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revisiones

Psicología clínica conductual: una alternativa


científica
CARLOS ACOSTA BARROS1

Teniendo como presupuesto que, dentro de los estudiosos de las ciencias biomédicas, es casi descono-
cida la psicología el ínica conductista, el texto tiene como finalidad explicar a estos profesionales las
bases históricas, experimentales, clínicas y evaluativas que sustentan el análisis conductual, con sus
tres niveles de investigación: análisis experimental del comportamiento, análisis conductual aplicado
y la terapia de la conducta.
Se hace énfasis en los logros del conductismo a nivel clínico, en razón de haber establecido un puen·
te entre el laboratorio y la clínica, a través de la metodología científica. Se resalta las bondades de
este método, con respecto al incremento del conocimiento sobre la conducta humana, tal como ha
ocurrido en todas las disciplinas que han adoptado esta forma de investigación.
Se objeta una serie de malos entendidos, tales como la supuesta simplicidad, superficialidad y la in-
diferencia ante los sentimientos y emociones, que el gran público tiene sobre este enfoque psicoló-
gico.

Palabras claves: psicología clínica conductual, conductivismo, psicología clínica, análisis conductual.

Si preguntáramos a un grupo de méd icos o es- seguramente se dirigieron a explicar exclusivamen-


tudiantes de esta disciplina quien fue Freud, segu- te la obra de Freud y en algunos casos de manera
ramente casi todos contestarían que, fue el fun- muy parcial.
dador del psicoanálisis, un estudioso de la psiquis Se quiere, a tra~és del presente texto, dejar el
humana, el descubridor del inconsciente y hasta mensaje a los estudiosos de las ciencias biomédi-
algunos, sin ser psiquiatras, podrían exponer un cas, que existen en psicología otras alternativas
interesante discurso con un aceptable nivel teó- teóricas y en particular un enfoque investigativo
rico. No obstante, si a ese mismo grupo se le pre- con criterios muy objetivos y rigurosos, con plan-
guntara sobre Skinner, Wolpe o Bandura, proba- teamientos que resisten las pruebas exigidas por
blemente la gran mayoría nos respondería que no
la ciencia y por ello pueden generar categorías
asocian estos apellidos con alguna disciplina.
predictivas de gran alcance. Estamos hablando
Esta situaciÓn es muy fácil de entender, pues, del conductismo, de una filosofía que orienta a
los cursos sobre psicología o psiquiatría que estos una disciplina denominada análisis conductual,
profesionales recibieron durante su entrenamiento, el cual tiene tres niveles de investigación: a) aná-
lisis experimental del comportamiento, el cual se
caracteriza por suministrar los datos básicos pro-
Recibido 17 de mayo, 1984. Aceptado 31 de mayo, 1984. venientes del laboratorio; b) análisis conductual
aplicado, que actúa a nivel institucional y general-
1. Psicólogo. Profesor de la ivisión de Psicología. Universidad
mente dirigido a una conducta de muchas perso-
del Norte. @arranquilla, Colombia.
nas y e) terapia de la conducta, la cual va encami-
© Universidad del Norte. nada generalmente a (a asistencia en el consulto-

