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Peronismo 1

José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


• PRÓLOGO
• INTRODUCCIÓN

Suplemento especial de

Página/12
PRÓLOGO al ajedrez se juega de afuera, en política al Eso, qué pasa. Qué pasó. Qué pasará. Por-
sto es un ensayo. Es un libro menos, el Mago para ser Mago de la Histo- que esta historia sigue. Y contarla es aceptar

E sobre el peronismo. No es la
desgrabación de un curso. Ni
estará escrito como si el autor
le hablara al lector y hasta dia-
logara con él. Esa experiencia ya fue ensayada
con el proyecto anterior encarado desde este
diario, los días domingo, cuando la gente
ria, para ser Mito y Esperanza tiene que estar
lejos, manejar los hilos desde la distancia,
desde arriba, manejar las contradicciones sin
ser una de ellas, pero si el Mito regresa el
Mito se historiza, ya no maneja las contradic-
ciones, él, ahora, es una más y tiene que
tomar partido, y la historia se lo come, mito
el desafío de lo cósmico. Lo inabarcable. Lo
infinitamente contradictorio. Una totalidad
que no deja de destotalizarse y retotalizarse.
De ganar un sentido y perderlo y engendrar
–de pronto, entre alucinaciones– diez, quin-
ce, treinta sentidos. No digo que el peronis-
mo sea incomprensible. Sólo digo que com-
quiere “cosas livianas” para leer después del que regresa pierde porque ya no puede ser prenderlo “en totalidad” es una tarea gigan-
asado o al borde de la piscina (pileta) o antes mito, el avión negro regresó y llegó entre el tesca, desaforada.
o después de jugarse un partido de fútbol o estruendo de las balas y los gritos de los Hacia ella vamos.
uno de tenis o jugar al truco o a la escoba de muertos y los torturados y aterrizó en
quince o a cualquier otra cosa. Esto es un Morón, lejos del pueblo, en medio de los ase- INTRODUCCIÓN
libro con pretensiones desmedidas: historiar e sinos, de los franceses de la OAS, de Osinde, Se trata de partir de un hecho primario,
interpretar al peronismo. No podemos seguir de Favio: el que nada vio, el que nada supo comprobable por todos, aceptado por
sin hacerlo. El peronismo sigue y hay que aunque estaba arriba, bien arriba en ese palco muchos aunque no siempre por los mismos,
seguirlo de cerca. O retroceder y tomarle dis- colmado de hienas y de buitres y vampiros, rechazado por otros tantos o por otros
tancia. Tratarlo con frialdad. Como a un de los pretorianos que afilaban sus cuchillos menos y también no siempre por los mis-
objeto de estudio, arisco y feroz. Lleno de para una de las noches más negras de la Ar- mos, con lo que tal vez podríamos acceder a
sonido y de furia. Diferente, esquivo, no gentina, que si no fue la más negra se debió a nuestra primera aseveración en un tema que
único, pero sin duda específico. Priva en él la que vino después, a la de los militares de la no se caracterizará por ellas, dado que las
más la diferencia que el paralelismo con otros Seguridad Nacional, que encontraron el elude constantemente: el peronismo perdura
partidos de otros países. No es el varguismo. terreno fértil, las víctimas fáciles, los perejiles pero quienes se encuadran bajo su rótulo o
Todavía no es el PRI. No es –aunque tanto abandonados y sofocados por el miedo, y se quienes se deciden a apoyarlo varían según
se empeñan en que lo sea– el fascismo. Ni dieron todos los gustos, pusieron a los Martí- las diversas coyunturas históricas. Podría
menos aún esa pestilencia alemana que entre nez de Hoz, a los Walter Klein, a los Juan verificarse un matiz importante: se han acer-
alientos nietzscheanos, invocaciones a la Alemann, a los que exigieron a fondo la lim- cado al peronismo o han trabado excelentes
“bestia rubia” y a las “aves de rapiña”, a la pieza para aplicar el plan que tenían, el de las relaciones con él personas o sectores políti-
pureza de la raza, a la biología de los héroes o privatizaciones, el del Imperio, el de la Escue- cos o económicos que escasamente se han
a la respuesta creativa del Dasein comunita- la de Chicago, el de Milton Friedman y el del arrogado tal condición. Tomemos dos “abra-
rio a la técnica como caída (en Heidegger) se ingeniero Alsogaray y ni por asomo el de zos históricos”. El dirigente radical Ricardo
llamó nacionalsocialismo. Hay grandeza y Keynes, y el país fue una timba y se llenó de Balbín se abraza con Perón en 1972. Balbín
profundas miserias en el peronismo. Hay argentinos del deme dos, y la ESMA fue un fue un porfiado antiperonista a lo largo de su
demasiados muertos. Hay un plus de histori- infierno que nadie, ni en su peor pesadilla, vida. Va a ver a Perón. Perón está en la resi-
cidad. Hay una historia desbocada. Hay líde- pudo prever, y ahí torturaron, empalaron, dencia de Gaspar Campos. Al ser difícil el
res (sobre todo uno), hay mártires (sobre violaron mujeres, torturaron niños frente a acceso, Balbín se encuentra ante la necesidad
todo una), hay obsecuentes, alcahuetes, hay sus padres, quemaron vivos a pobres pibes de “saltar” un muro. Lo hace. Luego se abra-
resistentes sindicales, escritores combativos, que sólo habían alfabetizado en una villa za con Perón. Tenemos dos acercamientos
está Walsh, Ortega Peña, está Marechal, miseria o que en un pizarrón indefenso ense- de Balbín a Perón: el “salto” del muro y el
están Urondo y Gelman, están asesinos como ñaron el vocabulario a niños ignorantes que abrazo. Luego, muerto Perón, dice un dis-
Osinde y Brito Lima, fierreros sin retorno siguieron así, ignorantes, porque sus púberes curso que él pretende sea “para la historia” y
como el Pepe Firmenich, doble agente, trai- maestros se fueron de la noche a la mañana, –aunque la historicidad de ese momento es
dor, jefe lejano del riesgo, del lugar de la se fueron para no volver jamás, y esos vuelos de una densidad y un desbocamiento dramá-
batalla, jefe que manda a los suyos a la muer- y esos sacerdotes que bendecían a los asesi- ticos, sofocantes– lo es. En el discurso Bal-
te y él se queda afuera entre uniformes patéti- nos, y les decían hijo mío cumples con la bín dice: “Este viejo adversario hoy despide a
cos y rangos militares copiados de los milicos Patria, Dios te absolverá porque tu tarea es un amigo”. Si algo no es Balbín aquí es lo
del genocidio con los que por fin se identifi- purificadora, el Evangelio está contigo por- que fue toda su vida: un antiperonista. Pare-
có, hay pibes llenos de ideales, hay más de que está con quienes hacen justicia aunque, a ciera jugar dentro del campo del peronismo.
cien desaparecidos en el Nacional de Buenos veces, la justicia, que es ciega, se parezca al Sin duda, contribuye a su perdurabilidad, a
Aires, está Haroldo Conti, muerto, Héctor horror porque tiene que ser impiadosa para el su capacidad inagotable de sumar, que es
Germán Oesterheld, muerto, Roberto Carri, triunfo del bien, para el triunfo del Señor parte sustancial de su obstinación en “la
muerto, y hasta Aramburu, muerto, está la que te mira, te juzga y te perdona por medio patria de los argentinos” como solía decir ese
opacidad de una historia de opacidades, de de mi palabra, que es la Suya, sigue con esta líder radical que no le hizo a la patria un
odios, venganzas, horrores, está la OAS, tarea porque es la de la Patria y la del Dios solo mal aunque acaso no le haya hecho nin-
Henry Kissinger, el comisario Villar, forma- cristiano, y la mayoría de los que morían eran gún bien remarcable. (Nota: Sin embargo,
do en la Escuela de las Américas, cana puesto peronistas jóvenes, inocentes todos, porque dos males serios le ocasionó a “la patria de
y avalado por Perón, el gran indescifrable, el cualquiera que muera así, como un perro, es los argentinos”. Habló de “la guerrilla en las
Padre Eterno, el ajedrecista genial, el que vol- inocente, porque nadie, hombre o mujer, fábricas” poco antes del golpe del 24 de
vería en el avión negro y volvió viejo y volvió miliciano o perejil de superficie o sacerdote marzo de 1976. Y –cuando le dieron la cade-
malo, y le dio manija a López Rega, de cuya del Tercer Mundo o sindicalista o simple na nacional de radiodifusión para que hicie-
paranoia asesina no podía decirse inocente, vecino del barrio al que se lo chuparon por- ra algo por frenar el golpe– acudiendo a cier-
porque nadie desconoce lo que tiene tan que estaba en una libreta de direcciones o tos aires de compadrito en que solía solazarse
cerca, y si a eso que tan cerca tiene le da espa- porque sí nomás y para meter miedo, merece dijo “me piden soluciones” y contestó una
cio y le deja las armas, y encima se muere y morir de ese modo, como un perro, y ni burrada política fenomenal: “No las tengo”.
sabe que se muere y lo deja fuerte, consolida- siquiera un perro lo merece. ¡Qué centurio- Los militares habrían de tomar esa frase
do, porque de cabo lo ascendió, en acto nes tan despiadados se escondían en los plie- como una confesión de la “dirigencia civil” y
macabro y doloroso, a comisario general de la gues de la patria! Quién lo hubiera dicho. justificarían, con ella, la necesariedad de
policía, y si a la mediocre y manipulable y Aquí, en la Atenas del Plata, encontrarlo a apoderarse del Estado. Ellos sí tenían res-
matarife del cabarute la deja de vice, sabien- Trujillo multiplicado hasta el espanto. puestas. En otro de sus dramatizados discur-
do, como sabía, que ella no era ella, que ¿Dónde quedó la Patria de los cincuenta? sos, también por televisión, se dirigió a los
Daniel, el Brujo umbandista, la dominaba, le La que conquistó el corazón amargo de Dis- jóvenes de la guerrilla. Usó a uno solo como
susurraba los discursos porque era él el que cépolo. La que le dio alegría. La que le hizo figura de todos. “Muchacho”, le dijo, “con-
los había escrito, porque era él el que habría olvidar la tristeza y los barrios pobres de los tiene tu puñal. Y si yo no cumplo, enton-
de ponerle las listas, el que habría de decirle tangos y elegir los umbrales, porque en ellos ces... clávamelo”. Al día siguiente de la trage-
hay que matar a éste, Chabela, y a éste y a estaban los novios, el portland porque por dia de Chile le preguntan qué opina: conde-
todos los infiltrados marxistas de la juventud ahí caminaban felices los postergados de na el golpe y lamenta que “el presidente
y a los combatientes de la guerrilla, hay que siempre, la abundancia, la comida y el cha- Allende se haya suicidado”. Le dicen que lo
dar palo porque el quebracho es duro, y si mamé de la buena digestión, la patria de los mataron. “No lo sé –dice–. Pero tenía un
esto, al Viejo general, le deteriora el prestigio, cincuenta quedó lejos, el peronismo se alejó arma en las manos.” Le preguntan qué
le erosiona el recuerdo, la memoria de los del peronismo, y lo mató a Troxler a quien habría hecho él en esa situación. Pone su
mejores años, de los años felices, del 53% por ni los centuriones de los basurales de José mejor cara de “guapo del 900” y dice: “Ah,
ciento del Producto Bruto Interno para los León Suárez supieron hacerlo, y lo mató a no: a mí no me hacen eso”. “Eso” era el
pobres, de las nacionalizaciones, del artículo Atilio López con más de ochenta balazos, y a golpe de Pinochet. Regresa de un viaje y le
40, del Pulqui, del Estado generoso, del Bie- Silvio Frondizi y al Padre Mujica y a Rodolfo preguntan por los desaparecidos: “Los desa-
nestar estatal, del keynesianismo desbordan- Ortega Peña, en una noche cruel, en una parecidos están muertos”, responde, dando
te, de los sindicatos, de los abogados de los emboscada sórdida, tan sórdida e inesperada por inútil la consigna central de las Madres
sindicatos, del Estatuto del Peón, de las vaca- que Rodolfo, al caer moribundo, alcanzó a de Plaza de Mayo: “Con vida los queremos”.
ciones pagas, de la entrega de Evita hasta el decirle a su compañera la frase del asombro, Le decían “Chino” porque –en sus mejores
aliento postrero, mala suerte, general, usted de la incredulidad, del final: “¿Qué pasa, momentos– se parecía algo a Akira Kurosa-
se lo buscó, vino y no tenía salud para venir, flaca?” wa. Y “guitarrero” por su estilo oratorio.
II
Hoy, todo él, es pasado y olvido. Con todo, pierde visibilidad; tanta, que casi se torna esto impidió su abrazo con Rojas. Era más
yo sería injusto si no dijera que –en 1973– invisible. No: Menem es peronista. Y hace fuerte aquello que lo tornaba posible: un
lo habría preferido a él como vice de Perón todo lo que no hizo Perón. O digámoslo con nuevo rostro del peronismo, un peronismo
en lugar de Isabel, con el Brujo atrás. Y que mayor propiedad: des-hace lo que hizo neoliberal, construido al calor de la caída del
no era ni habría podido ser un carnicero Perón. Qué cosa el peronismo, caramba. Muro de Berlín, del triunfo global de la
como López Rega o Videla, aun cuando se Cómo diablos será posible entenderlo. El democracia neoliberal de mercado, de la
haya equivocado gravemente un par de que mejor desperonizó al país (una obsesión hiperinflación alfonsinista, del golpe de mer-
veces. En un país en que ha corrido tanta que compartieron durante años la oligarquía cado oligopólico y de una época que encar-
sangre, en un país tan colmado de asesinos y la izquierda revolucionaria o académica) nó la “ética indolora” (el concepto es de
corresponde decir esto de alguien si decirlo fue un peronista. Y no uno que vino de arri- Gilles Lipovetsky) de la posmodernidad.
es la verdad.) El “otro” abrazo es más inespe- ba, de algún planeta exótico para hacer la Hasta posmoderno fue el peronismo. Luego
rado y fue impensable hasta el grado del tarea. No: un peronista de verdad. Con his- de ser, como había sido, el símbolo de los
delirio, la insensatez o la blasfemia. Sucedió toria, militancia y discurso peronista. Basta- valores de la modernidad en la Argentina:
en una época que contenía todos esos mati- ba oírlo hablar y uno advertía que el tipo, al Estado fuerte, política, enfrentamiento de
ces de la condición humana, añadiéndoles manual de conducción política de Perón se lo clases, inclusión social de las clases posterga-
los de la falsedad, el robo, la befa, la faran- sabía de cabo a rabo. A comienzos de 2003, das, nacionalismo, primacía de la industria
dulización de la existencia toda y el canallis- cuando se baja del ballottage para restarle a sobre los productos primarios. Ese abrazo
mo jocoso, circense: la “fiesta” menemista. Kirchner los seguros y frondosos votos que Menem-Rojas disparó una frase de un pero-
Otra variedad de la “obstinación” peronista cosecharía en una segunda vuelta, dice, por nista de también larga trayectoria, hombre
cuyo análisis requerirá espacio, tiempo y televisión y con el propósito de justificar su que transitó de la JP en los setenta a la
templanza, si es que deseamos apartar de alejamiento, un discurso en que palabras Renovación en el 84/85 y al menemismo en
nosotros el único modo de recordarlo: el de como “arte de la conducción”, “táctica”, los noventa. La frase fue: “El abrazo
la ira, el de una insoslayable y fiera vehe- “estrategia”, “información”, “control de la Menem-Rojas equivale al abrazo Perón-Bal-
mencia. Trataremos de hacerlo. Buscamos situación” y hasta “economía de fuerzas” van bín”. Le dije a otro peronista cómo era posi-
tornar transparente hasta lo posible nuestro de aquí para allá, incesantes. Había hecho ble que Fulano dijera eso. Y me dijo: “Deja-
objeto de estudio. Será sensato advertir que los deberes del buen justicialista: conocer la lo: dice eso y morfa un año entero”. Esto,
parte de esa transparencia estará en las pasio- doctrina. No los había hecho por casualidad. también, es un elemento teórico. Y hasta lo
nes, en las broncas, en las heridas aún abier- Carlos Menem, el político que desarmó sin es en la elección de la palabra “morfar” en
tas porque fueron hechas para sangrar sin prisa, sin pausa y sobre todo sin piedad el lugar de “comer”. Un peronista morfa. Un
perecer, de las que estamos hechos. Este Estado de Bienestar que Perón había cons- oligarca come. Y esto, a los peronistas,
ensayo se escribe buscando todos los rostros truido desde 1943 y que ni los militares de los colma de
del objeto al que asedia, pero ese “objeto” (el la Seguridad Nacional habían logrado llevar
peronismo) ha provocado, en todos noso- a cenizas, era un peronista de larga histo-
tros, desilusiones, tristezas, derrotas, pérdi- ria, un caudillo de la más federal de
das sin reparo, muertes que no debieron ser, las provincias, la de Facundo
pavores sorprendentes, ilusiones luminosas, Quiroga, la de Ángel
desengaños en los que aprendimos la resis- Vicente Peñaloza,
tencia de la realidad, la dureza de lo imposi- La Rioja.
ble. Una amiga no peronista, que se aferró a Nada de
la esperanza-Alfonsín, me contó que el
mayor dolor de su vida, su mayor tragedia,
fue la pérdida de dos amigos que cobijó en
su casa en algún mes del año 1976. Eran dos
jóvenes peronistas, se los llevaron y no los
vio más. Todavía, al hablar de ellos, al con-
tar esa historia, los ojos se le humedecen, se
pone pálida y hasta tiene miedo otra vez.
Prometemos, sí, asediar a nuestro objeto y
estudiarlo con rigor. Pero no lo haríamos si
dejáramos de lado las ilusiones que ese
“objeto de estudio” despertó en nosotros, las
desesperanzas, los espantos, y la prolija, fría
idea de la muerte y la tortura. Volvemos al
“segundo” abrazo. Fue, dije, durante la “fies-
ta” menemista. Alianza entre el peronismo y
el establishment agrícola-ganadero, el esta-
blishment empresarial y financiero y las cor-
poraciones transnacionales. Carlos Menem,
en algún ágape de esos años de jolgorio, se
encuentra con el Almirante Rojas, el inven-
tor de la línea Mayo-Caseros, el más puro
símbolo del gorilismo nacional, el que orde-
nó, junto con Aramburu, los fusilamientos
del ‘56 y las masacres de esa “operación” que
narrará Rodolfo Walsh. El “Jefe” lo ve al
Almirante y se le acerca con su sonrisa de
plástico. El Almirante hace lo que siempre
ha hecho: lo mejor para su clase social, la
oligarquía, y el brazo vigoroso que la custo-
dia, las Fuerzas Armadas. Se abraza con el
peronista Menem. Ahí están, mírenlos: el
masacrador del 16 de junio de 1955 y el
caudillo del interior federal postergado, el
caudillo riojano en que se encarna el otro, el
que cantó Sarmiento, el feroz Facundo, el
Tigre de los Llanos. Este Tigre –sin embar-
go– se ha olvidado de los Llanos. Se recortó
las patillas. Se viste alla Versace. Gobierna
para las clases altas, para el Fondo Moneta-
rio Internacional y hasta ha enviado un cas-
cajo que flota a la Guerra del Golfo, una
guerra de Estados Unidos pero que él hace
suya dado que con el gigante del Norte quie-
re relaciones cercanas, a las que llama “car-
nales”. Algunos dicen que no es peronista.
Usan, para desautorizarlo, un concepto ines-
perado pero que hace historia: “menemis-
mo”. El “menemista” Menem no será pero-
nista pero todo el peronismo lo respalda.
Durante su Gobierno, Ubaldini, el sindica-
lista que vivía haciéndole huelgas a Alfonsín,
III
orgullo. (Nota: Que un oligarca”come” se puede ronistas hay por todas partes: sacan diarios presti- media de los “centros urbanos” destina al dife-
observar en ese inmenso libro de chismes que se giosos, escriben concurridas columnas de opinión, rente cuando busca solucionar el problema que
publicó recientemente bajo el nombre de Adolfo publican libros, dan conferencias para empresa- plantean a la serenidad, a la placidez, a la pulcri-
Bioy Casares. Parece que habitualmente Borges rios, y hasta no faltan quienes se sienten “márti- tud de la polis: hay que matarlos a todos. En resu-
visitaba a Bioy para “comer” en su casa. Ahí res” o “líderes” de la prensa libre agredidos por el men, el antiperonismo es una obstinación argen-
–con una maldad clasista de viejas oligarcas y “peronismo”. Incluso defienden a la “república” o tina y esa obstinación alimenta al peronismo
obviamente ociosas– le comentaba todo tipo de a las “instituciones” que el “peronismo” agrede. tanto (y a veces más) como él se alimenta a sí
cosas a su amigo, quien, acaso asombrosamente, Algo que ocurre porque –dicen– el gobierno que mismo.
las anotaba con pulcritud. Más asombroso es durante estos días gobierna es... peronista. Sin No obstante, la palabra obstinación pareciera
que se hayan publicado. Todavía más es que se embargo, ese gobierno ha reducido a una expre- cargar con una cuota excesiva de subjetividad. Si
lean. Como sea, la fórmula que Bioy utiliza para sión mínima los símbolos clásicos del justicialis- uno dice que el peronismo es una obstinación
abrir la narración de las veladas con su compin- mo, las fotos de Perón, las de Evita o la ineludible argentina está diciendo otra cosa que si dice: el
che de mínimas charlas de cajetillas aburridos es: entonación entusiasta de la marcha partidaria. peronismo es una persistencia argentina. Se
“Borges hoy come en casa”. O “Borges come en Que sigue teniendo frases tan improbables como puede hablar de la persistencia de los hechos.
casa”. O “Come Borges en casa”. No sabemos si “combatiendo al capital” en un mundo en que Hablar de la obstinación introduce una direccio-
almuerza o cena. Ni lo sabremos, ya que es de nadie lo combate en ninguna parte. O afirma que nalidad subjetiva en el análisis. Rechazamos toda
mal gusto, de grasas y de negros peronistas, decir la “Argentina grande con que San Martín soñó es idea de una continuidad en la historia. No hay
que alguien “almuerza” o “cena”. La gente la realidad efectiva que debemos a Perón” cuando, un tiempo lineal, una temporalidad homogénea,
comme il faut “come”. Algo similar a lo que ocu- en rigor, los “grasitas” de Evita y los “negritos” de no hay sentido ni sujeto interno de la historia.
rre con el “rojo” y el “colorado”. Lo correcto es Perón andan por las calles pidiendo limosna o Estas son ya viejas discusiones y las hemos zanja-
“colorado”. Ha sido posible observar –desmin- acarreando cartones y el pueblo de la Capital do. (Nota: Hemos escrito en otro lugar: “No
tiendo esta modalidad– que cierta oligarquía no Federal votó al hijo de un empresario (que si no queremos una historia de la continuidad. Pero
ha cesado de hablar del “trapo rojo” aludiendo a es peronista lo puede ser en cualquier momento) no queremos una historia de la exaltación del
eso con que los “zurdos” pretenden reemplazar a para que los limpie del paisaje urbano, los arroje a azar y lo discontinuo. Porque es cierto: no hay una
la bandera de Belgrano. No hay nada como el la periferia y arrase con esa villa, la 31, de la cual historia de la continuidad. Pero hay continuidades
odio para perder los modales.) A los peronistas salen delincuentes y drogadictos (o delincuentes en la historia. Hay persistencias en la historia. Las
nacional populares. A los que no fueron atrapa- drogados) para alterar la placidez de la metrópoli tenemos que rastrear. Las tenemos que develar.
dos por eso que suele denominarse el “glamour opulenta. En suma, los antiperonistas son más Esas persistencias deberán ser conquistadas entre
de la oligarquía”. Con todo, en esto los peronis- obstinados que los peronistas. Entre unos y otros las miríadas de sucesos que exaltan los foucaul-
tas no han cedido demasiado terreno. Menem dibujan esa modalidad del ánimo (una modalidad tianos, pero no bien las conquistemos deberemos
llenó su década de esplendor invitando a comer subjetiva) con que se presenta el peronismo en establecerlas, no cosificarlas, pero tenerlas pre-
(o a “morfar”) pizza con champán a sus más ele- nuestra historia: la obstinación. Hagamos, pues, la sentes para la praxis. No hay acción política que
gantes y rancios contertulios. Un peronista pregunta: ¿qué es una obstinación? no se establezca sobre el develamiento de una conti-
entrega a las clases dominantes el patrimonio La relevancia de la pregunta surge –en una nuidad”, JPF, La filosofía y el barro de la historia,
nacional pero sigue citando a Jauretche. La instancia inicial– porque forma parte del título suplementos publicados en este diario entre
izquierda ilustrada, en cambio, la izquierda de este ensayo, que llama al peronismo “una obs- junio de 2006 y mayo de 2007. El libro comple-
–pongamos– “académica”, compra los valores y tinación argentina”. Después, se afirma en que to y revisado aparecerá en abril del año próximo
los símbolos de la oligarquía como parte de su nadie dudará acerca de la persistencia del fenó- editado por Editorial Planeta.) Con todo, hemos
“conversión”. La “socialdemocracia” de los meno en nuestra historia: nace con el golpe mili- elegido la palabra “obstinación” (y trataremos de
ochenta, el alfonsinismo ilustrado incurrió en tar del 4 de junio de 1943 y todavía sigue fuerte hacer de ella un concepto) y no la palabra “per-
una incondicional adoración de Victoria Ocam- y una mujer que proviene del riñón de su histo- sistencia”. Bien cierto es que el peronismo es una
po, Borges y Bioy, quienes fueron transformados ria, de una de sus facetas más tormentosas y cas- persistencia en nuestra historia. No lo es menos
en la cifra de nuestra cultura, el signo de su exce- tigadas (la izquierda de los ’70), acaba de ganar que establece continuidades. Pero nuestro pro-
lencia. He discurrido en otras ocasiones sobre unas elecciones que la llevarán a la presidencia pósito es deliberadamente humanista. La historia
estas modalidades de época. del país. Ella no luce excesivamente peronista: del peronismo es una historia hecha por los
Los dos abrazos exhiben la amplitud del pero- dio un discurso plural el día en que ganó, se reu- hombres. Bajo determinadas circunstancias,
nismo. Esta “amplitud” ya había sido largamente nió con un periodista del diario del establish- como pedía Marx. Pero nos resulta imposible no
ejercida y teorizada por el mismo Perón: “En el ment (un hombre que siguió día a día el gobier- ver en la trama histórica del peronismo la acción
peronismo, en cuanto a ideología, tiene que haber no de Néstor Kirchner con una obsesividad de sujetos prácticos, de sujetos enfrentados, de
de todo. Me dicen que Cooke era muy izquierdis- digna de algún prestigioso diván de la ciudad de sujetos constituidos por la historia y constitu-
ta. Pero también lo tuvimos a Remorino que era Buenos Aires, desbordante de neuróticos y de yentes de ella. Hay una sobredosis de humanis-
de derecha”. El peronismo no es –entonces– una psicoanalistas neuróticos que debieran mejorar a mo histórico en el peronismo. De aquí que nues-
obstinación peronista. Es una obstinación argenti- esos neuróticos o, en su defecto, medicarlos tra posición acerca de la filosofía política del
na. Si la obstinación prosigue, si no se detiene, es bien, y de todos los días en que anduvo tras él, movimiento habrá de recurrir (no solamente,
porque todos la alimentan. Peronistas y no pero- criticándolo, encarnando odios, creando opinio- desde luego) a las posiciones de Carl Schmmit.
nistas. No sólo los no peronistas que pactan con nes adversas, asumiendo el estrellato de su diario Este genial teórico alemán (cuyos compromisos
el peronismo o se le acercan en coyunturas en que venerable, hijo dilecto de la pampa húmeda y de con el nacionalsocialismo nadie ignora) se pre-
“la patria lo reclama”. Sino (y muy poderosamen- la Sociedad Rural, custodio de Occidente, de los gunta, en uno de sus trabajos esenciales, por el
te) los antiperonistas. Estamos aquí ante un fenó- capitales transnacionales, del ALCA, y ahora, a “concepto de lo político”, busca la especificidad
meno marcadamente argentino. O sea, casi indes- diferencia de otros irritables momentos de su de las categorías políticas, aquellos elementos
cifrable: el peronismo ha sido una y muchas cosas historia en que reclamó hechos que –por el por los cuales son “políticas” y no otra cosa. Y
más. Tal vez ya no sea nada. Tal vez la identidad momento– olvidaremos, custodio de las liberta- escribe: “Pues bien, la distinción específica,
peronista se haya disuelto en las borrascas de la des, de las de prensa sobre todo, y de las institu- aquella a la que pueden reconducirse todas las
historia que a partir de ella (de quienes reclama- ciones, y custodio, muy privativamente, de esa acciones y motivos políticos, es la distinción de
ban encarnarla) se han desatado. Lo que no desa- acuosa, impalpable entidad a la que se llama “la amigo y enemigo” (Carl Schmitt, El concepto de lo
pareció es el antiperonismo. Es un argumento que República” y en cuyo nombre se han cometido político, Alianza, Madrid, 2002, p. 56. Debe
usó cierta vez, en mi contra, el malogrado y queri- por estos lares las más horrendas tropelías, este consultarse también el excelente ensayo de
do historiador Fermín Chávez. Yo había escrito periodista, decía, pasará a la historia como “el Chantal Mouffe: En torno a lo político, Fondo de
un texto demostrando que la identidad peronista fiscal del kirchnerismo” pero –conjetura uno– al Cultura Económica, Buenos Aires, 2007. El
ya no tenía existencia. Era tanto que era nada. El costo de haberle dedicado cuatro años de su vida libro es un derroche de lucidez, de inteligencia.
ser y la nada (en el primer capítulo de la Lógica de al líder de esa tendencia, Néstor Kirchner, y al Sin duda alguna, recurriremos a él no bien sea
Hegel) se identifican, son intercambiables: cuan- costo de verlo hasta donde no estaba o de encon- necesario.) Sobre esa Distinción esencial, que se
do algo es el todo es la nada porque las cosas se trarlo, inesperadamente, en sus pesadillas, y en expresa ya como contradicción o conflicto o
definen por aquello que las diferencia de las otras. las peores) y citó escasa o nulamente a Perón y a antagonismo o guerra, elaboraremos nuestra filo-
El ser es diferencia. Lo han dicho los postestructu- Evita. De hecho, la presidenta Cristina Fernán- sofía política del peronismo. Pero buscaremos
ralistas –basándose en el sistema de la lengua de dez pareciera haber elaborado mejor su relación –en la distinción amigo y enemigo– la praxis que
Ferdinand de Saussure– y tienen razón. Todo ele- con el peronismo que muchos antiperonistas, anima a cada uno de esos grupos. Los grupos
mento se refiere a otro del cual se diferencia. Una dado que en gran medida y no asombrosamente están constituidos por sujetos. Los sujetos tienen
estructura es una totalidad de diferencias. Nada es. el peronismo vive más en el odio o el desdén o la subjetividades. Las subjetividades generan con-
PROXIMO Todo ser es diferencia. Todo ser, en su ser, se obsesión de los antiperonistas que en la adhesión ceptos aptos para dar cuenta de ellas. Una persis-
DOMINGO refiere a otro. Seamos, ahora, precisos: si el pero- de los peronistas. Ocurre (y veremos intensiva- tencia de la historia nos revela algo que ocurre en
nismo es todo, cuál es su diferencia. Tiene que mente este aspecto) que en la mayoría de los la historia. Una obstinación (y soy consciente
existir algo que no sea el peronismo para que el antiperonistas, cuando se llega al fondo de ellos, también del riesgo poético o literario de la pala-
PRIMERA PARTE
peronismo sea algo. Cuando propuse la fórmula: al abismo de su repulsa, priva el odio al diferente bra, que, a mí al menos, no me disgusta) nos
Hacia el primer El peronismo, al serlo todo, no es nada, Fermín encarnado en la figura del grasa, del pobre o del revela algo más: algo que los hombres hacen. Los
gobierno de Perón Chávez me refutó. Dijo: Si el peronismo no es negro o del groncho. Y sus actuales manifestacio- hechos no se obstinan. Los sujetos sí. Podríamos
Las migraciones nada, si no tiene identidad, ¿cómo es posible que nes: el piquetero, el villero, el pordiosero, los carto- plantearlo de este modo: los hechos concretos de la
internas: haya antiperonistas? Perfecto: otra incógnita neros y los chicos de la calle. Que, con el mero filosofía política del peronismo expresan una
Los “cabecitas demoledora. Uno ya no sabe qué es el peronismo. trámite de lanzarse a limpiar el parabrisas de los persistencia histórica alimentada por una obsti-
negras” como O tiene que estar tres horas para explicáserlo a automóviles, arrojan al odio a sus conductores, nación de los sujetos que la protagonizan.
sujeto político. alguien. Sobre todo a un extranjero. Pero antipe- al desborde y a la frase que la mayoría de la clase Volveremos sobre el tema.

IV Domingo 25 de noviembre de 2007


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


2 PRIMERA PARTE
Hacia el primer gobierno de Perón
Las migraciones internas: Los “cabecitas
negras” como sujeto político.

Suplemento especial de

Página/12
LA PALABRA dejar ya este texto pero sepan que se perde- siasta en su estética nac & pop de barrios late-
“OBSTINACIÓN” rán una de las historias más fascinantes de rales como Villa Lugano, con nenita oscurita
i rondamos brevemente en América latina) es todo lo que dijimos que y pobre incluida en foto incómoda), hombre

S torno de la palabra obstinación


nos encontraremos con sus
sinónimos. Rondar en torno de
ella implica también una recu-
rrencia al Diccionario. No es fácil librarse
del Diccionario. Uno apela a él. Lo convoca.
Y, a veces, le suplica. Obstinación proviene
no es pero sostenido, fundamentado por
aquello que esencialmente creemos que es: la
historia de los proyectos antagónicos por
medio de los que pasionalmente se enfrentan
los hombres, a medida que la hacen y son
hechos por ella.
capaz de hacer negocios y tratos o convenios
políticos de coyuntura con quien se le aparez-
ca, es, sobre todo por este último factor, un
neto, purísimo peronista. En suma: hoy el
país está inmerso en la obstinación peronista.
Pero ya no se trata de testarudez, sectarismo,
fanatismo. El peronismo es lo menos sectario
de obstinare (obstinarse). No avanzamos LA OBSTINACIÓN EN TANTO que hay. Si usted quiere ser peronista o mili-
mucho. Suelo concentrarme más en los sinó- PASIÓN DE LA HISTORIA tar en sus filas, si usted quiere hacer en ese
nimos que en las etimologías. Al contrario Es entonces el momento de hablar de la espacio-poder buenos negocios, lanzarse a la
de Heidegger, o a diferencia de él. Será por- pasión. Esta obstinación que venimos rastre- arena política, dialogar con hombres influ-
que mis conocimientos de griego se encuen- ando es pasional. Si obstinación se encuentra yentes, el peronismo lo recibirá. No es una
tran a distancias siderales de los suyos. Hay en su sinonimia con obsesión es porque ambas “chifladura”. Al contrario, es el exceso de la
motivos conceptuales: no encuentro en los palabras, entrecruzadas, nos entregan al uni- Realpolitik. El exceso de “peronismo” que se
griegos todo lo que Heidegger (que, como verso tormentoso de lo pasional. Pensar en detecta en nuestra sociedad está en relación
veremos, fue un pre-peronista, y no estoy Hegel no será –aquí– ocioso. Si todo lo gran- directa con el defecto de ideas, de ideologías
bromeando) encontraba: la patria del pasado de se hace en la historia con pasión no podrí- diferenciadas, de proyectos nuevos. La moder-
o, mejor aún, la patria del principio, ese amos negar que esta obstinación argentina nidad nacional popular del ‘45 y el posmile-
principio que “aún es”, según se lee en el debe leerse también como una pasión argenti- nio supramoderno del siglo XXI se conjuran
Discurso del rectorado. Busquemos nuestra na. Ya veremos en el trazado de este relato en el peronismo. De él pueden salir desde un
palabra por el lado de la eminente María colmado de estallidos, gritos, cánticos, bom- plan de viviendas populares hasta un pacto
Moliner. Se sabe: si de un Diccionario se bas y cadáveres –incluso de cadáveres ultraja- con los demócratas del Norte, que acaso exija
trata, ahí tiene que estar la señora Moliner. dos, de un culto a la necrofilia como es difícil la aprobación de la política exterior nortea-
Que dice (no de obstinación sino de obstinar- encontrar en otros ámbitos–, de este relato de mericana (léase: permanencia en Irak o ata-
se, que sería, por decirlo así, la puesta en fogosidades raramente contenidas por una que nuclear restrictivo a Irán). De él puede
práctica de la obstinación): “Sostener alguien racionalidad que funcionó más para la des- esperarse una relación estrecha con Evo y
una opinión, actitud o decisión a pesar de trucción que para la construcción de la felici- hasta con Chávez. Una cooperación elegante
razones que deberían disuadirle”. No es muy dad de un pueblo, relato que edificó enormes con Bachelet. O medidas osadas en derechos
buena la definición. Carece de muchos ele- esperanzas, una, por ejemplo, patria de la feli- humanos. ¿Distribución del ingreso, aumen-
mentos. Traslademos nuestra inquietud al cidad que se destrozó luego entre el odio de to de los subalternizados (los pobres) en el
Diccionario Salamanca de la Lengua Españo- enemigos inconciliables, un exceso de pasión, producto bruto interno, erradicación nacio-
la. Obstinación: “Actitud de mantener una una pasión sobreactuada que se extiende nal de la pobreza extrema, plan intensivo de
idea a pesar de las dificultades o de otras desde los discursos postreros de Evita hasta la alfabetización declarado previamente “causa
ideas contrarias”. Está mejor. Una obstina- poética macabra de las zanjas camino a Ezei- nacional”? No se lo ve empeñado en eso a
ción es, entre muchas otras cosas que vere- za, generosas para cobijar cuerpos acribilla- este peronismo. Tampoco a ningún otro
mos, mantener una idea a pesar de las difi- dos, desde los basurales de José León Suárez, grupo político. Lo cual es obvio dado que
cultades para darle fundamento o a pesar de desde esa matanza que narró Walsh hasta las todos los grupos políticos, de una u otra mane-
todas las objeciones que se le hacen. Y éstas pinturas candorosas de Daniel Santoro, con ra, participan hoy del espacio peronista para
son –más que a menudo– las ideas contrarias el Pulqui que sobrevuela la Ciudad de los hacer política y ninguno, ni por asomo, se
que a las obstinaciones oponen los obstina- Niños pero con la Evita castigadora, que le propone ir más allá en estas cuestiones. Al
dos por otras obstinaciones. De tal forma pega al niño gorila y al niño marxista-leninis- contrario.
(insistamos en esto) esas “ideas contrarias” ta, hasta el final del Perón de Favio, donde la ¿Es la obstinación un enigma? Sí, en la
son, a su vez, obstinaciones que sostienen mitología del líder lleva a confundirlo con un medida en que el peronismo lo es. No es que
otros tan obstinados como aquellos que lo Moisés bíblico-militar ante quien las aguas de desconozcamos cosas sobre él. Por el contra-
eran. Tendríamos una historia tramada por un océano caudaloso, incansable, se abren rio: sabemos demasiadas. Esta sobreabundan-
las obstinaciones. Nos vamos acercando. para permitirle su caminar sabio, fatigado cia de hechos (de hechos de todo signo ideoló-
Acudamos ahora a los sinónimos. Ahondan pero inmortal, con el peso de la Historia gico) es la urdimbre enigmática del peronis-
en el tema. Sinónimos de “obstinación”: per- sobre sus espaldas y el peso también del mo. ¿Por qué tantos se obstinan en una cosa a
sistencia, porfía, terquedad. El concepto de deber cumplido, hacia la Casa Rosada, lugar la que dan el mismo nombre, a la que llaman
persistencia vamos a dejarlo establecido desde que le pertenece, en el que Él debe estar, de la misma manera o de la cual recuperan la
ya. Una obstinación expresa una persistencia dado que si Él está ahí, ahí está el Pueblo, y misma historia a la que suelen envolver en
de los hechos históricos. Una obstinación no la felicidad del Pueblo y la grandeza de la algo tan vaporoso como lo nacional, o lo
es teleológica. No expresa un sentido interno Nación. Todo eso. popular, o lo nacional popular. (Sus enemi-
de la historia. Pero puede señalar una persis- Lo que nosotros estamos proponiendo es gos, que van y vienen, acuden con frecuencia
tencia. El peronismo es una persistencia en una obstinación argentina. Pertenece a los al concepto de “populismo”, de compleja
nuestra historia y esa persistencia ha sido peronistas en la modalidad de la adhesión. A definición a fuerza de lo excesivo, del mano-
fruto de la obstinación de los grupos políti- los antiperonistas en la modalidad del recha- seo y hasta de cierto matiz despectivo, ele-
cos actuantes en ella. Que quede claro: no zo. Con el paso del tiempo esa obstinación gante o clasista con que se presenta.) Como
sólo los peronistas se obstinan en el peronis- (insistimos: una obstinación nacional, no sólo hecho histórico la obstinación es agente de
mo. Muy especialmente lo hacen los antipe- peronista) se ha alimentado con aquellos sec- dinamización y consolidación. Consolida una
ronistas. Hay grupos, series, clases y sectores tores o grupos o agentes políticos cuya praxis identidad pero la obstinación por consolidar-
de clases que encuentran su identidad en el se acerca al peronismo por encontrar en él el la lleva a acciones con frecuencia beligeran-
antiperonismo. Ellos asumieron la palabra espacio de la política. Esto se expresaría dicien- tes. Si la historia surge del antagonismo
gorila. Que –veremos– no es una palabra do: No se puede hacer política fuera del peronis- amigo-enemigo no hay como dos obstinacio-
peronista. O no lo es solamente. En unas mo. En las elecciones presidenciales que die- nes para entregarla al vértigo. La obstinación
elecciones legislativas que dio Frondizi, los ron el triunfo a Cristina Fernández todos o se puede también instituirse, hacerse dogma. La
grupos de la Libertadora se presentaron bajo definían como peronistas o manifestaban su obstinación se transforma en un corpus, el
el lema: “Llene de gorilas el Congreso”. Y se adhesión a sus figuras tutelares: Perón y Evita. corpus en dogma y el dogma en verticalidad y
veía a unos abultados, corpulentos gorilas La candidata de la Coalición Cívica, pese a autoritarismo. En 1973, en su discurso del 21
marchando hacia el Congreso. Los otros nuclear el voto más antiperonista, se vio obli- de junio, Perón declara la etapa dogmática:
sinónimos nos entregan matices más cerca- gada a declarar su admiración por Perón y congela la doctrina. Congela la obstinación,
nos a la pasión de los protagonistas, de los Evita. Un ex ministro de Economía, Lavagna, que había tomado un camino guerrero que el
obstinados, que conceptos que puedan apli- se erigió, en uno de sus discursos, en custodio líder quería frenar. Veremos que no pudo. La
carse a la historia: obsesión, testarudez, de la pureza peronista. Ahí está: lo vemos obstinación establece linealidades en la histo-
cerrazón y hasta chifladura, fanatismo y, blandiendo una foto de Perón y denunciando ria pero no es una linealidad. La filosofía polí-
desde luego, sectarismo. Pero: ¡grave error! a los que quieren “vaciar” al peronismo por tica del peronismo –aunque la señalemos
(Tan grave como para señalarlo con signos izquierda y por derecha. Rara afirmación. como una “obstinación argentina”– no es
de admiración, al modo de los viejos libros.) Para decir, en el siglo XXI, que el peronismo una linealidad. Hay, en ella, quiebres, ruptu-
¿Acaso no es la historia la historia de la está siendo vaciado habría que definir antes ras, obstinaciones diversas, diferenciadas,
pasión de sus protagonistas? Sí: la historia no cuál es su contenido. O por decirlo de otro bélicas, insurgentes y contrainsurgentes. La
es la historia del Ser, no es la historia de las modo: de qué está siendo vaciado. Tarea áspe- obstinación es identidad pero al obstinarse
fuerzas productivas, ni de las relaciones de ra, amarga si las hay. Otro político (Mauricio tanto en “algo” (el “peronismo”) es también
producción, ni de las tramas de la estructura, Macri, que pasó de ser un Isidoro Cañones de la ausencia de ella. La obstinación podría
ni del poder, ni de la resistencia al poder, los boliches de los noventa a estadista de la acaso darnos el sentido de la historia política
menos aún es la historia del lenguaje, de los “culta Buenos Aires” en el nuevo siglo, asom- argentina. Pero el peronismo se ha vaciado.
signos, de los significantes. O, en todo caso, broso derrotero) es un peronista de pura cepa: Durante años lleva entregándonos más una
no es eso solamente. La historia (aquí, para presidente de Boca Juniors, populista, visitan- ausencia de sentido que una presencia. Es un
nosotros, y a los que no les guste pueden te algo patético pero no por ello menos entu- significante que no significa. Significa tanto
II
que no significa nada. Es –como bien dice sueldos consumen, algo que no sabían. Al nacían industrias y –¡aquí viene el sujeto!–
Ernesto Laclau en una definición ya célebre– consumir aumenta la producción fabril. Esa un proletariado nuevo, joven, hecho de hom-
un significante vacío. Mientras vivió, lo llena- producción tiene asiento en las ciudades. Las bres que habían apenas dejado atrás la vida
ba Perón. Y ni siquiera vivo lo llenó. Ya que que empiezan a llenarse de fábricas. Los peo- triste del peón, llegaba a las ciudades. Era los
luego de Ezeiza los significantes se multipli- nes del interior reciben la noticia. Hacen su migrantes internos. Los que Eva Perón habrá
caron. Que el peronismo pueda serlo todo bagayito y se van para la ciudad. Llegan y de llamar “mis grasitas”. Los que serán apo-
nos remite al último rostro de la obstinación: encuentran trabajo en seguida. La industria dados “cabecitas negras”. Por el pelo negro,
la obstinación como enigma. ¿Por qué tantos le quita hombres al campo. Nacen las prime- cortón y áspero. Los tipos de las zapatillas.
se obstinan por algo que ya no saben decir ras villas miseria. Pero son fruto de un desa- No tienen experiencia sindical alguna.
qué es? Porque en esa poderosa indefinición el rrollo que beneficia a los nuevos obreros. Ya ¿Quién habrá de darles cobertura política?
peronismo se da el lujo de serlo todo. De con- tienen trabajo, pronto tendrán hogar. Por ¿Quién los descubrirá como lo que eran: el
tener en sí todas las obstinaciones. Parte de ahora, la villa. Pero hay un horizonte: lo sujeto nuevo de la nueva sociedad argentina?
esa obstinación es este libro. dibuja el humo de algunas chimeneas, el ¿Qué interpretación de la historia nacional e
ruido de los tornos, el rechinar de las máqui- internacional era necesario poseer para poder
LOS MIGRANTES: EL nas. Avellaneda, Munro, Berisso, ¡cuántos verlos? Porque se trataba de eso: de verlos.
NUEVO SUJETO POLÍTICO tallercitos aparecen por ahí! El tallercito crece Como en el arte, como en la narrativa o la
La Argentina de 1943 era próspera y se y es ahora una fábrica. Los obreros ganan su pintura o la música se trata de eso: de ver lo
mantenía alejada de las tormentas bélicas que dinero y de a poco salen de la villa hacia una nuevo. A veces, en el arte, ver lo nuevo es ver
sacudían a los europeos. La prosperidad vivienda escueta pero digna y siempre provi- que no hay nada nuevo, que la vanguardia es
había surgido de esas tormentas, como un soria, porque el trabajo tiene eso: le da al insistir con lo que ya está porque aún restan
fruto inesperado de ellas. Se suele decir: Cri- obrero la certidumbre del futuro, el esfuerzo ahí posibilidades inéditas. Pero, en la Argen-
sis en la metrópoli-prosperidad en la colonia. O dará sus frutos. Esto venía ocurriendo desde tina de 1943, había un nuevo sujeto. Nada
se solía decir. Como sea, lo que el esquema al menos 1935. Cada vez con mayor intensi- menos que eso: una clase social reclamaba un
interpretativo dice se centra en que Argenti- dad. La década –políticamente– era ultrajan- nuevo protagonismo. Requería que alguien
na era una colonia o –sin duda– una semico- te, una burla a los derechos civiles de los viera que estaba ahí, que había llegado del
lonia. Esto es parte del vocabulario naciona- pobres. Era la década del fraude conservador. campo, que había llenado las villas, que había
lista. Que, a esta altura, era el vocabulario De los caudillos comiteriles. De Alberto Bar- salido de ellas, que llenaba las fábricas, que
que habían pulido los hombres de FORJA celó. De Juan Nicolás Ruggiero (Ruggierito). consumía, empezaba a ir al cine, a comer
(Fuerza de Orientación Radical de la Joven De los que les decían a los humildes: “Vos ya mejor, a vestirse con alguna dignidad. Era el
Argentina). Estas cosas debieran ser larga- votaste”. Alguien le puso un nombre que joven proletariado. Los migrantes internos.
mente conocidas pero sabemos cuánto se ha perduró: Década infame. Ahí surge FORJA. No sabían nada de la guerra europea o, si lo
retrocedido y sobre todo hasta qué punto el Los jóvenes radicales. Buenos tipos, talento- sabían, no les importaba. No entendían qué
pensamiento del nacionalismo argentino ha sos: Homero Manzi, Scalabrini Ortiz, Arturo era eso. Europa era lo infinitamente lejano.
sido sofocado desde la dictadura militar y, Jauretche. Sin estar en FORJA, desde otras Si alguien les decía “Europa” casi no tenían a
muy especialmente, desde el surgimiento de zonas, Roberto Arlt y Enrique Santos Discé- qué referir la palabra. Sabían algo: ellos no
la democracia. Si un joven de hoy supiera polo narraron esos tiempos. La cuestión es
que el radicalismo levantó las banderas del ésta: previa al golpe de 1943 la Argentina se
nacionalismo popular se sorprendería. ¿Algu- ponía próspera, había trabajo,
na vez el radicalismo habló de patria, colo-
nia, coloniaje, imperialismo, soberanía popu-
lar, soberanía nacional? ¿No es ése el lenguaje
pedestre y vulgar del peronismo populista?
¿No sabemos desde Alfonsín en adelante y
desde las cátedras que respaldaron su gestión
que la patria es la república, el pueblo el
ciudadano, el Estado autoritario y toda
la otra jerga cosa de peronistas nostál-
gicos? No, y no podemos detenernos
mucho en esto ni siquiera solucio-
narlo: se ha avanzado en exceso y
posiblemente sea ya tarde, impo-
sible o –lo peor– innecesario.
Si alguien quiere saber un par
de cosas sobre ese grupo de
jóvenes radicales (todos
antipersonalistas, antial-
vearistas, yrigoyenistas)
puede leer algún libro
de Hernández Arregui
o Arturo Jauretche.
Ahora –luego de la fies-
ta democrática o la fiesta
menemista– han aparecido
(otra vez) algunos. Volvemos: hablá-
bamos de la prosperidad argentina de
1943. Durante la década del treinta
alguien –célebremente– había dicho
que la Argentina era la joya más preciada
de la corona británica. Cuando la corona
británica vive estragada por la guerra, la
joya más preciada tiene que abastecerse a sí
misma. A esto se le llama “sustitución de
importaciones”. Se sigue exportando
hacia la metrópoli en desdicha lo que
ya se exportaba y no hay otra salida
más que incurrir en una política
industrialista. Fabricar en casa lo
que nos venía de afuera. A esto
–dijimos– se le llama sustituir
importaciones. Todo proceso de
producción genera empleos,
dado que necesita obreros.
Los obreros trabajan y
cobran sus suel-
dos. Con
esos

III
eran “Europa”. “Europa” podía ser, acaso, la cuerpo a tierra junto a soldados argentinos, Departamento de Trabajo, pronto trastrocado en
riqueza, lejanamente la cultura o el abecedario, el ensuciándose el vistoso y ultracondecorado uni- Secretaría de Trabajo y Previsión. Los del GOU se
saber leer. Y era “la guerra”. Algo que apenas forme prusiano pero formando a ese ejército pro asombraron y hasta sonrieron con cierto desdén:
podían imaginar. Buscaban sobrevivir. Habían germánico y joven. ¿qué le dio a Perón? (Así se llamaba el tipo raro;
dado el primer paso: escaparle al patrón de la El 4 de junio cae el proyecto oligárquico y pro- que era raro, desde el vamos, por el puesto que
estancia feudal y expoliadora. Llegar a la ciudad. británico del fraude: se pensaba imponer como pidió.) ¿La Secretaría de Trabajo y Previsión? ¿Y
Y, para colmar la dicha, trabajar. Apenas sabían Presidente a Robustiano Patrón Costas. No: los qué podía hacer desde ahí?
que había, para ellos, sindicatos. Que tenían milicos salen a la calle y toman el poder. ¿Quié- Hablar con los migrantes. Saludar a los negri-
derechos políticos. Que, en algún momento, nes eran? Habían abandonado el proyecto que tos. Sonreírles. El coronel tenía una sonrisa que
deberían votar. Nada de esto los atraía. No encarnara en la década anterior (ésa a la que José ni la de Gardel. Cincuentón, pintonazo, entra-
encontraban “dónde” poner esas cosas. No Luis Torres llamó “infame”) el general Manuel dor. Usaba un lenguaje pintoresco. Rosas le
encontraban un partido político que los convoca- A. Rodríguez, ministro de Guerra de Justo. Un explicaba a Santiago Varela, representante del
ra, que supiera hablarles. Los sindicalistas tradi- tipo, Justo, que siempre sonreía. Un gordito con Uruguay, que se había tenido que hacer gaucho
cionales tenían para ellos las únicas palabras que pinta de general sosegado que veía una cámara y para ganarse el favor de esa clase, de esos hom-
tenían y que honestamente les entregaban, pero decía “cheese” o “whisky”. Osvaldo Bayer dice bres de la pampa. Perón les pone el cuerpo a los
esas palabras eran tan tradicionales como ellos. que cuando a él le sacan una foto y quiere salir obreros. Les habla con palabras de ellos o decidi-
“Socialismo”, “comunismo”, “anarquismo” no sonriendo dice: “anarquía”. Para sonreír es lo damente nuevas. O no tanto: venían de FORJA,
decían mucho para un cabecita negra del ’43. mismo, pero sólo para eso. El general Manuel del radicalismo antialvearista. Dice Década Infa-
Tampoco la palabra “líder” les era cercana. Eso Rodríguez solía declarar cosas como ésta: “Des- me, cipayos, vendepatrias, semicolonia, explotación.
fue, sin embargo, lo que encontraron: un líder. graciado el país en que los militares puedan Llama compañeros y muchachos a sus amigos, con-
También el líder los encontró a ellos. Porque los expresar sus ideas políticas; en él habrá de con- tras a sus enemigos, bolichero al comerciante,
buscó. cluir la disciplina del Ejército”. (Nota: Alberto peliagudo a lo difícil, queso a lo que ambicionan
Ciria, Partidos y poder en la Argentina moderna los políticos, cuento chino a la mentira, pan comi-
LOS DEL GOU (1930-46), Jorge Álvarez, Buenos Aires, 1968, p. do a lo fácil, bosta de oveja a lo indefinido.
El 4 de junio es el día del golpe militar. Ese 241.) Rodríguez pasa a la historia como “El hom- La situación es así: tenemos que analizar el
Ejército que sale a las calles tiene unos cascos bre del deber”. ¿Cómo no iba a ser fiel un liberal proceso de construcción de poder al que se entrega
que (sobre todo vistos desde hoy, en algunos a los militares liberales si eran éstos los que Perón. Aquí, las categorías de “bueno” o de
noticiosos de la época) apestan de tanto que se gobernaban? Una farsa. “malo” son insustanciales. Se trata de un análisis
parecen a los de los soldados alemanes. Era así: Nada que ver con el profesionalismo los ofi- despojado de juicios morales. Los actores socia-
esos militares nacionalistas se habían educado ciales del GOU. Ya que estamos: ¿qué significa les de esa coyuntura histórica eran los siguien-
con los textos de los grandes teóricos prusianos GOU? Si lo dijimos, lo decimos de nuevo. La tes: A) La oligarquía. Era aliadófila. La aliadofi-
de la guerra. Sobre todo con Karl von Clause- definición más usual es Grupo de Oficiales Uni- lia fue el gran obstáculo para descubrir al nuevo
witz, a quien también leerán minuciosamente los dos. Pero es demasiado sensata. La mentalidad sujeto político de la etapa. Ser aliadófilo era
Montoneros, sobre todo en la peor etapa de su germano industrialista y la tendencia al exceso mirar hacia Europa. La suerte del entero mundo
extravío: entre 1975 y 1980. Falta mucho para de muchos de sus integrantes torna más verosí- se jugaba ahí: las democracias occidentales
esto. Clausewitz nace en 1780 y muere en 1831, mil la que propone Carlos Fayt en La naturaleza enfrentaban al Eje y de su triunfo dependía el
el año en que muere Hegel, Rector de la Univer- del peronismo (libro prescindible, avejentado): futuro de la Humanidad. La oligarquía, además,
sidad de Berlín para entonces, el gran cuadro Grupo Obra de Unificación. Me inclino por la no necesitaba descubrir al nuevo sujeto político.
intelectual de Federico Guillermo de Prusia. imperativa que propone Puiggrós en El peronis- Lo había explotado en sus estancias. Ahora se le
Clausewitz había leído al maestro de Jena y mo: sus causas (creo que se ha reeditado reciente- aparecía en las ciudades. Fue –como más tarde
había estudiado las batallas de Napoleón. Nació mente: es un libro que conserva su valor): se dijo– un aluvión. Traducido al presente, a
en el momento justo. Dirigió la Escuela Alema- ¡Gobierno! ¡Orden! ¡Unidad! Los oficiales de nuestra historicidad de hoy, a la oligarquía de
na de Guerra. Escribió el voluminoso Sobre la escuela prusiana vivían entre signos de admira- los cuarenta le pasó lo que quieren evitar los
guerra, cuya influencia en el campo de la estrate- ción. Imponen la violencia expresiva de las órde- porteños de hoy: que la chusma se les venga
gia y la táctica guerreras es inabarcable. Dijo que nes. “¡Atención soldados!” O si no: “¡Avancen encima. Y no sólo los porteños: los ciudadanos
cualquier consideración de humanidad volvería a sobre el enemigo!” (Que no es tal: son otros gru- de las grandes orbes del mundo también. Los
cualquier ejército más débil ante un enemigo pos de soldados que juegan a ser el enemigo: parisinos que eligen a Sarkozy le requieren dure-
más sanguinario. “¿No matarás?” El hombre no cuando el Ejército Argentino, no el nacionalista za con los musulmanes (aunque tengan tres
sólo mata sino que hace del supremo arte de sino el mayormente liberal y genocida de la generaciones de franceses detrás), dureza con la
matar –la guerra– una ciencia que se enseña en “guerra sucia”, se encontró con un enemigo “en Banlieue, con la periferia, con la negritud que
las academias militares. (Nota: Acaba de apare- serio” –Malvinas– no se caracterizó por el valor los rodea, con la barbarie. También el Muro de
cer, editado por la Universidad de Córdoba, un ni la eficacia. Más bien sacrificó a sus tiernos, Bush cumple esa función: que los desastrados
grueso volumen que recoge todas las polémicas inexpertos, jóvenes soldados, muchachos de las del mundo no vengan a comer de nuestro pro-
que giraron alrededor de una Carta inesperada, provincias en su mayoría, cuyas vidas –en dolo- pio plato. Hay un temor de las ciudades y es un
un grito sin esperanzas del filósofo Oscar del roso número– arruinó, conduciendo a muchos, a temor viejo, añoso: la invasión de los bárbaros.
Barco. La Carta de Del Barco se refiere a la gue- más de doscientos, al suicidio, a morir o a vivir La oligarquía de los cuarenta mal podía elegir a
rrilla de Jorge Ricardo Masetti, quien, al frente con el dolor de una guerra sin gloria, una sus peones súbitamente urbanizados como su
de un grupo de no más de veinte milicianos maniobra de una Junta malherida, desesperada y sujeto político porque los odiaba. Los recibía
creó, bajo la inspiración del Guerrillero Heroico, retirándose malamente, ensayando su último con temor. Habría deseado mantenerlos bajo la
Ernesto Guevara, un foco guerrillero en el manotón de ahogado para legitimar un gobierno égida del capataz, comprando víveres en el
monte salteño, bajo el nombre de Ejército Gue- criminal que se caía irremisiblemente.) Volva- almacén de sus patrones, no con dinero sino
rrillero del Pueblo. No hicieron ningún operati- mos a los soldados del GOU. Sus apellidos con vales, con indignas papeletas. Ahora estaban
vo, salvo que Masetti ordenó fusilar a dos jóve- asombraron a la oligarquía cuando salieron a la aquí. Les violaban la ciudad. Esta oligarquía era,
nes integrantes del grupo. Se habían quebrado, luz: Ramírez, Farrell, Perón, Mercante, Gonzá- además, racista. Para la “negrada” sólo tenía un
no daban más. Los mataron por cobardía. Del lez. ¿Quiénes eran? “Eran los hijos de los inmi- desdén patronal y racial. Desde esta óptica
Barco escribe una Carta a la revista cordobesa La grantes de la laboriosa clase media yrigoyenista –aunque, es cierto, Perón trajo a muchos nazis–
Intemperie. El planteo es extremo. Todos los que que los había introducido a la vida militar bus- el peronismo careció del elemento esencial del
apoyaron las acciones guerrilleras en el país y en cando la ansiada meta del ascenso social. Habían nacionalsocialismo: el racismo biologista. El que
el continente son responsables de esas muertes, participado del golpe del ‘30, habían padecido recibió al “diferente”, al racialmente detestado,
hayan o no hayan empuñado armas. Aclaremos: los años de Justo, eran católicos, nacionalistas, denigrado, fue Perón. No le molestó la “negra-
no de las muertes de los jóvenes que ordenó simpatizantes del Eje más por formación profe- da”. La Sociedad Rural, en cambio, se compor-
Masetti, sino de todas las muertes de los grupos sional que por real identificación política” (JPF, taba con ellos como Alfred Rosenberg con los
guerrilleros. La Carta –editada en el libro No El peronismo y las Fuerzas Armadas, revista Envi- judíos. En agosto de 1944, ante una consulta
matar– parece el delirio culposo de un hombre do, Nº 9, mayo de 1973, p. 8). Los había enfure- que sobre salarios le hace la Secretaría de Traba-
abrumado: Del Barco anda por los ochenta años. cido la defección de Uriburu, su traición incluso. jo y Previsión, responde: “En la fijación de sala-
Propone un imposible: “No matarás”. Sabe que Habían escuchado arengas de Carlés, discursos rios es primordial determinar el estándar de vida
es un imposible pero sabe que es el único princi- de Lugones y Carlos Ibarguren. Habrán incluso, del peón común. Son a veces tan limitadas sus
pio de una actitud responsable frente a la vida el 6 de septiembre de ese año de 1943, de feste- necesidades materiales que un remanente trae
del Otro. Apela a Levinas. En su momento –en jar el golpe del ’30. Se sentían sus herederos. destinos socialmente poco interesantes. Última-
medio de esta historia de muerte en que se irá mente se ha visto en la zona maicera entorpecer-
convirtiendo el peronismo hasta llegar a los picos EL CORONEL Y SU BERRETÍN se la recolección debido a que con la abundan-
de 1974/1975– nos ocuparemos de esa polémi- CON LA CLASE OBRERA cia del cereal y el buen jornal por bolsa, resulta-
PRÓXIMO ca. No se puede hacer una reflexión o una filoso- Había entre ellos un tipo raro. No tenía el ba que con pocos días de trabajo se daban por
DOMINGO fía política del peronismo si no se asume el tema berretín de la siderurgia como sus compañeros de satisfechos, holgando los demás” (Nota: Anales de
de la muerte violenta, de la muerte a manos de armas. Los hombres del GOU, en efecto, eran la Sociedad Rural, agosto de 1944, cursivas
PRIMERA PARTE Otro. La recurrencia al pensamiento de Emma- industrialistas. Buscaban la industria pesada. Se nuestras). En resumen: al nuevo sujeto que aso-
nuel Levinas se hará también insoslayable.) De morían por los Altos Hornos. El tipo raro, no. Su maba en la escena política de la urbe portuaria
Hacia el primer esa ciencia se nutrieron los hombres del golpe berretín era la clase obrera. Los migrantes inter- la oligarquía creía conocerlo bien: venía del
gobierno de Perón del ’43. También leían a Colmar von der Goltz nos. Los negritos que llegaban sin cesar a la ciu- campo, era racialmente inferior y apenas junta-
Perón, un estudio sobre que, incluso, solía venirse por aquí. Autor de La dad. Cuando sus compañeros le preguntaron qué ba unos pesos se dedicaba a la holganza. Un
la construcción de poder nación en armas, hay una foto que lo muestra quería contestó algo que sorprendió a todos: el pésimo encuadre para captar su adhesión.

IV Domingo 2 de diciembre de 2007


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


3 PRIMERA PARTE
Hacia el primer gobierno de Perón
Perón, un estudio sobre la
construcción de poder

Suplemento especial de

Página/12
BORGES: EL “POEMA gobierno de Perón y, al hacerlo, nos revela el arrojaron a la muerte fácil pero infinitamente
CONJETURAL” sello que para las clases pudientes –por decir- despiadada a tantos combatientes que debie-
ra parte de esa oligarquía. Sos- lo así– tenía ese gobierno. “Fascista” expresa ron haber hecho otra cosa, ésa que decía

E tenía su visión de la historia,


señalaba sus linajes en ella
(Laprida, dice, es pariente
suyo), prefería a Sarmiento
antes que a José Hernández y creía que elegir
al primero y no al segundo (como cree que se
eligió) habría cambiado el destino de la
también el esquema “aliadófilo” con que se
empezó (y se siguió en la mayoría de los
casos) interpretando al peronismo. La “tarea”
que realiza Perón desde la Secretaría de Tra-
bajo y Previsión es “demagógica”. Y lleva a
“décadas de odio”. El problema que plantea
el esquema de Vázquez radica en la pobreza
Walsh: acompañar el reflujo de masas. Todo
esto que desordenadamente digo es para
decir que hemos vivido inmersos en una
“maldición china”: la de los tiempos interesan-
tes. ¿Por qué uno está escribiendo sobre la
historia del peronismo, indagando su filoso-
fía política? ¿Por qué un diario la publica?
patria: tanto creía en el poder de los libros, de su interpretación de la “barbarie”. O de lo Porque la historia del peronismo es maldita-
odió toda su vida al peronismo, hizo de ese que Borges –y ella lo retoma– llama en su mente interesante. De donde podríamos extra-
odio una estética, buscó siempre el lugar en poema su “destino sudamericano”. er nuestra primera definición del peronismo:
que el odio estaba y ahí se puso, escribió, con Para Vázquez, el “destino sudamericano” todo él es, como el país, una maldición
Bioy, El matadero del peronismo y lo tituló expresa la incultura, la barbarie, la befa y la china. Sigamos.) El poema se plantea como
La fiesta del monstruo, dijo, por fin, que los muerte. Su enfoque es cerradamente sar- un monólogo interior de Francisco Laprida,
peronistas eran incorregibles. Lo eran tanto mientino. Cerradamente Sur, la revista “asesinado el día 22 de septiembre de 1829,
como lo era él: su pasión antiperonista sólo donde se concentraba el odio al peronismo y por los montoneros de Aldao” (Jorge Luis
podía medirse con la pasión de los peronistas a la “barbarie” del siglo XIX. Es notable que Borges, Obras Completas II, Emecé, Buenos
por sí mismos. Los odió tanto como ellos María Esther –en el fondo: una buena seño- Aires, 1996, p. 245). Es curioso: pero uno no
odiaron a la clase social que lo cobijaba y a la ra– extienda “a la tristemente conocida época puede sino pensar que todo es todavía más
que defendió siempre. Expresó, como pocos, del Proceso” la presencia del peronismo y de complicado de lo que es. Hoy, cuando los
la hoy todavía vigente, todavía paralizante, la barbarie gaucha. En septiembre de 1975, diarios se leen por Internet, imaginemos a
todavía mecanicista, maniquea, toscamente en la celebración que todos los años (ignoro cualquier extranjero en cualquier lugar del
dual, binaria y simplificante contradicción si esto sigue ocurriendo) hacían de la Revolu- mundo con un razonable interés por la histo-
peronismo-antiperonismo. Con todo, en uno ción Libertadora quienes habían luchado en ria de este país. Luego de leer el párrafo de
de sus poemas, fue más allá de sí mismo, de ella o sus familiares o sus continuadores, está Borges que cité (ése: que Laprida fue asesina-
su ideología, de los códigos de su clase, de su presente el Almirante Rojas, el mismo que en do el 22 de septiembre de 1829 por los mon-
amor por la Civilización alla Sarmiento, de los noventa se abrazará con el caudillo federal toneros de Aldao) el buen hombre se pregun-
su odio por los gauchos. Un poeta –como peronista y bárbaro Carlos Menem. En 1975 ta: “¿Cómo, los Montoneros ya mataron a un
todo verdadero artista– se excede a sí mismo. todo era distinto. Había que alimentar el tal Laprida en 1829?” No, a Laprida lo
Supera, en su arte, sus limitaciones concep- clima para el golpe militar. Había que liqui- matan los montoneros de Fray Félix Aldao,
tuales, sus odios ciegos, los condicionamien- dar al gobierno de la heredera de Perón, un “bárbaro” cuya biografía escribirá el “civi-
tos lineales de su inserción de clase, los man- hombre de dejar herencias incómodas y hasta lizado” Sarmiento, que se desvivía por las
datos paternos. O, en el caso que nos ocupa, belicosas. Se reúnen, por tanto, los entusias- vidas azarosas de estos hombres que odiaba.
maternos, porque sólo a Ella solía escuchar y tas de la Libertadora y el acto se lleva a cabo. Borges elige al perfecto protagonista que
hasta obedecer, a Madre, como Norman Hay –coherentemente– vivas a Rojas, a necesita para su poema: Francisco Narciso de
Bates. Jorge Luis Borges –de él, se habrá ya Aramburu y hay también vivas a otro perso- Laprida fue quien declaró la independencia
advertido, estamos hablando– escribió ese naje que, si bien no participó de la Liberta- de esta patria tramada por los antagonismos.
poema que lo llevó más allá de sí mismo, que dora, pareciera haber actualizado su credo en Y el montonero que lo derrota (un ex fraile, a
lo tironeó hacia la más honda comprensión otro septiembre, no un dieciséis sino un quien también matarán) le entrega, a la vez,
de la patria a la que un argentino haya acce- once. Repetidamente, a toda voz se grita: una certeza inesperada. Sarmiento, al narrar
dido, al punto exquisito en que la totalidad “¡Viva Pinochet!” El cronista del diario La la muerte de Aldao, dice que alguien le
se constituye, en que la comprensión se con- Opinión (cualquiera puede verificarlo en la reprocha las desgracias que le propinó a su
quista, en que el todo se torna traslúcido por- edición del 17 de septiembre del ’75) escribe: patria. Y que Aldao responde: “También le di
que todas las partes confluyen en él, explicán- “Eso revela lo que le espera al país si esta días de gloria”. No podemos saber si uno de
dose, en un poema que escribió el 4 de julio gente se adueña del poder”. Sí: esa gente se ellos fue el que culminó con la muerte de
de 1943, puntualmente un mes después del adueñó del poder. El Proceso de Reorganiza- Laprida, pero es probable y hasta más que
golpe de junio, el del GOU, el que abre la ción Nacional se llamó de ese modo por ins- eso. “La victoria es de los otros”, verifica
senda tumultuosa que el peronismo habrá de pirarse en la Organización Nacional que el Laprida en tanto “se dispersan el día y la
transitar. país emprende después del triunfo de las cla- batalla”. Y añade: “Vencen los bárbaros, los
Se trata del “Poema Conjetural”, que Bor- ses ilustradas en Caseros y de la consolida- gauchos vencen”. Es el triunfo de la barbarie
ges publica en La Nación. Ocupaba la presi- ción de la misma en el ochenta, con Roca sobre la inteligencia. El colonialismo siempre
dencia el general Pedro Pablo Ramírez. Una conquistando el desierto, eso que, muy acer- se adjudicó el valor de la Razón. En la Argen-
señora de la misma clase social de Georgie o tadamente, David Viñas, para marcar a fuego tina, los grandes textos colonialistas fueron
a la que Georgie deseaba pertenecer aunque el genocidio indígena, llama “la segunda con- escritos por la burguesía ilustrada. El mariscal
sólo fuera como un miembro de escaso patri- quista de América”. francés Bougeaud conquistó Argelia y libró
monio, con pocos campos, sin estancias ni batalla contra todos los insurrectos que
peones pero sin duda con un deslumbrante TIEMPOS INTERESANTES defendieron su territorio. Su lema fue:
talento, la señora María Esther Vázquez, que Conducido por los misteriosos arcángeles “Combatir a la barbarie con la barbarie”. En
fue su amiga, entre tantas que tuvo este hom- de la poesía, Borges supera el odio de su una de sus acciones quemó vivos a quinientos
bre que les temía a las mujeres pero no podía clase, de su grupo de pertenencia, de Madre y argelinos. Sarmiento lo admiraba. En sus tex-
vivir sin ellas, escribió una especie de biogra- de las señoras con que tomaba el té, y entrega tos de viajes no dejaba de mencionar su
fía en la modalidad entretenida, chispeante, la comprensión más honda (o, sin duda, una crueldad y su decisión de batir a los bárbaros
liviana y rencorosa del chisme. En ella, del de ellas) de este indescifrable, fascinante país. con sus propios métodos, algo que aquí, tam-
“Poema Conjetural”, escribe: “Resultó, de un (Nota: Digo “fascinante” porque ser argenti- bién para admiración de Sarmiento, hizo el
modo misterioso, profético en cuanto a la no es, si no ser chino, padecer la más impeca- coronel Ambrosio Sandes. No obstante, aquí
conducta que asumiría el posterior régimen ble de sus maldiciones. No hay nada peor no hubo algo similar al general Bougeaud. Se
fascista, encarnado en la figura de Juan que una “tortura china” o una “maldición le hizo la guerra a la barbarie con la barbarie,
Domingo Perón. Perón empezaría a asolar el china”. De las “maldiciones” arriesgo que la pero el país había declarado su independen-
país meses después, cuando se hizo cargo del más elaborada, sabia, esa que expresa más cia. Es Narciso de Laprida, precisamente,
Departamento Nacional del Trabajo, trans- que todas un añoso y hondo conocimiento quien lo hace. Al ser el país independiente la
formado en la Secretaría de Trabajo y Previ- de la existencia humana, es la que dice: “Te tarea de “conquistarlo”, de erradicar a la bar-
sión, desde donde empezó a desarrollar una deseo que vivas tiempos interesantes”. A su barie, de hacerle la guerra “con la barbarie”
tarea demagógica que, entre otras cosas, lle- autobiografía, Eric Hobsbawm la tituló: cae en los círculos ilustrados, que son los que
varía al país a décadas de odio. Se puede con- Tiempos interesantes. Son los peores. Los que se ligan a Europa comercial y culturalmente.
siderar al ‘Poema Conjetural’ como una pieza no dan paz ni tregua. Los tiempos del sonido Nuestro general Bougeaud es Sarmiento, es
‘política’ en la que se denunciaba un pasado y de la furia. De la muerte. Sostengo que Mitre, es Roca. O lo fueron los lugartenien-
que –Borges no podía imaginarlo– sería una todos o casi todos los tiempos de este país tes de Mitre que dirigieron y protagonizaron
forma de futuro. Tras el advenimiento del que llamamos “nuestro” han sido interesantes. la “guerra de policía” que se les hizo a las
peronismo se hizo consciente esta peculiari- Que ninguno dio respiro. Que si de “prima- provincias después de Pavón: Sandes, Irrazá-
dad del poema, cada vez más próximo a veras” se habla uno recuerda dos: la de Cám- bal, Paunero. Un Edward W. Said, en la
nosotros, siempre acorde con el ‘destino pora y la de Alfonsín. Luego, el frío de las Argentina, no tendría que rastrear los textos
sudamericano’ de incultura, de barbarie, de “crueles provincias”. La estética del degüello. colonialistas en los escritores del Imperio. Ni
befa y de muerte que incluye, por supuesto, a La mazorca federal. Los unitarios de Estomba en Dickens ni en Jane Austen ni siquiera en
la tristemente conocida época del Proceso, y de Rauch atando a los enemigos a los caño- la Aída de Verdi. Al ser, desde 1810, un país
entre 1976 y 1983” (María Esther Vázquez, nes y ordenando disparar. La “guerra de poli- poscolonial, la Argentina dio a luz a sus pro-
Borges, esplendor y derrota, Tusquets, Barcelo- cía” de Mitre. La Semana Trágica. La Pata- pios escritores colonialistas. Seré, por el
na, 1996, p. 180). Se trata de una muy pobre gonia Trágica. La Triple A: capucha y zanja. momento, breve: todos los escritos que justi-
interpretación del “Poema Conjetural”. La ESMA: la tortura en tanto “tarea de inteli- fican la necesariedad de la penetración de la
María Esther llama “régimen fascista” al gencia”. Las contraofensivas montoneras que razón europea en el país son textos colonialis-
II
tas. Esto no es “revisionismo histórico”. Me matará, completa su figura, entrega densidad zación/Barbarie. Su totalización superadora.
refiero a otra cosa: la racionalidad europea a su destino, dibuja su totalidad impensable Ser argentino es ser hombre de cánones y
–la que nace con Descartes y se consolida sin ese duelo. “Al fin –piensa Laprida– he hombre de cuchillo y de cielo abierto. Si el
con la razón iluminista y se fortalece en descubierto la recóndita clave de mis años. cuchillo del montonero le es “íntimo” a
Nietzsche en tanto voluntad de poder– ha (...) En el espejo de esta noche alcanzo/ mi Laprida es porque completa su figura. No se
sido puesta en el banquillo de los acusados insospechado rostro eterno. El círculo/ se va es sudamericano sin incluir al otro, al bárbaro,
por la mayoría de las corrientes de la filoso- a cerrar. Yo aguardo que así sea. (...) Pisan al diferente.
fía. O como razón instrumental que se apro- mis pies las sombras de las lanzas/ que me Algo cuya infrecuencia será agobiante. Aún
pia de la naturaleza y lleva ese dominio, buscan. Las befas de mi muerte,/ los jinetes, hoy la contradicción está. Cuando la candi-
luego, al de los hombres. O en tanto sofoca- las crines, los caballos,/ se ciernen sobre mí... data de la Coalición Cívica habla del voto
miento de los instintos para crear una cultura Ya el primer golpe,/ ya el duro hierro que me lúcido, ilustrado de los “centros urbanos” y
del malestar. O en tanto razón que instaura raja el pecho,/ el íntimo cuchillo en la gar- propone marchar al rescate de “nuestros her-
la injusticia de clases. O el colonialismo. O ganta”. El “íntimo cuchillo” cierra el círculo. manos los pobres” apresados por el clientelis-
(como dice Heidegger en su célebre párrafo ¿Por qué ese cuchillo es “íntimo”? Porque ese mo peronista retrocede a los tiempos de “El
final de La frase de Nietzsche “Dios ha muer- cuchillo es el de la barbarie. Y ese cuchillo lo Matadero” echevarriano. Sin el talento de
to”) como “la más tenaz adversaria del pen- completa a Laprida. Totaliza su figura de Echeverría. El sistema de libremercado –que
sar”. O, como en Walter Benjamin, la razón sudamericano. Morir así, a manos de la bar- sigue funcionando– crea una y otra vez, sin
que ha construido una historia de ruinas, una barie, no le hace perder su condición de ilus- cesar, espacios de “barbarie”. El “bárbaro” es
historia-catástrofe ante la que se horroriza el trado, pero le señala el territorio en que vive: el que no pertenece a la centralidad, a la
Angelus Novus. O, como en la Escuela de es un sudamericano como los gauchos que lo polis, a la civitas. El “bárbaro” es el que está
Frankfurt, la razón capitalista burguesa que ultiman. No hay Civilización y Barbarie. afuera y su verdadera peligrosidad reside en
lleva de las certezas de la Ilustración a los Hay una geografía urdida por los cánones y su deseo de “entrar”. La civilización es todo
campos de exterminio. los jinetes, las crines, los caballos. Este hom- aquello que la barbarie no es. La barbarie es
El Facundo de Sarmiento es el más grande bre culto, este hombre a la europea no es un todo aquello que no es la civilización. Si
de nuestros textos colonialistas. El más nota- europeo. Un europeo no muere así. “En arra- Roma sucumbe ante la barbarie es porque
ble y hasta genial esfuerzo para demostrar bales últimos.” El cuchillo es “íntimo” (gran ésta la ha penetrado. No hay mayor amenaza
que la racionalidad europea era el Progreso, adjetivo borgeano) porque totaliza su identi- para la civilización que
la Civilización. Este esquema va a seguir y va dad. Como hombre de libros y sentencias la amenaza de la
a penetrar también a las interpretaciones del Laprida era una parcialidad. El cuchillo de la barbarie. O la
peronismo. No queríamos sino dejarlo plan- montonera lo entrega a la historia áspera, civiliza-
teado desde ahora. Desde aquí: en que tene- bárbara del país que habita. El círculo se cie- ción eli-
mos a Laprida, el ilustrado, a punto de morir rra. Ahora, él, Laprida, es una mina la
a manos de los bárbaros de Aldao, el monto- totalidad, la barbarie ha
nero. “Yo –piensa Laprida–, que estudié las hendido, ha rasgado
leyes y los cánones.” El, el hombre de razón, con su puñal el
el que representa los intereses de la cultura, pecho del civiliza-
que es, desde luego, la cultura de los cánones, do, haciéndolo
de las leyes, huye sin esperanzas hacia el Sur, suyo.
“por arrabales últimos”. La palabra “arrabal” Como vemos, el
es anacrónica (no había “arrabales” en 1829) Poema conjetural va más
pero plenamente borgeana. Expresa la perife- lejos del golpe del ’43 y
ria, lo que se aparta de la civilización. En de todas las burdas
suma, el Sur. Este territorio es, en Borges, el interpretaciones sobre
territorio de la barbarie. Su mejor cuento (es el antiperonismo de
sólo mi opinión) se llama así: “El Sur”. Y la Borges y de su proféti-
historia es también la de un hombre de la ca visión de la “barba-
ciudad, un hombre de libros, tal vez el rie peronista”. Civili-
mismo Borges, un hombre llamado Juan zación y barbarie se
Dahlmann que sale de una clínica luego de diluyen en el
una larga postración y se dirige hacia el Sur. poema,
Entra en un Almacén y lo provocan unos son
muchachones. Un viejo, que es una cifra del categorí-
Sur, le hace llegar un puñal, para que pelee. as desleí-
Dahlmann sabe que si agarra el puñal es das, moribundas
hombre muerto: está, todavía, débil, no o definitivamente
podrá pelear. Vagamente piensa: en la Clíni- muertas. Nadie
ca no habrían permitido que esto me pasara. ignora que Borges
Sin embargo, agarra el cuchillo y sale a pele- habrá de ejercer luego
ar. Va a morir acometiendo y a cielo abierto. un apasionado antipe-
Va a morir inmerso en la cultura bravía del ronismo. Aprobará los
Sur. Borges, no tan secretamente como suele fusilamientos del ’56. Hará
suponerse, sino con claridad, con lucidez, todos los rituales del odio
amaba el Sur. El Sur era lo Otro. Amaba su de clase. Pero –aquí– en
Otro. Su Otro lo completaba. No pretendo este poema luminoso, la
decir nada original con esto. También podría contradicción que estructu-
sugerir unas disculpas por si alguien se inco- ra este país se conjura en
moda ante la palabra “Otro” escrita así: con una totalidad que las contie-
mayúscula. Pero necesito desarrollar estos ne a ambas. El Poema conje-
temas. Si la filosofía política que vamos a ins- tural es el auf-
trumentar se basa en el antagonismo amigo- hebung a la
enemigo acordemos que la palabra “Otro” contradic-
tiene relevancia. El “amigo” es el Otro del ción Civili-
enemigo. El “enemigo” es el Otro del amigo.
Volvemos a Laprida: huye hacia el Sur,
donde Dahlmann murió de cara al sol y
sobre la tierra, en territorio ajeno. “Oigo los
cascos/ de mi caliente muerte que me busca/
con jinetes, con belfos y con lanzas”, piensa
Laprida. Y su muerte, sabe, está cerca, ya
sobre él. “Yo que anhelé ser otro, ser un
hombre/ de sentencias, de libros, de
dictámenes/ a cielo abierto yaceré
entre ciénagas.” Pero algo inespera-
do sucede: un hecho extraordinario.
“Me endiosa –piensa Laprida– un
júbilo secreto.” ¿Cuál es? ¿Cuál es
el “júbilo secreto” del hombre de
libros, de dictámenes? “Al fin me
encuentro con mi destino sudamerica-
no.” Como Dahlmann: pelear ahí, en la
llanura, con un cuchillero que, sabe, lo
III
barbarie incluyéndola, es decir, incorporándola a tutelar ese enfrentamiento y conciliará a obreros político que nucleó carecía por completo de expe-
la civilización. O la elimina por medio de la gue- y patrones. La lucha de clases, escribe, no se deja- riencia política y sindical. Recién entraba a la
rra, exterminándola. Actualmente la única medi- rá abolir. Pero, de esa lucha, habrá de aprove- industria. Recién llegaba a las ciudades. Aquí, los
da que parece tomar el Imperio es destruir a los charse el “coronel sindicalista”. Señala el carácter esperaba el “coronel sindicalista”. Un astuto flau-
bárbaros, ya que no puede incorporarlos. Pero los virginal del nuevo proletariado. De los migrantes tista de Hamelin que habría de seducirla con
bárbaros amenazan doblemente al Imperio: A) que llegaban intocados a la gran urbe. Sobre ellos beneficios que les llegaban, a los silvestres, ino-
Quieren entrar en él. Sobrepoblarlo. Algo que el habrá de construir Perón su liderazgo. “La mayor centes migrantes, verticalmente, desde el Estado.
Imperio vive en el modo de la invasión. B) Los parte del nuevo proletariado (anota), de los traba- Tuvieron los beneficios pero no tuvieron que
bárbaros atacan al Imperio por medio del terro- jadores de origen rural recién ingresados a la luchar por ellos. De este modo, se conforma un
rismo. industria, permanecía fuera de los sindicatos y era proletariado pasivo, que lo espera todo de la bon-
De esto estamos lejos. Volvemos a la sociedad campo virgen para el proselitismo de los sindica- dad de su líder, el “coronel sindicalista”, y del
argentina del cuarenta. Ahí, Borges escribe el listas peronistas” (Masas, caudillos y elites, Edicio- Estado que el líder controla. Una clase obrera es
Poema conjetural. No hay verdadera civilización si nes Fichas, Buenos Aires, 1971, p. 61). Pero autónoma cuando crea sus propias organizacio-
no se le entrega la complejidad de la barbarie. Un resulta apresurado hablar de “sindicalistas pero- nes. Cuando conquista sus derechos. Cuando sus
país como la Argentina tiene dos fuentes, dos nistas”. Quien mantiene, desde la Secretaría de organizaciones son controladas desde el Estado,
brazos, dos rostros que deben fundirse. El rostro Trabajo y Previsión, un diálogo directo, abierto, cuando sus derechos se le conceden como “bene-
final de Laprida no es ni el del bárbaro ni el del con los migrantes es el propio Perón, cuya estruc- ficios” es heterónoma. Algo es “heterónomo”
civilizado. Tampoco es una suma de los dos. Es tura, hasta el momento, es sólo la que le aseguró cuando lo que tiene le ha sido dado. No lo con-
la compleja trama que origina una nueva figura: su pertenencia al GOU. Peña, a renglón seguido, quistó desde la lucha. La “lucha” contra las clases
la del hombre sudamericano. lo reconoce: “Desde las oficinas de la Secretaría que la oprimen es central para la clase obrera. Si
de Trabajo y Previsión se fue estructurando así hay un Estado que le “concede” beneficios sin
MILCÍADES PEÑA, LA una nueva organización sindical que culminaría impulsarla a luchar por conquistarlos, ese Estado
INTERPRETACIÓN BASADA EN en la CGT del período 1946-1955 y cuya prime- la condena a la pasividad, a la mansedumbre, eli-
LA LUCHA DE CLASES ra y fundamental característica era depender en mina en ella la “lucha”. Al eliminar la “lucha” eli-
La mejor, la más impecable interpretación que todo sentido del Estado que le había dado vida” mina el conflicto de clases. Es el Estado, enton-
el marxismo argentino ofreció del peronismo sur- (Ibid., p. 61). El proceso es simultáneo: Perón ces, el que se transforma en el árbitro entre las
gió de la pluma de Milcíades Peña. Milcíades forma su organización sindical en la medida en clases. A esto se le llama bonapartismo. (Volvere-
nació el 12 de mayo de 1933 y murió, suicidán- que atrae a quienes conforman el nuevo sujeto mos sobre este tema.)
dose, el 29 de diciembre de 1965. Fue un hom- político, los migrantes. Acude a viejos sindicalistas
bre de una inteligencia luminosa. Si, sobre todo, de todo origen. Pero el sindicalismo peronista no EL TAN INVOCADO
entendemos inteligencia en tanto rigor para estaba “esperando” a los migrantes. Se forma con “PUEBLO PERONISTA”
seguir una teoría y aplicarla. Por medio –y esto es ellos, se nutre de ellos. El proyecto es uno. Es Sin embargo, Peña detecta que las clases pro-
muy importante– de una escritura ágil, lúcida, paralelo. Perón capta al sujeto desde la Secretaría pietarias están indignadas con “el coronel sindi-
irónica, precisa, rigurosa. Muy tempranamente de Trabajo y, una vez realizada esta tarea o para calista”. Lejos de agradecerle el evitar un conflic-
descubrí a Milcíades en las viejas ediciones de completarla, para darle forma, encuadra al Sujeto to de clases. Impedir que el proletariado luche
Ediciones Fichas, a fines de los años sesenta, en un sindicalismo que él, Perón, controla y por sus verdaderos derechos contra quienes lo
comienzos de los setenta. Uno elige sus conten- habrá de controlar desde el Estado. Un Estado explotan. Lejos de agradecerle a Perón el sagaz
dientes y hay en eso, ciertas veces, una oculta –señalemos ya esto– que la nueva clase obrera control del posible alzamiento obrero que habría
admiración. Admiré a Peña hasta el plagio. De jamás dejará de ver, sentir o interpretar como su provocado la concentración urbana creada por la
hecho, el primer trabajo que publiqué en la revis- Estado, el Estado que habrá de darle trabajo, industria, se le enfrentan, le dicen nazi y demago-
ta Envido –en 1970– se llamó El extraño naciona- derechos, el Estado que habrá de estar ahí sobre go. “Por cierto (escribe Peña), las positivas mejo-
lismo de José Hernández. Había tomado la idea todo y ante todo para beneficiarla. Claramente: ras que la clase obrera recibía fueron inclinándola
central de un texto –breve, tendría no más de desde el inicio la clase obrera peronista ve al Esta- poco a poco en favor de Trabajo y Previsión y
una página y media– de Milcíades. Escribí un do de Perón como su Estado benefactor. Sin muy particularmente del Coronel Perón. Pronto
trabajo largo, fundamentado por otras fuentes. haber leído a Keynes. las organizaciones de la burguesía argentina
Dos cosas me llevaron a no reconocer mi deuda Peña señala que la Secretaría de Trabajo empu- –Unión Industrial, Sociedad Rural, Cámara de
con él: 1) Mi inexperiencia. O mi joven vanidad: ja a los obreros hacia los sindicatos que ella con- Comercio, etc.– comenzaron a indisponerse con
quería ser original. Me moría por ser original; 2) trola. Sugiere –o más que sugiere– que la “pre- el secretario de Trabajo y se empezaron a escu-
El mayor desarrollo que mi trabajo tenía sobre el sión” llega a ilegalizar o condenar “a la clandesti- char acusaciones de demagogia” (Ibid., p. 63).
tema que ya Peña había tratado. ¿Por qué recono- nidad” a los otros sindicatos. Un punto muy dis- Lejos de advertir que Perón les estaba haciendo el
cer como fuente una anotación suya casi fugaz? cutible sobre el que no abunda. Por el contrario, inmenso favor de frenar una “revolución social”
Grave error. Al salir, mi trabajo fue bien acepta- escribe: “Pero el énfasis no se puso en la repre- o, sin más, “socialista”, la oligarquía, aliadófila
do y recogí los reconocimientos que buscaba. sión, sino en las concesiones reales a la clase obrera ella, veía al coronel como un fascista y cantaba
Incluso el de la originalidad. A lo largo de los efectuadas a través de los sindicatos estatizados” “La Marsellesa” el día de la liberación de París,
años me fueron señalando mi silencio: Peña (Ibid., p. 62. Cursivas nuestras). Pero, ¿termina- algo que llevará a Borges a decir una frase famo-
había escrito antes que yo sobre las contradiccio- rán esas concesiones beneficiando realmente al sa: que una emoción colectiva puede no ser
nes o los fundamentos ideológicos de Martín Fie- joven proletariado? En principio, son muchas: indigna. Como la oligarquía no suele equivocarse
rro y de su autor, Hernández. Esa crítica, sobre “Mejoras apreciables en los salarios y en las con- en sus odios, convendrá mantener entre parénte-
todo, la hizo Horacio Tarcus en un libro que diciones de trabajo, una marcada tendencia a sis la teoría que hace de Perón el abortista
dedicó a Peña y a Silvio Frondizi y cuya lectura favorecer a los obreros en los conflictos gremiales, maquiavélico de una revolución obrera. Parecie-
recomiendo vehementemente. (Nota: Horacio el amparo concedido a los dirigentes y delegados ra, por el contrario, que el “control social” del
Tarcus, El marxismo olvidado en la Argentina: Sil- frente a la tradicional prepotencia patronal en el líder obrerista implicaba un costo excesivo que la
vio Frondizi y Milcíades Peña, Ediciones El Cielo trato con los obreros, todo esto facilitó que los oligarquía no estaba dispuesta a pagar porque,
por Asalto, 1996. Se verá que Peña jamás fue un obreros se dejaran afiliar en los sindicatos estatiza- sobre todo, lo consideraba innecesario. Si así
marxista que yo haya olvidado. Incluso suelo dos” (Ibid., p. 62. Cursivas nuestras). Peña, aquí, fuera sería recomendable no insistir con una
intentar convencer a más de un editor acerca de habrá de señalar que este proceso debió tener un famosa bobería: que Perón impidió, frenó o con-
la necesariedad de reeditar su obra. Mis alumnos signo contrario. Con Perón (es apresurado hablar troló un inevitable alzamiento revolucionario en
saben el respeto con que lo trato en clase. Incluso aquí de “peronismo”), los obreros no fueron hacia la Argentina de los ’40.
este año –sin saber yo que estaba presente– me lo los sindicatos, no se movieron hacia ellos. Esto Aquí, con todo, se agita algo más importante.
agradeció, al final de una larga exposición de habría sido lo correcto: una clase obrera que, En un documental sobre la organización Monto-
Masas, caudillos y elites, su hijo Milcíades.) Aclaro desde sí, organiza su propio sindicalismo. Digá- neros, una ex militante desecha toda posibilidad
que, en ese libro, Tarcus ataca duramente mi moslo ya: una clase obrera autónoma, no heteróno- de retornar a la violencia. Y, amargamente, dice:
libro Filosofía y nación. Defiende a su biografia- ma. Por el contrario, “los sindicatos –la Secretaría “¿Con este pueblo?” Acaso le había llevado tiem-
do. No importa si tiene o no razón. Quiero seña- de Trabajo– fueron hacia los obreros. Así se creó po conocer –conocer verdadera, hondamente– la
lar otra cosa: si yo discutí con Peña en ese tem- la nueva Confederación General del Trabajo naturaleza del tan invocado “pueblo peronista”.
prano ensayo (Filosofía y nación) fue porque lo (CGT) que pronto unificó en su seno a la totali- Porque si el “pueblo peronista” surge a la historia
admiraba. No me hubiera medido con otro. dad de la clase obrera” (Ibid., p. 62). Se crea una nacional como Peña lo plantea, pedir, en los
Hoy, tantos años después, lo elijo para ejemplicar organización poderosa. Pero ese poder es el poder setenta, a ese “pueblo” que transforme sus casas
una perfecta interpretación marxista del peronis- de la organización, no el de la clase obrera. Esa en “fortines” (A la lata, al latero, las casas peronis-
mo. Habrá acuerdos o desacuerdos, pero es el CGT es fruto del proyecto de construcción de tas son fortines montoneros) implicaba un grave
primer texto del que me ocupo. Está lleno de poder de Perón pero no es fruto de las conquistas desconocimiento de su historia. Grave, porque se
libros que diversos periodistas han escrito o escri- obreras. Los obreros no conquistan nada. El Esta- trabajaba con una materia prima inadecuada para
PROXIMO ben sobre el peronismo. Ninguno araña el rigor do, por medio de la CGT, habrá de concederles el proyecto político revolucionario en que se la
DOMINGO de Peña. Nada más saludable que encontrar las mejoras que necesitan y por medio de esas quería incluir. O grave –también– si se buscaba
alguien sólido con quien discutir. Eso fue y es mejoras habrá de conquistar su respaldo político. construir el mito de un pueblo peronista combati-
PRIMERA PARTE Peña para mí: un contrincante de lujo. Y muchas Se plantea un problema: ¿qué grado de combati- vo, que si había estado, en los cuarenta y en los
veces un aliado. vidad, de lucha, podrá tener una clase obrera cre- cincuenta, dispuesto a “dar la vida por Perón”,
Hacia el primer Peña –en el citado Masas, caudillos y elites– ini- ada en exterioridad, desde el Estado y los sindica- estaría ahora, en los setenta, dispuesto a “dar la
gobierno de Perón cia su análisis del peronismo en el capítulo Un tos del Estado? Lo esencial de la nueva CGT es vida” por un proyecto socialista, emancipatorio.
Pueblo peronista coronel sindicalista. Perón, dice, ha venido a ter- que no ha surgido de una movilización autónoma Un proyecto que formara parte de los movimien-
y conciencia de clase minar con la lucha de clases. El Estado habrá de de la clase obrera. Pudo ser creada porque el sujeto tos de liberación del Tercer Mundo.

IV Domingo 9 de diciembre de 2007


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


4 PRIMERA PARTE
Los libros sobre el peronismo

Suplemento especial de

Página/12
uiero establecer otras carac- dudarlo. La academia era de El Club Socia- objeto que la provoca vale poco– que libros

Q terísticas de Milcíades como


escritor político. La distan-
cia entre sus textos –que son
fuertemente críticos con el
peronismo– y el gorilaje (después voy a fun-
damentar el uso de esta palabra que irrita a
algunos) que creció a la sombra del triunfo
lista. (¿Qué tenía de socialista el Club Socia-
lista?) La ideología residía en el “Discurso
de Parque Norte”, que escribieron Juan
Carlos Portantiero, Pablo Giussani y Juan
Carlos Torre: un manifiesto democrático
que hoy –a casi veinticinco años– resulta
tristemente patético. Las radios y los progra-
como el de Gambini traten con tanta ligere-
za un proceso de tal complejidad. El peronis-
mo es más que Perón. Es más que la historie-
ta negra de los antiperonistas obstinados. Es
más que la pasión acrítica de tantos peronis-
tas también obstinados. Asombra que aún
hoy algunos alumnos –con cara de políticos
alfonsinista de 1983 y que se encarnó, en el mas de tele fueron entregados a gente del extraviados en las malas artes, en las trenzas
mejor de los casos, en Juan José Sebreli (si Partido. Todos habían olvidado la palabra oscuras de la realpolitik–, a la salida de algu-
éste fue “el mejor de los casos”, imaginen “peronismo”. Sin más, decían “fascismo”. na de mis clases, me digan: “Qué gorila se
los otros), quien publica con urgencia, para Cierta vez fui a un programa de Enrique me ha puesto, profesor”. Uno admite que la
salir antes de las elecciones de octubre, su Vázquez. Como tengo cierta facilidad de verdad es plural, es múltiple, es una miríada
texto sobre los “deseos imaginarios” del palabra y suelo pensar dos o tres ideas con de sucesos que colisionan una y otra vez,
peronismo, que formó parte de la campaña algún rigor, Vázquez me dijo: “Vos no pare- por decirlo con Nietzsche y con Foucault, lo
electoral del alfonsinismo tanto como La cés peronista”. Yo era peronista en esa etapa. que no admite es la mediocridad, el juicio
república perdida, de Miguel Pérez con Igual que en los setenta. Estaba en la Reno- rencoroso, el odio de clase, la obsesión tur-
guión de Luis Grégorich, o el film de Héc- vación Peronista. Queríamos “renovar” al bia, ese muro de acero que algunos levantan
tor Olivera No habrá más pena ni olvido, peronismo para llevarlo al encuentro con la en su conciencia y al que nada nuevo puede
basado en la excepcional novela de Osvaldo “democracia”. Era un modo de “acompañar entrar. Una duda, una sola duda los aniqui-
Soriano (el film de Olivera era bueno), es críticamente”, es decir, del mismo lado, del laría. De acuerdo, que sigan felices. Pero
decisiva. Milcíades analiza con rigor. Usa de la democracia, al radicalismo, para obli- que no pretendan entender la complejidad
una metodología. Se maneja entre su forma- terar cualquier posibilidad de golpe militar, infinita, la vastedad inapresable de lo real.
ción trotskista y sus sólidos conocimientos algo que, en esa época, no dejaba de men- De ahí en más busqué una independencia
del clasismo marxista. De aquí que lo elija- cionarse todos los malditos días. Ahora que –por fortuna– pude mantener. Pero
mos. Está a una distancia gigantesca de los bien, la Renovación Peronista la formaban quiero dejar algo muy claro: no me hice ni
livianos textos de tantos periodistas que Carlos Grosso, el llamado “chupete” Man- jamás me haría antiperonista. De aquí que
salieron a marcar antinomias irreductibles o zano (que se “chupeteó” todo en los noven- para los campeones de los claros y los oscu-
a expresar sin más el rancio gorilismo de los ta), Carlos Menem y Antonio Cafiero. ros sea siempre una cosa o la otra. No
sectores tradicionales del país. Félix Luna Renuncié al peronismo (ojo, eh: al peronis- importa.
tiene derecho a deteriorar el que pudo haber mo, no sólo al Partido) al año siguiente. Me Sigo con Gambini. La contratapa del libro
sido un buen libro –excelentemente docu- fui. Escribí –en Humor, en mi recordable es deleitable. Figuran las laudatorias críticas
mentado– sobre la época del primer pero- columna de esos años– un texto que fue de los diarios. El cronista de La Nación dice:
nismo con sus opiniones de afiliado radical. muy leído: La creación de lo posible. Era una “Historia del peronismo reconstruye en su
Es un historiador. Ha escrito, además, El despedida. (Nota: Un fragmento importante tomo inicial una época que merecía ser refle-
’45, un año decisivo, libro que, al ser publi- del texto decía: “Lo reconozco: soy un inte- jada, como ocurre en este libro, con impar-
cado en los setenta, moderó las rabietas de lectual. Lo reconozco hoy –creo– porque cialidad y altura. Para ilustración de quienes
comité que erosionan Perón y su tiempo. El dejé de ser otras cosas. Un ‘infiltrado’, por no la vivieron. O, más exactamente, no la
’45, en contrario, es una herramienta indis- ejemplo. Dejé de serlo desde la realización padecieron”. (¡Qué imparcialidad! ¡Qué altu-
pensable para la intelección de ese “año del Congreso de la Unidad Justicialista en ra!). El de El Cronista habla del ahogo que
decisivo”. A ver si nos entendemos: el que Santa Rosa de La Pampa. Porque, aunque producía a quienes vivieron esos años el estar
quiera ser antiperonista, que lo sea. Digo, sea excesivo, tengo que decirlo una vez más: “sumergidos en un régimen en el que se ape-
desde ya, que no es una actitud aconsejable ni yo, ni ninguno de los que sienten y pien- laba de continuo a la grandeza nacional y a
a la hora de estudiar tan compleja y dilatada san al peronismo como yo, tenemos nada la felicidad de todos los argentinos, pero en
historia política, que es la de la Argentina de que ver con esas personas. Pueden seguir sin un contexto viciado por la delación, la idola-
los últimos sesenta años. (Nota: En la que nosotros. Por otra parte, jamás han hecho tría y el pensamiento único”. Y el de La
también se agitaron otros actores, nacionales otra cosa. ¿Somos nosotros entonces los que Prensa (¿qué podía esperarse de él?): “Descri-
y extranjeros. El genocidio de 1976-1983 nos alejamos del peronismo? ¿O es acaso el be con exactitud el costado más oscuro del
no es protagonizado por el peronismo, sino peronismo el que, desde hace ya muchos primer gobierno de Juan Perón (1946-
por sus enemigos más tradicionales: la oli- años, ante nuestra impotencia y nuestra 1952). La persecución, cárcel, tortura y exi-
garquía agroexportadora y el establishment desesperanza, se aleja de nosotros? Hoy, el lio de sus oponentes políticos y gremiales, la
financiero, a los que el peronismo se aliará Sistema de certezas que significó para noso- suspensión de la libertad de expresión. La
en la década del 90. Y el alfonsinismo de la tros el peronismo está quebrado. Eramos la cesantía de profesores universitarios y el apa-
primera etapa de la democracia abre ese mayoría, ya no lo somos. Un líder de rele- leamiento de estudiantes. Su segundo mérito
espacio en tanto propio. Sin embargo, el vancia mundial, un hombre amado por los es el de poner en evidencia la naturaleza
peronismo está presente, como protagonista humildes, un mago de la política, estaba al militarista de aquel régimen”. El libro de
también, en esas dos etapas, que veremos.) frente del movimiento. Ya no lo está: ha Gambini expresa otra modalidad que la de
Lo de Sebreli se conoce y, si bien supera a muerto. Pertenecíamos al Tercer Mundo, sus laudatorios críticos. Los textos de La
los aventureros del periodismo “ensayísti- nuestra meta era la unidad latinoamericana, Nación y La Prensa pertenecen a algo que se
co”, nadie toma ya en serio sus arrebatos hasta la ecología nos interesaba. Eramos el ha llamado recientemente Gorila 55. En
bravucones. Se ha dicho, y bien, que sus cambio, la revolución. Teníamos un discur- efecto, está el Gorila 55 y hay otro: el Gorila
libros o sus declaraciones altisonantes sirven so sobre el Estado, otro sobre la dependen- 84. Es el gorila radical, o, más precisamente,
más para pelear que para pensar. Además, cia, la cuestión nacional y la cuestión social. el gorila alfonsinista. Algo que desmerece al
sus opciones políticas son, si no desconcer- Teníamos claros referentes internacionales: propio Alfonsín, que nunca fue un político
tantes, a menudo risibles, aunque nunca lle- la China de Mao, Vietnam, incluso De fervoroso en su antiperonismo. Tal vez por
gan a indignar, para desgracia suya, que lo Gaulle. Teníamos a Evita, a quien todavía ser un político. Tal vez eso haya posibilitado
preferiría. El periodismo “ensayístico” tenemos pero cada vez más en el modo de la que –en sus hazañas posteriores a sus méritos
puede alcanzar –cuando se acota a la suma- lejanía, porque, como los elegidos de los de los dos primeros años de gestión– haya
toria de fuentes, a la investigación: algo que dioses, murió muy joven y demasiado pura. protagonizado el turbio Pacto de Olivos con
los periodistas argentinos cada vez hacen La quiebra de este sistema de certezas desa- Menem, la mancha venenosa. Pero el Gorila
mejor; con frecuencia mejor que los histo- lienta a los militantes peronistas. No podría 84 anda por todas partes. El gorilismo ha
riadores– alturas apreciables como Marcelo ser de otro modo: es casi imposible sostener renacido en tiempos de Kirchner. Hay,
Larraquy en su López Rega, que, en su una militancia sin certezas. Pero guste o no, incluso, un nuevo odio que había decrecido
momento, habremos de utilizar. Tomaré, habrá que aprender a vivir así; somos mili- en épocas anteriores. Se odia el “setentismo”
brevemente, como ejemplo del gorilismo tantes de la incertidumbre, de la duda, del de Kirchner. Su política de derechos huma-
pavo los dos tomos que Hugo Gambini, tránsito. Porque ni siquiera sabemos si lo nos. Aquí está lleno de socialistas o de trots-
periodista de larga trayectoria, tan larga que que está en juego, aquello que estamos kistas o de socialistas o de ex alfonsinistas
hasta formó parte de la Polémica en el bar de abandonando, es el Orden del Justicialismo que se desgarran las vestiduras por los treinta
Sofovich durante el menemismo, escribió decadente y reaccionario o nuestra identi- mil desaparecidos pero odian a la generación
sobre el peronismo, editados por una edito- dad como peronistas”, JPF, La creación de lo del setenta. Este país se empeña en ser difícil.
rial que se inclina más bien por esos libros posible, Legasa, Buenos Aires, 1986, pp. Si tanto odian a la generación del setenta,
que lo mejor que pueden decir del peronis- 260/261. Nos reuníamos casi diariamente acaso no debieran sufrir tanto por los desa-
mo es que ha sido una anomalía excrecente algunos que pensábamos lo mismo. Los que parecidos. De acuerdo, son ustedes buenas
en la traslúcida historia de nuestro contitu- ahora recuerdo son: Nicolás Casullo, Hora- personas, son humanitarios y están contra el
cionalismo liberal. Es como La Nación con cio González, Alvaro Abós –que habría de horroroso terrorismo de Estado. Pero, ¡qué
el gobierno de Kirchner: todo malo, nada publicar durante esos días un texto bello e equivocada estaba esa generación! Y no se
bueno. De algún modo, una patología. El inteligente: Adiós–, Elvio Vitale, Mempo engañen, eh. Fueron ellos los masacrados.
libro de Gambini no es malo. Sencillamente Giardinelli, Carlos Trillo, Jorge Luis Ber- Los pibes de la Juventud Peronista. Los del
no sirve. El hombre fue director de la Agen- netti, Alcira Argumedo. Emitimos un docu- Nacional Buenos Aires. Los que trabajaban
cia de Noticias Télam durante Alfonsín. mento, renunciando. Da bronca –una bron- en las villas. Los que alfabetizaban. Y si no,
Que ésa fue época de gorilas, nadie osará ca que uno sabe moderar porque sabe que el vayan al Parque de la Memoria. Miren los
II
nombres uno por uno. Miren las edades. nuevo. ¿A quién van a odiar? ron por los barrios, por las calles de tierra,
Producen escalofríos: dieciséis, veintidós, ¿Todo esto para qué? Para decir que no no indagaron en el alma de los pobres y no
veinticinco, diecinueve, catorce. Pero, ¡tan hay que tomar en serio a tanto pavo que supieron que para ellos ése fue un día de
equivocados! Y sobre todo: tan ingenuos. anda por ahí metiendo ruido. Aquí, en este miedo y de dolor, una derrota. Tampoco
Tan víctimas del “malentendido”. ensayo, nos vamos a ocupar de lo que del para Milcíades ése fue un día de júbilo. Y
peronismo dijo Milcíades Peña. Porque ese eso que ni una le perdonó a Perón. Pero el
EL MALENTENDIDO tipo sabía pensar y porque lo que le repro- día de la batalla –cuando la Marina masa-
El que hizo célebre esa expresión (malen- chó a Perón no fue que agredió a las institu- cradora del 16 de junio, cuando los nacio-
tendido) fue el columnista de Alfonsín, ciones de la República, al estilo de vida nalistas católicos como Lonardi (que fue, de
Pablo Giussani. El “malentendido”. Era argentino, a la prensa libre y al campo que todos modos, el único honesto), cuando los
muy simple y, creo, algo cruel; si no burlo- es la natural fuente de riquezas de este país. Comandos Civiles de los niños bien, here-
na, animada por el desdén: los jóvenes de Le reprochó que no les dio armas a los obre- deros de la Liga Patriótica– salieron a la
los setenta (¡tan virginales e inocentes como ros en el ’55. Que él y otros las fueron a calle a descabezar al régimen, Milcíades se
los jóvenes obreros del ’45, los migrantes!) buscar a los sindicatos (¡para defenderlo a puso del lado de ese Perón al que tanta
se habían confundido con Perón. En gran Perón, él, Milcíades, que tanto y tan dura- bronca le tuvo, al que tanto criticó, cuestio-
medida no habían escuchado la vieja sabi- mente lo había criticado!) y no las consi- nó, al que tantas agachadas le echó en cara,
duría gorila de sus padres. Ese coronel de guieron. Porque si Milcíades fue a pedir porque sabía que lo otro era peor, y porque
socialista no tiene nada. Ese coronel es un armas en el ’55 fue porque no ignoraba que, era un hombre de la izquierda revoluciona-
fascista. Ustedes no entienden. Por el con- si Perón caía, no venían los “libertadores”, ria, un teórico que sabía, como siempre hay
trario, mal-entienden. Creen entender que los “republicanos”, los “democráticos”, sino que saber, dónde están los que más daño le
el jefe que han elegido (por seguir un viejo lo que vino: los que persiguieron a los obre- van a hacer al pueblo, y ponerse enfrente.
error de la clase obrera argentina que se ros, los que hambrearon a los pobres, los
arrastra ya penosamente desde 1945, si no que fusilaron a Valle, los que escamotearon EL NUEVO SUJETO
antes) es un revolucionario. Y no. Nosotros, el cadáver de Evita (¿por qué le temían POLÍTICO: “ALPARGATAS SÍ,
que tenemos experiencia, lo sabemos. Noso- tanto?), los que inauguraron las matanzas LIBROS NO”
tros, que somos verdaderos marxistas, lo clandestinas, la poética oscura de las zanjas, Peña insiste en aclarar su interpretación
sabemos todavía mejor. Los jóvenes, en ahí, en José León Suárez, veintiocho cadáve- del bonapartismo. Se sabe: este concepto lo
suma, desoían los consejos de sus padres y res, los que prohibieron al peronismo, los utiliza Marx en su texto El 18 Brumario de
los de los teóricos de la revista Contorno. O “democráticos” que hasta prohibieron pro- Luis Bonaparte. Básicamente expresa el
de otros teóricos clasistas que la tenían clara nunciar el nombre de Perón, el de Evita, los comportamiento de la pequeña burguesía
por conocer la ciencia de la revolución. que sellaron nuestra entrada al Fondo francesa en los laberintos del Coup d’Etat
Importa marcar lo siguiente: observemos Monetario Internacional, la vieja oligarquía por el que el descendiente del verdadero, del
que el malentendido en un aggiornamento de la mano de la Iglesia y de la clase media gran Bonaparte, del opulento emperador
de la teoría de la manipulación del ’45. Así ilustrada, de los intelectuales de izquierda que se coronó a sí
como los migrantes (por inexperiencia) que se juntaron con los vivaban mismo y llevó
habían seguido la demagogia de Perón en “¡Cristo Vence!” bélicamente
lugar de elegir conducciones clasistas, los y no fue- por medio
jóvenes de los ’70 elegían a Perón también mundo los
por inexperiencia, por “no conocerlo”, por principios de
no haber vivido bajo su gobierno, o la Revolución
por no haber leído a los grandes Francesa
teóricos del marxismo. Así, hasta hundir-
tan ingenuos, tan virgi- se, como
nales como los jóvenes Hitler, en las
migrantes (aunque no redes del Gene-
cabecitas negras,
sino militantes de
clase media, chi-
cos del secun-
dario o estu-
diantes de las
universidades)
creían (mal-
entendían) que
Perón era un
líder revolucio-
nario cuando era un reaccionario,
un fascista, o, en el mejor de
los casos, un líder bur-
gués. No vamos a
entrar ahora en la
complejidad de
esta cuestión.
Pero –algo pro-
vocativamen-
te– digamos: la
izquierda peronista
se puso la máscara peronista. Perón se
puso la máscara socialista. Así, mintiéndo-
se, se entendieron. Luego, llegó el momento
de sacarse esas máscaras. Y el rostro que
apareció fue el de la Muerte.
En cambio, ustedes, los maduros,
los adultos, ustedes sí que entendie-
ron bien. Por eso resulta inacepta-
ble que gente como “esa”, ¡que tan
mal entendió la historia!, esté ahora
gobernando el país. ¡Todos Monto-
neros, además! Mienten y saben que
mienten. Este no es un gobierno de
montoneros, aunque algunos que ahí estu-
vieron estén ahora aquí. Este gobierno –que
durante estos días se ha ido– tuvo muchos
defectos y muchos aciertos. Pero lo que les
irrita no es que sea un “Gobierno Montone-
ro”, sino que les meta en cana a militares
asesinos, a curas torturadores, que León
Ferrari se ría de Bergoglio y de la gorila ’84,
Carrió. Con todo, durante estos días asume
Cristina F, y por ahí les arruina la fiesta:
termina con el peronismo y empieza algo
III
ral Invierno, gran aliado de los rusos, se adueñó ¿Por qué no vieron Codovilla, Rodolfo Ghioldi, bién la constitución de las subjetividades. Los
del poder en la París de 1851. Aclaremos que Américo Ghioldi o José Peter que ahí estaba la migrantes, los negros, los cabecitas, habían
Bonaparte –pese a sufrir la misma derrota que materia prima de la revolución socialista? No se encontrado en Perón al único que sabía dirigirse
sufriría Hitler en el invierno ruso– no era lo pregunta Peña, aunque señala las falencias de a ellos. Al único que los escuchaba. Que nadie
Hitler. En medio de su megalomanía, de su aquéllos. Se obstina, sin embargo, es afirmar se pregunte si Perón era bueno o era malo, si era
expansionismo rayano en el delirio, expresaba el que “Perón hizo abortar”. Oigamos bien: hizo generoso o si manipulaba a los migrantes. Yo no
avance de la burguesía capitalista. Bastó su abortar. “Canalizando por vía estatal las deman- dudaría de la generosidad pasional de Evita,
derrota para que regresara lo peor, lo más rancio das obreras, el ascenso combativo del proletariado pero ella no era una estratega. Todo lo abordaba
de la monarquía, la Santa Alianza, de la mano argentino, que se hubiera producido probable- pasionalmente. Perón no. Había escrito un libro
sagaz de Metternich. No es ésa, con todo, nues- mente al término de la guerra. Porque es eviden- de estrategia y táctica militares. Se dijo: lo
tra historia. ¿Qué uso, aquí estábamos, le da te que si Perón no hubiera concedido mejoras, nuevo aquí, la palanca con que moveré el
Peña al concepto de bonapartismo y por qué lo el proletariado hubiera luchado por conseguirlas mundo, son estos obreros con nula o escasa
aplica al proyecto peronista? Afirma que el régi- (...). El bonapartismo del gobierno militar pre- experiencia sindical. Eso se llama construcción de
men surgido del golpe de junio del ’43 era servó, pues, al orden burgués, alejando a la clase poder. En una coyuntura histórica en que el
bonapartista “porque no representaba a ninguna obrera de la lucha autónoma, privándola de único que no está devorado por el “aliadofismo”
clase, grupo de clase o imperialismo, pero extra- conciencia de clase, sumergiéndola en la ideolo- echa una mirada al país, una mirada virgen, sin
ía su fuerza de los conflictos de las diversas cla- gía del acatamiento a la propiedad privada capi- anteojeras, una mirada que busca al sujeto con
ses e imperialismos” (Ibid., p. 68). La cuestión talista” (Ibid., p. 71. Cursivas nuestras). Años el que se pueda hacer avanzar la historia, gana.
es así: la candidatura de Patrón Costas se elige más tarde, el ERP acusará a Cámpora (¡a Cám- Ganó Perón. Y no es tan cierto que le hizo un
en la Cámara de Comercio Argentino-Británica. pora!) de entregar a la clase obrera a la patronal favor a la burguesía, a las clases dominantes. Al
La vieja oligarquía, por medio del fraude, se y al imperialismo e impedir su lucha por el contrario, las llenó de odio. ¿O por qué el impe-
preparaba otra vez para gobernar. Nadie podría poder. El texto es de mayo de 1973 y es (en lo rialismo agredió tanto a Perón? Ya habían gana-
frenarla. La burguesía industrial era muy débil. que aquí atañe) el siguiente: “Si Ud. Presidente do la guerra. ¿En qué podían perjudicarlos las
El proletariado era muy joven y no tenía organi- Cámpora quiere verdaderamente la liberación veleidades “fascistas” de Perón? ¿No veían en
zación. Los militares deciden intervenir y cubren debería sumarse valientemente a la lucha popu- cambio que ese “fascista” les estaba haciendo, en
el papel histórico que debió desempeñar la burgue- lar: en el terreno militar armar el brazo del pue- la Argentina, el más grande de los favores, el
sía. Nadie, sin embargo, ve con claridad el cua- blo, favorecer el desarrollo del ejército popular que no les hacían las clases dominantes ni los
dro de situación. Los militares del GOU no son revolucionario que está naciendo a partir de la buenos comunistas aliadófilos? ¿Por qué no vio
obreristas. Celebran el aniversario del golpe uri- guerrilla y alejarse de los López Aufranc, los el Departamento de Estado que Perón era el
burista del 6 de septiembre. Sueñan con los Altos Carcagno y Cía., que lo están rodeando para único que podía frenar una revolución obrera
Hornos, con la siderurgia. Los comunistas son utilizarlo contra el pueblo; en el terreno sindical en la Argentina? Porque tal cosa era un dislate.
aliadófilos. La oligarquía es aliadófila. Los estu- debe enfrentar a los burócratas traidores que Perón, en cambio, se proponía desarrollar algo,
diantes son aliadófilos y sólo ven a una pandilla tiene a su lado y favorecer decididamente el que si bien no era una revolución comunista,
de nazis en el nuevo gobierno. No podían ver desarrollo de la nueva dirección sindical clasista era altamente irritativo para los intereses nortea-
otra cosa. ¿Qué estudiantado era ése? Era el estu- y combativa que surgió en estos años de heroica mericanos: les estaba dando poder a esos maldi-
diantado de los patrones, que estudiaban para lucha antipatronal y antidictatorial, enfrentada a tos negros que habían colmado Buenos Aires.
ser los abogados, los arquitectos, los ingenieros la burocracia cegetista; en el terreno económico Peña lo confiesa: “En 1945 (escribe) llegó a su
de los patrones. Los obreros no entraban a la realizar la reforma agraria, expropiar a la oligar- más alto grado la campaña que desde tiempo
Universidad, que se manejaba con los valores de quía terrateniente y poner las estancias en atrás llevaban contra el gobierno militar, y con-
libertad y democracia que los aliados defendían manos del Estado y de los trabajadores agrarios; tra Perón en particular, la burguesía argentina
en Europa. Atención ahora: siempre, de un expropiar para el Estado toda gran industria, toda, vastos sectores de la clase media y Estados
modo agobiante, irrecuperable ya, se ha señala- tanto la de capital norteamericano como euro- Unidos (...). La prensa norteamericana rebosaba
do el carácter barbárico del peronismo porque peo y también el gran capital argentino, colo- amenazas contra la Argentina y la gran prensa
los tempranos obreros que adhirieron a su causa cando las empresas bajo administración obrero- argentina las reproducía con satisfacción. La
lanzaron la consigna Alpargatas sí, libros no. El estatal, estatizar todos los bancos de capital pri- burguesía en pleno se sumaba a los Estados
clasismo, el culturanismo de élite de nuestra oli- vado, tanto los de capital imperialista como de Unidos, horrorizada por el obrerismo de Perón.
garquía y de nuestras clases medias (que se mue- la gran burguesía argentina” (Por qué el Ejército La oposición antiperonista más enérgica proce-
ren por el ascenso social, es decir, por ser oligar- Revolucionario del Pueblo no dejará de combatir). día de la burguesía industrial, y ello por razones
cas) ve en esa consigna un desdén por la cultura. Esto era un delirio en 1973. Cuando Perón fundamentales. La industria era el sector que
Oigan, un obrero no entraba en la Universidad. regresa lo hace dentro de un encuadre que la más intensamente necesitaba el capital nortea-
En la Universidad están los libros. Los libros, militancia de izquierda se empeña en negar: mericano. (...) Y sentía verdadero terror ante la
por consiguiente, no eran para los obreros. Eran regresa condicionado. La condición es ordenar el organización de las masas obreras, aunque fueran
para los estudiantes, para los hijos de las clases país. Lo que significaba terminar con la guerri- dirigidas desde la Casa de Gobierno” (Ibid., p.
acomodadas. Los libros los agredían. Los libros lla. (Que nadie se preocupe: veremos con tanta 75. Cursivas nuestras).
eran, para ellos, un lujo de clase, un lujo inal- exhausitividad esta etapa –1973-1976– que La industria que el peronismo habrá de desa-
canzable. Los negaron. Los negaron porque nada quedará en eso que solía llamarse “el tinte- rrollar –por medio de su sagaz ministro de Eco-
ellos, los libros, los negaban a ellos, porque esta- ro”.) En el ’45 la clase obrera sólo podía organi- nomía, Miguel Miranda– habrá de ser la indus-
ban en manos de los estudiantes que vivando a zarse creando sus propios líderes revolucionarios tria liviana. Esta habrá de adherir al proyecto
la democracia y a la libertad y a los aliados los o remitiéndose a los de los partidos que la repre- peronista. Luego, durante mucho tiempo, se le
despreciaban como a negros incultos. Entonces sentaban, sobre todo el comunista. La creación reprochará a este primer peronismo no haber
dijeron: libros no. Por otra parte, ¿qué factor de de líderes revolucionarios habría sido demasiado desarrollado la industria pesada. Pero el “coronel
identificación tenía el pobre migrante que acaba- lenta y la burguesía habría derrocado a Perón y sindicalista” necesita nuclear y organizar a sus
ba de llegar del campo, el cabecita que sólo reci- contraatacado triunfalmente. No lo hizo porque bases, a los jóvenes obreros. Necesitaba darles tra-
bía el desdén de los cultos? Lo suyo era la alpar- los obreros respaldaron a Perón, que fue el bajo. La industria pesada no requiere mucha
gata. Entonces dijeron: alpargatas sí. La consig- único que supo verlos como lo que eran: el mano de obra. La liviana, sí. De modo que el
na, en suma, decía: nosotros sí, ustedes no. O más nuevo sujeto político. En cuanto a los líderes del desarrollo de ésta fue el instrumento político para
exactamente: Nosotros, los que usamos alpargatas, Partido Comunista, dependían todos de la dar inmediato trabajo a los migrantes. Y, con
sí; ustedes, los que leen libros, no. Quedó enton- Unión Soviética, de Josef Stalin, a quien poco le ello, cobertura política. Había que captar a ese
ces eso que quedó: alpargatas sí, libros no. Era habría interesado una revolución en el Cono contingente. No dejarlo a la deriva, “disponible”.
un enfrentamiento de clase y hasta de color de Sur que perjudicara a su aliado norteamericano. Los militares del GOU, los nacionalistas, los filo-
piel. Para colmo, para mayor irritación de los Es hablar en el aire. Es diseñar lo imposible. No nazis, habrían desarrollado la siderurgia. Pero
estudiantes (que, en esto, tenían razón), los tor- es ni siquiera “seamos realistas, pidamos lo habrían tenido algo inesperado: serios problemas
pes, filonazis militares del GOU, llenan las Uni- imposible”. Los migrantes habrían escuchado obreros. No habrían podido darles trabajo a los
versidades de profesores católicos, de ultramon- con una mezcla de asombro e incredulidad la migrantes. Habrían tenido que reprimirlos. Aquí
tanos, cultores trasnochados de esencias y de poética consigna de los jóvenes franceses de la habría surgido acaso esa “revolución” que –se
categorías aristotélico-tomistas. Todo mal. burguesía estudiantil, protagonistas de una dice– Perón controló. Vemos que de haber triun-
Nadie veía al sujeto que habría de protagonizar revolución en la que nadie murió. (Nota: Ver el fado los filonazis, de haberse impuesto al obreris-
la nueva historia. “En septiembre de 1943 (escri- cuento memorable del peruano Bryce Echeni- mo de Perón y crear altos hornos, siderurgia,
be Peña), el Partido Comunista, que controlaba que, “La más bella muerte del Mayo francés”. El acero, hoy viviríamos en una Argentina socialista.
al gremio de la carne, cortó sus últimas amarras fue su testigo porque, en medio del caos de los O, al menos, habría existido una experiencia
con la clase obrera, entregando al gobierno una jóvenes iracundos y para escabullirse de tanto revolucionaria, un asalto al poder o huelgas salva-
gran huelga de los frigoríficos para no perturbar barullo, se metió en un cine a ver Madigan, for- jes, incontrolables, en esa Argentina del ’45. En
a las empresas anglo-americanas, aliadas de la midable film policial dirigido por Don Siegel y fin, suena muy improbable este relato armado
URSS” (Ibid., p. 70). Insiste Peña en la inocen- protagonizado por Richard Widmark, quien entre altos hornos y obreros sin trabajo y revolu-
cia, en la condición virginal de los migrantes. muere de un modo inolvidable, a lo grande. Esa cionarios. Tan improbable que nunca fue. Por el
Cae aquí en un lugar común de los análisis del es, para Alberto Bryce Echenique (1939, Lima), contrario, Perón dio desarrollo a la dinámica
PROXIMO período: a los migrantes, a los obreros nuevos, la más bella muerte del Mayo francés. Ver: industria liviana, creó miles y miles de puestos de
DOMINGO se los pinta tan inocentes que ciertas veces pare- César Aira, Diccionario de autores latinoamerica- trabajo y ahí estuvieron los migrantes, con sindi-
cen abiertamente idiotas. La finalidad es demos- nos, Emecé-Ada Korn, Buenos Aires, 2001, p. catos, abogados, delegados fabriles, aguinaldo,
PRIMERA PARTE trar que Perón se aprovechó de ellos. ¿Por qué 102.) La historia se desarrolla por medio de las viviendas dignas y vacaciones pagas. Así, cual-
La nación en armas no se aprovecharon los dirigentes comunistas? materialidades con que cuenta. Importa tam- quiera se olvida de la revolución comunista.

IV Domingo 16 de diciembre de 2007


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


5 Cuestiones de método:
el umbral de la
conciencia política

Suplemento especial de

Página/12
ay algo muy delicado en todo Estado de Bienestar peronista constituye a su que a luchar por ellas en contra de un Estado

H esto. Requiere una rigurosa


atención. El historiador mar-
xista (célebre, colmado de
prestigio) Eric Hobsbawm
escribió un libro sobre los que llama rebeldes
primitivos. Tiene algunos años y alguna vez, en
otra parte, me ocupé de él. Pero se reedita
sujeto social. Esto lo veremos al ver los ’70. El
proletariado peronista ofrecía “la vida por
Perón” pero no le fue necesario arriesgar la vida
ni por una sola de las cosas que el Estado peronis-
ta le dio. El 1º de Mayo –fecha rigurosamente
celebrada por el peronismo– se transformó en
una fiesta. No en una jornada de lucha. No
patronal burgués es indubitablemente cierto. Y
tendrá enorme importancia siempre. Pero el
coronel sindicalista no le arruinó la fiesta a
nadie. No derrotó a ningún nucleamiento
revolucionario, no le restó bases sociales a nin-
gún encuadramiento clasista que tuviera una
ideología de reemplazo al capitalismo agrario y
como si sus verdades fueran eternas. Y, en ver- había nada por qué luchar bajo Perón o con ganadero de la oligarquía. ¿O la tenían Codo-
dad, no critico que se reedite. Sus verdades Perón. Perón cumplía. La clase obrera recibía villa, Ghioldi o José Peter? No, esperaban
son dignas de ser siempre discutidas y analiza- los frutos de su palabra verdadera. órdenes de Stalin. Y Stalin se habría cortado
das, sean o no “eternas”. Hobsbawm habla de O sea, en la medida en que se desarrollan las un brazo antes de hacerle a Estados Unidos
los movimientos primitivos y encuentra en fuerzas de producción capitalistas crece la –su aliado– una revolución comunista en la
ellos una fase prehistórica de agitación social. posibilidad del surgimiento y desarrollo de la Argentina. Así, los migrantes sólo lo tuvieron a
Serían nuestros migrantes. Preguntemos: ¿por conciencia política. Hobsbawm establece una Perón. De esta forma nació la clase obrera
qué son primitivos? Porque no han traspasado linealidad histórica, muy de cuño marxista, peronista. Con ese nacimiento nacieron –tam-
“el umbral de la conciencia política”. ¿Cuál es una teleología, un necesario decurso histórico bién– sus alcances y sus límites. Que la
ese umbral? ¿Qué elementos lo constituyen? (algo que los posestructuralistas del estilo de izquierda peronista ignoró en la década del
Tienen que ser tramados por relaciones de Michel Foucault o, antes de él, Heidegger y setenta al creer que había ido más allá de ellos.
producción capitalistas. O sea, un movimiento luego los posmodernos se encargarán de ani- Esos límites habían permanecido. El pueblo
deja de ser “primitivo” cuando el capitalismo quilar prolija y placenteramente). El decurso peronista buscó siempre el amparo del Estado,
se hace cargo de él. Toda rebelión social será histórico que plantea Hobsbawm es el que la conducción de su líder y –tal como Perón se
ahora superior. El esquema sigue al de Marx. sigue: Desarrollo de las fuerzas productivas = lo señaló aun en medio de las coyunturas más
Lo moderno es la occidentalización. “En desarrollo del capitalismo = desarrollo del impe- terribles– sus espacios de identidad y pertenencia
suma: los movimientos primitivos sólo pueden rialismo = surgimiento y desarrollo de la concien- fueron siempre el trabajo y la casa. La consig-
trasponer el umbral de la conciencia política cia política del proletariado. Esta conciencia na –dirá Perón en las jornadas más terribles
en la medida en que sean penetrados por las política se estructura del siguiente modo. del ’55– es la de siempre: “De casa al trabajo y
fuerzas y relaciones de producción capitalistas del trabajo a casa”. También el 21 de junio de
y sus ideologías de avanzada” (J.P. F., Estudios ORGANIZACIÓN SINDICAL 1973, al día siguiente de la tragedia de Ezeiza,
sobre el peronismo, Legasa, 1983, Buenos Aires, Y COOPERATIVA habrá de exigir (dirigiéndose muy claramente
p. 27). Lo que Hobsbawm llama “ideologías a la izquierda peronista): “Es preciso volver a
de avanzada” son, sin más, el socialismo. En CLASE OBRERA INDUSTRIAL lo que en su hora fue el apotegma de nuestra
Europa, el socialismo (el marxismo) es una creación: ‘De casa al trabajo y del trabajo a
“ideología de avanzada” del capitalismo pues ORGANIZACIÓN POLÍTICA casa’. Sólo el trabajo podrá redimirnos de los
éste lo produce. No habría marxismo o socia- desatinos pasados” (Roberto Baschetti, compi-
lismo sin un desarrollo frondoso y suficiente PARTIDO DE MASAS .......................... Programa lador, Documentos 1973-1976, De Cámpora a
del capitalismo que sea capaz de generarlo. La Ideología la ruptura, volumen 1, Ediciones de la Cam-
frase se presta a cierta confusión. Pero en esa pana, La Plata, 1996). Es difícil no verlo. En
“confusión” radica su más honda transparen- Esta es la estructura básica de una clase obre- la historia mundial de la clase obrera esa con-
cia. El socialismo no es una “ideología de ra autónoma. No lo fue la peronista porque su signa (que pide a los obreros que solamente
avanzada” del capitalismo. Es la ideología que Organización sindical y cooperativa fue orga- vayan al trabajo y luego a sus casas) no perma-
viene a superarlo, a dejarlo atrás en ese movi- nizada desde el Estado. También su organiza- necerá entre las más revolucionarias. “Todo el
miento dialéctico que Marx toma de Hegel y ción política al reemplazar al Partido Laborista poder a los Soviets”, sin ir más lejos, la supera.
que es el Aufhebung: lo que supera conservan- por el Partido Peronista. Su Programa y su Pero –más allá de las ironías– la consigna de
do. El socialismo es una “ideología de avanzada” Ideología, al ser una clase obrera heterónoma, Perón era la del pueblo peronista, al que Perón
del capitalismo pero ese “avance” significa que constituida desde arriba, en exterioridad, no conocía muy bien. “De casa al trabajo y del
por él es que lo supera, lo reemplaza revoluciona- son los suyos. Son los de la estructura bona- trabajo a casa” expresaba lo que Perón había
riamente. De aquí se deduce que una sociedad partista que tiende a la conciliación de clases conseguido para el pueblo y lo que habría de
que no haya desarrollado acabada, completa y bajo la tutela del Estado. Esto habría sido el garantizarle siempre: un trabajo digno y una
totalmente su proceso capitalista no habrá de peronismo. Notemos que el análisis es similar vivienda digna. Hoy, por ejemplo, ése es un
generar la ideología que, surgiendo de él, sea al que Marx hace con relación a las colonias. ideal imposible. Hoy es impensable la clase
capaz de superarlo. He aquí la diferencia entre Es la racionalidad europea (encarnada por el obrera peronista porque es impensable el Esta-
los movimientos políticos y los prepolíticos. desarrollo del capitalismo) la que permite, do de Bienestar. Un Estado que –entre 1946 y
Como los jóvenes migrantes del cuarenta penetrándolos, que los movimientos pre-polí- 1955– aumentó la participación de los obreros
recién llegaban del interior a formar parte de ticos traspasen el umbral de la conciencia polí- en el Producto Bruto Nacional un 33%. Para
un capitalismo en cierne que los recibía para tica. El problema de este esquema es que hace, hacerlo hoy habría que hacer una revolución
desarrollarse resulta claro que Hobsbawm y los legalizándolo, del capitalismo una fuerza histó- completa, absoluta, sangrienta. Porque desde
rigurosos marxistas que habrán de manejarse rica de “civilización” que, al penetrar a la “bar- la caída de Perón las clases hegemónicas lucha-
con estos conceptos que Marx sistematiza barie”, hará surgir al moderno proletariado ron por disminuir esa participación escandalosa
tanto en el Manifiesto como en El Capital (no que se liberará a sí mismo y, consigo, a las de la clase obrera en las ganancias del país.
hay corte entre ambos libros dado que Marx otras clases. Con estos esquemas se han segui- Finalmente, para conseguirlo, tuvieron que
cita textos del Manifiesto en El Capital dándo- do manejando los marxismos argentinos. Si no matar treinta mil personas e instaurar el Esta-
los como verdaderos y sin arrepentirse de ellos, los revisáramos, si no los cuestionáramos, do neoliberal de Martínez de Hoz que Menem
motivo para el cual no tenía motivos) no podí- nuestra tarea no iría en busca del punto más y Cavallo llevaron a su más perfecta expresión.
an sino ver en los “trabajadores nuevos” a pro- hondo de la cuestión. Esta historia, como vemos, es complicada.
tagonistas de un movimiento prepolítico, un Me permitiré insistir en un punto teórica- Expresar esta complicación es exactamente
mero pasaje del ámbito rural al ámbito urba- mente central: ¿estaban los migrantes del ’43 nuestro propósito. La experiencia del primer
no, que es la característica esencial de los capacitados para transformarse en el proleta- peronismo pueda acaso parecerse a la del var-
movimientos populistas, que se distinguen por riado revolucionario que diseña Hobsbawm guismo, pero aun así es distinta. De lo que
ser movimientos de transclase, tal como lo como fruto maduro del desarrollo capitalista? difiere por completo es de los procesos de
sería este peronismo de los inicios: de lo rural Hobsbawm habla del proletariado británico. adaptación del proletariado europeo a la eco-
a lo urbano. De peones a proletarios. No pose- Ahí, el capitalismo llevaba siglos de desarrollo. nomía capitalista. Pretender estudiarla según
edores aún de las ideologías de avanzada del Ahí podía surgir un Marx y escribir –a pedido esos parámetros es condenarse al error. O a la
proletariado moderno, estos migrantes primi- de la Liga de los Comunistas, en 1848– un diatriba. O a interpretaciones que hacen de un
tivos no podían sino caer en manos del caudi- Manifiesto comunista. Pero los migrantes Perón un demagogo o un hábil manipulador y
llo populista que los esperaba en la ciudad, recién llegaban a la urbe desde el interior rural. de los obreros un material virgen, fácilmente
con sus mejoras y sus sindicatos. He aquí Recién salían del mundo feudal y llegaban al manejable por ese astuto “coronel sindicalista”
–resumida y creo que bien resumida– la esen- ámbito urbano. El que los recibió, el que les que captó a los obreros para la “causa de la
cia de todas las posturas marxistas sobre el habló, el que los respaldó, el que les dio apoyo burguesía”. Ni hablemos de la torpeza teórica
populismo peronista, que acabarán haciendo político fue Perón. Es verdad, los obreros no que implica tomar al marxismo como la ratio
de éste una enajenación de la conciencia obre- lucharon por sus conquistas. Se las dio Perón occidental que, en la medida en que penetra a
ra por su inevitable carencia de conciencia de y por eso lo ungieron su líder. Pero todos los los movimientos pre-políticos, los eleva hacia
clase o por los resabios de patronazgo que, otros sujetos de ese país del ’43/’45 –y si hace- la luz de las verdades del proletariado auténti-
arrastrados del ámbito rural al urbano, los lle- mos, creo que lo hemos hecho, un corte sin- co. ¿Qué razón es la razón occidental? Es la
varían a entregarse a un líder en lugar de desa- crónico de esa estructura, se ve más que clara- que condenaron Nietzsche, Freud, Adorno,
rrollar una política autónoma. En suma, ideo- mente– estaban incapacitados para inteligir, Horkheimer y Heidegger. Marx creyó que ella
lógica y políticamente es poco lo que cambia: para comprender a los migrantes. Para darles llevaría a los obreros a la liberación de los
se reemplaza al patrón rural por el líder ur- cobertura política. Se los ganó Perón. Que el hombres y los llevó hacia nuevas formas de
bano. No es que yo critique este esquema. “pueblo peronista” haya conquistado su iden- sometimiento. Los socialismos del siglo XX
Tiene puntos de verdad. Sobre todo aquel que tidad como un pueblo más acostumbrado a hirieron de muerte esta idea generosa de la his-
nos permitirá explicitar la pasividad con que el recibir sus conquistas del Estado benefactor toria, pero ella llevaba el germen de la destruc-
II
ción al haberse incluido en el desarrollo de la podido, pero tampoco se lo propuso. Una veces, iba de excursión, a curiosear un poco)
racionalidad burguesa poniéndola cabeza cosa, sin embargo, condicionó la otra. ¿Con recuerdo las fotos de Perón y de Evita. Y mi
abajo. Lenin vio que el desarrollo del capitalis- qué iba Perón a expropiar a los Bemberg? viejo no era peronista. Pero esas fotos eran
mo no encaminaba al surgimiento del “prole- (Crítica que la izquierda alegremente le hará obligatorias. Y algo inolvidable. Esto sí fue el
tariado enterrador de la burguesía” sino al durante años.) No los expropió, pero los obli- miedo. Era el 31 de agosto de 1955. Con tres
proletariado de las trade-unions, de los sindica- gó a lidiar con una clase trabajadora insolente, amiguitos jugábamos al Estanciero en la mesa
tos que, en tanto parte del sistema capitalista, insumisa y delatora. El tema de la delación es del comedor. Un poco más allá, sentados en
sólo deseaban no cambiarlo, sino negociar constante entre los “demócratas” que critican los sillones, mis padres y mi hermano mayor
dentro de éste sus mejoras. Haber “importa- al peronismo. Claro que había “delación”. escuchaban el discurso de Perón. Fue ése en
do” a la Argentina la teleología del Manifiesto Puede estudiarse el fenómeno en la Amalia de que dijo que un peronista podía matar a otro
llevó a malentender el siglo XIX y a ver en el José Mármol. (Libro, por otra parte, indispen- que no fuera peronista ahí donde lo encontra-
peronismo un movimiento anti-obrero. sable para entender al peronismo y al país en ra. Y que por cada uno de los nuestros que
que vivimos.) El joven romántico Daniel caiga caerán cinco de ellos. Terminó el discur-
OBRERISMO Y CONCIENCIA Bello le susurra a Amalia: “Oye, Amalia (...) so y mi padre nos reunió a todos alrededor de
ANTIPATRONAL en el estado en que se encuentra nuestro pue- la mesa. Yo no entendía mucho, pero enten-
El peronismo no fue anti-obrero. Fue obre- blo, de una orden, de un grito, de un momen- día que algo grave había sucedido porque papá
rista. No le dio a la clase obrera una concien- to de malhumor, se hace de un criado un ene- estaba muy serio, preocupado. Por fin dijo
cia de clase pero sin duda le dio una conciencia migo poderoso y mortal. Se les ha abierto la una frase que nunca olvidé: “Escuchen bien: a
antipatronal. “Mañana es San Perón/ Que tra- puerta a las delaciones, y bajo la sola autoridad partir de hoy somos todos peronistas”. Desde
baje el patrón”, se gritaba a voz en cuello en la de un miserable, la fortuna y la vida de una ese día todos tuvimos miedo. Pero no sólo por
Plaza de Mayo. (Nota: Es notable el carácter familia reciben el anatema de la Mazorca (...) lo que Perón había dicho. Por los otros, por
antipatronal del decálogo que se les entregó a los negros están ensoberbecidos” (José Már- sus enemigos también. Habían bombardeado
los peones de campo para las elecciones de mol, Amalia, Centro Editor de América Lati- la Plaza de Mayo. Ese día, papá tardó mucho
febrero del ’46: “No concurra a ninguna fiesta na, Buenos Aires, 1967, tomo I, p. 29). Más en volver. Siempre que regresaba del centro
que inviten los patrones el día 23 (...) Si el adelante, María Josefa Ezcurra, dibujada por tomaba el 76 en Chacarita y llegaba, por ave-
patrón de la estancia (como han prometido Mármol como un insecto enorme y malolien- nida Forest, hasta Echeverría. Ahí se bajaba y
algunos) cierra la tranquera con candado, te, dirá: “Ahora somos todos iguales. Ya se caminaba una cuadra hasta casa. El 16 de
¡rompa el candado o la tranquera o corte el acabó el tiempo de los salvajes unitarios, en junio de 1955 me senté en el cordón de la
alambrado y pase a cumplir con la Patria! Si el que el pobre tenía que andar dando títulos al vereda de Avda. Forest y Echeverría y lo espe-
patrón lo lleva a votar, acepte y luego haga su que tenía un frac o un sombrero nuevo, por- ré durante horas. Tenía doce años. Y ya no era
voluntad en el cuarto oscuro. Si no hay auto- que todos somos federales (...). Y ser todos un niño de esa “patria de la felicidad” que
móviles ni camiones, concurra a votar a pie, a iguales, los pobres como los ricos, eso es Fede- pinta Daniel Santoro.
caballo o en cualquier otra forma. Pero no ración, ¿no es verdad?” (Ibid., p. 312). Luego,
ceda ante nada. Desconfíe de todo: toda segu- al describir a un federal, descubrirá en su ros- EL TECNICOLOR DE LOS
ridad será poca”. Aquí, en este señalamiento al tro (o en su “fisonomía”): “El repugnante sello DÍAS GLORIOSOS
poder embaucador de los patrones (“¡descon- de la insolencia plebeya” (Ibid., p. 348). Este Sigamos con Peña. Sostiene la tesis de la
fíe de todo!”) está lo irritativo de este primer odio racial y de clase volveremos a encontrarlo revolución que Perón hizo abortar desde la
peronismo. Todo tenía que enfrentarse a en La fiesta del monstruo de Borges y Bioy, una Secretaría de Trabajo y que, fatalmente, se
semejante actitud. Los Estados Unidos, la oli- reescritura de El matadero. Retornemos a la habría producido si el joven proletariado
garquía, la burguesía industrial, los estudiantes delación. Se acrecentó en las postrimerías del hubiera tenido que luchar por ellas, arrancár-
cajetillas y el ilustrado grupo Sur, con la inefa- gobierno de Perón con los desdichados “jefes selas al Estado burgués, en lugar de recibirlas
ble Victoria, con Georgie y con Bioy, atónitos de manzana”, medida torpe, sin duda fascista, de éste como una dádiva, como un beneficio
ante este coronel nazifascista que venía a soli- que ponía al barrio en manos de un capataz de un Estado al que nosotros (no Peña) lla-
viantarles a los negros. “Amalia, los negros arbitrario. Penoso. Pero hubo un miedo muy mamos “benefactor” para unirlo a la
están ensoberbecidos”. Largo es el brazo de esa anterior a ése. En mi casa, que estaba en Bel- imagen keynesiana, dado que soste-
frase de Mármol. Comprendo a los que se grano R, en Echeverría y Estomba, en diago- nemos que Perón fue un mili-
opusieron al primer Perón porque el personaje nal a la iglesia San Patricio, y que fue, para mí, tar keynesiano y que ese key-
surgía con un ropaje terrorífico para los que niño de los “años privilegiados”, el hogar más nesianismo hizo lo mejor que
andaban con su corazón y su bandera aliadófi- cálido que jamás haya tenido, había una joven se podía hacer en ese
la y sus amores por la Francia humillada y las de nombre Rosario. Rosario era lo que se lla- momento por los
glorias guerreras de Gran Bretaña, la dignidad maba “la sirvienta”. Era muy buena. Era la obreros pero los
de su Reina y los rugidos de su magnífico león cocinera. Otra señora se encargaba de la lim- modeló con una
de la batalla, de la sangre, del sudor y de las pieza. Mi vieja, que recuerde, limitaba su –digamos– mate-
lágrimas, el espléndido Churchill. Pero, al laboriosidad a indicarles sus tareas. Mi viejo ria prima que les
margen de sus anteojeras aliadófilas, odiaron a era médico pero había largado la medicina habría de quitar
Perón porque odiaban desde los orígenes de la (jamás sabré bien por qué) y ahora tenía una combatividad.
nación a la clase social a la que Perón entrega- fábrica de metales, mediana, nada del otro Lo veremos
ba poder, desdén, insolencia, irrespetuosidad, mundo, pero próspera. Bien, voy a esto: el 26 en las Char-
altanería ante sus amos: a los negros, la chus- de julio de 1952 se muere Evita. Rosario esta- las de Mor-
ma, a los que habían nacido para servir y obe- ba en la cocina. Dan la noticia por la radio. disquito de
decer. ¿Qué era eso de sublevarlos contra sus Rosario se pone a llorar. Yo estaba jugando a Discépolo.
naturales patrones?) Y los industriales asistían no sé qué juego de la época en el comedor. Con su fres-
atónitos a los nuevos hechos que ocurrían, a Creo que armaba un Mecano o asaltaba un cura, su talento, el
las desobediencias, a las altanerías, a las bravu- fuerte con unos soldaditos. Mi madre andaba poeta le dirá a su
conadas de los obreros. Un obrero llevaba una por ahí. De pronto, no sé por qué alternativa adversario Mor-
carretilla y le faltaban diez metros para deposi- del juego, yo me largo a reír. Y se oye la voz de disquito, en
tar su carga en el lugar de destino. Sonaba la Rosario: “Que no se ría. ¡Que no le falte el quien había
sirena del descanso, del almuerzo o del regreso respeto a la señora!”. Mi madre me pegó un dibujado al
a casa y el obrero dejaba la carretilla en el mamporro durísimo y, en voz baja pero impe- perfecto contre-
punto exacto en que se hallaba. “¡Es el rativa, dijo: “¡Callate!”. Salió corriendo para la ra de la época,
colmo!”, exclamaban furiosos los patrones. cocina. Me acerqué, paré la oreja y escuché el que el peronismo
“Ni siquiera son capaces de recorrer diez diálogo. Rosario lloraba y a la vez decía: “Su estaba ganado una
metros más y terminar su tarea. Hacen su tra- hijo se está riendo, señora. Evita se murió y él
bajo como si nos lo regalaran.” Este era el se ríe. Se está burlando”. Mi madre, con
famoso “odio de clases” que Perón había miedo, trataba de calmarla: “Es un chico,
inculcado. Cuando la señora María Esther Rosario. Está con sus juguetes. No sabe lo que
Vázquez dice que Perón desarrolló una tarea pasa”. La “patrona” tenía que darle explicacio-
“demagógica” que llevó al país a “décadas de nes a la “sirvienta”. Eso era nuevo en el país.
odio” articula correctamente la visión de la El miedo de las clases poseedoras se acentuó
oligarquía. Perón les soliviantó a la negrada. con los jefes de manzana. (El de mi barrio
Evita les sublevó a las sirvientas. Y la tarea era resultó un buen tipo que nos ayudaba a
“demagógica” porque se aprovechaba de los remontar barriletes y hasta se prendió en un
ignorantes obreros en beneficio de los inconfe- partido de fútbol en el potrero de la vieja igle-
sables intereses del coronel fascista. Interpreta- sia, porque aún no habían construido la
ción que en muy poco difiere de la que ha nueva. Que es, sí, la iglesia en que mataron a
dado la “izquierda” con algo más de sofistica- los curas palotinos. Ni el barrio de tu infancia
ción. te dejaron sin sangre los militares de Videla,
Esa conciencia antipatronal fue el más alto impecables servidores de la oligarquía y de los
punto de conflicto que el peronismo estable- grupos financieros que tiraron a Perón. Ya
ció con la oligarquía. Nunca pretendió reem- veremos mejor todo esto.) Pero había rituales
plazarla como clase, expropiarla. No habría que cumplir. En la fábrica del viejo (yo, a
III
guerra y la ganaba para él, porque también él, el CONSTRUCCIÓN DE PODER Y opositores acallados. La Prensa –que era el órga-
contrera, ganaba esa guerra: “Y la estás ganando NUEVO SUJETO POLÍTICO no de la vieja, rancia, rencorosa, desbordante de
mientras vas al cine, comés cuatro veces al día y Creemos que no. Creemos, también, que esto odio clasista, oligarquía, eso que los muchachos
sentís el ruido alegre y rendidor que hace el no lo condena. No era un líder revolucionario. de los setenta llamaban, muy expresivamente
metabolismo de todos los tuyos. Porque es la pri- No quería darles el poder a los obreros. Quería, convengamos, “la puta oligarquía”– fue cerrada y
mera vez que la guerra la hacen cincuenta personas sí (y esto era una dura blasfemia en la Argentina expropiada. Una medida, qué duda cabe, pro-
mientras dieciséis millones duermen tranquilos por- que lo recibió en el ’45), que los obreros fueran fundamente antidemocrática, pero que cualquier
que tienen trabajo y encuentran respeto” (Las cursi- parte del poder. Gobernó, incluso, para ellos. Les revolucionario de izquierda habría tomado a lo
vas me pertenecen). Y más adelante estampa una dio lo que nadie les había dado. Y lo que nadie sumo antes de la media hora de tomar el gobier-
frase fenomenal, en la que resume lo que muchos les habría dado si no hubiera aparecido él, con su no. La policía peronista no era amable con esta
sentían, lo que era cierto para la mayoría de los esquema de construcción de poder ligado a benefi- gente. El 20 de agosto de 1945 la policía allanó
humildes: “Estamos viviendo el tecnicolor de los ciar a los pobres, a darles todos los derechos que el local de la Sociedad Rural. La noticia produjo
días gloriosos”. Si se quiere captar la esencia más les dio y que tanto odio despertaron. Hubo dos espasmos entre los redactores de La Prensa que
honda de este texto no hay que pronunciar técni- errores ante este hecho: 1) El de las concepciones dieron la noticia entre el estupor y la indignación
color. Menos todavía (como todos saben hoy) clasistas (tipo Milcíades Peña) que le reprochan ante este manotazo fascista. “Desde 1930 (escri-
technicolor. No: Discépolo decía “tecnicolor”. preservar el “orden burgués, alejando a la clase be Milcíades Peña con tono gozoso), los gober-
Así se decía en esos años. Nadie “traducía” nada. obrera de la lucha autónoma, privándola de con- nantes conservadores, criaturas incubadas en la
Las palabras exóticas se pronunciaban como las ciencia de clase, sumergiéndola en la ideología Sociedad Rural y el Jockey Club, habían hecho
decía el pueblo. “Firestone”. “Colgate”. ¡Coca del acatamiento a la propiedad privada capitalis- la apoteosis del sable policial, y ahora el sable
Cola y no Coke! No había Citiphone Banking ta” (Ibid., p. 71). 2) El de la izquierda peronista policial mandaba sobre ellos. Habían perseguido
por ejemplo. ¿Qué era eso? La Farmacia era la que creyó que ese “pueblo peronista” pelearía a la prensa opositora, y ahora era perseguida su
Farmacia y hasta la Botica. Pero no Pharmacity. por el socialismo, algo que le era totalmente propia prensa. Sometieron a las asambleas popu-
No Open 24 hs. En fin, esto ya se sabe. Discépo- ajeno. Además –y esto se olvida con excesiva fre- lares a la vigilancia de la policía; (ahora) sus salo-
lo y el peronismo de los cincuenta no estaban cuencia– ¿alguien imagina a Perón y a la clase nes se hallaban bajo la vigilancia de la policía.
globalizados. Pero los textos del vate de la tristeza obrera argentina derrotando al orden burgués y a Decretaron el estado de sitio, y el estado de sitio
de los ’30 tornado optimista irredento en los ’50 la propiedad privada capitalista en 1945/46/47 se decretaba contra ellos (...). Habían sofocado
(en una radio en que nadie podía contestarle, cuando Estados Unidos ya había salido de la todo movimiento de la clase obrera mediante el
algo que Discépolo debió medir) son trágicos: guerra? ¿Qué piensan que habrían hecho los poder del Estado; el poder del Estado sofocaba
expresan la pasividad del pueblo peronista. La Estados Unidos? Tenían ya elaborada la doctrina todos los movimientos de su sociedad. Se habían
“guerra” la hacen cincuenta personas: el Gobier- de la lucha contra el nazismo. La Argentina –sos- rebelado, llevados por el poder de su bolsa, con-
no, desde luego. Y, en tanto esas cincuenta per- tuvieron siempre– era una cueva de nazis. Poco tra los políticos yrigoyenistas; sus políticos fue-
sonas hacen la guerra, dieciséis millones duermen les habría costado esgrimir este aspecto de la ron apartados de en medio y su bolsa se veía
tranquilos. Pocas veces se expresó más clara y cuestión para intervenir directa o –sobre todo– saqueada” (Ibid., p. 76). No pocos problemas les
drásticamente la diferenciación entre un Gobier- indirectamente armando a quien hubiera que traía el peronismo a la Sociedad Rural y al Joc-
no y un pueblo que en algún momento acaso armar, respaldando con dinero o con una acción key Club pese a la condición militar de Perón y a
debiera defenderlo, ya que tan suyo era. El pue- diplomática feroz a los sectores oligárquicos, esa clase obrera cuyo rostro el Estado burgués
blo “duerme tranquilo” porque “tiene trabajo y conservadores, radicales y comunistas que se bonapartista había diseñado. De aquí el odio sin
encuentra respeto”. ¡Duerme tranquilo! ¿Ese era habrían alzado ante una revolución nazifascista límites que aflorará en las jornadas de junio y
el “pueblo peronista” al que la JP salió a pedirle en la Argentina. Ni hablar del aislamiento diplo- septiembre de 1955. La izquierda, entre tanto,
la revolución en los setenta? Y no digo esto para mático que tal intentona habría padecido. No todos esos dirigentes “socialistas” que figuran en
validar el foquismo de la guerrilla. No: si tenés sólo por parte de Estados Unidos, sino por parte el Diccionario de Horacio Tarcus (¡hasta Federi-
ese pueblo te adaptás a él. Te das una política de todo el mundo “libre”. ¿Una revolución enca- co Pinedo figura!), festejaba, en la palabra de
que contemple esos factores. Precisamente las bezada por un coronel “filonazi” en 1946? Esto Rodolfo Ghioldi, la reorganización del Partido
condiciones de posibilidad de constitución de la es trabajar en el aire. El primer peronismo hizo Conservador. Con estos “dirigentes” se iba a lle-
entidad “pueblo peronista” se ignoró por com- lo que hizo. Su jefe era un coronel. Raro que un var a cabo la “revolución” que el peronismo
pleto. Se creyó que las masas eran revolucionarias coronel encabece una revolución proletaria. Pero frenó o controló. No hay que perder más tiem-
porque iban a la plaza a gritar “la vida por fue el único que vio al nuevo sujeto de la Argenti- po: con el primer peronismo el joven proletaria-
Perón”. Era una frase retórica. Nada las había na de los cuarenta. En efecto: verticalmente, do argentino gana su dignidad, sus derechos, su
preparado para “dar la vida por Perón”. Si esta desde el Estado les dio todos los beneficios que ideología antipatronal y el sentido de ser parte
frase se hubiera tomado en serio la formación de tuvieron. Así consolidó su poder y convocó el de la nación con el mismo derecho con que lo
cuadros del peronismo debió apuntar a lo que amor de esa clase. Creó los sindicatos. A esos sin- eran quienes habían sido sus dueños “natura-
tardíamente intentó Evita: las milicias populares. dicatos (por ausencia de experiencia sindical) les”. Ya no lo eran. Un obrero valía tanto como
Hubo atisbos. Hubo barricadas obreras durante fueron los migrantes y no a los sindicatos socia- un oligarca. Y hasta valía más. Porque el obrero
el golpe de Menéndez en el ’51. Pero fueron atis- listas que no tenían figuras con carisma ni dis- tenía al Estado de su parte. Ese Estado era su
bos, excepciones. El “pueblo peronista” fue un curso adecuado para captarlos. De modo que Estado. Un obrero, además, la tenía a Evita.
pueblo feliz. De aquí que esa frase de Discépolo habrá que poner entre paréntesis si fue por Aún no hemos hablado de ella porque le dedica-
tenga tan elevado valor teórico: “Estamos viviendo “inexperiencia sindical” que no fueron a los vie- remos el espacio que merece, que requiere para
el tecnicolor de los días gloriosos”. He visto un jos sindicatos (lo que carga la responsabilidad en que el peronismo pueda ser explicado. Sin
bello film (tan hondo, tan bello que habré de los obreros jóvenes) o por la falta de lenguaje, Evita, el peronismo no se entiende. Evita es la
retornar sobre él) que lleva por título Pulqui, un por el stalinismo y la ausencia total de figuras que rompe con todos esos esquemas fáciles de
instante en la patria de la felicidad. Es la cosmovi- nuevas, al tono con los nuevos tiempos de los ver en el peronismo una mecánica traslación del
sión que del peronismo tiene el notable (o más sindicatos tradicionales (lo que les carga la res- fascismo italiano. No es que no fuera autorita-
que notable) artista plástico Daniel Santoro. El ponsabilidad a los viejos socialistas). Transformó ria. Era más autoritaria que Perón. Ella habría
peronismo fue la “felicidad”. Fue una etapa de al Partido Laborista en Partido Peronista. El fusilado a Menéndez. Ocurre que era una
plenitud. Esa temporalidad que también se des- coronel era autoritario. Le gustaba concentrar mujer. Una actriz. Que Perón comete el más
cribe en el Martín Fierro, en la que el gaucho poder. El Partido Laborista no era una creación transgresor de sus actos (acaso el único verdade-
tiene casa, prienda y hacienda. Como estamos suya, su héroe era Cipriano Reyes, al que castigó ramente “revolucionario”) al “meterse” con ella.
empezando esta enorme saga, este gran relato que luego duramente. (Nota: El destino de este buen Llevarla al Palco del Colón. Refregarla en la
es el peronismo nos podemos plantear provisoria- cuadro sindical fue particularmente penoso. No nariz fruncida de la oligarquía. De los militares
mente estas cuestiones que irán logrando, densi- hubo golpe de Estado antiperonista que no lo machistas. Ni Clara Petacci ni Eva Braun (por
dad (tragedia, sangre, dolor, cadáveres) a medida utilizara. La Libertadora lo llevaba por las fábri- darles el gusto a los que quieren que hablemos
que ahondemos en ellas. Pero verlas desde ahora cas para que mostrara a los obreros cómo la poli- de las mujeres de los dictadores nazifascistas)
nos permite saber hacia dónde vamos y proponer cía peronista lo había castrado. También lo usó hicieron política. Fueron figuras de salón o de
a la reflexión temáticas que necesariamente Onganía y también Lanusse. Y hasta Alfonsín. dormitorio. Eva fue un cuadro político de
habrán de desvelarnos, sorprendernos o paralizar- En 1983, la revista Superhumor sacó otra triste excepción y Perón no le puso frenos. Eva fue
nos por la angustia y la visión intolerable del nota a Cipriano titulada: “La picana no la inven- amada por los humildes como nadie en esta tie-
horror. Los días gloriosos del tecnicolor termina- tó el Proceso”. Era parte de la campaña radical rra. Como ninguno de los grandes machos de la
ron. Ese proletariado peronista no estaba listo que optaba por aliviar las culpas de la dictadura Argentina. Ni como Rosas, ni como Facundo,
para la guerra que le hicieron. Pero, hagamos la con tal de atacar electoralmente al peronismo. ni como Sarmiento, ni como Yrigoyen, ni como
pregunta: esos migrantes, ese proletariado joven, Ahí, en esa nota, un viejo Cipriano Reyes –que Perón. Nadie fue tan amada por el pueblo,
esos muchachos y chicas de piel oscura que tenían sólo en estas coyunturas volvía a cobrar una nadie fue tan odiada por la oligarquía. Ese
por primera vez casa, trabajo, vacaciones y hasta notoriedad que sin duda algún dolor le mitiga- hecho –indiscutido– tuvo raíces profundas,
orgullo, ¿no tenían derecho a vivir esa etapa antes ba– cumplía una vez más con narrar cómo había motivos racionales, emocionales y hasta religio-
de pasar a la otra, a la que no pasaron, a la de la sido torturado por la policía peronista. Ahora su sos. Pero –no vamos a negarlo justamente
combatividad para defender lo que el Estado les relato se ponía al servicio de la campaña de en este texto– que la oligarquía la haya odiado
había concedido? Y otra más: ¿se habría puesto Alfonsín. Todo muy triste. Sin duda, el peronis- (¡hasta el punto de escribir “Viva el cáncer” en
Perón al frente de una revolución o de una insu- mo lo torturó. Pero el uso que hicieron de él fue tanto agonizaba, en tanto se moría sufriendo!) y
PROXIMO misión popular? ¿Habría vencido al hombre de lastimoso.) No podía tolerarlo: debía ser peronis- que el pueblo la haya amado es un atributo, un
DOMINGO orden, al militar que siempre latía en él, al solda- ta. Fue una modalidad del régimen. Dado que, a privilegio que ningún político combativo o con-
do que se había educado en la disciplina, en el res- no dudarlo, se trató de un régimen. Las liberta- testatario ha tenido tan honda, tan soberana-
La caída de Perón peto al orden, en el odio a la anarquía? des democráticas fueron erosionadas. Los diarios mente, en este país.

