PARTICIPANTE
CÍRCULO N° 1
AÑO 2019
La importancia de la comunicación
en la gestión directiva
De allí que los círculos para equipos directivos desarrollados durante el 2018 propusieron hacer énfasis
en la gestión pedagógica del rol directivo. El foco estuvo puesto, principalmente, en el trabajo con
herramientas de gestión escolar relativas a la planificación estratégica situacional y al acompañamiento
de su desarrollo didáctico, la gestión curricular de la ESI, el asesoramiento en el proceso evaluativo y en
la observación de clases para el asesoramiento pedagógico. Para este año 2019, los círculos para equipos
directivos proponen trabajar sobre:
1. La importancia de la comunicación en la gestión directiva
2. El clima escolar y la facilitación en el abordaje de conflictos
1
Ver http://nuestraescuela.educacion.gov.ar/materiales-de-formacion-situada-2/
2
Marco Orientador de los Aprendizajes para la Educación Obligatoria Argentina, Ministerio de Educación. Resolución CFE
N* 330/17.
3
http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/normas/RCFE_338-18.pdf
4
Ver Anexo 1
A su vez, en las jornadas institucionales ─otro de los dispositivos de la Formación Situada que transita la
escuela─ se propone trabajar durante 2019 sobre el abordaje de la oralidad en las salas y en las aulas.
Esta determinación para todas las jornadas del año radica en la convicción de que el lenguaje oral (la
escucha y la producción) es herramienta intelectual y social, pero a la vez contenido de enseñanza y
aprendizaje, tal como establecen los NAP y los Diseños Curriculares. La escuela tiene como tarea
potenciar lo que sería propio del desarrollo natural de los niños (la adquisición del lenguaje en los
primeros años), andamiar, explicitar y ofrecer oportunidades para que, progresivamente, el lenguaje de
los estudiantes se torne más preciso, certero, abstracto, contundente, eficaz, sutil. Esto supone aulas en
las que los niños y jóvenes se impliquen activa y genuinamente en los intercambios para tomar la palabra
y escuchar lo que los otros tienen para decir, y también proyectos de trabajo de más largo plazo en
donde asuman la palabra pública para narrar, exponer, sostener una argumentación frente a un
auditorio, entre otras posibilidades.
Actividades
Contenidos y capacidades
Contenidos
Capacidades5
5
http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/normas/RCFE_338-18.pdf
Presentación Círculo 1
La comunicación en la escuela constituye un aspecto central de la gestión directiva en tanto habilita la
construcción y el reconocimiento del saber pedagógico. Duschaztky (2017) indica “Comunicar es
´entendernos´ a partir de compartir códigos de significación”. En tal sentido, el rol directivo tiene una
función estratégica para conformar equipos de trabajo, fortalecer vínculos y habilitar una
responsabilidad compartida por los resultados de aprendizaje. Es la gestión institucional del equipo
directivo quien lidera la comunicación interna y externa de la institución y que hace posible, a través de
sus intervenciones asertivas, la habilitación de espacios de diálogo entre los docentes, imprescindibles
para sostener una dinámica de funcionamiento que promueva procesos de enseñanza para la mejora de
los resultados de aprendizaje.
Vivimos atravesados por discursos que nos interpelan, nos constituyen. Somos sujetos del lenguaje en
un mundo de conversaciones. Es por ello que pensar lo conversacional en la escuela constituye una de
las funciones centrales de la gestión directiva. Porque asumir la comunicación oral desde la dimensión
institucional implica atender a los modos de habitar la escuela desde la circulación de la palabra, ya que
“La conversación no es un mero traspaso de turnos entre los hablantes. Cada conversación elabora sus
modos de enunciar que son fieles a las búsquedas que reúnen a los interlocutores” (Duschaztky, 2017).
El aprendizaje ocurre siempre en un entorno comunicativo y social. Porque conversar implica negociar
significados, intercambiar con otros universos de sentidos, despertar la reflexión y, en definitiva,
aprender, crear, recrear, crecer... Y esto resulta válido más allá de la propia institución.
