Editora
GISELLE MASSARD LOZANO
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RAMÓN ILLÁN BACCA
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MÓNICA GONTOVNIK
GISELLE MASSARD LOZANO
JUAN MANUEL RUIZ JIMÉNEZ
ZOILA SOTOMAYOR
MARLEM URIBE MARENCO
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Una realización de
EDITORIAL UNIVERSIDAD DEL NORTE
Asistente editorial
FARIDES LUGO ZULETA
Corrector de textos
HENRY STEIN
Diseñador asesor
MUNIR KHARFAN DE LOS REYES
La novela de mi vida
Ficción biográfica del poeta José María Heredia 16
Y u ly Pa o l a M a r t í n e z S á n c h e z
E n t r e v i s ta s
Magola: Un cómic para divertirse y pensar 68
Pat r i c i a C a b a r c a s M o r a l e s
N a r r at i va
Elvira la palabrera 82
Ju l io O l ac i r e g u i
Huellas
Revista de la Universidad del Norte
Vol. 101, enero- junio de 2017
Barranquilla (Colombia)
La cita 88
Sara Martínez Vega
Igual a ti 90
N e wa d i s G ó m e z R o j o
A la espera de Martina 91
Ye s i d A rt u ro To r r e s
Poesía
La niña 93
Carolina Zamudio
Hora 98
D aya n a D e L a R o s a C a r b o n e l l
Cine
Matar al animal interior: Reflexiones críticas 99
Me rcedes Ortega Gonzál ez-Rubio y Jul io Penenrey Navarro
Reseñas
Sigmund Freud. Textos inéditos y documentos recobrados 102
Carmen Elisa Escobar María
C o l a b o r a d o r e s 110
N u e va s Vo c e s
(Encuentra esta sección en nuestra versión digital) 114
Huellas
Editorial
Los noticieros, los diarios, las redes sociales, son cada vez más los espacios de la
desazón humana. La polarización se ha apoderado de la realidad, la realidad se ha
convertido en un campo de batalla, donde cada vez es más difícil encontrar tierra
fértil para la construcción de la democracia, tal como la hemos conocido hasta aho-
ra. La percepción y los límites se desdibujan. Nada permanece, todo cambia en la
liquidez del instante, y “la posverdad”, el neologismo del momento, es la hiedra que
cubre la opinión.
En las siguientes páginas, el lector podrá encontrar miradas distintas sobre estas
realidades, como por ejemplo algunas reflexiones sobre la labor intelectual del filó-
sofo barranquillero Julio Enrique Blanco, la creación literaria latinoamericana más
allá del boom, la relación entre el conflicto y el arte en Colombia, el significado de la
investigación de borde, o el diálogo con una cineasta como Patricia Cardozo, entre
otros temas que conforman este número 101 de la revista Huellas.
Huellas
T
reinta años han transcurrido desde que Barran compartió muchas de sus ideas a través del coloquio
quilla dijo hasta siempre a uno de los más so- epistolar que tanto caracterizó su manera de dialogar
bresalientes artífices de su historia cultural e y de decir las cosas.
intelectual durante el siglo xx, Julio Enrique Blanco
de la Rosa (JEB), cuya desaparición física tuvo lugar en Entre estos pocos amigos de ideas y proyectos, se re-
1986 y de quien se puede decir, a modo de parodia, que cuerda el emotivo discurso enunciado por el rector de
murió prematuramente a la edad de 96 años. Se trata, la Universidad Simón Bolívar, José Consuegra Higgins,
pues, en palabras del filósofo Jesús Ferro Bayona, de como una franca muestra de admiración y respeto en
“un verdadero innovador y filósofo representativo de honor a la memoria de un ciudadano que cambió ra-
lo que hemos llamado el cosmopolitismo de los pensa- dicalmente el curso de la historia de la educación pú-
dores de la filosofía en la costa”.1 blica en la ciudad que le vio nacer. Esfuerzos que Abel
Naranjo Villegas entendió así: “El profesor Blanco as-
La sentida ceremonia fue celebrada en el Cementerio piraba a recobrar el destino del hombre, que es nacer
Universal donde se congregó la acongojada familia, para vivir […] A los hombres, más que valores, les hace
junto a unos cuantos amigos del filósofo con quienes falta capacidad de goce para ellos”.
4
Por otra parte, muchos han de saber que Julio Enri- La vida de Blanco se encuentra indeleblemente fun-
que Blanco nació el 17 de mayo de 1890 en una ciudad dida en la historia de Barranquilla. Es tan estrecha su
portuaria que para entonces tenía más apariencia de relación y tan intensos sus mutuos influjos que, por
pueblo que de urbe propiamente, menos aún, desde el ende, resulta casi imposible intentar hablar de lo uno
concepto que ahora tenemos de estas. Sin embargo, en sin hacer referencia a lo otro.
la incipiente ciudad finisecular que abrigó la infancia
y parte de la juventud del filósofo ya despuntaba desde
sus parcos inicios el promisorio porvenir económico Treinta años dedicados al estudio
y cultural que le sobrevendría varios lustros después, de su obra escrita (1986-2016)
gracias a la actitud receptiva y buena voluntad de
sus gentes interesadas en asimilar todo lo nuevo y lo Hemos comenzado este artículo hablando del deceso
diverso que atracaba en el puerto seguro y siempre de JEB porque, curiosamente, en ninguna de las bio-
abierto al mundo. Puerto fluvimarítimo que le procu- grafías dedicadas al estudio de su obra escrita apare-
ró un temprano despertar al dinamismo y progreso cen datos que nos informen sobre el día y el mes en los
económico como resultado de la vertiginosa carrera que se produce la muerte del más importante pensa-
comercial e industrial que la sacudió por más de me- dor en el Caribe colombiano. Nos dimos cuenta que en
dio siglo, lo que de paso conquistó el advenimiento del toda la literatura acerca de la vida y el cuerpo teórico
valioso contenido cultural e intelectual que se daba en de este autor, no se registran las causas de su muerte
Europa y Norteamérica: ni las circunstancias en las que se da. Por tanto, resul-
5
ta evidente que en su biografía existe un espacio por español construido en alemán —según lo comenta
llenar. Porras— al tiempo que equipara su trabajo intelec-
tual en el ramo de la filosofía en Colombia con los que
A primera vista, el interés por indagar sobre estos as- venían desarrollando en Argentina Alejandro Kora y
pectos de la vida del filósofo barranquillero puede que Francisco Romero, igualmente importantes en valor y
a más de uno le parezca un asunto sin mayor relevan- profundidad a los de José Vasconcelos y Samuel Ra-
cia para ser incluido en cualquier análisis sobre sus mos en México.
ideas filosóficas, y hasta puede que se le antoje super-
ficial. A pesar de lo que parezca, el hecho es que fue un Vale la pena señalar que en estos primeros intentos de
asunto importante —al menos para nosotros en aquel decantar el pensamiento filosófico de Blanco a la vista
momento— que condujo eventualmente a la elabora- del gran público y de su transcendencia en el marco
ción de un inventario de todo lo concerniente a Blanco del desarrollo de las ideas filosóficas en Colombia, el
en estos últimos treinta años luego de su desaparición. autor del texto en mención se anticipa casi cuarenta
años, cuando de modo reflexivo y puntual logra resal-
Así mismo, y conforme iba pasando el tiempo en el tar rasgos apremiantes en la labor del pensador ba-
afán por encontrar lo que se buscaba, sin darnos cuen- rranquillero, los cuales serían nuevamente expuestos
ta fuimos enumerando una buena cantidad de tesis muchos años después —empero pasando por alto la
de pregrado y posgrados4 dedicadas exclusivamen- valiosa labor divulgativa de Porras Troconis— como
te a segmentos del enorme ideario de este pensador. los sustentos irrefutables de su notoria y fructífera
Igualmente se recopiló gran variedad de artículos de contribución al desarrollo de la filosofía moderna y
prensa de todo tipo y en diversas direcciones acerca de contemporánea de Colombia.
este autor, del mismo modo en que fueron aparecien-
do libros que han gozado de reconocimiento dentro y En ese sentido, Porras Troconis ubica a Julio Enrique
fuera del país; hasta reseñas en prestigiosas enciclo- Blanco como uno de los pensadores colombianos más
pedias de filosofía5, junto al “requerimiento que le hi- importantes y sobresalientes del siglo xx gracias a sus
cieron para aparecer en la obra Who is Who in Latin escritos filosóficos, a la vez que lo pondera como la pie-
America (por parte de las universidades de Stanford y dra angular de la tradición filosófica en Barranquilla
Chicago)”.6 y todo el Caribe colombiano, tal y como él lo señala,
antes que ninguno de los estudios de la obra de JEB
Todo lo anterior nos sirve para reflexionar sobre la di- llevados a cabo en todo el país:
rección en que van al día de hoy los estudios acerca de
la obra escrita de Julio Enrique Blanco y qué tanto se [...] Ningún otro escritor ha producido más que el
puede decir (nuevo o no) de su pensamiento en estos señor Blanco en el campo de las especulaciones filo-
últimos treinta años. sóficas, pues es autor de varios libros y de numerosí-
simos ensayos menores. La Revista de la Universidad
Católica Bolivariana y la Revista de la Universidad
Primeros antecedentes de Antioquia han acogido bastante de sus trabajos,
mereciendo citarse las Lecciones sobre Hegel, De
Los esfuerzos dirigidos estrictamente a difundir la re- París a Egipto y Palestina, las Notas sobre la ética de
levancia de la labor intelectual de JEB —según eviden- Haeckel […] sabemos que algunos centros extranjeros
cias físicas halladas y que por alguna razón nunca an- comienzan a ocuparse de las ideas filosóficas de Julio
tes han sido expuestas en trabajos más recientes— se Enrique Blanco.7
dan a partir de 1945, año en el que aparece publicado
con fecha del 18 de agosto, en la sección “Divulgación Respecto a esto último, el interés de centros extranje-
y cátedra popular” del diario Semana, un breve ensayo ros en estudiar la obra del filósofo barranquillero, los
titulado “Sobre la filosofía de Julio Enrique Blanco”, filósofos e investigadores Eduardo Bermúdez y René
firmado por Gabriel Francisco Porras Troconis, miem- Campis vienen adelantando lo que en 1945 había de-
bro original de la Academia de Historia de Cartagena. clarado Porras Troconis, sesenta años atrás, y que hoy
es toda una realidad. Dichos estudios son los apuntes
En este artículo se aborda sucinta y acertadamente de JEB que van de 1910 a 1945, gracias al empeño en la
la importancia que hasta ese entonces comenzaban identificación de los vínculos de su pensamiento con
a cobrar los escritos de JEB y la dificultad de leer su la tradición de la filosofía científica austriaca.
6
Por ahora, corresponde volver a otro pionero en la di-
vulgación de la vida y obra de Julio Enrique Blanco,
ubicado en el año 1952, cuando la muy prestigiosa re-
vista Semana de Bogotá, en su edición número 14 re-
serva el derecho a ocupar la totalidad de la portada
con una ilustración en la que se aprecia el perfil del
pensador barranquillero y, más en el fondo, la gran
Esfinge de Guiza, en alusión al famoso diario de viaje
escrito por este, titulado De París a Egipto y Palestina.
Se trata, pues, de la entrevista que le hace el escritor y
crítico literario Germán Vargas Cantillo al hombre de
la portada.
7
“Porras Troconis ubica a Julio Enrique
Blanco como uno de los pensadores
colombianos más importantes y
sobresalientes del siglo xx”
8
ron de él. Oleadas de escritos ocupados en el análisis En 1980 se celebraban los noventa años de vida del fi-
de la obra blanquiana aparecían uno tras otro en las lósofo y el Suplemento del Caribe lo dedicó enteramente
páginas de diarios locales como El Heraldo y Diario del a los trabajos y una personalidad “que revelan en Julio
Caribe; de igual modo, en la revista Huellas de la Uni- Enrique Blanco un espíritu torturado por el grande y
versidad del Norte se le reservó desde siempre un lu- purificador dolor; el dolor de pensar en el significado
gar especial, años más tarde, en las de la Universidad creador de la palabra”.12 Por entonces, el suplemento
del Atlántico: Alétheia y Aude. Esto último durante los dominical era dirigido por Alfonso Fuenmayor, mien-
años noventa, cuando se inaugura el Instituto de Fi- tras que El Heraldo contaba entre sus haberes con
losofía Julio Enrique Blanco, el programa de Filosofía fuertes lazos con la filosofía, en lo que Juan B. Fernán-
de la Universidad del Atlántico, una Cátedra y, varios dez Ortega había tenido casi todo que ver. De tal suerte
años antes, los Conversatorios Filosóficos en el Teatro que, a partir de ese año, en la prensa local no cesaron
Municipal Amira de la Rosa. los números especiales en los que se hablaba de JEB y
se publicaron textos —algunos de ellos inéditos hasta
No está de más mencionar algunos de los participan- entonces—, logrando a grandes saltos que buena par-
tes en dicha recuperación de la figura de Julio Enrique te de la sociedad barranquillera se reconociera en las
Blanco y también del legado filosófico que comenzaba ideas del pensador “caribense”.
a hacer manifiesta eclosión en la ciudad. Entre ellos
saltan a la vista Núñez Madachi, Bermúdez Barrera y En 1987, bajo el sello Ediciones Uninorte, y a través del
José Gabriel Coley Pérez, entre otros. De igual forma, canal regional Telecaribe, se presenta a toda la región
también quedó grabada en el bronce de la historia la el libro Correspondencia filosófica (1917-1966). Compila-
loable colaboración de hombres como Alfredo Gómez ción, prólogo y notas, de Julio Núñez Madachi. Germán
Zurek y Jesús Ferro Bayona. Vargas señala al respecto: “No existe, ciertamente, una
tradición en nuestro país en lo relativo a la publica-
Pero es en mayo de 1980 cuando se publican las No- ción de las cartas que escriben políticos, intelectuales
tas aproximativas para inquirir su valor, de Núñez Ma- o artistas. Y cuando se ha hecho, en escasas ocasiones,
dachi, quien figura como un discípulo muy allegado se trata de algo unilateral. Sin las respuestas”.13
afectuosamente a JEB Este sería el punto de partida de
la renovación por el interés en los trabajos del pensa- Lastimosamente, JEB no alcanzó a ver editado el libro,
dor barranquillero. El enérgico texto manifiesta la voz ya que murió más o menos un año antes de que se pu-
de protesta de la nueva generación de filósofos coste- blicara. Ocurrió que, acaecida su muerte, su fama se
ños que hacen un llamado de atención e invitan a que disparó con mayor resonancia y nuevamente no para-
se voltee a mirar críticamente la obra de uno de los ron de salir artículos que lo recordaban en cada una
cultores más determinantes en la historia reciente de de las facetas que dejó ver. El reputado filósofo y algu-
Barranquilla al decir: na vez rector de la Universidad Nacional de Colombia
y ministro de Educación, Abel Naranjo Villegas, afir-
Hasta el presente han transcurrido setenta años des- maría lo siguiente: “El año pasado concluyó el periplo
de la aparición del primer ensayo de Julio E. Blanco vital del profesor Julio Enrique Blanco en Barranquilla
y aún no se ha emprendido la imperiosa tarea de […] uno de los más esclarecidos despertadores de una
estudiar críticamente su inmensa obra. No se ha conciencia filosófica en nuestro país […] ese patriarca
elaborado aún un serio juicio valorativo de ella, ya del pensamiento nacional”.14 No sería el único escrito
sea para negarla o para afirmarla. ¿Es que carecen en honor a su memoria por parte del antioqueño ni
de importancia o valor esos fundamentos filosóficos, mucho menos de sus coterráneos, que supieron ofre-
productos de una profunda erudición y reflexión de cerle una flor15 de despedida.
toda una vida? ¿Tendrán aún vigencia aquellas afir-
maciones que hacía Blanco en los años veinte? “Creo
Respecto a la divulgación de la obra del filósofo ba-
que conviene seguir mostrando a la inteligencia co-
rranquillero, los estudios que abordan sus escritos se
lombiana la ironía de presentarle las cosas que ella
volvieron cada vez más rigurosos y especializados en
presume que carecen de significado o valor. Quién
sabe si así se le fustigue para que salga del marasmo
desarrollar elementos puntuales de las ideas que J.E.B.
en que se consume plenamente satisfecha de la iner- plasmó en ellos. Antes de pasar a este punto, hay que
cia que es su insignificancia filosófica”.11 anotar que, si los años ochenta fueron el resurgir del
hombre delante de la Gran Esfinge de Guiza, en los
9
“En la década de 1990 se inaugura
el Instituto de Filosofía Julio Enrique
Blanco, el programa de Filosofía
de la Universidad del Atlántico,
una Cátedra y, años antes, los
Conversatorios Filosóficos en el
Teatro Municipal Amira de la Rosa”
10
La revista Huellas acogió siempre
la producción intelectual de JEB.
Facsímil de la edición 12 (1984).
La reseña del acontecimiento se nombra en las Notas Tras haber sido publicado Antología filosófica. Julio
de Voces 16 no. 18, marzo de 1918: Enrique Blanco aparece Obra en Blanco. Notas sobre la
filosofía de Julio Enrique Blanco, de los filósofos calden-
A la “Revista de Filosofía”, de Buenos Aires, publica- ses Nicolás Duque Buitrago y Jhon Isaza Echeverry.
ción que dirige don José Ingenieros, vayan nuestras Obra en Blanco es la tesis laureada que la Universidad
gracias por la nota crítica que aparece en el número de Caldas publica a estos dos jóvenes, quienes inicial-
de enero pasado, sobre el ensayo “De la causalidad mente averiguaban por el ilustre paisa Luis López de
biológica” de nuestro corredactor Julio Enrique Blan- Mesa, pero al advertir el contacto que este mantuvo
co.17 por media centuria con Blanco, y tras analizar el con-
tenido de las conversaciones, optaron por excluir de
En 2013 dejan de ser inéditos textos como: “En el cen- su trabajo de grado a López de Mesa y dedicarse a las
tenario de Federico Nietzsche”, “Rasgos nietzscheanos ideas científicas que el filósofo barranquillero desa-
de actualidad”, “Metafísica de la poesía” y “Bogotá y el rrolla en algunos escritos que van de 1909 a 1920. De
sino chibchano: crítica, elogio y provincianismo de la cómo llegan Duque e Isaza a la obra de JEB, manifies-
ciudad”, al ser publicado por la Editorial Universidad tan lo siguiente:
Santo Tomás (Ediciones usta) el libro Antología filosófi-
ca. Julio Enrique Blanco, en la colección de la Biblioteca Así como gran parte de quienes han llegado a la obra
Colombiana de Filosofía. de Blanco, el acercamiento nuestro a su filosofía se
debió a Luis López de Mesa. Julio Núñez Madachi […]
La introducción a los escritos de JEB incluye una bien cuenta que había planeado que, por alguna razón,
construida biografía del filósofo barranquillero a car- quienes estudiarían la obra de López de Mesa, llega-
go de Manuel Guillermo Rodríguez, quien visitó en ran a Blanco como por un señuelo.18
repetidas ocasiones a Pedro Augusto Blanco Lassen,
quien tuvo a bien suministrar los manuscritos meca- El evidente interés en las ideas filosóficas y científicas
nografiados de su padre para ser incluidos en esta edi- de JEB, tanto en Bogotá como en Manizales y otras
ción que ya reposa en las estanterías de varias univer- ciudades del globo, indica que la imagen del pensador
sidades latinoamericanas, y cuyo alcance permite que barranquillero sigue cobrando su merecida relevancia
sus ideas sigan siendo estudiadas fuera del territorio al tiempo que demuestra la vigencia de las ideas que se
nacional. dedicó a desarrollar a lo largo de toda una vida.
11
Desde mediados del siglo xx se ofrecen evidencias de mostrado que en la Colombia del siglo xx existía un
la trascendencia y el valor que para la historia de las pensador que seguía de cerca el progreso de la filosofía
ideas científicas y filosóficas representa el pensamien- que se daba en los principales centros de pensamiento
to de JEB De dichos aportes parece que no estaba al como, por ejemplo, el Círculo de Viena. Eduardo Ber-
tanto Rubén Sierra Mejía, autor de La filosofía en Co- múdez, quien desde la década de 1980 estudia las ideas
lombia (siglo xx) cuando, en 2010, en respuesta a las científicas en JEB, relata cómo y dónde surge el interés
preguntas de Jhon A. Isaza y Nicolás A. Duque: “¿Y qué de investigadores europeos por la obra escrita del filó-
decir de lo que en esa época estaba haciendo Julio En- sofo barranquillero:
rique Blanco en Barranquilla? ¿Cómo ve usted el tra-
bajo de Blanco?”, dijo: Mientras presentaba mi ponencia en el Congreso
Centenario de Karl Popper (2002) con el entonces
Para mí Julio Enrique Blanco es un embeleco de los estudiante de filosofía René Campis Carrillo, nos en-
barranquilleros. Como lo es Fernando González de contramos con la coordinadora del evento, profesora
los antioqueños. Aunque en este caso tengo que reco- Heidi König, quien tuvo a bien presentarnos con el
nocer que González escribió obras verdaderamente director del Instituto Wiener Kreis (centro que fue
bellas, como Viaje a pie, un libro que no lo podemos fundado para promover, preservar y difundir la lla-
considerar una obra filosófica. Es reflexión espon- mada “concepción científica del mundo”), profesor
tánea, muy aguda. En cambio, lo que he tratado de Friedrich Staedler […] Al conocer de Blanco a través
leer de Blanco me ha parecido muy pobre, como pen- de un informe que le enviamos, se interesó aún más
samiento y como obra literaria (…) No tiene ningún por la filosofía en Barranquilla, y particularmente
valor realmente filosófico. En varias ocasiones, los por el artículo “Filosofía en América” (1945), escrito
barranquilleros me han reclamado por haber desco- por Blanco como respuesta al Círculo de Viena y la fi-
nocido a Blanco en mis trabajos sobre la filosofía en losofía científica (1944), de Hans Lindemann, un exi-
Colombia. Lo han tomado como una cosa personal, liado austriaco en Argentina. Este último había asis-
como si se tratara de una malquerencia. Pero en vez tido a los coloquios del “Círculo de Schlick”, como era
de pedirnos que reconozcamos a Julio Enrique Blan- llamado el Círculo en su fase no pública a mediados
co, toda esa obra que dicen que dejó escrita, deberían de los veinte. El artículo de Lindemann fue publicado
editarla o reeditarla, pues sólo así podríamos saber en Argentina en la revista Minerva en 1944, dirigida
qué tiene en realidad que sea un aporte a la cultu- por el entonces físico y filósofo Mario Bunge […] Cau-
ra colombiana […] leí algunos, unos artículos sobre sa enorme curiosidad, aún hasta a los actuales miem-
Bergson que, tal vez, no estaban mal. También leí bros del Instituto Círculo de Viena, que se encontrara
algo sobre Wittgenstein, sin ningún mérito. Me dicen en el Caribe colombiano un pensador que entre 1910
que fue lo primero que en Colombia se escribió sobre y 1945 realizara algunas consideraciones críticas de
Wittgenstein, hecho simplemente curioso; pero si el hondo calado filosófico.20
trabajo carece de méritos, así sean meramente expo-
sitivos, creo que el mejor homenaje que podemos ha- A la fecha, el interés de los académicos en Viena en
cerle es el olvido. Blanco tuvo su momento de audien- seguir explotando la obra escrita de JEB se manifiesta
cia, pero ésta fue muy pequeña. Mi opinión podría en que, en la actualidad, se desarrollan en mutua cola-
cambiar en la medida que se nos muestre su obra.19 boración, Barranquilla-Viena, las investigaciones: “Ju-
lio Enrique Blanco y la mentalidad española I (Blanco
Nada más errado, sobre todo esto último ya que insiste y Ortega y Gasset) y II (Blanco, Unamuno, Ganivet y
en desconocer el aporte teórico y el patrimonio educa- Eugenio D´Ors)”.
tivo que lega JEB a su ciudad y a la nación.
Este es el detallado cronograma que en el siglo xxi han
Por otro lado, es menester subrayar los considerables recorrido los trabajos que atienden la obra del filósofo
logros de un pequeño grupo de profesores y estudian- colombiano a nivel nacional e internacional:
tes de la Universidad del Atlántico, reconocidos por
Colciencias como Holosapiens. Este grupo de investiga-
ción se ha dado a la tarea de exponer las ideas cientí- 2006
ficas de JEB y establecer una conexión entre estas y
el pensamiento científico y filosófico de la Europa de “La filosofía en Barranquilla: Julio Enrique Blanco
principios y mediados del siglo xx. Parte de esta labor y el Círculo de Viena”. En: Pensar el Caribe I. De-
se refleja en la notoria participación de este grupo en partamento de Investigaciones, Universidad del
congresos internacionales, a los que han asistido y de- Atlántico, Vol. I, pp. 29-44.
12
La vida de JEB se
encuentra fundida a la
historia de Barranquilla.
artículos que lo recordaban en cada “Julio Enrique Blanco, Hans Lindemann y el im-
pacto de la revista Minerva en Colombia”. Bermú-
una de las facetas que dejó ver” dez Barrera, Eduardo; Campis C., René J.
13
2012 Bibliografía
“Julio Enrique Blanco, Hans Lindemann y el im- Archila Neira, M. (1992). Cultura e identidad obrera, Colombia
pacto de la revista Minerva en Colombia”. Campis, 1910-1945. Bogotá: Cinep.
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Bermúdez Barrera, E. (2009). “Julio Enrique Blanco”. En: E.
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agosto). Mesa redonda: “Filosofía en el Caribe” (fisp res: Siglo XXI.
y la Asociación Filosófica del Caribe Colombiano).
Ponencia “Julio Enrique Blanco y la fenomenolo- Bermúdez Barrera, E. y Campis Carrillo, R. (2005). La filoso-
gía de Husserl” por Campis y Bermúdez. fía en Barranquilla: Julio Enrique Blanco y el Círculo de
Viena. Pensar el Caribe I. Barranquilla: Universidad
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Coley. J. G. (1986, julio). Julio Enrique Blanco: filósofo sobre la
muerte y el alma, El Heraldo, p. 8.
2016
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el marco de la conmemoración del 25º aniversario versidad de Caldas.
del Instituto Círculo de Viena. “Appraisal and in-
fluence of Mach’s works in South America - Criti- Ferro Bayona, J. (1986). “La muerte de un filósofo”, Huellas,
cal remarks on the cases of J. E. Blanco and Hans 17, p. 16.
A. Lindemann in the first half of 20th century and
the contemporary account of Gonzalo Munévar”. Isaza, J. A. y Duque, N. A. (2010). “Nuestros filósofos no son
Bermúdez, Campis, Dahmen y Villa. Publicación nuestros genios: insolencias de un disidente. Entre-
prevista para el próximo año en las memorias del vista a Rubén Sierra Mejía”, Praxis Filosófica, Nueva
evento. serie, 31, julio-diciembre, 187-212.
Para concluir, los días de vida de Julio Enrique Naranjo Villegas, A. (1988, febrero 28). “El profesor Julio Enri-
Blanco de la Rosa terminan en la habitación de que Blanco”. Revista Dominical de El Heraldo.
una reconocida clínica en el norte de Barranquilla,
según el acta de defunción, su deceso se produce el Núñez Madachi, J. (1980, mayo 18). “Notas aproximativas
18 de julio de 1986, a las 8:57 p.m., a causa de una para inquirir su valor”. Diario del Caribe.
insuficiencia cardiaca congestiva. Murió rodeado
de su familia y hasta el último aliento mantuvo Porras, G. F. (1945, agosto 18). “Sobre la filosofía de Julio Enri-
intacta su cordura. Sus restos permanecen en el que Blanco”. Semana.
Cementerio Universal, donde la estoa kantiana “El
cielo estrellado sobre mí y la ley moral dentro de Rodríguez, M. G. (Ed.) (2013). Antología filosófica, Julio Enrique
mí”, inscrita en su lápida, da cuenta de su genuina Blanco. Bogotá: Universidad Santo Tomás.
vocación de pensador universal.
Solano, J. (1989). El pensamiento de Julio E. B. y la fundación de
la Universidad del Atlántico. Tesis de maestría. Bogotá:
Universidad de los Andes.
14
Notas
1 II Coloquio de filosofía. Presentación de Jesús Ferro Bayo- 12 Recorte de prensa del archivo personal Pedro Blanco L.,
na. Barranquilla, 20 de octubre de 1988. sin título ni fecha.
2 Mauricio Archila Neira, Cultura e identidad obrera. Bo- 13 Recorte de prensa del archivo personal de Pedro Blanco
gotá: Cinep, 1991, p. 66. Citado en: Voces (Vol.1), L., sin título ni fecha.
Edición integrada. Barranquilla: Ediciones Uninor-
te, 2003, p. 552. 14 Abel Naranjo Villegas, “El profesor Julio Enrique Blanco”.
El Heraldo, revista dominical, 28 de febrero de 1988,
3 Eduardo Bermúdez y René Campis, La filosofía en Ba- p. 11.
rranquilla: Julio Enrique Blanco y el Círculo de
Viena. Pensar el Caribe I. Barranquilla: Universi- 15 J. G. Coley, “J.E.B.: filósofo sobre la muerte y el alma”. El
dad del Atlántico, 2005, p. 37. Heraldo, 1986. Ferro Bayona Jesús, “La muerte de un
filósofo”, Huellas, vol. 17, 1986, p. 16.
4 Jairo Solano, El pensamiento de Julio E. B. y la funda-
ción de la Universidad del Atlántico. Tesis de maes- 16 A propósito de la revista Voces, más que necesario es obli-
tría, Bogotá: Uniandes, 1989. gatorio reconocer el gran trabajo realizado por el
escritor e investigador de la historia de la literatura
5 Eduardo Bermúdez, “Julio Enrique Blanco”. En: E. Dus- en Barranquilla, Ramón Illán Bacca, al compilar en
sel, E. Mendieta y C. Bohórquez (Eds.). El pensa- tres voluminosos tomos, y bajo el sello de Ediciones
miento filosófico latinoamericano, del Caribe y “la- Uninorte, una de las revistas culturales más impor-
tino” (1300-2000). Buenos Aires: Siglo XXI, 2009, tantes del siglo XX. Voces 1917-1920 Edición integrada
pp. 289 y 937. representa una invaluable contribución a la memo-
ria intelectual de la ciudad y a todos los investiga-
6 Eduardo Bermúdez y René Campis, Op. cit., p. 39. dores interesados en el estudio del desarrollo de las
ideas en Barranquilla.
7 Gabriel Francisco Porras, “Sobre la filosofía de Julio Enri-
que Blanco”, Semana, 18 de agosto de 1945, p. 4. 17 Voces Edición Integrada, Vol. 1, p. 497.
8 Blanco Julio Enrique, “Hacia una Barranquilla alejandri- 18 Nicolás Duque y Jhon Isaza, Obra en Blanco. Manizales:
na”. Revista Museo del Atlántico, 1944, p. 3. Editorial Universidad de Caldas, 2014, p. 99.
9 Gabriel Francisco Porras, Op. cit., p. 4. 19 Jhon Isaza y Nicolás Duque, “Nuestros filósofos no son
nuestros genios: insolencias de un disidente”. Entre-
10 Manuel Guillermo Rodríguez, Antología filosófica, Julio vista a Rubén Sierra Mejía, Praxis Filosófica, Nueva
Enrique Blanco. Bogotá: Ediciones USTA, 2013, p. 17. serie, vol. 31, julio-diciembre, 2010, pp. 187-212.
11 Julio Núñez Madachi, “Notas aproximativas para inqui- 20 Eduardo Bermúdez y René Campis, Op cit.
rir su valor”, Diario del Caribe, domingo 18 mayo de
1980, p. 12.
15
Huellas
La novela de mi vida
Ficción biográfica del poeta
José María Heredia1
Por Yuly Paola Martínez Sánchez
16
contra la historia y, como suele suceder, recibió en su
cuello el destello implacable de sus afiladas cuchillas”
(Padura, 2003, p. 53). En palabras de Martí, Heredia es
“el que despertó en mi alma, como en la de los cubanos
todos, la pasión inextinguible por la libertad” (Arias,
2003, p. 181).
17
porales. Como ya indicamos, la novela se compone de,
por un lado, el presente del poeta, en el que se recrean
“Debido al rumbo que toma su apartados de su vida privada y pública, favoreciendo
una caracterización del ambiente social, cultural, eco-
vida y su poesía por la defensa de nómico y político de inicios del siglo xix tanto de Cuba,
como de los demás países en los que residió. El segun-
sus ideales de libertad, Heredia se do nivel o estadio narrativo corresponde a un futuro
convierte en el poeta del destierro” no tan lejano del contexto del escritor, en el que apare-
ce su hijo menor y el manuscrito ya mencionado. Allí
se narra el dilema sobre el destino de sus memorias.
