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R.I.T.

Nº 395-2009
R.U.C. Nº 0 801 110 923-4.-
Delito : Tráfico de Estupefacientes.-
Acusados : MARTA SONIA NAVARRO ACEVEDO.
CLAUDIA SOLEDAD REYES NAVARRO.
ALFONSO ALFREDO RIVERA CISTERNAS.
LUIS HERNAN ACEVEDO PEREZ.
MARCIAL ENRIQUE CARRANZA RODRIGUEZ.
RENÉ ALFREDO HERNÁNDEZ PUEBLA.

Santiago, tres de enero del año dos mil diez.


VISTOS, OIDOS LOS INTERVINIENTES Y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Intervinientes. Que, ante la Sala del Sexto Tribunal de Juicio Oral en lo
Penal de Santiago, integrada por la juez presidente doña Marcia Fuentes Castro, y los jueces doña
Silvana Vera Riquelme y don Hugo Espinoza Castillo, se llevó a efecto el día 28 y 29 de diciembre
pasados, la audiencia de juicio oral de la causa rol interno del Tribunal Nº 395-2009, seguida en
contra de MARTA SONIA NAVARRO ACEVEDO, cédula de identidad N° 6.285.496-0, natural de
Santiago, 60 años, nacida el 11 de agosto de 1968, viuda, dueña de casa, con domicilio en Calle
Aviadores N° 1366, comuna El Bosque, de CLAUDIA SOLEDAD REYES NAVARO, cédula de
identidad N° 8.513.717-4, natural de Santiago, 60 años, nacida el 14 enero de 1950, casada,
dueña de casa, con domicilio en Calle Aviadores N° 1387, comuna El Bosque, ambas
representadas por los defensores penales privados Gustavo Zeballos Marín y Gustavo Guerrero
Peña, con domicilio y correos electrónicos registrados en el tribunal; de ALFONSO ALFREDO
RIVERA CISTERNAS, cédula de identidad N° 5.660.871-0, natural de Santiago, 62 años, nacido el
17 de noviembre de 1947, casado, cajero mercado municipal, con domicilio en Avenida San
Francisco N° 328, Comuna de Santiago Centro, representado por el defensor penal privado
Santiago Hernández Serrano, con domicilio y correo electrónico registrado en el tribunal; de LUIS
HERNAN ACEVEDO PEREZ, cédula de identidad N° 13.937.295-6, natural de Santiago, 29 años,
nacido el 13 de Marzo de 1980, soltero, profesor de gimnasia, domiciliado en Calle Merced N° 780
comuna de Santiago, representado por el defensor penal público Mario Araya Flores, con domicilio
y correo electrónico registrado en el tribunal; de RENE ALFREDO HERNANDEZ PUEBLA, cédula
de identidad N° 4.487.494-6, natural de Santiago, 66 años, nacido el 03 de agosto de 1943,
casado, Contratista en construcción, domiciliado en Calle Los Tehuelches N° 5669, población La
Pincoya, comuna de Huechuraba, representado por el defensor penal privado Juan Hernández
Faúndez, con domicilio y correo electrónico registrado en el tribunal; y MARCIAL ENRIQUE
CARRANZA RODRIGUEZ, cédula de identidad N° 4.949.262-6, natural de Santiago, 62 años,
nacido el 20 de octubre de 1947, casado, comerciante, domiciliado en Avenida Juan Meyer N°
0899, Población San Gregorio, comuna de la Granja, representado por la defensora penal privada
Lorena Maggio Gulner, con domicilio y correo electrónico registrado en el tribunal.
Fue parte acusadora en el presente juicio el Ministerio Público, representado por el
fiscal adjunto don Miguel Palacios Henríquez, con domicilio, correo electrónico y forma de
notificación registrado en el tribunal.
SEGUNDO: Hechos de la acusación.
Que los hechos en que se fundó la acusación fueron los siguientes:
“Que a través de medios técnicos y de vigilancia se determinó que Marta Navarro
Acevedo, Claudia Reyes Navarro y Marcial Carranza Rodríguez, se dedicaban al tráfico ilícito de
estupefacientes en las comunas de El Bosque y La Granja.
Que el día 5 de diciembre de 2008, alrededor de las 15:30 horas, en la intersección
de calles Principal Capitán Ignacio Carrera Pinto con Príncipe Carlos, comuna de Recoleta, Marta
Navarro Acevedo y Claudia Reyes Navarro, recibieron de Alfonso Rivera Cisternas, Luis Acevedo
Pérez y René Hernández Puebla, de acuerdo a lo pactado telefónicamente, la cantidad de 4
paquetes envueltos en forma de ladrillos contenedores de una sustancia vegetal que sometida a la
prueba de campo arrojó coloración ocre positiva ante la presencia de marihuana, con un peso bruto
de 4.031 gramos, siendo sorprendido del mismo modo Alfonso Rivera Cisterna, portando y
transportando una sustancia vegetal la cual arrojó coloración ocre positiva a la presencia de
marihuana con un peso bruto de 14,6 gramos.
Posteriormente el mismo día en horas de la tarde, en el domicilio de Marta Navarro
Acevedo, ubicado en calle Aviadores N° 1366, comuna de El Bosque, se incautan 63,5 gramos
bruto de marihuana y 7 gramos bruto de Clorhidrato de cocaína, pertenecientes a esta, mismo
lugar en donde es sorprendido Marcial Carranza Rodríguez, portando y transportando una bolsa
contenedora de 100 gramos de Clorhidrato de cocaína.
Finalmente en el domicilio de Marcial Carranza Rodríguez, ubicado en calle Padre
Juan Meyer N° 0899, población San Gregorio, comuna de La Granja, este mantenía un cultivo de 3
matas de cannabis Sativa de una altura aproximada de 2 metros y peso bruto de 3.500 gramos.”

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A juicio del Ministerio Público Los hechos anteriormente descritos constituyen
respecto de todos los imputados el delito de TRÁFICO ILÍCITO DE DROGAS, previsto y
sancionado en el artículo 3° en relación al artículo 1° de la Ley N° 20.000 y del delito establecido
en el artículo 8° en relación al artículo 1° de la misma ley, en grado de ejecución de consumados,
correspondiéndole a los acusados participación en calidad de autores, de conformidad a lo
dispuesto en el artículo 14 N° 1 y 15 Nº 1 del Código Penal.
Señala el ente persecutor que concurre respecto de los acusados MARTA SONIA
NAVARRO ACEVEDO, CLAUDIA SOLEDAD REYES NAVARRO y MARCIAL ENRIQUE
CARRANZA RODRIGUEZ la circunstancia atenuante de responsabilidad penal establecida en el
artículo 11 N° 6 del Código Penal, no concurriendo circunstancias modificatorias agravantes de la
responsabilidad Penal y respecto a los imputados ALFONSO ALFREDO RIVERA CISTERNAS,
LUIS HERNAN ACEVEDO PEREZ y RENE ALFREDO HERNANDEZ PUEBLA, no les perjudican,
ni benefician circunstancias modificatorias de responsabilidad Penal.
Conforme a la participación atribuida, la sanción señalada por la ley al delito, la
extensión del mal causado, el grado de desarrollo del delito, y en virtud de lo dispuesto en el
artículo 3° de la Ley Nº 20.000 y artículos 28, 68 y 69 del Código Penal, solicita se condene a los
acusados MARTA SONIA NAVARRO ACEVEDO, CLAUDIA SOLEDAD REYES NAVARRO y
MARCIAL ENRIQUE CARRANZA RODRIGUEZ, a la pena de 6 años de presidio mayor en su
grado mínimo y multa de 40 UTM y a los acusados ALFONSO ALFREDO RIVERA
CISTERNAS, LUÍS HERNÁN ACEVEDO PÉREZ y RENE ALFREDO HERNANDEZ PUEBLA, a la
pena de 7 años de presidio mayor en su grado mínimo y multa de 40 UTM, mas las
accesorias legales establecidas en el artículo 28 del Código Penal, esto es inhabilitación absoluta
perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para
profesiones titulares mientras dure la condena, el comiso de los instrumentos y efectos del delito,
especialmente de los vehículos incautados, y se les condene al pago de costas conforme a lo
previsto en el artículo 45 y siguientes del Código Procesal Penal y lo dispuesto en el artículo 24 de
la Ley N ° 20.000, en relación al delito de tráfico ilícito de estupefacientes.
Conforme a la participación atribuida, la sanción señalada por la ley al delito, la
extensión del mal causado, el grado de desarrollo del delito, y en virtud de lo dispuesto en el
artículo 8° de la Ley Nº 20.000 y artículos 28, 68 y 69 del Código Penal, solicito se condene al
acusado MARCIAL ENRIQUE CARRANZA RODRIGUEZ, a la pena de 3 años y 1 día de
presidio menor en su grado máximo y multa de 40 UTM, mas las accesorias legales
establecidas en el artículo 29 del Código Penal, esto es inhabilitación absoluta perpetua para
derechos políticos y la inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos mientras dure la
condena, el comiso de los instrumentos y efectos del delito, y se le condene al pago de costas
conforme a lo previsto en el artículo 45 y siguientes del Código Procesal Penal y lo dispuesto en el
artículo 24 de la Ley N ° 20.000, en relación al delito establecido en el artículo 8 en relación al
artículo 1° de la ley 20.000.
TERCERO: Alegato de apertura, la Fiscalía ratificó el contenido de su acusación,
ofreciendo acreditar los fundamentos de hecho de la misma con la prueba que ofrece, esperando
veredicto condenatorio y en su alegato de clausura indicó que con el mérito de la prueba rendida,
que analizó de manera pormenorizada, se acreditó, más allá de toda duda razonable, la existencia
del delito materia de la imputación y la participación de los acusados Marta Navarro Acevedo,
Claudia Reyes Navarro, Alfonso Rivera Cisternas, Luis Acevedo Pérez, René Hernández Puebla y
Marcial Carranza Rodríguez, en calidad de autores del mismo y respecto del llamado del tribunal,
en relación a Carranza Rodríguez, por justicia material, se encontraría sólo la figura de tráfico a la
que se subsumiría la plantación del artículo 8° y no hace cuestionamiento si el tribunal llama a esta
recalificación, por tanto, pidió que se condene a los acusados a las penas solicitadas, con
excepción de lo señalado respecto de Carranza Rodríguez.
En su réplica el ente persecutor analizó de manera pormenorizada cada uno de los
planteamientos realizados por las defensas, reiterando que se encuentra acreditado el hecho
punible y la participación, de cada uno de éstos, en los términos del artículo 15 N° 1 del Código
Penal.
CUARTO: Alegato de apertura. La defensa de las acusadas Marta Navarro
Acevedo y Claudia Reyes Navarro, manifestó que se acreditaran los hechos de la acusación, sus
representadas prestaran declaración y Marta Navarro declarará, aceptará su responsabilidad y
confesará su participación, en relación a su hija Claudia Reyes Navarro, determinará que llegó a
ese lugar a pedido de su madre y su situación es diferente, ya que por orden e instrucción de su
madre, llevó un dinero y no tuvo relación alguna con el negocio, la ayuda que pudo prestar, si bien
es cierto, pudo estar dentro de una cooperación, pero en su calidad de hija, sin conocimiento y sin
dolo, llevará a su absolución. En subsidio solicita recalificación de su participación a cómplice, al
término, en su alegato de clausura, señaló que, sus representadas renunciaron a su derecho a
guardar silencio y prestaron declaración, Marta Navarro, señaló que iba a comprar un kilo de droga,
acepta que iba a cometer este ilícito, acepta inclusive el precio que iba a pagar, por ende, no le
cabe duda que su representada va a obtener una sentencia, un veredicto condenatorio, y en la

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etapa procesal del artículo 343, solicitará las atenuantes del artículo 11 N° 6 y 9 del Código Penal,
analizando la situación de doña Claudia Reyes Navarro, es decir, conocimiento, dolo de traficar,
dolo de comprar, dolo de vender. Se habrá podido señalar por algunos funcionarios policiales que a
través de interpretaciones antojadizas que hacen, señalan que allí habían personas que se
dedicaban a la venta y compra de droga, pero necesariamente esa presunciones o pruebas no son
indiciarias, cuando se les consultó que otro antecedente tenían con relación a si Claudia Reyes
Navarro traficaba o no, simplemente señalan el hecho puntual de la detención, cuando ella recibe
la bolsa, que iba a recibir su mamá, pero sin necesariamente haber participado propiamente tal en
la transacción misma de la droga. Agrega que en su casa si tiene una pesa, no se ha establecido
que aquella tuviese restos droga, no obstante su representada tiene una confitería y
necesariamente ese pequeño almacén puede contar con esta pesa y con bolsitas que
necesariamente los funcionarios policiales presumen e interpretan que iba a ser usada para
dosificar droga, pero en la casa de la señora Claudia, no encontraron droga dosificada en
papelillos, ni tampoco en bolsitas, por lo tanto, adquiere mayor valor la versión de Claudia Reyes
Navarro que nunca ha tenido conocimiento que su madre estuviera involucrada en drogas, por lo
tanto solicita en favor de Claudia Reyes Navarro sentencia absolutoria, por existir más de una duda
razonable, para entender que no hubo dolo o conocimiento de tráfico, aunque se esté en presencia
de un delito de emprendimiento. En subsidio de esta petición, solicita la recalificación de la
participación a la de complicidad del artículo 16 y en su momento solicitará en su favor las
atenuantes del artículo 11 N° 6 y 9 del Código Penal.
En su réplica, refiere que la fiscalía se ha pronunciado solamente sobre Claudia
Reyes Navarro, reiterando los argumentos de su alegato de clausura en cuanto a su absolución o
en subsidio la recalificación a cómplice del artículo 16 del Código Penal.
QUINTO: Alegato de apertura. La defensa del acusado Alfonso Alfredo Rivera
Cisternas, señaló que su representado renunciará a su derecho a guardar silencio, para calificar
su participación y así el tribunal tenga razón de sus dichos y en definitiva intentar obtener una
minorante de responsabilidad que se traduce en una disminución sustancial de la pena y de la
multa solicitada y pide que se recalifique su participación a cómplice, en su alegato de clausura,
señaló que su representado renuncio a su derecho a guardar silencio y expuso su participación en
los hechos, con lo cual entiende que libero en gran parte la carga de la prueba del Ministerio
Público y solicita que se recalifique la conducta de su representado a la de cómplice, toda vez que
su participación es poner en contacto a la señora Marta Navarro, que era la interesada en comprar
una droga, con la persona que iba a ser el vendedor, anunciando que en la audiencia del 343,
alegará la circunstancia minorante del artículo 11 N° 9 del Código Penal.
En su réplica, reitera que la participación de su representado es distinta a la de
autor, es de cómplice, porque su función fue distinta a la de vender o de comprar droga, fue la de
contactar a las partes.
SEXTO: Alegato de apertura. La defensa del acusado Luis Hernán Acevedo
Pérez, señaló que como pocas veces está de acuerdo con el Ministerio Público en cuanto a que al
término de la audiencia, se podrá acreditar los hechos que plantea en su acusación, sin embargo el
grado de participación de su representado es distinto al que se le imputa, este es un caso similar a
varios que se han visto en tribunales, donde hay una cantidad importante de personas vinculadas
por transacciones con droga, sin embargo, dichas organizaciones, aún cuando no restan los
caracteres para determinar un delito nuevo, si no que hay una mera organización para realizar una
actividad, existen distintos grados de responsabilidad, respecto del objeto final, esa valoración la
realizará el tribunal a través de la prueba del Ministerio Público, especialmente la testimonial y lo
más probable es que al final de la jornada se tendrá una sentencia condenatoria y el correcto grado
de participación será de complicidad y no así la autoría y su cliente renunciará a su derecho a
guardar silencio, para aclarar las dudas de la ocurrencia de los hechos.
En su alegato de clausura, luego de analizar circunstanciadamente la prueba
rendida, reitera que la forma correcta de calificar la participación de don Luis Acevedo es bajo la
hipótesis de complicidad y no así la de autoría.
En su réplica, solicita la aplicación del inciso 2° del artículo 1° de la ley de drogas, por
una razón de norma expresa que a la fecha de la ocurrencia de los hechos, el reglamento de la ley
de drogas no se encontraba modificado, e insiste con el tema de la razonabilidad, existe una
especie de contra exculpación respecto a su cliente y el otro imputado quien habría transportando
la droga, es el único que da más o menos una explicación que no había uno, sino cuatro kilos, lo
que da más peso al relato creíble de su defendido.
SEPTIMO: Alegato de apertura. La defensa del acusado Marcial Carranza
Rodríguez, señaló que a su defendido corresponde participación del artículo 4° de la Ley 20.000,
ya que solamente se le encontró portando 100 gramos de clorhidrato de cocaína y fue accidental, y
de la historia de la Ley de drogas, las estadísticas que se manejan es que se entiende que es
microtráfico hasta 999 gramos y su participación no tiene nada que ver con la participación de los
coimputados, que su representado es una persona humilde, renunciará a su derecho a guardar
silencio y éste señalará su verdadera participación, para acreditar los hechos de la acusación y en

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ese sentido solicita que la participación de su defendido, es la del artículo 4° y no del artículo 3° de
la Ley 20.000.
En su alegato de clausura, señaló que se ha acreditado que su defendido portaba
y transportaba, cien gramos de clorhidrato de cocaína, con un porcentaje de once por ciento de
pureza, en ese sentido, la conducta desplegada por su defendido, no se encuadra dentro de la
conducta señalada por el Ministerio Público y esta conducta es de microtráfico, no existe otra forma
de interpretar esta cantidad de droga a una conducta de que fuera traficante. Respecto a las
atenuantes que beneficia a su defendido lo dejara para la audiencia del 343 del Código Procesal
Penal, respecto del llamado que efectuó el tribunal a recalificar la situación de su defendido en
relación a la mata de marihuana, no obstante no se rindió prueba que esto fuera para un consumo
personal, al momento de la detención de don Marcial Carranza, éste señalo que las matas de
marihuana eran de él, por lo que subentiende esta defensa que estaban destinadas a su consumo.
En su réplica, reitera su petición de recalificación de los hechos a microtráfico,
teniendo en consideración los 100 gramos de cocaína, con 11% de pureza, encontrados a su
representado.
OCTAVO: Alegato de apertura. La defensa del acusado René Alfredo
Hernández Puebla, señaló que en el transcurso del juicio el Ministerio Público deberá acreditar,
cada uno de los presupuestos fácticos en los cuales se basa su acusación y por lo tanto su
pretensión de reproche penal, al efecto importante en este juicio es que la mayor parte de las
defensas pretenden que sus representados declaren, sea para configurar una atenuante o para
configurar un cambio en la calificación jurídica, en cuanto a la participación, será una doble
discusión, la primera, respecto de la naturaleza de la sustancia decomisada, en atención a que, la
sustancia corresponde a aquellas señaladas en el inciso segundo del artículo 1° de la Ley 20.000 y
aquello no obstante lo que dispone el reglamento, dado que la naturaleza de esa sustancia deriva
en una de aquellas sustancias que hace mención el inciso segundo del artículo 1°, lo que significa
una rebaja sustancial en la pretensión punitiva, en segundo término, no de debe olvidar que aún
cuando se trata de un delito de tráfico de emprendimiento y mera actividad y que se realiza en
actos sucesivos y no obstante que de uno u otro modo se trata de un delito de peligro abstracto, y
de cada uno de los imputados debe probarse, el dolo en su actuar, no puede existir un juicio de
reproche en el estado actual de nuestra legislación penal y el Ministerio Público deberá acreditar el
actuar con dolo respecto de cada uno de los imputados de autos.
En su alegato de clausura, señaló que en este juicio el Ministerio Público ha
rendido pruebas de la existencia de hechos distintos en la acusación que tienen que ver con René
Hernández Puebla, esto es una transacción de droga, que se realiza en las cercanías de la salida
del metro Vespucio Norte y la otra respecto de droga que se encuentra en el domicilio de dos
imputadas, la prueba aportada da cuenta de dos hechos distintos, uno de ellos cuyo principio de
ejecución podría ser la comuna de Santiago en el metro de Calicanto y por lo tanto, el hecho
imputado a René Hernández Puebla, cabe una primera cuestión que es formal y que es la
competencia de este tribunal, para conocer de este hecho y cuyo principio de ejecución de la
prueba aparecida en el juicio no parece estar en la comuna de El Bosque en el domicilio de las
imputadas, si no que más bien parece estar en la comuna de Santiago y si bien son actos
preparatorios en una comuna distinta como sería la comuna de Recoleta, es lo que primero plantea
y que el tribunal debería determinar si es competente, en segundo término es una cuestión de tipo
que dice relación con el delito investigado y que tal como lo señalado al principio del juicio, en el
hecho imputado a René Hernández Puebla, que es básicamente la transacción de cuatro kilos de
marihuana o cannabis sativa, lo cierto es que se señaló que en cuanto al tipo penal, más bien se
refería a aquellas sustancias del inciso segundo del artículo 1° de la ley 20.000, toda vez que hay
un efecto que la marihuana, el principio activo y que es el tetrahidrocannabinol, THC, no produce
dependencia física y así lo corrobora el informe sobre efectos y peligrosidad de la sustancia que
está acompañado en la prueba documental del Ministerio Público que en su conclusión en el punto
2, que el uso de la sustancia indicada en el documento, genera las características de los
estupefacientes a excepción de la dependencia física y esto significa que la marihuana no produce
los efectos de otras drogas y por lo tanto, al momento de determinar si el tipo penal que
corresponde aplicar es el del inciso primero o del inciso segundo del artículo primero, corresponde
claramente en esta circunstancia, aplicar la disposición del inciso segundo, del artículo primero, no
obstante lo que dice el reglamento de la ley 19.366 modificado, que es el que está vigente para los
efectos de la Ley 20.000, toda vez que ese elemento normativo en una especie de Ley penal en
blanco, no puede presumir eventualmente la existencia de una determinada sustancia y
determinados efectos, si los efectos bélicos acreditados a los cuales hace referencia la norma
penal, porque el inciso segundo hace referencia a los efectos en las personas de la sustancia y por
lo tanto si médicamente está establecida que los efectos de esa sustancia no son equivalentes
sobre los efectos de otras sustancias llamadas drogas duras, lo cierto es que ni ese reglamento,
que no es ley de la República, podría modificar esa circunstancia, ese reglamento no tiene la
calidad de ley y por lo tanto aducir ese reglamento a la existencia de esa norma administrativa, no
legal, para los efectos de sancionar de un modo distinto, vulneraria el principio de legalidad