IV Domingo 23 de diciembre de 2007


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


6 La caída de Perón

Suplemento especial de

Página/12
abemos que las narraciones no tie- peores se hicieron a partir de su caída? Hasta el notable. Bonasso ve todo con claridad: la Orga

S nen por qué ser lineales. Al contra-


rio, el quiebre de la linealidad
otorga prestigio a tantas narracio-
nes que sobran los escritores que
creen recibirse de genios por medio de ese mero
artilugio que ya Walter Benjamin reclamaba en
sus Tesis sobre filosofía de la historia (1940). Y
“héroe” de la defensa de nuestro petróleo ante la
“entrega” del peronismo, Arturo Frondizi (que
había escrito como parte de esa lucha un célebre
libro, Petróleo y política), suscribió durante su
malhadada presidencia concesiones petroleras
que lo entregaron al escándalo y a la melancolía
de la clase ilustrada que lo apoyó creyendo ver
actúa como un servicio de inteligencia. Sin
embargo, ¡decide seguir en ella y lamenta que
ese señalamiento fundamental que hizo conspire
contra sus posibilidades de ascenso! A ver, ensa-
yemos una expresividad inusual. Bonasso, yo te
conozco, vos me conocés. Sos un tipo bárbaro.
Seguís peleando, no te quebraste, estás en causas
que aún antes de esa fecha varios escritores habí- en él al político brillante que enterraría al valiosas para el país. Escribiste libros importan-
an impulsado. Pero los ensayos suelen ser linea- “populismo” peronista. En suma, eso que tes. Con perdón, seré franco (para eso es la
les. ¿Para qué ser lineales con el peronismo? No durante el gobierno peronista era escandaloso fue amistad y el respeto hacia vos): ¿tanto te sedujo,
estamos haciendo su historia. Ni su historia natural durante los gobiernos que lo sucedieron. te engañó, te encegueció ese conductor de esa
política, ni su historia social, ni su historia eco- Que el Contrato con la California desatara un Orga que, según vos veías con claridad, actuaba
nómica. Estamos haciendo su filosofía política. escándalo bajo el peronismo revela la existencia como un servicio de inteligencia? ¿Por qué mier-
Estamos tratando de pensarlo. Pongamos, de un gobierno que cuidaba los recursos prima- da tantos tipos valiosos como vos, Gelman,
entonces, que por el momento me he hartado de rios, la existencia del artículo 40 de la Constitu- Urondo, ¡¡¡Walsh!!!, se comieron la conducción
Milcíades Peña y (sin abandonarlo) incursiono ción del ’49. Luego, esos contratos se firmaron a de Firmenich? Ahí hay un punto negro. ¿Por
en otros autores. Cada uno de ellos ha dado su espaldas de todo el mundo, sin debates, casi sin qué se comieron a Galimberti? Perón no se
visión sobre el peronismo. ¿Dónde está la ver- resistencias. Frondizi es el mayor exponente de equivocaba cuando decía que el problema estaba
dad? ¡Ah, la verdad! Ese sí que es un tema. El este engaño, de esta palabra que se ofreció y fue en el horizonte directivo. No sé si –de haber
que crea tenerla no sabe qué es la verdad. La ver- luego burlada. (Nota: ¡Cuántos dolores han cau- dado un paso al costado ese “horizonte directi-
dad no es. Establecer la verdad sobre algo sería sado en este país a los sufridos intelectuales sus vo”– habría integrado a los militantes de la JP
matarlo, cosificarlo, darle un sentido definitivo adhesiones generosas a políticos en los que cre- porque nadie puede saber nada de esa época
entre los infinitos sentidos que sin duda tiene. yeron! Digámoslo sin vueltas: habrían merecido sangrienta e incierta, a veces impenetrable. Pero
El 17 de octubre hubo gente en la calle y al final mejor gente. La generación de Contorno habría ustedes, que los veían, ¿estaban ciegos? ¿No les
de la jornada un coronel de nombre Perón dio merecido algo mejor que al sinuoso Frondizi. bastó con el asesinato de Rucci? ¿No advirtieron
un discurso a una multitud reunida en la Plaza Los jóvenes peronistas del ’70 no merecieron al el delirio? ¿Quiénes eran? ¿Los marineros del
de Mayo. ¿Esto es una verdad? No, esto es un Perón que se vino con Isabel y el matarife de capitán Ahab, fascinados, como ellos, por la
hecho. Una verdad no es un hecho. Célebremen- López Rega, al Perón que lo puso a Alberto locura del jefe? (Subnota: en cuanto a los que
te –en una de esas frases martillo que tantas Villar (siniestro agente de contrainsurgencia for- hacen circular por la Red repulsas o juntan fir-
cabezas reventara– Friedrich Nietzsche dijo: No mado por la OAS y la Escuela de las Américas) mas por mis críticas a la conducción de Monto-
hay hechos, hay interpretaciones. Iba a escribir, al frente de la Policía Federal, ni al Perón que se neros no se molesten más por ahora. Esperen: ni
irónicamente por cierto: “Nietzsche se despertó les burló en la cara diciéndoles que era “un buen siquiera empecé con Firmenich.)
una mañana y dijo”. Me habría referido a esa policía” como si no supiera quién era, como si
modalidad antisistemática de su pensamiento. no tuviera su foja de servicios, el listado comple- HERNÁNDEZ ARREGUI,
Nietzsche es el pensador menos sistemático de la to, implacable de sus hazañas de “matazurdos”. MILTON EISENHOWER VIENE
historia de la filosofía. Pero esa frase vale oro: ¡Es un buen policía! Los tiempos de Frondizi y A RENDIRSE
No hay hechos, hay interpretaciones. Todos sabe- los muchachos de Contorno son –de todos Vamos a ocuparnos –no extensamente– de
mos más o menos qué ocurrió el 17 de octubre. modos– tiempos idílicos o no de barbarie, no de Hernández Arregui, Murmis y Portantiero y
Sabemos los hechos. Pero, ¿qué interpretación muerte, al lado de los tiempos de Perón y los Tulio Halperin Donghi. No necesito aclarar
les damos? El pensamiento es la lucha de las jóvenes peronistas. Porque sería muy unilineal ciertas cosas a esta altura. No haré una exposi-
interpretaciones. Las verdades colisionan. No referirse sólo a los desatinos o a las francas abe- ción “pedagógica” de sus textos. Andaremos un
hay verdades inocentes. Las verdades represen- rraciones de Perón para entender una época que poco alrededor de ellos y veremos qué pueden
tan intereses. La verdad es la cristalización de la no nos entregaría algo de su inteligibilidad si no decirnos de nuevo o qué reflexiones nos pueden
interpretación. Su estatuto en tanto sistema. incluyéramos en ella las aberraciones de la provocar. Son bien distintos: Hernández Arre-
Pero el hecho es mudo. El hecho no dice nada o izquierda peronista. Tampoco Perón ni la ciuda- gui es un más que convencido peronista. Mur-
dice lo apenas elemental. El mero punto de par- danía argentina (que acababa de elegirlo demo- mis y Portantiero buscan la precisión académica.
tida. Ahí empieza esa tarea que llamamos her- cráticamente con el 62% de los votos y esperaba Y Halperin Donghi es inefable, qué les puedo
menéutica. Ahí empieza la lucha de las interpre- un futuro menos macabro) se merecían el alevo- decir. Sus libros son apuntes algo elementales,
taciones. De aquí que deje por el momento a so asesinato de José Ignacio Rucci con veinticua- las memorias de un gorila sarcástico, lleno de
Milcíades y me concentre en otros autores. tro balazos, en el perfecto estilo de la Triple A. arbitrariedades, de olvidos. Y pasa por ser el
Busco lo diferente, lo alternativo, lo contradic- “Fuimos nosotros.” “Fue la orga.” mejor historiador argentino. Ya veremos cómo
torio. Digo: atención, veamos el espectáculo de “Fue la M.” “Fue una apretada al Viejo.” ha logrado esto. Siempre es atrayente revisar un
la diferencia. Por ejemplo: Milton Eisenhower “Hay que poner el mejor fiambre en la mesa de texto suyo pues tiene ligereza, entretiene y es tan
llega a la Argentina de Perón. Para todos –para negociaciones.” ¡Cuánta locura! Una pregunta alta la autoestima del personaje que sus líneas,
la mayoría– viene a integrar al peronismo al sis- incómoda que recién responderemos mucho cree él (y uno se divierte observándolo ejercer
tema económico del capitalismo de libre empre- más adelante: luego del asesinato de Rucci, quie- esta creencia), son la mismísima, incuestionable,
sa norteamericano. ¡Perón se traiciona!, gritan nes tenían acceso a la conducción de Montone- verdad de la historia.
alborozados señores que luego apoyarán gobier- ros, ¿no sospecharon en manos de quiénes esta- Juan José Hernández Arregui fue un símbolo
nos pro norteamericanos hasta la náusea. Pero ban? Porque nosotros –los tipos de superficie– de los ’70. Era parte de la llamada “corriente
no importa. Perón había jurado que se cortaría no le habíamos visto la cara a esa conducción. nacional”. Algo heterogénea: Puiggrós, Jorge
un brazo antes de pedir un crédito a un banco En el acto de Atlanta lo vimos a Firmenich dar Abelardo Ramos, José María Rosa, Fermín Chá-
extranjero. La llegada de Milton Eisenhower es un discurso. Pero de lo de Rucci nos enteramos vez, Arturo Jauretche y el mencionado Arregui.
la desmentida de esa afirmación. Sin embargo, por la increíble frase: “Fuimos nosotros”. La formación tardó en reeditarse. Aparecía en
Juan José Hernández Arregui afirmará: Recuerdo mi estupor: “¿Nosotros?”. Y el de un fascículos de los centros de estudiantes. Por fin,
“EE.UU. ensayó el recurso de bloquear econó- par de compañeros. Uno sobre todo. Dijo lo un luminoso día, aparece. Helo aquí: ¡La forma-
micamente a la Argentina hasta que no tuvo que todos queríamos decir: “Disculpen, pero yo ción de la conciencia nacional! Si los jóvenes de
más remedio que ‘capitular’ mandando a Milton no maté a Rucci. Así que ese ‘Fuimos nosotros’ los ’70 querían ser peronistas el libro les contaba
Eisenhower” (Juan José Hernández Arregui, La que la Orga se lo meta en el culo. Yo no fui”. la historia que necesitaban. Se agotó en días o, a
formación de la conciencia nacional, Hachea, Bonasso cuenta que Firmenich explica: “Oficial- lo sumo, en una semana. Un best-seller revolu-
Buenos Aires, 1970, p. 415). Hernández Arre- mente que Rucci fue ejecutado por la Organiza- cionario. Todos lo leían. Todos lo comentaban.
gui hizo aquí un uso extremo de la hermenéuti- ción. Lo explica en términos estratégicos: la Hernández Arregui era un buen tipo. Le pusie-
ca. No hay hechos, hay interpretaciones. Pero lucha contra el vandorismo como aliado del ron una bomba. Hirieron mal a su mujer, él se
esto no significa que se pueda interpretar cual- imperialismo en el movimiento obrero y su res- salvó. (Esto fue antes del ’73.) Y se murió, como
quier cosa. Hay interpretaciones que se vuelven ponsabilidad personal en la masacre de Ezeiza. Jauretche, en el ’74. Alguna generosa mano divi-
contra el interpretador. Decir que Milton Eisen- No estoy de acuerdo y lo digo. Rucci era un na los salvó a los dos. De lo contrario, eran bole-
hower vino a “capitular” es tener una fe a toda burócrata fascista y su gente torturó compañeros ta o se tenían que ir en menos de tres horas del
prueba sobre un peronismo que, en ese momen- en Ezeiza, pero su asesinato es una abierta pro- país. Bien, Hernández Arregui respondía todos
to, empezaba a exhibir aristas de cansancio, de vocación a Juan Perón”. Debió agregar: y a los cuestionamientos que la derecha o la izquier-
cambio de rumbo, de negociaciones con sus todos los que fueron a votar por un país que en da le hacían al peronismo. Era fundamental para
enemigos. Pero Hernández Arregui lo dijo. Ya medio de ese desastre trataba de buscar un cami- la militancia. ¿Cómo era la cosa? Por ejemplo,
veremos a Peña señalar en la visita del señor no democrático y acababa de lograrlo. Sigue en un barrio a un militante le decían: “El pero-
Eisenhower la otra cara de la moneda: la claudi- Bonasso: “El Pepe recién se impacienta cuando nismo no impulsó la industria pesada. Eso acen-
cación del régimen. Algo que tampoco es así. argumento que una organización revolucionaria tuó la dependencia del país”. El militante tenía
Estas cuestiones –en algún aspecto– benefician a no puede producir un ajusticiamiento sin asu- dos libros. Uno, el de Hernández Arregui. Y
Perón. Porque luego de su caída el país se suma mirlo públicamente, porque si no, equipara sus otro –muy usado– el de dos personajes de la
al Fondo Monetario Internacional. Los “Milton acciones a las de un servicio de inteligencia. La época que se perdieron en la noche de los tiem-
Eisenhower” llegan en manadas a dar “instruc- frase, me parece, conspira contra mis posibilidades pos o en alguna empresa multinacional (la Coca
ciones”. Y en cuanto al Contrato con la petrole- de ascenso” (Miguel Bonasso, Diario de un clan- Cola según parece, ¡qué destinos hay en este
ra California (que fue un caballito de lucha de la destino, Planeta, Buenos Aires, 2000, pp. país!). Este libro se llamaba Peronismo y no
oposición), ¿cuántos contratos decididamente 141/142. Cursivas mías). Se trata de un texto recuerdo qué cosa más. Sus autores eran Fernan-
II
do Alvarez (hermano de Chacho, si no me equi- Taquito militar. Que estaba dedicado (algo que wood y me fue muy bien. Luego vino el golpe
voco y creo que no) y Juan Pablo Franco, bajito, Marianito, que no sufrió como Hugo Del carril, de Onganía y Tulio se fue a Estados Unidos.
con anteojos, muy inteligente, vanidoso. Era el supo tachar no bien se vino la Libertadora) a Un exilio de lujo. No bien el país se le puso
Manual de respuestas del buen militante JP. Si de Franklin Lucero, jefe de Estado Mayor del Ejér- incómodo, se fue. Se podían hacer muchas cosas
la industria pesada venía la mano, el militante cito del General Perón. Además actuó con en la Universidad todavía. De hecho, a mí, que
buscaba y ahí estaba la cosa y así con todo. ¿Cri- intensidad en el cine peronista. Como las no estaba recibido aún, me pusieron al frente de
sis agraria? ¿Que la crisis agraria demostró la Legrand. Y ahí fue nomás: a injuriar al Colón. una comisión de trabajos prácticos que tenía
debilidad de la economía peronista? Arregui Horror, espanto, vergüenza. La chusma nos doscientos alumnos. Era muy sencillo. Psicología
escribía: “Y la ‘profunda crisis agraria’ lo fue ocupa nuestros santuarios. Para colmo, Mariani- no se dictaba y todos los tipos de esa materia se
tanto que una sequía natural sin precedentes de to les toca Taquito militar, dedicado a Lucero. Y anotaban en Antropología filosófica para no per-
dos años, no logró disminuir el nivel de vida del hasta se manda con uno de esos horrorosos der el cuatrimestre. Conrado Eggers Lan, que
pueblo argentino” (Ibid., p. 399). Juan José mamarrachos sinfónicos a lo Rachmaninoff: estaba al frente de la cátedra, me llamó: “José,
Hernández Arregui es un Discépolo del ensayo. Poema en tango. En fin, después, ya viejo, con ¿podría hacerse cargo de una comisión de traba-
Se me permitirá una cita extensa. Pero quiero ese peluquín escarlata que se ponen los tangue- jos prácticos? Tenemos ochocientos inscriptos”.
que se vea el entusiasmo discepoliano de sus tex- ros (Salgán, conmovedor, se pinta el bigote que Le dije que sí. Le pregunté qué daba. Él me dijo
tos. Alguno, por ahí, se identifica con ellos. ya no le crece: no deja de ser un artista sublime que pensaba dar Marx. “¿Qué texto le gustaría
Otro los encontrará excesivos. Otro los va a por eso), Marianito habrá de tocar para casi dar a usted?” “Los Manuscritos del ’44, Conrado.
odiar. Pero tienen una transparencia en su fer- todos los gobiernos. Lo recuerdo en una de esas Estoy trabajando eso.” “Bueno, dé eso.” “Ah,
vor que acaso trasmitan tanto como una pintura fiestas de Punta del Este con Menem, Geraldine me olvidaba”, recordé. “Yo no cursé ni aprobé
de Daniel Santoro. “Ese pueblo, en los dos pri- Chaplin y Catherine Deneuve. Marianito acaba esta materia.” “Bueno, pero necesito gente. Y
meros años del gobierno de Perón, vaciaba los de tocar y saluda a Menem con una inclinación usted se las va a arreglar.” Así las cosas, en 1966,
almacenes, las carnicerías, las rotiserías. Ese pue- veloz y algo impersonal. Debe haber cobrado un bajo la dictadura de Onganía, cursillista, fascis-
blo no ahorraba. La razón era sencilla. Tenía vagón de guita. ta, apaleador de universitarios, dicté en el segun-
hambre. Bien pronto comenzaría a comprar la Y dice Arregui: “Cualquiera sea el juicio sobre do cuatrimeste de 1966 –mientras todos decían
casita, el aparato de radio, la heladera” (Ibid., p. el régimen de Perón, los hechos están allí” (Ibid., que nada se podía hacer en la Universidad– los
405). En esta memoria colectiva, en este incons- p. 408). No tenían ninguna duda: los hechos lo Manuscritos económico filosóficos de 1844 de Karl
ciente perseverante, en esta inercia histórica, en avalaban. ¿Quién podía discutir esos hechos? Marx, editados por Fondo de Cultura Económi-
esta memoria que nadie logró borrar, se entien- ¿Milcíades Peña? Pero, ¿qué era esa charlatanería ca con unas horribles anotaciones de Erich
de la persistencia del peronismo. Sus triunfos sobre la conciencia de clase, las conquistas autó- Fromm que evité por completo. Tenía doscien-
electorales. El pobre mete la boleta del peronis- nomas de la clase obrera y las que el Estado le tos alumnos, tenía veintitrés años y la vida me
mo en la urna y siempre espera que algo de lo entregaba sin que luchara? ¿Para que iba a parecía llena de infinitas posibilidades, un hori-
que de allí surgió una vez, durante los años luchar? Era feliz. Era la patria del bienestar. La zonte tan lejano que su fin no se veía, que acaso
dorados, vuelva a surgir. Sigue Arregui: “Duran- patria en el pueblo tenía lo que nunca había no lo tuviera.
te la ‘década infame’ (...) Los mendigos pulula- tenido. Lo que siempre se le había negado. El Pero Halperin Donghi se fue. Natural: ten-
ban en las calles de Buenos Aires. En las escali- “chamamé de la buena digestión”, como dirá dría muy buenas ofertas y habrá llegado con la
natas del subterráneo, mujeres jóvenes y desha- Discépolo. Y entonces lo de Milton Eisenhower: aureola del exiliado. Lo encontré recién en
rrapadas imploraban la caridad pública con el vino a “capitular” al país de la abundancia. noviembre de 1984. Era un Congreso en la
tétrico muestrario de sus criaturas hambrientas. ¿Quién nos iba a gobernar de afuera si aquí esta- Universidad de Maryland organizado por Saúl
En el interior se robaban de noche las gallinas ban Perón y las masas? Y la izquierda, ¡¿la Sosnowsky. Eran los inicios de la democracia, el
para comer. Los empleados de comercio llega- izquierda!? Rodolfo Ghioldi, en 1957, declara tiempo de Alfonsín. El sarcasmo de Tulio llegó
ban a la vejez sin jubilaciones, los obreros eran orgulloso en La Nación que un abuelo suyo a sus más altas cumbres. En cierto momento,
vejados o desatendidos por los organismos del había visto al general Mitre. Caramba, qué burlándose abiertamente de la Juventud Pero-
trabajo (...). En la Argentina sólo veraneaban las orgullo, qué se le puede pedir a la vida después nista (“Esa generación que marchaba alegremen-
clases pudientes. Todo esto terminó en 1946. La de eso. Arregui no es mezquino en cifras. Se le te al desastre”) contó una anécdota. Algunos
vida de los argentinos se modificó. Semejante podrán refutar, pero habrá que tomarse el traba- militantes de la JP iban a ver a la vieja actriz
cambió trajo sus trastornos. Los cines llenos, los jo. Sus cifras son fuertes, aplastantes, las cifras peronista Delia Parodi y le hablaban de Evita.
estadios llenos, las confiterías llenas. Los comer- de la prosperidad, de la felicidad. Admito que Le hablaron con fervor. Le habrán hablado –en
cios, hasta entonces desiertos, no daban abasto. Arregui era más amigo de las estadísticas que yo. suma– de esa concepción que la JP construyó de
Se desatendía al público y los empleados se mos- Sin embargo, Perón cae. ¿Por qué? Porque el Evita: su guevarización. Un Che con faldas. Y
traban insolentes. Pero el público podía com- pueblo se había “ablandado” con tanto bienes- de otras cosas. De su militancia. De la inspira-
prar. Se viajaba con dificultades. Pero los lugares tar. Los sindicalistas de la CGT se volvieron ción que era para ellos. Entonces Tulio Halpe-
de veraneo estaban abarrotados. Las clases privi- burocracia. Y la “propia y dominante perso- rin Donghi –burlándose de esos jóvenes, la
legiadas protestaban. Pero las capas bajas de la nalidad de Perón” asumió en sí lo que mayoría, posiblemente, desaparecidos– dijo:
población conocieron derechos a la vida que les debió transformar en “combativi- “Y Delia Parodi les dijo: ‘Vean, chicos: la seño-
habían sido negados bajo el inexorable dominio dad revolucionaria de las ra no era así’” Como diciéndoles “no sean
material y político de la oligarquía (...). La Argen- masas y de sus dirigentes” ingenuos, no se hagan ilusiones, yo la conocí,
tina ofrecía el más alto nivel de vida de América (Ibid., p. 427). Con- no tenía nada que ver con eso que ustedes
Latina y uno de los más altos del mundo. El cluye Arregui sin- están imaginando”. La carcajada de los emi-
Estado financió espectáculos de cultura popular tetizando sin nentes intelectuales que ahí estaban fue
durante una década, como los mundialmente mayor orden ni abrumadora. Acaso algunos no rieron. El
famosos conciertos de la Facultad de Derecho, rigor la tarea chiste, de todos modos, era bueno. Y era el
con los mejores directores del orbe y enteramen- devastadora de momento
te gratuitos. (Algo totalmente cierto, JPF.). El la Libertadora
Teatro Colón, tradicional lugar de la oligarquía, con las conquis-
fue abierto a los sindicatos obreros. Este efectivo tas que el pueblo
elevamiento de la vida material y cultural de la peronista había
población argentina tenía una base real. A saber, conseguido en
una política nacional en gran escala que por pri- diez años de
mera vez se ensayaba en la Argentina” (Ibid., pp. Gobierno. Nos
405/406. Cursivas nuestras.) ocuparemos de
Lo del Teatro Colón no tiene desperdicio. Se esto.
sabe que los conchetos de este país (personajes
pasionalmente aliados al ridículo) no dicen “ir al TULIO HALPERIN
Colón” sino “ir a Colón”. Bien, ahora tenían DONGHI, “LA SEÑORA
que “ir a Colón” a escuchar, no a Beniamino NO ERA ASÍ”
Gigli o a Toscanini, sino a “Marianito” Mores. Llegó el momento de la antítesis de
Que, como era muy jovencito, no era aún Arregui. Así como el pobre Juan José
“Mariano”. Desde luego, no iban. Que fuera la estuvo borrado (pero borrado, eh)
grasada, ellos no se iban a mezclar con esa gente. durante la primavera alfonsinista,
Pero, con Perón, Marianito Mores mete su Tulio Halperin Donghi fue declarado el
orquesta sinfónica de tango en el Primer Coli- gran historiador argentino. Yo –como tan-
seo. Mores es un gran compositor de tangos, tos otros– fui alumno de él en la calle Via-
ojo. Ha trabajado con Discépolo. Escribió Uno, monte 430, donde, según Ernesto Laclau,
Una lágrima tuya, Cafetín de Buenos Aires, Cuar- “empezó todo”. Halperin era más bien
tito azul, El patio de la morocha, El firulete, gordito de joven, hablaba muy fuerte en
Adiós, Grisel, Adiós pampa mía, Tanguera (obra sus teóricos y hasta una vez se quedó sin
maestra instrumental que incluye un tema de voz de tanto que la esforzaba. Era adjunto
Schubert y que fue parte destacada de la película de un profesor sin muchas luces de nom-
Moulin rouge, bailada por Nicole Kidman.). Y bre –si no me falla la memoria– Luis
una joya, una obra maestra del ritmo, de la luju- Aznar. Dictaban Introducción a la
ria pianística, del lucimiento milonguero: Historia. Hice una exposición de Collin-
III
de burlarse de los jóvenes peronistas, reyes del creo estar escribiendo el Facundo del peronismo. Pero no se ven chicas. Lástima para Gambini y
“malentendido”, que se habían inventado todo, (Además, conociendo esta jungla, ni loco lo sus editores. ¿Qué pasó? ¿No consiguieron una
que habían sido ingenuas marionetas en manos diría.) Pero no me pienso privar de lo narrativo con chicas de la UES? Porque había a montones.
del manipulador fascista que siempre se negaron en una historia tramada por las pasiones más des- Fue toda una época. Fue la tonalidad del Perón
a ver y que ellos, viejos antiperonistas (gorilas), medidas, los odios más extremos, por la vida y de su última etapa en la Presidencia. Aquí, lo
conocían de memoria. Me guardé la bronca. por la muerte. Creo que puedo arriesgarme. acompañan unos señores que se ven tan patéticos
Eran tiempos de derrota. Se marcaba a fuego a Publiqué mi primera novela en 1979. Sé que soy como él. Sucede con la llamada motoneta que no
los culpables del desastre y parte esencial del un buen novelista, sé que no soy el mejor y Dios es una moto ni un auto. No tiene otra entidad
mismo había sido la ingenuidad, el “malentendi- me libre de ocupar ese espacio. Pero, por si no lo que la del ridículo. Tiene algo de juguete frágil y
do” de esos jóvenes que no escucharon a sus saben, voy a decirlo: me he ganado algunos dere- bobo. Si uno recuerda esos Mercedes Benz
padres, quienes les habrían advertido que Perón chos en la ficción y en el ensayo. También escribí negros, brillosos, en que se exhibía Hitler, advier-
era un nazifascista y no el líder revolucionario guiones cinematográficos que muchos conocen. te que, de eso, la motoneta nada. La cuestión
que ellos, a causa de su juventud, de su inexpe- Justamente el de Eva Perón (que tuvo esa gran –aún misteriosa para mí– es la causa del exhibi-
riencia, creían que era. Se trataba de un discurso actuación de Esther Goris, que en buena medida cionismo bobo. No faltarán peronistas jurásicos
de viejos resentidos. Habían perdido durante lo ha tornado insoslayable: no habrá otra Eva que hablarán de la importancia del deporte y de
años el centro de la escena. ¿Quién leyó a Halpe- como ella) será utilizado cuando nos ocupemos otras pavadas por el estilo. Políticamente, Perón
rin Donghi en los setenta? Habían quedado a un de Eva. Esto es, entonces, una novela teórica. le entregaba a la oposición un material de burla
costado, esperando, rumiando su ausencia de Entre la precisión del concepto y la narratividad inapreciable. Ya en el ’55, el cómico Adolfo
protagonismo. Ahora podían volver dando cáte- literaria se tramarán muchos de sus pasajes. Stray, en el teatro de revistas El Nacional, cruzaba
dra. ¡Ah, si nos hubieran escuchado! Ese es el el escenario, de izquierda a derecha, manejando
costo de desoír la voz de los mayores. Nosotros UN CALÍGULA BONACHÓN una motoneta, con el gorrito pochito, seguido
podríamos haberles dicho que Delia Parodi tenía Volvemos a Halperin Donghi y partimos de por una serie de coristas que le gritaban “¡Pocho!
razón. Que Evita era la señora anodina del retra- un pasaje en que se ocupa de Eva Perón. Sin sar- ¡Pocho!”. Stray les decía: “¡Vamos, chicas!” y
to de Manteola y no esa “pasionaria” que había casmos, con toda seriedad, THD analiza el desaparecía por derecha. La clase media y alta
dibujado Carpani. (Esto, suponiendo que cono- “renunciamiento” de Evita. Notable lo que ocu- que asistía al espectáculo reía a carcajadas. Tam-
cieran a Carpani o a la CGT de los Argentinos, rre con Eva. Aun los peores gorilas la respetan. bién en El Nacional se hizo célebre el monolo-
de donde ese dibujo había sido originario. Ya Será por su muerte dolorosa y temprana o por guista Pepe Arias. Todos iban a escucharlo. Arias
veremos que Halperin parece no haber tenido algo de su temple pasional, pero es así. “La candi- no se privaba de nada. Me ha dicho un amigo
noticias de Rodolfo Walsh.) Les habríamos dicho datura de la señora de Perón” (escribe THD) gorila que tengo –y al que quiero mucho– que,
también que la señora usaba trajes de Dior, que “fue vetada por el ejército y su esposo se inclinó luego del golpe, la gente fue a El Nacional y
era amiga de Franco, que lucía la Orden de Isabel ante ese veto” (Tulio Halperin Donghi, Argenti- cuando salió Pepe Arias a decir su monólogo lo
la Católica y que era, como su marido, fascista. na en el callejón, Ariel, Buenos Aires, 2006, p. aplaudieron de pie durante diez minutos. ¡Qué
Pero ustedes no escucharon a sus mayores. Alicia 134). Observemos ahora el señalamiento que momento, don Pepe, la Historia lo acarició! ¿Lo
Dujovne Ortiz lo dice: “chismes de viejos”, refi- hace THD: la pasión de Eva es genuina. Si el imaginan? Todos de pie, aplaudiendo. ¿Qué
riéndose al “nazismo” de Perón. Y en esto no se régimen se hubiera tomado en serio como ella lo aplaudían? Al monologuista que había ayudado a
equivoca. Los pibes de la JP no eran teóricos del había hecho otra habría sido su historia: “La que la libertad y la democracia retornaran al país.
peronismo. Yo, que tenía ya treinta años en mujer de rostro tenso y afilado” (escribe), que Volvía el país de nuestros padres y de nuestros
1973, sí. Era profesor desde hacía años y había había surgido de la alegre y exuberante Evita de abuelos. El tirano se había ido.
escrito unas cuantas cosas. Una vez llegué a dar los primeros tiempos de grandeza, era en parte el Pero la Historia tiene sus vueltas. Ese gorro
una charla en Salta. Se me acerca un compañero producto de una enfermedad implacable, que fue pochito, ese gorro que Perón usaba para ir en la
de la JP, un morocho preocupado: “Che, José, resistida con temple admirable, en el que se mos- llamada “pochoneta”, se transformaría, diecisiete
vino un tipo del FIP y nos dijo que Perón era un traba una recia autenticidad. Ese valor y esa con- años después, en un símbolo de la transgresión,
burgués nacional. Y nada más, dijo. ¿Cómo? sagración figuraron, junto con la devoción tan de la burla a los modos solemnes de la oligar-
¿Perón no fue un líder revolucionario?” ¿Y qué le firme de las grandes masas populares, entre las quía, a las formalidades de tantos presidentes
iba a decir? Si le decía que Perón había sido un pocas cosas serias de una época que no pareció fraudulentos, a las rigideces cuarteleras de los
burgués nacional le debilitaba su fe, la fe que advertir del todo que la obra de transformación militares, al sistema entero del país burgués, en
necesitaba para su praxis, ahí, en Salta. Estas social que le estaba históricamente fijada era el encuadre que le dio la Juventud Peronista. La
cosas no las saben ni las supieron Halperin digna de ser tomada en serio” (Ibid., pp. cosa fue así: al día siguiente del primer regreso
Donghi o aun Sebreli porque ya eran viejos en 134/135). Señala, entonces, THD que sólo Eva de Perón, el del 17 de noviembre de 1972, toda
esa época. O, al menos Sebreli, tenía los años Perón asume la seriedad de la tarea que debía rea- la militancia fue a verlo a Gaspar Campos, resi-
suficientes como para no ser joven. De aquí, lizarse. Todo lo demás no tomó en serio su papel dencia en la que el líder esperado durante todos
pienso a veces, su resentimiento, su bronca visce- histórico. Suponemos que sería arduo encontrar esos años se había instalado. Yo iba en tren con
ral: Se la perdió. Se la perdieron, señores. Se per- demasiados ejemplos de tal cosa entre los años mi amigo Arturo Armada: él dirigía Envido, yo
dieron la experiencia revolucionaria más importan- 1946 y 1951. Pero Halperin da un salto notable era miembro del Consejo de Redacción. Suben
te que tuvo este país. ¿O alguien duda que fue pre- y se concentra en un período que –en efecto– unos cuantos militantes ruidosos. Muchachos de
cisamente eso? Y si no, ¿por qué mataron a todos resulta arduo de explicar. A partir de 1954, el alguna villa, con bombos, con mucha alegría. Se
los que mataron? Se la perdieron. Ahora junten Gobierno empieza a organizar a los grupos juve- ponen a cantar la marcha de Los muchachos pero-
bronca. Hablen del malententendido. Digan que niles mediante la U.E.S. secundaria y la C.G.U. nistas. Yo sabía su letra por los actos de la época
todos los pibes de la JP eran una caterva de bolu- universitaria. Perón se pone con fervor al frente y por haberla cantado en quinto y sexto grado
dos meloneados por un viejo nazifascista. Se la de tal tarea. “Luego de la muerte de Eva Perón del colegio primario. Pero siempre tenía proble-
perdieron. Porque ni esto pueden entender. Sólo (escribe Halperin Donghi), su esposo, lejos de mas con esa estrofa sobre la Argentina grande
pueden arrojar injurias. Entender la enorme mostrar la reserva dolorida que hubiese sido con que San Martín soñó. Como me trabé,
complejidad de los hechos, nunca. O de otro decente, se lanzó con frenesí a actividades que Arturo me miró y dijo: “Tenés tus buenos pro-
modo. Como uno comprende las campañas de hacían de él una suerte de Calígula bonachón. blemas con la Marcha vos, eh”. Era decir: vos
Napoleón. O la batalla de Caseros. O el asesinato Estas etapas finales del régimen que mostraron al sabés más de Hegel que del peronismo. Algo de
de Facundo. Pero no estuvo ahí. Hay un olor de jefe del Estado capitaneando por las calles céntri- eso había. Muchas cosas las habíamos tenido que
los hechos. Hay un clima espeso de la historia en cas de la capital a una muchedumbre de morru- aprender de pronto. Hubo que hacerse peronista.
el momento del acontecimiento. Hay caras, hay das adolescentes, esas etapas que rodearon a la Ya vamos a ver el tema de las 20 verdades des-
sonrisas, hay llantos, hay abrazos. Yo nunca voy a silueta deliciosamente absurda de la motoneta de pués de Ezeiza. Llegamos a Gaspar Campos. Era
claudicar de mis convicciones esenciales porque un equívoco aire erótico, esas etapas en que el impresionante. Había pibes de la JP hasta arriba
todavía veo las caras de tantos compañeros que ‘Líder de los Trabajadores’ agregaba a múltiples y de los cables de luz. La consigna era: La Casa de
mataron, torturaron o tiraron al Río de la Plata. sonoros apelativos el extrañamente familiar de Gobierno/ cambió de dirección/ está en Vicente
Es así. Los veo en el triunfo. En la derrota. En el Pocho, esas etapas acaso no pueden explicarse sin López/ por orden de Perón. A esto se le llamaba
miedo. En la incertidumbre. En el dolor. Los veo tomar en cuenta el hecho, más patético que gro- doble poder. El poder del régimen estaba en la
en la plaza del 25 de mayo de 1973. Y tengo tesco, de que el general estaba atravesando, en Casa Rosada (Lanusse). Y el poder del pueblo en
sobre esa plaza una certeza de hierro: Esa fue la posición demasiado expuesta a la curiosidad Gaspar Campos (Perón). De pronto, un griterío
jornada más gloriosa de la izquierda argentina. pública, el delicioso y angustioso verano de San infernal. Todos gritan: “¡Perón! ¡Perón! ¡Perón!”.
No voy a disculparme por estos desvíos que se Juan de su vida erótico-sentimental” (Ibid., pp. Y ahí estaba el Viejo. Asomado a una ventana.
relacionan con experiencias mías. Este texto se 140/141). El texto de Halperin Donghi es preci- Vestía un piyama claro y saludaba con los brazos
publica en entregas. Será un libro y conservará so, pega donde tiene que pegar, su sarcasmo tiene abiertos, como él, como Perón. A un lado, López
este aliento. Es el aliento de eso que la “entrega esta vez dónde herir y la expresión Calígula bona- Rega. Al otro, Isabel. Ni idea teníamos aún de lo
semanal” posibilita: Ir descubriendo cosas sobre la chón puede ser considerada un hallazgo literario que esto significaba. Abrevio: al rato, alguien
marcha. Ahora veo algo que acaso ustedes ya de alta eficacia. grita “¡El pochito!”. Y todos empiezan a gritar:
hayan visto hace rato. Esto es un ensayo. Partici- La foto en cuestión aparece (¡cómo se la iban a “¡El pochito! ¡El pochito!”. Ignoro de dónde lo
pa del universo teórico. Pero tiene mucho de perder!) en la tapa del segundo tomo del libro de sacaron, pero en breve tiempo Perón, muy diver-
narración. Esto es, entonces, una novela teórica. Así Gambini. Parece más Menem que Perón. Se lo tido, se ponía el célebre, el injuriado, el parodia-
desearía que se lo lea y así pienso seguir escribién- ve sonriente y el gorrito (al que se le llamaba do hasta el insulto y la carcajada soez, pochito.
PROXIMO dolo. Si algún teórico piensa que esto le resta “pochito”, por el simpático apelativo “Pocho” Para qué. Fue el delirio. Perón saludaba y tenía
DOMINGO rigurosidad al texto, que se olvide. Al contrario. con que ya todos llamaban al “coronel sindicalis- puesto el pochito. A mi lado (lo juro), alguien
El más grande ensayo escrito en nuestra patria es ta”) cubre el rostro de Perón hasta los ojos. Tiene dijo: “¿Se reían del pochito? Ahora se lo van a
La vida por Perón una novela teórica. Lo saben: es el Facundo. No una campera blanca y encabeza una caravana. tener que meter en el culo”.

IV Domingo 30 de diciembre de 2007


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


7 Peronismo y catolicismo

Suplemento especial de

Página/12
o pareciera haber sido la inespe- no: el Ejército luchaba contra el marxismo, ene- cado con más fundamentos que los Frondizi o

N rada o sorpresiva aparición del


presidente de la República en
motoneta por las calles de Bue-
nos Aires (seguido por las depor-
tivas chicas de la UES) la que impulsó a la Igle-
sia Católica a entrar en conflicto con él. ¿Cuál
fue el motivo del choque en que se enmarcó la
migo de la Iglesia, y esa lucha era justa. El catoli-
cismo argentino –que es parte del Estado y vive
a su amparo, dado que el Estado lo subsidia–
sabe siempre muy bien dónde está el enemigo.
Ante la falta de cohesión de los enemigos del
peronismo vio la posibilidad de unificar la
lucha. Perón, decidido, les declara la guerra:
los Alende. Pero había dos extremos: Perón se
detenía ahí y lejos de construir poder –como lo
había hecho magistralmente entre 1943 y
1945– boludeaba con la pochoneta (nombre
que definitivamente adquirió el aparatito de la
derrota por medio de una conjunción entre
“pocho” y “motoneta”), se distraía en la UES,
embestida final de todo el país antiperonista propone reabrir los prostíbulos, suprime la dife- organizaba los campeonatos “Evita”, recibía a
contra el gobierno? Halperin Donghi da por rencia entre hijos legítimos e hijos extramatri- Gina Lollobrigida, a Nicola Paone y lo peor, lo
aceptado que el peronismo había decidido moniales, ¡autoriza a los blasfemos divorciados a que no tiene perdón ni retorno: se dejó invadir
implementar una “política conservadora” (Ibid., volverse a casar! Elimina la educación religiosa por todo tipo de alcahuetes, obsecuentes,
p. 141). Esta cuestión admite distintos puntos en las escuelas del Estado, medida que no se corruptos, aventureros, chantas. La figura que
de vista. Sin duda, hechos como el meneado llegó a implementar. Suspende los aportes del encarnó todas estas calamidades fue Juan Duar-
Congreso de la Productividad, la radicación de Estado a la enseñanza privada religiosa. Y se te, el hermano de Evita, el secretario del Gene-
capitales extranjeros, la llegada de Milton lanza a un camino que –se sabe– busca llegar a ral. (Nota: Veremos, al hablar de Eva, ya que
Eisenhower y el contrato con la petrolera Cali- la separación de la Iglesia del Estado. Halperin largamente nos ocuparemos de su figura pasio-
fornia marcan tendencias del Gobierno a mane- Donghi admite que estas reformas “estaban naria, las irritantes boberías, zalamerías, las
jarse cautelosamente con quienes –no lo igno- lejos de ser innecesarias” (Ibid., p. 142. Si el infames adulaciones ilimitadas que una Cámara
ra– son y serán sus enemigos. Perón quiere gobierno actual de Cristina Fernández tomara de Diputados presidida por Cámpora diría
hacer –bajo su control– lo que luego harán des- alguna de estas medidas lograría lo que logró sobre ella a propósito del Monumento que le
bocadamente los héroes liberales del ’55, que, Perón en 1955: la “oposición” entera, con la preparaban. Dan asco: si ése era el peronismo
en esta coyuntura, eran todos defensores de la ultracatólica Carrió a la cabeza, se le iría encima en 1952 –y Perón no arrasaba con él poniendo
soberanía nacional, enemigos del capital extran- acusándola de extremismo montonero, de bus- a cuadros de la jerarquía de John William
jero, de incentivar la productividad del proleta- car erradicar las creencias religiosas fundamen- Cooke– iba, como fue, al derrumbe inglorioso.)
riado y hasta, si hiciera falta, irritados adversa- tales que dan identidad a nuestro país. Así esta- Juancito, así le decían, era un Isidoro Cañones
rios de los intereses de Estados Unidos. No mos, todavía.) ¿Alguien recuerda la lucha que cuyo padre no era el Coronel Cañones sino el
encuentro en las tan cacareadas, señaladas y hubo que llevar en 1988, bajo el gobierno de Coronel Perón, que lo “apadrinaba”. Mientras
censuradas “concesiones del régimen” algo que Alfonsín, para promulgar la ley de divorcio? Yo, vivió Evita ella le dio carta blanca para lo que
sea esencial en el debilitamiento del peronismo. de sobra. Recién ahí me pude casar con una quisiera. “Estamos robando, Juancito”, le decía
El debilitamiento del peronismo venía de antes y mujer que era mi amada compañera desde hacía su socio. “Yo no puedo robar. ¿Cómo voy a
tenía que ver con la ausencia de una organización ocho años. ¡Teníamos que vivir en pecado por robar si todo es mío? Soy el hermano de Evita
revolucionaria de las masas más que con su “clau- los sacerdotes argentinos! Seres detestables y el secretario privado de Perón” (Cfr: Ay
dicación” ante el capital extranjero o el contrato como José María Muñoz –que mandó a las Juancito, dirección de Héctor Olivera,
con la California. Aclaremos, de todos modos, muchedumbres del Mundial Juvenil a demos- guión mío y de Olivera). Le decían
que todos los que se desgarraron las vestiduras trarle a la organización de derechos humanos de Jabón Lux. La propaganda de
por la California, los dólares de los yanquis o la la OEA que visitaba nuestro país (porque en el este producto decía: “El
incentivación de la productividad de los obreros mundo se sabía la masacre que aquí tenía lugar) jabón que usan nueve
fueron, en su mayoría, una caterva de hipócritas que aquí reinaba la concordia y que los argenti- de cada diez estre-
que luego harían concesiones infinitamente nos éramos derechos y humanos– hicieron llas de cine”. Juan-
peores a las tibias medidas que estaba impulsan- publicidad anti-divorcio con, por ejemplo, cito, lo mismo.
do el peronismo en una encrucijada en que Maradona. Era más joven nuestro “ídolo nacio- Anduvo con
debía negociar con el Imperio o pedirles a los nal” y lo manipularon fácil. Fue así: Maradona cuanta mina de
obreros mayor productividad. Si de esto se tra- hacía “jueguito” con una pelota, hacía su Buenos Aires se
tara, además, nadie más autorizado que el magia, lo que él puede hacer. Y el Gordo le cruzó.
gobierno nacional y popular para pedirles a los Muñoz aparecía y decía: “Qué bien, Diego. Sobre todo
obreros un esfuerzo para respaldar una econo- Cómo se ve que venís de una familia con amor, con dos:
mía que muchas veces había sido puesta, sin con unidad. De una verdadera familia. Lo que Fanny
más, al servicio de ellos. Nada de esto llega a sos lo sos por tu familia”. La organización cató-
configurar “una política conservadora”. En lica fascista Tradición, Familia y Propiedad sacó
todo caso, los tibios intentos del peronismo de afiches que decían: Divorcio, ¡condenación
negociar con el Imperio norteamericano están a maligna! Esto, en 1988. Finalmente salió la ley
una distancia inmensurable de la relación de de divorcio. Y seré, sin duda, un poco pelotudo,
complementariedad o pertenencia que vino des- pero cuando la jueza nos dijo: “A partir de
pués. El problema que acabó con el peronismo ahora, al amor que los une se le une la ley” se
se enmarcó en un problema con la Iglesia Cató- me aflojaron los pantalones. Hoy, es cierto,
lica. “La obra del régimen (escribe Halperin, nadie se casa. Y está bien. Pero en ese momento
quien, a no dudarlo, jamás les diría “régimen” a hacerlo era un acto contra la derecha argentina,
los gobiernos de Frondizi o de Illia, elegidos encabezada una vez más por el poder católico.
con el peronismo proscripto –por más buen
tipo que fuera Illia–, o a la mismísima Liberta- EL PERONISMO CARECE DE
dora, a la que opta por llamar “gobierno revolu- “ESPRIT DE FINESSE”
cionario”) invadía el campo asistencial, y sin El peronismo, en 1954, no tenía una oposi-
privarlo totalmente del sello católico que tradi- ción cohesionada. Había negociado lo suyo
cionalmente había tenido el país, lo marcaba, con los yanquis. Las masas siempre lo
aún más vigorosamente, con su signo político” apoyaban. El Ejército leal era suscep-
(Ibid., p. 141). Cierto: la Iglesia Católica apoya tible a sus beneficios y a sus pre-
levemente al peronismo de los inicios y luego ve bendas y el debate por la
que el movimiento le roba protagonismo. La California no prosperaba
Iglesia requiere de la pobreza como del pan. Si demasiado. Cooke, un
hay pobres tiene que haber sacerdotes que den por entonces bri-
esperanzas, que den consuelo, que digan que llante diputa-
Dios sanará toda enfermedad, dará sosiego a do, lo
todo dolor, comida a los hambrientos. ¿Qué había
son si no hoy las multitudinarias peregrinacio- ata-
nes a San Cayetano? Apena ver a tantos ir en
busca de nada, de la manipulación, de la com-
pasión cedida desde un poder que no hizo nada
en este país por frenar la más grande matanza
de su historia. Si los hombres de Dios de 1976
lo querían, si viajaban en busca del Papa y le
decían la verdad y si conseguían una sola, aun-
que fuese mínima condena papal, se habrían sal-
vado miles, miles de vidas en la Argentina. Pero
II
Navarro y Elina Colomer. Fanny era arrabalera, de “esprit de finesse”. Tanto la oligarquía como –para toda la eternidad– que, si de los buenos
peronista brava. La siguió de cerca a Evita y la izquierda culta comparten este desdén. Hoy, negocios se trata, la oligarquía manda al diablo
filmó películas importantes bajo la protección por ejemplo, este elemento está muy presente. el “esprit de finesse”. No hubo peronista más
de Juancito. El grito sagrado, por ejemplo. La No en vano tantos “progresistas” se vuelcan a grasa, guarango, ajeno por completo a los “idiomas
Colomer era más fina, se cuidó más, se supo las páginas de La Nación. Es sacar patente de extranjeros”, no hubo peronista que más haya
esconder a tiempo. De aquí el destino diferen- “culto”, de “fino”. También otorga este halo la entrado a los salones tropezando con los muebles
ciado de ambas luego de la caída de Perón. A relación del intelectual con la academia argenti- (como decía el patricio Miguel Cané de los adve-
Fanny la borraron de todas partes. Murió sola, na pero, sobre todo, con la academia norteame- nedizos), no hubo peronista más impresentable,
olvidada y miserable. La Colomer llegó a prota- ricana o francesa o, desde luego, la alemana. Si más ajeno al “esprit de finesse” que Carlos
gonizar La Familia Falcón, una comedia televi- se observa la bibliografía de los ensayos actuales Menem. Y la oligarquía se le unió entusiasta.
siva de los sesenta, hecha bajo los tiempos se verá que se cita –siempre que se puede– en Hizo miles de negocios infinitamente rentables
furiosos del antiperonismo. Ella era la madre cualquier idioma que no sea el español aun con él y su pandilla. Porque la oligarquía argen-
ejemplar. Y el otro... Se habían dicho siempre cuando el libro citado tenga edición española. A tina y los empresarios del capital financiero nacio-
dos cosas de Pedrito Quartucci: una, el tamaño lo sumo, el autor, benévolo, pone: “Hay edi- nal y transnacional viven obsesionados por la ren-
privilegiado de su miembro viril. Otra: que ción en español. Véase... tal cosa”. Con fre- tabilidad. Y por ella se pueden aliar a lo más
había sido amante de Evita, antes de que ella cuencia, esta atención hacia el lector no bilin- groncho del peronismo o colaborar activamente en
conociera a Perón, durante los años de la radio. güe o trilingüe comme il faut corre a cargo del un proyecto criminal que requiera la vida de
Quartucci, cauteloso, siempre negó la versión. editor, dado que el ensayista ni se molesta en tal treinta mil personas. De aquí que haya sonado
Lo notable de esto es que el padre y la madre aclaración. Aun cuando se mencione la edición tan grata a nuestros oídos la frase de Cristina F.
ejemplares de la familia Falcón, los Ingalls de la en español, el autor no cita de ella, de modo Porque dio en el clavo: la rentabilidad. De la
Argentina gorila de los sesenta, uno, Quartucci, que es trabajoso encontrar esa cita. Si ustedes cual, les dijo a los empresarios, no piensa con-
decían que se había volteado a Evita y la otra, consultan los suplementos de filosofía que vertirse en gendarme.
Colomer, había sido clamorosamente la amante publiqué durante 2006 y 2007 en este diario
oficial de Juan Duarte. ¿Por qué los destinos verán que los libros citados están en español. Y LA IGLESIA COHESIONA
tan dispares de Colomer y Navarro? Navarro se eso que se trata de filosofía. Sólo cuando defini- A LA OPOSICIÓN
ideologizó, se hizo militante, filmó –con Pedro tivamente no existe el texto en nuestro idioma Si tomo la cuestión en este exacto punto es
Maratea– cortos de propaganda, habló en Ate- uso una edición extranjera. Esto –que a muchos porque en 1955 toda la reacción contra el pero-
neos Eva Perón, fue la actriz del “régimen”. La bobos les sonará a populismo– es, en efecto, nismo se organizó en torno del “esprit de fines-
otra se cuidó. De todos modos –aunque se cui- carecer de “esprit de finesse”. Ser “nacionalista”. se”. A ver si soy claro: en 1955, Perón estaba
dara, el odio de la Libertadora calaba hondo–, Hoy, para un intelectual, querer ser comprendi- extraviado y cometía todo tipo de errores. El
siempre me sorprendió la buena fortuna que do y ayudar al lector a comprender entregándo- principal fue lograr (porque fue obra de su tor-
tuvo. No fue la de Hugo Del Carril ni la de le los medios más accesibles para ello es ser peza) que la oposición se nucleara alrededor de
muchos artistas más. La Libertadora, en esto, “nacionalista” o “populista”. Carecer de “esprit la Iglesia, esa fuerza eterna del alma argentina,
no hacía más que continuar lo que el de finesse”. El peronismo carece por completo imperecedera. Félix Luna trata bien el tema. “El
peronismo había hecho. Lo absurdo de tal cosa. Pensemos seriamente la cuestión: 5 de noviembre casi todos los diarios oficiales
era que hacía de la democracia y de ser peronista es ser grasa. El peronismo, al ser anunciaron con gran dedicación de espacio que
la libertad sus banderas. grasa, al no tener “finesse”, carece de todo eso se había descubierto un grupo de pervertidos en
Hay un elemento que aún no que la “finesse” conlleva: las instituciones repu- Rosario, y a través de perífrasis se daba a enten-
he introducido y sin el que nada blicanas, el Parlamento, la democracia, el libe- der que estaban vinculados al cardenal Caggia-
puede entenderse a fondo. No ralismo, el constitucionalismo, el academicis- no” (Félix Luna, Perón y su tiempo, Editorial
se basa en las estructuras eco- mo, la alta cultura, el dominio de los idiomas Sudamericana, Buenos Aires, 1993, p. 847. No
nómicas, en las clases socia- extranjeros, el grupo “Sur”, Borges, Bioy y Vic- creo que muchos lectores tengan recuerdos ama-
les, o en las relaciones de toria. La Sociedad Rural le fue siempre incómo- bles del cardenal Caggiano, unido luego a todas
producción. Por mencio- da al “progresismo” pero ella ponía por sobre las persecuciones de la Libertadora, a las conspi-
nar algunos elementos todas las cosas el “esprit de finesse”. Todavía en raciones militares y a los golpes de Estado. Pero
de “lo concreto”. No se el Jockey Club está la puerta de la antigua sede eso no justifica lo que hace el peronismo en ese
basa en nada de eso injuriada por la barbarie. Esa herida aún se momento. Sobre todo por su torpeza inenarra-
pero lo expresa todo. exhibe. De todos modos, va poca gente por ahí. ble. Además, “pervertidos”. ¡Qué época! Pobre-
Para sus enemigos, Y durante la década del noventa se metieron citos los homosexuales de los cincuenta. Tre-
el peronismo carece tanto en la escoria menemista que demostraron mendamente lejos de ser “gays” debían cargar
con el mote de “pervertidos”. Entre otros tanto
o más injuriantes. Pero esto no le pertenecía
sólo al peronismo. Era la sociedad machista de
la eterna Argentina patriarcal, hecha por los
varones guerreros, por los hombres de coraje. En
fin, por toda esa ralea que cubre con su icono-
grafía y sus estatuas y los nombres de las calles el
ámbito visual –además del conceptual– de nues-
tro país. En cuanto al cardenal Caggiano me he
quedado un poco corto. Importante personaje
de nuestras luchas políticas, nace en 1889, es el
primer obispo de Rosario y el 15 de agosto de
1959 el papa Juan XXIII lo lleva hasta la cima
del Arzobispado de Buenos Aires. Fallece el 29
de octubre de 1979 luego de haber denunciado
valientemente ante las autoridades vaticanas las
violaciones a los derechos humanos en la Argen-
tina. ¿Alguien se creyó esto? No, ¿por qué será?
¿Por qué sonará tan absurdo, imposible, por qué
sonará como un sombrío, doloroso chiste? No,
señores: el cardenal Caggiano siempre tuvo clara
su misión terrenal, la defensa de los valores eter-
nos en esta tierra de pecados. En julio de 1971,
el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer
Mundo (¡cuántas esperanzas había despertado
este Encuentro!) emite un documento en el que
adhiere al Movimiento Peronista, al que consi-
dera “revolucionario” por su potencial de masas
(este “potencial de masas” era el valor de verdad
que seducía a todos y los llevaba a sumarse al
peronismo, para alegría del Perón madrileño,
que manejaba todos los hilos: ya veremos su
interpretación de la “conducción” como arte).
Pero aquí es donde se hace oír la voz potente del
III
cardenal Caggiano. El mismo 11 de julio, el Pero pocas veces vi a un cura con más cara de Las hemos visto: la Fundación Eva Perón asumía
mismo día en que los Sacerdotes para el Tercer cura que el cardenal Bergoglio. De cura-vaticano, la ayuda caritativa desde el Estado (más profunda
Mundo publican su Documento, el Cardenal ya claro. ¿Por qué este hombre es tan poderoso en la y generosa que esa a que la Iglesia acostumbraba),
señala su carácter “marxista”. Los marxistas están Argentina? Porque representa el poder del Vati- se establecía el divorcio vincular, se eliminaba la
infiltrados en la Iglesia argentina y trabajan para cano. Y porque late en su figura la posibilidad de educación religiosa en las escuelas estatales, los
desunirla, para disociarla. En una furibunda reunificar a la oposición si este “gobierno de monto- aportes a la enseñanza religiosa privada y se bus-
homilía afirma: “La libertad desaparecerá con el neros” comete errores graves. Esta situación –que caba el camino hacia una separación de la Iglesia
marxismo y vendrán los campos de concentra- Cristina F trata de controlar recibiendo al escu- del Estado. Era la más grande blasfemia al Cruci-
ción hasta para los escritores de fama mundial”. rridizo (eso: se lo ve escurridizo, de modales cau- ficado que jamás hubiese tenido lugar.
¿Lo habrá dicho para proteger a Borges? Porque telosos, de palabras elegidas con circunspección,
otro “escritor de fama mundial” no teníamos por de intrigas silenciosas, de asechanzas) Bergoglio– BORLENGHI Y LA POLICÍA
aquí. Sabato era una figurita nacional que iba de fue la que Perón manejó pésimamente entregán- Lo innegable es que la “cuestión con la Igle-
un lado a otro buscando ubicarse en alguno sin dole a la oposición, que andaba a los tumbos, la sia” galvanizó a la oposición. Es notable cómo se
que lo confundieran con un peronista, con un bandera de la fe, la causa de Cristo. En un pasaje puede observar cuándo la iniciativa política se
marxista o con un cura del Tercer Mundo. Difí- de su discurso, Perón se manda una de esas com- desplaza de un actor social a otro. Aquí, el pero-
cil lo suyo. Caggiano, por fin y por esas cosas de padreadas que han sido parte de su estilo: nismo, ya está derrotado. Si tiene al Ejército no
la historia, es quien celebra la Misa de cuerpo “¡Déjenlos que formen lo que quieran! Si quieren lo tiene por convicciones sino por los buenos
presente cuando muere Perón antes de que el formar el Partido Demócrata Cristiano o Demó- tratos con que lo seduce. No hay militares pero-
féretro fuera trasladado al Salón Azul del Congre- crata Católico a nosotros no nos importa. Ahí nistas. Hay militares leales a Perón que lo segui-
so. Pero no fue un “descuido” ni “un cambio de tienen: que vayan, que presenten su plataforma y rán en tanto éste pueda seguir abriéndoles puer-
actitud luego de una larga reflexión” ni una res- lo inscriban y que se presenten después a las elec- tas que les solucionen problemas o les permitan
puesta a algún mandato divino. El Perón para el ciones. ¡Vamos a ver cuántos votos sacan!” (Luna, desarrollarse en determinadas cuestiones nada
que el cardenal Caggiano oficia misa en 1974 le Ibid., p. 177). Importa señalar (para ver las per- ligadas a intereses estratégicos importantes. El
era muy cercano al viejo luchador antimarxista. manencias en el estilo de hacer política de Perón sindicalismo cumple con sus funciones de garan-
Había tratado, vanamente, de erradicar un “Mal” y, sobre todo, cuando, haciendo política, perdía tizar a los obreros lo que luego se les negará
al que otros pondrían fin. Pero lo había intenta- los estribos) las semejanzas entre el discurso con- durante décadas: un buen sueldo, una buena
do. Había hecho lo suyo. Veremos qué fue lo que tra la Iglesia y el célebre “reto” televisivo (que fue vivienda, vacaciones, salud. Pero lo que uno
hizo y cómo lo hizo. Veremos por qué se ganó un golpe bajo, cruel y altanero) a los diputados nota –desde la lejanía de los años, no quiero
una Misa de su viejo enemigo, uno de los baluar- peronistas (de la Juventud Peronista) que se opu- decir nada más que esto: una lejanía que nos
tes de la caída de su primer gobierno. Es notable sieron a las Reformas al Código Penal que impli- permite cierta visión equilibrada y no conformis-
aquí la transparencia de los hechos históricos, caban reflotar toda la legislación represiva. Esto ta en absoluto de los hechos– es que se tenía lo
que suelen ser tan poco lineales. No creo que la fue en enero de 1974. Perón les dice a los jóvenes que se tenía pero no se hacía nada para conservar-
relación Perón-Caggiano sea lineal, ni mucho diputados: “Nadie está obligado a permanecer en lo. O se hacía mal: Borlenghi, por ejemplo, deci-
menos. Pero expresa ciertas persistencias que una fracción política. El que no está contento, se de que la policía no puede ser apolítica. Que la
entregan claridad a dos situaciones complejísi- va (...) Lo que no es lícito, diría, es estar defen- policía tiene que ser peronista. Pero una medida
mas: 1955 y 1974. En 1955, Perón era, para diendo otras causas y usar la camiseta peronista de este tipo no se decide para defender a un régi-
Caggiano, un peligro para la Iglesia, su “régimen” (...) El que no esté de acuerdo, se va. Por perder men (creo que, en este momento, el peronismo
podía degenerar en un estallido de masas dada la un voto no nos vamos a poner tristes” (Baschetti, es un “régimen”: ha perdido su vitalidad históri-
conflictividad política reinante. Hemos visto, Documentos 1973-1976, volumen I, ed. cit., pp. ca y ha afianzado solamente su estructura autori-
además, los otros factores “irritativos”. En 1974, 400/401. Bastardillas mías). Esta última frase se taria) sino para desarrollar un proceso revolucio-
Perón era, para Caggiano, un aliado en la lucha torna inolvidable por el modo en que la dijo: nario. Por otra parte, Borlenghi sólo sinceró una
implacable de la iglesia contra el marxismo ateo. sonriendo de costado, guiñando un ojo y levan- verdad que cualquiera sabe: la policía es siempre
Sobre esta temática es altamente recomendable el tando el dedo índice de la mano derecha. Un la policía del poder. ¿O Ramón Falcón era un
libro de Horacio Verbitsky Cristo vence. Sobre voto. Veremos qué le costó la guapeada de 1974. policía de toda la sociedad argentina? ¿O Leo-
todo su tomo primero.) Perón reúne a sus gober- Ahora veamos los resultados de la de 1954. “Con poldo Lugones (hijo) no usaba la picana al servi-
nadores y les pide informes sobre los sacerdotes su agresión –escribe Luna– había conseguido, cio del gobierno de Uriburu? ¿O la policía de
de sus provincias. ¡Para qué! En medio de la nada más ni nada menos, que inventar una opo- Aramburu no era la policía de Aramburu? Lo
alcahuetería reinante cada uno se esmera en con- sición nueva, una oposición no política sino apo- que Borlenghi dijo fue que la policía no podía
tarle todo tipo de historias en que los “hombres yada en una mística trascendente, una oposición pasar de un gobierno a otro y ser la policía de
de fe” quedan mal parados. No se sabrá jamás si que antes podía ser latente y estar en una actitud todos. Que la de ellos tenía que ser peronista.
Perón necesitaba estos informes para el discurso pasiva pero desde ahora se lanzaría a la lucha con Pero la policía siempre fue ideologizada. Y siem-
que dio. ¿Tendría la cuestión con el catolicismo todo el fervor de las convicciones religiosas. Y, pre tuvo valores básicos que fueron –por supues-
la gravedad que le dio? Porque su enfoque es impe- además, brindaba a los partidos políticos y a la to– los que instauraron el país de la oligarquía:
cable, al menos en el planteo inicial. Denuncia que contra, en general, una formidable trinchera que respeto a las jerarquías, defensa de la propiedad,
la cuestión no es con los estudiantes católicos ni no tardarían en aprovechar” (Luna, Ibid., p. castigo a las clases inferiores, respeto a las supe-
con la Iglesia, sino que se está en presencia de la 853). Resulta interesante lo que Luna señala a riores, palos a los huelguistas, adhesiones a las
revolución con que soñaban sus enemigos desde propósito de este discurso. Le resulta inexplicable. patronales, catolicismo, clericalismo, nacionalis-
hacía diez años y que ahora había encontrado su Convengamos que un historiador que le dedica mo, antisemitismo, anticomunismo, etc. ¿Habrá
epicentro en la Iglesia. En otras palabras (o en tres tomos (así era la edición original) a Perón (y querido Borlenghi cambiar esa policía? Los
palabras parecidas), la oposición –que no había su tiempo) raramente confiesa que no hay “expli- pequeños historiadores del gorilaje (me resulta
logrado nuclearse– encuentra en la Iglesia su ban- cación racional” para esta actitud de Perón. Lo risueño y hasta tierno por su ingenuidad el libro
dera, su centro de fe, su misión cuasi evangélica. único que ensaya es que Perón se haya sentido de Gambini: no falta nada, hasta lo de Nelly
Anotemos similitudes notables con nuestro pre- molesto por las críticas de los sectores a la UES. Rivas está, creo que se le quedó en el tintero que
sente. A los dos días de asumir su mandato, la Estas críticas, sin embargo, no sólo provenían de Perón era amante del boxeador negro Archie
presidenta Cristina F recibe al cardenal Bergo- la Iglesia. Gran parte del país (incluso muchísi- Moore, ¿o no lo sería?) se horrorizan con el dis-
glio, una figura que tiene un poder difícilmente mos peronistas) hacía chistes acerca de la UES. curso de Borlenghi, pero siempre fue así. Ocurre
explicable en la Argentina. O no. Bergoglio había Era un deporte nacional. Yo tendría diez años en que cuando el peronismo hace algo que las clases
colisionado ya con Néstor Kirchner. Ahí, algunos ese entonces y –en mi imaginación esponja de dominantes hicieron siempre no se lo perdonan,
grupos de la desmembrada oposición que tiene niño de los cincuenta– la UES era sinónimo de pero lo dan por naturalmente aceptado cuando
este Gobierno recordaron el conflicto tradicional pecado. Luna, en rigor, se pregunta con honesti- las mismas medidas, con otro plumaje, con otra
peronismo-Iglesia. La cosa no pasó a mayores. dad el tema. Y llega a concluir que “el poder elegancia, otro glamour, otros personajes más
Asume Cristina y ya hay una foto en que le absoluto corrompe absolutamente”. Sin embargo, cultos y más distinguidos, vienen de manos del
extiende la mano a Bergoglio y se la estrecha. No todo provenía de algo más grave y menos psico- eterno poder que ha dominado este país. Como
sé por qué (o sí sé) pero Cristina ha de estrechar logista. No quiero decir que no incida en todo sea, luego de tanta historia que ha corrido toma-
una mano con más firmeza que el susodicho car- esto la “psicología” de un tipo tan complejo (tan da de la mano compleja del peronismo, luego de
denal, quien debe entregar la suya como una difícilmente descifrable) como Perón, sino que tanta obstinación en mantenerlo a flote, no deja
esponja resbaladiza. He sido amigo de muchos habrá que buscar las causas de esos dislates por de ser cierto que siempre que jugó claramente
curas en mi vida. O de unos cuantos. Fueron otras partes. Por la ausencia de una verdadera del lado “correcto”, del lado del poder, del lado
–¡por supuesto!– casi todos sacerdotes del Tercer organizatividad popular, por la burocratización de las clases dominantes, de las clases hegemóni-
Mundo u otros que lo siguieron siendo en años de los sindicatos y del Partido Peronista, por la cas, se le aceptó todo y hasta se lo vio hermoso.
PROXIMO posteriores aunque ya no se definan así, dado que adulonería de la Cámara de Diputados y por los ¿O no fue bello Menem para esos infalibles
DOMINGO también eso fue aniquilado en la Argentina. Res- serviles de los que Perón se rodeaba. Del modo miembros del establishment que fueron Alvaro
peto a los hombres de fe. Y hasta diría que soy que sea, el peronismo había tomado y se proponía Alsogaray y su hija, la niña del tapado de visón,
La vida por Perón –contradictoria, dificultosamente– uno de ellos. tomar medidas muy perjudiciales para la Iglesia. de las piernas largas y los negocios turbios?

IV Domingo 6 de enero de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


8 El bombardeo del 16 de junio

Suplemento especial de

Página/12
s ahora el 11 de junio de 1955. La lugares céntricos ahí no hay nadie. Raro, pero tal vez

E oposición al régimen vive sus días de


mayor dinamización política. Perón
–que debió advertirlo– nada hace.
Pone gente en cana, lo cual acentúa
su imagen represiva, crea mártires y crea también
torturadores y hechos aberrantes como la muerte de
Ingalinella. Que fue el único muerto del régimen
posible. Sigamos. Halperín, en cambio, nos detalla
la obra de la barbarie. Es de noche. Arden las igle-
sias. Son saqueadas por las muchedumbres. (Las
“muchedumbres”, qué palabra tan precisa para
señalar el descontrol, la anarquía, la siempre retor-
nante barbarie de un país que no acepta nunca
regirse sabiamente por su constitucionalismo libe-
peronista. Notable hecho de este gobierno autorita- ral.) Las “muchedumbres”, además, “saquean”. Son
rio y nazifascista. Mató a un solo tipo. A una exce- muchedumbres delictivas. Son hordas. Luego inter-
lente persona, sin duda. Pero los de la Libertadora viene el “factor régimen”. Surgen unos “equipos
–a menos de un año– ya fusilaban a Valle y los especializados”. Especializados en quemar iglesias.
suyos y ya llenaban de cadáveres el barro de José Asombrosa especialización. Actúan “con rapidez y
León Suárez. Nada de qué asombrarse: era Ramón eficacia”. Sigue la descripción de la catástrofe. El
Falcón que volvía, era el coronel Varela, era Justo, fuego lo barre todo, “hasta dejar tan sólo el ladrillo
eran –antes que ellos– los asesinos paranoicos calcinado de los muros”. Se conduele mucho el
Ambrosio Sandes, Irrazábal y Wenceslao Paunero. gran historiador argentino. No se pregunta por qué
Ramón Estomba y Rauch. ¿O desde cuándo los ocurrió este hecho –injustificable, claro–, qué lo
defensores de la democracia y la república tuvieron provocó, qué provocó la furia, qué despertó el
buenos modales? En cuanto a la tortura, torturaron fuego. El fuego vino del cielo. Un periodista –que
diez veces más los de la Libertadora que los “famo- he criticado más de una vez– es en esto más sincero
sos” hermanos Cardozo, tornados célebres por la que el rey de nuestros historiadores serios: “Al caer
literatura antiperonista. Es ahora, decíamos, el 11 la tarde, en los policlínicos y en las comisarías se
de junio de 1955. Se hace “una gigantesca y belico- amontonaban los cadáveres que media docena de
sa procesión de Corpus Christi” (Halperín Donghi, camiones habían recogido en las calles. El espectá-
Ibid., p. 143). Se produce un episodio lamentable culo más tétrico lo ofrecía un trolebús semidestrui-
porque no sirvió para nadie: la quema de la bandera do por una bomba, la que estalló en su interior
argentina. Todavía veo la foto de Perón en Noticias cuando pasaba por la Casa Rosada: casi todos los
Gráficas. Mira con aire consternado la bandera cha- ocupantes murieron en el acto. La cantidad de víc-
muscada. Todo se estaba poniendo muy espeso. timas –según el recuento de los diarios– habría sido
Yo, a esa edad, sólo recordaba a Perón como Presi- de 200 muertos y más de 800 heridos. Algunos de
dente. Les preguntaba a mis viejos: “¿Y si lo echan a éstos fallecieron después” (Hugo Gambini, Historia
Perón, ¿quién va a ser presidente?”. Ingenua frase del peronismo, la obsecuencia (1952-1955), Vergara,
infantil que revelaba un cándido respeto por el Buenos Aires, 2007, p. 365). También Félix Luna
orden institucional. ¿Cómo lo iban a echar a Perón narra la masacre con honestidad: “Pero todo salió
si él era el presidente? Después seguía jugando con mal y el saldo fue una tragedia que desde entonces
mi Mecano o leyendo Rayo Rojo o Misterix. Escribe quedó fijada en la memoria colectiva con la dimen-
Halperín Donghi: “El 16 de junio a la protesta sión macabra de una injustificada masacre (...) un
desarmada siguió la tentativa de golpe militar: una panorama horrible: cuerpos destrozados, charcos de
parte de la Marina y la Aviación se alzó contra el sangre, heridos y mutilados por todos lados” (Ibid.,
gobierno, bombardeando y ametrallando lugares pp. 236/238). Pero falta algo: “Parecía que todo
céntricos de Buenos Aires. Esa noche, sofocado el había terminado, pero a las 17.40 sobrevino el últi-
movimiento, ardieron las iglesias del centro de la mo ataque, casi una salva, producido por una única
ciudad, saqueadas por la muchedumbre e incendia- máquina que, después de sobrevolar la zona céntri-
das por equipos especializados que actuaron con ca, se fue alejando rumbo a Montevideo: una espe-
rapidez y eficacia: en San Francisco, en Santo cie de ‘yapa’ insensata, que no respondía a ninguna
Domingo, el fuego se llevó todo, hasta dejar tan necesidad bélica” (Ibid., p. 238). Este avión llevaba
sólo el ladrillo calcinado de los muros; las cúpulas, la inscripción bélica, la insignia que daba unidad a
levantadas y rotas por la presión de los gases de las luchas de la época en su fuselaje: “Cristo
combustión, dejaron paso a llamaradas gigantescas” Vence”. No aterrizó en ningún lugar de la Argenti-
(Ibid., p. 144). Acabamos de leer un texto indigno na. Siguió hasta el Uruguay donde fue amablemen-
de cualquier historiador. Es posible que yo sea te recibido. Uruguay era un país tan jugado contra
demasiado directo en algunas opiniones y eso me Perón que se hizo cómplice de una de las peores
reste “distancia académica” ante los hechos. Lo matanzas de nuestra historia. Que se aguanten
siento. Academia, a mí me sobra. Eso no me preo- entonces a todos los insoportables, fanfarrones
cupa. Me eduqué en Viamonte 430 con los mejores turistas que les mandamos a Punta del Este, locali-
profesores de la primavera de Risieri Frondizi. El dad ya conquistada por lo más vulgar de la clase
plus que tengo sobre los académicos es que soy un media argentina, rastacuerista de alma. Recíbanlos
escritor. Y un escritor es un tipo que se maneja con bien. Como a ese avión de la Marina que mataba
imágenes. Más aún si es también un guionista cine- gente al grito guerrero de “Cristo Vence”. no bien empiezan las estadísticas es porque cada
matográfico. Alguna vez Jorge Lafforgue me contó, Pero volvamos a Halperín. ¿Cómo ha sucedido una de las vidas perdió su valor. El 16 de junio de
con buen humor, que al eminente Halperín Don- esto, Tulio? ¿Vale más una cúpula, algunas iglesias 1955 (y ésta es una tesis que pertenece sobre todo a
ghi lo único que le gustaba de mi obra era el guión (o muchas, las que usted y el antiperonismo incan- Guillermo Saccomanno y que, supongo, aparecerá
del policial En retirada. A mí, por ejemplo, cada vez sable quieran) que doscientas vidas? ¿Cómo pudo en su próxima novela: 77) es el prenuncio de la
se me caen más de las manos sus libros tan exalta- olvidarse de algo así? ¿Qué seriedad tiene Argentina ESMA. La Marina muestra hasta dónde pueden lle-
dos por algunos de sus seguidores. Escuche, Halpe- en el callejón? ¿Cómo puedo tomar seriamente un gar su odio y su ensañamiento criminal.
rín Donghi: usted no puede despachar la jornada libro que recorta tan brutalmente la realidad? Y no Importa señalar que salieron obreros a dar “la
del 16 de junio diciendo “una parte de la Marina y dudo de que se trató de algo inconsciente. Usted vida por Perón”. La CGT, a cuyo frente estaba Di
la Aviación se alzó contra el gobierno, bombardean- quiso olvidar los muertos de Plaza de Mayo y Pietro, los convoca a la defensa de “su” gobierno.
do y ametrallando lugares céntricos de Buenos hablar de la barbarie peronista incendiando las igle- No fueron muchos. Convendrá analizar de otro
Aires”. Este texto es una ofensa a los derechos sias. Pero eso que acaso haya sido inconsciente modo la célebre consigna peronista. Sobre todo
humanos en la Argentina. Tampoco puede escribir mientras escribía este libro de ligeras anotaciones luego de haber estudiado el tipo de “pueblo pero-
–como escribe sólo unas páginas más adelante– “El expresa lo que finalmente tuvo más peso en la nista” que moldeó el Estado de Bienestar que
año 1956 transcurrió así con un rumbo político sociedad argentina. Hablar de la quema de las igle- implantó Perón en su década de gobierno. La fór-
impreciso” (Ibid., p. 155). Porque, ante todo, está sias es hablar contra la barbarie, la incultura de los mula Estado de Bienestar no es de la época. Pero la
ignorando la obra maestra de Rodolfo Walsh, que peronistas. Siempre “alpargatas sí, libros no”, al fin utilizo igual. Es ese Estado peronista que ya hemos
llevó las matanzas de ese año de “rumbo político y al cabo. Hablar de las víctimas del bombardeo a estudiado pero seguiremos estudiando (falta aún):
impreciso” a hecho literario, a obra maestra de Plaza de Mayo es cosa de peronistas. Increíble: el el Estado generoso que protege al obrero y lo libra
nuestras literatura. (Dejo de lado la cuestión de la 16 de junio es una fecha de dolor que sólo le de luchar por las conquistas sociales, concediéndo-
creación del periodismo de ficción y de la prece- corresponde al peronismo. Es un “hecho partida- selas. Dentro de este encuadre: ¿qué significa “la
dencia de Walsh sobre Truman Capote.) Vamos rio”. La quema de las Iglesias es una injuria a la casa vida por Perón”? Sé que a algunos les parecerá arbi-
por partes. Analicemos el primer texto. (Como de Dios, a nuestras creencias, a la fe católica de este trario mi enfoque, pero me interesa abrir una nueva
verán, tengo frialdad académica.) ¿De qué nos país de conciencias religiosas, las que dan, al fin y al punta, sólo eso. Si seguimos a León Rozitchner y
habla? De “una parte” de “la Marina y la Aviación” cabo, verdadera unidad a la institución familiar, distinguimos el “no matarás” paterno del “vivirás”
que se alzó contra el gobierno. Este alzamiento base de nuestra sociedad... y todo eso. materno, ¿no estaría ese proletariado peronista de
habría implicado –para tan escueto texto– solamente Hay que decirlo claro y fuerte: el 16 de junio de los años de júbilo animado por la presencia femeni-
un bombardeo y ametrallamiento de “lugares cén- 1955 la Marina argentina bombardea una ciudad na de Evita como gran madre, animado por el
tricos”. Cualquiera se preguntaría: ¿”lugares céntri- abierta, hace fuego frío y deliberado, criminal, “vivirás” materno? Si así fuera, tendríamos dos sig-
cos”? ¿No hay “personas” en los “lugares céntricos”? sobre personas indefensas. Asesina (que se entienda: nificados de la frase “la vida por Perón”. El que
Parece que no. Parece que justamente en el momen- asesina) a doscientas personas y a otras que mueren siempre se entiende, el más literal: “Damos la vida
to en que los aviones de la Marina bombardean los después. No importan las estadísticas. Ya se sabe: por Perón” (que se liga a la muerte). Y el otro, el
II
López Rega y a la Triple A! Terminanos, así, con
los Estudios sobre los orígenes del peronismo. Si hay
ahí algo más que lo busque otro.

LA CONDUCCIÓN NO CONDUCE
Milcíades Peña, en cambio, no se traicionó
nunca. Se dirá que murió joven. Pero ésta es una
teoría miserable. Supone que los hombres se trai-
cionan, se entregan con los años. Y lo que tiene de
miserable es que justifica a quienes lo hacen. No:
nadie tiene por qué abjurar de sus pasiones tempra-
nas. Cambie la historia para el lado que cambie,
siempre habrá convicciones personales que dieron
sentido a nuestra vida, y de las que no vamos a
renegar. Juro, por ejemplo, que los canallas de este
país siguen siendo los mismos de siempre. Los
vamos a ir señalando sin vueltas, hasta, diría, sin
demasiada cortesía, y hasta con cierta falta de edu-
cación. Peña, decía, es un tipo bárbaro. “Hacia
1954 es convocado por esta organización (la del
trotskista Nahuel Moreno) para colaborar en la edi-
ción del periódico La Verdad, que edita la corriente
morenista mientras funciona como fracción interna
del Partido Socialista de la Revolución Nacional
(PSRN). Desde este periódico, Moreno y Peña
escribirán una serie de artículos con los cuales resis-
ten las tentativas cívico-militares que desembocan
en el golpe de 1955 y llaman desde entonces a la
resistencia. Peña recapitula, dos años después, esta
experiencia en el folleto “¿Quiénes supieron luchar
contra la ‘Revolución Libertadora’ antes del 16 de
septiembre de 1955”?” (Horacio Tarcus, Dicciona-
rio Biográfico de la Izquierda Argentina, Emecé,
Buenos Aires, p. 501, 2007). El folleto es de 1957.
En otro texto que publica en Fichas narra cómo él y
otros fueron a pedir armas a los sindicatos y no
obtuvieron nada. ¿Qué podían obtener? Sólo podí-
an transformase en figuras heroicas, de enorme dig-
nidad (porque no eran peronistas), pero patéticas
porque pretendían luchar por un líder que ya había
puesto violín en bolsa: cañonera paraguaya y a
rajar. Luego vendrían las interminables justificacio-
nes. Pero Milcíades y los que fueron a pedir armas
tenían su visión de la Historia. Se jugaban a una
que bien pudo ser. Y que habría sido interesante de
observar. Con un Ejército con mayor poder de
fuego, con los sindicatos dispuestos a la lucha (al
menos los que armaron las barricadas obreras con-
tra el golpe de Menéndez), con los sectores del pue-
blo peronista no ablandados por el Estado de Bie-
nestar o con los que descubrían que los que venían,
que los jovencitos del Cristo Vence, la clase media
gorila, que los estudiantes de las clases acomodadas,
que los izquierdistas dispuestos a barrer contra la
demagogia populista, con los engaños a la clase
obrera y sus genuinos intereses, que con los coman-
dos civiles herederos de la Liga Patriótica, que con
la Iglesia, la Sociedad Rural y la aristocracia de la
Marina, perderían años de conquistas, serían perse-
del “vivirás” materno: “Tenemos la vida por Perón” isabelismo, con los Ottalagano y los Sánchez Abe- guidos, volverían los días de la soberbia de los
(que se liga a la vida). Esto permitía abrir algunos lenda, el “desorden” de la Universidad del ’73 patrones, la falta de trabajo, la baja de los sueldos y
cauces para entender los numerosos motivos de la como un desorden creativo, como un fervoroso todo ese mundo que había odiado al peronismo
caída del peronismo. Un líder que no había forma- campo de ideas que daba vida a los claustros. Tam- porque era obrerista, porque representaba a la
do cuadros combativos. Pero para pelear hay que bién –y esto lo recuerdo con enorme nostalgia y negrada, a las sirvientas, a los delegados fabriles y
matar. Y el pueblo peronista nació ligado a la vida afecto– me mandaba a sus ayudantes de cátedra porque, aunque robaba como habían robado todos
antes que a la muerte. cada vez que yo daba una clase en alguna cátedra de los gobiernos de la Argentina, aunque sus dirigen-
En mi relevamiento de textos importantes sobre la JP para que me rompieran lo que ustedes pueden tes se corrompieran, aunque le pusiera el nombre
el peronismo he dejado de lado el célebre Estudios imaginar, pero con nivel teórico, de frente, con de Perón al buzón de la esquina, siempre sería más
sobre los orígenes del peronismo de Miguel Murmis y ideas. Buenos tiempos. Luego Portantiero se exilio de ellos que la vieja Argentina que se venía, renco-
Juan Carlos Portantiero. Siempre resultó algo mis- y volvió de México hecho un “conservador y de rosa, vengativa, oligárquica y oligárquicamente bur-
terioso para mí el secreto prestigio de este libro. Se centro”, palabras suyas. Dio un seminario sobre guesa. Contra todo esto se jugaron Milcíades y los
editó primero en el Instituto Di Tella. Y luego, Gramsci que pudo haber incomodado a algunos. suyos. ¿Dónde estaban los fusiles? Querían pelear.
supongo, el prestigio de militante de la izquierda Pero, cada vez más, se iba para la derecha. Una vez, No querían caer sin dignidad, mansamente. Pero la
de, sobre todo acaso, Portantiero lo tornó de lectu- en un bar, allá por el ’88, el entrañable piantado de foto que tenemos del último acto de Perón en el
ra insoslayable. Lo que dice es mínimo: que los Pancho Aricó se puso a cantar “La Internacional”. país que requería su conducción es la de ese hom-
migrantes no aparecen en el ’43 sino que ya había “¡Atrás, burgués, atrás!”, exclamaba. Portantiero me bre que se mete inseguro en una cañonera de un
una afluencia de los mismos desde la época de la miró con gesto de “qué piantado está, por favor”. país dictatorial, bananero aunque no tuviera bana-
Concordancia con la supresión de importaciones. Pero lo quería de corazón a su amigo. Y de pronto nas. No es la última imagen de Salvador Allende.
Hay por ahí algunos gráficos de esos que parecieran lo imperdonable. Hacía un buen tiempo que no Con el casco de guerra, la metralleta y mirando
dar seriedad a algunos libros y que a mí en general sabía nada de él. Eran los ’90. Los malditos ’90. hacia el frente esperando a los asesinos. Se dirá: a
me importan poco, creo que reemplazan la capaci- Portantiero era un más que importante profesor Allende lo mataron, de nada sirvió su última foto
dad de pensar por cifras que siempre, finalmente, académico. Y alguien le pide que le presente un heroica. Pero hay en un líder revolucionario algo de
tienen que pasar por la rigurosidad de la hermenéu- libro. Alguien que la jugaba de gran demócrata los comandantes de los barcos que se hunden. Son
tica, de la interpretación. Y, por fin, el verdadero durante esos años. Y el Negro acepta. Le presenta el los últimos que abandonan la lucha. ¿De qué sirvió
aporte teórico radica en que al transformarse el Par- libro. El autor era Mariano Grondona. ¡Caramba, la huida de Perón? Nadie puede tener una respues-
tido Laborista en Partido Peronista los obreros Negro Portantiero, qué trayectoria! ¡De defender el ta clara para esto. Pero es hora de hacer todas las
pierden su organización de clase autónoma y pasan “desorden” revolucionario de la Universidad del preguntas. Acaso no sea eso de la “versión definiti-
a formar parte del aparato peronista. No mucho ’73 contra todos los fascistas que el peronismo arro- va” del peronismo con la que, desde luego, no estoy
más. Portantiero es una figura paradigmática en jaba sobre ella a presentar en los noventa un libro de acuerdo porque nunca la habrá, la que esté muy
nuestra cultura. Recuerdo un notable artículo suyo del autor de Meditación del elegido, abominable lejos de expresar estas desmedidas preguntas, o las
de 1974 defendiendo, ante la ofensiva fascista del texto de Grondona del año ’74 en que defiende a que no tenga por qué evitarlas, ya que nos hemos
III
animado a hablar de la “locura” de una versión ción peronista se encargaron de que esos gérmenes no la calle! ¡No sea cosa que pase algo!” (Luna,
definitiva no habrá tema que quede afuera. Volvió prosperaran” (Peña, Ibid., pp. 128/129). Ibid., p. 943).
viejo. Rodeado por un clown sanguinario y una Rara frase. ¿Quería que no pasara nada luego de
cabaretera perversa (hay cabareteras que son dul- LA DECISIÓN DE ese discurso? Di Pietro se entusiasma y empieza a
ces, espléndidas mujeres, pero ésta era ponzoñoza) DAR LA BATALLA armar milicias populares. Las milicias no se arman
que regaron de sangre el país ayudados por tipos No es fácil responder la cuestión. Por una parte por una locura de Di Pietro sino porque hay
siniestros como el comisario Villar, el héroe cordo- sabemos que el peronismo –tal como se organizó– muchos obreros que se desbordaron de los esque-
bés Navarro (el de la “desobediencia histórica”, no lo hizo para desatar una rebelión obrera armada mas del Estado de Bienestar. ¿Está claro? El discur-
parapolicial comparado con San Martín), con aunque fuera en defensa de su gobierno. La única so de Perón rompía con el Estado de Bienestar. Era
Osinde, con paras franceses y luego con un Ejérci- que planteó seriamente esta cuestión fue Evita. un discurso de guerra. Reclamaba la acción de
to al que cada vez permitió más y más participar Compró armas al príncipe Bernardo de Holanda y cada peronista. No es casual que si el líder llama a
en una represión que paulatinamente perdía sus las entregó a la CGT. Los generales leales Lucero y la lucha muchos obreros rompan el cerco ideológi-
límites. ¿No habrían sido preferibles a estas catás- Solari denunciaron el hecho a Perón. Perón repri- co y organizativo establecido hasta entonces. Una
trofes y a todos los años de persecuciones que me duramente a Espejo, le dice que Evita, por su cosa es pedir a esos que el conductor conduce que
sufrió la clase obrera luego de la huida de su con- enfermedad, ya no puede tomar decisiones, y “vayan de casa al trabajo y del trabajo a casa” y
ductor una lucha abierta y franca en 1955, cuando envía las armas al arsenal Esteban de Luca. De este otra –distinta– es pedirles que maten a cualquiera
se tenían todas las posibilidades de ganar? ¿Quién arsenal tomarán estas armas los “libertadores” para que intente alterar el orden. “Contestar una acción
puede decir que habría sido imposible? Sólo hacía usarlas contra Perón en septiembre de 1955. violenta con otra acción violenta”. ¿Cuál es el
falta un líder decidido. Lo demás estaba. A ver si ¿Creía Evita en la posibilidad de una defensa ámbito de esta acción? ¿Dónde tiene lugar? ¿En el
nos entendemos: el Ejército leal era más poderoso popular armada del gobierno de Perón? ¿Era eso el trabajo? ¿En la casa? No, en la lucha, en la política
que el rebelde y habría aplastado el golpe. Milcía- peronismo? La cuestión es así: ¿se había formado a hecha guerra, a lo sumo: en la política organizada
des Peña y muchos otros como él no eran suicidas. sí mismo el peronismo como para enfrentar su desde los sindicatos adonde habría que ir a buscar
Fueron a pedir armas. Fueron a defender a un lucha final armando a la clase obrera a la que había las armas y defender al gobierno del pueblo. No
gobierno para el que tenían muchas críticas pero lo educado con la consigna que aconsejaba “de casa fueron todos los obreros: muchos siguieron dentro
sabían querido por el pueblo. Y sobre todo: ¡cono- al trabajo y del trabajo a casa”? Este enfoque es del esquema del Estado que proveía y ellos que
cían la vieja ralea que se venía! “Poco antes del 16 fácil de resolver. Es la vulgata de la cuestión. Una recibían. Tenían miedo –posiblemente– y este
de septiembre, la CGT había hecho como si estu- vulgata que viene tanto de la izquierda como de la esquema les permitía seguir siendo peronistas sin
viera dispuesta a formar milicias obreras” (Peña, derecha. También del peronismo. Todo está claro. arriesgar la vida. Pero hubo otros que entendieron
Ibid., p. 127). Pero el líder de la clase obrera no se Un Estado de Bienestar no es un Estado revolucio- el nuevo encuadre: el Estado los reclamaba. Ese
hacía presente. Esto enfriaba a la CGT y al Ejérci- nario. Si cae, no evitará esa caída apelando a la Estado que siempre les había dado concesiones, no
to Leal. Este Ejército (y éste es un punto muy deli- lucha armada. Hay, incluso, en ese peronismo podría dárselas en el futuro si ellos no lo defendían
cado) temía la formación de milicias obreras. El cuasi místico de Favio una visión de Perón como ahora. De casa a la CGT y de la CGT a la guerra.
problema de un Ejército burgués y de un orden ángel de la paz y de la vida, como un general Muchos lo interpretaron así y así estaban dispues-
burgués como el del Estado de Bienestar Peronista bueno que no llevará a su pueblo por las sendas de tos a actuar. Por otro lado, los hombres de armas
es que si arma a la clase obrera no sabe dónde ésta la muerte. En fin. Pero hay otro punto de la cues- –pese a que son naturalmente renuentes a las mili-
se va a detener. Curiosamente o no, durante las tión. No es el tradicional. cias armadas– no abandonan a Perón. Que quede
jornadas de septiembre aparecieron muchos obre- Nadie puede controlar hasta dónde llegarán los claro: Perón se va con un Ejército que le sigue
ros dispuestos a la lucha. Esto no desmiente la teo- obreros cuando se les empiezan a conceder mejo- siendo leal y es superior al enemigo. Con una
ría del pueblo de las conquistas “concedidas” y no ras. Cuando se los incita contra los patrones. Cuan- CGT decidida a la lucha. Y con los obreros que se
“conquistadas”. Pero –ante la desesperación y cabe do se les hace ver que si vienen los de antes volve- habían olvidado de los amparos del Estado de Bie-
suponer que este factor tuvo importancia, es decir, rán los años de miseria y persecución. El peronis- nestar y se la jugaban por él. Lo que falla es la con-
la certeza de que se estaba a punto de perder todo mo tiró mucho de esta piola. Los discursos de Evita ducción. Es difícil saber quién habría ganado.
lo conquistado en diez años– más obreros de los fueron incendiarios. Y ni hablemos de los últimos (Todo parece indicar que habría sido Perón. La
que esperaban los sindicatos y el Ejército salieron discursos de Perón. Seamos claros: un líder no clase media estaba aterrorizada, los jovencitos del
en busca de armas. ¿Por qué los sindicatos afloja- puede decir el discurso que dijo Perón el 31 de Cristo Vence paralizados y los comandos civiles
ron su combatividad, por qué la aflojó el Ejército? agosto de 1955 y meterse en una cañonera de otro habrían sido un aperitivo para el Ejército de Luce-
Porque la conducción se hizo humo aduciendo la país (“¡tomarse el buque!”) dos semanas más tarde. ro.) Cuando la situación se plantea de este modo
transitada excusa del bien de la patria, de su unidad El discurso del 31 de agosto no tiene otra opción lo que la resuelve es la decisión de dar la batalla. El
y para no desatar una guerra civil. Entregó así al más que asumirse. El líder que lo dijo se pone al Ejército leal, la CGT y los obreros movilizados
proletariado argentino a años de persecuciones, frente de esas palabras, no las niega y huye. Esas pierden la conducción. No la tienen. La conduc-
proscripciones y desamparos. Pero no hubo gue- palabras incendiaron los ánimos de los obreros y es ción huye. Nada puede desalentar más a los que
rra. Milcíades habrá de escribir un texto terrible. posible que hayan llevado a muchos más allá del están decididos a pelear. Los rebeldes, en cambio,
Figura en él la palabra afeminado aplicada a Perón esquema del Estado de Bienestar. Por primera vez estaban decididos a todo. ¿Perón quiso evitar una
y esa palabra era una palabra del gorilaje de la Perón reclamaba la acción directa de su pueblo. “A guerra civil? ¿Fue víctima de sus condicionamien-
época. Porque la Libertadora se solazó, además, en la violencia le hemos de contestar con una violencia tos de clase? ¿Había perdido energía vital, creativi-
zaherir la valentía de Perón. Perón se defendió y ya mayor. Con nuestra tolerancia exagerada nos dad? ¿Toda esa parafernalia de la UES, la pocho-
veremos cómo. Voy a citar el texto de Milcíades hemos ganado el derecho de reprimirlos violenta- neta, la adulación, los bronces, los monumentos,
porque es impecable, lúcido. Quien quiera quitarle mente.” Pero es otro el párrafo totalmente nuevo en la alcahuetería lo habían deteriorado como líder
la palabra “afeminado” se la quita. Yo prefiero el lenguaje de Perón. “Establecemos (dice) como combativo? Si fue un líder combativo, ¿no tenía
obviarla. Es innecesaria. Pero lo demás, hay que una conducta permanente para nuestro movimien- esa combatividad los límites de la coalición militar,
leerlo, pensarlo largamente y estudiarlo y discutir- to: aquel que en cualquier lugar intente alterar el empresarial, burguesa y proletaria que le dio textu-
lo. Escribe Milcíades Peña: “Quedaba definitiva- orden en contra de las autoridades constituidas o ra? Todo esto es posible. Una cosa fue real: en sep-
mente claro que el afeminado general don Juan en contra de la ley o la Constitución, puede ser tiembre de 1955, a todos los que salieron a pelear,
Domingo Perón no era el tipo de caudillo capaz muerto por cualquier argentino”. Esta conducta, el conductor los dejó solos. Pero tampoco los
de ponerse al frente de sus hombres e imantarlos insistió, debía ser seguida por todos los peronistas. Y había preparado. Perón organiza a los obreros
con el ejemplo de su coraje personal. Generales luego lanzó la célebre consigna del “cinco por desde el sindicalismo controlado por el Estado
insospechables empezaron a pasarse a los rebeldes, uno”. Señalemos hasta qué punto se estaba escri- Peronista. Se trata de una organización estatal.
y finalmente el lunes 19 a las 13 se anunció al país biendo una historia para ese momento y para los Nunca hubo una organización de cuadros prepara-
la renuncia de Perón, que cedía el poder al Ejército largos años que vendrían en nuestra patria. La frase dos para luchar en una coyuntura como la del ‘55.
(...) Sin embargo, las fuerzas ‘leales’ eran militar- que habrá de decir Perón tiñe de sangre la argenti- Los que salen en las jornadas de septiembre lo
mente más poderosas que las insurrectas, controla- na contemporánea ya que habrá de ser recogida por hacen por las suyas. Recorren las calles. Gritan
ban la capital y contaban con la simpatía total y distintos sectores armados. La guerrilla recogerá el “¡La vida por Perón!” Van hacia la CGT. No exis-
activa de la clase obrera y el pueblo trabajador. “cinco por uno”. Y los militares del Estado genoci- tía una sola estructura organizativa de cuadros polí-
Militarmente, los rebeldes no habían aniquilado, da la transformarán en “cincuenta por uno”. Si cal- ticos que pudiera sostener al gobierno ante un ata-
ni siquiera debilitado a los ‘leales’. Habían derrota- culamos los muertos de la guerrilla en aproximada- que armado. Sólo el Ejército. Era así: tampoco el
do su lealtad (...) Perón declaró en el exilio que en mente seiscientos la cifra de “cincuenta por uno” Ejército habría tolerado una organización de cuadros
sus manos estaban los arsenales y que no quiso dar nos da la de los treinta mil desaparecidos. Esta pro- leales. Cuando se forman barricadas contra el golpe
armas a los obreros que las pedían insistentemente, yección tiene la frase que Perón lanza el 31 de agos- de Menéndez son los leales Solari y Lucero quienes
para evitar una matanza (El Plata, de Montevideo, to: “La consigna para todo peronista, esté aislado o se quejan ante Perón. Lo mismo con las armas que
octubre 3, 1955)”, Peña, Ibid., p. 128. dentro de una organización, es contestar a una hace traer Evita. “Nos tiene a nosotros.” Lo terrible
Ahora bien, lo que seguidamente dice Peña es su acción violenta con otra más violenta. ¡Y cuando de septiembre de 1955 es que no los había perdido.
tesis central. Se cree en ella o no. Se la discute. Se uno de los nuestros caiga caerán cinco de ellos!”. Ese Ejército burgués, institucional, profesional,
la acepta. Se la rechaza. Escribe: “En verdad, no fue Recién en 1973 volvería a hablar desde los balcones insistía en su lealtad al líder. De modo que Perón
la matanza lo que Perón trató de evitar, sino el de la Rosada: con un vidrio de protección que la no necesitaba una estructura de cuadros que saliera
derrumbe burgués que podría haber acarreado el derecha le había puesto para indicar que los “zur- a defenderlo. Por decirlo todo, en 1955 el Ejército
armamento del proletariado. La cobardía personal dos” querían matarlo. El sol daba sobre el vidrio y leal estaba dispuesto a hacer sentir su mayor poder
PROXIMO
del líder estuvo perfectamente acorde con las necesida- se hizo muy difícil verlo a Perón. de fuego sobre el rebelde, los obreros que habían
DOMINGO des del orden social del cual era servidor (...) La caída “Parece que cuando Perón abandona el balcón roto los marcos conceptuales del Estado de Bienes-
ingloriosa del régimen peronista dio lugar, pues, a –es la noche del 31 de agosto– le dice al jefe de tar pelearían por Perón como siempre lo habían
La economía gérmenes de una insurrección obrera. Diez años de Policía: proclamado, la CGT se movilizaría en totalidad.
peronista educación política peronista y el ejemplo de la direc- –¡Por favor, Gamboa, saque toda la policía a Todos querían pelear, pero el jefe los abandonó.

IV Domingo 13 de enero de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


9 El concepto de aniquilamiento

Suplemento especial de

Página/12
LAS VEINTE VERDADES trando en su orgulloso colgante el “nuevo” credo. leídas por Perón, desde “su” balcón de la Casa
l 21 de junio de 1973, al día siguien- Al diablo con el socialismo nacional, la actualiza- Rosada, el 17 de octubre de 1950. Parecieran ser

E te de la masacre de Ezeiza, Perón da


un célebre discurso en el que declara
inaugurada la “etapa dogmática” del
peronismo. Era una clara opción en
favor de los que hacían de la patria peronista su
bandera contra los de la patria socialista. En ese
discurso (y es, ahora, a esto a lo que apuntamos)
ción doctrinaria y el trasvasamiento generacional.
Ahora, apréndanse las “veinte verdades”, imber-
bes. Un pibe que se llamaba Ernesto y que era de
una organización de la “tendencia”, no bien me
vio me preguntó dónde estaban. Todavía lo veo:
Ernesto era jovencito, tenía cejas muy pobladas,
era muy serio y conducía a los suyos con eficacia.
un fruto tardío del peronismo. Venían a decir
cosas que Perón venía diciendo desde los lejanos
años de 1943. Si en 1950 parecían un fruto tar-
dío, en 1973 parecieron un fruto podrido o una
tontería trasnochada sólo traída a flote para frenar
el vértigo de la militancia, a bajar banderas, a
abrirles paso a los ortodoxos. Eran, con total pre-
Perón –que busca congelarlo todo para frenar la Esa tarde estaba desesperado. Todo lo que dijo fue cisión, eso. “Los peronistas tenemos que retornar
dinámica política y movilizadora de su ala izquier- patético, ya que revelaba las sorpresas que la Ten- a la conducción de nuestro movimiento (...)
da– habrá de referirse a las famosas y muy olvida- dencia empezó a pegarse con Perón no bien el Somos lo que las veinte verdades peronistas
das “veinte verdades justicialistas”. ¿Quién se acor- “león herbívoro” aterrizó en la patria –ahora pero- dicen.” Veamos, ¿qué decían? Se trataba de un
daba de ese catecismo de museo? ¿Cuándo el líder nista– que lo recibía en medio de los tiros, la furia ideario popular, nacionalista, cristiano, estatista y
revolucionario madrileño que decía que con el y el miedo. “Che, José”, me dice. “¿Vos sabés qué entregaba algunas consignas para manejarse den-
Che había muerto “el mejor de los nuestros”, que son las ‘veinte verdades’? Decime: ¿qué mierda tro del movimiento. La democracia estaba al servi-
la violencia de abajo es consecuencia de la violen- son las ‘veinte verdades’?” Acaso una historia de la cio del Pueblo (siempre escrito con mayúsculas) y
cia de arriba, que al enemigo ni justicia, que el Juventud Peronista podría escribirse con este títu- defendía sólo su interés. El justicialismo es popu-
hambre es violencia y que esto lo arreglan los jóve- lo: ¿Qué mierda son las veinte verdades? Estaban lar y todo círculo político es antipopular, por con-
nes o no lo arregla nadie, se había ocupado de por todas partes. Pero estaban en los viejos libros siguiente no es justicialista. El justicialismo reco-
hablar de esa charlatanería del pasado, del viejo del justicialismo. En el viejo pasado que los jóve- noce una sola clase de hombres: los que trabajan.
peronismo, el que todos, y sobre todo Perón, nes –aun bajo la conducción del líder revoluciona- Según recuerdo de mi larga infancia de “niño pri-
habíamos dejado atrás? Pero no. Impávido, segu- rio, del amado por la clase obrera– habíamos veni- vilegiado”, esta “verdad”, la de reconocer sólo
ro, prepotente, el líder dice: “Somos lo que las do a “actualizar”. Nada. Nadie tenía nada de eso. como hombres a los trabajadores, incomodaba a
veinte verdades peronistas dicen”. ¿Qué eran las Ni un libro de lectura de la época. las clases medias. “¿Cómo? ¿Y nosotros no trabaja-
veinte verdades, quién las conocía? Cuando llegué Recordé, sin embargo, que en mos?”, era la queja. Algo que entrega un elemento
a la Facultad, a eso de las 4 de la tarde, ya una La fuerza es el derecho de las certero: Perón siempre se dirigía a los trabajado-
agrupación había hecho un colgante con bestias, Perón las trans- res. Aun cuando le hablara al “Pueblo”, su interlo-
las “veinte verdades”. Serían de Guar- cribía. Al rato había cutor era el pueblo trabajador de la nación. Esto
dia de Hierro o de los Demetrios, un nuevo colgante. mantenía siempre vigente, siempre en pie las divi-
el “peronismo mogólico” como Un colgante de la siones en las que persistió el movimiento: pue-
se les decía. Pero se sabían izquierda revolucio- blo/antipueblo, patria/antipatria, leales/contreras,
las “veinte verdades”, naria con las “veinte peronistas/antiperonistas. O sea, amigo/enemigo
sabían dónde encon- verdades”. Pero, ¿eso al más puro estilo Carl Schmitt. La cuestión es
trarlas y ahí esta- íbamos a hacer? ¿Ple- densa. No se marcan inocentemente antagonis-
ban ellos: garnos a cualquier mos tan fuertes. La oligarquía argentina había gra-
mos- cosa que el Viejo dije- bado a sangre y fuego el más poderoso de todos:
ra? Por el momento, sí. Civilización/Barbarie. Pero los del peronismo se
¿Veinte verdades? Veinte extendían a otros enfrentamientos.
verdades, general. Decir “La vida por Perón” era decir
Las veinte verda- “Perón o muerte”. Y éste es un
des fueron antagonismo que ya señala la posi-
bilidad cercana de la guerra, de
la violencia. “Los conceptos de
amigo, enemigo y lucha
(escribe Carl Schmitt)
adquieren su sentido real
por el hecho de que están
y se mantienen en cone-
xión con la posibilidad
real de matar física-
mente. La guerra
procede de
la ene-

II
mistad, ya que ésta es una negación óntica de un ¿Quién estaba al frente de la Cancillería argenti- peronistas o sus parientes, el escudo y la bandera
ser distinto. La guerra no es sino la realización na? O mejor: ¿pertenecía esa Cancillería al peronista, el nombre propio del presidente
extrema de la enemistad. No necesita ser nada gobierno del doctor Illia? Entonces el buenazo depuesto, el de sus parientes, las expresiones
cotidiano ni normal, ni hace falta sentirlo como del doctor Illia impidió un regreso que habría “peronismo”, “peronista”, “ justicialismo”, “jus-
algo ideal o deseable, pero tiene desde luego que salvado infinidad de vidas en este país. Por decir- ticialista”, “tercera posición”, la abreviatura P,
estar dado como posibilidad efectiva si es que el lo todo, si Perón hubiese podido regresar en las fechas exaltadas por el régimen depuesto, las
concepto del enemigo ha de tener algún sentido” 1964, Aramburu no moría. Salvo de un infarto, composiciones musicales “Marcha de los mucha-
(Schmitt, ob. cit., p. 63. Bastardillas mías). Se de un cáncer o de un resfrío mal curado. No veo, chos peronistas” y “Evita capitana”, o fragmen-
trata de un texto luminoso: no bien se plantea con sinceridad, qué cosas peores habrían podido tos de las mismas, y los discursos del presidente
un antagonismo en que uno de los dos elemen- sucederle al país si se le permitía a Perón regresar depuesto o su esposa, o fragmentos de los mis-
tos antagonizados sea entendido por el otro en esa fecha, cuando, indudablemente, lo inten- mos. b) La utilización, por las personas y con los
como enemigo y viceversa lo que se ha planteado tó. Pero se le temía. “El fantasma del regreso de fines establecidos en el inciso anterior, de las
es la guerra y, con ella, “la posibilidad real de Perón.” Lo que era una esperanza para los pero- imágenes, símbolos, signos, expresiones significa-
matar físicamente”. De aquí que la verdad N° 7, nistas era una pesadilla para los antiperonistas. tivas, doctrina, artículos y obras artísticas que
que establece que para un peronista no puede ¿Qué era lo que se temía? Estaba ahí: en los esta- pretendan tal carácter, o pudieran ser tenidas por
haber nada mejor que otro peronista, sea modifi- dios de fútbol. En los sectores populares que alguien como tales, creados o por crearse, que de
cada por el Perón del ’73. Aquí, ya que a él le cantaban, con furia, la marcha peronista. Para alguna manera cupieran ser referidos a los indivi-
interesaba, no regía la “etapa dogmática”. Si el mal o para bien, nadie despertó tanto el fervor duos representativos, organismos o ideología del
líder decidía cambiar, se cambiaba. Perón advier- popular en este país como Perón. Y esto horrori- peronismo. c) La reproducción por las personas
te lo que señala Schmitt: si para un peronista no za a los militares, a la Iglesia (“¡nos roban al pue- y con los fines establecidos en el inciso a),
puede haber nada mejor que otro peronista, blo!”) y a la oligarquía (“¡otra vez los negros!”). mediante cualquier procedimiento, de las imáge-
queda todo un sector de la sociedad enfrentado Esas muchedumbres de los estadios eran la verifi- nes, símbolos y demás objetos señalados en los
al peronismo. No hay un esquema amigo/enemi- cación de algo: si Perón volvía a la Argentina dos incisos anteriores.) El miedo a las masas. La
go fuerte, pero hay un reconocimiento de segun- podría presentarse a elecciones, arrasando. Acep- jactancia de clase. El racismo. “Somos superio-
do grado. Primero reconozco a los peronistas: tar el regreso de Perón era aceptar entregarle el res. Las masas son brutas. Son ignorantes. Perón
ellos, para mí que lo soy, son los mejores. Los país. ¿Cómo no lo iban a parar los radicales en es un fascista. No volveremos al régimen pero-
demás, no sé. Sobre ellos cae la sombra de una Río de Janeiro? Si no lo hacían, los echaban a nista.” O la humorada tan festejada de Borges:
sospecha. Pues si fueran decididamente buenos patadas. ¿O quiénes se creían que eran? ¿En serio “Los peronistas son incorregibles”. Bien, desde
serían peronistas. Por consiguiente, lo mejor creían que ellos gobernaban? El buen viejo Illia este preciso instante de la historia en que esta-
para mí. Pero no lo son. ¿Por qué? No puedo debió, sin embargo, jugarse entero. Señores, si mos, noviembre de 1964, el gobierno de Illia
saberlo, o sí. Pero lo que sé es que, al no ser yo no gobierno con la ley, no gobierno. Si para prohibiendo (con, desde luego, enormes presio-
peronistas, no pueden ser “lo mejor” para mí. gobernar le tengo que prohibir a un argentino su nes militares y eclesiásticas y oligárquicas) el
Perón, en el ’73, tiene que cambiar. Quiere aglu- derecho de volver al país, me voy. Debió haber regreso de Perón, se podría decir: “Los antipero-
tinar a toda la sociedad tras su proyecto y no hecho eso. Lo echaron de todos modos. ¿Qué nistas no son incorregibles, son brutos”. Con
quiere que nadie, por no ser peronista, se sienta ganó obliterando el regreso del Maldito? Pero menos imbecilidad, con algo de inteligencia, con
excluido. De aquí la nueva formulación de la una simple, serena reflexión sobre este retorno menos odio, con menos miedo, habría corrido
séptima verdad: “Para un argentino no hay nada nos lleva a establecer que la imbecilidad, el cana- mucha menos sangre. No fue Perón el que,
mejor que otro argentino”. Es el Perón que plan- llismo, la verdadera generación de la violencia, engañándola, le hizo creer a la izquierda peronis-
tea un único antagonismo: el que se produce estuvieron antes en los gorilas que en Perón o en ta de los ’70 que él era un líder revolucionario.
entre el tiempo y la sangre. Volveremos sobre las formaciones especiales. Frustrado el regreso Fueron los antiperonistas. Que Perón era lo intra-
esto, pero digamos que ésta es la formulación de 1964, las opciones para forzar el regreso del gable para el régimen se leía en el odio de los
más densa, más tramada del Perón del ’73. La líder proscripto (del líder popular que las masas militares, en el odio de la Sociedad Rural, de la
que dice: venimos de la primacía de la sangre, reclamaban desde los estadios de fútbol y desde Iglesia, de los sectores académicos, del periodis-
ahora es la del tiempo. Otra de las caras que cualquier lugar en que mínimamente se concen- mo ilustrado (la Historia del peronismo que se
llevó a la tragedia es la respuesta sincera que traran) debían ser mucho más drásticas. Aquí escribe en Primera Plana, la revista política de
muchos dieron a ese encuadre: “Corrió demasia- –exactamente aquí– se abre la posibilidad históri- elite de los ’60, es totalmente gorila), en las cla-
da sangre. Ya no nos queda tiempo”. O también: ca de la muerte de Aramburu. ¿Quiénes abren ses medias, en todas partes menos en la clase obre-
“Corrió mucha sangre como para que ahora nos esta posibilidad? Los que dejan bien claro que ra, en los sectores populares. ¿Cómo diablos iba a
pidan tiempo”. Toda la tragedia que se desarrolla para traerlo a Perón va a ser necesario mucho creer la juventud que se preparaba para buscar al
desde 1955 a 1976 radica en la imbecilidad gori- más que un vuelo a través del océano y un aterri- sujeto revolucionario en el peronismo y en el
la. Si no hubiese sido tan difícil traer a Perón, si zaje en el país. Porque Perón no puede volver. maldito, el expulsado Perón, las leyendas satáni-
no hubieran sido necesarias tantas luchas, tantas Porque no puede haber democracia ni la habrá en cas de sus padres? “Era un nazi. Los hermanos
vidas, tanta sangre, acaso se hubiera podido fre- tanto las masas sigan detrás de Perón asegurando Cardozo. Lombilla. El boxeador Lowel. La UES,
nar el desastre. su triunfo en cualquier elección democrática. centro de depravación. Los jefes de manzana. La
Los que así pensaron fueron quienes hicieron afiliación obligatoria. La adolescente Nelly
EL ODIO GORILA fuego sobre Aramburu, aunque en última instan- Rivas.” Pero, sobre todo, lo que los padres gori-
Lo que Perón no pudo frenar en el ’73 no es cia haya sido Fernando Abal Medina quien lo las o gorilizados por la impresionante máquina
(como le reprochan sus enemigos) lo que él desa- hizo. Ellos eligieron la sangre. Perón, en el país, de propaganda antiperonista que se montó a par-
tó. Es lo que desató el odio gorila. Perón, es cier- en 1964, no era la sangre. Era el tiempo. Una tir de 1955 les decían a sus hijos era: “Fue un
to, alentó a las formaciones especiales, a la vio- temporalidad sin duda agitada. Y un tiempo en nazi”. ¿Qué habríamos tenido si los jóvenes de la
lencia. Tiene su responsabilidad en eso. Pero a la que el peronismo habría vuelto al poder. Con izquierda peronista hubieran creído en esas leta-
guerrilla la creó la necedad del país antiperonis- Perón diez años más joven. Sin formaciones gue- nías de sus padres? La generación-Uki Goñi.
ta. La torpeza miserable, clasista, racista, antide- rrilleras en acción. Con militantes duros y políti- Las restantes verdades peronistas expresaban el
mocrática y represiva de la oligarquía, del empre- cos dialoguistas. Con el vandorismo. Con lo que ideario del primer peronismo. Perón regresa a
sariado, del catolicismo y del Ejército. ¡Si hasta sea. Pero, todavía, no daba para la tragedia. Lo ellas en 1973 porque son la garantía de un capi-
el santo viejito Illia, el intocado de nuestra histo- que siguió armando la trama final de la tragedia talismo popular, que era lo que buscaba. Y aquí
ria, tiene una enorme responsabilidad en esto! fue la prohibición de Perón. El miedo infame del el rechazo del peronismo combativo es unánime.
¿Por qué no se jugó por la Ley, por la Justicia, poder tradicional. La vigencia todavía absoluta ¿Dieciocho años de lucha para un capitalismo
por la Libertad, por el Derecho y dejó que Perón del artículo 4161. A Perón, ni nombrarlo. (Nota: popular? ¿Para darles la manija a los sindicatos
retornara en 1964? Vamos a darle la palabra a Se trata del decreto-ley 4161 del 5 de marzo de conciliadores, amigos de la burguesía? ¿A Gel-
una honesta, seria historiadora radical: “En 1956. Se llamaba: “Prohibición de elementos de bard y a la CGE? Acaso sí. Pero era difícil acep-
noviembre del ’64, cuando todavía no se habían afirmación ideológica o de propaganda peronis- tarlo. Los Montoneros hicieron un encuadre
extinguido los ecos del Plan de Lucha, el gobier- ta”. Se publicó en el Boletín Oficial del 9 de típico de su modo de pensar: cambiamos sangre
no de Illia enfrentó otro grave problema: el día marzo de 1956. Vamos a citar íntegramente su por poder. Nosotros pusimos los muertos para
12 se anunció que Perón, Jorge Antonio, Van- artículo primero, ya que se trata de una pieza que el líder regresara/ nosotros queremos com-
dor, Framini y Delia Parodi habían tomado imperdible: Art. 1º Queda prohibida en todo el partir la conducción con el líder. Conducción,
pasaje en Madrid y se dirigían a Buenos Aires en territorio de la nación: a) La utilización, con conducción/ Montoneros y Perón. Y si no, lucha
un vuelo de Iberia. La opinión nacional se divi- fines de afirmación ideológica peronista, efectua- interna. Asesinato de Rucci.
dió en peronistas deseosos de reencontrarse con da públicamente, o la propaganda peronista, por
su líder y antiperonistas para quienes se corpori- cualquier persona, ya se trate de individuos aisla- LOS “APUNTES
zaba el fantasma del regreso de Perón. En los dos o grupos de individuos, asociaciones, sindi- DE HISTORIA MILITAR”
últimos meses había recrudecido la campaña catos, partidos políticos, sociedades, personas Apuntes de historia militar es el libro que Perón
‘Perón Vuelve’, cuya sigla ‘PV’ se escribía con jurídicas públicas o privadas de las imágenes, escribe para sus alumnos de la Escuela de Oficia-
tiza en las paredes de los barrios. La marcha símbolos, signos, expresiones significativas, doc- les. Pretende entregarles una ayuda práctica para
peronista cantada insistentemente en las tribunas trinas, artículos y obras artísticas, que pretendan que puedan profundizar los conocimientos que
populares de los estadios de fútbol señalaba que tal carácter, o pudieran ser tenidas por alguien adquieren en las clases. En cuanto a la existencia
el recuerdo de Perón estaba vivo (...). El retorno como tales, pertenecientes o empleados por los del libro no hay otra cosa que la explique mejor.
de Perón se frustró en Río de Janeiro a pedido individuos representativos u organismos del Se hizo para eso y para eso sirvió. Sin embargo,
de la Cancillería argentina” (María Sáenz Quesa- peronismo. Se considerará especialmente violato- tuvo y tiene una vigencia importante en la historia
da, La Argentina, historia del país y de su gente, ria de esta disposición la utilización de la foto- argentina. Toda esa jerga que los peronistas utili-
Sudamericana, Buenos Aires, 2001, p. 611). grafía, retrato o escultura de los funcionarios zaron acerca de la estrategia y la táctica. Todo el
III
tema de la conducción y los cuadros auxiliares. ón los llamó a la realidad con sus operaciones y partido sin jugarlo”, sería la expresión futbolera
La famosa frase del bastón de mariscal que cada batallas que tenían un sello de aniquilamiento. de este axioma del glorioso mariscal Foch. Pero
soldado debe llevar en su mochila está ahí. Perón Es, pues, la guerra moderna, eminentemente de (según dijimos) en quien desea concentrarse
habla y sabe de lo que habla. Se trata de un mili- aniquilamiento” (Ibid., p. 108. Bastardillas Perón es en Clausewitz. Tengamos algo por
tar culto. De un militar que forma oficiales. De mías). Ignoro si el general Justo José de Urquiza cierto: Perón leyó atentamente al gran teórico
un militar que ha leído a Clausewitz y a los otros había leído a Clausewitz, pero sé que luego de la de la guerra y sus Apuntes de historia militar son
principales teóricos de la guerra. batalla de Vences (o, al menos, no dudo en afir- excelentes. Más adelante, en Conducción
Uno de los conceptos centrales que utiliza marlo) aplicó el principio de aniquilamiento del política, dirá, sin más, que pueden aplicarse a la
Perón, y al que habrá de retornar en el manual enemigo. Cierto es que eso le valió el incómodo política. Si es así, ¿es entonces el peronismo un
de Conducción Política, es el de economía de apodo de El carnicero de Vences. Ya lo tenía de movimiento que surge de la aplicación a la polí-
fuerzas. Perón parte de un texto del mariscal una batalla anterior: India Muerta. Vamos a tica de un manual de historia militar? Habrá que
Ferdinand Foch (1851-1911). Foch es un míti- tomar la narración que hace la historiadora responder a esta pregunta.
co militar francés, héroe de la guerra franco- entrerriana Beatriz Bosch, apasionada defensora Clausewitz es implacable. Toda la dureza que
prusiana y director de la Escuela de Guerra de Urquiza, en su voluminoso Urquiza y su se le achaca, toda la inhumanidad que se le
francesa entre 1907 y 1911. Cuenta un encuen- tiempo. Si ustedes me lo preguntan o, de lo con- reprocha y de la que intentan defenderlo sus
tro entre dos militares. Uno de ellos, casi nada, trario, me lo pregunto yo, no coincido con Bea- apasionados adherentes es real, cierta. Perón cita
es Napoleón Bonaparte. El otro es Moreau. triz Bosch, acaso porque no soy entrerriano. una de sus frases centrales, o acaso la que verte-
Napoleón le dice que desde hace ya tiempo Pero por algo más también. Urquiza fue un bra su obra: “La victoria es el precio de la sangre;
deseaba conocerlo. Moreau no parece sentirse militar sanguinario y el más grande traidor a la debe adoptarse el procedimiento o no hacer la gue-
muy orgulloso ante Napoleón, pues su última causa del federalismo. Gran parte de nuestra rra. Todas las consideraciones de humanidad que se
campaña guerrera no le ha sido favorable. “Lle- historia tiene su momento de quiebre en esa pudieran hacer valer os expondrían a ser batidos
gáis de Egipto victorioso”, le dice a Napoleón. retirada miserable de Pavón en la que cede a por un enemigo menos sentimental”. El comenta-
“Yo, de Italia, después de una gran derrota” Mitre la posibilidad de arrasar las provincias. rio que Perón ofrece de este texto es también de
(Mayor de E.M. Juan Perón, Apuntes de historia Las decisiones de los individuos forman parte de gran precisión, de gran contundencia, y si agita
militar, Círculo Militar, Biblioteca del Oficial, la trama histórica. Porque Urquiza fue Urquiza algo en quienes lo leemos es porque estamos
Buenos Aires, 1951, p. 42. La primera edición nuestro país fue como fue. Pudo haber sido de pensando qué papel habrán jugado estas durísi-
es de 1932. Hubo otra en 1934. Y esta de 1951 otro modo. No todo hombre se vende. Buenos mas concepciones en el Perón político, en todos
ya es parte del aparato propagandístico del pero- Aires tal vez no habría podido comprar a otro los “perones” que tuvo el país (el del primer
nismo. A Perón le editaban hasta los estornu- general. Si menciono a Urquiza (y si volveré a gobierno, el del segundo, el del exilio, el del
dos.) Moreau ofrece algunas explicaciones acer- mencionarlo) es porque a partir de 1973, algo regreso, etc.). “Las guerras (escribe, comentando
ca de su derrota y concluye diciendo: “Era secretamente, se elabora una teoría que une la a Clausewitz) serán cada vez más encarnizadas y
imposible que nuestro valiente ejército no fuera figura de Urquiza a la Perón: dos traidores. en los tiempos que corren sólo el aniquilamiento
abrumado por tanta fuerza reunida. Es siempre Urquiza, al federalismo. Perón, a las ilusiones de puede ser el fin. Los medios para conseguirlo
el número mayor el que bate al más pequeño”. izquierda que había apoyado desde su exilio. pueden variar en forma apreciable , pero la fina-
¡Ah, torpe Moreau, qué tontería has dicho Incluso David Viñas publica en ese mismo año lidad de la guerra se ha cristalizado en este pre-
delante de un genio como Napoleón, la pagarás o en el siguiente una novela que se llama Gene- cepto: ‘Aniquilar al enemigo para someterlo a
cara! Bonaparte le dice que tiene razón, que es ral muerto y que establece esa incómoda sime- nuestra voluntad’” (Ibid., p. 130). Lo espinoso de
siempre el número mayor el que bate al más tría. Volviendo, ahora, a la teoría del aniquila- este tema radica en que no es posible imaginar a
pequeño. “Sin embargo, general –dice Mo- miento. Bosch narra el final de batalla de Ven- dirigentes peronistas de primera línea que no
reau–, con pequeños ejércitos habéis batido a ces y la tarea de aniquilamiento a que se entre- conozcan este texto de Perón. No digo los de
grandes.” Napoleón dice que es cierto. Pero que gan los hombres de Urquiza y Urquiza mismo. ahora. Ahora, época en la que el peronismo
aun en esos casos ha sido el mayor número el que “Aplastante triunfo del ejército federal. Cinco puede ser cualquier cosa y cualquiera puede ser
batió al menor. Crea planteado el problema que jefes, setenta y un oficiales y mil doscientos cua- peronista, ya que el peronismo se define más por
asombra a Moreau y que Perón buscará explicar: renta individuos de tropa quedan prisioneros, su aparato que por alguna ideología (en una
¿cómo puede un ejército inferior en número ven- según el parte del día siguiente de la victoria. época, es cierto, en que así funcionan las cosas:
cer a otro superior y precisamente por ser supe- Banderas, estandartes, armas y carruajes inte- no hay ideas, hay líneas de fuerza), el que se hace
rior en número. En suma, cómo es posible ser gran el copioso trofeo. Al descalabro sigue la peronista ni idea tiene de las veinte verdades o
más que el enemigo cuando se es menos. Más inmediata persecución. Urquiza mismo corre a lo (menos aún) de los Apuntes de historia militar.
aún: cómo es posible tener más soldados cuando largo de tres leguas a los fugitivos, que buscan los Pero cuando se firma el decreto de “aniquila-
el otro tiene más. Napoleón –su genio militar– montes” (Beatriz Bosch, Urquiza y su tiempo, miento” de la guerrilla los peronistas que lo firma-
tiene la respuesta. Dice: “Cuando con fuerzas Eudeba, Buenos Aires, 1980, p. 119. Bastardi- ron debían saber que los militares que recibían esa
inferiores me encontraba en presencia de un llas mías). A continuación la señora Bosch orden, esa orden expresada por esa palabra, sólo
gran ejército, concentrando con rapidez el mío, estampa una frase definitiva: “Cruento matiz podían entender una cosa, ya que conocían los tex-
me dejaba caer como un rayo sobre una de sus caracteriza la jornada” (Ibid., p. 120). Urquiza, tos prusianos en los que se teorizaba sobre el ani-
alas y la desbarataba. Aprovechaba en seguida el en Vences, guerrea como hombre de Rosas. Su quilamiento como función final de la guerra. Eso
desorden, nunca dejaba de producir en el ejérci- enemigo es el gobernador Madariaga, hombre es lo que habían estudiado en las escuelas de
to enemigo para atacarlo en otra parte, siempre de los unitarios. El 23 de diciembre Urquiza guerra. Todo militar pasa por Clausewitz. No
con todas mis fuerzas. Lo batía así en detalle y la dice: “La Justicia Divina no ha permitido que creo que el general Acdel Vilas –el primero en
victoria que resultaba era siempre, como usted por más tiempo quedasen impunes los horren- comandar el Operativo Independencia en 1975–
lo ve, el triunfo del mayor número sobre el más dos crímenes con que estos malvados han hecho no supiera qué significaba “aniquilamiento”. No
pequeño” (Ibid., p. 43. Bastardillas mías). He gemir a la humanidad. (¿A la humanidad? Era me estoy agarrando de una palabra. No es, ade-
aquí el principio de economía de fuerzas. Se trata un conflicto entre Entre Ríos y Corrientes, más, una palabra: es un concepto. El concepto
de más numeroso en el lugar en que se decide la JPF.) Otros cabecillas empecinados y famosos viene de Clausewitz (es el concepto fundamental
batalla. “He aquí el arte de la guerra, según salteadores también han sido fusilados en los de su poderosa obra De la guerra), lo retoma
Napoleón”, dice Perón, cuyo apellido afortuna- Distritos donde fueron aprendidos, quedando Perón porque sabe que hablar de Clausewitz es
do, que rima con tantas cosas, rima también en consecuencia esta Provincia limpia de malva- hablar del aniquilamiento y lo retoma el gobier-
con el del glorioso cautivo de Santa Elena. Y dos y sin el más mínimo germen de rebelión” no de Luder al firmar la orden para liquidar a la
anota: “He ahí la teoría del arte en su enunciado (Ibid., p. 120). Esta última línea de Urquiza es guerrilla, sin que quede vivo ni un solo germen de
y la tarea del artista en su ejecución” (Ibid., p. de notable justeza: sin el más mínimo germen de la rebelión que se pretende sofocar, por decirlo con
42). La teoría del arte es el principio de econo- rebelión. En suma, la guerra de aniquilamiento las palabras de Urquiza, el carnicero de la batalla
mía de fuerzas. La tarea del artista –el artista es persigue que no quede vivo ni un solo germen de de Vences. Esa palabra, en suma, está puesta en
el conductor– radica en aplicar la teoría. Según la rebelión que se ha querido sofocar. ese decreto con clara deliberación, con el com-
vemos, para los teóricos de la guerra, la guerra pleto saber de lo que ella significa. Y –en la prác-
es un arte y el conductor es el artista que aplica EL CONCEPTO DE tica del Operativo Independencia– significó lo
la normativa de ese arte: la teoría de la guerra. “ANIQUILAMIENTO” que se proponían que significara quienes la esgri-
Luego Perón inicia su exposición de Clausewitz. APLICADO A LA GUERRILLA mieron: el aniquilamiento total del enemigo.
Toma del teórico prusiano su principal concep- Sigue su análisis Perón: se concentra en Clau- Hay diferencias y son importantes. Cuando
to (aunque los clausewitzianos traten de negar- sewitz. Antes, cita una frase de Foch que siem- Clausewitz habla de aniquilamiento habla de ani-
lo): El aniquilamiento del enemigo. Si Clausewitz pre me resultó más que divertida: “No hay vic- quilamiento en batalla y de acuerdo a las leyes de
es o no el teórico del aniquilamiento tal vez lo toria sin batalla”. Es posible sacar las frases más la guerra. Urquiza no: era, justamente, un carni-
veamos más adelante. Para Perón, lo es. El fin disparatadas de este esquema. “No se llega al cero porque el aniquilamiento incluyó la perse-
de la acción guerrera es el “aniquilamiento del centro sin tomar el subterráneo.” O “no hay res- cución feroz del enemigo y la muerte de cientos
enemigo” (Ibid., p. 108). “Recalco bien (escri- frío sin bacteria”. O “no tendré los pantalones de hombres indefensos, inermes. Pero, sobre
be) esta finalidad y cada uno de los que inicien húmedos si no me meo encima”. Creo que ésta todo, Clausewitz habla de batallas entre ejércitos,
el estudio de la guerra debe ser guiado por esta es la más inspirada, aunque deteriore la seriedad entre ejércitos de distintas naciones, no de un Ejér-
premisa. Ella encarna en las operaciones estraté- de este texto. Ahora bien, Perón sabe por qué cito persiguiendo a un grupo de civiles armados,
PRÓXIMO gicas el objetivo militar o estratégico. Sólo el cita la frase de Foch. Y luego lo sabrá cualquier connacionales. Esto no es una guerra. Además, si
DOMINGO aniquilamiento del enemigo es en la guerra moder- peronista. O cualquier guerrillero. O cualquier Karl von Clausewitz hubiera presenciado las
na el objetivo que guía a la conducción superior. revolucionario. “No se toma el poder sin lucha atrocidades que los hombres de Vilas y luego los
Conducción política y El olvido de este objetivo (...) llevó a una defor- armada.” “No se gana una elección sin lograr el de Bussi hicieron en el monte tucumano, las
economía peronista mación de la acción guerrera, hasta que Napole- apoyo del pueblo.” En suma, “no se gana un habría desaprobado con indignación, asqueado.

