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Retiro de Adviento, 8 de Diciembre de 2018

Corazones nuevos para un nuevo Nacimiento.

Objetivo: Favorecer el encuentro personal y comunitario con Cristo a través de su palabra y la


oración, para renovar la esperanza en el Señor que llega.

11 Hs. Inicio. Recepción, Inscripción.

11.20 Bienvenida. (PPT) (6´)

Tiempo para caminar con el Señor. (10´)

Nuestra vida se realiza en el tiempo; es en la historia que se va escribiendo día a día, donde
podemos experimentar La Vida. A lo largo de la misma, vemos que hemos tenido y/o tenemos
compañeros de camino con los cuales andamos juntos un periodo de tiempo más o menos
extenso. Quien siempre nos acompaña es el Señor.

Pareciera que la vocación de Dios es acompañar a su creatura, obra de sus manos, gestado en su
corazón de Padre. Lo vemos claramente en el modo de accionar de Dios, como lo testimonian las
sagradas Escrituras. De un modo particular se hace presente al lado de quienes caminan buscando
la liberación. Recordemos al pueblo de Israel que anduvo por el desierto durante cuarenta años. El
Señor fue el compañero paciente, amoroso, y esperanzado que nunca dejó solo a sus elegidos.

Siguió, a través de los patriarcas, reyes y profetas, acompañando con su palabra, invitando a
“volver a él”, cuando por distintos motivos se apartaron de su amor.

De un modo especial Dios quiso caminar el mismo suelo que la humanidad y se encarnó en Jesús,
abriendo en la Historia el tiempo de Gracia, el tiempo de salvación.

Desde Cristo, nos dejó la presencia de su Espíritu quien día a día nos acoge a un nuevo amanecer,
nos toma de la mano, nos lleva por sus caminos, siempre y cuando nosotros nos dejemos
acompañar por Él.

Hay momentos especiales donde ponemos la atención en el modo en que Dios está junto a
nosotros. El Adviento es un tiempo litúrgico en el cual podemos agudizar la mirada interior para
ver al Señor que está a nuestro lado; es un sacramento (signo) del camino de la vida, que tiene
como meta final gozar de la presencia del Señor, habitar en su casa.

En este tiempo queremos mirar, también, a María nuestra Señora de la Espera, nuestra Señora del
Adviento. Nos encomendamos a ella en este momento.

Oración a nuestra Señora de Adviento

María, nuestra señora de Adviento,


Modelo de esperanza humana,
Virgen creyente y mujer fiel,
Enséñanos a esperar la llegada de Jesús, el Dios con nosotros,
Con gozo y renovada alegría por la Buena Nueva que nos trae.
Queremos estar atentos, en oración constante y
Nuestras lámparas encendidas. Ayúdanos a ser perseverantes.
Muchas luces, brillos, y colores nos quieren mantener en la superficialidad,
Ayúdanos a no perder de vista lo importante y a buscar decididamente al Señor en la oración y en
nuestros hermanos.
Madre de la alegría creciente, pide a Jesús que nos libre de los miedos, tristezas y desesperanzas
que a veces nos acechan e intentan arrebatar la alegría del Evangelio.
Que seamos perseverantes en la alegría de permanecer en tu amado Hijo, Jesús.
Ruega por nosotros, por nuestras familias y nuestra comunidad
Para que este año, el Nacimiento de Cristo nos encuentre unidos, en paz y trabajando por un
mundo más humano, digno y fraterno.
Oh, Madre de Dios, se nuestro Perpetuo Socorro, y tómanos en tus brazos. Amén.

Disposiciones para vivir estas horas de retiro:

 Dispuestos a encontrarnos con el Señor:


o En su Palabra.
o En el Hermano.
o En la propia vida.
 Crear el clima propicio para la oración y el recogimiento:
o Posibilitando el silencio.(haremos ejercicios)
o Ejercitando la Atención, para descubrir lo que el Señor me quiere decir (Ej.
A.plena)

Primer ejercicio: (25´) para ver cómo estamos. (Música “el silencio toca mi voz”)

1. Ponernos en el presente, mediante el “caminar consciente”. Estar completos en el aquí y


ahora. Darme cuenta de mis sensaciones (físico), pensamientos y emociones (Mental),
interioridad, lo más profundo, expectativas, intenciones (Espiritual). Anotar

2. Compartir con quien tengo al lado, ¿cómo me siento? ¿Cómo llego? ¿Cómo estoy? Ante la
cercanía de la Navidad.

3. En ronda: mirar los rostros e intentar leer. (dos círculos concéntricos caminando en
sentidos distintos). Ahora buscar a una persona, y regalar una palabra desde lo que puedo
leer: si veo que le haría bien escuchar: Dios te ama, se lo digo. (Un gusto conocerte, qué
alegría que hayas venido, eres valioso/a; gracias por tu esfuerzo, etc.).
12:30 Meditación: Compartimos un texto del profeta Isaías. (10´)

El camino del Señor en el desierto


Una voz proclama:
¡Preparen en el desierto
el camino del Señor,
tracen en la estepa
un sendero para nuestro Dios!
¡Que se rellenen todos los valles
y se aplanen todas las montañas y colinas;
que las quebradas se conviertan en llanuras
y los terrenos escarpados, en planicies. (Is 40, 3-4)