En última instancia, en un tiempo más contemporá-
Dicho lo anterior, estamos frente a una ficción biográ- neo al nuestro, a finales del siglo xx entra en escena
fica que envuelve a todos los personajes alrededor de Fernando Terry, quien estudia al poeta y busca el ma-
un cuestionamiento ontológico propio, haciendo de nuscrito de sus memorias. En efecto, la existencia del
la novela una ficción biográfica múltiple. Esto porque poeta no se limita al espectro de tiempo en que actuó
tras la inmersión en la investigación para hallar ese físicamente, sino que se instaura en una dimensión
manuscrito desconocido, y también en la lectura de espacio-temporal que integra los períodos en los que
dicho documento, los demás personajes se ven mo- su presencia en el mundo –ya sea material o espiri-
tivados a revelar parte de su trayecto existencial en tual, esta última manifestada en su escritura– tiene
relación con la vida y obra del poeta, lo que conlleva trascendencia.
al examen de lo vivido, y por extensión, a la pregunta
por la escritura del pasado y la historia. Con ello, tene- Este modo de construir la vida del poeta cuestiona la
mos que en La novela de mi vida se asiste, además de concepción de las biografías tradicionales o de aque-
a la ficcionalización del escritor, a la ficcionalización llas que se empeñan en negar su naturaleza ficcional,
de un lector que concibe y narra su existencia a par- en las que la historia de vida se desenvuelve en un úni-
tir de la inserción en la escritura de su autor modelo, co plano temporal. Aquel en el que el sujeto biográfico
promoviendo una proyección de sí mismo en el otro. nace, ejecuta grandes e importantes acciones y pere-
Esta tensión entre escritor y lector evoca la presencia ce. En La novela de mi vida la existencia de Heredia se
del creador de la novela, quien en gesto autoficcional extiende más allá de su muerte para enfatizar que un
revela, a través de sus personajes, las preocupaciones escritor vuelve a la vida cada vez que alguien lo lee.
y cuestionamientos que lo agobian, a la vez, se tienden En esta premisa encontramos correspondencia con el
como el fundamento del relato. modo en que la ficción biográfica asume la vida. Me re-
fiero al carácter ambiguo, multiforme, inacabado que
Por otro lado, la asociación de Leonardo Padura con resulta de los postulados de pensadores como Marcel
sus personajes provoca reflexiones de tipo metaficcio- Schwob ([1896] 1980), Mijail Bajtín (1982), Roland Bar-
nal, que se amplían con la inclusión de asuntos que thes ([1971]1990; [1980] 1989), Pierre Bourdieu (1986),
atañen a la historia literaria cubana e hispanoameri- quienes al pensar en el relato biográfico reconocen la
cana dentro de la novela. De manera que, además de imposibilidad de plasmar la complejidad de la existen-
ofrecer ideas sobre la constitución de la obra en sí, cia en una escritura lineal, uniforme, cronológica, con
esta ficción biográfica de escritor levanta discusiones pretensiones de veracidad, unidad y totalidad.
actuales y pertinentes sobre el ejercicio literario en
general. Con esto, vemos que la novela propone rela- En la misma perspectiva, es de resaltar que, para la
ciones que sobrepasan aquella entre la vida y obra del construcción del relato de la vida de José María He-
poeta, para extender la atención al trabajo crítico e redia, Padura declara que se entregó a la “lectura de
investigativo alrededor del autor y su obra, así como una extensa bibliografía literaria, biográfica e históri-
su impacto en la trayectoria existencial de posibles ca que empleó no solo para saber quién y cómo había
lectores y escritores que lo siguen como marca de la sido Heredia, sino para poder ubicarlo en su tiempo
tradición literaria. real y trascendente” (Padura, 2003, p. 56). No obstante,
en el prefacio de la novela, el autor indica que “aunque
De lo anterior tenemos que La novela de mi vida, en sustentada en hechos históricos verificables y apo-
tanto ficción biográfica de un escritor, concibe el trán- yada incluso textualmente por cartas y documentos
sito vital de José María Heredia en tres estadios tem- personales, la novela de la vida de Heredia, narrada
18
“En La novela de mi vida, la
existencia de Heredia se extiende
más allá de su muerte para enfatizar
que un escritor vuelve a la vida
cada vez que alguien lo lee”
19
pequeños trazos de la memoria, que aparecen y des-
aparecen, como sobresaltos en la oscuridad. En otras
palabras, la memoria revela solo destellos, instantes
o imágenes vagas del pasado que son reactivadas por
efectos emotivos o afectivos. Precisamente, el tránsito
“Se debe inventar una forma memorialístico en el que se sitúa al yo del poeta de-
cimonónico posibilita un relato de vida basado en la
específica de biografía para fragmentariedad y el destaque de instantes luminosos
cada escritor, que responda a las de su existencia. Esto porque la historia en voz de He-
redia, aunque sigue un orden cronológico, no intenta
particularidades de su escritura recoger exhaustivamente todo su trayecto existencial,
más bien se percibe que su interés es resaltar aquellos
y a la vez proponga posibilidades episodios que marcaron los rasgos de su escritura poé-
nuevas de acceder a la obra-vida” tica.
20
En síntesis, tenemos que la forma inventiva que esco- otorgar sentidos más amplios y profundos a la unión
ge Padura, nos referimos a la autobiografía, va al en- obra-vida.
cuentro de la interpretación que él hace de la corres-
pondencia entre la obra y la vida del poeta, a favor de En favor de la anterior pretensión, es sugerente el
la creación biográfica. Esto porque la elaboración de hecho de que la autobiografía ficticia que escribe He-
unas memorias da cuenta del espíritu de la época y redia es el documento que su hijo José de Jesús tanto
de la personalidad del escritor en sí, ya que permite la protege, a la vez, el manuscrito que Fernando Terry y
exploración y exaltación del yo, propia del movimien- su grupo de amigos –los socarrones– se empeñan en
to romántico. Basta recordar que las autobiografías encontrar. El hecho de poner una sección de la nove-
entraron en boga en el romanticismo, teniendo como la, en este caso, la escritura autobiográfica del poeta,
su máximo exponente a Rousseau con sus Confesiones. como un documento histórico por el que están inte-
Esta característica de La novela de mi vida hace eco de resados los personajes más contemporáneos, pone en
la idea de Alan Buisine (2001), correspondiente a que evidencia el grado de autorreflexión dentro de esta fic-
se debe inventar una forma específica de biografía ción biográfica de escritor.
para cada escritor, que responda a las particularida-
des de su escritura y a la vez proponga posibilidades Así, en el segundo plano narrativo de la obra, José de
nuevas de acceder a la obra-vida. Así, vemos que la Jesús se enfrenta al peso de la historia en el intento por
estructura que se emplea para contar la vida de José resguardar la memoria de su padre. En el esfuerzo por
María Heredia y la faceta que se recrea de esa existen- comprender al hombre que se ocultaba tras las memo-
cia es coherente con el universo cultural y social en rias del poeta, descubre la insuficiencia de la historia
que circuló. para registrar el pasado. De manera que la aparición
del hijo menor de Heredia en la novela propicia el re-
De ahí que el ejercicio hermenéutico se considere pie- lato del rumbo que toma el manuscrito del poeta. La
dra angular de la composición de estas ficciones (Dion, incertidumbre por el destino de las páginas, que con-
2002). En ese camino de interpretación sobresale una tenían al más íntimo y frágil Heredia, inicia cuando
característica clave del romanticismo, nos referimos José de Jesús, al verse moribundo, busca a las personas
a “la identificación entre el poeta y la naturaleza, a la adecuadas para dejar a su cuidado el documento de su
que ve como un espejo de su alma” (Arias, 2003, p. 135). padre. Este solo podría ser publicado al cumplirse cien
En la poesía de Heredia se destacan motivos como la años de la muerte del poeta, por decisión de su ma-
tempestad, el océano, el sol, la nave, la palma, que son dre. Ella “estimó que si aquellos documentos llegaban
aprovechados por Padura para dar vida a episodios a sus verdaderos destinatarios, éstos los harían des-
imaginados sobre la existencia del poeta. En la medida aparecer, como habrían esfumado otras evidencias y
en que son vistos como reflejos de los estados del poe- otras identidades: y ella pensaba que la memoria de su
ta, esos motivos condensados en la poesía ingresan en hijo merecía otra suerte” (Padura, 2002, p. 119).
la ficción biográfica para relatar no solo un instante
o un fragmento circunstancial, sino que intentan re- José de Jesús se encuentra en la disyuntiva de destruir
presentar marcas trascendentales de la personalidad los papeles de su padre o entregarlos a unos integran-
del escritor. tes de la logia, a la que el poeta había pertenecido an-
tes de su exilio. El manuscrito revelaba secretos tanto
Entretanto, la concepción de ficción que prevalece de de la vida de Heredia como de quienes lo rodearon.
ese tratamiento de los motivos poéticos se aleja de la El descubrimiento de esos secretos con seguridad es-
separación binaria de verdad y mentira o de la ficción candalizaría a sus familias y a toda Cuba, generando
como la acción de fingir algo. En este caso, como su- efectos negativos, hasta para la figura histórica de su
giere Padura desde el prólogo de la novela, la ficción padre. Este conflicto, que se convierte en un asunto
permite narrar la historia de vida de Heredia desde lo existencial para José de Jesús, por sentirse tan cerca
posible, pues relata lo que ocurrió, debió o pudo ocu- de la muerte, desemboca en un permanente reclamo
rrir (Padura, 2002, p. 11). Por ello, la ficción se asocia al silencioso a la manera en que se construye la historia.
hecho de interpretar y escribir el mundo en su com-
plejidad y multiplicidad, percibiéndose en esta novela Por otro lado, el tercer nivel narrativo, que tiene a Fer-
como la posibilidad de acceder a dimensiones de la nando Terry como protagonista provoca un juego de
vida del poeta no contadas o no contempladas por el identidades, que emparenta a la ficción biográfica con
discurso histórico, también como la oportunidad para la autoficción e incluso la metaficción. Se trata de una
21
correspondencia particular entre el Heredia especular
y Fernando Terry, pues la narración en primera perso-
na de las peripecias y sufrimientos del poeta se proyec-
ta, a modo de espejo, en las vivencias de Terry. Ambos
comparten el interés por la escritura poética, fueron
exiliados de Cuba por traiciones e intrigas, y sufrieron
la historia de un amor imposible.
22
propia historia de exilio, lo que le sigue conectando de
manera aún más profunda con las causas y tristezas
del poeta.
Con esto, la novela pone en relieve la premisa de que Sigue a las tempestades la bonanza:
en el estudio o escritura de la vida de otro es imposible
mantenerse ajeno y pretender objetividad, pues ahon-
siguen al gozo el tedio y la tristeza...
dar en la intimidad de un sujeto, inevitablemente lleva
Perdóname si tengo la desconfianza
a la autorreflexión e invita a viajar en el interior del
propio ser. En este indicio de la constitución de sí mis-
mo como otro hace eco el presupuesto de Bajtín (1982,
p. 134) en el que afirma que al construir la vida del otro de que dure tu amor y tu terneza:
ineludiblemente se crea la propia.
cuando hay en todo el mundo tal mudanza,
La comprensión y constitución de sí a la que se somete
Terry revela que la identificación y reconocimiento en ¿solo en tu corazón habrá firmeza?
la obra-vida de Heredia responde a ese carácter que
otorga permanencia a su ser –ídem o mismidad en tér-
minos de Ricœur (1996). La imagen de Heredia lo co- José María Heredia
necta con su pasado, con sus raíces, con su tradición
literaria, es decir, con aquellos signos que persisten en
la construcción de su identidad porque son inamovi-
bles. El hecho de haber dedicado años de estudio a la
obra-vida de este escritor le acumula variedad de ex-
periencias que, sin duda, marcaron su existencia. Es
esa identificación con el poeta lo que hace que Terry se
empeñe en asumir una actitud victimaria y pesimista
de la vida, como se lo hacen ver sus allegados: “Uno ya
23
está bastante viejo para creer que los muertos salen,
que la poesía sirve para algo, que Heredia no era un
comemierda que se metió en camisa de once varas y “En el estudio o escritura de la vida
después se pasó la vida lamentándose, igualito que tú”
(Padura, 2002, p. 266). La obsesión de Terry por man- de otro es imposible mantenerse
tener su ser atado al pasado, mediante su filiación con
Heredia, lo enceguece de modo tal que solo al final de
ajeno y pretender objetividad,
su estadía en la isla descubre que su vida no estuvo in- pues ahondar en la intimidad
volucrada en un juego de intereses y engaños, como la
del poeta. Por lo contrario, entiende que su destino fue de un sujeto, inevitablemente
producto de las malas decisiones que él mismo tomó
en un momento de desesperación, y no de las posibles
lleva a la autorreflexión”
intrigas que otros crearon alrededor de él.
24
Casa natal de José María Heredia, patrimonio cultural, Consejo Nacional de Cuba.
se encuentra. La identidad con su patria y el modo en Pienso que en esa historia sintetizada y condensada
que el exilio se ha convertido en una marca distintiva del proceso vital de Cuba y su poesía, logré expresar
del ser cubano son asuntos que el escritor explora en mis mayores preocupaciones como ser cubano; pude
su proceso de búsqueda de sí mismo. En ese escenario, darle forma a mis obsesiones personales y naciona-
la figura de José María Heredia se hace primordial en les más complicadas, y todo fue gracias a esa visión
la medida en que la identificación de su obra-vida con de que Heredia era no sólo un lejano antecedente,
sino también mi contemporáneo. Y al colocarlo fren-
la patria ofrece las líneas de fuerza para que cualquier
te a mí, al otro lado del espejo […] pues vi a un hombre
cubano se sienta ligado afectivamente a su territorio
cubano y entendí muchísimo de lo que somos, de lo
insular, por ser el propagador desde la poesía, de los
que hemos sufrido, logrado, lo que hemos visto na-
sentimientos nacionales. Lo que se refuerza con la cer y frustrarse en nuestros pocos años de existencia
condición de destierro en la que vivió el poeta al final como país y culturas propias. (Padura, en Grillo, 2011)
de sus días, y que se convierte en una marca doloro-
samente distintiva de la cubanía. De ahí que el efec- En ese sentido, Terry funciona como el puente que
to que el estudio de la obra-vida de Heredia tiene en vincula al Heredia ficcional, es decir, el escritor-perso-
Padura sea traspasado al personaje. Esa sensación de naje, con el escritor-autor. Así, Padura parece ubicar-
encontrarse a sí mismo en la figura del poeta es asig- se en el centro de un juego de espejos, que le permite
nada a Terry como carácter definitorio del momento crear varias versiones de sí en la búsqueda y defini-
existencial por el que pasa Padura durante la escritura ción de su ser. De manera que el autor de esta ficción
de La novela de mi vida. Por ello, la búsqueda de un pa- se interpreta y reescribe a sí mismo a través de un ejer-
ralelismo entre Heredia-personaje y Fernando Terry cicio doble de identificación narrativa. Por un lado,
es tan insistente en el relato. De hecho, la estrategia de la identificación se da con su escritor modelo, al que
disponer los relatos que involucran a cada personaje, convierte en personaje para materializar sus preocu-
uno seguido del otro, narrando sucesos similares, pero paciones frente a la escritura literaria y a la filiación
sucedidos en épocas distintas, fortalece ese efecto de de un hombre de las letras con su patria. Por otro lado,
espejo o doble que experimentó Padura. En palabras con un personaje de corte autoficcional, en el que con-
del autor: signa sus conflictos interiores como cubano, heredero
25
de una historia marcada por el exilio y el destierro; y Bobbio, N. (1997). El tiempo de la memoria. De senectute y otros
en quien proyecta sus inquietudes como investigador escritos biográficos. Esther Benítez (Trad.). Madrid:
y ensayista de la literatura cubana. Con esto, Padura Taurus.
se reconstruye a sí mismo en la medida en que su per-
sonaje Terry se reinventa en Heredia. Bourdieu, P. (1986). La ilusión biográfica. Historia y fuente
oral, 2, 27-33. Disponible en: http://www.jstor.org/
En síntesis, esta obra resalta el hecho de que el ejerci- stable/27753247
cio de interpretación sobre la existencia del otro con-
lleva al intento de comprensión de sí mismo, en tanto, Buisine, A. (1991). Biofictions. Revue des Sciences Humaines. Le
examinar aquellas marcas que definen el ser de otro Biographique, 224, 7-13.
sujeto despierta inevitablemente al narciso interior
que hace dirigir la mirada hacia al yo. Este fenómeno Buckwalter-Arias, J. (2005). El libro perdido de Heredia: Las
se hace tan relevante en la constitución de La novela memorias del poeta en La novela de mi vida de Leo-
de mi vida que para el escritor-autor parece necesario nardo Padura. A contracorriente. Una revista de histo-
crear un personaje en el cual autorreflejarse, a fin de ria social y literatura de América Latina, 13(1), 46-62.
representar ese sentir ineludible de proyección en el Disponible en: http://acontracorriente.chass.ncsu.
sujeto que reinventa en la escritura. Este último proce- edu/index.php/acontracorriente/article/view/1436
dimiento es particularmente significativo en esta fic-
ción biográfica de escritor, ya que las intervenciones Careaga, R. (2013). El desencanto de Leonardo Padura. Entre-
del personaje Fernando Terry nos dan pistas acerca vista, La Tercera, Chile. Disponible en: http://www.
del proceso de constitución de la obra. El hecho de que latercera.com/noticia/leonardo-padura-el-policial-
Terry sienta el peso de la existencia de Heredia en su me-sirve-para-dar-una-vision-de-la-realidad-cuba-
propia vida, al punto de concebirse a sí mismo como na/
el poeta, y cuestione el modo en que se ha resguardado
y construido la historia literaria de la isla revela las Dion, R. (2002). Une année amoureuse de Virginia Woolf, ou
razones y preocupaciones que motivaron la escritura la Fiction biographique multipliée. Littérature, 128,
de la novela y que en efecto permanecen como funda- 26-45. Disponible en: http://www.persee.fr/web/re-
mento de la variedad de intrigas que se tejen. Mediante vues/home/prescript/article/litt_0047-4800_2002_
la presencia de este personaje autoficcional asistimos num_128_4_1772
a la reflexión de la obra sobre sí misma, sobre todo, re-
ferente a las tensiones surgidas entre el escritor-autor Dion, R. (2005). Avatars du biografique. Vox et Images, Hi-
y su escritor-personaje durante la pre-escritura y es- ver, 30(2), 17-20. Disponible en: http://id.erudit.org/
critura de la novela, y a los interrogantes en torno a iderudit/011240ar
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el exilio como signo identitario del ser cubano. Grillo, R. (2011). Diez novelas de la vida de Leonardo Padura.
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26
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Ricœur, P. (1996). Sí mismo como otro. Madrid: Siglo XXI. siguiente: “Nunca me consideré un escritor policíaco
puro, yo lo que he hecho es utilizar el género para
Schwob, M. (1980). Vidas imaginarias. Buenos Aires: Centro lograr otros objetivos: dar una visión social de la rea-
Editor de América Latina. lidad cubana. En los 90 escribí cuatro novelas sobre
Mario Conde que yo llamo ‘falsos policiales’”. Sigue
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Dicionário das mobilidades culturais. Porto Alegre: Li- reaga, 2013). En relación con La novela de mi vida, en
teralis. otra entrevista, Padura sostiene que: “Aunque no lo
parezca yo creo que la más policíaca de mis novelas
Wieser, D. (2005). Siempre me he visto como uno más de los es La novela de mi vida, porque la búsqueda, la inves-
autores cubanos. Entrevista, Espéculo, Revista de estu- tigación es fundamental en esta novela y además el
dios literarios. Universidad Complutense de Madrid. descubrimiento de ‘los culpables’ (entre comillas)
Disponible en: https://pendientedemigracion.ucm. que pueda haber en la historia de Fernando Terry, en
es/info/especulo/numero29/padura.html la historia del propio Heredia y la suerte que sufren
los papeles de Heredia en el pasaje en que su hijo es
el personaje protagónico” (Wieser, 2005).
27
Huellas
A
ntes de comenzar con el desarrollo del presente una respuesta a estudios de corte más tradicionalis-
escrito, hay que hacer primero un par de aclara- ta, que creen que los estudios paraliterarios están de
ciones: la tesis de maestría de la cual este ensa- más para la literatura misma y que deben obviarse.
yo es un breve apartado es una de tipo “paraliterario”, Después de haber hecho toda esta investigación, opino
puesto que no se topará el lector con el típico trabajo que la respuesta definitiva es que esto no debe hacerse
de análisis literario. Se tratan de asuntos que se po- y mucho menos ahora que la literatura se encuentra
drían tildar de externos para la crítica literaria más entre tantas y diversas tensiones, que cuestionan, in-
tradicional: el entorno de producción, la producción clusive, su pertinencia o existencia misma. Al mismo
28
tiempo, este texto se quiere constituir en un rescate de como elogio. Yo no quiero que los autores no tengan
algunas de las teorías generadas desde América Latina carácter nacional; pero yo no puedo exigir de usted
sobre su literatura, en este apartado es notorio el res- que sea nicaragüense, porque ni hay ni puede haber
cate de algunas teorías de Ángel Rama, por ejemplo. aún historia literaria, escuela y tradiciones literarias en
Nicaragua [cursivas mías]. (Varela, citado en Darío,
Una segunda aclaración tiene que ver con los autores 1978, p. 48)
que son materia de estudio. Originalmente, la tesis
parte del estudio de las obras ensayísticas de dos escri- Pienso que Juan Valera exageró al demeritar la heren-
tores latinoamericanos contemporáneos. En primer cia literaria de Nicaragua, si se considera que Rubén
lugar, Alberto Chimal (Toluca, 1970), básicamente su Darío llegó a ser uno de los escritores más influyentes
libro de ensayos La generación Z. En segundo lugar, de finales del siglo xix; este crítico demerita también
Patricio Pron (Rosario, 1975), con su libro de ensayos las tradiciones literarias menores por señalar direc-
El libro tachado. Prácticas de la negación y silencio en la tamente su inexistencia en nuestro continente, por
crisis de la literatura y su ensayo publicado previamen- ejemplo, el hecho de que Guatemala y Colombia, dos
te, “La literatura y el mercado”, del cual el libro es en culturas literarias “sin escuela ni tradición, desde la
cierta medida una ampliación. En este breve adelanto perspectiva europea”, obtuvieran dos premios Nobel
que se presenta de la tesis, se deja de lado el análisis de literatura en el siglo xx, sería casi una osadía de las
particular a los textos de los escritores y se expone la literaturas sin tradición si aún se siguen teniendo en
parte del capítulo primero que abordaba el entorno cuenta las opiniones del célebre miembro de la Aca-
de creación literaria de manera más general; además, demia de la Lengua. De esta manera, la pregunta so-
el estudio desde el principio se planteó como uno que bre si “ni hay”, o si “ni puede haber” condiciones de
partía desde los ensayos de los autores y no solo sobre creación y producción literaria en Latinoamérica será
ellos, puesto que muchas de las problemáticas encon- una cuestión que ronde todo el desarrollo del presente
tradas en dichos ensayos son comunes a otros escrito- trabajo.
res latinoamericanos.1
Se le pueden hacer, también, nuevas exigencias a los
Teniendo en cuenta los anteriores supuestos, nos po- escritores latinoamericanos después del boom, por
demos ahora hacer una pregunta: ¿bajo qué entornos ejemplo, en muchos estudios críticos se naturaliza que
crean, o en términos benjaminianos2, producen su
obra los escritores latinoamericanos y qué indica esto
sobre el estado de la literatura latinoamericana en la
contemporaneidad? El primero de estos aspectos, rela-
tivo a lo que se podría llamar “entorno de producción”,
será tratado en este breve escrito.
29
El mismo Ángel Rama (1984), en un célebre ensayo
“¿Bajo qué entornos crean, o en sobre el boom latinoamericano, titulado “El boom en
perspectiva” trata sobre los efectos que trajo consigo
términos benjaminianos, producen su todo el éxito arrollador del boom, el cual, de una u otra
manera, afectaría la forma como producen su obra los
obra los escritores latinoamericanos escritores que vendrían después de este:
y qué indica esto sobre el estado Uno de los primeros resultados del recién instituido
de la literatura latinoamericana mercado consumidor literario, fue la presión ejer-
cida sobre [desde la industria editorial] el narrador
en la contemporaneidad?” para que aumentara su productividad, asunto es-
trechamente vinculado a la profesionalización del
escritor. Era ésta una antigua ambición del artista
latinoamericano, cuyas primeras manifestaciones
coherentes se manifestaron en el modernismo. (p. 91)
ahora son y deben ser internacionales, que su circula-
ción es global porque sencillamente pueden y deben
serlo, aun así esto se encuentra lejos de ser una con- Se puede observar cómo en esta cita se hace referencia
dición “natural” del escritor latinoamericano; es inne- de nuevo al modernismo, como aquel primer hito en
gable que esta última condición ha sido más bien una que nuestra literatura recibió cierta visibilidad que la
construcción “social e histórica”. Para ampliar estas llevó a una paulatina transformación, sobre todo en lo
afirmaciones, y ver el nuevo entorno en toda su com- que tiene que ver con los aspectos de su circulación.
plejidad, se recurrirá a las teorías expuestas por Ángel
Ángel Rama trata también en este ensayo el tema del
Rama (1984) en el libro Más allá del boom: literatura y
traslado de los escritores a otros países en busca de
mercado, del cual fue también editor.
mejores lugares para la producción literaria (asunto
Teniendo presente esta lógica de los hechos en la his- que toca particularmente, en el presente trabajo, a Pa-
toriografía literaria de América Latina, no pueden ser tricio Pron, quien reside en Madrid, la capital españo-
las mismas las exigencias que se le hacen a un escritor la), y cuyo ejemplo paradigmático del siglo pasado po-
de antes del boom a aquellas que se le pueden hacer a dría ser el de García Márquez, quien se trasladó desde
un escritor nacido luego de este. Se puede decir con Nueva York (por una confusión desafortunada con la
total confianza que, en cierta medida, luego del boom censura) a México D.F., ahora Ciudad de México, ciu-
se le exige cierto cosmopolitismo a nuestros escrito- dad en la que murió en 2014, y donde residió incluso
res, como si después de haber sido leídos en todos los por más tiempo que en Colombia:
rincones del planeta y de haberse legitimado nuestra
Los traslados de escritores a otras regiones del mismo
literatura con diversos premios se les exigiera ahora
continente que mostraban mayores posibilidades de
ser más cosmopolitas, crear una literatura que desde difusión por contar con editoriales, revistas, grandes
el principio sobrepase las barreras locales. Por ejem- diarios, o a Europa y a Estados Unidos (censurados
plo, una lectura general de varias de las historias de la injustamente con estrechez de miras) respondieron
literatura latinoamericana más reciente resalta siem- a este afán de profesionalizarse, cumpliendo a caba-
pre el anterior hecho como algo que marcó un hito de lidad con su vocación y simultáneamente con una
internacionalización. exigencia interna (sic) de la cultura latinoamericana:
disponer de escritores que edificaran una rica litera-
Como ya se mencionó, los dos escritores que se estu- tura propia. Ante la imposibilidad de hacerlo en sus
dian4 nacieron después de la ratificación universal del propias patrias, la cual admite plurales causas (aho-
boom, lo cual es un aspecto que se deberá tener muy go económico o político, dispersión del esfuerzo, fal-
presente, ya que, como nos lo dice José Miguel Oviedo ta de oportunidades, escasez de información, acoso
(2001): “El ‘boom’ señala un punto decisivo en el que pueblerino) se trasladaron a mejores plazas, internas
cambia, para siempre, la producción, consumo y cir- o externas del continente. (Rama, 1984, pp. 92-93)
culación de la literatura” (p. 300), aspectos literarios
que son claves en este escrito. Es notoria la manera en que, con el advenimiento de
todas estas situaciones, empieza a rondar una palabra
en el ámbito literario latinoamericano: la profesiona-
30
Alberto Chimal nació en provincia y migró hacia la capital de su país.
31
Y es en este punto en el que Rama introduce el tema influencia de este aspecto dentro de los mecanismos
del mercado, aspecto tratado ampliamente por Patri- de canonización literaria. Por ejemplo, nuestros dos
cio Pron en su ensayo “Literatura y mercado”, y pro- escritores tienen posgrado, uno de la universidad más
fundizado en el capítulo de su libro titulado ‘Crisis’. prestigiosa de América Latina y el otro de una univer-
Ángel Rama lo menciona así: sidad de Alemania, de las más antiguas y de renom-
bre también. Los dos hicieron tesis de posgrado y uno
Aunque sigue siendo un hombre con un lápiz y un de los dos intentó hallar una nueva línea de tradición
block de papel, la profesionalización lo suelta de un poética en la literatura argentina, separándose del
modo indirecto al mercado, lo que no quiere decir canon ya establecido (Pron, 2007). Creo ver en Mario
que haga de él meramente un servidor, sino que lo Vargas Llosa y en sus estudios de doctorado en Madrid
obliga a asumirse como un productor que trabaja den- el nacimiento de estos mecanismos de legitimización
tro de ese marco impuesto. Allí debe operar y triun- dentro de la literatura latinoamericana, por allá en
far (cursivas mías). (p. 94) los tempranos años cincuenta, lo cual quizás no tenga
que ver sino con la profesionalización misma del ofi-
Además de esta nueva relación con el mercado, existen cio del escritor.
también fenómenos comunes a los escritores de estos
lares que se replican hasta el día de hoy, por ejemplo, Se podrían resumir, así, como una conclusión parcial
tal es el caso de la metropolitización de la literatu- de este apartado, tres aspectos esenciales de la litera-
ra hasta nuestros días: los dos escritores materia de tura latinoamericana, pero especialmente de la lite-
este estudio nacieron en provincia y migraron hacia ratura latinoamericana en el siglo XXI: ya no es una
espacios capitalinos y cosmopolitas; Chimal hacia la literatura local, sus escritores son y deben ser inter-
capital de su país y Pron hacia espacios internaciona- nacionales; ya no se trata de una literatura realizada
les, una situación muy similar a la que ha comentado por escritores empíricos y autodidactas, como es el
Rama. caso del más paradigmático escritor latinoamerica-
no, Gabriel García Márquez, quien nunca se graduó
Se presenta además un fenómeno paralelo en esta de la universidad y quien escasamente realizó cursos
literatura, que se ha mencionado ya brevemente, la aislados de derecho en la Universidad Nacional de Co-
academización de los escritores y, por consiguiente, la lombia y en la Universidad de Cartagena, en la costa
32
atlántica de Colombia, y también de cine en Roma, sin Rodríguez Marcos, J. (2010, octubre 7). “Mario Vargas Llo-
graduarse tampoco; también es una literatura metro- sa, Premio Nobel de Literatura”. El País. http://
politana, aunque este fenómeno se da desde la misma cultura.elpais.com/cultura/2010/10/07/actuali-
Colonia, sin embargo, se observará que el fenómeno dad/1286402403_850215.html
sí se ha transformado en cierta medida y que estar en
la metrópoli tiene sus ventajas, no obstante, al mis- ________________________
mo tiempo, el neoliberalismo y el capitalismo tardío
ha beneficiado otras dinámicas, como la circulación Notas
transversal en los mercados. 1 El título de la tesis de maestría es “Sobre nuevas formas
de producción y circulación de la literatura latinoa-
Se hace notorio que llegó a ser posible, en cierta me- mericana en la contemporaneidad: un estudio desde
dida, que una literatura de la periferia llegara a estar, Alberto Chimal y Patricio Pron”.
al menos por poco tiempo, en un cierto centro (en este
sentido me alegra la proliferación de centros que una 2 A pesar de la difusión de las teorías de Walter Benjamin
teoría posmodernista puede generar), tanto que se po- sobre la producción artística en todos los estamen-
dría afirmar hoy, y las cifras lo apoyan, teniendo un tos educativos a nivel mundial, este estudio tratará
poco de confianza en la estadística, que después de la en lo máximo de tener una perspectiva desde Améri-
literatura en inglés, es la del español la más influyen- ca Latina, razón por la cual la lectura que hace Bolí-
te y la que más circula, a pesar de que otras lenguas, var Echeverría de la obra del filósofo alemán será la
como el chino, cuentan con más número de hablantes. utilizada, la mayoría de las veces, como marco teóri-
El ejemplo de Vargas Llosa es más que significativo, co de este escrito.
desde Arequipa misma, ni siquiera desde la capital del
Perú, hasta las aulas de Princeton, donde lo sorpren- 3 Es muy diciente este prólogo del miembro de la Real Aca-
dió el premio Nobel impartiendo clases sobre Alejo demia Española, Juan Varela, al libro Azul… de Rubén
Carpentier y Jorge Luis Borges en el año 2010 (Rodrí- Darío, en el año 1888, que se convertiría en un estan-
guez Marcos, 2010). darte de la edición de este desde el mismo instante
en que esto ocurrió; la primera edición no lo conte-
nía. Es notorio cómo este prólogo cambió toda la re-
Referencias cepción posterior que se hizo del libro de Darío.
