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Comunicación para la salud en clave cultural y comunitaria

Article · January 2011

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Hernán Alfredo Díaz


Fundación de Educación para la Salud (FUNDADEPS)
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Revista de Comunicación y Salud, vol. 1, nº 1. pp. 113-124, 2011
Editado por INICyS (Instituto Internacional de Comunicación y Salud)
Licencia Creative Commons: reconocimiento, no comercial, compartir igual
ISSN: 2173-1675

ensayo

Comunicación para la salud en clave


cultural y comunitaria

Hernán Díaz
(Madrid, España)
Fundación de Educación para la Salud (FUNDADEPS)

Washington Uranga
(Buenos Aires, Argentina)
Universidad Nacional de La Plata

Palabras clave Resumen


comunicación Vivimos en un mundo mediatizado, en el que existe una tendencia a pensar la comu-
salud nicación en clave tecnológica e instrumental, poniendo la mirada en los medios ma-
cultura sivos. Sin embargo, en particular en América Latina, los estudios de comunicación
comunidad apuntan cada día con más insistencia al análisis de los procesos comunicacionales
relaciones entendidos como la construcción de relaciones y el intercambio de sentidos entre los
líderes actores sociales que comparten un determinado contexto cultural. La comunicación
participación para la salud ha sido entendida durante mucho tiempo como una herramienta para
democracia controlar y manipular las conductas individuales y colectivas. La revisión de esas ex-
periencias y la puesta en práctica de una propuesta de comunicación que analiza los
múltiples sentidos de las relaciones sociales, permite avanzar hacia la construcción
de una perspectiva compleja de la realidad social. En esta perspectiva, lo comunica-
cional es una mirada que se articula con otras disciplinas y con los saberes vulgares,
y los actores sociales tradicionalmente marginados o concebidos sólo como parte del
objeto de estudio son artífices del cambio comunitario. Se propone que los individuos
y grupos que forman una comunidad puedan tomar la palabra para plantear sus ne-
cesidades y problemas, y articularse para intervenir activamente en la búsqueda de
soluciones, generando un cambio en los roles asignados tradicionalmente a los dife-
rentes actores en materia de salud, en particular en lo referido a las relaciones de
poder. La participación comunitaria es un derecho ciudadano y un imperativo demo-
crático, pero es también una vía para aumentar la eficacia de las iniciativas sobre
salud.

Contacto para correspondencia: Hernán Díaz. Email: heraldi@yahoo.es. Teléfono: (0034) 913303422 113
Health Communication in a Cultural-
Community Framework

Keywords Abstract

communication We live in a world of media, in which there exists a tendency to think of communication
health in technological and instrumental terms, setting our sights on mass media. However,
culture in the particular case of Latin America, communication studies point more and more
community towards analyses of communication processes which are understood as the creation
relationships of relationships and the exchange of senses between social actors who share a certain
leaders cultural context. Health communication has been understood for a long time as a tool
participation for controlling and manipulating individual and collective conducts. Revising these
democracy experiences and carrying out a communication proposal which analyzes several
aspects of social relationships, allows us to advance towards building a new and
complex vision of social reality. According to this perspective, the communicative point
of view is integrated with other disciplines and with common knowledge, and social
actors who were traditionally outcasts or who were only considered as part of the object
of study are now responsible for changes in their communities. It is intended that
individuals and groups who form a community can speak out so as to express their
needs and problems and coordinate themselves in order to be actively involved in the
search for solutions, generating a change in the roles traditionally assigned to different
actors in relation to health matters, in particular those regarding power relations.
Community involvement is a civil right and a democratic imperative, but it is also a
means for increasing the effectiveness of health initiatives.

Sugerencia sobre cómo citar este artículo:


Díaz, Hernán y Uranga, Washington (2011). Comunicación para la salud en clave cultural y comunitaria. Revista
de Comunicación y Salud. Vol.1, nº 1, pp. 113-124

1. INTRODUCCIÓN

La comunicación siempre ha estado presente en los procesos de salud. Sin embargo, el des-
arrollo de la comunicación como campo de análisis e intervención en las estrategias y progra-
mas de salud pública se vincula directamente con los cambios en la definición de salud que
se produjeron a mediados del siglo XX. De los primeros planteamientos, que desde un modelo
biomédico de recuperación del enfermo definieron a la salud simplemente como la “ausencia
de enfermedad”, se evolucionó hacia la definición actual que la concibe como “el completo es-
tado de bienestar físico, mental y social, y no solo la ausencia de afecciones o enfermedades”
(OMS, 1946: 1). Esta definición, fundamentada en una perspectiva bio-psico-social, trajo
consigo una profunda transformación en las perspectivas y en las formas de abordar la salud

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Díaz, Hernán y Uranga, Washington

pública, impulsada por las políticas de educación para la salud y promoción de la salud que
tomaron fuerza en el último cuarto del siglo XX.

Pero tuvieron que pasar varias décadas desde aquella definición de salud, planteada en la
Constitución de la Organización Mundial de la Salud en 1946, para que la perspectiva comu-
nicacional se convirtiera en un componente de peso en los procesos comunitarios de salud.
Es a partir de la 1ª Conferencia Mundial sobre Promoción de la Salud, celebrada en 1986 en la
ciudad de Ottawa (Canadá), que la comunicación empieza a hacerse un lugar en los procesos
de salud.

Las conclusiones de aquel cónclave se plasmaron en la Carta de Ottawa, un documento que


definió la Promoción de la Salud como “el proceso de capacitar a las personas para que au-
menten el control sobre los determinantes de la salud, para que la mejoren” (UIPES, 2003: 2).
El concepto central en aquel planteamiento era el de control, o mejor, el autocontrol, enten-
dido como dar las capacidades a las personas y colectivos para desarrollar conocimientos y
habilidades que les permitan tomar decisiones autónomas y saludables.

La Carta de Ottawa señaló cinco estrategias principales para instalar de forma efectiva las po-
líticas de promoción de la salud: la creación de una política pública saludable; la creación de
entornos que apoyen la salud; el desarrollo de habilidades personales; la reorientación de los
servicios sanitarios hacia la promoción de la salud; y el fortalecimiento de la acción comunitaria
(OMS, 1986: 2-3). Todas estas estrategias indicaban, de una u otra manera, la necesidad de in-
tegrar a la comunicación como elemento transversal de los programas y acciones de educación
para la salud y promoción de la salud.

La comunicación aparecía entonces como una herramienta fundamental en los procesos de


salud, pero no todos tenían la misma idea de lo que implicaba integrar la comunicación en los
proyectos y acciones de educación para la salud y promoción de la salud. En línea con las te-
orías hegemónicas por aquellos años, se instaló una concepción de la comunicación con un
claro sentido instrumental, que la consideraba como una herramienta para manipular y controlar
las conductas individuales y colectivas; una idea claramente vinculada con las primeras teorías
de la comunicación, basada en perspectivas sistémicas y funcionalistas, que la concibieron como
mera transmisión de información con fines persuasivos.

Estamos convencidos, porque los resultados de aquellas prácticas así lo demuestran, de que
esa perspectiva de la comunicación impide un desarrollo adecuado de las estrategias de edu-
cación para la salud y promoción de la salud. En primer lugar, porque la comunicación no
puede ser reducida a una cuestión de medios de comunicación, ni sus fines pueden ser úni-
camente la manipulación y la persuasión. En segundo lugar, porque está más que demostrado
que cambiar conductas, promoviendo decisiones autónomas y saludables a nivel individual
y colectivo, es un proceso extremadamente complejo en el que influyen múltiples actores y
circunstancias de la vida de una comunidad.

Por ello, a lo largo de este artículo intentaremos abordar otra perspectiva de comunicación,
una mirada que la concibe como el proceso de producción social de sentidos en el marco de
un contexto social y cultural. Una perspectiva que intenta ofrecer elementos para abordar los

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Comunicación para la salud en clave cultural y comunitaria

proyectos comunitarios de salud desde una mirada compleja de la realidad, que contemple a
las diferentes instancias de mediación de una comunidad, desde los medios de comunicación
hasta los espacios y ámbitos de interrelación social; que incluya a los actores que tradicional-
mente han sido hegemónicos en los procesos de salud, en general integrantes del ámbito sa-
nitario, pero también a otros actores y líderes comunitarios con capacidad para influir en
decisiones que afecten a la salud de la población; y que, por eso mismo, se convierta en una
perspectiva integral e integradora, que ayude a consolidar y construir nuevas relaciones entre
los actores, promoviendo procesos democráticos y participativos.

2. LA COMUNICACIÓN, HABILIDAD PARA LA VIDA

La comunicación, en sus más diferentes significados, constituye una característica fundamental


de la vida contemporánea. Como dato constitutivo de la realidad, es un componente ineludible
para comprender la dinámica de la vida social. Como disciplina y como categoría, tiene que ser
considerada para entender el sentido de las prácticas históricas en las que estamos insertos.

En un mundo mediatizado como el que vivimos, existe una cierta tendencia a pensar la comu-
nicación en clave tecnológica, poniendo la mirada en los múltiples medios masivos que forman
parte de nuestras vidas y a los que estamos expuestos en nuestro día a día. Sin embargo, de-
bemos recordar que, antes que nada, la comunicación es una característica esencialmente
humana, que por eso mismo debe ser considerada dentro de las habilidades para la vida:

“Las habilidades para la vida son habilidades personales, interpersonales, cognitivas y fí-
sicas que permiten a las personas controlar y dirigir sus vidas, desarrollando la capacidad
para vivir con su entorno y lograr que este cambie. Como ejemplos de habilidades indivi-
duales se pueden citar la toma de decisiones y la solución de problemas, el pensamiento
creativo y crítico, el conocimiento de sí mismo y la empatía, las habilidades de comunica-
ción y de relación interpersonal y la capacidad para hacer frente a las emociones y ma-
nejar el estrés. Las habilidades de vida tal y como se definen más arriba son elementos
constitutivos fundamentales del desarrollo de habilidades personales para la promoción
de la salud descritas como una de las áreas de acción clave en la Carta de Ottawa” (OMS,
1998).

La descripción que la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace de las habilidades para
la vida incluye de manera explícita y directa una serie de capacidades y destrezas reconocidas
dentro del campo de la comunicación humana: “el conocimiento de sí mismo y la empatía, las
habilidades de comunicación y de relación interpersonal y la capacidad para hacer frente a las
emociones y manejar el estrés”, retomando la cita que antecede. En esa cita no hay mención
alguna, ni implícita ni explícita, a los medios de comunicación y al sistema que los contiene.
Referirse a la comunicación, en primera y básica instancia, es hacer hincapié en la condición
del varón y de la mujer como sujetos sociales capaces de generar una trama de relaciones de
la que son parte, que los construye y que colaboran a construir. De esto estamos hablando
cuando decimos comunicación en términos inicialmente humanos, de configuración de los su-
jetos sociales en el marco de un recorte territorial, geográfico o temático, dado.

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Díaz, Hernán y Uranga, Washington

2.1. LA COMUNICACIÓN EN CLAVE CULTURAL

Cuando consideramos la relación entre comunicación y salud, nuestra mirada y nuestra preo-
cupación -también nuestro “objeto de estudio”- se sitúa de manera primaria y primordial en el
individuo situado en su contexto cultural más próximo, ámbito en el cual se relaciona con el
mundo de los objetos y en el que ejerce su capacidad-potencialidad de transformación de su
entorno físico y social. Este ámbito, así determinado, es el de la vida cotidiana. Y es esa mi-
rada también la que nos permite referirnos a la comunicación, sobre todo y primordialmente,
como un proceso que vincula o “intervincula” (White, 2007: 22) a los sujetos, comenzando
por la relación de cada uno consigo mismo, tal como lo plantea Daniel Prieto Castillo (1999:
81).

A su vez, podemos decir que aquello que denominamos “vida cotidiana” es también el ámbito
natural de lo que en las ciencias sociales nombramos como “prácticas sociales”; es decir, la
resultante de la interacción entre los agentes sociales y el mundo de los objetos (las condicio-
nes materiales que rodean a los agentes sociales). Hablamos de un tejido social que va co-
brando forma en el marco de la cultura, entendida como un repertorio que nunca es
homogéneo y que al mismo tiempo es dinámico y cambiante. Así, la cultura cobra densidad
con aquellos significados que alcanzan durabilidad, que persisten en el tiempo y se concretan
en comportamientos observables y que se interiorizan en forma de habitus, en el sentido que
lo manifiesta Pierre Bourdieu (1985: 86-93).

Todo esto para sostener que la relación entre comunicación y salud sólo puede ser pensada
y comprendida en el marco de las “habilidades humanas” mencionadas al comienzo. Es decir,
más allá de toda mirada instrumental. Esto dicho a pesar de la “mediatización” de la sociedad
en la que vivimos, donde los medios de comunicación construyen y constituyen ámbitos de
definición de la cultura.

Sostenemos en consecuencia que la relación entre comunicación y salud sólo puede ser en-
tendida desde una mirada que privilegia los vínculos entre los sujetos, individuos y actores so-
ciales, y en la que las mediaciones, tal como las entiende Jesús Martín-Barbero (1987: 97), no
son dispositivos sino ámbitos de transición que se convierten en espacios de resignificación
permanente. Los individuos interpretan y comprenden los mensajes vinculados con la salud
desde el espacio que generan las relaciones en la vida cotidiana, desde las marcas de la cultura
que lo constituyen y desde el sistema de relaciones que, a modo de tejido social, los contiene.

Siguiendo a María Cristina Mata podemos sostener que la comunicación es el “conjunto de in-
tercambios a partir de los cuales se van procesando identidades, normas, valores, se van ar-
ticulando intereses, se van acumulando y legalizando saberes y poderes” y, por lo tanto, es un
ámbito “privilegiado para la construcción del orden social”, es decir, “como un terreno a partir
de cual los diferentes actores propondrán sus propios sentidos de ese orden, que competirán
entre sí para convertirse en hegemónicos” (Mata, 1988: 7).

Sostiene Eduardo Vizer que “toda forma de organización social instituye, y a su vez es insti-
tuida por estos procesos de construcción de sentido por medio de la comunicación (cultura),
ya sea a través de conductas explícitas, rituales, ceremonias, gestos y estilos comunicativos,

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Comunicación para la salud en clave cultural y comunitaria

ya sean religiones, empresas, partidos políticos, etc. Se crean y recrean modelos culturales e
identidades sociales reconocibles, se crean sistemas y códigos de diferenciación y reconoci-
miento social” (Vizer, 2006: 97). Así planteado, podemos afirmar también que las instituciones
abocadas a la salud se constituyen en organizadoras de modelos culturales, que coronan for-
mas de entender al sujeto, a su entorno y a su manera de relacionarse con su cuerpo, con la
salud y con la enfermedad. De allí surgen prácticas que van configurando los modos de rela-
cionamiento y de posicionamiento de los distintos actores que participan de los procesos de
salud en una comunidad, en instituciones, programas o en las relaciones interpersonales.

Desde esta aproximación, la salud se entiende también como un fenómeno social, una realidad
presente en la vida cotidiana de los sujetos o, visto desde otro lugar, en una práctica social
atravesada por procesos comunicacionales. Por ese motivo, al afrontar problemáticas de salud
en el marco de proyectos comunitarios, es necesario tomar en cuenta que toda acción en ese
campo se ejerce sobre sujetos y grupos sociales que, además de dar significado a sus propios
problemas y situaciones, aportan sobre todo significados subjetivos y sociales. La cuestión
de la salud es, desde este punto de vista, ante todo una cuestión subjetiva y comunitaria, que
requiere de un abordaje transversal nunca reducible a los mensajes mediáticos.

2.2. UN CAMPO DE ACCIÓN, MÚLTIPLES SENTIDOS

En América Latina se han ensayado, de manera consecutiva y simultánea y con éxito variado,
diferentes estrategias de comunicación para la salud. Las prácticas de mercadeo aplicadas a
las actividades sociales (marketing social); la educación por medio del entretenimiento (eduen-
tretenimiento); el posicionamiento de temas en la agenda pública (abogacía de medios); alter-
nativas de educación para la lectura crítica de los medios; los procesos de comunicación para
la movilización social y las iniciativas de periodismo social o periodismo cívico son algunas de
las estrategias implementadas en las últimas décadas. Todas estas estrategias han sido en-
sayadas, experimentadas y evaluadas. Pero la conclusión central del análisis de todos estos
procesos, sigue siendo que la mirada tiene que ser puesta centralmente en los sujetos,
hombres y mujeres, atravesados por las tensiones y las marcas de su propia historicidad.

Hemos señalado en la introducción de este artículo que en el campo de la comunicación para


la salud conviven dos perspectivas de abordaje de la realidad. Por un lado, una perspectiva
de marcado carácter instrumental para la cual la comunicación es mera transmisión de infor-
mación desde un emisor a un receptor con el objetivo de manipular y controlar las conductas
individuales y colectivas. Por otro lado, la perspectiva relacional de la comunicación, que la
define como el proceso de producción social de sentidos en el marco de un contexto social y
cultural, perspectiva que hemos venido planteando a lo largo de este artículo.

En el caso de la concepción instrumental, se concretó en prácticas en las que los comunica-


dores (o más reducido aún, los periodistas o publicistas) éramos llamados a aplicar nuestras
técnicas una vez que los expertos en Epidemiología y Salud Pública ya habían definido hacia
dónde querían torcer la realidad; prácticas que tenían el simple objetivo de difundir las activi-
dades de determinado programa de salud entre la población a través de los medios masivos
de comunicación durante la implementación de las acciones. Esta perspectiva, todavía vigente

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Díaz, Hernán y Uranga, Washington

en las prácticas de muchos actores, se sustenta en la ilusión de que el emisor es capaz de


controlar casi hipnóticamente las conductas de los receptores, lo que impide sacar provecho
de las potencialidades que la comunicación ofrece como herramienta para facilitar e impulsar
el cambio, de forma gradual e integrada, en proyectos más amplios que tomen en cuenta la
complejidad social.

Como bien se encargó de señalar la Unión Internacional de Promoción y Educación para la


Salud (UIPES), todas las evidencias señalan que influir en las conductas de los individuos y
los grupos para que adopten conductas saludables es bastante complejo: “Si alguien deja de
fumar, ¿lo hace porque ha visto un anuncio, ha hablado con un médico, sus amigos le han
presionado, como resultado de iniciativas especiales, o ha tenido un pariente que ha muerto
de cáncer de pulmón? El hecho es que es muy difícil saberlo. Sin embargo, lo importante es
que esa persona ha dejado realmente de fumar” (UIPES, 2003: 2). Como se aprecia en esta
definición, los individuos estamos mediados por múltiples influencias de nuestro entorno, no
sólo por los medios masivos.

Esa evidencia ha hecho que en las últimas dos décadas haya cobrado fuerza y entidad una
nueva forma de entender la comunicación para la salud, desde una concepción relacional. La
comunicación se propone como una perspectiva integral e integradora, que intenta articular
desde el comienzo los saberes y miradas de los diversos actores que participan en un proceso
de salud. En esta perspectiva, las iniciativas de comunicación apuntan prioritariamente a co-
nocer los lenguajes, el modo de relacionarse y los vínculos y mediaciones existentes en cada
comunidad, para desde allí trabajar las problemáticas de salud sin escisión posible del espacio
de lo cotidiano, de la cultura local, como ámbito ineludible de la representación de los proble-
mas. Ya no se trata sólo de enviar información y difundir el mensaje que se quiere transmitir,
sino de interactuar con los destinatarios, para construir sentidos colectivos y discursos que
refieran a sus necesidades y problemas percibidos, que se discutan y resignifiquen en sus
espacios y ámbitos colectivos.

Tomando en cuenta que toda práctica comunica, podemos decir al mismo tiempo que “la co-
municación en salud busca constituirse en un proceso de carácter social que posibilite el re-
conocimiento, encuentro y diálogo de los diversos saberes, contribuyendo a consolidar la
articulación entre los diferentes sectores sociales en torno a la salud” (Díez et al., 2004: 1).

Entendemos la cultura como un modo de organizar el movimiento permanente de la vida co-


tidiana (del ser y actuar cotidiano, sencillo y rutinario pero al mismo tiempo configurador de
conductas, de modos de ser y actuar), como un principio organizador de la experiencia, me-
diante el cual los sujetos ordenan y estructuran sus acciones a partir del lugar que ocupan en
las múltiples mediaciones que articulan y construyen sentido en una comunidad.

¿Hacia dónde encaminar entonces las iniciativas de comunicación para la salud? Indudablemente
hacia estrategias que tengan como prioridad al sujeto en el marco de su comunidad. Esto supone
también estrategias de comunicación que, antes que buscar el eventual cambio de conducta a
través de técnicas basadas en el impacto publicitario, consoliden las posibilidades de que los su-
jetos lideren sus propios procesos. En ese sentido, las estrategias de comunicación se constitu-
yen como un componente transversal que apunta a reforzar la autonomía y la capacidad de
decisión de las personas antes que en un recurso para aumentar la eficacia de los mensajes.

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Comunicación para la salud en clave cultural y comunitaria

En definitiva, este cambio en la perspectiva comunicacional se centra no en la capacidad de


controlar las conductas de los individuos desde una instancia superior (llámese, Estado o cual-
quier otra entidad promotora de una acción de salud), sino de que sean los propios individuos
los que adquieran conocimientos y habilidades para adoptar decisiones más saludables. En re-
sumen, pasamos de una idea de control a la de autocontrol, de la dependencia a la autonomía.

2.3. COMUNICACIÓN PARA EL FORTALECIMIENTO COMUNITARIO

La comunicación para la salud, entendida como “el uso y el estudio de las estrategias de co-
municación para informar e influir sobre decisiones individuales y colectivas que mejoran la
salud” (Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, 2004: 2-3), se presenta como una
potente herramienta para facilitar y articular procesos de cambio comunitario relacionados con
la salud. En ese planteo, la comunicación para la salud puede ayudarnos a conseguir una
amplia variedad de objetivos:

- Incrementar el conocimiento de la población sobre un tema relacionado con la salud.


- Influir sobre las percepciones, creencias y actitudes, para reforzar o cambiar las normas
sociales.
- Apoyar el aprendizaje de habilidades de salud.
- Mostrar los beneficios del cambio de conducta.
- Motivar para la acción.
- Incrementar la demanda y los recursos de los servicios de salud.
- Refutar mitos e ideas equivocadas.
- Abogar por una posición en un tema o política de salud.
- Fortalecer las relaciones entre organizaciones.

Como puede apreciarse, la gran mayoría de los objetivos de la comunicación para la salud re-
fieren a los cambios a nivel individual y grupal respecto a determinadas conductas que favo-
recen o perjudican la salud. Sin embargo, los últimos dos elementos (abogar por una posición
en un tema de salud y fortalecer las relaciones entre organizaciones) nos hablan precisamente
de la potencialidad de la comunicación para construir de forma colectiva y participada nuevos
escenarios y realidades.

Hemos señalado ya que fue a partir de la 1ª Conferencia Mundial de Promoción de la Salud


que la comunicación ganó un lugar fundamental en los procesos de salud. Las cinco estrategias
planteadas en la Carta de Ottawa para instalar de forma efectiva las políticas de promoción de
la salud implicaban, directa o indirectamente, la necesidad de integrar la perspectiva comuni-
cacional en los procesos de salud. Queremos en este punto poner nuestra mirada en una de
esas cinco estrategias, el fortalecimiento de la acción comunitaria, porque a nuestro criterio
tiene una trascendencia superior a la hora del cambio de modelo de salud y la aplicación efec-
tiva de las políticas de promoción de la salud.

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Díaz, Hernán y Uranga, Washington

Si la voluntad es fomentar la autonomía y el autocontrol de los individuos y los grupos en su


salud, la participación comunitaria adquiere así un valor notable. Se trata sobre todas las cosas
de que los diferentes individuos y grupos que forman una comunidad puedan tomar la palabra
para plantear sus necesidades y problemas, y al mismo tiempo articularse para intervenir ac-
tivamente en la búsqueda de soluciones. Esto supone un cambio en los roles asignados tra-
dicionalmente a los diferentes actores en materia de salud, en particular en lo referido a las
relaciones de poder. Como señaló la Organización Panamericana de la Salud:

“La participación social tiene que ver con las relaciones sociales, con la producción y usu-
fructo de la cultura y, por ello, con las relaciones de poder. Por esto, estudiar y promover
la participación social parte de asumir que hay quienes no participan o quienes no lo hacen
de manera suficiente. Esto justifica impulsar procesos de participación social en la lógica
del desarrollo de la salud comprendida en relación con una visión de bienestar definido
por la propia sociedad” (OPS, 1992: 5).

Esta voluntad de fortalecer la participación de la comunidad conlleva también “un redimensio-


namiento de la relación entre saberes científicos y saberes populares” (Díaz, 2000: 70). Tra-
dicionalmente, los proyectos comunitarios de salud se desarrollaban con la participación casi
exclusiva de profesionales de distintas disciplinas científicas, en la mayoría de los casos de
las ciencias de la salud, invalidando o menospreciando buena parte de los saberes vulgares
o populares, saberes que los actores sociales utilizan como parte del sentido común en su
vida cotidiana. Este es un aspecto que, en términos de comunicación y construcción de nuevas
relaciones entre actores, cobra vital importancia. Estamos entonces ante “la necesidad de
construir perspectivas transdisciplinares, visiones que trasciendan el ámbito mismo de las dis-
ciplinas científicas para incorporar a la comunidad desde el origen de los procesos de cambio.
Una perspectiva en la que los actores sociales participen activamente en el reconocimiento
de su historia y su presente para proyectar su futuro” (Díaz, 2000: 80).

La incorporación de “nuevos” actores en los procesos de salud para que desempeñen un papel
activo, con capacidad para liderar y decidir el rumbo a adoptar, es, primero que todo, un dere-
cho de ciudadanía y un imperativo democrático. Pero, además, es una vía para aumentar la
eficacia y la eficiencia de las iniciativas sobre salud, porque esos actores (líderes comunitarios,
referentes, colectivos ciudadanos, plataformas de organizaciones civiles…) son los interlocuto-
res legítimos de la comunidad, conocen mejor a los destinatarios de la acción, saben mejor
cómo relacionarse con ellos y cómo lograr su participación activa en las propuestas de cambio.

En definitiva, se trata de avanzar hacia la construcción de una perspectiva compleja de la re-


alidad social, en la que lo comunicacional sea una mirada que se articule con otras disciplinas
y con los saberes vulgares y en la que actores sociales tradicionalmente marginados o conce-
bidos sólo como parte del objeto de estudio sean artífices del cambio comunitario. Es evidente
que, desde la perspectiva propuesta, la comunicación para la salud puede facilitar e impulsar
determinados procesos de cambio, pero tiene también sus dificultades y deben considerarse
desde el principio.

En primer lugar, generar proyectos y acciones de promoción de la salud con voluntad de par-
ticipación comunitaria debe tener en cuenta la complejidad que ello conlleva. Es esperable

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Comunicación para la salud en clave cultural y comunitaria

que aquellos actores que tradicionalmente han llevado la voz de mando en esos proyectos,
generalmente del ámbito sanitario, muestren su oposición y pongan obstáculos ante la pérdida
del control (y de la cuota de poder) que implica tener en cuenta las problemáticas, necesidades
y formas de gestión planteadas por otros actores representativos de la comunidad. Poner en
marcha estos procesos participativos supone dar un lugar preeminente a la comunicación,
primero que todo en clave interna, para el reconocimiento mutuo de los actores que partici-
pan, la construcción de una nueva identidad colectiva y la búsqueda de consensos sobre
los objetivos a seguir y la forma de llegar a ellos.

En segundo lugar, estos procesos participativos pueden enriquecer en gran medida los pro-
yectos comunitarios de salud y aumentar su viabilidad y eficacia, pero también pueden de-
mandar tiempos más largos en su diseño e implementación. Es bastante habitual que los
diferentes actores propongan diferentes visiones de la realidad y propongan estrategias dis-
tintas para generar el cambio, y todo proceso de negociación y búsqueda de consensos re-
quiere de tiempo. Antes que alarmarse por las demoras que se puedan producir en la gestión,
hay que considerar que ese proceso es también parte del aprendizaje que los actores parti-
cipantes obtienen en término de ejercicio de derechos de ciudadanía, que se añaden a los
beneficios que obtendrán con los cambios saludables que se pretenden promover.

3. CONCLUSIÓN

Estamos convencidos de que la comunicación para la salud ofrece múltiples elementos para
promover y facilitar cambios saludables en nuestras sociedades, tanto en lo que refiere al for-
talecimiento de los actores y redes comunitarias como en la promoción de nuevas concepcio-
nes y habilidades individuales y colectivas relacionadas con la salud. Su integración en los
programas y acciones de educación para la salud y promoción de la salud, desde el momento
mismo de su gestación y diseño y a lo largo de todo el proceso, puede favorecer el desarrollo
de esas iniciativas para conseguir un mayor impacto en la sociedad.

Pero, a la vez, debemos situar en su justa medida los alcances y limitaciones de la comunica-
ción para la salud, porque su potencial de ninguna manera es suficiente para transformar má-
gicamente la realidad. La comunicación puede promover en la ciudadanía conductas
saludables para prevenir enfermedades y mejorar su calidad de vida, pero no puede garantizar
que los individuos adopten efectivamente esas conductas. Puede aportarnos herramientas
para informar a la comunidad sobre cuándo demandar atención y cómo hacer un uso adecuado
de los recursos del sistema sanitario, pero no puede cubrir la carencia de esos recursos. Puede
facilitar y dinamizar cambios de conductas de salud pero difícilmente podrá hacer que sean
sostenibles en el tiempo si no van acompañados por otras acciones que apoyen ese cambio
(Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, 2004: 3).

Nuestra propuesta tiene su eje en la comunicación como hecho humano, relacional. Entende-
mos que la comunicación no puede ser entendida apenas como instrumentos o habilidades.
En su mirada más compleja, la comunicación es una dimensión transversal de la vida de las
personas y de la cultura que entreteje las relaciones sociales. En ese escenario todos los ac-
tores y todos los saberes pueden y deben ser puestos al servicio de la mejor calidad de vida.

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Díaz, Hernán y Uranga, Washington

La comunicación para la salud, aún más allá de las diferentes estrategias que se pongan en
juego, tiene que basarse en el reconocimiento de la trama cultural y de la importancia de todos
los actores, con saberes diferenciados pero todos imprescindibles, útiles y valiosos para me-
jorar las condiciones de vida de la población. La promoción de conductas saludables no es el
resultado de campañas o de acosos publicitarios, sino la consecuencia lógica de la apropiación
de otro sentido respecto a la calidad de vida y a la salud por parte de la ciudadanía.

Referencias

Bourdieu, Pierre (1985). Dialogue a propòs de l’histoire culturelle. París, Acte de la Recherche
en Sciencies Sociales, No. 59.
Díaz, Hernán Alfredo (2000): Procesos de comunicación para la salud: criterios y acciones
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Investigación del Magíster en Técnicas de Comunicación en Servicios Sociales. Facultad de
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124 Revista de Comunicación y Salud, vol. 1, nº 1. pp. 113-124, 2011

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COMUNICACIÓN Y EDUCACION PARA
LA PROMOCION DE LA SALUD

Raúl Choque Larrauri


rchoquel@yahoo.com
Licenciado en Educación, Diplomado en Capacitación en Salud
Máster en Comunicación y Educación
Maestría en Gerencia de Proyectos y Programas Sociales

LIMA-PERU
Diciembre 2005
INDICE

1. PRESENTACION ........................................................................................... 2
2. ESTILOS DE VIDA......................................................................................... 2
3. TEORIAS DE CAMBIO DE COMPORTAMIENTO EN SALUD ...................... 3
3.1 TEORIAS PARA EL CAMBIO INDIVIDUAL.............................................. 3
3.2 TEORIAS PARA EL CAMBIO GRUPAL ................................................... 5
4. COMUNICACIÓN PARA LA SALUD .............................................................. 7
4.1 CONCEPTO DE COMUNICACION .......................................................... 7
4.2 MODELOS DE COMUNICACIÓN ............................................................ 7
4.3 COMUNICACIÓN PARA LA SALUD ........................................................ 8
4.4 METODOLOGIA DE LA COMUNICACIÓN PARA LA SALUD ................. 8
5. EDUCACIÓN PARA LA SALUD................................................................... 10
5.1 CONCEPTO DE EDUCACION ............................................................... 10
5.2 MODELOS DE EDUCACION ................................................................. 10
5.3 CONCEPTO DE EDUCACION PARA LA SALUD .................................. 11
5.4 METODOLOGIA DE LA EDUCACION PARA LA SALUD ...................... 12
6. COMUNICACIÓN Y EDUCACION PARA LA SALUD .................................. 13
7. BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................ 16

1
COMUNICACIÓN Y EDUCACION PARA LA PROMOCION DE LA SALUD

1. PRESENTACION

En la I Conferencia Internacional sobre la Promoción de la Salud realizada en Ottawa


el 21 de noviembre de 1986 se emitió la CARTA DE OTTAWA donde se establece que
la Promoción de la Salud consiste en proporcionar a los pueblos los medios
necesarios para mejorar su salud y ejercer un mayor control sobre la misma.

En ese sentido, para alcanzar un estado adecuado de bienestar físico, mental y social
un individuo o grupo debe ser capaz de identificar y realizar sus aspiraciones, de
satisfacer sus necesidades y de cambiar o adaptarse al medio ambiente. La salud se
percibe pues, no como el objetivo, sino como la fuente de riqueza de la vida cotidiana.
Se trata por tanto de un concepto positivo que acentúa los recursos sociales y
personales así como las aptitudes físicas.

La Promoción de la Salud constituye un proceso político y social global que abarca las
acciones dirigidas directamente a fortalecer las habilidades y capacidades de los
individuos, y las dirigidas a modificar las condiciones sociales y ambientales, con el fin
de mitigar su impacto en la salud pública e individual.

Según el Modelo de Abordaje de la Promoción de la Salud en el Perú, las actividades


de promoción de la salud se desarrollan en diferentes escenarios y están dirigidos a
grupos diversos de población por ciclo de vida. Los escenarios para intervenir son la
familia, la escuela, los lugares de trabajo y la comunidad. El fin último de dichas
acciones es propiciar espacios saludables en que los diferentes actores involucrados
participen corresponsablemente en el mantenimiento y mejoramiento de su bienestar.

La promoción de la salud es una combinación de apoyos comunicativos, educativos y


ambientales que favorecen las conductas o acciones que contribuyen a la salud.
Cumple sus objetivos mediante una variedad de actividades cuyo objeto es fomentar
comportamientos y estilos de vida saludables. Se centra en las elecciones y
responsabilidades personales, y en el cambio social y del medio.

La promoción de la salud estimula la formación de coaliciones e incita a los distintos


organismos públicos, privados, voluntarios a participar en una causa común.
Utiliza una variedad de estrategias complementarias como la comunicación y
educación para la salud, la participación comunitaria y el empoderamiento social y las
políticas públicas y la abogacía.

En el presente artículo se desarrolla la estrategia de comunicación y educación para la


salud, partiendo de los estilos de vida, las teorías del cambio de comportamiento y
analizando los conceptos y metodologías de implementación.

2. ESTILOS DE VIDA

Desde una perspectiva integral, es necesario considerar los estilos de vida como parte
de una dimensión colectiva y social, que comprende tres aspectos interrelacionados:
el material, el social y el ideológico.

En lo material, el estilo de vida se caracteriza por manifestaciones de la cultura


material: vivienda, alimentación, vestido.

2
En lo social, según las formas y estructuras organizativas: tipo de familia, grupos de
parentesco, redes sociales de apoyo y sistemas de soporte como las instituciones y
asociaciones.

En el plano ideológico, los estilos de vida se expresan a través de las ideas, valores y
creencias que determinan las respuestas o comportamientos a los distintos sucesos
de la vida.

En este contexto definimos los estilos de vida como los procesos sociales, las
tradiciones, los hábitos, conductas y comportamientos de los individuos y grupos de
población que conllevan a la satisfacción de las necesidades humanas para alcanzar
el bienestar y la vida.

Los estilos de vida son determinados de la presencia de factores de riesgo y/o de


factores protectores para el bienestar, por lo cual deben ser vistos como un proceso
dinámico que no solo se compone de acciones o comportamientos individuales, sino
también de acciones de naturaleza social.

Los estilos de vida saludables son formas de vida que comprenden aspectos
materiales, la forma de organización y los comportamientos. Podemos mencionar
como estilos de vida saludables el estar en un ambiente saludable, tener relaciones
armoniosas, adecuada autoestima, buena comunicación, conductas saludables, etc.

Existen en la sociedad estilos de vida que no son saludables como el alcoholismo,


conductas inadecuadas en la salud como la mala nutrición, el tabaquismo, etc. los
cuales tenemos que irlos cambiando a través de diferentes estrategias y entre las más
importantes las comunicativas y educativas en salud, siendo necesario para ello
conocer las diferentes teorías de cambio de comportamiento en salud.

3. TEORIAS DE CAMBIO DE COMPORTAMIENTO EN SALUD

No hay una sola teoría que domine la educación sanitaria y la promoción de la salud.
Ni debería haberla, ya que los problemas de salud, los comportamientos, las
poblaciones, las culturas y los contextos de salud pública son amplios y variados1.
Para una adecuada ejecución y dirección de las acciones de comunicación y
educación en salud, se sistematiza a continuación las teorías con mayor acercamiento
al campo de la salud tanto a nivel individual y grupal.

3.1 TEORIAS PARA EL CAMBIO INDIVIDUAL

Las teorías del cambio individual parten del punto de vista de que el individuo es la
referencia más importante e inmediata para propiciar los cambios de comportamiento
en la población.

En este caso se señala que el nivel individual es el nivel básico para empezar a
desarrollar la práctica ya que en el otro nivel, los grupos, organizaciones y
comunidades se componen de individuos.

1.- Teoría de etapas o estados del cambio.- Esta teoría (Di Clemente, Prochaska) tiene
que ver con la disposición de los individuos al cambio o al intento de cambiar hacia

1
ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD, (1996): “Modelos y Teorías de
Comunicación en Salud”. Washington D.C., OPS.

3
comportamientos saludables. Su premisa básica es que el cambio de comportamiento
es un proceso y no un acto. Como parte de este proceso se identifican cinco etapas
diferentes: precontemplación, contemplación, decisión/determinación, acción y
mantenimiento. También se señala que este proceso no es lineal, sino más bien
circular; es decir, las personas no pasan por estas etapas y las superan, sino que
pueden entrar y salir en cualquier momento del proceso, y con frecuencia reanudarlo.

2.- Teoría de creencias en salud.- Este modelo de creencias en salud (Hochbaum,


Rosenstock) aborda las percepciones que tiene una persona de la amenaza de un
problema de salud y de la evaluación de un comportamiento recomendado para
prevenir o manejar un problema. Este modelo resulta útil para analizar la falta de
acción o de incumplimiento de las personas, identificando las razones para ello. El
modelo de creencias en salud tiene un buen ajuste cuando el comportamiento o la
afección que constituye un problema suscita una motivación de salud, ya que
precisamente es su punto central o de partida de todo proceso.

4
3.2 TEORIAS PARA EL CAMBIO GRUPAL

Según estas teorías, el diseño de iniciativas de promoción de la salud para prestar


servicios en grupos o comunidades es importante (y no solamente las que se dirigen a
los individuos). Por eso, estas teorías están ubicadas en el campo de la salud pública.
Desde este punto de partida se afirma que el bienestar colectivo de los grupos se
puede estimular mediante la creación de estructuras y políticas que apoyen estilos de
vida saludables (como soporte) y mediante la reducción o eliminación de los peligros
en los entornos sociales y físicos.

Las teorías para promover el cambio de comportamiento a nivel grupal sirven para
comprender cómo funcionan y cambian los sistemas sociales, y cómo pueden
activarse las comunidades y organizaciones. Estos modelos son esenciales para las
actividades integrales de promoción de la salud, complementando los otros modelos
individuales. Los modelos para promover cambios de comportamiento a nivel grupal
sugieren estrategias e iniciativas que son planeadas y dirigidas por organizaciones e
instituciones cuya misión es proteger y mejorar la salud: escuelas, centros de trabajo,
establecimientos de atención de salud, grupos comunitarios y entidades
gubernamentales.

1.- Teoría de aprendizaje social o cognoscitiva.- Supone que las personas existen en
entornos donde los pensamientos, consejos, ejemplos, ayuda y apoyo emocional de
otras personas influyen en sus propios sentimientos, comportamiento y salud. Es decir,
las personas se ven influidas por sus entornos sociales y al mismo tiempo ejercen
influencias en éstos. Esta teoría supone además, que las personas y sus entornos
interactúan continuamente, aborda y explica claramente los factores psicosociales que
determinan el comportamiento de salud y sirve para diseñar las estrategias para
promover el cambio de comportamiento. En esta teoría el comportamiento humano se
explica en términos de una teoría dinámica, recíproca y de tres vías, en la cual los
factores personales, las influencias ambientales y el comportamiento interactúan
continuamente.

La experiencia demuestra también que el aprendizaje se da en un contexto dado,


puesto que los padres influyen en el comportamiento de la persona y no solo ellos sino
los pares, los amigos, los compañeros de clase, los medios de comunicación, etc.

5
2.- Teoría de difusión de innovaciones.- Aborda cómo las ideas, los productos y las
prácticas sociales nuevas se difunden en una sociedad o de una sociedad a otra. Esta
teoría sirve para comprender las inquietudes de los usuarios en relación a la aplicación
de nuevos productos o tecnologías, y también para la difusión de nuevas estrategias y
herramientas de promoción. El desafío de la difusión requiere métodos que difieran de
los que se concentran únicamente en individuos o grupos pequeños. Comprende
prestar atención en la innovación, sea ésta una idea, producto, práctica o tecnología
nueva, así como los canales de comunicación y los sistemas sociales (redes con
miembros, normas y estructuras sociales). En esta teoría hay conceptos claves:
ventaja relativa de la innovación, compatibilidad, complejidad, posibilidad de ponerla a
prueba y posibilidad de observar.

3.- Teoría del mercadeo social.- Es un proceso para desarrollar, realizar, evaluar y
controlar programas de cambio de comportamiento mediante la creación y el
mantenimiento de intercambios. También se le define como la adopción de tecnologías
de mercadotecnia comercial para el análisis, planificación, ejecución y evaluación de
programas destinados a influir en el comportamiento de audiencias destinatarias con el
fin de mejorar su bienestar físico y mental o el de la sociedad de la cual forman parte.
Con el fin de cambiar el comportamiento del consumidor es preciso entender lo que
impulsa y mantiene el comportamiento actual, así como las “palancas” que podrían
impulsar y mantener el nuevo comportamiento. Pero, también se debe comprender lo
que impulsa, facilita y mantiene el comportamiento de los potenciales intermediarios,
los canales de distribución y comunicación, los competidores reales.

6
4. COMUNICACIÓN PARA LA SALUD

4.1 CONCEPTO DE COMUNICACION

El concepto de comunicación puede ser asociado a diferentes términos que


contribuyen a su definición, no sin discrepancias por parte de algunos investigadores,
como por ejemplo, mutualidad, reciprocidad, comunión, comunidad, posesión de algo
en común, participación, transmisión, información, expresión, codificación,
accesibilidad, descodificación, similitud, trato, expansión, sociabilidad, afectividad,
regulación y simpatía. Desde el punto de vista etimológico, proviene de la palabra
latina "communicatio", que a su vez tiene su origen en el término "communis", común.

Estos términos no expresan una relación de sinonimia pero permiten describir mejor la
compleja fenomenología comunicativa, pues solo existe cuando entre los sujetos
ocurre un continuo, ininterrumpido y mutuo intercambio, no solo de mensajes, sino de
cierta afectividad y afinidad. En términos absolutos es completamente falso hablar de
incomunicación total porque resulta absurdo que entre dos personas con alguna
relación temporal no exista cierto entendimiento, aunque sea mínimo.

Con frecuencia se utiliza el término comunicación en acepciones extremas. En su


sentido lato se aplica a cualquier información o mensaje que se trasmite a múltiples
destinatarios relativamente lejanos, como es el caso de los llamados medios de
comunicación masiva, como comúnmente aparece en diferentes países y por parte de
varios autores. Más riguroso sería llamarles medios de información masiva porque en
realidad el fenómeno comunicativo no ocurre en su esencia.

En su sentido estrecho se restringe a la existencia en las personas de muchos


requisitos para que se produzca, como por ejemplo, un mismo idioma, iguales puntos
de vista, etc. En realidad, el misterio de la comunicación se puede producir sin esas
condiciones, solo bastaría que ellos tuvieran algo en común, por pequeño que fuera.

4.2 MODELOS DE COMUNICACIÓN

En relación al fenómeno comunicativo, se establecen dos actitudes diferentes que son


la actitud instrumental y actitud democrática. La actitud instrumental de Emisor –
Receptor, con la retroalimentación, reduce el fenómeno comunicativo a los medios de
comunicación. En consecuencia se trata de una concepción transmisora dirigista que
actúa con patrones comunicativos unidireccionales y verticales. En este tipo de
comunicación no se está garantizando la bidireccionalidad, ni la verdadera
participación del receptor. La retroalimentación representa los mecanismos de control
en manos del Emisor, utilizados para verificar los efectos sobre el receptor a partir de
los estímulos emitidos.

La actitud democrática corresponde más bien a una concepción dialogal en la cual el


emisor tiene la función de comunicador y promueve la recepción grupal del mensaje.
El rol de comunicador implica primero la valorización de sus destinatarios, que no son
concebidos como receptores sino como perceptores. El comunicador toma como punto
de partida la realidad, experiencia y necesidades de sus perceptores para lograr la
recepción grupal de su mensaje. La comunicación concebida desde esta óptica
promueve la participación de los perceptores, dado que la función del mensaje es la de
ser generador de discusión, se busca que los perceptores recreen y re elaboren por si
mismos su propia interpretación, entonces el mensaje se constituye en el motor que
impulsa a la creación de nuevos mensajes que se construyen desde la vivencia del
perceptor, que ahora también se comunica.

7
Por tanto en el proceso de comunicación, el emisor y el receptor cumplen ambos roles,
pues tienen la capacidad para hacerlo. Como dice Mario Kaplún “todo hombre es
‘emirec’, esto es un Emisor - Receptor (E-R) dotado de facultades para ambas
funciones”. Asimismo señala que “todos los seres humanos, grupos, comunidades y
sectores de la sociedad tienen derecho a participar en el proceso de la comunicación
actuando alternadamente como Emisor y Receptor”.

4.3 COMUNICACIÓN PARA LA SALUD

La comunicación es “un proceso mediante el cual dos o más personas, en un contexto


determinado, ponen en común una información, ideas, emociones, habilidades
mediante palabras, imágenes, etc., que les pueden permitir obtener, reafirmar o
ampliar conocimientos anteriores”2, y es además “complementario al de participación”3.
En el campo de la salud, comunicación y participación son fundamentales, pues a
través de una participación activa y conciente de la comunidad lograremos fomentar el
autocuidado de la salud.

La comunicación para la salud es “el proceso social, educativo y político que


incrementa y promueve la conciencia pública sobre la salud, promueve estilos de vida
saludables y la acción comunitaria a favor de la salud, brindando oportunidades y
ofreciendo a la gente poder ejercer sus derechos y responsabilidades para formar
ambientes, sistemas y políticas favorables a la salud y al bienestar”4. Partiendo de
esta premisa de educar, informar, convencer y explicar, así como de escuchar, la
comunicación para la salud proporciona a individuos y comunidades las ventajas y
recursos necesarios para prevenir enfermedades y mejorar su calidad de vida.

El uso de los medios informativos y los multimedia, además de otras innovaciones


tecnológicas para difundir información sobre salud entre la población, aumenta la
concienciación sobre aspectos específicos de la salud individual y colectiva y sobre la
importancia de la salud en el desarrollo.

La comunicación para la salud se convierte en un elemento cada vez más importante


en la consecución de un mayor empoderamiento para la salud de los individuos y las
comunidades.

4.4 METODOLOGIA DE LA COMUNICACIÓN PARA LA SALUD

Para que una organización pueda “diseñar y poner en práctica programas efectivos de
comunicación para la salud, que den lugar a un cambio de conductas positivo, es
necesario disponer de una metodología que sirva de orientación en la creación y
ejecución de dichos programas. Ello facilita el trabajo en equipo cuando todos los
miembros utilizan el mismo marco de referencia y la misma metodología para aplicarla
a nuevas personas y nuevas situaciones”5

En tal sentido, para la práctica de la comunicación en salud se propone un


ordenamiento lógico de una secuencia de pasos “Diagnóstico, Estrategia, Intervención,

2
MENDEZ, JUAN M, (2001): “Aprendamos a consumir mensajes”. España, Grupo Comunicar Ediciones.
3
GALDON, G, (2001): “Introducción a la Comunicación y a la Información”. Barcelona, Editorial Ariel.
4
MINISTERIO DE SALUD DEL PERU, (2002): “Lineamientos de Política de Salud 2002-2012”. Lima,
Editorial MINSA.
5
DEL VALLE ROJAS, Carlos, (2003): “Comunicar la Salud”. Temuco Chile, Ediciones
Universidad de la Frontera.

8
Monitoreo y Evaluación”6, dirigidos al desarrollo de campañas y acciones de
comunicación en salud de uno o más temas de salud identificados.

Para implementar eficientemente las acciones de comunicación en salud, tenemos


pleno conocimiento de que los “programas de comunicación en salud pueden informar,
convencer, fortalecer y educar”7, y para ello requieren una metodología adecuada. “La
metodología que se utilice para la comunicación en salud debe ser sistemática,
estableciendo claramente los pasos a seguir para crear un enfoque comunicativo que
funcione; multidisciplinaria, basándose en los medios de comunicación y los campos
de mercadeo social, educación informal, análisis de conductas y antropología médica,
entre otras áreas; destinada a lograr cambios de comportamiento, logrando no sólo
una toma de conciencia o compartir información y flexible, permitiendo su aplicación a
una variedad de problemas de salud”8.

Con esa premisa un plan de comunicación en salud deberá contener los siguientes
puntos:

1.- Diagnóstico ¿Dónde estamos?

Esta primera etapa es un proceso de investigación que permite recoger, seleccionar,


sistematizar y analizar información sobre el público al cual se quiere llegar y el
contexto o ambientes que intervienen.

El diagnóstico nos permitirá identificar claramente el problema de salud, realizar el


análisis situacional a partir del conocimiento del contexto en el cual ejecutaremos
nuestra intervención comunicacional y caracterizar el público al que dirigiremos la
intervención de comunicación. Los diagnósticos no son fotos de la realidad, no
recogen todo de ella, sólo aquello que nos interesa. Tenemos que conocer los factores
económicos, socio culturales, políticos y evaluar nuestra capacidad de intervención
institucional. Asimismo nos permite analizar los conocimientos, actitudes, prácticas,
preferencias, espacios y modos de comunicación de nuestro público objetivo.

2.- Estrategia: ¿Hacia dónde vamos y cómo lo lograremos?

En función a los resultados del diagnóstico nos permite: Segmentar la audiencia


objetivo, priorizar los comportamientos, formular los objetivos de comunicación,
elaborar los mensajes, seleccionar los medios y determinar el plan de trabajo:
organigrama, cronograma y presupuesto.

3.- Intervención: ¿Qué hacemos?

Es la puesta en marcha de la estrategia. En esta etapa se hacen los ajustes


necesarios en cuanto a los mensajes y materiales que se piensa elaborar mediante la
producción y validación de los mismos. En esta etapa se revisan los criterios básicos
que debemos tomar en cuenta para la producción de los diferentes materiales, en
función a los componentes de eficacia que intervienen en la misma: atracción,
comprensión, identificación, aceptación e inducción a la acción.

6
MINISTERIO DE SALUD DEL PERU, (2002): “Planeamiento Estratégico de la Comunicación
Educativa”. Lima Perú. Editorial Decisión Gráfica.
7
ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD, (1992): “Manual de Comunicación Social
para Programas de Salud”. Washington, D.C., Editorial OPS.
8
DEL VALLE ROJAS, Carlos, (2003): “Comunicar la Salud”. Temuco Chile, Ediciones
Universidad de la Frontera.

9
Es importante señalar que la validación de los materiales comunicacionales se realice
en los dos tipos que existen: técnica y con población. La primera se refiere a la
validación técnica de los contenidos que se difundirán a través de los mensajes y
actividades durante la intervención. En la segunda se prueba si el contenido y la forma
de nuestros mensajes, funcionan en la población, tomando en cuenta los componentes
de eficacia.

4.- Monitoreo y evaluación: ¿Qué y cómo evaluamos?

El monitoreo y la evaluación son un canal de retroalimentación con el público objetivo.


El monitoreo suministra la información necesaria sobre la marcha del proceso y de las
actividades. La evaluación permite medir los resultados que se van produciendo en
relación con los objetivos planteados, para de acuerdo a ello, tomar decisiones a fin de
realizar las correcciones necesarias.

Toda estrategia que no esté sometida a un proceso permanente de seguimiento


(monitoreo) y de medición u observación (evaluación) de los cambios inducidos, pone
en riesgo el logro de los objetivos planteados.

Los tipos de evaluación son los siguientes: Evaluación participativa de necesidades


(en el diagnóstico), evaluación participativa de proceso (monitoreo) y evaluación
participativa de resultados (logro de objetivos).

5. EDUCACIÓN PARA LA SALUD

5.1 CONCEPTO DE EDUCACION

La educación es un derecho para todas las personas, hombres y mujeres, de todas las
edades. La educación es capaz de ayudar a garantizar un mundo más seguro, más
sano, más próspero y ambientalmente más puro y que simultáneamente contribuye al
progreso social, económico y cultural. La educación es una condición indispensable,
aunque no suficiente, para el desarrollo personal y el mejoramiento social.
La Educación busca el desarrollo de las capacidades humanas para formar una
persona plena. Este desarrollo adquiere un doble movimiento, el de extraer, sacar,
desplegar del interior de la persona sus grandes potencialidades y el de conducir esas
potencialidades para el logro de una personalidad completa en sus diversas
dimensiones humanas.

