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El control prenatal: Es un conjunto de intervenciones que la gestante recibe con el

afán de mantener un embarazo saludable y con el objetivo final de obtener un recién

nacido física, mental y emocionalmente sano, una madre sin desgaste de su salud

física, mental ni emocional. La Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2016

añade que es un momento de educación para los futuros padres, momento crucial

para promover conductas saludables y proveerles de información apropiada para un

embarazo saludable, y buena recuperación del parto y post parto, así como para el

cuidado del recién nacido y lactancia materna 1, 3,7

El objetivo del control prenatal es diagnosticar a tiempo los riesgos asociados a cada

embarazo para prevenir complicaciones en el recién nacido y madre. El European

Board and College Obstetrics and Gynaecology Scientific Comitee (EBCOG 2015)5

en un artículo publicado en 2015 indicó que la importancia del cuidado del embarazo

no solo es por la salud inmediata del recién nacido, sino también por su desarrollo e

impacto a futuro que éste producirá en su vida adulta, que involucra el riesgo de

desarrollar enfermedades; implica que la salud de las futuras generaciones está

asociada a la calidad de la salud del feto dentro del vientre materno, la cual debe ser

cuidadosamente mantenida a través del control prenatal.

Según World health organization en 2016, la eficacia del control prenatal se evidencia

en la reducción de complicaciones maternas y perinatales de los embarazos2

. La

(OMS) 2016 nos explica detalladamente los beneficios de las actividades realizadas

en el control prenatal, al usar este periodo para brindar información sobre signos y

síntomas de alarma en el embarazo, información sobre espaciamiento de embarazo

que es reconocido como un importante factor de sobrevivencia infantil; s

inmunizaciones y manejo de anemia e infecciones transmisión sexual, incrementa la

calidad de salud de la madre y consecuentemente del feto. En los últimos años, el

control prenatal ha tomado gran relevancia en la lucha contra el VIH, ayuda a reducir
el riesgo de transmisión vertical del virus; sin embargo, de no recibir un control

prenatal adecuado el panorama vira y las expectativas de un hijo y una madre

saludable y educados en hábitos saludables decaen enormemente.3 Partridge 2012

menciona en su estudio que el riesgo de prematuridad, óbito fetal, muerte neonatal

temprano o tardía y mortalidad infantil está linealmente relacionada con un

decreciente control prenatal. 4 La (EBCOG) en 2015 refiere que las fases iniciales del

embarazo tienen gran impacto perinatal y en la subsecuente salud adulta.

La OMS en 2016 presenta un modelo de control prenatal para el embarazo de bajo

riesgo donde el número mínimo de visitas es 8 a un profesional de la especialidad.

En Bolivia 75% de gestantes tuvieron un mínimo de 4 controles prenatales, en

Brasil el porcentaje alcanzó 89%, en Colombia, 89%. Recomienda que la atención

prenatal sea periódicamente monitoreada para garantizar su alta calidad, por lo que

el evaluar los factores que influyen en la inadecuada asistencia al control prenatal

es de vital importancia para mejorar la oferta de este servicio, toda mujer

embarazada tiene derecho a la atención prenatal de libre acceso y calidad.3

Munares 2011, en su artículo de revisión menciona que entre los factores asociados

al control prenatal inadecuado está la multiparidad, dificultad de permisos en los

trabajos, episodio de maltrato por el profesional.6

EBCOG 2015 menciona que la

morbilidad y mortalidad perinatal puede ser hasta 3 veces más alta en lugares

socialmente desfavorecidos; esta entidad recomienda, además que el control

prenatal evolucione en uno que también se enfoque en los problemas no médicos,

le dé importancia al estilo de vida de la madre, entorno social y estado de violencia

que pueda vivir 5

El Ministerio de Salud del Perú (MINSA) 2015, indica que se debe considerar que
todo embarazo es potencialmente de riesgo, por lo que tiene como objetivo

prevenir, diagnosticar y tratar complicaciones que pongan en peligro la salud

integral de la madre y el feto. Bajo el número de visitas de control prenatal según la

