La sangre es un tejido de consistencia líquida que circula por todo el cuerpo de los
vertebrados. Es un tejido conjuntivo o conectivo, puesto que todo los tipos de células
que componen la sangre tienen su origen en el mesénquima embrionario. Además la
función de todos los tejidos conectivos es la de cohesionar al cuerpo, dándole sostén e
integrando los otros tejidos. La sangre en este caso es un tejido conectivo
especializado. No sostiene ningún órgano sino que se encarga de hacer llegar los
nutrientes necesarios para el crecimiento y mantenimiento de todas las células del
cuerpo. No hay ninguna célula del cuerpo de los vertebrados que esté a más de 3 o 4
células de un capilar sanguíneo. en los invertebrados el líquido homólogo a la sangre
se denomina hemolinfa (lee más de ella en su artículo aquí, próximamente).
2.- Glóbulos blancos o leucocitos. Son células defensivas que forman parte
del sistema inmunológico. Tienen la función de combatir los microorganismos y
cuerpos extraños. Se producen en la médula ósea. En la sangre hay entre
4.000 y 10.000 leucocitos por milímetro cúbico. Los glóbulos blancos están
dispersos por todo el cuerpo, y muchos de ellos se adhieren a las paredes de
los vasos sanguíneos o los traspasan para ir a otros tejidos o allí donde sean
necesarios.
3.- Las plaquetas o trombocitos. Son partículas (no propiamente células) que
participan en la coagulación de la sangre. Son necesarias para taponar
rápidamente las heridas e impedir hemorragias. Se fabrican en la médula ósea.
Tienen un tamaño de 3 o 4 micras, son de forma oval y no tienen núcleo. Suele
haber entre 140.000 y 450.000 plaquetas por milímetro cúbico. Hay una
enfermedad hereditaria llamada hemofilia que consiste en un déficit en la
coagulación de la sangre.
En la fotografía superior se
observan glóbulos rojos.
En la fotografía inferior se
observan varios tipos de
células sanguíneas; puede
compararse su tamaño.