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rio, teniendo en cuenta muchos comportamientos pretó los hechos en términos de "salvar el con-
de una persona. flicto motivacional", sin presentar argumentos
probatorios (6).
El análisis conductual tiene sus or(genes con-
ceptuales, por un lado, con los estudios de Watson El siguiente paso fue buscar evidencia para. la
y Rayner en 1920 (1). quienes propusieron cua- hipÓtesis del aprendizaje. 1 nicialmentc, se pensÓ
tro procedimientos espccfficos para superar la en definir el proceso con la suficiente claridad
famosa fobia del pequeño Alberto. y evitar as( ambigiiedades. Wolpe, en 1952, plan-
teÓ que:
Unos años después Mary Cover jones, 1924, (2)
adoptando una de las sugerencias de Watson y Puede decirse que ha ocurrido aprendizaje si
Rayner, trató con éxito una fobia que tenía un una respuesta ha sido evocada en contiquidad
niño, haciendo una aproximación gradual del ob- tetnporal con un est/mulo sensorial dado y cuan-
jeto temido, mientras éste com{a. do se encuentra posteriormente que el estimulo
puede evocar la respuesta aunque antes no pu-
Las anteriores investigaciones, que fueron desa- diera hacerla. Si antes el estimulo podia evocar la
rrolladas a nivel cl(nico pero sin el riguroso control respuesta! pero posteriormente la evoca con más
propio de la actividad cient (ficJ, fueron respalda- fuerza, entonces también puede decirse que ha
das experimentalmente con los halla0gos de Pavlov ocurrido un aprendizaje (7).
en animales en 1920 (3) Y 1928 (4), referidos ,,1
fenómeno de condicionamiento clásico as{ como Postl'riormentc ¡¡ la definici()n, se ilustraron
sus fundamentales principios, entre otros, el de varias hipÓtesis que necesariamente debl·an cum-
extinción y generalizaciÓn, incluyendo la neurosis plir sus predicciones y poner as( rl1 evidencia qlle
experimental. Posteriores estudios del mismo el comportamiento neurÓtico, era verdaderamente
autor mostraron la.s aplicaciones de sus técnicas Jprendido o descartar las mismas por falta de
y principios con trastornos hLlmano~, tales como pruehas.
la histeria, la neurosis obsesiva y la paranoia.
Estas prcdiccionrs fucron: primero, la conduc-
Es importante resaltar quc, como las observa- ta observada cn una neurosis experimental debe
