intenciones, pero no establece un sistema de control y presión a los estados que violan los
derechos contenidos en la Declaración. A causa de la falta de su aplicabilidad, surgen como
instrumentos internacionales de seguimiento a los estados en 1966 el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
En estos dos Pactos, la Comunidad Internacional comienza a dividir los derechos humanos en dos
grandes bloques: los referidos a los derechos de ciudadanía (derecho al voto, a la justicia, a la
participación política, a formar sindicatos, etc.) y los derechos referidos a la distribución de
recursos – quienes más tienen que repartan con quienes menos tienen - (derecho a una vivienda
digna, al acceso a la tierra, al agua, a la salud, a un medioambiente sano, etc.).
Estos dos grupos obedecen a la división del mundo en dos grandes bloques en la década de los
sesenta. El bloque neoliberal aboga por los derechos civiles y políticos y el socialista comunista por
los económicos, sociales y culturales.
Los derechos económicos, sociales y culturales han quedado en un segundo lugar y, a pesar de que
se recogen en numerosas Constituciones no se han creado los mecanismos para su efectivo
cumplimiento. Por eso se llaman derechos de segunda generación y desde los años noventa
Naciones Unidas está empujando a los estados a que incorporen garantías de los mismos.
Por poner un par de ejemplos claros, si yo no puedo acceder al derecho al voto en España porque
hay un error en las listas electorales, tengo todo un sistema de reclamaciones y recursos que me
va a poder permitir votar. Sin embargo, si yo no tengo acceso a una vivienda, no existe ningún
mecanismo de reclamación al estado ni puedo acudir a los tribunales para exigir al estado una
vivienda digna.
Un hito en el desarrollo de este derecho a la vivienda, fue cuando un grupo importante de jóvenes
en Francia, en el año 2007, las y los hijos de don Quijote, acamparon en más de cien ciudades
francesas reclamando este derecho. Tras numerosas manifestaciones, el Gobierno francés
garantizó que la población pudiera pedir ante los tribunales el “derecho exigible a tener vivienda”.
Ya han aparecido varias sentencias en donde se exige al Gobierno francés la entrega de vivienda a
personas en situación de necesidad.
Respetar:
Exige de los Estados que se abstengan de ingerir en el goce de los derechos
económicos, sociales y culturales
Satisfacer:
Exige a los Estados que opten por disposiciones legislativas, administrativas y
judiciales para promover el pleno ejercicio de los derechos.
Garantizar:
Exige a los Estados se opongan a la violación de estos derechos por terceros.