EL AMOR

El paradigma del masón aparece en muchos trasados como un sentimiento a sembrarse

en el ser humano que ha sido iniciado en la masoneria.
Por supuesto que depende de qué entendamos por amor, pero el templo está repleto
de alegorías al respecto que son recurrentes por ejemplo la escuadra viril y el compás
femenino, que hasta que hemos terminado de trabajar, los alejamos. Ni qué decir del
Libro de la Ley que empleamos en nuestra Log:., que está repleto de historias de amor,
de sacrificios, devoción, virtud, sufrimiento y fecundidad.
Los tres escalones, Sabiduría, Belleza y Candor, en muchas logias aparecen como
Sabiduría, Belleza y Amor. Fe, Esperanza y Caridad, pero aparece constantemente
como fe, esperanza y amor. Los pares de opuestos, el piso de la Log:., dan fe de lo
mismo. Amar es convertir una teñida en un acercamiento entre seres distantes para
conseguir multiplicar el amor que nos hace fuertes y unidos en fraternidad.
El amor es el acto más libre y por lo tanto, más humano de nuestro ser; el más profundo,
porque compromete la intimidad de la persona y es más integral, porque abarca todo
nuestro ser. Se da y recibe, una persona, una vida, etc. Y porque es entrega de personas
no admite tercero, es exclusiva.
Intercambio o diálogo de existencias que incluye respeto mutuo y comprensión; por eso,
perfecciona, enriquece, promueve, hace felices. Un dar que implica salirse de sí, que
implica generosidad y, al mismo tiempo, un recibir que requiere apertura y comprensión.
No es una cosa impersonal,un objeto de posesión o dominio.
Es encuentro, entrega amorosa y aceptación comprensiva. Exige pues, sinceridad y
confianza mutua, en cuyo seno se obra la intimidad personal. La armonía, fruto de la
comprensión, hace alegre el sacrificio generoso y enriquece progresivamente. Tantos
atributos del amor humano exigen honestidad, vale decir, fidelidad con la persona. Así
el amor, engrandece, no esclaviza; promueve al hombre. Es por esta causa que la vida
siempre ha sido dura y difícil para aquellos espíritus selectos en los cuales reina el amor
y la conciencia.
La idea del amor es llegar a un punto donde el iniciado tenga el bien de tener un amor
sincero el cual lleve a una relación y lo lleve a engendrar una alta conciencia y virtudes.
El magnetismo es el que produce la atracción sexual y el “enamoramiento”, y esto es lo
que representa el símbolo de Eros o Cupido. Es a causa de esto, que muchos supuestos
enamoramientos terminan en forma repentina al producirse la descarga magnética ya
que el amor en su vulgar manifestación es solamente una embriaguez o saturación de
magnetismo etérico. Por supuesto que esto no es el verdadero amor, solamente es una
condensación magnética. El amor como tal tiene una trascendencia más allá del plano
astral y es duradero se busca un ágape, aunque también tiene ciertas vibraciones no se
asemejan a este tipo de amor.
En la antigüedad se creía que se tenia varios tipos de amor los cuales describimos a
continuación:
EROS

Un amor intenso, carnal y generalmente efímero. Algo tiene que ver con la idealización
del momento, detonado por la pasión y el impulso del deseo carnal. El eros es en
esencia sexual. Es el motor básico del sexo casual y las infidelidades. Bien canalizado,
lo cual es muy difícil de lograr, puede conllevar bondades místicos y espirituales.

STORGÉ

Un amor fraternal, comprometido y duradero. Generalmente este se cultiva a lo largo

del tiempo y en muchos casos implica una relación filial o una coincidencia añeja con
alguien más. Hasta cierto punto es el epítome de la relación empática, un sentimiento
protector y que detona la lealtad.
PHILIA

Solidaridad, hermandad y amor por el prójimo, son algunos de las premisas

fundamentales de este tipo de amor. Es la máxima expresión amorosa frente a la
otredad en general y con frecuencia la philia sirve como motor para que un individuo
busque el bien común (desdoblándose en aspectos como el respeto, la gentileza y la
cooperación).
ÁGAPE

Se refiere a la frecuencia más profunda del amor. Su vehículo es la pureza, la

incondicionalidad e incluso la devoción. Esta forma de amor es universal, como el amor
por una deidad, por la naturaleza o por la humanidad completa. El profesar este tipo de
amor suele enriquecer a la persona y quizá sea parte de la esencia misma del ser
humano, aunque a veces quede sepultada.
Como criterio personal se puede ver que el amor es el que da movimiento a ciertas
cosas ya sea que lo tomemos como energía o como magnetismo, pero nos debe llevar
a trascender el plano que nos encontramos.
Los masones tenemos el deber de generar este amor en su más alto punto, ya que
entendemos todas los puntos que debería de tener este sentimiento. Y así poder traer
al mundo personas engendradas con amor y de un alto grado de conciencia.

De la unión total del hombre y de la mujer, en todas las áreas materiales y

morales, es de la que saldrá la sociedad ideal y por cuya organización tiene
que trabajar la masonería mixta. (Citado por Charpentier).