ciones de Pavlov mostraban que la conducta de ser esencialmente la misma que la evocada por la
los animales neuróticos era significativamente di- situación-est(mulo que precipita la ncurosis
ferente de la normal y además ésta erJ exllemada- (adquisiciÓn). Segundo) la conducta neur()tica de-
mente persistente, los estudiosos explicaron este be encontrarse en su punto dr mayor intensidad
fenómeno por el lado de la fisiopatolog(a. Los cuando el animal está expuesto él estl·mulos t11¡:ís
cienUficos rusos opinaban de esta manera en ra w

semejantes él aquellos en cuya presrl1cia fue preci-


zón a que, en ciertos casos, las neurosis eran supe-
pitada la neurosis y la intensidad dehe disminuir
radas suministrando a los animales drogas depresi- proporcionalmente a la disminuciÚn de la semc-
vas o excitantes. Sin embargo, en 1943, surgieron jan0i1 del estimulo (generalización del est"mulo
motivos para dudar de este punto de vista. Masscr- primario). Tercero, el desaprendi0ajc de la con-
man (5) en un conjunto de experimentos realiza- ducta neurótica debe ocurrir en circunstancias
dos con gatos, que habían sido condicionados semejantes <l las que lo producen en otros contex-
dándoles choques eléctricos en una jaula, observó tos, por ejemplo, en la cXlinción o el contracondi w

que las neurosis pod (an superarse cuando los ani- cionamiento (eliminación).
males eran inducidos él alimentarse en esa misma
jaula. Con base en que la sola evocaciÓn de los Cada 1I1ld de estas hipótesis fueron sometidas a
patrones de conducta en el comer pudieran contriistaciÓn experimental utilizando gdlos, cum w

"curar" a las neurosis, desment(a la hipótesis de la pliéndose todas las predicciones expuestas.
lesiÓn o daño fisiológico. El hecho de que, para
producir el cambio, la conducta tuviera que ser Una vez que esto proporcionó cierto grado de
evocada en la jaula experimental y no en otra, in- seguridad conceptual, el siguiente presupuesto
dicaba claramente que el fenómeno de base era que deb(a someterse a prueha era que lanemosis
el aprendizaje. Debe decirse que no fueron estas humana era semejante, en algunos puntos, a la
las conclusiones a las que llegó Masserman, quien, neurosis experimental con animales, con respecto
acostumbrado al pensamiento freudiano, inter- a las tres caraeter"sticas estudiadas: adquisición

