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Responsabilidad civil

Pedro Pablo Hernández

SERIE AUTOAPRENDIZAJE

Santiago de los Caballeros, República Dominicana, 2018


Orientaciones de la Unidad V.
Esta unidad es dedicada al estudio de los casos en que algunos profesionales podrían
comprometer su responsabilidad civil o penal en ejercicio de sus funciones. Dentro de
ellos se destacan los médicos, cirujanos, odontógos y enfermeras, así como también los
abogados, notarios, alguaciles, arquiectos, ingnieros y agrimensores. Le dedicamos más
atención al médico por ser un profesional que trabaja con la salud del paciente y por lo
tanto la vida de éste muchas veces resposa en sus manos.

En esta unidad encontrarás las competencias que debes alcanzar en la misma, el


esquema de contenido, el desarrollo de la unidad, un resumen, actividades y ejercicios
de autoevaluación para que evalúe tu propio aprendizaje.

Competencias concretas de la Unidad V.


1-El participante muestra dominio de los fundamentos teóricos (legales, doctrinales
y jurisprudenciales) de los régimens de responsabilidad civil conciernente a algunos
profesionales en el ejercicio de sus funciones, y los aplica en las asesorías o defensas que
ejerce en representación de sus clientes ante los tribunales competentes para un mejor
desempeño profesional.
Esquema de contenido Unidad V.
1-Responsabilidad civil del médico.
2-El contrato médico-paciente.
3- Obligación de medios o de prudencia y diligencia.
4-Obligación de resultado
5-Distinción de la obligación de resultado y de medios o prudencia y diligencia.
6-Coexistencia de dos obligaciones
7-Las injecciones
8-La colocación de protesis
9-Los productos materiales e instrumentos
10-El médico ginecólogo- obstetra
11-Carencia e inexactitud en los exámenes
12-El cardiólogo.
13-Exámenes complementarios a efectuarse en caso de urgencia
14-El anestesista
14.1-Etapa pre anestésica.
14.2. Etapa anestésica.
14.3-Etapa postanestésica
14.4-Precipitación de la anestesia.
14.5-La responsabilidad personal del anestesiólogo
15-Responsabilidad conjunta cirujano y anestesiólogo
16-El cirujano.
17-Avenimiento de la obligación de seguridad-resultado
18-El cirujano estético
20-La cirujía plástica.
21-El odontólogo
22-Las enfermeras.
23-Material esterilizado.
24-Responsabilidad civil de los abogados.
25-Responsabilidad civil del notario.
26-Responsabilidad civil de los alguaciles
27-La Responsabilidad civil de los ingenieros, arquitectos, agrimensore
Responsabilidad civil

1-Responsabilidad civil del médico.

En los inicios de la profesión médica se entendía que entre el médico y el paciente no


podía existir un contrato, dado que su servicio se veía como sagrado o proveniente de
lo divino y por lo tanto no era apreciable en dinero. Con el tiempo esto fue cambiando,
y hoy se habla de las obligaciones jurídicas que el médico asume frente a su paciente en
el contrato celebrado entre ambas partes.

2-El contrato médico-paciente.

Nadie discute que entre el médico y el paciente se puedan formar relaciones jurídicas
que obliguen al médico a asumir obligaciones en provecho del paciente, y naturalmente
el paciente a pagar por lo servicios prestados. Es por ello que las obligación principal
que asume el médico frente a su paciente es normalmene de medios y excepcionalmente
una obligación de resultado, y es del incumplimiento de estas que se podría derivar la
responsabilidad civil o penal del médico, siempre que el paciente reciba un daño por
negligencia o inobservancia de ciertas técnicas y reglas de la medicina.

El contrato médico puede ser definido como el acuerdo que se produce entre el
médico y el paciente mediante el cual el primero se obliga a brindar los conocimientos
actualizados de la ciencia médica en beneficio del paciente y éste último se obliga a
pagar los honorarios como contrapartida de los servicios ofrecídoles. Como ya se ha
dicho es del incumplimiento de las obligaciones que el contrato o la ley le imponga al
médico que se podría derivar la responsabilidad civil o penal.

Dalloz (2004) refiere que el incumplimiento de una obligación aún involuntaria, se


sanciona con una responsabilidad igualmente contractual, tal como lo estableció
la Sentencia Mercier del 20 de mayo de 1936, la cual fue rendida en ocasión de un
daño que recibió el paciente, luego de haber sido sometido a la accción de rayos x sin
protección alguna. En ese sentido Panneau ha sostenido que una vez el médico abre su
consultorio y el paciente acude en la busqueda del servicio el contrato médico-paciente
queda perfeccionado.

3- Obligación de medios o de prudencia y diligencia.

Durante mucho tiempo se ha discutido si la obligación que asume el médico frente a su


paciente es de medios o de resultado. La obligación de medios es aquella en la cual una
persona se obliga frente a la otra a comportarse diligentemente para lograr un resultado,
pero si no lo alcanza su responsabilidad no queda comprometida. En este caso hay
que demostrarle al médico que él no se comportó diligentemente y por eso el paciente
resultó con un daño. Se habla entonces de una culpa en su ejercicio profesional.

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UNIDAD V: RESPONSABILIDAD CIVIL DE CIERTOS PROFESIONALES

La obligación de medios es aquélla en la cual una parte se obliga a comportarse


diligentemente, poner toda la prudencia y la destreza o conocimiento para obtener
un resultado en beneficio de la otra parte. En ella el agente no promete un resultado,
pero si debe poner todo su empeño para obtenerlo, de tal modo que a éste habría que
imputarle una culpa consistente en la negligencia, imprudencia o falta de pericia.

Esta obligación no debe interpretarse en sentido restrictivo, ya que la misma se hace


aplicable respecto de los cuidados que se deben a las persona o a negocios, como es el
caso del personal de salud que tiene a su cargo el cuidado de un paciente.

La obligación de medios, que también se le denomina de prudencia y diligencia, ha


sido consagrada por el artículo 164 de la Ley No. 42-01 del 8 de marzo de 2001, (Ley
General de Salud de la República Dominicana, el cual prescribe que: “el profesional, o
cualquier persona autorizada para ejercer acciones en salud, será responsable ética, penal
y civilmente del cumplimiento de todos los procedimientos, normas técnicas y en fin,
iodos los medios requeridos conforme a los principios de la ética y de las obligaciones
de prudencia y diligencia; en los casos en que intervenga”.

Después de la sentencia Mercier del 20 de mayo de 1936 numerosas decisiones han


reafirmado la obligación de medios puesta a cargo del médico, en la que él debe poner
todo su empeño para lograr la curación de su paciente, sin poder prometer los resultados
que lo obligarían a garantizar esa curación. Esa obligación de medio implica un deber de
prudencia y diligencia en el ejercicio de su arte.

Ha sido juzgado que la obligación que pesa sobre el médico es en principio una
obligación de medios. (Rapport annuel 1999, Cour de cassation, p. 396). Una simple
imprudencia o negligencia puede ser retenida para caracterizar el caracter faltoso del
acto médico. (Cass. 1re civ., 3 févr. 1998, Bull. civ. I, No. 46, pour un dentiste.- Cass.
1re civ., 27 mai 1998, Bull. civ. I, No. 187; D. 1998, jur. p. 530, note F. Laroche-Gisserot,
pour un obstétricien).

Cualquier incumplimiento de la obligación de medios puesta a cargo del médico sería


suficiente para comprometer su responsabilidad civil o penal, siempre que exista una
relación de causa a efecto entre la falta y el daño. Así lo ha decidido la Corte de Casación
francesa, tal es el caso de una biopsia epática en que el actuante comete un error de
trayecto, también en caso de perforación del colón por parte del ciruajno. (Cas. 1er civ.,
13 0vct. 1999, arret No. 1632 D, inedit ibid, No. 31.95, p. 107).

El médico está obligado a observar todas las reglas que la ciencia médica impone, así
ha sido resuelto que el cirujano que provoca una infección, en caso de punción de

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un hematoma, incumple con su obligación de medios, por no ejecutar las labores de


esterilización con el cuidado debido y de conformidad con los métodos de asepsia
modernos. ( Cas. 1er civ., 13 0vct. 1999, arret No. 1632 D, inedit ibid, No. 31.95, p. 107)

También compromete la obligación de medios el galeno que coloca dispositvos


inapropiados o con vicios en el organismo del paciente, como es el caso de la colocación
de Dispositivo Intrauterino (DIU).

La sentencia de la Sala Primera del Tribunal Supremo Español (en adelante, STS) de 26
de mayo de 1986 [Repertorio de Jurisprudencia Aranzadi (en adelante,RJ.) 2824] señala
que “[…] de acuerdo con la naturaleza jurídica de la obligación contractual del médico,
que no es la de obtener en todo caso la recuperación de la salud del enfermo (obligación
de resultado), sino una “obligación de medios”, es decir, se obliga no acurar al enfermo,
sino a suministrarle los cuidados que requiera según el estado actual de la ciencia médica;
por ello su responsabilidad ha de basarse en una culpa incontestable. Puede afirmarse
que el médico tiene las siguientes obligaciones: (Véanse, en este sentido, los trabajos
de: ASÚA GONZÁLEZ, Clara I., “Responsabilidadcivil médica”, en VV. AA., Tratado
de Responsabilidad Civil (coordinador L. Fernando Reglero Campos, 2ª edición, Cizur
Menor [Navarra], 2003), pp. 1057 y 1058; de CONCEPCIÓN RODRÍGUEZ, José
Luis, Derecho de Daños, 2ª edición (Barcelona, 1999), pp. 214 - 219; y de GARCÍA
HERNÁNDEZ, Tomás, Elementos de Derecho Sanitario en la responsabilidad civil y
penal de los médicos por mala praxis (Madrid, 2002), pp. 21 y 22).