5.2 MODELOS DE EDUCACION

Mario Kaplún agrupa los modelos educativos de acuerdo a tres perspectivas


pedagógicas: pedagogía transmisora, pedagogía persuasiva conductista y pedagogía
problematizadora o cogestionaria, dicho de otro modo se definen como pedagogía que
pone énfasis en los contenidos, pedagogía que pone énfasis en los efectos y
pedagogía que pone énfasis en el proceso educativo.

Las dos primeras son denominadas exógenas es decir que está fuera del sujeto
educando, externo a él; la última en cambio es calificada como endógena y está
planteada desde y a partir del sujeto educando.

La pedagogía transmisora, es la que pone énfasis en los contenidos y corresponde a


la educación bancaria. Esta pedagogía plantea una educación en la cual los
conocimientos transmitidos por el educador deben ser memorizados y aprendidos por

10
el alumno. “Los ejes del método son el profesor y el texto, los programas de estudio
son amplios y basados en los conceptos que la fuente emisora considera importantes.
Se da muy poca importancia al diálogo y la participación y se premia la buena
retención de los contenidos”9. En este caso el educando es situado como objeto
depositario de información.

La pedagogía persuasiva conductista o del adiestramiento, es aquella que pone


énfasis en los efectos. Su principal objetivo es moldear la conducta de los educandos,
según cánones preestablecidos. El alumno debe responder a las conductas deseadas
por el educador. “El objetivo es que el educando haga y al ser establecidos los
objetivos de manera específica y rígida por el programador, el educando se
acostumbra a ser guiado por otros, el método no favorece el desarrollo del raciocinio,
solo valora los resultados, no se promueve la participación, la autogestión y la toma
autónoma de decisiones”10.

La pedagogía problematizadora pone énfasis en el proceso educativo. Esta pedagogía


no se preocupa tanto en la materia a ser comunicada, ni en los efectos en términos de
comportamiento. El objetivo principal es más bien que el educando piense por si
mismo y que a partir de ese pensar parta la acción transformadora de su realidad.
Destacando la importancia del proceso de transformación de la persona y de las
comunidades. “La educación problematizadora, ya no puede ser el acto de depositar,
de narrar, de transferir o de transmitir conocimientos y valores a los educandos, meros
pacientes, como lo hace la educación bancaria, sino ser un acto cognoscente”11.

5.3 CONCEPTO DE EDUCACION PARA LA SALUD

La educación para la salud es un proceso de desarrollo del fomento de la motivación,


las habilidades personales y la autoestima, necesarias para adoptar medidas
destinadas a mejorar la salud. La educación para la salud incluye no sólo la
información relativa a las condiciones sociales, económicas y ambientales que influyen
en la salud, sino también la que se refiere a los factores de riesgo y comportamientos
de riesgo.

La educación para la salud designa “las ocasiones de aprendizaje deliberadamente


puestas en marcha para facilitar los cambios de comportamiento en vista de alcanzar
un objetivo determinado con anticipación”.12 Tal proceso ayuda a los individuos y a los
grupos a tomar conciencia de los problemas que pueden constituir una amenaza a su
calidad de vida y los incita a crear y a reivindicar condiciones favorables a su salud.

Además “la educación para la salud es un proceso planificado y sistemático de


comunicación y de enseñanza aprendizaje orientado a hacer fácil la adquisición,
elección y mantenimiento de las prácticas saludables y hacer difíciles las prácticas de
riesgo”.13

En este contexto la Educación para la Salud es una estrategia fundamental para la


promoción de la salud y específicamente para promover comportamientos y por ende
estilos de vida saludables en la población. En un sentido amplio “La Educación para la
Salud es toda actividad libremente elegida que participa en un aprendizaje de la salud

9
KAPLUN, Mario (1998): “Una Pedagogía de la Comunicación”, Ediciones De la Torre, Madrid-España.
10
Idem.
11
FREIRE, Paulo (1970): “Pedagogía del Oprimido”, Ediciones San Santiago, Santiago-Chile.
12
GOMEZ ZAMUDIO, M, (1998): “Teoría y Guía Práctica para la Promoción de la Salud”. Montreal,
Editorial Universidad Montreal.
13
COSTA CABANILLAS M, (2000): “Educación para la Salud”:. Barcelona, Editorial Pirámide.

11
o de la enfermedad, es decir, es un cambio relativamente permanente de las
disposiciones o de las capacidades del sujeto. Una educación para la salud, eficaz,
puede así producir cambios a nivel de los conocimientos, de la comprensión o de las
maneras de pensar; puede influenciar o clarificar los valores; puede determinar
cambios de actitudes y de creencias; puede facilitar la adquisición de competencias;
incluso puede producir cambios de comportamientos o de modos de vida”14.

A partir de un análisis de los componentes de esta definición, podemos aproximarnos


a la comprensión de las ventajas que presenta desde el punto de vista educativo:

La utilización de la palabra “combinación”, denota la importancia de la


complementariedad de los métodos educativos ya que cada método se corresponde
con objetivos de aprendizaje. Es la combinación de estos métodos lo que permitirá
alcanzar el conjunto de los objetivos presentes en los proyectos educativos para la
salud, reconociendo así la necesidad de atender el aprendizaje desde la perspectiva
de la complejidad.

Al hablar de “experiencias de aprendizaje” se hace referencia a la necesidad de


abordar la configuración del comportamiento desde la experimentación de diversas
situaciones de aprendizaje. De este modo se hace posible la integración en la
educación para la salud de los aspectos cognitivos (conocimientos), los afectivos
(actitudes y valores), los psicomotores (habilidades personales) y los sociales
(capacidades de relación), del comportamiento que se pretende poner en práctica.

La función de “facilitar” ya implica las características que ha de tener el papel del


educador, considerando a este como un facilitador de los cambios voluntarios de
comportamiento es decir, entendiendo la naturaleza de la tarea educativa para la salud
como una relación de ayuda y apoyo, no impositiva, y en la que el elemento
fundamental de la relación educativa es el que aprende.

Considerar que los cambios de comportamiento que pretende lograr la educación para
la salud han de ser “voluntarios” implica una percepción antropológica de que todo
individuo posee un modo de vida propio que viene condicionado por su herencia, su
desarrollo, su cultura y su entorno y que, por tanto, cada persona tiene su propia forma
de comportarse, sus actitudes, sus valores, sus experiencias y sus conocimientos
específicos. Pero, al mismo tiempo, supone una concepción de la educación para la
salud como proceso facilitador de cambios en los estilos de vida de los sujetos, que
éstos podrán asumir o no, sin ejercer ningún tipo de manipulación conductual sobre
ellos.

Los “comportamientos saludables” que se pretende conseguir con los proyectos


educativos para la salud son aquellos que nos permiten mejorar nuestro estado de
salud. Con ello se alude no sólo al resultado de las actividades educativas sino
también a la influencia de las acciones emanantes de diversas instancias sobre la
salud, esto es, sobre las condiciones de vida, ambientales o de servicios prestados a
la población.

5.4 METODOLOGIA DE LA EDUCACION PARA LA SALUD

Para aplicar la educación para la salud es necesario aplicar una metodología


adecuada que incorporen métodos de aprendizaje activos, que vayan dirigidos hacia

14
GARCIA MARTINEZ, Alfonso y Otros (2000): “Educación para la Salud: Una apuesta por la calidad de
vida”. Ediciones ARAN, Madrid-España.

12
las influencias sociales y la de los medios de comunicación de masas, que refuercen
los valores individuales y las normas grupales, que promuevan el desarrollo de
habilidades sociales fundamentalmente.

Una estrategia especialmente efectiva es el trabajo en grupo de iguales. Sus


principales ventajas son: Mayor adecuación de los contenidos y estrategias, mayor
motivación y crédito de la información. Los adolescentes conceden mucho mayor valor
a la información obtenida en el grupo que a la suministrada desde arriba. El alumno
debe llegar a hacer suya la actividad de aprendizaje, y el educador debe jugar el papel
de facilitador del aprendizaje. En este sentido, hay que procurar siempre usar métodos
participativos que potencien la adquisición de habilidades sociales, la competencia en
la comunicación, la resolución de conflictos; que incidan en la responsabilidad, en la
toma de decisiones y que faciliten la práctica de las habilidades aprendidas.

En este sentido decía la OMS (1983): Si enfocamos la educación sanitaria desde un


modelo participativo, y adaptado a las necesidades, la población adquirirá una
responsabilidad en su aprendizaje y éste no estará centrado en el saber, sino también
en el saber hacer.

La educación para la salud, se realiza en la educación formal a través de la


incorporación en la currícula educativa de contenidos de promoción de la salud,
asimismo en la educación no formal desarrollando sesiones de aprendizaje en
organizaciones de base, comunidades, grupos, etc.

En el campo de la Educación para la Salud se viene promoviendo las escuelas


saludables a fin de propiciar acciones integrales de promoción de la salud, en torno al
centro educativo como una oportunidad para la vida, el trabajo y el aprendizaje,
promoviendo el desarrollo humano sostenible de las niñas, los niños y los jóvenes a
través del desarrollo de habilidades y destrezas para cuidar su salud, la de su familia y
comunidad y apropiarse críticamente de los saberes, competencias, actitudes y
destrezas necesarios para comprender y transformar la realidad. Forma personas
creativas, seguras de sí mismas, críticas e innovadoras, crea valores de autoestima,
autovaloración y asertividad.

Las líneas de trabajo que se abordan en esta importante estrategia son el de


ambientes saludables, estilos de vida saludables y servicios de salud y nutrición.

6. COMUNICACIÓN Y EDUCACION PARA LA SALUD

En el campo de la salud las acciones de educación y comunicación empezaron a


desarrollarse con la promoción de la salud, tal es así que la Carta de Ottawa
establecía que los medios de comunicación son actores claves y están implicados
poderosamente para la promoción de la salud.

En la Declaración de Yakarta sobre promoción de la salud en el siglo XXI, adoptada en


la IV Conferencia Internacional sobre la Promoción de la Salud, celebrada en julio de
1997, se indica que la capacidad de las comunidades para la promoción de la salud
requiere educación práctica, acceso a los medios de información, a la comunicación
tradicional y las nuevas tecnologías de comunicación.

La comunicación, la educación y la salud coinciden y se encuentran en la persona


humana, la comunicación favoreciendo el desarrollo de comportamientos y estilos de
vida saludables a través de los medios de comunicación y la comunicación
interpersonal; la educación activando sus capacidades para el desarrollo de las

13
mismas y su ejercicio en la vida social, productiva, reproductiva, política, creativa,
cultural, etc.; y la salud creando las condiciones físicas, mentales, sociales y
ambientales para que esa persona pueda serlo y actuar como tal.

“La comunicación y educación se vuelven, cada vez más, un binomio inseparable, por
encima mismo de los propios medios, técnicas e instrumentos comunicativos
empleados”15, y esto fortalece, enriquece y modifica, en forma consciente e informada,
conocimientos, actitudes y/o comportamientos a favor de la salud.

El abordaje de la comunicación y educación como una alianza estratégica tanto para la


educación formal y no formal es una real necesidad. La intersección de ambas
ciencias a decir de J. M. Pérez Tornero, se nutre de fuentes bien consolidadas: “Viene
configurado, en primer lugar, por un saber teórico que procede de las ciencias de la
comunicación aplicadas a los media y a la educación. Bebe, también de las fuentes
de la pedagogía y la didáctica, que son disciplinas capaces de explicar y comprender
los procesos de aprendizaje y de instrucción que se dan tanto en circunstancias
formales, como en informales”.16

En este contexto se apertura esta corriente de la comunicación educativa para ser


desarrollada e instrumentada en aras de promover salud y coadyuvar al desarrollo de
la sociedad.

6.1 COMUNICACIÓN EDUCATIVA EN SALUD

Proceso en el que diferentes actores sociales e institucionales (públicos y privados),


teniendo como eje a la comunidad, diagnostican, planifican, producen, difunden y
evalúan mensajes que proporcionen conocimientos, forjen actitudes y provoquen
prácticas favorables al cuidado de la salud compatibles con las aspiraciones de la
comunidad.

Permite adoptar, fortalecer, enriquecer o modificar positivamente, en forma consciente


e informada, conocimientos, actitudes y/o comportamientos con el propósito de
establecer estilos de vida saludable. Este proceso puede ser interpersonal, grupal o
masivo.

6.2 RADIO EDUCATIVA EN SALUD

La radio por medio de mensajes sonoros, crea, recrea y reproduce la realidad desde
perspectivas muy diferentes: en unos casos políticos, comerciales, religiosos, sociales
y también educativos. La utilización del sonido con fines educativos no es una
novedad. Ésta es una técnica pedagógica que fue ya utilizada por Pitágoras con la
intención de incrementar la eficacia de sus enseñanzas.

La radio educativa es un instrumento para la educación no formal y puede ayudar a las


personas a decidir por sí mismas, a aprender por cuenta propia, a comportarse libre,
feliz y responsablemente. Por ello, puede decirse que la radio debería ser no sólo un
medio de comunicación, sino un espacio donde se construyen las identidades
culturales a partir de planteamientos críticos: un medio en el que la participación de la
sociedad desempeña un papel esencial y cuya función no puede dejar de ser
primordialmente educativa al informar, promover y defender los intereses de la

15
AGUADED GOMEZ, José I. (1995): “Educación y Medios de Comunicación en el Contexto
Iberoamericano”. Huelva : Editorial Ortega/Huelva.
16
PEREZ TORNERO, José M, (2000): “Comunicación y Educación en la Sociedad de la Información”.
Barcelona, Editorial Paidós.

14
sociedad, tomar parte en sus costumbres culturales y sociales así como en sus
prácticas políticas. La capacidad educativa de la radio popular y comunitaria se evalúa
así por su actuar democrático que le permite acompañar y fortalecer las diversas
acciones y prácticas culturales, productivas, sociales y políticas de los sectores
populares.

En el campo de la salud la radio es el medio masivo de mayor alcance y un aliado


estratégico para la promoción de la salud. En la radio se realizan programas,
microprogramas, spots y mensajes.

Una de las experiencias más importantes en la Región Sudamericana se tiene a las


radionovelas en temas de salud realizadas por el proyecto Reprosalud que han
generado un impacto muy importante en la promoción de estilos de vida saludables en
salud materna en el Perú.

6.3 TELEVISION EDUCATIVA EN SALUD

La televisión educativa es “aquella que se inscribe instrumentalmente en un proyecto


de formación o instrucción”17. La televisión educativa para adultos está destinada a
comunicar mensajes educativos a una población situada fuera del sistema educativo a
quien se le atribuye una preocupación general por los temas que afectan a la
ciudadanía.

Según José Manuel Pérez Tornero, para que la televisión pueda integrarse en el
campo educativo se deberán tener en cuenta los siguientes principios: Es preciso
potenciar las capacidades específicas de la televisión como sistema de
representación, por su capacidad de registro de acontecimientos y de descripción de
procesos, por sus posibilidades de exploración, de captación intuitiva y espontánea de
lo real y por su disposición a la globalidad, a reunir lenguajes muy distintos en un
tiempo-movimiento; es preciso introducir el medio de la televisión dentro de un
proyecto educativo, puesto que los contenidos, las informaciones y los mensajes de la
televisión tienen que responder a una planificación previa, a la necesidad de guiar el
aprendizaje y la construcción de conocimiento de los espectadores e introducir la
televisión en el marco de una conciencia activa del medio, puesto que no hay
proyecto de TV educativa, si no hay una pedagogía de la imagen y del lenguaje de la
TV en paralelo.

En el campo de la salud se realizan programas televisivos con contenidos de


promoción de la salud, así como spots televisivos sobre campañas educativas.

6.4 TEATRO EDUCATIVO EN SALUD

Es importante, cuando se quiere un cambio de conductas de la comunidad, el poder


destacar el beneficio que se obtendrá en forma visible, y para esto lo mejor es
dramatizar los conceptos o teatralizarlos mostrando sus características evidentes por
el teatro.

El teatro es una forma de participación con representaciones de escenas, en general


con exageraciones cómicas o dramáticas para hacer todo más comprensible.

Hay Teatro desde el inicio de la Humanidad como forma de representación de


imágenes, sentimientos, sensaciones e ideas. La gente que produce teatro es aquella
capaz de convertir el pensamiento en una especial forma de representación que

17
PEREZ TORNERO, José M, (1993): “Televisión Educativa”. Madrid-España, Editorial UNED.

15
implica un aquí y un ahora con protagonistas que desarrollan una historia como sí, en
un espacio de ficción. El teatro educativo “es la escenificación de un guión
debidamente estructurado, cuya drama gira alrededor de un tema. Es importante la
forma como se presenta una obra: lenguaje, vestuario, maquillaje, manejo de recursos
técnicos, coreografía, expresión corporal y escenografías. Debe tener un lenguaje
verbal y no verbal comprensible para el público, motivando la participación de la
audiencia”18.

Por ejemplo tenemos la obra de teatro “Aire puro”, cuyo objetivo es la prevención del
tabaquismo.

1ra. etapa: El personaje muestra un exceso de ansiedad queriendo mostrar el


compromiso de los órganos de los sentidos: cigarrillos en la nariz, pipa en la boca,
pulmones saturados, manos con muchos cigarrillos. En su cabeza un sombrero con un
resorte del que pende un revólver amenazante con el movimiento del resorte. Del caño
del revólver sale un cigarrillo.

2a. etapa: El sombrero es reemplazado por un cilindro donde se lee "FUMAR MAL
HACE, 20 cigarrillos peligrosos". Y que connota una marca.

3a. etapa: el personaje deambula ya con una galera negra con textos connotativos: "Al
que fuma la vida se le hace humo".

El personaje Aire Puro concilia y sintetiza diversos elementos de una situación


comunicativa, siendo él mismo el mensaje y el vehículo para transmitirlo y también
receptar al instante la devolución la devolución o reelaboración que produce lo emitido
y la emisión.

La estrategia se basa en que, para ir despertando el interés, la curiosidad o búsqueda


de respuestas, el personaje se pasea durante 3 ó 4 días antes de develar hacia que
apunta su actuación. En este período puede modificar textos, disparadores u objetos
de acuerdo a la recepción o devolución que hiciere el público.

Los mensajes recibidos a través de un casi bombardeo a los sentidos no parecen


olvidarse por largo tiempo, además de relacionarse con el placer, la identificación o el
humor más universal con elementos regionales.

7. BIBLIOGRAFÍA

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contexto iberoamericano.
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18
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16
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17
Temas de actualidad / Current topics

En los Estados Unidos de América, el área de las co-


La comunicación para la municaciones asociada con la salud ha sido objeto
de estudio por más de 20 años. En casi todas las
salud como disciplina instituciones académicas, se dedica a esta disciplina
en las universidades una división o área de interés. Hay, además, dos re-
vistas que tratan exclusivamente del tema: Health
estadounidenses Communication y Journal of Health Communication.
Sin embargo, son pocas las universidades que han
establecido un plan de estudios de especialización
en ese campo. De hecho, solo una, la Escuela de Co-
Rina Alcalay1 municaciones de la Universidad Emerson en con-
junto con la Escuela de Medicina Tufts, en Boston,
ofrece un título académico específicamente en co-
municación y salud. En ese programa, la disciplina
se define como “el arte y la técnica de informar,
influenciar y motivar a los individuos, las institu-
ciones y el público general sobre temas de salud
importantes. Entre esos temas se encuentran la pre-
vención de enfermedades, la promoción de la sa-
lud, las políticas de salud, el financiamiento y el
mejoramiento de la calidad de vida y salud de los
miembros de una comunidad” (1).
El origen de esta área de especialización en
comunicaciones para la salud se atribuye a un pro-
yecto en particular, el Stanford Heart Disease Pre-
vention Project [Proyecto para Prevenir las Enfer-
medades del Corazón] dirigido por el doctor Jack
Farquahar, cardiólogo, y el doctor Nathan Mac-
coby, profesor de comunicaciones (2, 3). Recono-
ciendo la importancia de esta área de estudio, el go-
bierno estadounidense estableció en 1993 la Oficina
de Comunicación y Salud ubicada en los Centros
para el Control y la Prevención de Enfermedades
(CDC). Los CDC definen la comunicación para la
salud como “el diseño y la diseminación de mensa-
jes y estrategias que se basan en la investigación del
consumidor, para promover la salud de los indivi-
duos y las comunidades” (4).

La importancia de la comunicación
para promover la salud

La importancia de la comunicación en el ám-


bito de la salud es clara. Existe una disparidad entre
los avances logrados por la medicina y el conoci-
miento y la aplicación de estos por el público. Mien-
1 Universidad de California en Davis, Departamento de Comunica- tras que los profesionales de la salud tienen grandes
ciones. Dirección postal: Department of Communication, Univer-
sity of California at Davis, Davis, California 95616. Dirección elec- conocimientos sobre la prevención de las enferme-
trónica: realcalay@ucdavis.edu dades y la promoción de la salud, no saben necesa-

192 Rev Panam Salud Publica/Pan Am J Public Health 5(3), 1999


riamente cómo comunicar efectivamente esa infor- cia de enérgicas campañas de promoción de la sa-
mación tan vital para la sociedad. Esta situación lud. Las muertes por enfermedades del corazón han
constituye el foco central de interés del área de co- disminuido de 15 a 20% en la segunda mitad de los
municación para la salud, es decir, el estudio de la años noventa (7).
naturaleza y la función de los medios necesarios
para hacer que los temas de salud lleguen y produz-
can un efecto en las audiencias objetivo (5). Dentro La investigación sobre comunicación
del ámbito del quehacer de la comunicación para la para la salud
salud se consideran a) la calidad de la comunicación
interpersonal en locales de salud, por ejemplo, entre En los Estados Unidos, el campo de las inves-
el médico y el paciente; b) la comunicación entre tigaciones sobre la comunicación para la salud tiene
miembros de una organización, por ejemplo, en ins- tres características principales:
tituciones de salud; y c) el alcance de los medios de
comunicación masiva así como el diseño, la ejecu- • Es un área de investigación aplicada. El área de la
ción y la evaluación de campañas de comunicación. comunicación para la salud es muy halagadora
El impacto de la promoción de salud en los para cualquier persona que se interese por las
Estados Unidos ha sido muy positivo y con frecuen- ciencias sociales aplicadas. Provee un contexto ex-
cia se ven en la prensa ejemplos de esa influencia celente para poner a prueba y aplicar teorías y
educativa. Por ejemplo, los datos estadísticos de principios sobre la comunicación social. Su aporte
1996 muestran que, como resultado de los progra- al desarrollo del conocimiento está precisamente
mas de prevención y promoción, las muertes por en probar y aplicar en el terreno principios basa-
sida han disminuido notablemente, la natalidad en dos en la comunicación interpersonal, grupal, or-
adolescentes ha comenzado a descender y la espe- ganizacional, de masas e intercultural, con miras
ranza de vida ha aumentado al nivel máximo de a mejorar las condiciones de salud de la pobla-
76,1 años (6). Además, como resultado de intensas ción y los sistemas de salud.
campañas en los medios de comunicación, entre • Tiene pertinencia social. La comunicación para
1996 y 1997 la mortalidad por cáncer de mama tuvo la salud presta credibilidad y pertinencia a una
una reducción importante en el estado de Califor- disciplina que muchas veces se cuestiona en
nia. Esa reducción se atribuye al alto porcentaje de cuanto a utilidad pues, a pesar de que su foco de
mujeres que, como resultado de las campañas de interés es la comunicación social, termina por
educación, se hicieron mamografías. En consecuen- crear un oscuro lenguaje propio, que dista
cia, los tumores de mama que antes se diagnostica- mucho de hacerlo asequible a las personas ajenas
ban cuando alcanzaban un tamaño promedio de a la especialidad. En las palabras de Gary Kreps,
3 cm, ahora se detectan al alcanzar los 2 cm (7). “Uno a veces se pregunta si la ciencia de las co-
Estos datos contrastan con otros divulgados municaciones no terminará deteniéndose en
en los medios de comunicación, como los que se re- seco, convertidos los comunicadores sociales en
fieren a Hungría, donde los hábitos de vida malsa- un grupo de ermitaños aislados, cada uno mur-
nos como el fumar e ingerir alcohol y una dieta da- murándose a sí mismo palabras en un lenguaje
ñina han afectado notablemente a la salud de la que solo él puede entender” (8).
población. Según las estadísticas del Banco Mun- • Se ejerce generalmente en ámbitos interdisci-
dial, la esperanza de vida de los hombres húngaros plinarios. La naturaleza del quehacer en el área
es la más baja de Europa después de Rusia. Solo la de la comunicación para la salud es por lo gene-
mitad de los hombres de Hungría llegarán a los 70 ral interdisciplinaria y, por lo tanto, necesaria-
años de vida, ya que el porcentaje de cáncer entre mente opuesta al oscurantismo y la sobreespecia-
ellos es el más alto del mundo, uno de cada cinco lización (9). En los proyectos de comunicación
puede describirse como alcohólico y las tasas de ci- para la salud confluyen conocimientos prove-
rrosis equivalen a 14 veces las de Suecia. Expertos nientes de la psicología social, sociología, me-
internacionales en salud reprochan al gobierno de dicina, epidemiología, antropología y salud pú-
Hungría por no haber puesto en marcha campañas blica, además de la comunicación social. Es
masivas de comunicación en salud (7). común trabajar en equipos interdisciplinarios en
Por otro lado Polonia, que a comienzos del los que hay que compartir experiencias y conoci-
decenio de los noventa se encontraba en el mismo mientos prácticos de diferentes ámbitos para
estado de salud catastrófico que el de Hungría, ha poder resolver problemas complejos. En estas
mejorado espectacularmente sus tasas de esperanza circunstancias, es preciso usar lenguaje claro y
de vida. Los investigadores médicos de ese país lo poder poner en operación conceptos y teorías de
atribuyen exclusivamente a cambios en la dieta y comunicación social que sean útiles para el
disminución del hábito de fumar como consecuen- equipo interdisciplinario.

Rev Panam Salud Publica/Pan Am J Public Health 5(3), 1999 193


El trabajo interdisciplinario suele ser benefi- El programa de la Universidad de California en
cioso para todos los participantes. Los profesores in- Davis. Hace 10 años, el Departamento de Comu-
vestigadores de escuelas de comunicación frecuen- nicaciones de esta universidad no contaba con un
temente trabajan en equipo con miembros de programa de especialización en comunicaciones
facultades de medicina para elaborar propuestas que para la salud y tenía un enfoque muy pronunciado
han de presentarse a organismos que pueden finan- en la enseñanza de la retórica. Actualmente cuatro
ciarlas como los Institutos Nacionales de Salud profesores investigadores trabajan en el área de la
(NIH) y fundaciones como las de Robert Wood John- comunicación para la salud. El profesor Charles
son, Kaiser Family Foundation, Kellogg y Wellness Berger, destacado teórico de la ciencia de la comu-
Foundation. Cabe notar que uno de los criterios más nicación social, está estudiando la influencia de los
importantes para evaluar las propuestas es que los medios masivos en la percepción del riesgo de en-
equipos que prometen desarrollar las campañas de fermedades, concepto clave para el desarrollo de
promoción de la salud o de educación sobre trata- campañas de promoción de la salud. El profesor
mientos para enfermedades crónicas incluyan recur- Mike Motley investiga las tácticas de comunicación
sos humanos expertos en comunicación para la interpersonal y de construcción de mensajes en si-
salud. Por excelente que parezca el proyecto y por tuaciones problemáticas, por ejemplo, las de acoso
muy ilustres que sean los investigadores médicos y sexual, violación entre personas conocidas y revela-
epidemiológicos involucrados, si el proyecto no ción de enfermedades de transmisión sexual. El
cuenta con un plan de comunicaciones bien pensado profesor Robert Bell estudia los factores sociales
y con los recursos humanos que garanticen su instru- que influyen en comportamientos conducentes a
mentación, el proyecto no consigue financiamiento la prevención del sida y ha realizado estudios que
(experiencia personal de la autora como miembro de analizan el contenido de la propaganda de produc-
comités de evaluación de proyectos, NIH). tos farmacéuticos que aparece en revistas. Por úl-
Por otra parte, la colaboración con las escuelas timo, la autora durante más de 20 años ha enfocado
de medicina hace posible que los investigadores en su investigación en el estudio de las audiencias y en
comunicaciones para la salud tengan acceso a re- la planificación, el diseño, la ejecución y la evalua-
cursos mucho mayores que los que generalmente ción de campañas de comunicación dirigidas a po-
pueden obtener. Las escuelas de comunicación sue- blaciones multiculturales. Esas campañas han abar-
len contar con escasos recursos para la investiga- cado la prevención del tabaquismo, la prevención
ción o la ejecución de campañas, especialmente de enfermedades del corazón, la planificación fami-
cuando se trata de campañas de comunicación ma- liar, el cuidado prenatal y la vacunación.
siva en las comunidades, que son muy costosas. (La Los cursos dictados por la facultad de comu-
excepción a esta regla es la conocida Annenberg nicaciones de la Universidad de California en Davis
School of Communication, que cuenta con un bene- atraen a alumnos de una gran variedad de campos
factor privado, el señor Walter Annenberg.) de estudio, tales como educación, medicina, cien-
cias conductuales aplicadas, administración de em-
presas, sociología, agronomía, ciencias políticas y
Desarrollo de la comunicación para la salud psicología. Tanto en Davis como en los departa-
en las universidades estadounidenses mentos de comunicaciones de otros centros de en-
señanza se ofrecen cursos con títulos tales como co-
La comunicación para la salud penetró en el municación y salud; teorías de persuasión y diseño
ámbito académico estadounidense por medio de de mensajes; comunicación grupal y negociación;
profesores investigadores a quienes les interesaba teorías de comunicación masiva y promoción de la
ese campo en particular. Su trabajo en esta área de salud; diseño, ejecución y evaluación de campañas
especialización ha sido básicamente autodidacta. de comunicación; análisis y evaluación de audien-
Actualmente en varios departamentos de co- cias; comunicación masiva y cambio social; y aspec-
municaciones se ofrecen programas de Magister tos culturales de la promoción de la salud. Además
“con énfasis en” comunicación para la salud, por de cursos como los mencionados, los programas de
ejemplo en la universidad Northwestern y las de estudio requieren cursar estudios sobre metodolo-
South Florida, Maryland, Kentucky, Texas, Michi- gías de investigación en ciencias sociales, especial-
gan State, Minnesota, Reno y California en Davis. mente de investigación evaluativa.
Complementariamente, hay escuelas de salud pú-
blica que destacan la importancia de las comunica-
ciones en sus programas de Magister en Salud Pú- El programa Emerson-Tufts de Magister en Co-
blica. Entre estas figuran la Johns Hopkins School municación para la Salud. Como ya se ha hecho
of Hygiene and Public Health, la Tulane School of notar, este programa conjunto del Departamento
Public Health y la Universidad de Maryland (9). de Comunicaciones de la Universidad Emerson y la

194 Temas de actualidad • Current topics


Escuela de Medicina de Tufts es el único que ofrece incluir el aspecto de comunicaciones en la promo-
la posibilidad de obtener un título de posgrado en ción de la salud. Pocas escuelas de comunicaciones
comunicación para la salud. El programa de estu- tienen un plan de estudios dedicado al área de la
dios incluye series de asignaturas obligatorias y op- comunicación para la salud y el aporte de los acadé-
tativas. Las obligatorias cubren temas como estrate- micos ha sido principalmente de carácter indivi-
gias éticas y efectivas de medios; comunicación dual dentro de las escuelas de comunicación social
profesional; métodos de investigación; teorías de y de salud pública.
comunicación, y persuasión y negociación. Además La comunicación para la salud es un área muy
de las clases formales, el programa comprende con- fecunda de trabajo y de investigación aplicada e in-
textos comunicacionales de manejo de crisis, pre- terdisciplinaria. Representa un modelo de cómo la
sentaciones públicas que combinan diversos me- ciencia de las comunicaciones adquiere relevancia
dios; conferencias de prensa y comunicación de social aportando a otras áreas del quehacer humano
grupos (1). Las asignaturas optativas permiten a los —en este caso a la de la salud— teorías, conceptos
alumnos coordinar áreas de especialización en me- y técnicas para mejorar el bienestar de la pobla-
dicina, nutrición, salud pública, políticas sociales, ción. La promoción de la salud comprende una gran
mercadeo social, relaciones públicas, comunicación riqueza de conocimientos teóricos, investigación
intercultural, promoción en salud, salud ambiental aplicada, modelos de acción y ejemplos de la aplica-
y ocupacional, salud maternoinfantil y salud inter- ción práctica de los conocimientos sobre comunica-
nacional. El programa también exige prácticas en el ciones. Se espera que esta área de especialización
terreno, ya sea en los medios de información y co- tan importante comience su desarrollo en América
municación, instituciones gubernamentales o cen- Latina y el Caribe en un futuro muy cercano. Ello
tros de salud. dependerá en gran medida de su introducción sis-
Los alumnos de este programa no provienen temática en escuelas de comunicación comprometi-
exclusivamente de las profesiones liberales y del das con la investigación académica aplicada y la
área de comunicaciones. Muchos pertenecen tam- formación de generaciones futuras de especialistas
bién a los campos de la medicina, la salud pública, en comunicación y salud, que puedan responder de
la odontología, las ciencias veterinarias o la admi- forma adecuada al desafío de mejorar la calidad de
nistración de empresas, y optan por un título que vida en los países de las Américas.
combina las dos áreas. El grado de magister, por lo
tanto, puede otorgarse tanto a los alumnos que si-
guen el currículo de forma exclusiva como a los que
prefieren un título combinado. Todos desarrollan Agradecimiento. La autora agradece a la OPS
las capacidades para planear, ejecutar y evaluar el respaldo brindado durante el presente trabajo.
programas; servir de enlace entre los medios de co-
municación, los expertos en salud, la comunidad y
los funcionarios de instituciones de salud o de orga-
nismos gubernamentales, y diseminar información SYNOPSIS
efectivamente (10).
Las posibles oportunidades de empleo para Health communication as a field of study in
los graduados del programa de Emerson-Tufts in- universities in the United States of America
cluyen los ámbitos del mercadeo social, las relacio-
nes públicas, los servicios humanos, la salud comu- This article analyzes the state of development of communi-
nitaria, la planificación y el desarrollo, el gobierno, cations related to health in universities of the United States
of America. This specialty is essential for people’s well-
la definición de políticas de nivel local, regional y
being, and it involves interpersonal, organizational, and
nacional, y las organizaciones privadas. Hay ade- mass communications. In the United States, communica-
más oportunidades de trabajo en los medios de co- tions for health promotion is an area of applied communi-
municación, los sistemas privados de salud y los cations with social relevance and generally performed in
hospitales. interdisciplinary settings. A number of universities in the
United States offer communications master’s degree pro-
grams with an emphasis on health. However, so far, the only
CONCLUSIONES program with a formal graduate degree in health and com-
munications is one jointly offered by the Emerson Univer-
El interés en la comunicación para la salud sity Department of Communications and the Tufts School of
como área de estudio en los Estados Unidos data de Medicine. Developing and including this specialization in
the schools of communications in Latin America is crucial to
solo dos decenios. El desarrollo de este campo no
improving the quality of life of the peoples of the continent.
ha sido sistemático, sino que ha respondido más
bien de forma reactiva a la necesidad imperativa de

Rev Panam Salud Publica/Pan Am J Public Health 5(3), 1999 195


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tury. Am Behav Sci 1994;38(2):208–214. communication research and devel-

196 Temas de actualidad • Current topics


i¡~~¡¡¡H1ili~I~tt~I¡K~1¡~ili~~~¡~~~j¡¡~illilj~~ RAUL 21 BECHI ~~¡~~~~i~~~~¡~~~¡~i~I~~~~~~~ml~~~11~~¡~~1¡¡~~~~1¡¡~~~¡¡~¡¡ ~Uj¡j¡j¡j~Uj¡j¡t¡j¡¡m~¡¡m¡j¡j¡ilj~~@¡j¡j¡:¡j¡j¡j¡j¡:¡j¡m LUIs RAMIRO BELTRAN ¡:IIII¡¡¡¡¡:¡¡¡¡~¡¡:¡:¡¡:¡¡¡:¡j¡¡¡¡¡¡¡:¡:¡:¡:¡¡¡¡:I:lIilIlm

EL HORROR FmvOllZAOO
Salud pública y

La cadena de "confesiones" de militares argentinos, queparticiparon en la represión

durante la última dictadura, llevó a los medios de comunicación a un debate largamente

comunicación social

postergado. Las pantallas de televisión sellenaron, durante algunas semanas, de


Los profesionales del sector de la salud nohan recibido formación para la gigantesca tarea de mouützacton
uniformados que "confesaban" sus crímenes y familiares de desaparecidos reclamando
bacta la participación democráttca en lalucha poreldesarrollo. Por ello, deben asoctar sus capacidades y
justicia. Sin embargo, eltratamiento periodístico vació de contenido los debates,
esfuerzos a los deespectaltstas en comunicación, educación e Información. Y estos tendrán queempeñarse
diluyendo laproblemática de los derechos humanos entre chismes de lafarándula,
afondo y sin demora enfamiliarizarse con la naturaleza del sectorpara poder sennrlo bien. Es una
montando un nuevo e indignante espectáculo.
attanza lógica y loable.
~!~l~¡~~l~~!im~l~~~~~~~t~tm~~~¡~¡;;¡~¡;¡;¡~~l~l¡~~~~*~~~~~~¡~¡~~*mm~l~lllt~~~~;~ ili1!~;~;~~m¡~~;¡;¡;;~~~~~;~¡¡¡¡¡;~~ll¡¡¡¡¡~~;~;;;~;¡;~mmmm~¡¡i~;;~;;;~;¡;~;~;¡¡¡;~~¡¡¡¡~~;;~;;;;;¡~¡mm¡¡¡~

ron morir de sed y hambre en un campo umerosos estudios de­


no enciende la pantalla una grieta en su férrea disciplina de mili­
de concentración". En ese momento se mostraron, a fines de los
chica y puede ver esce­ tar. Luego se supo que había cientos de
escucha la voz de la presentadora di­ 50, que existe una corre­
nas como esta: suena militares que estaban dispuestos a ha­
ciendo: "¿Qué horror, no?" Inmediata­ lación estrecha entre la
una música y aparece la blar, gente que no podía ni puede doro
mente despide a su invitada y acude al comunicación social y el
presentadora, entre mir, y que se han convertido en
banquete donde la esperan los comen­ desarrollo nacional, en­
aplausos del público, en alcohólicos y consumidores de drogas
sales que, entre bocado y bocado, co­ tendido como la transición de la socie­
tanto una voz en off describe las marcas como forma de apagar el brutal senti­
mentarán los últimos chismes del jet set dad tradicional a la moderna, sobre las
de ropa que exhibe ese día. Luego des­ miento de culpa por los horrores cometi­
argentino. bases del crecimiento económico y el
cienden por una escalinata un grupo de dos.
avance material de unpaís.
modelos presentando la última colección El caso de Scilingo abrió la compuer­
otoño-lnvlerno de una afamada modista, Insomnio, alcohol y drogas ta para otros "arrepentimientos" y a las
A partir de esa comprobación, se
son recibidas por cándidas sonrisas y Desde que a comienzos demarzo de planteó la idea de que el papel de la co­
pocas semanas comenzaron a aparecer,
miradas que siguen, atentas, loslentos y este año se inició la cadena de "arrepen­ municación, como agente propiciador de
en varios medios de comunicación testi­
voluptuosos movimientos de las chicas. timientos" de militares que participaron desarrollo, podía ser robustecido para
monios de oficiales y suboficiales que,
Cuando termina el desfile, Mirtha Le­ en la represión, durante la última dicta­ ayudar a los países rezagados a alcan-:
palabras más o menos, relataban esce­
grand -que dirige uno delos más popula­ dura argentina, confesando cómo asesi­ zar el pleno desarrollo. De ahí nació la
nas similares a las que contaba el cap­
res programas televisivos del Río de la naron y desaparecieron a 30.000 teorización sobre el fenómeno de la "co­
tán decorbeta.
Plata- señala la mesa donde almorzarán personas, las pantallas de televisión co­ municación para el. desarrollo", como
las celebridades del día, estrellas de la menzaron a dar cabida a alguno de esos Confesiones y espectáculo proceso de intervención para el cambio
farándula porteña, detallando los platos testimonios; aunque durante dos déca­ social y como una nueva especialidad
El primer testimonio del capitán Sci­
con que agasaja a sus visitantes: sal­ das, fieles al mandato delpoder y dema­ en el campo de la comunicación social,
lingo fue grabado, en cinta, por el perio­
món, pato glaseado y helado bañado siado atentos al ratíng, prefirieron entendida como actividad profesional.
dista de Págína/12, Horacio Verbistki, y
con chocolate, todo regado con finos vi­ soslayar toda referencia a la violación de escuchado en uno de los programas te­ Origen de la comunicación
nos nacionales. Antes de dirigirse a la los derechos humanos. levisivos de mayor audiencia; aunque al para el desarrollo
mesa la presentadora hace un aparte El primer paso lo dio el capitán de día siguiente lo reprodujo extensamente Como proceso social y disciplina pro­ tar la propaganda enemiga como para para educación no formal y técnica en la
con una de sus invitadas, la presidenta corbeta Adolfo Scilingo que contó al pe­ el mencionado periódico. La conmoción fesional se originó en los Estados Uni­ capacitar a reemplazantes de los solda­ región, o sea, las primeras unidades de
de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de riodista Horacio Verbistki algunos porme­ en la sociedad argentina -y por extensión dos, al término de la Segunda Guerra dos en el desempeño de puestos de comunicación para el desarrollo.
Bonafini: "Dicen que sus hijos no están nores de lo que sucedía en la macabra también en la uruguaya, donde se apli­ Mundial, y comenzó a practicarse en La­ agricultura, industria y servicios civiles.
desaparecidos y que usted los visita en Escuela de Mecánica de la Armada (ES­ caron métodos similares durante la dicta­ Más tarde se establecieron centros
tinoamérica a partir del último tercio dela
Europa -señala Mirtha- ¿es verdad?". MA). Scilingo llevaba años sin poder dor­ dura- fue inmensa ya que se escuchaba Luego, ese aprendizaje fue transferi­ de producción audiovisual y programas
década de 1940. La contienda mundial
Bonafini pone cara de circunstancias y mir desde que participó en unvuelo en el la verdad del genocidio, por primera vez, do a otras partes del mundo. En América de capacitación para comunicadores al
obligó a aquel país a desarrollar técnicas
se ve en la obligación de precisar que a que tiraron 30 prisioneros vivos al mar, por boca de los militares. La reacción de Latina, Estados Unidos instituyó servi­ servicio del desarrollo, además de ofre­
de comunicación, tanto para comrarres-
uno de sus hijos lo asesinaron en una previamente adormecidos con una inyec­ los organismos de derechos humanos, cios cooperativos con varios gobiernos cer becas de perfeccionamiento en su
comisaría. "Al otro los militares lo deja- ción de penthotal. Tuvo un traspié al indignada: "Lo doloroso es que cuando para programas dedesarrollo en agricul­ propio terreno.
LUIS RAMIRO BELTRAN, boliviano. Doctor en
RAUL ZIBECHI, uruguayo. Periodista de la revista arrojar uncuerpo por la puerta y casi cae denunciamos todo no nos creyeron y Comunicación. Consejero Regional para América tura, salud y educación; estos crearon Así, surgieron paralelamente tres
Brecha al vacío, razón que al parecer le abrió ahora que lo dicen los militres enla tele- Latina de la Universidad Johns Hopkins. los primeros órganos de comunicación subdisciplinas: Información de extensión

68 CHASQUI 51, julio 1995 CHASQUl 51, julio 1995 33


:·!:!:!II1.III.:::~'::··!,~IYI::·:: i····::I_i:I~:¡.1
agrícola, Educación audiovisual y Edu­ La tendencia a someter la produc­ individuales, de grupo, masivos y mixtos, nea de los países más avanzados del juicio a las juntas militares. Fue quien una reconstrucción de testimonios de
cación sanitaria. ción de mensajes a un régimen de así como tradicionales y modernos, co­ mundo, como España donde ello está más tiempo pasó en los salones de justi­ sus compañeros de cautiverio. Incluso,
Sustentados por USAID, UNESCO, continua y rigurosa programación mo herramientas de apoyo al logro de sancionado en la Constitución. Por parte cia: 12 horas diarias, desde el inicio has­ descubrió un libro escrito por Menem
FAO y UNICEF; programas de las dos que vadesde la investigación del pú­ comportamientos colectivos funcionales del gobierno no ha habido pronuncia­ ta el final. Publicó, también, muchos (1987) donde dice que nofuetorturado y
primeras se difundieron crecientemente blico hasta la evaluación de los efec­ al cumplimiento de los objetivos de los miento al respecto pero hay motivos pa­ artículos sobre los alzamientos militares que lo que sufrió fue "una tortura moral
en los años 50, alcanzaron su auge en tos de los mensajes en la conducta programas de salud pública. ra mirar con cierto optimismo el futuro", y las leyes de indulto. Siguió a profundi­ cuando no le permitieron ir al velorio de
los 60, fueron declinando en los 70, has­ de este; y, Esos obietívos para la acción son dice Horacio Verbitsky. dad el caso porque él está convencido su madre". Por todo esto, Verbitsky tie­
ta desaparecer casi del todo en los 80. La facilidad de acceder a formatos enunciados en instrumentos básicos de que "esuntema central para la construc­ ne dos juicios del presidente Menem:
participatoríos derivados de la praxis programación institucional. Ellos son: las 20 años de tesón ción de una democracia estable en Ar­ uno penal y otro civil.
Comunicación para la salud ganada pordécadas, en Latinoaméri­ políticas, las estrategias y los planes que En 1976, Horacio Verbitsky publicó gentina: llegar a fondo en un ajuste de
La Educación sanitaria, por lo menos ca, en cuanto a comunicación diálo­ buscan normar el desempeño de los or­ Historia de la guerra sucia que se distri­ cuentas con unpasado tenebroso". No fue un acto espontáneo
en Latinoamérica, no alcanzó avances gicay democratizante. ganismos públicos y privados y, por su buyó clandestinamente en el país y, por Cuando se produjo la negativa del
significativos, pero logró en unos cuan­ correo, a los medios más importantes de Pernias cierra el círculo Senado se le acercó otro oficial de la
intermedio, lograr que la población adop­
tos países, establecerse como una es­ Mecanismo de intervención la prensa internacional. En este se na­ En 1993, por todo este conocimiento
te conductas propicias al cuidado eficaz marina, compañero de uno de ellos, por­
pecialización de la carrera de pedagogía En un sentido general, la comuni­ de su salud. rraba lo que ocurría en la ESMA (un in­ del tema, Verbitsky detectó que el presi­ que él (así se presentó) "había sido el
e institucionalizarse en algunos de los cación para la salud consiste en la apli­ forme de la ONU, de 1980, señalaba a la dente Menem había pedido al Senado el periodista cuyas publicaciones habían
Es evidente, por tanto, que para po­
ministerios de salud. Sin embargo, a pe­ cación planificada y sistemática de ESMA como el mayor campo de coreen­ ascenso de Pernías, y otro oficial, a ca­ impedido el ascenso de esos oficiales".
der servir instrumentalmente a esos ob­
sar de ser apuntalada por la OMS, esta medios de comunicación al logro de tración en la historia después de los na­ pitán de navío. Entonces, publicó en Pá­ Era Adolfo Scilingo.
jetivos de salud, el comunicador tiene
suodiscipílna pareció irse debilitando, comportamientos activos de la comuni­ zis, por allí pasaron más de 5.000 gina/12 los antecedentes de este Su primera intención fue reclamarle a
que familiarizarse con las políticas, las
desde los 70, debido en parte a su confi­ dad, ~ompatibles con las aspiraciones detenidos, solo muy pocos sobrevivie­ marino, que había sido procesado y de­ Verbitsky porque a él le parecía una in­
estrategias y los planes de salud pública
namiento a ambientes intramurales. expresadas en políticas, estrategias y ron). Desde ahí salían los aviones con tenido por el asesinato y desaparición de justicia que estos oficiales no ascendie­
a que se suscribé la entidad en la que él
A principios de los 80, la Educación planes de salud pública. prisioneros para arrojarlos al mar. Ade­ las religiosas francesas Alice Domon y ran ya que "todos habían hecho lo
trabaja.
sanitaria comenzó a ser superada por Vista como proceso social, es un me­ más, se identificaba a un par de oficiales Leoni Duquet. Ellas fueron secuestradas mismo y otros ya habían ascendido yen­
una nueva subdisciplina similar que co­ canismo de intervención para generar, a Políticas de salud que participaban en este campo de con­ endiciembre de 1977 cuando, junto a un tonces por qué no ellos". Luego le contó
bró importancia en la presente década. escala multitudinaria, influencia social centración. Uno de ellos erael oficial An­ grupo de familiares de desaparecidos, que él participó en dosvuelos en los que
Una política nacional de salud es un
Ella es la Comunicación para la salud que proporcione conocimientos, forje ac­ tonio Pernías. reunían fondos para publicar una denun­ fueron arrojados al mar 30 prisioneros
conjunto de principios, normas y aspira­
que muestra por lo menos tres ventajas titudes y provoque prácticas favorables Muchos años después, cuando ter­ cia con la nómina de las personas desa­ con vida y, señalaba, que si todos ha­
ciones institucionales sobre el comoorta
principales sobre su predecesora: al cuidado dé la salud pública. minó la dictadura, Horacio pudo trabajar parecidas. bían hecho eso por qué algunos no as­
miento de la población, en materia del
El mayor y mejor empleo de medios '. Comq ejercicio profesional, la comu­ cuidado de la salud pública. abiertamente como periodista y cubrió el A raíz de ello, Verbitsky tuvo varias cendían.
masivos, sin desmedro de los inter­ nicación parala salud es el empleo sis­ polémicas con Menem quien, en una Verbitsky le manifestó que ese era
Las políticas nacionales (en el senti­
personales; temático de medios de comunicación conferencia de prensa, desmintió que un argumento "mezquino e inadmisible,
do de sergenerales o globales) de salud
había pedido el ascenso de Pernías.
, Pe­ que unademocracia que se respete a sí
solo existen an América Latina.a partir' ,

ro el presidente había firmado ese pedi-


de los 70. Eni11'a Imayona,
de 1os casos, misma no puede ascender a alguien, tor­
do y el periodista tenía el documento turador confeso o asesino, nada más
ellas han sido' enunciadas por acuerdos
probatorio, que tarnoíén fue' publicado. porque otros antes hayan sido ascendi­
internacionales multigubernamentales y
A raíz. de'eilb, el Senado no concedió dos, cuando no se sabía que habían he­
transferidas para su aplicación, a veces
el acuerdo' a estos oficiales, pero los lla­ cho tal cosa".
con adaptaciones, a la esfera de acción
en cada país signatario de esos entendi­ mó para una audiencia en la cual los in­ Tuvieron varias reuniones en las
mientes. terrogó sobre los hechos pasados. Esa cuales discutieron estas cosas, hasta
comparecencia iba a ser reservada pero que en la tercera o cuarta entrevista Sci­
Las principales políticas de salud ac­
Verbitsky se enteró -nuevamemnte- de lingo reveló que, en realidad, el ascenso
tualmente vigentes para América Latina,
este procedimiento y lo publicó en Pági­ de esos oficiales no era lo que le ator­
y susplanteamientos esenciales, son:
na/12. Así, cuando ios oficiales fueron al mentaba, lo que tenía era un profundo
Declaración de Alma-Ata, patrocina­ Senado toda la prensa estaba alerta y sentimiento de culpa por lo que había
da por OMS y UNICEF, 1978. Uni­ asistió a esa sesión. En ella, el oficial hecho. Hizo, entonces, esa contestón
versalización de la salud como un Pernías reconoció que "la herramienta estremecedora que dio la vuelta al mun­
derecho fundamental. principal para obtener información ha­ do.
Carta de Ottawa,1986. Promoción bían sido los interrogatorios y los apre­ Duros fueron los diálogos entre Ver­
habilitadora de la comunidad para la mios". El Senado les negó el ascenso. bitsky y Scilingo. Solo la fortaleza moral
conducción de programas de salud. y la habilidad profesional del periodista
Declaración y Plan de Acción de la "Triunfamos en la guerra sucia"
permitieron al militar derrotar sus propias
Cumbre Mundial de la Infancia, New Pero Menem nose quedó satisfecho. dudas y ganar confianza para .revelar la
York, auspiciada por UNICEF, 1990. Enun acto militar reivindicó la represión: verdad. Algo muy difícil porque Scilingo
La afinidad y la co Priorización máxima de la salud de la "gracias a las Fuerzas Armadas hemos -dice Verbitsky- "es un hombre absoluta­
definidones han hecho infancia. triunfado en la guerra sucia", y reveló mente institucionalizado, compenetrado
nérico de "comunicadón pal'a (~I d:es~lrrollo".· I)e Declaración de la Conferencia Inter­ queél había sido torturado y no por eso de sus valores militares y, al mismo
quedaría en un rubro nacional de Promoción de la Salud, 20 Clños de tesón... tenía que estar hablando del tema. tiempo, es un hombre que no soporta lo
desarrollo democrático". Bogotá, patrocinada por OPS, 1993. Verbitsky publicó entonces que Me­ que hizo y lo carga como un estigma del
Eliminación de la inequidad determi- nem nunca había sido torturado e hizo que no puede liberarse". O

34 CHASQUI 51, julio 1995 CHASQUI 51. julio 1995 67


.:.III.·IBI.I·¡:ll¡li¡¡¡¡l¡lllifi.