IV Domingo 20 de enero de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


10 Conducción política y economía

Suplemento especial de

Página/12
a palabra “estrategia” se ha ciones y destotalizaciones y retotalizaciones. Perón a la patria. Esta frase dio sentido a die-

L transformado en una palabra


peronista, algo nada imprevisi-
ble ya que proviene del léxico
militar de Perón. Para el mayor
de la década del ’30 estrategia es un modo de
la conducción. Hay una conducción central,
una conducción que dispone de la distribu-
En la conducción de la guerra no hay la liber-
tad que Sartre encuentra en la praxis dialécti-
ca. Perón asume la estrategia jerárquica del
conductor. Él es quien decide cuándo totaliza,
o cuándo no, a qué línea táctica otorga priori-
dad, cuál avanza, cuál retrocede. y hasta cuál
muere por no tener ya el respaldo, el recono-
ciocho años de lucha militante en la Argenti-
na. Sí, es cierto que quienes miraban de afue-
ra no se incluían en este relato. Pero era
imposible no hacerlo: se incluían en tanto
eran quienes no lo hacían. Tarde o tempra-
no, todos los que se oponían al Régimen fue-
ron viendo que la imposibilidad de éste para
ción de todas las restantes fuerzas. Su res- cimiento de la conducción estratégica. El con- consolidarse, que el fracaso de todos sus
ponsabilidad es total y –además– a esa con- ductor asume el papel de la astucia de la razón intentos era la figura indigerible de Perón.
ducción, a la estratégica, se someten todas las hegeliana. La totalidad requiere de lo particu- Fueron, en alguna medida, años de felicidad.
otras conducciones. El estratega es el que lar porque es a través de él que se realiza. Pero Todo estaba claro. El pueblo peronista, todos
conduce al conjunto de las fuerzas. A la tota- lo particular desconoce el rumbo de la totali- los grasitas que esperaban a Perón, era lo que
lidad de ellas. Así, dice Perón: “Conducción dad. Sólo la Historia sabe su secreta teleolo- el marxismo llamaba “las masas”. No era el
estratégica: Es la que se refiere a la conduc- gía. Los particularismos actúan sin saber qué proletariado británico, lo hemos dicho. Pero
ción del total de las fuerzas puestas en juego” sentido final tendrán sus acciones. Ponen la eran las masas. Marx también hablaba de “las
(Ibid., p. 135). La conducción táctica no se pasión. Es la astucia del conductor la que con- masas”. Las “masas” eran peronistas y espera-
refiere a la conducción de la totalidad de las duce las infinitas pasiones hacia el mismo fin. ban a Perón: había que traerlo. En lo que
fuerzas, sino que “conduce en detalle”. Lo El único que conoce el fin es el conductor –no explícita pero sí claramente– se difería
estratégico se realiza a través de lo táctico. Lo porque él lo establece con su conducción. De este era en la concepción de la recuperación del
táctico es la instrumentalización de lo estra- modo, el peronismo, como la Historia en Paraíso. Para muchos, y, sobre todo, para las
tégico. Pero lo táctico nunca debe sustanti- Hegel, ha hecho la historia con la pasión de “masas peronistas”, para “el pueblo peronis-
varse. La sustantivación de lo táctico crearía sus conductores tácticos, de sus militantes, ta” por todos invocado, recuperar el Paraíso
una nueva conducción estratégica. Como se que, aun cuando pudieran encontrar consuelo era volver a “los años felices”. Favio fue tal
ve, por medio del hegeliano Clausewitz entra en la frase célebre que proclama que todo el vez el que mejor interpretó siempre a este
Hegel en el peronismo. La relación táctica y que es conducido tiene un papel en la con- pueblo peronista. El peronista simple que
estratégica es la relación que la dialéctica ducción o que todo soldado lleva en su sólo quería vivir bajo el amparo del general
hegeliana establece entre la totalidad y las mochila el bastón de mariscal, han sido arcilla Perón. Quería sentir que el Estado volvía a
partes. La estrategia se refiere a la totalidad. en los designios de la conducción estratégica, cuidar de él. Ya se sabía: el peronismo no
Pero la totalidad está tramada por todas las que ha hecho con ellos su plan teleológico, el era el capitalismo ni era el marxismo.
líneas tácticas que le dan contenido. Un con- sentido final de la conducción. El fracaso de Era una tercera posición humanista
ductor estratégico sin elementos tácticos toda esta trama se produce a partir de Ezeiza. y cristiana. Los que luchaban para
sería un estratega de la nada. Hay una estra- Ezeiza es el estallido de las conducciones tác- que la vuelta de Perón se pusie-
tegia porque hay una táctica. Porque hay ticas. Por decirlo algo locamente, el peronis- ra al servicio de las luchas
muchas tácticas. La estrategia consiste en dar mo, a partir de Ezeiza, pasa de Hegel a los revolucionarias en la Argenti-
un orden a todas las líneas tácticas, en condu- posestructuralistas y aun a los posmodernos. na, las luchas del socialismo
cirlas a todas hacia un mismo fin. Tarea que La Historia estalla en mil pedazos. Lean al latinoamericano, del Che, de
el Perón de Madrid llevó adelante con éxito. Foucault de la Microfísica del poder o de La la Cuba de Castro, no veían
Movió todas sus fuerzas en la dirección que verdad y las formas jurídicas. Por ejemplo, vol- que la recuperación del Paraíso
la estrategia planteaba. El desarrollo del arte vamos nuestra atención hacia ese notable
de la conducción se exhibió con brillantez texto de 1971 que es Nietzsche, la genealogía,
desde Madrid. No pudo constituirse un la historia. Escribe Foucault: “El gran juego
peronismo sin Perón. Tomemos un ejemplo: de la historia es quién se adueñará de las
el vandorismo intentó ser la sustantivación reglas, quién ocupará la plaza de aquellos que
de una línea táctica. Toda línea táctica que las utilizan, quién se disfrazará para pervertir-
abandona la totalización que impone la con- las, utilizarlas a contrapelo, y utilizarlas contra
ducción estratégica, deja de ser táctica. Ya no aquellos que las habían impuesto; quien
puede ser una táctica de nadie. Debe conver- introduciéndose en el complejo aparato, lo
tirse en estratégica para seguir adelante. harán funcionar de tal modo que los domina-
Podríamos decir entonces que el vandorismo dores se encontrarán dominados por sus pro-
fue la estrategia de instaurar un peronismo sin pias reglas” (Michel Foucault, Microfísica del
Perón. También, en los setenta, los sectores poder, La Piqueta, Buenos Aires, 1992, p. 18).
combativos del alternativismo, al desconocer Se trata de un texto de excepcional riqueza
la conducción de Perón, se apartaban de la para entender la tragedia que se extiende
estrategia totalizadora del conductor. Inau- desde el regreso de Perón hasta su muerte.
guraban una línea estratégica: la del peronis- Sobre todo, digo, este período. El de la rela-
mo sin conducción de Perón. La pregunta ción de enfrentamiento, de discusión y apro-
es: si se seguía aceptando la identidad pero- piación de la doctrina y de la conducción que
nista, ¿se podía desconocer la conducción de se da entre Perón y la izquierda peronista, ya
Perón? La respuesta planteaba complicacio- ahí claramente hegemonizada por Montone-
nes. No respondemos a la conducción de ros. Observemos cómo el texto de Foucault
Perón, pero sí a la identidad del pueblo nos permite ver el fracaso de la dialéctica con-
peronista. El pueblo peronista, sin embargo, ductor/conducidos, totalidad/particularidad
sólo se movilizaba por la gran consigna de la que Perón estaba acostumbrado a desarrollar
época: Perón vuelve. Esto galvanizaba a todas triunfalmente desde Madrid.
las fuerzas del movimiento. Era difícil plan-
tear una lealtad al pueblo y una no lealtad a LO UNO Y L0 MÚLTIPLE
Perón. De aquí que el vandorismo, en los El peronismo establece un gran relato.
sesenta, fracasara. Vandor no era Perón. Todo gran relato requiere de una visión line-
Vandor no era la figura maldita. Las masas al de la historia. El relato le entrega a los
no esperaban su regreso en un avión negro. hechos históricos un sentido, una racionali-
En cuanto al alternativismo de los setenta dad de la que carecen. Pero –en ciertos
tuvo que ir girando cada vez más hacia lo que momentos– se ve un sentido en la historia.
ya era cuando se proclamó alternativista: a la Esto lo vieron los peronistas desde el mismí-
oposición a Perón. No sólo a la no aceptación simo 1955. Ni siquiera era necesario demos-
de su conducción estratégica, sino a la abierta trar cuál sería el sentido de la historia en los
oposición a ella. La lógica de la conducción es años por venir: el regreso de Perón. Se esta-
de hierro: si el conductor estratégico conduce blece entonces un relato: 1) Paraíso; 2) Pérdi-
a la totalidad, las líneas tácticas tienen que da o expulsión del Paraíso; 3) Tránsito por la
aceptar la conducción estratégica. De lo con- tierra del dolor. Lucha por la reconquista del
trario, salen de la estructura de totalización y Paraíso. Acaso esto no fuera perceptible por
tienen que totalizar a partir de ellas. Aquí, ya quienes se movían por fuera del peronismo.
estoy usando los conceptos del Sartre de la Pero todas las luchas, desde la Resistencia
Crítica de la razón dialéctica. Digámoslo así: hasta el peronismo combativo de Ongaro, el
el que totaliza es el conductor. Las partes de la padre Mujica, Rodolfo Ortega Peña, los refe-
totalidad son totalizaciones en curso, totaliza- rentes de la “corriente nacional” (Jauretche,
ciones parciales. Pero (a diferencia del magis- Hernández Arregui), García Elorrio y el
tral juego de la dialéctica sartreana), la con- grupo de Cristianismo y Revolución, los sacer-
ducción estratégica quiere totalizar desde un dotes del Tercer Mundo, Cooke, etc., se diri-
esquema de poder. El que totaliza es el conduc- gían hacia un mismo objetivo. Algo que se
tor estratégico. No hay un juego de totaliza- decía así: el regreso incondicional del general
II
se lograra sólo con el regreso de Perón. Ése ingenua generación engañada, entiende mente entre 1973 y 1974, en vida de Perón,
era un punto de partida. Hubo incluso una poco de lo que pasó. La izquierda peronista y luego sigue hasta el golpe, es el período
llamada “teoría del primer mes” que circuló “se disfraza” de peronista para “pervertir las más rico, más sobredeterminado del peronis-
profusamente entre la militancia juvenil. reglas”. Era necesario “disfrazarse de pero- mo. El Perón hegeliano de siempre, el Perón
Apenas volviera Perón había que tomar el nista” para llevar las reglas del peronismo, de lo uno, el Perón de la conducción estraté-
poder en el primer mes aprovechando el des- pervirtiéndolas, es decir, negando su sentido gica, se ve cuestionado por la multiplicidad a
concierto del enemigo. La que tomó el poder originario, pero ya primitivo, hacia los valo- partir de Ezeiza. O algo peor aún para su
en el primer mes terminó por ser la derecha res revolucionarios de la época que se vivía poder estratégico: la conducción estratégica
del movimiento. Fascista y violenta, asesina. en América Latina. Esto implicaba utilizar trabaja por afuera de las conducciones tácti-
Vamos al texto de Foucault. Contra toda las reglas “contra aquellos que las habían cas. Cuando, en Conducción política –que es
visión de la historia como expresión de un impuesto”. Implicaba introducirse “en el un libro muy importante–, Perón se asume
decurso lineal, Foucault se propone que “el complejo aparato” (en el movimiento pero- como el Padre Eterno lo hace porque, como
gran juego de la historia” reside en quién se nista) y hacerlo “funcionar de tal modo que bien dice, siempre que se forman dos bandos
apropiará de las reglas”. Hasta su regreso, las los dominadores se encontraran dominados peronistas él no se embandera con ninguno.
reglas (la estrategia) las tenía Perón. A partir por sus propias reglas”. Este pasaje de Hegel La función del conductor estratégico es estar
de su regreso, los Montoneros empiezan a a Foucault (a quien sería impropio llamar con todos. Pero, a partir de Ezeiza (y aquí
disputárselas. “Quién ocupará la plaza de “posmoderno” pero ha sido quien les dio lo reside la tragedia de Perón), la conducción
aquellos que las utilizan”. Es decir, si Perón mejor de los materiales con que habrían de estratégica tiene que hundirse en el desorden
ocupa la Plaza de Mayo porque utiliza las trabajar: la discontinuidad, la multiplicidad, de las conducciones tácticas. Al hacerlo, ya
reglas a partir de su reconocimiento el choque de las diferencias dentro de la no puede conducir a la totalidad. Vamos a
como conductor habrá que trama histórica, la ausencia de un centro, la recurrir al excelente trabajo que Ernesto
disputarle la plaza descono- ausencia de un sujeto trascendental, de un Laclau ha hecho sobre esta cuestión. Escribe
ciéndole ese papel, el de sujeto constituyente de esa trama, su decur- Laclau: Perón, en Madrid, “intervenía sólo
poseedor de las reglas. Y el so no lineal sino quebrado, caótico, el “dis- de modo distante en las actividades de su
siguiente texto de Foucault es parate” nietzscheano) es el pasaje del Perón movimiento, teniendo buen cuidado de no
luminoso: quién se conductor estratégico hasta el 20 de junio de tomar parte en las luchas fraccionales inter-
disfrazará para 1973 al estallido de las contradicciones que nas del peronismo” (Ernesto Laclau, Eman-
pervertir las se produce a partir de esa fecha, de un modo cipación y diferencia, Buenos Aires, Ariel,
reglas, para evidente. Lo que estaba oculto en las som- 1996, p. 101). Aquí, según vimos, Perón es
“usarlas a bras, conjurado por el conductor, estalla. el momento de la totalización. Para serlo,
contrapelo”, Observemos esto: Perón, en tanto conductor tiene que enunciar de tal modo que sus
para usarlas “con- estratégico, juega el papel del sujeto trascen- enunciaciones valgan para todos. Perón es el
tra aquellos que las habían dental de las filosofías de la llamada “metafí- significante. El único significante del movi-
impuesto”. El que no quiera sica del sujeto”. Es desde Perón que el pero- miento peronista hasta Ezeiza es el significante
entender el juego de máscaras de nismo se constituye. Luego de Ezeiza, la “Perón”. Laclau lo va a decir desde una posi-
la izquierda peronista a través de consagración de lo múltiple. De esta forma, ción más cercana a la semiología y al lacanis-
este texto e insista Ezeiza implicaría el pasaje de una filosofía mo (disciplinas que no son excesivamente ni
en el malenten- de lo uno a una filosofía de lo múltiple. medianamente de mi agrado, pero, como
dido o en la Perón quiso mantener su filosofía de lo uno: decía Foucault cuando le reprocharon que
todos deben acatar la voluntad de la conduc- conocía poco del positivismo lógico: Nobody
ción estratégica. No se hizo así. Los elemen- is perfect), no obstante –contrariamente a lo
tos de la totalización –que hacía del movi- que suele suceder–, este hecho no le restará
miento la máxima forma de transparencia: “En tales circunstancias
lo uno, y es coherente (Perón en Madrid, Perón en el exilio, Perón
que Perón declare la afuera, JPF), él estaba en las condiciones
etapa dogmática el 21 de ideales para pasar a ser un ‘significante
junio, pues lo dogmático es vacío’ que encarnara el momento de univer-
lo uno– se desgajan de la salidad en la cadena de equivalencias que
totalización, la destotalizan. unificaba al campo popular” (Ibid., p. 111).
La totalidad ya no controla a la El campo popular está fraccionado. Todos
destotalizaciones ni nadie espera saben quiénes son y quiénes serán cuando
que se llegue a una nueva totaliza- llegue el momento de la lucha, el momento
ción. Quiero decir: cada fracción en que cada una de las fracciones busque
lucha por ser ella la que, por fin, tota- imponerse en tanto totalidad, en tanto
lice. La que logre totalizar a las demás momento universal en la cadena de equiva-
habrá triunfado. Pero no estamos en un lencias. Volviendo: si el campo popular está
esquema epistemológico, sino que estamos unido es porque el campo de equivalencias
en presencia de una epistemología de gue- se remite a una instancia de universalidad.
rra. La particularidad que logre ocupar el En suma, al conductor estratégico. A Perón.
espacio de la totalización habrá liquidado, Perón es un significante vacío porque encar-
por la fuerza, por la violencia, a las otras. na el momento de universalidad. Sólo él
Busco apoyo en Foucault: “Nietzsche coloca puede encarnarlo. Una vez en el campo de
en el núcleo, en la raíz del conocimiento, operaciones, en tierra argentina, el signifi-
algo así como el odio, la lucha, la relación de cante ya no expresa lo universal, deviene una
poder (...) Solamente en esas relaciones de particularidad más dentro de la lucha de
lucha y poder, en la manera en que las cosas particularidades. No hay, a partir de Ezeiza,
se oponen entre sí, en la manera en que se totalización. No hay momento de universa-
odian entre sí los hombres, luchan, procuran lidad. Hay lucha. Fragmentación. Choques
dominarse unos a otros, quieren establecer de lo múltiple. Todos los elementos de lo
relaciones de poder unos sobre otros, com- múltiple remiten a un nuevo momento de
prendemos en qué consiste el conocimiento universalización: la Muerte. Si todos matan,
(...) Cuando Nietzsche habla del carácter es la Muerte la que totaliza. A partir de Ezei-
perspectívico del conocimiento, quiere seña- za y a partir de la muerte de Perón (aunque
lar el hecho de que sólo hay conocimiento Perón, en tanto significante vacío, en tanto
bajo la forma de ciertos actos que son dife- de elemento de universalidad, ya había
rentes entre sí y múltiples en su esencia, muerto en Ezeiza), lo múltiple se enfrenta en
actos por los cuales el ser humano se apodera la modalidad de la violencia. El conocimien-
violentamente de ciertas cosas, reacciona a to que cada praxis diferenciada adquiere de
ciertas situaciones, les impone relaciones de sí misma y de su enemigo es ese conoci-
fuerza. O sea, el conocimiento es siempre una miento que, según Foucault, Nietzsche veía
cierta relación estratégica en la que el hombre como lucha, odio, relación de poder. Si de
está situado” (Michel Foucault, La verdad y definir se trata, recordemos que definió al
las formas jurídicas, Gedisa, 2003, pp. conocimiento como “relaciones de poder”.
28/39. Bastardillas mías). Notable texto “Solamente (reiteramos la cita) en esas rela-
cuya última línea Sartre habría suscripto. ciones de lucha y poder, en la manera en
que las cosas se oponen entre sí, en la mane-
LO UNO EN TANTO ra en que se odian entre sí los hombres,
SIGNIFICANTE VACÍO luchan, procuran dominarse unos a otros,
Conceptualmente (también en este quieren establecer relaciones de poder sobre
plano), el período que va de 1955 hasta otros, comprendemos en qué consiste el
1973 y –sobre todo– el que se dilata trágica- conocimiento”. ¿Cuál es el nuevo universal
III
que se establece? ¿Cuál es el nuevo signifi- de una manera y yo y los peronistas como poder individual. Sobre uno de los dogmas
cante vacío que da unidad a todas las pra- yo de otra. Porque, para ustedes, compa- sagrados del liberalismo constitucional.
xis en la medida en que todos remiten a él: ñero, cagarse en Perón es quedarse afuera. Veamos cuál es el papel del Estado:
la Muerte. Lo uno es la muerte. Sospecho Afuera de Perón y de la identidad política “Incumbe al Estado fiscalizador la distribu-
que algo parecido han hecho Verón y Sigal del proletariado. Mientras que para noso- ción y la utilización del campo e intervenir
en Perón o muerte pero no tengo a mano tros, cagarnos en Perón es rechazar la con el objeto de desarrollar e incrementar
ahora ese libro; excelente, sin duda. obsecuencia y la adulonería de los buró- su rendimiento en interés de la comunidad
Volviendo. En la etapa anterior a Ezeiza, cratas del peronismo. Es reconocer el lide- y procurar a cada labriego la posibilidad de
cuando Perón es el momento de universali- razgo de Perón, pero no someternos man- convertirse en propietario de la tierra que
dad del peronismo, su significante vacío, samente a su condición estratégica. Para cultiva”. Se dirá que es charlatanería dema-
aquél al cual todos remiten y el único nosotros, Salamanca, para mí y para los gógica. Ningún obrero leía este texto. Era
enunciador de las acciones del movimiento, peronistas como yo, para los peronistas el avance de una línea, dentro del movi-
el único que puede validarlas, reconocién- revolucionarios, cagarnos en Perón es creer miento, que buscaba avanzar sobre el
dolas, ¿cómo se planteaban las cosas? Las y saber que el peronismo es más que Perón. poder del capitalismo agrario. Esa línea era
particularidades acataban a Perón, pero ese Que Perón es el líder de los trabajadores la de Sampay. Esa línea fue la que los ene-
acatamiento, ¿era sincero o era una másca- argentinos, pero que nosotros, los militan- migos del peronismo siempre vieron como
ra que todos se ponían porque no se podía tes de la izquierda peronista, tenemos que la presencia de una peligrosidad que, al
hacer política sino en nombre del peronis- hacer del peronismo un movimiento revo- margen de los retrocesos del peronismo del
mo y en nombre de Perón? lucionario. De extrema izquierda. Y tene- ’52 al ’55, siempre podía actualizarse en el
Mi novela La astucia de la razón plantea mos que hacerlo le guste o no a Perón. Por- curso de los hechos. Quiero decir: un
este tema en un diálogo ficcional que que si lo hacemos, compañero, a Perón le Gobierno que redacta un texto así nunca
trama entre René Rufino Salamanca, el va a gustar. Porque Perón es un estratega y va a ser confiable para la oligarquía argen-
líder obrero de los mecánicos cordobeses, y un estratega trabaja con la realidad. Una tina, para los defensores extremos de la
John William Cooke. Voy a vulgarizar un realidad que, más allá de sus convicciones propiedad privada. El Partido Peronista,
poco la novela transcribiendo sólo los diá- que son muy difíciles de conocer, Perón en uno de sus mejores aportes al constitu-
logos. Estos diálogos, en ella, se mezclan va a tener que aceptar. Porque Perón, cionalismo argentino, explicita, justificán-
con bloques narrativos, algo que los torna Salamanca, ya no se pertenece. Quiero dola, defendiéndola, los alcances que el
complejos en su lectura. Ahorrémonos eso decir: lo que no le pertenece es el sentido concepto de propiedad privada en función
aquí. Cooke había ido a Córdoba para dar polítíco último que tiene en nuestra histo- social tiene: “La modificación del artículo
una conferencia sobre el fallido regreso de ria. Porque Perón va a tener que aceptar lo 17 es una de las más trascendentales en
Perón de 1964, abortado por la Cancillería que realmente es, lo que el pueblo hizo de orden a las proyectadas. La Constitución
del gobierno de Arturo Humberto Illia y él: el líder de la revolución nacional y del ’53 declara que la propiedad es inviola-
todo el país gorila. Ahora, Cooke y Sala- social en la Argentina. Ésa es, entonces, ble (...) la propiedad no es inviolable ni
manca están en la calle 27 de Abril, en la compañero, en suma, mi manera de cagar- siquiera intocable sino simplemente respe-
casa de los mecánicos, y ahí tienen un diá- me en Perón”. table a condición de que sea útil no sola-
logo trascendente. Salamanca dice a mente al propietario sino a la colectividad.
Cooke: EL ARTÍCULO 40 DE LA Lo que en ella interesa no es el beneficio
–Mirá, Gordo, el problema es éste: los CONSTITUCIÓN DEL ’49 individual que reporta sino la función social
obreros son peronistas, pero el peronismo La Constitución de 1949 tiene la expli- que cumple” (todas las bastardillas son
no es obrero. citación y fundamentación de los elemen- nuestras). La Constitución del ’53 es cues-
Cooke responde: tos centrales de la economía peronista. Es tionada por la indiferencia ante las conmo-
–Si el peronismo fuera obrero como los notorio que pocos recurren a este texto. ciones en que la nación puede verse
obreros son peronistas, la revolución la Los antiperonistas lo relegan argumentan- envuelta: “Ni las necesidades militares en
haríamos mañana mismo. do que sólo tenía el propósito de posibili- tiempo de guerra podían ser atendidas en
–Y sí, claro –dice Salamanca–. Tenemos tar la reelección de Perón. Escrita en gran gracia a la inviolabilidad de la propiedad.
que conducir a la clase obrera al encuentro medida y pensada casi por completo por Este tabú trágico podía hacer morir a los
con su propia ideología. Que no es el pero- un jurista de talento como Arturo Sampay, ejércitos de la patria antes de permitir una
nismo. ese texto tiene una vigencia revolucionaria requisación salvadora. Ni en la paz ni en la
–Estás equivocado –dice Cooke–. Eso es en más de uno o dos y más aspectos. Tam- guerra se conmovía el concepto de la pro-
ponerse afuera de los obreros. Eso es hacer poco los peronistas lo citan muchos pues piedad ni la sensibilidad de los propieta-
vanguardismo ideológico, Salamanca. lo consideran impracticable y no desean rios”.
Recordá el brillante consejo de Lenín: hay comprometerse con un corpus jurídico e El más célebre de todos los artículos de
que partir del estado de conciencia de las ideológico salido de las entrañas de lo la Constitución del ’49 es el artículo 40.
masas. ¿Está claro, no? La identidad políti- mejor del primer peronismo, hecho que los Hay, con él, una paradoja que señala la
ca de los obreros argentinos es el peronis- comprometería como peronistas y los lle- compleja historia del peronismo. Fueron
mo. No estar ahí, es estar afuera. varía a la encrucijada de hacerse cargo de él los peronistas quienes más a fondo aniqui-
Salamanca, muy firme, dice: en épocas como ésta, en que cuestiones laron este formidable artículo. En 1971, el
–Bueno, compañero. entonces nosotros como la “función social de la propiedad Gobierno de la Unidad Popular de Salva-
estamos afuera. Afuera del peronismo y privada” suenan a subversión pura. Y, en dor Allende, lo incorpora al artículo 10 de
sobre todo afuera de la conducción de efecto, lo son. Nadie desconoce el atraso la Constitución política del Estado: “El
Perón. que las mejores causas que podrían dibujar Estado tiene el dominio absoluto, exclusi-
Cooke, irónico, sonríe. Se siente seguro. el rostro de una nación autónoma han vo, inalienable e imprescriptible de todas
Sabe que tiene algo sorpresivo para decirle sufrido en tantos años de masacres, retro- las minas, las covaderas, las arenas metalí-
a Salamanca (y probablemente a todos cesos o triunfos mundiales del pensamien- feras, los salares, los depositos de carbón e
nosotros). Antes, lo agrede un poco. Siem- to de derecha. hidrocarburos y demás sustancias fósiles,
pre con estima, con respeto, pero no deja El artículo 38 de esa Constitución que, con excepción de las arcillas superficiales”.
de decirle lo que duele de los tipos como es razonable decirlo ya, fue uno de los ele- El artículo 40, en su pasaje más definito-
Salamanca, de la izquierda obrera argenti- mentos centrales de la cultura del peronis- rio, afirma lo que vino a negar la gavilla
na. De los cordobeses combativos. mo que la “Libertadora” prohibió, se del doctor Carlos Menem, todos los aven-
–No hay caso entre ustedes y Perón, ¿eh? asume desde una polémica con la concep- tureros que acompañaron esa política
Cómo les jode, che. “Bonapartista.” ción alberdiana de la Constitución de entregada a la enajenación de los resortes
“Nacionalista burgués.” A veces, “fascista”. 1853 que proponía, como era esperable, la esenciales que hacen que un país lo sea,
Pero esto, menos. Se lo dejan a la derecha. inviolabilidad de la propiedad privada. que una nación exista, que un Estado no
Pero todo lo que le dicen, también “popu- Hegel decía que la propiedad privada es la se someta a los capitales extranacionales o
lista” y algo más que seguramente olvido, expresión objetiva de la libertad de los a los oligopolios que trabajan en complici-
son distintas formas de decir lo mismo, sujetos. La Constitución del ’49 desmiente dad con el empresariado nacional, pues,
Salamanca. Que Perón no representa los a Hegel y a Alberdi. El texto de Sampay precisamente, lo que afirma el artículo 40
verdaderos intereses de la clase obrera. Que llena de cierta nostalgia al ser leído hoy, al es lo que sigue: “Los minerales, las caídas
la clase obrera argentina tiene un líder y recordarlo a él como el gran jurista que fue de agua, los yacimientos de petróleo, de
una ideología burgueses. Bueno, mirá, y cómo se puso codo a codo con un carbón y de gas, y las fuentes naturales de
escuchame bien. –Y aquí dijo su frase sor- gobierno cuestionado por los “doctores”, energía, con excepción de los vegetales,
presiva. La frase más inesperada de la clase a la que pertenecía. Leemos en el artí- son propiedades imprescriptibles e inaliena-
noche. Ahí, en la calle 27 de Abril, la calle culo 38: “La propiedad privada tiene una bles de la Nación” (Nota: Fuentes consulta-
de los mecánicos. Dijo Cooke–: Yo me función social y, en consecuencia, estará das: Arturo Enrique Sampay, “La reforma
cago en Perón. sometida a las obligaciones que establezca constitucional debe favorecer a la moderni-
Salamanca responde: la ley con fines de bien común”. El con- zación de las estructuras”, La Opinión,
PRÓXIMO –Nosotros también nos cagamos en cepto es éste: la función social de la propie- 6/5/1972. Anteproyecto de reforma de la
DOMINGO Perón. Parece que estamos más de acuerdo dad privada. Que la propiedad privada Constitución, Partido Peronista, Buenos
de lo que creíamos. tenga una función social implica erosionar Aires, 1949, y el libro de Arturo E. Sam-
Síntesis del primer –No –dice Cooke–, no estamos de toda la concepción burguesa acerca del pay Constitución y pueblo, Cuenca Edicio-
gobierno peronista acuerdo. Porque ustedes se cagan en Perón poder. Es un avance del Estado sobre el nes, Buenos Aires, 1973, p. 209).

IV Domingo 27 de enero de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


11 Discurso en la Bolsa de Comercio

Suplemento especial de

Página/12
ay un célebre discurso que Perón y paulatino”. Pero el peronista-bobo no cita esa de un discurso cuestiones sobre las que hay que

H da en la Bolsa de Comercio. Es de
1946. ¡Lo que se ha discutido acer-
ca de este discurso! En él, Perón
afirma que no es enemigo del capi-
tal, sino que se verá en el futuro que es su verdade-
ro amigo. Otros tiempos: se discutía si el peronis-
mo había sido anticapitalista o no. Se le cerraba la
parte. Interrumpe en “de la industria”. A su vez, el
izquierdista-bobo, el que cree que el discurso en la
Bolsa de Comercio lo aclara todo, no siguió leyen-
do el famoso discurso. Y otros –los hay a monto-
nes– que aclaran la cuestión, o especifican qué
pensaba Perón sobre el tema: “Es menestar discri-
minar claramente lo que es el capitalismo interna-
pensar seriamente. Además, un discurso de Perón
es un discurso de Perón. Por decirlo sin vueltas: no
hay discurso de Perón que no encuentre en algún otro
su contracara. Esta era, por lo demás, la concepción
que Perón tenía del “movimiento” peronista. En
un movimiento como el peronista en cuanto a ideolo-
gía tiene que haber de todo, célebremente dijo. No
boca a un militante de un barrio, por ejemplo, cional de los grandes consorcios de explotación lo dijo una, lo dijo varias veces. Si hay de todo,
hablándole de este discurso. Incluso me han dicho foránea (para tener en cuenta: ningún presidente Perón deberá elegir un discurso para cada uno de
que en cierto video sobre el peronismo Ismael de este país usó tanto la palabra “foráneo” como esos actores sociales y políticos. Así se manejó el
Viñas refuta la consigna de Cooke sobre el pero- Perón, JPF), y lo que es el capital patrimonial de la Padre Eterno. Hasta que tuvo que bajar del Cielo a
nismo como “hecho maldito del país burgués” industria y el comercio. Nosotros hemos defendi- la Tierra. O más precisamente: del Cielo al Infier-
diciendo que es absurda porque el peronismo “es do a estos últimos, y atacado sin cuartel y sin tre- no, que lo esperaba en Ezeiza.
burgués”. El peronismo integró a cierto sector de gua a los primeros”. En el de la Bolsa de Comercio
la burguesía en el frente de 1945. ¿Quién podría decía: “Se ha dicho, señores, que soy un enemigo POLÍTICA Y ECONOMÍA /
negar esto? ¿Quién podría negar y para qué a esta de los capitales y si ustedes observan lo que les ECONOMÍA Y POLÍTICA
altura de los tiempos que la economía peronista no acabo de decir no encontrarán ningún defensor, Sobre la economía peronista creo honesto decir-
buscó romper con el capitalismo sino ejercer una diríamos, más decidido que yo, porque sé que la les que consulten los notables fascículos que está
de sus modalidades? Lo dice una de las veinte ver- defensa de los intereses de los hombres de nego- sacando Página/12 sobre Historia de la economía
dades: el peronismo busca “humanizar el capital”. cios, de los industriales, de los comerciantes, es la argentina del siglo XX. Ahí están Alfredo Zaiat y el
El que diga que no hizo tal cosa en su primer perí- defensa misma del Estado” (Perón, Discurso en la laborioso Mario Rapoport, que, además, tiene una
odo no quiere ver algo bastante claro, bastante evi- Bolsa de Comercio, 25 de agosto de 1944. Está en Historia económica, política y social de la Argentina
dente. Al lado del capitalismo de estancia, del capi- varias partes, pero se puede encontrar en: Carlos (1880-2003) de más de mil páginas que publicó
talismo agrario y oligárquico que se venía ejercien- Altamirano, Bajo el signo de las masas (1943-1973), Emecé. Si alguien se quiere ahorrar esos pesos (es,
do en un país sin inclusión social, el peronismo Ariel Historia, Buenos Aires, 2001, p. 135). Bien, como sea, una inversión cultural necesaria) puede
inaugura un período de inclusión social ampliada. seamos francos: ¿alguien cree que Perón les iba a remitirse a los fascículos de Página, sobre todo los
A nadie se le podría ocurrir que eso era el socialis- decir algo distinto a los empresarios de la Bolsa de dedicados a la economía peronista que son esplén-
mo. Era imposible que lo fuera. Pero –en esa Comercio? No habría sido Perón, quien siempre didos. No me desligo de las cuestiones económicas,
etapa– era lo mejor que podía ocurrirles a los sec- supo muy bien qué auditorio tenía enfrente. Ade- pero siempre advierto que mis análisis tienden
tores humildes. Si Ismael Viñas –desde el Estado más, ¡el Discurso es del 25 de agosto de 1944! (Es hacia la filosofía política. Con todo, un tipo que se
socialista en que eligió vivir, el de Israel, cuyo hora de volver un poco a los signos de los viejos formó en los sesenta cuando Althusser y los suyos
gobierno ha sido un permanente aliado de ese otro libros. A ver si nos sacudimos la modorra, el letar- decían que la economía era la determinante “en
país socialista y antiburgués que es Estados Uni- go intelectual que abruma a este país. Si la pasión última instancia” de toda estructura, no dejará
dos– no ve el papel in-integrable que jugó el pero- por las ideas se nos mete por algún lado. No es por jamás de lado esa disciplina. Perón, por otra parte,
nismo entre 1955 y 1973, jamás podrá entender la “antiguo” que el Facundo de Sarmiento está lleno tenía una frase que hablaba de su visión dura, mate-
frase de Cooke. Creo que no puede entender nada. de signos de admiración. Es porque el sanjuanino rialista y probablemente cierta de la condición
Pero la estructura de ese razonamiento sirvió para se desbordaba, tenía un país por hacer y lo iba a humana: “La víscera más sensible del hombre es el
atacar al peronismo desde la izquierda. En el curso hacer entre grandes pasiones: la literatura, el ensa- bolsillo”. Admitamos que tal vez no sea la más sen-
que di el año pasado sobre Qué es el peronismo, yo, los discursos, las matanzas, las decapitaciones y sible, pero si un tipo no tiene para comer será
alguien levanta la mano y, como si yo fuera un las escuelas. De modo que seamos escritores de la improbable que pueda leer a Proust o escuchar una
perverso que voy a dejar de lado algo fundamental, vanguardia y escribamos: “¡El Discurso es del 25 sinfonía de Mahler. Ni para Charly García en una
pregunta: “¿Usted va a hablar del Discurso en la de agosto de 1944!”.) Uso, además, los signos de mala noche le da.
Bolsa de Comercio?” Creo que se trata de fetiches. admiración porque me admira la necedad de las Pensemos lo siguiente: así como durante los
Porque cuando estaba terminando la exposición interpretaciones que se le han dado. Perón, en noventa (con Menem) se produce una subordina-
acerca del Perón del ’73 y del ’74, que era bastante 1944, si les decía a los tipos de la Bolsa de Comer- ción de la política a la economía, Perón (siempre)
crítica, bastante dura, un peronista levanta su cio que iba a redactar el Estatuto del Peón, que iba va a subordinar la economía a la política. Para
imprescindible manito y pregunta: “¿Usted va a a dar vacaciones pagas, abogados sindicales, o lo Perón, la economía sólo existe en tanto es orientada
decir algo del Discurso del 12 de junio?” Es ese peor, la pesadilla de los empresarios: que iba a por un proyecto político nacional. Si hay política,
discurso, el último que dio un Perón ya moribun- aumentar en un 33% la participación de la clase hay economía. Si no hay política, la que se adueña
do, con López Rega e Isabel a sus flancos, en que el obrera en el ingreso nacional, no había elecciones en de todo es la economía. Y como la economía la
líder, que había demostrado que no podía “condu- febrero de 1946. ¿Se entiende esto? Sé que el dominan los países centrales, las metrópolis, son
cir el desorden” (¡todavía no hice una exposición izquierdista-bobo seguirá diciendo (no sé si todavía ellos los que se adueñan del país cuando el país
de conducción política!), afirma que no se va a dejar hoy, tendría que ser extremadamente bobo) que carece de un proyecto político que los enfrente.
influir ni por los que tiran de la izquierda ni por no hizo la reforma agraria, que mantuvo la estruc- ¿Qué requiere un proyecto político que haga de la
los que tiran de la derecha. Y dice su afortunada tura capitalista del país y que la clase hegemónica economía uno de sus resortes, pero no su funda-
frase final. Digo que la frase es afortunada porque del frente del ’45 fue la burguesía. Bien, cualquiera mento? Requiere un Estado fuerte. Un Estado que
justo resultó ser la última que dijo. Lo que estaba puede decir lo que se le antoje. Pero no creo que no se someta a los arbitrios de las empresas. Si
en la plaza en ese momento no era el “pueblo”, un Marx –hoy– se mostrara tan inhábil, tan inte- gobiernan las empresas, gobierna el “libre” merca-
sino un adecuado rejunte que apresuradamente lectualmente tosco. De aquí que he otorgado –lo do. No hay mercado libre. El mercado es de los oli-
había hecho el sindicalismo. No importa: un polí- confieso– a muchos izquierdistas-bobos el mote de gopolios. El mercado no distribuye, concentra. Si el
tico, si junta más de cincuenta personas, ya cree “marxotos”. Y a muchos peronistas-bobos el de poder insiste tanto con la libertad de mercado es
que le habla al “pueblo”. Y la frase de Perón, muy “peronachos”. Aclaro lo de “marxotos” porque porque sabe que ésa es la libertad de las empresas.
conocida, es la de la “más maravillosa música” que cierta vez un importante escritor había sido infor- La palabra “libertad” (salvo en la genial concepción
lleva en sus oídos, “la palabra del pueblo argenti- mado acerca de mi habitualidad (basada, aclaro, en
no”. Para el peronista-bobo como para el izquier- un buen conocimiento de Marx) de llamar “mar-
dista-bobo, esos dos dircursos son pruebas de ver- xotos” a los que ofendían con sus boberías al gran
dad. La cosa funciona así: si Perón dijo en la Bolsa hombre de Tréveris, al genio del Manifiesto y de
de Comercio que no era enemigo del capital sino los Gründrisse. Lamento su enojo. No lo nombro
su verdadero amigo, Perón era un representante de porque ya he nombrado a su hermano. Pero es
los intereses de la burguesía y punto. El problema paradójico admirar a una persona que nunca ha
es que Perón no dejó cosa por decir. Porque, si de tenido un gesto de acercamiento con uno. Como
citar discursos se trata, si quieren ustedes un discur- sea, el tema del amor no correspondido ha alimen-
so anticapitalista de Perón, hay a patadas. Lean el tado al melodrama literario y cinematográfico lar-
del 1º de mayo de 1952, desde el balcón de la gamente. Debe tener sus fundamentos en la reali-
Casa Rosada: “Que nadie se engañe”. Aclaración: dad. Éste es sólo un caso más. En suma, no es sen-
cada vez que un político dice esto (Que nadie se sato centralizar la reflexión acerca del peronismo
engañe) no lo duden: el que está engañando es él. en los discursos de Perón. Menos aún transformar-
¡Todavía hoy usan ese viejo modismo! Volvamos: los en fetiches. En lugares comunes de la discu-
“Que nadie se engañe: la economía capitalista no sión. Lugares comunes que son obliterantes por-
tiene nada que hacer en nuestro país. Sus reductos que impiden seguir pensando. Si uno cree que con
todavía en pie serán objeto de implacable destruc- el Discurso de la Bolsa de Comercio entendió al
ción (...) por una natural evolución de nuestro sis- peronismo, allá él. Si otro cree que el discurso pos-
tema económico, los trabajadores adquirirán pro- trero que da Perón el 12 de junio lo libra –por
gresivamente la propiedad directa de los bienes poner una sola cuestión– de haber puesto a Alberto
capitales de la producción, del comercio y de la Villar, un profesional de la contrainsurgencia for-
industria”. Tiembla, Lenin. ¿Quién dijo que Perón mado por los paras de Argelia y los comandos de la
era el verdadero amigo del capital? A párrafo segui- Escuela de las Américas, al frente de la Policía
do, el general añade su genialidad para el matiz, Federal, fingiendo ignorar que ese tipo era un
para abrirle la puerta a la contradicción del día “mata-zurdos”, un paranoico, un represor sádico y
siguiente: “Pero el proceso evolucionista será lento sanguinario, allá él. Los dos cubren con las palabras
II
sartreana, en su filosofía, que le arrebata ese pri- Unidos, con las grandes empresas imperialistas (sí: dominación (...) ¿Qué les queda a los países depen-
mordial, fértil concepto a la derecha) es una palabra escribí esa extraña palabra que usted leyó, “imperia- dientes? Solamente la política (...) Sólo quienes
de la derecha, pero de la derecha económica. La lista”), es uno solo: el del empresariado, el de la poseen la economía pueden hacer de ella su arma
derecha política no concede la “libertad”. Habla de Unión Industrial, el de IDEA, el de la Sociedad de combate y confiarle sus proyectos políticos. Pero
la democracia, pero siempre que ésta ha interferido Rural y el de su diario de toda la vida, La Nación, los pueblos sometidos no tienen economía, la economía
en sus negocios la ha negado. Hoy esa derecha se que, según todos saben, fue fundado por Bartolo- los tiene a ellos” (JPF, “Sobre el peronismo y sus intér-
enmascara. Pero sabe que sus intereses son los de mé Mitre, que seguramente habría hecho malas pretes”, revista Envido, octubre de 1972, N° 7, pp.
los Estados Unidos. Siempre va a optar, por ejem- migas con el Menem de la etapa “caudillesca”, el 30/31. Algunas bastardillas son de entonces. Otras
plo, por el ALCA y no por el Mercosur. Con el Menem-Facundo Quiroga, y muy buenas migas, las añadí ahora).
ALCA se impone el imperio. Con el Mercosur se muy buenos negocios, con el Menem de la etapa Jamás renegaría de esa frase. La escribí hace
unen los países debiles, a los que esa derecha no libremercadista, neoliberal. Ese poder, ahora, está a treinta años. La encuentro saludable y útil todavía.
quiere unidos. El ALCA es el libremercado. Por eso la espera. Negocia, critica, no critica. Sabe que no Los pueblos sometidos no tienen economía, la econo-
la derecha lo defiende. Si el mercado es libre es de tiene validación política alguna. Algo que nunca le mía los tiene a ellos. No es que un país pobre, un
la derecha. Es del verdadero poder. Ataca, entonces, importó porque siempre esa validación le vino por país del Tercer Mundo o un país del Mercosur no
al Mercosur. El Mercosur implica llevar a primer el lado del Ejército Argentino. Si Georgie Borges tenga economía. La tiene. Mas la economía que
plano la política: unidad de los países de América decía que la democracia era un vicio de la estadísti- tiene es la economía del dominador. La economía
Latina. Un mercado común latinoamericano. Eso ca, lo decía porque así lo creía, por gorila y por que tiene es el instrumento por medio del cual el
es intervencionismo, para la derecha. Lo es: es la saber que su clase jamás habría de llegar al gobierno dominador ejerce su dominación. La economía que
política frenando la voracidad de la economía por métodos democráticos. Hoy, esos sectores de la tienen los tiene, los sujeta, los aprisiona. La economía
imperial. Los países de América Latina no dominan derecha neoliberal no tienen Ejército. No tienen del dominador tiene la economía de los países
sus propias economías. Esas economías están en tampoco quién los represente políticamente, ya que subalternos. Esta tenencia se ejercita por medio del
manos de una oligarquía agraria y de un empresa- la oposición a este gobierno es inexistente, salvo en poder interno de esos países, cuyos intereses son
riado no nacional sino supranacional, ligado por el caso de Macri, quien, en efecto, representa al aliados de los intereses del dominador. Los grupos
completo a intereses externos. El poder, en Améri- poder neoliberal. Ese poder cuya piel se erizó cuan- más concentrados del poder de nuestro país quie-
ca Latina, no lo tienen los gobiernos. Lo tienen los do Cristina F dijo que no se convertirá en gendar- ren el ALCA porque quieren seguir los lineamien-
grupos económicos. De aquí que resulte gracioso (y me de su rentabilidad. ¿Cómo se atreve? Eso es tos que dicta la potencia hegemónica de la región,
un poco irritante tal vez) que algunos periodistas peronismo del viejo cuño. Generar poder desde la que es, desde luego, Estados Unidos. Morales Solá,
jueguen a que enfrentan al “poder” cuando critican política. No subordinar el Estado al poder tradicio- que es un periodista coherente y que expresa con
al gobierno de turno, más aún si ese gobierno se nal. Eso hizo Perón y por eso todavía el peronismo claridad lo que piensa y los intereses que represen-
juega en la política de derechos humanos y amena- tiene resto. ta, jamás apoyaría el Mercosur. Su diario es un alia-
za con algunos gestos de proteccionismo, estatalis- do central de la política exterior de Estados Unidos
mo y distribución de la renta. Que el diario La LOS PAÍSES POBRES NO TIENEN en América Latina. Lo es también ese señor de la
Nación diga que está “en la oposición” se puede ECONOMÍA, LA ECONOMÍA LOS sonrisa un poco boba pero que también puede leer-
entender. Pero, ¿en la oposición a qué está? Algu- TIENE A ELLOS se como burlona, esa sonrisa que te dice: “Nunca
nos de sus periodistas y otros medios del establish- No reniego de lo que escribí en el pasado. Mi serán libres, idiotas. Serán patio trasero y aditamen-
ment que carecen por completo de cierta elegancia historia intelectual no empieza a partir de un año to más o menos digno de la gran potencia del
que La Nación conserva, afirman estar en la oposi- que yo determino aunque haya escrito montones Norte hasta que se pudran como podrida está una
ción “al poder”. ¿Cómo va a estar opuesta al poder de páginas antes. Hay libros que forman parte de la manzana cuando los gusanos han hecho de ella su
La Nación si el poder es ella, si en ella y en los inte- historia de uno, ya no son uno, ya no lo represen- cómoda vivienda”. Ese Oppenheimer, sí. Esos tipos
reses que representa está el poder? La Nación, desde tan. O por decirlo con más claridad: no represen- están bancados por el Imperio. ¿Qué dicen todo el
el poder, enfrenta a un gobierno. Ese gobierno tan tal vez lo que uno piensa hoy, pero representan tiempo? Dicen: “Libremercado y democracia”. Lo
tiene que manejarse con enorme cautela y –si se lo que uno ha pensado y ha sido. Con todo, hay de la democracia es una farsa porque se han burla-
atreve– desnudar ese malentendido. No hay perio- certezas del pasado que perduran. En octubre de do de la democracia impunemente siempre que lo
dista en la Argentina que no se jacte de haber reci- 1972 salía el número 7 de la revista Envido, “Revis- han querido hacer. Pero lo del libremercado, ¡ése es
bido “llamadas” del gobierno de Kirchner. Es posi- ta de política y ciencias sociales”, y en la tapa lleva- el mensaje del señor Oppenheimer! Abran sus
ble. Acaso se haya llegado a esa torpeza. Pero se ba un título que decía: Perón vuelve. “Ustedes están puertas, déjennos entrar, es el modo en que entra-
equivocan o mienten (o no entienden nada y dicen locos”, nos decían. A veces, en lugar de locos, nos rán a la supramodernidad imperial siglo XXI. ¿Para
cualquier cosa, o sea, lo que les conviene) cuando decían en pedo. Pero era lo mismo: nosotros enten- qué el Mercosur? Esa es una idea del siglo XIX que
se victimizan diciendo que han recibido llamadas díamos. ¿Qué quería decir eso? Que nadie sabía si costó la vida de Sucre y Bolívar y que ahora impul-
“del poder”. No, ustedes, si las recibieron, recibie- Perón regresaba o no. El régimen lo decía que no. sa ese histriónico de Hugo Chávez, a quien ya le
ron llamadas de un gobierno. El poder está en los Lanusse decía que no le daba el cuero. Nadie se hicimos un golpe y no bien tengamos una brecha le
diarios en los cuales muchos de ustedes trabajan. El jugaba por nada. Todos eran la cautela misma. haremos otro. En suma, quieren entrar con la eco-
amable y democrático periodista de La Nación con Nosotros pusimos: “Perón vuelve”. En la tapa, bien nomía porque la economía sigue siendo su princi-
el que uno se encuentra y conversa civilizadamente grande. Era una imprudencia o, sin más, una locu- pal arma de dominación. El verdadero poder de la
debe tener en claro que el poder es él. Lo es en ra. (Nota: Envido, que dirigió Arturo Armada, fue Argentina lo sabe. Si Estados Unidos entra, entra
tanto esté en ese diario. Página/12, medio al que la revista teórica de la Juventud Peronista hasta que para darles poder a ellos. Para ejercer la domina-
tanto se le reprocha su acercamiento al gobierno, dejó de salir, para mí, en mayo de 1973, aunque ción económica vehiculizada por medio de sus
ahora, de Cristina F, no representa al poder, a lo hubo un número posterior hacia fines de ese año. socios locales, que son sus socios supranacionales,
sumo está de acuerdo con un gobierno. Después hay Este número ya no nos nucleaba a todos. Fue fruto dado que no existe una “burguesía nacional”. Eso
otros poderes. Hay miles de poderes. El sindical. El de ingratas, terriblemente fogosas discusiones que murió. La globalización globaliza el poder de la
de la Iglesia. El militar. El de los periodistas. El de tuvimos. Montoneros pidió la revista y algunos nos economía y lo disemina por el mundo. De aquí
los medios. El de los intelectuales. El de las patotas opusimos a regalársela. “Si se la quieren ganar que que la consigna que comento tenga todavía fuerza
de todo tipo, etc. Pero el poder, el poder concen- se la ganen desde adentro”, dijo Miguel Hurst, de respuesta antiglobalización: queremos que nuestra
trado, el que está en línea directa con los Estados “Que pongan a alguien en el Consejo de Redac- economía sea nuestra.
ción”. Discutíamos con tanto alboroto que cierta Pero si no se afirma en una política que pueda
vez Jorge Luis Bernetti dijo: “¡Esta es la peor reu- enfrentar –en lo posible desde el Estado y la movi-
nión de JP en la que estuve!” Pero fue Carlos Gil, lización de las masas, del contrapoder, de la multi-
del Consejo de Redacción, el que graficó todo de tud, de lo que quieran pero de alguna forma de
un modo, para mí, memorable. Pidió silencio. participación popular que haga del pueblo el sujeto
Milagrosamente lo obtuvo y entonces dijo: “Esto es de la política– los resortes de la economía que el
puterío”.) En ese número de Envido salía una larga poder maneja ocurrirá lo que ocurrió en la década
nota mía. Uno de sus títulos decía: “Los países del noventa. El Estado es sometido a desguace, se
dependientes no tienen otra posibilidad que la polí- lo desmonta o, si quieren, se lo deconstruye (de
tica”. Si ustedes se bancan la palabra defenestrada donde vemos qué bien le viene el posmodernismo
por la academia de los ’80, la palabra dependencia, a la fragmentación que propone el mercado y a la
les aseguro que suscribo todavía hoy esa afirmación. aniquilación del Estado en tanto elemento totali-
Y cito: “Dijimos que en los países dependientes la zador o totalitario, marxista y dialéctico) y nada
región política era dominante. Y esto se debe, en lo queda para enfrentar el asalto de la economía al
esencial, a que son países pobres, económicamente poder. No hubo política en los noventa. La políti-
débiles. Pero no son dependientes porque son ca se hizo por medio de la economía. La política
pobres, sino al revés. Y esta dependencia les ha sido la hicieron los grupos de poder. El Estado se la
impuesta por las naciones imperialistas, quienes han entregó. Las clases sociales admitieron la margina-
realizado su política de dominación con la más pode- ción, la exclusión de inmensos contingentes de
rosa de sus armas: la economía. ¿Por qué el libreco- ciudadanos y vivieron la euforia del “uno-uno”.
mercio de Smith y Ricardo? ¿Por qué esa confianza Denle un dólar barato al argentimedio y votará a
en la mano invisible, en las leyes objetivas de los Belcebú. Denle poder adquisitivo y comprará
procesos? Porque ahí ganaban ellos, los dueños de mercancías a destajo, y le vendrá el pánico porque
la economía. Lo dice Canning cuando festeja la tiene mucho y no hay Estado. Con lo cual le pedi-
liberación de Hispanoamérica: “Si llevamos bien rá al Estado que le asegure lo que tiene. Pero lo
los negocios es nuestra”. Nada de cañonazos ni sol- que tiene lo tiene porque no hubo Estado. O por-
dados, la economía se encargará de la política de que las mafias se apoderaron de sus resortes. Pedi-
III
rá seguridad a cualquier precio. Se sentirá manejar el crédito. En el Boletín Oficial del 5 hacia el sector industrial a la mayoría de la
interpretado por la frase de Ruckauf: “Hay de abril de ese año se dice: “El interés privado población trabajadora, consiguendo, de este
que meter bala”. Que lo pone a Rico al frente no constituye una garantía de coincidencia modo restarle bases de sustentación social al
de la Policía Bonaerense. Todo esto no sirve con las necesidades del interés general”. La poder de los terratenientes. Esta política más el
para hacer un país. nacionalización de los depósitos bancarios se importante Estatuto del Peón fue todo lo que
produce el 24 de abril de 1946. Es el decreto- se arrimó el peronismo a una refomra agraria
LA ECONOMÍA DEL ley N° 11.554. que no hizo, que no podía hacer. Y que es un
PRIMER PERONISMO El otro elemento fundamental de la econo- disparate teórico exigirle que la haya hecho.
Reconózcamosle al primer Perón el intento mía del primer peronismo es el IAPI (Institu- (Volveremos sobre esto.)
de hacer política. Fortalecimiento del Estado. to Argentino Promotor del Intercambio). “El peón de campo (supo decir Perón) ha
El Estado se fortalece por la movilidad social Para los antiperonistas y la propaganda de la estado sujeto a la omnímoda voluntad del
de los migrantes. El Estado redistribuye el “Libertadora”, el IAPI fue una cueva de dueño del establecimiento. El patrón supo
ingreso en beneficio de ellos. Les da sindicatos ladrones. Como si ellos no hubieran robado. reeditar todos los privilegios del feudalismo
y tiene poder frente a la oligarquía. Va crean- Se apropiaron del país simplemente. Se lo medieval pero tuvo la habilidad de eludir los
do una clase burguesa industrial por medio del apropiaron desde 1852 en adelante. ¿Esto compromisos que el señor estaba obligado a
acceso al crédito. La pequeña industria vive del significa que era de ellos? Lo construyeron de guardar con sus mesnadas. La técnica indus-
crédito y del apoyo estatal. Perón hizo lo acuerdo con los intereses de Gran Bretaña y trial enseñó a nuestros feudales del siglo XX
siguiente: nacionalizó el Banco Central y los para los beneficios de la pampa húmeda, que podían servirse a su antojo del peón y su
depósitos bancarios. Le dio un sentido al aho- clase ociosa, improductiva, desagradable, familia con sólo pagarle un salario al término
rro interno. Valía la pena ahorrar. ¿Qué era el petulante, con profesoras francesas, racista, de la quincena o del mes. No importaba la
Banco Central? Servía a los intereses de la con odio al negro y al indio, al que masacra- cuantía del salario con tal que alcanzara el
banca particular e internacional. Controlaba ron. ¿Quién puede dudar de que hubo límite justo que le impidiera morir de hambre”
los cambios y el crédito bancario y decidía la corrupción en el IAPI? Los funcionarios del (Juan Perón, La reforma social, Buenos Aires,
política monetaria. Esto –y he aquí lo grave– peronismo por primera vez arañaban el 1948).
se hacía con total indiferencia por las políticas poder. Sabían, por la larga experiencia de los En suma:
que el país debía desarrollar para su beneficio. conservadores, que el poder era propiedad de 1º - Estatuto del Peón.
La canalización del crédito no es económica, es quien a él llegara. Y sí: afanaron. Pero el sen- 2º - Nacionalización bancaria.
ideológica. Responde a un proyecto. O yo le doy tido del IAPI igual se mantuvo. Fue la nacio- 3º - IAPI.
un crédito a una empresa que responde a la nalización del comercio exterior. ¡Una inju- 4º - Acumulación del capital en la industria.
banca particular e internacional. O se lo doy a ria! Le quitaron a la oligarquía de la bosta la
un pequeño agricultor. A un pequeño indus- potestad de negociar directamente con el Vienen luego los grandes renuncios que se
trial de Avellaneda o Munro. Y a ese agricultor comprador externo. El IAPI llega a cubrir el le reprochan al peronismo. El pedido del cré-
y a ese pequeño industrial no se le pide nada en 75 por ciento de las expotaciones argentinas. dito extranjero. Para colmo, Perón, en una de
garantía. El Estado invierte en él. No quiere Y lo que recauda no es para el agro, es para la esas compadradas a las que tan afecto siempre
ganar plata con él. Sabe que ganará soberanía. industria. Buena parte de la historia económica habrá de ser, había dicho que se cortaría un
Voy a contar un episodio de una gran película de la Argentina puede explicarse por la transfe- brazo antes de pedir un crédito al exterior.
del nacionalismo norteamericano. Esos tipos rencia de ganancias del agro a la industria o de ¿Ustedes lo vieron baldado? Ni por asomo. Lo
podrán gustarnos o no. Pero nadie les negará la industria al agro. Veremos, con la Liberta- de las manos fue cuando estaba plácido en su
que hicieron un país poderoso. Bien, Fredric dora, al ministro de Hacienda, Eugenio tumba y vaya a saber qué sentido tuvo esa
March vuelve de la guerra (la segunda) y con- Blanco, propulsar, con emoción agraria, el indudable injuria necrofílica. Pero no se cortó
sigue un empleo en un Banco. Viene un regreso de la industria al campo, que siempre el brazo y pidió créditos al exterior. Se lo
pequeño agricultor a pedir un crédito. (No se fue el fundamento de la riqueza nacional. La reclamaba el Plan Económico del ’52. Que
pierdan esto. Les aseguro que vale la pena.) patria de nuestros padres y abuelos. Los de era un plan de crisis. Pero Juan Carlos Este-
March le quiere dar el crédito. El tipo tiene ellos. Y unir nuestros destinos al Fondo ban –a quien aconsejo creerle más que a
una cara de honesto que conmueve. Sólo Monetario Internacional. Gran medida de la todos– escribe: “El crecimiento del capital
necesita un crédito del Banco para comprar Libertadora. Con el IAPI se derrota a los extranjero en la Argentina desde 1949 a 1955
instrumentos de labranza. March (recorde- poderosos trust cerealeros. Como Bunge y es de 282 millones de dólares, a valores
mos: acaba de llegar de la guerra) le dice que el Born y Dreyfus. El IAPI deriva sus exorbi- corrientes, cifra exigua que no llega a repre-
crédito es de él. Y le pregunta: “¿Qué garantía tantes ganancias a los sectores de la economía sentar un aumento del 20 por ciento sobre el
tiene usted para cubrir este crédito?”. El que más le interesa dinamizar. Estamos capital existente en 1949. En general se pro-
pequeño agricultor se sorprende. “Nada, no siguiendo aquí un libro excepcional de un duce este crecimiento partiendo de las gran-
tengo ninguna garantía. Mi trabajo nada más. militante comunista: Juan Carlos Esteban: des dificultades económicas de 1952 que
Por eso vengo al Banco. Si tuviera garantía Imperialismo y desarrollo económico, Editorial paralizan las nacionalizaciones y hacen que el
tendría dinero y no lo tengo. Sólo tengo mi Palestra, Buenos aires, 1961. Se trata de un sector conciliador de la burguesía nacional gane
trabajo.” “Espéreme aquí”, le dice March. Va libro escrito por un no peronista pero no por posiciones en el gobierno peronista” (Nota: Juan
a hablar con el Gerente. No, dice el Gerente, un gorila, ni mucho menos. Búsquenlo. Carlos Esteban, Ibid., p. 83). Se sanciona
si no ofrece una buena garantía, no hay crédi- Debe estar en alguna parte. Si lo consiguen entonces la maldecida –por el antiperonismo–
to. March regresa y le dice al pequeño agricul- hay que reeditarlo. No olvidemos la decaden- ley N° 14222 de radicación de capitales. Es
tor que no le puede dar el crédito. El tipo se cia turbia, triste de los tiempos. Gambini al de 1953. ¡Si habré escuchado esgrimir esta ley
va. March sigue en el Banco y se desempeña lado de Esteban es Paulo Coelho (¿se llama como la prueba de oro del cipayismo de
muy bien. Como ha sido héroe de guerra y así este tipo?) hablando de la economía de un Perón! Como el abandono de sus banderas
ahora es tan eficiente banquero, el Banco hace país del patio trasero del Imperio. Claro, proteccionistas. La Ley 14222, señores: la
una cena en su honor. March asiste bastante Gambini es un periodista ultragorila que prueba de la infamia. Veamos. La ley estable-
borracho, bastante furioso. Le llega el momen- sigue la línea de Mary Main (La mujer del ce límites a la remisión de utilidades. “Por
to de hablar. Dice que les va a contar un epi- látigo): “Digamos del peronismo lo que sólo primera vez (escribe Esteban, que era, lo
sodio de la guerra. “Teníamos que tomar una dicen los gorilas”. En tanto Juan Carlos Este- recuerdo, comunista, aunque ignoro cómo
colina que dominaban los alemanes. Nuestro ban es un notable ensayista. Bué, no importa. habrá podido llegar a serlo en este país y ver
teniente ordenó: ‘Vayan, tómenla’. Entonces El IAPI opone al comprador multinacional, la economía del peronismo con la ausencia
yo pregunté: ‘Teniente, ¿qué garantía tenemos que es Uno, un vendedor único. total de gorilaje con que logra concebirla) un
de tomar esa colina?’ El teniente se sorpren- Incidencia del IAPI en las exportaciones: gobierno argentino ataca justamente en sus
dió: ‘Ninguna’, dijo. ‘Pero tienen que tomar- 99% en 1949. bases a la penetración imperialista al regular y
la.’ ‘Ah, no’, dije yo. ‘Tenemos que tener una 70,5% en 1950. reducir la salida de utilidades. Debe quedar
garantía. Si no, nos pueden matar. Y no que- 68,6% en 1951. bien en claro que no es lo mismo la reinver-
remos que nos maten.’ Y no pudieron darnos 60,5% en 1952. sión que la remesa de beneficios. Este es el
ninguna garantía. Entonces no tomamos la Y 70,4% en 1953. rasgo típico, genuino, el objetivo final del
colina. ¿Y saben qué? Perdimos la guerra.” capital financiero.” Y cita luego un informe
Este es el nacionalismo norteamericano. Lo ¿Qué sentido político tenía este proceso? de la CEPAL que reprueba “los topes anuales
que les niegan a los otros países ellos lo ejercen El peronismo implica una clara transferen- uniformes impuestos a las repatriaciones por
puertas adentro. March llama al pequeño cia de recursos financieros, técnicos y huma- la ley 14222” (Esteban, Ibid., pp. 89/90).
labrador y le da el crédito. La película, la céle- nos, del sector agrario al sector industrial. Los elementos fundamentales para la elabora-
bre, gran película se llama Los mejores años de Aplica el poder financiero del Estado a la pro- ción de este breve esbozo de la economía
nuestras vidas y está dirigida por el gran Wi- moción del sector industrial por dos motivos: peronista están tomados de mi libro El pero-
lliam Wyler. Primero) Porque era el el sector más diná- nismo y la primacía de la política, de 1974, y,
PRÓXIMO El Estado, entonces, tiene que jugarse por mico de la estructura económica y, en conse- obviamente, del libro de Juan Carlos Este-
DOMINGO los pequeños productores, por las fábricas que cuencia, el que más iba a contribuir a fortale- ban. A él corresponden los mejores señala-
surgen, por los que piden para invertir en el cerla y posibilitarle independencia ante cual- mientos. Si los hubo, ya que sospecho que
país y dar trabajo a su gente. Eso hizo Perón. quier avance de la oligarquía ligada al agro, la Perón ha quedado demasiado bien parado en
Personajes del peronismo:
(Si hoy no se puede hacer estamos liquidados más poderosa en ese entonces, los verdaderos este análisis. Con todo, quedará todavía mejor
Discépolo, Alberto Castillo, y tal vez lo estemos.) El 25 de mayo de 1946, enemigos del peronismo. parado cuando analicemos la vileza antipopu-
José María Gatica, el padre por decreto-ley Nº 8503 se nacionaliza el Segundo) Porque una dinámica política de lar y vengativa del plan económico de la
Virgilio Filippo, Raúl Mendé Banco Central. La banca privada no puede industrialización forzosamente movilizaba Libertadora.

IV Domingo 3 de febrero de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


12 La distribución del ingreso

Suplemento especial de

Página/12
erá adecuado llevar a primer plano por su indudable política autoritaria, Peña dirá: dofismo” por el rencoroso, brutal anticomunismo.

S otra vez a nuestro criticado y, a la


vez, admirado Milcíades Peña. ¡Ah,
Milcíades, cuánto ha hecho por ti el
descalabro teórico de la Argentina!
No es que Milcíades no fuera bueno, pero no
parecía tan bueno en los sesenta. Cuestiones
como el nazismo de Perón ni merecían ser trata-
“El bonapartismo peronista tendía al totalitaris-
mo, pero no llegaba a serlo. Era un semitotalitaris-
mo. Perón centralizó fuertemente el poder en sus
manos, eliminó a los competidores políticos, los
sometió a un control severo y los redujo a una
mínima expresión mediante el uso intensivo del
aparato represivo. Pero no los eliminó completa-
McCarthy lo demuestra en Estados Unidos. Se
sabe: Patton quería seguir la guerra y no detenerse
hasta llegar a Moscú, incorporando a lo mejor de
los batallones SS. Se sabe: no era necesario tirar las
bombas sobre Hiroshima y Nagasaki. Lo ha dicho
el hiperhalcón Curtis LeMay: él hacía vuelos
rasantes todas las noches por las ciudades japone-
das para Peña. No, lo que él le criticaba al pero- mente de la escena política (...) La oposición estu- sas y las incendiaba. Morían cien mil (leyeron
nismo era, por ejemplo, que no había cambiado vo controlada y sojuzgada por los órganos del bien: cien mil) civiles por día. Curtis LeMay es
la estructura del poder de clases en la Argentina, poder estatal, pero existió, sin embargo, y pudo quien dice que no era necesario tirar las bombas.
que el Segundo Plan Quinquenal respetaba la actuar. Al lado del Estado peronista, al lado del Que él arrasaba con todo Japón en menos de un
propiedad privada capitalista, que en 1950 se sus- grupo que detentaba el monopolio del poder y de mes. Pero las bombas se tiraron contra el nuevo
cribiera un empréstito con el Export Import la administración, existían los elementos de una enemigo: contra la Unión Soviética, buscando
Bank de Washington. Pero no perdía el tiempo sociedad legal. Pese a sus intentos en tal sentido, el amedrentarla. Los rusos, como respuesta, hicieron
tratando de demostrar que Perón era nazi. Eran peronismo estuvo inmensamente lejos de alcanzar sus bombas y empezó la maldita Guerra Fría,
tiempos en que el ensayo no se deterioraba por la estructura totalitaria, que hace desaparecer a la cuyos lugares calientes estuvieron en el Tercer
los intereses electoralistas. Cuando analiza la con- oposición entre el Estado y la sociedad y realiza el Mundo, en Corea, en Vietnam, en América latina
signa “Alpargatas sí, libros no”, no exclama, ideal de un gobierno que no conoce ninguna limi- por medio de las feroces dictaduras como la de
como los radicales, siempre acompañando al esta- tación” (Ibid., p. 107). Videla, instruida y avalada por el señor Henry
blishment y a la oligarquía por ese gorilismo que Vamos a aclarar este punto: ¿era nazi Perón Kissinger, criminal de guerra y Premio Nobel de
no pueden contener ni elaborar bien (hay quienes como insisten en decir muchos gorilas de tercera o la Paz simultáneamente. Aquí, fue por completo
sí lo han hecho, pocos), ¡ahí está la prueba de la cuarta línea? Perón visitó la Italia de Mussolini, es coherente que la “aliadófila” revista Sur se volviera
barbarie peronista, su odio a la cultura! Milcíades probable que haya estado un tiempo en el Reich macartista, con su musa Victoria Ocampo a la
dice que la consigna aludida buscaba, por parte de Hitler antes de la guerra. Pero, ¿dónde se cabeza, y castigara a José Bianco por viajar a
del peronismo, eludir consignas anticapitalistas o habría expresado esto una vez que llegó al poder? Cuba, ese país comunista. Victoria Ocampo
antiimperialistas. Grave error: la principal consig- Sin duda, en la estructura autoritaria de su gobier- entraría en 1977 en la Academia Argentina de
na del peronismo para las elecciones de 1946 es, no, que comparada con el nazismo era Suiza o Letras. Las Madres de Plaza de Mayo ya hacían
según nadie ignora, “Braden o Perón”, que, hasta Bélgica. Los muertos del peronismo incluyen al sus rondas. Pero ella habló del feminismo. Qué
donde creo ver, es una consigna antiimperialista doctor Ingalinella. Que se torturó, se torturó. valentía: hablar del feminismo. Pero ni mencionó
de cabo a rabo. Pero dejemos eso. Peña dice que Pero los torturadores del peronismo son célebres. a las Madres. Ahí estaba el feminismo pidiendo
en lugar de darles a los obreros consignas clasistas No fueron tantos. Todo esto, comparado con la por la vida de sus hijos. Mas Victoria clamó por el
se les da consignas de “odio al cajetilla y al pitu- “libertad” y la “democracia”, es poco, es realmente feminismo de Virginia Woolf, no por el de esas
co”. De aquí deduce el origen de “Alpargatas sí, escaso y sobre todo teniendo en cuanta el desarro- madres que habían parido subversivos. (Guillermo
libros no”. Y escribe algo formidable: “En verdad, llo propagandístico que se le dio. Volvamos a lo Saccomanno es quien me ha instruido en este
los profesionales de los libros y la política, experi- del nazismo. Cierta vez, haciendo zapping, paso tema, que maneja muy bien y es parte, creo, de su
mentados ex ministros y diputados, rectores de por un canal y veo a un tipo joven, muy serio, que próxima novela, 77, que será, qué duda cabe,
universidades e intelectuales de nota, demostra- dice con seguridad absoluta y hasta algo de irrita- potente y muy buena.)
ron que políticamente no valían el precio de una ción: “Nunca en Estados Unidos entró un nazi en
alpargata” (Ibid., p. 87). El lema de la Unión la Casa Blanca”. O sea, lo que venía de decir el LA INCREÍBLE HISTORIA
Democrática era batir al “naziperonismo”. Y personaje es que Perón había recibido nazis en la DE WERNHER VON BRAUN:
escribe Milcíades: “A los peones agrarios, que por Casa Rosada. Puede ser. Aquí llegaron nazis a DE LAS SS A PONER AL
primera vez en la historia del país habían recibido montones. Fueron todos los que después maneja- HOMBRE EN LA LUNA
una serie de elementales mejoras económicas y ron los campos de concentración que armó Perón. Queda claro, supongo: Perón trajo a cuanto
sociales, a los arrendatarios a quienes Perón pro- Ah, ¿no hubo campos de concentración? Claro, sí nazi quiera Uki, pero no les dio poder. No condi-
metía darles la tierra en propiedad, se les ofrecía los hubo bajo el gobierno de Videla, apoyado por cionaron su ideología ni actuaron en la sociedad
como candidatos a los terratenientes de la Socie- todo el establishment antiperonista que luchó glo- argentina. Salvo si uds. dicen que ellos hicieron
dad Rural Argentina” (Ibid., p. 87). riosamente durante los días de la Libertadora. “Sé autoritario a Perón (¡como si Perón lo necesitara!)
que en aquellas albas de septiembre (...) lo hemos y que hay en la ideología peronista (en la idea de
¿FUE NAZI PERÓN? sentido” escribió Georgie en Sur, refiriéndose a la “comunidad organizada”, como se suele decir)
Pero veamos la bendita cuestión del nazismo Sarmiento. ¡Qué emoción intransferible, Georgie algo de nazismo. Pavadas. En cambio, señores, los
peronista. Parece una bobada incurable. En mi Borges! ¿Así que usted sintió a Sarmiento el 16 de norteamericanos, quienes acaso no hayan llevado
curso del año pasado invito, según es mi costum- septiembre de 1955? Las clases populares sintieron
bre, a los asistentes a dialogar conmigo a partir de que las cosas se les venían muy duras de ahí en
los últimos quince minutos de la exposición. adelante. María Seoane me contó una anécdota.
Todo iba bien hasta que (¡cuándo no!) aparece el Creo que era así: cae Perón y su padre se le acerca.
personaje inesperado. Yo ya había expuesto la Se le acerca y le dice: “Cayó Perón, hija. Los
temática sobre el nazismo de Perón. Pero el fulano pobres estamos jodidos”. Pero no nos desperdi-
se largó una perorata para terminar diciendo que guemos. Estoy con este personaje al que veo en un
Perón era un nazi y que él y los del GOU mataron canal de la tele y dice eso: que nunca entró un
a todos los sindicalistas socialistas que habrían nazi en la Casa Blanca. Este personaje, del que lo
hecho una revolución en 1944. Le pregunté si era único que sé es que vive dedicado a demostrar que
la primera conferencia a la que asistía (yo ya lleva- todos los nazis del mundo vinieron a la Argentina
ba ocho) y dijo muy tranquilamente que sí. Bien, traídos por el GOU y por Perón, se llama Uki
es el típico tipo que vaya donde vaya, va para Goñi, que, para mí, da nombre de esquimal. De
hacerse oír él. Pero esto revela que hay todavía raro que es, digo. Veamos: Perón fue milico a
cierto otariaje que impide pensar algo tan comple- morir. Le gustaba usar esas capas largas ultramili-
jo, tan difícil y delicado como el peronismo insis- tares, fue autoritario, buscó edificar una doctrina,
tiendo con el asunto del nazismo de Perón. Creo se hizo llamar líder, silenció a la oposición. De
que Sebreli también toma esos caminos –para acuerdo. Pero el elemento fundamental de nazis-
satisfacción del electorado radical y del buen señor mo, su biologismo racista, estuvo por completo
judío de clase media que se traga cualquier cuento ausente de la ratio peronista. Alfred Rosenberg, en
que le diga que alguien es antisemita– y no lo han El mito del siglo XX, escribe que Francia es un ato-
llevado a buen puerto. El gorilismo no es buen lón de África manejado por judíos. Perón, por el
consejero. Así se lo ha podido ver a Sebreli con contrario, dio reconocimiento a la única raza (por
López Murphy o con Carrió. O sea, la cosa es así: decirlo así, yo no creo en las cuestiones “raciales”)
díganme dónde está el peronismo así yo me pongo denegada en la Argentina. Los postergados eran
en la vereda de enfrente, aunque esté, pese a defi- los “negros”. La oligarquía los odiaba, así como a
nirme como “hombre de izquierda” o “filósofo de los judíos. Sería aliadófila, pero era antisemita y
tradición existencialista y marxista”, junto a José maldecía a la negrada, de donde extraía sus “sir-
Claudio Escribano o Massot o la siempre comba- vientas” tucumanas o santiagueñas. Esa cuestión
tiva Lilita o la Sociedad Rural y la UIA. Milcíades del “aliadofismo” es un cuento chino. Todo el
no era así. Milcíades pensaba. Escribía: “Por otra bloque occidental era aliadófilo. Victoria Ocampo
parte (viene hablando de las acusaciones sobre era tan aliadófila como el senador McCarthy.
“nazismo” que los “aliadófilos” de los cuarenta le Estaban en favor de la “democracia occidental”
hacían a Perón), era falso de raíz llamar ‘nazi’ al contra el fascismo de Hitler y Mussolini. Por
peronismo. El nazismo es la guerra civil de la supuesto, defendían sus intereses. No querían que
pequeña burguesía dirigida por el gran capital Hitler se comiera el mundo. Después, la democra-
contra la clase obrera. Perón se apoyaba en la clase cia se les acababa. Les aparecía el odio de clase y el
obrera contra el gran capital y la pequeña burgue- furibundo anticomunismo. Los “aliadófilos”,
sía” (Ibid., pp. 87/88). Si se lo busca llamar “nazi” siguiendo a Estados Unidos, reemplazan su “alia-
II
nazis a la Casa Blanca, sin duda los llevaron al hay? ¿Qué quieren demostrar? ¿Que Perón era truir masivamente los V2. Werhner von Braun
Pentágono y les dieron enorme poder. Todos han boludo?”. Impecable razonamiento. Porque o reclama entonces más contingente humano. Y
visto o debieran ver esa formidable película de Perón era el demoníaco nazi que hundió a la emplea obreros-esclavos que le son enviados de los
Stanley Kubrick que lleva por título Dr. Strangelo- democracia argentina o frenó a la revolución campos de concentración y exterminio, algo que
ve. Llamada por aquí Doctor Insólito o Cómo social que ya estallaba en el ’45 o era un boludo Werhner, siempre concentrado en lo suyo, ignora
aprendí a no preocuparme y amar la bomba. Film porque había traído a Richter. Las pavadas del por completo. De lo contrario, humanitariamente
de 1964, presenta a un científico en una silla de chiquitaje gorila son asombrosas. Sí, Richter era se habría opuesto. ¡El tipo era un miserable! Hacia
ruedas que sostiene todo el tiempo su brazo dere- un tarado recalcitrante. Sí, Perón se comió un el fin de la guerra se habían arrojado 1155 bom-
cho con su brazo izquierdo. Siempre que el brazo buzón. ¿Y? Perón habrá sido muchas cosas: un bas V2 contra Inglaterra y 1625 contra Amberes y
derecho se le escapa hace el saludo nazi y el Dr. político sagaz, maquiavélico, pragmático, un tipo otros objetivos del continente. No hay experto
Strangelove exclama: “Heil Hitler!”. El éxito del de corazón frío, un tipo del que nunca sabremos militar que ignore un hecho fundamental: si Von
film de Kubrick tapó injusta y tristemente otras si quiso o no verdaderamente a alguien, ni siquie- Braun hubiera empezado antes la producción en
dos formidables películas. Una es Fail Safe, tam- ra a Evita, un tipo al que con todas esas caracterís- masa de las bombas V2, Alemania habría ganado
bién de 1964, dirigida por Sidney Lumet e inter- ticas no precisamente maravillosas le alcanzó para la guerra. Los aliados bombardearon los laborato-
pretada por Henry Fonda. Y la otra es más cono- ser el caudillo de masas más poderoso de la Argen- rios de Peenemünde, donde trabajaba Von Braun
cida por aparecer habitualmente por las pantallas tina y para crear un partido que hoy, aunque afor- con sus obreros-esclavos, pero no mataron a Von
de televisión, por cable o por aire, desde hace tunadamente descafeinado, todavía gobierna. Braun, que ya se había ido en busca de los yankis.
varios años. Es The Bedford Incident (ridículamen- Pero, ¿un boludo? No, la acusación se revierte Mataron a todos los que hacían trabajo esclavo.
te traducida como Al borde del abismo, que es la contra quienes pretenden demostrar eso basándo- Wernher, entre tanto, iba en busca de la libertad.
traducción del célebre film de Hawks con Bogart se en el affaire Ronald Richter. Esos, de boludos, Los norteamericanos habían organizado la opera-
y Bacall). El film es de 1965. Es la historia de un todo. Volvamos a Wernher von Braun. Por decir- ción Paperclip destinada a capturar científicos ale-
paranoico halcón norteamericano que comanda lo rápido: es el tipo que le inventó a Hitler las bom- manes y ubicarlos bajo su dirección. Wernher von
una destroyer con carga atómica. Se larga a perse- bas V2 con las que asoló la ciudad de Londres y es, al Braun se entrega junto con otros quinientos cientí-
guir a un submarino ruso en aguas de Groenlan- mismo tiempo, el tipo que les puso a los yankis al ficos de su equipo. Los rusos se lo pierden. Tam-
dia. Todo termina en un desastre. Pero el detalle hombre en la Luna. bién lo quería para su equipo Sergei Korolov. A
es éste: el asesor del macartista, paranoico y casi De a poco. Veamos: Wernher von Braun nace papá Stalin también le importaba un reverendo
demente conductor de la nave (Richard Wid- en Alemania en marzo de 1912. Siempre le apa- rábano que Wernher hubiera sido SS, que haya
mark) es un nazi. Sí, tal cual. Esto habla bien del siona la cohetería espacial. Es eso que los yankis utilizado obreros-esclavos de los campos de con-
cine norteamericano. No necesitan que vaya Uki llaman un rocket scientist. Un científico de apara- centración, que sus bombas V2 hayan arrasado
Goñi a decirles que pusieron a nazis en puestos tos a reacción. Entra, de joven, en las filas de las buena parte de Europa, nada. Lo quería para él.
importantes. No, ellos solitos se dan cuenta y SS. Se enrola luego en el Ejército Alemán. Quiere La guerra que se iniciaba era otra y los cerebros
hacen muy buenas películas sobre el tema. Lo desarrollar misiles balísticos. Entró en las SS, acla- alemanes eran muy codiciados. Ni hablemos de lo
notable del film es que el nazi (Eric Portman) ter- ro, antes de que Hitler llegara al poder. Trabajan- que Alemania misma hizo con los nazis, a los que
mina siendo más sensato que el Capitán Wid- do para las SS obtuvo un doctorado en ingeniería integró masivamente a su resurrección. Pero siga-
mark, quien acaba por hacer volar todo y presu- aeroespacial. ¡Miren a las SS! Y todo el mundo mos con Wernher. Falta lo mejor. Lo más espec-
miblemente desata una Tercera Guerra Mundial. sólo se fija en que montaron campos de concen- tacular. ¡Es tanto lo que el mundo y todos noso-
Estas tres películas forman un corpus sobre la tración y mataron a seis millones de judíos. Pues tros le debemos! Wernher se hace ciudadano nor-
Guerra Fría de alto valor cinematográfico. Pero no: también le permitieron obtener a Von Braun teamericano. Algo que ocurre el 14 de abril de
hay algo peor. ¿No entraron nazis a la Casa Blan- un doctorado en ingeniería espacial. Que se sepa, 1955. Es un héroe. Su cohete V2 es la base de
ca? ¡Por favor! Los yankis fueron mucho más vivos acaso el mundo lo ignore o lo haya olvidado. toda la cohetería que desarrollan los rusos y los
que Perón. Si Perón se mandó ese papelón con su Sigue su carrera brillante Herr von Braun. El alto yankis en la carrera espacial. En 1960, encontra-
sabio nuclear Ronald Richter, los yankis se impor- mando alemán le encarga la elaboración de un mos a Wernher en la NASA. Se le encomienda la
taron al más brillante científico nazi, al tipo que cohete capaz de atacar territorio enemigo. Wern- construcción de los gigantescos cohetes Saturno.
casi le hace ganar la guerra a Hitler. Nada menos her von Braun, indignado, huye de Alemania y se Pero antes, en la década del ’50, Wernher ya era
que a Wernher Magnus Maximilian Freherr von refugia en la patria de la libertad y la democracia, muy conocido por sus artículos en la publicación
Braun. O más sencillamente: Wernher von Estados Unidos, donde... No, no es así. Wernher semanal Cullier, la más importante de ese
Braun. Con respecto al tan sonado affaire Ronald se queda en Alemania, como buen nazi que era. momento. Y aquí viene el dulce “toque” Disney:
Richter, a quien Perón importó para que le hiciera Wernher von Braun diseña los modelos A3 y A4 Wernher participa en tres programas de televisión
la bomba atómica y el tipo resultó siendo un fias- que entusiasman al Führer. Hitler le ordena la divulgando temas de exploración espacial. Patro-
co, cosa que el gorilismo explotó hasta niveles producción masiva de los mismos. Wernher les cina la Walt Disney Corporation. No sean amar-
extremos, recuerdo a un militante de la JP que pone el nombre de V2. Hitler, con ellos, se dispo- gos: ¿no es esto conmovedor? El SS y Mickey
decía perplejo: “No entiendo. Se equivocó, ¿y qué ne bombardear a Londres. No es sencillo cons- Mouse juntos, dejando atrás sus diferencias, acaso
mínimas, y divulgando la ciencia de la cohetería
para los niñitos americanos. Aún, dije, falta lo
mejor. Wernher tiene en sus manos la fabricación
de los cohetes Saturno. Se convierte entonces en
el director del Centro de Vuelo Espacial Marshall
de la NASA. Diseña, así, el Saturno V. Que el
tipo era un genio, lo era. Que había sido un SS,
también. Que había reventado a bombazos a los
ingleses y a los belgas y a otros países, también.
Que había utilizado obreros extraídos de los cam-
pos de concentración y exterminio, también. Pero
eso, ¿qué importaba? ¿Qué podía importar si
Wernher von Braun, durante los años 1969 y
1972, con el cohete Saturno V... ¡lleva al Hombre
a la Luna! Caramba, lo que es la historia humana.
El hombre llegó a la Luna de la mano de un SS.
¿Recuerdan ustedes esas jornadas maravillosas de
1969? Yo sí, porque soy un veterano y serlo tiene
sus grandes ventajas. A veces sentís que la Historia
se te entrega en totalidad y la podés ver desde un
lado que siempre se te negó, porque, sencillamen-
te, eras joven. Es cierto, estás más cerca de la
Parca, estirás la pata en cualquier momento, pero
disfrutás de la posibilidad de un saber más añejo,
más totalizador. Bien, se acabó el interregno senti-
mental. Wernher nos sigue reclamando. Las jor-
nadas de 1969, decía. Fueron así: el mundo ente-
ro estaba fascinado por una conquista, no de los
norteamericanos, sino del Hombre. Era el Hom-
bre el que había llegado a la Luna. Igual, los yan-
kis clavaron ahí su banderita, alevosamente.
Todos miraban la tele. Todos exclamaron extasia-
dos cuando ese Armstrong dio unos saltitos en el
suelo ceniciento del planeta de los enamorados.
Aquí manejaban la transmisión de TV Mónica
Mihanovich, creo que así se llamaba en ese enton-
ces, y el más que agradable Andrés Percivale. De
pronto, ¡aparece Nixon! ¡Y se pone a hablar con
Armstrong! Increíble: el hombre habla desde la
III
Tierra con el hombre que está en la Luna. difundidas. Una vez aclarado que Perón no fue Sumados al porcentaje que ya penosamente
Durante esos días, Nixon había ordenado un nazi, nos concentraremos en otros pecados del tenía la clase obrera, obtendríamos que, con el
ataque masivo de sus poderosos bombarderos peronismo. Vino, en efecto, Milton Eisenhower. primer peronismo, el ingreso de los trabajadores
B52 sobre Vietnam del Norte para terminar de Pero no vino sólo a la Argentina. ¡Ni vino a ren- en el ingreso nacional superó el cincuenta por
una buena vez con esa maldita guerra que no dirse según el supremo disparate de Hernández ciento. Nunca en su historia, ni remotamente,
podían ganar y les arruinaba esta fiesta espacial. Arregui! Hizo una gira por toda América latina los pobres tuvieron tanto. Si, como decía
También durante esos días se hace el Cordobazo que pensaba hacer su hermano Dwight, quien Perón, la víscera más sensible del hombre es el
en la Argentina. Pero es el mundo el que festeja. había sido el comandante general supremo de bolsillo, no cabe duda de que esa sensible vísce-
¡Hemos llegado a la Luna! Se ha cumplido el las fuerzas aliadas que desembarcaron en Nor- ra fue muy bien tratada a partir de febrero de
sueño de Herbert George Wells, ese visionario. mandía. Dwight asume en noviembre de 1952 1946. Y muy maltratada a partir de entonces,
El film de Georges Méliès es realidad. El Hom- como Presidente republicano. Sabemos que los por los “libertadores” y los que luego vinieron.
bre, así, con mayúscula, ha escrito una de las republicanos representaban más que los demó- Hasta llegar al colmo con el peronismo de
páginas fundamentales de su Historia. Todo cratas el despiadado poder de Wall Street y de Menem, que los expulsó del sistema de produc-
gracias a Wernher. Que ya sabemos quién había las grandes corporaciones. La lucha era, para ción hacia el barro de la indignidad, condenán-
sido. Amigo de Hitler, pudo haberlo llevado a ellos, “Free World and Communism”. Comien- dolos a ser delincuentes o mendigos. Desde
ganar la guerra si disponía de un poco más de zan las actividades del turbio senador Joseph entonces, hasta los tímidos intentos del gobier-
tiempo. En ese caso, habría sido el bueno de McCarthy. El 1º de noviembre de 1952, días no de Kirchner por redistribuir la riqueza, sólo
Adolf quien hablara con algún Armstrong ale- antes de asumir Eisenhower, Estados Unidos, a se ha pensado en solucionar ese problema por
mán, y bien nazi, sobre la gran hazaña del géne- las siete de la mañana, detona en el atolón de medio de la represión, y así lo exigen las clases
ro humano. ¡Y el nazi era Perón! Eniwetok, en las islas Marshall, Océano Pacífi- sociales incluidas en el sistema, las medias y las
co, la primera bomba de hidrógeno, con diez altas. Buenos Aires, según se sabe, es una socie-
LA FAMOSA VISITA megatoneladas y media. Seiscientas veces más dad opulenta, y el resto del país un territorio de
DE MILTON EISENHOWER poderosa que las que destruyeron Hiroshima y desposeídos ante quienes los satisfechos porte-
Que entraron nazis en cantidad es imposible Nagasaki (Fuente: Luiz Alberto Moniz Bandei- ños piden, votando al señor Macri, por ejem-
negarlo. Perón les abrió las puertas. Creía que le ra, La formación del Imperio Americano, Grupo plo, seguridad, es decir, represión. Represión y
traerían materia gris. Tenía, posiblemente, sim- Editorial Norma. Libro de lectura imprescindi- no inclusión, ni educación, ni trabajo con sala-
patía por alguno de ellos. O no, no sé. Piedad, ble para entender nuestro país y el entero rios dignos, no asistencialistas. Buenos Aires,
de ninguna manera. No sé si Perón conoció un mundo). Milton es enviado por Dwight para que siempre quiso ser la París de América lati-
sentimiento tan delicado, tan cristiano como el una visita de “inspección” por América latina. na, lo será con más similitud que nunca cuando
de la piedad, el de la compasión. Sentimientos Perón escribe en Democracia, bajo su seudónimo los marginados, los excluidos, los escupitados
odiados por Nietzsche. (Cualquiera que lea el “Descartes”, un texto laudatorio. Toda la por el sistema de concentración de la riqueza se
primer libro de La genealogía de la moral podrá izquierda se indigna. Sin embargo, Perón sabía arrojen sobre la ciudad opulenta como los
comprobarlo. Nietzsche detestaba los valores más que todos juntos quién venía a visitarlo: musulmanes de París se han arrojado, salvaje-
sacerdotales. Muy especialmente el ideal ascético Dwight Eisenhower, Joseph McCarthy, Curtis mente, quemando todo con su furia, sobre la
de la vida.) Pero, sobre todo, Perón les habrá LeMay, siniestro halcón del Pentágono, que Ciudad Luz. Entonces la población capitalina
sacado mucho dinero. Hay, sin embargo, algo mataba cien mil civiles japonés con sus aviones clamará por un Sarkozy o, de acuerdo con las
definitivo: ninguno de los nazis que vino influ- incendiarios y dijo que si lo dejaban seguir a él modalidades nacionales acostumbradas a pedir
yeron en la política obrerista de Perón. Perón no unos días más no serían necesarias las bombas medidas extremas cuando tienen mucho miedo,
fue en absoluto antisemita. Borlenghi era judío. sobre Hiroshima y Nagasaki, y, por fin, también un Le Pen. De la sagacidad de Cristina F, de
Reconoció en seguida al Estado de Israel. Persi- visita a Perón el poder nuclear de Estados Uni- quien hemos, recuérdese, tomado muy en serio
guió al catolicismo, no al judaísmo. Y su autori- dos. Esa bomba de hidrógeno, de diez megato- su brillante discurso de asunción, sea acaso
tarismo ni puede (remotamente) compararse neladas y media. posible esperar que el país no se desbarranque
con el autoritarismo nazi. De modo que termi- Como vemos, la visita de Milton Eisenhower por ese abismo. El problema desesperante de la
nen con este cuento porque –para entender el no fue la de un amable embajador que venía en pobreza se agudiza en un país que tuvo la expe-
peronismo– no sirve para nada, estorba y con- visita de buena voluntad. Ahí, en 1953, Perón riencia del bienestar, de “los años felices”. Un
funde. Ahora, para propaganda radical electora- sanciona una ley de inversiones extranjeras que país en que los pobres superaron el cincuenta
lista, funciona. Estados Unidos es el gran impul- asegura un trato favorable al capital internacio- por ciento de la renta nacional. Aunque haya
sor de la teoría del nazismo peronista. Braden la nal. Vimos que Juan Carlos Esteban lo niega. pasado mucho tiempo, ese recuerdo en alguna
inició empujado por los partidos de la Unión Veremos que Milcíades Peña lo condena. parte todavía está y alimenta la indignación, la
Democrática, desde los conservadores hasta los conciencia de la ignominia. Pese a que la TV
socialistas. Y Braden tenía sus motivos para LA CLASE OBRERA PERONIS- basura, los caños, las mujeres objeto, las muje-
odiar a Perón. Cuando asume como embajador TA SUPERA EL 50% EN LA DIS- res-culo y el lumpenaje radial trabaje para ador-
le lleva un pliego de condiciones. Más o menos TRIBUCIÓN DE LA RENTA mecer, para idiotizar el surgimiento de ese
como José Claudio Escribano con Kirchner. En cuanto a Peña, escribe dos frases definiti- reclamo por el decoro, la integridad moral de la
Braden le dice: “Si usted cumple con todo esto, vamente equivocadas. Lo eran porque ni Perón vida, por lo mejor que un gobierno peronista
será muy bien considerado en mi país”. Y Perón, ni nadie podía llevarlas a cabo. “El peronismo –de acuerdo con su más genuina tradición– les
célebremente, le contesta: “Vea, no quiero ser (dice) no modificó la estructura tradicional del pueda dar a los pobres: trabajo digno, vivienda
bien considerado en su país al precio de ser un país, es decir las relaciones de propiedad y la dis- digna, educación digna. Derechos humanos
hijo de puta en el mío”. Tal cual, brillante. Bra- tribución del poder existentes (Ibid., p. 96). Y básicos. Porque juzgar a los represores del geno-
den se va tan furioso que olvida su sombrero. también condena a los planes quinquenales por- cidio está muy bien, y si lo está es porque ese
Un ordenanza se lo alcanza cuando está por que su punto de partida “era la propiedad priva- genocidio se hizo para implantar este sistema de
subirse al auto de su embajada. Ese sombrero es da capitalista” (Ibid., p. 98). Desde este punto injusticia estructural. Pero los derechos huma-
un legítimo trofeo que Perón conquista en sus de vista, todo lo que hizo el peronismo en bene- nos deben contemplar también las penurias de
enfrentamientos con el imperialismo. ficio de los necesitados, de los peones de estan- los hombres y las mujeres de hoy. Si alguien se
Wernher von Braun habría de morir en junio cia, de los obreros era nada. Peña pensaba como considera peronista, debe saber que el peronis-
de 1976. De cáncer. No logró inventar una un marxista de los sesenta y pensaba en la Revo- mo todavía sigue vigente, no por una obstina-
bomba contra esa maldita enfermedad. Pero, en lución Cubana. En suma, le pedía a Perón, en ción irracional del primitivismo de los pobres,
el colmo de los colmos, “América” haría una los cuarenta, ser el Fidel Castro de 1959. Impo- sino porque, bajo ese peronismo de los albores,
película laudatoria sobre él. Se llamó I aim the sible petición, exagerada, ajena a todo contexto la renta, formidablemente, superó ese 50 por
stars, algo así como Yo apunto a las estrellas. histórico, a toda relación de fuerzas. Cuando, en ciento en favor de los relegados de siempre.
Aquí se estrenó bajo el título de Mi meta son las mi curso sobre peronismo, leí el resumen que Qué bien parado salió Perón en estas temáti-
estrellas. Very touching. La dirigió un distingui- hace Milcíades de la “revolución peronista”, el cas, ¿no? Si alguien se siente incómodo, en prin-
do director: J. Lee Thompson, quien habría de auditorio estalló en una carcajada. Veían, desde cipio que se aguante. (Uno es educado y no dice
dirigir ese peliculón que sería Los cañones de el presente, desde este presente oprobioso para otra cosa. Que se joda, por ejemplo.) Sin embar-
Navarone (The Guns of Navarone, 1967, 157 los humillados, los excluidos, los marginados, go, ya lo veremos al general con sus agachadas
minutos), con Gregory Peck, David Niven, los condenados a la prostitución, a la delincuen- bien expuestas. No se puede decir, por otra
Anthony Quinn, la italiana Gia Scala, la trágica cia o al trabajo esclavo, las exigencias de un mar- parte, que no hayamos señalado un montón
griega Irene Papas, los notables actores ingleses xista que escribía desde los sesenta, desde la post hasta aquí. Era frío, fue distante con Evita
Anthony Quayle, Stanley Baker y Richard Revolución Cubana. Porque el texto final de durante su muerte, fue excesiva, innecesaria-
Harris, a quien todos conocen, espero. Bien, Milcíades es el siguiente: “Sindicalización masi- mente agresivo con la Juventud Peronista y bajo
este formidable director dirigió a Curd Jurgens, va e integral del proletariado fabril y de los tra- su mirada aquiescente López Rega, Villar y
un actor de moda en esa década del cincuenta, bajadores asalariados en general. Democratiza- Osinde organizaron todo el aparato de la Triple
que haría La posada de la sexta felicidad junto a ción de las relaciones obrero-patronales en los A. No obstante, sea lo que haya sido Perón
PRÓXIMO Ingrid Bergman, El zorro del mar junto a Robert sitios de trabajo y en las tratativas ante el Esta- (cuesta, por otra parte, encontrar políticos “inta-
DOMINGO Mitchum y Lord Jim, junto a Peter O’Toole. do. Treinta y tres por ciento de aumento en la chables”), siempre quedará eso a su favor. Dos
Entre muchas otras. No le faltó nada a Wernher participación de los asalariados en el ingreso cosas fundamentales: fue el que más irritó, inco-
von Braun. Estados Unidos le dio todo. Tam- nacional. A eso se redujo toda la ‘revolución modó, metió su más duro y grueso dedo en el
bién la Unión Soviética se llevó miles de cientí- peronista’” (Ibid., p. 130). ¿Treinta y tres por trasero de la oligarquía. Y fue el que más les dio
ficos alemanes. ¿A qué jugamos, Uki? ciento de aumento en la participación de los asa- a los pobres. Que por eso lo recuerdan como a
Como vemos, vamos despejando las interpre- lariados en el ingreso nacional? Milcíades, hoy, su querido “general”. Y al que no le guste, que
Cercanías de Eva Perón taciones bobas del peronismo. Son las más eso, sería más que el Palacio de Invierno. haga algo mejor. Se agradecerá.

IV Domingo 10 de febrero de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


13 Discépolo y el peronismo

Suplemento especial de

Página/12
ra un poeta de excepcional talento. Esta noche me emborracho (1928) plantea el paso Los tiempos, hoy, son duros. Y todavía está Discé-

E Era un tipo frágil, con un sentido trá-


gico de la existencia. Se podría decir
que era un pesimista, pero un escritor
que escribe, aunque escriba acerca de
la falta absoluta de sentido de todo lo que existe,
aunque sienta que Dios es una ausencia y que el
amor se ahogó en la sopa, no es pesimista. Si lo
del tiempo como destrucción de los sueños. Y el
tiempo como camino ineludible hacia la muerte a
través de la decadencia física, que expresa también la
muerte del amor. El tipo ve a su “dulce metedura”,
a la mujer que lo volvió loco diez años atrás, salir de
un cabaret. La ve hecha “un cascajo”. Un cascajo,
para mayor desdicha, patético, ridículo. La ve
polo para narrarlos. No en Cambalache, tango por el
que no tengo mayor estima, sino en esa temprana
reflexión nihilista que es Qué vachaché. “En Buenos
Aires (escribe Horacio Salas) lo estrena Tita Merello
en la revista Así da gusto vivir. Resulta un rotundo
fracaso. Un nuevo intento en Montevideo tiene el
mismo resultado. Recién el éxito de Esta noche me
fuera, no escribiría. No escriben los desesperados. “chueca, vestida de pebeta, teñida y coqueteando su emborracho en 1928, en la voz de Azucena Maizani,
Escriben los que creen en decirles a los demás las desnudez”. La ve como “un gallo desplumao”. La ve le permite exhumar Qué vachaché, que se graba ese
cosas en que creen, lo que les pasa, sus desengaños, con “el cuero picoteao”. Raja “pa’no llorar”. Recuer- año” (Horacio Salas, El tango, Planeta, Buenos
o hacerles saber que todavía hay hendijas por las da las cosas que hizo por ella. Porque ella era her- Aires, 1986, p. 200). Discépolo está orgulloso de
que se filtra una alegría inesperada, sorpresiva, que mosa. Lo era diez años atrás. El tipo se “chifló por este tango. Hasta se permite decir que mira “por
da aliento y permite seguir. Una hendija como esas su belleza”. Entra, entonces, el tema recurrente de la otras ventanas el tremendo panorama de la humani-
por las que Benjamin decía que el Mesías se hacía madre. La máxima deshonra es haberle quitado “el dad” (Ibid., p. 200). ¿Cuál era ese “tremendo pano-
sentir en la Historia, que no vendría al final, sino pan a la vieja”. Aquí radica el mayor dolor. Le hizo rama”? En 1925 gobernaba en Argentina el radica-
que estaba siempre, que entraba por los quiebres, pasar hambre a la vieja para darle a este cascajo lo lismo. Hitler no había llegado al poder. Mussolini
por esos quiebres que impedían la linealidad de la que sus caprichos pedían. Pero es la estrofa final la recién empezaba a mostrar las garras. Pero el
historia, pero abrían la posibilidad del mesianismo, que revela lo que podríamos llamar “el revés de la mundo, al lado de lo que vendría, no ofrecía todavía
esos tipos, en suma, no son pesimistas. Creen en trama”. Lo no dicho en el poema. El tipo dice: un “tremendo panorama”. Aquí, entonces, la sospe-
algo poderoso. Creen en el arte para el que están “Fiera venganza la del tiempo/ que nos hace ver des- cha: ¿no estaba en el propio Discépolo el “tremendo
dotados. Nuestro poeta era sí. Además, dominaba hecho/ lo que uno amó”. Sin embargo, ¿sólo en ella panorama”? ¿No era más metafísico que histórico?
como pocos el arte de la palabra, hablaba y seducía, ve la fiera venganza del tiempo? ¿Y si la imagen de la ¿No era más cerradamente existencial? ¿No era ese
hablar era un don con el que encandilaba, con el mina vencida lo remite a sí mismo? Él, ¿cómo está, “tremendo panorama” el de su propia conciencia,
que encantaba, hablaba rápido, se le atropellaban cómo se ve, es o no es otro cascajo? La fiereza del atormentada por siempre? También vale otra hipó-
las palabras, las ideas, pese a la velocidad de su tiempo los tiene que haber atrapado a los dos. Acaso tesis: el poeta se adelanta a su tiempo, ve lo que los
habla, eran más veloces, sólo su gestualidad lograba el terror del tipo es haber visto en ella lo que no otros no ven. O ve lo que siempre ha de estar, lo
el empate, entre sus palabras y los malabarismos de quería ver en él. Que el tiempo pasa, destruye, se eterno en la historia.
sus manos se hacía entender, comunicaba el volcán venga. ¿De qué se venga el tiempo? De lo que uno
que él era, porque era eso: un flaco volcánico, un amó. Es como si el tiempo disfrutara destrozando lo VENDER EL ALMA,
torbellino que duró poco, que se quemó pronto, que uno se permitió amar porque no se está en el RIFAR EL CORAZÓN
que se creyó fuerte, puso la cabeza y, en un tiempo mundo para amar o porque el amor es imposible. No hay otro modo de entender Qué vachaché.
de odios extremos, se la cortaron. Quien se atrevió a hacerlo verá destruido su sueño. Porque, en 1925, la cosa no era para tanto. Los bue-
No tiene prestigio académico por dos cuestio- “Este encuentro me ha hecho tanto mal/ que si lo nos revisionistas o los historiadores peronistas dicen
nes: escribió tangos y se hizo peronista. En el Dic- pienso más/ termino envenenao”. El encuentro es que Discépolo se anticipa a la descripción de la lla-
cionario de autores latinoamericanos de César Aira, un encuentro-espejo. Ve en ella lo que también es mada Década Infame. En verdad, se anticipa a todas
se mete por la ventana en el apartado que corres- él. ¿Qué hace él, solo, porque es evidente que está las épocas, dado que ese tango prenuncia poderosa-
ponde a su hermano, Armando. Sé que Aira admi- solo, a la salida del cabaret, de madrugada? ¿Qué mente la década argentina de los noventa y el
ra a Alejandra Pizarnik, yo también la admiro. Y buscaba ahí? ¿Entraba o salía del cabaret? Raro que mundo mercantil, cósico del presente. ¿Qué es lo
creo que su talento no era superior al del autor de pasara de casualidad. No se anda de casualidad por que hace falta, qué hay que hacer para sobrevivir en
Quevachaché. Era distinto. No sé si el peronismo se esas geografías. Además, lo confiesa: “¡Mire, si no es el universo de los humanos? Como diría Marx: hay
merecía semejante poeta, aunque también lo tuvo pa’suicidarse/ que por este cachivache/ sea lo que una mercancía a la que remiten todas las otras pues
a Manzi. Pero él, en el mediodía de su esperanza, soy...!” No sabemos qué es. Pero es muy posible que la han aceptado como el equivalente de todas. Una
se hizo peronista, y peronista militante, porque sea una ruina como ella. Que el tiempo les haya silla no es el equivalente de todas las mercancías. Ni
agarró la radio y empezó a desparramar sarcasmos, cobrado a los dos la insolencia de amarse. “Fiera un tren. Ni un zapato. Estaríamos, ahí, en un siste-
ironías, un humor corrosivo, que hería demasiado venganza la del tiempo” es una de las líneas más ma de trueque. Lo que establece el capitalismo es
y más todavía en una época de esas que suelen lla- excepcionales de Discépolo. El tiempo se venga de que tanto el tren, como la silla o como el zapato
marse “electorales”, donde todo se pone al fuego, todo. El tiempo nos quiebra. El tiempo nos mata. remitan para establecer su valor a una mercancía
cada palabra bien puesta es un voto. Se trata de El tiempo es la Muerte que nos llama. Por eso es que habrá de representarlas a todas, expresando sus
Enrique Santos Discépolo. Confieso que hay poe- fiero. Es feroz, encarnizado, es violento. Nada se distintos valores. Esa mercancía es la mercancía
mas de este vate popular que admiro hasta la envi- puede hacer contra eso. “Este encuentro”, dice el dinero. De aquí que sea la mercancía esencial del
dia. Que, al leerlos por primera vez, siendo muy tipo, “me ha hecho tanto mal”. ¿Cómo no lo va a
jovencito, me quitaron la respiración. Que la certe- trastornar ese encuentro si en él vio el sinsentido de
za del paso de los años, de la decadencia inconteni- la vida aquello en que se transforman las cosas que
ble y la cercanía de la muerte, la encontré antes en se amaron, que se creyeron eternas, eternamente
Discépolo que en cualquier filósofo que haya estu- bellas, eternamente jóvenes, como él, como el tipo?
diado hasta cierta altura de la carrera en Viamonte No quiere pensar más. ¿De qué sirve pensar? Pensar
430, donde, según una dedicatoria de Ernesto es envenenarse. “Si lo pienso más, termino envene-
Laclau, si no recuerdo mal, “empezó todo”. nao”. Sólo queda la negación, el olvido momentá-
neo del alcohol, que será el olvido de una noche, la
FIERA VENGANZA esperanza de que no pase al día siguiente, que se
LA DEL TIEMPO quede atrás, en la madrugada, en ese cabaret. Quién
Tal vez deba aclarar que meternos con Discépolo sabe, por ahí ocurre eso. El alcohol todo lo puede. Y
es una tarea imprescindible en un estudio sobre el el poema termina proponiendo la curda, último
peronismo. Porque habrá que ver cómo este vate refugio del tanguero, antesala del “cachá el bufoso y
sombrío, este cantor de los más terribles desengaños, chau”, el sueño, el sueño pesado, el sueño sin sue-
este poeta del fango del arrabal, se enamoró del ños, el de la entrega: “Esta noche me emborracho
portland de las casitas peronistas, de los días solea- bien/ me mamo bien mamao/ pa’no pensar”.
dos que el movimiento reclamaba como propios Excepcional es la identificación del “pensar” con la
(“un día peronista”) y del “chamamé de la buena obsesión. No hay que pensar. Pensar es torturarse.
digestión”. Ni Discépolo fue Heidegger, ni Perón Pensar llevará a ver la verdad y verla será intolerable.
fue Hitler. Pero no puedo evitar la comparación. El El dolor supremo. Se trata de calmar ese dolor. O
sombrío Heidegger de Ser y tiempo, el filósofo de la mejor: de sofocarlo, de tornarlo imposible. Por eso
República de Weimar, encuentra en el nacionalso- se va a emborrachar “bien”. Se va a mamar “bien
cialismo la solución del problema entre el hombre y mamao”. O sea, no como cualquier otro día, sino
la técnica, que la Modernidad había inaugurado con con una eficacia trabajada, profesional. Pondrá toda
Descartes. También encuentra su día sin nubes. su sabiduría de curda para frenar con el alcohol todo
Hay una esperanza y él habrá de adherir a ella. No cuanto pueda filtrarse de la realidad. Que nada
hace mucho, un serio, profundo pensador argentino entre. Que nada me obligue a pensar. Porque no
me decía que Heidegger había sido sólo “otro bolu- quiero saber lo que sé, lo que descubrí: ese cascajo,
do” que se había prendido a uno de esos tentadores ese gallo desplumao, ese cachivache, que hoy vi en la
tranvías de la historia. Fue su ruina. O, al menos, madrugada, a la salida del cabaret, soy yo.
sus adherentes tienen que vivir defendiéndolo. Dis- Discépolo, como muchos artistas de su genera-
cépolo también se prendió a “uno de esos tentadores ción, era un apasionado lector de los novelistas
tranvías de la historia”. Más cómodo le habría sido rusos. Se nutre de ellos y, aunque no lo hayan leído,
seguir hablando de los amores imposibles, de las anticipa muchos de los temas de las filosofías de la
manos que no se extienden, de los que ven que a su existencia de los años cuarenta en Europa. En 1925
lado se prueban las pilchas que está por dejar. Se escribe su tango más decarnado, más negro. El que
permitió la exaltación, la vehemencia, la alegría. nunca pasa, el que siempre dice lo que hay que decir
Acompañó la alegría del pueblo pobre. Es una de las de cada época, algo que habla de la destrucción de
caras más fascinantes de la gran novela peronista. toda teoría del progreso en la historia del hombre.
II
capitalismo. Con el dinero uno compra cualquier cosa. o de otros han llegado a una síntesis más poderosa grandes estilistas del siglo pasado. Porque por más
Una silla la podrá canjear por una mesa o por un de la relación entre moral y dinero. Al ser el capita- que Barthes hable de la “muerte del autor” (siguien-
sillón. El dinero puede entregarnos lo que se nos lismo el sistema de, justamente, el capital, es el siste- do a Foucault y su “muerte del hombre”). Y por
antoje, si es que lo tenemos en cantidad suficiente. ma del dinero. La ética que intentó establecer desde más que, al hablar de la muerte del autor y del
De aquí que haya que tener mucho dinero para poder sus orígenes, desde Adam Smith, fue la del egoísmo. “grado cero de la escritura”, una escritura sin mar-
tener muchas cosas. Si la puerta a la conquista de las Si triunfó, triunfa y seguirá triunfando hasta que cas, sin señales del sujeto, que es lo que el posestruc-
cosas (y el capitalismo es un sistema de cosas) es el posiblemente se destruya destruyéndolo todo es turalismo vino a negar, niegue la posibilidad del
dinero, todo radica entonces en tenerlo en cantida- porque expresa lo más sombrío del hombre, que es estilo, lo siento, señores, Borges es la apoteosis del esti-
des suficientes como para que nada nos esté vedado. su verdad. Todos los otros sueños que buscaron rea- lo. Y bien orgulloso estaba de serlo. Y nosotros de
“Lo que hace falta (escribe Discépolo) es empacar lizarse terminaron entronando otra versión del capi- reconocerle ese estilo y de embriagarnos con él, pese
mucha moneda/ vender el alma, rifar el corazón/ talismo. El capitalismo expresa lo que el hombre es a los adverbios repetidos y al exceso de adjetivos.
tirar la poca decencia que te queda/ plata, plata y y no se hace ilusiones sobre eso. El dinero es su De modo que no perdamos tiempo. Discépolo
plata... plata otra vez.../ Así es posible que morfés razón y la razón es dinero. La verdad, como sobra- no es una herramienta para demostrarles a los gori-
todos los días/ tengas amigos, casa, nombre... lo que damente lo demostró Foucault, es la verdad del las que los peronistas tienen escritores. Borges, ade-
quieras vos./ El verdadero amor se ahogó en la poder. Y el poder se relaciona con la posesión del más, no es el escritor de los gorilas, aunque él lo
sopa,/ la panza es reina y el dinero Dios”. Hay dinero. Discépolo sabía todo esto cuando escribió: haya sido y de un modo, para mí al menos, bastante
pocos textos que definan la pragmática capitalista “No hay ninguna verdad que se resista/ frente a dos tonto y, por eso mismo, irritante y hasta penoso.
como éste de Discépolo. No era un desesperado. mangos moneda nacional”. Borges es un escritor plenamente argentino. Trama-
No era un pesimista. Acaso hoy lo comprendamos ¿A dónde voy con todo esto? Clarísimo: Discépo- do por la historia de su país. No es de los gorilas. Es
mejor que nunca. Hoy, cuando no hay nada más lo es uno de los más distinguidos peronistas y es de todos. Porque su literatura, además, salvo en
que capitalismo. Cuando el mundo se ha transfor- uno de nuestros más grandes poetas. Como todo algunos notorios momentos, no es gorila o no gori-
mado en un campo de guerra. Cuando la potencia está olvidado, como nada se recuerda, me permito la. Es tan metafísica como la de Discépolo. Más cer-
capitalista más poderosa de la Tierra anuncia que repasar algunos de sus temas. Y vendrá el contraste. cana a lo fantástico. A un juego en que la erudición
buscará lo que necesite ahí donde esté. Cuando no Porque las charlas de “Mordisquito” son impensables se unía a los pliegues de la realidad, a una concep-
sólo no hay ideales, no hay ideas. Cuando la política desde “Qué vachaché”. Sigamos con el poeta de la ción personal del mundo, de un mundo que podía
desapareció ahogada por los arreglos entre aparatos. desesperanza. Yira yira postula, no ya que la verdad centrarse en un solo punto, el Aleph. En fin, lo
Cuando un tipo que está aquí, mañana está allá y la tiene el de más guita, sino que “todo es mentira”. mejor que he dicho sobre Borges lo dije en un
pasado mañana volvió a cambiar. ¿Qué quiere decir Pero por el mismo motivo. No creas en nada. Todo guión de cine del que estoy muy satisfecho pero que
esto? Simple: no hay ideas, hay intereses. La verda- es mentira porque el que te dice que tiene razón la nadie vio. O dijeron que les gustaba el guión pero
dera política se ahogó en la sopa. En cuanto a las aris- tiene porque la compró, compró la razón, compró no la película. La película se llama El amor y el
tas morales de este mundo de intereses, Discépolo la verdad. Todo es mentira. Niega toda posible soli- espanto y creo que es un valioso aporte a los enormes
es bien claro. Sus consejos valen oro: tenés que ven- daridad: “No esperes nunca una ayuda, ni una mano, materiales que se le han destinado a Georgie. Un
der el alma, rifar el corazón, tirar la poca decencia ni un favor”. En Tres esperanzas llega a otra de sus aporte más, en todo caso. Pero hecho desde el cine y
que te queda. Si hacés eso, triunfás. Si no, te pisan. cimas. Un hombre desesperado, un hombre que no con un trabajo formidable de Miguel Ángel Solá. Si
Te pasan por encima. Sos “un gilito embanderado”. entiende el mundo en que vive o uno que, simple- la quieren ver, tal vez descubran algo que una crítica
A este personaje se dirige Discépolo. A un “gilito mente, no aguanta más, siempre se sorprende de un demasiado centrada en ese momento en la exalta-
embanderado”, un pobre tipo que todavía cree en hecho. Él está destruido, no puede más. Llega, por ción del “nuevo realismo argentino” les obliteró.
algunas causas, en algunas banderas. No hay causas, fin, el momento en que se dice: “Cachá el bufoso y Discépolo encuentra la luz del mediodía, su
no hay banderas. Sólo hay guita. Si sólo hay guita, chau... ¡vamo a dormir!”. Sin embargo, hasta llegar a militancia, en la campaña del peronismo para las
¿dónde está la verdad? Eso que decíamos “tener ese momento, momento al que se llega con enorme elecciones de 1951. Se acabó el metafísico oscuro.
razón”. Fulano tiene razón porque Fulano tiene la dolor, con miedo, hay algo que le resulta asombro- El hombre que no creía en nada. El tipo que decía
verdad. O al revés: Fulano está en lo cierto, tiene so: todo sigue igual, todo sigue su rumbo, él se “la razón la tiene el de más guita”. No, porque la
razón. Había algo, en los hechos, que permitía esta- puede pegar un tiro mañana y nada habrá de ocu- guita la tenía la oligarquía, y no tenía la razón. El
blecer una verdad. Tenía razón el que podía demos- rrir. “Pa’ qué seguir así, padeciendo a lo fakir, / si el peronismo venía a discutírsela. Y él lo iba a decir.
trar que él había actuado bien y el otro mal. Pero mundo sigue igual... Si el sol vuelve a salir.” Sólo un Ya lo saben: con el verso no le ganaba nadie.
eso podía ocurrir porque existían en el mundo el tipo con un fuerte metejón con la angustia, con la Apold le pide que le ponga el hombre a la campa-
Bien y el Mal. No existen más. Lo que existe es el desesperación plena, con el dolor, escribe algo así: ña peronista. Al fin de la misma, Perón habrá de
dinero. Por eso: “La razón la tiene el de más guita”. que “el sol vuelve a salir”. Que todo va a seguir decir: “Gracias al voto de las mujeres y a ‘Mordis-
Porque a “la honradez la venden al contado”. igual. Que su sufrimiento infinito es nada en la quito’ ganamos las elecciones de 1951”. Aquí tene-
Y las dos líneas que siguen son las más descarna- inmensidad del todo. Que es sólo infinito para él. mos al vate, al tipo de Buenos Aires, al flaco loco,
das del poema. No sé cuántos poetas de nuestro país Pero sólo eso. Cachá el bufoso y chau, hacé lo que genial, creativo. Al tipo que no se iba a andar con
quieras, matate... no por eso va a dejar de salir el sol. caricias. Que iba a golpear fuerte. No sabía que eso
Una vez, a partir de cierto día, un día en que el le costaría la vida. Lo llevaría a una muerte solita-
sol volvió a salir, este gran poeta metafísico sintió ria, dolorosa. Pero no nos adelantemos. Ahora se
que también salía para él. Era increíble, pero le planta frente al micrófono y –sin que nadie pueda
nacía algo por completo desconocido: la esperan- responderle desde ninguna otra radio, porque así
za. Habría de transformarse en un “gilito emban- el peronismo, era autoritario a rabiar– empieza a
derado”. En un tipo que se había “piyao la vida en decir verdades incuestionables y que nos servirán
serio”. para ver cómo un tipo como Discépolo visualizaba
con honestidad y con una gracia inigualable las
EL COMPROMISO POLÍTICO conquistas que se habían derramado sobre el país
Algo que ha perjudicado a Discépolo ha sido cier- desde el 17 de octubre de 1945. Discépolo era fla-
to empecinamiento de los peronistas por hacer de él quito, no era un tipo como para agarrarse a las
el Borges del peronismo. “Los gorilas tienen a Bor- piñas con nadie. “Pero, ¡discutir! ¡Claro que vamos
ges, nosotros tenemos a Discépolo.” Y peor todavía. a discutir!” Aclaro: la edición que tengo es la pri-
Lo que más disminuye todo es que han aportado mera que salió. Reúne las primeras charlas de Dis-
razones. Discépolo sería el “poeta de la calle”. El cepolín y no tiene pie de imprenta ni el sello de la
“poeta del pueblo”. Y Borges, “el ajedrecista”. El Secretaria de Prensa y Difusión que era, sin duda,
tipo frío. Al que “le falta calle”. Estos disparates han la que lo había editado. O sea, el siniestro Apold.
perjudicado a Discépolo. No a Borges. Borges goza Figura nefasta, desagradable, tachadora, fanática,
de una consagración universal que no se verá dete- que el peronismo sostuvo sin vacilaciones, encon-
riorada porque varios o muchos peronistas rencoro- trando en él, a no dudarlo, un elemento valioso,
sos, ultrapopulistas, le arrojen piedritas pueriles. necesario. Un Gobierno que tiene un Apold no
Que un escritor tenga o no tenga calle no es la puede ser democrático. Salvo que se diga, como en
medida de su grandeza. Además “tener calle” es una los setenta, que el peronismo era democrático por-
expresión literariamente lamentable. ¿Qué significa? que expresaba al pueblo. Pero esto es muy discuti-
¿Hay que recorrer calles para escribir? ¿Hay que ble. Porque los socialistas, los radicales y hasta los
vivir la vida intensamente? ¿Hay que salir de la conservadores eran el pueblo. Y los comunistas, a
Biblioteca de Babel? Pavadas. Borges, además, es un quienes tanta alergia les tuvo el peronismo, tam-
escritor hondamente argentino. Ha escrito sobre bién. La oligarquía era la clase golpista de siempre,
gauchos, sobre malevos, sobre el tango, sobre el aliada a lo más reaccionario del Ejército esperando
Martín Fierro sobre el Facundo. Se podrá o no estar el momento de asestar el golpe. De democrática
de acuerdo. Pero si uno recuerda que se le decía en nunca tuvo nada. También es cierto que muchos
los sesenta y los setenta (sobre todo en un librito de políticos golpeaban “las puertas de los cuarteles”.
Jorge Abelardo Ramos sobre literatura argentina) “el También es cierto que el peronismo los encarcela-
escritor angloargentino”, hará bien en señalar que ba. Y a algunos los torturaba. Nada es sencillo en
todo eso es un dislate. Borges y Discépolo no tienen esa historia. Pero para Discépolo todo estaba claro.
por qué oponerse. Hay cosas que uno encuentra en Se inventó un personaje para discutir con él. Era
Borges y no en Discépolo y viceversa. Es cierto, ade- “Mordisquito”. Era el típico “contrera”. Discépolo
más, que uno era un letrista de tangos y el otro un le decía que antes los pibes “miraban la nata por
hombre de la más alta literatura, uno de los más turno” y ahora “pueden irse a la escuela con la vaca
III
puesta”. Si el contrera se quejaba por algunos en el hambre, supongamos que toda la felicidad ni de boletero. Eso, ni lo duden. La venganza de
problemas de desabastecimiento, por ejemplo, el del mundo empieza en la abundancia”. los “libertadores” no perdonó nada. Sin duda, el
queso, Discepolín decía: “‘¡No hay queso! ¡Mirá peronismo fue duro en sus prohibiciones. Muy
qué problema!’ ‘¿Me vas a decir que no es un DISCÉPOLO Y EVITA DIALOGAN duro y ahí estaba la mano jacobina de Evita. Pero
problema?’ Antes no había nada de nada, ni Como vemos, en sus charlas no mencionaba ni nadie puede decir en esta tierra que el peronismo
dinero, ni indemnización, ni amparo a la vejez... a Perón ni a Evita. Sólo en la última menciona a inventó las prohibiciones. La oligarquía vivió
y vos no decías ni medio”. Y luego esa concep- Perón. Estaba muy solo y preocupado. El odio prohibiendo, excluyendo, haciendo elecciones
ción de la guerra hecha por cincuenta tipos en gorila no le perdonó nada. Lo mataron. Es cierto fraudulentas. ¿O no eran prohibiciones los fraudes
tanto los demás duermen tranquilos porque tie- que no tuvo quién le respondiera. Pero no dijo de la Concordancia? Así se hizo el país. Pero la
nen trabajo y encuentran respeto. Insiste: “Cuan- mentiras. Podría haber dicho que había persecu- Libertadora repugna por su cinismo. En un corto
do las colas se formaban no para tomar el ómni- ción a los opositores. Autoritarismo. Que se había de la época aparecía un locutor de entonces, Car-
bus o comprar un pollo o depositar en la caja de cerrado La Prensa. Pero creo que eso le importaba los D’Agostino, esos tipos que se agarran a un
ahorro, como ahora, sino para pedir angustiosa- poco. Que veía en la oposición a ese peronismo de momento histórico y dicen “ésta es la mía”. Carli-
mente un pedazo de carne en aquella vergonzan- estómagos llenos, del chamamé de la buena digestión, tos D’Agostino hacía lo siguiente. Se oían muchas
te ‘olla popular’ (...) entonces vos veías pasar el al viejo país de la oligarquía mentirosa, represiva, voces de la calle. Y él, muy sonriente, fingía tapar-
desfile de los desesperados y no se te movía un fraudulenta y antipopular. Igual, lo mataron. se los oídos. Luego retiraba sus manos de ahí y
pelo”. Y todas las charlas terminaban con un: En el film Eva Perón, con Esther Goris y Víctor feliz decía: “No, ¡si es el ruido de la democracia!
“¡No, a mí no me la vas a contar!” Y seguía, y era Laplace, dirigido por Juan Carlos Desanzo, escribí ¡Hoy, todos hablan, todos opinan, porque vivimos
implacable, y tenía razón, no decía mentiras, un encuentro ficcional entre Evita, en la cama, en libertad!” Qué descaro. Perón no prohibió a
decía verdades, cosas ciertas, verdaderas conquis- moribunda, y Discépolo, también moribundo, ya ningún partido. Subió al gobierno en elecciones
tas: “Y yo levanto una lámpara, sabés; la levanto que moriría antes que ella, en 1951, destrozado libres. Y los “democráticos”, los “libertadores”
para iluminar las calles de mi patria... ¡y mostrar- por los ataques de sus enemigos. prohibieron al partido mayoritario en nombre...
te una evidencia que no está! Los mendigos, Evita: Bueno, ¿y qué te pasa? Hasta al miserable ¡de la democracia! Y todo se veía muy lógico en
¿están? ¿Vos ves los mendigos?”. Habla de una de Apold lo tenés preocupado. Me llama por telé- ese entonces. Los vieran a los radicales, a los socia-
correntada de dignidad, de bienestar que se llevó fono: “Discépolo no da más. Véalo un rato. Ayú- listas, a los democrataprogresistas. ¡Todos de
a los mendigos. Y esa correntada se los llevó para delo” ¿Qué te pasa, Arlequín. acuerdo! El patriarca del socialismo, don Alfredo
bañarlos y traerlos de nuevo, limpitos, con la Discépolo: Perdí a todos mis amigos, señora. Palacios, a quien vi dar una conferencia en Neco-
raya al medio “cantando, no el huainito de la Estoy más solo que un perro. Tengo enemigos. chea, ¡de acuerdo! Habló todo el tiempo de la
limosna, sino el chamamé de la buena digestión Me llaman por teléfono a las tres, a las cuatro de la libertad. Y hasta recitó un poema que la exaltaba.
(...) ¿Dónde están los mendigos?”. Y sigue: “El mañana. Me amenazan. Había que prohibir al peronismo. ¡Era un peligro
mendigo era en este país una vergonzosa institu- Evita: Qué más. para la democracia! Canallas, pequeños, misera-
ción nacional (...) Y los pobres se te aparecían en Discépolo: Esto. bles hombrecitos, el peligro para la democracia era
los atrios de las iglesias, en las escaleras de los De un pequeño maletín saca unos pedazos de precisamente el contrario: era prohibir al peronis-
subtes, en la puerta de tu propia casa, famélicos y varios discos de pasta. Son discos destrozados. mo. Pero si no lo prohibían el peronismo volvía.
decepcionados (...) con la dignidad en derrota Discépolo: Son los discos de mis tangos, señora. Porque la paradoja era que habían expulsado del
(...) Ahora las manos se extienden, no para pedir Me los mandan así, destrozados. Me mandan car- poder al partido que tenía el abrumador apoyo del
limosna, sino para saber si llueve”. Frase de un tas injuriosas. Y ahora... el que está destrozado soy pueblo. Ahí empezó la tragedia argentina. Ahí, la
notable talento, de una gracia discepoliana, sólo yo. necedad gorila decretó la muerte de Aramburu. La
él podía decirla. Y sigue: “Acordate cuando vol- Evita: ¿Y qué esperabas? ¿Flores? Los atacaste, te historia tiene sus persistencias. Los hechos no se
vías a tu casa, de madrugada, y descubrías en los odian. Son así. No perdonan. Y odiar, saben odiar desvanecen en el momento en que surgen. Que-
umbrales, amontonados contra sí mismos, a los mejor que nadie. Te lo aseguro. dan. Perseveran. Y un día aparece un jovencito
pordioseros de tu Buenos Aires”. Y un cierre per- Discépolo: Pero hay algo en lo que tienen razón, con un revólver y le dice a Aramburu que lo va a
fecto, penetrante, sentimental pero fuerte y señora. matar porque asesinó al general Valle. Palabra
poderoso: “Ahora la exclusividad de los umbrales Evita (casi indignada): ¿En qué? (asesinato) que Valle utiliza en su Carta y con la
han vuelto a tenerla los novios”. Y esa frase can- Discépolo: Yo tuve la radio. Yo pude hablar. que sella el destino de Aramburu. La tragedia
dorosa, pero que expresaba lo que sentían millo- Ellos no. No pudieron responder. Apold no les argentina viene de lejos, es compleja, opaca, difícil
nes de pobres que habían encontrado en el pero- dio un solo espacio. Y usted lo dijo, lo acaba de de entender, y trágica. Parte de esa tragedia fue
nismo lo que el vate decía: “Estamos viviendo el decir: Apold es un miserable. Y yo me dejé mane- haberse devorado a Enrique Santos Discépolo,
tecnicolor de los días gloriosos”. Recuerda al Discé- jar por él. notable, puro, acaso ingenuo poeta argentino.
polo del pasado: “Yo era un hombre entristecido Evita: Y sí, es un miserable. Pero una revolu- Orestes Caviglia, que había sufrido lo suyo, lo
por los otros hombres”. Habla de una patria diri- ción no se hace sólo con ángeles como vos. Tam- escupió en plena calle. Arturo García Bhur, actor
gida por tenedores de libros que hablan en todos bién se hace con miserables. (Pausa.) Oíme, Arle- (oli)garca, que haría una torpe película propagan-
los idiomas menos en el nuestro. “Pensá en esa quín: es muy simple: o hablan ellos o hablamos dística de la Libertadora, de la que hablaremos, lo
misma patria ahora contabilizada con números nosotros. Apold es un canalla, pero nadie como él insultó. Le llegaban infinidad de anónimos agra-
criollos.” Y sigue: “Porque vos sos opositor, pero para impedir que los contreras hablen. Lleva en el viantes. (Nota: Consultar la excelente biografía de
¿opositor a qué? ¿Opositor por qué? La inmensa alma la pasión de silenciar a los otros. Sergio Pujol, Discépolo, Emecé, Buenos Aires,
mayoría vive feliz y despreocupada... y vos te Discépolo: Entonces me equivoqué, señora. La 1996.) Enrique era un flaco sensible, frágil, charla-
quejás. La inmensa mayoría disfruta de una pre- democracia... tán, jodón, pero chiquito y pura sensibilidad. No
ciosa alegría, ¡y vos estás triste!”. Y hasta llegar a Evita: Mirá, no me pongas de malhumor. La pudo aguantarlo, lo liquidaron en unos pocos
querer olvidar “el barrio de tango”. Sí, basta de democracia somos nosotros, los que estamos con meses. Quienes le enviaban los discos despedaza-
“la esquina del herrero barro y pampa”. Basta de el pueblo. Los demás son la antipatria. (Pausa.) dos eran sin duda quienes luego integrarían los
barro. Se acabó ese tango de la pobreza. “Yo me Oíme, Discepolín, no te voy a mentir ahora. “comandos civiles”, niños de la oligarquía, de la
meto en el barrio, corazón adentro, y, después de Mirate, mirame. Los dos nos estamos muriendo. alta clase media. Balbín, en un acto de campaña,
recorrerlo, te pregunto: ¿está el conventillo? Y ¿Cuánto pesás? lo definió como a un “mantenido del peronismo”.
no, no está. Yo no quería encontrar más el con- Discépolo: No sé. Pero las inyecciones... ya me Le llegaban paquetes con excrementos. Entró en
ventillo y no lo encuentro. ¿Cómo? ¿Que a vos te las tienen que dar en el sobretodo. un profundo cuadro depresivo, llegó a pesar trein-
gustaba más aquello? No. El suburbio de antes Evita (muy convencida, muy firme): Enterate, ta y siete kilos. “Buenos Aires es una hermosa ciu-
era lindo para leerlo, pero no para vivirlo. Por- Discépolo: esto es una guerra. Y una guerra no se dad (dijo), para salir de gira.” El 23 de diciembre
que a mí no me vas a decir que preferías el char- gana con buenos modales. (Parodiando) “Vengan, de 1951 se murió. No todos lo odiaban. Aníbal
co a la vereda prolija... Y que te resultaba más señores. Usen las radios. Digan las mentiras de la Troilo llegó al sepelio y lloró, desesperado, larga-
entretenido el barro que el portland”. Se acabó el oligarquía, las mentiras del antipueblo, las canalla- mente sobre el cuerpo del poeta. Se dice que llegó
conventillo: “Un mundo donde el tacho era un das.” ¡No! ¡Ustedes se callan, señores! Mientras yo una ofrenda floral de Evita que decía: “Hasta
trofeo y la rata un animal doméstico”. Y antes: pueda impedirlo ustedes no hablan más. (Pausa.) pronto”. Homero Manzi –desde un sanatorio en
“Acaso en el momento de la letra de tango hable- Decime, ¿qué pensás que van a hacer con nosotros que se moría de cáncer– le dedicó unos versos a
mos literariamente del catre, pero llega el si nos echan del Gobierno? Pensás... ¿que van a ser los que Aníbal Troilo les puso música. Así nació el
momento del descanso y cerramos el catre y dor- democráticos, comprensivos, educados? Nos van a tango Discepolín. Que terminaba diciendo:
mimos en la cama”. Y sigue: “Porque la nueva perseguir, a torturar, a prohibir... a fusilar. Ni el “Vamos que todo duele, ¡viejo Discepolín!” El
conciencia argentina pensó una cosa. ¿Sabés qué nombre nos van a dejar, arlequín. (Pausa.) Andá y poeta de la desesperación, cuando creyó, lo hizo
cosa? Pensó que los humildes también tenían morite en paz. No te equivocaste. Las cosas son con tanta vehemencia como cuando decía que
derecho a vivir en una casa limpia y tranquila, no así. Algunos lo pueden tolerar. Otros no. creer en Dios era dar ventaja, no aduló a nadie, no
en la promiscuidad de un conventillo que trans- Discépolo: Pero las cosas... no tendrían que ser nombró a Perón ni a Evita, sólo en la charla final
piraba... ¡indignidad!” Y voy a concluir citando así, señora. hay una mención a Perón, sólo ahí, lo que dijo fue
un texto descomunal, de una conciencia huma- Evita (chasquea la lengua, fastidiada): No me lo que alegraba su corazón: la dignidad de los
PRÓXIMO nitaria, de un fervor por lo que hoy llamamos vengas con mariconadas de poeta. pobres, las casitas de ladrillos, el portland, las vaca-
DOMINGO “derechos humanos” que asombra. Quizá no sea (Nota: José Pablo Feinmann, Dos destinos suda- ciones, el pleno empleo. Se equivocó porque tal
una gran frase. De hecho, es breve. No dice mericanos, Eva Perón, Ernesto Che Guevara, Edito- vez debió exigir que le pusieran a alguien que le
mucho. Sólo se trata de saber leerla. De pensarla. rial Norma, Buenos Aires, 1999, pp. 122-123. respondiera. Difícil saber si eso hubiera amainado
Detenerse en ella. Habla del hambre. ¿Cuánta Hay más reciente y accesible edición de bolsillo.) el odio que se lo comió. Después del ’55, a tipos
gente padece o se muere de hambre en el terrible ¡Pobre Discépolo si no llegaba a morirse cuando infinitamente menos talentosos que Discépolo, no
mundo de hoy? Discépolo, muy sencillamente, se murió, temprano, dolorosamente, pero a tiem- hubo nadie para responderles, ni siquiera un perro
Eva Perón dijo: “Y como todo el drama del mundo empieza po! No habría podido trabajar ni de acomodador que les ladrara un poco.