Chimal, A. (2012). La generación Z y otros ensayos. México D.F.:
Conaculta. 4 Edmundo Paz Soldán, Silvia Molloy, Diamela Eltit, Peter
Elmore, Mario Vargas Llosa, Jorge Volpi, Ignacio Pa-
Darío, R. (1978). Azul… y poemas. Santiago: Editorial Andrés dilla y otros muchos nombres serían solo unos pocos
Bello. ejemplos de escritores latinoamericanos que poseen
títulos de doctor, o de posgrado en general, y que al
Oviedo, J. M. (2001). Historia de la literatura hispanoamerica- mismo tiempo se dedican o se han dedicado a la do-
na: 4. De Borges al presente. Madrid: Alianza. cencia universitaria, no solo en Estados Unidos, tam-
bién en otras partes del mundo.
Pron, P. (2007). “Aquí me río de las modas”: procedimientos
transgresivos en la narrativa de Copi y su importan- ________________________
cia para la constitución de una nueva poética en la
literatura argentina. Universidad Göttingen: Tesis de Webgrafía
doctorado [en línea].
Alberto Chimal. Tomado de: http://laboratoriodeescritura.
Pron, P. (2011). “Literatura y mercado”. Letras Libres, septiem- com/blog/wp-content/uploads/2015/03/Alberto-
bre, 30-36. Chimal.jpg
Pron, P. (2014). El libro tachado. Prácticas de la negación y del Patricio Pron. Tomado de: http://mulablanca.com/wp-con-
silencio en la crisis de la literatura. Madrid: Turner. tent/uploads/2014/11/DSC_0179-copia.jpg
33
Huellas
“Una paz que no se cante, que no sea relato común, poesía compartida, difícilmente
logrará disolver la siembra feroz del odio y las venganzas”, señala el autor de este
texto que surge de un trabajo presentado en el marco de la xx Cátedra Europa 2017 de
la Universidad del Norte, en la II Jornada Deseos de narrar: cine, literatura y derechos
humanos. Muestra el valioso aporte realizado por artistas como Patricia Ariza, Doris
Salcedo, Juan Manuel Echavarría, Erika Diettes, Gabriel Posada y Tramaluna Teatro,
para la construcción de nuestra memoria colectiva en torno al conflicto en Colombia.
L
a invención de la paz y la movilización de los cuer- Las mentiras de la guerra y la memoria poética
pos, de las mentes y de la sensibilidad ciudadana
en busca de la paz, necesita de un gran proyecto En Colombia hemos necesitado del rodeo por la me-
de arte y cultura que transmute y cure los imagina- moria poética para conocer la verdad sobre las gue-
rios del miedo, del odio y la venganza que por años ha rras, los crímenes de Estado y el horror vivido. Gaitán
conformado en nuestros corazones la guerra y la pro- denunció en el Congreso la matanza de las bananeras:
paganda de la guerra. Una paz que no se cante, que no filmó los cadáveres en la Ciénaga. Rendón hizo carica-
se pinte en las calles, en las escuelas, en las casas, que turas. Los funcionarios repetían: “Aquí no ha pasado
no sea relato poético, cine, literatura, teatro, danza, nada”. Hasta que esa infamia se hizo memoria poética
performance; una paz que no florezca en una nueva pública con La casa grande, de Álvaro Cepeda Samu-
televisión, en una nueva prensa, que no construya una dio. Al inicio los soldados discuten si deben reprimir
memoria poética común, la nueva leyenda de lo que la huelga:
somos y hemos sido y deseamos ser, no arraigará en el
–Nosotros no estamos para eso.
alma colectiva, no conmoverá nuestras voluntades, no
transformará nuestra sensibilidad, no animará nues-
–Nosotros estamos para todo.
tros cuerpos. No desatará nuestro imaginario colecti-
vo atrapado por la fiesta de la sangre y de la muerte.
34
Luego de la masacre dicen que en ese pueblo no los
olvidarán. Esta novela fue inspiradora para el nuevo
teatro colombiano. Con Soldados se inauguró el Teatro
La Candelaria. El maestro Enrique Buenaventura la
recreó con el Teatro Experimental de Cali. El Matacan-
delas montó la novela. Nuestro grupo Tramaluna de la
Corporación Colombiana de Teatro estrenó Soldados y
estamos montando El padre.
35
sabe lo que está ocurriendo y ni siquiera sabe que no
sabe porque le han dado a saber otra cosa, otro rela-
to, una falsificación, una mentira. Como lo demostró
Platón, la ignorancia hace “creer que sabe algo a quien
no lo sabe”2. La ignorancia —como reflexionaba el
maestro Estanilao Zuleta al comentar a Platón— no
es un vacío, es, al contrario, un estado de llenura: de
falsas opiniones, de simulacros. Para Platón bastaría
una crítica racional para abandonar la falsa opinión.
Pero no basta. Hoy los publicistas utilizan los deseos,
imágenes y arquetipos inconscientes para manipu-
lar a la ciudadanía a través de la propaganda. Por
ello pensamos que es necesaria la crítica poética —la
emoción estética y la pasión reflexiva— que produce
el arte para superar el arraigo del odio, de la vengan-
za y la mentira. Para superar la ignorancia provocada
sobre los hechos de la vida colectiva en los cruentos
años del conflicto: las falsificaciones emotivas -la ma-
nipulación-. Edward Bernays, estratega de presidentes
y multinacionales norteamericanas, llamó a esa ma-
nipulación la ingeniería del consenso. Las estrategias de
esa ingeniería son:
1. La repetición. Hacer persistir en los medios las imá- Doris Salcedo (Bogotá, 1958) revela en su obra
genes y los mensajes que se quieren inocular: saturar plástica la tragedia del conflicto colombiano.
los medios con variaciones de la misma información.
Repetir, repetir y repetir. “Repite adecuadamente una
mentira mil veces y la volverás verdad”, dirá Goebbels, Si uno cree que esas imágenes de la dramatización
el comunicador nazi. del enemigo malo nos muestran lo que pasa, entonces
ya uno no piensa por sí mismo, no se hace preguntas,
2. La agitación emocional. Con arquetipos e imágenes solo consume lo que la guerra psicológica quiere que
culturales dirigir los deseos colectivos; causar deses- consuma y piense. De esta manera, nadie podrá ac-
peranza e indiferencia con noticias frecuentes del tuar por sí mismo ni cambiar nada. Algunas de estas
horror; con mentiras o falsas noticias. Provocar rabia, obras creen romper el ciclo de las venganzas al pedir
indignación, odio y deseos de venganza. el perdón de los victimarios: los presentan como gente
que sufre de maldad, entregados al mal. Al que ha caí-
3. Dramatizar. Elegir un enemigo y demonizarlo. Un do en el mal, como promulga el cristianismo, habría
enemigo maligno nos amenaza y un héroe bueno nos que perdonarle. Pero, como decía el querido maestro
salva. La dramatización busca identificaciones pa- Enrique Buenaventura, que tanta falta hace: “Cuando
sionales y certezas emotivas; con la guerra, certezas oigo hablar del mal pienso en unos señores tomando
violentas y definitivas. Nunca generar preguntas, solo decisiones”. Además, un perdón que no revele la trama
identificación afectiva: miedo y odio; y una certeza: un de causas, de intereses, de despojos; un perdón que no
enemigo malo nos amenaza. dignifique a las víctimas y devuelva a los desapareci-
dos; un perdón que no lleve a los victimarios a decir
la verdad de lo que hicieron y dé garantías para que
El arte que ignora sus metáforas los crímenes perdonados no se repitan, es un perdón
ingenuo, un perdón inocuo, vacío.
Varias creaciones de nuestro arte han quedado atra-
padas en las representaciones creadas por el poder
para promover la guerra. Esas obras usan las metáfo- La memoria poética del conflicto
ras e imágenes de la propaganda de guerra y de la nar-
coparatelenovela: el mal, los actores armados ilegales. Las voces de los muertos, silenciadas y suplantadas,
Replican esas verdades hechas sin ponerlas en crisis. como las voces de lo reprimido, siguen hablando, ma-
36
nifestándose, produciendo un lenguaje perturbado,
que lleva a la repetición enferma de lo que pasó. Como
ha dicho el filósofo Jorge Santayana: “Un pueblo que “El arte ha hecho memoria poética
no conoce su historia está condenado a repetirla”. Esto
que nos pasa ya ha ocurrido antes. Para romper el ciclo pública de nuestra historia silenciada”
ciego de la repetición del horror y de la mala muerte,
para superar la mutación cultural que ha producido la
guerra y la propaganda de guerra y construir la paz,
será preciso transmutar el dolor en memoria poética
pública y en fuerza que reafirme las potencias amoro-
mónico. Alimenta con lucidez y estética, con poesía y
sas que cuidan de la vida, que perseveran en la vida.
claridad, la resistencia y la acción política. Por ello, es
“El ser persevera en existir”, dice un axioma central de
importante intervenir con la acción poético-política
la Ética de Spinoza.
los espacios públicos del poder. Son numerosas las
performancias que ella ha realizado en la Plaza de
La paz en Colombia precisa de una expedición cultu-
Bolívar, en Bogotá, espacio público del poder y de la
ral y artística por el silencio y el dolor, que transforme
acción política ciudadana, plaza cuadrada y mascu-
el dolor en fuerza, en memoria poética pública y des-
lina rodeada de los recintos de los poderes políticos,
ate los imaginarios atrapados en la fiesta del odio y
religiosos y judiciales: el Palacio presidencial, el Pala-
de la muerte. Hay numerosas experiencias de cultura
cio de gobierno de la ciudad, los edificios del Congreso
viva en el país que buscan esa memoria poética, que
de la república y de las Cortes, así como la catedral y
la están elaborando. Son fragmentos del espejo roto
el Palacio arzobispal. Sus acciones intervienen el uso
de la memoria dispersos por los territorios agredidos.
habitual de estos espacios para instalar en ellos los
Una cultura de la resistencia poética silenciada por el
grandes conflictos sociales, culturales y políticos del
poder de alienación de la hegemonía cultural y mediá-
país desde las presencias invisibilizadas por el poder:
tica de la política del odio y la venganza y los poderes y
las mujeres, los y las artistas, el campesinado despo-
discursos de la guerra. La hegemonía cultural del odio
jado, los muertos, los desaparecidos. Algunas de estas
tiene como contrafuerza las acciones de resistencia de
performancias son:
los movimientos sociales y de las víctimas y familiares
de las víctimas, del movimiento por la paz. Además,
Mujeres en la plaza: memoria de la ausencia: ¿Dónde
los trabajos de artistas que interpelan en su obra el
están nuestros muertos, dónde están los desaparecidos?
conflicto. Algunos de ellos creados conjuntamente
Se realizó en el Hemisférico de Performance y Política
con las mismas víctimas. Obras que convierten el do-
que organizamos la Universidad Nacional y la Uni-
lor en imágenes que nos conmueven y nos interrogan.
versidad de Nueva York. 300 mujeres en la Plaza de
Quisiera presentar algunos ejemplos de: Patricia Ari-
Bolívar: 250 familiares de desaparecidos y 50 artistas,
za, Doris Salcedo, Juan Manuel Echavarría, Erika Diet-
músicas, actrices, bailarinas. Quizá la más grande y
tes, Magdalenas por el Cauca y nuestros.
conmovedora performancia hecha en el país para
nuestros más de 60.000 desaparecidos. Este trabajo
se construyó durante varios meses, modularmente, en
Patricia Ariza: performancias poético-políticas equipos de trabajo. Cada equipo –integrado por muje-
Ella lleva el arte-acción a los espacios públicos del po- res de colectivos de reclamantes de verdad y justicia–
der en performancias poético-políticas masivas. Son tenía al frente a una artista que organizaba la acción
trabajos desarrollados conjuntamente entre víctimas coreográfica. Previamente, Patricia visitó la Plaza de
–que se han vuelto líderes de la resistencia– y artistas Bolívar con las artistas que lideraban los equipos y vie-
de la Corporación Colombiana de Teatro. Patricia Ari- ron cómo usar ese espacio: dónde se situaría cada equi-
za, como afirma Diana Taylor en su libro Performance po, sus acciones y movimientos posibles. Luego, en la
de los artistas que son a la vez activistas políticos, es plaza, en un ensayo previo a la acción, se ensambla-
una artivista: “Usa el performance para intervenir en ron los módulos construidos por los equipos: módulos
los contextos, luchas o debates políticos”.3 Es un uso de danza, de movimientos colectivos, de carreras, de
del arte-acción y la performancia poético-política que coros, de tambores, de pequeños cuadros teatrales, de
desnuda los silenciamientos, la ignorancia y la alie- acciones musicales: un conjunto diverso de perfor-
nación sembradas en la imaginación colectiva por mances que conforman la gran performance. Todo el
las representaciones y las ficciones del poder hege- tiempo la acción contó con música viva: con grupos de
37
acentuada por golpes de tambor en los tiempos fuer-
tes. Ella es una actriz que hace muchos años tiene a su
“La ignorancia no es un vacío, es, al hermano desaparecido.
contrario, un estado de llenura: de El público era llevado por los giros y episodios de la
acción a desplazarse por toda la plaza. En el camino
falsas opiniones, de simulacros” al epílogo de la acción, el público es invitado a pasar
por unos altos marcos blancos de madera en cuyo
vano o vacío se dibuja la silueta de un cuerpo huma-
no. Lo invitan actrices diciendo: “Pase por el vacío que
dejaron los ausentes. ¿Dónde están?”. En la acción fi-
tamboreros, las canciones de Liliana Montes, el piano nal una bailarina carga la silueta blanca de un cuerpo
de Claudia Calderón y sus emotivas cadenzas. humano –la silueta ausente de los marcos blancos–.
Otra bailarina, a son de tambores, danza alrededor de
La acción empieza en la tarde, con la llegada a la plaza la silueta blanca, mete su cabeza en un recipiente con
de los grupos de mujeres. Cada grupo lleva trajes de pintura roja y pinta con su pelo enrojecido el blanco
un mismo color: unas van de blanco, otras de verde de la silueta. La acción termina en la danza circular de
claro, otras de violeta. Muchas llevan los retratos de la bailarina que pinta con latigazos rojos de su pelo la
sus familiares desaparecidos o asesinados; otras van silueta blanca del ausente, todo contra el incendio del
con la frase de Antígona: “No nací para compartir el cielo azul al atardecer.4
odio”. Otras llevan pequeños banderines de telas rojas
o blancas donde se lee: “Justicia”. “¿Dónde están?”. De Que florezca la memoria. Este fue un conmovedor ho-
rojo vivo está vestido el grupo de las treinta bailarinas menaje a las más de seis mil víctimas del genocidio
de danza contemporánea, a las cuales se integraron contra la Unión Patriótica. Ubicadas las mil mesas en
algunas jóvenes víctimas. Los grupos levantan largas la Plaza de Bolívar, familiares de las víctimas y sobre-
telas vaporosas. Corren de un punto a otro de la plaza vivientes –provenientes de todas las regiones del país–
preguntando: “¿Dónde están? ¿Dónde están?” Las telas instalaron en la mesa la foto de su compañero, fami-
se llenan de aire: oleajes de un río sobre sus cabezas. liar asesinado o desaparecido, objetos personales del
Hacia la mitad de esta acción de múltiples acciones, ausente. Traían libros, telegramas, cartas, una camisa,
las bailarinas acompañadas por la pianista y las tam- un pantalón, el reloj. Una diversidad de objetos que
boreras, danzan en el centro de la plaza. Esta danza hicieron conmovedoramente presente al compañero
termina con la apertura de todas hacia los lados para o compañera desaparecidos. Las acciones e instalacio-
dejarle el espacio a una de ellas que avanza hacia la nes en memoria de las víctimas del genocidio político
estatua de Simón Bolívar reclamando con toda su voz contra la Unión Patriótica ponen en la escena pública,
y su cuerpo: “¿Dónde están nuestros muertos, dónde en la plaza de los poderes centrales, otro gran proble-
están los desaparecidos?”. Otras bailarinas corren ma de la sociedad colombiana: la resistencia criminal
hasta el pedestal de Bolívar y con sus cuerpos hacen de las élites del país a cualquier cambio político.
una escala roja por la que ella sube hasta lo alto de la
estatua. Allí arriba abre un pañuelo rojo en el que está Sus rostros en los muros. Acción en la cual familiares
escrito: “¿Dónde están?”. La música llega a un clímax de las víctimas colgaron sus retratos en las calles de
dramático de tensión armónica y rítmica. Este es uno la ciudad.5
de los momentos más conmovedores de toda la acción.
Otro había sido el avance de una de las actrices del Huellas: mi cuerpo es mi casa. Acción teatral sobre el
Teatro La Candelaria bajo un velo negro, acompañada destierro y el despojo, obra de gran formato realizada
por uno de los grupos de víctimas; con largas varas, entre víctimas y artistas –90 ejecutantes– en el teatro
algunas levantan el oleaje del velo sombrío sobre las Jorge Eliécer Gaitán de Bogotá.6
cabezas de todas. La actriz dice el parlamento que ella
misma interpreta en la Antígona de Patricia Ariza y el
Teatro La Candelaria: “Yo Antígona, sobreviví al llanto, Doris Salcedo
pero no pude sobrevivir al duelo de mi hermano”. Ella
y el coro de mujeres levantan las manos lentamente al En el MoMa de Nueva York hay uno de sus trabajos de
cielo acompañadas por una lenta cadenza del piano memoria poética del conflicto colombiano: Atrabilia-
rios, un par de zapatos femeninos. La artista abrió un
38
Atrabiliarios, obra de Doris Salcedo (1992). A flor de piel, obra de Doris Salcedo
hecha con millones de pétalos de rosa,
cosidos uno a uno con hilo de cirugía.
39
los ojos visitantes. “Colombia es el país de la muerte
no enterrada, de la tumba no marcada”.7 Quizá a Doris
Salcedo no le parezca vana la tesis que nos guía: que el
arte puede cambiar la mirada trastornada por la pro-
paganda de la guerra. Dice:
40
los “cortes” o ritos atroces de desmembración y carni-
cería humana, horror y degradación extrema de esta
guerra, se remontan a los rituales de destazamiento
de los conquistadores españoles, pintados por el hu-
gonote Theodore De Brye en 1555 en sus ilustraciones
del libro del padre Las Casas, Brevísima relación de la
destrucción de las Indias. Imágenes del garrote vil, de
soldados de la conquista que persiguen con machetes
a indígenas desnudos mientras a otros los desmem-
bran. Cuerpos descuartizados y colgados de ganchos
como carnicería de comercio o asados sobre parrillas.
Torsos sin brazos ni pies ni cabeza abiertos por el cen-
tro, despojados de sus entrañas. Los mismos rituales
carniceros y caníbales que hacen hoy los paramilita-
res con sus víctimas e hicieron ayer pájaros y chulavi-
tas con las suyas.
A la pregunta por su origen y por las fuentes emocio- Juan Manuel Echavarría ha recreado poéticamente
nales y vitales de su trabajo, Juan Manuel Echavarría rituales de misericordia y cuidado. La película
responde: Requiem NN es una muestra de ello.
Erika Diettes
También esta artista visual se interesó por las huellas
de la muerte en los ríos. Su obra Río Abajo es una cró-
nica poético-visual de los desaparecidos que guardan
los ríos. 12 Ante la imposibilidad de encontrarles, ella Río abajo, obra de Erika Diettes.
41
Sudarios, retratos de mujeres,
familiares de víctimas de la
guerra. Obra de Erika Diettes
dúctil y generoso que abre siempre Como la poesía mística, estas imágenes nos revelan el
éxtasis sagrado de la experiencia dolorosa y del amor
su tejido milenario para poetizar de quien cuida –aún más allá de la muerte– de sus se-
los estragos de la guerra y la res queridos. Siento que estas imágenes nos muestran
la dimensión mística de esa frase de Antígona que ex-
resistencia de las mujeres” presa la tenacidad y la amorosa rebeldía de las mu-
jeres para ejercer la ética del cuidado femenino aun
si ello implica el peligro de la muerte: “No nací para
42
Gabriel Posada (Pereira, 1962), artista plástico.
compartir el odio, si no el amor”. Estas mujeres son
otras Antígonas colombianas.
43
“¿Dónde están todos esos
delirantes tejedores de tanta
muerte? Que vengan aquí a
presentarse ante nosotras”
Beltrán, en el río Cauca, de allí los vecinos rescataron justicia, por la restitución de la verdad y por garantías
los 327 cuerpos. Dice Gabriel Posada: “La idea es empe- de no repetición. El tercero, la persecución por la se-
zar muy temprano en la mañana y que esas 327 almas, guridad del Estado a abogadas defensoras de derechos
cuando despegue el día, estén allí (en el remanso) re- humanos y a políticos de oposición, persecución ilegal
clamando sus nombres”.15 conocida como las chuzadas del DAS (la seguridad del
Estado convertida en policía política presidencial). El
cuarto, los montajes judiciales a líderes estudiantiles
Antígonas Tribunal de Mujeres universitarias falsamente acusadas de ser insurgen-
tes: montajes hechos para publicitar que la universi-
Obra de mi grupo Tramaluna Teatro de la Corporación dad pública está infestada de guerrillas, promover el
Colombiana de Teatro. Creada conjuntamente entre odio y la desconfianza ciudadana hacia la juventud y
artistas y mujeres víctimas que reclaman justicia. contra la creativa rebeldía juvenil.
Cada mujer llega al tribunal imaginario de la escena
y cuenta con los objetos de su familiar quién era él o El mito de Antígona es un molde dúctil y gene-
ella, cómo y por quién fue desaparecido y asesinado. roso que abre siempre su tejido milenario para poeti-
Antígonas Tribunal de Mujeres presenta cuatro casos zar los estragos de la guerra y la resistencia de las mu-
de terror estatal: el primero, los mal llamados falsos jeres. La obra emplea diversos lenguajes: la actuación,
positivos, jóvenes de barriadas pobres son asesina- la danza, las canciones, el video, las fotografías; datos,
dos por el ejército y presentados a los medios como imágenes, proyecciones, textos, músicas y el cuerpo. El
guerrilleros dados de baja en combate. Así llenan los cuerpo de las mujeres es el gran soporte de la acción
indicadores de la gerencia de la guerra y consiguen viva: el cuerpo femenino que canta, que actúa, que ha-
ascensos y recompensas. Pero las madres de los mu- bla, que enmudece, que está presente. El cuerpo feme-
chachos saben la verdad, demandan justicia y la res- nino que danza: coros danzados de todas las mujeres
titución del buen nombre de sus hijos. El segundo, el que se cuidan entre sí. En los coros ellas son una sola:
exterminio del grupo político Unión Patriótica: más de sugieren la solidaridad femenina, la ética y la estéti-
seis mil de sus líderes asesinados y más de quinientos ca amorosa del cuidado. Tema esencial en la pregunta
desaparecidos; las mujeres sobrevivientes se han con- por otro modo de relacionarnos no patriarcal, no do-
vertido en líderes de la resistencia y de la memoria y minador, presente en toda la obra. Los coros danzados
han demandado al Estado colombiano ante las Cortes articulan las dos líneas dramáticas de Antígonas Tri-
internacionales por genocidio político, procurando bunal de Mujeres: las escenas del milenario mito tea-
44
Antígonas Tribunal
de Mujeres, puesta
en escena de
Tramaluna Teatro.
45
“El arte puede cambiar la 5 Ver clip de Sus rostros en los muros en: https://www.youtu-
mirada trastornada por la be.com/watch?v=r5Trkryu5pw
Sí, porque una paz que no sea canto, relato, danza, 8 Ibid.
cine, poesía, que no sea memoria poética común, no
podrá arraigar en el alma colectiva, en cada corazón. 9 Ibid.
Nuestro desafío como artistas y seres humanos que
habitamos este suelo y este cielo es contribuir a cons- 10 Juan Manuel Echavarría en entrevista con Calvin Reid.
truir la memoria poética de este conflicto, la épica vi- Bomb, Winter 2000, New York, USA. Citado por Ana
vida por quienes han padecido el horror y por quie- Tiscornia en: http://www.jmechavarria.com/pdf/Tis-
nes han hecho la guerra. Tejer una memoria poética cornia_Echavarria_Spa.pdf
en todas las voces y todos los lenguajes que desteja la
guerra y desarraigue de las mentes y los corazones las 11 Sus series fotográficas y sus videos, entrevistas con él y
semillas de odio y venganza, la profunda mutación ensayos analíticos sobre su obra, pueden consultar-
cultural que tantos años de violencia del lenguaje y se en su página web: http://www.jmechavarria.com/
de horror vivo han producido. Es necesario contarnos menu.html.
esas historias tremendas, transformar en relato y en
poesía compartida el horror vivido. La poesía es la 12 http://www.erikadiettes.com/rioabajo/
memoria que pervive, el juego que transmuta el dolor
y el horror en canto, en fuerza para perseverar en la 13 http://www.erikadiettes.com/sudarios/
existencia, en los goces de la vida, en los misterios de
la muerte. 14 Ver: http://magdalenasporelcauca2009.blogspot.com.co
También sobre el proceso de investigación e inven-
________________________ ción de Magdalenas por el Cauca, ver el video y en-
trevista a Gabriel Posada: https://www.youtube.com/
Notas watch?v=gj32CDA1NA8
1 Ver: Noche y niebla. Los gobiernos de los Estados Unidos y el
15 De una entrevista a Gabriel Posada con imágenes de estas
paramilitarismo colombiano. http://www.nocheynie-
acciones. El video puede verse en: https://www.you-
bla.org/files/u1/casotipo/deuda/html/pdf/deuda19.
tube.com/watch?v=t6ekrlMrS7g.
pdf
16 Se puede ver una grabación en video de Antígonas Tri-
2 El sofista o del ser, 229c.
bunal de Mujeres en: https://www.youtube.com/
watch?v=c8RlxTiPpEY
3 Diana Taylor, Performance, capítulo 8 Artivistas (artistas/
activistas). Buenos Aires: Asunto impreso ediciones,
________________________
2012.
Webgrafía
4 En http://www.youtube.com/watch?v=ILyphH-dTaA se
puede ver un video sobre la acción poético-política Juan Manuel Echavarría. Tomado de: http://revistadiners.
Mujeres en la plaza: memoria de la ausencia: Dónde es- com.co/wp-content/uploads/2016/03/echavarria
tán. 8_800x669.jpg
46
Huellas
¿Cómo enfrentar las adversidades? Desafiante trabajo reflexivo que enfrentó René
Descartes en el siglo XVII. Ideas como la fortuna, el libre albedrío, la providencia
divina, la resignación, entre otras, son presentadas y discutidas por el autor de
este texto que nos acerca hábilmente a las propuestas del pensador francés.
U
no de los temas centrales de la teoría moral car- que puede ocurrir. A continuación intentaré mostrar
tesiana es la felicidad. Para Descartes, una per- cómo, según Descartes, deberíamos enfrentar las ad-
sona solo puede alcanzar la felicidad por medio versidades que nos suceden.
de la práctica de la virtud. Esta felicidad consiste “en
un contento perfecto de la mente y en una satisfac- I
ción interior” (at iv 2641). Descartes considera que la
buena fortuna no es necesaria para alcanzar la felici- En su correspondencia de 1645, Descartes intentaba
dad. De hecho, afirma que siempre la felicidad está en convencer a Elisabeth de que incluso en medio de cir-
nuestro poder sin importar los designios caprichosos cunstancias adversas se podía ser feliz. Trataba de lo-
de la fortuna2. Entonces, asegura Descartes, la buena grarlo señalando que las almas más grandes son capa-
suerte (riquezas, honra, salud, etc.) no es necesaria ces de obtener “satisfacción en ellas mismas de todas
para alcanzar la felicidad y la mala suerte (pobreza, las cosas que les suceden, incluso de las más fastidio-
enfermedad, etc.) no representa un obstáculo insalva- sas e insoportables” (at iv 203). En carta del 18 de mayo
ble para vivir felizmente. Si bien es cierto que las cosas de 1645, Descartes le indica:
malas que nos suceden pueden producir en nosotros
emociones negativas y desagradables, siempre podre- La diferencia entre las más grandes almas y aquellas
mos contentarnos a nosotros mismos por la fuerza de que son bajas y vulgares consiste principalmente en
nuestra virtud. Aquel que es virtuoso podrá manejar que las almas vulgares se dejan llevar por las pasio-
las cosas malas que le suceden sin comprometer su nes y solo están felices o tristes si las cosas que les
felicidad. Incluso podrá sacar algún provecho del mal suceden son agradables o desagradables, mientras
47
que las otras tienen razonamientos tan fuertes y tan Siempre y cuando le plazca dirigir su mirada a aque-
poderosos que su razón permanece siempre en con- llo que está justo debajo de ella y compare el valor de
trol, aunque tengan también pasiones las cuales con los bienes que posee, y que nunca podrían ser aparta-
frecuencia son incluso más fuertes que aquellas del dos de ella, con el de aquellos de los que la fortuna la
común, y hacen que las aflicciones mismas les sirvan ha despojado y las desgracias en las personas cerca-
y contribuyan a la felicidad perfecta que pueden go- nas a ella con las que la fortuna la persigue. Así verá
zar en esta vida. (at iv 202) las razones que tiene para estar contenta con sus pro-
pios bienes. (at iv 203-204)
Estas almas grandes tienen control de sus pasiones
y así evitan que las emociones negativas, producidas Como otro remedio para evitar la emoción negati-
por las circunstancias adversas en las que pueden en- va causada por los infortunios, Descartes propone a
contrarse, las afecten demasiado y las entristezcan Elisabeth que distraiga su imaginación y sensaciones
profundamente. Además, saben obtener satisfacción y que use solo su razón, sin dejar que la pasión tome
de las cosas malas que les ocurren. ¿Cómo lo logran? el control, mientras deba, obligada por la prudencia,
Las personas con “grandes almas” tienen razonamien- considerar los eventos adversos que le suceden a ella y
tos que les permiten observar las cosas que les suce- a su familia (at iv 218). Esto permitirá que solo se ocupe
den de una manera favorable. Así, si sufren de un do- de aquellos “objetos que puedan aportarle contento y
lor, tratan de aguantarlo y saber que tienen la fuerza gozo” (at iv 219). La aplicación de este consejo sería de
para soportarlo les genera una sensación agradable. O gran utilidad para ella ya que le permitiría “juzgar con
si tienen un amigo que sufre de algún tipo de desgra- más cordura las cosas que le importan, porque las con-
cia sienten compasión y comparten su dolor mientras siderará sin pasión” y añade Descartes que no duda de
tratan de hacer todo lo que puedan para ayudarlo y al ninguna manera que “esto solo será capaz de restau-
hacer esto logran notar que han cumplido con su de- rar su salud” (at iv 219).
ber y han actuado virtuosamente. Este testimonio por
supuesto los hace felices e impide que la compasión Descartes da testimonio de estos remedios ya que,
los afecte más de lo deseado (at iv 203). De esa manera, como le cuenta a la Princesa, él mismo pudo recupe-
evitan que, en general, las adversidades los entristez- rarse de una enfermedad congénita de los pulmones
can demasiado. adoptando la actitud de mirar todo lo que sucede re-
saltando lo bueno sobre lo malo. Asegura que teniendo
Descartes también sugiere a Elisabeth que use su ra- siempre “la inclinación de considerar las cosas que se
zón, cuya “función verdadera es examinar el justo le presentan de manera que le sean lo más agradables”
valor de cada bien” (at iv 284), para que reconozca la y siempre tratando de que su “principal contento” no
grandeza del valor de los bienes que posee y lo compa- dependiera más que de él mismo, logró que su indispo-
re con el valor de los bienes que la fortuna le ha quita- sición desapareciera poco a poco (at iv 220-221).
do. Así se dará cuenta que lo que tiene es mucho más
valioso que aquello que no posee y no tendrá motivos ¿Está Descartes sugiriendo que desatendamos impor-
para estar triste. Descartes cree que Elisabeth posee el tantes asuntos que pueden causar angustias? Elisa-
alma más noble y elevada que conoce y que ella de- beth afirma que no sabe cómo distraer su atención de
bería ser la persona más feliz. Por eso, si Elisabeth si- los eventos que suceden a su familia “sin pecar contra
gue el consejo que le da Descartes y compara el valor su deber” (at iv 233) y que no sabe “considerar los ac-
de lo que tiene con el valor de lo que la fortuna le ha cidentes dañinos que sufren sus familiares bajo otra
quitado, podrá ver que todos los bienes que posee y noción que no sea la de mal” (at iv 209). ¿Son los con-
que dependen de ella, por lo que nunca le podrán ser sejos que Descartes le da a la Princesa una muestra de
arrebatados, serán de mucho mayor valor que todos insensibilidad de su parte? ¿O es, como cree Shapiro
los bienes que no ha podido conseguir o que ha per- (2007, p. 31), muestra de una simplificación excesiva
dido por causa de la mala suerte. Esto debería servir, por parte de Descartes de los problemas de la Prince-
según Descartes, para confirmar su felicidad, la cual sa? Creo que se puede aceptar fácilmente que Descar-
ha podido conseguir gracias a su virtud y su sabiduría. tes no está tratando de convencerla de que debe estar
Descartes le propone a la Princesa adoptar un punto contenta por las cosas malas que suceden, ya que esto
de vista que resalte lo bueno que tiene por encima de sería insensible de su parte (at iv 201-202), sino que
lo malo que le ha sucedido y le asegura que siempre está presentándole los remedios que ofrece la razón
será verdaderamente feliz: para controlar las angustias y para conservar la feli-
cidad cuando uno se encuentra en medio de circuns-
48
“Para Descartes, una persona solo
puede alcanzar la felicidad por
medio de la práctica de la virtud”
49
“La persona virtuosa es una persona
razonable, una persona que hace buen
uso de su entendimiento, medita y
reflexiona sobre cada circunstancia
de su vida y actúa resueltamente
siguiendo los mejores juicios que
su razón ha podido formar”
50
sona puede mantener su felicidad y aceptar las cosas jor forma. Además, tiene en sus manos los remedios
malas que acontecen. para minimizar los efectos negativos que produce la
experiencia de sucesos infortunados y para obtener
Descartes mismo reconoce que practicar estos reme- satisfacción de tales sucesos, ya que sabe que puede
dios en contra de las pasiones producidas por las ad- encontrar siempre algo positivo en las adversidades
versidades de la fortuna no es una tarea sencilla. No que enfrenta4.
