alguien tosió.
FELIPE
No. Tengo algo que decir. Tu madre se acerca, debe estar por (Mutación.)
llegar. (Declara.) Va a venir a esta casa.
FELIPE
FÁTIMA Debe ser el patrón, conozco ese paso. Rara vez sale de
(No logra articular la pregunta.) ¿Va a venir a la casa del señor? su habitación.

FÁTIMA
(En un hilo.) Me voy a ir.

402 403
(Fátima parece haber perdido la sombra.) SEÑOR
Yo respeto la opinión de los médicos pero no puedo satisfacerlos.
ESCENA Suficiente con decir que sí a sus explicaciones. (Tose.) ¿Qué
FELIPE - SEÑOR hora es? A través de la ventana no se distingue... Felipe, ¿hay
plazos que debo pagar? Felipe, ¿cuándo fue la última vez que
FELIPE nos vimos las caras?
El señor aflora de su pieza.
FELIPE
SEÑOR Estuvo un siglo adentro de su pieza.
(Desordenado.) ¿Alguien llamó a la puerta o es una corazonada?
He visto algo por el rabillo del ojo. Tal vez alguien como Fátima SEÑOR
acaba de salir de aquí. ¿Hoy debo darle la mano a alguien, Felipe? No habrá cambiado la moda. Todavía me quema el calor en
¿Tengo visitas? ¿Cuánto tiempo estuve en mi habitación...? Este la frente. Este insoportable verano. Vamos a pedirle a la corte
lugar parece diferente. celestial que envíe un poco de lluvia... Me gusta estar en
este punto exacto, Felipe. Mirar llover. Que el cielo se caiga a
FELIPE pedazos... Si usted me trae un abanico, Felipe. Se lo mando.
Usted envió los muebles al depósito. Necesito un abanico para respirar. (Tose.) Felipe, ¿qué está
haciendo tu hija? ¿Es usted consciente de lo que hace su
SEÑOR heredera? Un padre debe ser fuerte. ¿No me contesta?
(Tose.)
FELIPE
FELIPE Trabaja.
No se destemple, señor. Se puede presentar la fiebre. Unas
décimas y la malaria. Guarde entusiasmo para mañana. Hoy en SEÑOR
día todas las actividades se cancelan. ¡A la cama a dormir! Su hija anda en la compra de un vestido nuevo. (Tose.) ¿Qué
pasa con mi hijo? ¿Qué está haciendo mi hijo?
SEÑOR
En mi habitación no... Anoche me estaba ahogando. ¿Anoche? FELIPE
En esa habitación llena de pinturas, ¡hay obras de arte en cada No lo vi.
esquina y no se puede descansar! (Tose.)
SEÑOR
FELIPE Andará en la compra de unos pantalones largos. Regresó muy
Señor. ¡Descanso médico establecido! ¿Ha oído? Voy a preparar de noche. Lo digo en un tono de pregunta. (Tose.)
la cama, acomodar las cortinas y tratar de componer su salud.

404 405
FELIPE ESCENA
No sé, señor. Yo duermo en la noche. FELIPE - SEÑOR - HILARIO

SEÑOR HILARIO
¿Y tu hija? Papá, ¡tu cara no tiene color! ¿Por qué saltar de la cama
tan temprano? ¡No empiece de nuevo, padre! Vine para que
FELIPE tuviéramos unas palabras, pero así...
Está trabajando.
SEÑOR
SEÑOR (A Felipe.) Parece que Hilario ha dormido poco. Felipe, traiga
Me pregunto si tu hija también duerme en la noche. algo fresco. Una manzanilla, un mate.

FELIPE (Felipe sale.)


Le preparo un té señor. Es una pregunta.
ESCENA
SEÑOR SEÑOR - HILARIO
De todas las plantas que se cocinan, el té es un asco. (Tose.) Sí,
me gustaría un pocillo, gracias Felipe. Dar vuelta el estómago HILARIO
eleva el ánimo. Usted cerró la puerta en estos días, padre.

FELIPE SEÑOR
Dicen que es bueno para el bazo. Mejora la respiración y da ¿Cuántos? Decime cuántos días.
valor al cobarde.
HILARIO
SEÑOR No hice el cálculo. Pregunte a Felipe.
Te pediría que lo traigas en un balde y bien frío para poner los
pies. SEÑOR
(Tose.) Yo no tenía barba en la Navidad... Hilario, ¿qué edad
FELIPE tendrías ahora? ¿Cuántos años debo tener para haber dado a
Tengo una petición. Algo que necesito preguntar. luz a un hijo tan viejo?

SEÑOR
(Interrumpe.) Hoy viene tu esposa, Felipe.

(Entra Hilario.)

406 407
ESCENA HILARIO
SEÑOR - HILARIO - FÁTIMA Es invierno, papá.

(Fátima saluda con una ligera inclinación de cabeza.) (Fátima se detiene. Trae un tercio de manzanilla y una jarra en
una bandeja.)
SEÑOR
Puede pasar, Fátima. ¿Le dieron el alta médica? (Tose.) HILARIO
Me gusta la limonada, gracias.
(Fátima entra con gran respeto.)
SEÑOR
FÁTIMA Tenías razón Hilario, Fátima es de color oliva. (A Fátima.)
Limonada. ¿Dónde está el abanico? El mango de madera con puntillas. El
aire no circula... Le pregunté algo, Fátima. ¿En qué estación
SEÑOR estamos?
Esa bebida melancólica amarilla. Otra copa para Hilario. Un
vidrio menos opaco. FÁTIMA
Invierno, señor.
FÁTIMA
Atentamente. (Saluda al irse.) SEÑOR
¿Por qué tomamos limonada en invierno? Deduzco que estamos
(Pausa.) en verano. (Tose.) Estábamos hablando del color de piel de
Fátima. Fátima, ¿le gusta vivir aquí?
SEÑOR
¿Por qué hará tanto calor? (Tose.) Lemonade... ¿Fátima tiene FÁTIMA
la cara verde? Yo trabajo aquí, señor.

HILARIO SEÑOR
Hace frío, padre. Pero si quiere puedo abrir una ventana... Y trae un abanico a su patrón cuando quiere aventarse. Aventarse
(Pausa.) Fátima es aceitunada. en el buen sentido.

SEÑOR FÁTIMA
¡Prefiero hacer agujeros en las paredes antes que abrir la Sí.
ventana! (Mira.) Hoy encienden la hoguera de San Juan.
¿Estamos en junio? ¡Fuego en Villa María! (Tose.) SEÑOR
No le pregunté, lo afirmaba. ¿Y por qué balanceo esta mano
vacía? (Hace el gesto de apantallarse.)

408 409
HILARIO su guarida... Vuelva...
Papá.
SEÑOR
SEÑOR (A nadie.) ¿Cuándo fue la última vez que me mandaron a la
No hay que subestimar a Fátima porque sea de baja condición. cama? Creo que la última vez ya era la última. Hace un rato,
Felipe me mandó a la cama también. ¿Estoy enfermo? ¿Me
FÁTIMA contagié algo malo? ¿Por qué sospecho tanto de todos? (A
Voy a por el abanico. Hilario.) Detrás de ti algo no anda bien. Estoy diciendo algo que
no podés ver, hijo. (Mira.) Parece que llueve. No está lloviendo
SEÑOR pero parece.
Cuando la envíe a hacerlo.
HILARIO
HILARIO Papá.
Papá...
SEÑOR
SEÑOR No...
Me duele el cuello, ¿se deberá al cansancio? Una persona se
acuesta y el cuerpo se pega en la cama como muerto. El cuello FÁTIMA
es lo peor. Fátima, ¿cree usted que la barba esconde mi papada? Señor, las tareas de la casa me necesitan.
Yo usaba escote abierto, como Hilario. La pelusa del cuello
recortada. Su madre era romántica. Me refiero a la madre de SEÑOR
Hilario. (Tose.) Era una mujer fantástica y sentimental. Su piel Vas a esconderte. (A Hilario.) ¿Esta sierva se vende caro?
estaba limpia y clara. Piel blanca como la cera. Color blanco. Terminarás agotado. (Tose.) Hijo, ¿has venido para hablar de
Como el interior de una ostra. cualquier cosa con tu padre o sobre algo en particular? Fátima,
se puede ir.
HILARIO
Papá, la fiebre. (Fátima se santigua al salir. Hilario se va detrás de Fátima.
Mutación.)
SEÑOR
¡Hablemos saltando, Hilario! ¡Saltando, saltando! Los padres, SEÑOR
aturdidos y todo, siempre rebotan. (Tose.) Fátima, ¿qué le ¡Se fue sin saludar! (Tose.) Aquí estaban los muebles. A ella
parece mi cara, comparada con la semana pasada? ¿Estoy de le gustaban. Cerraba la ventana y la ventana estaba cerrada...
buen humor o soy un alma perdida? Creo que me gustaría ver los muebles de nuevo aquí. (Tose,
inmóvil.)
HILARIO
En su habitación puede pensar en eso. Papá, vaya de vuelta a (Oscuro. Se escuchan ruidos.)

410 411
SEGUNDA parte HILARIO
Yo también soy el patrón.
ESCENA
HILARIO - FÁTIMA FÁTIMA
Yo sola no puedo empujar esta mesa; si el empleador pudiera
(Hilario y Fátima se mueven lentamente.) ayudar...

FÁTIMA (Tiran de la mesa inmóvil.)


Me seguiste.
FÁTIMA
HILARIO ¿Este es mi lugar? ¿Junto a esta mesa?
(Balbuceante.) Fátima.
HILARIO
FÁTIMA Esta noche voy a ir a tu ventana...
Cuidado, Hilario. Esta casa lo sabe todo.
FÁTIMA
HILARIO Esta noche mi madre va a estar conmigo. En ese gallinero donde
No hay nadie, Fátima. ¿Por qué tirar del mueble? No se puede vivimos. Escuche, señorito Hilario. Voy a poner una lámpara en
remolcar una cosa tan pesada. la ventana para avisarle si puede entrar o no...

FÁTIMA (Felipe asoma.)


¡Mi padre me va a arrastrar por el pelo si nos ve juntos!
FÁTIMA
HILARIO (Presagio. A Hilario.) Huele como el metal. Huele cuando voy a
No tenemos dónde escondernos. ¿Querrías ir detrás de la cortina? ti. Brota de tus labios. Suenan palabras como una alarma. Una
alarma que me envía muy lejos.
FÁTIMA
Tengo prisa. Debo traer los muebles. ESCENA
HILARIO - FÁTIMA - FELIPE - SEÑOR
HILARIO
Ayer por la noche no eras tímida... FELIPE
(A Fátima.) Tu madre está en la puerta.
FÁTIMA
¡Pueden echarme! FÁTIMA
(Descompuesta.) ¿Cómo? (La boca abierta.)

412 413
FELIPE HILARIO
Se quedó en la recepción. Qué hermoso. Me voy.

FÁTIMA SEÑOR
(A Felipe.) Voy a acomodarme el cabello, papá... ¡Espero con Voy a contarte una historia que viene muy bien. (Tose.)
locura ver a mi madre! (Sale confundida.)
(Mutación.)
FELIPE
(A Hilario.) Bueno. Quedamos nosotros dos, señorito Hilario. SEÑOR
¿Recuerda cuando usted era pequeño y le contaba las aventuras Voy a tratar de seguir una secuencia ordenada. No la mía,
del Maestro Hilarión? Bien, ya que estamos aquí, podemos porque el orden de las palabras no es lo mío... Voy a tratar
hablar de lo que sentimos. de decir las cosas tal como sucedieron. No estoy seguro de
cuándo ni de cómo. Hubo una vez una sierva en la casa. No
SEÑOR quiero parecer formal, pero en todo caso yo la quería. Tal como
(Entrando.) Puede irse, Felipe. se ama en sueños o estando borracho. Tuve que trabajar duro
para ocultarlo. Ella quedó embarazada. Lo escondimos por
(Felipe sale.) un tiempo, como algo guardado en la garganta. Ocho meses
de temblores y debilidad en el cuerpo... Ella tenía espasmos,
ESCENA gritaba cosas locas. No recuerdo todas las palabras. Al final
HILARIO - SEÑOR estaba postrada, indefensa. Mi padre intervino. Dijo que yo
estaba equivocado y que Dios sabe cuánto pagaríamos por ese
HILARIO error. (A Hilario.) Por vos. Recuerdo que le dije que la amaba,
(Pausa.) Usted se encuentra fuera de su habitación, padre. que íbamos a casarnos.