1) Debe utilizar todas las técnicas y remedios de que disponga, conforme alestado actual
de la ciencia médica, a fin de que su actuación sea acorde con ladenominada lex artis
ad hoc; (Sobre el concepto de lex artis, véase: GUERRERO ZAPLANA, José, Las
reclamaciones por la defectuosa asistencia sanitaria (Valladolid, 2001), pp. 120 - 124; y
JORGE BARREIRO, Alberto, “Jurisprudenciapenal y lex artis médica”, en VV. AA.,
Responsabilidad del personal sanitario, [Seminario organizado por el Consejo General
del Poder Judicial y el Ministerio de Sanidad y Consumo(directores Alberto Jorge
Barreiro y Diego Gracia Guillén)] (Madrid, 1994), pp. 71 – 73).

2) Debe informar al paciente o a los familiares, siempre que sea posible, del diagnóstico
de la enfermedad o de la lesión que padece, de los resultados previsibles del tratamiento,
así como de los riesgos del tratamiento;

3) Debe continuar suministrando el tratamiento al enfermo hasta el momento en que


éste puede ser dado de alta;

4) Debe advertir al paciente, o en su caso a los familiares, de los riesgos que implica el
abandono del tratamiento; y

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UNIDAD V: RESPONSABILIDAD CIVIL DE CIERTOS PROFESIONALES

5) En los casos de enfermedades crónicas o evolutivas, debe informar al paciente de los


análisis, controles y cuidados preventivos que tiene que realizar.

Galán (2005) sostiene que es posible afirmar que en el ámbito de la medicina curativa,
el médico cumple con su obligación cuando realiza el conjunto de actividades que
acabamos de señalar y que son exigibles a un profesional de la medicina, aunque “el
paciente no se cure, pues este resultado, la curación, es el fin de la prestación médica
pero no entra en el contenido de su obligación” .

Cabanillas (1993) sostiene que en lo concerniente a la denominada medicina voluntaria


o satisfactiva, existe polémica sobre si en este tipo de supuestos la obligación del médico
es una obligación de medios o de resultado. Ahora bien, la tesis mayoritaria, tanto enla
doctrina como en la jurisprudencia del Tribunal Supremo, defiende que en estos casos la
obligación del médico se configura como una obligación de resultado, que se aproxima
al contrato de obra.

4-Obligación de resultado

Esta obligación se opone a la de medios o de prudencia diligencia, en la cual se promete


un resultado determinado, y de no cumplir lo prometido, ya se está en falta, al menos que
se demuestre el caso fortuito o fuerza mayor. El médico no puede prometer un resultado
porque eso iría en contra del ejercicio médico, debido a los factores de incertidumbre de
la ciencia médica y la característica individual del paciente y la enfermedad.

En principio la obligación que asume el médico frente a su paciente es de medios o


de prudencia y diligencia, pero como se verá más adelante en ocasiones éste tiene una
obligación de resultado, que lo hacen responsable indepedientemene de si ha actuado
con prudencia o diligencia.

Se afirma que tratándose del régimen probatorio en ambas obligaciones se aplica el


mismo principio actor incumbi probatio (todo aquél que alega un hecho debe probarlo).
En el caso de la obligación de medios hay que probarle al médico una culpa, es decir
que al no hacer lo que la ley le impone ser diligente, impidió el resultado deseado, la no
curación o sanación del paciente, de donde se derivó el daño que sufrió el paciente. Pero
cuando se trata de una obligación de resultado no hay que probar culpa alguna, sino que
no se logró el resultado prometido.

El coportamiento diligente por parte del deudor de la obligación de resultado no es


suficiente para eximirlo de responsabilidad, es necesario que éste demuestre que su
incumplimiento se debió a la intervención del caso fortutio o fuerza mayor.

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Responsabilidad civil

5-Distinción de la obligación de resultado y de medios o prudencia y diligencia.

A diferencia de las obligaciones de resultado (o determinada), en las de medio (prudencia


y diligencia), el deudor no se compromete a ejecutar un hecho preciso y determinado,
sino a poner la debida diligencia y cuidado. En las primeras, la prestación es el fin
mismo buscado por el acreedor, el cual debe ser suministrado por el deudor. En las
segundas, lo que éste se obligó a hacer, fue poner los medios obligados adecuados
para la consecución del fin, sin que en modo alguno quedara absolutamente obligado
a obtener ese fin. Cuando no se llega al resultado apetecido, no obstante haber puesto
el deudor el esfuerzo, la diligencia y el cuidado a que estaba comprometido, ninguna
culpa le es imputable y ninguna responsabilidad puede exigírsele. Tipo de esta clase
de obligaciones, son las que surgen a cargo de los profesionales por el ejercicio de su
profesión.

6-Coexistencia de dos obligaciones

En el contrato de cuidados médicos, coexisten dos obligaciones: una principal de medios,


por los daños relativos a la ejecución de los cuidados, y otra accesoria, de seguridad
OBLIGACIONES

De resultado o determinada De medios (prudencia y


diligencia)

El deudor se compromete al El deudor compromete su actividad


cumplimiento de un determinado diligente que, razonablemente, tiende al
objetivo, asegurando al acreedor el logro del resultado esperado, pero éste
logro de la consecuencia o resultado no es asegurado ni prometido.
tenido en miras al contratar.

Ej: En el contrato de compraventa el Ej: Un abogado se obliga a defender a


vendedor se obliga a entregar la cosa, su cliente en un juicio ejerciendo todas
y el comprador a entregar el precio las diligencias necesarias para lograr un
pactado. También el constructor que resultado positivo. Pero nunca puede
se obliga a entregar una vivienda en el prometer ganar el pleito (resultado), ya
plazo acordado. que ello obedece a imponderables que
escapan a su control.

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UNIDAD V: RESPONSABILIDAD CIVIL DE CIERTOS PROFESIONALES

resultado, por las infecciones nosocomiales y los daños que han sido el resultado de la
utilización de un producto o material defectuoso o un aparato.

El Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de Atlanta,


EUA, define la infección nosocomial como: “Toda infección que no esté presente o
incubándose en el momento del ingreso al hospital, que se manifiesta clínicamente,
o sea descubierta por la observación directa durante la cirugía, endoscopia y otros
procederes o pruebas diagnósticas, o que sea basado en el criterio clínico. Se incluyen
aquellas que por su período de incubación se manifiestan posteriormente al alta del
paciente, se relacionan con los procederes o actividades hospitalarias y con los servicios
ambulatorios”

En el mismo contrato médico, pueden coexistir otras obligaciones de naturaleza


diferentes como lo permite el artículo 1315 del Código Civil, al contemplar que las
convenciones obliga, no sólo a lo que se expresa en ellas, sino también a todas las
consecuencias que la equidad, el uso o la ley dan a la obligación según su naturaleza.

7-Las injecciones

La injeccion es un acto corriente, efectuado por los médicos, auxiliares paramédicos


y por las misma enfermeras. La jurisprudencia admite que una infección consecutiva
a una injección permite presumimir una falta de asepsie. (Cass. Civ. 1re. 28 fév. 1984
(Bull. Civ. I, No. 77), voir, Cass. Civ. 1re. 29 nov. 1989 (Bull. Civ. I, No. 366).

La inyección administrada por un profesional de la salud o un paramédico da lugar a


una obligación de seguridad y de resultado, en cuanto a la inocuidad del producto. Así
acontece en los casos de transfusión sanguínea, como el caso del SIDA y hepatitis C,
fruto de una transfusión.

8-La colocación de protesis

La jurisprudencia considera que la colocación de una protesis dental releva una obligación
de seguridad-resultado, aunque ella conserva la calificación de la tradicional obligación
de medios. Numerosas deciciones han consagrado la obligación para el médico de poner
la protesis sin defecto. (Cass. Civ. 1re, 29 de oct. 1985, Bull. No. 273; Cass. Civ, 1re, 15
nov. 1988, Bull. No. 162; Cas. Civ. 1re, 12 juin 1990, Bull No. 162).
En otra decisión del 22 de noviembre de 1994, la Corte de Casación reforzó esta
exigencia, considerando que un ortodoncista había cometido una falta preconizando,
para un niño un aparato dañino. Ella determinó que él estaba obligado a una obligación
de resulatado concerniente a la seguridad. (Cass. Civ. 1re, 22 de nov. 1994: Bull. No. 240;
D. 1995, IR, p. 12).

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9-Los productos materiales e instrumentos

Cuando se trata de poner a disposición del paciente, productos, medicamentos y


materiales, la Corte de Casación no ha dado marcha atrás, ella actúa en lo sucesivo como
una obligación de resultado, ligada a la obligación de seguridad exigida para el paciente.

