REPOLITIZAR LA VIDA Reflexiones acerca del libro "La reacción. Derecha e incorrección política en Uruguay", del colectivo ENTRE. Soledad Castro Lazaroff
Primero lo primero: hay algo contundentemente feliz y vital en la salida de este
libro. Su sola existencia recupera un pasado en el que la militancia social encontraba lugares desde donde producir conocimiento sin pedir tanto permiso, sin tener que renunciar a una mirada políítica situada; es decir, sin conceder espacio a una supuesta objetividad para poder hablar y expresarse. Esa condicioí n es una de sus fortalezas; no solo por la honestidad de explicitar su lugar de enunciacioí n sino porque es una falacia suponer que existen textos vinculados con las ciencias sociales o las humanidades vacííos de posicioí n: toda escritura que propone una lectura políítica, críítica o incluso descriptiva de la realidad contiene pertenencias ideoloí gicas maí s o menos explíícitas. Asíí que celebremos: este es un libro que se asume, ya desde su tíítulo -por contraposicioí n- como de izquierda. Su forma textual estaí relacionada con el ensayo, geí nero latinoamericano por excelencia que Rita Segato, entre otros autores del pensamiento decolonial, contraponen al paper del norte, tan amado y asumido acrííticamente por gran parte de la academia. Le pese a quien le pese, la historia del pensamiento uruguayo estaí relacionada de forma ííntima con este geí nero literario y con la investigacioí n independiente y autodidacta: maí s allaí de la editorial Estuario, no hay detraí s de este libro instituciones que funcionen como aval o respaldo para decir lo que se dice, para justificar la accioí n de tomar la palabra. La palabra políítica no se pide, se arrebata: Entre es un colectivo que pertenece a la sociedad civil organizada y desde su lugar ciudadano asume su derecho de expresioí n con todo el riesgo que eso implica para un ambiente intelectual como el nuestro, cuya hegemoníía cultural -el libro se encarga de demostrarlo muy bien- estaí muy lejos de ser de izquierda. Ademaí s, a pesar de establecer categorizaciones maí s o menos claí sicas, su loí gica expresiva estaí alejada de una mirada partidaria: se permite un extranñ amiento que solo resulta posible desde una condicioí n de independencia. Si asumimos, con el marxismo, que los discursos estaí n afectados por sus realidades materiales de produccioí n, la autogestioí n aparece aquíí como la gran posibilitadora de un tipo disruptivo de distancia críítica que interpela, sin concesiones, a lectores afines a cualquier partido. Porque si el ensayo claí sico estaí signado por el deseo de construir, de forma sostenida, una intelectualidad individual que encuentre su potencia en la idea de "firma" -entendiendo, de manera personalista, que la construccioí n popular, experiencial, del conocimiento, es plausible de ser mediada por una sola persona-, este libro toma otro camino: entiende que ya no solo importa queí se dice sino tambieí n quieí n dice, quieí n enuncia. Los integrantes de Entre saben que la funcioí n autor de un texto tiene un significado, y a partir de esa conciencia deciden diluir su simbolismo de corporalidad uí nica para convertirlo en un ser colectivo; no se trata, entonces, de una serie de artíículos con distintas firmas sino de una autoríía compartida. Ese respaldo, ese "nosotros" que surge de armar juntos algo que supera las ambiciones personales, funciona en el texto como un recordatorio alegre y aliviador, de manera parecida a aquellos juegos de infancia donde decííamos "fulanito, menganito y yo contra todos los que vengan", o quizaí s el lazaroffiano "el uí ltimo libra a todos". UN TEMA DIFÍCIL. La primera parte del libro se llama "La historia de la derecha uruguaya" e intenta definir de queí se trata esa categoríía para observar su evolucioí n trazando una líínea de continuidad que comienza en el uí ltimo cuarto del siglo XVIII y llega hasta el presente. El desarrollo argumental se despliega en dos direcciones: a veces avanza, veloz, por el tiempo histoí rico -llamareí a esa la líínea horizontal del texto- y otras veces se dedica a conceptualizar los puntos de partida de sus afirmaciones -esa seraí la líínea vertical-. En la dimensioí n que se detiene a pensar y repensarse, una de las estrategias retoí ricas consiste en estimular el pensamiento críítico partiendo de ciertas preguntas; otra implica presuponer dicotomíías presentes en nuestro sentido comuí n para desarmarlas con paciencia, lentamente. El texto parece anticiparse a nuestras resistencias; es como si supiera, cuando hace un planteo, lo que le vamos a responder, entonces contra nuestro posible argumento esgrime una respuesta, y acerca de la siguiente contradiccioí n tiene para decir esta otra cosa, y asíí. Se nota la huella de la oralidad, del diaí logo, de la experiencia de pensar entre otros, con otros. La forma textual de este libro es muy interesante: su caí lida y convocante claridad no pierde profundidad conceptual pero, a la vez, se posiciona como un discurso popular, plausible de ser