PROCESADOS
CODIGO DE POLICIA
Título II - AUTORIDADES DE POLICÍA Y COMPETENCIAS
a. Amonestación;
b. Remoción de bienes que obstaculizan el espacio público;
c. Inutilización de bienes;
d. Destrucción de bien;
e. Disolución de reunión o actividad que involucra aglomeraciones de público no complejas;
f. Participación en programa comunitario o actividad pedagógica de convivencia.
ARTÍCULO 1o. OBJETO el fin de mantener las condiciones necesarias para la convivencia
en el territorio nacional.
7. El debido proceso.
9. La solidaridad.
1. Respetar y hacer respetar los derechos y las libertades que establecen la Constitución Política, las
leyes, los tratados y convenios internacionales suscritos y ratificados por el Estado colombiano.
2. Cumplir y hacer cumplir la Constitución, las leyes, las normas contenidas en el presente Código,
las ordenanzas, los acuerdos, y en otras disposiciones que dicten las autoridades competentes en
materia de convivencia.
6. Recibir y atender de manera pronta, oportuna y eficiente, las quejas, peticiones y reclamos de las
personas.
8. Colaborar con las autoridades judiciales para la debida prestación del servicio de justicia.
9. Aplicar las normas de Policía con transparencia, eficacia, economía, celeridad y publicidad, y
dando ejemplo de acatamiento de la ley y las normas de convivencia.
11. Evitar al máximo el uso de la fuerza y de no ser esto posible, limitarla al mínimo necesario.
En el caso de las instituciones policiales, se trata de ejercer la coerción para enfrentar violaciones
puntuales de un orden jurídico establecido. Ejemplo :Delitos de hurto, delincuencia común.
Como consecuencia, el ejercicio de la fuerza se hace de modo menos restrictivo y con mayor
intensidad. Las operaciones de combate se caracterizan por el uso de la fuerza letal en primera
instancia, siempre y cuando se ejerza contra blancos de naturaleza militar.
Pero la realidad es más compleja. Dentro de los Estados se producen rupturas generales del
ordenamiento jurídico, como el estallido de un conflicto armado interno, en las que están dadas las
condiciones para la intervención del Ejército. Es precisamente esa lógica la que explica por qué
Colombia ha empleado a sus Fuerzas Militares para enfrentar el desafío al orden legal que plantean
los grupos guerrilleros.
La potencia de fuego que, más allá de su empleo en combate, otorga poder de disuasión
Este ha sido el caso de Francia, donde el gobierno desplegó tropas en su territorio tras los
recientes atentados, no porque esperase que entablasen combate con los terroristas, sino
porque era la única institución que contaba con la masa, la movilidad y la capacidad
disuasiva para proporcionar la protección que necesitaban las ciudades francesas.y el caso
del BRONX
Por eso la seguridad ciudadana no es una misión propia de las Fuerzas Armadas. Pero esto
no quiere decir que no se pueda recurrir a la ayuda del Ejército en las ciudades bajo
circunstancias excepcionales.
La coordinación
Una de las características claves del nuevo entorno de seguridad internacional es la emergencia de
amenazas híbridas que combinan los atributos del crimen organizado, el terrorismo y la guerrilla en
organizaciones y patrones operacionales de nuevo cuño.
En este orden de ideas y si nos remitimos al art 25 del código penal el cual vamos a desglosar para
analizar si efectivamente, tenían el deber constitucional de evitar el resultado.
quedará sujeto a la pena contemplada en la respectiva norma penal. A tal efecto, se requiere que el
agente tenga a su cargo la protección en concreto del bien jurídico protegido, o que se le haya
encomendado como garante la vigilancia de una determinada fuente de riesgo, conforme a la
Constitución o a la ley.
Anteriormente, se decantó, nuestra posición en cuanto a el deber jurídico que detentaba tanto
la policía y a esto le agregamos que la posición de garante también está sustentado en la
sujeción de representación del estado, el cual está obligado por tratados internacionales.
como el ejército de impedir el resultado, la pregunta es, estaban en posibilidad de hacerlo?.
Para ello es necesario aseverar que, aunque en los hechos imputados por la fiscalía no se
especifique el armamento utilizado, resulta deducible que un grupo armado como las
autodefensas campesinas iban a comprender una artillería que en cuestión de fuerza y
violencia superaría a las de la policía municipal, más aun teniendo en cuenta que el ataque del
22 de septiembre fue efectuado por aproximadamente 40 hombres, en ese momento en cabeza
de JAIRO OSPINAORTIZ (como comandante de la estación de policía) y LUIS GONZALES
GARCIA (como comandante de tercer distrito). Sin embargo, pesar de que los policías
considerados como civiles armados y objeto de protección del DDHH ( derechos humanos), es
pertinente aclarar que, puede que en el momento del primer ataque a la poblacion civil el día
22 de septiembre de 1996,no se encontraran preparados a falta de armamento y personal para
mitigarlo, a psar de ello y como es evidente en desarrollo de los hechos subsiguientes, los días
en los que se continuó con los ataques, no hubo siquiera una acción de prevención por parte de
la policía a la población, ni organización a nivel interno ni solicitud de coordinación con otros
grupos de policía o del Ejercito Nacional, ello de antemano vislumbra una actitud negligente
ante la evidente situación que arrojó indicios claros del ataque.