SEÑOR HILARIO
Estando fuera de mi cama he recuperado totalmente el Suena como un cuento de hadas.
equilibrio. ¡Es notable! (Tose.) ¿Paseabas, hijo?
SEÑOR
HILARIO La criatura llegó a tener cierta altura. Nada extraordinario pero
Estaba saliendo. Me voy. con un poco de gracia, una inteligencia promedio y buenas
intenciones. En pocos años descubrió que era el hijo de alguien.
SEÑOR Encontró sus ventajas. Algunos niños nacen con manchas en la
Pronto va a terminar tu sufrimiento. A esa altura, habrás besado piel, Hilario tenía un dolor esperándolo de nacimiento.
a Fátima y estrechado la mano de su madre. ¡Una gran familia
feliz! Sin embargo, todavía faltan muchos minutos... Mientras (Hilario baja la cabeza.)
tanto, ¡esta ansiedad como un hambre que no termina!

414 415
SEÑOR FELIPE
Una vida de caramelos se paga con algunas lágrimas. (Tose.) Está en la sala de espera, enderezando cuadros y quitando
insectos ahogados del florero.
HILARIO
Estoy hecho de náusea. Por vos. Tengo treinta años y esta SEÑOR
mañana soy un viejo. Mañana me voy a sentir bien. Mañana No pongas detalles. (Tose.) ¿Es de mañana como dijo Hilario?
me despertaré con un reloj gigante. Ahora me voy. No me gusta Parece tarde. Una tarde de agosto... Tendríamos que descansar.
esta casa. Todo está mal aquí. Hace años me gustaba... ¿Cómo (Tose. Se va.)
podía quererte? Sin embargo te amé. No quiero ser cruel pero
no sos un padre. ¿No es maravilloso que me vaya de casa? FELIPE
(A nadie.) ¿Y ahora se va? Aquí hay un coro de ecos y de
(Hilario sale dócilmente.) murmullos, como si las moscas accedieran a cantar y a tararear.
Hablamos solos en lugar de mantener conversaciones...
SEÑOR
(A nadie. Mira.) Tu madre miraba por aquella ventana y apoyaba (Mutación.)
las muñecas cansadas en esta mesa.
ESCENA
ESCENA FELIPE - MANUELA
SEÑOR – FELIPE
(Manuela entra suavemente.)
FELIPE
(Entrando.) Señor, está hablando solo. MANUELA
Aquí no hay dónde sentarse.
SEÑOR
Felipe, no hay sillas. Solamente la mesa. (Tose.) En esta prisión FELIPE
hay buena vista, ¿verdad, Felipe? A través de la ventana se ve ¿Está cansada?
llover. Una ventana es como toda cosa triste. Felipe, me siento
más triste de lo necesario. (Tose.) ¿Quién llegó? MANUELA
No. (Queda mirando el lugar.)
FELIPE
Mi mujer. La citada. FELIPE
¿Le traigo un poco de té? ¿Madame se sirve pedir?
SEÑOR
¿Y qué pasa que no entra? MANUELA
No tomo, gracias. Huele a cedro...

416 417
FELIPE MANUELA
Eres hermosa, Manuela. Como hace años. Las mejillas arrugadas No levantes la voz, una sierva no levanta la voz. (La estudia.)
en tu cara de niña. Hoyuelos en tu cara. No hay quejas o dolor. (Se cubre la cara
con las manos.)
MANUELA
No te hagas el marido conmigo, Felipe. Solo puedo verte desde FÁTIMA
muy lejos. Siento que la he visto en la calle, hace años. Usted viajaba, iba
cabalgando. ¿Cuándo fue eso?
FELIPE
Tenemos un día gris. Huele a madera quemada y pronto va a FELIPE
llover. O está lloviendo. Nada mejor que una canción mientras (A Fátima.) Muestre su vestido nuevo, hija.
esperamos. (Canta.) “El señor tiene un paraguas que lleva a
todas partes. Algunos dicen que tiene diamantes en el mango.” MANUELA
(A Fátima.) ¿Por qué ofrecer limonada en invierno? No es
ESCENA aconsejable. La manzanilla se utiliza en el invierno. No te
FELIPE - MANUELA - FÁTIMA olvides de lo que es habitual, Fátima. Muéstrame tu saludo.
(Fátima hace el gesto.) El saludo se realiza con mayor precisión.
FÁTIMA Eso demuestra nuestro nivel de educación. (A Felipe.) ¿Por qué
(Con gran dignidad.) El señor mandó pedir limonada. La hiciste de tu hija la mandadera?
limonada que el señor mandó.
(Fátima recibe con humildad el rechazo.)
FELIPE
Manuela, no mires ciegamente a tu hija. MANUELA
(A Felipe.) Me has traicionado. No solo me has traicionado a
MANUELA mí, sino a ella también.
Fátima...
FELIPE
FÁTIMA Fátima tiene sus propias joyas. Vamos, presumí de tu
Mamá, tu rostro está manchado. anillo, Fátima.

MANUELA MANUELA
Vine en el tren lleno de tierra. (Echando la cabeza hacia atrás.) Yo tengo a mi hija. Felipe
Bienquisto no tiene ninguna hija.
FÁTIMA
Tiene el cabello como fibra. (Ríe.) ¡Parece alpaca! FELIPE
¿Usted no entiende lo que es la decencia?

418 419
MANUELA MANUELA
¡Yo no he terminado! Estoy muy por encima de Felipe Bienquisto. (Mira.) La ventana, esta mesa, es extraño. (A Fátima.) Hija, si
Usted podría haber dado otra moral a la niña. (A Fátima.) La usted supiera la verdad que yo sé.
moral no es una cosa miserable como tu padre.
FÁTIMA
FÁTIMA ¿A qué vino, mamá?
Mamá, ¿cómo puede saber?
MANUELA
Vine.
FELIPE
¡Sin llorar, Fátima! Va y le muestra su vestido en cuanto puede FÁTIMA
a su madre. Si no es ahora, ¡lo hace más adelante! (Sale. Trata ¿No se va a explicar?
de evitar una postura de humillación.)
MANUELA
ESCENA Eres demasiado joven para entender. Además tengo la cabeza
MANUELA - FÁTIMA mareada. Voy a pensar en una respuesta para darte. (Mira.)
Afuera la lluvia cae sobre los árboles... (A Fátima.) ¿Todavía
MANUELA bailás, como en tu época?
(Pausa.) A usted se le ha olvidado su madre. Por estas cosas,
una madre y una hija se alejan, como dos personas que separan (Fátima baila despacio y en silencio.)
su camino en un jardín y luego nada vuelve a unirlas.
MANUELA
FÁTIMA Hija, la mayoría de la gente, lo sepa o no, va por la vida tal
¿Llora? como está escrito. Solo algunos charlatanes y ladrones pueden
hacer su voluntad. Es mi respuesta a tu pregunta.
MANUELA
¡Manténgase alejada! FÁTIMA
Se nota que sufrió. Deje que le mire los ojos.
(Fátima cae al suelo de un empujón.)
MANUELA
FÁTIMA (Mira hacia afuera.) Fátima, ¿has visto el jardín? Una linterna
No se preocupe. No se preocupe, mamá. china se voló. ¡Explotó!

(Fátima queda rígida. Manuela mueve las manos en el aire.) FÁTIMA


Mamá, descanse. Necesita descansar.

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MANUELA MANUELA
(Mira.) Se siente olor a pino. Las cosas del jardín son bastante (Mira hacia afuera.) De pronto pensé que algunos chicos
tristes, ¿no? (A Fátima.) ¿El patrón tiene un hijo? Qué extraño venían. Llegaban a arrojarnos piedras. A romper el cristal. Para
es este mundo. ¿Me preguntabas por qué estoy aquí? escuchar nuestras conversaciones.

FÁTIMA ESCENA
El hijo del patrón se llama Hilario. MANUELA - FÁTIMA - HILARIO

(Una campanada. Manuela enseña con la mano sin estirar el dedo.) FÁTIMA
(Aspira.) El olor de la loción de afeitar.
MANUELA
¿Esa imagen es de la difunta? MANUELA
(Mira a Hilario.) Ese muchacho pone demasiado esfuerzo para
FÁTIMA levantar el baúl. ¡Ese baúl parece un tronco! Él tiene las mejillas
(Sigue en su propio tema.) Se llama Hilario, ¡se viste como llenas de carne. La mirada vacía. Habrá intentado abrazar la
en Montecarlo! No heredó la melancolía del padre. Y tiene belleza del mundo y no pudo.
ambiciones.
(Viene Hilario.)
MANUELA
Las ambiciones se borran ante la idea de una mujer. Eres bella MANUELA
Fátima, más atractiva que hermosa. Pensarás en besos y en el (A Hilario.) ¿Está triste por algo?
amor. ¡Conozco esa música! Una sierva debe alentar la distancia.
(Mira hacia la ventana.) Un insecto golpeó la ventana. (Gira.) Te HILARIO
pregunté si aquella imagen es de la difunta... No, señora. Lamentablemente, no. Tengo una alegría antigua.
¿Usted será Manuela?
FÁTIMA
Usted tiene rigor en su ternura; mi recuerdo estaba equivocado... MANUELA
No sé cómo me atreví a hablar primero. Y es evidente que la
MANUELA lengua de mi hija está poseída y no puede saludar.
¡No se deja acumular el polvo en los retratos! El rostro no
se distingue. FÁTIMA
Hola.
FÁTIMA
El señor quiere dejar la imagen sucia.

(Mutación.)

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ESCENA HILARIO
MANUELA - FÁTIMA - HILARIO - FELIPE Es un regalo. ¿Tiene sed?

FELIPE MANUELA
(Entrando.) Las hojas de los árboles han cubierto el jardín. No, gracias.

HILARIO HILARIO
Felipe, tan cuidado. Las termitas de esta casa comieron Muy bien.
la madera. ¡Debajo de este piso hay un desastre! Acabo de
descubrir que se puede pasar años viviendo sin darse cuenta de FELIPE
nada. ¡Una casa de termitas! El cable de alimentación cayó encima de la cerca.

FELIPE HILARIO
(Una pregunta.) Ese equipaje. (A Manuela.) Espero no haber sido muy ceremonioso, señora.
¿Necesita algo?
HILARIO
Nada importante. Las cosas saldrán muy bien. (Manuela se suena la nariz con el pañuelo. La sala chirria.)

(Hilario toma la mano de Manuela.) HILARIO


Felipe, abra la ventana para limpiar el aire. (A Manuela.)
MANUELA Pese a la solemnidad de este momento, usted me es familiar.
(A Hilario.) ¿Quiere salir con esta lluvia? ¡Por supuesto! Fátima me dijo que vendría. Manuela, madre
de Fátima.
FELIPE
(A Hilario.) Necesitamos un electricista. MANUELA
Mi hija es tonta y habla de lo que no debe.
(Hilario se quita el pañuelo del cuello y lo aplica a la mano
de Manuela.) HILARIO
Su hija me parece seria y reflexiva.
HILARIO
(A Manuela.) Tengo que salir. FELIPE
¡Necesitamos un electricista!
MANUELA
No es la cosa más normal del mundo recibir un pañuelo bordado. HILARIO
(A Fátima.) Hoy me puse a pensar. Pensaba en mí, vestido con
pantalones de montar. ¡Me sentí un asco!

424 425
FELIPE tocado. No soy peligroso pero soy raro. O lo contrario. (Tose.)
(A Hilario.) Señor, si se va... ¿Le gusta mi colección de animales en las paredes? Puede que
no los vea porque están en la sombra. (Mira.) Se los describo.
HILARIO Cerdos, gatos monteses, jabalíes.
Felipe, ¿sabe lo que significa mirar en silencio las grietas y el
desmoronamiento de ladrillos que parecían sólidos? No hablo MANUELA
de un cuento de terror. En fin. (A Manuela.) Adiós. Un pie (Mira.) Un pato que lleva un traje de marinero.
tras otro.
SEÑOR
FÁTIMA Mi doncella lo amaba. Lo diseccionamos. Apesta.
Hilario.
MANUELA
FELIPE Los ojos de vidrio parecen brujería.
Hija, te mando tomar la maleta y llevarla afuera.
SEÑOR
(Fátima sale con prudencia.) Dan movimiento. Si mira atentamente, se mueven un poco. (A
Manuela.) ¿Es nueva?
HILARIO
Buenas noches. MANUELA
No, señor. Soy algo que sucedió hace mucho tiempo.
FELIPE
Buenas noches. SEÑOR
Parpadea. (Mira.) Tenga en cuenta que para verlos moverse,
MANUELA no debe pestañear. (A Manuela.) ¿Trajo alguna buena noticia?
Buenas noches. ¿Cuál es tu nombre, si puedo hablar de tú?

(Felipe sale detrás de Hilario.) MANUELA


Soy la madre de Fátima.
ESCENA
MANUELA - SEÑOR SEÑOR
Podría haber jurado que traje un cigarrillo en esta mano. La
(Mutación.) ceniza cayó al suelo, ¿la ve?

