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ensayo
Hernán Díaz
(Madrid, España)
Fundación de Educación para la Salud (FUNDADEPS)
Washington Uranga
(Buenos Aires, Argentina)
Universidad Nacional de La Plata
Contacto para correspondencia: Hernán Díaz. Email: heraldi@yahoo.es. Teléfono: (0034) 913303422 113
Health Communication in a Cultural-
Community Framework
Keywords Abstract
communication We live in a world of media, in which there exists a tendency to think of communication
health in technological and instrumental terms, setting our sights on mass media. However,
culture in the particular case of Latin America, communication studies point more and more
community towards analyses of communication processes which are understood as the creation
relationships of relationships and the exchange of senses between social actors who share a certain
leaders cultural context. Health communication has been understood for a long time as a tool
participation for controlling and manipulating individual and collective conducts. Revising these
democracy experiences and carrying out a communication proposal which analyzes several
aspects of social relationships, allows us to advance towards building a new and
complex vision of social reality. According to this perspective, the communicative point
of view is integrated with other disciplines and with common knowledge, and social
actors who were traditionally outcasts or who were only considered as part of the object
of study are now responsible for changes in their communities. It is intended that
individuals and groups who form a community can speak out so as to express their
needs and problems and coordinate themselves in order to be actively involved in the
search for solutions, generating a change in the roles traditionally assigned to different
actors in relation to health matters, in particular those regarding power relations.
Community involvement is a civil right and a democratic imperative, but it is also a
means for increasing the effectiveness of health initiatives.
1. INTRODUCCIÓN
La comunicación siempre ha estado presente en los procesos de salud. Sin embargo, el des-
arrollo de la comunicación como campo de análisis e intervención en las estrategias y progra-
mas de salud pública se vincula directamente con los cambios en la definición de salud que
se produjeron a mediados del siglo XX. De los primeros planteamientos, que desde un modelo
biomédico de recuperación del enfermo definieron a la salud simplemente como la “ausencia
de enfermedad”, se evolucionó hacia la definición actual que la concibe como “el completo es-
tado de bienestar físico, mental y social, y no solo la ausencia de afecciones o enfermedades”
(OMS, 1946: 1). Esta definición, fundamentada en una perspectiva bio-psico-social, trajo
consigo una profunda transformación en las perspectivas y en las formas de abordar la salud
pública, impulsada por las políticas de educación para la salud y promoción de la salud que
tomaron fuerza en el último cuarto del siglo XX.
Pero tuvieron que pasar varias décadas desde aquella definición de salud, planteada en la
Constitución de la Organización Mundial de la Salud en 1946, para que la perspectiva comu-
nicacional se convirtiera en un componente de peso en los procesos comunitarios de salud.
Es a partir de la 1ª Conferencia Mundial sobre Promoción de la Salud, celebrada en 1986 en la
ciudad de Ottawa (Canadá), que la comunicación empieza a hacerse un lugar en los procesos
de salud.
La Carta de Ottawa señaló cinco estrategias principales para instalar de forma efectiva las po-
líticas de promoción de la salud: la creación de una política pública saludable; la creación de
entornos que apoyen la salud; el desarrollo de habilidades personales; la reorientación de los
servicios sanitarios hacia la promoción de la salud; y el fortalecimiento de la acción comunitaria
(OMS, 1986: 2-3). Todas estas estrategias indicaban, de una u otra manera, la necesidad de in-
tegrar a la comunicación como elemento transversal de los programas y acciones de educación
para la salud y promoción de la salud.
Estamos convencidos, porque los resultados de aquellas prácticas así lo demuestran, de que
esa perspectiva de la comunicación impide un desarrollo adecuado de las estrategias de edu-
cación para la salud y promoción de la salud. En primer lugar, porque la comunicación no
puede ser reducida a una cuestión de medios de comunicación, ni sus fines pueden ser úni-
camente la manipulación y la persuasión. En segundo lugar, porque está más que demostrado
que cambiar conductas, promoviendo decisiones autónomas y saludables a nivel individual
y colectivo, es un proceso extremadamente complejo en el que influyen múltiples actores y
circunstancias de la vida de una comunidad.
Por ello, a lo largo de este artículo intentaremos abordar otra perspectiva de comunicación,
una mirada que la concibe como el proceso de producción social de sentidos en el marco de
un contexto social y cultural. Una perspectiva que intenta ofrecer elementos para abordar los
proyectos comunitarios de salud desde una mirada compleja de la realidad, que contemple a
las diferentes instancias de mediación de una comunidad, desde los medios de comunicación
hasta los espacios y ámbitos de interrelación social; que incluya a los actores que tradicional-
mente han sido hegemónicos en los procesos de salud, en general integrantes del ámbito sa-
nitario, pero también a otros actores y líderes comunitarios con capacidad para influir en
decisiones que afecten a la salud de la población; y que, por eso mismo, se convierta en una
perspectiva integral e integradora, que ayude a consolidar y construir nuevas relaciones entre
los actores, promoviendo procesos democráticos y participativos.
En un mundo mediatizado como el que vivimos, existe una cierta tendencia a pensar la comu-
nicación en clave tecnológica, poniendo la mirada en los múltiples medios masivos que forman
parte de nuestras vidas y a los que estamos expuestos en nuestro día a día. Sin embargo, de-
bemos recordar que, antes que nada, la comunicación es una característica esencialmente
humana, que por eso mismo debe ser considerada dentro de las habilidades para la vida:
“Las habilidades para la vida son habilidades personales, interpersonales, cognitivas y fí-
sicas que permiten a las personas controlar y dirigir sus vidas, desarrollando la capacidad
para vivir con su entorno y lograr que este cambie. Como ejemplos de habilidades indivi-
duales se pueden citar la toma de decisiones y la solución de problemas, el pensamiento
creativo y crítico, el conocimiento de sí mismo y la empatía, las habilidades de comunica-
ción y de relación interpersonal y la capacidad para hacer frente a las emociones y ma-
nejar el estrés. Las habilidades de vida tal y como se definen más arriba son elementos
constitutivos fundamentales del desarrollo de habilidades personales para la promoción
de la salud descritas como una de las áreas de acción clave en la Carta de Ottawa” (OMS,
1998).
La descripción que la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace de las habilidades para
la vida incluye de manera explícita y directa una serie de capacidades y destrezas reconocidas
dentro del campo de la comunicación humana: “el conocimiento de sí mismo y la empatía, las
habilidades de comunicación y de relación interpersonal y la capacidad para hacer frente a las
emociones y manejar el estrés”, retomando la cita que antecede. En esa cita no hay mención
alguna, ni implícita ni explícita, a los medios de comunicación y al sistema que los contiene.
Referirse a la comunicación, en primera y básica instancia, es hacer hincapié en la condición
del varón y de la mujer como sujetos sociales capaces de generar una trama de relaciones de
la que son parte, que los construye y que colaboran a construir. De esto estamos hablando
cuando decimos comunicación en términos inicialmente humanos, de configuración de los su-
jetos sociales en el marco de un recorte territorial, geográfico o temático, dado.
Cuando consideramos la relación entre comunicación y salud, nuestra mirada y nuestra preo-
cupación -también nuestro “objeto de estudio”- se sitúa de manera primaria y primordial en el
individuo situado en su contexto cultural más próximo, ámbito en el cual se relaciona con el
mundo de los objetos y en el que ejerce su capacidad-potencialidad de transformación de su
entorno físico y social. Este ámbito, así determinado, es el de la vida cotidiana. Y es esa mi-
rada también la que nos permite referirnos a la comunicación, sobre todo y primordialmente,
como un proceso que vincula o “intervincula” (White, 2007: 22) a los sujetos, comenzando
por la relación de cada uno consigo mismo, tal como lo plantea Daniel Prieto Castillo (1999:
81).
A su vez, podemos decir que aquello que denominamos “vida cotidiana” es también el ámbito
natural de lo que en las ciencias sociales nombramos como “prácticas sociales”; es decir, la
resultante de la interacción entre los agentes sociales y el mundo de los objetos (las condicio-
nes materiales que rodean a los agentes sociales). Hablamos de un tejido social que va co-
brando forma en el marco de la cultura, entendida como un repertorio que nunca es
homogéneo y que al mismo tiempo es dinámico y cambiante. Así, la cultura cobra densidad
con aquellos significados que alcanzan durabilidad, que persisten en el tiempo y se concretan
en comportamientos observables y que se interiorizan en forma de habitus, en el sentido que
lo manifiesta Pierre Bourdieu (1985: 86-93).
Todo esto para sostener que la relación entre comunicación y salud sólo puede ser pensada
y comprendida en el marco de las “habilidades humanas” mencionadas al comienzo. Es decir,
más allá de toda mirada instrumental. Esto dicho a pesar de la “mediatización” de la sociedad
en la que vivimos, donde los medios de comunicación construyen y constituyen ámbitos de
definición de la cultura.
Sostenemos en consecuencia que la relación entre comunicación y salud sólo puede ser en-
tendida desde una mirada que privilegia los vínculos entre los sujetos, individuos y actores so-
ciales, y en la que las mediaciones, tal como las entiende Jesús Martín-Barbero (1987: 97), no
son dispositivos sino ámbitos de transición que se convierten en espacios de resignificación
permanente. Los individuos interpretan y comprenden los mensajes vinculados con la salud
desde el espacio que generan las relaciones en la vida cotidiana, desde las marcas de la cultura
que lo constituyen y desde el sistema de relaciones que, a modo de tejido social, los contiene.
Siguiendo a María Cristina Mata podemos sostener que la comunicación es el “conjunto de in-
tercambios a partir de los cuales se van procesando identidades, normas, valores, se van ar-
ticulando intereses, se van acumulando y legalizando saberes y poderes” y, por lo tanto, es un
ámbito “privilegiado para la construcción del orden social”, es decir, “como un terreno a partir
de cual los diferentes actores propondrán sus propios sentidos de ese orden, que competirán
entre sí para convertirse en hegemónicos” (Mata, 1988: 7).
Sostiene Eduardo Vizer que “toda forma de organización social instituye, y a su vez es insti-
tuida por estos procesos de construcción de sentido por medio de la comunicación (cultura),
ya sea a través de conductas explícitas, rituales, ceremonias, gestos y estilos comunicativos,
ya sean religiones, empresas, partidos políticos, etc. Se crean y recrean modelos culturales e
identidades sociales reconocibles, se crean sistemas y códigos de diferenciación y reconoci-
miento social” (Vizer, 2006: 97). Así planteado, podemos afirmar también que las instituciones
abocadas a la salud se constituyen en organizadoras de modelos culturales, que coronan for-
mas de entender al sujeto, a su entorno y a su manera de relacionarse con su cuerpo, con la
salud y con la enfermedad. De allí surgen prácticas que van configurando los modos de rela-
cionamiento y de posicionamiento de los distintos actores que participan de los procesos de
salud en una comunidad, en instituciones, programas o en las relaciones interpersonales.
Desde esta aproximación, la salud se entiende también como un fenómeno social, una realidad
presente en la vida cotidiana de los sujetos o, visto desde otro lugar, en una práctica social
atravesada por procesos comunicacionales. Por ese motivo, al afrontar problemáticas de salud
en el marco de proyectos comunitarios, es necesario tomar en cuenta que toda acción en ese
campo se ejerce sobre sujetos y grupos sociales que, además de dar significado a sus propios
problemas y situaciones, aportan sobre todo significados subjetivos y sociales. La cuestión
de la salud es, desde este punto de vista, ante todo una cuestión subjetiva y comunitaria, que
requiere de un abordaje transversal nunca reducible a los mensajes mediáticos.
En América Latina se han ensayado, de manera consecutiva y simultánea y con éxito variado,
diferentes estrategias de comunicación para la salud. Las prácticas de mercadeo aplicadas a
las actividades sociales (marketing social); la educación por medio del entretenimiento (eduen-
tretenimiento); el posicionamiento de temas en la agenda pública (abogacía de medios); alter-
nativas de educación para la lectura crítica de los medios; los procesos de comunicación para
la movilización social y las iniciativas de periodismo social o periodismo cívico son algunas de
las estrategias implementadas en las últimas décadas. Todas estas estrategias han sido en-
sayadas, experimentadas y evaluadas. Pero la conclusión central del análisis de todos estos
procesos, sigue siendo que la mirada tiene que ser puesta centralmente en los sujetos,
hombres y mujeres, atravesados por las tensiones y las marcas de su propia historicidad.
Esa evidencia ha hecho que en las últimas dos décadas haya cobrado fuerza y entidad una
nueva forma de entender la comunicación para la salud, desde una concepción relacional. La
comunicación se propone como una perspectiva integral e integradora, que intenta articular
desde el comienzo los saberes y miradas de los diversos actores que participan en un proceso
de salud. En esta perspectiva, las iniciativas de comunicación apuntan prioritariamente a co-
nocer los lenguajes, el modo de relacionarse y los vínculos y mediaciones existentes en cada
comunidad, para desde allí trabajar las problemáticas de salud sin escisión posible del espacio
de lo cotidiano, de la cultura local, como ámbito ineludible de la representación de los proble-
mas. Ya no se trata sólo de enviar información y difundir el mensaje que se quiere transmitir,
sino de interactuar con los destinatarios, para construir sentidos colectivos y discursos que
refieran a sus necesidades y problemas percibidos, que se discutan y resignifiquen en sus
espacios y ámbitos colectivos.
Tomando en cuenta que toda práctica comunica, podemos decir al mismo tiempo que “la co-
municación en salud busca constituirse en un proceso de carácter social que posibilite el re-
conocimiento, encuentro y diálogo de los diversos saberes, contribuyendo a consolidar la
articulación entre los diferentes sectores sociales en torno a la salud” (Díez et al., 2004: 1).
¿Hacia dónde encaminar entonces las iniciativas de comunicación para la salud? Indudablemente
hacia estrategias que tengan como prioridad al sujeto en el marco de su comunidad. Esto supone
también estrategias de comunicación que, antes que buscar el eventual cambio de conducta a
través de técnicas basadas en el impacto publicitario, consoliden las posibilidades de que los su-
jetos lideren sus propios procesos. En ese sentido, las estrategias de comunicación se constitu-
yen como un componente transversal que apunta a reforzar la autonomía y la capacidad de
decisión de las personas antes que en un recurso para aumentar la eficacia de los mensajes.
La comunicación para la salud, entendida como “el uso y el estudio de las estrategias de co-
municación para informar e influir sobre decisiones individuales y colectivas que mejoran la
salud” (Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, 2004: 2-3), se presenta como una
potente herramienta para facilitar y articular procesos de cambio comunitario relacionados con
la salud. En ese planteo, la comunicación para la salud puede ayudarnos a conseguir una
amplia variedad de objetivos:
Como puede apreciarse, la gran mayoría de los objetivos de la comunicación para la salud re-
fieren a los cambios a nivel individual y grupal respecto a determinadas conductas que favo-
recen o perjudican la salud. Sin embargo, los últimos dos elementos (abogar por una posición
en un tema de salud y fortalecer las relaciones entre organizaciones) nos hablan precisamente
de la potencialidad de la comunicación para construir de forma colectiva y participada nuevos
escenarios y realidades.
“La participación social tiene que ver con las relaciones sociales, con la producción y usu-
fructo de la cultura y, por ello, con las relaciones de poder. Por esto, estudiar y promover
la participación social parte de asumir que hay quienes no participan o quienes no lo hacen
de manera suficiente. Esto justifica impulsar procesos de participación social en la lógica
del desarrollo de la salud comprendida en relación con una visión de bienestar definido
por la propia sociedad” (OPS, 1992: 5).
La incorporación de “nuevos” actores en los procesos de salud para que desempeñen un papel
activo, con capacidad para liderar y decidir el rumbo a adoptar, es, primero que todo, un dere-
cho de ciudadanía y un imperativo democrático. Pero, además, es una vía para aumentar la
eficacia y la eficiencia de las iniciativas sobre salud, porque esos actores (líderes comunitarios,
referentes, colectivos ciudadanos, plataformas de organizaciones civiles…) son los interlocuto-
res legítimos de la comunidad, conocen mejor a los destinatarios de la acción, saben mejor
cómo relacionarse con ellos y cómo lograr su participación activa en las propuestas de cambio.
En primer lugar, generar proyectos y acciones de promoción de la salud con voluntad de par-
ticipación comunitaria debe tener en cuenta la complejidad que ello conlleva. Es esperable
que aquellos actores que tradicionalmente han llevado la voz de mando en esos proyectos,
generalmente del ámbito sanitario, muestren su oposición y pongan obstáculos ante la pérdida
del control (y de la cuota de poder) que implica tener en cuenta las problemáticas, necesidades
y formas de gestión planteadas por otros actores representativos de la comunidad. Poner en
marcha estos procesos participativos supone dar un lugar preeminente a la comunicación,
primero que todo en clave interna, para el reconocimiento mutuo de los actores que partici-
pan, la construcción de una nueva identidad colectiva y la búsqueda de consensos sobre
los objetivos a seguir y la forma de llegar a ellos.
En segundo lugar, estos procesos participativos pueden enriquecer en gran medida los pro-
yectos comunitarios de salud y aumentar su viabilidad y eficacia, pero también pueden de-
mandar tiempos más largos en su diseño e implementación. Es bastante habitual que los
diferentes actores propongan diferentes visiones de la realidad y propongan estrategias dis-
tintas para generar el cambio, y todo proceso de negociación y búsqueda de consensos re-
quiere de tiempo. Antes que alarmarse por las demoras que se puedan producir en la gestión,
hay que considerar que ese proceso es también parte del aprendizaje que los actores parti-
cipantes obtienen en término de ejercicio de derechos de ciudadanía, que se añaden a los
beneficios que obtendrán con los cambios saludables que se pretenden promover.
3. CONCLUSIÓN
Estamos convencidos de que la comunicación para la salud ofrece múltiples elementos para
promover y facilitar cambios saludables en nuestras sociedades, tanto en lo que refiere al for-
talecimiento de los actores y redes comunitarias como en la promoción de nuevas concepcio-
nes y habilidades individuales y colectivas relacionadas con la salud. Su integración en los
programas y acciones de educación para la salud y promoción de la salud, desde el momento
mismo de su gestación y diseño y a lo largo de todo el proceso, puede favorecer el desarrollo
de esas iniciativas para conseguir un mayor impacto en la sociedad.
Pero, a la vez, debemos situar en su justa medida los alcances y limitaciones de la comunica-
ción para la salud, porque su potencial de ninguna manera es suficiente para transformar má-
gicamente la realidad. La comunicación puede promover en la ciudadanía conductas
saludables para prevenir enfermedades y mejorar su calidad de vida, pero no puede garantizar
que los individuos adopten efectivamente esas conductas. Puede aportarnos herramientas
para informar a la comunidad sobre cuándo demandar atención y cómo hacer un uso adecuado
de los recursos del sistema sanitario, pero no puede cubrir la carencia de esos recursos. Puede
facilitar y dinamizar cambios de conductas de salud pero difícilmente podrá hacer que sean
sostenibles en el tiempo si no van acompañados por otras acciones que apoyen ese cambio
(Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, 2004: 3).
Nuestra propuesta tiene su eje en la comunicación como hecho humano, relacional. Entende-
mos que la comunicación no puede ser entendida apenas como instrumentos o habilidades.
En su mirada más compleja, la comunicación es una dimensión transversal de la vida de las
personas y de la cultura que entreteje las relaciones sociales. En ese escenario todos los ac-
tores y todos los saberes pueden y deben ser puestos al servicio de la mejor calidad de vida.
La comunicación para la salud, aún más allá de las diferentes estrategias que se pongan en
juego, tiene que basarse en el reconocimiento de la trama cultural y de la importancia de todos
los actores, con saberes diferenciados pero todos imprescindibles, útiles y valiosos para me-
jorar las condiciones de vida de la población. La promoción de conductas saludables no es el
resultado de campañas o de acosos publicitarios, sino la consecuencia lógica de la apropiación
de otro sentido respecto a la calidad de vida y a la salud por parte de la ciudadanía.
Referencias
Bourdieu, Pierre (1985). Dialogue a propòs de l’histoire culturelle. París, Acte de la Recherche
en Sciencies Sociales, No. 59.
Díaz, Hernán Alfredo (2000): Procesos de comunicación para la salud: criterios y acciones
para la prevención del infarto en un proyecto de cambio comunitario en Argentina. Tesina de
Investigación del Magíster en Técnicas de Comunicación en Servicios Sociales. Facultad de
Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid.
Díez, Patricia; Ghitia, Adriana; Jait, Andrea y Oliva, Karina (2004). Buenos Aires Salud 2003,
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www.catedras.fsoc.uba.ar/zucchelli/BuenosAiresSalud2003unaexperienciainnovadora.pdf. Re-
cuperado el 14/10/2010.
Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos (2004): Making health communication pro-
grams work. Disponible en http://www.cancer.gov/pinkbook. Recuperado el 15/09/2010.
Martín-Barbero, Jesús (1987); De los medios a las mediaciones. Barcelona, G. Gili.
Mata, María Cristina (1988). Comunicación popular: de la exclusión a la presencia. Córdoba,
Argentina. Mimeo.
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Disponible en http://apps.who.int/gb/bd/PDF/bd47/SP/constitucion-sp.pdf. Recuperado el 15
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Promoción para la Salud. Disponible en www.paho.org/spanish/HPP/OttawaCharterSp.pdf. Re-
cuperado el 15 de septiembre de 2010.
Organización Mundial de la Salud (1998). Promoción para la Salud. Glosario. Disponible en
http://www.bvs.org.ar/pdf/glosario_sp.pdf. Recuperado el 5 de octubre de 2010.
Organización Panamericana de la Salud (1992): Desarrollo y fortalecimiento de los sistemas
locales de salud en la transformación de los sistemas nacionales de salud. La participación
social en el desarrollo de la salud. Documento de trabajo de la Organización Panamericana
de la Salud (OPS).
Prieto Castillo, Daniel (1999). La comunicación en la educación. Buenos Aires, CICCUS - La
Crujía.
LIMA-PERU
Diciembre 2005
INDICE
1. PRESENTACION ........................................................................................... 2
2. ESTILOS DE VIDA......................................................................................... 2
3. TEORIAS DE CAMBIO DE COMPORTAMIENTO EN SALUD ...................... 3
3.1 TEORIAS PARA EL CAMBIO INDIVIDUAL.............................................. 3
3.2 TEORIAS PARA EL CAMBIO GRUPAL ................................................... 5
4. COMUNICACIÓN PARA LA SALUD .............................................................. 7
4.1 CONCEPTO DE COMUNICACION .......................................................... 7
4.2 MODELOS DE COMUNICACIÓN ............................................................ 7
4.3 COMUNICACIÓN PARA LA SALUD ........................................................ 8
4.4 METODOLOGIA DE LA COMUNICACIÓN PARA LA SALUD ................. 8
5. EDUCACIÓN PARA LA SALUD................................................................... 10
5.1 CONCEPTO DE EDUCACION ............................................................... 10
5.2 MODELOS DE EDUCACION ................................................................. 10
5.3 CONCEPTO DE EDUCACION PARA LA SALUD .................................. 11
5.4 METODOLOGIA DE LA EDUCACION PARA LA SALUD ...................... 12
6. COMUNICACIÓN Y EDUCACION PARA LA SALUD .................................. 13
7. BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................ 16
1
COMUNICACIÓN Y EDUCACION PARA LA PROMOCION DE LA SALUD
1. PRESENTACION
En ese sentido, para alcanzar un estado adecuado de bienestar físico, mental y social
un individuo o grupo debe ser capaz de identificar y realizar sus aspiraciones, de
satisfacer sus necesidades y de cambiar o adaptarse al medio ambiente. La salud se
percibe pues, no como el objetivo, sino como la fuente de riqueza de la vida cotidiana.
Se trata por tanto de un concepto positivo que acentúa los recursos sociales y
personales así como las aptitudes físicas.
La Promoción de la Salud constituye un proceso político y social global que abarca las
acciones dirigidas directamente a fortalecer las habilidades y capacidades de los
individuos, y las dirigidas a modificar las condiciones sociales y ambientales, con el fin
de mitigar su impacto en la salud pública e individual.
2. ESTILOS DE VIDA
Desde una perspectiva integral, es necesario considerar los estilos de vida como parte
de una dimensión colectiva y social, que comprende tres aspectos interrelacionados:
el material, el social y el ideológico.
2
En lo social, según las formas y estructuras organizativas: tipo de familia, grupos de
parentesco, redes sociales de apoyo y sistemas de soporte como las instituciones y
asociaciones.
En el plano ideológico, los estilos de vida se expresan a través de las ideas, valores y
creencias que determinan las respuestas o comportamientos a los distintos sucesos
de la vida.
En este contexto definimos los estilos de vida como los procesos sociales, las
tradiciones, los hábitos, conductas y comportamientos de los individuos y grupos de
población que conllevan a la satisfacción de las necesidades humanas para alcanzar
el bienestar y la vida.
Los estilos de vida saludables son formas de vida que comprenden aspectos
materiales, la forma de organización y los comportamientos. Podemos mencionar
como estilos de vida saludables el estar en un ambiente saludable, tener relaciones
armoniosas, adecuada autoestima, buena comunicación, conductas saludables, etc.
No hay una sola teoría que domine la educación sanitaria y la promoción de la salud.
Ni debería haberla, ya que los problemas de salud, los comportamientos, las
poblaciones, las culturas y los contextos de salud pública son amplios y variados1.
Para una adecuada ejecución y dirección de las acciones de comunicación y
educación en salud, se sistematiza a continuación las teorías con mayor acercamiento
al campo de la salud tanto a nivel individual y grupal.
Las teorías del cambio individual parten del punto de vista de que el individuo es la
referencia más importante e inmediata para propiciar los cambios de comportamiento
en la población.
En este caso se señala que el nivel individual es el nivel básico para empezar a
desarrollar la práctica ya que en el otro nivel, los grupos, organizaciones y
comunidades se componen de individuos.
1.- Teoría de etapas o estados del cambio.- Esta teoría (Di Clemente, Prochaska) tiene
que ver con la disposición de los individuos al cambio o al intento de cambiar hacia
1
ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD, (1996): “Modelos y Teorías de
Comunicación en Salud”. Washington D.C., OPS.
3
comportamientos saludables. Su premisa básica es que el cambio de comportamiento
es un proceso y no un acto. Como parte de este proceso se identifican cinco etapas
diferentes: precontemplación, contemplación, decisión/determinación, acción y
mantenimiento. También se señala que este proceso no es lineal, sino más bien
circular; es decir, las personas no pasan por estas etapas y las superan, sino que
pueden entrar y salir en cualquier momento del proceso, y con frecuencia reanudarlo.
4
3.2 TEORIAS PARA EL CAMBIO GRUPAL
Las teorías para promover el cambio de comportamiento a nivel grupal sirven para
comprender cómo funcionan y cambian los sistemas sociales, y cómo pueden
activarse las comunidades y organizaciones. Estos modelos son esenciales para las
actividades integrales de promoción de la salud, complementando los otros modelos
individuales. Los modelos para promover cambios de comportamiento a nivel grupal
sugieren estrategias e iniciativas que son planeadas y dirigidas por organizaciones e
instituciones cuya misión es proteger y mejorar la salud: escuelas, centros de trabajo,
establecimientos de atención de salud, grupos comunitarios y entidades
gubernamentales.
1.- Teoría de aprendizaje social o cognoscitiva.- Supone que las personas existen en
entornos donde los pensamientos, consejos, ejemplos, ayuda y apoyo emocional de
otras personas influyen en sus propios sentimientos, comportamiento y salud. Es decir,
las personas se ven influidas por sus entornos sociales y al mismo tiempo ejercen
influencias en éstos. Esta teoría supone además, que las personas y sus entornos
interactúan continuamente, aborda y explica claramente los factores psicosociales que
determinan el comportamiento de salud y sirve para diseñar las estrategias para
promover el cambio de comportamiento. En esta teoría el comportamiento humano se
explica en términos de una teoría dinámica, recíproca y de tres vías, en la cual los
factores personales, las influencias ambientales y el comportamiento interactúan
continuamente.
5
2.- Teoría de difusión de innovaciones.- Aborda cómo las ideas, los productos y las
prácticas sociales nuevas se difunden en una sociedad o de una sociedad a otra. Esta
teoría sirve para comprender las inquietudes de los usuarios en relación a la aplicación
de nuevos productos o tecnologías, y también para la difusión de nuevas estrategias y
herramientas de promoción. El desafío de la difusión requiere métodos que difieran de
los que se concentran únicamente en individuos o grupos pequeños. Comprende
prestar atención en la innovación, sea ésta una idea, producto, práctica o tecnología
nueva, así como los canales de comunicación y los sistemas sociales (redes con
miembros, normas y estructuras sociales). En esta teoría hay conceptos claves:
ventaja relativa de la innovación, compatibilidad, complejidad, posibilidad de ponerla a
prueba y posibilidad de observar.
3.- Teoría del mercadeo social.- Es un proceso para desarrollar, realizar, evaluar y
controlar programas de cambio de comportamiento mediante la creación y el
mantenimiento de intercambios. También se le define como la adopción de tecnologías
de mercadotecnia comercial para el análisis, planificación, ejecución y evaluación de
programas destinados a influir en el comportamiento de audiencias destinatarias con el
fin de mejorar su bienestar físico y mental o el de la sociedad de la cual forman parte.