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establecido en la Constitución Política, porque es la Ley la que determina la pena respecto de una
acción típica establecida, no a una acción establecida en un reglamento administrativo, por lo tanto,
del punto de vista penal, lo que dice relación con la marihuana, corresponde aplicar el inciso
segundo del artículo primero y por lo tanto, respecto a la pena rebajar en un grado la misma, esto
tiene que ver con un tema de justicia material y lo lógico es que el tráfico de sustancias que no
produzcan los efectos, debe necesariamente tener una sanción distinta, menor, es decir, debe
tratarse de una sanción privilegiada respecto de una norma original, como tercer tema, tiene que
ver con la participación de René Hernández Puebla en esta transacción y al efecto se ha
observado distintos planteamientos de cada una de las defensas e imputados, de acuerdo a la
conveniencia de cada uno. Aparece don Luis Acevedo Pérez, quien acepta una responsabilidad y
esto es de que él es quien conoce a René Hernández Puebla y es él quien consigue el vendedor o
proveedor de la droga y en su declaración se refiere a Hernández Puebla, estos dichos, no están
corroborado con ningún otro antecedente de la carpeta de investigación, ni otra prueba establecida
en el juicio oral, ninguno de los funcionarios policiales sabe de donde sale la droga, ni declara
quien es el dueño de la droga y lo único que declaran es sobre hechos objetivos y que esta droga
estaba en un vehículo estacionado, al interior del cual estaba su cliente y una bolsa que contenía al
interior otra y dentro de ésta cuatro paquetes que contenían marihuana, y ese es un hecho
objetivo, pero ¿Cuál es el grado de conocimiento que tenía René Hernández Puebla del contenido
de esa bolsa ?, lo que es relevante, debido a que no se trata de una responsabilidad objetiva, la
tradición jurídica chilena y que está en boga respecto de la responsabilidad penal de las personas
jurídicas, si se va a establecer como dice el profesor Matus, acerca de aceptar la responsabilidad
objetiva o como dice el profesor Cury o se va a continuar con la tradición jurídica del principio de
culpabilidad y la pregunta es ¿ el delito de tráfico requiere o no requiere de dolo?, primero conocer
la existencia de la sustancia y actuar conforme a ese conocimiento, don Luis Acevedo Pérez, como
quiera que la defensa haya intentado de transformarlo en cómplice, de sus propios dichos y de los
funcionarios aprehensores que tienen que ver con las escuchas telefónicas y las actividades
desarrolladas y desplegadas por los otros coimputados, en conjunto con Luis Acevedo Pérez, no
puede sino deducirse que él tenía conocimiento que al interior de la bolsa había droga, pero
respecto de su representado, no se ha rendido un solo antecedente, ninguna prueba o indicio que
permita establecer este conocimiento, salvo el hecho objetivo que en algún minuto la droga estuvo
en su poder dentro de esta bolsa y no puede invertirse la carga de la prueba, porque no existe
ninguna presunción ni legal, ni de derecho de responsabilidad por el hecho de solamente tener una
sustancia sin tener conocimiento y ese conocimiento debe necesariamente probarse en el juicio y
debe probarlo el Ministerio Público, porque la prueba de dolo y la carga es del Ministerio Público y
no de la defensa, lo cierto es que el único antecedente que se ha esgrimido es una supuesta
llamada el día 04 de diciembre de 2008, en donde doña Claudia habla con doña Marta de un tal
René, más allá de toda duda razonable, no se puede establecer que este René, es René
Hernández Puebla, porque el único que podría establecerlo es un funcionario policial con sus
dichos que podrían servir, pero el funcionario policial dijo al ser contra examinado que podría ser
cualquiera y no necesariamente René Hernández Puebla, y la existencia de una mera coincidencia
que es posible hace necesariamente, que existe duda razonable, en torno a su representado y la
duda está en el conocimiento que tenía René de esta sustancia y lo extraño es que Luis Acevedo
Pérez dice que fue quien tomó la bolsa y se la entregó a Alfonso, los funcionarios policiales no
corroboran esa versión y dicen que Alfonso la tomó directamente y Luis estaba parado al lado y
esto tiene mucha relevancia, pero lo cierto es que la única explicación plausible al tenor de la
prueba rendida en el juicio oral para que don René Hernández Puebla tuviese esa bolsa es la
explicación que da éste y no hay otra explicación y lo señalado por Luis Acevedo podría ser lógico,
salvo por un detalle y que es que la droga encontrada en poder de Alfonso Rivera de 14 gramos
pertenece a uno de los ladrillos, pero está acreditado que nunca hubo antes contacto entre Alfonso
Rivera y René Hernández Puebla y como llega esa cantidad de droga, que corresponde a uno de
los ladrillos, a poder de Alfonso, no se tiene explicación y la única explicación nace del encuentro
del día anterior al que han referido los imputados entre ellos, en donde uno entrega la droga al otro.
En la versión entregada por ellos de Alfonso y Luis, necesariamente Luis debe haber entregado la
muestra y él haberla llevado o Luis habérsela entregado previamente esta sustancia a Alfonso el
mismo día de los hechos, porque no hay contacto de entre Alfonso y la droga, a menos que la
droga haya tenido contacto anterior Con Alfonso , lo que no está establecido y la duda razonable
tiene que ver con las contradicciones propias de cada una de las declaraciones de los imputados y
tiene que ver que no hay otra explicación plausible, en los términos que no existe otra duda y si se
va a la prueba del dolo, René Hernández Puebla, no está establecido que haya conocido y no se
puede establecer que la droga estaba en una bolsa, pero había otra bolsa negra y además, la
droga estaba embalada con cinta que en concepto de Miguel Cabezas esta cinta era para que n o
se desparramara y disfrazar su olor, además, al interior de una bolsa negra, para no saber el
contenido y todos dicen que era un paquete y no se veía el contenido y no se puede deducir que
Rene Hernández Puebla haya tenido conocimiento del contenido del bolso, la única forma es que
él se hubiese comunicado antes, o algo que ver con la transacción, en la cual nadie lo culpa,

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ninguno de los coimputados salvo Luis Acevedo Pérez, que señala que René Hernández tenía algo
que ver en el hecho, es decir hay duda razonable en torno a la prueba del dolo respecto de René
Hernández Puebla y no existiendo dolo acreditados en el juicio no puede dictarse sentencia
condenatoria a su respecto.
En su réplica, señala que en cuanto a la preclusión de la posibilidad de la defensa
de alegar la incompetencia del tribunal, nada obsta a que la situación de competencia o
incompetencia de un tribunal puedan nacer a partir de hechos, dichos o antecedentes que se
viertan en el propio juicio oral, de allí la disposición del artículo 374 letra a del Código Procesal
Penal, que justifica que en cualquier momento del juicio la defensa pueda solicitar esta declaración,
sobre todo, partiendo de la base de que el principio de ejecución del delito en el caso particular,
fluye solo con los datos de los funcionarios policiales aprehensores y no fluye del hecho materia de
acusación, debido a que en la audiencia de preparación de juicio oral, no están los antecedentes
de la carpeta de investigación, si no el marco fáctico del hecho materia de la acusación. Respecto
de la prueba del dolo, el Ministerio Público lo que pretende es que el tribunal subsidie la falta de
prueba y pretende que el dolo se infiera, no dice de donde y el efecto, si toma la declaración de su
representado, dice que tuvo la droga toda la noche, toda la tarde del día anterior, toda la mañana y
por lo tanto no podía menos que saber de lo que se trataba. Su declaración permite dar una cierta
plausibilidad a su correlato, el que da explicación, pero eso no permite inferir conocimiento, y no
permite inferir conocimiento porque los paquetes no están dentro de la bolsa blanca, los paquetes
están dentro de una bolsa negra, que si alguien le pide guardar lo más probable es que nadie urge
en esa bolsa negra, no sabemos si la bolsa negra estaba atada, anudada o no porque ninguno de
los funcionarios policiales pudo aclarar esa circunstancia, lo que si está claro es que la bolsa
blanca no estaba atada, pero la droga no estaba sobre la bolsa blanca, estaba al interior de la
bolsa negra y por lo tanto no hay como establecer de manera indiciaria el conocimiento, la defensa
de don Luis Acevedo pretende que la declaración de su propio imputado sea plausible en términos
que entonces las idea del negocio sea René Hernández Puebla y lo más relevantes es que si el
dueño de la droga era René Hernández Puebla y el contacto para vender la droga era Luis
Acevedo Pérez, si este ultimo sabia que se iba a vender un solo kilo porque no le entrega solo un
kilo, si es el dueño de la droga y le iban a comprar 1 kilo, le entrega esa cantidad, porque le iba a
entregar 4 kilos, eso significa que la declaración de Luis Acevedo Pérez, no es creíble, porque era
por los 4 kilos, o no es creíble que el dueño de la droga sea René Hernández Puebla, cualquiera
de esos casos existe duda razonable de su cliente, por eso es que el dolo con respecto a René
Hernández Puebla, no está acreditado.
NOVENO: Que los acusados en la oportunidad prevista en el artículo 326 del
Código Procesal Penal, renunciando a su derecho a guardar silencio y exhortados a decir verdad,
declararon en juicio:
- MARTA SONIA NAVARRO ACEVEDO: Señala que el día de los hechos se juntó
con don Alfonso en el centro, conversaron y se fueron a Huérfanos con San Antonio, se reunieron
con un joven y se fueron caminando hacia Mapocho, llamó a su hija para que le llevara plata, se
juntaron en la estación Mapocho y se fueron a donde fueron detenidas, iba a comprar un kilo de
marihuana. Agrega que al llegar allá, le pasó el dinero a don Alfonso, se quedaron al medio de la
calle y cuando don Alfonso le pasó la bolsa a su hija, los detuvo la policía.
Contrainterrogada por el Ministerio Público, señala que esto ocurre el 05 de
diciembre de 2008, se reunió en el centro con Alfonso Rivera Cisternas, a quien reconoce en la
sala, juntándose después con un joven que no conocía y que reconoce como Luis Hernán
Acevedo Pérez, se reúnen los tres y llamó a su hija para que le llevara el dinero, la suma de $
700.000, que era para comprar un kilo de marihuana, se reunieron en la estación Mapocho los
cuatro, su hija que está en la sala Claudia Reyes Navarro y las otras dos personas, se fueron en
metro hasta la última estación, le pasó el dinero a don Alfonso y mientras su hija va a comprar una
bebida, llegan al medio de la calle, don Alfonso llevaba una bolsa y se la pasa a su hija Claudia, no
alcanza a ver a donde se dirigieron estas personas y don Alfonso regresa con la bolsa que era
como de feria y se la pasa a su hija Claudia, pero no alcanzó a ver lo que contenía, debido a que la
policía se la arrebató de inmediato a su hija. Agrega que no recuerda en que calles, ni lugar es
detenida, pero estaban todos en el mismo lugar, posteriormente son trasladados a un cuartel de
investigaciones y no vio quien quedó con la bolsa, pero solamente iba a comprar un kilo de droga y
era la primera vez que lo hacía. Finalmente señala que en la unidad policial le piden autorización
para ir a su casa en Aviadores N° 1366, comuna El Bosque, le pasó las llaves de la casa a la
policía para que fueran y como tiene un hijo drogadicto que consumía droga, encontraron una
bolsa con 50 gramos de marihuana. Agrega que a Marcial lo conoce de joven, debido a que vivía
en la Población San Gregorio y se conocían, pero nunca hizo tratos con él, reconoce a Marcial
Carranza Rodríguez.
Contraexaminada por la Defensa de Rivera Cisternas, señala que ese día se
juntó con don Alfonso para adquirir droga, con el joven no conversó y se fueron en el metro, hasta
la última estación, para ir a buscar a la persona que le llevaba la droga. Cuando don Alfonso llegó

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con la droga en una bolsa de feria, no alcanzó a tomarla, solamente vio la bolsa y había pagado $
700.000, por un kilo de marihuana.
Contesta a la Defensa de Acevedo Pérez, que para conseguir la droga se
contacta con don Alfonso, a él le paga por la droga y es él quien le intenta entregar la droga antes
de ser detenidos.
A la defensa de Carranza Rodríguez, señala que es amigo de juventud con don
Marcial y no era primera vez que iba a su casa, en ocasiones iba con su señora, pero era a lo lejos
y se visitaban en ocasiones.
A la defensa de Hernández Puebla, señala que no vio la droga, ni cuando
entregan la bolsa a su hija, sólo se vio la bolsa cuando el policía se la arrebató.
En la oportunidad dispuesta en el inciso final del artículo 338 del Código
Procesal Penal, señaló que pide disculpas por el delito que ha cometido, a su familia, a su madre,
a la sociedad, a su hija Claudia y que se tenga piedad por haber cometido el delito y la involucró a
ella.
-CLAUDIA SOLEDAD REYES NAVARRO, señala que el día 05 de diciembre de
2008, recibió una llamada de su mamá y le dice que le lleve un dinero, que le esperaría en la
estación Calicanto, lugar en el cual la encuentra reunida con don Alfonso y un joven, de ahí se
dirigen a la última estación del metro Vespucio Norte, donde le entregó el dinero a su mamá, ésta
se lo pasa a don Alfonso y él cruza la calle con el joven, se devuelve a comprar una bebida y al
cruzar don Alfonso llevaba una bolsa, la que le recibió diciéndole que se la pasara a ella y en eso
llega la policía y le arrebata la bolsa de las manos.
Contra interrogada por el Ministerio Público, señala que esto ocurrió
aproximadamente después del medio día y en la estación del metro Calicanto se reúne con su
mamá Marta Navarro Acevedo, además, reconoce a Alfonso Rivera Cisternas y al joven lo
reconoce como Luis Acevedo Pérez y los cuatro se dirigen a la estación del metro Vespucio Norte
y llevaba la suma aproximada de $ 700.000, dinero que le entrega a su madre y no sabía el motivo
del pago de ese dinero, conocía a don Alfonso por una amistad con su padre y lo había visto unas
tres veces en su vida. Agrega que una vez detenidas y en el cuartel policial, le pidieron autorización
a revisar su casa de Los Aviadores N° 1387, comuna de El Bosque y los autorizó, esto queda en la
misma calle que su madre y la Policía le mencionó que encontró una pesa que le pertenece,
ninguna otra cosa que le hubiesen informado.
A su defensa contesta que nunca ha vendido droga, es casada, es vendedora de
confites y helados, tiene una sociedad con su cuñada y a su madre Marta Navarro, nunca la ha
visto vender droga, el dinero que llevaba es un dinero que estaba juntando y este se lo mandaba
su cuñada que es abogada italiana, ella le manda mensualmente plata a su madre y le pidió que se
lo llevara y solamente le dijo que iba a comprar unas cajas de alprazolam, no alcanzó a ver nada
de la bolsa, ni sabe el peso.
A la defensa de Rivera Cisternas, reitera lo que realizó cuando se juntó con su
madre, hasta la detención. Agrega que de la estación al lugar de los hechos fueron unos 7 a 8
metros y transcurrió un par de minutos en separarse y don Alfonso llegó rápidamente. Finalmente
señala que no vio de dónde sacó la bolsa don Alfonso, le pasó el dinero a su mamá, esta se lo
pasó a don Alfonso y como éste llevaba una bolsa le dijo que se la pasara a ella y al hacerlo, no
alcanzó a ver el contenido de la bolsa, hasta llegar a Investigaciones.
A la defensa de Acevedo Pérez, señala que el dinero se lo entregó a su mamá y
no vio cuando ella se lo entregó a don Alfonso, pero supo que el dinero lo recibió él y la bolsa la
llevaba don Alfonso y se la iba a entregar a ella debido a que se puso por medio, pero esta la tenía
don Alfonso.
Aclara al tribunal que su madre le dijo que llevara el dinero y que iba a comprar
unas cajas de alprazolam, pero no le dijo cuantas cajas y ese es un medicamento que toma ella.
En la oportunidad dispuesta en el inciso final del artículo 338 del Código
Procesal Penal, Pide disculpas a la sociedad y clemencia para su madre, pide perdón a su hija por
tenerla abandonada todo el año que pasó, por haberse perdido el mejor momento de su vida y al
tribunal.
- ALFONSO ALFREDO RIVERA CISTERNAS, señala que se junto con la señora
Marta el día viernes 5 de diciembre de 2008, como a las 15.30 horas y se dirigieron a juntarse con
su amigo Luis, para un negocio de marihuana, se fue con ella hasta San Antonio con Huérfanos, le
presentó a Luis y se dirigieron al puente Calicanto, esperaron un rato y Luis llamó a su amigo para
juntarse y él no lo conocía y se juntaron con doña Marta y su hija, se dirigieron a Vespucio Norte,
fueron con Luis a donde su amigo y le pasó una bolsa y se la fue a entregar a doña Marta y la tomó
la señora Claudia y le llevó el dinero a Luis, llegando la policía que lo detuvo y le puso las esposas
y catorce gramos de droga en su bolsillo que le dijo que era de él y nunca lo había tomado, siendo
detenido y llevado a la unidad de narcóticos, eso fue todo.
Contrainterrogado por el Ministerio Público, señala que esto fue como a las
15:30 horas y la policía lo detuvieron, esposaron, tiraron al suelo, dieron una bofetada y le pusieron
un paquete en el bolsillo. Agrega que primero se reúne con Luis con quien había acordado

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participar en un negocio de una marihuana, había conversado el Jueves y se juntaron el viernes,
Luis le ofrece el negocio de la marihuana y le dijo que había una señora de nombre Marta que le
había hablado que tenía un hijo vicioso, por eso le había encargado marihuana para comprar y
justo se dio la posibilidad, se contactó con ella, ésta le dijo que necesitaba un kilo y se reunieron al
día siguiente, se juntó con la señora y luego llamó a Luis, se reunieron en Huérfanos con San
Antonio, lugar en donde le presentó a la Sra. Marta a quien reconoce como Marta Navarro
Acevedo y quien le ofreció el negocio Luis lo reconoce como Luis Acevedo Pérez,
posteriormente se dirigen al puente Calicanto y en ese lugar Luis llama a su amigo, éste debía
hacer el negocio y conocía a la persona, el contacto era Luis y la Sra. Marta llamó a su hija para
juntarse con ellos en el puente Calicanto y de ahí se dirigen a la estación de metro Vespucio Norte,
en el trayecto, conversaron del negocio, se hablaba de $ 700.000, estaban con Luis y la Sra. Marta,
la hija estaba ajena a la conversación, la niña se llama Claudia y reconoce a Claudia Reyes
Navarro. Agrega que llegan a la estación Vespucio Norte del metro, descienden y se dirigieron con
Luis hacia otro lugar, a una distancia de dos o tres minutos, como a media cuadra, se reúne con
Luis, le pasa la bolsa, pero él no vio a ninguna otra persona y solamente estaba Luis, y al
devolverse a entregar la bolsa a las mujeres, llega la policía y los detiene. Agrega que recibe la
droga de Luis, pero no ve quien se la entrega a éste.
A su defensa, reitera la forma de ocurrencia de los hechos y agrega que la
persona que estaba en el auto, no lo conoce y no sabe quién era. Añade que participó en la
transacción de un kilo de marihuana, pero no tiene ninguna relación con esos tres kilos restantes y
los vio en el cuartel policial, solamente tuvo contacto con la bolsa y que era como de feria a
cuadritos.
Contraexaminado por la defensa de Acevedo Pérez, señala que se encontró
con su amigo Luis en el centro por casualidad y éste le manifestó que un amigo tenía droga y ante
eso le señaló que tenía una persona que podría comprar, llama a la Señora Marta, con quien ya
anteriormente le había pedido que le consiguiera droga y no sabía porque se lo pide a él, pero se
dio justo la situación y antes había estado condenado por drogas en el año 1992, a cinco años.
Agrega que el valor de la droga hablo la Sra. Con Luis y el dinero se lo pasa la señora a él en el
metro de Vespucio Norte y este dinero se lo entrega a Luis cuando le entrega la bolsa y también
vio que Luis se acercó a un automóvil y tomó la bolsa, no recuerda características del vehículo y la
bolsa la sacó de la puerta del copiloto, una vez con la bolsa en su mano, le entrega el dinero a
Luis, y recibe la bolsa que le pasa a Claudia.
A la defensa de Navarro Acevedo y Reyes Navarro, señala que los $ 700.000,
se lo pasa la Señora Marta para la compra de un kilo de marihuana.
A la defensa de Hernández Puebla, reitera los hechos y agrega que se separa de
Luis cuando tomó la bolsa y él se separó para ir donde su amigo a unos 3 a 5 metros, se dirige al
vehículo mete la mano por el vidrio que estaba abierto, es decir no vio a nadie entregando y
solamente introdujo el brazo, luego toma la bolsa, se la entrega y él se la lleva a la Sra. Marta, pero
la toma Claudia, toma el dinero y se va donde Luis y en ese momento, llega investigaciones y los
detiene y Luis se quedó cerca del vehículo a unos dos a tres metros, pero ya no tenía la bolsa.
Aclara al tribunal que se retira con Luis, dejan a Marta y Claudia, posteriormente
Luis le pasa la bolsa y cuando pasó la bolsa a Claudia, le entregaron el dinero y se lo llevó a Luis.
En la oportunidad dispuesta en el inciso final del artículo 338 del Código
Procesal Penal, señala que pide disculpas a los jueces, al señor Fiscal, a su abogado y a la
sociedad por lo que se han metido y a su familia e hijo en que no ha conocido a su nieta en este
tiempo detenido.
- LUÍS HERNÁN ACEVEDO PÉREZ, manifiesta que el 30 de octubre de 2008,
llega proveniente de España, a mediados Noviembre 2008, visita a René Hernández quien le
plantea un negocio de droga, El día 04 de diciembre se encuentra con Alfonso y le plantea el tema
de la droga, diciendo que conocía una mujer que podía estar interesada, el día 05 de diciembre
recibe una llamada de Alfonso, a las 14:00 horas y le dijo que lo esperaba en Huérfanos con San
Antonio señalando que se encontró con Alfonso y una señora mayor, tomaron rumbo al metro
Calicanto, en donde los esperaba una cuarta mujer, la hija de quien los acompañaba, eran como
las 15:00 horas y se dirigieron al metro Vespucio Norte, lugar donde los esperaría René
Hernández con droga, en ese lugar los esperaba Hernández, le pasa los kilos de droga y Alfonso
se los pasa a la mujer.
Contrainterrogado por el ente persecutor, refiere que el día 30 de octubre de
2008, cuando regresa de España, lo fue a visitar a René y le plantea un tema de droga y el día 4
de diciembre se encuentra con Alfonso Rivera y transcurre el proceso de comprar de la droga.
Añade que Alfonso Rivera le dice que no le interesaba, pero que conocía a una mujer que se
dedicaba a este negocio y al día siguiente el 05 de diciembre, a las 14:00 horas, mientras estaba
en el centro recibe una llamada de Alfonso que le dice que le interesaba el negocio por lo que se
reúnen en Huérfanos con San Antonio, una mujer mayor que reconoce como Marta Navarro
Acevedo y Alfonso lo sindica como Alfonso Rivera Cisternas. Posteriormente se dirigen al
metro Calicanto, llegando a las 15.00 horas y ya había pactado una cita con René a las 15:00