~W{lW:::U~tq@,i$.%%%'f&"\%§
\':~,,;::4.W~::;;;'::::::::&~:W:*':l.::::M~:'%'@::"l~M JUAN CARLOS CALDERON il~• •~lt~1~¡1!¡¡¡¡I~i¡¡t!!~i
nante de la mala salud de las mayo­
rías.

:=x:
La promoción: una innovación
'~~uoficina está en el primer pi-
revolucionaria
so de un edificio frente a los
La posibilidad de aplicar estas políti­
.tribunales dejusticia. El deci­
cas depende, en grado significativo, de
1 dió instalarse ahí por su con­

la capacidad delos países en materia de


,.;dición de periodista inves­
comunicación para la salud. Esto es par­
!";tigador y porque tiene que ticularmente cierto enel caso de la políti­
atender varios juicios en su contra, dos ca de promoción porque ella plantea un
de los cuales se los puso el presidente complejo cuadro de profundos cambios
Menem. de comportamiento, tanto del público al
Su secretaria es Lilia, viuda del perio­ que deben llegar losservicios, cuanto de
dista Rodolfo Walsh, asesinado por la los propios prove~_ºore~ de estos.
dictadura argentina y cuyo cuerpo fue
Las raíces de la actual política de
cremado en la cancha de la Escuela de
promoción de la salud se remontan a la
Mecánica dela Armada, ESMA, el primer
primera mitad de la década de 1940. En
año dela dictadura.
Estados Unidos, el doctor Henry Sigerist
Detrás de un pequeño escritorio de planteó la precursora idea de que, más
madera, Horacio Verbitsky se empeña que depender de la medicina, la salud
-computadora personal en ristre- en des­ del pueblo está cifrada en: condiciones
hacer entuertos y ser un despierto cro­ decorosas de vida y de trabajo, educa­
nista de su tiempo. ción libre y medios adecuados dereposo
I I
Sus publicaciones en el diario Pági­ y recreación.

~
na/12 fueron las que desataron en la Ar­
A la tarea delograr el acceso detoda
gentina la ola de "reconocimientos" y
la gente a estos tres beneficios básicos,
"arrepentimientos" de las aberraciones l5
Sigerist llamó "promoción de la salud" y al
militares durante la dictadura (1976­ ::>
la consideró la misión primordial de la ~
1983). El fue quie~gO de duras y lar­

1-
gas discusiones, logró que el capitán
Adolfo Scilingo testimonie cómo se arro­
jaban prisioneros al mar. Sobre eso pu­
medicina. Por tanto, reconoció a la políti­
ca de prevención (que implica la educa­
ción de la gente para que cuide su
1

j
salud) el segundo lugar de importancia y
e blicó su libro El vuelo, que recoge todas
~ situó a la política de curación en el últi­ Lasalud es unbienestar físico, mental y social...
.3 las declaraciones del oficial así como un
mo lugar pues, en su criterio, solo debía
<;; recordatorio dela represión.
:~ aplicarse en el caso de fallar la política
~
Luego de la difusión del testimonio y de prevención.
g la publicación del libro, el tema resurgió Anclada en el hábito de muchos años y ese país. Abandonando la noción de la
Esta filosofía proponía lo contrario de en la conveniencia mercantil, la política medicina como única fuente de protec­
8o con mucha fuerza. Hubo debates muy a
lo que hasta entonces se entendía por ción de la salud, el estudio propuso en
-g fondo sobre la cuestión y finalmente se curativa sigue prevaleciendo. La forma­
::>
:::;; produjo algo inédito: el reconocimiento, salud: la ausencia de enfermedad (la ción profesional médica, la orientación su reemplazo al concepto más amplio
por parte de losjefes del Ejército y la Ma­ cual era percibida como un problema de de los funcionarios del sector salud, la de "campo de salud" integrado por la
rina, de que habían actuado al margen orígenes puramente físico-biológicos) y asignación de recursos y los programas biología humana, el medio ambiente, el
de la ley, secuestrado personas, tortura­ la responsabilidad era solo de los profe­ de servicio siguen obedeciendo a esa estilo de vida y la atención médica. Re·
sionales en medicina y sus auxiliares comendó la promoción de la salud, es­
Verbitsky:
do y finalmente asesinado; además, un
ofrecimiento de no repetir eso nunca
más. Inclusive, el jefe del Ejército, el ge­
neral Martín Balza, planteó que la Ley de
técnicos, en relación únicamente indivi­
dual con los enfermos, a quienes se lIa·
maría "pacientes" y de quienes los
mentalidad tradicional. Y ello se refleja
en los gastos. En Estados Unidos, por
ejemplo, del gasto anual de 300 mil mi­
llones de dólares se aplicaba a lo curati­
pecialmente por medio de la educación
y la recreación.

el ajustador de cuentas
Obediencia Debida, sancionada por AI­
íonsín, debería convertirse en Ley de De­
sobediencia Debida, y las órdenes
médicos esperaban solo pasiva obedien­
cia.
Ya en 1947, la OMS pareció recoger
vo el 98%, hasta hace diez años.

Concepciones innovadoras
En 1979, se publicó en Estados Uni·
dos el informe del Director General de
Salud sobre la promoción de la salud y
la prevención de la enfermedad. Este
legales e inmorales NO deben ser obe­ el espíritu innovador, arriba anotado, al Fue en la propia Norteamérica, sin documento trasuntó la desus.ada post­
Las declaraciones de Scilingo a Horacio Verbitsky nofueron un acto formular esta definición: "La salud es un embargo, donde surgieron planteamien­
decidas. ción que adoptara, a partir de entonces,
espontáneo, fueron el resultado de 20 años de tesón, de unafortaleza "Hay un cambio pronunciado en ese bienestar físico, mental y social y nosim­ tos en favor de la prevención que contri­ el gobierno de ese país en favor de la
moral y profesional que le han permitido alperiodista serclave en el criterio y pondría a la Argentina en la Ií- plemente la ausencia de dolencias o en­ buirían y forjarían la política de promoción de la salud, definida princi­
"reconocimiento", porparte de los militares argentinos, de los fermedades".-, promoción como se la conoce hoy. palmente en términos de cambios en los
JUAN CARLOS CALDERON, ecuatoriano. Periodista, Pero' con pocas y modestas excep­ En 1974, se publicó en Canadá el In­ estilos de vida, prevención de enferme­
crímenes cometidos durante la dictadura. editor político de la revista 15 DlAS. Este artículo
ciones, hasta la fecha esa tendencia pa­ forme Lalonde que trazó una nueva dades í¡ protección contra amenazas del
se basa en la entrevista que el autor hiciera a
~i~~~f§¡~~~~t:"i~~~~l¡~~i:~lmll~i~r*~~l~~~~¡* Verbitsky en mayó de 1995 rece más tolerada que propiciada. perspectiva sobre la salud pública en medio ambiente.

66 CHASQUI 51, julio 1995 CHASQU151,julio 1995 35


1111:: 1• •1111'.:::1::'1:::111':
':"II_I1$llllmIIB:::'"

POUTICA - ESTRATEGIA - PLAN

La planificación es la aplicación de una teoría a la realidad con el fin de decidir qué hacer, cuándo y cómo. Tiene tres instru­
mentos primordiales: las políticas, las estrategias y los planes. Estas son herramientas para trazar comportamientos conducentes al
logro de determinados propósitos. Es dedr, son artefactos normativos para forjar convicciones y moldear conductas. Existe una ca­
tegoría híbrida: el plan estratégico, instrumento que, sin provenir de una política, combina la estrategia con el plan.

POIIDCA ESTRATEGIA PIAN


Es un conjunto de prindpíos, normas Es un conjunto de previsiones sobre fines y Es un conjunto de prescripdones
y aspiradones. procedimientos. para regir operaciones.

Es un mandato. Es un diseño. Es un aparato.

Es raigal. Es troncal. Es ramal.

Es doctrinaria: traza objetivos generales, Es metodológica: plantea procedimientos Es ejecutivo: estipula en detalle metas
amplios y de largo aliento. específicos. y métodos. Laprensa defiende una causa ¿cuál?

Tiende a ser más profunda que amplia, Tiende a ser másamplia que profunda, Tiende a ser tan profundo como
se expresa en enundados cortos. se expresa en enundados de mediana amplio, se expresa en enunciados diencia. En general, se advierte uncierto por la noche, principalmente con los re­ Precisamente, el ESPN se introdujo
longitud. extensos. interés por los deportes en el resto de súmenes y comentarios de los partidos en Europa a comienzos de la pasada
canales públicos regionales, pero bas­ futbolísticos de la liga nacional, cuyas década y, directa o indirectamente, a
Se enuncia por medio de un discurso, Se enuncia por manifestación introductoria Se enuncia como documento técnico, tante escaso en los privados, con la ex­ imágenes a su vez deben pactar con las través de la sociedad anglo-norteameri­
una declaradón, un acuerdo o una ley. al plan o mediante un decreto o resolu­ administrativo y financiero. cepción de Canal Plus. Asimismo, son diversas instituciones deportivas para cana TESN, ha participado en la funda­
ción institucional. las transmisiones de competencias de­ que estas autoricen su difusión. ción de canales europeos como
portivas lasque acaparan mayor número Screensport (Reino Unido, 1988), TV
de horas de emisión, en tanto que los Canales vía satélite Sport (Francia, 1988), Sport Kanal (Ale­
programas informativos ocupan una par­ En los últimos años, además de la mania, 1989) y Sport Net (Holanda,
Pocos años después, este tipo de para fomentar estilos de vida saluda­
te menor dela emisión especializada. ampliación de las ofertas nacionales, se 1990). Otros grupos europeos activos en
planteamientos serían albergados tam­ bles, estimulando la participación social ha ido modificando sustancialmente el
Desde que existen las televisiones este ámbito han sido el británico News
bién por organismos internacionales. En en el manejo de los programas de salud panorama de la televisión paneuropea
regionales en España, se han producido International (Eurosport, 1989, Y Sky
1986, se firmó la Carta de Otawa, me­ pública y dando énfasis en estos a la con los canales vía satélite especializa­
innumerables conflictos entre estas y Sports, 1991); el francés Canal Plus
diante la cual se adoptó la política de orientación preventiva. Consciente de la dos en deporte. Se están expandiendo
TVE para lograr los derechos de trans­ (Eurosport, TV Sport, Sport Kanal y

Ir:C:~~:~~~~~~/:nra

promoción de la salud que fue descrita importancia instrumental de la comuni­


misión de competiciones diversas -tanto cada vez más, conforme aumenta el ln­ Sport NeO: el italiano TeJepiú (Telepiú 2,
en ese año por el Ministro de Salud y cación para alcanzar tal propósito, la
nacionales como extranjeras- debido so: terés de la población por esta especiali­ 1990), Yel alemán DSF (TeJe 5,1993).
Bienestar del Canadá, Jake Epp, en es­ OPS se propuso también ayudar a forta­ dad.
bre todo a lastrabas impuestas por TVE.
tos términos: "La promoción dela salud lecer la capacidad comunicativa de
Aliados entre sí a través de la FORTA, Es cierto que, en una encuesta reali­ La oferta es actualmente variada
implica un compromiso para lidiar con aquellos programas.
los canales regionales han podido arre­ zada en 1989 por el Programa MEDIA -con predominio de las lenguas inglesa,
losretos de reducir inequidades, ampliar planificada y sistemática de batar a TVE algunas transmisiones de de la Comunidad Europea para poner en francesa y alemana-, aunque existe una
el alcance de la prevención y ayudar a la Prioridades programáticas
gente a enfrentarse a sus circunstan­
medios de comunicación al interés, especialmente los derechos de marcha un canal televisivo paneuropeo fragmentación muy importante de la au­
Para intensificar la aplicación de la la liga nacional defútbol. -lo que sería más tarde Euronews-, los diencia. Emiten, en general, unas 15-18
cias". logro de comportamientos política de promoción, la OPS formuló Al tener lastelevisiones afiliadas a la contenidos preferidos por la población horas diarias, sin codificar la señal. En
El Director General dela OMS, el Dr. activos de la comunidad, un Plan deAcción para 1992 - 1995 que FORTA los derechos de transmisión de eran las noticias e informaciones de ac­ febrero de 1994, se ha sumado Telede­
H. Nakajima, corroborando el espíritu de dioprimera prioridad a la farmacodepen­ los partidos de esta liga, las demás solo tualidad (un 58%), losdocumentales (un porte, el primer canal temático vía satéli­
la declaración de Otawa, sostuvo públi­
compatibles con las pueden ofrecer partidos amistosos o de 48%) y los largometrajes (un 44%), en
dencia, la salud de los ancianos y la sa­ te en español de TVE que puso en
camente, en 1988, la convicción de que aspiraciones expresadas en lud mental. Prioridad menor fue escaso interés. Tele 5, transmite algunos tanto que los deportes solo interesaban marcha de manera provisional con moti­
"... la salud es el producto de la acción asignada a las enfermedades crónicas de los partidos de la liga italiana, cuyos a un 34% delos encuestados. vo de los Juegos Olímpicos de Invierno
social y no un mero resultado dela aten­
políticas, estrategias y
no transmisibles (las cardiovasculares y derechos posee Fininvest. Asimismo, si En estos momentos, Europa cuenta de Lillehammer. Una vez comenzadas
ción médica..." planes de salud pública. las cancerosas), el tabaquismo, las bien la FORTA transmite partidos lossá­ con unos 130 canales vía satélite que sus emisiones regulares, en a~ril de ese
Por eso, la política de promoción de muertes por accidentes y la ceguera. bados por la noche. la Liga de Fútbol emiten, en diferentes lenguas, conteni­ año, estaba previsto que llegase a una
la salud demanda el apoyo de la comu­ ~¡¡~~~¡¡¡;¡~~;~~~~~~~~~¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡;¡¡¡l¡¡tI~~í En 1990, el UNICEF patrocinó un Profesional ha cedido los derechos de dos preferentemente generalistas, de audiencia potencial de un millón de ho­
nicación social para ser aplicada. Y es encuentro de líderes (152 entre presi­ otros partidos a Canal Plue, que los entretenimiento y de ficción. Sin embar­ gares en el primer año y, además de la
que, sin recurrir a la comunicación, no dentes, reyes, primeros ministros y altos transmite losdomingos porla noche. go, existen varios especializados en de­ programación propia, retransmite la del
pueden lograrse esos cambios. delegados) que representaban el 90% Al mismo tiempo, todas compiten a portes. El pionero en el mundo fue el canal Eurosport. Sin embargo, las ex­
En 1991, la OPS estableció un pro­ de la población mundial. La llamada través de los programas deportivos que ESPN (Entertainment and Sport Pro­ pectativas iniciales parece que no se
grama regional depromoción dela salud Cumbre MunElial por la Infancia produjo se emiten preferentemente los domingos gramming Network). han cumplido. O

36 CHASQUI 51,julio 1995 CHASQUI 51, julio 1995 6S


:~:~:~:.Qp;II·.lil!III'·."· ::III."I.III!.II:"iii'··:!II'",:

todavía perdura es El Mundo Deportivo, Cruz de Tenerife y Valencia. En la ciu­ ropeos. Según la Comunidad Europea, una declaración, e instrumental a ella, un Dar acceso a todos al agua apta pa­ estimular la toma de mejores decisiones
de Barcelona, nacida en 1906 como se­ dad canaria se publica desde 1979 Jor­ en 1987 el deporte suponía un 9% de la Plan de Acción para el último decenio del ra el consumo y a losservicios deeli­ porparejas y familias; y 4. Fomentar esa
manario y transformada en diario en nada Deportiva (7.000 ejemplares en programación total de los canales públi­ presente siglo. Entre las metas que mar­ minación deexcrementos. toma de decisiones en un marco de co­
1929. Sin embargo, el primer diario de­ 1993, promovido por la Editorial Leoncio cos y un 8% dela de losprivados; esde­ ca ese plan, para ser alcanzadas hasta Luego, en marzo de 1993, en Bogo­ municación participativa orientada a la
portivo español fue Excelsior, editado en Rodríguez). Por su parte, Super Deporte cir, bastante por debajo de otras el ano 2000, sobresalen estas: tá, UNICEF precisó 12 metas para Amé­ acción.
Bilbao, en 1924. nació en Valencia en 1994, primero co­ categorías deprogramas. Reducir, en comparación a 1990, la rica Latina. Además, subrayó -para la Metas como estas involucran cam­
En el último medio siglo, la informa­ mo semanario y después como diario, es Era la 2, de Televisión Espanola tasa de mortalidad de niños, menores meta de planificación familiar- las si­ bios decomportamiento multitudinarios y
ción deportiva ha estado repartida entre: editado por Gestión de Publicaciones del (TVE), la cadena europea con una tasa de un ano, en una tercera parte o a guientes acciones en comunicación: a corto plazo. Ellos solo. serán posibles
a) los diarios de información general; Mediterráneo. más alta de programas deportivos en un nivel de 70 por mil nacidos vivos, 1. Asegurar información y educación pa­ si los programas de salud desarrollan
b) los diarios especializados; c) las Ho­ La difusión global de los diarios de­ 1987, en el horario de máxima audien­ si esto representa una mayor reduc­ ra la población a fin de que conozca lo una alta capacidad de comunicación so­
jas del Lunes (desde 1926 hasta 1983), portivos ha crecido de 59.000 ejempla­ cia, con un 45%. Otros segundos cana­ ción. que esla salud reproductiva; 2. Intensifi­ cial eficiente. Aunque parece darse aho­
y d) las revistas gráficas dedicadas a di­ res (el 4%) en 1945, a 681.000 les públicos (RAI-2, BBC-2 o NL-2) car tales acciones en estos grupos priori­ ra una admisión de esto, porgobiernos y
Reducir la tasa de mortalidad matero tarios: varones, adolescentes, parejas organismos internacionales, en la prácti­
ferentes deportes. ejemplares (el 16%) en 1993, respecto tenían una tasa alta (por encima del na en un 50%, respecto del nivel de jóvenes, gente de áreas rurales disper­ ca, la comunicación para la salud se ve
de la del conjunto de losdiarios escaño­ 10%), en tanto que la de las primeras
Durante la primera época del fran­ 1990. sas, gente deáreas urbano-marginales y aún lejana de lograr aquella capacidad
les; incluso, a partir de 1993, el diario cadenas públicas (RAI-1, TF-1, NL-1,
quismo, los diarios existentes eran el Reducir la tasa de malnutrición grave mujeres bajo control prenatal y en esta­ crucial. De ahí que hallar maneras, crea­
Marca ha llegado a superar en difusión TVE-1, ARD o BBC-1) era mucho más
barcelonés El Mundo Deportivo (67.000 y moderada entre los nií'ios menores do de posparto; 3. Utilizar información tivamente, para lograrlo constituye un
y audiencia a El País, líder español dela baja (no llegaba a un 3%), lo mismo que
ejemplares en 1993, pertenece al Grupo de 5 anos en 50%, respecto del nivel relevante para proporcionar mejores gran desafío para los comunicadores en
última década. Sin embargo, apenas ocurría con loscanales privados (ITV, La
Godó), y los madrilaños Gol (1940­ de 1990. análisis de causas y de recursos, y para salud en Latinoamérica. O
consiguen un 3% de las inversiones pu­ 5, Rete 4 o Italia 1), aunque no así con
1945) Y Marca (establecido en la capital
blicitarias totales deeste mercado. los nacientes canales vía satélite, como
en 1942, pero nacido en San Sebastián
Los lectores de los diarios deportivos el caso de Sky Channel (31 %) o RTL
en 1938, 421.000 ejemplares en 1994,
-nueve varones por cada mujer-, son Plus (11%).
pertenece al Grupo Recoletos). En los
bastante jóvenes y con un nivel cultural y Más recientemente, los datos de la
60 nacieron el barcelonés Dicen (1965)
económico medio. Pero no consiguen
ESQUEMA DE MODEIACION DE CONDUCTAS POR MEDIO DE INFORMACION,
y el rnadrñeño As (1967, heredero de la televisión francesa confirman esta ten­
atraer a los anunciantes, que prefieren dencia. Según el Institut National de EDUCACION y COMUNICACION
revista anterior del mismo nombre,
los diarios de información general de l'Audiovisuel, en 1992 los programas de­
122.000 ejemplares en 1994), que obtu­
gran difusión y audiencia. portivos supusieron un 7% de la progra­ FUNCIONES PROPOSITOS CANAlES QUE PUBUCOS PRINOPALES
vieron el éxito en poco tiempo. Luego,
Sport (1979, es propiedad del Grupo mación total. Sin embargo, mientras los PRINCIPALES USUAlMENTE A QUE SE COMPETENCIAS
Del monopolio televisivo canales públicos (France 2, France 3 y
Zeta, 101.000 ejemplares en 1993). a la oferta múltiple A QUE SIRVEN EMPLFAN DIRIGEN REQUERIDAS'
France Télévision) dedicaron un 9% de
En los últimos años, al duopolio de Lasituación delatelevisión deportiva Crearun clima
su programación a deportes, los priva­ Medios de contacto General. Periodismo.
Madrid y Barcelona, en la edición de dia­ ha sido, tradicionalmente, bastante simi­ general propicio.
dos (TF-1 y M-6) solo un 3%, aunque en INFORMAOON'" impersonal, masivo lideres de opinión. Publicidad.
rios deportivos, se han sumado Santa lar en los diferentes canales públicos eu- Divulgar conocimientos. y a distancia. Forjadores de decisiones Relaciones públicas.
el caso de Canal Plus supuso un 12%
del total. Forjar actitudes Teléfonos. sobre asuntos de interés Enruestas de opinión
Por su parte, TVE pasó de un 4% de Correo. colectivo. Mercadeo social
programas deportivos -noñcias, comen­
tarios y transmisiones de competiciones­ Impartir Recursos de contacto Maestros. Pedagogía.
en 1963, a un 10% en 1977 y, además, EDUCACION orientaciones interpersonal, formal Estudiantes de primaria y Sicología educativa.
en el mismo periodo creció también la y destrezas. y presencial en aula. secundaría. Técnicas de contacto
emisión global, pues apareció la segun· Estudiantes de universidades individual.
da cadena. De todas maneras, con el e institutos de salud. Dinámicas de grupo.
nacimiento de los canales autonómicos Funcionarios del sector
(a partir de 1983) y privados (después salud (médicos,
de 1989) parece que la programación enfermeras, etc.).
deportiva se ha estabilizado en torno a
un 9% del conjunto de la programación Divulgar conocimientos. Medios de contacto Individuos, grupos y Principios de
televisiva españota, aunque es evidente COMUNICACION Forjar actitudes. impersonal masivo y masas de interés como comunicación para el
que existen desequilibrios muy importan­ Inducirprácticas. a distancia. beneficiarios de programas. desarrollo.
tes entre unos canales y otros, como Recursos de contacto Técnicas de contacto
ocurre en el conjunto europeo. interpersonal y individual, de grupo y
En estos momentos, existe un claro presencial fuera del de masas.
predominio de la programación deportiva aula y no formal. Antropología cultural.
en los segundos canales delastelevisio­ Sicología social.
nes públicas (Canal 33, ETB-1 enlengua
vasca y, La 2) y, como contrapartida, un Una competencia debe ser exigible por igual para especialistas a cargo de cada una de las tres funciones: la de programación, entendida
nivel muy bajo de contenidos deportivos como el conjunto de destrezas de investigación, planeamiento, prueba, fiscalización, evaluación y ajuste para la producción y distribución de
en los primeros canales (TVE-1, TV-3 y mensajes:
ETB-2 en lengua castellana), como re­ •• Este término también se aplica en instituciones y empresas al control de documentos científicos y al procesamiento electrónico de datos, Sin
Delespectáculo a la violencia duda esas son otras funciones comunicativas pero no corresponden -sino acaso como apoyo logístico- al proceso de lEC,
sultado de la fragmentación de la au-

64 CHASQUl51,julio 1995 CHASQUI 51, julio 1995 37


COMUNICACIÓN EN SALUD: CONCEPTOS Y MODELOS TEÓRICOS. IVÁN RÍOS HERNÁNDEZ. (pp. 123–140).

COMUNICACIÓN EN SALUD: CONCEPTOS Y MODELOS TEORICOS

HEALTH COMMUNICATION: CONCEPTS AND THEORETICAL MODELS

Ph.D. Iván Ríos Hernández


Universidad de Puerto Rico
riosivan@hotmail.com
San Juan, Puerto Rico

Resumen
A través de este artículo de revisión de tema se analiza el concepto comunicación en
salud y algunas de las definiciones esbozadas hasta el momento por organismos
internacionales y expertos del tema. Se presenta una mirada crítica y reflexiva sobre algunos
de los principales modelos teóricos desarrollados en el campo de la comunicación en salud. Se
esboza un análisis del paradigma de la Comunicación para el Cambio Social y se compara con
las otras teorías y modelos de comunicación en salud discutidos en el escrito. Luego del
análisis reflexivo se concluye que el apoderamiento de las comunidades en las estrategias de
prevención de enfermedades, representa un reto para los estudios concernientes a las teorías
y modelos que tratan de explicar de forma simplificada los elementos inmersos en un proceso
de comunicación en salud.

Palabras Clave: Comunicación en salud, modelos de comunicación en salud, teorías de


comunicación en salud, comunicación para el cambio social.

Abstract
In this topic review is analyzed the concept health communication and some of the
definitions outlined by international agencies and experts of the field. A reflective and critical
look of some of the main theoretical models developed in the field of health communication is
presented. An analysis of the Communication for Social Change Paradigm is outlined and is
compared with other models of health communication discussed. The findings in the reflective
analysis concluded that the empowerment of the communities on the health prevention
strategies represent a challenge for prospective studies about theories of models addressed to
explain in a simplified manner the elements immersed on a health communication process.

Keywords: Health communication, health communication models, health communication


theories, communication for social change.

(Recibido el 15 de noviembre de 2010)


(Aceptado el 19 de abril de 2011)

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Introducción

E
l estudio de la comunicación en salud ha sido objeto de varias interpretaciones
teóricas y metodológicas. Durante las últimas dos décadas se ha visto un
incremento sustancial en el desarrollo de teorías, modelos, paradigmas e
investigaciones relacionadas a la comunicación en salud. Constructos o metodologías que
tratan de explicar de diversas formas la realidad yuxtapuesta dentro de un proceso de
comunicación en salud.
Para el trabajo de comunicación en salud, es fundamental la comprensión de los
comportamientos y de las teorías que los explican y que proponen maneras de cambios. Desde
una perspectiva ecológica los comportamientos tienen dos características fundamentales: son
influenciables en múltiples niveles (por factores individuales, interpersonales, institucionales u
organizativos, comunitarios y de políticas públicas) y son de causalidad recíproca con su
entorno (Organización Panamericana de la Salud, 2001).
Muchas de las teorías sobre comportamiento, comunicación y educación en salud,
medios de comunicación y mercadeo social son fundamentadas en la persuasión. Las teorías
de la persuasión y modelos, también llamadas teorías de la conducta, presentan un marco para
la comprensión de la conducta humana y sus determinantes, y han sido la base de estudios por
parte de investigadores de la salud lo mismo que de otras disciplinas (Donohew, Sypher y
Bukoski, 1991). La utilidad de las teorías y modelos desarrollados para el entendimiento de la
conducta humana pueden ayudarnos a comprender la índole de los comportamientos de salud
a los que se quiere llegar. Pueden explicar la dinámica del comportamiento, los procesos para
cambiarlo y los efectos de las influencias externas en él. Adicionalmente, pueden ayudarnos a
identificar las metas más adecuadas para los programas, los métodos para lograr el cambio y
los resultados para la evaluación. Las teorías y los modelos explican el comportamiento y
señalan maneras de lograr el cambio del mismo (Maibach y Parrot, 1995).
La mayoría de las teorías y modelos desarrollados hasta el momento en el campo de la
comunicación en salud parten de razonamientos enfocados en el individuo de forma
independiente dejando a un lado, en muchos casos, el análisis sobre la posible influencia de
los pares o grupos comunitarios a los cuales pertenece ese sujeto en la formación de
conductas. Las teorías del cambio individual parten del punto de vista de que el individuo es la
referencia más importante e inmediata para propiciar los cambios de comportamiento en la
población.
De acuerdo a Aarva, Haes y Visser (1997) la salud y la comunicación pueden estar
interrelacionadas desde diferentes niveles: entre individuos, grupos o sistemas. Diversos
estudios han demostrado que la comunicación en todos los niveles -masiva, comunitaria e
interpersonal- juega un papel importante en la difusión de conocimiento de conductas, valores y
normas sociales y en el estímulo a procesos de cambio social que contribuyen al mejoramiento
de la calidad de vida de un sujeto y al desarrollo de los pueblos.
El estudio de la comunicación en salud ha atravesado importantes transformaciones
teóricas, conceptuales y metodológicas desde su configuración hasta el presente debido al rol
semiperiférico importante que se le ha adjudicado- en la última década- a la participación
comunitaria en los esfuerzos de prevención de la enfermedad. La participación comunitaria es
uno de los cimientos primordiales del paradigma de la Comunicación para el Cambio Social, el
cual postula el apoderamiento de las comunidades durante el desarrollo e implementación de
un esfuerzo de prevención de enfermedades.
La Comunicación para el Cambio Social ha logrado acaparar la atención de los
estudiosos del campo de la comunicación en salud, especialmente en África, Asia y América
Latina. Sus postulados trastocan los planteamientos hechos por varios modelos y teorías del
campo de la comunicación en salud, los cuales en su mayoría atienden el carácter individual de
un sujeto como parte de las características principales de estos enunciados. En ese sentido, es
meritorio hacer un análisis ponderado de los principales conceptos y modelos teóricos
predominantes en el campo de la comunicación en salud. Además, es pertinente examinar de
qué forma el innovador paradigma de la Comunicación para el Cambio Social se convierte en

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una aportación significativa para el entendimiento de los procesos que pretenden cambios de
conducta en la población.
La estrategia metodológica utilizada para el desarrollo de este artículo es la asociada a
un análisis bibliográfico y documental, el cual se fundamenta en el estudio crítico y descripción
de información existente sobre un tema o problema de investigación. En el escrito se da una
mirada breve sobre algunas de las interpretaciones otorgadas al concepto comunicación en
salud previo a adentrarnos al análisis crítico y reflexivo de los principales modelos y teorías
utilizadas en este campo de estudio entre los que se encuentran: Modelo de Creencias de
Salud, Modelo PRECEDE, Modelo de Etapas del Cambio, Teoría del Aprendizaje Social y la
Teoría de Acción Razonada. Finalmente, procederemos a desarrollar una reflexión sobre el
paradigma de Comunicación para el Cambio Social y los retos que éste representa para el
estudio de la comunicación en salud.

Comunicación en salud
Las interpretaciones dadas al concepto comunicación en salud han evolucionado en los
últimos años. De acuerdo con Healthy People 2010 (2000) la comunicación en salud puede
contribuir a todos los aspectos de la prevención de enfermedades y promoción de la salud. Es
relevante en diferentes contextos incluyendo: relación médico-paciente, búsqueda de
información respecto a salud a través de varios medios masivos de comunicación, adherencia
a regímenes, y recomendaciones clínicas, construcción de mensajes de salud, y campañas,
propagación de información individual o para la población en general sobre asuntos de salud
que son de alto riesgo, imagen de salud, y los elementos de la cultura en los medios,
educación de los consumidores sobre cómo tener acceso a sistemas de cuidado de salud y en
el desarrollo de aplicaciones tecnológicas relevantes para la salud pública.
Healthy People 2010 (2000) destaca los atributos que debe tener una comunicación de
salud efectiva. Estos son:
1. Exactitud- El contenido es válido y sin errores de hecho, interpretación o juicio.
2. Disponibilidad- El contenido es enviado o colocado donde la audiencia puede tener acceso
al mensaje. Su colocación dependerá de la audiencia, complejidad del mensaje y propósito.
Desde canales interpersonales de comunicación hasta redes sociales, así como TV, radio,
kioscos públicos o medios electrónicos tales como periódicos e Internet deben ser
considerados.
3. Balance- El contenido debe ser apropiado, además de poseer los beneficios y riesgos de
acciones potenciales. Debe reconocer diferentes y válidas perspectivas de un asunto.
4. Consistencia- El contenido debe poseer consistencia interna y estar en línea con otras
informaciones sobre el tema que hayan sido publicadas por expertos.
5. Competencia cultural- El diseño, la implementación y la evaluación de los procesos debe
considerar los diferentes grupos poblacionales y sus características tales como: etnia, raza,
lenguaje, niveles de educación e incapacidad.
6. Evidencia base- Evidencia científica relevante que haya sido revisada y analizada
rigurosamente para formular guías prácticas, medidas de ejecución y criterios de
implementación, así como evaluaciones de tecnologías para aplicaciones de tele salud.
7. Alcance- El mensaje debe estar al alcance de la mayor cantidad de personas
pertenecientes al público objetivo de la comunicación.
8. Fiabilidad- La fuente de la información es creíble y el contenido se mantiene actualizado.
9. Repetición- El envío de la información de forma reiterativa para reforzar el impacto que
pueda tener en la audiencia.
10. A tiempo- El contenido es provisto o se encuentra disponible cuando la audiencia está más
receptiva o necesita la información específica.

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11. Entendible- El nivel del lenguaje y el formato (incluyendo multimedios) son apropiados para
las audiencias específicas.
En América Latina la comunicación en salud se ha enmarcado bajo tres diferentes
tendencias:
En primer lugar, como instrumento, herramienta, medios, en donde el énfasis se centra
en la comunicación masiva, donde comunicar es transmitir información; en segundo lugar,
como eje de los procesos de organización, participación y cambio social; en tercer lugar una
concepción hibrida, entendida como red, como tejido que constituye un fundamento de la
cultura e interacción humana (Pereira citado por Rodríguez, Moreno y Cardozo, 2006). Esta
definición conjuga de forma interesante la comunicación masiva, la participación ciudadana y
las redes de interacción humana como elementos principales dentro de un proceso de
comunicación en salud.
De acuerdo con Alcalay (1999) la comunicación para la salud es un área muy fecunda
de trabajo y de investigación aplicada e interdisciplinaria. Representa un modelo de cómo la
ciencia de las comunicaciones adquiere relevancia social aportando a otras áreas del quehacer
humano —en este caso a la de la salud— teorías, conceptos y técnicas para mejorar el
bienestar de la población.
Para Coe (1998) los programas de comunicación en salud han mostrado gran eficacia
en algunos proyectos; por ejemplo, la reducción del 50% de la mortalidad por cardiopatía
isquémica, lograda mediante extensas actividades de comunicación en Karelia del Norte,
Finlandia, y el aumento del uso de las soluciones de rehidratación oral en Honduras y otros
países. Muchos países han aplicado con éxito la comunicación en salud para lograr una
cobertura elevada de vacunación, controlar el cólera y alcanzar otras metas de salud pública.
De acuerdo a Aarva, Haes y Visser (1997) la salud y la comunicación pueden estar
interrelacionadas desde diferentes niveles: entre individuos, grupos o sistemas. Este campo
del saber es uno aplicado y puede ser dividido en cinco áreas:
1. Estudios de efectividad
2. Estudios de audiencia
3. Análisis del comunicador
4. Análisis del contenido de mensajes
5. Estudios culturales
La comunicación en salud ha sido interpretada o definida a través de los años como el
estudio de la naturaleza, alcance y función, así como los medios por los cuales los tópicos de
salud alcanzan y afectan las audiencias apropiadas. Las áreas de estudio incluyen: métodos de
formulación de mensajes, estrategias de implantación y técnicas de avalúo.
El Centro de Control de Enfermedades (CDC) en los EEUU define la comunicación en
salud como ―el arte y la expresión de mensajes y estrategias, basado en la investigación del
consumidor, para promover la salud de los individuos y las comunidades‖ (Ratzan, 1994: 198).
Desde la perspectiva de que la buena salud debe destacar el cuidado sobre la curación
así como la prevención sobre la prescripción, la comunicación en salud ha sido definida como:
―El proceso y efecto de emplear medios persuasivos éticos en la toma de decisiones para el
cuidado de la salud humana‖ (Ratzan, 1994: 225).
En el contexto académico la comunicación en salud se ha definido como el arte y la
técnica de informar, influir y motivar audiencias a nivel individual, institucional y público acerca
de asuntos de salud importantes. Su alcance incluye prevención de enfermedad, política de
cuidado de salud, así como el aumento de la calidad de vida y salud de los individuos dentro de
la comunidad (Ratzan, 1994).
Uno de los más recientes enfoques propuestos para catalogar el proceso de
comunicación en salud, y defendido por varios autores entre los que se destaca Gumucio-
Dagrón (2001), expone la necesidad de una comunicación para la salud comunitaria y que está

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basada en el diálogo (Comunicación para la salud- el Reto de la participación). De acuerdo con


este nuevo paradigma se entiende que las comunidades deben ser protagonistas y gestoras de
los cambios que las afectan. Debieran del mismo modo ser responsables del manejo de su
salud. Y en consecuencia, de su propia comunicación.
Este nuevo enfoque- catalogado como comunicación alternativa- representa un reto
para las autoridades gubernamentales, y privadas encomendadas al desarrollo de esfuerzos
que promueven cambios de conductas, y mejores estilos de vida en la población, ya que
trastoca los enfoques tradicionales de comunicación en salud predominantes por las últimas
décadas. Sugiere de forma intrínseca el conocimiento que debe tener un estudioso de la
comunicación en salud de todos los aspectos relacionados al fenómeno de la cultura inmerso
en las comunidades protagonistas del esfuerzo del cambio social.

Modelos y teorías de comunicación en salud


Las teorías o los modelos del cambio de conductas postulan que la adopción de
comportamientos es un proceso en el cual los individuos avanzan, a través de diversas etapas,
hasta que el nuevo comportamiento se convierta en parte de la vida diaria. La mayoría de los
modelos enfatizan en el cambio de conducta en un receptor de manera individualizada. Sin
embargo, hemos observado que en los últimos años las redes comunitarias de apoyo social
han ocupado un rol protagónico importante durante el desarrollo de los programas de
comunicación en salud. Esta tendencia ha incrementado el intercambio de diálogos
multisectoriales entre investigadores y organizaciones relacionadas a la salud con el propósito
de fortalecer las estrategias que van dirigidas a lograr cambios de conducta en la población.
A través de los modelos se expone un panorama simplificado de la realidad, ya que
permiten comprender un poco mejor las características del comportamiento de una forma más
efectiva. Existen modelos de nivel individual, teoría de comportamiento interpersonal de salud y
modelos de nivel comunitario (OPS, 2001).
Dos conceptos clave dominan las teorías cognoscitivas del comportamiento en los
niveles individual e interpersonal:
1. El comportamiento se considera mediado por el conocimiento, es decir, lo que sabemos y
lo que creemos afecta a la manera como actuamos.
2. El conocimiento es necesario pero no suficiente para producir cambio de comportamiento.
También desempeñan funciones importantes las percepciones, los sentimientos, la
motivación, las aptitudes y los factores del entorno social.
Uno de los modelos que explica a cabalidad la naturaleza de las acciones individuales
preventivas de la salud es el Modelo de Creencias de Salud (Health Belief Model- HBM).
De acuerdo con Cabrera, Tascón y Lucumi (2001) durante la década del 50, bajo la
decidida colaboración de Mayhew Derryberry, creador de la División de Estudios de la
Conducta en la Oficina de Educación para la Salud del Servicio de Salud Pública en Estados
Unidos de América, cuatro psicólogos sociales del servicio, Godfrey Hochbaum, Stephen
Kegeles, Hugh Leventhal e Irwin Rosenstock desarrollaron la arquitectura y descripción original
del Modelo de Creencias de Salud. Uno de los puntos básicos de referencia del grupo de
trabajo fueron los hallazgos de Hochbaum, quien a comienzos de 1952 estudió más de 1,200
adultos en tres ciudades norteamericanas, valorando su "disposición" a someterse a rayos X,
como parte de los programas oficiales de lucha contra la tuberculosis.
El Modelo de Creencias de Salud se diseñó para explicar la naturaleza de las acciones
preventivas de salud de los individuos. Desde que se creó ha sido foco de varias
investigaciones y reconocido como uno de los más influyentes en la formulación de teorías que
explican la forma en que los individuos buscan evitar enfermedades (Véase Figura 1). El
Modelo se compone de tres elementos:
1. Las percepciones individuales basadas en la susceptibilidad y severidad de las
enfermedades;

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2. Las percepciones individuales de los beneficios y barreras para tomar una acción
preventiva;
3. Las claves disponibles para el individuo que podrían estimularlo a ocuparse en una
actividad preventiva de salud.
En la parte superior de la Figura 1 aparece un cuarto elemento, que contiene variables
socio-psicológicas y demográficas. De acuerdo con las características del modelo los ―factores
modificantes‖ indirectamente influyen en las percepciones y creencias de los individuos. En
esencia, el Modelo está diseñado para predecir las posibilidades que tienen los individuos que
adoptan una conducta particular de salud como una función de percibir amenazas y beneficios
(Kreps y Thornton, 1992).

Fuente: Organización Panamericana de la Salud (2001). Manual de comunicación para


1
programas de promoción de la salud de los adolescentes .
El Modelo de Creencias de Salud es muy atinado respecto a las posibles influencias
que pueden estar inmersas en los procesamientos de información de salud. La susceptibilidad
de un individuo sobre una determinada condición de salud debe ser vista a través de los
posibles constructos sociales que han predominado en una persona desde el desarrollo de su
niñez. Podemos inferir que las percepciones son subjetivas dependiendo del contexto en que
se utilicen. Lo que para una población es bueno no tiene que ser así necesariamente para otra.
Las acciones preventivas de salud requieren que los expertos puedan adentrarse en los
factores modificantes de la conducta de una persona catalogados por el Modelo de Creencias
de Salud como: variables socio-psicológicas y demográficas.

1
www.paho.org/Spanish/HPP/HPF/ADOL/comSocial.pdf

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Según exponen Kreps y Thornton (1992) el Modelo de Creencias de Salud tiene


algunos méritos y algunas limitaciones. Del lado positivo, este modelo ilustra la importancia de
las modalidades más amplias de comunicación, tales como el impacto de los medios de
comunicación social (prensa, radio, televisión, Internet y materiales impresos) en el
comportamiento de la salud.
Del lado negativo, ha sido criticado por haber puesto demasiado énfasis en creencias
abstractas y conceptuales debido a la consideración extrema del elemento percepción como
determinante para la predicción de conductas preventivas. No obstante, continúa siendo un
modelo de referencia a nivel mundial y analizado por organizaciones prestigiosas como lo son
la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, entre otras.
Otros de los modelos que ocupa parte de nuestro análisis es el catalogado como de
carácter individual y denominado Modelo PRECEDE de Green, Kreuter, Deeds y Partridge
desarrollado para la década de los 80 (Pedrola y Rodríguez, 1994). El modelo PRECEDE
permite identificar aquellos factores que actúan como antecedentes comportamentales de los
problemas de salud, de forma que tras valorar su grado de importancia y su modificabilidad,
pueda intervenirse eficazmente sobre ellos. Es considerado un modelo eficaz que ayuda
enormemente a la hora de planificar intervenciones y acciones en relación a los hábitos de la
población (Véase Figura 2).
Green (1989) expuso que entre los factores que contribuyen al cambio de conducta se
encuentran:
1. Factores de predisposición- conocimientos de los individuos, actitudes, conductas,
creencias y valores.
2. Factores permitidos- la estructura del ambiente o comunidad y la situación individual que
facilita o presenta obstáculos para el cambio.
3. Factores de refuerzo- los efectos positivos o negativos que influyen en la conducta.
Figura 2. Modelo PRECEDE

FACTORES PREDISPONENTES
Información
Actitudes
Valores
FACTORES FACILITADORES
Habilidades
Existencia y accesibilidad de los
recursos e instrumentos
FACTORES REFORZANTES
Consecuencias personales
Respuesta del medio

DIAGNOSTICO

PROGRAMA DE INTERVENCION

EVALUACION FINAL

Fuente: Green, L.W. (1989). Making health communication programs work: A planners guide.
National Institute of Health Publication.

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El Modelo PRECEDE tiene algunos elementos similares al Modelo Creencias de la


Salud. Sin embargo, es necesario destacar el aspecto de los factores de refuerzo, descritos
como efectos positivos o negativos que influyen en la conducta. Para determinar un posible
efecto positivo o negativo de una persona ante un mensaje de prevención, considero adecuado
hacer un análisis sobre las predisposiciones de los individuos ante ciertas conductas. Por
ejemplo, si deseamos promover la abstinencia para prevenir enfermedades de transmisión
sexual, sería importante conocer cuáles son las predisposiciones socioculturales de un grupo
demográfico sobre la abstinencia sexual.
A diferencia del Modelo Creencias de la Salud, el modelo PRECEDE no hace
referencia concreta al contexto cultural del individuo, el cual puede tener injerencia directa en la
concepción de los valores y en la toma de decisiones al momento de evaluar una acción
preventiva de salud.
Otro de los modelos utilizados en el campo de la comunicación en salud es el
desarrollado por Prochaska y DiClemente (1982) y lleva por nombre Modelo de Etapas de
Cambio (Véase Figura 3). Este modelo es considerado de carácter individual y cognitivo.
Propone que la adopción de conductas saludables es un proceso en el que el individuo
progresa a través de varias etapas hasta que la nueva conducta forma parte de la rutina diaria
(Díaz, Rodríguez, Rodríguez, Frías, Rodríguez, Barroso y Robles, 2005).
Estas etapas están compuestas por los siguientes constructos: pre-contemplación,
contemplación, determinación, acción y mantenimiento. El modelo asume que un cambio de
conducta involucra movimientos crecientes hacia la próxima etapa. Durante la etapa de pre-
contemplación la persona no es consciente del problema por lo cual no tiene en su mente
pensar cambiar de una acción a otra. En esta etapa la persona puede pensar que no tiene
necesidad de hacer cambio alguno en su estilo de vida. La resistencia a reconocer o modificar
una conducta es una de las características pertenecientes a la etapa de pre-contemplación.
Durante la etapa de la contemplación la gente reconoce el problema que existe y piensa
seriamente referente al mismo, pero todavía no hace un compromiso serio para
comprometerse en la adopción de una conducta que le propicie una mejor calidad de vida.
De acuerdo con Prochaska, DiClemente y Norcross (1992) las personas pueden
tardarse un gran periodo de tiempo en moverse a la siguiente etapa del Modelo de Cambio
definida como determinación. En esta etapa las personas combinan la intención con los
criterios de conducta que podrían adoptar. Los individuos con determinación intentan tomar
acción en tiempo corto. Por ejemplo, un fumador habitual puede determinar el momento en que
dejará de fumar su primer cigarrillo del día por alrededor de 30 minutos a diferencia de los
precontempladores y los que atraviesan la etapa de contemplación, los cuales puede que no
estén conscientes del problema a pesar de que lo han identificado, pero no hacen un
compromiso serio en la adopción de una conducta.
En la etapa de acción el individuo modifica su proceder, experiencias o ambiente con el
propósito de resolver el problema de conducta que le puede estar afectando. La acción
demanda mucha energía y drásticos cambios en la conducta requeridos como parte del
compromiso que adquiere la persona. En esta etapa dependiendo de las conductas que se
pretenden modificar puede que el individuo reciba el reconocimiento de otras personas. Esto
podría darse en casos relacionados a conductas adictivas. Finalmente, en torno a la etapa de
mantenimiento el Modelo de Etapas del Cambio propone que es en esta fase en donde las
personas trabajan para prevenir caídas y consolidar las ganancias adquiridas durante el
proceso de acción. Sin embargo, el mantenimiento es visto como una continuación no una
ausencia de cambio.
Maibach y Holtgrave (1995) indican que los modelos de etapas de cambio ponen
énfasis en que los mensajes y programas transmitidos a través de los medios de comunicación
son más efectivos en las etapas tempranas, mientras que la comunicación interpersonal y las
redes de apoyo social basadas en la comunidad tienen una importancia crítica durante las
etapas posteriores. La información, particularmente la impresa, es crucial para alentar al
cambio de una etapa hacia la próxima. Sin embargo, el tipo de información debe variar de
acuerdo con la etapa en que se encuentre la población (Di Clemente y Hughes, 1990).

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Figura 3. Modelo de etapas del cambio

Concepto Definición

Pre-contemplación No se es consciente del problema, no se ha


pensado en cambiar.
Contemplación Se está pensando en cambiar en el futuro
cercano.
Determinación Se traza planes para cambiar.

Acción Implantación de planes de acción específicos.

Mantenimiento Continuación de acciones deseables, o


repetición de pasos periódicos recomendados.

Fuente: Díaz, E, Rodríguez, M., Rodríguez, D., Frías, B., Rodríguez, M., Barroso, R. y Robles,
S (2005). Descripción de un instrumento de evaluación de competencias funcionales
relacionadas con el VIH-SIDA. Psicología y Salud,15, 5-12.
Es interesante lo propuesto por el Modelo de Etapas de Cambio, el cual sugiere que las
adopciones de una conducta deberían estar supeditadas por las percepciones que tenga un
individuo sobre un problema, la identificación de la presencia del problema en el individuo y el
conocimiento adecuado sobre lo perjudicial de no implementar una nueva conducta a través de
un proceso de acción.
Podríamos inferir que este modelo al igual que lo sugiere el Modelo de Creencias de
Salud brinda atención particular a las percepciones individuales como modificadores de la
conducta. Percepciones que podrían estar sujetas al conocimiento previo que posea un
individuo sobre algún tema relacionado a la salud.
El Modelo Creencias de la Salud y el PRECEDE podrían ser catalogados como un
poco más profundos que el Modelo de Etapas de Cambio, desde la perspectiva de análisis del
receptor, debido a la variedad de factores que conjugan sus proponentes para explicar las
acciones de salud de un individuo. Entiéndase los factores modificantes (raza, sexo, edad) y
predisponentes (información, actitudes, valores).
En lo que respecta a las teorías utilizadas en el campo de la comunicación en salud
debemos destacar la Teoría del Aprendizaje Social de Bandura, la cual concede gran
importancia al refuerzo, aunque va más allá del tipo de refuerzo directo de Skinner y Pavlov e
incorpora el refuerzo vicario (Véase Figura 4). Esta teoría, la cual también es muy utilizada en
el campo de la sicología, va mucho más allá y supone un punto de encuentro entre el
conductismo y el cognitivismo. Aquí se aprende por observación de los otros. Es otra persona
la que realiza una acción y luego experimenta sus consecuencias. Bandura da importancia al
pensamiento en la medida que considera que el individuo responde a una situación conforme el
significado que le otorgue el mismo y esto es cierto tanto si está implicado en la acción como si
no.
De acuerdo con Rodríguez, Muñoz, Fandiño y Gutiérrez (2006) en la Teoría del
Aprendizaje Social de Bandura los seres humanos adquieren destrezas y conductas de modo
operante e instrumental, y que entre la observación y la imitación intervienen factores
cognitivos que ayudan al sujeto a decidir si lo observado se imita o no.
El valor que concede Bandura a las expectativas es la clave para entender la
perspectiva cognitiva de su teoría. Bandura distingue entre expectativas de autoeficacia y de
resultados. Así, una persona puede creer que dejando de utilizar estupefacientes le llevará a
conseguir unos determinados objetivos (expectativas de resultados), pero no lo hace porque
duda de su habilidad para realizarlo (expectativas de autoeficacia). Estas expectativas de
autoeficacia están influenciadas por la experiencia propia (éxitos y fracasos personales), la
experiencia vicaria (éxitos y fracasos ajenos) y la activación emocional (ansiedad ante el reto
de dejar de utilizar estupefacientes).

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El concepto de Bandura de determinismo reciproco describe las influencias mutuas


entre la persona, el ambiente y la conducta. La autoeficiencia (autoeficacia) se refiere a la
creencia de que uno puede realizar una conducta particular (Cloninger, 2003).
La adopción de un cambio de conducta requiere de los individuos un alto sentido de
autoeficacia, de que ellos pueden realmente desempeñar el cambio de conducta deseado, no
importa las circunstancias o barreras que puedan dificultar la adopción del cambio e
implementarlo. A menos que la gente crea que puede ejercer algún tipo de control sobre la
conducta de salud, tendrían poca iniciativa para actuar o perseverar de cara a las
circunstancias.
Figura 4. Teoría del Aprendizaje Social de Bandura

Fuente: Elaboración propia


Si hacemos una comparación entre la Teoría del Aprendizaje Social y el Modelo
Creencias de la Salud nos percatamos de la existencia de constructos similares entre ambos
postulados. La Teoría de Bandura hace referencia a la experiencia vicaria, la cual implica el
conocimiento previo que tiene una persona sobre los éxitos y fracasos que han atravesado
otros al momento de intentar cambios de hábitos de conducta. Por su parte, el Modelo de
Creencias de la Salud destaca como factor modificante de la conducta el grupo social al que
pertenece un individuo. Ambas proposiciones infieren sobre la posible influencia de otros como
modificadores de la conducta.
Cuando comparamos el Modelo PRECEDE con la Teoría de Bandura observamos
como ambos postulados dejan entrever de forma yuxtapuesta, la posible injerencia que tiene
en la formación de conducta de un individuo el conocimiento previo que se tenga sobre un
tema de salud. Dato que apoya nuestra premisa es la prominencia que se le otorga a los
factores predisponentes (información, actitudes y valores) inmersos en el Modelo PRECEDE, y
la experiencia propia y vicaria que destaca Bandura en su teoría. Podríamos acentuar la
importancia que ambas propuestas otorgan a la experiencia de las personas como posibles
determinantes de la conducta.
Desde la perspectiva del Modelo de Etapas del Cambio y la Teoría del Aprendizaje
Social podríamos suponer que existe una relación íntima entre la etapa de contemplación
propuesta por el Modelo y el constructo autoeficacia de Bandura. Ambas proposiciones
sugieren la posible influencia de las creencias de un individuo en sus acciones de salud.
La Teoría de Acción Razonada de Fishbein y Ajzen debe formar parte de este análisis
dado a que es uno de los postulados teóricos más utilizados en la actualidad por organismos
internacionales relacionados al campo de la comunicación en salud. Ha sido corroborada a
través de múltiples investigaciones científicas. La Teoría de Acción Razonada es considerada
como de carácter interpersonal y con orientación cognitiva, ya que supone que las personas se
ven influenciadas por sus entornos sociales y al mismo tiempo éstos ejercen una influencia
sobre ellos (Véase Figura 5).

