Evoluciona la segunda guerra mundial, y los países que no están en guerra entran en
la mira de las compañías discográficas que buscan compensar las pérdidas que ocasiona la
lucha en Europa y posteriormente en Estados Unidos. Como estrategia de mercadeo,
comienzan a impulsar la grabación de temas locales en países como Venezuela, Colombia,
Cuba, entre otros., intentando aprovechar que en Latinoamérica todavía la gente tenía
ánimos de divertirse.
Boleros
De esta forma, los boleros que se oían en el teatro frívolo, la radio, el cine, la vida
nocturna de los cabarets y posteriormente en la televisión, junto con la música tropical y las
nuevas formas que adoptó la ranchera, integraron una nueva cultura popular al alcance de
la memoria y del crecimiento urbano, acompañando incluso a los migrantes hacia los
Estados Unidos, como formas particulares de lo que se llamaría genéricamente lo latino.
Las emociones que pregonaban eran fáciles de interpretar y reproducir, por lo que se
asimilaron con rapidez a la vida doméstica que era penetrada por la radio y luego por la
televisión; brindando incluso romanticismo a las amas de casa, al mismo tiempo que las
incorporaba a la modernidad pregonada mediante los anuncios de detergentes y otros
artículos. Además, los productos de este género musical apoyaron en el cine las escenas
melodramáticas y las declaraciones amorosas de los personajes, cuyas vidas recreaban
situaciones cotidianas, existentes o deseables para la mayoría de los grupos sociales, por lo
que brindaban una sensación de autenticidad. Por ello, los espectadores se enamoraron del
amor a partir de la difusión de estas formas musicales por los medios de comunicación,
incrementándose su multiplicación en las vecindades, casas y las nacientes unidades
habitacionales, ya que sus habitantes se reconocían en sus letras y se emocionaban con sus
melodías, por lo que las memorizaban, repitiéndolas e incorporándolas como parte de su
vida emocional.
En Venezuela
En este país el pionero del bolero fue el cantautor Lorenzo Herrera quién además
de interpretar géneros folclóricos y pasodobles, hizo popular el bolero mediante la radio
que fue, como en toda América Latina, la principal impulsora del bolero. La primera mujer
venezolana que se dedica profesionalmente a cantar boleros fue Graciela Naranjo, aunque
también destacaron Lilia Castillo Bustamante, Eduardo Lanz y Lorenzo Herrera. En este
país el bolero son fue muy aceptado desde la llegada del Trío Matamoros en 1933, pero se
consolida con la llegada del Cuarteto Caney, que incluye como cantante a Hilda Salazar;
este grupo cubano, con su vocalista, revolucionan el ambiente musical al ser Hilda la
primera mujer que en Venezuela cantó con una orquesta de baile. A su salida, el puesto
estelar es ocupado por la joven Elisa Sotelo, luego Flor Díaz, Graciela Naranjo y Ada
Alba. Posteriormente se fundan las primeras orquestas integradas por músicos venezolanos,
que en su mayoría también componían las canciones que interpretaban. Surgen excelentes
boleristas como Rafael Galindo, Mario Tulio Mristany, Leo Rodríguez, aunque también
voces más versátiles que igual cantaban guarachas, merengues, boleros y todo lo que
estuviera de moda, como Manolo Monterrey, Lorenzo González, Carlos Torres y Alci
Sánchez.
Bolero Ranchero
Así, el género del Bolero perduraría años después en las obras de los compositores
Roberto Cantoral (La barca), Luis Demetrio (La puerta), Vicente Garrido (Lucho Gatica
canta No me platiques más) y Álvaro Carrillo (Javier Solís interpreta Se te olvida), para
concluir con las obras de Armando Manzanero (Eugenia León canta Contigo aprendí) e
incluso Juan Gabriel (Jure que nunca volveré); hasta su suplencia por otro tipo de música,
que incluía nuevas formas de música tropical y diversas expresiones del rock, para ser
redescubierto en las décadas pasadas en la voz de nuevos intérpretes contemporáneos.