SEÑOR MANUELA
(Entrando.) Me puedo imaginar a una mujer de pie junto a la Fátima, la empleada.
mesa. (A Manuela.) ¿Es nueva? Reacciona como si la hubiera

426 427
SEÑOR las flores. Segunda vez que estaba embarazada. Segunda vez.
Hace frío en esta casa. A veces pienso que está el diablo en la El patrón traía una copa en la mano. “No podemos tenerlo.
puerta. (Mira.) La ventana está cerrada. Debe ser eliminado.” Dijo. Dijiste. “Voy a llevar mi embarazo
conmigo.” Dije. Corrí hasta el sauce. Por el camino de piedra.
(Manuela se traslada a la ventana.) Crunch, crunch. ¡Crunch, crunch! A través de los árboles.

SEÑOR SEÑOR
Espere. A veces las cosas salen mal. Dijimos que la muchacha estaba
muerta. Que se había ahogado en un río. La imaginación hizo
MANUELA el resto. (Tose.)
¿Qué?
MANUELA
SEÑOR Vine a buscar a Fátima y nos vamos. (Toma el pañuelo que le
No te muevas, madre de Fátima. Afuera, el viento está en dio Hilario. Se frota la cara.) Es todo. Hacer de cuenta que no
calma. Es un jardín de cristal. Árboles congelados. Somos como pasó nada. Fuimos amantes y sabemos actuar.
estatuas. Usted tiene una mano levantada a medio camino...
SEÑOR
MANUELA Vas a romper ese pañuelo.
Soy Manuela.
MANUELA
SEÑOR Tiene bordado el nombre de mi hijo. (Mira.) Este lugar tiene
La luz es tan hermosa. Lo que dije del diablo es una tontería. tantas mentiras. Tanto de nadie. Las polillas quedaron
A veces necesito creer en el diablo para soportar. (A Manuela.) atrapadas. Miguel, aquella tarde tu vaso cayó sobre la hierba.
No puedo ofrecer una silla. Tu vaso cayó sobre la hierba sin hacer sonido.

(Pausa entre los dos.) (En silencio, inmóviles.)

SEÑOR
En fin. Ve a buscar a tu hija, Manuela.

(Manuela se arrodilla lentamente.)

MANUELA
De rodillas sobre la tierra. El sol se había ido. ¡Había que darse
prisa! Rápido. Hundiendo los dedos para arrancar la maleza.
Yo estaba embarazada por segunda vez. Sin tiempo para oler

428 429
2 Choza
FELIPE
ESCENA Dios se supone que es para compensar. (Levanta los hombros.)
FÁTIMA - FELIPE - MANUELA He trabajado en cantidad. En los peores momentos. Resulta
que voy a conseguir electricista y cuando vuelvo, me echaron.
(Felipe en su silla. Manuela parece aturdida. Fátima evita “Tome licencia, Felipe.” El fruto de tanto esfuerzo... (Levanta
cruzar o alargar las piernas.) los hombros.) Perdone, hija. Este tiempo va a pasar, como todo
lo demás.
FELIPE
Les parezco terrible. FÁTIMA
(Una afirmación.) Usted cree en Dios.
FÁTIMA
No. FELIPE
(Una respuesta.) Vamos a encontrar una salida.
MANUELA
Fátima dice que no porque es inocente. MANUELA
¡Es tan arrogante y estúpido!
FÁTIMA
No estoy para juzgar o condenar. FÁTIMA
(A Manuela.) Si usted quiere insultar, no le apunte a papá.
FELIPE
Estuve mal. Estaba equivocado. MANUELA
(A Felipe.) ¿No se cansa de andar borracho?
MANUELA
(Mira.) Alguien está cantando afuera. FELIPE
Cuando bebo, vuelvo a sentir amor. Tan simple. Difícil de
FÁTIMA entender. Fátima, ¿traerías el banco para apoyar los pies?
Es el ciego que pasa. (Levanta los hombros.) “Tome licencia, Felipe”. Estuve
tranquilo. Pasaron muchas ideas por mi cabeza. Sigo pensando
FELIPE sin explicación... (Se toca la frente, se mira los dedos.)
(A Manuela.) Lo que más deseaba era ayudar a Fátima, Fátima
necesitaba ayuda. Me centré en una idea superior a mí y pedí. FÁTIMA
(Vuelve.) No encuentro el banquito.
FÁTIMA
(Una pregunta.) Cree en Dios. FELIPE
Mañana voy a dejar las cosas claras. Vamos a aclarar este sudor.
Como si nada hubiera pasado. El señor me va a pedir disculpas.

430 431
(Mutación.) MANUELA
Felipe, no tiene gracia.
FELIPE
(Mira.) Por ahí se ve un resplandor. Algo que trajo el viento. Por FELIPE
ahí en la lluvia. ¿Has oído, Manuela? Cuando me hablas así me mareo, Manuela. Se parece a una
canción de cuna.
MANUELA
Una rama. MANUELA
¿Qué?
FELIPE
No. Un coche. FELIPE
Te había olvidado y algo te trajo tan claramente.
FÁTIMA
(Disimulando.) Está borracho, papá. MANUELA
¿He de romperte los dedos, Felipe? ¡Dame el arma! Bueno. Voy
FELIPE a guardarla en el armario.
Estoy sudando. ¿Querías saber si creo en Dios? Intento rezar.
No pido ayuda porque es muy confuso. Le pido a Dios que me FELIPE
haga tomar la decisión correcta. (Levanta los hombros.) Por eso El arma en el armario. Por supuesto. (Levanta los hombros.)
he traído esta pistola de casa del señor. Estaba en uno de los ¿Qué comeremos? Sobre todo esta noche. He oído que el frío
cajones. Es un arma de Suecia marca Excellent. ¿Para quién? trae hambre. Fátima, ¿dónde están los ahorros?
Cuando cierran una puerta, este aparato puede volver a abrirla.
(Mira.) Oí un ruido de nuevo. FÁTIMA
(Desde la ventana.) Se fueron con las deudas que se pagaron.
MANUELA
El arma, Felipe. FELIPE
¿Qué? Estoy tan sudoroso. ¿Qué puedo tomar?
FÁTIMA
(Responde hacia afuera.) Ya voy. MANUELA
Vamos al grano. ¿Sabes a qué he venido, Felipe? (Mira hacia
MANUELA afuera.) ¿Quién está cantando?
(A Felipe.) Dame.
FÁTIMA
FELIPE El ciego.
(A Manuela.) Tu mano se ve como una caricia. ¿Trata de llevarse
este hermoso cañón, madre?

432 433
FELIPE FÁTIMA
¡El cielo se viene abajo y canta el ciego! Felipe, antes quería saber si usted creía en Dios o si era sólo
dolor. Yo tengo tanta soledad que no puedo creer en nada.
MANUELA ¿Me quedaré en esta choza? (Levanta los hombros y agacha la
(A Felipe.) Fátima no va a seguir viviendo con usted. Lo dije. cabeza.) No.
No he venido para vengarme. Estoy ofreciendo cuidar de ella.
Olvidar y seguir adelante. MANUELA
Voy a la esquina. Todo está bien. (A Fátima.) Su decisión la va a
FELIPE dejar en paz, mi hija. No hay verdades o cuestiones de fe sino la
No entiendo una palabra. realidad. Voy a comprar comida a cambio de algo. Voy a vender
el pañuelo. (Sale.)
FÁTIMA
(A Manuela.) ¿Qué quiere usted decir, mamá? No entiendo lo ESCENA
que dijo recién. Lo que acaba de decir. FÁTIMA - FELIPE

FELIPE FÁTIMA
¿Hice algo mal? Papá, ¿me despierta más adelante? Todavía siento una voz
cantando en mi corazón.
MANUELA
Fátima y yo nos vamos. FELIPE
Cuando eras un bebé te dije que tenías ojos de saltamontes. No
FELIPE llores. Fui tu padre, Fátima. Todas las noches en que despertabas
(A Fátima.) Te lleva. gritando. Pidiendo a Dios un apóstol. ¿Dónde habrás leído esas
cosas? Antes me preguntó en qué creo. ¿Lo que yo creo? Creo
MANUELA en el agua que lava la piel. Como la lluvia. Y creo en el alcohol
(Mira hacia afuera.) ¿Quién canta? que te llena el cuerpo.

FELIPE FÁTIMA
(A Manuela.) A Fátima le gusta este lugar. (Mira hacia afuera.) Un ruido.

MANUELA FELIPE
Fátima tiene madre. (A Fátima.) Decidí con quién. (Mira.) Ah, sí. (Sonríe.) Parece que, finalmente, Dios envió a su
apóstol. ¡Vino en un Chevrolet Touring descapotable!
(Fátima se suena la nariz con el pañuelo de Hilario.)
(Hilario canta una canción en la oscuridad.)

434 435
FELIPE FÁTIMA
(Mira.) El Maestro Hilarión se puso religioso y canta como un ¡Tiene los pasos de un elefante!
ciego. ¿Pide ayuda?
FELIPE
FÁTIMA No encontré vaso. Habría venido con una copa, una bebida
Está salpicado. Hilario salpicado. (Ríe.) sobre una bandeja esmaltada con flores...

FELIPE HILARIO
¿Siente olor a humedad, hija? Es Hilario. ¡Parece que su cuerpo Puedo pasarme la lengua por la cara, gracias.
tiene aliento a cebolla! (Ríe.)
FELIPE
ESCENA Tenemos un paraguas en alguna parte. Un paraguas negro. (A
FÁTIMA - FELIPE - HILARIO Fátima.) Cuando eras una niña, te cantaba. (Canta.) “El señor
tiene un paraguas que lleva a todas partes. Algunos dicen que
HILARIO tiene diamantes en el mango...” (Sale.)
(Entrando.) Vine a pedir un vaso de agua.
FÁTIMA
FELIPE Hilario, no estoy vestida para recibir. Mamá salió. Acaba de
Pobre hombre. A continuación le traigo un vaso. vender su pañuelo para comprar alimentos.

(Felipe sale caminando solemnemente.) (Felipe regresa.)

HILARIO FELIPE
¿Tiene los pies planos? No encontré el paraguas.

FÁTIMA HILARIO
Camina así. Cuando era pequeña pensaba que mi padre era un Felipe, le doy unos billetes para pasar el momento. Están
tren de carga. No tomó nada pero igual camina borracho. mojados.

HILARIO FELIPE
Mi padre lo despidió. ¿Hay algo que pueda hacer? Lo que necesitamos ahora es celebrar.

FÁTIMA FÁTIMA
Hilario, tan útil. Siempre tratando de estar en lo cierto. Mamá va a volver pronto con sus ideas. Hilario, no aceptamos
su dinero. Es algo que no podemos pagar.
(Felipe regresa.)

436 437
FELIPE HILARIO
(A Fátima.) ¡No pongas a tu madre en mi cabeza! Ahora voy a ¿Ahora yo estoy borracho? (Alegre.) Detrás de mí, la noche es
comprar un paraguas, ¡y un vaso de algo! (Sale.) un agujero. ¡Una ola gigante a punto de colapsar!

ESCENA FÁTIMA
FÁTIMA - HILARIO No te ofrezco un paraguas...

HILARIO HILARIO
Recuerdo cada vez que salía con el motor apagado para no (Eufórico.) Voy a dejarme llevar por la corriente. Pronto vamos a
despertar a los vecinos... terminar con toda esta fealdad.

FÁTIMA ESCENA
Esta no es tu casa. FÁTIMA - HILARIO - FELIPE

HILARIO FELIPE
Y aquella tampoco. Fátima, tenemos una distancia que (Entra.) Fátima, tus medias. Una se encuentra por debajo de la
no entiendo. rodilla. Dios mío, tu rodilla es azul.

FÁTIMA HILARIO
Me voy con mi madre. ¿Querías agua? El agua en esta casa Yo estaba casi afuera.
es tan líquida como en tu cocina. La que bajabas a tomar del
balde mientras me manoseabas el corazón. ¿Por qué se limpia FÁTIMA
la boca si todavía nunca nos besamos? Llegó con muchos ánimos, Felipe. Gastó el dinero que era
mejor tirar.
HILARIO
¿Dijiste que te vas? (Hilario revisa su bolsillo.)

FÁTIMA FELIPE
Me hiciste entender algo sobre el amor y los hombres. Bajó la (A Hilario.) Dios lo bendiga. Otro billete mojado.
niebla y se metió en mis ojos. Está en mi cabeza. Los próximos
años me traerán recuerdos de un señorito Hilario, mirando con HILARIO
ojos de pez fuera del agua. ¡El espasmo de un amor que nunca (A Felipe.) Adiós, señor.
fue! Hasta en mi memoria vas a ser un cobarde. Puede irse,
patrón. Como el agua que sale de la tolva. FÁTIMA
Buen viaje.

