(Cara y Ceca)
Las prácticas pedagógicas pueden entenderse como aquellas mediante las cuales los docentes
facilitan, organizan y aseguran un encuentro y un vínculo con los alumnos y el conocimiento.
De acuerdo a las entrevistas realizadas a los alumnos, en particular a los de 6° año, la clase que
caracterizaron como la preferida, fue la de filosofía por la “forma en la que el docente los
relaciona con el conocimiento”. Además, caracterizaron al mismo, como “el que le pone onda y
enseña bien”. En este sentido, se podría analizar al docente como “modelo de identificación
axiológica”, propuesto por el autor Onetto F. Según Onetto, los docentes son, para los alumnos,
“modelos de identificación temprana”, con respecto a los valores. Los docentes que serán
inspiradores de valores, no serán los mejores adaptados. Lo serán aquellos “poseídos” por la
pasión de algún valor. La transmisión de valores, es definida por el autor como “inspiración”.
Inspirar a alguien es despertar en él un comienzo. El que inspira siembra direcciones, abre
caminos. La inspiración se caracteriza por generar autonomías y no dependencias. El instante de
inspiración puede ser el de un gesto involuntario, un comentario al pasar, una reacción
espontánea, etc.; y puede quedar fijada en un giro lingüístico, una anécdota, una respuesta
espontánea, etc.