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FASE 5

Debate Sobre el perdón

PSICOLOGIA
Grupo: 100003A_474

Presentado por:
Diana Solangie Robayo Ríos Cod. 11199889722
Viviana León Guzmán Cod.1119887015
Amauris Rafael Acuña Terán. Cod. 9285982
Edilberto López Gualdron Cod.
JAVIER STIVENS GIRALDO Cod.1119891780

Presentado a:
John Jader Muñoz

Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD)


Escuela de ciencias administrativas, contables, económicas y de negocios
(ECACEN)
Escuela de ciencias Agrícolas, Pecuarias y del Medio Ambiente
ECAPMA
Cumaral - Meta
Noviembre 2018
¿Por qué es necesario el perdón o cual es la utilidad del perdón en las relaciones

interpersonales?

El perdón es necesario para alcanzar la felicidad, la tranquilidad, esa paz interior que tanto

necesitamos. El perdonar nos quita un peso de encima nos regala la libertad de poder ver

alguna persona o acto que en algún momento nos causó daño. En las relaciones

interpersonales es fundamental que exista el perdón mutuo es necesario para tener una sana

convivencia. Él perdón se logra a través del amor, la tolerancia, viendo a los a los agresores

como seres maravillosos que pueden equivocarse. Si se devuelve mal por mal, no habrá

perdón, y todo sería un caos. Pues no es posible lograrlo desde la ofensa, el maltrato o el

miedo. Pero sí desde la renuncia mental, para hacer que las cosas sucedan de otra manera.

El perdón es necesario, y además en esta sociedad que no es tolerante a las ofensas, a veces

el perdonar te saca de esa aflicción que llevas dentro, se libera de todo lo negativo y te hace

más amigable con la sociedad y además de buen humor. Nos afecta, sobre todo, cuando las

faltas a perdonar vienen de personas cercanas a nosotros, relaciones en las que la existencia

o no del perdón puede perjudicar significativamente nuestra calidad de vida (y la de los

demás)

Bien, los científicos están de acuerdo en que perdonar implica que la persona ofendida

reconoce que aquello que le han hecho, no está bien y aunque sabe que la situación puede no

estar justificada y la persona que le ha causado el daño no merece ser perdonada, toma la

decisión de hacerlo. El perdón puede estar enfocado hacia las relaciones con otras personas,

pero también puede darse hacia uno mismo, es decir, hacia la autoimagen y el auto concepto.

Saber gestionar exitosamente el perdón hacia uno mismo supone tener más o menos éxito a

la hora de no vernos invadidos por el malestar que puede producir la culpa.


Según Beltrán, Valor & Expósito en su investigación exponen que las personas que perdonan

reducen las respuestas negativas hacia las personas implicadas, encontrándose más

motivadas a mostrar comportamientos positivos en su lugar. En cuanto a las relaciones de

pareja, las expectativas que tiene la pareja se basan principalmente en la preocupación de uno

por el bienestar del otro, en el apoyo y en la ayuda incondicional.

¿Cuál es la tesis o idea central de Fricke, C. (2016) en el artículo denominado: “Lo que

no podemos hacernos el uno al otro”? Sobre el perdón y la vulnerabilidad moral.

Se dice que perdón en la mayoría de veces es un problema cuando una persona la ha causado

daño otra sin culpa alguna, otras veces lo hace con su consentimiento. Y esto hace que

lleguemos hacer victimas del mal que hacen otros. Si existiera la vulnerabilidad seria mejores

no había actos de daños.

Christel Fricke nos indica que la vulnerabilidad es una dimensión del perdón y de poder re-

interpretar las acciones. Es decir, tenemos en cuenta que la vulnerabilidad viene ajustado a

la falta de perdón propio debido a diferentes fenómenos al igual que es el que nos permite

ajustar los efectos de vida a la nueva posición social. El perdón se convierte en un problema

cuando un ofensor ha dañado a una víctima. Cuando se comprometen en un proceso de dar y

conceder perdón, al ofensor y a su víctima les interesan las relaciones sociales que

previamente existieron entre ellos. Partiendo del trasfondo de estas relaciones surge la

pregunta de si para la víctima perdonar es un deber y si el ofensor tiene el derecho de ser

perdonado. Sugiero distinguir entre relaciones personales y morales entre personas: las

morales vinculan a todo agente racional a la comunidad de todos los agentes morales,

mientras que las primeras son de carácter personal.