En este primer círculo reflexionaremos acerca de la relevancia de la comunicación oral en la gestión de
los equipos directivos para orientar las prácticas pedagógicas y promover mejores condiciones para la
enseñanza y el aprendizaje durante el nuevo ciclo lectivo. En la primera jornada institucional de cada
escuela se trabajará:
● En el nivel inicial: “Textos orales y desarrollo del lenguaje”
● En el nivel primario: “La oralidad en la escuela, hablar a partir de la lectura”
● En el nivel secundario: “La oralidad en las escuelas”
Propuesta de actividades
El lenguaje es instrumento del pensamiento y del aprendizaje. A través de las capacidades lingüísticas,
leer, escribir, hablar y escuchar, recibimos información, la procesamos y expresamos nuestros
pensamientos. Las capacidades lingüísticas influyen de manera determinante en la calidad y precisión
“Las generaciones sucesivas de una sociedad se benefician de la experiencia del pasado sobre
todo a través del lenguaje hablado y escrito, y cada nueva generación utiliza también el lenguaje
para compartir, discutir y definir su nueva experiencia. El lenguaje es, por lo tanto, no solo un
medio por el cual los individuos pueden formular las ideas y comunicarlas, sino que también es
un medio para que la gente piense y aprenda conjuntamente. [...] En cualquier momento en que
se habla, se tiene que pensar qué decir y qué se oye. Hay que emplear un poco de tiempo para
pensar lo que ha dicho la gente, lo que ha dicho uno mismo y lo que se debería decir en futuras
ocasiones. Y algunos de los pensamientos más creativos aparecen cuando la gente está hablando
en grupo”.
Mercer, N. (1997). La construcción guiada del conocimiento. Barcelona: Paidós.
“[…] el diálogo es una relación comunicativa simbiótica entre iguales que exige un compromiso
tanto emocional como cognitivo. Para poder llegar a un buen resultado, el diálogo genuino se
sustenta en una inteligencia cognitiva pero también en los sentimientos recíprocos de interés,
confianza, respeto, aprecio, afecto y esperanza de los participantes. Como actividad humana de
larga tradición encarna y exige además un conjunto de virtudes que incluyen tolerancia, la
paciencia, la apertura, la mesura y la disposición a escuchar, con las que se habilita al otro para
que hable”.
Soltis, J.F. “Prefacio” en El diálogo en la enseñanza. Teoría y práctica. Burbules,
N. C. (1993). Buenos Aires: Amorrortu.
“Las palabras tienen un enorme poder. Que las palabras pueden aliviar el sufrimiento, que las
palabras tienen un efecto benéfico en el aparato psíquico del otro y tienen también un terrible
poder destructor. Si te insultan vos no podés sino sentir que te lastiman y que te pegaron aunque
no te hayan tocado. Si te tratan de manera humillante vos no podés sino sentirte mal. Nadie te
tocó, te tocó la palabra. A mí me parece que hay que volver a pensar el lugar de la palabra. A
veces uno corre el riesgo de que en la escuela, la palabra quede en el lugar de la lecto-escritura
o eventualmente en un simulacro de diálogo (y no se trata de solicitar la palabra en la intimidad).
6
Ver Anexo 2
B- Reunidos en pequeños grupos, compartan con el resto de los integrantes el relato de la experiencia
elegida, enunciando muy brevemente las respuestas a los anteriores interrogantes. Ante cada
exposición completen entre todos el siguiente cuadro de una escalera de retroalimentación ─como
propone D. Wilson (2005)─7
Participante
A
Participante
B
Participante
C
Participante
D
7
Ver Anexo 3
Aunque ya no monopólica, la función social de la escuela sigue siendo la de transmitir la cultura a las
nuevas generaciones. Esa transmisión nunca es perfecta porque la subjetividad interviene en la
interpretación y por lo tanto en la recreación de la cultura que vive y revive de generación en generación.
Este diálogo intergeneracional implica también a las generaciones de docentes cuya formación en la
práctica supone espacios liderados por los equipos directivos donde se potencie el intercambio de
opiniones, el debate, la argumentación, la incorporación de nuevas visiones, etc., en tanto desarrollo de
capacidades esenciales para su desempeño profesional.
¿Cómo promover el diálogo entre y con los diferentes actores que conviven en la escuela? ¿Cómo lograr
una comunicación genuina entre diferentes generaciones, tanto con los estudiantes como con los
adultos? ¿Cómo sostener una práctica comunicativa poniendo en valor acuerdos y desacuerdos?
A- En parejas, leer los textos de Burbules (1993) 10 y pensar estratégicamente una intervención en las
prácticas comunicativas de las escuela:
C- Asumir una actitud crítica frente a lo obvio, cuestionar la naturalización de prácticas inconducentes,
promover intercambios enriquecedores, horizontalizar la palabra para que circule, son
responsabilidades que los directivos podrían asumir al ofrecer lo mejor, como el alfarero viejo que nos
muestra Galeano, y confiar para poder sorprenderse con la obra de cada uno...
8
Ver Resolución 338/18
9
Ver Anexo 4
10
Ver Anexos 5 y 6.