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Para ser más específicos las teorías cognitivas analizan cómo las personas perciben,
aprenden, recuerdan y piensan acerca de una información (Sternberg, 1999). A través del
cognitivismo se puede estudiar cómo las personas perciben varias formas, por qué recuerdan
algunas cosas y otras no, cómo se aprende el lenguaje o cómo piensan cuando tienen que
resolver un problema. Estas son algunas de las interrogantes que se pueden formular con el
estudio de la orientación cognitiva. La Teoría de Acción Razonada no se limita a entender el
desarrollo de la comprensión de las interacciones; incluye factores relacionados con la
experiencia y de las percepciones de los individuos con respecto a su ambiente junto con sus
características personales (OPS, 2001; Dutta-Bergman, 2005).
La Teoría de Acción Razonada (Fishbein y Ajzen, 1981, 1975), trata sobre las
creencias, actitudes, intenciones y conducta. Asume que la mayoría de las conductas están
determinadas por creencias ocultas que se derivan de y están sostenidas por el patrón cultural
y social de las sociedades en las que se vive. Esta teoría es una de las más usadas en el área
de salud, lo mismo que en áreas no relacionadas con la salud (Maibach y Parrott, 1995).
Distingue entre las actitudes hacia una enfermedad o condición, tal como HIV/SIDA o
embarazo y actitudes hacia conductas recomendadas para enriquecer la salud, tales como el
uso de condones o pastillas anticonceptivas. La teoría propone que las personas se
comprometerán con una conducta dependiendo de sus intenciones de compromiso en dicha
conducta, y que su intención a la vez depende de:
1. La actitud del individuo hacia la conducta de enriquecimiento de la salud.
2. La percepción que tenga la gente de lo que es importante para él o ella sobre su conducta
–la norma subjetiva.
El componente actitudinal se refiere a la actitud del sujeto hacia el propio desempeño
de una conducta específica bajo determinadas circunstancias. Dado a que Fishbein y Ajzen
(1975) definen actitud como una predisposición aprendida a responder a un objeto en forma
consistentemente favorable o desfavorable, este componente apunta a los sentimientos
positivos o negativos del sujeto respecto de su conducta en cuestión.
La norma subjetiva es la creencia que el individuo tiene de lo que las personas que le
son importantes desearían que él hiciera. De acuerdo con esta teoría, la intención de adoptar
una conducta saludable está equilibrada por:
1. La actitud del individuo sobre si la conducta de enriquecimiento de la salud le será
personalmente beneficiosa.
2. Su interpretación de lo que percibe que la gente importante en su vida desearía que él
hiciera.
De acuerdo con Stefani (2005) la Teoría de Acción Razonada asume que la mayoría de
los comportamientos sociales relevantes están bajo el control volitivo del sujeto y que siendo el
ser humano un ser racional que procesa la información que dispone en forma sistemática,
utiliza dicha información estructurada para formar la intención de realizar (o no realizar) una
conducta específica. La intención se refiere a la decisión de ejecutar o no una acción particular
y dado que es el determinante más inmediato de cualquier comportamiento humano, es
considerada la pieza de información más importante para la predicción de una determinada
conducta.
La Teoría de Acción Razonada sostiene que cualquier variable externa al modelo
propuesto (características demográficas, situacionales o de personalidad) puede influir sobre la
intención y también, indirectamente, sobre la conducta real, sólo si influye sobre el componente
actitudinal y/o sobre el componente normativo y/o sobre sus pesajes respectivos. Es decir, que
la relación entre una variable externa y la intención de llevar a cabo una conducta específica
está mediada por uno o por los dos factores que determinan la intención (actitud o norma
subjetiva).
Por lo tanto, un joven considerará la posibilidad de no empezar a fumar dependiendo
de su intención de no fumar. Para entender las variables claves que influirán en su decisión de
no empezar a fumar, la teoría sugiere que el adolescente equilibrará lo siguiente:

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1. Su actitud hacia el no fumar (actitud positiva – el adolescente pensará que no fumar es


―estar en la onda‖, ―gracioso‖, ―formidable‖ ―retador‖; o una actitud negativa – el
adolescente pensará que él no fumar es para los niños, y es ―horrible‖, ―despreciable‖ o
―apestoso‖).
2. Su interpretación de lo que cree que la gente importante en su vida (norma subjetiva)
desearía que él hiciera (gente importante podrían ser sus pares, sus padres).
Fishbein, M. citado por la Organización Panamericana de la Salud (2001) resumió las
variables subyacentes en la adopción de conductas enriquecedoras de la salud. De acuerdo
con Fishbein para que una persona lleve a cabo cierta conducta, una o más de las siguientes
cosas deben ser ciertas:
1. La persona debe haberse formado una fuerte intención positiva (o haber adquirido un
compromiso) de ejecutar tal conducta;
2. No existen restricciones ambientales que imposibiliten la realización de tal conducta;
3. La persona tiene las habilidades necesarias para ejecutar la conducta;
4. La persona cree que las ventajas (beneficios, resultados positivos anticipados) resultantes
de la ejecución de tal conducta son mayores que las desventajas (costo, resultados
negativos anticipados).
5. Las personas tienen buena actitud hacia la conducta preventiva;
6. La persona percibe más presión social (normativa) para ejecutar la conducta que para no
ejecutarla; La persona percibe que la ejecución de la conducta es más consistente que
inconsistente con su auto-imagen;
7. La reacción emocional de la persona hacia la ejecución de la conducta es más positiva que
negativa;
8. La persona percibe que tiene la capacidad para ejecutar la conducta bajo diversas
condiciones.
La Teoría de Acción Razonada representa una importante aportación al estudio del
comportamiento humano, ya que ofrece un modelo completo de investigación que toma en
cuenta factores que en otras teorías se consideran de manera aislada. Podríamos indicar que
el modelo propuesto por Fishbein (1990) es bastante completo y permite obtener mayor
seguridad en la medición de los factores determinantes de la conducta. Factores que suelen
ser identificados por la psicología social simplemente dentro de la categoría actitud, pero que
en esta teoría aparecen discriminados. Se toman en cuenta factores individuales como
grupales, siendo ésta, una de las principales ventajas técnicas. Otra ventaja consiste en
abordar el contexto donde tienen lugar estos factores con la suficiente flexibilidad para permitir
distinguirlos y medir su ocurrencia.
Al separar analítica y operacionalmente las dimensiones de la categoría actitud en un
modelo teórico único, el mérito de la Teoría de Acción Razonada consiste en elaborar un índice
de probabilidad de la intención hacia la conducta que relaciona la actitud con las creencias del
individuo. La Teoría de Acción Razonada es un predictor, un juicio probabilístico en el que
puede estimarse la intención hacia la conducta directamente mediante una escala de
probabilidad. No obstante haber sido desarrollada en los años 60, la Teoría de Acción
Razonada posibilita de igual forma la oportunidad de indagar el comportamiento específico de
personas y grupos en situaciones reales.

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Figura 5. Teoría de acción razonada de Fishbein y Ajzen

ACTITUD

CONDUCTA
INTENCION

NORMA
SUBJETIVA

Fuente: Organización Panamericana de la Salud (2001). Manual de comunicación para


2
programas de promoción de la salud de los adolescentes .

Si comparamos la Teoría de Acción Razonada, el Modelo Creencias de la Salud, El


Modelo PRECEDE y el Modelo Etapas de Cambio podríamos decir que tienen algunas
similitudes entre sí. Los factores predisponentes (información, actitud, valores) y de refuerzo
(consecuencias personales) expuestos en el Modelo PRECEDE tienen una relación intrínseca
con algunos de los postulados propuestos en la Teoría de Acción Razonada en particular a lo
referente a las actitudes y norma subjetiva.
Ambos planteamientos teóricos disertan sobre la importancia que tiene el elemento
―actitud‖ en las acciones preventivas de salud de la población. Actitud que estaría apoyada por
la información que tenga el individuo sobre las posibles consecuencias de tomar o no una
conducta saludable, valores (son adquiridos desde la niñez) y la motivación que posea la
persona para responder a un mensaje preventivo, la cual podría estar influenciada por terceros,
entiéndase familiares, allegados, figuras religiosas o trabajadores en salud.
El Modelo Creencias de la Salud por su parte expone la influencia de las percepciones
individuales como ente significativo en las probabilidades de acción de la población. Lo cual
nos permite inferir que el constructo actitud y por consiguiente, la intención, definido como
determinante de la conducta- según la Teoría de Acción Razonada- deberían estar de alguna
manera influenciados por las percepciones individuales que posea el individuo. Además, por
los posibles factores modificantes entre los que se encuentran las variables demográficas:
edad, sexo y raza, etc.
Por otro lado, podríamos adjudicar alguna influencia del constructo actitud y norma
subjetiva al proceso requerido por El Modelo de Etapas de Cambio, el cual está compuesto por
la pre-contemplación, contemplación, determinación, acción y mantenimiento de la conducta
adoptada. Estas etapas requerirán que el individuo tenga una actitud favorable hacia la
realización de una conducta que ha sido identificada como necesaria, la cual podría estar
influenciada por sus allegados, quienes establecen el proceso de norma subjetiva de acuerdo
con la Teoría de Acción Razonada e influye en la intención hacia la realización de una
conducta preventiva de salud.
Si hacemos una comparación entre la Teoría de Acción Razonada y la Teoría del
Aprendizaje Social destacamos la importancia que le brinda Fihsbein y Ajzen al elemento
cultural del individuo como uno de los principales determinantes de la conducta. Bandura, por
su parte, no expone claramente dicho constructo en su teoría, lo cual limita el análisis de su
teoría desde esta perspectiva de pensamiento. Cabe destacar que el elemento cultural del
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receptor de un mensaje de comunicación en salud ha sido objeto de múltiples investigaciones


en los últimos años logrando reconfirmar la importancia que tiene este asunto para el desarrollo
de mensajes que pretenden cambios de conductas en personas de diversos lugares de origen.
Como parte del análisis podríamos comparar la finalidad del constructo actitud (predisposición)
propuesto por Fishbein y Ajzen y el término autoeficacia (creencia) de Bandura. Ambos
sugieren que a mayor sentido de actitud y autoeficacia inmersa en un sujeto, mayor será la
probabilidad de adoptar una conducta preventiva de salud. Esto debido a que la persona cree
que las ventajas de adoptar una conducta de salud serán mayores que las desventajas.
Antes de concluir este epígrafe no podemos pasar por alto los esfuerzos que ha llevado
a cabo ONUSIDA para aportar al análisis de la comunicación en salud. El nuevo marco de
ONUSIDA incluye estrategias de comunicación y fomento de la salud entroncada en el
contexto. ONUSIDA (2001) reconoce que se requiere un nuevo marco de comunicaciones
específico para las poblaciones de África, Asia, América Latina y el Caribe, cuyas necesidades
no han quedado convenientemente cubiertas por las estrategias y medidas convencionales de
prevención. En concreto, las estrategias de comunicaciones –especialmente si abordan el
VIH/SIDA en las regiones antes mencionadas- deberían evaluar ideas y supuestos que pueden
considerarse externos.
ONUSIDA propone que es posible desarrollar y perfeccionar enfoques eficaces cuando
el marco para cada región, país y comunidad resulta de las peculiaridades locales: política
gubernamental, nivel socioeconómico, cultura, relaciones de género y espiritualidad. El marco
reconoce que el individuo es un producto del contexto y para que las estrategias de
comunicaciones sobre VIH/SIDA tengan un efecto significativo, los programas de intervención
deben empezar por uno de esos ámbitos o una combinación de ellos. Así pues, los individuos
siguen siendo el objetivo, pero sólo en el contexto de su interacción dentro de un ámbito o
combinación de ámbitos. En esta medida el marco de ONUSIDA puede aprovechar elementos
destacados y pertinentes de las teorías y modelos existentes.

Comunicación para el Cambio Social


El paradigma de la Comunicación para el Cambio Social es sin lugar a duda uno de los
fenómenos que ha logrado acaparar la atención de estudiosos de la comunicación en salud en
los últimos años, dado a la importancia que le brinda a la participación comunitaria en todos los
asuntos que rodean el desarrollo e implementación de un esfuerzo que promueve mejores
estilos de vida en la población. Este modelo establece una relación directa entre el proceso de
comunicación y el desarrollo de los pueblos. Además, trastoca la pasividad que se le atribuía al
receptor en un proceso de comunicación tradicional o unilineal (Fuente- Mensaje- Canal-
Receptor). De acuerdo con Barranquero y Sáez (2010) esta nueva propuesta ha contribuido a
aunar voluntades y a asentar el estatuto epistemológico de la disciplina.
Este modelo podría catalogarse como de nivel comunitario, los cuales ayudan a
comprender cómo funcionan y cambian los sistemas sociales y cómo pueden activarse las
comunidades y organizaciones, siendo esenciales para las actividades integrales de promoción
de la salud. Estos modelos incorporan una perspectiva ecológica y constituyen la base para
tratar de lograr metas de mejor salud en individuos, grupos, instituciones y comunidades.
La Comunicación para el Cambio Social nace como respuesta a la indiferencia y al
olvido, rescatando lo más valioso del pensamiento humanista que enriquece la teoría de la
comunicación: la propuesta dialógica, la suma de experiencias participativas y la voluntad de
incidir en todos los niveles de la sociedad (Gumucio-Dagrón, 2004).
De acuerdo con Gumucio-Dagrón (2004) el proceso de formulación de la Comunicación
para el Cambio Social comenzó a gestarse en abril de 1997, en una reunión convocada por la
Fundación Rockefeller, en Italia. En esta primera etapa se definió progresivamente el concepto
de Comunicación para el Cambio Social como un proceso de diálogo privado y público, a
través del cual los participantes deciden quienes son, qué quieren y cómo pueden obtenerlo. El
enfoque inicial subraya la necesidad de cambiar los términos hasta entonces vigentes en el
desarrollo y en la comunicación. Se plantea que las comunidades deben ser actores centrales
de su propio desarrollo, que la comunicación no debe persuadir sino facilitar el diálogo y que no

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debe centrarse en los comportamientos individuales sino en las normas sociales, las políticas y
la cultura. En una segunda etapa, apoyada también por la Fundación Rockefeller, se vio la
necesidad de vincular el proceso de reflexión a experiencias concretas, en el sentido de que si
bien el cuerpo teórico no estaba totalmente definido, la realidad mostraba, en cambio una
variedad de experiencias.
Organizaciones como la UNESCO y UNICEF entre otras se han dado a la tarea de
promover grandes movilizaciones sociales a través de la Comunicación para el Cambio Social.
Estas acciones han propiciado la utilización de estrategias múltiples participativas para
beneficio de los pueblos marginados. Además, han logrado competir con el marketing social, el
cual ha sido fuertemente impulsado por USAID. El marketing social es basado en el uso de los
medios masivos de difusión y estrategias de campaña en las que la población objeto de la
comunicación recibe mensajes homogéneos.
Por décadas, el papel que tradicionalmente se le ha asignado a la comunicación en los
procesos de cambio es el de tratar ciertos comportamientos de manera individual en un sujeto.
Sin embargo, la Comunicación para el Cambio Social aspira a un cambio en la vida de un
grupo social, de acuerdo con los parámetros que rigen esa comunidad entre los que se
destacan los elementos culturales y socioeconómicos. Podríamos indicar que la Comunicación
para el Cambio Social propicia la democratización y el acceso a la salud a toda la población,
aspecto que es promovido por la Organización Mundial de la Salud y la Organización
Panamericana de la Salud, entre otros organismos de prestigio internacional.
En la Comunicación para el Cambio Social son las personas de la comunidad las que
tienen la posibilidad de formular sus propias agendas para el cambio. Agendas que pueden
dirigirse a propiciar cambios sociales en comunidades pequeñas, ciudades y a nivel
internacional. Este proceso aunque se fundamenta mayormente en el diálogo emplea distintos
medios de comunicación, ya sean tradicionales o modernos. Cuando son utilizados por la
comunidad, los medios masivos de comunicación tienen la posibilidad de actuar como
instrumentos efectivos en la transmisión de conocimiento que promueva cambios sociales y
conlleve a la sostenibilidad de las iniciativas.
De acuerdo con Pérez (2006) la Comunicación para el Cambio Social aspira a nuevas
oportunidades para someter al debate y al diálogo público las decisiones sobre el tema a tratar
(HIV, Lactancia, Cáncer, otros). Este enfoque representa un reto para el desarrollo de los
esfuerzos de comunicación en la salud, ya que deja de convertirse en un proceso de
persuasión tradicional, a través del cual son los expertos en el tema junto con los estrategas
de comunicación los que establecen las estrategias y mensajes que se dirigirán a la
comunidad. Estrategias que en su mayoría han sido desarrolladas utilizando como base las
teorías y métodos predominantes hasta el momento en el campo de la comunicación en salud.
Una de las características a destacar del paradigma de la Comunicación para el
Cambio Social es la atención que le da a la influencia de la interculturalidad como parte de sus
postulados. El modelo destaca la importancia que tienen las características socio culturales
inmersas en una comunidad y propone que su desconocimiento podría determinar el éxito o
fracaso de un esfuerzo que pretende cambios de conductas o hábitos en la población.
Supongamos que deseamos promover el uso de profilácticos en una comunidad que cuenta
con una gran cantidad de personas infectadas con HIV. Ahora bien, esta comunidad
culturalmente no acepta el uso del profiláctico. Por tanto, es probable que fracasemos en el
esfuerzo de comunicación si desconocemos que esta comunidad rechaza el uso del profiláctico
por aspectos culturales. Desde la perspectiva cultural, no cabe duda que la comunicación
comunitaria y participativa permite el reconocimiento de la realidad que circunda a una
comunidad, aunque existen otros factores como el sentido humanitario que las personas tienen
hacia diversas problemáticas sociales y que podrían incidir en sus conductas de salud.
La horizontalidad de la Comunicación para el Cambio Social ejerce un papel primordial
para que la comunidad objeto del cambio adopte como suyos los métodos y los estilos de vida
para su sostenibilidad. Se aparta un poco de los modelos tradicionales de comunicación para la
salud, los cuales en su mayoría proponen constructos dirigidos a la individualidad como parte
del proceso de cambio de actitudes, percepciones y mejores estilos de vida en la población.
Aunque podríamos indicar que de forma deliberada o indeliberada han dejado la puerta abierta

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para reconocer la posible influencia de las relaciones interpersonales y grupales en la


formación de conductas en la población. Este podría ser el caso de algunos de los modelos y
teorías discutidas en este escrito, entre las que se encuentra la Teoría de Acción Razonada, la
cual otorga injerencia directa de otras personas (constructo norma subjetiva) en las posibles
acciones de salud de un individuo. También, podría ser el caso del Modelo de Creencias de
Salud, el cual sugiere la posible influencia de los factores psicosociales en la determinación de
conductas de salud de un individuo. El Modelo de Etapas de Cambio deja entrever que en la
etapa de acción el individuo podría recibir el reconocimiento de otras personas, el cual estaría
supeditado por el tipo de conducta que se pretende modificar. Por su parte, la Teoría del
Aprendizaje Social otorga una influencia directa a las experiencias que han tenido otras
personas en la formación de conductas de un sujeto (experiencia vicaria).
Según lo expresado por Gumucio-Dagrón (2001) es importante que durante la
implementación de estrategias para la comunicación en salud, el compromiso de las
comunidades implique no sólo la participación de éstas en todo el proceso de diagnóstico,
planificación y ejecución de los programas, sino también su cooperación en el fortalecimiento
de las organizaciones sociales que finalmente permita que la población se constituya como un
interlocutor válido y con poder suficiente para convertirse en parte activa de las intervenciones.
El planteamiento de Gumucio-Dagrón expresa de forma sencilla y clara la transformación que
atraviesa el estudio de la comunicación en salud, ya que más allá de dirigir un mensaje de
prevención a través de una campaña en los medios masivos, el nuevo paradigma de
Comunicación para el Cambio Social requiere el apoderamiento de las comunidades afectadas
para que haya un verdadero cambio y desarrollo de los pueblos.
La Comunicación para el Cambio Social sin lugar a dudas representa un reto para los
expertos de comunicación y salubristas, pues demanda dominio absoluto de los temas
principales que afectan a una comunidad, y que podrían incidir en sus acciones de salud y
desarrollo. Constituye una importante metodología para la investigación en comunicación, ya
que apunta a una perspectiva insertada que se caracteriza por ser un proceso metodológico
sistémico y que involucra a los beneficiarios de la estrategia en la producción colectiva de
conocimientos necesarios para transformar una determinada realidad social. Sugiere que
estudiosos de la comunicación de otras regiones del mundo se inserten en el desarrollo de
estudios que fortalezcan investigaciones de acciones participativas (IAP), las cuales han sido
lideradas mayormente por África, Asia y América Latina. Finalmente, apunta a una reflexión
ponderada sobre la necesidad de desarrollar programas académicos enfocados en el análisis
teórico, metodológico y práctico de los procesos involucrados en la Comunicación y Desarrollo
para el Cambio Social.
En suma, como hemos podido apreciar a través de este análisis bibliográfico y
documental el proceso de comunicación en salud es sumamente complejo. Las teorías y
modelos existentes en este campo de estudio proponen formas diversas de entender la
realidad inmersa en un proceso de comunicación en salud. Los elementos entrelazados en un
proceso de intercambio de información cuyo fin es el cambio de conducta, demandan una
reflexión continua sobre las teorías y modelos existentes relacionados al entendimiento del
comportamiento humano. A su vez, requieren el conocimiento amplio de los elementos que
componen la cultura y su posible influencia en las acciones de salud de la población. También,
sugieren el incremento de análisis dirigidos a medir la efectividad del apoderamiento de las
comunidades en estrategias de comunicación en salud, según lo propone el paradigma de la
Comunicación para el Cambio Social.
Podríamos concluir que la atención brindada en la última década al apoderamiento de
las comunidades en las estrategias de prevención de enfermedades, representa un reto para
los estudios concernientes a las teorías y modelos que tratan de explicar de forma simplificada
los elementos inmersos en un proceso de comunicación en salud.

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Debates y controversias sobre el concepto de participación
comunitaria en salud: una revisión histórica

Claudia Bang
Facultad de Psicología – Universidad de Buenos Aires (UBA)
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET)
claudiabang@yahoo.com.ar

Resumen:

El presente artículo realiza un abordaje histórico de los diferentes sentidos que


ha adquirido el concepto de participación comunitaria en la formulación de
políticas de salud para América Latina desde la declaración de Alma-Ata en el
año 1978. Dicho concepto ha supuesto históricamente un consenso sobre su
sentido que oculta una gran polisemia real. Su vaguedad conceptual ha
permitido que bajo su nombre se agrupen acríticamente fenómenos muy
heterogéneos. La revisión crítica de los principales debates y controversias en
torno a dicha problemática constituye un aporte necesario de esclarecimiento e
insumo para futuras investigaciones e implementación de prácticas
participativas.

Se utilizan metodológicamente dos modelos: la investigación histórico-social y


el análisis político. Se realiza un rastreo documental de fuentes bibliográficas a
partir de la delimitación de actores y procesos implicados.

Se concluye que en cada contexto histórico se ha redefinido el concepto


participación comunitaria de acuerdo a los intereses de los actores implicados.
Nuevos sentidos se han superpuesto acríticamente a los tradicionales,
sumando confusión y legitimando las prácticas más dispares. La relación entre
participación y poder es invisibilizada en la retórica participativa oficial, siendo

1
un núcleo de discusión que aborda esta problemática en su complejidad y
realiza un aporte central hacia una redimensión conceptual.

Palabras claves: comunidad, participación, políticas, salud

Abstract:

Debates and controversies on the concept of community participation in


health: a historical review

This article presents a historical approach to the different meanings that the
concept of community participation has acquired in the formulation of health
policies for Latin America since the Declaration of Alma-Ata in 1978. Historically
this concept has assumed a consensus on its meaning that hides a real
polysemy. Its conceptual vagueness has allowed very heterogeneous
phenomena to be uncritically grouped. The critical review of the principal
debates and controversies concerning this issue is a necessary contribution for
clarification and input for future research and implementation of participative
practices.

Methodologically two models are used: the historical-social investigation and


political analysis. A documentary research of bibliographical sources has been
held based on the delimitation of actors and processes involved.

We conclude that in each historical context the concept of community


participation has been redefined according to the interests of the actors
involved. New meanings have been uncritically superimposed to traditional
ones, adding confusion and legitimizing different practices. The relation
between participation and power, invisible in the official rhetoric of
participation, is a core of discussion that approaches this issue in its complexity
and contributes to a conceptual resizing.

Keywords: community, participation, policies, health

Fecha de recepción: octubre 2010.


Versión final: marzo 2011.

2
Introducción

El presente trabajo se enmarca en el Proyecto de investigación UBACyT: Accesibilidad y


dignidad en la atención en servicios de salud mental de Ciudad de Buenos Aires y conurbano
bonaerense en el periodo 2002-2010: subjetividad, representaciones de derechos y sistemas de
atención, dirigido por Alicia Stolkiner. Se expone parte del marco teórico de una investigación
doctoral en curso realizada con beca doctoral CONICET, que continua y profundiza una
investigación anterior (Bang, 2004) presentada como Tesis de Maestría en Salud Pública
Internacional, financiada por la Agencia Española de Cooperación Internacional.
Este escrito realiza un abordaje histórico del concepto de participación comunitaria en
el diseño e implementación de políticas de salud para América Latina desde la declaración de
Alma Ata en 1978. Dentro de las políticas públicas de salud diseñadas para la región durante
los últimos decenios, uno de los desarrollos clave ha sido el de la participación de la comunidad
como estrategia central de implementación de la atención primaria de salud (APS). Esta idea
nació basada en conceptos que han despertado controversias y amplios debates en diferentes
espacios científicos y de prácticas, principalmente durante la década posterior a la declaración
de Alma Ata.
Estos debates surgen a partir de un consenso presente en la literatura científica sobre las
ideas de comunidad y participación comunitaria. Se afirma que las mismas se han encontrado
tan difundidas como distintas han sido las formas de contemplarlas en lo que se refiere a
políticas de salud pública en la historia reciente de América Latina. Desde el origen de dicho
concepto los organismos internacionales lo han definido de forma vaga y confusa, admitiendo
una polisemia que ha permitido que bajo el rótulo de participación comunitaria se realicen las
actividades más dispares en los contextos más diversos (Rifkin, 1986). Numerosos estudios de
evaluación de la participación comunitaria en experiencias concretas marcan como un obstáculo
central en la implementación de acciones participativas a su propia formulación conceptual
(Woelk, 1992).
El concepto de participación comunitaria incluido en la formulación de políticas de salud
ha sufrido modificaciones, hecho que se ve reflejado en las diferentes orientaciones que han
adoptado las políticas generales en materia de salud para América Latina impulsadas por
organismos internacionales desde los años ‘60 hasta nuestros días. En esta evolución
conceptual se ha multiplicado la polisemia mencionada, la que se manifiesta en una
proliferación de sentidos heterogéneos e inconexos de múltiples actores definidos para tal
participación y de diferentes objetivos en su implementación. Se opera así una confusión
conceptual bajo la que muchas veces se legitiman políticas contrarias al espíritu de atención
primaria de salud.

3
Siguiendo este planteo, surgen los siguientes interrogantes que guían la producción de
este artículo: ¿Cuáles han sido las formas de contemplar el concepto de participación
comunitaria en el diseño e implementación de políticas de salud pública en la historia reciente
de América Latina? ¿Cómo se han construido socio-históricamente los diversos sentidos que
han conformado la retórica participativa en salud? ¿Qué significaciones han aportado los
diversos actores implicados de acuerdo a sus intereses y contexto en cada momento socio-
histórico abordado? ¿Cómo pensar críticamente algunas implicancias de este complejo proceso
en la aplicación de políticas de salud que contemplan la idea de participación en contextos
locales? A partir de dicho análisis, ¿qué aportes se podrían realizar en la vía de una redimensión
conceptual?
El objetivo del presente trabajo es abordar la problemática de definición del concepto
de participación comunitaria, indagando los diferentes sentidos que éste ha adquirido
históricamente en el diseño e implementación de políticas de salud para América Latina desde
la declaración de Alma-Ata. Estos sentidos han sido otorgados por múltiples actores implicados
en diversos contextos. Una revisión histórica y analítica de los principales debates y
controversias existentes a partir del origen y desarrollo de esta idea nos permitirá comprender
el proceso socio-histórico de construcción y desarrollo conceptual, lo que significa un aporte al
abordaje de la problemática de polisemia y vaguedad semántica que admiten dichas
formulaciones conceptuales, reflejando sus dificultades y limitaciones.
No se pretende aquí hacer una recopilación exhaustiva de todos los significados
relevados, ni de todas las políticas y aplicaciones que han tenido como centro a la participación
comunitaria en salud en la región. Se privilegiarán aquellos sentidos que han sido objeto de
debates y controversias, aquellos que nos puedan permitir un acercamiento a comprender la
compleja problemática de significación de este concepto en su proceso histórico.
Diferentes formas de contemplar las ideas de comunidad y participación comunitaria
contribuyen a la legitimación de diversas políticas de salud, estos conceptos y su aplicación en
América Latina son resultante de la intervención de múltiples actores en diferentes niveles. Al
articularse, esta compleja dinámica orienta acciones dirigidas a la comunidad con lineamientos
específicos, otorgándole sentido a los mismos conceptos que los actores delimitan. El presente
análisis pretende contribuir a la comprensión de las políticas de salud dirigidas a la comunidad
en América Latina como producto histórico-social, imprescindible para poder actuar sobre la
realidad de la región.
La importancia y vigencia del presente análisis está dado por la vuelta a los postulados
de la Atención Primaria de Salud en el inicio del siglo XXI (Organización Mundial de la Salud
[OMS]/Organización Panamericana de la Salud [OPS], 2005), dado que algunos de sus
conceptos integrales son los de participación y promoción de mecanismos de participación

4
activa (OPS, 2005). Esta vuelta a los enunciados de participación comunitaria en salud,
actualiza los debates y controversias objeto del presente trabajo, siendo su revisión histórica un
aporte fundamental de esclarecimiento e insumo para posteriores investigaciones sobre esta
temática, desde una perspectiva actual.

Metodología

Metodológicamente se utilizaron dos modelos de investigación: la investigación


histórico-social y el análisis político. El modelo de investigación histórico-social (Valles, 2000)
comprende el estudio del desarrollo histórico de un hecho o concepto determinado, situándolo
en su contexto social a partir del análisis de los actores y procesos implicados. El análisis
político (Anduiza Perea, Crespo y Méndez Lago, 1999) permite abordar dicho hecho o concepto
en el marco de la formulación e implementación de las políticas correspondientes (análisis
político con orientación en políticas). Teniendo en cuenta la naturaleza conceptual del objeto de
estudio (concepto de participación comunitaria) se ha privilegiando el análisis de significaciones
en el enunciado de las políticas antes mencionadas, correspondiente al análisis político con
orientación en semántica (Dahl, 1983).
Se utilizó como técnica fundamental un rastreo documental de fuentes bibliográficas
primarias (documentos oficiales e informes publicados por organismos internacionales relativos
a políticas públicas de salud para América Latina) y secundarias (publicaciones científicas
periódicas de excelencia y reconocimiento internacional que han abordado esta problemática).
En las fuentes bibliográficas primarias se rastreó el origen histórico del concepto
estudiado y se situaron las sucesivas definiciones y caracterizaciones desde su origen,
delimitando el período histórico de estudio. En las fuentes bibliográficas secundarias se
rastrearon textos que abordaran analíticamente dicho concepto desde una perspectiva
histórica, lo que pusiera de manifiesto debates presentes a lo largo del período histórico
analizado. Se articuló el material de ambas fuentes bibliográficas marcando consensos y
posibles controversias sobre su significación.
Para la articulación y análisis de las fuentes estudiadas se situaron diferentes
momentos históricos en el contexto de las políticas de salud para la región, delimitados según
el predominio de ciertos paradigmas hegemónicos y sus prácticas durante períodos históricos
de paulatina conformación. Se delimitaron actores implicados en el desarrollo de políticas de
salud para América Latina, tomando como referencia su dinámica de conformación en
articulación con los contextos históricos delimitados. Desde una perspectiva crítica se abordaron
los discursos de actores multilaterales, regionales y locales sobre la participación comunitaria en

5
salud, indagando relaciones posibles entre la lógica de algunos actores implicados en el diseño
e implementación de políticas de salud y la retórica sostenida sobre el concepto estudiado.

La incorporación del concepto en las políticas de salud

La idea de participación comunitaria surge en América Latina en la década del ‘50 como
estrategia de promoción rural para poblaciones originarias y recibe difusión en los ‘60 con los
programas de la Alianza para el Progreso. En el ámbito específico de salud este concepto ha
tomado extraordinaria fuerza a partir de la declaración de Alma-Ata en 1978, momento en el
que se centra la atención en la comunidad y su participación como componente fundamental de
la estrategia de Atención Primaria de la Salud. Surge una primera definición formal del
concepto de participación comunitaria como

“el proceso en virtud del cual los individuos y las familias asumen responsabilidades en
cuanto a su salud y bienestar propios y los de la colectividad, y mejoran la capacidad de
contribuir a su propio desarrollo económico y comunitario. Llegan a conocer mejor su
propia situación y a encontrar incentivo para resolver sus problemas comunes. Esto les
permite ser agentes de su propio desarrollo, en vez de beneficiarios pasivos de la ayuda
al desarrollo.” (OMS-UNICEF, 1978, p.7)

En este contexto, la estrategia de APS no sólo planteaba el desafío de superar la falta


de recursos, sino que una gran preocupación fue afrontar diferencias culturales que se
pensaban como obstáculo adicional al acceso a los servicios (OPS, 1981).
En esta necesidad de franquear esta barrera cultural surgen los dos mecanismos más
utilizados de participación comunitaria en APS: el promotor de salud y el comité de salud
(Stone, 1992). El primer modelo se encuentra entre los programas que centran la participación
en los recursos humanos no convencionales. Esta modalidad contempla dos opciones en la
elección de promotores de salud: que los promotores sean elegidos por la comunidad o que
sean designados por los responsables del proyecto. El segundo modelo se organiza en base a
que los miembros de las comunidades realicen acciones grupales a través de organizaciones,
que puedan crear nuevas instancias por y para el programa de salud, o puedan apoyarse en
instituciones existentes en la comunidad. Ambos modelos se basan en experiencias ya
desarrolladas en el continente en las dos décadas anteriores de trabajo y formación de líderes
comunitarios y consejos de salud como parte de las políticas desarrollistas.

6
En este surgimiento de las primeras definiciones elaboradas por organismos
internacionales, la participación comunitaria tenía como sujeto a una población rural,
mayoritariamente indígena. La participación de campesinos indígenas en los programas de
salud fue pensada en parte para poder incorporar valores occidentales que facilitaran la
consecución de dichos programas (Ugalde, 1985). Asimismo, la crisis de accesibilidad a los
servicios que enmarcó el surgimiento de la participación comunitaria como estrategia de APS se
encuentra dentro de esta coyuntura rural, campesina e indígena, lo que explica en parte la idea
de comunidad difundida de aquí en mas en Salud Pública:

“Una comunidad se compone de personas que viven juntas, en una u otra forma de
organización y cohesión sociales. Sus miembros comparten, en distintos grados,
características políticas, económicas, sociales y culturales, así como intereses y
aspiraciones, incluida la salud. Las comunidades varían mucho en cuanto a su magnitud y
perfil socioeconómico, y pueden habitar en caseríos aislados o en aldeas más organizadas,
en pueblos o en ciudades.” (OMS-UNICEF, 1978, p.14).

Esta necesidad de incorporar la participación como mediación entre el sistema de salud


y la comunidad rural ha sesgado el propio concepto de comunidad, el que a lo largo de este
período se extendió acríticamente a otras realidades y contextos urbanos que presentaban
otras características y composición, concibiendo al sujeto de la participación de una forma
inadecuada e irreal.
Si bien las definiciones originales de comunidad y participación comunitaria en el
ámbito de la Salud ya reflejan visiones idealizadas, éstos conceptos fueron pensados para
caracterizar un contexto diferente al que efectivamente tuvo lugar durante las décadas de los
setenta y ochenta. El sentido de la participación en salud fue concebido como estrategia para
hacer frente a esta crisis de accesibilidad a los servicios en un contexto de Estado Benefactor,
muy diferente al que tuvo lugar efectivamente a partir de los procesos de ajuste estructural y
reducción del papel del Estado. Por otro lado, durante gran parte de este período la mayoría de
los países de la región se encontraban bajo gobiernos de facto, donde el terrorismo de estado
tornó insostenible la implementación concreta de prácticas participativas. Sin embargo, en
ámbitos de decisión internacional se sostuvo una retórica que incluía las mismas ideas que
serían perseguidas y silenciadas hacia el interior de cada país. Estos complejos procesos han
influido en la forma que ha adoptado la retórica participativa en salud.
La declaración de Alma-Ata se firmó a finales de la década de 1970 y en ella, los países
firmantes se comprometieron a hacer cambios profundos en sus sistemas de salud a partir de la
participación de los niveles locales y de la población. Alma-Ata llamaba a implementar procesos

7
democráticos de participación en sociedades que, como las de América Latina, estaban en
medio de procesos de dictaduras militares y de represión política. Durante la década de 1970,
catorce de los dieciocho países de la región tuvieron gobiernos basados en una dictadura y para
la década de 1980, diez países aún las tenían. Estos gobiernos totalitarios se caracterizaron por
tener niveles de represión que eliminaban la posibilidad de participación de los ciudadanos en
todas las actividades del Estado (Flores y Ruano, 2009).
Conceptualmente los gobiernos militares entendían la participación como mecanismo de
subversión basado en ideas con raíces comunistas, supuestamente relacionadas con los
movimientos guerrilleros, y perseguidos por tal motivo. Briceño-León (1998) afirma que en su
gran mayoría, se trataba en realidad de mecanismos de acción popular que, al no encajar en
los esquemas simplistas y maniqueos de la guerra fría, eran satanizados y convertidos en
subversivos. Hablar de participación en ese contexto resultaba sospechoso, pues así se tratase
de salud, significaban una respuesta democrática que los militares repudiaban de cualquier
manera. El uso de técnicas de tortura, de desapariciones forzosas, asesinatos y otras formas de
violencia y represión se aplicaron para perseguir las mismas prácticas participativas que se
supuso defender a nivel discursivo en Alma-Ata.

Debates y controversias durante la década de los ‘80

En la literatura científica consultada existe un consenso general sobre la raíz de la


problemática que plantea la polisemia del concepto de participación comunitaria en su misma
enunciación formal. Ciertos autores han llegado a calificarla como inviable desde su propia
retórica. Susan Rifkin (1986) argumenta que en la declaración de Alma-Ata intencionalmente se
ha definido el término de participación comunitaria vaga y flexiblemente para permitir su
adecuación a los distintos contextos nacionales. Como resultado, el concepto significó
diferentes cosas para diferentes actores implicados, siendo difícil llegar a definiciones realmente
consensuadas, menos aún a objetivos y estrategias claras.
Woelk (1992) encuentra en el término comunidad una de las dificultades conceptuales
y prácticas más importantes en el intento de definir e interpretar la participación comunitaria. Y
es que el mismo concepto de comunidad es uno de los núcleos a analizar cuando abordamos
esta problemática. En el origen de este concepto, la comunidad campesina, rural e indígena es
vista como un conglomerado de costumbres, creencias y prácticas diferentes a las occidentales,
que conformarían un bloque homogéneo. Se ha extendido esta visión de comunidad como
unidad diferenciada, con intereses comunes, organizada unidimensionalmente y capaz de
generar estructuras permanentes de representación nucleadas en torno a líderes (Irigoyen,

8
1994). Liliana Fracasso (2000) afirma que la comunidad a largo de las décadas se ha
manifestado cada vez más de forma múltiple y heterogénea, inconstante y con alcances no
necesariamente locales. Consecuentemente, las definiciones de comunidad pensadas para
realidades rurales e indígenas en el campo de la salud pública, han resultado inadecuadas al
hacer de esta idea la forma de organización universal, con definiciones plagadas de referencias
como proximidad física, relación directa y personal, apoyo social, consenso, cooperación,
creencias comunes, sentido de pertenencia, frecuencia de interacción, etc.
Cuando se ha caracterizado a la comunidad en relación a la participación surge el
cuestionamiento sobre la naturaleza participativa o no de las comunidades. Aquí encontramos
dos posturas: algunos autores como Ugalde caracterizan a la comunidad como un grupo
cohesionado con gran capacidad de organización propia para intervenir en las problemáticas a
resolver (Ugalde, 1985). Este autor cuestiona los programas que pretenden fomentar la
participación por no haber tomado en cuenta esta capacidad de organización y haber intentado
organizar a la comunidad. Por otro lado, autores como Irigoyen caracterizan a la comunidad
como el nivel mas disperso y débil de la organización social, entendiéndola como la base de un
sistema social fragmentado y por lo tanto, nivel menos pertinente desde donde participar
(Irigoyen, 1994). Aquí se cuestiona la definición tradicional de participación comunitaria por
eludir este aspecto. Estas dos posturas que a primera vista parecen contradecirse, pueden
surgir de la misma ambigüedad de las definiciones formales de estos conceptos, que al no decir
nada sobre estos aspectos, dejan la puerta abierta para hacer múltiples interpretaciones a
partir de la aplicación en contextos diferentes.
El término participación ya es por sí mismo problemático, ya que también conlleva una
gran polisemia. Un estudio de la Organización Mundial de la Salud afirma que este término es
interpretado de tres maneras diferentes: como contribución (en el que la comunidad aporta
trabajo o materiales), como organización (a través de estructuras que faciliten la interacción) o
como empoderamiento (a través de grupos generalmente marginados organizados para el
control de los programas) (OMS, 1991). Autores como Woelk (1992) u Olico-Okui (2003)
afirman que a diferentes niveles y según los actores implicados el concepto de participación ha
sido entendido diferencialmente durante la década que nos ocupa. Planificadores han entendido
a la participación como contribución, mientras que promotores sociales lo han hecho desde una
perspectiva de empoderamiento.
La vaguedad de la retórica participativa con la que los organismos internacionales han
definido el término de participación comunitaria aporta aún más a la polisemia planteada.
Bronfman y Gleizer (1994) realizan una revisión rescatando las diferentes formas en que se ha
entendido esta idea, ellos mismos la definen como la incorporación de la población o de
sectores de ella, en grados y formas variables, a alguna actividad específica relacionada con la

9
salud. Estos autores encuentran que bajo el mismo nombre se han incluido distintas
concepciones sobre el sentido de la incorporación de la comunidad en el diseño y desarrollo de
programas de salud, las que han influido posteriormente en la decisión de incluir o no esta
dimensión dentro de los programas. Dentro de la posición favorable a la inclusión de la
participación comunitaria encontramos concepciones diversas: algunas ven en su
implementación un medio para mayores posibilidades de éxito de los programas, otras ven en
la participación un fin en sí mismo, acentuando sus efectos democratizadores sobre la sociedad
(Winch, 1991).
Aquellos que rechazan la implementación de prácticas de participación comunitaria
cuestionan la inclusión de esta estrategia en los programas de salud por sus supuestos efectos
negativos sobre la comunidad. Argumentan que la participación comunitaria sería sólo un
instrumento para legitimar al poder, ejercer control político y beneficiar intereses ajenos a los
de la población.
Resulta interesante abordar cómo algunos autores incluyen a la propia posición de la
OMS expresada en la declaración de Alma Ata dentro de la concepción que toma a la
participación como un medio que brinda mayores posibilidades de éxito a los programas. Así
concebida, la participación comunitaria deviene en una estrategia para maximizar la
accesibilidad y disponibilidad de los servicios. Esta concepción de la participación comunitaria
como herramienta se piensa a sí misma como social y políticamente neutra. Los autores
afirman que al dar todo el peso a la dimensión sanitaria, no se toma en cuenta los efectos del
programa sobre las dimensiones políticas y sociales relevantes para la comunidad (Bronfman y
Gleizer, 1994). Estas concepciones que parecen formalmente neutras, presentan consecuencias
sociales y políticas en la distribución de poder dentro de la comunidad, lo que nos lleva a
plantearnos un núcleo central de discusión.

La relación invisibilizada entre participación y poder

Desde una perspectiva foucaultiana, se puede afirmar que el mismo concepto de


comunidad como masa compacta y homogénea de intereses e inquietudes compartidas no deja
ver que dentro de todo grupo humano existen focos de poder que se expresan en diversos
modos de relación, conformando una compleja trama de poder microscópico y capilar
(Foucault, 1980). Esta compleja trama es la que caracteriza más fielmente la realidad
comunitaria que se pone en juego en las acciones participativas concretas, invisibilizada en los
enunciados formales.

10
Desde otra perspectiva, Bronfman y Gleizer (1994) afirman que la participación nunca es
absolutamente neutra, ni puede ser abstraída del contexto en el que tiene lugar; siempre tiene
algún efecto sobre la estructura social de la comunidad, su organización y su capacidad de
acción. Por otro lado, Irigoyen (1994) afirma que todo proceso de participación modifica la
distribución de poder político existente, aspecto crucial que no aparece contemplado en la
formulación teórica de estrategias, y luego se lo concibe como un obstáculo a la hora de su
aplicación. Aún tomando diferentes concepciones teóricas, los autores consultados sobre este
tema concuerdan en que desde las primeras formulaciones no se ha tomado en cuenta que la
participación comunitaria está íntimamente ligada a las ideas de poder, autoridad y legitimidad.
Las definiciones tradicionales eluden estos importantes aspectos, quedando en la mayoría de
las ocasiones ocultos los intereses y objetivos propios de los actores implicados, además de los
conflictos y luchas de focos de poder internos a la propia configuración de la trama de poder
comunitaria (Foucault, 1980).
Brownlea (1987) advierte que es imprescindible tomar en cuenta en estas
conceptualizaciones a los actores implicados, sus características y qué intereses están en juego.
Esto nos dirige al problema de la existencia de una gran inequidad en la posibilidad de
participación efectiva, contraria al espíritu de APS que propone un acceso más equitativo a los
servicios de salud a través de la participación. La retórica participativa oficial no toma en cuenta
que no todos los grupos dentro de una comunidad están posicionados de forma similar ante la
posibilidad de participación. Brownlea afirma que siempre se encuentran grupos no consultados
ni movidos a la participación, y que esto se debe más a razones ideológicas y de intereses
políticos que a impedimentos técnicos. Paradójicamente, muchas veces la implementación de la
estrategia participativa en salud termina reproduciendo y hasta acentuando las desigualdades
existentes, paradoja que parte de la idealización teórica de esta estrategia. Stone por su parte,
afirma que las diferentes formas de interpretar el significado de la participación comunitaria
muchas veces representa los puntos de vista de diferentes grupos implicados, los que surgen
debido a un acceso diferencial de poder y estatus entre estos grupos, reflejando intereses
estructurales de poder a tener en cuenta (Stone, 1992). La falta de abordaje de esta
importante dimensión por parte de los organismos que han dado a luz los conceptos aquí
tratados nos sitúa ante nuevas evidencias del distanciamiento entre la retórica participativa
sostenida en las formulaciones de políticas de salud y la compleja trama de poder que
caracteriza a la realidad objeto de participación.

11
La participación en la década de los ‘90: nuevos sentidos

La participación según el Banco Mundial

Es el Informe sobre Desarrollo Mundial 1993: Invertir en Salud elaborado por el Banco
Mundial (1993) el que signará un hito que legitimará su ubicación en el centro de la escena en
lo que a políticas de salud para los países receptores de ayuda económica se refiere: América
Latina casi en su conjunto (Laurel, 1995).
El fuerte proceso de reforma del sector salud, los programas de ajuste estructurales y
la necesidad de legitimar la inclusión de actores del sector privado en la escena de las políticas
de salud pública impulsada por el Banco Mundial, tal vez sean los aspectos que más han
influido en los intentos de repensar los términos aquí tratados. Desde un nuevo paradigma que
reduce el papel de Estado en la escena de las políticas públicas, se reconceptualiza el término
participación en salud, dándole un nuevo sentido. El objetivo es legitimar la inclusión de
poderosos actores del sector privado en la toma de decisiones en salud, muy distante al sentido
de participación de la comunidad. Aquí se define a la participación como:

“El proceso mediante el cual partes implicadas (stakeholders) influencian y comparten


el control sobre iniciativas de desarrollo, decisiones y recursos que los afectan” (Banco
Mundial, 1996).

Lynn Morgan (2001) explica cómo el Banco Mundial se apropia del término
participación, dejando en claro que no se trata de una participación popular sino de partes
implicadas, actores con poder, quienes podrían potencialmente oponerse u obstaculizar la
viabilidad de proyectos, si es que éstos no los incluyen de alguna manera.
De esta forma, se desplaza el acento fuertemente ubicado durante la década anterior
en la necesidad de participación de la comunidad, a la necesidad de Participación de
stakeholders. Elisabeth Jelin (1998) plantea que lo más evidente pero menos explícito aquí es
que esta formulación legitima relaciones de poder, que según este modelo quedan en manos
de las organizaciones con poder previo dentro de la comunidad.
Sorprendentemente, el discurso participativo que acompaña estas formulaciones
conserva la definición de comunidad del período anterior, concibiéndola como un grupo que
comparte necesidades sentidas e intereses comunes (Banco Mundial, 1995a).

12
Nuevos sentidos otorgados

Con la llegada de los programas de ajuste a la región, la idea de participación


comunitaria pasó a constituir una suerte de panacea de los programas de salud. Todo
programa comenzó a incluir el término participación, sin encontrar una unidad de sentido. La
participación comunitaria en este caso se ubica en el contexto de las transformaciones del
Estado, en particular en relación a su proceso de reducción y cambio de las responsabilidades
del mismo.
Según la bibliografía consultada, en este contexto la participación es utilizada muchas
veces como legitimador de privatización (Briceño-León, 1998). De Soto (1987) caracteriza todo
un proceso de participación que, en la práctica, ha sido un proceso de privatización de los
servicios de salud, con la injerencia de la empresa privada o de organizaciones no-
gubernamentales para gestionar y ejecutar tareas que antes eran asunto exclusivo del Estado y
la inclusión de la comunidad a través de ellas. La manera de realizarlo es completamente
distinta cuando se trata de una ONG o de una empresa privada, pero el procedimiento implica
un proceso de privatización similar de las responsabilidades y ejecuciones y, en ambos casos,
se considera que existe participación de la comunidad.
A estos nuevos sentidos en la década de los ‘90 se le agregaría uno, al que Chambers
describe como el valor cosmético de la participación, el que permitiría a través del uso del
término participación comunitaria, que cualquier propuesta se vea bien (Chambers, 1995). Esto
ha provocado que la participación se convierta en un personaje regular del discurso
internacional en salud, como elemento esencial de diferentes programas financiados
internacionalmente. Por otro lado, la participación de la comunidad ha sido un slogan de los
procesos de democratización crecientes que han tenido lugar en todo el continente a lo largo
de este período.

Incorporación de nuevos términos e ideas

A partir de este nuevo contexto y en un intento de reducir la ambigüedad conceptual,


se introducen nuevos términos para referirse a la participación de la comunidad en las políticas
de salud, los que pretenden complementar o reemplazar a los clásicos términos sin lograrlo, ya
que nuevos y viejos conceptos terminan por usarse indistintamente. Por otro lado, la
legitimación de la incorporación de actores privados en el ámbito de la salud pública obliga a
redimensionar el discurso participativo, sus componentes y mecanismos de acción. De esta

13
forma se crea una nueva retórica que en algunos puntos se superpone al discurso de Salud
para Todos originado en Alma Ata.
En respuesta a esta problemática, tanto OMS como OPS han intentado introducir
nuevos conceptos. Zacus, en una revisión terminológica que comprende la década de los
noventa, afirma que no sólo se han incluido los términos de participación social (aportado por
OPS) e intervención de la comunidad en salud (aportado por OMS), sino que se habla de
participación pública, participación ciudadana, participación de los pobres, etc. (Zacus y Lysack,
1998). Por otro lado, los pequeños y medianos proyectos rurales, ahora sostenidos muchas
veces por ONGs, siguen perpetuando el sentido primigenio de participación y comunidad
(Banco Mundial, 1995b), quedando irresueltas las dificultades intrínsecas a estas definiciones
puestas de manifiesto a lo largo de la década anterior.
Generalmente dentro de los programas de ONGs pensados para poblaciones rurales,
indígenas o sectores específicos desfavorecidos de poblaciones urbanas, se contempla a la
comunidad todavía como masa homogénea de intereses compartidos asentados en una zona
geográfica determinada, también se introduce a la participación tal como fue pensada en la
propuesta de Atención Primaria de Salud. Sin embargo y como se menciona anteriormente, la
propia inclusión de las ONGs como actores en salud pública responde a otro paradigma
sustentado por otro discurso, que incluye la participación de estas organizaciones y la
intervención de la comunidad a partir de ellas. Esta forma de concebir a la participación convive
con los nuevos términos que se corresponden a la complejización de la vida urbana, creándose
en el uso de la terminología una doble retórica rural-urbano, sin referencias claras y límites
precisos, manteniendo y multiplicando la ambigüedad de esta polisemia.