La aplicación de un producto desinfectante había generado quemaduras de primer y


segundo grado en un paciente. El Médico fue exonerado de toda responsabilidad, pero
la clínica que había provisto el producto empleado fue condenada. La Corte de Casación
sostuvo el criterio de que el contrato de hospitalización y de cuidados de un paciente
pone a cargo del centro, la obligación de seguridad de resultado en lo que tiene que ver
con los productos, incluyendo los medicamentos que él provee. (Cass. Civ. 1re, 7 nov.
2000: D. 2000, No. 42. IR, p. 293-D. 2001, No. 7, p. 570, Yvonne Lambert-Faivre).

El artículo 34 de la Ley No. 358-05 sobre Pro-Consumidor de la República Dominicana


establece que: Los productos y servicios deben ser suministrados o prestados en forma
tal que, consumidos o utilizados en condiciones normales o previsibles, no presenten
peligro o nocividad ni riesgos imprevistos para la salud y la seguridad del consumidor
o usuario. Los riesgos previsibles, usuales o reglamentariamente admitidos, deberán
ser previamente puestos en conocimiento de los consumidores y usuarios a través de
instructivos o señales de advertencias fácilmente perceptibles o por cualquier otro medio
apropiado para garantizar la seguridad del consumo del producto o uso del servicio.

De conformidad con el párrafo I del indicado artículo, si se comprueba, por cualquier


medio idóneo, peligrosidad o toxicidad no manifestada, no informada o no prevista en
las especificaciones o advertencias de salud para el uso o consumo de un producto o
servicio, en niveles considerados como nocivos o de alto riesgo para la salud o seguridad
de los consumidores o usuarios, en violación a las disposiciones correspondientes, la
Dirección Ejecutiva de Pro Consumidor, ya sea de oficio o a petición o denuncia de
parte, dispondrá el retiro inmediato del producto en el mercado y la prohibición de
circulación del mismo hasta tanto no se haya regularizado o advertido al consumidor o
usuario la condición del bien o servicio, o la suspensión o paralización de la prestación
del servicio. En estos casos, y sin perjuicio de las responsabilidades a que hubiere lugar,
el proveedor tendrá que devolver lo abonado por el consumidor o usuario, contrala
presentación del producto, su envase u otro medio que acredite la adquisición del
producto o servicio, según sea el caso.

Las obligaciones antes indicadas son aplicables no sólo a los médicos sino a otros
profesionales de la salud y los establecimientos de salud, sean estos públicos o privados.
Ahora estudiaremos ciertas particularidades que atañen de manera particular a algunos
médicos.

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UNIDAD V: RESPONSABILIDAD CIVIL DE CIERTOS PROFESIONALES

10-El médico ginecólogo- obstetra

Al igual que otros profesionales de la salud, el ginecólogo-obstetra, puede ver su


responsabilidad comprometida cuando actúa con negligencia, torpeza e impericia en el
ejercicio de sus funciones. Por ejemplo, cuando acude a la consulta una mujer embarazada,
y este profesional no toma las precauciones de lugar, indicando los exámenes de rigor, si
de ahí se desprende un daño para la salud de la gestante, o para el feto, el médico podría
ver su responsabilidad comprometida.

Asimismo, éste podría comprometer su responsabilidad cuando sugiere practicar un


aborto a una paciente, sin contar con la autorización de su esposo, o cuando practica una
salpingloclasia bilateral, sin tomar en consideración algunos parámetros de la paciente,
como son: la edad, cantidad de hijos, sin contar con la debida autorización de manera
libre y voluntaria.

Cuando un ginecólogo-obstetra practica un aborto, puede causar lesiones a la paciente


que la hagan inútil para la procreación o sufra otros daños, por no observar ciertas
normas establecidas por la ciencia médica o por ser poco prudente y diligente.

11-Carencia e inexactitud en los exámenes

El médico ginecólogo, que luego de haber practicado dos estudios ecográficos


prenatales, no diagnostica la mal formación del infante en el útero, atacado de espina
bífida , compromete su responsabilidad por el hecho de carencia e inexactitud en los
examenes. La malformación pudo haber sido revelada luego de la ecografía al término
de 18 semanas. Luego de la ecografía al término de las 35 semanas, con examen de la
raquis, el médico habiendo omitido mencionar la dificultad del diagnóstico en razón
de la posición del feto sentado, más cuando en su reporte consta que hay movimientos
activos de los miembros del feto, cuando ya está parapléjico. (CA Versailles, ch. 1A. 12
juin 1997, Hodez c/Merklen, Juris-Data No. 125599, cité par Castelletta, Angelo, op.
cit. p. 125).
Los mayores problemas que se presentan en la obstetricia son los siguientes:

1) Imprevisión de factores de riesgos tanto en el embarazo como el parto.


2) Abortos, como consecuencia de maniobras exploratorias inadecuadas
3) Descuido de paciente en las fases del parto, dejándola en ocasiones con un personal
auxiliar no médico.
4) El uso indebido de la anestesia y la no evaluación de algunas contraindicaciones
respecto de la madre y el feto.

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Responsabilidad civil

5) La práctica innecesaria de cesareas, por mayor comodidad o por razones económicas,


sin que estén dadas las condiciones para ello.

Es importante resaltar que el médico ginecólogo al momento de examinar una paciente


debe tener la preaucación de hacer un diagnóstico lo más exacto posible, dado que
este no está obligado a curar un cáncer que tenga la paciente, pero debe tener la pericia
de hacer el dágnóstico para evitar el cáncer o para que este sea tratado. Resultaría
imperdonable que pudiendo hacer las indicaciones de los estudios correspondientes
para llegar al diagnóstico, no lo haga.

12-El cardiólogo.

El cardiólogo, es un médico especializado en el diagnóstico y tratamiento de las


cardiopatías.Esta especialidad tiene la particularidad de que una gran parte de los
pacientes, llegan a la emergencia o la consulta en una situación delicada, por lo tanto se
requiere una buena historia clínica y examen físico. Del diagnóstico precoz, dependerá la
vida de ese paciente, porque de no procederse de esa manera no se estaría en condiciones
de poder establecer un tratamiento adecuado. Si no se toman las debidas precauciones
y en tiempo oportuno el paciente podría morir rapidamente, y la responsabilidad civil
y penal de este especialista podría estar seriamente comprometida siempre que se
demuestre una negligencia, torpeza o impericia.

13-Exámenes complementarios a efectuarse en caso de urgencia

La falta de un cardiólogo es retenida desde que se establece que como especialista


conocedor de las dificultades de diagnóstico de embolia, debe proceder a los examenes
complementarios, principalmente a un estudio de gas en la sangre, exámen simple a
realizar incluso en caso de urgencia. (CA Nancy, 1re ch. civ., 26 mars 1996, Bull. civ. I,
No. 155).

14-El anestesista

El anestesista es un médico con especialidad en administración de anestesia, la cual


puede ser tópica, local, regional o general. La administración de la anestesia es de vital
importancia en las intervenciones quirúrjicas, pues ella alivia o elimina el dolor durante
la cirujía, lo cual evita sufrimientos al paciente.

Las funciones del anestesista podrían ser ubicadas en tres etapas: pre-anestésica,
anestésica y post anestésica.

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UNIDAD V: RESPONSABILIDAD CIVIL DE CIERTOS PROFESIONALES

14.1-Etapa pre anestésica.

En este período el anestesiólogo debe realizar previamente la historia clínica del usuario,
y evaluarla, lo cual le sirve para determinar la necesidad o no de indicar otros exámenes:
orina, radiografía, estudios cardiográficos, y cualquier otro que a su juicio sean necesarios.

14.2. Etapa anestésica.

En esta etapa, el facultativo debe permanecer en el quirófano, observando constantemente


las funciones vitales del paciente, para así evitar cualquier riesgo de contaminación.
Corresponde al anestesiólogo en este momento controlar la presión arterial, su frecuencia
cardíaca y vigilar la función pulmonar.

Por esas razones, el especialista anestesiólogo debe evitar salir de la sala en ese período,
porque si procediere de esa manera está faltando a sus obligaciones.

14.3-Etapa postanestésica

Hasta que el paciente no restablezca sus signos vitales y despierte, el anestesiólogo debe
permanecer a su lado. A un paciente después de haber despertado se le puede complicar
su estado de salud.

Corresponde a la víctima demostrar que el anestesista habría cometido una falta y que
ha fallado así la obligación de medios y no la de resultado. (CA Paris, 24 nov. 1995, Gaz.
Pal. 1996. 2 somm. p. 352).

14.4-Precipitación de la anestesia.

Si se procede a una anestesia sin examinar al enfermo, sin interrogar, sin haber procedido
a los examenes complementarios y sin tomar las precauciones de medicación que han
sido recomendadas, un anestesista falta a sus obligaciones, por lo tanto su responsabilidad
queda comprometida. (Cass. crim., 26 nov. 1997, juis-Data No. 005359).