Con el fin de cambiar el comportamiento del consumidor es preciso entender lo que
impulsa y mantiene el comportamiento actual, así como las “palancas” que podrían
impulsar y mantener el nuevo comportamiento. Pero, también se debe comprender lo
que impulsa, facilita y mantiene el comportamiento de los potenciales intermediarios,
los canales de distribución y comunicación, los competidores reales.
6
4. COMUNICACIÓN PARA LA SALUD
Estos términos no expresan una relación de sinonimia pero permiten describir mejor la
compleja fenomenología comunicativa, pues solo existe cuando entre los sujetos
ocurre un continuo, ininterrumpido y mutuo intercambio, no solo de mensajes, sino de
cierta afectividad y afinidad. En términos absolutos es completamente falso hablar de
incomunicación total porque resulta absurdo que entre dos personas con alguna
relación temporal no exista cierto entendimiento, aunque sea mínimo.
7
Por tanto en el proceso de comunicación, el emisor y el receptor cumplen ambos roles,
pues tienen la capacidad para hacerlo. Como dice Mario Kaplún “todo hombre es
‘emirec’, esto es un Emisor - Receptor (E-R) dotado de facultades para ambas
funciones”. Asimismo señala que “todos los seres humanos, grupos, comunidades y
sectores de la sociedad tienen derecho a participar en el proceso de la comunicación
actuando alternadamente como Emisor y Receptor”.
Para que una organización pueda “diseñar y poner en práctica programas efectivos de
comunicación para la salud, que den lugar a un cambio de conductas positivo, es
necesario disponer de una metodología que sirva de orientación en la creación y
ejecución de dichos programas. Ello facilita el trabajo en equipo cuando todos los
miembros utilizan el mismo marco de referencia y la misma metodología para aplicarla
a nuevas personas y nuevas situaciones”5
2
MENDEZ, JUAN M, (2001): “Aprendamos a consumir mensajes”. España, Grupo Comunicar Ediciones.
3
GALDON, G, (2001): “Introducción a la Comunicación y a la Información”. Barcelona, Editorial Ariel.
4
MINISTERIO DE SALUD DEL PERU, (2002): “Lineamientos de Política de Salud 2002-2012”. Lima,
Editorial MINSA.
5
DEL VALLE ROJAS, Carlos, (2003): “Comunicar la Salud”. Temuco Chile, Ediciones
Universidad de la Frontera.
8
Monitoreo y Evaluación”6, dirigidos al desarrollo de campañas y acciones de
comunicación en salud de uno o más temas de salud identificados.
Con esa premisa un plan de comunicación en salud deberá contener los siguientes
puntos:
6
MINISTERIO DE SALUD DEL PERU, (2002): “Planeamiento Estratégico de la Comunicación
Educativa”. Lima Perú. Editorial Decisión Gráfica.
7
ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD, (1992): “Manual de Comunicación Social
para Programas de Salud”. Washington, D.C., Editorial OPS.
8
DEL VALLE ROJAS, Carlos, (2003): “Comunicar la Salud”. Temuco Chile, Ediciones
Universidad de la Frontera.
9
Es importante señalar que la validación de los materiales comunicacionales se realice
en los dos tipos que existen: técnica y con población. La primera se refiere a la
validación técnica de los contenidos que se difundirán a través de los mensajes y
actividades durante la intervención. En la segunda se prueba si el contenido y la forma
de nuestros mensajes, funcionan en la población, tomando en cuenta los componentes
de eficacia.
La educación es un derecho para todas las personas, hombres y mujeres, de todas las
edades. La educación es capaz de ayudar a garantizar un mundo más seguro, más
sano, más próspero y ambientalmente más puro y que simultáneamente contribuye al
progreso social, económico y cultural. La educación es una condición indispensable,
aunque no suficiente, para el desarrollo personal y el mejoramiento social.
La Educación busca el desarrollo de las capacidades humanas para formar una
persona plena. Este desarrollo adquiere un doble movimiento, el de extraer, sacar,
desplegar del interior de la persona sus grandes potencialidades y el de conducir esas
potencialidades para el logro de una personalidad completa en sus diversas
dimensiones humanas.
Las dos primeras son denominadas exógenas es decir que está fuera del sujeto
educando, externo a él; la última en cambio es calificada como endógena y está
planteada desde y a partir del sujeto educando.
10
el alumno. “Los ejes del método son el profesor y el texto, los programas de estudio
son amplios y basados en los conceptos que la fuente emisora considera importantes.
Se da muy poca importancia al diálogo y la participación y se premia la buena
retención de los contenidos”9. En este caso el educando es situado como objeto
depositario de información.
9
KAPLUN, Mario (1998): “Una Pedagogía de la Comunicación”, Ediciones De la Torre, Madrid-España.
10
Idem.
11
FREIRE, Paulo (1970): “Pedagogía del Oprimido”, Ediciones San Santiago, Santiago-Chile.
12
GOMEZ ZAMUDIO, M, (1998): “Teoría y Guía Práctica para la Promoción de la Salud”. Montreal,
Editorial Universidad Montreal.
13
COSTA CABANILLAS M, (2000): “Educación para la Salud”:. Barcelona, Editorial Pirámide.
11
o de la enfermedad, es decir, es un cambio relativamente permanente de las
disposiciones o de las capacidades del sujeto. Una educación para la salud, eficaz,
puede así producir cambios a nivel de los conocimientos, de la comprensión o de las
maneras de pensar; puede influenciar o clarificar los valores; puede determinar
cambios de actitudes y de creencias; puede facilitar la adquisición de competencias;
incluso puede producir cambios de comportamientos o de modos de vida”14.
Considerar que los cambios de comportamiento que pretende lograr la educación para
la salud han de ser “voluntarios” implica una percepción antropológica de que todo
individuo posee un modo de vida propio que viene condicionado por su herencia, su
desarrollo, su cultura y su entorno y que, por tanto, cada persona tiene su propia forma
de comportarse, sus actitudes, sus valores, sus experiencias y sus conocimientos
específicos. Pero, al mismo tiempo, supone una concepción de la educación para la
salud como proceso facilitador de cambios en los estilos de vida de los sujetos, que
éstos podrán asumir o no, sin ejercer ningún tipo de manipulación conductual sobre
ellos.
14
GARCIA MARTINEZ, Alfonso y Otros (2000): “Educación para la Salud: Una apuesta por la calidad de
vida”. Ediciones ARAN, Madrid-España.
12
las influencias sociales y la de los medios de comunicación de masas, que refuercen
los valores individuales y las normas grupales, que promuevan el desarrollo de
habilidades sociales fundamentalmente.
13
mismas y su ejercicio en la vida social, productiva, reproductiva, política, creativa,
cultural, etc.; y la salud creando las condiciones físicas, mentales, sociales y
ambientales para que esa persona pueda serlo y actuar como tal.
“La comunicación y educación se vuelven, cada vez más, un binomio inseparable, por
encima mismo de los propios medios, técnicas e instrumentos comunicativos
empleados”15, y esto fortalece, enriquece y modifica, en forma consciente e informada,
conocimientos, actitudes y/o comportamientos a favor de la salud.
La radio por medio de mensajes sonoros, crea, recrea y reproduce la realidad desde
perspectivas muy diferentes: en unos casos políticos, comerciales, religiosos, sociales
y también educativos. La utilización del sonido con fines educativos no es una
novedad. Ésta es una técnica pedagógica que fue ya utilizada por Pitágoras con la
intención de incrementar la eficacia de sus enseñanzas.
15
AGUADED GOMEZ, José I. (1995): “Educación y Medios de Comunicación en el Contexto
Iberoamericano”. Huelva : Editorial Ortega/Huelva.
16
PEREZ TORNERO, José M, (2000): “Comunicación y Educación en la Sociedad de la Información”.
Barcelona, Editorial Paidós.
14
sociedad, tomar parte en sus costumbres culturales y sociales así como en sus
prácticas políticas. La capacidad educativa de la radio popular y comunitaria se evalúa
así por su actuar democrático que le permite acompañar y fortalecer las diversas
acciones y prácticas culturales, productivas, sociales y políticas de los sectores
populares.
Según José Manuel Pérez Tornero, para que la televisión pueda integrarse en el
campo educativo se deberán tener en cuenta los siguientes principios: Es preciso
potenciar las capacidades específicas de la televisión como sistema de
representación, por su capacidad de registro de acontecimientos y de descripción de
procesos, por sus posibilidades de exploración, de captación intuitiva y espontánea de
lo real y por su disposición a la globalidad, a reunir lenguajes muy distintos en un
tiempo-movimiento; es preciso introducir el medio de la televisión dentro de un
proyecto educativo, puesto que los contenidos, las informaciones y los mensajes de la
televisión tienen que responder a una planificación previa, a la necesidad de guiar el
aprendizaje y la construcción de conocimiento de los espectadores e introducir la
televisión en el marco de una conciencia activa del medio, puesto que no hay
proyecto de TV educativa, si no hay una pedagogía de la imagen y del lenguaje de la
TV en paralelo.
17
PEREZ TORNERO, José M, (1993): “Televisión Educativa”. Madrid-España, Editorial UNED.
15
implica un aquí y un ahora con protagonistas que desarrollan una historia como sí, en
un espacio de ficción. El teatro educativo “es la escenificación de un guión
debidamente estructurado, cuya drama gira alrededor de un tema. Es importante la
forma como se presenta una obra: lenguaje, vestuario, maquillaje, manejo de recursos
técnicos, coreografía, expresión corporal y escenografías. Debe tener un lenguaje
verbal y no verbal comprensible para el público, motivando la participación de la
audiencia”18.
Por ejemplo tenemos la obra de teatro “Aire puro”, cuyo objetivo es la prevención del
tabaquismo.
2a. etapa: El sombrero es reemplazado por un cilindro donde se lee "FUMAR MAL
HACE, 20 cigarrillos peligrosos". Y que connota una marca.
3a. etapa: el personaje deambula ya con una galera negra con textos connotativos: "Al
que fuma la vida se le hace humo".
7. BIBLIOGRAFÍA
18
MINISTERIO DE SALUD, (2000): “Lineamientos y Estrategias para la Gestión Local de la
Comunicación Educativa”, Editora Perú.
16
CHOQUE, Raúl, La comunicación para la salud.
Huancavelica (Perú), FAS, 1997. 82 p.
17
Temas de actualidad / Current topics
La importancia de la comunicación
para promover la salud
1. Ratzan D, Stearns S, Payne G, Amato P, 4. Roper WL. Health communication takes opment: scholarship that can make a
Liebergott J, Madoff M. Education for on new dimensions at CDC. Public difference. Health Commun 1989;1(1):
the health professional. En: Ratzan S, ed. Health Rep 1993;108(2):179–183. 11–15.
Health communication: challenges for 5. Ratzan S, Payne S, Bishop C. The status 9. Kreps G, Thornton B. Health commu-
the 21st century. Am Behav Sci 1994; and scope of health communication. J nication: theory and practice. 2a ed. Pro-
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tury. Am Behav Sci 1994;38(2):208–214. communication research and devel-
EL HORROR FmvOllZAOO
Salud pública y
comunicación social
~W{lW:::U~tq@,i$.%%%'f&"\%§
\':~,,;::4.W~::;;;'::::::::&~:W:*':l.::::M~:'%'@::"l~M JUAN CARLOS CALDERON il~• •~lt~1~¡1!¡¡¡¡I~i¡¡t!!~i
nante de la mala salud de las mayo
rías.
:=x:
La promoción: una innovación
'~~uoficina está en el primer pi-
revolucionaria
so de un edificio frente a los
La posibilidad de aplicar estas políti
.tribunales dejusticia. El deci
cas depende, en grado significativo, de
1 dió instalarse ahí por su con
~
na/12 fueron las que desataron en la Ar
A la tarea delograr el acceso detoda
gentina la ola de "reconocimientos" y
la gente a estos tres beneficios básicos,
"arrepentimientos" de las aberraciones l5
Sigerist llamó "promoción de la salud" y al
militares durante la dictadura (1976 ::>
la consideró la misión primordial de la ~
1983). El fue quie~gO de duras y lar
1-
gas discusiones, logró que el capitán
Adolfo Scilingo testimonie cómo se arro
jaban prisioneros al mar. Sobre eso pu
medicina. Por tanto, reconoció a la políti
ca de prevención (que implica la educa
ción de la gente para que cuide su
1
j
salud) el segundo lugar de importancia y
e blicó su libro El vuelo, que recoge todas
~ situó a la política de curación en el últi Lasalud es unbienestar físico, mental y social...
.3 las declaraciones del oficial así como un
mo lugar pues, en su criterio, solo debía
<;; recordatorio dela represión.
:~ aplicarse en el caso de fallar la política
~
Luego de la difusión del testimonio y de prevención.
g la publicación del libro, el tema resurgió Anclada en el hábito de muchos años y ese país. Abandonando la noción de la
Esta filosofía proponía lo contrario de en la conveniencia mercantil, la política medicina como única fuente de protec
8o con mucha fuerza. Hubo debates muy a
lo que hasta entonces se entendía por ción de la salud, el estudio propuso en
-g fondo sobre la cuestión y finalmente se curativa sigue prevaleciendo. La forma
::>
:::;; produjo algo inédito: el reconocimiento, salud: la ausencia de enfermedad (la ción profesional médica, la orientación su reemplazo al concepto más amplio
por parte de losjefes del Ejército y la Ma cual era percibida como un problema de de los funcionarios del sector salud, la de "campo de salud" integrado por la
rina, de que habían actuado al margen orígenes puramente físico-biológicos) y asignación de recursos y los programas biología humana, el medio ambiente, el
de la ley, secuestrado personas, tortura la responsabilidad era solo de los profe de servicio siguen obedeciendo a esa estilo de vida y la atención médica. Re·
sionales en medicina y sus auxiliares comendó la promoción de la salud, es
Verbitsky:
do y finalmente asesinado; además, un
ofrecimiento de no repetir eso nunca
más. Inclusive, el jefe del Ejército, el ge
neral Martín Balza, planteó que la Ley de
técnicos, en relación únicamente indivi
dual con los enfermos, a quienes se lIa·
maría "pacientes" y de quienes los
mentalidad tradicional. Y ello se refleja
en los gastos. En Estados Unidos, por
ejemplo, del gasto anual de 300 mil mi
llones de dólares se aplicaba a lo curati
pecialmente por medio de la educación
y la recreación.
el ajustador de cuentas
Obediencia Debida, sancionada por AI
íonsín, debería convertirse en Ley de De
sobediencia Debida, y las órdenes
médicos esperaban solo pasiva obedien
cia.
Ya en 1947, la OMS pareció recoger
vo el 98%, hasta hace diez años.
Concepciones innovadoras
En 1979, se publicó en Estados Uni·
dos el informe del Director General de
Salud sobre la promoción de la salud y
la prevención de la enfermedad. Este
legales e inmorales NO deben ser obe el espíritu innovador, arriba anotado, al Fue en la propia Norteamérica, sin documento trasuntó la desus.ada post
Las declaraciones de Scilingo a Horacio Verbitsky nofueron un acto formular esta definición: "La salud es un embargo, donde surgieron planteamien
decidas. ción que adoptara, a partir de entonces,
espontáneo, fueron el resultado de 20 años de tesón, de unafortaleza "Hay un cambio pronunciado en ese bienestar físico, mental y social y nosim tos en favor de la prevención que contri el gobierno de ese país en favor de la
moral y profesional que le han permitido alperiodista serclave en el criterio y pondría a la Argentina en la Ií- plemente la ausencia de dolencias o en buirían y forjarían la política de promoción de la salud, definida princi
"reconocimiento", porparte de los militares argentinos, de los fermedades".-, promoción como se la conoce hoy. palmente en términos de cambios en los
JUAN CARLOS CALDERON, ecuatoriano. Periodista, Pero' con pocas y modestas excep En 1974, se publicó en Canadá el In estilos de vida, prevención de enferme
crímenes cometidos durante la dictadura. editor político de la revista 15 DlAS. Este artículo
ciones, hasta la fecha esa tendencia pa forme Lalonde que trazó una nueva dades í¡ protección contra amenazas del
se basa en la entrevista que el autor hiciera a
~i~~~f§¡~~~~t:"i~~~~l¡~~i:~lmll~i~r*~~l~~~~¡* Verbitsky en mayó de 1995 rece más tolerada que propiciada. perspectiva sobre la salud pública en medio ambiente.
La planificación es la aplicación de una teoría a la realidad con el fin de decidir qué hacer, cuándo y cómo. Tiene tres instru
mentos primordiales: las políticas, las estrategias y los planes. Estas son herramientas para trazar comportamientos conducentes al
logro de determinados propósitos. Es dedr, son artefactos normativos para forjar convicciones y moldear conductas. Existe una ca
tegoría híbrida: el plan estratégico, instrumento que, sin provenir de una política, combina la estrategia con el plan.
Es doctrinaria: traza objetivos generales, Es metodológica: plantea procedimientos Es ejecutivo: estipula en detalle metas
amplios y de largo aliento. específicos. y métodos. Laprensa defiende una causa ¿cuál?
Tiende a ser más profunda que amplia, Tiende a ser másamplia que profunda, Tiende a ser tan profundo como
se expresa en enundados cortos. se expresa en enundados de mediana amplio, se expresa en enunciados diencia. En general, se advierte uncierto por la noche, principalmente con los re Precisamente, el ESPN se introdujo
longitud. extensos. interés por los deportes en el resto de súmenes y comentarios de los partidos en Europa a comienzos de la pasada
canales públicos regionales, pero bas futbolísticos de la liga nacional, cuyas década y, directa o indirectamente, a
Se enuncia por medio de un discurso, Se enuncia por manifestación introductoria Se enuncia como documento técnico, tante escaso en los privados, con la ex imágenes a su vez deben pactar con las través de la sociedad anglo-norteameri
una declaradón, un acuerdo o una ley. al plan o mediante un decreto o resolu administrativo y financiero. cepción de Canal Plus. Asimismo, son diversas instituciones deportivas para cana TESN, ha participado en la funda
ción institucional. las transmisiones de competencias de que estas autoricen su difusión. ción de canales europeos como
portivas lasque acaparan mayor número Screensport (Reino Unido, 1988), TV
de horas de emisión, en tanto que los Canales vía satélite Sport (Francia, 1988), Sport Kanal (Ale
programas informativos ocupan una par En los últimos años, además de la mania, 1989) y Sport Net (Holanda,
Pocos años después, este tipo de para fomentar estilos de vida saluda
te menor dela emisión especializada. ampliación de las ofertas nacionales, se 1990). Otros grupos europeos activos en
planteamientos serían albergados tam bles, estimulando la participación social ha ido modificando sustancialmente el
Desde que existen las televisiones este ámbito han sido el británico News
bién por organismos internacionales. En en el manejo de los programas de salud panorama de la televisión paneuropea
regionales en España, se han producido International (Eurosport, 1989, Y Sky
1986, se firmó la Carta de Otawa, me pública y dando énfasis en estos a la con los canales vía satélite especializa
innumerables conflictos entre estas y Sports, 1991); el francés Canal Plus
diante la cual se adoptó la política de orientación preventiva. Consciente de la dos en deporte. Se están expandiendo
TVE para lograr los derechos de trans (Eurosport, TV Sport, Sport Kanal y
Ir:C:~~:~~~~~~/:nra
todavía perdura es El Mundo Deportivo, Cruz de Tenerife y Valencia. En la ciu ropeos. Según la Comunidad Europea, una declaración, e instrumental a ella, un Dar acceso a todos al agua apta pa estimular la toma de mejores decisiones
de Barcelona, nacida en 1906 como se dad canaria se publica desde 1979 Jor en 1987 el deporte suponía un 9% de la Plan de Acción para el último decenio del ra el consumo y a losservicios deeli porparejas y familias; y 4. Fomentar esa
manario y transformada en diario en nada Deportiva (7.000 ejemplares en programación total de los canales públi presente siglo. Entre las metas que mar minación deexcrementos. toma de decisiones en un marco de co
1929. Sin embargo, el primer diario de 1993, promovido por la Editorial Leoncio cos y un 8% dela de losprivados; esde ca ese plan, para ser alcanzadas hasta Luego, en marzo de 1993, en Bogo municación participativa orientada a la
portivo español fue Excelsior, editado en Rodríguez). Por su parte, Super Deporte cir, bastante por debajo de otras el ano 2000, sobresalen estas: tá, UNICEF precisó 12 metas para Amé acción.
Bilbao, en 1924. nació en Valencia en 1994, primero co categorías deprogramas. Reducir, en comparación a 1990, la rica Latina. Además, subrayó -para la Metas como estas involucran cam
En el último medio siglo, la informa mo semanario y después como diario, es Era la 2, de Televisión Espanola tasa de mortalidad de niños, menores meta de planificación familiar- las si bios decomportamiento multitudinarios y
ción deportiva ha estado repartida entre: editado por Gestión de Publicaciones del (TVE), la cadena europea con una tasa de un ano, en una tercera parte o a guientes acciones en comunicación: a corto plazo. Ellos solo. serán posibles
a) los diarios de información general; Mediterráneo. más alta de programas deportivos en un nivel de 70 por mil nacidos vivos, 1. Asegurar información y educación pa si los programas de salud desarrollan
b) los diarios especializados; c) las Ho La difusión global de los diarios de 1987, en el horario de máxima audien si esto representa una mayor reduc ra la población a fin de que conozca lo una alta capacidad de comunicación so
jas del Lunes (desde 1926 hasta 1983), portivos ha crecido de 59.000 ejempla cia, con un 45%. Otros segundos cana ción. que esla salud reproductiva; 2. Intensifi cial eficiente. Aunque parece darse aho
y d) las revistas gráficas dedicadas a di res (el 4%) en 1945, a 681.000 les públicos (RAI-2, BBC-2 o NL-2) car tales acciones en estos grupos priori ra una admisión de esto, porgobiernos y
Reducir la tasa de mortalidad matero tarios: varones, adolescentes, parejas organismos internacionales, en la prácti
ferentes deportes. ejemplares (el 16%) en 1993, respecto tenían una tasa alta (por encima del na en un 50%, respecto del nivel de jóvenes, gente de áreas rurales disper ca, la comunicación para la salud se ve
de la del conjunto de losdiarios escaño 10%), en tanto que la de las primeras
Durante la primera época del fran 1990. sas, gente deáreas urbano-marginales y aún lejana de lograr aquella capacidad
les; incluso, a partir de 1993, el diario cadenas públicas (RAI-1, TF-1, NL-1,
quismo, los diarios existentes eran el Reducir la tasa de malnutrición grave mujeres bajo control prenatal y en esta crucial. De ahí que hallar maneras, crea
Marca ha llegado a superar en difusión TVE-1, ARD o BBC-1) era mucho más
barcelonés El Mundo Deportivo (67.000 y moderada entre los nií'ios menores do de posparto; 3. Utilizar información tivamente, para lograrlo constituye un
y audiencia a El País, líder español dela baja (no llegaba a un 3%), lo mismo que
ejemplares en 1993, pertenece al Grupo de 5 anos en 50%, respecto del nivel relevante para proporcionar mejores gran desafío para los comunicadores en
última década. Sin embargo, apenas ocurría con loscanales privados (ITV, La
Godó), y los madrilaños Gol (1940 de 1990. análisis de causas y de recursos, y para salud en Latinoamérica. O
consiguen un 3% de las inversiones pu 5, Rete 4 o Italia 1), aunque no así con
1945) Y Marca (establecido en la capital
blicitarias totales deeste mercado. los nacientes canales vía satélite, como
en 1942, pero nacido en San Sebastián
Los lectores de los diarios deportivos el caso de Sky Channel (31 %) o RTL
en 1938, 421.000 ejemplares en 1994,
-nueve varones por cada mujer-, son Plus (11%).
pertenece al Grupo Recoletos). En los
bastante jóvenes y con un nivel cultural y Más recientemente, los datos de la
60 nacieron el barcelonés Dicen (1965)
económico medio. Pero no consiguen
ESQUEMA DE MODEIACION DE CONDUCTAS POR MEDIO DE INFORMACION,
y el rnadrñeño As (1967, heredero de la televisión francesa confirman esta ten
atraer a los anunciantes, que prefieren dencia. Según el Institut National de EDUCACION y COMUNICACION
revista anterior del mismo nombre,
los diarios de información general de l'Audiovisuel, en 1992 los programas de
122.000 ejemplares en 1994), que obtu
gran difusión y audiencia. portivos supusieron un 7% de la progra FUNCIONES PROPOSITOS CANAlES QUE PUBUCOS PRINOPALES
vieron el éxito en poco tiempo. Luego,
Sport (1979, es propiedad del Grupo mación total. Sin embargo, mientras los PRINCIPALES USUAlMENTE A QUE SE COMPETENCIAS
Del monopolio televisivo canales públicos (France 2, France 3 y
Zeta, 101.000 ejemplares en 1993). a la oferta múltiple A QUE SIRVEN EMPLFAN DIRIGEN REQUERIDAS'
France Télévision) dedicaron un 9% de
En los últimos años, al duopolio de Lasituación delatelevisión deportiva Crearun clima
su programación a deportes, los priva Medios de contacto General. Periodismo.
Madrid y Barcelona, en la edición de dia ha sido, tradicionalmente, bastante simi general propicio.
dos (TF-1 y M-6) solo un 3%, aunque en INFORMAOON'" impersonal, masivo lideres de opinión. Publicidad.
rios deportivos, se han sumado Santa lar en los diferentes canales públicos eu- Divulgar conocimientos. y a distancia. Forjadores de decisiones Relaciones públicas.
el caso de Canal Plus supuso un 12%
del total. Forjar actitudes Teléfonos. sobre asuntos de interés Enruestas de opinión
Por su parte, TVE pasó de un 4% de Correo. colectivo. Mercadeo social
programas deportivos -noñcias, comen
tarios y transmisiones de competiciones Impartir Recursos de contacto Maestros. Pedagogía.
en 1963, a un 10% en 1977 y, además, EDUCACION orientaciones interpersonal, formal Estudiantes de primaria y Sicología educativa.
en el mismo periodo creció también la y destrezas. y presencial en aula. secundaría. Técnicas de contacto
emisión global, pues apareció la segun· Estudiantes de universidades individual.
da cadena. De todas maneras, con el e institutos de salud. Dinámicas de grupo.
nacimiento de los canales autonómicos Funcionarios del sector
(a partir de 1983) y privados (después salud (médicos,
de 1989) parece que la programación enfermeras, etc.).
deportiva se ha estabilizado en torno a
un 9% del conjunto de la programación Divulgar conocimientos. Medios de contacto Individuos, grupos y Principios de
televisiva españota, aunque es evidente COMUNICACION Forjar actitudes. impersonal masivo y masas de interés como comunicación para el
que existen desequilibrios muy importan Inducirprácticas. a distancia. beneficiarios de programas. desarrollo.
tes entre unos canales y otros, como Recursos de contacto Técnicas de contacto
ocurre en el conjunto europeo. interpersonal y individual, de grupo y
En estos momentos, existe un claro presencial fuera del de masas.
predominio de la programación deportiva aula y no formal. Antropología cultural.
en los segundos canales delastelevisio Sicología social.
nes públicas (Canal 33, ETB-1 enlengua
vasca y, La 2) y, como contrapartida, un Una competencia debe ser exigible por igual para especialistas a cargo de cada una de las tres funciones: la de programación, entendida
nivel muy bajo de contenidos deportivos como el conjunto de destrezas de investigación, planeamiento, prueba, fiscalización, evaluación y ajuste para la producción y distribución de
en los primeros canales (TVE-1, TV-3 y mensajes:
ETB-2 en lengua castellana), como re •• Este término también se aplica en instituciones y empresas al control de documentos científicos y al procesamiento electrónico de datos, Sin
Delespectáculo a la violencia duda esas son otras funciones comunicativas pero no corresponden -sino acaso como apoyo logístico- al proceso de lEC,
sultado de la fragmentación de la au-
Resumen
A través de este artículo de revisión de tema se analiza el concepto comunicación en
salud y algunas de las definiciones esbozadas hasta el momento por organismos
internacionales y expertos del tema. Se presenta una mirada crítica y reflexiva sobre algunos
de los principales modelos teóricos desarrollados en el campo de la comunicación en salud. Se
esboza un análisis del paradigma de la Comunicación para el Cambio Social y se compara con
las otras teorías y modelos de comunicación en salud discutidos en el escrito. Luego del
análisis reflexivo se concluye que el apoderamiento de las comunidades en las estrategias de
prevención de enfermedades, representa un reto para los estudios concernientes a las teorías
y modelos que tratan de explicar de forma simplificada los elementos inmersos en un proceso
de comunicación en salud.
Abstract
In this topic review is analyzed the concept health communication and some of the
definitions outlined by international agencies and experts of the field. A reflective and critical
look of some of the main theoretical models developed in the field of health communication is
presented. An analysis of the Communication for Social Change Paradigm is outlined and is
compared with other models of health communication discussed. The findings in the reflective
analysis concluded that the empowerment of the communities on the health prevention
strategies represent a challenge for prospective studies about theories of models addressed to
explain in a simplified manner the elements immersed on a health communication process.
123
PERSPECTIVAS DE LA COMUNICACIÓN · Vol. 4, Nº 1, 2011 · ISSN 0718-4867
UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA · TEMUCO · CHILE
COMUNICACIÓN EN SALUD: CONCEPTOS Y MODELOS TEÓRICOS. IVÁN RÍOS HERNÁNDEZ. (pp. 123–140).