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horas, en Vespucio Norte y al metro Calicanto llega una cuarta mujer que señaló ser la hija de la
señora que le había presentado y la reconoce como Claudia Reyes Navarro. Añade que los
cuatro se dirigen a la estación Vespucio norte y conversaban que se debían juntar con la persona
de la droga como presentación. Agrega que en la conversación estaba Alfonso y la mujer mayor
Marta, al llegar a la estación del metro Vespucio Norte, con Alfonso se dirigen al lugar convenido
con René Hernández, salieron del metro Vespucio norte las cuatro personas y el auto de René
Hernández estaba a unos cuarenta metros, ellos caminaron primero, las mujeres esperaron, en el
vehículo estaba René Hernández, le hace entrega de la bolsa, se la que entrega a Alfonso y éste a
las mujeres. Agrega que René Hernández estaba dentro del vehículo y es quien le entrega la
bolsa y René cuando conversó con él por teléfono le dijo que había una cantidad de cuatro kilos de
marihuana dentro de la bolsa y eso se lo dijo cuando se juntaron todos, reconoce a René Alfredo
Hernández Puebla.
A su Defensor contesta que la negociación del precio se hizo en el momento
verbalmente, la mujer al llegar allá dijo que quería comprar un kilo de droga y el dinero no lo
recibió, no lo tomó, Alfonso le pasa la droga y cuando regresa a su lado es detenido, el dueño de
la droga no sabe quién, pero la llevaba René Hernández y la compraría la mujer de edad y su
función fue presentar a estas personas y René le dijo que le podía ayudar para el pasaje de
regreso a España, sin señalar monto.
Contraexaminado por la Defensa de Rivera Cisternas, señala que la mujer dijo
que quería un kilo y eso es lo que costaba $ 700.000 y al recibir la bolsa, de inmediato se le pasa a
Alfonso Rivera y éste cruza a entregársela a las mujeres y antes de que éste llegara a él lo detuvo
la policía. Agrega que la transacción de la droga, en principio era de cinco kilos, pero después
quería comprar un kilo él con Alfonso le ofertaron la droga, a la mujer y él los presenta el 05 de
diciembre y llevaba un mes y cinco días en Chile y cometió un error, señalando que lo hizo por
necesidad. Añade que nunca se puso en contacto con la compradora y Alfonso le llevó a la
compradora y él se encargo del vendedor, pero ninguno era el dueño de la misma y la destinataria
era la Sra. Marta y el que entregada el Sr. René Hernández.
A la Defensa de Navarro Acevedo y Reyes Navarro, señala que en principio se
habló de cinco kilos y en el acto de un kilo por un valor de $ 700. 000 y Alfonso fue a buscar el
dinero, pero jamás lo recibió.
A la Defensa de Hernández Puebla, señala que llegaba de España y viaja
constantemente con permiso judiciales por un delito de robo con intimidación y vino a Chile por
estar deportado. Agregó que con la transacción don René le dijo que lo ayudaría para pagar el
pasaje, además René Hernández Puebla la entrega la bolsa y le dijo que eran cuatro kilos y el
negocio era por un kilo y esto se lo dijo cuando se bajaron del metro y se acercan al vehículo con
Alfonso y estaban a unos 10 metros de distancia con las mujeres y el auto estaba a unos cincuenta
metros y le dicen que iba a comprar un kilo cuando la bolsa iba en camino. Refiere que jamás
hablo con la mujer porque no la conocía y solamente su función era presentarlos, a René con esta
gente, y no lo hizo debido a que las mujeres no quisieron dar presencia física. Agrega que se
bajaron del metro y en ese lapso le dice que la mujer quería un kilo, llega al vehículo y René le
entrega la bolsa con los cuatro kilos y la bolsa se la entrega a Alfonso, sabiendo que la mujer iba a
comprar un kilo y la mujer debía sacar lo que quería y sabía hacerlo la mujer, ya que en la bolsa
habían paquetes con el mismo pesaje que le había comentado René y esta mujer debía elegir en la
calle y ella debía sacar un paquete de la bolsa y no había otra forma y si se llevaba la bolsa con los
cuatro kilos era su problema y esto se lo informó a René Hernández y él le entregó la bolsa
completa y en el vehículo que concurría René Hernández no se encontró droga. Alfonso se quedó
a una distancia de 3 a 4 metros de cuando René le pasa la droga y él debe haberlo visto y
desconoce porque dice que no lo vio.
Al tribunal Aclara que jamás hablo con la mujer, ya que su función eran
presentarlos y las mujeres no quisieron ir a la presentación ya que quería hacerla directamente
René Hernández con la mujer interesada, pero al momento de acercarse al vehículo la mujer no
quiso acercarse, es decir Marta y que Alfonso había hecho el trato con él.
En la oportunidad dispuesta en el inciso final del artículo 338 del Código
Procesal Penal, se reserva su derecho a guardar silencio.
- MARCIAL ENRIQUE CARRANZA RODRIGUEZ, manifiesta que responde por lo
que le corresponde y reconoce los 100 gramos de cocaína y las dos matas de marihuana, agrega
que la droga era para su consumo y de repente vendía algunos pitos.
Contrainterrogado por el Ministerio Público, señala que estos hechos ocurrieron
el 05 de diciembre de 2008, como a las 17:00 a 18:00 horas, y antes de ser detenido por la
policía, andaba por el sector de El Bosque, por calle Covarrubias, compró una droga, 100 gramos
de cocaína y pasó a visitar a la señora Marta que vive en calle Aviadores, no recuerda numeración.
Reconoce a la Sra. Marta como Marta Navarro Acevedo, al llegar a la casa preguntó por ella y
detectives estaba haciendo un procedimiento y lo detuvieron, señalándoles que la conocía hacía
cuarenta años y como lo pillaron con esa sustancia en los bolsillos, ella no tenía nada que ver y se
las pasó voluntariamente a la policía, después de pasar esa droga le dijo que tenía más droga en la

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casa, le pasó las llaves de su casa, le pidieron autorización y como tenía dos matas de marihuana,
lo demás era pura hoja lo informo a la policía. Añade que vive en Padre Juan Meyer 0899,
Población San Gregorio, La Granja y la policía se dirige a su casa y él es trasladado al cuartel y la
policía encontró las matas de marihuana ya que él les dijo que las mantenía, en definitiva le
encontraron 100 gramos de cocaína y dos matas de marihuana.
A su defensa contesta que se dedica a la compra y venta de antigüedades y se
ponía a las colas de las ferias, nunca ha tenido problemas penales y es primera vez que está
involucrado, desconoce a la hora en que fueron detenidas las otras personas, pero él fue detenido
entre las 17.00 a 18.00 horas.
Contraexaminado por la Defensa de Rivera Cisterna, señala que antes de la
fecha de detención no conocía a don Alfonso Rivera, solamente conocía a la Sra. Marta Navarro
Acevedo.
En la oportunidad dispuesta en el inciso final del artículo 338 del Código
Procesal Penal, se reserva su derecho a no declarar.
- RENE ALFREDO HERNANDEZ PUEBLA, manifiesta que el día jueves 4 de
diciembre de 2008, llegó a su casa Luis Acevedo Pérez del cual son amigos y le dijo que iba
deportado de España y tenía problemas para devolverse porque no tenía medios económicos y
conversando le dejaron un paquete que debía llevarlo el día viernes a una dirección, sin tener
conocimiento de que era hasta el momento de la detención. Agrega que a la única persona que
conoce es al Señor Acevedo.
Contrainterrogado por el Ministerio Público señala que el día 04 en diciembre
de 2008, se reúne en su domicilio con don Luis Acevedo, más o menos a la hora de almuerzo, y
éste le deja un paquete para que se lo llevara el día viernes a una dirección que le iba a dar y era
un paquete duro que iban en una bolsa de nylon o de supermercado, era un solo paquete. Agrega
que don Luis se lo deja para que se lo guardara y se lo llevara a una dirección que le iba a indicar y
este paquete lo debía mantener en su casa, pero no vio el contenido de la bolsa, este paquete
permanece en la casa del jueves 04 de diciembre del 2008, hasta cuando lo fue a dejar y el día
viernes tipo 14.00 a 14.30 horas, mientras estaba almorzando recibe un llamado de Luis y le dice
que le lleve el paquete al terminal del metro Vespucio Norte y como andaba en un auto de su hijo
para que le cambiara aceite y revisión, aprovechó de ir en este y las instrucciones era nada más
que esperarlo a la salida del metro Vespucio Norte y le señaló que debía ser entre las 15:00 a
15:30 horas y llegó como a las 14:40 horas. Añade que el momento de la entrega del paquete, sale
de la estación Acevedo con dos mujeres y otro hombre, se acercan al vehículo y lo ve a unos 50
metros desde donde estaba, ve a las cuatro personas, se acerca Luis Acevedo Pérez al auto
donde tenía la ventana abierta y saca el paquete, en ese momento se produce la detención.
Agrega que observa a cuatro personas saliendo del metro, dos señoras y dos hombres, las dos
señoras son una de edad de lentes y otra más joven, reconoce a la primera como Marta Navarro
Acevedo y la otra mujer joven es Claudia Reyes Navarro, además del Sr. Luis Acevedo Pérez y
Alfonso Rivera Cisterna que reconoce en la sala, a quienes no conocía, solamente a Luis.
Refiere que cuando salen del metro ve que se va Acevedo con Alfonso Rivera por el lado del
vehículo, luego se devuelve Acevedo, saca la bolsa del al lado del copiloto y la entrega, sin saber a
quién, pero tenía el vidrio abierto y el paquete en el asiento, no percatándose a quién se lo entrega.
Manifiesta que por mantener este paquete no recibiría ningún beneficio, ya que no sabía de que se
trataba y reconoce a Luis Hernán Acevedo Pérez.
A su Defensor señala que el paquete se lo pasó Luis Acevedo, lo transportó en el
auto de su hijo hasta la estación del metro Vespucio norte y no le informó que estaba en el asiento
del copiloto, pero era visible y él lo observó y lo sacó, perfectamente cualquier persona lo podría
haber sacado, no expendía ningún olor y estaba cerrado en una bolsa de supermercado anudada
en la punta, ese paquete lo recibió en ese estado y lo fue a dejar en el mismo estado. Por último
señala que el contenido del paquete nunca lo conoció.
Contraexaminado por la Defensa de Luis Acevedo, señala que conocía a Luis
Acevedo hacía bastante tiempo, hacía unos meses ya que conoce a su familia, y cuando
conversaron le dijo que tenía problemas y lo habían deportado de España y tenía problemas
económicos para volver, necesitaba dinero para comprar los pasajes y de antes lo estaba
planeando, ya que le dijo que al día siguiente se lo llevara. Agrega que el día de los hechos él
venía llegando de España y desconocía su domicilio, cuando fue a su casa llegó a píe y el
contenido era un paquete duro dentro de una bolsa de supermercado y no podría precisar cuántos
paquetes eran, pero era un solo envoltorio y dado la apariencia parecía un paquete de jeans de
altura de unos 15 centímetros y don Luis Acevedo, al momento de retirarse le pide que se lo
guarde, debido a que son amigos y eso no le pareció extraño que lo dejara ni que lo llamara para
llevárselo, debido a que no sabía dónde estaba viviendo y él lo llama a su teléfono celular y le dice
que se lo lleve de 15:00 a 15:30 horas, a la estación del metro Vespucio Norte y como andaba en
el vehículo de su hijo lo llevó.
En la oportunidad dispuesta en el inciso final del artículo 338 del Código
Procesal Penal, se mantuvo en su derecho a guardar silencio.

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DECIMO: Que, las partes no acordaron convenciones probatorias.
UNDECIMO: Que el delito materia de la acusación, tipificado en el artículo 3° de la
Ley 20.000, en las hipótesis que nos ocupa, consiste en poseer, guardar y/o transportar
sustancias o drogas estupefacientes o psicotrópicas productoras de dependencia física o síquica,
capaces de provocar graves efectos tóxicos o daños considerables a la salud pública, sin la
autorización competente.
DUODECIMO: Que para establecer si las evidencias incautadas corresponden a
algunas de las sustancias o drogas estupefacientes o psicotrópicas productoras de dependencia
física o síquica, capaces de provocar graves efectos tóxicos o daños considerables a la salud
pública, se contó con la prueba pericial incorporada por la Fiscalía, conforme a lo dispuesto por el
artículo 315 del Código Procesal Penal, cuyo origen y contenido no fue cuestionado por las
defensas y estos son:
- Oficio Reservado N° 3268 y 3269 de fecha 02 de abril de 2009, emitido por el
Servicio de Salud Metropolitano Norte, que indica que las muestras analizadas corresponden a
cannabis sativa con principios activos estupefacientes, las muestras N° 22473 y 22474, analizadas
en el Servicio corresponde al oficio y parte del antecedente, adjuntándose la cadena de custodia
original con los envoltorios y el acta de recepción correspondiente, y que la cantidad de hierba
recibida corresponde a un peso bruto total de 4.035,00 gramos, con un peso neto total
correspondiente a 4.030.00 gramos, la primera y un peso bruto total de 13,70 gramos, con un peso
neto total correspondiente a 11,90 gramos, suscritos por la Dra. Diana Penna Gaete, Jefe del
Laboratorio de análisis del Instituto Psiquiátrico Dr. José Hotrwitz B. del Servicio de Salud
Metropolitano Norte.
- Acta de Recepción N° 3268 y 3269, de fecha 10 de diciembre de 2008, del
Servicio de Salud Metropolitano Norte, que da cuenta de la recepción desde la Brigada
Antinarcóticos Metropolitana, para su custodia en ese Servicio de Salud, la droga denominada
marihuana, correspondiente a 4.035.00 gramos de hierba prensada en cuatro paquetes
enhuinchados con cinta (ladrillo), y 13,70 gramos con envoltorio, entregadas por el funcionario Raúl
Erazo Báez, indicándose en la muestra la cadena de custodia NUE 821455.
- Protocolo de Análisis e Informe sobre efectos y peligrosidad de la cannabis,
N.U.E. 821455, emitido por el Servicio de Salud Metropolitano Norte, que indica que la cannabis
produce tolerancia, que es la necesidad de aumentar la dosis o cantidad para obtener el mismo
efecto, dependencia psíquica o hábito propiamente dicho, que es el acostumbramiento al empleo
de dicha droga, cuya supresión provoca trastornos emocionales de necesidad misma, además de
euforia, con excepción de la dependencia física, concluyendo que la planta de la cannabis y su
resina no tiene ninguna indicación terapéutica, y el uso de la sustancia genera todas las
características de los estupefacientes, a excepción de la dependencia física, pero ello no exime a
esta droga de acarrear indebidamente graves perjuicios a jóvenes en pleno desarrollo físico o
intelectual y por ende a la sociedad, como asimismo a la salud pública de la nación, suscrito por la
Dra. Diana Penna Gaete, Jefe de la unidad de apoyo al Diagnostico del Servicio de Salud
Metropolitana Norte.
- Oficio Reservado N° 4041 de fecha 6 de febrero de 2009, emitido por el Servicio
de Salud Metropolitano Sur, que indica que las muestras analizadas corresponden a cannabis
sativa con principios activos estupefacientes, la muestra N° 04041 a y b, analizadas en el Servicio
corresponde al oficio y parte del antecedente, adjuntándose la cadena de custodia original con los
envoltorios y el acta de recepción correspondiente, y que la cantidad de hierba recibida
corresponde a un peso neto total de 3558.70 gramos, con un peso neto total correspondiente a
3.500.00 gramos, la primera correspondientes a tres plantas con raíz, tallo y hojas y un monedero
un peso bruto total de 63,1 gramos, con un peso neto total correspondiente a 58,7 gramos,
suscritos por Gabriela Benavente Millan, Bioquímico del Servicio de Salud Metropolitano Sur.
- Acta de Recepción N° 04041, de fecha 09 de diciembre de 2008, del Servicio de
Salud Metropolitano Sur, que da cuenta de la recepción desde la Brigada Antinarcóticos
Metropolitana, para su custodia en ese Servicio de Salud, la droga denominada marihuana,
correspondiente a 3.500.00 gramos correspondiente a tres plantas con raíz, tallo y hojas, y 63,1
gramos, neto 58,7 gramos de hierba molida, entregadas por el funcionario Raúl Erazo Báez,
indicándose en la muestra la cadena de custodia NUE 821456.
- Protocolo de Análisis e Informe sobre efectos y peligrosidad de la cannabis,
N.U.E. 821456, emitido por el Servicio de Salud Metropolitano Sur, que indica que la cannabis
produce tolerancia, que es la necesidad de aumentar la dosis o cantidad para obtener el mismo
efecto, dependencia psíquica o hábito propiamente dicho, que es el acostumbramiento al empleo
de dicha droga, cuya supresión provoca trastornos emocionales de necesidad misma, además de
euforia, con excepción de la dependencia física, concluyendo que la planta de la cannabis y su
resina no tiene ninguna indicación terapéutica, y el uso de la sustancia genera todas las
características de los estupefacientes, a excepción de la dependencia física, pero ello no exime a
esta droga de acarrear indebidamente graves perjuicios a jóvenes en pleno desarrollo físico o

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intelectual y por ende a la sociedad, como asimismo a la salud pública de la nación, suscrito por la
Dra. Gabriela Benavente Millan, bioquímico del Servicio de Salud Metropolitana Sur.
- Protocolo de análisis químico, de fecha 19 de febrero de 2008, emitido por la
Unidad de Sustancias Ilícitas del Instituto de Salud Pública de Chile, suscrito por la perito químico
Angelique Gálvez Navarro, mediante el cual se informa que efectuados los procedimientos a los
que fueron sometidas, las muestras 21218-2008-M1-2 y 21218-2008-M2-2, encontró cocaína y
carbonatos, concluyendo que se trata de cocaína Clorhidrato en un 11% y 14% respectivamente.
- Acta de recepción N° 21218-2008, de fecha 05 de diciembre de 2008, mediante el
cual el Jefe de la Unidad de Sustancias Ilícitas del Instituto de Salud Pública de Chile dejó
constancia de la recepción de la Brigada Antinarcóticos Metropolitana, del oficio N° 2615 de la
misma fecha, que se trata de dos muestras con nombre presuntivo de la sustancia es cocaína, la
primera muestra señala 105 gramos neto polvo blanco y la segunda 8,6 gramos neto cocaína polvo
beige, ésta se encuentra suscrita por el Inspector Miguel Cabezas Sagal y la Químico
Farmacéutica Patricia Muñoz P. Jefa del Sub departamento sustancias ilícitas del Instituto de
Salud Pública.
- Oficio reservado N° 21218-2008, de fecha 23 de febrero de 2009, mediante el cual
el Jefe de la Unidad de Sustancias Ilícitas del Instituto de Salud Pública de Chile remitió a la
Fiscalía Regional Sur, copia del protocolo de análisis de los decomisos 21218-2008-M1-2 y 21218-
2008-M2-2, descritos como polvo blanco y beige, señalando que las muestras corresponden a
cocaína clorhidrato con pesos de 105 gramos neto y 8,6 gramos neto, suscrito por la jefa del sub
departamento de sustancias ilícitas, doña Patricia Muñoz P.
- Informe sobre tráfico y acción de la cocaína en el organismo, emitido por
Angelique Gálvez Navarro, perito químico del Instituto de Salud Pública de Chile, del que consta
que la cocaína es un alcaloide que se extrae de las hojas de la planta de coca. Que en el uso ilícito
la cocaína se utiliza por su acción estimulante del sistema nervioso central, produciendo una
sensación de euforia o de gran placer de poco tiempo de duración, lo que lleva al hábito, tolerancia
y adicción. Que el consumo crónico y agudo de cocaína ocasiona toxicidad, produciendo trastornos
cardiovasculares, cerebrales, respiratorios y psíquicos. Que cualquier pureza o concentración de la
droga es igualmente dañina para la salud pública. Que en nuestro país no existe ninguna persona
natural o jurídica autorizada para portar, distribuir, consumir o vender cocaína y las importaciones
son autorizadas por el Instituto de Salud Pública de Chile con fines estrictamente analíticos y
excepcionalmente con fines científicos, bajo estricta supervisión médica y el control sanitario
correspondiente.
- Comprobantes de depósitos bancarios por $ 640.000, $ 18.000 y $ 180.000
pesos, que se refieren a los dineros incautados en el procedimiento y su depósito a plazo
renovable reajustable del BancoEstado.
En resumen, con el mérito de la prueba pericial y documental referida
precedentemente y de las declaraciones veraces y creíbles de los funcionarios policiales Rodolfo
Castañeda Zúñiga, Migue Cabezas Sagal y Patricio Soto Rocco, quienes apreciaron
directamente los hechos a los que se refieren, se estableció que la evidencia incautada y remitida a
los Servicios de Salud Metropolitano Norte y Sur, indican que las muestra analizada corresponde a
cannabis sativa con principios activos estupefacientes, y la evidencia incautada y remitida al
Instituto de Salud Pública, para su análisis, correspondiendo las muestras a cocaína Clorhidrato,
con una pureza de 11% y 14%, y todas las muestras remitidas, se tratan de sustancias o drogas
estupefacientes o psicotrópicas, productoras de dependencia física o síquica, capaces de provocar
graves efectos tóxicos o daños considerables a la salud pública, descrita en el artículo 1° del
Reglamento de la Ley 20.000.
DECIMO TERCERO: Que, por otra parte, los hechores no contaban con permiso o
autorización alguna de la autoridad respectiva para poseer y guardar las drogas incautadas, y del
análisis coherente de las probanzas rendidas se concluye, sin lugar a dudas, que las sustancias
estupefacientes estaban destinadas a su comercialización y distribución, atendida su considerable
cantidad, teniendo presente, además, que en nuestro país no existe ninguna persona natural o
jurídica autorizada para portar, distribuir, consumir o vender tales sustancias ilícitas y las
importaciones son autorizadas por el Instituto de Salud Pública, con fines estrictamente analíticos y
excepcionalmente con fines científicos, tal como se señaló precedentemente.
DECIMO CUARTO: Que para acreditar que se incurrió en alguna de las conductas
que permiten establecer la existencia de tráfico ilícito de sustancias o drogas estupefacientes o
sicotrópicas, en la especie, en la posesión, guarda y transporte de tales sustancias por parte de
los acusados, se contó con las declaraciones de los funcionarios de Investigaciones que acudieron
al lugar de los hechos.
En efecto, MIGUEL EDUARDO CABEZAS SAGAL, señala que conoce el motivo
de su comparecencia y esta investigación se toma conocimiento de la Brigada Antinarcóticos de un
sujeto de nombre Marcial que es de la población San Gregorio que se dedicaría al tráfico,
correspondiendo a Marcial Carranza Rodríguez se conoce su teléfono 09966464 la de empresa
Entel y se solicita a la fiscalía sur la intercepción del teléfono por 60 días, una vez interceptada se

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ubican llamadas que esta personas se dedica al tráfico en San Gregorio como El Bosque, dentro
de los contactos principales, toma contacto con una mujer de nombre Marta, que le señala que
necesitaba dos paraderos 50 , que dentro de la investigación se refería ab transacción de droga,
se establece que llega a calle Los Aviadores 1366, comuna de El Bosque y que esta persona de
Nombre Marta Navarro Acevedo, de la que se establece número telefónico 098398558 de la
empresa Entel, se solicitan autorizaciones al tribunal y comienza a generar llamados donde gente
le solicita droga, efectuando trabajos de vigilancia en su domicilio, posteriormente se establece un
nuevo teléfono de Marta 094876582, Entel y se hace la diligencia de intervención y se obtienen
diversas llamadas dentro de la principal una llamada de su hija señalándole que llamó René, que
se juntara con Alfonso en el centro de Santiago como siempre, pero ella señala que no podría
concurrir, el 05 de diciembre de 2008, se recepciona una nueva llamada y una mujer Wendy le
solicita algo, pero le dice que debe esperar con unos sujetos con los que se reunirá a las 13:00
horas en el centro y deberá esperar hasta la noche. Añade que con estos antecedentes se instala
un dispositivo en Los Aviadores para detectar la salida de Marta y no arrojó resultados positivos,
pero se captó un llamado de Marta que le dice a su hija que se dirija al metro Calicanto y se
detecta a Marta en compañía de dos sujetos un adulto de unos 60 a 65 años, que vestía camisa
negra y una segunda persona joven contextura delgada y polera blanca con rojo, permanecen unos
minutos y se reúnen con Claudia abordando la línea dos con destino al norte para llegar a la última
estación, siendo vigilados en todo momento. Agrega que una vez que terminan esta trayectoria
descienden del metro y se dirigen a un vehículo estacionado con un conductor al volante, se
posesionan en la ventanilla del copiloto y el conductor al volante, en ese instante se percatan que
desde el interior del móvil René hace entrega un paquete que es recibido por el sujeto de camisa
negra y este recibe la bolsa y se la entrega a Claudia que era una bolsa con la leyenda Tottus, se
hace oportuno controlar la identidad encontrando en la bolsa alrededor de cuatro paquetes con
huincha adhesiva café con sustancia verdosa, sometida a la prueba de campo arrojando
coloración positiva para cannabis, procediendo a la detención de las cuatro personas y del
conductor del vehículo y se identifican las personas Marta Navarro, Claudia Reyes, Alfonso Rivera,
Luis Acevedo Pérez y René Hernández Puebla y de acuerdo a la flagrancia son trasladados a la
unidad policial y al registro pertenencia a Alfonso se le encuentra un trozo sustancia vegetal que
sometida prueba campo arrojó coloración positiva para cannabis y el pesaje de los paquetes arrojo
4 kilos y lo encontraron a Rivera con 14 gramos, una vez en la unidad policial entrevistan a Marta
Navarro e hija y manifestaron colaborar y acceden ingreso a sus domicilio y al concurrir a estos
corroboraron y los registraron y en la pieza matrimonial de Marta Navarro, en una cómoda se
encontró $ 180.00 en billetes diversa denominación, dos monederos con sustancia vegetal verdosa
que arrojaron coloración positiva cannabis sativa, una vez ubicada esa droga, se realizó examen
piedra y en un peluche que estaba en la pared existía una bolsa contenedora sustancia en polvo
blanca que arrojó azul positiva a cocaína. Añade que mientras tanto, otro equipo revisaba la casa
de Claudia y se encontró una pesa digital, bolsas tipo cubo, papel cuadriculado en hoja de
cuaderno y un bolso negro con franjas rojas. Además, en el domicilio de Marta Navarro, se siente
que golpean la puerta y personalmente concurre a verificar de quien se trata y al abrir se encuentra
con Marcial Carranza Rodríguez ya identificado por tráfico, se le solicitó la identidad y se le explicó
que era procedimiento antidrogas y al preguntar qué hacia ahí se contradijo y al hacer registro
vestimentas se encontró una sustancia en polvo color blanco que al ser realizada prueba de campo
arrojó azul positivo cocaína y fue detenido en flagrancia y accedió forma voluntaria registro
domicilio de Juan Meyer 0899 La Granja y se encontró en el patio del inmueble tres matas
cannabis Sativa con altura de dos metros aproximadamente, con todas estas diligencias se
dirigieron a la unidad policial al procedimiento respectivo.
Al Ministerio Público responde que la sustancia que se encontró a Marcial
Carranza Rodríguez fue de 100 gramos de cocaína y dentro de las diligencias realizadas se
ingresó en forma voluntaria al domicilio de la Sra. Marta y en dos monederos se encontraron tres
bolsas con Cannabis Sativa que estaban en tres bolsas en cada monedero transparentes, es decir
eran seis bolsas, el pesaje de estas fue 63,5 gramos de cannabis Sativa y la bolsa que estaba en
el peluche eran 7 gramos de cocaína. Todos los pesajes y prueba de campo se realizaron en la
unidad y estuvo presente en ellos, además participaron el Sub Inspector Rodolfo Castañeda y
inspector Patricio Soto. Reitera lo de las escuchas telefónicas, el lugar en que se reunieron para
concurrir a buscar la droga y el momento de la entrega y detención. Agrega que antes del
procedimiento, estas personas estaban muy cerca, en un semicírculo, es decir estaba Claudia,
Marta, Alfonso Rivera y Acevedo y el conductor se mantuvo al volante del vehículo en todo
momento se reconoce al conductor en la sala como René Alfredo Hernández Puebla, quien
fue que le entregó la bolsa a Rivera Cisterna a quien reconoce como Alfonso Alfredo Rivera
Cisterna, la entrega de esta bolsa fue a Claudia y sindica a Claudia Soledad Reyes Navarro y la
persona que era un blanco investigativo se identifica como Marta Navarro la reconoce como
Marta Sonia Navarro Acevedo, la persona joven que se encontraba presente en el metro
calicanto y que participó en todo esto de apellido Acevedo lo sindica como Luis Hernán Acevedo
Pérez. Finalmente dentro de la investigación le correspondió participar en el registro a Marcial

