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UNIVERSIDAD

AUTONOMA DE BUCARAMANGA
UNAB

FACULTAD DE DERECHO

TITULOS VALORES

EXCEPCIONES DE LA ACCION CAMBIARIA

DUODECIMO GRUPO DE EXCEPCIONES

“Las derivadas del negocio jurídico que dio origen a la creación o transferencia del
título, contra el demandante que haya sido parte en el respectivo negocio o contra
cualquier otro demandante que no sea tenedor de buena fe exenta de culpa.”

PRESENTA:
MARIA FERNANDA RIAÑO MINA
ID: U00085582

DOCENTE:
FRANZ HEDERICH GARCIA

02/05/2017
GRUPO DE EXCEPCIONES
Código de comercio

ARTÍCULO 784. EXCEPCIONES DE LA ACCIÓN CAMBIARIA. Contra la acción


cambiaria sólo podrán oponerse las siguientes excepciones:

12) Las derivadas del negocio jurídico que dio origen a la creación o transferencia
del título, contra el demandante que haya sido parte en el respectivo negocio o
contra cualquier otro demandante que no sea tenedor de buena fe exenta de culpa.

los títulos valores son aquellos documentos literales y autónomos que facultan a su
tenedor conforme a la ley de circulación para reclamar el derecho económico que
en ellos se incorpora, que de ser insatisfecho oportunamente por el deudor, conlleva
respecto suyo, el ejercitamiento de la acción cambiaria o de cobro judicial en su
contra.

el titulo valor es la consecuencia natural, de un negocio jurídico previo,


entendiendo este, como la concurrencia de una o varias declaraciones de voluntad
dirigidas a la producción de un determinado efecto jurídico, valga la aclaración,
efectos jurídicos como la compraventa, la permuta, el arrendamiento, la
consignación, la distribución, el suministro, el mutuo, entre otros, para tener
entonces que el negocio jurídico que da origen al título valor, es el
denominado negocio causal de tal manera que, si no existiere causa en el negocio,
este naturalmente no existiría, así como que dicha causa, estar alterada en alguno
de sus requisitos, conlleva la modificación en el desarrollo o ejecución del negocio.

Las excepciones derivadas del negocio causal, son aquellas que en principio,
solamente podrá proponer el demandado al demandante con quien haya tenido el
negocio original, esto es con quien haya convenido en la creación del título valor,
tanto así como de manera particular, contra el tercero que conociendo las falencias
del negocio causal, concurre precariamente amparado en el principio de
circulación, a demandarlo, pretendiendo cubrir con mala fe, al participe inicial
haciendo creer su desconocimiento frente a tales connotaciones.

Estas excepciones se refieren a las derivadas del negocio que motiva la creación o
emisión del título o su negociación, frente a quienes hayan sido parte en el negocio
causal y además frente a terceros que no sean de buena fe exenta de culpa.
Pero no sólo en este evento permite la ley formular las excepciones derivadas del
negocio causal, sino que también lo autoriza cuando el tercero que ejecuta el título
valor es un tenedor de mala fe, es decir, contra aquél que a sabiendas del
incumplimiento, de la nulidad, de la ineficacia del negocio causal, se presta para
actuar como cobrador de título.

Las excepciones derivadas del negocio causal, al no ser limitativas, comprende


cuanta hipótesis o variable se presente en el curso del nacimiento, existencia,
nulidad, simulación, ineficacia, cumplimiento, extinción de aquel, con lo que, en
caso de una relación cambiaria directa entre quienes participan en el negocio
causal, no basta la simple afirmación del demandado en cuanto a que dicho negocio
es inexistente, nulo, simulado, ineficaz, incumplido, o terminado, sino que, deberá
fehacientemente probar la esencia de su dicho con cuanto medio probatorio
disponga; al tiempo que, de enfrentar una relación cambiaria indirecta, esto es,
frente a un tercero que alega que el titulo valor lo recibió producto de la ley
circulación, adicionalmente a probar la afectación del negocio causal, deberá
también probar la condición de mala fe de este tercero, en cuanto el negocio entre
este y el beneficiario inicial del título valor carece de causa y se ha hecho solo para
aparentar de legalidad la acción cambiaria que ejecuta.