14.5-La responsabilidad personal del anestesiólogo

La primera decisión de principio, reconociendo la indepedencia del anestesista, y por vía


de consecuencia su responsabilidad personal, fue rendida el 26 de noviembre de 1969,
por la Corte d’Aix-en -Provence, al considerar, que el cirujano que recurre a un médico
anestesiólogo, para que este se encargue de asegurar el adormecimiento del paciente,
en condiciones que permitan realizar la operación, de asegurar el estado respiratorio

143
Responsabilidad civil

cardiovascular durante el acto y que el paciente despierte. Como el cirujano no ha tenido


ni controlado la dosis de los productos anestésicos empleados por el anestesista, es éste
último quien debe responder por tales actos, hasta que el paciente salga de la operación.

Esa es la primera decisión que delimita la responsabilidad del anestesiólogo, al atribuirle


una responsabilidad autónoma.

La Corte de Casación, en otra decisión de principio, consagró el principio de la


responsabilidad personal del anestesista, excluyendo de ella al cirujano, fundada sobre
el contrato médico particular intervenido entre el anestesiólogo y el paciente.

Sin embargo, cualquiera que sea la responsabilidad del anestesiólogo en relación con
el cirujano, el equipo quirurgico es una realidad factica, que no puede tomar más que
una sóla imagen, por lo que se podría decir, que embarcan en la misma nave, cirujano
y anestesista deben hacer arrivar a su paciente sano y salvo al puerto, de donde puede
resultar una responsabilidad conjunta.

15-Responsabilidad conjunta cirujano y anestesiólogo

Olvidando toda noción de dependencia y de subordinación, para retener la idea que se


impone hoy de la interacción conjunta de las dos especialidades, de una interdepedencia
que justifica una responsabilidad común y solidaria. El cirujano debe interesarse por los
actos del anestesista y viceversa.

El hecho de saber si el cirujano y el anestesista, constiuyen un equipo que no puede ser


disociado, más que después de la cirujía, ha sido largamente debatido, primero ante el
Tribunal de Grande Instancia de Paris (Sent. 23 fev. 1983), y después por la Corte de
Casación en una decisión del 10 de mayo de 1984, en ocasión de saber si un hombre
joven que murió a seguidas de una intervención, el cirujano y el anestesista debían ser
declarados responsables uno y el otro.

Después de un delicado procedimiento, la Corte de Apelación de Versailles, en calidad


de Corte de envío, en una sentencia del 4 de marzo de 1985, había finalmente dejado
al cirujano libre de responsabilidad, dejando sólo la carga al anestesista la seguridad
personal y exclusiva de que el paciente no despertara luego de la intervención quirurjica.

Luego la decisión de la Corte de Apelación de Versailles, fue casada, por la Corte


de Casación, y decidió que la responsabilidad debía ser in solidum del cirujano y el
anestesista por la muerte del joven operado. (Cass. Civ. Ass. Plen., 30 mai 1986, Bull.
Civ. No. 8).

144
UNIDAD V: RESPONSABILIDAD CIVIL DE CIERTOS PROFESIONALES

Desde 1920, la Corte de Casación afirmó que las disposiciones de los artículos 1382 y
1383 del Código Civil, se aplican a toda falta, a cualquier hecho del hombre que causa
un perjuicio a otro, y no existe ninguna excepción a favor del médico. (Cass. Civ. 27 mai
1998, Gaz. Pal. 23-24/10/98, Note J. GUIGUE).

16-El cirujano.

Benzo (1994) sostiene que en los tiempos en que se desconocían las causas de la muerte,
el cirujano al asistir a la muerte de su paciente, tenía su conciencia tranquila, ya que
no se le podía atribuir ninguna culpa en la muerte del paciente. Hoy por el contrario,
cuando el paciente muere después de la intervención quirúrgica, la gente se pregunta si
el diagnóstico estuvo correcto y si las técnicas utilizadas fueron las adecuadas para evitar
la muerte del paciente, ya que el profano no admite que un operado deba morir. El gran
público razona con una lógica simplista. O la cirugía no estaba capacitada para salvar
al enfermo, y entonces era inútil operar, o estaba en condiciones de curarlo, y entonces
debía curar.

El fundamento de dicho razonamiento, según el profano, es que si el operado no ha


curado, es señal de que se ha cometido un error por parte del cirujano; error en el
diagnóstico del mal, o en la apreciación de las fuerzas del paciente, es decir, error de
técnica. Por consiguiente, incompetencia o negligencia.

El razonamiento se hace más estricto en el caso en que el paciente no se encontraba


afectado de enfermedad mortal, es decir, en aquellos en que la operación tiene buen
éxito en la casi totalidad de las veces.

Sostiene el citado autor, que hace un tiempo ocurrió un caso en Milán que, sin ser
extraordinario, es una prueba de lo dicho anteriormente. Una señora que se había
fracturado al antebrazo, la vulgar fractura llamada de Colles. Luego fue llamado el
cirujano, quien, una vez hecho el diagnóstico, bueno y preciso ratificado después en el
examen radiográfico, había reducido el antebrazo y aplicado el acostumbrado aparato
enyesado. Todo había transcurrido normalmente; el aparato se retiró dentro del tiempo
indicado y se habían efectuado las respectivas sesiones de masaje.

Sigue apuntando el autor previamente aludido, que la fractura sufrida por la paciente
tuvo una buena curación, pero con la secuela de un callo algo irregular, lo cual no
dejó conforme a la paciente, que no le permitía tocar con perfecta agilidad el piano.
Recurrió a un abogado, quien inmediatamente procedió a incoar una demanda en
daños y perjuicios. La señora sostuvo que después de la aplicación del aparato debió
hacérsele otra radiografía para comprobar la perfecta reducción del antebrazo…Pero

145
Responsabilidad civil

precisamente esta radiografía había querido evitarla el cirujano, no sólo por considerarla
superflua, sino con el caritativo intento de ahorrarle el gasto a la paciente.

Es bueno precisar que el enfermo no se contenta con la relevación de los honorarios,


ni se conforma con formular ante los Tribunales la demanda de la reparación, sino que
suele recurrir a vías de hecho. El profesor Bottini contaba el caso ocurrido a un cirujano
francés distinguido que debía operar a un jovencito de un hidrocele, con la apariencia de
un hidrocele simple, es decir, idiopático; sin embargo en el acto operatorio se encontró
que se trataba de una tuberculosis testicular. Por la salud del paciente, así como por la
vida del mismo, el cirujano consideró su deber proceder a la ablación del órgano.

Cuado el paciente despertó del sueño clorofórmico, se dio cuenta de que estaba mutilado.
Se le explicó el caso, pero el paciente no quiso escuchar razones y se encerró en un
profundo mutismo. Luego de salir del hospital pocos días después de la curación, y no
dijo palabra a nadie; se armó de un revólver, esperó una mañana la salida del cirujano
de la clínica, y lo mató de un disparo a quemarropa.

El viejo maestro contaba este caso para aconsejar que, siempre que se lleve a cabo una
intervención mutiladora, conviene contar con el consentimiento del enfermo.

Se aconseja a los cirujanos que lo hagan siempre así, y que cuando crean necesario
practicar una amputación o cualquier acto mutilador, no sólo lo adviertan al enfermo y
a los parientes, sino que también soliciten un consentimiento escrito y firmado, ya que
aun con todas estas precauciones, se corre el riesgo de ser agredido.

De otro lado, el doctor Majocchi había operado de apendicitis a un hombre de edad


madura, robusto en apariencia, pero que venía sufriendo desde hacía largo tiempo del
intestino. El acto operatorio había sido completamente normal y sin complicaciones.
Al principio todo parecía marchar regularmente. Tres días después, por causas no bien
precisas, se presenta un íleo paralítico (parálisis del intestino). Todas las precauciones
que la ciencia y la práctica aconsejan fueron efectuadas, sin ahorro de fatiga, ni de
sacrificio, sin embargo, a pesar de todo no pudo vencerse la atonía visceral. (Benzo, op.
Cit).

El paciente, con gran sentimiento por parte del operador, murió 6 días después. Al día
siguiente, el cirujano se encontraba en su casa, bajo la impresión de disgusto sufrido,
cuando le llamaron al teléfono. Le habló una persona anónima, advirtiéndole que
permaneciera encerrado en su casa, y no recibiera a nadie, debido a que la amante del
difunto había jurado tomar venganza con él. El informe agregaba que se trataba de una
histérica, que estaba armada de un pequeño revólver, le vigilaba para agredirle.

146
UNIDAD V: RESPONSABILIDAD CIVIL DE CIERTOS PROFESIONALES

Por lo acontecido con los pacientes que fueron intervenidos, se dice, que no puede
nunca asegurarse el éxito de un tratamiento, pues los órganos, sistemas y aparatos que
constituyen el cuerpo humano se alteran por causas que están fuera de la órbita de
acción del clínico, por eso es difícil garantizar el éxito de un acto quirúrgico.

El examen clínico practicado al paciente proporciona una idea aproximada de su


resistencia, una idea que será tanto más aproximada a la verdad cuanto mayor sea la
práctica y experiencia del examinador. Esta idea clínica es controlada después por
determinados exámenes de laboratorio, orina, heces, jugo gástrico, sangre…Nunca se
está seguro, de ahí que a veces se reciben grandes sorpresas.

Un riesgo operatorio siempre existe, no siendo por este motivo ni serio ni honrado
garantizar una operación, cualquiera que ésta sea.