Desarrollos conceptuales y controversias en el nuevo milenio

Con la cumbre del Milenio (Naciones Unidas, 2000) se inaugura un nuevo contexto de
alianzas entre organismos internacionales de salud y financiadores, junto a informes macro que
articulan economía y salud. Varias son las nuevas tendencias en lo que al discurso participativo
en salud se refiere. Si bien el término participación se encuentra cada vez más difundido,
desarrollado y redimensionado; el concepto de comunidad ha dejado de utilizarse en tanto
concepto útil y operativo, aunque muchas veces se lo mencione. El enfoque tecnocrático-
selectivo imperante, traslada el acento desde estrategias de Salud para Todos cuyo objeto era
la comunidad en su conjunto a estrategias costo-efectivas puntuales cuyo objeto son
segmentos específicos de la población.

14
Dos son las nuevas líneas de desarrollo conceptual en lo que a participación se refiere,
desarrolladas principalmente por el Banco Mundial, pero consensuadas por las otras agencias
implicadas:
Por un lado, nos encontramos con la participación de los pobres y desaventajados
entendida como:

“Proceso mediante el cual los segmentos más pobres de la población son escuchados y
consultados, aumentando su capacidad de influir en la toma de decisiones y de ejercer
control sobre la distribución equitativa de los servicios de salud.” (Banco Mundial, 2000)

Partiendo de la idea de empoderamiento de los sectores más desaventajados de la


población como una estrategia esencial para reducir la pobreza, se incluye a la participación
como uno de sus elementos. Se afirma que desde esta perspectiva se concibe a los pobres
(como son llamados por el discurso bancomundialista) como co-productores con autoridad y
control sobre decisiones políticas y recursos financieros. Esto formaría parte de una política
focalizada, donde ya no se toma a la comunidad como sujeto de participación desde una
perspectiva integral, sino a sectores de la misma con objetivos específicos.
Zeledón y Noé (2000) hacen mención a los obstáculos para el desarrollo de la
participación en el sector de la salud, entre los que incluyen a la precariedad con que los
mecanismos de control existentes reconocen la diversidad social y recogen la opinión de las
minorías o de los sectores más marginados. Los países de América Latina y el Caribe se
caracterizan por ser sociedades segmentadas, en las cuales un amplio porcentaje de la
población cuenta con escasos recursos, poca información y poca capacidad de elección. Poco se
dice de las formas en que se podría lograr la participación de los pobres, omisión que recrea
este discurso cosmético y desresponsabiliza a las políticas y acciones que sostienen dicha
pobreza. Parecería poco viable y ético el pedir a los pobres (si es que tal categoría fuera válida)
que controlen la distribución equitativa de servicios de salud mientras se vulneran muchos de
sus derechos básicos. Por otro lado, con la participación real de estos sectores de la población
se operaría una transformación en las relaciones de poder antes planteadas, algo no explicitado
en la formulación de políticas.
En la segunda línea de desarrollo conceptual nos encontramos con la idea de
participación ciudadana, concepto totalmente renovado que afirma que una sociedad
democrática la ciudadanía consiste en el derecho de las personas a definir las reglas del juego,
los derechos y las obligaciones y a contar con mecanismos que garanticen que estos derechos
se hagan efectivos (Zeledón y Noé, 2000). Conceptualmente cambia el abordaje que se hace de
la idea de participación, entendiéndola como mecanismo de control ante el sistema de salud.

15
A partir del concepto de ciudadanía, se modifica la idea de participación de la población
en las políticas de salud, asociándose frecuentemente a la representatividad a través de
organizaciones o partidos políticos (Labra, 2002). Se asocia participación a la ejecución de
acciones de control por parte de los ciudadanos sobre la administración y gestión estatal, se
espera que la voz de la gente sea escuchada y respondida. Ya no se piensa a la participación
como la posibilidad de realizar un proceso conjunto, interviniendo en las diferentes instancias
de decisión y ejecución de programas y políticas. De lo que se trata aquí es de generar la idea
de un control ciudadano sobre los servicios del Estado ejercido desde mecanismos
participativos. En muchos casos se hace referencia a la necesidad de esta participación para
enfrentar supuestos problemas de corrupción que presentan los servicios públicos en los países
pobres (Figueroa Pedraza, 2002).
Por otro lado, el valor cosmético del concepto de participación comunitaria al que hacía
referencia Chambers en la década de los noventa, se ha multiplicado en los últimos años.
Curiosamente, a pesar del cambio conceptual operado en el discurso participativo oficial, Jean-
Philippe Platteau (2002) afirma que organizaciones, agencias financiadoras y otras instituciones
implicadas en la consecución de proyectos de salud han adoptado rápidamente el discurso
participativo mezclando definiciones, visiones modernas y clásicas de comunidad, ciudadanía,
etc. Así se da por supuesto un consenso terminológico inexistente en la práctica, lo que
provoca que en cada programa se justifiquen acciones diversas en pro de una supuesta
participación de la comunidad. Esta confusión también es propiciada por los mismos
organismos financiadores, que abogan por una retórica participativa cada vez más confusa, lo
que se complejiza más en ámbitos rurales en los que se perpetúa la idea de comunidad como
unidad culturalmente homogénea y diferenciada (Stone, 1992). Se profundiza así una falta de
concordancia entre la forma de concebir a la comunidad y su participación y las características
concretas de la realidad comunitaria.

Nuevos movimientos sociales como actores de la participación

Durante los últimos años en América Latina la participación ha emergido como


movilización popular espontánea cuando la sociedad no se siente escuchada o representada.
Muller (2001) afirma que se ha generado una nueva forma de participación, no como iniciativa
del gobierno o de ONGs, sino como reacción local a las condiciones de vida desesperantes, una
estrategia de supervivencia que encuentra expresiones en ollas populares, programas de copa
de leche, grupos de madres, asambleas barriales, como manifestaciones específicas de
oposición a las inequidades sociales. Resulta interesante observar que, mientras los grandes

16
organismos internacionales discuten y se replantean sobre los conceptos, métodos y
mecanismos para lograr la inclusión de la comunidad en programas y proyectos de Salud, parte
de la población no encuentra estos medios de participación y generan sus propios movimientos.
Aquí se visualiza hasta qué punto se mantiene una desarticulación entre retórica participativa
oficial y realidad concreta. Por otro lado, en estos movimientos se evidencia un potencial
organizativo que posee la propia comunidad y que, si fuera incluido y repensado en las
conceptualizaciones, podría ser vehiculizado hacia otros canales de participación.

Conclusiones

La revisión de la literatura sobre el concepto de participación comunitaria en salud nos


permite concluir que bajo el mismo nombre se agrupan fenómenos muy heterogéneos, los que
van desde la formación de líderes comunitarios como estrategia de una política de accesibilidad,
hasta la participación de poderosos actores privados en el diseño de políticas.
En el devenir histórico de la retórica participativa se sostiene una vaguedad conceptual
propiciada por formulaciones globales, presentadas como principios abstractos, que han
permitido que históricamente bajo el rótulo de la participación comunitaria se legitimen las
políticas más diversas y se realicen las actividades más dispares en múltiples contextos. Esto
muestra que el supuesto consenso implícito en los enunciados de políticas y programas sobre
las significaciones de la participación en salud es inexistente en la práctica.
La polisemia del concepto estudiado se expresa de formas diferentes según los diversos
momentos históricos, sosteniendo una retórica cada vez mas desajustada a las realidades
locales. Sin embargo, el discurso participativo ha sido bien recibido y ampliamente difundido
desde sus orígenes, ya que la enunciación de su aplicación por parte de los actores locales
permitía obtener recursos adicionales y sostener un discurso pseudo democratizante, lo que se
ha dado en llamar el sentido cosmético de la participación. Este sentido ha sido útil también en
la legitimación de políticas de ajuste en contextos de fuerte crisis económica en toda la región.
Con la creación de una nueva retórica participativa que tiene lugar en los más
generales documentos oficiales de las organizaciones internacionales implicadas en el
direccionamiento de las políticas públicas en salud a partir de la década de los ‘90, se opera
una confusión conceptual caracterizada por:

1. Se perpetúa el discurso participativo original tomado de APS, con las definiciones de


comunidad y participación comunitaria de fines de los años setenta.

17
2. Se intenta incorporar los conceptos e ideas supuestamente más modernas (impulsados
por el Banco Mundial) que serían más acordes a sociedades en procesos acelerado de
modernización y desarrollo.
3. Se superponen o mezclan ambos discursos, utilizándolos indistintamente, suponiendo
un consenso sobre el sentido de los términos implicados, el cual es inexistente en la
práctica.
4. Se opera una división conceptual urbano-rural implícita, adoptando el discurso
participativo moderno en contextos urbanos y aquel impulsado en Alma Ata para
realidades rurales o marginales.

Aquí podemos observar cómo los conceptos de comunidad y participación comunitaria


quedan vinculados al sentido que se le pretendió otorgar como estrategia de Salud para Todos
durante la década de los setenta, y cómo a través de los años se van mezclando y
confundiendo con otros conceptos que el discurso participativo oficial pretende imponer desde
otros paradigmas. En diferentes ámbitos se siguen utilizando los mismos conceptos de forma
acrítica y sin llegar a un consenso real sobre su significación, lo que es un obstáculo en sí
mismo a la posibilidad de generar prácticas participativas.
Un núcleo de discusión central que se evidencia en este recorrido histórico es el
referente al poder. En las formulaciones conceptuales presentes en el diseño de políticas de
salud se invisibiliza la relación entre participación y poder. Como se dijo anteriormente, la
participación comunitaria no es un concepto neutro en este sentido, sino que está íntimamente
ligado a las ideas de poder, autoridad y legitimidad en una compleja y dinámica trama social,
con múltiples actores que representan intereses y objetivos diversos. Esta omisión presente en
los documentos oficiales no parece ser inocente ni neutra ya que, muchas veces representa
intereses de algunos de los actores implicados, y muchas veces la implementación de la
estrategia participativa en salud termina reproduciendo y hasta acentuando las desigualdades
existentes.
A partir de este análisis, considero que la vía más apropiada en la resolución de esta
compleja problemática no consiste en desechar los términos de comunidad y participación
comunitaria por su polisemia y reemplazarlos por otros términos con las mismas características,
sino redimensionar estos términos conceptual y éticamente, tanto en su formulación como en
su aplicación, contemplando características más realistas y concretas en sus definiciones. No es
el objetivo de este trabajo redefinir estos conceptos, pero sí realizar un primer aporte en esa
dirección
En perspectiva hacia investigaciones futuras, sería necesario partir de la premisa de que
la comunidad es una idea compleja, difícil de definir y aprehender en sí misma. Representa un

18
colectivo humano con múltiples interacciones, con diversidad de intereses y relaciones de
poder, reproduciendo asimetrías. Al ser heterogénea, sus características pueden diferir en cada
caso, dependiendo de múltiples factores. Resulta imprescindible emprender investigaciones que
delimiten estos factores y características, y cómo repercuten en los procesos participativos en
salud.
Es necesaria una redimensión ética de la participación comunitaria, que permita situarla
como estrategia de acciones concretas, correspondiente a una voluntad política real de
transformación, dejando de ser una mera retórica democrática. Resulta necesario desarrollar
aproximaciones conceptuales que puedan relacionarse con contextos sociales específicos y
abordarlas concretamente a la hora de diseñar los lineamientos que estas políticas deberán
seguir en lo que a participación comunitaria en salud se refiere.

19
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22
Notas

El presente trabajo se enmarca en el proyecto de investigación UBACyT: “Accesibilidad y dignidad en la


atención en servicios de salud mental de Ciudad de Buenos Aires y conurbano bonaerense en el periodo
2002-2010: subjetividad, representaciones de derechos y sistemas de atención” perteneciente al
departamento de Investigaciones de la facultad de Psicología UBA dirigido por Alicia Stolkiner. Se cuenta
con el consentimiento de la directora del proyecto para la publicación del presente artículo.

La investigación presentada en este artículo ha sido parte de una investigación anterior de la autora
presentada como Tesis de Maestría en Salud Pública Internacional, financiada con una beca MAE-AECI de
la Agencia Española de Cooperación Internacional. Se expone parte del marco teórico de una investigación
doctoral en curso financiada con una Beca Doctoral Tipo I otorgada por el CONICET.

A partir de lo anteriormente formulado, se declara la inexistencia de potenciales conflictos de interés.

23
Documento descargado de http://www.aecs.es. Revista Española de Comunicación en Salud. ISSN: 1989-9882

Algunas reflexiones sobre la comunicación y salud en España tras cinco años del Observatorio de Comunicación y Salud.
J L Terrón Blanco

Perspectivas

Algunas reflexiones sobre la comunicación y


salud en España tras cinco años del
Observatorio de Comunicación y Salud.
Some reflections about health communication in Spain after
five years of the Observatory of Communication and Health.
J L Terrón Blanco 1*
1
InCom-UAB y Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad I. Universidad
Autónoma de Barcelona.
Fecha de recepción: 02/10/2010 – Fecha de aceptación: 11/11/2010

Resumen
El presente artículo pretende aportar una serie de reflexiones sobre la comunicación y salud en
España. El escrito es meramente descriptivo y, en cierto grado, especulativo, y está redactado
desde la experiencia que da el dirigir el Observatorio de Comunicación y Salud del InCom-UAB
desde 2005, fecha de su fundación y primera entidad que de forma estable ha dedicado su
actividad a la comunicación y salud en nuestro estado. El artículo tiene dos objetivos: por un
lado, centrándonos en la investigación universitaria, reseñar de manera sintética qué hemos
hecho y de dónde provenimos, y, por otro, subrayar nuestras fortalezas y nuestras debilidades.
Pero su finalidad última, sin esconder cierto grado de provocación, es propiaciar un necesario
diálogo teórico en torno a nuestro ámbito de estudio: cuál es, cuál debería de ser y cuáles son, si
se deben considerar, sus finalidades.

Palabras clave: Comunicación en la salud; España; Perspectivas.

Abstract
This article aims to provide a series of reflections about communication and health in Spain. The
text, merely descriptive and to some extent speculative, has been created from the direct
experience that gives the direction of Centre for Communication and Health Studies InCom-UAB
since 2005, the date of its founding and first entity that has dedicated his stable communication
activity and health in our state. The article has two objectives: first, focusing on university
research, a brief summary outline of what we have done and where we come from, and,
secondly, to highlight our strengths and our weaknesses. But his ultimate purpose, without hiding
some degree of provocation, is a necessary to promote theoretical dialogue about our areas of
study: what is, what should be and what they are, whether to consider its goals.

Key words: Health Communication; Spain; Perspectives.

* Correspondencia: joseluis.terron@uab.es

Rev Esp Com Sal. 2010;1(2): 77-97 77


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Algunas reflexiones sobre la comunicación y salud en España tras cinco años del Observatorio de Comunicación y Salud.
J L Terrón Blanco

1. ¿De qué estamos hablando?

Consideramos que, en primer lugar, deberíamos dejar claro de qué estamos hablando o, al
menos, desde qué perspectiva. Nosotros nos referimos a comunicación y salud; detengámonos
unas líneas en este encuadre, que, a la vez, conlleva el diálogo entre distintos encuadres en uno
contextualizador al que pueden modificar.

Si se nos permite, comenzaremos por fijar nuestra atención en el término salud. PINTOS (2001)
distingue entre cinco contextos para el examen de la temática de la salud: el médico asistencial,
el cultural, el económico, el filosófico antropológico y el utópico. Podríamos decir que
mantenemos una postura ecléptica, y que nuestra mirada incluye a los cinco contextos; sin
excluir a ninguno, nosotros reflexionamos preferentemente desde el cultural (simplificando, la
cultura tiene capacidad para decidir ciertos estados de las personas como ‘saludables’ o
‘enfermos’) y el filosófico antropológico (la salud como estilo de vida autónomo y responsable). O
si se prefiere, y siguiendo a Scambler (1991), si desde la sociología médica se pueden apreciar
tres aproximaciones, el funcionalismo, la socioeconomía política y el construccionismo social,
nosotros nos veríamos próximos a esta última aproximación, el construccionismo social. ¿Por
qué deseamos introducir estos posicionamientos? Para, por un lado, huir de un lugar de común
y, por otro lado, denunciar a ese lugar común: la salud como supuesto concepto consensuado,
monosémico y aséptico. ¿Todos entendemos lo mismo por salud? Es evidente que no; nuestras
reflexiones e investigaciones básicas y aplicadas se verán determinadas por este punto de
partida, qué entendemos por salud, pero generalmente lo pasamos por alto. Creemos que,
sustancialmente, por dos razones, y la la primera está supeditada a la segunda: falta de reflexión
1
teórica –por no hablar, en algunos casos, de ignorancia premeditada - y suposición de un
consenso teórico que permite fijar nuestra actividad en la investigación sin tener que detenernos
en la reflexión teórica –lo cual no es nada inocente, dado que nos permite dirigir nuestro hacer a
actividades que consideramos más productivas-.

Como se explicitará en las conclusiones y se ejemplificará en el apartado tres, desde nuestro


punto de vista, esa falta de reflexión teórica es uno de los mayores déficits en el ámbito de la
comunicación y salud, lo cual se amplifica en el caso español.

Por nuestra parte, dado que nos estamos refiriendo a qué entendemos por salud, defendemos la
aproximación a la salud que hace el Hasting Center (2004: 35): “La salud se caracteriza por la
ausencia de males de consideración y, por tanto, por la capacidad de una persona para perseguir

1
Pensamos, sobre todo, en la argumento salud como reclamo.

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sus metas vitales y desenvolverse adecuadamente en contextos sociales y laborales habituales.


Con esta definición queremos subrayar el énfasis tradicional en la integridad y el buen
funcionamiento del cuerpo, la ausencia de disfunciones y la consiguiente capacidad de actuar en
el mundo”. En el mismo documento, Los fines de la medicina, se nos dice que la concepción de
salud que defienden “está construida a la luz de los valores, las actitudes y las creencias
2
culturales, más que determinada a partir de datos objetivos” . Esta aproximación no está lejos de
la que la OMS (1998: 10) enuncia cuando habla de promoción de la salud, dado que la considera
“no como un estado abstracto sino como un medio para llegar a un fin, como un recurso que
permite a las personas llevar una vida individual, social y económicamente productiva” y que, en
cierta medida, matiza su definición de 1948: estado de completo bienestar físico, psicológico y
social, y no solo la ausencia de enfermedad o dolencia.

Hemos de reconocer que todos, en un momento u otro, hemos hecho nuestra la definición de la
OMS, quizás por alguna de las razones, sino por las dos, que apuntábamos líneas arriba. Ahora
bien, esta definición, que podríamos calificar de utópica, supuso un avance en tanto en cuanto
que la salud se contempla desde una perspectiva más amplia que la médico-asistencial y el
biologismo, pero conlleva o propicia en la actualidad unos peligros –dado su todismo- que
deberían alejarnos de la misma y desconfiar de su uso generalizado. ¿A qué peligros nos
referimos? En síntesis, a cuatro: la medicalización, el fenómeno del healthsim (la obsesión por la
3
salud) , las confusiones entre bienestar y salud y entre enfermedad y culpa y la profusión de los
discursos paracientíficos; todos ellos aunados por una mercantilización más o menos encubierta
4
que opera con diferentes agentes (laboratorios, instituciones, agencias de viajes , etc.) que
basan su discurso en dos supuestos: el bien para el individuo y la responsabilidad social para la
corporación. La salud pasa de ser un fin a ser un argumento para otros fines, en muchos casos
encubiertos.

Por otro lado, y en un intento de avanzar en el escrito, también deberíamos preguntarnos de qué
hablamos cuando enunciamos comunicación y salud, comunicación en salud, comunicación para

2
Véase, al respecto, Bauer TA. Estoy vivo..., luego estoy sano”, Comunicar 2006: 26: 43-50.
3
“El fenómeno del healthsim hace que el motivo de todos los problemas y sus soluciones se busquen
únicamente en el individuo. Al embellecer la salud como un ideal, una amplia metáfora de lo bueno de
la vida, el healthsim refuerza la tendencia de convertir la lucha por el bien más preciado del hombre,
su salud, en un asunto personal del individuo. En otras palabras, se hecha la culpa de los problemas y
las enfermedades al individuo, mientras la políticas y la sociedad rehuyen la responsabilidad” (Blech,
2005: 214).
4
Terrón JL (2009).

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la salud, comunicación de salud, comunicación sanitaria, información sanitaria, etc., y si estos


enunciados son sinónimos.

La OMS (1998: 18-19) afirma que la “comunicación para la salud es una estrategia clave
destinada a informar a la población sobre aspectos concernientes a la salud y a mantener
cuestiones sanitarias importantes en la agenda pública (...). La comunicación para la salud está
dirigida a mejorar el estado de salud de los individuos y las poblaciones”. Este organismo
entiende la comunicación para la salud “como el estudio y la utilización de estrategias de
comunicación interpersonal, organizacional y mediática destinadas a informar e influir en las
decisiones individuales y colectivas propicias para la mejora de la salud”.

Para las agencias de salud estadounidenses, el hacer de la comunicación para la salud está
cambiando ostensiblemente. Por un lado, se está dando un gran aumento en la oferta de
información sobre salud, que compite por captar la atención pública, retroalimentada con la
demanda de unos destinatarios que piden cada vez más información, más diversa, más
5
específica y de más calidad . Por otro lado, hay una creciente sofisticación en las técnicas de
comercialización y de ventas de los productos y servicios relacionados con la salud. Por nuestra
parte añadiríamos que al ocupar cada vez un espacio más central de nuestras vidas, la salud (y
por extensión nada inocente los estilos de vida saludables) está siendo uno de los grandes
argumentos de la comunicación corporativa. Y junto al aumento de una oferta y una demanda
que se retroalimentan, cabe consignar fenómenos, como, por ejemplo, el papel cada vez más
relevante de las asociaciones de pacientes, la reivindicación de una medicina humanística, la
comunicación para la salud como parte de la comunicación para el desarrollo, la longevidad en
los países desarrollados y la irrupción de internet como medio informativo, comunicativo y
relacional.

Pero con independencia de estos elementos contextualizadores capaces de crear sentidos


nuevos, la comunicación para la salud guarda una finalidad, un propósito que podemos resumir
en mejorar el estado de salud de los individuos y las poblaciones. ¿Tiene la misma finalidad la
comunicación en salud o la comunicación de salud? Es más, ¿deberían tenerla? Nos
preguntamos, pongamos por caso, si cuando hablamos de comunicación sanitaria no lo estamos
haciendo desde una perspetiva, la institución sanitaria, que puede contemplar –dado que la
definiciones de salud desde la biomedicina no coinciden en muchos casos con la definición de la
OMS- iguales o distintas finalidades que la comunicación para la salud y, a partir de ahí, que en
ciertas ocasiones incida más en la enfermedad (incluída su prevención) que en la salud y se
trate, a la par, de un discurso más vertical y profesionalista.

5
Pero aumenta la falta de credibilidad de las instituciones públicas y del discurso científico.

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El Comitè de Bioètica de Catalunya (2004: 50-51) enuncia las siguientes finalidades de la


información sanitaria: “Los diferentes agentes que intervienen en la elaboración y la difusión de
la información sanitaria -investigadores, profesionales asistenciales, instituciones sanitarias y
omunicadores- tienen un rol divulgador y docente que se concreta en los objetivos siguientes:
fomentar la promoción de hábitos saludables y la prevención de enfermedades (…); difundir
informaciones epidemiológicas sobre situaciones que supongan un riesgo para la salud de la
comunidad (…); informar sobre las prestaciones de los servicios y de los recursos sanitarios (…);
divulgar los derechos y deberes de los ciudadanos hacia la salud; difundir las estrategias
políticas de la Administración sanitaria y los objetivos que pretende alcanzar (…); divulgar el
conocimiento científico, los nuevos avances y las nuevas tecnologías en el ámbito de la salud”.
Debemos destacar dos cuestiones: la primera, en este caso se delimitan con claridad las
finalidades a la vez que hace que esa delimitación distinga una enunciación (información
sanitaria) de supuestas enunciaciones sinónimas; la segunda, de nuevo se nos habla del rol que
han de cumplir los enunciadores (divulgador y docente), más próximo a la educación para la
salud que a la comunicación en salud; el rol, la finalidad última es quien define, en último
extremo, de qué estamos hablando.

Desde nuestro punto de vista, en muchos casos se están utilizando indistintamente


enunciaciones que pueden o deben tener sentidos diferentes. Sin duda, es necesaria una
reflexión sobre estas cuestiones y que fruto de la misma nos expresemos de manera precisa, lo
que implica elegir el lenguaje conscientemente. Sin embargo, y con pequeñas diferencias, todos
hablamos de un campo -¿qué campo?- que cubre las mismas áreas de estudio: la educación, el
periodismo sanitario, la comunicación interpersonal, la abogacía por la salud en los medios de
comunicación, la comunicación dentro de las organizaciones, la comunicación sobre riesgos, la
comunicación social y el marketing social. La telemedicina o la informàtica médica, dependiendo
de su finalidad, pueden tratarse de herramientas médicas o administrativas más que
comunicativas.

En el Observatorio de Comunicación y Salud siempre nos hemos decantado por el uso de


comunicación y salud cuando nobramos al ámbito genérico. ¿Por qué razón? Nuestro propósito
es investigar sobre la intersección entre comunicación y salud. Una intersección que ha de tener
en cuenta la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad, pero sin ninguna finalidad previa.
Cada investigación, independientemente, debe contar con sus objetivos y sus finalidades. Por
ejemplo, analizar mensajes que retóricamente ensalzan la salud, aunque esta pueda no ser su
finalidad última, o analizar conceptos que precisan de un mensaje. No consideramos que el
campo de estudio conlleve una finalidad específica más allá de la del conocimiento. Como
hemos escrito, son los casos de estudio y no el campo quienes debieran marcarnos las
finalidades, que siempre deberían de ser específicas. Para el OCS comunicación y salud

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desborda la definición de ‘comunicación para la salud’ y permite atender a realidades, quizás


para mostrarlas en toda su magnitud, que nada tienen como finalidad la mejora del estado de
salud.

1.2. El caso del periodismo especializado en salud

Se nos permitirá que en este apartado genérico de qué estamos hablando, nos detengamos
unos párrafos para hablar del periodismo especializado en salud (o del periodismo de salud, o
del periodismo médico, o del periodismo para la salud,…) y, de esta forma, intentar ejemplificar,
aunque no pueda ser de manera muy extensa, lo que intentamos expresar.

En un principio, también en este caso pareciera que el uso indistinto de enunciaciones no


perjudicaría una supuesta idea común de lo que pretendemos expresar. Trabajamos con
sobreentendidos y estos facilitan nuestro trabajo, pues lo simplifican, aunque nadie nos asegura
que en este caso simplicidad y simplismo no devengan en sinónimos.

Por un lado, y en primer lugar, debemos deparar en qué entendemos por periodista y, por
extensión, en la supuesta crisis del periodismo. De manera breve, y ciertamente esquemática,
diremos que entendemos por periodista al profesional especializado en relatar hechos noticiosos
y que consideramos que su trabajo de mediación sistémica y sistemática hoy por hoy sigue
siendo insustituible, aunque pueda ser complementada.

Para nosotros el periodismo especializado en salud es una especialización dentro del periodismo
científico; en este punto coincidimos con Epstein. Hablamos de periodismo especializado, por
tanto que requiere unos conocimientos determinados y unas habilidades comunicativas
concretas (al igual que el deportivo o el económico, pongamos por caso). Como periodismo
deberá tener en cuenta unos códigos, unos géneros y unas rutinas productivas (propios de cada
medio) que construyen agendas con forma de mensajes y que, por tanto, deberán enmarcarse
en una ética comunicativa. Hasta aquí no vemos ninguna diferencia entre un periodista
generalista y uno especializado en salud. Como periodista especializado en ciencia deberá
asumir un profesionalismo que conlleva la asunción de unas rutinas productivas y unos principios
6
éticos que tengan como finalidad la información, la divulgación e, incluso, la opinión. Los
criterios del profesional, asentada en la ética y en el conocimiento, es la cognición con la que
construye el mensaje.

6
Véanse, como ejemplo, los proporcionados por el Comitè de Bioètica de Catalunya (2004).

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Ahora bien, si consideramos que el periodista es un periodista para la salud, o que el periodismo
de salud es un agente de salud, ya estamos hablando de otro tipo de profesional, con finalidades
distintas. No nos confundamos, una cosa es la responsabilidad y otra bien distinta estar al
servicio de, aunque sea una servidumbre loable e, incluso, necesaria. En una crisis sanitaria el
periodista especializado en salud puede ponerse al servicio de las instituciones, pero se trata de
un caso puntual que presupone, además, que la institución, por un lado, sabe qué hay que decir
y cómo y, por otro, persigue el bien general.

En este punto debemos subrayar la carencia de protocolos de los medios de comunicación frente
a las situaciones de crisis, por tanto, también de las sanitarias. Resulta llamativo que exijan que
las instituciones se doten de ellos y que sean eficaces y eficientes, pero sin plantearse la
necesidad de trabajar con protocolos propios que les faciliten su propia eficiencia y eficacia como
mediadores sociales.

Si deparamos, por ejemplo, en lo que nos dice en el documento Hacia la formación de


periodistas en salud, elaborado por la OPS, podemos extraer de su página 14 el siguiente
párrafo: “Con base en lo anterior, consideramos que el Periodista en Salud es el profesional que
identifica, en un contexto determinado, temas y problemas de salud, pero con el firme propósito
de promover prácticas sociales que favorezcan la calidad de vida y por ende, que se atiendan de
manera integral los factores de incidencia”. Por otro lado, recuérdese ese rol divulgador y
docente del que nos habla el Comitè Bioètico de Catalunya cuando concreta las finalidades de la
información sanitaria.

Frente a este dirigismo profesional, reivindicamos para el periodista especializado en salud la


suficiente autonomía (respecto a las propias instituciones, pero también respecto a los
laboratorios, los profesionales de la salud, los investigadores, los pacientes, sus propios medios
e, incluso, la corrección política) para basar su trabajo en la cooperación. No estamos
reivindicando un idealismo profesionalista sino una corresponsabilidad que beneficie a las partes
y, por extensión, a los destinatarios.

Garabaro González (2003:152), al escribir sobre la prevención del VIH/sida en los medios de
comunicación, dejo dicho: “Por otro lado habría que realizar jornadas de prevención del VIH/sida
para que aparezcan noticias que traten ese tema, pues se ha comprobado que es cuando la
prensa se muestra interesada y le presta mayor atención. Así como identificar a los periodistas
concretos que escriben sobre VIH/sida y sensibilizarlos en la importancia de lo que se publica en
los diarios sobre prevención del VIH/sida, en particular y sobre el sida en general e implicarles
como agentes de salud. Sería oportuno tener más técnicos de salud especializados en medios
de comunicación”. Un buen ejemplo de que ésto se puede llevar acabo –el trabajo cooperativo
con los medios- y de manera no episódica es el que nos ofrece Red2002 a partir de una serie de
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intervenciones en las que participan activistas, periodistas y academia, con las que pretende que
7
cambie la imagen que del VIH/sida ofrecen los medios españoles . Como es lógico y queda
demostrado, esa cooperación sólo puede surgir desde el conocimiento y la comprensión de los
modos productivos del otro a la par que de las razones que les impelen a esas maneras de
hacer.

2. La investigación de comunicación y salud en España

Escribíamos en 2008 (comunicación presentada en el AE-IC) que “a día de hoy, en España la


comunicación y salud es un campo de actividad caracterizado, por un lado, por un cierto retraso
si lo comparamos con otros países (especialmente Estados Unidos), y por otro, por la creación
de distintas iniciativas que lo están convirtiendo en un sector profesional y académico
emergente. Respecto a la comunicación y salud que tiene lugar en sector universitario, se puede
decir que las iniciativas actuales se dividen en tres grupos: a) investigación académica, b)
formación genérica sobre comunicación y salud y c) formación para profesionales del sector”.

En 2005 se creaba el Observatorio de Comunicación y Salud. Desde esa fecha el campo de la


comunicación y salud se ha ensanchado en nuestro país, por lo que en este artículo sólo
haremos mención de los grupos universitarios que se han constituído para investigar la
comunicación y salud, aunque es obvio que muchos de ellos también dedican parte de sus
actividades a la formación y a la difusión. Ahora bien, este relativo crecimiento no debe hacernos
olvidar nuestras debilidades; a algunas de ellas nos referiremos en las conclusiones.

Toda taxonomía es un punto de vista, es en sí misma un discurso. La que presento a


continuación no pretende ser otra cosa que un punto de partida. De manera esquemática,
consideramos que la comunicación y salud puede estudiarse y efectuarse desde las
instituciones, el periodismo, los profesionales de la salud, las corporaciones, los pacientes y
ciudadanos interesados por la/su salud y la academia (universidades y centros de investigación).
Es obvio que no se tratan o no se deberían de tratar de compartimentos estancos; bien al
contrario, cuanto mayor sea el entremado cooperativo más progresará la comunicación y salud.

7
Para más información, puede leerse la comunicación El tratamiento del VIH-sida en los periódicos
españoles, conocer para propiciar el cambio, presentada por este autor en el II Congreso del AE-IC,
celebrado en Màlaga en 2010.

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Como escribíamos párrafos atrás, tomaremos como hilo conductor de nuestro listado los grupos
universitarios o que engarzados a la universidad investigan sobre comunicación y salud. Somos
conscientes que de esta manera no citaremos el interesantísimo trabajo de cada vez un número
de mayor de investigadores realizan de manera individual, cuestión esta que también trataremos
en las conclusiones.

A día de hoy, debemos citar los siguientes grupos:

- Observatorio de la Comunicación Científica (Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona);


http://www.upf.edu/occ/

- Psinet (Universidad Oberta de Cataluña, en Barcelona); http://www.uoc.edu/in3/psinet/

- Observatorio de Comunicación y Salud (Universidad Autónoma de Barcelona);


http://www.portalcomunicacion.com/ocs

- Comunicación y Salud (Madrid Salud);


http://www.madridsalud.es/comunicacion_salud/comunicacion_y_salud.php

- Grupo de Investigación ECCO (Universidad de Almería);


http://www.grupoecco.org/principal.htm

- Asociación Española de Comunicación Sanitaria (Universidades de Málaga y Almería);


http://www.aecs.es/

Estos grupos vienen colaborando de manera estable con instancias extrauniversitarias o de las
que forman parte universidades y que se dedican, entre sus tareas, a la comunicación y salud:

8
- Grupo-Porgrama Comunicación y Salud del semFYC ;
http://sites.google.com/site/grupocomunicacionysaludsemfyc/

9
- Web Médica Acreditada ; http://wma.comb.es/

8
Hemos de recordar que uno de sus fundadores es Francesc Borrell (Universidad de Barcelona) es uno de
los mayores especialistas del país en relación a la entrevista clínica. Desde el ámbito de la salud, y
como es lógico, la comunicación profesional-paciente es el macrotema objeto de estudio. De ahí la
fijación en la entrevista clínica o en cómo dar malas noticias y, desde hace pocos años, Internet y las
redes sociales. Hemos de añadir que en numerosos centros hospitalarios se están formando grupos de
comunicación y salud.
9
WMA es una de las agencias de acreditación de calidad de páginas web de salud con más prestigio en el
mundo. Trabaja con la UAB y UOC en diversas investigaciones.

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- Fundación de Educación para la Salud (FUNDADEPS); http://www.fundadeps.org/

- Alezeia (Asociación de Educación para la Salud); http://www.alezeia.org/

- Sociedad Española de Informática de la Salud (SEIS); http://www.seis.es

A la par, debemos hacer una especial mención de la Escuela Andaluza de Salud Pública
(www.easp.es/web/esp/index.asp) y al grupo, sin nombre, que articula Carlos Álvarez-Dardet en
la Universidad de Alicante, en el que trabajan conjuntamente investigadores de comunicación y
de salud pública.

Fuera de los grupos establecidos, se empiezan a obervar dos fenómenos: como los
investigadores que por unas razones u otras vienen trabajando en solitario buscan alianzas con
investigadores de fuera de su universidad; y como se conforman grupos para llevar adelante un
proyecto concreto. Quizás el mejor ejemplo es el del I+D+I La publicidad de tv entre otros
factores socioculturales influyentes en los TCA, en el que participan la Universidad de
Extremadura, la Universidad Rey Juan Carlos, La Universitat Pompeu Fabra, la Universitat
Autònoma de Barcelona, la Universidad de Valencia y la Universitat de Vic. Por contra, la relación
con las asociaciones profesionales no acaba de ser lo fructífera que cabría esperar; hablamos de
la Asociación Nacional de Informadores de Salud (ANIS) -http://www.anisalud.com/- y de la
10
Asociación Española de Agencias de Publicidad de salud -http://www.forosalud.com/- .

Hasta este año no contábamos con ninguna revista científica de comunicación y salud. No
obstante, consideramos que se debe mencionar Revista Medicina y Cine
(http://revistamedicinacine.usal.es/), editada por la Universidad de Salamanca y con seis años de
vida, aunque como ya indica su nombre se dedique en exclusiva a la relación ente cine y
medicina; cabe decir que no está dirigida en exclusiva a profesionales de la salud. En 2010 han
nacido dos publicaciones: Revista Española de Comunicación en Salud, publicada por la AECS y
que recoge este artículo, y Cuadernos de Comunicación y Salud
(http://www.cuadernosdecys.com/) coedición argentinoespañola del CINECYS (Centro de
Investigaciones y Estrategias en Comunicación y Salud) y del INICyS (Instituto Internacional de
Comunicación y Salud). De esta manera se cubre, en principio, uno de los grandes déficits que
teníamos: no contar con ninguna revista científica especializada en comunicación y salud.

Por último, no deseamos acabar este apartado sin hacer mención a un fenómeno que está
cobrando grandes proporciones y al que hemos de estar atentos, el de los blogs, sobre todo

10
En Barcelona se intentaba conformar una asociación que agrupara a los profesionales de los gabinetes
de comunicación de instituciones y corporaciones del ámbito de la salud; a fecha de hoy
desconocemos si ha tomado cuerpo.

Rev Esp Com Sal. 2010;1(2): 77-97 86


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aquellos que se centran en el seguimiento de las redes sociales y los desarrollos de la web. ¿En
qué acabarán; son el germen de nuevas líneas y de nuevos grupos de investigación?

3. La comunicación y salud como literatura científica

Dado el carácter de este escrito, nos parece sumamente interesante detenernos en mostrar el
crecimiento de la literatura científica en torno a la comunicación y la salud así como hacer
mención a las publicaciones de referencia en este ámbito. Para ello, y en primer lugar, vamos a
destacar la investigación de Packer, Tardelli y Castro (2007). En este estudio se nos muestra la
producción científica en el ámbito de la información y de la comunicación sobre salud a partir de
11
las bases de datos de MEDLINE y LILACS entre los años 1996 y 2005. En el mismo se
predeterminaron cuatro categorías: información en salud, informàtica médica, comunicación
científica en salud y comunicación en salud. Como podemos apreciar, esta categorización nos
puede retrotraer a los primeros párrafos de escrito, ya que, de nuevo, implica una perspectiva de
anàlisis que condicionarán los resultados. Pero en este punto, no nos interesa tanto volver a esa
discusión como subrayar su necesidad inaplazable y, sobre todo, mostrar algunos de los
resultados del metaestudio.

En MEDLINE, el número total de registros pasó de 421.600 en 1996 a 564.440 en 2004; lo que
supuso un aumento del 34 % y un crecimiento medio anual del 3,7%. Pero el número de
artículos que los investigadores consignan en el ámbito de las Ciencias de la Información crece
un 94%, pasando de los 16.342 en 1996 a los 31.264 en 2004. Esto supone un crecimiento
medio del 4%, aunque debemos destacar que entre 2002 y 2004 aumentan un 7%. Todas estas
cifras nos muestran un aumento creciente en el interés por reflexionar y publicar sobre
comunicación y salud.

Atendiendo a las categorías antes reseñadas, este crecimiento se produjo en un 62% en


informàtica médica, en un 34% en comunicación en salud, en un 32% en comunicación científica
y en un 16% en información en salud. Dadas las características de las revistas analizadas y el
progeso tecnosocial de las TCI, es comprensible que el mayor aumento se de en informàtica
médica, pero hay que reconocer que los otros incrementos no son nada desdeñables, más bien
al contrario.

En cuanto a la afiliación de los autores, existe una evidente concentración: más del 50% de los
artículos coresponden a autores de seis países. Por orden decreciente y consignando los
escritos publicados en 2005, Estados Unidos (9273), Reino Unido (2163), Alemania (1438),

11
MedlinePlus: www.nlm.nih.gov/; LILACS: http://bvsmodelo.bvsalud.org/site/lilacs/E/elilacs.htm.

Rev Esp Com Sal. 2010;1(2): 77-97 87


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Canadá (1090), Japón (958) y Francia (775). En principio, tampoco estos datos nos deben
sorprender; ahora bien, leyéndolos con detenimiento no sólo nos hablan de un preminencia
anglosajona sino de que debemos atender a lo que se publica en países como Alemania, Japón
o Francia, dejados un tanto de lado por consideraciones lingüísticas y por el cienciacentrismo
anglosajón del que todos, por activa o por pasiva, debemos responsabilizarnos.

En cuanto a España, se pasó de 167 artículos en 1996 a los 412 en 2005, sin duda el mayor
crecimiento porcentual y que, de alguna manera, vuelve a hablarnos de este interés creciente
por la comunicación y la salud. A la par, debemos decir que es el país de Iberoamérica con una
mayor producción, seguido por Brasil (201 en 2005). Del resto de países, sólo Portugal, con 54
artículos en 2005, está por encima de los 50 registros, lo que pone de relieve la baja producción
científica de los estados Iberomaricanos.

Del resto de países caben destacar en 2005 los 436 articulos de autores chinos, los 217 de
autores de Corea del Sur y los 160 de India. Pero dado el crecimiento exponencial de la ciencia
china, estos datos a día de hoy deben ser notablemente superiores. Packer, Tardelli y Castro
(2007: 598) nos informan, por último, que en “relação aos idiomas dos textos, na MEDLINE
predomina o inglês em 90% dos registros na categoria de Ciência da Informação, seguido do
alemão (2,6%), francês (1,5%) e espanhol (1,1%). Estas cifras se aproximam da distribuição na
base toda: inglês (90%), alemão e francês (1,6% cada) e español (1,2%). Na LILACS, o inglês é
menos utilizado (13% dos registros) e as publicações são predominantemente em espanhol
(49%) e português (40%), o que evidencia o seu caráter regional”.

Por otra parte, Beck et al (2004) realizan un estudio que revisa los artículos publicados entre
1990 y 2000 en18 revistas científicas dedicadas a la comunicación y una dedicada a la
12
investigación cualitativa sobre salud (Qualitative Health Research ). Destacaremos una de sus
principales conclusiones: un 4% de los artículos revisados estaban dedicados a comunicación y
salud.

De todos es conocido que las dos publicaciones de referencia mundial dentro del ámbitos de la
comunicación y salud son las estadounidenses Health Communication y Journal of Health
Communication (junto a estas revistas nos gustaría destacar Communication&Medicine, britànica
y más reciente, ya que fue fundada en 2004; está ligada al Health Communication Research
13
Centre, de la Universidad de Cardiff , pero consideramos que sus contenidos están más
contextualizados en la medicina y su desarrollo que en la salud. Otro ejemplo de que las
palabras no sólo nombran: construyen).

12
http://qhr.sagepub.com/
13
http://www.cardiff.ac.uk/encap/research/hcrc/index.html

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Evans, W (2005) realiza un estudio que toma como base 102 publicaciones (inlcuidas HC y
JoHC). De las 914 referecencias que tienen que ver con la comunicación y salud, el 32% están
dedicadas a la comunicacion profesional salud-paciente, el 25% al anàlisis de la comunicación
sobre salud que realizan los medios, el 17% a cuestiones relacionadas con nuevas tecnologías
para herramienta informar sobre salud, 13% aspectos teóricos, el 7% a la comunicación de
riesgos y el 5% a campañas y promoción de la salud. Un año más tarde Thompson (2006)
publica un artículo en el que se disecciona HC entre 1989 y 2003. A grandes rasgos, estos son
los resultados en cuanto a contenidos: el 20,7% de los escritos lo fueron sobre comunicación
paciente-profesional de la salud, el 13,4% sobre campañas, el 11,8% sobre comunicación de
14
riesgos riesgos , el 8,4% sobre envejecimiento, el 7% sobre uso del lenguaje y el 5,9% sobre el
análisis de la comunicación en salud que publican los medios. Ese mismo año, Freimuth et al
(2006) se detienen en los 321 artículos publicados en JoHC en sus 10 años de existencia: el
60% hacen referencia de una u otra forma a los medios de comunicación (noticias en prensa,
radio o TV; campañas; educación en salud mediante el entretenimiento; publicidad) mientras que
el 23% abordan la comunicación profesional de la salud-paciente. No se dice nada en el artículo
sobre el 17% restante.
En estos dos último estudios queda de manifiesto que son una minoría los artículos que hacen
énfasis en aspectos teóricos. El 38% en JoHC, mientras que se indica que el 75% de los
artículos de HC no manifiesta ninguna aproximación teórica en sus abstracts. Otro asunto que
destaca de HC es que no hay prácticamente desarrollo de nueva teoría por parte de los autores
que publican en esta revista. Los temas sobre las que más habitualmente tratan los artículos de
ambas publicaciones son el VIH/sida (incluidos en este epígrafe el sexo seguro y la planificación
familiar), el cáncer y el alcohol, el tabaco y otras sustancias adictivas. Estos temas ocupan el
75% de los artículos de HC.
También hemos de hacer mención a que la metodología cuantitativa es mucho más común que
la cualitativa, hasta el punto de ofrecer un balance de 86% frente a 14% en el caso de JoHC.
Abunda lo empírico, pero no lo experimental que, siguiendo HC, era común en los artículos que
le remitían en los primeros años del decenio de los 90, aunque ya no ocurre en la actualidad.
Queda claro, como ya hemos visto, que la publicación de artículos científicos sobre
comunicación y salud está dominada -de forma aplastante, se podría decir- por autores
estadounidenses o que ejercen su labor en universidades o instituciones de aquel país. De
hecho, más del 80% de los artículos de JoHC corresponden a un primer autor asentado en
EE.UU. El resto se reparten entre Inglaterra, Canadá, Australia, Finlandia y Suecia. Tan solo 9

14
Contrasta el número de artículos dedicados a la comunicación de riesgos –o la importancia que se le da
en Iberoamérica- con la escasa producción en nuestro país desde el ámbito de la comunicación, en su
mayoría dedicada a las estrategias que deben seguir las instituciones públicas o privadas en una
situación de crisis y que poco tienen que ver, por otro lado, con el concepto de riesgo integral.

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artículos de los 321 editados correspondían a lo que esta revista define como países en vías de
desarrollo: 5 habían sido enviados desde naciones africanas, 1 desde India, otro desde Jamaica,
otro desde Pakistán y otro desde México. Sólo 1 entre 321 artículos tiene como autor principal a
un investigador que trabaja en un país iberoamericano.
Y para cerrar este apartado queremos dejar constancia del artículo de Lisa Sparks, Health
15
communication and caregiving research, policy, and practice , en la actualidad en imprenta, y
con el que podemos hacer una revisión de los autores, tendencias y temáticas de la
comunicación y salud en EE. UU. desde su nacimiento hasta la actualidad.

4. A modo de reflexión final

A principios de 2008 se celebró el primer Congreso Internacional de la AE-IC en Santiago de


Compostela. En dicho encuentro presentamos la comunicación Estado de la comunicación y
salud en España. Se me permitirá una autorreferencia y, así, poder revisar dos años más tarde
las conclusiones y reflexiones finales a las que llegaba entonces.

Se podría argumentar que es un periodo de tiempo excesivamente corto teniendo en cuenta los
ritmos productivos de los investigadores. Y no le faltaría razón a la crítica, pero pueden haber
tres razones que hagan útil este ejercicio de autorreferencia:

- Se aprecian ciertos cambios.

- Algunos de los problemas que veíamos y enunciábamos no han desaparecido, y resulta


oportuno recordarlo.

- La incorporación de reflexiones nuevas.

Si les parece, seguiré este orden para ir exponiendo nuestros comentarios. En algunos de ellos a
penas me detendré, y remito al lector a la comunicación reseñada.

4.1. Se aprecian ciertos cambios

Consideramos que la labor que algunos de nosotros hemos venido realizando durante estos
años, más allá del valor de las propias investigaciones, ha propiciado cierta eclosión de la

15
http://media.myfoxla.com/mentalhealth/documents/Health-Communication-and-
Caregiving%20Research.pdf

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comunicación y salud. Por un lado, se ha ganado en visibilidad y, por otro, hemos venido
funcionando en redes informales que han roto nuestro aislamiento y que han facilitado nuestro
trabajo materialmente y, también, sicológicamente: no estamos solos.

Estas relaciones, que en algunos casos han llegado a formalizarse, han permitido la realización
de proyectos y la predisposición a realizar proyectos nuevos. Relaciones, a su vez, que
empiezan a consolidarse más allá de nuestras fronteras.

Ahora bien, dado que partíamos de una situación calamitosa todo avance adquiere una mayor
proyección. No debemos equivocarnos, continuamos estando al principio del camino, pero, eso
sí, sabemos que hay camino.

La aparición de dos publicaciones específicas, una de ellas internacional, debería actuar como
catalizador de nuestro ámbito, como creemos que lo ha sido hasta cierto punto el OCS. Ahora
deberemos conseguir el crédito del mundo científico, tarea preñada de esfuerzo, perseverancia y
rigor.

Por otro lado, se aprecia un avance en la interdisciplinariedad y en la transdisciplinariedad, pero


aún no hemos roto lo suficiente la desconfianza secular que tienen hacia nosostros las ciencias
de la salud. Nuestra carta de presentación, nuestra mejor carta de presentación es el trabajo bien
hecho y los proyectos bien elaborados. De nuevo esfuerzo, preseverancia y rigor, hasta llegar a
un punto de inflexión, como ya ha pasado en algún caso, en el que desde las ciencias de la
16
salud se busque nuestra colaboración .

Pero, ¿quiénes somos nosotros? Se supone que trabajamos en el área de comunicación. Hemos
de admitir que se hace necesario un esfuerzo mayor para trabajar con otros investigadores de
las ciencias sociales y humanas. No debemos ser tan cortos de miras como para pensar que lo
que tenga que ver con la comunicación es nuestro; así no se hace trabajo científico, y menos en
unos momentos en que éste es cada vez más exigente y competitivo y requiere de equipos
consolidados e interdisciplinarios.

Como ya hemos escrito, hemos ganado en visibilidad; debemos formalizar esa visibilización, no
tanto fundando supraorganizaciones como propiciando la participación en proyectos que puedan
ser de interés general. Un claro ejemplo es el de asegurar un porvenir a las dos revistas con las
que ya contamos. Lo que no es óbice para que esa visibilización, precisamente por eso, suponga
el publicar sobre nuestro campo en otras revistas científicas. No debemos caer en el error en que
han caído en otras disciplinas de la comunicación: el ensimismamiento, contrario de por sí a
nuestra necesaria transversalidad.

16
Un ejemplo reciente y en nuestro caso, el trabajo conjunto con la Agència d'Informació, Avaluació i
Qualitat en Salut para diseñar y evaluar campañas sobre el ictus.

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También hemos de perseverar en nuestras relaciones y hemos de aprovechar cuanto marco se


nos presente para solidificarlas. Permítaseme un ejemplo. El Congreso AE-IC de 2012 se
desarrollará en Tarragona y su eje central será la comunicación de riesgos. Dado que en los
congresos anteriores hemos coincidido algunos de nosotros y ya hay una presencia asegurada,
llegada la fecha del Congreso podemos autoconvocarnos para mantener una reunión al margen
del programa oficial.

Pero, como ya ha quedado escrito, no hay mayor entrelazado que el compartir trabajos y seguir
ayudando en la medida de nuestras posibilidades a los compañeros que están empezando en
este campo o se encuentran solos en su ámbito académico. Y, para finalizar, una llamada: es
muy importante que nuestros doctorados empiecen a elaborar un mayor número de tesis sobre
comunicación y salud.

4.2. Algunos de los problemas que veíamos y enunciábamos no han


desaparecido

Estos problemas los expresaremos a modo de listado de debilidades y resultan de la


observación y reflexión personal; no hay ninguna investigación que los avale. Siempre, como es
lógico, nos referimos a España.

- Los estudios de comunicación y salud relizados desde el ámbito de la comunicación son


escasos y dispersos.

- Aún hay pocos grupos grupos de investigación estables, y a los existentes les falta un tiempo
para consolidarse.

- La calidad científica de las investigaciones realizadas fuera del ámbito universitario es más
que cuestionable.

- Abunda la literatura escrita desde las ciencias médicas. Se trata de una literatura que se
centra en la relación médico paciente –sobre todo en la entrevista clínica-, en cómo dar
malas noticias y, en menor medida, en los usos de la salud en línea. Pero no es raro
encontrar reflexiones, por ejemplo, sobre los mensajes persuasivos y sus efectos.

- Muchas de nuestras investigaciones giran en torno a cómo trata la prensa la información de


salud. La metodología más citada es la de análisis de contenido. Por número de
investigaciones les seguirían aquellas que se centran en la comunicación corporativa.

- La mayoría son investigaciones cuantitativas y a penas si se tienen en cuenta los estudios de

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recepción o los estudios culturales.

- Aún es muy grande el desencuentro entre comunicación y ciencias de la salud; pero


tampoco parece que se haya avanzado demasiado en la interdisciplinariedad en el seno de
las ciencias sociales.

