Asignatura
Psicología Clínica - Grupo 9
Docente
Leidy Tatiana Castañeda Quirama
Presentan
Daniela Martínez Cardona
Luis Andrés Cartagena Higuita
Yesid Felipe Tapias Medina
Programa
Psicología
Cuando Mauricio acudió a la primera cita de psicoterapia, asistió con una apariencia
descuidada y llamativa (tenía un aro dorado grande colgando en su nariz y el
cabello de color verde y azul). La descripción inicial de su motivo de consulta, fue:
“me siento perdido y vacío. No soporto estar solo, y al mismo tiempo me siento
furioso de que la gente no pueda aceptarme como soy. ¡En ocasiones sólo deseo
matarme para que los demás sientan un poco del dolor que yo tengo todo el
tiempo!”. A lo anterior, agrega: “Yo espero que estar acá me ayuda a comprender
qué pasa conmigo y darle alguna solución a esto que siento, porque para mí es un
problema todo lo que me está pasando, sé que necesito ayuda”.
Al indagar por sus numerosos cambios de empleo, describió una serie de amargas
disputas con sus compañeros de trabajo, la mayoría de las cuales culminaron con
salidas abruptas de los empleos, porque lo despedían o porque se ponía furioso y
no volvía a su trabajo. En cada situación, Mauricio racionalizaba su súbita salida
culpando a un supervisor “presumido” o a una compañía “torcida”. Para compensar
lo que el percibía como un tratamiento injusto en cada empleo finalizado, solía robar
artículos del lugar del trabajo. Algunos eran de oficina baratos, pero Mauricio se
jacto de que en una ocasión se llevó un computador portátil. Se rio y explicó: “no
sólo perdieron la computadora, sino que también me las arreglé para irme con una
importante información de inventarios que sólo existía en esa computadora.
Supongo que debieron aprender que es buena idea tratar mejor a sus empleados”.
Aun cuando reconoció que conductas tan desesperadas como estas habían alejado
a otras personas, Mauricio temía al dolor de no tener una relación íntima. Estos
sentimientos de vacío lo conducían al pánico y a la desesperación, por lo que rápido
buscaba una nueva relación con personas que idealizaba de inmediato en su mente.
Cada ocasión, su enamoramiento, de manera apresurada, se convertía en un
círculo vicioso de antipatía “yo sentía que en un momento ya no eran todo lo que
esperaba, y esa era una verdad irrefutable para mí”.
Al indagar por su orientación sexual, reconoció que no estaba seguro de preferir las
relaciones íntimas con los hombres o las mujeres. Explicó su ambivalencia al afirmar
que el género de sus parejas era menos importante que su capacidad para hacer
un compromiso con él “lo más importante era que esa persona tenía que estar ahí
para mí”.
Con respecto a su vida familiar, Mauricio señala que es hijo único y que pasó gran
parte de su infancia buscando un equilibrio entre las demandas de su madre de “no
meterse en problemas” y sus propios deseos de jugar y explorar. Al explicar, incluso
incidentes de poca importancia, las palabras que utilizó para describir a su madre,
reflejaron la intensidad de sus sentimientos acerca de ella, así como su dolorosa
ambivalencia. Ella era una “maldita”…siempre me gritaba o pegaba por cualquier
cosa que hacía. Controlaba cada uno de mis movimientos, me gritaba por jugar
demasiado tiempo con mis amigos, por alejarme demasiado de la casa, por dejarla
sola en la casa, si me quedaba con ella, yo era un niño bueno y me elogiaba y
recompensaba con galletas y dulces. Pero si salía durante una hora, incluso cuando
era adolescente, gritaba en la calle y me humillaba delante de todos. Tal vez, era
su forma de mostrarme que me amaba y que se preocupaba por mí, pero era difícil
soportarlo”.
