Autor
Frank HURTADO ITURRI
Asesor
Mg. Jaime IBAÑEZ MARTEL
Huánuco – 2019
Tabla de contenido
1.INTRODUCCION ..................................................................................................................... 5
Respecto al proceso se desarrollará de acuerdo a las etapas de un proceso civil como son: la etapa
postulatoria, probatoria, decisoria, impugnatoria y ejecutoria. Donde el juez está facultado a
resolver la controversia de las partes.
En cuanto al actual estudio se trata se trata de una propuesta de investigación derivada de las líneas
de investigación Uladech “LOS ANGELES DE CHIMBOTE” de la carrera profesional de
derecho.
El referirnos a los alimentos Comprende una serie de normas dirigidas a garantizar el derecho a la
subsistencia del ser humano. Los alimentos del latín alimentum, significa nutrir, y aun cuando la
palabra alimentos es sinónimo de alimentarse, no debemos reducir el instituto solo al sustento, sino
que el concepto es más amplio. Alimentos, es un tema que no ha sufrido transformaciones
relevantes y su medula ha permanecido invariable en el transcurso del tiempo, porque está unida
a la esencia humana misma; al hombre y su entorno, menos aún se han transformado los
fundamentos que la justifican. La obligación alimentaria deriva de la propia naturaleza del hombre,
quien tiene un derecho absoluto a la existencia y a su desarrollo derivado de un derecho natural que
perdura mientras el individuo no esté en grado de valerse por sí mismo.
Quien da vida a otro, por ese solo hecho contrae la obligación de conservársela; esta obligación
proviene de la necesidad de sustento y no de la patria potestad. Porque, muchos aun careciendo de
ella mantienen la obligación de dar alimentos. El derecho a recibir alimentos es irrenunciable e
imprescriptible, pero señor acreedor alimentario o señor representante tenga Ud. cuidado si
prescriben las pensiones vencidas y que fueron oportunamente exigidas para su pago.
Finalmente, como marco introductorio al presente tema debo indicar que el estado peruano dio en
Diciembre del 2009, la Ley 20486, a través de la cual dispone específica y concretamente; que
todo Padre y/o obligado a proporcionar una pensión alimenticia, para poder solicitar judicialmente
la variación para reducir esta pensión debe primero encontrarse al día, vulnerando de esta
forma Principios Constitucionales y Funda - mentales como el derecho a la Tutela Jurisdiccional
Efectiva, a la Tutela Judicial Efectiva, y al Debido Proceso, privando, o de una real y oportuna
defensa.
2. PLANTEAMIENTO DE LA INVESTIGACION
2.1. Planteamiento del problema
2.1.1. Caracterización del problema
Nuestro ordenamiento civil regula el deber de los padres de mantener a sus hijos, el mismo que supone
que los padres deben proveer de todo lo necesario a los hijos. Este deber comienza desde el momento de
la concepción y termina con la mayoría de edad, en la que se presume que se ha alcanzado el desarrollo
completo de la personalidad y que se está en condiciones de proveer a la propia subsistencia. Sin
embargo, subsiste la obligación de proveer al sostenimiento de los hijos e hijas, solteros mayores de edad
que sigan con éxito estudios superiores, y de hijas e hijos solteros que no se encuentren en aptitud de
atender a su subsistencia por causas de incapacidad física o mental debidamente comprobadas. En ese
sentido, consideramos que, para el caso de los mayores de edad, se entiende que siguen estudios
superiores con éxito cuando forman parte del tercio superior, por ejemplo.
Si bien es cierto que la pensión se denomina “alimentos”, ello no se reduce a la cantidad de dinero
que el hijo necesita para cubrir únicamente los gastos de alimentación. “Alimentos” es un concepto
que comprende lo indispensable para la subsistencia, habitación, vestido, asistencia médica,
educación, capacitación para el trabajo y recreación atendiendo al nivel de vida y a la edad del
alimentista. También incluye los gastos del embarazo de la madre desde la concepción hasta la
etapa de postparto.
Generalmente, las leyes positivas se limitan a enunciar el derecho alimentario de los hijos sin
normar su cuantía en detalle, porque ésta depende de la condición económica y social de los padres
y de las necesidades de los propios hijos. Por ello, el ordenamiento jurídico sanciona esta
primordial obligación y le otorga el carácter de común a ambos cónyuges.
Es importante que los hijos que no reciben una pensión de sus padres sepan cuáles son los
requisitos para plantear una demanda de alimentos. Esta información permitirá que un “hijo
alimentista” pueda exigir el derecho de alimentos que le otorga la ley y que se constituye como un
imperativo del derecho natural.
Así, si uno de los padres no cumple con su obligación legal, se puede presentar una demanda de
alimentos (si es menor de edad debe ser representado por uno de sus padres), indicando el nombre
y los datos del hijo alimentista, el pedido concreto (el monto de la pensión que se pide) y los hechos
ocurridos, entre otras indicaciones. Se debe acompañar todas las pruebas que sustentan el pedido,
como, por ejemplo, copia de las boletas de pago del padre demandado, certificado del colegio
donde se indique el monto de las pensiones mensuales, recibos por honorarios médicos, etc. No es
necesaria la firma de un abogado.
El demandante puede elegir ante qué Juzgado demandar. Normalmente se demanda ante el Juez
de Paz de su domicilio (también puede hacerlo ante el Juez del lugar donde vive el padre a quien
se reclama).
De otro lado, nuestro ordenamiento civil establece la posibilidad de que el obligado a prestar
alimentos pida la exoneración de la pensión alimenticia si disminuyen sus ingresos, de modo que
no pueda atenderla sin poner en peligro su propia subsistencia o si ha desaparecido en el alimentista
el estado de necesidad (ordinariamente por disponer ya de medios propios de subsistencia).
Supuestos de excepción que deben ser debidamente acreditados con medios probatorios
pertinentes y suficientes. (Universidad del Pacifico, Alcances sobre alimentos en el Perú.)