- Tampoco hay una relación fluída entre la universidad y las asociaciones profesionales del
ámbito de la comunicación y salud más allá de la formativa, no sabemos si debido a una
ignorancia mutua calculada.

- Sin embargo, la industria de la salud si que da muestras de interés por una investigación
aplicada sobre comunicación y salud, una oportunidad que aún no hemos aprovechado en
demasía.

- Hechamos en falta, por un lado, una mayor consistencia teórica en las investigaciones y, por
otro, una mayor dedicación por parte de los investigadores al desarrollo teórico de la
comunicación y la salud.

- Existe una falta de interés y un desconocimiento de la comunicación para el cambio (para el


desarrollo) cuanto menos inquietantes.

- A la par, observamos que la mayoría de las investigaciones viven de espaldas a la bioética,


los determiantes sociales, los fines de la medicina, etc. Cabría preguntarse de qué
hablamos, entonces. O desde qué punto de vista. O con qué finalidad.

4.3. La incorporación de reflexiones nuevas

De nuevo, estas reflexiones aparecen de forma escueta, conscientes de que cada una de ella se
merecería una larga consideración. Como se verá, en más de un caso podrían aplicarse a otros
ámbitos o disciplinas de la comunicación.

- Es necesario teorizar, sí, pero resulta prioritario dar a conocer a teóricos de la comunicación
y salud sin restringirlos a zonas geográficas o lingüísticas y, así, no caer en el mismo error en
el que hemos caído en otras ocasiones en el ámbito de la comunicación.

- Volvemos a pecar de ahistoricismo, lo cual se pone muy de manifiesto cuando se leen


reflexiones sobre las redes sociales y los nuevos usos de internet. En ocasiones se carece
de perspectiva y sólo se es capaz de conjugar un presente que acaba en apologismo.

- Debemos ser exigentes con nosotros mismos y participar más en proyectos competitivos.

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- Es necesario elaborar un mapa de los estudios de comunicación y salud en el que se


incluyan a las tesis.

- Se corre el peligro de confundir consultoría con investigación.

- Debemos incluir en nuestros convenios con corporaciones o instituciones una cláusula en la


que se nos permita, transcurrido un tiempo prudencial en algunos casos, difundir los
resultados de las investigaciones. A la par, que en haras de la transparencia, siempre
deberíamos citar nuestra fuente de financiación; obligación ésta aún más necesaria cuando
hay en juego tantos intereses, como ocurre en la industria de la salud.

- El posicionamiento de los grupos de investigación puede llevarnos a la fragmentación, la


competencia desmesurada, el idiotismo (etimológicamente hablando) y el endiosamiento. No
debemos caer en los mismos errores que se padecen en otros ámbitos de los estudios de
comunicación. Y, así, quizás hacer nuestro el que fue lema de la revista Archipiélago:
conjunto de islas unidas por aquello que les separa.

- Nuestra experiencia nos indica que a parte de objetos de estudio o metodologías ya


expresados, deberíamos hacer un esfuerzo en investigar sobre la evaluación de campañas,
17
la comunicación de riesgos, las redes sociales y los nuevos usos de internet, la corrección
política en el discurso de la salud, la autonomía del paciente, la medicalización, el periodismo
especializado en salud y la retórica científica como estrategia de mercado o de poder.

- Tan importante han de ser las investigaciones básicos como las aplicadas; sin
investigaciones básicas no seremos capaces de avanzar con juicio.

- No debemos renunciar a las investigaciones con finalidad de intervención, pero siempre


desde la autonomía y la transparencia.

17
Como ya hemos comentado, son abundantes, y algunos de gran calidad, los blogs dedicados a la web
2.0 e, incluso, a la 3.0. Consideramos que estamos inmersos en un apologismo acrítico, muy común
cuando aparecen innovaciones tecnológicas que pueden tener fines comunicativos. Por eso, no está de
más recordar estas palabras de Enrique Gavilán en su blog
(http://egavilan.wordpress.com/2010/07/01/internet-me-deprime/): “¿Pasaría lo mismo con la web 2.0?
¿Tienen las redes sociales virtuales efecto terapéutico per se? A la web 2.0 se le ha otorgado
gratuitamente dos vitolas de mucha enjundia: el generar conocimiento colectivo y el tener valor
terapéutico. Ni uno ni lo otro lo han demostrado aún, es pura teoría”. Por otro lado, nos parece de lectura
obligatoria el artículo aparecido en NYT el 29 de mayo de 2010, When Patients Meet Online, Are There
Side Effects? (http://www.nytimes.com/2010/05/30/business/30stream.html?_r=2). Al menos nos tendría
que hacer pensar.

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- Por último, tenemos que realizar un esfuerzo para delimitar teóricamente nuestro ámbito de
estudio.

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Rev Esp Com Sal. 2010;1(2): 77-97 97


Aten Primaria. 2011;43(6):289—296

Atención Primaria

www.elsevier.es/ap

ORIGINAL

Revisión documental de experiencias de actividad comunitaria en


atención primaria de salud
Sebastià Marcha,∗ , María Ramosb , Mario Solerc , Juan Luís Ruiz-Jiménezd ,
Frederick Millere y Julia Domínguezf , grupo de investigación PACAP♦

a
Sociólogo, Unidad de investigación GAP Mallorca, Palma de Mallorca, Illes Balears, España
b
Técnico de salud, Consejería de Salud y Consumo de las Illes Balears„ Palma de Mallorca, Illes Balears, España
c
Médico de familia, Centro de Salud Profesor Jesús Marín, Molina de Segura, Murcia, España
d
Médico de familia, Centro de Salud Vicente Soldevilla, Madrid, España
e
Médico de familia, Centro de Salud Larrad, Barcelona, España
f
Psicóloga Clínica, Gerencia Área 11, AP, Madrid, España

Recibido el 9 de septiembre de 2009; aceptado el 14 de abril de 2010


Disponible en Internet el 20 de febrero de 2011

PALABRAS CLAVE Resumen


Promoción de la Objetivo: Describir las actividades comunitarias (AC) publicadas o inscritas en redes de promo-
salud; ción de la salud en las que ha participado Atención Primaria (AP).
Intervenciones Diseño: Estudio descriptivo, mediante revisión documental de experiencias.
comunitarias; Fuentes de datos: Artículos, actividades en redes de intercambio de experiencias on-line,
Comunidad; comunicaciones y proyectos premiados.
Investigación en Selección de experiencias: Se incluyeron AC en las que AP y la comunidad atendida participaban
servicios; en su inicio, desarrollo y/o evaluación, sin ser acciones puntuales.
Revisión documental; Extracción de datos: Se recogieron las siguiente variables: fuente, año del registro del docu-
Atención Primaria mento, CCAA, Municipio, número y nombre de los centros de salud implicados, población diana,
objetivos, participación de la comunidad, y de sectores sanitarios y no sanitarios, perspectiva
teórica, y métodos de evaluación.
Resultados: Se identificaron 472 actividades que cumplían criterios, con participación de 300
centros de salud de la mayoría de CCAA. El 71,8% registradas en redes on-line, y el 19,3%
en artículos. Las poblaciones diana más frecuentes fueron población general (22,2%), jóvenes
(18,2%) y madres y padres (10,2%). El 58,2% tenía como objetivos: capacitar a la comunidad para
optar por comportamientos más saludables, transmitir información sanitaria a la población, o
fomentar el autocuidado. En el 33,3% no participó ningún agente además de AP. Del resto, par-
ticiparon sectores no sanitarios en el 53,8%, entidades cívicas 26,9% y administraciones 24,2%.


Autor para correspondencia.
Correo electrónico: smarch@ibsalut.caib.es (S. March).
♦ El grupo de investigación PACAP lo componen, además de los autores firmantes: Blanca Lahoz, María José Pérez Jarauta y Isabel

Muntaner.

0212-6567/$ – see front matter © 2009 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
doi:10.1016/j.aprim.2010.04.011
290 S. March et al

Conclusiones: La mayoría de las AC documentadas se encuentran en redes y su presencia por


CCAA es desigual. La participación de otros sectores diferentes de AP en las actividades iden-
tificadas es baja.
© 2009 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.

KEYWORDS Documental review of community health promotion experiences in primary health


Health promotion; care
Community
Abstract
interventions;
Objective: Describe the community activities (CA) published or registered in health promotion
Community;
networks in which Primary Health Care (PHC) has taken part.
Research into
Design: Descriptive study, by documental review of experiences. Data source: articles, activi-
services;
ties in exchange networks, presentations and funded projects.
Documental review;
Selected experiences: The AC included were those where PHC and the local community were
Primary Health Care
involved in its inception, development and/or evaluation, but not solitary actions with no
continuity.
Data extraction: The following variables were collected: Source and year of the document;
region; municipality; name and number of health centres involved; target population; objec-
tives; involvement of the community, the health and the non-health sectors; theoretical
perspective and evaluation methods.
Results: A total of 472 activities were found that met criteria, involving 300 health centres
in most of the autonomous regions. Of those, 71.8% were registered in networks, and 19.3%
were registered in articles. The most frequent target populations were: the general population
(22.2%), youth (18.2%) and parents (10.2%). More than half (58.2%) had one or more of the
following objectives: to empower the community to choose healthy behaviours; transmit health
information to the population, or encourage self-care. In 33.3% of the activities there were no
other sectors involved besides Primary Care. Of the remainder, non-health sectors participated
in 53.8%, civic bodies in 26.9%, and government administration in 24.2%.
Conclusions: Most of the CA are documented in networks and their presence is uneven by region.
The involvement of sectors other than PHC in the activities identified is low.
© 2009 Elsevier España, S.L. All rights reserved.

Introducción La perspectiva de la orientación comunitaria también


está siendo contemplada en otros países de nuestro entorno,
La responsabilidad de la realización de actividades comuni- aunque a otros niveles: en el Reino Unido, desde una pers-
tarias (AC) de promoción de la salud fue asignada a Atención pectiva de integración de metodologías de evaluación de
Primaria de Salud (APS) desde la reforma sanitaria española estas actividades, en el estudio17 de la efectividad de
de los años ochenta, y ha sido reafirmada en los sucesivos intervenciones que refuercen la participación y fortaleci-
cambios legislativos1,2 . Aunque la participación y la acción miento comunitario y proponiendo estrategias basadas en
comunitaria eran ejes centrales de la fundación de la APS la evidencia para ello18,19 ; y en Estados Unidos, realizando
en España3 , han sido, según la opinión de expertos, uno de aproximaciones para el análisis global de salud de todo una
los aspectos más abandonados de la reforma4 . La implan- nación orientado, no sólo al estudio de resultados en salud,
tación de las AC no está muy extendida en los centros de sino al de los factores determinantes de la misma y abogando
salud5 y a menudo se desarrolla por el voluntarismo de por el refuerzo de acciones de intervención comunitaria en
los profesionales6 . Hay varias razones que influyen en este salud20,21 .
hecho7—9 , como el desinterés de las administraciones sanita- Ha pasado un cuarto de siglo desde el inicio de la
rias, la resistencia de los profesionales a realizar actividades reforma de APS en España, y aunque esta ha sido amplia-
preventivas y los cambios en los modelos de participación de mente estudiada y evaluada, se sabe muy poco sobre las
las entidades ciudadanas. AC realizadas22 . Un estudio de principios de los noventa23
En los últimos años parece estar surgiendo un debate para concluía que la mitad de los profesionales de APS de
devolver la orientación comunitaria a la APS5,10,11 , en buena Toledo habían tenido alguna experiencia en participación
parte promovido por el Programa de Actividades Comu- comunitaria, aunque no describía las actividades reali-
nitarias de Atención Primaria (PACAP) de la Sociedad de zadas. Un estudio del 2003 en el País Vasco pretendía
Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc). Son muestra conocer la implantación de las actividades comunitarias
de esta inquietud la reciente aparición de propuestas12,13 , en la APS de Osakidetza7 , entendiendo estas de una
estudios de análisis de situación14—16 y redes on-line para el manera muy abierta, ya que se consideraban como AC las
intercambio y la difusión de experiencias, algunas promovi- intervenciones individuales en consulta. El principal resul-
das por el PACAP y otras a nivel autonómico. tado fue que el 51% de los equipos de atención primaria
Revisión documental de experiencias de actividad comunitaria en atención primaria de salud 291

ciando la capacidad de las personas y los grupos para el


Tabla 1 Población diana a la que se dirigen las actividades
abordaje de sus propios problemas, demandas o necesida-
comunitarias.
des, considerando los siguientes criterios de inclusión:
Tipo N◦ % sobre totala
Población general 105 22,2
- Participación del equipo de atención primaria
Grupos edad - Integradas en un programa y por tanto no son acciones
Jóvenes 86 18,2 puntuales y aisladas.
Niños y niñas 50 10,6 - Participación de la comunidad en el inicio, desarrollo y/o
Mayores de 65 años 34 7,2 evaluación de las AC.
Adultos 25 5,3
Mujeres en diferentes situaciones vitales Por lo tanto no se consideraron AC:
Madres y padres 48 10,2
Mujeres sin especificar 31 6,6
Mujeres en la menopausia 32 6,8 - Acciones dirigidas únicamente al diagnóstico de pro-
Mujeres embarazadas 13 2,8 blemas específicos de salud (programas de cribado,
Personas con enfermedades revisiones) o a la prevención de un problema concreto
Personas diabéticas 28 5,9 de salud mediante la aplicación de una terapia concreta
Personas con problemas de salud 15 3,2 (programas de vacunación, sellado de molares).
mental - Consultas individuales específicas (consulta de planifica-
Personas con otras enfermedades 14 3,0 ción familiar, consulta de tabaquismo), o acciones que
crónicas aún dirigidas a grupos no contemplan la participación de
Personas hipertensas 13 2,8 algún sector de la comunidad en su organización, y que se
Personas con enfermedades 9 1,9 limitan a transmitir información (charlas, conferencias).
respiratorias
Personas obesas 7 1,5
Identificadas
Personas con fibromialgia 6 1,3
Personas que dan apoyo a otras
586
Personas cuidadoras 26 5,5 A R C P
Profesionales 14 3,0
Familiares 9 1,9 136 392 36 22

Poblaciones en riesgo
Inmigrantes 13 2,8
Población en exclusión 12 2,5 Excluidas
Personas con alguna discapacidad 3 0,6
Otra población diana 5 1,1 114
a Cada actividad comunitaria podía tener más de una población A R C P
diana.
45 53 16 0

que respondieron afirmaron haber participado en alguna


AC.
El presente estudio pretende identificar y describir las AC
en las que han participado los equipos de atención primaria Seleccionadas
de España, desde los inicios de la reforma, a través de una
revisión de las experiencias documentadas. 472
A R C P
Material y métodos 91 339 20 22

Estudio descriptivo mediante revisión documental en pro- Esquema general del estudio: Revisión documental de activi-
fundidad de las siguientes fuentes: artículos publicados, dades comunitarias. Fuentes: A: Artículos; R: Redes on-line de
actividades registradas en redes de intercambio de expe- promoción de la salud; C: Comunicaciones; P: Premios PACAP.
riencias de AC o de promoción de la salud de acceso libre,
comunicaciones presentadas en los congresos del PACAP y
proyectos premiados por el PACAP.
Definición de AC consensuada por el equipo investigador: Recogida de información
actividades de intervención y participación que se reali-
zan con grupos que presentan características, necesidades Para la revisión de artículos se consultaron las siguientes
o intereses comunes y que van dirigidas a promover la salud, bases de datos: Medline, Embase, Cuiden, Cuidatge, IBECS,
incrementar la calidad de vida y el bienestar social, poten- BDIE, ADOLEC. Se realizó entre marzo y abril del 2007y
292 S. March et al

70

60 Redes/Premios/Comunicaciones

Artículos

50

40

50

30

43

20 29 36
32 32
24 23 27
28

10 1
2
11
9 8
2 7 7
1 1 1 5 4 5 5 5
3 3 3 2 2 3 3
0 1
1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007

Figura 1 Año de publicación o adscripción a redes de las actividades comunitarias.

no hubo limitación del periodo estudiado. Se utilizaron Resultados


combinaciones de los siguientes descriptores: Community
medicine, community health services, health promotion, Fuentes y origen de las AC
health education, educación grupal, primary health care y
spain. Se revisó la bibliografía de cada uno de los artículos Se identificaron 586 posibles AC, de las que se excluyeron
identificados. 114 (19,4%). Las causas de exclusión fueron la no partici-
Respecto a las AC localizadas en redes on-line se pación del centro de salud (63,1%), no cumplir criterios de
consultaron: la Red de Actividades Comunitarias del AC (26,3%) o no ser AC realizadas en España (10,5%). Las
PACAP(RAC www.pacap.net), el Sistema de información fuentes de las actividades excluidas vienen detalladas en el
de promoción y educación para la salud (SIPES) del esquema del trabajo.
Ministerio de Sanidad y Consumo (www.sipes.msc.es/); la De las 472 AC incluidas, 91 (19,3%) eran artículos en revis-
red AUPA (Actuando Unidos Para la Salud) de Cataluña tas científicas, 339 (71,8%) actividades registradas en redes,
(www.gencat.net/salut/ies-aupa), o la Red aragonesa de 22 (4,7%) proyectos premiados por el PACAP y 20(4,2%)
proyectos de promoción de la salud (RAPPS) de Ara- comunicaciones orales.
gón (www.reddeiniciativas.com/). Se solicitó al PACAP Las AC identificadas en artículos procedían de 23 revistas,
información sobre proyectos premiados y comunicaciones aunque tres cuartas partes procedían de 5 revistas: Aten-
presentadas en congresos. ción Primaria (31), Centro de Salud (10), Enfermería clínica
Se realizó una primera revisión de todos los documentos (10) Metas de enfermería (8) y Trabajo Social y Salud (8).
para garantizar que cumplían los criterios de inclusión y una En cuanto a las redes, la mayoría de AC se identificaron a
revisión por pares de los casos dudosos. través de la RAC (292), y el resto a través de la RAPPS (26)
y de AUPA (21). Ninguna en la SIPES. El año de publicación
Variables o de adscripción a redes estaba disponible en el 90% de las
AC identificadas (fig. 1).
Se completó una ficha para cada AC confirmada, con las Las comunidades autónomas (fig. 2), donde se localizaron
siguientes variables: fuente del documento, año de publica- más AC son Madrid (35,6% del total), Cataluña (14%) y Anda-
ción, CCAA, municipio, número y nombre de los centros de lucía (12,5%). Participaron en las actividades 300 centros de
salud implicados, población diana, objetivos, participación salud de 153 municipios.
de sectores sanitarios (como salud pública, o hospitales) y
no sanitarios (como ayuntamientos, asociaciones, o servicios Características de las AC
sociales), perspectiva teórica, participación de la comuni-
dad, existencia de evaluación y tipo (proceso o resultados) La población diana a la que iban dirigidas las AC identi-
y métodos de la misma. ficadas viene recogida en la tabla 1. La población diana
Los datos se analizaron con ayuda del software SPSS 12.0. más frecuente fueron las ‘‘mujeres en diferentes situaciones
Revisión documental de experiencias de actividad comunitaria en atención primaria de salud 293

Madrid 168

Cataluña 66

Andalucia 59

Aragón 38

Comunidad Valenciana 36

Castilla y Leon 25

Castilla la Mancha 14

Murcia 13

Cantabria 11

Asturias 8

Canarias 8

País Vasco 6

Galicia 5

Baleares 3

La Rioja 2

Ceuta 0

Melilla 0

Navarra 0

0 20 40 60 80 100 120 140 160 180

Figura 2 Actividades comunitarias identificadas por CCAA.

vitales’’ (26,4%). El 58,2% de las AC identificadas tenían uno total) y Servicios Sociales (21%); y los sanitarios: Hospita-
de los siguientes objetivos: capacitar a la comunidad para les y Servicios de Salud Mental (4,2% en cada caso). Entre
que opte por comportamientos más saludables; transmitir las entidades cívicas fueron las Asociaciones de madres y
información sanitaria a la población; y fomentar la capaci- padres (8,5%), Asociaciones de vecinos (8,1%) y ONG (6,6%).
dad de autocuidado. El resto de objetivos identificados se La administración que con mayor frecuencia participó fue
expone en la tabla 2. el Ayuntamiento (17,8%), seguida del Gobierno Autónomo
En el 66,7% de las actividades participó otro agente ade- (11,9%).
más de la APS. En la figura 3 se muestra el porcentaje de En la mayor parte de las actividades se mencionaba
participación de los distintos sectores en las AC. Los servicios expresamente la participación activa de la comunidad en
no sanitarios que más participaron son: Educación (29,2% del el desarrollo de la actividad (80,7%); aproximadamente una

Tabla 2 Objetivos de las actividades comunitarias.


Objetivo N◦ % sobre el totala
Capacitar a la comunidad para que opte por comportamientos más saludables 123 26,3
Transmitir información sanitaria a la población 117 24,8
Aumentar la capacidad de autocuidado de la población 96 20,3
Desarrollar un programa para solucionar un problema concreto 88 18,6
Identificar y priorizar problemas o necesidades 57 12,1
Otros objetivosb 47 10,0
Mejorar la calidad de vida y bienestar de un territorio o de una comunidad 47 10,0
Constituir un consejo de salud o equivalentes 35 7,4
Evaluar la efectividad de un programa 29 6,1
Realizar una acción intersectorial 24 5,1
Mejorar la calidad de los servicios sanitarios 22 4,7
No queda claro cuál es el objetivo 8 1,6
Identificar los recursos de la comunidad 2 0,4
a Cada actividad comunitaria podía tener más de un objetivo.
b En la mayoría de los casos, se trata de objetivos muy generales, como: ‘‘mejorar la salud’’, ‘‘promover la salud’’, ‘‘favorecer las
relaciones’’, ‘‘promover el asociacionismo’’. . ..
294 S. March et al

Otros sectores
temática y en APS: PACAP y Federación de asociaciones de
14,6%
sanitarios enfermería comunitaria de APS (FAECAP). Finalmente no se
pudo contar con la información de FAECAP. Es una limitación
Administraciones 24,2% del estudio no haber logrado abarcar más fuentes.
La variabilidad en la concepción de las AC, dificulta su
Entidades cívicas 26,9% investigación. Uno de los puntos fuertes del estudio es incor-
porar una definición fruto de un consenso entre un grupo de
Sectores no
53,8%
expertos en comunitaria e investigación que puede servir de
sanitarios guía para otros estudios.
0 10 20 30 40 50 60
Difusión de las AC
Figura 3 Participación de otros agentes en las actividades
comunitarias identificadas.
Las AC identificadas se han llevado a cabo en el 10,4% de los
centros de salud de España24 . Como ya hemos mencionado,
tercera parte (29%) en el diseño de la actividad y sólo una pensamos que este porcentaje es probablemente tan solo la
minoría en la evaluación (4,2%). punta del iceberg de las AC realizadas.
Los resultados parecen indicar que hay diferentes estra-
Evaluación y perspectiva teórica tegias de difusión de las AC a nivel autonómico. Madrid, por
ejemplo, ha optado por visibilizar sus AC registrándolas en la
Incluían una evaluación el 61% de las AC. Esta fue sólo de RAC. Aragón, aún sin ser tan grande como otras CCAA, tiene
proceso en un 28,8% de las AC que realizaron evaluación, una representación importante de AC identificadas, puesto
de resultados en el 17,7%, de proceso y resultados en el que cuentan con su propia red autonómica de promoción de
18,4% y no quedaba claro en el 37,5%. Para la evaluación se la salud. De Navarra, con amplia experiencia en el ámbito
utilizaron únicamente métodos cuantitativos en un 56,2%, del trabajo comunitario en salud, no se ha identificado nin-
sólo métodos cualitativos en un 4,5%, ambos métodos en un guna AC, probablemente porque se han centrado más en la
18% y en un 21,8% no quedaba claro. elaboración de materiales25 que en la difusión de las propias
Menos de la mitad de las AC identificadas (41,1%) men- AC.
cionaban la perspectiva teórica o metodológica en la que se Las redes de actividades comunitarias o de promoción de
fundamentaban. La más frecuente fue la Educación para la la salud han sido la fuente más importante para identificar
salud (29,7% del total). Otras perspectivas eran menciona- AC en este estudio, particularmente la RAC. Eso nos hace
das en un porcentaje inferior al 5%: APOC (4%), Investigación pensar que pueden ser una fuente importante de difusión y
Acción Participativa (4%), Desarrollo Comunitario (3,4%), de intercambio de experiencias en este ámbito.
Procesos Correctores Comunitarios (1,2%) y otras perspec- No parece haber una estrategia de publicación de estas
tivas (2,5%). experiencias en revistas científicas, al igual que ocurre
con la investigación en APS en general26—28 . Los motivos
podrían estar relacionados con varios factores como la falta
Discusión de tiempo, de tradición investigadora, de revistas de la
especialidad, y de unidades de apoyo metodológico a profe-
El presente estudio constituye una aproximación a las acti- sionales.
vidades comunitarias que se han realizado en APS en España
desde el inicio de la reforma. Se identificaron 472 activi-
Características de las AC
dades comunitarias en las que participaron 300 centros de
salud de casi todas las CCAA y de las que se describen algunas
Llama la atención la escasa participación de las institucio-
características como objetivos, población diana, y participa-
nes y los sectores no sanitarios en las AC, así como que sólo
ción de otros agentes.
en una de cada cuatro AC participan entidades cívicas. La
estrategia de la OMS ‘‘Salud para Todos en el siglo xxi’’29
Limitaciones y puntos fuertes del estudio aboga por el trabajo intersectorial y la participación de la
ciudadanía en la salud, por lo que esta falta de participación
Las experiencias seleccionadas no son todas las que se han de los diferentes agentes con potencial para actuar sobre la
realizado en España durante el periodo estudiado, sino sola- salud de las poblaciones sugiere cierta pobreza de las acti-
mente aquellas publicadas o recogidas en bases on-line. Ello vidades realizadas, que debería ser evaluada. Esta falta de
implica la existencia de un sesgo de publicación debido al participación tiene factores estructurales dentro del sistema
tipo de estudio realizado. Además no podemos saber si en la sanitario, la administración en general, los profesionales y
actualidad siguen en funcionamiento las AC seleccionadas. también los ciudadanos9 .
Por todo ello, seria interesante investigar con otro tipo de Hay multitud de corrientes teóricas que sustentan el
diseño lo que hoy por hoy se realiza en APS. trabajo comunitario, pero en más de la mitad de las AC
Con todo, se ha tratado de realizar la revisión con la identificadas no se explicita el seguimiento de ninguna en
máxima exhaustividad, considerando fuentes diversas. Sin concreto. Esto podría indicar una falta de formación o que a
embargo, ante la imposibilidad de abarcar todos los congre- la práctica no se apliquen las propuestas teóricas de una
sos donde se presentan AC, se optó por seleccionar los dos manera pura, sino escogiendo de cada una aquello que
principales encuentros a nivel nacional centrados en esta parece más interesante.
Revisión documental de experiencias de actividad comunitaria en atención primaria de salud 295

La perspectiva más frecuente en las AC identificadas es Este estudio pone de manifiesto que se han realizado AC
la de la educación para la salud30 (30,5%). Es muy posible en prácticamente todo el estado español, aunque estas son
que esta corriente sea la que más influencia tenga en las AC muy heterogéneas y su calidad es difícil de dilucidar a par-
en APS, aunque tal vez no sea tan conocida como un cuerpo tir de las fuentes consultadas. El estudio detecta una falta
teórico propiamente dicho, con su conjunto de herramientas de trabajo intersectorial, una baja participación real de la
y conceptos. Sería interesante saber que entienden los y las ciudadanía a través de entidades cívicas y un bajo apoyo
profesionales sanitarios por educación para la salud. de las administraciones públicas. Sería interesante efectuar
Es relevante la presencia de sistemas de evaluación en, estudios descriptivos sobre las características de las AC que
al menos, el 61% de las AC. No obstante, esto no debe se se están desarrollando en la actualidad, así como evalua-
motivo de satisfacción ya que en el 37% de estas no quedaba ciones de éstas combinando las metodologías cualitativas
claro como la hicieron. Sería importante que se realizase y cuantitativas. Estas evaluaciones abrirán las puertas a la
evaluación de todas las AC que se realizan, así como expli- publicación científica, que puede ser un foro importante
car detalladamente el sistema de evaluación en su difusión, para la difusión de las AC.
para aumentar la visibilidad de las AC, y potenciar su prác-
tica a través de la efectividad demostrada31 . Esto puede ser Financiación
complicado metodológicamente puesto que los resultados
de las AC suelen ser a medio o largo plazo, y difícilmente
Financiado por la Agencia de Calidad del Sistema Nacional
cuantificables32 . Por esta razón es interesante trabajar con
de Salud, del Ministerio de Sanidad y Consumo.
metodologías de evaluación que combinen lo cuantitativo y
Sebastià March tiene una ayuda de estabilización del tra-
lo cualitativo y que tengan en cuenta el proceso, además
bajo de investigación del ISCiii.
de los resultados. Dentro de la lógica de la estrategia comu-
El estudio también ha contado con el apoyo del grupo
nitaria de empoderar a los ciudadanos33 , cabría considerar
de investigación en servicios de la Red de investigación en
las metodologías de evaluación participativa, todavía muy
actividades preventivas y promoción de la salud de atención
desconocidas en sus aplicaciones en el campo de la salud en
primaria (RedIAPP, exp 06/0018/0036) y del grupo de inves-
nuestro país34 .
tigación en atención primaria del Instituto universitario de
investigación en ciencias de la salud de las Islas Baleares
Conclusiones (IUNICS).

El impulso en la participación de atención primaria en AC Conflicto de intereses


pasa por difundir las experiencias de lo que ya se está
haciendo y parece que las redes on-line pueden ser una Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
buena herramienta para ese objetivo.

Agradecimientos

Los autores agradecen la colaboración de Rafa Cofiño y del


Lo conocido sobre el tema: blog saludcomunitaria.wordpress.com.

• Las actividades comunitarias de promoción de la Bibliografía


salud pueden ser intervenciones efectivas para mejo-
rar la salud de las poblaciones. 1. Ley 16/2003 de 28 de Mayo de Cohesión y Calidad del Sistema
• Estas intervenciones son responsabilidad de Atención Nacional de Salud. Boletín Oficial del Estado, n◦ 128, (29-5-
Primaria de salud desde el inicio de la reforma sani- 2003).
taria. 2. Real Decreto 1030/2006 del 15 de septiembre por el que se
• La práctica de las actividades comunitarias no está establece la cartera de servicios comunes del Sistema Nacio-
muy extendida en los centros de salud. nal de Salud y el procedimiento para sua ctualización. Boletín
Oficial del Estado, n◦ 222, (16-9-2006).
• No se conoce mucho sobre las intervenciones comu-
3. Irigoyen J. La participación comunitaria en salud: Una reformu-
nitarias que se han realizado en los centros de salud. lación necesaria. En: Aranda JM, editor. Nuevas perspectivas en
Atención Primaria de Salud. Madrid: Diaz de Santos; 1994. p.
Qué aporta este estudio: 183—221.
4. Gérvas J, Pérez-Fernández M, Palomo-Cobos L, Pastor-Sánchez
• Se describen las características de las actividades R. Veinte años de reforma de la Atención Primaria en
España. Valoración para un aprendizaje por acierto /error.
comunitarias realizadas en atención primaria.
Madrid: Ministerio Sanidad y Consumo; 2005. Disponible en:
• Se identificaron 472 actividades comunitarias en las www.msc.es.
que participaron 300 centros de salud de la mayoría 5. Soler Torroja M. Promoción de la salud, atención comunitaria
de CCAA. y medicina de familia. Aten Primaria. 2005;36:355—7.
• Hay una escasa participación de la comunidad y de 6. Astray L. La intervención comunitaria en la encrucijada (edi-
otros sectores diferentes al de salud en el diseño de torial). Aten Primaria. 2003;32:447—50.
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296 S. March et al

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take-action%20. preliminar.pdf.
Rev Esp Salud Pública 2009; 83: 791-803 N.° 6 - Noviembre-Diciembre 2009

COLABORACIÓN ESPECIAL

LA PARTICIPACIÓN SOCIAL COMO ESTRATEGIA CENTRAL


DE LA NUTRICIÓN COMUNITARIA PARA AFRONTAR
LOS RETOS ASOCIADOS A LA TRANSICIÓN NUTRICIONAL

José Carlos Suárez-Herrera (1, 2, 3) José Joaquín O’Shanahan Juan (2, 3, 4) y Lluis Serra-
Majem (2, 3, 5)
(1) Departamento de Administración de la Salud de la Universidad de Montreal. Canadá.
(2) Cátedra UNESCO de Investigación, Planificación y Desarrollo de Sistemas de Salud. Departamento de Ciencias
Clínicas. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria España.
(3) ONG Nutrición Sin Fronteras. Barcelona. España.
(4) Unidad de Apoyo a la Dirección del Servicio Canario de Salud. Gobierno de Canarias. España.
(5) Centro de Investigación en Nutrición Comunitaria del Parque Científico de Barcelona. España.

RESUMEN ABSTRACT
Las sociedades modernas vienen experimentando en las últi- Social Participation as a Central
mas décadas un proceso de transición nutricional acelerada que
favorece la aparición, a escala planetaria, de problemas nutricio- Strategy of Community Nutrition
nales de naturaleza contradictoria, tales como la obesidad y la to Face the Challenges Associated
desnutrición. Estos problemas suponen un auténtico desafío para with the Nutritional Transition
los responsables de la Salud Pública, que adoptan gradualmente
una serie de estrategias bajo una perspectiva poblacional. Sin In last decades modern societies are undergoing a rapid
embargo, la naturaleza colectiva de estas estrategias puede ir en nutrition transition process that reinforces, at international level,
detrimento de las necesidades nutricionales particulares de los the emergence of nutritional problems of contradictory nature,
individuos y las familias. such as malnutrition and obesity. This represents a considerable
Consideramos que la participación social favorece la contem- challenge for contemporary Public Health leaders, who have been
plación simultánea de ambas perspectivas, individual y poblacional, gradually developing a set of strategies which overwhelmingly
durante las diferentes fases de desarrollo de los programas de Nutri- adopt a population perspective. Nevertheless, the collective nature
ción Comunitaria necesarios para tratar la naturaleza paradójica de of these strategies could neglect the particular individual and
este tipo de problemas. Sin embargo, debido a factores de tipo con- family needs.
textual, se observa una tendencia creciente a desarrollar una dimen- We consider social participation as an approach to
sión más tecnocrática de las prácticas participativas, lo que desvirtúa simultaneously reinforce both individual and population
el potencial emancipador y trasformativo de la participación social. perspectives during the divers phases of development of
Para evitar dicha tendencia, proponemos el uso de los cinco Community Nutrition programs which tackle the paradoxical
ejes de intervención de la Carta de Ottawa para la Promoción de la nature of this problematic. However in relation to some contextual
Salud como guía para una integración sistémica de la participación factors, we find a growing trend to develop a more technocratic
social en los procesos de planificación, implementación y evalua- dimension of participatory practices, which distorts the
ción de los programas de nutrición comunitaria. De este modo, con- emancipator and transformative potential of social participation.
templamos la integración de la participación social en los esfuerzos In order to avoid this tendency, we propose the use of the five
destinados al desarrollo de competencias individuales, al refuerzo intervention axes of the Ottawa Chart for Health Promotion as a
de la acción colectiva, a la creación de entornos favorables, a la guide for a systemic integration of social participation in planning,
reorganización de servicios y sistemas de salud y, finalmente, a la implementation and evaluation processes of Community Nutrition
elaboración de políticas en materia de nutrición y salud pública. programs. We therefore take into account the integration of social
Palabras clave: Participación Social. Transición Nutricional. participation in the efforts made in developing individual capacity-
Atención Primaria de Salud. Promoción de la Salud. Salud Pública. building, reinforcing collective action, creating enabling
environments, health care reorganization, and finally, implementing
nutritional and public health policies.
Correspondencia: Key Words: Social Participation. Nutritional Transition.
José Carlos Suárez-Herrera Primary Health Care. Health Promotion. Public Health.
1175 Everett #8
H2R 1N2 Montreal (Québec), Canadá
jc.suarez.herrera@umontreal.ca
joseko70@hotmail.com
José Carlos Suárez-Herrera et al.

INTRODUCCIÓN pertinentes en materia de nutrición y salud


pública12.
Desde comienzos del siglo pasado las
sociedades modernas vienen experimen- En la segunda sección de este artículo
tando la transformación en materia de revisamos las principales estrategias
nutrición y salud pública más importante adoptadas por los programas de Nutri-
de toda la historia de la humanidad. Se ción Comunitaria en el campo de la Aten-
trata de un fenómeno probablemente ción Primaria de Salud (APS). Frente a
jamás visto anteriormente, cuyo grado de las estrategias individuales, las de tipo
complejidad se acentúa con la distribución poblacional refuerzan el uso de enfoques
irregular de los estilos de vida y los patro- colectivos y de actuaciones a nivel sisté-
nes alimentarios en los diferentes grupos mico en materia nutricional, lo que favo-
de población. Esta tendencia emergente rece la aparición de una serie de conse-
hacia un proceso de transición nutricio- cuencias colaterales indeseables en
nal1,2 constantemente acelerada tiene lugar algunos sectores muy concretos de la
a escala mundial, principalmente a causa población13-14.
de las dinámicas expansionistas asociadas
a la globalización económica, tales como En la tercera sección del artículo
la liberalización de mercados, la división subrayamos la necesidad del reconoci-
internacional del trabajo, los grandes miento de la participación social como
movimientos transmigratorios, la indus- estrategia esencial en los procesos de
trialización de los alimentos, la urbaniza- reorganización de los servicios y siste-
ción de los estilos de vida y la influencia mas de APS, así como en la puesta en
de las tecnologías de información y comu- marcha y desarrollo de las intervenciones
nicación3-5. nutricionales pertinentes. Las dinámicas
participativas podrían ayudarnos a inte-
En la primera sección de este artículo grar conjuntamente las perspectivas indi-
presentamos una descripción sucinta del viduales y poblacionales de las interven-
fenómeno de la transición nutricional ace- ciones nutricionales, pero dadas ciertas
lerada que subyace actualmente en las presiones contextuales de tipo económi-
sociedades modernas y que afecta de co y político la experiencia nos muestra
forma intensa aunque desigual a una pro- que se tiende a impulsar el desarrollo de
porción creciente de países de todas las una dimensión tecnocrática de la partici-
regiones del planeta. La complejidad y la pación social, en detrimento de su ver-
velocidad de expansión de este fenómeno tiente más emancipadora y transformati-
favorece la coexistencia en un mismo va 15,16 . Con el fin de evitar tales
grupo de población de problemas de salud inconvenientes en la última sección de
tradicionalmente opuestos, tales como la este artículo presentamos los principios
aparición gradual de enfermedades cróni- de la Promoción de la Salud17 como base
cas asociadas a los excesos alimentarios orientativa para un proceso de integra-
antes de la desaparición de las enfermeda- ción sistémica de la participación social
des agudas relacionadas con las carencias en las estrategias de intervención nutri-
nutricionales6-8, problema que puede lle- cional, tanto a nivel individual como
gar a darse en el seno de un mismo hogar9- poblacional. Esta integración favorece un
11. Este dilema representa un desafío sin alineamiento dialéctico entre una visión
precedentes para los responsables políticos panorámica de los procesos globales aso-
y profesionales de la Salud Pública, que se ciados a la transición nutricional acelera-
enfrentan a un fenómeno paradójico que da y la configuración local de las prácti-
dificulta la gestión de las intervenciones cas participativas de los individuos y

792 Rev Esp Salud Pública 2009, Vol. 83, N.° 6


LA PARTICIAPACIÓN SOCIAL COMO ESTRATEGIA CENTRAL DE LA NUTRICIÓN COMUNITARIA PARA AFRONTAR LO RETOS …

comunidades en los programas de Nutri- el norte y el sur, o entre los países desarro-
ción Comunitaria. llados y aquéllos en vías de desarrollo.
Así, los procesos de esta transición nutri-
cional globalizada, anormalmente acelera-
LA TRANSICIÓN NUTRICIONAL da y relacionados con la coexistencia de
ACELERADA EN UN PERIODO problemas nutricionales de naturaleza
DE GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA contradictoria se observan hoy en día en
regiones muy diversas. Podemos distin-
La coexistencia de problemas de nutri- guir consecuentemente la aparición de
ción y salud pública de naturaleza contra- este fenómeno en América Latina26,27, en
dictoria identificada en el seno de las socie- el seno de comunidades aborígenes de
dades modernas, comparte su centro de
América del Norte28,29, en ciertas regiones
interés con los procesos asociados a la tran-
de África22,30, en diversas zonas del conti-
sición nutricional. Este término se utiliza
habitualmente para describir los cambios nente asiático31-32, en Oceanía33,34 y, final-
históricos en los patrones alimentarios, la mente, en los países de la Unión Euro-
actividad física, la salud y el estado nutri- pea35,36, incluido el territorio español37.
cional de las poblaciones1,2,18. Tradicional-
mente, problemas nutricionales diametral- El conocimiento y control de los factores
mente opuestos, como la desnutrición y la asociados a los problemas inherentes a esta
obesidad, han aparecido en sectores pobla- transición nutricional acelerada suponen un
cionales bien diferenciados. Así, las regio- desafío de envergadura para los responsa-
nes económicamente favorecidas presenta- bles políticos y los profesionales de la salud
ban problemas propios del exceso pública12,38,39. La complejidad y la veloci-
alimentario tales como el sobrepeso y la dad de los patrones de cambio aumentan la
obesidad, mientras que las regiones econó- dificultad de adecuación de las intervencio-
micamente desfavorecidas sufrían de inse- nes en materia nutricional. Muchos países
guridad alimentaria y desnutrición. Sin que llevan luchando durante décadas contra
embargo, trabajos recientes indican que los el hambre y las carencias nutricionales
cambios en los patrones alimentarios aso- deben ahora enfrentarse a la aparición brus-
ciados a la transición nutricional contempo- ca y acelerada de la obesidad y otras enfer-
ránea son tan drásticos y aparecen a tal medades crónicas relacionadas. Asimismo,
velocidad que tanto los problemas de mal- países que apenas comienzan a controlar
nutrición por defecto como por exceso coe- los problemas asociados a las enfermedades
xisten simultáneamente en una misma nutricionales crónicas, se encuentran súbi-
región geopolítica19-24 o incluso en el seno
tamente implicados en la lucha contra nue-
de un mismo hogar9,11.
vos brotes endémicos de patologías relacio-
La importancia de este alarmante fenó- nadas con las carencias nutricionales
meno radica en que parece extenderse agudas. La falta de respuesta socio-sanitaria
prácticamente a todas las regiones del pla- adecuada para enfrentarse al carácter com-
neta, independientemente del nivel de plejo y dinámico de problemas nutriciona-
desarrollo de éstas6,7,25 debido a las diná- les tan paradójicos podría favorecer consi-
micas extremadamente expansionistas de derablemente la aparición de importantes
la globalización económica. Sería proba- desigualdades de salud34,40, lo que nos lleva
blemente demasiado simplista pensar que a la necesidad de revisar atentamente las
estos episodios paradójicos se distribuyen principales estrategias de intervención
siguiendo los patrones clásicos de diferen- implementadas tradicionalmente en materia
ciación establecidos habitualmente entre de nutrición y salud pública41.

Rev Esp Salud Pública 2009, Vol. 83, N.° 6 793


José Carlos Suárez-Herrera et al.

LÍMITES DE LAS ESTRATEGIAS sus indicadores de salud. Ejemplos de esta


ADOPTADAS POR LOS PROGRAMAS perspectiva son las medidas de higiene y
DE NUTRICIÓN COMUNITARIA EN saneamiento del medioambiente físico o
EL SECTOR DE LA ATENCIÓN los programas universales de alimentación
PRIMARIA DE SALUD complementaria. Recientemente, la pers-
pectiva poblacional se extiende más allá
Históricamente, las estrategias subya- del campo de la salud e intenta intervenir
centes a las intervenciones de salud pública no sólo en el entorno socio-sanitario sino
han seguido los patrones de una perspectiva también en el económico, cultural y políti-
individualizada del proceso de salud-enfer- co de las poblaciones, a través de la educa-
medad. Esta perspectiva está basada en un ción para la salud de masas y la implemen-
conjunto de actividades preventivas sobre tación de políticas sanitarias en materia de
pequeños grupos de individuos bien locali- nutrición y salud pública. Este hecho sitúa
zados y considerados como expuestos a una esta estrategia como elemento clave de la
serie de factores de riesgo asociados a una praxis de la Nutrición Comunitaria43,44.
enfermedad determinada. Sin embargo, a
mediados de los años 80 aparece una estra- Específicamente, en lo que concierne a
tegia de intervención novedosa que defien- los problemas de salud relacionados con la
de la integración de una perspectiva pobla- transición nutricional existente en el seno
cional, presentada por aquel entonces como de las sociedades modernas, las estrategias
una manera prometedora de lograr cambios de intervención en materia de Nutrición
profundos y duraderos en el estado de salud Comunitaria adoptan gradualmente una
de las poblaciones42. Habiéndose demostra- perspectiva poblacional. Se privilegian los
do los límites de la capacidad del enfoque enfoques colectivos y se actúa a nivel sis-
individual para reducir, a largo plazo, la témico, es decir, sobre los grandes entor-
incidencia de un problema de salud o de su nos ambientales integrados en los que
nivel de riesgo sobre un grupo determinado todos vivimos y trabajamos45. Este cambio
de individuos, la perspectiva poblacional supone un verdadero dilema para los pro-
adquiere un protagonismo creciente en fesionales de la salud que siguen priori-
estas dos últimas décadas en el seno de las zando los factores de riesgo individuales
políticas sanitarias impartidas en materia de sobre los contextuales, debido a su forma-
APS. ción académica y su experiencia clínica
centradas en la solución de problemas a
Contrariamente a los principios de aten- corto plazo. De esta manera, en un esfuer-
ción individualizada, el enfoque poblacio- zo por adoptar un enfoque poblacional a
nal intenta controlar la amplia gama de nivel de APS, los responsables de Nutri-
determinantes relacionados con la inciden- ción Comunitaria intentan basar sus inter-
cia de un problema de salud a nivel de toda venciones en inferencias equívocas sobre
la población. Esta perspectiva orienta sus el estado nutricional de los individuos a
esfuerzos sobre todos los individuos de un partir de estudios epidemiológicos de tipo
sector determinado de la población (en poblacional, fenómeno conocido como
ocasiones incluso la población completa), falacia ecológica46.
independientemente de sus niveles de ries-
go individuales, a través de estrategias glo- Un ejemplo característico es el de la
bales de intervención socio-sanitaria. El Nutrición Comunitaria en Chile, clásica-
objetivo de este enfoque es la disminución mente considerado como un símbolo del
de la incidencia de un problema de salud en éxito de los programas de alimentación
toda la población, lo que se demostraría complementaria a nivel poblacional. De
por una mejora de la media poblacional de hecho, existe una clara asociación entre la

794 Rev Esp Salud Pública 2009, Vol. 83, N.° 6


LA PARTICIAPACIÓN SOCIAL COMO ESTRATEGIA CENTRAL DE LA NUTRICIÓN COMUNITARIA PARA AFRONTAR LO RETOS …

presencia de estas masivas y costosas inter- de problemas específicos y frecuentemente


venciones y el descenso de las tasas de inci- urgentes, la atención individualizada podría
dencia de la desnutrición en todos los gru- ayudarnos a establecer una serie de pautas
pos poblacionales, especialmente en niños. orientadas a las necesidades concretas a
No obstante, desde la última década esta nivel intrafamiliar de ciertos sectores de la
relación ha desaparecido mientras que la población. Por parte de los responsables
correlación entre la implementación de políticos y los profesionales de la salud
estos programas y el aumento de la preva- pública esto exige el reconocimiento de la
lencia de la obesidad ha aumentado consi- participación de los individuos y comunida-
derablemente14. Se trata probablemente de des como actores clave en los procesos de
una consecuencia crítica y exacerbada de la reorganización de los servicios y sistemas
falacia ecológica que da lugar a lo que Rose de APS, así como en las estrategias de pla-
denominaría como paradoja de la preven- nificación, implementación y evaluación de
ción47, en la que la puesta en marcha de una los programas de Nutrición Comunitaria48.
serie de estrategias poblacionales demues-
tra la existencia de un efecto paradójico que
produce ciertos beneficios a nivel global, LA PARTICIPACIÓN SOCIAL
pero exiguas ventajas a nivel individual. Es COMO ELEMENTO CLAVE
más, en un contexto de transición nutricio- DE LAS ESTRATEGIAS
nal acelerada se podría añadir que este tipo DE NUTRICIÓN COMUNITARIA
de intervenciones no sólo ofrece pocos o
ningún beneficio individual sino que ade- La cuestión de la participación aparece
más fomenta considerablemente la apari- oficialmente en el ámbito de la salud públi-
ción de efectos indeseables12. En el caso ca a partir de los años 70, en la Primera
chileno, la paradoja de la prevención sugie- Conferencia Internacional sobre la APS
re que cuando los suplementos alimenticios celebrada en Alma-Ata49. Se la denomina
son distribuidos masivamente al conjunto participación comunitaria y se define en un
global de niños de una población y no sola- principio como el proceso a través del cual
mente a aquéllos que sufren problemas de los miembros de una comunidad, tanto a
carencias alimentarias puede llegar a gene- nivel individual como colectivo y a través
rarse un brote significativo de sobrepeso y de diferentes formas de compromiso: a)
de obesidad infantil13. desarrollan la capacidad para asumir una
responsabilidad plena en la estimación de
Debido a la paradójica naturaleza de los sus problemas y necesidades en materia de
problemas asociados a la transición nutri- salud; b) planifican la implementación de
cional acelerada, quizás deberíamos plante- sus propias estrategias de intervención
arnos si bajo ciertas condiciones los facto- comunitaria; c) crean y mantienen organis-
res intrafamiliares e individuales no serían, mos para apoyar estas estrategias; y d) eva-
al menos, tan importantes como los factores lúan los efectos de sus intervenciones pro-
contextuales10,12. De esta manera, las diver- cediendo a los ajustes necesarios a través de
sas estrategias de intervención nutricional, un proceso dinámico y continuo de aprendi-
tanto aquellas basadas en perspectivas indi- zaje colectivo50,51.
viduales como las que adoptan enfoques
poblacionales, no deberían ser consideradas Con el tiempo, la participación comuni-
como antagónicas, sino más bien comple- taria forma parte gradualmente del discurso
mentarias, ya que las fuerzas de una vienen contemporáneo de los movimientos socia-
a reforzar las debilidades de la otra y vice- les en materia de salud, adquiriendo la
versa. De hecho, allí donde las intervencio- denominación de participación social. Este
nes poblacionales fracasan en la solución discurso examina las interacciones mutuas

Rev Esp Salud Pública 2009, Vol. 83, N.° 6 795


José Carlos Suárez-Herrera et al.

entre la sociedad civil y la administración paradójica de los complejos problemas


pública, lo que ofrece nuevas vías de análi- nutricionales contemporáneos12,41,58.
sis sobre las intersecciones entre las movili-
zaciones populares de tipo participativo y la Sin embargo, no son pocos los factores
acción gubernamental en todos los sectores contextuales que impiden una integración
de interés público52-55, incluida la salud multidimensional de los procesos participa-
pública nutricional16,39. De esta manera, la tivos en las estrategias de planificación,
participación social es considerada hoy día implementación y evaluación de los progra-
como uno de los pilares esenciales de las mas de Nutrición Comunitaria15,16 capaz de
estrategias de intervención en el campo de ajustar simultáneamente perspectivas indi-
la Nutrición Comunitaria44,48. La compleji- viduales y poblacionales. A pesar de que la
dad del contexto sociopolítico de las socie- retórica de la participación puede ser utili-
dades modernas, así como la aparición de zada como una estrategia política de pro-
problemas nutricionales relacionados con la greso y transformación de las arenas políti-
instauración de un proceso universal de cas públicas61,62, todo parece indicar que la
transición nutricional particularmente ace- participación de las comunidades se des-
lerado, reafirma la necesidad de abrir espa- arrolla actualmente en un contexto político
cios intersectoriales de diálogo y negocia- de conflicto en el que se confrontan sola-
ción entre los actores sociales implicados. mente los intereses de unos pocos actores63-
Esto ofrecería un papel relevante a los sec- 65. Así, ampliamente influenciada por las

tores de la población tradicionalmente dinámicas expansionistas de la globaliza-


excluidos en los procesos de toma de deci- ción económica, la ideología participativa
siones16,43,44,48,56-58. contemporánea se adhiere con frecuencia a
un discurso fervientemente utilitarista, pro-
El análisis de las prácticas participativas movido por ciertas instituciones financieras
revela que los beneficios de la Nutrición internacionales que prefieren identificar
Comunitaria aumentan si las dinámicas par- solamente aquellos problemas que precisan
ticipativas movilizan a los actores relacio- soluciones técnicas y económicamente
nados con la cuestión de interés, si estos efectivas a corto plazo. Este fenómeno se
actores desarrollan actividades de tipo polí- desarrolla generalmente en detrimento de la
tico (y no sólo instrumental), si participan emancipación local y el desarrollo social
en los procesos de toma de decisiones (más sostenible de los individuos y comunida-
allá de la simple consulta) y, finalmente, si des62,66,67.
las concertaciones intersectoriales están
orientadas hacia una reducción de las rela- Desde esta perspectiva, la participación
ciones de subordinación que resultan de los es concebida como un instrumento a través
desequilibrios en las relaciones de del cual una serie de agentes externos a las
poder15,16,44,48,59,60. La Nutrición Comunita- circunstancias locales invitan a las comuni-
ria se presenta así como un campo transdis- dades a implicarse en proyectos colectivos
ciplinar e intersectorial, capaz de abarcar la de implementación vertical. El fin último es
complejidad de los procesos asociados a la legitimar sus intereses particulares y utilizar
transición nutricional acelerada en la medi- los recursos locales para compensar los cos-
da que asume y reconoce la importancia de tes de las intervenciones. En este caso, la
la participación social, una práctica que participación de las comunidades locales no
favorece la diversificación de las fuentes de implica necesariamente una transformación
información ante situaciones de incerti- substancial de las relaciones de poder en un
dumbre y que acepta la multiplicidad de contexto en el que los procesos de control
perspectivas, individuales y poblacionales, social ceden su plaza a la institucionaliza-
necesarias para hacer frente a la naturaleza ción tecnocrática de los movimientos socia-