El conflicto bélico a principio de los años 40, el que trastoca el orden de las
relaciones comerciales entre los países latinoamericanos y los beligerantes. Por un lado, la
Segunda Guerra Mundial, frena la llegada al mundo occidental de mercancías culturales,
venidas de Centroamérica, el Caribe y otras regiones, como orquestas famosas y grupos
coreográficos, obligándolos a producirse al interior de su propio mercado. En esta
coyuntura, las orquestas y coreografías “exóticas” que animaban las grandes ciudades
europeas, como Don Aspiazu en Londres en 1936, Lecuona Cuban Boys en el Eje Madrid –
Francia – Frankfurt desde 1934, Xabier Cugat en el triangulo Roma – Barcelona – Paris
desde 1938, el cantante Machín y su cuarteto Caney en Madrid desde 1934 y otras de
menos renombre, que viajaban constantemente por las ciudades europeas, se veían en la
obligación de presentarse en países latinoamericanos con un poder adquisitivo
medianamente acordes con sus exigencias. Por otro lado una de las consecuencias del
conflicto será que América latina se despliegue sobre sí misma, valorizando y difundiendo
su “orden cultural”, es decir su identidad musical y coreográfica. Los países exportadores
de productos manufacturados, sumidos en la Guerra, ya no podían atender la demanda de
sus clientes. De modo que muchos de estos se vieron en la necesidad de colmar el mercado
musical con su producción nacional o la de países vecinos, realzando y reacomodando de
esta manera su propia identidad musical a las exigencias de un público potencialmente rico
para el mercado naciente.
En el año 1956 da comienzo el fenómeno Elvis Presley y la difusión del rock and
roll. Con tonalidad melódica aún, Elvis incorporará un elemento importante al espectáculo
musical: una particular manera de mover el cuerpo.
A partir de entonces y hasta mediados de los años ´60 otros artistas desarrollarán
con variantes (surf, country, jazz, blues) el género que se irá convirtiendo (por su raíz
común) simplemente en : rock. Chuck Berry, Bill Haley, Little Richard, Jerry Lee Lewis y
más tarde Bob Dylan, Joan Baes, The Beatles, Simon & Garfunkel, The Rolling Stone.
Pero el primer derivado de estos ritmos -específicamente del rock and roll- con más
aceptación en la época específica fue el Twist ; denominado así por una canción que
popularizó Chubby Checker entre 1959 y 1960.
En América Latina el intérprete más popular fue sin embargo Bill Haley y His
Comets (1960-1962), con su tema: "Rock around the clock". Con raíz afroamericana nace
el soul con figuras como Ray Charles y Sam Cooke. En 1959 Ray Charles edita su mayor
éxito: What´d I Said.
En Europa aparecen figuras de gran aceptación como la joven Rita Pavone que con
sus apenas 17 años triunfa en la RAI . Uno de sus éxitos será : El baile del ladrillo (Il ballo
del mattone)1962 Otros italianos de gran éxito en esos años competirán en el famoso
"Festival de San Remo": Gianni Morandi, Boby Solo , Gigliola Gincuetti entre otros.
Pero sin duda el fenómeno más importantes que surgirá en esos años será: The Beatles.
Con ellos la música se animará a más: ya que será más potente, más electrónica, más
visceral. La garganta de Lennon abrirá una compuerta que ya no se cerrará más: la del
universo del rock.
En 1964 editarán su potente "Twist and shout" (Twist y gritos); allí con el apoyo
musical de sus compañeros Lennon gritará. "Por su garganta, por la de figuras como las que
acabamos de recorrer se parirá el rock. Lo importante ya no será la "melodía" sino lo que el
rock llegará a ser: un "sacar el alma por la garganta", grupalmente y con un soporte
electrónico.
Por otro lado, entre el público de habla hispana, no perdían vigencia en estos años,
corrientes musicales de extraordinario éxito, en generaciones anteriores a la nuestra. A
nivel internacional, se destacaban el bolero y el tango. Del primero eran referentes: Olga
Guillot, Edith Gormé y el Trío Los Panchos, Los Cinco Latinos, Los Plateros, Javier
Solís, Tito Rodríguez, Julio Jaramillo, Antonio Muñiz, Waltemar Dutra, Vicentico
Valdéz, Rolando Laserie, Antonio Prieto. Entre muchos otros. En Argentina cultivarían el
género: Roberto Yanés, Carlos Argentino, Estela Raval, Violeta Rivas, Chico Novarro.
En el terreno del tango de esos años se escuchaban glorias como: Aníbal Troilo,
Mariano Mores, Osvaldo Pugliese, Osvaldo Fresedo , Juan D´Arienzo, Francisco Canaro,
Horacio Salgán, Carlos Di Sarli, Julio De Caro, Rodolfo Biaggi, y cantantes como Julio
Sosa, Enrique Dumas, Virginia Luque, Susy Leiva, Argentino Ledesma, Nelly Prince,
Héctor Mauré, Pedro Vargas, Edmundo Rivero, Roberto Goyeneche, y otros.
El jazz no perdió su vigencia, desarrollándose en esos años el cool y el free jazz, del
que eran dignos representantes músicos como: Jim Hall, Paul Chambers, Ray Charles,
Quincy Jones, Miles Davis, Steve Lacy, Archie Sheep, entre muchos otros.
REFERENCIAS ELECTRÓNICA
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