Con ésta finalidad el expediente seleccionado para elaborar el presente trabajo registra un proceso
judicial de tipo civil, la pretensión judicializada es aumento de alimentos, el número asignado es
N°00695-2015-0-1201-JP-FC-01, y corresponde al archivo del Cuarto Juzgado Especializado de
Familia de la ciudad de Huánuco, del Distrito Judicial de Huánuco, Perú.
¿Cuáles son las características del proceso judicial sobre aumento de alimentos en el expediente
N°00695-2015-0-1201-JP-FC-01; ¿Cuarto Juzgado de Familia, Huánuco, Distrito Judicial de
Huánuco, ¿Perú-2015?
Determinar las características del proceso judicial sobre aumento de alimentos en el expediente N°00695-
2015-0-1201-JP-FC-01; Cuarto Juzgado de Familia, Huánuco, Distrito Judicial de Huánuco, Perú-2015.
El Código Civil indica que alimentos es lo indispensable para el sustento, habitación, vestido,
educación, instrucción y capacitación para el trabajo, asistencia médica y psicológica. Y también
comprenden los gastos de la madre desde la concepción hasta el postparto. Las personas obligadas
a prestar alimentos de manera recíproca son a los cónyuges, descendientes y ascendientes.
También se justifica; porque es una actividad sistemática que coloca al investigador frente a frente
con el fenómeno en estudio (el proceso judicial civil); por lo tanto, dicha experiencia facilitará la
verificación del derecho, procesal y sustantivo, aplicado al proceso; también facilitará, constatar
los actos procesales de los sujetos del proceso; los cuales contribuirán a que el investigador pueda
identificar, recolectar los datos e interpretar los resultados; implicará, además, aplicar una revisión
constante de la literatura general y especializada como recurso cognitivo necesario para identificar
las características del proceso judicial. Evidentemente tratándose del análisis de un solo proceso
judicial, los resultados de éste contribuirán a facilitar la realización de trabajos consolidados, donde
será posible constatar si existe homogenización de criterios para resolver controversias similares.
Hasta el momento ninguna norma ha sido traducida a los idiomas indígenas, ni siquiera aquellas
que podrían tener mayor relevancia para la población rural, como las que se refieren a la violencia
familiar, los derechos del niño o los procesos por alimentos. No existe esta intención dentro del
Estado, ni la percepción que sea necesario. Es verdad que no se tiene claridad sobre cómo poder
expresar los conceptos jurídicos. Sin embargo, el problema más fuerte es que muchos funcionarios
públicos prefieren pensar que no existen personas que ignoran el castellano y que, en todo caso, es
responsabilidad de ellos por no haberlo aprendido. Así no se puede actuar dentro de la justicia
especializada en niños y adolescentes.
La pensión de alimentos es determinada por un juez, en función a las necesidades de los hijos y a
los ingresos de quien la otorga. Cuando los hijos van creciendo y sus necesidades aumentan, los
gastos también se incrementan y sumado al incremento de la capacidad y economía del obligado
se puede iniciar una demanda solicitando un incremento de pensión.
3.2.1.1.1 La jurisdicción
La jurisdicción (en latín: iuris dictio, ‘decir o declarar el derecho a su propio gobierno’) es
la potestad, derivada de la soberanía del Estado, de aplicar el derecho en el caso concreto,
resolviendo de modo definitivo e irrevocable una controversia, que es ejercida en forma exclusiva
por los tribunales de justicia integrados por jueces autónomos e independientes.
(COUTURE, 1968) Define la jurisdicción como "la función pública realizada por órganos
competentes del Estado con las formas requeridas por la ley, en virtud de la cual, por acto de juicio,
se determina el derecho de las partes, con el objeto de dirimir sus conflictos y controversias de
relevancia jurídica mediante decisiones con autoridad de cosa juzgada, eventualmente factibles de
ejecución".
(CHIOVENDA, 2006) "la función pública sustituye a la actividad particular, al litigio de estas dos
personas, el demandante y el demandado".
(CALAMANDREI, págs. 38-39) "la jurisdicción cumple una actividad funcional de garantía que
el demandante busca en el juez. Espera que este tercero imparcial vaya aplicar la ley correctamente.
Es decir, garantiza los derechos que puedan alegar cada uno de estos ciudadanos".
3.2.1.1.2. La competencia
La competencia es la facultad que tiene el tribunal o juez para ejercer la jurisdicción en un asunto
determinado.
La competencia es la medida de la jurisdicción asignada a un órgano del Poder judicial, a efecto
de la determinación genérica de los procesos en que es llamado a conocer por razón de materia, de
cantidad y de lugar.
En todo aquello en que no ha sido atribuido, un juez, aunque sigue teniendo jurisdicción, es
incompetente.
(ALVAREZ, 2013) En el estado constitucional de derecho, la regulación legal de Competencia es
consecuencia de contenidos fundamentales como los derechos (fundamentales) de igualdad
procesal, libertad del justiciable en el proceso.
(PERUANO, 2018):
Sumarísimo:
… Def. 1: (Derecho Procesal) Proceso que se fundamenta en la brevedad de su
procedimiento por la urgencia y gravedad del asunto contencioso que tramita prescindiendo
de formalidades, proceden en procesos sumarísimos: Alimentos, Separación Convencional
y Divorcio Ulterior, Interdicción, Desalojo, Interdictos, aquellos asuntos contenciosos que
no tengan una vía procedimental propia, los que sean inapreciables en dinero o haya duda
sobre su monto, el juez considere necesario atendiendo a la urgencia de la tutela
jurisdiccional. /Juicio sumamente abreviado.
LEY N°28439
Esta norma se ha modificado el Código Procesal Civil, el Código de los Niños y Adolescentes, la
Ley Orgánica del Poder Judicial y el Código Civil, a fin de flexibilizar las normas que regulan el
proceso de alimentos y así, hacer efectivo el acceso a la justicia en materia alimentaria.
