RESUMEN
El sujeto pasivo del proceso penal que no disfruta de la justicia gratuita afronta
dos posibles consecuencias procesales contra su patrimonio. Condenado habrá de
satisfacer el coste económico del proceso, y aunque mantendrá la gratuidad de los
gastos intrínsecos al servicio público (sueldos de jueces, fiscales y otros funcionarios,
infraestructura, intérpretes) en detrimento de un contribuyente que quizá nunca sea
litigante, tendrá que abonar costas del acusador particular salvo excepcionalmente
(temeridad y/o malicia). Es irrelevante la utilidad procesal de los oponentes y las
estimaciones parciales de la pretensión penal. Y también asumirá en exclusiva el
coste de la acción civil acumulada, aun desestimada. Absuelto no pagará las costas
oficiales, del acusador particular y/o actor civil, pero nadie satisfará sus propios
gastos, perjuicio patrimonial irreparable. La crítica de estas y otras injusticias moti-
van el presente trabajo.
Palabras clave: Costas procesales, justicia gratuita, acusador particular, acción
popular, temeridad, mala fe.
ABSTRACT
The passive subject of a criminal procedure who doesn’t get granted from free justi-
ce has to confront two potential processals consequences against its patrimony. Con-
demned should meet the economic cost of the process, while keeping free of the intrinsic
expenses of the public service (salaries of judges, attorneys and other public officials,
infrastructure, interpreters...) in detriment of a taxpayer who may never be a litigant, as
well as paying the cost of the particular accuser with the exception of temerity or mali-
ce. It is irrelevant the processal utility of the opponents and the partial estimations of the
criminal pretension. And condemned should also assume exclusively the cost of the
accumulated civil action even if it is rejected. Acquitted won’t pay the officials expenses,
of the particular accuser and/or civil claimant, but nobody will pay its own expenses,
irreparable patrimonial injury. The critique of these and others injustices motivates the
present work.
Keywords: Processal expenses, free justice, particular accuser, popular action, civil
action, temerity, malice.
El artículo 123 del Código penal español (CP) prescribe que las
costas procesales se imponen por la Ley a los criminalmente respon-
sables de todo delito, que de ese modo adquieren obligaciones econó-
micas como parte de los efectos de una condena en firme. No suele
importar que el fallo judicial pueda mostrar muchos grados de parcia-
lidad respecto de lo solicitado por el acusador o acusadores en sentido
netamente contrario. Por su parte, aunque el acusado absuelto no
deberá ser condenado al pago en costas, no en vano el legislador las
excluye expresamente de la sentencia, habrá asumido una serie de
gastos para su propia defensa, entre ellos los que pueden calificarse en
sentido estricto de costas procesales, todos sin posibilidad de recupe-
ración. Particularmente, desde un primer momento tiene la obligación
de pagar derechos de procurador, honorarios de abogados, de peritos a
instancia e indemnizaciones de testigos por sí propuestos si no se le ha
concedido el derecho de gratuidad (arts. 121 I y 242 II de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal, LECr). Se plantea con ello una de las mayo-
res injusticias que provoca el proceso penal en quien tras su conclu-
sión sigue siendo considerado inocente. Una auténtica victimización
económica directa de cualquier inculpado. Sólo existe una excepción,
y así bajo unos criterios especiales estrictos, el abono de esos costes
propios por la no siempre presente acusadora particular.
En la práctica, además, también cualesquiera otro litigante, incul-
pado o no, asumirá el coste dinerario desembolsado si dejó de ser
parte antes del dictado de sentencia. Pues, la marcha anticipada
suprime eventual condena en costas a pesar de que lo mereciera en
favor o en contra por la conducta procesal desplegada y la utilidad
obtenida. El sujeto condenable no sólo debiera ser quien mantiene la
posición de parte al pronunciarse el fallo, también quien lo fue si con
su separación del proceso no se resolvió en esta materia, que es lo
acostumbrado.
A su vez, con el artículo 240.1.º LECr se obtiene una declaración
de oficio teóricamente identificada a la atribución de las costas contra
9. CONCLUSIÓN