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Carranza y lo reconoce en la audiencia como Marcial Enrique Carranza Rodríguez. Finalmente
señala que participó en le remisión de la droga al Servicio de Salud pública los 100 gramos de
cocaína incautados mediante oficio 2615, de fecha 05 de diciembre de 2008 con acta 21218-2008,
que corresponden a los 100 gramos incautados a Carranza y los 7 gramos del domicilio de Marta
Navarro en el peluche y esa droga la entregó personalmente en el servicio. Además, la droga
incautadas el 05 de diciembre de 2008 específicamente los cuatro kilos 31 gramos y la marihuana
encontrada a Alfonso Rivera fue entregada por Sub comisario Raúl Erazo al Servicio de Salud
Metropolitano Norte.
A la Defensa de Navarro Acevedo y Reyes Navarro, señala que las
intercepciones telefónicas presumieron que se dedicaba a la venta de droga y al inicio de la
investigación se efectúan vigilancias y se establecen las conversaciones telefónicas como
movimiento de personas en sus domicilios. Finalmente el día de la detención se incauta en el
domicilio alrededor de $ 180.00, en billetes diversa denominación y al momento detención
aproximadamente $640.000 en efectivo.
A la defensa de Rivera Cisternas refiere que al momento de la detención estaba
presente y como lo ha señalado personalmente observó que se hace entrega a Alfonso Rivera
Cisterna de la bolsa y a su vez hace entrega de ella a Claudia. Además, puede ser normal que
llevan una muestra de cannabis, y queda evidenciado, ya que los paquetes llevaban una muestra
sobre el paquete adosada con cinta y uno no estaba, ésta fue encontrado en la camisa del
imputado y la droga ubicada estaba al interior de una bolsa de plástico y en un estado similar a los
paquetes incautados y la bolsa evita que salga olor.
A la defensa Acevedo Pérez, manifiesta que el funcionario que estaba en el
cuartel escuchando es el subinspector Rodolfo Castañeda y se comunicaba con ellos en forma
telefónica o radial y en el lugar de la detención estaba a cargo el sub comisario Erazo, pero el más
antiguo oficial de caso le correspondía a él. En la vigilancia al domicilio participó personalmente y el
llamado telefónico que los hace trasladarse al centro del día 5 de Diciembre, en que Marta recibe
una llamada de la mujer de nombre Wendy, que le pregunta si tiene algo y Marta le dice que
después de la una estaría bien y que se comunicara en la noche, además el día 4, tenían
antecedentes que se reunirían en el centro de Santiago y posteriormente al comunicado de Wendy
se produce uno entre Marta y Claudia y se ubican en el metro Calicanto y el seguimiento de la
estación Calicanto hacia la última de Vespucio Norte se efectúa como un pasajero más y las cuatro
personas estaban en el mismo vagón y éstos solamente conversaban, pero estaban todos
reunidos y al momento de la detención estaba a pie y seguía los hechos y era seguido por Patricio
Soto Rocco, inspector Cornejo y Molina , estaban a una distancia del auto de una vereda a otra a
unos cinco metros, es decir estaba frente a la vereda y su primera vista era el piloto y sus
compañeros en los otros pun tos de observación y los demás funcionarios vieron casi lo mismo
señalado.
A la defensa de Carranza Rodríguez, señala que escucho personalmente los
llamados de don Marcial con doña Marta y fueron bastantes conversaciones que se daban a diario
y se van cotejando con lo que se da en terreno y las escuchas son claras, además, las escuchas
de doña Marta con don Marcial no lo podría precisar, pero son diversas entre ambos, y dentro de
las principales que estaba bien de salud y que le llegó el pasto de los conejos y al preguntar el
precio le dice 650 y le encarga tres, estas eran las diligencias de la investigaciones para detectar al
máximo proveedor de droga y no fue detenido ni formalizado por estas escuchas y era producto de
la investigación para ampliar los antecedentes y establecer el tráfico de drogas. Agrega que abrió
la puerta cuando llegó con Marcial Carranza y en sus vestimentas encontró una bolsa transparente
contenedora de sustancia en polvo blanca que arrojó azul positivo para cocaína y en el domicilio,
en el patio, tres matas de cannabis sativa, de aproximadamente 2 metros de altura, no se encontró
dinero ni especies de valor y al ser detenido don Marcial, efectivamente le pasó las llaves de la
casa y manifestó espontáneamente que en el domicilio mantenía unas plantas de marihuana.
A la defensa de Hernández Puebla, señala que este procedimiento se origina por
una investigación a Marcial Carranza y Marta Navarro que eran los blancos investigativos y el día
de los hechos no logran seguir a Marta, sólo por las escuchas saben que va al metro calicanto y
van a ese lugar, sin ver salir a la hija, en estas escuchas doña marta no le dijo que llevara dinero y
solamente sabía que debían juntarse, para llegar al metro se desplazaron en vehículo fiscales,
alrededor de cuatro e iban alrededor de diez a doce funcionarios y en el metro bajan solamente
unos cinco, Inspector Molina, Soto, Cornejo y no recuerda al otro, en la parte superior del metro, al
costado de una feria, se detecta con estas dos personas que no conocía, a ella la ubicaban desde
antes y la observan cuando bajan los tres y es seguida viendo cuando de reúne con su hija y el
tiempo fue de un minuto, ya que estos bajan y llega la hija a las boleterías, pero no saben de dónde
iba, estos ingresan al andén y se van a la última estación en el mismo carro y los demás
funcionarios van observando, los funcionarios que no bajaron al metro se comunicaban en forma
telefónica y al llegar al metro bajan estas personas y las siguen a un par de metros, no alcanzaban
a escuchar lo que conversaban, al llegar al exterior los vehículos policiales no llegaban por la
congestión y ven que estos se dirigen al vehículo y los siguen a la misma distancia y se pone en la

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vereda del frente de donde estaba estacionado el vehículo y tenía a la vista al conductor y a las
personas que estaban afuera y estaban las cuatro personas a un costado en un semicírculo y
observa que el conductor que no se bajó, le entrega una bolsa a Alfonso Rivera de camisa negra y
el conductor la saca de un costado del copiloto y la levanta hacia la ventanilla y entrega a Alfonso
Rivera y éste solamente se agacha e ingresa su brazo y extrae la bolsa blanca que en su interior
se notaba algo pesado que era de supermercado y adentro habían cuatro paquetes en forma de
ladrillo de manera rectangular con cannabis sativa, paquetes envueltos con cinta adhesiva y desde
el exterior no se apreciaban estos, la cinta adhesiva sirva para cubrir la sustancia, para que no se
desparrame en la bolsa y como una forma de calcula la cantidad y peso, también podría servir para
disfrazar el olor. Añade que al ver que la bolsa es entregada a Alfonso Rivera, se la entrega a
Claudia, actúan deteniéndolos a todos, en el vehículo no había más droga. Se incautaron $
640.000 a Marta Navarro, René Hernández no tenía dinero y los otros tenían dinero Luis Acevedo
portaba alrededor de $ 18.000 y un celular.
Al tenor de lo dispuesto en el artículo 329 del Código Procesal Penal, a la defensa
Alfonso Rivera, señala que como oficial de caso había escuchado hablar de René y Alfonso, eran
nombres que no se manejaban con anterioridad en la investigación, no estaban individualizados ni
se conocían y solamente fueron identificados al momento de la detención. Por último señala que al
momento del llamado coincidentemente está presente en el lugar del tráfico de drogas, un Alfonso
y un René.
Del mismo modo se cuenta con los atestados del sub Inspector de la Policía
de Investigaciones don RODOLFO FERNANDO CASTAÑEDA ZUÑIGA, que relata que se
dedico con Miguel Cabezas a investigar a unos sujetos dedicados al tráfico de drogas, reiterando lo
señalado por éste en los mismos términos hasta la detención. Agregando que les preguntó a Marta
y Claudia si era su deseo colaborar con la investigación en el sentido que voluntariamente
accedieran al ingreso a su inmueble, se ingresa voluntariamente y en el domicilio de Marta se
encontraron seis bolsitas de marihuana con un peso de 63.5 gramos y en un peluche amarillo 7
gramos cocaína y la suma de $ 180.000 y en el intertanto se cumplía con el ingreso al domicilio de
Claudia en 1387 en el interior de su domicilio se encontró pesa digital, bolsas plásticas y recortes
de papel, utilizados por microtraficantes y traficantes para pequeñas dosis de marihuana,
posteriormente se trasladaron a un negocio y no se encontró nada. Añade que cuando se daba
cumplimiento al registro del domicilio de Marta llegó un sujeto que correspondía a Marcial Carranza
y atendido a que era un blanco principal se le efectúa control de identidad y registro vestimentas y
se le encontró cocaína y esta situación amerito el traslado al domicilio de Juan Meyer 0899
Población San Gregorio, comuna de la Granja y se encontraron tres matas de marihuana, las que
fueron arrancadas y trasladadas al Servicio de Salud Metropolitano.
Al Ministerio Publico responde que el peso de la marihuana al momento de la
detención de las cuatro personas eran 4 kilos 31 gramos, además, 17 gramos en las vestimentas
de Alfonso que coincidentemente eran de los mismos cuadrados de los cuatro paquetes, es decir el
sujeto portaba una muestra. Da cuenta de inicio de la investigación, los números interceptados y en
el seguimiento, detención e incautación de la droga. Agrega que estuvo presente en el pesaje de la
droga, como la prueba de campo e identificó a todas las personas de la sala e identificó como
René a René Alfredo Hernández Puebla, quien mantenía la bolsa blanca que es entregada a
Alfonso y en donde se encuentran los paquetes de marihuana.
Se le exhibe set fotográfico acompañado como otros medios de prueba y refiere
que la fotografía N° 1, 2, 3 y 4, corresponden al peluche amarillo encontrado dormitorio matrimonial
de la casa de Marta y en el interior mantenía una bolsa plástica con 7 gramos cocaína. La N° 5 y 6,
es la chauchera encontrada en el interior del dormitorio matrimonial en el domicilio de Marta
encima de un velador y en el interior de éste tres bolsas plásticas transparentes que contenían
marihuana. La N° 7, es un bolso negro encontrado. La N° 8, es el interior bolso negro en donde se
encontró tres bolsas plásticas con restos. La N° 9, 10, 11 y 12, la prueba campo a la sustancia al
interior peluche y que arrojó azul positivo a la presencia cocaína. La N° 13 y 14, es la bolsa
entregada por René a Alfonso y ésta a Claudia. Con leyenda Tottus de supermercado y al interior
una bolsa negra y en esta estaban los cuatro paquetes de marihuana. De 4 kilos 31 gramos. La N°
15 y 16, es el detalle de los contenedores y se aprecia un paquete en que falta una muestra para
exhibir su productor y falta una y en el costado derecho de la fotografía es el trozo encontrado en el
bolsillo de la camisa de Alfonso y es el que le falta al paquete. La N° 17, corresponde a la balanza
digital ubicada al interior del domicilio de Claudia, la que se utiliza para dosificar la droga. La N° 18,
son las bolsas plásticas encontradas en la casa de Claudia y algunos envoltorios de papel
cuadriculado blanco de cuaderno. Las bolsas y los papeles se encontraban al interior de un bolso
negro ubicadas en el dormitorio de Claudia en su domicilio. La N° 19, son las tres matas de
marihuana encontradas en el interior del domicilio de Marcial Carranza Rodríguez. La N° 20,
corresponden al dinero incautado en poder de Marta en la detención y los teléfonos incautados en
el procedimiento y se incautó la suma de $ 640.000 y en el domicilio $ 180.000 en billetes distinta
denominación. Añade que estuvo a cargo de las escuchas telefónicas las cuales remitió al
Ministerio Público alrededor de 7 a 8 escuchas, pero no fueron las únicas conversaciones, sin

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embargo estas son las llamadas más relevantes de la investigación y son comunicados de fecha 4
y 5 de diciembre de 2008, en que se produce la detención.
Incorpora Disco compacto de escuchas telefónicas incorporado como otros medios
de prueba y refiere que en la primera escucha participan Marta Navarro y Marcial Carranza, el
contexto interpretativo se usan términos velados en sus conversaciones y se refieren netamente a
que solicita droga marihuana a 650 y en otras investigaciones se ha establecido que ese es el valor
comercial en la región metropolitana y Marta le dice que solamente quiere tres, esta conversación
no recuerda fecha, pero fue en el mes de noviembre de 2008, en la segunda, participan en la
conversación Marta Navarro y Claudia Reyes y le pide algunas bolsas con marihuana o un tipo de
droga, para ser transportadas por su otra hija Carola. En la tercera participan en la conversación
Marta Navarro y Claudia Reyes y se refieren en términos velados a que le lleve una droga para
envasar con la expresión cuchufli para la Wendy. En la cuarta, en la conversación participan
Marta Navarro y Claudia Reyes en que se solicitan siete guirnaldas en forma encubierta
refiriéndose a siete dosis de droga y le dice de las mismas de antes, es decir que no es la primera
vez que hablan de lo mismo. En la quinta, conversan Marta Navarro y Claudia Reyes, le pide la
huincha en términos velados, se refiere a la pesa y los traficantes utilizan ese término. En la sexta,
participan Marta Navarro y Claudia Reyes, esto es del 04 de diciembre de 2008 y lo relevante es
que motivo el alerta de los dispositivos, debido a que se encontraban próximos a una transacción
de droga y Claudia llama a Marta y le dice que llamó René que se juntara con Alfonso, donde
mismo y le dice que no puede ir y que lo dejen para el otro día, la relevancia de esta conversación
es que se mencionan a otros de los imputados detenidos con posterioridad, René y Alfonso,
además Claudia le dice a Marta, donde mismo y se extrae que estas personas no es la primera vez
que se juntan al señalar donde mismo, saben donde reunirse y es compón en personas que de
dedican al tráfico de no dar direcciones. En la séptima, en la conversación participan Marta
Navarro y una mujer identificada como Wendy, esto se produce el día 05 de diciembre de 2008 y
es relevante en la investigación, debido a que con esta información los dispositivos se trasladaron
a efectuar las vigilancias, se puso en alerta que estaban a pocas horas de concretar un tráfico de
drogas. Por lo que se trasladaron carros policiales al inmueble de la imputada para una vigilancia y
detectarla saliendo, en esta conversación la persona de nombre Wendy, pregunta a Marta si tiene
algo y esta dice que no, en términos ocultos le solicita droga y ante cualquier noticia la llamará,
debido a que se juntará con un caballero a las 13.00 horas, en el centro y éste correspondería a
Alfonso y coincide con las vigilancias, seguimiento de ese día. La octava, es una conversación en
que participan Marta Navarro y Claudia Reyes el día 05 de diciembre de 2008, en esta
conversación es la más importante en la investigación debido a que señala donde se encuentra
físicamente esta persona, alertando a los dispositivos de vigilancia en el lugar y se encontraba con
el viejo, refiriéndose a Alfonso y el joven de nombre Luis. Agrega que no participa en la vigilancia
en calle Los Aviadores, pero si desde la vigilancia en el metro Calicanto, y se hace referencia a los
colectivos y metro Calicanto. Finalmente señala que las drogas incautadas fueron trasladadas a los
servicios de Salud correspondientes y al ser incautada sector norte, se traslado al Servicio Salud
Metropolitano Norte, los cuatro kilos y 31 gramos y los 15 gramos fue trasladada con oficio 2614,
de fecha 05 de diciembre de 2008 y la droga es recepcionada por el funcionario habilitado y emite
un acta de recepción y de los cuatro kilos fue la N° 3268 y los 17 gramos fue la N° 3269 y el
funcionario que entregó la droga es el Sub Comisario Raúl Erazo Báez. Agrega que la marihuana
ubicada en la casa de la Sra. Marta y las matas de marihuana, se remitió Servicio de Salud
Metropolitana Sur, mediante oficio N° 2620, mediante acta de recepción N° 04041, entregada por
el sub comisario Erazo. La cocaína fue remitida al Instituto de Salud Pública a través del Inspector
Miguel Cabezas.
A la Defensa de Navarro Acevedo y Reyes Navarro, refiere que en el lugar de la
detención se incautó la suma de $ 640.000, en efectivo, en billetes de diversa denominación, no
recordando quien lo incautó y el valor del kilo de marihuana es aproximadamente 650.000 y se
incautó 4 kilos y 31 gramos y desconoce el trato que tenían ellos. Además, de las escuchas a todo
se le dio la determinación de droga debido a la experticia policial y sabe que doña Claudia tiene un
negocio, pero la pesa y demás especies se incautaron en el domicilio y lo que se reúne de las
escuchas es de acuerdo a que ha trabajado dos años en la brigada antinarcóticos y conoce los
términos de los traficantes, además, al pedir cuchufli la Sra. Marta a Claudia en el domicilio no se
encontró ningún elemento que tenga relación con confitería.
Contraexaminado por la defensa de Rivera Cisternas, manifiesta que efectuó
escuchas telefónicas 4 a 5 meses y se presumió al último día que se efectuaría una transacción y
se ubicó un vehículo manejado por un tal René a la salida del metro Vespucio Norte, en que se
entregó una bolsa y la persona de nombre René aparece al último, al momento de la detención, y
en la conversación N° 6, señala Claudia a Marta que llamó René para que se juntaran en el centro
y en las escuchas telefónicas no aparece ningún procurador de nombre René Carrasco y la
presunción en su declaración en relación a René, este es nombrado, pero con quien se juntaría la
Sra. Marta era con Alfonso.

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A la defensa de Acevedo Pérez, contesta que escuchó conversaciones 4 a 5
meses y el nombre de Luis Acevedo, no apareció nunca y lo que hace don Luis Acevedo al
momento de juntarse con Marta, presta una especie de cobertura, ya que en el lugar conversaban
Marta y Alfonso y a medio metro estaba parado Luis y éste más bien los acompañaba.
A la defensa de Carranza Rodríguez, señala que la señora Marta de las
escuchas telefónicas es que tenía contacto con microtraficantes del sector pero no señaló que el
Sr. Carranza era microtraficante y respecto de éste no se pudo concretar nada hasta el último día
de su detención en que se le encontró droga. En la escucha en que participó el Sr. Carranza es
relevante en la investigación y sus conversaciones con netamente de tráfico y en la escucha del 11
de noviembre, se refiere a pasto para los conejos a 650 y es coincidente con la que le ofrece tres a
650, en lo relacionado a tres, no podría ser tres pitos y en la incautación fue de cuatro kilos de
droga. Respecto de la escucha del 04 de noviembre se escucha tres no más, pero de la
investigación se establece que perfectamente pueden ser tres kilos. Finalmente en el domicilio de
Marcial Carranza se encontraron tres matas de marihuana, no dinero, especies de valor ni otra
droga.
A la defensa de Hernández Puebla, reitera que estuvo en las escuchas 4 a 5
meses y se intervinieron tres teléfonos, uno de Marcial Carranza, y dos de Marta, en los teléfonos
de esta última no podría precisar cuántas llamadas, por lo menos unas 1000, en el segundo en que
se mencionó a un tal René, no se da ningún indicio al respecto, puede ser cualquiera,
coincidentemente es detenida una persona con este nombre. Reitera con quien estaba al
momento de la detención y el seguimiento realizado. Agrega que al bajar del metro, ven que se
dirigen a un vehículo estacionado, con los vidrios abajo, no recuerda la hora, hacía calor, el
conductor estaba al volante y al vehículo se acerca Alfonso que se coloca en la ventana del
copiloto, más atrás, a un metro estaba Luis y a un metro y medio a dos estaban paradas Marta y su
hija Claudia, ve que todos están alrededor del vehículo, va de frente a la cabina y ve un gesto
realizado por el conductor y Alfonso ingresa el antebrazo por la ventana y René le entrega una
bolsa blanca en las manos, esta bolsa la tenía en sus piernas o donde va el freno de mano, lo que
vio, ya que no hace ningún gesto al entregarlo, solamente hace un movimiento que no se esfuerza
y extiende el brazo para la entrega la bolsa, estaba de frente y ve al conductor del tronco hacia
arriba. Finalmente señala que se encontró una bolsa blanca con la leyenda Tottus y dentro de esta
una bolsa negra y al interior estaban los cuatro kilos de marihuana según la fotografía exhibida.
Añade que esta bolsa negra probablemente evitaba ser vista la droga y sólo se veía la bolsa, esta
droga estaba con huincha o cinta plástica con la bolsa negra y la otra blanca.
Además se cuenta con los dichos del inspector de la Brigada Antinarcóticos
Metropolitana PATRICIO ALEXIS SOTO ROCCO, que señala que en un procedimiento el día 05
de diciembre de 2008, en el que la brigada antinarcóticos, el oficial de caso Miguel Cabezas Sagal,
les informa respecto de una investigación de un sujeto de nombre Marcial Carranza Rodríguez con
domicilio en calle Juan Meyer 0899, población San Gregorio comuna de La Granja y en un brazo
de la investigación con intervención telefónica, se tomó conocimiento que éste traficaba droga con
una mujer de nombre Marta identificada como Marta Sonia Navarro Acevedo, con domicilio Los
Aviadores 1366 comuna de El Bosque y que trabajaba con su hija con domicilio en la misma calle
Aviadores N 1387 de la misma comuna y el día 04 de diciembre de 2008 se toma conocimiento que
se podría llevarse a cabo transacción de droga ese día y que informa que se dejó sin efecto. El día
05 de diciembre de 2008, se ubica un grupo de vigilancia cerca del domicilio de la Sra. Marta
Navarro, en el cual le tocó participar y cerca del medio día, se trasladan al centro de Santiago,
debido a que de la unidad por los monitores señalaban que esta se reuniría a una transacción de
droga en la estación del metro Calicanto, dando como referencia donde salen los colectivos,
llegando al lugar, ubicándola y estaba a la continuación de calle Puente al lado del mercado, con
dos sujetos, al poco rato llega a las boleterías del metro la hija Claudia Reyes Navarro y abordan
los cuatro el metro con destino a la estación Vespucio Norte, lugar donde descienden, participando
en todo momento en la vigilancia y en ese lugar salen a la superficie, se acercan a un vehículo
Nissan V-16 estacionado en calle principal Ignacio Carrera Pinto con príncipe Carlos, se acercan al
vehículo, había un tipo al volante, se acercan los tipos que acompañaban a Marta, identificados
como Alfonso Riveras y Luis Acevedo Pérez, al conductor del vehículo identificado como René
Hernández Puebla y le entrega una bolsa a Alfonso y este se la entrega a Claudia y se procede al
control de identidad a todas las personas, determinando que la bolsa que tomó Claudia contenía
cuatro paquetes con marihuana y debido además a los antecedentes respecto de la transacción de
droga, se comprueba lo esperado y se procede a la detención en flagrancia de las personas y la
droga arrojó un peso de 4 kilos y fracción y se detuvo a Alfonso Rivera, que en su camisa llevaba
un trozo de marihuana, que al ser comparado era una muestra de un paquete al que le faltaba
dicha parte, al ser comparado era una muestra de los paquetes. Se trasladaron a la unidad y al
concurrir al domicilio de los Aviadores N° 1366 de doña Marta, se incautó la suma de $ 180.000 y
en un peluche 7 gramos cocaína y en un mueble un monedero con dos seis envoltorios de
marihuana con un peso de 63 gramos, además, se allanó el domicilio se la hija y se encontró una
balanza digital, papeles y bolsas, estando en el domicilio de la Sra. Marta, a eso de las 18.00