La primera modificación está referida al inciso 11 del artículo 424 del Código Procesal Civil,
disponiéndose la exoneración del concurso de abogados en los procesos de alimentos, no siendo
exigible la firma de un abogado en las demandas de alimentos. En este mismo sentido, se ha
modificado el artículo 164 del Código de los Niños y Adolescentes.
También se ha modificado el artículo 547 del Código Procesal Civil a fin de establecer que los
asuntos referidos a los procesos de alimentos serán de competencia exclusiva de los jueces de paz
letrados en todos los casos; en tanto que los jueces de familia se abocarán al conocimiento de los
procesos sumarísimos de separación convencional y divorcio ulterior, y los de interdicción.
Con la modificación del artículo 566 del Código Procesal Civil se dispone que, una vez obtenida
la sentencia firme que ampara la demanda de alimentos, el juez ordenará al demandado abrir una
cuenta de ahorros a favor del demandante en cualquier institución del sistema financiero. Esta
cuenta solo servirá para el pago y cobro de la pensión alimenticia, y estará exonerada de cualquier
impuesto. En aquellos lugares donde no existan entidades financieras, el pago y la entrega de la
pensión alimenticia se hará en efectivo, dejándose constancia en acta que se anexará al proceso.
Por otro lado, esta norma incorpora el artículo 566-A al Código Procesal Civil, el cual establece
que en caso de que el obligado, luego de haber sido notificado para la ejecución de sentencia firme,
no cumple con el pago de la pensión alimenticia, el juez, a pedido de parte, y previo requerimiento
a la parte demandada bajo apercibimiento expreso remitirá copia certificada de la liquidación de
las pensiones devengadas y de las resoluciones respectivas al Fiscal Provincial Penal de Turno, a
fin de que proceda con arreglo a sus atribuciones. Este acto constituye el trámite de interposición
de denuncia penal por incumplimiento de pensión alimenticia.
Esta norma también ha modificado el artículo 415 del Código Civil, a fin de establecer que el
demandado en un proceso de alimentos podrá accionar, ante el mismo juzgado que conoció del
proceso, el cese de la obligación alimentaria si comprueba a través de una prueba genética u otra
de validez científica, con igual o mayor grado de certeza, que no es el padre del menor.
Otra de las modificaciones de esta norma está referida al artículo 171 del Código de los Niños y
Adolescentes, en el que se dispone que si durante la audiencia única del proceso de alimentos, el
demandado aceptara la paternidad, el juez tendrá por reconocido al hijo. Para dicho efecto, enviará
a la municipalidad respectiva la copia certificada de la pieza judicial que corresponda, ordenado
la inscripción del reconocimiento en la partida de nacimiento del menor. Asimismo, se dispone
que si el demandado no asiste a la referida audiencia, pese a haber sido emplazado válidamente, el
juez procederá a sentenciar en el mismo acto.
Finalmente, esta norma establece que un plazo de sesenta (60) días calendario, contados a partir
de la publicación de la presente ley, el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial deberá aprobar un
formato de demanda de alimentos, el cual será distribuido gratuitamente.
Demanda:
Def. 1: (Derecho Procesal) Presentarse ante un juez o un tribunal para que se reconozca la
existencia de un derecho. / En sentido amplio es toda petición formulada ante el Poder Judicial; en
sentido estricto, la demanda es aquel escrito que cumple con las formalidades. (PODER
JUDICIAL/Diccionario virtual).
Siendo la demanda el acto percutor del proceso, y por ello de importancia suma, es conveniente
verla como un instrumento a nuestro favor, para el ejercicio de nuestro derecho de acción. Sin
aquella, este, no tiene materialización en la realidad jurídica.
Es en la demanda donde se materializa nuestro ánimo de pedir, de conseguir algo. Ese ánimo es
amplio, como lo es la realidad jurídica; está mezclado de pasiones e intereses que no siempre son
o están ajustados a derecho. Es en esa medida que hablamos del interés, de un sujeto procesal, que
no escatimaría medios para lograr su anhelo, cual es ver el interés ajeno subordinado al suyo.
Es a manera de contrapeso, a este ánimo o interés particular, que nace el interés de proteger el
orden público, señalando diversas exigencias destinadas a morigerar y encauzar las conductas de
las partes; a lograr una ordenación adecuada del proceso. Se imponen así, si cabe el termino, cargas
o límites a la voluntad arbitraria de las personas al momento de iniciar el proceso con la demanda.
Se imponen los requisitos de la demanda.
Requisitos de la Demanda.
La demanda es la plasmación objetiva del derecho de acción, cuya finalidad es pedir, a la autoridad
jurisdiccional competente, resuelva la pretensión basada en un conflicto de intereses o
incertidumbre jurídica. Por la demanda se ejercita la acción; es el medio procesal para hacerlo.
La demanda, como primer acto procesal, tiene una trascendental importancia en el desarrollo de la
relación jurídica procesal. Ese, su carácter principal, de tantas proyecciones en el proceso, explica
y justifica las exigencias del contenido y forma que prescribe la ley, en ella, para admitirla como
tal. Debe de observarse, entonces, los requisitos generales y específicos según corresponda, así
como los anexos respectivos, los que serán calificados por el Juez.
Juan Morales Godo, manifiesta que es indudable que, conforme a las reglas del Código Procesal
Civil, la redacción de una demanda debe efectuarse con la mayor claridad, precisión y estudio, por
cuanto los hechos y las pretensiones no se pueden modificar una vez que el demandado ha sido
emplazado (notificado con la demanda). Por el principio IURA NOVIT CURIA, el Juez solo puede
aplicar la norma jurídica pertinente, mas no puede modificar los hechos y las pretensiones. El actor
debe asumir las consecuencias de las omisiones o negligencias cometidas, así como la posibilidad
del rechazo de la demanda por incumplimiento de algunas de las formalidades establecidas.