IV Domingo 17 de febrero de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


14 Eva Perón

Suplemento especial de

Página/12
PERSONAJES boxeador negro Ike Williams. Ver ese frag- inmediato, hizo circular una foto en que Gina
DEL PERONISMO mento noticioso es toda una experiencia. caminaba junto a Perón, sonriente, suelta,
Suena la campana y Gatica sale a guapear, a feliz... y desnuda. Era un truco, pero se le atri-
tras caras importantes del llevárselo por delante al negro. Ike Williams le buía a Perón el haber logrado que saliera des-

O primer peronismo provinie-


ron del espectáculo o del
deporte. El Racing Club, por
ejemplo, era apoyado por el
ministro Cereijo, al punto de recibir el
apodo de “Deportivo Cereijo”. En la final
con el pequeño equipo de Banfield, en 1951,
da una sola piña, una sola, y lo noquea. Se
dice que Perón lo retó fieramente. Se dice que
empezó diciéndole: “Gatica, ya me tenés
podrido”. Otro que fue a pelear a Estados
Unidos fue el excelente Eduardo Lausse. El
que transmitía la pelea era Luis Elías Sojit,
que era un peronista de aquéllos. En un
nuda en la foto, de puro perverso que era.
Había una canción que decía: “Gina, Gina,
Gina, mucho se habla de ti en la Argentina”.
Y un chiste memorable sobre el gobernador
de la provincia de Buenos Aires, Carlos Aloé.
Lo cargaban por su ignorancia. Que era muy,
muy bruto, ésta era la afrenta. Que había
todo el país estaba en contra de Racing por- momento en que Lausse se liga una piña muy escrito un libro: “Cómo pienso”. Y que, luego
que había puesto su corazoncito en el que dura, le empieza a sangrar la nariz. Y Luis de estar conversando un rato con Gina, se
tenía las mayores posibilidades de perder, el Elías (como le decían sus colaboradores), exal- acerca a Perón y le dice: “La Lollobrigida es
que no era el equipo del gobierno, el que no tado, profiere una frase memorable: “¡Cae muy linda. Pero, pobre mina, está muy enfer-
estaba protegido. Sin embargo, Evita prefería sangre de la nariz de Lausse! ¡Sangra Lausse! ma”. “¿Por qué?”, pregunta Perón. Y Gober-
un triunfo banfileño precisamente para dar ¡Es sangre peronista!”. En su relato, con no nador iletrado responde: “Porque yo le hablo
el ejemplo de la laboriosidad de un pequeño excesivas intermitencias, decía: “¡Perón cum- todo el tiempo y ella siempre dice ‘Nunca
team y el triunfo del más débil. La final con- ple, Evita dignifica!”. Por ejemplo: “Ataca piyo, nunca piyo’”. Sin duda, la ingenuidad
movió al país. Todos con Banfield. La cues- Lausse con una derecha violenta al plexo de la época es también la que le confiere una
tión se solucionó de un modo semejante a solar... ¡Perón cumple, Evita dignifica! ... aureola de edad de la inocencia.
como lo haría Racing, muchos años después, Ahora Lausse retrocede”. El adversario de
frente al Celtic de Escocia, llevándolo a Lausse, aunque no ideológico, era Rafael EL “CARNAVAL”
apropiarse de la codiciada Copa Interclubes Merentino, bien peronista, nunca llegaron a PERONISTA
y darle al país su primer título mundial. Es enfrentarse. Todo deportista que ganaba Un personaje se destacó por su originalidad
decir, un zapatazo impresionante. Aunque la decía: “Dedico este triunfo al general Perón”. y su modo de abordar el tango: Alberto Cas-
expresión “zapatazo” es injusta. Porque se le No había quien no le dedicara el triunfo a tillo. Era el Gatica del tango. Sus presentacio-
dice así al balinazo de un delantero que “la Perón. Fue realmente increíble que Perón nes radiales empezaban siempre igual: “Yo
encuentra” y le pega un poco a ciegas y la lograra tantas cosas desde el ’46 en adelante. soy parte de mi pueblo/ y le debo lo que soy/
mete en la red. No fue así el gol de Boyé. No A otro le hubiera llevado treinta años. Todo Hablo con su mismo verbo/ canto con su
fue así el de Cárdenas. Boyé decidió, contra era peronista. Hasta la policía, como decía el mismo son”. Y también: “Cien barrios porte-
Banfield, el triunfo de Racing con un tiro ministro Borlenghi en un discurso bastante ños / cien barrios de amor/ cien barrios meti-
desde el lateral derecho que se metió en el peligroso, debía ser peronista. Se vivía una dos/ en mi corazón”. La leyenda lo presenta-
segundo palo del excepcional arquero de especie de júbilo. También llegaban figuras ba como médico: el doctor Alberto Castillo.
Banfield, Graneros. Ganó el más fuerte, “el del extranjero. Los boxeadores negros Sandy En el film de Juan José Campanella, Luna de
caballo del comisario”. Y Evita se quedó con Sadler y Archie Moore. Sadler amargó una Avellaneda, su figura está bien trabajada. Cas-
las ganas de ver triunfar al más débil, al noche de Perón y Evita moliendo a trompadas tillo canta en un club de barrio y, de pronto,
equipo “proletario”. El gol de Cárdenas fue a Prada, ganándole por paliza en cuatro avisan que una mujer está a punto de dar a
un tiro de casi media cancha. Un zurdazo rounds. Sobre Archie Moore la oposición luz. ¿Quién acude en su ayuda? El doctor
del número nueve de Racing que dio tiempo echó a rodar un rumor curioso: que había Alberto Castillo, que hace nacer a la criatura.
a que todos vieran la trayectoria, hermosa, sido amante de Perón. Todavía los peronistas, Todos felices. Castillo, se vestía de un modo
de la pelota hasta clavarse en el palo derecho cuando lo acusan a uno de gorila (hace falta estrafalario. “Vistió trajes azules de telas bri-
del arquero celta que se tiró más para la foto muy poco para ser gorila para un peronista o
que por creer que alcanzaría esa pelota impo- para ser peronista para un gorila), usan esa
sible. Años después (¡qué país la Argentina!), chicana: “Sí, ahora también me vas a decir
el gol de Cárdenas, que la compañía Gilette que Archie Moore se lo cogió”. Pero, por
había pasado durante años, dejó de pasarse. increíble que fuera, la versión circuló amplia-
Durante la decadencia del menemismo y mente durante esos años. El Festival de Cine
durante el catastrófico gobierno de De la de Mar del Plata permitió la llegada de la (por
Rúa, en medio del enorme desaliento nacio- ese entonces) fabulosamente célebre diva ita-
nal de esos años, surgió un chiste memora- liana Gina Lollobrigida. La “contra”, de
ble: “¿Saben por qué no pasan más el gol de
Cárdenas? Porque ahora lo erra”.
En el automovilismo es excluyente la figura
de Fangio, con la Mercedes Benz y sus cinco
campeonatos mundiales. También estaban los
hermanos Juan y Oscar Gálvez, Froilán Gon-
zález y el cordobés Marimón. En el box,
quién no lo sabe, Gatica era la personificación
del peronismo y el elegido de Perón. Alfredo
Prada, su rival, era su antítesis: el boxeador
pulcro, medido. Era el elegido por la clase
media. Gatica era el atorrante que gustaba a
las clases humildes. Se trata de un personaje
notable, a quien Leonardo Favio le dedicó
una película. Gatica era un desbordado. Se
vestía de modo extravagante. Boxeaba con
poca técnica pero con mucho corazón, siem-
pre iba para adelante y era fanáticamente
peronista. Se dice que, en el Luna Park, al
saludar a Perón le dijo: “General, dos
potencias se saludan”. Osvaldo Soriano
cuenta una anécdota muy divertida.
Parece que Gatica llega a un pueblo en
un auto enorme. En la parte delantera
había un cartel: “Aquí llegó Gatica”. Y
en la trasera otro: “Ya pasó Gatica”.
Favio lo toma como emblema del pero-
nismo. Mientras Gatica gana, la Argen-
tina es feliz, todo va bien. Cuando cae
el peronismo, Gatica empieza a perder
porque pasaron los años dorados. Hasta
que termina penosamente bajo las rue-
das de un colectivo. Prada le dio una
mano y lo puso de socio en un restau-
rante que se llamó: “Prada y Gatica”.
Llegó a pelear en Estados Unidos con el
II
llantes, con anchísimas solapas cruzadas que montonazo de negros camdomberos “que la interpretación del peronismo como alegre
llegaban casi hasta los hombros, el nudo de la bailaban y lo acompañaban con el sonido de Carnaval penetre tan hondo. Fue muy inteli-
corbata cuadrado y ancho, en contraposición los parches cada vez que entonaba un tema gente la elección del estribillo del doctor de
a las pautas de la clase media elegante, que lo del folklore africano en su versión rioplaten- los pobres, del cantor del pueblo, de los cien
aconsejaba ajustado y angosto. El saco desbo- se. En estas interpretaciones, sus movimien- barrios porteños. Héctor Olivera, que es mi
cado hacia atrás, y un pañuelo sobresaliendo tos pélvicos de vaivén eran muy festejados amigo desde hace muchos años, desde que lo
exageradamente del bolsillo. El pantalón de por el público y provocaban las quejas de la conocí en 1981 porque empezaba a producir
cintura alta y anchas bocamangas completaba clase media puritana” (Salas, Ibid., p. 266). Ultimos días de la víctima, y con el que haría-
el atuendo, que era más desafío que vesti- Entre tanto, en medio del candombe, Casti- mos más de una película, me contaba que el
menta” (Salas, Ibid., p. 261). Es perfecta esta llo cantaba otra de sus estrofas de doble lectu- hallazgo de la canción de Castillo, su puesta
acotación que hace Salas: Castillo vestía para ra: “Siga el baile, siga el baile/ de la tierra en sobre la mesa como clave interpretativa del
desafiar. No sería equivocado ver en ese desa- que nací/ la comparsa de los negros/ al com- peronismo, fue esencial, conceptualmente
fío al buen gusto una característica fundamen- pás del tamboril”. ¡Siga el baile! Ahí estaba el hablando, para plasmar la historia de El Jefe,
tal de este primer peronismo. Todo resultaba secreto. El peronismo era un Carnaval. El película que analizaremos en su momento.
intolerable para la oligarquía. Todo era un peronismo era esto: 1) Perón se había encon- Para el antiperonismo, decir que el peronis-
mamarracho de mal gusto. No en vano Bioy trado con el Banco Central lleno de oro; 2) el mo fue un Carnaval es una de sus claves más
declararía, al explicar por qué escribió con mismo Perón lo había admitido: “Camino importantes. Las barras de oro del Banco
Georgie La fiesta del monstruo: “estábamos por el Banco Central y me tropiezo con las Central se rifaron en una política fácil que
llenos de odio con el peronismo”. Durante barras de oro”; 3) en lugar de destinar esas no en vano logró la rápida adhesión de los
uno de sus sesudos comentarios futboleros, el barras de oro al desarrollo de industrias de masas. El resto fue sencillo.
mítico Dante Panzeri, el que inventó la frase base, de la industria pesada que daría solidez
que definía el fútbol como dinámica de lo al país, a su economía, Perón las destina a la ¡QUÉ SABEN LOS PITUCOS!
impensado, metió, en medio del análisis de captación de las masas, a la demagogia (para El tango que más definía a Alberto Castillo
un partido, la siguiente frase: “A partir de la derecha), a la manipulación y a la hetero- era también desafiante: Qué saben los pitucos,
1945, el país perdió la personalidad ética y nomía de clase, al bienestar fácil de los obre- lamidos y shushetas/ qué saben lo que es tango/
estética que lo había definido”. De la estéti- ros, a no dejar que luchen por conseguir sus qué saben de compás/ aquí está la elegancia,
ca, ni hablar. Los “contreras” vivían escanda- conquistas sino a dárselas “desde arriba”, ver- qué pinta, qué silueta/ qué porte, qué arrogan-
lizados ante el alegre carnaval de “la negra- ticalmente (para la izquierda); 4) todo esto cia, qué clase pa’ bailar. El tango llevó por
da”. Fue una canción de Alberto Castillo la lleva a “un banquete asiático” (Juan Carlos título Así se baila el tango. Y es muy bueno. Y
que, justamente, les habría de entregar el Torre, revista Los libros, año II, N° 14, Castillo lo cantaba muy bien. Se ponía la
concepto de carnaval: “Por cuatro días locos/ diciembre de 1970), a un derroche fácil, que mano derecha del lado izquierdo de la cara,
que vamos a vivir/ Por cuatro días locos/ te entrega una alegría inmediatista al joven e un gesto tan suyo, tan innovador que cuesta
tenés que divertir”. David Viñas, en su guión inexperto proletariado. Peña, al analizar la definirlo, pero que tiene mucho del gesto del
para la película El Jefe, la expresión más inte- transformación del Partido Laborista en Par- secreteo, de la confesión, “vení, acercate, que
ligente del cine antiperonista de los años de tido Peronista, llega a escribir: “Las masas te digo algo entre vos y yo”, de lo comparti-
la Libertadora, encontraría en esa canción ovacionan a Perón y celebran alegremente la do, compartido entre él y su pueblo, y con
una de las caras esenciales del peronismo. destrucción del primer intento de organización ese gesto, y con otros también notables, can-
Hasta Milcíades Peña, sin aludir a la canción autónoma del nuevo proletariado argentino” taba ese tango irreverente. Porque esa estrofa
de Castillo, escribe: el “alegre carnaval deno- (Peña, Ibid., p. 184). Notable texto: las define también al peronismo: ¿Qué saben los
minado ‘revolución nacional’” (Ibid., p. masas “celebran alegremente” una medida pitucos? Supongamos que un peronista quiere
101). Castillo era la expresión de ese carna- que las perjudica, que va contra sus verdade- refutar la interpretación del peronismo como
val. No en vano suele presentarse con un ros intereses de clase. ¿Por qué “alegremen- Carnaval: empezaría diciendo ¿qué saben los
te”? ¿Por qué “celebran”? Por el Carnaval, pitucos?, ¿de qué hablan?, hablan de rencoro-
señores. Porque el peronismo es eso: un Car- sos, porque los amarga que el pueblo haya
naval. Y las masas, cuando Perón les dice: sido feliz aunque sea una vez, ¿quién en este
“Ahora el Partido Laborista es de ustedes, país se ocupó alguna vez de la industria pesa-
porque se ha transformado en el Partido da?, nadie, señores, nadie, si otro, que no
Peronista, el Partido del Pueblo”, las masas fuera Perón, se encontraba con el Banco
empiezan a cantar: “Por cuatro días locos que Central lleno de barras de oro, ¡ni una iba
vamos a vivir/Por cuatro días locos te tenés para el lado del pueblo! El pueblo llevaba
que divertir”. Y si Perón hubiera décadas sufriendo hambre y postergaciones.
dicho: “Nada de indus- Había que distribuir, había que dar mejoras,
tria pesada, señores. había que hacer una industria liviana que no
Necesitamos ese dine- teníamos, y que menos la tenía el pueblo,
ro para que el pueblo que ahí tuvo heladeras, cocinas, estufas, agua
esté bien, se divierta, corriente, electricidad, casitas proletarias. ¿O
cante y baile al com- no lo escucharon a Discépolo? Él lo dijo cla-
pás del tamboril”, las rito: Estamos viviendo el technicolor de los días
masas, incultas, irres- gloriosos.
ponsables, irraciona- Suele decirse que Perón, en lugar de dar
les, manipulables, dinamismo a la industria liviana, debió con-
inmediatistas, instinto vocar el sacrificio del pueblo en 1945 en
puro, habrían cantado: lugar de hacerlo en 1952. De haberlo hecho,
“Siga el baile, siga el no habría existido el peronismo. La industria
baile/ de la tierra liviana, ya lo hemos explicado, implicaba la
en que nací”. posibilidad de dar trabajo a los migrantes
De aquí internos, ya que reclama mucha mano de
que obra. La industria pesada, no. De aquí que
Castillo diga: “¿Qué saben los pitucos?”. Era
una contraseña. Los pitucos no saben nada.
No pueden saberlo. Porque el verdadero
saber está en el pueblo. En 1954,
sin embargo, en el inicio, y
más que eso, de la deca-
dencia del peronismo, ya
muerta Evita, Castillo
incluye otros temas
que no agreden a
nadie, sino que festejan
la alegría que, aparen-
temente, cunde en el
país: “Yo llegué a la
Argentina/ en una
noche divina/ del cin-
cuenta y cuatro/ En
Buenos Aires/ todo el
mundo se divierte/ todo
III
el mundo se divierte/ porque aquí la gente/ tro es una fuerza de la naturaleza y que fue las bombas todavía resonaban en la Plaza de
sólo sabe amar”. El colmo de la pavada la única excepcionalidad de la Revolución Mayo y los muertos recién empezaban a ser
pasatista y mentirosa. Su decadencia, como Cubana. El Che no podía convivir en Cuba retirados. En esa circunstancia, es difícil
la de Gatica, llega con la caída del peronis- con Fidel. Eran demasiado los dos para saber qué habría hecho Perón. Pero negarse
mo. Filmó algunas películas recordables, La estar en el mismo lugar. Evita tiene un pro- a pelear le habría resultado mucho más difí-
barra de la esquina. Y se mantuvo a lo largo blema semejante con Perón. Que veremos. cil con Eva que sin ella. Si se respondía al
del tiempo como una figura querida. En sus Décimo: Su búsqueda de la vicepresidencia golpe de junio con la energía despiadada
años de gloria imitarlo era casi un deporte es la búsqueda de la conquista total de su con que Eva podría haberlo hecho, no
nacional. ser. Ser la vicepresidenta de la Argentina era había golpe de septiembre; m) atinadamen-
dejar de ser para siempre una bastarda. te, la izquierda peronista recupera su figura
EVA PERÓN Undécimo: A su vez, ese puesto le entrega- como la de una militante combativa, trama-
Deliberadamente demorada su aparición, ba un poder que requería, al que no quería da por un odio hacia la oligarquía, la Iglesia
aguardando tener entre manos todos los renunciar. Duodécimo: Su renuncia a la y el Ejército, que le impedía negociar,
elementos necesarios como para aproximar- vicepresidencia es la mayor derrota política entregarse.
nos a ella con trabajado rigor, el máximo de su carrera. Influyen en ella los militares: Estas tesis, que guiarán nuestro itinerario
posible al menos, nos concentraremos en la los leales a Perón y los no leales. La Iglesia teórico, enunciadas previamente al trabajo de
figura de Eva Perón. Trataremos de demos- Católica. Los empresarios. Todo el poder su fundamentación, sonarán más irritantes
trar algunas tesis esenciales. Serán tan dis- agrario y ganadero. Y Juan Perón, que no la para algunos, más llevaderas para otros,
cutibles como las tantas que sobre su figura respalda. Decimotercero: Si Perón no la imposibles o delirantes. Es un riesgo que
se hayan enunciado. Trataremos de ir más respalda es porque su proyecto político es corremos. Hemos elegido entregarlas, por
allá de lo meramente biográfico o colorido, diferente al de Eva. Veremos esta cuestión decirlo así, en frío, para trazar un programa
abominaremos el odio gorila, y tampoco central. Decimocuarto: Su enfermedad es teórico-político que informe al lector sobre el
nos habremos de sumar a la aceptación fácil su otra gran derrota política. Todo el país rumbo que seguiremos. También la explicita-
de su figura a partir de la entereza con que patronal respira aliviado cuando sabe que ción de este programa nos compromete. Pues
afrontó su muerte, que es la versión piadosa va a morir. Aunque de otro modo, también no hay quien ignore que en el desarrollo de
del odio gorila tal como la vimos en ese Perón. Ahora será él mismo quien se cualquier tesis uno puede sorprenderse a sí
texto de Halperin Donghi (Argentina en el imponga sus tiempos políticos, sus metas mismo y tenga que cambiar determinadas
callejón) o en la película oportunista y boba estratégicas y la decisión definitiva sobre el variables de importancia. Puede suceder.
de Alan Parker-Madonna, en la que, luego papel del proletariado en el proyecto pero- Como sea, queda claro algo: la importancia
de haber demostrado de un extremo al otro nista. Decimoquinto: Luego del golpe de que otorgamos a Eva Perón dentro de la gran
que era una prostituta, se la absuelve con Menéndez, en 1951, le pide a Perón el fusi- novela del peronismo (a la que ella entregó
un beso que esa especie de Juan Pueblo lamiento de los cabecillas. Decimosexto: algunos de sus momentos de mayor tragici-
alcahuete y tortuoso que hace Antonio Ban- Importa armas de Holanda para armar dad) es enorme. Fue una llamarada. Fue el
deras, deposita sobre su féretro. Postulare- milicias populares. Decimoséptimo: Entra- ejemplo más impecable de esa frase que suele
mos, ante esto, que la dignidad, la fuerza remos en un terreno conjetural. No vamos decirse: Vive intensamente, muere joven y serás
con que Eva Perón asumió su muerte y a privarnos de esto con una figura tan rica y un magnífico cadáver. Si nos arriesgamos a
luchó contra ella, está presente en casi fascinante como Eva Perón. Nuestras con- trazar tantas conjeturas es por un deseo de
todos los pasajes de su vida, y probable- jeturas principales serán: a) si no hubiera ficcionalizar sobre ella. Es un gran personaje
mente sea uno de los rasgos más propios de estado débil y enferma habría conseguido literario. También porque es sobre ella más
su personalidad. Primero: La bastardía de los fusilamientos de Menéndez y su grupo que sobre cualquier otro protagonista de
Eva es constitutiva de su modo de ser en el de alzados; b) si hubiera vivido no habría nuestra historia que esas conjeturas se tejie-
mundo. No me preocupa decirlo a lo Hei- tolerado que se usara a Juan Duarte como ron. “Si Evita hubiera vivido, no caía Perón”
degger. La bastardía de Eva sería, por usar chivo expiatorio; c) si hubiera vivido, le es una frase que escucho desde niño. Luego
la terminología heideggeriana, uno de sus habría dado a Perón una reverenda patada la retoma la JP con su consigna: Si Evita
existenciarios. Esa bastardía la arroja al en el culo (con perdón) si le llegaba a men- viviera sería montonera. Es, para el peronis-
mundo en la modalidad de lo inauténtico. cionar algo como la creación de la UES. mo, lo que el Che para la Revolución Cuba-
No había nada más inauténtico, en la Tampoco Perón habría hecho su Carnaval na. Su rostro más extremo. Su rostro jacobi-
Argentina de los treinta, que una hija ilegí- de viudo alegre con las pochonetas y las no. Una jacobina con faldas. Tiene la pureza
tima. Segundo: Su carrera hacia el poder corriditas por la ciudad de Buenos Aires del que muere joven. También en esto se
expresa una ambición poderosa. También, seguido por sus chicas; d) habría aceptado parece al Che. Y a otros iconos del siglo XX.
si hablamos ontológicamente, expresa su la visita de Milton Eisenhower. Habría En el cine, Marilyn Monroe o James Dean.
deseo de darse un ser. La bastarda quiere ser sabido que no era un desatino recibirlo. Morir joven es ser joven eternamente. Nadie
algo para dejar de serlo. Sólo siendo un ser Que la relación con Estados Unidos era frá- podrá poseer nunca una foto de una Evita
(sólo siendo algo) dejará de ser una bastar- gil y había que manejarla con cautela; e) se vieja. La decadencia, que a todos nos azota o
da, una ilegítima. Tercero: El casamiento habría unido a Cooke, o, mejor dicho, lo amenaza, le es ajena. No la erosiona el paso
con Perón es el primer paso de ese intento. habría respaldado, en negar la firma del de los años. No puede traicionar su pasado
En cuanto a Perón, su casamiento con Eva contrato con la California; f) habría prepa- porque no tiene un futuro para hacerlo. Pero
es el acto más revolucionario que realizó en rado cuadros políticos, militantes, al ver el pierde esa densidad que la madurez entrega a
su vida. Y acaso sea el único. No debe serle endurecimiento del campo opositor; g) los seres humanos. Duró, su presencia, seis
excesivamente reprochada esta carencia, acaso no hubiera podido evitar pelearse con años en nuestra historia. Hoy es una figura
pues ningún presidente argentino realizó la Iglesia, a la que odiaba, pero habría mundial. Conocida o mal conocida, amada u
un acto revolucionario. Cuarto: Su etapa advertido que no era conveniente, que era odiada, es parte de la iconografía del siglo
Dior es su etapa preparatoria. La etapa del favorecer a la oposición y darle un núcleo XX. El peronismo, por tenerla en su historia,
viaje por Europa. Su relación con el diseña- de unidad; h) habría aumentado el autorita- acaso solamente o sobre todo por eso,
dor de vestuario Paco Jamandreu es rele- rismo; i) ese aumento del autoritarismo adquiere una densidad de la que carecen
vante en su vida. Quinto: La Fundación habría estado en relación con el aumento todos los otros partidos políticos argentinos y
“Eva Perón” es un intento que une dos de la agresividad golpista. De no existir hasta los de América latina.
cosas. Su amor por los otros bastardos (la ésta, no habría aumentado el autoritarismo; El que muere joven queda joven para la
clase obrera) y un paso decisivo en la supe- j) nunca le habría devuelto La Prensa a la eternidad. Siempre se lo recordará joven.
ración de su propia bastardía. Tiene una familia Gainza Paz; k) habría requerido un Pero hay una incompletud que lo hiere. Y es
Fundación. Esa Fundación lleva su nom- compromiso de los militares leales al la ausencia de una temporalidad más traba-
bre. Sexto: Mientras vivió, fue el adversario gobierno que obedeciera más a razones jada, más arriesgada, más puesta a prueba.
político más importante que tuvo Perón. Es políticas e ideológicas que a las abundantes Trágicamente, pasa esto con algunos gran-
cierto que los otros no valían demasiado. prebendas con que se los beneficiaba; l) le des músicos. Mozart, Schubert, Gershwin.
De aquí que ella los superara holgadamen- habría hecho saber a Perón que el poder lo Murieron tan jóvenes. De no haber sido así,
te. Pese a todos los elogios a su marido, fue compartía con ella y que las decisiones tam- pensamos a menudo, nos habrían entregado
ella quien más lo exigió y quien le hizo bién; ll) y por fin: si, a pesar de todo esto, inapreciables obras maestras. Sin embargo,
saber que estaba decidida a ir más lejos que se producía un bombardeo como el del 16 no. También es posible que, como tantos
él en la defensa de los trabajadores. Sépti- de junio, habría contraatacado de inmedia- otros, se hubiesen secado o repetido. Pero
PRÓXIMO mo: El traje sastre que le diseña Jamandreu to. Con todo el poder de fuego que tenía el no es esto lo que solemos pensar. Entramos
DOMINGO y el peinado con el rodete marcan un cam- Ejército leal que comandaba Franklin Luce- en un sueño impotente y desesperado: ¿por
bio decisivo. Ya no es la mujer del Presi- ro. Habría movilizado a las milicias. Habría qué tan jóvenes, justamente ellos? Si tantos
dente, es una militante. Octavo: Sus elogios agredido militarmente las bases desde cretinos o mediocres viven hasta los noventa
desmesurados a Perón expresan una táctica donde salieron los aviones. Habría roto años, ¿por qué murió George Gershwin a
que empleó para exigirlo. Noveno: Esa tác- relaciones con el Uruguay. Le habría demos- los treinta y ocho? Suelo llegar a una con-
tica la hemos de encontrar en un texto de trado a Perón que la única manera de impe- clusión: Dios no existe. Y a otra: si existe,
Eva Perón (II) Ernesto Che Guevara. El Che dice que Cas- dir un futuro golpe era pelear ahora, cuando no le gusta la música.

IV Domingo 24 de febrero de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


15 Eva Perón (II)

Suplemento especial de

Página/12
General Viamonte (estación Los palabras y la encontró como nadie en este país que se quemaba en el fuego de la militancia. A

“ Toldos) es un pequeño pueblo de la


provincia de Buenos Aires, con
casas chatas y calles arboladas que
muy pronto se pierden en caminos
de tierra. Como muchas otras poblaciones de
la República Argentina, Viamonte nació alre-
dedor de una estación. Fue inaugurada en
y dudo de que en otros. La dirección de un
director como Juan Carlos Desanzo incidió
mucho en el resultado final. Nunca un director
de cine me respetó tanto un guión. Nunca una
actriz tuvo la libertad de Goris para entregarle
al personaje su dolor y su tragedia. Llegó a
pesar los treinta y tres kilos que pesaba Evita.
esa Evita la construimos todos en los setenta.
Lo raro era traerla en los noventa. Beatriz Sarlo
escribió en alguna parte: “Volvió la Evita mon-
tonera”. No sé. Si todos quieren regalarles la
Evita de la pasión, del amor por los pobres, la
Evita del traje sastre y el rodete a los Montone-
ros, desde aquí nos vamos a oponer. Evita no
1893 y en aquel entonces se la llamó Los Tol- Destaco lo de Desanzo porque es un director puede ser reducida a los Montoneros. Y mucho
dos por hallarse próxima la toldería del famoso minusvalorado por una crítica que lleva a las menos esa imagen de Evita que es, precisamente,
cacique Ignacio Coliqueo”, escribe Marysa nubes a directores verdes como esos higos que, la verdadera. Porque ella no fue lo que sugería
Navarro en la mejor biografía con que segui- si te los comés, te dan una diarrea de una sema- había sido la burla de Halperin Donghi en
mos contando sobre Eva Perón. (Nota: Marysa na. Desanzo es un gran técnico. Tiene una Maryland, en 1984, cuando chismorreó que
Navarro, Evita, Planeta, Buenos Aires, 1994, gran escuela. Nadie le dijo que era un genio, los jóvenes de la JP, siempre tontos, engañados,
p. 19). Evita, por decirlo de modo directo y un cineasta autor que tenía que filmar sus pro- malentendiendo todo, visitaron a Delia Parodi
acaso brutal, nace en medio de la nada. Nace pios guiones. No bien juntó la plata para hacer y le hablaron de Eva y la vieja Parodi les dijo:
en un pueblito ignorado, insignificante, lejos el film, me llamó y me pidió el guión. Lo “Vean, lo siento, pero la señora no era así”. La
de cualquier centro urbano que pudiera tener demás salió fácil. La película tiene defectos, Señora era así. Y ya vamos a ver por qué necesi-
alguna importancia en la república, en el país pero todo veintiséis de julio, invariablemente, taba ser así.
que habría de gobernar, junto a su marido, es la película que se pasa para recordar a Eva
con mano de hierro. Nacer en Los Toldos es Perón. Tardará mucho en aparecer, si es que EL LENGUAJE DE
ya nacer bastarda. El que nace en Buenos Aires aparece, una que la supere. Que el guión esté LA OLIGARQUÍA
nace en una gran ciudad. Una ciudad con his- lleno de premios no es un mérito que deba ser Evita no es la del retrato de Manteola, el que
toria. Con linaje, prosapia. Con esa palabra tomado en serio. El cine es un arte del show ilustra la portada de la edición Peuser de La
ampulosa que nombra a quienes, no bien vie- business y está organizado para el barullo. Hay razón de mi vida. Tampoco es la Evita vocife-
nen al mundo, tienen asegurado el Ser: abolen- muchos, demasiados, festivales y en todos se rante de Carpani, aunque respeto más la visión
go. Esta es la primera marca de su bastardía. dan premios y se consagra a directores y a acto- de Carpani. Ahora, en esta pictorialidad, inter-
Haber nacido en un lugar también bastardo. res para una eternidad, que, salvo en el caso de viene la Evita excepcional del artista Daniel
Que nada tenía detrás, salvo algunas historias los realmente talentosos, dura poco. ¿Saben por Santoro. Tal vez sea ella. No sé. Cuando veo la
de malones, indiadas bárbaras, algunas cauti- qué? Porque se la creen. Tanto les dicen que Evita de nuestro film me cautivo y me emocio-
vas. “¿De dónde sos, nena? ¿Dónde naciste?” son “autores” y, peor, que son autores “genia- no. Creo que ella es ésa. Que Goris hizo un
“En Los Toldos.” “¿Dónde queda eso? Nena, les”, que, inexpertos, jóvenes, consagrados milagro de encarnación. Se metió en el cuerpo
¡nacer en Los Toldos! Ahí se nace para sirvien- demasiado rápido, se la creen. Bien, este guión, de un personaje, se adueñó de todas las pala-
ta.” Sólo las sirvientas nacían en lugares así. en el que me voy a basar tanto como en el bras que yo había escrito y las dijo con una jus-
Las que estaban condenadas, en el mejor de texto de Sartre, tuvo demasiados premios. teza, una pasión inigualables. Ahora ya está. Si
los casos, si tenían el coraje de hacerlo, a emi- Algunos importantes. Uno, por ejemplo, en un tantos consideran, en todos los 26 de julio, que
grar a Buenos Aires, ciudad que las recibía con Festival de Boston, con un jurado exigente y es nuestro film el que deben proyectar, quizá
gesto áspero, orgulloso, y las destinaba a ofi- que no está en mis manos. Se lo quedó el pro-
cios subalternos: sirvientas, prostitutas, traba- ductor, pero tal vez le sirva a él más que a mí.
jadoras en algún tallercito textil si sabían algo Y otros patéticos. Tengo un premio de la
de corte y confección. De esta forma, en Los Honorable Cámara de Diputados. Es de 1996
Toldos, “pueblito similar a tantos otros de la y se trata del “Premio Eva Perón a la verdad
República, nació una madrugada de mayo de revelada”. La película se le entregó en conside-
1919, Eva Perón –así por lo menos lo asegu- ración al director del Instituto de Cinemato-
ran los vecinos del lugar–, aunque la partida grafía de ese entonces, el señor Julio Maharbiz.
de nacimiento de María Eva Duarte, hija de Los productores ansiaban que fuera enviada al
Juan Duarte y de Juana Ibarguren indique que Oscar. Según fuentes certeras, todo parece
nació en Junín, el 7 de mayo de 1922. Algu- indicar que el señor Maharbiz la derivó al pre-
nas fuentes señalan que tanto el mes como el sidente de la República de ese entonces, Carlos
año consignados en esta partida son erróneos, Menem, con el siguiente lapidario juicio: “Es
pues en realidad Evita habría nacido el 26 de basura montonera”. Yo había puesto en boca
abril de 1919”. Otra vuelta de tuerca sobre su de Eva muchos discursos sobre lo que, para
bastardía. Otra señal de impureza en su frente, ella, era el peor peligro del peronismo: “El sur-
en su carne. Otra marca. Otro dato que no gimiento del espíritu oligarca en el corazón de
podrá ofrecer. Ni siquiera se sabe exactamente los dirigentes peronistas”. Se trataba de las cla-
cuándo nació. Cualquiera sabe el día de su ses que ofrecía en la Escuela Superior Peronis-
nacimiento. Cualquiera celebra su cumplea- ta, lugar en el que simultáneamente Perón dic-
ños. El bastardo, ni siquiera eso. No vamos a taba sus visiones clausewitzianas sobre la con-
entrar en el análisis detallista sobre el porqué ducción política. Algunos los había modificado
de las distintas fechas. Puede que más adelante para que apuntaran más certeramente al plexo
veamos algo a raíz de su casamiento con de la perversión menemista: “Yo, compañeros,
Perón. Aquí es otra cosa la que nos interesa. El ya casi no le temo a la oligarquía que derrota-
tema de la bastardía. Y decimos por qué. La mos el 17 de octubre. Lo que a mí me preocu-
bastardía es el eje central para entender la vida pa es que pueda retornar en nosotros el espíritu
de Eva Perón. La de Evita es la aventura des- oligarca (...). Y para que eso no suceda he de
lumbrante de una pequeña chica de provincias luchar mientras tenga vida (...). Para que no
que busca darse el Ser. Ser algo. Tener entidad sean los peronistas los que entierren al peronis-
ontológica. Derrotar su bastardía. Ella, que mo” (J. P. F., Dos destinos sudamericanos,
nació en un lugar que era nada, que tuvo un Grupo Editorial Norma, Buenos Aires, 1999,
padre ausente, que no la reconoció, ella, la pp. 54/55). Esto, pensaba, le va a caer pésimo
bastarda, buscará a lo largo de su vida lo que al menemismo. Menem lo absorbía todo. Le
nunca poseyó: la densidad del Ser. llevaron la película, esa “basura montonera”.
Para tratar esta cuestión no puedo sino La vio y dijo: “A mí me gusta”. Y la enviaron al
basarme en la gran obra de Sartre sobre el Oscar. No entró en la selección. No habían
tema: San Genet, comediante y mártir. No es seleccionado la de Alan Parker con Madonna,
algo que no haya hecho. Todo el guión que menos iban a darnos importancia a nosotros.
escribí para la película Eva Perón, de 1996, está Pero no importa. Lo del Oscar es un albur que
centrado en el texto de Sartre. O acaso no se corren los productores. Lo notable es cómo
todo, pero sí muchos de sus aspectos esenciales. no había discurso ideológico-político que
Tengo que decir algo sobre ese guión. Creo pudiera hacerle cosquillas al cinismo de
que es uno de los mejores textos que escribí. Menem. Al menos, Maharbiz tenía fresco su
(Que nadie se preocupe: decir que es uno de odio y sabía qué detestar y qué no. No sé si el
los mejores textos que escribí no significa que film era “basura montonera”, pero sin duda era
sea bueno. Puede que sólo sea menos malo que la visión de la izquierda peronista, que, lo digo
otros. ¿Está bien así?) Tuve la buena fortuna de una vez más y lo voy a decir muchas veces
contar con una actriz que se encarnó en él, que todavía (pues ni entré en ese tema), no se ago-
lo hizo suyo, que buscó a Eva a través de esas taba en Montoneros. Era la Evita combativa, la
II
no nos equivocamos. Más aún: probablemente desconsuelo ni por los fracasos, por nada, sólo sitarios del Cristo Vence y de los comandos
dimos en el corazón del asunto, en el corazón nacida al calor de la esperanza, de las ilusiones civiles. A los niños universitarios de una uni-
de Eva. tempranas. Era el que sigue: “No volvió, sin versidad para ricos, para pocos. ¿Qué palabras
Lo que vamos a tratar es la cuestión de la embargo, esa Argentina. Un 17 de noviembre usaba? ¿Qué palabras nos enseñaron a odiar
bastardía. Si la vida de Eva fue la búsqueda de de 1973, el líder de los trabajadores pisaba estos gorilas represores, conservadores jurási-
un ser, de ser algo, de dejar de ser una nada nuevamente el suelo de la Patria: volvía, traída cos que se adueñaron del poder luego de echar
impecable, una bastarda nacida en un pueblo por la lucha del Pueblo, la Argentina de a Perón, con el cual uno también tiene sus
inexistente, el punto más arriesgado de esta Perón” (Ibid., p. 158). Carajo, ni sospechaba buenas broncas porque no los enfrentó como
lucha estuvo en su ambición por la vicepresi- yo cuál habría de ser la Argentina de Perón era necesario? “Atmósfera de libertad.” “Deco-
dencia de la República. Veremos el análisis que volvía. Imaginaba un país más justo, con ro.” “Decencia.” Y la cifra perfecta del lengua-
que Sartre hace de la bastardía en su San un pueblo feliz, un líder viejo y sabio y una je reaccionario argentino: “austeridad republi-
Genet y veremos los más que atinados análisis juventud impetuosa. Regresaba, en cambio, cana”. Esta es la república que yo conocí desde
que desarrolla Juan José Sebreli en el que algo nuevo. Algo que no regresaba. Que apa- niño. La república austera de los golpistas, de
(para su infortunio y su posible desagrado) es, recía brutalmente por primera vez. La Argen- la derecha, de los conservadores, del poder, de
para mí, el mejor de sus libros: Eva Perón, tina de los aparatos represivos del peronismo la oligarquía, de la Sociedad Rural y de los
¿aventurera o militante? El mejor, quiero decir, manejados por el cabo sanguinario, por Lope- militares. Caramba, voy a reeditar ese libro
lejos. Durante el año 1996, en medio del auge cito. Y un Perón duro, que le dio la espalda ingenuo de 1974. Porque entre mis ingenui-
de la película de Madonna-Parker, le ofrecie- desde el primer día a la juventud maravillosa y dades acerca de la “lucha del pueblo” y la pos-
ron reeditarlo. Deben haber sido varias las dejó hacer a los mercenarios. Que los mantu- tulación de Perón como el “líder de los traba-
ofertas. Se negó. Era tan poderoso el antipero- vo quietos, en parte, mientras vivió, pero les jadores” que esa lucha permitía regresar a la
nismo que había crecido en él desde 1966 permitió organizarse ante sus propios ojos patria y las palabrotas viejas, gorilas, golpistas,
hasta entonces, que se negó, rechazó todo. complacientes. El pueblo, lejos de ser feliz, se que todavía se oyen, porque estamos hartos de
Cualquiera hubiera reeditado un libro que es, retiró, asustado, espantado a sus casas, que no unos cuatro o cinco años a esta parte de volver
en rigor, excelente. Con una simple aclara- eran “fortines montoneros”, eran simples a oír a hablar de la “austeridad republicana”,
ción: “Yo pensaba eso entonces. Ya no pienso hogares de trabajadores que sólo sabían ganar- me quedo con mis ingenuidades. Y bueno, es
así. Pero creo que ese libro enriquece el deba- se el pan de cada día para la mesa familiar en cierto: no se me hizo. Ni a mí ni a la mayoría
te”. Pocos, hoy, lo conocen. Menos lo han un clima de paz, como el peronismo les había de todos los de mi generación. Pero no hablá-
leído. Hay que admitir que Sebreli fue fiel a sí enseñado. ¿Qué podía yo hacer con mi texto bamos el lenguaje de Eugenio Blanco ni propug-
mismo: “No quiero ni oír hablar de ese libro”. patético, burlado por una historia de sangre, nábamos el regreso de la patria de nuestros
Pero, ¿tenía razón? ¿Por qué no aceptarlo de cadáveres, de zanjas clandestinas? Durante padres y abuelos. Porque esa patria no existía.
como un libro que, si bien no reflejaba su pre- años lo escondí. Saqué otra versión retocada, Porque muchos de nosotros no teníamos abue-
sente, era parte de su historia? ¿Tanto quería en la que textos como ése no estaban. No los argentinos. Ese lenguaje de Blanco es terri-
negar esa historia? Sarlo se le parece cuando quiero que sea así. Que se lea. Ahí está. Yo blemente oligárquico porque establece el lina-
dice que nada de lo que escribió antes de 1984 tenía treinta años. Todo me ruboriza. Escribir je del poder. Y aquí es donde volvemos a la
(espero no equivocarme en esta fecha) o de “Patria” y “Pueblo” con mayúsculas. Creer bastardía de Evita. Ella nunca podría decir “la
1980, no le pertenece. Somos también lo que que a Perón lo traía la lucha del pueblo y no patria de nuestros padres y abuelos” porque
hemos sido. No podemos dejar de serlo. Lo sospechar siquiera que si volvía era porque sus padres no eran sus padres o no la habían
somos aun en el modo de no serlo. A uno le había pactado con los militares frenar a la gue- reconocido. Sus abuelos no existían. Y, sobre
duelen muchas de las cosas que ha escrito. rrilla y manejar un gobierno basado en el todo, nunca la patria había sido de ellos. Ahí
Pero el motivo de ese dolor no es sólo porque empresariado nacional y los sindicatos. No está mi texto de 1974. Salió el libro en esa
ahora haya cambiado de opinión. A veces ocu- estoy seguro de muchas cosas. O sí, pero luego fecha, pero yo lo escribí en 1973. En pleno
rre que la historia nos ha castigado tanto que de varios quebrantos. Pienso que hablar de “la auge de nuestras patéticas esperanzas, de nues-
nuestros escritos del pasado se han tornado lucha del Pueblo” es excesivo. El pueblo pero- tra desgarrada historia, cuando, en rigor, no
patéticos. En mi libro de 1974, El peronismo y nista no era un pueblo de lucha. La que peleó creíamos que volvía ninguna historia, sino que
la primacía de la política, luego de analizar el fue la militancia y las formaciones especiales volvía el líder de los trabajadores para que,
discurso del ministro de Hacienda de Aram- que enfrentaron a un régimen ilegal, anticons- entre todos, hiciéramos una nueva. Se sabe
buru, Eugenio Blanco, que terminaba dicién- titucional, al régimen de la “Revolución cómo terminó todo. Otra vez volvió la patria
doles a los jóvenes a los que se dirigía que Argentina” de Onganía y los cursillistas ultra- de los padres y los abuelos de la oligarquía.
habrían de asistir, ahora, con la caída del católicos, que Esta vez con más furia que nunca. Venían
“régimen depuesto”, “al retorno de la Argenti- empujaba a la rebe- también a defender a la república. Cierta vez,
na de vuestros padres y abuelos, que vieron lión y a la violencia en San Juan, una tarde de terrible calor, en
crecer a este país en una atmósfera de libertad, por negarse a auto- pleno 1977, vi un enorme cartel, ya ni recuer-
de decoro, de decencia y de austeridad repu- rizar algo tan simple do qué hacía en San Juan, ni importa, vi,
blicana” (Ibid., p. 158), yo había escrito un como que Perón decía, un enorme cartel, un afiche pegoteado
texto que suele estremecerme por regresara y punto. en toda una pared. Exhibía la Pirámide de
su candidez, por su esperanza ¡Cuántas vidas se Mayo. Era la República, sí. Y debajo de ella
inmediatista, excesiva- habrían evitado! Aun en había unos sables que la sostenían. Y arriba,
mente joven, no tra- 1972 no era todavía tarde. bien visible, con letras enormes, una leyenda:
bajada por el Menos lo había sido en 1964, “La venimos salvando desde 1810”. Y abajo,
ahí estuvo el error que hace caer al pie, también con letras enormes: “La volve-
sobre el gorilismo militar y político remos a salvar ahora”. Ahora esa república rea-
(la cancillería radical del gobierno de parece defendida por una caterva de periodis-
Illia) la responsabilidad de haber frena- tas (periodistas, no teóricos ni ensayistas ni
do el retorno político al líder que los traba- académicos) que se enfervorizan atacando a un
jadores reclamaban. ¡Tanto hubo luego que gobierno al que llaman “montonero”, “terro-
luchar para traerlo que nadie pudo frenar rista”, “autoritario”. Debo confesar que esa
nada! Canallas, todo por no perder unas elec- “República”, cuya defensa y cuya excusa como
ciones. Por seguir prohibiendo dictatorial- arma para atacar a sus supuestos agresores
mente al peronismo, que reclamaba simple- viene desde Mitre y Sarmiento, tiene hoy
mente su legalidad. Entonces, en 1972, escribí defensores de poca clase, de poca credibilidad,
eso: que a Perón lo traía la lucha del Pueblo, de excesivo hambre de visibilidad mediática.
con mayúscula. Eramos casi todos peronistas
en esa encrucijada porque Perón tenía que vol- EVA Y JEAN GENET
ver alguna vez. Pero, ¿qué lo había impedido? Supongo que Sebreli se va a incomodar con-
Analicen todo el estiércol gorila y conservador migo porque retome, me haga cargo, busque
y milico que tiene el final del discurso de materiales valiosos en ese libro, que él se negó
Eugenio Blanco, pronunciado en noviembre a reeditar. Supongo que hay frases, enteros
de 1956 en la Facultad de Ciencias Económi- pasajes de ese libro que hoy, de la mano de
cas de la UBA. “Vosotros, jóvenes (...) vais a López Murphy o de la señora Carrió, le fasti-
asistir al retorno de la Argentina de vuestros diarán en grado extremo. Por ejemplo: “Las
padres y abuelos, que vieron crecer a este país relaciones entre el Ejército y Eva Perón mues-
en una atmósfera de libertad, de decoro, de tran al desnudo la mentalidad castrense: su
decencia y de austeridad republicana.” ¡Cuán- prejuicio de clase, su espíritu de cuerpo, su
ta basura junta! El estilo del discurso: “voso- patriarcalismo, su misoginia y el moralismo
tros”, “vosotros vais”, “vuestros padres y abue- hipócrita típicamente pequeñoburgués. La
los”. ¿A quién le hablaba Blanco? No a los supuesta inmoralidad de Eva Duarte era el
obreros, desde luego. Les hablaba a los univer- modo inconsciente de ocultar el verdadero
III
contenido social que ella implicaba: su iden- solamente no se estudiaba, sino que además han hecho bastardo. Ha nacido bastardo.
tificación con la clase obrera. El hecho de que era mala palabra (como su apellido, creo que “¿Quién es tu papá, Evita?” “No tengo
Perón haya logrado superar los prejuicios de su lo sabe, también es mala palabra en la FFyL y papá.” Juan Duarte, el padre de Eva y sus
clase y de su profesión al casarse con Eva Duar- he tenido grandes discusiones por declarar hermanos (que son tres mujeres y un varón:
te, está indicando su capacidad revolucionaria. que leía sus novelas o sus fascículos)”. No sé Elisa, Blanca, Juan y Hermida), el habitan-
Un escritor poco simpatizante del peronis- mucho de la llamada “academia”. Pero, ¿qué te ocasional de la casa y de la cama de
mo, como Luis Franco, debió reconocer que les pasa? Vean, si me quieren negar a mí, Juana Ibarguren, la madre de todos, muere
la muerte de Eva Perón “fue una pérdida háganlo. No me van a entristecer demasiado. el 8 de enero de 1926 en Chivilcoy, entre
para el proletariado en su sorda puja con el Olvídense de mí. Y de muchos otros. Pero, los suyos, entre su familia legal. La otra
Ejército...” (Juan José Sebreli, Eva Perón, ¿de Foucault? Eso es realmente grave. ¿En familia era la que tenía en Los Toldos. No
¿aventurera o militante?, Ediciones Siglo XX, qué se basa ese desdén? Ninguno de ustedes era algo inusual en la época. Viajante de
Buenos Aires, 1966, p. 106/107. Bastardillas es digno de haberle lustrado los zapatos a comercio, Juan Duarte (cuyo nombre here-
mías). Coincidimos en que –según ya he Foucault. Calma, señores. Pierden alumnos dará el famoso Juancito, el Isidorito Caño-
dicho– el casamiento con Eva es el acto más así. O los forman para el diablo. ¿Qué están nes del peronismo, el cabeza hueca, “Jabón
revolucionario de Perón. Y yo agregué: quizás enseñando? ¿Wittgenstein? ¿El viejo anda- Lux” porque lo usaban nueve de cada diez
el único. Hay más textos que hoy serán into- miaje del positivismo lógico? ¿La línea Hei- estrellas de cine) tenía dos familias. Pero la
lerables para Sebreli: “Todos estos episodios degger-Lacan-Derrida? En fin, hagan lo que legal, la honesta, la familia en cuyo seno él
sentimentales y pintorescos no deben servir les parezca. Alguna vez habrá que hacer un había elegido morir era la de Chivilcoy. Era
para ocultar lo principal: las efectivas con- debate serio y analizar en manos de quiénes la que había formado con Doña Estela
quistas sociales logradas por los trabajadores está el conocimiento y su enseñanza en la acade- Risolía. El día de su muerte, Juana Ibargu-
en el período peronista. ¿Qué quedaría de la mia. En el país. ren carga a sus cinco hijos y se va al velato-
‘influencia magnética’, de la ‘sugestión’ de Otro negado por los aparatos del poder rio de Chivilcoy. Se produce una escena
Perón y Eva Perón sin los aumentos efectivos académico es el filósofo que hemos elegido memorable. Las dos familias del difunto se
de salarios, la rebaja de alquileres, las indem- para acercarnos más hondamente a la esencia enfrentan. Doña Juana quiere entrar. Quie-
nizaciones, las jubilaciones, los aguinaldos, del personaje que tratamos. Sartre. Es (según re que sus hijos vean por última vez a su
las vacaciones pagas, la asistencia social, el Eduardo Grüner en su Prólogo al San Genet) padre. Pero, al principio, le impiden la
voto femenino, las huelgas apoyadas por el eso que Marx decía de Hegel: un perro muer- entrada. Este hecho habrá de marcar dura-
Estado contra la patronal?” (Ibid., p. 97). Y to. “Ha superado hasta el infundio y la mente a Evita.
también: “De la figura de Eva Perón y el denostación, para ser arrojado por ‘los otros’ Hombre de negro (a Doña Juana): Señora,
peronismo en general pueden extraerse algu- al peor de los infiernos: el de la indiferencia” no ensombrezca la memoria de don Juan
nos argumentos como para colocarlos en la (Sartre, Ibid., p. 27). Ninguna cátedra impor- Duarte, por favor. Ahí dentro está su verda-
línea de la reacción, pero la oligarquía nunca tante de una universidad argentina lo tiene hoy dera esposa (algo solemne:), Doña Estela Riso-
se equivoca, los ha considerado irremisiblemente en su bibliografía. “Lo cual, escribe Grüner, lía. Ella es la única que tiene derecho a llorar-
como sus peores enemigos y eso es suficiente para quizá sea una buena señal: la de que todavía lo como viuda.
reconocer su verdadero significado histórico” molesta” (Sartre, Ibid., p. 27). Sin duda, Doña Juana: Yo no seré su viuda. Pero fui
(Ibid., p. 119. Bastardillas mías). Dejaremos molesta. Sartre es el último y el más lúcido su mujer. Y éstos son sus hijos. Los cinco
por el momento al compañero Sebreli y vol- representante de una filosofía comprometida hijos que tuvo conmigo, señor. Y tienen
veremos al tema de la bastardía de Evita, del con la historia. De una filosofía que salga del derecho a ver a su padre por última vez... y a
que él se ha ocupado brillantemente en su ámbito sofocante de la academia y se juegue besarlo en la frente.
libro, pues ha seguido también el Saint Genet en otras situaciones, encrucijadas. Nunca le (...)
de Sartre. En 1966, cuando publica este importó el segundo Heidegger, ni el tercero Hombre de negro: Estos no son los hijos de
libro, Sebreli era el súper exitoso autor de ni todos los que todavía puedan inventar. don Juan Duarte. Los hijos de don Juan
Buenos Aires, vida cotidiana y alienación. Era, Jamás podrá ser instrumentado por la dere- Duarte están allí, señora, en esa casa, lloran-
como lo soy yo todavía, un hegeliano, mar- cha, a la que le robó la palabra libertad, la do a su padre. Estos niños son hijos de la
xista-sartreano. No un peronista, sino alguien central de su pensamiento. En fin, ya hemos lujuria y el pecado. Son bastardos, señora. Y
que analizaba el fenómeno del peronismo tratado esta cuestión. Sartre cayó con el los bastardos no tienen padre. Váyase, por
desde ese universo categorial. El fenómeno Muro de Berlín. Hoy, que se levantan muros favor (J. P. F., Dos destinos sudamericanos, ed.
de la izquierda peronista, que lo agarró gran- por todas partes, acaso podamos abrir unas cit., p. 19).
de y ya un poco viejo, le amargó bastante la cuantas puertas para su necesario regreso. Bien, si obviamos que para el guionista
vida. Ahí empezó a transformarse en el cam- Pero seremos pocos. Es posible que nunca resulta evidente que el representante de la
peón del anti-populismo. Y embiste contra regrese Sartre. No a la academia, al menos. familia Risolía ha leído el San Genet de Sar-
las categorías centrales del peronismo juvenil. Se tiene mucho miedo de perder los cargos. tre ya en 1926, la escena ha de haber ocu-
El Tercer Mundo, por ejemplo. Publica, en El poder impone lo que hay que decir, lo que rrido de modo semejante. En serio: la pala-
pleno año 1976, cuando todos se rajaban, o hay que pensar, lo que hay que escribir. Eso bra bastardo es muy común y pertenece más
buscaban seguridad, un libro lleno de bronca es lo que se enseña. al rico vocabulario de las provincias que al
con la JP titulado: Tercer Mundo, mito bur- Corre el año 1952 y Sartre publica Saint de los “centros urbanos”. Es muy probable
gués. ¿Tan limpio estaba como para publicar Genet, comédien et martyr, en ediciones que la pequeña Eva la haya oído aplicada a
un libro en 1976? ¿No temía asomar la cabe- Gallimard. Es un Prólogo destinado a las ella o a sus hermanos más de una vez.
za en un momento en que todos se guarda- Obras completas del poeta Jean Genet. Seguimos con el bastardo. El no se ha
ban? ¿Qué pasó ahí? Los militares habrán Según se sabe, Sartre era un escritor que se hecho ese ser que no es. Ser bastardo es no
advertido que era un libro contra la ratio desbordaba. John Huston le encargó un ser. Pero él puede hacer algo con eso que
montonera y habrán decidido darle carta guión cinematográfico sobre Freud y él se han hecho de él. Si de él han hecho alguien
blanca. Pero el libro hablaba de un “mito le apareció sólo un par de días después con que No Es, él habrá de conquistar su Ser.
burgués”. O Sebreli era excepcionalmente un texto de ochocientas páginas. El San Habrá de ser alguien que Es. “No somos
valiente o su odio contra el populismo de la Genet, en tanto Prólogo, es más extenso que terrones de arcilla (escribe Sartre) y lo
izquierda peronista lo llevaba a desafiar todo las Obras completas Jean Genet. Es un estu- importante no es lo que hacen de nosotros,
riesgo. Y también: ¿no era un poco hijoputes- dio sobre la condición del bastardo. Un sino lo que nosotros mismos hacemos de lo
co sacar un libro contra la izquierda peronista estudio sobre la búsqueda del Ser. El bas- que han hecho de nosotros” (Ibid., p. 85).
en un momento en que la estaban sacrifican- tardo, al no provenir de un padre o una Esta frase, que es de 1952, reaparecerá en el
do en los campos de concentración de la dic- madre, como la sociedad burguesa ha esta- célebre Prólogo de Sartre a Los condenados
tadura? blecido, no tiene Ser. No Es. El bastardo no de la tierra, de Frantz Fanon, que es de
Volvemos a la bastardía de Evita. El bastar- tiene nada detrás. Pero habrá de luchar por 1961. Era, qué duda cabe, axial en su pen-
do no tiene nada atrás. Es la antítesis del Darse el Ser. “Ni durante un instante se samiento. Porque, en Sartre, la bastardía es
hombre de bien, del señor burgués, del oli- imagina que está condenado a la pobreza y lo que define la condición humana. El
garca. Estos tienen “padres y abuelos”, como la bastardía” (Sartre, Ibid., p. 47). El bas- hombre es bastardo porque es una nada
memorablemente ha dicho el ministro Euge- tardo, para superar su bastardía, debe arrojada hacia sus proyectos. Veremos esto
nio Blanco. El bastardo no tiene nada. Ni actuar. Actuando se elegirá a sí mismo. con más detalle. Aun Victoria Ocampo, por
padres tiene. Al no tener nada, él no es nada. Decidirá lo que habrá de ser. Irá en busca remitirnos a la otra mujer célebre de la
Tiene que inventarse. Estamos, aquí, en de su Ser. Se hará Ser. Será lo que haga de Argentina, la elegida por la derecha y por la
PRÓXIMO pleno sartrismo, otro abominado por la aca- sí. La condición del hombre es, para Sartre, izquierda ilustrada y antiperonista, tiene
DOMINGO demia. ¿Qué pasa con la academia? ¿Qué sig- la de un agujero en la plenitud del ser. Por- que hacer algo con lo que han hecho de
nifican estos desprecios? Un joven de veinte que el hombre es una nada. El hombre No ella. Y Ocampo es la antítesis de la bastar-
años me acaba de enviar un mail, lo hizo, Es. Tiene que hacerSe. Ese hacerSe es su da. La oligarquía tiene el Ser como pose-
precisamente, hoy: “Cuando crecí, leí más proyecto. El hombre, por medio de su pro- sión. Lo tiene naturalmente. No necesita
aún de Foucault. Me decepcioné mucho yecto, se arroja hacia sus posibles para darse luchar por él, ni ganárselo, ni comprarlo.
cuando entré en la academia y descubrí, en el Ser. La búsqueda del bastardo es la bús- “Los campos no se compran, se heredan”,
Eva Perón (III) medio de una crisis, que era un autor que no queda ontológica de la densidad del Ser. Lo es la frase que define al oligarca.

IV Domingo 2 de marzo de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


16 Eva Perón (III)

Suplemento especial de

Página/12
La oligarquía es incestuosa tización por medio de la cual el centro está en todas partes y se cultural del Río de la Plata. Cané era un enfermo. Pero siempre
carece de raíz y de tronco. Este esquema, el de tronco y el de que la oligarquía reprime, y acostumbra a reprimir brutalmen-
iguiendo el derrotero existencial de Genet, Sartre raíz –al que estamos más acostumbrados– es el esquema arbo- te, lo hace desde el odio de Cané. Seguiremos todavía un poco

S lo atrapa en esos intentos por darse el Ser, por


ser Algo. “Sí: hay que decidir; matarse es tam-
bién decidir. El ha elegido vivir, ha dicho contra
todos: seré el Ladrón” (Sartre, Ibid., p. 85). Para
Genet, robar no es sólo robar. Robar es ser el Ladrón. Si robo
es porque quiero darme la densidad de ser algo. En este caso,
ladrón. Si tomamos el vocabulario de esa conferencia que pro-
rescente. En el que hay una raíz y de esa raíz crecen las distintas
ramificaciones que tienen en común un hecho decisivo: todas
remiten a la misma raíz. De aquí que la oligarquía sea arbores-
cente y no rizomática.
(Sobre el concepto de rizoma: Gilles Deleuze y Félix Guatta-
ri, Mil mesetas, capitalismo y esquizofrenia, Pre-textos, Valencia,
2002. Sobre todo la Introducción.) La palabra raíz es casi sinó-
más navegando en esas aguas profundas, reveladoras. No pre-
tendo contar la historia de Eva Perón. El propósito es bucear
en su alma, el laborioso trabajo de entenderla. Laborioso y deli-
cado. Laborioso y deslumbrante, deslumbrante porque ella lo
es. También Sartre y Jean Genet continuarán junto a nosotros,
ayudándonos.

nuncia Sartre en 1946 y a la que titula, muy expresivamente, nimo de oligarquía, de grupo, de casta, de familia, de cuna. ¿Por Cané, la paranoia sexual
El existencialismo es un humanismo, diríamos que el bastardo qué cuna es sinónimo de estirpe o linaje? Porque toda la oligar- de la oligarquía
empieza por existir, porque no tiene nada detrás de sí. Nada quía pertenece a la misma cuna. Si digo que la oligarquía es
que lo justifique. No tiene esencia. En él, de modo ejemplar, la incestuosa, si Cortázar lo insinúa en su cuento, es porque la oli- Del texto de Cané queda algo más (y seguramente mucho
existencia precede a la esencia. Victoria Ocampo, la oligarquía, garquía comparte la raíz (la tierra, su posesión), la sangre y la más que algo) que diremos. ¿Qué secreto de clase revela o
tiene todo detrás de sí. No tiene nada que justificar. Vive por cuna. Otros sinónimos de linaje retornan sobre el concepto, expresa esa obsesión de Cané por proteger la virginidad de las
derecho de linaje. Los sinónimos de linaje son muy ilustrati- clarificándolo: casa, hogar, nacimiento. O también: raza (por mujeres de su clase? ¿Es la Patria una mujer? Así se la represen-
vos. O, al menos, ilustraremos algunos. Estirpe, alcurnia, pro- eso la oligarquía es racista y detesta a la “negrada”, que no tiene ta. Salvo, hasta donde yo sé, los duros alemanes, las bestias
sapia, abolengo. Nos detendremos (aunque, no olvidar esto, su color, que no pertenece a su casa, que tiene otro nacimiento, rubias de Nietzsche, los que veían en las aves de rapiña, en los
son todos sinónimos) en abolengo y sangre. El abolengo indica un nacimiento bastardo, pues todo nacimiento que no remita a guerreros, en los vikingos, el espejo de su estirpe, llevaban la
algo cerrado, algo vuelto sobre sí. De aquí que entre sus sinó- un origen común de casta implica bastardía) y familia. El otro identificación de la patria, más que con el padre o la madre,
nimos figure cuna. “Pertenecemos a la misma cuna.” “A la sinónimo es origen. Del concepto de origen la oligarquía extrae con el hombre de acción. Junto a esto hay algo que nos interesa
misma prosapia.” “A la misma estirpe.” En resumen, “a la el de origen absoluto. El origen de todas las cosas. Es decir, Dios. más: no sólo Vaterland significa patria en alemán. Hay otra
misma sangre”. No es casual que en el cuento de Cortázar, Con lo cual hemos formado la conocida fórmula de la derecha expresión más cálida, más ligada al ámbito natal. Es la que usa
“Casa tomada”, que luego habrá de ser interpretado como una oligárquica o ultracatólica, que es también la simple oligarquía, Heidegger: Heimat. Significa, también, tierra. La tierra natal.
metáfora de la oligarquía invadida por la barbarie peronista, ya que es imposible diseñar una derecha oligárquica, toda la oli- El lugar en que se nace, el lugar en que se debe permanecer. En
los protagonistas sean dos hermanos entre quienes hay relacio- garquía es de derecha. La conocida fórmula queda ahora al des- los existenciarios auténtico/inauténtico Heidegger señala como
nes, apenas insinuadas, incestuosas. La oligarquía es incestuosa. nudo: Dios, Patria, Hogar. una de las formas de la inautenticidad eso que habrá de llamar
Lo es en tanto sólo se reconoce a sí misma. Sus miembros la errancia. La errancia es la no-permanencia en ningún sitio.
comparten una raíz. Un tronco. La oligarquía es jerárquica. La oligarquía es causa; Heidegger la asimila a la avidez de novedades. A eso que nos
Hunde sus raíces en la tierra. Y esa tierra, además, le pertene- el bastardo: efecto sin causa lleva de una cosa a la otra y nos impide reposar en ninguna. La
ce. Para los deleuzeanos: la oligarquía es arborescente, no rizo- avidez de novedades es la esencia del shopping siglo XXI. Pero
mática. Si el rizoma crece en el modo de la horizontalidad, si David Viñas tiene el mérito, entre otros, de haber sido el pri- hay algo más profundo en Heidegger y que se relaciona con
cada rizoma vale tanto como el otro, si el rizoma no tiene su mero en llevar al análisis un texto imprescindible de Miguel Eva Perón y la bastardía. El bastardo carece de Heimat. Carece
centro en ninguna parte sino en todos los rizomas, la oligarquía Cané, el tierno autor de Juvenilia, texto obligatorio que todos de raíces. Carece de tierra. Carece de solar natal. El bastardo, al
es, por el contrario, arborescente. Tiene raíces. Esas raíces se hemos debido leer en nuestras escuelas (pues la oligarquía, no tener dónde estar, dónde reposar, dónde permanecer, en
hunden, ¿dónde? En el pasado, en la Historia. La oligarquía antes que el peronismo, impuso sus libros de lectura), el despia- suma, dónde SER, es un ser errante. La definición de errante
tiene detrás de sí toda su historia. Y su historia es la historia de dado impulsor de la Ley de Residencia, a la cual llamaba “dulce que ofrece María Moliner refiere a alguien que carece de “resi-
la patria. Si la historia de la patria es la de la oligarquía es por- ley de expulsión”, paranoico grave, que escribió, a uno de su dencia o emplazamiento fijo”. La tierra, la patria, la Heimat
que la patria le pertenece. Ella la ha hecho. A veces, cuando se casta, acerca de su horror por la “invasión” cosmopolita que la siempre está en el mismo lugar, y en ese lugar encuentra el
la cuestiona, la oligarquía, o sus defensores, no necesariamente política inmigratoria de Buenos Aires había provocado. Cané se hombre su autenticidad. Por el contrario, el “saltar de una cosa
oligarcas, dicen que ella ha hecho este país. Que, mal o bien, lo sentía obsesionado por el peligro que corrían las mujeres del a la otra”, eso que Heidegger llama “la errancia” y que es uno
ha hecho. Este “mal o bien” justifica cualquier cosa. Pero arroja círculo oligárquico. Se proponía impedir “que el primer gua- de los existenciarios que más duramente señalan la existencia
sobre nuestros rostros la certeza oligarca: ustedes no hicieron rango democrático (la oligarquía detesta la democracia, su inauténtica, no se detiene en nada. Nada, entonces, le pertene-
nada. Nosotros –mal o bien– hicimos este país. Y aunque uno mundo es jerárquico, recordemos que Borges calificaba a la ce. No tiene raíces. Se ha visto, con razón, en estos severos pen-
les diga que lo hicieron mal, nada cambiará: “Lo hicimos. democracia como “un vicio de la estadística”, J. P. F.) enrique- samientos heideggerianos, una punta de su antisemitismo. El
Ustedes están aquí por el país que nosotros hicimos”. Resulta cido en el comercio de suelas se crea a su vez con derecho a judío es el ser errante por excelencia. (Nota: No hoy, desde luego.
claro que “ellos” hicieron el país porque impidieron, casi siem- echar su mano de tenorio en un salón al que entra tropezando Hoy, el judío somete a la errancia, a la carencia de solar patrio,
pre por medio de la violencia, que pudiera hacerlo cualquier con los muebles (el “invasor” tropieza con los muebles porque de lugar natal, de Heimat, al pueblo palestino. No es, ahora,
otro grupo, al que rechazaron no bien le vieron alguna inten- desconoce el “hogar” oligárquico, ningún oligarca haría eso nuestro tema. Bastará con señalarlo. Bastará, también, con
ción hegemónica. Tratar de hacer “otro” país del que hizo la porque todos conocen los hogares de todos, de aquí el incesto, señalar esa dolorosa paradoja: quien fue el pueblo errante por
oligarquía es precisamente la máxima subversión. Quien lo J. P. F.). “No tienes idea de la irritación sorda que me invade esencia, hoy, cuando posee un Estado, somete a otro pueblo a
haya intentado y quien lo intente probará el frío puñal de los cuando veo a una criatura delicada, fina, de casta (bastardilla la errancia que él padeció. El sufrimiento, lejos de haber entre-
elegidos. mía, J. P. F.), cuya madre fue amiga de la mía, atacada por un gado la lección de no infligirlo a los otros, pareciera haber
Me permitiré insistir con el concepto deleuzeano de rizoma, grosero ingénito, cepillado por un sastre, cuando observo sus entregado el imperativo contrario. Lo cual es otro motivo para
dado que, creo, resulta aquí bastante útil. El rizoma tiene el ojos clavados bestialmente en el cuerpo virginal que se entrega nuestro cada día más hondo cansancio, para nuestro desaliento,
valor de anular el esquema jerarquizante. Se puede pensar en su inocencia (...). Mira, nuestro deber sagrado, primero, que viene de lejos, de Dostoievski, de Freud, de Kafka o de
desde él la política. De hecho, durante los intentos de demo- arriba de todos, es defender nuestras mujeres contra la invasión Benjamin, ante las bondades de la condición humana, tan poco
cracia directa y durante el asambleísmo de fines del 2001 se tosca del mundo heterogéneo, cosmopolita, híbrido (sinónimo visibles, para colmo, durante los años que corren, durante esta
empleó con notable riqueza. Deleuze y Guattari elaboran el de híbrido es heterogéneo, antónimo de híbrido es puro, J. P. F.), primera década del siglo XXI, en que la tortura es moneda
concepto a partir de la botánica. El rizoma, en tanto tallo sub- que es hoy la base de nuestro país. ¿Quieren placeres fáciles, corriente y los Estados la reivindican con total desparpajo.)
terráneo que se ramifica en múltiples, diversas direcciones, no cómodos o peligrosos? Nuestra sociedad múltiple, confusa, Esta errancia del judío, que Ser y tiempo no plantea de modo
tiene centro. Abomina del concepto de origen. Hay una anula- ofrece campo vasto e inagotable. Pero honor y respeto a los restos explícito, pero cuya lectura es clara, es la cara de su bastardía.
ción de las jerarquías. Donde es imposible fijar un centro es puros de nuestro grupo patrio; cada día los argentinos disminui- El pueblo judío es un pueblo bastardo. No tiene patria. No
imposible establecer una verticalidad. Deleuze y Guattari apli- mos. Salvemos nuestro predominio legítimo, no sólo desenvol- sabe de dónde proviene. No sabe dónde habrá de asentarse. Y
caron el rizoma al psicoanálisis de modo brillante: “Tomemos viendo y nutriendo nuestro espíritu cuanto es posible, sino ahí donde lo haga lo hará provisoriamente. No por su voluntad
una vez más al psicoanálisis como ejemplo: no sólo en su teo- colocando a nuestras mujeres a una altura a que no lleguen las (algo que Heidegger y los antisemitas, incluso Marx, se han
ría, sino también en su práctica de cálculo y tratamiento, El psi- bajas aspiraciones de la turba. Entre ellas encontraremos nues- negado a ver), sino porque está siempre bajo el arbitrio del pue-
coanálisis somete al inconsciente a estructuras arborescentes (...) A tras compañeras, entre ellas las encontrarán nuestros hijos” blo en que se refugiado, en el que ha buscado esa patria que no
órganos centrales, falo, árbol-falo. El psicoanálisis no puede cam- (David Viñas, Literatura argentina y realidad política, Sudame- tiene. La única forma de tener poder es tener dinero. La rela-
biar de método: su propio poder dictatorial está basado en una ricana, Buenos Aires, p. 173. Bastardillas mías). Y el final del ción del judío con el dinero no es una relación de ser. Es una
concepción dictatorial del inconsciente. El margen de manio- texto es plenamente revelador: “Cerremos el círculo y velemos relación de sobrevivencia. El judío debe volverse usurero para
bra del psicoanálisis queda así muy reducido. Tanto en el psi- sobre él” (Viñas, Ibid., p. 173). Sartre dirá de Genet: “Niño sin tener poder sobre quienes naturalmente lo tienen, los naturales
coanálisis como en su objeto, siempre hay un general, un jefe madre, efecto sin causa, Genet realiza en la rebelión, en el de la patria en que está. Al no tener patria, debe tener dinero.
(el general Freud)” (Deleuze, Guattari, Mil mesetas, capitalismo orgullo, en la desdicha, el soberbio proyecto de ser la causa de Al tener dinero puede controlar a quienes lo controlan. Ese
y esquizofrenia, pre-textos, Valencia, 2002, p. 22). Como vemos, sí mismo” (Sartre, Ibid., p. 107). Efecto sin causa. Genet es la control es la usura. El judío no nace usurero. Los demás lo
lo que de aquí se puede deducir es que la oligarquía es falocén- antítesis de la prosapia oligárquica, esa clase social que es la hacen usurero. Le obligan a serlo. Para peor, los otros adoptan
trica. El falo oligárquico es el tronco que más profundamente dueña del Ser. Y Evita los odiará desde lo más hondo de su ante él la pose de la pureza, del desinterés. El judío no tiene
horada la tierra de la patria que sólo se deja penetrar por él. La corazón, de su desdicha, de su bastardía fundante. Ella no per- alma, no tiene espíritu. Sólo lo material, sólo la materialidad
Patria es de la oligarquía, pues ella ha hundido ahí su falo desde tenece a ningún círculo. Ella, llegando a Buenos Aires, sólo con del dinero le interesa. Esto se puede ver en la obra adecuada-
el inicio y no ha dejado de hacerlo. Todo aquel que intente hacer su bello cuerpo como arma, como lanza de conquista, será mente antisemita de Shakespeare, El mercader de Venecia. Sha-
lo mismo será cercenado. El árbol (al que la oligarquía llama parte de “la invasión tosca” de los ajenos al grupo patrio. Pero kespeare crea a Shylock, el judío usurero. Errancia y usura son
arbol genealógico pues la traslada hasta el origen, que es el de la el odio de Cané, su sexualidad paranoica, defenderá al círculo, dos caras de una misma carencia: la carencia de patria. La bas-
Patria) es, en el imaginario sexual oligárquico, tronco y este velará sobre él, no lo entregará. A esa clase vino a odiar Evita. tardía. Se equivoca Marx cuando dice que con la desaparición
tronco no sólo ha penetrado a la Patria, hasta tal punto lo ha Esa clase la odió. La acusó de arribista, prostituta, demagógica, del judío desaparecerá el capitalismo. O viceversa. Encuentra
hecho que es su columna vertebral. En suma, la columna verte- trepadora. Victoria Ocampo, sólo una niña desobediente, una en la mercancía dinero aquella a la cual todas las otras se remi-
bral de la patria es el falo oligárquico. feminista avant la lettre, intentará enfrentársele. Y la izquierda ten. (Nota: Ver el capítulo sobre el fetiche de la mercancía en
Todo rizoma se relaciona con otro y, en este sentido, cada ilustrada creerá, o fingirá creer, en ese enfrentamiento, en esa El capital.) Por consiguiente, todo se remite al poseedor del
rizoma es su propio centro pero no hay centro del rizoma. Nin- absurda patraña. Creerá que se enfrentaban ahí las dos grandes dinero, que es el judío. Eliminado el dinero se elimina la mer-
gún rizoma puede hacer de su propio centro el centro del rizoma. mujeres de la historia argentina. No vale tanto Victoria. Evita cancía madre de la sociedad capitalista. Eliminar el dinero es
Si lo hiciera, el rizoma ya no sería lo que es. Hay una democra- es un icono de la historia universal. Victoria es una activista eliminar al judío. Pero no estamos ahora para arreglar esta
II
situación con un texto poco afortunado de Marx de modo extremo, su disgusto por el asalto a la algo. Le faltaba ese uniforme que con tanta arro-
y, por otra parte, excesivamente juvenil. Conservó Guarnición de Azul por parte del ERP en 1974, gancia lucía Perón. ¿Qué es un uniforme militar?
estas ideas pues en sus análisis sobre la Comuna lo hizo muy deliberadamente con sus galas de Es un ropaje institucional. Uno se pone ese uni-
de París llama a los acreedores de Francia, o sea, teniente general. No habría de ser Perón quien forme y pasa a ser parte de la institucionalidad de
Austria, “el Shylock austríaco”. rechazara el uniforme militar. El Ejército le había la patria. Eva, entonces, busca lo absoluto. Su
Importa lo siguiente: Eva Perón comparte con dado el Ser. Y en el Ejército es donde él lo había obsesión ontológica tiene una meta. Esa meta es el
el judío la errancia de la bastardía. Se puede recor- buscado. Nunca lo abandonó. Estado. Ser parte esencial del Estado argentino le
dar aquí el expresivo título de un viejo libro del hará dejar atrás, para siempre, su bastardía de pro-
escritor francés Eugenio Sue, El judío errante. Eva Perón, Jean Genet, vinciana pobre, de piba de pueblo, de iletrada.
¿Tenía Eva el dinero que poseía el usurero judío la obsesión ontológica
para defenderse? No, ni por asomo. Era bastarda, Te casaste con una mina, Juan,
carecía de solar patrio, era errante (de Los Toldos Uno es, sin duda, lo que se hace. Esta ya no es que tenía un cuerpo y sudores y
a Junín, de Junín a Buenos Aires, aunque habla- una frase del viejo existencialismo. Es más que olores de mujer
mos aquí de una errancia más honda, no geográfi- eso. Si es una clave para entender a Eva Perón,
ca sino existencial, es la errancia del bastardo cuya insisto, es más que eso. También uno es lo que las (Eva y Juan Perón están en el comedor de la
patria no está en ningún lado, cuya patria es condiciones materiales de existencia hacen de él. residencia presidencial. El come temprano. Se
nada). Desde luego: Marx tenía razón. Uno es lenguaje. levanta temprano. Cena siempre lo mismo. Un
Volvamos a Cané. Cerrar el círculo, dice, y Recibe una lengua que no dominará. Hablará un bife, un vaso de vino, algo de dulce de leche. El
velar sobre él. Velar sobre él es velar sobre la lenguaje que él cree hablar cuando, en rigor, es ese come. Eva lo mira y espera que él la
patria. “Los argentinos cada vez somos menos.” lenguaje el que lo habla. De acuerdo. Tiene razón, mire para hablarle.)
Los bastardos cada vez son más. Con todo, hemos aquí, Lacan. Pero uno, sumergido en su contexto Evita: ¿Por qué no
sido nosotros, los argentinos que cada vez somos histórico, en su condicionamiento de clase, some- me preguntás
menos, los que hemos traído a esos bastardos (a tido por el lenguaje que ha penetrado en él, deci-
esos errantes) para poblar este país. Somos así por- dirá sobre sí a partir de todos esos condiciona-
que así nos hemos hecho. Nosotros los hemos tra- mientos. Si no, no hay moral. Si no, nadie es cul-
ído y aceptado. Pero hay un lugar sobre el que no pable. Nadie es inocente. Uno, como Jean Genet,
deberán poner sus rugosas manos: el cuerpo de busca ser algo. Uno, como Eva Perón, también.
nuestras mujeres. Ese cuerpo es el de la patria. Esas Todos buscamos la plenitud del Ser. Todos que-
manos son rugosas –debe tomarse nota de esto– remos ser y ser reconocidos en nuestro ser. La
porque los errantes que han llegado lo han hecho condición humana (en tanto esa aventura
para hacer las cosas que la oligarquía detesta que el hombre emprende para ser sí-
hacer: trabajar. El trabajo, que es honrado, no les mismo) es una aventura ontológica.
debe abrir ninguna puerta. Trabajarán y buscarán Una aventura por la cual el hombre
entre los de su clase a sus mujeres, vulgares como busca darse el Ser. Esa aventura se expresa
ellos. Se da el caso, lamentablemente, de algunos como nadie en el bastardo. Se expre-
rugosos que se enriquecen y tienen el descaro de sa también en el judío. Y
entrar en los salones, aunque tropiecen con los acaso se exprese hoy, en
muebles, y mirar “bestialmente” (porque el traba- tanto terrible para-
jador bastardo, aunque enriquecido, sigue siendo doja, en el pales-
una “bestia”) “el cuerpo virginal” de una “criatura tino, que busca
delicada, fina” que “se entrega en su inocencia”. el Ser en
Aquí el texto de Cané llega a la cumbre de su lucha contra
enfermiza paranoia. Ya da por hecho el coito entre quienes
la “bestia” y la “criatura delicada, fina” y “virgi- nunca lo
nal”. ¿Por qué la niña “se entrega en su inocen- tuvieron, y
cia”? ¿Tan “inocente” es una niña que se entrega a ahora que
una “bestia” rugosa? La patria está en peligro. Más lo tienen se
aún de lo que Cané pensaba. Porque la patria, en lo impiden
su expresión más pura, más joven y virginal, se tener a él.
siente atraída por las bestias del populacho. Acaso La bús-
Cané ya debía sospechar que “el círculo íntimo” queda de Eva
era poco atractivo para las “jóvenes virginales”. Perón es una
Que la “invasión”, que el “afuera” atraía a las lucha por hacerse
niñas ya aburridas de los ademanes lánguidos de objeto. Pero no obje-
la oligarquía. Que las “niñas” se morían por entre- to carente de conciencia.
gar sus “cuerpos virginales” a esos “bestias” que No objeto sin sujeto. Quiere ser algo. Tener enti-
habían llegado allende el Atlántico. En esto, se ve dad ontológica: “Quiere hacerse ser y conciencia
al bastardo invadiendo el solar oligárquico. El de ser al mismo tiempo (como escribe Sartre de
errante penetra sexualmente a la patria. Y la patria, Genet); el ser es su deseo (...) su vida no
aburrida de sus viejos custodios, gozosa, va en será sino una aventura ontológica” (Sar-
busca de los nuevos, más fuertes, más brutales y, tre, Ibid., p. 100). Eva, como Genet,
para decirlo todo y enloquecer a Cané, más viriles. tiene una Obsesión ontológica (Sartre,
En Perón, la bastardía conduce al Ejército. Ahí Ibid., p. 110). Escribe, con precisión,
se detiene, ahí termina, ahí calma su sed. No es Sebreli: “Por medio de Eva Perón, los
azaroso que, no bien regresa a la patria, en junio trabajadores exiliados en su propio país
de 1973, exprese en primer término el deseo de hasta entonces comenzaron a sentirse como
ser re-incorporado al Ejército. Para él, el amor del en su casa, en las fábricas donde debían ser
pueblo no lo arranca de su bastardía, no le es sufi- respetados por el patrón, en la calle y hasta en la
ciente. No es el punto en que ha depositado su administración pública, la solidaridad de la acción
sed de ser. Para Perón, ser es ser soldado. Ser mili- política los liberaba de la soledad y la tristeza que
tar. Lo diga o no, la militancia de los setenta tuvo es la característica de la condición obrera (...). Eva
que tragarse, entre tantas otras cosas que se tragó Perón, la desclasada, la desarraigada, también de una buena
de su “conductor estratégico”, este berretín con el encontraba por primera vez una clase de la cual vez lo que que-
uniforme de milico. Perón, además, exige su hacerse solidaria” (Sebreli, Ibid., p. 84. Bastardillas rés preguntar-
ascenso. De general a teniente general. Lo exige él. mías). me?
Y cómo no habrían de dárselo si su misión era Esta unión entre la clase obrera y Eva Perón es Perón: ¿Y qué
una misión del Ejército de la patria: frenar la gue- la unión de los malditos por la oligarquía. La oli- vendría a ser eso, chini-
rrilla. Frenar el foco marxista que –según veremos garquía trajo al inmigrante y lo puso a trabajar ta? (La mira fijamente.) ¿Que ven-
en un discurso del general Sánchez de Bustaman- pero le hizo sentir, desde el primer día en el Hotel dría a ser lo que te quieropreguntar
te– preocupaba no sólo al Ejército, sino a “los de Inmigrantes, que el país al que llegaba tenía y no te pregunto?
hombres de orden” del mismo justicialismo. “ganadores y perdedores”. Nunca le reconoció Evita: Por qué quiero la vicepresidencia. Eso es
Cuando los radicales, en 1984, le ceden la calle dignidad. Siempre fueron los negritos, las negri- lo que nunca me preguntaste de frente.
Cangallo a Perón, la nombran Teniente General tas, los tanos, los gallegos, los judíos. Del otro Perón: Tu candidatura es una jugada política de
Juan Domingo Perón. ¡La bronca que les dio a los lado, “el círculo íntimo”. Los naturalmente desti- la CGT.
peronistas! Habrían preferido “Presidente Perón”. nados a mandar. No es casual que el odio de Eva Evita: Mi candidatura es una jugada política
No obstante, si nos preguntamos qué habría pre- se haya concentrado en la oligarquía. Afirmaba su mía, Juan. Una jugada política y personal. Sobre
ferido Perón, no hay duda posible: habría preferi- Ser afirmando su odio. Yo soy esta que odia. Odio todo personal.
do ser recordado como teniente general. Durante a los que pretenden poseer el Ser. A los que nada Perón: Está seco y duro este bife. El presidente
su presidencia abusaba de las grandes capas milita- hicieron para tenerlo. Ella, por el contrario, se dio de la Argentina cena un bife seco y duro. (La
res. Y en una circunstancia excepcionalmente deli- el Ser luchando a dentelladas. Con uñas y dientes mira.) ¿Por qué “personal”?
cada, es decir, cuando tuvo que expresar, y lo hizo se hizo, por fin, lo que era: Eva Perón. Le faltaba Evita: Comé tu bife seco y duro y dejame con-
III
tarte algo. (Pausa. Luego:) Tenía siete años cuan- Ahí –refiriéndose a la oligarquía– habrá de derrotado por el trabajo para todos, por la vida
do murió mi padre. decir: Yo fui la única que me di el gusto de insul- honrada, por el derecho a la vivienda digna, a
Perón: Ya me lo contaste. tarlos de frente. Tan irritante era su figura, tanto las vacaciones, al chamamé de la buena diges-
Evita: No te conté todo. Mi madre nos llevó la odiaban (mucho más que a Perón), que es tión, como ya te dije antes.
al velorio. Y no nos querían dejar entrar. Y apa- arduo conjeturar qué habría ocurrido si “su De esta forma, el “barrio de tango, luna y
reció una mocosa, una hija legítima de mi cuerpo no la traicionaba, no la derrotaba”. A misterio” queda en manos de los poetas cultos,
padre. Y se puso a gritar como una loca. Y grita- veces uno piensa que la consigna “Si Evita vivie- como Borges, que lo reinventan desde una esté-
ba: “¿Con qué derecho? ¿Con qué derecho?”. ra sería Montonera” era irrealizable, no sólo por tica del coraje, del cuchillo, del suburbio, del
Siempre fue así conmigo. ¿Con qué derecho? las opiniones diferenciadas que sobre ella poda- Sur. Alguien dijo, y dijo bien, que el peronismo
¿Con qué derecho esa actriz de mierda anda con mos tener, sino porque, si Evita hubiera vivido, mató al tango. Es cierto. Ya Alberto Castillo,
el coronel Perón? ¿Con qué derecho lo acompa- esos a los que se dio el gusto de insultar de fren- hacia 1954, cantaba más canciones festivas que
ña al desfile del 9 de Julio, al Teatro Colón el te, y que fueron los mismos que después matarí- tangos melancólicos. “Por cuatro días locos”.
25 de Mayo? Y después, todavía peor: ¿Con qué an treinta mil personas en este país, la habrían “Yo llegué a la Argentina/ en una noche divina/
derecho se reúne con los ministros? ¿Con qué matado antes a ella. Es una hipótesis. Pero no la del cincuenta y cuatro.” El tango reo, el tango
derecho opina sobre las cuestiones de Estado? desechen. Merece ser pensada y discutida. Exige de la poetización de la pobreza, o de su nega-
¿Con qué derecho armó esa fundación, le puso su reflexión. ción absoluta y brutal en la figura de la mina
su nombre y ayuda a los pobres? (Pausa.) Siem- que se pianta, que va en busca del centro, pero
pre fui una ilegítima, Juan. Una bastarda. Evita y el tango para perderse porque perdió la verdad, la auten-
Nunca tuve derecho a nada. Bueno, se acabó. ticidad del barrio, porque los hombres le “han
Quiero ser parte del Estado. Quiero tener ese Evita –y posiblemente sea éste uno de sus hecho mal”, porque hoy daría toda su vida “por
derecho. No quiero que ningún hijo de puta perfiles más profundos, más ricos– no es como vestirse de percal”, a ese tango lo mató el por-
vuelva a preguntarme “Con qué derecho”. la mujer del tango, que se ha ido del barrio para tland del peronismo, y esa canción la cantó Dis-
Quiero la vicepresidencia, Juan. Ese derecho el centro. No es “la Margot”. “Eras mi Margari- cépolo, justamente él, que había cantado como
quiero. ta, ahora te llaman Margot” o “Milonguita, las nadie el tango de la desesperanza, del suicidio,
Perón: (Como distraído) ¿Habrá dulce de luces del centro te han hecho mal/ y hoy darías del “cachá el bufoso y chau”. No es incongruen-
leche? (J. P. F., Dos destinos sudamericanos, toda tu alma por vestirte de percal”. Lo digo te con esto que digo, sino que lo confirma con
Ibid., pp. 52/53.) porque hay muchos que interpretan el peregri- una mezcla de barroco y tango reo, de Ginastera
Esta fuga de Perón hacia el tema del dulce de naje de Eva (Los Toldos, Junín, Buenos Aires) y Troilo, de Shostakovich y Pugliese, de Gerry
leche señala la actitud que habrá de tener a lo como el de la piba del tango, que pasa del barrio Mulligan y Horacio Salgán, que el tango del
largo de toda la cuestión de la vicepresidencia (con toda su carga de verdad, de autenticidad, post-peronismo se deposite en el fuelle de Astor
de Evita: ambigüedad, que sí, que no, hacé tu de solar materno, de barro, de pampa, de perfu- Piazzolla, que ya no les canta a “las calles de
17 de Octubre, tirate a la pileta, ¿te va a respal- mes de yuyos y de alfalfa: “la esquina del herre- Pompeya” (que se mete, también, con el jazz,
dar la CGT, Espejo, Armando Cabo?, la cosa ro, barro y pampa”, dirá Homero Manzi) al con esas novenas disonantes, con esas quintas
está peliaguda, al Ejército no le gusta nada, a la centro, donde están las luces, la vida fácil en la ásperas), sino a Buenos Aires, a la ciudad, a la
Iglesia tampoco, no sé, chinita, no sé. Final- que fatalmente se extraviará. La piba del tango locura urbana, al caos y a esa poesía quieta que
mente hará levantar el acto en la 9 de Julio. hace su peregrinaje en busca del ascenso social, invade las calles cuando el gentío duerme, cuan-
Hasta Espejo se anima a contradecirlo: tanto la ambición que la empuja es la del dinero, la do sólo hay una brisa que arremolina papeles,
respaldaba la CGT a Eva. El tema del cáncer del lujo, ese lujo que le darán los “morlacos del volantes políticos, diarios de ayer, a Buenos
solucionará la cuestión. Perón, que ya se lo otario”, la de trepar. Ningún tango expresa esta Aires que es, para él, lo que fue para George
había dicho a sus militares leales, se lo dice a ella situación de áspera, de velada traición, como el Gershwin Nueva York, la neurosis urbana, la
la noche del acto. que, en 1924, estrena Gardel con letra de Cele- gente apurada, la rapsodia en remaches, el
Perón: Hubo demasiada resistencia. donio Flores. La Cenicienta del tango no quiere mundo que no espera, el tiempo que se ha
Evita: ¿Quiénes? unir su destino al de los pobres. Viene huyendo transformado en velocidad, la luna plateada que
Perón: Los militares, sobre todo. de esa pobreza. Viene en busca del centro, ya no ilumina al barrio, sino que va “rodando
Evita: Vos te enfrentaste antes a tus (con iro- donde está el poder, los autos caros, el cham- por Callao”.
nía) “compañeros de armas”. Te juntaste con- pán. Si antes “gambeteaba la pobreza en la casa Pero Eva (y veremos esto con más detalle) no
migo. Con una mina. Y se lo tuvieron que tra- de pensión” ahora es toda una bacana y a una es como la mina del tango. Su viaje de Junín a
gar. Conmigo, Juan. Una actriz, una mujer de bacana la vida le ríe y canta. El que está junto a Buenos Aires se le parece. Pero ella no vino por
verdad. No un florero, no un adorno estúpido ella, ya no es el muchacho que la amó en el los “morlacos del otario”. No es (como dice Tim
como fueron siempre las mujeres de los presi- barrio, es un “otario”, calificativo que ese Rice, el guionista de la ópera Evita) “la más gran-
dentes. ¡Conmigo, Juan! Que tenía un pasado, muchacho le entrega y que expresa, más que de trepadora después de la Cenicienta”. Grave
un cuerpo y sudores y olores de mujer. Enton- desdén, su resentimiento, su bronca de perde- error, señor Rice. Evita no vino a probarse nin-
ces, ¿por qué? ¿Por qué no te jugaste por mí esta dor. No tiene cómo discutirle al “otario” lo que gún zapatito, no vino a levantarse al Príncipe que
vez? hoy quiere la percanta. No tiene con qué. El se se levantó para vivir siempre en Palacio jugándo-
Perón: Porque no pude, chinita. Porque vos quedó en el barrio y en el barrio no hay morla- la de Reina, aprendiendo los buenos modales de
no podés ser vicepresidenta. Y no por los milita- cos. Sólo hay ahí la poesía de los arrabales. Que la monarquía para ser aceptada por ella. Vino
res, ni por los curas, ni por los oligarcas. Vos es pintoresca para los ricos, pero es sufrimiento para insultarlos de frente. Trepó para descender
sabés por qué. Yo te lo voy a decir... pero vos ya para los pobres. De aquí que Discépolo le diga a hacia los pobres y compartir con ellos lo que
me lo dijiste. Vos ya lo sabés. Mordisquito que él ya no añora la pobreza triste había conquistado. Evita no es la Cenicienta ni
Evita: ¿Qué es lo que sé? ¿Qué es lo que te de los tangos. Que el portland será menos poéti- es la Margot. Con su traje sastre, con su rodete
dije? co, pero hace vivir mejor, con más dignidad. que se cierra como un puño que golpea, vino
Perón: Me dijiste que odiabas tu cuerpo. Que Discépolo, así, es el tanguero que cambia el para no traicionarse. Para no abandonar su
te estaba traicionando. Dijiste que era el mejor ladrido de los perros a la luna, los grillos, el mis- resentimiento. Del que vivirá y morirá orgullosa.
aliado de tus enemigos. El que estaba consi- terio, los rumores de milonga, el fuelle que Porque la piba de barrio se hace amante y mante-
guiendo lo que ninguno de ellos había consegui- rezonga, la quieta luz del farol, el alma del nida de los ricos. Porque la Cenicienta sólo busca
do: derrotarte. gorrión sentimental, la esquina del herrero y, al Príncipe para reinar junto a él cuando el
(Pausa. Perón apaga su cigarrillo. Mira a sobre todo, el barro y la pampa, por las casitas momento, que llegará, llegue. Porque la tan tri-
Evita.) para los pobres, para los que trabajan, para los nada rebeldía de Victoria Ocampo sólo exhibe la
Perón: Tu cuerpo te abandonó, te traicionó, malevos que ahora son proletarios, para el puñal historia de la niña rica y traviesa, de la alborota-
te derrotó. Estás enferma, chinita. (Pausa. Casi que ahora es martillo o pala o torno metalúrgi- dora, de la pre-feminista a lo sumo o de la inco-
con furia) ¡Tenés cáncer, carajo! ¡Tenés cáncer! co. Si el tanguero le dijera a Mordisquito “ya rregible de la familia oligárquica, pero nunca
(Evita, luego de un largo momento, agarra un nunca me verás como me vieras, recostado en la cambió su destino de clase, siempre reposó en la
pote de crema y lo arroja contra el espejo que se vidriera, esperándote” (como dice, tan hermosa- más honda densidad del Ser, fue previsible, tanto
rompe en infinitos pedazos.) mente, Homero Manzi), Mordisquito le diría en su aliadofismo antifascista de los cuarenta
Evita: No quiero más espejos en esta habita- que no espere más, que se vaya a laburar, que como en su macartismo pro-norteamericano de
ción. No quiero verme morir. (J. P. F., Dos des- sea la novia la que lo espere a la salida de la fines de los cincuenta, tanto en su antiperonismo
tinos sudamericanos, Ibid., ps. 109/110). fábrica o en la casita del nuevo barrio, donde ya elitista, tramado por el odio de clase y el desdén
La muerte no le daría el Ser que tanto buscó. no hay calles de barro, donde no hay inunda- cultural, como en su discurso de 1977, al ocupar
Célebremente, Heidegger dice: La muerte no ción, donde el obrero hizo olvidar al guapo, de su esperable, totalmente previsible, lugar en la
totaliza al Dasein. Cuando el Dasein muere no es, qué, le diría, tenés nostalgias, ¿tanto te gustaban Academia de Letras, en el que defiende un femi-
deja de ser. La sed del bastardo no se cumpliría los años que han pasado, cuando los pibes, en nismo abstracto en tanto las Madres de Plaza de
ni con la muerte. Al fin soy. Soy eso: soy un lugar de tomar leche, hacían cola para ver la Mayo se jugaban la vida en un feminismo con-
muerto. No, la muerte no totaliza. El bastardo, nata?, vamos, Manzi, esa arena que la vida se creto que desde el alma misma de la mujer y de
cuando muere, no es por fin para siempre un llevó se la llevó para bien, no te apesadumbrés la mujer madre, algo que Victoria tampoco fue,
cadáver. Con la muerte, el bastardo no es. Con por los barrios que han cambiado porque han pedía por la vida de los hijos ausentes, por los
la muerte, el bastardo sólo deja de ser. El bastar- cambiado para ser mejores, porque hoy a Pom- cuerpos que les habían sustraído. Evita, contra-
do y todos nosotros. La muerte no cierra el cír- peya no la alumbran las estrellas sino el alum- riamente, vino para desmentir lo lineal, lo previ-
PRÓXIMO
culo. No somos por fin cuando morimos. Sólo brado público, ¿de qué zanjón me hablás?, ¿qué sible, los caminos trillados de las trepadoras. Si
DOMINGO dejamos de ser. Somos cuando vivimos. le veías de lindo al zanjón?, al perfume de los no la única, ha de ser una de las muy escasas per-
Seguiremos con Eva. Tenemos que analizar yuyos y de la alfalfa, se acabó, Homero, todo ese dedoras que triunfó sin olvidar ni negar su ori-
Eva Perón (IV) todavía un texto fundamental como Mi mensaje. mundo rural y miserable de los tangos fue gen. Eso, muy pocas.

IV Domingo 9 de marzo de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


17 Eva Perón (IV)

Suplemento especial de

Página/12
LOS LAMENTABLES gramente porque, en general, estos textos se citan de modo frag- estampita bastante aberrante, incluso para la enorme complejidad
ESCRIBAS DEL PERONISMO mentario. Por ejemplo: resulta evidente que el de Peña está arma- del personaje, para su contradictoria grandeza, del maestro de
do con distintas frases. No se procedía a una acumulación tan escuela, del creador de escuelas o, la más patética, del niño que
uy segura de sus ideas, más segura aún de lo extremadamente grosera, aunque con frecuencia se anduviera nunca faltó al colegio un solo día. José Luis Busaniche, por ejem-

M que buscaba conseguir con ellas, Eva Perón


dejó algunos textos en que su pensamiento
puede ser analizado seriamente. Entre esos
textos no figura el más célebre, el que lleva
por nombre La razón de mi vida, y que, no sólo por su torpeza,
su ingenuidad, su falta de garra, la ausencia total en esas páginas
del fanatismo, de la ira o del resentimiento en los que Evita basa-
cerca de eso. No, los libros proponían una visión dulce y tierna de
la vida, esa ternura tenía lugar en un país maravilloso que se lla-
maba Argentina y todos se la debían al General Perón y, en este
libro de cuarto grado que analizaremos, a la “querida Evita”, pues
su muerte ya ha tenido lugar. Este hecho transforma a Tu obse-
quio en una especie de relato de ultratumba, pero era ya aceptado
que Evita, aun muerta, seguía presente. Dice así: “He recibido el
plo, historiador serio, el historiador que más admiro, cuyos libros
he devorado por la apasionada búsqueda –que palpita en ellos– de
una verdad compleja de nuestra historia, alejada de los condicio-
namientos de clase, de las imposiciones que dan los triunfos, ale-
jada de la historia de los vencedores, de la historia escrita por y
para Buenos Aires, la búsqueda de una historia ardua, tramada
por las contradicciones, no lineal, de la que estuvo más cerca
ba sus acciones, su existencia toda, resulta irrelevante para un obsequio/ que mandas, querida Evita/ Desde aquí yo te bendigo/ Alberdi que Mitre o Sarmiento, de la que se expresó en las confe-
análisis serio de sus opciones políticas, de sus proyectos y, sobre mi segunda madrecita/ Eres mujer, eres ángel/ con un corazón rencias de David Peña sobre Juan Facundo Quiroga, Busaniche,
todo, de su personalidad. En sus textos ella se pone por entero, se hermoso/ que miras por los ancianos/ para que sean dichosos/ digo, acusaba a Sarmiento de practicar un “progresismo homici-
juega, lleva las cosas al extremo a que solía llevarlas y suelen alte- Con Perón y con Evita/ desde este humilde rincón/ ¡que Dios da”, sabía por qué y no debiera haber quien no lo sepa. También
rar los nervios de cualquiera, o por la exaltación que provocan en bendiga a esos seres!/ lo pido de corazón/ ¡Evita! ¡Evita querida!/ hay que saber el resto, que escribió libros admirables, que fundó
algunos o por el odio que despiertan en otros. Lejos de esto, el siempre estoy pensando en ti/ Si no fuera por tu amparo/ hoy escuelas, que, en el final de su vida, estuvo muy cerca de abomi-
ñoño, simplón, ese texto huero que es La razón de mi vida fue el ¿qué sería de mí?”. La ilustración presenta a una niña de cabellos nar por completo de la clase para la que siempre trabajó, esa a la
que el peronismo implantó autoritariamente en la enseñanza, el rubios, que tiene a una muñeca, también rubia, en sus brazos y que Alberdi llamaba la oligarquía del Puerto y de la Aduana y a la
texto que fue instrumentado como el que en verdad expresaba a un perrito Terrier se alza en dos patitas para mirarla. La niñita ha que él llamó “esa oligarquía con olor a bosta de vaca”.
Evita. Se sabe que el libro fue escrito por un periodista español de pertenecer posiblemente a una clase acomodada; no a la oligar- Busaniche cita la carta de Sarmiento a Mitre, fechada el 18 de
de nombre Manuel Penella da Silva, a quien posiblemente haya quía, pero menos al proletariado. En la página siguiente vemos a noviembre de 1863, y en la que se refiere al asesinato de Angel
contactado Raúl Mendé, un tipo muy cercano a Perón, una de la mamá, también rubia, depositando su voto en la urna, lo que
esas tantas figuras de las que solía rodearse y que tanta admira- expresa la máxima conquista de Evita para las mujeres. Más ade-
ción y respeto nos despiertan, aunque, a veces, por el contrario, lante leemos: “No has querido los honores/ ¡Has preferido la
nos sorprendemos a nosotros mismos, que no somos gorilas, lucha!/ ¡La historia no tendrá nombre/ para exaltar tu figura!/ Has
murmurando o diciendo francamente en voz alta, a raíz justa- preferido quedarte/ –señora del sufrimiento–/ velando en las
mente de esos personajes, que el general debía tener facetas fran- noches largas/ de todos los desconsuelos” (Renunciamiento). Des-
camente oscuras (voy a ser preciso, los militantes peronistas lúci- pués, en la página cuarenta y cinco, un niño, también rubio, le
dos no decían ni dicen facetas francamente oscuras, dicen otra pregunta a su padre, que está en un sillón, con un traje de hom-
cosa, dicen: El viejo era un flor de turro), ya que, de otra forma, bre elegante, cabello sabio y gris y leyendo el diario, Qué es la
no se explica que mantuviera junto a él a ciertos personajes que autoridad. Le cuenta que, esa mañana, él y sus hermanos se tira-
poco le reportaban. Y eso que aún no habían hecho su aparición ban con almohadones y no querían vestirse ni tomar el desayuno.
espectacular en la gran novela del peronismo esos dos adalides Pero apareció “la mamá” y, de inmediato, el bullicio cesó. El
del ridículo, de la infamia y del crimen alevoso que fueron Isabel padre toma este ejemplo para explicarle al niño su pregunta: “Fue
Martínez y el cabo (y luego súbito comisario general de la Poli- muy sencillo. Una mano fuerte se les impuso. Tu madre dictó
cía) José López Rega. Raúl Mendé, cuyo primer opus es un libro leyes, no leyes escritas, sino leyes orales, leyes familiares y el orden
de poemas de 1944 titulado Con mis alas, era, al lado de ellos, se restableció. Lo que pasa en pequeño en una familia pasa en
San Francisco de Asís. En 1948 publica un libro que se titula: grande en un país. La autoridad es necesaria para que pueda rei-
Tercera posición: justicialismo, y cuyo Capítulo Primero empieza nar el orden”. El niñito pregunta: “Papá, hay autoridades para
diciendo: “El problema del mundo es problema de justicia y de que los hombres no hagan lo que quieren sino lo que deben, ¿ver-
amor. Al decir ‘el problema del mundo’ se entiende que nos refe- dad?”. El padre le dice que así es, de lo contrario “reinaría la anar-
rimos al problema de la sociedad humana” (Raúl A. Mendé, Ter- quía más completa”. El niñito vuelve a preguntar: “La autoridad
cera posición: justicialismo, Castelvi, Santa Fe , Argentina, 1948, mayor de este país es nuestro presidente, ¿no es cierto, papá?”. El
p. 11. Castelvi era una prestigiosa editorial y librería de la ciudad padre responde: “Sí, hijo mío: nuestro Presidente, el General Juan
de Santa Fe). Como hubiera dicho la notable revista cordobesa D. Perón”.
Hortensia: “No, si hai de referirte al problema del cultivo de la Salvo la exaltación de las figuras de Perón y Evita, el libro de
zanahoria en la Quebrada de Humahuaca”. La frase de Mendé lectura –todos los libros de lectura del peronismo– no alteraba la ver-
exhibe la bobaliconería de los textos del autor. Algo que no sería sión de la historia impuesta por la oligarquía. Hay una anécdota
grave si no hubiera sido, además, el que le redactaba a Perón los según la cual se le preguntó a Perón por qué no innovó en esto.
artículos que publicaba en Democracia bajo el seudónimo de Algún matiz o algo más que eso debía introducir un movimiento,
Descartes. Ese hecho es notorio porque Perón se ve más inteli- que se asumía como revolucionario, en la glorificación de algunos
gente y más que eso también en sus discursos y, sobre todo, en y la condenación de otros, de acuerdo a sus intereses, que impuso
sus clases sobre Conducción Política en la Escuela Superior Pero- la oligarquía. Perón habría respondido con una de sus frases de
nista. Pero el protagonismo intelectual y literario de Mendé es tipo pícaro, de Vizcacha que se las sabe todas: “Bastantes proble-
todavía más discutible, más problemático, si se piensa que, en ese mas tengo con los vivos, ¿me voy a meter también con los muer-
momento, Perón podía contar con Arturo Jauretche, Scalabrini tos?” Una manera de esquivar el bulto, y también una manera de
Ortiz, Leopoldo Marechal y, más tempranamente, Homero decir que ese tipo de preguntas las formulaban los que no tenían
Manzi para que le escribieran textos. Pero el general solía elegir, ni idea de las cuestiones del poder. “Un otario de los tantos ota-
en el campo intelectual y universitario, sencillamente basura. O rios que hay por ahí”, dice en Conducción política. Es posible,
era porque no admitía que alguien le hiciera sombra o era tam- pero creer que el otario, por más otario que sea, se va a tragar la
bién por eso. respuesta que dio revela no sólo un desprecio profundo por el
otario, sino una soberbia no escasa, lo suficientemente importan-
“LA ARGENTINA DE PERÓN”, LIBRO te, al menos, como para considerar un poco boludos –con per-
DE LECTURA DE CUARTO GRADO dón– a todos los demás que no fueran él. Ya veremos cómo fun-
El tema al que nos conduce La razón de mi vida y la pertenen- cionó este aspecto en futuras encrucijadas. Si no se deseaba cues-
cia de “literatos” como Mendé en el primer peronismo es el de los tionar a los próceres tradicionalmente impuestos, acaso se hubiera
famosos textos redactados para la enseñanza. Se sabe que La razón podido abrir otras puertas, incorporar otros personajes, exaltar
de mi vida fue sofocantemente impuesto en todas partes. Esto, otras gestas. Se hubiera podido dar una versión menos negativa de
desde luego, desataba la ira de las clases medias no peronistas. los caudillos federales. Hacer una lectura más realista de la guerra
Nuestro tema final, del que éste es un rodeo, es analizar los verda- con el Paraguay. O de los empréstitos rivadavianos. No, la página
deros textos de Evita, que en nada se asemejan a La razón de mi noventa y tres de La Argentina de Perón está prolijamente ilustra- Vicente Peñaloza, a su decapitación y al hecho, certeramente abo-
vida. Pero, al tratarse de un tema tan irritante y que tanto se le ha da por un retrato de Bernardino Rivadavia. Texto a pie de página: minable, de haber clavado su cabeza en una pica: “Yo he aplaudi-
cuestionado al peronismo, detengámonos en él seriamente. “Bernardino Rivadavia. Primer Presidente Constitucional Argen- do la medida precisamente por su forma. Sin cortarle la cabeza a
Peña cita un fragmento del libro de lectura para Escuela Prima- tino”. El dibujo muestra a Rivadavia, que era mulato, con un aquel inveterado pícaro y ponerla a la expectación, las chusmas no se
ria, Alelí. Luego de enumerar algo que ya hemos hecho, es decir: extraño pelo casi-casi rubio. Al lado, Belgrano. El texto es: El Día habrían aquietado en seis meses” (José Luis Busaniche, Historia
“el campeón de box, o el de automovilismo, o el forward más de la Bandera. Se dicen las obviedades de siempre. Lo que siempre argentina, Solar/Hachette, Buenos Aires, 1969, p. 730. Bastardi-
goleador, se acercan fatigados al micrófono para dedicar a Perón se ha dicho. O sea, la versión que la oligarquía impuso en la ense- llas mías). La viuda de Peñaloza fue “escarnecida y robada” por
sus triunfos, sus records o sus goles”, Peña ironiza sobre los textos ñanza. Pero se concluye poniendo a Perón en el nivel de Belgra- los vencedores. Y, escribe, Busaniche: “Pedía protección... ¡a
“eminentemente pedagógicos” con que los escolares aprenden a no: “Todos nuestros próceres han tenido a mucho honor izar la Urquiza! arrumbado como estaba el caudillo en su estancia de
leer: “Viva Perón. Perón es un buen gobernante. Manda y ordena bandera. También el líder de los trabajadores suele izarla con Entre Ríos” (Busaniche, Ibid., 731). Y luego: “La civilización
con firmeza. ¡Viva el líder! ¡Viva la bandera argentina! El líder nos amor y devoción, dando así ejemplo a los niños argentinos de cumplía su obra. Los bienes de aquella pobre viuda habrán
ama a todos. ¡Viva el líder! ¡Viva la bandera Argentina! ¡Viva el cómo debe reverenciarse esa enseña sagrada, por la que debemos aumentado el patrimonio de algún hombre de frac y principios”
general Perón!” (Peña, Ibid., p. 102). Nos detendremos en el estar dispuestos, ciegamente, a morir” (p. 92). (Busaniche, Ibid., p. 731. Bastardilla del autor). Sarmiento, él
libro de Angela C. de Palacio, La Argentina de Perón, editado por mismo, hombre que no se andaba con vueltas ni ocultando lo que
Luis Laserre SRL, Buenos Aires, en los talleres de Kraft Ltda. el SARMIENTO, EL DULCE MAESTRO hacía sino que lo exaltaba con orgullo de guerrero vencedor, escri-
día 15 de marzo de 1954. Se trata de un libro de lectura para Y EL MARISCAL BOUGEAUD DEL be en un texto, que con precisión se llama Mi defensa, y, con fre-
cuarto grado. Está lleno de esas ilustraciones que expresaron una COLONIALISMO DE BUENOS AIRES cuencia se transforma en su acusación: “Ya he mostrado al públi-
estética del peronismo y que, con excepcional talento, recrea, Pero el punto más alto de la obsecuencia con la historiografía co mi faz literaria; vea ahora mi fisonomía política; ¡verá al mili-
durante nuestros días, el artista Daniel Santoro. En su página institucional oligárquica, o liberal, llega con el texto dedicado a tar, al asesino!” (Sarmiento, Mi defensa en Civilización y barbarie,
catorce hay un poema titulado Tu obsequio. Lo voy a citar ínte- Sarmiento, a quien uno admira y discute, pero no lo reduce a esa texto que reúne las biografías de Quiroga, Aldao y El Chacho
II
junto a Mi defensa y Recuerdos de provincia, editado por El Ate- dra guerrera, ataban a los hindúes y musulmanes a la boca de sus europeas en sus colonias y los ejércitos de Buenos Aires en las
neo, Buenos Aires, 1952, prólogo de Alberto Palcos, p. 552). Sar- cañones durante la rebelión de los cipayos, en 1857. Esa modali- provincias. Sarmiento no deja de advertirlo: “Las hordas beduinas
miento fue nuestro General Bougeaud, más que Mitre aún, pues dad, sin embargo, ya había sido ejercida por los coroneles Estom- que hoy importunan con su algazara y depredaciones la frontera
sus acciones militares fueron más efectivas y poderosa su impor- ba y Rauch en sus campañas por la provincia de Buenos Aires de Arjelia, dan una idea exacta de la montonera arjentina (...) La
tancia ideológica. Escribe: “En mi juventud hubiera deseado que luego del fusilamiento de Dorrego. Mi novela El ejército de misma lucha de civilización y barbarie, de la ciudad y el desierto,
los que han trabajado por establecer el despotismo y hacer desa- ceniza, que es la ficcionalización de la locura del coronel Ramón existe hoi en Africa; los mismos personajes, el mismo espíritu, la
parecer toda forma constitucional, hubiesen tenido una sola cabe- Estomba, quien parte en busca del enemigo y, al no encontrarlo, misma estratejia indisciplinada entre la horda y la montonera”
za para segársela de un golpe” (Mi defensa, Ibid., p. 559). Sar- empieza a extraviarse y a extraviar a sus soldados con arengas cada (Sarmiento, Ibid., p. 209). Se trata de un texto excepcional. Hay
miento, durante sus viajes de la década del cuarenta, estuvo, en vez más demenciales, narra uno de esos episodios. Estomba, que algo que Sarmiento, sin duda deliberadamente, pasa por alto. El
Africa, nada menos que con el conquistador de Argelia, héroe de en la novela lleva el nombre de Ramón Andrade, culpa del fraca- mariscal Bougeaud guerreaba en territorio extranjero. No quería
la Francia colonialista, el mariscal Bougeaud, del que, seguramen- so de la campaña a su rastreador: no sabe o no quiere, dice, llevar- colonizar, desde París, al resto de la Francia. Arjelia se convierte
te, ha de haberse bebido sus palabras. Bougeaud tiene, entre otros lo al encuentro del enemigo. Ordena que lo aten a la boca de un de inmediato en colonia francesa. Bougeaud coloniza el país de
méritos que seguramente su país le reconoce con orgullo, el de cañón. “Los soldados no demoraron en cumplir la orden. Traje- otros. Africa, India son países coloniales. Deben aún realizar su
estar citado, no casualmente, en el Prólogo de Sartre al libro de ron una cuerda, alzaron a Baigorria por los brazos y las piernas y guerra de independencia. De aquí que teóricos como Edward W.
Frantz Fanon, Los condenados de la tierra, que protagonizará en lo apoyaron contra la boca del cañón. El rastreador aún respira- Said o Gayatri Spivak o Homi K. Bhabha se autodenominen teó-
nuestro relato un momento esencial. Sarmiento señalaba el agra- ba” (J. P. F., El ejército de ceniza, Editorial La Página, Buenos ricos poscoloniales. No lo son. Son teóricos neocoloniales. En sus
do con que Bougeaud había compartido sus puntos de vista con Aires, 2007, p. 95). Herido por un balazo que antes el general le países, la colonización ha cambiado un rostro por otro, una
él, pues finalmente se hallaba frente a alguien que comprendía y había propinado, Baigorria aún conservaba su lucidez, pero sólo modalidad por otra. Argentina, por remitirnos sólo a nuestro
aprobaba con entusiasmo el modo innovador con que combatía a para su desgracia, pues le permitía no perder la conciencia de lo país, era un país independiente. Sin duda había establecido con
los jinetes árabes, los cuales, dice Sarmiento, tenían la misma que estaba por ocurrirle. Andrade, en su desvarío, en su paranoia las potencias metropolitanas un nuevo trato colonial, menos
movilidad que la montonera. Bougeaud le explicó que, para com- incontrolable, cree que Baigorria lo ha perdido en búsquedas directo, que nos permitía tener ejército, bandera y hasta orgullo
batir a los bárbaros, hay que hacerse más bárbaro que ellos. El sinuosas, por ser, sin más, un traidor, un aliado de sus enemigos. de nación autónoma. Pero la descolonización, que tardíamente
“Nada se oía: ni el viento. Sólo la voz del coronel, que ahora pro- realizaron Argelia y la India, se hizo aquí en 1810. La hizo el Ejér-
clamaba: ‘Morirá despedazado. Morirá así, porque quiero que él, cito Libertador: echó a los españoles. Luego, ese mismo Ejército
y sobre todo los suyos cuando lo encuentren, sepan que no sólo Libertador, bajo la figura de Lavalle, se pone a las órdenes de
habremos de vencerlos por la dignidad de nuestra causa, sino Buenos Aires para realizar la colonización interna de su territorio.
también porque, en esta guerra, hemos decidido ser aún más Lavalle fracasa y viene el interregno de Rosas, sobre el que no
crueles, más inhumanos que ellos’. Entonces encendió la mecha y entraremos aquí. Caído Rosas, expulsado Urquiza de Buenos
disparó el cañón. El estallido fue tan poderoso y mortal como lo Aires, la ciudad metrópoli no tiene dudas. Aquí es donde aparece
había sido su voz. Cuando el humo de la pólvora se hubo disipa- el Sarmiento soldado, militar, el asesino, como él dice en Mi
do, de la boca del cañón manaba sangre” (J. P. F., Ibid., p. 96). defensa. Buenos Aires, por decirlo con entera claridad, tiene en su
La novela se publicó en 1987 y las sombras del horror militar propio territorio a los beduinos. Francia los tenía en Argelia. Los
estaban muy cercanas aún en nuestro país. Estomba actuó duran- teóricos colonialistas de la Argentina no hay que buscarlos en la
te el mes de febrero de 1829. Lo hizo, como Rauch, bajo directi- literatura de las metrópolis, como hace Edward Said en Cultura e
vas de Juan Lavalle, el que luego de fusilar a Dorrego, ordenó a imperialismo. Said, en ese libro, rastrea el colonialismo en Jane
estos valientes militares, todos héroes del Ejército Libertador, lim- Austen, en Dickens, en Conrad. Por supuesto, los beduinos no
piar de indios y federales la frontera sur. Dio, de esta forma, tare- tenían teóricos. La teoría colonialista se hacía en la metrópoli. En
as de policía interna al ejército sanmartiniano. Lavalle asumió la la Argentina, al ser un país independizado del colonizador direc-
tarea sucia que se le pidió a San Martín, y que San Martín se to, del colonizador que se establece en el territorio de la nación
negó a realizar, conociendo, sin duda, los costos que tendría. En colonizada, la literatura colonialista estuvo en manos de los mis-
este punto, creo, hay algo importante que debemos llevar a pri- mos argentinos. No de todos, sólo de su clase ilustrada. Sólo de
mer plano. Es por completo coherente que el Ejército Libertador los hombres cultos de la metrópoli (Buenos Aires) que llevaba a
haya actuado como ejército represor de las fuerzas que se oponían cabo la colonización interna. De aquí que no tengamos que remi-
al plan de Buenos Aires de organizar el país según el modelo libe- tirnos a escritores extranjeros como lo hace Said. No, el gran
ral y con el apoyo de Gran Bretaña. Se conoce sobradamente la texto colonialista argentino es –ante todo– esa obra maestra, ese
frase de George Canning: “América Latina es libre. Y si llevamos libro titánico de un hombre titánico, el Facundo sarmientino. Ahí
bien nuestros negocios es nuestra”. La única diferencia entre el está todo. Costaría, incluso, encontrar, aun cuando se encuentre,
Ejército Libertador y las tropas del mariscal Bougeaud radica en un ensayo tan lúcido acerca de la colonización de un territorio
que éste no tenía detrás una potencia extranjera apoyándolo. Le bárbaro por medio de la razón ilustrada. Pues lo que define al
alcanzaba con el apoyo de su propio país imperial. Los Bougeaud colonialismo burgués, a diferencia del que llevó a cabo el Imperio
de la Argentina fueron, con Juan Lavalle al frente, los libertadores Romano en nombre, meramente, de la grandeza de Roma, o,
de la colonia. Una vez libre del colonizador extranjero se produjo antes, Alejandro en nombre de su propia gloria, es que acompaña
en el país un complejo proceso de colonialismo interno. La culta a sus empresas colonizadoras con valores civilizatorios, racionales:
ciudad de Buenos Aires, informada por completo sobre el papel el Progreso, las luces de la Razón, la Civilización ilustrada que
que la Civilización, entendida como progreso y cultura, debía conquistará a la barbarie para el mundo del hombre. No se equi-
jugar en los territorios bárbaros, llevó contra las provincias y vocan aquí Adorno y Horkheimer cuando ven en esta razón ins-
luego contra los indios la misma guerra que Bougeaud impuso en trumental, que encuentran en los pensadores de la Ilustración,
Argelia y los ingleses en la India. Lo excepcional del caso argenti- una razón destinada a someter a los hombres. Menos todavía se
no, y de América latina en su casi totalidad, es que estos territo- equivoca Heidegger cuando señala que la razón de la Moderni-
rios se habían independizado de su opresor colonial, dado que dad, que nace con Descartes, es la razón de la técnica, la que olvi-
éste los mantenía en un atraso que les impedía sumarse a las fuer- da al Ser y se consagra al dominio de los entes. Es, sin duda, esta
zas de la Civilización y el Progreso. Liberada de España, Argenti- civilización capitalista de la técnica la que lleva a cabo los proce-
na debía modernizarse. Debía hacer la guerra contra los “bedui- sos, sanguinarios, de colonización. Los sometidos, los masacrados,
nos” de su propio país. Francia colonizaba la Argelia en busca de de no haberlo sido, pudieron haber entregado, si no la conduc-
mercados y de expansionismo militarista. Pero Argelia no estaba ción del país, una Expresión lateral que lo enriqueciera. Heideg-
en Francia, estaba en Africa. Buenos Aires, que asumía en el país ger, un pensador de derecha, ha visto el problema de la técnica en
el papel de Francia en Argelia, tenía a Argelia en su propio territo- tanto sometimiento del hombre y de la naturaleza más honda-
rio. De aquí que la guerra que tuvo que llevar a los “bárbaros” se mente que Marx, ya que Marx, llevado por la dialéctica hegeliana
transformó en una “guerra civil”. Y acaso hasta no sea totalmente de la superación, valoraba los procesos de colonizadores pues
correcto llamarla así. Se trataba de la guerra del Ejército de un introducirían modernas relaciones de producción capitalistas en
país invasor que buscaba colonizar a un país tan sumido en el los territorios coloniales, que habrían continuado siglos en el atra-
coronel Ambrosio Sandes, en la guerra de policía que Mitre decla- atraso, según el país invasor, como la Argelia o la India. Sarmien- so. Así continuaron. Y la razón técnica arrrasó con ellos, porque
ra a las provincias luego de la batalla de Pavón, que Urquiza, trai- to, que fue el brillante teórico, el hombre impecablemente lúcido no tuvo piedad alguna. La guerra de policía que Sarmiento y
cionando la causa federal (de aquí la ironía de Busaniche ante el de esta tarea, observando las banderas de los países del mundo, Mitre desatan en las provincias después del triunfo de Pavón ya se
triste, desolado pedido que la viuda de Peñaloza le acercara al detecta que, en muchas de ellas, predomina el color colorado. Ese lleva a cabo con cañones Krupp y fusiles Remington. El gauchaje
héroe del Palacio San José), le cede el triunfo, marchaba en busca predominio se da en los países bárbaros. Lejos de esto, sólo en un es sacrificado. La colonización interna tiene lugar. Sarmiento es
de los gauchos levantiscos con caballos herrados, al modo de país europeo existe tal preponderancia. En su estilo altisonante, se nuestro general Bougeaud. Mitre lo es. Son los que conquistaron la
Bougeaud contra los árabes. El mariscal y sus tropas no ahorraban pregunta entonces: “¿Qué vínculo misterioso liga todos estos argentina para Buenos Aires. Los lugartenientes fueron Wenceslao
medios para derrotar a los bárbaros ejerciendo una barbarie supe- hechos? ¿Es casualidad que Arjel, Túnez, el Japón, Marruecos, Paunero, Ambrosio Sandes, Irrazábal y otros carniceros de la civi-
rior a la de ellos. En un episodio, los franceses queman vivos a Turquía, Siam, los africanos, los salvajes (...), el verdugo y Rosas lización, que los requería, porque requería matar a quienes se le
quinientos argelinos, algo que sirve para dinamizar el entusiasmo se hallen vestidos con un color proscrito hoi día por las sociedades opusieran en nombre de los valores que portaba: las luces de la
guerrero de sus aliados nativos. Bougeaud, hecho gobernador de cristinas i cultas?” (Nota: Domingo Faustino Sarmiento, Facundo, razón, el progreso, las relaciones con Europa. “Si Sandes mata
Argelia, no vacila en arrojar sobre los nativos una guerra de masa- edición crítica y documentada de la Universidad de La Plata, La gente, déjenlo”, decía Mitre, “es un mal necesario.” Quisiera
cres y devastaciones. Durante buena parte del siglo XX, con sin- Plata, 1938, prólogo de Alberto Palcos, p. 147. Palcos conservó la decir claramente –porque es hora de que hablemos claro en la
ceridad y jactancia, con inocultable vanagloria, los manuales grafía original del texto sarmientino. Tomo la cita de mi libro Argentina– que no hago juicios morales sobre estas cuestiones. Es
escolares franceses narraban el entusiasmo con que Bougeaud tor- Filosofía y nación. En ese entonces, yo –demasiado joven aún– no toda una civilización la que así se conducía. Lo que Heidegger vio
naba cenizas, incendiándolos, los aduares (o sea, las tiendas de me habría sentido un intelectual si no citaba el Facundo por la y lo que todavía hace su gloria entre sus infinitos seguidores fue
campaña o los barracones que dan forma a un poblado) de los edición erudita y consagrada de Palcos. Luego utilicé la de Edi- que esa civilización llevaba al desastre, como, en efecto, está lle-
beduinos en esos duros pero gloriosos tiempos de la conquista de ciones Estrada, que tiene modernizada la grafía y es muy buena.) vando. Lo que Marx equivocadamente creyó es que de la civiliza-
Argelia, y justificaban o parangonaban los triunfos de Bougeaud Tal vez no sea arbitrario. Pero la que es simétrica –con la impor- ción del capital podía emerger un proletariado victorioso que
con los de los oficiales ingleses en la India, quienes, dictando cáte- tante salvedad que haremos– es la guerra que llevan las potencias estableciera otra, una más libre, sin explotación, sin ignominias.
III
No fue así. Los regímenes socialistas fracasaron por- aquí viene el revolucionario cambio que el peronis- Viejo, luego de Ezeiza, ¡como para pensar en traerlo
que tuvieron que adoptar la civilización de la técnica mo introdujo en la enseñanza argentina: No sólo Sar- a Rosas! Con Perón, Rosas no volvía. ¿Alguien
para sostenerse. Porque tuvieron que tornarse capita- miento fundó escuelas. Sarmiento fue superado por la recuerda cómo volvió Rosas al país? Para injuria de
lismos autoritarios, estatales, para subsistir. Y, sobre tarea que se realiza desde 1943. ¿Quién la realizó? semejante figura histórica, de ese tipo lleno de con-
todo, porque se realizaron en países inadecuados “El héroe de nuestra triple independencia, social, tradicciones, que despertó el odio suficiente como
para hacerlo. La Rusia atrasada, campesina y no pro- económica y política, y su nobilísima esposa” (Ibid., para provocar obras maestras de nuestra literatura,
letaria. La China arcaica. La Cuba tercermundista. p. 115). Y por fin: “Porque si bien Sarmiento, el El matadero, Facundo, Amalia, su regreso fue opro-
En ninguno de estos países existía lo que Marx había ‘maestro’, fue el fundador de la escuela argentina, bioso. Lo trajo Menem para preparar el indulto a
puesto como condición de posibilidad del proceso sus propulsores máximos, no menos geniales por la Videla. Y llegó Rosas y a nadie le importó nada. Ni
revolucionario: el proletariado industrial moderno. amplitud de sus miras ni menos ‘maestros’ por su una discusión hubo. La era de las ideas había pasa-
Que sólo existió en las metrópolis, a las que les fue amor a la infancia, han sido Juan Perón y Eva do. Las polémicas habían muerto. Los noventa
sencillo incorporarlo al universo de la técnica por Perón” (Ibid., p. 115). Todo el libro es así. Y así es empezaban a deteriorarlo todo.
medio del sindicalismo, en buena medida por su también el folleto que escribió el español Manuel Pero, ¿tiene derecho la historia oficial argentina
plusvalía externa, por sus enormes ganancias colo- Penella Da Silva, La razón de mi vida. En suma, se que se enseña en los colegios a indignarse tanto
niales o neocoloniales. Lenin sabía todo acerca de aceptaba por completo la visión oligárquica de la con el peronismo? Es cierto que se utilizaron los
esto. Sabía que el proletariado, si se desarrolla bajo el historia. A esto se le sumaba un aparato propagan- libros de texto para propaganda del “régimen”.
capitalismo como lo pedía Marx, devenía tradeunio- dístico torpe que irritaba a los padres de los niños. Pero no sean cínicos: ustedes hicieron lo mismo.
nista. Socio menor de la burguesía. Ya Engels, en Porque sonaba raro –salvo para peronistas de cora- Nuestros alumnos primarios y los secundarios
una de sus cartas tardías, le respondía a un amigo: zón, que eran muchos pero no todos– que Perón y estudiaron durante años la historia de un tal Gros-
“¿Me pides que te diga lo que piensa el obrero Evita fueran “no menos geniales” que Sarmiento. so o la de Astolfi. Leyeron todos los libros de los
inglés? Pues lo que piensa la burguesía”. Perón no recurrió a los hombres de Forja. Ni menos héroes que trabajaron en favor de Buenos Aires o
a Arturo Jauretche, a quien dio un puesto absurdo de los provincianos, muchos, que también lo
SARMIENTO, LAS de bancario. Raro nazi que respeta a todos los héroes hicieron. ¿Por qué hay que deglutirse un texto de
“GUERRILLAS” ESTÁN de la patria liberal. Los héroes cuyas pancartas eran la Historia argentina de José C. Ibáñez como el
FUERA DE LA LEY las de la Unión Democrática en sus desfiles. ¿Todo que citaremos? Dice así: “La campaña de Roca
Volviendo a Sarmiento: él fue nuestro mariscal para qué? ¿Para que se leyera en clase el Acróstico de contra los indígenas fue coronada por el éxito, lo
Bougeaud. No en vano fue quien lo conoció. Quien los niños a Eva Perón? “Entre todas fuiste buena/ que le permitió al gobierno nacional ejercer su
habló con él. Hay textos sarmientinos que todavía Valiente, noble y querida/ A todos nos faltan lágri- soberanía en unas quince mil leguas cuadradas de
estremecen, que tan poderosamente resuenan, que mas/ Para llorar tu partida/ ¡Evita somos tus niños!/ nuestro territorio e iniciar sin tardanza su obra
tan cercanos están de nosotros, que, por esa razón, Rosa de fuego dormida/ ¡Oh, no poder contemplar- civilizatoria” (José C. Ibáñez, Historia argentina,
tal como lo dije, estremecen. Sucede que Sarmiento, te/ Ni devolverte la vida!” Que el libro sea para Troquel, Buenos Aires, 1979, p. 459). 1979: en
como Nietzsche, escribía a martillazos: “El idioma niños de cuarto grado no lo justifica. Quizás, al con- ese año la Junta Militar festejaba su derrota de la
español ha dado a los otros la palabra ‘guerrilla’, trario, lo condena más pues es en esa edad temprana “subversión” como la segunda conquista del
aplicada al partidario que hace la guerra civil fuera cuando las verdades, aun en su complejidad, suelen desierto. Siempre la Civilización conquistando el
de las formas, con paisanos y no con soldados (...) llegar con mayor calado. ¿Qué tuvieron de Sarmien- desierto. Y el desierto es el Otro, el inintegrable,
La palabra argentina ‘montonera’ corresponde per- to? La estampita liberal-oligárquica del Sarmiento- aquel a quien no hay más remedio que matar.
fectamente a la peninsular ‘guerrilla’ (...) Las ‘guerri- maestro. ¿Por qué debimos leer Juvenilia? ¿Por qué debi-
llas’ no están todavía en las guerras civiles bajo el mos leer la obra de un paranoico, de un enfermo,
palio del derecho de gentes (...) Chacho, como jefe LA LÍNEA ROSAS-PERÓN del redactor de la Ley de Residencia que aterrorizaba
notorio de bandas de salteadores, y como ‘guerrilla’, LA CREA LA OLIGARQUÍA a los inmigrantes, quienes sentían la posibilidad de
haciendo la guerra por su propia cuenta, murió en SETEMBRINA ser expulsados en cualquier momento, más aún
guerra de policía en donde fue aprehendido y su ¿Qué habría podido hacer Perón? Meterse un cuando su creador la llamaba “deliciosa ley de expul-
cabeza puesta en un poste en el teatro de sus fechorí- poco con los muertos. O, al menos, jugársela por sión”. En la Introducción del libro, Cané escribe:
as. Esta es la ley y la forma tradicional de la ejecu- algunos muertos injuriados por el Buenos Aires de “Pero mientras corregía y pensaba en todos mis
ción del salteador (...) Las ‘guerrillas’, desde que la venganza, del rencor, de la maldición de José compañeros de infancia, separados al dejar los claus-
obran fuera de la protección de gobiernos y ejércitos, Mármol: “Ni el polvo de tus huesos la América ten- tros, a quienes no he vuelto a ver y cuyos nombres se
están fuera de la ley y pueden ser ejecutados por los drá”. Cuando Perón cae, la oligarquía publica El han borrado de mi memoria (...) ¡Cuántos desapare-
jefes de campaña. Los salteadores notorios están libro negro de la segunda tiranía. Recuerdo mi asom- cidos!” (Miguel Cané, Juvenilia, Colección Robin
fuera de la ley de las naciones y de la ley municipal y bro al escuchar las primeras proclamas de la Liber- Hood, Acme, Buenos Aires, p. 15). Sí, cuántos desa-
sus cabezas deben ser expuestas en los lugares de sus tadora. “¡Ha sido derrocada la segunda tiranía!” parecidos. “Allí está el cuadro (escribe Ricardo
fechorías” (Sarmiento, Vida del Chacho, en Proceso al ¿Cuál era la primera? La de Rosas. Tenía yo doce Rojas) de nuestra Buenos Aires y de nuestra vida
Chacho, Caldén. Buenos Aires, 1968, pp. 119/126. años el 16 de septiembre. A Rosas, como todo pibe intelectual tal como fueron de 1863 a 1870” (Ricar-
Una edición más “respetable”, con menos tinte inquieto, lo admiraba muchísimo. Me atraía por- do Rojas, Historia de la literatura argentina, tomo
setentista, puede ser la de El Ateneo, Buenos Aires, que era el malo de la película y siempre me gusta- ocho). Esa generación se formó para conducir el
1952, con prólogo del insospechable Alberto Palcos, ron los villanos. Porque tenía una pinta bárbara de país. Luego lo condujeron sus hijos. Hubo una con-
un serio historiador de la alta burguesía argentina). caudillo, de jefe, de tipo duro. Porque su época era tinuidad. Porque la oligarquía no se traiciona, se
Sobre la grandeza de Sarmiento como escritor no colorida, llena de sucesos. Porque me había devora- prolonga. Luego apareció otro libro. Se llama La otra
voy a extenderme. En 1971, en Envido N 3, publi- do los libros de Manuel Gálvez, los que publicaba la Juvenilia, historia y represion en el Colegio Nacional de
qué Racionalidad e irracionalidad en “Facundo”, ahí Colección Austral: El gaucho de los cerrillos, Tiempo Buenos Aires. Sus autores son Santiago Garaño y
concluía el trabajo con un canto a la genialidad lite- de odio y angustia y Así cayó Don Juan Manuel, en Werner Pertot. Y es la historia de otra generación
raria del sanjuanino. (Ese texto, extenso, formó ese orden. Porque había leído la fascinante biografía del Nacional Buenos Aires, no la de aquella elegante
luego parte de Filosofía y nación.) Se trata de un que Gálvez le dedicara: Vida de don Juan Manuel de elite que educó el sabio y sereno Amadeo Jacques.
titán, de un tipo que se propuso hacer un país y, en Rosas. ¡Hasta había empezado a escribir una biogra- Esta juvenilia quiso hacer otro país, uno diferente al
efecto, tal como dice el Himno que le escribieron, lo fía del gaucho de Los Cerrillos, del Restaurador de de Cané. Entre 1976 y 1977 más de 105 de ellos
hizo con la pluma, con la espada y la palabra. Su las Leyes! De pronto, resulta que Perón había sido fueron desaparecidos. Sus edades son mayoritaria-
enormidad histórica deja muy atrás a Mitre. Y acaso el segundo Rosas. Observemos cómo las clases diri- mente las que siguen: 18 años, 20, 19, 21, 17, 25,
sólo Roca lo iguale en lucidez, en tanto tipo que gentes de la Argentina en seguida fijan su línea his- 22, 23, 27, 24, 16 (¡dieciséis años!), 18, 15... 15
sabe lo que hay que hacer para hacer un país. Roca, tórica. Lo único que hizo el peronismo fue glorifi- años. Nadie ignora la participación de ideólogos,
el Bougeaud de la Patagonia. Siempre se trata, para car a Perón y a Evita y a las conquistas del movi- economistas y periodistas que apoyaron a la dictadu-
la razón burguesa, de conquistar el desierto. Tam- miento. Hay pasajes de exaltación popular, de ra y militaron activa, entusiastamente en ella. Prove-
bién para Sarmiento, Facundo y sus jinetes eran la ayuda a la vejez, de las nacionalizaciones, etc., etc., nían de lejos. De esa generación privilegiada, de
pampa, la planicie, el desierto: había que conquistar- etc. Pero todo permaneció intocado. La Libertadora argentinos de clases altas, que se educaron bajo el
los para la civilización. Se hizo una ciudad, no un en seguida planteó que el movimiento se hacía en manso Amadeo Jacques, luego crecieron, tuvieron
país. Una bella ciudad que disfrutó una oligarquía nombre de la línea Mayo-Caseros. Hasta un histo- hijos, crecieron sus hijos. La primera juvenilia y los
rastacuerista, sin visión histórica, entregada al goce riador menor como José Campobassi escribe un cuadros ideológico-políticos que formó mató a la
fácil y a la policía de Ramón Falcón y los fusiles del libro que se llama: Urquiza y Mitre, hombres de segunda. A la otra juvenilia. ¿Quién escribirá su his-
coronel Varela. Mayo y de Caseros. Si Perón no quería traer a Rosas toria? Ya lo hicieron Garaño y Pertot. Pero, ¿por qué
Pero el peronismo honra a los héroes de la oligar- porque la oligarquía le arrojaría con todo: ¡el segun- tuvimos que leer la de Cané? ¿Por qué la publicó la
quía a la que ha llegado para combatir. El general do tirano trae al primero! De donde vemos hasta Colección Robin Hood como un libro inocente,
fascista, nazi, el dictador, no cambia el panteón de qué punto está impuesto el dogma liberal. Debió, al con las mismas tapas amarillas de Salgari o Jack
los héroes de la oligarquía. “Bastantes problemas menos, incorporarlo en los libros de lectura. Al London o Luisa May Alcott? Porque nos engañaron.
tengo con los vivos, para qué me voy a meter con los cabo, la oligarquía se lo adosó a él. La línea Rosas- Nos metieron su visión del mundo desde niños. Y lo
muertos”, dice el supuesto Führer argentino. La Perón fue un invento oligárquico. hicieron con más sagacidad, con menor torpeza, con
Argentina de Perón dice de Sarmiento: “De todos los En 1973, cuando todo parecía posible, cuando más inteligencia y mejores plumas que las de
nombres con que la posteridad honra la memoria de José María Rosa iba a ser ministro de Educación y Mendé, la Sra. Angela C. de Palacio y el lamentable
aquel gran argentino que se llamó Domingo Fausti- Cultura, tuvimos una reunión con él, y Don Pepe, Penella Da Silva.
PRÓXIMO no Sarmiento, uno sobre todo lo vuelve especial- con su barba gris, con esa sonrisa tan linda que Eva Perón irá infinitamente más lejos que La
DOMINGO mente querido a los niños de su pueblo: el de maes- tenía, exclamaba entusiasmado: “¡Lo primero que razón de mi vida. Será en su escrito postrero. Lo
tro” (La Argentina de Perón, Ibid., p. 114). Sarmien- hacemos es mandar un barco a Southampton y tra- dictó desde su lecho de muerte. Un mes, a lo sumo,
Eva Perón, to, insiste, fue escritor brillante, estadista y presiden- erlo al Restaurador!” Minga. Ni Pepe Rosa fue antes de morir. Se llama Mi mensaje y de él nos ocu-
“Mi mensaje” te de la República. “Pero sobre todo fue maestro.” Y ministro de Educación y luego de la llegada del paremos en la próxima entrega.

IV Domingo 16 de marzo de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


18 Eva Perón, “Mi mensaje”

Suplemento especial de

Página/12
“¡PERÓN... Y ASUNTO ARREGLAO!” pero en serio: fascista, fascista. Y era peronista. Y peor: Perón, a libro es una fiesta. Pero no tanto lo es si se piensa que tuvo
poco de asumir su gobierno, en 1946, lo nombra... ¡Adjunto peso en su época y que en él abrevaron católicos como el doc-
o podemos completar el cuadro de los propa- Eclesiástico a la Presidencia de la Nación! Entre tanto, los tor Ivanissevich, quien, en los setenta, cuando Isabel-López

N gandistas o los escribas del peronismo sin una


referencia a un personaje poco conocido, para
nada recordado, pero relevante en el armado
conceptual, siempre agresivo del movimiento.
Era un gobierno que usaba, para sus fines, todo lo que tenía a
mano, todo lo que navegaba en la dirección de sus vientos.
Algunos, incluso, creaban esos vientos. Siguiendo siempre los
muchachos de FORJA, los Scalabrini, los Jauretche, los Manzi
o el más que talentoso, probablemente genial, autor del Adán
Buenosayres, no eran convocados. Perón elegía escritores, inte-
lectuales cortesanos. A los otros, les desconfiaba. Después de
todo, con él, para pensar, ya nada más se requería. Marechal
languidecía en puestos no deleznables pero poco eficaces del
ámbito educativo. La Universidad era tierra tomada por Santo
Rega lo nombran para que normalice las Universidades, el tipo
se saca una fotografía blandiendo un pico con el cual destruye
las paredes de la Facultad de Filosofía y Letras, que se erigía, en
esos momentos, en la calle Córdoba. Ahí yo daba Historia del
pensamiento latinoamericano, una materia subversiva pues
apuntaba a ideas tan aberrantes como la unidad de América
latina “contra el imperialismo”. No, nada de eso. Asume Otta-
de Perón, el huracán que agitaba las aguas. Esos propagandis- Tomás, por las esencias, por el catolicismo ultramontano y los lagano, ese hombre que, según Mariano Grondona, en una
tas dispusieron de los medios de comunicación para expresar grupos falangistas. No es posible evitar a Virgilio Filippo. Ade- nota de corte criminal que escribirá en 1974, es de “la estirpe
un ideario con el que el justicialismo coincidía en totalidad o más sería incorrecto. Que lo haga un peronista que quiere con- de los Lacabanne y los López Rega”. Lacabanne era el sangui-
disentía a lo sumo en matices, a los cuales agregaba, en una tar la historia rosa de su movimiento, vaya y pase. Pero se equi- nario jefe de la Triple A en Córdoba. Son los hombres de esa
actitud muy de Perón, otros matices de otros conversadores voca: una historia, aunque uno esté con una parte de su cora- estirpe, “los que hacen la tarea”, según la frase de Grondona,
mediáticos o “escritores obedientes”, que son la negación del zón puesta en ella, se cuenta con sus luces y sus sombras. Hay los que ahora, con Ottalagano, se ponen al frente de la Univer-
escritor, pero que siempre sirven a los regímenes de turno. He un riesgo. Todo relato es un viaje. Al final es posible que seamos sidad. Ivanissevich es su efigie más pestilentemente anticomu-
empleado la palabra régimen con relación al peronismo. Creo otros. O se acepta ese riesgo o uno no se mete en el relato.
que sería arduo desmentirla. Con admirable velocidad y con Horacio González da en el clavo cuando detecta la pasión de
escasas vacilaciones, el primer peronismo organizó el país a su lo conspirativo como eso que consituía a Filippo: “No creo ser
imagen y semejanza. No hubo un lugar en que su presencia no inexacto si digo que Filippo actuó lunáticamente y que en su
se hiciera sentir. Esta omnipresencia se unía al silenciamiento papel de exaltado guerrero de la fe había en él algo de ‘crasa
de toda voz disidente. Lo que finalmente dibujaba la fisono- teología absurda’ tal como el cineasta Glauber Rocha llegó a
mía de un régimen, de un sistema político ampliamente abar- ver en el militante católico brasilero Gustavo Corcâo (...) Su
cativo, que imponía su visión del mundo en todos los ámbitos especialidad era la denuncia de la gran conspiración y sus recla-
y, a la vez, en todos ellos silenciaba la de los otros. El peronis- mos de represión hasta podrían ser un añadido baladí en la
mo, en lo cultural, en lo universitario, en lo mediático, fue cla- providencialista tarea del cruzado. Ciertamente, el cura de Bel-
ramente autoritario. Para los jóvenes de los setenta éste era grano fue un hombre prolífico y combatiente, atrabiliario
uno de sus rostros más claramente revolucionarios. Se había maestro conspirador y a la vez caprichoso detector de conspira-
atrevido a silenciar a la oligarquía. Recuerdo la sorpresa o iro- ciones” (Horacio González, Filosofía de la conspiración, marxis-
nía de algunos jóvenes de los ’80 cuando uno les informaba tas, peronistas y carbonarios, Colihue, Buenos Aires, 2004, p.
que en los ’70 (irritantes para ellos), al discutir con el antipe- 156). ¿Cómo no habría de encontrar un tipo como Filippo,
ronismo de izquierda, se utilizaba el cierre de La Prensa como que estaba un poco loco, por decirlo claro, pero lo estaba de un
un elemento sin duda revolucionario del primer peronismo. modo peligroso, es decir, lo estaba para los demás, una conspi-
“¿No ven? Cerró el diario de la oligarquía.” ración feroz en el comunismo internacional?
Tal como –es absolutamente cierto– la oligarquía había silen- Retrocedamos pero para regresar con más fuerza, más datos.
ciado siempre a sus adversarios, que apenas si tenían medios Virgilio Filippo (1896-1969) empieza a arrojar por medio de
para sacar un pasquín, y, si lo sacaban, la policía de Ramón los micrófonos de Radio Sarmiento de Buenos Aires la preocu-
Falcón o del hijo de Leopoldo Lugones, con esa picana cuya pación de su Iglesia Católica acerca de la trágica situación que
invención le pertenece, tomaba cartas en el asunto. La demo- se vivía en el plano internacional, y de la que Argentina, siem-
cracia no era un asunto argentino. Zoilo Laguna, a quien soy el pre lejana a todo, debía sentirse preocupada. A ello la impelía el
único que cita, tiene un folleto (que, aquí está el misterio, tam- prelado. El libro Habla el Padre Filippo tiene 352 páginas de
bién tal vez sea yo el único que lo tiene) cuyo nombre es Se vie- fobias, de paranoia, de antisemitismo, de nacionalismo ram-
nen las votaciones. Y habla de lo que el pasado era para los plón, pero altamente peligroso. Al cabo, el nacionalismo suele
pobres. Habla de la palabra Libertad con la que tanto se llena la ser ramplón, soez (ésta es la palabra: soez) y cuando se centra en
boca el liberalismo oligárquico: “¡Libertá!/ Si habrán hablao esta modalidad expresiva más peligroso se torna. Filippo
d’ella en otras ocasiones/ ganando las elesiones a garrotazo encuentra de inmediato el mal que el mundo padece. Es el
pelao/ libertá de andar tirao/ sin techo pan ni trabajo/ Ésa era comunismo. Escribe el periodista y escritor Germán Ferrari:
pa’los de abajo la libertá/ del pasao”. Y Laguna decía qué era lo “Son elocuentes las menciones a ‘el judío Lenín’ (páginas 8,
que había que hacer en las votaciones que se advenían, las de 23), ‘el judío Marx’ (55, 255, 279, 296, 344), ‘el judío Sig-
febrero del ’46: “Sin asco a darle cruazo/ que en esta tierra el mund Freud’ (16), ‘la España Roja’ (123, 144, 208, 222), ‘la
destino/ tiene ya un nombre argentino/ ¡Perón... y asunto arre- infame Revolución Francesa’ (23), ‘la inquina roja argentina’
glao!” Asoma aquí esa faceta fundamental del pueblo peronista. (102). Desde su catolicismo, Filippo embiste contra las bases
La que dijimos: las cosas bajan desde la conducción. El pueblo ideológicas del sistema soviético, con una mezcla de datos irre-
las recibe con alegría. Pero no es formado ni para defenderlas futables y contundentes, y visiones apocalípticas e intenciona-
ni para luchar por ellas. Esa tarea se deposita en Perón. Zoilo das. Cuestiona el ‘totalitarismo destructor’, los ‘asesinatos en
Laguna lo dice: “¡Perón... y asunto arreglao!” Siempre fue así: masa llamados depuraciones’, los ataques hacia la familia, pero
“¡Perón... y asunto arreglao!” Hasta que no alcanzó. Hasta que no hace ni una sola mención del nazismo y el fascismo. Ni
Perón se fue y el asunto ya no tuvo arreglo. En el momento de Hitler ni Mussolini son nombrados en sus discursos radiales.
entrar a analizar la sombría figura del padre Virgilio Filippo –es Franco es elogiado en un breve párrafo referido a la defensa de
de él de quien empezamos a hablar– retorno sobre algo: esa la religión” (Germán Ferrari, “Habla el padre Filippo”, Todo es
picana eléctrica que todos esos libros gorilo-periodísticos se Historia, N° 451, Buenos Aires, 2005.). Sigue Ferrari (que es
abisman en ubicar en las manos de los hermanos Cardozo o el uno de los pocos en preocuparse de este siniestro personaje
Comisario Lombilla la inventó –como muy bien se sabe, por que, se sepa o no, fue asesor espiritual de Eva Perón y, a partir
otra parte– el hijo del poeta Lugones. Una relación interesante de 1946, como ha sido dicho, Adjunto Eclesiástico a la Presiden-
entre este padre y este hijo. En 1924, en Lima, celebrando el cia de la Nación, nombrado por el general de las infinitas y con
centenario de la batalla de Ayacucho, que culminó la liberación frecuencia agobiantes contradicciones): “Filippo es un pionero
de América latina bajo la espada, bajo la conducción del glorio- en usar la radio con fines político-religiosos: a partir de 1935
so Mariscal Sucre, una de las figuras más puras de nuestra inde- publica Conferencias radiotelefónicas, El reinado de Satanás, Sis-
pendencia, asesinado vilmente, cuando volvía casi sin custodia, temas genialmente antisociales y El monstruo Comunista. Pero,
para su casa por los enemigos de la unidad latinoamericana, ¿es un simple propagandista más del nacionalismo católico?
Leopoldo Lugones dijo su célebre discurso: “Ha sonado otra Autor de más de treinta libros, folletos, traducciones y hasta
vez, para bien del mundo, la hora de la espada”. Y aquí, en piezas musicales, este presbítero –párroco de Villa Devoto y de
Buenos Aires, en tanto su padre desenvainaba la espada en Belgrano– es uno de los primeros integrantes del clero en
Lima, el hijo ideaba su propia espada, la picana eléctrica “para expresar sus simpatías por Juan Domingo Perón, cuando el
bien del mundo”. Lugones (hijo) no justifica a los Lombilla o a militar aún era un ascendente miembro de la dictadura que
los Cardozo, pero no se hagan los distraídos: son muy pocos los triunfó en 1943. Con la victoria electoral de la fórmula Perón-
horrores argentinos no inventados por el eterno poder de la oli- Quijano, esa adhesión incondicional es premiada y en 1948 se
garquía o las masacres llevadas a cabo por ese mismo poder e incorpora a la Cámara de Diputados por un período de cuatro
insuperadas por las famosas “tiranías”. años. En otro de sus libros, El Plan Quinquenal de Perón y el
comunismo (1948), Filippo reafirma su compromiso con el ide-
VIRGILIO FILIPPO: ario justicialista, al que considera seguidor de la doctrina social
EL REINADO DE SATANÁS cristiana, y aprovecha para profundizar su predicación antico-
Pero tenemos que detenernos en la figura del Padre Virgilio munista” (Ferrari, Ibid.).
Filippo. Eva Perón murió con la cercanía de dos clérigos. Uno, El libro en que el cruzado anticomunista y, a la vez, ferviente
el fascista Filippo. El otro, Hernán Benítez, que, en los setenta, justicialista y asesor espiritual de profesión, la emprende contra
habría de salir a pedirle a Perón que no desautorizara a la gue- el comunismo es: El Plan Quinquenal de Perón y
rrilla. Cierta tarde lo fuimos a ver con algunos compañeros de el comunismo. En la tapa vemos a un
Envido y nos largó una larga parrafada sobre la cuestión: si joven y viril Perón que enarbola una
Perón le hacía caso a la dictadura de Lanusse y desautorizaba a bandera argentina y pisotea el célebre
la guerrilla, estaba liquidado. Filippo, otra cosa. Era fascista, “trapo rojo del comunismo”. Hoy, el
II
nista, fascistoide, es colocado, por López Rega, al frente de la tantes de la JP? Horrible, patético, duro, desalentador para la tismo hace correr por el mundo durante esos días. Cita al actor
tarea. Se dispone a destruir el edificio de Filosofía y Letras con imagen que teníamos del peronismo. ¿Esos tipos había tenido a Adolph Menjou: “Hollywood es uno de los principales centros
un pico. No creo que haya destruido mucho porque era un su lado Eva Perón? ¿Este imbécil se había permitido la arrogan- de la difusión comunista en Estados Unidos” (La Razón, 16 de
viejo decrépito y patético que apenas si podía mantenerse en cia trágica de curarla de su cáncer? Era cierto: el doctor Ivanis- mayo del cuarenta y siete. Filippo, ob. cit., p. 105). Menjou era
pie. ¡Pero había asistido a Evita en sus últimos momentos! sevich por ahí había envejecido mal. Pero se puede envejecer una perfecta basura. Un tipo que denunció a montones de
Imaginen la escena: el opa viejo, desvencijado pero fascista mal para el otro lado. Uno ha encontrado en su vida a muchos colegas. Y hasta dijo que reconocía a los comunistas “por el
hasta el fin, fervoroso lector de Filippo, les dice a los fotógra- viejitos republicanos de la Guerra Cívil Española. Y eran mejo- olor”.
fos: “Tomen la foto cuando yo pegue con el pico en la pared”. res personas que Ivanissevich. Pero éste había envejecido para Virtud que Virgilio no reclama para sí. Por último (el tema
Así salió nomás: destruyendo personalmente ese antro de per- el lado del anticomunismo troglodita, era un macartista paleo- es encantador por su idiotez, por su bobada inexpresable,
dición, ese antro anticristiano, esa cueva de criaturas del Anti- lítico. Dardo Cabo escribió en El Descamisado: “Los peronistas invencible), Virgilio cita un hecho patético y divertido de la
Critsto. A la noche, para colmo, da un discurso por Radio en podemos perder millones de votos con el discurso del doctor industria de Hollywood en su aspecto más miserable. En plena
cadena. Y se le caen gruesas lágrimas cuando pregunta: “¿Es Ivanissevich”. También era una frase rara: en 1974, a los mon- guerra, Estados Unidos, para llevar a su plenitud sus buenas
que no son hijos de madre cristiana estos muchachos?” Hones- tos, no les importaban mucho los votos. No, los que perdimos relaciones con la Unión Soviética, su aliado (¡oh, señores de la
tamente, poco pensábamos en nuestras madres cristianas cuan- fuimos nosotros. ¿Ésos habían sido los protagonistas del primer Unión Democrática, vean los peligros del aliadofismo!), deci-
do hacíamos lo que hacíamos. ¿En qué lenguaje venía a hablar- gobierno de Perón, nacional, popular y hasta revolucionario? den hacer una película que exprese la bella espiritualidad del
nos este troglodita que apenas si podía balbucear alguna que Tendríamos que trabajar mucho sobre el movimiento y su sis- pueblo ruso, al que los alemanes han invadido en 1941, y que
otra huevada? ¿En qué lenguaje pretendía hablarles a los mili- tema de ideas si había estado en manos de gente como Ivanis- se encuentra, en esos momentos, librando feroces combates
sevich. Que, en gran medida, había aprendido del Padre Virgi- contra las fuerzas de Hitler. La película (esto es importante)
lio Filippo. Y aquí volvemos a él. Su opus magnum, con Perón intenta ser para la Unión Soviética lo que Rosa de abolengo
en la tapa, de frente al futuro, bandera argentina en mano, y (Mrs. Miniver, con Greer Garson y Walter Pidgeon, dirigida
trapo rojo pisoteado, era la imagen consumada, lapidaria del nada menos que por William Wyler y de 1942) fue para Gran
panfleto anticomunista, del panfleto torpe, barato. Bretaña, que, por ese entonces, encarnaba tanto el Bien como
los soviéticos, hasta tal punto éstos eran bendecidos por Holly-
“EL MONSTRUO COMUNISTA” wood. Se hace la película. Y el galán Robert Taylor interpreta a
¿Por qué leerlo? Porque no se leyó en los setenta. Estos un director de orquesta que viaja a Rusia para dirigir la parte
textos no se leían. Yo lo tenía guardado en algún rincón de orquestal (¿de qué?) del Concierto Nº 1 para piano y orquesta
mi biblioteca porque, desde 1969, me iba a la Librería Plate- de Tchaikovsky, adorado en ese entonces (siempre, en verdad)
ro, que no está más, de la calle Talcahuano, el tipo me deja- por los aficionados a la música clásica y muy accesible a los
ba bajar al sótano y ahí encontraba estas joyas. “Y bueno grandes públicos. O sea, si tú tienes en tu oreja un habano y te
–decíamos encogiéndonos de hombros–, eran las contradic- escuchas el Nº 1 de Tchaikovsky y, aun de ese modo, sigue sin
ciones del peronismo. Perón juntaba todo pero lo unía por gustarte la música clásica es que estás muerto. Llega Robert
vía de conducción.” ¡Por vía de conducción! Qué frase: Perón Taylor y empieza a trabajar con la orquesta. Falta el solista, el
había acostumbrado a medio país a ceer en ella. Porque esta- encargado de la muy complicada parte del piano. El solista es...
ba en Madrid y manejaba todos los hilos. Bien, a meternos una solista. Y muy bonita. Sí, todo es previsible. El director y
un poco con Filippo. Y no crean que me estoy rajando de la brillante pianista se enamoran. Pero se desatan las sombras
Eva Perón. No, Filippo dio la última misa antes de su muer- de la guerra. La película se llamó en inglés Song of Russia, pero
te. La dio a pocos metros de su lecho de muerte. En la calle. en la Argentina se conoció bajo el más expresivo título de Som-
Ante miles de dolorosos morochos peronistas que sufrían la bras sobre la nieve. (Ya termino con esta pavada, no se preocu-
muerte de Eva Duerte, que era, para ellos, una tragedia. Y pen.) Las sombras de la guerra se expresan en la invasión ale-
que era, para Perón, un hecho político. mana a territorio soviético. El director y la joven pianista rusa
El libro está dedicado al “señor Ministro de Guerra, Gral. D. (que es una actriz que responde al muy eslavo nombre de
Humberto Sosa Molina”. Y también “a los jefes y oficiales de Susan Peters) se angustian mucho. Pero alguien ocupa toda la
las fuerzas armadas de la Nación Argentina que (...) arbólanlos pantalla. El solo ante un micrófono les hablará a todos los que
ideales de nuestra gloriosa tradición, contra las ideas exóticas” habitan la Santa Tierra Rusa, esa madrecita que a todos contie-
(Virgilio Filippo, El Plan Quinquenal de Perón y los comunistas, ne. ¿Quién es este señor? ¡Stalin! Aparece Stalin en esta pelícua
Editorial Lista Blanca, Buenos Aires, 1948, p. 5). ¡Lo de los yanqui de 1943 y se lo ve como a un campesino bueno que
“infiltrados” venía de lejos! La idea del “infiltramiento” que anuncia a su pueblo la llegada del invasor nazi y le pide sacrifi-
Perón maneja contra la JP es una idea tradicional de la dere- cios para luchar contra él. En 1950, en pleno macartismo, el
cha. La derecha, al ser la dueña de la patria, considerará “infil- senador McCarthy acusa a la Metro Goldwyn Mayer, produc-
trados”, gente de “ideas exóticas”, a los que se aparezcan con tora de la película, y al actor Robert Taylor de rojos, inmundos
algo distinto a lo consagrado por el poder de un país. La tradi- rojos. ¡Pero si los rusos eran nuestros aliados cuando la hici-
ción castiga. La tradición señala a los traidores. La tradición mos!, reclaman con justicia los perjudicados. Nada, persecu-
denuncia a los infiltrados. Los denuncia porque traen “ideas ción, difamación, enemigos de la libertad y la democracia ame-
exóticas”, y si estas ideas son tales es porque no son las de la ricanas. El actor Robert Taylor se salva porque delata hasta a su
tradición. ¿Cuál era la “tradición” de Filippo? Había tenido, perrito. Prácticamente, no hay en Hollywood alguien que no
desde joven, diversos y godzillianos enemigos. (Nota: Sí, el sea comunista, menos él. El padrecito Virgilio se enfurece con-
adjetivo godzilliano responde al monstruo Godzilla, un invento tra Sombras sobre la nieve y la denuncia también como la infil-
de los japoneses que veían en él a derivado mutante de las tración del comunismo en Estados Unidos. Y escribe: “Los
bombas de Hiroshima y Nagasaki. De aquí el dulce placer de libretistas son en gran número comunistas infiltrados. El partido
venganza con que ellos han de haber visto el film norteameri- comunista domina absolutamente la Unión de escritores cine-
cano, el más perfecto, y el más caro, y el más expectacular de la matográficos” (Virgilio Filippo, El Plan Quinquenal de Perón y
serie, como una secreta venganza, una autovenganza que los el comunismo, Lista Blanca, Buenos Aires, 1948, p. 106). Todo
propios yankis se infligían. De hecho, poco tiempo después, y esto sería por completo insustancial si Filippo no hubiera sido
a raíz de los atentados a las Twin Towers, al ver correr a los quien fue. Durante los días finales de Eva Perón su figura
ciudadanos de Nueva York, los aplicados cinéfilos, que nos ocupa un lugar altamente protagónico. ¿Cuántos curas, curitas,
vemos todos estos engendros norteamericanos, gritáramos: tipos humildes, no cavernícolas, habrían rezado, junto a los
“¡Mírenlos, corren igual que cuando Godzilla se los quiere obreros, junto a los humildes, por quien, en efecto, tanto los
morfar!” Así era.) En 1936, Filippo da una serie de conferen- amó? Sin embargo, ahí, al frente, estaba Virgilio Filippo, fascis-
cias radiales tituladas, no sin cierta moderación o sutileza, El ta, falangista, nazi, macartista, enemigo de Satanás y de todas
reinado de Satanás. En 1938, publica un libro, y no creo que a las formas que éste asumiera sobre la Tierra. Hasta enemigo de
favor, que se titula Los judíos, y que tiene sus buenas 210 pági- la Metro Goldwyn Mayer, a la que consideraría un Imperio de
nas. En 1938, cuando la Unión Soviética se preparaba para el judíos. Escribe Marysa Navarro: “El 20 de julio, la CGT patro-
Pacto Molotov-Ribbentrop (esa pestilente canallada de Stalin: cinó una misa de campaña en la avenida 9 de Julio. A pesar de
la de Ribbentrop va de suyo) Virgilio, el Cruzado, escribe El la lluvia fría que caía ese día, millares de personas se arrodilla-
monstruo Comunista. Y, en efecto, en 1948, publica El Plan ron frente al altar erigido al pie del Obelisco para rezar por la
Quinquenal de Perón y los comunistas, del que se agotan cinco salud de Evita y seguir la misa que oficiaba el diputado pero-
ediciones que suman 26.000 ejemplares. Esto, insistamos, en la nista padre Virgilio Filippo” (Marysa Navarro, Evita, Planeta,
Argentina de 1948. Imaginen si no es para pensar que alguna 1994, p. 314). A metros de Filippo, por micrófono, nada
influencia habrán tenido sobre las cabezas abiertas a las ideas menos que Hernán Benítez, uno de los seres más cercanos a la
generosas, a los sentimientos puros, no alimentados por el santidad que hayan podido existir, hablaba del sufrimiento de
odio, como los del doctor Ivanissevich. los hogares obreros, porque era ahí, en ellos, donde agonizaba
Como habrán imaginado, uno no se lee, por cuidarse la Evita, que ella, decía, amaba a los obreros porque no les impor-
salud, 335 páginas de este energúmeno, pero hay un apartado taba la lucha por el dinero, por la abundancia, que no adopta-
exquisito. Filippo trata de demostrar cómo el comunismo se ban los vicios “de aquellos a quienes la vida no les ha enseñado
infiltra en todas partes. ¡También en Hollywood! Pareciera raro la lección de la sobriedad, del ahorro y del sacrificio” (Marysa
imaginar a semejante prelado meterse en ese ámbito de estrellas Navarro, Ibid., p. 314).
voluptuosas, galanes viriles y fiestas bullangueras, pecaminosas,
apologías del triunfo de la carne sobre el espíritu, aquelarres INTRODUCCIÓN A “MI MENSAJE”
indómitos. Pero aquí está Virgilio, cricifijo en mano, dispuesto También del Plan de Operaciones de Moreno se ha dicho que
a separar la paja del trigo. Lo único que hace el prelado es tras- es falso. Que no lo escribió el exaltado, el jacobino que estaba
mitir, de segunda mano, algunas de las noticias que el macar- al frente de la Junta de Mayo. Si el texto de Moreno es falso, si el
III
texto de Moreno no es de Moreno, la Revolución de movimiento de Mayo si el de Moreno es falso? No notable edición de Bartleby, el escribiente de Edito-
Mayo se queda sin voz. Probablemente sea más sen- perdamos el tiempo. Como tampoco con el texto rial Pre-textos, Valencia, 2005, con textos adicio-
cillo no atribuirle el Plan de Operaciones a Moreno de Evita, Mi mensaje. Con ella, incluso, hay canti- nales de Gilles Deleuze, Giorgio Agamben y José
que no atribuirle Mi mensaje a Evita. Se sabe: La dad de textos con los cuales relacionarlo. Lo que Luis Pardo). Se dictó entre marzo y junio de
representación de los hacendados, por el tono, por terminó por recibir el título de Historia del pero- 1952. Eva pesaba 38 kilos.
las ideas, poco o muy poco tiene que ver con el nismo y son las clases que Eva dictó en 1951 en la “Durante las horas de mi enfermedad (...) tengo
Plan. Para encontrar simetrías entre el Plan y otros Escuela Superior Peronista, en tanto Perón dictaba que escribir una vez más” (Eva Perón, Mi mensaje,
textos morenianos hay que remitirse a las Instruc- las que darían forma a Conducción política, tienen Futuro, Buenos Aires, p. 31). ¿Por qué una vez
ciones a Castelli o, no a textos, sino a órdenes, a casi todo lo que se encuentra en Mi mensaje: la más? Porque no ha escrito nunca. Pueden tomarse
decisiones extremas: el fusilamiento de Liniers en pasión, el fanatismo, el odio a las jerarquías, ecle- como textos sus clases en la Escuela Superior Pero-
Cabeza de Tigre. “La junta –escribe José Luis siáticas, a los militares, a la oligarquía. Lejos de La nista o sus discursos. Pero éste, Mi mensaje, es un
Busaniche– derramaba así la primera sangre de razón de mi vida, que empieza a gestarse por texto escrito. Lo dicta porque sus fuerzas no le dan,
hermanos en el Río de la Plata y la primera vícti- medio de la pluma de Manuel Penella Da Silva y pero, dictándolo, lo escribe. “No quiero recibir ya
ma era el héroe de la Reconquista y de la Defensa” que sirve a los gorilas periodísticos, como el buen ningún elogio. Me tienen sin cuidado los odios y las
(Busaniche, Ibid., p. 309). Durante estos días ha Gambini o como Osiris Troiani, que forjó la His- alabanzas de los hombres que pertenecen a la raza
sucedido un hecho editorial inesperado y altamen- toria del peronismo que publica Primera Plana, esa de los explotadores (...) Quiero decirles la verdad
te positivo. La Editorial Peña Lillo y Ediciones revista que ha permanecido entre las glorias del que nunca fue dicha por nadie, porque nadie fue
Continente han reeditado el libro de un hombre periodismo argentino y que preparó, en complici- capaz de seguir la farsa como yo, para saber toda la
simple, de bajo perfil, un negado, un silenciado, el dad con los militares, el golpe de Onganía (qué verdad. Porque todos los que salieron del pueblo
anti-Halperin Donghi, un historiador formidable pena: unos señores tan cultos, tan educados, tan para recorrer mi camino no regresaron nunca. Se
que pagó muy cara su adhesión al peronismo, a un buenas plumas, corriendo, al final, detrás del culo dejaron deslumbrar por la fantasía maravillosa de
peronismo alejado del militarismo montonerista y del bruto de Onganía, ultracatólico, cursillista, las alturas y se quedaron ahí para gozar de la menti-
del fascismo y de la burocracia del sindicalismo y que habría de consagrarle el país a la Virgen; vícti- ra” (Ibid., p. 32). No quiere recibir nada de los que
del partido: fue silenciado por la dictadura y luego ma, esa inteligente muchachada, de su antipero- pertenecen “a la raza de los explotadores”. Sólo se
por la academia que se constituye bajo el alfonsi- nismo feroz, que advertía, y aquí aparece su luci- ha hecho Cenicienta principesca para seguir la farsa,
nismo y cuyo poder, su sombra, todavía llega hasta dez, que el bueno de Illia no frenaba el pesadilleco para conocer desde adentro la verdad de lo que ahora
el presente. Es Salvador Ferla. Autor de dos libros regreso de Perón –que llevaría a la negrada otra se prepara a denunciar. Y, con toda claridad, lúcida-
notables, suficientes para asegurar su presencia vez a las cumbres del desprecio, y al insolente des- mente, pero sin referenciarse a ninguna Cenicienta,
entre los mejores historiadores argentinos, que dan parpajo–, sino que lo haría el bravuconazo de establece su diferencia con todas ellas. Todas las tre-
solidez a su obra: Historia argentina con drama y Onganía, de aquí que la intelligentzia se atara al padoras (tal como las ve la célebre ópera-rock) se fue-
humor (cuya edición corrió a cargo de Granica en carro militar: ser tan, pero tan gorila siempre ter- ron para no volver. Cenicienta no regresará, no sólo
1974) y Mártires y verdugos, la insurrección de Valle mina teniendo su precio) que describen a un a la casa en que la explotaban, sino al espacio exis-
y los veintisiete fusilamientos. La actual reedición Penella Da Silva leyéndole a Eva el manuscrito de tencial de los explotados, para ayudarlos. Esa frase,
–la del primero– es de 2007. Si todo se cumple, La razón de mi vida y a ella húmeda de llanto en perdón por insistir en ella, es una joya, define por
será presentada en la Feria del Libro de este año y tanto exclama: “¡Así fue, así mismo!” Como si se completo al personaje que tratamos: sabe que salió
se me pidió que actuara de presentador. Que la embobara porque un ultraoceánico señor con del pueblo, sabe que todos los que salen de ahí
presentara, en suma. Tengo una deuda con Ferla. denso acento español le escribiera páginas senti- (desde las humildes niñas de los tangos hasta los
Cuando murió no escribí nada sobre él. Yo tenía mentales ante las que su alma simple se rendía en políticos y, muy claramente, los sindicalistas) salen
mi columna en Humor y era bastante leído. lágrimas de radioteatro. Ni por asomo, señores. para no volver. En Eva hay un viaje de ida (ascenso)
Habría podido hacer un gesto que rescatara su y un viaje de vuelta (retorno hacia la pobreza, para
muerte del anonimato. No lo hice. Acaso me ente- “YO NO ME DEJÉ ARRANCAR EL unirse al destino de quienes la sufren y ayudarlos).
ré tarde, o por otra causa. No recuerdo. Recuerdo, ALMA QUE TRAJE DE LA CALLE” Ella no se queda en lo alto. Ahí se cumple la fanta-
sí, que alguien que me detesta, y con quien, lejos Eva había sido clara en sus clases sobre Historia sía “maravillosa” del trepador. Ella no lo es. Que-
de tener ese sentimiento, me gustaría reunirme, del peronismo. Hay que buscar ahí la verosimilitud darse en lo alto es “gozar de la mentira”. Hay dos
tomar ese café que tomamos los porteños para dia- de Mi mensaje. En cuanto a la veracidad del texto niveles en que la realidad (o el Ser) se escinde: está
logar como amigos y buscar las razones de tanta valdrá con que diga que lo conocí de manos de el arriba. Arriba hay fantasías. Hay maravillas. Las
bronca, me lo reprochó duramente desde la revista Fermín Chávez, cuando lo fui a ver para que me fantasías se realizan. Pero son vanas. No son autén-
Unidos. El texto decía que nadie se había ocupado ilustrara sobre algunos pasajes de la vida de Juan ticas. Son frágiles, de papel. “De una noche”, como
de escribir sobre la muerte de Ferla, “ni los humo- Duarte, que yo ignoraba, para el film Ay Juancito. dice el tango. Y está el abajo. Abajo está la pobreza,
ristas”. Eso era para mí. Porque escribía en Ahí estaban: 79 páginas y cada una llevaba la firma el dolor de la escasez. O, por decirlo con la excep-
Humor. Uno no sabe por qué algunas personas le de Eva Perón. De modo que no perdamos más cional categoría de la Crítica de la razón dialéctica,
tienen tanta bronca. Me refiero a Arturo Armada, tiempo y metámonos en texto. Es Evita en estado abajo está la rareza. No hay para todos. Lo raro,
que fue el director de Envido. Cierto es que nos puro. Lo escribe desde su cama de moribunda. Lo entendido como escaso, como ausencia, como
peleamos en 1973. Pero estamos ligados, nada escribe cuando sabe que se muere. Que tal vez no carencia (no alla Lacan), es, sin más, lo que no hay.
menos, que por los años juveniles y la militancia tendrá tiempo de escribirlo. No lo escribe, lo dicta. Lo que constituye a los pobres en tanto víctimas de
de esos años, embellecida sin duda porque ocurrió Pues no le quedan fuerzas. Es el texto de una mujer la rareza es que no hay para todos. El viaje de Evita
en esa etapa: cuando éramos jóvenes. Como fuere, que se muere y se va de este mundo sin dejar de “hacia abajo” tiene el sentido de emprender una
Ferla está entre nosotros. Y se acerca mucho a decir nada. Con precisión, escribe Tomás Eloy lucha contra la rareza. Derrotarla: tiene que haber
Busaniche: él también es duro con Moreno, él Martínez (un notable escritor antiperonista, que para todos. O, por lo menos, tiene que desaparecer
también detesta el asesinato de Liniers y el capítu- llega a sus cimas cuando escribe sobre aquello que la rareza. Aquello de lo que se carece debe ser posi-
lo primero de Filosofía y Nación le debe algunos sitúa en sus antípodas, menos en Santa Evita, en la ble. No es lo absolutamente raro, escaso. Es lo que
tópicos importantes. Y cuando digo eso no estoy que cede, gozoso y fascinado, ante la grandeza del aún no se tiene. Pero se tendrá. La posibilidad de su
diciendo otra cosa. Digo: importantes. Espero sal- personaje) escribe: “El lenguaje escrito de Eva apa- tenencia está abierta. El viaje de descenso de Eva
dar mi deuda con Ferla, que me pesa, presentando rece allí (en Mi mensaje, JPF) por primera vez sin cobra el sentido de una búsqueda de la plenitud
esta nueva edición de su libro, que lo rescata del ningún encubrimiento. Hasta el modo de ver a para los otros. Es un viaje hacia los pobres y hacia la
olvido y que llevara a que lo lean los que hoy, Perón es otro en este libro. Perón aparece como un pobreza. Un viaje para derrotar la pobreza y para
todavía, leen libros. No pocos, después de todo.) cóndor que vuela en soledad, tal como sucedía en hacer de los pobres otra cosa. No hombres hundidos
No hay un libro que respalde el Plan. Pero están La razón de mi vida, pero esta vez Evita, ‘a pesar en el mundo de lo escaso. Tampoco habitantes del
las feroces instrucciones que Moreno da a su amigo, de mi pequeñez’, decide acompañarlo (...) Eva se territorio de la abundancia. (Recordemos las pala-
también jacobino, Juan José Castelli, protagonista sitúa por primera vez en un plano superior: ella es bras del padre Benítez: Eva ha enseñado “la lección
excluyente de la novela de Andrés Rivera, La revo- la que cuida de Perón y del pueblo, ella es la que de la sobriedad, del ahorro y del sacrificio”.) Sino
lución es un sueño eterno. Busaniche, que no le desenmascara a los enemigos, por primera vez rei- hombres pertenecientes al universo de la justicia
tiene la menor simpatía a Moreno, como Ferla, vindica su fanatismo (...) Hay una declaración social. Es la justicia social la que erradicará a la rare-
cita al jefe de la Junta: “En la primera victoria que incesante de rebeldía, de sublevación contra la za. Ya no será raro tener una plancha, una heladera,
logre dejará que los soldados hagan estragos en los injusticia. Y en ese campo, el pueblo aparece como una máquina de coser, una casa propia. La rareza
vencidos para infundir el terror en los enemigos” valor supremo, por encima de Perón (...) En Mi retrocede. Hay una lucha: tanto retrocede la rareza
(Busaniche, Ibid., p. 309). Se centra Busaniche en mensaje no hay lugar para la representación, para como la justicia social avanza. Como parte de esa
el Decreto de Honores y escribe: “Pero lo verdadera- el simulacro, para la confusión de papeles. Eva es lucha Eva se constituye. Deja de ser una bastarda.
mente grave, era que el Decreto de los Honores, de ella misma, sin mediadores” (Tomás Eloy Martínez, Ahora es, definitivamente, lo que buscó ser. Ahora
una acerbidad enfermiza, de una mordacidad “El libro secreto de Evita”, Nº 328, revista Humor, pertenece a los pobres y su fin es sacarlos de la
extrema, produjo una profunda escisión en la opi- octubre de 1992). pobreza. Para eso deberá ser parte de ellos. Eva
nión pública, y la parte más popular y numerosa, Mi mensaje se escribe ante la presencia de la encuentra el ser en el ser de los que quiere ayudar y,
la que no vestía de fraque y levita, se inclinó hacia muerte. La situación tiene algo de teatralidad sha- para hacerlo, se torna como ellos, se hace parte de
el lado de Saavedra” (Busaniche, Ibid., p. 315). kespereana. La Muerte, en penumbras, espera. Le ellos. Es como ellos. Si lo es, es porque no se dejó
No importa aquí Saavedra ni lo corto de luces ni ha cedido, generosa, un tiempo a esa mujer para tentar por las alturas. Porque no se quedó ahí,
la falta de grandeza o de coraje con que asumió ese que se exprese por última vez. Pero las dos se ven y maravillada, para gozar de la mentira. No: “Yo no
PRÓXIMO respaldo de “la parte más popular y numerosa”. saben que comparten la misma habitación. Eva ve me dejé arrancar el alma que traje de la calle (...)
DOMINGO Aquí nos importa señalar que el Plan de Operacio- a la Muerte. Y la muerte espera por ella. Mi men- Por eso nunca me olvidé de las miserias de mi pue-
nes está dentro del espíritu moreniano. Insisto: si saje, según dije, fue dictado a un par de amanuen- blo y pude ver sus grandezas” (Ibid., p. 33). Esta
Sectarios no es de Moreno, ¿de quién es? ¿Quién si no ses, de escribientes, a un par de laboriosos Bar- última frase es perfecta, tiene una precisión inusual.
y fanáticos Moreno pudo escribir eso? ¿Qué Plan tuvo el tlebys que sí, que prefirieron hacerlo (Nota: Ver la Discépolo la habría firmado.