Igualmente permite la ley enfrentar las situaciones derivadas del negocio causal
contra el simple tenedor de buena fe, porque no basta la buena fe simple, sino que
se requiere de una buena fe calificada, o sea, de la buena fe exenta de culpa, porque
contra el único que no permite la ley formular las excepciones derivadas del negocio
causal es contra este.

Artículo 625 “Toda obligación cambiaria deriva su eficacia de una firma puesta en
un título –valor y de su entrega con la intención de hacerlo negociable conforme a
la ley de su circulación”

El Código de Comercio consagra la buena fe exenta de culpa como ente creador de


derechos, el artículo 835 la presume.

Por el principio de la autonomía de los títulos valores, la validez de los mismos no


se deriva de la validez del negocio jurídico del cual son sustento. Pero la ley, por
razones de justicia, permite proponer esta excepción con el fin de evitar que el actor
salga avante en su pretensión ejecutiva, siempre y cuando haya identidad de las
partes.

Este es un grupo de excepciones que no venía en el proyecto INTAL (Proyecto de


Ley Uniforme de Títulos Valores para América Latina) ni es tampoco antecedente
mexicano de la LTOC (Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito). Se
reafirma el principio del derecho cambiario que entre partes inmediatas cabe
excepcionar por los motivos del negocio original " cuando la controversia en torno a
un título-valor se establece entre partes directamente vinculadas por un negocio de
base ligado al negocio cartular.

El deudor o el acreedor cartular pueden invocarlo aun si es contrario al tenor literal


del título o para ampliar, disminuir o integrar el contenido de ese título. Las pruebas
que hagan ese negocio extracartular son admisibles dentro de las limitaciones de
la naturaleza y valor de ese negocio y de acuerdo con las disposiciones procesales
de cada país. Son las llamadas por la doctrina excepciones causales,
extracurriculares o del negocio subyacente que pueden asumir, según las
circunstancias, características de personales o reales.

LOS TITULOS ABSTRACTOS Y LAS EXCEPCIONES EX-CAUSA

El documento se destaca de la causa de su emisión. El legislador ha creído


necesario liberar su disciplina de esa conexión para hacer un instrumento general
de crédito y para privar a las excepciones derivadas del negocio inicial de la
posibilidad de tener su fuerza ejecutiva.

Los doctrinantes en su mayoría hacen una primera distinción en la letra de cambio


o el cheque cuando permanece en poder del beneficiario y cuando ha circulado,
para decir que en la primera situación las excepciones que nacen de la relación
causal vinculada a su creación. Los vínculos entre girador y girado-aceptante, entre
girador y beneficiario y entre aceptante y beneficiario, son oponibles entre sí, como
excepciones ex – causa: non numeratae pecuniae (Excepción de dinero no
entregado), non adimpleti contractus (excepción de contrato no cumplido).

En la fase de circulación, la letra se desprende o destaca de una relación causal y


las excepciones que de ella surgen son inoponibles al tenedor o tercer poseedor.
Pero en cambio serian oponibles las demás excepciones personales:
compensación, transacción, confusión…

En las legislaciones extranjeras no se halla norma que consagre expresamente la


inoponibilidad de las excepciones ex – causa en la etapa de la circulación del título.
El ordenamiento nacional en cambio, ostenta el grupo 12 de excepciones. La regla
es que las excepciones causales son oponibles entre partes inmediatas de dicha
relación, el acreedor de la relación debe ser el mismo acreedor de la relación
cambiaria. Si son distintos, ya no opera el principio porque el tercero de buena fe
que ha adquirido el instrumento pasa a ser un extraño completamente ajeno al
negocio fundamental y por consiguiente inatacable con las excepciones ex – causa.

