EL MERCADER DE VENECIA
AUTORES:
DOCENTE:
PIURA, PERÚ
Septiembre, 2019
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PRESENTACIÓN
A lo largo de la historia se han conocido un sinnúmero de obras literarias que tienen una
estrecha relación en el ámbito jurídico, una de ellas es El Mercader de Venecia de William
Shakespeare, es por ello que en este informe se desarrollarán principalmente dos instituciones
jurídicas identificadas en la obra: el contrato y la sucesión.
En el primer punto veremos un resumen de la obra para contextualizar los hechos y haciendo
énfasis en las situaciones jurídicas. Luego se presentará una definición de dichas instituciones
y las controversias que se generan en la obra con respecto a ellas. Después se contextualizará
socialmente éstas figuras. Posteriormente, génesis y evolución de las instituciones a través
de las diferentes etapas de la historia. Finalmente, éstas figuras jurídicas en el sistema actual
peruano.
Cabe resaltar que una de las mayores limitaciones en este informe es que las instituciones
jurídicas no se desarrollarán a profundidad, ya que los encargados pertenecen al segundo
ciclo de la carrera de Derecho, teniendo menos conceptos teórico-pragmático acerca de las
instituciones.
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OBJETIVOS
El presente trabajo tiene como objetivo dar a conocer cuáles son las controversias
más relevantes de esta novela al igual que presentar las instituciones jurídicas
utilizadas por el autor.
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INDICE
CONCLUSIONES ........................................................................................................................... 35
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ANÁLISI JURÍDICO DE LA OBRA LITERARIA: EL MERCADER DE VENECIA
I RESUMEN DE LA OBRA
El mercader de Venecia es una obra teatral escrita por William Shakespeare en los años 1594
y 1598 publica en el año 1600, es una obra en la cual se evidencia la existencia de una
extraordinaria relación jurídico literaria; en primera instancia, por los personajes principales
y secundarios, (Shylock, Antonio, Basanio, Porcia, Salanio, Salarino, Graciano, Salerio,
Nerissa, Jessica, etc.); en segunda instancia, por el contexto en que se desarrolla esta obra
jurídico teatral que es Venecia ciudad portuaria de mercaderes y en el Tribunal de Venecia;
y en tercera instancia, por el nivel socioeconómico de los personajes, es decir, porque varios
de estos personajes gozan de reconocimiento social y prestigio económico.
Venecia es una ciudad portuaria, fundada hacia mediados del Siglo v, d. C., levantada sobre
pequeñas islas del mar Adriático, rodeada de lagunas. En sus orígenes fue una ciudad-estado,
que gozó durante varios siglos de soberanía y fortuna, toda vez que poseía un pujante imperio
marítimo. Su historia, así como su fotografía y arquitectura, es maravillosa en detalles,
originalidad y belleza, son apasionantes sus relatos como sus imágenes. (Crespo, 2013)
Basanio es un noble ciudadano de Venecia que se encontraba muy enamorado de una bella
y rica heredera de la ciudad de Belmot, llamada Porcia. Pretende ir al lugar y competir junto
al resto de pretendientes de Porcia para merecer su amor y participar en el juego de las tres
cajas de oro, plata y plomo, y de esta manera hacer la elección correcta para obtener su mano
y de paso su fortuna, para que esto suceda Basanio debe mostrar la figura de un hombre
adinerado y de buena posición económica. Pero lamentablemente no contaba con los recursos
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suficientes para hacerlo, es por ello que le pide a su amigo Antonio que le haga un préstamo
de 30 mil ducados.
Antonio es un mercader rico, generoso, exitoso y cuyos negocios mercantiles los realiza en
lejanas tierras, utilizando sus navíos, lo que le produce grandes dividendos o ganancias
económicas; pero irónicamente la fortuna y la riqueza no son suficientes y en esos momentos
no cuenta con lo suficiente para ayudar a su amigo, al manifestarle a Basanio que no podrá
ayudarlo porque toda su riqueza se encuentra en el mar lo autoriza para que empeñe su dinero
hasta donde alcance. Y es por eso que solicitan un préstamo al viejo judío usurero llamado
Shylock, quien le presta a Basanio 3000 ducados, siempre y cuando Antonio sea el aval del
préstamo.
Shylock no era más que un viejo, judío y usurero que despreciaba a Antonio y hasta se podría
decir que lo odiaba. Es por ello que aprovechó la situación para realizar un plan perverso en
contra de Antonio diciéndole que acuda a casa de un escribano para firmar un contrato donde
se comprometa a que, si para el día acordado no había pagado, debía entregar una “libra justa
de su carne”, la cual sería cortada por el mismo Shylock, del sitio del cuerpo de Antonio que
mejor le pareciere.
Porcia no es solo una bella y rica heredera sino también es el personaje que encarna al joven
abogado, Doctor de Padua, llamado Baltasar. Tanto es así que Porcia, en pleno Tribunal de
Venecia, haciéndose pasar por el joven abogado Baltasar, y ante el pedimento de Shylock de
que se cumpla la ley y se ejecute el contrato, manifiesta que: Ninguno puede alterar la ley de
Venecia, Sería un ejemplo funesto, una causa de ruina para el Estado, es decir No debe
importar la nota de crueldad, cuando se trata de mantener al pueblo dentro de los límites de
la obediencia. Sobre este punto, en el que prevalece la importancia de cumplir y de aplicar
las leyes de Venecia como un imperativo consuetudinario propio de la ciudad-estado y de
sus costumbres mercantiles.
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Durante el juicio Shylock señala que ha jurado a su Dios el cobro de la deuda a como dé
lugar por lo cual no desistirá de su propósito de cobrar el kilo de carne del cuerpo de Antonio,
en este punto se puede evidenciar la característica manipulación de Shylock con el tribunal
y la pugna de poderes de carácter religioso entre Shylock que era judío y Antonio que era
cristiano.