438 439
HILARIO Toda la ginebra adentro mío ahora es una fuente verde. Como
Ahora necesito que alguien me empuje. Voy a apagar las luces un jardín en la noche. ¡Soy una linterna mágica! Cantemos.
para no ver el camino. Me dejo el sombrero hecho un bollo. Un
espantapájaros. Y el cielo va a sonar como un tambor. Bang, FÁTIMA
bang. Pum, pum. Fátima, ¿vas a mirar desde la ventana? Usted ¿Mañana?
me saluda con la mano, Felipe. ¿Adónde voy? No sé. Pum, pum.
Bang, bang. (A Fátima.) Dios sabe que te quería, monjita. MANUELA
Tenemos sueño.
(Hilario sale.)
FELIPE
FÁTIMA Recuerdo cuando nos pusimos a bailar hasta el amanecer,
Buen viaje. Manuela. Debió ser un hechizo, ¡no duró ni una noche! Después
abrí los ojos, y aquí estamos.
ESCENA
FELIPE - FÁTIMA – MANUELA FÁTIMA
¿Mañana?
MANUELA
(Entra.) Fui a vender el pañuelo y mi cabeza estaba lejos de lo MANUELA
que iba a ver. ¡Un descapotable en la puerta! Es gracioso, el Vamos a dormir.
auto largaba humo como si sufriera. ¡Pobre descapotable! Tuve
que esperar en la calle, agradeciendo a Dios la inundación, FELIPE
evitando tropezar con Hilario. Nadie resultó herido. Los días se van y mi estómago ya no tolera tanto. Vamos.

FÁTIMA FÁTIMA
Le dije que no, pero él se quedó, madre. Me quedo un rato más.

(Manuela mira a Felipe.) MANUELA


Buenas noches, hija. (Sale.)
MANUELA
Mañana nos vamos. FELIPE
Un padre de veras hubiera sido mejor. Yo tengo una enfermedad
FÁTIMA en ninguna parte. Ahí donde se toman decisiones, no con la
¿Mañana? (Se toca el anillo.) inteligencia. Soy un sirviente despedido, con la cabeza llena
de estopa. Mi cuerpo hecho una pulpa de mala conciencia.
FELIPE (Levanta los hombros.) Chau, hija. Preste mucha atención... Si
Mientras se escucha la lluvia, podemos cantar una canción. usted queda despierta y deja que su pupila abra lentamente,

440 441
3 La casa
verá cosas maravillosas. (Sale.)

(Mutación.) (Una luz amarilla. El señor en bata.)

ESCENA ESCENA
FÁTIMA - HILARIO SEÑOR - FELIPE

(Hilario canta en la oscuridad.) SEÑOR


(Se agita.) ¿Quién es?
HILARIO
Parezco un viejo. Dentro de mí, la marca de mi sangre. Este frío FELIPE
juega conmigo. Fátima. Mire señor, estoy aquí. ¿Oye el trueno?

FÁTIMA SEÑOR
¿Qué? Nubes rojas. Tuvimos espectáculo... Saltaron chispas hará
minutos. ¡Un árbol que se puso como una hoguera! Cosas de
HILARIO siempre... (Tose.) Bueno. Me voy a dormir. Vení a visitarme
Todavía tenemos esta noche. cuando ordenes tus cosas.

FÁTIMA FELIPE
Hilario, ¿por qué tienes el pelo blanco? Señor, es obligación trabajar.

HILARIO SEÑOR
Según mi padre se me hizo blanco de niño. Por la amargura ¿Eso qué quiere decir?
o por la religión. ¿Me has oído cantar? Cantaba la canción del
escarabajo que quedó mirando hacia arriba. Podía mover las FELIPE
piernas, le dolía el cuello, y pedía que lo dejaran con su odio. Que el ave nació para volar, el pez nada y el hombre trabaja.
Me lo aprendí como el catecismo. El pan con el sudor de tu
FÁTIMA rostro y Amén. Hubiera sido decente estar sobrio durante la
Hilario, te ves feliz. mañana. (Levanta los hombros.) Señor, hay que arreglar la línea
de energía. El cable de alimentación, no lo arreglaron.
HILARIO
¿Todavía tiene mi anillo, monjita? Muéstreme. Este joven rico SEÑOR
le dio una sortija. ¡Vamos a casarnos! Tengo un conejo y una ¡Vamos a terminar en manos de los electricistas, de los porteros
codorniz en el cofre del auto. Podemos manejar hasta La Plata. y de la organización internacional de relojes!
Me congelo... Este frío.

442 443
FELIPE SEÑOR
(Un gesto hacia el reloj.) ¿Cuerda le puedo dar? Tienes prohibido tomar objetos de esta sala. Lo has hecho muy mal.

SEÑOR FELIPE
No funciona, era nuevo. Las cosas nuevas se rompen Lo siento. ¿Qué edad tendría?
enseguida.
SEÑOR
FELIPE No lo sé, está muerta. Nunca volverá. (Tose.) No sonrías así.
Son las cinco, tengo un tic tac en mi interior.
FELIPE
(El señor parpadea estúpidamente tratando de oler. Felipe lo No sonrío, es su conciencia. Adivine lo que traigo en este bolsillo.
mira con la boca abierta.) No tenemos mucho tiempo. Fátima llegará pronto. Debemos
darnos prisa. Quiero mostrar lo que traje en mi bolsillo. ¿Quiere
SEÑOR saber? Usted ya sabe. Conoce los secretos. ¿Sabe lo que tengo
¿Hay un aire nuevo? en esta bolsa? Diga.

FELIPE (Felipe desenfunda torpemente. La pistola Excellent queda


Madera húmeda. colgando de su dedo.)

SEÑOR FELIPE
(Va a la ventana.) Cada vez que miro, veo a Hilario jugando de Dicen que el problema es que nazca gente como yo. (Levanta
chico. (Mira.) A veces esto me parece un museo. Camino a esta los hombros.) ¿Está cansado? Claro, no tuvo que trabajar, por
luz que flota como si entendiera. Pero algo no encaja. ¿Qué está eso está cansado. Mire mis dedos, ¿los ve? Este secreto en el
pasando? No digas nada, Felipe. (Un trueno.) ¿Un tiro? bolsillo era mi único secreto. Pero no quiero matarlo. Sólo quiero
cambiar mi vida por la suya. Vivir aquí. Dejar abierta la ventana.
FELIPE Quedarme hasta tarde mirando oscurecer. Lo llamaría por su
Truenos. nombre, Miguel. Puedo disparar para aliviar el sufrimiento o
no. (Levanta los hombros.) Ah, si el cable eléctrico no se arregla
SEÑOR van a pegarse un choque. ¿Algo más? Yo dejaría que la vid se
Parecen tiros. ¿Qué es lo que tienes en la mano, Bienquisto? marchite. Nunca me gustó la vid. Ensucia. ¿Qué más? En esta
casa no tendríamos recuerdos. No. El amor sería un sonido. Un
(Felipe alarga su mano con forma de pistola. La mano se abre ruido de cortina, un suspiro, algo así. Como el crujido de las
y muestra un cartón.) tablas viejas.

FELIPE (Fátima entra suavemente. Los mismos gestos calcados de su


Una imagen de la difunta. Estaba en el estante. madre. El arma de Felipe cae al suelo.)

444 445
ESCENA que había muerto! Así es el amor. (Tose.) Usted lo sabía, hija...
SEÑOR - FELIPE - FÁTIMA Sintiéndose engañada. ¿Estamos prestando atención? El amor
no está en la cabeza. No está en el corazón. Está en la carne.
FÁTIMA No tengo excusas. Fui cruel, tenía poca experiencia, era joven.
Caminé alrededor de la casa.
FELIPE
SEÑOR (Mira.) ¿Qué estás tratando de mirar por la ventana? No hay
Ver encendida una luz nos hace pensar que estamos bien. Como nada ahí.
recién nacidos. (Tose.) Felipe, hay que limpiar el aire. ¿Tengo
que oler la axila inmunda de esta sala, siempre? (A Felipe.) FÁTIMA
Recoge el arma. Me tengo que ir.

FELIPE ESCENA
(A Fátima.) ¿Tuviste frío? Carita de miedo. No hagas la reverencia. SEÑOR - FELIPE - FÁTIMA - MANUELA

(Fátima recoge el arma.) MANUELA


(Se abre paso.) Fátima.
FÁTIMA
Voy a matarme. FÁTIMA
¿Qué le pasó a su pierna? Camina mal.
SEÑOR
En invierno nadie espera un disparo o un grito. ¿Y por qué? MANUELA
¿Sólo porque se desilusionó? Es la primera de muchas veces, Pisé una piedra o algo que parecía una piedra. Era una esponja.
del amor. (A Fátima.) A tu edad ya se puede entender que no Fue como un despertar. El mismo dolor. Yo estaba buscando,
estamos como queremos en el mundo. tenía que encontrar a mi bebé. Me partí el tobillo.

FÁTIMA FELIPE
Algunos traicionan y son traicionados, ¡y todavía hablan de amor! Voy a hacer una cataplasma con ceniza y whisky.

SEÑOR SEÑOR
Vamos a ver. Esto sucedió hace mucho tiempo. Tu madre estaba (A Manuela.) No creo que hayas cambiado. La imagen de
gorda por segunda vez. De aquella grasa había parido antes a la difunta.
tu hermano. Hilario. Un año antes. La carcajada general fue
insoportable. El descrédito. Bajé las escaleras el resto de mi MANUELA
vida. Un embarazo se puede ocultar. ¿Dos? ¡Era un lujo! Tu Me siento vieja y fuera de lugar. Gracias. Sólo me preocupo por
madre, esa mujer con olor a leche, ¿qué fue de ella? ¡Dijimos mi pie.

446 447
FÁTIMA FÁTIMA
¿Es una broma, una ceremonia? ¿Puedo servir el té? ¿Qué están ¿Dónde estás?
haciendo? Parecen tres cómplices...
HILARIO
SEÑOR No sé. El agua fluye. La madre que vi en las fotos viene a
Todos vivimos por un poco de leche. Lo acabo de explicar. abrazarme. Lo extraño es estar conectado a una especie de
máquina. Una máquina que mueve cada uno de mis nervios.
FÁTIMA
(Mira.) Hay algo en el jardín. Alguien frotándose los ojos. Que ESCENA
me llama. (Levanta los hombros.) Temo que no puedo dejar de SEÑOR - FELIPE - MANUELA
ir. (A Manuela.) Madre, usted se apresuró. Vino a curar la herida
que abrió usted misma. Trajo algodón y agua tibia. Pero aquí MANUELA
nadie necesitaba algodón ni agua caliente. Yo puse vendas a (Mira hacia afuera.) Afuera las plantas flotan pesadas como
mi infancia. Tire su algodón al río, donde usted debió ahogarse, aceite. Y nadie sabe lo que significan.
madre. Mire cómo se hincha, es hermoso.
SEÑOR
MANUELA (Maquinal.) Quisiera tomar un té.
Tengo la mente en blanco.
MANUELA
(Fátima se santigua al revés y sale.) Entonces lo preparo.

FELIPE (Hilario canta una canción de ciego.)


(A Fátima.) No pienses en Dios.
SEÑOR
MANUELA Nunca vino nadie. A veces el médico, un buen hombre. Dijo
(Mira.) La veo. Perdió su mantita... algunas palabras en latín. Era amable. Me habló con cuidado.
(Tose.)
ESCENA
HILARIO - FÁTIMA MANUELA
La ventana me recuerda a la luz del sol.
FÁTIMA
A mi alrededor hay un cable. ¡Debo haberme perdido! No llevo SEÑOR
anillo. ¿Qué hacen los chicos?

HILARIO MANUELA
Llegué y no veo nada. (Mira.) Chapotean. Slpish, slpash. Hilario encontró algo en el

448 449
suelo. Fátima se inclina como si juntara almejas. La lluvia es
una cortina. Una rama voló de un lado a otro.

(Felipe se muerde los labios. ¡Un flash! Lentamente avanza el


ruido de las abejas.)


Nota: Discutir el presente es discutir el código, lo que rige. Coincidir con
él es fingir. Parodiarlo es servirse del código pero igualmente afirmarse en
su ley. (Invitado al VII Festival Internacional de Teatro Mercosur, Córdoba
2009.)

Gracias a Ariel Farace, Carolina Balbi, Diego Brienza, Julio Molina, Laura
Fernández, Mariana Chaud, Patricia Gilmour, Santiago Gobernori, Stella
Galazzi y Susana Villalba.

Texto dedicado a mi amigo y maestro Roberto Castro.

Última nota: En el Teatro Regio, sentado en la platea mirando un libro.


Un trabajador municipal viene caminando lentamente bajo el Pullman. Una
tos interrumpe sus pasos. Lo veo, él no me ve. Cualquiera podría ser el
fantasma. (Cuaderno de 2011.)

En el momento de la publicación, Fantasma de una obra de teatro de 1900


está ensayándose por Laura Yusem para su estreno en la sala Patio de
actores durante 2013.

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Clave: fantasma

450
Amigos olvidados
S e representa entre otras dos obras

(El decorado coincide con el lugar.)

1. Movimiento rápido

(Entra en seco. Lleva ropa de clown. Su cara maquillada no


permite reconocer emociones. Voz ronca.)