es fácil acostumbrarse a recibir de buena manera los
infortunios, no es fácil ver las cosas malas que nos su- II
ceden de manera favorable. Como bien señala “no es
tanto la teoría sino la práctica lo que es difícil en este Descartes propone tomar una actitud que nos permi-
asunto” (at iv 220). Descartes admite que los “remedios ta observar favorablemente todo lo que nos acontece,
contra los excesos de las pasiones” son “difíciles de sea provechoso o infortunado. Pero, generalmente las
practicar” (at iv 411). Para lograr controlar nuestros de- personas no toman esa actitud sino que, por el con-
seos en relación a cosas que no dependen de nosotros, trario, siempre lamentan lo malo que ocurre y creen
como en este caso los bienes y los males de la fortuna, que los sucesos han podido desarrollarse de manera
“hace falta un largo ejercicio y una meditación reitera- favorable para ellos. Esto sucede debido a que, como
da con frecuencia” (at vi 26). Si bien Descartes recono- señala Marcos (1996), no han superado la etapa de la
ce que poner en práctica estos remedios contra las pa- infancia y creen que pueden desear cualquier cosa y
siones y contra los deseos vanos es una cuestión com- que el mundo está hecho de tal manera que sus deseos
plicada, también señala que es posible acostumbrarse siempre deberán ser satisfechos. Descartes afirma:
a mirar siempre lo bueno que hay en cada situación
adversa practicando constantemente la virtud. Cierta- Como desde nuestra infancia hemos experimentado
mente, en ocasiones será difícil hacer esto, pero con el muchas veces que por medio del llanto o dando órde-
tiempo el hábito se va fortaleciendo y estaremos cada nes podíamos hacer que nuestras niñeras nos obede-
vez más dispuestos a observar todo lo malo que nos cieran y hemos obtenido las cosas que deseamos, nos
suceda sin dejar que las pasiones controlen las situa- hemos convencido poco a poco de que el mundo no
ciones y nuestras emociones negativas nos arrebaten está sino hecho para nosotros y que todas las cosas se
la tranquilidad y la felicidad. Así podremos impedir deben a nosotros. (at ii 37)
que “todos los males que vienen del exterior, tan gran-
des como puedan ser, no entren en nuestra alma más Creer que los sucesos de la fortuna son cambiantes y
allá de lo que logran entrar las tristezas que en ella que los infortunios que nos suceden pudieron (y de-
excitan los comediantes, cuando representan algunas bieron) ocurrir de otra manera, de una forma venta-
acciones muy funestas” (at iv 355). josa para nosotros, es la causa de la dificultad que las
personas comúnmente presentan para aceptar todo
Sin embargo, Descartes mismo confiesa que “hay que aquello que les es adverso. Por esa misma razón les
ser muy filosófico para poder llegar hasta este pun- cuesta mucho creer que es posible sacar algún pro-
to” (at iv 355). Esto significa que para lograr evitar ser vecho de los sucesos infortunados. Descartes cree
muy afectados por los males externos es preciso re- que ambas creencias son erróneas: no es cierto que el
flexionar, poseer un conocimiento de algunas cosas mundo esté hecho para nosotros y tampoco es cierto
y abandonar algunas creencias erradas. Una persona que exista una Fortuna que determine que las cosas
tiene que reflexionar y conocer todas las cosas que he sucedan o no de acuerdo a su capricho. En el artículo
mostrado en las páginas anteriores, y algunas otras 146 de las Pasiones, Descartes afirma:
que trataré en la siguiente sección, si quiere aprender
Debemos rechazar completamente la opinión vulgar
a ver las adversidades de la forma positiva que propo-
de que hay fuera de nosotros una fortuna que hace
ne Descartes. También podría querer decir que hay
que las cosas sucedan o no, según le place, y saber
que ser virtuoso para llegar a ese punto. La persona
que todo lo gobierna la Providencia divina, cuyo de-
virtuosa es una persona razonable, una persona que
creto es tan infalible e inmutable que, excepto las
hace buen uso de su entendimiento, medita y reflexio- cosas que este mismo decreto ha querido que depen-
na sobre cada circunstancia de su vida y actúa resuel- dan de nuestro libre albedrío, debemos pensar que a
tamente siguiendo los mejores juicios que su razón nuestro respecto no sucede nada que no sea necesa-
ha podido formar. Así se garantiza su felicidad ya que rio y como fatal, de suerte que no podemos desear sin
siempre tiene la tranquilidad de que actúa de la me- error que ocurra de otra manera. (at xi 439)
51
Para evitar que las adversidades nos afecten mucho,
debemos entender que no todo está hecho únicamen-
te para nuestro beneficio5 y que no es la Fortuna la “Las almas vulgares, que no usan sus
que controla el desarrollo de los eventos. No existe la
Fortuna, esa diosa de la suerte que caprichosamente
razonamientos, solo se mueven de un
dirige el timón que conduce las vidas de las personas lado a otro de acuerdo a lo ventajoso o
(Daly, 2004, p. 52). Esa, dice Descartes, es una concep-
ción errónea que surge de nuestro desconocimiento desventajoso de la situación y de las
de las causas de todo lo que ocurre en el mundo. La
fuerza que gobierna todo aquello que no depende de
pasiones que surjan en ese momento”
nosotros no es la Fortuna: es la Providencia divina. Los
sucesos del mundo no ocurren de acuerdo al capricho
de aquella diosa, sino que siguen el orden establecido
por la voluntad de Dios. Y este decreto es infalible e que como todo en el mundo está determinado desde la
inmutable. Dios ha ordenado desde un principio todo eternidad solo debemos quedarnos sentados mirando
lo que sucede y todo lo que no sucede, sea ventajoso cómo se realiza la voluntad divina: “Jamás Descartes
o no para nosotros, y ese decreto no cambia. Si algo ha entendido ‘el orden del mundo’ como una fatalidad
sucedió es porque Dios así lo quiso. Si algo no ocurrió inmutable que vuelva inútil toda actividad” (Rodis-
es porque Dios no lo organizó de tal manera. Por eso Lewis, 1957/1998, p. 25). Por el contrario, siempre hay
es inútil desear que algo pase de manera diferente a que actuar virtuosamente, es decir, actuar siempre de
como ha sucedido. Todo lo que se nos presenta, positi- acuerdo a nuestros mejores juicios. Descartes lo ejem-
vo o negativo, ha sido enviado por Dios mismo. Por eso plifica claramente de la siguiente manera:
no debemos querer o esperar que las cosas sucedan de
Si tenemos quehacer en algún lugar a donde podemos
manera diferente a como ha sido establecido6. Descar-
ir por dos caminos distintos, siendo uno de ellos nor-
tes recomienda reflexionar sobre esta Providencia di- malmente mucho más seguro, aunque el decreto de
vina para así: la Providencia pueda ser que, si vamos por el camino,
que creemos más seguro, no podremos evitar que nos
(…) representarnos que es imposible que nada suce- roben, y, al contrario, podremos pasar por el otro sin
da de manera distinta de como ha sido determinado peligro, no por eso debemos ser indiferentes a elegir
desde toda la eternidad por esa Providencia; de suer- uno u otro, ni debemos respaldarnos con la fatalidad
te que es como una fatalidad o una necesidad inmu- inmutable de este decreto. Sino que la razón quiere
table que debe oponerse a la fortuna, para destruirla, que escojamos el camino que acostumbra ser más
como una quimera que proviene nada más que del seguro, y nuestro deseo al respecto debe cumplirse,
error de nuestro entendimiento. (at xi 438) cuando lo hemos seguido, aunque nos haya ocurrido
algo malo (…) Y es cierto que, cuando nos ejercitamos
Entonces, si consideramos que lo que nos sucede ne- en distinguir así la fatalidad de la fortuna, fácilmen-
cesariamente nos debía suceder y que no podía de ser te nos acostumbramos a regular los deseos de forma
de una manera distinta, ¿de qué sirve lamentarse por que en tanto que su cumplimiento no depende más
lo desventajoso que se nos ha podido presentar? De que de nosotros, siempre pueden darnos una entera
nada. No hay nada qué lamentar si consideramos que satisfacción. (at xi 439-440)
los eventos que suceden no podían ser diferentes. Hay
que aceptar la voluntad de Dios y hay que aceptar lo El reconocimiento y la aceptación de la Providencia
que sucede con la mejor actitud. Es cierto que cuando divina tienen como fin ayudar a la regulación del
nos representamos la posesión de algo negativo expe- deseo. Aceptar que las cosas suceden de una manera
rimentaremos emociones desagradables ya que “no y que no podían ocurrir de forma distinta evita que
podemos someternos a la ley de Dios sin algún dolor”, perdamos el tiempo y que sintamos arrepentimiento
sin embargo, Descartes afirma que no debemos dejar por desear que los eventos sean diferentes y promueve
que los lamentos y los reproches excesivos tomen con- que dirijamos nuestro deseo solo a aquellas cosas que
trol de la situación porque es inútil “resistir la necesi- dependen de nosotros y también que apreciemos fa-
dad de su ley” (at i 632). vorablemente los eventos que resultan ser adversos a
nosotros. Así, preferiremos esforzarnos para lograr el
Sin embargo, no se debe creer que Descartes proponga mejor juicio posible al respecto de cualquier situación
una actitud de resignación total. No es correcto pensar particular y para actuar resueltamente de acuerdo con
52
“Descartes nota que las historias tristes que vemos representadas en el teatro ‘nos dan con frecuencia
tanta recreación como las alegres, aunque saquen lágrimas de nuestros ojos’”
este juicio, que depende de nosotros, antes que desear encontrar provecho incluso en la enfermedad misma.
que los eventos sucedan de una u otra forma. Así, es- Por eso llega a afirmar que “la naturaleza nos sumerge
taremos satisfechos con nuestro actuar, componente en las enfermedades para que podamos emerger más
importante de la felicidad cartesiana, y no tendremos fuertes” (at v 179). Se ve pues que, según Descartes,
motivos para quejarnos porque el desarrollo de los cuando una persona adopta la perspectiva adecuada,
eventos nos trajo alguna dificultad inesperada ya que es decir, sabe manejar las adversidades de la forma
hicimos lo más razonable. En el ejemplo que Descartes que he expuesto, ni las circunstancias más adversas
usa queda claro que lo mejor que podíamos hacer era podrán comprometer la felicidad: incluso de la enfer-
seguir el consejo de nuestra razón y escoger el cami- medad sacará fuerzas. También hay que entender que
no que suele ser más seguro. Solo eso está en nuestro los eventos negativos que nos suceden no podían ocu-
poder mientras que evitar con total seguridad alguna rrir de forma diferente y así evitaremos lamentarnos
adversidad no lo está. Un resultado adverso como ese y desear vanamente un suceso diferente. Entender
no podrá robarnos la tranquilidad que tenemos por que es el designio divino lo que determina el desarro-
haber actuado de la mejor manera, ya que sabemos llo de los eventos y aceptar ese designio nos ayuda a
que aquello que ha sucedido estaba determinado por mirar de forma distinta, y creo que más favorable, las
factores más allá de nuestro poder, la Providencia, por adversidades que se presentan. Esa actitud favorable
ejemplo, y podremos entender que “el contento propio ante los infortunios está basada en el conocimiento de
también consiste en afirmar las leyes de la necesidad ciertas verdades que nos ayudan a juzgar de la mejor
divina” (Wienand, 2009, p. 111). forma y apreciar correctamente las circunstancias
para dirigir nuestras acciones de la mejor manera. En
Para vencer la molestia causada por los infortunios la teoría moral cartesiana, la persona sabia y virtuosa
debemos tomar una actitud beneficiosa que nos per- podrá ser feliz por su propia cuenta, sin necesidad del
mita ver el asunto de la manera más favorable posible favor de la fortuna, y no temerá los efectos negativos
para nosotros. Debemos aprender a sacar lo bueno de causados por los sucesos adversos.
lo malo7. Tomando esa actitud, Descartes ha logrado
53
Referencias 3 El buen sentido cartesiano es “el poder de juzgar bien y
distinguir lo verdadero de lo falso” (AT VI 2).
Adam, C. y Tannery, P. (Eds.) (1996). Oeuvres de Descartes.
Paris: Vrin.
4 No es muy difícil notar varias similitudes de la moral car-
tesiana con el pensamiento de Séneca. En su De Provi-
Cottingham, J. (2008). Cartesian Reflections. Essays on Descartes’s
dentia, Séneca afirma, por ejemplo, que las adversida-
Philosophy. New York: Oxford University Press.
des no trastornan el ánimo del varón fuerte sino que
“siempre permanece él mismo” (II), que la virtud llega
Daly, K. (2004). Greek and Roman Mithology A to Z (revised
a su grandeza cuando usa su “fuerza y su capacidad de
edition). New York: Facts on File.
resistencia” (II), que las adversidades son “ante todo
provechosas a aquellos que las padecen” (III) y que “la
Descartes, R. (2010). Las pasiones del alma. J. A. Martínez y P.
adversidad es ocasión de virtud” (IV). Sin embargo, sí
Andrade (Trads.). Madrid: Tecnos.
es difícil aceptar sencillamente que la ética cartesiana
solo sea una copia de la ética estoica, ya que existen
Epicteto (1952). The Discourses as Reported by Arrian, The Ma-
importantes diferencias entre ellas. Lamentablemen-
nual and Fragments (vol. 2), W. A. Oldfather (Trad.).
te, un apropiado análisis de esas diferencias excede
Cambridge, MA/London: Harvard University Press/
los propósitos de este trabajo.
William Heinemann.
5 En el artículo 2 de la tercera parte de los Principios, Des-
Marcos, J.-P. (1996). Gouvernement de soi et contentement.
cartes afirma que sería una gran presunción “imagi-
Les Études Philosophiques, 1-2, 101-129.
nar que todas las cosas fueron creadas por Dios para
nuestro beneficio únicamente” (AT VIIIA 81).
Rodis-Lewis, G. (1957/1998). La morale de Descartes. Paris:
Presses Universitaires de France.
6 En este punto se perciben ecos del pensamiento de Epic-
teto: “No pretendas que los sucesos sucedan como
Séneca (2014). Tratados morales. P. Fernández (Trad.). Barce-
quieres, sino quiere que los sucesos acontezcan
lona: Austral.
como suceden y vivirás sereno” (Manual, 8). Séneca
también está presente: “Se han de sobrellevar todas
Shapiro, L. (Ed.) (2007). The Correspondence Between Princess
las cosas con fortaleza, porque no todas suceden
Elisabeth of Bohemia and René Descartes. Chicago/Lon-
por azar, como creemos, sino que todas ellas están
don: The University of Chicago Press.
encadenadas por un orden o ley” (De Providentia, V).
Descartes y los estoicos difieren en la extensión del
Wienand, I. (2009). Discourses on happiness: A reading of
conjunto formado por las cosas que no se pueden al-
Descartes and Nietzsche. Ethical Perspectives, 16(1),
terar (Cottingham, 2008, p. 237). Pero, tanto el fran-
103-128. DOI: 10.2143/EP.16.1.2036280
cés como los estoicos proponen una actitud similar
de aceptación frente a los sucesos que no se pueden
________________________
controlar.
Notas
7 Descartes comentó esta idea en varios pasajes de su co-
1 Remito siempre a la edición de las obras de Descartes rea- rrespondencia con Elisabeth. Ver AT IV 203, 237-238,
lizada por Charles Adam y Paul Tannery, indicando 283, 306, 308-309, 315, 355-356.
el tomo en numeración romana y la página en nu-
meración arábiga. ________________________
2 Esto será así siempre y cuando la persona pueda usar li- Webgrafía
bremente su razón. Los únicos infortunios que po-
Grabado de la Fortuna. http://ermitiella.blogspot.com.co/
drían comprometer la adquisición de la felicidad
2015/11/dea-fortuna-en-clunia.html
serían “las enfermedades que destruyen el poder
de razonar” y aquellas “que disminuyen el poder de
Isabel de Bohemia. www.monstrousregimentofwomen.com/
nuestra razón” (AT IV 269). Descartes expresa que
2015/12/elisabeth-of-bohemia-philosopher-and.html
todo lo que ha dicho sobre la felicidad debe “exten-
derse solo a aquellos que tengan libre uso de su ra-
zón” (AT IV 282).
54
Huellas
“A
Lo marginal, lejos de contener pura l margen no quiere decir estar afuera, sino
en los bordes. De ahí la necesidad urgente
carga negativa, puede constituirse en del desprendimiento en sus múltiples mani-
una comprensión holística de la realidad. festaciones arraigadas en historias locales y la inevi-
table urgencia del habitar y pensar en las fronteras”
Tres investigadoras nos relatan experiencias (Mignolo, 2014, p. 8).
de pesquisa que se aproximan al Con esta cita nos introducimos en la experiencia de
razonamiento de umbral. Se debe repensar borde, de margen, que como claramente lo dice Mig-
nolo no es estar afuera. En efecto, todas las autoras
y cuestionar el conformismo intelectual, de este trabajo no estamos afuera de las instituciones,
sino formamos parte del sistema educativo en univer-
el saber experto y la institucionalidad sidades estatales de Argentina. De hecho, dos de las
científica, trazando formas alternas mismas, son becarias del Consejo Nacional de Investi-
gaciones Científicas y Tecnológicas (conicet), y otra es
de transitar entre las disciplinas y investigadora de carrera. Por lo tanto, lo que queremos
demostrar es la capacidad de pensar y trabajar desde
dando espacio a la narrativa de sujetos los márgenes, aun cuando muchos sostienen que las
subalternos, reconociendo que hay instituciones direccionan la manera de investigar. En
efecto, el trabajo que aquí se presenta se enmarca en
diferentes vías de acceso al conocimiento. un proyecto de investigación sobre “Investigación de
borde y decolonialidad” del cual participan las auto-
ras1.
55
meno estudiado” (p. 9). H. Sampieri, citando a Grinn- constituyen en sí mismas nuevas lecturas sobre la rea-
nell y a Creswell, señala: lidad. (Chanquía, 1995 en Torres Carillo, 2011, p. 34)
Describen a las investigaciones cualitativas como estu- En esta búsqueda por comprender realidades comple-
dios (…) en los cuales las preguntas de investigación no jas y generar conocimientos con capacidad de trans-
siempre se han conceptualizado ni definido por com- formación, las perspectivas de borde emergen como
pleto (…) en los que la recolección de datos está fuerte- una mirada3 libre de dogmatismos, un “traslado de
mente influida por las experiencias y las prioridades óptica” (Luminato en Torres Carillo et al., 2000) que
de los participantes en la investigación, más que por la implica sumirse en diálogos creativos con otros cono-
aplicación de un instrumento de medición estandari- cimientos (no solo el académico). En este transitar, se
zado, estructurado y predeterminado. (p. 10) disuelven las fronteras de cada campo de saber para
pasar a un pensar y hacer “interdisciplinar” (Torres
Los autores, citando a Merten (2005), aseguran que “en Carrillo, 2011).
las investigaciones cualitativas la reflexión es el puen-
te que vincula al investigador y a los participantes”.
Continúan: “Así como un estudio cuantitativo se basa
en otros previos, el estudio cualitativo se fundamenta “Lo que queremos demostrar
en sí mismo” (p. 11), (citados en Schvartz, 2016, p. 9).
es la capacidad de pensar y
Bajo estas premisas generales comenzamos a transi-
tar en perspectivas más específicas dentro de lo cuali-
trabajar desde los márgenes”
tativo, como la que presentamos. De acuerdo con To-
rres Carrillo (2011), sostenemos que no existe una sola
manera de entender el método científico, sino tantos El posicionamiento político, ético y epistémico de Al-
modos como experiencias de investigación e investi- fonso Torres Carrillo lo sitúa en los bordes en tanto
gadores. Recuperando la idea de Bernardo Mancano se desempeña como especialista formado en Ciencias
Fernándes (2009) sobre la necesidad de asumir la res- Sociales y se desenvuelve en el umbral entre el espacio
ponsabilidad sobre la escritura y el propio ejercicio de la academia (a través de la investigación y la docen-
intelectual que la tarea conlleva, planteamos que las cia universitaria) y los espacios populares (mediante el
reflexiones que aquí se presentan son plena responsa- acompañamiento comprometido e investigativo con
bilidad de este colectivo de autoras. agrupaciones sociales), vinculándose de esta forma a
procesos con intencionalidad emancipadora (Torres
Carrillo, 2004). Es precisamente su intencionalidad,
Investigar desde los bordes posicionamiento crítico, espíritu transformador y su
capacidad de rescate del sujeto y subjetividad en la
¿Qué son los bordes?, ¿qué es trabajar en el borde/um-
generación de conocimientos, lo que enlaza a este re-
bral?, ¿qué construye el borde o está dado?, ¿nos sen-
conocido educador popular latinoamericano con las
timos en los bordes?, ¿pensamos y trabajamos desde
prácticas investigativas4 desde los márgenes.
los bordes? ¿Resulta sencillo situarse en el umbral, en
la frontera?2
Retomando algunos de los interrogantes iniciales,
como estudiantes e investigadoras del ámbito uni-
En el intento de dar respuesta al interrogante sobre
versitario, creemos que es viable investigar desde los
qué implica ser un investigador de borde, resulta rele-
márgenes, que es muy enriquecedor para las ciencias
vante retomar el párrafo de Torres Carrillo (2011), que
sociales caminar sobre los umbrales de las problemá-
siguiendo a Chanquía (1995), se refiere a las “perspecti-
ticas sociales.
vas de borde” o “razonamientos de umbral” como:
Pensando en términos de lo transdisciplinar y usan-
Formas de conocimiento social que resultan de bús-
do como herramientas otros saberes y conocimien-
quedas en espacios diferentes y con modalidades dis-
tos, reconocemos que es posible avanzar hacia una
tintas, posibilitando el ascenso a otras racionalidades
mirada más integral de los problemas, atravesando
culturales; se trata de perspectivas que, además de la
las fronteras disciplinares propias representadas en
interrelación de diferentes campos de conocimiento,
la formación de cada uno. Mirar otros aspectos de los
conocimientos ya producidos sería ver más allá de los
56
¿Qué son los bordes?, ¿qué es trabajar en el borde/umbral?
57
Alfonso Torres Carrillo, investigador
y educador popular colombiano.
58
así el Estado se valen de un discurso que produce ac-
tivamente “ausencias” de alternativas. En este sentido,
por una parte, se actualizan las imágenes coloniales “Es necesaria una ‘sociología de
del “desierto” para hacer referencia a que aquellos te-
rritorios son plausibles de ser “sacrificables” (Svampa, las emergencias’ que logre hacer
2009). Mientras que, por otro lado, se recurre al “sa-
ber experto” para remarcar que aquellas nuevas acti-
visible esas prácticas alternativas,
vidades extractivas no solo no contaminan, sino que esas voces críticas que están
traerán mejorías para las zonas. Teniendo en cuenta
estos elementos consideramos que es particularmente en lo cotidiano construyendo y
necesario producir investigaciones que logren reco-
nocer los “intersticios”, las fisuras en aquellas narrati-
practicando modos de vida otros”
vas. Siguiendo a Sousa Santos (2006), sostenemos que
también puede pensarse como parte de un intento de
“epistemología de borde”; es necesaria una “sociolo- y doctorado en curso); así como las aperturas hacia
gía de las emergencias” que logre hacer visible esas otras disciplinas que tuvo que experimentar. Final-
prácticas alternativas, esas voces críticas que están mente, la tercera relatoría corresponde a la investiga-
en lo cotidiano construyendo y practicando modos de dora Jorgelina Bertea, quien nos regalará las vivencias
vida otros. Sin embargo, tal como señala Cendales y de un viaje a Catamarca en mayo de 2016, en el marco
Torres (2007), no se trata de “hablar por los que no tie- de la realización de un curso de posgrado en la Univer-
nen voz” sino de reconocer la polifonía de voces que sidad Nacional de Catamarca.
se convierte también en polifonía de voluntades y de
posibilidades de acción. Esta ampliación de lenguajes Por último, en consonancia con nuestra pretensión de
permite también la posibilidad de ampliar la interpre- contribuir al desarrollo de esta perspectiva de borde,
tación y dar cuenta de los sentidos que constituyen la perspectiva que, al implicar una posición ética y polí-
realidad histórica. tica no solo teórica y metodológica, implica también
diferentes maneras de pronunciar la palabra y escri-
En suma, la investigación de borde potencia la crea- birla. “Muchas veces los temas que emergen en estas
tividad y brinda mayor flexibilidad a la forma de in- investigaciones no se pueden decir con palabras, o las
vestigar, a lo nuevo, a las nuevas relaciones, a generar palabras se quedan cortas para expresar sentimien-
nuevos conocimientos. tos, emociones, miedos, alegrías. Lo que implica que
hay que abrirse necesariamente a otros lenguajes”
(Fernández Moreno et al., 2011, p. 84).
Relatoría de experiencias
Bajo este título compartiremos vivencias de tres de las Creemos que esos otros lenguajes también tienen que
autoras de este trabajo. Estas experiencias no son con- alcanzar la escritura académica. De allí que la redac-
comitantes en el tiempo, es decir, se desarrollaron en ción de las relatorías a continuación se haga en pri-
diferentes momentos, guardan relación con las parti- mera persona como una manera de implicarnos nosotras,
culares trayectorias de las autoras y tienen como eje investigadoras, en el proceso de la escritura.
la reflexión sobre las propias prácticas investigativas,
estando en dos de los casos atravesadas por viajes. Nos
interesa comunicar cómo estas experiencias cobran
“Esto se parece más a una escuela
un renovado interés a la luz del proyecto de investiga- agro-técnica que a una universidad”
ción del cual participamos.
En septiembre de 2009, en el marco de una beca de
perfeccionamiento en educación intercultural bilin-
La primera relatoría corresponde a la experiencia de
güe7, realizamos una visita de 15 días a Bolivia que
la investigadora Silvia Valiente, algunos años atrás,
constó de dos instancias. La primera semana estuvo
durante una estancia de perfeccionamiento en el ex-
destinada a la formación de los becarios que recibían
tranjero. La segunda relatoría es de la investigadora
capacitación en la Universidad Mayor San Simón de
Julieta Godfrid, quien nos compartirá las decisiones
la ciudad de Cochabamba, y la segunda semana se
metodológicas y reflexiones que fue tomando en la
destinó a observaciones en contextos de intercultura-
marcha de sus tesis de posgrado (maestría finalizada
59
lidad. Esto se realizó en la localidad de Camiri, ciudad era una tarea descolonizadora. Él sí pudo reconocer la
ubicada sobre la ruta Panamericana N° 9 en el tramo pretensión de realizar una ecología de los saberes en
boliviano, ciudad equidistante entre Tarija y Santa esta iniciativa, una real integración entre los saberes
Cruz de la Sierra. expertos y los saberes ancestrales adquiridos por los
integrantes de las comunidades adonde regresarían
En esa segunda semana, un día estuvo destinado a la los alumnos una vez concluida su formación.
visita de una de las tres universidades indígenas que
existían por aquel entonces en el país. Esta experien- En suma, aquella experiencia fue interpretada, a la luz
cia me expuso ante una situación de interculturalidad, de los años transcurridos, como una evidencia de la
que con posterioridad pude reconocer. Si bien el inter- manera en que había actuado en mi persona la colo-
cambio tenía como eje la interculturalidad, mi actitud nialidad del saber, moldeando mi propia subjetividad.
y la de gran parte de mis compañeros –con tristeza
debo decir– estaba lejos de ser intercultural. Mi lugar
de enunciación estaba impregnado por mi posición de Poder reconocer otros modos de “Saber”
mujer blanca descendiente de europeos, universitaria,
urbana, residente de la segunda ciudad del país. En mi caso, socióloga, magíster y doctoranda en cien-
cias sociales, no he trabajado a partir de la investiga-
Por el área en el que se realizaba el intercambio, el ción de “borde/márgenes”. Sin embargo, considero
chaco boliviano, la visita se correspondió con la uni- que he tenido, o intentado tener en consideración, al-
versidad donde predominaba población guaraní, en- gunas cuestiones de epistemología que propone este
tre una diversidad de 19 etnias. En esa pasantía, en abordaje. En particular la cuestión de la reflexividad
especial en esa jornada, reconocí con el tiempo que del rol del investigador, así como una suerte de “me-
una de las dificultades que había experimentado para moria metodológica”. La cuestión de la reflexividad
desarrollar una actitud intercultural se debía a mi for- nunca la incluí como parte de mi producción acadé-
mación antropológica con una fuerte predominancia mica, de alguna manera creo que atraviesa la forma
de una visión eurocéntrica. en que hice el trabajo de campo, en que trabajo con
los datos. Respecto de la “memoria metodológica”, en
“Me sentí descolocada en ese lugar. Mi primera sensa- mi tesis de maestría ensayé una suerte de bitácora del
ción fue esto se parece más a una escuela agro-técnica proceso de investigación, en la cual fui contando los
que a una universidad” (Notas personales, Valiente, cambios en torno a la pregunta de investigación, al-
2009). gunos elementos encontrados durante el trabajo de
campo y la reformulación. Sin embargo, la escritura
Incorporamos este tipo de notas porque consideramos de este “proceso de investigación” no incluye las trans-
que resultan particularmente interesantes, pues per- formaciones más subjetivas, que también considero
miten ver cómo aquello que se observa está condicio- que serían interesantes.
nado por aquello que se cree, es decir, cómo las nocio-
nes condicionan nuestra mirada. En este caso, en esta Respecto de la posibilidad de trabajar a partir de un
relatoría reconozco lo influenciada que estaba por la abordaje de “borde” me surgen algunas preguntas que,
colonialidad del saber y un ideal eurocentrado de uni- de algún modo, las resumiría en: ¿Cómo realizar inves-
versidad, que era discordante con lo que observaba. tigaciones de borde/desde los márgenes cuando uno
tiene que seguir en los “adentros” del sistema de pro-
Desde aquella jornada en 2009 a la actualidad, he po- ducción científica? Es decir, ¿de qué manera incorpo-
dido reflexionar sobre el camino transitado, y el acer- rar estos abordajes y seguir produciendo tal como son
camiento a lecturas de-coloniales y el intercambio con las “exigencias” o requerimientos del sistema de publi-
otros saberes fue reconfigurando mi propia subjetivi- cación actual? En este sentido, considero que una de
dad. las cuestiones más interesantes de esta perspectiva es
la cuestión epistemológica, es decir, la posibilidad de
En aquella visita a la universidad, esta situación pudo plantear abordajes desde otros lugares, y la posibili-
ser pensada de otro modo cuando intervino en la con- dad de conocer/reconocer y producir otras realidades.
versación un compañero, maestro rural formoseño es- Es decir, me parecía muy interesante conocer más in-
pecializado en educación intercultural bilingüe, quien vestigaciones que hayan incluido esta perspectiva.
–lejos de estas lecturas identificadas con la opción de-
colonial– llevaba adelante una praxis que en sí misma
60
Sobre la cuestión transdisciplinar, considero que es Considero que un modo interesante de articulación es
cada vez más necesario y, a su vez, cada vez más com- poder poner los distintos saberes en juego y en expe-
plejo. En mi caso de estudio, para abordar mi tema riencia. Por ejemplo, un caso interesante es el de los
de investigación fue necesario que me acercara a la “médicos de pueblos fumigados”, quienes junto con
geografía, pero también al análisis del discurso y de las comunidades afectadas vienen realizando un ma-
la imagen, a la comunicación, a la economía, a la so- peo de los diferentes casos en distintas zonas del país.
ciología, a la pedagogía. En este sentido, entiendo que Ahí los médicos no apelan a los “registros oficiales”
una comprensión más holística de la realidad requie- porque muchas veces no existen; ellos recurren al sa-
re necesariamente del esfuerzo conjunto de una hete- ber local de las comunidades que se ven afectadas, que
rogeneidad de disciplinas y miradas no disciplinadas conocen su territorio.
también. En este punto, considero que es necesario
poder reconocer otros modos de “saber” que no están En ese sentido, muchas veces un conjunto de comu-
exclusivamente reconocidos o validados por la cien- nidades ha recolectado mucha información sobre
cia. Al respecto estoy pensando concretamente en las
miles de denuncias públicas que han realizado comu-
nidades a lo largo del país debido a los efectos nocivos
del extractivismo, y que la producción “científica” no
quiere reconocer como tales. Estas denuncias tienen
diferentes grados de formalidad; algunas son “simples
“La investigación de borde potencia
desconfianzas”, otras han quedado relevadas en “ma- la creatividad y brinda mayor
peos”, etc. Lo importante es reconocer en esas “voces
otras”, en esas posiciones de enunciación subalternas, flexibilidad a la forma de investigar”
un espacio/voz legítima/saber.