IV Domingo 23 de marzo de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


19 “Sectarios y excluyentes”

Suplemento especial de

Página/12
“LOS TIBIOS ME DAN NÁUSEAS” ta (y, en verdad, podríamos decir: la ética política) radica en ese
preciso punto: no robar. Ella lo expresa así: “(Me) preocupa,
o hay ruptura entre Mi mensaje y las clases de Eva sobre todo, que todavía haya peronistas que, por su afán de

N en la Escuela Superior Peronista, de las que sale,


como ha sido dicho, su Historia del peronismo.
Coincido con lo que Horacio González dice en
uno de los varios textos que acompañan a la edi-
ción de Mi mensaje de la Editorial Futuro: “No se les puede atri-
buir a estos póstumos documentos el valor de un giro jacobino y
plebeyo, pues pertenecen a la misma alma de un mito de salva-
obtener privilegios, más bien parecen oligarcas que peronistas
(...). Yo ya sé que la oligarquía (...) ya no volverá más al gobier-
no, pero ésa no es la que a mí me preocupa que pueda volver.
Lo que a mí me preocupa es que pueda retornar en nosotros el espí-
ritu oligarca (...). Vamos a dar un ejemplo del espíritu oligarca,
aunque ya he dado muchos: El funcionario que se sirve de su
cargo es oligarca. No sirve al pueblo sino a su vanidad, a su
ción por parte de quien ha sabido recorrer los opuestos extremos orgullo, a su egoísmo y a su ambición”. En cuanto a la cuestión
de la fortuna social” (Ibid., p. 67. Bastardillas mías). No en La del capitalismo, la Historia termina con otra de esas frases anti-
razón de mi vida, texto en el que –al menos yo– noto la mano capitalistas usuales en Eva. Por eso digo que de nada vale seguir
ajena, periodística, la mano que aquieta el fuego, que le pide insistiendo con el discurso de Perón en la Bolsa de Comercio.
calma al desmadre, del señor Penella Da Silva. Pero es en su His- Que hay otros –y son muchos, ya de Perón, ya de Evita– que
toria del peronismo donde, por ejemplo, Eva dice: “Los mediocres expresan una opción anticapitalista. Hay que remitirse, pues, a
son los inventores de las palabras prudencia, exageración, ridicu- otros elementos, no a los discursos, los cuales, no obstante, tie-
lez y fanatismo. Toda idea nueva es exagerada. El hombre supe- nen mucha importancia, porque hay cosas que se dicen y hay
rior sabe, en cambio, qué fanático puede ser un sabio, un héroe, cosas que no. Evita, en los textos finales de su Historia del pero-
un santo o un genio, y por eso lo admira y también lo acepta y nismo, dice: “¿Por qué Perón y el pueblo argentino decidieron
acepta el fanatismo”. Calma: sé que la palabra fanatismo tiene unirse para tomar el gobierno de la Nación? Para librarse del
hoy referentes temibles. Uno dice fanatismo y ve caer las Torres imperialismo y del fraude (...), para lograr sus justas reivindica-
Gemelas. Dice fanatismo y surge en su memoria el atentado a la ciones, pero también para librarse de la oligarquía, del imperia-
AMIA. También –y no en menor medida– dice fanatismo y sabe lismo y de los monopolios internacionales (...). El peronismo
que ése es el estado espiritual que anima al Presidente del Impe- no puede confundirse con el capitalismo, con el que no tiene
rio Bélico-Comunicacional. Bush dice: “Dios está con nosotros”. ningún punto de contacto. Eso es lo que vio Perón desde el
Eso es fanatismo. Eso es lo que también dice Osama. Pero en el primer momento. Toda su lucha se puede reducir a esto: en el
momento en que Eva habla nada de esto estaba dentro de las campo social, lucha contra la explotación capitalista”. Notemos
posibilidades de interpretación de esa palabra y –en caso de que que Eva acota la lucha contra “la explotación capitalista” al
lo estuviese, en caso de que remitiera a, supongamos, Torquema- campo social. El texto es impecablemente peronista. Pese a
da o Hitler– lo que importa aquí es el sentido que ella le da. Para impresionar con su fraseología dice lo que el peronismo hizo y
Eva ser fanático es entregarse por completo a una causa. Es una no va más allá: 1) librarse del imperialismo y el fraude significa
mujer desmedida. Dice: “Yo prefiero al enemigo de frente a un la superación de los gobiernos conservadores y lo que la consig-
‘tibio’, será porque los tibios me repugnan, y voy a decir aquí na Braden o Perón explicitó desde un comienzo: una relación
algo que está en las Escrituras: Los tibios me dan náuseas”. Eva de conflicto con Estados Unidos; 2) librarse de la oligarquía:
hace un uso muy libre de las Escrituras, pero importa saber que derrotarla políticamente y deteriorarla en lo económico. No
lo que les atribuye es lo que ella quiere decir. En este sentido hay algo que se acerque a un replanteo de la tenencia de la tie-
deben ser interpretados esos pasajes. Es, también, en la Historia rra. Evita podría decir: “Digo lo que podemos decir ahora, y
del peronismo donde figura un notable pasaje sobre la escritura de eso hemos hecho. Si avanzamos, se podrá decir más”; 3) la
la historia, que citaré completo: “Porque la historia ha sido escri- lucha contra los monopolios estaba expresada en la nacionaliza-
ta no para las masas, sino, en general, para los privilegiados de ción de la economía que ese primer peronismo llevaba a cabo;
todos los tiempos. Y esto nos lo explicaremos muy fácilmente, 4) la lucha contra el capitalismo en el campo social era la con-
porque cuando alguna vez la historia nos habla de esas luchas es quista más exitosa del régimen. De aquí que se acote a lo social.
solamente para mencionar la generosidad de algún filósofo, polí- La lucha contra el capitalismo en lo económico era más dura.
tico o reformador, y por eso sabemos cuál era la triste condición Desde el punto de vista de Evita se podría decir que debilitar al
en que vivían antes. Así es alabado Solón en Atenas, porque capitalismo en lo social era debilitarlo en lo económico. Desde
prohibió que los acreedores vendiesen a los deudores, y por eso otro punto de vista sería legítimo averiguar hasta dónde se pen-
sabemos que antes de él los acreedores vendían a los deudores. Pero saba llegar. Es decir, si el anticapitalismo peronista implicaba
no se habló de escarnio antes de Solón, porque lo que han queri- una expropiación del poder económico de la oligarquía. Aun
do en la historia es exaltar la generosidad de un hombre y no des- cuando fuere a largo plazo.
cubrir la situación de un pueblo”. No es posible poner en duda Los signos que arroja Eva, tanto en Historia del peronismo
la autenticidad de Mi mensaje a la luz de estos textos de Historia como en Mi mensaje, no son claros. Nunca el peronismo se ha
del peronismo. Con todo, hay algo que en la Historia se da y se caracterizado por su precisión ideológica. Me refiero a esto: si
reduce mucho en Mi mensaje. Son los elogios a Perón. En Histo- bien acabamos de ver textos de considerable dureza es posible
ria puede leerse algo tan extremo como: “Por eso, nosotros no encontrar, a la vez, algunos que dan una idea exacta de ese
tenemos más que a Perón; no vemos más que por los ojos de obrero peronista que se conforma con la vida simple, con las
Perón; no sentimos más que por Perón y no hablamos más que necesidades básicas satisfechas y un gobierno que atienda a sus
por boca de Perón”. Frases así, pronunciadas en una Escuela de intereses. Uno sabe, hoy, que ése sería el sueño dorado de una
formación de cuadros, no podían sino dinamizar la obsecuencia sociedad como la Argentina, que el siglo XXI se define por ser
de los dirigentes, el culto a la persona del líder. Hay otras: “Uni- la negación de la patria para los humildes que caracterizó al pri-
camente los genios como Perón no se equivocan nunca”. Pero el mer peronismo. Pero no podemos sino plantear otra vez lo
motivo sobre el que gira todo el discurso de Eva en estas charlas siguiente: ¿qué clase de proletariado constituyó el peronismo? Y
es el de la ética peronista, así la nombra ella. La ética la centra en es doblemente importante si encontramos esa expresión en los
la conducta de los cuadros auxiliares de conducción, si usamos el textos de Eva, la figura dura, jacobino-plebeya del movimiento.
lenguaje de conducción política. Los cuadros auxiliares de la con- Creo que el texto que me propongo citar revela muchas cosas.
ducción, si se extravían, tornan ineficiente a la misma conduc- El alcance de la rebelión (uso, con cautela, esta palabra) pero-
ción, ya que sus indicaciones, sus órdenes, llegan deformadas al nista, la ternura de Eva por los suyos y las realizaciones que se
pueblo, o no llegan. El cuadro auxiliar que se corrompe arruina lograron y que, a la luz de los días que vivimos, son algo así
la dinámica del movimiento. ¿Qué es lo que corrompe a un cua- como eso que Daniel Santoro llama la patria de la felicidad.
dro auxiliar de conducción? Lo que corrompe a todos: el dinero. Veamos: “Los argentinos, en esta hora incierta de la humani-
La búsqueda inescrupulosa del poder que va siempre acompaña- dad, tenemos el privilegio de soñar con un futuro mejor”. En
da por la acumulación inmoral de riquezas. Eso que hoy llama- seguida añade que ese privilegio se le debe a Perón: en Historia
mos corrupción y que ya pareciera ser sinónimo de política, como no son escasos los reconocimientos, algunos desmedidos, a
si la política fuera algo que no puede funcionar sino dentro de Perón. Sigue Eva: “¿Quién en el mundo puede soñar? ¿Qué
un marco en que esa cualidad negativa del alma, de la condición pueblo en el mundo, en este momento, puede soñar un futuro
humana deba ser, con resignación, aceptada. “Todos afanan. No mejor? El mañana se les presenta incierto. Y aquí los argentinos
se puede hacer política si no se afana. O se afana o se compra a están pensando en su casita, en sus hijos, en que se van a com-
los otros. Para comprarlos hay que tener dinero y mucho. Para prar esto o aquello, en que van a ir a veranear. Es que el nues-
tenerlo, hay que afanar”, dice el político realista, el que se las sabe tro es un pueblo feliz”. No parece el texto de una jacobina.
todas, el que sabe cómo funciona “la cosa”. ¿Hasta dónde llegan los sueños? Esta es la cuestión. Lo que dice
Eva es que el privilegio del pueblo argentino es soñar con un
“LA PATRIA DE LA FELICIDAD” futuro mejor. ¿Cuál es ese futuro? 1) La casita propia; 2) los
El que se deja comprar lo hace por el mismo motivo: para hijos; 3) comprar esto o aquello; 4) ir a veranear. Concluye, así,
cobrar el dinero de su venta y para, después, afanar desde el que “el nuestro es un pueblo feliz”. Si a uno –en el desdichado,
lugar de poder en que, primero, lo pongan, y desde el que, canallesco mundo en que vivimos, si en este jolgorio de la
luego, empiece a trepar. De aquí que, para Eva, la ética peronis- riqueza obscena y de la marginación, la exclusión, el hambre, la
II
mortalidad infantil– le dibujan la sociedad que ha dibujado desmesurada invocación a Perón: “Eso sólo bastaría para que
Eva, ¿qué puede sentir, cómo puede recibir un discurso de algo todo el bronce y el mármol del mundo no nos alcanzara a los
que alguna vez fue y hoy es imposible, es una utopía inalcanza- argentinos para erigir el monumento que le debemos al general
ble que ni figura en los planes de quienes llevan adelante las Perón”. Eva, convengamos, solía desbordarse cuando se le daba
cuestiones esenciales de este mundo? Sólo puede sufrir o depri- por elogiar al general. Le brotaba todo el radioteatro que llevaba
mirse o llorar lágrimas de amargura y de bronca por lo que encima. (Hoy que, creo, andan a las vueltas con el monumento
alguna vez tuvo este pueblo (y los pueblos en general, porque a Perón, recuerden la frase de Eva: no alcanzan ni todo el bron-
son todos los que, de una u otra manera, han sido sumergidos ce ni el mármol del mundo. Ante la imposibilidad de semejante
con el triunfo del neoliberalismo) y lo que tendrá que luchar tarea acaso haya que desistir de la idea. ¿No son horribles los
para recuperar algo de eso que tuvo. Pero no podemos limitar- monumentos? El tipo queda ahí, petrificado en una pose o en
nos a ver y estudiar el primer peronismo desde el abismo social un gesto. Como si sólo hubiese hecho eso en su vida. Condena-
del presente. Desde un mundo que es consecuencia de la do a la cosificación extrema. Pasa a ser un mero punto de refe-
derrota de todos los esfuerzos de los que buscaron algo mejor, rencia geográfico: “Te espero en el café que está frente al monu-
desde un capitalismo humanitario hasta la sociedad sin clases mento a Florencio Porlenes”. O parte de un paisaje que ya
del socialismo. Desde un mundo en que la conflictividad his- nadie ve. Uno no “ve” un monumento. Sabe que está ahí. Y si
tórica se ha resuelto en favor de una derecha bélica, despiada- lo “ve” no piensa en el tipo que está ahí enchapado. Si uno ve el
da, que acecha con miles de trampas, de recursos de intimida- monumento a Alberdi no piensa en Alberdi. Para mí, por ejem-
ción (cualquiera en cualquier parte puede ya ser acusado de plo, Alberdi es una presencia viva. No es un cacho de fierro que
terrorista, o de favorecerlos, o de simpatizar con ellos o de adelanta una pierna, atrasa la otra y tiene una mano en gesto de
ceder su territorio para formarlos) que conllevan todos al forta- “te estoy hablando”. Además, se sabe, está la cuestión cruel de
lecimiento de la economía de mercado. Se aproxima, creo, un las palomas. Que las palomas lo caguen a Roca me parece un
simposio de ideólogos de este capitalismo de la creciente asin- acto de justicia histórica. Cagó a tantos Roca que es justo que
cronía en la distribución de la riqueza. Ya he visto (hemos visto las palomas ejerzan ese acto de venganza. Pero me duele verlo
todos, posiblemente) las fotos del eterno Vargas Llosa, el gran todo cagado a Alberdi, que no cagó a nadie. Y hasta a Sarmien-
propagandista de este sistema de creación doble: de ricos y de to, que cagó a medio mundo pero fue un grande. Desde este
pobres. Ya se verá quiénes adhieren a él. Si adhiere el señor punto de vista, acaso Perón se merezca el monumento. Habría
Macri, cosa casi segura, sería interesante que vieran tantos pro- que ver hasta qué punto las palomas lo respetan o no: sería un
gres a quién votaron el año pasado. El hombre es coherente: juicio histórico no desdeñable.)
nunca mintió. Si no mintió, entonces los que lo votaron lo El punto teórico central que tenemos que elucidar es: ¿llegaba
hicieron por Vargas Llosa y las corporaciones multinacionales. hasta ahí (en 1951) el proyecto peronista? Insisto: no hay que
Ahora hay tantos que lloran por los talleres culturales que juzgarlo desde hoy. Hay que analizarlo desde las posibilidades
Macri desarma. No lo admitirán: pero muchos de esos lo vota- que tenía la sociedad argentina en 1951 y, sobre todo, analizar
ron. Y bueno, por ahí querían eso. Lo que ahora tienen. Y el tipo de obrero que fue el obrero peronista que forjó. El texto de
recién empieza. Eva (y es más decisivo por ser ella la que representaba las exi-
gencias “de máxima”, el ala jacobino-plebeya del movimiento)
LAS SUPERGANANCIAS AGRARIAS define al peronismo como un movimiento que se propone
Mejor volvamos a Eva. Nosotros estamos en 1951. El pano- negociar con el poder pero no tomarlo, no expropiarlo. Un
rama era otro. La Argentina, también. Creo que el texto que movimiento capitalista humanitario y distribucionista. Y al
cité marca hasta dónde el peronismo quería llegar. No quería obrero peronista como el feliz destinatario de esa negociación.
darles el poder a los obreros. No quería reformar el régimen de Se negociaba para la felicidad de los obreros. Todo el fuego de
tenencia de la tierra. No quería expropiar a los patrones. Acaso Eva, toda su furia, toda su fraseología antioligárquica apuntaba
–es una hipótesis– Eva pensara que habría de ser posible pre- a eso: el bienestar de la clase obrera, su dignificación, su respeto
sionar y negociar y siempre habría de poderse obtener lo que dentro de la sociedad capitalista. Seguridad en su trabajo, abo-
los obreros necesitaban. Seamos claros: para que la clase obrera gados, sindicatos, estatuto para los peones de campo, vacacio-
hiciera realidad los sueños que Evita planteó no era necesaria nes, felicidad. “Es que el nuestro es un pueblo feliz”, dice.
(en 1951) ninguna revolución. Hoy sí. Hoy, y no digo nada
que no sepa cualquiera, para aumentar más allá de un 30% la Notemos cómo arma el razonamiento: pone dos polos, la
participación de los obreros en la renta nacional, para que Argentina y el resto de los pueblos. Nuestro pueblo puede
todos puedan educar a sus hijos, tener casa propia, comprar soñar. Los otros viven en una “hora incierta de la humanidad”.
“esto y aquello” e “ir a veranear” hay que hacer una revolución. Importa señalar que para conseguir esto (que, desde una pers-
¡El universo agrario le declara la guerra a este gobierno por pectiva clasista, trotskista o marxista-leninista, sería totalmente
unas retenciones! ¡Por unas retenciones! Imaginen si viene una precario, dado que el peronismo habría dejado en pie “todas
Eva Perón y les plantea que hay que poner plata para construir las estructuras que habrían de voltearlo”) fueron necesarios
viviendas para los obreros. O para que tengan casa propia. O enfrentamientos terribles que despertaron un odio feroz. Pocos
puedan ir a veranear. ¿Cuánto habría que retener de las superga- gobiernos fueron tan odiados como el primer gobierno pero-
nancias agrarias para poder construir viviendas para los pobres y nista. Ningún gobierno hizo más en beneficio de los humildes.
asegurarles la educación de sus hijos? Hoy, esa medida sería con- De modo que si esa visión de Eva, que puede parecer bucólica,
siderada una simple y llana expropiación. Los diarios de la dere- ingenua, poco jacobina, poco combativa, despertó los enfren-
cha perderían su rostro democrático y denunciarían un com- tamientos, la sangre, los bombardeos y hasta determinó la
plot comunista que no demoraría en transformarse en apoyo a proscripción del partido peronista y de su líder durante 18
los planes del terrorismo internacional. No, señores: lo único años, ¡qué no habría despertado algo más combativo! Creo que
que habría que hacer son casitas para los pobres. ¿No les sobra sólo la dictadura militar de los 30.000 desaparecidos reveló a
algo de guita para eso? ¿No pueden ganar un poco menos? los argentinos que quieran verlo el verdadero odio de los secto-
Pedirle a un capitalista que gane menos es como pedirle a Jack res dominantes de este país. Ese odio siempre estuvo. Ese odio
el Destripador que deje de matar. Jack, en efecto, dejó de se condensó en la frase “Viva el cáncer”. Pero incluso ahí sólo
matar, pero desapareció. El capitalista (agrario, sobre todo) mostró una de sus caras. Mostró una más real el 16 de junio de
diría: si nosotros dejamos de ganar también. No, no se les pide 1955, con los bombardeos. Eso costó hacerles casitas a los
que dejen de ganar, se les pide que ganen menos. Si ganan menos obreros, permitirles que educaran a sus hijos o que fueran a
se podrían hacer las casitas que tanto amaba Eva haber dado a veranear o compraran algunas cosas. ¿Fue necesario entonces el
los suyos y las escuelas. Los propietarios de hoy, los poderosos aparato autoritario peronista? A Eva le decían “dictadora” sus
señores de la Argentina, el verdadero poder de este país, diría: enemigos de clase. Le decían de todo en las tertulias, desde ya.
si nosotros ganamos menos las ganancias (que cedemos) se las Sobre todo yegua y puta, palabras que surgían del infinito
queda el gobierno y no hace las casitas ni las escuelas. La plata, machismo de la sociedad argentina y del infinito machismo de
al final, se la queda la corrupción. Y es cierto: no es un argu- las damas de la oligarquía. Y de su odio y de su resentimiento.
mento baladí. En suma, si hubiera una cesión de las superga- Pero, ¿fue una dictadora? ¿Y si ella respondiera que tuvo que
nancias para posibilitar planes de vivienda y educación para los serlo para darles a los obreros lo que les dio, tan exagerado para
carenciados, la utilización de esos fondos debiera ser controla- la oligarquía, tan escaso para la izquierda no peronista? Para
da por entes o personas ajenos a cualquier gobierno. Se dirá: el ilustrar esta cuestión voy a citarme de nuevo. Sé que algunos
gobierno los compraría. Puede ser, pero así la cosa no tiene fin. consideran muy inadecuado esto de citarse uno a sí mismo. No
Podríamos concluir que la creatura humana es detestable y lo veo así. ¿Cuál es el problema? Si uno reescribe lo que ya
dejar todo como está. escribió le dicen que se repite. Si lo cita le dicen que es un
Volvemos: Eva plantea educación, vivienda propia, veraneo, petulante autocomplaciente. Y bueno, si uno escribe buscando
crianza eficaz de los hijos y comprar una que otra cosa, nunca que lo quieran o que lo odien, se equivoca. Nunca va a dar en
nada insuficiente ni excesivo: lo necesario. Ese es el sueño peronista el clavo. Y va a escribir en exterioridad. Lo que está más allá de
en las palabras de Eva Perón. Que este país (en 1951) sueñe ese mi escritura es lo que la escribe, no el escritor. Uno nunca sabe
sueño le parece la más grande de las felicidades. Y en seguida la si da en el clavo o no. Ante todo, porque no sabe dónde está ni
III
cuál es el clavo. Después, un escritor escribe para te convencido de lo que dice. Estado y la revolución, dice que la Comuna de
sí. Porque le gusta. Porque es su profesión. Lo Cooke: La “prensa grande”, señores, la prensa París fue la dictadura del proletariado en acción.
que ama. Y hasta lo único o, al menos, lo mejor poderosa está en el mundo de los trusts. Está en Sobre esto insistirá Engels. Cooke es terminante:
que sabe hacer en la vida. Luego viene lo demás. manos de unos pocos propietarios vinculados a las si usted está dispuesta a llegar hasta el final, a
Pero si uno toma en serio eso que dicen que dijo altas finanzas y a los grandes negocios. De este hacer una revolución, con todo lo que esto
García Márquez: “escribo para que me quieran”, modo, señores, cuando ellos invocan y claman implica (un cambio en la tenencia de la tierra,
¡mejor que olvide escribir sobre el peronismo! por la libertad de prensa, claman solamente por el sobre todo) se justifica la dictadura. Si no, la dic-
El texto es –una vez más– un fragmento del derecho del imperialismo a acentuar la monstruo- tadura es sólo eso y queda en mano de los
guión de Eva Perón. También tiene una función sa desigualdad que existe entre países opresores y Apold.
estética. Es el momento en que vamos al cine. Pro- países oprimidos. Nosotros creemos, sí, en la Pareciera que en su último texto, cercana a
pongo verlo así: el ensayo se detiene, se apagan las libertad de prensa, en la libertad de la prensa morir, Evita entiende el planteo de Cooke.
luces y se proyecta el fragmento de una película. El independiente, de la equivocada y de la que está “Existen en el mundo (escribe) naciones explota-
tema, ahora, es la dialéctica entre revolución y en la verdad, pero en lo que no creemos es en el doras y naciones explotadas (...). Detrás de cada
autoritarismo. El peronismo siempre podrá decir: derecho de las empresas mercantiles capitalistas nación que someten los imperialismos hay un
fuimos autoritarios para poder hacer lo que hici- para procurar que los resortes del Estado se pon- pueblo de esclavos, de hombres y mujeres explo-
mos. Y siempre se le podrá responder: ¿era necesa- gan al servicio de sus intereses. Y no creo, seño- tados” (Eva Perón, Ibid., p. 40). Recurre a citas
rio ese autoritarismo sólo para ciertas reformas res, que la cadena Hearts sea una cadena de pren- de las Escrituras que modifica de acuerdo con lo
necesarias que no configuraban una revolución? sa libre o que la cadena Scripps Howard con sus que quiere expresar: “Ellos, que hablan de la dul-
¿O el autoritarismo estuvo al servicio de la ambi- 19 diarios y todas sus filiales constituya una zura y del amor, se olvidan que Cristo dijo:
ción de poder, del silenciamiento de los otros, de expresión del pensamiento libre en materia perio- ‘Fuego he venido a traer sobre la tierra y qué
la pasión represiva? ¿Cuándo se justifica el autori- dística. ¡Es la libertad de ellos la que defienden más quiero si no que arda’” (Ibid., p. 38).
tarismo? ¿O tal vez no se justifique nunca? Si se lo cuando hablan de libertad de prensa! ¡La libertad Ataca a la oligarquía (además de las jerarquías
ejerce, ¿a qué causa deberá servir, a una mera refor- de los monopolios! El diario La Prensa, señores, es eclesiásticas y las Fuerzas Armadas): “Es necesa-
ma o a una revolución? Escuchemos: apenas un secuaz nacional del mercantilismo capi- rio que los hombres y mujeres del pueblo sean
talista, de los monopolios que nos oprimen. Por siempre sectarios y fanáticos y no se entreguen
EVITA Y COOKE: DICTADURA eso, señores, y para terminar, voy a ser absoluta- jamás a la oligarquía (...). Con ellos no nos
Y REVOLUCIÓN mente claro: nosotros estamos contra La Prensa. entenderemos nunca, porque lo único que ellos
(El tema alrededor del autoritarismo que se Sea cual sea la resolución legal del conflicto en quieren es lo único que nosotros no podremos
aprestan a tratar Evita y John William Cooke se nada variará esta cuestión: somos enemigos de La darles jamás: nuestra libertad” (Ibid., ps.
desata a raíz del cierre del diario La Prensa. Evita Prensa y La Prensa es nuestra enemiga. Nada más. 61/62). Y por fin este texto con tantas resonan-
arregla con Apold que se haga un pacto con los No se oye ningún aplauso. Cooke sabe que su dis- cias actuales: “El arma de los imperialismos es el
distribuidores y se consiga que éstos no distribu- curso ha sido intolerable para sus enemigos y sabe, hambre. Nosotros, los pueblos, sabemos lo que
yan más ese diario. Pero hay que defender la también, que los peronistas no se atreven a asumirlo. es morir de hambre. El talón de Aquiles del
medida en el Congreso de la Nación. Para eso lo Corte. imperialismo son sus intereses. Donde esos inte-
convoca a Cooke –a quien Apold califica de Evita cita a Cooke en su despacho de la Funda- reses del imperialismo se llamen “petróleo” basta
“comunista”–. El 16 de marzo de 1951, Cooke ción. En broma le dice que es más comunista que para vencerlo con echar una piedra en cada pozo.
realiza una exposición magistral acerca del poder Stalin. ¿No tendrá razón Apold? Luego le da las Donde se llame cobre o estaño basta con que se
de los medios en un país sometido a los poderes gracias. “Nadie lo hubiera hecho mejor.” Volve- rompan las máquinas que los extraen de la tierra o
internos de la oligarquía y a los externos del impe- mos al guión. que se crucen de brazos los obreros explotados. ¡No
rialismo y, sobre todo, de sus empresas. Tomé el Cooke (defendiendo la libertad que le permitió pueden vencernos! (...) Ya no podrán jamás
texto de un libro que el Sindicato de Luz y Fuerza armar su discurso, sin la supervisación de nadie): arrebatarnos nuestra justicia, nuestra libertad,
habrá publicado alrededor de 1972. Su título: “La Para ser claro: no creo que sea bueno pedirles per- nuestra soberanía. Tendrían que matarnos a uno
Prensa”: cien años contra el país. Se leyó impetuo- miso todo el tiempo a los que mandan. Ni siquie- por uno a todos los argentinos y eso ya no podrán
samente en esos días. Yo lo voy a citar del guión ra alguien como usted, señora, a quien yo respeto hacerlo jamás” (Ibid., p. 42. Bastardillas mías).
de Eva Perón, en el que figura más extensamente tanto. Moriría pocos días después. Sus funerales serían
que en el film: si se filmaba todo lo que dice Evita: Tenés una idea rara del respeto vos. imponentes. El pueblo la lloraría con una devo-
Cooke en el guión publicado se iba media pelícu- Cooke: A veces lo identifico con la desobedien- ción que nadie, hombre o mujer, convocó en
la. La publicación de ese guión no tuvo sólo una cia. Nunca con la sumisión. este país. Más allá del “circo” y del “show” con
finalidad cinematográfica, para estudiantes de Evita: Te va a ir mal en el peronismo entonces. que la ópera rock califica sus funerales, más allá
cine, sino también ideológica. Por este motivo el Es un movimiento de adulones y alcahuetes. Y yo de la obsecuencia, de la grandiosidad fascistoide
texto de Cooke se publicó con mayor desarrollo. tengo mucho que ver en eso. Me revienta que no de esos hombres en camisa blanca arrastrando la
Hoy contamos con una muy buena edición de piensen como yo. (Con alguna ironía.) ¿No ten- cureña, el pueblo pobre sintió que le arrancaban
Colihue: John William Cooke: Obras completas, drán razón los contreras? ¿No seré una dictadora? algo entrañable de su alma. Que se les iba una
Buenos Aires, 2007. La compilación es de Eduar- Cooke: Nuestros enemigos se llenan la boca con defensora feroz de sus derechos. Que ahora les
do Luis Duhalde, el compañero de lucha y mili- la palabra democracia, pero si nos llegan a derro- sería más sencillo a sus enemigos avasallarlos.
tancia de Rodolfo Ortega Peña, con el que escri- car... no creo que sean muy democráticos con Que se quedaban solos.
bió varios libros que publicó en la Editorial nosotros. Esa frase de Eva, tendrían que matarnos a uno
Sudestada. El primer tomo se centra en la acción Evita sonríe. Cooke continúa fumando, como si por uno a todos los argentinos, se cumplió. No
parlamentaria de Cooke y el discurso en favor del pensara cuidadosamente lo que está por decir. mataron a todos. Porque muchísimos, demasia-
cierre de La Prensa figura en la p. 397 del tomo I. Cooke: Señora, la noche que cenamos en el dos, fueron sus asociados civiles, sus cómplices
18. Interior Cámara de Diputados – Día Pedemonte le dije que su amigo Apold y yo tene- o los que pasivamente aceptaron, ignoraron,
John William Cooke está en posesión de la pala- mos poco en común. Quiero dejar algo muy en festejaron el Mundial, se volvieron patriotas
bra. Se lo ve apasionado, con algún sudor, gordo y claro sobre la cuestión de La Prensa. Apold y yo con Malvinas. Los que no quisieron saber aun-
excepcionalmente vital. coincidimos en querer cerrar La Prensa. Pero que sabían: un ejercicio psicológico notable.
Cooke: El diario La Prensa, el diario de la Uni- Apold quiso hacerlo porque quiere que el peronis- Pero sí, Eva tenía razón: mataron a uno por uno.
ted Press, de la Sociedad Rural, el diario de la mo sea una dictadura. Yo quiero que el peronis- Vale decir, a todos los que pudieran expresar
vieja, obstinada y rencorosa oligarquía argentina mo sea una revolución. Ahora usted me pregunta un proyecto diferenciado al de la oligarquía
ha impedido o demorado todas las reivindicacio- si no será una dictadora, como dicen sus enemi- agraria, al de los grupos financieros, al de casta
nes proletarias en América latina. Este es nuestro gos. Escúcheme bien, señora: si una dictadura es eclesiástica. Los mataron los militares. Uno a
planteo, el único, el planteo revolucionario. No una revolución... se justifica. Si no es una revolu- uno. Los buscaron. Buscaron a los milicianos y
nos interesan las cuestiones gremiales. Nosotros ción..., entonces es una dictadura y nada más. a todos los perejiles de superficie que habían
con los nuestros, con la clase obrera, y La Prensa Apenas eso. soñado, basándose en la vieja utopía del primer
con los suyos: con sus aliados de adentro y de Evita lo mira. No responde. Cooke apaga su ciga- peronismo y en la figura combativa de Eva
afuera del país. ¿Y quiénes son, señores, los aliados rrillo. Perón o de hombres como John William
de La Prensa, quiénes son los que hoy se rasgan las Primer plano de Evita: ha recibido hondamente Cooke, y los hicieron desaparecer. Eva ni ima-
vestiduras en nombre de la libertad de prensa? la frase de Cooke. ginó una catástrofe semejante. Conocía el odio
Son las grandes cadenas periodísticas, las agencias oligárquico-militar. Pero nadie, ni ella ni nadie,
noticiosas capitalistas, ¡los diarios que están en “TENDRÍAN QUE MATARNOS imaginaba la amplitud, la furia vengativa, casti-
manos de los propietarios de minas de cobre o de A TODOS” gadora y cruel de ese odio. “Todo es militar en
PRÓXIMO estaño, de las grandes plantaciones, de todas las Se trata de la única escena del film que Evita este mundo nuestro (escribe). Yo no diría una
DOMINGO compañías imperialistas con ramificaciones en no cierra con alguna frase suya. Cooke la deja en sola palabra si las fuerzas armadas fuesen instru-
América latina! silencio. El planteo es rigurosamente marxista- mentos fieles al pueblo. Pero no es así: casi
Ideología del Murmullos en las distintas bancadas. Cooke sabe leninista. Marx decía que su único aporte era el siempre son carne de la oligarquía” (Mi mensa-
golpe de 1955 que su discurso es “fuerte”, pero se lo ve absolutamen- de la “dictadura del proletariado”. Lenin, en El je, Ibid., p. 46).

IV Domingo 30 de marzo de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


20 Ideología del golpe de 1955

Suplemento especial de

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ALGO SOBRE EL PARO que aman sus mismas costumbres. Suelen acercárseles a compar- que sus metas no podían alcanzarse bajo la hegemonía ni del
AGRARIO DE ESTOS DÍAS tir un costillar. Y, generosos, les tiran unos pesos de más para Estado capitalista ni del capitalismo. Que su verdadera liberación
tenerlos contentos. En la tierra del oligarca, gauchos y patrones dependía de su lucha contra el sistema que la explotaba. Que el
iempre suelo citar una frase de Borges, que tam- suelen confundirse. Los oligarcas se definen, orgullosos, como peronismo había obliterado esa explotación de clase por medio de

S bién cita Abelardo Castillo y será porque es mag-


nífica, que dice: “A la realidad le gustan las sime-
trías”. Teníamos que entrar en la trama histórica
desatada por los hechos de septiembre de 1955 y
nos sorprende esta trama actual, la de estos días, con chacareros,
medianos y, sobre todo, grandes productores agropecuarios al
frente de algo que llaman lockout y que ha sido habitualmente
“hombres de campo”. Durante estos días, han sido directamente
“el campo”. Fabio Cáceres, el protagonista, junto con Don
Segundo, de la excelente novela de Güiraldes, se transforma en
estanciero y potentado. Lo asedia el temor de dejar de ser gau-
cho. Don Segundo lo tranquiliza: “Si sos gaucho endeveras, no
has de mudar, porque andequiera que vayas, irás con tu alma por
delante como madrina’e tropilla” (J. P. F., Filosofía y nación,
su capacidad conciliadora. El Estado peronista, al ser un Estado
distributivo, condujo engañosamente al proletariado argentino a
la certidumbre de que sus metas podían conseguirse bajo el siste-
ma capitalista. Ese había sido el mayor perjuicio que había causa-
do a la clase que decía representar. No la representaba: represen-
taba al capitalismo, al sistema de producción que Marx había
condenado, y había, para daño casi irreparable de su formación
el prefacio de un golpe de Estado. La relación del campo con el Legasa, Buenos Aires, 1982, p. 183). También, en Don Segundo, combativa, integrado al proletariado al proyecto burgués-capita-
peronismo es una relación de abierto antagonismo, de insalvable aparece ese patrón que hoy se ha visto en los paros campestres. lista. Se trataba, también aquí, de des-peronizar la clase obrera.
odio de clase. La oligarquía de los campos y las mieses contra un Tipo generoso con los suyos: “El patrón era joven y aunque Sexto) Era una tarea de educación. Pero –en los pocos y mejo-
gobierno que busca restarle recursos para favorecer (claramente medio mandón pa’ el trabajo, es servicial cuando quiere (...). res cuadros de la izquierda, pienso siempre en un Milcíades o en
en el caso del primer peronismo) a los sectores de menos ingre- Sabe abrir la mano grande y es fácil que se les resfalen unos pata- los más brillantes y políticamente talentosos hombres de Con-
sos. (Nota: Dejo de lado el tema de “los pequeños productores”, cones” (J. P. F., Ibid., p. 183). Algo así habrá dicho, seguramen- torno– esa tarea no era similar a la que la oligarquía con sus
los que tienen “sólo veinte vacas”. Pero se me ocurre: los que te, en algunos de sus avatares el venerable Tío Tom. libros de Educación democrática (materia impuesta en los cole-
tienen que diferenciarse de los grandes, si realmente son distin- gios tan compulsivamente como La razón de mi vida, sólo que
tos de ellos, son ante todo ellos mismos. Es una tarea de cual- LA DESPERONIZACIÓN se asumía como su antítesis democrática) impulsaba. Es decir,
quier gobierno hacer esa diferencia. Pero si los pequeños pro- Por decirlo con cierto aire posestructuralista, derrideano, si de educar a las masas para incorporarlas al nuevo proyecto bur-
ductores se me vienen encima con su tractorcitos junto a los algo podemos estar seguros es que la Revolución Libertadora vino gués, basado ahora en la oligarquía. La izquierda más lúcida, si
tanques Sherman de los grandes, pues para mí son lo mismo, a deconstruir el peronismo. Sin embargo, esta deconstrucción pensaba en alguna pedagogía de masas, lo hacía para llevar al
señores. Y uno sabe cómo es la situación de lo que, en la Argen- remitía más fuertemente a los orígenes de la palabra en Heideg- proletariado peronista al encuentro con su verdadera ideología:
tina, suele “estar en el medio”: tienen terror de bajar y enorme ger: Destruktion. Heidegger dice –cómo no habría de decirlo– el marxismo, el socialismo revolucionario. Lamentablemente
ambición de subir. Son capitalistas, tan capitalistas como los que Destruction no significa llanamente destruir. De acuerdo. esto implicaba acercarse a los obreros, no como antiperonistas,
grandes productores. Ergo, quieren trepar en la escala del dinero Pero si los de la Libertadora leyeron a Heidegger lo entendieron no como compañeros de ruta del Carnaval Gorila, sino como
y el poder. Se atan al tren de los poderosos. Que se espanten las mal: ellos, al peronismo, vinieron a destruirlo. El prefijo des revolucionarios que, comprendiendo la etapa peronista, com-
telarañas entonces los que cacarean con la diferenciación “de los puede ser tomado como la bandera esencial de los libertadores. prendiendo sus avances pero señalando las limitaciones que
pequeños productores”. Si marchan junto a los grandes son tan María Moliner dice: “Su sentido fundamental es el de inversión habían determinado su fracaso, querían ir más allá. Esto impli-
(oli)garcas como éstos. No es desde afuera que tiene que produ- del significado de la palabra primitiva”. Y ejemplifica con: des- caba –con gran valentía, lucidez y capacidad de hacerse enten-
cirse la diferenciación. Es desde adentro. ¿Que hay que captarlos? hacer, des-andar. Los hombres de septiembre partieron de una der– llegar a la demostración más extrema, la que más le habría
¿Alguien cree que se los puede captar? Sólo el dinero, que es palabra primigenia: peronismo. Y se propusieron invertir el signifi- costado aceptar a un obrero peronista: que su líder había huido
poder, capta a los productores. Alguien (muy preocupado, no cado de esa palabra. Hacer todo para que en el país esa palabra porque no quería –con un enfrentamiento duro y frontal– dete-
un peronista, ¡ni por asomo!, sino un viejo militante del Partido encontrara en todas partes su antagonismo o lo que no remitiera riorar al sistema que representaba. Era, insisto, lo más difícil y
Comunista, un gran personaje del teatro argentino, no sé si te en absoluto a ella. Las dos cosas eran esenciales y marcaban el doloroso para un obrero peronista: aceptar que Perón, al ser, en
gustará que te nombre Manuel Iedbavni, pero ya lo hice) me rumbo de esa revolución. última instancia, un representante del capitalismo, de la burgue-
dijo: “Me dijeron que a este gobierno no lo van a poder tumbar Voy a decirlo claro: voy a escribir Revolución Libertadora tal sía, no quiso dar la lucha final porque sabía que el que corría el
porque tiene 50.000 millones de dólares en reservas”. Y sí, como ese movimiento de sedición se presentó. Ya se ha usado riesgo de ser vencido, al armar a los obreros, no era él o sola-
ahora se entiende ese afán acumulativo de este gobierno. Está todo lo demás. Podría escribirlo con minúsculas. Podría escribirlo mente él, sino el sistema en el que creía y dentro del cual se
muy solo. Buscan jaquearlo ahora haciendo punta con “el con comillas. Podría escribir “la llamada revolución... etc.” Y había acostumbrado a conducir a los capitalistas y satisfacer a
campo”. Si cede, los medios –que son su principal y más eficaz hasta podría escribir “la fusiladora”. No, escribiré Revolución los obreros: el capitalismo distributivo. Antes de poner en riesgo
enemigo– arreciarán y en poco tiempo tendremos una coalición Libertadora o la Libertadora. Yo no estoy de acuerdo con el frau- el fundamento de todo capitalismo, aun del distributivo, es
encabezada por Duhalde, con Macri y vaya a saber qué exitoso de electoral y a los partidos conservadores de los treinta los llamo decir, los medios de producción, el respeto a la propiedad priva-
empresario de la Sociedad Rural y que nadie empiece a llorar Concordancia. Escribo Revolución del 6 de septiembre. O golpe da, la pasividad de las masas y la fuerza de las armas sólo en
porque se cierran los Talleres de Teatro. Bien, aquí no puedo de Estado. Escribo unitarios, escribo federales. Y hasta a veces manos de esa fundamental institución del Estado burgués que
desarrollar más esto). Si menciono al primer peronismo es por- escribo Proceso. O el Proceso. Se supone que es “el autoprocla- es el Ejército, Perón había preferido borrarse de la lucha. Huir
que, a partir de la estructura del IAPI, llevó adelante una trans- mado” o “el llamado”. Aclarado el punto. para salvar al capitalismo argentino.
ferencia de ganancias del agro a la industria que le permitió for- Seguimos. Los de la Libertadora se pusieron una meta: des-
talecer su poder político y llevar a cabo una redistribución de la peronizar a la Argentina. El país se llenó de metas semejantes. LOS LIBERTADORES Y SU FE CATÓLICA
renta que, hemos visto, trepó a su más alto índice histórico. Eran tantas que admitían algo que no debieron admitir: la Argen- No creo que este último punto estuviera muy claro en la
Con ese antecedente, el agro está contra el peronismo. Salvo tina era peronista. ¿Por qué no, dirían? Perón había peronizado la izquierda de entonces. No había tantos que pensaran con la luci-
durante el largo mandato de Carlos Menem, en que la oligar- Argentina. Lo había hecho por medio de su sistema demagógico- dez de un Milcíades o con la claridad con que hoy uno puede
quía y los grupos financieros y especuladores tuvieron un jolgo- autoritario. Los obreros, por él, eran peronistas. La economía, por enunciarlo luego de las décadas que han pasado y del conoci-
rio de fáciles superganancias que los condujo no sólo a aceptar y medio del intervencionismo estatal, era peronista. La cultura, por miento de las acciones del Tercer Perón que retornan sobre el pri-
apoyar al peronismo, sino a deglutirse la poco aristocrática figu- medio de la manipulación del movimiento, era peronista. Y así, mero permitiendo una mayor inteligibilidad sobre él. No había
ra de un hombre como Carlos Menem, más ligado a la farándu- todo. Se trataba de empezar de nuevo. Se trataba de des-peronizar una izquierda que tuviera la lucidez de todo el programa que
la en su expresión Sofovich, que al esprit de finesse de la oligar- el país. Para la derecha, la cosa se basaba en la reconquista de las acabo de explicitar. Y es muy sencillo entender por qué no la
quía, que se guardó, en algún lugar a la mano para resucitarlo instituciones democráticas. Había que des-peronizar a los pero- hubo y es inevitable lamentar que no la hubiera: la izquierda
no bien hiciera falta, ese esprit, y toleró de muy buen grado los nistas para incluirlos en el sistema democrático de un modo (sobre todo el Partido Comunista, pero todos en general) se
desplantes del nuevo rico, del provinciano, del muñeco depor- racional. Este planteo lo hacía Gino Germani, a quien veo que sumó al Gran Carnaval Oligárquico. Se sumó a la des-peroniza-
tista, descendiente de árabes, condición detestada por Sarmien- todavía se toma en serio. Germani decía que el peronismo había ción del país. Acompañó a las “masas” que salieron a la calle a
to, quien, en el Facundo, los asemeja a lo peor de los gauchos integrado a los migrantes a la estructura política con una metodo- vivar a Lonardi y a Rojas y a los revolucionarios antiperonistas
improductivos de las pampas o a las montoneras gauchas a las logía irracional. Se trataba de educar a esas masas e incorporarlas a no bien éstos anunciaron que saldrían al balcón de la Rosada.
que asimila a beduinos de Argel. Ese presidente, Carlos Menem, la vida democrática con una metodología racional. La izquierda, Hacia ahí fueron todos. Yo tenía doce años. Un chico de doce
era el perfecto ejemplar que Cané describía entrando en los salo- desde el PC a los intelectuales que desde Contorno irían girando años en 1955 no era lo que hoy es. Era un niño aún. Sobre todo
nes de la oligarquía “tropezando con los muebles”. Menem debe hacia el frondicismo, se proponía la des-peronización de la clase si se había criado en Belgrano R. La pobreza lleva más rápido
haber tropezado con todos los muebles, no sólo con algunos, obrera. Lo cual era sencillo. Si uno toma los ejemplos que hemos hacia adelante, hacia los años, porque la pobreza hace crecer,
pero los oligarcas deben haber levantado esos muebles y le dado puede trazar ese proyecto: obliga a crecer de golpe, y a golpes, la pobreza se roba la niñez y
habrán pedido perdón por la torpeza de haberlos colocado en su Primero) La clase obrera peronista no tenía experiencia política. sobre todo la adolescencia que, según todos célebremente sabe-
camino, porque así son de hipócritas (y lo han demostrado) si se El peronismo, aprovechándose de ese estado virginal, le había mos, es un lujo burgués. Pero desde mis doce años de Belgrano
encuentran con “un gronchito”, “un negrito del interior”, “un dado una; la suya, la peronista. Se trataba ahora de darle otra, la R recuerdo la fiesta “popular”. Recuerdo el clima de alegría, de
peronacho”, que les hace ganar fortunas. Por primera vez sus socialista. “alivio”, de festividad, de “patria recobrada”, de “democracia”
sueños se veían realizados sin necesidad de apelar al golpe de Segundo) La clase obrera no había aprendido a luchar por sus retornante que cundía por el país. A mí me sorprendía: no sabía
Estado. Aunque un golpe habían hecho. Menem es el resultado conquistas sino a recibirlas del Estado. No tenía un partido que era tanto lo que la Argentina se había sacado de encima.
del golpe de mercado que las clases propietarias le hacen a Alfonsín. propio ni una organización sindical propia. Era heterónoma. Luego, asombrado, vi una caricatura del dibujante del diario
De esta forma, viene para aceptar lo que le digan. Total, el céle- ¿Cómo entregarle o cómo luchar por conseguir que la clase socialista La Vanguardia, Tristán, al que todos recordarán, sus
bre pícaro sólo quería gobernar para hacer la gran fiesta que obrera tuviera una identidad y una organización autónomas? caricaturas antiperonistas fueron célebres, desde la época de Bra-
hizo, esa fiesta que enriqueció desquiciadamente a él, a los Des-peronizándola. den se venía burlando de Perón y dibujándolo con rasgos, por
suyos, a los propietarios y a todo el aparato del justicialismo que Tercero) La clase obrera era conducida por líderes carismáticos decirlo con mesura, horripilantes. Tristán había dibujado a un
jubiloso lo acompañó, le aprobó las privatizaciones y todas las (Perón, Evita) y no tenía a sus propios representantes, por causa hombre que abría enormemente su boca y vomitaba. Debajo del
restantes medidas de desnacionalización y venta de la soberanía también de la burocracia peronista. Debía establecerse una demo- dibujo se leía: La gran náusea. No había puesto vómito, por la
que puso en práctica. cratización sindical. ¿Cómo? Des-peronizando a la clase obrera. época supongo. Esa castidad de los cincuenta. Pero era eso: El
Tengo cierto apuro (a raíz de los días agitados que corre el Cuarto) La clase obrera –a causa de recibir todos sus beneficios gran vómito. El vómito era grande porque era la Argentina que
país) en tratar la Revolución Libertadora. Ustedes se encargarán de manos del Estado Peronista– había perdido toda su combativi- vomitaba al peronismo. Había de todo en ese vómito: picanas
de trazar las semejanzas. O, al menos, trataremos de dibujar el dad. Era pasiva. Había que devolverle esa combatividad. Los eléctricas, joyas, manoplas, pieles carísimas, revólveres, etc. Lo
rostro de la eterna clase golpista de la Argentina, la que no faltó a obreros debían empezar a pelear por sus propios objetivos, desli- que más recuerdo eran los elementos de tortura. Sobre esto,
ninguno, la que los promovió o los respaldó. Los buenos hom- gándose de la burguesía a la cual el peronismo la había atado. sobre la tortura, regresaremos. Ahora quiero mencionar la Gran
bres del campo, esos tipos orondos, corpulentos, que usan alpar- ¿Cómo se lograba esto? Des-peronizando a la clase obrera. Que, Fiesta. La lideraba la oligarquía católica, la alta clase media cató-
gatas caras y finas, que suelen tomar mate con sus peones para en este caso, significaba: lica, la clase media de profesionales, empleados y empleados del
mostrarles que son uno más de ellos, que son patrones gauchos y Quinto) Había que llevar a la clase obrera a la certidumbre de aparato del Estado católicos. Eran todos católicos. Aun cuando
II
se insista en que había otras fuerzas, otros partidos, otros hom- miento están también Angelelli y De Nevares. Tres meses des- exaltación del país oligárquico, católico, radical, socialista y cla-
bres, la Revolución del ’55 fue hegemonizada por el catolicismo. pués, otro cura, Miguel Ramondetti, y otros “que habían partici- semediero de ese día de septiembre de 1955: “Aquella noche de
Fue una revolución que surgió de un enfrentamiento muy duro pado con entusiasmo en la procesión de Corpus Christi” reco- septiembre de 1955 (escribe), mientras los doctores, hacenda-
con la Iglesia, enfrentamiento que no se resolvió y llevó a un rren la ciudad y advierten que la Av. Rivadavia es el límite entre dos y escritores festejábamos (la escena transcurre en la ciudad
golpe de Estado. Todos los protagonistas dieron ese golpe en dos países: “En la zona norte todo es algarabía. En el sur la gente de Salta, lugar en que reside una oligarquía poderosa, J.P.F.)
nombre de Dios, del Dios de la Iglesia argentina cruelmente llora. ¿Para esto trabajamos nosotros?”, se preguntó Ramondetti. ruidosamente en la sala la caída del tirano (sic), en un rincón
agredido por el “tirano” y por sus “huestes”. En algún momento A conclusiones similares llegarían luego Angelelli y De Nevares... de la antecocina vi cómo las dos indias que allí trabajaban tení-
analizaremos narrativas ejemplares de este momento. Digamos: (Verbitsky, Ibid., p. 340). Cuando un diario chileno le pide a an los ojos empapados de lágrimas. Y aunque en todos aquellos
el cuento “La noche de ‘la alianza’” de Félix Luna. A esta altura Lonardi que se defina, el general responde: “Soy católico” (Ver- años yo había meditado en la trágica dualidad que escindía al
de la historia la revolución del ’55 –y perdón si exagero– es simi- bitsky, Ibid., p. 340). El periodista habría esperado otra cosa. pueblo argentino, en este momento se me apareció en su forma
lar al menemismo: fue tan torpe todo, tan clasista, tan católico, Pero hay respuestas así: sorprendentes. En Casablanca, un jerarca más conmovedora. Pues, ¿qué más nítida caracterización del
tan agresivo con los pobres, y fue, sobre todo, tan lamentable lo nazi, sentado a la mesa del Rick’s Caffe Americain junto al mismí- drama de nuestra patria que aquella doble escena casi ejemplar?
que siguió que quienes actuaron y dieron sus entusiastas testimo- simo Rick Blaine, le pide que se defina políticamente. Rick Blai- Muchos millones de desposeídos y de trabajadores derramaban
nios durante esos días quedaron poderosamente escrachados. ne (Bogart) lo mira impasible y dice: “Soy un borracho”. Pero lágrimas en aquellos instantes, para ellos duros y sombríos.
¿Cuándo suceden estas cosas? Cuando se juzga que los procesos durante los días de la Libertadora decir: “Soy un católico” era Grandes multitudes de compatriotas humildes estaban simboli-
históricos son definitivos. El 23 de septiembre de 1955 la ciudad decirlo todo. Era decir: soy un hombre de bien, un hombre zadas en aquellas dos muchachas indígenas que lloraban en una
de Buenos Aires recibió al general Lonardi, que venía de Córdo- decente, enemigo de ese tirano que agredió a nuestra Iglesia y, en cocina de Salta” (ver: Joseph A. Page, Perón, Segunda Parte,
ba, como a un nuevo y más glorioso general San Martín. Pese a ese agravio, agravió a nuestro Dios, soy un hombre que, en nom- Javier Vergara, Buenos Aires, 1984, p. 84. Volveremos sobre el
que Félix Luna se empeña en marcar que el movimiento insur- bre de ese Dios, arriesga su vida por la libertad, por la moral de texto de Sabato que es El otro rostro del peronismo. Aún no lo
gente no era tan marcadamente católico, lo era su conducción. la República, por la educación y por sus ilustres tradiciones. Pese conseguí. Pero sé que mis colaboradores ya lo tienen. La biblio-
Por supuesto que no todos los que adherían eran católicos. ¡Si al clima de claustro que destiló el golpe contra Perón, la bullicio- grafía de la Revolución Libertadora no tiene desperdicio. Es un
adhirieron todos menos los pobres, todos menos los obreros sa alegría de la oligarquía, de las clases altas, de las señoras momento en que se concentra acaso más que nunca la totali-
peronistas, la negritud de la periferia! Arturo Frondizi, el presi- “bien”, del grupo Sur, de la señora Ocampo, y pese a la tristeza dad de la derecha argentina y el fervor con que gran parte del
dente del radicalismo, no era ni nunca fue, que yo sepa, un cua- de los pobres, de las sirvientas de las casas que no escondían su pueblo, sobre todo sus clases medias, lo festeja. Nadie salió a
dro militante del catolicismo, y adhirió, como adhirieron los tristeza y hasta, si se atrevían, lloraban abiertamente, a nadie le festejar el golpe de Videla. Había demasiado miedo. Ni tampo-
socialistas, los jóvenes de las universidades, ni hablar los de los pareció no pertinente ir el 23 de septiembre a transformar la co el de Onganía. ¡Pero el de los católicos del lonardismo fue
colegios católicos o las universidades católicas. El santo y seña de Plaza de Mayo en otra Plaza, la Plaza de la gente culta, de la un solo grito alborozado! ¡Volvían los días felices! La patria “de
la revolución fue: Dios es justo. La “Marcha de la libertad” se gente bien, de la libertad, de la educación, de la caída de la tira- nuestros padres y abuelos”. Que era, de pronto, la de todos.)
grabó en el sótano de la Iglesia de Nuestra Señora del Socorro. nía, de los felices tiempos por venir. Con mis doce años escuché Ahí estaban, la mirada del “escritor sensible” las había descu-
Córdoba, ciudad católica e hispánica si las hubo (Sarmiento en todo el Carnaval Católico-Democrático por radio. Y luego, al bierto: dos indias. Estaban en la antecocina y lloraban. Sabato
Facundo: “Córdoba es un claustro encerrado entre barrancas”), día siguiente, los diarios. Había tipos que se presentaron con sabe también –lo descubre ahí– que son “millones” los “despo-
fue el centro del movimiento. Y célebre fue su radio rebelde: La motonetas y llevaban carteles colgados al cuello que decían: “Me seídos” y los “trabajadores” que derraman lágrimas en ese
Voz de la Libertad. (Véase: Horacio Verbitsky, Cristo Vence, la compré yo”. Y todos reían felices. Había empleados. Estaba momento. Mas no tiene dudas: la revolución debió hacerse
Sudamericana, Tomo I, Buenos Aires, 2007, Tercera Parte: Dios toda, pero toda, la clase media argentina. porque Perón era un “tirano”. Esto le revela la “trágica duali-
es justo). Videla Balaguer era un católico implacable. La radio dad” del país, en la que tanto ha meditado “durante todos
cordobesa que conducía y que bajaba la línea de los días de la EL ARGENTINO QUE MIRÓ aquellos años”. Sabato siempre ha tenido o ha querido ofrecer
revolución decía: “No en vano en los pechos de soldados y civi- HACIA LA COCINA la imagen de una sensibilidad tramada por la tragedia. Sin
les, en las alas de los aviones, en las baterías de artillería, se vio Estaban todos los partidos políticos. Sólo un argentino desvió duda leyó el libro de Leon Chestov, célebre durante sus años
lucir un nuevo lábaro, una cruz y una V = Cristo Vence” (Ver- su generosa mirada hacia la cocina. Acaso, luego de intentarlo tempranos, La filosofía de tragedia. Pero se le podría decir que
bitsky, Ibid., p. 338). Copello lo espera a Lonardi en la Casa de por tantos medios, el empeñoso Ernesto Sabato logre su esa “trágica dualidad” no es tal. Que lo que él vio esa noche
Gobierno y luego le pone la banda presidencial. En el movi- inmortalidad por este gesto insólito, único, en ese momento de fue, sencillamente, la lucha de clases. Que lo que festejaban sus

III
amigos era el triunfo de una clase sobre otra. Que Videla! Recuerdo a un buen tipo que creía en estos deseaban. Fue lamentable, pero esa obstinación, ese
él, Sabato, llamó correctamente “desposeídos” a artilugios ideológicos para apoyar a Videla y pro- odio militar, oligárquico, eclesiástico y de las clases
los “trabajadores”. Porque, en efecto, lo que poner el pacto cívico-.militar: “Cuidado, José, no altas arrojaron a las armas a una juventud que no lo
caracteriza al trabajador es eso: es un desposeído. se equivoque. Videla es la línea blanda, la línea habría hecho de haber regresado Perón en 1964. Lo
¿De qué está desposeído el desposeído? El despo- liberal. Los nacionalistas, los Vilas, los Saint-Jean, impidió Illia, presionado, sin duda, por todo el esta-
seído desposee de capital. El poseedor lo tiene. El los Capellini, son la línea nacionalistas. Son más blishment argentino, que no quería otra vez a la
desposeído sólo tiene una posesión: su fuerza de asesinos”. “Pero, Gerardo (así se llamaba, lo juro), negrada en el poder. El odio de clase en la Argenti-
trabajo. El poseedor se la compra y lo pone a tra- son lo mismo.” “No son lo mismo. Hay diferen- na es un odio racista. Civilización y barbarie.
bajar para él. Esta “dualidad” puede ser calificada cias. Tenues, de acuerdo. Pero, José, es por esas Educados contra negros brutos. Durante esos
de trágica, pero Marx evitó hacerlo así. A esa diferencias que todavía estamos vivos.” Como años escuché a muchos estudiantes (sobre todo de
“dualidad trágica” la llamó, con mayor precisión argumentación era fuerte. abogacía) pedir el voto calificado. Esta situación
“lucha de clases”. Que es la que se da entre los produce la muerte de Aramburu, ¿es una vengan-
poseedores y los desposeídos. LEGITIMIDAD E ILEGITIMIDAD za o es un arreglo de cuentas con uno de los sím-
DE LA VIOLENCIA bolos más poderosos de la Argentina intransigen-
1955: LA LUCHA DE El caso es que se viene el liberalismo con todo. te, gorila, que impediría hasta morir el regreso de
CLASES AL DESNUDO Y procede a desmantelar todo el aparato estatal Perón? Además, ¿quién lo mató? Aramburu bus-
Lo que había ocurrido en la Argentina en sep- peronista. ¿Saben algo? Igual que ahora. Todo lo caba ser el líder de una salida negociada. ¿En serio
tiembre de 1955 era un hecho de clase. Era la que están haciendo los gorilas de hoy, con el lum- quería eso? Si lo quería, desvariaba. Él, justamen-
resolución de una situación de clase. Los desposeí- penaje de las radios, el ímpetu golpista de La te, sobre quien pesaba la Carta del General Valle,
dos, que se sentían protegidos por un Estado que Nación y la pluma incisiva del fiscal del Gobierno que tiene el tono acusatorio, catilinario de la de
los nucleaba a través de sindicatos creados para (que tendrá su lugar en la Historia, que lo busca Walsh, ¿prenda de paz? La guerrilla, en la Argenti-
ellos, que habían recibido notables mejoras de ese con pasión, por estas notas desestabilizantes) Joa- na, se valida por 18 años de proscripciones, de
Estado y sabían, por los relatos de sus padres, que quín Morales Solá, junto a dinosaurios como represión, de marchas militares, de Onganía
los Estados anteriores los habían explotado y esta- Grondona, o aventureros como los que se han entrando en carroza a la Sociedad Rural, de las
fado, sentían que habían perdido a ese Estado que metido en las páginas del diario de los ganaderos, Universidades avasalladas, del catolicismo cursi-
los cuidaba, que estaba del lado de ellos, a ese polí- del campo, de los consorcios internacionales y de llista del general del labio leporino, ¡de la consa-
tico que les hablaba y los hacía sentir, sin duda los intereses de Estados Unidos para la región, de gración del país a la Virgen de Luján!, de eleccio-
alguna (porque esto es indudable), no sometidos a la los panfletos como Perfil lleno de conversos como nes prohibitivas para el peronismo, ¡de la elección
arbitrariedad patronal, no carentes de derechos, no Sarlo, Sebreli y hasta el educado y amable Kovad- como Presidente de la República del general
material descartable, sino argentinos de primera, loff es atacar a un Gobierno que osa retener las Levingston, un torpe con cara de perro, que venía
tuvieran la piel que tuviesen, y, sobre todo, si la superganancias del campo y que cometió el error de Estados Unidos, y a quien conocimos por tele-
tenían tirando a oscura, ellos eran, bajo el Estado garrafal de no distinguir entre pequeños y grandes visión!, de la abominación del líder al que el pue-
peronista, ciudadanos argentinos y no negros de propietarios y no retenerles a éstos o retenerles blo reclamaba, por la masacre de José León Suá-
mierda, ni maltratados peones, ni siquiera peones menos, y esa clase media rubia, elegante, que sale rez, por el asesinato de Felipe Vallese, por las
que debían tolerar la generosidad del patrón, por- a cacerolear, mientras apuesta a la división del detenciones de Ongaro, por las prohibiciones de
que no necesitaban ya a los patrones buenos que peronismo y a que Duhalde derrote a este gobier- las películas que queríamos ver, ¿qué éramos, idio-
habían pintado Hernández y Güiraldes, sino que no que jode una y otra vez con los derechos tas?, ¿niños de la Acción Católica?, prohibieron
tenían un gran patrón, El Estado Nacional, que humanos, gobierno al que califican de montone- una película metafísica, ontológica, desesperada,
los trataba bien, no sólo igual que a los otros, los ro, revanchista y subversivo, al que odian con un trágica, por una escena en que el protagonista
oligarcas, sino mejor, todo eso, los desposeídos, esa odio que traspasa límites que uno no se explica y tenía un tristísimo coito anal con su amante, una
noche de septiembre veintitrés de 1955, sabían que se acrecienta con los abrazos impolíticos de película inmensa de Bernardo Bertolucci con una
que acababan de perderlo y que se les venían enci- Cristina a Hebe de Bonafini, busca lo mismo. actuación memorable de Brando, ¿y por qué no
ma años duros, de injurias, de revanchas, de pérdi- Nota: Hebe ha cometido errores serios como elo- podíamos ver eso?, porque se formaban Comisio-
da de derechos. Los otros, en cambio, la oligar- giar a la ETA o alegrarse con lo de las Torres nes de Calificación de Películas integradas por
quía, los cultos (a los que el régimen peronista, Gemelas o viajar a Irán o andar con ese freak de viejas de la oligarquía, frígidas, idiotas, chupaci-
todos lo saben, no había sabido tratar, aunque Schoklender. Hebe, nosotros los respetamos. Y rios, por abogados cursillistas, por tipos de Dios,
habría que ver qué hubiera ocurrido si se les acer- todos los desaparecidos merecen nuestro apoyo y Familia y Propiedad, por reprimidos, por neuróti-
caba, qué hubiera ocurrido si Perón les tendía una nuestro dolor, pero los mocos que se mandaron cos que si veían una teta veían al Maligno, estába-
mano a Martínez Estrada o a Borges o a Bioy o a son inaceptables. Son mis compañeros y merecen mos hartos, no dábamos más, y apareció la guerri-
Victoria o a Sabato), los radicales, la clase media, mi piedad y hasta mi amor porque no debieron lla, y todos la recibieron bien, y nadie lloró dema-
los socialistas, los comunistas, la parte “racional” morir así. Pero ojo: su lucha fue la mía hasta cier- siado la muerte de Aramburu, y, para colmo,
de la sociedad, la parte “democrática”, los que to momento. Y no estoy diciendo esto ahora. Yo Onganía declara la pena de muerte, que lee un
estaban con la “libertad”, festejaban. Pero ésta no ya pensaba y discutía esto en los setenta. Hebe, si locutor odiado por todos, cuyo nombre olvidé, y
era “una trágica dualidad” que incomprensible- usted quiere compartir los ideales de los que aparecen los curas del Tercer Mundo, y el Ejérci-
mente escindía al pueblo argentino. Así se habla mataron a Rucci a dos días de que Perón asumiera to, que es el que gobierna, se desgasta cada vez
cuando no se quiere hablar claro. O cuando no se con más del 60 por ciento, perdonemé, pero yo más, y Perón les dice: sigan dándole duro, mucha-
sabe un pito de algunas cuestiones. El ’55 fue la no. Si usted comparte los ideales de los que asalta- chos, y los militares no aflojan. Bien, hasta ahí,
expresión desnuda de la lucha de clases en la ron la Guarnición de Azul permitiéndole a Perón, agredidos, silenciados, proscriptos, la guerrilla,
Argentina. Los poseedores asaltaron un Estado que calzándose su uniforme de milico, de teniente como parte de la furia y la negación de todo un
protegía a los desposeídos. Así lo sintieron los des- general, descabezar a Bidegain, perdonemé, pero pueblo por dictaduras oligárquicas, militares y
poseídos de entonces. Y si algún sabio de la Revo- yo no. Si usted comparte la voladura del microci- católicas, como parte de ese pueblo, insisto, no como
lución hubiera ido a decirles que lloraban a un ne de la policía, que fue una masacre que doloro- vanguardia, se podía legitimar. El 11 de marzo
gobierno que no representaba sus verdaderos inte- samente contribuyó a planear Rodolfo Walsh, yo, gana Cámpora y se acabó la violencia. Todo lo
reses históricos, no habría salido del barrio tal que admiro a Walsh como no admiro a ningún demás, no. Ya llegaremos a estos temas que trata-
como entró. Sólo algo más deteriorado. Y si hubie- otro escritor argentino, perdonemé, pero no. Si remos con extremo cuidado. Con espíritu abierto.
ra insistido en decirles que lloraban a un demago- usted cree en los que asaltaron la guarnición de Pero yo pienso exactamente lo que pensaba en los
go, a un dictador, le habrían explicado que eso lo Monte Chingolo, jactándose Santucho (que setenta. La violencia solo si es parte de un gran
tenían muy claro. Que Perón era un demagogo con luego, pero tarde, se arrepintió) de ser la “opera- movimiento popular. Sola, aislada, sin amarras
ellos (porque les daba cosas, les hablaba lindo, y hasta ción miliciana más importante desde el Monca- con las masas (Repito: sin amarras con las masas),
les ofrecía vacaciones y abogados que los defendieran da”, perdonemé, pero yo no. Ni ahora ni en esa no, nunca. Así, sólo sirve a los propósitos de la dere-
de los patrones) y que, para conseguirles todo eso, época. Discutimos con ardor. No con los conduc- cha violenta, justifica su contraataque que toma
tenía que ser un dictador con los oligarcas, porque si tores, porque eran inhallables, sino con los mili- como blanco a los perejiles porque los heroicos mili-
no, no hay modo. tantes de superficie. La violencia se legitima hasta cianos están en la clandestinidad y las conducciones
Descabezado Lonardi, quien dura muy poco, la llegada de Cámpora al poder, porque es la violen- fuera del país. Y si quieren odiarme, háganlo. Pero
asume el ultraliberal y ferviente gorila Eugenio cia que el pueblo debe (debe) ejercer contra un régi- no voy a cambiar este punto de vista. Todos los
Aramburu. Así, la revolución del ’55 sigue el men dictatorial. El pueblo tiene el derecho constitu- desaparecidos son mis compañeros. También los
derrotero de los cuartelazos en la Argentina. Los cional de alzarse contra la tiranía. Y Aramburu que eligieron los fierros: no debieron morir así,
dan los nacionalistas y los copan los liberales. había sido el artífice, el disparador de la tiranía, el como bestias, torturados, humillados, empalados,
Luego de Uriburu viene Justo. Luego de Lonardi, que dormía cuando Valle le manda su carta. Yo masacrados, arrojados vivos de los aviones. Pero
Aramburu. Luego de Pedro Pablo Ramírez viene odio la violencia. Sólo trato de entenderla. Soy no compartí ni comparto la modalidad de la
Rawson, pero ahí se produjo otra cosa: Perón, y el incapaz de matar a nadie. Ni nunca tuve un arma lucha que llevaron a cabo. Desde el 11 de marzo,
movimiento obrero que ya lo respaldaba, frenan el en mis manos. Pero los gobiernos torpemente dic- la violencia sin masas, sin bases, solitaria, con uni-
golpe liberal el 17 de octubre. En enero del ’76 el tatoriales que prohibieron neurótica, paranoica- formes (después del 24 de marzo) y rangos milita-
peligrosísimo y ultranacionalista brigadier Capelli- mente, al peronismo, los que no dejaron retornar res, sólo servía a la contrainsurgencia, que, por lo
ni se levanta en armas, pero los liberales, con Vide- a Perón en 1964, recogieron los vientos que sem- demás, aniquiló a la guerrilla con relativa senci-
la a la cabeza, lo frenan: todavía no, brigadier. Lo braron. Recogieron la nacionalización del estu- llez, y se ensañó con toda la población (del centro
PRÓXIMO de Capellini les servirá luego a los militantes del diantado, el surgimiento de las guerrillas, el Cor- a la izquierda) bajo el pretexto que toda acción
DOMINGO Partido Comunista para amenazar con su presen- dobazo. Ahí, la guerrilla podía argumentar que no miliciana de los luchadores solitarios le entregaba.
cia: apoyemos a Videla, porque detrás de él se había modo de arrancarles a los militares el regre-
Ideología del viene el golpe de Capellini, el golpe de los nacio- so de Perón que todo el pueblo, todos los despo- Colaboración especial:
golpe de 1955 (II) nalistas, que será más cruento. ¡Más cruento que seídos, todos los que amaron ese gobierno popular Germán Ferrari - Virginia Feinmann

IV Domingo 6 de abril de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


21 Ideología del golpe de 1955 (II)

Suplemento especial de

Página/12
LA RENTABILIDAD DE puede existir la figura del historiador que sólo estudia el pasado
LOS EMPRESARIOS y lo estudia con un distanciamiento que le permite contarlo
i bien es cierto que el Plan Económico de 1952 desde los hechos y tal como fue. No hay una narración inocente

S que impulsó el peronismo apelaba al esfuerzo


obrero, no se rehuía el sistema económico de
dirigismo estatal keynesiano en que se basaba
desde sus orígenes el movimiento. Además, el
esfuerzo era para todos. Si había que comer pan negro, lo
comían todos. Si había escasez, la sufrían todos. Evita, por
ejemplo, toma la difusión del Plan como una tarea militante.
de la historia. Ignoro si Halperin Donghi considera que Argen-
tina en el callejón es un libro de historia o una mera colección
de recuerdos de un señor de cierta edad. Pero si lo tomo como
un texto de narración de la historia, no puedo ignorar que la
ausencia en él de un acontecimiento como los fusilamientos y
los asesinatos de José León Suárez (“El año 1956 transcurrió así
con un rumbo político impreciso”) es una ausencia determina-
Pese a que su mito de jacobina pareciera impedir visualizarla da por la ideología del historiador. Esa ideología le ha oblitera-
en esta tarea, la encarnó con fervor. El Plan lo lanza Perón el do la visión de un hecho. O lo ha borrado inconscientemente o
18 de febrero de 1952 en un su célebre discurso sobre los pre- no le ha dado importancia, o decidió que no convenía para sus
cios de la cosecha. Eva, por su parte, como Presidenta del Par- propósitos pedagógicos o para sus compromisos e intereses de
tido Peronista Femenino, reúne a las mujeres y les entrega las clase. Preferiría que ciertos historiadores dijeran: “Escribimos
siguientes orientaciones militantes: “1) Cada mujer peronista sobre el pasado condicionados por nuestro presente, por nues-
será en el seno de su hogar centinela vigilante de la austeridad, tra propia historia, por nuestra ideología, por nuestros intereses
evitando el derroche, disminuyendo el consumo e incremen- y hasta por nuestro inconsciente”. Hay personas, por ejemplo,
tando la producción; 2) Las mujeres peronistas vigilarán en el que le dicen a uno: “Yo soy antiperonista porque a mi viejo la
puesto o tarea que desempeñen fuera de su hogar el fiel cum- ley de alquileres de Perón lo arruinó”. O “yo soy peronista por-
plimiento de las directivas generales del plan del General que Evita nos dio la primera casa que tuvimos”. Pero sucede
Perón; 3) Cada mujer peronista vigilará atentamente en sus que una elección política que va a formar parte de nuestra con-
compras el cumplimiento exacto de los precios que se fijan; ducta en tanto individuos históricos no debiera definirse a partir
4) Todas las unidades básicas femeninas realizarán permanen- de un hecho del pasado, me haya pasado a mí o a mi viejo o a
temente, durante los meses de marzo y abril, reuniones de mi mejor amigo o al perro de la familia.
estudio y difusión del Plan económico del General Perón y las Nada es. Todo es interpretable. La nuestra es una interpreta-
unidades básicas deberán informar a la Presidencia del Partido ción. Hay y habrá otras. La Libertadora, precisamente, al pro-
acerca de la labor cumplida y de los resultados obtenidos. Eva ducir un hecho de poder produjo también su visión de la rea-
Perón, Presidenta del Partido Peronista Femenino” (Habla lidad. La impuso en ella. El 16 de septiembre de 1955 gana-
Eva Perón, publicación del Partido Peronista Femenino, febre- ron una batalla y el derecho de imponer su verdad como la
ro de 1952, pp. 5-7). verdad. Eso es lo que hace el poder. El poder es aquello que per-
¿Por qué hoy es imposible una medida de este tipo? Porque mite a un grupo o fracción o incluso a una nación entera (si se
no hay formación de cuadros. Porque el peronismo que encar- trata de una guerra) imponer su verdad como verdad para todos.
na Cristina F, que no exhibe símbolos del pasado, ni retratos Y hasta, si es necesario, matar desde esa verdad a los que la nie-
de Perón ni de Eva ni menos aún el Escudo Peronista, que no gan. En José León Suárez, en sus basurales, la Libertadora,
canta la Marcha sino el Himno Nacional, que trata de mostrar- fusilando, lo hizo en nombre de la verdad. Los muertos eran el
se como lo que desea encarnar: un peronismo nuevo, con un error. Y hay algo muy poderoso en esta afirmación, algo que
giro, si es posible, hacia una moderna democracia de centroiz- requiere y deberá ser pensado una y otra vez: los muertos no tie-
quierda, carece, sin embargo, de cuadros que recorran los nen razón. No la tienen porque los hombres consideran que la
supermercados con el escándalo consiguiente que los medios, verdad es un fruto de la razón. El que muere, el que es baleado
en manos de adversarios que ellos armaron cediéndoselos, harí- en un basural, es el error mismo. Al día siguiente, la noticia
an en favor, por supuesto, de los propietarios, porque, lo acep- será dada o (algo mucho más probable) será escamoteada al
ten o no, para ellos trabajan. Pero esas mujeres a las que Evita conocimiento de la sociedad por los triunfadores, que harán
podía todavía decirles: “Cuiden lo suyo. Vigilen los precios. con la verdad lo que se les antoje. En este caso, negarla, escon-
Vayan ustedes mismas y no dejen que las estafen”, hoy serían derla, no decirla. Esconder la verdad es un atributo de los
consideradas cuadros de la anarquía, de la subversión, de la triunfadores. Escondo la verdad del Otro. Negar al Otro
violación a la propiedad privada. Y no sólo por las patronales (matarlo) es quitarle la posibilidad de todo enunciamieto. Al
más poderosas, sino por las clases medias que tienen tal deso- no poder enunciar su verdad, el Otro, por estar muerto, no
rientación, como tantas veces ha ocurrido, que juegan a favor tiene verdad. No tiene nada. Sólo yace en un basural. Los ase-
del poder financiero del establishment. Esas clases medias, en sinados del 9 de junio de 1955 en José León Suárez nada
lugar de velar por sus intereses, prefieren odiar a la Presidenta, podían enunciar. La primera enunciación de esa verdad es tan
con insultos tomados del arsenal de los machos de la Argenti- clandestina como el hecho que la produjo: son las notas de
na. Arsenal, por otra parte, infinito. No es un signo de los Rodolfo Walsh que darán cuerpo a Operación Masacre. Que
tiempos. Es una realidad de la Argentina. Tenemos una clase saldrá, de todos modos, en medio de un silenciamiento tan
media que va exactamente en un rumbo contrario a sus intere- enorme del poder que apenas si iniciará el largo camino de
ses, de cola de la oligarquía y que, como siempre, se verá construir la verdad acerca de esos hechos.
impiadosamente despojada cuando la venda caiga de sus ojos y
vea que la prédica que va desde el lenguaje vulgar y cascado de PROYECTO ECONOMICO
Chiche Gelblung hasta las plumas elegantes de La Nación DE LA LIBERTADORA
apuntaban a una misma finalidad: liquidar a un gobierno Voy a entrar a analizar el proyecto económico de la Libertado-
intervencionista, estatal y tibiamente popular (lo que es algo o ra. Y –según es ya una costumbre que no puedo evitar– pasaré entramado de madera que había resistido el paso del tiempo.
tal vez mucho) y reemplazarlo por el viejo neoliberalismo de a enunciar hacia dónde se dirige ese análisis. Y también: qué La casona tenía un primer piso destinado a lo social y una coci-
los noventa. Hay esa lucha. No hay que negarla. O el Estado relación tiene con el presente argentino. La Revolución Liberta- na en que se preparaba la comida para los banquetes. Un
keynesiano, intervencionista y tibiamente distributivo del dora fue hecha por la Marina (en primer término) y por el Ejérci- segundo piso privado: los dormitorios para la familia. Y un ter-
gobierno de Cristina F o el retorno a la economía de exclusión, to en beneficio de la oligarquía agrícola-ganadera. Fue un golpe cer piso o bohardilla para la servidumbre. Guiada por el ama de
de concentración extrema de la riqueza que se explayó durante de lo que hoy tan obstinadamente se llama “el campo” contra llaves, que exhibía todo eso con gran orgullo, la escenógrafa
la década de los noventa. Más alineamiento con Estados Uni- un gobierno que, como el de Cristina F, maneja un concepto buscaba sus locaciones con avidez y profesionalismo. Llegan a
dos, respaldo abierto a la Guerra de Irak, muerte del Mercosur intervencionista de la economía vehiculizado desde el poder la bohardilla, que era muy grande porque la servidumbre, a
e imposición del ALCA, posible rompimiento de las relaciones estatal. Simplificando, para decirlo con brutal precisión, des- comienzos de siglo, era numerosa. En determinado momento,
con Chávez, apoyo al Plan Colombia. Pero pareciera que la carnadamente, pero con todos los elementos necesarios como el ama de llaves abre una puerta, una puerta más, y la escenó-
clase media ignora esto. Que le han metido demasiadas cosas para fundamentarlo, enunciamos que el golpe de 1955 fue un grafa se deslumbra ante lo que encuentra: una bellísima y muy
en la cabeza y –como suele ocurrir– se las ha creído: ahora golpe del agro contra la concentración del capital en la industria grande mesa de madera clara, tallada a los costados, con un lus-
parece que Cristina F “irrita” a todo el mundo. Es la última que el gobierno de Perón realizaba por medio del IAPI. En esa tre satinado. Extasiada por tan hermoso objeto (los escenógra-
novedad. Lo que “irrita” es un proyecto político que da prima- ocasión, el agro contaba con el Ejército de la oligarquía. Esto le fos aman los objetos con que construirán sus escenografías:
cía a la unidad de los “populismos” latinoamericanos. Un pro- facilitó la sedición. En verdad, y pese a la poderosa importancia desde un reloj hasta una enorme mesa de la oligarquía argenti-
yecto que apoya el Mercosur. Un proyecto que habla de redis- del Ejército en el triunfo del golpe, la que marcó la ideología na), la escenógrafa exclama:
tribución del ingreso. Y una presidenta que, en su discurso oligárquica del mismo fue la Marina. Hasta tal punto es así que –¡Qué hermosa mesa!
inaugural, dijo que no se iba a transformar en “gendarme de la durante una filmación –corría la década del ochenta– llevada a El ama de llaves se siente halagada. Ella es, ahora, el custodio
rentabilidad de los empresarios”. cabo en la casa de Victoria Ocampo en las Barrancas de San de esas venerables reliquias. Con un manifiesto, traslúcido
Isidro, en Villa Ocampo, el asistente de ambientación se le acer- orgullo, como si todo hubiera ocurrido ayer, dice:
NO HAY NARRACION INOCENTE ca fascinado (no hay nada más exultante para un asistente tal –Ja, ahí se sentaba el almirante Rojas cuando planeaba, con
DE LA HISTORIA que dar con una locación perfecta, con la locación “soñada” que los suyos, la Revolución Libertadora.
Vamos a estudiar con cierta extensión la Libertadora porque el guión del film requiere) a la escenógrafa de la producción y La Libertadora se estructura con la oligarquía agraria en lo
en ella está todo lo que vendrá después, incluso el presente de le dice que ha encontrado en la casona, guiado por la generosa económico, el grupo Sur en lo cultural y la Marina en lo béli-
la Argentina de esta primera década del siglo. En esta tempora- ama de llaves que permanece en ella como guardiana de la co. No es para sorprender a nadie esta unión entre el almirante
lidad se escribe este texto, si sirve para ir más allá de ella no misma, años después de la muerte de Victoria, un último piso, Rojas y Victoria Ocampo. También, desde Montevideo, Bor-
podemos saberlo. Pero, al menos, tiene que servir para ahora. o, más precisamente, un piso abohardillado, donde estaban las ges y Bioy escribían su texto La fiesta del monstruo que buscaba
No leemos el pasado para fortalecer o debilitar líneas en el pre- que fueron las habitaciones de la servidumbre. La casona había ser a Perón lo que El matadero de Echeverría había sido a
sente. No podemos proponernos algo que –nos lo proponga- sido construida por el padre de Victoria a comienzos de siglo, y Rosas. No importa la efectividad que hayan tenido ambos tex-
mos o no– sucederá de todos modos. Eso es inevitable. La asep- durante esos tiempos la “servidumbre” era muy nuemerosa. El tos. El de Echeverría se leyó entre los unitarios de Montevideo.
sia de los historiadores profesionales es imposible. Además, no baño era de dimensiones considerables y tenía un piso de Y el de Bioy y Borges entre los antiperonistas de la misma ciu-
II
CGT tuviera sobre sus afiliados, si la miseria fuera de tal nuestros padres y nuestros abuelos”. Aquí está. Ministro de
dimensión, habrían existido protestas obreras. Al contrario, Hacienda de Aramburu, se presenta en la Facultad de Ciencias
cuando cae Perón, según hemos visto, son los obreros, los Económicas de la Universidad de Buenos Aires (en el corazón
pobres quienes lo lloran y saben que quedan en manos de sus de la economía) y se dispone a exponer el definitivo plan econó-
patrones. Porque era así: la Libertadora era el triunfo de la mico de la Libertadora. Este plan es un plan ideológico. La eco-
patronal. nomía “pura” no existe. No es una ciencia que nada tenga que
En 1956 se publica un pequeño folleto que lleva por nombre ver con la política. Al contrario, es siempre el resultado de un
Informe preliminar Prebisch acerca de la situación económica. El choque de intereses. O de una guerra. Aquí, es el reflejo de la
Informe dice: “Para poder dar más mercaderías y comodidades derrota del peronismo. La revancha de una clase. Y más tam-
a cada habitante no basta con darle más salario. Esto crea la bién: de una burguesía financiera que quiere atarse a los gran-
ilusión de poder comprar más cosas, pero cuando vamos a des organismos que manejan el dinero en el mundo. El proyec-
comprarlas nos encontramos que el precio sube por la inflación to económico que va a exponer Blanco es el resultado de la
y al final tenemos menos que antes”. No, falso de toda false- derrota peronista de 1955. Ese plan favorecerá a los poderosos
dad. En su obra maestra de 1936, John Maynard Keynes, que y castigará a los derrotados, a los que tuvieron la “osadía” y
sigue teniendo razón, escribe: “El argumento (el que acaba de hasta la “infamia” de apoyar al régimen del tirano. A ellos, les
explicitar Prebisch, J. P. F.) consiste sencillamente en que una ha llegado el turno de pagar sus culpas. En 1976, en la Cámara
reducción de los salarios nominales estimulará, ceteris paribus Argentina del Cobre, un industrial severamente dijo: “El pue-
(de modo semejante, J. P. F.), la demanda al hacer bajar el pre- blo se equivocó, ahora que pague”. Como vemos, la economía
cio de los productos acabados, y aumentará, por tanto, la pro- no es pura, no es una ciencia, es un arma, una bandera, una
ducción y la ocupación hasta el punto en que la baja que los herramienta de odio de clase, de venganza.
obreros han convenido aceptar en sus salarios nominales quede Sigamos a Eugenio Blanco en su exposición. Establece algo
compensada precisamente por el descenso de la eficiencia mar- para todos indudable, para todos quienes lo escuchan en ese
ginal del trabajo a medida que se aumente la producción” sagrado recinto de una Facultad, la de Economía, a la que
(John Maynard Keynes, Teoría general de la ocupación, el interés están regresando –como a todas las otras– los mejores profeso-
y el dinero, Fondo de Cultura Económica, México, 2000, p. res que muchos alumnos han tenido jamás, pues los que el
227. Página exacta en que el libro se me desgajó por no estar peronismo puso eran adeptos partidarios, genuflexos, fascistas,
cosido como deben estar los libros y ya, en medio de la deca- tomistas o cualquier otra cosa menos algo que tuviera que ver
dencia irreversible de la cultura de Occidente, podemos olvi- con la inteligencia, el saber, así, entonces, Blanco puede decir
darnos de que eso ocurra. El libro no toleró ser leído hasta ese que el golpe del ’55 trae otra vez a la Argentina “el imperio del
punto y me estalló entre las manos. Así va la cultura). Y Keynes honor y la dignidad” (Eugenio A. Blanco, Realidad económica
es terminante: “Difiero fundamentalmente de este tipo de aná- argentina, Ministerio de Hacienda, Buenos Aires, 1956. Insis-
lisis” (Keynes, Ibid., p. 228). Nosotros también. En economía to: prestemos oídos a la exposición de Blanco porque es una
diferimos de todo planteo que proponga como punto de partida la pieza perfecta del pensamiento oligárquico en lo económico).
reducción, la baja de los salarios, y adherimos, con total certeza, a Fueron, dice, diez años de oscuridad y de silencio. Cuando
todo planteo que tome como punto de partida una reducción, lo veamos el cine de la Libertadora veremos que una de sus pelí-
más considerable posible, en las superganancias de los propietarios, culas centrales se llamó Después del silencio. No hubo silencio.
de los patrones, de las oligarquías de todo tipo, agrícolas, indus- Sólo ocurrió que otros –los que jamás habían tomado la pala-
triales, financieras. Son ellas las que tienen márgenes para hacerlo. bra– fueron los que hablaron.
Dinero de sobra para comprar alimentos. Ningún sacrificio les Lo primero que tiene que hacer Blanco es atacar el interven-
reportará una reducción de las ganancias que determine un cionismo de Estado: “La crisis de 1930 trajo la caída de uno de
aumento de los salarios. Es sólo la perversión, la acumulación insa- los primeros gobiernos populares que tuvo el país bajo el auspi-
ciable de ganancias exorbitantes, el desprecio por el interés del país cio de la Ley Sáenz Peña, iniciándose un período de interven-
en el que lucran y de sus ciudadanos con estrecheces económicas, lo cionismo estatal que iba a adquirir características totalitarias bajo
que los lleva a defender con uñas y dientes su rentabilidad. Creen el régimen depuesto”. Los golpes de Estado, en la Argentina,
que si ellos ganan, gana el país. Que cuanto más ganen ellos más hacen magia para no nombrar lo innombrable. Perón era el
fuerte será el país y, en algún momento, esa ganancia caerá hacia tirano, su gobierno “el régimen depuesto”. Para Videla, el ERP
abajo, hacia el lugar de los desposeídos. era “la organización prohibida en primer término”; los Monto-
Los restantes ciudadanos padecen la escasez. Se nos dirá que la neros, “la organización prohibida en segundo término”.
economía es la ciencia de la escasez. Aunque, ¿habrá alguien tan Y ahora, atención, señores: ¡se viene con todo la oligarquía
torpe como para decir eso? Es cierto: podemos definir a la econo- agraria, la principal impulsora y la gran favorecida por el golpe
mía como la ciencia de la escasez, pero no para consagrarla, no de 1955! Lo digo claro: a Perón lo tiraron para liquidar la
para hacer de ella un tema teórico. La economía es el proyecto de supremacía de la industria sobre el campo. Toda la hojarasca
la eliminación o de la disminución de la escasez. O, sin duda, sobre la democracia y el autoritarismo fue eso: hojarasca. Si
debería serlo. A las clases propietarias nada les importa la escasez Perón hubiese sido autoritario y dictatorial, pero defendiendo
de los necesitados, sino que viven para el crecimiento de su ren- los valores de la oligarquía habría sido Aramburu, y, con él,
tabilidad. Nada –la Historia lo ha probado– se puede esperar ningún problema. Si las dictaduras favorecen nuestra rentabili-
de su sensibilidad para un país más justo. Su sensibilidad social, dad, adelante. Así razona y así miente el agro. Dice Blanco:
su participación en la justicia distributiva del país en el que (Durante los gobiernos peronistas) “La producción agropecua-
lucran es inexistente, sólo les interesan sus márgenes de rentabili- ria disminuyó, la industria compensó ese menor ritmo produc-
dad. Llevan en su corazón un libro de ingresos y egresos. Los ingre- tivo y los servicios del gobierno aumentaron en forma significa-
dad. Importa que se hayan escrito. Señalar la especificidad de sos tienen que superar –y cuanto más, mejor– a los egresos. Y si tiva. Fue así cómo el país empezó a sentir los efectos de la vulnera-
clase que expresaban. entre esos egresos están los salarios, pues entonces: cuanto más bajos, bilidad exterior, pues constituyendo la producción agropecuaria el
mejor. Cuanto menos se gaste en salarios, más rentabilidad habrá. elemento fundamental en la creación de divisas, fue imposible
EL INFORME PREBISCH mantener el ritmo ascendente de la producción industrial debido a
Un hombre fue presentado como el salvador de la economía TODO PARA LA OLIGARQUIA GANADERA la sangría de reservas monetarias que se hizo cada vez más sensible
del país, que, según decían los propagandistas de la Libertado- Con mil argumentos, las oligarquías de todos los tiempos a medida que dicho proceso avanzaba en su curso” (Las cursivas
ra, estaba al borde del desastre. Ese hombre fue Raúl Prebisch han intentado justificar esta ideología de acumulación. No hay me pertenecen). Blanco no se andaba con vueltas. De aquí la
(1901-1986). Había sido miembro de la comisión signataria diálogo. Si lo hay es porque tienen tanto poder interno y exter- importancia de este discurso. En el fragmento que acabamos de
del Tratado Roca-Runciman de 1933, el que célebremente fue no que hambrean al país y gozan de sus fabulosas ganancias. citar, el ministro de Hacienda de Aramburu le dice claramente
llamado “estatuto legal del coloniaje”. Tipo inteligente, brillan- Compran periódicos que los defienden. Periodistas que propa- al sector industrial (que, para “el campo”, era “el peronismo”)
te, llega a ser Presidente de la Comisión Económica para la lan sus sofismas. Que asimilan sus tierras primero al “campo” y que el papel hegemónico en la economía tenía que volver a ser
América Latina (CEPAL), que pertenecía a las Naciones Uni- luego a “la patria”. Observemos la facilidad con que se arma del sector agropecuario. ¿Cómo salir del marasmo peronista, se
das, en tanto uno de sus organismos. El que lo convoca es este sofisma. Uno, a la patria, la llama su tierra. Uno dice: pregunta? Dice: Tratando de crear el factor favorable para el
Lonardi y Prebisch presenta un Informe que hoy es célebre. “Amo a mi tierra o amo a mi país”. El folklore ha abusado de incremento del país que en los momentos actuales no puede ser
Pero yo no escribo solamente para aquellos que conocen su esta identificación entre tierra y país. “De la tierra de uno”. O otro que la producción agropecuaria. Sólo de este modo será
celebridad y, conociéndola, la constituyen. Imagino, a veces, a también: “Quiero morir en mi tierra”. O “regresar a mi tierra”. posible seguir importando y crear las condiciones aptas para la
jóvenes lectores que ignoran estas cuestiones y a los cuales Pero la tierra no es de uno. Cuando Atahualpa dice “Las vaqui- expansión industrial (...) Dicho planteamiento implica de modo
tomar contacto con ellas va a ayudarlos a entender las de hoy. tas son ajenas” está diciendo lo mismo. “Nuestra” tierra es, en incuestionable el sostén del agro como elemento principal para la
Prebisch empieza invocando a Avellaneda. Siempre que, en todo caso, el lugar en que tenemos las penas. Pero uno no estabilización industrial y su progreso ulterior” (Siempre, de aquí
nuestro país, alguien invoca a Avellaneda, ¡tiemblen! Se viene el ama a su tierra. No va a morir en su tierra. Y si regresa no en adelante incluso, cursivas mías). Pero no alcanza con el
hambre. Avellaneda fue el que dijo que pagaría nuestras deudas regresará a su tierra. La tierra –identificada con la patria– no es agro. Necesitamos algo más: “Resulta evidente la necesidad de
“sobre el hambre y la sed de los argentinos”. Prebisch dice que de usted ni es mía ni es de la inmensa mayoría de la gente que vive completar el esfuerzo nacional con el proveniente del exterior.
la situación que él aborda es aún peor que la de Avellaneda. en ella. Usted va a morir en la tierra de otro. Si quiere amar La radicación de capitales extranjeros es a este respecto imprescin-
Peor que la del ’90 y peor que la de la depresión mundial de algo, no ame a su tierra, porque está amando algo que no le dible para enfrentar la actual situación económica”. La llegada
fines del veinte e inicios del treinta. Una pregunta: si había pertenece. Puede amar a su país, en todo caso. Pero la tierra, del capital extranjero siempre funcionó como metáfora de la
tanta miseria, ¿por qué los pobres lloraban la caída de Perón, como las vacas de Atahualpa, es ajena. La falacia se viene cons- “entrega del país”. Se sabe: Perón había jurado cortarse un
por qué esas dos indias a las que miró desde la mesa de la oli- truyendo desde tiempos inmemoriales. Si la patria es la tierra, brazo antes de pedir un dólar de afuera. Y cuando, en 1973, lo
garquía salteña el sensible Sabato, tenían la cara surcada por el la patria es “el campo”. Volveremos sobre esto. hace, en la revista El Descamisado sale una tapa que dice: “Ya
llanto del miedo, de la derrota, de la certeza de la indefensión? Cuando le cortan la cabeza a Lonardi, Prebisch tiene que llegan los dólares. ¿Los yankis nos financian la liberación?”. La
Si la miseria era tal, ¿por qué no había huelgas? Por más que el hacer sus valijas e irse. Aramburu tenía un buen reemplazante: pregunta era lúcida y le pegaba fuerte a ese Perón que enfrenta-
peronismo las hubiera prohibido, por más dominio que la Eugenio Blanco. Supongo que lo recuerdan: el de “la patria de ban con tanta dureza. Si durante 18 años un tipo se pasa
III
diciendo pestes contra los yankis y alentando a pecuaria, que, al disponer de menos divisas, dificul- Evita: –También Perón y yo esperamos cosas
los jóvenes en la lucha antiimperialista diciendo tó los abastecimientos del exterior y atascó la pro- de los peronistas. Ante todo, que no nos hagan
que el Che es el mejor de los nuestros y que él, ducción industrial”. ¿Cómo se podría solucionar huelgas. ¡No hay nada más dañino que el ejem-
Perón, pudo haber sido “el primer Castro de esto que no parece tener solución posible? ¿Ave- plo equivocado! ¡No queremos huelgas en la
América”, y apenas sube pide un préstamo a llaneda otra vez? No, el campo otra vez. Esta Argentina de Perón! ¿Está claro? ¡Nosotros les
Estados Unidos, la tapa del Desca era impecable. patria tiene la tierra. La tierra es próspera. La tie- dimos las leyes, arrinconamos a la oligarquía!
Aunque la conducción que estaba detrás de esa rra tiene sus poseedores: la oligarquía terratenien- ¡Nosotros le metimos miedo, le enseñamos a res-
tapa no lo fuera. Salvo el que firmaba el editorial: te, ella dará de comer al país y garantizará su cré- petar a los obreros! ¡Y ustedes nos hacen una
el alevosamente asesinado Dardo Cabo. dito. Sólo se trata de volver al campo, señores. huelga! ¡Por doscientos pesos de mierda!
Adelante con Blanco: el país ha vendido Restablecer, ahí, las jerarquías que el peronismo Obrero: –Para un obrero doscientos pesos no
mucho oro, ya no hay barras en el Banco Central vino a erosionar. Se trata de derogar el Estatuto son una mierda, señora.
(lo que le permitió, según la versión gorila de la del Peón. Nunca más se aceptará un libelo como Evita: –¡Sí, lo son! ¡Doscientos pesos al lado de
historia, hacer a Perón su distribucionismo el que el Tirano Depuesto entregó a los peones toda la política social del peronismo, del amor de
“demagógico”; ¿qué habría hecho Robustiano de campo antes de las elecciones de febrero de Perón por su pueblo... son una mierda! (Exhorta-
Patrón Costas con esas barras de oro?, ¿que 1946. Ese Decálogo iba contra el orden que la tiva. Con enorme autoridad y firmeza:) ¡Esta huel-
habrían hecho Tamborini-Mosca, “la fórmula de Patria siempre había tenido. Soliviantaba el ga tiene que levantarse! Esta es una huelga de la
la bosta”?), por lo tanto, “mientras no se ofrezcan orden del campo. Establecía el odio entre patro- Unión Democrática y del diario La Prensa. ¿Qué
al mercado internacional el fruto de las próximas nes y peones obedientes y mansos. “No concurra pasó, se volvieron socialistas los de La Prensa?
cosechas, que prometen ser muy satisfactorias, a ninguna fiesta que inviten los patrones el día 23 Esta no es una huelga obrera. Responde a intere-
(será necesaria) la utilización de los créditos que a (...) Si el patrón de la estancia (como han prometi- ses de la oligarquía, juega a favor de ellos. (Durí-
breve término suministrará el Fondo Monetario do algunos) cierra la tranquera con candado, sima:). Por última vez, compañeros: ¡levanten
Internacional, que, según es sabido, es uno de los ¡rompa el candado o la tranquera o corte el alam- esta huelga! No digan que no les avisé. Porque si
organismos mundiales al que se ha incorporado brado, y pase a cumplir con la patria! Si el patrón lo hay que dar leña, ¡vamos a dar leña! Caiga quien
recientemente la argentina”. Pero hay todavía obs- lleva a votar, acepte y luego haga su voluntad en el caiga y cueste lo que cueste. (J. P. F., Dos destinos
tinados que dicen que el país tiene recursos pro- cuarto oscuro. Si no hay automóviles y camiones, sudamericanos, Ibid., pp. 31/34. Texto del film
pios que, fortalecidos por el ahorro interno, le concurra a votar a pie, a caballo o en cualquier otra Eva Perón).
permitirán salir adelante sin recurrir a la ayuda forma pero no ceda ante nada, desconfíe de todo: En 1957, la Libertadora convoca a una con-
externa. Blanco pierde la paciencia: “Se trata, toda seguridad será poco”. Entre tanto, esa izquier- vención constituyente. “La segunda minoría (la
como es fácil deducir, de un claro razonamiento da de la que aún dicen algunos, más que despista- primera había sido la de la UCR del Pueblo, aun-
xenófobo”. Y sigue el aguerrido Ministro de dos, bobalicones de alto vuelo, que el peronismo que superada por los votos en blanco de los pero-
Aramburu, un hombre sin dudas, que no ignora le impidió en el país una revolución o su desarro- nistas, J. P. F.), expresión del radicalismo frondi-
el poder que lo avala: “La Argentina, en los llo, el de esa izquierda, se expresaba por medio de cista, impugnó la Asamblea, convirtiéndose en
momentos difíciles que ha tenido que enfrentar Rodolfo Ghiodi, Américo (“Norteamérico”) portavoz del voto en blanco. Por su parte, los
después de la década del desgobierno dictatorial, Ghioldi, Nicolás Repetto y el jefe de todos ellos, partidarios del gobierno, durante la asamblea,
ha buscado en la cooperación internacional y en el de las grandes relaciones con Moscú, el obe- rivalizaron entre sí formulando propuestas desti-
la confianza de los inversores del exterior los diente de las directivas de Stalin, Vittorio Codo- nadas a captar al electorado peronista . El objeti-
complementos indispensables de sustentación de villa, que escribía en su periódico Lucha Obrera y vo de ‘desperonizar’ al país estaba a punto de fra-
la recuperación, que iniciada en los sectores agrope- en todos los que manejaba el Partido el siguiente casar” (Rapoport, Ibid., p. 423). Por fin, luego
cuarios, por ser los gestadores de divisas que requiere disparate: “Estamos frente al fascismo, no lo olvide- del pacto entre Perón y Frondizi, éste ganaría las
el país, se desparramarán luego a los sectores fabriles mos en ningún momento”. Lo mismo que creían elecciones presidenciales del 23/2/1958 con los
que constituyen un todo armónico en la estructura los refinados de Sur. votos peronistas.
productiva del país”. Mentira, consciente y detes- En Memoria del Gobierno Provisional de la UCR Intransigente: 4.070.875 votos
table mentira: el golpe se daba para centrar abso- Revolución Libertadora (1955-1958), Presidencia UCR Del Pueblo: 2.618.058 votos
lutamente la economía en el sector agropecuario, de la Nación, Servicio de Publicaciones, una Comunistas: 264.746 votos
el único que generaba divisas. “Del agro vivimos, importante publicación del aramburato, se lee: Socialistas: 147.498 votos
señores. Como siempre hemos vivido. El campo “Siendo de urgente necesidad restaurar la con- En blanco: 838.243 votos
es la patria de nuestros padres y de nuestros abue- fianza exterior en las finanzas del país, a fin de
los”, habría dicho, si no lo acabara de decir yo, evitar el perjudicial aislamiento de la economía Si tenemos en cuenta que la mayoría de los
interpretándolo, el señor Blanco, que, con ese argentina”. Bueno, ¿a causa de esto, qué? “A tal votos de Frondizi habían llegado a él por orden
apellido, era totalmente el llamado a hambrear a efecto, el Decreto Nº 7.013/56 dispuso la inicia- de Perón y por medio de la gestión de Cooke y
la negrada peronista. Hacía falta un Ministro de ción de gestiones para obtener el ingreso de la que los votos en blanco eran peronistas, la Liber-
Hacienda “Blanco” porque era la hora de blan- República Argentina al Fondo Monetario Inter- tadora había fracasado: el país seguía siendo pero-
quificar la Argentina. Basta de negros altivos, de nacional y al Banco Internacional de Reconstruc- nista. Y durante dieciocho años le impediría
sirvientas delatoras, de obreros que tiraban la ción y Fomento. Logrado el objetivo perseguido organizarse excluyendo al peronismo. Que era,
carretilla no bien sonaba el timbre del descanso. y consideradas las condiciones prefijadas por los en efecto, el “hecho maldito” que impedía esa
No, señor; no, negro de mierda, suene o no ese organismos aludidos, fue dictado el Decreto-ley organización del empresariado y de los agriculto-
timbre, usted me lleva la carretilla hasta donde la Nº 15.970 del 31 de agosto de 1956, aprobando res y los ganaderos. Ahí es donde “prende” la
tiene que llevar, y después, recién después, y sólo el ingreso de la República Argentina al Fondo frase de Cooke que señala al Peronismo como el
si el patrón no le indica algo extra para hacer, Monetario Internacional y al Banco Internacional “hecho maldito” del país burgués.
descansará un rato y volverá al trabajo. Quere- de Reconstrucción y Fomento”. En la próxima entrega nos meteremos con los
mos su plusvalía, ¿sabe? Esa palabra marxista, esa libros del golpe de 1955 y también con el cine:
palabra que inventó ese judío de mierda, que si a NACE EL HECHO MALDITO Martínez Estrada y ¿Qué es esto?, Mary Main y La
usted se le pasa por la cabeza lo pondremos de Mario Rapoport ha manejado impecablemente mujer del látigo, libro que utilizó (ése y ningún
una patada en la calle. Total, hambrientos nos algunos temas en un ambicioso libro de 1037 otro) Tim Rice (el guionista de la Evita de
sobran. En La Patagonia rebelde, una vez que los páginas: Historia económica, política y social de la Andrew Lloyd Weber y, sí, de Tim Rice), ayer fue
rebeldes pierden la huelga, los que no son masa- Argentina 1880-2003 (Emecé, Buenos Aires, San Perón de Mario Amadeo, El otro rostro del
crados por la furia homicida del coronel Varela, 2007). Después del ’55, los Libertadores definen peronismo de Ernesto Sabato, La fiesta del mons-
desfilan ante un comisario que los anota, piado- al suyo como un gobierno “provisional”. Aplastan truo de Borges y Bioy Casares, El mito de Eva
samente, de puro buenazo que es, para los nuevos el levantamiento de Valle (que veremos con dete- Duarte de Américo Ghioldi, El Libro Negro de la
empleos de peón. A uno le dice: “Y ahora, si tu nimiento). Implantan la Ley Marcial. “Se fusiló a segunda tiranía y, si llegamos, con los films Des-
patrón te dice que sos un perro, te ponés en cua- treinta y ocho civiles y militares” (Rapoport, pués del silencio de Lucas Demare y El Jefe, guión
tro patas y ladrás”. Ibid., p. 422). En 1957, convocan a una Conven- de David Viñas y realización de Fernando Ayala.
ción constituyente. Excluyen el artículo 40 y el Seguiremos, de este modo, con lo emprendido
LA LIBERTADORA Y EL FONDO famoso 14 bis, que prohibía las huelgas. Evita les hasta aquí: una tarea heurística de búsqueda de
MONETARIO INTERNACIONAL decía a los ferroviarios cuando los enfrentó: las fuentes y una muy delicada hermenéutica de
Sigue Blanco (y ya nos estamos por librar de su Evita: –Escuchen bien, compañeros: el que le las mismas. Ésta es, para nosotros, la tarea funda-
jerga, de su sermón liberal, patronal) y dice (aun- hace una huelga al peronismo es un carnero de la mental. Entenderemos por hermenéutica lo que se
que no lo cito textualmente): El Fondo Moneta- oligarquía (...) Hacerle una huelga a Perón es no ha interpretado del Organon de Aristóteles. Evita-
rio Internacional y el Eximbank, en especial el querer trabajar por la patria. ¡Es trabajar para la remos, de este modo, las complicaciones que
primero, pasan a desempeñar el oscuro papel que antipatria! (...) ¿Qué pasa? ¿Se olvidaron ya? tiene luego el término en filósofos como Nietzs-
el Banco Central había jugado durante la década ¿Quién les dio todo eso? ¡Se los dio Perón! ¿Y a che, Heidegger o Hans-Georg Gadamer. Herme-
del ’30. (Que, para los setembrinos, ha sido otra, Perón le hacen una huelga? ¿Qué tendrían si en néutica será, para nosotros, eso que los traducto-
la que acaban de liquidar: la de 1945 a 1955.) el ’45 hubiera ganado la Unión Democrática? res al latín del tratado de Aristóteles han estable-
Oigan esto, no lo pierdan: “Durante el régimen ¡Tendrían menos salarios y ninguna conquista cido: De interpretatione o, sin más, hermenéutica.
depuesto se hizo alarde de una mejora en las social! ¡Comerían mierda, compañeros! ¡Mierda La disciplina que tiene a su cargo la interpreta-
retribuciones a los trabajadores mediante aumen- de la oligarquía! ción de los hechos. Tarea infinita y definitiva si,
PRÓXIMO tos masivos de salarios que no correspondían a Obrero: –Eso es cierto, señora. Pero en el ’45 sobre todo, recordamos la formidable fórmula de
DOMINGO crecimientos correlativos en la productividad. ganamos nosotros. ¡Más derecho a reclamar tene- Nietzsche: No hay hechos, hay interpretaciones.
Más pesos y menos bienes fue la realidad de la dicta- mos! De la oligarquía no esperamos nada. Pero
Ideología del dura. Más pesos con emisión monetaria y menos de usted y Perón esperamos todo, compañera. Colaboradores: Virginia Feinmann, Germán
golpe de 1955 (III) bienes por el estrangulamiento de la actividad agro- Por empezar, algo más que 340 pesos. Ferrari.