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horas, llega en un vehículo Marcial Carranza Rodríguez, quien visitaba a la Sra. Marta, le abre la
puerta el Sub inspector Miguel Cabezas y del conocimiento de la investigación se le realizan
consultas y amparados en el artículo 85 del Código Procesal Penal, se le efectúa un control de
identidad, revisando de sus vestimentas y vehículo y se le encuentra en el bolsillo una bolsa con
100 gramos de una sustancia blanca que resultó ser cocaína, fue detenido y trasladado a la
unidad. Agrega que reconoce en la sala de audiencias a Alfonso Rivera Cisternas que fue la
persona que del interior del vehículo sacó la bolsa con la droga y la que le pasa don René que era
el conductor y reconoce a René Alfredo Hernández Puebla, además, estaba doña Marta y la
reconoce como Marta Sonia Navarro Acevedo, y también llegó otra mujer que reconoce como
Claudia Soledad Reyes Navarro, estas personas iban acompañados de Luis Hernán Acevedo
Pérez que reconoce entre los, presentes. Agrega que posteriormente concurren a los domicilios
de doña Marta Navarro y con posterioridad llega s éste Marcial Carranza Rodríguez y lo reconoce
en la sala y a quien se le encontró 100 gramos de cocaína y el Inspector Cabezas le abrió la
puerta en el inmueble.
A la defensa de Navarro Acevedo y Reyes Navarro, señala que de acuerdo a
las conversaciones, la Sra. Marta y su hija Claudia, vendían droga y esto lo sabe por la agrupación
en que trabaja que se dividen en tres y uno como jefe y se investigaba por el inspector Miguel
Cabezas Sagal, se indicó que se investigaba a la Sra. Marta y don Marcial como una banda que se
dedicaba al tráfico de drogas y las pruebas así lo demostraron al momento de ingresar al domicilio
de Marta Navarro, en que había droga dosificada, en el domicilio de doña Claudia, había una
balanza y especies para dosificar, al parecer ninguna de estas tiene antecedentes y no sabía que
doña Claudia tenía un negocio de confites, pero la balanza encontrada no recuerda el porte y de
ser pequeña de acuerdo a la experticia policial, la utilizan para dosificar droga, pero no fue a la
casa de la Sra. Claudia. Agrega que al momento de la detención se incautó dinero a la Sra. Marta $
640.000 y no recuerda si don Luis o Alfonso portaba $ 18.000, no recuerda quien realiza la
incautación, además, el precio de la marihuana fluctúa de acuerdo al lugar, fecha de compra y no
podría aseverar el precio de dicha transacción.
A la defensa de Acevedo Pérez, señala que participó en la detención de los
imputados y don Luis Acevedo Pérez, básicamente iba acompañando a don Alfonso Rivera, llegó
al lugar, se quedó en todo momento acompañándolo, hasta la detención, no podría señalar que
realizara seguridad o cobertura.
A la defensa de Hernández Puebla, señala que la droga decomisada de 4 kilos y
fracción, estaba en una bolsa blanca abierta con sus manillas y dentro de ésta bolsa había otra con
la droga incautada, ésta a simple vista no se veía al tomar la bolsa, debido a que estaba un
costado del vehículo al costado de la calzada y le tocó detener a don René, quien estaba con el
vehículo andando, le tocó bajarlo del vehículo y no recuerda si opuso resistencia y no se encontró
más droga, no recordando si el vehículo estaba a su nombre o de un tercero y en la investigación
no había ningún antecedente de ese móvil.
Asimismo, el ente persecutor incorporó legalmente como otros medios de prueba
un set de 20 fotografías tomadas a las especies incautadas y mediante su reproducción
un disco compacto de escuchas telefónicas.
DECIMO QUINTO: Valoración de la prueba para tener por configurado el delito
de tráfico ilícito de estupefacientes previsto y sancionado en el artículo 3° en relación con el artículo
1° de la Ley 20.000. en relación a los acusados Marta Navarro Acevedo, Claudia Reyes Navarro,
Alfonso Rivera Cisternas, Luis Acevedo Pérez y René Hernández Puebla, Que sin perjuicio que las
Defensas no cuestionaron la existencia del hecho punible, éste igualmente pudo ser establecido
con las declaraciones de Miguel Cabezas Sagal, Rodolfo Castañeda Zúñiga y Patricio Soto Rocco,
funcionarios de la Brigada Antinarcóticos de la Policía de Investigaciones de Chile, quienes fueron
contestes y unívocos en cuanto al hecho que producto de una investigación que llevaba alrededor
de cuatro meses y que finalizó el día 05 de diciembre de 2008, de un sujeto llamado Marcial, del
cual se obtuvo información residual consistente en que se contactaba con una Mujer de nombre
Marta los que se dedicaban al tráfico de sustancias estupefacientes, estableciendo en primer lugar
la identidad Marcial y Marta, quienes corresponden a los acusados Marcial Carranza Rodríguez y
Marta Navarro Acevedo, individualizando además su domicilio y teléfonos los cuales fueron
monitoreados, determinando que se dedicaban al tráfico de estupefacientes y el día 05 de
Diciembre de 2008, de acuerdo a las últimas conversaciones, concluyeron que se encontraban
próximos a una entrega de droga por lo que se dispuso la vigilancia del domicilio de Marta Navarro,
ubicado en calle Aviadores N° 1366 de la comuna de El Bosque, mientras efectuaban la vigilancia
son informados por el Sub inspector Castañeda que se había recibido un llamado de Marta a su
hija Claudia para que se reunieran en la estación del Metro Calicanto, lugar en el la esperaba su
madre acompañada de dos personas que posteriormente se estableció se trataba de Alfonso
Rivera Cisternas y Luis Acevedo Pérez, con quienes subieron a un carro del metro con destino al
norte, siendo en todo momento vigilados por los funcionarios Cabezas Sagal, Castañeda Zúñiga y
Soto Rocco, quienes llegaron a la estación del metro Vespucio Norte, lugar en el cual un vehículo
Nissan V 16 color celeste esperaba en las cercanías, móvil al cual se acercaron los dos hombres,

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permaneciendo las mujeres cerca de éste, percatándose que desde ese vehículo sacaban una
bolsa y era entregada por Alfonso Rivera a Claudia Reyes Navarro, motivo por el cual de inmediato
les efectuaron un control de identidad, encontrando en el interior de la bolsa que había recibido
Claudia Reyes Navarro cuatro paquetes con cuatro kilos 41 gramos de cannabis sativa o
marihuana prensada envueltos en cinta adhesiva tipo ladrillos, además, el registro de Alfonso
Rivera Cisterna se le encontró en un bolsillo un trozo de cannabis sativa con un peso aproximado
de 12 gramos, además de las sumas de $ 640.000 y $ 18.000 en dinero en efectivo, a quienes
detuvieron en situación de flagrancia. Fue así como posteriormente se registraron los domicilios de
Marta Navarro Acevedo y Claudia Reyes Navarro, ubicados en calle Aviadores N° 1366 y 1387 de
la comuna de El Bosque, en el primero ubicaron 63,1 gramos bruto de cannabis sativa y 8,6
gramos neto de cocaína clorhidrato, la suma de $ 180.000 en dinero en efectivo y en el segundo
domicilio se incautó una balanza digital, bolsas nylon tipo cubo y papeles de hoja de cuaderno
cuadriculado cortados, inculpaciones que se estimaron veraces, coherentes y que fueron
concordantes con la prueba documental y pericial rendida.
En efecto Rodolfo Castañeda, señaló haber estado presente al momento de la
incautación, peso y pruebas de campo de la sustancia como también de los antecedentes con los
cuales se entregó la droga al Servicio de Salud Metropolitano Norte, Sur y Servicio de Salud
Pública y que fue ratificado con la copia de oficio N° 3268 y 3269, de fecha 10 de diciembre
de 2008, remisores de droga, emanado de la Brigada Antinarcóticos Metropolitana que
consigna la remisión de una sustancia con características propias a la cannabis sativa
con un peso bruto de 4.035.00 gramos y 13,70 gramos, NUE 821455, y de una sustancia
polvo blanco con características de clorhidrato de cocaína con peso neto de 8,6 gramos,
NUE 821454.
Así las cosas, el Tribunal estimó las inculpaciones de los funcionarios policiales
veraces, coherentes y concordantes con la prueba pericial rendida. En efecto, mediante el
protocolo de análisis químico N° 21218-2008, de fecha 23 de febrero de 2009, mediante el cual
el Jefe de la Unidad de Sustancias Ilícitas del Instituto de Salud Pública de Chile y el oficio 2615 de
05 e diciembre de 2008, referente a la muestra 21218-2008-M2-2, descrito como polvo beige,
efectuado por la perito doña Patricia Muñoz P., señalando que la muestra corresponde a cocaína
clorhidrato con peso neto de 8,6 gramos con una valoración del 14%; además, los oficios
reservado N° 3268 y 3269 de fecha 02 de abril de 2009, emitido por el Servicio de Salud
Metropolitano Norte y Sur que indica que las muestras analizadas corresponden a cannabis sativa
con principios activos estupefacientes, las muestras N° 22473 y 22474, analizadas corresponde a
cannabis de cáñamo índico (marihuana) y tiene la presencia de principios activos del cáñamo
índico, todas las que se encuentran sujetas a la Ley 20.000 y que según refiere el informe sobre
tráfico y acción de cocaína en el organismo emanado del Instituto de Salud Pública y la copia del
informe sobre tráfico y acción de la cannabis sativa relativo a la droga incautada ocasiona toxicidad
produciendo trastornos cardiovasculares, cerebrales, respiratorios y psíquicos, añadiendo que
cualquier pureza o concentración de la droga es igualmente dañina para la salud pública,
antecedentes que además fueron avalados por las fotografías de la evidencia recogida e incautada
del sitio del suceso que fueron proyectadas y apreciadas por el Tribunal.
Todos estos antecedentes, más la evidencia material, conjugados entre sí y
apreciados de conformidad con el artículo 297 del Código Procesal Penal, permitieron acreditar,
más allá de toda duda razonable los siguientes hechos:
Que a través de medios técnicos y de vigilancia se determinó que el día 5 de
diciembre de 2008, alrededor de las 15:30 horas, en la intersección de calles Principal
Capitán Ignacio Carrera Pinto con Príncipe Carlos, comuna de Recoleta, Marta Navarro
Acevedo y Claudia Reyes Navarro, recibieron de Alfonso Rivera Cisternas, Luis Acevedo
Pérez y René Hernández Puebla, la cantidad de 4 paquetes envueltos en forma de ladrillos,
contenedores de una sustancia vegetal que sometida a la prueba de campo arrojó
coloración positiva ante la presencia de marihuana, con un peso bruto de 4.031 gramos,
siendo sorprendido del mismo modo Alfonso Rivera Cisternas, portando y transportando
una sustancia vegetal la cual arrojó coloración positiva a la presencia de marihuana con un
peso bruto de 14,6 gramos.
Posteriormente el mismo día en horas de la tarde, en el domicilio de Marta
Navarro Acevedo, ubicado en calle Aviadores N° 1366, comuna de El Bosque, se incautan
63,5 gramos bruto de marihuana y 7 gramos bruto de clorhidrato de cocaína, pertenecientes
a ésta.
DECIMO SEXTO: Calificación jurídica. Que los hechos establecidos en el motivo
anterior configuraron el delito de tráfico ilícito de estupefacientes, previsto y sancionado en el
artículo 3° en relación con el artículo 1° de la Ley 20.000.
DECIMO SEPTIMO: Valoración de la prueba en orden a tener por configurado
el delito de tráfico ilícito de estupefacientes previsto y sancionado en el artículo 3° en
relación con el artículo 1° de la Ley 20.000., respecto de Marcial Carranza Rodríguez. Que sin
perjuicio que la Defensa no cuestionó la existencia del hecho punible, sólo su calificación jurídica,

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éste igualmente pudo ser establecido con la prueba de cargo que se analizará a continuación. En
primer lugar, se contó con las declaraciones de Miguel Cabezas Sagal, Rodolfo Castañeda
Zúñiga y Patricio Soto Rocco, funcionarios de la Brigada Antinarcóticos Metropolitana, quienes
fueron contestes y unívocos en cuanto al hecho de que producto de una investigación que llevaba
alrededor de cuatro meses y que finalizó el día 05 de diciembre de 2008, de un sujeto llamado
Marcial, del cual se obtuvo información residual consistente en que se contactaba con una Mujer
de nombre Marta los que se dedicaban al tráfico de sustancias estupefacientes, estableciendo en
primer lugar la identidad Marcial y Marta, quienes corresponden a los acusados Marcial Carranza
Rodríguez y Marta Navarro Acevedo, individualizando además su domicilio y teléfonos los cuales
fueron monitoreados determinando que se dedicaban al tráfico de estupefacientes y el día 05 de
Diciembre de 2008, de acuerdo a las últimas conversaciones, concluyeron que se encontraban
próximos a una entrega de droga, la que se concretó horas más tarde, posteriormente mientras
realizaban el registro al inmueble de Marta Navarro, ubicado en calle Aviadores N° 1366 de la
comuna de El Bosque, concurrió al lugar Marcial Enrique Carranza Rodríguez, quien fue atendido
por el sub inspector Miguel Cabezas, a quien se le realiza un control de identidad y se le encuentra
entre sus vestimentas la cantidad aproximada de 100 gramos de cocaína clorhidrato, señalando
que en su domicilio de calle Juan Meyer N° 0899, Población San Gregorio, comuna de La Granja,
mantenía unas matas de marihuana, concurriendo el personal policial que las incautó.
Que para el mismo efecto, este Tribunal consideró los dichos del funcionario Rodolfo
Castañeda, que señaló haber estado presente al momento de la incautación, peso y pruebas de
campo de la sustancia como también de los antecedentes con los cuales se entregó la droga al
Servicio de Salud Metropolitano Sur, de las matas de marihuana y al Servicio de Salud Pública de
la cocaína incautada.
Que dichas declaraciones se estimaron por este Tribunal Oral veraces, coherentes
y concordantes con la prueba documental rendida. En efecto, mediante el reservado N° 21218-
2008, de fecha 05 de diciembre de 2008, mediante el cual el Jefe de la Unidad de Sustancias
Ilícitas del Instituto de Salud Pública de Chile dejó constancia de la recepción de la Brigada
Antinarcóticos Metropolitana, del oficio N° 2615 de la misma fecha, que se trata de dos muestras
con nombre presuntivo de la sustancia es cocaína, y la muestra señala 105 gramos neto de polvo
blanco, y corresponde a cocaína clorhidrato con una pureza de 11%, y que ésta se encuentran
sujeta a la Ley 20.000 y que según refiere el informe sobre tráfico y acción de cocaína en el
organismo emanado del Instituto de Salud Pública relativo a la droga incautada ocasiona
toxicidad produciendo trastornos cardiovasculares, cerebrales, respiratorios y psíquicos, añadiendo
que cualquier pureza o concentración de la droga es igualmente dañina para la salud pública.
Asimismo el Reservado N° 4041, de fecha 6 de febrero de 2009, emitido por el Servicio de Salud
Metropolitano Sur, que indica que la muestra analizada corresponde a cannabis sativa con
principios activos estupefacientes, la muestra N° 04041 analizada y recibida corresponde a tres
plantas con raíz, tallo y hojas con un peso neto total de 3.500.00 gramos, , e Informe sobre
efectos y peligrosidad de la cannabis, emitido por el Servicio de Salud Metropolitano Sur, que
indica que la cannabis produce tolerancia, que es la necesidad de aumentar la dosis o cantidad
para obtener el mismo efecto, dependencia psíquica o hábito propiamente dicho, que es el
acostumbramiento al empleo de dicha droga, cuya supresión provoca trastornos emocionales de
necesidad misma, además de euforia, con excepción de la dependencia física, concluyendo que la
planta de la cannabis y su resina no tiene ninguna indicación terapéutica, y el uso de la sustancia
genera todas las características de los estupefacientes, a excepción de la dependencia física, pero
ello no exime a esta droga de acarrear indebidamente graves perjuicios a jóvenes en pleno
desarrollo físico o intelectual y por ende a la sociedad, como asimismo a la salud pública de la
nación, suscrito por Gabriela Benavente Millan, Bioquímico del Servicio de Salud Metropolitana
Sur, antecedentes que además fueron avalados por las fotografías de la evidencia recogida e
incautada del sitio del suceso que fueron proyectadas y apreciadas por el Tribunal.
Todos estos antecedentes, consistentes en las pruebas testimoniales,
documentales, periciales conjugados entre sí y apreciados de conformidad con el artículo 297 del
Código Procesal Penal, permitieron acreditar, más allá de toda duda razonable los siguientes
hechos:
Que el día 5 de diciembre de 2008, alrededor de las 18:00 horas, en el
domicilio ubicado en calle Aviadores N° 1366, comuna de El Bosque, es sorprendido Marcial
Carranza Rodríguez, portando y transportando una bolsa contenedora de 100 gramos de
clorhidrato de cocaína y en su domicilio ubicado en calle Padre Juan Meyer N° 0899,
población San Gregorio, comuna de La Granja, donde mantenía 3 matas de cannabis sativa
que fueron incautadas con un peso bruto de 3.500 gramos.
DÉCIMO OCTAVO: Calificación jurídica. Que los hechos descritos en el
considerando precedente configuraron el delito de tráfico ilícito de estupefacientes, contemplado en
los artículos 1° y 3° de la Ley 20.000. , en la medida que se acreditó que el acusado poseía,
guardaba y transportaba 105 gramos de cocaína clorhidrato y en su casa mantenía tres matas de
marihuana con un peso de 3.500.00 gramos, lo que constituye una de las conductas descritas en la

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referida ley, que en este caso, no obstante tratarse de sustancias de distinta naturaleza, por
tratarse de un delito de emprendimiento, se considera que los hechos establecidos son
constitutivos de un único delito de tráfico ilícito de sustancias o drogas estupefacientes o
psicotrópicas, quedando, por aplicación del principio de consunción, la conducta menos gravosa
subsumida por aquella que contiene un mayor desvalor, debiendo fijarse su penalidad conforme el
inciso primero del artículo 1° de la Ley 20.000, que sanciona el tráfico ilícito de estupefacientes y
sustancias psicotrópicas.
DECIMO NOVENO: Resumiendo, el tribunal, se tuvo presente que el tráfico
ilícito de estupefacientes es un delito de peligro para la salud pública, según se estableció con los
informes sobre tráfico y acción de la cocaína y marihuana, emanado del Instituto de Salud Pública
y Servicio de Salud Metropolitano, que, si bien, se materializa en la difusión por el traficante de una
sustancia dañina para quienes la consumen, es necesario relacionarlo con el inciso segundo del
artículo 3° de la mencionada ley que establece que "se entenderá que trafican" los que sin contar
con la competente autorización tengan, posean, mantengan, guarden o transporten” las
referidas substancias, a menos que justifiquen que están destinadas a un tratamiento médico o a
su uso personal exclusivo y próximo en el tiempo”.
La posesión, tenencia y guarda de cuatro kilos y treinta gramos netos de marihuana
distribuidos en paquetes en forma de ladrillos de un kilo cada uno de estos aproximadamente,
debidamente embalados, sumados a las circunstancias en que fue hallada, además de otros 13,70
gramos netos en poder de uno de las personas que la ofrecía, como también la ubicación de
envoltorios con cannabis sativa y 8,6 gramos netos de cocaína Clorhidrato en el domicilio de
Aviadores 1366 comuna de El Bosque y el dinero encontrado, ascendente a las sumas de $
640.000, $ 180.000 y $ 18.000 en dinero efectivo, una pesa y envases para distribución; además,
las condiciones de envase y dosificación y por último la gran cantidad de dosis para el consumo
que permite confeccionar ésta, teniendo además en consideración que lo encontrado en poder de
Marcial Carranza de 100 gramos de cocaína clorhidrato y tres matas de marihuana en el domicilio
de Juan Meyer N° 0899, Población San Gregorio, comuna de La Granja, que además fue
apreciado por el Tribunal en las fotografías exhibidas y proyectadas y permitió concluir que dichas
sustancias estaba destinada a ser transferida a terceros.
VIGESIMO: Que, en cuanto al grado de desarrollo del delito, éstos se encuentran
en la etapa de consumado, por cuanto, en primer lugar, al efectuarse un control a cinco personas
que efectuaban una transacción en la vía pública, personal policial ubicó la droga al interior de una
bolsa y en poder de uno de estos otro poco correspondiente a la misma sustancia, del mismo modo
a concurrir al domicilio de una de las personas detenidas, llegó ahí un tercero que fue sorprendido
portando 100 gramos de cocaína clorhidrato y que mantenía en sui domicilio tres matas de
marihuana, por ende, los enjuiciados han tenido, mantenido, poseído, portado y transportado
sustancias de aquellas que la ley sanciona como ilícitas, esto es, el hecho típico se realizó por los
ejecutores de manera completa .
VIESIMO PRIMERO: En cuanto a las alegaciones de la Defensa de Marcial
Carranza Rodríguez.
Que la defensa sostiene que se trata de microtráfico o posesión de pequeñas
cantidades de droga que fueron encontradas, por lo que solicitó recalificación del hecho, pidiendo
sean sancionados en conformidad a lo prevenido en el artículo 4º de la Ley 20.000, a lo cual el
Ministerio Público se opuso, petición que tal como se anunció en el veredicto del día veintinueve de
diciembre pasado, fue desestimada.
Para resolver de tal manera, el Tribunal tuvo en consideración los siguientes
fundamentos:
En primer lugar, si bien, el acusado en su declaración prestada como medio de
defensa, sostuvo que la droga encontrada en su poder estaba destinada a su consumo, ello no
pareció lógico ni digno de crédito. Carece de verosimilitud que una persona que se reconoció
“consumidor” en la audiencia y que adquiría droga para satisfacer su consumo, lo hiciera en la
cantidad que portaba y que también mantuviese matas de marihuana en su domicilio que señaló
que en ocasiones vendía, por lo que se estimó que la declaración del acusado fue una versión
acomodaticia para convencer de su adicción a las drogas y que eso le motivaba a comprar buenas
cantidades. Lo dicho pareció creado y acondicionado a las circunstancias del caso para establecer
que era consumidor, versión que fue desestimada.
En segundo lugar y en cuanto a la recalificación esgrimida por la Defensa, el
imputado no aportó ningún antecedente sobre la forma y lugar en que efectuaba la venta de la
sustancia, los supuestos compradores de la misma, ni tampoco sobre el nivel de distribución en el
que operaba. Sólo reconoció haber adquirido la droga momentos antes de la detención, para su
consumo, sin que tampoco haya entregado antecedentes esclarecedores sobre su proveedor. Es
decir, no justificó que la cantidad de droga que poseía estuviera destinada a ser comercializada a
menor escala.
De esta forma, al no contar este Tribunal con antecedentes del modus operandi del
acusado y teniendo en cuenta que tampoco se le sorprendió con envoltorios pequeños o