61
diferentes cuestiones; sin embargo, no poseen herra-
mientas para sistematizarla o hacerla “visualmente”
más accesible. En relación a ello, considero que por
ejemplo la transdisciplinariedad podría ser particu-
“Es necesario poder reconocer
larmente interesante para contribuir al mejoramiento otros modos de “saber” que no
de acceso a la información (que en ocasiones es vital
para muchas comunidades). están exclusivamente reconocidos
o validados por la ciencia”
Un viaje alucinante de descubrimiento
y transformación
En mi caso, geógrafa y doctoranda en geografía, me
interpelo en mi práctica investigativa: ¿Me siento en Intentamos rescatar la subjetividad de los partici-
los bordes?; ¿pienso y trabajo desde los bordes? pantes a través de la escucha y observación atenta;
Ineludiblemente, mi condición de mujer, geógrafa, Delatamos lo que a simple vista aparece silencia-
pueblerina, habitante del centro sur de la provincia de do;
Córdoba, docente de nivel secundario desde hace más
de 5 años, integrante de varios proyectos de investiga- Reconocemos la multiplicidad de sentidos, expe-
ción,8 recientemente becaria doctoral Conicet (y más), riencias y visiones en torno a procesos sociales
atraviesan mi manera de ver el mundo. que nos atraviesan;
Desde este, mi “lugar del saber” (Fernández Moreno, Mostramos la historicidad de los procesos y posi-
2011), pienso9 desde los bordes desde el momento en ción crítica frente al orden hegemónico global;
que centro mi interés en abordajes y diálogos que tras-
cienden las fronteras de mi formación de grado dis- Y nos preocupamos por hacer un cambio (por ínfi-
ciplinar10 y me atrevo a sospechar y “a cuestionar las mo que sea); inevitablemente estamos pensando y
propias reglas de juego de la institucionalidad científi- trabajando desde los márgenes.
ca” (Torres Carrillo, 2011, p. 35).
A nivel personal, si bien siento haber experimentado
Teniendo en cuenta mi transitar investigativo, ¿he lle- aspectos de la perspectiva de borde, me siento aún
vado a cabo prácticas de conocimiento social desde el en una etapa de entrenamiento hacia la apropiación
borde? efectiva de estas propuestas, a pesar de sentir que es-
tas miradas ya están instaladas en mi cuerpo (Torres
En este punto, me interesa compartir una experiencia Carrillo, 2011).
vivida en mayo de 2016 en mi viaje a San Fernando del
Valle de Catamarca, en el marco de un seminario de Sin duda alguna, estas perspectivas constituyen una
posgrado en el Doctorado de Ciencias Humanas (Uni- propuesta innovadora, desafiante, potencialmente
versidad Nacional de Catamarca, en adelante UNCa). creativa, inspiradora, versátil11 y posible para pensar
Aprovechando el viaje a la capital catamarqueña, me nuestra relación con los otros y producir saberes des-
propuse visitar a Urbano Cardozo, un andalgalense de otros lugares que aporten a la comprensión de la
que conocí en 2012 y entrevisté en varias oportunida- realidad. Pienso que el pasaje implica rupturas que
des durante el trabajo de campo de mi tesis de licen- aún restan por hacer, pero estoy dispuesta al desafío.
ciatura y del proyecto de investigación (ya concluido).
Experiencia que a continuación relataré. Fue así que sentí la necesidad de hacer una escapada
hacia Andalgalá, principalmente después de mi últi-
Continuando con el tema convocante, ese pensar y ma experiencia como entrevistadora en la que me sen-
sentir en los intersticios, ¿me ubica definitivamente tí angustiosamente una especie de “extractivista de
en los bordes o en una etapa de transición hacia ellos? datos”,12 extraña paradoja teniendo en cuenta que mi
tema central de investigación es el cuestionamiento al
Considero que si desde los equipos de investigación en “modelo extractivista minero”.
los que participo:
62
Entre mis entrevistados, Urbano es una voz recono- – “¡Eso es lo que piensa la gente de mí!”, expresa Ur-
cida dentro de la resistencia, por lo que las conversa- bano en tono bromista, pero quizás en el fondo cons-
ciones y audiciones con investigadores y medios de ciente de que su apabullante historia se minimiza
comunicación forman parte de su cotidianidad. En bajo rótulos estigmatizantes.
las distintas oportunidades en la que lo entrevisté, me
dirigía al encuentro con mi modelo de entrevista (en Indudablemente, yo había cambiado, y él, lejos de
general, semi-estructurada), grabador, cámara foto- sentirse un “informante”, portador de datos, me dijo,
el día en que nos despedimos (quizás como una for-
gráfica, lapicera y anotador.
ma de retribuir mi visita):
Esta vez, bajo mi papel de “visitante” y no de “inves-
– “¡Oh! Esta vez no me entrevistaste, pero quizás en
tigadora” (como ocurrió en mis encuentros anterio-
otro momento me visitas de nuevo y me haces una
res), me zambullí en el viaje sin una idea, ni estructu-
entrevista”.
ra armada previamente; totalmente despojada y libe-
rada de instrumentos de recolección de información
tradicional, solo mis sentidos (atentos y expectantes). Luego de haber experimentado ese encuentro, me
Sentí la satisfacción y capacidad de disfrute al no te- queda la satisfacción de haber transitado un sendero
ner que atarme a nada prefijado, pues, solo se trataba propio. De pronto, accedí a una forma de conocimien-
de una visita. (Notas personales, Bertea, 2016) to totalmente alejado de estructuras académicas orde-
nadas y rutinarias que en su momento me generaban
seguridad, pero que no me satisfacían. Pude liberarme
del “conformismo intelectual” (Maffesoli en Torres
Urbano me esperó en la terminal aquel sábado 13 de
Carrillo, 2011, p. 35), al transgredir ese límite que me
mayo y a partir de allí un torbellino de relatos y sen-
ataba a la rigurosidad de prácticas académico-cientí-
tires me mantuvo a la escucha atenta. La visita a su
ficas dominantes. Comencé de este modo a vivenciar
casa de la infancia, al pie del cerro, sus relatos de via-
los primeros rasgos de emancipación y energía trans-
jes por el continente, su experiencia accidental con la
formadora como resultado de la apertura y voluntad
familia Kennedy en Boston, sus travesías en gomón
de trascender lo dado (Torres Carrillo, 2011). Esa expe-
por el río Bermejo,13 su recorrido por la ruta 40 como
riencia me había transformado, ya no soy la misma.
acompañante de un ultramaratonista argentino,14 su
conmovedora historia de amor con la madre de sus
Fue algo invisible lo que me cambió. Descubrí un
hijas; su contexto cotidiano repartido entre la familia
intersticio en el que nunca había accedido, a pesar
y su histórica militancia anti-minería, sus sensibilida- de ser Urbano una voz altamente reconocida dentro
des, sus miedos, deseos (y más), me permitieron aden- de la resistencia. Será que los intersticios, también se
trarme sin mayores esfuerzos a la dimensión subjetiva encuentran en el interior de colectivos reconocidos,
de su vida social, un mundo totalmente desconocido no solo en grupos invisibilizados (como pueden ser
para mí y seguramente para muchos. Pude acceder en determinados contextos de marginalidad, las mu-
(sin sentirme exigida) a un mundo de conocimientos, jeres, “los habitantes de las calles”, los desplazados);
que van desde sus saberes sobre los cerros, los ríos, sus y desde esos espacios liminales pude pensar y cons-
nacientes, sus cauces históricos y desplazamientos,15 truir otros pensamientos. (Notas personales, Bertea,
hasta el rescate por lo cotidiano, la memoria, las pa- mayo de 2016)
labras no dichas, las subjetividades, sus permanencias
y cambios, y otras prácticas anónimas hasta ese mo- Así, lo que parecía un simple paseo terminó siendo
mento invisibles; un cúmulo de sentidos y experien- un viaje alucinante de descubrimiento y transforma-
cias que habían sido íntegramente minimizados en mi ción.16
investigación allá por 2013.
En una de nuestras charlas, le pregunté si había goo- A modo de cierre, una propuesta
gleado su nombre alguna vez y me respondió que sí.
A lo largo de este trabajo hemos presentado algunos
–“¿Qué encontraste?”, le pregunto. de los ejes principales de la propuesta de investigación
de borde, poniendo de relieve nuestra propia expe-
– “Esto”, me dijo un poco extrañado, y me mostró un riencia y las transiciones de nuestras miradas. A modo
artículo de un periódico provincial en el que lo rotu- de reflexión final queremos compartir una propuesta
lan como “el piquetero más peligroso de Catamarca”. en pos de contribuir y ampliar la pregunta:
63
¿Cómo potenciar la investigación y las miradas desde
los bordes? Siguiendo los aportes de Torres Carrillo
(2011), y el diálogo entre los distintos pensadores ci-
tados, es posible enriquecer nuestra mirada desde los
márgenes mediante: “Es justamente en el diálogo con
otros lenguajes cuando se puede
El reconocimiento de las periferias sociales con
las que estamos trabajando y de los intersticios captar la dinámica de los procesos
que están siendo invisibilizados (Torres Carrillo,
2011). sin reducir su complejidad”
La vigilancia permanente sobre nuestra propia re-
flexividad (cuál es mi punto de vista, qué cambios
produjo en mí y en los demás), y poder registrar
todos esos procesos, y reconocer todas las reflexi- La reducción de las distancias entre los participan-
vidades que nos atraviesan. tes de la investigación (investigador-investigados).
La profundización de nuestras lecturas sobre es- Antonelli, M. (2009). Minería trasnacional y dispositivos de
tos abordajes, avanzando en la discusión de plan- intervención en la cultura. La gestión del paradigma
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las ciencias sociales, naturales y humanas), que re-
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cias sociales. Sus resultados fueron relevantes para
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ciplinas. Para mayor información véase: Wallerstein,
1 “Investigación de borde y decolonialidad: ejes para la
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– Investigación y desarrollo. Unidad ejecutora: unpa-
6 Torres Carrillo (2004; 2011) advierte que la investigación
uarg. Instituto de Trabajo, Economía y Territorio. Fe-
desde el margen o liminal puede relacionarse con
cha inicio y finalización: enero 2016-diciembre 2017.
otras designaciones próximas, tales como: “epis-
Directora: Silvia Valiente.
temología fronteriza” (Mignolo), “pensamiento de
umbral” (Zemelman), “nomadismo intelectual” (Ma-
2 Algunos de estos interrogantes surgieron en el marco
ffesoli)” (Torres Carrillo, 2011, p. 31. Comillas en el
de un conversatorio realizado el 6 de junio de 2014
original).
entre integrantes del proyecto de investigación Plu-
rianual (pip conicet 2011-2013), denominado “Restruc-
7 Dicha estancia fue realizada en el marco de una beca de
turación productiva y territorial en ámbitos periféri-
“Perfeccionamiento docente en educación intercul-
cos del capitalismo global y Estado Nacional. El caso
tural bilingüe” en la Universidad Mayor de San Si-
de la mega-minería en las provincias de Catamarca
món (funproeib) de Bolivia, entre el 7 y 18 de septiem-
y Santa Cruz. Un estudio comparativo” (Director:
bre de 2009, financiado por el Instituto Nacional de
Alejandro Schweitzer. Co-director: Silvia Valiente).
Formación Docente (infod) del Ministerio de Educa-
El encuentro tuvo lugar en el Instituto de Estudios
ción de la Nación y la Fundación alemana funproeib.
Ambientales (isea-unc) y se reflexionó colectivamen-
te a partir de la propuesta de Alfonso Torres Carrillo
8 Actualmente formo parte de los siguientes proyectos de
sobre prácticas investigativas desde los márgenes.
investigación:
Se encuentra disponible en la web una publicación
que alude a las conclusiones y reflexiones surgidas – “Investigación de borde y decolonialidad: ejes para
en dicho taller: “Conversatorio sobre los criterios de construcción de conocimientos desde los márgenes
participación, criticidad y reflexividad en prácticas de las ciencias sociales. Hacia la formación de un se-
investigativas” en Párrafos Geográficos, Vol. 14, No. 1, millero de investigación” (Ob. cit.).
2015. Publicación de la Universidad Nacional del Sur – “Valorización de la naturaleza y nuevas territoria-
San Juan Bosco. ISSN 1853-9424 (en línea), pp. 49-63. lidades en la Patagonia y Noroeste. Configuraciones
Disponible en: http://igeopat.org/parrafosgeografi- territoriales emergentes en el actual escenario de ex-
cos/index.php?option=com_content&view=article& pansión del extractivismo en espacios periféricos”.
id=43&Itemid=149 Proyecto de Investigación Plurianual PIP 2015-2017
del conicet. Director: Alejandro Schweitzer, Co-Direc-
3 Con “mirada” no nos referimos a una sola forma de ob- tora: Silvia Valiente (conicet/Universidad Nacional
servar sino a abordajes (en plural) novedosos que de la Patagonia Austral (unpa).
66
9 Con la cursiva intento hacer énfasis en el “pensar” y no en 15 Urbano nació en Andalgalá, donde echó sus raíces y vive
el “hacer-accionar” desde los bordes. desde hace 78 años. “Nací y me crie en el monte, en
los cerros. Cómo no voy a conocerlos si soy parte de
10 A modo de revisión rápida y solo como referencia, en los ellos” (Urbano Cardozo, mayo de 2016).
últimos diez eventos académicos a los que asistimos
como grupo de investigación, solo uno (VIII Jornadas 16 Lo curioso fue que la visita a Urbano me había generado
Patagónicas de Geografía. Comodoro Rivadavia 13-16 más rupturas y reflexiones sobre mi propia prácti-
de abril de 2011) fue organizado desde la disciplina ca investigativa que el seminario de posgrado al que
de grado en la que me formé. En este transitar, las asistí los días previos en la capital catamarqueña, en
propuestas más novedosas que pudimos acceder la cual se abordaron las unidades I y II del programa:
como grupo de investigación (entre ellos la perspec- “Investigación cualitativa y la construcción de la sa-
tiva de bordes y la opción decolonial) no surgieron lida de campo: registro, análisis de datos y escritura”.
del interior de la geografía, sino desde sus márgenes,
lo que permite dar cuenta (aunque sea a grandes ras- 17 Al respecto, encontramos interesante el intercambio de
gos) de nuestra disposición y apertura hacia saberes saberes que se plantea en la película colombiana “El
interdisciplinares. abrazo de la serpiente” (2015), pues narra el encuen-
tro de un nativo chamán de la Amazonía colombia-
11 En términos de flexibilidad, en tanto posibilidad para na con dos investigadores (uno alemán y el otro nor-
adaptarse a la compleja realidad cambiante. teamericano) que visitaron al chamán en distintos
momentos de su vida (1909 y 1940). En la película se
12 Expresión de María Eugenia Boito en el marco del Semi- plantea el cruce entre saberes ancestrales y saberes
nario-taller “Diseños y enfoques para la elaboración científicos; sus maneras distintas de concebir la na-
de una tesis doctoral”. Doctorado de Ciencias Hu- turaleza y las implicancias de la colonización euro-
manas, Universidad Nacional de Catamarca (UNCa), pea en las culturas nativas. En una escena el chamán
mayo de 2016. le pregunta al investigador europeo: – “¿Cuántas
orillas tiene un río?” y el investigador le dice – “Dos,
13 Urbano muestra una publicación sobre la bitácora de porque 1 + 1 es igual a 2”. El chamán le responde – “El
su recorrido por el río Bermejo (desde el límite con río tiene dos orillas, tiene una sola, tiene cinco, tiene
Bolivia hasta su desembocadura en el río Paraguay), mil”.
junto a dos tripulantes andalgalenses. Véase: Diez,
Manuel Alfredo (1996). _____________________
67
Entrevista
Huellas
L
Entrevista a Adriana Mosquera Soto, a dibujante colombiana Adriana Mosquera Soto
(Nani) es la creadora del personaje Magola. La au-
conocida artísticamente bajo su seudónimo tora es licenciada en Biología, ha ganado impor-
Nani, en la que esta dibujante colombiana tantes premios nacionales e internacionales, con su
tira cómica publicada en Colombia, España, México,
reflexiona sobre su personaje de tira Cuba, Estados Unidos, Argentina, Ecuador y Portugal.
Magola es un personaje situado por fuera de los este-
cómica Magola, que ha dado qué pensar reotipos de las heroínas de las tiras cómicas, tanto en
y de qué reír al público por más de veinte lo físico como en lo ideológico e intelectual.
68
ubican en el exterior, fuera de la casa. A mí me pareció
bonito que se hablara de política desde el hogar, que
es, al fin y al cabo, la semilla de toda sociedad. “Antítesis de los personajes
¿Cree usted que en la elaboración de su cómic creados por los hombres
estén incluidos criterios pedagógicos? Y si los hay,
¿qué lado se busca educar en los ciudadanos? dibujantes en los cómics”
Creo que muchos de los que nos dedicamos a este oficio
participamos, muy internamente, del deseo de querer
dejar un mensaje, pero también buscamos hacer reír
para que la gente se desestrese, se relaje. Pienso que, sociedad que es opresora y, muchas veces, muy opre-
en efecto, Magola tiene un alto contenido pedagógico. sora de la mujer. Vemos que las mujeres tienen que ca-
Incluso ha sido utilizada para transmitir saberes que llar para no estar en continuo conflicto y permanente
van más allá de lo que yo pensaba, como enseñar a pelea en el día a día. Magola entonces tiene ese dis-
hablar español en Francia, Canadá e Inglaterra. Es un curso de libertad, de cambio, de lucha. Si yo estuviera
uso pedagógico que no me esperaba porque enseñar constantemente con ese discurso en la vida real, sería
un idioma siempre me ha parecido complicado. Creo muy aburrida, cansona. Me resultaría complicado en-
que ese uso pedagógico se debe a que los caricaturistas cajar en algunos trabajos. Magola hace conmigo ese
resumimos de modo esencial, en pocas palabras y tra- ejercicio terapéutico y, aparte, ayuda a otras personas,
zos, lo que queremos decir. Aparte de eso, Magola quie- pues así me lo dicen mujeres y hombres por correo:
re hacer reflexionar a los hombres y mujeres acerca “Yo también me siento identificada con lo que tú estás
del comportamiento humano en la sociedad. No hay contando. A mí me pasó. Esto lo hace mi marido. Eso
que olvidar que las mujeres también somos machis- le ocurrió a mi hermana». Todo ello me causa risa pero
tas y educamos de modo machista a nuestros hijos. también me hace pensar que la labor pedagógica tiene
Cometemos errores y discriminamos a otras mujeres. que ver con la acción de enmascarar.
Por su lado, los hombres discriminan a las mujeres y
piensan que, frente a nuestro feminismo, ellos tienen ¿Cree usted que el cómic Magola puede ser llevado
que ser autoritarios, lo que es un error. Ser feminis- a las aulas como una pedagogía crítica de la
ta es simplemente defender los derechos de la mujer. imagen para la construcción de procesos reflexivos
En este sentido, todos tendríamos que ser feministas: en estudiantes de estos tiempos posmodernos?
hombres, mujeres y niños. Todos venimos de una mu-
jer, tenemos madres, hermanas, primas, tías. ¿Quién Sí, se ha hecho. Yo misma la he llevado, por ejemplo, a
no va a querer que las mujeres que están en el hogar la Universidad Autónoma de Guadalajara, en México;
la pasen bien? Ser feminista no es odiar a los hombres a la Universidad Jorge Tadeo Lozano y a la Universidad
ni ir contra ellos. Esa es una de las ideas y situaciones Javeriana, de Bogotá. Allí he dictado conferencias. En
que me he empeñado en aclarar en los últimos años. varios sitios se han realizado ejercicios y exposiciones.
La gente debe entender lo que es ser feminista. Desde Magola aparece igualmente en muchos libros de ense-
un primer momento, fui una crítica de la sociedad que ñanza de bachillerato en España, Colombia, Argentina
desprecia, devalúa o menosvalora la actividad femeni- y Francia. Incluso, ha sido traducida a otras lenguas,
na en general. Por ello, es tan importante hablar desde dejando también las historietas en la lengua original,
el hogar, desde el ámbito de la crianza, desde la casa, para que la gente compare y practique el español al
desde todas las actividades cotidianas que, se cree, no leer las historias. Otra de las grandes entidades que ha
sirven para nada, cuando son la base de la sociedad en utilizado mi personaje es la Cruz Roja Internacional,
la que nos movemos. especialmente la española. Ellos han realizado varias
campañas con Magola, siempre dentro de un profun-
¿Se puede considerar a Magola una performance do respeto. Yo soy autora tanto del dibujo como del
de la reflexión para ejercer la crítica social? texto, así que me solicitan les preste las tiras o viñetas
ya publicadas o que les diseñe unas nuevas. Siempre
Sí, claro. Cuando hablo de estos temas, me pongo un me dejan en total libertad para hacer la crítica social
poco seria, pero en realidad Magola es casi como mi que yo considere necesaria. Desde ese punto de vista,
psiquiatra, mi alter ego. Ella hace y dice todo lo que yo ha sido bonita mi participación: saber que mi trabajo
quisiera hacer y decir en algunos momentos, en una
69
es Francia. Creo que todo mundo conoce a Astérix y a
diferentes personajes que han nacido allí. También sa-
“Ser feminista es simplemente bemos del italiano Milo Manara, quien ha producido
muchísimos libros de historietas. Una cosa es cierta:
defender los derechos de la en la mayoría de los casos, los dibujantes son hombres.
Existe otra línea que empezó como protesta de parte
mujer. En este sentido, todos de las mujeres y que ha dado ya grandes exponentes
tendríamos que ser feministas” como Claire Bretécher, una dibujante francesa, en los
comienzos del dibujo realizado por mujeres. Hoy hay
muchísima gente haciendo cómic porque es mucho
más fácil publicar. Por ejemplo, está Internet, donde
te ven, te comentan y te valoran. Hay un fenómeno
ahora en México, una pareja de artistas (Tania Ca-
macho y Esteban Martínez), ella dibuja y él ayuda un
poco con los textos. Su trabajo se titula Jours de Papier.
Ellos no conseguían editorial y empezaron a publicar
sus cómics en Internet. Propusieron un crowdfunding
(micromecenazgo) para buscar fondos y publicar sus
libros. A partir de allí, Jours de Papier ha sido un hit, un
éxito. Aparte de que vendieron sus libros y les fue muy
bien en lo económico, se hicieron tremendamente po-
pulares. Ya tienen editorial, y es Mondadori. Entonces,
lo que parecía que iba a desaparecer por la escasez de
papel y el cierre de las editoriales tradicionales, ha
dado un vuelco bastante importante gracias a Inter-
net. Hoy la gente, con muy pocos recursos, puede dar-
se a conocer. Ni siquiera es necesario tener una página
web contratada con una empresa, pues con Facebook
o un blog, cualquiera puede publicitar su trabajo.
Claro, siempre es importantísimo que detrás haya el
respaldo de un trabajo duro, constante, ingenioso. Me
parece que estamos a las puertas de ver muchas más
mujeres dibujantes, muchas más autoras y autores jó-
venes. Eso lo vamos a ir interiorizando no solamente
Adriana Mosquera, “Nani”.
como un material para gente un poco rara y especial
a la que le gustaba el porno, sino que se van preparan-
do para contar historias de la vida real, cosas que nos
es valorado por la educación, de diferentes maneras y pasan a todos. Reflexionar sobre temas tan cotidianos
sin que yo tenga que estar siempre allí presente. y tan dulces, como lo hace Liniers; temáticas que se
convierten prácticamente en la marca de una época,
¿Qué sentido o posición cree usted que está con gente y fans que te siguen no solo en el propio
adquiriendo el cómic en la posmodernidad? país en que te encuentras, sino en muchos sitios del
mundo, porque con Internet las fronteras empiezan a
Pienso que el cómic siempre ha estado ahí. En Colom- desaparecer.
bia hubo una situación particular cuando se creyó, en
una época, que era una manifestación pornográfica, ¿De alguna manera usted se
por ello tenía un impuesto especial. Se pensaba que el identifica con Magola?
cómic estaba concebido para hombres, de allí que los
temas y las situaciones dibujadas giraran alrededor Bueno, en un inicio yo no me parecía tanto a Magola
de lo pornográfico. Estuvo entonces el cómic bastan- pero, con el paso de los días, parece que me voy seme-
te devaluado durante mucho tiempo. Sin embargo, en jando más a ella, tanto física como mentalmente. Hay
Europa, uno de los países más potentes en este campo que tener en cuenta que muchos de los cuentos, comics
70
o historietas triunfan cuando son autobiográficos. Yo
llevo veinte años haciendo a este personaje. Muchas
veces, para no quedarme sin tema, cuento muchas co- “Cuestiono mucho el tema de
sas de mi vida, incluso hechos que les ocurren a mis
amigas, familiares, hermanas; situaciones que me las religiones porque me parece
ocurren a mí. Claro, no todo me pasa a mí, no todo es que todas coinciden en querer
mi vida privada, pero sí hay mucho del entorno en que
me muevo y al final termino siendo autobiográfica. Úl- menospreciar a la mujer”
timamente pongo también mucho de los pensamien-
tos y reflexiones de mi día a día. A la gente le gusta. Es
una forma de acercarme al público, una vía de escape
para mí. Resulta una tarea complicada porque, como
te contaba, ahora estoy trabajando todos los días en soy atea pero sí un poco increyente. Yo cuestiono mu-
un sitio y solo me dedico los sábados y los domingos cho el tema de las religiones porque me parece que
a dibujar la tira cómica. Eso sí, cuando estoy haciendo todas coinciden en querer menospreciar a la mujer.
a Magola se me olvida que tengo cansancio y luego, Ni siquiera la religión católica tiene una mujer repre-
cuando la veo publicada, siento una gran satisfacción. sentándonos en El Vaticano, por ejemplo. Hablamos
mucho de los musulmanes, de los extremistas, pero
¿Se ha sentido asaltada o atacada en sus ideas nuestra religión también es muy fuerte contra las
por algún público conservador que no está de mujeres. Cuando hablo de religión, por supuesto que
acuerdo con las posiciones del personaje? mucha gente se siente ofendida y ataca y se pregunta
cosas. Lo he visto cuando publico artículos en El Espec-
Bueno, cuando expones tus opiniones, siempre corres tador, periódico en el que tengo un blog. En la sección
el riesgo de que alguien no esté de acuerdo contigo. Y de los comentarios, ha habido gente que durante una
eso es bueno porque cuando no se genera polémica, buena temporada ha intentado hacerme imposible
ello quiere decir que no estamos aportando mucho. Si la vida. Ahora, si uno para de hacer las cosas que le
todo el mundo piensa igual y reiteramos esos pensa- gustan por gente que opina diferente, pues entonces
mientos, no aportamos nada. En veinte años han pa- ha perdido el tiempo y no vale la pena creer que estás
sado muchas cosas. Algunas veces tengo aluviones de haciendo algo importante. Y como a mí me gusta lo
correos felicitándome por una tira, y, en otras opor- que hago y me importa lo que realizo, continúo en mi
tunidades, llegan mensajes en los que me mandan a trabajo de Magola. No lo hago para ofender a nadie.
la porra. Las opiniones vienen divididas. También Ahora, si la gente se molesta, es porque algo tiene mal
me he dado cuenta de que cuando digo que las muje- en la cabeza. No es mi intención: dejo que las cosas pa-
res somos machistas y que tenemos que cambiar un sen. Jaime Andrés Poveda, “Bacteria”, un dibujante de
montón de cosas, muchas se enojan conmigo. Yo creo El Espectador, me dijo que nunca hay que contestar. Lo
que es la resistencia al cambio, a aceptar que nosotras mismo me dijo Consuelo Lago, que no hay que con-
también tenemos que mejorar en ese sentido. Por otro testar nunca. Al principio yo respondía y entraba en
lado, cuando hablo de religión, siempre hay algunos polémicas. Era un desgaste bastante grande. Por eso
grupos que no están de acuerdo. No voy a decir que he dejado de polemizar, he aprendido a darles valor
71
“¿Por qué no ver el mundo desde
el punto de vista de la mujer?”
72
ido creciendo con el tiempo, porque me gusta que los qué tenemos nosotras que renunciar a una parte de
personajes cambien. En las tiras está prohibido que las nuestro cuerpo? ¿Para ser glamurosas? En cambio,
mujeres envejezcan. Pues Magola va a ir envejeciendo cuando los hombres usan largas sus barbas, eso está
y el que marca la línea del tiempo es el hijo, quien, en bien. Y hay muchas otras cosas que debemos meter en
El Espectador, es un adolescente que de vez en cuando unos cánones de belleza que funcionan como corsés
manifiesta los problemas relacionados con su creci- completamente ridículos. Por ejemplo, hoy mucha
miento. Así, cuando tengo que hacer referencia a sus gente se opera el pecho, la nariz. Todo el mundo se nie-
etapas de bebé y niño, las presento como recuerdos. ga a envejecer. Así, un gran porcentaje de la industria
Puedo mostrar a David como bebé pero actualmente se mueve en torno a los reinados de belleza. Aparte de
es un adolescente. Y ese hijo existe, es mi hijo, también que Magola no es muy agraciada y tampoco tiene un
de nombre David. Muchas de las cosas que me ocurren cuerpazo, escandaliza con su forma de protestar, que
con él, que él me cuenta o que suceden con mi sobrino es exhibir sus piernas peludas para que la gente la vea
—más o menos de la misma edad de David— aparecen como el ser humano que es.
reflejadas en mis dibujos. Ese es el fundamento de la
tira cómica, siempre enfocada desde el punto de vista ¿Es Magola un cómic para
de la mujer, no necesariamente una mirada feminista divertirse o para pensar?
“a morir” pero sí muy cercana a ese perfil. Sí, se ha ha-
blado siempre desde el punto de vista de los hombres ¿Por qué hacer la diferencia entre pensar y divertirse?
en las caricaturas de los periódicos; faltaba la otra mi- Pensar también es muy divertido. Yo lanzo el dibujo,
tad. Siempre es el hombre el que emite juicios sobre el lanzo el tema. Hay gente que se divierte, gente que su-
hecho de que haya contaminación, se produzca una fre, gente que piensa. El lector aporta lo que le falta
guerra o suba y baje el petróleo. ¿Por qué no ver el al cómic, incluso, aporta otra visión que yo a veces ni
mundo desde el punto de vista de la mujer? Mostrar, me esperaba. “¡Ay, pero yo no lo había entendido así!”
desde la mirada de Magola, cómo afectan esos hechos Cierto, también podría entenderse de esa otra manera,
a la pareja. muy diferente a la que yo quiero plantear. Entonces,
es muy divertido poder tener esta ventana abierta a
¿Cree usted que la resistencia de Magola la sociedad, en mi país, por medio de El Espectador y
a afeitarse las piernas puede considerarse sitios de Internet. Yo lanzo una opinión y la gente la
un rechazo al glamur neocapitalista? recibe, pero también me devuelve la suya. En Face-
book, donde Magola tiene más de 14.000 seguidores,
Sí, claro. Aparte de que es una especie de reto decir que o en el blog, con más de 70.000 visitas, unos se ríen,
yo no quiero gustarle a todo el mundo. El que venga otros pelean, estos se enojan y aquellos copian la idea.
a mí debe aguantarse que tengo las piernas peludas. Algunos dicen que van a dejar de seguirme porque soy
Es curioso que las mujeres neguemos el hecho de que amargada. De verdad es difícil gustarle a todo el mun-
tenemos pelos en las piernas. Todas los tenemos y los do. La intención del trabajo que yo hago es la de hacer
ocultamos. ¡Y sale Magola con los pelos en las piernas! reír porque se llama tira cómica pero, desde luego, hay
La gente se escandaliza al principio. “¡Pero miren, ay, muchas otras intenciones ahí escondidas. Y eso yo se
qué cosa tan fea! ¡Qué poco glamur!” No obstante, ¿por lo dejo al público.
