21 de Agosto (clase de carla) PARMÉNIDES

Filósofo que aparece como contraposición de Heráclito. Se trata de Parménides de Elea (530
aprox. y 515 a.C.)

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No se tienen datos muy ciertos sobre él. Elea era una ciudad griega situada más o menos en el
empeine de la bota de la península de Italia. Los griegos fueron comerciantes y navegantes
muy importantes, tenían una importante flota de barcos, también llegaron a formar colonias y
ciudades en Italia, a Nápoles y Siria.

Parménides aparece como un pensador que se opone a la visión de Heráclito, de que el ser es
devenir. Nos referimos (“se acuerdan”) haciendo un salto al movimiento hippie de los años 60,
década de grandes transformaciones. El mayo francés como acontecimiento político en donde
los jóvenes tomaron un gran protagonismo. Y los jóvenes que estaban en la cabeza de esa
organización llevaban la consigna: “Arriba Heráclito, abajo Parménides”. Haciendo referencia a
una puja entre dos visiones del mundo contrapuestas. La de Heráclito donde la realidad está
en contaste transformación, con su figuras del río y el fuego, a partir de las cuales mostraba las
diferentes formas que adquiere el ser.

Parménides, al contrario, pensaba que era una contradicción lógica que el ser sea devenir. El
principio de identidad lo va a formular la lógica mucho tiempo después, con Aristóteles en el
siglo lV a.C. pero en realidad él acá ya formula el principio lógico de que el devenir de Heráclito
era una contradicción, porque si yo estoy en constante transformación, ya no soy, dejo de ser
lo que era, entonces eso haría posible el no ser. La afirmación de Parménides será esta: “el ser
es y el no ser no es”. Todos estos pensadores presocráticos están buscando aquello a partir de
lo cual todo se genera, fuente de todo generación es sustento. Para Tales de Mileto esto era el
agua; para Anaximandro el apeiron, para Axímenes el aire. Ninguna de estas cosas estaba
alejada de los componentes que aparecían en los mitos griegos, pero se van despojando de su
carácter sagrado. Heráclito lo encuentra en el logos, una inteligencia que mueve todas las
cosas. Dentro de ese devenir hay un ser dinámico que produce esa armonía entre contrarios.
Ese enfrentamiento entre contrarios resulta una armonía.

A ese ser que es devenir se opone Parménides. Él dice el ser es y el no ser es necesario que no
sea, porque si no entramos en una contradicción lógica. El ser es único, no es posible que haya
otro ser. El ser es eterno, porque no tiene comienzo, porque si nace en algún momento, antes
había un no ser, y entraríamos en una contradicción. Las observaciones que hace, desde el
punto de vista lógico, es totalmente entendible.

9: 20 Pregunta de alumno: ¿a qué se refiere con “ser”?

Bueno, se dice que Parménides es el fundador de la ontología, de la teoría del ser. El ser es
aquello que verdaderamente es, aquello que no necesita otra cosa para existir. “Soy el que
soy” dice yave, no necesita de otro. Porque nosotros necesitamos de nuestros padres. Esta
mesa necesita de hierro, madera, etc. El ser es aquello que es el principio de todo, a partir de
lo cual todo comienza, el fundamento de todo. Obviamente uno puede pensar acá, en la
divinidad. En su poema el plante que un carro guiado es conducido hasta dike, la diosa de la
justicia y esta diosa le revela dos caminos: el del ser, camino racional que lleva a la verdad. El
camino del no ser, sería el camino de la doxa, la opinión. El saber es el camino del ser, que no
admite contradicción.

Acá hay una desvalorización de los sentidos. Lo importante es que acá no hay tantas
diferencias con Heráclito. Este también dice que el ser era equiparable con el logos, nada más
que para Heráclito el ser era dinámico. Hay una diferencia tajante: Parménides dice que todo
lo que vemos, y nos es dado por los sentidos es una confusión. Está el mundo de la razón, que
plantea Parménides, y el mundo de los sentidos. Platón va a hacer la misma distinción, para el
cual el mundo sensible es un mero reflejo desvalido del mundo de las ideas. Parménides no
llega a separar tan tajantemente ambos mundos.

La física actual, la física cuántica, está mucho más cerca de Heráclito.