Empiezo. (Señala con precisión.) Tiene diecinueve años, el pelo


cortado como una oveja, es menos alto... Si fuera su madre
podría decir lo bonito que es. Delgado, casi hasta el punto
de romperse. El color de la ropa es azul pizarra, ¡no parece
real! (Habla consigo mismo, sin belleza.) ¿He mencionado que
tiene diecinueve años? (Como si dictara una conferencia, no
da importancia a lo que dice.) Este lugar, como entonces, una
habitación muy fría, se trata de una cámara frigorífica. Paredes
de aluminio.

(Canta.) Cajones de pescado,


un asiento de tres cajones apilados.
(Señala con precisión.) Este asiento ocupado,
sentado
aquí, un soldado.

Un bostezo de la boca. Los cajones descargados de un camión,


la puerta de la habitación cerrada, el soldado sentado, el
vapor sale de su boca... (Informa.) Voy a mostrarte cómo está

453
sentado. Te mostraré. (Sentado con las manos en las rodillas. que podías ver la mentira en mis ojos. ¿Miento? No me digas
El sombrero de papel con forma de barco. Voz aguda.) Te que este es el momento de la verdad... (Parado. Voz ronca.)
mostraré, mamá. Te voy a mostrar algo, ¿decís que sí? Decís ¿Has hablado con el soldado? (Consigo mismo, sin belleza.) La
que mantenga la calma. Me quedo tranquilo. (Parado. Hacia madre se encoge de hombros para contestar. (Informa. Hacia
adelante. Voz ronca.) Desde aquí puedo ver cómo la madre se adelante.) ¿Podría levantar la mano, señora? Para todos, para
estira en la silla... Pasaron los años, donde yo tengo kilos el que todos la vean, ¿no quiere ser tomada en cuenta? ¡Pero está
soldado no tenía nada. (Señala con precisión.) ¡Nada de carne ahí! Como los peces en el barro, no podemos verlos, ¡pero están
para flamear en aquellos brazos! (Sentado con las manos en ahí! (Habla consigo mismo.) Se me nubla la vista... Qué visión.
las rodillas. El sombrero de papel con forma de barco. Voz (Se sienta con las manos en las rodillas. El sombrero de papel
aguda.) ¿Te ríes, mamá? Con tu risa amarilla. Tú te muerdes la con forma de barco. Voz aguda.) Ahora puedo ver una reja. Veo
risa. Mamá, no pienses que por estar sentada allí estás lejos. una reja sobresalida... VEO. Mamá, ¿vos podés ver? Esto no
(Parado. Habla consigo mismo, sin belleza. Voz ronca.) ¿Dónde está sucediendo. No, es un recuerdo. La reja que veo está en
estábamos? Estábamos diciendo, decíamos, sí, el soldado... una vereda, no está aquí. Veo baldosas limpias con querosén,
(Señala con precisión.) Era tan delicado que no podía seguir las como entonces. Veo la reja, la reja voladiza. Estoy lleno de fotos
órdenes, tan delicado que no podía seguir órdenes. Caminaba para decirte, mamá. La reja, ¿se puede ver? Vos podés ver todo
sin pisar las hojas de los árboles. Sabía hacerse invisible, ¡soñar lo que veo... Jugamos en la vereda, el sol golpea en la piel, es
despierto! (Reacciona.) Mamá, ¿te ríes de vuelta? (Señala con verano, el agua corre por el cordón. Hicimos un arco desde el
precisión.) Hablo de tu hijo. Tu hijo no dice nada porque está árbol hasta la reja. La reja. Hay demasiadas rejas sobresalidas
aguantando el aire, o está mordiendo su mano para ver si la cuando uno es chico. Mamá, ¿estás mirando? Te cuento, soy el
siente, para estar despierto. Mamá, el soldado puede disparar arquero, tengo guantes de arquero. ¡Está Ruzio! ¿Ves? Mi amigo
cuando está enojado. Una bala de fusil arranca un brazo, de está jugando, tiene la cara transpirada. ¿Y yo? Estoy orinando
cuajo. El soldado aprendió, aprendió sentado en la pila de detrás del árbol. ¿Qué...? Oigo el grito de gol. Gol, la palabra
cajones, de frente a la pared con la boca ya vieja a los diecinueve suena hueca. Gol. ¿Qué? Ruzio no juega más. Me gustaría
años. Se muerde las mejillas para sentir algo... (Informa.) Estoy volver a verlo... (Parado. Informa. Voz ronca.) Ruzio saltó para
sentado donde estaba sentado el soldado. Los ojos del soldado cabecear, golpeó la frente contra la reja y espichó. Chau, Ruzio,
son como los míos. (Sentado con las manos en las rodillas. El moriste. Dijiste que se lo merecía, mamá, dijiste que esto iba
sombrero de papel con forma de barco. Voz aguda.) No quiero a hacerlo crecer. Que a tu hijo le faltaba un golpe de hervor.
impresionar a nadie, no sé qué siento. Voy a decir algo y voy a Mirá la mano del soldado, este corte en la mano es del primer
callarme después. (Parado. Se habla a sí mismo. Voz ronca.) día. Primer día. El jefe gritó carrera y todos salieron rebotando.
Aquí hay algo, esto es algo que no encaja. ¿Qué tengo que Podría haber gritado raza o cualquier otra palabra, el soldado no
hacer? ¿Yo qué tengo que ver? Una madre sentada allí. He habría entendido. ¡Le pasaron por encima! Y eso que al soldado
aquí un soldado congelándose, atrapado dentro de sí mismo. le gustaba correr. Pero cuando el jefe gritó, ¿debía correr?
Aturdido, es un soldado. (Informa.) Está aturdido, mamá, ¿no ¡No se entiende! Un corte en la mano, la mano apoyada en el
ves? Es un soldado, ¿te das cuenta? Mirá... (Se sienta con las cemento en el suelo, alguien pisó la mano. El primer día este
manos en las rodillas. El sombrero de papel con forma de barco. corte. Habrá sido un vidrio roto o una piedra, no sé. El soldado
Voz aguda.) Dijiste que adivinabas cuando estaba mintiendo, sintió la palma tan fresca. Cerró los ojos para desobedecer. En

454 455
2. Movimiento lento
la enfermería le rasparon la piel, se rieron con sorna... Como
tú, mamá. Un ayudante de enfermero dijo, soldado, tiene una
zanja en la mano. Pero no quedó cicatriz, ¡nada visible! Como (Parado. Adelante. Voz ronca.) Tiene diecinueve años, el corte
un sueño de vigilia, o como algo inventado. Si no queda cicatriz, de pelo como una oveja, es menos alto. El color de la ropa, azul
¿cómo se explica...? Mal cosido y todo, la mano olvidó... Mamá, pizarra. Este lugar, una habitación muy fría, es una cámara
¿estás escuchando con atención? (Se sienta con las manos frigorífica. Paredes de aluminio.
en las rodillas. El sombrero de papel con forma de barco. Voz
aguda. Se asfixia.) Ah... No quiero impresionar a nadie. Es que (Canta.) Cajones de pescado,
me ahogo. Mi abuelo también murió de neumonía, ¿verdad? un asiento de tres cajones apilados...
Escapó del Sanitario. Así le decían al internado para viejos, Parece que el soldado
el Sanitario. Mi abuelo escapó del Sanitario. Lo encontraron quedó encerrado, es lo que entendí.
en una plaza, empapado, cuando no podía respirar... (Parado.
Hacia adelante. Voz ronca.) El soldado se cierra sobre sí mismo. Se sentó a esperar, las manos en las rodillas. Sentado
Una ostra. La forma de su cara, culo de pollo. Su padre le tranquilamente en una cámara frigorífica. Y cuando vinieron
decía culo de pollo. (Reacciona.) ¿Te moviste, mamá? Miralo a buscar pescado, encontraron a un soldado refrigerado. (Se
bien. (Se sienta con las manos en las rodillas. El sombrero de sienta con las manos en las rodillas. El sombrero de papel con
papel con forma de barco. Voz aguda.) Hicimos un arco desde forma de barco. Voz aguda.) Vi una película cuando era niño.
el árbol a la reja. La reja. Demasiadas rejas sobresalidas cuando Era la vida de un actor recitando poesía. En una escena estaba
uno es chico. Soy el arquero, tengo guantes de arquero. Está sentado en un trono y la gente le tiraba tomates. El actor esperó
Ruzio. Ruzio viene a cabecear, está llegando al arco. Hay algo hasta que terminaran, entonces empezó a hablar. Me pregunté
extraño... Ruzio salta, golpea la reja. Chau, Ruzio. Me olvido si la vida era eso, ¿así? Hace frío. Me retuerzo las manos para
de vos. (Parado. Toca una flauta y habla. Voz ronca.) Existe entrar en calor, me retuerzo las manos de toda la verdura
también memoria de Domínguez, sí. Hacían deporte juntos. ¡Tu podrida. Soy un soldado entre muchos soldados. Abro y cierro
hijo era flaco pero Domínguez era de cartón! ¿No te acuerdas? la boca para respirar. Un soldado boqueando. Un soldado es un
Un día tuvieron una pelea, una pelea en serio. Tu hijo dejó de hombre hablando consigo... Pienso en masturbarme, no puedo,
ver, lo estranguló en el suelo, casi lo mata a Domínguez. Casi no me puedo mover. Quiero reír porque me estoy orinando
lo mata. Ese día cada uno se fue a su casa, al día siguiente encima, como un rey, ¡un rey congelado! Empiezo a ver a mis
tu hijo se disculpó. “Perdóname.” Domínguez no dijo nada. amigos, Ruzio, Domínguez, ahora lo veo a Jáuregui. (Parado.
Fue coincidencia, pero Domínguez se mudó poco después... Informa. Voz ronca.) Un ligero ruido de los motores, el aire es
(Adelante.) ¿Por qué recordar eso, justo ahora? Recordar el como una tela, silencio desde el momento en que se tapan
tiempo, amigos olvidados. ¿? los oídos, la respiración suena. Latidos del corazón en algún
lugar. Los pulmones se llenan de tela. El rostro del soldado se
refleja en la pared de aluminio. Dedicado a su madre, con una
sonrisa. (Se sienta con las manos en las rodillas. El sombrero
de papel con forma de barco. Voz aguda.) Recuerdo que fuimos
a un sitio en construcción, un feriado. Nos habíamos metido

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al pozo. Estábamos jugando. Nos pusimos sombreros de papel
con forma de barco. Bajamos agarrando las raíces. Entonces
comenzó a llover... (Parado. Adelante. Voz ronca.) Dicen que
vemos imágenes en el último minuto, ¿quién dice? ¿Quién
puede contar las imágenes, si no un amigo...? ¿Yo? No hice el
servicio militar. No. Disminuido en aptitudes, nulo de nulidad.
Nombre: Jáuregui. (Se acerca.) Habíamos ido a una obra en
construcción, nos habíamos metido al pozo. Dale, Andrada,
subime. Eso dijo Jáuregui. Jáuregui estaba en el pozo. “Dale,
Andrada, subime.” Eso escuchaba Andrada a través de la lluvia.
A Jáuregui gritando, tirando piedrazos. “Dale, Andrada.” (Se
sienta con las manos en las rodillas. El sombrero de papel con
forma de barco. Voz aguda. Hasta quedar inmóvil.) Yo Andrada,
me mordí la boca, mi boca culo de pollo. Yo Andrada, tuve
miedo. Le di una mano con mi guante de arquero, mi guante se
cayó... Yo Andrada, di un paso atrás. ¡La tierra parecía jabón!
Yo Andrada, dejé de escuchar, y me fui a casa... Mi madre dijo,
¿de dónde sacaste tanto barro? Mi padre me dio una patada.
¿Qué pasó? La pregunta... Yo Andrada, levanté los hombros.
“Nada”. (Parece haberse detenido. Se levanta, viene adelante.
Voz ronca.) Nada. Andrada dijo “Nada” en el último minuto.
¿Quién puede contarlo si no un amigo? Yo Jáuregui, terminé.
(Sale como si lo hubieran echado.)


Actualmente en etapa de ensayos con el siguiente equipo: Iván Moschner,
Luis Cano y Micaela Picarelli. Gracias a Analía Sánchez, Colectivo de plástico,
Teatro El Piso, Etelvina Gil, Fadu Uba, Frente de Artistas, Morena Cantero,
Músicos organizados, Ojo obrero - grupo de cine y fotos, Rina Gabe.

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Clave: amigos

458
El diario de Carmen

Hice teatro con un diario íntimo, teniendo en cuenta sus


posibilidades. El diario íntimo es un lugar donde el escritor se
representa. No es fácil saber cuánto de ficción está en juego.
Hay un hipotético lector, espectador y cómplice de abrir y
espiar el cuaderno... Así que hice la escena que el diario íntimo
contiene. Con sus cambios arbitrarios de tiempo y de lugar, con
las repeticiones y variaciones que permite. Me interesé en el
libro físico y en la distancia que lo aleja de los hechos.
(Gacetilla.)