Siempre han existido la cirujía,como mecanismo de curar o aliviar algunas enfermedades


en los pacientes, incluso con antirioridad a los métodos utilizados para evitar el dolor en
los pacientes. Pero evidentemente que estas operaciones a sangre fría, causaban mucho
dolor y sufrimientos al paciente, por eso surge la antisepsia y la anestesia, las cuales
surgieron para dar impulso al arte operatorio, transformándose de modo sorprendente.
Debido a que estos dos poderosos auxiliares de la Cirugía aparecieron juntos, los
progresos fueron tales como para maravillar a los más audaces.

El camino ascendente recorrido por la cirugía fue rapidísimo. Todos saben que el cirujano
produce artificialmente, en las llamadas operaciones cruentas, heridas que curan con
absoluta facilidad y cicatrizan rápidamente, siempre y cuando no sean inoculadas con
agentes infectantes. No se repararán, por el contrario, y supuran, cuando los tejidos ha
estado en contactos con sus sustancias infectantes. (Benzo, Op. Cit).

Vale decir, que toda herida, por amplia que sea, no es peligrosa por sí misma, pero
puede convertirse en peligrosa desde el instante en que recibe elementos especiales
capaces de provocar alteraciones en los tejidos. Estos elementos son los microbios, seres
infinitamente pequeños, gérmenes, regularmente contenidos en el aire, se depositan
sobre los objetos, sobre nuestras manos.

Por eso se dice que las heridas quirúrgicas, inocuas por sí mismas, se convierten en
peligrosas por la presencia de los microbios, y es por ello que a los primeros que
estudiaron los antisépticos les parecieron evidentes que, si se querían evitar los daños
de la infección, debía procederse a combatir tales elementos dañinos.

147
Responsabilidad civil

Se recomienda que el cirujano tome todas las precauciones moral y materialmente


posibles. De modo que dé a conocer al enfermo, y sobre todo a los que le rodean,
más capaces que él mismo para darse cuenta exacta de la situación, la necesidad de su
intervención para poder lograr un resultado al que en modo alguno se llegaría con la
terapéutica médica. Por eso debe contar con el consentimiento de su cliente después
de exponer los riegos y probabilidades que existen y de advertirle a él, o a la persona
bajo cuya autoridad se encuentre, cuando no esté en edad o en condiciones de dar un
consentimiento válido; obteniendo la autorización expresa de uno u otro, sin ocultar lo
que tenga de aleatorio la operación que va a practicar. (Benzo, o. cit).

Los cirujanos deben tener presente que en caso de ser demandados ante los tribunales,
a ellos les incumbe la prueba de haber obtenido el consentimiento del enfermo o de sus
familiares. Este consentimiento puede, en ciertos casos, ser tácito y resultar o presumirse
de determinadas circunstancias o de algunos hechos probados.

Respecto del enfermo, la prueba del consentimiento de éste, para una operación no
podrá deducirse del simple hecho de haber aceptado cuidados de un cirujano o de
haber consentido su traslado a un hospital, pues no puede afirmarse que el enfermo
haya autorizado previamente una operación de la que no tiene la menor idea. De ahí la
obligación del cirujano de dar a conocer, sin necesidad de entrar en detalles accesorios,
el fin que persigue con la cirugía.

Si el cirujano es siempre responsable de una falta por culpa o negligencia, en ningún


caso podrá reprocharse un error de diagnóstico, ni tampoco su negativa a practicar una
intervención de dudoso éxito.

Tanto en materia de Cirugía, como en Medicina, los Tribunales, apoyándose en un


informe pericial que ofrezca garantías de seriedad y acierto, deberán distinguir los casos
desgraciados de aquellos otros en que intervenga culpa por acción u omisión. No se
puede exigir, preciso es insistir sobre ello, la misma destreza, habilidad y talento a todos
los médicos, y los más eminentes pueden equivocarse de buena fe ente anomalías o
síntomas insidiosos. Incluso expertos cirujanos han podido cometer errores que
encuentran justificación en la debilidad humana.

Uno de los problemas que podría enfrentar el cirujano, es practicar una cirugía sin que
esta sea necesaria, pudiendo dar oportunidad al paciente de tratarse con otros métodos
donde el cuerpo no se exponga a un peligro innecesario. Además de lo costoso que
sale para el paciente una intervención quirúrgica cuando ha sido practicad en el sector
privado.

148
UNIDAD V: RESPONSABILIDAD CIVIL DE CIERTOS PROFESIONALES

Incluso cuando son casos de mucha trascendencia, sería conveniente consultar con
otros especialistas de la misma área o de áreas afines, pues ello ayudaría a tener una
mejor visión del caso.

Otro de los inconvenientes que afronta el cirujano, es que interviene al paciente por una
patología, pero luego que abre, se encuentra con otras patologías inesperadas, a causa
de las cuales el paciente puede morir. En esta eventualidad, si el cirujano demuestra
que procedió correctamente no compromete su responsabilidad civil, porque los
conocimientos del arte fueron usados como lo aconseja la ciencia médica y la técnica
quirúrgica.

Finalmente, en la praxis se presentan casos de pacientes que mueren durante la


intervención, lo cual puede ser la consecuencia de una impericia del cirujano, una falla
anestésica, o simplemente una reacción inesperada e imprevisible del paciente, lo cual
es posible que ocurra porque todo dependerá de las características individuales del
paciente, y de su estado de salud. No es lo mismo un paciente que entra a la sala de
cirugía sin otras complicaciones a un paciente que tiene varias complicaciones, que
aunque se tomen las previsiones de lugar, puede reaccionar contrario a la forma normal
como se espera que reaccione de conformidad con los estándares médicos-quirúrgicos.

La actividad profesional del cirujano presenta aspectos particulares cuando se trata de


intervenciones quirúrgicas. En principio el cirujano que se equivoca no es responsable,
si no incurre en algún grave error no tolerable o en alguna falta inexcusable en las
personas que se dedican al mismo oficio.

En la jurisprudencia francesa se han considerado casos de responsabilidad médica los


supuestos en que un cirujano abandona una compresa o un instrumento quirúrgico en
el cuerpo de un paciente, o que pierde en la zona operatoria una punta de aguja rota
en el curso de una operación. En todo caso el cirujano incurre en culpa al no adoptar
las medidas susceptibles de permitirle advertir que no ha sido retirado algún cuerpo
extraño, o al operar el lado derecho del enfermo cuando es el izquierdo el que requiere
operación.

También es responsable por los daños que causa el cirujano por su culpa en la ejecución
de actos anexos a la intervención misma. Se ha declarado que el cirujano tiene a su
cargo en relación a dichos actos, una obligación de medios o de prudencia y diligencia
como en el acto quirúrgico mismo acto médico requiere, en su concepción y ejecución.
Conocimientos cada vez más profundos y una mayor especialización. Además los
avances de la ciencia imponen la necesidad de estructuras y el ejercicio cada vez más
sofisticadas.

149
Responsabilidad civil

17-Avenimiento de la obligación de seguridad-resultado

Siempre se ha dicho que la obligación que asume el médico frente a su paciente es


de medio o de prudencia. Sin embargo, como se verá este principio comporta sus
excepciones, y se habla de obligaciones de medios reforazada o de seguridad resultado.

La Primera Cámara Civil del Tribunal de Grande Instancia de Paris, es la que se ha


pronunciado sobre la obligación de seguridad-resultado, por sentencias del 5 de mayo,
30 de junio y 20 de octubre de 1997.

En la primera especie la señora H., había sido operada de un prolapsus genital con
incontinencia de orina, intervención esta que había sido seguida de una sintomatología
neurológica calificada de neuralgia crural con parálisis crural. (TGI Paris, 1re ch, 5 mai
1997, D. 1998,p. 558 note L. BOY, cité par Vincent, Catherine Paley, op. cit. p. 16).

La señora X le reprochó al cirujano un error de manipulación en el curso de la operación


y una falta de seguridad postoperatoria. El galeno estimó que su paciente no probó
una falta en su contra e hizo valer el mecanismo de la sintomatología neurológica
postoperatoria no había podido ser determinada con certitud y que los peritos no habían
retenido falta alguna ni preoperatoria ni postoperatoria.

El tribunal decidió que si la naturaleza del contrato que se forma entre el cirujano y su
cliente, pone en principio a cargo del cirujano una simple obligación de medio, el está
obligado sin embargo, sobre el fundamento de la obligación de seguridad-resultado de
reparar el daño causado a su paciente en ocasión de un acto quirúrgico necesario a su
tratamiento, cada vez que ese daño, cuya causa real no ha podido ser determinada , y no
estando en relación directa con la intervención practicada y sin guardar relación con el
estado anterior del paciente.

Desde luego que las constataciones de los peritos no pueden determinar la causa que
ha jugado un papel determinante en la realización del daño, ni afirmar que ese daño
ha sido favorecido por el estado anterior del paciente. Conviene decir y juzgar que la
responsabilidad del cirujano se encuentra bien comprometida sobre el fundamento de
su obligación de seguridad-resultado que pesa sobre él en su calidad de cirujano sin la
intervención del cual el daño no se habria producido.