73
Entrevista
Huellas
Patricia, ¿por qué habiendo ejercido la dué sentí que ya no podía más con algo tan técnico y
antropología y arqueología, decidiste rígido. Tenía una gran necesidad de contar historias,
pasar al mundo del cine? por eso me pasé a ello: a contar historias. También
porque mientras estudié antropología trabajé todas
Porque siempre me gustó contar historias, y de niña las vacaciones, tanto de mitad de año como de fin de
lo que quería hacer era ser escritora, pero cuando fui año, como asistente de investigación en proyectos ar-
a la universidad no existía la posibilidad de estudiar queológicos, estuve en muchas partes de Colombia: en
escrituras creativas, que era lo ya habría escogido. la Sierra Nevada de Santa Marta, en Nariño, en los Lla-
Entonces, estudié antropología y arqueología porque nos Orientales, en Santander; en todos estos trabajos
me encantaba el arte precolombino, me gustaban las llegué a conocer una parte de este país increíble, per-
diferentes regiones de Colombia, pero cuando me gra- sonas maravillosas, diferentes culturas, con muy bue-
74
nas historias y que nadie conocía; entonces sentí que
parte de mi misión en la vida era contar esas historias.
¿Escribes?
75
¿Qué dificultades tuviste para hacer esta película?
Todas. Una gran dificultad fue encontrar al actor prin- “Como siempre nos ha tocado una
cipal porque necesitábamos a un hombre de edad, en-
tre 70 y 80 años, que fuera muy buen actor, que pudie-
dura realidad, el humor es lo único
ra crear un personaje de ciego, sin serlo; no lo encon- que nos permite salir adelante,
tré en Colombia, lo hallé en Cuba, entonces lo traje.
Yo nunca había hecho películas en Colombia, pues porque si tomamos las cosas muy
estaba en la universidad todavía, en Los Ángeles, y no
sabía cómo dirigir en español porque lo había hecho
en serio es demasiada tragedia”
solo en inglés. Otra gran dificultad fue que la gente de
la industria cinematográfica, en esa época, no estaba
produciendo nada de cine en Colombia, o sea, cero pe-
lículas al año. Se hacía una película como cada 3 o 4
años; había poquita industria y la gente que tenía los
equipos de cine pensaba que yo era millonaria porque
estaba estudiando en Estados Unidos, entonces me
veían como la gringa millonaria y me cobraban una
fortuna por todo. Yo me había ganado varios premios;
uno aquí en Colombia a mejor cortometraje y en Es-
tados Unidos obtuve varios premios para la produc-
ción de la película, pero a pesar de que tenía mucha
plata, me estafaron; tanta gente me cobró tanta plata,
que quedé en bancarrota absoluta. No quería volver a
vivir en Estados Unidos porque no me gustaba, había
venido para quedarme en Colombia y ya había vendi-
do todo, pues no era mucho, pero ya había vendido mi
cama, mi escritorio, mi asiento, y me tocó volver a Es-
tados Unidos a trabajar para poder pagar las deudas.
La película no la pude terminar; me demoré 3 años
para poder finalizarla.
76
En general, ¿sientes que tu trabajo punto algo por ciento, porque hacer cine cuesta mu-
ha sido valorado en Colombia? cho dinero, es una responsabilidad muy grande que
te pongan a cargo de una producción que valga 1,5 o
Sí, ha sido increíble; por ejemplo, cuando la película 10 millones de dólares. La gente no quiere tomar el
se ganó el Oscar fue primera página de los periódicos: riesgo en una persona que no vean tan viable, en un
“Colombia gana Oscar”; para mí fue muy emocionante sentido comercial; aun cuando todas las películas que
ver eso. Luego, cuando hice otra película titulada “Las he hecho han generado mucha plata; todas, corticas y
mujeres de verdad tienen curvas”, y ganó el premio largas, cortometrajes, largometrajes. Sí, es difícil y no
Sundance de la audiencia, también hubo primera pá- me gusta mucho pensar en eso, no me gusta quejarme,
gina: “Colombia gana el Sundance”. Entonces, sí, en pero es muy difícil.
Colombia me han reconocido, han valorado mucho
mi trabajo. ¿Sí enfrentan ustedes dificultades que,
digamos, un hombre blanco no enfrentaría?
Luego te haremos otras preguntas acerca
de la película “Las mujeres de verdad Sí, o que un hombre latino no enfrentaría.
tienen curvas”; antes cuéntanos, ¿por
qué migraste a Estados Unidos? ¿También un hombre latino?
77
gustaba cuando llegué, y no sé si a ti te pasó también, Ya que estamos hablando de los festivales,
porque tú eres mexicano y fuiste a estudiar a Estados ¿realmente hay una relación entre la calidad de
Unidos, y es que sentí que me empezaron a clasificar una película y los premios que gana en un festival?
como latina; asumían que había pasado ilegalmente la
frontera, que no tenía educación y todas estas cosas. Eso es algo de lo que hemos estado hablando mucho;
Esa era una identidad que a mí no me gustaba. Como estoy en este festival de Cartagena participando en un
latinoamericana, me he sentido súper identificada; encuentro de productores, organizado por el área de
pues amo a América Latina, pero esa identidad este- Cinematografía del Ministerio de Cultura, y vemos
reotipada fue muy difícil al principio, ya no era un ser dos corrientes diferentes: una es hacer películas para
humano sino que, de pronto, tenía ese letrero que me festivales que sean más de autor; otra, hacer películas
habían puesto. No sé si a ti te pasó algo así, ¿o no? más comerciales que salgan en los teatros. Pienso que
sí, que las películas reciben premios por su gran cali-
Yo estuve en Nueva Inglaterra, donde sí son dad, pero existe la creencia de que las películas comer-
racistas, pero el racismo es mucho más sutil; no ciales no son de buena calidad, y eso no es cierto; para
creo que sea como en Los Ángeles. Pero, lo que sí me mí las mejores películas son las que son de muy buena
pasó, y hace eco con lo que estás diciendo, es que fui calidad pero también son accesibles al público, o sea,
el típico inmigrante: me volví mucho más latino en les va bien en la taquilla.
Estados Unidos de lo que era en América Latina,
es decir, cuando me vi en esa diferencia fue cuando ¿Cómo cuáles?
me empezó a gustar la bachata, el merengue, la
salsa, la comida –que en México ni me interesaba “El Paseo” me gustó mucho; me parece que es una
si tenía chile o no–; ahora, ya me empezaba a muy buena historia, además, tiene algo que me gusta
gustar el picante. Esto que dices de la etiqueta no mucho, que es muy colombiana; es un paseo de Bo-
me sucedió porque creo que en Nueva Inglaterra gotá a la costa (ese es el típico viaje que toda Bogotá
no ocurre tanto como en el sur de Estados Unidos. ha hecho). Casi todos los colombianos hemos viajado
por tierra, pues es un país muy montañoso, pero eso
Entonces, ¿por eso empezaste a trabajar nunca lo habíamos visto en el cine. Hay otra película
en el festival de Sundance? colombiana, “La estrategia del caracol”, que también
tiene eso, convergen la buena historia, con la buena
En esa época, nadie sabía lo que era ser latinoameri- calidad y con ser accesibles al público.
cano; la gente solo sabía que uno era latino, que era
minoría, pero no conocía latinoamericanos porque en ¿Qué festivales consideras los más importantes
ese momento no había muchos, al menos en el mundo para un cineasta en términos de que los premios se
en que yo me movía en Los Ángeles. El Sundance tenía los ganen las películas que tengan mayor calidad?
un programa de América Latina, llevaron a Gabriel
García Márquez a un taller. A raíz de eso, supe que en Todos los festivales son muy buenos; por ejemplo, el
ese festival sabían qué era ser latinoamericano, apoya- festival de Cartagena es muy importante para la ci-
ban el cine latinoamericano y querían mostrar pelícu- nematografía colombiana, como es el festival de Gua-
las latinoamericanas y no solo estaban enfocados en dalajara para la cinematografía mexicana, y es muy
películas latinas dentro de Estados Unidos. relevante que exista ese reconocimiento; que no sea
una cosa de extranjeros tampoco. En Colombia tene-
Tu labor, ¿en qué consistió? mos festivales de cine en Cartagena, Bogotá, Medellín,
Santa Fe de Antioquia, y todos son muy buenos. En
Empecé siendo asistente del asistente, del asisten- México, encontramos el de Guadalajara, y en Estados
te, pues abría puertas, escribía y llevaba los sobres Unidos, uno de los más reconocidos es el Sundance,
al correo; escribía cartas, contestaba el teléfono… Al que es más para el cine independiente, y ha sido una
principio ni el teléfono me dejaban contestar porque plataforma de lanzamiento para películas. La gente va
mi acento no se entendía mucho. Finalmente, cuan- a comprar las que se han hecho independientemente
do me dejaron contestar, fue un gran honor para mí. y las grandes distribuidoras van y también compran;
Después terminé siendo la directora del programa de por último, en Europa está Cannes y San Sebastián, en
América Latina, en ese trabajo organizaba talleres de fin, todos muy buenos.
guion en América Latina: México, Chile, Brasil, Argen-
tina y Cuba.
78
“Un Oscar chiquito, un Oscar de estudiante”
Entre los premios Oscar y los festivales, ¿qué vive en Estados Unidos, tiene un gran talento que le
es más importante para un cineasta? permite contar sus historias, que son muy verdade-
ras, con mucho humor. Luego, por mí; creo que tengo
P.C.: Es decir, ¿qué tiene más repercusiones en la ca- el humor de los colombianos. Como siempre nos ha
rrera de un cineasta? Los oscares te abren muchos tocado una dura realidad, en muchos sentidos, el hu-
más caminos, porque existe el estereotipo de que las mor es lo único que nos permite salir adelante, por-
películas de festival no son comerciales sino muy que si tomamos las cosas muy en serio es demasiada
artísticas; entonces, los premios de los festivales son tragedia tras tragedia. Entonces, desde muy niña el
muy bonitos pero, al menos en el medio comercial en humor ha sido una parte muy importante en mi vida
Estados Unidos, no tienen un gran valor. Por el con- y, mirando en retrospectiva, me doy cuenta que desde
trario, los oscares sí lo tienen, en el sentido en que se antes de aprender a leer y escribir me gustaba contar
monetizan; una película que tiene un Oscar ganará historias y que la gente me escuchara, es decir, quería
más dinero porque más gente va a verla, por tanto, un que mis papás, mis tíos, mis primos o mis compañeros
actor que se gana un Oscar, inclusive que es nominado de colegio oyeran mis historias, y siempre quería que
a un Oscar va a poder cobrar más por su trabajo. se rieran. Esto lo empecé realmente sentir a partir de
los tres años cuando comencé a contar historias, y la
Tu película más conocida es “Las mujeres de primera vez que logré que alguien se riera ya tenía 18
verdad tienen curvas”, las actrices América
Ferrara y Lupe Ontiveros se ganaron el
premio especial del jurado a mejor actuación;
además por esta película te ganaste el premio
del público, cuando uno la ve, es notorio que, “Adoro Colombia y de pronto llegar,
aunque estás retratando un drama, lo haces
con cierto humor, ¿cómo se logra eso?
encontrar que me veían como una
gringa rica y que se aprovecharon
Con humor (risas). Por un lado, estaba en el guion;
Josefina López es una excelente guionista de origen de mí fue muy doloroso”
mexicano; ella nació en México pero desde los 5 años
79
“En Estados Unidos, las películas
dirigidas por mujeres son menos del
4 % del total de las producidas”
80
una gran inteligencia. A mí me encantó ese personaje, latinos somos iguales y resulta que no, somos una can-
y las audiencias lo amaban, tanto hombres como mu- tidad de países y dentro de cada país también hay otro
jeres; en muchos teatros tuve hombres que se acerca- montón de subculturas. Además, tengo un proyecto
ron a mí y me decían: “Esa fue mi experiencia; ese soy que sucede en la década de 1930, en Kansas, en la Gran
yo pero en versión mujer, mi mamá era así conmigo”. Depresión; narra la historia de una mujer joven que
pierde su trabajo y su esposo también, y tienen que
Detrás de esta pregunta está latente la carga o irse a vivir a una finca de los papás de él. Se produce
presión que tienen las mujeres respecto a una un gran shock para ella; pasa de ser una joven de ciu-
forma de verse. ¿Estás de acuerdo con esto? dad, educada, estudiante universitaria, a vivir en una
granja en un pueblito, donde las mujeres lo único que
Sí, es horrible; uno tiene que ser divina, preciosa e hacen es coser y cuidar la casa. Como no le gusta el
inteligente pero no parecer demasiado; vestirse de sitio, finalmente descubre que ha habido un asesina-
cierta manera. Sí, hay una gran presión en este sen- to, situación que ve como su oportunidad para mos-
tido, y una misma se la impone, por ejemplo, me su- trar sus habilidades como periodista y poder salir del
cedió con la editora mientras editábamos la película. pueblo. Este proyecto es producido por la compañía de
Al principio, nos sentíamos muy liberadas y después, Leonado DiCaprio, a pesar de ello, no hay financiación
a los pocos meses, nos empezamos a sentir gordas, y completa todavía. El asunto es un poco parecido a mi
convencionalmente no éramos gordas, éramos muje- trabajo en Sundance, donde por 4 o 5 años me tocó
res normales, pero como la definición de belleza es ser buscar la financiación para los proyectos de América
talla cero, entonces, si tú eres talla ocho o talla diez ya Latina, visitando muchos países latinoamericanos,
no eres bella en dichas convenciones. pidiendo “limosnitas” aquí y allá para poder realizar
los programas. Por último, tengo un proyecto en Co-
¿Por qué el título “Las mujeres de lombia sobre un semi-santo venezolano llamado José
verdad tienen curvas”? Gregorio Hernández, figura mitológica de la curación,
y bueno, siguiendo así podría hablar más de 10 horas
La guionista lo escribió y fue inspirado en una expre- acerca de mis proyectos futuros (risas).
sión que no recuerdo muy bien sobre los hombres de
verdad… Entonces, a mí me parece buenísimo, porque ________________________
las curvas no son solamente las curvas del cuerpo, es
decir, físicas sino las curvas de la vida, todas las cur- Notas
vas que la vida le da a uno.
1 Guion escrito (en orden alfabético) por Leopoldo Gómez-
Ramírez, Laura Vanessa Oñate Méndez y María Ce-
Para terminar, coméntanos más de los proyectos
sira Seba Espitia.
en los que estás trabajando actualmente.
2 Leopoldo Gómez-Ramírez agradece de manera muy espe-
Tengo muchos proyectos porque he aprendido que
cial a la directora de medios y al director del Museo
en cine hay que tener varios al tiempo. La película “El
Histórico de Cartagena de Indias, María Margarita
regalo”, con Dago García, está en posproducción; ten-
May y Moisés Álvarez Marín, por las facilidades
go una serie de televisión que estoy desarrollando y
prestadas para la realización de esta entrevista.
escribiendo; trata de dos familias latinas en Estados
Unidos. Es una historia un poco inspirada en mi fa-
________________________
milia y en la de mi esposo, él es de origen mexicano
y yo de origen colombiano, entonces se evocan todos
los conflictos que se nos han presentado, incluyén- Webgrafía
dole también mucho humor. Existen conflictos entre
Un Oscar chiquito. Tomado de http://caracol.com.co/radio
nuestras culturas y los estereotipos que tenemos unos
/2016/02/29/entretenimiento/1456701605_656722.
de los otros. En Estados Unidos piensan que todos los
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81
Narrativa
Huellas
Elvira la palabrera1
Por Julio Olaciregui
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Va la Madre, qué ejército de criminales hijos de la – ¿Por qué no trae a un hermano suyo capitán, o a su
Madre Cobrosa, la Madre Gusanera, la Madre Ceni- papá, y así puede irse contento el día de la Madre?
za... la cenicienta chupa huesos, lengua ‘e candela... Pero con mi hermano no se pueden meter...
un arma es igual a otra...
–Sabe qué, soldado, a mí no me duele la mano pa’
“Llegó mi cabo y me dijo: guajiro váyase para el cam- matar a ese hijueputa... no quiero saber el nombre de
buche que ya tenemos al man al que le vamos a hacer su papá, ni de sus hermanos, nada de la familia, ni de
la vuelta” la calle de Maicao donde nacimos... no quiero...
—Mi compañía llevaba más de quince días sin hacer Leonardo fue asesinado...
mucho en un pueblecito caluroso que se llama San La suerte bendita
Juan de Córdoba
permita
—no había operaciones ni patrullaje un poco de tranquilidad para nuestra gente
“Creo que ya merezco un poco de tranquilidad”
el Día de la Madre estaba cerca... no teníamos resulta- Le dije a Jairo Caín que se fuera,
dos para mostrar, ni méritos... que viniera a verme después
—¿Y quién es el man?
83
Ojalá podamos hablar con las viejas ciegas de las Pasaré el sombrero
montañas para que atiendan a mijo el criminal Voy de casa en casa para cantar y contar cuentos
para que Jairo Caín extirpe su culpa, para que vomite Por un plato de lentejas
la lombriz Injusticia, y pague su condena...
Una botella de ron
No te quiero ver por ahora, vete de aquí,
Algo de plata
él anda errante... es el gemelo errante
Luna mi diosa dame el pan de cada día
La humanidad merece sosiego
El fuego solano, el albergue...
El dolor es común (…)
Suerte divina
permite los encuentros con la gente sabia
A veces l’angustia regresa Quítame lo malo y échalo en el mar
Los sentimientos y pasiones, el miedo de los personajes Salud para los presentes Asere Asere
Tengo sueños con infantes fragmentados En los collares sobre mi pecho
Esos pelaítos no duraron nada guardo enredada la trama de los mitos
Esos niños no serán abuelos La invención del tabaco
Manos de mujeres calientes, cirios La pareja de gemelos originales
Flores de cementerio, siento abrojos en el pecho historias de lo divino y de lo humano
Camino sobre mancatigres, gases, deseos del vino Venidas del fondo de la manigua, de los montes,
No me hallo, quiero ir al mar, de la selva selvaggia
encontrar a Yan Mary Gustaf Vuelvo a mi vida errante por la tierra maravillosa
A rumiar mis amoríos
Una lagartija me observa desde el muro
El aguijón de los celos
Es la vida animal latiendo siempre
Las traiciones y sufrimientos padecidos
Cuatro patas, infinita, eterna lagartija
El miedo a envejecer y a morir
Bajo las piedras el bichorro
A regodearme en la felicidad intensa del amor carnal
Soledad mineral nerviosa quieta tripal
Quiero ser la poesía en acción
No puedo olvidar los gemelos Dame fuerzas para ello
Los falsos positivos diosa de los chivos enmascarados
Insectos avispaos croac croac zumbi-zumba vengo del antiguo teatrón
Ke rekke keecc croac croac kere ke ke kec kere kekec mi vida es una novela... ya les contaré otros capítulos
Circundante coro de sapos bravos matarifes (...) amén, amén, amen muchachos,
no escatimen el amor...
Soy fui seré Elvira, la palabrera, Elvira en las ciuda- y que el diablo se haga el sordete
des Nos vidrios nos vemos en el espejo chao candaos,
Soy una aventurera, sin hombre, sin hijos chao mis llaves.
Debo seguir mi camino
84
Narrativa
Huellas
La oscuridad
iluminará mi día
Por Héctor Romero
D
esde la ventana del taxi asomo mi cabeza y pue-
do ver la interminable fila de carros encallados.
Ninguno se mueve y tardarán al menos varios
minutos en hacerlo. El taxista no para de presionar
la bocina, cosa que contagia a los demás conductores.
Ahora un coro de pitos ahoga la música que venía es-
cuchando en mis auriculares. Le digo que es preferible
seguir a pie y me bajo del carro. Atravieso la calle to-
mando el puente peatonal y observo desde ahí la con-
gestión que se extiende hasta perderla de mi alcance.
85
Camino esquivando los puestos de comida y también
a los despistados sujetos que pasan a gran prisa con
la mirada puesta en otra parte. El andar es impara-
ble. Trato de no tropezar con nadie, pero es imposi-
ble, esquivas a uno y de un costado aparece alguien
distinto que debes sortear rápidamente. He golpeado
una carreta que transporta una urna de cristal con
limonada. El dueño dio un grito y abrazó a la urna
de cristal evitando que se reventara en mil pedazos
sobre el piso. Nos hemos quedado viendo las caras y
ni siquiera me ha dado tiempo para sentir miedo por
sus ojos inyectados de sangre.
86
Veo jaulas con animales encerrados. Veo huevos de
iguana colgar de la mano de un vendedor. Veo tortu-
gas muertas, cabezas de cerdo, la carne de una vaca
expuesta en un mesón con moscas y coágulos de san- “Ya me siento algo exhausto, agitado
gre gotear sobre un piso oscuro. de tanto andar. Lo peor es que aún
Aparecemos ante una plaza. Dos arcos para jugar el verdadero trabajo no arranca”
futbol, oxidados, sin malla, se asoman como única
estructura en la explanada de tierra. Una serie de ár-
boles circunda el terreno. La soledad contrasta con el
ambiente dejado hace unos instantes atrás.
co. Me pide que alumbre directo al candado. Sus ma-
Una de las motos pita. La chica hace señas agitando nos tiemblan. Del otro lado se escucha un ronquido
sus brazos. Nos subimos. La moto que la conduce que va en aumento. Como una voz siendo liberada
toma distancia y en la que voy embarcado la persi- de a poquito. No siento miedo. Solo quiero terminar
gue. cuanto antes. La chica sigue forcejeando con el can-
dado y la puerta se estremece.
Poco después estamos subiendo una loma con escalo-
nes de cemento. Las motos esperan abajo. Seguimos Enciendo la grabadora y enfilo hacia adentro. La
tras un laberinto de puertas abiertas que nos condu- vista se me nubla y advierto que mi respiración va
cen a patios atiborrados de chatarras y a otros patios perdiendo fuerza. Busco una silla que no encuentro y
con ropa colgada en las cercas de madera y zinc y a me arrimo a la pared. La chica enciende el foco. Una
otros pasillos mal iluminados y a otras puertas. luz amarrilla, intensa, encandila mis ojos. Lanzo un
rápido vistazo alrededor. Los objetos salen de su ór-
Entonces damos con una calle empedrada y con la fa- bita. Un bulto tendido sobre una estrecha cama ja-
chada sin pintar de su casa. Antes de abrir, me pide el dea cortando el espeso silencio de la habitación. La
dinero y se lo entrego envuelto en un sobre de papel. sábana se levanta y se desinfla como si una máquina
la fuera llenando de aire y enseguida la vaciara. Un
A pesar de ser pleno día, la sala permanece sumida abanico sin parrilla revuelve el caluroso ambiente.
en una completa oscuridad. La chica ilumina con la Mis manos tiemblan y por mi frente desciende un
lucecita de su celular. Yo la sigo tanteando. riachuelo de sudor. Sin dudarlo, la chica aparta la sá-
bana y sacude el cuerpo postrado que rehúsa levan-
Me dice que espere y durante un instante lo hago. tarse. El hombre de espaldas, acurrucado, da media
Regresa con una vela y un llavero. Dice: “Vamos”, y vuelta, y es cuando puedo contemplar su rostro aún
nuevamente la sigo. Ya me siento algo exhausto, agi- con los ojos cerrados. Poco después los abre de par
tado de tanto andar. Lo peor es que aún el verdadero en par como un niño recién nacido descubriendo el
trabajo no arranca. He retenido casi nada de lo pre- mundo. Y lo que observo es una mirada vacía, triste,
senciado. En mi cabeza las imágenes del recorrido una mirada que en su interior oculta los rastros de
tambalean difusas dentro de una maraña de impre- una huida, la muerte como único destino, un cuchi-
siones. Tal vez, más tarde, bajo la suspendida calma llo oxidado, la sangre coloreando la noche y las lu-
que posiblemente me brinde la oficina, podré repasar ces intermitente de una patrulla de policía. Retengo
los acontecimientos con mayor serenidad. Por ahora cuanto más puedo la perturbadora imagen. Respiro
me dejo arrastrar ciegamente hacia las entrañas de hondo y tomo impulso. Las palabras no me salen. Es
esta casa. ahora o nunca. Mi voz se queda varada en mitad de la
garganta. El tipo sacude el sueño moviendo la cabe-
El candado de la puerta está duro y la chica no consi- za y se incorpora y sonríe fugazmente. No tengo otra
gue abrirlo. Me pide que le sostenga la vela. Observo oportunidad. La chica permanece de pie, a un lado,
su rostro manchado con esparcidas pecas, los ojos estática, medio sonriente, y me dice: “Es tu momento,
café medio caídos, el cabello extremadamente rese- rápido, mi madre pronto llegará”.
87
Narrativa
Huellas
La cita
Por Sara Martínez Vega
C
on la ansiedad de sentirse cada día más cerca de vida y a prepararse para ella, ensayando los ademanes
su destino despertó como vomitado por la almo- que mostraría, los comentarios que haría frente a sus
hada. Miraba fijamente al techo mientras sabo- colegas, las miradas que, en adelante, sostendría fijas y
reaba la sensación de hallarse precipitado hacia aquel frontales, la amplitud que abarcaría su sonrisa... Cada
norte que, en secreto, había guiado sus pasos durante movimiento hacía parte de un ritual de preparación.
tantos años de jornadas inciertas.
Se arrojó entonces a la construcción de su personaje,
Cansado de escuchar una y otra vez que la clave para de ese nuevo yo que irrumpía para trastocar su coti-
librarse de la desazón propia de su carácter era en- dianidad de cuarentón intrascendente –porque lo cier-
contrar el sentido de la vida; que todos hemos venido to era que cada vez que escuchaba la expresión “sin
al mundo con una tarea por cumplir; que Dios tiene pena ni gloria”, lo envolvía una sensación de desnudez
un destino preciso para cada quien; que no se puede al sentir el golpe de ese tipo de insulto que no puedes
andar por ahí sin metas porque “cualquier puerto es refutar porque no ha sido proferido a tu nombre, pero
bueno para quien no sabe a dónde va” y otras tantas que te sacude las vísceras por la exactitud con que
consignas que aluden al éxito en la empresa de vivir, parece describirte–. Poco a poco fue introduciendo
había finalmente encontrado la fuente que le devela- colores inusitados en su guardarropa, pues creía que
ría la razón de su existencia. ese constante turquí, que lo hacía prácticamente invi-
sible, entorpecería sus futuras audacias.
Ya no sería más la oscura figura que, en las fiestas, se
refugiaba al fondo del pasillo tratando de entender los Como el turquí, su pasado fue desdibujándose poco a
motivos del jolgorio de los otros sin aspirar siquiera poco. No era que lo olvidara, pero devenía una especie
a sumergirse en aquellas extrañas atmósferas. Cantu- de masa insubstancial que lo acompañaba sin pesar-
rreaba versiones propias de aquellas melodías que se le. Tampoco conseguía sustraer de ella los momentos
habían impuesto a sus oídos sin que entendiera muy de gratitud; no albergaba sentimientos nostálgicos ni
bien lo que decían. atesoraba memorias de sus alegrías vanas. Era como si
su realidad, presente y previa, se aligerara frente a la
Su ser gestaba otra forma de estar en el mundo; su existencia que se estaba abriendo paso.
presente fue perdiendo densidad conforme empezó
a pensarse habitando el más allá de la cita. Durante El mes se deslizó veloz entre jornadas interminables.
todo ese mes se dedicó a imaginar en detalle su nueva “Los días se van lento, los años rápido”, decía el per-
88
sonaje marginal de un filme danés que había visto tando de anticiparlos. Sonrió y se cubrió, acomodán-
tiempo atrás. La víspera transcurrió en medio de una dose inconscientemente en la posición que adoptaba
extraña sensación de malestares, cosquilleos y vacíos su cuerpo en la cama durante esas noches de Navidad.
estomacales. La casa sin ventanas se tornaba cada vez más estrecha
y despertó en medio de un ataque de asfixia.
En la noche planchó el pantalón negro que usaría y lo
colgó junto a la cama, se dispuso a dar uno de sus pa- La luz empezaba a asomarse por la pequeña grieta que
seos cotidianos y, ya ante la puerta, se arrepintió por se abría en la juntura de sus cortinas. Comprobó de
temor a que cualquier contingencia le impidiera con- reojo que el pantalón negro seguía colgado junto a la
currir al esperado encuentro; su condición de mortal cama. Se bañó con más escrúpulos de lo habitual y, ya
se le presentaba por primera vez como un problema: envuelto en su kimono, filtró una jarra de café.
la mala hora suele llegar cuando menos se la desea. Se
sentó a leer un libro pellizcado al azar de su bibliote- Tras vestirse se sentó a desanudar los pensamientos
ca y bebió la infusión de manzanilla que le ayudaba a que asaltaban su amanecer. Al caminar hacia el come-
dormir. dor, detuvo sus pasos frente al calendario Pielroja que
marcaba ya no el 22 sino el 23 de octubre. Tenía que
Soñó que su casa no tenía ventanas. Despertó un par ser una broma del viento que irrumpe por las venta-
de veces con la sensación que, de niño, lo invadía cada nas. La pantalla de su teléfono le permitió confirmar
diciembre cuando se acostaba con la certeza de que los que el día de su cita se había deslizado en un tiempo
regalos estarían junto al árbol al amanecer. Como no del cual no guardaba conciencia alguna. Dispuso la
podía precipitar el alba, se quedaba arropadito mien- mesa y bebió, a sorbos aletargados, su taza de café.
tras su imaginación evocaba los posibles juguetes tra-
89
Narrativa
Huellas
Igual a ti
Por Newadis Gómez Rojo
–¿Qué?, Claro que no. Y él quiso dar feliz término a sus palabras, porque se
sintió ignorado:
–Quiero que me abraces mientras manejo.
–A caso no crees que te amo con todo mi corazón.
–No. Tóqueme el pecho, los brazos, las nalgas, hágame
venir aquí, mientras manejo. Y apareció de forma inmediata la risa estrepitosa con
la cual Juana terminaba siempre una conversación
Así fue. romántica, no sin antes dirigirle unas pasionales pala-
Cuando entran a la habitación. bras.
–¡Cómo estás de linda! –El corazón sólo es el motor del cuerpo, solo bombea
sangre ¿no sabías?
90
Narrativa
Huellas
A la espera de Martina
Por Yesid Arturo Torres
B
astó asomarme por la ventana de la cocina para la mañana. Crucé el reguero de botellas que había por
darme cuenta de que la ciudad estaba destroza- toda la habitación. Entonces se me dio por observar
da. Durante toda la noche, escuchamos explosio- hacia la calle y vi aquella estela de humo que se alzaba
nes momentáneas, bramidos de pólvora quemándose con furia de torbellino en dirección al mar. Aparte de
en ráfagas de humo que se difuminaban luego de im- eso, no pasaba nada raro en el bulevar. Salvo que mi
pactos sólidos y constantes. viejo Fiat era el único automóvil aparcado en la calle.
Las alarmas se habían encendido la semana pasada. Bajé a la primera planta, tomé una cerveza de la ne-
Ya estaban dispuestos los refugios antiaéreos a las vera y me di cuenta que Martina se había marchado.
afueras. La noticia había llegado por la radio: debía- Dejó una nota pegada a la puerta de la nevera: “Co-
mos abandonar la casa y dejar atrás la costa. La prime- nocí a otro hombre. Lo siento”. No le di importancia
ra explosión ocurrió ayer por la tarde, en el lado Este al asunto, pues sabía que terminaría por volver. Me
de la ciudad. El plan era sencillo: subirnos al carro e preocupaba que no lo hiciera antes de que tuviera que
irnos lo más lejos posible. Tomar a Noche —nuestra marcharme.
gata—, armar una maleta y largarnos.
Traté de prender el televisor para ver el noticiero de
La última velada en mi hogar decidí pasarla bebiendo mediodía y recordé que habían quitado el servicio
cerveza y haciéndole el amor a Martina, quizás invo- eléctrico. Así que opté por recostarme en el sillón y
cando con nostalgia los años que habíamos pasados leer una revista dominical que encontré en la mesa
juntos en este lugar. Desperté al día siguiente con un de la sala. Las letras me daban vueltas, eran como re-
guayabo de dos pisos y la verga como un trozo aplasta- molinos espumosos de cerveza deslizándose por mis
do de carne. Nuestra partida tendría que esperar otro ojos. Pronto decidí abandonar la lectura. Entonces es-
rato. Del encuentro amoroso no hay mucho que decir, cuché gritos. Me asomé para ver de quién se trataba y
excepto que Martina me llamó por otro nombre cuan- vi que era mi vecino Carlos, quien al verme, gritó con
do estábamos a punto de terminar. voz agitada:
La ventana del cuarto seguía concentrando esa quie- —¿Qué haces aquí?
tud que reposa en las cosas fijas. Con sus cortinas mal
cerradas dejaba pasar la furia del sol de las once de —Espero a Martina.
