2
No sugiero que la forma más radical de SCT sea la mejor, aunque el ejercicio de deconstrucción total de
una de las categorías más esencializadas, es decir “la sexualidad”, a menudo tiene un efecto electrizante y
energizante en el pensamiento. Si este grado de deconstrucción puede ser plausible, es otra cuestión,
explorada en otra sección de este ensayo. Una explicación más comprensiva se ofrece en mi artículo “An
Intellectual and Political History of SocialConstruction Theory”, manuscrito no publicado.
7
5
Mary Mcintosh, "The Homosexual Role", Social Problems 16 (1968): 182-91. Reimpreso en Kenneth
Plummer (ed.), The Making of the Modern Homosexual (London: Hutchinson, 1981).
6
Jonathan Katz; Gay American History (New York: Thomas Y. Crowell, 1976).
7
Jonathan Katz, Gay/Lesbian Almanac (New York: Harper & Row, 1983).
9
9
Para un abordaje etnográfico de estas prácticas, ver Gilbert Herdt, Guardians fo the Flutes (New York:
McGraw Hill, 1981).
10
Hemos sido sensibilizados sobre el peligro y las limitaciones de imponer nuestras categorías y sistemas
de significados. El compromiso de evitar lecturas etnocéntricas para prácticas no occidentales, sin
11
embargo, encuentra otro problema: la tendencia en la literatura trans-cultural a retener y descartar datos
sobre homosexualidad, por motivos combinados de reticencia sexual y homofobia. Similares problemas
existen en historia. Sabiendo esto, lxs lectores alertas son reacixs a aceptar los descartes simplistas y
formularios de que el comportamiento en cuestión no constituye homosexualidad, y en cambio salta a la
evidencia sugestiva, tratando los sólo los datos que pueden verse como pistas de evidencia definitiva.
Necesitamos trazar un rumbo entre estos dos extremos.
12
11
Aunque “circuncisión femenina” es quizás el más común término occidental para éstas prácticas, muchas
investigaciones en el campo prefieren “cirugía genital femenina” y “operación genital femenina”.
Circuncisión femenina sugiere más fácilmente una analogía con la circuncisión masculina, aún cuando los
procedimientos ejecutados sobre las mujeres son usualmente más serios en términos de grados de
remoción de tejido y de consecuencias físicas y fisiológicas.
13
12
Para descripciones más detalladas y para discutir la circuncisión femenina, ver: Asma El Dareer, Women,
Why Do You Weep? Circumcision and Its Consequences (London: Zed Press, 1982; Olayinka Koso-Thomas,
The Circumcision of Women: A Strategy for Eradication (London: Zed Press, 1987); A. Verzin, “Sequelae of
Female Circumcision”, Tropical Doctor 5 (1975); World Health Organization, Eastern Mediterranean
Regional Office, Tropical Doctor 5 (1975); World Health Organization, Eastern Mediterranean Regional
Office, Traditional Practices Affecting the Health of Women and Children (Khartoum, February 1979); R.
Cook, Damage to Physical Health from Pharaonic Circumcision (Infibulation) of Females: A Review of the
Medical Literature (World Health Organization, Office for the Eastern Mediterranean, 1976); Fran P.
Hosken, The Hosken Report: Genital and Sexual Mutilation of Females, 3rd rev. ed. (Lexington, MA.:
Women's International Network News, 1982).
13
William Masters y Virginia Johnson, Human Sexual Response (New York: Bantam Books, 1966).
14
Lxs constructivistas pueden preguntar si la respuesta sexual, incluso en las mujeres americanas, debe ser
vista como función de la fisiología.
15
Ahmed Abu-el-Futuh Shandall, “Circumcision and Infabulation of Gemales: A General Consideration of
the Problem and a Clinical Study of the Complications in Sudanese Women”, Sudan Medical Journal 5
(1967): 178-207.
14
16
Par una discusión sobre el concepto de jerarquías sexuales, ver Gayle Rubin: 279-83 (en el original de
“Thinking Sex”).
16
Conclusión
SCT ofrece muchas posibilidades radicales para la teorización
de la sexualidad. Para tomar el próximo paso, necesitamos
continuar y profundizar nuestra discusión sobre estos mismos
problemas. Aunque la discusión puede ofrecer clarificaciones,
estos problemas no se resolverán solamente con la discusión
sino en el curso de una investigación continuada.
En la medida que la SCT en lugar de buscar un cierre se
posiciona del lado de la incertidumbre a través del
cuestionamiento de las suposiciones, necesitamos aceptar la
ambigüedad y la fluidez. El futuro está menos clausurado de lo
que podemos temer, y quizás más abierto de lo que podemos
esperar. Todos los movimientos de liberación sexual,
incluyendo el de lesbianas y gais, se construyen sobre la
imaginación: imaginando que las cosas pueden ser diferentes,
de otra manera y mejores de lo que son. La SCT comparte este
impulso imaginativo y no constituye una amenaza para el
movimiento lésbico y gay.
Claramente, la tensión entre la deconstrucción del sistema de
jerarquías sexuales y la definición de lesbianas y gais será
continua. En este caso, necesitamos encontrar la manera de
conocer de forma más abierta y contestar más apropiadamente a
las respuestas que la SCT engendra, con afirmaciones
profundamente sentidas sobre identidad, comunidad,
solidaridad, políticas y modos de supervivencia –en suma,
sobre nuestras vidas.
Agradecimientos
Me complace reconocer mis deudas al escribir este ensayo, muy
especialmente al lxs investigadorxs, escritorxs, activistas
(demasiadxs para enumerar sus nombres) cuyos trabajos en los
últimos 20 años originó y refinó la aproximación a la
sexualidad desde la SCT.
Este escrito fue originalmente presentado como conferencia de
apertura en la International Scientific Conference on Gay and
Lesbian Studies en Ámsterdam, en el 15 de diciembre de 1987.
Me he mantenido fiel al formato de conversación en lugar de
convertir mis comentarios en un documento formal. Muchas
gracias a aquellxs responsables por el estímulo y la
producción de la conferencia, al trabajo de la Conference
organizing Committee; la Schorer Foundation y el Reserch Group
of Gay and Lesbian Studies del Interdisciplinary Centre for
the Study of Science, Society, and Religion, Free University
of Amsterdam. Estoy especialmente agradecida a Anja van Kooten
20