La historia de Jonás nos enseña muchas lecciones muy importantes para
nuestras vidas que pueden guiarnos a reflexionar antes de tomar malas decisiones. Una de esas lecciones hace referencia a las consecuencias que alguien puede estar dispuesto a afrontar, solo por tomar decisiones erradas.
Muchas personas muestran actitudes similares a Jonás hoy en día, y a
pesar de que Dios les habla usando diferentes medios, “con especialidad la Biblia” están dispuestas a huir del señor y actuar en dirección contraria, con la esperanza de escapar del Señor.
¿Has huido de Dios alguna vez?, todos lo hemos hecho en algún
momento, ¿Cómo? ¿Cuándo?. Cuando Dios nos manda a hacer algo y decidimos no hacerlo, actuando en otra dirección esto es huir de Dios. Muchos huyen de Dios a las drogas, a experiencias sexuales, al alcohol, a los negocios, a la política, a las redes sociales.
Sin embargo, es imposible huir de Dios, porque tarde o temprano
tendremos que enfrentarnos a él de una manera u otra y en consecuencia pagar un alto precio por nuestras acciones.
Huyendo de la presencia de Dios
Leamos en Jonás 1:1-3
De la historia de Jonás podemos aprender siete principios muy
importantes
1 – Dios es firme en su mandato, aunque no estemos dispuestos a
cumplirlo Dios le ordenó: levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. (v. 3).
Jonás obedeció solo para levantarse y trató de huir de la presencia de
Dios, ignorando todo lo demás.
¿Por qué Jonás decide huir?
Jonás conocía el tipo de personas que vivían en Nínive, eran guerreros
temerarios y los peores enemigos del pueblo de Israel. Su deseo era pregonar contra ellos destrucción y ver como Dios los destruía. Jonás tenía muchos prejuicios y el temor era su mayor problema.
Sin embargo no tenemos justificaciones válidas para desobedecer a
Dios. Cuando Dios nos ordena algo es porque tiene un propósito con nuestra vida o la de alguien más.
2 – Es en lo absoluto imposible huir de Dios
En el salmo 139:7 David se pregunta, ¿A dónde me iré de tu espíritu? ¿y
a dónde huiré de tu presencia?. Con los demás versículo concluye que no hay forma alguna de escapar de Dios.
Explicación: Jonás 1 y 2
3 – Huir de Dios trae consecuencias dolorosas
Esto no significa que cada acto de desobediencia será doloroso, pero en
especial la desobediencia continua trae consecuencias dolorosas. Pensemos otra vez en Jonás.
4 – En su infinita misericordia Dios nos da una segunda oportunidad
Jonás 3:3-6
¿Porque creyeron la palabra de Jonás y se arrepintieron?
5 – Dios perdona al pecador que se convierte
Jonás 3:10 6 – Huir de Dios puede ser eternamente desastroso
7 – A pesar de nuestros pecados Dios mantiene su plan de
salvación y tiene piedad de las naciones a causa de los inocentes