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“papelillos”, que pudiesen acreditar que vendía droga en pequeñas cantidades, destinadas
directamente al consumidor, como última fase en la comercialización ilícita de sustancias
estupefacientes, atendido la forma y las condiciones en que se distribuyeron las sustancias
incautadas, según se dijo al establecer el hecho punible, con pesos brutos de 105 gramos neto de
Cocaína Clorhidrato y las plantas de su domicilio con un peso de 3.500.00 gramos de cannabis
sativa, no cabe considerar el actuar del acusado dentro de la figura contemplada en el artículo 4°
de la Ley 20.000.-
El concepto de “pequeñas cantidades” que señala el mencionado artículo debe
entenderse no sólo en cuanto a los gramos o pureza de la droga, como afirmó la defensa, sino
analizando el contexto de la distribución de la droga, por tratarse de un delito de emprendimiento,
consistente -como lo sostienen algunos autores- en la participación indeterminada en un actividad
iniciada o no por el autor. Por ello, esta actividad ilícita, se pretende castigar con una mayor pena a
quienes son más importantes o tienen una mayor relevancia en esta cadena de distribución.
En cuanto a la alegación de la baja pureza de la droga incautada como un
elemento para determinar la existencia de un microtráfico, resultó también desechado por este
Tribunal, por cuanto el bien jurídico protegido al tipificar el delito de tráfico de estupefacientes, es la
salud pública, sancionándose así, el traficar con cualquier sustancia o droga capaz de provocar
graves efectos tóxicos en el organismo o daños considerables a la salud, sin que la pureza de la
misma sea un elemento contemplado para discriminar entre el tráfico del artículo 3° y el micro
tráfico del artículo 4° de la Ley 20.000; dicha circunstancia sólo se consideró por el legislador para
descartar o no el uso o consumo personal exclusivo y próximo en el tiempo de la conducta
genérica de tráfico. Así las cosas, resulta insostenible afirmar que el acusado sólo merece sanción
por aquella parte de la sustancia que efectivamente era una droga prohibida –clorhidrato de
cocaína- y pretender con ello, reducir el pesaje de lo incautado e intentar encuadrar
artificiosamente los hechos en el concepto de micro tráfico, teniendo en consideración que
cualquiera sea el porcentaje de cocaína este es capaz de producir los efectos descritos en el
artículo 1 de la Ley 20.000.
VIGESIMO SEGUNDO: Participación. Que para establecer la participación de los
acusados Marta Navarro Acevedo, Claudia Reyes Navarro, Alfonso Rivera Cisternas, Luis Acevedo
López y René Alfredo Hernández Puebla, en el ilícito señalado en el acápite anterior, el Tribunal
estimó lo siguiente:
Que, previamente resulta importante destacar que el vocablo “traficar” es
entendido por nuestra jurisprudencia en sentido amplio, ello en atención a la expresión “a cualquier
título” que incluye incluso a la donación. El artículo 3º de la ley Nº 20.000 sanciona a aquellos que
sin contar con la competente autorización, importen, exporten, transporten, adquieran, transfieran,
sustraigan, posean, suministren, guarden o porten consigo sustancias estupefacientes.
Transportar, expresa el autor Pietro Rodríguez que engloba todas las actividades que conllevan el
traslado de la droga de un punto a otro, incluyendo en ellas la importación y la exportación. En este
sentido expresan Politoff, Matus Acuña y Ramírez, que lo que la ley ha querido dejar en claro al
incorporar expresamente estas modalidades como conductas constitutivas de tráfico, es señalar
que también participan de modo inmediato y directo en dicho tráfico, y por tanto son autores del
mismo, quienes realizan los actos constitutivos de transporte, importación y exportación de dichas
sustancias, aunque no tengan la posesión ni la tenencia material de ellas.
Por otra parte, siguiendo al experto español Santiago Mir Puig, la teoría del
dominio del hecho, la que constituye la opinión mayoritaria en la doctrina alemana actual y tiene su
origen en el finalismo y en su tesis que en los delitos dolosos es autor quien domina finalmente la
ejecución del hecho, del mismo modo que ve lo decisivo de la acción en el control final del hecho.
Actualmente se ha impuesto como teoría objetivo-subjetiva y, efectivamente, aunque el dominio del
hecho supone un control final (subjetivo), no requiere sólo la finalidad, sino también una posición
objetiva que determine el efectivo dominio del hecho. El autor Maurach resume el sentido de la
teoría diciendo que es autor, porque tiene el dominio del hecho, quien tiene dolosamente en sus
manos el curso del suceder típico. (Santiago Mir Puig, Derecho Penal, Parte General, Tipos de
Autoría, página 372).
En esta misma corriente se encuentra el profesor Roxin, quien señala que toma
parte en la ejecución de un hecho todo interviniente cuya aportación en fase ejecutiva representa
un requisito indispensable para la realización del resultado pretendido, esto es, aquel con cuyo
comportamiento funcional se sostiene o se viene abajo lo emprendido. (Roxin, Autoría y Dominio
del Hecho, página 310). Así las cosas, a diferencia de lo argumentado por las Defensas de los
acusados, es criterio del Tribunal que tomar parte en la ejecución no significa realizar parte del tipo
penal sino contribuir a la ejecución de un hecho de tal manera que ni el coautor ni los restantes
intervinientes puedan ejecutar por sí solos el delito, colaboración que nuestra ley limita no a una
correspondencia con las formas típicas, sino a las dos modalidades de coautoría que señala el
propio Nº 1 del artículo 15 del Código Penal.
Del mismo modo, para afirmar la coautoría, la convergencia o acuerdo de las
voluntades entre los intervinientes, la existencia de un acuerdo y de la división del trabajo que ello

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importa, el cual no necesita, evidentemente, ser acabado y explicitado en todos sus detalles, hace
posible imputar recíprocamente a todos los intervinientes las conductas de cada uno de ellos. De
esta manera el acuerdo de voluntades debe ser auténtico, aunque no requiere ser expresado
verbalmente y con precisión, sino que se admite el acuerdo explícito y el implícito, derivado de
actos concluyentes ejecutados en ese sentido, como facilitar los medios que permitan desarrollar
una actividad ilícita , aún cuando la situación de acuerdo se efectúe con dolo eventual, esto es, que
consista en la simple aceptación de la comisión del hecho al que se concurre, todo lo que se
evidenció claramente en las intervenciones telefónicas y que el Tribunal pudo escuchar mediante
su reproducción en la audiencia las que fueron explicadas por el funcionario policial Rodolfo
Castañeda Zúñiga encargado de ellas y el Subcomisario Miguel Cabezas Sagal como jefe de caso,
así como las conductas positivas desplegadas en tal sentido.
Es por lo anterior que, aún realizando una interpretación restrictiva de los verbos
rectores del tipo penal de tráfico ilícito de estupefacientes y psicotrópicas del artículo 3° en relación
con lo dispuesto en el artículo 1° de la Ley 20.000, como solicitaron los abogados defensores, las
conductas de los acusados Marta Navarro Acevedo, Claudia Reyes Navarro, Alfonso Rivera
Cisternas y Luis Acevedo Pérez, resultan plenamente factibles de ser subsumidas dentro del propio
verbo de traficar, bajo los términos del artículo 15 N° 1 del Código Penal, por haber intervenido en
los hechos de una manera inmediata y directa, como lo es el caso de René Hernández Puebla,
ejecutando acciones propias del verbo guardar, poseer y transportar.
Que, la participación de los acusados como autores materiales y directos en el
delito contenido en la acusación, surgió en primer término con la inculpación sostenida de los
funcionarios policiales Miguel Cabezas Sagal, Rodolfo Castañeda Zúñiga y Patricio Soto Rocco,
cuyos dichos impresionaron como veraces y categóricos en cuanto dieron fe de que a raíz de una
investigación tenían intervenidos teléfonos, los que generaron una investigación en la que se
estableció que los acusados Marta Navarro Acevedo, Claudia Reyes Navarro, Alfonso Rivera
Cisternas, Luis Acevedo Pérez y René Hernández Puebla, estaban concertados el día 05 de
diciembre de 2008, para transar, a lo menos, un kilo de cannabis sativa o marihuana prensada, a
quienes luego de un seguimiento les encontraron en su poder cuatro kilos y 35 gramos de
marihuana prensada y en poder de Alfonso Rivera un trozo de la misma sustancia con un peso de
13,70 gramos, en el domicilio de Navarro Acevedo 8,6 gramos neto de cocaína y 58,7 gramos neto
de marihuana envasada, además en el domicilio de Claudia Reyes se encontró una balanza,
bolsas nylon de cubos y papeles de hojas de cuaderno cuadriculados cortadas para envasar,
estableciendo que la última droga había sido trasladada y ofrecida por René Hernández Puebla a
Luis Acevedo López, quien a su vez la ofertó a Alfonso Rivera Cisternas quien en definitiva
contactó a las compradoras Marta Navarro Acevedo y Claudia Reyes Navarro, quienes portaban el
dinero para cancelar la transacción cuando fueron detenidos, en los instantes en que Hernández
Puebla entrega una bolsa a Rivera Cisternas, quien la entrega a Reyes Navarro, procediéndose a
la detención.
En relación a Marcial Carranza Rodríguez, sin perjuicio que su participación se
analizó conjuntamente con los elementos configurativos del delito, no está de más indicar que la
misma fue determinada con las declaraciones de los funcionarios policiales Miguel Cabezas Sagal,
Rodolfo Castañeda Zúñiga y Patricio Soto Rocco, quienes expresaron que previas diligencias
investigativas, consistentes en interceptaciones telefónicas, seguimientos y vigilancias se logró, el
día 5 de Diciembre de 2008, la detención de Marta Navarro Acevedo y otros en una situación de
flagrancia y en horas de la tarde al presentarse Carranza Rodríguez al domicilio de ésta ubicado en
Calle Aviadores 1366 comuna El Bosque, es recibido por el sub inspector Cabezas Sagal y al
proceder a su registro se le encontró una bolsa con 100 gramos de cocaína Clorhidrato y señaló
que en su domicilio mantenía unas matas de marihuana, lo que permitió su detención.
A mayor abundamiento, éste declaró en estrados reconociendo haber portado la
sustancia encontrada en su poder y mantener en su domicilio las plantas de cannabis sativa.
De esta manera, la participación de cada uno de los acusados resultó establecida
con el mérito de la misma prueba antes referida y en particular con la incriminación directa que de
ellos efectuaron los funcionarios policiales, quienes refirieron las actuaciones que cada uno de los
acusados realizaron en los hechos establecidos en el acápite décimo lo que resulta conteste con
los otros medios de prueba debidamente incorporados, como lo son las escuchas telefónicas y
fijaciones fotográficas analizadas por dichos funcionarios; antecedentes que analizados en forma
sistemática con el resto de las probanzas, generan convicción más allá de toda duda razonable
que a los acusados les correspondió una intervención en la ejecución del delito ya establecido, de
una manera inmediata y directa, esto es, como autores del mismo, en los términos señalados en el
artículo 15 N °1 del Código Penal, por lo que la petición de los defensores de Claudia Reyes
Navarro, de René Hernández Puebla, de Alfonso Rivera Cisternas y de Luis Acevedo Pérez, en
orden a absolver y recalificar la participación de sus representados en el delito de tráfico de
estupefacientes, las que serán desestimadas, por las razones que se explicitaran a continuación.
VIGESIMO TERCERO: Análisis de las argumentaciones de las Defensas.

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Según ya se consignó la Defensa de Claudia Reyes Navarro en primer lugar
solicitó la absolución de su defendida por estimar su participación en los hechos de la acusación
como atípica, lo que hace consistir en que solamente le lleva un dinero a su madre y la acompaña
en una diligencia, desconociendo a donde se dirigían.
Dichas argumentaciones serán desestimadas por el Tribunal, teniendo en
consideración que el delito de tráfico ilegal de estupefacientes es un delito de peligro, que importa
una sanción penal por el sólo hecho de poseer la droga con la finalidad de traspasarla a terceros,
ya sea a título oneroso o gratuito, porque el legislador tutela a toda costa la salud pública y anticipa
la punibilidad hasta actos inequívocos que pongan en peligro el referido bien jurídico.
El actuar de la acusada encuadra dentro de la conducta del artículo 3º de la Ley
20.000.- tipifica como tráfico de drogas. En efecto, resultó probado que la imputada, estaba en
perfecto conocimiento que su madre, el día de los hechos concurriría al centro de Santiago, a
reunirse con Alfonso, debido a que ella recibió el llamado y se lo informó a ésta, además, concurrió
el día 5 de diciembre de 2008, a reunirse con su madre en una estación del metro a llevarle la
suma de $ 700.000 en dinero en efectivo, que según ésta era para comprar remedios, pero en
ningún momento siquiera pasaron por algún local a comprar, finalmente al momento de la entrega
de la bolsa con droga ésta la recibe, la que en definitiva llevaba cuatro kilos y fracción de cannabis
sativa, distribuida en cuatro paquetes, tipo ladrillo, sin contar con la autorización competente,
sustancias que de acuerdo con los informes periciales incorporados de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 315 del Código Procesal Penal, es calificado como capaz de provocar
graves efectos tóxicos o daños considerables a la salud pública. Por otra parte no justificó que
dicha droga estuviera destinada a la atención de un tratamiento médico o a su uso personal,
exclusivo y próximo en el tiempo, con lo que en consecuencia se configuró el delito de tráfico ilícito
de estupefacientes ya descrito.
Del mismo modo, se rechaza la solicitud de las defensas de Claudia Reyes
Navarro, Alfonso Rivera Cisternas y Luis Acevedo Pérez, en orden a recalificar su
participación de autor a cómplice, ya que, aún realizando una interpretación restrictiva de los
verbos rectores del tipo penal de tráfico ilícito de estupefacientes y psicotrópicos del artículo 3°, en
relación con lo dispuesto en el artículo 1° de la Ley 20.000, la conducta de los acusados es
plenamente factible de ser subsumida primero dentro del propio verbo de traficar, por cuanto
participaron dolosamente en los actos preparatorios punibles a título de tráfico, según se consignó,
y además su conducta cabe plenamente en el verbo guardar.
Además, es claro para el tribunal, que en la especie existió una clara división de
funciones conforme lo reconocieron los mismos acusados. Así las cosas, en la especie éstos
acusados realizaron tanto objetiva como subjetivamente, parte del tipo penal, contribuyendo de
manera funcional, a la ejecución total del hecho, disponiendo cada uno de ellos, de una manera
inmediata y directa del co – dominio del hecho (Dominio funcional del hecho, Roxin, Autoría y
Dominio del Hecho en Derecho Penal, página 305 y siguientes; Jescheck, Tratado de Derecho
Penal Parte General, páginas 125 y siguientes), por cuanto, la dirección final del desarrollo típico
del acontecer se encontraba en manos de todos éstos acusados, dependiendo el resultado global
de la voluntad de todos, pudiéndose concluir que en conjunto tenían “las riendas cortas del hecho”
(Maurach, Derecho Penal Parte General, página 368; Enrique Cury Urzua, Derecho Penal parte
General, páginas 610 y siguientes: Juan Bustos Ramírez, Obras Completas página 1079), por lo
que se configura en la especie la autoría prevista en la norma del artículo 15 N° 1 del Código
Penal.
En cuanto a la alegación de la defensa del acusado René Hernández Puebla,
relativa a la incompetencia del tribunal, argumentando que el principio de ejecución sería en la
comuna de Santiago o en su defecto en donde se detuvo a su representado en la comuna de
Recoleta, se desechará la petición planteada en el alegato de clausura, que se relaciona con la
Incompetencia de este Tribunal Oral en lo Penal, fundado en que tal delito fue sorprendido en las
comunas de Santiago o Recoleta, y es completamente independiente del tráfico de estupefacientes
que se investigaba.
Tal solicitud, es claramente extemporánea, a la luz de lo dispuesto en el inciso
primero del artículo 74 del Código Procesal Penal. Así, habiendo transcurrido con largueza los tres
días que previene la norma para promover la incompetencia territorial de este Tribunal, no procedía
hacerlo en los alegatos de cierre, y, por ello, su petición no puede prosperar.
Además, el mismo abogado defensor expuso que la incompetencia no fue alegada
en sede del Juzgado de Garantía, donde correspondía hacerlo como excepción de previo y
especial pronunciamiento de conformidad al artículo 264 del Código Procesal Penal. Finalmente,
no se observa afectación alguna del derecho a Defensa del acusado, por la sola circunstancia de
que el ilícito sea juzgado por este Tribunal.

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En relación a la solicitud de la Defensa de Reyes Navarro, Acevedo Pérez y
Hernández Puebla, solicitaron la absolución de su representado por falta de dolo en su
actuar, toda vez, que según indicó el ignoraban que en el paquete que accedió a guardar y
transportar iba droga escondida. En tal sentido cabe consignar que la realización de una actividad
ilícita como el tráfico de drogas requiere que el acusado tenga conocimiento de que está realizando
un hecho penado por la ley y que tenga voluntad de hacerlo, constituyendo una alegación que
exime de responsabilidad criminal el desconocer el transporte o tenencia de drogas. Así las cosas,
Reyes Navarro, Acevedo Pérez y Hernández Puebla, ha desconocido en estrados haber tenido
conocimiento que en el paquete solamente lo recibieron y el último que le mandaron guardar y
trasladar, el que llevó a la estación del metro Vespucio norte, se encontraba con droga, por lo que
el acusador es quien debe establecer en el juicio oral que el imputado supo y quiso la realización
de dicha guarda y transporte, lo que consiguió con la prueba de cargo.
Para tal efecto el Tribunal consideró en primer lugar que al momento de
concretarse la entrega de la droga el acusado Acevedo Pérez reconoce haberla recibido y
entregado a un tercero que se la pasa va Reyes Navarro, que la recibe y son detenidos, además,
Hernández Puebla, se encontraba estacionado a unos cincuenta metros de la estación del metro
Vespucio Norte, lugar al cual llegan los coimputados y éste hace entrega de la bolsa, según lo
presenciaron los funcionarios policiales Cabezas Sagal y Castañeda Zúñiga, permaneciendo al
interior del móvil.
En segundo lugar y en coherencia con lo anterior, se tiene en consideración el
diálogo escuchado en la interceptación telefónica sexta, en la cual, coincidentemente Claudia llama
a Marta el día anterior a la detención y le dice “que llamó René que se juntara con Alfonso, donde
mismo”, todo lo que se debe relacionar que con lo manifestado por los restantes acusados.
Además el Tribunal consideró que René Hernández Puebla habría accedido por
petición de una persona, a la que no veía hacía mucho tiempo a guardar y trasladar al día siguiente
un paquete, a un lugar que no le señaló y que posteriormente se lo diría, encontrándose
posteriormente a la salida de la estación del metro, antecedentes que además le restan
verosimilitud a su teoría alternativa, en cuanto señaló que la persona a la que conocía hacía unos
meses, a la hora de almuerzo le había dejado esa bolsa y que no le había dicho que hacer con él,
hasta el día siguiente en que lo llamó para que se lo llevara a la estación del metro Vespucio Norte,
lugar al cual llegó, como veinte minutos antes de la hora que le señaló y que por esta gestión no
recibiría retribución alguna.
Así las cosas, de todos estos hechos objetivamente probados, unido al hecho de
haber llevado la droga en una bolsa para su traslado y ocultamiento, para evitar con ello
desentenderse de alguna fiscalización policial y consiguiente castigo penal, además que Acevedo
Pérez habría llegado hacia un mes y días al país deportado de España, lo que no fue controvertido
y que éste necesitaba dinero para el pasaje de regreso, constituyeron indicios que unidos a las
máximas de la experiencia, el Tribunal pudo colegir el conocimiento de René Hernández Puebla,
se encontraba transportando droga oculta en el interior de una bolsa que llevaba en el vehículo que
conducía, además, del conocimiento que mantenían Acevedo Pérez que ofertó la droga y Reyes
Navarro que llevó el dinero para el pagó y recibió la misma, razones todas por las cuales se
desestimó la petición absolutoria formulada por su Defensa por ausencia de dolo.
En cuanto a la alegación de las defensas de los acusados Luis Acevedo
Pérez y René Hernández Puebla, referentes a la aplicación del inciso segundo del artículo 1°
de la ley 20.000, primero, porque la modificación al reglamento habría sido con posterioridad a la
comisión del ilícito y en segundo lugar porque la marihuana no produce dependencia física,
corresponde claramente en esta circunstancia aplicar la disposición del inciso segundo, del artículo
primero, no obstante lo que dice el reglamento de la ley 19.366 modificado, que es el que está
vigente para los efectos de la Ley 20.000, toda vez que ese elemento normativo en una especie de
Ley penal en blanco, no puede presumir eventualmente la existencia de una determinada sustancia
y determinados efectos.
Al respecto cabe hacer presente que, se rechazan dichas pretensiones, toda vez
que la peligrosidad de la droga incautada corresponde a aquella indicada en el inciso primero, del
artículo 1° de la Ley 20.000, en relación al actual Reglamento de la ley, publicado en el Diario
Oficial el 19 de febrero de 2008, el cual se encontraba vigente a la fecha de acaecidos los
hechos, 05 de diciembre de 2008, lo que se acreditó plenamente con el Informe sobre peligros
para la salud pública de la cannabis sativa (marihuana), suscrito por Diana Penna Gaete, jefa el
Laboratorio de análisis del Servicio de Salud Metropolitano Norte, que corresponde al NUE
821455, que indica -en síntesis- que el perjuicio causado al individuo por el abuso de Cannabis
(marihuana) puede adoptar las siguientes formas: inercia, letargo, negligencia de sí mismo,
sensación de mayor potencia acompañada de fracasos y precipitación de los episodios psicóticos,
el abuso de Cannabis facilita la asociación con grupos y subgrupos sociales que utilizan drogas
más peligrosas, la transición al uso de estas drogas sería una consecuencia de dicha asociación
más que un efecto inherente a la Cannabis, el mal que causa a la sociedad el uso indebido de la
Cannabis radica en las consecuencias económicas del menoscabo de las funciones sociales del

