tras la caída del régimen monárquico se buscó una nueva forma de legitimación para el nuevo régimen,
por lo que se centraron en los derechos fundamentales con el objetivo de convertirlos en el fundamento
y contenido del nuevo orden. Superando de esta forma doctrinalmente los derechos fundamentales a los
derechos públicos subjetivos, pero dicho proceso en Weimar conto con dos obstáculos principalmente
para su realización; el primero la exclusión de operatividad de los derechos fundamentales en el ámbito
inter partes y el segundo la oponibilidad estatal de los derechos públicos subjetivos.
Otro de los factores que también impiden este proceso tiene que ver con la heterogeneidad de la
constitución de la república de Weimar ya que esta contiene un sinnúmero de libertades y derechos
sociales, entorpeciendo de esta forma la eficacia constitucional, hechos que llevaron a generarse
reflexiones sobre los derechos fundamentales donde inicio a la teoría de la integración que partía de la
base de que el Estado es una entidad dinámica en constante transformación y renovación, consolidándose
la integración material orientada a la consecución de objetivos comunes con objetivos que contienen
valores, para Smend el estado existe únicamente y a medida de que se haya inmerso en ese proceso de
auto integración que se desarrolla a partir del individuo y en el propio individuo, por lo que no venía al
alcance de garantizar un contexto libre de interferencias del Estado ya que el individuo y comunidad
estatal es uno solo. A su vez Smend plantea que la validez de los derechos fundamentales es una validez
diferente a la normal, es una validez positiva que se manifiesta en una función legitimadora del orden
estatal, debido a que dicho autor no abarca en su totalidad loa teoría de la integración esta se concibe
como el punto de partida para la ampliación de la validez de los derechos fundamentales.
En este fallo el Tribunal parte de la tradición teoría liberal que entiende los derechos fundamentales
destinados a “asegurar la esfera de libertas del particular, frente a las intervenciones del poder público”
por tanto son “derechos del ciudadano frente al estado” , aunque mas adelante confirma que la ley
fundamental ha establecido en cuanto a los derechos fundamentales un orden objetivo de valores y que
con ello se pone de manifiesto un fortalecimiento por principio de la pretensión de validez de los derechos
fundamentales, encantándose al núcleo de estos valores en la personalidad humana y en su dignidad que
debe regir en todos los
contenidos de valores, de validez universal dando origen a un sistema de valores, idea que siendo
retomada en fallos posteriores condujo que cada derecho fundamental recibiera su doble carácter ; por
un lado de derecho subjetivo de ámbitos del derecho precisando el contenido de carácter objetivo, en
este mismo sentido Huber se encargó de tratar los derechos fundamentales en sus relaciones entre
particulares al sostener que así como se tiene en cuenta