Introducción
E
l estudio de la comunicación en salud ha sido objeto de varias interpretaciones
teóricas y metodológicas. Durante las últimas dos décadas se ha visto un
incremento sustancial en el desarrollo de teorías, modelos, paradigmas e
investigaciones relacionadas a la comunicación en salud. Constructos o metodologías que
tratan de explicar de diversas formas la realidad yuxtapuesta dentro de un proceso de
comunicación en salud.
Para el trabajo de comunicación en salud, es fundamental la comprensión de los
comportamientos y de las teorías que los explican y que proponen maneras de cambios. Desde
una perspectiva ecológica los comportamientos tienen dos características fundamentales: son
influenciables en múltiples niveles (por factores individuales, interpersonales, institucionales u
organizativos, comunitarios y de políticas públicas) y son de causalidad recíproca con su
entorno (Organización Panamericana de la Salud, 2001).
Muchas de las teorías sobre comportamiento, comunicación y educación en salud,
medios de comunicación y mercadeo social son fundamentadas en la persuasión. Las teorías
de la persuasión y modelos, también llamadas teorías de la conducta, presentan un marco para
la comprensión de la conducta humana y sus determinantes, y han sido la base de estudios por
parte de investigadores de la salud lo mismo que de otras disciplinas (Donohew, Sypher y
Bukoski, 1991). La utilidad de las teorías y modelos desarrollados para el entendimiento de la
conducta humana pueden ayudarnos a comprender la índole de los comportamientos de salud
a los que se quiere llegar. Pueden explicar la dinámica del comportamiento, los procesos para
cambiarlo y los efectos de las influencias externas en él. Adicionalmente, pueden ayudarnos a
identificar las metas más adecuadas para los programas, los métodos para lograr el cambio y
los resultados para la evaluación. Las teorías y los modelos explican el comportamiento y
señalan maneras de lograr el cambio del mismo (Maibach y Parrot, 1995).
La mayoría de las teorías y modelos desarrollados hasta el momento en el campo de la
comunicación en salud parten de razonamientos enfocados en el individuo de forma
independiente dejando a un lado, en muchos casos, el análisis sobre la posible influencia de
los pares o grupos comunitarios a los cuales pertenece ese sujeto en la formación de
conductas. Las teorías del cambio individual parten del punto de vista de que el individuo es la
referencia más importante e inmediata para propiciar los cambios de comportamiento en la
población.
De acuerdo a Aarva, Haes y Visser (1997) la salud y la comunicación pueden estar
interrelacionadas desde diferentes niveles: entre individuos, grupos o sistemas. Diversos
estudios han demostrado que la comunicación en todos los niveles -masiva, comunitaria e
interpersonal- juega un papel importante en la difusión de conocimiento de conductas, valores y
normas sociales y en el estímulo a procesos de cambio social que contribuyen al mejoramiento
de la calidad de vida de un sujeto y al desarrollo de los pueblos.
El estudio de la comunicación en salud ha atravesado importantes transformaciones
teóricas, conceptuales y metodológicas desde su configuración hasta el presente debido al rol
semiperiférico importante que se le ha adjudicado- en la última década- a la participación
comunitaria en los esfuerzos de prevención de la enfermedad. La participación comunitaria es
uno de los cimientos primordiales del paradigma de la Comunicación para el Cambio Social, el
cual postula el apoderamiento de las comunidades durante el desarrollo e implementación de
un esfuerzo de prevención de enfermedades.
La Comunicación para el Cambio Social ha logrado acaparar la atención de los
estudiosos del campo de la comunicación en salud, especialmente en África, Asia y América
Latina. Sus postulados trastocan los planteamientos hechos por varios modelos y teorías del
campo de la comunicación en salud, los cuales en su mayoría atienden el carácter individual de
un sujeto como parte de las características principales de estos enunciados. En ese sentido, es
meritorio hacer un análisis ponderado de los principales conceptos y modelos teóricos
predominantes en el campo de la comunicación en salud. Además, es pertinente examinar de
qué forma el innovador paradigma de la Comunicación para el Cambio Social se convierte en
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una aportación significativa para el entendimiento de los procesos que pretenden cambios de
conducta en la población.
La estrategia metodológica utilizada para el desarrollo de este artículo es la asociada a
un análisis bibliográfico y documental, el cual se fundamenta en el estudio crítico y descripción
de información existente sobre un tema o problema de investigación. En el escrito se da una
mirada breve sobre algunas de las interpretaciones otorgadas al concepto comunicación en
salud previo a adentrarnos al análisis crítico y reflexivo de los principales modelos y teorías
utilizadas en este campo de estudio entre los que se encuentran: Modelo de Creencias de
Salud, Modelo PRECEDE, Modelo de Etapas del Cambio, Teoría del Aprendizaje Social y la
Teoría de Acción Razonada. Finalmente, procederemos a desarrollar una reflexión sobre el
paradigma de Comunicación para el Cambio Social y los retos que éste representa para el
estudio de la comunicación en salud.
Comunicación en salud
Las interpretaciones dadas al concepto comunicación en salud han evolucionado en los
últimos años. De acuerdo con Healthy People 2010 (2000) la comunicación en salud puede
contribuir a todos los aspectos de la prevención de enfermedades y promoción de la salud. Es
relevante en diferentes contextos incluyendo: relación médico-paciente, búsqueda de
información respecto a salud a través de varios medios masivos de comunicación, adherencia
a regímenes, y recomendaciones clínicas, construcción de mensajes de salud, y campañas,
propagación de información individual o para la población en general sobre asuntos de salud
que son de alto riesgo, imagen de salud, y los elementos de la cultura en los medios,
educación de los consumidores sobre cómo tener acceso a sistemas de cuidado de salud y en
el desarrollo de aplicaciones tecnológicas relevantes para la salud pública.
Healthy People 2010 (2000) destaca los atributos que debe tener una comunicación de
salud efectiva. Estos son:
1. Exactitud- El contenido es válido y sin errores de hecho, interpretación o juicio.
2. Disponibilidad- El contenido es enviado o colocado donde la audiencia puede tener acceso
al mensaje. Su colocación dependerá de la audiencia, complejidad del mensaje y propósito.
Desde canales interpersonales de comunicación hasta redes sociales, así como TV, radio,
kioscos públicos o medios electrónicos tales como periódicos e Internet deben ser
considerados.
3. Balance- El contenido debe ser apropiado, además de poseer los beneficios y riesgos de
acciones potenciales. Debe reconocer diferentes y válidas perspectivas de un asunto.
4. Consistencia- El contenido debe poseer consistencia interna y estar en línea con otras
informaciones sobre el tema que hayan sido publicadas por expertos.
5. Competencia cultural- El diseño, la implementación y la evaluación de los procesos debe
considerar los diferentes grupos poblacionales y sus características tales como: etnia, raza,
lenguaje, niveles de educación e incapacidad.
6. Evidencia base- Evidencia científica relevante que haya sido revisada y analizada
rigurosamente para formular guías prácticas, medidas de ejecución y criterios de
implementación, así como evaluaciones de tecnologías para aplicaciones de tele salud.
7. Alcance- El mensaje debe estar al alcance de la mayor cantidad de personas
pertenecientes al público objetivo de la comunicación.
8. Fiabilidad- La fuente de la información es creíble y el contenido se mantiene actualizado.
9. Repetición- El envío de la información de forma reiterativa para reforzar el impacto que
pueda tener en la audiencia.
10. A tiempo- El contenido es provisto o se encuentra disponible cuando la audiencia está más
receptiva o necesita la información específica.
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11. Entendible- El nivel del lenguaje y el formato (incluyendo multimedios) son apropiados para
las audiencias específicas.
En América Latina la comunicación en salud se ha enmarcado bajo tres diferentes
tendencias:
En primer lugar, como instrumento, herramienta, medios, en donde el énfasis se centra
en la comunicación masiva, donde comunicar es transmitir información; en segundo lugar,
como eje de los procesos de organización, participación y cambio social; en tercer lugar una
concepción hibrida, entendida como red, como tejido que constituye un fundamento de la
cultura e interacción humana (Pereira citado por Rodríguez, Moreno y Cardozo, 2006). Esta
definición conjuga de forma interesante la comunicación masiva, la participación ciudadana y
las redes de interacción humana como elementos principales dentro de un proceso de
comunicación en salud.
De acuerdo con Alcalay (1999) la comunicación para la salud es un área muy fecunda
de trabajo y de investigación aplicada e interdisciplinaria. Representa un modelo de cómo la
ciencia de las comunicaciones adquiere relevancia social aportando a otras áreas del quehacer
humano —en este caso a la de la salud— teorías, conceptos y técnicas para mejorar el
bienestar de la población.
Para Coe (1998) los programas de comunicación en salud han mostrado gran eficacia
en algunos proyectos; por ejemplo, la reducción del 50% de la mortalidad por cardiopatía
isquémica, lograda mediante extensas actividades de comunicación en Karelia del Norte,
Finlandia, y el aumento del uso de las soluciones de rehidratación oral en Honduras y otros
países. Muchos países han aplicado con éxito la comunicación en salud para lograr una
cobertura elevada de vacunación, controlar el cólera y alcanzar otras metas de salud pública.
De acuerdo a Aarva, Haes y Visser (1997) la salud y la comunicación pueden estar
interrelacionadas desde diferentes niveles: entre individuos, grupos o sistemas. Este campo
del saber es uno aplicado y puede ser dividido en cinco áreas:
1. Estudios de efectividad
2. Estudios de audiencia
3. Análisis del comunicador
4. Análisis del contenido de mensajes
5. Estudios culturales
La comunicación en salud ha sido interpretada o definida a través de los años como el
estudio de la naturaleza, alcance y función, así como los medios por los cuales los tópicos de
salud alcanzan y afectan las audiencias apropiadas. Las áreas de estudio incluyen: métodos de
formulación de mensajes, estrategias de implantación y técnicas de avalúo.
El Centro de Control de Enfermedades (CDC) en los EEUU define la comunicación en
salud como ―el arte y la expresión de mensajes y estrategias, basado en la investigación del
consumidor, para promover la salud de los individuos y las comunidades‖ (Ratzan, 1994: 198).
Desde la perspectiva de que la buena salud debe destacar el cuidado sobre la curación
así como la prevención sobre la prescripción, la comunicación en salud ha sido definida como:
―El proceso y efecto de emplear medios persuasivos éticos en la toma de decisiones para el
cuidado de la salud humana‖ (Ratzan, 1994: 225).
En el contexto académico la comunicación en salud se ha definido como el arte y la
técnica de informar, influir y motivar audiencias a nivel individual, institucional y público acerca
de asuntos de salud importantes. Su alcance incluye prevención de enfermedad, política de
cuidado de salud, así como el aumento de la calidad de vida y salud de los individuos dentro de
la comunidad (Ratzan, 1994).
Uno de los más recientes enfoques propuestos para catalogar el proceso de
comunicación en salud, y defendido por varios autores entre los que se destaca Gumucio-
Dagrón (2001), expone la necesidad de una comunicación para la salud comunitaria y que está
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2. Las percepciones individuales de los beneficios y barreras para tomar una acción
preventiva;
3. Las claves disponibles para el individuo que podrían estimularlo a ocuparse en una
actividad preventiva de salud.
En la parte superior de la Figura 1 aparece un cuarto elemento, que contiene variables
socio-psicológicas y demográficas. De acuerdo con las características del modelo los ―factores
modificantes‖ indirectamente influyen en las percepciones y creencias de los individuos. En
esencia, el Modelo está diseñado para predecir las posibilidades que tienen los individuos que
adoptan una conducta particular de salud como una función de percibir amenazas y beneficios
(Kreps y Thornton, 1992).
1
www.paho.org/Spanish/HPP/HPF/ADOL/comSocial.pdf
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FACTORES PREDISPONENTES
Información
Actitudes
Valores
FACTORES FACILITADORES
Habilidades
Existencia y accesibilidad de los
recursos e instrumentos
FACTORES REFORZANTES
Consecuencias personales
Respuesta del medio
DIAGNOSTICO
PROGRAMA DE INTERVENCION
EVALUACION FINAL
Fuente: Green, L.W. (1989). Making health communication programs work: A planners guide.
National Institute of Health Publication.
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Concepto Definición
Fuente: Díaz, E, Rodríguez, M., Rodríguez, D., Frías, B., Rodríguez, M., Barroso, R. y Robles,
S (2005). Descripción de un instrumento de evaluación de competencias funcionales
relacionadas con el VIH-SIDA. Psicología y Salud,15, 5-12.
Es interesante lo propuesto por el Modelo de Etapas de Cambio, el cual sugiere que las
adopciones de una conducta deberían estar supeditadas por las percepciones que tenga un
individuo sobre un problema, la identificación de la presencia del problema en el individuo y el
conocimiento adecuado sobre lo perjudicial de no implementar una nueva conducta a través de
un proceso de acción.
Podríamos inferir que este modelo al igual que lo sugiere el Modelo de Creencias de
Salud brinda atención particular a las percepciones individuales como modificadores de la
conducta. Percepciones que podrían estar sujetas al conocimiento previo que posea un
individuo sobre algún tema relacionado a la salud.
El Modelo Creencias de la Salud y el PRECEDE podrían ser catalogados como un
poco más profundos que el Modelo de Etapas de Cambio, desde la perspectiva de análisis del
receptor, debido a la variedad de factores que conjugan sus proponentes para explicar las
acciones de salud de un individuo. Entiéndase los factores modificantes (raza, sexo, edad) y
predisponentes (información, actitudes, valores).
En lo que respecta a las teorías utilizadas en el campo de la comunicación en salud
debemos destacar la Teoría del Aprendizaje Social de Bandura, la cual concede gran
importancia al refuerzo, aunque va más allá del tipo de refuerzo directo de Skinner y Pavlov e
incorpora el refuerzo vicario (Véase Figura 4). Esta teoría, la cual también es muy utilizada en
el campo de la sicología, va mucho más allá y supone un punto de encuentro entre el
conductismo y el cognitivismo. Aquí se aprende por observación de los otros. Es otra persona
la que realiza una acción y luego experimenta sus consecuencias. Bandura da importancia al
pensamiento en la medida que considera que el individuo responde a una situación conforme el
significado que le otorgue el mismo y esto es cierto tanto si está implicado en la acción como si
no.
De acuerdo con Rodríguez, Muñoz, Fandiño y Gutiérrez (2006) en la Teoría del
Aprendizaje Social de Bandura los seres humanos adquieren destrezas y conductas de modo
operante e instrumental, y que entre la observación y la imitación intervienen factores
cognitivos que ayudan al sujeto a decidir si lo observado se imita o no.
El valor que concede Bandura a las expectativas es la clave para entender la
perspectiva cognitiva de su teoría. Bandura distingue entre expectativas de autoeficacia y de
resultados. Así, una persona puede creer que dejando de utilizar estupefacientes le llevará a
conseguir unos determinados objetivos (expectativas de resultados), pero no lo hace porque
duda de su habilidad para realizarlo (expectativas de autoeficacia). Estas expectativas de
autoeficacia están influenciadas por la experiencia propia (éxitos y fracasos personales), la
experiencia vicaria (éxitos y fracasos ajenos) y la activación emocional (ansiedad ante el reto
de dejar de utilizar estupefacientes).
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Para ser más específicos las teorías cognitivas analizan cómo las personas perciben,
aprenden, recuerdan y piensan acerca de una información (Sternberg, 1999). A través del
cognitivismo se puede estudiar cómo las personas perciben varias formas, por qué recuerdan
algunas cosas y otras no, cómo se aprende el lenguaje o cómo piensan cuando tienen que
resolver un problema. Estas son algunas de las interrogantes que se pueden formular con el
estudio de la orientación cognitiva. La Teoría de Acción Razonada no se limita a entender el
desarrollo de la comprensión de las interacciones; incluye factores relacionados con la
experiencia y de las percepciones de los individuos con respecto a su ambiente junto con sus
características personales (OPS, 2001; Dutta-Bergman, 2005).
La Teoría de Acción Razonada (Fishbein y Ajzen, 1981, 1975), trata sobre las
creencias, actitudes, intenciones y conducta. Asume que la mayoría de las conductas están
determinadas por creencias ocultas que se derivan de y están sostenidas por el patrón cultural
y social de las sociedades en las que se vive. Esta teoría es una de las más usadas en el área
de salud, lo mismo que en áreas no relacionadas con la salud (Maibach y Parrott, 1995).
Distingue entre las actitudes hacia una enfermedad o condición, tal como HIV/SIDA o
embarazo y actitudes hacia conductas recomendadas para enriquecer la salud, tales como el
uso de condones o pastillas anticonceptivas. La teoría propone que las personas se
comprometerán con una conducta dependiendo de sus intenciones de compromiso en dicha
conducta, y que su intención a la vez depende de:
1. La actitud del individuo hacia la conducta de enriquecimiento de la salud.
2. La percepción que tenga la gente de lo que es importante para él o ella sobre su conducta
–la norma subjetiva.
El componente actitudinal se refiere a la actitud del sujeto hacia el propio desempeño
de una conducta específica bajo determinadas circunstancias. Dado a que Fishbein y Ajzen
(1975) definen actitud como una predisposición aprendida a responder a un objeto en forma
consistentemente favorable o desfavorable, este componente apunta a los sentimientos
positivos o negativos del sujeto respecto de su conducta en cuestión.
La norma subjetiva es la creencia que el individuo tiene de lo que las personas que le
son importantes desearían que él hiciera. De acuerdo con esta teoría, la intención de adoptar
una conducta saludable está equilibrada por:
1. La actitud del individuo sobre si la conducta de enriquecimiento de la salud le será
personalmente beneficiosa.
2. Su interpretación de lo que percibe que la gente importante en su vida desearía que él
hiciera.
De acuerdo con Stefani (2005) la Teoría de Acción Razonada asume que la mayoría de
los comportamientos sociales relevantes están bajo el control volitivo del sujeto y que siendo el
ser humano un ser racional que procesa la información que dispone en forma sistemática,
utiliza dicha información estructurada para formar la intención de realizar (o no realizar) una
conducta específica. La intención se refiere a la decisión de ejecutar o no una acción particular
y dado que es el determinante más inmediato de cualquier comportamiento humano, es
considerada la pieza de información más importante para la predicción de una determinada
conducta.
La Teoría de Acción Razonada sostiene que cualquier variable externa al modelo
propuesto (características demográficas, situacionales o de personalidad) puede influir sobre la
intención y también, indirectamente, sobre la conducta real, sólo si influye sobre el componente
actitudinal y/o sobre el componente normativo y/o sobre sus pesajes respectivos. Es decir, que
la relación entre una variable externa y la intención de llevar a cabo una conducta específica
está mediada por uno o por los dos factores que determinan la intención (actitud o norma
subjetiva).
Por lo tanto, un joven considerará la posibilidad de no empezar a fumar dependiendo
de su intención de no fumar. Para entender las variables claves que influirán en su decisión de
no empezar a fumar, la teoría sugiere que el adolescente equilibrará lo siguiente:
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ACTITUD
CONDUCTA
INTENCION
NORMA
SUBJETIVA
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debe centrarse en los comportamientos individuales sino en las normas sociales, las políticas y
la cultura. En una segunda etapa, apoyada también por la Fundación Rockefeller, se vio la
necesidad de vincular el proceso de reflexión a experiencias concretas, en el sentido de que si
bien el cuerpo teórico no estaba totalmente definido, la realidad mostraba, en cambio una
variedad de experiencias.
Organizaciones como la UNESCO y UNICEF entre otras se han dado a la tarea de
promover grandes movilizaciones sociales a través de la Comunicación para el Cambio Social.
Estas acciones han propiciado la utilización de estrategias múltiples participativas para
beneficio de los pueblos marginados. Además, han logrado competir con el marketing social, el
cual ha sido fuertemente impulsado por USAID. El marketing social es basado en el uso de los
medios masivos de difusión y estrategias de campaña en las que la población objeto de la
comunicación recibe mensajes homogéneos.
Por décadas, el papel que tradicionalmente se le ha asignado a la comunicación en los
procesos de cambio es el de tratar ciertos comportamientos de manera individual en un sujeto.
Sin embargo, la Comunicación para el Cambio Social aspira a un cambio en la vida de un
grupo social, de acuerdo con los parámetros que rigen esa comunidad entre los que se
destacan los elementos culturales y socioeconómicos. Podríamos indicar que la Comunicación
para el Cambio Social propicia la democratización y el acceso a la salud a toda la población,
aspecto que es promovido por la Organización Mundial de la Salud y la Organización
Panamericana de la Salud, entre otros organismos de prestigio internacional.
En la Comunicación para el Cambio Social son las personas de la comunidad las que
tienen la posibilidad de formular sus propias agendas para el cambio. Agendas que pueden
dirigirse a propiciar cambios sociales en comunidades pequeñas, ciudades y a nivel
internacional. Este proceso aunque se fundamenta mayormente en el diálogo emplea distintos
medios de comunicación, ya sean tradicionales o modernos. Cuando son utilizados por la
comunidad, los medios masivos de comunicación tienen la posibilidad de actuar como
instrumentos efectivos en la transmisión de conocimiento que promueva cambios sociales y
conlleve a la sostenibilidad de las iniciativas.
De acuerdo con Pérez (2006) la Comunicación para el Cambio Social aspira a nuevas
oportunidades para someter al debate y al diálogo público las decisiones sobre el tema a tratar
(HIV, Lactancia, Cáncer, otros). Este enfoque representa un reto para el desarrollo de los
esfuerzos de comunicación en la salud, ya que deja de convertirse en un proceso de
persuasión tradicional, a través del cual son los expertos en el tema junto con los estrategas
de comunicación los que establecen las estrategias y mensajes que se dirigirán a la
comunidad. Estrategias que en su mayoría han sido desarrolladas utilizando como base las
teorías y métodos predominantes hasta el momento en el campo de la comunicación en salud.
Una de las características a destacar del paradigma de la Comunicación para el
Cambio Social es la atención que le da a la influencia de la interculturalidad como parte de sus
postulados. El modelo destaca la importancia que tienen las características socio culturales
inmersas en una comunidad y propone que su desconocimiento podría determinar el éxito o
fracaso de un esfuerzo que pretende cambios de conductas o hábitos en la población.
Supongamos que deseamos promover el uso de profilácticos en una comunidad que cuenta
con una gran cantidad de personas infectadas con HIV. Ahora bien, esta comunidad
culturalmente no acepta el uso del profiláctico. Por tanto, es probable que fracasemos en el
esfuerzo de comunicación si desconocemos que esta comunidad rechaza el uso del profiláctico
por aspectos culturales. Desde la perspectiva cultural, no cabe duda que la comunicación
comunitaria y participativa permite el reconocimiento de la realidad que circunda a una
comunidad, aunque existen otros factores como el sentido humanitario que las personas tienen
hacia diversas problemáticas sociales y que podrían incidir en sus conductas de salud.
La horizontalidad de la Comunicación para el Cambio Social ejerce un papel primordial
para que la comunidad objeto del cambio adopte como suyos los métodos y los estilos de vida
para su sostenibilidad. Se aparta un poco de los modelos tradicionales de comunicación para la
salud, los cuales en su mayoría proponen constructos dirigidos a la individualidad como parte
del proceso de cambio de actitudes, percepciones y mejores estilos de vida en la población.
Aunque podríamos indicar que de forma deliberada o indeliberada han dejado la puerta abierta
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Debates y controversias sobre el concepto de participación
comunitaria en salud: una revisión histórica
Claudia Bang
Facultad de Psicología – Universidad de Buenos Aires (UBA)
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET)
claudiabang@yahoo.com.ar
Resumen:
1
un núcleo de discusión que aborda esta problemática en su complejidad y
realiza un aporte central hacia una redimensión conceptual.
Abstract:
This article presents a historical approach to the different meanings that the
concept of community participation has acquired in the formulation of health
policies for Latin America since the Declaration of Alma-Ata in 1978. Historically
this concept has assumed a consensus on its meaning that hides a real
polysemy. Its conceptual vagueness has allowed very heterogeneous
phenomena to be uncritically grouped. The critical review of the principal
debates and controversies concerning this issue is a necessary contribution for
clarification and input for future research and implementation of participative
practices.
2
Introducción
3
Siguiendo este planteo, surgen los siguientes interrogantes que guían la producción de
este artículo: ¿Cuáles han sido las formas de contemplar el concepto de participación
comunitaria en el diseño e implementación de políticas de salud pública en la historia reciente
de América Latina? ¿Cómo se han construido socio-históricamente los diversos sentidos que
han conformado la retórica participativa en salud? ¿Qué significaciones han aportado los
diversos actores implicados de acuerdo a sus intereses y contexto en cada momento socio-
histórico abordado? ¿Cómo pensar críticamente algunas implicancias de este complejo proceso
en la aplicación de políticas de salud que contemplan la idea de participación en contextos
locales? A partir de dicho análisis, ¿qué aportes se podrían realizar en la vía de una redimensión
conceptual?
El objetivo del presente trabajo es abordar la problemática de definición del concepto
de participación comunitaria, indagando los diferentes sentidos que éste ha adquirido
históricamente en el diseño e implementación de políticas de salud para América Latina desde
la declaración de Alma-Ata. Estos sentidos han sido otorgados por múltiples actores implicados
en diversos contextos. Una revisión histórica y analítica de los principales debates y
controversias existentes a partir del origen y desarrollo de esta idea nos permitirá comprender
el proceso socio-histórico de construcción y desarrollo conceptual, lo que significa un aporte al
abordaje de la problemática de polisemia y vaguedad semántica que admiten dichas
formulaciones conceptuales, reflejando sus dificultades y limitaciones.
No se pretende aquí hacer una recopilación exhaustiva de todos los significados
relevados, ni de todas las políticas y aplicaciones que han tenido como centro a la participación
comunitaria en salud en la región. Se privilegiarán aquellos sentidos que han sido objeto de
debates y controversias, aquellos que nos puedan permitir un acercamiento a comprender la
compleja problemática de significación de este concepto en su proceso histórico.
Diferentes formas de contemplar las ideas de comunidad y participación comunitaria
contribuyen a la legitimación de diversas políticas de salud, estos conceptos y su aplicación en
América Latina son resultante de la intervención de múltiples actores en diferentes niveles. Al
articularse, esta compleja dinámica orienta acciones dirigidas a la comunidad con lineamientos
específicos, otorgándole sentido a los mismos conceptos que los actores delimitan. El presente
análisis pretende contribuir a la comprensión de las políticas de salud dirigidas a la comunidad
en América Latina como producto histórico-social, imprescindible para poder actuar sobre la
realidad de la región.
La importancia y vigencia del presente análisis está dado por la vuelta a los postulados
de la Atención Primaria de Salud en el inicio del siglo XXI (Organización Mundial de la Salud
[OMS]/Organización Panamericana de la Salud [OPS], 2005), dado que algunos de sus
conceptos integrales son los de participación y promoción de mecanismos de participación
4
activa (OPS, 2005). Esta vuelta a los enunciados de participación comunitaria en salud,
actualiza los debates y controversias objeto del presente trabajo, siendo su revisión histórica un
aporte fundamental de esclarecimiento e insumo para posteriores investigaciones sobre esta
temática, desde una perspectiva actual.
Metodología
5
salud, indagando relaciones posibles entre la lógica de algunos actores implicados en el diseño
e implementación de políticas de salud y la retórica sostenida sobre el concepto estudiado.
La idea de participación comunitaria surge en América Latina en la década del ‘50 como
estrategia de promoción rural para poblaciones originarias y recibe difusión en los ‘60 con los
programas de la Alianza para el Progreso. En el ámbito específico de salud este concepto ha
tomado extraordinaria fuerza a partir de la declaración de Alma-Ata en 1978, momento en el
que se centra la atención en la comunidad y su participación como componente fundamental de
la estrategia de Atención Primaria de la Salud. Surge una primera definición formal del
concepto de participación comunitaria como
“el proceso en virtud del cual los individuos y las familias asumen responsabilidades en
cuanto a su salud y bienestar propios y los de la colectividad, y mejoran la capacidad de
contribuir a su propio desarrollo económico y comunitario. Llegan a conocer mejor su
propia situación y a encontrar incentivo para resolver sus problemas comunes. Esto les
permite ser agentes de su propio desarrollo, en vez de beneficiarios pasivos de la ayuda
al desarrollo.” (OMS-UNICEF, 1978, p.7)
6
En este surgimiento de las primeras definiciones elaboradas por organismos
internacionales, la participación comunitaria tenía como sujeto a una población rural,
mayoritariamente indígena. La participación de campesinos indígenas en los programas de
salud fue pensada en parte para poder incorporar valores occidentales que facilitaran la
consecución de dichos programas (Ugalde, 1985). Asimismo, la crisis de accesibilidad a los
servicios que enmarcó el surgimiento de la participación comunitaria como estrategia de APS se
encuentra dentro de esta coyuntura rural, campesina e indígena, lo que explica en parte la idea
de comunidad difundida de aquí en mas en Salud Pública:
“Una comunidad se compone de personas que viven juntas, en una u otra forma de
organización y cohesión sociales. Sus miembros comparten, en distintos grados,
características políticas, económicas, sociales y culturales, así como intereses y
aspiraciones, incluida la salud. Las comunidades varían mucho en cuanto a su magnitud y
perfil socioeconómico, y pueden habitar en caseríos aislados o en aldeas más organizadas,
en pueblos o en ciudades.” (OMS-UNICEF, 1978, p.14).