La mayor parte del tiempo, desde que cumplió 20 años, Mauricio ha ido de un lugar
a otro sin tener un propósito. Probó ir a la universidad varias veces, pero la
abandonó debido a que “después de un tiempo me daba cuenta que esa carrera no
era lo mío, eso no me llenaba”. Comentó que su inestabilidad en los trabajos, se
debió a problemas de salud (cada uno de los cuales resultó de graves accidentes
en motocicleta).
Las relaciones han sido muy infelices para él. A lo largo de su adolescencia y
adultez, cambió de una relación a otra, alejándose de forma abrupta de las personas
que no fueron capaces de satisfacer sus insaciables demandas de amor y afecto.
(lo anterior también se da en la relación con sus amigos, ya que frente a sus
demandas constantes de tiempo y “estar ahí incondicionalmente”, se han
presentado distintas situaciones conflictivas).
Mauricio señala que en la época de la escuela, sus compañeros se burlaban de él
por ser “la nenita de su mamá” y dice que en una ocasión lo agredieron físicamente
cuando intentó defenderse de ellos “me dieron patadas hasta que la profesora se
dio cuenta y me retiró de ese lugar”. Dice que en el colegio las cosas cambiaron y
que ya “no me dejaba de nadie”, incluso menciona que aunque le costaba tener
grupos de amigos (“porque a veces ya no me los aguantaba”), se caracterizaba por
ser rebelde “si me tocaba agarrarme a golpes lo hacía”. “era una dicotomía porque
en el colegio tenía que ser fuerte y después llegaba a mi casa a darme cuenta de
que no valía nada. En esa época fui muy depresivo”.
Dice que a los 15 años tuvo su primera novia y que era “una niña muy inestable”.
Menciona que tuvieron una relación durante 3 meses y que ambos se controlaban,
se celaban y que llegó un momento donde ambos llegaron a agredirse “nos
revisábamos diario las redes sociales, ella no podía salir sin mí o si yo le decía que
iba a estar con mis amigos, ella me llegaba a donde yo estuviera, y cuando
terminamos la primera vez, yo la amenace con suicidarme, me sentía totalmente
desesperado y triste”.
Mauricio menciona que le preocupa que sus parejas lo abandonen, incluso comenta
que su última crisis se debe a que hace 3 semanas, intentó cortarse las venas
delante de su ex novia para que no lo dejara. “A veces me siento deprimido, otras
ansioso y otras muy irritable”, “en esa ocasión le dije que yo simplemente no podía
vivir sin ella y que se trataba de que se pusiera en mi lugar”.
El paciente menciona que no sabe qué hacer con su vida, dice que se siente “triste
y desdichado”, además de fracasado desde la ruptura en su última relación.
Mauricio menciona que le cuesta ver los logros que ha obtenido en su vida (a pesar
de que es campeón nacional en bicicross y le ha ayudado a varios amigos a montar
sus propias ideas de negocio) porque considera “Si no soy exitoso en todo lo que
haga, simplemente no hay esperanzas para mí, soy un bueno para nada”. Dice que
desde que su novia lo abandonó (hace 3 semanas), no hace otra cosa que estar
encerrado o consumiendo “marihuana o a veces hasta heroína”. Señala que en
ocasiones asistir a terapia le ha hecho sentir más esperanzado con respecto a “ver
una solución para mí”, pero después, manifiesta que “se me vuelven todos esos
pensamientos malos sobre mí, es como si olvidara todo lo que me hacen ver en
consulta y como si no pudiera verme nada positivo”.
Con respecto a sus intentos desesperados por mantener a sus parejas, dice que
sus ataques de hostilidad (contra sí mismo o sus parejas), luego le hacen sentir muy
culpable y avergonzado “es como si no pudiera controlar lo que pasa conmigo, creo
que ya me resigne a que soy así y que es poco lo que yo pueda hacer”. Además,
manifiesta que es una persona rencorosa “no puedo perdonar, soy una mala
persona, pero a veces se me viene esa idea a la cabeza de que los demás me
quieren hacer daño, incluso en uno de mis ataques de ira, una voz interna me decía
que mi novia era una amenaza cruel para mí” (el paciente afirma que este tipo de
ideas son transitorias y que aparecen sobre todo cuando hay un abandono real o
imaginado).