El joven abogado analizó y concibió que en ese contrato se establecía que la carne debía ser
entregada al acreedor, sin embargo, al extraer la carne del cuerpo se derramaría sangre
inevitablemente, además de ocasionarse la muerte de Antonio, aspectos que no estaban
establecidos en el contrato.
Bassanio está seriamente enamorado de una bella y rica heredera llamada Porcia, “sus
ojos me han hablado más de una vez de amor” (acto I, escena I, pg. 17. “El mercader de
Venecia”) quien vivía en un lugar algo distante de Venecia llamado Belmonte. Para
conquistarla, Bassanio debía rivalizar con los otros pretendientes para merecer su amor y
participar en el juego de las tres cajas de oro, plata y plomo, y de esta manera dar con el
secreto para obtener su mano. Por esta razón, es que en este cortejo Bassanio debe demostrar
que es un hombre pudiente, que tiene hacienda y riqueza. Recitándole lo siguiente:
En Belmonte hay una rica heredera [...] Se llama Porcia [...] Todo el mundo conoce lo mucho
que vale, y vienen de apartadas orillas a pretender su mano. Los rizos, que cual áureo
vellocino pende de su sien, hacen de la quinta de Belmonte un nuevo Colcos ambicionado
por muchos Jasones. ¡Oh Antonio mío! Si yo tuviera medios para rivalizar con cualquiera de
ellos, tengo el presentimiento de que habría de salir victorioso (acto I, escena I, pg.17. “El
mercader de Venecia”)
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Y para salir victorioso, es que acude a su amigo Antonio para que le preste dinero, pero como
Antonio tiene toda su riqueza en el mar autoriza a Bassanio para que empeñe su crédito, hasta
donde alcance, aventurando toda su fortuna en pro de su amistad. Y es por esta razón, que
acuden a solicitar un préstamo al viejo judío usurero llamado Shylock, quien le presta a
Bassanio 3.000 ducados, toda vez que el fiador iba a ser Antonio.
Ahora bien, Shylock aparte de ser viejo, judío y usurero aborrecía a Antonio:
“por ser cristiano y además por el necio alarde que hace de prestar dinero sin interés, con lo
cual está arruinando la usura en Venecia. Si alguna vez cae en mis manos, yo saciaré en él
todos mis odios (acto I, escena III, pg.25. “El mercader de Venecia”)
Como se puede observar, el odio que siente Shylock por Antonio es total, visceral, se puede
2decir que lo considera su enemigo, así es que cuando se le presenta la oportunidad de develar
un plan para hacer realidad sus sentimientos adversos no dudan un instante en hacer parecer
el préstamo como un juego amistoso:
¡Y qué enojado estáis! ¿Y yo que quería granjear vuestra amistad, olvidando las afrentas que
me habéis colmado? Pienso prestaros mi dinero sin interés alguno. Ya veis que el
ofrecimiento no puede ser más generoso (acto I, escena III, pg.30. “El mercader de Venecia”)
Para sellar ese préstamo, Shylock le dice a Antonio que acuda a casa de un escribano para
firmar un contrato donde se comprometa a que, si para el día acordado no había pagado, debía
entregar una “libra justa de vuestra carne” (acto I, escena III, pg.30. “El mercader de
Venecia”), cortada por Shylock, del sitio del cuerpo de Antonio que mejor le pareciere. Este
contrato (negocio jurídico) celebrado entre el cristiano Antonio y el judío Shylock es el hilo
conductor del tejido jurídico literario de esta obra teatral, toda vez que a partir de ese negocio
jurídico se devela un proceso, una venganza privada, una vindicta pública (persecución de
los delitos por la sola razón de la justicia, en nombre de la sociedad y de las leyes e
independientemente de la satisfacción del daño de la víctima. Fuente: GARRONE, José
A., Diccionario Jurídico, Tomo IV, Ed. LexisNexis, Buenos Aires, 2005, p. 786) y la
aplicación de derecho.
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2.1.2. El derecho de sucesión aplicado por Antonio a Shilock
Espera judío. Aun así, te alcanzan las leyes. Si algún extraño atenta por medios directos o
indirectos contra la vida de un súbito veneciano, éste tiene derecho a la mitad de los bienes
del reo, y el Estado a la otra mitad. El Dux decidirá de tu vida. Es así que tú, directa o
indirectamente, has atentado contra la existencia de Antonio; luego la ley te coge de medio a
medio. Póstrate a las plantas del Dux y pídele perdón (acto IV, escena I, pg. 112. “El mercader
de Venecia”).
Ante esa situación, el Dux le perdona la vida al judío aun antes de que este se lo pida; y
Antonio manifiesta que, Si el Dux y el Tribunal le dispensan del pago de la mitad de su
fortuna al erario, yo le perdonó la otra media, con dos condiciones: la primera, que abjure de
sus errores y se haga cristiano; la segunda, que, por escritura firmada en esta misma
audiencia, destituya herederos de todo a su hija y a su yerno Lorenzo.
En esta vindicta pública, Shylock no solamente perdió su dinero, sino que también estuvo a
punto de perder la vida, pero esta pena le fue indultada y perdonada no solo por las
condiciones impuestas por el mismo Dux, sino también por las condiciones impuestas por el
mercader Antonio, como la de aprender de sus errores y la de volverse cristiano.
