Agamben sostenía que ser contemporáneo consistía en estar conscientes de que existe una luz
y una oscuridad en el tiempo propio del sujeto, que la búsqueda de la oscuridad en vez de la
luminosidad era una característica primordial para un contemporáneo, además de la búsqueda
de no encajar perfectamente a las formas establecidas por la época porque justamente por ello
no puede ver o no puede mantener la mirada fija en ello.
Pero antes es importante reconocer esta oscuridad para así poder encontrar sus debilidades y
lograr vencerla, es lo primordial en el arte de la guerra: “conocer al enemigo”. El enemigo
público, que merma y reduce el avance de una sociedad que debería tener un crecimiento
constante y sostenible en todo aspecto, apoyado por las diferentes esferas. Entonces si
hablamos de oscuridad, necesariamente debe surgir la idea de luz, luminosidad (propiedad física
o tipo de energía que emiten los cuerpos luminosos, en este caso es metafórico), es conocido
por “consciencia universal” (o quizás por mera especulación, o respuesta rápida al estímulo) que
la luz es lo opuesto a la oscuridad, que lo luminoso combate a lo siniestro (que a su vez suelen
asociarlo a lo oscuro), etc. Lo cierto es que la identificación de la debilidad de esta oscuridad
puede brindarnos ideas y planes para vencerlo, buscar y encontrar (primordialmente) la luz al
final del túnel.
Las reacciones de las personas ante lo oscuro son generalmente de aversión y rechazo, pero ¿no
es mejor tener al enemigo cerca? En ciertos casos, sí, es totalmente necesario porque en la
búsqueda de sus puntos flacos, este proceso se puede acelerar si lo vigilas constantemente y si
se logra notar los patrones de acción. Ahora, Agamben hace mención a las galaxias infinitas que
constantemente están en movimiento, aquellas que tienen su luz y que al estar tan alejadas de
nosotros ni siquiera esta puede hacerle frente, esta metáfora hace referencia a que ser
contemporáneo no significa que se deba estar en sincronía con la época, por el contrario se
busca la anticipación, el alejamiento en el sentido del progreso, a lo que algunos suelen llamar
un “fuera de época”, aquel cuyos pensamientos, acciones y emociones no van de acuerdo con
el tiempo en el que vive, esa disincronía es signo de avance, un pensamiento acelerado y con
poca relación a lo supuestamente actual, lo que la mayoría de individuos consideraría lo
correcto. Lo contemporáneo es lo Intempestivo, el significado de esta palabra no es más que lo
que ocurre fuera de tiempo, lo asincrónico, lo que no corresponde a lo actual y que puede
resultar desconocido y genera desconcierto en quienes simplemente se limitan a vivir de
acuerdo con las formas establecidas en su era.
Pero ¿Qué podemos considerar como luz y oscuridad en nuestra era, en pleno siglo XXI? Pues
hay mucho que se puede identificar y analizar, un ejemplo un tanto ‘manoseado’, de coyuntura
actual, que si he de ponerle un título improvisado sería “¿El Capitalismo es negativo?” (sí, una
pregunta), en tiempos actuales el país industrializado es quien se lleva los recursos del país que
no cuenta con dicha cualidad, la paradoja del norte y el sur, que en el primero se encuentran las
potencias que han desarrollado todo su potencial debido a que encontraron en sociedades
emergentes y poco avanzadas tecnológicamente una mina de oro la cual explotar, invertir y
disfrazar sus acciones como “pro-desarrollo”. El mayor desarrollo económico y social (en este
último caso hay excepciones) se da en el hemisferio norte, cuyos países son los más ricos y
avanzados, cuya calidad de vida y educación representan la élite, la pobreza casi no existe (y es
posible que en algún momento deje de existir en su totalidad) y las divisas provenientes de las
inversiones en el sur engordan aún más las arcas descaradas de los capitalistas.
En países tropicales, la deforestación es la punta del iceberg ya que solo es el primer eslabón en
un largo flujo de procesos que tiene como fin el monocultivo, tan destructivo como la
contaminación por el hecho de contribuir a la destrucción de los pulmones del planeta como
son los bosques. El hombre en sus ansias de acaparar más y más dinero pierde el sentido de
empatía hacia su semejante y el que no lo es.