91
“La espera de San Juan”, de Carlos Gómez (carbón diluido en agua sobre papel)
—Solo será cuestión de tiempo para que lleguen — A la luz de una vela, guardé ropa en la maleta, luego
sentenció antes de acelerar la moto y perderse en el me puse a buscar las llaves del carro. ¡No encontraba
horizonte del bulevar. las malditas llaves! —¡Donde están, mierda! ¿Dón-
de?— Busqué por todas partes. Recordé que habían
Toda la tarde me la pasé dando vueltas por la casa, caído debajo de la cama ayer, cuando estaba con Mar-
dejando que el tedio me sembrara una desbordante tina. Me asomé, y sí: estaban junto a los zapatos.
angustia que crecía con cada paso que daba. Incluso,
cuando comenzaron a sumarse las horas, no tenía du- Cuando me monté en el carro, pude ver la luz amari-
das de que Martina iba a regresar. Lo que me angustia- lla que iluminaba toda la costa. Esta vez podía ver las
ba era el hecho de no tener nada que hacer mientras llamas que se esparcían como hojarascas incendiadas
esperaba. por el cielo. Abrí la puerta del auto, giré la llave: nada.
Volví a intentarlo y ocurrió lo mismo. Bajé desespe-
De vez en cuando se escuchaba el rugido de un carro rado, levanté el capó y vi que la batería estaba desco-
pasando a toda marcha, huyendo, como era apenas nectada. Volví a montarme y al primer intento pude
natural, de aquel acto brutal. En el fondo sabía que de- arrancar. Estaban cerca, escuchaba el estropicio lle-
bía marcharme, pero ¿qué sentido tenía partir sin ella? gar calle abajo.
Ya se había hecho de noche cuando sentí la explosión. Justo cuando había salido en reversa del pórtico, escu-
Esta vez mucho más cerca que la de ayer. El techo de ché mi celular. Provenía del interior de la casa. Me bajé
la casa tembló, desempolvando las láminas. Entonces del carro y volví a entrar. Era un número desconocido,
entendí la gravedad del acontecimiento. Comencé a abrí la llamada y el celular se quedó sin batería. Cerré
buscar a Noche y descubrí que también se había mar- la puerta y me senté nuevamente sobre el sillón, aho-
chado. ra mucho más calmado que antes, pues de seguro era
la condenada de Martina, llamándome para decirme
que estaba por llegar.
92
Poesía
Huellas
La niña
Por Carolina Zamudio
H
ablan hoy las chicharras de un uni-
verso verde. Traslúcido. La niña es
grande, la niña es alta, la niña es seria.
Una señora seria y alta la mira, y ella en sus ojos
oye: eres mala. Era verde la libertad desde sus ojos:
decir no, gritar con toda la cara, trepar un muro, besar
con la pasión de una trinitaria. Tenía la maldición de
la belleza y la razón justo en el mismo sitio. Se escon-
día en las horas en que los duendes salían a espabilar “Niña hamaca”, de Magola Moreno.
conciencias y descubría la profundidad de los espejos,
el olor del agua, la longitud del dolor que atraviesa
toda materia. No sabía de la falta de certezas. Sentía la hasta el último. Acaso no se sea de donde se nace, sino
holgura de los pies, mojados, en el pasto. La humedad de donde se vaya a morir. La niña les ha temido a las
del amor que nacía en los besos de las amigas, escon- fisuras, a las del piso, a las de las paredes. Tuvo fobia
didos en siestas. Tiendas de campaña amarradas entre a los surcos que hace la tierra seca en los patios de los
hamacas. Se hacían con sábanas que alguien oreaba abuelos, a los de las claras a punto de nieve. Y también
al sol. Robadas. Y cubrían, entre jazmines, el gusto pri- lloró sobre las grietas de un bizcochuelo recién salido
mero: el de otra boca en la propia boca. Lo que se re- del horno. La niña cayó. Y fue un chispazo la rendija.
cupera, íntegro, al caminar —alguna vez— el patio de Saltó y siguió, pariendo ella nuevas hendiduras. Las
atrás. Cuando las hamacas vuelven y se transforman, maderas de las hamacas se resquebrajan. Hoy, por los
y traen única e igual las ganas de mecerse. Leve, la ca- surcos de las baldosas del sendero la vida se cuela len-
beza hacia atrás. La de cerrar los ojos y besar. Trepar tamente, hacia abajo. Pequeños hilos en las paredes
fucsia hasta la boca de un hombre, de una mujer. Y dibujan un gran mapa de todo un mundo. Propio. El
florecerlos. El patio venía con cielo y una cuerda lar- cielo sobre los muros, mientras cae el sol, perfila un ár-
ga donde colgar la ropa. De noche había que llegar a bol familiar corpulento, que se disuelve con una brisa
él atravesando un sendero extenso que no traía cielo. apenada. El verde ha crecido tanto que es eco de chi-
Solo algo de oscuridad. La suficiente para estrenar el charras. La mujer detiene al patio de atrás. Su tiempo.
miedo. Al caminar el patio, el de atrás, el cielo ya no es Sus ojos caen sobre una grieta de la hamaca y un ca-
suyo. El de entonces sí lo era. Podría haber dicho que el mino extenso de flores de la trinitaria le crece dentro.
mejor. ¿El primer cielo siempre es el más claro? Sí, así La mujer se abraza, se enreda y trepa.
93
Poesía
Huellas
Orión
Me entreperné con tu puerta cerrada
y descubrí que eras de cristal.
94
Pero mi otro resto está bien, amor
En la calma en la que mi resto te concibe
he comenzado a tejer hilos de tu pelo
en huellas de mis manos
que revientan
cuidan
palpitan
lloran
recuerdan
y preguntan
95
Poesía
Huellas
I II
Las palabras vienen ahora Las palabras acusan tu risa, tus manos
limpias como para lucirse en sueños, y su avance febril que no repara en lo deshecho,
ansiosas de asomarse a las bocas que calcina las ruinas
y en sentido contrario a los venenos
Las palabras te dibujan en la memoria de lo que ignoro,
Las palabras vienen solas soñada por si no decidieras existir,
cuentan una historia corta que suele enterarse humo de mi cabeza matando de hambre al sueño
allá lejos
Ellas te denuncian:
En sus espacios de hielo, en la tinta, en el aliento, etérea, pequeña, nerviosa, extraña, mirada,
en la raza vertida escondida, contaminada, azul, temblorosa,
las palabras te hallaron como un presagio lejos, tocada...
y cayeron de tu aletear perdida.
dormidas...
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Recuerdo ahora una fábula vivida hace muchos si- Puedo ser la nieve en tus alas o derretir el truco
glos. Un pequeño ser —algo máquina— inerciado de y juntos caer...
culpa, extendiéndose horizonte a los ojos,
acercándose…
al riesgo de creer.
Si
eras el aire del pecho bajo las alas
bocanadas de conjuros...
97
Poesía
Huellas
Hora
Por Dayana De La Rosa Carbonell
Es hora de morirse
De recogerlo todo aunque no me lleve nada
De decir los “te quiero” que hacen falta
Abrazar y besar sabiendo que no hay vuelta atrás
Que el para siempre se ha ido
Para hacerse eterno
Que estos labios, estas manos, este cuerpo
No volverán a sentir
Ni el rocío de la mañana
Ni el calor de medio día
Ni el frío de la noche.
Es hora de morirse
De apagar la luz
Ya no habrá amenazas
Y el corazón no se romperá más
Sintiendo que te alejas.
Para entonces,
Ya habré sepultado a la mujer que te amaba
Y que ha muerto
Aquí
“La hora del ángel” (2017), de Osvaldo Cantillo Rojas Adentro.
(óleo sobre lienzo, 75 x 135 cm.)
98
Cine
Huellas
L
a última película de Víctor Gaviria, La mujer del animal” como certera retaliación por sus fechorías. En
animal (2017), cuenta una historia desgarradora, Popular Uno la celebración es total: salvo la familia del
en extremo violenta, con la cual el director se muerto, todos se alegran, especialmente las mujeres,
acerca a la actualidad colombiana. Como bien lo ha niñas, adolescentes, adultas y ancianas, que celebran
reseñado la prensa nacional, la cinta está basada en la con un cacerolazo el asesinato del Zeus terrenal, dios-
experiencia de vida de Margarita Gómez (Amparo, en hombre colérico y violador.
la película), una mujer que doce años atrás le contó su
historia a Gaviria: Margarita fue secuestrada, violada La primera parte de la película, sin embargo, parece
y recurrentemente maltratada entre 1975 y 1982 por estar contaminada por la misma visión masculinista
un hombre al que todos temían y apodaban “El ani- que la película desea criticar. Se plantea que Amparo
mal”. De manera que si lo pensamos bien, la obra, ade- ha transgredido las normas sociales y culturales: des-
más de funcionar como una producción cinematográ- obedece a las monjas del internado donde estudia y
fica realista, en el sentido de transmitir una realidad vive, se burla de los preceptos católicos, se fuga contra-
cruda y cercana, también puede ser recibida como el diciendo el mandato del padre, viaja sola a una pobla-
documento testimonial de una víctima, entre tantas, ción lejana y peligrosa, y no posee un “apoyo” mascu-
de la violencia masculina en el país. lino que se encargue de su cuidado y de su protección.
Así, parece que se insinuara que ella es culpable de su
La historia que cuenta La mujer del animal es sencilla desgracia: ser violada, maltratada, secuestrada y hu-
pero apabullante al mismo tiempo. Amparo, una joven millada al desgaste representa para la protagonista,
de 18 años de edad, escapa del internado de monjas más que su destino, el castigo merecido por sus faltas.
donde estudia como interna y busca refugio en casa Aún hoy muchos siguen pensando que las mujeres
de su único familiar cercano, una hermana que vive “se buscan” las agresiones sufridas. Incluso, la misma
en un barrio suburbial de Medellín, nombrado Po- protagonista parece estar convencida de los orígenes
pular Uno. Su llegada a ese sitio llama la atención de de su tragedia; en escenas posteriores, Amparo en-
Libardo, alias “El animal”, líder de una banda de de- cuentra un cuaderno en uno de los basureros cerca-
lincuentes y violadores que acecha en diversas zonas nos al lugar donde está apresada y escribe, al tiempo
de la ciudad. Amparo se hace amiga de Olga, hermana que llora: “Señor, qué hice para merecer esto”. La fuer-
de “El animal”, quien, amenazada por él, le “entrega” za del sistema patriarcal es tan terrible, al punto de
a Amparo: “El animal” la droga y luego la traslada a que muchas mujeres se consideran responsables o in-
una finca cercana para abusar sexualmente de ella cluso merecedoras de la violencia física y sexual que
por varios días. Ese acto de violencia que abre la his- es infligida contra ellas. Aceptar esta causa es seguir
toria se encuentra posteriormente repetido en múl- legitimando la dominación y el abuso.
99
Llama nuestra atención también la forma en que se
plasma la solidaridad femenina. En el largometraje las
mujeres se apoyan entre sí, pero solo para ayudarse a
soportar la violencia. Todas son víctimas de la violen-
cia masculina, directa o indirectamente; sin embargo,
no hay una revolución femenina que intente comba-
tirla y ponerle fin. ¿Por qué? El caso de Amparo y el
de las otras mujeres de Popular Uno se explica por el
sistema de dominación masculina, similar en estruc-
Víctor Gaviria (Liborina, Antioquia, 1955), tura política e ideológica al sistema esclavista. Aun
director de cine, guionista, poeta y escritor colombiano. cuando superan en número a “El animal”, aun cuan-
do podrían derrotarlo si se lo propusieran, aquello
resulta imposible. Toda dominación, resultado de una
El subtítulo de la película, “Su cárcel es el miedo”, que relación de poder entre grupos dominantes y grupos
aparece muy poco en la publicidad y en las notas de oprimidos, trabaja, antes de emplear la fuerza física,
prensa sobre la cinta, resulta una pieza clave para con las disposiciones mentales de los subordinados.
entender, no solo la trama narrativa, sino la particu- Woman is the nigger of the world. La mujer es la esclava
laridad de cada una de las mujeres allí involucradas, del mundo.
desde Amparo, hasta la madre alcahueta de Libardo.
Nos da la sensación de que cada espectador en la sala Sin embargo, encontramos a lo largo de la historia
de cine, al tiempo que recepciona la crudeza de los ac- pequeñas pero significativas resistencias. Cansada de
tos, mentalmente se pregunta: “¿Por qué Amparo no ser arrastrada por el piso una y otra vez por “El ani-
huye cuando está sola? ¿Es una cobarde? ¿Qué causas mal”, quien siempre la toma por el cabello para con-
la detienen de matar a “El animal”? Si lo que más le in- trolarla y descargar su furia, Amparo decide cortarse
teresa es su hija, ¿por qué no escapa con ella para pro- el cabello. Aprovecha la ausencia de “la bestia” y llega,
tegerla?”. A ratos es difícil comprender su pasividad. en compañía de la otra mujer de Libardo, al peluque-
Pero debemos recordar que la dominación masculina ro más cercano. El hombre, al principio se resiste, te-
es un régimen que le enseña a las mujeres a sentirse miendo por su integridad y la de su familia, pero al
incapaces, a vivir con temor de lo que sus acciones final accede y cumple la petición de Amparo. El corte
puedan ocasionar, a no estar seguras de sí mismas. de cabello realizado es burdo, de tijeretazos impreci-
sos. En la tarde, cuando “El animal” llega a visitarla,
Hay una escena en la que Amparo, su hija y “El ani- su primera reacción es de sorpresa y desagrado. Ella le
mal” están juntos en el reducido espacio donde viven. hace saber, segura de sí misma, que de ahora en ade-
Es de noche, “El animal” está borracho y duerme. lante y con el cabello corto, él no podrá golpearla de la
Amparo tiene un cuchillo en la mano, que todos los misma forma.
espectadores leemos como su salvación. Lo entierra,
con rabia, en el piso de arena, como practicando una Dos aspectos de esta escena son particularmente lla-
acción posterior y necesaria. Él, dormido, desconoce mativos, quizá por el valor combativo y liberador que
la situación. En la sala de cine, todos quieren ofrecer representan para el personaje femenino. Primero, por
su mano para ayudarla a encontrar el punto exacto primera vez se muestra en Amparo un asomo de auto-
del corazón de su agresor. Ella toma un impulso, pa- nomía y de apropiación de su cuerpo, cuerpo que “El
rece decidida, levanta el arma y la pone frente al pe- animal” cree suyo, de su propiedad. La expresión que
cho de Libardo: “¡Mátalo, niña!”, gritan en la sala. Pero ella lanza es imperativa: “Nunca más me vas a golpear
ella baja el cuchillo y no lo hace. Muere la escena. ¿Por de la misma forma”, le asegura. La acción demuestra
qué no lo mató? Las mujeres no han sido educadas que si bien ella no puede huir de Libardo, sí puede,
para responder a la violencia física con la misma fór- estratégicamente, sortear y resistir el maltrato. Efecti-
mula. Sin embargo, consideramos que, en contra de vamente, el maltrato físico disminuye después de este
cualquier discurso pacifista, aquí la violencia física acto. Segundo, de forma indirecta, sin preverlo, Ampa-
podría ser una alternativa viable de defensa. Una ac- ro parece librarse de la violencia sexual que sobre ella
ción femenina radical y violenta de este tipo pondría inflige “El animal”. Apenas la ve, él le dice: “Nunca le
a cualquier hombre a pensarlo más de una vez antes bajaría los pantalones a un marica”. Su contextura fí-
de golpear a una mujer. sica, sus facciones, el maquillaje que no posee y el cor-
100
te bajo de su cabello, desde la perspectiva del agresor, momentos ella cree percibir a lo lejos no es más que
masculinizan a Amparo. Para su bienestar, la protago- una ilusión.
nista sale del catálogo de objetos sexuales y de cuerpos
femeninos consumibles del violador. El final de la película revela su naturaleza maniqueis-
ta: un mundo dividido entre buenos y malos. El asesi-
Así, la película retrata a Amparo no solo como una víc- nato de “El animal” por sus enemigos le imprime cier-
tima sino también como una sobreviviente, y después ta dosis de justicia a la historia, necesaria para ponerle
como una combatiente. La violencia padecida por más fin al sufrimiento de Amparo, necesaria a su vez para
de cinco años la forja y le permite enfrentar a su agre- el público que, sintiéndose también violentado, exige
sor y, más tarde, actuar como una salvadora, amparo su tranquilidad. No obstante, nos parece interesante
de los que sufren: en varias escenas se muestra que pensar que, si bien la muerte de Libardo representa
ella impide la violación de una adolescente, aconseja una victoria merecida para la comunidad en general,
y le brinda ayuda a la otra mujer de su marido, defien- hastiada de los actos delictivos y de la inseguridad en
de y protege a su hija, etc. El haber soportado toda esa el barrio (ya no habrá más buses, ni tiendas, ni casas
violencia y haber sobrevivido, le devuelve una imagen robadas), asimismo es un acto de justicia en nombre
fuerte de sí misma, la de una mujer que ya no le tiene de todas las mujeres del barrio Popular Uno y de las
miedo a los golpes de la misma manera que antes. otras que la cinta no muestra, las de la mole citadina
que aparece distante. Las mujeres festejan, emociona-
Por otro lado, la ciudad aparece como una posible das, a punta de cacerolazos, el fin de tantos años de
aliada pero al mismo tiempo como una espectadora humillación, de acoso, de intimidación, de agresión
indiferente. Varias tomas de la película muestran a la física, social y sexual. La muerte de “El animal” es la
ciudad de Medellín desde la perspectiva del barrio pe- muerte de una dictadura machista.
riférico, en la distancia. Ello convierte a Popular Uno
en un mirador natural, en una zona privilegiada por “¡Mataron al animal! ¡Mataron al animal!”. Esa expre-
su vista. De día, las casas empequeñecidas parecen sión de satisfacción, de alivio, de liberación que los ha-
materia decorativa, y por las noches, sus luces hacen bitantes del barrio exclaman, no tendrá, sin embargo,
tiritar a la mole citadina. Para Amparo, sin embargo, el mismo embrujo de plenitud para los espectadores
la presencia imborrable de esa ciudad determina al de la película. ¿Saben por qué? Porque aún queda rea-
mismo tiempo su ausencia. La ciudad deviene cóm- lizar la mayor hazaña, imperativa para el bien común:
plice de su desgracia; la urbe distante no tiene cono- matar al animal que llevamos dentro, esa intrincada
cimiento. Parece estar, además, ciega, sorda y muda. red misógina y violenta que todos, hombres y mujeres,
Amparo entiende que el asomo de humanidad que por reproducimos.
La actriz Natalia Polo personifica a “Amparo”, la protagonista de “La mujer del animal”.
101
Novedad
Huellas
Sigmund Freud
Textos inéditos y documentos
recobrados
Traducción, introducción y notas de
Fernando Gabriel Rodríguez y Mauro Vallejo
E
n su reciente biografía sobre Freud, Élisabeth 1930 Freud ganó el premio Goethe de literatura), sino
Roudinesco1 afirma, acertadamente, que hoy, porque puede seguirse una genética textual, cómo
luego de medio siglo intenso de escritos sobre el construía sus hipótesis, qué problema teórico resolvía
fundador del psicoanálisis, de declaraciones abusivas, y cómo; qué correspondencia había entre lo que en-
trabajos científicos, de rumores, fantasías, pero tam- contraba en sus casos clínicos y lo que vertía en sus es-
bién de retorno a sus textos, nos cuesta mucho saber critos y viceversa, sus dudas, su estilo de interrogación
quién era Freud verdaderamente. constante, sus ambiciones.
Desde 2010, la obra de Freud es de dominio público, Mauro Vallejo, doctor en Psicología, historiador de la
lo que ha permitido, en cierto sentido, desmentir al- psicología y uno de los traductores de la presente pu-
gunas falsas afirmaciones sobre su vida personal y blicación, ha venido trabajando en esa arqueología del
su práctica clínica, sobre todo aquellas críticas que texto freudiano del único modo que conduce a hallaz-
apuntaban de manera difamatoria a destruir al icono gos inesperados, valga la redundancia: con rigor. Hay
–no es que esté mal mostrar sus debilidades– a costa varios frutos de ese trabajo, uno de los cuales tiene que
de lo que fuera. Es más interesante para un investiga- ver con el surgimiento (y construcción) de la teoría de
dor seguir al pensador que fue Freud –quien marcó de la seducción en Freud, y un trabajo crítico sobre las
manera decisiva la forma de entendernos hoy– en el Actas de la afamada Sociedad Psicoanalítica de Viena.3
curso de la trama compleja de su discurso con el que
construía su época, al mismo tiempo que era moldea- Vallejo ha señalado la inexplicable ausencia de tra-
do, atravesado, por esta.2 ducción a nuestra lengua de un conjunto de textos de
Freud publicados en alemán, que impide que podamos
Como bien ha puesto de relieve la historiadora, Freud hablar estrictamente de Obra Completa en español,
dedicó la vida a escribir, se entregó con pasión a la aunque haya ediciones que la nombran así. Falta tra-
huella, la arqueología, la memoria, bajo la idea de que ducir buena parte del epistolario de Freud: al psicoa-
todo se conserva de alguna forma. Por eso le fascina- nalista Max Eitingon, a su esposa Martha Bernays, a
ba Roma, la ciudad en la que se superponen capas de su cuñada Minna Bernays; asimismo, una serie de alo-
civilizaciones y momentos históricos distintos, y que cuciones, artículos de revistas, informes, reseñas, his-
él podía equiparar con la memoria inconsciente de un torias clínicas de pacientes de sus primeros tiempos,
individuo. de inusitado valor.
Es lógico que esa pasión por escribir lo llevara a una Es especialmente interesante la introducción de la
gran producción que consta, en un inventario aproxi- publicación que nos convoca. Los traductores señalan
mado de la biografía mencionada, de 20 volúmenes ese pensamiento en ebullición que es Freud: “La pugna
de ensayos, 300 artículos, una cantidad considerable entre lo que Freud piensa y casi de inmediato deja de
de notas, dedicatorias, alrededor de 20.000 cartas de pensar”, el hecho de que su teoría se gesta en pugna
las que solo se conservan la mitad, intervenciones, con la ciencia de su tiempo, el modo como piensa con-
entrevistas, y todo de una gran riqueza, no solo por tra sí mismo, en suma, su “indeclinable efervescencia
lo bello, exquisitamente escrito (vale recordar que en espiritual”.
102
“Hoy, luego de medio
siglo intenso de escritos
sobre el fundador del
psicoanálisis, nos cuesta
mucho saber quién era
Freud verdaderamente”
En los textos inéditos y recobrados, encontramos do- ce permanecer entre el canon establecido y el Freud de
cumentos relativos a la gestación de planteamientos manual, por ejemplo.
freudianos de la causalidad traumática de la neurosis,
el papel de la sexualidad, pero también de la defensa y El texto que la Editorial Universidad del Norte aca-
posterior abandono de la hipnosis, el cuestionamien- ba de publicar en compañía del Fondo Editorial de
to del término “inconsciente” en su obra posterior, su la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad
estilo, su forma de debatir con la comunidad académi- de Antioquia, cuya traducción, introducción y notas
ca de medicina, pero también con grandes personali- estuvo a cargo de Mauro Vallejo y Fernando Gabriel
dades como Biswanger, y cómo muy tempranamente Rodríguez, es un reconocimiento no solo a Freud, sino
Freud adopta la posición ética de tomar en serio lo que a jóvenes investigadores que se dedican a la tarea, en
un paciente dice y no, como era usual, considerarlo si- ocasiones ingrata, de reconstruir la genealogía de un
mulación, sobre todo en el caso de la histeria. discurso que nos sigue impactando –que fue escrito
en una lengua tan ajena a la nuestra– y por la vía de
En este sentido, quisiera subrayar especialmente el textos que han quedado al margen hasta ahora, pero
historial clínico “Nina R.” de 1893 (pp. 32-35), a modo en los que podemos encontrar nuevas luces para que
de ilustración de lo que la mano, pero también la bús- Freud nos diga por qué sigue estando tan vivo a pesar
queda intelectual de Freud, podía hacer con un docu- de todo.
mento tan frío como lo puede ser una historia clínica
en un hospital. En esas hojas, y siendo aún un médico
y no un psicoanalista, queda registro del trato especial ______________
concedido a los dichos de la paciente, la consideración Notas
de su padecimiento psíquico, con el ingrediente adi-
cional del estilo de escritura que hace de un caso un 1 Roudinesco, E. (2015). Freud. En su tiempo y en el nuestro. Bar-
ser vivo, una existencia que merece ser recreada be- celona: Debate.
llamente.
2 Preciosa indicación del historiador Jacques Le Goff a Élisa-
Es una publicación que resulta de interés no solo para beth Roudinesco (p. 13).
los psicoanalistas o para investigadores de la historia
cultural, sino también para psicólogos y psicoanalis- 3 Vallejo, M. (2008). Los miércoles por la noche, alrededor de
tas en formación, porque, como señalan sus traducto- Freud. Buenos Aires: Letra Viva; Vallejo, M. (2012).
res, el efecto de entrar en contacto con la fragua del La seducción freudiana. Un ensayo de genética textual.
pensamiento quizás nos salva de la inercia que produ- Buenos Aires: Letra Viva.
103
Reseña
Huellas
Maracas en la ópera1
Ramón Illán Bacca
Fundación Cámara de Comercio de Medellín/1996
R
amón Illán Bacca representa a la literatura de de medirse kimonos que Usnavy en su vieja Singer,
la Costa Caribe colombiana, una plataforma adaptaba; de horas viendo “Rashomon” y “Los siete
lingüística donde se configuran diferentes ele- samurais” en uno de los primeros betamases que lle-
mentos de hitos culturales, sociales y políticos que garon a la ciudad, y que él págó con lágrimas de san-
han cicatrizado el devenir histórico de su obra. En su gre, más estudios y explicaciones sobre el teatro Nö
literatura coinciden el manejo profundo, inteligente e que Doku, un nisei, les dio. Leyeron los cuentos de Isé
y Zaira tradujo apartes de la versión inglesa del prín-
irreverente del sentido del humor y la sátira que tocan
cipe Genji. A la representación en el salón Amadeo
toda su labor de escritura; esta virtud no lo desacre-
fueron unos cuantos vecinos en los que se adivinaba
dita como un autor serio, sino que lo reconoce con la
una curiosidad malsana por penetrar en los secretos
capacidad de combinar elementos de rigor histórico, de la casa. Lo más destacable, no obstante, fue que en
manejo trivial de situaciones con una rigurosa profun- el momento que él debía cantar “Las flores que esta-
didad acerca del tema, donde se escribe como comedia lo llan en la primavera”, un aria banal, desde el fondo
que la historia ha oficializado como tragedia, donde se de la memoria surgió aquella melodía, el aria cumbre
da levedad a los argumentos fuertes, de tal manera de “Escándalo en la pensión inglesa”, tema que le ha-
que es posible ver y leer una nación en crisis y un es- bía oído a la abuela tararear y medio cantar pues no
tado disfuncional. Algunas de sus novelas pueden ser se sabía del todo la letra, y que le había impregnado
vistas como parodia de las novelas detectivescas, y hay el inconsciente. Y así, cuando empezó a cantarla, fue
una crítica satírica hacia los códigos y conflictos de la como un momento mágico de esos de “detente eres
nación, sugiriendo cuestionamientos hacia la proble- tan bello”, pues todo el mundo quedó alelado; esa es
mática social de Colombia ocasionada por la debilidad la palabra exacta. Todos quedaron con la sensación
del Estado. Ha publicado: La mujer barbuda, La mujer de que algo maravilloso e irrepetible había ocurrido.
del defenestrado, Disfrázate como quieras, Maracas en la Oreste se confiesa que nunca fue tan feliz como en
ópera, Deborah Kruel, El espía inglés (cuentos), Marihua- esos días.
na para Göering (cuentos).
El anterior es un párrafo característico de la narra-
¿Quién dijo miedo? Fue entonces cuando Zaira de- ción que exhala para el lector el autor de Maracas en
cidió montar un burlesque con los de la casa como la ópera, que también podría llamarse noveleta dada
actores. No hubo excusa: ¿ante quién vamos a repre- su proyección al género telenovelesco. El seguimien-
sentar?, vamos a hacer el ridículo. Como recibió el to narrativo de la trama es manejado por el autor con
apoyo de Fortunación, “C´est que j´aime le théätre, una marcada propensión humorística a la exagera-
tu sais”, no retrocedió. Fueron semanas de ensayos, ción nominativa, además de una exacerbación pica-
resca de las acciones (en total tono de opereta burles-
ca, todo un escenario de gorgoritos y do agudos en un
1 Concurso literario Cámara de Comercio de Medellín, 1996, asalto constante desde el alba hasta el anochecer) que
novela ganadora. Aterrizaje, agosto de 2016. van apuntalando las secuencias de los capítulos en
104
uno y otro tiempo de acuerdo con el personaje orde- La compra de la casa de pretenciosa arquitectura,
nador: el tiempo del abuelo Amadeo, es el tiempo de tuvo su pequeña historia. Al principio había puesto un
la guerra civil en el país; el tiempo de Oreste, el nieto, restaurante sin pretensiones, y cuando pensaba de la
es el presente en la novela. Los capítulos dedicados a clientela, caballeros maduros y damitas jóvenes, “me
Oreste, enmarcados en el telón omnipresente de una lo van a putear”, su dueña se oyó llamar por primera y
Barranquilla de 1926 y más, es un collage vertiginoso última vez: ¡Hasta la vista, signora contessa!, ahí comen-
de episodios histórico-folletinescos en una ciudad que zó la indetenible ascensión del placer que llamaba la
vive cambios en forma acelerada debido a su movili- vida. Después de noches de amor pujante, de esforza-
dad social. do aprendizaje de la asunción del oficio más viejo del
mundo, Villa Bratislava se convirtió en un burdel, un
Esta novela nos presenta –como espectadores de un “rendez-vous” elegante, un estatus nada despreciable
proscenio de incesante movimiento, en una narra- en el entonces histórico que revela la importancia de
ción de flujo pintoresco colmada de humor–, el flore- uno de los sitios de referencia de la vida social de la
cimiento de una casa de placer, aunada a la vida de ciudad, “seremos putas, pero las más finas y las más
unos personajes que irradian con su comportamiento caras”, era la enseña contundente de la condesa para
el devenir de la historia de una ciudad bullente y bu- todas las cortesanas a su servicio.
lliciosa (extendida entre Cartagena y Barranquilla, la
gran Ciénaga) asentada a la vez en su jolgorio social de Todo comienza en pleno sitio de la escuadra oceánica
regeneración cosmopolita en un país en plena ebulli- italiana a Cartagena, en “La perdida”, una casa popu-
ción política. lar de reuniones amorosas. “La mulatica, después de
hacerse rogar, le reveló su nombre: Bratislava. ¿Cómo?
Ramón Illán Bacca en un coloquio, en la Feria Internacional del Libro de Bogotá (2016).
105
¿Igual a la ciudad del imperio austrohúngaro? No sé felicísimos resaltos melódicos con los que se acompa-
de qué me hablas –fue la respuesta de la joven– nada sa la interpretación, la existencia diríamos.
interesada en geografías sino en la música de Orestes
Sindici y el amor”. La ciudad entera ruge con la música La narración celérica que nos presenta el autor de Ma-
y la licenciosa entrega al mundano amor. “Esa noche racas en la ópera, acentuada por el ventarrón sonoro
hicieron el amor tan maravillosamente que Bratislava nominativo de toda clase que recorre estas páginas
le confesó que ‘por un momento me provocó levan- (actores, lugares, óperas, boleros, compositores, obras
tarme y ponerme a aplaudir’”. Bratislava y Amadeo literarias, cantantes líricos, arias, películas, teatros,
representan en la novela el pasado, tanto bélico como periódicos, revistas, casas de citas, momentos histó-
social –un pequeño museo que cuenta la vida galante de ricos puntuales, vocablos novedosos –ninfeta, burles-
la ciudad a principios de siglo–, que el presente republi- que, belvedere, amorcete, nognata–) tiene momentos
cano, el tiempo de Oreste, a fuerza de lidias pretende fulgurantes que a la vez que señalizan y colorean la
olvidar, abolir, “cuando en los últimos veinte años no secuencia de la trama, nombran la característica pri-
había hecho otra cosa sino tratar de borrar los rastros mordial de la creativa verbalidad de la novela, una
de la vida agitada de la abuela”. Ahora, terminado el prosa campechana, retozona, picaresca, que retrata
disfrute entre lo chévere y lo barroco de los catorce y registra el cosmos social del momento que todos vi-
momentos de felicidad que, ni uno más ni uno menos, ven a su modo y comparten. (Un momento estelar es
según el califa Abderramán, nos da la vida, él, Oreste la versión de “Humo en los ojos”, música escuchada
Segundo Antonelli Colonna Palacio, descendiente de por Oreste justo mientras se produce el incendio de la
Scirra Colonna, el conde que abofeteó a Bonifacio VIII iglesia vecina de San Nicolás, y por eso el humo).