En relación con la sentencia del 30 de junio de 1997, vale decir que ésta consagra por
primera vez, una obligación de resultado. (TGI Paris, 1re ch, 30 junio 1997, Les petites
affiches 24/06/98, no. 75, p. 26, cité par Vincent, Catherine Paley, op. cit. pp. 16-17).

150
UNIDAD V: RESPONSABILIDAD CIVIL DE CIERTOS PROFESIONALES

Los peritos habían estimado en este aspecto, que la coloscopía practicada sobre la
señora X, no sufrió la crítica a pesar de la perforación del colon intervenida luego del
retiro del endoscopo, el cual tuvo un efecto brutal por el disparo del asa. El tribunal
retuvo que los cuidados dados fueron atentos y conforme a los cuidados adquiridos por
la ciencia, y excluye errores, imprudencias, falta de precauciones, negligencias, torpeza u
otras deficiencias de parte del Doctor N. Por tanto, se condena al cirujano a reparar el
perjuicio de la señora X, aduciendo lo siguiente:

Si la naturaleza del contrato que se forma entre el médico y su cliente no pone en


principio a cargo del cirujano más que una obligación de medios, él está obligado sin
embargo, sobre el fundamento de una obligación de resultado, cada vez que el acto
médico que concluye es necesario a su diagnóstico y presenta un riesgo cuya existencia
es conocida pero la realización es excepcional y no hay ninguna razón para permitir
pensar que su paciente sea particularmente expuesto.

Sobre la sentencia del 20 de octubre de 1997, relativa a la corrección del maxilar, la Corte
de Apelación de Paris, por una decisión del 15 de enero de 1999, estimó que: es a justo
título que los primeros jueces han estimado que la naturaleza del contrato que se forma
entre el cirujano y su cliente no pone en principio a cargo del cirujano más que una
obligación de medios, ya que el cirujano tiene una obligación de seguridad que lo obliga
a reparar el daño causado a su paciente por un acto quirúrgico necesario al tratamiento,
incluso en ausencia de falta, cuando el daño no tiene relación con el estado anterior del
paciente ni con la evoloución previsible de ese estado. (CA Paris, 15 janv. 1999: Gaz.
Pal. 1999, Droit de la santé No 167-168, p. 74, note J. GUIGUE & N. GOMBAULT;
Médecine et Droit 1999, Yves LACHAUD, No 36, p. 22., cité par Vincent, Catherine
Paley, Op. Cit., p. 18)

18-El cirujano estético

Respecto de la obligación que asume el cirujano estético se ha disctutido si es de medio


(produdencia y diligencia) o de reultado (o determinada). Algunos autores franceses,
han sostenido que en principio este profesional de la salud, asume frente al paciente una
obligación de medios, él no se compromete a curar al paciente sino a proporcionarle
de mejoría de manera prudente y conforme al estado actual de la ciencia. Jean Penneau,
afirma que se trata de una obligación de medios, ya que la intervención está sujeta al
riesgo de todo acto quirurgico (Jean Pennau, op. Cit. ed. 2004, pp. 9-10).

Se ha discutido mucho de si la obligación del cirujano estético es de medios o de


resultado. La jurisprudencia ha mantenido el criterio de que sobre el cirujano estético
pesa una obligación de medio reforzada, asimilable a la obligación de resultado. (CA

151
Responsabilidad civil

Paris 17 fév. 1994, D. 1995, Somm. 100, obs. J. Penneau; v. CA Paris, 1re ch. B, 15 janv.
1999, JCP éd. G 1999, jur., No. 10068, note M. Harichaux-Ramu, cité par Castelletta,
Angelo, Op. cit. , p. 108).

Por sentencia del 8 de marzo de 1981, la Corte de Apelación de Lyon, se inclinó por
establecer una obligación de medios al establecer, que el “practicante no podía jamás
garantizar absolutamente el éxito absoluto de su intervención, aun en el caso de cirugía
plástica o estética, tomando en cuenta el riesgo inherente al hecho de que el opera los
tejidos vivientes cuyas reacciones no son jamás previsibles”. (Lyon, 8 janv. 1981: JCP
G. 1981. II, 19699, note Chabas; D. . 1982. Inf. Rap. 274, citada por Sylvie Welsch, op.
Cit., No. 287, p. 189). Sin embargo, Penneau, distingue el acto quirúrgico en sí, cuyo
objetivo estético implica la existencia de una obligación de medios, del efecto estético
perseguido, que si origina una obligación de resultado. La razón de esto, es que, aunque
la cirugía estética entraña algunos riesgos, no menos cierto es que al tener por finalidad
un asunto estético este profesional asume una obligación de resultado.

La Corte de Apelación de Paris, por dos decisiones del 23 de febrero y 7 de abril de


1995 estimó que si en materia de cirujía estética la obligación de medios es la regla, esta
obligación debe ser interpretada restrictivamente, porque el objetivo perseguido no es
recobrar la salud sino aminorar una situación preexistente no satisfecha por el paciente.
Por lo que compromete su responsabilidad profesional el cirujano que ha efectuado
una rinoplastía sobre una piel de calidad insuficiente, cuando debió absternerse de la
intervención. (Fabre, Chirurgie esthétique: lepatien devient un consommateur averti
et responsable, Gaz. Pal. 1997 2e sem., Droit de la santé, p. 1378. cite par Vincent,
Cathrine Paley, op. Cit.p. 15)

En otra decisión del 14 de diciembre de 1998, la Corte de Nimes, se estableció que


la obligación de un cirujano estético debía apreciarse con un gran rigor en razón del
aspecto no terapeútico de la intevención.

Ciertamente en la intervención quirúrgica que persigue fines estéticos, constituye un


acto voluntario del paciente, que no persigue una curación, y como toda cirugía existen
riesgos que aveces son previsibles y en otros casos no. De todos modos entendemos que
la oblgiación que asume el médico es de medio reforzada, asimilable a una obligación
de resultado. Esto quiere decir que el médico debe lograr un resultado relativo, dado
que no puede el paciente quedar en condiciones peores que las que tenía anterior a
la cirugía. Si este busca un aspecto estético es porque le interesa quedar en mejores
condiciones que las que tenía.

152
UNIDAD V: RESPONSABILIDAD CIVIL DE CIERTOS PROFESIONALES

19-La cirujía estética.

La cirujía estética no tiene por finalidad la curación de una enfermedad, sino la


reconstrucción de los tejidos cutáneos o subyacentes, generalmente de la cara y cuello,
realizada para corregir un defecto estructural o eliminar una cicatriz, marca de nacimiento
o algun signo normal de envejecimiento. (Diccionario Mosby de medicina y ciencias de
la salud).

La cirujía estética tiene que ver con la belleza, no con la curación de una enfermedad,
ni con el alivio de un dolor, por eso no se debe exponer al paciente a un riesgo por el
simple hecho de complacer el deseo del paciente, sin hacer una evaluación de riesgos-
beneficios. En este tipo de cirujía el médico debe informar correctamente al paciente, con
un lenguaje sencillo, para que el paciente esté en condiciones de aceptar la intervención
y esté consciente de los riesgos a los que se expone.

Aquí hay que tener presente que el cirujano estético no queda exonerado de
responsabilidad civil o penal por el hecho de que el paciente haya aceptado la operación
a sabienda de los riesgos a que se expone.

20-La cirujía plástica

Con esta cirujía se pretende la modificación, reposición o reparación de partes visibles


del cuerpo, llevada a cabo para corregir un defecto estructural o estético . Para realizar la
cirujía plástica correctora, el cirujano puede utilizar tejido del paciente o de otra persona
o un material que no sea irritante, que tenga una consistencia adecuada para su uso y
que sea capaz de mantener su configuración y forma indefinidamente. (Diccionario
Mosby de medicina y ciencias de la salud, op. Cit. pp. 220-221).

Hernández (2002), sostiene que la cirujía plástica tiene como proposito devolver o
perfeccionar las formas físicas y corporales, y las funciones que están conexas con éstas.
La cirujía plastica, está integrada por la cirujía estética y la reconstructiva.

El cirujano estético debe rehusar categoricamente la operación cuando existe


predisposición manifiesta entre los riesgos y los resultados esperados. (CA Paris, 16 juin
195, D. 1995, IR p. 194).

Cuando se trata de cirujía estética, que como se ha dicho no tienen fines terapéuticos,
se debe tomar en consideración las siguientes reglas:

a) El deber de información debe ser simple e inteligible, leal y completo, comprendiendo


riesgos excepcionales y secuelas no habituales.

153
Responsabilidad civil

b) La obligación del cirujano estético es apreciada con más rigor, la falta será más
fácilmente admitida, pues siendo su obligación de medio reforzada, se obliga a obtener
un resultado relativo. El deber de consejo y de alerta: debe abstenerse de intervenir al
paciente, tomando en consideración los inconvenientes, secuelas y riesgos, superando
las ventajas y el equilibrio entre los peligros y embellecimiento esperado.

c) La operación no debe tener por finalidad un hecho ilícito, como cuando el paciente
le interesa cambiar su fisonomía porque está siendo perseguido por la comisión de un
crimen.