Para reflexionar en plenario: ¿Cómo es “la pieza” (modelo de gestión ideal/heredado) que recibí y qué
nueva forma le imprime mi práctica?
En nuestro próximo encuentro trabajaremos acerca del clima escolar y el rol del equipo directivo como
facilitador en el abordaje del conflicto. Los invitamos entonces a mirar sus instituciones desde la
perspectiva propuesta en este primer encuentro para empezar a pensar en el rol de la gestión directiva
en la generación de condiciones que favorezcan un clima de enseñanza y aprendizaje positivo donde el
conflicto, en tanto inherente a todo grupo humano, pueda ser asumido como parte de la cotidianeidad y
se traduzca en un desafío para el desarrollo personal, social y educativo.
Recursos necesarios
● Computadora personal
● Conexión a Internet
● Cañón y proyector
● Papel afiche y marcadores en caso de no contar con netbooks ni conexión
Materiales de Referencia
Antelo, E. (2001). La escuela más allá del bien y del mal. Ensayos sobre la transformación de los valores
educativos. Santa Fe: AMSAFE.
Aubert, A.; Flecha, A.; García, C.; Flecha, R.; Racionero, S. (2008). Aprendizaje dialógico en la Sociedad de
la Información. Barcelona: Hipatia Editorial.
Burbules, N. (1993). El diálogo en la enseñanza. Teoría y práctica. Capítulos 4 y 6. Buenos Aires:
Amorrortu.
Duschatzky, S. (2017). Política de la escucha en la escuela. Buenos Aires: Paidós.
Frigerio, G. (2011). Dossier temático. Centro de Documentación (CEDOC), Instituto Nacional de
Formación Docente.
Galeano, E. (1993). Las palabras andantes. Buenos Aires: Catálogos.
Créditos
Coordinadoras
Rocío Guimerans
Romina Campopiano
Autor
Gabriela Resnik
Inés Zuñiga
Silvana Mariani
María Isabel Orsini
Equipo
Carolina Emetz
Juan Pablo Urrutia
Miriam López
Valeria Sagarzazu
Desarrollo profesional Promueve la inflexión sobre las prácticas entre los docentes y junto
con ellos identifica las necesidades de formación continua.
Modela el aprendizaje profesional con su propia reflexión y
desarrollo permanente.
Promueve la documentación de experiencias valiosas de
enseñanza y la socialización al interior de la institución.
Comunidad educativa y Genera un clima de bienestar y contribuye con la educación
contexto emocional de los estudiantes.
Promueve el sentido de pertenencia a la comunidad educativa.
“La escuela, así como el conjunto de las instituciones, se ha movido en torno a la intervención.
Enseñar fue un acto de intervención: intervenir en la ignorancia tornándola saber. […] La
intervención así planteada, y más allá de todo juicio, suponía un acto de voluntad movido por
un propósito anhelado. Sus consecuencias se dejaban sentir de modo ambivalente, por un lado,
cercenando los impulsos vitales y guiándolos hacia forma socialmente aceptadas o sancionadas,
y por el otro, haciendo posible modo específicos de agenciamiento de la vida social. Imposible
dejar de advertir, así mismo, los efectos contraculturales también nacidos de la experiencia de
verse tomados por los aparatos disciplinantes. La intervención no es ‘la mala de la película’, la
idea no es superarla por la panacea. Simplemente, advertir su agotamiento, sus consecuencias
y sobre todo sus resonancias subjetivas actuales”. (Cap.3, p. 76)
“[…] La conversación no es un mero traspaso de turnos entre los hablantes. Cada conversación
elabora sus modos de enunciar que son fieles a las búsquedas que reúnen a los interlocutores.
La conversación es ordinaria, pero no por replicar el uso de un léxico corriente sino porque se
sostiene en la equivalencia de los parlantes y en el carácter dialógico. No son las personas las
que dialogan, aunque ellas constituyen el soporte de los intercambios, sino los esbozos de ideas
que se despliegan en tensión. La conversación no reconoce un principio, un desarrollo y un fin.
Se trata de construir una materia que en el proceso de las sucesivas escrituras continúe tomando
forma”. (Cap.5, p. 122)
Este libro surge a partir de un trabajo de investigación en el marco del programa Comprensión
en Organizaciones realizado en colaboración entre la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano
y el Proyecto Cero de la Escuela de Graduados en Educación de la Universidad de Harvard. La
iniciativa se vincula con una preocupación por la mejora del clima organizacional y en este
capítulo los autores presentan tres herramientas a las que denominan “Herramientas
inteligentes para una cultura de comunicación”: Conversaciones Generativas, la Escalera de la
Retroalimentación y Conversaciones de Pasillo Saludables.