(La habitación es incompleta. Alrededor, la noche.)

1 El viejo

(Ambos están sentados en el sofá, un sofá bajo, quedando con


las rodillas hacia el pecho. Carmen mira un cuaderno. Hay una
sensación de orden y precisión.)

CARMEN
(Casi al público. Un anuncio.) En la tarde de ayer.

JUAN
(Ningún apuro. A Carmen.) Mirame. Mirame a mí.

(Comparten un juego.)

461
AMBOS no llegar al trabajo. Tomar algo. El bar estaba vacío. Te sentaste
Abriste la puerta y cerraste dos vueltas con llave. Miraste la casa, en la ventana, la gente iba por la vereda. Mirar el diario del día,
parecía que habías salido de un túnel. En la esquina de Nicasio chuparse el dedo, dar vuelta la página, escuchar la radio del
pensaste en tomar tren o colectivo. Tardaste en decidir y moverte. mostrador, calcular el tiempo que pasa.
Fuiste bordeando el cementerio. No te cruzaste con nadie.
Chacarita estaba lleno... Buscaste una ventanilla. Te descolgaste JUAN
la mochila. Los que viajaban parecían bailar en un vaivén. Un ¡Saliste del trabajo! Tenías ganas de caminar. Viste las calles y
nene de la mano, una mujer con bolsa. Los mirabas como si trataste de aprender los nombres.
nadie pudiera verte. Abriste la ventanilla, entraba viento.
CARMEN
JUAN (Estira los brazos hacia adelante en un gesto de rechazo.) Un
(Como si la viera por primera vez.) De afuera se ve hermoso. hombre en el suelo. Sangre. Un viejo. Estaba acostado, boca
arriba con los ojos abiertos. Un zapato salido. Brazos a lo largo.
CARMEN En la frente la marca del golpe.
Pero yo.
JUAN
JUAN No viste el accidente. ¿Qué habrá sido?
Estabas.
CARMEN
CARMEN ¿Cuánto habrá estado?
Adentro.
JUAN
JUAN ¿No se podía mover?
Estás.
CARMEN
CARMEN (Se frota la cabeza.) Mucha gente corría, haciendo preguntas.
Adentro.
JUAN
JUAN ¿Le pusiste...?
Yo pienso.
CARMEN
CARMEN Mi campera abajo del cuello... (Carmen se frota la cabeza.)
En mí. Durante toda la tarde. Yo también.
JUAN
AMBOS ¿Le hablaste? ¿Qué le dijiste? ¿Llamaron al Same?
Pasaste por un quiosco... Comprar el diario. Querías caminar y

462 463
CARMEN JUAN
El viejo me miró, sorprendido más que otra cosa. Dijiste que tipiritabas.

JUAN CARMEN
Cuando se lo llevó la ambulancia volviste a ver el pavimento. Por lo tanto.
¿Te lo imaginaste?
JUAN
CARMEN Podríamos llamarte...
Ahí.
CARMEN
(Juan toca a Carmen, casi torpe. Carmen se levanta, con una Tipi.
falda acampanada.)
JUAN
JUAN (Suavemente.) Podríamos volver a la tarde de ayer.
Caminaste.
CARMEN
CARMEN (Incómoda.) Tenía los pies transpirados.
(Habla para sí misma.) Sola. Paseaba sin saber por qué.
JUAN
JUAN Mejor pensar en otra cosa. Sentarte en la plaza detrás del
Estabas pensando. Te pusiste a pensar en. ¿Qué estabas pensando? Super. Mirar los juegos y recordar la noticia de las hamacas
que se mueven solas. Querías que fuera de noche para volver,
CARMEN estar en casa. Llegaste a nuestro bar. Llegaste a la esquina
En mi sobrenombre... de Agustín García y no lo reconociste, al bar. Pensaste que
te habías equivocado. Viste las mesas. Te sentaste junto a la
JUAN ventana. Pasaron tres colectivos seguidos. Hace mucho, una
Querías sacártelo. amiga te dijo.

CARMEN CARMEN
“Tipi”. “Es una suerte que tengas un bar cerca”.

JUAN JUAN
Cuando eras chica y tenías frío, dijiste que “tipiritabas”. Se escuchaba una canción graciosa. Viste los precios. Abriste el
anotador. Escribiste, tachaste. Te imaginaste que lo tirabas a la
CARMEN calle y regresaba como un boomerang. Fuiste al baño. Te miraste
De frío. en el espejo y dejaste correr el agua. Saliste, caminaste.

464 465
CARMEN JUAN
(Incierta.) A pie. A casa. Podría haberse perdido.

JUAN CARMEN
Llegaste. ¡No me digas eso!

CARMEN JUAN
A la puerta. Tuviste que apagar la luz del patio. Te sentaste.

JUAN CARMEN
Estaba. Al lado tuyo. Parecía como si estuviéramos viajando en tren. (Se
balancean.) No sonó el teléfono.
CARMEN
La luz prendida. JUAN
No hay línea. Tomaste agua. Un vaso de agua. Si quisieras
JUAN recordar la tarde. Ayer por la tarde.
Era yo. Te sacaste la campera. ¿Tenías campera?
CARMEN
CARMEN (Vagamente intimidada.) ¡No!
No.
(La escena se detiene. La luz de la habitación se mueve de lado
JUAN a lado. Carmen se levanta, da un paso, se detiene.)
Ah, no. No tenías. La dejaste tirada en el accidente.
CARMEN
CARMEN (Casi al público.) Mirando atrás. Mirando hacia atrás. (A Juan.)
En la calle. Voy a hablarte de antes. (Discurso hacia la habitación alrededor.)
De abril. Juan adelante mío. La puerta de entrada. Es la puerta
JUAN principal. El pasillo. El timbre. ¿Quién?
Entraste.
(Juan va a la puerta. No toca el picaporte, no toca el mango de la
(Carmen juega con algo en el suelo.) puerta. No toca ningún objeto, sólo tiene contacto con Carmen.)

CARMEN CARMEN
El gato Bianco... (Sin interés.) Nadie. En casa, normal, tranquila, ninguna
sorpresa. “Oh, el teléfono”. ¿Hola? ¿Quién? Silencio. (Se retrae.)
Un poco de ansiedad.

466 467
(Juan vuelve al sofá. No encuentra qué hacer.) JUAN
Encantado.
CARMEN
(Incómoda con lo que dice.) Fuerza para mañana, fuerza para CARMEN
el día de mañana. Hoy, las facturas por abajo de la puerta, se ¿Qué puedo decir? Mi gato se llama Bianco.
asoman desde abajo cada mañana. El diario no, las noticias no.
En la cabeza un latido “tipi, tipi”. Las facturas cada mañana. JUAN
No hay noticias. ¡Facturas y facturas hasta reventar! (Cansada.) Hola, Bianco. (Mira a su alrededor.) ¿Dónde está?
¿La hora? ¿Qué hora? (Juan no tiene reloj.) Siete y media. Tres
pasos, la cocina ahí. La radio siempre. Y el latido tipi, tipi en la CARMEN
cabeza. El corazón. El corazón en la cabeza. (Responde con un encogimiento de hombros.) ¿Y cómo te va?

(Carmen camina por la habitación, revisa todo. Juan permanece JUAN


en una posición mustia.) No tengo ningún problema.

CARMEN CARMEN
(Entusiasmo.) Rápido, el cárdigan, el pasillo, la vecina. (Para llenar el silencio.) Estamos en abril. Abril es un mes lindo.
“Buenos días, buenos días”. La calle. En la calle, las manos en No sé qué decir. Sentate, esta es tu casa. ¿Querés agua?
los bolsillos del suéter, los quioscos de la calle, el diario del día,
las noticias, nada importante. ¿El día? Veinticuatro de abril. JUAN
“La luz del día sobre el papel”. (Anota.) Imágenes, fotos. (Como Si vas a tomar...
si pudiera ver lo que nombra.) En el asfalto, con la cabeza
inclinada, las piernas dobladas, los brazos estirados. (Casi tono CARMEN
informativo.) “Ayer por la tarde, entre la gente del Same, un No, ya tomé. Voy a preparar la cena, ¿querés papas? Papas
jubilado.” (Se frota la cabeza.) Ayer por la tarde, el dolor. Un hervidas.
latido, el corazón en la cabeza. Mucha gente en la calle, a lo
largo de todas las calles, hombres y mujeres en poses como la (Juan piensa un momento. Carmen da un paso, se interrumpe.
mía. (Categórica.) ¡Hablemos de abril! Parecen mutuamente ausentes.)

(Se levantan. Los zapatos de Juan crujen como nuevos.) CARMEN


(A nadie.) Voy a la cocina. No pelo las papas, las lavo y las pongo
CARMEN a hervir con cáscara. Me gusta comer la piel. Estoy al lado de
Mi nombre es Carmen. Me dicen Tipi pero no me gusta. la olla, me quedo parada. Apoyo la frente contra la puerta del
(Incómoda.) Hola, soy Carmen. armario y cierro los ojos... (Abre la boca extraordinariamente.)
El viejo tirado en la calle, con la mano extendida, una mano que
no conozco, una mano que alguien acarició...

468 469
JUAN Todo el mundo va a mirar, yendo y viniendo. Voy a inclinarme
(Responde.) Sí, papas, quiero. sobre el viejo, le voy a preguntar cómo se siente, me va a mirar
avergonzado. Voy a preguntarle si se puede mover. No, no
CARMEN puede. Voy a hablarle con una sonrisa. Después, lentamente,
Puse a hervirlas, ya deben estar las papas, ¿te gusta comer voy a entender. Cuando entienda, va a ponérseme la misma
papas? ¿Querés comer...? (Abre la boca.) La boca abierta del cara que al viejo. Lo voy a agarrar de la mano. (Se imita a sí
viejo, no podía respirar. Tipi, tipi el latido. (Se frota la cabeza.) misma.) ¿Qué le va a pasar? ¿Qué va a pasar? Voy a decirme.
Apago la luz de la cocina y de nuevo al sofá. Voy despacio Voy a decir que no lo sé. La mujer embarazada va a mirarme,
para ganar tiempo. Si me muevo despacio va a dejar de latir. voy a decirle que se siente; voy a verla sentada en el cordón
(Conclusión.) Si puedo dormir esta noche, mañana va a ser un de la vereda, siempre, a la mujer embarazada... Va a llegar
día lindo. la ambulancia. ¿Qué pasó? La voz del enfermero será ronca.
Siempre. Va a decir: Quédense tranquilos. Esto no se hace
JUAN de cualquier manera. Va a hacer un gesto con la mano para
(Ojos perdidos mientras la escucha.) Tipi, ¿realmente pasa todo arrinconarnos. ¿Usted lo tocó? Me va a preguntar. Voy a decir
eso? ¿Todas esas cosas? ¿Realmente pasa? Sé que hay gente que sí. La campera en la cabeza, debajo del cuello nada más. El
como vos. Tampoco conozco a mucha gente. enfermero va a sacudir la cabeza. ¡No se toca un paciente! (Se
imita a sí misma.) ¿Sabe usted si va a estar bien? El enfermero
CARMEN me va a mirar, pero no a mí. Me va a mirar para no mirarme. Me
Lleva tiempo. va a mirar para evaluarme. Me va a decir, apenas con la punta
de su odio: Vaya a su casa, métase en sus cosas. Entonces voy
JUAN a putearlo. El camillero va a sonreír: Es nuestro trabajo. Voy a
Supongo. decirle: Ustedes, ustedes no saben que... (A Juan.) Voy a ir a
casa. Va a estar la luz prendida.
CARMEN
Tiene que ser así. (Casi al público. En respuesta a Juan.) Querido JUAN
diario. A las seis de la tarde, salgo del trabajo. Siempre. Voy a Yo.
preguntar en la calle cómo llegar a la plaza Martín García. Voy
a buscar a quién preguntar. En el asfalto voy a encontrar un (Blanco entre las escenas.)
hombre. Voy a acercarme, le voy a hablar. El hombre va a ser
un viejo, un jubilado con el pelo blanco casi enrulado, con un
tono azul por la tintura. La gente va a mirarlo, todo el mundo
cansado. El viejo va a escucharme, le voy a decir que espere. Al
lado del viejo habrá un zapato salido. Un chico que vino a ver
el accidente. La cara del viejo será vieja, manchada de tierra
por la caída. Una mujer con un vientre enorme se va a acercar.

470 471
2 El gato
JUAN
Tipi.
(Todo parece haber cambiado por la luz. Carmen levanta
el teléfono muchas veces. Mira por la ventana frontal. Saca CARMEN
un paquete de regalo de debajo del sofá y lo apoya sobre el (Dos respuestas diferentes.) No me digas Tipi. No me digas Tipi.
pasaplatos. Juan asoma inclinado desde la cocina.) (De mal humor.) ¿Qué?

