Teniendo como presupuesto que, dentro de los estudiosos de las ciencias biomédicas, es casi descono-
cida la psicología el ínica conductista, el texto tiene como finalidad explicar a estos profesionales las
bases históricas, experimentales, clínicas y evaluativas que sustentan el análisis conductual, con sus
tres niveles de investigación: análisis experimental del comportamiento, análisis conductual aplicado
y la terapia de la conducta.
Se hace énfasis en los logros del conductismo a nivel clínico, en razón de haber establecido un puen·
te entre el laboratorio y la clínica, a través de la metodología científica. Se resalta las bondades de
este método, con respecto al incremento del conocimiento sobre la conducta humana, tal como ha
ocurrido en todas las disciplinas que han adoptado esta forma de investigación.
Se objeta una serie de malos entendidos, tales como la supuesta simplicidad, superficialidad y la in-
diferencia ante los sentimientos y emociones, que el gran público tiene sobre este enfoque psicoló-
gico.
Palabras claves: psicología clínica conductual, conductivismo, psicología clínica, análisis conductual.
que las neurosis pod (an superarse cuando los ani- cionamiento (eliminación).
males eran inducidos él alimentarse en esa misma
jaula. Con base en que la sola evocaciÓn de los Cada 1I1ld de estas hipótesis fueron sometidas a
patrones de conducta en el comer pudieran contriistaciÓn experimental utilizando gdlos, cum w
"curar" a las neurosis, desment(a la hipótesis de la pliéndose todas las predicciones expuestas.
lesiÓn o daño fisiológico. El hecho de que, para
producir el cambio, la conducta tuviera que ser Una vez que esto proporcionó cierto grado de
evocada en la jaula experimental y no en otra, in- seguridad conceptual, el siguiente presupuesto
dicaba claramente que el fenómeno de base era que deb(a someterse a prueha era que lanemosis
el aprendizaje. Debe decirse que no fueron estas humana era semejante, en algunos puntos, a la
las conclusiones a las que llegó Masserman, quien, neurosis experimental con animales, con respecto
acostumbrado al pensamiento freudiano, inter- a las tres caraeter"sticas estudiadas: adquisición
En segundo lugar y si se ignoran los argumentos 15. MILLER, S. and SLOANE, H. Thc generalization effects of
parent training across stimulus settings. j. Applícd Bchavior
anteriores, de todos modos el análisis conductual Analysis, 9(3):355-300,1906.
es profundo o complejo. Basta con tomar, por
16. HOVSEPIAN, W. and RUPERT, P. Thc use ofelectrophoto-
ejemplo, el modelo explicativo del auto-control graphic techniques in differentiating state depression and
de la conducta, para tropczarse con los más intrin- state anxiety. British j. Psychology, 04:301-309, 1983.
cados caminos teóricos.
10. BECK, A. et al. Cognitive therapy of dcprcssion. New York,
Como conclusión se puede decir que el análisis Guilford Press, 1909. p. 04.
conductual ha tenido una evolución desde bases 18. BALTES, M. and BARTON, E. Behavioral analysis of aging:
conceptuales restringidas, a principios más am· a rcview of the opcrant model and rescarch. Internationar
Behavioral devclopment, 2(3):290-320, 1909.
plios de aplicación. Se caracteriza este enfoque
psicológico porque deriva sus categorlas explica- 19. SINNOTT, A. jONES, B. and SCOTT, A. Agoraphobia; a
tivas y predictivas de los hallazgos emplricos y situacional analysis J. Clinical Psychology, 30(1) :123-120,
1981.
cllnicos bajo situación controlada. Igual mente,
20. NELSON, R. and BARLOW, O. Behavioral assessment; basic
su procedimiento terapéutico debe estar en con-
strategies and initial procedures. In: BarIow, D. Behavioral
diciones de ser probado de acuerdo con los actua- assessment 01" adult disordcrs. Ncw York, Guilford Prcss,
les criterios de aceptabilidad de la investigación 1981. p. 31.
científica, entendiendo la ciencia en un sentido 21. MEYER, V. and TURKAT, l. Behavioral analysis Boletín
filosófico de tipo positivista. Colombiano de Análisis Conductual, 2(3):10-15, 1983.
22. LAZARUS, A. y wr LSON, T. Op. Cit. p. 122.
Referencias
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tions. In: Wolpe, ). Práctica de la Terapia de la conducta. 24. WOLPE, j. Behavior therapy versus psychoanalysis. American
México, Trillas, 1909. p. 10. Psychologist, 36 (2): 159-164, 1981.