CONVERSACIONES GENERATIVAS
“Se trata de interacciones que apoyan el aprendizaje, la indagación y el crecimiento. Esto se
logra a través de un intercambio tranquilo de información, construyendo ideas en colaboración
y dando y recibiendo retroalimentación seria de muchas fuentes para ilustrar o complementar
las acciones”.
Aclarar: tener en cuenta las ideas/acciones de los demás y hacer preguntas para aclarar los
puntos que sean necesarios.
Sondear: explorar las ideas y/o acciones de la gente en cuanto a sus suposiciones, objetivos
subyacentes y posibles soluciones.
Probar: ofrecer y solicitar retroalimentación y conversar sobre las percepciones que tengo
acerca de ideas y/o acciones.
Construir Ideas: reconocer, comparar, integrar y/o construir ideas y acciones con otros.
Menospreciar: no tener en cuenta ni reflexionar ni valorar ni responder a las ideas y/o acciones
de los demás. Implicar asumir el consenso y/o no confrontar públicamente ni investigar las ideas
y/o acciones de la gente ya que no se las considera de importancia.
Aseverar: presentar y defender mis ideas y/o acciones como verdades y como “la única forma
de hacer” sin estar abierto a discusión, sondeo o crítica.
Defenderse: sentirse atacado cuando otros tratan de discutir, sondear o criticar las propias ideas
y/o acciones asumiéndolo como un ataque personal que intensifica la tensión.
Dejar Ideas Desconectadas: no hacer ningún esfuerzo por trabajar en comprender las ideas y/o
acciones de los demás por mi propio bien o el del grupo.
LA ESCALERA DE LA RETROALIMENTACIÓN
La Escalera tiene cuatro peldaños que es preciso atravesar en orden, ya que plantean
dificultades crecientes aunque a primera vista parezcan sencillos de recorrer. Primero Aclarar
por medio de preguntas, luego Valorar los rasgos positivos, luego Expresar Inquietudes y
finalmente Ofrecer Sugerencias. Estos pasos se conectan claramente con la herramienta de
Conversaciones Generativas en tanto ambas herramientas tratan de darle forma a las
interacciones de manera más constructiva. Asimismo, La Escalera de la Retroalimentación
ofrece un esquema sistemático y reflexivo que es necesario respetar:
Aclarar: implica indagar acerca de los puntos que no están claros o los elementos
ausentes por medio de preguntas para asegurar que la idea que se discute es la idea
propuesta.
Valorar: hace referencia a crear un ambiente que apoye la indagación, un clima de apoyo
en el que se señalen los aspectos buenos una idea.
Expresar Inquietudes: se trata de plantear inquietudes auténticas frente a las ideas planteadas
en lugar de hacer acusaciones irónicas o críticas negativas.
Esta es una práctica identificada como muy común en las organizaciones donde las personas
pueden plantear su preocupación en privado o simplemente desahogarse. En ese sentido, las
conversaciones de pasillo constituyen un lugar seguro para plantear inquietudes personales,
para probar ideas, para obtener retroalimentación franca e informal, para hacer conexiones
personales y para construir coaliciones legítimas. En este sentido son valiosas y colaboran en el
avance de las mejoras. Sin embargo, cuando las conversaciones de pasillo se convierten en el
canal principal para procesar sentimientos, emitir juicios e intercambiar información, esto
amenaza las culturas inteligentes de comunicación en dos formas importantes. En tanto existen,
es preciso capitalizarlas. De otro modo generan desconfianza, multiplican prejuicios y, por lo
tanto, resultan destructivas.
Los autores afirman que el empleo de estas tres herramientas logra impactar en las culturas
organizacionales generando un alto nivel de confianza, honestidad y apoyo mutuo. Las personas
llegan a ver otras facetas de sus colegas, establecen relaciones personales más profundas y se
Finalmente, los autores aclaran que hay dos barreras específicas que amenazan el desarrollo de
culturas inteligentes de comunicación: por un lado, la presión del tiempo, lo cual implica el
desafío de encontrar y habilitar siempre espacios de encuentro para desarrollar el trabajo con
estas herramientas; por otro, la adopción de nuevos patrones de comunicación no es algo
sencillo porque implica un cambio de hábitos naturalizados, de allí que el rol de liderazgo es
central para modelar y reforzar el uso de estas herramientas con constancia y sistematicidad.
Se trata de hábitos de comunicación inteligente para la conformación de culturas de
comprensión en las que hallar nuevas y mejores formas de pensar y actuar colectivamente.
Habilidades de comunicación
Escuchar activamente
Escuchar activamente significa…
● Estar concentrado en la persona que habla.