21-El odontólogo

Fundamentalmente el odontólogo trabaja con la prevención y el tratamiento de las


enfermedades y los trastornos de los dientes y las estructuras de la cavidad oral contiguas
a estos. Su competencia abarca la reparación y restauración de dientes que han sufrido
pérdidas, también abarca la detección de tumores que podrían requerir el tratamiento
médico. (Diccionario Mosby de medicina y ciencias de la salud, op. cit. , pp. 776-777). .

Al igual que sucede con el médico, entre el odontólogo y el paciente se celebra un


verdadero contrato, donde ambas partes asumen obligaciones reciprocas. La obligación
del odontólogo es la de conducirse con la prudencia debida, para evitar causar un daño
inncesario al paciente, que acude a su consultorio para aliviar el dolor, u buscando estética
en sus dientes, o para prevenir una enfermedad bucal. En otros casos la obligación del
odontólogo es de resultado y no de medios, o sea que cuando asume la obligación de
resultado, no hay que probarle ninguna falta, basta con que no haya cumplido con el
resultado en la forma convenida.

El odontólogo al igual que el médico debe informar correctamente al paciente, sobre


su estado de salud y todos los pormenores de su dolencia, y no debe aplicar ningún
tramiento por sencillo que sea si el paciente no le autoriza. Si este no está en condiciones
de hacerlo, debe contar con la autorización de una persona que pueda decidir por él.

La responsabilidad de este profesional puede quedar comprometida desde el instante


en que el paciente le puede imputar una negligencia, una impericia o una torpeza al
momento de ser tratado. Aunque la simple inpericia, o negligencia no es suficiente para
que este se convierta en deudor del paciente. Es preciso, que esa falta desecandene un
daño para el paciente.

El odontólogo al examinar al paciente, debe detectar cualquier signo que haga


presumir que el paciente tiene un tomor bucal, incluso si el paciente es tratado por otro
odontologo, y demuestra que el estado avanzado del cáncer bucal se debió a la falta de

154
UNIDAD V: RESPONSABILIDAD CIVIL DE CIERTOS PROFESIONALES

previsión del odontólogo que lo trato con anterioridad. Este profesional podría ver su
responsabilidad civil comprometida, y por consiguiente se expone a ser demandado
ante los tribunales por mala práctica odontológica.

22-Las enfermeras.

Las enfermeras tienen como función principal, según Virginia Henderson, colaborar
o ayudar, a una persona sana o enferma en la realización de aquellas actividades que
contribuyan a la salud, recuperación o muerte pacífica del paciente. (Diccionario Mosby
de Medicina y ciencias de la salud, op. cit., p. 405).

En la enfermería se da la particularidad de que la jefa de enfermería o encarcada del


área es responsable de los daños que cause la auxiliar de enfermería que está bajo su
responsabilidad, ya que entre estas se da una relación de comitencia preposé. Por su
parte la jefa de enfermería tiene una acción recursoria contra la enfermera, para que
esta le restituya el dinero gastado como consecuencia de la indemnización a que fue
condenada.

La responsabilidad de la enfermera puede verse comprometida cuando no cumple las


obligaciones puestas a su cargo, como son cumplir las indicaciones médicas en la forma
y en el tiempo establecido.

Los auxiliares médicos se benefician de un monopolio en el ejercicio de su profesión,


lo mismo que los médicos. Sus actos permanecen subordinados a una prescipción
médica y su independencia se encuentra limitada porque muchos de sus actos deben
ser ejecutados en presencia de médicos responsables que pueden intervenir en todo
momento.

Lo anteriormente expuesto, explica la transferencia de responsabilidad en las clínicas


por los actos que el médico debe vigilar efectivamente.(J. Penneau, “Pas de poursuite
en Responsabilité medicale sur le fondement contractuel d’un médecin salarié d’un
établissement hospitalier privé »,D. 1993, somm. P.24, cité par Castelleta, Angelo, op.
cit., p. 151).

23-Material esterilizado.

La enfermera tiene una obligación de medios en el cuadro del contrato de cuidados que
la liga a su cliente. Desde que se establece que un absceso es la consecuencia de una
negligencia de la enfermera que ha utilizado una jeringa no esterilizada, o que la piel no
fue lo suficientemente desinfectada antes de poner la inyección, ella debe ser declarada
responsable del perjuicio sufrido por el paciente. (CA Paris, 1re ch. B, 7 avr. 1994, Gaz.
Pal. 1994, 2, somm. P. 597).
155
Responsabilidad civil

24-Responsabilidad civil de los abogados.

Para determinar si el abogado compromete o no su responsabilidad civil, es preciso


saber el tipo de obligación que este asume en el ejercicio de sus funciones. La obligación
que este normalmente asume frente a su cliente es de medios, prudencia o diligencia
conforme a la cual este se obliga a trabajar un litigio. No promete un resultado preciso,
su obligación es poner todo su conocimiento, empeño y diligencia para obtener un
resultado, pero este depende un tercero que es el juez. En tal caso el cliente debe probar
en la demanda en responsabilidad civil que el abogado:

1-No fue diligente en el manejo del caso.

2-Que no tenía la competencia profesional para manejar el caso.

3-Que no hizo uso de los plazos que el tribunal o la ley pusieron a su alcance para hacer
sus alegatos o someter las pruebas, o no interpuso el recurso en el tiempo establecido
por la ley.

4-También si brinda una asesoría jurídica para un negocio y obvia algunos asuntos
elementales en esa negociación, y causa un perjuicio a su cliente.

El abogado no puede prometer el éxito en un litigio porque eso sería contrario a la ética
profesional, porque esto una cuestión que dependerá del Juez apoderado del caso. No
obstante en ocasiones este asume una obligación determinada o de resultado frente a
su cliente, como por ejemplo cuando se compromete a tramitar una transferencia de
un inmueble o entregar una sociedad comercial constituida en un tiempo preciso. Ahí
la obligación que asume frente a su cliente es de resultado, por lo que si este no cumple
con eso `podría comprometer su responsabilidad civil.

Si el abogado causa un daño a su cliente con una actuación ligera o imprudente entonces
comprometería su responsabilidad civil cuasi delictual, pero si lo causó con intención de
perjudicar sería cuasi delictual.

25-Responsabilidad civil del notario.

La función del notario está vinculada de manera esencial a la legalización de firmas y


huellas y la instrumentación de actos auténticos. Sin embargo, aunque en doctrina se
habla de que el notario solo da fe de las firmas puestas en un acto bajo firma privada,
y no de su contenido, y que es responsable del contenido del acto auténtico, entiendo
que este podría comprometer su responsbildad civil o penal en el primer caso, cuando

156
UNIDAD V: RESPONSABILIDAD CIVIL DE CIERTOS PROFESIONALES

asesora a las partes en una negociacion jurídica, y de ahí se deriva algún tipo de fraude
que causa un perjuicio a su cliente, y en el el segundo caso, podría comprometer su
responsabilidad civil, si instrumenta de manera inadecuada el acto y luego pierde su
fuerza ejecutoria, y esto acarrea algún tipo de perjuicio para el cliente.

El notario puede comprometer su responsabilidad civil, cuando actúa con negiligencia


frente a su cliente o cuando le causa un daño con intención dolosa, prestandose a fraude
o engaño, o cuando desconoce algunos asuntos elementales de su ejercicio profesional.
Todo dependerá de si el daño producido ha sido con intención o no, porque de ahí
dependerá si la responsabilidad civil es cuasi delictual o delictual. Recordemos que
aveces hay actuaciones dolosas de los notarios que pueden caer en el campo penal, por
consiguiente si se determia que este es penalmente responsable, su responsabilidad civil
también podría quedar seriamente comprometida.

De conformidad con el artículo 54 de la Ley No. 140 15 del notariado e instituye el


Colegio de Notarios, los notarios son civilmente responsables de los daños y perjuicios
que ocasionen con motivo del ejercicio de la función notarial, siempre que sean la
consecuencia directa e inmediata de su intervención.

26-Responsabilidad civil de los alguaciles

Los alguaciles son oficiales ministeriales con la facultad para notificar actos judiciales y
extrajudiciales. Los Judiciales son los que emanan de los tribunales y los extrajudiciales
son los que emanan de las partes.

Estos auxiliares de la justicia deben hacer su trabajo apegados a la ley y a la ética, por lo
que en los relaciones con sus clientes normalmente asumen una obligación de resultado.
Se comprometen a realizar una actuación en el tiempo y forma requerido, por lo que
si no cumplen con esto sin causa justificada, podrían comprometer su responsabilidad
civil.

27-La Responsabilidad civil de los ingenieros, arquitectos, agrimensores.

La responsabilidad civil de estos profesionales se puede ver cometida en ocasión de


los contratos que estos celebran con las partes, siempre que del incumplimiento del
mismo se derive algún daño al cliente. Especialmente cuando asumen una obligación
de resultado al comprometerse a entregar los trabajos de la calidad convenida o
cuando no entregan los trabajos en la fecha acordada.

157
Responsabilidad civil

También podrían comprometer su responsabilidad civil cuando realizan los trabajos de


construcción sin observar las normas establecidas, evidenciando un desconocimiento
técnico del ejercicio de su profesión. Desde luego que siempre será necesario demostrar
el perjuicio causado.