OMS, en nuestro país aún 5.3% tuvo control prenatal inadecuado7

. (UNICEF) 2016

informa que 42% de mujeres reciben menos de 4 controles prenatales.8

El Ministerio de Salud en 2015 peruano indica que la cantidad mínima de controles

prenatales es seis (6) distribuidas dos atenciones antes de las 22 semanas, la

tercera entre las 22 y 24 semanas, la cuarta entre las 27 y 29, la quinta entre 33 y

35 y la sexta entre 37 y 40. 7 Actualmente, según (MINSA) 2014 un 13.4% de

gestantes no tuvo adecuado control prenatal, y este porcentaje aumenta si se trata

de las gestantes que pertenecen al quintil inferior de bienestar, donde 23.1% de

gestante, el mismo año, no recibió control prenatal adecuado9 Las cifras indican

que más del 10% de gestantes a nivel nacional no tienen un adecuado control

prenatal, lo que las coloca en mayor riesgo de sufrir complicaciones en el embarazo

parto o puerperio o de tener un recién nacido con complicaciones que puedan

afectar no solo su salud inmediata sino tener implicancias en su vida adulta, además

se pierde la oportunidad de educarlos en hábitos de vida saludable, cuidados del

recién nacido, importancia de lactancia y de desmentir ciertos mitos o ideas

erróneas sobre el embarazo, parto, puerperio y paternidad. El control prenatal

implica esfuerzo por parte de la madre de asistir al centro de salud más cercano,

por lo que el incumplimiento del número mínimo de controles prenatales y el

subsecuente resultado negativo para la salud materna y perinatal, incluyen factores

que escapan del actuar médico, y se relacionan con el estilo de vida de la madre y

factores que puedan influir en su decisión y posibilidad de acudir a estos servicios.

Idrogo 2013 encontró en su estudio que las gestantes que tuvieron menos de 6

controles prenatales tienen 2 veces más el riesgo de generar morbimortalidad

perinatal.9 Ponce 2012 en su estudio encontró que las variables asociadas al


incumplimiento del control prenatal fueron: menor grado de instrucción, ocupación

independiente o ser ama de casa, menor ingreso económico y creencias y mitos

sobre el embarazo como que “el examen vaginal produce el aborto" o “solo

secontrola el embarazo cuando está avanzado”.10

La morbimortalidad materna y perinatal resultante de un control prenatal

inadecuado proviene de factores de riesgo que influyen en la capacidad de

movilización de la mujer hacia el centro de salud que oferta estos servicios.

Navarro (2015) que la condición de multípara, tener problemas de dinero, tener

dificultad para acudir al CPN por su trabajo y el antecedente de experiencias

negativas en alguna consulta conllevan a un control prenatal inadecuado. La

población que acude al hospital en estudio son de nivel económico bajo y muy

bajo, residen en distritos como El Agustino, San Juan de Lurigancho, Rímac, Ate

vitarte, Santa Anita. La mayoría son convivientes, madres solteras y se aprecia

la ausencia de la visita en el control prenatal. En el Hospital Hipólito Unanue no

se han realizado investigaciones relacionadas a este problema. Por lo expuesto

se plantea la siguiente pregunta.

Si te defines como una mujer independiente que ha alcanzado el desarrollo profesional y tiene
muchas aspiraciones, quizá estés dentro del grupo de féminas que desean ser madres, pero que
posterga su embarazo. En ese caso debes tener en cuenta que tener un bebé a los 35 o 40 años
implica mayores probabilidades de riesgo.

El médico gineco obstetra de la Clínica Internacional Eduardo Gil explica que los 35 años, es la
edad límite del rango normal para un embarazo, y las probabilidades de malformaciones u otras
alteraciones cromosómicas como el Síndrome de Down están al mismo nivel que la población en
general.

Factores de riesgo

Enfermedades de fondo. "Es más frecuente encontrar hipertensas a los 40 que a los 20", dice el
galeno, quien recuerda que las medicaciones durante el embarazo están limitadas.

Hay factores de riesgo que se pueden identificar y manejar, para que estos disminuyan o
desaparezcan. "La mejor forma de afrontarlos es el adecuado control prenatal, que debería
empezar desde antes de quedar embarazada, para que sepan qué hacer y estar en las mejores
condiciones posibles", anota el galeno durante su colaboración en Siempre en Casa de RPP
Noticias.
Sin embargo, hay otras condiciones que no se pueden cambiar cuando se trata de un embarazo
natural. Tal es el caso de la calidad de óvulos, que va decreciendo por la edad, y que hace más alta
la posibilidad de una alteración cromosómica como el Síndrome de Down. "Los riesgos a los 40
años es 1 en 100, a los 42 es de 1 en 50, a los 45 es de 1 en 30 y a los 48 es de 1 en 12", explica Gil.