El perdón se va convirtiendo en un problema cuando la persona ofensora ha influido sobre la

persona víctima, cuando se presenta la reconciliación en la cual es el proceso de dar conceder

el perdón, a las dos personas de los polos opuestos les importa las relaciones sociales que

antes existieron entre ellos, esto es resultado de la vulnerabilidad que poseen los individuos

en su forma de seres humanos por la cual llegan a ser víctimas de mal que hacen los demás.

Ocasionando diferentes daños como lo son físicos y psíquicos, es por esto que las victimas

reaccionen con sentimientos tales como resentimiento personal, ira u odio. Estos

sentimientos solo tienen sentido cuando los daños han sido causados por acciones

intencionales de otras personas; y cuando no solo hay una víctima, sino también un agresor.

El perdón es típicamente un problema entre una víctima y su ofensor.

¿Cómo explica Fricke el concepto de vulnerabilidad?

Él dice que vulnerabilidad hace que veces llegamos a ser víctimas del mal que hacen otros.

También dice que si todos fuéramos invulnerables el daño no sería posible y no habría

necesidad de pedir o conceder el perdón. El daño que causa una acción mala puede ser de

diversos tipos: Daños Físicos, Psíquico, Traumas Su vulnerabilidad se incrementa

proporcionalmente según esos vínculos sociales. Perjudicar y lastimar a una persona con

quien se está unido por relaciones sociales cercanas es moralmente incorrecto, como lo es

perjudicar o lastimar a cualquiera. Sin embargo, el perjuicio específico no debe entenderse

solo en términos morales, sino también en términos de la relación más específica que ha sido

dañada por la persona responsable del perjuicio.

La vulnerabilidad puede definirse como la capacidad disminuida de una persona o un grupo

de personas para anticiparse, hacer frente y resistir a los efectos de un peligro natural o

causado por la actividad humana, y para recuperarse de los mismos. Es un concepto relativo
y dinámico. La vulnerabilidad casi siempre se asocia con la pobreza, pero también son

vulnerables las personas que viven en aislamiento, inseguridad e indefensión ante riesgos,

traumas o presiones.

¿Cuáles son los mecanismos mediante los cuales las personas pueden volver a la

normalidad después de alguna catástrofe o cuando han sido victimizados por alguien?

Para reparar el daño físico, tenemos que confiar o en la propia capacidad que tiene el cuerpo

de sanarse o en la ayuda médicas.

Las pérdidas materiales pueden recuperarse o reparando o reemplazando los objetos

respectivos. El daño psíquico, al menos en algunos casos, puede sanarse con algún tipo de

psicoterapia. El proceso del perdón, si es exitoso, allana el camino para que el agresor, su

víctima, y los otros miembros de su respectiva comunidad restablezcan la confianza mutua.

Existen diferentes mecanismos para que las personas vuelvan a la normalidad, cuando el

daño es muy grave es necesario una orientación espiritual, ya sea por un psicólogo u

orientador personal. El poder determinar cuáles son los mecanismos de defensa utilizados

por una persona es fundamental para poder mejorar y equilibrar la personalidad. Identificar

estos mecanismos y posteriormente flexibilizarlos en nuestro carácter va a permitir que

el nivel de estrés emocional se reduzca, las emociones negativas sean más toleradas y las

relaciones sociales sean más fáciles y enriquecedoras. Todos los seres vivientes disponemos

de tres formas básicas de afrontar una amenaza o agresión: luchar, huir o quedarnos inmóviles

o paralizados. Según los psicólogos, estas tres formas de reaccionar ante los peligros dan

lugar a 3 estilos de afrontamiento: El estilo sobre-compensador que corresponde a la lucha, el