Mauricio expresa sentirse desde la ruptura con su pareja: “apático, con desaliento,
incapaz de verme algo positivo”, además, señala que frecuentemente tiene ideas
de muerte “nunca he pensado en un plan como tal, si me he cortado las venas ha
sido más como manera de expresar mi dolor o para que no me abandonen, pero
últimamente pienso mucho que no me daría miedo morirme y que es algo que
anhelo”. Manifiesta que durante las dos últimas semanas le cuesta conciliar el
sueño, que se siente “como lento, hasta para caminar”, dice que “me falta energía”,
“me siento un inútil” y que esto le ha impedido salir a buscar un nuevo empleo.
“nunca voy a poder sentirme mejor, es que me da una rabia, es como si la vida me
hubiera condenado a ser un miserable”, “no tolero que las cosas no salgan como
yo quiera”, “es culpa de los otros, para que se meten conmigo, sino van a poder
estar siempre ahí”.
Señala que lo único positivo que tiene en su vida es el apoyo de un amigo (David)
que siempre lo ha apoyado desde la adolescencia. Además, manifiesta disfrutar de
“componer canciones, hacer bicicross, tirarme en parapente en San Felix y ayudarle
a mis amigos a ver ideas de negocios”.
Con respecto a tratamientos previos, el paciente señala que a los 19 años, atravesó
una crisis depresiva por una ruptura en una relación de pareja y que en esta ocasión
el médico general lo remitió a psiquiatría, quien le formuló fluoxetina 10mg y
citalopram 10mg. Dice que los medicamentos sólo los ingirió durante 1 mes y que
luego no volvió a asistir a las citas de control. “yo no necesitaba eso”. Con respecto
a otros tratamientos, señala que el médico general le prescribió naltrexona para
hacer frente al síndrome de abstinencia por el consumo de drogas.
Pruebas empleadas
Identificación
Datos generales
Nombre: Mauricio.
Edad: 35 años.
Escolaridad: Secundaria.
Ocupación: Desempleado.
Número de identificación: No aplica.
Estudios Universitarios: Séptimo semestre de administración de empresas.
Segundo semestre de ingeniería en telecomunicaciones. Primer semestre de
negocios.
Genograma:
Fase Descriptiva
Origen de la remisión:
Paciente solicita por vía telefónica iniciar proceso terapéutico. No es remitido por
otro profesional, acude a la terapeuta por recomendación de un amigo.
Demanda:
Se puede evidenciar que el paciente realiza dos demandas; la primera antes de
iniciar el proceso (Vía telefónica) y la segunda en la primera sesión después de
mencionar su motivo de consulta. Estas son:
“Usted es una persona que se preocupa por sus pacientes y será capaz de
comprender lo que me ha pasado en esta vida miserable”. (Vía telefónica).
“Yo espero que estar acá me ayude a comprender qué pasa conmigo y darle alguna
solución a esto que siento, porque para mí es un problema todo lo que me está
pasando, sé que necesito ayuda”. (Primera sesión).
Estas demandas son dirigidas a la búsqueda de una compresión por parte de la
terapeuta donde sea ayudado y no juzgado, y a un entendimiento personal de su
situación y conocimiento de la misma para posteriormente encontrar una solución.