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individuo y en su propensión acentuada a un comportamiento social y antisocial, concluyendo que
el uso de la sustancia indicada en el presente documento genera todas las características de los
estupefacientes, a excepción de la dependencia física, pero ello no exime a ésta droga de acarrear
indebidamente graves perjuicios a jóvenes en pleno desarrollo físico y por ende a la sociedad,
como así mismo a la salud pública de la nación. Es decir, la cannabis sativa o marihuana es de
aquellos estupefacientes que producen dependencia física o síquica, capaces de provocar graves
efectos tóxicos o daños considerables a la salud.
A lo anterior cabe agregar que no es efectivo que se esté frente un problema de
constitucionalidad de la ley de drogas, al dejar entregado la clasificación de drogas que causan
graves efectos tóxicos o daños considerables a la salud a un Reglamento; y que en consecuencia
el artículo 1° del Decreto 867, del Ministerio de Interior, que estableció el Reglamento de la Ley
20.000, tiene un mero carácter orientador frente a la prueba rendida, atendido que se afectaría el
principio de reserva legal. Al respecto cabe indicar que éste tema ya fue resuelto por el Tribunal
Constitucional a propósito de la ley 19.366, antigua ley de drogas y su reglamento; el cual ha
señalado que tales normas se ajustan al texto constitucional, cuando “el núcleo de la conducta que
se sanciona está expresa y perfectamente definido en la ley propiamente tal, de donde debiera
seguirse que sólo deja a las normas de rango inferior la misión de pormenorizar los conceptos
contemplados en la ley. Conforme a nuestra jurisprudencia ordinaria, a ésta exigencia de precisión
en la ley, se debe añadir la de que las normas complementarias de la ley en blanco cumpla con las
exigencias de los artículos 6º, 7º y 8º del Código Civil ( Publicación en el Diario Oficial), puesto que
para ser consideradas como parte integrante de la ley penal, deben reunir las exigencias de
publicidad de toda ley, aunque por su índole y en otras circunstancias, la norma jurídica inferior no
la hubiera requerido” (Lecciones de Derecho Penal Parte General Sergio Politoff y otros, Editorial
jurídica de Chile, Segunda Edición página 97), exigencia que han sido cumplidas por el Decreto Nº
867, del Ministerio de Interior, que estableció el Reglamento de la Ley 20.000, estando además
claramente descritas en la referida ley las conductas sancionadas por ella, tal como se desprende
de los artículo 1º y 3º de la referida normativa.
Que, por otra parte, el hechor no contaba con permiso o autorización alguna de la
autoridad respectiva para poseer y tener la droga incautada, y del análisis coherente de las
probanzas rendidas se concluye, sin lugar a dudas, que la sustancia estupefaciente estaba
destinada a su comercialización y distribución, atendida su considerable cantidad, teniendo
presente, además, que en nuestro país no existe ninguna persona natural o jurídica autorizada
para poseer, portar, transportar, distribuir, consumir o vender tales sustancias ilícitas y las
importaciones son autorizadas por el Instituto de Salud Pública con fines estrictamente analíticos y
excepcionalmente con fines científicos, hipótesis estas últimas en las cuales no nos encontramos.
Que, de esta forma, de la unión lógica y sistemática de la prueba rendida en el
desarrollo del juicio oral, la que es analizada libremente, y que impresiona por su correspondencia,
es posible concluir indubitablemente que los hechos reseñados son constitutivos del delito de
tráfico ilícito de drogas estupefacientes, en grado consumado, previsto y sancionado en el artículo
3°, en relación al artículo 1°, ambos de la Ley N° 20.000, en la modalidad de “porte” y “posesión”,
sin contar con la autorización competente, y que la sustancia incautada efectivamente corresponde
a aquellas indicadas en el inciso primero del artículo 1° del la Ley N° 20.000, a saber, cannabis
sativa o marihuana, según el Reglamento vigente de la Ley 20.000, que actualmente considera la
cannabis, como integrante del inciso primero del artículo 1° de la citada ley.
VIGESIMO CUARTO: Alegaciones de la Fiscalía en la audiencia del artículo 343
del Código Procesal Penal. Señala que habiéndose arribado a un veredicto condenatorio, solicita
que se condene a las penas solicitadas en el auto de apertura, con excepción de la pena de
Marcial Carranza en relación al artículo 8° de la Ley 20.000, subsumido en la figura del artículo 3°
de la misma Ley. Incorpora mediante lectura resumida los extractos de filiación de Marta Sonia
Navarro Acevedo, Claudia Soledad Reyes Navarro y Marcial Enrique Carranza Rodríguez,
estos no registran anotaciones pernales pretéritas en sus extractos de filiación y reconoce la
atenuante del artículo 11 N° 6 del Código Penal, de irreprochable conducta anterior, y solicita
penas pedidas en el auto de apertura, en cuanto al acusado Luis Hernán Acevedo Pérez, registra
un auto de procesamiento en el 14° Jdo. del Crimen de Santiago, en causa rol N° 3877 en el cual
con fecha 29 de octubre de 2003 y una anotación en causa RUC 0500197262-8 del Juzgado de
Garantía de Pucón, condenado a multa de seis unidades tributarias mensuales, como autor de uso
de pasaporte falso en concurso ideal con la falta de ocultación de nombre a la autoridad. En
relación a Alfonso Alfredo Rivera Cisterna, registra ante el Décimo Juzgado del Crimen de
Santiago, causa rol N° 60535-1992 de fecha 09 de agosto de 1994 fue condenado a sufrir la pena
de cinco años y un día de presidio mayor en su grado mínimo y multa de 20 UTM, pena cumplida el
10 de enero de 2003, como autor de tráfico ilícito de estupefacientes. Por último incorpora el
extracto de filiación de René Alfredo Hernández Puebla, registra diversos autos de
procesamiento del tribunal crimen de El Loa, Santiago y Santa Cruz, todas anteriores a 1979,
además, registra causa rol 146707, del Cuarto Juzgado del Crimen Santiago, condena con fecha
07 de Junio de 1993, a la pena de dos años de presidio menor en su grado medio, como autor del

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delito de robo con intimidación, también fue condenado con fecha 31 de Julio de 2003, a la pena
de 541 días presidio menor grado medio, con beneficio de reclusión nocturna, como autor de
lesiones graves, del 14 Juzgado del Crimen de Santiago, en causa N° 2248-2000, en consecuencia
solicita se impongan las penas señaladas auto de apertura y respecto de Claudia Reyes, Marta
Navarro, Marcial Carranza, beneficiándoles una atenuante de responsabilidad penal y atendido el
quantum de la pena de presidio mayor en su grado mínimo a medio, no le permitiría acceder a
ningún beneficio de la Ley 18.216 y solicita cumplimiento efectivo. Respecto de los acusados
Rivera Cisternas, Acevedo Pérez, y Hernández Puebla, no concurren atenuantes, ni agravantes de
responsabilidad penal, se puede recorrer toda la extensión y solicita pena solicitada en el auto
apertura y conforme a las disposiciones de la Ley 18.216, carecerían de beneficios alternativos al
cumplimiento de la penas.
El Ministerio Público en su réplica, expresa que en relación con la concurrencia
de la circunstancias atenuante del articulo 11 Nº 9 del Código Penal, señala que no concurre
respecto de ninguno de los imputados, toda vez que las detenciones se dan en un contexto de
flagrancia. Solamente reconoce la circunstancia atenuante del artículo 11 Nº 6 respecto de Claudia
Reyes, Marta Navarro y Marcial Carranza. En el caso de Claudia Reyes y Marta Navarro si el
tribunal estima que concurre la atenuante de colaboración sustancial y en definitiva les benefician
dos circunstancias atenuantes y a ninguna agravante en esa hipótesis, solicita que se condene en
una pena no inferior a los 3 años y 1 día con las respectivas sanciones pecuniarias mencionadas
en el auto apertura y en cuanto al beneficio se está lo que diga el informe presentencial que fue
ordenado. En cuanto al acusado Rivera Cisternas se solicitó la circunstancia atenuante del artículo
11 Nº 9, como muy calificada, a juicio del Ministerio Público no concurre, en todo caso si el tribunal
llega a acoger la atenuante del artculo11 Nº 9 como muy calificada, no procederían beneficios por
las condenas que registra. En el caso de Luis Acevedo Pérez no concurre la circunstancia
atenuante y que independiente de la pena que se llegue a imponer no sería acreedor a beneficios
de la ley 18.216. En el caso de René Hernández idéntica situación y respecto de las peticiones de
rebaja de la aplicación del inciso segundo del artículo primero de la ley 20.000, hecho tanto, por la
defensa de Luis Acevedo como de René Hernández Puebla, no es procedente En cuanto a Marcial
Carranza Rodríguez no concurre la circunstancia atenuante de el articulo 11 Nº 9, solamente le
beneficia las circunstancia atenuante de irreprochable conducta anterior, si se estima conveniente
que concurriría eventualmente tanto las circunstancias atenuantes del artículo 11 Nº 9 de
colaboración sustancial y en consecuencia hiciera aplicación de la rebaja de pena en un grado,
solicita en ese aspecto que se condene una pena no inferior a 3 años y 1 día de presidio menor en
su grado máximo y no se concedan beneficios de la ley 18.216, el existir un informe presentencial
negativo.
Alegaciones de la Defensa de las acusadas Marta Navarro y Claudia Reyes,
en la audiencia del artículo 343 del Código Procesal Penal. Refiere que habiéndose dictado
veredicto condenatorio, la defensa solicita la atenuante del artículo 11 Nº 6 del Código Penal y la
atenuante del articulo 11 Nº 9, toda a vez que ambas han prestado declaración, dicha declaración
es completamente armoniosa y acorde con lo ocurrido del día 4 y 5 del mes de diciembre del año
2008, lo cual ha sido refrendado por cada uno de los funcionarios policiales, que señalan que lo
que escucharon el día 4 y el día 5, les permitió realizar las detenciones, no existirían otros
antecedentes donde sus representadas hubieran omitido algo que les haga permitir no decir la
verdad y el señor fiscal liberó a varios testigos, por ende eso demuestra que la versión de sus
representadas, en cuanto a la señora Marta de 60 años de edad, conforme al artículo 68 del
Código Penal, pediría que se rebajara un grado la pena y pediría la pena 3 años y un día presidio
menor en su grado medio y a la vez solicitaría que se concediera la libertad vigilada, para ello
Incorpora mediante lectura resumida el Informe social evacuado por Karina Molina Belmar
trabajadora social que identifica a Marta Navarro: cédula de identidad, edad, fecha nacimiento: 14
de enero del año 1950, viuda, educación básica incompleta señala las técnicas utilizadas, relato
biográfico, entrevista social, revisión bibliográfica y en la parte conclusiva que es la que interesa
teniendo como base los antecedentes recopilados en su opinión profesional puede concluir que
Marta presenta una relación coherente y clara, sin producirse en ningún momento contradicción en
el discurso o tema que evada. Añade que con total desvergüenza señala que fue ella quien busco
la posibilidad de vender drogas, si bien califica esto como un error, no evidencia un recubrimiento
real o conciencia la gravedad de los actos cometidos, más bien como da la sensación que su
afición le da el hecho de encontrarse privada de libertad y más aun de haber involucrado a su hija
en un episodio en el que ella no tenia responsabilidad alguna, se muestra como una mujer resuelta,
tozuda con sus ideas claras, sin mayor conciencia en las consecuencias de sus actos puede
provocar rasgos que evidentemente la llevaron a encontrase en su situación actual, cuenta con una
red de apoyo sólida formada por sus familiares más cercanos que la respalda y la entregan su
contención su mayor refuerzo su hija Claudia por su fuerte lazo se da cuenta del comportamiento
de su madre y intenta reencausar sus acciones, ella es también un país en prisión pilar que le ha
permitido una situación más llevadera y que de seguro será un factor protector de su futura
reinserción una vez que pueda salir en libertad. Además cuenta con el informe sicológico evacuado

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por Macarena Duarte Arriagada, sicóloga, que en la parte conclusiva: señala que Marta se
desenvuelve dentro de una estructura de personalidad de características limítrofes, debido a que la
imputada presenta una alteración en los limites, yo no yo, además de la indecisión mecanismos
bajos poco manejo del control de sus impulsos lo que dificulta que tenga conciencia de las
consecuencias de los actos que comete, esto no implica que su juicio y sentido de realidad se
encuentren alterado, ambos están mantenidos y son el cable a tierra que tiene Marta, cuando
comprende reflexiones integra sus actos y consecuencias, por lo que hoy dificultaría su sentido de
la realidad, muestra arrepentimiento de haberse involucrado en el tráfico drogas y analiza fríamente
la situación que la ha llevado a estar recluida, además del inminente estado ansioso y depresivo en
el que se encuentra debido al encierro y a la enfermedades medicas que le afecta, la imputada
cuenta con el apoyo de su familia de la cual necesita cobijarse y sentirse protegida siendo esta
encargada de velar por el bien estar de esta: Macarena Duarte Arraigada y también compaña los
títulos de todos los cursos relacionados con este sistema procesal nuevo, el informe social de
Claudia Soledad Reyes Navarro trabajadora social, Karina Molina Belmar señala las técnicas
utilizadas y en la parte conclusiva dice teniendo como base los antecedente recopilables, en mi
opinión profesional puedo decir que Claudia demuestra claridad y convencimiento con respecto de
los hechos relato su narración es coherente y clara sin producirse en ningún momento
contradicción en el discurso o temas que evada, se muestra como persona sumisa incapacitada de
tomar decisiones y de baja autoestima. Desde una mirada sicosocial se aprecia en ella factores de
habilidad importantes de destacar en el ámbito familiar se observa relegada a la decisiones de su
madre anteponiendo sus deseos y necesidades sobre los propios, en el ámbito individual se
observa una afectividad pobre, escasa preocupación de ella misma y carente de habilidades
sociales que le permiten hacer valer sus ideas y planteamientos y en la parte conclusiva dice que
Claudia se desenvuelve dentro de una estructura de personalidad de características limítrofes
bajo, debido a que la imputada presenta una alteración los límites, yo no yo manteniendo una
relación simbiótica con la madre, además de la utilización de mecanismo de defensa bajo, hay una
negación de la realidad que se encuentra viviendo junto con un aplanamiento afectivo y aislamiento
de esto lo que le permite eliminar las cargas emocionales que contiene acontecimientos
importantes y estresantes. Claudia se encuentra cegada y su gran motivación es sacar a su madre
de esta situación lo que le permitirá sentirse más alivianada como ella indica. La imputada debe
contar con el apoyo y contención de su familia, estos antecedentes cumpliría con el artículo 15 de
la ley 18.216 solicitaría el beneficio señalado.
Alegaciones de la Defensa del acusado Rivera Cisternas, en la audiencia
del artículo 343 del Código Procesal Penal, señala que cuando se examina la ritualidad en el
desarrollo del juicio oral, una vez que comienza éste, lo primero que se hace justamente es lo que
hizo su representado, tener la posibilidad de renuncia a su derecho de guardar silencio, como lo
hizo, justamente estima el legislador cuando estableció el orden de recibir las pruebas la
posibilidad de que el imputado pueda declarar una vez iniciado el juicio, porque da luces sobre el
delito que se está investigando, obviamente durante el desarrollo de esto va a poder ser alivianado
el modus operandi por parte del ministerio publico y como dijo mi colega anteriormente en la
especie, así ocurrió, por eso, solicita que se acoja la minorante de responsabilidad establecida en
el articulo 11 Nº 9 del Código Penal. Su representado si bien tiene una anotación anterior,
corresponde a hechos que ocurrieron hace 18 años, es decir hasta la fecha en que se cometió este
delito su representado tuvo un buen comportamiento en la sociedad, en virtud de sus antecedentes
solicito que en aplicación del artículo 68 bis del Código Penal esta minorante de responsabilidad se
tenga como muy calificada porque realmente permitió el esclarecimiento de los hechos y permitió
que el tribunal llegara a un veredicto condenatorio y en definitiva así las cosas, solicito una pena de
3 años y 1 día para su representado y entiende que no tiene derecho a beneficios a la ley 18.216
por antecedentes anteriores y también aparte de la pena corporal solicitó en forma proporcional, se
rebaje la multa a 20 Unidades Tributaria mensuales.
Alegaciones de la Defensa del acusado Acevedo Pérez, en la audiencia del
artículo 343 del Código Procesal Penal, señala que solicita que se le reconozca a su
representado la minorante de responsabilidad penal prevista en el articulo 11 Nº 9, ha declarado no
evadiendo bajo ningún tipo de responsabilidad, dando detalles pormenorizados en cuanto a la
reuniones que sostuvo con los distintos imputados, horas de reuniones, lugares por donde transita
cuales abrían sido los acuerdos y la formas en que aquellos se desarrollaron en forma definitiva.
Por lo que en el caso de que el tribunal haga uso de la facultad prevista del inciso 2do del artículo
1ero de la Ley 20.000, y rebaje en un grado en definitiva la pena probable, esto es borramos el
marco penal de de 3 años y un día a 5 considerando una atenuante de responsabilidad penal, se
imponga la pena en el mínimo esto es 3 años y un día. De no ser así, solicita que la minorante
responsabilidad penal se le tenga como muy calificada, no solamente por el contenido de la
declaración que entiende que cumplió mas allá de los estándares solamente ser sustancial si no
que precisamente nos ayuda a regular la culpabilidad de su cliente, estimando como razonable la
pena de 3 años y 1 día y como no cumple los requisitos de la ley 18.216, no hace solicitud respecto
de beneficios. Además solicita se dé aplicación al artículo 70 y rebaje provincialmente la pena en

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multa solicitada a 10 UTM otorgando parcialidades para el pago de las mismas, proponiendo desde
ya la de 10 cuotas iguales y sucesivas.
Alegaciones de la Defensa del acusado Carranza Rodríguez, en la audiencia
del artículo 343 del Código Procesal Penal, señala que solicita se le considere la atenuante del
11 Nº 9 debido a que mi defendido prestó declaración en estrado y cuando declaró asumió que la
droga que portaba los 100 gramos de clorhidrato cocaína eran de él y el habría entregado las
llaves de su domicilio, que tenia 3 matas de marihuana y se corroboro con los dichos de los
funcionarios, en ese sentido solicita se le considere la atenuante del 11 Nº 9 y su irreprochable
conducta anterior del artículo 11 y la edad 62 años, solicita la pena de 3 años y un día de presidio
menor en su grado máximo, en ese sentido su defendido también podría optar de un beneficio de
la ley 18.216 y acompaña un informe de pericia social pre-sentencial, que es emitido por el
trabajador social, perito social, Danilo Lienqueo Pino, que lee resumidamente, en que señala los
datos del imputado: Marcial Carranza Rodríguez, casado, chileno, el informe se basó en una
entrevista social del imputado, visita domiciliaria a su casa habitación, entrevista social a su esposa
e hija, revisión de documentos familiares y personales aplicación de mapa de relaciones sociales,
sustento teórico de la teoría del ciclo vital familiar, teoría de sistemas, interaccionismo simbólico,
perfil social del imputado, aquí el perito señala que Marcial Carranza Rodríguez, al interior de su
familia es caracterizado como tranquilo, buen padre y con escasa habilidades sociales, que más
bien lo perfilan como un hombre tímido es un sujeto que mantiene buenas relaciones sociales con
su entorno social y es caracterizado como una persona trabajadora y proveedora del hogar, es un
adulto que si bien carece de habilidad social de comunicaciones efectiva y significativas no se
inhabilita en el momento de llevar a cabo su vida como una persona de su edad y realidad social,
manteniendo relaciones sociales y amistad no presentan antecedentes penales con anterioridad a
los hecho que se le imputan, si bien consume drogas especialmente marihuana este consumo
nunca lo había inhabilitado en termino de poder llevar a cabo sus actividades diarias ni en cumplir
su rol de padre esposo y proveedor de su hogar. En resumen la opinión profesional y la sugerencia
dice que Sr. Marcial Carranza Rodríguez, es un individuo que cuenta con red familiar muy
significativa lo cual es un factor protector en su etapa de ciclo vital individual, es un sujeto que tiene
posibilidad de reinserción social y puede llegar a estabilizarse como un ciudadano común no
incurriendo en conductas anómicas, si además de su apoyo familiar logra establecer relación de
ayuda y inserción de terapia psicosocial en el centro de salud mental por la implicancia que tiene
su privación de libertad. Incorpora además Informe presentencial del acusado que incorpora
mediante lectura resumida que señala que se observa que el imputado con características
psicosociales que lo vuelven contraindicado para un adecuado cumplimiento de condena en el
sistema libertad vigilada para el adulto en consecuencia consejo técnico no sugiere el ingreso de
Marcial Carranza Rodríguez al sistema de libertad vigilada del adulto. Sin perjuicio hace presente
que su representado no tiene antecedentes anteriores, si la situación judicial lo permite puede ser
beneficiario de la ley 18.216 y en este sentido, solicita la libertad vigilada para don Marcial
Carranza Rodríguez.
Alegaciones de la Defensa del acusado Hernández Puebla, en la audiencia del
artículo 343 del Código Procesal Penal, señala que habiéndose dictado veredicto condenatorio
respecto de su representado solicita se haga aplicación de la facultad accedida en el inciso
segundo artículo primero de la ley 20.000, en términos de rebajar en un grado la pena a aplicar,
teniendo presente que el hecho tiene que ver exclusivamente con marihuana, sustancia que como
consta de los documentos acompañados del Ministerio Público, no produce dependencia física y
por lo tanto en cuanto al desvalor de la conducta, al bien jurídico tutelado, es una conducta
privilegiada desde ese punto de vista solicito hacer uso de esa facultad y por lo tanto al momento
de imponer la pena de mi representado teniendo presente de que no concurre a su respecto
circunstancias atenuantes pero tampoco concurren circunstancias agravantes y atendido lo
dispuesto en el artículo 69 del código penal entorno a que para determinar la pena aplicada en la
extensión del grado se deberá atender al nivel de infracción del bien jurídico tutelado y por lo tanto
el nivel de daño social que se realiza en cada caso en particular, solicita se aplique la pena de 3
años y 1 día de presidio menor en su grado máximo en subsidio y en el evento de que no se haga
uso de esta facultad, solicito que se le aplique igualmente el mínimo de la pena establecido por el
delito de tráfico de drogas la pena de 5 años y un día de presidio mayor en su grado mínimo. En
cuanto a la pena de multa, atendido mi cliente es una persona que tiene 66 años de edad, con una
serie de problemas personales en términos de salud, además teniendo presente su escasa
capacidad económica solicito que se haga uso de la facultad del artículo 70 del Código Penal y
solicita que se rebaje la multa a 10 UTM solicitando se otorgue a su defendido el plazo de 10
cuotas iguales, mensuales y sucesivas de una unidad tributaria cada una.
CIRCUNSTANCIAS MODIFICATORIAS DE RESPONSABILIDAD PENAL.
VIGESIMO QUINTO: Atenuante del artículo 11 N°6 del Código Penal.
Que favorecen a los acusados Marta Sonia Navarro Acevedo, Claudia Soledad
Reyes Navarro y Marcial Enrique Carranza Rodríguez, la atenuante de su irreprochable conducta
anterior, configurada suficientemente con el mérito de su extracto de filiación y antecedentes, leído