7
democráticos de participación en sociedades que, como las de América Latina, estaban en
medio de procesos de dictaduras militares y de represión política. Durante la década de 1970,
catorce de los dieciocho países de la región tuvieron gobiernos basados en una dictadura y para
la década de 1980, diez países aún las tenían. Estos gobiernos totalitarios se caracterizaron por
tener niveles de represión que eliminaban la posibilidad de participación de los ciudadanos en
todas las actividades del Estado (Flores y Ruano, 2009).
Conceptualmente los gobiernos militares entendían la participación como mecanismo de
subversión basado en ideas con raíces comunistas, supuestamente relacionadas con los
movimientos guerrilleros, y perseguidos por tal motivo. Briceño-León (1998) afirma que en su
gran mayoría, se trataba en realidad de mecanismos de acción popular que, al no encajar en
los esquemas simplistas y maniqueos de la guerra fría, eran satanizados y convertidos en
subversivos. Hablar de participación en ese contexto resultaba sospechoso, pues así se tratase
de salud, significaban una respuesta democrática que los militares repudiaban de cualquier
manera. El uso de técnicas de tortura, de desapariciones forzosas, asesinatos y otras formas de
violencia y represión se aplicaron para perseguir las mismas prácticas participativas que se
supuso defender a nivel discursivo en Alma-Ata.
8
1994). Liliana Fracasso (2000) afirma que la comunidad a largo de las décadas se ha
manifestado cada vez más de forma múltiple y heterogénea, inconstante y con alcances no
necesariamente locales. Consecuentemente, las definiciones de comunidad pensadas para
realidades rurales e indígenas en el campo de la salud pública, han resultado inadecuadas al
hacer de esta idea la forma de organización universal, con definiciones plagadas de referencias
como proximidad física, relación directa y personal, apoyo social, consenso, cooperación,
creencias comunes, sentido de pertenencia, frecuencia de interacción, etc.
Cuando se ha caracterizado a la comunidad en relación a la participación surge el
cuestionamiento sobre la naturaleza participativa o no de las comunidades. Aquí encontramos
dos posturas: algunos autores como Ugalde caracterizan a la comunidad como un grupo
cohesionado con gran capacidad de organización propia para intervenir en las problemáticas a
resolver (Ugalde, 1985). Este autor cuestiona los programas que pretenden fomentar la
participación por no haber tomado en cuenta esta capacidad de organización y haber intentado
organizar a la comunidad. Por otro lado, autores como Irigoyen caracterizan a la comunidad
como el nivel mas disperso y débil de la organización social, entendiéndola como la base de un
sistema social fragmentado y por lo tanto, nivel menos pertinente desde donde participar
(Irigoyen, 1994). Aquí se cuestiona la definición tradicional de participación comunitaria por
eludir este aspecto. Estas dos posturas que a primera vista parecen contradecirse, pueden
surgir de la misma ambigüedad de las definiciones formales de estos conceptos, que al no decir
nada sobre estos aspectos, dejan la puerta abierta para hacer múltiples interpretaciones a
partir de la aplicación en contextos diferentes.
El término participación ya es por sí mismo problemático, ya que también conlleva una
gran polisemia. Un estudio de la Organización Mundial de la Salud afirma que este término es
interpretado de tres maneras diferentes: como contribución (en el que la comunidad aporta
trabajo o materiales), como organización (a través de estructuras que faciliten la interacción) o
como empoderamiento (a través de grupos generalmente marginados organizados para el
control de los programas) (OMS, 1991). Autores como Woelk (1992) u Olico-Okui (2003)
afirman que a diferentes niveles y según los actores implicados el concepto de participación ha
sido entendido diferencialmente durante la década que nos ocupa. Planificadores han entendido
a la participación como contribución, mientras que promotores sociales lo han hecho desde una
perspectiva de empoderamiento.
La vaguedad de la retórica participativa con la que los organismos internacionales han
definido el término de participación comunitaria aporta aún más a la polisemia planteada.
Bronfman y Gleizer (1994) realizan una revisión rescatando las diferentes formas en que se ha
entendido esta idea, ellos mismos la definen como la incorporación de la población o de
sectores de ella, en grados y formas variables, a alguna actividad específica relacionada con la
9
salud. Estos autores encuentran que bajo el mismo nombre se han incluido distintas
concepciones sobre el sentido de la incorporación de la comunidad en el diseño y desarrollo de
programas de salud, las que han influido posteriormente en la decisión de incluir o no esta
dimensión dentro de los programas. Dentro de la posición favorable a la inclusión de la
participación comunitaria encontramos concepciones diversas: algunas ven en su
implementación un medio para mayores posibilidades de éxito de los programas, otras ven en
la participación un fin en sí mismo, acentuando sus efectos democratizadores sobre la sociedad
(Winch, 1991).
Aquellos que rechazan la implementación de prácticas de participación comunitaria
cuestionan la inclusión de esta estrategia en los programas de salud por sus supuestos efectos
negativos sobre la comunidad. Argumentan que la participación comunitaria sería sólo un
instrumento para legitimar al poder, ejercer control político y beneficiar intereses ajenos a los
de la población.
Resulta interesante abordar cómo algunos autores incluyen a la propia posición de la
OMS expresada en la declaración de Alma Ata dentro de la concepción que toma a la
participación como un medio que brinda mayores posibilidades de éxito a los programas. Así
concebida, la participación comunitaria deviene en una estrategia para maximizar la
accesibilidad y disponibilidad de los servicios. Esta concepción de la participación comunitaria
como herramienta se piensa a sí misma como social y políticamente neutra. Los autores
afirman que al dar todo el peso a la dimensión sanitaria, no se toma en cuenta los efectos del
programa sobre las dimensiones políticas y sociales relevantes para la comunidad (Bronfman y
Gleizer, 1994). Estas concepciones que parecen formalmente neutras, presentan consecuencias
sociales y políticas en la distribución de poder dentro de la comunidad, lo que nos lleva a
plantearnos un núcleo central de discusión.
10
Desde otra perspectiva, Bronfman y Gleizer (1994) afirman que la participación nunca es
absolutamente neutra, ni puede ser abstraída del contexto en el que tiene lugar; siempre tiene
algún efecto sobre la estructura social de la comunidad, su organización y su capacidad de
acción. Por otro lado, Irigoyen (1994) afirma que todo proceso de participación modifica la
distribución de poder político existente, aspecto crucial que no aparece contemplado en la
formulación teórica de estrategias, y luego se lo concibe como un obstáculo a la hora de su
aplicación. Aún tomando diferentes concepciones teóricas, los autores consultados sobre este
tema concuerdan en que desde las primeras formulaciones no se ha tomado en cuenta que la
participación comunitaria está íntimamente ligada a las ideas de poder, autoridad y legitimidad.
Las definiciones tradicionales eluden estos importantes aspectos, quedando en la mayoría de
las ocasiones ocultos los intereses y objetivos propios de los actores implicados, además de los
conflictos y luchas de focos de poder internos a la propia configuración de la trama de poder
comunitaria (Foucault, 1980).
Brownlea (1987) advierte que es imprescindible tomar en cuenta en estas
conceptualizaciones a los actores implicados, sus características y qué intereses están en juego.
Esto nos dirige al problema de la existencia de una gran inequidad en la posibilidad de
participación efectiva, contraria al espíritu de APS que propone un acceso más equitativo a los
servicios de salud a través de la participación. La retórica participativa oficial no toma en cuenta
que no todos los grupos dentro de una comunidad están posicionados de forma similar ante la
posibilidad de participación. Brownlea afirma que siempre se encuentran grupos no consultados
ni movidos a la participación, y que esto se debe más a razones ideológicas y de intereses
políticos que a impedimentos técnicos. Paradójicamente, muchas veces la implementación de la
estrategia participativa en salud termina reproduciendo y hasta acentuando las desigualdades
existentes, paradoja que parte de la idealización teórica de esta estrategia. Stone por su parte,
afirma que las diferentes formas de interpretar el significado de la participación comunitaria
muchas veces representa los puntos de vista de diferentes grupos implicados, los que surgen
debido a un acceso diferencial de poder y estatus entre estos grupos, reflejando intereses
estructurales de poder a tener en cuenta (Stone, 1992). La falta de abordaje de esta
importante dimensión por parte de los organismos que han dado a luz los conceptos aquí
tratados nos sitúa ante nuevas evidencias del distanciamiento entre la retórica participativa
sostenida en las formulaciones de políticas de salud y la compleja trama de poder que
caracteriza a la realidad objeto de participación.
11
La participación en la década de los ‘90: nuevos sentidos
Es el Informe sobre Desarrollo Mundial 1993: Invertir en Salud elaborado por el Banco
Mundial (1993) el que signará un hito que legitimará su ubicación en el centro de la escena en
lo que a políticas de salud para los países receptores de ayuda económica se refiere: América
Latina casi en su conjunto (Laurel, 1995).
El fuerte proceso de reforma del sector salud, los programas de ajuste estructurales y
la necesidad de legitimar la inclusión de actores del sector privado en la escena de las políticas
de salud pública impulsada por el Banco Mundial, tal vez sean los aspectos que más han
influido en los intentos de repensar los términos aquí tratados. Desde un nuevo paradigma que
reduce el papel de Estado en la escena de las políticas públicas, se reconceptualiza el término
participación en salud, dándole un nuevo sentido. El objetivo es legitimar la inclusión de
poderosos actores del sector privado en la toma de decisiones en salud, muy distante al sentido
de participación de la comunidad. Aquí se define a la participación como:
Lynn Morgan (2001) explica cómo el Banco Mundial se apropia del término
participación, dejando en claro que no se trata de una participación popular sino de partes
implicadas, actores con poder, quienes podrían potencialmente oponerse u obstaculizar la
viabilidad de proyectos, si es que éstos no los incluyen de alguna manera.
De esta forma, se desplaza el acento fuertemente ubicado durante la década anterior
en la necesidad de participación de la comunidad, a la necesidad de Participación de
stakeholders. Elisabeth Jelin (1998) plantea que lo más evidente pero menos explícito aquí es
que esta formulación legitima relaciones de poder, que según este modelo quedan en manos
de las organizaciones con poder previo dentro de la comunidad.
Sorprendentemente, el discurso participativo que acompaña estas formulaciones
conserva la definición de comunidad del período anterior, concibiéndola como un grupo que
comparte necesidades sentidas e intereses comunes (Banco Mundial, 1995a).
12
Nuevos sentidos otorgados
13
forma se crea una nueva retórica que en algunos puntos se superpone al discurso de Salud
para Todos originado en Alma Ata.
En respuesta a esta problemática, tanto OMS como OPS han intentado introducir
nuevos conceptos. Zacus, en una revisión terminológica que comprende la década de los
noventa, afirma que no sólo se han incluido los términos de participación social (aportado por
OPS) e intervención de la comunidad en salud (aportado por OMS), sino que se habla de
participación pública, participación ciudadana, participación de los pobres, etc. (Zacus y Lysack,
1998). Por otro lado, los pequeños y medianos proyectos rurales, ahora sostenidos muchas
veces por ONGs, siguen perpetuando el sentido primigenio de participación y comunidad
(Banco Mundial, 1995b), quedando irresueltas las dificultades intrínsecas a estas definiciones
puestas de manifiesto a lo largo de la década anterior.
Generalmente dentro de los programas de ONGs pensados para poblaciones rurales,
indígenas o sectores específicos desfavorecidos de poblaciones urbanas, se contempla a la
comunidad todavía como masa homogénea de intereses compartidos asentados en una zona
geográfica determinada, también se introduce a la participación tal como fue pensada en la
propuesta de Atención Primaria de Salud. Sin embargo y como se menciona anteriormente, la
propia inclusión de las ONGs como actores en salud pública responde a otro paradigma
sustentado por otro discurso, que incluye la participación de estas organizaciones y la
intervención de la comunidad a partir de ellas. Esta forma de concebir a la participación convive
con los nuevos términos que se corresponden a la complejización de la vida urbana, creándose
en el uso de la terminología una doble retórica rural-urbano, sin referencias claras y límites
precisos, manteniendo y multiplicando la ambigüedad de esta polisemia.
Con la cumbre del Milenio (Naciones Unidas, 2000) se inaugura un nuevo contexto de
alianzas entre organismos internacionales de salud y financiadores, junto a informes macro que
articulan economía y salud. Varias son las nuevas tendencias en lo que al discurso participativo
en salud se refiere. Si bien el término participación se encuentra cada vez más difundido,
desarrollado y redimensionado; el concepto de comunidad ha dejado de utilizarse en tanto
concepto útil y operativo, aunque muchas veces se lo mencione. El enfoque tecnocrático-
selectivo imperante, traslada el acento desde estrategias de Salud para Todos cuyo objeto era
la comunidad en su conjunto a estrategias costo-efectivas puntuales cuyo objeto son
segmentos específicos de la población.
14
Dos son las nuevas líneas de desarrollo conceptual en lo que a participación se refiere,
desarrolladas principalmente por el Banco Mundial, pero consensuadas por las otras agencias
implicadas:
Por un lado, nos encontramos con la participación de los pobres y desaventajados
entendida como:
“Proceso mediante el cual los segmentos más pobres de la población son escuchados y
consultados, aumentando su capacidad de influir en la toma de decisiones y de ejercer
control sobre la distribución equitativa de los servicios de salud.” (Banco Mundial, 2000)
15
A partir del concepto de ciudadanía, se modifica la idea de participación de la población
en las políticas de salud, asociándose frecuentemente a la representatividad a través de
organizaciones o partidos políticos (Labra, 2002). Se asocia participación a la ejecución de
acciones de control por parte de los ciudadanos sobre la administración y gestión estatal, se
espera que la voz de la gente sea escuchada y respondida. Ya no se piensa a la participación
como la posibilidad de realizar un proceso conjunto, interviniendo en las diferentes instancias
de decisión y ejecución de programas y políticas. De lo que se trata aquí es de generar la idea
de un control ciudadano sobre los servicios del Estado ejercido desde mecanismos
participativos. En muchos casos se hace referencia a la necesidad de esta participación para
enfrentar supuestos problemas de corrupción que presentan los servicios públicos en los países
pobres (Figueroa Pedraza, 2002).
Por otro lado, el valor cosmético del concepto de participación comunitaria al que hacía
referencia Chambers en la década de los noventa, se ha multiplicado en los últimos años.
Curiosamente, a pesar del cambio conceptual operado en el discurso participativo oficial, Jean-
Philippe Platteau (2002) afirma que organizaciones, agencias financiadoras y otras instituciones
implicadas en la consecución de proyectos de salud han adoptado rápidamente el discurso
participativo mezclando definiciones, visiones modernas y clásicas de comunidad, ciudadanía,
etc. Así se da por supuesto un consenso terminológico inexistente en la práctica, lo que
provoca que en cada programa se justifiquen acciones diversas en pro de una supuesta
participación de la comunidad. Esta confusión también es propiciada por los mismos
organismos financiadores, que abogan por una retórica participativa cada vez más confusa, lo
que se complejiza más en ámbitos rurales en los que se perpetúa la idea de comunidad como
unidad culturalmente homogénea y diferenciada (Stone, 1992). Se profundiza así una falta de
concordancia entre la forma de concebir a la comunidad y su participación y las características
concretas de la realidad comunitaria.
16
organismos internacionales discuten y se replantean sobre los conceptos, métodos y
mecanismos para lograr la inclusión de la comunidad en programas y proyectos de Salud, parte
de la población no encuentra estos medios de participación y generan sus propios movimientos.
Aquí se visualiza hasta qué punto se mantiene una desarticulación entre retórica participativa
oficial y realidad concreta. Por otro lado, en estos movimientos se evidencia un potencial
organizativo que posee la propia comunidad y que, si fuera incluido y repensado en las
conceptualizaciones, podría ser vehiculizado hacia otros canales de participación.
Conclusiones
17
2. Se intenta incorporar los conceptos e ideas supuestamente más modernas (impulsados
por el Banco Mundial) que serían más acordes a sociedades en procesos acelerado de
modernización y desarrollo.
3. Se superponen o mezclan ambos discursos, utilizándolos indistintamente, suponiendo
un consenso sobre el sentido de los términos implicados, el cual es inexistente en la
práctica.
4. Se opera una división conceptual urbano-rural implícita, adoptando el discurso
participativo moderno en contextos urbanos y aquel impulsado en Alma Ata para
realidades rurales o marginales.
18
colectivo humano con múltiples interacciones, con diversidad de intereses y relaciones de
poder, reproduciendo asimetrías. Al ser heterogénea, sus características pueden diferir en cada
caso, dependiendo de múltiples factores. Resulta imprescindible emprender investigaciones que
delimiten estos factores y características, y cómo repercuten en los procesos participativos en
salud.
Es necesaria una redimensión ética de la participación comunitaria, que permita situarla
como estrategia de acciones concretas, correspondiente a una voluntad política real de
transformación, dejando de ser una mera retórica democrática. Resulta necesario desarrollar
aproximaciones conceptuales que puedan relacionarse con contextos sociales específicos y
abordarlas concretamente a la hora de diseñar los lineamientos que estas políticas deberán
seguir en lo que a participación comunitaria en salud se refiere.
19
Bibliografia
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York: Oxford University Press.
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2004 de http://www-esd.worldbank.org
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Medicine, 25 (6), 605-14.
• Chambers, R. (1995). Paradigm shifts and the practice of participatory research and
development: theory and practice. London: Intermediate Technology Publications.
20
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• Jelín, E. (1998). Tras una cultura de Participación: desafío para una sociedad más
equitativa. En: S. Alvarez, E. Dagnino, A. Escobar (Eds.), Cultures of politics, politics of
cultures (pp. 405-414). Boulder: Westview Press.
• Labra, M. (2002). Capital Social y consejos de Salud en Brasil. ¿Un círculo virtuoso?
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21
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• Platteau, J. (2002). Rushing to Help the Poor Through Participation May Be Self-
Defeating. Bélgica: Centre for Research on the Economics of Development (CRED).
• Woelk, G. (1992). Cultural and Structural Influences in the Creation of and Participation
in Community Health Programmes. Social Science and Medicine, 35(4), 419-24.
• Zeledón C, Noé M. (2000). Reformas del sector salud y participación social. Revista
Panamericana de Salud Pública, 8(1/2), 99-104.
22
Notas
La investigación presentada en este artículo ha sido parte de una investigación anterior de la autora
presentada como Tesis de Maestría en Salud Pública Internacional, financiada con una beca MAE-AECI de
la Agencia Española de Cooperación Internacional. Se expone parte del marco teórico de una investigación
doctoral en curso financiada con una Beca Doctoral Tipo I otorgada por el CONICET.
23
Documento descargado de http://www.aecs.es. Revista Española de Comunicación en Salud. ISSN: 1989-9882
Algunas reflexiones sobre la comunicación y salud en España tras cinco años del Observatorio de Comunicación y Salud.
J L Terrón Blanco
Perspectivas
Resumen
El presente artículo pretende aportar una serie de reflexiones sobre la comunicación y salud en
España. El escrito es meramente descriptivo y, en cierto grado, especulativo, y está redactado
desde la experiencia que da el dirigir el Observatorio de Comunicación y Salud del InCom-UAB
desde 2005, fecha de su fundación y primera entidad que de forma estable ha dedicado su
actividad a la comunicación y salud en nuestro estado. El artículo tiene dos objetivos: por un
lado, centrándonos en la investigación universitaria, reseñar de manera sintética qué hemos
hecho y de dónde provenimos, y, por otro, subrayar nuestras fortalezas y nuestras debilidades.
Pero su finalidad última, sin esconder cierto grado de provocación, es propiaciar un necesario
diálogo teórico en torno a nuestro ámbito de estudio: cuál es, cuál debería de ser y cuáles son, si
se deben considerar, sus finalidades.
Abstract
This article aims to provide a series of reflections about communication and health in Spain. The
text, merely descriptive and to some extent speculative, has been created from the direct
experience that gives the direction of Centre for Communication and Health Studies InCom-UAB
since 2005, the date of its founding and first entity that has dedicated his stable communication
activity and health in our state. The article has two objectives: first, focusing on university
research, a brief summary outline of what we have done and where we come from, and,
secondly, to highlight our strengths and our weaknesses. But his ultimate purpose, without hiding
some degree of provocation, is a necessary to promote theoretical dialogue about our areas of
study: what is, what should be and what they are, whether to consider its goals.
* Correspondencia: joseluis.terron@uab.es
Algunas reflexiones sobre la comunicación y salud en España tras cinco años del Observatorio de Comunicación y Salud.
J L Terrón Blanco
Consideramos que, en primer lugar, deberíamos dejar claro de qué estamos hablando o, al
menos, desde qué perspectiva. Nosotros nos referimos a comunicación y salud; detengámonos
unas líneas en este encuadre, que, a la vez, conlleva el diálogo entre distintos encuadres en uno
contextualizador al que pueden modificar.
Si se nos permite, comenzaremos por fijar nuestra atención en el término salud. PINTOS (2001)
distingue entre cinco contextos para el examen de la temática de la salud: el médico asistencial,
el cultural, el económico, el filosófico antropológico y el utópico. Podríamos decir que
mantenemos una postura ecléptica, y que nuestra mirada incluye a los cinco contextos; sin
excluir a ninguno, nosotros reflexionamos preferentemente desde el cultural (simplificando, la
cultura tiene capacidad para decidir ciertos estados de las personas como ‘saludables’ o
‘enfermos’) y el filosófico antropológico (la salud como estilo de vida autónomo y responsable). O
si se prefiere, y siguiendo a Scambler (1991), si desde la sociología médica se pueden apreciar
tres aproximaciones, el funcionalismo, la socioeconomía política y el construccionismo social,
nosotros nos veríamos próximos a esta última aproximación, el construccionismo social. ¿Por
qué deseamos introducir estos posicionamientos? Para, por un lado, huir de un lugar de común
y, por otro lado, denunciar a ese lugar común: la salud como supuesto concepto consensuado,
monosémico y aséptico. ¿Todos entendemos lo mismo por salud? Es evidente que no; nuestras
reflexiones e investigaciones básicas y aplicadas se verán determinadas por este punto de
partida, qué entendemos por salud, pero generalmente lo pasamos por alto. Creemos que,
sustancialmente, por dos razones, y la la primera está supeditada a la segunda: falta de reflexión
1
teórica –por no hablar, en algunos casos, de ignorancia premeditada - y suposición de un
consenso teórico que permite fijar nuestra actividad en la investigación sin tener que detenernos
en la reflexión teórica –lo cual no es nada inocente, dado que nos permite dirigir nuestro hacer a
actividades que consideramos más productivas-.
Por nuestra parte, dado que nos estamos refiriendo a qué entendemos por salud, defendemos la
aproximación a la salud que hace el Hasting Center (2004: 35): “La salud se caracteriza por la
ausencia de males de consideración y, por tanto, por la capacidad de una persona para perseguir
1
Pensamos, sobre todo, en la argumento salud como reclamo.
Algunas reflexiones sobre la comunicación y salud en España tras cinco años del Observatorio de Comunicación y Salud.
J L Terrón Blanco
Hemos de reconocer que todos, en un momento u otro, hemos hecho nuestra la definición de la
OMS, quizás por alguna de las razones, sino por las dos, que apuntábamos líneas arriba. Ahora
bien, esta definición, que podríamos calificar de utópica, supuso un avance en tanto en cuanto
que la salud se contempla desde una perspectiva más amplia que la médico-asistencial y el
biologismo, pero conlleva o propicia en la actualidad unos peligros –dado su todismo- que
deberían alejarnos de la misma y desconfiar de su uso generalizado. ¿A qué peligros nos
referimos? En síntesis, a cuatro: la medicalización, el fenómeno del healthsim (la obsesión por la
3
salud) , las confusiones entre bienestar y salud y entre enfermedad y culpa y la profusión de los
discursos paracientíficos; todos ellos aunados por una mercantilización más o menos encubierta
4
que opera con diferentes agentes (laboratorios, instituciones, agencias de viajes , etc.) que
basan su discurso en dos supuestos: el bien para el individuo y la responsabilidad social para la
corporación. La salud pasa de ser un fin a ser un argumento para otros fines, en muchos casos
encubiertos.
Por otro lado, y en un intento de avanzar en el escrito, también deberíamos preguntarnos de qué
hablamos cuando enunciamos comunicación y salud, comunicación en salud, comunicación para
2
Véase, al respecto, Bauer TA. Estoy vivo..., luego estoy sano”, Comunicar 2006: 26: 43-50.
3
“El fenómeno del healthsim hace que el motivo de todos los problemas y sus soluciones se busquen
únicamente en el individuo. Al embellecer la salud como un ideal, una amplia metáfora de lo bueno de
la vida, el healthsim refuerza la tendencia de convertir la lucha por el bien más preciado del hombre,
su salud, en un asunto personal del individuo. En otras palabras, se hecha la culpa de los problemas y
las enfermedades al individuo, mientras la políticas y la sociedad rehuyen la responsabilidad” (Blech,
2005: 214).
4
Terrón JL (2009).
Algunas reflexiones sobre la comunicación y salud en España tras cinco años del Observatorio de Comunicación y Salud.
J L Terrón Blanco
La OMS (1998: 18-19) afirma que la “comunicación para la salud es una estrategia clave
destinada a informar a la población sobre aspectos concernientes a la salud y a mantener
cuestiones sanitarias importantes en la agenda pública (...). La comunicación para la salud está
dirigida a mejorar el estado de salud de los individuos y las poblaciones”. Este organismo
entiende la comunicación para la salud “como el estudio y la utilización de estrategias de
comunicación interpersonal, organizacional y mediática destinadas a informar e influir en las
decisiones individuales y colectivas propicias para la mejora de la salud”.
Para las agencias de salud estadounidenses, el hacer de la comunicación para la salud está
cambiando ostensiblemente. Por un lado, se está dando un gran aumento en la oferta de
información sobre salud, que compite por captar la atención pública, retroalimentada con la
demanda de unos destinatarios que piden cada vez más información, más diversa, más
5
específica y de más calidad . Por otro lado, hay una creciente sofisticación en las técnicas de
comercialización y de ventas de los productos y servicios relacionados con la salud. Por nuestra
parte añadiríamos que al ocupar cada vez un espacio más central de nuestras vidas, la salud (y
por extensión nada inocente los estilos de vida saludables) está siendo uno de los grandes
argumentos de la comunicación corporativa. Y junto al aumento de una oferta y una demanda
que se retroalimentan, cabe consignar fenómenos, como, por ejemplo, el papel cada vez más
relevante de las asociaciones de pacientes, la reivindicación de una medicina humanística, la
comunicación para la salud como parte de la comunicación para el desarrollo, la longevidad en
los países desarrollados y la irrupción de internet como medio informativo, comunicativo y
relacional.
5
Pero aumenta la falta de credibilidad de las instituciones públicas y del discurso científico.
Algunas reflexiones sobre la comunicación y salud en España tras cinco años del Observatorio de Comunicación y Salud.
J L Terrón Blanco
Algunas reflexiones sobre la comunicación y salud en España tras cinco años del Observatorio de Comunicación y Salud.
J L Terrón Blanco
Se nos permitirá que en este apartado genérico de qué estamos hablando, nos detengamos
unos párrafos para hablar del periodismo especializado en salud (o del periodismo de salud, o
del periodismo médico, o del periodismo para la salud,…) y, de esta forma, intentar ejemplificar,
aunque no pueda ser de manera muy extensa, lo que intentamos expresar.
Por un lado, y en primer lugar, debemos deparar en qué entendemos por periodista y, por
extensión, en la supuesta crisis del periodismo. De manera breve, y ciertamente esquemática,
diremos que entendemos por periodista al profesional especializado en relatar hechos noticiosos
y que consideramos que su trabajo de mediación sistémica y sistemática hoy por hoy sigue
siendo insustituible, aunque pueda ser complementada.
Para nosotros el periodismo especializado en salud es una especialización dentro del periodismo
científico; en este punto coincidimos con Epstein. Hablamos de periodismo especializado, por
tanto que requiere unos conocimientos determinados y unas habilidades comunicativas
concretas (al igual que el deportivo o el económico, pongamos por caso). Como periodismo
deberá tener en cuenta unos códigos, unos géneros y unas rutinas productivas (propios de cada
medio) que construyen agendas con forma de mensajes y que, por tanto, deberán enmarcarse
en una ética comunicativa. Hasta aquí no vemos ninguna diferencia entre un periodista
generalista y uno especializado en salud. Como periodista especializado en ciencia deberá
asumir un profesionalismo que conlleva la asunción de unas rutinas productivas y unos principios
6
éticos que tengan como finalidad la información, la divulgación e, incluso, la opinión. Los
criterios del profesional, asentada en la ética y en el conocimiento, es la cognición con la que
construye el mensaje.
6
Véanse, como ejemplo, los proporcionados por el Comitè de Bioètica de Catalunya (2004).
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Ahora bien, si consideramos que el periodista es un periodista para la salud, o que el periodismo
de salud es un agente de salud, ya estamos hablando de otro tipo de profesional, con finalidades
distintas. No nos confundamos, una cosa es la responsabilidad y otra bien distinta estar al
servicio de, aunque sea una servidumbre loable e, incluso, necesaria. En una crisis sanitaria el
periodista especializado en salud puede ponerse al servicio de las instituciones, pero se trata de
un caso puntual que presupone, además, que la institución, por un lado, sabe qué hay que decir
y cómo y, por otro, persigue el bien general.