796 Rev Esp Salud Pública 2009, Vol. 83, N.° 6


LA PARTICIAPACIÓN SOCIAL COMO ESTRATEGIA CENTRAL DE LA NUTRICIÓN COMUNITARIA PARA AFRONTAR LO RETOS …

les. Esto podría considerarse como un obs- tituye consecuentemente como competen-
táculo de primer orden hacia una concep- cia exclusiva de los responsables políticos
ción integral de los intereses locales a la y los profesionales en materia de nutrición
hora de establecer el conjunto de estrategias y salud pública.
socio-sanitarias en materia de nutrición y
salud pública. Tal situación favorece el uso, Según la Carta de Ottawa17 la Promoción
y el abuso, de las perspectivas poblaciona- de la Salud consiste en proporcionar a los
les de intervenciones exclusivamente colec- pueblos los medios necesarios para mejorar
tivas que no satisfacen definitivamente las su salud y ejercer un mayor control sobre la
necesidades nutricionales particulares de misma. Para alcanzar un estado adecuado
los individuos y las familias. de bienestar físico, mental y social un indi-
viduo o grupo debe ser capaz de identificar
y realizar sus aspiraciones, de satisfacer sus
UNA VISIÓN INTEGRAL necesidades y de cambiar o adaptarse al
DE LA NUTRICIÓN COMUNITARIA: medio ambiente. Por consiguiente, dado que
ENTRE LA PARTICIPACIÓN LOCAL el concepto de salud como proceso de des-
DE LAS COMUNIDADES Y LA arrollo sostenible trasciende la simple idea
PROMOCIÓN GLOBAL DE LA SALUD de formas de vida sanas, la promoción de la
salud no concierne exclusivamente la res-
Ante tales retos necesitaríamos adoptar ponsabilidad de técnicos y expertos en
una visión sistémica a diferentes niveles de materia de salud pública.
complejidad organizacional que nos permi-
ta crear un escenario en el que las dinámi- De esta manera, las estrategias privile-
cas participativas proliferen integralmen- giadas en los programas de Nutrición
te43,44,48, respetando al mismo tiempo las Comunitaria deberían ser capaces de adap-
necesidades individuales locales y las ten- tarse a las necesidades locales de los indivi-
dencias poblacionales globales. Los cinco duos y familias y a las posibilidades globa-
ejes de intervención propuestos por la les de cada país y región, fomentando la
Carta de Ottawa para la Promoción de la participación integral de las comunidades
Salud17, basados en una aproximación de locales en los procesos organizacionales de
tipo ecológico68, podrían servir de orienta- interés individual y colectivo. Así, la inte-
ción en la búsqueda de un alineamiento gración de la participación social en los
razonable entre una visión panorámica de procesos de gestión de los programas de
los procesos globales asociados a la transi- Nutrición Comunitaria implicaría una apro-
ción nutricional acelerada y la integración ximación sistémica a cinco niveles de com-
local de las prácticas participativas de los plejidad organizacional que exponemos en
individuos y comunidades en los progra- la figura 1:
mas de Nutrición Comunitaria. Asimismo
pretendemos con esta propuesta señalar la 1. Desarrollo de competencias indivi-
importancia de la participación social con duales. Se trata de fomentar la participa-
respecto a los principios de la Promoción ción de individuos y familias en los progra-
de la Salud, ya que a la hora de implantar mas de educación nutricional destinados a
ciertas intervenciones concretas de Nutri- la adquisición, por una parte, de competen-
ción Comunitaria, la participación queda cias individuales en materia de nutrición y
curiosamente restringida en gran medida a salud pública y, por otra, de aptitudes indis-
una serie de cambios comportamentales de pensables para un desarrollo personal y
individuos y familias en materia de hábitos familiar. De este modo se incrementan las
nutricionales saludables. El resto de los opciones disponibles para que la población
niveles de intervención nutricional se cons- ejerza un mayor control social sobre su pro-

Rev Esp Salud Pública 2009, Vol. 83, N.° 6 797


José Carlos Suárez-Herrera et al.

pio estado nutricional y sobre los factores 78. La aplicación de este eje de la Promo-
que lo influencian. Resulta esencial propor- ción de la Salud a los programas de Nutri-
cionar los medios apropiados para que los ción Comunitaria impulsaría el desarrollo
actores implicados desarrollen las capaci- de enfoques participativos orientados a la
dades necesarias en los procesos de identi- estimación sistemática del impacto que los
ficación de problemas y movilización de cambios del entorno no sólo físico, sino
recursos43,69,70. Esto facilitará la participa- también económico, político, laboral y cul-
ción activa y reflexiva de los individuos y tural, producen en los hábitos alimentarios
familias en la puesta en marcha y desarrollo y el estado nutricional de los individuos y
de intervenciones en materia de Nutrición familias79-82. Dicha estimación implicaría
Comunitaria a nivel escolar, en los hogares el compromiso cívico en la puesta en mar-
y en el ámbito laboral, entre otros58,71. cha y desarrollo de las estrategias necesa-
rias para que esos cambios se tornen a favor
2. Refuerzo de la acción colectiva. Se de los intereses locales de los actores impli-
promueve en esta sección la participación cados83-85.
efectiva y concreta de los colectivos comu-
nitarios en la fijación de prioridades, la 4. Reorientación de los servicios y sis-
toma de decisiones y la puesta en marcha y temas de salud. La responsabilidad a este
desarrollo de las estrategias de planifica- nivel la comparten los actores asociados a
ción, implementación y evaluación de los la seguridad alimentaria y nutricional a
programas de Nutrición Comunitaria60,72,73. diferentes niveles de intervención, tales
La fuerza motriz de este proceso proviene como individuos y familias, grupos comu-
del poder real de las comunidades, orien- nitarios, equipos profesionales, cuadros
tando las dinámicas participativas hacia la directivos, pequeñas y medianas empresas y
emancipación individual y colectiva, el des- representantes políticos, que deben trabajar
arrollo social sostenible y en definitiva, la conjuntamente en los procesos de reorgani-
transformación profunda de las condiciones zación de los servicios y sistemas de la
locales de coexistencia16,57,74,75. Este proce- APS69,70,86-88. Este proceso de reorientación
so emancipador y trasformativo promueve de servicios fomenta la participación social
el uso de los recursos humanos, financieros no sólo en la planificación e implementa-
y materiales con que cuentan los individuos ción de programas de Nutrición Comunita-
y familias para fomentar la autonomía y el ria, sino también en la evaluación de los
control social, así como para desarrollar sis- mismos89-93, lo que exige un cambio de
temas flexibles que refuercen la participa- actitud profesional con respecto a una parti-
ción de las comunidades en materia de cipación más democrática en las estrategias
nutrición y salud pública44,48. de descentralización de los servicios y sis-
temas de APS94-96.
3. Creación de ambientes favorables.
Los lazos que de forma inextricable unen al 5. Elaboración de políticas en materia
individuo y su entorno constituyen la base salud pública. Este eje de intervención
de un acercamiento socio-ecológico a la fomenta la responsabilización social en la
nutrición y la salud pública. La conserva- elaboración e implementación de las políti-
ción de los recursos locales en todo el cas nutricionales a todos los niveles societa-
mundo es una responsabilidad social, de la les. Esto favorece la integración de la mul-
misma forma que el modo en que la socie- tiplicidad de perspectivas individuales y
dad organiza sus instituciones debe contri- poblacionales en la configuración de la
buir a la creación de un entorno que facilite legislación, del sistema tributario y de las
la participación de las comunidades en los estrategias organizacionales97. La participa-
procesos de interés individual y colectivo76- ción social en las estrategias de concerta-

798 Rev Esp Salud Pública 2009, Vol. 83, N.° 6


LA PARTICIAPACIÓN SOCIAL COMO ESTRATEGIA CENTRAL DE LA NUTRICIÓN COMUNITARIA PARA AFRONTAR LO RETOS …

ción intersectorial contribuye a asegurar la go en los que los programas de Nutrición


utilización equitativa de bienes y servicios a Comunitaria puedan confrontar la compleji-
través de los programas de Nutrición dad de los procesos asociados a la transición
Comunitaria. Se identifican y eliminan asi- nutricional acelerada. Sin embargo, como
mismo los obstáculos legislativos que impi- práctica social que es, la participación no
dan la implicación ciudadana en la puesta está exenta de las presiones contextuales que
en marcha y desarrollo de políticas nutri- favorecen el desarrollo de una cierta dimen-
cionales basadas en la articulación social sión utilitarista de las intervenciones. La
entre las tendencias globales de tipo econó- dimensión emancipadora y transformativa
mico y las necesidades locales en materia de la participación social queda relegada a
de seguridad alimentaria76,98-100. un segundo plano, mientras que las dinámi-
cas de control social deben pasar el filtro de
un tedioso proceso de institucionalización
CONCLUSIÓN tecnocrática de los movimientos sociales.
Esto constituye sin lugar a dudas un auténti-
Debido a las dinámicas expansionistas de co obstáculo a la contribución potencial que
la globalización económica, la transición las prácticas participativas pueden realizar en
nutricional acelerada favorece la aparición a el campo de la Nutrición Comunitaria.
escala planetaria de problemas nutricionales
diametralmente opuestos en unidades geo- En este contexto, los cinco ejes de
políticas cada vez más específicas. Así, los intervención presentados en Ottawa durante
hogares urbanos modernos se convierten en la Primera Conferencia Internacional sobre
escenarios sociales de complejos procesos la Promoción de la Salud, constituyen un
manifiestamente paradójicos, no sólo en lo marco interesante para guiar nuestra propo-
que a enfermedades nutricionales de natura- sición de una integración más democrática
leza contradictoria se refiere, sino también de la participación social en los procesos de
en cuanto a la articulación social entre una planificación, implementación y evaluación
serie de fenómenos globales y un conjunto de los programas de Nutrición Comunitaria.
de prácticas locales. Esto supone un auténti- La Carta de Ottawa refuerza el papel de los
co desafío para los responsables políticos y individuos, las familias y las comunidades
profesionales de la Salud Pública, que han como la principal fuente de salud y desarro-
adoptado gradualmente el uso de las pers- llo de las sociedades modernas. Los dife-
pectivas poblacionales en el seno de las rentes grupos y sectores sociales se convier-
intervenciones implementadas en materia de ten en portavoces fundamentales en materia
Nutrición Comunitaria, lo que desvirtúa las de nutrición y salud pública, siendo impres-
perspectivas orientadas a los intereses parti- cindibles en los procesos de negociación y
culares de individuos y familias. de compromiso político necesarios para
seguir avanzando en la aplicación de estra-
La participación social aparece entonces tegias individuales y poblacionales. Esta
como una dinámica interesante que nos per- acción intersectorial integrada a varios
mite la contemplación simultánea de las dos niveles de complejidad organizacional pre-
estrategias de intervención adoptadas tradi- senta una serie de ventajas. Por un lado,
cionalmente en materia de nutrición y salud fomenta la inversión en políticas públicas e
pública, la perspectiva individual y la pers- infraestructuras sanitarias sostenibles para
pectiva poblacional. Dado el carácter univer- abordar los factores determinantes de la
sal de los problemas nutricionales emergen- salud nutricional y el bienestar social, así
tes en las sociedades modernas, se observa como también permite el desarrollo de
una necesidad creciente de establecer espa- capacidades en materia de liderazgo y
cios intersectoriales de negociación y diálo- transferencia de conocimientos entre los

Rev Esp Salud Pública 2009, Vol. 83, N.° 6 799


José Carlos Suárez-Herrera et al.

diversos sectores sociales. Por otro lado 7. Wang Y, Monteiro C , Popkin BM. Trends of obe-
favorece el establecimiento de leyes y nor- sity and underweight in older children and adoles-
cents in the United States, Brazil, China, and Rus-
mas reguladoras que garantizan un alto sia. Am J Clin Nutr. 2002; 75: 971-7.
grado de protección frente a posibles des-
igualdades sociales, así como también pro- 8. Chopra M, Galbraith S , Darnton-Hill I. A global
mueve la asociación y las alianzas entre los response to a global problem: the epidemic of
overnutrition. Bull World Health Organ. 2002; 80:
diversos actores sociales para impulsar el 952-8.
desarrollo de las poblaciones.
9. Doak CM, Adair LS, Bentley M, Monteiro C y
Este proceso emancipador favorecería Popkin BM. The dual burden household and the
asimismo la adopción conjunta de las pers- nutrition transition paradox. Int J Obes. 2005; 29:
129-36.
pectivas de intervención –tanto individuales
como poblacionales–, utilizadas tradicional- 10. Garrett JL , Ruel MT. Stunted child-overweight
mente en los programas de Nutrición Comu- mother pairs: prevalence and association with eco-
nitaria. La aproximación sistémica ofrecida nomic development and urbanization. Food Nutr
por la Carta de Ottawa constituye definitiva- Bul.l 2005; 26: 209-21.
mente un potente medio de orientación que 11. Doak C, Adair L, Bentley M, Fengying Z y Pop-
nos facilita la puesta en marcha y desarrollo kin B. The underweight/overweight household: an
de una serie de estrategias participativas exploration of household sociodemographic and
capaces de hacer frente al reto que supone la dietary factors in China. Public Health Nutr. 2002;
5: 215-21.
confrontación paradójica entre las necesida-
des nutricionales locales de individuos y 12. Kapoor SK , Anand K. Nutritional transition: a
familias y las tendencias globales de expan- public health challenge in developing countries. J
sión económica en un contexto de transición Epidemiol Community Health. 2002; 56: 804-5.
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Rev Chil Nutr Vol. 36, Nº4, Diciembre 2009

LA TRIDIMENSIONALIDAD DEL CONCEPTO DE NUTRICIÓN:


SU RELACIÓN CON LA EDUCACIÓN PARA LA SALUD

THE THREE-DIMENSIONALITY OF THE NUTRITION CONCEPT:


ITS RELATIONSHIP WITH HEALTH EDUCATION

Adriana Ivette Macias M., María Luisa Quintero S.,


Esteban Jaime Camacho R., Juan Manuel Sánchez S.

Unidad Académica Profesional Nezahualcóyotl, Universidad Autónoma del Estado de México, México.

ABSTRACT
The evolution of the nutrition concept is described until arriving to the concept of three-dimensionality, analyzing
it from at the world level, in Latin America and Mexico. Nutrition used to be considered an exclusively biological
process; nevertheless at the moment it involves social and ecological aspects. The convergence between the health
concept and nutrition from the biosocial conception of the individual is analyzed, emphasizing the importance of
education as a promotional tool which includes not only includes the informative aspect but also the modification
of behavior to change the individual’s lifestyle.
Key words: health, health promotion, chronic diseases, community nutrition, nutrition education.

Este trabajo fue recibido el 19 de Enero de 2009 y aceptado para ser publicado el 20 de Septiembre de 2009.

INTRODUCCIÓN por aspectos sociales y medio ambientales, por lo que


La presente revisión del concepto de nutrición y es importante utilizar a la educación para la salud como
su articulación con la educación para la salud se deriva una medio preventivo y promocional, que contribuya a
ante la problemática de considerar a la nutrición como la adopción de hábitos alimentarios adecuándolos a los
un aspecto netamente biológico, lo que limita a las ac- aspectos biológicos, sociales y medio ambientales de
ciones dirigidas a mejorar la situación nutricional de la cada comunidad.
población actual. Con la nueva tridimensionalidad de la En base a lo anterior vivimos en un mundo cam-
nutrición se pretende modificar la concepción del con- biante en el que a cada segundo se generan nuevos
cepto al integrar los aspectos sociales y ecológicos que conocimientos, gracias a los avances tecnológicos y a
intervienen en esta. En cuanto a la convergencia con la los descubrimientos en las ciencias, por lo que la salud
educación para la salud, reside en que esta última al ser no es la excepción. Un claro ejemplo es la “nueva
de carácter multidisciplinario distingue al ser humano ciencia de la nutrición” (1) que se deriva de un proceso
y a sus problemáticas de salud desde una perspectiva evolutivo del concepto de nutrición a lo largo del siglo
integral que involucra el contexto biológico, social y XX y principios del siglo XXI, desde la fundación de
ambiental. la Organización Mundial de la Salud en 1948 hasta la
Por otro lado el objetivo de dicha revisión permite Declaración de Giessen en el 2005, la nutrición en sus
establecer la tridimensionalidad de la nutrición como inicios era concebida exclusivamente como un proceso
un determinante que interviene en la salud individual biológico esa evolución ha propiciado que actualmente
y colectiva, si se considera que en la actualidad las sea considerada como una ciencia multidisciplinaria y
enfermedades crónicas - degenerativas no solo se re- de gran complejidad. Estos cambios han sido marcados
lacionan con desequilibrios metabólicos ocasionados de manera conjunta con los avances y descubrimientos
por una inadecuada educación nutricional sino también en la industria alimentaria que atiende principalmente

1129
Macias a. y cols.

a intereses económicos. Por otro lado, el cambio en mediante el cual los seres vivos incorporan, modifican
los estilos de vida y la adopción de nuevos hábitos ali- y eliminan sustancias procedentes del exterior” (2). De
mentarios han propiciado una evolución acelerada del manera generalizada, estos son los inicios de una nueva
concepto de nutrición a nivel internacional, continental ciencia, pero mencionaremos algunos otros conceptos
(América Latina) y nacional. que nos permitirán entender mejor la evolución de este
En la actualidad la incidencia de enfermedades concepto hasta llegar a una complejidad en el término y
crónicas ha ido en aumento, por lo que resulta necesaria que en muchas de ellas entra en controversia, pero que
la búsqueda de herramientas que tomen como base la finalmente se llega a la tridimensionalidad del nuevo
tridimensionalidad del concepto de nutrición para infor- concepto.
mar y proporcionar a las poblaciones los conocimientos
precisos para la adopción de estilos de vida saludables, La nutrición durante el siglo XX
objetivo que sólo se logrará mediante la educación para A mediados del siglo XX el Ministerio de Agri-
la salud. cultura de la Gran Bretaña considera que la ciencia de
La tridimensionalidad del concepto de nutrición la nutrición exige el estudio de todos los procesos del
abarca la dimensión biológica, como un proceso indis- crecimiento, mantenimiento y reparación del cuerpo vivo
pensable para el mantenimiento de la vida, la dimensión que dependen de los alimentos (3); mientras tanto, en
social en el que intervienen factores culturales tales como España, Francia y Alemania la nutrición es considerada
la religión, educación y hábitos alimentarios, así como como una función biológica, una disciplina o una ciencia
factores económicos. La última dimensión abarcada en desconocida de reciente creación (3).
la tridimensionalidad es la ambiental en la que se men-
ciona la importancia de la sustentabilidad de alimentos Concepciones actuales de la nutrición: siglo XXI
y la utilización de cultivos como fuente de energía como A principios del siglo XXI, en el 17° Congreso
medidas que no solo apoyan la parte nutricional de las Internacional de Nutrición en Viena, (2001) se define a
poblaciones sino que también contribuyen a la conser- la nutrición como el estudio de la totalidad de la rela-
vación del medio ambiente. ción entre las características funcionales del organismo
(comportamiento metabólico) y su medio ambiente,
EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO dando énfasis al aporte calórico que proporcionan los
DE NUTRICIÓN alimentos, así como la importancia de una dieta (3). En
2005, durante la Declaración de Giessen, se propone la
Inicios de los estudios de nutrición tridimensionalidad del concepto de la nueva ciencia de
y las guerras mundiales la nutrición la cual es definida como el estudio de los
Definir a la nutrición no es cosa sencilla ya que alimentos y bebidas así como la constitución de otros ali-
implica trasladarnos hasta los inicios de la humanidad mentos y de las interacciones con los sistemas biológicos,
cuando el hombre ingería alimentos solo para susten- sociales y ambientales más relevantes (4). De acuerdo con
to. Los primeros estudios científicos de la nutrición se la concepción Iberoamericana la nutrición es un amplio y
realizaron en Europa durante el siglo XIX y en ellos complejo conjunto de fenómenos biológicos, psicoemo-
quedaron establecidos los principios fundamentales del cionales y socioculturales asociados con la obtención, asi-
concepto de la nutrición como un proceso utilizado por milación y metabolismos de los nutrientes, por lo que su
el hombre para obtener energía. A partir de aquí y hasta estudio es necesariamente interdisciplinario concurriendo
el término de la Segunda Guerra Mundial, los avances en ella la biología, ecología, historia, política, economía,
en el concepto de la nutrición van a estar enfocados psicología, antropología, sociología y cualquier disciplina
al descubrimiento de los nutrientes que actualmente que aborde factores que afecten a la nutrición (5). Aquí
conocemos como macromoléculas o macronutrientes es donde radica su multidisciplinariedad, pero se debe
(proteínas, carbohidratos, lípidos y vitaminas) (2). tener en cuenta que, aunque es un proceso individual, con
Al terminar la Segunda Guerra Mundial se crearon la introducción de este nuevo concepto se vuelve social
dos organismos internacionales para atender, de manera y se ve afectado de manera particular en cada país del
conjunta, los problemas ocasionados (por la guerra) en globo terráqueo, debido a los cambios socioeconómicos
materia de salud, (incluyendo los problemas alimen- y políticos que sufre cada nación.
tarios): la FAO (Organización para la Alimentación y
Agricultura, sus siglas en inglés) en 1943 y la OMS La nutrición en América Latina
(Organización Mundial de la Salud) en 1948; esta última En los años 30 y 40 tanto en Europa como en Amé-
define a la nutrición como “un conjunto de procesos rica Latina los estudios de nutrición están marcados

1130
LA TRIDIMENSIONALIDAD DEL CONCEPTO DE NUTRICIÓN: SU RELACIÓN CON LA EDUCACIÓN PARA LA SALUD

por la preocupación de definir la dieta normal para las LA DIMENSIÓN BIOLÓGICA


poblaciones. En los años 20 surge en América Latina la La clásica concepción acerca de la nutrición como
figura de Pedro Escudero que tuvo una gran influencia un “proceso biológico”, sigue siendo el eje central de
en los estudios de nutrición, durante una investigación la nueva ciencia de la nutrición que en sus inicios solo
sobre Bolivia en 1947 señaló que el problema alimenta- era concebida como un proceso mediante el cual el ser
rio de un pueblo presenta 3 fases: la primera biológica, humano transformaba los alimentos que consumía con
la segunda económica y la tercera cultural. el único fin de obtener energía y así poder realizar sus
En 1943 durante la Conferencia en Hot Spring, actividades diarias, pero así como la nutrición ha tenido
se atendió la preocupación de crear un organismo que una evolución en su concepto, cada una de las dimensio-
tratara los problemas de alimentación y agricultura, este nes que actualmente la conforman han sufrido de igual
hecho originó la creación de la FAO. A partir de dicha manera considerables modificaciones. Partiendo de esta
conferencia efectuada en Estados Unidos de América, se afirmación en el ámbito biológico la nutrición ha evolu-
da la pauta para que en América Latina se den cuatro con- cionado, tal como se muestra a continuación.
ferencias de nutrición (1948-1956) en la que participaron Se mencionan dos conceptos que engloban la no-
organizaciones de índole internacional como la OMS y ción actual de la nutrición a nivel biológico, el primero
la FAO que permitieron el encuentro de especialistas en de ellos es: “conjunto de procesos mediante los cuales
nutrición para discutir problemas y proponer soluciones nuestro organismo, utiliza transforma e incorpora a sus
a las problemáticas de la región, que posteriormente an- propios tejidos una serie de sustancias que recibe del
tecedieron a la creación de la Sociedad Latinoamericana mundo exterior y que han de cumplir tres fines básicos:
de Nutrición (SLAN) en 1964 (6). aportar la energía necesaria para mantener la integridad y
el funcionamiento de las estructuras corporales, construir
La nutrición en México y reparar estas estructuras y regular los procesos metabó-
En México, los inicios de la nutrición tienen su licos” (7). Por otro lado para Grande, “es el conjunto de
origen en Mesoamérica con el desarrollo de la agricul- procesos mediante los cuales el hombre ingiere, absorbe,
tura, donde las culturas mesoamericanas tenían grandes transforma y utiliza las sustancias que se encuentran en
bancos de alimentos que abastecían a toda la población. los alimentos y que tienen que cumplir cuatro importantes
Cabe destacar que esta repartición era de manera inequi- objetivos: suministrar energía para el mantenimiento de
tativa, donde únicamente las clases sociales privilegia- sus funciones y actividades, aportar materiales para la
das tenían acceso a los mejores alimentos y por ende a formación, crecimiento y reparación de las estructuras
una buena nutrición. corporales y para la reproducción, suministrar las sustan-
Con la colonización, el choque entre dos culturas cias necesarias para regular los procesos metabólicos y
provocó la estructuración de una sociedad desigual reducir el riesgo de algunas enfermedades” (8).
donde grandes sectores de la población vivían en Aunque ambas definiciones parecen ser similares
condiciones miserables de ignorancia y pobreza, por en cuanto a la concepción y funciones de la nutrición,
lo que su poder adquisitivo para obtener alimentos que cabe destacar que en esta última se agrega una función
cubrieran sus necesidades nutrimentales básicas era más, “reducir el riesgo de algunas enfermedades” y
imposible, por lo que se produce una ola de desnutri- que es de suma importancia en la actualidad, ya que
ción endémica. debido al creciente ritmo de vida han ido en aumento
Casi un siglo después de la Independencia mexicana, las enfermedades crónico degenerativas, tales como la
José Patrón Correa publicó en 1908 en la Revista Médica diabetes, obesidad, hipertensión arterial y las enferme-
de Yucatán un artículo sobre “la culebrilla” (nombre dades cardiovasculares que en la mayoría tienen como
que se le daba a la desnutrición infantil en el sureste de causa un estilo de vida inadecuado. Sin embargo cabe
México, y que se caracterizaba por la descamación de la destacar que aunque la nutrición juega un papel impor-
piel, similar a la muda de piel de muchas serpientes). A tante, por si sola no disminuye dichas enfermedades, si
partir de este hecho, se originaron investigaciones sobre es un determinante que ayuda a prevenirlas desde sus
las propiedades nutricionales de muchos alimentos, inicios y así lograr una buena salud. La nutrición por lo
pero fue hasta 1943 que se creó el Instituto Nacional de tanto es un proceso a nivel celular que depende de las
Nutriología (INNu) que después cambiará su nombre en características metabólicas del individuo.
1980 a Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubi-
rán (INNSZ), convirtiéndose actualmente en el órgano LA DIMENSIÓN SOCIAL
nacional más importante en cuanto a investigación en “En casi todos los países, los factores sociales y
materia de nutrición (6). culturales tienen un influencia muy grande sobre lo que

1131
Macias a. y cols.

come la gente, cómo preparan sus alimentos, sus prácticas de las estaciones de año se ha modificado provocando
alimentarias y los alimentos que prefieren” (9). En este largos períodos de sequías o bien lluvias exageradas que
sentido intervienen determinantes sociales, culturales consiguen que se pierdan grandes hectáreas de sembra-
(religión y educación) y económicos que afectan a la díos. Aunque la ciencia de la nutrición ha tenido grandes
nutrición de manera directa e indirecta. Por otro lado en la avances no ha sido de igual manera entre las distintas
nueva propuesta de la dimensión social se menciona que dimensiones, tal es el caso de esta, por lo que la nueva
la nutrición va de prácticas individuales a poblacionales tendencia a seguir en esta perspectiva es “asegurarse
surgiendo así el término de nutrición comunitaria (10). de que la práctica de nuestra ciencia apoye ecosistemas
Todos los países tienen una cultura alimentaria en sostenibles y ambientes sanos” y así influir en uno de los
la que se ven inmersos la elección de alimentos y los determinantes de la salud: el medio ambiente (12).
hábitos, en muchas de las ocasiones esta cultura alimen- En la actualidad la disponibilidad de alimentos se
taria limita la ingesta de algunos nutrientes que el cuerpo ha visto afectada por las modificaciones en el medio
necesita, debido a los tabúes o a los malos hábitos. Por ambiente, así la erosión de la tierra ha provocado que
ejemplo en África se cree que si las mujeres consumen en muchos lugares del planeta no se cultiven alimentos
huevo pueden quedar estériles, sin embargo esto no es que con anterioridad era muy frecuente encontrarlos, es
cierto y además limita a las mujeres a obtener la albú- aquí donde interviene la nueva nutrición sostenible que
mina. Aunque se cree que los hábitos nunca cambian o implica que sea ecológicamente sustentable, muestra
son difíciles de modificar, eso no es tan cierto ya que los de ello es la producción de pescados, de un arroz más
hábitos no son los mismos que hace unos años lo que nutritivo, así como frutas y verduras, entre otros (12).
se debe generalmente a cambios sociales y económicos. Por otro lado ante el posible agotamiento del petróleo
Por otro lado la religión juega un papel importante en la como principal fuente de energía se han buscado alterna-
nutrición de los individuos, ya que algunas religiones tivas como los biocombustibles que se obtienen a través
limitan la ingesta de ciertos alimentos lo que conlleva a de azucares, almidones y celulosa de algunos cultivos
no ingerir los nutrientes necesarios que proporcionen un como la caña de azúcar, maíz, sorgo, remolacha y soya.
estado nutricional normal. Cada país tiene características Si se considera que se sufrirá de una escases de granos,
económicas diferentes, por lo que el nivel adquisitivo esto implicaría una baja disponibilidad de granos para
es inequitativo y mientras en un país prevalecen enfer- la alimentación de las poblaciones (13).
medades relacionadas a la baja obtención de nutrientes, Pero los avances en ciencia y tecnología no serán
en otros existen altos índices de enfermedades crónicas suficientes para resolver los problemas gigantescos de
por la alta ingesta de grasas saturadas. preservar los recursos naturales y humanos y así pro-
Por tanto, la nutrición comunitaria es definida como porcionar las respuestas relacionadas con las ediciones
“el conjunto de actividades vinculadas a la salud pública globales tales como la influencia económica/política en
que dentro del marco de la nutrición aplicada se desarro- suministro de alimentos y la nutrición adecuada (11).
llan con un enfoque participativo de la comunidad” (10). La sustentabilidad de la nutrición va a depender de la
Este enfoque nos permite establecer la sustentabilidad cooperación de las estrategias empleadas en todos los
que debe de existir por los miembros de una comunidad países, para lograr con esto que los alimentos estén
para satisfacer sus necesidades nutrimentales, por lo que distribuidos de manera equitativa en todo el planeta,
el futuro de esta nueva ciencia dependerá de marcos en este sentido ha aparecido la denominada ecología
sociopolíticos, culturales y económicos. de la nutrición que se define como “el conjunto de los
Cabe destacar que nuevamente en esta dimensión se sistemas de la nutrición que recomiendan una nutrición
menciona a la salud como un elemento importante en la sana como la manera más conveniente y sostenible de
concepción actual de la nutrición, “en el mundo moder- comer y beber, lo que conlleva a promover una dieta
no, las fronteras fácilmente cruzadas por las enfermeda- saludable, equitativa y sostenible” (14).
des…, la carga social cada vez mayor de enfermedades
crónicas, los factores económicos, sociales y políticos, EDUCACIÓN PARA LA SALUD
repercuten en la salud humana” (11). En la Conferencia Internacional de Promoción de
la Salud de Ottawa en 1986 organizada por la OMS se
LA DIMENSIÓN AMBIENTAL aprobó la Carta de Ottawa en la que se establecen las
La población humana ha aumentado y las conse- bases de la doctrina de la Promoción para la Salud lo que
cuencias en el medio ambiente cada vez son más graves, implica pasar de lo teórico a lo práctico y que además se
dichas modificaciones repercuten en la producción de convierte en la herramienta para lograr la estrategia de la
alimentos ya que en algunas zonas del planeta el curso OMS sobre la Atención Primaria de Salud en Alma Ata

1132
LA TRIDIMENSIONALIDAD DEL CONCEPTO DE NUTRICIÓN: SU RELACIÓN CON LA EDUCACIÓN PARA LA SALUD

(1977) “Salud para todos en el año 2000”. De acuerdo holística de la salud, al ser la nutrición un determinante
con este documento la Promoción para la Salud consiste de la salud en los individuos y presenta una interacción
en proporcionar a la gente los medios necesarios para en el origen de las enfermedades crónicas. Cabe destacar
mejorar su salud y alcanzar un mayor control sobre la que al igual que en la salud, intervienen distintos factores
misma (15). Fue hasta 1990 cuando en América Latina que influyen en la nutrición que no siempre dependen del
se incluyó la Promoción de la Salud como componente individuo sino que ahora también de la comunidad, como
de las políticas nacionales de salud. sucede con las dimensiones de la nutrición que van de un
Acorde con la definición de la Promoción de la nivel macro a micro y de lo colectivo a lo individual, de-
Salud en proporcionar los medios necesarios para bido a que la dimensión ambiental depende de la nutrición
mejorar la salud, surge una nueva interrogante ¿Cómo sustentable que es gestionada por las políticas nacionales
facilitar dichos medios?; una solución a esta incógnita y que en conjunto se busca la cooperación internacional,
fue el desarrollo de una nueva disciplina combinando por otra parte la dimensión social depende esencialmente
a las ciencias de la Educación y la Salud, dando como de los patrones y normas de cultura que establecen los
resultado el término de la Educación para la Salud grupos sociales a los que se pertenecen y finalmente la
(EpS). Aunque no se tiene una fecha exacta de cuando dimensión biológica depende exclusivamente del indivi-
empezó esta disciplina, en la 36ª Asamblea Mundial de duo y de sus características metabólicas y fisiológicas del
la Salud se define a la EpS como cualquier combinación mismo. Debemos de considerar que hablar de nutrición
de actividades de información y educación que lleve a nos remite indudablemente a pensar en la alimentación
una situación en la que la gente sepa cómo alcanzar la que es la manera en como adquirimos los alimentos que
salud y busque ayuda cuando lo necesite (16). nos proporcionan los nutrientes necesarios que nos dan
Cabe destacar que en el desarrollo de esta disciplina el aporte energético, por lo que es inevitable incluir a esta
se dieron lugar dos enfoques de la EpS; el primero se nueva perspectiva de la nutrición un elemento importante
caracterizó por ser informativo prescriptivo, el cual im- la “promoción y educación en materia de nutrición” ya
plicaba un proceso de transmisión de información con una que en las tres dimensiones mencionadas se habla de
intención preceptiva que consistía en orientar actividades reducir riesgos de algunas enfermedades mediante estra-
educativas y en donde los profesionales de la salud son tegias específicas como la sustentabilidad, es por esto que
los únicos que poseían los conocimientos; el segundo una nueva estrategia a involucrar es la educación para la
enfoque surgió como producto de la preocupación de salud, que no sólo va a tener como meta el informar si
la medicina por la conducta y sus resultado en la salud, no también el de prevenir enfermedades crónicas gene-
en este sentido se concebía a la EpS como una serie de ralmente provocadas por una mala nutrición.
intervenciones destinadas a facilitar cambios en la con- Otro punto que debe de recatarse es la comparación
ducta y en los estilos de vida cuyo objetivo era conseguir que existe entre la tridimensionalidad del término de
comportamientos saludables, ambos enfoques dieron salud con el de nutrición, ya que por un lado, la salud
lugar a la concepción de la EpS como cualquier esfuerzo involucra lo biológico, social y psicológico y la nutrición
de proporcionar información y conocimientos relativos implica lo biológico, social y ambiental. Estos avances
al mantenimiento y Promoción de la Salud (17). En este en ambas áreas en las que el objetivo primordial de
sentido la EpS constituye uno de los medios más efectivos ambas es la salud colectiva e individual implica un com-
para modificar creencias, costumbres y hábitos negativos promiso para la formación de futuros profesionales tanto
de la comunidad, además de proporcionar orientación a de la Educación para la Salud como de nutrición, que
la sociedad en relación con los medios para promover, tengan la habilidad de observar a la nutrición como un
proteger y fomentar la salud. El campo de la EpS es muy elemento indispensable en la salud que permita el tener
amplio y dentro de el esta incluido la nutrición (18). Aun- estilos de vida saludables para alcanzar una adecuada
que la EpS tiene una función preventiva y correctiva sus calidad de vida, en este sentido en México se están for-
principales propósitos son la prevención de enfermedades mando educadores para la salud profesionales capaces de
tanto transmisibles como no transmisible (crónicas) y la incidir en los determinantes de la salud, dentro de estos
promoción de estilos de vida saludables, que van a dar se encuentra la nutrición con el objetivo de modificar
como consecuencia una buena calidad de vida (16). actitudes, aptitudes y conductas que repercutan en ad-
quirir estilos de vida saludables, disminuir enfermedades
DISCUSIÓN crónicas y así lograr una mejoría en la calidad de vida
Si bien el concepto de nutrición no es nuevo, la de la población.
tridimensionalidad del mismo sí y se debe de considerar Por otro lado el surgimiento de la educación nutri-
que esta evolución ha ido a la par con la consideración cional como una disciplina enmarcada en la educación

1133
Macias a. y cols.

para la salud, se basa en el modelo biopsicosocial de la un proceso exclusivamente biológico, sin embargo
salud. De acuerdo a lo mencionado es una herramienta actualmente involucra aspectos sociales y ecológicos.
de la educación para la salud para promover una alimen- Se destaca la convergencia entre el concepto de salud y
tación correcta y la adopción de hábitos alimentarios nutrición, a partir de la concepción biopsicosocial del
saludables, que significa la modificación de conductas individuo, motivo por el que se enfatiza la importancia
y finalmente a prevenir enfermedades donde los hábitos de la educación para la salud como herramienta pre-
inadecuados en materia de alimentación representen ventiva y promocional que no solo incluye el aspecto
un factor de riesgo para desarrollarlas. Sin embargo la informativo sino también la modificación de conductas
educación nutricional al estar vinculada con actividades con el objetivo de que el individuo adquiera estilos de
de salud pública tiene un papel fundamental al diagnos- vida saludables. Se concluye con la manera como la
ticar los problemas alimentarios que aquejan tanto a educación para la salud se articula con las tres dimen-
los individuos como a las sociedades, considerando los siones de la nutrición.
aspectos de la tridimensionalidad ya explicados. Debido Palabras clave: salud; promoción de la salud; en-
a que la educación para la salud tiene como objetivo fermedades crónicas; nutrición comunitaria; educación
primordial el promover estilos de vida saludables en las nutricional.
poblaciones, esto un implica un proceso de reaprendizaje
que pretende que el individuo desaprenda los hábitos Dirigir la correspondencia a:
nocivos para su salud y reaprenda aquellos que son Profesora
saludables; es decir; que las personas sean capaces de Adriana Ivette Macias Martínez
modificar sus conductas. Unidad Académica Profesional Nezahualcóyotl
Para dejar en claro la articulación entre la tridimen- Universidad Autónoma del Estado de México.
sionalidad de la nutrición y la educación para la salud se Av. Bordo de Xochiaca s/n.
reduce a que ambas toman en consideración al individuo Colonia Benito Juárez, Nezahualcóyotl,
en su contexto, es decir, dejan de ser unidimensionales Estado de México. México.
al no solo considerarlo desde una dimensión biológica Teléfono. 51 12 64 26
sino también como un ser social y en constante relación E-mail: adrivet_msmz @hotmail.com
con el medio. Por otro, mediante la educación nutricional
lleva consigo un proceso de enseñanza - aprendizaje BIBLIOGRAFIA
tal y como lo hace la educación para la salud, solo 1. Cannon G. Leitzmann C. The new nutrition science
que el reto de esta última no solo implica el transmitir project. Public Health Nutr. 2005; 8:787-794.
conocimientos en materia de nutrición, tiene además el 2. Pereira JM. Historia de la Nutrición. MEDSPAIN,
de modificar conductas inadecuadas en materia de ali- España. 1999.
mentación. Sin embargo el reto implica que se diseñen 3. Beauman C. Cannon G. Elmadfa I. Glasauer P.
estrategias que involucren tanto el conocimiento como la Hoffmann I. et al. The Giessen Declaration. Public
modificación de conductas, para ello algunas alternativas Health Nutr. 2005; 8:783-786
son el adecuar juegos autóctonos de cada país a temas 4. Beauman C. Cannon G. Elmadfa I. Glasauer P.
relacionados con la nutrición. Un ejemplo, en el caso Hoffmann I. et al. The principles, definition, and
de México consistiría en crear la lotería nutricional. dimensions of the new nutrition science. Public
Finalmente los profesionales de educación para la salud Health Nutr. 2005; 8:695–698.
poseen todas las herramientas necesarias para abarcar 5. Bengoa JM. Algunos eslabones de su historia. Nu-
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10/19/2019 Educación nutricional y participación; claves del éxito en la nutrición comunitaria.

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la nutrición comunitaria.
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Resumen
La acción educativa influye en la formación de conductas individuales y Citado por SciELO
colectivas, en la formación y organización de la comunidad, en la generación
de un estado de opinión favorable al cambio y en la posibilidad de modificar Accesos
ciertos hábitos alimentarios negativos.
La Fundación Bengoa ejecuta el PROGRAMA NUTRICIÓN COMUNITARIA, cuyo Links relacionados
propósito es desarrollar y fortalecer capacidades y actitudes en los diferentes
actores, que les permitan mejorar la alimentación y nutrición tanto individual Compartir
como de la comunidad. Este programa se desarrolla a través de proyectos
sociales orientados a fomentar una alimentación saludable, disminuir la Otros
malnutrición y proteger el recurso humano. La población objetivo son los
niños y adolescentes, los representantes y docente de las escuelas. Los Otros
componentes del programa son educación alimentaria y nutricional,
formación para la participación, capacitación en oficios generadores de
ingresos vinculados a la alimentación y evaluación nutricional. Se ha Permalink
trabajado en 30 comunidades y centros educativos. La cobertura hasta la
fecha es de 6563 niños, 603 representantes y 275 docentes. Entre sus logros
se encuentra el fortalecimiento de escuelas y docentes para la enseñanza de
la alimentación y nutrición y la modificación o eliminación de hábitos alimentarios familiares negativos. La
ejecución de este programa de ha sido posible mediante alianzas con organismos públicos y empresas privadas. De
esta forma, se ha trabajado en un modelo que permite poner en práctica los principios de corresponsabilidad
social, mediante la unión de distintos actores en el desarrollo de acciones que puedan ser transferibles y
sostenibles por las comunidades.
Palabras Claves: Nutrición comunitaria, educación nutricional, participación comunitaria

Nutritional education and participation: Keys to success in community nutrition.


Abstract:

Education influences both individual and collective conducts in the formation and organization of the community in
the generation of a favorable approach towards change and the possibility of modifying negative feeding habits.
Foundation Bengoa executes community nutrition programs, whose purposes are the development and
strengthening of the capacities and attitudes of the different actors involved that could improve feeding and
nutrition at individual and collective levels. The development of this program is performed through social projects
whose goal is to diminish malnutrition and to promote healthy feeding habits and protect human resources. The
target population consists of children and adolescents, their parents and teachers. The components of the program
are: nutrition education, community participation, training in jobs related to food and nutrition and nutritional
evaluation. We have worked in 30 communities and schools. The sample consists of 6563 children and adolescents,
603 parents and 275 teachers. Results include the strengthening of schools and professionals in the teaching of
food and nutrition and the modification of inadequate feeding habits. The execution of this program counts with the
alliance of both public and private organizations. A model that allows the principle of social co-responsibility is
presented with the participation of different actors in the development of transferable and sustainable strategies in
the community.
Key words: community malnutrition, nutritional education, community participation.
Introducción
ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-07522005000100024&lng=es&nrm=iso&tlng=es 1/4
10/19/2019 Educación nutricional y participación; claves del éxito en la nutrición comunitaria.
El tema de esta conferencia, se refiere el uso de las estrategias educativas en nutrición en comunidades
sensibilizadas participando, como parte del éxito de los programas de educación en nutrición.
Muchos han definido la educación alimentaria nutricional, también llamada educación nutricional. La OPS/INCAP la
define como aquella que promueve mejoras en los conocimientos, las actitudes y las prácticas de las personas,
para lograr una vida más san y productiva (1). Más recientemente, Beghin en el 2001, dice que es un "conjunto de
actividades de comunicación que buscan una modificación voluntaria de prácticas que influyan en el estado
nutricional, con el objetivo de mejorarlo" (2). De esta definición se destacan cuatro aspectos:

1. La educación en nutrición se distingue de otras intervenciones por su carácter de actividad de comunicación,


donde su intervención reside en la transmisión de mensajes

2. La educación en nutrición busca la modificación de prácticas juzgadas no deseables, aunque modificables, así
como de reforzar las prácticas juzgadas positivas.

3. Están en juego no sólo los hábitos alimentarios, sino además otras prácticas que determinan el estado
nutricional

4. Esta modificación de prácticas relacionadas con la nutrición, debería ser el resultado de un acto voluntario.
Este cambio debe ser consciente y no con sentido de culpa.

La educación alimentaria nutricional promueve la participación activa de toda la población para que cuiden de su
propia salud y nutrición (1). De allí la importancia de la participación de la población en éstos programas. Se
entiende por participación comunitaria "la implicación voluntaria y activa de los grupos y de las comunidades
locales hacia todos los estados de un programa de promoción de la salud" (3). Es decir, hay que contar con la
participación consciente y responsable de las personas residentes en las comunidades hacia el problema nutricional
y de salud. Que está ligado a otros factores ambientales, económicos, sociales, educativos y culturales, que
exacerban aún más el problema nutricional.
En nuestras visitas a las comunidades nos encontramos con esta realidad, en donde es muy fácil pensar que se
está vulnerando la seguridad alimentaria de estos hogares. La inseguridad alimentaria de estas familias, limita la
capacidad de obtener, produciendo o comprando, los alimentos suficientes para satisfacer las necesidades
nutricionales de sus miembros (4). Pero además, la seguridad alimentaria familiar se vincula directamente al uso
que le dan estas familias a los alimentos, lo cual tiene estrecha relación con los conocimientos y con el nivel
educativo del jefe de familia y del ama de casa; y con la cultura alimentaria de la población (5).
Con esta perspectiva, la Fundación Bengoa ejecuta como área estratégica de acción el Programa de Nutrición
Comunitaria, con el propósito de desarrollar y fortalecer capacidades y actitudes en los diferentes actores, que les
permitan mejorar la alimentación y nutrición tanto individual como en la comunidad (6).

Este programa se desarrolla en los proyectos sociales orientados a fomentar la alimentación saludable, disminuir la
malnutrición y proteger el recurso humano, para lo cual utiliza diversas estrategias, entre ellas la lúdica y el
aprender haciendo. Se sustenta en el desarrollo local, que no trata solamente de resolver problemas, sino también,
de reforzar capacidades presentes en la población. La ejecución de estos proyectos se hace mediante alianzas
estratégicas con organismos públicos y empresas privadas. Se trabaja con un modelo que permite poner en
práctica los principios de corresponsabilidad social, con la incorporación de distintos actores (Figura 1).

Figura 1. Actores de la corresponsabilidad.

Estos programas tienen como objetivo central a los niños y adolescentes, por ser el principal recurso del país,
incorpora a los padres y representantes, por su papel fundamental en la formación y socialización de los hijos y por
su condición de principales responsables de la protección de los niños y adolescentes establecidos en la Ley
Orgánica de Protección del Niño y Adolescente (7). Igualmente la escuela, con su personal directivo y docente, por
sus potencialidades para actuar como elementos líder en funciones de articulación, participación y comunicación
con la comunidad (Figura 2).

ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-07522005000100024&lng=es&nrm=iso&tlng=es 2/4
10/19/2019 Educación nutricional y participación; claves del éxito en la nutrición comunitaria.

Figura 2. Actores de los Proyectos.

Los componentes del programa son:

Educación alimentaria y nutricional

Formación para la participación

Capacitación en oficios vinculados a la alimentación

Vigilancia nutricional

Seguimiento y evaluación

Educación alimentaria y nutricional

Se forman y capacitan en talleres, en actividades donde participan los padres y los docentes en técnicas y
herramientas que les permitan mejorar la alimentación y nutrición en la familia y la comunidad, con los recursos
disponibles. Se utilizan los mensajes de las Guías de Alimentación, que se adaptan en actividades que toman en
cuenta y respeta la cultura alimentaria de cada región (8). El docente recibe un reforzamiento de sus
conocimientos para de esta manera mejorar la transferencia de los contenidos a los niños: La capacitación
incorpora estrategias educativas novedosas, entre ellas la lúdica, actividades recreativas y de actividad física, que
facilitan el aprendizaje con actividades divertidas (8).

Formación para la participación

Se busca desarrollar capacidades en la comunidad para que asuman su papel para asegurar la sostenibilidad y
permanencia de los proyectos una vez finalizada la intervención. La sostenibilidad puede definirse como la
capacidad para mantener el impacto positivo de un programa, o conseguir mejoras adicionales ulteriores, una vez
que éste haya logrado sus objetivos (9). Entre estas estrategias se encuentra, que la comunidad aprenda a
identificar su realidad social vinculada a la salud y la alimentación, el diseño de proyectos comunitarios viables y
factibles de a ser desarrollados por ellos mismos, que busquen aliviar algunos problemas sentidos de alimentación
y nutrición en la comunidad. Además, este componente promueve la participación social y organización de grupos
voluntarios, para que colaboren multiplicando los contenidos, así como también en el papel de emprendedores
activos en la comunidad (6).

Capacitación en oficios vinculados a la alimentación


La capacitación en oficios generadores de ingresos vinculados a la alimentación, forma a las madres y
representantes en técnicas y herramientas para elaborar preparaciones de alimentos que puedan ser utilizados
para incrementar el ingreso de la familia, así como también para mejorar su consumo y de esta manera
incrementar la diversidad de la dieta familiar. Entre ellas se encuentran talleres de panadería, repostería y dulcería,
entre otros (10).

Vigilancia nutricional

Se capacitan a padres, docentes y jóvenes en técnicas antropométricas, para que en las escuelas se instrumente
un programa permanente de vigilancia nutricional, para así detectar y atender a los niños en riesgo de
malnutrición, tanto por déficit, como por exceso. Se utiliza la metodología y tablas de referencias de la OMS para
implementar este componente (11, 12). En las escuelas se articula con actividades de vigilancia del consumo de
alimentos, con especial énfasis donde existen los programas de suplementación alimentaria, tales como comedores
escolares y merienda escolar.

Seguimiento y evaluación
El último componente, pero no menos importante, es el de seguimiento y evaluación, en donde se analiza el
desarrollo del proyecto, se verifica la calidad de la información que se está transfiriendo y se ajusta en la ejecución
las acciones en desarrollo por ejemplo, se verifica como se hace la transferencia de los conocimientos a los niños
por el docentes. De esta manera, se puede ejercer un control del cómo y el para que se hace, para de este modo
poder tomar medidas correctivas, siempre que sean necesarias. Esto se realiza mediante variadas estrategias, tales

ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-07522005000100024&lng=es&nrm=iso&tlng=es 3/4
10/19/2019 Educación nutricional y participación; claves del éxito en la nutrición comunitaria.
como aplicación de pre y postest de conocimientos (antes y después de los talleres), actividades lúdicas y
actividades culturales que permiten evaluar de una manera indirecta el impacto del proyecto.

La Fundación Bengoa ha trabajado hasta estos momentos, en 19 comunidades rurales del Municipio Arismendi del
estado Sucre y 2 de los estados Carabobo y Miranda. Los proyectos en las zonas urbanas se han localizado en los
estados Carabobo, Miranda, Vargas y área Metropolitana de Caracas. Se ha trabajado con 275 docentes, 603
madres y representantes y 6563 niños de 30 escuelas y centros educativos. Dichos proyectos han contado con el
financiamiento del sector público y privado.

Entre los principales logros se encuentran el fortalecimiento para la enseñanza de la alimentación y nutrición de las
escuelas y docentes. Se ha conseguido la creación y fortalecimiento de vínculos entre los miembros de las
comunidades educativas y las escuelas. Se ha evidenciado la mejora de algunos hábitos alimentarios familiares
negativos, como por ejemplo, la disminución del consumo de café negro en la población infantil. Durante los
concursos de recetas realizados en las comunidades participaron y ganaron recetas con alimentos pocos utilizados
y catalogados como de menor prestigio, entre ellos las sardinas y las leguminosas.

Las madres expresan el cambio en la percepción del concepto de la alimentación como elemento fundamental para
una vida saludable. En la Escuela Pedro Camejo los representantes y jóvenes se organizan para actuar como
comité de vigilancia de los comedores escolares, durante y después de concluido el programa en esa institución.

En la escuela María Escamillo el programa fue un agente motivador para que los padres se organizaran en
cooperativas para la compra y venta de alimentos. A pesar del poco tiempo desarrollando este programa,
consideramos que se han tenido logros importantes, gracias al apoyo, receptividad y participación de las
comunidades (6).
¿Hacia donde queremos ir en la Fundación Bengoa con este programa?