29
e incorporado por el Ministerio Público en la audiencia del artículo 343 del Código Procesal Penal,
que da cuenta que no registran anotaciones penales pretéritas.
VIGESIMO SEXTO: Atenuante del artículo 11 N°9 del Código Penal.
Que tal como oportunamente se reseñó las Defensas de los acusados Marta
Navarro Acevedo, Claudia Reyes Navarro, Alfonso Rivera Cisternas, Luis Acevedo Pérez y Marcial
Carranza Rodríguez, solicitaron a favor de ellos la atenuante de la colaboración sustancial al
establecimiento de los hechos, la que en el caso de Alfonso Rivera Cisternas y Luis Acevedo
Pérez, además fueron solicitadas con el carácter de muy calificadas.
Respecto de Marta Navarro Acevedo, se acoge la minorante de colaboración
sustancial al esclarecimiento de los hechos, considerando para ello que renunció a su derecho a
guardar silencio y prestó declaración durante la audiencia de juicio oral, dando cuenta
pormenorizada de las circunstancias de tiempo, lugar y forma de comisión del ilícito y de la
intervención que le cupo en el mismo, contribuyendo con ello a formar convicción en el tribunal
respecto de la existencia del hecho punible y de su participación culpable en el mismo, toda vez
que logró disipar las dudas existentes.
En relación a Claudia Reyes Navarro, el tribunal desestima la atenuante de
responsabilidad penal contemplada en el artículo 11 N º 9 del Código Penal, invocada por la
defensa teniendo en consideración que la declaración de la acusada pareció a este Tribunal una
versión interesada y acorde a sus propios intereses, ya que no se condijo con el contexto en que
se desarrolló y descubrió la ilicitud. Además el testimonio pareció creado y acondicionado a las
circunstancias del caso, orientado a suprimir los elementos que más le perjudicaban, al limitar su
participación al sólo hecho de haber llevado el dinero a su madre y haberla acompañado
posteriormente, desconociendo en todo momento todo lo relacionado con droga, de manera que
sus dichos estuvieron circunscritos a no decir más de lo que la prudencia aconseja, todo lo cual
además resultó ser contrario a lo acreditado mediante las prueba de cargo, que dio cuenta de su
intervención en la coordinación de la reunión para la compra de la droga, así como del dinero
requerido y la recepción de la misma.
Respecto de Alfonso Rivera Cisternas, se acoge la circunstancia atenuante
del artículo 11 N° 9 del Código Penal, esto es, que su testimonio significó un aporte sustancial al
esclarecimiento de los hechos, teniendo principalmente en consideración que su versión concuerda
plenamente con lo manifestado por los funcionarios de la policía de Investigaciones, quienes sin
perjuicio de no haber encontrado droga en su poder, admitió haber sido el contacto con terceros
para la compra de la sustancia, además, se ubicó en el lugar de los hechos, refieren el
conocimiento que tenía de la droga, lo que a juicio de estos sentenciadores fue un antecedente
claro y preciso para tener por acreditados los hechos y la participación de éste en el delito. Hay que
tener presente que la actual redacción de la minorante antes mencionada es extensivamente más
amplia que antes, de tal manera la declaración del acusado no queda ceñida sólo a su confesión, sino
que abarca cualquier información importante que represente un aporte valioso para el esclarecimiento
de los hechos. Además, esta disposición en su redacción emplea la formula “hechos” y no “delito” por
lo tanto, no es necesario que el acusado confiese su participación en el delito en forma directa, como
lo ocurrido en el delito investigado. La declaración del acusado no debe ser el único antecedente que
lo incrimine, y tampoco existe algún requisito en cuanto a la oportunidad en que se preste la
colaboración. Ahora en cuanto a considerarla como muy calificada, este tribunal, en uso de sus
facultades privativas, rechaza la solicitud de la Defensa, por estimar que si bien la declaración del
encartado cumple los estándares de sustancialidad establecidos en la minorante ya analizada, esta
no aporta los antecedentes necesarios que por su entidad e importancia lleven a la certeza de
considerarla como muy calificada.
En relación a Luis Acevedo Pérez, estos sentenciadores, estiman que es
procedente acoger en su favor la circunstancia atenuante de responsabilidad prevista en el
artículo 11 N° 9 del Código Penal, impetrada y fundamentada por su abogado defensor, por
cuanto este Tribunal estima que de acuerdo a la Real Academia Española, en su Diccionario de la
Lengua, define la voz sustancial como “lo que constituye lo esencial y más importante de algo”, y a
su vez señala que esencial es “sustancial, principal, notable”, a la luz del caso que nos ocupa, lo
esencial y más importante de la investigación son precisamente sus fines y estos no son otros que
la comprobación del hecho, la identificación y responsabilidad de los partícipes del mismo, pues
bien, dichas circunstancias se vieron plenamente establecidas por la cooperación que prestó el
acusado ya que éste renunció a su derecho a guardar silencio prestando declaración en la
audiencia de juicio oral sometiéndose al interrogatorio del Fiscal, del Tribunal, además de los
demás defensores, reconociendo que el día 4 de diciembre de 2008, se había encontrado con
Alfonso Rivera y habían acordado la transacción de la droga, lo que se concretó al día siguiente y
al ser fiscalizado por los funcionarios policiales no opuso ninguna resistencia. De esta forma, la
colaboración prestada por el acusado fue determinante y concluyente en la aclaración de los
mismos, configurándose de esta forma la sustanciabilidad que exige la citada norma. Asimismo y
concordando con lo ya razonado la atenuante antes referida se tendrá como muy calificada
según lo establece el artículo 68 bis del Código Penal, teniendo en consideración que según se ha

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establecido en estrados en un hecho delictual como el investigado, en que el acusado es
sorprendido en los momentos en que hace entrega de una cantidad de droga no menor, es decir
cuatro kilos, pero entrega al tribunal las herramientas necesarias para mantener una ilación de los
hechos, ya que de lo acontecido en los días precios a la ocurrencia de los mismos, nada se sabía,
además, de dar cuenta que había llegado al país hacía poco tiempo procedente deportado de
España, y que no fue cuestionado y dio sustento a su afirmación que necesitaba dinero para la
compra del pasaje y regresar a dicho lugar, reconociendo además que mantenía antecedentes
penales, permitiendo además establecer sin lugar a dudas para estos jueces la verdadera
participación del acusado Hernández Puebla y superar el estándar suficiente para lograr la
convicción de la existencia del hecho y determinar su participación en ellos y de allí su carácter de
muy calificada.
VIGESIMO SEPTIMO: Quantum de la pena.
Que, la pena señalada para el delito de tráfico ilícito de sustancias
estupefacientes, materia de este juicio, es la de presidio mayor en su grado mínimo a medio y
multa de 40 a 400 Unidades Tributarias Mensuales, la que se aplicará según se dirá a
continuación:
- Marta Navarro Acevedo, concurren en favor de la acusada dos circunstancias
minorantes de responsabilidad criminal y no le perjudican agravantes, por lo que el Tribunal, en
conformidad con lo dispuesto por el artículo 68 del Código Penal, rebajará en un grado la pena
asignada al delito, según se dirá en lo resolutivo.
- Claudia Reyes Navarro, concurriendo una circunstancia atenuante de
responsabilidad penal y ninguna agravante, el tribunal no la aplicará el grado máximo asignado
por la Ley al delito, atento lo dispuesto en el artículo 68 del Código Penal.
- Alfonso Rivera Cisternas, concurriendo una circunstancia atenuante de
responsabilidad penal y ninguna agravante, el tribunal no la aplicará el grado máximo asignado
por la Ley al delito, atento lo dispuesto en el artículo 68 del Código Penal.
- Luis Acevedo Pérez, concurre en favor del acusado una circunstancia
modificatoria de responsabilidad penal establecida como muy calificada y no le perjudican
agravantes, por lo que el Tribunal, en conformidad con lo dispuesto por el artículo 68 del Código
Penal, rebajará en un grado la pena asignada al delito, según se dirá en lo resolutivo.
- Marcial Carranza Rodríguez, concurren en favor del acusado dos
circunstancias minorantes de responsabilidad criminal y no le perjudican agravantes, por lo que el
Tribunal, en conformidad con lo dispuesto por el artículo 68 del Código Penal, rebajará en un
grado la pena asignada al delito, según se dirá en lo resolutivo.
- René Hernández Puebla, no le benefician circunstancias atenuantes, ni
perjudican agravantes de responsabilidad penal, por lo que el tribunal podrá recorrer toda la
extensión de la pena al aplicarla.
Que por aplicación del artículo 69 del cuerpo legal antes citado, estos Jueces
determinarán la cuantía de la pena considerando la extensión del mal causado por el delito, según
se dirá en lo resolutivo.
VIGESIMO OCTAVO: Comiso.
Que se decretará el comiso de las sumas de $ 640.000 $ 180.000 y 18.000 en
dinero efectivo incautada a los acusados, por no haberse rendido prueba alguna que demuestre un
origen lícito del mismo, ello unido al lugar preciso en que fue encontrado, lo que permite suponer
una relación directa con el delito pesquisado, sumas que según consta de la prueba rendida por el
Ministerio Público, mediante los comprobantes de depósito a plazo renovable reajustable
acompañado, y que se encuentran depositados a la orden del Ministerio Público. Además, se
decretará el comiso y destrucción de los contenedores de droga, teléfonos celulares, monederos,
bolsas, papeles y de la pesa digital, por ser instrumentos con los que se efectuó el delito.
Que, se rechaza el comiso de los vehículos mencionados en el juicio en atención a
que con los documentos debidamente incorporados por el Ministerio Público, se acreditó en el
juicio que el automóvil marca Nissan, modelo Sentra, patente única LX-5525, año 1995, era de
propiedad de René Iván Hernández Mundaca, cedula de identidad N° 12.483.186-5 y que la
camioneta marca Chrevrolet, modelo Luv, patente única PL-2440-7, año 1997, era de propiedad de
Erika de las Mercedes Galaz Mardones, cedula de identidad N° 6.553.708-7 y considerando,
además, que no existe antecedente alguno que los propietarios de los móviles individualizados,
haya tenido conocimiento de que se utilizarían en la perpetración del delito o que en ellos se
encontrara droga, se rechazará la solicitud de comiso de estos.
VIGESIMO NOVENO: Multa.
Que teniendo en consideración los expuestos por las defensas, en el sentido que
los acusados Alfonso Rivera Cisternas, Luis Acevedo Pérez, Marcial Carranza Rodríguez y René

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Hernández Puebla, se encuentran privados de libertad desde el 05 de diciembre de 2008, de
conformidad a lo que prevé el artículo 70 del Código Penal y artículo 52 de la Ley 20.000, se
reducirá prudencialmente el monto de las multas solicitadas por el Ministerio Público, según se dirá
en lo resolutivo, las que deberán ser canceladas por los acusados en la forma y en el plazo que se
explicitará en la parte resolutiva de la sentencia.
TRIGESIMO: Costas.
Que según lo prescrito en los artículos 593 y 600 del Código Orgánico de
Tribunales, se eximirá a los acusados del pago de las costas, al permanecer actualmente privados
de libertad.
TRIGESIMO PRIMERO: Beneficios Solicitados.
Respecto de Claudia Reyes Navarro, conforme a lo razonado precedentemente y
el quantum de la pena a imponer, el Tribunal no emitirá pronunciamiento respecto de los beneficios
solicitados por su Defensa, por ser improcedente. Por la misma razón no se analizará
pormenorizadamente los documentos fundamentes de tal petición a que se refirió el considerando
vigésimo cuarto, como tampoco se analizará el informe presentencial recibido.
En relación a Marta Navarro Acevedo, que, en cuanto a la solicitud de su
defensa en orden a beneficiar a la acusada con la medida alternativa de libertad vigilada que
contempla el artículo 15 la Ley 18.216, el Tribunal tiene en especial consideración que el informe
presentencial de la encausada no sugiere el ingreso de ésta al sistema de Libertad Vigilada del
Adulto. Por tal motivo se rechaza tal pretensión y, en consecuencia, la pena que se impondrá a la
enjuiciada en lo resolutivo deberán cumplirla efectivamente, para lo que además el tribunal tendrá
en consideración el informe social incorporado por la defensa de la trabajadora social Karina
Molina Belmar, que en la parte conclusiva señala que Marta presenta una relación coherente y
clara, sin producirse en ningún momento contradicción en el discurso o tema que evada. Añade
que con total desvergüenza señala que fue ella quien busco la posibilidad de vender drogas, si bien
califica esto como un error, no evidencia un recubrimiento real o conciencia la gravedad de los
actos cometidos, más bien como da la sensación que su afición le da el hecho de encontrarse
privada de libertad y más aun de haber involucrado a su hija en un episodio en el que ella no tenia
responsabilidad alguna, se muestra como una mujer resuelta, tozuda con sus ideas claras, sin
mayor conciencia en las consecuencias de sus actos y el informe sicológico evacuado por
Macarena Duarte Arriagada, sicóloga, que en la parte conclusiva: señala que Marta se
desenvuelve dentro de una estructura de personalidad de características limítrofes, debido a que la
imputada presenta una alteración en los limites, yo no yo, además de la indecisión mecanismos
bajos poco manejo del control de sus impulsos lo que dificulta que tenga conciencia de las
consecuencias de los actos que comete, esto no implica que su juicio y sentido de realidad se
encuentren alterado.
En relación a Marcial Enrique Carranza Rodríguez, Que en lo relacionado con el
cumplimiento de la sanción a imponer en definitiva, el Ministerio Público hizo entrega del informe
presentencial, suscrito por Rogelio Araneda Arancibia, Asistente social, en su carácter de
Presidente del Consejo Técnico, cuya conclusión señala que un tratamiento en el Sistema de
Libertad Vigilada del Adulto, sería ineficaz, pues presenta características psicosociales que lo
vuelven contraindicado como escasa capacidad de autocrítica, y limitado juicio crítico de las
situaciones en las que se involucra; dificultad para integrar distintos puntos de vista que
enriquezcan el análisis de las situaciones, tendencia a desarrollar pensamientos autoindulgentes y
heteroculpabilizadores; moral heterónoma, sin que se advierta una adecuada introyección del valor,
por lo tanto impermeable frente a la influencia positiva externa, todo lo cual atenta contra la
eficacia del tratamiento otorgado por un agente psicosocializador externo. Con el mérito del
informe, el Fiscal reitera que se aplique la pena correspondiente al tráfico la que, en su concepto,
debe cumplirse efectivamente, sin ningún tipo de beneficio.
Que el Tribunal no comparte el criterio del Ministerio Público, ni las conclusiones
del citado informe, el que no obstante ser obligatorio para optar al beneficio de la libertad vigilada,
no es vinculante para los sentenciadores, los que, en la especie, teniendo en consideración que la
escasa capacidad de autocrítica, y limitado juicio crítico de las situaciones en las que se involucra
posibilidades de conflicto, que hace presente dicho informe, no aparecieron en la vida del
encausado, quien permaneció libre de reproche hasta el día en que ocurrieron los hechos, según
aparece de su extracto de filiación libre de anotaciones pretéritas, contando en la actualidad con 62
años de edad. Debe destacarse a este respecto además, el informe del perito social, Danilo
Lienqueo Pino, que señala que el informe en relación al Sr. Carranza Rodríguez, se basó en una
entrevista social del imputado, visita domiciliaria a su casa habitación, entrevista social a su esposa
e hija, revisión de documentos familiares y personales aplicación de mapa de relaciones sociales,
sustento teórico de la teoría del ciclo vital familiar, teoría de sistemas, interaccionismo simbólico,
perfil social del imputado, aquí el perito señala que Marcial Carranza Rodríguez, al interior de su
familia es caracterizado como tranquilo, buen padre y con escasa habilidades sociales, que más
bien lo perfilan como un hombre tímido es un sujeto que mantiene buenas relaciones sociales con
su entorno social y es caracterizado como una persona trabajadora y proveedora del hogar, es un

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adulto que si bien carece de habilidad social de comunicaciones efectiva y significativas no se
inhabilita en el momento de llevar a cabo su vida como una persona de su edad y realidad social,
manteniendo relaciones sociales y amistad no presentan antecedentes penales con anterioridad a
los hecho que se le imputan, si bien consume drogas especialmente marihuana este consumo
nunca lo había inhabilitado en termino de poder llevar a cabo sus actividades diarias ni en cumplir
su rol de padre esposo y proveedor de su hogar. En resumen la opinión profesional y la sugerencia
dice que Sr. Marcial Carranza Rodríguez es un individuo que cuenta con red familiar muy
significativa lo cual es un factor protector en su etapa de ciclo vital individual, es un sujeto que tiene
posibilidad de reinserción social y puede llegar a estabilizarse como un ciudadano común no
incurriendo en conductas anómicas, si además de su apoyo familiar logra establecer relación de
ayuda y inserción de terapia psicosocial en el centro de salud mental por la implicancia que tiene
su privación de libertad. Estos últimos elementos de juicio, unido a la naturaleza y modalidades del
delito y a la necesidad que advierte el propio informe, permiten concluir al Tribunal que un
tratamiento en libertad aparece eficaz y necesario para una efectiva readaptación y resocialización
del acusado. En conclusión, se accederá al planteamiento de la Defensa en orden a conceder al
enjuiciado el beneficio de Libertad Vigilada, de conformidad a lo previsto en los artículos 14 y 15 de
la ley 18.216.
Por estas consideraciones y visto, además, lo dispuesto en los artículos 1, 11 N° 6
y 9, 14 N° 1, 15 N° 1, 24, 28, 31, 50, 68, 68 bis, 70 del Código Penal, artículos 1, 4, 45, 47, 295,
296, 297, 340, 341, 342, 344, 348 y 468 del Código Procesal Penal, artículos 1, 3, 18, 45, 46, 52 y
64 de la Ley 20.000; ley 18.216 y 19.970, se declara:
I.- Que, se CONDENA a MARTA SONIA NAVARRO ACEVEDO, ya
individualizada, a la pena de CUATRO AÑOS DE PRESIDIO MENOR EN SU GRADO MAXIMO y
una multa de CUARENTA UNIDADES TRIBUTARIAS MENSUALES, en su calidad de autora, del
delito de tráfico ilícito de estupefacientes, en grado de consumado, cometido en esta ciudad el
día 5 de diciembre de 2008 y a las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para
derechos políticos y de inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos durante el tiempo de la
condena.
II.- Que, se CONDENA a CLAUDIA SOLEDAD REYES NAVARRO, ya
individualizada, a la pena de CINCO AÑOS Y UN DIA DE PRESIDIO MAYOR EN SU GRADO
MÍNIMO y una multa de CUARENTA UNIDADES TRIBUTARIAS MENSUALES, en su calidad de
autora del delito de tráfico ilícito de estupefacientes, en grado consumado, hecho ocurrido el 5
de diciembre de 2008, y a las penas accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y
oficios públicos y derechos políticos y la de inhabilitación absoluta para profesiones titulares
mientras dure la condena.
III.- Que, se CONDENA a ALFONSO ALFREDO RIVERA CISTERNAS, ya
individualizado, a la pena de CINCO AÑOS Y UN DIA DE PRESIDIO MAYOR EN SU GRADO
MÍNIMO y una multa de VEINTE UNIDADES TRIBUTARIAS MENSUALES, en su calidad de
autor del delito de tráfico ilícito de estupefacientes, en grado consumado, hecho ocurrido el 5 de
diciembre de 2008, y a las penas accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y
oficios públicos y derechos políticos y la de inhabilitación absoluta para profesiones titulares
mientras dure la condena.
IV.- Que, se CONDENA a LUIS HERNAN ACEVEDO PEREZ, ya individualizado, a
la pena de TRES AÑOS Y UN DIA DE PRESIDIO MENOR EN SU GRADO MAXIMO y una multa
de DIEZ UNIDADES TRIBUTARIAS MENSUALES, en su calidad de autor, del delito de tráfico
ilícito de estupefacientes, en grado de consumado, cometido en esta ciudad el día 5 de diciembre
de 2008 y a las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para derechos políticos y de
inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos durante el tiempo de la condena.
V.- Que, se CONDENA a MARCIAL ENRIQUE CARRANZA RODRIGUEZ, ya
individualizado, a la pena de TRES AÑOS Y UN DIA DE PRESIDIO MENOR EN SU GRADO
MAXIMO y una multa de DIEZ UNIDADES TRIBUTARIAS MENSUALES, en su calidad de autor,
del delito de tráfico ilícito de estupefacientes, en grado de consumado, cometido en esta ciudad
el día 5 de diciembre de 2008 y a las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para
derechos políticos y de inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos durante el tiempo de la
condena.
VI.- Que, se CONDENA a RENE ALFREDO HERNANDEZ PUEBLA, ya
individualizado, a la pena de SEIS AÑOS DE PRESIDIO MAYOR EN SU GRADO MINIMO y una
multa de DIEZ UNIDADES TRIBUTARIAS MENSUALES, en su calidad de autor del delito de
tráfico ilícito de estupefacientes, en grado consumado, hecho ocurrido el 5 de diciembre de
2008 y a las penas accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y
derechos políticos y la de inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la
condena.
VII.- Que, se exime a los sentenciados del pago de las costas de la causa.
VIII.- Que, atendida la extensión de la pena impuesta a los sentenciados Claudia
Reyes Navarro, Alfonso Rivera Cisternas y René Hernández Puebla y no reuniendo los

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sentenciados Marta Navarro Acevedo y Luis Acevedo Pérez, los requisitos para conceder los
beneficios que establece la Ley 18.216, deberán cumplir efectivamente la pena impuesta,
sirviéndoles de abono los días que han permanecido ininterrumpidamente privados de libertad en
razón de estos antecedentes, esto es, desde el 5 de diciembre de 2008, según da cuenta el auto
de apertura.
IX.- Que, reuniéndose en opinión de estos sentenciadores los requisitos de la Ley
18.216, se concede al sentenciado Marcial Enrique Carranza Rodríguez, el beneficio de la
LIBERTAD VIGILADA, por el término de CINCO AÑOS, para lo cual el encausado deberá ponerse a
disposición, observación y tratamiento del Delegado de la Libertad Vigilada de Gendarmería de Chile,
debiendo cumplir con todas y cada una de las obligaciones que se le impusieren, debiendo para tal
efecto presentarse a cumplir la pena en forma alternativa a la Sección de Tratamiento en el Medio
Libre de esta ciudad, una vez que la sentencia se encuentre ejecutoriada.
Para el caso de que el sentenciado, por cualquier motivo, tuviese que cumplir la pena
corporal impuesta, la misma se le contará desde que se presente o sea habido, sirviéndole de abono,
el tiempo que permaneció privado de libertad, desde el 5 de diciembre de 2008, hasta el 07 de agosto
de 2009 y considerando además, el tiempo que permaneció con arresto domiciliario total, desde el día
07 de agosto de 2008, a la fecha, según consta de los antecedentes.
X.- Que, se autoriza a los condenados a pagar la multa impuesta en diez cuotas
mensuales, iguales y sucesivas, advirtiéndoseles que el no pago de una sola de las parcialidades
hará exigible el total del saldo adeudado, la primera de las cuales deberá ser enterada dentro de
los últimos cinco días del mes subsiguiente en que quede ejecutoriada la presente sentencia.
XI.- Que, si los enjuiciados, no tuvieren bienes para satisfacer la multa impuesta,
sufrirán por vía de sustitución y apremio, la pena de reclusión, regulándose un día por cada media
unidad tributaria mensual, sin que pueda exceder de seis meses, autorizando desde ya a
Gendarmería de Chile la sustitución, en el caso de no acreditarse el pago.
XII.- Que, se decreta el comiso de las sumas de $ 640.000 $ 180.000 y 18.000 en
dinero efectivo incautadas. Además, se decreta el comiso y destrucción de los contenedores de
droga, teléfonos celulares, monederos, bolsas, papeles y de la pesa digital.
XIII.- Que, conforme lo dispuesto en el artículo 17 inciso 2° de la ley 19.970, y
artículo 40 del reglamento del citado cuerpo legal, se dispone la toma de muestras biológicas a los
sentenciados, a fin que se incluyan en el Registro de condenados debiendo oficiar al efecto al
Servicio Médico Legal, entidad encargada del ingreso de la información al Sistema Nacional de
Registro de ADN, una vez ejecutoriado el presente fallo.
XIV.- Atendido el beneficio concedido al acusado Marcial Carranza Rodríguez y su
modalidad de cumplimiento establecido por el tribunal, déjese sin efecto la medida cautelar de
arresto domiciliario total del artículo 155 letra a) del Código Procesal Penal. Ofíciese al efecto a la
13ª. Comisaría de Carabineros de La Granja.
Dése cumplimiento a lo dispuesto por el artículo 46 de la Ley 20.000, respecto de
los dineros decomisados.
Ofíciese a la Secretaría Ejecutiva del Consejo Nacional para el Control de
Estupefacientes, respecto de las multas impuestas.
Devuélvanse, en su oportunidad, al Ministerio Público y defensas los documentos
incorporados en la audiencia de Juicio Oral.
Ejecutoriada que sea la presente sentencia, dése cumplimiento a lo dispuesto por
el artículo 468 del Código Procesal Penal.
Redactada por el magistrado don Hugo Espinoza Castillo.
Regístrese y Archívese en su oportunidad.
RIT N° 395-2009.-
RUC N° 0801 110 923-4.-

Dictada por la Sala del Sexto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago, integrada por
su Juez Presidente doña Marcia Fuentes Castro, y por los Jueces doña Silvana Vera
Riquelme y don Hugo Espinoza Castillo.

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