Unidad 1: Nociones
4. EN KARL MARX. Un tercer significado de sociedad civil lo realiza Marx identificando ésta con la
sociedad burguesa”. Cuando describe el proceso a través del cual la sociedad civil se emancipa del
estado que impide su libre desarrollo y se escinde en individuos independientes que se proclaman
libre e iguales ante el estado, cuando critíca los pretendidos derechos naturales universales y
abstractamente humanos como derechos nacidos de la sociedad civil, es entonces cuando deviene
claro que por sociedad civil se debe entender “sociedad burguesa”. Marx afirma que estudiando a
Hegel había arribado a la convicción de que las instituciones políticas y jurídicas tenían sus raíces
en las condiciones materiales de vida “cuya totalidad agrupa hegel” bajo el nombre de sociedad
civil, pero es menester buscar la anatomía de la sociedad civil en la economía política.
El estado moderno tiene como su base natural la sociedad civil, el hombre de la sociedad civil, es
decir el hombre independiente unido a otro hombre solo con el vinculo del interés privado y de la
inconsciente necesidad natural.
5. EN ANTONIO GRAMSCI
También Gramsci distingue repetidamente entre sociedad civil y estado. Más aún, esta distinción
es uno de los hilos conductores del análisis histórico y político de la sociedad burguesa y del paso
de ésta a la sociedad socialista. Pero esta distinción, no obstante la identidad de la terminología, no
coincide con la de Marx.
De tal manera la expresión sociedad civil adquiere en la obra madura de Gramsci un quinto
significado. Dice Gramsci: “Se pueden, por ahora, fijar dos planos superestructurales: el que se
puede llamar de la sociedad civil, osea el conjunto de organismos comúnmente llamados privados,
y el de la sociedad política o estado, y que corresponde a la función de hegemonía que el grupo
dominante ejercita en toda sociedad y el de dominio directo o de mando que se expresa en el
estado o en el gobierno jurídico”. De este pasaje, y de otros análogos que se podrían citar, resulta
claramente que, a diferencia de Marx —para el cual la sociedad civil comprende la esfera de las
relaciones económicas y por lo tanto pertenece a la estructura—, Gramsci entiende por sociedad
civil un momento de la superestructura, en particular el momento de la hegemonía que se
distingue del momento del puro dominio como momento de la dirección espiritual y cultural que
acompaña e integra de hecho en las clases efectivamente dominantes, y debe acompañar e
integrar en las clases que tienden al dominio, el momento de la pura fuerza. Parafraseando el
pasaje de Marx antes citado se podría decir, para marcar la distinción, que para Gramsci la
sociedad civil comprende no ya “todo el conjunto de las relaciones materiales” sino todo el
conjunto de las relaciones ideológico-culturales. Si toda forma de dominio duradero se rige con
base en la fuerza y el consenso, todo régimen político tiene necesidad no sólo de un aparato
coactivo -y en esto consiste el estado en el sentido estricto y tradicional de la palabra- sino también
de varias instituciones: desde los diarios hasta la escuela, desde las editoriales hasta los
organismos culturales, instituciones de los valores dominantes y a través de las cuales la clase
dominante ejercita su propia hegemonía. El relieve dado por Gramsci al momento de la hegemonía
no significa que él haya abandonado la tesis marxiana de la prioridad de la estructura económica
sino que más bien muestra que ha querido diferenciar con más fuerza, dentro del conjunto de los
elementos superestructurales, el momento de la formación y de la trasmisión de los valores
(actualmente se diría de la “socialización”) de aquel más propiamente político de la coacción.
En esta historia de varios significados de sociedad civil lo que más importa destacar es que en la
medida en que Gramsci llama sociedad civil al momento de la elaboración de la ideología y de la
técnica del consenso -a la que da particular relieve- modifica el significado marxiano de la
expresión y en parte retorna al significado tradicional, según el cual sociedad civil, siendo sinónimo
de “estado”, pertenece, marxianamente hablando, no a la estructura sino a superestructura. En
suma, Gramsci se ha servido de la expresión sociedad civil no para contraponer la estructura a la
superestructura sino para distinguir – mejor de lo que habían hecho los marxista precedentes- en
el ámbito de la superestructura el momento de la dirección cultural respecto al dominio político.