Preparar el camino del Señor, que ya llega. De las 4 semanas de Adviento, las dos primeras nos
invitan a reflexionar de cara a la Venida del Señor en la plenitud de los tiempos, la Segunda venida
de Cristo, o la Definitiva. Nuestra vida avanza hasta alcanzar la plenitud de Vida en Cristo, hijo de
Dios encarnado en la Historia. La preparación, por lo tanto, tiene un talante existencial que nos
sitúa en el presente y nos invita a reflexionar sobre las razones por las cuales vivimos, por aquello
que hace que tenga sentido lo que hacemos y el modo en que lo hacemos. ¿Cómo está siendo mi
modo de vida?

Rellenar los valles, dice Isaías. Se trata de darnos cuenta de aquello que aun sentimos como vacío,
un hueco, aquello que nos falta o nos faltó en la vida, y ponernos a trabajar en ello. Con la ayuda
de la Gracia de Dios, se puede lograr hasta tener un corazón desbordante de gratitud. Pueden
venirnos desde afuera, por el contexto familiar, social, eclesial, laboral en que se escribe nuestra
historia, o desde dentro, por un modo propio, único y personal, de entender las situaciones que
hacen que consideremos que algo falta o faltó.

Aplanar montañas, será mirar lo que sobra, lo que está de más; descubrir las barreras que nos
separan de Dios, de nuestros hermanos, de nuestro entorno. Tal vez sean lo que llamamos
problemas, dificultades o muros que construimos desde una falta de ejercicio en el amor, para
comprendernos y comprender a los demás.

Momento Personal: (20minutos) Si termino, hacer silencio, orar “Ven Señor Jesús”

1-¿Cómo está siendo mi modo de vida? ¿Qué le da sentido a mi existencia? Anotar las razones.

2- ¿En qué ámbitos de mi vida, necesito que el Señor venga a rellenar? Qué necesito para que mi
vida tenga pleno significado?

3-¿Cuáles son las montañas que necesito aplanar?


4- Ponerme un objetivo para este tiempo de adviento. (algo que quiero alcanzar, lograr, vencer,
cambiar)

5- Escribir 4 pasos concretos para poder lograrlo hasta el día de la celebración de la Navidad.

Momento Grupal: (20´) Por colores nos encontramos alrededor de una mesa y compartir los tres
primeros puntos.

Momento Comunitario: oración para alcanzar la meta.

Sólo en Dios descansa mi alma, de Él viene mi salvación. (Sal. 62, 2)

Jesús es mi Camino, verdad y Vida. (cf. Jn.)

Prosigo hacia la meta para obtener el premio al que Dios me llama en (hacia) Cristo Jesús. (Flp. 3,
14)

Señor, mi vida está en tus manos. (Sal. 31, 16)

Pausa. Comida

14.45 – 15 hs. Hs Ejercicio de concentración y movimientos físicos.

15:30 Danza en círculo, Eretz, para recoger- recordar, lo que hemos compartido en el primer
momento.

Nos encomendamos nuevamente a María nuestra Madre.

María de Nazareth, que caminaste el primer adviento en la historia,


Llevando al Hijo de Dios en tu seno manso y puro,
Acudimos a vos para pedirte que nos guíes a Jesús que llega en cada hermano y nos
regales unos sentimientos como los tuyos,
Que podamos emprender la marcha con una alegría y disponibilidad como la tuya.
Que nos sorprendamos ante la pequeñez de Cristo en el rostro familiar de aquellos con
quienes vivimos.
Que estemos prontos para buscar y amar la voluntad de Dios y seamos capaces de
construir su reino desde el amor, la comprensión, el respeto y apoyo fraterno.
Intercede por nuestras familias para que hagamos juntos este camino en oración, con
paciencia y esperanza.
Llévanos de tu mano, Madre del Perpetuo Socorro. Amén
18:30 Hs. San Alfonso, y el Misterio de la Encarnación. El lugar de los afectos en su modo de orar.
Su experiencia es de vivir continuamente en la presencia del Señor, reconociéndolo como Amigo y
compañero de Camino. Desborda de afecto en sus oraciones, encuentra en el trato cotidiano el
entusiasmo y la decisión de darlo a conocer, descubre a Cristo en los más pobres y abandonados.

PPT, continuando el tiempo de Adviento.

Siguiendo esa Clave, vamos tener un momento para compartir una lectura de textos breves de San
Alfonso.

Consigna:

1. Leer pausadamente.

2. Cada uno comparte lo que cree más importante del texto.

3. Cómo lo relaciono con el tiempo de Adviento.(Vigilantes, conversión, alegría, esperanza)

4. En un escrito breve, imaginar lo que San Alfonso nos diría (escribiría) hoy para vivir este
tiempo hacia la Navidad.

5. Compartir.

19.20 Hs. Momento de oración, con el texto del Evangelio del día.

19.45 Compartir:

 ¿Qué me llevo de esta tarde?

 Un propósito para vivir el Adviento.

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