En conclusión, es de suma importancia que la demanda se haga bien; que sea ordenada, precisa,
coherente; así no será complicada la interpretación que, de ella haga, en su oportunidad, el Juez.
Con la enumeración taxativa de los requisitos en la ley procesal se busca que la demanda no sea
oscura ni irregular. Los artículos 424 y 425 del Código Procesal Civil contienen los requisitos y
anexos respectivamente, que deben presentarse en y con la demanda. Los primeros son los
elementos intrínsecos que deben estar presentes en toda demanda, y los segundos son los
documentos que se agregan a la demanda, a fin de cumplir, en forma conjunta, con los requisitos
de admisibilidad y procedencia.
Los requisitos de la demanda tienen como antecedente el artículo 306 del Código de
Procedimientos Civiles de 1912. Los requisitos señalados en el artículo 424 del Código Procesal
Civil son mucho más detallistas y minuciosos, que lo indicado por el código adjetivo derogado,
pues indican el orden inicial y final de una demanda.
Antes de desarrollar cada uno de los requisitos de la demanda, es necesario mencionar que esta,
como todo escrito que se presenta al proceso, se sujeta a una serie de reglas precisadas también
por el Código Procesal Civil en sus artículos 130 y 131, por los cuales el escrito que se presente al
proceso se sujeta a las siguientes regulaciones:
- es escrito en máquina de escribir u otro medio técnico;
- se mantienen en blanco un espacio no menor de tres centímetros en el margen izquierdo y
dos en el derecho;
- es redactado por un solo lado y a doble espacio;
- cada interesado enumerara correlativamente sus escritos;
- se sumillará el pedido en la parte superior derecha;
- si el escrito tiene anexos, estos serán identificados con el número del escrito seguido de una
letra;
- se usa el idioma castellano, salvo que la ley o el Juez, a pedido de las partes, autoricen el
uso del quechua o del aimara;
- la redacción será clara, breve, precisa y dirigida al Juez del proceso y, de ser el caso, se hará
referencia al número de la resolución, escrito o anexo que se cite; y
- si los escritos contienen OTROSIES o fórmulas similares, estos deben contener pedidos
independientes del principal.
Además, los escritos serán firmados, debajo de la fecha, por la parte, tercero legitimado o abogado
que lo presenta. Si la parte o tercero legitimado que lo presenta no sabe firmar pondrá su huella
digital, la que será certificada por el auxiliar jurisdiccional respectivo.
Tenemos también la Resolución Administrativa Nº 014-93-CE-PJ, que señala por una parte, las
mismas formalidades de los artículos 130 y 131 del Código procesal Civil, y por otra parte, agrega
requisitos como que: a)el escrito debe presentarse en hoja de papel tamaño A4; b) que en la parte
superior derecha de los escritos, se indicará en orden descendente el nombre del secretario, si es el
caso; número del expediente; cuaderno del expediente en el que el escrito se presenta; numeración
del escrito que sucesivamente se presenta( esta última se encuentra en el artículo 130.4 del Código
Procesal Civil).
De lo mencionado, debemos decir que es imperativo que la demanda debe ser presentada de
acuerdo a las reglas del Código Procesal Civil y de la R.A. 014-93-CE-PJ.
La contestación de la demanda es el acto procesal mediante el cual el demandado alega todas sus
excepciones y defensas respecto de una demanda. La contestación de la demanda tiene la misma
importancia para el demandado que la demanda para el demandante. Puede ser escrita u oral,
dependiendo del tipo de procedimiento (escrito u oral).
El demandado que no ha opuesto excepciones previas y no hace uso de la facultad de recusar sin
causa, no puede ejercerlas posteriormente.
Esta herramienta legal permite resolver diversos conflictos de manera rápida y económica.
A través de este proceso, se pueden arreglar problemas familiares, económicos y de otra naturaleza
sin necesidad de llegar a las instancias judiciales, donde muchas veces los juicios son prolongados
y resultan costosos.
Al admitir la demanda, el Juez concederá al demando cinco días para que la conteste.
Contestada la demanda o trascurrido el plazo para hacerlo, el Juez fijará fecha para la audiencia de
saneamiento, pruebas y sentencia, la que deberá realizarse dentro de los diez días siguientes de
contestada la demanda o de trascurrido el plazo para hacerla, bajo responsabilidad.
En esta audiencia las partes pueden hacerse representar por apoderado, sin restricción alguna.”
Los procesos contenciosos de cognición se caracterizan por tener fases mínimas encaminadas al
mismo fin, las cuales son la introducción, la instrucción y el pronunciamiento. En la introducción
se tiende a poner a los sujetos procesales en la situación reciproca necesaria para el cumplimiento
del proceso, en la instrucción se busca suministrar al juez los elementos necesarios para la decisión,
y en el pronunciamiento se tiende a formar y a dar a conocer la decisión final del caso; haciendo
hincapié en que la distinción lógica entre tales faces no siempre se corresponderá exactamente con
la sucesión cronológica (CARNELUTTI, 1959)
El tema de la fijación de puntos controvertidos, que ahora nos ocupa, antes de la modificación, ha
sido un tema gaseoso o indeterminado, al que no se ha dado una debida importancia, siendo un
tema medular en el proceso.
Los puntos controvertidos representan o grafican el encuentro frontal de la posición de las partes
en un proceso, permiten al juzgador establecer cuáles serán los medios probatorios necesarios para
resolver el conflicto de intereses rechazando aquellos que no cumplen los requisitos (Cf. art. 190
CPC); lo que además permite determinar que exista congruencia entre lo controvertido en el
proceso que es materia de conflicto y lo resuelto en la sentencia por el Juez, de tal suerte que fijar
los puntos controvertidos debe considerarse como un aspecto de trascendental importancia en el
desarrollo de un proceso, al ser el puente entre la pretensión de las partes y la decisión judicial
(sentencia) que las estima o no puente por el que además transita la congruencia (Art. 50.6 del
CPC).