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si el contrato es unilateral. Es el contrato, en suma, un acuerdo de voluntades que genera
«derechos y obligaciones relativos», es decir, sólo para las partes contratantes y sus
causahabientes. Pero, además del acuerdo de voluntades, algunos contratos exigen, para
su perfección, otros hechos o actos de alcance jurídico, tales como efectuar una determinada
entrega (contratos reales), o exigen ser formalizados en documento especial (contratos
formales), de modo que, en esos casos especiales, no basta con la sola voluntad. De todos
modos, el contrato, en general, tiene una connotación patrimonial, incluso parcialmente en
aquellos celebrados en el marco del derecho de familia, y es parte de la categoría más amplia
de los negocios jurídicos. Es función elemental del contrato originar efectos jurídicos (es
decir, obligaciones exigibles), de modo que a aquella relación de sujetos que no derive
en efectos jurídicos no se le puede atribuir cualidad contractual. (wikipedia, 2019)
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III CONTEXTO SOCIAL DE LAS CONTROVERSIAS JURÍDICAS
El Mercader de Venecia es una obra que ofrece a quien la disfruta una extraña fascinación
por las aparentes y sorprendentes contradicciones que presenta.
Respecto a las fuentes del Mercader de Venecia, son múltiples, como en la mayoría de las
obras de Shakespeare, centrándonos en el juicio llevado a cabo en contra de Antonio:
EL JUICIO DE ANTONIO:
El juicio de Antonio se dio por la violación de cláusula de contrato en el cual Shylock se
sentía perjudicado, ya que Antonio se había comprometido con Shylock a saldar su deuda en
un periodo previamente determinado por las partes contractuales intervinientes.
Cabe recordar que el contrato y la cláusula fueron celebrados de forma consensual, con lo
cual Antonio no tenía forma alguna de evitar el pago de la deuda hacia su acreedor, el cual
consistía en una libra de carne de su cuerpo, cuya parte estaba a disposición de Shylock.
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3.1 ANÁLISIS SOBRE LA VALIDEZ DEL CONTRATO
Las leyes de Venecia, garantía de prosperidad comercial de la ciudad, y por ello inviolables
para el Tribunal de Justicia, y la vida de un hombre virtuoso” (Forero Reyes, 1994)
La condición del contrato debió ser ese entonces un pago de dinero superior al que se debía
en un principio, recordemos que en aquella época los contratos “llevados a cabo con
usureros” tenían esta característica.
La real academia española define a un usurero como: “Persona que saca un beneficio o
provecho muy alto en un asunto o negocio” por lo cual basándonos en esta definición no
podemos considerar que una parte del cuerpo humano pueda ser considerado de naturaleza
legal y como cláusula dentro del contrato de usura, esto conforme a lo que estipulaba el
derecho veneciano en aquella época más aún cuando dentro del juicio llevado a cabo por el
magistrado supremo de Venecia (Dux de Venecia) “Shylock demostró públicamente su odio
irracional hacia Antonio” incluso diciendo que negaba cualquier forma de compensación
económica ya que su odio hacia Antonio era superior a cualquier otra cosa, lo que lo llevo
incluso a rechazar toda persuasión del tribunal.
Durante el juicio Shylock señala que no puede justificar de una forma lógica su deseo de
extraer la carne del cuerpo de Antonio, sino que se trata meramente de un simple “deseo”, en
este deseo se encuentra implícito un derecho civil de “querer algo y no necesariamente estar
en la obligación de explicar los motivos de por qué se desea aquello” ante lo cual el
magistrado no puede obligar a Shylock a dar una respuesta lógica de por qué desea carne
como forma de pago.
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Pero Shylock, todavía quería cobrar la deuda existente y mediante todos los recursos posibles,
continuo pidiendo el pago de la deuda que tenía con Bassanio, uno de los argumentos clave
de la defensa fue que si bien es cierto el judío podía pedir que se cumpla con la cláusula
mencionada anteriormente, con el simple hecho de cumplirla este violaría a otras normas que
impiden que se dé dicho acto, es importante rescatar que existe aquí una contradicción de
normas, que el juez no tomo en cuenta al momento de escuchar los argumentos de las partes.
se hace justicia violando la ley pues Porcia en su resolución y advertencia:
Esta estrategia no debió tener validez, y Shylock debió ganar el caso, la condición impuesta
en esta sentencia es imposible bajo las leyes de la naturaleza, de la fisiología, es fácil de
demostrar que la sangre de Antonio era necesariamente complementaria a lo que él tenía
derecho, la carne; está ignorando un principio básico y esencial de las leyes que rigen los
contratos, que advierte que el derecho de realizar determinada acción que en este caso es el
cortar la libra de carne del pecho de Antonio, otorga una potestad a las consecuencias directas
y necesarias que dicho acto conlleve, que en este caso sería el derramamiento de sangre.
También se añade la insistencia de Porcia para que Shylock cortara exactamente y en un
único intento una libra exacta de carne también se considera un absurdo legal, pues todo
aquel que en conformidad con la ley tiene el derecho de tomar cierta cantidad de alguna cosa,
tiene el derecho de tomar menos si así le place,
Shylock es privado por la decisión de Porcia de sus derechos, se puede considerar correcto
que no lo haya apoyado en su intento de hacer efectivo el contrato, pero sin duda en la
sentencia en contra del judío se extralimitó y fallo a la justicia al condenarlo a renegar de su
religión, lo humilla y escarnece, en él se ve la imagen medieval de los judíos como parias de
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la sociedad, que reclaman justicia en vano, el juez ha alimentado su fe en la justicia en la que
ha confiado para recordarle que “no es más que el despreciado judío de esos tiempos, a quien
se le hace justicia defraudándolo” (Rodríguez Braun, 2009).
Ahora, si esto hubiese pasado en la actualidad, simplemente no cabía ningún tipo de reclamo
por parte de Shylock, ya que su pedido era afectar la integridad de otra persona lo cual no
podía ser aceptado por ningún juez, por el hecho de que se atacaba al bien jurídico VIDA e
INTEGRIDAD
El Mercader de Venecia ejemplifica de qué manera el derecho llega a contradicción consigo
mismo en el abuso del derecho y cómo se establece por medio de un abuso de derecho en
dirección contraria.