Y es a los tres meses de gestación que la mujer ya puede conocer las probabilidades de riesgo de
una malformación congénita que corre su bebé, para a partir de allí recibir consejería que la
prepare a ella y a su pareja para la crianza de un hijo especial. "En otros países está justificado el
aborto terapéutico, en nuestro país no", recuerda.

Signos de alarma

Es a los tres meses de gestación que la mujer ya puede conocer las probabilidades de riesgo de
malformaciones congénitas.

Es a los tres meses de gestación que la mujer ya puede conocer las probabilidades de riesgo de
malformaciones congénitas. | Fotógrafo: Getty Images

Si el bebé no se mueve, algo pasa. "Un signo que indica que el bebé está bien es si la madre tiene
hipo, que es un reflejo como la tos y el estornudo que implica un bienestar y maduración cerebral
a nivel del sistema nervioso", indica el doctor Gil.

Los sangrados también son signos de alarma, pues en un embarazo tardío es más frecuente el
desprendimiento de placenta. Además hay más posibilidades de pérdidas espontáneas o
complicaciones obstétricas como la diabetes gestacional y la hipertensión inducida por el
embarazo. Asimismo, hay más riesgo de muerte fetal espontánea.

Cuidados

Como toda mujer embarazada, debe tomar ácido fólico y debe procurar estar en el mejor estado
físico.

El gineco obstetra también subraya que los procedimientos electivos como las curaciones dentales
u otros que puedan alterar un embarazo, deben solucionarse antes de quedar en cinta.

Finalmente, el doctor nos deja un consejo: "No te desanimes, no es imposible, es totalmente


viable un embarazo a los 35 años. Mientras lo hagas antes, mejor”.

Por Hildara Araya

Actualizado 17 de mayo de 2018

Un embarazo saludable es importante para asegurar las mejores condiciones para tu bebé. Los
bebés cuyas madres no reciben control prenatal, "tienen una probabilidad tres veces mayor de
tener bajo peso al nacer y una probabilidad cinco veces mayor de morir, en comparación con los
bebés de madres que reciben atención prenatal", según el Departamento de Salud de Estados
Unidos.
El control prenatal es el cuidado médico que recibes de forma periódica durante tu embarazo.

En los primeros meses tus citas son mensuales, y su frecuencia aumenta conforme se acerca tu
fecha probable de parto.

¿Cada cuánto debo tener una cita de control prenatal?

En tanto tu embarazo sea considerado de bajo riesgo, es decir, que tengas entre 20 y 35 años, sin
complicaciones conocidas y en buen estado de salud, tus citas de control prenatal tienen esta
frecuencia:

Una vez al mes hasta las 28 semanas de embarazo (siete meses de embarazo)

Cada dos semanas hasta alcanzar las 36 semanas de embarazo (nueve meses de embarazo)

Una vez a la semana hasta la semana 41 de tu embarazo

Si tu embarazo llega a las 42 semanas de embarazo, debes tener una cita cada dos o tres días
hasta el nacimiento

En caso de considerarlo necesario, tu médico puede requerir citas adicionales. Un embarazo de


alto riesgo requiere atención prenatal más frecuente.

¿Qué esperar en tus citas de control prenatal?

En tus citas de control prenatal tu médico se enfoca en vigilar el apto desarrollo de tu embarazo, el
crecimiento de tu bebé, los síntomas del embarazo, realiza pruebas para descartar complicaciones
o enfermedades, y contesta todas tus preguntas y dudas.

Por lo general, en tus citas mensuales tu médico te toma la presión sanguínea, tu peso, mide el
fondo del útero (que debe crecer cada mes, como indicador del crecimiento del bebé), hace un
análisis de orina y chequea el ritmo cardíaco del bebé. En diferentes momentos del embarazo
realiza pruebas adicionales, para conocer más detalles, visita tu embarazo mes a mes.