Sin embargo, a este tema, al menos pensamos que hasta ahora, no se le dio mayor importancia,
pese a que, dentro del proceso civil, la fijación de los puntos controvertidos es de carácter
obligatorio, razón por la que consideramos que no existe mayor estudio al respecto, determinando
muchas veces que se convierta en un formalismo sin mayor criterio técnico procesal, fijándose
como punto controvertido la propia pretensión. Finalmente, en el análisis de una sentencia en sede
de apelación, los puntos controvertidos son de suma importancia porque permiten, como si fuese
un test, evaluar la congruencia en la sentencia y además si la actividad probatoria, pasando por la
valoración, ha cumplido o no su finalidad.
Los Puntos Controvertidos en el proceso civil han sido un tema poco estudiado en el Derecho
Procesal Peruano y su fijación obligatoria en el proceso civil ha determinado que muchas veces se
convierta en un mero formalismo sin mayor criterio técnico.
Monroy (1996: p.60) señala que el juez es el director del proceso y, por tanto, es el que debe dirigir las
audiencias que se realicen en todos los procesos en que sea competente; de esta forma, no solo debe estar
atento a las discusiones sobre las pretensiones propuestas por las partes, sino además debe hacer suyo todo
tipo de información que se filtre en el interior de las audiencias.
Casado (2009) afirma que el juez “es la persona que tiene autoridad y la potestad para juzgar y sentencias.
Persona nombrada para resolver una duda” (p.213).
Así mismo, García (2012) señala que “el juez es una persona que será la titular de un órgano jurisdiccional;
puede ser hombre o mujer y, por regla general, estará encargado del despacho de los asuntos de primera
instancia o grado” (p.85).
Carrión (2007), señala que normalmente en el proceso civil hay dos partes:
(…) la parte demandante y la parte demandada, que pueden ser personas naturales, personas
jurídicas, patrimonios autónomos, etc.
Cada parte, por otro lado, puede estar constituida por una o más personas, dando lugar a la figura procesal
del litisconsorcio. La idea de parte excluye a la de terceros. Podemos conceptuar que es parte aquel que, en
su propio nombre o en cuyo nombre se pide, invoca la tutela jurisdiccional de algún derecho subjetivo,
promoviendo la actuación de la voluntad de la ley contenida en el derecho objetivo; también es parte
aquel contra quien se formula el pedido. (p.198)
Los sujetos del proceso son todas aquellas personas que intervienen en el proceso, siendo el demandante el
demandado y el Juez.
Normalmente en el proceso civil hay dos partes: La parte demandante y la parte demandada, que
pueden, ser personas naturales, personas jurídicas, patrimonios autónomos, etc. Cada parte, por
otro lado, puede estar constituida por una o más personas, dando lugar a la figura procesal del Litis
consorcio. La idea de parte excluye la de terceros. Podemos conceptuar que es parte aquel que, en
su propio nombre o en cuyo nombre se pide, invoca la tutela jurisdiccional de algún derecho
subjetivo, promoviendo la actuación de la voluntad de la ley contenida en el derecho objetivo;
también es parte aquel contra quien se formula el pedido. De lo anotado es posible establecer una
perfecta distinción entre el que pide la tutela jurisdiccional y aquel en favor de quien se pide la
tutela. Algo más, en el derecho sustantivo se hace también una distinción entre la parte acreedora
(en términos abstractos y genéricos) y la parte deudora (también en los mismos términos),
diferente, lógicamente, de lo que ocurre en el aspecto procesal. Normalmente el acreedor en la
relación material coincide con la posición que adopta quien es parte demandante y el deudor con
la que adopta la posición de quien es parte demandada en la relación procesal. Por ello la
importancia de determinar las partes en la relación jurídica material y, luego, las partes en el
proceso correspondiente, para poder explicar la presencia de la Relación jurídica procesal que
nuestro ordenamiento procesal civil exige como condición para la validez y eficacia del proceso
como instrumento jurisdiccional. Empero, debemos señalar que el concepto de parte se utiliza con
más frecuencia en el ámbito procesal, de modo que parte en el proceso es quien reclama y contra
quien se reclama la satisfacción de una pretensión procesal. Los terceros incorporados al proceso
suelen considerarse como parte en el proceso, dependiendo de la naturaleza del interés con que se
incorporan a él.
Según el artículo 109° del CPC, son deberes de las partes, los abogados y apoderados:
Proceder con veracidad, probidad, lealtad y buena fe en todos los actos e intervenciones en el proceso.
No actual temerariamente en el ejercicio de sus derechos procesales.
abstenerse de usar expresiones descomedidas o agraviantes en sus intervenciones.
Guardar el debido respeto al juez, las partes y a los auxiliares de justicia.
Concurrir ante el juez cuando éste los cite y acatar sus órdenes en las actuaciones judiciales; y,
Prestar al juez su diligente colaboración para las actuaciones procesales, bajo apercibimiento de ser
sancionados por inconducta con una multa no menor de tres ni mayor de cinco URP.
Más, se debe tener en cuenta que cuando nos referimos al tema de los medios impugnatorios y lo
relacionamos con el debido proceso inmediatamente sale a luz lo regulado por nuestra norma
constitucional, la cual en su artículo 139° inciso 6 reconoce el derecho a la pluralidad de instancia,
el mismo que según el Tribunal Constitucional, constituye “una garantía consustancial del derecho
al debido proceso, mediante el cual se persigue que lo resuelto por un juez de primera instancia
pueda ser revisado por un órgano funcionalmente superior, y de esa manera se permita que lo
resuelto por aquél, cuando menos, sea objeto de un doble pronunciamiento jurisdiccional.”
En tal sentido la profesora ARIANO, señala que: “Y como el paso de una ‘instancia’ (la primera)
a otra (la segunda) no es por ‘generación espontánea’, sino por un acto de parte, y en concreto a
través de lo que solemos llamar un ‘medio de impugnación’, resulta inevitable que por derecho a
la ‘pluralidad de la instancia’ se termine entendiendo como el derecho a los recursos (o más
general, a las impugnaciones) que tal ´pluralidad´ promueven.”