CARMEN JUAN
(Casi al público.) Todo sigue igual que antes. Todo como antes. Lo que pensaba. Pensé. Bianco todavía no volvió.
Querido diario: Nada sino esperar a Bianco. Nada más que
esperarlo. (Soñadora.) Imágenes en mi cabeza... Bianco en la CARMEN
calle. Bianco con moscas que giran. Bianco con hambre... ¡Me (Superior.) Vos pensaste en Bianco que todavía no volvió.
duele en la cabeza el hambre de Bianco! (A nadie.) Bianco
podría haber vuelto. Podría estar de vuelta. Podría venir. Podría JUAN
estar viniendo. Estar saltando los tejados para llegar. Podría... Sí.
(Escucha por un momento. Espanta una mosca.) Ayer otro gato
maullaba en el techo. Maullaba, estaba maullando. ¡Bianco CARMEN
también podría maullarnos! Ya se hizo esperar bastante... (Con Claro.
los ojos cerrados.) Me imagino a Bianco, tengo la imagen de
Bianco con ese brillo en los ojos. Lo recibo en mis brazos. JUAN
Vuelve. Miro su cara. Por la boca asoma un diente como una Yo pensé que debe estar, Bianco debe estar con otros gatos,
sonrisa. (Intencional.) A veces, en mi imagen también está maullando. Están en algún lugar, hablando entre ellos.
Juan, mirándome.
CARMEN
(Juan silba “bicho feo” desde la cocina.) (Pausa.) Eso pensaste. (Se frota la cabeza.)

CARMEN JUAN
(Simula confusión.) ¿Quién es? Escuché algo. Ya sé... ¿Sos Sí.
vos, Bianquito? (Mira perforando la puerta de calle. Niega con
la cabeza.) Es la vecina espiando por el pasillo. (La imita.) CARMEN
“¿Volvió? Ya va a volver. Mañana o pasado, no se preocupe. Bianco va a volver.
Vuelven cuando quieren, son así. No es que se haya perdido...”
(Estridente.) La vecina se mete dentro de su casa. ¡Chau! JUAN
No es fácil volver, Tipi. A veces se van. Por lo tanto, es así.
(La figura de Juan se recorta contra la pared.)

472 473
CARMEN CARMEN
(Arruga la nariz.) Juan. (Curiosa.) ¿Está bien?

JUAN JUAN
Me puedo imaginar lo que piensa Bianco. Debe estar con otros ¿Qué?
gatos, en algún lugar. Con otros gatos que no regresaron. Están
hablando entre ellos. Hablan igual que nosotros. Y si se quiere CARMEN
entender algo, hay que pensar como pensaría Bianco. Dijiste que está bien.

CARMEN JUAN
(Pausa.) ¿Vos te volviste loco? No me gusta.

JUAN CARMEN
Pensé que te iba a gustar mi idea. ¿Puedo mostrarte algo? (Jugando con él.) ¿Estás nervioso?

(Juan señala el paquete de regalo que está encima del JUAN


pasaplatos. Carmen se cruza de brazos como respuesta.) ¿Me podés ayudar?

JUAN CARMEN
Lo vi, vi el regalo para mí. (Ambigua.) ¿A qué?

(Carmen abre la boca, la cierra. No puede creer en lo que JUAN


escucha.) Hablar.

CARMEN CARMEN
(Otro tema para desviar la atención.) ¿Por qué tenés la ropa de (Paciente sonrisa.) Bueno. ¿Qué te pasa?
trabajo? Juan. (Dura.) Juan.
JUAN
JUAN No sé. (Mira el espejo. Saca la lengua para asegurarse de que
Me gusta. no está enfermo.)

CARMEN CARMEN
¿Y el trabajo? ¿Qué pasa con el trabajo? (Resopla.) ¿Qué estás haciendo, Juan?

JUAN JUAN
¿Qué pasa con el trabajo? Está bien. Tengo que saber. Yo pienso...

474 475
CARMEN CARMEN
(Maquinal.) En mí. Toda la tarde, yo también. Estoy leyendo. Sigo... (Importante.) Sigo por una calle vacía
con adoquines, pero los adoquines acostados panza arriba
JUAN parecen peces.
Tengo que hablar. Hablame de las cosas. Lo que escribís.
Leeme un poco. JUAN
(Interrumpe.) No, no. Yo digo lo que hago, decime qué hago.
CARMEN ¿Cuándo me presento?
No puedo.
CARMEN
JUAN Ah. (Casi al público.) Está bien.
Una parte.
(Carmen fantasea una “descripción” en su diario. Va midiendo
CARMEN las reacciones de Juan según la historia.)
(Pausa placentera. Sigue el juego.) Bueno, pero rápido. Ponete ahí.
CARMEN
(Juan va a la puerta. Brazos a los lados. Espera.) (Hace que lee.) “Juan y el puesto de diarios”. (Tos en medio
de las frases.) Juan va a llegar hasta el puesto de diarios. A
CARMEN veces atiende un chico, pero va a haber un viejo. Sí, habrá un
Juan, el pelo. anciano sentado en el puesto. El viejo sentado en el quiosco
va a mirar a Juan. El viejo tendrá algo en la cara que no logro
JUAN explicar... El viejo va a golpear el mostrador y va a decirle a
Sí. (Transparente.) ¿Qué me vas a decir? Juan: ¿Qué diario lleva? Si usted me dice de una vez por todas
qué diario lleva. ¿El de todos los días? ¡Dígame lo que quiere!
CARMEN El viejo va a esperar que Juan conteste y Juan va a permanecer
¿Voy? (Señalando el tema.) “El cuidador”. El cuidador de plaza en silencio. Pero el chico, tan chico, va a tirar de la manga de
con su palo largo para clavar las hojas, no tiene tiempo para Juan. Entonces Juan va a decir el nombre de cualquier revista.
agacharse a recoger hojas, las clava con un palo. Cuando no Va a pagar, ir a comprar el pan, y volver a casa.
tiene tiempo para clavar una, la abandona. El lugar queda
limpio. Un montículo es capturado por niños salvajes. Cruza un JUAN
gordo en joguineta. Yo camino cansada, cansada. Leí un chiste en el diario. Me gustó mucho, diciendo las cosas
como son. Ponía todo en su lugar. Me reí sin parar. Estaba solo.
JUAN
(Interrumpe.) ¿Cuándo aparezco? CARMEN
(En guardia.) ¿Te atendió el chico? ¿Te contestó el chico del
puesto de diarios?

476 477
JUAN JUAN
No. ¿No?

CARMEN CARMEN
Tardaste en volver... Está un poco cerrada esa puerta. Está trabada.

JUAN JUAN
¿Volver? Sí, fui a comprar el pan. (Vacío.) Afuera debe estar lindo. Debe ser agradable. Me
imagino que debe ser agradable.
CARMEN
Fuiste al quiosco... CARMEN
¿Te imaginás?
JUAN
(Decidido.) No. JUAN
Supongo. Me puedo imaginar la lluvia. (Volviendo al tema.)
CARMEN ¿Vos qué estabas haciendo?
¡Ah! ¿Entonces el caballero se cruzó con alguien?
CARMEN
JUAN (Muestra.) Me quedé ahí. Ahí. (Se frota la cabeza.) Voy a hacer
No. papas hervidas. Todavía no pude empezar.

CARMEN JUAN
¿Qué te pasa? ¿Qué tenés? ¿Qué hacés cuando no estoy? ¿Qué vas a hacer cuando me haya
ido? Estuve pensando eso. Cuando pienso, todo se me viene
JUAN encima. Se me llena la cabeza. Tipi ¿qué hacés cuando no
No sé. ¿Bianco volvió? estoy? (Carmen se frota la cabeza.) ¿Te comieron la lengua?

CARMEN CARMEN
¿Bianco? (se frota la cabeza.) ¿Fuiste al puesto, o te quedaste Te imagino, supongo.
ahí parado?
JUAN
JUAN Es bonito imaginar.
Me quedé. Carmen, ¿yo fui al quiosco de diarios?
CARMEN
CARMEN No. (A borbotones. Como para negarlo todo.) Me imagino que
(Reafirma.) No abriste la puerta. la ambulancia no tenía camilla, y que dos enfermeros se llevan

478 479
al viejo. Que el viejo los abraza del cuello y queda colgando. JUAN
Que los enfermeros le hacen “hamaquita de oro” cruzando los ¿Qué?
brazos por abajo de las piernas. Que parece sufrir, el viejo. Que
tiene la piel gris. Que quiere llorar y no puede. Que parece CARMEN
más flaco que en la realidad, aunque tampoco es flacura, es Juan, no sonó el teléfono. Sin embargo, puede sonar. Deberíamos
otra cosa. Que en realidad parece lo que queda del viejo. Que envolverlo, envolverlo en mantas por si suena. Porque si llaman,
parece un poco menos que el viejo que vi en la realidad. Me no quiero atender. Si no lo tapamos con una manta, va a sonar
imagino todo eso. (Se frota la cabeza.) hasta que atienda. Y cuando atienda, cuidado...

JUAN JUAN
¿Por qué no querés salir? Dijiste que es mentira. ¿Qué es mentira?

CARMEN CARMEN
No sé. Bianco... ¿Te creés que es estúpido porque es un buen gato?

JUAN JUAN
Decime. Es un buen gato. ¿Qué es mentira?

CARMEN CARMEN
No quiero. ¡El teléfono! No me mires así, no me atrevo a mirarte. Tenés los ojos como
botones.
(Carmen camina, da un paso, se detiene, parece ciega. Atiende
el teléfono. Juan sigue inmóvil.) (Carmen se levanta, da un paso, se detiene.)

CARMEN JUAN
Suena. Sonó el teléfono. Atiendo. (Respira. Repite y balbucea.) Sí. Siento que me cortaron por el borde. Alguien me recortó
Hola. Hola. Ey. Llamaron. Soltame. Hola. Conteste. Voy a cortar. el borde del cuerpo. Estoy pegado con cinta adhesiva. Vení,
No responde. Soltame, Juan. Una vez más. No escucho. ¡No me sentate. (Vuelve al sofá.)
digas “Tipi”!
CARMEN
(Carmen sostiene el tubo evitando a Juan. Se ovillan con el No me siento en el sofá. Me quedo parada. Me late la cabeza.
cable del teléfono y cae uno encima del otro. Se muerden Vos no estás. No siento el pecho, no tengo aire, no respiro. No
rabiosamente y se separan. Se sientan a tocar sus heridas.) espero a Bianco. No tengo miedo. No sé dónde estoy. No sé
cómo se llama el barrio de mierda donde vivo. No siento ningún
CARMEN dolor. No estoy acá, y si no estoy acá, no espero a Bianco.
Juan, es mentira. ¿Sabés qué? Pensé: Bianco murió. Eso pensé, y me reventó

480 481
algo en la cabeza cuando lo pensé. (Vuelve a sentarse al lado de Bianco murió. (Escribe.) Querido diario: Estamos en casa y me
Juan.) ¿No me sangra la nariz? Fijate la camisa, arreglate. siento tranquila. Y siento que una calma me pisa los talones.
Una calma, una calma... ¡Sonó el teléfono!
(Carmen se encarga de la ropa de Juan. Lo viste. Juan aprieta
los puños, abre los brazos como un espantapájaros, Carmen lo JUAN
hace girar.) ¿Sí?

JUAN CARMEN
A veces pienso que debería ir al médico para ver si todo está Atiendo. (Se imita a sí misma, al teléfono.) “Buenas noches”.
bien. Porque no tengo aliento a nada. (A Juan.) Es la vecina.

(Están sentados con las rodillas a la altura del pecho.) JUAN


¿No puede venir a la puerta?
CARMEN
(Auto placer.) A veces vas a trabajar, pero no, estás conmigo. CARMEN
Como si no te hubieras ido. (En la cara de Carmen se ve lo que (Al teléfono.) “Bianco”. (A Juan.) Dice que está en su casa.
dice.) Supongo que estás aquí. Te ponés delante de Bianco. Dice que está muy flaco. Quiere avisarnos. Dice que está tan
Bianco cierra los ojos. Vos apoyás un pie y hacés rodar el cuerpo blando que parece que va a romperse.
de Bianco. Confían uno en el otro. Bianco se deja jugar, se hace
el dormido... Imagino que Bianco llega hasta una posición y se JUAN
queda. Volvés a apoyar el pie y las uñas de Bianco se apoyan en ¿Blando?
tu pie. Tu pie, Juan, tenés un pie. (Encandilada.) Una vez más,
me lo pregunto: ¿Cómo es que Bianco no vuelve? ¿No sabe...? CARMEN
Dice que no podemos imaginarnos. Está en casa de la vecina.
(Juan aprieta los puños para recordar.) Nos pide que vayamos. No sabe cuánto más pueda aguantar.

JUAN JUAN
No recuerdo el movimiento que hacía. No recuerdo el gesto con Vamos. No pierdas tiempo.
las orejas. No recuerdo cuando estaba tirado en el suelo. No
recuerdo los pelos de Bianco por todas partes. No me acuerdo. (Carmen apoya el teléfono colgado en su regazo.)