Las citas mensuales son la oportunidad perfecta para aclarar todas tus dudas e inquietudes sobre
tu bebé, tu embarazo, lo que sientes o tus temores. ¡Pregunta todo lo que puedas!

CONTROL PRENATAL

DEFINICIÓN Y GENERALIDADES

Se entiende por control prenatal a la serie de contactos, entrevistas, o visitas programadas de la


embarazada con integrantes del equipo de salud, con el objetivo de vigilar, la evolución del
embarazo y obtener una adecuada preparación para el parto y la crianza.

Con el control prenatal se persigue:

la detección de enfermedades maternas subclínicas,

la prevención, diagnostico temprano y tratamiento de las complicaciones del embarazo,


la vigilancia del crecimiento y la vitalidad fetal,

la disminución de las molestias y síntomas menores asociados al embarazo,

la preparación psicofísica para el nacimiento,

la administración de contenidos educativos para la salud, la familia y la crianza.

Un control prenatal eficiente debe cumplir con cuatro requisitos básicos:

precoz,

periódico,

completo,

de amplia cobertura.

PRECOZ: tratando que sea en el primer trimestre de la gestación. Esto permite la ejecución
oportuna de las acciones de fomento, protección y recuperación de la salud que constituyen la
razón fundamental del control. Además torna factible la identificación temprana de los embarazos
de alto riesgo aumentando por lo tanto la posibilidad de planificar eficazmente el manejo de cada
caso en cuanto a las características de la atención obstétrica que debe recibir.

PERIÓDICO: la frecuencia de los controles prenatales varia según el riesgo que presenta la
embarazada. Las de bajo riesgo requieren un número menor de controles de alto riesgo.

COMPLETO: los contenidos mínimos del control deberán garantizar el cumplimiento efectivo de
las acciones de fomento, protección, recuperación, y rehabilitación de la salud.

AMPLIA COBERTURA: solo en la medida que el porcentaje de población controlada sea alto (lo
ideal es que abarque a todas las embarazadas) se podrán disminuir las tasas de morbi –mortalidad
materna y perinatal.

En general, para realizar un control prenatal efectivo, de por sí ambulatorio, no se precisan


instalaciones costosas, aparatos complicados, ni laboratorios sofisticados; pero sí se requiere el
uso sistemático de una historia clínica que recoja y documente la información pertinente, y el
empleo criterios de tecnología sensibles que enuncien tempranamente la existencia de un riesgo
mayor que el esperado.

El control prenatal adecuado en cantidad, calidad, contenidos y oportunidad, diferenciado, acorde


al riesgo, tiene un enorme potencial de contribución a la salud familiar y es un claro ejemplo de
medicina preventiva.

Es importante que la embarazada comience su control prenatal en el primer trimestre, es decir


que a la falta de menstruación durante dos periodos consecutivos concurra al servicio de salud.

El comienzo del control en los tres primeros meses de embarazo (captación precoz) es de gran
importancia, ya que pueden garantizar que el desarrollo del embarazo sea dentro de la
normalidad, evitando riesgos para la madre y su futuro hijo.
Además de la captación precoz se requiere que los controles subsiguientes se realicen en forma
periódica.

En embarazos normales la frecuencia del control prenatal es:

1 vez por mes hasta el sexto mes

1 vez cada 15 días en el séptimo y octavo mes

1 vez por semana hasta el nacimiento.

Lo mínimo son 5 controles prenatales; según normas del Ministerio de Salud Pública.

Aplicando en forma rutinaria y extensiva, conjuntamente con otras medidas de salud pública como
la atención institucional del nacimiento, el empleo de criterios de riesgo para determinar
referencias y niveles de asistencia y la atención inmediata de los recién nacidos, contribuye a
evitar muertes lesiones maternas y perinatales.

Además de la reducción de algunos puntos de la tasa de mortalidad perinatal y materna que


pueden lograrse por la inclusión del control prenatal extensivo en los programas materno
infantiles, hay posibles efectos adiciónales de impacto difíciles de medir pero no menos
importantes.

Alejar las dudas de las gestantes, despejar los miedos y tabúes, lograr mayor acercamiento y
confianza hacia el sistema de salud, una actitud más positiva hacia la maternidad, hacia el
espaciamiento de los hijos, y mejoramiento de los hábitos de vida familiares, mejor disposición
para el control de crecimiento y desarrollo uterino del niño, fomentar la actitud hacia la lactancia
natural, dar a conocer el plan de vacunación, son ejemplos de beneficios colaterales.