En este punto debemos subrayar la carencia de protocolos de los medios de comunicación frente
a las situaciones de crisis, por tanto, también de las sanitarias. Resulta llamativo que exijan que
las instituciones se doten de ellos y que sean eficaces y eficientes, pero sin plantearse la
necesidad de trabajar con protocolos propios que les faciliten su propia eficiencia y eficacia como
mediadores sociales.
Garabaro González (2003:152), al escribir sobre la prevención del VIH/sida en los medios de
comunicación, dejo dicho: “Por otro lado habría que realizar jornadas de prevención del VIH/sida
para que aparezcan noticias que traten ese tema, pues se ha comprobado que es cuando la
prensa se muestra interesada y le presta mayor atención. Así como identificar a los periodistas
concretos que escriben sobre VIH/sida y sensibilizarlos en la importancia de lo que se publica en
los diarios sobre prevención del VIH/sida, en particular y sobre el sida en general e implicarles
como agentes de salud. Sería oportuno tener más técnicos de salud especializados en medios
de comunicación”. Un buen ejemplo de que ésto se puede llevar acabo –el trabajo cooperativo
con los medios- y de manera no episódica es el que nos ofrece Red2002 a partir de una serie de
Rev Esp Com Sal. 2010;1(2): 77-97 83
Documento descargado de http://www.aecs.es. Revista Española de Comunicación en Salud. ISSN: 1989-9882
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intervenciones en las que participan activistas, periodistas y academia, con las que pretende que
7
cambie la imagen que del VIH/sida ofrecen los medios españoles . Como es lógico y queda
demostrado, esa cooperación sólo puede surgir desde el conocimiento y la comprensión de los
modos productivos del otro a la par que de las razones que les impelen a esas maneras de
hacer.
7
Para más información, puede leerse la comunicación El tratamiento del VIH-sida en los periódicos
españoles, conocer para propiciar el cambio, presentada por este autor en el II Congreso del AE-IC,
celebrado en Màlaga en 2010.
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Como escribíamos párrafos atrás, tomaremos como hilo conductor de nuestro listado los grupos
universitarios o que engarzados a la universidad investigan sobre comunicación y salud. Somos
conscientes que de esta manera no citaremos el interesantísimo trabajo de cada vez un número
de mayor de investigadores realizan de manera individual, cuestión esta que también trataremos
en las conclusiones.
Estos grupos vienen colaborando de manera estable con instancias extrauniversitarias o de las
que forman parte universidades y que se dedican, entre sus tareas, a la comunicación y salud:
8
- Grupo-Porgrama Comunicación y Salud del semFYC ;
http://sites.google.com/site/grupocomunicacionysaludsemfyc/
9
- Web Médica Acreditada ; http://wma.comb.es/
8
Hemos de recordar que uno de sus fundadores es Francesc Borrell (Universidad de Barcelona) es uno de
los mayores especialistas del país en relación a la entrevista clínica. Desde el ámbito de la salud, y
como es lógico, la comunicación profesional-paciente es el macrotema objeto de estudio. De ahí la
fijación en la entrevista clínica o en cómo dar malas noticias y, desde hace pocos años, Internet y las
redes sociales. Hemos de añadir que en numerosos centros hospitalarios se están formando grupos de
comunicación y salud.
9
WMA es una de las agencias de acreditación de calidad de páginas web de salud con más prestigio en el
mundo. Trabaja con la UAB y UOC en diversas investigaciones.
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A la par, debemos hacer una especial mención de la Escuela Andaluza de Salud Pública
(www.easp.es/web/esp/index.asp) y al grupo, sin nombre, que articula Carlos Álvarez-Dardet en
la Universidad de Alicante, en el que trabajan conjuntamente investigadores de comunicación y
de salud pública.
Fuera de los grupos establecidos, se empiezan a obervar dos fenómenos: como los
investigadores que por unas razones u otras vienen trabajando en solitario buscan alianzas con
investigadores de fuera de su universidad; y como se conforman grupos para llevar adelante un
proyecto concreto. Quizás el mejor ejemplo es el del I+D+I La publicidad de tv entre otros
factores socioculturales influyentes en los TCA, en el que participan la Universidad de
Extremadura, la Universidad Rey Juan Carlos, La Universitat Pompeu Fabra, la Universitat
Autònoma de Barcelona, la Universidad de Valencia y la Universitat de Vic. Por contra, la relación
con las asociaciones profesionales no acaba de ser lo fructífera que cabría esperar; hablamos de
la Asociación Nacional de Informadores de Salud (ANIS) -http://www.anisalud.com/- y de la
10
Asociación Española de Agencias de Publicidad de salud -http://www.forosalud.com/- .
Hasta este año no contábamos con ninguna revista científica de comunicación y salud. No
obstante, consideramos que se debe mencionar Revista Medicina y Cine
(http://revistamedicinacine.usal.es/), editada por la Universidad de Salamanca y con seis años de
vida, aunque como ya indica su nombre se dedique en exclusiva a la relación ente cine y
medicina; cabe decir que no está dirigida en exclusiva a profesionales de la salud. En 2010 han
nacido dos publicaciones: Revista Española de Comunicación en Salud, publicada por la AECS y
que recoge este artículo, y Cuadernos de Comunicación y Salud
(http://www.cuadernosdecys.com/) coedición argentinoespañola del CINECYS (Centro de
Investigaciones y Estrategias en Comunicación y Salud) y del INICyS (Instituto Internacional de
Comunicación y Salud). De esta manera se cubre, en principio, uno de los grandes déficits que
teníamos: no contar con ninguna revista científica especializada en comunicación y salud.
Por último, no deseamos acabar este apartado sin hacer mención a un fenómeno que está
cobrando grandes proporciones y al que hemos de estar atentos, el de los blogs, sobre todo
10
En Barcelona se intentaba conformar una asociación que agrupara a los profesionales de los gabinetes
de comunicación de instituciones y corporaciones del ámbito de la salud; a fecha de hoy
desconocemos si ha tomado cuerpo.
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aquellos que se centran en el seguimiento de las redes sociales y los desarrollos de la web. ¿En
qué acabarán; son el germen de nuevas líneas y de nuevos grupos de investigación?
Dado el carácter de este escrito, nos parece sumamente interesante detenernos en mostrar el
crecimiento de la literatura científica en torno a la comunicación y la salud así como hacer
mención a las publicaciones de referencia en este ámbito. Para ello, y en primer lugar, vamos a
destacar la investigación de Packer, Tardelli y Castro (2007). En este estudio se nos muestra la
producción científica en el ámbito de la información y de la comunicación sobre salud a partir de
11
las bases de datos de MEDLINE y LILACS entre los años 1996 y 2005. En el mismo se
predeterminaron cuatro categorías: información en salud, informàtica médica, comunicación
científica en salud y comunicación en salud. Como podemos apreciar, esta categorización nos
puede retrotraer a los primeros párrafos de escrito, ya que, de nuevo, implica una perspectiva de
anàlisis que condicionarán los resultados. Pero en este punto, no nos interesa tanto volver a esa
discusión como subrayar su necesidad inaplazable y, sobre todo, mostrar algunos de los
resultados del metaestudio.
En MEDLINE, el número total de registros pasó de 421.600 en 1996 a 564.440 en 2004; lo que
supuso un aumento del 34 % y un crecimiento medio anual del 3,7%. Pero el número de
artículos que los investigadores consignan en el ámbito de las Ciencias de la Información crece
un 94%, pasando de los 16.342 en 1996 a los 31.264 en 2004. Esto supone un crecimiento
medio del 4%, aunque debemos destacar que entre 2002 y 2004 aumentan un 7%. Todas estas
cifras nos muestran un aumento creciente en el interés por reflexionar y publicar sobre
comunicación y salud.
En cuanto a la afiliación de los autores, existe una evidente concentración: más del 50% de los
artículos coresponden a autores de seis países. Por orden decreciente y consignando los
escritos publicados en 2005, Estados Unidos (9273), Reino Unido (2163), Alemania (1438),
11
MedlinePlus: www.nlm.nih.gov/; LILACS: http://bvsmodelo.bvsalud.org/site/lilacs/E/elilacs.htm.
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Canadá (1090), Japón (958) y Francia (775). En principio, tampoco estos datos nos deben
sorprender; ahora bien, leyéndolos con detenimiento no sólo nos hablan de un preminencia
anglosajona sino de que debemos atender a lo que se publica en países como Alemania, Japón
o Francia, dejados un tanto de lado por consideraciones lingüísticas y por el cienciacentrismo
anglosajón del que todos, por activa o por pasiva, debemos responsabilizarnos.
En cuanto a España, se pasó de 167 artículos en 1996 a los 412 en 2005, sin duda el mayor
crecimiento porcentual y que, de alguna manera, vuelve a hablarnos de este interés creciente
por la comunicación y la salud. A la par, debemos decir que es el país de Iberoamérica con una
mayor producción, seguido por Brasil (201 en 2005). Del resto de países, sólo Portugal, con 54
artículos en 2005, está por encima de los 50 registros, lo que pone de relieve la baja producción
científica de los estados Iberomaricanos.
Del resto de países caben destacar en 2005 los 436 articulos de autores chinos, los 217 de
autores de Corea del Sur y los 160 de India. Pero dado el crecimiento exponencial de la ciencia
china, estos datos a día de hoy deben ser notablemente superiores. Packer, Tardelli y Castro
(2007: 598) nos informan, por último, que en “relação aos idiomas dos textos, na MEDLINE
predomina o inglês em 90% dos registros na categoria de Ciência da Informação, seguido do
alemão (2,6%), francês (1,5%) e espanhol (1,1%). Estas cifras se aproximam da distribuição na
base toda: inglês (90%), alemão e francês (1,6% cada) e español (1,2%). Na LILACS, o inglês é
menos utilizado (13% dos registros) e as publicações são predominantemente em espanhol
(49%) e português (40%), o que evidencia o seu caráter regional”.
Por otra parte, Beck et al (2004) realizan un estudio que revisa los artículos publicados entre
1990 y 2000 en18 revistas científicas dedicadas a la comunicación y una dedicada a la
12
investigación cualitativa sobre salud (Qualitative Health Research ). Destacaremos una de sus
principales conclusiones: un 4% de los artículos revisados estaban dedicados a comunicación y
salud.
De todos es conocido que las dos publicaciones de referencia mundial dentro del ámbitos de la
comunicación y salud son las estadounidenses Health Communication y Journal of Health
Communication (junto a estas revistas nos gustaría destacar Communication&Medicine, britànica
y más reciente, ya que fue fundada en 2004; está ligada al Health Communication Research
13
Centre, de la Universidad de Cardiff , pero consideramos que sus contenidos están más
contextualizados en la medicina y su desarrollo que en la salud. Otro ejemplo de que las
palabras no sólo nombran: construyen).
12
http://qhr.sagepub.com/
13
http://www.cardiff.ac.uk/encap/research/hcrc/index.html
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Evans, W (2005) realiza un estudio que toma como base 102 publicaciones (inlcuidas HC y
JoHC). De las 914 referecencias que tienen que ver con la comunicación y salud, el 32% están
dedicadas a la comunicacion profesional salud-paciente, el 25% al anàlisis de la comunicación
sobre salud que realizan los medios, el 17% a cuestiones relacionadas con nuevas tecnologías
para herramienta informar sobre salud, 13% aspectos teóricos, el 7% a la comunicación de
riesgos y el 5% a campañas y promoción de la salud. Un año más tarde Thompson (2006)
publica un artículo en el que se disecciona HC entre 1989 y 2003. A grandes rasgos, estos son
los resultados en cuanto a contenidos: el 20,7% de los escritos lo fueron sobre comunicación
paciente-profesional de la salud, el 13,4% sobre campañas, el 11,8% sobre comunicación de
14
riesgos riesgos , el 8,4% sobre envejecimiento, el 7% sobre uso del lenguaje y el 5,9% sobre el
análisis de la comunicación en salud que publican los medios. Ese mismo año, Freimuth et al
(2006) se detienen en los 321 artículos publicados en JoHC en sus 10 años de existencia: el
60% hacen referencia de una u otra forma a los medios de comunicación (noticias en prensa,
radio o TV; campañas; educación en salud mediante el entretenimiento; publicidad) mientras que
el 23% abordan la comunicación profesional de la salud-paciente. No se dice nada en el artículo
sobre el 17% restante.
En estos dos último estudios queda de manifiesto que son una minoría los artículos que hacen
énfasis en aspectos teóricos. El 38% en JoHC, mientras que se indica que el 75% de los
artículos de HC no manifiesta ninguna aproximación teórica en sus abstracts. Otro asunto que
destaca de HC es que no hay prácticamente desarrollo de nueva teoría por parte de los autores
que publican en esta revista. Los temas sobre las que más habitualmente tratan los artículos de
ambas publicaciones son el VIH/sida (incluidos en este epígrafe el sexo seguro y la planificación
familiar), el cáncer y el alcohol, el tabaco y otras sustancias adictivas. Estos temas ocupan el
75% de los artículos de HC.
También hemos de hacer mención a que la metodología cuantitativa es mucho más común que
la cualitativa, hasta el punto de ofrecer un balance de 86% frente a 14% en el caso de JoHC.
Abunda lo empírico, pero no lo experimental que, siguiendo HC, era común en los artículos que
le remitían en los primeros años del decenio de los 90, aunque ya no ocurre en la actualidad.
Queda claro, como ya hemos visto, que la publicación de artículos científicos sobre
comunicación y salud está dominada -de forma aplastante, se podría decir- por autores
estadounidenses o que ejercen su labor en universidades o instituciones de aquel país. De
hecho, más del 80% de los artículos de JoHC corresponden a un primer autor asentado en
EE.UU. El resto se reparten entre Inglaterra, Canadá, Australia, Finlandia y Suecia. Tan solo 9
14
Contrasta el número de artículos dedicados a la comunicación de riesgos –o la importancia que se le da
en Iberoamérica- con la escasa producción en nuestro país desde el ámbito de la comunicación, en su
mayoría dedicada a las estrategias que deben seguir las instituciones públicas o privadas en una
situación de crisis y que poco tienen que ver, por otro lado, con el concepto de riesgo integral.
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artículos de los 321 editados correspondían a lo que esta revista define como países en vías de
desarrollo: 5 habían sido enviados desde naciones africanas, 1 desde India, otro desde Jamaica,
otro desde Pakistán y otro desde México. Sólo 1 entre 321 artículos tiene como autor principal a
un investigador que trabaja en un país iberoamericano.
Y para cerrar este apartado queremos dejar constancia del artículo de Lisa Sparks, Health
15
communication and caregiving research, policy, and practice , en la actualidad en imprenta, y
con el que podemos hacer una revisión de los autores, tendencias y temáticas de la
comunicación y salud en EE. UU. desde su nacimiento hasta la actualidad.
Se podría argumentar que es un periodo de tiempo excesivamente corto teniendo en cuenta los
ritmos productivos de los investigadores. Y no le faltaría razón a la crítica, pero pueden haber
tres razones que hagan útil este ejercicio de autorreferencia:
Si les parece, seguiré este orden para ir exponiendo nuestros comentarios. En algunos de ellos a
penas me detendré, y remito al lector a la comunicación reseñada.
Consideramos que la labor que algunos de nosotros hemos venido realizando durante estos
años, más allá del valor de las propias investigaciones, ha propiciado cierta eclosión de la
15
http://media.myfoxla.com/mentalhealth/documents/Health-Communication-and-
Caregiving%20Research.pdf
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comunicación y salud. Por un lado, se ha ganado en visibilidad y, por otro, hemos venido
funcionando en redes informales que han roto nuestro aislamiento y que han facilitado nuestro
trabajo materialmente y, también, sicológicamente: no estamos solos.
Estas relaciones, que en algunos casos han llegado a formalizarse, han permitido la realización
de proyectos y la predisposición a realizar proyectos nuevos. Relaciones, a su vez, que
empiezan a consolidarse más allá de nuestras fronteras.
Ahora bien, dado que partíamos de una situación calamitosa todo avance adquiere una mayor
proyección. No debemos equivocarnos, continuamos estando al principio del camino, pero, eso
sí, sabemos que hay camino.
La aparición de dos publicaciones específicas, una de ellas internacional, debería actuar como
catalizador de nuestro ámbito, como creemos que lo ha sido hasta cierto punto el OCS. Ahora
deberemos conseguir el crédito del mundo científico, tarea preñada de esfuerzo, perseverancia y
rigor.
Pero, ¿quiénes somos nosotros? Se supone que trabajamos en el área de comunicación. Hemos
de admitir que se hace necesario un esfuerzo mayor para trabajar con otros investigadores de
las ciencias sociales y humanas. No debemos ser tan cortos de miras como para pensar que lo
que tenga que ver con la comunicación es nuestro; así no se hace trabajo científico, y menos en
unos momentos en que éste es cada vez más exigente y competitivo y requiere de equipos
consolidados e interdisciplinarios.
Como ya hemos escrito, hemos ganado en visibilidad; debemos formalizar esa visibilización, no
tanto fundando supraorganizaciones como propiciando la participación en proyectos que puedan
ser de interés general. Un claro ejemplo es el de asegurar un porvenir a las dos revistas con las
que ya contamos. Lo que no es óbice para que esa visibilización, precisamente por eso, suponga
el publicar sobre nuestro campo en otras revistas científicas. No debemos caer en el error en que
han caído en otras disciplinas de la comunicación: el ensimismamiento, contrario de por sí a
nuestra necesaria transversalidad.
16
Un ejemplo reciente y en nuestro caso, el trabajo conjunto con la Agència d'Informació, Avaluació i
Qualitat en Salut para diseñar y evaluar campañas sobre el ictus.
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Pero, como ya ha quedado escrito, no hay mayor entrelazado que el compartir trabajos y seguir
ayudando en la medida de nuestras posibilidades a los compañeros que están empezando en
este campo o se encuentran solos en su ámbito académico. Y, para finalizar, una llamada: es
muy importante que nuestros doctorados empiecen a elaborar un mayor número de tesis sobre
comunicación y salud.
- Aún hay pocos grupos grupos de investigación estables, y a los existentes les falta un tiempo
para consolidarse.
- La calidad científica de las investigaciones realizadas fuera del ámbito universitario es más
que cuestionable.
- Abunda la literatura escrita desde las ciencias médicas. Se trata de una literatura que se
centra en la relación médico paciente –sobre todo en la entrevista clínica-, en cómo dar
malas noticias y, en menor medida, en los usos de la salud en línea. Pero no es raro
encontrar reflexiones, por ejemplo, sobre los mensajes persuasivos y sus efectos.
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- Tampoco hay una relación fluída entre la universidad y las asociaciones profesionales del
ámbito de la comunicación y salud más allá de la formativa, no sabemos si debido a una
ignorancia mutua calculada.
- Sin embargo, la industria de la salud si que da muestras de interés por una investigación
aplicada sobre comunicación y salud, una oportunidad que aún no hemos aprovechado en
demasía.
- Hechamos en falta, por un lado, una mayor consistencia teórica en las investigaciones y, por
otro, una mayor dedicación por parte de los investigadores al desarrollo teórico de la
comunicación y la salud.
De nuevo, estas reflexiones aparecen de forma escueta, conscientes de que cada una de ella se
merecería una larga consideración. Como se verá, en más de un caso podrían aplicarse a otros
ámbitos o disciplinas de la comunicación.
- Es necesario teorizar, sí, pero resulta prioritario dar a conocer a teóricos de la comunicación
y salud sin restringirlos a zonas geográficas o lingüísticas y, así, no caer en el mismo error en
el que hemos caído en otras ocasiones en el ámbito de la comunicación.
- Debemos ser exigentes con nosotros mismos y participar más en proyectos competitivos.
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- Tan importante han de ser las investigaciones básicos como las aplicadas; sin
investigaciones básicas no seremos capaces de avanzar con juicio.
17
Como ya hemos comentado, son abundantes, y algunos de gran calidad, los blogs dedicados a la web
2.0 e, incluso, a la 3.0. Consideramos que estamos inmersos en un apologismo acrítico, muy común
cuando aparecen innovaciones tecnológicas que pueden tener fines comunicativos. Por eso, no está de
más recordar estas palabras de Enrique Gavilán en su blog
(http://egavilan.wordpress.com/2010/07/01/internet-me-deprime/): “¿Pasaría lo mismo con la web 2.0?
¿Tienen las redes sociales virtuales efecto terapéutico per se? A la web 2.0 se le ha otorgado
gratuitamente dos vitolas de mucha enjundia: el generar conocimiento colectivo y el tener valor
terapéutico. Ni uno ni lo otro lo han demostrado aún, es pura teoría”. Por otro lado, nos parece de lectura
obligatoria el artículo aparecido en NYT el 29 de mayo de 2010, When Patients Meet Online, Are There
Side Effects? (http://www.nytimes.com/2010/05/30/business/30stream.html?_r=2). Al menos nos tendría
que hacer pensar.
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- Por último, tenemos que realizar un esfuerzo para delimitar teóricamente nuestro ámbito de
estudio.
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J L Terrón Blanco
Referencias
- Bauer, T.A. (2006). Estoy vivo..., luego estoy sano. Comunicar, 26, 43-50.
- Beck, C.S. et al. (2004). Enacting ‘health communication’: the field of health communication
as constructed through publication in scholary journals. Health Communication, 21 (4), 475-
492.
- Freimuth, V.S. et al. (2006). A Descriptive Analysis of 10 Years of Research Published in the
Journal of Health Communication. Journal of Health Communication, 11 (1), 11-21.
- Mayer, M.A., Terrón, J.L., Leis, A. (2008). La salut a la xarxa: propostes de qualitat i de
certificació. Quaderns del CAC, 30, 61-68.
- Packer, L., Tardelli, O., Castro, F. (2007). A distribuição do conhecimento científico público
em informação, comunicação e informática em saúde indexado nas bases de dados
MEDLINE e LILACS. Ciência& Saúde Coletiva, 12 (3), 587-599.
- Terrón, J.L. (2007). La comunicación para la salud en España, algunos apuntes. ECO-PÓS,
Algunas reflexiones sobre la comunicación y salud en España tras cinco años del Observatorio de Comunicación y Salud.
J L Terrón Blanco
10 (1), 23-44.
- Terrón, J.L. (2009). El turisme de salut. (235-250). En: San Eugenio, J. Manual de
comunicació Turistica. Girona: Documenta Universitaria.
Atención Primaria
www.elsevier.es/ap
ORIGINAL
a
Sociólogo, Unidad de investigación GAP Mallorca, Palma de Mallorca, Illes Balears, España
b
Técnico de salud, Consejería de Salud y Consumo de las Illes Balears„ Palma de Mallorca, Illes Balears, España
c
Médico de familia, Centro de Salud Profesor Jesús Marín, Molina de Segura, Murcia, España
d
Médico de familia, Centro de Salud Vicente Soldevilla, Madrid, España
e
Médico de familia, Centro de Salud Larrad, Barcelona, España
f
Psicóloga Clínica, Gerencia Área 11, AP, Madrid, España
∗
Autor para correspondencia.
Correo electrónico: smarch@ibsalut.caib.es (S. March).
♦ El grupo de investigación PACAP lo componen, además de los autores firmantes: Blanca Lahoz, María José Pérez Jarauta y Isabel
Muntaner.
0212-6567/$ – see front matter © 2009 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
doi:10.1016/j.aprim.2010.04.011
290 S. March et al
Poblaciones en riesgo
Inmigrantes 13 2,8
Población en exclusión 12 2,5 Excluidas
Personas con alguna discapacidad 3 0,6
Otra población diana 5 1,1 114
a Cada actividad comunitaria podía tener más de una población A R C P
diana.
45 53 16 0
Estudio descriptivo mediante revisión documental en pro- Esquema general del estudio: Revisión documental de activi-
fundidad de las siguientes fuentes: artículos publicados, dades comunitarias. Fuentes: A: Artículos; R: Redes on-line de
actividades registradas en redes de intercambio de expe- promoción de la salud; C: Comunicaciones; P: Premios PACAP.
riencias de AC o de promoción de la salud de acceso libre,
comunicaciones presentadas en los congresos del PACAP y
proyectos premiados por el PACAP.
Definición de AC consensuada por el equipo investigador: Recogida de información
actividades de intervención y participación que se reali-
zan con grupos que presentan características, necesidades Para la revisión de artículos se consultaron las siguientes
o intereses comunes y que van dirigidas a promover la salud, bases de datos: Medline, Embase, Cuiden, Cuidatge, IBECS,
incrementar la calidad de vida y el bienestar social, poten- BDIE, ADOLEC. Se realizó entre marzo y abril del 2007y
292 S. March et al
70
60 Redes/Premios/Comunicaciones
Artículos
50
40
50
30
43
20 29 36
32 32
24 23 27
28
10 1
2
11
9 8
2 7 7
1 1 1 5 4 5 5 5
3 3 3 2 2 3 3
0 1
1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
Madrid 168
Cataluña 66
Andalucia 59
Aragón 38
Comunidad Valenciana 36
Castilla y Leon 25
Castilla la Mancha 14
Murcia 13
Cantabria 11
Asturias 8
Canarias 8
País Vasco 6
Galicia 5
Baleares 3
La Rioja 2
Ceuta 0
Melilla 0
Navarra 0
vitales’’ (26,4%). El 58,2% de las AC identificadas tenían uno total) y Servicios Sociales (21%); y los sanitarios: Hospita-
de los siguientes objetivos: capacitar a la comunidad para les y Servicios de Salud Mental (4,2% en cada caso). Entre
que opte por comportamientos más saludables; transmitir las entidades cívicas fueron las Asociaciones de madres y
información sanitaria a la población; y fomentar la capaci- padres (8,5%), Asociaciones de vecinos (8,1%) y ONG (6,6%).
dad de autocuidado. El resto de objetivos identificados se La administración que con mayor frecuencia participó fue
expone en la tabla 2. el Ayuntamiento (17,8%), seguida del Gobierno Autónomo
En el 66,7% de las actividades participó otro agente ade- (11,9%).
más de la APS. En la figura 3 se muestra el porcentaje de En la mayor parte de las actividades se mencionaba
participación de los distintos sectores en las AC. Los servicios expresamente la participación activa de la comunidad en
no sanitarios que más participaron son: Educación (29,2% del el desarrollo de la actividad (80,7%); aproximadamente una
Otros sectores
temática y en APS: PACAP y Federación de asociaciones de
14,6%
sanitarios enfermería comunitaria de APS (FAECAP). Finalmente no se
pudo contar con la información de FAECAP. Es una limitación
Administraciones 24,2% del estudio no haber logrado abarcar más fuentes.
La variabilidad en la concepción de las AC, dificulta su
Entidades cívicas 26,9% investigación. Uno de los puntos fuertes del estudio es incor-
porar una definición fruto de un consenso entre un grupo de
Sectores no
53,8%
expertos en comunitaria e investigación que puede servir de
sanitarios guía para otros estudios.
0 10 20 30 40 50 60
Difusión de las AC
Figura 3 Participación de otros agentes en las actividades
comunitarias identificadas.
Las AC identificadas se han llevado a cabo en el 10,4% de los
centros de salud de España24 . Como ya hemos mencionado,
tercera parte (29%) en el diseño de la actividad y sólo una pensamos que este porcentaje es probablemente tan solo la
minoría en la evaluación (4,2%). punta del iceberg de las AC realizadas.
Los resultados parecen indicar que hay diferentes estra-
Evaluación y perspectiva teórica tegias de difusión de las AC a nivel autonómico. Madrid, por
ejemplo, ha optado por visibilizar sus AC registrándolas en la
Incluían una evaluación el 61% de las AC. Esta fue sólo de RAC. Aragón, aún sin ser tan grande como otras CCAA, tiene
proceso en un 28,8% de las AC que realizaron evaluación, una representación importante de AC identificadas, puesto
de resultados en el 17,7%, de proceso y resultados en el que cuentan con su propia red autonómica de promoción de
18,4% y no quedaba claro en el 37,5%. Para la evaluación se la salud. De Navarra, con amplia experiencia en el ámbito
utilizaron únicamente métodos cuantitativos en un 56,2%, del trabajo comunitario en salud, no se ha identificado nin-
sólo métodos cualitativos en un 4,5%, ambos métodos en un guna AC, probablemente porque se han centrado más en la
18% y en un 21,8% no quedaba claro. elaboración de materiales25 que en la difusión de las propias
Menos de la mitad de las AC identificadas (41,1%) men- AC.
cionaban la perspectiva teórica o metodológica en la que se Las redes de actividades comunitarias o de promoción de
fundamentaban. La más frecuente fue la Educación para la la salud han sido la fuente más importante para identificar
salud (29,7% del total). Otras perspectivas eran menciona- AC en este estudio, particularmente la RAC. Eso nos hace
das en un porcentaje inferior al 5%: APOC (4%), Investigación pensar que pueden ser una fuente importante de difusión y
Acción Participativa (4%), Desarrollo Comunitario (3,4%), de intercambio de experiencias en este ámbito.