IV Domingo 13 de abril de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


22 Ideología del golpe de 1955 (III)

Suplemento especial de

Página/12
PASADO Y PRESENTE DE LAS BATALLAS gigantesco. Ese Estado invade el mercado y le resta libertad, aumento en la participación de los asalariados en el ingreso
ENTRE EL INTERVENCIONISMO ESTATAL espontaneidad, en suma: interviene en él. Siempre los liberales nacional! Eso (que –de acuerdo, Peña– lejos estuvo de ser la
Y EL LIBRE MERCADO terminaron desilusionándose de los militares. O porque compi- Reforma Agraria o la Revolución Socialista) provocó el bombar-
n el plano económico (que es imposible aislar del tieron con ellos o porque crearon un Estado bélico al que desti- deo a la ciudad de Buenos Aires, la definitiva identificación de

E político), la Libertadora busca destruir el interven-


cionismo de Estado que aplica el peronismo. Son
liberales y lo que buscan los liberales es la libertad
del capital. Esa libertad se expresa en el mercado. El
mercado, para ser libre, no debe sufrir la intervención estatalista.
La disyuntiva entre liberalismo y populismo es la disyuntiva
entre mercado y Estado. Para el populismo, la única posibilidad
naron reservas desmedidas. El liberalismo, en la Argentina, sólo
llega al poder con los votos del peronismo en su expresión mene-
mista. Aquí, obedeciendo a la corriente de la época, el gobierno
de Carlos Menem le entrega el poder al llamado capitalismo sal-
vaje o capitalismo de mercado o neoliberalismo. No hay demasia-
das diferencias. Menem entrega los votos, el aparato justicialista
y pone a sus órdenes a un sindicalismo cómplice. En cuanto a los
Perón con el nacionalsocialismo, la furia de todas las clases pro-
pietarias, de la Iglesia, de los intelectuales. Eso se logró por
medio del autoritarismo peronista. Del indudable autoritarismo
peronista. ¿Qué habría sido necesario para lograr lo que Peña le
reclamaba, por insuficiente, al peronismo? ¿Qué habría sido
necesario hacer para que Peña no ironizara sobre la “revolución
peronista”, para que no escribiera esa frase entre comillas desde-
de derivar las ganancias de las empresas hacia los sectores popula- militares, también es cierto que, al apoderarse del Estado, la ñosas? Una revolución, desde luego. Hay un texto célebre de
res es que el Estado intervenga en la economía, regule el mercado corrupción los penetra con tanta facilidad como a cualquier polí- Friedrich Engels que lleva por título De la autoridad. Discute
e impida que esas empresas se apropien de él. Las empresas tico. Por lo que terminan deviniendo socios y hasta jefes de las contra los enemigos de ella. Y sostiene que no se puede cambiar
defenderán la libertad de mercado y dirán que la intervención empresas en lugar de sus meros protectores. nada sustancial, nada que implique un cambio drástico en la
del Estado la distorsiona. De la distorsión del mercado se pasará El IAPI fue el arma más genuina que el populismo impulsó en posesión de las cosas, en la propiedad, sin un fuerte autoritarismo.
a decir que el Estado es autoritario. (Autoritario por el mero América Latina. Es la cifra perfecta del intervencionismo de De esta forma, escribe: “¿No han visto nunca una revolución
hecho de intervenir, con autoridad, en el mercado, frustrando su Estado. En 1950, el IAPI cubría el 75 por ciento de las exporta- estos señores? Una revolución es, sin duda, la cosa más autorita-
libertad. Nada más autoritario o, incluso dictatorial, que “frus- ciones argentinas. Al reemplazar a los monopolios como Bunge y ria que existe; es el acto por medio del cual una parte de la
trar la libertad”.) El paso siguiente será decir que las ganancias de Born que intermediaban entre los productores y el mercado población impone su voluntad a la otra parte por medio de fusi-
las que se apropia el Estado por su intervencionismo no van a los internacional, el IAPI se apropiaba de capitales excedentes que les, bayonetas y cañones, medios autoritarios si los hay; y el par-
sectores “pobres”, no van al “pueblo” que el Estado populista derivaba a: 1) Beneficiar los intereses de los sectores postergados tido victorioso, si no quiere haber luchado en vano, tiene que
dice proteger, sino que se las queda el propio Estado. A lo que se de la sociedad; 2) Promocionar el desarrollo industrial. De aquí mantener este dominio por el terror que sus armas inspiran a los
le llama “corrupción”. En suma, si el Estado interviene en el que –en el plano económico– la diferencia fundamental entre el reaccionarios. ¿La Comuna de París habría durado acaso un solo
libre juego del mercado será: autoritario y corrupto. Al ser auto- peronismo y la Libertadora y el motivo fundante del golpe del día de no haber empleado esta autoridad de pueblo armado fren-
ritario también será necesariamente antidemocrático. Al ser anti- ’55, más allá de toda la hojarasca “democrática”, fue el pasaje de te a los burgueses? ¿No podemos, por el contrario, reprocharle el
democrático herirá las instituciones de la República, los distintos una economía que centralizaba el capital en la industria y en los sec- no haberse servido lo bastante de ella?” Esta escasez en el autori-
poderes por medio de los cuales la democracia se expresa: el tores populares a una economía que centralizaba el capital en los tarismo de la Comuna se expresó en su incapacidad para expro-
Legislativo, el Judicial y el Ejecutivo. Será, así, antirrepublicano. sectores tradicionales de la ganadería y la agricultura ligados a los piar al poder bancario. Luego, es cierto que las burguesías de
Enemigo de los valores de la República y sus instituciones demo- trusts cerealeros, a la tradicional oligarquía vacuna argentina. Francia y Prusia, que estaban en guerra, se unieron para liquidar
cráticas. Todo este bien armado aparato conceptual busca un Los antiperonistas (los liberales de este país) le objetaron al el peligro socialista. ¡Dejaron de lado su “honor nacional”, su
solo fin: que el mercado quede en manos de las empresas. Un IAPI que fomentara la corrupción. ¡Claro que fomentaba la “guerra patriótica”, para aniquilar a los insurgentes socialistas! Es
periodista obediente de esas empresas promocionaba su progra- corrupción! Toda concentración estatal fomenta la corrupción y decir, antes está la propiedad privada y su defensa, luego los con-
ma precisamente afirmando que lo respaldaban porque les inte- la burocracia. Pero, ¿qué importaba un Jorge Antonio al lado de flictos nacionales. Vaya lección. En cuanto a Engels, cabe subra-
resaba “el país”. Es famoso el lema: “Estas empresas a las que les las superganancias que se les extraían a los monopolios? La yar que su idea de revolución era la de la Revolución Francesa, y
interesa el país”. A las empresas no les interesa “el país”. A las corrupción está en todas partes. Y la mayor corrupción, en últi- que ésta fue la revolución de la burguesía capitalista contra la
empresas les interesa la rentabilidad. Hay muchas personas de ma instancia, es que la tierra de la patria sea propiedad de fami- monarquía de derecho divino que residía en Versalles. Pocas
buena voluntad en las empresas. Gente que cree que este sistema lias o de grupos económicos. En fin, pero estas cosas se eliminan revoluciones fueron más sanguinarias que la gran revolución del
puede funcionar. Pero luego de una larga meditación junto a con algo más drástico que un Estado nacional popular interven- capitalismo. Ahora los republicanos y los libremercadistas vienen
alguno de ellos (recuerdo una charla en Mar del Plata promocio- cionista. Si a éste ya se lo considera el Maligno en persona, ¿qué con sus tersos modales democráticos, pero cuando tuvieron que
nada por una multinacional), el buen tipo, el capitalista con se puede esperar de la suerte que correría una reforma verdadera hacer “su” Revolución no se detuvieron hasta llegar al Terror.
corazón, llega a decir: “Yo puedo tomar aquí, en el país, todas las de la propiedad de la tierra? Han logrado meter en la cabeza de Por otra parte, el actual Imperio Bélico Comunicacional Ameri-
decisiones que quiera. Pero la verdadera decisión la toma todo el mundo que eso sería matar a Dios, a la Propiedad Priva- cano asegura su poder global, su autoridad como gendarme del
alguien, a quien no conozco, en Suiza”. da y al Orden Natural de las Cosas. nuevo universo único, del mercado de mercados, por medio de
¿Qué buscó decir? Las empresas que se disputan el mercado Los problemas del populismo son también graves. La concen- una guerra colonialista que amenaza no detenerse. El concepto
argentino no tienen su célula central aquí. De aquí retiran sus tración del poder en el Estado (todo Estado intervencionista es de “guerra preventiva” cubre a todos, desde China hasta Brasil.
ganancias. Y raramente las vuelven a invertir. Si se las deja entrar un Estado poderoso) genera no sólo corrupción, sino personalis- Ahí donde el Imperio se vea cuestionado, donde sus empresas
(lo cual, a esta altura del desarrollo del capitalismo y de la catás- mo y autoritarismo. En suma, desdén por los valores de la demo- deban retroceder, algo aparecerá para que intervengan de la
trofe de todas sus alternativas, es inevitable), competirán con las cracia. El liberalismo siempre es antidemocrático. Sólo lo fue en manera que sea necesaria. El democrático mercado está vigilado
empresas nacionales que están en el mercado. Con enorme facili- el caso excepcional del menemismo que le posibilitó no asaltar el por un Big Brother temible y artillado hasta los dientes. Toda
dad las dominarán. Comprarán todo su paquete accionario o la Estado por medio del Ejército. El Estado nacional popular corre el otra versión es idílica, utópica y, en última instancia, propagan-
mayoría de él hasta tener el control de la empresa. El mercado riesgo de no ser democrático. Y acaso deba aceptar ese riesgo. dista.
libre no es libre. El mercado tiende a la oligopolización. Lo que ¿Cómo iba Perón a instaurar algo como el IAPI, algo que tocaba
soñó Adam Smith no era esto. Pero no es menos cierto que no profundamente el corazón del sistema ganancial de las grandes LA PALABRA CLAVE DE LA DISTRIBU-
encontró una verdadera herramienta teórica para impedirlo. empresas cerealeras, sin la fuerte autoridad de un Estado inter- CIÓN DEL INGRESO: “RETENCIÓN”
Smith sabía que los monopolios eran inevitables (y pensaba en los vencionista? ¿Cómo un Estado nacional popular va a beneficiar Lo que Peña le reprocha a Perón es lo que Engels a la Comu-
países ricos, no pensaba en lo que, para él, eran “las colonias”) y al pueblo sin convocar su adhesión entusiasta? ¿Cómo esta adhe- na: no haber utilizado aún más la autoridad para llegar a resulta-
no pudo encontrar nada que pudiera impedirlo. Salvo ese célebre sión entusiasta no va a generar un caudillo que la convoque? dos más profundos. Convengamos que con el autoritarismo que
pasaje de la “mano invisible”. Convengamos que si un teórico de ¿Cómo este caudillo no degenerará, muy posiblemente, en un usó para llevar desde los bolsillos de los ricos (reteniéndoles sus
la talla de Adam Smith tiene que apelar a algo tan teológico o político personalista, en un líder de masas o en un dictador? La ganancias descomedidas) a los de los pobres el 33 por ciento de
metafísico como la “mano invisible” para explicar por qué el mer- Historia es compleja. De aquí que estas cuestiones no tengan aumento en la participación de la renta nacional, le bastó para
cado se regula por sí mismo es porque no, porque no se regula por arreglo y haya pensadores como Hegel y Clausewitz que reflexio- que intentaran asesinarlo bombardeando la Casa Rosada, que lo
sí mismo. No sólo no lo hace sino que la política de las grandes naron sobre la inevitabilidad de la guerra. Hay un momento en acusaran de todo lo que se puede acusar a alguien, desde amante
potencias se ha desarrollado a lo largo de los dos últimos siglos que entre liberales e intervencionistas la política no alcanza. de Archie Moore hasta nazi, que le revelaran sus amoríos con
protegiendo los intereses de esas empresas. Cuando Kissinger Perón tuvo que ser autoritario. No lo fue por su pasado nazi, una adolescente, que lo expulsaran del país, que lo arrojaran al
dijo: “Los intereses de la General Motors son los intereses de los según veremos que abundantemente dicen los ideólogos de la exilio, que su nombre fuera prohibido, que toda una generación
Estados Unidos” dijo una frase tan histórica como cuando le dijo Libertadora. No lo fue por haber visitado la Italia fascista. No lo de escritores lo lapidara con escritos que demostraban que era un
a Videla “Maten a todos pero antes de Navidad”, que es otro fue por haber sido miembro del GOU ni por esperar, junto a sus agente nazi, un abusador de menores, un enfermo neurótico
modo de asegurar el buen funcionamiento de las empresas. compañeros, la victoria de Alemania para representarla en el Sur obsesivo y otras cualidades que ya veremos.
El liberalismo, en los países de la periferia, se encuentra impe- de América Latina. El autoritarismo de Perón tiene una explica- ¿Cómo se logra en el primer peronismo ese traspaso del por-
dido por el surgimiento de los populismos. A los populismos los ción racional, clara: no podía instaurar el Estado que instauró centaje de la renta nacional de los sectores propietarios a los no
respaldan las masas, porque los gobiernos populistas, por medio democráticamente. El IAPI es una medida de fuerza. Es meterles propietarios? El IAPI juega en esto un papel fundamental. ¿Qué
de la intervención estatal y pese a la corrupción que, en efecto, la mano en los bolsillos a los ganaderos, a los agricultores. En hacía el IAPI? Se convertía en el exportador de la producción
los corroe, distribuyen el ingreso. De este modo, al hacerlo, logran suma, a la oligarquía. El Gobierno de Perón (y el de Eva) fue nacional. Es decir, era el Estado el que exportaba y el que retenía
la adhesión del popolo minuto. Del pueblo pobre. Tienen, en antioligárquico y, por medio de esta política, derivó parte de las una importante suma de la renta agropecuaria para derivarla
resumen, a las masas de su lado. El liberalismo, al no tenerlas, superganancias de la oligarquía hacia el Estado y desde el Estado hacia los sectores no propietarios. (Que había, en medio de eso,
debe, en nuestros países pobres, fortalecer al Estado. Debe poner las derivó hacia la clase obrera aumentando su participación en la corrupción, de acuerdo. Pero, ¿quién puede arrojar la primera
en funcionamiento un Estado poderoso que está al servicio de la renta nacional en más de un 30 por ciento. ¿Se habría podido piedra? ¿O no eran corruptos los muchachos de la Escuela de
represión. Aquí sus postulados colisionan. Un Estado poderoso hacer esto sin una política autoritaria? ¿Se puede extrarles dinero Chicago, Martínez de Hoz y su gang?) La derivación de la renta
(un gendarme de las empresas) altera el esquema liberal, que a los grupos de poder sin un poder semejante o mayor? Recorde- patronal hacia la clase obrera se producía por medio de un ente
requiere sólo un Estado atento a las necesidades más elementales mos el nombre nada casual que se le da a ese proceso, al de la estatal destinado a retenerles ganancias a los productores. Hoy,
de la sociedad. El célebre laissez faire, laissez passer del liberalismo derivación de ganancias de los propietarios o de los monopolios en 2008, el intento del gobierno de Cristina Kirchner de impul-
clásico no ha dado paso a ninguna fórmula nueva ante el Estado. hacia el Estado: exacción. Recordemos, ahora, eso que, para Mil- sar algunas leves retenciones a lo que se ha dado en llamar “el
Los liberales siguen exigiéndole lo mismo. Que sólo administre. cíades Peña, desde la perspectiva de un marxismo con toques de campo” genera casi una alteración de graves consecuencias insti-
Nunca pudo lograrlo el liberalismo argentino porque siempre trotskismo, y en 1956, sólo había sido el peronismo: “Sindicaliza- tucionales, cuyo desenlace aún no hemos visto.
llegó al poder por medio de golpes militares. Los militares, por ción masiva e integral del proletariado fabril y de los trabajadores Vayamos a la palabra. La palabra es retener. Toda distribución
torpes y por necesariedad de esa torpeza para matar gente, es asalariados en general. Democratización de las relaciones obrero- del ingreso implica retenerles ganancias a los sectores propietarios. Sin
decir, para la represión, gastaron desmedidas sumas de dinero en patronales en los sitios de trabajo y en las tratativas ante el estado. eso no hay posible distribución del ingreso. Observemos, ahora,
armamentos y todo tipo de cosas para fortalecer el Estado. Crea- Treinta y tres por ciento de aumento en la participación de los asala- cómo hasta el lenguaje ha sido moldeado por los propietarios a lo
ron sus propias empresas e intervinieron en la economía. Por riados en el ingreso nacional. A eso se redujo toda la ‘revolución largo de la historia. La palabra retención es sinónimo de exacción.
otra parte, un liberalismo represivo debe contar con un Estado peronista’” (Peña, Ibid., p. 130). ¡Treinta y tres por ciento de Que es sinónimo de coacción, imposición, coerción. Es también
II
sinónimo de abuso. Cuyos sinónimos son: injusticia, arbitrarie- todos tenían la sutileza de Viñas y Ayala. La mayoría fue direc- Congreso, no había prohibido a los partidos políticos y su polí-
dad, atropello, estafa, robo y, también, retención. Sinónimo de tamente al grano: se había derrocado a una dictadura de simila- tica represiva, que había utilizado la tortura, la cárcel y la perse-
retención es coacción. Cuyos sinónimos son: requerimiento, exi- res características de la alemana. El célebre Decreto-Ley cución de disidentes, no parecía haber ido mucho más allá de la
gencia, imposición, coerción, presión. Detengámonos en Nº 4161, en sus considerandos, lo dice con todas las letras: de Uriburu o no haber tenido su antecedente más que claro en
coacción. ¡Qué palabra terrible! ¿Por qué magia del lenguaje “Considerando: Que en su existencia política, el Partido Peronis- la Sección Especial de Justo. Y los radicales, ¿de qué hablaban?
hemos llegado de retención a coacción? ¿No serán altamente incó- ta, actuando como instrumento del régimen depuesto, se valió ¿Bajo qué gobierno se hicieron los primeros pogroms en la
modos los sinónimos de coacción? ¿Qué les está tratando de hacer de una intensa propaganda destinada a engañar la conciencia Argentina? Bajo un gobierno radical. ¿Quiénes lo habían hecho?
este gobierno a los propietarios rurales? Sinónimos de coacción: ciudadana, para lo cual creó imágenes, símbolos, signos, expre- Los niños garcas de la Liga Patriótica. Si había chistes a monto-
imposición, violencia, apremio (¿legal o ilegal?), compulsión, exi- siones significativas, doctrina, artículos y obras artísticas; Que nes sobre Perón, no hubo un solo chiste antisemita, que yo
gencia, amenaza, chantaje, intimación. Otro sinónimo de coac- dichos objetos, que tuvieron por fin la difusión de una doctrina recuerde. En cambio, durante la Semana Trágica de 1919,
ción es tiranía. Cuyos sinónimos son: opresión, ahogo. Y ahora y una posición política que ofende el sentimiento democrático cuando los garcas de la Liga Patriótica tenían cercado un barrio
prestemos atención: hemos llegado de la palabra “retención” a la del pueblo argentino (...) Que, en el campo internacional, tam- judío y un judío intenta regresar a su casa, es detenido por los
palabra “tiranía”. ¿Cuál es el antónimo de “tiranía”? Libertad. El bién afectan el prestigio de nuestro país, porque esas doctrinas y niños bien que, a todos los sospechosos de pertenecer a la raza
lenguaje, señores, es de los patrones. El lenguaje es de los propie- denominaciones simbólicas, adoptadas por el régimen depuesto, de “los asesinos de Dios”, les exigían que dijeran la palabra
tarios. Retenerles ganancias a los pro- nueve. Si el pobre judío decía noive le daban una paliza
pietarios es un acto tiránico y todo y lo tiraban por algún basural. Enterado de tal técnica
acto tiránico es un acto contra la de develamiento, un judío practica con un esmero y
libertad. El lenguaje, en suma, es aprende a decir: nueve. Retorna a su casa y lo detienen
liberal. Habrá que inventar nuevas los de la Liga. Un matoncito high class le dice: “Diga
palabras. O acaso decir cautelosa- ‘nueve’”. Y el judío, bien entrenado, dice: “Nueve”. Lo
mente que la derivación por sinó- dejan pasar. Pero ven que lleva una canastita. “Oiga,
nimos extrema demasiado ciertos ¿qué lleva en esa canasta?” “Goivos”, responde el pobre
actos. Sin embargo, observemos judío. Nada de esto importa. Lo que importa en montar
cómo, para quienes “sufren” las bien el aparato que justifique las acciones a emprender:
retenciones, el hecho implica un se había derrocado al nazismo. Las medidas debían ser
acto contra la libertad, un acto extremas. Además, esto del nazismo lo creían todos.
“tiránico”. Y es que toda “reten- Desde la oligarquía hasta los furibundos de La Vanguar-
ción” agrede una libertad: la del dia con su implacable dibujante Tristán. Perón había
mercado. Y explicita otra: la del sido un nazi. La Argentina había padecido una dictadu-
Estado como órgano de distribu- ra fascista. ¡Otra vez el aliadofismo! Igual que en el ‘45,
ción de la riqueza. De modo que cuando Braden encabezó la Marcha de la Constitución y
todo queda claro: no hay retención la Libertad, ahora toda la sociedad bienpensante estaba
posible sin intervencionismo del de acuerdo. Todos estaban aliados contra el nazismo. La
Estado nacional popular. Este guerra había terminado. El Plan Marshall levantaba a
intervencionismo agrede, en efecto, Alemania. La Fox filmaba una película mostrando el ros-
la llamada “libertad de mercado”, tro heroico de Rommel y su participación en el atentado
pero es el único instrumento que contra Hitler de junio de 1944. James Mason, un terso
posibilita derivar ganancias del sec- actor británico, se consagró haciendo el papel. ¿Qué sig-
tor de los propietarios al sector de nificaba esto? Había existido una Alemania buena. Los
los no propietarios. Hacerlo por un norteamericanos levantaban a los germanos porque los
monto del 33 por ciento le costó necesitaban para la Guerra Fría. Pero aquí, en el Sur,
inmensamente a Perón. Desenca- quedaba el último reducto del Führer. Ese Führer de las
denó una guerra contra él y contra pampas había sido Perón. Él había recibido a Eichmann,
los pobres que lo apoyaron. ¿Hasta a Mengele y a todo el oro nazi. Como Hitler, había tor-
qué monto podrá hoy hacerlo Cris- turado. Como Hitler, había impuesto el culto a su per-
tina F sin que las iras de los que sonalidad. Como Hitler, había perseguido a sus enemi-
derrocaron al primer peronismo se gos. ¿Qué otra prueba hacía falta?
despierten nuevamente, con sus
viejos odios siempre renovados, EL VENTUROSO FUTURO
porque nunca murieron? Yo estaba en sexto grado. Muy metido en otras cosas
Sólo algo más. Vimos que, pese más importantes para mí: escribir novelas de piratas, ir al
a ser una clase obrera acostumbra- cine Edén en Villa Urquiza o al Cabildo y al General paz
da a recibir sus ventajas del Estado de Belgrano, leer muchas historietas, leer Misterix, Puño
Benefactor y no a conseguirlas por Fuerte, Rayo Rojo, El Tony, Patoruzito, coleccionar las
medio de su propia lucha, los maravillosas revistas mexicanas, con todos los personajes
obreros peronistas, convocados por de los films de las matinés o de los dibujos animados,
los sindicatos, salieron a defender a todo eso que pasaba era un barullo poderoso que me
Perón. ¿Cómo pudo Menem des- llegaba amortiguado. El día del bombardeo del 16 de
valijar al país y a su clase obrera, junio esperé durante horas sentado en el cordón de la
cómo pudo arrojar a millones de vereda de Avenida Forest y Echeverría que mi papá
peronistas, de peronistas pobres, regresara en el colectivo 76. Esa espera fue muy angus-
desposeídos, a la marginalidad más tiosa. Pero volvió. No había visto nada del bombardeo.
completa sin haber despertado casi Me preocupaba que lo tirarán a Perón: desde que
ninguna protesta? Porque el terror había nacido gobernaba Perón, ¿quién iba ahora a ser
estaba en el corazón de la sociedad presidente? Una mañana, en el Colegio, el Colegio
argentina. Porque Videla y Martínez José Hernández de Pampa, entre Forest y Estomba,
de Hoz asesinaron treinta mil perso- entra en el aula nada menos que el señor Director.
nas. Eso permitió desmantelar el Nos ponemos de pie y él, muy amigable, muy feliz,
Estado nacional. Eso, todavía, posi- nos dice que nos sentemos. Lo recuerdo como si
bilita que una pequeña retención a hubiera sido ayer. Ese hombre vivía un gran momento, su
los sectores agrarios sea hoy un escándalo, un atropello vandálico tuvieron el triste mérito de convertirse en sinónimo de las doctrinas alegría era tan plena que la quería compartir con nosotros, que
cuyo fin aún no se ve. y denominaciones similares utilizadas por las grandes dictaduras de éramos los más grandecitos del Colegio y ya partíamos para el
este siglo, que el régimen depuesto logró parangonar...” Por todo Secundario. El maestro se quedó de pie y el Director ocupó su
LA LIBERTADORA: PERÓN ES HITLER esto, en fin, se lo prohíbe por completo. Ni se lo puede nom- silla. Se llamaba Grassi. Nos habló larga y entusiastamente. Usó
Los libros del golpe de 1955 forman un corpus nada desdeña- brar. El que nombra a Perón va preso. Pues “se considerará todas las palabras que se usaban durante esos días: libertad,
ble, sobre todo porque expresan la instrumentación de los con- especialmente violatoria de esta disposición (...) el nombre pro- democracia, tirano prófugo, horizonte, bandera, honor, próceres,
ceptos de democracia y de libertad como armas esenciales de su pio del presidente depuesto... etc”. Hemos citado ya este célebre próceres que nos miran con orgullo desde el pasado, Himno
construcción ideológica. Sin embargo, el punto de partida que a decreto. Si ha permanecido como expresión extrema del odio Nacional y agregó lo suyo: “Este es un gran momento en vues-
todos unifica es explicitar que el régimen que han derrocado era habrá que entender el andamiaje ideológico que lo tornó posi- tras (sic) vidas jóvenes. Vais a iniciar una nueva etapa, el Colegio
similar al de Hitler, al del nazismo. ble. ¿No habían hecho eso los aliados con Hitler, con Mussoli- secundario, y la vais a iniciar bajo un clima de libertad y de aus-
Sólo –para el lector de hoy– si se logra internalizar que Perón, ni? A este último, no lo habían colgado de los pies, exhibiendo teridad republicanas”. Algo que dijo me asustó bastante: “Aque-
para toda la ratio gorila del ’55, había sido un nazi, se podrán su cadáver y el de su amante Clara Petacci a la contemplación llos que se esfuercen seguirán por la senda de la vida hacia el
comprender las medidas extremas que se tomaron contra él y el de la multitud. ¿Había quedado algo en Alemania de los símbo- futuro venturoso. Los que no, quedarán en el camino, a un cos-
movimiento. Ya veremos, en el film El Jefe, que se estrena el 23 los del régimen hitleriano? Nada. ¿Por qué habría de ocurrir tado. Pero el futuro se les abre y una nueva época se inicia para
de octubre de 1958, algo tardíamente, que el protagonista algo diferente con Perón si se trataba de un régimen semejante? que marchen hacia él. No la desaprovechen”. Yo era bastante
(interpretado por el actor Alberto de Mendoza, un exitoso en Nadie se animó a preguntar qué países había invadido el pero- burro en el primario, porque odiaba las matemáticas y la geome-
esos años) se llama Berger, pero él no quiere que lo llamen así. nismo, dónde se habían instalado los campos de concentración, tría y me la pasaba escribiendo novelas de piratas o de cowboys y
Así, cómo. Como en francés: Beryer. Eso da flojo, dice el tipo. qué grupo social o étnico había sido elegido para ser masacrado hasta de gauchos o una biografía de Rosas (¡sí, el maldito de la
Exige que le digan: Berguer. Suena más duro, explica. Suena, de a miles, de a millones como los nazis masacraron a los judíos. primera tiranía!), porque me devoraba los libros de Manuel Gál-
claro, alemán. Era una de las formas más elegantes de decirle Bastó la semejanza del autoritarismo peronista para realizar la vez que salían en la Colección Austral (cosa que ya dije) y por-
nazi a Perón, ya que Berger era un reflejo de su figura. Pero no sinonimia: Perón=Hitler. Perón ni siquiera había cerrado el que vivía más para ir al cine que para estudiar logaritmos, algo
III
horrible que nunca logré entender. En suma, era ta solitario y, como todos los solitarios, era un pro- nóstico era neurodermatitis. Le decían, para
un burro. Era un mal alumno. ¡Seguro que me feta postergado, nunca debidamente reconocido colmo, que era de origen psicosomático. Cuando a
quedaba en el camino, a un costado! ¡Seguro que por sus contemporáneos. Está lleno de tipos así. uno le dicen algo así lo dejan cargado de culpas.
ni por joda seguiría por la senda de la vida hacia Juegan a ser perdedores con la fe puesta en un Porque un cáncer o una apoplejía difícilmente
un futuro venturoso! Se lo comenté a mi vieja al futuro que los reconocerá y hará de ellos mártires sean psicosomáticos. O sea: uno no tiene la culpa.
volver a casa. Y me dijo que sí: “Si sos un vago, no de pasiones no compartidas. Aspiran a eso como la Pero de un mal psicosomático uno sólo tiene la
estudiás nada. O escribís novelitas de piratas o vas inmortalidad. Este concepto atenuó la desdicha de posibilidad de echarse la culpa a sí mismo. El caso
al cine o escuchás la radio!” Alentadora la vieja. tantos escritores que acaso debiera ser restaurado. es sorprendente. Cae Perón y Don Ezequiel... se
¿Cómo no iba a escuchar la radio? Todos lo saben. Pero no es posible. No hay inmortalidad. Nadie cura. Lo dicho: padecía peronitis. Se enfermó diez
Era maravillosa esa experiencia. ¿Cómo iba a hacer sabe si será reconocido, ignorado, olvidado o escu- años para no ver nada del peronismo. Un caso
los deberes, perder el tiempo haciendo logaritmos pido por las generaciones que vendrán. ¿Para qué único, excepcional. Apenas sale a la luz empieza a
en lugar de escuchar a Tarzán, con César Llanos y pensar en ellas? Nadie tiene su justicia asegurada escribir sobre el peronismo como si lo hubiera
Mabel Landó y Oscar Rovito, “Tarzanito”, Sando- en el más allá, en el futuro. Además, y es hora de padecido y pensado día tras día. Las cosas que
kán, Poncho Negro, Hormiga Negra, el Glostora que quienes aún la buscan lo entiendan de una hizo después de escribir este libro son también un
Tango Club y los Pérez García? Bueno, pero no era buena vez: no hay inmortalidad porque nadie, ni poco complejas, algo extrañas. Se autoexilia en
éste el tema. El tema es el señor Director Grassi: el siquiera Shakespeare, ha presenciado la suya, ha vivi- 1959 y anda de un lado a otro. Hasta escribe
tirano había huido y él se había llegado prestamen- do para verla. Habría inmortalidad si hubiera un sobre el colonialismo y recala finalmente en la
te hasta nuestra clase, sería el diecinueve de sep- Paraíso o incluso un Infierno desde el cual el caliente isla de Cuba, circa 1960, nada menos. Se
tiembre, y nos había arengado. Consideró que ése inmortal pudiera observar los sucesos que aún el torna un revolucionario. Admira a Castro, quien
era su deber. Fue mi primera clase de Educación mundo provoca y decirse: “¡Qué alegría poder no obstante no le devuelve ese sentimiento que,
Democrática. Lo recuerdo como a un hombre que verlo, aunque más no sea desde aquí, desde el con frecuencia, lleva a ciertas personas a someterse
me hablaba de algo que yo no entendía. Belgrano Infierno! ¡Soy inmortal! No se olvidan de mí. Me a otras. Castro, definitivamente, no admiró ni
R, en los cincuenta, estaba lejos de todo. Yo había recuerdan. Mi paso por la Tierra no ha sido en convocó ni tomó en cuenta a EME. De todos
sido feliz durante esos años. ¿Tan terribles habían vano. Aún me odian”. Frase que podría pertenecer modos, estudia la vida y la obra de Martí, edita
sido entonces? Bueno, pues recién me enteraba. a un hipotético Hitler inmortal. O, como diría dos libros de discursos de Fidel Castro (dos dis-
Pero el señor Grassi vivía sus días de mayor exalta- Martínez Estrada, a un Perón. Pero no: tampoco, cursos: un libro para cada uno) y escribe un
ción republicana, la libertad se desbordaba en además de inmortalidad, hay Paraíso ni hay Infier- mamarracho espectacular: El Nuevo Mundo, la
nuestro país, la aurora, el futuro, el bienestar, no. Si hoy te tratan mal, tendrás que sufrir. Algo Isla de Utopía y la Isla de Cuba. Mezcla, con indu-
todo, ahora, derrocado el Tirano, sería posible. habrás hecho: o no te manejaste bien o no tenés el dable imaginación, a los indígenas de Cuba con
talento que creés o, tal como pensás, vivís en un los indígenas de la Utopía de Thomas More y
EZEQUIEL MARTÍNEZ ESTRADA: mundo de idiotas que no entiende a los tipos hace de la Cuba de Castro el ideal realizado de la
“¿QUÉ ES ESTO?” como vos. Pero Martínez Estrada no puede quejar- Cuba de Martí. Su adhesión creativa y fervorosa
Martínez Estrada escribió ¿Qué es esto? Título se. Mi edición de su Radiografía de la Pampa es por la Revolución Cubana no parece haber sido
que revela el pasmo del propio escritor y –supone una joya editada en París, con respaldo de la Unes- comprendida por los intelectuales que rodeaban a
él– el de muchos otros que, enterados de las atroci- co, Universidades de San Pablo, Río de Janeiro, el Victoria (recordemos: esa amable señora que lo
dades del régimen peronista, se preguntan cómo Fondo Nacional de Cultura de México, en fin, visitaba en los hospitales durante los duros años
ha sido posible eso. Se trata de un título inusual tanta gente que uno no sabe a quién atribuir la de su peronitis), quienes, por otra parte, ya habían
para un libro. Más aún proviniendo de la pluma edición. Y es de 1996. Ha realizado su sueño. Ese ejercido esta incomprensión con José Bianco. Con
de quien se asumía como el gran ensayista del siglo ambicioso libro pareciera empeñarse en permane- lo cual acaso pueda deducirse una indudable cláu-
XX y que había acuñado títulos tan severos y cer. En su Liminar, dice de él Gregorio Weinberg: sula secreta, por todos compartida, de los miem-
ambiciosos como Radiografía de la Pampa. Pero “Constituye Radiografía de la Pampa –junto al bros de la revista Sur: si uno, como José Bianco o
pareciera ser que, en esa Radiografía, no figuraba la Facundo y al Martín Fierro– uno de los libros fun- Ezequiel Martínez Estrada, se entusiasmaba con
posibilidad de esto, que esto fue sorpresivo, como dacionales de la literatura argentina” (Martínez Castro, ¡a la calle con el zurdo! Esta actitud, que
un ataque extraterrestre al país, algo cuya com- Estrada, Radiografía de la Pampa, Impreso No-Sé- algunos llaman macartismo sólo por enlodar a
prensión se tornaba tan difícil que desde el título Dónde –de tantos lugares que figuran–, 1996, p. semejante revista y a su directora, debe entenderse
debía ser manifestada. Se trata, también, de una XV). No creo que sea así. Weinberg solía exceder- como una prolongación de la actitud antifascista y
Catilinaria. En la que Martínez Estrada es Cicerón se en algunas afirmaciones. Sea como sea, alguien aliadófila de la revista: ahora, al ser aliados de
y el Tirano Prófugo, Catilina, que ha largamente puede decir algo semejante del texto y no suena Estados Unidos e Inglaterra y al haberse extravia-
abusado de la paciencia de la República. demasiado absurdo. Sólo bastante absurdo. Al leer- do el rumbo democrático y Occidental de la
¿Qué decir de Martínez Estrada? ¿Qué puede lo a Weinberg descubre que lo que detestaba de Unión Soviética, Sur debía luchar denodadamen-
decir sin desmerecerse –salvo al costo de no decir Martínez Estrada era esa pretensión tan visible en te contra el comunismo dentro y fuera del país.
la verdad– alguien como yo que, habiéndome él, esa ambición que no podía escamotear, de ser el Don Ezequiel permanece olvidado. Acaso por su
dedicado a la Historia del Pensamiento Argentino Sarmiento del nuevo siglo o el autor de un texto reticencia a acercarse a otros grupos literarios,
y desempeñado funciones en esa cátedra desde tan paradigmático como lo fuera el Martín Fierro. como, por ejemplo, El Escarabajo de Oro o Nues-
1969 en adelante (hasta el huracán Ottalagánico Escribió excesivamente. Escribió de todo. Y fue un tra Palabra. Muere el 4 de noviembre de 1964.
de 1975, en que, por otra parte, dictaba no esa tipo extraño. Algunos dicen que su silenciamiento aún perdura
materia, sino Antropología Filosófica), nunca logró Bien, no perdamos más el tiempo. Radiografía y que esas razones son difíciles de comprender.
tomar en serio a este hombre, a este autopropuesto no es el texto del que nos vamos a ocupar. De él Escribió también un libro sobre Nietzsche, que
Sarmiento del siglo XX, a ese ensayo que venía a se ha ocupado Sebreli en un buen ensayo al que ignora todas las problemáticas que –desde la lec-
develarlo todo, su Radiografía de la Pampa. Ya es acaso convendría remitirse: Martínez Estrada, una tura que Heidegger hiciera de él a partir de 1936
tarde. Sería injusto para conmigo decir que, profe- rebelión inútil, Catálogos, Buenos Aires, 1986). hasta 1940– se desataron en torno de ese filósofo.
sionalmente, no intenté la lectura del libraco pom- Nuestro texto es ¿Qué es esto? Busquemos su géne- ¿Debería sorprendernos que Martínez Estrada se
poso y, al parecer, ineludible, pero nunca pude sis. EME (Ezequiel Martínez Estrada) había naci- ubique ante Perón como Sarmiento ante Facundo?
con él. Ya no importa mucho lo que yo pueda do en 1895. Tenía cincuenta años en 1945, cuan- Voy a citar dos pasajes. Uno, de Facundo. Otro, de
decir, ni ya importa mucho Martínez Estrada, do se produce el 17 de octubre. En 1946 era ¿Qué es esto? Son excesivamente similares. Escribe
melancólica pieza de museo que nada, pero nada, corresponsal de la revista Sur. Pero se produce un Don Ezequiel: “En la figura de Perón y en lo que
tiene que ver con la Argentina de los tiempos del hecho misterioso. No bien se afianza Perón en el él representó y sigue representando he creído ver
cincuenta en adelante, aun cuando su catilinaria poder –digamos 1946–, EME se enferma de un personalizados” (E. M. Estrada, ¿Qué es esto?, Lau-
fuese de 1956. Aun cuando haya viajado a Cuba y mal de difícil diagnóstico. Se le podría llamar taro, Buenos Aires, 1956, p. 16. Bastardillas mías).
declarara su pasión por Castro, que no la corres- peronitis, y es posible que se tratara de él. Pero no Escribe Sarmiento: “He creído explicar la revolu-
pondió. Siempre fue, para mí, un hombre sobreac- estaba por entonces conocido ni se conocía su tra- ción argentina en la biografía de Juan Facundo
tuado, sin autoironía, incapaz de no tomarse, por tamiento. Ignoro si se ha avanzado en ese terreno. Quiroga porque creo que él explica suficientemen-
un rato al menos, en serio. Se dice que visitó la Lo cierto es que EME sufrió realmente mucho. te” (Sarmiento, Facundo, Estrada, Buenos Aires,
Unión Soviética, que entró en la casa de Dos- Esa enfermedad lo tuvo en diversos hospitales, 1940, P. 14). El mismo tono, el mismo método,
toievski, se inclinó largamente, religiosamente, y internado, sometido a cuidados médicos y lo llevó casi las mismas palabras: otra vez EME se “viste”
besó el suelo. Si yo hiciera algo así me reiría de mí al olvido. Sólo Victoria Ocampo solía visitarlo. de Sarmiento y se decide a develar la sombra terri-
mismo y me regalaría algunos epítetos referidos a “Siga enfermo nomás, don Ezequiel”, le decía. ble de Perón. El método es el de interpretar la his-
mi condición de bobo irredimible. Supongo que “Aún no hemos volteado al nazi.” (Fue sólo un toria a través de lo que Hegel llamó individuo his-
me emocionaría tener en mis manos algún manus- chiste. Remito al juicio de los otros tanto su cali- tórico universal (partiendo de la figura de Napole-
crito de Faulkner o alguna partitura original con dad como su posible falta de respeto hacia tan ón) y que radica en rastrear las tendencias de la
anotaciones de Brahms. Pero trataría de no babo- eminente y padeciente figura. Sin duda, don Eze- historia (su decurso necesario, como dirían los
searlas. Pero exagero y acaso falto el respeto a una quiel no habría hecho algo así en su Radiografía de posestructuralistas o los posmodernos, su
gran figura de la argentinidad. “Si hay ensayo la Pampa. Pero lejos está este panfleto publicado teleología) encarnadas en una figura excepcional,
argentino (escribe Horacio González), en una gran en un diario oficialista de un peronismo que tam- en ese individuo que la razón histórica ha elegido
medida es porque existen los escritos de Ezequiel bién habría sorprendido a Don Ezequiel, de pre- para realizarse a su través. Nada menos que ese
Martínez Estrada” (Horacio González, Restos pam- tender alcanzar las ambiciones de su gran ensayo, papel (el que Sarmiento le confirió a Facundo) le
PRÓXIMO peanos, Colihue, Buenos Aires, 1999, p. 168). que reclama para sí la gloria de Sarmiento. Este confiere Martínez Estrada a Perón. Y pensar que,
DOMINGO Pero esa afirmación queda atenuada porque en ensayo sobre el peronismo ni siquiera reclama la cada vez más, y en especial los mismos peronistas,
seguida empieza a hablar de las exaltaciones del gloria de prolongar las altas cumbres que lograron le dicen “viejo de mierda” al mítico hombre que
“Libro Negro de la personaje. Era un exaltado. Era alguien que disfru- Julio Mafud o Sebreli o el periodista Gambini en levantó a un pueblo entero un cierto día de octu-
Segunda Tiranía” taba con la figura del incomprendido. Era un profe- este tema.) EME no se curaba con nada. El diag- bre del año 1945.

IV Domingo 20 de abril de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


23 “Libro Negro de la Segunda Tiranía”

Suplemento especial de

Página/12
EL PERONCHUELO Diputada II: Propongo un proyecto de ley para que a afiliarse al partido fascista para poder trabajar en la
se entregue a la señora María Eva Duarte de Perón, fábrica en que anhelaba hacerlo. Una vez derrocado
a ideología de la Libertadora no necesita- Jefa Espiritual de la Nación y Abanderada de los Mussolini, las nuevas autoridades lo echan a la calle

L ba inventarlo todo para señalar errores,


desvaríos, prohibiciones o actos típicos
de los totalitarismos en el gobierno de
Perón. Todos los que fueron a la Plaza
de Mayo a vivar a Lonardi no eran gorilas ni odiaban
al pueblo. Estaban cansados de algunas cosas que
–en rigor– eran enervantes. Los nombres de Perón y
Humildes, el collar de la Orden del Libertador Gene-
ral San Martín por sus invalorables servicios presta-
dos a la patria y a la causa de los humildes.
Atronadores aplausos.
Cámpora: Esta Honorable Cámara de Diputados
confiere a la señora María Eva Duarte de Perón el
collar de la Orden del Libertador General San Mar-
por “fascista”. El tipo dice que lo obligaron. Nada.
Saben que hasta usó, en cierta oportunidad, una
camisa negra. Argumenta que si no la usaba perdía el
trabajo. Nada. A la calle. Afuera, todavía dura el fes-
tejo por la caída del Duce. Un alegre soldado nortea-
mericano se le acerca con una camisa negra. Le dice:
“¿Qué le parece? La compré por (dice una cifra en
Eva Perón estaban por todos lados. Y nadie dirá que tín. dólares). ¿Cree que me salió cara?” Massimo Girotti
uno no tiene derecho a vivir en un país cuyo gobier- Atronadores aplausos. sonríe con amargura: “Más cara me salió a mí”, dice.
no –al que puede adherir o no– no le exhiba la ima- Cámpora: Esta Honorable Cámara de Diputados Fin de la película.) ¿Por qué la obligación de poner la
gen omnipresente de la pareja gobernante en todo propone que se trate ya mismo el impostergable tema foto de Perón y Evita en todas partes, en los talleres,
lugar donde vaya. Por más que el pueblo la ame y de la construcción del Monumento de la señora en las fábricas, en los negocios? ¿Por qué los jefes de
tenga esas imágenes en su casa, ¿por qué imponérse- María Eva Duarte de Perón, Jefa Espiritual de la manzana, aunque no tuvieran finalmente la práctica
las a todos? ¿No alcanzaba con la sinceridad del pue- Nación y Abanderada de los Humildes, galardonada temible que se esperaba de ellos?
blo proletario que, auténtica, genuinamente, con con el collar de la Orden del Libertador General José
unción, las colocaba en su casa? ¿Por qué desparra- de San Martín. Tema del día, señores diputados: LOS JEFES DE MANZANA
marlas por todo el país? Sólo Rosas había hecho eso. monumento a Eva Perón. Todo esto lo usó la Libertadora. El peronismo se lo
Había conexiones desagradables con las exuberancias Aplausos. dio servido en bandeja. Lo que uno no entiende es
del Restaurador como para no darles pie, a los Liber- Corte: para qué sirvió. ¿Qué significa, un afán incontenible
tadores, a hablar de la Segunda Tiranía. Hay un Diputada III (fervorosamente): Eva Perón reúne en
chiste de la época que explicita esta situación. Llega sí lo mejor de Catalina la Grande, de Isabel de Ingla-
un tipo del interior del país y se dirige a un policía. terra, de Juana de Arco y de Isabel de España, pero
Le dice: “Perdón, señor, pero conozco poco Buenos todas estas virtudes las ha multiplicado, las ha elevado
Aires. Yo vengo de la Provincia de La Pampa”. El a la enésima potencia, al infinito número mayor, por-
policía se encrespa, altisonante le dice: “¡Cómo ‘Pro- que para engrandecerse engrandeciendo a su pueblo y
vincia de La Pampa’! ¡Esa provincia, ahora, se llama a su patria sólo supo hacer uso del amor, del cariño,
‘Eva Perón!’”. El humilde forastero se disculpa y pre- de la generosidad y de la inmaculada pureza de su
gunta por una avenida a la que necesita ir. Dice el corazón.
nombre. Todavía más malhumorado, el policía res- Corte a:
ponde: “¡Usted está equivocado! Esa avenida, ahora, Diputada IV: ¡No, señor presidente! Yo no acepto,
se llama ‘Presidente Perón’”. El provinciano pide señor, que a Eva Perón se la compare con ninguna
otra vez disculpas. Insiste en preguntar si, en lugar mujer, ni con Isabel de Inglaterra, ni con Juana de
de ir por la Avenida Presidente Perón, para llegar al Arco, ni con Isabel de España, porque todas ellas,
barrio en que vive su hermano, al que ha venido a señor presidente, tuvieron eminentes escritores que
visitar desde la Provincia Eva Perón, no le convendrá magnificaron sus historias. En cambio, ¡no hay ni
tomar un colectivo que lo lleve por la calle...” Dice habrá escritor, por inteligente que sea, que pueda tra-
el nombre de la calle. Peor, cada vez de peor humor zar fielmente la historia de las realidades de Eva
el policía dice: “¡Cómo se atreve! Esa calle, ahora, Perón!
lleva el nombre de Eva Perón, la Abanderada de los Atronadores aplausos y vítores a Eva Perón.
Humildes. ¡Salga de mi vista!”. El provinciano obe- Cámpora: Esta Honorable Cámara de Diputados da
dece. Entristecido, se dirige hacia un puente debajo por aprobada la Ley 14.124 por la cual se establece
del que corre un río. Es el Riachuelo. Arrepentido que el Monumento a la señora María Eva Duarte de
por su dureza, el policía se le acerca. “Vamos, amigo. Perón sea erigido en la Plaza de Mayo o en algún
No se me ponga triste.” “No, no estoy triste –dice el lugar cercano. (Conteniendo los desaforados vítores):
provinciano–, miraba el Peronchuelo nomás.” ¡Habrá réplicas del monumento en la capital de cada
¿A qué obedecía esto salvo a una torpe, ingenua, una de las provincias argentinas! (Nota: JPF, Dos des-
copia de los autoritarismos europeos, sobre todo el tinos sudamericanos, Ibid., pp. 136/141. Tal vez
mussoliniano? La obsecuencia llegó a niveles demen- alguien piense que todo esto se trata de las exagera-
ciales. Y ni Perón ni Eva hicieron algo por detenerla. ciones de un guión cinematográfico y la realidad no
En tanto Eva está muriendo se trata, en la Cámara de fue así. Falso de toda falsedad. Un guión cinemato-
Diputados, el tema de la estatua que el país deberá gráfico es, en efecto, literatura. Literatura en tránsito.
erigirle. En tránsito hacia la imagen. Puede ser muy buena
literatura, o mediocre. Se necesita, creo, un buen
EL MONUMENTO A EVA PERÓN guión para hacer un buen film. La tontería de desde-
Vamos, otra vez, al cine: ñar el guión trabajado, férreo, viene de una boutade
Interior Cámara de Diputados - Día de Godard quien dijo que él, cuando iba a filmación,
Montaje de diversos diputados: llevaba su guión anotado en el boleto del colectivo.
Cámpora (Presidente de la Cámara de diputados): No importa. Los que lo siguen, que lo sigan. El resul-
Esta Honorable Cámara de diputados declara al tado final será siempre el film y él será el testimonio
General Perón “Libertador de la República” y a la de si el sistema funcionó. Hay una tendencia, en los
señora Eva Duarte de Perón... “Jefa Espiritual de la cineastas –este título es, en algunos, un exceso o ape-
Nación”. nas un modo de nombrarlos– argentinos de los últi-
Atronadores aplausos mos ocho o diez años a desdeñar el guión o a no sen-
Corte a: tirse “autores” de sus films si no lo escriben ellos. No
Diputado peronista: No hay ni puede haber ni importa. Las que hablan siempre son las películas. El
habrá un libro más sublime que La razón de mi vida. guión que utilizo para esta exhibición de la adulone-
¿Qué otra voz en el mundo ha despertado igual reso- ría peronista fue largamente trabajado y esta parte,
nancia en el alma del ser humano? Solamente la de que aquí transcribo, se basa, sobre todo, en la biogra-
Jesús. Porque solamente la voz de nuestro redentor fía de Marysa Navarro, la mejor que existe sobre Eva.
puede parangonarse a la voz de nuestra redentora, de Navarro recopiló todos los discursos que se dieron el
nuestra santa, ¡de Eva Perón! Cámara de Diputados durante esos días, los últimos
Corte a: de la vida de Eva. Los textos pueden encontrarse
Cámpora: Hoy, 17 de julio de 1952, es un día his- entre las páginas 309 y 313 de la citada edición de
tórico en la historia de la educación argentina. Esta Planeta, de 1994. Estas escenas, en el film que dirigió
Honorable Cámara de Diputados dictamina que el Desanzo y protagonizó Esther Goris, encontraban un
libro de la señora María Eva Duarte de Perón, La fuerte contrapunto con otras de tenue intimidad en
razón de mi vida, sea impuesto como texto obligato- que Eva, moribunda, hablaba con Paco Jaumandreu.
rio en todos los establecimientos de enseñanza del Las de la Cámara de Diputados, lamentablemente, no
Estado. se pudieron filmar, de aquí que no se encontrarán en
Atronadores aplausos y vítores a Eva Perón. el film. En las escenas crepusculares, en los diálogos
Corte a: tristes, privados, entre Eva y Jaumandreu yo buscaba,
Diputada: Propongo que se nombre a la señora Eva en 1996, mostrar que Eva se moría y era ajena al car-
Duarte de Perón “Abanderada de los Humildes”. naval de la adulonería. Acaso lo fuera en ese momen-
Corte a: to, pero no la desdeñó en vida.)
Cámpora: Esta Honorable Cámara de Diputados ¿Por qué la afiliación obligatoria, una medida típica
nombra a la señora María Eva Duarte de Perón... del fascismo? (Nota: En el film italiano Días difíciles,
“Abanderada de los Humildes”. que la Libertadora, por supuesto, estrenó apenas
Corte a: pudo, el protagonista, Massimo Girotti, era obligado
II
de copiarlo a Mussolini? ¿No se advertía que la clase recieron pintadas con cruces: era la señal con que los día entré en la amplia habitación o galpón en que
media temía u odiaba esas imposiciones? ¿No se jefes de manzana designaban a los opositores de las jugaba y le pregunté: “¿Es cierto que usted es el jefe
advertía que la sola idea de los “jefes de manzana” le zonas a su cargo” (JPF, revista Envido, mayo de de esta manzana?” El tipo me miró y pudo contener
metía miedo a la gente? ¡Jefes de manzana en los 1973, Nº 9, p. 19). Era una medida que inevitable- la risa. Quiso asustarme: “Sí, pibe. Así que portate
barrios de la Buenos Aires de 1950! ¿A quién iban a mente producía miedo o terror, porque se estaba en bien o te mando en cana”. Lo consiguió: me volví a
denunciar, a Bómbolo, a Avivato, a los Pérez García? manos de la arbitrariedad de personajes que nadie casa con un julepe bárbaro.
No es ahora cuando hacemos estos señalamientos. conocía. “Otros habitantes, sin embargo, que no Será el tercer Perón proyectando su sombra sobre
Los hicimos también en los setenta, cuando la demo- eran gorilas y que hubieran podido y debido ser cap- el primero el que acaso nos aclare las tendencias
cracia no era un valor, dado que la palabra “demo- tados por el peronismo, también se aterrorizaron. Y represivas de un hombre que nunca las pudo conte-
cracia” pertenecía al lenguaje autoritario de los gol- no sin alguna razón: el poder de los jefes de manzana ner. En los años en que las usó –los “años felices” del
pes de Estado, del liberalismo y de los militares, que fue a menudo personalista y arbitrario. Gorila o no, primer peronismo– sólo sirvieron para ganarse la
siempre que asaltaban el poder lo hacían en nombre solían pintarle la casa a quien más bronca le tenían” bronca de ciudadanos objetivamente beneficiados
de la “democracia y las instituciones”. La “democra- (JPF, Ibid., p. 19). Que el jefe de manzana de mi por su gobierno como nunca antes lo habían sido
cia” era una palabra enemiga, propia del autoritaris- barrio resultara ser un gordo campechano que se por otro.
mo, del golpismo. Veremos esto con detalle más pasaba el día jugando al billar en el Club Castelli,
adelante. Pero, para los jóvenes de los ’70, la demo- ahí, a una cuadra y media de casa, en Avda. Forest LOS ASOMBROS DE
cracia había sido ensuciada por los dictadores, desde entre Juramento y Echeverría, no disminuye la cosa. MARTÍNEZ ESTRADA
el ’55 en adelante. De todos modos, la amenaza Belgrano R era todavía un paraíso lejano o, en todo Otra vez con Don Ezequiel Martínez Estrada y su
indiscernible que yacía en la concepción de los “jefes caso, tuvimos suerte. En 1954, yo tenía once años y acercamiento a Perón desde la actitud que tomara
de manzana” nunca nos gustó. La cosa dio comienzo frecuentaba el Club Castelli para jugar al básquet Sarmiento ante Facundo: considerarlo como el indi-
con algo que, desde el gobierno, se llamó Operativo con otros amigos. Caía la noche y seguíamos jugan- viduo histórico universal hegeliano (tema que Hegel
Cruz. “Cierta mañana, varias casas de la Capital apa- do. También el jefe de manzana, pero al billar. Un desarrolla, sobre todo, en sus Lecciones sobre la filoso-
fía de la historia universal). Ese hombre en el que se
condensan las contradicciones, los antagonismos, las
esenciales características de un tiempo histórico al
que él le ha dado espesor, consistencia. Veamos, pri-
mero, cómo lo aborda Sarmiento en Facundo, libro
que, profundamente, Don Ezequiel ha leído, como
todos nosotros, salvo que él lo ha querido emular.
Conociendo mejor nuestras limitaciones, jamás
hemos emprendido esa tarea. Acaso otras, pero
ponernos a la altura del Facundo, no, clara, lúcida,
dolorosamente no. Sarmiento se acerca a Quiroga
porque “es la figura más americana de la revolución”
(Sarmiento, Ibid., p. 14). Veía, como Echeverría en
la Ojeada retrospectiva, la posibilidad de una literatu-
ra nacional en el abordaje de estos personajes de
nuestras pampas, azarosos, aventurados. Lo he dicho
muchas veces. Nunca aquí: con lucidez evitó las bio-
grafías de los próceres de la Civilización. Le fascina-
ban más los beduinos que el Mariscal Bougeau, aun-
que después, como éste, les cortara la cabeza y feste-
jara la salvaje acción. En esto se parece a Borges y su
hechizo por los cuchilleros del Sur, los hombres de
las milongas, de los puñales veloces, de la muerte
fácil. Les creo a los dos. Sarmiento se presenta ahora
como un cientista, como el riguroso filósofo de la
historia que aplica un método totalizador. Hegelia-
no, sí. Porque había conocido a Hegel por medio de
sus lecturas de Victor Cousin. No olvidemos, por si
alguno cree que me estoy desviando, o se aburre con
estas menciones a Facundo, que Borges, en un
poema publicado en Sur en 1955, dice: “Sé que en
aquellas albas de septiembre (...) lo hemos sentido”.
Para los antiperonistas es también Sarmiento el que
derroca a Perón. O es en su
nombre, en su memoria, al
amparo de su persistencia his-
tórica, que cae sobre su ros-
tro el Tirano. Escribe sar-
miento, refiriéndose a
Facundo Quiroga: “He
creído explicar la revolu-
ción argentina con la
biografía de Juan
Facundo Quiroga, por-
que creo que él explica
suficientemente una
de las tendencias, una
de las dos fases diversas
que luchan en el seno de
aquella sociedad singular”
(Sarmiento, Ibid., p. 14).
No encontrará Sarmiento
una figura de igual potencia
en la otra “fase”. Ni en Riva-
davia, ni en Paz, ni en Urquiza
verá la potencia histórica de Facundo, su capacidad
para explicar la totalidad. Porque se traiciona cuan-
do dice que, para él, Facundo revela “una de las dos
fases”. No: Facundo revela el todo. Hay que decons-
truirlo, hay que destotalizarlo para entender “la
lucha de los campos argentinos”. Sin Facundo, nada
se entiende. Él conjura todas las determinaciones en
juego. Facundo es la sobredeterminación montada a
caballo, al frente de la montonera. “En Facundo
(escribe Sarmiento) no veo un caudillo simplemente,
sino una manifestación de la vida argentina, tal
como la han hecho la colonización y las peculiarida-
des del terreno (...) un caudillo que encabeza un
gran movimiento social no es más que el espejo en
III
que se reflejan, en dimensiones colosales, las en general y en bloque” (EME, Ibid., p. 23). Evita”. El odio a Eva es esencial para entender
creencias, las necesidades, preocupaciones y Qué energúmeno, realmente. “Sin nobleza.” el golpe de 1955 y el odio que seguirá al
hábitos de una nación en una época dada de ¿Qué podemos pensar de esta caracterización mismo. Don Ezequiel se lanza exultante a la
su historia. Alejandro es la pintura, el reflejo luego de nuestros desarrollos de la clase obrera tarea: “Todo lo que le faltaba a Perón, o lo
de la Grecia guerrera, literaria, política y artís- como una clase bastarda que, desde su bastardía, poseía en grado rudimentario (...) lo consumó
tica; de la Grecia escéptica, filosófica y debe crearse a sí misma? Sigue: “A este popula- ella o se lo hizo consumar a él. En este senti-
emprendedora, que se derrama por sobre el cho (...) se dirigió Perón. Se ofreció en mangas do, era también una ambiciosa irresponsable.
Asia, para extender la esfera de su acción civili- de camisa a que lo manosearan; y al noli me tan- En realidad, ella era la mujer y él el hombre.
zadora” (Sarmiento, Ibid., p. 15). Pero, si bien gere opuso el ‘mano a mano’ de los villanos” Pues hubo en esa conjunción de efectos mági-
es Alejandro, por lo que expresa de la esencia (EME, Ibid., p. 23). También Rosas, el día de la cos, lo que en los amores de Marlene Dietrch
de la Historia, de su teleología, el que lleva la asunción de su primer gobierno, le explica a con Gary Cooper” (EME, Ibid., p. 245). Lo
Civilización de los griegos donde su caballo se Santiago Vázquez, representante de la Banda que impuso Marlene en el cine y en la vida fue
posesiona del suelo, será Facundo, en un plano Oriental: Tuve que hacerme gaucho como ellos. la imagen de una mujer libre, dueña de sí y de
no menos universal y necesario, el que encarna- Para entenderlos y para que me entendieran. Pero, su sexualidad. Gary Cooper, a su lado, parecía
rá la barbarie, al hombre de los campos, el si para entender a la “negrada” hay que tolerar sometido por el poder de sus encantos pero,
fiero vencedor de Lamadrid y el derrotado por que la “negrada” lo toque a uno, no, señor, eso sobre todo, por su energía, su abierta desinhi-
el científico, por el artillero formado a la euro- que lo hagan los “tiranos”. Veamos, ahora, esta bición sexual. Claro que sí: una puta. ¿Cómo
pea, por el general Paz. Esto no lo tornará joya, este texto que revela lo que sintieron las se le iba a permitir eso a una mujer? Notable
menos eficaz para explicarlo todo. Incluso sus clases dominantes cuando vieron a los cabecitas cómo los machos de la oligarquía no toleraban
derrotas a manos de Paz explican la verdad de del 17 de octubre. Ahí se ve todo: el odio racial, mujeres inteligentes a su lado. Las mujeres a
las campañas del Interior que la Civilización el desdén de clase, la altanería del “educado”. criar los hijos, a manejar la servidumbre y a
debe vencer, aniquilar. Esas derrotas fueron Dice Don Ezequiel: “El 17 de octubre Perón cuidar el hogar. Con ella, el sexo era cosa
causa de su condición de hombre de a caballo, volcó en las calles céntricas de Buenos Aires un secundaria, infrecuente. El macho oligárquico
de jefe de bandas montoneras que nada podían sedimento social que nadie había reconocido” desahogaba sus instintos con las prostitutas,
hacer ante la inteligencia de Paz, que resuelve (EME, Ibid., p. 31). ¡Claro que nadie lo había con las mejores. Pero jamás se casaría con una
una batalla como un teorema por ecuaciones reconocido! Ni la oligarquía, ni los radicales, ni ni permitiría que su mujer se comportara, en
cuya incógnita es la victoria. los comunistas, nadie. Sigue: “Parecía una inva- lo más nimio, como tal, que tuviera sus moda-
sión de gentes de otro país, hablando otro idio- les, su libertad, sus movimientos cadenciosos,
EL LUMPENPROLETARIAT ma, vistiendo trajes exóticos” (EME, Ibid., p. sus miradas, la sexualidad a flor de piel. Lo
¿Qué hace con Perón Don Ezequiel? Lea- 31). ¡Marte ataca! Gentes de otro país, ¿de otro hemos dicho: ni les permitían mamar sus ver-
mos: “En la figura de Perón y en lo que él planeta? Sí, extraterrestres que venían, curiosa- gas patronales porque con esa boca besarían a
representó y sigue representando, he creído ver mente, de la tierra. Ellos, los intelectuales y la sus hijos y debía ser intocada, aun por ellos,
personalizados, si no todos, la mayoría de los oligarquía, los habían ignorado. Pero tuvo “la los maridos. Esas “porquerías” se recibían de
males difusos y proteicos que aquejan a mi habilidad de sacarlo a la superficie y de exhibirlo las putas, las que, además y por serlo, las ejer-
país antes de su nacimiento. Como los ácidos sin avergonzarse de él” (EME, Ibid., p. 31). cían insuperablemente. Y, sobre todo, no besa-
que se usan en fotografía, reveló y fijó muchos Eran el lumpenproletariat. “Palabra técnica”, rían a sus vástagos, a sus puros herederos, con
de esos males que sería injusto atribuirle, pero para Don Ezequiel. “Era asimismo la Mazorca, esas bocas mancilladas.
que ciertamente magnificó y sublimó, hasta pues salió de los frigoríficos como la otra salió Hasta aquí hemos llegado. Trataremos de no
llegar a convertirlos en bienes para el juicio de de los saladeros. Eran las misma huestes de agobiar tan excesivamente (como solemos
muchos incautos” (EME, Ibid., pp. 16/17). La Rosas, ahora enroladas en la bandera de Perón, hacerlo) al lector con el despliegue de una
tendencia incontenible hacia la desmesura que a su vez era el sucesor de aquel tirano” prosa que cubre las páginas como una mancha
anima los textos de Eze. Luego de ver “perso- (EME, Ibid., p. 32). Mentira: el proletariado del voraz. De aquí que, habiéndonos propuesto lle-
nalizados” en Perón tantos incontables males, 17 de octubre no fue La Mazorca, que era un gar hasta el Libro Negro de la Segunda Tiranía,
sigue elevándolo a la categoría de clave expli- grupo de choque. Fue pacífico. Sólo en la men- ni siquiera hemos terminado con Don Eze-
cativa única, central del drama argentino: “El talidad deforme, en el odio racial y de clase de quiel, aunque poco falta. Porque el tema de
papel providencial de Perón, si bien se exami- sus enemigos se transformaba en la Mazorca. “El Eva Perón es tomado por todos los libros
na, ha sido más que el del rey que pidieron a 17 de Octubre salieron a pedir cuenta de su cau- setembrinos. No hay uno que no haga fuego
Zeus las ranas, el de Judas Iscariote. Dostoievs- tiverio, a exigir un lugar al sol, y aparecieron con sobre ella. Lo veremos también en el libro de la
ki profetizó que el pueblo ruso sería el nuevo sus cuchillos de matarifes en la cintura, amena- Segunda Tiranía. Insistimos: el ’55 es funda-
Cristo para una nueva redención del género zando con una San Bartolomé del barrio norte” mental. Ahí se instalaron los motivos del odio
humano, y acertó en cuanto el destino de todos (EME, Ibid., p. 32). ¡Pobre, Don Ezequiel, antiperonista que perdurará... hasta estos días.
los pueblos es el de ser crucificado para ser redi- cuánto miedo al pueblo pobre! Este hombre Porque el peronismo es “una obstinación
mido” (EME, Ibid., p. 17, bastardillas mías). pareciera poder vivir sólo entre lencería fina, argentina”, en la poderosa adhesión y en el
Caramba con Perón. Quién lo hubiera dicho. brocatos y libros de Goethe y Sarmiento. “Senti- feroz rechazo. El peronismo, aunque, en sus
Sin embargo, no le crean. Don Ezequiel empe- mos escalofríos viéndolos desfilar” (EME, Ibid., postulados, proponga la armonía de las clases,
zará su ataque a Perón por la materia con que p. 32). Y bueno, viejo, embromate, hacé el ridí- ha promovido o ha despertado siempre el odio
éste trabajó. “Materia” a la que Don Ezequiel culo con ganas, jodete, por decirlo claro. Cita a entre ellas. Muy simple: los pobres adhieren a
definió, al igual que los socialistas de La Van- Vicente Fidel López: “Entre las clases bajas él y eso es, en este país, insoportable para
guardia, con el despectivo nombre de lumpen- donde Rosas era un Mahoma, es digna la aten- muchos, para demasiados. Así, la lucha de cla-
proletariat, palabra que viene de Marx, menos ción de los negros, que hoy ha desaparecido por ses le es inalienable. Lo contrario de lo que
de El capital que de sus concretos estudios completo como del aspecto de la capital” (EME, dijo, negociando, Cristina F en uno de sus
sobre la historia de la Francia revolucionaria. Ibid., p. 41). A los negros los reventaron man- recientes discursos: “El peronismo no propicia
Perón será el fanfarrón que describe en Radio- dándolos a las guerras como carne de cañón y la lucha de clases”. Hoy tiene, sin embargo, a
grafía de la Pampa. A diferencia del compadre, los liquidó también la fiebre amarilla, que era, toda la oligarquía en contra. Y a muchos de sus
más noble, más complejo, el fanfarrón tiene, como todos sabemos, terriblemente racista. Y propios sectores esperando armar una nueva
como los seres anómalos, “su lugar en la barra- luego recurre a Cicerón cuando describe la com- alianza para jaquear a su gobierno. La oligar-
ca, donde no desfiguran su monstruosidad: posición turbia, deleznable, baja, de las “tropas quía, las empresas transnacionales buscan un
que ella es su arte. En la barraca, que es todo de asalto de Catilina”. Se detiene en el slogan peronismo más afín, más dócil, más liberal.
lo contrario del teatro” (Radiografía de la alpargatas sí, libros no. Y escribe: “Tenía todas Algo parecido a Menem. Un tipo que controle
Pampa, Ibid., p. 123. Acaso en estos pasajes de las características de los libros que hicieron cir- a las masas, a los sindicatos, que no moleste
su obra más sobresaliente, Don Ezequiel prefi- cular los nazis” (EME, Ibid., 49). Dice que con la maldita cuestión de los derechos huma-
gurara, sin sospecharlo, lo que habría de pen- nuestro país ha engendrado una cultura bárbara. nos, que no haga retenciones al campo ni a la
sar, por fin, de Perón: un fanfarrón, en el Que no ha producido a nadie que pueda com- industria ni a nadie, que deje ganar mucho y,
barrial de una barraca, hablándole a un pueblo pararse con Groussac, Borges, Banchs y Victoria en ese caso, importará poco si también es
degradado, a un lumpenproletariat.) Su prime- Ocampo” (Ibid., p. 51). mucho lo que roba. Total, es más lo que per-
ra intención con esa masa envilecida es de Y ahora: atención. Como no podía ser de mitirá ganar. ¿Quién se pondrá al frente de ese
generosa pedagogía: “Espero que han de ser un otro modo, Eva Perón fue acaso más agredida proyecto? ¿Scioli, Duhalde, Macri? Hagan sus
día los peronistas quienes mejor me compren- que el propio Perón por los ideólogos setem- apuestas. Pero el proyecto del “apriete” oligár-
dan y me den la razón. Eso indicaría que el brinos. Se arrojaron sobre ella con un odio quico y comunicacional es ése: echar a los
espíritu del Señor habría descendido sobre mi irrefutable. Bajo todo lo que dirán yacerá un setentistas, “a esta banda de terroristas, de
pueblo. Nunca he aspirado a nada más” (¿Qué concepto esencial, despectivo, sexista: puta. montoneros revanchistas” del Estado. Y poner
es esto?, Ibid., p. 19). Fue puta, llegó por serlo y lo siguió siendo: “a los hombres de orden” del movimiento.
¿Recuerdan a los migrantes? Para Don Eze- una puta resentida. Los hombres –las clases Seguiremos un poco con Martínez Estrada.
quiel, en la línea del diario La Vanguardia (los dominantes, es decir, también las mujeres– no Y entraremos en el Libro Negro y luego en
dibujos de Tristán era agraviantes para el pueblo toleran a una mujer con poder. El machismo otros hasta cerrar por completo la etapa del
al que dibujaba como una banda de patibula- aparece en las mujeres con un poder asombro- primer peronismo, en la que hemos incluido,
PRÓXIMO rios, sucios violentos), los migrantes era “un sec- so. Durante estos días de conflicto con el agro, según se ha visto, a la Revolución Libertadora,
DOMINGO tor numeroso del pueblo, el de los resentidos, el con la Sociedad Rural, volvió a aparecer esa a sus hombres y a sus libros.
de los irrespetuosos (...) Sector de individuos sin mano infame que imprime la leyenda más cri-
Los libros de nobleza, con una opinión peyorativa de los minal con que puede injuriarse a una pared y a Colaboración especial: Virginia Feinmann -
la Libertadora grandes hombres y de los sectores intelectuales un ser humano: “Cristina, vas a morir como Germán Ferrari.

IV Domingo 27 de abril de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


24 Los libros de la Libertadora

Suplemento especial de

Página/12
LOS ATRIBUTOS DE LOS mirada tan curiosa, caramba, tan obstinada en ella la que exigía. “¡Hazme tuya!”, era su orden.
DIOSES INFERNALES traer al presente cosas de “tiempos felizmente Buscaba más de lo que era buscada. Buscaba por
superados”. (¿Será así? ¿Estará uno señalando puro goce pues ni dinero requería. Evita era así: era
artínez Estrada se empecina en antinomias que ya no existen o las estará señalan- Sempronia. ¡Pensar que algunos se indignaron con

M el análisis de la pareja Perón-


Eva, quienes, decide, son una
pareja demoníaca. No podría
haber sido de otro modo, pues
“un ingrediente demoníaco hizo posible el mila-
gro peronista” (EME, Ibid., p. 245). Son, ese
hombre y esa mujer, “dos aspectos alotrópicos de
do en los días de su gloria injuriosa porque toda-
vía circulan, y hasta se escuchan en voz alta, en
los tacho-gorilas, los tacho-fascistas, en el lumpe-
naje mediático, en las reuniones del poder, del
empresariado, en las frescas galerías de las estan-
cias de esa “oligarquía con olor a bosta de vaca”,
como supo definirla Sarmiento, que tanto ayudó
la ofensa de la ópera rock de Rice y Webber o con
la película de Madonna! No: fueron argentinos los
que con más odio y hasta con más hojarasca cultu-
ral insultaron a Evita. Hay una explicación: era
imposible que Rice y Webber hubieran podido
odiarla como ellos. No les había metido la mano en
los bolsillos. No les había soliviantado a las masas.
Satanás” (Ibid., p. 245). Lo alotrópico –por si a su triunfo, y terminó, conociéndola, por detes- Nunca habían encontrado, como Ezequiel Martí-
alguno de los que esto leen no alcanza a la erudi- tar?) nez Estrada y tantos otros, expresiones religiosas de
ción de don Ezequiel– significa que un mismo adoración popular dedicadas a ella. Habían oído
cuerpo puede presentar más de una forma, hay HOMBRE PÚBLICO Y hablar de eso. Pero no lo habían visto. Don Eze-
en él un alboroto de átomos y moléculas y de ese MUJER PÚBLICA quiel lo vio. Dijo que La razón de mi vida era un
alboroto resulta un cuerpo complejo, con distin- No, sigamos con EME. ¿Quién sino él podría catecismo. Dijo que Evita tuvo el poder de un
tas propiedades químicas. Pareciera ser que escribir una frase tan contundente como la que enviado carismático sobre las masas simples, igno-
Perón y Eva eran algo semejante. Porque: “No es ahora citamos? Lean, así piensa un argentino culto, rantes. Que la adoraron con un misticismo inédito.
que podamos decir que ella era el mal y él el que ha leído a Goethe y a Nietzsche, en 1955: Que gozó de ese poder “como nunca antes ningún
bien, pues los dos eran aspectos alotrópicos de “Tenía no sólo la desvergüenza de la mujer pública otro mistagogo político sudamericano” (Ibid., p.
Satanás” (Ibid., p. 245). Pese a que –como todo en la cama, sino la intrepidez de la mujer pública 253). “En Córdoba (dice) he visto, en casas humil-
escritor profesional– no habría de ignorar que en el escenario” (Ibid., p. 246. No diré nada des, altarcitos con el retrato en colores de Eva
una desmedida acumulación de adjetivos suele nuevo, pero ¡qué destino el de las mujeres! Si un Perón, dos velas encendidas y un ramito de colores.
deteriorar la calidad de una prosa, don Ezequiel tipo es un “hombre público” es una figura relevan- Era para arrodillarse a rezar con la familia” (Ibid.,
elige encenegar su prosa pero dar rienda suelta a te de la sociedad. Ahora el concepto ha sido erosio- p. 253). Y si alguien cree que, como a Sabato, esto
su desborde, que, a esta altura, ya podríamos nado por los propios “hombres públicos”. Y signi- va a perturbar a Martínez Estrada, que le hará ver,
calificar de dionisíaco, fruto perfecto de la fica más ladrón, charlatán, payaso de la tele basura, como a Sabato, el aspecto dual y contradictorio de
embriaguez del odio. Escribe sobre Eva Perón: periodista corrupto del lumpenaje radial, intenden- la criatura humana, de la patria argentina, que lo
“Ella era una sublimación de lo torpe, ruin, te, político de pactos entre las sombras, sindicalista atormentará, como a Sabato, que los humildes llo-
abyecto, infame, vengativo, ofídico y el pueblo jetón, etc. Pero en el ’55 –y ya desde mucho pero ren a Eva Perón en tanto los argentinos de la cultu-
vio que encarnaba atributos de los dioses inferna- mucho antes– un “hombre público” era sinónimo ra la odian, ni ahí.
les” (Ibid., p. 245). Me gusta ese adjetivo: ofídico. de esa otra figura con que la burguesía nombraba el
Don Ezequiel lo trajo del griego: ophis. Específi- honor: “un hombre de bien”. Un hombre de esta- UNA MISTAGOGA
camente se les dice así a los reptiles que son ser- tura moral. Un reconocido por sus pares. La fama EME lo tiene todo claro: los que pusieron ese
pientes. Tienen una epidermis escamosa. No no era sinónimo del barullo fácil y mediático de altarcito son ignorantes, lúmpenes, adoradores de
satisfechas nunca con ella, la cambian todos los hoy. Nada tenía que ver con la “farándula”. No, un una deidad pagana, infernal. Son víctimas de una
años. Evita cambiaba a cada rato sus vestidos “hombre público” era Mitre. Era Mansilla. Era mistagoga. Qué palabra, caramba. Si le hubieran
Dior. Lucía un vestuario ofídico. Nunca una Alvear. Era Robustiano Patrón Costas. Era Nicolás dicho a Evita que era una mistagoga posiblemente
misma epidermis, siempre otra. La imagen de la Repetto. Era Alfredo Palacios. Era Federico Pine- se habría reído. Un mistagogo es un sacerdote
falsedad, de la inconsistencia, de la mentira. “Su do. Una “mujer pública” era, sin hesitación posi- pagano. ¿Cómo se forma semejante palabreja? Con
resentimiento contra el género humano (sigue ble, una mujer que vendía su cuerpo por dinero. Al “mystes” (el iniciado en misterios) y “agogos” (el
EME), propio de la actriz de terceros papeles, se hacerlo, ese cuerpo devenía público. Ella era, conductor). Eso era ella: una diosa pagana para el
conformó con descargarse contra un objeto con- entonces, una puta. Una puta era una mujer cuyo culto pagano de los negros brutos de la Argentina.
creto: la oligarquía o el público de los teatros cuerpo era conocido por muchos hombres, quienes De los de Buenos Aires, de los de Córdoba, de los
céntricos” (Ibid., p. 245). Pero de lo ofídico y del habían pagado para poseerlo sexualmente. El cono- de todos lados. Confieso que ya terminaba con
resentimiento y del odio a lo superior (la oligar- cimiento de los hombres que lo habían rentado Martínez Estrada pero me atraía esa palabra: mista-
quía) no podemos sino trasladarnos a lo prosti- momentáneamente tornaba público a ese cuerpo y gogo. El mistagogo ejerce la mistagogia. Eva, ade-
bulario. ¿Es que nadie lo advierte? Esta mujer pública a la mujer que lo había entregado, cedido. más, era una mistagoga puta. “Naturalmente el
fue, por sobre todas las cosas, una cortesana. Como la castidad es el recato, el hogar, lo privado, altar de esa diosa tiene que ser el lupanar y ya
EME narra algo que le dijo un amigo que lo visi- lo burgués, la notoriedad de la mujer pública, la Perón había anunciado que convertiría a su patria
tó cuando aún estaba en el hospital. El amigo, notoriedad de su cuerpo, la alejaba del ideal de “lo en un gran prostíbulo” (Ibid., p. 256. Interesante
que no parece haber sido peronista, no en vano decente”. Hacía de ella una puta. Hay un título de frase de la que EME, sin embargo, no indica la
era amigo de EME y hasta lo visitaba, le dice que un gran film de Alfred Hitchcock que, con fre- fuente. Lástima: habría sido más funcional, com-
lo que ocurre con Eva Perón es que tiene una cuencia, ni los propios cinéfilos entienden: Noto- prensible y directa para atacar a Perón que el Dis-
muy mala experiencia del ser humano. Que trató rius, con Cary Grant, Ingrid Bergman y Claude curso en la Bolsa de Comercio. Del cual el mago
a muchas figuras de la alta burguesía “en la con- Rains. Aquí, absurdamente, se conoció como Tuyo de los movimientos pendulares ofreció otras face-
yugalidad del tálamo” (Ibid., p. 245). Y fue eso es mi corazón. Es la historia de una mujer que debe tas, frases o cartas alternativas, anticapitalistas y
lo que despertó en ella un odio ilevantable “por entregarse –por pedido del contraespionaje nortea- antiimperialistas).
el hombre, por el macho humano” (Todavía: p. mericano– a un nazi para quitarle sus secretos y No es casual que el ensayo de Martínez Estrada
245). ¿Qué era este odio? ¿Qué expresaba? delatarlo. Quien la guía en la tarea es el hombre esté signado por lo desmedido. Era un escritor
Expresaba “el desprecio de toda cortesana por su que ha sido su amante. El sufre por tener la orden nietzscheano. Tanto odió al peronismo que estuvo
cliente incógnito, del que no le queda después de facilitar la operación: conseguir que ella intime enfermo e internado casi para no verlo, no pade-
sino el recuerdo de unas monedas” (Ibid., p. con el nazi, entre en su vida, en su alcoba y en esos cerlo. No pertenecer a la vida civil en tanto el
246). El odio sigue creciendo. Admito que más códigos que acaso representen un peligro para movimiento gobernara. No pretendo decir que sus
de uno dirá: ¿por qué perdemos tiempo con “América”. El, Cary Grant, sufre. Pero si el film se exasperaciones no fueran compartidas por los otros
semejante extraviado? No, no perdemos tiempo: llama Notorius es para señalar que ella, Ingrid Berg- gorilas que publicaron libros durante esos tiempos,
se trata de Ezequiel Martínez Estrada y está man, al haberse entregado a dos hombres, al que pero estas apelaciones al Maligno tienen una fuente
expresando el odio de la entera sociedad de los amaba y al nazi (Claude Rains), se ha tornado una más erudita, y si aparecen es por el bagaje cultural
machos argentinos (de ellos y de las mujeres que “mujer pública”, una mujer “notoria”. Toda mujer de EME, que es, sin duda, mayor del de los escri-
son tanto o más machistas que ellos, y que odian notoria es una puta. Eva Perón fue la más notoria de bas del Libro negro de la segunda tiranía o el de
más y mejor y hasta insultan con mayor encono) todas. Así razona el machismo, aquí y en todas par- Mary Main, que no es desdeñable. El nietzscheís-
por una mujer que, desde un gobierno, desde tes. Pero muy especialmente aplicó sus códigos mo de Estrada lo lleva a los extremos. Da una
una posición de poder, encarnó intereses que los crueles y agraviantes a Eva Perón.) Su predecesora interpretación dionisíaca del peronismo. Ve en el
agraviaron, que pusieron en peligro sus fortunas, –sigue nuestro ilustrado autor– no fue Agripina peronismo un hecho dionisíaco. Su Nietzsche no es
sus superganancias, que son la perdurabilidad de sino Sempronia. Y recurre a La conjuración de Cati- un mal libro. Queda fuera de las polémicas de hoy,
las mismas, ya que para el macho oligárquico lina de Cayo Salustio. El que nos hace saber que que toman más a Nietzsche como parte de la des-
perder diez pesos implica no ganar treinta, y ellos Sempronia era una mujer de muchos excesos, que trucción de la metafísica que emprende Heidegger.
no están en el mundo para “no ganar dinero”, los mismos exigían un “arrojo varonil” (Ibid., p. Pero es un libro sesudo, bien trabajado. En él,
están para ganarlo, imaginen hasta qué punto 247). Y que no sólo era lasciva, sino que tanto lo EME dice que el loco de Turín expresa el lenguaje
podrán odiar a quien los entrega al contradestino era “que más veces solicitaba a los hombres que era estético anterior a Heráclito, Empédocles y Pitágo-
de perderlo, ese contradestino al que los entregó solicitada” (Ibid., p. 247). A ver si entendimos ras. Que usa “el muchísimo más profundo lenguaje
Eva Perón. Además, Martínez Estrada no es bien: Sempronia era tan excesiva que desbordaba lo de los poetas ditirámbicos, que ya Aristófanes en
torpe ni está loco. A Eva Perón se le decía yegua, que conocemos como conducta habitual en una Las ranas añora como para siempre perdido. Es la
puta, perona, prostituta con una ligereza total. simple puta. Una puta es una mujer que acepta sabiduría de los silenos que vivían, sentían y razona-
EME era, por el contrario, más refinado. Lo con facilidad y por dinero la solicitud que los hom- ban en contacto pavoroso u orgiástico con la natura-
decía mejor que los carajeadores de los studs, de bres hacen de su cuerpo público. Sempronia, por el leza y las divinidades desconocidas de la vida” (Eze-
los cascos de las estancias, del Jockey Club y contrario, no aguardaba la solicitud de los hom- quiel Martínez Estrada, Nietzsche, filósofo
hasta de la casa de los socialistas, porque ahí esta- bres. Ella era lo peor que puede ser una mujer: era dionisíaco, Caja Negra, Buenos Aires, 2005, p. 39).
ba Américo Ghioldi y el hombre le dedicó un activa, se adelantaba a las intimaciones, a las exi- Y a renglón seguido (según suele decirse) sintetiza
entero libro que caerá también bajo nuestra gencias de los hombres. Era ella la que intimaba, lo esencial que le debemos a Nietzsche y que, cree-
II
mos, es el origen del aliento desmedido que impul- coro de humildes que lloran y despiden a la que era oligarquía argentina reprochan al hombre de la
sa su Catilinaria sobre el peronismo: “Sin duda su abanderada, y a la que sería la única y la última Secretaría de Trabajo y Previsión haberle propina-
merced a la aventura inaudita de Nietzsche estamos que habrían de tener, mujer u hombre. La ópera do a tan importante figura de la diplomacia. Hay
hoy mucho más cerca de la concepción trágica de rock tiene una intérprete excepcional, la mejor: la una anécdota exquisita que pinta al Perón del ‘45,
Esquilo y de Eurípides (...) que de la concepción actriz de Broadway Patty Lupone. La inclusión el más inspirado, como pocas. Spruille Braden pre-
no menos ingenua pero ya sin pathos de Aristóte- –que, desde luego, no figura en el libro de Main– senta sus credenciales el 21 de mayo de 1945.
les” (Ibid., p. 39). Y más adelante (aunque lo hace de Ernesto “Che” Guevara como relator y crítico Nadie ignora lo que hizo: participó en rumbosos,
a lo largo de todo el ensayo) torna a explicitar lo de los hechos reveló un ingenio innegable por parte opulentos banquetes oligárquicos. Y se reunió con
que Nietzsche le entrega, lo que él encuentra y de los creadores y algo digno de pensarse: Ernesto socialistas, comunistas y sindicalistas de la vieja
admira en el genio de La genealogía de la moral: Guevara, socialista, tercermundista, guerrillero, guardia. “Sabrás que Braden fue visitado por una
“La problemática de Nietzsche en gran parte proviene pero hijo de una familia de clase alta, hombre y ya delegación obrera (dice un personaje de una novela
de que ha considerado como un deber moral de su icono cuasi despolitizado de la rebeldía, era asumi- de Manuel Gálvez, escritor excesivamente olvida-
inteligencia no prohibirse deliberadamente ningún do positivamente, era valorado por el “Imperio do, pero leído con fervor en su tiempo y muy
extremo a que su pensamiento pudiera conducirlo. Se Americano”, en tanto que Eva Perón, bastarda, popular: será por eso que lo olvidaron). Los comu-
consideró a sí mismo como explorador, como reve- pobre, mujer de “oscuro pasado”, enemiga ardiente nistas nos ayudan enormemente. Y tanto han
lador de temas incógnitos. Sus referencias a esa de los Estados Unidos, pasionaria de un gobierno hecho que ya nadie tiene miedo al comunismo”
situación, casi siempre expresadas en un lenguaje que, para los yankis, había sido pro-Eje, que había (Gálvez, El uno y la multitud, Alpe, Buenos Aires,
poético, alcanzan alturas de belleza luminosa” cobijado a todos los nazis que huyeron de Alema- 1955, p. 237). Con quien aún no se ha reunido
(Ibid., pp. 46/47. Cursivas mías). Qué duda cabe: nia, que había injuriado a su embajador Braden y Braden es con el coronel Perón, la figura poderosa
Don Ezequiel escribió Qué es esto sin prohibirse que era despreciado por las clases altas, por la oli- cuya estrella brilla incesante. Braden lo visita varias
ningún extremo a que su pensamiento pudiera garquía agraria y ganadera, Eva Perón, decíamos, veces. Hay tanteos iniciales, frases corteses pero
conducirlo. Sólo que, al final de ciertos extremos, era repudiada y reprendida como prostituta, como frías. Nada que importe. Cierto día, Braden (un
no está la embriaguez de Dioniso, sino el ridículo. mujer que ha usado su cuerpo para trepar de “cama poco como J. C. Escribano con Kirchner) le dice
en cama”, camas de cantantes, camas de actores, abiertamente todo lo que tiene que hacer si quiere
LA MUJER DEL LÁTIGO camas de empresarios del espectáculo, camas de ser bien estimado en los Estados Unidos. Perón le
Todo el mundo, todas las agencias noticiosas, militares, hasta llegar a sus amores con Perón, un contesta una frase que, con justicia, hizo historia:
todos los medios del espectáculo, mencionaron su coronel nazi que le permite todo, sus ambiciones “Disculpe, embajador: pero yo no quiero ser bien
nombre en 1996. Madonna filmaba el musical desmedidas, su manejo demagógico de las masas, estimado en su país al costo de haber sido un hijo
Evita dirigida por Alan Parker. El primer señalado su ayuda interesada, su enriquecimiento con los de puta en el mío”. Perón tuvo grandes aciertos,
para dirigir el proyecto había sido Oliver Stone, fondos de la Fundación, etc. (Nota: Ha surgido, un cometió grandes errores y hasta grandes hijopute-
quien le había ofrecido el papel a Michelle Pfeiffer, poco tarde tal vez, pero no hay por qué suponer ces, pero se dio sus gustos. Haberle dicho eso a un
pero la Susie Diamond de Los fabulosos Baker Boys que todo aparecerá en su debido momento en un embajador de los “Estados Unidos de América”
y la Gatúbela de Batman vuelve rechazó el papel. trabajo que nos proponemos hacer incluyendo debe ser un galardón que comparte con muy
Una lástima. Madonna estuvo apenas correcta. Se todos sus desvíos, todas sus sorpresas, el tema de pocos. Ese mismo día, la CIA y el Departamento
embarazó justo cuando tenía que morir de cáncer y Perón, Braden y la injuria que Estados Unidos y la de Estado ya sabían con quién habrían de lidiar en
por más make up pálido-muerte que le metieron
en su jeta-pop, se la vio demasiado gordita para
alguien que se muere, y más si uno recuerda a la
Evita de los últimos días. El nombre al que hace-
mos mención no es el de ella. Por supuesto que
estuvo en todas las bocas y en todos los medios y
acaparó reportajes por medio mundo. Pero no:
hubo otro nombre que volvió a primer plano con
la filmación de Evita. Ella se llama Mary Main. Y
es la autora de la primera biografía seria, documen-
tada y bien escrita que se
hizo sobre la mujer que los humildes amaron y
lloraron. Muchos se asombrarán de estas afirmacio-
nes. Caramba, luego de tratar con tanta desaten-
ción a Ezequiel Martínez Estrada, alias el autor de
Radiografía de la pampa, viene uno a decir que el
libro de la señora Main (odiado por los peronistas
y hasta por buena parte de los argentinos) es una
biografía seria, documentada y bien escrita. Ocurre
que es así.
Vayamos por partes. El libro de Mary Main, La
mujer del látigo, salta a la fama mundial cuando
Andrew Lloyd Webber y Tim Rice adaptan su
libro para el musical Evita, que se monta en Broad-
way en 1978, y que narra, según Leonard Maltin,
“el ascenso de Eva Perón desde su ilegítima infan-
cia hasta su casi-deificación como Primera Dama
en la Argentina de los años cuarenta”. (Nota: Leo-
nard Maltin es un célebre estudioso del cine norte-
americano, mediocre, conservador, pero ingenioso
y tremendamente exhaustivo en su trabajo, el cual
se expresa, sobre todo, en una Movie guide que saca
año tras año y en la que el curioso o el cinéfilo
puede encontrar casi todas las películas que Holly-
wood filmó y también las extranjeras que en Esta-
dos Unidos se estrenaron, con sus casts, sus direc-
tores y su año de filmación. Sus juicios, como los
de todos, son arbitrarios, pero nada deteriora la
utilidad de su trabajo, que es serio y responsable.)
Ahí se habló mucho de Mary Main. La versión de
1978 inició lo que sería un éxito descomunal y
pondría a Eva Perón –haya sido o no agradable
para nosotros la interpretación de los hechos– en el
lugar de icono de la historia universal, un lugar
para el que estaba bien equipada, pues era formida-
ble el material que tenía para ofrecer: belleza, pasa-
do incierto, bastardía, ascenso hacia el poder, con-
quista del poder, relación con un “dictador suda-
mericano”, relación de amor con el pueblo, su
Fundación, su renunciamiento y su muerte lenta,
dolorosa, hecha casi pública, casi visible en ese
terrible discurso del 1° de mayo de 1952 en que
termina llorando y buscando cobijo en los brazos
de su marido, su entierro espectacular, de clara ins-
piración mussoliniana y, por eso mismo, grandilo-
cuente, desmedido, una ópera macabra con un
III
el lejano sur, aumentaron la cifra de nazis que Montoneros seguirá con su política aislada, mili- tuguesa, pero era una cantante lírica. Una cosa
entraron a la Argentina y decidieron hacer, para tarista, fierrera, solitaria, una vanguardia ilumi- son Verdi, Puccini y Wagner y otra una chica
la eternidad, de Perón un nazi y de Evita una nista girando en el vacío. Volveremos a fondo de Los Toldos que apenas si cantaba La cum-
puta. Hasta hoy perdura ese relato.) sobre estos temas. Porque el camino es largo y parsita. Pero tampoco es lo esencial. Lo que
agotaremos todas sus instancias.) Una frase importa es esto: “Su figura (la de Alvear) res-
LA LECHE DE LA CLEMENCIA digna de Videla o del general Camps, lo que pondía a ‘una cierta idea del país’ agropecua-
Pocos se han ocupado de leer el libro de señala el linaje entre aquellos fusilamientos y el rio, grandioso, bucólico, pacífico, que debía
Mary Main y la versión que circula entre noso- golpe de 1976, cuyos fanáticos adherentes civi- proyectarse al ritmo de las grandes repúblicas
tros es que se trata de una obra pérfida que les, Jorge Luis García Venturini, Jaime democráticas que él había conocido y admira-
meramente recopila, aumentándolos si cabe, Perriaux, Jaime Smart, Martínez de Hoz, Wal- do en sus largas residencias en Europa” (María
los peores chismes que el gorilaje oligárquico ter Klein y tantos, tantos otros, también habrán Sáenz Quesada, La Argentina, historia del país y
decía de Eva Perón. Main, sin embargo, hizo dicho: Se acabó la leche de la clemencia. Con de su gente, Sudamericana, Buenos Aires, 2001,
más que eso: hizo la primera biografía seria, una sola diferencia: esa “leche” ya se había aca- p. 478). Alvear era un sibarita, le gustaba la
documentada, de Eva Perón. El libro se publi- bado no bien el asesino Alberto Villar fue buena vida, la vida de la noche, fue presidente
ca en Estados Unidos en 1952 y Main lo firma ascendido por Perón a jefe de la Policía Federal, del Jockey Club, hizo deportes, fue el perfecto
como María Flores, porque, dice, tenía miedo cruentos tramos de esta historia, sus lodazales, bon vivant y, como buen enamorado del amor
por sus amigos de Buenos Aires. Se llama The en los que aún no hemos penetrado. Main, por que era, se casó con la prima donna, con Regi-
Woman of The Whip (La mujer del látigo). En ejemplo, no escribió: “En sus discursos incitó a na Pacini. “Esto fue juzgado como una nueva
su tapa se lee: “La primera y objetiva biografía la violencia y al crimen. Los diarios registran locura de Alvear por la pacata sociedad tradi-
de la glamorosa y peligrosa (the glamorous and sus peroratas incendiarias que se suceden desde cional, que perdía con esta boda a un soltero
dangerous) mujer que controló la Argentina, la el comienzo de su actuación hasta un mes antes codiciable. Ella dejó su profesión. Formaron
finada Eva Perón”. Lo publica una editorial de de morir, cuando desde las escalinatas de la un buen matrimonio dentro de los cánones de
Nueva York. Main escribió su libro antes de la Casa presidencial lanzó el incendiario evangelio la época; residieron mucho tiempo en París y
muerte de Eva. Aquí, coherentemente, se edita de la destrucción: pidió encendamos la Argenti- se vincularon con gente refinada” (Sáenz Que-
en diciembre de 1955, a pocos días del golpe na, pero defendamos a Perón; no he venido a sada, Ibid., p. 479). ¿No es un cuento de
setembrino, como si hubieran estado esperan- traer paz sino a incendiar la tierra. No podría hadas? No creo que nadie le haya cuestionado a
do. Main ya no firma María Flores, sino que lo hablarse de imprecaciones, pues su vocabulario doña Regina Pacini de Alvear nada de lo que se
hace con su propio nombre. La editorial es La no alcanzó nunca dignidad formal. Pusieron en pusiera encima. A lo sumo, las conchetas solte-
Reja. En 1956 dice haber editado ya cinco edi- sus labios una oratoria exterminadora que ella, ras le recriminaron que les robara a “un soltero
ciones: 26.000 ejemplares, cifra que, para la poseída, manejó gustosa. La ‘bellatrix’ del régi- codiciable”. Hay cosas que repugnan. Hay un
época, era fenomenal. También lo sería hoy. men sólo conocía palabras de furia y violencia” odio de clase tan profundo en este país. Hay
En la tapa se lee el título y una leyenda propa- (Américo Ghioldi, El mito de Eva Duarte, un siempre renovado cholulismo por la gente
gandística: “Exito mundial, ahora en Argenti- Montevideo, octubre de 1952, pp. 47/48. No bien, por la aristocracia, por los dueños de la
na”. figura nombre de casa editora alguna. Sólo figura tierra o por las señoras de clase. Y si acaso eso
Main era argentina, de padres ingleses. Vivió el lugar desde el que se escribió el libro: Monte- ha disminuido (se me dirá que la oligarquía no
muy poco tiempo en el país. Antes de Pearl video, refugio caro a los exiliados de las “tiraní- está en su apogeo y es cierto), lo que no dismi-
Harbour emigró con su familia a la ciudad de as” argentinas. Los de las otras tiranías –la de nuyó es el resentimiento contra el que vino de
Toronto y luego se instaló en New York. La 1976, por ejemplo y sobre todo– no pudieron abajo, con el que usa lo que por naturaleza no
maldición de Evita pareciera haberle dado de ir al Uruguay, pues el país trabajaba dentro de le pertenece. Si alguien quiere criticar a Cristina
lleno. Mary Main, a lo largo de su vida, fue la llamada Operación Cóndor formada por, pre- F que critique su política pero que no utilice
encegueciendo cada vez más hasta perder por cisamente, Uruguay, Argentina, Paraguay, para hacerlo la cartera o los zapatos que usa. Lo
completo la vista. El éxito de la ópera-rock llevó Chile. Los exiliados de la tiranía de Videla –que hicieron con los vestidos Dior de Evita, aun-
su libro a un éxito que no esperaba y eso alegró sí, sin duda alguna, fue una tiranía– tuvieron que, se sabe, después los cambió por el traje sas-
sus días postreros. que buscar en horizontes más lejanos su salva- tre y el rodete de la militante. Pero, ¿por qué no
Lejos está de ser el escritor o el político que ción y algunos ni ahí la encontraron.) Notemos les ofende la riqueza de los herederos? Al cabo,
más despiadadamente trató a Evita. Su libro, al el desdén de Ghioldi por la ausencia de “digni- los que llegaron a lo alto algún esfuerzo tuvie-
ser publicado en la fecha en que lo fue, forma dad formal” en el lenguaje de Evita. Siempre ron que hacer. Tuvieron que ganárselo. Por eso
parte planeada, instrumentada, de la Libertado- late el tema de la barbarie. La mujer del tirano se les dice ambiciosos, trepadores. O, como dice
ra. Pero Main, en el agravio y en el odio, fue ni siquiera sabe hablar correctamente, como el miserable Ghioldi de Evita, “furioso e incon-
superada por los argentinos. Ella no escribió hablan ellos, los profesores como Ghioldi, los tenible amor al lujo”. Los que vienen de abajo
textos que se leen en el libelo de Américo socialistas como él, buena gente, culta, de no heredaron nada: se lo tuvieron que ganar
Ghioldi, personaje al que todos dicen “Nortea- modales. Y sigue: “En el poder reveló un amor todo. A los otros les cayó de arriba. Si viene la
mérico Ghioldi”, y que ha pasado tristemente a desmesurado al lujo; en joyas y ropas debe reina Mariana o la princesa de donde sea les
la historia porque luego de los fusilamientos de haber invertido no menos de cien millones de rinden tributos y hablan de su elegancia. A
1956 dijo una frase que, en su momento, habrá pesos” (Ghioldi, Ibid., p. 49). Lady Di nadie jamás le dijo que se vestía lujosa-
agradado a muchos, a Borges y Bioy, a la gente mente: admiraban su buen gusto. Nadie le dijo
de Sur, a los comandos civiles, a las clases domi- NIÑAS REBELDES que revolvía demasiadas camas con demasiados
nantes, pero, con los años, repele a todos pues Y PUTAS AZAROSAS amantes: le gustaba ser libre, ser la rebelde de la
lleva en sí una carga tanática, un cruel desdén Si Evita hubiese sido una señora de la oligar- Corona. Puta, jamás.
por la vida, que desagrada aun a los antipero- quía, ninguno de estos machistas, de estos Concluye Ghioldi: “Corta de inteligencia,
nistas: Se acabó la leche de la clemencia. (Nota: tipos llenos de odio por los que llegan desde deficiente de cultura y sensibilidad femenina,
Se lee en el Diccionario biográfico de la izquierda abajo, por los que ocupan los lugares que no ignorante de las relaciones morales y civiles de
argentina de Horacio Tarcus: “Otra vez al fren- deben, le habría dicho nada. Lo mismo con los hombres, sin autocrítica, sin carga de escrú-
te de La Vanguardia, ahora desde Buenos Aires Cristina Fernández y sus carteras o sus relojes. pulos de conciencia, falta de gusto, Eva Perón
(y hasta fines de 1956), es el autor del célebre ¿Alguien imagina posible que se le cuestionara ingresa a la historia como una leyenda plantada
editorial en que, avalando la represión al levan- a Victoria Ocampo tener una casona tan opu- en el mentidero argentino” (Américo Ghioldi,
tamiento peronista encabezado por el general lenta en las Barrancas de San Isidro? ¿Alguien Ibid., p. 49). En cambio, Mary Main, la autora
Juan José Valle, en junio de 1956, afirma: “Se le dijo algo a Marcelo T. de Alvear por las del libro que inspiró la ópera-rock que indignó
acabó la leche de la clemencia” (La Vanguardia, joyas de su suntuosa mujer, Regina Pacini? Lo al país, termina su libro diciendo: “Por otra
14/6/1956)”. El Diccionario de Tarcus es un que suyace es lo siguiente: la oligarquía tiene lo parte, aquellos que inicien la tarea (de recuperar
valioso esfuerzo y una auténtica herramienta de que tiene porque tiene derecho a tenerlo. “Los al país, JPF) no deberán subestimar la influen-
trabajo. Y aunque figuran Ghioldi y Francisco campos no se compran, se heredan”, le dice cia que ‘Santa Evita’ ejerce en los corazones
Pinedo, no faltan los hombres de izquierda que Elina Colomer a Juan Duarte en Ay Juancito. Y simples y las almas sencillas, influencia que
adhirieron al peronismo como Hernández Arre- no sólo derecho, también sabe cómo usarlo. A puede ser fortalecida y no debilitada por la
gui, Rodolfo Puiggrós, o peronistas de izquier- la oligarquía le cae bien ser rica, rumbosa. A los muerte y que desaparecerá, no por medio de leyes
da como John William Cooke o también otros, a los que carecen de linaje, el lujo sólo y decretos, sino con ilustración, esperanza y
Rodolfo Walsh, que escribió en Noticias, el dia- sirve para revelar su ambición. Quieren ser lo libertad” (Mary Main, Ibid., p. 199. Cursivas
rio de superficie de Montoneros, que dirigió que no son. Escribe Ghioldi: “¿Este furioso e mías). A Evita y al peronismo, en cambio, los
Miguel Bonasso, un escueto pero respetuoso incontenible amor al lujo pone al descubierto libertadores los quisieron desaparecer con el
epitafio de Perón, y que discutió con la sober- el escondido móvil que condujo su vida azaro- decreto 4161 y a Evita, sin más, la desaparecie-
bia, iluminista, vanguardista sin bases, militaris- sa?” (Ibid., p. 49). Qué perfecto canallita: lo de ron. Tanto miedo le tenían a su cadáver. Sabían
ta conducción de Montoneros en el exilio, desde “vida azarosa” significa “puta”. Una señora que el pueblo la amaba. No el lumpenproleta-
el país en que perdería su vida, que la acción “bien” no tiene vida azarosa. Y si Victoria riat de Ezequiel Martínez Estrada. No la “chus-
revolucionaria no puede escindirse de la organi- Ocampo la tuvo fue por su “rebeldía”. Las ma” de la oligarquía. O los obreros incultos,
PRÓXIMO zación de las masas, de su apoyo, de su partici- niñas de las clases altas si son “azarosas” es por- barbáricos de Ghioldi. Sino eso que Mary
pación en la lucha. Esa era la concepción origi- que son “rebeldes”, “curiosas”, “inquietas” y, Main, cálidamente, llama “los corazones sim-
DOMINGO
naria de la izquierda peronista: trabajar desde por fin, “poetas”. Si Evita es “azarosa” es por- ples y las almas sencillas”. O sea, las almas y los
adentro del peronismo porque se trabajaría con que anduvo pasando de una cama a la otra, no corazones que amaba Tolstoi.
Sabato, el hombre las masas y no en exterioridad a ellas. Walsh de Roma a París y de París a Londres. ¿Por qué
sensible de la insistirá en el repliegue de la lucha armada por- nunca se ha dicho nada de Regina Pacini de Colaboración especial:
Libertadora que el repliegue de las masas así lo requiere. Alvear? Era, al cabo, una prima donna, era por- Virginia Feinmann y Germán Ferrari

IV Domingo 4 de mayo de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


25 Los asesinos de escritorio

Suplemento especial de

Página/12
JAIME SMART: CÁRCEL PARA que han leído mis novelas y los que se las saltea- de la paranoia genocida) que primero matarían a
EL PRIMER REPRESOR CIVIL ron con todo derecho y no hay drama, saben o los subversivos, después a los cómplices, después a
DE LA DICTADURA sabrán ahora que es un cierto alter ego mío, pero los familiares, luego a los indiferentes y por fin a
igualmente un personaje de ficción. Si uno no los tímidos. (Trataremos estos temas más adelan-
upongamos que uno tiene el delirio escribe una autobiografía y elige escribir una te: al llegar a la dictadura.) Pero la desmesura de

S de escribir una historia exhaustiva


sobre el peronismo, una “historia
para la historia”, supongamos que
decide seguir un plan que posea
cierto rigor expositivo, que no sea rígido porque
con el peronismo si uno se pone rígido elige algu-
no de los tantos bandos, se aferra a él y ya no
novela y en lugar de ponerse uno pone a un perso-
naje es porque o no quiere contar todo, o porque
quiere contarlo de otro modo, agregando o qui-
tando cosas y, definitivamente, con la excepcional
libertad de creación que da la literatura. Pero el
doctor Jaime Smart, tanto para Pablo Epstein (el
protagonista atormentado de La astucia de las
Saint Jean era tan abarcante que no consiguió ate-
rrorizar tanto a Pablo como la precisa, fría, acota-
da, sentencia del doctor Smart. Está, como dije,
narrada en La crítica de las armas. Paso, pues, a
citar el pasaje de la novela, escrita en 2002,
mucho antes de que imaginara yo que, alguna vez,
el doctor Smart sería detenido. A partir de la
entiende nada, pero uno busca un plan expositi- armas y La crítica de la razón) como para mí, p. 101 de la edición que Página/12 hiciera en
vo claro y, de algún modo, creciente, que vaya siempre fue un personaje temible, un hombre 2007 se describe a Pablo deteniéndose en un kios-
acumulando los hechos en un orden que siga al que, como ideólogo que era, fanáticamente creía co, leyendo el titular de la noticia de las declara-
de los sucesos, aunque sepa que esos hechos no le que la culpa de todo residía en los ideólogos, en ciones de Smart, comprando el diario, metiéndose
van a entregar ni la historia ni la interpretación los que habían mancillado el alma de los jóvenes en la confitería Mignon, que estaba entonces en
del peronismo, acontecimiento que tendrá miles argentinos. Pablo Epstein, en diciembre de 1976, Cabildo y Juramento, y leyendo en una mesa las
de posibilidades de ser narrado e interpretado. tramaba huir finalmente del país, pero tenía dos palabras de ese abogado poseído por lo que Ador-
Pero, de pronto, ocurre algo, ocurre mientras contras: había sido intervenido, un año atrás, de no había llamado “el principio persecutorio”. He
uno está escribiendo esta filosofía de esta obstina- un cáncer muy agresivo, que mata en los dos prime- aquí el texto: “Era La Nación del 12 de diciembre
ción, el peronismo, y uno se dice: “No, aquí ros años, un cáncer de testículo, que se da sobre de 1976. El título del importante artículo (ocupa-
tengo que detenerme”. Lo que ocurrió hoy mere- todo en hombres jóvenes, de aquí su agresividad ba casi media página del diario) era: Desenmasca-
ce que deje, por el momento, de ocuparme de inmediata. Si superaba los dos años y seguía vivo rar a quienes armaron a la subversión. La Plata
algo que tanto me fascina (y, creo, también a los podía tener esperanzas. Durante los dos primeros (NA).- Tenemos el deber de desenmascarar a
lectores) como los libros de la Libertadora, y dar meses de 1976 lo radiaron intensivamente. Los quienes armaron a los delincuentes subversivos,
cuentas de este hecho. médicos le decían que no se fuera del país porque porque si no corremos el riesgo de que dentro de
El hecho es el siguiente: arrestaron al primer no podría pagarse el tratamiento adecuado afuera unos años vuelvan de las sombras”. El ministro de
represor civil de la última dictadura militar. Lo (y era cierto) y, ahí sí, era certero que la enferme- Gobierno había hablado por LS11 Radio Provin-
que, hoy, leí, y lo leí porque me lo envió mi hija dad se agravaría, algo que, en este caso, era morir, cia de Buenos Aires. Con entusiasmo, se había
que, junto a su hermana, pasaron gran parte de su sin más. La otra contra para huir era que estaba referido al reequipamiento de la policía bonaeren-
infancia ensombrecidas por tener un papá tan “loco”. Que el hecho sencillo pero pavoroso de se, “manifestó que en los últimos ocho meses se
loco, tan amargo, que nunca reía y que vivía pen- correr el doble peligro de morir por dentro o invirtieron más de 1500 millones de pesos, y que
diente de noticias que ellas no sabían de qué trata- morir por fuera, o por las células que harían se aumentó el plantel de la dependencia en
ban, aunque, percibían, tenían que ver con el metástasis en el pulmón (que es donde hace 30.000 hombres”. Las cifras, pensaría Pablo, el
miedo, hasta el punto de que la menor, que tenía metástasis el tumor de testículo) o como parte de horror de las cifras. Varias veces encontraría, por
tres años en 1976, inventó algo, una amenaza que las células “subversivas”, como “cómplice” o “ide- uno u otro motivo, esa cifra en las declaraciones
ella llamaba “los ladrones” y nos decía que iban “a ólogo” que había adoctrinado a quienes las forma- cívico-militares de los purificadores de su país:
venir los ladrones” y hasta, a veces, llorando, pre- ron, determinó una neurosis de tipo obsesivo treinta mil. “En el Ministerio de Gobierno (seguía
guntaba: “¿Por qué existen los ladrones?” y la compulsivo, hoy conocida como TOC, Trastorno el doctor Smart, seguía leyendo Pablo) hemos
mayor dibujaba una y otra vez, con lápices de Obsesivo Compulsivo: leía durante todo el día las tenido siempre presente la necesidad de volcar
colores, militares y policías, una de esas hijas, la declaraciones de los militares y memorizaba los todos los recursos en la lucha contra la subver-
mayor, sin agregar una palabra a su mail, me textos que había escrito para “resolver” si él era sión”. De acuerdo, piensa Pablo. Eso ya lo sé,
envió esta noticia: “Martes 06 mayo 2008, 13:35: inocente o no, si debían buscarlo o no. Una vez ustedes luchan muy duramente contra la subver-
Detuvieron al ex gobernador bonaerense de la dic- que las había leído las volvía a leer casi hasta sión, contra el ERP y contra los Montoneros,
tadura Ibérico Saint Jean. Lo había ordenado esta memorizarlas, cosa de la que nunca quedaba segu- contra la guerrilla que agredió las sagradas institu-
mañana la Justicia de La Plata en el marco de la ro. Por lo cual volvía a leerlas. Esa era la pesadilla. ciones de la República, pero nosotros, ciudadanos
causa que investiga el secuestro de Jacobo Timer- No poder detenerse. Igual que el alcohólico. El que jamás agarramos un arma, ni un revólver ni
man. También fue detenido su ministro de drogadicto. O el compulsivo sexual. O el que se una honda ni un cortaplumas, nosotros podemos
Gobierno Jaime Smart. El ex gobernador militar lava las manos treinta veces por día hasta encon- vivir tranquilos, ¿no? Y el doctor Smart descarga-
bonaerense durante la dictadura Ibérico Saint Jean trar que, en lugar de jabón, lo que ahora tiene en ba sus frases más terroríficas, qué te pensás, idiota,
y su ex ministro de Gobierno Jaime Smart fueron las manos es sangre. El trastorno obsesivo com- todo eso ya se sabe, yo vengo a ampliar la cosa, a
detenidos hoy por orden del juez federal de La pulsivo de Pablo tenía lugar en la recurrencia de señalar, no lo obvio, lo evidente, sino aquello que
Plata, Arnaldo Corazza. Ambos están acusados de pensamientos obsesivo-paranoicos que no podía subyace, lo soterrado, lo que está entre las som-
violaciones a los derechos humanos perpetradas controlar. (Nota: No había medicación apropiada bras de la cobardía y lo que expresa, sin embargo,
en el marco de la denominada ‘causa Timerman’. para esta neurosis durante esos años. Vagamente la mayor de las culpas, el origen mismo del peca-
”Según informó el abogado querellante Alejo se daba Halopidol o Anafranil, que no conseguían do, a vos y a los tuyos vengo a desenmascarar... Lo
Ramos Padilla a la agencia DyN, ambos se pre- casi nada. Recién con la aparición del Prozac –y cierto (sigue el doctor Smart, lee Pablo) que esa
sentaron esta mañana ante el juzgado de Corazza, sus varios hermanos o primos o sobrinos– la cues- subversión no es la subversión meramente arma-
quien los notificó de sus detenciones y les conce- tión mejoró. Hoy es bastante controlable, sus da. Muchas veces se equivocan los términos cuan-
dió la prisión domiciliaria debido a que ambos “recurrencias” son muy espaciadas y no tienen la do se limita exclusivamente el de subversión al
son mayores de 70 años. agresividad anterior al avance notable de los psico- combatiente que es abatido por las fuerzas del
”El ex militar Saint Jean y el abogado Smart, fármacos a partir de fines de la década del ‘80. O orden. En la subversión debemos incluir a quienes
defensor entre otros de Albano Harguindeguy, sea, Epstein tuvo que esperar muchos años.) Pero armaron a esos combatientes, pues si nos pone-
están acusados de múltiples privaciones ilegales de la explosiva mezcla que se había producido en la mos a analizar creo que son más responsables que
la libertad, secuestros, aplicación de tormentos y psiquis de Epstein tenía que ver con una noción los mismos combatientes.” Se invertía la relación
desaparición forzada de personas. En la causa por muy candente acerca de la culpa. La propaganda valorativa combatientes guerrilleros-militantes de
la que fueron detenidos, están imputados por los agobiante de la dictadura había logrado –en quie- superficie. De pronto, los militantes de superficie
hechos que derivaron en el cierre del diario La nes estaban en el país y la recibían cotidianamen- eran los más culpables, y hasta los combatientes
Opinión y el secuestro del periodista Jacobo te– crear una conciencia de culpa: todo aquel que guerrilleros eran sus víctimas, sus primeras vícti-
Timerman. hubiera hecho algo cercano a ese concepto indefi- mas, ya que habían sido lanzados a la subversión
”Héctor Timerman, actual embajador argenti- nible (y en esta indefinibilidad radicaba su terror) por los “profesores de todas las categorías de la
no en Washington e hijo del periodista, es el prin- llamado subversión era culpable. ¿De qué? De la enseñanza”. La ratio represiva del doctor Smart
cipal querellante en el expediente. destrucción del país. De la guerrilla. De los asesi- daba vuelta la valoración que se tenía entre guerri-
”Con su detención, Smart se convirtió en el pri- natos. De la penetración ideológica. Pablo vivía llero y militante de superficie. Este último era el
mer miembro civil del gobierno de facto detenido tratando de decidir (éste era el mecanismo más más peligroso. Cuando los Montos y toda la Ten-
por presuntos delitos de lesa humanidad. preciso de su obsesión compulsiva) si era inocente dencia voceaban “Si Evita viviera sería Montone-
(Fuentes: Télam y DyN)”. o culpable. Lo cual, trasladado a su cuerpo, era lo ra” no decían eso, sino lo contrario: que Evita
No voy a contar una historia que está ya narra- mismo: si era inocente, habría de vivir; si era cul- estaría en el lugar más avanzado de la lucha, entre
da largamente en una de las mejores novelas que pable, moriría de esa metástasis en el pulmón. los combatientes armados, en el fragor del comba-
escribí y que creo, si no es la “novela de la dicta- Sabía que estaba inmerso en la categoría de “ideó- te. No, para el doctor Smart la cosa era distinta.
dura”, es, sin duda, una de ellas, sobre todo la que logo de la subversión”. Pero conseguía, a veces, Para él, si Evita viviera habría sido maestra de pri-
trata la suerte de los que quedaron viviendo bajo serenarse creyendo que la cosa era sólo con la mer grado inferior, o monja del Tercer Mundo, o
el horror pero en superficie, los que sabían que “subversión armada” o que lo suyo tal vez no periodista o, desde luego, profesora universitaria y
habían hecho bastante pero quizá no tanto, que hubiera sido tan grave. Aquí es donde aparece el habría introducido textos de Marx en sus progra-
podían quizá no irse, quizá no ser víctimas, o por- doctor Jaime Smart, ministro de Gobierno de Ibé- mas, en sus bibliografías y habría sido peor que la
que no habían estado “dentro” de ninguna orga o rico Saint Jean. Aparece para aclararle definitiva- Evita combatiente que pregonaban los jóvenes
porque no habían agarrado un chumbo en su mente las cosas a Pablo. Saint Jean, antes, había marxistas, también en esto equivocados, habría
vida. El doctor Jaime Smart, el primer civil deteni- dicho una enormidad del terror represivo, que sido la Evita que escribiera Educación y Liberación,
do por crímenes de lesa humanidad, se encargó, al hizo huir a muchos, en un discurso en que afirmó ese libelo que fuera secuestrado en una escuela de
menos para mi personaje Pablo Epstein, que, los (hoy ese discurso es célebre, es una pieza maestra Coronel Pringles, ya que “el gobierno de la Pro-
II
mente reflexionó sobre la experiencia extrema
concentracionaria, el que estableció esa simetría,
esa relación inevitable: “No tengo tendencia a per-
donar, nunca he perdonado a ninguno de nues-
tros enemigos de entonces, ni me siento inclinado
a perdonar a sus imitadores en Argelia, Vietnam,
la Unión Soviética, Chile, la Argentina, Camboya,
o Africa del Sur” (Los hundidos y los salvados).
La lógica persecutoria del ministro de Gobierno
de la Provincia de Buenos Aires se expresaba en
las acciones de represalia. Con el culpable de
superficie, con el subversivo ideológico sucedía
algo distinto que con el militante clandestino:
estaba a la mano, fácil, regalado. ¡Qué festín para
las fuerzas represivas! Los verdaderos culpables de
la subversión no eran clandestinos, vivían en sus
casas, con sus hijos, sus mujeres. De modo que
cuando la “subversión armada” cometía un acto
miliciano, el poder militar descargaba su golpe,
ante todo, sobre los verdaderos responsables, los
ideólogos, los que habían envenenado las almas, y
también sobre los obreros que pedían mejoras, o
sobre los opositores políticos, los escasos oposito-
res que aún no se habían arrodillado ante los
señores de la muerte, algún periodista díscolo,
algún director teatral que ponía una obra cuestio-
nada, cualquiera. Era tan fácil: eran los más culpa-
bles y no se escondían. Estaban en las sombras, se
habían retraído, pero seguían en sus casas, accesi-
bles, ingenuos, creyendo que la cosa no era con
ellos, que el castigo habría de ignorarlos. Grave
error. (Nota al pie: Esa desaforada ampliación de
la figura del subversivo determinó que, siempre
que la guerrilla golpeaba, los primeros en pagar
fueran los perejiles de superficie. Muchos ya pre-
sos. Rehenes, carne de represalias. “Setenta fusila-
dos tras la bomba en Seguridad Federal, cincuenta
y cinco en respuesta a la voladura del Departa-
mento de Policía de La Plata, treinta por el aten-
tado en el Ministerio de Defensa, cuarenta en la
Masacre del Año Nuevo que siguió a la muerte
del coronel Castellanos, diecinueve tras la explo-
sión que destruyó la comisaría de Ciudadela, for-
man parte de 1200 ejecuciones en trescientos
supuestos combates donde el oponente no tuvo
heridos y las fuerzas a su mando no tuvieron
muertos (...) muchos de esos rehenes son delega-
dos sindicales, intelectuales, familiares de guerri-
lleros, opositores no armados, simples sospecho-
sos” (Walsh, Carta a la Junta). Para la lógica del
doctor Smart, no. Eran los que habían “armado” a
la subversión, los más culpables de los culpables.
El origen mismo de la culpa.)
Pablo dobló el diario, pagó y salió a la calle.
Volvió a cruzar Juramento, evitando esta vez que
el Sesenta lo aplastara o su conductor lo cubriera
de puteadas, y fue en busca de su coche, su Tau-
nus de empresario próspero. Regresó a su casa.
Llamó a su psicoanalista, Enrique Tessio. Le
contó todo. “Pablo, no es así. Ese hombre tuvo un
exabrupto, una explosión irracional. Además, son
líneas internas. Usted lo sabe mejor que yo. En la
vincia (sigue el doctor Smart, lee Pablo, en la mente, o por lo menos que no tengan como en Provincia de Buenos Aires está el ala dura. Aquí
Mignon, en una mesa contra la pared, meado en otra época la posibilidad de accionar fácilmente y no, aquí la cosa está centralizada en los cuadros
las patas, con el culo, según se dice, a cuatro llevar a la subversión armada a tantos jóvenes uni- armados de la subversión.” “No le creo”, dijo
manos, ¿por qué se dirá así?) conoce perfectamen- versitarios y secundarios que, día a día, caen en Pablo. “¿Está en su casa?”, dijo Tessio. Pablo con-
te que la subversión es ideológica y se desenmasca- distintos enfrentamientos.” testó que sí. “¿Qué medicación tiene a mano?”
ran estos casos. La prueba está que en esta semana Pablo, pensaría Pablo, sabría que, en caso de “Lexotanil de 6.” “Tómese dos y trate de dormir”,
se tomó una decisión drástica contra un estableci- tener que citar alguna vez el texto del doctor dijo Tessio. “Eso, pensaría Pablo, diferenciaba a
miento educacional” en, sí, en Coronel Pringles, y Smart, lo haría con indebida extensión. Que, si lo un perejil de superficie de un guerrillero. Acorra-
se secuestró (palabra aplicada, según vemos, a las hacía en una novela, detendría el ritmo del relato. lado, el guerrillero se tomaba una pastilla de cia-
personas y a los libros, o, más exactamente, a cier- Si en un ensayo, la línea del razonamiento. Pero nuro. El perejil de superficie, un Lexotanil de
tas personas que leen ciertos libros y peor aún a desde ese 12 de diciembre en que lo leyó se dijo a 6 mg.
esas personas que hacen leer esos libros a la juven- sí mismo que no lo olvidaría y que si alguna vez Igual, no pudo dormir” (J. P. F., La crítica de
tud argentina, defendida siempre por sus Fuerzas debía citarlo (si vivía para hacerlo) lo haría exten- las armas, Buenos Aires, Página 12, pp. 101/105).
Armadas y por todo el país sano) un libro llamado samente, desordenadamente, sin preocuparse por
Educación y Liberación, pura basura marxista, pura el ritmo del relato, por la línea de la exposición ¿DE QUÉ HABLAN LOS
expresión de la peor de las subversiones, la ideoló- ensayística o por la maldita estética en cualquiera QUE HABLAN DE
gica, porque sepan, señores, si Evita viviera sería de sus formas. Un texto de Adorno vendría en su LOS DOS DEMONIOS?
ideóloga, he aquí la verdad, y si quieren decirlo de ayuda: “El autor fue incapaz de dar el último ¿De qué hablan quienes hablan de los dos
otro modo, si quieren unir a Evita con esa mate- toque a la redacción del artículo sobre Auschwitz; demonios? ¿Qué clase de demonio era la autora de
rialidad, con esos objetos maléficos que más putri- debió limitarse a corregir las fallas más gruesas de Educación y Liberación, ese libelo que fuera secues-
cionan el alma de nuestros jóvenes, digan sin hesi- expresión. Cuando hablamos de lo horrible, de la trado en una escuela de Coronel Pringles? Y no
tación alguna: Si Evita viviera sería librera. muerte atroz, nos avergonzamos de la forma (...). tenga nadie ninguna duda: a esa profesora, si no
¿Dónde están ahora todos esos canallas que enve- Imposible escribir bien, literariamente hablando, había logrado huir del país, la detuvieron, la tor-
nenaron el alma argentina? “Ahora (dice Smart, sobre Auschwitz; debemos renunciar al refina- turaron, la violaron y la tiraron al Río de la Plata,
lee Pablo, a cuatro manos su culo estremecido), miento si queremos permanecer fieles a nuestros todo por haber escrito un libro llamado Educación
ellos, que en su momento los armaron, han dado instintos” (Consignas, Prefacio). Latía un supues- y Liberación, que era, la palabra “Liberación”, una
un paso atrás tratando de pasar desapercibidos. to en la recurrencia al texto de Adorno: que la especie de comodín que se le ponía de título a
Una de las mayores preocupaciones es cuidar que masacre argentina resignificaba Auschwitz. Claro tantas, tantas cosas. Como “dependencia” o “Ter-
en el ámbito de la cultura no se infiltren nueva- que sí. Fue Primo Levi, el escritor que más honda- cer Mundo”. Las palabras del doctor Smart reve-
III
lan hasta qué punto la represión se desató con- no llama ‘insaciabilidad del principio persecu- las masas o qué modo de cagarse en ellas,
tra civiles desarmados, contra “profesores de torio’. (Ese general fue Ibérico Saint Jean, dete- como lo hizo. ¿Vamos a seguir demorando la
toda la enseñanza”. La paranoia decía: “Ellos nido ahora junto a Jaime Smart.) Que nadie se discusión de estos temas? ¿Que se le hace el
plantaron en sus mentes la semilla de la sub- considere a salvo. Se comienza persiguiendo a juego a la derecha? De ningún modo: nos
versión”. Esto de la semilla de la subversión una minoría y se termina por perseguir a deterioramos los tipos de izquierda, los que
era también el justificativo para matar chicos todos, ya que el principio persecutorio se ali- siempre apostamos a las masas y que, por
de catorce o dieciséis años: en ellos ya estaba la menta de sus propios crímenes y, así, no ellas, por el peronismo de masas, nos metimos
semilla de la subversión. O niños, que la here- puede detenerse. Para impedir que Auschwitz en él.
daban. o la ESMA se repitan hay que apelar, en la Pero –en esta historia de la obstinación
Se dice del doctor Smart que presenciaba educación, a los instintos egoístas de preserva- peronista– aún no llegamos a ese punto. Lle-
personalmente las torturas. No lo sé. No me ción. Quienes piden que maten a los otros garemos en el punto titulado: Peronismo y vio-
consta. Pero una de las técnicas de la contrain- para vivir en una sociedad segura están instau- lencia: levantar la mano sobre el otro. El título
surgencia argentina era comprometer a todos rando el régimen que puede devorarlos. Un se inspira en uno del poeta Jean Améry, que
los oficiales en los actos de torturas y también orden que mata termina eliminando la seguri- fue detenido por los nazis en Bruselas, en
a muchos civiles, la mayoría empresarios del dad. Cuando una vida pierde su valor, la pier- 1943, y trasladado a Auschwitz. Améry escri-
establishment. Era un sadismo que los milita- den todas. Sólo están seguros quienes pertene- bió un libro sobre el suicidio: Levantar la
res ejercían sobre los hombres de negocios por cen al grupo persecutorio, y ni ellos, ya que el mano sobre uno mismo (Levantar la mano sobre
los cuales luchaban y quienes les facilitaban las terror puede devorarlos con cualquier excusa”. uno mismo, discurso sobre la muerte voluntaria,
listas de las comisiones internas que debían La propuesta adorniana de instituir en la edu- Pre-Textos, Valencia, 2005). En un hotel en
liquidar. Era como si los militares dijeran: “Lo cación el concepto de la insaciabilidad del Salzburgo, en 1978, se suicidó.
hacemos, pero vengan a presenciar el espectá- principio persecutorio es fundamental en la Hoy, ahora, nos alegra que Jaime Smart res-
culo. No se queden cómodos en sus casas en Argentina, un país que siempre encuentra cul- ponda por sus crímenes. Y que Ibérico Saint
tanto nosotros hacemos la tarea sucia. Vengan pables, y pide, por consiguiente, mano dura Jean confiese a cuántos subversivos, amigos de
y miren. Esto es lo que hacemos para defender para ellos. subversivos, familiares, indiferentes y tímidos
sus negocios y, también, el estilo de vida Adorno se pronuncia luego contra la “razón mandó a fusilar tal como, con descarada trans-
argentino, el ser nacional, el estilo de vida de Estado”. Escribe: “Cuando se coloca el dere- parencia, lo dijo en 1976, públicamente, en el
occidental y cristiano”. Lo dice el más grande cho de Estado por sobre el de sus súbditos, se colmo del reino de la impunidad, que ya no lo
historiador de los tiempos modernos en un pone ya potencialmente el terror” (Ibid., p. protege porque se está derrumbando.
libro que escribió a sus gloriosos noventa años 95). Luego diferencia entre los ejecutores y los Confieso que solía decir que no saldaba lo
(no todo habla en favor de la denigración de la asesinos de escritorio. Cree que la educación esencial que Videla fuera preso. O Massera.
condición humana): “El ascenso de un colosal podría menguar el número de hombres dis- Que estaba bien, claro. Pero nada podría sose-
terror a lo largo del último siglo no es reflejo puestos a transformarse en verdugos. Pero: gar la catástrofe que habían descargado sobre
de la ‘banalidad del mal’, sino de la sustitución “Temo que las medidas que pudiesen adoptar- una entera generación, la enfermedad mental
de los conceptos morales por imperativos se en el campo de la educación, por amplias de Pablo Epstein, que se curó definitivamente
superiores (...) en los regímenes militares de que fuesen, no impedirán que volviesen a sur- de su cáncer pero siempre temerá –cada día
América latina en la época en que podía obli- gir los asesinos de escritorio”. La conclusión es menos, es cierto, porque hay gente que lo
garse a todos los oficiales argentinos de una pesimista, ya que si vuelven a surgir los asesi- quiere y sabe bien cómo protegerlo de sus
unidad participar en actos de tortura a fin de nos de escritorio habrán de retornar los verdu- “recurrencias” cada vez menos “recurrentes”–,
que recayera sobre ellos, en conjunto, lo que gos, que son muy dóciles a sus razones. siempre temerá, decía, alguna recurrencia,
de este modo quedaba admitido como una Y, por último, y sé que esto me va a ganar algún avance de ese mal adormecido. Sin
infamia compartida” (Eric Hobsbawm, Guerra odios feroces, pero no puedo de dejar de decir embargo, la prisión para el cruel doctor Jaime
y paz en el siglo XXI, Crítica, Barcelona, 2007, todas las verdades aunque sean terriblemente Smart, que tanto daño hizo a su salud mental
p. 139). incómodas, ¿cómo llamarían ustedes a un tipo porque dio justo en el clavo de su enferme-
El doctor Smart es lo que Theodor Adorno que, desde un escritorio, lejos, en México, dad, porque lo llenó de culpa, porque dijo
llamaba “asesinos de escritorio”. Adorno esta- seguro, creyendo manejar una “guerra” que “ustedes, los ideólogos, son los que armaron a
blecía que era la sociedad de competencia, con no es tal, entregándoles a los militares la coar- la subversión, son los más culpables de todos,
la consagración de la mónada social, la que lle- tada de la “guerra sucia” al afirmar que pelea más culpables que el combatiente al cual aba-
vaba a la insensibilidad de las conciencias ante una “guerra”, al incurrir en un accionar sin ten las fuerzas de seguridad”, esa prisión
la suerte del otro, del perseguido. Cuando se masas, en un vanguardismo que gira en el calmó su sombría, oculta, sensación del daño
pregunta por qué tantos callaron, por qué vacío, que encuentra su razón más profunda irreversible. Tienen razón las Madres: el casti-
nada hicieron quienes escucharon los gritos en en su propia soberbia y en el pequeño grupo go de los culpables es reparador. Entrega una
la noche, habrá de responder que el terror es que lo rodea, ese tipo, desde un escritorio, cálida certeza: la historia, en algún momento,
una explicación, pero que la sociedad que se ordena “contraofensivas” que mandan a la castiga a los malvados, a los asesinos. No
basa en el individuo y diluye la idea del víncu- muerte segura a cientos de jóvenes desalenta- todos logran zafar. No a todos cubre la impu-
lo es también responsable de los silencios ante dos, con pocas esperanzas, mal equipados, nidad. No le deseo ningún mal al doctor
el dolor de los otros. Hay una incapacidad de pasto fácil para las fuerzas de contrainsurgen- Smart. Sólo pido para él, como piden las
identificación. cia y sus inenarrables crueldades. ¿Cómo lo Madres y las Abuelas, justicia. Que se lo juz-
¿En qué se basa y cómo se combate contra llamaría Adorno a ese personaje? Lo llamaría gue como lo que fue: posiblemente el más
ella? Quienes no se identifican con los perse- como lo que es: un asesino de escritorio. No es lúcido y fanático adherente de la dictadura
guidos lo hacen desde dos vertientes: 1) Sólo alguien que mató, pero es alguien que envió a asesina. Sólo José Luis García Venturini, que
los perseguidos serán perseguidos. Ellos, al no la muerte. Por cierto que su responsabilidad murió antes de la llegada de la democracia,
estar dentro del grupo perseguido, están a no es la misma que la de Smart, quien tenía probablemente sintiendo que se venía una
salvo. 2) Los perseguidos algo han hecho para todo el poder del Estado y, casi seguramente, época que no podría tolerar, se le iguala.
serlo. Lo que remite a nuestro célebre “por presenció torturas y asesinatos. Pero éste carga Smart fue un fanático, un hombre en que el
algo habrá sido” o “algo habrán hecho”. Ador- sobre sí muchas vidas que debieron salvarse, odio llegó a los extremos, ahí donde se trans-
no tiene un par de cosas para decir sobre esto. muchas vidas a las que envió al tormento por forma en la necesidad incontenible de matar
su vanagloria triunfalista e irresponsable. al Otro, en todas las formas en que él dicta-
EL GRUPO PERSEGUIDOR Smart y Firmenich no son dos demonios. mina su culpabilidad ilevantable.
El grupo perseguidor –dice– es insaciable. Uno tenía el Estado y no mandó a nadie de los Seguiremos con la Libertadora en el próxi-
Hay una “insaciabilidad propia del principio suyos a morir, salvo quizás a algún milico mo suplemento. Me disculpo si personalicé
persecutorio”. (Consignas, Amorrortu, Barce- muerto en combate, en los pocos verdaderos esta cuestión excesivamente. Me habría sido
lona, p. 94). Y luego escribe: “Sencillamente, enfrentamientos que hubo. Pero Smart envia- muy difícil evitarlo. Pero acaso este texto de
cualquier hombre que no pertenezca al grupo ba –desde el poder del Estado– a milicianos Smart (que logré recuperar por una gestión
perseguidor puede ser una víctima”. Este es que sabía iban a destrozar a sus oponentes. No que hizo una de mis hijas en el CELS) sirva
realmente un razonamiento poderoso. Adorno los mandaba a morir, los mandaba a vencer y para aportar en algo a su enjuiciamiento.
dice que hay que apelar a él (siempre en la luego a matar a los derrotados. Firmenich, Quiero, por último, aclarar que trataremos
busca de impedir la repetición de Auschwitz o desde el escritorio del exilio, los mandaba a sobre Ernesto Sabato en el Suplemento N° 26,
de la ESMA, agregamos nosotros, argentinos) morir. También a matar, pero sabía que no y que de Sabato uno podrá decir cosas a favor
porque hinca el diente en el principio egoísta matarían a nadie o a muy pocos. Y si no lo o en contra, pero es un hombre que está en los
de las personas. “He ahí un crudo interés ego- sabía, estaba extraviado. Era claro que esas antípodas de Smart. Es un acto de sincero res-
ísta al que es posible apelar” (Ibid., p. 94). acciones servirían sobre todo para enfurecer el peto alejarlo de semejante monstruo, ya que,
Sabe que es ingenuo e insuficiente apelar a la revanchismo militar y provocar más muertes, al ocuparse de él el suplemento que sigue,
generosidad, sobre todo en una sociedad que muertes de cautivos o de pobres tipos de podría llevar a pensar que esa cercanía es más
se basa en el egoísmo smithiano. Sería enton- superficie, hacia los cuales, a causa de cada que un hecho expositivo. Que quede claro:
PRÓXIMO ces necesario decir (decirles por ejemplo a los delirio miliciano del Pepe, se ampliaba el no. Este suplemento (el de hoy) está fuera de
argentinos): “El principio persecutorio es insa- espectro represivo, que no pensaba incluirlos, la cadena expositiva (o de la que intentamos
DOMINGO
ciable. Entre nosotros, lo expresó ese general pero que, ahora, el revanchismo los requería establecer pese a sus evidentes quiebres) de
que proponía fusilar progresivamente hasta, como pobre carne de venganza. Qué horror, nuestro relato. Sabato viene en el suplemento
Sabato, el hombre por último, fusilar a los ‘tímidos’. Ese persona- qué injusticia, qué atrocidad, qué falta total siguiente al de Smart, pero es nuestro deber
sensible de la je expresó como nadie –como casi ningún de conocimiento de la verdadera relación de despegarlo absolutamente de un personaje tan
Libertadora hombre del régimen hitleriano– lo que Ador- fuerzas, qué modo de desconocer el reflujo de sombrío, de un asesino.

IV Domingo 11 de mayo de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


26 Sabato, el hombre sensible
de la Libertadora

Suplemento especial de

Página/12
SOBRE LA PARANOIA GORILA vida”, en esa existencia “llena de pequeños aconte-
cimientos sociales y de diarios negocios o inversio-
ese a considerar, con lucidez, que al nes” el miedo tiene las cualidades temibles de lo

P peronismo no se lo habría de ani-


quilar con decretos, sino con “ilus-
tración, esperanza y libertad” (nada
de lo cual fue recibido por las masas
peronistas de manos de los antiperonistas triun-
fantes), Mary Main centra la efectividad de su
libro en trazar la atmósfera de una Argentina
próximo y real, en la intimidad se habla de actos
de violencia, de revueltas futuras, y, por fin, todas
las conversaciones giran en torno a “ella”, lo que
revelaba el miedo que todos le tenían, “ella” esta-
ba; “de cada temor (...) y la energía desplegada
para disimular su influencia y su poderío no servía
para otra cosa que para probar hasta qué punto se
sometida por el peronismo al miedo: “Eva tenía había transformado en una obsesión colectiva”
también sus informantes, el mozo, la mujer sen- (Main, Ibid., p. 10).
tada en la butaca próxima en el cinematógrafo, el Mary Main dice haber regresado a Buenos Aires
conductor del taxímetro, la mucama, la manicu- en 1951. ¿Qué dejó detrás? Un país estragado por
ra, en fin, cualquiera podía ser espía y podían la paranoia. Sería fácil marcar todas las contradic-
estar en cualquier lado: en las oficinas públicas, ciones que tiene su texto, lo clasista que es, lo
en las escuelas, en las facultades, en las residencias patéticamente ingenua que resulta la queja sobre
de los particulares y en los lugares de diversión” el cambio de actitud y la mejoría del sueldo de las
(Main, Ibid., p. 123). El inicio de su relato es cocineras o la delicia sobre los buenos argentinos
literariamente efectivo: “Abandoné Buenos Aires que temen, no sólo por sus vidas, sino “por sus
poco después de que Perón fuera elegido para su bienes”, respuesta que da Main, desde el corazón
primera presidencia y regresé a la ciudad en de la oligarquía, a quienes sostienen que el primer
1951” (Main, Ibid., p. 9). Su descripción de Bue- peronismo no planeaba expropiarla. La señora
nos Aires es similar a la que presenta Mordisqui- Main dice: sí, se temía eso. Se trata de un texto
to: “sosegada forma de vida”, “próspera”, “en casi paranoico escrito en el preciso momento en que
todas las manzanas los escombros que anuncia- McCarthy perseguía a todo el mundo en Estados
ban nuevas construcciones”, “las gardenias conti- Unidos. Main trasladó el mecanismo a la Argenti-
nuaban comprándose en las calles por unas esca- na. Hay un gran film de 1956, La invasión de los
sas monedas”, “la calle Florida cerrada al tránsito usurpadores de cuerpos (Invasion of The Body Snat-
desde el mediodía”, “colmada de gente como si chers), basado en una novela de Jack Finney y diri-
fuera la pista de baile de una ‘boîte’”, “la vida gido magistralmente por Don Siegel e interpreta-
social (...) se vinculaba siempre con ‘cocktails do (algo que pocos dicen) con enorme convicción
parties’ y vestidos de fines de semana en los por un actor entrañable de la clase B norteameri-
‘country club’ o en alguna estancia, mientras las cana que, precisamente, tenía el mismo apellido
conversaciones giraban alrededor del alza de los que el senador Joseph Raymond McCarthy, naci-
precios, de los enriquecimientos rápidos, de los do el 14 de noviembre de 1908 en el estado de
scores en golf, de la escasez de manteca y de los Wisconsin, es decir, se llamaba McCarthy, Kevin
viejos y buenos días en que las cocineras ganaban McCarthy. Seré breve: el film narra un ataque
ochenta pesos por mes y lavaban toda la ropa de alienígena (Marte: Planeta rojo) de horrorosas
la casa” (Main, Ibid., p. 9). El texto –riquísimo– características. Unos habitantes de la pequeña
de Main revela qué clase social frecuentaba: la localidad de Santa Mira empiezan a revelar con-
oligarquía. De aquí extraía su versión del peronis- ductas extrañas. La cosa es que ellos ya no son
mo. Porque si se encontrara con Discépolo el ellos. Alguien o algo se ha apoderado de sus cuer-
vate le diría que todo eso que vio: la gardenias, la pos y de sus mentes. Pongan ustedes aquí lo que
calle Florida colmada de gente, la prosperidad, las quieran: pero si un film les cuenta esto en 1956 y
nuevas construcciones, era el peronismo, “el tec- pasa en Estados Unidos, que está en medio de una
nicolor de los años felices”. Y si le escuchaba la Guerra Fría con los comunistas, está claro que los
queja por la falta de manteca le habría dicho lo que se están apoderando de los cuerpos y las men-
que sabemos: “Leche hay, leche sobra; tus hijos, tes de los buenos ciudadanos de Santa Mira son...
que alguna vez miraban la nata por turno, ahora los comunistas. Es la visión del Otro que se apo-
pueden irse a la escuela con la vaca puesta”. dera de “lo mío” o de “lo nuestro”. Aquí, en
Cuando citamos este texto por primera vez (al Argentina, cuando los militares del Proceso, a las
ocuparnos de Discépolo) olvidamos esta simetría diez de la noche o más tarde también, pregunta-
fascinante: El niño peronista iba “a la escuela con ban desde los televisores “¿Usted sabe dónde está
la vaca puesta”, tal como, antes del peronismo, se su hijo ahora?”, buscaban introducir el mismo
iba a Europa la familia oligárquica. El peronismo pavor. En vez de los comunistas, la subversión,
había logrado un traslado de la vaca (sin quitárse- que era la forma argentina de los comunistas. Pero
la a la oligarquía, lo que habría significado la pregunta decía: “Sepa bien dónde está su hijo
“expropiarla”, hipótesis que ya tratamos) de la ahora, porque si usted no lo sabe es posible que
oligarquía viajera al niño que iba al colegio. Tam- algún subversivo se esté apoderando de él introdu-
bién ahora los niños tenían “la vaca atada”. Vol- ciendo en su cabeza ideologías extrañas a nuestro
viendo al tema de la escasez de manteca (típico estilo de vida occidental y cristiano”. Entre “ideo-
del sonsonete oligárquico que siempre –o casi logías extrañas” y “alienígenas” no hay diferencias.
siempre, demasiado casi siempre– la clase media El film de Siegel tiene un cierre poderoso. Sin
copia), Discépolo respondía: “¡No hay queso! esperanzas, luego de haber besado a la única per-
¡Mirá qué problema! Antes no había nada de sona que seguía a su lado, su novia, Becky Dris- parte, la caída del Muro y de la Unión Soviética
nada, ni dinero, ni indemnización, ni amparo a la coll (Dana Wynter), Kevin McCarthy aparta sus parecen haber autorizado a algunos investigadores
vejez... y vos no decías ni medio”. labios de los de ella, la mira y se da cuenta. Ella ya a decir que recién ahora tienen los documentos
Lo que retrata Main es, sobre todo, el bienestar no es ella, es un alien. La escena es la cumbre del necesarios, los de la KGB sobre todo, como para
de la oligarquía y sus pequeñas quejas. Algunas cine paranoico. La cumbre del macartismo. No te poder decir, sin hesitación alguna, ¡que McCarthy
paradigmáticas: el horror de que las cocineras ya fíes ni de aquellos que te aman. Ni de aquellos a tenía razón! A veces uno agradece seguir sobre este
no ganaran ochenta pesos por semana, sino quienes amas. Todos pueden ser Otro en cual- mundo frecuentemente desalentador a causa de
mucho más y, para peor, no lavaran la ropa de la quier instante. Porque Ellos se apoderarán de las hilarantes sorpresas que presenta. Juro que
casa. Como sea, todo parece bastante idílico. Todos. Kevin, desesperado, huye en busca de la jamás pensé (ni se me pasó por la cabeza) que
Hasta que entramos en el fragmento paranoico del autopista. Y aquí viene el gran cierre del film de alguien se atrevería a reivindicar a McCarthy.
relato. Como todo relato paranoico tiene elemen- Siegel. Kevin llega a la autopista, con cara de loco, Pero no quiero equivocarme: si la cosa ha empeza-
tos de verdad. Ya se sabe: lo temible del paranoico los ojos muy abiertos, transpirado, y, a los gritos, do, no se detendrá. Estados Unidos está acaso tan
es que siempre tiene razón. Al menos, él lo cree a los manotazos, intenta detener a los automóvi- paranoico o más que en los tiempos de McCarthy.
así. Main, con mano segura, desliza que hay, en les, en tanto grita: “¡Usted puede ser el próximo! No es casual que aparezcan los que luchan por
las conversaciones, silencios inesperados, o se pasa ¡Usted puede ser el próximo!”. Mira a la Cámara, rescatar su nombre y su lucha. El tipo es un espa-
con brusquedad a temas triviales, hay pequeños nos mira y, por última vez, a todos, nos dice: ñol. Cuando vi el libro y le dije a mi amigo librero
indicios: el dedo sobre los labios, una señal, si dos “¡Usted puede ser el próximo!” (Nota: Este esque- cinéfilo que me lo llevaba me dijo: “Pero mire que
señoras comparten un taxi, hacia el chofer: puede ma de los cincuenta, que utilizó el macartismo y es a favor de McCarthy”. “Mejor”, le dije. “Soy
estar escuchando y delatarlas, las cruces rojas sobre que Mary Main aplicó al peronismo y que Videla muy curioso. Quiero ver cómo se hace para defen-
ciertas puertas, “una ciudad casi a oscuras” (se utilizó contra el “enemigo subversivo”, gozó de der a McCarthy.” Le pregunté más o menos qué
contradice con la pintura anterior, el contraste se enorme desprestigio durante años. Sobre todo su decía el tipo. El librero me dijo que él no aguanta-
transforma en contradicción, JPF), hay dos nom- creador, Joseph McCarthy. Pero Estados Unidos, ba leerlo. Yo no: me lo tomé como una obliga-
bres que no deben pronunciarse en alta voz, se desde la ya lejana aparición de El choque de civili- ción. Más aún: como un signo de los tiempos. La
vive una vida “de callados y secretos temores”, no zaciones de Samuel Huntington, vive una nueva cosa es un poco como el poema de Brecht: “Pri-
hay quien no tenga un amigo en la cárcel, no hay experiencia paranoica, más concreta a partir del mero empezaron por reivindicar a McCarthy...
quien no sienta amenazados “sus bienes y su acontecimiento de las Torres Gemelas. Por otra etc.”. El libro se llama McCarthy o la historia igno-
II
sentativo de su pluma y sirve para abultar un poco
su bibliografía, de por sí muy escasa. Pero aquí
evitaremos la “cuestión Sabato”. Trataremos de
ver solamente su visión de los hechos en este cuasi
panfleto de militancia que fecha en Santos Luga-
res, en junio de 1956, el mes de los asesinatos de
la Libertadora a los que no hace mención en su
texto probablemente porque lo escribió antes de
que éstos se produjeran.
Si bien Sabato incurre en todos los tics de la
época, se observa en él la búsqueda de una posi-
ción equidistante de las pasiones, de los extremos,
actitud muy de su estilo que no habrá de abando-
nar. En plenos años setenta, cuando le hacía
reportajes más que a menudo la revista Gente y él,
muy tranquilo y, al parecer, halagado, los acepta-
ba, declaró: “Hacia el socialismo, pero en liber-
tad”. Con lo cual quedaba bien con todo el
mundo. Con los jóvenes rebeldes socialistas. Y
con los liberal-democráticos que ya conversaban
con las Fuerzas Armadas para frenar el accionar
subversivo de la juventud socialista que militaba
masivamente por el retorno de Perón. Su voz, en
junio de 1956, suena, no obstante, más compren-
siva que la de otros. Aunque no merece el respeto
de un Milcíades Peña. Porque Sabato festejó el
golpe del ‘55 y hasta confiesa, en su pequeño
texto, haber llorado junto a su amigo Orce Remis
en Tucumán. Milcíades, por el contrario, un
hombre infinitamente más lúcido que Sabato,
pese a estar en muchísimas cosas contra el pero-
nismo, tal como hemos analizado exhaustivamen-
te, advertía que el movimiento que se preparaba
para derrocarlo era antiobrero, derechista católico
y abiertamente reaccionario. De aquí que haya ido
a pedir armas a la CGT para defender al gobierno
de Perón en lugar de emocionarse con la voz de
Puerto Belgrano que llegaba, lejana y pasional, y
provocaba lágrimas de emoción en Sabato, como
en la oligarquía, los ardientes católicos del Cristo
Vence y la aviación de la Marina que había masa-
crado la Plaza de Mayo en junio de ese año. Era
difícil sostener a Perón, porque su desgaste era
muy grande y no parecía tener deseos ni fuerzas ni
el más mínimo entusiasmo de encarar una lucha a
fondo. Pero de ahí a sumarse a un movimiento
que, a un analista de izquierda lúcido, no podía
sino revelarle su rostro vengativo y clasista, antio-
brero y antipopular, había un gran trecho que
muchos, demasiados, dieron.
Sabato empieza por aclarar (como si hiciera
falta) que la Argentina se encuentra en una gran
encrucijada histórica. Pero no habrá de ser padeci-
da por quienes él piensa. Sino que ellos actuarán
como verdugos. La compara con la de 1853, con
lo cual adhiere al eslogan de la Libertadora:
Mayo-Caseros y Tercera Tiranía. “Sarmiento,
Echeverría y Mitre son ejemplos que hoy debemos
invocar” (Ernesto Sabato, El otro rostro del peronis-
mo, sin pie de imprenta, Buenos Aires, 1956, p.
10). Promete luego que habrá de publicar un
ensayo bajo el título de La sombra de Facundo,
cosa que nunca hizo (Ibid., p. 11). De inmediato
habla de “la insuperable corrupción del absolutis-
mo peronista” (Ibid., p. 17). Y luego se refiere a sí
rada del cine. Lo escribió Fernando Alonso Bara- paranoia se les confirmó. El peronismo les quitó mismo, a cierto aspecto de su historia, algo que
hona y lo editó en Madrid la editorial Criterio ese 33% de la renta que deslizó hacia el proletaria- también habrá de acostumbrar hacer en el futuro.
Libros. Alonso Barahona dice que McCarthy do. Durante estos días, otra vez la oligarquía sien- Onetti confesó que había dejado de leer Abbadón,
conoció años de gloria pero luego fue condenado te que un gobierno “alienígena”, heredero de el exterminador cuando leyó: “Sabato estaba punto
al desprestigio. Que se inventó el adjetivo macar- quienes en el pasado usurparon las mentes de de cruzar la calle cuando...”. Escribe el autor de
tista como sinónimo de persecución o caza de bru- muchos jóvenes con “ideologías extrañas a nuestro Sobre héroes y tumbas (novela de fulminante éxito
jas. “Pero la historia sigue su curso frío y de vez en ser nacional”, les está “reteniendo” los ingresos cuando apareció): “De mi propia experiencia de
cuando toma sus venganzas” (Ibid., p. 10). ¿Por para “distribuirlos” hacia las cocineras que ya no estudiante comunista, entre los años 1930 y 1935,
qué la historia, después de la Guerra Fría, habría se conforman con ochenta pesos. No sé, espero recuerdo que nos daba vergüenza emplear ya
de seguir teniendo un “curso frío”? ¿De qué tiene terminar estos suplementos y que la oligarquía grandes palabras como patria y libertad, sobre
que vengarse la historia? ¿De los que acusaron a –esa que la Juventud Peronista, y no D’Elía, que todo si iban con mayúscula, hasta tal punto las
McCarthy? Sí, respondería Alonso B. Conclusión: se apropió del término, llamaba “puta”– se sosie- habíamos visto prostituirse en las bocas de los
la historia hace justicia. Juzga. Claro: ¿o no se gue un poco, respete el orden constitucional y ladrones políticos. Y ese sentimiento de pudor fue
habla del Tribunal de la Historia? Además, del podamos, al menos, seguir pensando seriamente tan persistente que hube de llegar hasta la revolu-
modo en que Alonso B. lo escribe, pareciera que este país antes de agarrarnos a patadas otra vez. Si ción de 1955 para volver a pronunciarlas” (Ibid.,
“la venganza” se la ha tomado “la historia”. ¿A ella se llega a eso que sea luego de haberlo pensado p. 18). Dice que eran las masas trabajadoras las
entonces se la ofendió al atacar durante años a con rigor, serenamente. torturadas salvajemente en la Sección Especial
McCarthy? Ergo, si al atacar a la historia se atacó contra el Comunismo. Que el paso por la Sección
a McCarthy, la historia es macartista. Que es lo SABATO: “EL OTRO ROSTRO Especial era “trágico”. Le reconoce a Perón (pero
que quieren todos los paranoicos. Que es lo que DEL PERONISMO” sólo por su paso por la Italia fascista) que advirtió
hace Mary Main con el peronismo. Porque su El pequeño texto de Sabato que pasamos a ana- que había llegado para el país “la era de las
“historia” es la historia de los temores y, por con- lizar se presenta como una respuesta al dirigente masas”. Así, “las masas populares (...) fueron con
siguiente, de los odios desmedidos y hasta de las nacionalista Mario Amadeo. No es un texto que el primer aventurero que supo llegar a su cora-
injurias de las clases poseedoras. Que, según pare- Sabato haya querido mantener vigente pues poco zón”. Luego dice obviedades: que los socialistas (a
ce, sintieron que el peronismo les quitaba sus es lo que retornó a él, y no lo volvió a publicar, los que llama “puros”) no sabían cómo llegar a las
“bienes”. Lo cual, IAPI, mediante, era cierto. La hasta donde yo sé. De todos modos, es muy repre- masas. Dice lo mismo de los comunistas, de los
III
conservadores y los nacionalistas. Compara a de nuestra común infancia de argentinos” Escribe: “¿Cómo podían creer los trabajado-
Perón con Hitler, pero encuentra a Hitler más (Ibid., p. 39). Insisto: ¡cuán superior fue Mil- res en la palabra Libertad, que a cada instan-
sincero: “Porque, a diferencia de nuestro tira- cíades! En el momento en que Sabato lloraba te pronunciaban los dirigentes políticos, si al
no aborigen que nunca dijo la verdad, el som- de emoción por su infancia de argentino por menor intento de huelga eran perseguidos y
brío dictador alemán la dijo casi siempre” fin recuperada, imagino a Milcíades pidiendo encarcelados? (...) Y les asiste todo el derecho
(Ibid., p. 23). Y desenmascara el secreto pro- armas en la CGT y puteando furioso contra al descreimiento, si esa sagrada palabra no
yecto de Perón y el GOU: “No debe cabernos Perón, pero desde el lado de la lucha. Dicien- aparece respaldada por el concepto de justi-
duda de que el propósito inicial de este coro- do: “Maldito general, se raja justo ahora cuan- cia social. (...) Porque es por lo menos sospe-
nel, y de muchos de los oficiales que lo rodea- do hay que luchar contra toda esta avalancha choso que la palabra libertad sea invocada
ban, era el de regir una satrapía del imperio catolicoide, oligarca, liberal, pro-yanki, con por los grandes empresarios y los capitanes
alemán, si Hitler triunfaba en Europa” (Ibid., malditos comandos civiles formados por los de las finanzas. Los obreros saben, amarga-
p. 23). Habla luego de un esquema que habrá niños bien. ¡Queremos armas, carajo! ¿Dónde mente, que para esas personas ‘libertad’ sig-
de manejar siempre: el hombre niega, por está ese general que no se pone al frente de la nifica la libertad de sujetar al asalariado
medio de la razón, su naturaleza dual, contra- lucha?”. Estoy seguro de que esto pasaba con mediante la sola, dura ley de la oferta y la
dictoria. Cita a Dostoievski, cuyas Memorias Milcíades (con palabras menos melodramáti- demanda, y la entrega de la riqueza nacional
del subsuelo son el libro axial de su concepción cas de las torpes que puse en su boca) y a los consorcios internacionales” (Ibid., p.
binaria de la condición humana: racionalismo muchos otros que sabían muy bien lo que se 50). ¿Quieren saber algo? Yo suscribiría esta
versus condición trágica del hombre. Abreva venía, lo que habría de suceder a Perón, a ese frase de Sabato. Y dicha en el anclaje históri-
también en León Chestov y Nicolás Berdiaeff, Perón que él había cuestionado pero salía a co supragorila de 1955 más valor tiene. Es
representantes en esos años de una especie de defender en su caída porque era preferible al cierto que en seguida escribe una tontería
“filosofía de la tragedia”, atractiva para adoles- régimen clasista, oligárquico e “ilustrado” que como: “Pero cuando decimos justicia social
centes con exaltaciones demoníacas. Dadas las venía a reemplazarlo. no queremos decir demagogia, pues la dema-
características personales de Perón, dice luego, gogia es a la democracia lo que la prostitu-
su gobierno no podía concluir sino “en la tira- EL OTRO SABATO ción es al amor” (Ibid., p. 50. Pero éste es el
nía más execrable, en la megalomanía y en la Sabato, entre tanto, lloraba de emoción. Y juego de un escritor que, como Perón, fue
corrupción, en el peculado y la amoralidad” aquí aparece el otro Sabato: el del corazón siempre pendular. Que quería armonizar
(Ibid., p. 26). Vuelve a Dostoievski, a quien abierto, el de la comprensión: “Si en el pero- todos los contrarios y mostrar un rostro dis-
simplifica, y esa doctrina acerca de la dualidad nismo había mucho motivo de menosprecio o tinto al de aquellos que, en última instancia,
esencial del ser humano: “Fedor Dostoievski de burla, había también mucho de histórico y eran los suyos, pero no puede desconocerse
afirma que Dios y el Demonio se disputan al de justiciero” (Ibid., p. 40). Y todavía sigue: que si se hubieran aplicado sus concepciones
ser humano, y que el campo en que esa dra- dice que los antiperonistas hicieron todo lo habría existido más piedad para los desdicha-
mática lucha tiene lugar es el corazón del posible por fortalecer a Perón, agraviándolo dos obreros peronistas). El tercer punto se
hombre” (Ibid., p. 28). Luego (para buscar una y otra vez, en tanto las masas lo amaban. titula: Los sindicatos a los trabajadores. Y es
lucir su erudición) refuerza la tesis con Pascal: Y escribe páginas sensatas. Escuchen: “Con un título muy antipático para los “libertado-
“Que, como todos nosotros, también era ángel ciertos líderes de izquierda ha pasado algo tan res”. “Los sindicatos deben ser entregados a
y bestia”. Condición que no parece haber tra- grotesco como con ciertos médicos, que se los trabajadores. (...) Mientras la ardua cues-
mado el alma de Perón: sólo bestia. Pero sí la enojan cuando sus enfermos no se curan con tión de los sindicatos no se resuelva no habrá
de Sabato porque, a partir de este momento, el los remedios que recetaron. Estos líderes han paz social y no existirá la más remota posibi-
texto entra en su etapa angélica, comprensiva, cobrado un resentimiento casi cómico –si no lidad de reconstruir la economía del país”
el alma bella del escritor que entiende el alma fuera trágico para el porvenir del país– hacia (Ibid., p. 51). Luego, la responsable, profun-
simple del pueblo al que ha engañado ese las masas que no han progresado después de da aceptación de la culpa: “Todos somos cul-
coronel mentiroso, falaz, más insincero que el tantas décadas de tratamiento marxista. Y pables, de alguna manera o de otra” (Ibid.,
mismísimo Hitler, del cual Sabato ha extraído entonces las han insultado, las han calificado p. 53). ¿Lo imaginan al “socialista” Américo
la certeza un tanto absurda de la verdad (aun- de chusma, de cabecitas negras, de descamisa- Ghioldi diciendo algo así? ¿A Rodolfo
que siniestra) de sus palabras. Confiesa que dos; ya que todos estos calificativos fueron Ghioldi, a Codovilla? ¿A la izquierda argenti-
“era un error pensar que a Perón sólo lo apo- inventados por la izquierda” (Ibid., p. 42). La na? Era más lúcido y abierto y comprensivo
yaban los desclasados” (Ibid., p. 31). Con esto izquierda se enfrentaba con dos proletariados: un francotirador como Sabato que todos
ya supera a Martínez Estrada en comprensiva “Un proletariado platónico, que se encuentra ellos. Incurre luego en un par de conceptos
piedad por el peronismo. Convengamos que en los libros de Marx, y un proletariado grose- gorilas típicos de la época, es como si se
para superar los energunismos de Martínez ro, impuro y mal educado que desfilaba en asustara de lo que dice y de inmediato quiere
Estrada no hacía falta demasiado. (¿Les gustó alpargatas tocando el bombo” (Ibid., p. 42). enmendarlo con insultos al tirano (“Perón,
esa palabra? ¿Energunismos? Energúnicos, al Recuerda a Cristo: “Eran esclavos y descamisa- lleno de odio por los valores espirituales”,
menos, hubo a montones entre los intelectua- dos los que en buena medida siguieron a Cristo y Ibid., p. 58), pero luego pide ¡convocatoria a
les que dieron lustre a la Libertadora.) Que, luego a sus apóstoles” (Ibid., p. 43. Cursivas elecciones! Reconciliación nacional. Escribe:
continúa S., no sólo “la chusma” apoyaba a mías.) Los peronistas adhirieron con “genuino “El fervor multitudinario que Perón aprove-
Perón. Que él estaba en contacto con los obre- fervor espiritual, (con) una fe pararreligiosa (a) chó no será liquidado mediante medidas de
ros y los que estaban junto a él sabían “que un líder que les hablaba como a seres humanos fuerza ni apoyándose en políticos que malhu-
aun gremios tan políticamente avanzados y no como a parias. Había en ese complejo moradamente las solicitan. No se desmorona-
como los ferroviarios eran, en su inmensa movimiento –y lo sigue habiendo– algo rá así la maquinaria peronista: sólo se logrará
mayoría, partidarios del nuevo líder” (Ibid., p. mucho más profundo y potente que un mero reforzarla hasta convertirla en una tremenda,
31). Insiste, retorna, sin embargo, a hablar de deseo de bienes materiales: había una justifica- incontenible y trágica aplanadora” (Ibid., p.
la “pesadilla peronista” en un apartado que se da ansia de justicia y de reconocimiento, fren- 61). Que fue lo que logró el odio del golpe
titula Aquella patria de nuestra infancia. ¿Cuál te a una sociedad egoísta y fría, que siempre del ‘55. Y así termina el breve texto.
había sido? ¿La de Figueroa Alcorta? ¿La de los había tenido olvidados” (Ibid., p. 43). ¿Por qué hemos acaso flagelado a los lecto-
Quintana? ¿La de Sáenz Peña? ¿La de Uribu- Abre un nuevo apartado al que llama: Doc- res con el texto de Sabato? Porque pareciera
ru? Para la oligarquía setembrina, sí, por tores y pueblo. Dice que los doctores no sólo exhibir la actitud de un hombre que busca
supuesto. ¿Y para Sabato? ¿Yrigoyen? No lo han incomprendido el fenómeno peronista diferenciarse del odio de la Libertadora. Creo
dice. Pero la frase está demasiado cerca de esa sino también el fenómeno de nuestros grandes que lo fue. Rechazó los fusilamientos. No
del ministro de Hacienda de Aramburu, el caudillos” (Ibid., p. 44). Y sigue con sus obse- tuvo el odio de Martínez Estrada, ni de Bor-
doctor Blanco, que finalizaba su discurso siones trágico-teológicas: “Un pueblo no ges, ni de Bioy, ni de Bonifacio Del Carril
diciendo que ahora, en 1955, retornaba la puede resolverse por el dilema civilización o (Crónica interna de la Revolución Libertadora),
patria “de nuestros padres y nuestros abuelos”. barbarie. Un pueblo será siempre civilización y ni de Américo Ghioldi, ni de la revista Sur, ni
Sabato, insistiendo con los escritores rusos, barbarie, por la misma causa que Dios domina de La Vanguardia (con los agraviantes dibujos
habrá de narrar una anécdota, por decirle así, en el cielo pero el Demonio en la tierra” de Tristán), ni de Raúl Damonte Taborda,
que narrará luego muchas, inmoderadas veces: (Ibid., p. 45). que publicó un libro con un título imaginati-
que Pushkin “exclamaba con lágrimas en los Por fin, se lanza a establecer las bases de la vo: Ayer fue San Perón. Sabato buscó com-
ojos, después de oír las cómicas historias de conciliación nacional. El primer punto se prensión y sensibilidad en su corazón. ¿Fue
Gogol: ‘¡Qué triste es Rusia’” (Ibid., p. 35). llama “comprensión del pueblo”. Reconoz- sincero? No sé. Ahí, en esa encrucijada, eligió
¿Las historias de Gogol son “cómicas”? ¿El camos que en el momento en que la Liberta- ese modo de compromiso, un modo que lo
capote es un relato cómico? Sé bastante sobre dora se proponía reprimir y ahondar la mise- diferenció del odio general reinante. Sólo se
los narradores rusos, como todo escritor ria del pueblo (como venganza a su adhesión sabe que, luego, apoyó a todos los golpes mili-
argentino, pero, si tengo alguna duda, requeri- al peronismo, pues si hubo un movimiento tares que vendrían.
ré la ayuda de mi amigo Saccomanno antes revanchista fue el de la Libertadora, sólo Terminamos aquí con los libros de la Liber-
que la de Sabato. Luego viene lo de Puerto superado por el revanchismo asesino y cruel tadora. Ojalá hayan encontrado algo en ellos.
Belgrano, que ya comenté. Es un texto, qué sé de la dictadura que encabezó Videla), Sabato Yo creo que hay mucho y que mucho de esos
yo, decidan ustedes: “El tucumano Orce pedía comprensión. ¿En qué consistía? No odios permanecen. Como permanecen las cla-
PRÓXIMO Remis y yo, que en ese momento estábamos hubo sólo demagogia y tiranía entre 1943 y ses que dieron el golpe del ‘55 y la misma Igle-
solos frente a la radio, nos miramos y vimos 1955, dice, “sino también el advenimiento sia Católica que los acompañó.
DOMINGO
que los dos estábamos llorando en silencio y del pueblo desposeído a la vida política de la
que nuestras lágrimas venían de la misma y nación” (Ibid., p. 48). El segundo punto: Colaboración especial:
Borges y la Libertadora lejana y querida y añorada fuente: las ilusiones “Un nuevo sentido para la palabra libertad”. Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 18 de mayo de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


