Las calorías son la unidad de medida que se usa principalmente para
saber la cantidad de energía que nos aportan los alimentos, se puede abreviar como "kcal". En pocas palabras es la unidad de medida para expresar la cantidad de calor o energía. Es posible diferenciar entre dos clases específicas de calorías: la caloría-gramo (cal) es aquella energía calorífica que es necesaria para subir en 1ºC la temperatura de 1 gramo de H2O; la caloría- kilogramo o kilocaloría (kcal o Cal), por otra parte, es la energía calorífica requerida para que la temperatura de 1 kilogramo de H2O aumente en 1ºC. Las calorías de los alimentos se miden por calorimetría, al calentarse un alimento se mide el calor que se aplica y la energía que se libera, las calorías se expresan en kcal/100 g de alimento. Este resultado es lo que determina el valor energético de los alimentos. Esta unidad de energía es muy importante para explicar el funcionamiento del proceso alimenticio. Los seres vivos necesitan de energía para vivir y esta energía se obtiene a partir de la comida. La alimentación, por lo tanto, es la fuente de energía más relevante para los organismos vivos, con ella nuestro cuerpo realiza las funciones más vitales como respirar, movernos, pensar, etc., a lo que se le denomina metabolismo basal. También se requiere de energía para el crecimiento y renovación celular en diversos tejidos u órganos, para realizar actividad física o ejercicio y en situaciones estresantes, como una enfermedad o una intervención quirúrgica. La energía obtenida a partir de los nutrientes que se encuentran en los alimentos se convierte en calorías o, con mayor precisión, en kilocalorías (es decir, en miles de calorías). Los principales nutrientes energéticos que consumimos en la comida son los azúcares o carbohidratos, las proteínas y los lípidos o grasas, que aportan a nuestro cuerpo las calorías necesarias para el metabolismo. Método para determinar el requerimiento calórico Los requerimientos nutricionales son las necesidades que los organismos vivos tienen de los diferentes nutrientes para su óptimo crecimiento, mantenimiento y funcionamiento en general. Las cantidades nutricionales varían dependiendo de la especie, el sexo y la edad, o más bien, del momento del desarrollo del individuo. En las personas mayores las necesidades de los diferentes nutrientes (proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas, agua) no se diferencian mucho de las calculadas para los adultos más jóvenes.