Síntomas
Cognitivos
El paciente a nivel cognitivo manifiesta los siguientes síntomas: Pensamientos de
fracaso “Si no soy exitoso en todo lo que haga, simplemente no hay esperanzas
para mi“ ”“se me vuelven todos esos pensamientos malos sobre mí, es como si
olvidara todo lo que me hacen ver en consulta y como si no pudiera verme nada
positivo”, generaliza en su concepto frente a las mujeres “Todas las mujeres son
iguales”, manifiesta no saber qué hacer con su vida “es como si no pudiera controlar
lo que pasa conmigo, creo que ya me resigne a que soy así y que es poco lo que
yo pueda hacer”, presenta las siguientes ideas sobre sí mismo y los demás “no
puedo perdonar, soy una mala persona, pero a veces se me viene esa idea a la
cabeza de que los demás me quieren hacer daño, incluso en uno de mis ataques
de ira, una voz interna me decía que mi novia era una amenaza cruel para mí”
(afirma que este tipo de ideas son transitorias y que aparecen sobre todo cuando
hay un abandono real o imaginado), “nunca voy a poder sentirme mejor, es que me
da una rabia, es como si la vida me hubiera condenado a ser un miserable”, “no
tolero que las cosas no salgan como yo quiera”, “es culpa de los otros, para que se
meten conmigo, si no van a poder estar siempre ahí.
Emocionales
Sentimientos de desasosiego, el paciente manifiesta que no sabe qué hacer con su
vida dice que se siente “triste y desdichado”, refiere que se siente vacío,
desesperanzado y con un dolor emocional permanente. Comenta que le genera un
enojo incontrolable el hecho de que “la gente no pueda aceptarme como soy”,
comenta sentimientos de irritabilidad, temor de no tener una relación íntima, pánico
y desesperación por el vacío emocional que presenta. Una notable antipatía por el
círculo vicioso en que se convierten sus relaciones, siente además ambivalencia
ante su madre y resentimiento hacia su padre fallecido. Una impotencia ante la no
expresión a sus padres de cosas que le han sucedido “siento que tengo un taco en
la garganta”. Refiere necesidad de apoyo, amor y afecto.
Sentimientos de tristeza, desdicha y fracaso se han presentado tras la ruptura con
su última pareja, manifiesta ataques de hostilidad en contra de sí mismo y sus
parejas, que posteriormente le generan culpa y vergüenza, sin embargo refiere ser
una persona rencorosa. Se encuentra apático e incapaz de verse algo positivo Hay
una inexistencia de miedo ante la muerte y anhelo de ella.
Conductuales
Realiza conductas desesperadas por mantener a las parejas a su lado,
manifestándose en ataques de violencia, tal como sucede en una de sus más
recientes relaciones donde cuenta con entusiasmo como en una ocasión le desinflo
las llantas al carro de su pareja en un ataque de rabia cuando le dijo que planeaba
tomar un viaje sin él, finalmente tres semanas atrás intentó cortarse las venas
delante de su exnovia para que no lo abandonará.
Consume drogas como marihuana y heroína, sale con varias mujeres y conduce a
alta velocidad. Tales conductas refiere son las únicas que le permiten expresar sus
emociones.
La crisis actual del paciente inició hace 3 semanas antes del momento del
tratamiento tras la ruptura con su última pareja, debido a esto intentó cortarse las
venas delante de ella para que no lo dejara, en esa ocasión el paciente le dice que
“él simplemente no puede vivir sin ella y que se trataba de que se pusiera en su
lugar”.
Desde ese momento, los síntomas han evolucionado de manera negativa, pues el
paciente relata que desde dicho suceso han sido más frecuentes las ideas de
suicidio y que ya no las lleva a cabo con la intención de que los demás vean el dolor
que siente sino con una intención de muerte, además manifiesta que le cuesta
conciliar el sueño y se siente lento hasta para caminar, falto de energía, triste y
desdichado, manifiesta creencias centrales como “me siento inútil” “soy un bueno
para nada”. Además de que desde entonces pasa la mayor parte del tiempo
consumiendo marihuana y heroína.
A. Cinco o más de los síntomas siguientes han estado presentes durante el mismo
período de dos semanas y representan un cambio del funcionamiento previo.
1. Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días, según se
desprende de la información subjetiva (Ejm. Se siente triste, vacío y sin esperanza).
4. Insomnio o hipersomnia casi todos los días.
6. Fatiga o pérdida de energía casi todos los días.
7. Sentimiento de inutilidad excesiva o inapropiada.
9. Pensamientos de muerte recurrentes, ideas suicidas recurrentes sin un
plan determinado, intento de suicidio o un plan específico para llevarlo a
cabo.
B. Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo
social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
C. El episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia
o de otra afección médica.
E. Nunca ha habido un episodio maníaco o hipomaníaco.
Fase explicativa
A sus 19 años fue remitido a psiquiatría por una crisis depresiva, la medicación
asignada fue fluoxetina 10mg y citalopram, los cuales consumió durante un mes y
finalmente abandonó el tratamiento. Por lo que no se cumplieron los posibles logros
con la medicación ni con el médico tratante.
Datos médicos
Hace poco estuvo internado por sobredosis de heroína, y tras la baja emocional en
este hecho estuvo en el HOMO por dos semanas.
A sus 15 años, tuvo su primera novia a la cual describe como “inestable”, tuvieron
una relación de tres meses la cual se caracterizó por el control, los celos y
agresiones de ambas partes. Al terminar la primera vez Mauricio se sintió
desesperado y triste, y la amenazó con suicidarse.
A sus 19 años refiere haber atravesado una crisis depresiva por la ruptura de una
relación de pareja y fue remitido a psiquiatría, se le recetó medicación y citas de
control, el paciente suspendió el tratamiento y no asistió a los controles asignados,
ya que considera que “No necesitaba eso”.
Afirma que toda su vida emocional ha sido una montaña rusa que lo había hecho
sentir y a quienes lo rodean desconcertados, una vida llena de “depresión, ansiedad,
irritabilidad y enojo incontrolable”.
El paciente señala con respecto a su infancia que pasó gran parte de ella buscando
un equilibrio entre las demandas de su madre de “no meterse en problemas” y sus
deseos de jugar y explorar. Manifiesta una dolorosa ambivalencia ante su madre,
refiere que recibía de ella regaños, gritos y golpes por cualquier motivo, controladora
de todos sus pasos y acciones fuera de la casa, pero al quedarse haciéndole
compañía le recompensaba como a “un niño bueno”, su madre siempre le inculco
que debía ser “el hombre de la casa”, racionalizando su necesidad de él estuviese
cerca de ella. “mi madre nada más estaba para presionarme, creía que era
sobreprotectora y para lo que debía haberme ayudado, nunca se enteró”. Frente a
su padre habla de un resentimiento debido a que su padre abusaba sexualmente
de él, su madre nunca tuvo conocimiento de tal situación, tal suceso dejó de ocurrir
cuando Mauricio crece y refiere que “tuve la valentía de no dejarme más”. Era un
padre “distante y rechazante”.
En su época escolar refiere que recibió burlas y agresiones por parte de sus
compañeros por la situación con su madre. Ya en el colegio las cosas cambiaron y
ya “no me dejaba de nadie”, a pesar de que le costaba tener amigos se caracterizó
por ser rebelde. Ante sus compañeros refiere que se mostraba fuerte pero “después
llegaba a mi casa a darme cuenta de que no valía nada. En esa época fui muy
depresivo”.
Desde que cumplió 20 años ha ido de un lugar a otro sin un propósito. Ha ido a la
universidad en reiteradas ocasiones, pero la abandonó debido a que se daba cuenta
que no era la carrera para él.
Hace tres semanas, rompió con su última pareja e intentó cortarse las venas delante
de su ex novia para que no lo dejará, esto ha generado que se sienta “triste y
desdichado” “apático, con desaliento, incapaz de verme algo positivo”, y desde esta
ruptura no hace otra cosa que estar encerrado o consumiendo “marihuana o a veces
hasta heroína”.