● Bloquear todos los pensamientos que interfieran con lo que se está escuchando.
● Inclinarse hacia la persona que habla y asentir con la cabeza.
● Hacer una pausa antes de contestar.
Parafrasear
El parafraseo…
● Consiste en repetir lo que se ha dicho.
● Se utiliza para asegurarse de haber entendido correctamente.
● Aclara lo que se escuchó por medio de un resumen.
● Indica aceptación y proporciona estímulo.
● Establece una relación entre las personas que hablan.
o Así que…
o Entonces, lo que usted está deseando saber es...
o Entonces, su corazonada es...
o Usted está pensando…
La regla del compromiso: en tanto acción comunicativa, el diálogo pretende una comprensión
intersubjetiva, lo que implica por parte de los participantes “cierto grado de apertura en sus
posiciones y la manera en que llegan a sostenerlas, y, además, cierto grado de generosidad en
sus intenciones” (Burbules, 1999), donde en un clima de confianza mutua sea posible compartir
la diversidad de puntos de vista, los propios sentimientos, razones y motivaciones. Es por ello
que el autor plantea que la principal amenaza para relación dialógica es la manipulación y la
mala fe: “procurar el uso del compromiso comunicativo para propósitos que no se está
dispuesto a admitir, ni mucho menos explicar o defender ante los interlocutores” (Burbules,
1999). Es decir que, como producto de la relación dialógica, si bien no necesariamente se logran
acuerdos en las opiniones, lo que se espera es la comprensión y el respeto por las diferencias.
La disposición a perseverar en este sentido es central, es decir, la necesidad de asumir una
actitud que persista aún ante situaciones de conflicto e incertidumbre, intrínsecos a cualquier
tipo de intercambio comunicativo.
El autor plantea algunas advertencias sobre estas reglas y se pregunta por la necesidad de las
mismas. En este sentido, postula que, si bien no se trata de mandatos absolutos, para poder
llevar adelante “el juego del diálogo” es preciso considerar algunas reglas. Paradójicamente, la
necesidad de mencionarlas implica de alguna manera el fracaso de la relación dialógica en tanto
en ninguna forma de juego que funcione se habla de las reglas. Ocurre que conocerlas, ponerlas
en común y cuidar de ellas, permite asumir una actitud crítica frente a situaciones injustas para
poder revertirlas. De todos modos, Burbules nos advierte que no se aprende un juego con solo
conocer sus reglas, ya que es necesario practicar sus “movidas”.
En este capítulo, Burbules aclara que el diálogo depende de una variedad de ”movidas”, como
llama a los enfoques comunicativos, concebidas según patrones prototípicos regulares. Antes
de explicar las características de los cuatro tipos de diálogo, el autor explica el origen de los
cuatro patrones y la relación que mantienen entre sí.
Existen dos distinciones en las situaciones dialógicas: la primera es respecto del conocimiento y
se trata de la distinción entre visión convergente y visión divergente. La segunda distinción es
entre las actitudes incluyente y crítica, y se dan respecto al interlocutor. A continuación, una
síntesis:
* Visión Convergente: es aquella que ve como fin del proceso del diálogo, un punto epistémico
determinado, “respuesta o conclusión definitiva”. Supone que las diferentes posiciones de los
participantes del diálogo pueden resolverse, llegando a un acuerdo en torno a una respuesta
correcta. Es decir que todo proceso dialógico está orientado a una respuesta o acuerdo final.
* Visión Divergente: es aquella que ve todo enunciado de un diálogo con sentidos plurales, los
cuales conllevan a orientaciones dispares. Es decir, que el discurso está orientado
irremediablemente a múltiples interpretaciones finales, con un fin que puede ser complejo y
ambiguo.
* Actitud Incluyente: es aquella actitud que establece una comprensión de lo que ha llevado a
la otra persona a asumir una posición. Es decir, los interlocutores entienden el porqué de la
posición del otro interlocutor y aceptan y asumen esta posición como verdadera.
* Actitud Crítica: es aquella actitud escéptica y cuestionadora, pues pone en juicio y a prueba la
posición del otro interlocutor según la evidencia, la coherencia y la lógica.
Burbules aclara que ninguno de los conceptos incluidos en las distinciones se puede adoptar
universalmente y explica que las reglas no son mandatos sino “señales camineras” en tanto
“reglas como el lenguaje son reflexivas en un sentido especial: los actos de establecer y justificar
reglas son actos comunicativos, y por eso no caen fuera del proceso comunicativo que
pretenden regular. Una consecuencia de este punto de vista es que las reglas son inmanentes y
no trascendentes”.
Tipos de diálogo