Por último, la funcionaria también aclaró que “los únicos organismos que
están autorizados por la Ley N° 27.350 para cultivar cannabis son el Inta y el
Conicet, ya que se hace con fines científicos, no solamente sanitarios”.
https://www.airedesantafe.com.ar/noticias-regionales-santa-fe/la-
provincia-espera-los-permisos-para-cultivar-cannabis-destinado-a-fines-
medicinales/
https://www.clarin.com/sociedad/plantea-reforma-codigo-penal-
despenalizacion-tenencia-drogas_0_srAiFjopW.html?fbclid=IwAR0s-
OHwhtde1aVNCB1hNOY1o3vY4dticzGMyBHCuMI6yUPZ5MIEXesoePU
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El presente proyecto tiene por objeto abordar una
problemática que en los últimos años ha tomado transcendencia pública en
la Argentina: la situación de las personas que sufren alguna patología y que
recurren a un tratamiento con derivados de la planta de Cannabis a los
cuales acceden por vías hoy ilegales en nuestro país.
15 “… La pena será de un mes a dos años de prisión cuando, por su escasa cantidad y
demás circunstancias, surgiere inequívocamente que la tenencia es para uso personal.”.
16 “Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la
moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la
autoridad de los magistrados …”.
En este sentido, es cuantiosa la jurisprudencia de los tribunales inferiores
respecto a considerar que la penalización de otros delitos asociados al
consumo, como la siembra y el autocultivo, también son inconstitucionales
considerando dicho precedente jurisprudencial.
Por otra parte, recientemente un grupo de médicos
psiquiatras nucleados en la Asociación de Psiquiatras Argentinos
(APSA)17, desarrolló un informe afirmando que “ […] Es de destacar que, si
bien la despenalización de la investigación con fines medicinales es
absolutamente necesaria, no es suficiente. El padecimiento de los niños y el
impacto en la dinámica del grupo familiar de los síntomas, sumado a la
frustración frente a la impotencia de tan graves patologías y el agotamiento
psicológico de los cuidadores, hace indispensable la regulación del cultivo
con fines medicinales; de postergarse dicho debate, se estarían vulnerando
los derechos de estos niños, sus familias y de cualquier paciente que frente
a un diagnóstico que pueda verse favorecido con el uso de cannabis,
asesorado por un médico, elija probar una terapia natural y complementaria
que puede mejorar su calidad de vida.”.
A su vez, diversos organismos internacionales
también han recomendado la no criminalización directa o indirecta de
personas usuarias de sustancias prohibidas, como el Comité Científico de la
Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACDH),
la Organización de Estados Americanos (OEA), la Organización Mundial de la
Salud (OMS), el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el
VIH/Sida (ONU-SIDA), ONU-Mujeres, la Universidad de las Naciones Unidas
(UNU-UNESCO) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) y la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR)18.
24 Access to medicinal cannabis: meeting patient needs. All-Party Parliamentary Group for
Drug Policy Reform. Inquiry Report. Disponible en
http://idpc.net/es/publications/2016/09/acceso-a-cannabis-medicinal-satisfaccion-de-
las-necesidades-de-los-pacientes.
criminalizadas o que las personas enfermas dejen de padecer las
consecuencias de las patologías que los afectan. Y no quedan dudas que, al
menos ante situaciones extremas de salud, no hay nada más que importe al
paciente y sus familiares que la mejoría de la salud del primero. “Hay chicos
que llegan a tener 600 convulsiones por día, mirá si a nosotras nos va a
importar que nos lleven presas por buscar una cura para nuestros hijos”,
manifestó una madre con un hijo usuario de Cannabis con fines
25
medicinales .
A su vez, dicha penalización y la intención de obtener
estas sustancias, generalmente por parte de personas sufrientes y sus
familiares o círculo social acompañante, desesperados en obtener algún
paliativo a los padecimientos del enfermo, favorece la existencia y
crecimiento de un mercado ilegal y oportunista, que además en muchos
casos implican sustancias de dudosa calidad, con el consecuente peligro
para y estafa hacia los usuarios.
En ese sentido y adicionalmente, el cultivo personal o
realizado por personas de confianza conducen a que la medicina resultante
dé seguridad al usuario y sus familiares. Las madres y padres que saben lo
que le dan a sus hijos/as usuarios, por ejemplo, están más tranquilos, con
un problema menos.
A su vez, considerando el contexto señalado, el cultivo es
la única forma de garantizar el abastecimiento de la medicina,
posiblitando la continuidad del tratamiento.
Asimismo, vale mencionar que el vigente régimen penal
argentino y la política criminal del Estado Nacional en relación a los
estupefacientes genera un dispendio irracional y exorbitante de
recursos económicos públicos, utilizados en los costos operativos para la
persecución penal (investigaciones, causas penales, etc.) a cultivadores/as,
tenedores/as, etc. de sustancias prohibidas para consumo personal, cuyos
procesos judiciales iniciados en su contra quedan en la nada por la
25 Véase http://www.eltucumano.com/noticia/actualidad/248442/ni-delincuentes-ni-
drogadictos-tucumanos-reclaman-marihuana-legal.
protección constitucional antes señalada, conforme lo ha señalado la
jurisprudencia, y que no constituyen ninguna persecución al narcotráfico.
Tales recursos deberían estar enfocados, al menos, a la persecución penal
de los verdaderos narcotraficantes. Y también, por ejemplo, a políticas de
acompañamiento institucional a los usuarios de Cannabis con fines
medicinales y sus familiares que cultivan esta medicina, otorgándoles de
esa manera apoyo y asesoramiento de los organismos públicos pertinentes
respecto de sus cultivos domésticos y brindarles asistencia en relación a las
diversas temáticas que éstos y los usos de sus derivados implican.
Ante la situación social descripta, la contradicción del
sistema jurídico nacional vigente - debido a la existencia de una ley que
legitima el Cannabis medicinal y demás normas nacionales que garantizan
el derecho a la salud, y por otro lado una ley que penaliza conductas
relacionadas al Cannabis para uso terapéutico -, y la imposibilidad actual de
conseguir derivados del Cannabis en farmacias o efectores públicos más allá
de la vigencia de normas jurídicas (ley nacional y leyes provinciales) que
aprobaron el uso de medicamentos a base de Cannabis; el Estado Nacional
debería, en tanto asunto de salud pública, acompañar a los pacientes y sus
familias en la búsqueda del bienestar, garantizando de manera universal el
derecho a utilizar el Cannabis con fines terapéuticos. Cómo? En primer
lugar, dejando de perseguir penalmente a los pacientes, su círculo familiar o
social íntimo y a los/as cultivadores/as solidarios/as que cultivan, poseen y
realizan otras conductas relacionadas al Cannabis con fines exclusivamente
medicinales, reconociendo de esta manera el hecho de que esa realidad
descripta ya existe. Y en segundo lugar, implementando políticas públicas
en relación al Cannabis en la salud pública.
Por ello se presenta como necesaria y urgente una
reforma legislativa en materia penal consecuente con la realidad social
descripta y en la dirección expuesta, fundamentalmente teniendo en cuenta
la situación de las personas padecientes. De esta manera se alcanzaría una
regulación jurídica nacional consistente sobre el uso del Cannabis con fines
medicinales, armonizando la política criminal nacional en relación a los
estupefacientes con el respeto de los derechos humanos, esencialmente la
salud.
Por las razones expuestas, solicito a mis pares la
aprobación del presente proyecto.