27 Borges y la Libertadora

Suplemento especial de

Página/12
“LA FIESTA DEL MONSTRUO”
ay un cuento (poco conocido y

H nunca acabadamente estudiado)


que Borges y Bioy escriben o, al
menos, fechan en noviembre de
1947. Como sea, lo habrán escri-
to durante esos días, días en que gobernaba
Perón y ellos se erizaban de odio ante el espectá-
culo desaforado del populismo. (“Este relato
–dirá años después Bioy a Matilde Sánchez– está
escrito con un tremendo odio. Estábamos llenos
de odio durante el peronismo”, Clarín,
17/11/1988.) Rodríguez Monegal ofrece algunos
datos más: “Uno de los textos clandestinos de
Borges fue escrito en colaboración con Adolfo
Bioy Casares y sólo circuló en manuscrito duran-
te el primer gobierno de Perón. Pertenece a la
serie de relatos atribuidos a H. Bustos Domecq,
pero a diferencia de la mayoría de aquéllos, éste
es radicalmente político, lo que explica que haya
sido publicado (por mí, en Montevideo y en el
semanario Marcha) después de la caída de
Perón” (Ficcionario, Antología de textos de Borges,
FCE, p. 458).
El cuento es “La fiesta del Monstruo” y está
encabezado por una estrofa del poeta unitario
Hilario Ascasubi. El poema de Ascasubi se llama
“La refalosa” y narra, por medio de un mazorque-
ro, el martirio y degüello de un unitario. La
estrofa que utilizan Borges-Bioy dice: “Aquí
empieza su aflición”. Ya Echeverría, en El mata-
dero, había descrito los horrores del degüello
federal: “Tiene buen pescuezo para el violín.
Mejor es la resbalosa”. Hay, así, una trilogía: El
matadero (Echeverría), “La refalosa” (Ascasubi),
“La fiesta del Monstruo” (Borges-Bioy). “La fies-
ta...” toma el naturalismo brutal de Echeverría y
recurre a la narración en primera persona de “La
refalosa”. Tanto en Ascasubi como en Borges-
Bioy quienes narran son los bárbaros: un mazor-
quero en Ascasubi, un “muchacho peronista” en
Borges-Bioy.
Así como en un texto anterior (Conjeturas de odio clasista. Un Sur absolutamente irrecuperable asesinato callejero. Tal como el unitario de Eche-
Borges) expuse la delicada y profunda concepción para Borges. Un Sur injuriado por la jauría fiel y verría era aniquilado por los federales del Mata-
de la barbarie que Borges explicita en el “Poema desastrada del Monstruo. dero, el judío de Borges cae destrozado por los
conjetural”, corresponderá aquí la visión cruel, El Sur de los muchachos que marchan hacia la muchachos de Perón. “El primer cascotazo (...) le
unidimensional, sobrepolitizada que, junto con Plaza. De pronto, dice el narrador a Nelly, desparramó las encías, y la sangre era un chorro
Bioy, presenta del Otro, del “bárbaro”, en “La encuentran un inconveniente: “hasta que vino a negro. Yo me calenté con la sangre y le arrimé
fiesta del Monstruo”. El narrador, queda dicho, distraernos un sinagoga que mandaba respeto con otro viaje con un cascote que le aplasté una oreja
es un militante peronista. Le narra a su novia, la barba”. A este “sinagoga” los muchachos del y ya perdí la cuenta de los impactos porque el
Nelly, los avatares de una jornada en la que irán a Monstruo lo dejan seguir; tal vez por la barba. bombardeo era masivo. Fue desopilante; el jude
la plaza a escuchar un discurso del Monstruo, “Pero no se escurrió tan fácil otro de formato se puso de rodillas y miró al cielo y rezó como
nombre que, en el cuento, se le da a Perón. “Te menor, más manuable, más práctico, de manejo ausente en su media lengua. Cuando sonaron las
prevengo, Nelly, que fue una jornada cívica en más ágil.” ¿Cómo es este sinagoga? Sólo los pan- campanadas de Monserrat se cayó porque ya esta-
forma.” La noche anterior el “muchacho” descan- fletos del Reich habrán ofrecido una descripción ba muerto. Nosotros nos desfogamos un poco
sa como se debe: “Cuando por fin me enrosqué tan horrenda de un judío (pero éste era el propó- más con pedradas que ya no le dolían. Te lo juro,
en la cucha, yo registraba tal cansancio en los pie- sito de Borges: ya que el Monstruo era, sin más, Nelly, pusimos el cadáver hecho una lástima. (...)
ses que al inmediato capté que el sueñito repara- nazi, nazis debían ser sus adictos, o comportarse Presto, gordeta, quedó relegado al olvido ese epi-
dor ya era de los míos. (...) No pensaba más que como tales): “Era un miserable cuatro ojos, sin la sodio callejero. (...) Nos puso en forma para lo
en el Monstruo, y que al otro día lo vería sonreír- musculatura del deportivo. El pelo era colorado, que vino después: la palabra del Monstruo. Estas
se y hablar como el gran laburante argentino que los libros, bajo el brazo y de estudio”. El “sinago- orejas lo escucharon, gordeta, mismo como todo
es”. (Borges intenta recrear el lenguaje popular ga” es algo torpe: “Se registró como un distraído, el país, porque el discurso se transmite en cade-
pero se acerca más a Catita que a los obreros que cuasi se llevaba por delante a nuestro abande- na” (cfr. Ficcionario, ed. cit., pp. 259/269).
peronistas.) En suma, hay que ir a la Plaza: rado, el Spátola”. Los muchachos le exhiben la
“Hombro con hombro con los compañeros de figura del Monstruo: “Bonfirraro le dijo al ruso- “¡PERO ESE CONCURSO
brecha, no quise restar mi concurso a la masa vita que mostrara un cachito más de respeto a la LO ORGANIZAN LOS
coral que despachaba a todo pulmón la marchita opinión ajena, señor, y saludara la figura del COMUNISTAS!”
del Monstruo. (...) No me cansaba de pensar que Monstruo”. (El símil con El matadero es clarísi- Por desdicha, las opciones políticas de Borges
toda esa muchachada moderna y sana pensaba en mo: también, la “chusma del Restaurador” le fueron impulsadas por el odio unidimensional,
todo como yo. (...) Todos éramos argentinos, exige al unitario el uso de la divisa punzó, que racial y clasista, de “La fiesta del Monstruo” y no
todos de corta edad, todos del Sur”. Otra vez la éste, con valentía y soberbia, abomina.) El “sina- por las honduras conceptuales del “Poema conje-
presencia del Sur como el territorio de la barba- goga” se niega: “El otro contestó con el despro- tural”. Si no hubiese sido así, escasamente habría
rie. Pero éste no es el Sur de Juan Dahlmann, el pósito que él también tenía su opinión. El Nene, adherido, como lo hizo, a las dictaduras militares
Sur en que Dahlmann descubre que el coraje es que las explicaciones lo cansan, lo arrempujó con que devastaron nuestro país. Sobre todo a la más
superior al miedo y la enfermedad, que el Sur es una mano. (...) Lo rempujó a un terreno baldío, horrenda, la de Videla. Si no hubiese sido así, el
la llanura, el cielo abierto, la muerte heroica; de esos que el día menos pensado levantan una Premio Nobel, como lo deseaba, habría sido
tampoco es el Sur en que Narciso Laprida descu- playa de estacionamiento, y el punto vino a que- suyo. O no se le habría tornado imposible, no
bre su destino sudamericano, un destino que se dar contra los nueve pisos de una pared sensa por el cuento “La fiesta del Monstruo”, sino por
trama entre los libros, los cánones y la intimidad finestra ni ventana”. Así, “el pobre quimicointas” las consecuencias del odio que latía en él: adherir
del cuchillo bárbaro, es otro Sur. Es el Sur del queda acorralado. Lo que sigue es un despiadado a Videla (cuando buscó diferenciarse –porque se
II
Son esos artilugios bonitos de Georgie de los que
tuvo la fortuna que se enamoraran los escritores
europeos. Algunos son fascinantes, otros no, son
simplemente los balbuceos de un hombre que
ignora acerca de qué habla, aunque lo haga con
ingenio. Niega la democracia: es bueno que lo
sepan quienes deben saberlo. Le pide a “Améri-
ca” (¡cómo no iba Georgie a decir “América” a
los Estados Unidos!, nos acusaría de “indigenis-
tas” si le dijéramos que nosotros decimos “Norte-
américa”, o también de “bolcheviques”) que se
transforme en un imperio. Hoy estaría satisfecho
comprobando que eso ha ocurrido. Además,
cuando él escribe o publica su El Libro de Arena,
“América” era un imperio hacía ya mucho tiem-
po. Pero un hombre asustado a tal punto por el
comunismo nunca se siente protegido si el país
que está al frente de su lucha no extrema sus
elecciones, no arriesga todo su arsenal. Sigamos:
que Buenos Aires haya engendrado otro Rosas es
el lenguaje y la ideología de la Libertadora, de la
cual Borges es un hijo dilecto. Cuando se discu-
ten los fusilamientos del ’56 habrá de decir:
“Todos hablan de los fusilamientos, pero nadie
de las torturas”. Como si las torturas del régimen
peronista justificaran los fusilamientos. El, por su
parte, ignoraba las torturas de la Libertadora. Ver
en Perón una encarnación de Rosas es también
incurrir en esa visión cíclica de la historia. Y en el
clásico sonsonete ultragorila de la segunda tira-
nía. Pero hay algo que lo aleja a Borges de sus
preocupaciones acerca del peronismo. Hay algo a
lo que le teme aún más. Sí, Georgie, es cierto, es
posible: “¡Usted puede ser el próximo!”, como
grita y advierte Kevin McCarthy en la Invasión
de los usurpadores de cuerpos. “Las cosas andan
mal”, preocupado, dice. “Rusia está apoderándo-
se del planeta.” Georgie habría visto Los boinas
verdes, el film de John Wayne de 1968. Creo que
se trata de una inferencia indubitable, apodíctica.
Pues esa es la película que Wayne hizo sobre
Vietnam y en la que, todo el tiempo, dice que los
rojos están ahí, en esas selvas húmedas, impene-
lo dijeron– era tarde) y haber aceptado una con- entregará, digamos, su módica filosofía de la his- trables, para apoderarse del planeta. ¡John Wayne
decoración de Pinochet, un glorioso combatiente toria. El cuento se llama “El otro”, tema recu- piensa lo mismo que Borges! El brutazo de
anticomunista, a quienes los hombres de Sur rrente en Borges, y es él, ante un espejo suyo, el Wayne comparte sus ideas con el exquisito poeta
admiraban al abominar rabiosamente del comu- que dice: “En lo que se refiere a la historia... de los laberintos, de los espejos, de las simetrías y
nismo. Hemos mencionado ya los casos de Hubo otra guerra, casi entre los mismos antago- de los países con forma de sable. Voy a citar un
expulsión del ámbito de la cultura ocampista que nistas. Francia no tardó en capitular; Inglaterra y texto sobre John Wayne. Es parte de una novela
sufrieron Bianco y Martínez Estrada. Para colmo, América libraron contra un dictador alemán, que mía que está sin editar porque aún no ha llegado
cuando Borges acepta la condecoración del mata- se llamaba Hitler, la cíclica batalla de Waterloo. su momento. Está escrita y hablada un poco en
rife chileno se le ocurre acudir a su ingenio, fron- Buenos Aires, hacia 1946, engendró otro Rosas. el lenguaje de traducción de los pulp fiction y su
doso sin duda, y declara que admira a Chile por- (...) El ’55, la provincia de Córdoba nos salvó, protagonista es Joe Carter, de quien he publicado
que tiene la forma de una espada. Así, del Nobel, como antes Entre Ríos. Ahora las cosas andan algunos cuentos o citas en este diario. Aquí, Car-
olvidarse, Georgie. Esa gente piensa de otro mal. Rusia está apoderándose del planeta; Améri- ter relata una escena de Los boinas verdes que los
modo, la juega distinto, no premia a fascistas ni a ca, trabada por la superstición de la democracia, comandantes de la guerra contra el Vietcong le
tontos. Algunos se indignarán que uno le diga no se resuelve a ser un imperio. Cada día que han hecho ver a él y a sus compañeros. He aquí
“tonto” a Borges. Me refiero al ámbito político. pasa nuestro país es más provinciano. Más pro- el texto:
Cierta vez, hace muchos años, entraba yo en el vinciano y más engreído, como si cerrara los ojos. “Sólo algo me interesó. Ese gran actor, ese
edificio de Filosofía y Letras de Viamonte 430 y No me sorprendería que la enseñanza del latín buenazo de David Janssen, tú sabes, el que hace
lo veo venir a Borges conversando con una dama, fuera reemplazada por la del guaraní” (Jorge Luis al doctor Richard Kimble en la serie El fugitivo,
esas de las que solía rodearse. Recuerdo lo que Borges, Obras completas, tomo III, Emecé, 1996, el inocente acusado de un crimen que no come-
dijo, el tono de su voz, el miedo de señora gorda, p. 15). Es un texto muy rico, Están todas las tió y es perseguido hasta el fin por ese odioso
la paranoia de pequeño macartista, cuando pasó obsesiones políticas de Borges. Yo, lo juro, le policía de Gerard, en fin, ése, David Janssen, le
a mi lado y le dijo a su acompañante: “¡Pero ese creo todo porque, ese día, en Viamonte 430, pregunta al Duke qué tenemos que hacer en
concurso lo organizan los comunistas!”. Había cuando le escuché decir, con aire de viejo oligar- Vietnam los americanos. Qué hombre paciente
un concurso literario durante esos días y lo orga- ca preocupado, de propietario medroso, que “ese es el gran Duke. Pues yo le descerrajo tres tiros
nizaba el Cefyl, Centro de Estudiantes de Filoso- concurso lo organizan los comunistas”, supe, ahí mismo. Dejémoslo pasar. El periodista insis-
fía y Letras que eran, en efecto, comunistas y para siempre, que ese gran escritor era también te: por qué nuestros muchachos, dice, tienen que
muy antiperonistas, algo que a Borges no le solu- un hombre tramado por temores banales, por las ir a morir a ese suelo remoto, tan lejos de la
cionaba el problema, porque, para él, se trataba tilinguerías de su clase, por la admoniciones de patria. Y concluye: ‘¿Es esa guerra nuestra o se
de ser las dos cosas: anticomunista y antiperonis- su madre omnipresente, por la ideología macar- trata solamente de un conflicto entre vietnami-
ta. Siempre hubo cierta confusión en sus opcio- tista del grupo Sur, de cuyos miembros, uno, tas?’. Obtuvo lo que buscaba el muy cretino. El
nes políticas. Porque tampoco era democrático. Victoria, tenía mucho más carácter que él. A él lo sargento que está junto a Wayne arroja sobre una
“La democracia es un vicio de la estadística” es asustaban los comunistas. Ella los hubiera metido mesa (tan cercana al pobre Janssen que casi se la
una de sus frases más conocidas y es, también, presos. O hacía algo similar: los echaba de la tira encima) una caja de balas secuestradas al ene-
muy ingeniosa. Después está la otra, que tanto revista. Volviendo a su Weltanschauung notare- migo. Y grita:
ha seducido a los bobos que se arrojan incondi- mos que cree en una visión cíclica de la historia: –¡Yo le diré al amigo periodista por qué esta-
cionalmente a sus pies: que se afilió al Partido la batalla de Waterloo se repite de tanto en tanto. mos en Vietnam! ¿Ve estas balas? ¡Son checoslo-
Conservador por escepticismo, algo así. Pero será Esa visión cíclica cualquiera puede sostenerla, si vacas! –Luego le tira una enorme ametralladora–.
en un pasaje de El Libro de Arena donde nos lo desea, pero no hay modo serio de fundarla. ¡Es de fabricación china! –Le tira un fusil desme-
III
dido. Nunca vi algo así. Menos aún se lo vi a en su adoración. Porque, en esos tan aborreci- ¿hasta cuándo dejaremos sin señalar los adje-
un Charlie–. ¡Es de fabricación soviética! –Se dos libros de lectura, lo aborrecible era que no tivos de Borges? Sé que alguno dirá: “Es el
planta sobre sus dos piernas separadas y pone se transgredía nada, que sólo se incurría en la colmo. Sólo le faltaba decir que Borges no
sus manos en la cintura, satisfecho. Y dice–: exaltación de las figuras casi santas de Perón y escribe bien y ya lo está diciendo”. Suponga-
¿Qué hacemos en Vietnam? ¡Nos defende- Evita y en las realizaciones del régimen, el mos que meramente me remito a este poema.
mos contra el intento comunista de apode- cual, con esta clase de libros compulsivamente Acaso se me permita señalar un par de cosas.
rarse del mundo! impuestos, se constituía, en efecto, en un régi- “Acaso”, por otra parte, es un giro hipotético
¡Oh, mi Dios! ¡Cómo aplaudieron aquí men, pero no para cambiar una visión de la borgeano, sinónimo del adverbio “quizá”.
nuestros muchachos! ¡Dales duro, Duke!, gri- historia. Cuando una dictadura impone una Uno lo usa y ya le dicen que está plagiando a
taban. ¡Bravo por ese sargento! ¡Nos quieren nueva visión de la historia niega las otras y Borges. Borges pareciera ser un terrateniente
quitar todo! Algún gracioso gritó: “¡El quema sus libros. Por eso el nazismo quemó del lenguaje. Palabra que él usó, palabra que
mundo es nuestro, no de los comunistas!”. O libros. Perón no. Añadió al viejo y consagrado es suya. Conjetura, argüir, rencor, espejo,
quizá no fue un gracioso, fue un patriota” panteón oligárquico el panteón peronista. Una laberinto, unánime. Ha llegado, así, a escri-
(JPF, Carter en Vietnam, novela inédita). revolución lo habría reemplazado. De modo bir, sobre todo cuando antecede el sustantivo
Borges, en su libro de 1975, está tan preo- que sólo se incurrió en un personalismo pro- por un adjetivo antojadizo o “borgeano”,
cupado como Wayne. Pero ya lo estaba en pagandístico que alcanzó, de todos modos, cosas horribles como: “unánime noche”. Pero
1963, fecha en la que me crucé con él justo para irritar a los sectores de poder de la Argen- si uno escribe “unánime” está plagiando a
en la venerable entrada de Viamonte 430. Lo tina. Que son excesivamente irritables. Por lo Borges. Como si escribe “acaso” o “conjetu-
juro: era la voz de uno de esos personajes cual una medida no puede ser juzgada como ró”. Volvamos al poema a Sarmiento. La
asustados de la oligarquía que provocan nues- revolucionaria a partir de la abominación de adjetivación de Borges es agobiante y reitera
tra risa cuando se les destina el chiste, ya muy unas clases dominantes que jamás estuvieron su mecanismo: adjetivo-sustantivo, adjetivo-
viejo pero no por eso menos real, sobre el dispuestas a cambiar nada. Sólo le dejaron a sustantivo, adjetivo-sustantivo. Echemos una
comunismo y la estancia: “Si viene el comu- Menem traerlo a Rosas e imprimir los billetes rápida mirada al poema: “asidua retórica”,
nismo, yo me voy a la estancia”. “Pero (su de veinte pesos. Pero a cambio de hacer los “áspera realidad”, “aclamadas fechas”, “cón-
voz balbuceante acentuó el cariz de temor más formidables negocios de su historia, sólo cava fama”, “blanco símbolo”, “secretos
que la frase conllevaba) ese concurso lo orga- comparable a la masiva apropiación de las tie- días”, “minucioso porvenir”, “obstinado
nizan los comunistas”. En el número 273 de rras bajo Roca.) Que Sarmiento fue el horror amor”, “larga visión”, “mágico cristal” y
Sur habrá de publicar un poema dedicado a de Rosas. Lo que le permite hablar del “otro hasta aquí llegamos porque hasta aquí llega el
Sarmiento. La revista lo presenta en su pági- horror”. Y confesar que: “En aquellas albas de poema. Los escritores argentinos, advertidos
na de apertura, donde aparece la palabra Sur, setiembre lo hemos sentido”. Qué gorilada de este mecanismo del padre del estilo, han
en el número noviembre-diciembre de 1961. más boba: ¡Oh, sí, pensaban en Sarmiento los invertido –con relevantes resultados– el
Todas sus opciones políticas están ahí, más hombres del Almirante Rojas! Pensaban en el mecanismo. Raramente anteceden al sustan-
una adhesión que atraviesa los años y ancla campeón de la enseñanza laica, en el ideólogo tivo de un adjetivo, sino al revés. Observe-
en el gran sanjuanino, que les pertenece a de la ley 1420 los nacionalistas católicos de mos hasta qué punto pierden su aire de
ellos, a las clases dominantes de la Argentina, Lonardi. A las “albas de setiembre” nadie las poema escolar las palabras adjetivadas por
pues ha sido su Mariscal Bougeaud, el vence- olvidará ni nadie las podrá contar. No parece Borges si les aplicamos este recurso: “retórica
dor de la barbarie. haber sido así. Casi no hay quien no las haya asidua” no es lo mismo que “asidua retórica”.
contado. Y, a esta altura de los hechos, no “Símbolo blanco” no es lo mismo que “blan-
EL POEMA A SARMIENTO parecieran tener ese carácter cuasi místico, co símbolo”. Pero creo que es sobre todo en
Es así: totalmente inefable que Borges quiere darles. “obstinado amor” donde la deriva hacia otra
En cuanto a ese final del Sarmiento soñador acentuación es más notoria. “Obstinado
No lo abruman el mármol y la gloria. que sigue soñándonos tomarlo en serio sería amor” da novela rosa, folletín, novelita de los
Nuestra asidua retórica no lima excesivo. ¿Habrá sido la Libertadora parte del años veinte. “Amor obstinado” bien puede
Su áspera realidad. Las aclamadas sueño civilizatorio de Sarmiento? Claro que sí: ser parte de una tragedia. Un “obstinado
Fechas de centenarios y de fastos es lo que piensa Borges. El poema a Sarmiento amor” señala la permanencia de un senti-
No hacen que este hombre solitario sea cubre esa finalidad. Unir al guerrero que batió miento cálido que persevera en su ser, para
Menos que un hombre. No es un eco antiguo a las hordas bárbaras del siglo XIX y enfrentó decirlo con Parménides. Un “obstinado
Que la cóncava fama multiplica a Rosas con los héroes que derrocaron la tira- amor” es una tierna exaltación del alma, el
O, como éste o aquél, un blanco símbolo nía del siglo XX, bárbara también, enemiga de exceso de un corazón que busca entregarse
Que pueden manejar las dictaduras la Civilización, de los libros, de las clases de sin condiciones. Por el contrario, un “amor
Es él. Es el testigo de la patria, linaje. Si Sarmiento el soñador sigue soñándo- obstinado” bien puede mentar los celos de
El que nuestra infamia y nuestra gloria, nos es porque la Libertadora es una prolonga- Otelo. Un “amor obstinado” puede llevar a la
La luz de Mayo y el horror de Rosas ción de sus sueños, una herida en el corazón paranoia. A la posesión enfermiza. Y hasta al
Y el otro horror y los secretos días de la barbarie que él derrotó. Somos parte del crimen. No puedo continuar con esto aquí.
Del minucioso porvenir. Es alguien sueño de Sarmiento. Seamos chicaneros: las Se sabe que exagera las enumeraciones. Y que
Que sigue odiando, amando y combatiendo. bombas del 16 de junio de 1955 son también repite sus adjetivos: en una página puede
Sé que en aquellas albas de setiembre parte del sueño de Sarmiento. Del mismo escribir “inagotable llanura” y en la otra
Que nadie olvidará y que nadie puede sueño: el que soñó la decapitación de Peñalo- “innumerable llanura”. También, admirable-
Contar, lo hemos sentido. Su obstinado za. Ese Sarmiento siempre nos seguirá soñan- mente, puede iniciar un cuento con la frase:
Amor quiere salvarnos. Noche y día do. No estamos siendo chicaneros. Es así: Bor- “Una cicatriz rencorosa le cruzaba la cara”.
Camina entre los hombres, que le pagan ges no lo dijo, pero sin duda también lo sintió Pero aquí no ha escrito una “rencorosa cica-
(Porque no ha muerto) su jornal de injurias así el 24 de marzo de 1976. También ahí lo triz” sino “cicatriz rencorosa”, de ahí el efecto
O de veneraciones. Abstraído sintió a Sarmiento. También ahí una nueva poderoso de la frase. Como sea, todos lo
En su larga visión como en un mágico barbarie estaba injuriando en el país a aquellos sabemos: un gran escritor. Pero no un dios.
Cristal que a un tiempo encierra las tres caras a los que sólo respeto se les debe. Acaso haya Los dioses no pertenecen a la literatura. Ni a
Del tiempo que es después, antes, ahora, sido Videla también un sueño del soñador la historia. Se conoce la frase que Heidegger,
Sarmiento el soñador sigue soñándonos. Sarmiento. Todo esto es pésima ideología y hundido en la desesperación por el triunfo de
peor literatura, porque el tema del soñador la técnica planetaria, dice en el reportaje de
El poema concluye en la página 2 de la que es soñado por Otro es tan abusivo en Bor- Der Spiegel: “Sólo un dios puede salvarnos”.
revista y, a su pie, en mayúsculas, el lustroso ges que uno lamenta volver a encontrarlo. Pero ese dios pertenecía al universo de la mís-
nombre de su autor: Jorge Luis Borges. Se Digamos que repetía sus recursos. tica o a las tramas de la filosofía zen, espacios
trata del poema de la Libertadora, escrito seis Supongo que alguien pensara que se le está de los que nada puedo decir. Y en los que
años más tarde. Pero Borges, siempre, habrá faltando excesivamente el respeto a nuestro nunca pude penetrar. Como la gran mayoría
de ser un hombre de la Libertadora. Tal vez su gran escritor nacional. No, yo lo respeto a de las personas de este mundo sin Dios y con
idea más valiosa sea la última: Que alguien Borges. Mi primera novela toma algunos de infinidad de dioses invocados e inventados
PRÓXIMO está vivo en tanto existan quienes lo injurian. sus temas predilectos: el del Otro, sobre por esa certidumbre que el hombre pareciera
Por lo demás, repite sus lugares comunes. Sar- todo. Pero si me preguntan qué opino de este no poder tolerar: la certidumbre de la gran
DOMINGO
miento, dice, es inmanejable por las dictadu- poema a Sarmiento confieso que me parece ausencia, la certidumbre del silencio de Dios
ras. (Nota al pie: Falso: vimos que el peronis- más que endeble. No carece del tono pompo- o, peor aún, la que nos dice que ese silencio
Documentos de la mo lo puso en todos los libros de lectura. Que so y patético del acto escolar: “Es él. Es el tes- es el de su inexistencia, el de su irrelevancia o
Libertadora no lo usó de ariete, pero no cesó en su culto, tigo de la patria”. Y luego, lo de siempre: el de su total desinterés.

IV Domingo 25 de mayo de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


28 Documentos de la Libertadora

Suplemento especial de

PáginaI12
II
III
Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


29 Fenomenología del fusilamiento

Suplemento especial de

PáginaI12
“UNA REVOLUCIÓN ES UN Lonardi: –¿A qué llama el régimen peronista?
JUEGO DE AZAR” Menéndez: –Usted lo sabe bien: a la censura, al
cierre de los diarios independientes, a la delación,
e conoce la frase que larga Lonardi a la insolencia de la plebe... y a las torturas, gene-

S no bien se adueña del poder: “Ni


vencedores ni vencidos”. La había
dicho ya Urquiza, quien, no obstan-
te, ya se lo había cargado al general
Chilavert en el mismo campo de Caseros. Hay
otra frase que palpita en la política argentina:
“Cuando se dice: ‘ni vencedores ni vencidos,
ral Lonardi. ¿O necesito decirle que la policía
peronista tortura?
Lonardi: –No, estoy perfectamente al tanto de
los casos de tortura. Usted sabe que odio a Perón
y odio a su régimen. Pero no estoy de acuerdo con
usted.
Menéndez: –¿Cómo... cómo?
¡pobres los vencidos!’”. Pese a ello, Lonardi parecía Lonardi: –Hay que derrocar al régimen pero-
ser sincero. Lo que asegura esa sinceridad es que lo nista... pero hay que mantener sus medidas socia-
voltearon al poco tiempo y murió demasiado les.
pronto. Aramburu y Rojas representaban el antipe- Menéndez: –Todas fueron fruto de la más des-
ronismo extremo que animó el golpe de Benjamín carada demagogia.
Menéndez en septiembre de 1951, que determinó Lonardi: –No se puede retroceder en ese aspec-
que Perón declarara el Estado de Guerra Interno. to. Lo que hizo el peronismo en el terreno social
Según los “antis”, para ganar las elecciones del mes hay que mantenerlo. Si no, el país no se arregla.
de noviembre. En todo caso, el golpe lo habían Menéndez: –El país no se arregla si dejamos en
dado y eran los antiperonistas de peor calaña quie- pie una sola de las medidas que el peronismo
nes lo dieron, los precursores de Aramburu y implantó.
Rojas, los precursores y autores de los asesinatos de Lonardi: –No estamos de acuerdo, general. Los
junio de 1956. Lonardi fue invitado a participar dos queremos derrocar al régimen peronista. Pero
del golpe de 1951 y se negó. Como suelo decir: usted quiere reemplazarlo por otra dictadura. Por
“Vamos al cine”. (Algunos lectores se disgustan una dictadura rencorosa y vengativa. Yo no.
cuando cito algún texto mío y me acusan de “auto- (Pausa.) Buenas tardes.
rreferencial”. Sé que existe esa concepción. Pero Abre la puerta y desciende del Mercedes.
estoy en contra. Si uno escribió algo, ¿por qué Menéndez lo observa alejarse. Lonardi se aleja
habría de estar invalidado para citarlo? ¿Qué peca- sereno, con pausada dignidad.
do hay? ¿Por qué la prohibición de hacerlo? ¿Por Menéndez (rabiosamente): –Peronista de mier-
qué uno habría de ser un ególatra por un acto tan da.
lícito? Sólo significa decir: “Esto ya lo escribí y Corte.
creo que hoy no lo podría hacer mejor. De modo
que lo transcribo”. En épocas en las que el plagio Quiero señalar el cierre de la escena. Para
arrasa, transcribir un texto propio tiene una trans- Menéndez, Lonardi es un “peronista de mierda”.
parente inocencia que merecería no ser condenada Cualquier acercamiento, cualquier tipo de com-
y entregarnos a pensar en cosas más importantes. prensión, cualquier intento de conciliar, de dialo-
Tampoco creo que alguien se transforme en un gar con el peronismo, hacía, del que lo intentaba,
adalid de la modestia por escribir “según la opi- un “peronista de mierda”. Así se expresaba el odio
nión de este periodista” o “nosotros creemos que” gorila. Fue ese odio el que se apoderó por
o “nos atreveríamos a decir”. A veces, se notará, completo del poder con la separación de
escribo en plural: “creemos que”, por ejemplo. Es Lonardi, con su caída. Aramburu fue el
cuando la visión es menos personal. Cuando uno hombre que encarnó la figura del
busca una distancia. Una prudencia cautelosa. general Menéndez en el esquema
Pero si no, ¿por qué no citar lo que se escribió ayer de la Libertadora. Decir que
si sirve hoy, por qué no recurrir a la primera perso- Rojas era “peor” es discutir
na si uno quiere arriesgar con fuerza una opinión, más o menos cuántos ángeles
por qué no contar la propia vivencia de un hecho entran en la cabeza de un alfi-
si se siente que ella entregará un irremplazable ler. Aramburu, y los suyos,
clima, la cercanía de una experiencia, el calor que expulsan a Lonardi para impul-
sólo alguien que tuvo la suerte o la desgracia de sar esa “dictadura rencorosa y
estar ahí nos puede dar?) vengativa” que Lonardi rechaza-
ba. Extraña figura la de Lonardi:
DEL GUIÓN DE “EVA PERÓN” uno de los pocos tipos que salen
20. Exterior - Ruta solitaria - Atardecer parados en la historia argentina. De
algún modo, pese a sus infinitas diferen-
Un Chevrolet 1951 se detiene lentamente a un cias, juega el papel que luego habrá de
costado de la carretera. Un edecán abre la puerta y jugar Héctor J. Cámpora, el hombre de la
desciende el general Lonardi. “lealtad” al líder, el que buscaba integrar,
dialogar, negociar con la Juventud Peronista,
Sobreimprime: julio de 1951 no aniquilarla, no responderle, como hizo
Perón, “levantando a la derecha para que barra a
Reunión Lonardi - Menéndez la izquierda”, según frase célebre de la época que
señalaba un error que fue siniestro y que costó
Lonardi se dirige con pasos quedos hasta un Mer- demasiado.
cedes Benz que está detenido, también, a un costado La reunión entre Lonardi y Menéndez es ficcio-
de la ruta. nal. No está basada en ningún documento, por-
Un edecán le abre la puerta. Lonardi entra. que no lo hay. Acaso por su carácter ficcional sea
más rica para el planteo político de una postura o
21. Interior Mercedes Benz - Atardecer la otra. En cuanto a esa frase que dice Menéndez
Dentro del Mercedes Benz está el general Menén- –“una revolución es un juego de azar”– está cui-
dez, quien hace un leve saludo militar a Lonardi, dadosa y deliberadamente tomada de una carta
que responde. que Salvador María del Carril, unitario, doctor de
luces y leyes, fusilador de alma, le escribe a Juan
Menéndez: –Voy a ser breve. Estamos por Lavalle instándolo a que mate a Dorrego. Como
levantarnos en armas contra el gobierno de Perón nos aproximamos a los fusilamientos de la Liber-
y la Yegua. Varios civiles están con nosotros. tadora (llamada por este motivo “Fusiladora”) es
Algunos quieren saber si usted desea ser de la par- interesante recordar a Salvador María del Carril.
tida. Derrotado Dorrego, el siempre atormentado
Lonardi: –No están dadas las condiciones. Lavalle, que mereció la glorificación de la pluma
Menéndez: –¿Eso vino a decirme? Nunca están de un Sabato ya lejano, ese Sabato de los primeros
dadas las condiciones. Una revolución es un juego años de la década del sesenta, cuando publicó
de azar: nadie sabe el resultado. Lo que cuenta es Sobre héroes y tumbas (una novela hoy casi ilegible,
la decisión de vencer. pero no es nuestro tema), recibe cartas y recomen-
Lonardi: –Acláreme el siguiente punto: si usted, daciones de varios consejeros civiles. Esas cartas
como cree, vence, ¿qué piensa hacer? pasan a la historia. La versión oficial no las oculta
Menéndez: –Derogar la Constitución del ’49. como suele hacer con otras pruebas que le inco-
Reimplantar la del ’53. Destruir todo el aparato modan. Simple: buscaban salvar a un militar de la
peronista. Aniquilar ese régimen de matones y indepedencia condenando a un grupo de unitarios
corruptos. que actuaban desde las sombras. Así, este Lavalle,
II
“espada sin cabeza”, “cóndor ciego”, hombre trá- algo ya patéticamente al escritor sufriente, que
gico de la campaña de 1840 contra Rosas, es la había desdeñado a Dorrego para elegir a Juan
figura atormentada pero firme que asume el pri- Lavalle en su marcha por la quebrada, que le
mer golpe militar de la historia argentina. Utili- importaba más contar la tragedia del cóndor ciego
zando las tropas que regresan de la guerra con el que la del federal ilegalmente derrocado y fusilado
Brasil derroca al coronel Dorrego, legítimo en la localidad de Navarro, luego de haber pade-
Gobernador de Buenos Aires. Dorrego queda cido la traición de sus subordinados Acha y Escri-
preso en Navarro. Las cartas de Salvador María bano, que lo entregaron. Dorrego, asesinado por
Del Carril son de una brillantez conceptual fasci- Buenos Aires, no por federales, como Lavalle, a
nante. Razona sobre la revolución y sus causas quienes los jinetes de Oribe balearon de lejos y le
como lo hubiera hecho un Saint Just, como lo dieron a través de una puerta en situación poco
hará un Lenin. Ese concepto de “revolución” será gloriosa para “el cóndor ciego”, pues estaba revol-
exactamente el que anime el espíritu de la Liber- viendo sábanas con una señorita, algo que cual-
tadora, con lo cual el movimiento se adscribe no quiera puede hacer pero que no da imagen como
sólo a “Mayo” y a “Caseros” como pretende, sino para morir con gloria, el bronce y el sexo no se
(y acaso sobre todo) al golpe contra Dorrego y a su llevan bien.
fusilamiento basado en los motivos impecables
que ofrecen Del Carril y Juan Cruz Varela. VALLE: EL DORREGO DE LA
LIBERTADORA
“EL ASESINATO DE DORREGO” Esa visión de la historia que palpitaba en las
El 11 de diciembre de 1828, Dorrego habrá de páginas de Ortega Peña, esa dedicatoria al general
ser fusilado el día 13, Del Carril envía a Lavalle la Valle, el Dorrego de la Libertadora, era un men-
primera de sus cartas: “General: yo tenía y man- saje para los tiempos que corrían. Porque seamos
tengo una fuerte sospecha, de que la espada es un claros: la historia se hacía así, se hacía para develar
instrumento de persuación muy enérgico, y que la el pasado y para inteligir el presente. Se hacía para
victoria es el título más legítimo del poder”. Estas la lucha política, como en verdad se hace siempre, se
cartas fueron seleccionadas en tiempos muy pasa- lo niegue o no. Si Ortega Peña se ocupaba de
dos en que estas cuestiones se discutían con Dorrego era para ocuparse de Valle. La historia
mucha pasión y era necesario poseer estos docu- (como les horroriza a los académicos) se transfor-
mentos a la mano. Fueron publicadas en un libro maba en política. ¿O alguien cree que Halperin
cuyo título era toda una toma de posición desde Donghi hace otra cosa cuando escribe esa frase
la cual sus autores ejercían su militancia (palabra sobre el año 1956, que transcurrió “con un
que no es raro acuda a mí en este momento en rumbo político impreciso”? Es eso que Althusser
que me preparo a citar a Ortega Peña y Eduardo llamaba “horizonte problemático” lo que le impi-
Luis Duhalde). La cita de Salvador María del de ver ese hecho. El andamiaje ideológico con el
Carril es el Documento Nº 23 con que acompañan que trabaja transforma en un punto ciego los fusi-
a su pequeño pero denso y brillante libro El asesi- lamientos de Valle y de José León Suárez. La his-
nato de Dorrego, editado por el hoy anciano y toria no es inocente, sino que es política e ideoló-
entrañable editor y, claro que sí, patriota don gica. Expresa siempre una verdad: la del que la
Arturo Peña Lillo en 1973, luego de una pri- escribe. El historiador está sometido a una ley que
mera edición de 1965. El libro –hay una Sartre establece en las Cuestiones de método de su
coherencia compleja, tramada por la vida Crítica de la razón dialéctica: “El experimentador
y por la muerte en esto– está dedicado a forma parte del sistema experimental”. Nadie que
Juan José Valle y a Felipe Vallese, “már- haya leído con algún rigor a Nietzsche y a Fou-
tires del Movimiento Nacional Peronis- cault puede ir por ahí abonando la teoría de la
ta”. Y está dedicado a Juan José Hernán- historiografía como ciencia de la objetividad. El
dez Arregui. Palpita aquí un dato de una objeto no existe, existen las interpretaciones sobre
poderosa precisión sobre el alma de esa él. Esa “interpretación” que ofrecía Ortega Peña
época. Ortega Peña y Duhalde dedicaban su llevaba a los jóvenes de fines de los sesenta hacia
libro sobre el mártir del federalismo, Dorrego, el peronismo. Dorrego y Valle y Felipe Vallese
asesinado por unitarios desalmados, a dos eran una misma bandera. Dorrego había sido
mártires del peronismo. A su vez, ellos, que “peronista”. Y las cartas de Salvador María del
eran tan lúcidos y corajudos, dedicaban Carril, que Ortega Peña y Duhalde, feroces inves-
también su libro a un maestro al que vene- tigadores, publican, confirman ese certeza. Por si
raban, Juan José Hernández Arregui, tam- fuera poco, el título del libro de los dos jóvenes
bién peronista. El editor del libro, el admirado autores era de una agresividad inusitada: hablaba
Peña Lillo, peronista como ellos. Nosotros, que del asesinato de Dorrego. Jamás habíamos leído
éramos más jóvenes, empezábamos a decirnos (o eso en otros textos. Dorrego había sido una vícti-
ya lo habíamos hecho antes): si esta gente es pero- ma de acontecimientos que se excedieron. Una
nista es imposible no serlo, porque ellos son los víctima de los malos consejeros de Lavalle. O aun
mejores. Como Ongaro, como Walsh, como de la personalidad “trágica” de Lavalle que vivió
todos los militantes de la CGT de los Argentinos. luego atormentado por esa muerte, algo de lo que
Ahí latía algo poderoso. Y siempre sentimos que no teníamos prueba alguna. Pero la palabra asesi-
eso que latía iba más allá de Perón. Que era un nato relacionaba a Dorrego con Valle y en la
movimiento de rebelión social que encontraba su segunda edición –la de agosto de 1973– hacía ya
base real en el peronismo pero que apuntaba tiempo que lo relacionaba con Aramburu: cuya
hacia donde tienen que apuntar las bases para rea- muerte era, para el régimen, un “asesinato” y
lizar una revolución: hacia el socialismo. Por para, la militancia peronista, un “ajusticiamien-
Ortega Peña, Eduardo Luis Duhalde, Hernández to”, tema sobre el que, desde luego, volveremos,
Arregui, tantos otros y, sobre todo, la versión de la ya que es crucial.
historia que se estaba dando en libros como El Las frases de Del Carril son perfectas, durísi-
asesinato de Dorrego. Era un desafío elegir a mas, lúcidas. Una frase como “la victoria es el
Dorrego, figura de segunda línea en el panteón de título más legítimo del poder” sólo puede ser
la oligarquía (que había establecido ese panteón leída desde la conferencias que Foucault pronun-
en su esquema ideológico-educativo), hombre del ció en Brasil acerca de las relaciones entre Verdad
que pocos se ocupaban porque su fusilamiento y poder. Escribe Foucault: “Nietzsche coloca en el
era una mancha, un momento de extravío difícil núcleo, en la raíz del conocimiento, algo así como
de explicar. Además, Ortega Peña y Duhalde no el odio, la lucha, la relación de poder (...) Es
decían fusilamiento decían asesinato. Volveré sobre claro, pues, que un análisis como éste nos intro-
esto. Dorrego había sido desdeñado por Sabato duce de manera eficaz en una historia política del
en su exitosa novela de inicios de los sesenta, que conocimiento, de los hechos y del sujeto de cono-
todo el mundo leyó, que desplazó a Dar la cara cimiento” (Michel Foucault, La verdad y las for-
de David Viñas, porque era infinitamente menos mas jurídicas, Gedisa, Barcelona, 2003, p. 18).
irritativa, porque eran preferibles las “dudas exis- Observemos ahora cómo explica Foucault, a tra-
tenciales” de Sabato, sus vacilaciones “metafísi- vés de Nietzsche, la poderosa frase de Del Carril:
cas” a los duros señalamientos clasistas de Viñas, “Cuando Nietzsche habla del carácter perspectívi-
y Sabato elige al fusilador, elige a Lavalle. Era, al co del conocimiento, quiere señalar el hecho de
cabo, un escritor del establishment, muy apoya- que sólo hay conocimiento bajo la forma de cier-
do, para su buena suerte, por la típica revista de tos actos que son diferentes entre sí, múltiples en
izquierda de la época, El Escarabajo de Oro, que su esencia, actos por los cuales el ser humano se apo-
siempre amó a Sabato, que jugaba incesante y dera violentamente de ciertas cosas, reacciona a cier-
III
tas situaciones, les impone relaciones de fuerza” mendar fervorosamente la lectura imprescindible oficial. Toma el paño de seda y le seca las lágri-
(Foucault, Ibid., p. 30. Cursivas mías). De aquí del libro de Salvador Ferla, Historia Argentina, mas. El oficial se retira. Aquí, todo el ceremonial
una frase famosa que Foucault estampa en otro con drama y humor, editado por ese héroe civil del fusilamiento se subvierte. El que debe fusilar
libro suyo: “La verdad es de este mundo” (Micro- que es don Arturo Peña Lillo. El análisis de Ferla a sangre fría, o participar del fusilamiento, de ese
física del Poder, Ediciones La Pipeta, 1992, es inapelable y yo lo tomé con total consciencia acto que debe hacerse así, sujeto a reglas heladas,
Madrid, p. 198). De aquí que cuando Salvador en Filosofía y nación. Sabía que, desde su inter- a sangre fría, es el que llora y el que secará sus
María del Carril establece que “la victoria es el pretación de Moreno, podría discutir la estrategia lágrimas con el pañuelo que el fusilado (la fusila-
triunfo más legítimo del poder” está diciendo de vanguardismo solitario que impulsaban los da, en este caso) rechaza y utiliza, además, para
también que la “verdad” lo es. La “victoria” y la montoneros, pero ni ellos ni el Ejército querían apiadarse de uno de sus verdugos. (Nota: Como
“verdad” son sinónimos. Una requiere a la otra. ya discutir. El 24 de marzo no dejó espacio para posiblemente usted se sienta tan cautivado por
Hay “verdad” porque hay “victoria” y toda “vic- una sola idea. Sólo para la guerra.) esta escena como yo o cualquier otro ofrezco un
toria” establece una “verdad”. De aquí que en par de datos más de este film maldito. Josef Von
nuestros días la lucha por la “verdad” sea la lucha TRES FUSILAMIENTOS: Sternberg es el director de El Angel Azul. El cons-
por los medios para imponerla. Para imponer la DORREGO, VALLE, ARAMBURU truyó a Marlene Dietrich, lo que no es poco. La
propia verdad como verdad para los otros. Cuan- Que algo así, que ese escarmiento, no haya teni- película es escasamente anterior al ascenso de
do lo he logrado, la victoria es mía. La victoria do aún lugar es, para el doctor unitario, una Hitler, ante el cual Sternberg y Dietrich huyeron
reside en lograr que los demás crean que la verdad es “impureza” de nuestra vida histórica” (Ibid., p. de Alemania continuando en Hollywood una
lo que yo creo que la verdad es. No es otro el enor- 118). Es aquí donde Salvador María del Carril relación creativa notable. El film de 1931 tiene
me valor que hoy tienen los medios de comuni- escribe uno de los textos más importantes de por título: Dishonored (Deshonra). Acompañan a
cación. Jean Baudrillard tenía razón: “La Guerra nuestra historia. Aramburu lo leyó o lo recordó Dietrich, Victor McLaglen y Warner Oland,
del Golfo no ha tenido lugar”. La de Irak, sí. El cuando mató a Valle. Los montoneros lo sabían quien tiene una escena memorable: a punto de
Imperio no puede controlar la información. Se le de memoria cuando mataron a Aramburu. Tene- hacer el amor con X-27 –encantador nombre
escapa por todas partes. Sólo puede obliterarla mos aquí tres fusilamientos y un gran ideólogo. para la Mata-Hari que hace Dietrich– escucha los
produciendo un vértigo de verdades incesante. Es 1) Fusilamiento de Dorrego; 2) Fusilamiento de pasos de los soldados que vienen a arrestarlo por
verdad que se tortura, es verdad que el rating de Valle; 3) Fusilamiento de Aramburu. El texto de traición. Termina su copa de champagne y le
Susana subió, es verdad que bombardearon una Del Carril es el que sigue: “La ley es”. Observe- dice a Dietrich: “Qué pena, señora. Si yo no
escuela palestina, es verdad que Angelina Jolie mos la potencia de esta frase: “La ley es”. Qué es fuera un traidor y usted una espía habríamos
adoptó otro hijo, es verdad que el “campo” tiene “la ley”: “Que una revolución es un juego de pasado una noche inolvidable”. Huye por una
razón, es verdad que no la tiene, es verdad que el azar, en el que se gana hasta la vida de los venci- ventana.)
campo es proto-golpista, es verdad que cristina dos cuando se cree necesario disponer de ella. No era lo que proponía Salvador María Del
irrita, es verdad que nadie sabe de dónde viene la Haciendo la aplicación de este principio de una Carril. Sólo se puede disponer de la vida de los
guita que financia ciertos diarios inusitados que evidencia práctica, la cuestión me parece de fácil otros, si uno lo hace a sangre fría. Si no, se pierde
afloran de un día para otro, es verdad que el resolución. Si usted, general, la aborda así, a san- la oportunidad de “cortar la primera cabeza de
“Grupo Clarín” negocia con el Gobierno presio- gre fría, la decide; si no, yo habré importunado a la hidra”. Observemos ahora: Ya no alcanza con
nando con sus noticias a favor o sus críticas usted; habré escrito inútilmente, y lo que es más el primer fusilamiento. Del Carril está pidiendo
demoledoras, es verdad que se dice “dame lo que sensible, habrá perdido usted la ocasión de cortar más. Por ahora pide el de Dorrego. Pero este
te pido y hablaré a favor tuyo”, es verdad que el la primera cabeza a la hidra y no cortará usted las fusilamiento abrirá el camino de los otros. ¿Qué
aparato peronista está lleno de alacranes, es ver- restantes; entonces, ¿qué gloria puede puede es una hidra? ¿Por qué se la invoca tanto cuando
dad que es casi el corleonismo en su máxima recogerse en este campo desolado por estas fie- de trata de matar, de defenderse de una inva-
expresión, es verdad que no se puede gobernar sin ras?... Nada queda en la Argentina para un hom- sión, por qué todos los paranoicos se alimentan
pactar con él, es verdad que hacer política es bre de corazón” (Ibid., p. 119). de su imagen, por qué algunos ven hidras en
“luchar por la verdad”, pero no por la “verdad” La densidad del texto se desborda a sí misma. todas partes? Se sabe: se trata de un monstruo
de la ingenuidad casta de los buenos modales, Es conocido y lo hemos analizado varias veces. de la mitología griega. Tiene forma de serpien-
sino por la posesión de la verdad, es verdad que No hay historiador que no lo conozca. Pero su te, tiene siete cabezas. Pero si se las cortan, vuel-
toda lucha es la lucha por la posesión de la verdad rigor teórico siempre conmueve, incomoda o des- ven a crecer. El padre Filippo publicaba sus
y el poder que esa posesión implica, es verdad... pierta una admiración que surge ante tanta cohe- libros contra el comunismo con la serpiente de
El vértigo de la información produce una desin- rente maldad, tanta frialdad de cálculo, tanta muchas cabezas y dientes enormes y venenosos:
formación constante en la que todo termina por inteligencia al servicio de la muerte. Del Carril se eso era el comunismo. El comunismo pintaba
ser igual. La realidad desaparece. La virtualidad contradice. Había dicho: “Ahora bien, general, así a los cerdos capitalistas. De Wall Street salí-
termina por abarcarlo todo. Pero alguna victoria prescindamos del corazón en este caso”. Nada an las cabezas de la hidra. En suma, cuando se
tiene que haber. O se obtiene por lograr un tiene que hacer el corazón cuando se le propone pide un fusilamiento aparece la figura de la
mayor consenso. O por la “victoria” de algún que fusile a Dorrego. El corazón, esa metáfora de hidra y empiezan a pedirse otros. Eso le pedía
acto que implique un cierto nivel de fuerza, de la piedad, del amor, debe ser sofocado. Hay que Del Carril a Lavalle. Lavalle cumplió. Hubo
violencia. Para Del Carril, la “victoria”, en tanto matar. Pero luego, cuando anuncia su posible cientos, miles de fusilamientos. Rauch y Estom-
“verdad”, autorizaba a ciertas acciones. De lo desolación ante la ausencia de grandeza en su ba salieron a campaña a matar indios y federales
contrario se había actuado en vano. En otra carta jefe, apela al corazón y dice: “Nada queda en la y arrasaron con todo bicho que caminaba. Ata-
a Lavalle, es del 12 de diciembre de 1828, un día República para un hombre de corazón”. El, que ban a los desdichados a las bocas de los cañones
antes del fusilamiento (asesinato, dicen inquietan- recomienda a los otros prescindir del suyo, resul- y daban la orden de fuego. Eso hacían con los
temente Ortega Peña y Duhalde) de Dorrego, le ta que tiene uno, que tiene un corazón para sufrir pobres gauchos. O con los indios. Según el deli-
pide un “escarmiento”. Le aconseja prescindir su soledad de hombre solitario en una República rio de Del Carril y Lavalle, eran la hidra cuya
“de los sentimientos” y considerar a todos los de mediocres, de hombres sin grandeza, que no cabeza era la de Dorrego. En cierto momento,
actos como medios “que conducen o desvían de tienen el coraje patriótico de matar. se pierde la sangre fría. El motivo es complejo:
un fin” (Ibid., p. 118, cursivas mías). El fin es, en Pero antes ha dicho cosas aún más densas. ya no se sabe por qué se mata. Cuando alguien
principio, el escarmiento (palabra que será muy Identifica a la revolución con un juego de azar. sabe por qué mata puede hacerlo con sangre fría,
importante en el vocabulario de Perón), pues un Aquí debemos entender “revolución” en tanto sujeto a normas, a estatutos convenidos. Cuan-
acto así no se ha producido aún en 18 años de “guerra”, en tanto enfrentamiento de intereses do alguien no sabe por qué mata sólo se dedica a
nuestra historia. (Nota al pie: Olvida, evidente- (de verdades) divergentes. En ese “juego de azar” matar y aquí no mata a sangre fría, mata con
mente, a Liniers y sus adeptos quienes fueron, sin unos ganan, otros pierden. El que gana, gana crueldad, mata indiscriminadamente, ninguna
duda, escarmentados por el jacobinismo morenis- también la vida de los vencidos, si quiere “dispo- vida vale más que otra, lo que importa es matar.
ta. Un jacobino con un desdén tan implacable ner de ella”. O sea, aquí el poder (el triunfo) no La teoría de la hidra termina con frecuencia en
por las masas como habrá de exhibir la conduc- sólo es la verdad, es también, en tanto se trata de estos procesos de crímenes colectivos. O de per-
ción montonera a partir de la muerte de Rucci. una guerra, la verdad (en tanto decisionabilidad) secuciones colectivas. La hidra tiene tantas cabe-
Moreno, desde su gabinete, ordena el asesinato sobre la vida de los otros. Tengo razón. Pero zas para el grupo perseguidor que todas las cabe-
del héroe de la resistencia a los ingleses, Liniers, tengo algo más que razón: tengo la razón sufi- zas terminan por cabezas de la hidra, hasta las
que tenía un hondo arraigo popular. Pero, ¿qué ciente como para asesinar a los otros. A los venci- del propio grupo persecutorio.
importaba esto? ¿Qué importaba lo que pensaran dos. Del Carril habrá de introducir aún otro con- Tenemos, entonces, tres fusilamientos y una
los brutos godos de las provincias interiores? cepto central para un fusilamiento (no olvide- historia que se escribe con la pasión, pero, abru-
Alberdi, sobre todo en sus Póstumos V, analiza la mos: es exactamente eso lo que le pide a Lavalle): madoramente, con la pasión de la muerte, aun-
cuestión con claridad. Buenos Aires establece con la sangre fría. Dice que “la cuestión” es fácil; que que se le reclame sangre fría a los ejecutores.
Moreno un colonialismo interno que seguirá su resolución, sencilla. Al costo de abordarla con Lavalle asume el papel del atormentado. Aram-
luego en Rivadavia, en Rosas y en Mitre. La rela- sangre fría. Un fusilamiento es un acto de sangre buru asume el de la sangre fría. Le van a pedir
ción entre el “ejecutivo restringido” de Moreno y fría. Para matar a otro en medio de reglas, de por la vida de Valle y hace informar que está
la conducción de Montoneros en la clandestini- medidas pautadas, de cierto ceremonial, hay que “durmiendo”. Dormir requiere serenidad, tran-
dad será analizada: la política sin pueblo, la van- tener sangre fría. En un film genial de Josef von quilidad del alma, conciencia plácida. Fernando
guardia jacobina que gira sobre sí misma, creyen- Stenberg, un film de 1931, Marlene Dietrich Abal Medina exhibe sangre fría. También –en el
PRÓXIMO do ser la verdad, creyendo representar a unas hace el papel de una espía que actúa durante la momento de su ejecución– Aramburu. Uno, fría-
masas que apenas si conocen su existencia, que Primera Guerra Mundial bajo el nombre de X- mente, anuncia que va a proceder. El otro, fría-
DOMINGO
ignoran la lucha de esos guerreros solitarios que 27. La descubren. Se aprestan a fusilarla. Un mente, le dice que sí, que proceda.
invocan una y otra vez su representación, creyen- joven oficial se le acerca con un paño de seda
El horizonte de la do tenerla sin siquiera averiguar si la tienen. Vol- para cubrir sus ojos, no ver cuando apuntan con- Colaboración especial:
desperonización veremos sobre esto. Entre tanto me permito reco- tra ella y hacen fuego. La espía mira con pena al Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 8 de junio de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


30 El horizonte de la desperonización

Suplemento especial de

PáginaI12
FILOSOFÍA DE LA CATÁSTROFE: de explicarlo es buscar, a partir de él, su propia
¿POR QUÉ NO SE PUDO EVITAR teleología. Nada llevaba necesariamente a Timote,
LA ARGENTINA DE LA MUERTE? pero una vez establecido Timote podemos estable-
cer con precisión todo lo que condujo hacia ahí. Y
uponemos que la hipótesis de traba- habremos de sostener que la persistencia histórica

S jo que venimos utilizando estará ya


casi totalmente establecida: el golpe
de 1955 prenuncia el de 1976. Es
distinto al de los militares católicos,
cursillistas de Onganía. A Illia lo sacan del gobier-
no porque es un ineficaz negociador con el pero-
nismo. Ineficaz en el modo de la debilidad. Ese
que produce “Timote” es el odio gorila. Es la
decisión gorila de no integrar al peronismo a la
democracia argentina. Algo que los gorilas no
podían hacer sin dejar de ser gorilas. Este punto es
sustancial. Los militares gorilas (y el establish-
ment: la renta agraria que había sido afectada por
el peronismo, al que no habrían de perdonar
hombre que habían colocado para suceder al más jamás la injuria del IAPI) no puede aceptar la
que mínimo Guido (que había sido arrojado al legalización del peronismo salvo negando su iden-
sillón de Rivadavia con una urgencia totalmente tidad. Un gorila es un gorila (al menos durante los
desprolija) no puede enfrentarse con el peronismo 18 años que van de 1955 a 1973) porque no
y su ambición de retornar al poder. O, al menos, puede aceptar que el peronismo forme parte de la
de participar de la vida democrática del país. Por- vida político-democrática del país. No es sólo una
que si bien es cierto que los veteranos tienen esto actitud política. Es un hondo odio cultural, racial,
claro, muchos jóvenes acaso deban pensar con político y económico. El peronismo es la barbarie.
toda la hondura que merece esta cuestión: Todo lo Es: 1) La negrada en lo racial; 2) Las zapatillas y
que ocurre entre 1955 y 1973 se debe a la negación no los libros en lo cultural; 3) El autoritarismo en
del establishment argentino (Fuerzas Armadas, lo político; 4) Es, en lo económico, la concentra-
Sociedad Rural, empresariado industrial y financie- ción de la economía en el Estado, la distribución
ro, Iglesia Católica) de aceptar que el peronismo par- del ingreso, el intervencionismo, el traslado de la
ticipe en elecciones libres y democráticas llevando a renta agraria al sector industrial y el aumento de
su frente al líder que ese partido ha elegido y sigue los jornales de los trabajadores. Es, también, la
eligiendo: Juan Domingo Perón. Desde este punto demagogia y el personalismo agraviante del líder
de vista, la situación de ilegalidad política que el del movimiento. Todo esto –para el gorilismo–
odio de la Argentina gorila establece es la que crea conduce a una imposibilidad: integrar al peronis-
todas las condiciones que harán surgir una y otra mo y a Perón. Onganía echa a Illia por ineficaz. O
vez la violencia. Cualquiera sabe que si en un país acaso porque Illia permitirá (se hace sospechoso
se excluye de la “vida democrática” al partido de eso) acceder al peronismo a elecciones libres.
mayoritario y a su líder, no hay “vida democráti- Aunque difícil que aceptara la candidatura de
ca” posible. La torpeza, el odio gorila carga sobre Perón. No creo que Illia pensara algo de eso.
sí las culpas y la responsabilidad del surgimiento y Como fuere, al diablo con él. Había hecho un
de la exasperación de la violencia. Aramburu es buen trabajo (para el gorilismo más tenaz) frenan-
una víctima de sí mismo. Aramburu había sido do a Perón en el aeropuerto de El Galeao, acto de
compañero de Juan José Valle cuando eran jóve- la cancillería de Illia que –para mí– es de un peso,
nes estudiantes del Colegio Militar. Compartían de una densidad histórica, escasamente valorado.
el mismo banco. Luego, sus familias habrán de ser Onganía asume para integrar al peronismo sin
amigas. De aquí que la esposa de Valle le pida tan Perón. Y Lanusse, por fin, lo trae. A esa altura era
esperanzada por la vida de su marido. Aramburu tarde. A esa altura, traerlo a Perón era matarlo.
actúa con crueldad porque todo él ansía asumir la Matarlo era entregar el país al caos. (Con gran
figura del vengador. Los vengadores se vengan. ayuda del propio Perón y del siniestro entorno
Que nadie le pida a un vengador piedad para un que trajo.) El caos fue la antesala del Infierno.
culpable. El vengador no la tendrá. O matará él Todo, en suma, se hizo mal. De acuerdo. Pero el
mismo al culpable. Lo matará con su propia origen de esos males fue el odio gorila. Ellos pudie-
mano. O dará la orden y mirará para otro lado, ron evitar la masacre. Si Perón volvía antes, más
con desdén. La frase “El Presidente duerme” que joven, sin Aramburu muerto, sin un gran desarro-
recibe la esposa de Valle significa: el Presidente no llo de la guerrilla, acaso el país se podría haber
dialoga sobre el destino de los culpables, vinimos estabilizado democráticamente y la tragedia (por-
a limpiar el país de peronistas, vinimos a vengar- que de esto se trata: de haber evitado la tragedia,
nos por todo lo que nos hicieron, hagan fuego. de haberle ahorrado al país 30.000 muertos) tal
Seguramente insistiremos en rondar estas temá- vez se eludiera, o no tuviera tantas excusas para
ticas: ¿de dónde surge la violencia? ¿Cuándo una ejercer un poder tan extremo, porque existían par-
situación histórica se resuelve por la violencia? Si tidos, Parlamento, Justicia. Si pudieron barrer con
Aramburu decide actuar por “escarmiento” es todo, fue porque todos se habían enfrentado entre
para que nadie, nunca más, se atreva a levantarse todos, se habían debilitado y nadie pudo frenar al
en armas contra él. La decisión del “escarmiento” monstruo.
extrema las decisiones: para escarmentar sólo cabe El inicio es el odio gorila. El día del incendio
la muerte. El escarmiento de Valle requiere su vida. del Jockey Club (del que nadie se olvida), a la
El escarmiento sirve para mostrar a los otros, por tarde, en una pacífica concentración peronista,
medio del escarmentado, lo que habrá de ocurrirles unos “comandos civiles”, esos niños conchetos de
si hacen algo semejante. El escarmentado sirve de las familias agraviadas por la “incultura y la barba-
ejemplo. El castigo que se le aplique debe ser rie”, esos niños herederos de los de “La Patriótica”
ejemplar. Todos serán así castigados si osan de Manuel Carlés, pusieron una bomba en el sub-
enfrentar al poder constituido. Al escarmentar a terráneo. ¿Nadie se acuerda? ¿Tan efectivo resultó Club. ¿Que murieron siete en un subterráneo? Y
Valle, fusilándolo, Aramburu se incluye en el lo del Jockey Club como bomba de humo? Sí, bueno, serían negros peronistas.
espacio de la venganza. La venganza no es el escar- metieron una bomba en el subterráneo. Un acto Podríamos pensar esa historia que va del ‘55 al
miento. La venganza no se dirige a todos. No es terrorista. De los de hoy. Terrorismo es violencia ‘76 por medio de una pregunta: ¿Qué fue lo que se
un mensaje para todos. El fusilamiento de Valle indiscriminada. La guerrilla no es terrorismo: hizo, qué fue lo que no se hizo para evitar el golpe de
era instalar el miedo en la sociedad: que a nadie se siempre ataca puntos determinados, objetivos que 1976? O también: ¿por qué la historia argentina
le ocurriera no sólo atentar contra el poder, sino ha elegido. No busca matar inocentes, aun cuan- termina por conducir a un imperio de la muerte
contra nada. Que todos se quedaran donde debí- do pueda ocurrir alguna torpeza que lo provoque. que establece en el país más de trescientos campos
an estar. Que a nadie se le ocurriera ser peronista Pero la guerrilla (y ojo: esto no es una justificación) de concentración? ¿Cómo fue posible ese horror?
ni tratar con peronistas ni ser sospechoso de serlo. ataca blancos elegidos: un militar, un empresario, Es perfectamente correcto plantear la cuestión de
La venganza (aunque puede aplicarse a grandes un policía, una empresa multinacional. El terro- este modo. Y no es la primera vez que se propone.
grupos, como veremos) se focaliza más. Aramburu rismo mata indiscriminadamente. Le importa la No sé si se ha propuesto en nuestro país, pero,
es responsable de la muerte de Valle. Ha cometido cantidad. Cuanto más mata, más efectivo es el teóricamente, el antecedente que tenemos es el
un acto que no necesariamente reclama venganza, ataque. El día que se recuerda como el del incen- modo en que la filosofía piensa Auschwitz o el
pero puede suceder que sí, que la reclame. Sobre dio al Jockey, los niños bien de los comandos civi- nazismo. Por ejemplo: un libro como Dialéctica
todo si no se destraba el esquema político que les metieron por ahí nomás una bomba en el sub- del Iluminismo de Theodor Adorno y Max Hork-
llevó a Valle a la muerte: la dictadura, la ilegalidad terráneo: mataron a siete personas e hirieron a una. heimer encuentra un devenir incontenible entre
del peronismo, su obstinada prohibición. Que Siete muertos. Despues, es cierto, los peronistas las luces de la Razón que encarna la filosofía del
Aramburu encuentre la muerte en Timote a quemaron la biblioteca del Jockey Club. ¡Ah, Iluminismo y la racionalidad instrumental (el
manos de unos jóvenes que dicen matarlo por la señores, qué dilema! ¿Qué vale más? ¿Cuánto concepto eje que establecen Adorno y Horkhei-
muerte de Valle no expresa un hecho necesario de valen siete vidas humanas? ¿Cuánto vale una mer) que encuentra en los campos de la muerte su
la historia, un decurso dialéctico inexorable. Todo biblioteca? Aquí, ganó la biblioteca. Porque esa aplicación impecable. Walter Benjamin, en las
pudo ocurrir de otro modo. Pero una vez estable- jornada quedó en la memoria del país como el día Tesis de filosofía de la historia, describe al Angelus
cido el acontecimiento de Timote el único modo en que la barbarie quemó la biblioteca del Jockey Novus, al Angel de la Historia, mirando hacia
II
atrás y horrorizándose: no ve en ese páramo de var a la entronización de la catástrofe en 1933. un chantaje cuando se piensan estos temas. Nadie
horrores el desarrollo de la racionalidad, de la cul- No queda casi nadie que no cargue con su culpa. tiene camisa de protección en esta historia. Perón,
tura, sino un paisaje de ruinas, una catástrofe, la Y, de hecho, Karl Jaspers ha hecho un estudio basándose en sus ideas de la comunidad organiza-
historia como catástrofe. Si uno se detiene lo nece- sobre la culpa alemana que comentaremos más da, solía decir: “Nadie se realiza en una comuni-
sario en un libro tan notable como La historia des- adelante. Sólo quiero, por ahora, decir: algo tiene dad que no se realiza”. Es correcto. También lo es
garrada, ensayo sobre Auschwitz y los intelectuales, que haber fracasado muy profundamente en un que en una comunidad que no se realiza, todos
de Enzo Traverso, verá que el autor ya encuentra país para que se lleguen a implantar en él trescien- han hecho algo para que eso ocurriera. No han
en Kafka la prefiguración del horror. Kafka no es tos campos de concentración. Todos sabemos hecho lo mismo, sin duda. Pero el análisis debe
responsable del horror, desde luego, pero ya en él quiénes levantaron esos campos. Pero depositar partir de esa certeza: ¿por qué, entre el desarrollo
late algo, algo que nos dice que cualquier ciuda- todo el horror ahí sería muy fácil. Algo hicimos mal histórico que va de 1955 a 1976, no se pudo evi-
dano puede ser condenado sin que conozca de todos para que eso ocurriera. Objeción inmediata, tar el país concentracionario, el país de la Muerte?
qué se lo acusa, típica situación que se vive en el casi mecánica: ¿no implica esto reemplazar la teo-
Estado Terrorista. En cuanto a la configuración ría de los dos demonios por la de los muchos EL ESQUEMA TRIUNFALISTA DE
del horror en la cultura alemana, el trabajo se ha demonios o por la del enano fascista que todos LA REVOLUCIÓN DE VALLE
hecho cuidadosamente. Desde el Hegel que dice llevamos dentro? Rechazo esto. Es simplista y, El asesinato de Juan José Valle es –sin lugar a
que lo Absoluto pasó entre los judíos y éstos lo sobre todo, lleva a la cómoda situación de librarse ningún tipo de duda– uno de los actos más impor-
desconocieron, o los Discursos a la nación alemana de la búsqueda de la propia responsabilidad en tantes en ese devenir de nuestra historia hacia la
de Fichte, o el primer Tratado de la Genealogía de una catástrofe. No se trata de equilibrar la culpa. instauración de la Muerte, del lager argentino.
la moral de Nietzsche con su descripción de la Entre el general que instrumentando el poder del (Lager es “campo” en alemán. Primo Levi, en sus
bestia rubia germánica, hasta Bismarck y su ímpe- Estado arma un campo de concentración y el gue- textos, utiliza esta palabra, que, dentro de la biblio-
tu prusiano, el fracaso de los espartaquistas, el rrillero que es torturado en él no hay equivalencia grafía sobre el Holocausto, se utiliza para mencio-
Tratado de Versalles, la República de Weimar, los alguna. Dicho esto, quiero decir otra cosa: la Teo- nar a los campos de concentración de la Alemania
extravíos de la socialdemocracia, la inflación, la ría de los dos demonios suele terminar por transfor- nazi.) El asesinato de civiles y los fusilamientos de
desorientación de los comunistas, todo parece lle- marse en una traba, en una amenaza y hasta en los militares del levantamiento contra el gobierno
III
ilegal de Aramburu-Rojas figuran entre los bien ‘todos’ somos pueblo, no se puede negar Ahora se trata otra vez traer a Perón. Irán hacia
hechos más crueles de nuestra historia. que la clase obrera lo es de un modo particular. la Plaza de Mayo; b) Si en septiembre eran supe-
Vamos a seguir la clásica narración de los También utilizamos el término como equiva- riores militarmente también lo son ahora; c) Y
hechos que surge de la pluma comprometida, lente de ‘mayoría’” (Ibid., p. 18). Ferla no quie- ahora tienen lo que les faltó en septiembre: la
obsesiva, de Rodolfo Walsh. Rodolfo encuentra re eludir el bombardeo del 16 de junio. Parece mística del triunfo. Todo parece “cerrar” muy
aquí su gran libro y su auténtico destino litera- que eso no se despacha con tanta facilidad bien. Aquí estamos, por ahora. Lo que ignora
rio. El libro es una obra maestra. Es cierto que como hacen algunos, esos que dicen que la Valle es que la mística de los golpistas del ‘55
se adelanta al de Capote en el estilo de mezclar CGT convocó “irresponsablemente” a los obre- sigue siendo más fuerte que antes. Y que están
ficción y no ficción. O ficción y periodismo. ros a la Plaza. ¿Y qué hay? ¿Por eso había que decididos a todo. Como, trágicamente, se verá.
Pero Rodolfo incluye un análisis, un compro- acribillarlos? Además ahí murieron hombres y Tal vez Valle pensara en un paseo masivo como
miso político que no está en Capote. El de mujeres de todas las condiciones: ricos, pobres, una demostración de fuerza y punto. Entre
Rodolfo es el texto que habría escrito Sartre de peronistas, antiperonistas, viejos, niños, etc. tanto, Aramburu y Rojas redactaban decretos de
meterse en esta historia. Pero Sartre no era un “Este episodio criminal (dice Ferla), este acto pena de muerte.
irlandés obstinado, un ajedrecista talentoso, un terrorista comparable al cañoneo de Alejandría
matemático. Escribo esto y pienso en Lilia, su y ciudades persas efectuados por la flota inglesa EL MACARTISMO DE LA
compañera. Siempre pienso en ella cuando también con propósitos de escarmiento, no LIBERTADORA
escribo sobre Rodolfo porque ella lo acompañó tiene antecedentes en la historia de los golpes Al hablar del confinamiento de los militares
hasta el final. Y, una vez muerto él (que, por de Estado. Porque hasta en la lucha entre nacio- peronistas leales en los barcos Washington y
suerte, no llegó vivo a la ESMA), ella, con un nes está proscripto el ataque a ciudades indefen- París me reservé la carta de esta otra obsesión de
coraje inaudito, anduvo por Buenos Aires sas y porque la guerra aérea, con el bombardeo la dictadura: los comunistas. Quienes pensaban
repartiendo la Carta a la Junta. Una vez entra a poblaciones civiles, ha sido una tremenda pasarla bien con Rojas y Aramburu ya que habí-
en un bar, va hacia la barra y ya se prepara a calamidad traída como novedad por la última an hecho correctamente sus deberes democráti-
dejar unos ejemplares de la Carta cuando entra guerra mundial, que ha merecido el repudio cos. No: se lanzó una razzia contra ellos que fue
una patrulla de milicos dispuesta a investigar a unánime universal” (Ibid., p. 27). Claro que sí: patética y brutal. “Los comunistas sufrieron la
todos. Lilia pone la Carta en la cartera amplia el bombardeo del 16 de junio fue nuestro Guerni- persecución de la Revolución Libertadora luego
que lleva, da media vuelta y se dirige a la puer- ca. Luego Ferla se concentra en Perón. Aten- del alivio inicial que les produjo el derrocamien-
ta. Se abre paso tranquila, serenamente entre los ción, este hombre sereno, que sabe mucho, es to de Perón. La desconfianza se acrecentó con la
milicos y sale a la calle y se va. “Yo era invisi- digno de ser escuchado: “Desde hace tres años profundización de la línea política impuesta por
ble”, me dirá. “Estaba segura de serlo y creer –tiempo que coincide sugestivamente con la Aramburu-Rojas, con la prédica anticomunista
eso me hacía lo que yo quería y necesitaba ser: muerte de su esposa– (...) no sabe si profundi- coherente con los tiempos de la Guerra Fría y el
invisible.” zar la revolución –ni cómo hacerlo– o ponerle alineamiento argentino a los dictados prove-
Walsh era un irlandés que escribía novelas fin (...). Hay momentos en que piensa armar a nientes de Washington” (Germán Ferrari-San-
policiales de enigma. Escribía en Leoplán, en los obreros y otros en que desea abandonar la tiago Senén González, “El Ave Fénix”, “El sindi-
Vea y lea. Escribía cuentos breves, ingeniosos. política. Planteadas las cosas en términos de calismo entre la ‘Libertadora’ y las ‘62 organiza-
Tres portugueses bajo un paraguas (sin contar al violencia, que no le permiten su propio juego ciones’ (1955-1958)”, a editarse en Editorial
muerto), por ejemplo. Llueve. Hay cuatro por- de masas, Perón se siente desconcertado, confu- Corregidor). La Libertadora era abiertamente
tugueses, cada uno con su sombrero, bajo un so, abatido” (Ibid., p. 27). El antiperonismo macartista, como sus adherentes culturales de
paraguas. Muere uno de los portugueses. Que- toma el poder más por obra del desarme espiri- Sur. Al fin de cuentas, terminaban identificando
dan tres. Dos tienen seco el sombrero. El otro tual del peronismo que de una victoria militar al peronismo con el comunismo.
lo tiene mojado en la parte de atrás. Quién propiamente dicha... (Ibid., p. 35) Esto justifica “El momento de mayor tensión entre el PC y
mató al primero. El que tiene mojada la parte fuertemente la intentona de Valle. Si en 1955 el gobierno (siguen Ferrari y Senén González) se
de atrás, porque tuvo que darse vuelta para ase- hubo “desarme espiritual”, ellos, en 1956, están produjo a comienzos de abril de 1957, con la
sinar a su víctima. No sé si a ustedes les parece dispuestos a todo y las masas los seguirán: será ilegalización del comunismo y una serie de raz-
una obra maestra esto, pero yo lo leí de niño en otro 17 de octubre. Sobre la derrota de Perón zias contra sus militantes que llevaron a la cárcel
Leoplán y me gustó mucho. Era como un bom- (cuya causa Valle conocía y se proponía subsa- a varios centenares de adherentes de todo el país,
bón. Un juego. Una exquisitez. Pudo haber nar), Ferla es contundente: “Perón no fue ven- entre ellos, el poeta chileno Pablo Neruda, que
sido el John Dickson Carr argentino. También cido militarmente (...), las fuerzas leales domi- por esos días había arribado a Buenos Aires. Esas
publica, en la mítica Serie Naranja, sus Varia- naban por completo la situación (...). La psiquis acciones, que se denominaron ‘Operación Car-
ciones en rojo. Son cuentos británicos. Con el de Perón no la resistió. La gran confusión lo denal’, culminaron con un hecho grotesco:
muerto, el enigma, los sospechosos y el detecti- había envuelto también a él. El peronismo cayó decenas de comunistas y ‘camaradas de ruta’
ve que resuelve el caso con su ingenio imbati- vencido espiritualmente. Su adversario esgrimía fueron encerrados en el vapor París, varios kiló-
ble. Este hombre estaba un día jugando al aje- un arma de la que carecía en ese momento: metros adentro del Río de la Plata, bajo la ame-
drez: “La primera noticia sobre los fusilamien- había logrado crear una mística. A esa mística, naza de la Marina de hundir el buque, que se
tos clandestinos de junio de 1956 me llegó de el peronismo sólo ofrecía la mística del líder, encontraba para el desguace. Algunas de las per-
forma casual, a fines de ese año, en un café de algo sumamente frágil como para embarcarse en sonalidades encerradas fueron los políticos Héc-
La Plata donde se jugaba al ajedrez” (Rodolfo una guerra” (Ibid., p. 35). Franklin Lucero, el tor P. Agosti, Rodolfo y Orestes Ghioldi, el abo-
Walsh, Operación Masacre, Ediciones De la jefe del Ejército, empuja a Perón hasta último gado Rodolfo Aráoz Alfaro, el músico Osvaldo
Flor, 2007, p. 17). En ese mismo lugar, seis momento. Nada consigue. Sólo los castigos que Pugliese y el escritor Leónidas Barletta, director
meses antes, le había llegado algo del estruendo le caerán encima después y que relatará en su del semanario Propósitos”. (Ibid., inédito aún).
de la asonada de Valle. Se va a su casa. En la libro El precio de la lealtad. ¿Sabía Perón que al No es posible dudar: los presos comunistas de la
madrugada, escucha a un locutor que anuncia irse dejaba aquí a sus leales, quienes deberían, Libertadora eran hombres de prestigio y meter-
que dieciocho civiles han sido ejecutados en tal como lo dice Lucero, pagar por el precio de los presos era una burrada fenomenal. Juan L.
Lanús, que hay una ola de sangre en el país, que esa lealtad? Sí, lo sabía. Pero estaba vencido Ortiz y José Portogalo. El gran escenógrafo,
se ha fusilado a Valle. “Tengo demasiado para interiormente. Valle comprende esa situación. maestro de los más grandes escenógrafos del tea-
una sola noche. Valle no me interesa. Perón no Comprende el cansancio del líder. Pero sabe tro argentino, el mítico Saulo Benavente y...
me interesa, la revolución no me interesa. que en septiembre ellos eran más. ¿Por qué no ¡Pablo Neruda! Eso es tener nivel para meter en
¿Puedo volver al ajedrez?” (Ibid., p. 18). Estos habrán de serlo ahora? Sólo les falta Perón. cana. En cuanto a los políticos del PC, apena
son los destinos fascinantes. Los de los tipos Pondrán ellos la cuota de fe y de fervor y de que tan poco le hayan servido a Rodolfo Ghiol-
que se encuentran con una coyuntura que los ganas de luchar que al líder le faltó y luego lo di sus defensas de la oligarquía, del diario La
da vuelta, que los cambia para siempre: no, ya traerán, porque no desconocen su liderazgo. Prensa y La Nación. Basta: los tiempos habían
no volverá al ajedrez. Además, y no olvidemos Saben que las masas lo quieren a Perón. En cambiado. Eran los de la Guerra Fría y los
que Rodolfo era un cartógrafo de primera línea, ningún momento Valle quiere reemplazarlo. comunistas... a la sentina.
le llega una noticia que no puede resistir: hay Sólo quiere ser el soldado leal que lo traiga de Volvemos a Walsh. Se ha encontrado con “ese
un fusilado que vive. “No sé qué es lo que con- nuevo a la patria. fusilado que vive”. Con Juan Carlos Livraga.
sigue atraerme en esa historia difusa, lejana, eri- La gesta de la rebeldía se hace en cautiverio. “Livraga me cuenta su historia increíble; la creo
zada de improbabilidades. No sé por qué pido Todos los jefes leales a Perón están presos en el en el acto. Así nace aquella investigación, este
hablar con ese hombre, por qué estoy hablando barco Washington. Luego los trasladan al París. libro. La larga noche del 9 de junio vuelve sobre
con Juan Carlos Livraga” (Ibid., p. 19). Pero (¡Ya veremos quiénes van a recalar también en el mí” (Ibid., p. 19). Su vida cambiará, abandona-
esto no es lineal. No sólo Walsh va a conducir París!) Luego, a otros confinamientos más tole- rá su casa, su trabajo, cambiará de nombre, ten-
nuestro relato. En 1964, un peronista de la rables. Valle va a una quinta en General Rodrí- drá una cédula falsa, cargará con un revólver “y
rama nacionalista, un hombre de una sencillez guez, que es de su suegra. Aquí crea un Movi- a cada momento las figuras del drama volverán
conmovedora, de quien recién en estos días don miento de recuperación nacional. “Va en busca de obsesivamente: Livraga bañado en sangre cami-
Arturo Peña Lillo está editando sus libros, se la solidaridad de sus camaradas, los ‘leales’ de nando por aquel interminable callejón por
ocupará también de la revolución de Valle. Es septiembre, quienes experimentan sus mismos donde salió de la muerte, y el otro que se salvó
Salvador Ferla, que morirá humilde, sobrio, sentimientos y tienen sus mismas opiniones” con él disparando por el campo entre las balas, y
PRÓXIMO viviendo de un kiosco en un barrio del Gran (Ibid., p. 44). los que se salvaron sin que él supiera y los que no
Buenos Aires. Ferla es autor de esa joyita que es La cuestión para la gente de Valle es sencilla, se salvaron” (Walsh, Ibid., 19. Cursivas mías).
DOMINGO
Historia argentina, con drama y humor. Un pero tal vez no lo sea tanto. La evaluación que Continuará.
buen tipo, no son todos malos en esta historia hacen es la siguiente: a) Las masas siguen siendo
Operación triste. “Al decir ‘pueblo’ (dice Ferla) nos referi- peronistas. Siempre han tenido una vocación Colaboración especial:
Masacre mos en especial a la clase trabajadora, pues si movilizadora. Lo demostraron el 17 de octubre. Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 15 de junio de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


31 Operación Masacre

Suplemento especial de

PáginaI12
WALSH, EL NARRADOR “¿DÓNDE ESTÁ TANCO?”
DE LOS HECHOS Esa noche, la del 9, trasmiten una pelea:
Lausse contra el chileno Loayza. Lausse viene de
a violencia del 9 de junio de 1956 lucirse en Estados Unidos. Pero bajo “el

L debe entenderse –entre otras cosas,


pero en un plano central– como
una consecuencia del despla-
zamiento de Lonardi por Aram-
buru. Cuando los subordinados que cargan
armas saben que en la cúspide la que ganó es el
ala dura, los gatillos se vuelven fáciles.
régimen depuesto”. La Libertadora igual lo trata
bien. Pese a que Luis Elías Sojit hubiera dicho
esas frases inolvidables, entre cómicas, patéticas
y hasta trágicas cuando transmitía esas peleas:
“¡Lausse sangra de la nariz! ¡Es sangre
peronista!”. No, con Lausse todo bien. El país
boxístico espera, además, que se enfrente con
Lonardi, que proponía el diálogo con el Rafael Merentino, lo que sería la pelea del año.
peronismo, no hubiera abierto el paraguas Un grupo de amigos –la noche es muy fría– se
político que pudiera dar cobertura a los reúne para escuchar la pelea Lausse-Loayza. Esta
asesinatos de junio, Aramburu sí. Una política es la historia que cuenta Walsh. En la
de diálogo erradica la violencia, porque no la investigación lo acompaña Enriqueta Muñiz, a
alimenta el odio ni la venganza. Fueron estas quien le dedica el libro. También dice: “Donde
dos características las que ganaron al perder escribo ‘yo’ debe leerse ‘nosotros’”. Es la historia
Lonardi. Rojas fue el que se encargó de trazar de un grupo de tipos que escucha una pelea la
la línea Mayo-Caseros. Colocaba al peronismo noche del levantamiento de Valle: Carranza,
en la “barbarie”. Aramburu hizo lo que hizo Livraga (el sobreviviente que Walsh contacta
siempre el liberalismo con los bárbaros: para que le cuente los hechos), Garibotti, Díaz,
atacarlos sin piedad. Si es necesario, como Lizaso, Gavino, Torres, Brión y Rodríguez.
tantas veces lo fue, liquidarlos. Este es el Entra la cana y se los lleva por participar en la
encuadre político-conceptual de los episodios revolución. El que entra a los gritos y como una
del 9 de junio: mano dura, peronismo=bar- fiera desenfrenada es el jefe de Policía de la
barie, la línea Mayo-Caseros encarna lo más Provincia de Buenos Aires, teniente coronel (R)
puro y noble de la patria, no hay diálogo Desiderio A. Fernández Suárez, el más
posible con los herederos de la línea histórica despiadado del relato, el mejor hombre de
de los déspotas de la primera y la segunda Aramburu, el más perverso, el asesino por
tiranía. Y algo más, definitivo: castigo delegación y por convicción. Entra gritando:
ejemplar, escarmiento. “¡Dónde está Tanco!” Tanco era, con Valle, la
Lo tenemos a Walsh preparado para narrar la cabeza de la Revolución. No lo iban a
historia del 9 de junio. “Ésa es la historia que encontrar ahí. Ahí encuentran a esos
escribo en caliente y de un tirón, para que no me pobres tipos que querían escuchar la pelea
ganen de mano” (Walsh, Ob. cit., p. 20). Hace de Lausse, que andaba tan bien, mirá
muchos años, en los comienzos del ‘84, en el vos, que hasta a los yanquis les había
retorno de la democracia, hablaba con dos dado piñas fieras, ¿cuándo peleará con
escritores, dos colegas del arte de la soledad, y Merentino? Para ellos, nunca. Nunca
veíamos el endiosamiento que se venía alrededor pelearon, de todos modos, pero, saber
de Walsh. Uno de ellos dijo algo cierto: que no eso, no habría consolado a ninguno.
había que perder de vista que era un tipo alegre, Caen, en la casa de Florida, también a
jodón, que le gustaba el ajedrez, trazar mapas, escuchar la pelea otros dos: Troxler y
imaginar la búsqueda de El Dorado y que con Benavídez. De Troxler nos vamos a
Operación Masacre pensaba ganarse el Premio ocupar extensamente.
Pulitzer. Lo cual era cierto. También en “Esa Anota Walsh, lo anota en cursivas
mujer” el protagonista lo tienta al Coronel con para que quede bien claro, para que
los beneficios de publicar la historia que sólo él nadie pierda el dato: “A las 24 horas del
sabe y guarda como una tumba. 9 de junio de 1956, pues, no rige la ley
El periodista dice: marcial en ningún punto del territorio de
“–Hay que escribirlo, publicarlo. la nación. Pero ya ha sido aplicada. Y se
–Sí, algún día. aplicará luego a hombres capturados antes
Parece cansado, remoto. de su imperio, y sin que exista –como
–¡Ahora! –me exaspero–. ¿No le preocupa la existió, en Avellaneda– la excusa de
historia? ¡Yo escribo la historia y usted queda haberlos sorprendido con las armas en la
bien para siempre, Coronel! mano” (Ibid., p. 69). ¿Qué sucedió en
La lengua se le pega al paladar, a los dientes. Avellaneda? Fue desbaratado el intento de
–Cuando llegue el momento... usted será el rebelión de los hombres de Valle. “La
primero... represión es fulminante. Dieciocho civiles y
–No, ya mismo. Piense. Paris Match. Life. dos militares son sometidos a juicio sumario en
Cinco mil dólares. Diez mil. Lo que quiera”. la Unidad Regional de Lanús. Seis de ellos serán
(Rodolfo Walsh, “Esa mujer”, en Perón vuelve, fusilados: Yrigoyen, el capitán Costales, Dante
Compilación de Jorge Lafforgue, Norma, 2000, Lugo, Osvaldo Albedro y los hermanos
Buenos Aires, P. 135.) Clemente y Norberto Ros. Dirige este
Es cierto que lo del Pulitzer lo decía un poco procedimiento el subjefe de Policía de la
en broma, un poco en serio, pero lo decía. No provincia, capitán de corbeta aviador naval
era “Walsh” aún, estaba saliendo de la policial Salvador Ambroggio. Los tiros de gracia corren
de enigma hacia el género negro. Buscando en por cuenta del inspector mayor Daniel Juárez.
esa historia se buscaba él mismo. Se estaba Con fines intimidatorios, el gobierno anunció
haciendo. Hay frases como latigazos: “Muchos esa madrugada que los fusilados eran dieciocho”
pensamientos duros el hombre se lleva a la (Walsh, Ibid., p. 68). Todo esto, antes de ser
tumba, y en la tumba de Nicolás Carranza ya promulgada la ley marcial. Se trata de
está reseca la tierra” (Operación Masacre, Ibid., asesinatos. Es a la 0.32 cuando por Radio del
p. 29). Le gusta anticipar algunos hechos, como Estado se da lectura a un comunicado de la
si no quisiera perderse al lector, advertirle: Secretaría de Prensa de la Presidencia de la
“Guarda, lo mejor está por venir”. Por ejemplo: Nación. El artículo primero declara la ley
“El barrio en que van a ocurrir tantas cosas marcial en todo el territorio de la nacional.
imprevistas” (Ibid., p. 36). O también: “La casa Cuando Troxler, junto a Benavídez, llega a la
donde han entrado Carranza y Garibotti, donde casa de Florida, donde lo arrestan, Walsh hace
se desarrollará el primer acto del drama y a la de él una minuciosa descripción. Apelando a su
que volverá por último un fantasmal testigo” efectivo recurso anticipatorio digamos que
(Ibid., p. 37). Es el recurso de decirle al lector nuestro interés en Troxler es, por supuesto,
algo de lo que va a pasar, sin contárselo, para existencial, casi entrañable, pero también
meterle la intriga, tironearlo para que siga. Un teórico: Nadie expresa como Julio Troxler, con su
recurso clásico sería: “Se despidieron en la tragedia personal, la tragedia del movimiento
esquina de Superí y Monroe. No volverían a nacional peronista. Que es también, por supuesto,
verse”. ¿Por qué? ¿Alguno de los dos va a morir? una tragedia argentina.
¿Lo van a matar o simplemente se va de viaje?
Además, si no vuelven a verse, ¿cómo se resuelve LOS FUSILAMIENTOS
el lío en que están metidos? Y el lector da vuelta Se abre la puerta de la casa de Florida y
la página y sigue adelante. Troxler se encuentra con un sargento y dos
II
vigilantes que lo apuntan con sus armas. Apenas detiene alumbrándolos con los faros. Rodríguez
se inmuta. Conoce al sargento. Moreno baja, pistola en mano.
“–¿Qué hubo? –pregunta Troxler. “A partir de ese instante el relato se fragmenta”.
–No sé. Tengo que llevarlos. (Nota: Walsh revela en esta frase que había leído
–¿Cómo me vas a llevar? ¿No te acordás de –como todos nosotros– atentamente a Borges.
mí? Que, en su cuento “El muerto” de El Aleph,
–Sí, señor. Pero tengo que llevarlo. Es una escribe: “Aquí la historia se complica y se
orden que tengo” (Walsh, Ibid., pp. 71/72). ahonda”, Jorge Luis Borges, Obras Completas,
Así describe Walsh a Troxler: “Es un hombre Tomo I, Emecé, Buenos Aires, p. 548.) La frase
alto, atlético, que en todas las alternativas de esa completa de Walsh es más impresionante, va más
noche revelará una extraordinaria serenidad. allá de la mera técnica narrativa: “A partir de ese
“Veintinueve años tiene Troxler. Dos instante el relato se fragmenta, estalla en doce o
hermanos suyos están en el Ejército, uno de ellos trece nódulos de pánico”. (Walsh, Ibid. p. 91.
con el grado de mayor. El mismo siente quizá También es notable que tenga un aire impecable
cierta vocación militar, mal encauzada porque de relato posmoderno.)
donde al fin ingresa como oficial es en la policía “Carlitos, azorado, sólo atina a musitar:
bonaerense. Rígido, severo, no transige sin –Pero, cómo... ¿Así nos matan?
embargo con los ‘métodos’ –con las brutalidades– (...)
que le toca presenciar y se retira en pleno –¡Alto! –ordena una voz.
peronismo. A partir de entonces vuelca su Algunos se paran. Oros avanzan todavía unos
disciplina y capacidad de trabajo en estudios pasos. Los vigilantes, en cambio, empiezan a
técnicos. Lee cuanto libro o revista encuentra retroceder, tomando distancia, y llevan la mano
sobre las especialidades que le interesan –motores, al cerrojo de los máuseres.
electricidad, refrigeración–. Justamente es un (...)
taller de equipos de refrigeración el que instala en –¡De frente y codo con codo! –grita
Munro y con el que empieza a prosperar. Rodríguez Moreno” (Walsh, Ibid., p. 92).
“Troxler es peronista, pero habla poco de Luego habrá de vociferar:
política. Cuantos lo trataron lo describen como –¡Tírenles!
un hombre sumamente parco, reflexivo, enemigo “Sobre los cuerpos tendidos en el basural, a la
de las discusiones. Una cosa es indudable: conoce luz de los faroles donde hierve el humo acre de la
a la policía y sabe tratar con ella” (Walsh, Ibid., p. pólvora, flotan algunos gemidos. Un nuevo
71). Observen otro rasgo del estilo de Walsh. crepitar de balazos parece concluir con ellos. Pero
Escribe: “Veintinueve años tiene Troxler”. de pronto Livraga, que sigue inmóvil e
Nunca: “Troxler tiene veintinueve inadvertido en el lugar en que cayó, escucha la
años”. El primer modo de armar la voz desgarradora de su amigo Rodríguez que dice:
oración la torna más dura. Más –¡Mátenme! ¡No me dejen así! ¡Mátenme!
novela negra. El otro es demasiado “Y ahora sí, tienen piedad de él, y lo ultiman”
correcto, como escolar. Troxler era, (Walsh, p. 94).
sí, un tipo alto, de pocas palabras, Y ahí termina la masacre de José León Suárez.
de pocas expresiones, y de poca
suerte, aun cuando pareció haberla CÓMO SE SALVA TROXLER
tenido toda de su parte la noche ¿Qué ha sido de Julio Troxler. “Julio Troxler
de José León Suárez. se ha escondido en una zanja próxima. Espera
Al grupo que escuchaba la pelea que pase el tiroteo. Ve alejarse los vehículos
que Lausse le ganó al chileno policiales. Entonces hace algo increíble. ¡Vuelve!
Loayza lo meten un colectivo y lo Vuelve arrastrándose sigilosamente y llamando
llevan a la Unidad Regional San en voz baja a Benavídez, que escapara con él del
Martín. Es la 0.45. El jefe de la carro de asalto. Ignora si se ha salvado.
unidad es el inspector mayor “Llega junto a los cadáveres y los va dando
Rodolfo Rodríguez Moreno. Los vuelta uno a uno –Carranza, Garibotti,
hacen sentar en unos bancos. Son las 3 Rodríguez–, mirándoles la cara en busca de su
y todavía están ahí. Hace mucho frío: amigo. Con dolor reconoce a Lizaso. Tiene
0 grado. A las 2.53, el contraalmirante cuatro tiros en el pecho y uno en la mejilla.
Rojas habla por la cadena nacional. Lee Pero no encuentra a Benavídez” (Walsh, Ibid.,
el comunicado Nº 2. Lo lee él. ¿Qué hay p. 100. Benavídez se salvó. Tomándolo como
en esta elección? ¿Por qué lo lee él? Quiere punto de partida, como base del relato también,
que sepan que él es un duro, un tipo que se la directora Cecilia Miljiker hará su documental
hace cargo de sus actos, que son los castigos Los fusiladitos, narrado por Malena Solda, del
que aplica. Duro, con una arrogancia feroz, que ya hablaremos.)
dice: “La Revolución Libertadora cumplirá Troxler se va. Se mete en una cola de
inexorablemente sus fines”. colectivos cuando teme ser reconocido. Pero no
Al rato, Fernández Suárez le da una orden lo ven ni sube al colectivo. Empieza a caminar.
decisiva, final, a un subordinado: (Ya lo harán caminar otra vez. Pero todavía
–¡A esos detenidos de San Martín, que los lleven falta.) “Está exhausto y aterido. Desde la noche
a un descampado y los fusilen! anterior no prueba bocado. Camina once horas
El camión policial con los prisioneros llega a seguidas por el Gran Buenos Aires, convertido
una callecita pavimentada que conduce a un en desierto sin agua ni albergue para él, el
Club Alemán. “De un lado la calle tiene una sobreviviente de la masacre.
hilera de eucaliptus, que se recortan altos y “Son las seis de la tarde cuando llega a un
tristes contra el cielo estrellado. Del otro, a la refugio seguro” (Walsh, Ibid., p. 102).
izquierda, se extiende un amplio baldío, un Así se salvó Julio Troxler, peronista, de los
depósito de escorias, el siniestro basural de José fusiles de la Libertadora. Otros fusiles, en un
León Suárez, cortado de zanjas anegadas en futuro que era imposible prever ni soñar ni
invierno, pestilente de mosquitos y bichos alucinar, lo esperaban.
insepultos en verano, corroído de latas y Escribe Walsh: “Dieciséis huérfanos dejó la
chatarra” (Walsh, Ibid., p. 90). Ya presienten lo masacre: seis de Carranza, seis de Gariboitti,
que se viene. Ahí, caminando por ese baldío, tres de Rodríguez, uno de Brión. Esas criaturas
¿qué otro destino sino el peor, el de morir, en su mayor parte prometidas a la pobreza y el
puede aguardarles? Si intentan detenerse o resentimiento, sabrán algún día –saben ya–
aminorar la marcha es porque tienen los pies que la Argentina libertadora y democrática de
helados y se les hace difícil caminar, los canas junio de 1956 no tuvo que envidiar al infierno
les encajan en los riñones, en la espalda los nazi” (Walsh, Ibid., p. 126). ¿Qué habrían
caños de los fusiles. Llegó el momento. dicho Victoria, Borges y Bioy y Manucho y
“–¿Qué nos van a hacer? –pregunta uno. tantos, tantos otros si hubieran sabido que un
–¡Camine para adelante! –le responden. irlandés implacable le decía nazi a la revo-
–¡Nosotros somos inocentes! –gritan varios. lución de la libertad, de la democracia, de la
–No tengan miedo –les contestan–. NO LES cultura, de la restauración de la Civilización,
VAMOS A HACER NADA. ¡NO LES de la derrota de la Barbarie, del fin del ré-
VAMOS A HACER! gimen del tirano depuesto, del segundo tirano?
“Los vigilantes los arrean hacia el basural ¿Que podrá decir el decano de nuestros
como a un rebaño aterrorizado. La camioneta se historiadores que escribió su frase memorable,
III
inmortal: “El año 1956 transcurrió así con crueldad llegue a tal extremo. Pero recibe una Acres rosas de sangre florecen en los pechos,
un rumbo político impreciso”? ¿En serio, respuesta histórica. Pide, imperiosamente, hablar El rocío mitigó las heridas aleves,
Halperín Donghi, le parecen “imprecisos” los con Aramburu y le responden: El presidente Seis hombres caen de bruces sobre la tierra
acontecimientos que acabamos de narrar? duerme y ha dado orden de no ser molestado. De helada/
En cuanto al jefe de Policía de la Provincia de modo que la mujer de Valle se va de Campo de Y el presidente duerme.
Buenos Aires, Fernández Suárez, la situación Mayo con esta respuesta: El presidente duerme.
puede tornarse delicada: “Ha detenido a una “José Gobello (escribe Ferla) eternizó ese ¡Silencio! ¡Que ninguno levante una protesta!
docena de hombres antes de entrar en vigor la instante en su verso El presidente duerme” (Ferla, ¡Que cese todo llanto! ¡Que nadie se lamente!
ley marcial. Los ha hecho fusilar sin juicio. Y Ibid., p. 115). Un silencio compacto se adueñó de la noche.
ahora resulta que siete de esos hombres están Sí, claro que sí. José Gobello, gran Y el presidente duerme.
vivos” (Walsh Ibid., p. 131). lunfardista, que fue, nada menos que
En el Epílogo dice Walsh: “Tres ediciones presidente de la Academia del Lunfardo, ¡Oh, callan, callan todos! Callan los
de este libro, alrededor de cuarenta artículos escribió este bonito poema que inmortaliza esa camaradas.../
publicados, un proyecto presentado al respuesta de Aramburu. No lo podemos dejar Callan los estadistas, los prelados, los jueces...
Congreso e innumerables alternativas pasar. Gobello expresa la complejidad patética, El Pueblo ensangrentado se tragó las palabras
menores han servido durante doce años para a veces carnavalesca, que es el peronismo. Su Y el presidente duerme.
plantear esa pregunta (la de los fusilamientos, poema a Valle es sincero y no está del todo
JPF) a cinco gobiernos sucesivos. La mal. Pero lo malo lo hizo después. Si bien un El Pueblo yace mudo como un ajusticiado,
respuesta siempre fue el silencio. La clase que peronista puede hacer casi cualquier cosa sin Pero, bajo el silencio, nuevos rencores crecen.
esos gobiernos representa se solidariza con que nos sorprenda. Por ejemplo: que le escriba Hay ojos desvelados que acechan en la
aquel asesinato, lo acepta como hechura suya un poema al sacrificado general Valle y años sombra/
y no lo castiga simplemente porque no está después sea un matazurdos desde la revista Y el presidente duerme.
dispuesta a castigarse a sí misma” (Walsh, nazi del diputado Rodolfo Arce comprometida
Ibid., p. 174). Y luego: “El 12 de junio se con las acciones de la Triple A en la (Nota: El poema de Gobello figura en el
entrega el general Valle, a cambio de que cese modalidad del entusiasmo incontenible. libro de Ferla con la lista de los 27 fusilados
la matanza. Lo fusilan esa misma noche. Aquí va el poema: del 9 de junio de 1956.)
“Suman 27 ejecuciones en menos de 72 horas
en seis lugares diferentes” (Walsh, Ibid., p. 75). El presidente duerme... En la revista El Abasto, de agosto de 2005,
El texto que continúa es Aramburu y el juicio Por José Gobello Nº 68, le preguntan al vate nazifascista,
histórico. Por razones de narración de los hechos defensor, sin embargo, de Valle y su
nos volcaremos sobre él más adelante. La noche yace muda como un ajusticiado, revolución contra los de la Libertadora, por
Podríamos hacerlo ahora, dada la íntima Más allá del silencio nuevos silencios crecen, qué adhiere tan fervorosamente a Jorge Rafael
conexión que tienen. De todos modos, cuando Cien pupilas recelan las sombras de la sombra, Videla. Gobello responde: “Yo antes de ser
narremos los sucesos que culminaron en Timote Velan las bayonetas y el presidente duerme. peronista y argentino soy católico. A mí la
necesariamente retornaremos a reflexionar sobre Iglesia no me la toquen. Ni Perón, ni
la tragedia de José León Suárez, así de Muchachos ateridos desbrozan la maleza Kirchner, ni nadie. No sé si está bien o mal,
entrelazados están estos acontecimientos. Para que sea más duro el lecho de la muerte... pero soy así. Yo soy antizurdo y antifidelista
En sábanas de hilo, con piyama de seda porque creo que eso es una gran farsa.
“EL PRESIDENTE DUERME” El presidente duerme. “Te explico simplemente por qué dejé de ser
Ahora es la mañana del 10 de junio de peronista. Cuando salió el proceso militar,
1956. Y una muchedumbre “se aglomera La luna se ha escondido de frío o de ¿vos vivías en el ‘76, te acordás de la guerrilla y
frente a la Casa de Gobierno. En la plaza vergüenza,/ los asesinatos? Ahora la gente tiende a
prohibida, oficialmente prohibida, como que Ya sobre los gatillos los dedos se estremecen, olvidarse...”
existe una disposición vetando las reuniones Una esperanza absurda se aferra a los teléfonos, En otro reportaje dice: “Los milicos
públicas en ese lugar; allí donde nuestra clase Y el presidente duerme. vinieron a poner orden y se les fue la mano.
obrera ya no puede vivar, saltar y cantar, una Pero en toda guerra se cometieron
multitud gorilizada, exultante de odio va a El llanto se desata frente a las altas botas. atrocidades. Mirá, en Vietnam: también
alentar al gobierno en la macabra tarea que –Calle mujer, no sea que el llanto lo despierte. tiraban gente desde los aviones”.
está ejecutando. Gritan desaforados estribillos –Sólo vengo a pedirle la vida de mi esposo. Este hombre estuvo en el peronismo, se
como este: ¡Dale Rojas! ¡Dale leña!... ¡Aram- –El presidente duerme entusiasmó con Evita, con Perón, le escribió
buru, dale duro! ¡A la horca! ¡Ley marcial! un poema a Valle, un poema que era un
“Gran parte de ese público, un año antes Reflectores desgarran el seno de la noche, riesgo, y estuvo en la revista de Rodolfo Arce
precisamente en junio de 1955, se había El terraplén se apresta a sostener la muerte, corriendo zurdos con agravios que despertaban
sumado a la santa procesión de Corpus Christi, El pueblo se desvela de angustia y de la furia de las bandas. Caramba. Qué arduo es
caminando compungido, detrás de la Cruz, impotencia/ todo esto. Gobello, usted que fue presidente
nada más que para darle a la procesión un Y el presidente duerme. de la Academia del Lunfardo, ¿cómo no le
sentido político y probar si con la Cruz le puso a su poemita El presidente apoliya? ¿No
movían el piso a quien entonces no se lo habían De cara hacia la noche sin límites del campo, hay una incongruencia ahí?
podido mover por la espada” (Salvador Ferla, Las manos a la espalda, se yerguen los En cuanto a Aramburu, lo indignante (en
Ibid., p. 101). valientes,/ medio de todo lo inaceptable que tiene esta
La mujer de Valle va a Campo de Mayo. Los laureles se asombran en las selvas lejanas historia macabra) fue no recibir a la mujer de
Junto a ella, van sus cinco hijos, que quedarán Y el presidente duerme. Valle. Porque un presidente que ordena
huérfanos si su padre es fusilado. Le dijeron que responderle a la mujer de un hombre que está
Aramburu es el único que puede apiadarse de su Tras de las bocas mudas laten hondos por ser fusilado, a una mujer que le ruega por la
marido y salvarle la vida. ¿Para qué fusilar a clamores.../ vida de su marido, por una vida que depende de
Valle? ¿Fusiló Perón a Menéndez? ¿Fusiló el –¡Cumplan con su deber y que ninguno tiemble una decisión suya: “El presidente duerme”, es un
feroz tirano depuesto a alguno de todos los de frío ni de miedo! mal tipo, alguien que desdeña la vida humana,
hombres que le hicIeron la Revolución de 1951? En una alcoba tibia que no tiene piedad, al menos que no la tuvo en
Pero la decisión de la Libertadora es la mano El presidente duerme. ese momento y, si no la tuvo ahí, con un viejo
PRÓXIMO
dura, el escarmiento, que no se vuelva a repetir compañero de estudios, casi con un amigo, se
DOMINGO un acto así, cueste la sangre que cueste. La –¡Viva la patria! Y luego los dedos temblorosos, hace sospechoso de no haberla tenido nunca.
mujer de Valle, desesperada, llega a Campo de Un sargento que llora, soldados que
Julio Troxler, Mayo. Su marido ha sido su amigo. obedecen,/
una tragedia Compartieron reuniones de familia. No puede Veinticuatro balazos horadando el silencio... Colaboración especial:
argentina creer que no haya piedad. No puede creer que la Y el presidente duerme. Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 22 de junio de 2008


Peronismo
Filosofía política de una obstinación argentina
José Pablo Feinmann

32 Julio Troxler, una tragedia argentina

Suplemento especial de

PáginaI12
LA INGENUIDAD DE VALLE
ay ingenuidad en la revolución de

H Valle. En él mismo sobre todo.


Pareciera no haber puesto en la
balanza la adhesión poderosa de
las clases medias y de los sectores
intelectuales y académicos para con la
Libertadora. Si Valle pensaba que una masa
incontenible de obreros peronistas se sumaría a él,
ese error era mayúsculo. En junio de 1956 era
más probable que se movilizaran los sectores
ligados al catolicismo, al Cristo Vence, los
empleados que esperaban prosperar en el nuevo
gobierno, los que estaban hartos del estilo
agobiantemente personalista de Perón, los
intelectuales, los radicales, los socialistas, los
comunistas, que las masas peronistas que
permanecían en la misma desorganización en que
Perón las había mantenido. No era el momento
de una revolución a la luz del sol. No era el
momento de un paseo triunfal hasta la Plaza de
Mayo (al estilo del de Uriburu y sus cadetes),
tampoco el de una simple proclama que arrancara
de sus barrios oscuros, humillados, sometidos a la
persecución de la policía aramburista, a los
obreros beneficiados por el régimen peronista.
Siempre conocedor de los hombres y las
coyunturas, siempre zorro y, más aún, viejo, el
general se había opuesto al intento de Valle. Van
al muere, era su pronóstico. Valle y los suyos
pensaban que Aramburu y Rojas eran unos
cobardes, que no afrontarían una sublevación,
que el golpe del ‘55 era fruto del coraje de
Lonardi. Era increíble que desconocieran el odio
del antiperonismo. El desplazamiento de Lonardi
abrió paso, justamente, al odio gorila, que no es
para desdeñar. Ha tenido y tiene una fuerza
poderosa en la Argentina. Sobre todo cuando
identifica al peronismo con esa fuerza maligna a
la cual suele asociarlo: el peligro comunista. El
odio gorila razona así: si el peronismo se
mantuviera en sus posiciones podríamos
contenerlo, incluirlo, no reprimirlo. Pero, al ser
un movimiento de masas, al representar a la
negritud de este país, aun cuando siempre
contemos entre sus filas con fascistas que
adherirán a nosotros en un enfrentamiento
definitivo, el peligro de este maldito movimiento
que tanto persevera es que surja de él el
comunismo. O, en nuestros días, el populismo
latinoamericano, enemigo de Estados Unidos,
partidario de los juicios contra los “héroes de la
lucha contra la subversión” e, incluso, partidario
de una investigación sobre la Triple A (y esto
viene de parte del mismo peronismo) que podría
llegar a tocar la intocada e intocable figura de
Perón. Créase o no, es a la derecha argentina en
totalidad a la que no le interesa que se “toque” a
Perón. Los trabajos sucios que hizo la Triple A y
que podrían involucrar (en principio en su faceta
permisiva) a Perón involucrarían al Ejército
Argentino, pues todo lo que la Triple A hizo
estuvo avalado por el establishment. Basta
recordar (ya nos detendremos sobre esto en su
momento) la Meditación del elegido con que anularon el movimiento. La objetividad con que ble que el alzamiento de unas masas obreras desa-
Mariano Grondona fundamenta públicamente las fue informada la institución y la opinión pública lentadas, agredidas, que recibían el desdén de los
acciones terroristas de López Rega, hacia fines de sin deformaciones, hablan de una confianza abso- poseedores y la burla sobre todo aquello en que
1974 en Carta política. luta en los valores morales del ejército y de la ciu- habían creído en los últimos años. Además, ¿cómo
Valle estaba muy lejos de conocer ese odio. dadanía consciente y libre” (La Prensa, 13/6/56. sabía Valle que Perón habría de volver? No es
Debió haberlo conocido luego del bombardeo del Citado por Ferla, Ibid., p. 135, cursivas mías.) Lo casual que Perón se haya opuesto al golpe. No esta-
16 de junio, pero parecía creer más en la moviliza- cual situaba a un católico como Valle del lado del ba repuesto aún. Necesitaba elaborar su derrota y
ción instantaneísta de la clase obrera que en los que ateísmo marxista-leninista soviético. juntar coraje para ponerse de nuevo al frente de un
sostenían las banderas de la Iglesia, el Ejército, las Valle también ignoró que la Libertadora maneja- movimiento, el que Valle ponía en sus manos, que
clases medias y el resto del país que había tirado a ba todos los medios de difusión, o, sin duda, los esta vez enfrentaría a adversarios temibles y sangui-
Perón y que todavía mantenía la sensación de su decisivos. Que en los teatros se daban obras satíri- narios a los que Perón respetaba en su justa medida
triunfo, la convicción de sostenerlo y el odio con cas sobre el peronismo, Perón y Evita. Que se y todavía un poco más.
que lo había llevado a cabo. Era impensable un exponían al público joyas, tapados de piel, meda- Valle se despide de su hija Susana y se dirige
“paseo” hacia la Plaza de Mayo, concentrarse ahí y llas, todo tipo de objetos de lujo que se atribuían al hacia el pelotón de fusilamiento. Lo fusilan en la
exigir el regreso del líder. Se habría producido un despilfarro, al robo descarado de la pareja presiden- cárcel de la Avenida Las Heras, donde ahora hay
nuevo y más sanguinario 16 de junio. En el diario cial. Que se hablaba sin cesar de los hurtos de Juan un espacio verde en el que algunos chicos juegan y
La Prensa del 13 de junio se recogían las declara- Duarte (muchas veces veraces). Que actores como algunos mayores hacen jogging para bajar de peso
ciones que, la noche anterior, ante un grupo de Leonor Rinaldi y Pepe Arias eran ídolos nacionales. o para escaparles a los infartos. Citemos la prosa
periodistas, en el mismo momento en que Valle era Que en La Revista Dislocada, “la gran creación emocionada, algo cándida (en medio de tanto
fusilado, había formulado el ministro de Ejército, cómica de Delfor”, en la que colaboraba el humo- terror, de tanta crueldad) de Salvador Ferla: “Así
general Arturo Ossorio Arana: “El asesinato, incen- rista rabiosamente antirrojo Aldo Cammarota, que pasa Valle a la inmortalidad. Así entra este héroe y
dio o destrucción de vidas, iglesias y otros bienes terminó viviendo en Miami, los chistes se descarga- mártir, esta gloria auténtica del Ejército Argentino
de la colectividad, señalan el camino a un estado ban sobre el “régimen depuesto”. La clase media y al reino de Dios, allí donde no existen la crueldad
anárquico total con estrecha semejanza al propug- la clase alta vivían envueltas en un clima de júbilo y ni el odio ni la calumnia. Hermano de Dorrego y
nado por la revolución social comunista. La repre- hasta de exaltación que probablemente las hubiera Peñaloza, representante de una Argentina ¡por cen-
sión firme, ecuánime y serena de las fuerzas arma- llevado a una defensa activa del gobierno de facto. tésima vez vencida!” (Ferla, Ibid., p. 134).
das y en particular la noble reacción del ejército Valle no pensaba que esta posibilidad era más via- Sin embargo, ese reino de Dios en el que Ferla
II
Valle, para desgracia de Aramburu, escribe una
Carta. También las había escrito Dorrego, cuando
esperaba los fusiles de Lavalle en los campos de
Navarro. Las de Dorrego le sirvieron a Rosas para
imponer mayor dureza a su régimen. Respondía a
la dureza con la dureza. Las cartas de Dorrego
habían pedido que esto no ocurriera. Escribe a su
hija Angelita: “Mi querida Angelita: En este
momento me intiman que dentro de una hora
debo morir; ignoro por qué; mas la providencia
divina, en la cual confío en este momento crítico,
así lo ha querido. Perdono a todos mis enemigos y
suplico a mis amigos que no den paso alguno en
desagravio de lo recibido por mí”. Otra carta: “Mi
querida Angelita: te acompaño esta sortija para
memoria de tu desgraciado padre”. Otra: “Mi que-
rida Isabel: Te devuelvo los tiradores que hiciste a
tu infortunado padre”. Otra más: “Sed católicos y
virtuosos, que esa religión es la que me consuela en
este momento”. Otra: “Mi vida: Mándame hacer
funerales y que sean sin fausto. Otra prueba de que
muero en la religión de mis padres”. Y la última,
fechada en Navarro en 1828, y dirigida al Señor
Gobernador de Santa Fe, Don Estanislao López, es
de notable importancia: “Mi apreciable amigo: En
este momento me intiman morir dentro de una
hora. Ignoro la causa de mi muerte, pero de todos
modos perdono a mis perseguidores. Cese usted
por mi parte todo preparativo y que mi muerte no
sea causa de derramamiento de sangre” (cursivas
nuestras).
La Carta de Juan José Valle no será tan magná-
nima. Es dura. Algo está pidiendo. No le augura a
su verdugo un futuro de felicidad. No tiene el aire
calmo, pleno de bondad y de religiosidad de
Dorrego. Es una Carta conocida pero añadiremos
algo: la Carta de Valle se liga con la Carta de
Walsh. Las liga el arbitrio del crimen aleve, la falta
de juicio, decidir fusilarlo antes de que estuviera
proclamada la Ley Marcial. Basura. La Historia
pasa por los patios húmedos, nocturnos de las
penitenciarias, la muerte es clandestina.
La Carta de Valle será, a la vez, la Carta de Valle
y la condena de muerte de Pedro Eugenio Aram-
buru, su ejecutor, que no dudó un instante, que
buscó el escarmiento, demostrar la dureza de la
Libertadora y que nadie más se atreviera a lanzarse
a una aventura revolucionaria como Valle. La
Carta dice: “Dentro de pocas horas usted tendrá la
satisfacción de haberme asesinado. Debo a mi
Patria la declaración fidedigna de los aconteci-
mientos. Declaro que un grupo de marinos y mili-
tares, movidos por ustedes mismos, son los únicos
responsables de lo acaecido. Para liquidar oposito-
res les pareció digno inducirnos al levantamiento y
sacrificarnos luego fríamente. Nos faltó astucia o
perversidad para adivinar la treta. Así se explica
que nos esperaran en los cuarteles, apuntándonos
con las ametralladoras, que avanzaran los tanque
de ustedes antes de estallar el movimiento, que
capitanearan tropas de represión algunos oficiales
comprometidos en nuestra revolución. Con fusi-
larme a mí bastaba. Pero no. Han querido ustedes
escarmentar al pueblo, cobrarse la impopularidad
asegura entrará Valle era propiedad de los Liberta- Reino y echaría una eterna maldición sobre sus confesada por el mismo Rojas, vengarse de los
dores. La Iglesia no hizo nada por impedir los fusi- asesinos. La Iglesia, como siempre, consideraba sabotajes, cubrir el fracaso de las investigaciones,
lamientos. “Aramburu y su ministro del Interior que Dios era justo, pero a veces con unos y a veces desvirtuadas al día siguiente en solicitadas de los
informaron que habían secuestrado instrucciones con otros, de acuerdo con sus propios intereses. diarios y desahogar una vez más su odio al pueblo
de los rebeldes para tomar casi todas las iglesias y Cuando Dios favorecía a los que la Iglesia apoyaba (...) Entre mi suerte y la de ustedes me quedo con
colegios religiosos del país y fusilar a los sacerdotes –como en el caso de Aramburu al fusilar a Valle– la mía. Mi esposa y mi hija, a través de sus lágri-
y monjas que se resistieran (...) El arzobispo de La Dios era justo con los amigos de la Iglesia. Cuando mas, verán en mí a un idealista sacrificado por la
Plata, Antonio Plaza, participó de la ‘ceremonia no lo era, lo sería pronto. O habría que luchar para causa del pueblo. Las mujeres de ustedes, hasta
patriótica’ organizada frente al Departamento de lo fuera. Pues “Dios” es una formidable rúbrica ellas, verán asomárseles por los ojos sus almas de
Policía para agradecer ‘la ejemplar conducta’ de que suelen ponerse a sí mismas las revoluciones de asesinos. Y si les sonríen y los besan será para disi-
sus tropas durante la sublevación. En Rosario, base clerical, oligárquica, que han triunfado. Para mular el terror que les causan”. Ahora leamos cui-
Caggiano visitó al comandante del Cuerpo de desgracia de Valle, Dios no estaba en la Peniten- dadosamente los párrafos que siguen. Late en ellos
Ejército, general José Rufino Brusa, en cuya sede ciaria de Las Heras la noche en que lo fusilaron. el reclamo de la venganza, o el vaticinio del seguro
aún había personas detenidas. Si fue a pedir cle- (Nota: En la película que Richard Brooks hizo asesinato de Aramburu, Rojas y los victimarios de
mencia, no lo hizo público ni se conocen docu- sobre la nonfiction novel de Truman Capote, A san- junio: “Aunque vivan cien años sus víctimas les
mentos que lo indiquen” (Horacio Verbitsky, La gre fría, en la escena final están por ahorcar a los seguirán a cualquier rincón del mundo donde preten-
violencia evangélica, Tomo II, “De Lonardi al Cor- asesinos de la familia de farmers. A uno lo suben al dan esconderse. Vivirán ustedes, sus mujeres y sus
dobazo (1955-1969)”, Editorial Sudamericana, cadalso, le ponen la cuerda alrededor del cuello y hijos bajo el terror constante de ser asesinados (...) Es
Buenos Aires, 2008, p. 45/46). El Reino de Dios el tipo ya siente la trampa que se abrirá bajo sus asombroso que ustedes, los más beneficiados por el
es de quienes poseen el poder. Ellos no desean pies. Hay un sacerdote, a su lado, que reza. El régimen depuesto y sus más fervorosos aduladores,
entrar a ese reino sino que envían ahí a quienes hombre lo mira. El frío es cruel. Le pregunta: hagan gala ahora de una crueldad como no hay
son sus enemigos. Lo hacen con suma frecuencia “Padre, ¿está Dios en este lugar?” ¿Estaba cuando memoria. Nosotros defendemos al pueblo, al que
en nombre de ese Reino, de ese Dios, de ese Culto. fusilaron tan indecentemente a Valle?) ustedes le están imponiendo el libertinaje de una
Dios no pareciera decidirse a ser justo como lo minoría oligárquica, en pugna con la verdadera
creía Lonardi. Notable cuestión: Aramburu creía LA CARTA DE VALLE libertad de la mayoría, y un liberalismo rancio y
que Dios era justo porque él fusilaba a Valle. Valle Pero los crímenes no suelen quedarse en el pasa- laico en contra de las tradiciones de nuestro país.
creía que Dios era justo porque lo acogería en su do. Siempre hay algo que los arroja hacia el futuro. Todo el mundo sabe que la crueldad en los castigos las
III
dicta el odio, sólo el odio de clases o el miedo. Como papel. Al discutir el libro con él y con Cedrón, pueblo peronista. Lo quería traer a Perón. Este
tienen ustedes los días contados, para librarse del llegamos a la conclusión de que el film no debía punto, en un texto que seguramente escribió
propio terror, siembran terror (...) Pero no taparán limitarse a los hechos ahí narrados. Una militan- Walsh pero con Troxler y Cedrón muy cercanos,
con mentiras la dramática realidad argentina por cia de casi veinte años autorizaba a Troxler a es una rareza. El “Perón Vuelve” seguía siendo la
más que tengan toda la prensa del país alineada al resumir la experiencia colectiva del peronismo en consigna que daba unidad a todo el peronismo.
servicio de ustedes”. Valle concluye con una frase los años duros de la resistencia, la proscripción. Y
de unidad que más suena a forma que a sincera la lucha armada. “SALUD, COMPAÑERO
convicción: “Ruego a Dios que mi sangre sirva “La película tiene pues un texto que no figura TROXLER”
para unir a los argentinos. Viva la Patria. Juan en el libro original. Lo incluyo en esta edición Cuando asume Cámpora, Oscar Bidegain llega
José Valle, Buenos Aires, 12 de junio de 1956”. porque entiendo que completa el libro y le da su a la gobernación de la provincia de Buenos Aires
Entre tanto, Aramburu metía en la cárcel a miles sentido último” (Walsh, Ibid., p. 181/182). y pone a Troxler como jefe de Policía. Bidegain
de trabajadores, reprimía con ferocidad cada Troxler es el narrador de todo el film. Y hace su era un tipo más que cercano a la Tendencia
huelga que pugnaba por producirse y torturaba propio papel. Al final, se planta frente a cámara y Revolucionaria, de modo que la provincia de
en todo el territorio de la República. dice un largo texto de gran riqueza, de gran pate- Buenos Aires podía ser considerada como uno de
Las figuras de Valle y Tanco serán retomadas tismo, de gran dolor. Dice Troxler: esos territorios que el sector juvenil del Movi-
tanto por el catolicismo que dará origen a Mon- “Yo volví de Bolivia, me metieron preso, cono- miento Justicialista tenía bajo su comando.
toneros como por la izquierda marxista, que se cí la picana eléctrica. Mentalmente regresé Cuando a fines de julio la JP organiza una enor-
incluía en la tradición de John William Cooke muchas veces a este lugar. (Troxler habla en José me movilización para ir hasta la Quinta de Oli-
(un gran lector de la Crítica de la razón dialéctica León Suárez, durante un amanecer, JPF.) Quería vos y rodearla con el propósito manifiesto de
de Sartre y amigo del Che y hasta miliciano de la encontrar la respuesta a esa pregunta: qué signifi- “romper el cerco del brujo López Rega”, es Trox-
Cuba revolucionaria). Esta condición bifronte de caba ser peronista. ler el que asegura el orden, el que les da a los
la JP se inclinará hacia su cara socialista. Sobre “Qué significaba este odio, por qué nos mata- militantes de la Tendencia la seguridad de que no
todo cuando los chicos católicos del montoneris- ban así. Tardamos mucho en comprenderlo, en serán atacados por los grupos del matonaje de la
mo temprano se relacionen con las FAR y empie- darnos cuenta de que el peronismo era algo más derecha peronista, sobre todo el Comando de
cen a enterarse de las ideas esenciales del marxis- permanente que un gobierno que puede ser Organización de Alberto Brito Lima. La certeza
mo. Pero Valle y Tanco eran católicos. En la derrotado, que un partido que puede ser pros- era: el compañero Troxler nos cubre. Sólo algu-
Carta del primero se lee claramente la frase “un cripto. nos señalamientos sobre esa jornada: la JP rodea
liberalismo rancio y laico en contra de las tradi- “El peronismo era una clase, era la clase traba- la Quinta y durante cerca de media hora o más,
ciones de nuestro país”. De este modo, los prime- jadora que no puede ser destruida, el eje de un rabiosamente, ruge la consigna: “Perón/ Perón/ el
ros que se apropian de Valle y Tanco son los muy movimiento de liberación que no puede ser pueblo te lo ruega/ queremos la cabeza del trai-
belicosos muchachos de Tacuara. En el comedor derrotado, y el odio que ellos nos tenían era el dor de López Rega”. Fue un acto dionisíaco.
de la Facultad de Derecho, hacia 1961, entra una odio de los explotadores por los explotados. Muy especialmente si tenemos en cuenta que lo
pandilla de jóvenes con cadenas y manoplas al “Muchos más iban a caer víctimas de ese odio, dionisíaco –tal como Nietzsche lo entiende– es la
grito de “¡Vivan los generales Valle, Tanco y en las manifestaciones populares, bajo la tortura, osadía de perder la individuación en la embria-
Cogorno!” Bajo este grito se consagran a moler a secuestrados y asesinados por la policía y el ejérci- guez del grupo. Eso pasó en el operativo Gaspar
cadenazos a todos los “zurdos” que había en el to, o en combate. Campos. (Acaso alguien sonría. O diga: qué
lugar, a los cuales tenían bien ubicados. Eran los “Pero el pueblo no dejó nunca de alzar la ban- locos estaban esos pendejos. Puede ser. Pero,
tiempos de Tacuara, un grupo numeroso de jóve- dera de la liberación, la clase obrera no dejó ¿usted nunca se volvió loco por nada? ¿Nunca
nes de las clases altas, nacionalistas, antisemitas, nunca de rebelarse contra la injusticia. El pero- perdió la individuación en un acto colectivo de
vagamente peronistas y claramente nazis. Temi- nismo probó todos los métodos para recuperar el características dionisíacas? Qué pena.) Perón reci-
bles, brutales, solían poner bombas en sinagogas. poder, desde el pacto electoral hasta el golpe bió a la conducción de la Tendencia y les prome-
Cierta vez dialogué, muy tensamente, con uno militar. El resultado fue siempre el mismo: explo- tió una serie de cosas que, desde luego, no pensa-
que tenía un muñón envuelto en cuero. Le había tación, entrega, represión. Así fuimos aprendien- ba cumplir. Al día siguiente, haciendo gala de un
explotado una bomba en la mano. Era un fanáti- do. cinismo impecable, lo nombró a López Rega
co ultracatólico, peinado a la gomina, admirador “De los políticos sólo podíamos esperar el como enlace entre él y la Juventud Peronista.
frenético de don Juan Manuel de Rosas, de la engaño, la única revolución definitiva es la que Pero no es ésta la cuestión. Cuando la militancia
Alemania nazi, antisemita cruel y ya cerca de un hace el pueblo y dirigen los trabajadores. Los se retiraba por la parte de atrás de la Quinta apa-
peronismo que daría como figura más notoria al militares pueden sumarse a ella como individuos, reció un tipo alto, al que apenas se veía porque ya
aventurero Joe Baxter, de quien nos ocuparemos. pero no dirigirla como institución. Porque esa era de noche. Pero todos supieron quién era.
Estas pandillas se peinaban con mucha gomina, institución pertenece al enemigo y contra ese “Salud, compañero Troxler”, le dijeron. Troxler
el pelo bien tirante hacia atrás, saco azul y panta- enemigo sólo es posible oponer otro ejército sur- saludó haciendo la V peronista. Luego, todo
lón gris. Durante esos días, la gomina Glostora gido del pueblo. siguió su curso. La derecha peronista esperaba
sacó por la tele un comercial que los aludía: un “Estas verdades se aprendieron con sangre, descabezarlo. A él y a Bidegain. Pero no era fácil.
tacuarita, sonriente, se pasaba la mano por el pelo pero por primera vez hicieron retroceder a los Bidegain había ganado bien en la provincia de
brillante, bien peinado a la gomina y hacia atrás y verdugos, por primera vez hicieron temblar al Buenos Aires. La derecha ya quería reemplazarlo
el locutor del comercial decía: “Glostora, como te enemigo, que empezó a buscar acuerdos imposi- por Victorio Calabró. Pero algún motivo tenía
gusta a vos, Juan Manuel”. Se fueron raleando en bles entre opresores y oprimidos. La marea empe- que tener. Ese motivo se lo dio uno de los perso-
pocos años, entraron en los sectores católicos del zaba a darse vuelta, las balas también les entraban najes que más daño le ha hecho a la causa popu-
peronismo, pero fueron superados por los jóvenes a ellos, a los torturadores, a los jefes de la repre- lar en la Argentina. El que atacó el cuartel de La
socialistas, que impusieron sus lecturas y sus con- sión. Tablada en plena democracia. Enrique Gorriarán
signas. Es cierto que el socialismo de la JP estaba “Los que habían firmado penas de muerte Merlo. Que, en enero de 1974, también en plena
alimentado por lecturas del revisionismo históri- sufrían la pena de muerte. Los nombres de nues- democracia, en la provincia de Buenos Aires,
co –también asumidas por los de Tacuara–, pero tros muertos revivían en nuestros combatientes. donde se contaba con un gobernador adicto al
ellas convergían hacia una unidad con el socialis- Lo que nosotros habíamos improvisado en nues- que era muy difícil deponer, ataca la Guarnición
mo tercermundista. Como sea, todo esto contri- tra desesperación, otros aprendieron a organizarlo de Azul. ¡Qué festín para la derecha! ¡Qué excep-
buye a la multiplicidad ideológica del peronismo, con rigor, a articularlo con las necesidades de la cional regalo! ¡No podían esperar nada mejor!
a sus mil caras posibles, que Perón alimentó clase trabajadora, que en el silencio y el anonima- Acababan de recibir en bandeja el motivo para
siempre. Salvo a partir de junio de 1973, cuando to va forjando su organización independiente de descabezar a Bidegain y a Troxler. Ese motivo se
optó por la derecha, por una derecha violenta, traidores y burócratas, la larga guerra del pueblo, lo había entregado la torpeza, la soberbia, el des-
contrainsurgente y parainstitucional cuya trágica el largo camino, la larga marcha, hacia la Patria dén absoluto por la política de masas de Gorria-
historia tenemos por delante. Aunque, a partir de Socialista” (Walsh, Ibid., p. 183/ 184). rán Merlo.
aquí, y para narrar el triste asesinato de Julio Troxler ha enunciado las bases programáticas El error de Gorriarán hará posible (o acelerará)
Troxler, tendremos que acudir a ella. de la izquierda peronista. El pueblo protagonista el asesinato de Troxler. En tanto era jefe de Poli-
hegemonizado por la clase trabajadora, la organi- cía de la Provincia estaba cubierto. Al menos no
HABLA JULIO TROXLER zación de base, la reivindicación del “arambura- había recibido la bofetada histórica que Perón
De la matanza de José León Suárez –según zo” (“los que habían firmado penas de muerte habrá de pegarles a él y a Bidegain, poniéndose
vimos– se salvaron varios. Entre ellos, Julio Trox- sufrían la pena de muerte”), la guerra popular para la ocasión y por primera vez el uniforme de
ler. En 1971 lo encontramos colaborando con prolongada (“la larga guerra del pueblo”) y la teniente general. Troxler, con la desautorización
Rodolfo Walsh y Jorge Cedrón en el film Opera- Patria Socialista. Observemos algo sustancial: en de Perón, que lo acusa de “desaprensión” ante los
ción Masacre, que se basa en los hechos de José ningún momento, en el texto, se nombra a “grupos terroristas” que vienen actuando en la
León Suárez que Walsh narrara. “La filmación Perón. Ni siquiera se menciona como consigna provincia de Buenos Aires, queda devaluado
(escribe Walsh) se realizó en condiciones de clan- de lucha “el regreso incondicional del general como peronista, señalado, además, como colabo-
destinidad que la dictadura de Lanusse impuso a Perón a la patria”, que era una frase que decían rador de la guerrilla. No habrá de ser casual que
la mayoría de las actividades políticas y a algunas todos, que se decía sola, que no había quien no la la Triple A lo ponga entre los primeros lugares de
artísticas (...) La película se terminó en agosto de incluyera en un programa revolucionario. Es un sus listas. ¡Salvarse de los gorilas en José León
PRÓXIMO
1972. Con el concurso de la Juventud Peronista, vacío estridente. En la fecha en que el texto se Suárez y venir a morir a manos de los fachos del
DOMINGO peronismo de base, agrupaciones sindicales y escribe ningún grupo (ni siquiera el peronismo peronismo en una calle de Barracas! Pobre Trox-
estudiantiles, se exhibió centenares de veces en de base, que manejaba una alternativa indepen- ler. Pobre país.
John William Cooke, barrios y villas de Capital e interior, sin que una diente a la conducción de Perón) habría obviado
el peronismo que sola copia cayera en manos de la policía (...) En la la mención del regreso de Perón pues era la más Colaboración especial: Virginia Feinmann -
Perón no quiso película Julio Troxler desempeña su prolijo movilizadora de las consignas. Era lo que quería el Germán Ferrari

IV Domingo 29 de junio de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


33 John William Cooke,
el peronismo que Perón no quiso

Suplemento especial de

PáginaI12
EL ATAQUE A LA GUARNICIÓN DE AZUL comparte la desgracia de sus compañeros. Un militar que habrá DELEGADO DE PERÓN
a acción la emprende la Compañía Héroes de de condenar con extrema dureza los acontecimientos produci- Cooke es una de las figuras más enigmáticas del peronismo.