Procesos Correctores Comunitarios (1,2%) y otras perspec- No parece haber una estrategia de publicación de estas
tivas (2,5%). experiencias en revistas científicas, al igual que ocurre
con la investigación en APS en general26—28 . Los motivos
podrían estar relacionados con varios factores como la falta
Discusión de tiempo, de tradición investigadora, de revistas de la
especialidad, y de unidades de apoyo metodológico a profe-
El presente estudio constituye una aproximación a las acti- sionales.
vidades comunitarias que se han realizado en APS en España
desde el inicio de la reforma. Se identificaron 472 activi-
Características de las AC
dades comunitarias en las que participaron 300 centros de
salud de casi todas las CCAA y de las que se describen algunas
Llama la atención la escasa participación de las institucio-
características como objetivos, población diana, y participa-
nes y los sectores no sanitarios en las AC, así como que sólo
ción de otros agentes.
en una de cada cuatro AC participan entidades cívicas. La
estrategia de la OMS ‘‘Salud para Todos en el siglo xxi’’29
Limitaciones y puntos fuertes del estudio aboga por el trabajo intersectorial y la participación de la
ciudadanía en la salud, por lo que esta falta de participación
Las experiencias seleccionadas no son todas las que se han de los diferentes agentes con potencial para actuar sobre la
realizado en España durante el periodo estudiado, sino sola- salud de las poblaciones sugiere cierta pobreza de las acti-
mente aquellas publicadas o recogidas en bases on-line. Ello vidades realizadas, que debería ser evaluada. Esta falta de
implica la existencia de un sesgo de publicación debido al participación tiene factores estructurales dentro del sistema
tipo de estudio realizado. Además no podemos saber si en la sanitario, la administración en general, los profesionales y
actualidad siguen en funcionamiento las AC seleccionadas. también los ciudadanos9 .
Por todo ello, seria interesante investigar con otro tipo de Hay multitud de corrientes teóricas que sustentan el
diseño lo que hoy por hoy se realiza en APS. trabajo comunitario, pero en más de la mitad de las AC
Con todo, se ha tratado de realizar la revisión con la identificadas no se explicita el seguimiento de ninguna en
máxima exhaustividad, considerando fuentes diversas. Sin concreto. Esto podría indicar una falta de formación o que a
embargo, ante la imposibilidad de abarcar todos los congre- la práctica no se apliquen las propuestas teóricas de una
sos donde se presentan AC, se optó por seleccionar los dos manera pura, sino escogiendo de cada una aquello que
principales encuentros a nivel nacional centrados en esta parece más interesante.
Revisión documental de experiencias de actividad comunitaria en atención primaria de salud 295
La perspectiva más frecuente en las AC identificadas es Este estudio pone de manifiesto que se han realizado AC
la de la educación para la salud30 (30,5%). Es muy posible en prácticamente todo el estado español, aunque estas son
que esta corriente sea la que más influencia tenga en las AC muy heterogéneas y su calidad es difícil de dilucidar a par-
en APS, aunque tal vez no sea tan conocida como un cuerpo tir de las fuentes consultadas. El estudio detecta una falta
teórico propiamente dicho, con su conjunto de herramientas de trabajo intersectorial, una baja participación real de la
y conceptos. Sería interesante saber que entienden los y las ciudadanía a través de entidades cívicas y un bajo apoyo
profesionales sanitarios por educación para la salud. de las administraciones públicas. Sería interesante efectuar
Es relevante la presencia de sistemas de evaluación en, estudios descriptivos sobre las características de las AC que
al menos, el 61% de las AC. No obstante, esto no debe se se están desarrollando en la actualidad, así como evalua-
motivo de satisfacción ya que en el 37% de estas no quedaba ciones de éstas combinando las metodologías cualitativas
claro como la hicieron. Sería importante que se realizase y cuantitativas. Estas evaluaciones abrirán las puertas a la
evaluación de todas las AC que se realizan, así como expli- publicación científica, que puede ser un foro importante
car detalladamente el sistema de evaluación en su difusión, para la difusión de las AC.
para aumentar la visibilidad de las AC, y potenciar su prác-
tica a través de la efectividad demostrada31 . Esto puede ser Financiación
complicado metodológicamente puesto que los resultados
de las AC suelen ser a medio o largo plazo, y difícilmente
Financiado por la Agencia de Calidad del Sistema Nacional
cuantificables32 . Por esta razón es interesante trabajar con
de Salud, del Ministerio de Sanidad y Consumo.
metodologías de evaluación que combinen lo cuantitativo y
Sebastià March tiene una ayuda de estabilización del tra-
lo cualitativo y que tengan en cuenta el proceso, además
bajo de investigación del ISCiii.
de los resultados. Dentro de la lógica de la estrategia comu-
El estudio también ha contado con el apoyo del grupo
nitaria de empoderar a los ciudadanos33 , cabría considerar
de investigación en servicios de la Red de investigación en
las metodologías de evaluación participativa, todavía muy
actividades preventivas y promoción de la salud de atención
desconocidas en sus aplicaciones en el campo de la salud en
primaria (RedIAPP, exp 06/0018/0036) y del grupo de inves-
nuestro país34 .
tigación en atención primaria del Instituto universitario de
investigación en ciencias de la salud de las Islas Baleares
Conclusiones (IUNICS).
Agradecimientos
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Rev Esp Salud Pública 2009; 83: 791-803 N.° 6 - Noviembre-Diciembre 2009
COLABORACIÓN ESPECIAL
José Carlos Suárez-Herrera (1, 2, 3) José Joaquín O’Shanahan Juan (2, 3, 4) y Lluis Serra-
Majem (2, 3, 5)
(1) Departamento de Administración de la Salud de la Universidad de Montreal. Canadá.
(2) Cátedra UNESCO de Investigación, Planificación y Desarrollo de Sistemas de Salud. Departamento de Ciencias
Clínicas. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria España.
(3) ONG Nutrición Sin Fronteras. Barcelona. España.
(4) Unidad de Apoyo a la Dirección del Servicio Canario de Salud. Gobierno de Canarias. España.
(5) Centro de Investigación en Nutrición Comunitaria del Parque Científico de Barcelona. España.
RESUMEN ABSTRACT
Las sociedades modernas vienen experimentando en las últi- Social Participation as a Central
mas décadas un proceso de transición nutricional acelerada que
favorece la aparición, a escala planetaria, de problemas nutricio- Strategy of Community Nutrition
nales de naturaleza contradictoria, tales como la obesidad y la to Face the Challenges Associated
desnutrición. Estos problemas suponen un auténtico desafío para with the Nutritional Transition
los responsables de la Salud Pública, que adoptan gradualmente
una serie de estrategias bajo una perspectiva poblacional. Sin In last decades modern societies are undergoing a rapid
embargo, la naturaleza colectiva de estas estrategias puede ir en nutrition transition process that reinforces, at international level,
detrimento de las necesidades nutricionales particulares de los the emergence of nutritional problems of contradictory nature,
individuos y las familias. such as malnutrition and obesity. This represents a considerable
Consideramos que la participación social favorece la contem- challenge for contemporary Public Health leaders, who have been
plación simultánea de ambas perspectivas, individual y poblacional, gradually developing a set of strategies which overwhelmingly
durante las diferentes fases de desarrollo de los programas de Nutri- adopt a population perspective. Nevertheless, the collective nature
ción Comunitaria necesarios para tratar la naturaleza paradójica de of these strategies could neglect the particular individual and
este tipo de problemas. Sin embargo, debido a factores de tipo con- family needs.
textual, se observa una tendencia creciente a desarrollar una dimen- We consider social participation as an approach to
sión más tecnocrática de las prácticas participativas, lo que desvirtúa simultaneously reinforce both individual and population
el potencial emancipador y trasformativo de la participación social. perspectives during the divers phases of development of
Para evitar dicha tendencia, proponemos el uso de los cinco Community Nutrition programs which tackle the paradoxical
ejes de intervención de la Carta de Ottawa para la Promoción de la nature of this problematic. However in relation to some contextual
Salud como guía para una integración sistémica de la participación factors, we find a growing trend to develop a more technocratic
social en los procesos de planificación, implementación y evalua- dimension of participatory practices, which distorts the
ción de los programas de nutrición comunitaria. De este modo, con- emancipator and transformative potential of social participation.
templamos la integración de la participación social en los esfuerzos In order to avoid this tendency, we propose the use of the five
destinados al desarrollo de competencias individuales, al refuerzo intervention axes of the Ottawa Chart for Health Promotion as a
de la acción colectiva, a la creación de entornos favorables, a la guide for a systemic integration of social participation in planning,
reorganización de servicios y sistemas de salud y, finalmente, a la implementation and evaluation processes of Community Nutrition
elaboración de políticas en materia de nutrición y salud pública. programs. We therefore take into account the integration of social
Palabras clave: Participación Social. Transición Nutricional. participation in the efforts made in developing individual capacity-
Atención Primaria de Salud. Promoción de la Salud. Salud Pública. building, reinforcing collective action, creating enabling
environments, health care reorganization, and finally, implementing
nutritional and public health policies.
Correspondencia: Key Words: Social Participation. Nutritional Transition.
José Carlos Suárez-Herrera Primary Health Care. Health Promotion. Public Health.
1175 Everett #8
H2R 1N2 Montreal (Québec), Canadá
jc.suarez.herrera@umontreal.ca
joseko70@hotmail.com
José Carlos Suárez-Herrera et al.
comunidades en los programas de Nutri- el norte y el sur, o entre los países desarro-
ción Comunitaria. llados y aquéllos en vías de desarrollo.
Así, los procesos de esta transición nutri-
cional globalizada, anormalmente acelera-
LA TRANSICIÓN NUTRICIONAL da y relacionados con la coexistencia de
ACELERADA EN UN PERIODO problemas nutricionales de naturaleza
DE GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA contradictoria se observan hoy en día en
regiones muy diversas. Podemos distin-
La coexistencia de problemas de nutri- guir consecuentemente la aparición de
ción y salud pública de naturaleza contra- este fenómeno en América Latina26,27, en
dictoria identificada en el seno de las socie- el seno de comunidades aborígenes de
dades modernas, comparte su centro de
América del Norte28,29, en ciertas regiones
interés con los procesos asociados a la tran-
de África22,30, en diversas zonas del conti-
sición nutricional. Este término se utiliza
habitualmente para describir los cambios nente asiático31-32, en Oceanía33,34 y, final-
históricos en los patrones alimentarios, la mente, en los países de la Unión Euro-
actividad física, la salud y el estado nutri- pea35,36, incluido el territorio español37.
cional de las poblaciones1,2,18. Tradicional-
mente, problemas nutricionales diametral- El conocimiento y control de los factores
mente opuestos, como la desnutrición y la asociados a los problemas inherentes a esta
obesidad, han aparecido en sectores pobla- transición nutricional acelerada suponen un
cionales bien diferenciados. Así, las regio- desafío de envergadura para los responsa-
nes económicamente favorecidas presenta- bles políticos y los profesionales de la salud
ban problemas propios del exceso pública12,38,39. La complejidad y la veloci-
alimentario tales como el sobrepeso y la dad de los patrones de cambio aumentan la
obesidad, mientras que las regiones econó- dificultad de adecuación de las intervencio-
micamente desfavorecidas sufrían de inse- nes en materia nutricional. Muchos países
guridad alimentaria y desnutrición. Sin que llevan luchando durante décadas contra
embargo, trabajos recientes indican que los el hambre y las carencias nutricionales
cambios en los patrones alimentarios aso- deben ahora enfrentarse a la aparición brus-
ciados a la transición nutricional contempo- ca y acelerada de la obesidad y otras enfer-
ránea son tan drásticos y aparecen a tal medades crónicas relacionadas. Asimismo,
velocidad que tanto los problemas de mal- países que apenas comienzan a controlar
nutrición por defecto como por exceso coe- los problemas asociados a las enfermedades
xisten simultáneamente en una misma nutricionales crónicas, se encuentran súbi-
región geopolítica19-24 o incluso en el seno
tamente implicados en la lucha contra nue-
de un mismo hogar9,11.
vos brotes endémicos de patologías relacio-
La importancia de este alarmante fenó- nadas con las carencias nutricionales
meno radica en que parece extenderse agudas. La falta de respuesta socio-sanitaria
prácticamente a todas las regiones del pla- adecuada para enfrentarse al carácter com-
neta, independientemente del nivel de plejo y dinámico de problemas nutriciona-
desarrollo de éstas6,7,25 debido a las diná- les tan paradójicos podría favorecer consi-
micas extremadamente expansionistas de derablemente la aparición de importantes
la globalización económica. Sería proba- desigualdades de salud34,40, lo que nos lleva
blemente demasiado simplista pensar que a la necesidad de revisar atentamente las
estos episodios paradójicos se distribuyen principales estrategias de intervención
siguiendo los patrones clásicos de diferen- implementadas tradicionalmente en materia
ciación establecidos habitualmente entre de nutrición y salud pública41.
les. Esto podría considerarse como un obs- tituye consecuentemente como competen-
táculo de primer orden hacia una concep- cia exclusiva de los responsables políticos
ción integral de los intereses locales a la y los profesionales en materia de nutrición
hora de establecer el conjunto de estrategias y salud pública.
socio-sanitarias en materia de nutrición y
salud pública. Tal situación favorece el uso, Según la Carta de Ottawa17 la Promoción
y el abuso, de las perspectivas poblaciona- de la Salud consiste en proporcionar a los
les de intervenciones exclusivamente colec- pueblos los medios necesarios para mejorar
tivas que no satisfacen definitivamente las su salud y ejercer un mayor control sobre la
necesidades nutricionales particulares de misma. Para alcanzar un estado adecuado
los individuos y las familias. de bienestar físico, mental y social un indi-
viduo o grupo debe ser capaz de identificar
y realizar sus aspiraciones, de satisfacer sus
UNA VISIÓN INTEGRAL necesidades y de cambiar o adaptarse al
DE LA NUTRICIÓN COMUNITARIA: medio ambiente. Por consiguiente, dado que
ENTRE LA PARTICIPACIÓN LOCAL el concepto de salud como proceso de des-
DE LAS COMUNIDADES Y LA arrollo sostenible trasciende la simple idea
PROMOCIÓN GLOBAL DE LA SALUD de formas de vida sanas, la promoción de la
salud no concierne exclusivamente la res-
Ante tales retos necesitaríamos adoptar ponsabilidad de técnicos y expertos en
una visión sistémica a diferentes niveles de materia de salud pública.
complejidad organizacional que nos permi-
ta crear un escenario en el que las dinámi- De esta manera, las estrategias privile-
cas participativas proliferen integralmen- giadas en los programas de Nutrición
te43,44,48, respetando al mismo tiempo las Comunitaria deberían ser capaces de adap-
necesidades individuales locales y las ten- tarse a las necesidades locales de los indivi-
dencias poblacionales globales. Los cinco duos y familias y a las posibilidades globa-
ejes de intervención propuestos por la les de cada país y región, fomentando la
Carta de Ottawa para la Promoción de la participación integral de las comunidades
Salud17, basados en una aproximación de locales en los procesos organizacionales de
tipo ecológico68, podrían servir de orienta- interés individual y colectivo. Así, la inte-
ción en la búsqueda de un alineamiento gración de la participación social en los
razonable entre una visión panorámica de procesos de gestión de los programas de
los procesos globales asociados a la transi- Nutrición Comunitaria implicaría una apro-
ción nutricional acelerada y la integración ximación sistémica a cinco niveles de com-
local de las prácticas participativas de los plejidad organizacional que exponemos en
individuos y comunidades en los progra- la figura 1:
mas de Nutrición Comunitaria. Asimismo
pretendemos con esta propuesta señalar la 1. Desarrollo de competencias indivi-
importancia de la participación social con duales. Se trata de fomentar la participa-
respecto a los principios de la Promoción ción de individuos y familias en los progra-
de la Salud, ya que a la hora de implantar mas de educación nutricional destinados a
ciertas intervenciones concretas de Nutri- la adquisición, por una parte, de competen-
ción Comunitaria, la participación queda cias individuales en materia de nutrición y
curiosamente restringida en gran medida a salud pública y, por otra, de aptitudes indis-
una serie de cambios comportamentales de pensables para un desarrollo personal y
individuos y familias en materia de hábitos familiar. De este modo se incrementan las
nutricionales saludables. El resto de los opciones disponibles para que la población
niveles de intervención nutricional se cons- ejerza un mayor control social sobre su pro-
pio estado nutricional y sobre los factores 78. La aplicación de este eje de la Promo-
que lo influencian. Resulta esencial propor- ción de la Salud a los programas de Nutri-
cionar los medios apropiados para que los ción Comunitaria impulsaría el desarrollo
actores implicados desarrollen las capaci- de enfoques participativos orientados a la
dades necesarias en los procesos de identi- estimación sistemática del impacto que los
ficación de problemas y movilización de cambios del entorno no sólo físico, sino
recursos43,69,70. Esto facilitará la participa- también económico, político, laboral y cul-
ción activa y reflexiva de los individuos y tural, producen en los hábitos alimentarios
familias en la puesta en marcha y desarrollo y el estado nutricional de los individuos y
de intervenciones en materia de Nutrición familias79-82. Dicha estimación implicaría
Comunitaria a nivel escolar, en los hogares el compromiso cívico en la puesta en mar-
y en el ámbito laboral, entre otros58,71. cha y desarrollo de las estrategias necesa-
rias para que esos cambios se tornen a favor
2. Refuerzo de la acción colectiva. Se de los intereses locales de los actores impli-
promueve en esta sección la participación cados83-85.
efectiva y concreta de los colectivos comu-
nitarios en la fijación de prioridades, la 4. Reorientación de los servicios y sis-
toma de decisiones y la puesta en marcha y temas de salud. La responsabilidad a este
desarrollo de las estrategias de planifica- nivel la comparten los actores asociados a
ción, implementación y evaluación de los la seguridad alimentaria y nutricional a
programas de Nutrición Comunitaria60,72,73. diferentes niveles de intervención, tales
La fuerza motriz de este proceso proviene como individuos y familias, grupos comu-
del poder real de las comunidades, orien- nitarios, equipos profesionales, cuadros
tando las dinámicas participativas hacia la directivos, pequeñas y medianas empresas y
emancipación individual y colectiva, el des- representantes políticos, que deben trabajar
arrollo social sostenible y en definitiva, la conjuntamente en los procesos de reorgani-
transformación profunda de las condiciones zación de los servicios y sistemas de la
locales de coexistencia16,57,74,75. Este proce- APS69,70,86-88. Este proceso de reorientación
so emancipador y trasformativo promueve de servicios fomenta la participación social
el uso de los recursos humanos, financieros no sólo en la planificación e implementa-
y materiales con que cuentan los individuos ción de programas de Nutrición Comunita-
y familias para fomentar la autonomía y el ria, sino también en la evaluación de los
control social, así como para desarrollar sis- mismos89-93, lo que exige un cambio de
temas flexibles que refuercen la participa- actitud profesional con respecto a una parti-
ción de las comunidades en materia de cipación más democrática en las estrategias
nutrición y salud pública44,48. de descentralización de los servicios y sis-
temas de APS94-96.
3. Creación de ambientes favorables.
Los lazos que de forma inextricable unen al 5. Elaboración de políticas en materia
individuo y su entorno constituyen la base salud pública. Este eje de intervención
de un acercamiento socio-ecológico a la fomenta la responsabilización social en la
nutrición y la salud pública. La conserva- elaboración e implementación de las políti-
ción de los recursos locales en todo el cas nutricionales a todos los niveles societa-
mundo es una responsabilidad social, de la les. Esto favorece la integración de la mul-
misma forma que el modo en que la socie- tiplicidad de perspectivas individuales y
dad organiza sus instituciones debe contri- poblacionales en la configuración de la
buir a la creación de un entorno que facilite legislación, del sistema tributario y de las
la participación de las comunidades en los estrategias organizacionales97. La participa-
procesos de interés individual y colectivo76- ción social en las estrategias de concerta-
diversos sectores sociales. Por otro lado 7. Wang Y, Monteiro C , Popkin BM. Trends of obe-
favorece el establecimiento de leyes y nor- sity and underweight in older children and adoles-
cents in the United States, Brazil, China, and Rus-
mas reguladoras que garantizan un alto sia. Am J Clin Nutr. 2002; 75: 971-7.
grado de protección frente a posibles des-
igualdades sociales, así como también pro- 8. Chopra M, Galbraith S , Darnton-Hill I. A global
mueve la asociación y las alianzas entre los response to a global problem: the epidemic of
overnutrition. Bull World Health Organ. 2002; 80:
diversos actores sociales para impulsar el 952-8.
desarrollo de las poblaciones.
9. Doak CM, Adair LS, Bentley M, Monteiro C y
Este proceso emancipador favorecería Popkin BM. The dual burden household and the
asimismo la adopción conjunta de las pers- nutrition transition paradox. Int J Obes. 2005; 29:
129-36.
pectivas de intervención –tanto individuales
como poblacionales–, utilizadas tradicional- 10. Garrett JL , Ruel MT. Stunted child-overweight
mente en los programas de Nutrición Comu- mother pairs: prevalence and association with eco-
nitaria. La aproximación sistémica ofrecida nomic development and urbanization. Food Nutr
por la Carta de Ottawa constituye definitiva- Bul.l 2005; 26: 209-21.
mente un potente medio de orientación que 11. Doak C, Adair L, Bentley M, Fengying Z y Pop-
nos facilita la puesta en marcha y desarrollo kin B. The underweight/overweight household: an
de una serie de estrategias participativas exploration of household sociodemographic and
capaces de hacer frente al reto que supone la dietary factors in China. Public Health Nutr. 2002;
5: 215-21.
confrontación paradójica entre las necesida-
des nutricionales locales de individuos y 12. Kapoor SK , Anand K. Nutritional transition: a
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Unidad Académica Profesional Nezahualcóyotl, Universidad Autónoma del Estado de México, México.
ABSTRACT
The evolution of the nutrition concept is described until arriving to the concept of three-dimensionality, analyzing
it from at the world level, in Latin America and Mexico. Nutrition used to be considered an exclusively biological
process; nevertheless at the moment it involves social and ecological aspects. The convergence between the health
concept and nutrition from the biosocial conception of the individual is analyzed, emphasizing the importance of
education as a promotional tool which includes not only includes the informative aspect but also the modification
of behavior to change the individual’s lifestyle.
Key words: health, health promotion, chronic diseases, community nutrition, nutrition education.
Este trabajo fue recibido el 19 de Enero de 2009 y aceptado para ser publicado el 20 de Septiembre de 2009.
1129
Macias a. y cols.
a intereses económicos. Por otro lado, el cambio en mediante el cual los seres vivos incorporan, modifican
los estilos de vida y la adopción de nuevos hábitos ali- y eliminan sustancias procedentes del exterior” (2). De
mentarios han propiciado una evolución acelerada del manera generalizada, estos son los inicios de una nueva
concepto de nutrición a nivel internacional, continental ciencia, pero mencionaremos algunos otros conceptos
(América Latina) y nacional. que nos permitirán entender mejor la evolución de este
En la actualidad la incidencia de enfermedades concepto hasta llegar a una complejidad en el término y
crónicas ha ido en aumento, por lo que resulta necesaria que en muchas de ellas entra en controversia, pero que
la búsqueda de herramientas que tomen como base la finalmente se llega a la tridimensionalidad del nuevo
tridimensionalidad del concepto de nutrición para infor- concepto.
mar y proporcionar a las poblaciones los conocimientos
precisos para la adopción de estilos de vida saludables, La nutrición durante el siglo XX
objetivo que sólo se logrará mediante la educación para A mediados del siglo XX el Ministerio de Agri-
la salud. cultura de la Gran Bretaña considera que la ciencia de
La tridimensionalidad del concepto de nutrición la nutrición exige el estudio de todos los procesos del
abarca la dimensión biológica, como un proceso indis- crecimiento, mantenimiento y reparación del cuerpo vivo
pensable para el mantenimiento de la vida, la dimensión que dependen de los alimentos (3); mientras tanto, en
social en el que intervienen factores culturales tales como España, Francia y Alemania la nutrición es considerada
la religión, educación y hábitos alimentarios, así como como una función biológica, una disciplina o una ciencia
factores económicos. La última dimensión abarcada en desconocida de reciente creación (3).
la tridimensionalidad es la ambiental en la que se men-
ciona la importancia de la sustentabilidad de alimentos Concepciones actuales de la nutrición: siglo XXI
y la utilización de cultivos como fuente de energía como A principios del siglo XXI, en el 17° Congreso
medidas que no solo apoyan la parte nutricional de las Internacional de Nutrición en Viena, (2001) se define a
poblaciones sino que también contribuyen a la conser- la nutrición como el estudio de la totalidad de la rela-
vación del medio ambiente. ción entre las características funcionales del organismo
(comportamiento metabólico) y su medio ambiente,
EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO dando énfasis al aporte calórico que proporcionan los
DE NUTRICIÓN alimentos, así como la importancia de una dieta (3). En
2005, durante la Declaración de Giessen, se propone la
Inicios de los estudios de nutrición tridimensionalidad del concepto de la nueva ciencia de
y las guerras mundiales la nutrición la cual es definida como el estudio de los
Definir a la nutrición no es cosa sencilla ya que alimentos y bebidas así como la constitución de otros ali-
implica trasladarnos hasta los inicios de la humanidad mentos y de las interacciones con los sistemas biológicos,
cuando el hombre ingería alimentos solo para susten- sociales y ambientales más relevantes (4). De acuerdo con
to. Los primeros estudios científicos de la nutrición se la concepción Iberoamericana la nutrición es un amplio y
realizaron en Europa durante el siglo XIX y en ellos complejo conjunto de fenómenos biológicos, psicoemo-
quedaron establecidos los principios fundamentales del cionales y socioculturales asociados con la obtención, asi-
concepto de la nutrición como un proceso utilizado por milación y metabolismos de los nutrientes, por lo que su
el hombre para obtener energía. A partir de aquí y hasta estudio es necesariamente interdisciplinario concurriendo
el término de la Segunda Guerra Mundial, los avances en ella la biología, ecología, historia, política, economía,
en el concepto de la nutrición van a estar enfocados psicología, antropología, sociología y cualquier disciplina
al descubrimiento de los nutrientes que actualmente que aborde factores que afecten a la nutrición (5). Aquí
conocemos como macromoléculas o macronutrientes es donde radica su multidisciplinariedad, pero se debe
(proteínas, carbohidratos, lípidos y vitaminas) (2). tener en cuenta que, aunque es un proceso individual, con
Al terminar la Segunda Guerra Mundial se crearon la introducción de este nuevo concepto se vuelve social
dos organismos internacionales para atender, de manera y se ve afectado de manera particular en cada país del
conjunta, los problemas ocasionados (por la guerra) en globo terráqueo, debido a los cambios socioeconómicos
materia de salud, (incluyendo los problemas alimen- y políticos que sufre cada nación.
tarios): la FAO (Organización para la Alimentación y
Agricultura, sus siglas en inglés) en 1943 y la OMS La nutrición en América Latina
(Organización Mundial de la Salud) en 1948; esta última En los años 30 y 40 tanto en Europa como en Amé-
define a la nutrición como “un conjunto de procesos rica Latina los estudios de nutrición están marcados
1130
LA TRIDIMENSIONALIDAD DEL CONCEPTO DE NUTRICIÓN: SU RELACIÓN CON LA EDUCACIÓN PARA LA SALUD
1131
Macias a. y cols.
come la gente, cómo preparan sus alimentos, sus prácticas de las estaciones de año se ha modificado provocando
alimentarias y los alimentos que prefieren” (9). En este largos períodos de sequías o bien lluvias exageradas que
sentido intervienen determinantes sociales, culturales consiguen que se pierdan grandes hectáreas de sembra-
(religión y educación) y económicos que afectan a la díos. Aunque la ciencia de la nutrición ha tenido grandes
nutrición de manera directa e indirecta. Por otro lado en la avances no ha sido de igual manera entre las distintas
nueva propuesta de la dimensión social se menciona que dimensiones, tal es el caso de esta, por lo que la nueva
la nutrición va de prácticas individuales a poblacionales tendencia a seguir en esta perspectiva es “asegurarse
surgiendo así el término de nutrición comunitaria (10). de que la práctica de nuestra ciencia apoye ecosistemas
Todos los países tienen una cultura alimentaria en sostenibles y ambientes sanos” y así influir en uno de los
la que se ven inmersos la elección de alimentos y los determinantes de la salud: el medio ambiente (12).
hábitos, en muchas de las ocasiones esta cultura alimen- En la actualidad la disponibilidad de alimentos se
taria limita la ingesta de algunos nutrientes que el cuerpo ha visto afectada por las modificaciones en el medio
necesita, debido a los tabúes o a los malos hábitos. Por ambiente, así la erosión de la tierra ha provocado que
ejemplo en África se cree que si las mujeres consumen en muchos lugares del planeta no se cultiven alimentos
huevo pueden quedar estériles, sin embargo esto no es que con anterioridad era muy frecuente encontrarlos, es
cierto y además limita a las mujeres a obtener la albú- aquí donde interviene la nueva nutrición sostenible que
mina. Aunque se cree que los hábitos nunca cambian o implica que sea ecológicamente sustentable, muestra
son difíciles de modificar, eso no es tan cierto ya que los de ello es la producción de pescados, de un arroz más
hábitos no son los mismos que hace unos años lo que nutritivo, así como frutas y verduras, entre otros (12).
se debe generalmente a cambios sociales y económicos. Por otro lado ante el posible agotamiento del petróleo
Por otro lado la religión juega un papel importante en la como principal fuente de energía se han buscado alterna-
nutrición de los individuos, ya que algunas religiones tivas como los biocombustibles que se obtienen a través
limitan la ingesta de ciertos alimentos lo que conlleva a de azucares, almidones y celulosa de algunos cultivos
no ingerir los nutrientes necesarios que proporcionen un como la caña de azúcar, maíz, sorgo, remolacha y soya.