El numeral 12 contempla varios supuestos:


1. Que las excepciones se deriven del negocio jurídico que dio origen a
la creación del titulo
2. O que dio origen a la transferencia del mismo
3. Que el demandante haya participado, bien en el negocio o en la
transferencia
4. Que ese demandante sea un tenedor de mala fe, o simplemente un
tenedor legítimo o un “adquiriente del título”. Pues si se trata de uno
cuya buena fe sea exenta de culpa, no proceden las excepciones
mencionadas.

En la providencia del 3 de abril del 2009 del Tribunal superior del distrito judicial de
Armenia, con radicado 63-001-31-03-001-2007-00051-01, Magistrado ponente: Dr.
MARCOS ISAIAS RAMIREZ LUNA.

Se hacen las siguientes consideraciones en relación con este tema, dado que la
doctrina ha señalado lo siguiente:

“…Desde el comienzo de nuestra explicación de la teoría general de los


títulos-valores dejamos establecida la existencia de dos tipos o clases de
relaciones entre los sujetos que participaban en la vida de un documento de
esta naturaleza. La primera de ellas es la que se denomina subyacente,
originaria o causal, que hace referencia a la celebración de un negocio
jurídico entre determinadas personas, como, por ejemplo, la compra-venta,
el transporte, el mutuo, entre otros, que dan nacimiento a una obligación
cambiaria que queda plasmada en la creación o emisión de un título-valor, lo
cual establece obligaciones de diversa índole entre quienes han intervenido
en el acto o contrato en orden a su cumplimiento. Así las cosas, cuando una
de esas personas que han participado en la celebración del negocio jurídico
subyacente esgrime contra las otras argumentaciones de derecho y de hecho
acerca de la forma como se cumplió el contrato, que en suma son las cargas
de cada parte, tales como incumplimiento total o parcial, mora, no pago del
precio en todo o en parte, etc., se encuentra habilitada para formular el motivo
de que se trate como una excepción cambiaria. Es natural que se opone por
el demandado que participó en el acto o contrato, y contra el demandante
que haya sido parte en el respectivo negocio jurídico.

La segunda clase de relación jurídica, esta sí típicamente cambiaria, es la


que se forma a partir del momento en que el creador o emisor del título-valor
lo pone en circulación con la intención de hacerlo negociable (art. 625).
Cuando el título-valor entra en circulación los terceros que se vinculan a él
no pueden aducir a su favor los motivos que válidamente podían oponerse
las partes originarias con respecto a la relación subyacente…”(Becerra Toro,
Rodrigo. Teoría General de los Títulos Valores. Pág. 218. Capítulo XII Los
Procedimientos Cambiarios. III Excepciones a la acción cambiaria).

Por su parte, el Dr. Hildebrando Leal Pérez en su obra “La


Acción Cambiaria y sus Excepciones”. Editorial Leyer, página 81 enseña
lo siguiente:

“…El derecho cambiario parte del supuesto de que todo título valor se
crea en virtud de una relación jurídica anterior: Se crean o emiten títulos
valores para pagar un precio, un servicio, unos honorarios, una comisión,
una donación, etc. Ese negocio anterior o previo es el que motiva la
emisión del título, es lo que en la doctrina se conoce con el nombre de
negocio causal, relación o negocio subyacente.

El derecho cambiario no niega que los títulos valores tengan una causa,
el problema que se trata de resolver es la medida, la forma en que esa
causa sigue influyendo en la vida del título. Alrededor del problema varias
posiciones han sido expuestas. Sin entrar a exponer las diversas teorías,
bástenos afirmar que el Código de Comercio consagró una posición
intermedia, al distinguir entre las personas que fueron parte en el negocio
causal y entre quienes no lo fueron, sentando la siguiente regla: En la
medida en que el conflicto cambiario, es decir, la acción de cobro del título
valor, se suscite entre las mismas partes que intervinieron en el negocio
causal, podrá la parte demandada enfrentarle, a quien cobra el título
valor, las excepciones derivadas del negocio causal (por ejemplo una
ineficacia, nulidad, incumplimiento, etc.)…”.

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