Según MONROY GALVEZ, “Podemos definir este instituto procesal como el instrumento que la
ley le concede a las partes o a terceros legitimados para que soliciten al juez que, el mismo u otro
de jerarquía superior, realicen un nuevo examen de un acto procesal o de todo el proceso, a fin
de que se anule revoque éste, total o parcialmente.”
En tal sentido esta figura procesal constituye una facultad que otorga la norma procesal a las partes
y quienes tengan un legítimo interés en el proceso con el objeto de que la decisión expedida por el
magistrado sea revisada por su superior por cuanto se le ha puesto de conocimiento la existencia
de un vicio o error y para que este en su caso lo revoque sea en parte o en su totalidad y logre de
esta manera la finalidad del proceso.
Para GOZAINI, “el reconocimiento del derecho a impugnar la decisión, se viabiliza en la senda
de los recursos, que son medios de transferir la queja expresiva de los agravios, que son
considerados presentes en la resolución cuestionada.”
Clases
Conforme lo señala el maestro, los recursos pueden ser clasificados en propios en impropios, siendo que
los primeros cuando estos son resueltos por el órgano jurisdiccional superior al que emitió la resolución
impugnada e impropio a aquellos, que contrariamente al sistema en que se determina que es un superior el
que debe resolver lo decidido por un inferior, son resueltos por el propio magistrado que expedido el acto
impugnado.
Igualmente nos señala que los recursos propios, por el efecto que estos producen se clasifican en positivos
y negativos, siendo que los primeros aquellos por el que, el Juez se encuentra facultado a declarar la
ineficacia del contenido del acto procesal impugnado y además declara el derecho que corresponde,
realizando la sustitución del aquel declarado ineficaz. Y los segundos sólo facultan al magistrado a dejar
sin efecto el contenido de la resolución impugnada.
Junto a estos recursos, el legislador ha incluido la CONSULTA en el artículo 407° y siguientes de la norma
procesal civil, más, debe precisarse que este no constituye un medio impugnatorio, toda vez que no la
ejercen las partes o terceros legitimados, sino que constituye u medio de control jerárquico regulado por la
ley.
El recurso debe ser planteado ante el magistrado léase órgano jurisdiccional, que expidió la resolución
objeto de cuestionamiento por uno de los sujetos procesales, el cual lo remitirá ante el superior jerárquico
(con excepción del de reposición que es resuelto por el mismo). Al respecto se ha precisado que: “La
admisibilidad apunta a los aspectos formales reiterantes a los modos procesales por medio de los cuales
debe ejercitarse la impugnación, que en el caso del recurso de apelación se ubican en los aspectos de lugar,
tiempo y forma, esto es que el recurso impugnatorio se interpone ante el órgano jurisdiccional que
pronuncio el acto impugnado, en un plazo determinado, expresando agravios y adjuntando el recibo de pago
de la tasa correspondiente.” En tal sentido, los requisitos de admisibilidad de los medios impugnatorios son
apreciados primigeniamente por el Juez en base a los propuestos por la norma procesal y en su comento ha
de conceder, dependiendo de las circunstancias, un plazo a fin de que subsane la omisión advertida y logre
su finalidad, garantizando de esta manera la pluralidad de instancia.
Del mismo modo cuando nos referimos al recurso de queja este es formulado directamente ante el órgano
judicial que lo resolverá.
En tal sentido, en sede judicial se ha precisado que: “La interposición de un medio impugnatorio se efectuará
cumpliendo las formalidades y plazos previstos por la ley para cada uno; lo que significa también que
tratándose del requisito del plazo, la presentación del medio impugnatorio o su subsanación por alguna
omisión o defecto debe efectuarse dentro del mismo plazo establecido por la Ley; toda vez que tanto
derecho tiene la parte vencida de impugnar la resolución que le causa agravio como la parte vencedora de
procurar su consentimiento cuando no se han satisfecho los requisitos de Ley”.
Del mismo modo se ha señalado que no solamente el A quo está facultado a la verificación de los requisitos
sino también que el superior pueda nuevamente verificar el cumplimiento de los mismos, por ello manifiesta
que: “Toda instancia revisora de una resolución, debe analizar en primer lugar si el recurso correspondiente
ha sido interpuesto en el plazo que establece el ordenamiento procesal o fuera de él y si ha sido concedido
válidamente o no; en el caso presente la Sala de Casación al dictar la resolución calificatoria del recurso,
ha declarado procedente tal medio impugnatorio por contravención del debido proceso, alegándose la
extemporaneidad con el que ha sido interpuesto el recurso de apelación; en efecto la Sala Superior ha dejado
de determinar la validez o no del concesorio de apelación, cuestionado por la parte actora, por lo que el
recurso de casación planteado debe declararse fundado, por ser evidente la violación del debido proceso”.
Debe tenerse en cuenta que estos requisitos también pueden ser revisados por el órgano que conoce el medio
impugnatorio, en tal sentido se precisa que: “El Superior también puede declarar inadmisible o
improcedente (…), si advierte que no se han cumplido los requisitos para su concesión, en este último caso,
declarará nulo el concesorio. Que, en consecuencia, la facultad de las instancias que tramitan los medios
impugnatorios, para evaluar las condiciones de admisibilidad y procedencia que estos deben reunir, es
propia del procedimiento y su ejercicio no constituye infracción alguna a la Ley Procesal.”
Igualmente, nuestro Tribunal Constitucional ha precisado que: “El derecho a los medios impugnatorios es
un derecho de configuración legal y corresponde al legislador crearlos y establecer sus requisitos para que
estos sean admitidos. Su contenido garantiza que no se establezca y aplique condiciones de acceso que
tengan el propósito de disuadir, entorpecer o impedir su ejercicio (FJ 2-8).”