estado nutricional normal. Cada país tiene características Si se considera que se sufrirá de una escases de granos,
económicas diferentes, por lo que el nivel adquisitivo esto implicaría una baja disponibilidad de granos para
es inequitativo y mientras en un país prevalecen enfer- la alimentación de las poblaciones (13).
medades relacionadas a la baja obtención de nutrientes, Pero los avances en ciencia y tecnología no serán
en otros existen altos índices de enfermedades crónicas suficientes para resolver los problemas gigantescos de
por la alta ingesta de grasas saturadas. preservar los recursos naturales y humanos y así pro-
Por tanto, la nutrición comunitaria es definida como porcionar las respuestas relacionadas con las ediciones
“el conjunto de actividades vinculadas a la salud pública globales tales como la influencia económica/política en
que dentro del marco de la nutrición aplicada se desarro- suministro de alimentos y la nutrición adecuada (11).
llan con un enfoque participativo de la comunidad” (10). La sustentabilidad de la nutrición va a depender de la
Este enfoque nos permite establecer la sustentabilidad cooperación de las estrategias empleadas en todos los
que debe de existir por los miembros de una comunidad países, para lograr con esto que los alimentos estén
para satisfacer sus necesidades nutrimentales, por lo que distribuidos de manera equitativa en todo el planeta,
el futuro de esta nueva ciencia dependerá de marcos en este sentido ha aparecido la denominada ecología
sociopolíticos, culturales y económicos. de la nutrición que se define como “el conjunto de los
Cabe destacar que nuevamente en esta dimensión se sistemas de la nutrición que recomiendan una nutrición
menciona a la salud como un elemento importante en la sana como la manera más conveniente y sostenible de
concepción actual de la nutrición, “en el mundo moder- comer y beber, lo que conlleva a promover una dieta
no, las fronteras fácilmente cruzadas por las enfermeda- saludable, equitativa y sostenible” (14).
des…, la carga social cada vez mayor de enfermedades
crónicas, los factores económicos, sociales y políticos, EDUCACIÓN PARA LA SALUD
repercuten en la salud humana” (11). En la Conferencia Internacional de Promoción de
la Salud de Ottawa en 1986 organizada por la OMS se
LA DIMENSIÓN AMBIENTAL aprobó la Carta de Ottawa en la que se establecen las
La población humana ha aumentado y las conse- bases de la doctrina de la Promoción para la Salud lo que
cuencias en el medio ambiente cada vez son más graves, implica pasar de lo teórico a lo práctico y que además se
dichas modificaciones repercuten en la producción de convierte en la herramienta para lograr la estrategia de la
alimentos ya que en algunas zonas del planeta el curso OMS sobre la Atención Primaria de Salud en Alma Ata
1132
LA TRIDIMENSIONALIDAD DEL CONCEPTO DE NUTRICIÓN: SU RELACIÓN CON LA EDUCACIÓN PARA LA SALUD
(1977) “Salud para todos en el año 2000”. De acuerdo holística de la salud, al ser la nutrición un determinante
con este documento la Promoción para la Salud consiste de la salud en los individuos y presenta una interacción
en proporcionar a la gente los medios necesarios para en el origen de las enfermedades crónicas. Cabe destacar
mejorar su salud y alcanzar un mayor control sobre la que al igual que en la salud, intervienen distintos factores
misma (15). Fue hasta 1990 cuando en América Latina que influyen en la nutrición que no siempre dependen del
se incluyó la Promoción de la Salud como componente individuo sino que ahora también de la comunidad, como
de las políticas nacionales de salud. sucede con las dimensiones de la nutrición que van de un
Acorde con la definición de la Promoción de la nivel macro a micro y de lo colectivo a lo individual, de-
Salud en proporcionar los medios necesarios para bido a que la dimensión ambiental depende de la nutrición
mejorar la salud, surge una nueva interrogante ¿Cómo sustentable que es gestionada por las políticas nacionales
facilitar dichos medios?; una solución a esta incógnita y que en conjunto se busca la cooperación internacional,
fue el desarrollo de una nueva disciplina combinando por otra parte la dimensión social depende esencialmente
a las ciencias de la Educación y la Salud, dando como de los patrones y normas de cultura que establecen los
resultado el término de la Educación para la Salud grupos sociales a los que se pertenecen y finalmente la
(EpS). Aunque no se tiene una fecha exacta de cuando dimensión biológica depende exclusivamente del indivi-
empezó esta disciplina, en la 36ª Asamblea Mundial de duo y de sus características metabólicas y fisiológicas del
la Salud se define a la EpS como cualquier combinación mismo. Debemos de considerar que hablar de nutrición
de actividades de información y educación que lleve a nos remite indudablemente a pensar en la alimentación
una situación en la que la gente sepa cómo alcanzar la que es la manera en como adquirimos los alimentos que
salud y busque ayuda cuando lo necesite (16). nos proporcionan los nutrientes necesarios que nos dan
Cabe destacar que en el desarrollo de esta disciplina el aporte energético, por lo que es inevitable incluir a esta
se dieron lugar dos enfoques de la EpS; el primero se nueva perspectiva de la nutrición un elemento importante
caracterizó por ser informativo prescriptivo, el cual im- la “promoción y educación en materia de nutrición” ya
plicaba un proceso de transmisión de información con una que en las tres dimensiones mencionadas se habla de
intención preceptiva que consistía en orientar actividades reducir riesgos de algunas enfermedades mediante estra-
educativas y en donde los profesionales de la salud son tegias específicas como la sustentabilidad, es por esto que
los únicos que poseían los conocimientos; el segundo una nueva estrategia a involucrar es la educación para la
enfoque surgió como producto de la preocupación de salud, que no sólo va a tener como meta el informar si
la medicina por la conducta y sus resultado en la salud, no también el de prevenir enfermedades crónicas gene-
en este sentido se concebía a la EpS como una serie de ralmente provocadas por una mala nutrición.
intervenciones destinadas a facilitar cambios en la con- Otro punto que debe de recatarse es la comparación
ducta y en los estilos de vida cuyo objetivo era conseguir que existe entre la tridimensionalidad del término de
comportamientos saludables, ambos enfoques dieron salud con el de nutrición, ya que por un lado, la salud
lugar a la concepción de la EpS como cualquier esfuerzo involucra lo biológico, social y psicológico y la nutrición
de proporcionar información y conocimientos relativos implica lo biológico, social y ambiental. Estos avances
al mantenimiento y Promoción de la Salud (17). En este en ambas áreas en las que el objetivo primordial de
sentido la EpS constituye uno de los medios más efectivos ambas es la salud colectiva e individual implica un com-
para modificar creencias, costumbres y hábitos negativos promiso para la formación de futuros profesionales tanto
de la comunidad, además de proporcionar orientación a de la Educación para la Salud como de nutrición, que
la sociedad en relación con los medios para promover, tengan la habilidad de observar a la nutrición como un
proteger y fomentar la salud. El campo de la EpS es muy elemento indispensable en la salud que permita el tener
amplio y dentro de el esta incluido la nutrición (18). Aun- estilos de vida saludables para alcanzar una adecuada
que la EpS tiene una función preventiva y correctiva sus calidad de vida, en este sentido en México se están for-
principales propósitos son la prevención de enfermedades mando educadores para la salud profesionales capaces de
tanto transmisibles como no transmisible (crónicas) y la incidir en los determinantes de la salud, dentro de estos
promoción de estilos de vida saludables, que van a dar se encuentra la nutrición con el objetivo de modificar
como consecuencia una buena calidad de vida (16). actitudes, aptitudes y conductas que repercutan en ad-
quirir estilos de vida saludables, disminuir enfermedades
DISCUSIÓN crónicas y así lograr una mejoría en la calidad de vida
Si bien el concepto de nutrición no es nuevo, la de la población.
tridimensionalidad del mismo sí y se debe de considerar Por otro lado el surgimiento de la educación nutri-
que esta evolución ha ido a la par con la consideración cional como una disciplina enmarcada en la educación
1133
Macias a. y cols.
para la salud, se basa en el modelo biopsicosocial de la un proceso exclusivamente biológico, sin embargo
salud. De acuerdo a lo mencionado es una herramienta actualmente involucra aspectos sociales y ecológicos.
de la educación para la salud para promover una alimen- Se destaca la convergencia entre el concepto de salud y
tación correcta y la adopción de hábitos alimentarios nutrición, a partir de la concepción biopsicosocial del
saludables, que significa la modificación de conductas individuo, motivo por el que se enfatiza la importancia
y finalmente a prevenir enfermedades donde los hábitos de la educación para la salud como herramienta pre-
inadecuados en materia de alimentación representen ventiva y promocional que no solo incluye el aspecto
un factor de riesgo para desarrollarlas. Sin embargo la informativo sino también la modificación de conductas
educación nutricional al estar vinculada con actividades con el objetivo de que el individuo adquiera estilos de
de salud pública tiene un papel fundamental al diagnos- vida saludables. Se concluye con la manera como la
ticar los problemas alimentarios que aquejan tanto a educación para la salud se articula con las tres dimen-
los individuos como a las sociedades, considerando los siones de la nutrición.
aspectos de la tridimensionalidad ya explicados. Debido Palabras clave: salud; promoción de la salud; en-
a que la educación para la salud tiene como objetivo fermedades crónicas; nutrición comunitaria; educación
primordial el promover estilos de vida saludables en las nutricional.
poblaciones, esto un implica un proceso de reaprendizaje
que pretende que el individuo desaprenda los hábitos Dirigir la correspondencia a:
nocivos para su salud y reaprenda aquellos que son Profesora
saludables; es decir; que las personas sean capaces de Adriana Ivette Macias Martínez
modificar sus conductas. Unidad Académica Profesional Nezahualcóyotl
Para dejar en claro la articulación entre la tridimen- Universidad Autónoma del Estado de México.
sionalidad de la nutrición y la educación para la salud se Av. Bordo de Xochiaca s/n.
reduce a que ambas toman en consideración al individuo Colonia Benito Juárez, Nezahualcóyotl,
en su contexto, es decir, dejan de ser unidimensionales Estado de México. México.
al no solo considerarlo desde una dimensión biológica Teléfono. 51 12 64 26
sino también como un ser social y en constante relación E-mail: adrivet_msmz @hotmail.com
con el medio. Por otro, mediante la educación nutricional
lleva consigo un proceso de enseñanza - aprendizaje BIBLIOGRAFIA
tal y como lo hace la educación para la salud, solo 1. Cannon G. Leitzmann C. The new nutrition science
que el reto de esta última no solo implica el transmitir project. Public Health Nutr. 2005; 8:787-794.
conocimientos en materia de nutrición, tiene además el 2. Pereira JM. Historia de la Nutrición. MEDSPAIN,
de modificar conductas inadecuadas en materia de ali- España. 1999.
mentación. Sin embargo el reto implica que se diseñen 3. Beauman C. Cannon G. Elmadfa I. Glasauer P.
estrategias que involucren tanto el conocimiento como la Hoffmann I. et al. The Giessen Declaration. Public
modificación de conductas, para ello algunas alternativas Health Nutr. 2005; 8:783-786
son el adecuar juegos autóctonos de cada país a temas 4. Beauman C. Cannon G. Elmadfa I. Glasauer P.
relacionados con la nutrición. Un ejemplo, en el caso Hoffmann I. et al. The principles, definition, and
de México consistiría en crear la lotería nutricional. dimensions of the new nutrition science. Public
Finalmente los profesionales de educación para la salud Health Nutr. 2005; 8:695–698.
poseen todas las herramientas necesarias para abarcar 5. Bengoa JM. Algunos eslabones de su historia. Nu-
las problemáticas de salud desde un punto de vista so- trición en América Latina. SLAN, 2005, pp13-34.
cial sin perder de vista el biológico, por lo que tienen 6. Bourges H. Casanueva E. Reseña Histórica sobre la
la responsabilidad de crear programas en materia de nutriología en México. Nutrición en América Latina.
nutrición que promocionen y promuevan estilos de vida SLAN, 2005, pp. 174-216.
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1135
10/19/2019 Educación nutricional y participación; claves del éxito en la nutrición comunitaria.
Education influences both individual and collective conducts in the formation and organization of the community in
the generation of a favorable approach towards change and the possibility of modifying negative feeding habits.
Foundation Bengoa executes community nutrition programs, whose purposes are the development and
strengthening of the capacities and attitudes of the different actors involved that could improve feeding and
nutrition at individual and collective levels. The development of this program is performed through social projects
whose goal is to diminish malnutrition and to promote healthy feeding habits and protect human resources. The
target population consists of children and adolescents, their parents and teachers. The components of the program
are: nutrition education, community participation, training in jobs related to food and nutrition and nutritional
evaluation. We have worked in 30 communities and schools. The sample consists of 6563 children and adolescents,
603 parents and 275 teachers. Results include the strengthening of schools and professionals in the teaching of
food and nutrition and the modification of inadequate feeding habits. The execution of this program counts with the
alliance of both public and private organizations. A model that allows the principle of social co-responsibility is
presented with the participation of different actors in the development of transferable and sustainable strategies in
the community.
Key words: community malnutrition, nutritional education, community participation.
Introducción
ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-07522005000100024&lng=es&nrm=iso&tlng=es 1/4
10/19/2019 Educación nutricional y participación; claves del éxito en la nutrición comunitaria.
El tema de esta conferencia, se refiere el uso de las estrategias educativas en nutrición en comunidades
sensibilizadas participando, como parte del éxito de los programas de educación en nutrición.
Muchos han definido la educación alimentaria nutricional, también llamada educación nutricional. La OPS/INCAP la
define como aquella que promueve mejoras en los conocimientos, las actitudes y las prácticas de las personas,
para lograr una vida más san y productiva (1). Más recientemente, Beghin en el 2001, dice que es un "conjunto de
actividades de comunicación que buscan una modificación voluntaria de prácticas que influyan en el estado
nutricional, con el objetivo de mejorarlo" (2). De esta definición se destacan cuatro aspectos:
2. La educación en nutrición busca la modificación de prácticas juzgadas no deseables, aunque modificables, así
como de reforzar las prácticas juzgadas positivas.
3. Están en juego no sólo los hábitos alimentarios, sino además otras prácticas que determinan el estado
nutricional
4. Esta modificación de prácticas relacionadas con la nutrición, debería ser el resultado de un acto voluntario.
Este cambio debe ser consciente y no con sentido de culpa.
La educación alimentaria nutricional promueve la participación activa de toda la población para que cuiden de su
propia salud y nutrición (1). De allí la importancia de la participación de la población en éstos programas. Se
entiende por participación comunitaria "la implicación voluntaria y activa de los grupos y de las comunidades
locales hacia todos los estados de un programa de promoción de la salud" (3). Es decir, hay que contar con la
participación consciente y responsable de las personas residentes en las comunidades hacia el problema nutricional
y de salud. Que está ligado a otros factores ambientales, económicos, sociales, educativos y culturales, que
exacerban aún más el problema nutricional.
En nuestras visitas a las comunidades nos encontramos con esta realidad, en donde es muy fácil pensar que se
está vulnerando la seguridad alimentaria de estos hogares. La inseguridad alimentaria de estas familias, limita la
capacidad de obtener, produciendo o comprando, los alimentos suficientes para satisfacer las necesidades
nutricionales de sus miembros (4). Pero además, la seguridad alimentaria familiar se vincula directamente al uso
que le dan estas familias a los alimentos, lo cual tiene estrecha relación con los conocimientos y con el nivel
educativo del jefe de familia y del ama de casa; y con la cultura alimentaria de la población (5).
Con esta perspectiva, la Fundación Bengoa ejecuta como área estratégica de acción el Programa de Nutrición
Comunitaria, con el propósito de desarrollar y fortalecer capacidades y actitudes en los diferentes actores, que les
permitan mejorar la alimentación y nutrición tanto individual como en la comunidad (6).
Este programa se desarrolla en los proyectos sociales orientados a fomentar la alimentación saludable, disminuir la
malnutrición y proteger el recurso humano, para lo cual utiliza diversas estrategias, entre ellas la lúdica y el
aprender haciendo. Se sustenta en el desarrollo local, que no trata solamente de resolver problemas, sino también,
de reforzar capacidades presentes en la población. La ejecución de estos proyectos se hace mediante alianzas
estratégicas con organismos públicos y empresas privadas. Se trabaja con un modelo que permite poner en
práctica los principios de corresponsabilidad social, con la incorporación de distintos actores (Figura 1).
Estos programas tienen como objetivo central a los niños y adolescentes, por ser el principal recurso del país,
incorpora a los padres y representantes, por su papel fundamental en la formación y socialización de los hijos y por
su condición de principales responsables de la protección de los niños y adolescentes establecidos en la Ley
Orgánica de Protección del Niño y Adolescente (7). Igualmente la escuela, con su personal directivo y docente, por
sus potencialidades para actuar como elementos líder en funciones de articulación, participación y comunicación
con la comunidad (Figura 2).
ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-07522005000100024&lng=es&nrm=iso&tlng=es 2/4
10/19/2019 Educación nutricional y participación; claves del éxito en la nutrición comunitaria.
Vigilancia nutricional
Seguimiento y evaluación
Se forman y capacitan en talleres, en actividades donde participan los padres y los docentes en técnicas y
herramientas que les permitan mejorar la alimentación y nutrición en la familia y la comunidad, con los recursos
disponibles. Se utilizan los mensajes de las Guías de Alimentación, que se adaptan en actividades que toman en
cuenta y respeta la cultura alimentaria de cada región (8). El docente recibe un reforzamiento de sus
conocimientos para de esta manera mejorar la transferencia de los contenidos a los niños: La capacitación
incorpora estrategias educativas novedosas, entre ellas la lúdica, actividades recreativas y de actividad física, que
facilitan el aprendizaje con actividades divertidas (8).
Se busca desarrollar capacidades en la comunidad para que asuman su papel para asegurar la sostenibilidad y
permanencia de los proyectos una vez finalizada la intervención. La sostenibilidad puede definirse como la
capacidad para mantener el impacto positivo de un programa, o conseguir mejoras adicionales ulteriores, una vez
que éste haya logrado sus objetivos (9). Entre estas estrategias se encuentra, que la comunidad aprenda a
identificar su realidad social vinculada a la salud y la alimentación, el diseño de proyectos comunitarios viables y
factibles de a ser desarrollados por ellos mismos, que busquen aliviar algunos problemas sentidos de alimentación
y nutrición en la comunidad. Además, este componente promueve la participación social y organización de grupos
voluntarios, para que colaboren multiplicando los contenidos, así como también en el papel de emprendedores
activos en la comunidad (6).
Vigilancia nutricional
Se capacitan a padres, docentes y jóvenes en técnicas antropométricas, para que en las escuelas se instrumente
un programa permanente de vigilancia nutricional, para así detectar y atender a los niños en riesgo de
malnutrición, tanto por déficit, como por exceso. Se utiliza la metodología y tablas de referencias de la OMS para
implementar este componente (11, 12). En las escuelas se articula con actividades de vigilancia del consumo de
alimentos, con especial énfasis donde existen los programas de suplementación alimentaria, tales como comedores
escolares y merienda escolar.
Seguimiento y evaluación
El último componente, pero no menos importante, es el de seguimiento y evaluación, en donde se analiza el
desarrollo del proyecto, se verifica la calidad de la información que se está transfiriendo y se ajusta en la ejecución
las acciones en desarrollo por ejemplo, se verifica como se hace la transferencia de los conocimientos a los niños
por el docentes. De esta manera, se puede ejercer un control del cómo y el para que se hace, para de este modo
poder tomar medidas correctivas, siempre que sean necesarias. Esto se realiza mediante variadas estrategias, tales
ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-07522005000100024&lng=es&nrm=iso&tlng=es 3/4
10/19/2019 Educación nutricional y participación; claves del éxito en la nutrición comunitaria.
como aplicación de pre y postest de conocimientos (antes y después de los talleres), actividades lúdicas y
actividades culturales que permiten evaluar de una manera indirecta el impacto del proyecto.
La Fundación Bengoa ha trabajado hasta estos momentos, en 19 comunidades rurales del Municipio Arismendi del
estado Sucre y 2 de los estados Carabobo y Miranda. Los proyectos en las zonas urbanas se han localizado en los
estados Carabobo, Miranda, Vargas y área Metropolitana de Caracas. Se ha trabajado con 275 docentes, 603
madres y representantes y 6563 niños de 30 escuelas y centros educativos. Dichos proyectos han contado con el
financiamiento del sector público y privado.
Entre los principales logros se encuentran el fortalecimiento para la enseñanza de la alimentación y nutrición de las
escuelas y docentes. Se ha conseguido la creación y fortalecimiento de vínculos entre los miembros de las
comunidades educativas y las escuelas. Se ha evidenciado la mejora de algunos hábitos alimentarios familiares
negativos, como por ejemplo, la disminución del consumo de café negro en la población infantil. Durante los
concursos de recetas realizados en las comunidades participaron y ganaron recetas con alimentos pocos utilizados
y catalogados como de menor prestigio, entre ellos las sardinas y las leguminosas.
Las madres expresan el cambio en la percepción del concepto de la alimentación como elemento fundamental para
una vida saludable. En la Escuela Pedro Camejo los representantes y jóvenes se organizan para actuar como
comité de vigilancia de los comedores escolares, durante y después de concluido el programa en esa institución.
En la escuela María Escamillo el programa fue un agente motivador para que los padres se organizaran en
cooperativas para la compra y venta de alimentos. A pesar del poco tiempo desarrollando este programa,
consideramos que se han tenido logros importantes, gracias al apoyo, receptividad y participación de las
comunidades (6).
¿Hacia donde queremos ir en la Fundación Bengoa con este programa?
La Fundación Bengoa continúa en la transferencia de conocimientos en las comunidades y en la medida que éstas,
se sientan protagonista en la búsqueda de soluciones a los problemas de alimentación, nutrición y salud, la
nutrición comunitaria será realmente exitosa.
Referencias
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maritzal@telcel.net.ve fbengoanutricion@cantv.net
ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-07522005000100024&lng=es&nrm=iso&tlng=es 4/4
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La salud pública, así definida, no es una ra- venciones dentro de nuestra cultura bio-
ma de la medicina, tal como se concibe en médica es evidente. Curiosamente se pre-
España, sino, antes al contrario, la medicina senta la paradoja de que, muchas veces, su
▲
▲
LECTURA RÁPIDA
constituye una rama de la salud pública. pertinencia se refleja de forma profusa en
V. NAVARRO las agendas políticas, pero sin acompañarse
de una clara repercusión presupuestaria
El desarrollo de actividades de promoción que conforme la coherencia de estos dis-
▼
La especialidad de
de la salud y de actuaciones preventivas es cursos. La especialidad de medicina fami-
medicina familiar y uno de los pilares sobre los que se funda- liar y comunitaria mantiene, en demasiadas
comunitaria mantiene, en mentan la organización y el trabajo de los ocasiones y por diversos motivos, una hi-
demasiadas ocasiones y por equipos de atención primaria1,2. La Orga- pertrofia de su nombre (medicina) a costa
diversos motivos, una nización Mundial de la Salud considera de una hipotrofia del primer apellido (fa-
hipertrofia de su nombre imprescindible la participación y responsa- miliar) y una importante atrofia del segun-
(medicina) a costa de una bilidad de las comunidades para el desarro- do (comunitaria). La formación pregrado
hipotrofia del primer llo de su salud, y a la atención primaria en nuestro país es un claro ejemplo de có-
apellido (familiar) y una orientada a la familia y la comunidad como mo se pueden obviar determinados conte-
importante atrofia del
una de las principales estrategias de actua- nidos a favor de una serie de epónimos y
segundo (comunitaria).
ción3. patologías que poco tienen que ver, en tér-
▼ La integración en las funciones de los minos de salud pública y salud comunita-
A lo largo del artículo equipos de «intervenciones preventivas ria, con los problemas de las poblaciones
presentaremos algunas clásicas» (inmunizaciones) ha sido fácil- con que trabajamos a diario.
reflexiones sobre aspectos mente asumida tanto por parte de los or- Uno de los argumentos expuestos para jus-
de la evaluación y la
ganismos de la administración como por tificar esta escasa implantación de las
evidencia en ACPS, y
los propios profesionales sanitarios. Con la ACPS en el contexto de la atención prima-
señalaremos recursos
disponibles en la web sobre
integración de las actividades comunitarias ria es la inexistencia de evidencias para es-
evidencias en ACPS que de promoción de la salud (ACPS), la situa- te tipo de intervenciones en comparación
justifican la pertinencia de ción ha sido totalmente distinta. El me- con otras de marcado contenido biomédi-
dichas intervenciones. nosprecio que siguen teniendo estas inter- co que sí la tienen.
A lo largo del artículo presentaremos algu-
■ aSección de Programas de Prevención. Consejería de nas reflexiones sobre aspectos de la evalua-
▼
Salud y Servicios Sanitarios. Oviedo. Asturias. ción y la evidencia en ACPS, y señalaremos
España.
Promoción de la salud y bSección
recursos disponibles en la web sobre evi-
de Promoción de la Salud. Consejería de
evidencia Salud y Servicios Sanitarios. Oviedo. Asturias. dencias en ACPS que justifican la perti-
España.
La evaluación de dichas nencia de dichas intervenciones.
ACPS requiere una
Correspondencia: Rafael Cofiño Fernández.
metodología diferente de Sección de Programas de Prevención. Dirección Promoción de la salud y evidencia
aquellas otras actuaciones General de Organización de las Prestaciones
Sanitarias. Consejería de Salud y Servicios Entendemos por promoción de la salud el
en la que la relación de Sanitarios. proceso de capacitación de las personas pa-
causalidad entre General Elorza, 32. 33001 Oviedo. Asturias. España.
Correo electrónico: rafaelcf@princast.es ra aumentar el control sobre su propia salud
intervención y efecto es
Manuscrito recibido el 26 de agosto de 2004. y mejorarla4. Se trata de un proceso com-
más sencilla y predecible Manuscrito aceptado para su publicación el 2 de
(fármaco-resultado). febrero de 2005.
plejo en el que interaccionan estrategias co-
mo la educación para la salud, la puesta en
Palabras clave: Actividades comunitarias de salud.
Promoción de la salud. Educación para la salud. marcha de políticas saludables y la movili-
▲
FIGURA
Modelos de actividades de promoción de la salud.
1
ejecución y financiación; la metodología de que ha tenido la intervención sobre las per- LECTURA RÁPIDA
actuación, y los escenarios y las áreas de tra- sonas a las que iba dirigida y los profesio-
bajo6,7 (fig. 1) . Sus actividades trabajarán, nales que la han desempeñado. Esto permi-
por tanto, sobre cambios y comportamien- tirá comprender de los mecanismos por los
▼
tos en la población y sobre creación de en- que ha funcionado, o no, la intervención.
La evaluación se hará sobre
tornos saludables7,8. En consecuencia, la La evaluación se hará sobre diversos ejes de diversos ejes de las ACPS.
evaluación de dichas ACPS requiere una las ACPS (fig. 2). Por todo esto, la utiliza- Por todo esto, la utilización
metodología diferente de aquellas otras ac- ción de forma complementaria de investi- de forma complementaria
tuaciones en la que la relación de causalidad gación cuantitativa y cualitativa será un re- de investigación cuantitativa
entre intervención y efecto es más sencilla y quisito indispensable para establecer una y cualitativa será un
predecible (fármaco-resultado). La evalua- evaluación global de las ACPS6,9-12. En requisito indispensable para
ción de las ACPS supone tener en cuenta consecuencia, la valoración de la evidencia establecer una evaluación
aspectos relacionados con el impacto y los de las ACPS ha de ser coherente con esta global de las ACPS.
FIGURA ■
Niveles de evalua-
2 ción en activida-
Resultados
sociales y de salud
Medidas de morbilidad,
mortalidad, discapacidad,
calidad de vida, equidad
des de promoción
de la salud7. Resultados
Medidas de hábitos y estilos
de vida, prestación de servicios
preventivos, accesibilidad
intermedios de salud Medidas de creación de entornos
saludables
1. El patrón de referencia utilizado habitualmente en evidencia (el ensayo controlado aleatoriamente) no podrá emplearse
▲
▲
LECTURA RÁPIDA
en todas las ocasiones:
Por la complejidad de las ACPS
Por el coste de los ensayos controlados aleatoriamente
▼
2. La utilización de estudios observacionales puede ser adecuada para valorar ACPS. De todas formas, en la valoración
Buscando pruebas habitual de niveles de evidencia no se diferencian los distintos tipos de estudios observacionales
Algunas páginas web donde
3. Información sobre el proceso, el contexto, interacciones entre la intervención y el contexto o la reproducibilidad de la
hay acceso a referencias de intervención no se tienen en cuenta habitualmente en la valoración de la evidencia
evaluaciones y revisiones
4. La identificación de los intereses de la comunidad a la que va dirigida la intervención es un elemento clave en la
sistemáticas sobre ACPS.
valoración de la evidencia en ACPS
5. Determinadas líneas de investigación biomédica tienen un apoyo considerable de la industria farmacéutica. Las ACPS
▼ nunca (o casi nunca) serán financiadas por estas empresas en igual proporción. El impacto de las primeras en
1. City of Hamilton-Public formación e investigación será mayor
Health and Community
ACPS: actividades comunitarias de promoción de la salud.