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por aprendizaje, generalización del estímulo pri- denes sexuales; que esta misma ansiedad puede ser
mario y eliminación por desaprendizaje. usada para aumentar la excitación sexual. Lo que,
a primera impresión es una debilidad, al final
El análisis de los casos clínicos mostró que, en resulta una virtud, pues la contradicción ha mos-
primer lugar, los comportamientos neuróticos te- trado ser el mejor generador de la actividad cien-
nían, en la mayoría de las veces, una historia cla- tífica.
ra del momento en que se iniciaron los ¡·síntomas",
los consultantes recordaban respuestas de ansie- Bajo la influencia de una tradición freudiana,
dad en situaciones-estímulos recurrentes, por muchos de los trabajos pioneros que anterior-
ejemplo, una madre sistemáticamente amenazante mente se mencionaron, fueron considerados co-
u hostil. mo manipulativos, superficiales, mecánicos y
simples. La intervención activa por parte del psico-
También se hizo evidente que estas conductas terapeuta fue enfáticamente desanimada. Los cI í-
neuróticas obedecen al principio de generalización nicos fueron entrenados a esperar que el paciente
del estímulo primario; por ejemplo, pacientes con tomara la iniciativa y a permanecer tranquilos
fobia al encierro propio de los ascensores, genera- mientras se llevaba a cabo la terapia. Una juiciosa
lizaban su ansiedad a situaciones-estímulos como interpretación de las emociones o comportamien-
cines, salas de conferencias, cte.
tos que presentaba el consultante, eran las únicas
Finalmente se examinó como a través del con- formas de intervención consideradas como impor-
tracondicionamiento, se habían ~liminado muchas tantes. Estos estudiosos redoblaron su atención
neurosis, tal como se dió en el trabajo de Jones y a los conflictos inconcientes inferidos, se preocu-
otras bajo unas condiciones de mejor control. paron por entender las fundamentales estructuras
del carácter y los procesos intrapsíquicos.
Como se puede ver en este rápido recorrido, la
Lazarus y Wilson (9) han señalado al respecto
investigación en el análisis conductual sigue los
que, muchas de las estrategias terapéuticas con-
mismos lineamientos de cualquier disciplina cien-
ductistas que habían mostrado su efectividad, se
tífica. Aquí las hipótesis de trabajo son contrasta-
perdieron completamente. Agregan que algunas
das con la realidad y de acuerdo con los resulta-
de estas fueron luego re-descubiertas y otras re-
dos, estas son descartadas o aceptadas provisio-
inventadas.
nalmente, hasta que los hechos muestren la nece-
sidad de modificarlas o cambiarlas por otras que Esta coyuntura produjo dos corrientes funda-
superen su nivel explicativo y prcdictivo. Igual- mentales, por un lado, el análisis conductual, bajo
mente y como ocurre en otras disciplinas, los pri- la perspectiva del método cienÚfico y la estad ís-
meros estud ios se caracterizan por un deficiente tica y con una visión integrativa de los fenómenos
control de variables; pero en la medida en que se de aprendizaje, percepción, cognición y otros a
desarrolla el marco teórico y se refinan los instru- través de diseños de investigación experimental
mentos de investigación, se van introduciendo me- y clínico. De otro lado, continuó lo que se puede
joras en los diseños hasta alcanzar niveles de res- llamar la pSicodinámica, teniendo como instru-
petabilidad. mento básico la introspección del inconsciente, la
utilización de "test" proyectivos, el énfasis en el
En la base de este desarrollo existe un genera- fenómeno de la transferencia paciente-terapeuta,
dor que es la refutación conceptual e investiga- etc. Todo este desarrollo en una situación exclu-
tiva, la cual permite ya sea reafirmar el punto de sivamente cl ínica.
vista o bien explorar nuevos matices de los fenó-
menos. En efecto, en el análisis conductual se Como se puede observar el análisis conductual
han dado muchas polémicas, por ejemplo, la defi- intenta
nición de aprendizaje propuesta por Wolpe, en
contraposición con la de Skinner y a su vez la
crítica de Bandura frente a estas dos. Se han pre-
sentado hasta situaciones desconcertantes como la
producida por la publicación de Barlow (8); donde
se asevera, en contrario de la abundante evidencia,
que la ansiedad es el principal factor de los·desór-