El acto mercantil por excelencia, lo fue el intercambio: el trueque (precedente, aún vigente
en varias regiones del planeta, del actual contrato de permuta). Los antecedentes más remotos
que podemos encontrar del contrato se ubican en los albores de la humanidad, y que ha sido
el contrato un hecho social, antes que jurídico, determinante para el devenir de la humanidad.
Alrededor del 3400 a. C. en la región que hoy conocemos como Mesopotamia surge la
escritura y con ello inicia la etapa histórica de la humanidad.
Si bien, los precedentes directos sobre el contrato moderno en la Edad Antigua provienen
de Roma, ésta a su vez elaboró sus instituciones sociales (y en consecuencia jurídicas) por
intercambios culturales (principalmente con los griegos y los etruscos) los cuales a su vez,
también fueron influenciados por otras culturas (las primeras grandes civilizaciones, las del
Medio Oriente, en especial las asentadas en la región Mesopotámica y Egipto), que nos
remiten al gran principio lógico-jurídico de que, la causa de la causa es causa de lo causado;
en este sentido aquellos pueblos que alcanzaron primeramente el grado de civilización,
fueron también quienes primeramente regularon el acuerdo obligatorio.
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El hecho de que esas primeras civilizaciones no hayan reglamentado sistemáticamente la
materia de los contratos (como tampoco lo harían los romanos) no es óbice para reconocer
que tales pueblos conocieron, aplicaron y regularon al acto jurídico que hoy en día
denominamos con-trato, lo hicieron casuísticamente, es cierto, pero también es verdad que
conocieron y dieron los primeros pasos para reglar bajo una concepción de justicia y
legalidad al acuerdo obligatorio. (Franco, 2012)
DERECHO ROMANO
Aparece el primer antecedente de los contratos, que son los“Contractus”, que equivale
al verbo “contraere”, que significaba formar o completar un negocio (es decir lo adquirido
en un negocio). En Roma no había una definición absoluta de los contratos.
- Ulpiano, señaló que el Contrato es el acuerdo nacido de un Acto Jurídico, pero no con tanta
solvencia porque el acto jurídico no existió como disciplina autónoma en el Derecho Romano
porque el Derecho romano era formalista.
- Gayo, definía al Contrato como sinónimo de un “Asunto Concluido”.
EDAD MEDIA
El aislamiento de la Humanidad en comunidades reducidas, ajenas a intercambios
culturales; clara muestra de esta realidad es el hecho de que en un lapso de tiempo
relativamente corto, la identidad lingüística que representaron el latín (y su versión popular
el latín vulgar) para toda la región Mediterránea, se transformaron en la gran variedad de
lenguas (italiano, rumano, portugués, francés, catalán, castellano, por mencionar algunas)
que hoy existen en esa región, lenguas que se gestaron durante la Edad Media, gracias al
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aislamiento, y que derivaron en idiomas netamente diferenciados entre sí, y de la lengua
madre que les dio origen.
Así como la invasión de grupos bárbaros25 (eslavos, germanos, hunos, etcétera) que
conquistaron a los descendientes directos de los romanos, con la consiguiente “corrupción”
que sufrieron las evolucionadas instituciones jurídicas, heredadas de Roma por el
intercambio cultural que ello conllevo con las correlativas de los pueblos bárbaros.
La suma de todos estos factores derivó en una época en la cual efectivamente hubo
cambios, pero fueron de manera sosegada e inicialmente significaron para el contrato, en
específico, una innegable regresión a soluciones muchísimo más rigurosas, a una formalidad
ya superada y a una limitación franqueada por la concepción dominante de la vida y de la
sociedad, existente en tales tiempos.
Siguiendo a Néstor de Buen es posible resumir que:
La Edad Media no aporta novedades importantes en la evolución del contrato. Las
condiciones económicas precarias en que se desenvuelve, la guerra constante, la escasez de
comunicaciones y una cultura que se encierra en los monasterios, impiden que el derecho
privado y su institución esencial, el contrato, puedan avanzar en forma notable por encimade
la evolución del derecho romano. (Franco, 2012)
DERECHO CANÓNICO
Su principal aporte es la “Buena fe” o “Bonafides (la gente debe actuar decentemente y con
moral en la contratación).” (Arredondo, 2015)
DERECHO MODERNO
Se inició con el Código Civil francés de 1804 (Código Napoleónico), donde sus grandes
mentores fueron Domat y Pothier (los creadores del Acto Jurídico); Se estableció
normativamente en un código sustantivo como fue el código civil francés, la definición del
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contrato pero en aquél entonces con el nombre de “convención” que a la postre daría lugar a
los contratos.
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DERECHO ROMANO
La muerte está concebida para dejar huella en los vivos y por lo tanto todo lo que refiere
a los entierros romanos serán actos públicos, pensados y meditados previamente. Un romano
no moría sin más, eso sería demasiado simple, porque ante todo un romano era un ciudadano,
formaba parte de un conjunto, de una sociedad, o de un estatus, por ello cada uno de ellos
fueran esclavos o aristócratas, dejaba como legado un testamento.
Estos rollos eran entregados a las vestales, y éstas los colocaban en cuadrículas estanterías
donde eran clasificados previamente, ellas eran las encargadas de custodiarlos y entregarlos
cuando eran requeridos, algunos constaban de escuetos contenidos sobre todo cuando el
fallecido no tenía demasiadas posesiones, otros en cambio constituyen auténticas joyas no
sólo por los comentarios personales sino por la extensión de las riquezas.