La omisión por parte de la policía fue clara, debido también a que estaba en su ámbito de
competencia material, funcional y territorial.
La corte se pronuncia al respecto y dice que “… si un miembro de la fuerza pública que tiene
dentro de su ámbito de responsabilidad el deber de resguardar un sector de la población
amenazada por grupos al margen de la ley, no inicia la acción de salvación cuando ostenta los
medios materiales para hacerlo, de la ley, no inicia la acción de salvación cuando ostenta los
medios materiales para hacerlo, se le imputan los resultados lesivos… que estos cometan en
contra de los habitantes.” (Corte Constitucional de Colombia, 2001). Otros fundamentos de
derecho, son los siguientes:
“ARTICULO 2o. (…) Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas
las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y 15 demás derechos
y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los
particulares.”
“ARTICULO 218. La ley organizará el cuerpo de Policía. La Policía Nacional es un cuerpo
armado permanente de naturaleza civil, a cargo de la Nación, cuyo fin primordial es el
mantenimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades
públicas, y para asegurar que los habitantes de Colombia convivan en paz.”
“ARTICULO 223. Sólo el Gobierno puede introducir y fabricar armas, municiones de guerra y
explosivos. Nadie podrá poseerlos ni portarlos sin permiso de la autoridad competente. Este
permiso no podrá extenderse a los casos de concurrencia a reuniones políticas, a elecciones, o a
sesiones de corporaciones públicas o asambleas, ya sea para actuar en ellas o para presenciarlas.
Los miembros de los organismos nacionales de seguridad y otros cuerpos oficiales armados, de
carácter permanente, creados o autorizados por la ley, podrán portar armas bajo el control del
Gobierno, de conformidad con los principios y procedimientos que aquella señale.”
Se protegen por tanto a los civiles y demás no combatientes, y todos generan obligaciones en los
sistemas civiles de justicia penal, semejantes a la obligación que imponen las leyes de los conflictos
armados de proteger a las personas que no participen directamente en las hostilidades6 .
a los civiles y demás no combatientes, y todos generan obligaciones en los sistemas civiles de
justicia penal, semejantes a la obligación que imponen las leyes de los conflictos armados de
proteger a las personas que no participen directamente en las hostilidades6 .
caso de conflicto armado que no sea de índole internacional y que surja en el territorio de una
de las Altas Partes Contratantes, cada una de las Partes en conflicto tendrá la obligación de
aplicar, como mínimo, las siguientes disposiciones
: 1) Las personas que no participen directamente en las hostilidades, incluidos los miembros de
las fuerzas armadas que hayan depuesto las armas y las personas puestas fuera de combate por
enfermedad, herida, detención o por cualquier otra causa, serán, en todas las circunstancias,
tratadas con humanidad, sin distinción alguna de índole desfavorable, basada en la raza, el
color, la religión o la creencia, el sexo, el nacimiento o la fortuna, o cualquier otro criterio
análogo. A este respecto, se prohíben, en cualquier tiempo y lugar, por lo que atañe a las
personas arriba mencionadas:
a) los atentados contra la vida y la integridad corporal, especialmente el homicidio en todas sus
formas, las mutilaciones, los tratos crueles, la tortura y los suplicios;
b) la toma de rehenes;
c) los atentados contra la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes y degradantes;
d) las condenas dictadas y las ejecuciones sin previo juicio ante un tribunal legítimamente
constituido, con garantías judiciales reconocidas como indispensables por los pueblos
civilizados.
constitutivas de posicione
Artículo 50 Las Altas Partes Contratantes se comprometen a tomar todas las oportunas medidas
legislativas para determinar las adecuadas sanciones penales que se han de aplicar a las personas
que hayan cometido, o dado orden de cometer, una cualquiera de las infracciones graves contra el
presente Convenio definidas en el artículo siguiente. Cada una de las Altas Partes Contratantes
tendrá la obligación de buscar a las personas acusadas de haber cometido, u ordenado
cometer, una cualquiera de las infracciones graves, y deberá hacerlas comparecer ante los
propios tribunales, sea cual fuere su nacionalidad. Podrá también, si lo prefiere, y según las
disposiciones previstas en la propia legislación, entregarlas para que sean juzgadas por otra Parte
Contratante interesada, si ésta ha formulado contra ellas cargos suficientes. Cada Parte Contratante
tomará las oportunas medidas para que cesen, aparte de las infracciones graves definidas en el
artículo siguiente, los actos contrarios a las disposiciones del presente Convenio. Los inculpados se
beneficiarán, en todas las circunstancias, de garantías de procedimiento y de libre defensa, que no
podrán ser inferiores a las previstas en los artículos 105 y siguientes del Convenio de Ginebra del
12 de agosto de 1949 relativo al trato debido a los prisioneros de guerra.