La construcción también puede tener vicios groseros que pongan en peligro la vida de
las personas que habitan en esa edificación. En esta eventualidad la responsabilidad
civil de estos profesionales podría quedar comprometida.

El artículo 1792 del Código Civil, establece que el contratista es responsable de todo
lo que provenga de las personas empleadas por él. El artículo 1792 del citado Código,
establece que si un edificio construido a precio alzado, pereciese en todo o parte, por
vicio en la construcción, o aun por el del terreno, son responsables por espacio de diez
años el arquitecto y el contratista.

De conformidad con lo previsto por el artículo 2270, después de los cinco años, el
arquitecto y contratistas quedan libres de la garantía de las obras mayores que hayan
hecho o dirigido.

En lo que respecta al algrimensor hay que hacer algunas distinciones, ya que por
lo general en su ejercicio profesional celebran contratos con los clientes, donde se
establecen estipulaciones que en la mayoría de los casos son obligaciones de resultados.
Se comprometen a realizar ciertos trabajos en un tiempo determinado y la operación
técnica que corresponde conforme a las reglamentaciones de está area de la ingeniera.
En caso de icumplimiento de las olbigaciones estipulados, la responsabilidad de estos
profesionales podrían verse seriamente comprometidas.

También pueden comprometer su responsabilidad civil, cuando actúan de manera


dolosa perjudicando a sus clientes, en beneficio propio o procurando un beneficio para
un tercero.

El artículo 22 del del Reglamento General de Mensuras, establece que se considera que
el contrato de mensura ha sido cumplido por parte del agrimensor, cuando se aprueba
técnicamente el trabajo en la Dirección Regional de Mensuras Catastrales, sin perjuicio
de las responsabilidades profesionales de su trabajo y las que pudieran extenderse del
contrato más allá de su conclusión

El artículo 24 del Reglamento General de Mensuras establece que los agrimensores no


pueden ejecutar actos de levantamiento parcelario en los que sean parte ellos mismos,
su cónyuge o sus parientes y afines en línea directa en cualquier grado y en línea

158
UNIDAD V: RESPONSABILIDAD CIVIL DE CIERTOS PROFESIONALES

colateral hasta el cuarto grado inclusive o que tengan un interés directo o manifiesto.
El incumplimiento de la presente prohibición hará anulable el acto y en la decisión que
declara la nulidad deberá sancionarse al agrimensor actuante.

Esquema resumido. Responsabilidad Civil de algunos provesionales.

-Los médicos, bioanalistas y enfermeras. La responsabilidad del médico frente a su


paciente es contractual. Esta obliga a médico
al dar los cuidados conscientes y atentos
conforme a los conocimientos adquiridos por
la ciencia. La obligación que normalmente
asume el médico con el paciente es de medios
o de prudencia y diligencia, conforme a la cual
se obliga a brindar los cuidados y atenciones
con la debida diligencia para obtener un
resultado, pero su responsabilidad no queda
comprometida si no lo logra.

Las enfermeras, bionalistas y otros


profesionales de la salud, podrían
comprometer su responsabilidad civil
siempre que se demuestre la comisión de una
falta que dé lugar a la producción de un daño
para el paciente.

159
Responsabilidad civil

-Los abogados, notarios y alguaciles. Su responsabilidad civil también se puede


ver comprometida, siempre que se le pueda
retener una falta capaz de producir daño.
Normalmente la obligación que pesa sobre
el abogado es de medios (de prudencia o
diligencia), ya que no es ético prometer un
resultado especialmente cuando se trata de
litigios. El resultado siempre dependerá de
un tercero.

Los notarios pueden ver su responsabilidad


comprometida cuando brindan a sus
clientes una asesoría defectuosa con errores
groseros que evidencian desconocimiento
de su profesión, y fruto de eso el cliente
experimenta algún tipo de daño.

Los alguaciles, igual que el notario, debe ser


diligente en sus actuaciones. Normalmente
los actos que debe notificar están sujetos a
ciertos plazos, que de no observarse podrían
generar ciertos perjuicios para el cliente.

-Los ingenieros, arquitectos y agrimensores. Su responsabilidad se puede ver


comprometida en relación a los contratos que
estos celebren con las partes, siempre que del
incumplimiento del mismo se derive algún
daño para el cliente. Especialmente cuando
estos asumen una obligación de resultado al
comprometerse a entregar los trabajos de la
calidad convenida o cuando no entregan los
trabajos en la fecha acordada.
-Los contadores. Responsabilidad delictuosa y cuasidelictuosa.
Estos comprometen su responsabilidad
cuando brindan a sus clientes asesorías
defectuosas con errores groseros, que podrían
llevarlo a tomar decisiones equivocadas,
también cuando su asesoría resulta dolosa
y de ahí se deriva un daño para su cliente o
terceras personas.

160
Resumen de la Unidad V
En la relación médico paciente, y las características de esta relación, tomando en cuenta
el consentimiento informado y las obligaciones principales y accesorias que asume el
médico frente al paciente en el contrato que se forma entre ellos. Esto es fundamental
para determinar frente a qué tipo de responsabilidad estamos cuando el paciente alega
que en su contra se ha cometido un perjuicio que vulnera sus derechos o su estado de
salud.

La razón de recurrir al derecho común para entender la responsabilidad civil y penal de


los profesionales de la salud es que el Código Civil Napoleónico, no contiene ningún
artículo que trate este tema, siendo la Ley General de Salud No. 42-01del 8 de marzo de
2001, la primera legislación que en su artículo 164 se refiere de manera general y tímida
a la responsabilidad civil y penal de los profesionales de la salud y sus áreas a fines.

Las obligaciones que normalmente asume el médico frente a su paciente es la de medio,


pruddencia o dilgencia, lo mismo que el abogado frente a su cliente.

RESUMEN
Actividades de la unidad V
Responde lo que se indica a continuación, justificando cada respuesta con los
textos legales, doctrina y jurisprudencia.

1-Busca una sentencia de un tribunal civil y otra de un tribunal penal en materia de


responsabilidad médica, y verifica los fundamentos empleados por las partes envueltas
en el proceso en apoyo a sus pretensiones, y la decisión de los jueces. Realiza un análisis
crítico y externa tu propio criterio.

2-Enumera cinco ejemplos en los cuáles los abogados, ingenieros, arquitectos y


agrimensores prodrían comprometer su responsabilidad civil.

3-Busca dos jurisprudencias de tribunales nacionales o internacionales en las cuales se


haya jusgado a profesionales de la medicina por mala práctica médica. Luego realiza un
informe resaltando los argumentos esgrimidos por las partes envueltas en el proceso y
los tomivos del juez para decidir el caso.

4-Busca dos jurisprudencias de tribunales nacionales o internacionales donde se haya


juzgado a los profesionales de la ingeniería, agrimensura, abogados, notarios o alguaciles,
contadores, por haber cometido alguna falta en el ejercicio de sus funciones. Luego
realiza un informe resaltando los argumentos esgrimidos por las partes envueltas en el
proceso y los tomivos del juez para decidir el caso.

Caso No. 6.

El señor JUAN EL INFORMADO, demandó al médico cirujano plástico el REFINADO,


por el hecho de que este le prometió que la nariz ancha que tenía como un ventarrón se la
pondría fina como un alfiler. El paciente notó que la nariz le quedó casi igual que como
estaba. Decidió lanzar una demanda en responsabilidad civil, alegando que el médico
no cumplió con lo prometido. El médico se defendió diciendo que su obligación era
de medios y no de resultado que él fue diligente en la cirugía que tenía que practicarle
a dicho paciente. El tribunal, luego de haberse agotado varias medidas de instrucción,
rechazó la demanda del paciente por falta de pruebas. En tal caso responde, justificando
con textos legales, doctrina y jurisprudencia, lo siguiente:
1-¿Fue correcta la decisión del tribunal. Por qué?

2-Imagina que fueras el abogado del demandante y del demandado. En cada rol ¿cómo
atacaría la sentencia?.
Ejercicio de auto evaluación de la Unidad V.
Escoge V o F, según que el enunciado sea verdadero o falso.

1-V. F. -La obligación que asume el médico frente a su paciente es siempre de resultado.

2- V. F. La obligación de prudencia y diligencia que asume el abogado frente su cliente


se aplica a todos los asuntos jurídicos.

3- V. F. La obligación que normalmente asume el ingeniero y el arquitecto frente a su


cliente casi siempre es de resultado o determinada.

4-V. F. El deudor de la obligación de resultado, solo se libera de responsabilidad probando


el caso fortuito o fuerza mayor.

5-V. F. La responsabilidad del notario es únicamente de naturaleza civil.


Bibliografía Básica de la Unidad V
Constitución Dominicana, Reforma 2015.

Hernández, Gloria María,2006. Derecho de la Responsabilidad, 2da., ed.


Ediciones LaFilantrópica, Santo Domingo, D. N.

Hernández Ramos, Pedro Pablo, 2014. Responsabililidad Civil y Penal de los Prrofesionales
de la Salud, 2da. Ed., Editora de la UASD, S. A., Santo Domingo, D. N.

Soto Castillo, Nelson L-, 2010, Código Civil dominicano y compendio de


legislación complementaria, edit. Isla, Santo Domingo, D.N.

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