El testamento, una vez se constataba el fallecimiento, era leído en un acto público y
popular, mayor cuánto aumentaba la importancia del fallecido, en éste no sólo se dejaba
constancia del legado material sino que en muchas ocasiones el difunto dejaba patente
opiniones personales sobre amigos, allegados, parientes, e incluso del mismísimo César,
haciendo público su malestar o alegría con grandes alabanzas o mayores insultos, todo ello
reportó grandes risotadas o grandes desprecios dejando en una situación incómoda a
supuestos amigos del fallecido, ya que éste no se privaba de hacer revelaciones públicas.
Paralelamente a la lectura de las opiniones expresadas por el difunto sobre su vida, había
también la lectura pública del legado material que este entregaba. Un ciudadano de bien
dejaba la herencia repartida entre su familia, amigos, y una parte a sus esclavos que podían
ser cantidades de dinero o bien, si había suerte la manumisión del mismo, o lo que es lo
mismo, el señor liberaba al esclavo que le había servido fielmente durante años. Así mismo,
también era una costumbre romana el nombrar a una serie de personas alternativas o de
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reserva, que eran los encargados de recibir una parte de la herencia si alguno de los
beneficiarios renunciaba a la herencia del difunto.
También era una costumbre extendida la realización de un discurso por parte de algún
miembro destacado, para dejar patente la influencia del fallecido y las aptitudes de éste con
su entorno familiar y social. Después de la incineración del cuerpo, los restos eran trasladados
al sepulcro, los cementerios romanos estaban justo a las afueras de la ciudad, cuando se
traspasaba la puerta de la urbe, las hileras de tumbas se alzaban a cada lado del camino y sus
lápidas estaban llenas de epitafios inusuales en nuestros tiempos pues no hacen referencia a
contenidos religiosos sino a auténticos párrafos de la vida, algunos de ellos llegando a ser de
alguna manera moralistas o explicativos de la causa de la muerte.
Los arqueólogos han hallado cerca de 100.000 epitafios, destaco por ejemplo este en el
que se puede leer: " No os fiéis de los médicos, ellos son los que me han matado" o este otro
"Yo por mi parte nunca seguí los consejos de un filósofo" Algunos de ellos, tan variados
como lápidas hay, hacen referencia al malestar con un esclavo, u otro al que el difunto deja
constancia de que ha desheredado a su hija, todo tiene cabida: enfrentamientos familiares,
pensamientos políticos, etc.
Así pues, debemos acabar diciendo que a pesar de la contradicción personal que podemos
tener al entender el acto romano como irreverente, debemos pensar que la racionalidad de
sus hechos se ajusta más a la realidad de una sociedad hecha por y para el hombre y que no
deja lugar a divinidades o dioses. (MONJE, 2018)
EDAD MEDIA
El testamento se convierte, para la mentalidad del hombre medieval, en un auténtico
pasaporte para la vida eterna, aunque es bien consciente de que ese documento tiene que ir
acompañado de las buenas obras y completado por los correspondientes sufragios.
Las causas para que un hombre se decida a redactar su testamento se pueden dividir en dos
planos; el natural y el sobrenatural. Es decir, la transmisión de bienes temporales, y la
conciencia de la necesidad de presentarse libre de acusaciones ante el juicio divino. Lo
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habitual era que se testara cuando la enfermedad causase los primeros indicios, aunque su
redacción podía hacerse en cualquier momento.
Los meses de calor, correspondientes al periodo entre abril y octubre, era la época de
mayor número de testamentos debido al aumento de las fiebres y las pestes. Era necesario no
retrasar excesivamente el momento de la redacción del testamento porque éste tenía que
redactarse en plenas condiciones psíquicas y morales.
El testamento se constituyó, desde los primeros siglos medievales, en un auténtico seguro
de vida eterna para el testador, siempre y cuando fuera acompañado de las buenas obras y de
un verdadero arrepentimiento, que las mismas disposiciones del documento debían acreditar.
Era como un pacto que se establecía entre la Iglesia y el testador, la cual cubría el ámbito
natural y el sobrenatural.
De hecho, en los testamentos bajomedievales se establece desde el principio una
dicotomía bien característica entre las donaciones terrenas (pago de deudas pendientes,
establecimiento de donaciones a los familiares, recompensas a los amigos, retribución a los
colegas profesionales) y las espirituales (limosnas de todo tipo, donaciones a las parroquias,
solicitud de oraciones y, por fin, el confuso mundo del establecimiento y pago de los
sufragios que el testador establece para entrar en la vida eterna con la mayor brevedad
posible).
Es en los preámbulos de los testamentos donde quizá se muestra de modo más explícito
el temor a la muerte y la conciencia de su proximidad que los ciudadanos bajo medievales
tienen. Allí el testador suele explayarse, manifestando en algunas ocasiones el estado de
ánimo con el que afronta- de un modo inminente o no- la muerte natural. En estas cláusulas
es donde se refleja con más hondura la conciencia del hombre medieval ante la magnitud de
lo sobrenatural o la idea de la fugacidad de la vida.
El derecho de disponer voluntariamente de los bienes para después del fallecimiento, tiene
como antecedente la facultad de disponer entre vivos, y es evidentemente un atributo de la
propiedad, una manera de manifestarse la libertad individual, más exteriorizada cuando más
se han exaltado los derechos individuales como en la Revolución francesa. (MONJE, 2018)
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EDAD CONTEMPORÁNEA
Surgida en el derecho romano, esta figura experimento una evolución notable conforme
adquirió autonomía. Al mismo tiempo, su importancia se debió a que se consideraba
deshonroso morir intestado. El Derecho Civil Peruano, escrito en 3 Códigos Civiles (1852,
1936 y 1984) ha tratado el testamento con mayor o menor formalismos, conforme a la época
en la cual eran regulados. Las tres clases de testamento más comunes (a saber, el otorgado
por Escritura Pública, el Cerrado y el Ológrafo) han estado presentes en los 3 previamente
mencionados cuerpos legales. También se han legislado los llamados testamentos especiales
(denominados así por ser otorgados en circunstancias específicas, aunque debiendo
cumplirse las mismas condiciones de los ordinarios): Militar (excluido en el Código de 1936),
Marítimo, Aéreo (contenido en la Ley 24882 de Aeronáutica Civil) y Consular (otorgado por
ante el Cónsul peruano en el extranjero).
