EXPERIENCIA POSITIVA

En el año 2015, cuando me tocaba cursar 4to año medio, decido cambiarme de colegio, debido a
la lejanía del establecimiento, por lo que me matriculo en el colegio Southern College, el cual se
ubica en el mismo lugar donde vivo.

Al llegar al curso no socializaba mucho, ya que era nueva y mis compañeros llevaban varios años
juntos, por lo que tenían sus lazos de amistad formados. Sin embargo comencé una relación de
amistad con una compañera (Natalia), que al igual que yo era nueva, puesto que había quedado
repitiendo. Ella no presentaba un mayor interés por los estudios, debido a diversas situaciones
personales que estaban afrontando como familia; por el contrario yo tenía mis metas claras y un
objetivo que quería cumplir.

Basada en mis propios intereses decido comenzar a motivar a mi compañera con los estudios, la
incorporaba en mis grupos de trabajo y la ayudaba a estudiar para las evaluaciones,
principalmente de historia y lenguaje, que eran las asignaturas en las que obtenía mejores
calificaciones. Natalia poco a poco se fue motivando por los estudios, pero no basándose en sus
propios intereses, sino que buscaba no defraudarme, ya que yo era la única persona que si tenía
esperanzas de que ella pudiera superar sus problemas y cumplir su meta que era estudiar teatro.

Día a día la alentaba a que confiara más en sus capacidades, y le decía que estudiara para que
optara a las universidades más reconocidas, a lo que ella respondía “no soy capaz de eso, es muy
difícil para mí”; no obstante aquello, yo le decía que con esfuerzo y constancia todo se podía
lograr. Por lo que cada vez que se acercaba una evaluación la ayudaba a estudiar, le hacía
preguntas sobre la materia, le explicaba con ejemplos de la vida diaria, bastante simples y
prácticos, mediante dibujos, con colores, entre otras estrategias. Lo que me resultaba muy bien, y
poco a poco logré que Natalia confiara en sí misma y se diera cuenta de que sí era capaz de
obtener mejores calificaciones y que si podía cumplir sus sueños.

Debido a esto poco a poco se fueron sumando más compañeros a estas especies de tutorías, lo
que me motivaba a estudiar más para poder enseñarles de mejor manera. A ellos les gustaba que
yo realizara estos repasos o que les facilitara mis resúmenes, ya que comprendían de mejor
manera la materia y se sentían en confianza para realizarme diversas preguntas y aclarar sus
dudas. De esta manera las tutorías comenzaron a transformarse en una rutina, principalmente
para Natalia y otras compañeras; pero antes de las evaluaciones se sumaba la mayoría del curso.

Los profesores y la madre de Natalia me agradecían el trabajo que realizaba con Natalia, ya que
ellos notaban el cambio que ella presentaba, en la disposición y motivación hacia el estudio, de
hecho ella misma reconocía que ahora si estudiaba y le prestaba mayor dedicación a sus estudios.

Producto a las ayudas que realicé a mis compañeros, son ellos mismo quienes deciden premiarme
como mejor compañera, basándose en que siempre estaba dispuesta a ayudarlos, resolver sus
dudad y prestarles mis resúmenes.
Esto debemos relacionarlo con el APRENDIZAJE SOCIAL de VIGOTSKY (aprendizaje por tutoría y
andamiaje, ya que si bien yo la ayudaba también le pedía que hiciera su parte en los trabajos, que
investigara ciertas cosas…), por lo cual le daba las herramientas pero luego la dejaba para que ella
pudiera descubrir y aprender por si sola.

Metas y objetivos (llegar a la universidad)