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mundo de la cl ínica. Por esta razón el análisis corporado observaciones el i'nicas empíricamente
conductual utiliza como categoría diagnóstica válidas en sus repertorios básicos. De este modo,
términos que resumen un conjunto de leyes que en contraste con las iniciales formulaciones de
rigen el tipo de conducta que se intenta clasificar est¡"mulo-respuesta, los cI¡"nicos conductuales han
en el paciente. bosquejado un amplio rango de teorías y técnicas,
con impresionantes posibilidades terapéuticas. En
En este punto tampoco es diferente a como tra-
este orden de ideas, se define una evaluación
bajan las otras disciplinas científicas, como la bio-
cl ¡"nica que contemple no solo información de la
logía. Es necesario destacar cómo la polémica
conducta manifiesta, sino también "eventos pri-
qu'e surge alrededor de la utilización de animales
vados", el significado fundamental de la media-
en asuntos de índole humana, es similar a la que
ción cognoscitiva, la relevancia de los procesos
surgió cuando Claude Bernard, en '1865, propuso emocionales y sentimentales; como también, en-
introducir el método experimental en la medicina. tre otros, los mecanismos del auto-control.
Una segunda aclaración se refiere a que la deter-
minación, de si lo experimental puede ser útil o Estos procesos, de indirecta evaluación, se in-
no para entender la conducta humana, se deja a corporaron al análisis conductual en razón a que
los datos de las investigaciones. Se prefiere esto, han resistido su manejo bajo el método científico.
a decir a priori, que entre el hombre y 105 anima- Como ocurre en otras disciplinas, la dimensión
les no existe ningún tipo de similitud y por ello de estudio no se limita a los intereses de los estu-
esa metodología no prosperará o que eso es des- diosos, sino que también se extiende a otr05 cam-
humani0ar al hombre. Afortunadamente y tal co- pos, en función de la riqueza de 105 datos de las
mo ocurrió con @ernardJ los hechos han mostrado investigaciones. Es importante resaltar que en sus
que s( es factible esta aproximaciÓn, pues la comienzos el análisis conductual se dedicó sólo a
evidencia de los beneficios psicológicos es enorme la relación es¡(mulo-respuesta para interpretar el
y las perspectivas son grandiosas. ¿Si esto no es comportamiento, pues se necesitaba tener una
hum,mismo, entonces qué lo es? base sólida de información proveniente de una
función lo suficientemente concreta, objetiva y
Con base en lo anterior, se insiste en las grandes directa para apoyar las siguientes etapas de la ex-
posibilidades para la psicología, si se permite un ploración psicológica, como es el caso de los
diálogo entre 105 científicos del laboratorio y los procesos no manifiestos. Lo que se querfa era evi-
de la cl ¡"nica. Al respecto, Lazarus y Davison tar la peligrosa especulación teórica que tanto
(1971) han anotado: daño hace, sobre todo cuando las disciplinas se
inician. Hay que entender ese momento histórico
Cient((¡cos de laboratorio y c//nicos practican- el cual podemos ubicar con las formulaciones d~
tes pueden cada uno ofrecer contribuciones en su Skinner, a partir de 1930.
campo y pueden concebir el abrir hasta ahora
nuevas e inesperadas dimensiones c!(nicas-experi- El perfeccionamiento y respetabilidad concep-
mentales para la investigación y la práctica. Ideas tual y profesional que se han alcanzado tiene nu-
probadas en el laboratorio tal vez aplicadas por merosas implicaciones. Por un lado, el psicólogo
practicantes quienes) a su vez, pueden descubrir ha dejado el incómodo e injusto rol de auxiliar
matices individuales importantes; que permanecen del psiquiatra, el cual sólo le permit ía efectuar
escondidos en el laboratorio del cient/fico, sim- diagnósticos en el ámbito de la cl ínica. Cabe des-
plemente porque el ambiente estrecho del campo tacar que el trabajo elaborado por psicólogos de
experimental hace imposible que ocurran ciertas 'otros enfoques, ha tenido también enorme impor-
conductas o para que estas observaciones sean tancia para este giro. Esto no quiere decir que se
hechas. R ec (procamente, ideas formuladas en la haya dado una independencia en la labor entre
c//nica, a condición que sean dóciles para la veri- psicólogos y psiquiatras; sino que ahora se da, en
ficación o la refutación, pueden e",'iar a los cien- algunos casos, una valiosa interdisciplinaridad,
t/ficos para dedicarse a los laboratorios a presen- pero sin que existan lazos de dependencia teóricos.
tar la eficacia a través de pruebas controladas (0 O).
De otro lado, el desarrollo investigativo ha ge-
Recientemente se ha llegado a incrementar la nerado la produccióo de una gran cantidad de
complejidad del análisis conductual, pues ha in- publicaciones, lo cual ha hecho 'necesario, como