De esto trata la oscuridad en este ejemplo del capitalismo, obviamente donde hay oscuridad
también hay luz y no es un hecho que todo sea malo, quizás se muestra más lo negativo o tal
vez quienes lo ejercen lo hacen de manera incorrecta, lo cierto es que es una realidad y que vivir
pensando que es lo que toca hacer es no tener la mirada fija en él, es no ser un contemporáneo,
porque no se está viendo el problema, no se percata de la oscuridad, y para poder encontrar la
solución a esta oscuridad hay que romper esquemas y pensar de manera distinta, no se trata de
apagar el fuego con agua, es una solución, sí, pero no es la única y es la que la mayoría de
individuos tiende a escoger y eso es lo que los limita a no ser anacrónico, siempre habrá temor
a lo desconocido, es muy humano sentir eso pero lo que más (pienso yo) no puede hacer más
humanos es pensar, innovar y ejecutar en favor de todo lo que conocemos, porque la vida es
corta y entre sentarnos y mirar debemos escoger pensar y actuar.
Agamben también dice que percibir en la oscuridad del presente la luz que busca alcanzarnos y
no puede hacerlo, significa también ser contemporáneo. Es decir, las ideas que poco a poco van
surgiendo, mejorando las previas en favor del desarrollo en medio de una anacronía van a
terminar en algún momento convergiendo en una idea suprema, en la luz que ilumine toda la
oscuridad de los tiempos actuales, esto puede ser extrapolado al momento actual que vive la
sociedad peruana en el ámbito político y social, al parecer ya no hay diferencia entre los
crímenes que se comenten en ambas esferas.
Empezando por la política los casos de corrupción son el pan de cada día, el ciudadano de a pie,
desayuna política corrupta, almuerza y cena lo mismo, esta asqueado del momento que
atraviesa el país (a mi parecer es una crisis que no se reconoce aún cómo tal), pero ¿qué hace
por contribuir a la solución aparte de solo renegar de ello? Es una gran pregunta, muchos se
quejan y lanzan improperios, pero ello no aporta, reconocen la oscuridad, pero siguen
rigiéndose a las formas, no hay un análisis concreto de las debilidades de esta lacra que ha hecho
de la democracia parte de su fundamento cínico que no es más que un insulto al ciudadano
honesto que cree en la democracia. La solución a este enorme problema no ha de ser simple,
no es cuestión de decir a la cárcel los corruptos y que viva la democracia, no, no es tan siempre,
requiere de un análisis minucioso y detallado que no muestre el camino por el cual las
instituciones que deben impartir justicia lo hagan no porque deban sino porque es su obligación,
no cabe la posibilidad de que una bancada de un partido político y una eterna candidata
(corrupta al mango, no queda mucho para que caiga) quieran manipular a su antojo el sistema
judicial del país, imponiendo a sus lacayos tan o más asquerosos que sus propios líderes que no
hacen más que desangrar las venas de una sociedad a punto de caer rendida. La justicia debe
ser igual para todos, el deber debe anteponerse al beneficio propio, y el deber es de señalar y
culpar a los corruptos y desarmar las mafias adheridas como garrapatas.
En lo social, la oscuridad no es muy diferente, no hay un margen tan amplio entre uno y otro, el
ciudadano sigue (y al parecer seguirá) levantándose cada mañana pensando en que puede ser
el último, porque no hay seguridad que te haga notar o percibir que estás seguro en cualquier
lugar, las poblaciones vulnerables son las más afectadas con estos problemas, no importa la
localización geográfica, siempre se repite (a escala pero se repite), siempre las mismas
modalidades de deterioro social, siempre asesinatos, robos, cogoteos, violaciones, violencia,
etc. Niños y mujeres son quienes más pagan los resultados de una educación otrora deficiente,
incompleta y lamentablemente tercermundista, que, aunque cueste creer aún sigue viendo al
hombre como el centro, como el único acreedor a un poder que él mismo crea, dicho exceso de
ese pensamiento causa ello, este tema ha sido muy tocado.
El acceso de las personas a una salud de calidad también constituye un problema social grave,
el sistema de salud es ineficiente, no abarca la totalidad de personas que la solicitan, las colas
son eternas, la atención es pésima, y ni que decir del acceso a la educación. Estos dos últimos
problemas forman parte de la oscuridad del estado, la falta de preocupación, el nulo criterio al
momento de evaluar lo que ambos necesitan contribuyen a que anualmente se agrave el
problema, la finalidad siempre será buscar la luz adentrándonos en la sombra, conocer al
enemigo y derribarlo al conocer sus debilidades.