En el presente post hemos congregado jurisprudencia variopinta sobre la materia, que además es
la causa más persistente en la judicatura. Desde acuerdos plenarios, hasta sentencias del Poder
Judicial y del Tribunal Constitucional. Cabe agregar que este post se irá actualizando conforme se
emitan nuevos pronunciamientos jurisprudenciales.
2. HINOSTROZA citando a BARBERO indica " La obligación alimentaria, es deber que impone
la ley a cargo, para que ciertas personas suministren a otras los medios necesarios para la vida,
en determinadas circunstancias";
3. AGUILAR citando a LOUIS JOSSERAND señala que "La obligación de dar alimentos es el
deber impuesto jurídicamente a una persona de asegurar la subsistencia de otra persona".
El artículo 92 del Código de Niño y Adolescentes señala:
Se considera alimentos lo necesario para el sustento, habitación, vestido, educación, instrucción y capacitación
para el trabajo, asistencia médica y psicológica y recreación del niño o del adolescente. También los gastos del
embarazo de la madre desde la concepción hasta la etapa de postparto".
Características
Como hemos indicado ut supra, los alimentos tienen una doble connotación, tanto como derecho
y obligación, por consiguiente, las características que proporcionaremos atenderán al derecho
alimentario y a la obligación alimentaria.
Intransferible, ya que no puede de ser objeto de trasferencia, mucho menos se puede transmitir.
Irrenunciable, pues teniendo él cuenta que el Estado protege la vida humana, y siendo que los
alimentos contribuyen a la supervivencia, no puede renunciarse a este derecho, salvo que la
persona titular de este derecho no se encuentre en estado de necesidad.
Imprescriptible, teniendo en cuenta que los alimentos sirven para supervivencia cuando hay un
estado de necesidad, mientras subsista este estado de necesidad, estará activado o vigente el
derecho para accionar por ello.
Intransigible, porque el derecho a los alimentos no puede ser objeto de transacciones, esto no
quiere decir el monto de los alimentos pueda ser objeto de transacción.
Inembargable, ya que el derecho como tal resulta inembargable, sin embargo, esta característica
esta direccionada a indicar que la pensión por alimentos es inembargable, pues así se encuentra
establecido por mandato expreso en la ley [véase el Código Procesal Civil, artículo 648º – inciso
c)].
Recíproco, porque teniendo en cuenta que los alimentos se prestan entre parientes y/o cónyuges,
en determinadas oportunidades una persona puede resultar siendo acreedor alimentario, y luego
deudor alimentario.
Revisable, ya que la pensión por alimentos que se pueda fijar en un determinado año, con el
transcurrir del tiempo, puede ser objeto de aumento o reducción. [véase el Código Civil, artículo
482º].
Intransferible, porque la obligación que tiene una determinada persona a prestar alimentos no
puede otorgársela a otra, es personal, y sólo se extingue con él.
Divisible, ya que de haber dos o más obligados alimentarios, y con el fin de cubrir las necesidades
básicas del alimentario, el pago de la pensión por alimentos puede ser dividida para que entre todos
los deudores alimentarios cubran el pago de dicha pensión. [véase Código Civil, artículo 477º].
3.2.1.7.3. El proceso de alimentos
Lo que ocurre normalmente durante la convivencia familiar es que los “alimentos” se satisfacen
en especie, pues el obligado a prestarlos cumple su deber proporcionando todo lo necesario para
el sustento del alimentista. No obstante, ello, cuando se presentan discusiones en torno a esa
obligación, es común que el alimentista recurra al Poder Judicial para sea éste quien fije una
pensión alimenticia a su favor.
La obligación de alimentos no sólo abarca el deber de los padres para con los hijos o el deber de
asistencia que existe entre los cónyuges, sino que además se deben alimentos recíprocamente los
ascendientes y descendientes y, los hermanos.
Incluso el ex cónyuge que se encuentra en estado de indigencia, como aquél cónyuge al que le sea
imputable el divorcio, pueden solicitar la prestación de alimentos al otro cónyuge. Esta obligación
cesa automáticamente cuando el alimentista contrae nuevo matrimonio. Asimismo, en los casos
de divorcio o separación por mutuo acuerdo, el Juez señalará en la sentencia la pensión alimenticia
a favor de los hijos.
Debe tenerse presente que la obligación alimentaria es una relación que se da entre determinadas
personas y sólo entre ellas, por lo que no se transmite a los sucesores por muerte del alimentante
o alimentista. Los herederos del primero podrán desde luego ser sujetos pasivos, pero por su grado
de parentesco, no por su carácter de herederos, lo que hace que estemos ante una nueva obligación
alimenticia.
Pues bien, los primeros y principales obligados a prestar alimentos son los padres respecto de sus
hijos. Por ausencia de los padres, los prestarán: 1) Los hermanos mayores de edad; 2) Los abuelos;
3) Los parientes colaterales hasta el tercer grado; y, 4) Otros responsables del niño o adolescente,
en el orden indicado. Dado su carácter de deber esencial -no solo jurídico sino principalmente
natural y moral-, los padres tienen siempre la obligación alimentaria respecto de sus hijos, aun
cuando se les haya suspendido en el ejercicio de la patria potestad.
Nuestro ordenamiento civil regula el deber de los padres de mantener a sus hijos, el mismo que
supone que los padres deben proveer de todo lo necesario a los hijos. Este deber comienza desde
el momento de la concepción y termina con la mayoría de edad, en la que se presume que se ha
alcanzado el desarrollo completo de la personalidad y que se está en condiciones de proveer a la
propia subsistencia. Sin embargo, subsiste la obligación de proveer al sostenimiento de los hijos e
hijas solteros mayores de edad que sigan con éxito estudios superiores, y de hijas e hijos solteros
que no se encuentren en aptitud de atender a su subsistencia por causas de incapacidad física o
mental debidamente comprobadas. En ese sentido, consideramos que, para el caso de los mayores
de edad, se entiende que siguen estudios superiores con éxito cuando forman parte del tercio
superior, por ejemplo.