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en otras instancias científicas, la aparición de re- Como lo importante no es que se produzcan
vistas especializadas como la "Sehavior thcrapy", cambios de comportamiento, sino que éstos se
la "journal of behavioral medicine", la "Journal puedan mantener, los seguimientos de casos lle-
of applied behavior analysis", la "Journal of beha- vados a cabo, por muchos años; han arrojado re-
vioral asscssment", entre otras. La lista de espera sultados altamente positivos, lo cual permite
de los artículos puede llegar, en algunos casos, afirmar que el enfoque del análisis eonductual es
hasta a dos años. verdaderamente útil en la el ínica psicológica.
En Colombia existe la "Revista de análisis del
En los detalles prácticos de so diario trahajo,
comportamiento", especializada en publicaciones
el cl ínico conduetual intenta entender, de manera
de tipo conductista, la cual está respaldada por
concreta, los constructos personales del consul-
la "Asociación colombiana de análisis y terapia
tante, sus quejas, los factores qoe dieron origen a
del comportamiento".
sus dificultades, sus conflictos, las distorsiones
El análisis conductual ha tenido éxitos terapéu- cognoscitivas e idiosincráticas; como también
ticos en una amplia gama de trastornos psicológi- descubrir y evaluar las variables biológicas que
cos. En otra oportunidad se examinará con más puedan estar interviniendo en el trastorno consul-
detalle algunos de éstos. Los beneficios de la tera- tado (20). De este modo, la historia que registra
pia se han reflejado con casos de depresiones, y examina, en términos de hipótesis de trabajo
trastornos sexuales (disfunción erectiva, inorgas- con su respectiva contrastación, lleva a constituir
mia femenina, vaginismo, homosexualidad, eyacu- una objetiva conceptualización del caso, la cual
lación rápida y tard ía, falta de deseo, etc.), fobias, permite plantear categorías predictivas yestrate-
histerias, tartamudeo, trastornos psicosomáticos, gias terapéuticas acordes con las características
eneurcsis, anorexia, trastornos obsesivo-compulsj~ particulares de cada paciente. A este respecto,
vos, problemas de pareja, tics, psicosis (con las como lo señalan Meyer y Turkat (21), el cl ínico
grandes limitaciones que contempla cualquier debe siempre tener presente la pregunta: ¿qué
tipo de terapia), hábito de fumar, el comer procedimiento terapéutico se debe emplear con
en exceso, insomnio, ansiedad social (asertividad), esta persona en particular, que presenta estos pro-
hábito de apostar, hiperactividad, agresividad, blemas particulares, en estas circunstancias con-
retardo en el desarrollo (retardo "mental"), cretas?
delincuencia (la parte psicológica), etc. Como se puede observar, la especificidad es el
Vale la pena mencionar otro tipo de investiga- sello del análisis conduetual. Como lo indican
ciones que se ha realizado y ohservar los diferen- Lazarus y Wilson (1906).
tes matices abordados. Se han realizado estudios Donde otro terapeuta tal vez hable de un pa-
tendientes a averiguar la influencia de las varia- ciente con "una personalidad obsesiva-compulsivo
bles terapéuticas, expresadas en términos de acti- con tendencias pasivo-agresivas", un terapeuta
tudes o percepciones, con relación a las caracte-
conductista diria, "el señor Smith lava sus manos
rísticas de los pacientes (11, 12); también se
en una cantidad de 96 veces al dio, él se inhibe
ha tcnido en cuenta el ancílisis conductual, para
ante figuras de mucha autoridad, como también
mejorar el cumplimiento de las citas por parte de
tiende a sobreafirmar su autoridad con sus subor-
los consultantes (13); se ha estudiado la manera
dinados; el evita contactos intimas sexuales con
de prevenir el suicidio (14); se ha entrenado a los
mujeres a quienes atribuye su eyaculación prema-
padres, como auxiliares en el manejo de sus hijos
tura, es hipersensible a la critica, al rechazo y a la
(15); se han utilizado procedimientos especializa-
desaprobación (22).
dos, como la clectrofotografía, para la evaluación
de cuadros cl ínicos (16); se ha previsto las boc Es importante enfatizar que la terapéutica con-
des de utilizar el humor dentro de las sesi""c> ductual, se considera como un proceso heurística
terapéuticas (10); se ha visto la importancia hasta en el cual, la hipótesis clínieaqueemergedelaeva-
cun persunas de la tercera edad (18). Desde el luación, determina la selección particular de aque-
punto de vista del esquema de investigación, se ha llas técnicas y procedimientos que, dentro de una
llegado a datos muy importantes, a través de pro- perspectiva individual, hacen más probable al-
gramas complicados de realizar, como el diseño canzar un resultado favorable, pero sin garanti-
factorial 2 x 2 x 2 x 2 x 4 x 2 (19). zarlo algorítmicamente.