Factores de riesgo
Factores de protección
Procesos
Esquemas Nucleares: “No soy exitoso, soy un bueno para nada”, “Me
preocupa ser abandonado, no soporto estar solo”, “No tolero que las cosas
no salgan como quiero”, “no estaban ahí para mí todo el tiempo, de eso se
trata una relación”
Creencias intermedias:
Autoesquemas:
Autoestima: El paciente evidencia una visión negativa de sí mismo.
No hay aceptación ni estima hacia sí mismo.
Autoeficacia: No reconoce sus propias capacidades al iniciar o
estar en un proyecto, por lo que su seguridad y autoconfianza no
son lo suficientemente resistentes para crear expectativas y
resultados positivos.
Autoconcepto: Se describe como un ser inútil, bueno para nada,
sin ningún logro significativo en su vida. A pesar de que
evidentemente los tiene: Es campeón nacional en bicicross y le ha
ayudado a varios amigos a montar sus propias ideas de negocio.
Autoimagen: Se le dificulta aceptarse a sí mismo, por ello no acepta
la diferencia de los otros y no hay un adecuado
autorreconocimiento.
Productos
Estrategias de afrontamiento utilizadas por Mauricio actualmente
Centradas en el problema:
a- Búsqueda de alternativas: El paciente busca eliminar su problema buscando
ayuda.
b- Búsqueda de apoyo profesional: Busca ayuda psicológica por medio de
psicoterapia.
Centradas en la emoción:
a- Conformismo: Considera que hay poca posibilidad de cambio y resignación
ante su situación aunque reconoce que necesita ayuda, busca tolerar la
situación más no cambiarla.
b- Evitación comportamental: Busca salidas súbitas de sus empleos debido a
su agresividad y conflictos con compañeros, superiores. Así como relaciones
inestables empleando la idealización y desidealización de las otras personas.
c- Expresión emocional: Para Mauricio centrarse en la emoción es la manera
de enfrentar las situaciones que desencadenan sus acciones, se centra en
estas más que en el problema mismo.
d- Reacción agresiva: Mauricio identifica sus reacciones hostiles y agresivas
como consecuencia de la desesperación e insoportabilidad tras las vivencias
estresantes y desencadenantes.
Análisis Nomotético
Existen tres conceptualizaciones cognitivo-conductuales del TLP:
1- La concepción dialéctico-conductual de Linehan: Según el autor los
pacientes con TLP se caracterizan por una disfunción en la regulación de las
emociones, relacionada con el temperamento. En el caso de Mauricio se
evidencia dicha disfunción, ya que presenta problemas para tolerar y
entender sus reacciones emocionales reaccionando con conductas
agresivas, autolesivas y hostiles a los acontecimientos estresantes,
posteriormente las invalida y las adapta a su visión irreal y simplista (Linehan,
1993), es decir Mauricio manifiesta que no tiene el control sobre sí mismo,
que es una mala persona, culpabiliza a las demás personas de sus actos
poniéndose en el lugar de víctima y amenazando con atentar contra sí
mismo, empleando así un reforzamiento interpersonal discriminado.
Blancos terapéuticos
Para ello empleamos el enfoque jerárquico, dándole prioridad a los esquemas
de vida y muerte, por ejemplo: los impulsos suicidas y otras conductas
peligrosas. Lo siguiente es todo aquello que amenaza la relación terapéutica
incluyendo el deseo prematuro de abandonar la terapia, no acudir a la terapia y
empezar otro tratamiento paralelo al actual. Tercero, la autolesión, el abuso de
sustancias, los actos impulsivos y las tormentas emocionales sin control son
conductas perturbadoras y finalmente es importante tratar otros temas
importantes como el procesamiento de los traumas o el trabajo sobre los
esquemas. (Beck , Freeman , & Davis, 2012)
1- Problema: Temas sobre actitudes que significan una amenaza para la vida
Objetivo terapéutico: Fortalecer estrategias de afrontamiento a lo largo de la
terapia, con mayor énfasis en una etapa final con estrategias de fantasía e
imaginación e Inicialmente se trabajará con debate social. Remitir a
psiquiatría para controlar niveles de ansiedad y el episodio depresivo
presente.