6. MAX WEBER
Weber sostuvo una perspectiva crítica con respecto al determinismo económico de la teoría
marxista, dando importancia a los valores. Estableció un modelo de análisis sociológico que
mostraba las acciones humanas clasificándolas según estuvieran relacionadas con los fines o los
valores. Entre sus concepto principales está la división de la ética de la convicción y de la
responsabilidad, que conviven de manera conflictiva en la conducción política
La obra de Max Weber puede entenderse como un intento de comprender los aspectos técnicos y
burocráticos del capitalismo. Su obra más importante es “Economía y Sociedad” y aspira a conocer
el presente remontándose con frecuencia al pasado.
Para Weber el Estado es aquella institución que emplea la dominación atribuyéndose, ya sea
legítimamente o no, el monopolio de la coerción física. Los ciudadanos se convierten en sociedad
civil y son aquellos grupos de ciudadanos que aceptan la dominación.
Para Weber será importante disminuir la presión del Estado, disminuir la burocracia y someterla a
un control político. Partiendo de este presupuesto realista de la dominación, Weber constituye su
famosa Tipología de los Poderes sobre los diferentes tipos de dominación:
- Dominación carismática: se da en sociedades primitivas. El poder es encarnado por el líder, aquél
que consigue demostrar un poder trascendente y extraordinario. A través de la magia o la religión
se erige en un ser elegido mediador entre la sociedad y dios (comunidad y fuerzas espirituales).
- Dominación tradicional: la comunidad reconoce y acepta el pasado como base constitutiva del
presente. El pasado se encarna en herederos que son reconocidos como tales no por realizar algo
extraordinario sino por tradición ancestral (sacerdotes / monarcas).
- Dominación racional o legal: el Estado y la burocracia son el máximo poder garante de la justicia y
la eficacia.
7. EN EL LENGUAJE DE HOY.
De todos los significados anteriores mencionados el más común en el lenguaje político actual es el
genéricamente marxiano. Una prueba de esto es que, mientras que la contraposición entre
sociedad civil y estado es muy común en la literatura política continental, que ha sentido con
mayor intensidad el influjo del marxismo, es casi desconocida en la literatura de lengua inglesa,
donde el “sistema político” es considerado frecuentemente como un subsistema respecto del
“sistema social” en su conjunto, y donde la expresión sociedad civil es sustituida por el término
genérico de “sociedad”. En la contraposición sociedad civil-estado se entiende por sociedad civil
la esfera de las relaciones entre individuos, entre grupos y entre clases sociales que se
desarrollan fuera de las relaciones de poder que caracterizan a las instituciones estatales. En
otras palabras, la sociedad civil es representada como el terreno de los conflictos económicos,
ideológicos, sociales y religiosos, respecto de los cuales el estado tiene la tareas de resolverlos ya
sea mediándolos o suprimiéndolos; o como la base de la que parten las demandas respecto de las
cuales el sistema político está obligado a dar respuestas; o como el campo de las varias formas de
movilización, de asociación y de organización de las fuerzas sociales que se dirigen hacia la
conquista del poder político. Retomando la distinción webwriana entre poder de hecho y poder
legítimo, se puede también decir que la sociedad civil es el ámbito de las relaciones de poder de
hecho y que el estado es la sede de las relaciones de poder legítimo. Así entendido, sociedad civil y
estado no son dos entes sin relaciones entre sí sino que entre uno y otro existe una interrelación
permanente. Uno de los modos más frecuentes de definir a los partidos políticos es el de mostrar
la función de articulación, de agregación y de transmisión de las demandas provenientes de la
sociedad civil y están destinadas a resultar objeto de decisión política. La contraposición entre
sociedad y estado ha sido usada frecuentemente con fines polémicos para afirmar, por ejemplo,
que la sociedad civil se mueve más rápidamente que el estado y que el estado no está en
condiciones de comprender todos los fermentos que provienen de la sociedad civil, que en la
sociedad civil se forma continuamente un proceso de deslegitimación que el estado no siempre
está en condiciones de detener. Un vieja formulación de esta antítesis es la que contrapone el
poder real al poder legal. De aquí la frecuente afirmación de que la solución de la crisis que
amenaza la supervivencia del estado debe ser buscada ante todo en la sociedad civil, donde se
pueden formar nuevas fuentes de legitimación y por lo tanto nuevas áreas de consenso. En los
momentos de ruptura se predica el retorno a la sociedad civil, de la misma manera que los
iusnaturalistas predicaban el retorno al estado de naturaleza.
Bibliografía:
Bobbio N., Matteucci N., y Pasquino G. (2005) Diccionario de política. Méjico: Siglo XXI
Di Tella T., Chumbita H., Gajardo P. y Gamba S. (2004) Diccionario de ciencias sociales y políticas.
Buenos Aires: Ariel.