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Como se puede observar la hipótesis cI ínica a la acción de este "consejero". Parece razonable
(téngase presente que cualquier idea o especula- pues, enfocar estos criterios científicos por la v(a
ción no es de hecho una hipótesis, ya que esta de la planeación y contrastación de las operacio-
debe surgir bajo normas de regulación teórica y nes clínico-experimentales y su relaciÓn con los
metodológica) representa un elemento importante cambios comportamentales ..
en el análisis conductual. Asímismo, es desta-
cable que el terapeuta del comportamiento está A pesar de que el análisis conductual tiene unos
siempre .dispuesto a aprender del paciente y por sólidos argumentos sustentados en la investigación
consiguiente, está preparado para cambiar las básica y aplicada, no ha tenido dentro de los psicó-
hipótesis, en favor de los hechos y de lo que fun- logos y psiquiatras, una amplia acogida. Existen
ciona desde el punto de vista práctico. En esta variadas razones para explicar este hecho. Por un
relación bilateral psicólogo-paciente, se consi- lado y relacionado cun los siguientes puntos,
dera importante que el consultante no perciba al en la historia de la ciencia y en general de la
terapeuta demasiado autoritario, como para quc humanidad, han ocurrido situaciones similares, en
éste suponga que la interpretación de aquel sea la cual un sistema de ideas tarda en ser asimiladu
necesariamente la correcta. Lo que se busca es y aceptado por cllcstiones de "zcitgeisl", como
que un paciente no haga un comentario como el sucedió con Galileu o el caso ya citado de Bcr-
siguiente: ('si usted lo cree así, entonces debe nard, entre muchos otros.
tener razón". Probablemente el terapeuta nunca En segundu lugar, el análisis conduc!ual tiene
tiene la razón, -sino hasta cuando el consultante mucha ingerencia con la cuestiÓn del deber ser;
produlca evidencia corroborativa, a través de he- es decir, lo ético, al cntrar a trabajar sobre asuntos
chos observables o una interpretación controlada. de modificación de conducta en las personas.
Tuda disciplina que toque directamente el proble-
El examen de la relación de los hechos del pa-
ma del deber ser, se ve inmediatamente rodeada
ciente con las hipÓtesis científicas, nos lleva al
de las más controvertidas polémicas y estas se
problema de la validez del análisis conductual.
caracterizan por nu agotarse en algÚn punto. Lo
En este punto es claro que la cuestión no se ha
anterior se observa muy bien con el desarrollo
agotado, pero existe una alternativa muy razona-
postkantiano de johann Fichte.
ble, la cual plantea que la validez de este enfoque
psicológico, no es una función exclusiva de si En tercer lugar, la imagen del análisis conduc-
mejoran, empeoran o siguen igual las dificultades tual ha sido distorsionada de dos maneras impor-
del consultante, en relación con algÚn criterio tantes: por una parte, ha sido presentada al gran
externo. El análisis va encaminado a si se puede pÚblico como una terapéutica basada en trata-
comprobar que los cambios en el comportamiento mientos crueles y degradante, que enfatiza en
están relacionados consistente mente con las ope- choques aversivos, privación de los sentidos, la-
raciones cl í nico-experimentales que p retend ían vado de cerebro, terapia e1ectroconvulsiva e inclu-
producirlos (23). so cirug(a cerebral (24). Para decirlo de manera
jocosa, algunas personas de ese gran pÚblico creen
Lo anterior requiere de una aclaración. No se que un conductista es alguien que tiene un morral
pretende defender que la mejoría de las dificulta- en su espalda, donde de un lado guarda dulces
des de un paciente no tengan gran jnterés para el para utilizarlos como refuerzo y en el otro tiene
terapeuta. No obstante, para determinar la vali- una batería con cables para aplicar choques eléc-
dez del anál isis conductual o de cualquier otro en- tricos. Una influencia particularmente dañina,
foque psicoterdpéutico, la HcuraciónH del pa- en la misma dirección, fue la película "La naranja
ciente no es el más objetivo indicador, puesto que mecánica", en la cual un tratamiento aversivo mal
existen factores no específicos que generan efecto utilizado y completamente de ficción fue presen-
placebo el cual permite que, aÚn en personas sin tado como terapia conductual.
formación psicológica, como amigos o "adivinos"
que hagan las veces de consejero, puedan, en algu- De otro lado, se ha planteado que el análisis
nos casos, lograr Iléxitos", La eliminación de los conductual es una actividad simplista, superficial
IIsíntomas" en estas circunstancias de sugestión y ajeno a los sentimientos humanos. Es evidente
o cambio de actitud por persuasión o condiciona- desde su propia bibliografía, que el análisis con-
miento verbal, no le da validez, ni confiabilidad ductual no es indiferente a los pensamientos, ni