Ha de mencionarse que el Código Civil de 1852 reguló el testamento verbal (equiparable
al actual testamento por escritura pública). En él, el testador declaraba sus disposiciones al
escribano (que vendría a ser el Notario) y éste lo trascribía en forma idéntica. El artículo 664
del mencionado cuerpo legal normaba que la declaración de la voluntad testamentaria debía
ser ante 5 testigos (dos de los cuales debían ser vecinos del testador) o 6 (si solo hay un
vecino) en un solo acto sin solución de continuidad y solo en caso de extrema necesidad,
cuando no era posible recurrir al notario u autoridad pública y el testador estuviese en claro
peligro de muerte que le impida testar válidamente mediante alguna de las otras formas.
Muerto el testador, en un plazo máximo de 8 días, los testigos debían apersonarse ante el
Juez de Primera instancia para legalizar el testamento verbal. (MONJE, 2018)
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V INSTITUCIONES JURÍDICAS Y NUESTRO ACTUAL SISTEMA
JURÍDICO
5.1. EL CONTRATO
5.1.1. NOCIONES PRELIMINARES
El acto jurídico es el objeto del Libro II de nuestro Código Civil de 1984 (no está
estructurado bajo secciones), libro cuya rúbrica responde a su misma terminología y
contenido. Comprende el Libro del artículo 140 hasta el artículo 232. El contrato en
general es el objeto de la sección primera del Libro VII de nuestro Código, libro cuya
rúbrica es “Fuentes de las Obligaciones”. La sección comprende del artículo 1351 hasta
el artículo 1528.
EL CONTRATO: definido en el artículo 1351 del Código Civil como el acuerdo de dos
o más partes para crear, regular, modificar, o extinguir una relación jurídica.
Las partes pueden celebrar todo tipo de contrato desde los nominados, contenidos en el
Código Civil desde el artículo 1529 hasta el 1949, como compraventa, arrendamiento,
mutuo, locación y servicios, entre otros; hasta los innominados y atípicos, celebrados
por las exigencias del mundo moderno y el devenir del tráfico comercial y mercantil.
LA VOLUNTAD: Fue erigida durante buena parte de los siglos XVII y XIX como el
sustento de la juridicidad de los negocios jurídicos e incluso se utilizó como noción básica
para trazar las diferencias con los actos jurídicos en sentido estricto. Naturalmente, la
afirmación efectuada se entiende únicamente si uno emplea de manera adecuada estas dos
categorías de la fenomenología de los hechos con relevancia jurídica, lo cual resulta
complicado en un sistema jurídico que mantiene la confusión entre acto y negocio.
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CONSENSO: El consenso seria pues el acuerdo alcanzado por las partes sobre aquello
que los lleva a contratar, por lo que presupondría una coincidencia absoluta entre la oferta
emitida por una de las partes y la aceptación expedida por quien la recibió. El consenso es
la esencia del contrato, toda vez que, salvo que casos excepcionales, no puede existir un
contrato sin la verificación previa de un consenso. La ausencia de consenso no trae como
consecuencia la nulidad del contrato, sino su inexistencia.
DISENSO: Existirá cuando no exista coincidencia entre las declaraciones de las partes,
por lo que no se dará vida al contrato
NEGOCIACIÓN Y BUENA FE: Según el artículo 1362° del código civil, lo referencia
como, las partes deben conducirse según la buena fe en todo el proceso de negociación.
La referencia es compleja porque no queda claro qué debe entenderse por una conducta
de buena fe.
Es claro que el artículo 1362° del Código Civil alude a la buena fe objetiva o buena fe
lealtad y no a la buena fe subjetiva o buena fe creencia. Con la primera se alude al
comportamiento sujeto a un standard de conducta, esto es, a aquella conducta que puede
esperarse de un buen padre de familia; mientras que la segunda se refiere a la creencia que
tiene el sujeto de estar actuando conforme a derecho y sin lesionar a terceros.
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5.1.3. DEFINICION INTEGRAL
Con una mayor extensión, un contrato es el acto jurídico bilateral o plurilateral, mediante
el cual las partes regulan sus derechos patrimoniales o no patrimoniales, pero susceptibles
de apreciación pecuniaria, en virtud de la aceptación que una de ellas hace de la oferta
formulada por otra.
5.1.4. VALIDEZ
El mismo artículo 140° nos exige los requisitos de validez para el acto jurídico, que serán
aplicados por extensión al contrato. Por consiguiente, se analiza:
AGENTE CAPAZ: La capacidad para ser parte contractual se rige por las disposiciones
contenidas en el título II del Libro I sobre Derechos de las Personas, respecto de la
capacidad de goce, de ejercicio y la incapacidad absoluta, relativa y adquirida.
Como premisa general solo las personas que tienen plena capacidad de ejercicio pueden
celebrar contratos, porque solo alguien con plena capacidad podrá manifestar válidamente
su voluntad o consentimiento; en este caso tanto los menores como los incapaces no
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podrían celebrar contratos, salvo que se encuentren debidamente representados por padres,
tutores o curadores, según sea el caso.