estilo invitador que corresponde a la huida y el estilo rendición que corresponde a la

paralización. Al perdonar se pone fin a la culpa y es así como la culpa desde una perspectiva
general vuelve a compactar las relaciones sociales entre la víctima y su agresor, y también a

las personas que están en su contexto. Por lo tanto, existen mecanismos por los que las

personas vuelven a su normalidad de pues de una situación que lo amerite, de tal modo que

el primer mecanismo es el de dejar de culpar el cual permite que la víctima, el agresor y las

personas que son parte de su comunidad redefinan sus relaciones sociales. Las personas solo

pueden confiar en las otras y esperar correctamente que otros confíen en ellas en una red de

relaciones sociales estables. Para (Griswold, 2007) hay un proceso comunicativo del perdón

tanto por parte del agresor como de la víctima. Por parte del agresor, estas condiciones

incluyen: el reconocimiento de la responsabilidad del mal que ha sido cometido, el rechazo

del mal Hecho, esto es, el reconocimiento explícito de su acción como un mal, la expresión

de arrepentimiento a la víctima el compromiso de adherirse a los principios que prohíben

cualquier clase de lesión, la comprensión y el reconocimiento del daño, realizado a la persona

lastimada, proporcionar una explicación o narrativa del mal cometido.

¿Cómo se pueden resarcir los daños físicos o psicológicos cuando se ha hecho daño a

otros?

El perdón no juega ningún papel en los tribunales. Sin embargo, fuera de ellos el agresor

puede pedir a la víctima que lo perdone, y la víctima puede concederle o no ese perdón.

Típicamente, el perdón es un proceso comunicativo entre un agresor y su víctima que, cuando

es exitoso, les permite a ambos dejar la ofensa atrás, subsanar sus respectivos sentimientos

de resentimiento y remordimiento, y definir los términos de su futura relación de un modo

que no esté exclusivamente determinado por la ofensa pasada.


Una de las formas de resarcirse con la persona que se ha ofendido es pedir disculpa a la

persona agraviada y hacerla entender el por qué se actuó de esa forma, hacerle ver el punto

de vista lo cual lo llevó a cometer el daño ya sea físico o psicológico.

Muchas veces las personas cometen ofensas porque se han dejado influenciar por otras

personas o simplemente no controlan sus emociones. El PERDON. El perdón es disculpar

a otro por una acción considerada como ofensa, renunciando eventualmente a vengarse, o

reclamar un justo castigo o restitución, optando por no tener en cuenta la ofensa en el futuro,

de modo que las relaciones entre ofensor perdonado y ofendido perdonante no queden más o

menos afectadas.

A partir del perdón mutuo las personas pueden dejar sentimientos de rencor, ira, tristeza,

decepción y odio. Es evidente que lograr el perdón después de un acto de obrar mal es de

interés tanto para el agresor como para la víctima. Con esto hace posible que la víctima

recupere la confianza en él, en su disposición para volver a actuar de acuerdo con las normas

que violó y en respetar adecuadamente a la víctima. Al entrar en el proceso comunicativo del

perdón, el agresor ya muestra su voluntad de respetar a la víctima, de respetar el derecho de

la víctima a no ser lastimada o dañada de ningún modo. En conclusión, el perdón es la forma

para restaurar, quizás mejorar, una relación en curso afectada por una ofensa”. Y las

relaciones, son capaces de incrementar el significado de la vida propia mediante la sensación

de pertenencia a algo mayor


Referencias Bibliográficas

FRICKE, C. (2016). LO QUE NO PODEMOS HACERNOS EL UNO AL OTRO. SOBRE


EL PERDÓN Y LA VULNERABILIDAD MORAL. (Spanish). Universitas
Philosophica, 33(66), 125-151. doi: 10.11144/Javeriana.uph32-64.uopv.
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Beltrán-Morillas, A. M., Valor-Segura, I., & Expósito, F. (2015). El perdón ante


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Casullo, M. (2005). La capacidad para perdonar desde una perspectiva psicológica. Revista
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