Problema: Consumo de sustancias psicoactivas
Objetivo Terapéutico: Apoyar al paciente en la adquisición de nuevas
conductas y estrategias para la expresión y manejo de sus emociones.
2- Problema: Adherencia a la terapia y la relación terapéutica
Objetivo terapéutico: Establecer y mantener un compromiso para continuar
en el tratamiento y el trabajo para alcanzar las metas que pueden influir en
otros resultados importantes.
3- Problema: Actitudes que llevan a la autolesión
Objetivo: Generar nuevas alternativas y soluciones ante las situaciones que
desencadenan la autolesión.
Otros problemas, trabajo sobre los esquemas y procesos de trauma
Situación Emoción
Objetivos generales
Modos
En términos de modo, el objetivo general del tratamiento es ayudar al paciente a
incorporar el modo de adulto sano, modelado por el terapeuta a fin de:
1) Empatizar y proteger al modo niño abandonado
2) Ayudar al modo niño abandonado a dar y recibir amor
3) Combatir y vencer al modo padre/madre castigador
4) Establecer límites sobre la conducta del niño enfadado e impulsivo y ayudar
a los pacientes con este modo a expresar emociones y necesidades de forma
apropiada.
5) Tranquilizar y, gradualmente reemplazar al protector aislado con el adulto
sano. (Young, Klosko, & Weishaar, 2013)
Fase 3. Autonomía
El terapeuta recomienda al paciente las alternativas apropiadas de pareja y le ayuda
a generalizar los cambios producidos en las sesiones terapéuticas a las relaciones
externas a la terapia. Centrarse en las relaciones íntimas del paciente, en el caso
de Mauricio para establecer relaciones sanas, el terapeuta ayuda al paciente a
escoger mejor a sus parejas y a comportarse de manera más constructiva en las
relaciones, aprende a expresar afecto de formas más apropiadas y moduladas, y a
pedir lo que necesita de forma idónea.
El terapeuta ayuda al paciente a descubrir sus inclinaciones naturales y a seguirlas
en las situaciones cotidianas y decisiones vitales importantes. El terapeuta ayuda al
paciente a identificar objetivos vitales y fuentes de satisfacción vital. El paciente
aprende a descubrir y seguir sus inclinaciones en áreas como alternativas laborales
y actividades de ocio.
El terapeuta “desteta” gradualmente al paciente de la terapia, reduciendo la
frecuencia de las sesiones. El terapeuta permite tanta independencia como el
paciente pueda manejar, pero permanece ahí como la base segura en caso de que
el paciente necesite recargarse.
Bibliografía
Beck , A., Freeman , A., & Davis, D. (2012). Terapia cognitiva de los trastornos de personalidad.
Barcelona: Paidós.
Nezu, A., Maguth Nezu, C., & Lombardo, E. (2006). Formulación de casos y diseño de tratamientos
cognitivo-conductuales. México: manual moderno.
Riso, W. (2006). Terapia Cognitiv. Fundamentación teórica y conceptualización del caso clínico.
Bogotá : Norma.
Young, J., Klosko, J., & Weishaar, M. (2013). Terapia de esquemas. Nueva York : Descleé De
Brouwer.
Beck, A. & Clarck, D. (2012). Terapia cognitive en trastornos de ansiedad. Desclée De Brouwer.
España
Ibañez Tarín , C., & Manzanera Escartí, R. (12 de mayo de 2012). Técnicas cognitivos-conductuales
de fácil aplicación en atención primaria (I). Elsevier Doyma, 38(6), 377- 387.
doi:10.1016/j.semerg.2011.07.019