Son barreras para el control perinatal efectivo:

su costo, cuando no es gratuito para la usuaria; a esto hay que agregar gastos de transporte,
pérdidas de horas laborales entre otros.

La inadecuada capacidad del sistema de salud

Problemas en la organización, en la práctica y hasta en la atmósfera con que se brinda el control

Barreras de orden cultural

Insensibilidad geográfica

Descreimiento en las bondades del sistema de salud y en la necesidad del control.

El primer control prenatal incluye un interrogatorio que realiza el profesional en forma muy
cuidadosa, acerca de los antecedentes de la embarazada y su familia.

Estos datos se registra en la sección prenatal del registro básico de salud perinatal y pediátrica
elaborado por el Ministerio de Salud Pública como así también, datos del examen clínico y del
laboratorio.
En forma detallada este control comprende:

1- Acciones generales:

Abrir la Historia Clínica en la cual se registra: nombre, edad dirección e información sobre la
situación económica y cultura de la embarazada.

Abrir ficha social.

Medir el peso, talla, temperatura, pulso y presión arterial.

Acciones educativas.

2- Acciones especificas:

Anamnesis del presente embarazo, incluyendo la fecha de la última menstruación así como las
dudas de la misma.

Antecedentes obstétricos: gestación, paridad, momento y forma de terminación de los embarazos,


peso y salud de los recién nacidos, puerperio y lactancia.

Antecedentes personales, familiares y conyugales.

Solicitud de exámenes de laboratorio tales como:

hemograma

proteinuria

glicemia

reacciones serológicas para sífilis

grupo sanguíneo, Rh

Se recomienda así mismo estudiar:

crasis sanguínea

toxoplasmosis

citomegalovirus

hepatitis b

enfermedad Chagas en las zonas de mayor enfermedad (Departamentos del norte del Río Negro,
Cerro Largo, Durazno y Soriano).

En esta primera consulta se abre el Carné Obstétrico y Perinatal.

Este indica en su etapa el Centro donde se controla la embarazada y sus datos personales.

Además resume los antecedentes, primera consulta y consultas subsiguientes así como exámenes
de laboratorio.

Agrega asimismo en breve un resumen de datos del parto y del recién nacido.
Es importante que la madre conserve este carné, lo presente en cada una de las consultas y lo
entregue en el momento de la internación para el parto.

Esto permitirá que se conozca la evolución del embarazo y del estado de salud de la madre y el
niño hasta el momento, lo que favorecerá una mejor atención del parto.

En los controles subsiguientes se llevará a cabo las siguientes acciones:

Acciones generales

obtención de la historia clínica realizada en el primer control

evaluación de los análisis de laboratorio

control de peso, pulso, y presión arterial.

Acciones educativas

Acciones especificas

Anamnesis dirigida a detectar la aparición de los movimientos fetales o la presencia y desaparición


de los mismos: hemorragia, amenaza de parto prematuro, infección urinaria, o elementos de
toxemia gravídica.

Examen clínico general.

Examen clínico obstétrico.

Medición de la altura uterina con cinta métrica.

Auscultación de los latidos cardiacos fetales después de las 26 semanas.

Diagnostico de la presentación fetal después de las 32 semanas.

Exámenes de las regiones lumbares en busca de signos de infección urinaria.

Tacto genital (cuando corresponda).

Análisis de laboratorio.

Examen de orina en todas las consultas.

Reacciones para la detección de sífilis en el tercer trimestre.

Vacuna antitetánica luego del cuarto mes de embarazo. (*)

Factores que influyen:


1.1Factores socioeconómicos

1.2 Factores personales

1.3 Factores obstétricos

1.4. Factores institucionales

1.1.1 Edad

1.1.2 Estado civil

1.1.3 Ocupación

1.1.4 Apoyo económico

1.2.1 Importancia de la atención prenatal

1.2.2 Actitud de la pareja frente al embarazo

1.3.1 Numero de gestas

1.3.2 Embarazo planificado

1.4.1 Usuaria del SIS

1.4.2 Conformidad con la cita

1.4.3 Trato en el centro de salud

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