ARTICULO 1351°. - El contrato es el acuerdo de dos o más partes para crear, regular,
modificar o extinguir una relación jurídica patrimonial. conceptos
Puede observarse que existe una innecesaria repetición de conceptos en dichos artículos,
pues ambos hacen referencia a la creación, regulación, modificación o extinción de
relaciones jurídicas. Ello obedece a que, pese a que el Código civil recoge el concepto de
la mejor doctrina en el sentido que el contrato es una especie de acto jurídico, la
elaboración de los Libros referentes a los Actos Jurídicos y a las Fuentes de las
Obligaciones (dentro del cual se encuentra la Sección Primera sobre los Contratos en
General) estuvieron a cargo de distintos Ponentes, cada uno de los cuales definió la figura
jurídica que estaba modelando, resultando así una definición completa del acto jurídico y
otra definición completa del contrato, sin poner de manifiesto la relación que existía entre
ambos El contrato o convención es un acto jurídico resultante del acuerdo de dos o más
personas.
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En el proceso de formación deben distinguirse, en puridad de doctrina dos hechos distintos
que, añuque generalmente coincidentes, tienen peculiaridad propia. Estos hechos son la
concertación(conclusión) y el perfeccionamiento del contrato.
Concertación del contrato es, pues, la concurrencia de las declaraciones de voluntad para
formar una declaración conjunta de una voluntad común, o sea el consentimiento. Desde
el momento en que la aceptación recoge la declaración contenida en la oferta, haciéndola
suya, y es conocida por el oferente, el contrato queda concertado.
ARTICULO 1355°. -La ley por consideraciones de interés social, público o ético puede
imponer reglas o establecer limitaciones al contenido de los contratos.
Este artículo ha sido interpretado en el sentido que las reglas y limitaciones a que él se
refiere rigen también para los contratos que se encuentran vigentes en el momento de la
expedición de la ley que las establece.
En otras palabras, si tales reglas o limitaciones existen antes de la celebración del contrato,
se incorporan automáticamente a éste, siendo ineficaces las cláusulas que se estipulen en
contra de ellas; si las reglas y limitaciones se dictan con posterioridad a la concertación
del contrato, quedan automáticamente sustituidas, sin que sea necesaria una indicación
expresa de la ley en ese sentido.
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Sin embargo, el artículo 62º de la Constitución Política de 1993 ha establecido con
posterioridad que la libertad de contratar garantiza que las partes pueden pactar
válidamente según las normas vigentes al tiempo del contrato, agregando que los términos
contractuales no pueden ser modificados por leyes u otras disposiciones de cualquier
clase.
Es preciso adecuar el artículo 1355º del Código Civil a esta disposición constitucional.
ARTICULO 1362°. -Los contratos deben negociarse, celebrarse y ejecutarse según las
reglas de la buena fe y común intensión de las partes.
Por las razones expuestas en el comentario al artículo 1352° del código civil convendría
que el citado artículo 1362° tenga la redacción que se propone.
La doctrina moderna este de acuerdo en distinguir entre la rescisión, que deja sin efecto
un contrato por causal existente al momento de su concertación, y la resolución, que deja
sin efecto un contrato por causal sobreviniente s su concertación. También este de acuerdo
en que la rescisión y la resolución judiciales las respectivas sentencias son constitutivas.
Asimismo, este de acuerdo en que la sentencia que declara la rescisión tiene efecto
retroactivo al momento de la concertación del contrato.
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5.2. HERENCIA:
5.2.1. NOCIONES PRELIMINARES:
En el DERECHO, La herencia es el objeto del Libro IV de nuestro Código Civil de
1984, libro cuya rúbrica responde a su misma terminología y contenido. La herencia en
general es el objeto de la sección primera del Libro IV de nuestro Código, libro cuya
rúbrica es “Derecho de sucesiones”. La sección comprende del artículo 660° hasta el
artículo 685°.
5.2.2. DEFINICIONES
La herencia es el acto jurídico mediante el cual una persona que fallece transmite sus
bienes, derechos y obligaciones(deudas) a otra u otras personas, que en conjunto se
denomina heredero. Heredero/ Heredera es la persona física o jurídica que tiene derecho
al total o a una parte de los bienes de una herencia. EL régimen jurídico que regula las
herencias es el derecho de succiones. Las reglas de herencia difieren entre las distintas
sociedades y se ven modificadas por los cambios legislativos viéndose además sujetas a
la correspondiente legislación sobre el impuesto sobre sucesiones y donaciones
Aunque no existe legislación al respecto, se llama herencia digital al conjunto de los bienes
digitales (perfiles, archivos en redes sociales, cuentas, correos, documentos en la nube,
fotografías, videos, archivos o accesos) que una persona tiene y que debería poder decidir
sobre ellos cuando muera.
Trasmisión sucesoria
Desde el momento de la muerte de una persona, los bienes, derechos y obligaciones que
constituyen la herencia se trasmiten a sus sucesores.
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Artículo 661º.- Responsabilidad intra vires hereditatis
El heredero responde de las deudas y cargas de la herencia solo hasta donde alcancen los
bienes de esta. Incumbe al heredero la prueba del exceso, salvo cuando exista inventario
judicial.
2.- Simula deudas o dispone de los bienes dejados por el causante, en perjuicio de los
derechos de los acreedores de la sucesión.
Corresponde al juez del lugar donde el causante tuvo su ultimo domicilio en el país,
conocer de los procedimientos no contenciosos y de los juicios relativos a la sucesión.
El derecho de petición de herencia corresponde al heredero que no posee los bienes que
considera que le pertenecen, y se dirige contra quien los posea en todo o parte a titulo
sucesorio, para excluirlo o para concurrir con él.
Las pretensiones a que se refiere este Articulo son imprescriptibles y se tramitan como
proceso de conocimiento.
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Artículo vigente conforme a la modificación establecida por la Primera Disposición
Modificatoria del Texto Único Ordenado del Código Procesal Civil, aprobado por
Resolución Ministerial Nº 10-93-JUS, publicada el 23-0.- 93.
La acción reivindicatoria procede contra el tercero que, sin buena fe, adquiere los bienes
hereditarios por efecto de contratos a título oneroso celebrado por el heredero aparente
que entro en posesión de ellos.