Artículo 51 Las infracciones graves a las que se refiere el artículo anterior son las que implican uno
cualquiera de los actos siguientes, si se cometen contra personas o bienes protegidos por el
Convenio: el homicidio intencional, la tortura o los tratos inhumanos, incluidos los experimentos
biológicos, el hecho de causar deliberadamente grandes sufrimientos o de atentar gravemente contra
la integridad física o la salud, la destrucción y la apropiación de bienes, no justificadas por
necesidades militares y efectuadas a gran escala ilícita y arbitrariamente.
Ademas de ello no se pueden dejar de lado, los compromisos adquiridos Internacionalmente por
Colombia al ratificar la Convención Americana de Derechos Humanos “Pacto de San José de
Costa Rica”, (Ley No. 16 , 1972). Al respecto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos
(2005) señaló que :
Los Estados Partes en la Convención tienen obligaciones erga omnes de respetar y hacer respetar
las normas de protección y de asegurar la efectividad de los derechos allí consagrados en toda
circunstancia y respecto de toda persona.” El mismo Tribunal agregó que esa “obligación” Estatal
“… se manifiesta… en la obligación positiva del Estado de adoptar las medidas necesarias para
asegurar la efectiva protección de los derechos humanos en las relaciones interindividuales.” Es por
esa razón que el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, particularmente la Corte
Interamericana, ha declarado la responsabilidad internacional de Colombia en varios casos
relacionados con “masacres” 13 protagonizadas por grupos paramilitares. (Corte Interamericana de
Derechos Humanos, 2005).
4356567
TESTIMONIOS:
Mayor Ríos –
Omisión 25 C.P
Omisión impropia.
COMPETENCIA FUNCIONAL
Atribución que tenían los funcionarios públicos para desarrollar las funciones por las cuales
debieron haber evitado el resultado.
Se les ha entregado por parte del Estado un deber Constitucional y Legal de actuar en pro de la
protección civil, incluso en el código de Policía lo resalta:
Para establecer si existe o no responsabilidad por parte de estos funcionarios de la fuerza pública,
nos permitiremos desarrollar un análisis partiendo precisamente del código de policía, que establece
las competencias de las autoridades de policía, deberes y principios por los cuales se debe regir la
conducta de estos funcionarios.
CODIGO DE POLICIA
Tomamos algunos artículos para dar cuenta de los parámetros los cuales la conducta de los
funcionarios debe regirse. Los artículos relevantes para el caso son 1, 6,8,9,10
2. Promover el respeto,
6. Establecer un procedimiento respetuoso del debido proceso, idóneo, inmediato, expedito y eficaz
para la atención oportuna de los comportamientos relacionados con la convivencia en el territorio
nacional.
Policía, que por su misma naturaleza preventiva requieren decisiones de aplicación inmediata,
eficaz, oportuna y diligente, para conservar el fin superior de la convivencia, de conformidad con
las normas vigentes y el artículo 2o de la Ley 1437 de 2011.
Hay diferentes categorías de convivencia a cargo de la policia las cuales son: seguridad,
tranquilidad, ambiente y salud pública, y su alcance es el siguiente:
ARTÍCULO 8o. PRINCIPIOS. Son principios fundamentales del Código importantes para el caso
los siguientes:
1. La protección de la vida y el respeto a la dignidad humana.
7. El debido proceso.
9. La solidaridad.
13. Necesidad. Las autoridades de Policía solo podrán adoptar los medios y medidas rigurosamente
necesarias e idóneas para la preservación y restablecimiento del orden público cuando la aplicación
de otros mecanismos de protección, restauración, educación o de prevención.
ARTÍCULO 10. DEBERES DE LAS AUTORIDADES DE POLICÍA. Son deberes generales de las
autoridades de Policía:
1. Respetar y hacer respetar los derechos y las libertades que establecen la Constitución Política, las
leyes, los tratados y convenios internacionales suscritos y ratificados por el Estado colombiano.
2. Cumplir y hacer cumplir la Constitución, las leyes, las normas contenidas en el presente Código,
las ordenanzas, los acuerdos, y en otras disposiciones que dicten las autoridades competentes en
materia de convivencia.
4. Dar el mismo trato a todas las personas, sin perjuicio de las medidas especiales de protección que
deban ser brindadas por las autoridades de Policía a aquellas que se encuentran en situación de
debilidad manifiesta o pertenecientes a grupos de especial protección constitucional.
6. Recibir y atender de manera pronta, oportuna y eficiente, las quejas, peticiones y reclamos de las
personas.
8. Colaborar con las autoridades judiciales para la debida prestación del servicio de justicia.
9. Aplicar las normas de Policía con transparencia, eficacia, economía, celeridad y publicidad, y
dando ejemplo de acatamiento de la ley y las normas de convivencia.
11. Evitar al máximo el uso de la fuerza y de no ser esto posible, limitarla al mínimo necesario.
IMPUTADO ALFONSO.
2. Según la autoridad
-competencia material, territorial, la tenía aún más que os policías debido a que el tenía un cargo de
comandante del batallón contra guerrilla, tenia mayor probabilidad de deternet el suceso or su
dominio del hecho lo que lo hace coautor