(estos son datos que nos da la novela), se pregunta en
qué momento se desplomó el paraíso, en qué momen- Esta narración está plagada de frases rimbombantes
to había comenzado el hundimiento de Villa Bratisla- que matizan la trama de alegres regodeos lingüísticos:
va, una forma de vida en la que todos los ciudadanos “Hubo historias de amor con final operático –ya se
descendientes de ese fragoroso pasado social desea- sabe que los amores con trágicos finales son los que
rían continuar. Todo esto contado al tenor profuso de producen obras de arte– a los nueve meses de haber-
una pegajosa aria para la que se pide un intermezzo se ido la escuadra Oceánica. Este tesoro pertenece a la
explícito –y es este el gran logro agregado del autor: humanidad y mejor está en mis manos” –para referir-
mostrarle al lector la colorida y multifacética simbio- se al robo de una partitura completa de la opera de Az-
sis historicomusicosocial de dos mundos, una imbri- zali–. “El día estaba soleado y el mar azul, como de pe-
cación que aún no termina de extinguirse–: “¿Qué era lícula. Los dramas comienzan con buenos escenarios”.
esa coda en la que se pedía un acompañamiento rítmi- “(…) Pero el analista –que conocía la abstinencia pero
co cadencioso y sensual? Pensándolo bien, ¿maracas no la templanza– siguió arremetiendo con la que ya de
en una ópera? ¡Un vero escándalo!”. trola había pasado a cotopla en proceso de hidrante”,
para referirse al asalto físico del acto amoroso en vivo.
La prosa narrativa de esta novela es abigarrada en la
secuencia de eventos que presenta de manera agitada El telón de fondo de la novela es el convulso y atibo-
y pomposa. Acorde con el vuelo narrativo con que se rrado escenario, pleno de chismes y argucias de Car-
pliega a la multiplicada presencia musical que el na- tagena “La Alejandría del Caribe” en la época de la
rrador expone matizada en dos tiempos: el presente, regeneración postindependencia, a partir del cual se
Oreste; el pasado, Amadeo; la novela presenta al lector aproxima al lector a la historia de la Villa, a la abuela
una gran estampa histórica de una ciudad, Cartagena, Bratislava, su dueña, y a Oreste, el díscolo niño cantor,
en un momento cúspide de su asentamiento social educado como un primor pero que en ningún momen-
urbano. Además, es lucido el narrador en decir sin ti- to lo es. El acento elegido por el autor para la narra-
tubeos –el leitmotiv que permea esta prosa rápida y ción es el delirante falsete social, subido de tono, que
amena– “tan gran momento en la vida germinativa de todos tratan de evitar para salvaguardar sus vidas del
la ciudad no era como para despreciarlo durmiendo”. qué dirán, asunto que la narración se ocupa de dejar
Este encuentro de dos mundos que se moldean en un claro en este denso folletín de ocultas imposturas que
sincretismo social intenso e irreversible como una tác- al tenor del abanico de la historia resulta ser esta nove-
tica de sobrevivencia, está matizado por la narración la cuya estructura, dado su puntualizante y frenético
como la asistencia a un concierto en el que se disfruta enhebramiento con el acontecer histórico de la época,
tanto de la presencia de los espectadores como de los constituye un aporte curioso y llamativo a la novelísti-
106
“El telón de fondo de la novela es el
convulso y atiborrado escenario, pleno
*Un gran álbum de confidencias familiares en el que
de chismes y argucias de Cartagena Oreste, el presente en la novela, debe poner el pecho a
las consecuencias: “Solo yo soporto el peso de esa casa,
“La Alejandría del Caribe” en la época que al final no es sino sepultura rasa”.
de la regeneración postindependencia”
*Es una narración vertiginosa que por el modo de pro-
yección familiar y cimentación histórica de lo social,
supera y manda al olvido, es decir mata, a las corrien-
tes telenovelescas “Corín Tellado” en sus posturas de
apuntaladoras demográficas de la historia de la gran
familia en el expandido tablado universal que es la
ca colombiana actual que en estos tópicos utiliza otros existencia humana.
métodos más extensos en términos del señalamiento
temporal (“De todos modos, él, Oreste Antonelli Colon- *Es una exégesis timbrada de insistente entonación
na, al entrar por primera vez a Villa Bratislava, a ver histórica y social, un río desbocado de pronuncia-
a su abuela, tenía plena conciencia de la importancia mientos sociales que demarcan para el lector, con cla-
del momento que estaba viviendo y, por eso, todavía ridad, el hervor y campanilleo de una ciudad y de un
cuarenta años después, podía recordar todos los de- entorno social venidos a menos.
talles. Y allí, parado frente a ella, comprendió que la
abuela –el pasado– representaba un mundo de tole- El colofón no se queda corto en esta dirección aprecia-
rancia y libertad y, sin decirlo, sabía que estaban del tiva y no es para menos:
mismo lado”).
Oyó las notas del piano. Y ¡Zas!, ahí estaba metido en
Como marcadas aproximaciones a Maracas en la ópera una epopeya, él, quien nunca había querido ser pro-
podemos argüir: tagonista de la historia, ni grande ni pequeña. Sintió
como un aletazo, cerró los ojos con fuerza para con-
centrarse y otra vez ese tema huidizo que venía de
*Es una crónica ardiente de la próspera ciudad de
atrás, del inconsciente colectivo familiar, se hizo pre-
Cartagena, ni hidalga ni hispánica, sino pujante y to-
sente. Superpuso a las notas del piano la entrada de
lerante, donde todo es con plata; una ciudad con su la flauta con el motivo de la Habanera y casi entró en
estridente y cambiante cartelera de escudos y blaso- la beatitud… pero, ¡por Dios! qué caída tan abrupta,
nes, aunque, al fin de cuentas y en buena contaduría, cómo era posible que ese ritmo abolerado pidiendo
para ahuyentar el corazón de la tinieblas, la ciudad no maracas entrara en ese instante, era un contrasenti-
era tan fenicia, ¡daba para temas de folletín! Esta cróni- do, quiso gritarle a Fortunación que parara, pero no,
ca tiene una puesta en escena de opereta colmada de dejó seguir y sintió cómo la melodía naufragaba en
citas resonantes de toda índole: musicales, teatrales, una banalidad. Allá en el fondo del sueño, el tema de
literarias, faranduleras, históricas. “Plus ut exquisitus” dio paso a un regocijante estalli-
do de maracas.
*Es un potosí de vodevil, rico en variedades; una re-
vista Vogue de la clase social costeña, Barranquilla y Tal y como la vida nuestra ahora, pero maracas explo-
Cartagena, en pleno furor y esplendor de finales de los sivas al tenor del posconflicto que se viene encima.
veinte.
107
Reseña
Huellas
¿
D
e qué puede enfermarse un espantapájaros? un palo con el propósito de confundir a las liebres que
¿De demasiadas lluvias? ¿De hongos? ¿De vienen por las cosechas.
descuido? También de nostalgia, ese dolor
que se origina en la memoria. No por la incapacidad Además, cuando en la novela le hablan a Greg, alguno
de almacenar, de crear nuevos recuerdos, de traerlos de sus amigos (Sandy, WC Boy) o su madre, le recuer-
cuando se les necesitan y que llamamos amnesia. La dan que su cabeza está llena de paja. Pues bien, esa
nostalgia tiene que ver con la carga emocional, de peso paja es la que importa, ella es la que justifica la novela.
aplastante, que un objeto, un aroma, una palabra, de- En las conversaciones más triviales, paja equivale a
tonan en el momento menos oportuno y que vuelven ilusión, a cuento que se dice a sí mismo como sucedá-
más lenta la tarea cotidiana, pues en la mirada, o en el neo de un instante de gozo. De ahí que se aplique tan-
tono de voz, incluso en las manos –que parece, acari- to a la masturbación como a lo que se sabe falso. Así,
cian más–, un temblor delata que el pensamiento está entonces, Greg, el espantapájaros, es el chico que, en el
atrapado en la ausencia de un algo. descubrimiento de su sexualidad, comienza a echar el
cuento de la literatura.
Esa es la aventura que nos propone en su primera no-
vela John Better, la de conocer cómo la nostalgia va Al principio de esta reseña he llamado enfermedad a
erosionando al chico espantapájaros, cómo manojos la nostalgia, por ese poder que tiene de carcomer las
de su paja van regándose alrededor para el fogonazo mañanas soleadas, aunque ahora, padeciéndola un
final, producto del flash de una cámara fotográfica. poco (posible contagio por la cercanía con Greg), quie-
Esos manojos de paja son los que leemos. La verdad ro verla como metamorfosis. La paja de la que se va
es que, viéndolo bien, con botones por ojos, más que deshaciendo en cada página el protagonista, es la piel
una enfermedad, tendríamos que hablar de un proce- que abandona el autor y que nos deja leer. Y esa paja-
so cercano a la metamorfosis. piel, que él escribe, es la misma que hemos abandona-
do y que por eso termina doliendo: el espantapájaros
Una de las primeras inquietudes que se puede tener, como tótem y la paja como fetiche.
como lector, es la de confirmar si el autor está hablan-
do propiamente del muñeco guardián de las cosechas, Incluso, esas notas que conocemos porque son leídas
o se trata quizá del apodo, el alias de un chico que vive por Sandy o WC Boy, vienen con un título que convoca
en el barrio y que por feo o por extraño, resulta una el recuerdo de los días de juventud antes del milenio:
aventura ir a su casa, en su caza. Better nos habla de “Jean Book”, a la que alude desde la portada del libro
las dos cosas, el muñeco y el chico excéntrico. y que nos recuerda una generación que orquestaba su
rebeldía, con música rock. Sí, esa es la novela de Better:
En su novela, de capítulos cortos, se encuentran un una ópera rock. Allí está el listado de canciones para
par, una secuencia de suspenso en la que una familia los dos lados del casete. Su escritura es la de un letris-
atraviesa un cultivo de maíz para presentarse ante el ta interrumpido por lo prosaico de la vida cotidiana.
muñeco antropomorfo, relleno de paja, puesto sobre Siento que el poema nunca queda escrito del todo, que
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los versos son interrumpidos con vehemencia por un
lector que tiene miedo de la filosofía, pero que, inevita-
blemente, ha quedado marcado por la pregunta.
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Colaboradores
Huellas
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Marvin Estrada López Patricia Cabarcas Morales
Filósofo de la Universidad del Atlántico. Actualmente es Licenciada en Básica con énfasis en Humanidades y Lengua
estudiante de maestría en Filosofía en la Universidade Fe- Castellana. Magíster en Educación de la Universidad del
deral de Uberlândia (Brasil), y desarrolla una investigación Atlántico y en Estudios Literarios de la Universidad Santo
sobre la concepción de felicidad de Descartes y su relación Tomás. Profesora e investigadora en la didáctica; su pasión
con la búsqueda cartesiana de la verdad. Tiene experiencia es enseñar y promover en sus estudiantes un goce por la li-
en la historia de la filosofía moderna, especialmente en el teratura. Su más grande reto: hacer de sus clases un escape a
pensamiento de Descartes y presta particular atención a su la felicidad y al placer de ingresar a un mundo de aventuras
teoría moral. También tiene interés en la filosofía estoica y en el que el ayer no existe y el hoy se convierte en infinito.
el neo-estoicismo del siglo XVI, el pensamiento de Spinoza,
la recepción del cartesianismo en la historia de la filosofía y
las relaciones entre virtud y felicidad en ética. Fue parte del Leopoldo Gómez-Ramírez
programa Jóvenes Investigadores en el año 2014.
PhD en Economía de la Universidad de Massachusetts en
Amherst (USA). Filósofo de la Universidad Nacional Autóno-
Silvia Valiente ma de México. Trabajó en comunidades rurales en extrema
pobreza en México. Ha publicado en revistas de investiga-
Profesora y licenciada en Geografía de la Universidad Nacio- ción arbitradas internacionales tanto de Filosofía como de
nal de Catamarca. Magíster en Antropología de la Universi- Economía. Actualmente es docente-investigador del Institu-
dad Nacional de Córdoba y Doctora en Geografía de la Uni- to de Investigaciones Económicas del Caribe de la Universi-
versidad Nacional de La Plata. Es investigadora del CONICET dad del Norte (Colombia). Sus áreas de investigación son los
CIT Santa Cruz, donde estudia la retórica de la modernidad y enfoques heterodoxos en macroeconomía y los problemas
lógica de la colonialidad en espacios-tiempos periféricos del contemporáneos del (sub)desarrollo. Dirige también el pro-
capitalismo global y la emergencia de la energía decolonial grama radial “400 voces” de la Emisora Uninorte FM Esté-
como respuesta. Actualmente dirige el proyecto “Investiga- reo.
ción de borde y decolonialidad”.
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La Habana (2000) y El callejón de los besos (2009) han sido re- lle-Cisneros (Francia, traducción de Rémy Durand) y las pla-
presentadas por actores franceses. Escribió sobre cine para quettes Teoría sobre la belleza y otros poemas, Ediciones de la
la Agencia France-Presse (1998-2014). Garza Mora (Argentina) y Las certezas son del sol, Vincigüerra
(Argentina). Fue incluida en antologías de Argentina, Colom-
bia, España, Estados Unidos, Italia y Ecuador.
Héctor Romero
Adelantó estudios de Filosofía en la Universidad del Atlánti- Daniela Sedán Cabrera
co y de escritura de Guion de Cine y Televisión en la escuela
de Cine Black María en Bogotá. Curador y programador del Poeta y creadora de la iniciativa cultural “Tinta al Acorde”, la
Festival Internacional de Cine a la Calle (FICICA). Colaborador cual reúne a artistas emergentes en música, poesía, fotogra-
habitual de la revista Latitud de El Heraldo. fía y pintura para mostrar sus obras en un evento autoges-
tionado. Arraigada visceralmente a las letras desde que las
conoce. Actualmente es estudiante de Comunicación Social
Sara Martínez Vega de la Universidad del Norte.
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ca Latina y el Caribe desde los Estudios de género (Universidad Jáiber Ladino Guapacha
del Atlántico, 2017) y, en coautoría con Mar Estela Ortega, el
capítulo de libro “Imaginar a Ángela Vicario: Una relectu- Magíster en Literatura y licenciado en Español y Literatura
ra de Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García de la Universidad Tecnológica de Pereira. Ha publicado un
Márquez” en El legado de Macondo (Editorial Universidad del libro de cuentos, Las aventuras de la Barranquero (Ediciones
Norte, 2015). Sin Nombre, 2012); dos novelas: Andago. La línea K (Edicio-
nes Sin Nombre, 2014) y Mapa con abejas y tambor (Caza de
libros, 2017). Pertenece al grupo de investigación Enseñanza
Julio Penenrey Navarro de la Literatura, adscrito a los posgrados en Literatura de
la Universidad Tecnológica de Pereira. Hace parte de Caba-
Magíster en Literatura Hispanoamericana y del Caribe de la llo Perdido, revista especializada en cuento. Se desempeña
Universidad del Atlántico. Miembro del grupo de investiga- como docente en la Institución Educativa Miracampos, área
ción literaria Gilkarí de la misma institución. Profesor de la rural del municipio de Quinchía (Risaralda.).
Universidad del Atlántico y de la Universidad del Norte. Se
desenvuelve en los estudios literarios hispanoamericanos y
caribeños, los estudios queer y de género. Entre sus publica- ARTISTAS INVITADOS
ciones se encuentran: la edición, junto a Mercedes Ortega
González-Rubio, del libro Todos me miran. América Latina y
el Caribe desde los Estudios de género (Universidad del Atlánti- Osvaldo Cantillo Rojas
co, 2017) y el artículo “Carnaval de Sodoma de Pedro Antonio
Valdez: Retratos y vestiduras travestis en Perífrasis. Revista Maestro en Artes Plásticas egresado de la Universidad del
de Literatura. Teoría y Crítica (vol. 10, 2014). Atlántico. Ha participado en más de cincuenta exposiciones
colectivas y quince individuales en países como Francia,
Estados Unidos, Inglaterra, España y Cuba. Ganador de la
medalla de oro en las Olimpiadas de Bellas Artes, Londres
Carmen Elisa Escobar María (Inglaterra) 2012; mención de honor en el primer Salón
Profesora del Departamento de Humanidades y filosofía de Nacional del Bodegón (Colombia). Seleccionado en varios
la Universidad del Norte, directora del mismo desde 2012; salones regionales y nacionales. Galardonado con la Orden
miembro fundador del Círculo Psicoanalítico del Caribe del Congreso de Colombia en el Grado de Caballero por su
(1991). Desde 1984 ha enseñado psicoanálisis, especialmente destacada labor artística. Ha desempeñado una gran labor
Freud y Lacan, en la Universidad Metropolitana y la Univer- literaria como poeta y gestor cultural dentro y fuera de su
sidad del Norte. Psicóloga (1982), psicóloga clínica (1991), con país. Autor de los poemarios: Se reparan sueños rotos y Poemas
especialización en Filosofía contemporánea (2006), doctora- de identidad. Actualmente está radicado en el municipio de
do en Filosofía de la UNED de Madrid (2012). Su tesis docto- Puerto de Colombia.
ral versó sobre el concepto de repetición en la filosofía (S.
Kierkegaard y F. Nietzsche) y en el psicoanálisis (Freud y J.
Lacan). Carlos Gómez S. (CLOS)
Artista de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del
Atlántico. Hace dibujos, pinturas, instalaciones e interven-
Edgar Trejos ciones artísticas sobre la dialéctica de las culturas imperan-
Poeta y escritor nacido en Riosucio, Caldas. Licenciado en tes y las culturas sometidas; la memoria y otros temas de
Español y Literatura de la Universidad de Antioquia. Direc- repercusiones políticas e ideológicas. Ha sido ganador del
tor del taller Plumaencendida-Relata. Coordinador de Zona salón de arte MAUA del Museo de Antropología del Atlántico
Antioquia y del capítulo literario Envigado-Itagüí del Parla- en su primera versión (2010), cuya obra ganadora “Limpieza
mento Internacional de escritores de Cartagena. Entre sus social” hace parte de la colección del museo. En la actualidad
obras publicadas se encuentran: La casa del frío (poemas, trabaja en la serie “Epifanías”, en la que crea un imaginario
1983); Alas para la noche (poemas, 1994); Sueño para olvidar poético sobre la condición efímera de la realidad humana.
(cuentos, 1995) y Antología literaria albaneceres (2013).
113
Nithto Cecilio ¿Quieres publicar en Huellas?
Maestro en Artes Plásticas de la Escuela de Bellas Artes de la
Huellas promueve temas de interés para la región
Universidad del Atlántico. Conocido como el “Pintor del car-
Caribe colombiana en las áreas de historia, filoso-
naval”, por la recurrencia y exactitud con que lo aborda, sus
fía, literatura, arte, ciencias políticas y sociales,
obras han sido expuestas internacionalmente (Consulado de
entre las comunidades de los ámbitos nacional e
Colombia en Nueva York, Milán, Madrid, Guayaquil, Quito)
internacional. Circula desde 1980 y actualmente
y a lo largo del país.
aparece en julio y diciembre con colaboraciones
de intelectuales colombianos y extranjeros.
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Nuevas voces
Huellas
El que no soy
Por Carlos Eduardo Pereira Yaguna
115
II
¿Qué es lo peor que le puede pasar a este tipo? Otro tipo al que la vida es lo peor que le puede pasar.
Está claro que se odia. Con un constante “pobre de mí” que lo cansa a él y a
Sabe que a nadie le interesa. cualquiera.
Descarta sus metas una a una: ¿Qué se puede hacer con él?
“Quisiera tocar la trompeta, mentira” Si se pudiera, lo más cruel sería hacerlo inmortal.
“Quisiera escribir, mentira” Que repita los días más que nadie.
“Quisiera…” Que de tanto repetir se dé cuenta de un orden.
¿Qué es lo peor que le puede pasar? Que se vea sumergido en una continuidad infinita.
Fantasea con entrar a una comisaría y disparar a lo Que se sienta estancado, y que sepa que no se puede
gringo style, bajar
que lo acribillen, Que en la condena de la repetición se dé cuenta que el
que lo tilden de yihadista o extremista de cualquier mundo no es azaroso,
vaina. que hay una verdad.
Que al final se den cuenta que era un desequilibrado Y que con esta sea su pelea sin final.
más. Con esa verdad que le quiere decir quién es.
Un deprimido. Hijo de...
Un reprimido. Miembro de…
Un imbécil que no sabe vivir.
Otro man en eterna crisis. …Que se joda la verdad.
Domingo #16
No sé cuántas jarras, botellas, Me vuelvo loco
mientras la esperaba1. y ella fresca
El bar solo, pasando la lluvia
y sólo quedaba la rubia: leyendo o en YouTube.
de temporada Normalmente
medio ácida. salgo a tomar tinto los domingos.
Suena Clapton: Hoy llovió. No iba a salir.
Cocaine, La gente no hace nada los domingos.
y pienso en partirle la cara a Néstor. No hace nada cuando está lloviendo.
Tanto que me pide textos y no publica nada. Ni siquiera yo
Y reviso la página. pero aquí estoy
Y los leo: pasando la lluvia
Poemas de amor. Malos. con una fría
Cuentos, con un giro en el final. Malos. y viendo un video de guns&roses
que me dan ganas de irme a mojar.
1 Esta vaina debía tener pie de página, Bukowski en un poema
que me pasaron un día.
116
Nuevas voces
Huellas
Domingo
Por Alejandra Isabel González
Domingo se despierta los domingos a las 7 de la ma- Él, un día de la semana tan miserable y melancólico, que
ñana. Sale a buscar el gato para darle de comer, no en- toma café en las mañanas como desayuno, y se fuma
cuentra al gato y va al balcón a observar el edificio de hasta 5 paquetes de cigarros en el día.
al frente, el gato está acostado en la mesita que se en-
cuentra en el balcón. Domingo lleva al gato a la cocina Él, tan desdichado que muere de hambre por su pobreza,
y le echa atún en su plato, y agua en el otro. por no tener un trabajo porque todos lo odian sin razón
alguna.
Domingo se acuesta a dormir porque tiene mucho
sueño, se desveló la noche del sábado jugando póquer Él, que escribe poesía para no volverse loco y ve todo el
con unos amigos. día películas de Cantinflas para reírse un poco, pero lue-
go recuerda que a su padre Miércoles también le gusta-
En medio de su sueño de bella durmiente lo llama Jue- ban, ese que murió a manos despiadadas de un Lunes
ves, su novia, le dice cosas lindas por el teléfono, que Festivo, entonces llora mucho, regresa la depresión. Va
hacen sonrojar a Domingo, cosas como que es muy al baño para llorar aún más, mientras se llena la boca de
blanco como la nieve que tanto le gusta ver caer en pastillas para dormir y no tener que llorar por un rato,
invierno, que sus ojos son color miel y cuando los besa queda tendido en la tina del baño sudando un poquito,
siente dulzor en su boca, que su pelo es largo y ondu- esperando que pase el día y despertar el lunes para se-
lado y se siente abrigada al tocarlo con sus manos, que guir con la misma rutina.
sus pecas en la espalda la hacen sentir viajando en me-
dio de una constelación cuando lo abraza. Todas esas
palabras hacen sentir bien a Domingo.
117
Nuevas voces
Huellas
No sentí nada. Finalmente hoy llevé a cabo mi plan. Llevaba más de dos meses pensando en esto, no crean
que fue una acción desmedida y apresurada. Y hoy
No me mal entiendan, ya estaba lista para comenzar cuando finalmente lo vi tirado en el suelo, inmóvil, sin
con lo que había estado planeando por varias sema- vida, sentí un gran alivio dentro de mí. Volví a mirar
nas. Todo estaba, hasta el más mínimo detalle calcula- para asegurarme de lo que había hecho. “Sí, ya está
do, así que nada podía salir mal. Todo lo que necesité hecho”, me dije a mí misma. En ese momento, de la co-
pensar fue que hoy sería un día normal, uno como misura de mi labio se apresuraba a salir una pequeña
cualquier otro, es decir, soy una simple camarera de sonrisa, pero la detuve antes de que se asomara. Tomé
medio tiempo en un pequeño restaurante que queda mis cosas y salí lo más rápido que pude, pues ya iba
en la esquina de la calle séptima. Tengo unos cuantos tarde a clase de antropología y lo que menos quería
amigos, pero nada profundo. Nunca me ha gustado era que mi profesor, al ver que llegaba tarde, me pre-
ser esa chica popular de miles de amigos en sus redes guntara sobre lo que fuese que estuviese diciendo. Esa
sociales ni ser aquella a quien todos admiran por su era mi peor clase. Recuerdo que la matriculé porque
belleza o por la ropa que usa. Por supuesto que me era la única que se ajustaba a mi horario de camarera
relaciono con mis compañeros, pero nada tan íntimo y estudiante. Ahora me doy cuenta de que hubiese sido
o personal para considerarlo una amistad. Luego de mejor atrasarme y haber cogido una mejor optativa
terminar mi turno sirviendo platos, recogiendo pedi- que haber matriculado esa clase con el señor Andrew.
dos, aguantándome las exigencias de los clientes y a Era un viejo que esperó toda su vida alcanzar la fama,
los hombres tratando de conquistarme porque, claro, pero todo lo que alcanzó fue estar en el periódico Euro
siempre hay por lo menos uno que cree que con lan- Mundo Global, solo porque su esposa resultó ser una
zar un piropo de mal gusto me hará caer rendida a sus contrabandista asociada con la familia Lodge y aho-
brazos. Después de toda una mañana de pie y con los ra ella está en la cárcel, fue un gran escándalo. Cuan-
brazos cansados, me quito el delantal y tomo un bus do llegué, me senté en la última fila, Andrew estaba
que me deja en la avenida de América, camino dos ca- hablando algo relacionado con homínidos. No podía
lles más arriba y llego a la universidad. concentrarme, únicamente pensaba en lo que recién
había hecho.
Tengo claro que no soy una persona que llama mucho
la atención. Hoy llegué un poco más tarde y al parecer Todo comenzó hace tres meses, era septiembre. Ese
nadie lo notó, nadie sospechó nada. Puedo pasar des- día había salido mucho más temprano de lo usual de
apercibida con facilidad y eso fue mi punto a favor. mi turno en el restaurante. Así que aproveché para lle-
118
gar a un pequeño puesto de pastelería que había tres que no podría soportar ser notada y descubierta. Así
calles más arriba. Era un puesto muy bonito y ameno que una noche en la que tampoco lograba conciliar el
y llevaba mucho tiempo queriendo probar el postre de sueño me levanté de la cama, fui al baño y prendí el
la casa, pero nunca tenía el tiempo para pasarme por foco para mirarme en el espejo. Me dije en ese momen-
allí, para sentarme y disfrutar del postre junto con un to: “Debes hacerlo”. A partir de allí todo lo que recuer-
descafeinado. Avisé a mi jefe que ya había terminado do fue llevar lo más normal posible toda la situación,
de acomodar los platos en el estante, me quité el de- mientras más calmada estuviese menos sospecharían,
lantal y tomé mi camino para llegar a Mamá Framboi- mientras siguiera con la misma rutina nadie se daría
se, así se llama la pastelería. Iba de camino y pensaba cuenta. Margaret y mi jefe ya no me preguntaban qué
en que al fin probaría el postre de la casa, cuando al tenía, así que al parecer todo estaba funcionando. Una
pasar por la galería Marlborough lo vi. Las puertas de tarde, luego de que me cancelaran una clase, compré
la galería eran transparentes así que podía ver perfec- todo lo que necesitaba. Lo único que me faltaba era fi-
tamente lo que reflejaba y había dentro. Tuve que dete- jar el día y el lugar en donde lo mataría.
nerme y asegurarme que realmente estaba allí.
Finalmente, esta mañana, como de costumbre me
Estaba allí como si nada, pero sólo yo sabía lo que real- levanté a las 6:00 am, me bañé, me vestí, desayuné y
mente era y era la única que lo percibía, al parecer el tomé mi camino hacia mi trabajo. Aunque el restau-
resto de la gente seguía su curso normal. Sin embargo, rante donde trabajo sirve desayunos, al ser invierno
yo lo conocía, yo sabía por qué estaba de vuelta y úni- nos desocupábamos temprano, ya que la gente para
camente yo podía detenerlo. Me acerqué un poco más estas fechas prefiere desayunar en casa que salir con
a la puerta para estar completamente segura de lo que todo el frío que hace. Así que durante estos días tengo
estaba viendo, no quería equivocarme. Estaba de vuel- dos horas de sobra entre el término de mi turno y el
ta y sabía que era la oportunidad perfecta para hacer comienzo de mis clases. Todo marchaba bien, en in-
algo al respecto. vierno la gente no sale mucho, solo se enfocan en lo
que deben hacer para luego llegar a casa y poder es-
Y fue allí que me vino la idea. “Debes matarlo”, fue lo tar calientes y resguardados. Salí del restaurante y fui
primero que pensé. Salí corriendo, me olvidé de Mamá hasta mi apartamento para tomar lo que había com-
Framboise y empecé a caminar sin rumbo alguno. prado, ya sabía con exactitud dónde acabaría con él y
“Debes aniquilarlo, recuerda que se lo merece”, era dónde dejar la evidencia.
todo lo que pensaba. Pero no tenía las fuerzas, no era
capaz y me dije en ese momento que era una locura. A partir de allí todo pasó muy rápido, sentía que no
Para cuando me di cuenta, había dejado pasar las tres pensaba con claridad las cosas, me sentía fuera de mí
horas que tenía de sobra y debía tomar el bus si quería hasta que ocurrió. Allí estaba tirado en el piso, pensé
llegar a tiempo a clases. En el camino hacia a la uni- que luego de hacerlo tendría algún remordimiento,
versidad mi ansiedad bajó, pude concentrarme en el pero no sentía nada. Me sentía aliviada e incluso pen-
resto de día y creí que esa idea de la mañana era por la sé que fue lo mejor que pude hacer. Ahora volvería a
impresión que me causó verlo de nuevo aquí. Sin em- dormir en paz por las noches. Recogí todo y aunque
bargo, no fue así, esa noche no pude dormir. De nuevo pensé que llegaría muy tarde a clases, llegué justo a
llegó a mi cabeza la idea: “Debes matarlo”, era todo lo tiempo. Como hoy es miércoles, mi primera clase era
que pensaba. No me podía concentrar, tanto así, que antropología. Estaba sentada al final del salón, todo
un día mi jefe me preguntó qué tenía, pues me había había salido a la perfección, nadie sospechaba nada,
visto preocupada. Margaret, quien estaba conmigo en nadie me preguntaba nada. Sólo yo sabía lo que había
varias clases, llegó a preguntarme lo mismo. Lo menos hecho y podía vivir con eso. Luego de una hora, cuan-
que quería era que los demás se dieran cuenta, no que- do la clase se había terminado y me levanto para ir a
ría llamar la atención, que nadie supiese lo que estaba la siguiente clase, desde el fondo del salón el profesor
pensando. Fueron varias semanas en las que no podía Andrew me dice: “¡Alicia! Finalmente te cortaste el ca-
dormir y por más que intentara no pensar en eso, más bello, qué bueno que te deshiciste de esas puntas color
lo pensaba y más me atormentaba. verde”.
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Nuevas voces
Huellas
Lo suelen llamar Somnus, aunque su nombre real es Desde que tengo uso de razón, tampoco se ha oído
Elia, creador y “Dios” del planeta E657. Desde el prin- de un nuevo nacimiento. La gente no se reproduce. A
cipio, Somnus ha sido nuestro líder; él no es un simple pesar de que en los libros se explica cómo hacerlo, lo
ser humano, y es más una colectividad que un indivi- cierto es que nunca pasa, y nadie se pregunta por qué.
duo. Nadie nunca lo ha visto, pero tampoco dudan de Es que realmente no nos interesa.
su existencia.
Yo, por ejemplo, tengo 9 años desde el día en que nací.
Es una historia complicada, difícil de entender para Conozco la magnitud física del tiempo, el segundo
“esos” que no viven en el planeta. como su unidad básica, sé lo que implica la palabra
“año” porque sé que yo tengo 9 años. Pero, también sé
“Esos” es el calificativo que eligió Somnus para los ex- que existo desde hace más de 9 años.
tranjeros. Y es que, para ser un Dios que nadie conoce,
tiene gran influencia en nuestras decisiones. Se come “Esos” cuestionarían mi cordura al escucharme hablar
lo que a Somnus le parece nutritivo, se estudia lo que así, se preguntarían cómo es posible esto que acabo de
Somnus considera valioso. Mi nombre lo eligió Som- explicar. Pero como ya dije, cuestionarse es un asunto
nus, de hecho. Pero esa es una historia para otro día. de “esos”, a nosotros no nos interesa.
En el planeta E657, los habitantes viven en un sueño En el planeta E657 tienes la capacidad de cuestionar-
constante. Los eventos pasan, los encuentros se dan, el lo todo, el conocimiento para entender la ausencia de
alimento existe, los sentimientos afloran. Pero nadie normalidad. No obstante, también tienes el poder de
sabe cómo pasa; y cuando despiertas al día siguiente, ignorarlo, y sólo seguir existiendo.
no puedes afirmar que aquello haya sido real.
Sabes que algo en este mundo es raro, no te importa,
Somos 657 personas viviendo en un planeta de 657 mi- sigues viviendo.
llas de radio. La muerte es una leyenda que hace siglos
no se experimenta, una historia de terror para asustar Así es la vida cotidiana en el planeta E657.
a los niños: “Si no te portas bien, puede que te mueras”.
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