Si bien es cierto que la pensión se denomina “alimentos”, ello no se reduce a la cantidad de dinero
que el hijo necesita para cubrir únicamente los gastos de alimentación. “Alimentos” es un concepto
que comprende lo indispensable para la subsistencia, habitación, vestido, asistencia médica,
educación, capacitación para el trabajo y recreación atendiendo al nivel de vida y a la edad del
alimentista. También incluye los gastos del embarazo de la madre desde la concepción hasta la
etapa de postparto.
Generalmente, las leyes positivas se limitan a enunciar el derecho alimentario de los hijos sin
normar su cuantía en detalle, porque ésta depende de la condición económica y social de los padres
y de las necesidades de los propios hijos. Por ello, el ordenamiento jurídico sanciona esta
primordial obligación y le otorga el carácter de común a ambos cónyuges.
Es importante que los hijos que no reciben una pensión de sus padres sepan cuáles son los
requisitos para plantear una demanda de alimentos. Esta información permitirá que un “hijo
alimentista” pueda exigir el derecho de alimentos que le otorga la ley y que se constituye como un
imperativo del derecho natural.
Así, si uno de los padres no cumple con su obligación legal, se puede presentar una demanda de
alimentos (si es menor de edad debe ser representado por uno de sus padres), indicando el nombre
y los datos del hijo alimentista, el pedido concreto (el monto de la pensión que se pide) y los hechos
ocurridos, entre otras indicaciones. Se debe acompañar todas las pruebas que sustentan el pedido,
como, por ejemplo, copia de las boletas de pago del padre demandado, certificado del colegio
donde se indique el monto de las pensiones mensuales, recibos por honorarios médicos, etc. No es
necesaria la firma de un abogado.
El demandante puede elegir ante qué Juzgado demandar. Normalmente se demanda ante el Juez
de Paz de su domicilio (también puede hacerlo ante el Juez del lugar donde vive el padre a quien
se reclama).
De otro lado, nuestro ordenamiento civil establece la posibilidad de que el obligado a prestar
alimentos pida la exoneración de la pensión alimenticia si disminuyen sus ingresos, de modo que
no pueda atenderla sin poner en peligro su propia subsistencia o si ha desaparecido en el alimentista
el estado de necesidad (ordinariamente por disponer ya de medios propios de subsistencia).
Supuestos de excepción que deben ser debidamente acreditados con medios probatorios
pertinentes y suficientes.
Tratándose de hijos menores, a quienes el padre o la madre estuviesen pasando una pensión
alimenticia por resolución judicial, ésta deja de regir al llegar aquellos a la mayoría de edad. Sin
embargo, si subsiste el estado de necesidad por causas de incapacidad física o mental debidamente
comprobadas o porque el alimentista está siguiendo una profesión u oficio exitosamente, puede
pedir que la obligación quede vigente.
Es aconsejable que mientras dure el proceso judicial y se fije una pensión de alimentos en forma
definitiva, el demandante solicite una asignación alimenticia provisional, siempre que se presente
un documento que acredite el título en que se funda su pretensión. Este pedido se hace a través de
una “medida cautelar temporal sobre el fondo”, que permite garantizar la subsistencia del
alimentista mientras dura el proceso. En efecto, tanto en el proceso principal como en el
procedimiento cautelar, la pretensión es la misma, por tanto, la medida cautelar sólo anticipa lo
que puede ser el pronunciamiento final si la demanda es amparada por el juez.
Así, en los casos de hijos menores con indubitable relación familiar, el juez deberá otorgar la
asignación anticipada de alimentos, actuando de oficio, en el caso que no se haya solicitado, luego
de notificada la resolución que admite a trámite la demanda de alimentos. El juez fija la pensión
de alimentos en proporción a las necesidades del hijo alimentista y de las posibilidades de quien
debe de darlos. Los ingresos del padre demandado se pueden afectar en un máximo de 60%.
Finalmente, debemos señalar que, si bien el trámite de los procesos de alimentos no debiera tomar
mucho tiempo, en la práctica toma entre uno y dos años, el poder contar con una sentencia
definitiva que reconozca el derecho del alimentista. (Sheyla, "ALGUNOS ALCANCES SOBRE
ALIMENTOS", 2018).
El Ministerio de Justicia, además de radicalizar las penas para los que no cumplen con la asignación
familiar, también creó en 2007 el Registro de Deudores de Alimentos (REDAM). Según la ley que crea
este listado, una persona ingresa cuando no abona la pensión por tres meses seguidos o alternados.
El ingreso a este padrón se tramita en el Juzgado de Paz Letrado. Si una persona es ingresada al REDAM,
no podrá tramitar préstamos ante cualquier entidad crediticia, ya que es registrado en la Superintendencia
de Banca y Seguro (SBS) como mal pagador. Además, estará impedido de participar en cualquier proceso
electoral y no podrá salir del país hasta que sea eliminado del padrón.
Para ingresar a una persona al REDAM, no es obligatorio haber iniciado el proceso penal. Este se puede
iniciar de forma paralela o antes de la acción penal.
4.METODOLOGIA
Los estudios exploratorios sirven para familiarizarnos con fenómenos relativamente desconocidos
y en muy pocas ocasiones constituyen un fin en sí mismos, pues por lo general determinan
tendencias, identifican relaciones potenciales entre variables y establecen el "tono" de
investigaciones posteriores más rigurosas.
Se caracterizan por ser más flexibles en su metodología en comparación con los estudios
descriptivos o explicativos, y son más amplios y dispersos que estos dos otros tipos.
Los estudios descriptivos miden de manera más bien independiente los conceptos o variables a los
que se refieren. Aunque desde, luego, pueden integrar las mediciones de cada una de dichas
variables para decir cómo es y cómo se manifiesta el fenómeno de interés, su objetivo no es indicar
cómo se relacionan las variables medidas.