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emociones o sentimientos de los pacientes. Como 2. JONES, M. Elimination of children's fear. In: lbid p. 18.
se ha anotado en este texto, estos procesos son 3. PAVLOV, 1. Conditioncd retlexes. In: Yates, A. Terapia del
muy relevantes terapéuticamente hablando. comportamiento. México, Trillas, 1906. p. 25.

4. PAVLOV, 1. Lectures on conditioned reflcxcs. In: lbid p. 25.


Respecto a que se trata de una actividad sim-
plista, como se señaló antes, es necesario ubicar 5. MASSERMAN, J. Bchavior and neurosis. In:lbid. p_ 19.
el problema dentro de una perspectiva diacrónica;
6. WOLPE, J. Práctica de la Terapia de la conducta México, Tri-
pues no hay duda de que todas las disciplinas ini- llas, 1909, p. 19.
cian sus acciones con paradigmas simples para asi-
0. WOLPE, j. Experimental neurosis as learned behavior. In:
milar, en primera instancia, los elementos básicos Ibid p. 20.
y posteriormente lograr la complejidad teórica, Si
8. BARLOW, D., SAKE IN, D. and BECK, J. Anxiety increases
Gilbert, Faraday o Maxwell hubieran dado un sexual arousal. J. Abno rmal Psychology, 92( 1 }:49-54, 1983.
vistazo a lo que ahora se conoce acerca de la rlec·
9. LAZARUS, A. and WILSON, T. Behavior modification: Cli-
tricidad, hubieran tenido demasiada dificultad nical and experimental perspectives. In: Wolman, B. The
para encontrar los puntos de partida y formular therapist's handbook. New York, Van Nostrand Reinhofd,
principios que no parecieran sobresimplificados. 1906. pp. 110-162.
El análisis conductoal es mucho más complejo 10. LAZARUS, A. and DAVISON, G. Clin1cal innovation in re-
search and practice. In: Bel-gin, A. and Grafield, G. Hand-
que hace 20 años. book of psycotherapy and behavior change. New York,
Wilcy, 1901. pp. 196·213.
Con relación a que es superficial, también hay
aquI un mal entendido. En primer lugar, general- 11. JACOBS, M. and WARNER, B. Intcraction of therapeutic
mente en psicologla y psiquiatrla se contrapone attitudes with severity of Clinical diagnosis. J. Clinica!
Psychology, 30(1 ):05-82,1981.
la palabra superficial con profundidad, para re-
12. COMPAS, B. and ADELMEN, R. Clinician's judgements offe-
ferirse a un determinado análisis. No solo desde
male client's causal attributions. J. Clinical Psychology,
un punto de vista epistemológico, sino también 30(2),456-460.1981.
lingij(stico, estas acepciones son confusas en las 13. TURNER, A. and VERNON, J. Prompts to increase attcen-
disciplinas indicadas, puesto que sus principales dance in a community mental-health center. J. Applied
elementos de análisis teÓrico, se caracterizan por Behavior Analysis 9 (2): 14 1-145, 1906.
ser entidades inferidas, las cuales no tienen sus- 14. BOOR, M. Methods of suicide and implications. for suicide
tento f{sico, sino psicológico y metodológico. prevcntion. j. Clínical Psychofogy, 30(1):00-04, 1981.

En segundo lugar y si se ignoran los argumentos 15. MILLER, S. and SLOANE, H. Thc generalization effects of
parent training across stimulus settings. j. Applícd Bchavior
anteriores, de todos modos el análisis conductual Analysis, 9(3):355-300,1906.
es profundo o complejo. Basta con tomar, por
16. HOVSEPIAN, W. and RUPERT, P. Thc use ofelectrophoto-
ejemplo, el modelo explicativo del auto-control graphic techniques in differentiating state depression and
de la conducta, para tropczarse con los más intrin- state anxiety. British j. Psychology, 04:301-309, 1983.
cados caminos teóricos.
10. BECK, A. et al. Cognitive therapy of dcprcssion. New York,
Como conclusión se puede decir que el análisis Guilford Press, 1909. p. 04.
conductual ha tenido una evolución desde bases 18. BALTES, M. and BARTON, E. Behavioral analysis of aging:
conceptuales restringidas, a principios más am· a rcview of the opcrant model and rescarch. Internationar
Behavioral devclopment, 2(3):290-320, 1909.
plios de aplicación. Se caracteriza este enfoque
psicológico porque deriva sus categorlas explica- 19. SINNOTT, A. jONES, B. and SCOTT, A. Agoraphobia; a
tivas y predictivas de los hallazgos emplricos y situacional analysis J. Clinical Psychology, 30(1) :123-120,
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