La Fundación Bengoa continúa en la transferencia de conocimientos en las comunidades y en la medida que éstas,
se sientan protagonista en la búsqueda de soluciones a los problemas de alimentación, nutrición y salud, la
nutrición comunitaria será realmente exitosa.
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Health Organization 1986; 64 (6): 929-941. [ Links ]

Urbanización Altamira,8º Transversal con 7ª Avenida. Quinta Pacairigua. Caracas. Venezuela


Código Postal 1010.Teléfono: 2637127 - 2636918

maritzal@telcel.net.ve fbengoanutricion@cantv.net

ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-07522005000100024&lng=es&nrm=iso&tlng=es 4/4
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Promoción de la salud basada en la evidencia: ¿realmente funcionan los


programas de salud comunitarios?

Article  in  Atención Primaria · May 2005


DOI: 10.1157/13075472

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Rafael Cofiño
Public Health Department. Asturias Goverment.
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REFLEXIONES EN MEDICINA DE FAMILIA 82.771

Promoción de la salud basada en la evidencia:


¿realmente funcionan los programas de salud
comunitarios?
R. Cofiño Fernándezª, B. Álvarez Muñozª, S. Fernández Rodríguezb y R. Hernández Albaª

La salud pública, así definida, no es una ra- venciones dentro de nuestra cultura bio-
ma de la medicina, tal como se concibe en médica es evidente. Curiosamente se pre-
España, sino, antes al contrario, la medicina senta la paradoja de que, muchas veces, su

LECTURA RÁPIDA
constituye una rama de la salud pública. pertinencia se refleja de forma profusa en
V. NAVARRO las agendas políticas, pero sin acompañarse
de una clara repercusión presupuestaria
El desarrollo de actividades de promoción que conforme la coherencia de estos dis-

La especialidad de
de la salud y de actuaciones preventivas es cursos. La especialidad de medicina fami-
medicina familiar y uno de los pilares sobre los que se funda- liar y comunitaria mantiene, en demasiadas
comunitaria mantiene, en mentan la organización y el trabajo de los ocasiones y por diversos motivos, una hi-
demasiadas ocasiones y por equipos de atención primaria1,2. La Orga- pertrofia de su nombre (medicina) a costa
diversos motivos, una nización Mundial de la Salud considera de una hipotrofia del primer apellido (fa-
hipertrofia de su nombre imprescindible la participación y responsa- miliar) y una importante atrofia del segun-
(medicina) a costa de una bilidad de las comunidades para el desarro- do (comunitaria). La formación pregrado
hipotrofia del primer llo de su salud, y a la atención primaria en nuestro país es un claro ejemplo de có-
apellido (familiar) y una orientada a la familia y la comunidad como mo se pueden obviar determinados conte-
importante atrofia del
una de las principales estrategias de actua- nidos a favor de una serie de epónimos y
segundo (comunitaria).
ción3. patologías que poco tienen que ver, en tér-
▼ La integración en las funciones de los minos de salud pública y salud comunita-
A lo largo del artículo equipos de «intervenciones preventivas ria, con los problemas de las poblaciones
presentaremos algunas clásicas» (inmunizaciones) ha sido fácil- con que trabajamos a diario.
reflexiones sobre aspectos mente asumida tanto por parte de los or- Uno de los argumentos expuestos para jus-
de la evaluación y la
ganismos de la administración como por tificar esta escasa implantación de las
evidencia en ACPS, y
los propios profesionales sanitarios. Con la ACPS en el contexto de la atención prima-
señalaremos recursos
disponibles en la web sobre
integración de las actividades comunitarias ria es la inexistencia de evidencias para es-
evidencias en ACPS que de promoción de la salud (ACPS), la situa- te tipo de intervenciones en comparación
justifican la pertinencia de ción ha sido totalmente distinta. El me- con otras de marcado contenido biomédi-
dichas intervenciones. nosprecio que siguen teniendo estas inter- co que sí la tienen.
A lo largo del artículo presentaremos algu-
■ aSección de Programas de Prevención. Consejería de nas reflexiones sobre aspectos de la evalua-

Salud y Servicios Sanitarios. Oviedo. Asturias. ción y la evidencia en ACPS, y señalaremos
España.
Promoción de la salud y bSección
recursos disponibles en la web sobre evi-
de Promoción de la Salud. Consejería de
evidencia Salud y Servicios Sanitarios. Oviedo. Asturias. dencias en ACPS que justifican la perti-
España.
La evaluación de dichas nencia de dichas intervenciones.
ACPS requiere una
Correspondencia: Rafael Cofiño Fernández.
metodología diferente de Sección de Programas de Prevención. Dirección Promoción de la salud y evidencia
aquellas otras actuaciones General de Organización de las Prestaciones
Sanitarias. Consejería de Salud y Servicios Entendemos por promoción de la salud el
en la que la relación de Sanitarios. proceso de capacitación de las personas pa-
causalidad entre General Elorza, 32. 33001 Oviedo. Asturias. España.
Correo electrónico: rafaelcf@princast.es ra aumentar el control sobre su propia salud
intervención y efecto es
Manuscrito recibido el 26 de agosto de 2004. y mejorarla4. Se trata de un proceso com-
más sencilla y predecible Manuscrito aceptado para su publicación el 2 de
(fármaco-resultado). febrero de 2005.
plejo en el que interaccionan estrategias co-
mo la educación para la salud, la puesta en
Palabras clave: Actividades comunitarias de salud.
Promoción de la salud. Educación para la salud. marcha de políticas saludables y la movili-

Medicina basada en la evidencia. Evaluación de


programas. zación social5. Una primera descripción del
amplio abanico de actividades de promo-

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Fernández R,se
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Promoción de la salud basada en la evidencia: ¿realmente funcionan los programas
de salud comunitarios? REFLEXIONES EN MEDICINA DE FAMILIA

Modelo I Modelo II Modelo III Modelo IV Modelo V

Planificación Administración Sociedades Personal sanitario Administración Asociaciones


Agentes (personal científicas (asociaciones) (asociaciones)
sanitario)

Ejecución Personal sanitario Personal Personal sanitario Asociaciones Asociaciones


sanitario (asociaciones)

Financiación Administración Sociedades Personal sanitario Administración Asociaciones


científicas (asociaciones)

Escenario Actividades comunitarias


Actividades sanitarias en consulta (fuera del centro de salud: zona básica
(dentro del centro de salud) de salud: escuela, locales de asociaciones, calle)

Áreas de trabajo Educación sobre factores de riesgo Desarrollo comunitario. Participación en


Grupos de apoyo a pacientes asociaciones civiles
Talleres de habilidades EPS en centros educativos
EPS en organizaciones comunitarias
Programa de educación de calle

Administración: administración sanitaria y/o administración municipal.


Asociaciones: organizaciones no gubernamentales, organizaciones ciudadanas, fundaciones.

FIGURA
Modelos de actividades de promoción de la salud.
1

ción de la salud puede realizarse teniendo resultados6. Es preciso valorar el contexto y


en cuenta distintos puntos de entrada: los la aplicabilidad de la intervención en otros
agentes que intervienen en la planificación, escenarios, así como conocer el impacto

ejecución y financiación; la metodología de que ha tenido la intervención sobre las per- LECTURA RÁPIDA

actuación, y los escenarios y las áreas de tra- sonas a las que iba dirigida y los profesio-
bajo6,7 (fig. 1) . Sus actividades trabajarán, nales que la han desempeñado. Esto permi-
por tanto, sobre cambios y comportamien- tirá comprender de los mecanismos por los

tos en la población y sobre creación de en- que ha funcionado, o no, la intervención.
La evaluación se hará sobre
tornos saludables7,8. En consecuencia, la La evaluación se hará sobre diversos ejes de diversos ejes de las ACPS.
evaluación de dichas ACPS requiere una las ACPS (fig. 2). Por todo esto, la utiliza- Por todo esto, la utilización
metodología diferente de aquellas otras ac- ción de forma complementaria de investi- de forma complementaria
tuaciones en la que la relación de causalidad gación cuantitativa y cualitativa será un re- de investigación cuantitativa
entre intervención y efecto es más sencilla y quisito indispensable para establecer una y cualitativa será un
predecible (fármaco-resultado). La evalua- evaluación global de las ACPS6,9-12. En requisito indispensable para
ción de las ACPS supone tener en cuenta consecuencia, la valoración de la evidencia establecer una evaluación
aspectos relacionados con el impacto y los de las ACPS ha de ser coherente con esta global de las ACPS.

FIGURA ■
Niveles de evalua-
2 ción en activida-
Resultados
sociales y de salud
Medidas de morbilidad,
mortalidad, discapacidad,
calidad de vida, equidad
des de promoción
de la salud7. Resultados
Medidas de hábitos y estilos
de vida, prestación de servicios
preventivos, accesibilidad
intermedios de salud Medidas de creación de entornos
saludables

Medidas de mejora del conocimiento, habilidades,


Resultados de actitudes, participación comunitaria, opinión pública,
políticas saludables, asignación de recursos,
promoción de la salud organización comunitaria y política

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REFLEXIONES EN MEDICINA DE FAMILIA de salud comunitarios?

TABLA Algunas consideraciones sobre la evidencia en actividades


1 de promoción de la salud

1. El patrón de referencia utilizado habitualmente en evidencia (el ensayo controlado aleatoriamente) no podrá emplearse

LECTURA RÁPIDA
en todas las ocasiones:
Por la complejidad de las ACPS
Por el coste de los ensayos controlados aleatoriamente

2. La utilización de estudios observacionales puede ser adecuada para valorar ACPS. De todas formas, en la valoración
Buscando pruebas habitual de niveles de evidencia no se diferencian los distintos tipos de estudios observacionales
Algunas páginas web donde
3. Información sobre el proceso, el contexto, interacciones entre la intervención y el contexto o la reproducibilidad de la
hay acceso a referencias de intervención no se tienen en cuenta habitualmente en la valoración de la evidencia
evaluaciones y revisiones
4. La identificación de los intereses de la comunidad a la que va dirigida la intervención es un elemento clave en la
sistemáticas sobre ACPS.
valoración de la evidencia en ACPS
5. Determinadas líneas de investigación biomédica tienen un apoyo considerable de la industria farmacéutica. Las ACPS
▼ nunca (o casi nunca) serán financiadas por estas empresas en igual proporción. El impacto de las primeras en
1. City of Hamilton-Public formación e investigación será mayor
Health and Community
ACPS: actividades comunitarias de promoción de la salud.
Services: Effective Public Puntos 1, 2, 3 y 4, modificados de Rychetnik et al9.
Health Practice Project.

▼ evaluación global y tener en cuenta las par- TABLA Dimensiones


2. Community Guide ticularidades de las actividades comunita- 2 de la evidencia16
Services. Dentro de la rias (tabla 1).
página web los exámenes 1. Fuerza de la evidencia
En las principales clasificaciones utilizadas
sistemáticos evalúan la Nivel de evidencia: tipo de estudio empleado (I, II, II-1,
de evidencia científica, los niveles de ésta se II-2, III-3, IV)
evidencia de eficacia que
estiman solamente teniendo en cuenta el
luego es traducida a una Calidad: método empleado para minimizar sesgos en el
recomendación o un nivel
diseño del estudio14 y no otro tipo de di- estudio
de hallazgo de evidencia. mensiones. Los componentes de la eviden-
Precisión: grado de certeza sobre la existencia de un
cia en las ACPS son la efectividad, el mar- verdadero efecto en la intervención realizada (intervalos
co teórico sobre el que se fundamenta la de confianza y valores de p)

intervención y la existencia de contenidos 2. Tamaño del efecto
3. EPPI-Centre. Se encuentra
definidos y repetibles que disminuyan la Efecto de la intervención en relación con no haber
una revisión de la
investigación existente sobre
variabilidad en su aplicación15. Será por intervenido, haber usado un placebo o haber usado otra
promoción de la salud. tanto necesario plantear la introducción de intervención
otras dimensiones para valorar la evidencia 3. Relevancia de la evidencia
en las ACPS9,16 (tabla 2), a fin de evitar Interés de la intervención para la población

que una clasificación de «no suficiente evi- Estudio de efectos a corto y largo plazo
4. HDA (Health Development
Agency). Difusión de
dencia» deje fuera de las agendas políticas y
Posibilidades de trasladar el estudio a otros contextos
evidencias en salud pública asistenciales actuaciones que en realidad sí
orientadas a reducir las funcionan.
desigualdades en salud.
Buscando pruebas 1. City of Hamilton-Public Health and
A continuación reseñaremos información Community Services: Effective Public Health
de referencia de algunas páginas web don- Practice Project. La iniciativa parte de un

de hay acceso a referencias de evaluaciones trabajo conjunto entre los Servicios Co-
y revisiones sistemáticas sobre ACPS. Mu- munitarios y de Salud Pública de la Ciu-
chos de estos sitios brindan además infor- dad de Hamilton (Ontario, Canadá) y el
mación metodológica sobre promoción de Ministerio de Salud, con la participación
la salud. Hemos optado por aquellos enla- de diversas asociaciones ciudadanas y la
ces en los que se aporta un claro enfoque Asociación de Salud Pública de Ontario.
comunitario, en los que se garantiza un ac- 2. Community Guide Services. Página del
ceso online a la documentación y aquellos Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos
que se desarrollan desde agencias líderes de de la Comunidad desarrollado desde los
salud mundial. También se presentan enla- Centers for Disease Control y el Departa-
ces a bases de datos sobre ACPS desarro- mento de Salud y Servicios Humanos de
lladas en nuestro medio (tabla 3). Estados Unidos. El grupo se desarrolló en

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Promoción de la salud basada en la evidencia: ¿realmente funcionan los programas
de salud comunitarios? REFLEXIONES EN MEDICINA DE FAMILIA

TABLA Principales páginas de evidencias en promoción de la salud


3 e intervenciones comunitarias

City of Hamilton-Public Health and Community Services: Effective Public Health Practice Project



LECTURA RÁPIDA
http://www.hamilton.ca/phcs/EPHPP/EPHPPResearch.asp
Community Guide Services
http://www.thecommunityguide.org/

EPPI-Centre
5. HEN (Health Evidence
http://eppi.ioe.ac.uk/EPPIWeb/home.aspx Network). Se encuentran las
HDA (Health Development Agency) mejores prácticas para el
http://www.hda-online.org.uk/evidence/
control del consumo de
tabaco y alcohol, la
HEN (Health Evidence Network)
efectividad de
http://www.euro.who.int/hen intervenciones para
Campbell Collaboration disminuir el número de
http://www.campbellcollaboration.org/
embarazos en adolescentes
y el papel de los servicios
Informed Health Online
comunitarios de atención
http://www.informedhealthonline.org/item.aspx en salud mental.
Benchmarking Public Health in Ontario
https://www.benchmarking-publichealth.on.ca/cfdocs/index2.cfm?file=home
PACAP (Programa de Actividades Comunitarias en Atención Primaria) ▼

http://www.pacap.net 6. Campbell Collaboration.


Revisiones sistemáticas de
Grupo de Trabajo en Atención Primaria Orientada a la Comunidad (APOC)
diversas intervenciones en
http://www.apoc-copc.org/home.htm áreas sociales, del
Grupo APOC de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria comportamiento,
http://www.scmfic.org/php/scmfic-scmfic_comp-T_gt_components_gruptreball-1059664715472_path- educación y justicia.Trabaja
comp_1059664715472.php estrechamente con la
Cochrane.
Grupo de Atención Comunitaria de la Sociedad Vasca de Medicina Familiar y Comunitaria
http://www.osatzen.com/pacapquienes.asp
Grupo de Atención Comunitaria de la Sociedad Extremeña de Medicina Familiar y Comunitaria

http://www.sexmfyc.org/sexmfyc/grupos/pacap_pres.htm 7. Informed Health Online. Es
SIPES (Sistema de Información sobre Promoción y Educación para la Salud) favorecer la difusión de las
http://sipes.msc.es/ recomendaciones de la
Colaboración Cochrane de
una forma accesible.

1996 con los objetivos de ejercer el lideraz- Centre se desarrolla dentro de la Unidad de
go en evaluación y revisión de estrategias Investigación de Ciencias Sociales del Insti-
de salud pública, de cuidado de las comu- tuto de Educación de la Universidad de
nidades y de adecuación de los sistemas sa- Londres. Se estableció en 1993 con el objeti-

nitarios de salud. vo de establecer revisiones sistemáticas de la


Presenta información referente a una serie evidencia científica en determinadas áreas de
de temas como alcohol, accidentes de trá- intervención social. Entre sus líneas de traba-
fico, actividad física, tabaco. La Task Force jo se encuentra una revisión de la investiga-
realiza exámenes sistemáticos en interven- ción existente sobre promoción de la salud.
ciones de salud. Dentro de la página web En el marco del EPPI-Centre se encuen-
los exámenes sistemáticos evalúan la evi- tra el Cochrane Health Promotion & Pu-
dencia de eficacia que luego es traducida a blic Health Field. Ésta es la sección de la
una recomendación o un nivel de hallazgo Cochrane encargada de la elaboración y la
de evidencia. difusión de revisiones sistemáticas sobre
Tiene un apartado en castellano donde se intervenciones en promoción de la salud y
resumen algunas de las evidencias de la guía. salud pública.
3. EPPI-Centre. Evidence for Policy and El EPPI-Centre mantiene 2 potentes re-
Practice Information and Co-ordinating gistros:

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REFLEXIONES EN MEDICINA DE FAMILIA de salud comunitarios?

– El DoPHER (Base de Datos de Revi- científicas a la población general para


sión de Efectividad en Promoción de la mantener, mejorar y favorecer la toma de
Salud): contiene cerca de 700 revisiones y decisiones en el ámbito de la salud. Un ob-

LECTURA RÁPIDA
permite la búsqueda por población diana, jetivo clave de esta organización es favore-
intervención de salud y metodología de re- cer la difusión de las recomendaciones de
visión. la Colaboración Cochrane de una forma
▼ – El TRoPHI (Base de Datos de Ensayos accesible.
8. Benchmarking Public de Intervenciones de Promoción de Sa- 8. Benchmarking Public Health in Ontario.
Health in Ontario. Propone lud): contiene ensayos comunitarios alea- El benchmarking, una herramienta utiliza-
una búsqueda sistemática torizados y no aleatorizados. En la actuali- da en los programas de mejora continua de
de las mejores prácticas de dad dispone de unas 1.000 entradas. Estos la calidad y en la gestión por procesos, pro-
otras instituciones para su registros también se incluyen en la Coch- pone una búsqueda sistemática de las me-
posterior adaptación al
rane Central Register of Controlled Trials. jores prácticas de otras instituciones para
contexto de trabajo local. ▼
su posterior adaptación al contexto de tra-
En nuestro país podemos
señalar las principales
4. HDA (Health Development Agency) . Ser- bajo local. Además de ayudar a la imple-
intervenciones. vicio de información desarrollado por el mentación de los programas sobre la base
National Health Service. Entre uno de sus de esas buenas prácticas, se permite gene-
objetivos clave está la difusión de evidencias rar indicadores de evaluación comunes y
en salud pública orientadas a reducir las de- una cultura de trabajo en red entre diversas

PACAP (Programa de
sigualdades en salud. Incluye la base de da- instituciones. La web está hospedada en la
Actividades Comunitarias en tos de búsquedas de evidencia en salud pú- página de la ciudad de Ottawa y cuenta
Atención Primaria). Se tiene blica que utiliza el National Health Service. con el patrocinio de diversas agencias de
acceso a las 5. HEN (Health Evidence Network). HEN salud pública canadienses.
recomendaciones es un servicio de información para la salud
metodológicas del PACAP pública y la planificación sanitaria en la Dentro del trabajo de atención primaria en
y a la revista Comunidad. Región Europea. Se trata de un proyecto nuestro país podemos señalar las principa-
coordinado por la Organización Mundial les intervenciones que se están haciendo en
de la Salud que cuenta con el apoyo de atención comunitaria:
▼ múltiples agencias y organizaciones, con el
Grupo de Trabajo en Atención objetivo de responder preguntas y susten- 1. PACAP (Programa de Actividades Comu-
Primaria Orientada a la tar evidencias en actuaciones en salud co- nitarias en Atención Primaria). Página web
Comunidad. Describe munitaria. de la iniciativa desarrollada a mediados de
información básica sobre el Entre las revisiones disponibles en actua- los noventa desde la Sociedad Española de
grupo y sus actividades. ciones comunitarias se encuentran las me- Medicina Familiar y Comunitaria, con el
jores prácticas para el control del consumo ánimo de impulsar las actuaciones comu-
de tabaco y alcohol, la efectividad de inter- nitarias en atención primaria, establecer un
venciones para disminuir el número de trabajo en red de las experiencias existen-
embarazos en adolescentes y el papel de los tes y reforzar la metodología de las inter-

servicios comunitarios de atención en sa- venciones.


lud mental. En la página se tiene acceso a las recomen-
6. Campbell Collaboration. Campbell Co- daciones metodológicas del PACAP y a la
llaboration es una organización internacio- revista Comunidad, y se permite la posibili-
nal sin ánimo de lucro entre cuyos objeti- dad de inscripción a la Red de Actividades
vos figuran la preparación y difusión de Comunitarias.
revisiones sistemáticas de diversas inter- 2. Grupo de Trabajo en Atención Primaria
venciones en áreas sociales, del comporta- Orientada a la Comunidad. Página web del
miento, educación y justicia. Trabaja estre- Grupo de Trabajo en Atención Primaria
chamente con la Cochrane. Orientado a la Comunidad, cuyo núcleo de
7. Informed Health Online. Website desarro- origen en 1987 fue el Grupo de Trabajo de
llado por la Fundación de Educación e In- la Societat Catalana de Medicina Familiar
vestigación en Salud, con sede en Mel- i Comunitària. Describe información bási-
bourne (Australia). El objetivo de esta ca sobre el grupo y sus actividades, y da ac-
fundación se basa en los principios de la ceso a información bibliográfica y enlaces a
promoción de salud. Favorece la accesibili- páginas de evidencia en el contexto de in-
dad de la información sobre evidencias tervenciones comunitarias.

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Promoción de la salud basada en la evidencia: ¿realmente funcionan los programas
de salud comunitarios? REFLEXIONES EN MEDICINA DE FAMILIA

trovertidos en promoción de la salud. Dimen-


Diversas sociedades autonómicas mantie- sión Humana. 1998;2:29-34.
nen grupos locales de actividades comuni- 6. Hawe P, Degeling G, Hall J. Evaluación en
tarias vinculados al PACAP. promoción de la salud. Guía para trabajadores



LECTURA RÁPIDA
3. SIPES. El Sistema de Información sobre de la salud. Barcelona: Masson; 1993.
Promoción y Educación de la Salud se crea 7. Unión Internacional de Promoción de la Sa-
lud y Educación para la Salud para la Comi-
en el marco del Consejo Interterritorial del sión Europea. La evidencia de la eficacia de la
Sistema Nacional de Salud. Trata de ofre- promoción de la salud. Madrid: Ministerio de ▼
cer información sobre las actuaciones de Sanidad y Consumo; 2000. SIPES. Trata de ofrecer
promoción de la salud que funcionan en las 8. Nutbeam D. Glosario de promoción de la Salud información sobre las
distintas comunidades autónomas. Está en [monografía en Internet]. Ginebra: Organiza- actuaciones de promoción
ción Mundial de la Salud, 1998. Disponible en: de la salud que funcionan
fase inicial de desarrollo. http://www.who.int/hpr/NPH/docs/hp_glos- en las distintas
sary_sp.pdf
comunidades autónomas.
¿Hacia dónde vamos? 9. Rychetnik L, Frommer M, Hawe P, Shiell A.
La existencia de evidencias científicas para Criteria for evaluating evidence on public he-
el desarrollo de ACPS justifica plenamen- alth interventions. J Epidemiol Community
Health. 2002;56:119-27. ■
te su integración en las carteras de servi- 10. Thomas J, Harden A, Oakley A, Oliver S,
cios de atención primaria. Las principales ▼
Sutcliffe K, Rees R, et al. Integrating qualita-
¿Hacia dónde vamos?
agencias de salud mundiales han desarro- tive research with trials in systematyc reviews.
BMJ [serie en Internet] 2004 Abril [citado La existencia de evidencias
llado apartados específicos en sus webs pa-
18/11/2004];328 (7432). Disponible en: científicas para el desarrollo
ra almacenar dichas evidencias. No realizar de ACPS justifica
http://bmj.bmjjournals.com/cgi/content/full/
su puesta en marcha en atención primaria 328/7446/1010 plenamente su integración
ha de justificarse desde criterios políticos, 11. Sarrado JJ, Clèries X, Ferrier M, Kronfly E. en las carteras de servicios
organizativos, motivacionales o formati- Evidencia científica en medicina: ¿única alter- de atención primaria.
vos, pero no amparándose en niveles de nativa? Gac Sanit. 2004;18:235-44.
evidencia insuficientes. 12. March Cerdá JC, García Calvente M, Prados
Torres A. Los métodos de investigación y eva-
Mejorar la formación en metodología so- ■
luación en promoción de la salud. En: Martí-
bre implantación de ACPS en atención nez Navarro F, Antó JM, Castellanos PL, Gili
primaria17, tener en cuenta las recomenda- M, Marset P, Navarro V, editores. Salud públi-
ciones sobre la integración de actividades ca. Madrid: McGraw-Hill; 1999. p. 363-84.
comunitarias realizadas por algunas socie- 13. Water E, Doyle J. Evidence-based public he-
alth. Cochrane update. J Public Health Med.
dades autonómicas de medicina de 2003;25:72-5.
familia18,19 y establecer una revisión más 14. Preventive Task Force. Guide to clinical pre-
amplia de las distintas dimensiones que ventive services: an assessment of the effecti-
comprende la evidencia en promoción de veness of 169 interventions. Baltimore: Wi-
la salud y en el contexto de actuaciones co- llians and Wilkins; 1989.
15. Villalbí J. Promoción de la salud basada en la evi-
munitarias, son las principales líneas a te- dencia. Rev Esp Salud Pública. 2001;6: 489-90.
ner en cuenta para mejorar la salud de la 16. National Health and Medical Research
población para la que trabajamos cotidia- Council. How to use the evidence: assesment
namente, a fin de garantizar un marco co- and application of scientific evidence. Canbe-
herente de nuestras actuaciones en salud. rra: Commonwealth of Australia; 2000.
17. PACAP. Sociedad Española de Medicina Fa-
miliar y Comunitaria. ¿Cómo iniciar un pro-
ceso de intervención y participación comuni-
Bibliografía taria desde un centro de salud? De la reflexión
a las primeras intervenciones. I recomenda-
1. Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sani- ciones. 2.ª ed. Disponible en http://www.pa-
dad. Madrid: BOE; 1986. cap.net/es/recomendaciones/recomendacio-
2. Real Decreto 137/1984, de 11 de enero, sobre es- nes. pdf.
tructuras básicas de salud. Madrid BOE; 1984. 18. Montes Salas G, Morales Corrales P, Morales
3. Organización Mundial de la Salud. Salud pa- Núñez MI, Vergeles Blanca JM. Propuestas
ra todos en el siglo XXI. El marco político de de adaptación de la cartera de servicios a la re-
salud para todos de la Región Europea de la alidad actual. Aten Primaria. 2002;29:129-31.
OMS. Madrid: Ministerio de Sanidad y Con- 19. Sociedad Asturiana de Medicina Familiar y
sumo; 1999. Comunitaria. Organización de la atención
4. World Health Organization. Ottawa Charter primaria, actividades comunitarias, coordina-
for Health Promotion. Ottawa: Canadian Pu- ción entre niveles, oferta de servicios y forma-
blic Health Association; 1986. ción. Asturias: Sociedad Asturiana de Medici-
5. Regato P. Concepto, modelos y aspectos con- na Familiar y Comunitaria; 2003.

87 | Aten Primaria. 2005;35(9):478-83 | 483

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Investigación original / Original research

Conocimientos, percepciones y
comportamientos relacionados con el consumo
de sal, la salud y el etiquetado nutricional en
Argentina, Costa Rica y Ecuador
Germana Sánchez,1 Lorena Peña,2 Soledad Varea,3 Patricia Mogrovejo,3
María Lorena Goetschel,3 María de los Ángeles Montero-Campos,1
Raúl Mejía 2 y Adriana Blanco-Metzler 1

Forma de citar Sánchez G, Peña L, Varea S, Mogrovejo P, Goetschel ML, Montero-Campos MA, et al. Conocimientos,
percepciones y comportamientos relacionados con el consumo de sal, la salud y el etiquetado nutricio-
nal en Argentina, Costa Rica y Ecuador. Rev Panam Salud Publica. 2012;32(4):259–64.

resumen Objetivo.  Identificar los conocimientos, percepciones y comportamientos relacionados con


el consumo de la sal y el sodio alimentarios y su relación con la salud y el etiquetado nutricio-
nal de los alimentos, en tres países de la Región.
Métodos.  Estudio cualitativo-exploratorio basado en entrevistas semiestructuradas, según
las categorías del modelo de creencias en salud. Se realizaron 34 entrevistas y 6 grupos focales
con líderes comunales (71 informantes en total) en áreas rurales y urbanas de Argentina,
Costa Rica y Ecuador.
Resultados.  El consumo de sal varía en las áreas rurales y urbanas de los tres países. Para la
mayoría de los entrevistados, los alimentos no se podrían consumir sin sal y solo las personas
que consumen una cantidad excesiva de sal tendrían riesgos para la salud. Se desconoce que
los alimentos procesados contienen sal y sodio. Aunque no medían la cantidad de sal agregada
a las comidas, los participantes consideraban que consumían poca sal y no percibían su salud
en riesgo. La mayoría de los informantes no revisaba la información nutricional y los que lo
hacían manifestaron no comprenderla.
Conclusiones.  Existe un conocimiento popular en relación con la sal, no así con el término
“sodio”. Se consume más sal y sodio de lo informado y no hay perspectivas de reducción. Aun-
que se sabe que el consumo excesivo de sal representa un riesgo para la salud, no se perciben en
riesgo. El reemplazo de la palabra sodio por sal facilitaría la elección de los alimentos.

Palabras clave Sodio en la dieta; conocimientos, actitudes y práctica en salud; hábitos alimenticios;
etiquetado de alimentos; enfermedades cardiovasculares; Argentina; Costa Rica;
Ecuador.

1 
Instituto Costarricense de Investigación y Ense- Las enfermedades crónicas no transmi- próximos años, principalmente en los
ñanza en Nutrición y Salud (INCIENSA), San sibles ocasionan dos de cada tres muertes países de menos recursos económicos (2),
José, Costa Rica. La correspondencia se debe
enviar a Germana Sánchez. Correo electrónico:
en la población general de América La- en parte debido al envejecimiento de la
gmsanchez@inciensa.sa.cr. tina y casi la mitad de todas las defuncio- población, la disminución de la actividad
2 Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES),
nes en personas menores de 70 años (1). física y la transición nutricional (3, 4).
Buenos Aires, Argentina.
3 Escuela de Nutriología de la Universidad Interna- Se estima que su contribución a la carga La presión arterial elevada es el factor
cional del Ecuador, Quito, Ecuador. global de enfermedad aumentará en los de riesgo más importante de muerte e

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Investigación original Sánchez et al. • Conocimientos sobre consumo de sal y salud en Argentina, Costa Rica y Ecuador

incapacidad en el mundo, y se la consi- consumo de la sal y el sodio alimen- se seleccionaron mediante líderes comu-
dera responsable de 50% de las muertes tarios, y su relación con la salud y el nales en las áreas de estudio, a quienes se
por enfermedad coronaria y de más etiquetado nutricional de los alimentos, solicitó el apoyo para la inserción y la or-
de 60% de las muertes por accidentes en poblaciones rurales y urbanas de Ar- ganización logística en las comunidades.
cerebrovasculares (5). Existe una rela- gentina, Costa Rica y Ecuador. El reclutamiento se hizo por medio del
ción directa entre el consumo de sal y método de la “bola de nieve”, tomando
la presión arterial, y hay evidencia de MATERIALES Y MÉTODOS en cuenta su área de procedencia (ur-
que la sal agregada a los alimentos es bana o rural).
responsable de hasta 30% de los casos Para el presente estudio cualitativo- Los criterios de exclusión fueron: per-
de hipertensión arterial (6). La reducción exploratorio, auspiciado por la OPS, la sonas que padecían enfermedades cró-
de la sal en la dieta —ya sea sola o en información se obtuvo mediante entre- nicas asociadas con el consumo de sal y
combinación con dietas ricas en fibras vistas semiestructuradas en profundi- sodio, y sus familiares directos cuando
y granos— ha demostrado ser efectiva dad, tanto individuales como en grupos convivían en el mismo hogar; y trabajar
para prevenir el aumento de la presión focales. En Costa Rica y Ecuador esa en el sector de la salud, por su mayor
arterial (7–10). Desde el año 2004, la Or- información se complementó con la ob- sensibilización y conocimientos de los
ganización Mundial de la Salud (OMS) servación directa en los hogares para temas analizados (21, 22). Las áreas de
y la Organización Panamericana de la identificar contradicciones y concordan- estudio se seleccionaron por convenien-
Salud (OPS) han desarrollado estrategias cias con los relatos. Esta observación se cia, según los recursos disponibles para
tendientes a reducir la ingesta excesiva centró en la presencia o ausencia de sale- desarrollar el trabajo de campo.
de sal en la dieta, con el fin de reducir las ros en la mesa, el uso de sal y de alimen- Para facilitar la comparación de los
enfermedades cardiovasculares (11–14). tos fuentes de sodio en la preparación resultados, en los tres países estudiados
Por otra parte, varios países de la Región de los alimentos y el almacenamiento de se utilizó un mismo protocolo de inves-
de las Américas han implementado polí- productos fuentes de sodio. tigación, las mismas guías y un único
ticas sobre el tema (6, 15–18). La guía para las entrevistas se diseñó modelo de consentimiento informado,
Según la Organización de las Naciones según las categorías del modelo de creen- adaptados a la realidad y requerimientos
Unidas para la Agricultura y la Alimen- cias en salud (25). A partir de los resulta- de cada país.
tación (FAO) y la OMS, el etiquetado dos del análisis de contenido de las entre- Las transcripciones textuales de las
nutricional constituye el principal medio vistas y con el objetivo de profundizar en entrevistas y los grupos focales consti-
de comunicación entre los fabricantes de aquellos temas donde hubo más vacíos tuyeron la unidad de análisis, y se clasi-
alimentos y los consumidores (19). Ade- de conocimiento, se elaboró una guía es- ficaron y codificaron según los objetivos
más, es una herramienta que posibilita pecífica para la conducción de los grupos del estudio, las categorías del modelo de
la aplicación de la Estrategia Mundial focales. En total se realizaron 34 entrevis- creencias en salud (25) y la estrategia de
de Alimentación Saludable, Actividad tas individuales (de 10 a 12 informantes muestreo teórico. Este enfoque, aunque
Física y Salud, según la cual se debe tra- por país) y seis grupos focales (de 11 a no garantiza la representatividad esta-
bajar para reducir el consumo de sodio 12 informantes por país), para un total de dística, permite seleccionar casos teóri-
(19, 20). Recientemente, el Comité del 71 informantes. En ambos casos, la mitad camente representativos de las creencias
Codex sobre Etiquetado de Alimentos provenía de áreas rurales y la otra mitad y comportamientos de las poblaciones
aprobó la incorporación del sodio/sal a de áreas urbanas. En el cuadro 1 se descri- estudiadas. El análisis de los datos se
la lista de nutrientes a declarar de forma ben las características socio-demográficas realizó en cada país y los resultados se
obligatoria en el etiquetado nutricional de los participantes según el país. discutieron y consensuaron por todo el
de los alimentos y conformó un grupo Los participantes (informantes claves), equipo de investigación.
de trabajo internacional para discutir tanto para las entrevistas como para los Se obtuvo la aprobación del Comité
cuál de esos dos términos se debe usar grupos focales, tenían más de 18 años y Ético Científico del Instituto Costarri-
preferentemente en el etiquetado (21).
La implementación de políticas exito-
sas para reducir el consumo de sal debe
adaptarse al contexto local. Los conoci- CUADRO 1. Características sociodemográficas de los participantes en las entrevistas y grupos
focales del estudio realizado en Argentina, Costa Rica y Ecuador, 2011
mientos, creencias y percepciones de la
población sobre la sal y el sodio, el papel Argentina Costa Rica Ecuador Total
que juegan en la salud y la enfermedad,     Variable No. % No. % No. % No. %
el uso de la sal en la alimentación y la Número de informantes 22 31,0 25 35,2 24 33,8 71 100,0
declaración del sodio en el etiquetado Sexo (%)
nutricional pueden variar entre los paí-  Mujer 18 81,8 20 80,0 14 58,3 52  73,2
ses y aún al interior de ellos. En América  Hombre  4 18,2  5 20,0 10 41,7 19  26,8
Grupo de edad (años, %)
Latina y en general en el ámbito mundial   < 29  4 18,2  0  0,0 12 50,0 16  22,5
son escasos los antecedentes encontra-  30–49  9 40,9 15 60,0  8 33,3 32  45,1
dos de estudios cualitativos que traten   > 50  9 40,9 10 40,0  4 16,7 23  32,4
este tema (14, 21–24). Nivel educativo (%)
El objetivo de este trabajo fue iden-   Primaria concluida  7 31,8  8 32,0  6 25,0 21  29,6
  Secundaria concluida  8 36,4 12 48,0 12 50,0 32  45,1
tificar los conocimientos, percepciones   Universidad concluida o no  7 31,8  5 20,0  6 25,0 18  25,3
y comportamientos relacionados con el

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Sánchez et al. • Conocimientos sobre consumo de sal y salud en Argentina, Costa Rica y Ecuador Investigación original

cense de Investigación y Enseñanza en Percepción de riesgo en la salud de la “Yo creo que eso es cultural, en mi caso es de
Nutrición y Salud (INCIENSA) y el Co- sal y el sodio familia, yo lo arrastro de familia. En mi caso
mité de Ética del Hospital de Clínicas es así. Qué sé yo. La costumbre de cómo se
José de San Martín, de la Universidad Los entrevistados señalaron que solo manejaba mi mamá (. . .) y después es muy
difícil sacártela de encima” (mujer, 51 años,
de Buenos Aires, Argentina. Todos los las personas que consumen una “canti-
comerciante, Argentina).
participantes firmaron una declaración dad excesiva de sal” tienen riesgos “para
de consentimiento informado antes de la la salud”. Además, afirmaron que las
entrevista. personas que padecen de “presión alta”
Consumo de sal y alimentos fuentes
o “problemas de corazón” son las que
de sodio
RESULTADOS deben eliminar la sal de los alimentos o
En los tres países se observó que
reducir su consumo. En el caso de Costa
Conocimientos sobre la sal y el sodio no se medía la cantidad de sal que se
Rica y Ecuador, casi la totalidad de los
agregaba a las comidas. En Costa Rica,
participantes consideraba que la can-
Para la mayoría de los entrevistados la mayoría consideraba que la cantidad
tidad de sal que consumían es “mode-
la sal de mesa es “un saborizante” o de sal que consumen al día es solo la
rada” o “poca” y en algunos casos “casi
“un condimento indispensable” que le que le agregan a los alimentos y, a dife-
sin sal”, por esta razón señalaban que su
da “sabor y gusto a las comidas” y que rencia de lo observado en Ecuador, no
consumo no constituye un riesgo para su
“forma parte de las costumbres”, por lo había salero en la mesa utilizada para
salud. Por otro lado, los que tenían fami-
que consideraban que los alimentos no comer.
liares con padecimientos como diabetes,
se podrían consumir sin sal. “presión alta”, “problemas del riñón”
o “del corazón” afirmaron que podrían “Nosotros, comida con sal, solamente al
“Es un condimento para todas las comidas, almuerzo (en la casa), porque en la tarde
tener riesgo de padecer alguna de estas
les da sabor, y a las personas que nos gusta tomamos café con pan y queso, tortilla con
enfermedades por causas hereditarias y natilla, pan con mortadela o galleta de soda
comer la comida con un sabor preciso, le
que eso no guarda relación con el con- con mantequilla” (hombre, 54 años, co-
echamos la cantidad que sea necesaria para
conseguir, para que no quede ni salada ni
sumo de sal. merciante, Costa Rica).
sin sal” (mujer, 32 años, profesional,
Ecuador). “Y sí. En mi caso es totalmente hereditario
En Costa Rica y Ecuador es costumbre
[refiriéndose al padre que es hipertenso].
A pesar de eso, no me cuido, pero otra será la agregar sal a los cítricos, el melón, la
En Ecuador algunas personas dijeron guayaba, la piña, el mango verde, las
forma de vida que tiene uno, las comidas, ya
que no sabían qué es el sodio, mientras grosellas. En las escuelas de Ecuador
te digo, uno no se cuida nada” (hombre, 51
otros afirmaron que es “una fuente de años, agricultor, Argentina). se venden las frutas con sal y en Costa
energía para los deportistas”. En Argen- Rica, las madres acostumbran agregar
tina y Costa Rica, al menos la mitad de Participantes de Argentina y Ecuador sal en las meriendas para que los niños
los informantes consideraba que es un refirieron, además, que el consumo de sal consuman las frutas.
componente de la sal y para algunos “un podría representar un problema de sa-
metal”, “un mineral”, “un compuesto, al lud en ancianos o mujeres embarazadas. “Lo que pasa es que yo sé que la naranja no
igual que el yodo”. la he de comer con sal; hay muchas frutas a
“Que sube la presión, cuando estaba embara- las que no se les debe echar sal, por eso que
“Diay, sé que el sodio es algo de la tabla zada no me dejaban comer mucho porque de- le dicen a uno que no coma tanta sal; pero a
periódica. . . un complemento de algo, me cían que te hincha, es decir, que tiene líquidos” uno le fascina estar echándole sal a todo, a
imagino, no sé, ahí es donde lo oí mentar en (mujer, 33 años, ama de casa, Ecuador). la guayaba, al melón, porque él es dulce, y
química. . .” (mujer, 33 años, secretaria, uno tal vez busca algo acidito, entre dulce
Costa Rica). “Muy poca cantidad, solamente lo que es y acidito” (mujer, 33 años, estudiante,
preciso para la comida, por ejemplo en el Costa Rica).
En Ecuador y Argentina algunos re- desayuno, uno en el huevo le pone una
firieron conocer las recomendaciones pizca de sal, que equivale a un poquitito,
En el área rural de Costa Rica, la dis-
internacionales de consumo diario de no más” (mujer, 26 años, estudiante,
ponibilidad de comidas rápidas es me-
sal: “una cucharada pequeña de sal” o Ecuador).
nor y se utilizaba sal de mesa y salsa de
“5 gramos al día”, respectivamente. En
Aunque la mayoría refirió que el con- tomate, mientras que en las zonas urba-
Costa Rica, la mayoría refirió que desco-
sumo excesivo de sal podría ser perju- nas utilizaban, además, sal de ajo, salsa
nocía esas recomendaciones.
dicial para quienes padecían enferme- inglesa y de soja, mayonesa, mostaza y
Si bien la mayoría identificó los ali-
dades crónicas no trasmisibles —como condimentos.
mentos procesados, desconocían que
hipertensión arterial, insuficiencia renal En las áreas rurales de Argentina se
contenían sal. En Costa Rica, algunos
crónica o diabetes—, en Costa Rica y consume más embutidos y fiambres;
partían del supuesto de que contenían sal
Ecuador desconocían qué eran estas y las además, la alimentación se basa en la
por el “buen sabor” de estos alimentos.
confundían una con otra. carne vacuna y “comida de olla”, donde
“No, el tomate no, el choclo tampoco, porque se utilizan conservas enlatadas. En cam-
es dulce; el amarillo y el cremoso tampoco, “No sé si la presión alta tiene relación con la bio, en el área urbana se intenta una
y el atún solamente tiene sal, solamente el falta de azúcar, no de mucha azúcar. . . no sé si alimentación más “saludable”, con un
atún” (mujer, 41 años, empleada domés- está relacionado con eso. . .” (mujer, 33 años, mayor equilibrio entre el consumo de
tica, Argentina). estudiante universitaria, Costa Rica). carne, pollo, pescado y verduras.

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Investigación original Sánchez et al. • Conocimientos sobre consumo de sal y salud en Argentina, Costa Rica y Ecuador

“Sí. Y bueno, fiambres, después, qué sé yo, utilice el término sal y no sodio. En Costa “hereditario” y que, incluso a pesar de los
guisos, estofados, carne asada; muy pocas ve- Rica, la mayoría no refirió preferencia. antecedentes familiares, las personas no
ces, ya cuando estamos muy, sopas, así, pero perciben su susceptibilidad. Sin embargo,
muy rara vez” (mujer, 46 años, docente, Barreras para reducir el consumo de estos resultados difieren de otros (22–24)
Argentina).
sal y sodio en los que la mayoría desconoce que la sal
y el sodio se asocian con la hipertensión
En Argentina, algunos conocían de En Costa Rica y Ecuador se encontró arterial y otras enfermedades.
sales bajas en sodio y de sal marina, que la mayoría considera que no consu- En este estudio, al igual que en otros (8,
aunque el sabor de ellas no les agradaba men una cantidad excesiva de sal común 23), los alimentos procesados no se iden-
y por eso no las utilizaban. Refirieron y, por lo tanto, esta no representa ningún tificaron como una fuente de sodio y la
utilizar en ocasiones condimentos, como riesgo para su salud. Así mismo, no mayoría no lo buscaba en el etiquetado.
mayonesa, vinagre balsámico, limón, consideran otras fuentes de sodio, como Los resultados difieren de lo observado
salsa de soja o consomés, para intentar la sal y el propio sodio presentes en los en Canadá (22), probablemente debido
disminuir la cantidad de sal (Argentina) alimentos procesados y preparados. Los a que sus políticas de salud promueven
y para que la comida no quede tan sa- participantes consideraban que algunas la reducción del consumo de sodio, en
lada (Costa Rica). prácticas de preparación de alimentos vez de utilizar el término “sal”. En las
están arraigadas en la población, como ciudades capitales de Argentina y Ecua-
“No les gusta, no, porque lo he hecho en lo de agregar sal a las frutas y el uso de condi- dor se encontró, al igual que en el Reino
mi mamá, que yo a veces cocino con esa sal, mentos, salsas y consomés en una misma Unido (21), una fuerte preferencia por la
y no les gusta; les falta el gusto natural de la preparación. declaración en el etiquetado nutricional
sal, sin tanto aromatizante que trae y todas Los que señalaron que revisan la in- con el término “sal”, en lugar de “sodio”,
esas cosas” (mujer, 41 años, empleada formación nutricional no la encuentran debido a la familiaridad con el término.
doméstica, Argentina). clara y en algunos casos la consideran Esto difiere de lo encontrado en Costa
poco confiable (Argentina y Costa Rica). Rica, donde no se encontró preferencia
En Argentina, algunos entrevistados Otras barreras identificadas con menor por el término a utilizar, posiblemente
refirieron enjuagar los productos enla- frecuencia fueron: el mayor precio de los porque desconocen las implicaciones de
tados; pero no lo hacía para disminuir productos sin sal (Costa Rica), el acceso la elevada ingesta de sal. En los pro-
la cantidad de sodio, sino para mejorar (la distancia) a localidades con mayor gramas de comunicación mediante el
el sabor. diversidad de productos y la falta de ali- etiquetado nutricional y su enseñanza
mentos saludables (Argentina). Algunos se recomienda utilizar una terminología
manifestaron su inconformidad con el de fácil comprensión y aceptable para la
“No, no, no, o sea, si las aceitunas uno
equipo de salud, porque no les brinda in- mayor parte de la población. La informa-
cuando las va a utilizar, ya sea en una pizza
o en lo que sea, sí las enjuagas para que no
formación sobre este tema (Costa Rica). ción declarada, además, debe ser clara,
queden tan fuertes. . .” (hombre, 32 años, atractiva y no debe prestarse a confusión.
operador de radio, Argentina). DISCUSIÓN Este estudio presenta algunas limitacio-
nes. En primer lugar, se trata de un estudio
Conocimientos sobre el etiquetado El desconocimiento encontrado sobre piloto en dos poblaciones específicas (un
nutricional de los alimentos y su uso el tema, particularmente sobre el término área rural y una urbana) de tres paí-
sodio y la relación entre la sal y el sodio, ses, seleccionadas por conveniencia, que
La mayoría de los informantes no leía es similar a lo encontrado en algunos no son representativas, aunque permiten
la información nutricional contenida en estudios cualitativos realizados en otros una aproximación a los conocimientos,
las etiquetas de los alimentos. Algunos contextos (21, 23), en los que, a pesar de percepciones y comportamiento de esas
solo revisaban la fecha de vencimiento tener conciencia y comprensión de lo que poblaciones. Por ello, estos resultados no
y en ocasiones el contenido energético, es la sal, los participantes confundían o se pueden generalizar o extrapolar a otros
grasas o el término “light”. En ningún desconocían su relación con el sodio. A grupos poblacionales de esos países o de
caso se mencionó el interés por buscar la pesar de las diferencias socioculturales, América Latina. En segundo lugar, en
cantidad de sodio o sal. en el Reino Unido la sal se define, al igual los estudios de Argentina y Costa Rica
que en este estudio, como un saborizante, se reclutaron pocos informantes del sexo
condimento o ingrediente, y en varios ca- masculino, por lo que no se pudieron com-
“¿Sabes qué me pasa con el etiquetado? No
les creo del todo. Me pasó con cosas que dicen sos el sodio fue definido como un término parar los resultados entre hombres y muje-
grasas trans 0% ¿no?, y después en los in- químico (21, 23). El desconocimiento del res. En tercer lugar, debido a restricciones
gredientes te dice en el medio: aceite vegetal contenido de sal y sodio en los alimentos logísticas, no se incluyeron otros grupos
totalmente hidrogenado; entonces como ya también es consistente con los hallazgos de población ni se extendió el período de
está, no sé, no les puedo terminar de creer; de otros estudios (8, 21, 23). trabajo de campo, lo que hubiera permi-
hay algo como que hacen juegos de palabras” Los resultados sobre el conocimiento tido profundizar aún más en el tema.
(mujer, 30 años, dramaturga, Argentina). de la relación existente entre la ingesta de No obstante estas limitaciones, el pre-
sal y la salud, así como sobre las recomen- sente estudio brinda conocimientos preli-
Cuando se consultó acerca de la prefe- daciones de consumo, concuerdan con lo minares que facilitarán el diseño de cam-
rencia del término utilizado en el etique- encontrado en Australia (24). Esto puede pañas de sensibilización e intervenciones
tado nutricional, en Ecuador y en Argen- deberse a que el riesgo de padecer “pre- educativas en programas y planes na-
tina manifestaron que prefieren que se sión alta” es atribuido más a un factor cionales tendientes a reducir el consumo

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Sánchez et al. • Conocimientos sobre consumo de sal y salud en Argentina, Costa Rica y Ecuador Investigación original

de sal/sodio alimentario. Se identificó, urbana de Argentina. En las poblaciones tamientos relacionados con el consumo
además, la necesidad de que el sector estudiadas se considera que el exceso de de sal y sodio. Finalmente, si bien la
salud brinde una mayor atención a la consumo de sal representa un riesgo de FAO y la OMS han establecido el papel
prevención y el tratamiento de las enfer- padecer enfermedades, como la hiper- destacado que desempeña el etiquetado
medades crónicas no trasmisibles y a la tensión y otras enfermedades cardio- nutricional en apoyo de las políticas que
coordinación estatal entre el programa de vasculares, pero no se percibe como un favorecen la Estrategia Mundial de Ali-
fortificación alimentaria y las interven- riesgo personal por creer que consumen mentación Saludable, la mayoría de los
ciones de reducción del consumo de sal. poca sal; para algunos, estas son enfer- entrevistados no comprende ni utiliza la
Se concluye que los grupos sociales medades hereditarias. información nutricional.
estudiados tienen un conocimiento po- Se estima que cotidianamente se con-
pular en relación con la sal, no así con sume más sal y sodio de lo informado Financiamiento. La presente inves-
el término “sodio”. Se desconocía que y no hay elementos que indiquen que tigación recibió financiamiento de la
los alimentos procesados contienen sal se contempla su reducción. En las áreas Oficina Panamericana de la Salud/
y sodio, así como de la existencia de rurales y urbanas de los tres países se Organización Mundial de la Salud
sustitutos de la sal, excepto en el área encontraron diferencias en los compor- (OPS/OMS).

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Investigación original Sánchez et al. • Conocimientos sobre consumo de sal y salud en Argentina, Costa Rica y Ecuador

abstract Objective.  To identify the knowledge, perceptions, and behavior related to the con-
sumption of salt and sodium in food and its relationship to health and the nutritional
labeling of food in three countries of the Region.
Knowledge, perceptions, and Methods.  Qualitative-exploratory study based on semi-structured interviews, ac-
behavior related to salt cording to the categories of the Health Belief Model. Thirty-four interviews and six
consumption, health, and focus groups were conducted with community leaders (71 total respondents) in rural
and urban areas of Argentina, Costa Rica, and Ecuador.
nutritional labeling Results.  Salt consumption varies in the rural and urban areas of the three countries.
in Argentina, Costa Rica, Most interviewees felt that food could not be consumed unsalted and that only peo-
and Ecuador ple who consume an excessive amount of salt would have health risks. They did not
know that processed food contains salt and sodium. Although they did not measure
the amount of aggregate salt in foods, the participants believed that they consumed
little salt and did not perceive that their health was at risk. The majority of the parti-
cipants did not review nutritional information, and those who did said that they did
not understand it.
Conclusions.  There is public awareness about salt, but not about the term “so-
dium.” More salt and sodium are consumed than what is reported and there are no
prospects of reducing that consumption. Although it is understood that excessive
consumption of salt is a health risk, participants do not perceive that they are at risk.
Replacing the word “sodium” with the word “salt” would facilitate food selection.

Key words Sodium, dietary; health knowledge; attitudes, practice; food habits; food labeling;
cardiovascular diseases; Argentina; Costa Rica; Ecuador.

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