CARMEN CARMEN
(Por arte de magia.) Creo que Bianco está muerto. Por otra Dice que no puede soportar verlo así. Dice que salió a dejar la
parte, no va a volver. Guardé todos los diarios, los guardé. Todos bolsa de basura, y lo encontró. “Bianquito” le dijo, lo llamó. Él
los diarios del colchoncito. Le gustaba dormir en colchoncito la miró y cerró los ojos, se le volvieron a cerrar. Dice la vecina
de papel de diario. Sí. (Una sonrisa constante. Rematándolo.) que tardó en reconocerlo. “Bianquito”. Que lo reconoció por

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el diente que le asoma, como una sonrisa. Lo envolvió en una CARMEN
sábana. Quiere avisarnos, porque es mucho peor de lo que ¡Bianco se escondió! No lo encontramos.
imaginamos. ¡Dice que tiene una cara feliz!
JUAN
3 El diario ¿Cómo?

(La luz perfila nuevamente la habitación. Ambos asoman por la CARMEN


ventana de la cocina. Carmen abre el paquete que estaba en el Se escondió bajo el sofá. Apenas sostiene la cabeza. Nos deja.
pasaplatos, le pone un reloj pulsera a Juan. Le da un beso en ¡Se va! Nos movemos en puntas de pie. Nos quedamos en casa
la mejilla. Juan mira repetidamente la hora. Mueve las manos sin hablar. Bianco se queda dormido...
en el aire.)
JUAN
CARMEN ¿Con quién estás hablando? ¿A quién le hablás?
¿Qué hora es? Juan, para hoy.
CARMEN
JUAN Bianco respira como un globo... Hoy, diecisiete de mayo, fue.
¿Qué?
(Carmen se agarra un ataque de risa. Juan hace todo lo posible
CARMEN para continuar la “conversación”.)
Tenés reloj. ¿Qué hora es?
JUAN
(Ruido de un plato roto.) ¿Cómo supo que tenía que esconderse? ¿Cómo supo que era
eso lo que tenía que hacer? ¿Cómo fue? ¿Por qué se tuvo que
CARMEN ocultar? La vecina dijo que fue a dejar la bolsa de basura y
(Toma una respiración.) ¿Qué hiciste? ¡Rompiste un plato! lo encontró, ¿eh? ¿Dónde está? ¿Qué vamos a hacer? ¿Qué
hacemos? Carmen, nunca salimos.
JUAN
Se me fue de las manos. CARMEN
No me gusta.
CARMEN
Pero si vos trabajás con las manos. JUAN
Si nos vamos...
JUAN
Calculé mal la distancia de los dedos.

484 485
CARMEN JUAN
¡Ojalá quisiera! (Anuncia.) Voy a decir lo que vamos a hacer. Sí. ¿Dónde trabajás?
Estamos en abril. Aquella es la puerta principal. El timbre.
“¿Quién es?” Juan. “¿Quién?” Empecemos. ¿Quién? CARMEN
Bueno, yo. (Se frota la cabeza.)
JUAN
(Extremadamente dócil.) Juan. JUAN
¿Sí?
CARMEN
¿Quién? “Juan, el hombre del gato. Yo te bajé el gato del árbol”. CARMEN
¿Bailamos? No me gusta. Una compañía, un negocio. (Se frota la cabeza.)

JUAN JUAN
¿Yo? ¿Grande?

CARMEN CARMEN
(Triste desprecio.) Tampoco tenés las piernas rotas. Tiene varios pisos. Salgo por la tarde, tengo mi tiempo. (Acabado
el tema.) Siempre usás la misma ropa.
JUAN
¿Que baile...? JUAN
No sé.
CARMEN
Estás triste, no pienses. CARMEN
Me gusta hablar.
(Se abrazan con torpeza. Carmen pone las manos alrededor del
cuello de Juan. Bailan sin música.) JUAN
Me tengo que ir.
CARMEN
(Fingiendo preguntar.) Trabajás en una imprenta. Tu trabajo. En CARMEN
una imprenta. Te podés quedar. ¿A qué hora te levantás para trabajar?

JUAN JUAN
Sí. ¿Siete?

CARMEN CARMEN
En la tarde también. Desayunamos juntos. Vamos a empezar de nuevo. Estamos en

486 487
abril. La puerta de entrada. Juan. CARMEN
¡No! La vecina dijo cosas de mí. Dice que hablo sola. Vamos a
JUAN tener que escondernos y volver a salir cuando se olvide.
(Ira y angustia por igual.) ¿Qué vas a hacer cuando me haya
ido? JUAN
(Señala a la puerta principal.) ¿Por qué no abre esa puerta?
CARMEN
¿Qué pasa, Juan? CARMEN
La gente deja la puerta del pasillo entreabierta para que corra
JUAN viento, ¡y así las cosas se pierden! (Señala la puerta de la
(Receloso.) ¿Y el gato? cocina.) Nosotros tenemos esta otra puerta, por donde entra
y sale todo en este mundo. (Se frota la cabeza.) Hoy escribí
CARMEN durante todo el día. Mucho tiempo, mucho tiempo. Yo nací
No hay gato... (Se frota la cabeza.) para escribir este diario. (Lee.) Miro a la gente y todos tienen
la misma cara. No parecen personas. Todo el mundo tiene la
JUAN misma cara. No parecen personas. Bajan del vagón, muchas
Pero si vos dijiste, antes. Lo dijiste antes. caras, todas juntas.

CARMEN JUAN
¡Dije que no hay gato! Hay cosas que prefiero no escuchar. No entiendo.
Me gustaría tener una explicación. Al principio no era un gato,
pensé que era un gato, escribí que era un gato... A veces no CARMEN
sé, me quedo dormida con el diario encima. A veces quiero ¡Debemos prestar más atención! Estoy cansada. Hoy estuve
romper este diario, pero sería inútil. Algún día la gente lo va a escribiendo todo el día... Juan ¿vos pensás que se puede
mirar, como deporte. Como se mira la vida de los demás. Van a vivir sin dormir? Creo que soy una muñeca que no duerme.
leerlo por diversión antes de la cena, pensando que esto nunca (Despertando.) ¿Y mi diario? Ahí estaba. Mi diario. ¿Qué pasa
va a pasar con ellos. ¿Me estás escuchando? Juan, mirá lo que con los diarios, tan íntimos? A veces no sé dónde se esconden...
escribí. (Lee.) “En la estación de subte”. Sentada todo el día Hoy escribí que estaba sentada en la plaza, detrás del Super.
con el diario querido en la mano. Al llegar el vagón, miro las Vos llegabas y me levantaba. Entonces, me sacudías la pollera
caras de la gente. Mi nombre es Carmen. Hoy vamos a empezar y decías.
de nuevo. Desde unas pocas páginas. Querido diario. Imaginar
lo que pasará mañana. Poner un poco de romance... ¿Te gustó? JUAN
Parecés real, como si estuvieras ahí. Te puedo ver. Oh, cuánto pasto.

JUAN
(Gesto de irse.) Vamos.

488 489
CARMEN CARMEN
También puedo poner que llega la primavera. Llega la primavera Voy a vivir acá, no me voy a ir. Afuera hay mucho que nunca
y después el verano... Si este diario tuviera vida, estaríamos de llegaría a escribir. Voy a sentarme en el sofá. Estoy cansada.
vuelta en abril. (Abre y cierra el cuaderno.) A veces me gustaría Tengo que escribir. Cada día, cada día. No se nota, me veo
que toda la tinta se derritiera. (Le muestra una hoja.) Mirate, como una locomotora, pero estoy cansada. Voy a descansar mi
acá estás lindo. cabeza sobre tu rodilla... Estamos en una isla con todo oscuro
alrededor. En el momento de escribir voy a quedarme dormida.
(La cara de Juan pega una sacudida.) Puede ser de día o de noche, el reloj no funciona. No hay
tiempo, ¡yo lo decido! Quisiera que disfrutes de estar aquí. Me
JUAN gustaría que puedas quedarte para siempre. Y siempre. Pero
Salgamos. no es como haberte atado. Al final es como comprar papas,
al principio están bien, pero después de dos o tres semanas
CARMEN se estropean.
(Se cubre la cara con el bloc de notas.) ¿Para qué? No quiero.
JUAN
JUAN ¿Qué va a pasar conmigo?
¿Por qué? Vamos.
4 Carmen
CARMEN
Parecería que escapamos de algo. (Soberbia.) Vos no escribís
un diario, Juan. No puedo salir porque tendría que escribirlo en (Carmen mira por la ventana frontal. Golpea suavemente el
mi diario. La gente que escribe un diario no puede salir. No hay vidrio con los dedos. Un vaso de agua en la otra mano.)
necesidad de. Consideremos el hecho de que ya estuvimos en
el bar y ahora estamos de vuelta en casa después de cenar... CARMEN
(Casi al público.) Querido diario. Miro la tinta de la birome,
JUAN miraba el día. Todo está quieto. Todo sigue. Estamos en julio.
No. ¿Qué aprendí? Es un hermoso día. El sol quema como si no
fuera invierno. Dicen que va a llover.
CARMEN
Pensé que eras distinto. JUAN
Carmen, ¿por qué?
JUAN
Yo soy distinto. CARMEN
(Sonriendo desagradablemente.) No lo sé. Se metió en mi
cabeza. “Tipi, tipi”. La gente hace de todo para no estar sola.
A veces pienso en el viejo. ¿Cuántos años tenía? ¿Cómo habrá

490 491
hecho para vivir tanto? Me miraba. Movía la mano, haciendo un CARMEN
gesto como este... Parecía estar sonriendo. Una sonrisa, pero (Casi al público.) Juan se va a sentar en el sofá. (Juan obedece.)
sin mover los labios. ¿Cómo me vio el viejo a mí? Entonces Juan está sentado. Me quedo aquí. Espero un rato. Puedo mirar
empecé a tipiritar. “Tipi, tipi” no podía parar. Y cuando llegué a por la ventana. Puedo ir a sentarme a su lado. O puedo esperar
casa. Estaba la luz prendida. un poco más, hasta que sepa lo que quiero hacer. Pero no voy
a esperar tanto.
JUAN
Era yo. (Carmen acomoda los almohadones, la manta, el jersey colgado
junto a la puerta, el vaso de agua. Juan tiembla como una hoja.
CARMEN Carmen se pinta los labios para besarlo.)
Quedate.

JUAN
¿Cuánto tiempo más?

CARMEN
Hasta que se pudran las papas...

(Carmen agarra el brazo de Juan y lo coloca alrededor de su


cintura.)

CARMEN
Miramos por la ventana. (No hay interés real.) ¿Viste aquella
nube?

JUAN
No tiene color. (Pestañea.)

CARMEN
Podemos quedarnos aquí para siempre. Voy a escribirlo. ¡Qué
hermoso es todo! ¿Pediste un deseo?

JUAN
(Breve pausa.) Ver una estrella fugaz.

(Juan está completamente fuera de lugar.)

492 493
Primer título: Pinter bajando la escalera.
Obra estrenada en elKafka espacio teatral, Buenos Aires 2011.

Carmen: Gaby Ferrero


Juan: Mauricio Minetti
Coreografía: Luciana Acuña
Dirección de voces: Tian Brass
Gráfica: Laura Rovito
Iluminación: Mariano Arrigoni
Realización escenográfica: Víctor Salvatore
Carpintería: Guillermo Manente
Técnicos de iluminación: Héctor Zanollo, Lucía Baez, Marco Álvarez
Utilería y vestuario: Lorena Ballestrero, Laura Rovito
Asistencia de escena: Diego Becker
Asistencia general: Micaela Picarelli
Dirección: Luis Cano

Gracias Alejo Sambán, Araceli Arreche, Constanza Balsátegui, Diego


Starosta, Gabriel Cabrera, Gustavo Urrutia, Julio Junge, Manon Minetti,
Manuel Cano, Nelly y Pablo Ferrero, NoaBar, Oscar Ferrero, Pablo Iglesias
y Paula Travnik.

Formó parte del evento 10 años de vida, por el aniversario de NoAvestruz,


Espacio de cultura independiente, Buenos Aires 2011.
Nominada como “Actriz de espectáculo alternativo” Gaby Ferrero por El
diario de Carmen Premios ACE 2010/2011.
Luis Cano: Trabajo destacado en Dramaturgia por los Premios Teatro del
Mundo, área de Historia y Teoría Teatral del CCRRRojas, UBA. XIV Edición,
período 2010/2011.
Pieza ternada al Premio a la Labor Teatral Trinidad Guevara 25º Aniversario
por su desempeño en 2011, rubro: Autor nacional. Dirección General de
Promoción Cultural, Ministerio de Cultura, Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires 2012.

www.librodisociado.com.ar/marionetas/
Clave: carmen

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