Services: Effective Public Puntos 1, 2, 3 y 4, modificados de Rychetnik et al9.
Health Practice Project.
de hay acceso a referencias de evaluaciones trabajo conjunto entre los Servicios Co-
y revisiones sistemáticas sobre ACPS. Mu- munitarios y de Salud Pública de la Ciu-
chos de estos sitios brindan además infor- dad de Hamilton (Ontario, Canadá) y el
mación metodológica sobre promoción de Ministerio de Salud, con la participación
la salud. Hemos optado por aquellos enla- de diversas asociaciones ciudadanas y la
ces en los que se aporta un claro enfoque Asociación de Salud Pública de Ontario.
comunitario, en los que se garantiza un ac- 2. Community Guide Services. Página del
ceso online a la documentación y aquellos Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos
que se desarrollan desde agencias líderes de de la Comunidad desarrollado desde los
salud mundial. También se presentan enla- Centers for Disease Control y el Departa-
ces a bases de datos sobre ACPS desarro- mento de Salud y Servicios Humanos de
lladas en nuestro medio (tabla 3). Estados Unidos. El grupo se desarrolló en
City of Hamilton-Public Health and Community Services: Effective Public Health Practice Project
▲
▲
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PACAP (Programa de Actividades Comunitarias en Atención Primaria) ▼
1996 con los objetivos de ejercer el lideraz- Centre se desarrolla dentro de la Unidad de
go en evaluación y revisión de estrategias Investigación de Ciencias Sociales del Insti-
de salud pública, de cuidado de las comu- tuto de Educación de la Universidad de
nidades y de adecuación de los sistemas sa- Londres. Se estableció en 1993 con el objeti-
▲
LECTURA RÁPIDA
permite la búsqueda por población diana, jetivo clave de esta organización es favore-
intervención de salud y metodología de re- cer la difusión de las recomendaciones de
visión. la Colaboración Cochrane de una forma
▼ – El TRoPHI (Base de Datos de Ensayos accesible.
8. Benchmarking Public de Intervenciones de Promoción de Sa- 8. Benchmarking Public Health in Ontario.
Health in Ontario. Propone lud): contiene ensayos comunitarios alea- El benchmarking, una herramienta utiliza-
una búsqueda sistemática torizados y no aleatorizados. En la actuali- da en los programas de mejora continua de
de las mejores prácticas de dad dispone de unas 1.000 entradas. Estos la calidad y en la gestión por procesos, pro-
otras instituciones para su registros también se incluyen en la Coch- pone una búsqueda sistemática de las me-
posterior adaptación al
rane Central Register of Controlled Trials. jores prácticas de otras instituciones para
contexto de trabajo local. ▼
su posterior adaptación al contexto de tra-
En nuestro país podemos
señalar las principales
4. HDA (Health Development Agency) . Ser- bajo local. Además de ayudar a la imple-
intervenciones. vicio de información desarrollado por el mentación de los programas sobre la base
National Health Service. Entre uno de sus de esas buenas prácticas, se permite gene-
objetivos clave está la difusión de evidencias rar indicadores de evaluación comunes y
en salud pública orientadas a reducir las de- una cultura de trabajo en red entre diversas
▼
PACAP (Programa de
sigualdades en salud. Incluye la base de da- instituciones. La web está hospedada en la
Actividades Comunitarias en tos de búsquedas de evidencia en salud pú- página de la ciudad de Ottawa y cuenta
Atención Primaria). Se tiene blica que utiliza el National Health Service. con el patrocinio de diversas agencias de
acceso a las 5. HEN (Health Evidence Network). HEN salud pública canadienses.
recomendaciones es un servicio de información para la salud
metodológicas del PACAP pública y la planificación sanitaria en la Dentro del trabajo de atención primaria en
y a la revista Comunidad. Región Europea. Se trata de un proyecto nuestro país podemos señalar las principa-
coordinado por la Organización Mundial les intervenciones que se están haciendo en
de la Salud que cuenta con el apoyo de atención comunitaria:
▼ múltiples agencias y organizaciones, con el
Grupo de Trabajo en Atención objetivo de responder preguntas y susten- 1. PACAP (Programa de Actividades Comu-
Primaria Orientada a la tar evidencias en actuaciones en salud co- nitarias en Atención Primaria). Página web
Comunidad. Describe munitaria. de la iniciativa desarrollada a mediados de
información básica sobre el Entre las revisiones disponibles en actua- los noventa desde la Sociedad Española de
grupo y sus actividades. ciones comunitarias se encuentran las me- Medicina Familiar y Comunitaria, con el
jores prácticas para el control del consumo ánimo de impulsar las actuaciones comu-
de tabaco y alcohol, la efectividad de inter- nitarias en atención primaria, establecer un
venciones para disminuir el número de trabajo en red de las experiencias existen-
embarazos en adolescentes y el papel de los tes y reforzar la metodología de las inter-
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▲
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LECTURA RÁPIDA
3. SIPES. El Sistema de Información sobre de la salud. Barcelona: Masson; 1993.
Promoción y Educación de la Salud se crea 7. Unión Internacional de Promoción de la Sa-
lud y Educación para la Salud para la Comi-
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¿Hacia dónde vamos?
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http://bmj.bmjjournals.com/cgi/content/full/
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Conocimientos, percepciones y
comportamientos relacionados con el consumo
de sal, la salud y el etiquetado nutricional en
Argentina, Costa Rica y Ecuador
Germana Sánchez,1 Lorena Peña,2 Soledad Varea,3 Patricia Mogrovejo,3
María Lorena Goetschel,3 María de los Ángeles Montero-Campos,1
Raúl Mejía 2 y Adriana Blanco-Metzler 1
Forma de citar Sánchez G, Peña L, Varea S, Mogrovejo P, Goetschel ML, Montero-Campos MA, et al. Conocimientos,
percepciones y comportamientos relacionados con el consumo de sal, la salud y el etiquetado nutricio-
nal en Argentina, Costa Rica y Ecuador. Rev Panam Salud Publica. 2012;32(4):259–64.
Palabras clave Sodio en la dieta; conocimientos, actitudes y práctica en salud; hábitos alimenticios;
etiquetado de alimentos; enfermedades cardiovasculares; Argentina; Costa Rica;
Ecuador.
1
Instituto Costarricense de Investigación y Ense- Las enfermedades crónicas no transmi- próximos años, principalmente en los
ñanza en Nutrición y Salud (INCIENSA), San sibles ocasionan dos de cada tres muertes países de menos recursos económicos (2),
José, Costa Rica. La correspondencia se debe
enviar a Germana Sánchez. Correo electrónico:
en la población general de América La- en parte debido al envejecimiento de la
gmsanchez@inciensa.sa.cr. tina y casi la mitad de todas las defuncio- población, la disminución de la actividad
2 Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES),
nes en personas menores de 70 años (1). física y la transición nutricional (3, 4).
Buenos Aires, Argentina.
3 Escuela de Nutriología de la Universidad Interna- Se estima que su contribución a la carga La presión arterial elevada es el factor
cional del Ecuador, Quito, Ecuador. global de enfermedad aumentará en los de riesgo más importante de muerte e
incapacidad en el mundo, y se la consi- consumo de la sal y el sodio alimen- se seleccionaron mediante líderes comu-
dera responsable de 50% de las muertes tarios, y su relación con la salud y el nales en las áreas de estudio, a quienes se
por enfermedad coronaria y de más etiquetado nutricional de los alimentos, solicitó el apoyo para la inserción y la or-
de 60% de las muertes por accidentes en poblaciones rurales y urbanas de Ar- ganización logística en las comunidades.
cerebrovasculares (5). Existe una rela- gentina, Costa Rica y Ecuador. El reclutamiento se hizo por medio del
ción directa entre el consumo de sal y método de la “bola de nieve”, tomando
la presión arterial, y hay evidencia de MATERIALES Y MÉTODOS en cuenta su área de procedencia (ur-
que la sal agregada a los alimentos es bana o rural).
responsable de hasta 30% de los casos Para el presente estudio cualitativo- Los criterios de exclusión fueron: per-
de hipertensión arterial (6). La reducción exploratorio, auspiciado por la OPS, la sonas que padecían enfermedades cró-
de la sal en la dieta —ya sea sola o en información se obtuvo mediante entre- nicas asociadas con el consumo de sal y
combinación con dietas ricas en fibras vistas semiestructuradas en profundi- sodio, y sus familiares directos cuando
y granos— ha demostrado ser efectiva dad, tanto individuales como en grupos convivían en el mismo hogar; y trabajar
para prevenir el aumento de la presión focales. En Costa Rica y Ecuador esa en el sector de la salud, por su mayor
arterial (7–10). Desde el año 2004, la Or- información se complementó con la ob- sensibilización y conocimientos de los
ganización Mundial de la Salud (OMS) servación directa en los hogares para temas analizados (21, 22). Las áreas de
y la Organización Panamericana de la identificar contradicciones y concordan- estudio se seleccionaron por convenien-
Salud (OPS) han desarrollado estrategias cias con los relatos. Esta observación se cia, según los recursos disponibles para
tendientes a reducir la ingesta excesiva centró en la presencia o ausencia de sale- desarrollar el trabajo de campo.
de sal en la dieta, con el fin de reducir las ros en la mesa, el uso de sal y de alimen- Para facilitar la comparación de los
enfermedades cardiovasculares (11–14). tos fuentes de sodio en la preparación resultados, en los tres países estudiados
Por otra parte, varios países de la Región de los alimentos y el almacenamiento de se utilizó un mismo protocolo de inves-
de las Américas han implementado polí- productos fuentes de sodio. tigación, las mismas guías y un único
ticas sobre el tema (6, 15–18). La guía para las entrevistas se diseñó modelo de consentimiento informado,
Según la Organización de las Naciones según las categorías del modelo de creen- adaptados a la realidad y requerimientos
Unidas para la Agricultura y la Alimen- cias en salud (25). A partir de los resulta- de cada país.
tación (FAO) y la OMS, el etiquetado dos del análisis de contenido de las entre- Las transcripciones textuales de las
nutricional constituye el principal medio vistas y con el objetivo de profundizar en entrevistas y los grupos focales consti-
de comunicación entre los fabricantes de aquellos temas donde hubo más vacíos tuyeron la unidad de análisis, y se clasi-
alimentos y los consumidores (19). Ade- de conocimiento, se elaboró una guía es- ficaron y codificaron según los objetivos
más, es una herramienta que posibilita pecífica para la conducción de los grupos del estudio, las categorías del modelo de
la aplicación de la Estrategia Mundial focales. En total se realizaron 34 entrevis- creencias en salud (25) y la estrategia de
de Alimentación Saludable, Actividad tas individuales (de 10 a 12 informantes muestreo teórico. Este enfoque, aunque
Física y Salud, según la cual se debe tra- por país) y seis grupos focales (de 11 a no garantiza la representatividad esta-
bajar para reducir el consumo de sodio 12 informantes por país), para un total de dística, permite seleccionar casos teóri-
(19, 20). Recientemente, el Comité del 71 informantes. En ambos casos, la mitad camente representativos de las creencias
Codex sobre Etiquetado de Alimentos provenía de áreas rurales y la otra mitad y comportamientos de las poblaciones
aprobó la incorporación del sodio/sal a de áreas urbanas. En el cuadro 1 se descri- estudiadas. El análisis de los datos se
la lista de nutrientes a declarar de forma ben las características socio-demográficas realizó en cada país y los resultados se
obligatoria en el etiquetado nutricional de los participantes según el país. discutieron y consensuaron por todo el
de los alimentos y conformó un grupo Los participantes (informantes claves), equipo de investigación.
de trabajo internacional para discutir tanto para las entrevistas como para los Se obtuvo la aprobación del Comité
cuál de esos dos términos se debe usar grupos focales, tenían más de 18 años y Ético Científico del Instituto Costarri-
preferentemente en el etiquetado (21).
La implementación de políticas exito-
sas para reducir el consumo de sal debe
adaptarse al contexto local. Los conoci- CUADRO 1. Características sociodemográficas de los participantes en las entrevistas y grupos
focales del estudio realizado en Argentina, Costa Rica y Ecuador, 2011
mientos, creencias y percepciones de la
población sobre la sal y el sodio, el papel Argentina Costa Rica Ecuador Total
que juegan en la salud y la enfermedad, Variable No. % No. % No. % No. %
el uso de la sal en la alimentación y la Número de informantes 22 31,0 25 35,2 24 33,8 71 100,0
declaración del sodio en el etiquetado Sexo (%)
nutricional pueden variar entre los paí- Mujer 18 81,8 20 80,0 14 58,3 52 73,2
ses y aún al interior de ellos. En América Hombre 4 18,2 5 20,0 10 41,7 19 26,8
Grupo de edad (años, %)
Latina y en general en el ámbito mundial < 29 4 18,2 0 0,0 12 50,0 16 22,5
son escasos los antecedentes encontra- 30–49 9 40,9 15 60,0 8 33,3 32 45,1
dos de estudios cualitativos que traten > 50 9 40,9 10 40,0 4 16,7 23 32,4
este tema (14, 21–24). Nivel educativo (%)
El objetivo de este trabajo fue iden- Primaria concluida 7 31,8 8 32,0 6 25,0 21 29,6
Secundaria concluida 8 36,4 12 48,0 12 50,0 32 45,1
tificar los conocimientos, percepciones Universidad concluida o no 7 31,8 5 20,0 6 25,0 18 25,3
y comportamientos relacionados con el
cense de Investigación y Enseñanza en Percepción de riesgo en la salud de la “Yo creo que eso es cultural, en mi caso es de
Nutrición y Salud (INCIENSA) y el Co- sal y el sodio familia, yo lo arrastro de familia. En mi caso
mité de Ética del Hospital de Clínicas es así. Qué sé yo. La costumbre de cómo se
José de San Martín, de la Universidad Los entrevistados señalaron que solo manejaba mi mamá (. . .) y después es muy
difícil sacártela de encima” (mujer, 51 años,
de Buenos Aires, Argentina. Todos los las personas que consumen una “canti-
comerciante, Argentina).
participantes firmaron una declaración dad excesiva de sal” tienen riesgos “para
de consentimiento informado antes de la la salud”. Además, afirmaron que las
entrevista. personas que padecen de “presión alta”
Consumo de sal y alimentos fuentes
o “problemas de corazón” son las que
de sodio
RESULTADOS deben eliminar la sal de los alimentos o
En los tres países se observó que
reducir su consumo. En el caso de Costa
Conocimientos sobre la sal y el sodio no se medía la cantidad de sal que se
Rica y Ecuador, casi la totalidad de los
agregaba a las comidas. En Costa Rica,
participantes consideraba que la can-
Para la mayoría de los entrevistados la mayoría consideraba que la cantidad
tidad de sal que consumían es “mode-
la sal de mesa es “un saborizante” o de sal que consumen al día es solo la
rada” o “poca” y en algunos casos “casi
“un condimento indispensable” que le que le agregan a los alimentos y, a dife-
sin sal”, por esta razón señalaban que su
da “sabor y gusto a las comidas” y que rencia de lo observado en Ecuador, no
consumo no constituye un riesgo para su
“forma parte de las costumbres”, por lo había salero en la mesa utilizada para
salud. Por otro lado, los que tenían fami-
que consideraban que los alimentos no comer.
liares con padecimientos como diabetes,
se podrían consumir sin sal. “presión alta”, “problemas del riñón”
o “del corazón” afirmaron que podrían “Nosotros, comida con sal, solamente al
“Es un condimento para todas las comidas, almuerzo (en la casa), porque en la tarde
tener riesgo de padecer alguna de estas
les da sabor, y a las personas que nos gusta tomamos café con pan y queso, tortilla con
enfermedades por causas hereditarias y natilla, pan con mortadela o galleta de soda
comer la comida con un sabor preciso, le
que eso no guarda relación con el con- con mantequilla” (hombre, 54 años, co-
echamos la cantidad que sea necesaria para
conseguir, para que no quede ni salada ni
sumo de sal. merciante, Costa Rica).
sin sal” (mujer, 32 años, profesional,
Ecuador). “Y sí. En mi caso es totalmente hereditario
En Costa Rica y Ecuador es costumbre
[refiriéndose al padre que es hipertenso].
A pesar de eso, no me cuido, pero otra será la agregar sal a los cítricos, el melón, la
En Ecuador algunas personas dijeron guayaba, la piña, el mango verde, las
forma de vida que tiene uno, las comidas, ya
que no sabían qué es el sodio, mientras grosellas. En las escuelas de Ecuador
te digo, uno no se cuida nada” (hombre, 51
otros afirmaron que es “una fuente de años, agricultor, Argentina). se venden las frutas con sal y en Costa
energía para los deportistas”. En Argen- Rica, las madres acostumbran agregar
tina y Costa Rica, al menos la mitad de Participantes de Argentina y Ecuador sal en las meriendas para que los niños
los informantes consideraba que es un refirieron, además, que el consumo de sal consuman las frutas.
componente de la sal y para algunos “un podría representar un problema de sa-
metal”, “un mineral”, “un compuesto, al lud en ancianos o mujeres embarazadas. “Lo que pasa es que yo sé que la naranja no
igual que el yodo”. la he de comer con sal; hay muchas frutas a
“Que sube la presión, cuando estaba embara- las que no se les debe echar sal, por eso que
“Diay, sé que el sodio es algo de la tabla zada no me dejaban comer mucho porque de- le dicen a uno que no coma tanta sal; pero a
periódica. . . un complemento de algo, me cían que te hincha, es decir, que tiene líquidos” uno le fascina estar echándole sal a todo, a
imagino, no sé, ahí es donde lo oí mentar en (mujer, 33 años, ama de casa, Ecuador). la guayaba, al melón, porque él es dulce, y
química. . .” (mujer, 33 años, secretaria, uno tal vez busca algo acidito, entre dulce
Costa Rica). “Muy poca cantidad, solamente lo que es y acidito” (mujer, 33 años, estudiante,
preciso para la comida, por ejemplo en el Costa Rica).
En Ecuador y Argentina algunos re- desayuno, uno en el huevo le pone una
firieron conocer las recomendaciones pizca de sal, que equivale a un poquitito,
En el área rural de Costa Rica, la dis-
internacionales de consumo diario de no más” (mujer, 26 años, estudiante,
ponibilidad de comidas rápidas es me-
sal: “una cucharada pequeña de sal” o Ecuador).
nor y se utilizaba sal de mesa y salsa de
“5 gramos al día”, respectivamente. En
Aunque la mayoría refirió que el con- tomate, mientras que en las zonas urba-
Costa Rica, la mayoría refirió que desco-
sumo excesivo de sal podría ser perju- nas utilizaban, además, sal de ajo, salsa
nocía esas recomendaciones.
dicial para quienes padecían enferme- inglesa y de soja, mayonesa, mostaza y
Si bien la mayoría identificó los ali-
dades crónicas no trasmisibles —como condimentos.
mentos procesados, desconocían que
hipertensión arterial, insuficiencia renal En las áreas rurales de Argentina se
contenían sal. En Costa Rica, algunos
crónica o diabetes—, en Costa Rica y consume más embutidos y fiambres;
partían del supuesto de que contenían sal
Ecuador desconocían qué eran estas y las además, la alimentación se basa en la
por el “buen sabor” de estos alimentos.
confundían una con otra. carne vacuna y “comida de olla”, donde
“No, el tomate no, el choclo tampoco, porque se utilizan conservas enlatadas. En cam-
es dulce; el amarillo y el cremoso tampoco, “No sé si la presión alta tiene relación con la bio, en el área urbana se intenta una
y el atún solamente tiene sal, solamente el falta de azúcar, no de mucha azúcar. . . no sé si alimentación más “saludable”, con un
atún” (mujer, 41 años, empleada domés- está relacionado con eso. . .” (mujer, 33 años, mayor equilibrio entre el consumo de
tica, Argentina). estudiante universitaria, Costa Rica). carne, pollo, pescado y verduras.
“Sí. Y bueno, fiambres, después, qué sé yo, utilice el término sal y no sodio. En Costa “hereditario” y que, incluso a pesar de los
guisos, estofados, carne asada; muy pocas ve- Rica, la mayoría no refirió preferencia. antecedentes familiares, las personas no
ces, ya cuando estamos muy, sopas, así, pero perciben su susceptibilidad. Sin embargo,
muy rara vez” (mujer, 46 años, docente, Barreras para reducir el consumo de estos resultados difieren de otros (22–24)
Argentina).
sal y sodio en los que la mayoría desconoce que la sal
y el sodio se asocian con la hipertensión
En Argentina, algunos conocían de En Costa Rica y Ecuador se encontró arterial y otras enfermedades.
sales bajas en sodio y de sal marina, que la mayoría considera que no consu- En este estudio, al igual que en otros (8,
aunque el sabor de ellas no les agradaba men una cantidad excesiva de sal común 23), los alimentos procesados no se iden-
y por eso no las utilizaban. Refirieron y, por lo tanto, esta no representa ningún tificaron como una fuente de sodio y la
utilizar en ocasiones condimentos, como riesgo para su salud. Así mismo, no mayoría no lo buscaba en el etiquetado.
mayonesa, vinagre balsámico, limón, consideran otras fuentes de sodio, como Los resultados difieren de lo observado
salsa de soja o consomés, para intentar la sal y el propio sodio presentes en los en Canadá (22), probablemente debido
disminuir la cantidad de sal (Argentina) alimentos procesados y preparados. Los a que sus políticas de salud promueven
y para que la comida no quede tan sa- participantes consideraban que algunas la reducción del consumo de sodio, en
lada (Costa Rica). prácticas de preparación de alimentos vez de utilizar el término “sal”. En las
están arraigadas en la población, como ciudades capitales de Argentina y Ecua-
“No les gusta, no, porque lo he hecho en lo de agregar sal a las frutas y el uso de condi- dor se encontró, al igual que en el Reino
mi mamá, que yo a veces cocino con esa sal, mentos, salsas y consomés en una misma Unido (21), una fuerte preferencia por la
y no les gusta; les falta el gusto natural de la preparación. declaración en el etiquetado nutricional
sal, sin tanto aromatizante que trae y todas Los que señalaron que revisan la in- con el término “sal”, en lugar de “sodio”,
esas cosas” (mujer, 41 años, empleada formación nutricional no la encuentran debido a la familiaridad con el término.
doméstica, Argentina). clara y en algunos casos la consideran Esto difiere de lo encontrado en Costa
poco confiable (Argentina y Costa Rica). Rica, donde no se encontró preferencia
En Argentina, algunos entrevistados Otras barreras identificadas con menor por el término a utilizar, posiblemente
refirieron enjuagar los productos enla- frecuencia fueron: el mayor precio de los porque desconocen las implicaciones de
tados; pero no lo hacía para disminuir productos sin sal (Costa Rica), el acceso la elevada ingesta de sal. En los pro-
la cantidad de sodio, sino para mejorar (la distancia) a localidades con mayor gramas de comunicación mediante el
el sabor. diversidad de productos y la falta de ali- etiquetado nutricional y su enseñanza
mentos saludables (Argentina). Algunos se recomienda utilizar una terminología
manifestaron su inconformidad con el de fácil comprensión y aceptable para la
“No, no, no, o sea, si las aceitunas uno
equipo de salud, porque no les brinda in- mayor parte de la población. La informa-
cuando las va a utilizar, ya sea en una pizza
o en lo que sea, sí las enjuagas para que no
formación sobre este tema (Costa Rica). ción declarada, además, debe ser clara,
queden tan fuertes. . .” (hombre, 32 años, atractiva y no debe prestarse a confusión.
operador de radio, Argentina). DISCUSIÓN Este estudio presenta algunas limitacio-
nes. En primer lugar, se trata de un estudio
Conocimientos sobre el etiquetado El desconocimiento encontrado sobre piloto en dos poblaciones específicas (un
nutricional de los alimentos y su uso el tema, particularmente sobre el término área rural y una urbana) de tres paí-
sodio y la relación entre la sal y el sodio, ses, seleccionadas por conveniencia, que
La mayoría de los informantes no leía es similar a lo encontrado en algunos no son representativas, aunque permiten
la información nutricional contenida en estudios cualitativos realizados en otros una aproximación a los conocimientos,
las etiquetas de los alimentos. Algunos contextos (21, 23), en los que, a pesar de percepciones y comportamiento de esas
solo revisaban la fecha de vencimiento tener conciencia y comprensión de lo que poblaciones. Por ello, estos resultados no
y en ocasiones el contenido energético, es la sal, los participantes confundían o se pueden generalizar o extrapolar a otros
grasas o el término “light”. En ningún desconocían su relación con el sodio. A grupos poblacionales de esos países o de
caso se mencionó el interés por buscar la pesar de las diferencias socioculturales, América Latina. En segundo lugar, en
cantidad de sodio o sal. en el Reino Unido la sal se define, al igual los estudios de Argentina y Costa Rica
que en este estudio, como un saborizante, se reclutaron pocos informantes del sexo
condimento o ingrediente, y en varios ca- masculino, por lo que no se pudieron com-
“¿Sabes qué me pasa con el etiquetado? No
les creo del todo. Me pasó con cosas que dicen sos el sodio fue definido como un término parar los resultados entre hombres y muje-
grasas trans 0% ¿no?, y después en los in- químico (21, 23). El desconocimiento del res. En tercer lugar, debido a restricciones
gredientes te dice en el medio: aceite vegetal contenido de sal y sodio en los alimentos logísticas, no se incluyeron otros grupos
totalmente hidrogenado; entonces como ya también es consistente con los hallazgos de población ni se extendió el período de
está, no sé, no les puedo terminar de creer; de otros estudios (8, 21, 23). trabajo de campo, lo que hubiera permi-
hay algo como que hacen juegos de palabras” Los resultados sobre el conocimiento tido profundizar aún más en el tema.
(mujer, 30 años, dramaturga, Argentina). de la relación existente entre la ingesta de No obstante estas limitaciones, el pre-
sal y la salud, así como sobre las recomen- sente estudio brinda conocimientos preli-
Cuando se consultó acerca de la prefe- daciones de consumo, concuerdan con lo minares que facilitarán el diseño de cam-
rencia del término utilizado en el etique- encontrado en Australia (24). Esto puede pañas de sensibilización e intervenciones
tado nutricional, en Ecuador y en Argen- deberse a que el riesgo de padecer “pre- educativas en programas y planes na-
tina manifestaron que prefieren que se sión alta” es atribuido más a un factor cionales tendientes a reducir el consumo
de sal/sodio alimentario. Se identificó, urbana de Argentina. En las poblaciones tamientos relacionados con el consumo
además, la necesidad de que el sector estudiadas se considera que el exceso de de sal y sodio. Finalmente, si bien la
salud brinde una mayor atención a la consumo de sal representa un riesgo de FAO y la OMS han establecido el papel
prevención y el tratamiento de las enfer- padecer enfermedades, como la hiper- destacado que desempeña el etiquetado
medades crónicas no trasmisibles y a la tensión y otras enfermedades cardio- nutricional en apoyo de las políticas que
coordinación estatal entre el programa de vasculares, pero no se percibe como un favorecen la Estrategia Mundial de Ali-
fortificación alimentaria y las interven- riesgo personal por creer que consumen mentación Saludable, la mayoría de los
ciones de reducción del consumo de sal. poca sal; para algunos, estas son enfer- entrevistados no comprende ni utiliza la
Se concluye que los grupos sociales medades hereditarias. información nutricional.
estudiados tienen un conocimiento po- Se estima que cotidianamente se con-
pular en relación con la sal, no así con sume más sal y sodio de lo informado Financiamiento. La presente inves-
el término “sodio”. Se desconocía que y no hay elementos que indiquen que tigación recibió financiamiento de la
los alimentos procesados contienen sal se contempla su reducción. En las áreas Oficina Panamericana de la Salud/
y sodio, así como de la existencia de rurales y urbanas de los tres países se Organización Mundial de la Salud
sustitutos de la sal, excepto en el área encontraron diferencias en los compor- (OPS/OMS).
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abstract Objective. To identify the knowledge, perceptions, and behavior related to the con-
sumption of salt and sodium in food and its relationship to health and the nutritional
labeling of food in three countries of the Region.
Knowledge, perceptions, and Methods. Qualitative-exploratory study based on semi-structured interviews, ac-
behavior related to salt cording to the categories of the Health Belief Model. Thirty-four interviews and six
consumption, health, and focus groups were conducted with community leaders (71 total respondents) in rural
and urban areas of Argentina, Costa Rica, and Ecuador.
nutritional labeling Results. Salt consumption varies in the rural and urban areas of the three countries.
in Argentina, Costa Rica, Most interviewees felt that food could not be consumed unsalted and that only peo-
and Ecuador ple who consume an excessive amount of salt would have health risks. They did not
know that processed food contains salt and sodium. Although they did not measure
the amount of aggregate salt in foods, the participants believed that they consumed
little salt and did not perceive that their health was at risk. The majority of the parti-
cipants did not review nutritional information, and those who did said that they did
not understand it.
Conclusions. There is public awareness about salt, but not about the term “so-
dium.” More salt and sodium are consumed than what is reported and there are no
prospects of reducing that consumption. Although it is understood that excessive
consumption of salt is a health risk, participants do not perceive that they are at risk.
Replacing the word “sodium” with the word “salt” would facilitate food selection.
Key words Sodium, dietary; health knowledge; attitudes, practice; food habits; food labeling;
cardiovascular diseases; Argentina; Costa Rica; Ecuador.