comprendido por lectores no especializados. En la dimensioí n horizontal, sorprende el ritmo; resulta impresionante asistir al modo en que la maí quina de la derecha se reproduce en el espacio y en el tiempo, reinventaí ndose como si fuera un pulpo, un monstruo de mil cabezas que se manifiesta en diferentes aí mbitos. Sus mecanismos de accioí n no solo se enuncian teoí ricamente sino que se demuestran, como si se tratara de un texto periodíístico: estaí n los nombres de los creadores y perpetuadores del liberalismo y el neoliberalismo en el mundo y en el Uruguay, y los nombres de las instituciones a las que son leales. Tambieí n se evidencian las conexiones familiares, empresariales, intelectuales y polííticas gracias a las que esas personas determinadas despliegan su poder en aí reas tan vastas como la economíía, la salud, la educacioí n, la seguridad, los medios de comunicacioí n y un largo etceí tera. Es un texto valiente, que logra denunciar tanto los viejos como los nuevos procedimientos de modificacioí n estrateí gica de la subjetividad social y expone los intereses polííticos y econoí micos en juego, volviendo visible lo naturalizado y tomaí ndose el trabajo real de definir al enemigo. En ese decir desde la izquierda "sin pelos en la lengua" radica su potencial caraí cter pedagoí gico, porque su relato contrahegemoí nico cuenta con la suficiente sencillez como para convertirse en una valija de herramientas para provocar, estimular y, por queí no, ganar discusiones polííticas, pero siempre en el entendido de que lo que se disputa al intentar despertar deseo, seducir o convencer a los demaí s, es mucho maí s grande que el mero acto de conseguir un voto electoral. MICROPOLÍTICA. La segunda parte se llama "Incorreccioí n políítica y reaccioí n contemporaí nea" y sustituye la dimensioí n horizontal, cronoloí gica, por un orden temaí tico situado en el presente. Desmenuza el discurso que sostiene la reaccioí n y disecciona -otra vez, despacio y con paciencia- los distintos puntos de apoyo de la nocioí n de "incorreccioí n políítica". Dentro de ese procedimiento, se destaca especialmente el trabajo sobre dos aí reas conceptuales: el cinismo y el humor. Y es en esa decisioí n, la de poner el foco sobre la dimensioí n de la subjetividad, donde encuentro la cercaníía maí s grande con el cuerpo de conocimiento feminista. De hecho, en la narrativa sobre la derecha es, sobre todo, la categoríía de clase la que marca el camino; no hay una exposicioí n clara del patriarcado como orden de poder baí sico, previo al capitalismo, y si bien se habla del disciplinamiento de los cuerpos no se establece un eje claro que remita al caraí cter colonial de la categoríía de geí nero desde el que se pueda, por ejemplo, explicar por queí quienes arman la trama del poder neoliberal son, en su inmensa mayoríía, varones, o coí mo las ritualidades del matrimonio y la familia son sustanciales para asegurar la concentracioí n y acumulacioí n del capital. Pero en el gesto de otorgar una atencioí n especial a la condicioí n de malestar que define nuestras interioridades; en la voluntad desesperada pero tambieí n curiosa, atrevida, de comprender los efectos que tiene la despolitizacioí n de la vida en lo personal, el libro opera desde loí gicas afines a los meí todos de investigacioí n de los feminismos latinoamericanos, que suelen enunciar anaí lisis colectivos que contemplan la afectividad, las problemaí ticas vinculares, la necesidad de construir sentidos de comunidad que sirvan para desmantelar las formas maí s o menos sutiles de violencia, apatíía, indiferencia y odio que nos rodean. DE GENERACIONES. Es muy hermoso que Entre se haya animado a problematizar desde la políítica (¡al fin!) no solo a Petinatti y a su fondo conservador, maí s vox poí puli para el progresismo, sino tambieí n a Carlos Tanco y a su personaje Darwin Desbocatti; que haya podido historizar, sin miedo, el papel destructor para el tejido social de izquierda que tuvo cierto cinismo vinculado a la contracultura de los ochenta y los noventa, todavíía idealizado por gran parte de la juventud uruguaya; que ilustre con dibujos el danñ o que producen los mandatos de masculinidad; que se le pare tan fuerte a la idea de "buenismo de izquierda" para responder con una altura moral otra, contundente pero muy lejana de la soberbia. Pero sobre todo, queí importante su demostracioí n de que el lenguaje de la políítica puede ser, tambieí n, apropiado por una generacioí n de izquierda independiente que ya estaí harta de pensarse derrotada, que ya no quiere maí s cinismo y melancolíía, que estaí dispuesta a la ingenuidad y la equivocacioí n, pero no maí s a la resignacioí n. Aquíí el final: "Quien esté de acuerdo con la narración y los argumentos expuestos (....) puede, también, convencerse de que es necesario vivir de otra manera, contagiar a otres y largarse a hacer cosas con ellos, sabiendo que la única forma de comprobar que otro mundo es posible es haciéndolo." Estaí claro: si la políítica estaí viva, la reaccioí n tiembla.