El poseedor de buena fe que hubiese enajenado un bien hereditario está obligado a restituir
su precio al heredero y si se le adeudara, se trasmitirá a este último el derecho de cobrarlo.
En todos los casos, el poseedor de mala fe está obligado a resarcir al heredero el valor del
bien y de sus frutos y a indemnizarle el perjuicio que le hubiera ocasionado.
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1.- Los autores y cómplices de homicidio doloso o de su tentativa, cometidos contra la
vida del causante, de sus ascendientes, descendientes o cónyuge. Esta causal de indignidad
no desaparece por el indulto ni por la prescripción de la pena.
2.- Los que hubieran sido condenados por delito doloso cometido en agravio del causante
o de alguna de las personas a las que se refiere el inciso anterior.
3.- Los que hubieran denunciado calumniosamente al causante por delito al que la ley
sanciona con pena privativa de la libertad.
4.- Los que hubieran empleado dolo o violencia para impedir al causante que otorgue
testamento o para obligarle a hacerlo, o para que revoque total o parcialmente el otorgado.
5.- Los que destruyan, oculten, falsifiquen o alteren el testamento de la persona de cuya
sucesión se trata y quienes, a sabiendas, hagan uso de un testamento falsificado.
La exclusión por indignidad del heredero o legatario debe ser declarada por sentencia, en
juicio que pueden promover contra el indigno los llamados a suceder a falta o en
concurrencia con él. La acción prescribe al año de haber entrado el indigno en posesión
de la herencia o del legado.
El causante puede desheredar por indignidad a su heredero forzoso conforme a las normas
de la desheredación y puede también perdonar al indigno de acuerdo con dichas normas.
La indignidad es personal. Los derechos sucesorios que pierde el heredero indigno pasan
a sus descendientes, quienes los heredan por representación. El indigno no tiene derecho
al usufructo ni a la administración de los bienes que por esta causa reciban sus
descendientes menores de edad.
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Artículo 671º.- Efectos de la declaración de indignidad
Declarada la exclusión del indigno, este queda obligado a restituir a la masa los bienes
hereditarios y a reintegrar los frutos. Si hubiera enajenado los bienes hereditarios, la
validez de los derechos del adquirente se regirá por el articulo 665 y el resarcimiento a
que está obligado por la segunda parte del artículo 666.
Pueden renunciar herencias y legados quienes tienen la libre disposición de sus bienes.
La renuncia debe ser hecha en escritura pública o en acta otorgada ante el juez al que
corresponda conocer de la sucesión, bajo sanción de nulidad. El acta será obligatoriamente
protocolizada.
Si la renuncia causa perjuicio a los acreedores del renunciante, estos pueden impugnarla
dentro de los tres meses de tener conocimiento de ella, para que sea declarada sin efecto
en la parte en que perjudica sus derechos. La resolución que declare fundada la demanda
dispondrá, según la naturaleza de los bienes, su administración judicial o su venta en
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pública subasta, para el pago de las deudas del renunciante. El remanente, si lo hubiera,
se trasmite a los herederos a quienes favorezca la renuncia.
(*) Párrafo agregado por la Primera Disposición Modificatoria del Texto Único Ordenado
del Código Procesal Civil, aprobado por Resolución Ministerial Nº 10-93-JUS, publicada
el 23-04-93.
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Por la representación sucesoria los descendientes tienen derecho de entrar en el lugar y en
el grado de su ascendiente, a recibir la herencia que a este correspondería si viviese, o la
que hubiera renunciado o perdido por indignidad o desheredación.
En la línea colateral solo hay representación para que al heredar a un hermano, concurran
con los sobrevivientes los hijos de los hermanos premuertos que tengan derecho a
representarlo en los casos previstos en el artículo 681.
Quienes concurran a la herencia por representación sucesoria, reciben por estirpes lo que
habría correspondido al heredero a quien representan.
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CONCLUSIONES
Entre las controversias más relevantes encontradas en el mercader de Venecia es el
contrato donde queda expuesto que si no se llega a entregar los 30 000 negociados
entre Bassanio y Shylock, este tendría que entregar una libra de su carne, así
concluimos que lo pedido por el usurero es algo muy inhumano y fuera de la ley de
aquel entonces. También logramos encontrar instituciones jurídicas como lo es el
contrato de partes que es una institución nacida en roma y la cual ha ido
evolucionando con el pasar del tiempo, al igual que esta se encuentra el derecho de
sucesión el cual es un conjunto de normas, condiciones e ideologías reguladas por un
conjunto de normas jurídicas las cuales se han ido modificando con el tiempo.
La literatura es una de las fuentes que nos permiten conocer de la historia en este caso
desde un ámbito o perspectiva jurídica, en relación con los aspectos sociales de
aquella época. Literatura y derecho mantienen una estrecha relación que nos inspira
como estudiantes de la carrera de derecho a involucrarnos en el mundo de la lectura.
Tal como se observó, las instituciones jurídicas tienen su base en el código civil,
pretendiendo mostrar la relevancia e importancia en nuestro actual sistema jurídico,
específicamente como lo define en las fuentes de obligaciones, según citado el
articulo 1351°y las sucesiones en al artículo 660°.
La génesis del contrato se da en la edad antigua, no necesariamente con ese nombre,
sino como un acuerdo para actos mercantiles (trueque) tomando más estudios en el
Derecho Romano; y con respecto a la sucesión, es propia del Derecho Romano, los
civitas creían que cada romano era importante y por lo tanto debían dejar un legado.
Estas dos instituciones luego han sido desarrolladas con más profundidad por la
diversidad de aplicaciones, pero sin perder la esencia.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Lara, M. G. (11 de Agosto de 2016). Apuntes sobre el mercader de Venecia. los olivos.
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