L Trelew. Se supone que quieren robar


armamentos y municiones. El resultado es que
matan al centinela de guardia, el soldado Daniel
González (un soldado, un perejil que posiblemente
estuviera haciendo la colimba), y al coronel Camilo Gay y su
esposa. Vale anotar, como detalle, que Gorriarán no tomó en
cuenta que el matrimonio Gay estaba acompañado por su
dos. Un militar malhumorado, poseído por una indignación
temible. Un militar que dice: “Me dirijo a todos los argentinos
frente al bochornoso hecho que acaba de ocurrir en la provin-
cia de Buenos Aires, en la localidad de Azul, en el Regimiento
de Tiradores Blindados C-10, donde una partida de asaltantes
terroristas realizara un golpe de mano, mediante el cual asesi-
naron al jefe de la unidad, coronel don Camilo Gay, y a su
Fogoso diputado, es el que no se calla una en esa Cámara, el
que se opone a la visita de Milton Eisenhower, el que apoya
con fervor militante y revolucionario la clausura de La Prensa
(para un revolucionario no hay nada más coherente que cerrar
un diario burgués: para eso es un revolucionario, las revolucio-
nes no son democráticas), se opone al Contrato con la Califor-
nia y logra que ese Contrato no se firme (Nota: Bajo el Gobier-
hija Patricia, que tenía apenas catorce años. Se suicidó el 5 de señora esposa, y luego de matar alevosamente a soldados y herir no de Perón el Contrato con una empresa del Imperio desató
octubre de 1993. (La Pando te lo agradece, Gorriarán.) La a un oficial y suboficial, huyeron llevando como rehén al un escándalo institucional, después se firmaron a montones y
Compañía Héroes de Trelew tomó como prisionero al teniente coronel Ibarzábal. nadie se opuso seriamente, se había perdido el carácter nacional
teniente coronel Jorge Roberto Ibarzábal. Luego se retiraron “Hechos de esta naturaleza evidencian elocuentemente el que tenía el gobierno de Perón pese a sus aflojadas) y no hay
sin haber logrado ninguno de sus objetivos. El fracaso cubrió grado de peligrosidad y audacia de los grupos terroristas que medida nacional, popular, de carácter irritativo para las clases
de desprestigio a Gorriarán dentro de la organización. Lo vienen operando en la provincia de Buenos Aires ante la evi- dominantes que no cuente con su apoyo. Era querido por los
sacaron del Estado Mayor y jamás llegó al grado de dente desaprensión de sus autoridades. El Gobierno del Pue- peronistas, era joven y los veteranos le decían el “Bebe” Cooke.
comandante. En cuanto al coronel Ibarzábal, el ERP lo tuvo blo, respetuoso de la Constitución y la ley, hasta hoy ha venido Este apodo se lo seguirán dando, pero jamás para los que
preso diez meses y luego lo asesinó. ¿O vamos a hablar de observando una conducta retenida frente a esos desbordes gue- siguieron su línea, para los siguieron su obra no fue el “Bebe”
justicia popular? ¿Consultaron con, al menos, algún sector del rrilleros que nada puede justificar en la situación que vive la
pueblo para ultimar a Ibarzábal? Hoy, desde luego, es una República.”
bandera de la derecha de los dos demonios. El sábado 21 de Hay una frase letal para el gobierno de Bidegain y para
junio apareció en La Nación una carta de una hija o algún Troxler, como jefe de policía. Perón dice: “Hechos de esta
cercano pariente de Ibarzábal. Yo no leo La Nación porque naturaleza evidencian elocuentemente el grado de peligrosidad
los artículos de Morales Solá tienen un odio tan desmedido, y audacia de los grupos terroristas que vienen operando en la
casi irracional, que me resultan intolerables. Además, me provincia de Buenos Aires ante la evidente desaprensión de sus
resulta intolerable una distorsión tan belicosa de la verdad autoridades”. Se acabó. Bidegain viaja a Buenos Aires, se entre-
que alienta un proto-golpismo evidente. Sin embargo, al vista con Perón y renuncia. Lo ponen a Calabró. La Provincia
tratar el tema del ataque a la Guarnición de Azul (que, quiero queda en manos de la derecha. Troxler queda a la deriva.
ser insistentemente claro, me parece un hecho abominable Queda marcado. Es casi el primero de la lista. O uno de ellos.
que, en buena medida, determina el asesinato de Troxler al Empieza a trabajar en la Facultad de Derecho. Pero luego de
facilitarle a Perón destituirlo como jefe de Policía de la la muerte de Perón, el accionar de la Triple A se desboca. Ya
Provincia y dejarlo al descubierto) me acercaron la carta de veremos la responsabilidad de Perón en estas cuestiones. Como
esta señora. Su fin es claro: detener los juicios de lesa sea, a Alberto Villar lo pone él como jefe de Policía. Y Rodolfo
humanidad o incluir en ellos a los muertos por la guerrilla. La Almirón era parte íntima de su custodia. López Rega, su secre-
señora es hábil. Acaso sepa que cuando se habla de “derechos tario privado. A su muerte es que los asesinatos empiezan a
humanos” se menciona a las víctimas del terrorismo estatal. sucederse ininterrumpidamente. La maquinaria que se armó
Para eso, en todo el mundo, se han creado los “derechos bajo su mirada empieza a actuar con un vértigo imparable. Así,
humanos”: para defender al ciudadano, inmerso en el el 20 de septiembre de 1974 (fecha que debe unirse en la histo-
Leviatán estatal, de los posibles crímenes de éste. Para juzgar ria del peronismo, si queremos asumir toda su complejidad, con
los delitos cometidos por grupos civiles está el propio Estado. la del 9 de junio de 1955), desde un Peugeot negro se llevan a
Los miembros de la institución estatal no necesitan Julio Troxler. El Peugeot se detiene en el Pasaje Coronel Rico,
organismos de derechos humanos pues son miembros del en Barracas. ¿Qué habrá sentido, que habrá sufrido o alucinado
Estado y es éste el que debe protegerlos. El problema es Troxler? ¿Cómo? ¿Otra vez esto? Si yo me salvé. Si los gorilas de
cuando el propio Estado se convierte en una máquina de Aramburu no me mataron. Pero éstos dicen que no son gorilas,
matar, como ocurrió en la Argentina. Ibarzábal fue una dicen que son peronistas y que yo soy un traidor, un zurdo de
víctima de un grupo civil que empuñó las armas. Las mierda. O no, por ahí Julio la tenía bien clara: éstos son fachos,
organizaciones de derechos humanos se encargan de la son bien fachos, porque el peronismo es facho y nunca lo quisi-
defensa y justicia de todos aquellos asesinados por el mos ver. Porque el Viejo es facho. Por eso se vistió de milico
terrorismo estatal. No obstante, la señora Ibarzábal –pareciera para tirarlo a Bidegain y bajarme a mí. Hicimos bien con Walsh
conocer este tema– se maneja con habilidad pues le exige y con Cedrón en no nombrarlo al final de Operación Masacre.
coherencia a la Presidenta en nombre de “todas las víctimas” Mirá vos, va a tener que escribir otro libro Walsh. Otro Opera-
de la Argentina. El caso de Ibarzábal es ideal para este tipo de ción Masacre. Porque estos fachos ahora me dicen que después
reclamo. La derecha puede justificar todo desde ahí. O, sin de mí van a liquidar a Sandler, porque rima con Troxler, a
duda, intenta hacerlo. ¿Para qué se lo tuvo prisionero diez Ortega Peña, Curuchet, Atilio López, Silvio Frondizi, Sueldo,
meses? ¿Por qué luego de un tiempo tan prolongado se lo Bidegain, Cámpora, Laguzzi, Betanín, Villanueva, Caride, Taia-
ultimó? Este trabajo que desarrollamos buscará ahondar en el na, Añón, Arrostito. Qué masacre van a hacer. Y el Viejo ya no
tema de la violencia (Teoría de la violencia: levantar la mano los puede parar. Se murió el Viejo. ¿Por qué no los paró antes?
sobre el otro, y tomará como punto de partida la polémica que ¿O estaba ciego, o boludo? ¿O no veía lo que estos tipos estaban
desató la carta de Oscar del Barco), pero no es el momento de preparando? ¿Para qué mierda lo trajimos al Viejo? ¿Para esto?
hacerlo. Reproduzco la carta de la señora Ibarzábal para que Le atan las manos a la espalda. Llegan a una calle que limita
se juzgue cuán funcional es a la derecha, que buscará, con un terraplén ferroviario. Están en Barracas. Estos te matan
siempre, identificar los muertos por el terror estatal con los a la luz del día. No les importa nada. Los gorilas te mataban de
muertos por la guerrilla. La carta dice así: noche. En un basural. Estos, así nomás. Hay que tener libre el
“Memoria. Señor Director: “Escuché con atención el discur- territorio para hacer estas cosas. Bien libre. Carajo, mirá cómo
so de la Presidenta el 17/6, en conmemoración de las víctimas vengo a terminar. Yo, que me salvé de los gorilas. Que me les
del bombardeo a la Plaza de Mayo, en 1955. “En él hizo refe- fui de las manos esa noche, en José León Suárez. Salvarse así y
rencia al ‘recuerdo que todos los argentinos deberíamos tener venir ahora a morir contra ese paredón. Asesinado por fachos
de todas las víctimas en la Argentina’. En su alocución mencio- peronistas. Por fachos que el Viejo, desde el mismísimo día de
nó: víctimas del bombardeo de 1955, víctimas de la Guerra de Ezeiza, cubrió, les dio manija, les dio sus mejores jefes, Villar,
las Malvinas, víctimas del proceso militar de 1976. Margaride, ese hijo de puta de López Rega. Carajo, qué puta
“Pero omitió hablar sobre las víctimas del terrorismo de la suerte, venir a morir así. Como un perro.
Argentina. Es decir que la Presidenta se olvidó de las víctimas –Bajate.
de Montoneros, ERP y afines. Troxler se baja y le dicen que camine hacia adelante. La calle
“Respecto de su permanente reclamo de memoria en la por la que camina se llama Suárez. Se acabó todo. Esta vez, sí.
mayoría de sus discursos, como ciudadana me ofrezco a cola- Los fachos, por fin, me alcanzaron. Porque éstos no son pero-
borar en el ejercicio de aquélla, para que incorpore en su agen- nistas. Son fachos. Igual que los gorilas de José León Suárez.
da toda la temática que este capítulo de la historia merece. Fachos todos. Pero si los gorilas son fachos. Si éstos son fachos,
“Señora Presidenta: nosotros, las víctimas del terrorismo de nos equivocamos fiero, irlandés. Todo el país es facho. Lo
la Argentina, también sufrimos la intolerancia. También añora- borra una ráfaga de ametralladora.
mos vivir en democracia.” El que muy posiblemente haya dirigido el operativo se llama
Silvia Ibarzábal Rodolfo Almirón. Un subcomisario de la Policía Federal. En
1974, el año en que asesina a Troxler, había custodiado al
BAJATE, TROXLER General hasta la muerte. Hay una foto clarita, clarita. Se lo ve a
Perón actúa con reflejos rápidos. Habla por la cadena nacio- Almirón, de bigotazos negros, mirando hacia un costado, aten-
nal de radiodifusión. Y por primera vez se pone el opulento to, no vaya a ser que algún zurdo quiera matar al General. Y
uniforme de teniente general del Ejército. (En una medida no delante de él se lo ve al General. Hay mucha más gente en la
desdeñable, sino de peso, verdadera, había regresado para eso. foto. También están, desde luego, Isabel y López Rega. Perón
Para humillar a quienes lo degradaron. Para que fueran éstos se ve malhumorado. La foto es en blanco y negro, bien de la
quienes tuvieran que ponerle de nuevo los oropeles de militar época. Almirón, tenso, va detrás del General. Pero cerca. Uno
con los que quería morir.) O sea, el que le habla a la ciudada- diría demasiado cerca.
nía es un militar indignado. El que habla es un militar que JOHN WILLIAM COOKE,
II
Cooke, sino John William Cooke, el tipo que inventó la “Por la presente autorizo al compañero Dr. D. John Villar al frente de la Policía, por su terrible amonestación a los
izquierda peronista. William Cooke, actualmente preso, por cumplir con su deber diputados de la JP y, para no seguir, por dejar a Isabel y a
Cuando el gobierno peronista se derrumba, en 1955, Perón de peronista, para que asuma mi representación en todo acto o López Rega como herederos. Este último aspecto es ilevanta-
lo nombra al frente del Partido Justicialista, una medida más acción política. En ese concepto su decisión será mi decisión y ble. No tiene perdón. El anciano líder (como suele decirse)
que apropiada a causa de los momentos de claudicaciones, su palabra la mía. sabía más que bien que sus días estaban contados. Los doctores
rajes varios y terrores de cuanto burócrata y adulón formaba “En él reconozco al único jefe que tiene mi mandato para Cossio y Taina se lo habían dicho, aunque se emitiera un
parte del movimiento, que sumaban muchos y a los que Perón presidir a la totalidad de las fuerzas peronistas organizadas en documento público que lo negaba. Lo sabía: moriría pronto.
había permitido crecer. De aquí que la medida de poner a el país y en el extranjero y sus decisiones tienen el mismo valor ¿Cómo no hace un cambio? ¿Cómo le deja el país a Isabel
Cooke fuera correcta, pero tardía. Del modo que sea, siempre que las mías. Martínez que –él lo sabe mejor que nadie– es arcilla fácil en
me sorprendió esta medida porque iba más allá de lo que el “En caso de mi fallecimiento, delego en el Dr. D. John manos de López Rega, el fanático impulsor de la Triple A?
líder –en la intimidad de su conciencia, si es que alguien algu- William Cooke el mando del Movimiento. ¿Cómo le deja el país a un asesino? ¿Ignora que dejarle el país
na vez supo qué había ahí: Perón era impenetrable– estaba dis- “En Caracas, a los 2 días de noviembre de 1956. al sanguinario Lopecito es dejárselo a los escuadrones de la
puesto a ofrecer en términos de lucha. La lucha no se produce, Perón. muerte? Nadie tiene una explicación para esto. Se lo dice de
pero –aun así– Perón, ya desde el exilio, insiste en mantener la puertas adentro. Pero se acabaron las “puertas adentro”. Ha
conducción de Cooke y redacta un documento por el cual Perón se murió en el peor momento para él y para el país. pasado demasiado tiempo y ya nada puede no problematizarse.
delega en el joven dirigente toda posible representación. Es En 1974 ya estaba manchado por las acciones parapoliciales en Se muere en el momento en que peor queda su imagen. En el
uno de los documentos más sobreinterpretables del peronismo: Córdoba, por su reflotamiento de toda la legislación antirre- momento en que sus herederos son una tonta sin formación de
“Al Dr. D. John William Cooke, Buenos Aires. presiva, por el nombramiento de un matarife como Alberto nada y un matarife que estará dispuesto a hacer la matanza, a
lanzar a la calle a los escuadrones de la muerte, a “hacer la
tarea”, según dirá notablemente Mariano Grondona, que ava-
lará al asesino desde su revista Carta Política.
Supongamos que Perón muere en 1964, volviendo al país,
siendo detenido por la Cancillería de Illia, el Gobierno brasile-
ño y la Embajada de Estados Unidos en El Galeao. Muere
como un héroe. Como un líder que regresa a su país a luchar,
a enfrentar la historia, a que lo arresten (algo que desencadena-
ría una pueblada genuina, poderosa) o a ponerse al frente del
Movimiento para presentarse en elecciones democráticas. Pero,
¡he aquí lo impensable! Supongamos que se muere en Caracas,
el 3 de noviembre de 1956, luego de haberle cedido todos sus
derechos a Cooke. Luego de haber dicho: “Su decisión será mi
decisión y su palabra la mía”. Luego de haber dicho: “En caso de
mi fallecimiento, delego en el Dr. D. John William Cooke el
mando del Movimiento”.
Cooke asume la conducción del Movimiento. La Resistencia
no demora en convertirse en lucha abierta para la toma del
poder. Cooke extrema la lucha. El Movimiento ya no pendu-
lea. Elige ser la extrema izquierda que Cooke luego propondría
al General. En 1959, Cooke viaja a Cuba y establece una férrea
unión con el castrismo. Regresa con el aval de Fidel. La buro-
cracia partidaria y el sindicalismo pactista se le resisten. Cooke
moviliza a las masas. Les exige que abandonen las ilusiones de
Estado de Bienestar. Ya no hay Estado de Bienestar. Ahora hay
que luchar para conquistarlo. Todo esto es impensable. Esta-
mos en plena Ucronía: ¿Qué habría ocurrido en la historia si no
hubiera ocurrido lo que ocurrió? Pero volvamos al tema que
intentamos sugerir: ¿cómo lo dejaba a Perón este final? Como
el líder que había delegado el mando en un combativo que
(Perón no lo ignoraba) llevaría al Movimiento a la lucha por la
verdadera toma del poder, por el socialismo, por la unión con
otros movimientos libertarios de América o con los que pudie-
ran surgir (en 1956 el castrismo no existía), ese líder quedaba
en la Historia como el hombre combativo que, lejos del que
rehuyó la lucha en el ‘55, la reiniciaba (advirtiendo que no
había otro camino) en el ‘56 por medio del más fogoso de sus
cuadros políticos. La otra posibilidad es la que más sencilla-
mente habría podido darse: que Perón muriera sin volver. Es la
más sencilla. No necesita una coyuntura especial. Ni ser dete-
nido en El Galeao. Ni haber designado a un combativo en su
reemplazo. No, quedarse allá en Puerta de Hierro. Morirse
ahí, en Puerta de Hierro, custodiado por esos dos monstruos
que no habríamos llegado a conocer, Isabel y Lopecito. Morirse
en la lejanía, morirse sin quebrar el mito, sin matarlo. Desde
este punto de vista –se sabe– la jugada de Lanusse habría logra-
do un triunfo perfecto. Lo obligaron a volver y las contradic-
ciones de todos los demonios que había desatado lo liquidaron
en pocos meses. Volver, para Perón, fue una catástrofe. Y otra
para el país. El país podría, al menos, haber conservado un
símbolo, un mito, un hombre anhelado por el pueblo que la
injusticia del régimen impidió volver. Es cierto que el peronis-
mo sigue vivo y que a los peronistas les repugna, les desagrada
y les da mucho miedo meterse con las aristas del Perón del
regreso. Ahí está esa pintada. Se pintó no bien la Justicia deci-
dió ocuparse de la Triple A: “No jodan con Perón”. La pintada
ya admite que empezar por Rodolfo Almirón, asesino de Trox-
ler y Silvio Frondizi y Ortega Peña, no puede terminar más
que, primero, en López Rega y, después, en Perón. Por eso
apenas lo arrestan a Almirón aparece esa pintada, la de no
joder con Perón. Es una amenaza, claro. ¿Qué van a hacer?
¿Una Triple A para amenazar a los jueces que lleven la causa
de Almirón y no sepan dónde detenerse, no puedan hacerlo y
lleguen hasta las mismas puertas del dormitorio de Perón?
Veremos cómo sigue esto.
Pero volvamos a 1956. Se forma la Resistencia Peronista.
Perón pone a su frente al más combativo de sus cuadros.
¿Sabemos bien quién es John William Cooke? Vean, somos
muchos los que queremos a Cooke. De toda esta historia llena
de sonido y de furia son muy pocos los que habrán de salir sin
mácula, sin errores graves, con una moral incuestionable, con
una pasión verdadera, sin haber transado nunca, con las ideas
intactas, con la vida puesta en las propias creencias y con la
III
vida en riesgo permanente por ellas. Uno de esos –¿Por qué? otro lado y no en el lecho conyugal que lo haga
excepcionales tipos (un tipo del valor moral, de la –Primero, tengo una cátedra como profesor de nomás. Ella tiene bastante con el coche carísimo
estatura militante, de la pureza Julio Troxler) es Economía Política en la Universidad de Buenos que le compró, con la casa, con los hijos, con las
John William Cooke, el Bebe Cooke, el Gordo Aires. cenas a las que la lleva, con el infinito, orgásmico
Cooke. Detengámonos en él. –Pero, ¿vos me estás cargando? ¿Por un puesto placer de conocer al Presidente, con enviar a los
de mierda en la Universidad vas a abandonar un chicos a buenos colegios. El burócrata bromea con
HABLEMOS DE diario? ¿Un puesto de batalla día por día, minuto su secretaria y de tanto en tanto le toca el culo,
JOHN WILLIAM COOKE a minuto? Un lugar desde donde un tipo con tu porque él es así: jodón. La secretaria se le hace la
Cooke nace en La Plata el 14 de noviembre de inteligencia les puede contestar sus canalladas a púdica y dice: “Ay, señor Argañaraz, qué cosas
1919. De origen irlandés como Rodolfo Walsh, los contreras? tiene usted”. El burócrata la pasa bien. Total,
es el primer hijo de Jauna Isaac Cooke, abogado –Tengo otro proyecto también. Y éste es mientras dure hay que aprovechar y forrarse bien
y dirigente radical. Sigo para esta biografía la bueno, señora. Una revista. Como a usted le por si después la cosa se complica y alguien le pide
entrada que le dedica Horacio Tarcus en su Dic- gusta. Dura, pero satírica, socarrona. Pegándoles cuentas. Ahí, un buen abogado y a otra cosa. “No
cionario de la izquierda argentina. La entrada es a los contreras donde más les duele. Se va a lla- jodamos, muchachos. ¿A mí me van a joder?
larga, dilatada, de las más extensas del Dicciona- mar De Frente y la dirijo yo. Miren que si yo hablo se caen por lo menos cin-
rio. Bien, Tarcus: Cooke fue uno de los más –Dale. Pero recordá algo. Los gorilas no son cuenta, por lo menos, digo, ¿está claro?, cincuenta,
grandes militantes de la izquierda argentina. Y sólo ruines y pancistas. También son crueles. No ochenta, ¿quieren la lista?” Es que el aparato es el
fue peronista porque veía en el movimiento polí- te caigas, porque te patean. aparato. El corleonismo es el corleonismo. Y el
tico creado por Juan Perón la sustancia, hablando –No me voy a caer, señora. periodismo entra en la cosa también. “O nos dan
en lenguaje hegeliano, por medio de la cual se En De Frente, Cooke no sólo se la agarra con la la Planta de Pico Ladeado o seguimos puteando
desarrollaba la dialéctica histórica, en la cual oligarquía, también “critica a los sectores buro- contra ustedes durante toda la eternidad.”
Cooke creía fervientemente. Casi podríamos cráticos del sindicalismo y algunas medidas del Contra todo esto, en una época en que aún el
decir que Cooke veía en el peronismo la materia gobierno, como la firma del contrato con la menemismo no las había llevado al extremo de la
prima de la Historia Argentina cuyo necesario e empresa norteamericana Standard Oil de Califor- indecencia apocalíptica, estaba Cooke. Quien,
inmanente desarrollo dialéctico llevaría a las nia, transformándose en una figura destacada en antes del golpe del ‘55 visita sindicatos y unidades
masas al poder. El régimen estaba condenado. la línea más radical de dentro del peronismo. Es básicas en un intento ganar apoyo para su estrate-
Aunque, en una de sus frases más célebres y con- la primera persona a la cual Perón convoca después gia de movilización integral y resistencia armada.
tundentes, habrá de decir: “Un régimen nunca se de los bombardeos aéreos de 1955, ofreciéndole un Esta política crea una fuerte oposición entre los
cae, siempre hay que voltearlo”. John está habitua- puesto como secretario de Asuntos Técnicos. Cooke militares y la dirigencia peronista, “que solicitan su
do a las discusiones políticas desde su infancia: su rechaza sosteniendo que ‘no es tiempo de la téc- detención antes del golpe de Estado de septiembre de
padre fue funcionario del Ministerio de Gobier- nica sino de la política’ y es nombrado interven- 1955” (Tarcus, Ibid., p. 148/149). Cooke coinci-
no de la Provincia de Buenos Aires. “Se afilia a la tor del Partido Peronista en la Capital Federal, de con Milcíades en que la resistencia popular era
Unión Cívica Radical y participa en la agrupa- encontrándose con una estructura corrupta y posible y en que había que armar a las masas.
ción antifascista y analiadófila Acción Argentina, burocrática” (Tarcus, Ibid., 148). Todo parece indicar que no se encontraron. Lásti-
frente integrado por figuras del socialismo, el ma. Se habrían potenciado. Lo de Cooke, en el
radicalismo, el liberalismo, y el conservadurismo. FENOMENOLOGÍA DEL ‘55, fracasa, pero su recurrencia a las armas se
Cooke percibe inicialmente el golpe de junio de BURÓCRATA: LA ANTÍTESIS encarnará en las actividades desarrolladas durante
1943 como otro cuartelazo, pero su actitud cam- DE COOKE la resistencia a los regímenes militares en la segun-
bia cuando el coronel Perón asciende posiciones ¡Qué pelotas tenía Cooke para rechazarle pues- da mitad de los años ‘50 y los ‘60” (Tarcus, Ibid.,
en el nuevo régimen” (Horacio Tarcus (director). tos a Perón! El rechazo de la Secretaría de Asuntos p. 149). Pero hay que aclarar algo: Cooke, en
Diccionario biográfico de la izquierda argentina, Técnicos es ejemplar. Ésa es la estampa de un 1955, quiere armar a las masas. Quiere recurrir a
De los anarquistas a la “nueva izquierda” (1870- militante. “No es tiempo de la técnica sino de la la violencia pero con las masas como protagonista.
1976), Emecé, 2007, Buenos Aires, p. 148. Insis- política.” Pero no bien es nombrado interventor No busca el grupo guerrillero que habrá de surgir
to en lo valioso de esta obra. Hay ausencias y hay del Partido Peronista en la Capital, Cooke habrá de la equivocada y fatal teoría del foco guerrillero
algunas presencias que apestan. Pero es un traba- de toparse una vez más con un adversario del que guevariana y el poder galvanizador de la guerrilla.
jo sólido. Un gran trabajo de equipo. Una herra- jamás se librará: la burocracia peronista, que ter- Cooke tiene a las masas peronistas. Milcíades
mienta que los ensayistas precisábamos). Obser- minó por ser, a lo largo de los años, sin más, el también. Y cuando, en el ‘55, buscan armas esas
vemos por qué Cooke es Cooke: no se deja arras- peronismo. Pero en la época de Cooke esta batalla armas no son para ellos. Son para crear milicias
trar por toda esa alharaca del nazismo de Perón. no estaba saldada y él estaba dispuesto a dar la obreras. No son jóvenes de clase media dispuestos
Ve enseguida en él al líder obrerista. Lo diferen- lucha. Fijemos un punto: ¿qué es un burócrata? (Y a salvar a la clase obrera. Trabajan con la materia
cia de los otros milicos del GOU. Perón viene a ojo: burócratas no sólo hay en el peronismo, están prima de la clase obrera. Este punto es fundamen-
otra cosa. El padre de Cooke es designado minis- por todas partes.) Evita decía que era un nombre tal. Si lo enuncio aquí es porque este ensayo, esta
tro de Relaciones Exteriores desde agosto de dispuesto a servirse de su puesto y no ponerse al novela teórica, no es lineal, según ha sido exhaus-
1945 a junio de 1946. Se convierte en un fiero servicio de él. Eso es, sí. Pero también es un trai- tivamente comprobado, y el lugar para diferenciar
contrincante de Spruille Braden. Cooke está a su dor. Es un tipo que está para negociar. Y se nego- un intento armado de un grupo burgués que dice
lado, y ahí aprende a resistir a las presiones de los cia para ganar dinero. Hablemos, yo le doy esto, representar a la clase obrera y un militante de
Estados Unidos. Estas presiones han seguido ¿qué me da usted? El burócrata tiene una visión años como Cooke, y otro como Milcíades, que
ininterrumpidamente. (¿Alguien cree que, hoy, financiera de la política. Lo que tiene, lo que piden armas porque saben que los obreros están
en estos días dramáticos y repugnantemente reac- logró, el cargo del que se ha adueñado lo hace sen- en condiciones de agarrarlas y defender a un régi-
cionarios, en esta fiesta de la oligarquía respalda- tir superior a los hombres del pueblo. Desde ahí men más allá de su líder, el cual, ante esa defensa,
da por una clase media chillona y atildada en su puede hacer negocios. Un burócrata es un tipo al masiva, proletaria, genuinamente peronista,
vestimenta y en sus elementos estridentes de coci- que la política sólo le interesa en tanto mantenga podría regresar y ser la bandera que la resistencia
na, no se encuentra la mismísima Embajada de el statu quo. Porque él lo es. Si nada cambia, yo armada requería convocar a la clase obrera, a los
los Estados Unidos?) Cuando Perón gana las estoy aquí para siempre. Y si algo cambia, será sindicalizados, que superarían a sus conducciones
elecciones del ‘46 Cooke es elegido diputado. para que yo trepe. Es un tipo que se la creyó. Que burocráticas o que contarían con ellas porque las
Tiene sólo 25 años y se convierte en uno de los tiene muchas secretarias. Que hace sentir a los mismas verían que sólo podrían sobrevivir al costo
diputados más vehementes, más rompebolas del demás que es inaccesible. Que hace negocios en de sumarse a la lucha.
Congreso, porque le temen al Bebe Cooke como los mejores restaurantes de la ciudad y con los Lo notable aquí era que Perón –en un gesto
se le teme a la sangre joven, a las ideas frescas, a mejores vinos. Que tiene una familia para la for- notable y que expresa su decisión de pelear, aun-
los modos nuevos, a las palabras nuevas y francas. malidad tediosa de los actos públicos, pero se que él esté lejos– decide que el único dirigente
Cooke es joven, pasional, insobornable. Hasta divierte desatinando sábanas con las mejores capaz de conducir la hosca, dura, lucha que se
sus iras se desatan contra el gobierno que repre- minas que sus subalternos le consiguen. Hace del avecina es el Gordo Cooke, por una razón muy
senta. Se opone al Acta de Chapultepec y a la sexo una fanfarronada constante. Cuenta sus haza- sensible: era el más bravo, el más fiel, el más
Carta de las Naciones Unidas porque, como ñas en las mesas de la burocracia y las calla en las combativo y el que nunca haría lo que ya estaban
sabemos todos, fueron dos aflojadas de Perón. de los negocios serios. No es de buen gusto hablar haciendo la mayoría de los canallas del peronis-
Bien, Cooke las rechazó. En 1951 lo expulsan de de polvos clandestinos con los altos jerarcas del mo: hablar con los de la Libertadora, acomodarse
las listas partidarias. Está lleno de enemigos den- Chase Manhattan Bank. Sabe contar chistes. Sabe dentro de las estructuras del nuevo régimen,
tro del peronismo, es movimiento de alcahuetes y cantar tangos. O le gustan mucho. Idolatra a mostrar buenos modales, negociar, conciliar, por-
adulones, según, célebremente, lo definiera Perón. Adora a Evita. Él es el peronismo. El ver- que estos Libertadores vinieron para quedarse, se
Perón. Se opone al Congreso de la Productivi- dadero. Esos pibes que en el pasado quisieron lle- decían. El ejemplo más patético y público de esta
dad. No quiere que las crisis del gobierno se solu- varlo a la izquierda no entendieron al pueblo. El conducta fue el marino Teisaire, vicepresidente
cionen con una mayor plusvalía de los obreros. Si pueblo peronista ama a los hombres como él. de la República, que se puso a hablar hasta por
no hay guita, que la pongan los que tienen y no Siempre es fanático de algún club de fútbol. En su los codos. Yo era niño, iba al cine, aparecía el
el esfuerzo de los trabajadores en jornadas extra- oficina tiene la foto de Perón, de Evita y la de noticiario y aparecía Teisaire y hablaba pestes del
ordinarias. Se viene el Segundo Gobierno Pero- algún crack del club de sus amores. Se lo puede movimiento al que pertenecía. Sólo consiguió
PRÓXIMO
nista. Evita está enferma. Se eclipsa, agoniza. ver con alguna puta de lujo, de alta jerarquía, pero que el humor popular le pusiera un nombre inol-
DOMINGO Pero lo llama. nadie dirá nada a su familia. Además, si la boluda vidable: “El cantor de las cosas nuestras”.
–Oíme, Bebe, te necesito como editor del dia- de su mujer se entera, no hay drama. Porque Continuará.
John William Cooke, rio Democracia. Tenemos que tener ahí un bas- –aunque se piense lo contrario– no es boluda y
el peronismo que tión fuerte contra los contreras. sabe que lo que tiene lo tiene gracias a los choreos Colaboración especial:
Perón no quiso (II) –No puedo, señora. de su marido, de modo que si quiere ponerla en Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 6 de julio de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


34 John William Cooke, el peronismo
que Perón no quiso (II)

Suplemento especial de

PáginaI12
PARTIDO Y MOVIMIENTO peronismo (y si no pregúntenle al establishment) representa a
empranamente empieza Cooke a recibir señales la negrada, a los grasas, a los gordos de los sindicatos, a los

T de Frondizi tendientes a un acuerdo con el


peronismo. “Cooke no tenía ilusiones políticas
respecto a Frondizi y dudaba especialmente de
sus promesas nacionalistas, aunque al parecer
creía, al mismo tiempo, que un acuerdo podía dar un respiro
al movimiento peronista en un contexto fuertemente
represivo. Viaja a Caracas para obtener la palabra final de
gronchos y, como siempre, al mal gusto. Y ése es su peligro
latente. De aquí que aunque se empeñe en hacer buena letra,
nunca los Estados Unidos lo mirarán con buena cara. El
peronismo es popular. O “lo popular” se empecina en ser
peronista. De este hecho, la responsabilidad de la torpeza
política y organizativa de la izquierda argentina es enorme. El
peronismo no tiene “la culpa” de que los obreros no sean socialis-
Perón sobre el asunto y en febrero de 1958 es el signatario del tas, la culpa la tiene el socialismo.
pacto secreto celebrado con Perón, Frondizi y Rogelio Frigerio” Perón podría reprocharle a Cooke desear solamente la crea-
(Tarcus, Ibid., p. 149. Cursivas mías. Será correcto ción de un partido revolucionario de vanguardia. Cooke le
mencionar aquí que el excelente trabajo sobre Cooke del reprocharía querer fundar un movimiento de masas, un movi-
Diccionario de Tarcus corresponde a su colaboradora Victoria miento del pueblo con un líder que ejerza sobre él una conduc-
Basualdo). Con la elección de Frondizi, muchos peronistas de ción práctica y teórica. Se trataría, tal vez, de una discusión
la “línea blanda”, de esos que durante la época combativa entre Lenin y Mao. Y mucho de ello lo veremos al analizar la
solían ser llamados “dialoguistas”, “pactistas” o Correspondencia que mantuvieron.
“conciliadores” (el concepto de “burocracia pactista” es En enero de 1959 encontramos a Cooke entremezclado con
importante en Cooke y será uno de los que con más la huelga del frigorífico Lisandro de la Torre, uno de los más
intensidad se apropiará la JP) se adueñan de posiciones de altos momentos de la Resistencia peronista. Pero aquí es donde
poder dentro del Movimiento. Coherentemente, intentan arremeten contra él quienes creen que es un comunista metido
desplazar “a Cooke y a los sectores más radicales del en el peronismo, que Perón ha confiado demasiado en él y
peronismo. Perón reacciona frente a esta confrontación tiene una peligrosa tendencia a hacerlo y que hay que sacárselo
garantizando la autonomía de los diferentes grupos, lo que de encima. Los conciliadores, los dialoguistas, los macartistas
debilita la posición de Cooke y su puesto de jefe de la (los que dicen, como Frigerio, que la huelga del Lisandro de la
División Operaciones (...). Cooke intenta fortalecer la Torre está manejada por un sector comunista del movimiento)
tendencia revolucionaria buscando convocar a trabajadores y acorralan a Cooke y consiguen desalojarlo de los niveles de
miembros de la ‘línea dura’ del movimiento” (Tarcus, Ibid., conducción y, aún más, intentan expulsarlo del peronismo.
p. 149). Recordemos, aquí, la fecha en que se lanza la huelga del Lisan-
Tenemos planteadas ya las diferencias fundamentales entre dro de la Torre: enero de 1959. Es el momento en que, glorio-
Perón y Cooke, antes aun de haber analizado la Corresponden- samente, entran en La Habana Fidel, el Che, Raúl Castro y
cia que mantuvieron. En la distinta respuesta a esta situación Camilo. Era un momento de exaltación para la izquierda lati-
está todo. Perón tiene una concepción sumatoria de la política. noamericana. No sé si a Cooke le habrán importado mucho
Hay que sumar fuerzas. Cuantos más seamos, más fuertes sus retrocesos en la conducción del peronismo. Su horizonte,
somos. Pero no somos todos iguales ni pensamos lo mismo, se ahora, estaba puesto en la Cuba de Castro. Quería ser parte de
le podría decir al conductor y, de hecho, Cooke se lo dirá esa experiencia.
varias veces. Pero Perón suplanta la ideología por la conduc- En efecto, los blandos, los conciliadores, lo destituyen. Pasa
ción. En el peronismo –dirá una y otra vez– en cuanto a ideo- a la clandestinidad y, al poco tiempo, junto con su mujer, Ali-
logía tiene que haber de todo. No importa la ideología de los que cia Eguren, se exilia en Cuba. “Una vez allí, profundamente
se incorporan, lo que une a todos es la conducción del líder. Hay impactado por la revolución que había triunfado en ese país,
aquí un núcleo poderoso de la personalidad y del estilo de con- empieza a considerar la posibilidad de la guerra de guerrillas
ducción de Perón que funcionó siempre... hasta el 20 de junio como un medio para resolver, a largo plazo, las contradiccio-
de 1974. Ahí se produjo la gran sorpresa hasta para el propio nes dentro del peronismo y de la sociedad argentina. Ejerce
Perón que, además, estaba físicamente deteriorado para resol- influencia sobre la primera iniciativa de guerrilla rural en la
verla. Pero el pensamiento de Perón radicaba en la posibilidad Argentina denominada Uturuncos, de filiación peronista, que
del conductor de conducir a todos. La unificación no la daba la operó brevemente en la provincia de Tucumán hacia fines de
ideología, la daba la conducción. “¿Usted es fascista, usted es 1959” (Tarcus, Ibid., p. 150). Lleva jóvenes a Cuba para ini-
zurdo?, entren los dos. Pero si acatan mi conducción.” Es un ciarlos en las prácticas de la guerrilla, pero rechaza a los del
pensamiento militar. Importa más la disposición de las fuerzas Partido Comunista porque sostenían una postura antifoquista.
que el pensamiento que las mueve. Además, las fuerzas no tie- (Que Cooke, en sus más profundos desarrollos teóricos, no avalará
nen por qué pensar. Tienen que acatar a la conducción. Es cier- en modo alguno.) Se produce Bahía de Cochinos y se pone el
to que Perón decía esas cosas que solía decir: que hasta el últi- uniforme de miliciano. Hay una foto entrañable en la que lo
mo que es conducido tiene un papel en la conducción. O ese vemos así vestido: gordo, realmente con mucho sobrepeso,
otro célebre macanazo: que todos llevan en su mochila el bas- sonriendo, con su gorra, su fusil, con todo lo que tiene que
tón de mariscal. Para Cooke, todo es distinto. Cooke es un ideó- tener menos pinta de combatiente. Es el Gordo Cooke de
logo. Cooke tiene una ideología. Es, sí, un tipo de izquierda. todas las encrucijadas: un tipo que nació para pensar, para dis-
De una izquierda amplia. Que lleva adelante el pacto con cutir, para dar discursos, para escribir, no para agarrar las
Frondizi. Que ve el papel objetivamente revulsivo que tiene la armas. Es la antítesis del soldado. Conmueve igual que lo haya
figura de Perón en las masas, no sólo argentinas sino latinoa- intentado: él era así, nunca dejaba de hacer las cosas en que
mericanas. Pero, para Cooke, un fascista es un fascista. Y la creía. Y en la invasión de Bahía de Cochinos había que defen-
política no es el arte de sumar a todos. Es el arte de sumar a los der a Cuba. (A propósito: la novela Rosa de Miami, de Eduar-
propios. De lo contrario, lo que se organiza es una mermelada, do Belgrano Rawson, es una joya de nuestra literatura que
ese gigante invertebrado que siempre fue el peronismo. De narra, precisamente, la invasión a Cochinos. Pocos como Bel-
aquí la actitud diferenciada que ambos tienen ante la inclu- grano son capaces de narrar –con una prosa brillante y preci-
sión de los “blandos”, de los “dialoguistas” en el Movimiento. sa– un hecho histórico y llevarlo a los niveles del arte literario.
Cooke no los quiere. Se dan vuelta en cualquier momento. Ya lo ha hecho con la guerra del Paraguay en su notable
Un “blando” es un tipo siempre preparado para la traición. El Setembrada.)
“dialoguista” también. Tanto dialoga, que al final lo conven-
cen los otros y traiciona. Sucede que Cooke no se ve a sí LA VIOLENCIA Y LA TEORÍA DEL FOCO
mismo como un gran conductor estratégico que puede “con- El texto mítico que produce (el que buscábamos o celosa-
ducir el desorden”, como se jactaba Perón. No se creía “el mente custodiábamos si lo habíamos conseguido) es Informe a
Padre Eterno”. Para Cooke, la conducción era la praxis más la las bases. Se constituye en el gran teórico del peronismo revolu-
teoría revolucionaria o la teoría revolucionaria más la praxis. cionario. “Cooke es elegido de manera unánime para conducir
Perón impulsó una teoría para el peronismo. La teoría la las delegaciones de la Argentina a las Conferencias de la Tri-
hacía él. Plasmó, dibujó una doctrina adecuada a un movi- continental (a la que envía Guevara, desde Bolivia, su célebre
miento. Un movimiento es un concepto tan amplio que en él texto sobre la creación de los muchos Vietnam en América lati- ólogo del peronismo revolucionario porque es el ideólogo del
entra todo. Porque el peronismo es un “movimiento” resulta na, que estudiaremos, JPF) y OLAS en 1966 y 1967 por parte entrismo en las masas. Seamos peronistas porque las masas lo
posible que los peronistas de la Triple A asesinen al peronista de las organizaciones miembros, en las que se considera válida son y debemos llevarlas hacia la lucha por la liberación nacio-
Troxler. No es –hablando con precisión– eso que la izquierda la vía de la lucha armada y la guerra revolucionaria prolonga- nal. No dejó, además, de usar nunca estos conceptos: libera-
llama un movimiento “policlasista”. Desde luego que es da” (Tarcus, Ibid., p. 150). Funda la Acción Revolucionaria ción nacional. Encontraba en el peronismo “lo nacional” y no
“policlasista”. Tampoco vale la pena discutir qué clase tiene la Peronista. Es muy influido por el pensamiento de Guevara quería perderlo.
hegemonía. La hegemonía la tiene Perón. Que para algunos sobre el foco guerrillero. Algo que no está del todo definido en Muere de cáncer el 19 de septiembre de 1968. Tenía 48
representará a la burguesía y, por consiguiente, el peronismo su pensamiento, pues si Cooke adhiere tan persistentemente al años de edad. Un enorme signo de interrogación se abre aquí.
será un movimiento burgués. Pero aquí hay que salir de estos peronismo es porque considera que las masas peronistas pue- ¿Qué habría hecho Cooke ante el regreso de Perón? ¿Qué
venerables conceptos. El peronismo podrá representar todo lo den y deben ser la base de todo hecho revolucionario, lo que se habría hecho Cooke después de Ezeiza? ¿Se habría unido a los
que se quiera que represente. Pero –mirando las cosas desde opone a la teoría del foco, que parte del grupo guerrillero y del Montoneros? ¿Se habría unido al ERP, posibilidad nada desde-
el año 2008– lo que el peronismo ha terminado por represen- carácter galvanizador de la guerrilla. Nunca emprendió una ñable? ¿Habría creado una organización propia? ¿Habría sacado
tar para la clase media y para la oligarquía o para las corpora- acción guerrillera propia. Posiblemente porque no estaba física- una revista, como hizo Ortega Peña con Militancia? ¿Habría,
ciones financieras no es la burguesía. Aunque la represente. mente preparado para tal cosa. O por alguna vacilación de tipo antes, aceptado las negociaciones con Lanusse, la salida electo-
Aunque ella haga sus negocios por medio de sus políticas. teórico que acaso vayamos descubriendo. Pero no es correcto ral? ¿Y si su jefatura, su poder como figura mítica del peronis-
Aunque siempre esté lejos de proponerse una revolución. El hablar de un Cooke foquista. Cooke, por el contrario, es el ide- mo, se imponía sobre la de Firmenich y la Galimberti, cuando
II
desarrollar esta concepción ante el escozor que me producía el
iluminismo de grupos armados como el ERP (al que la rela-
ción con las masas no le importaba en modo alguno) y las
posibilidades de Montoneros de seguir en la lucha armada
una vez instalado el gobierno democrático peronista. Esta
posibilidad, atinadamente, Montoneros la había declinado
ante el triunfo electoral, un triunfo por el que mucho había
hecho, ya que la campaña la llevó adelante la Tendencia, los
muchachos de la Patria Socialista. Cito el texto: “Desde que
Lenin, en ‘Qué hacer’, citó a Kautsky y aceptó aquello de que
la conciencia socialista debía ser introducida como ‘elemento
externo’ en la clase obrera, la cuestión se ha vuelto a plantear
una y otra vez: ¿cuáles son las relaciones entre la teoría revolu-
cionaria y las masas? Rosa Luxemburgo, oponiéndose a las
tesis de Lenin, no tuvo dudas: la teoría revolucionaria estará
determinada por el movimiento espontáneo de las masas. Para
Althusser, sin embargo, éste es un típico error teórico ‘izquier-
dista’. Aquí va: ‘La ciencia marxista-leninista (...) no podía ser
el producto espontáneo de la práctica del proletariado: ha sido
producida por la práctica de intelectuales que poseían una alta
cultura, Marx, Engels, Lenin, y fue aportada ‘desde afuera’ a la
práctica proletaria, a la que modificó de inmediato al transfor-
marla profundamente” (Louis Althusser, La filosofía como
arma de la revolución, Pasado y Presente, Córdoba, 1968, p.
38) (...) Lo que aquí está en juego, y lo que realmente hay que
definir, es el concepto de vanguardia. Si bien es cierto que la
auténtica conciencia revolucionaria es aquella que puede
conectar las luchas parciales con una estrategia global de
poder, no lo es menos que esa conciencia no puede ser patri-
monio de un grupo de elegidos consagrados a introducirla
como “elemento externo” en las masas. Acabarían, fatalmente,
condenados a generar una conciencia abstracta y suprahistóri-
ca, una especie de burocratismo iluminista. Y Cooke no dejó
de ver claro en esto: “La política revolucionaria no parte de
una verdad conocida por una minoría sino del conocimiento
que tengan las masas de cada episodio y de las grandes líneas
estratégicas” (Cooke, La lucha por la liberación nacional, Papi-
ro, Buenos Aires, 1971, p. 42). La vanguardia revolucionaria,
en suma, nada tiene que ver con los grupos minoritarios de
científicos de la revolución consagrados a elaborar teorías sin
pueblo... (J. P. F., Cooke, peronismo e historia, revista Envido,
marzo de 1973, Buenos Aires, N° 8, p. 23). Y luego citába-
mos otro texto en el que Cooke decía que no era posible
conocimiento alguno exterior a la práctica de las masas. Que
el conocimiento revolucionario es la experiencia directa de esa
lucha enriquecida por el pensamiento crítico. Estas cosas las
publicábamos en Envido en marzo de 1973. Firmenich leía
nuestra revista, pues días después la pidió para la organiza-
ción. (Nota: Los que nos opusimos a tomar esta medida
–reclamando la libertad que la revista siempre había tenido–
perdimos la partida. Pero sólo un número más salió de Envido
y al supremo jefe no le agradó. Envido no era proclive a la vio-
lencia y menos aún luego del triunfo del 11 de marzo. Ade-
más, nunca adhirió a la teoría del foco, por considerarla ajena
a la experiencia de masas del peronismo.)

LA VIOLENCIA Y LAS MASAS


O sea, la idea central que da origen al nacimiento de la
izquierda peronista, es decir, que hay que estar en el peronismo
porque ahí están las masas y sin las masas no hay revolución
posible, sino que se genera el vanguardismo sin pueblo que ter-
mina girando en el vacío (algo que luego habrá de decirles,
tarde, Rodolfo Walsh), estaba bien expuesta por todos los
miembros de Envido. No había uno que no pensara eso y que,
de una u otra manera, no lo hubiese escrito en la revista. La
política de superficie de Montoneros responde a esta precisa
concepción teórica. Le dura hasta el asesinato de Rucci. Ahí
prescinde de las masas.
Pero el texto de Cooke que valía oro para mí y en el que me
basaba para desarrollar la teoría de las masas como base de
toda acción política y como único elemento que, bajo la pros-
cripción dictatorial y ejerciendo el derecho de los pueblos a
sublevarse contra la tiranía, podía justificar la violencia, era el
que he citado ya en mi trabajo (lejano) de 1973: La lucha por
la liberación nacional. Sobre él trabajaremos ahora para desa-
la Juventud Peronista se transforma en la Tendencia? ¿Y si la relación que establece entre la lucha (armada o no) y las rrollar los temas centrales del pensamiento de Cooke. Se com-
directamente abría él el espacio del peronismo revolucionario y masas. La violencia sólo se legitima cuando hunde sus raíces prenderá que no utilice el texto de Papiro de 1971 porque
confluían ahí todas las corrientes de izquierda? Es impensable. en el pueblo. Cooke es peronista porque en el peronismo ignoro en qué encrucijada de la vida (y del terrorismo de Esta-
Era demasiado fuerte su presencia como para que, incluyéndo- encuentra la sustancia de la lucha. Y esa sustancia es para él el do) se me extravió.
la, podamos no pensar que los cambios habrían sido importan- pueblo peronista. Si no, no habría andado tanto tiempo El texto célebre de Cooke que inicialmente todos empeza-
tes. De todos modos, cabe pensar también que se murió a detrás de Perón. Si Cooke lo requiere a Perón es porque quie- mos a leer fue el Informe a las bases. Se trataba de un análisis
tiempo. Que nada habría podido protegerlo de las bandas ase- re una verdadera violencia revolucionaria. La que surge como revolucionario del regreso de Perón en 1964. Cooke desarrolla
sinas que se desatan después de la muerte de Perón. Que el respuesta de un pueblo en lucha contra una dictadura. Para ahí sus principales puntos teóricos. Es necesario señalar que
aparato parapolicial montado en vida de su viejo líder, del colmo, la situación argentina era todavía más injusta: el pue- conocía muy bien la Crítica de la razón dialéctica de Sartre,
hombre en el que tanto confió, al que tanto esperó y del que blo reclamaba por un líder. Por un hombre al que había tal libro que desarrolla de modo brillante y contundente la temá-
esperaba tanto, lo habría asesinado con tanta saña como a vez idealizado (sin duda ayudado por la maldición de los tica del Grupo en fusión. Si hay, por otra parte, un texto que no
Troxler, como a Ortega Peña. poderes ilegítimos) pero al que genuinamente quería. Con ese toma en cuenta el concepto de vanguardia es el de Sartre, pues
Pese a su experiencia cubana y pese a sus transitorios (o no) líder, con esas masas, no hacía falta foco guerrillero alguno y todo su esfuerzo se concentra en mostrar la totalización dialéc-
deslumbramientos con la teoría del foco insurreccional, debi- se eludían los eternos peligros de las vanguardias. En marzo tica que va del individuo al lugar de la historia.
dos, en gran medida, a su admiración por el Comandante de 1973, en el N° 8 de la revista Envido, en un artículo que El texto de Cooke surge de una conferencia que dio en
Guevara, el punto que más sigo admirando de Cooke es el de llevaba por título: “Cooke, peronismo e historia”, buscaba yo Córdoba a la FUC (Federación Universitaria de Córdoba) el
III
4 de diciembre de 1964. Habla del fracaso de la mo no es Cooke, es Perón”. Era la posición de (Cooke, Ibid., p. 66). Y atención ahora: “Con-
operación retorno: Perón, en efecto, fue deteni- los intelectuales de derecha. De los mejores cua- dolerse por la condición de los niños norteños es
do en el aeropuerto de El Galeao y regresado a dros de Guardia de Hierro. De los Demetrios. lo que viene haciendo la oligarquía desde hace
Madrid. Ante este fracaso hay varias reacciones, Se conocían de memoria Conducción política y cien años. El que realmente lo sienta, que tome
varias propuestas. Cooke, al describir, las de los La comunidad organizada. Estudiaban cada uno parte de la lucha. No con llamados a la buena
super-violentos lanza una de sus frases más pene- de los filósofos citados en este último texto. Ago- voluntad de los opresores, sino armando el brazo de
trantes. Los super-violentos “proceden como tadora tarea, ya que Perón no dejaba uno sin los oprimidos, dándoles conciencia de su opresión y
poseedores de las recetas infalibles para la revolu- citar. La izquierda peronista les decía “el peronis- de las causas y despertando su voluntad para buscar
ción perfecta, trazada con escuadra y tiralíneas” mo mogólico”. Cuando Perón llega (en su pri- la libertad” (Cooke, Ibid., p. 66). Aquí resuena
(John William Cooke, La lucha por la liberación mer regreso y se instala en Gaspar Campos) la poderosa frase de Marx: “Hay que hacer la
nacional, Editorial Quadrata, Buenos Aires, rodean la manzana, pasan la noche ahí, custo- opresión real aún más opresiva, agregándole la
2007, p. 35). Si hemos de reflexionar sobre la diándola, y cuando sale el sol cantan: “Buenos conciencia de la opresión; hay que hacer la igno-
violencia, lo mejor es hacerlo desde ya, pues esta días, general, su custodia personal”. Eran pro- minia aún más ignominiosa, publicándola” (Es
historia es violenta de cabo a rabo y si es Cooke fundamente antimarxistas. Profundamente anti- la Introducción a la filosofía del derecho de Hegel,
quien nos acerca sus reflexiones en uno de sus cookistas. Detestaban a la guerrilla aunque no se 1843). O del mismo texto: “La crítica no es una
textos más notables, más importantes, hay que le opusieron hasta que Perón se les enfrentó. En pasión de la cabeza, sino la cabeza de una pasión.
escucharlo más que a muchos, no digo más que 1973, en medio de ese enfrentamiento, Podetti No es un bisturí sino un arma. Su objeto es su
a nadie, pero más que la mayoría de los que han empezó a dar unos cursos sobre ortodoxia pero- enemigo, a quien no quiere refutar, sino aniqui-
desvariado en torno al tema fundamental de la nista en el Teatro San Martín. La encontraron lar”. Y sigue Cooke: “Es falsa la elección entre
condición humana: ¿hay que matar?, ¿por qué muerta, en plena dictadura, de un paro cardíaco, violencia y no violencia: lo que se debe resolver
mata el hombre?, ¿hay una violencia legítima?, dijeron. Salvo que haya sido algún ajuste de es si se ha de oponer a la violencia de los opreso-
¿cuáles son sus condiciones? A veces creo que el cuentas de la derecha peronista, los militares no res la violencia libertadora de los oprimidos”
tema de este ensayo (un ensayo en torno de un tenían motivo alguno para liquidarla. Había sido (Cooke, Ibid., p. 66). Pero esto es muy comple-
movimiento político urdido por la violencia) es una ferviente enemiga de la guerrilla. Y había jo. No es cuestión de venir a hablar así nomás de
precisamente éste. De modo que escuchemos la odiado a Cooke desde Perón y atacado la impor- la “violencia de los oprimidos” y de pronto apa-
voz lúcida, el pensamiento de un tipo arrasado- tancia que nosotros le dábamos a nuestro Gordo recen cuatro locos con metralletas al grito de
ramente inteligente. “La no-violencia (escribe querido. “¡Aquí están los oprimidos!” Eso le hace un daño
Cooke) corresponde a una manera de ser, a una irreversible a la revolución. Escribe Cooke: “Por
modalidad intrínseca de la burocracia reformista; LOS FUNDAMENTOS eso los que vienen con revolucionarismos abs-
la violencia sin fundamentos teóricos suficientes DE LA VIOLENCIA tractos, anunciando baños de sangre y declaran-
es también una simplificación de la realidad, que Cooke, en su Informe a las bases, escribe textos do la guerra civil porque sí y ante sí, también
supone un expediente –el de la violencia– sacado dignos del Prólogo de Sartre a Fanon: “El obrero están lejos de la violencia revolucionaria, que pre-
del contexto revolucionario, desvinculado de la (...) sujeto para sí, es objeto para quienes lo supone la moral. El revolucionario no desprecia
lucha de masas, es la acción de una secta ilumina- explotan, carente de bienes materiales y también la moral: desprecia la ética del régimen para sus-
da. Ambos tienen la misma falla respecto de la de los bienes espirituales a los que se accede por tituirla por la ética de la solidaridad revoluciona-
realidad. Uno la acata tal cual es: mide la corre- medio de la cultura y el desenvolvimiento de la ria” (Cooke, Ibid., p. 67). La violencia revolu-
lación de fuerzas y como, evidentemente, el ene- personalidad. El primer paso para dejar de ser cionaria, dirá, es distinta a la del régimen porque
migo tiene la máxima concentración de fuerza objeto no es la cultura, que los regímenes de tra- tiene una base ideológica y moral. “Porque no se
material, los tanques, las armas y el dinero del bajo extenuantes no le permitirán formarse, sino puede exponer a un ser humano a la cárcel –y tal
imperialismo, se resigna y busca que el régimen la acción revolucionaria” (Cooke, Ibid., p. 50). vez a la muerte– sino conmoviéndolo como con-
le dé entrada con alguna porción de poder com- De este modo, la misión del verdadero hombre ciencia, como parte de la conciencia colectiva. Es
partido; es el neoperonismo y todas las variantes de izquierda es incorporar al obrero a la praxis, violencia contra los enemigos de los seres huma-
de la burocracia reformista. Al mismo tiempo, no hacerla solo, como el vanguardista ilumina- nos; o sea, es amor a los hombres que se traduce
violento porque sí, el que se proclama exclusiva- do, porque incorporando al obrero lo incorpora en odio a quienes causan su desgracia” (Cooke,
mente como ‘línea dura’ cree que esa correlación a la cultura, que sólo le puede venir de la acción Ibid., p. 67. Cursivas mías).
de fuerzas puede ser modificada por el mero volun- revolucionaria. Esta es la única acción pedagógica Considero que la exposición que acabamos
tarismo de un grupo pequeño de iniciados; no aspi- válida del intelectual sobre el obrero: sumarlo a de ver en este luminoso texto de John William
ra a un movimiento de masas en que la salida la lucha revolucionaria, ayudarlo a encontrar su Cooke es una de las más sólidas e inteligentes
revolucionaria sea la consecuencia lógica y la direc- identidad en la lucha. Luego Cooke dirá otra de que se han formulado desde la izquierda. Si
ción revolucionaria se convierta en la única posible, sus frases como latigazos: “Un régimen nunca se tenemos en cuenta que el texto es de 1964 no
sino que aspira a constituirse como vanguardia del cae, siempre hay que voltearlo”. Notemos que la podemos sino concluir que es posterior a todo
movimiento caído de la estratosfera para venir a potencia de estas fórmulas responde al poder de cuanto Guevara le haya podido decir acerca del
decirle las verdades reveladas de esa revolución sin su pluma eximia, como el caso de Sartre. foco insurreccional en Cuba. Bien, en este texto
fundamento doctrinario, sin base en la realidad” Y ahora el anteúltimo parágrafo de este texto no hay una sola mención a ese foco. ¿Cuál es la
(Cooke, Ibid., p. 36. Cursivas mías.) Este volun- deslumbrante. Su título: Los fundamentos de la diferencia? El foco insurreccional plantea: pri-
tarismo es constitutivo de la vanguardia. Con la violencia. Detecta una carencia en el peronismo mero el foco, después las masas. Es lo que can-
voluntad todo es posible. La voluntad revolucio- revolucionario: una adecuada teoría de la violen- taban –muy equivocadamente– los pibes de la
naria puede vencer los escollos de la realidad, cia. “La teoría revolucionaria comprende la teo- JP, los foquistas: “Ayer fue la Resistencia, hoy
siempre débiles ante ella. La voluntad revolucio- ría de la violencia” (Cooke, Ibid., p. 65). Vamos Montoneros y FAR, y mañana el Pueblo entero
naria puede suplir el respaldo de las masas y, con a citarlo extensamente. Lean con detenimiento el en la lucha popular”. Lo que causaba el estupor
su poder, convocarlo. No es azaroso que el libro texto. Luego, con ese mismo detenimiento, nos de muchos, pero muchos, eh, muchos, que
de Anguita y Caparrós lleve por título La Volun- consagraremos a analizarlo. Cooke empieza con habíamos “entrado” en el peronismo por otros
tad. La voluntad es un concepto nietzscheano y el argumento que extiende la violencia a la injus- motivos. Justamente por el contenido masivo
la voluntad de poder es, para Nietzsche, aquello ticia social: “Pero el que algunos tengan mucho y del movimiento. Oigan, ¿cómo mañana el pue-
que permite el devenir de la vida. Para el revolu- otros no tengan nada, ¿acaso no es un hecho de blo entero? ¿Para eso nos metimos en el pero-
cionario abstracto, iluminista, su voluntad no violencia? (...) La opresión no es una fatalidad nismo? No, muchachos: Y por siempre el pueblo
necesita asideros en la realidad, los crea. Su que nos llega del cielo: la opresión es algo que entero en la lucha popular. La concepción de
voluntad es, también, pura, es la voluntad del unos hombres les hacen a otros hombres. No es Cooke no es la de Guevara, por más amigos
iluminismo revolucionario que tiene que vencer una situación de la que nadie sea responsable: es que hayan sido y por más que, según la leyen-
necesariamente al vil mercantilismo del merce- responsable el régimen, son responsables los da, haya seducido el Guerrillero Heroico al
nario. Hay una valoración moral de la voluntad. hombres del régimen (...). Si en el Noroeste hay gran lector de Sartre y de Marx. Para Cooke la
Nuestra voluntad es pura, es limpia, se rige por una mortalidad infantil altísima (...) eso no ocu- cosa no es primero el foco, después el pueblo.
ideales. Nuestros enemigos son mercenarios. O rre porque sí, sino porque hay hombres que han No es primero una minoría y después las
soldados recogidos del pueblo que se nos unirán creado las condiciones para ello, y hombres que masas. Una minoría sin masas se extravía sin
en el momento del combate. La voluntad, a la son cómplices porque las aceptan” (Cooke, Ibid., remedio. No existe revolución sin masas. El
vez, me permite conocer la realidad y se nutre p. 66). Ese es el aspecto existencialista de Cooke. verdadero revolucionario es aquel que trabaja
con ese conocimiento, que es, ni más ni menos, Su hondo humanismo sartreano. Si Levinas con y desde las masas. Por eso valoraba tanto a
que la teoría revolucionaria. Cooke, por el con- puede decir que los filósofos existencialistas se Perón. Lo que Perón le daba: las masas peronis-
trario, escribe: “La política revolucionaria no equivocaron al reducir el Ser al ente antropológi- tas. Lo veremos todavía con mayor profundi-
parte de una verdad conocida por una minoría co, Cooke lo mandaría al diablo. A mí me dad en nuestra próxima entrega. Cuando anali-
sino del conocimiento que tengan las masas de importa el hambre, la miseria y la explotación cemos la Correspondencia Perón-Cooke, una joya
cada episodio y de las grandes líneas estratégicas” del ente antropológico, si eso es el Ser o no lo es, del pensamiento político. También una imposi-
(Cooke, Ibid., p. 38). no me preocupa, entreténgase usted con esas bilidad de entendimiento que se vislumbra
¿Se comprende el valor que le damos a este cosas. Observemos con qué obsesividad Cooke desde el principio y que será cerrada por Cooke
PRÓXIMO texto, el aura mítica que tenía para nosotros marca la responsabilidad de los hombres en la cuando escriba: “Mis argumentos, desgraciada-
DOMINGO cuando sólo podíamos conseguirlo en mimeó- iniquidad de la historia. El mecanismo de la mente, no tienen efecto: Ud. procede en forma
grafo? La derecha peronista nunca lo aceptó. explotación no viene de las estructuras, Son los muy diferente a la que yo preconizo, y a veces
Amelia Podetti, brillante teórica, notable filóso- hombres quienes lo sostienen. Se dispone a luchar en forma totalmente antitética”.
John William Cooke, fa, detestaba a Cooke. Hicimos juntos en 1969 contra la degradación de los hombres con todos
el peronismo que un seminario sobre los procesos de cambio en la los medios que tenga. Y si no es elegante, no le Colaboración especial:
Perón no quiso (III) Argentina. Amelia decía: “El teórico del peronis- importa. “Nosotros somos peronistas, no caballeros” Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 13 de julio de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


35 John William Cooke, el peronismo
que Perón no quiso (III)

Suplemento especial de

PáginaI12
LA SUSTANCIA DE LA masas que llevarían al peronismo al encuentro con la ideolo- otro, el peronismo alla Kirchner, que no puedo analizar aquí.
REVOLUCIÓN SON LAS MASAS gía de los tiempos que corrían: el socialismo. Cuando –en Notable es que muchos antiperonistas están del lado peronis-
i siquiera se requiere ser un buen lector de 1974– la historia se redujo al enfrentamiento entre aparatos ta. Es cierto: el otro extremo apesta a gorilismo, a derecha, a

N Marx para saber algunas cosas. Alcanza con


leer el Manifiesto comunista. Ahí, Marx
expone, de un modo tal vez algo directo pero
con pasajes brillantes, la dialéctica histórica.
Si le canta un Himno a la burguesía (la clase más
revolucionaria de la historia humana) es porque de las
revoluciones burguesas, que implican la destrucción de
armados todo esto fue destruido y la tarea terminó. El motivo
por el cual habíamos entrado al peronismo fue liquidado por
las balas de la clandestinidad montonera y de la barbarie de la
Triple A. El motivo por el cual habíamos entrado al peronis-
mo era (en gran medida) Perón. Con Perón muerto, con las
masas en reflujo por la balacera de las orgas, había (ya) que
retroceder. Toda la segunda mitad del año ‘74 y todo el año
reacción, a golpismo. Pero es bueno ver a Cossa, Viñas,
Rozitchner, Jitrik de un lado que no pudieron o no supieron
elegir en 1955. Acaso era también imposible que lo hicieran.
Era mucho más difícil, es cierto. La cosa es: aquí están. Y
cerca de 300 intelectuales más, peronistas o no. Queda claro
que no se trata del apoyo a un gobierno, ni al peronismo (que
vaya uno a saber qué es hoy, está lleno de peronistas del lado
todos y cualquiera de los sistemas de producción anteriores ‘75 es guerrilla sin pueblo. Los que estuvieron en eso se equi- garca, ¡Barrionuevo está!), sino de la defensa del orden insti-
a ella, habrá de surgir el proletariado, la clase obrera. La vocaron. O no entendían a Marx o no entendían la esencia de tucional ante el ataque poderoso de las fuerzas más retrógra-
violencia se encarna en esta clase y es ella la que la realiza. la izquierda peronista. El momento del reflujo no fue el del das del país.
La idea del foco era por completo ajena a Marx. En América ‘76. Ahí ya estaba todo perdido. Fue apenas muere Perón. Las cámaras de televisión se meten entre las “masas” del
latina es el Comandante Guevara el que la impulsa, sin Ahí había que frenar. Lejos de ello, la guerrilla pasa a la clan- acto de la Sociedad Rural y aparece una fauna que nosotros
partir de ninguna experiencia empírica. Tal como lo dije. destinidad, deja al descubierto a todos sus cuadros de superfi- (los tipos como nosotros, porteños de la Gandhi, del San
Porque la Revolución Cubana no es la huevada esa de los cie y la Triple A se hace un festín. Marx había escrito: “La Martín, de Chiquilín o Lalo, universitarios, intelectuales,
doce heroicos guerrilleros que vencieron al ejército fuerza material debe ser abatida por la fuerza material; pero tipos que no tenemos programas de radio, que no escribimos
batistiano. Fidel contó con la adhesión fervorosa del también la teoría se transforma en fuerza material en cuanto se en los grandes diarios, que todavía polemizamos sobre el foco
campesinado cubano y sin él (y sin el deterioro del ejército apodera de las masas” (Introducción a la crítica de la Filosofía guerrillero o nos interesan los derechos humanos y el castigo
de Batista, más la pasividad de los Estados Unidos que del Derecho de Hegel). Si decimos esto ahora no es sólo para a los genocidas) apenas si conocemos: todo el garquerío esta-
apoyaron o toleraron de buen grado la revolución de “los esclarecer puntos teóricos que llevaron al desastre en el pasa- ba ahí. Impresiona la nitidez en la diferenciación de clases. Si
pintorescos barbudos”) no habría existido la Revolución do (porque, ¿se llegó al desastre o no?, ¿no es hora de pregun- esta no es la lucha de clases, la lucha de clases ¿dónde está? Cua-
Cubana. Pero Fidel trabajó todo el tiempo, sin desmayar un tarse seriamente por qué sin importar a quién se cuestiona?) tro terratenientes que hablan en nombre de Anchorena, Pérez
instante, con el campesinado que se pondría masivamente sino para hacer política hoy. Un grupo que va armado a una Companc, Gómez Alzaga, Blaquier, Pereyra Iraola, Wert-
de su parte. Y se puso. En Bolivia, al Che, los campesinos lo movilización se equivocó de práctica. Los delirantes que le heim, Bunge y Born, Bemberg, Bullrich y Ledesma por no
delataban. ¿Cuál era la diferencia? Fidel hacía la Revolución reventaron la cabeza al miserable de Fernando Siro le hicie- seguir, son los líderes de un movimiento que busca erosionar
desde el corazón de la Cuba sometida. Fidel era cubano. ron un favor a la policía y victimizaron a una persona detesta- a este gobierno de base peronista. Medio país está con ellos.
Conocía a los cubanos. Hablaba y sólo escucharlo era ble como Siro, a quien nadie jamás habría compadecido. Hasta algunos que solían jugarla de progres. Ocurre que son
escuchar a un cubano. En Bolivia, el Che tenía que Además, la hora de la violencia, si llega, nunca llega para un periodistas y el periodismo, en la Argentina como en todas
aprender quechua. Inti Peredo reunía a unos indios grupo, nunca llega para cuatro o cinco. Una piña del señor partes, es un poder que se ha concentrado notablemente: el
azorados y les hablaba de un hecho incomprensible y D’Elía arruina una concentración de cuadros o aun de lúm- que trabaja en un diario trabaja en un grupo que abarca tanto
mágico: la Revolución Cubana. Esto no lo pretendemos penes dándoles pasto a las cámaras y a las fotos del periodis- que el tipo siente que si lo tachan no labura más. Ergo, obe-
dejar liquidado aquí, pues estas cosas son delicadas, no sólo mo canalla que está esperando exactamente eso: una piña de dece a los patrones. Hay situaciones risibles. Un día, el perio-
teóricamente sino por las sensibilidades que hieren. El Che D’Elía para decir lo que necesita decir, ahí está la barbarie dista agrede al Gobierno, sostiene con fervor sus ideas, desa-
es, hoy, el símbolo más puro que los hombres rebeldes peronista. Un cuadro políticamente formado no hace eso. rrolla argumentos con pasión. Al día siguiente le dicen: “Che,
tienen de la rebelión. No es cuestión de tirarlo abajo. Pero Una piña, en política, no la pega un solo tipo. O se entiende nuestro Grupo arregló con el Gobierno”. Con la misma
yo no trabajo ahora sobre símbolos. Yo llevaría una pancarta o no. Pero si no se entiende es grave, es peligroso, el fracaso pasión el periodista empieza a hablar bien del Gobierno, a
del Che en una movilización, como cualquiera que no sea está al alcance de la mano. Y cada vez es más difícil retornar encontrarle aristas positivas, etc. Esta mercantilización de las
un garca de esos que pululan en la Argentina de hoy, que, si de los fracasos. personas, esta, en última instancia, humillación a que se las
nos descuidamos, llevan la pancarta con más entusiasmo Mi posición final sobre la violencia acaso sea un delirio somete, se relaciona con que los pools periodísticos no tienen
que cualquiera de nosotros. Pero el Che, como creador de la utopista, un imposible poético, una huevada bíblica. Pero ideología, tienen intereses. Si los intereses cambian, cambia lo
teoría del foco, dio un paso equivocado en las luchas ahora no estoy hablando de eso. Hablo de la diferencia entre que se enuncia. Y es el periodista el que da la cara y el que
revolucionarias, que tuvo un saldo trágico y lo sigue la violencia de masas y la teoría del foco insurreccional. Para tiene que hacer malabares para travestir su discurso. A veces
teniendo. Para Marx, que sabía de teoría revolucionaria y de ser claro: si mañana 150.000 musulmanes invaden París e hasta resulta divertido ver estos pasajes.
politología más que el Che, la violencia sólo es incendian todo, destruyen la columna Vendôme (como hicie- En suma, pareciera que la frase de Cooke La antinomia
revolucionaria cuando se encarna en las masas. Como bien ron los comuneros de 1871), tiran abajo la Torre Eiffel, lo peronismo/antiperonismo es la expresión de la lucha de clases en
dice al final del Manifiesto: los comunistas no ocultan sus apuñalan a Sarkozy, a todos los nazis de Le Pen y violan repe- la Argentina tiene vigencia hoy como la tuvo en épocas pasa-
propósitos, voltearán al régimen burgués por la violencia, tidas veces a Carla Bruni, bien: que se jodan los franceses. Se das. Los teflón-boys y las teflón-girls poco tienen que ver con
pero esa violencia tiene un sujeto de clase: el proletariado, buscaron esa rebelión masiva. El racismo, el desdén, la sober- la gente de las villas o los obreros de los sindicatos, quienes,
las masas. Y si el “proletariado” suena a “proletariado bia, la exposición de la riqueza en las narices de los miserables desde luego, todos, pero todos, han sido llevados al acto. Por
británico”, reemplacemos el concepto por el de “masas”. posibilitaron todo eso. La exclusión, el no admitir como ciu- un choripán o por cien pesos. En cambio, los teflón-citizens
¿Cómo se hace la revolución con las masas? El trabajo es dadanos a personas que hace rato ameritan tal reconocimien- van por su propia voluntad, en sus propios coches y haciendo
mayor que el que requiere la teoría del foco. Pero to. Todo eso hizo posible la violencia. La violencia vino des- ejercicio de su lucidez, de su clara y valiente visión de las
apuntemos esto: no hay revolución sin la participación pués. La Resistencia peronista fue violencia de masas. Había cosas. Como sea, estos acontecimientos están todavía en
activa de las masas. La tarea de las vanguardias es la de un pueblo proscripto, un partido mayoritario prohibido, un juego y no es nuestra tarea analizarlos aquí. Menos aún cuan-
acompañar a las masas. En todo caso irlas ideologizando en líder enviado al exilio y el cadáver de la mujer que había do están todavía por ocurrir. Pero lo que decimos, lo que
el curso de la lucha. Pero no bien la vanguardia va más allá amado a ese pueblo y que ese pueblo amó permanecía vil- analizamos, el estudio que hacemos es para entender este pre-
de las masas se aísla. Cae en la soberbia. Pierde sustancia. La mente escamoteado, los que metieron caños, los que hicieron sente. La historia argentina sigue latiendo en el peronismo y
sustancia de la revolución son las masas. De aquí que el sabotajes actuaron con todo eso como base. Cuando se dice en el odio al peronismo. Pocas veces como durante estos días.
peronismo se presentara tan tentador. Con un empujoncito las bases se dice eso. No es sólo una clase. Sino una situación Peor si se trata de un gobierno que juzga a los genocidas del
más hacemos de este pueblo un pueblo revolucionario y el líder histórica. La base de la Resistencia Peronista era lo que acaba- pasado a quienes pronto la derecha va a proponer canonizar.
no tendrá más que aceptarlo. No se trabajaba sólo para mos de describir. Ahora bien, para representar a esa base hay O al menos se encuentra a punto de exigir el juicio a los
obedecer a Perón y aceptar su conducción linealmente. No, que surgir de ella o estar en contacto permanente con ella. “subversivos” de ayer como asesinos de lesa humanidad.
señores, No. Se trabajaba para que el pueblo peronista diera Hay que conocerla. Yo no puedo ser un boludo de clase media Error, señores: ya se los juzgó. Las Fuerzas Armadas, al servi-
hacia adelante el paso que aún lo alejaba de las consignas de que ni idea tengo de la clase obrera y poner un caño en su cio de los intereses que ustedes encarnan, los mataron a casi
lucha socialistas. Una vez producido esto, Perón no tendría nombre. Para Marx y Engels el ejemplo de violencia de masas todos. ¿Quieren un juicio más terminante? Además, quién no
más remedio que aceptarlo. El que entiende esto entiende todo fue la Comuna. Quien no leyó los trabajos de Marx, Engels y lo sabe, no se trató de un juicio, sino de ejecuciones sumarísi-
el complejo fenómeno de la izquierda peronista. Las guerrillas Lenin sobre ese hecho histórico que lo haga ya antes de decir mas, antecedidas de torturas a cuyo nivel de racionalidad y
formaban parte de esa tarea global jaqueando al régimen, zonceras sobre algunas cosas que se dicen en este trabajo. eficacia ni los nacionalsocialistas alemanes se acercaron. En
pero no tenían la conducción de la lucha. Perón no se Alemania se torturó menos que en la Argentina. Los nazis no
equivocaba en llamarlas formaciones especiales. (Volveremos LA LUCHA DE CLASES, ¡HOY! necesitan obtener información de los judíos, deseaban exter-
sobre esta conceptualización. Pero el concepto de “especiales” Sigamos con Cooke. Abordamos un trabajo de 1967, La minarlos. Aquí, como en Argelia, se hizo lo que se llama
expresa que, para Perón, no eran lo natural de la lucha, no revolución y el peronismo. En él, Cooke aclara sus consignas “tarea de inteligencia”, que es la tortura al servicio de la infor-
eran el medio por el cual el pueblo acostumbraba a enfrentar a más célebres: El peronismo es el hecho maldito del país burgués mación. En un reciente film un miembro de la CIA atormen-
las dictaduras. Eran “especiales”. Los muchachos tenían que y la contradicción peronismo/antiperonismo es la expresión de la tado (personaje improbable si los hay) le dice a un superior
golpear, decía Perón, y no dejar de golpear, pero la lucha era lucha de clases en la Argentina. No podemos posar de científi- que ha presenciado torturas en Irak. El superior responde:
la del pueblo todo. El gran error de la Juventud Peronista cos de no-sé-qué y eludir el momento histórico en que se “Estados Unidos no tortura. Obtiene información”.
fue encandilarse con la guerrilla. Que ya dejaron, para ella, escriben estas páginas. Hoy es el día en que en la plaza Sar-
de ser “formaciones especiales” para pasar a ser vanguardia. miento se reunió toda la Argentina garca (me encanta esta CONTRA LOS ADMIRADORES
Se incorporó también una sobrevaloración de la Muerte que palabra que usan inconteniblemente los de la revista Barcelo- DE MITOS Y FETICHES
sólo podía producir lo que produjo: cadáveres. “Rucci, na) y en el Congreso el peronismo que se nuclea alrededor de La célebre máxima de Cooke (“el peronismo
traidor, a vos te va a pasar lo que le pasó a Vandor”, se la figura de Néstor Kirchner. La asistencia a los dos actos fue es el hecho maldito del país burgués”) sólo
cantaba en el acto de Atlanta del ‘73 con un entusiasmo pareja. El país está dividido en dos. Por un lado, un movi- encuentra su transparencia situándola entre los
festivo, abiertamente festivo.) miento destituyente (perfecta expresión acuñada por un 18 años que van de 1955 a 1973. Durante ese
grupo de intelectuales) encabezado por la Sociedad Rural, los interregno el país no puede encontrar ninguna
MUSULMANES: periodistas progres, la izquierda jurásica y el PCR liderado forma de organización institucional porque,
¡VIOLEN A CARLA BRUNI! por un personaje que pasará a la historia (no sé a qué historia: no bien ceda a cualquiera de ellas, el peronis-
La conducción era, de acuerdo, la de Perón pero, sobre si a la universal, a la nacional o a la del lumpenaje agro- mo habrá de imponerse. El peronismo y
todo, la de los militantes de superficie que hacían trabajo ide- comunista, sospecho que a ésta) de nombre tanguero: Alfredo Perón. No olvidemos que el odio de los milita-
ológico y de formación de cuadros, pues de ahí saldrían las De Angeli, sobre el que ya están escribiendo libros. Por el res gorilas estaba muy focalizado en la figura
II
de Perón. Y el temor de su regreso era el de una pueblada
incontrolable. Pensaban: vuelve Perón y el país peronista se
subleva. Tenemos que matar a miles (después lo hicieron) o
entregarle el país. La opción para los militares era: carniceros
o peronistas. No deseaban ninguna de las dos. Hay que com-
prender con claridad qué significa un desborde de masas para
un militar: lo inaceptable. El miedo a Perón era el miedo a lo
inaceptable. Si volvía, ¿quién contenía a las masas? Todavía
no existía –seriamente– la guerrilla y ya imaginaban puebla-
das incontenibles. Era el país burgués que se asustaba ante el
regreso del líder del enemigo de clase. Haya sido Perón lo que
haya sido: burgués, pequeñoburgués, milico, fascista, lo que
se quiera. Era objetivamente, inscrito en el orden de las
cosas, de los hechos, inalienable al sentido que
la historia durante esa etapa había adquiri-
do en la Argentina, Perón era el líder
de las clases peligrosas. Por eso, al
final, se encontró en él al
único que podía pararlas.
La decisión fue tardía.
Cuando vuelve el pro-
blema de Perón no es
parar al pueblo
peronista, acostum-
brado a su conduc-
ción, sino a las fuerzas
que la lucha por su retor-
no hizo necesario desenca-
denar. Ya era (y fue) más
difícil.
Cooke define bien al
peronismo en un trabajo de
1967 (La revolución y el
peronismo): “El peronismo
fue el más alto nivel de con-
ciencia al que llegó la clase
trabajadora argentina. Por
razones que sería largo
explicar aquí, el peronismo
no ha reajustado su visión
y sigue sin elaborar una
teoría adecuada a su situa-
ción real en las condicio-
nes político-sociales con-
temporáneas (...). Por eso
es que hemos sido formi-
dables en la rebeldía, la
resistencia, la protesta; pero
no hemos conseguido ir
más allá porque, como algu-
na vez lo definimos –con
gran indignación de los
admiradores de mitos y feti-
ches– seguimos siendo, como
Movimiento, un gigante inver-
tebrado y miope” (Cooke, ob.
cit., p. 72. Se trata del trabajo La
revolución y el peronismo incluido en
La lucha por la liberación nacional).
Como vemos, también a Cooke (nada menos
que a Cooke) le granjeaba la indignación de
muchos atreverse a escribir con libertad y con la
mayor audacia posible y necesaria sobre el pero-
nismo. La indignación no sirve de nada. El que
se indigna es porque no está seguro de lo que
piensa. Siente que si le sacan dos o tres de
sus creencias el mundo se le viene abajo.
Pero uno siempre tiene que estar abier-
to a esto: ¿cuántas veces se nos vino el
mundo abajo? ¿Cuántas veces descu-
brimos que eso nos ayudó a pen-

III
sar, a pensar de otro modo, desde otro ángulo, nosotros– desde el siglo XXI han sido negados mo. Vandor estaba liquidado. No había nego-
que le dio vida y novedad a lo que ya teníamos sin piedad. A) La historia no es lineal; B) No ciación con el régimen que no incluyera a
anquilosado, a lo que nos empobrecía? Es cier- sabemos si avanza; C) No sabemos, si es que Perón. Y Perón era inintegrable para el régi-
to, no se puede pensar y vivir seguro. Ni avanza, hacia dónde avanza; D) Los hechos no men. Tal vez los jóvenes que hoy lean esto ten-
siquiera la fe en Dios es un anclaje seguro. Si tienen una relación interna de necesidad; E) El gan que hacer un esfuerzo de inmersión en una
alguien cree verdaderamente en Dios, esa fe componente de azar en la Historia es tan pode- historicidad que no es la suya, pero sólo al
debe estar jaqueada por la duda, alimentada roso como el principio de incertidumbre que costo de hacerlo comprenderán los motivos de
por ella, fortalecida por ella. La llamada “fe del Heisenberg encuentra en la materia; F) De lucha de una generación alrededor de una figu-
carbonero” es sólida pero es siempre la misma. ninguna forma histórica surge necesariamente ra política poderosa. Todo el establishment
Admiro la fe de los hombres simples, pero pre- otra; G) Hay, como genialmente demostró Sar- giraba en torno de evitar el retorno de Perón al
fiero elegir la de los tipos que aceptan los quie- tre, totalizaciones parciales, destotalizaciones gobierno. Ese fue el sentido de la historia argen-
bres, las rupturas. Si yo creo ciegamente en constantes y retotalizaciones, pero no hay una tina durante 18 años. No era un sentido que
Dios me disuelvo, me desbarato en él. Es Dios totalización final, conciliatoria, que contenga a tuviera resuelta su culminación, pues esa cul-
quien se apodera de mí y yo me pierdo en su los contrarios en una síntesis superior que pro- minación dependía de la lucha del pueblo. A
inmensidad. Pero si mi fe se cuestiona a sí venga necesariamente de un proceso llamado Perón lo traía el pueblo. Pero ninguna lucha se
misma, si se pregunta por la bondad divina, “dialéctico”. emprendería al margen de esta conquista:
por la existencia del Mal, por la ausencia, por Pero en los sesenta se estaba muy lejos de Perón debía volver a encontrarse con su pue-
el silencio de Dios, por su palabra que quisiera pensar esto. Y acaso dentro de unos años se blo. Si uno se concentra en el ardor y en la
más audible, por mis palabras que requeriría retorne a pensar en cierta necesariedad de la esperanza de este momento se entenderán
saber si son atendidas, por el pecado que late historia, pues el concepto de azar y el de inde- mejor las desgracias posteriores, la dimensión
en mí, por la fascinación con que el Mal me terminación no son fáciles de tolerar. Como de las tragedias por venir. La Argentina era una
posee a veces con más pasión que la fe en la sea, en los sesenta, para Cooke y los cuadros fiesta. De todos los países de América latina éra-
bondad del Señor, entonces esa fe está abruma- que empezaban a integrar la juventud peronis- mos el único que aguardaba a un líder cuya sola
da, agobiada por la duda. La fe y la carencia de ta, el peronismo era el corazón de la dialéctica. proximidad con las masas, cuyo solo encuentro
ella, la fe y su cuestionamiento doloroso, la fe Y su superación necesaria por el socialismo con ellos garantizaba una situación más que pre-
que no es un refugio, que no es una certeza estaba inscripta en la lógica de los hechos. Por- revolucionaria. ¿Era poco? Era, para la militan-
cálida, tranquilizadora acerca de todo lo crea- que los hechos tenían una lógica y esa lógica cia revolucionaria, una dádiva de la historia
do, esa fe es la fe. ¿Qué quiero decir con esto? era dialéctica. Si en 1945/55, Perón había sido que había que aprovechar. Además todos los
Que en esta historia nadie es incuestionable. tan osado, tan desafiante, si había convocado militantes de las villas y de las fábricas y de los
No hay un Dios ni hay dioses. Todos tienen con tanta pasión la voluntad movilizadora de barrios lo decían: el pueblo lo espera a Perón y
matices, facetas, caras. Esas caras pueden llegar las masas, ahora, luego, sobre todo, de la Revo- nos quiere a nosotros porque sabe que pelea-
a ser desagradables. Aquí, “los adoradores de lución Cubana, el peronismo pasaría a su etapa mos por traerlo. Se entraba en las casas. Se
mitos y fetiches”, como los llama Cooke, tiem- dialéctica siguiente, el socialismo. Además, el hablaba con las familias. Se hacía militancia
blan. Como tiemblan los hombres simples socialismo era la fe de ese tiempo. Una de las barrial. Todo militante tenía un barrio detrás.
cuando el Dios que atempera todas sus pregun- frases fetiche era: “el mundo marcha al socialis- Cooke sabe que hace falta más. Que el pero-
tas, todas sus angustias, se debilita. En esta his- mo”. Se decía con la naturalidad con que se nismo tiene que ir más allá de sí mismo: “El
toria hay hombres y mujeres. Como todos, lle- decía que América latina debía unirse, que el peronismo (...) jaquea al régimen, agudiza su
nos de contradicciones. Tercer Mundo debía llevar adelante su proceso crisis, le impide institucionalizarse, pero no
de liberación nacional, que el imperialismo tiene fuerza para suplantarlo, cosa que sólo le
LOS PELIGROS DE LA caería porque ya estaba cayendo en Vietnam será posible por medios revolucionarios” (Cooke,
DIALÉCTICA ante una guerrilla inasible, que, con el solo Ibid., p. 74, cursivas mías). Esos “medios revo-
Cooke veía en el peronismo (en 1967) un artilugio de mimetizarse con su entorno selvá- lucionarios” son el socialismo. Nos acercamos a
momento necesario en la dialéctica de la revo- tico, enloquecía a toda la maquinaria imperia- la dramática correspondencia Perón-Cooke, en
lución. Escribe: “El peronismo será parte de lista. Cuando Perón lanza el concepto de socia- la que Cooke le pide a Perón que dé los pasos
cualquier revolución real: el ejército revolucio- lismo nacional lo hace para dar satisfacción a necesarios para incluirse, él, como líder de
nario está nucleado tras sus banderas, y el pero- este espíritu que latía en sus bases juveniles. masas, latinoamericano, en esos “medios revo-
nismo no desaparecerá por sustitución sino Nadie pareció advertir que, en un número de lucionarios”. Y Perón responde esgrimiendo
mediante superación dialéctica, es decir, no la revista Las Bases, José López Rega había razones que habrá que escuchar. Cooke quería
negándoselo sino integrándolo en una nueva dicho que el socialismo nacional era el nacional hacer del peronismo un partido de extrema
síntesis” (Cooke, Ibid., p. 73). Esta era la cre- socialismo. O que Perón –hablando de su izquierda, y el viejo zorro Perón sabía que,
encia de la época. Todo cuadro militante de la experiencia europea– había dicho que en Ale- poniéndose al frente de un partido de esas
JP, con su Marx aceptablemente leído y, cómo mania e Italia habían existido “formas” de características, no regresaba nunca al país. O
no, con su Cooke bien incorporado creía lo socialismo nacional. No importaba. O eran regresaba con diez o veinte militantes. Y lo
siguiente: el peronismo había sido una profun- boludeces del “Viejo”. Distracciones. O eran derrotaba. Y, señores, lo más importante, lo
da experiencia popular en la década de payasadas de ese sirviente que tenía. Lo que se que el Viejo Perón, que conocía mucho a “su”
1945/1955. La historia avanza y avanza dialéc- imponía (y con razón) era lo otro: el socialismo pueblo, posiblemente más que Cooke, sabía
ticamente. Es decir, superando sus momentos nacional era la meta porque el peronismo reali- que ese pueblo, el que lo quería de vuelta, no
anteriores pero no negándolos sino integrándo- zaría la síntesis entre el socialismo y lo nacio- lo quería como un líder socialista, algo que, en
los en una nueva síntesis, como bien dice nal. Dejando atrás los pésimos recuerdos de los ese momento histórico, sólo podía hermanarlo
Cooke, que ha dicho Hegel y ha dicho de socialismos internacionalistas. ¿O no había sido con el barbudo cubano, lo quería como Perón,
nuevo Marx. Hay aquí una creencia en el avan- socialista Américo Ghioldi? Había que agregar- como el general del caballo pinto, como el
ce de la historia. Y más aún: en el sentido de la le algo al concepto de socialismo para que no general de los días felices, como el único que
historia. Hegel y Marx le entregan un sentido a se confundiese o para que se diferenciase del habría de pensar en los pobres, y darles otra vez
la Historia. Ese sentido es un desenvolvimiento, socialismo del que habían hablado todos esos un Estado generoso y sindicatos para ellos y
un avance de formas nuevas que dejan detrás viejos gorilas: los hermanos Ghioldi, Repetto y acabaría con la violencia. Volverían los días
formas superadas, pero sin destruirlas. Lo esen- la vieja ésa, ¿cómo se llamaba?, ésa: la Victoria felices. Perón volvería, para el pueblo peronis-
cial de lo dialéctico es que integra a lo supera- Ocampo de la izquierda, ah, sí: Alicia Moreau ta, como el líder de siempre, sin aufhebung
do en una nueva síntesis. De esa nueva síntesis de Justo. Gran figura de la Libertadora. Ade- hegeliano, ¿qué mierda era eso?, volvería como
lo superado es parte esencial. Entonces todo más lo “nacional” de este socialismo entronca- el general campechano, generoso, duro con los
era claro: el peronismo del 45/55 se incluía en ba con el pasado argentino: con los caudillos, gorilas para defender a los pobres, haría casitas,
la dialéctica histórica como un momento esen- con el federalismo, con las montoneras del hospitales, aumentaría los sueldos, y volvería a
cial que era superado pero incluido por las nue- interior. Era el socialismo de la patria. Si se hablar desde los balcones de la Casa Rosada,
vas formas que adquiría la Historia en su quiere: era el socialismo peronista. acto que constituía tal vez el acto simbólico
desenvolvimiento dialéctico. Ese movimiento más anhelado por ese pueblo.
era inmanente y necesario. Si la Historia es dia- “EL HECHO MALDITO Nos acercamos a los choques irresolubles
léctica es porque viene de algún lado y se dirige DEL PAÍS BURGUÉS” entre Perón y Cooke. ¿Qué pasaba con Cooke?
a otro. El horizonte de la dialéctica, en los Con gran brillantez continúa Cooke: “El ¿Tanto desconocía a Perón? ¿Tanto desconocía
sesenta, era el socialismo. Nada más razonable régimen no puede institucionalizarse como al pueblo peronista al que había representado
que pensar que el peronismo, necesariamente, democracia burguesa porque el peronismo desde joven en el parlamento peronista? Por-
debía desaparecer para incluirse en una nueva obtendría el gobierno” (Cooke, Ibid., pp. que si hay alguien del que no puede decirse
totalización que lo contuviera en tanto negado. 73/74). Aquí está la postulación del peronismo que fue un infiltrado es de Cooke. El querido
La nueva totalización era la síntesis que el pen- como hecho maldito. El régimen no puede Bebe, antes de volcarse al socialismo, había
samiento hegeliano establecía por medio de un consolidar su democracia burguesa. Hacerlo sido un peronista de Perón y de Evita. Tanto,
concepto célebre en la historia del pensamien- sería llevar el peronismo al gobierno. Al impe- que Perón le delega todo su poder. ¿Qué respon-
PRÓXIMO to. El aufhebung del maestro de Jena significa, dir esa consolidación burguesa el peronismo deremos a esto? ¿Se equivocó ingenuamente un
DOMINGO a la vez, superar/conservando. El peronismo, funciona como “hecho maldito”. Los llamados hombre de una inteligencia excepcional? No,
de esta forma, era superado pero conservado por la militancia “18 años de lucha” son los no se equivocó. Hizo lo que tenía que hacer.
por el socialismo, que era la nueva forma que fracasos del régimen por integrar al peronismo. Ya veremos cómo.
John William Cooke, adquiría el avance histórico. Todos los supues- “Sin Perón, nada” era una consigna de rigor
el peronismo que tos de este pensamiento son claros y si los conceptual e importancia movilizadora. Basta Colaboración especial:
Perón no quiso (IV) miramos –como no podemos evitar hacerlo de peronismo sin Perón. Basta de neoperonis- Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 20 de julio de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


36 John William Cooke, el peronismo
que Perón no quiso (IV)

Suplemento especial de

PáginaI12
PERÓN LO LLORA AL CHE
no de los puntos más brillantes en

U la ensayística de Cooke es el que se


centra en el concepto de
burocracia. Pocos como él lo
analizaron con tanto rigor. No fue
casual: pensaba que la burocracia era el cáncer del
peronismo. Algo muy parecido pensaba Evita.
Solía decir: el burócrata es el que se sirve de su
puesto para beneficiarse a sí mismo, no para
beneficiar al pueblo. Hay aquí una diferencia
entre la mujer pasional y el ideólogo formado por
Marx y por Sartre. Evita, para definir al burócrata,
centrará el tema en la ambición. Lo cual es
indiscutible. Pero Cooke lo centrará en la
ideología. Lo burocrático es una categoría
ideológica. El burócrata se empeña en definir al
peronismo como policlasista. Insiste, así, en que no
debe ser clasista. Cooke señala que hay aquí una
deliberada, perversa confusión: el Movimiento
peronista tiene una composición policlasista. En un
frente de lucha, o, por decirlo más claramente, en
la lucha antiimperialista que emprende el
Movimiento, el policlasismo funciona, pues suma
a todos aquellos sectores objetivamente enfrentados
al imperialismo. Pero no hay que confundir el
policlasismo del Movimiento como frente de
lucha con su ideología. El burócrata cree que hay
ideologías policlasistas o neutras. Ideologías en las
que entra todo lo que políticamente entra en un
frente táctico de lucha. No es así. El Movimiento
puede ser policlasista pero su ideología no. La
ideología del Movimiento es: 1) O la ideología
reaccionaria o reformista de la burguesía; 2) O la
ideología revolucionaria del proletariado.
Lo que Cooke busca demostrar (sobre todo en un
texto brillante como Peronismo y revolución) es que
lo que define al burócrata es negarse a hacer del
peronismo un movimiento revolucionario. Para
lograrlo, busca identificar la composición policlasista
del Movimiento con su ideología. Una ideología
policlasista no es revolucionaria. Es una ideología
“neutra” destinada a expresar a todas las clases que
actúan en el Movimiento, al intentar expresar a
todas no expresa a ninguna y menos aún a la ideolo-
gía del proletariado, cuya diferenciación de la bur-
guesía debe ser muy clara. Este es un punto de
excepcional importancia en lo que diferenciaba a
Cooke de Perón. Perón tiene lo que para Cooke es
la ideología del burócrata. Perón jamás le daría al
peronismo “la ideología revolucionaria del proleta-
riado”. Al criticar al burócrata Cooke critica la
orientación ideológica que Perón da al Movimiento.
Lo que aquí centralmente sucede es que Perón
está al frente de un Movimiento, y Cooke le está
pidiendo que ese Movimiento tenga la ideología de
un partido de extrema izquierda. Perón podría clusiones que se desprenden de él no pudieran ser Cuba. Eso le importa más que cualquier lucubra-
decirle: “Con lo que usted me propone yo sólo asumidas sobre los militantes de la Tendencia. Más ción ideológica. Ese acto poderoso barrería con
armo un partido de izquierda. No armo un movi- claras no podían estar las cosas. Todo lo que se venía todas las vacilaciones ideológicas. Igualmente (aun-
miento”. Cooke le diría: “Si el peronismo expresa a estaba en la Correspondencia entre Perón y Cooke: que se obstina en no viajar a Cuba), escribe cartas
la clase obrera argentina tiene que tener la ideología Perón se negaba al giro a la izquierda. Había dado memorables con motivo de la muerte del Coman-
revolucionaria del proletariado”. Perón le diría: señales, bien en su estilo, porque necesitaba mante- dante Guevara. El texto que vamos a leer es muy
“Pero esa ideología, para usted y para cualquiera, es ner cautivos a sus aguerridos militantes de izquierda. posible que Perón se lo haya dictado a López Rega y
el marxismo. Y yo quiero que el peronismo sea un Con ellos, golpeo. Con los otros, con los políticos, que el monje umbandista lo haya copiado fielmen-
movimiento nacional, no un partido marxista”. con los sindicalistas, negocio. Con respecto a “los te, con el entusiasmo que ponía en todas las tareas
Perón está siendo fiel a la tradición y a la historia muchachos”, el proyecto de Perón es que él se ha que le daba el general. La carta dice así: “Compañe-
del peronismo. A Cooke le irrita esa indefinición aggiornado. Que el peronismo ha cumplido una pri- ros: Con dolor profundo he recibido la noticia de
ideológica. Quiere para la clase obrera peronista la mera etapa entre 1946-1955, que en ella él pudo una irreparable pérdida para la causa de los pueblos
ideología de esa clase. Pero (y he aquí la cuestión), “haber sido el primer Castro de América” y que fra- que luchan por su liberación. Quienes hemos abra-
¿es el marxismo la ideología de la clase obrera pero- casó ese intento. Jamás explicitó muy bien Perón zado este ideal, nos sentimos hermanados con todos
nista? Lo es de la clase obrera. Pero Perón no puede por qué. Pero, para haber sido el primer Castro de aquellos que en cualquier lugar del mundo luchan
darle a la clase que define el rostro de su Movimien- América, tendría que haber hecho lo esencial que contra la injusticia, la miseria y la explotación (...).
to una ideología marxista porque él, que es el líder Castro hizo para ser, él sí, el primer Castro de América: Hoy ha caído en esa lucha, como héroe un héroe, la
de ese Movimiento, no es marxista. Cooke busca declararse marxista e iniciar un proceso revolucionario. figura más extraordinaria que ha dado la revolución
presionarlo y producir el ansiado “giro a la izquier- Perón hace los gestos necesarios para fortalecer en Latinoamérica: ha muerto el comandante Ernes-
da” del peronismo. Pero Perón sabe que la masivi- esta imagen del populista que se ha aggiornado, del to ‘Che’ Guevara”.
dad del peronismo, su componente nacional, lo es mero intervencionista de Estado que ahora sabe que “Su muerte me desgarra el alma porque era uno de
porque él ha sabido no ser “sectario ni excluyente”. es el momento del socialismo, y da todo tipo de los nuestros, quizás el mejor (...). Su vida, su epopeya,
Hay que sumar. “Si llego sólo con los buenos, llego señales, que los combativos asumen con entusiasmo es el ejemplo más puro en que se deben mirar nues-
con muy pocos.” Cooke habrá de pensar que será y los conciliadores, los burócratas entre la cautela, la tros jóvenes, los jóvenes de toda América Latina (...)
mejor tener claridad ideológica, ser menos pero ser desazón y la incredulidad. Conocen al Viejo y saben El Peronismo, consecuente con su tradición nacio-
buenos y saber claramente lo que se quiere que con- que es una máquina de emitir significantes. O men- nal y popular y con su lucha, como Movimiento,
tinuar siendo el gigante invertebrado y miope que, sajes que incluyan a todo el mundo. Lo patético Popular y Revolucionario, rinde su homenaje emo-
para él, es el peronismo. entre Cooke y Perón es que éste quiere aglutinar a cionado al idealista, al revolucionario, al Coman-
Estas posiciones diferenciadas se explicitan en un todos y tiene, en efecto, una carta, una cinta graba- dante Ernesto ‘Che’ Guevara, guerrillero argentino
corpus notable y único en la literatura política da para que nadie se quede sin su cobertura política muerto en acción empuñando las armas en pos del
argentina. La Correspondencia Cooke-Perón. La edi- y Cooke quiere un partido marxista revolucionario. triunfo de las revoluciones nacionales en Latinoamé-
torial Granica la publica en 1972. El impacto sobre Con una ideología revolucionaria que, en ese rica.” Juan Domingo Perón. En otro fragmento afir-
la militancia es enorme. El libro se transforma en un momento, en los años sesenta, no era otra que el ma: “Las revoluciones socialistas se tienen que reali-
best-seller. Pese a ser tan abundantemente leído, no socialismo. Y, en América latina, el socialismo cuba- zar”. Soplaban estos vientos. Perón se sumaba a
hay mayores debates sobre él y pareciera que las con- no. Anticipándonos: Cooke lo quiere a Perón en ellos. La izquierda del movimiento, feliz. La derecha
II
luchas calientes de la Guerra Fría se libraban en la
periferia y que estaba dispuesto a impedir las ambi-
ciones del Tercer Mundo. Pero, ¿qué podría hacer
si se empantanaba en Vietnam? Si, además, la
Unión Soviética ganaría la Guerra Fría, ¿de dónde
sacaría fuerzas para frenar un proceso que respon-
día al avance de la historia? Esta certeza en el avan-
ce de la historia fue un error teórico grave. Lo ali-
mentaba la idea de la dialéctica: la dialéctica es una
lógica de la finalidad. Todos los hechos que se pro-
ducían se encadenaban dialécticamente y llevaban a
un mismo fin, a una misma totalización, a la supe-
ración revolucionaria de todas las contradicciones
burguesas. Era una metafísica de la historia. Hegel y
Marx había anunciado esa necesariedad de los
hechos, la inmanencia de su desarrollo dialéctico.
Hegel había divinizado la Historia. Y Marx aceptó
el esquema por el cual el proletariado victorioso
suplantaría a la burguesía. Lo que él y Engels, en
sus escritos finales, complejizan y ven mucho más
arduo de lo que parecía, no es tomado por los revo-
lucionarios del siglo XX. A la izquierda le era sus-
tancial la idea de progreso. Más rápido o más lenta-
mente, el capitalismo habría de caer y la lucha de
los pueblos era fundamental para que eso ocurriera.
Porque si algo tuvo claro la izquierda latinoameri-
cana fue que no era cuestión de sentarse a esperar
que estallaran las contradicciones del capitalismo.
No: la praxis militante y la praxis armada era fun-
damentales. Y si no, ahí está esa frase de Cooke que
levantaba el ánimo combativo de los jóvenes mili-
tantes: “Un régimen nunca se cae, siempre hay que
voltearlo”.
En medio de todo esto, desde Madrid, Perón,
que no quería una revolución socialista sino un pro-
yecto nacional y popular que integrara a la mayor
cantidad posible de argentinos a un país más justo,
más distributivo, con un Estado que velaría por los
pobres, lejos estaba de proponerse medidas socialis-
tas de expropiación de la tierra, de enfrentamientos
inconciliables con Estados Unidos y con una acción
coligada con la Cuba de Castro, algo que implicaba
una adhesión inmediata al bloque soviético del cual
Cuba era parte evidente y que había provocado las
iras del Che. Acaso Perón (al ser el Gran Estratega
que Cooke le reconocía que era) no veía para nada
que el Imperio Norteamericano fuera “derechito a
la liquidación” y no quisiera alinearse bajo la égida
cubana. Por otra parte, ¿por qué habría de subordi-
narse a La Habana el líder del movimiento de masas
más numeroso de América latina? Cooke llevaba
una lucha perdida y probablemente equivocada.
Aunque, es cierto, él hacía lo que tenía que hacer.
Ya era un revolucionario cubano. Su misión (y lo
que seguramente le había prometido u ofrecido a
Fidel) era llevarlo a Perón al frente latinoamericano.
preocupada, ¿qué le pasa al general, se volvió comu- rables y cuál va derechito a la liquidación” (Corres- Pero no tenía sentido. Perón se enfrentaba al poder
nista? Y los militares y los curas cerraban filas: “Ese pondencia, Ibid., p. 551, Cursivas mías). “Derechi- en la Argentina. Ese poder era muy superior al que
loco aquí no vuelve más”. to a la liquidación”: era la fe de la época. Cuidado: Castro había volteado. Necesitaba una tropa mucho
que nadie se sienta superior a Cooke porque no más poderosa y variada, que atacara en muchos
ESPAÑA O CUBA adivinó el futuro o porque se equivocó en las ten- frentes. Perón, en Cuba, habría tenido que decidirse
Cooke, por su parte, desde por lo menos 1962 y dencias de la historia. Todos se equivocaban por por una sola opción. Por la extrema, por la radical.
antes, desde el estallido de la Revolución Cubana, ese entonces. Y en gran medida porque confundían Por la que Cooke le pedía: “El peronismo debe con-
hecho que marcó su vida, le pide a Perón que regre- el desarrollo de los hechos históricos con el desarrollo de vertirse en un partido de extrema izquierda”. Perón,
se a América latina. Que abandone la España de sus deseos. Nadie puede luchar, arriesgar la vida y en Madrid, era un líder latinoamericano en el exilio
Franco. Que Castro lo recibirá y su presencia en el hasta morir sin una esperanza sólida que lo impul- europeo (aunque fuera la muy poco prestigiosa
continente dinamizará la Revolución, tal como lo se. Yo no me considero más sabio que Cooke por- España de Franco) y eso lo mantenía alejado de
había iniciado la Revolución Cubana. Perón lo que escribo desde el 2008 y tengo todo el fracaso, todas las facciones. Le daba la distancia que él nece-
escucha. toda la catástrofe ante mi vista. Los perros vivos no sitaba. En la que se sentía cómodo. Seamos claros:
Cooke precisa los puntos de diferencia: “Lo cier- pueden sentirse superiores a los leones muertos. Cooke Perón, en Cuba, al primero que habría sorprendido
to es que con la mira puesta en distintos objetivos, trabajaba sobre una hipótesis de hierro, una hipóte- sería al propio pueblo peronista. ¿Cómo, no éramos
existe una bifurcación de pensamientos en cuanto a sis fundamentada por los tiempos: el mundo marcha peronistas nosotros? ¿Ahora somos castristas, comu-
los medios de alcanzarlos. Y que se debe a la distin- hacia el socialismo. Pocas veces el desarrollo necesa- nistas? ¿Qué le pasa al general? ¿A la vejez viruela?
ta ubicación geográfica: Las conclusiones son distintas rio de un proceso histórico se había instalado como Nosotros lo esperamos y lo queremos porque es
según el ángulo de visión sea España o Cuba. ¿Acaso entonces. Pocas veces se instauró en la Historia un Perón, porque es peronista, como nosotros. Porque
porque es usted ‘occidentalista y cristiano’, como devenir tan lineal y necesario: nada podía impedir- es el general del caballo pinto. El general al que no
dicen los manijeres de la claudicación? Aparte de lo. Estaba en la dialéctica interna de los hechos. Es se le cae la sonrisa. El que alza los brazos a lo campe-
que ese infundio no tiene fundamento, Ud. se ha más: eso era la dialéctica. Que la Historia no se ón. El que dice “Compañeros” desde el balcón de la
ocupado expresamente de difundir la mendacidad detenía y que avanzaba hacia el socialismo negaría Rosada. A ese Perón, Cooke quería ponerle una
de los slogans ‘occidentalistas’” (Perón-Cooke, la etapa capitalista e iría instalando en cada país los barba cubana.
Correspondencia, tomo II, Ibid., p. 551. Cursivas sistemas socialistas de liberación. Esa lucha era
mías). Y aquí viene la arremetida más poderosa de hegemonizada por el Tercer Mundo. Sartre, en el EL PRISIONERO DE
Cooke: “Cada vez que Ud. analiza la situación del Prólogo al libro de Fanon (que aún no hemos estu- PUERTA DE HIERRO
mundo, demuestra que el estar en España –con los diado), decía: “La descolonización está en marcha. Sin embargo, es necesario tomar en cuenta –con
consiguientes perjuicios de la falta de informacio- Lo único que pueden hacer nuestros mercenarios es toda seriedad– el punto de vista de Cooke. No lo
nes, de tener que manejarse con datos parciales y demorarla” (cito de memoria). No frustrarla, no quiere a Perón en Europa. Le pone un nombre a lo
deformados– no le impide seguir perfectamente la impedirla, no aniquilarla. Sólo demorar un proceso Alejandro Dumas: El prisionero de Puerta de Hierro.
evolución histórica contemporánea y ubicarnos en que estaba inscrito en el corazón de los hechos. Aunque Cooke no sabe hasta qué punto está en lo
la coyuntura actual. Como político –y hasta como Nada podía detener la revoluciones del Tercer cierto, aunque en esta calificación ni piensa (porque
experto en estrategia– está seguro sobre cuál de los blo- Mundo. Se ignoraba que el imperialismo tenía lo ignora) lo que realmente implica esa cárcel en la
ques mundiales tiene una correlación de fuerzas favo- total conciencia de estos hechos. Que sabía que las que ve al líder de los trabajadores, es bien cierto que
III
pareciera una premonición estremecedora la de su gado (...). Por eso le digo que es el prisionero de abanderado posible” (Perón-Cooke, Ibid., p. 582).
definición. Cooke le dice al general que es el pri- Puerta de Hierro. Está limitado en sus elementos Aquí se presenta un problema. Perón retorna
sionero de Puerta de Hierro porque ese exilio euro- de juicio, obligado a descifrar la realidad de entre hacia fines de 1964. La carta de Cooke que acaba-
peo lo aleja de una visión cercana, concreta, viven- un aluvión de falsedades, a extraer la verdad desde mos de citar es de agosto. Faltaban un par de
cial de los sucesos revolucionarios de América lati- indicios parciales e informes fragmentarios (...). meses. Perón es interceptado en El Galeao y difun-
na. Cierto. Pero (maestro, Cooke: ¡si usted lo Está limitado, en fin, en su libertad para operar. de algunos de sus comunicados más virulentos.
hubiera sabido!) la verdadera prisión era otra. El Tiene que ver el mundo por una ventanita, actuar Cooke, poco después, dirá su discurso en Córdo-
prisionero de Puerta de Hierro era preso de carce- desde una reclusión, permanecer como rehén” ba, a la FUC, y escribirá su célebre Informe a las
leros más mínimos, domésticos, mediocres, mise- (Perón-Cooke, Ibid., p. 557). Pensemos, aquí, la bases. El, sin duda, lo quería en la isla de Castro.
rables y sanguinarios. Perón no está preso por otra reclusión de Perón: la de su círculo íntimo. A Pero Perón vuelve a la Argentina. Este es un punto
acontecimientos de un continente que le impedían López Rega adueñándose cada vez más de su per- misterioso en la historia del peronismo. ¿Volvía a
ver los de otro, los del suyo. Estaba preso en las sona. Recibiendo y hasta abriendo su correspon- ponerse al frente de la lucha? ¿A que lo tomaran
mazmorras de López Rega, de Isabel, de Lastiri, de dencia. Apropiándose del poder de decidir quién preso, tal como iba a ocurrir? ¿A exigir elecciones
la P-2, de una derecha que nadie sospechaba. Que habría de ver al general y quién no. Y algo que libres? ¿Sabía que habrían de detenerlo en El Gale-
nadie imaginaba. Ante tan grotesca, penosa reali- pocas veces hemos mencionado, algo que pareciera ao y fue un gesto de apriete? ¿Una compadrada
dad, los análisis de Cooke son de un refinamiento indigno de entrar en los límites de la reflexión, de histórica? ¿Se habían organizado comisiones para
excepcional, no sólo porque en sí mismos lo son, ser tomado en serio al pensar la historia: el mísero recibirlo? ¿Se había movilizado al pueblo? La con-
sino porque, al contrastarlos con la realidad pavo- Eusebio, el aprendiz de Rasputín, Lopecito era moción interna que provoca “este” retorno nada
rosa, macabra y farsesca que vivía Perón, semejan a quien le hacía los masajes de próstata al general. tiene que ver con la que provoca el de 1972, que
un brillante teórico de la política escribiendo desde De esta cárcel era también prisionero Perón. Una obliga a un impresionante despliegue militar y a
América latina cartas dignas de Montesquieu o de de las frases que le destina Cooke lo resume todo. una pueblada que pone el pecho a las balas de
Maquiavelo o de Rousseau a un general que vive Tiene la potencia con que escriben los que saben y goma y cruza el río Matanzas. ¿Por qué Cooke no
inmerso en un drama cuya trama esbozó Corín los que saben pensar: “Porque Ud. no está en Occi- se da por satisfecho con este retorno? La cuestión
Tellado, cuya sangre y cuya crueldad introdujo el dente, sino en Santa Elena” (Perón-Cooke, Ibid., p. es que, dos años después, desde La Habana, desde
Marqués de Sade, cuyos laberintos secretos, cuya 557). Y continúa: “No crea que le estoy haciendo el lugar al que no había dejado de insistir tenía que
estética esotérica y de puertas cerradas añadió Ras- un escrutinio psicológico. Ya he señalado que el emigrar Perón, le escribe las frases de la ruptura,
putín encarnado en un clown paranoico y asesino, medio ambiente no le embota las facultades inte- las que dan fin a la correspondencia: “Mis argu-
un Eusebio sanguinario que divertía a un Rosas lectivas ni la sensibilidad. No dejará Ud. de com- mentos, desgraciadamente, no tienen efecto: Ud.
cansado, viejo, demasiado sensible a sus bromas, prender el problema de los argentinos, de los cuba- procede en forma muy diferente a la que yo preco-
incapaz de discernir que no lo eran sino que eran nos o de los indonesios. Lo imposible es que capte nizo, y a veces en forma totalmente antitética.
planes de masacre, o capaz de hacerlo pero sin la ‘vivencia’, que sólo da el contacto concreto, el Pero aunque Ud. sea invulnerable a mis razones,
fuerzas para impedirlo ni demasiadas convicciones. intercambio con hombres y partidos. Es como si lo que indudablemente me reconoce es que no
A este general, desde Cuba, desde la isla que expre- Eisenhower hubiese dirigido y planeado el desem- tengo reservas en exponerlas, que soy claro en mis
saba en América, en ese momento, a poco tiempo barco de Normandía desde un campo de concen- puntos de vista y que, las pocas veces que le escri-
de Bahía de Cochinos, los sueños de toda la tración alemán” (Perón-Cooke, Ibid., p. 558). Bri- bo, comienzo por demostrarle mi respeto al no
izquierda revolucionaria, Cooke le escribía: “Esta llante. Qué escritor era Cooke. Dónde están estos hacerme el astuto, disimular propósitos o disfrazar
es la manera que se me ocurre para definir su tipos. Nos hemos ido al demonio, a la mismísima concepciones. Lo mismo ocurre con mi conducta
situación actual. No le estoy diciendo nada que mierda. Hoy es inimaginable un pensador político política” (Perón-Cooke, Ibid., pp. 622/623).
ignore, pero la estrechez de su encierro es todavía de la talla de Cooke en la Argentina. Hay dos o El retorno por El Galeao no era el que Cooke
mayor de lo que me parece, y justifica que emplee tres pensadores políticos para tomar en cuenta. El quería. Era apresurado y sería, como lo fue, senci-
lo que parece un título para novelas para Alejandro resto es basura de cagatintas que creen saber pen- llamente abortado. Cooke tenía otro sueño: imagi-
Dumas”. sar. Un barullo fascistoide y petulante y sometido naba a Perón en Cuba porque juzgaba que el pres-
“El nudo de la diferencia entre su modo de ver a poderes fácticos poderosos. El mundo de Cooke tigio del general argentino que tenía detrás al más
las cosas y el mío está aquí, de que mi angustia y la se hizo añicos. Hoy vivimos en medio de los restos grande movimiento de masas de América latina
pasión con que hablo de renovar totalmente nues- patéticos de ese mundo que él describe, que le des- consolidaría la obra de Castro. Además –y aten-
tra política no es por desacuerdo con lo que Ud. pertaba esas esperanzas y alimentaba esa prosa. Le ción a esto– Cooke siempre consideró que Perón
hace sino porque considero que estamos dejando escribe a Perón: “Ud. no es un exiliado común: es estaba mal informado. De hecho, cuando Perón
de hacer todo lo que es posible y necesario para un doble exiliado. Exiliado de su Patria y exiliado por fin regresa el maldito 20 de junio de 1973,
acercarnos a nuestros objetivos”. del mundo revolucionario donde se decide la his- dice, en su discurso del día siguiente: “Conozco
“Ud. hace maravillas con las cartas que tiene, toria y donde tiene sus hermanos de causa” (Perón- perfectamente lo que está ocurriendo en el país.
sabiendo que son formas tangenciales de apoyo a Cooke, Ibid., p. 558). Los que crean lo contrario se equivocan” (Baschet-
una tarea que no puede ser sino insurreccional. ti, Ibid., volumen I, p. 106). Esta “atajada” es sos-
Mi pregunta es: ‘¿Y no hay otras cartas de verda- PERÓN-COOKE: EL FIN pechosa. ¿Para qué aclarar que conocía lo que
dero valor, cartas que sean de verdadero triunfo Cooke escribía inmerso en una certeza hoy pasaba en el país si no fuera porque muchos pensa-
para la revolución nacional?’ (Perón-Cooke, perdida: la historia todavía podía ser decidida. Se ban que no sabía nada o sabía poco por su largo
Ibid., p. 555/556). Salga de su encierro, clama podía hacer algo con la historia. La visión del exilio. Cooke pedía que se diera un baño de reali-
Cooke dramáticamente. Y aquí hay elementos futuro no era sólo la del apocalipsis, o principal- dad latinoamericana pero desde Cuba. Lo quería
muy importantes que empiezan a jugar a su mente. Había pueblos que se rebelaban y lo hací- inmerso en las luchas de América latina y en las
favor. Cooke no habla solamente de Argentina y an en busca de su dignidad. De aquí que él pro- del Tercer Mundo.
las masas peronistas, educadas en el Estado de pusiera el encuentro del peronismo con la lucha Hemos dado tan largo desarrollo a este tema
Bienestar. Está hablando de todo un amplio de esos pueblos. Como esa lucha era una lucha de porque John William Cooke es una de las más
movimiento insurreccional que se está dando la izquierda revolucionaria Cooke le pide, coheren- puras personalidades que el peronismo ha dado.
internacionalmente y del que Perón (inmerso en temente, a Perón un “giro a la izquierda” del pero- Porque Perón le otorgó una importancia excepcio-
el ajedrez argentino y la conducción de sus buró- nismo. “Lo que la prensa llamó ‘giro a la izquier- nal: delegado absoluto, delegado personal, jefe del
cratas) no tiene la menor idea. Escribe: ‘Hay en el da’ no es más que el desenvolvimiento lógico de Movimiento en la Resistencia y ese inmenso epis-
mundo nuevos movimientos, nuevas relaciones nuestros presupuestos teóricos y de nuestra tolario que con nadie, ni remotamente, mantuvo.
entre pueblos y partidos, nuevos líderes que sur- acción práctica. El programa de Huerta Grande ¿Qué lo llevó a cambiar tantas cartas, durante
gen y vienen perfilándose en el seno de sus nacio- (que ya analizaremos, JPF) compendia, en un tanto tiempo, con un hombre que era tan distinto
nes. El conocimiento que Ud. tenga será siempre abanico de soluciones, un pensamiento central a él? Desde el comienzo se veía ya la divergencia de
indirecto y no reemplaza, ni cuantitativa ni cuali- coherente. En lo internacional esto se comple- los dos pensamientos. Cada carta, se decía en 1972
tativamente, la aprehensión viva, directa, perma- menta para afianzar los vínculos con el campo cuando Granica editó el libro, es una clase de polí-
nente que sólo le puede dar la relación inmediata socialista” (Perón-Cooke, Ibid., p. 560). tica. Si no es así, no le anda lejos. Hay grandes tex-
con el proceso y sus actores” (Perón-Cooke, Ibid., Ese afianzamiento, para Cooke, sólo puede rea- tos en ese epistolario. Y es la historia de un desen-
p. 556, cursivas mías). lizarse por medio de la unión con Cuba. Cuba está cuentro. Cooke, dijimos, muere en 1968. Su com-
Observen la desesperación del siguiente texto de en América. Perón necesita a Cuba. Y Cuba nece- pañera, Alicia Eguren, muere en la ESMA. Cooke,
Cooke. Pensemos si no tiene razón. ¿Sólo al gene- sita a Perón. Escribe Cooke: “Cuba es el único conjeturamos, habría sido una de las primeras víc-
ral del caballo pinto quieren las masas argentinas? país de América donde al peronismo se lo respetó timas de la Triple A. ¿Dónde se habría tomado la
Pero, caramba, la historia está yendo más allá de y no sufre campaña de propaganda en contra. Los decisión de su muerte? Si en vida de Perón, cerca
ese pintoresquismo. La liberación de los pueblos discursos de Fidel nos mencionan elogiosamente, de él. No la habría tomado él. Pero el aparato
no pasa por un paternalismo de estampita. Que al la televisión y la prensa difunden nuestro mensaje parapolicial que se había armado bajo su mirada
general se lo viera pintón arriba de un caballo no y nuestros triunfos. Los equívocos iniciales desapare- (bajo su “desaprensión”, como él había dicho de
va a llevar a los pueblos a romper con sus ataduras cieron por completo y se nos valora como corresponde” Bidegain y Troxler ante las acciones del ERP)
ni a participar de las revoluciones que están en (Perón-Cooke, Ibid., p. 570, cursivas mías). Cooke, actuaba impunemente en sus cercanías. De modo
camino en el resto del mundo: “¿Y cómo es posi- ya hacia el final de la correspondencia, pareciera que, probablemente, Perón, algo alejado, leyendo
ble que el líder de las masas argentinas no conozca apresurarse. No hay tiempo que perder. La historia el diario del día o algún libro, escuchara surgir de
en forma directa –personal, si es posible– el pensa- no espera. Perón tiene que estar ya en América una reunión que, ahí nomás, tenían Almirón,
miento de Ben Bella, de Sekú Torué, de Nkruma? latina. Porque, sencillamente, no ha concluido su Villar y López Rega, un nombre, alguna vez, que-
PRÓXIMO ¿Que no esté en relación directa –no formal ni obra: “La adversidad hizo que quedara a mitad de rido: “Cooke”. Y no dijera nada.
DOMINGO protocolar– con Nasser, con Tito (...). Pero Ud., camino en 1955; la fortuna quiere que, en 1964,
que dirige un sector vital de ese frente revoluciona- todavía cuente con las masas capaces de acompa- Colaboración especial:
Los 18 años de lucha rio extendido en todo el planeta, está aislado, segre- ñarlo en la liberación nacional que no tiene otro Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 27 de julio de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


37 Los 18 años de lucha

Suplemento especial de

PáginaI12
LA PROSCRIPCIÓN Y LOS nocida. Illia no era un “viejito bueno”. Fue parte de Peronismo escrita por ¡Osiris Troiani y Hugo Gam-
FUNDAMENTOS DE LA los 18 años de exclusión del peronismo. Como bini! En ella publicaba Mariano Grondona. Gorilas
VIOLENCIA todos, dijo que sí, que aceptaba la proscripción del irredentos como Ramiro de Casasbellas. Y era la
l concepto “18 años de lucha” movimiento de masas. Es posible que pensara variar exquisitez, la elegancia, el éxito. El peronismo

E pertenece a la militancia juvenil de


los ’70. Los otros ámbitos de los que
pudo haber salido eran el Partido
Justicialista o el sindicalismo, que
hegemonizaba a ese partido de un modo a veces
sofocante. Pero no fue raro que no saliera de ahí.
A partir del golpe de 1966 la verdadera oposición
esta posición y esto le costó el golpe del ‘66. Pero,
¿qué habría ocurrido si Illia (o más claramente: el
radicalismo) dejaba de jugar como alternativa insti-
tucional de los milicos gorilas y decía que no, que
no aceptaba concurrir a elecciones con el peronismo
proscripto? Ah, señores: ésas son las causas de la
violencia. ¿Cómo se iba a perder el radicalismo la
recién empieza a tener una publicación de prestigio
con el periódico de la CGT de los Argentinos. Este
fue un gran paso. Ongaro y Rodolfo Walsh. Walsh
no escribía en Primera Plana. En 1968 éramos
muchos los estudiantes que repartíamos por las
aulas de Filosofía el periódico de Ongaro y Walsh.
(No repartíamos Primera Plana: la revista éxito de
al régimen gorila irá surgiendo cada vez más de las oportunidad de gobernar? Imaginen todos los cana- la clase media gorila.) Y en otras facultades sucedía
filas de la juventud. El Partido es anodino y no se llitas que le habrían objetado a Illia una decisión lo mismo. Pero sólo eso. Todo lo demás era rabioso
aleja demasiado del funcionamiento burocrático negativa. ¿Está loco este viejo? ¿Tenemos el gobier- antiperonismo. También en el estudiantado. Hasta
de cualquier partido. Y el sindicalismo es una no a la mano y no lo quiere agarrar? Pero Arturo que se produce la “Revolución Argentina” y la
organización que remite ante todo a sí misma, a Umberto Illia, como todo ser humano, era libre Noche de los Bastones Largos. Ahí comienza la
sus burócratas, a sus capitostes y a su poder. Ese para tomar una decisión libre: si decía que no el nacionalización del estudiantado. Hubo, en ese
poder está en constante negociación con el país se habría visto en una alternativa de hierro. O entonces, una frase célebre. La dijo una vieja com-
régimen, de modo que mal puede existir un permitirle al peronismo participar del juego demo- pañera (hoy un poco enredada en las telarañas agra-
enfrentamiento agresivo. El comportamiento de crático o adelantar el golpe de 1966. En dos opor- rias pero va a zafar, no lo dudo) y tiene una notable
los sindicatos será de gran cautela y no es escasa la tunidades el radicalismo se presta a la infamia insti- precisión: “Hizo más Onganía por la nacionaliza-
manija que Perón le dio a ese comportamiento: el tucional del Ejército Gorila: con Frondizi y con ción del estudiantado que cincuenta años de Refor-
poder justicialista descansaba en sus organiza- Illia. Dejemos de lado a Guido. La tragedia argenti- ma” (Alcira Argumedo dixit).
ciones gremiales, las que no debían agotarse en na se incuba en esos 18 años. Los años de la prohi- El caso es que los 18 años de ilegalidad en que
una lucha frontal. Así lo entendían los burócratas, bición. Los años del gorilaje extremo. No, ante el país vivió, los 18 años de dictaduras cubiertas o
personajes más dispuestos a servirse de sus puestos todo, a Perón. No al peronismo. Y (muy especial- encubiertas, justifican la figura de la legitimidad de
que a servir desde ellos, según la frase célebre de mente) no a la devolución del cadáver de Evita. Era los pueblos de levantarse contra la tiranía. Pero tie-
Evita, que los odiaba. El “burócrata sindical” es tan irritativo el peronismo de esos 18 años que no nen que ser los pueblos. Habrá que analizar delica-
una figura que se hace célebre en el folclore fue posible resolver ni lo de Evita. A ver si se entien- damente la relación entre pueblo y violencia que
político de la década del ’60 (la gran década de un poco esto: un país que proscribe a su partido se dio en la Argentina. Cuándo se dio. Cuándo no
gorila). Es el tipo que está al frente de un gremio o mayoritario durante 18 años y ni siquiera es capaz se dio.
en alguna posición de privilegio y vive como un de enterrar en su territorio el cuerpo de la mujer de
personaje de la clase alta. O de la alta clase media. un ex presidente por el terror que le despierta la EL PACTO PERÓN-FRONDIZI-
En El avión negro (1970), obra de teatro de Cossa, reacción de las masas es un fracaso, sólo puede COOKE-FRIGERIO
Halac, Somigliana y Talesnik, autores de distintos gobernar por medio del autoritarismo, de la violen- No es mi propósito analizar aquí la figura de
niveles de talento, hay un sketch, que cia, de la inconstitucionalidad, del antirrepublica- Arturo Frondizi. Todavía despierta tibias adhesio-
protagonizaba Oscar Viale, en que se ve a un nismo, del desprecio a las instituciones. ¿Qué gene- nes en intelectuales valiosos, en economistas. Busca
sindicalista negociando ladrillos para su casa en ra esto? violencia. hacerse de Frondizi casi una figura trágica, tramada
tanto hace una compra para el sindicato. Los de buenas intenciones o de buenos intentos que no
espectadores asistían al sketch como participantes LEVANTARSE EN ARMAS pudieron ser. Vamos de a poco. Es cierto que “el
de un lenguaje compartido con los autores. Todos CONTRA LA TIRANÍA caballo del comisario” para las elecciones de febrero
sabían que un sindicalista era eso. Al que más se Y los gobiernos que colaboraron con ese esquema de 1958 no era Frondizi sino Balbín, su viejo com-
dibujaba en el retrato que hacía Viale era a del militarismo gorila (que era un bloque) son cóm- pañero de lucha. La pintada “Balbín-Frondizi” era
Rogelio Coria. Como la obra se daba en el Teatro plices de toda esa tragedia. Cómplices de toda esa la expresión máxima de la oposición durante el
Regina, de la calle Santa Fe, el público era casi época de ilegalidad que hizo surgir la violencia. De populismo autoritarista de Perón. Había “aventuras
todo clase media. Pero era clase media la que se modo que el “viejito bueno” acaso lo haya sido, nocturnas” que residían en salir a pintar “Balbín-
estaba peronizando también y la que sabía que ese pero eso no lo llevó a tener un gesto de grandeza: Frondizi”. Sin embargo, la separación fue irrepara-
sindicalismo era una lacra que debía ser no me presento sin el peronismo, no voy a limpiar- ble. Balbín expresa la opción militar gorila. Había
erradicada. Y que además no era responsabilidad les a Uds. una situación institucional injusta, no les que gobernar con la proscripción del peronismo.
del peronismo (o no solamente) que existiera, sino voy a lavar la cara, me niego a ser el pelele “demo- Esta había sido la conclusión de la Libertadora y,
del poder militar que lo sostenía para conciliar crático” de un país que no lo es. ¿Qué habría pasa- también, la toma de conciencia de su fracaso: había
con él y contener a Perón y a las bases do? ¡Que nadie venga a justificar lo que pasó! Por- sido imposible desperonizar el país. Notable suceso:
justicialistas. que nada puede haber sido peor que lo que pasó. ¡todo lo que se había hecho desde 1955 en materia
Veremos la conducta sindical desde el protago- Seamos más claros aún: la proscripción del peronis- de propaganda y de injuria y los peronistas seguían
nismo durante la Resistencia hasta su actitud conci- mo impide el ejercicio de la democracia en el país. siendo peronistas! Por ejemplo: hubo exposiciones
liadora, sus negociaciones con el onganiato y luego Se vive entre gobiernos civiles ilegítimos (Frondizi, de las “joyas y los vestidos” de Evita. De las fotos de
sus reservas ante el regreso de Perón. Nadie va a Illia) o dictaduras militares (Aramburu, Onganía, Perón en la UES. De Gina Lollobrigida desnuda
encontrar al sindicalismo peronista jugándose por el Lanusse). Este sofocamiento institucional lleva a la por el famoso truco fotográfico. Todo eso se mon-
regreso de Perón (el paraguas de Rucci es sólo el violencia. La guerrilla nace el día en que se dicta el taba en un lugar amplio y se invitaba al público. A
aprovechamiento de una coyuntura a la que poco decreto 4161. La frase “la violencia de arriba genera la salida ponían un gran tacho con la leyenda:
habían colaborado) ni activando durante la campa- la violencia de abajo” no la inventó Perón. Pertene- “Usted puede arrojar aquí su carnet de afiliación al
ña electoral. El eje de la campaña electoral de 1973 ce al corpus de múltiples análisis sobre las distintas Partido Peronista”. Bien, aunque esos tachos eran
(que se dio durante el inolvidable verano de ese revoluciones en la historia. Si se da por sentado lo luego exhibidos llenos hasta el desborde el país no
año) fue la militancia juvenil. Los sindicatos mos- de la frase de María Antonieta y su influencia sobre se desperonizó. Ni los chistes de Pepe Arias. Ni las
traron una vez más su cautela. Este protagonismo la Revolución Francesa, podemos ver ese esquema comisiones investigadoras. Ni las comedias de Leo-
habría de llevar a la Tendencia (o sea: la militancia interpretativo en funcionamiento. Si no fue María nor Rinaldi. Nada. Ergo, hay que recurrir a una
juvenil ya hegemonizada por Montoneros) a equí- Antonieta quien dijo esa frase, alguna otra habrá salida electoral, pero el empeño de los peronistas
vocos serios en su relación con Perón. De todos dicho u otro idiota de Versalles habrá largado la (que son, además, tantos, demasiados, innumera-
modos, todo lo que empieza luego de esa campaña suya. La cuestión es que el pueblo bajo era agredido bles, maldición) en no desperonizarse obliga a blo-
y luego del triunfo de Cámpora es una tragedia por el lujo y el desdén versallesco. Y por la violencia quear su participación en las elecciones. Se harán,
llena de opacidades para su intelección, algo terri- represiva del orden tiránico de la monarquía. María pero sin el peronismo. Sin embargo, empieza a ocu-
blemente difícil de entender, de interpretar. Acaso Antonieta dice: “Si el pueblo no tiene pan que rrir algo notable. Los partidos no tienen votos pro-
algo ininteligible, lo cual se juzgará excesivo decir coma pasteles” (violencia de arriba). El pueblo hace pios para ganar. Ganará el que cuente con los votos
de una etapa de la historia y a 25 años de su aconte- la revolución y le corta la cabeza (violencia de peronistas. Pero para contar con esto necesitan
cer, pero tenemos la certeza de la complejidad, de la abajo). Pero lo más importante es que el pueblo hace garantizarle a ese partido que, si gana, lo legitima-
sobredeterminación, de la infinitud de hechos oscu- la revolución. Esta es la verdadera violencia de abajo, rán. Sólo que si hacen esto los militares lo tiran
ros que harán esa tarea, si no imposible, sí altamen- mucho más que la ejecución de la reina. La frase de abajo. Es una especie de patética comedia de enre-
te ardua. la reina tiene el poder de conducir al pueblo a ejer- dos en la que –trágicamente– se va tejiendo el cami-
Había afiches de la JP que mostraban a un gen- cer el más legítimo de sus poderes: levantarse en no al horror. La resolución de la Libertadora es: no
darme arrastrando de los pelos a un joven y la armas contra la tiranía. Este derecho de los pueblos hemos podido ni se podrá desperonizar al país, prohi-
leyenda decía: 18 años así. Los militantes radicales no ha sido negado y forma parte de la concepción bamos para siempre al peronismo. Como vemos, esta
hacían oír sus quejas: durante el gobierno de Illia las liberal democrática de la política. imposibilidad del régimen para estabilizarse a causa
cosas habían sido diferentes. Ningún cartel se retiró Vayamos a los 18 años de lucha. ¿Dónde está la de la existencia del peronismo es lo que expresa la
a causa de esas quejas. El mito oficial del “viejito violencia de arriba? No deja de existir un solo ins- frase de Cooke acerca del “hecho maldito del país
bueno” (instalado sobre todo durante la campaña tante. Se vive en la ilegitimidad como si fuera nor- burgués”.
alfonsinista de 1983) no existía entonces: Illia sólo mal que así sea. Se da por aceptado que el peronis- Lo notable de la situación es que se trabajaba
era otro gorila que había aceptado presentarse a mo no puede participar de la vida política. La revis- sobre un malentendido: para mantener la continui-
elecciones con el peronismo proscripto. Lo cual era ta cool de la década, Primera Plana, es una publica- dad de la democracia era necesario proscribir al pero-
rigurosamente cierto. Uno adoraría vivir en una ción tramada por los más elegantes gorilas de ese nismo. Esto era tan naturalmente asumido por la
democracia manejada por el “viejito bueno” Illia, entonces. La leían todos. Se morían por salir en Pri- sociedad que nadie parecía ver su costado negro: ¿de
pero eso sólo podría ocurrir en la dimensión desco- mera Plana. Y la revista publicaba una Historia del qué continuidad democrática se hablaba? ¿De qué
II
democracia se hablaba si las mayorías y el partido
que las representaba sufrían la proscripción, vivían
fuera de la vida “democrática”? Había calado muy
hondo en la farsa que se representaba que la nega-
ción de la democracia era el peronismo. Si lo era, la
democracia debía abjurar de él, negarlo. Sólo podría
haber democracia sobre la base de la proscripción de la
gran fuerza antidemocrática del país: el peronismo.
Pero la Libertadora no puede manejar las cosas
como quiere. Les sale eso que los norteamericanos
llaman a pain in the ass (“un grano en el culo”) y
ese grano se llama Arturo Frondizi. Frondizi es el
primero en decirse: aquí, si alguien quiere ganar
tiene que arreglar con Perón. Con lo cual se trans-
forma en “el traidor de la República”. Siendo un
pibe, en Necochea, en un veraneo de esos, mi viejo,
orgulloso, me llevó a escuchar una conferencia del
venerable Alfredo Palacios, socialista. ¡Lo que no
dijo Palacios de Frondizi! “Tenemos que denunciar
a los que arrojan sus convicciones por la borda y
hacen arreglos con el tirano. A los que traicionan
sus ideas de ayer y caen en el contubernio.”
¡Contubernio! Esta fue la palabra de la época. Se
la escuché de pibe al socialista Palacios. Mi viejo
lo respetaba. Me solía relatar una anécdota que
le merecía una gran admiración: don Alfredo
Palacios estaba preso. Preso por el fascismo
peronista. Y les gritaba a sus carceleros: “¡Ven-
gan a atender a un hombre libre!” No estaba
mal. El Gran Hombre dio su conferencia y
luego le hicieron preguntas. La primera fue:
“¿Qué es la libertad?”. Y Palacios, para res-
ponder, recitó un poema. No había quien no
hablara de la libertad. Pero Frondizi los jodió
a todos. Le dijo a Frigerio: arreglemos con
Perón. Nos vamos de la UCR, hacemos
otro partido, hablamos con el general y le
pedimos sus votos, a cambio le ofrecemos
normalizar la CGT, la CGE, los sindi-
catos y nos comprometemos a que los
candidatos peronistas, si hay eleccio-
nes provinciales, puedan presentar-
se, que fue, este último ofreci-
miento, el que lo liquidó. Ya lle-
garemos. Arreglan con Perón y la
palabra escandalizada que todo el
país gorila pronuncia es ¡contuber-
nio! Las palabras que hace surgir el
gorilaje argentino. Yo recuerdo que
no entendía qué mierda quería
decir “contubernio”. Imagínense las
bases peronistas. ¿Qué está haciendo
el general con Frondizi? ¡Contuber-
nio! ¿Y eso qué es? En realidad, signi-
ficaba que Frondizi quería ser más
vivo que Perón y usarle los votos y
después hacerle un corte de manga.
¿Saben qué es contubernio? Sí, pero
igual veamos sus sinónimos: confabula-
ción, componenda, complicidad, conjura,
complot. Casi nada.
El Pacto Perón-Frondizi es un hito en la
historia del peronismo. Perón acepta apoyar a
un candidato extrapartidario y (aunque algunos
queridos amigos ex desarrollistas o aún desarrollis- buenos oficios y su influencia política para lograr sobre enseñanza libre. Se anulaba así el monopolio
tas se enojen conmigo) sinuoso. Un tipo que juga- el clima pacífico y de colaboración popular indis- estatal que existía en la enseñanza superior con res-
ba a demasiadas puntas, creyéndose el más hábil de pensable para llevar a cabo los objetivos estableci- pecto a la Iglesia (...). El entonces rector de la Uni-
todas ellas y terminando por perder en todas. No dos en el presente Plan”. Lo firman Perón-Frondi- versidad de Buenos Aires, Risieri Frondizi, se opuso
hubo error que no cometiera Frondizi. Aunque le zi-Cooke-Frigerio (Cfr. Correspondencia Perón- a la nueva ley en una etapa relevante de la universi-
vamos a dar a Héctor Valle, por el respeto que le Cooke, Ibid., pp. 656/657). dad pública argentina (...). Por otro lado, renegan-
tenemos (es uno de nuestros más relevantes econo- do de su pasado socializante y antiimperialista,
mistas y un economista que está del lado del que EL GOBIERNO DE FRONDIZI: Frondizi se convirtió a la libre empresa; librepensa-
los economistas no suelen estar: el lado de los inte- HAGAMOS LO QUE PODAMOS dor y laicista, declaró su fe católica y apoyó la ense-
reses populares), amplio espacio para que defienda Fue Rogelio Frigerio el ideólogo de Frondizi y lo ñanza libre. Severo antiperonista, resultó electo por
ciertas políticas de Frondizi, algo que abrirá el hizo desde la legendaria revista Qué. La posición de los votos peronistas. Sus equívocos no tardaron en
espectro problemático. No es ésta una historia de Qué era la defensa de la industria pesada contra la enajenarle el apoyo de sus electores y en enardecer a
ángeles y demonios precisamente. El Pacto Perón- concentración del capital en el sector agrario, lo sus opositores (Rapoport, Ibid., p. 425). ¡Para
Frondizi se firma en febrero de 1958. Algunos de que daba poder a los sectores reaccionarios del país. colmo Frondizi tuvo a su Julio Cobos! Pareciera
sus párrafos: “De asumir el Gobierno, el Doctor Por el contrario, derivar el capital hacia el desarro- destino de los vicepresidentes radicales el ejercicio
Arturo Frondizi se compromete a restablecer las llo de la industria pesada nos arrancaría de nuestra de la traición. Muchos habrán recordado a Alejan-
conquistas logradas por el pueblo en los órdenes eterna existencia pastoril y pondría al país en la dro Gómez durante estos días. “Pero fue en el pro-
social, económico y político”. Deberá, luego, adop- modernidad capitalista. Qué planteaba, además, pio gobierno que se produjo la principal crisis
tar una serie de medidas: revisará todo lo impuesto temas muy afines al peronismo: política proteccio- cuando el vicepresidente, Alejandro Gómez, en
en materia económica por la Libertadora. Que ha nista centrada en el Estado, debilitamiento de los desacuerdo con la política de Frondizi, se aproximó
sido totalmente lesivo para la soberanía nacional. sectores oligárquicos, amnistía a los presos políti- a la oposición para provocar una ruptura dentro del
Deberá anular todas las medidas tomadas por el cos, retorno a la legalidad sindical y levantamiento oficialismo. La dimisión de Gómez fue el primer
régimen militar “con propósitos de persecución de la intervención a la CGT (Mario Rapoport, His- éxito de la oposición política sobre el gobierno” (Rapo-
política”. “Devolución de sus bienes a la Fundación toria económica, política y social de la Argentina port, Ibid., p. 425. Cursivas mías). A Frondizi le
Eva Perón”. “Reconocimiento de la personería del (1880-2003), Ibid., p. 424). Pero empezaron las encajaron el apodo de “Maquiavelo” como un fal-
Partido Peronista”. “Por su parte, el General Juan aflojadas. Y una de ellas fue fatal para el Gobierno: sario de la política, que apelaba a cualquier meto-
Domingo Perón se compromete a interponer sus “En el área educativa, logró la aprobación de la ley dología para realizar sus planes. (Era una interpre-
III
tación muy mezquina del gran pensador florenti- “Finalmente, todo lo reseñado no supone igno- verdad maniató a Frondizi fue el esquema del
no. Pero así es la política argentina. Dispara con rar ni desdeñar la importancia de los errores, que “dame y te doy y después hago lo que quiero,
todo. Como sea.) En las luchas callejeras por no fueron menores y quizá más decisivos que los pero no lo puedo hacer porque no me dejan”.
“Laica” o “Libre” los estudiantes se agarraban a supuestos males de sustituir importaciones petro- Veamos: 1) Dame: dame tus votos, Perón; 2) Te
piñas. Los de la Libre llevaban unos brazaletes leras cagándose en el ya famoso libro Petróleo y doy: todo lo que te firmé. Hasta te autorizo a que
verdes que lograban, a veces, intimidar. Eran Política. Desde mi punto de vista, el gobierno del se presenten tus candidatos en elecciones provin-
todos garcas de los colegios católicos, desde luego. ’58 adoptó por lo menos dos decisiones estratégi- ciales; 3) Hago lo que quiero: Ahora que estoy en
Pero pelearon bien. Los “laicos” pintaron en una cas de graves y quizá de no previstas consecuen- el Gobierno el que manda soy yo. Actúo como si
pared: “Donde hay un libro hay una vela que se cias, las que tuvieron gran potencia desestabiliza- me hubieran votado a mí los que me votaron. O
enciende... y un cura que sopla. Victor Hugo”. dora: una fue la ley de enseñanza libre y la otra esa en el caso de Illia: soy un presidente democrático.
Qué importaba. Para los niños católicos ese Vic- permanente negativa inclaudicable a reprimir al Soy la institucionalidad. (Nota: Lamentamos
tor Hugo habría sido un comunista y acaso un Ejército gorila, cuando tenían las condiciones informar a la mitología radical sobre el “viejito
peronista totalitario. ¿O van a decir que en los militares suficientes para, por lo menos, intentar- bueno” que la frase –tan utilizada durante la cam-
colegios católicos estudian a Victor Hugo? lo. ¡Cuántos menos tecnócratas al servicio del paña de 1983– que Illia le dirige al general Julio
Frondizi seguía retrocediendo. Quiere ahora liberalismo hubiéramos sufrido sin la UCA! y Alsogaray cuando éste va a relevarlo del mando es
sosegar a los milicos en el plano económico y cuánta menos sangre se hubiera derramado cor- totalmente absurda: “Yo soy [habría dicho Illia] el
acepta poner en su gobierno a uno de los persona- tándole las alas a tiempo al ejército colorado y al presidente de la República y usted es un bandido
jes más nefastos de nuestra historia política: ¡apa- azul también. Creo que fueron políticas fatales –y que se rebela contra las instituciones”. Todos
rece el inefable Alvarito! Rabioso anticomunista, no me vengan con el viejo verso de que una cosa aplaudían a rabiar en los cines durante la campaña
guerrero de Occidente, hombre de contactos con explica la otra para por esa vía juzgar el autobaste- de Alfonsín. Pero no. El general Julio Alsogaray,
la CIA y con los grupos de contrainsurgencia nor- cimiento petrolero– que generaron en algunos un serenamente, le debió haber respondido [acaso lo
teamericanos, enceguecido anticastrista, sospecho- desánimo profundo y en otros un odio ciego, que hizo]: “Se equivoca, doctor Illia. Yo no soy un
so de haber colaborado en la captura del Che en han impedido evaluar adecuadamente otras deci- bandido que se rebela contra las instituciones. Yo
Bolivia, el tipo que aconsejó, en febrero de 1976, siones que fueron realmente transformadoras, no soy el bandido que lo puso aquí. Si no fuera por
no dar “todavía” el golpe porque convenía dejar solo como las del programa energético o el side- bandidos como yo y mis compañeros de armas
desgastar aún más al gobierno de Isabel Perón y rúrgico sino también los grandes cambios progre- usted no sería presidente de la República. Así que
luego tendría el caradurismo de decir que él se sistas operados en la Universidad, el desarrollo de marche preso”.); 4) Pero no puedo hacer nada:
había opuesto al golpe por haber dicho eso, pero- organismos públicos de investigación como el ¡Claro que no! No eran presidentes legítimos. Y
nista pragmático con Menem, padre de una diri- INTI o encarar tantas grandes obras públicas que los primeros en saberlo eran los militares. Apenas
gente corrupta, de una mujer con un desparpajo y luego maduraron, todas de origen desarrollista.” Frondizi o Illia querían salirse del libreto los tira-
un desprecio total por las formas políticas, súbita, “Pero si algo no se puede seguir repitiendo, a ban. Los dos caen por el mismo motivo: autorizar
inesperada vedette que se hacía fotografiar con esta altura de los acontecimientos, es que los la participación del peronismo en la vida política.
pieles mostrando sus piernas porque estaba con- hombres y mujeres, pocos o muchos, comprome- Al ganar Framini en la provincia de Buenos Aires
vencida de la belleza de las mismas, fracasada y tidos con aquel proyecto, con esas ideas y con cae Frondizi. No es un golpe contra Frondizi, es un
ridícula limpiadora, desinfectadora del Riachuelo, aquellos dirigentes (por entonces o más adelante) golpe contra el peronismo. No es a Frondizi al que
María Julia Alsogaray fue la digna hija de su éramos o somos una manga de boludos (‘sufridos voltean, voltean a Framini, impiden que el pero-
padre. Los males que don Alvaro le ha hecho a intelectuales’ a tu decir) o ventajeros, que adheri- nismo se adueñe de la provincia de Buenos Aires.
este país tal vez no puedan ser contabilizados. mos a políticos en quienes creímos, mientras los Y con Illia lo mismo: no lo voltean por la ley de
Cuando Frondizi lo pone de ministro (esto sólo ‘lúcidos intelectuales’ nos observaban con carita medicamentos. Esa es una ilusión para creer que a
sería imperdonable para un político: haber puesto de reproche desde una mesa del café La Paz, y ahí Illia lo voltean por “militante antiimperialista” o
a Alsogaray es para Frondizi como para Perón siguen” (Carta al autor de febrero del 2008). por algo que hizo él. Que es a él a quien voltean.
haber puesto a Alberto Villar, cada uno arrasaba De esta Carta hay dos postulaciones que anali- Y no. Illia (y aquí sí tiene funcionalidad el con-
al país en su esfera), Alsogaray se adueña de la zaremos en la próxima entrega y que son priorita- cepto de “viejito bueno”) es, en efecto, un tipo
televisión. Demuestra una capacidad histriónica rias. ¡Cuántos menos tecnócratas al servicio del con sensibilidad democrática y todo indica que
admirable y es uno de los primeros en advertir liberalismo tendríamos sin la UCA! Y la otra, la cada vez más va a ir abriéndole puertas al peronis-
que los medios, en efecto, comunican. Pone piza- más densa, la más mo y le permitirá participar en las próximas elec-
rrones, traza líneas, líneas que suben, líneas que trascendente: debimos haber derrotado al Ejér- ciones presidenciales. Este mérito suyo, este
bajan, hasta que, por fin, dice la frase que lo cito gorila, al azul y al colorado ahí mismo. Debi- auténtico espíritu democrático, tal vez más valioso
inmortalizará: “Hay que pasar el invierno”. mos haberles cortado las alas, dice. Eso, ¿habría que el asunto de la ley de medicamentos, esta acti-
sido posible? Valle dice que se tenían los medios tud por la cual limpiaría su origen espurio y se
PUDIMOS HABER REPRIMIDO AL militares necesarios como para, por lo menos, legitimaría democráticamente, determina su
EJÉRCITO GORILA intentarlo. Es impensable cuántos aliados habrían caída. Los militares, que lo han puesto, no lo
El gobierno de Frondizi está acabado. Los mili- sumado. Qué otros sectores del Ejército (de un pusieron para que legitimara al peronismo. Es
tares controlan cada cosa que hace. Los planteos Ejército formado por los hombres que habían como Frondizi abriéndole las puertas de la pro-
son casi diarios. Son, casi, payasescos. ¡Treinta mantenido la fidelidad al peronismo) habrían vincia de Buenos Aires a Framini. No, señor: no
planteos le hicieron los milicos a Frondizi! Por deseado repetir la intentona de junio de 1956, lo pusimos para eso. Y a Illia lo mismo. El golpe
cada planteo, otro gorila al gabinete o a algún ahogada en sangre y aún muy cerca. contra Illia no es contra él. Es un golpe contra la
puesto de poder. “Cada concesión del presidente Esto de Héctor Valle asombrará a los mismos posibilidad de la participación del peronismo en elec-
se tradujo en un nuevo avance del poder militar desarrollistas: ¿cuántos se lo habrán planteado? ciones presidenciales. Es cierto que esa posibilidad
sobre el poder civil” (Rapoport, Ibid., p. 426). ¿Frondizi? El “Maquiavelo” de la UCRI no hizo la estaba tornando posible el propio Illia. Pero no
Luego vendrá el Conintes. La concesión de las más que ceder ante los planteos militares. Pero podía. Porque quería realizarla con un poder que
elecciones, con participación del peronismo que apretado por sus cuadros más decididos –que no era suyo. Con un poder que le habían dado pre-
Frondizi, acaso en su ceguera final, creía que sería debían buscar apoyo en el peronismo–, el planteo cisamente para bloquear esa posibilidad. ¿Cómo,
derrotado. Triunfa Framini en la provincia de es que no habría sido excesivamente ilusoria una ahora te querés hacer el vivo, te hacemos presi-
Buenos Aires y se acaba todo. Volveremos sobre ofensiva contra el Ejército gorila que llevó al país dente y vos nos querés meter adentro al peronis-
esto. Quiero dejar espacio para la carta de Héctor a la catástrofe. La reflexión sobre la historia inclu- mo? Bueno, los bandidos que te dieron el poder
Valle. Que dice así: “Para un país como la Argen- ye lo impensado. Y hasta requiere reflexionar te lo van a sacar. Porque vos, te guste o no, sos
tina de los ’60 (o el Brasil de Quadros, sin ir más sobre lo imposible. Ocurre que es un rostro fruto del bandidaje. Fue un acto de bandidaje
lejos), sin condiciones políticas objetivas para demasiado extremo de lo imposible imaginar a presentarse a elecciones con la proscripción del
expropiar a los terratenientes y descartando la via- cualquier sector del Ejército aceptando la jefatura partido mayoritario. ¿No lo pensó Illia? Cuando
bilidad de aumentar el grado de explotación del de Frondizi para reprimir a otro. Porque, en caso él le dice a Julio Alsogaray: “Usted es un bandi-
trabajo, carentes de desarrollo tecnológico autó- de –como dice Valle– haber contado con medios do que se levanta en armas contra las institucio-
nomo pero con una capa no desdeñable de militares suficientes como para al menos “inten- nes, contra la democracia, contra el orden insti-
empresarios y científicos nacionales en condicio- tarlo”, ¿quién habría sido el comandante en jefe tuido” (contra todo lo que se quiera), Julio Also-
nes de integrarse a un proyecto de desarrollo, que- de esa represión? ¿Alguien imagina a Frondizi asu- garay, con total coherencia, le puede decir: “Y
daban pocas opciones a la hora de sintonizar con miendo el rol de comandante en jefe de las Fuer- usted es un bandido que llegó a la presidencia de
la fase que en ese momento histórico preciso vivía zas Armadas que le correspondía en tanto presi- la República en medio de una ilegitimidad
el capital multinacional. No pecamos de ingenuos dente, ordenar la represión del Ejército azul y del democrática profunda. Llegó apadrinado por
(...). Pero admitamos que restaban pocas opcio- colorado? Difícil. bandidos a los que recién ahora, cuando se vuel-
nes, en tanto se asumiera que era vidrioso encon- ven contra usted, denuncia. Cuando le sirvieron,
trar algo parecido a la Sierra Maestra. A partir de ILLIA: LOS QUE LO ECHAN SON nada dijo. Los utilizó y se puso la banda”. De
esa consideración no puede ignorarse que: LOS MISMOS BANDIDOS QUE donde vemos que el “viejito bueno” tenía unas
‘Durante esa malhadada presidencia’ (¡¡), la LO PUSIERON cuantas aristas oscuras. Tenía la ilegitimidad
Argentina dio un paso decisivo en su moderniza- El problema con Frondizi (más allá de las cues- profunda de todos los gobiernos que les servían a
ción, e ignorarlo, particularmente con la perspec- tiones económicas y del autoabastecimiento ener- los militares de careta institucional y democráti-
tiva que dan los años es ya, por lo menos, un ana- gético) es, desde luego, político. Era, como lo fue- ca. Su frase a Julio Alsogaray no tiene sentido. El
PRÓXIMO
cronismo. Apenas sirve para no desentonar en los ron todos, un presidente ilegítimo. Sus votos no milico gorila se habrá dicho: “Pobre viejo: se la
DOMINGO medios que uno frecuenta, donde la crítica a los eran suyos. De aquí que tampoco uno lo imagine creyó”. Y lo metió preso.
desarrollistas es algo tan políticamente correcto e al frente de los milicos antigorilas. Estos, en todo
Onganiato infaltable como usar la camiseta con la foto del caso habrían obedecido a Perón. Pero Frondizi Colaboración especial:
y Cordobazo Che. ¡Si lo sabré!”. era por Perón que estaba donde estaba. Lo que en Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 3 de agosto de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


38 Onganiato y Cordobazo

Suplemento especial de

PáginaI12
HACIA UNA FENOMENOLOGÍA menos por la solución política. Ahora los que baciones de todo orden, las huelgas, los paros, las
DE UNA HUELGA EJEMPLAR queremos guerra somos nosotros, pero guerra a protestas tumultuosas, los panfletos, los rumores
ay un encuadre político del que nuestro modo, no al de ellos. Vamos a ver si de todo tipo, la baja producción y el desgano, la

H no pueden salir los militares ni


los partidos no peronistas. La
Libertadora se había
autodenominado “Gobierno
Provisional”. Lo hizo cuando creía que
despacharía sin mayores problemas al
peronismo. Que la desperonización del país sería
podrán gobernar cuando el pueblo llegue a la
resistencia sistemática. Veremos también quién
será el que pierda con la ruina general. me daría
un gran placer si algún día, en la obra en que yo
trabajara, tuviera a los oligarcas y a los ‘petiteros’
acarreándome baldes de mezcla” (Perón-Cooke,
Correspondencia, Volumen II, Ibid., 46/47/49).
desobediencia civil, la violación de las leyes y
decretos, el no pago de los impuestos, el sabotaje
a la administración pública, solapada e insidiosa,
etc., son recursos que bien ejecutados pueden
arrojar en pocos días a cualquier gobierno (...) Yo
creo que la eficacia de los pequeños métodos es
temible (...) Por eso creo que la resistencia no ha
sencilla. También la izquierda apostó a algo Qué tipo este Perón. Cómo sabía decirle a cada sido bien llevada, porque la gente se ve más atraí-
similar: hay que desperonizar a la clase obrera uno lo mejor para tenerlo de su lado. Observemos da por las bombas y los incendios, que son efecti-
para que gire a la izquierda y se encuentre por que el texto tiene una potencia notable y que sin vos si no se olvidan las cosas más pequeñas, pero
fin con su verdadera ideología de clase, que es la duda a Cooke le habrá revuelto la cabeza. Así diri- que ejecutadas en millones de partes resultan
que sostienen los partidos de izquierda. El gía Perón la Resistencia Peronista. Ése era el len- mayores y más efectivas que hacer volar un puen-
problema es que el socialismo argentino guaje preciso. Observemos que la frase: “Al terror te o incendiar una fábrica” (Perón-Cooke, Corres-
participa de los enjuages de los “libertadores” no se lo vence sino con otro terror superior” anti- pondencia, tomo II, 1970, p. 39. Esta cita corres-
para suprimir al peronismo. Reforma de la cipa a la que dirá “A la violencia del régimen ponde a la edición de Granica que es la citada por
Constitución, Junta Consultiva Nacional, opondremos una violencia mayor”, que será ofre- Alonso, Elizalde y Vázquez, que son los autores
disolución del Partido Peronista, intervención cida a los cuadros combativos de los setenta. de un más que excelente libro: La Argentina del
de la CGT, etc. Un engendro como la Junta Ahora, le dice a Cooke, somos nosotros los que siglo XX, Aique, Buenos Aires, 1997, p. 129). El
Consultiva Nacional, por ejemplo, estaba queremos guerra. Pero (aclara) “a nuestro modo”. texto de Perón es formidable: traza todo un plan
presidido por el almirante Rojas y se proponía la O sea: nada de fusilamientos, nada de matanzas de resistencia de
consolidación de los principios liberales del clandestinas, de crímenes en basurales. ¿Cuál es el sabotaje des-
Gobierno y la desperonización del país, que modo que Perón considera “nuestro”, es decir, de tructivo
había quedado en situación de catástrofe los peronistas? Ese modo estará
democrática luego del peronismo. Para esto plasmado cuando el pueblo llegue a
serviría la Junta Consultiva Nacional. Era un la resistencia sistemática. Es el pue-
organismo asesor de la Libertadora. En esto se blo el que ejerce y el que encarna la
anotaron José Aguirre Cámara, Horacio Thedy, resistenca sistemática. Ese es
Miguel Zavala Ortiz y Oscar Alende (cuya “nuestro modo”, dice
evolución todos conocemos), muchos otros Perón. Perón
radicales y los socialistas Nicolás Repetto, ni pensaba en
Américo Ghioldi y Alicia Moreau de Justo, la la guerrilla en
Victoria Ocampo de la izquierda, cuyo nombre estos años. Sólo
engalana una avenida importantísima de Puerto incorporará este
Madero, hoy. No había forma de desperonizar el concepto luego
país ni a su clase obrera. Por consiguiente, los de la aparición
“libertadores” conceden elecciones “libres”. Y de los Montone-
aquí empieza la farsa. A la cual se prestan todos ros. Pero es muy
los partidos políticos. Ninguno es capaz de decir sugerente el modo
“mientras el peronismo esté prohibido no puede en que nombra a
haber elecciones democráticas”. Todos esperan los grupos guerri-
llegar al gobierno y, desde ahí, negociar con el lleros: formaciones
peronismo y controlarlo. Los militares abren la especiales. ¿Por
farsa pero permanecen como los “patrones de la que son especiales
vereda”. Controlan todo. Ponen y sacan. Hemos estas formaciones?
visto ya la experiencia de Frondizi y la de Illia. Porque actúan individual-
Los militares los ponen para que el país tenga mente. Forman parte de la lucha del
una máscara democrática. Ellos aceptan. Llegan pueblo, pero no luchan como el pueblo.
y empiezan a negociar con el peronismo. Luchan de un modo especial. Luchan fuera de
Cuando estas negociaciones llegan a un punto la masa. Colaboran con la masa. Pero no sur-
peligroso, los militares los sacan. gen de ella ni pelean desde ella. Son “espe-
La historia argentina transitaba otros carriles, ciales”. Son “formaciones”. Cuando estamos
tenía experiencias más auténticas, totalmente diciendo que son “especiales” estamos
genuinas, y vendrían del propio peronismo. diciendo que estas “formaciones” matan,
Nuestro propósito –aquí– es hacer la fenomeno- matan gente. Trabajan con la muerte. La
logía de una huelga. ¿Qué entendemos por feno- masa trabaja con la masividad. El pue-
menología? Ir describiendo sus hechos, enume- blo trabaja con el número. Si se orga-
rándolos, mostrándolos en exterioridad y concluir niza, transforma su número
que esos hechos son, a la vez, la esencia de lo que en fuerza. Pero no una
buscamos. Los hechos nos narran su historia y fuerza organizada
nos dicen a la vez qué significa esa historia, qué para matar. Las “for-
puntos conceptuales afirma, cuáles niega. La pre- maciones especiales”
gunta es: ¿qué es una huelga obrera? Como más no trabajan con la
adelante –bastante más adelante– nos preguntare- masividad, aunque
mos ¿qué es el foco insurreccional?, queremos ahora adhieran a ella. Tra-
exhibir el mecanismo ejemplar (paradigmático, es bajan con formaciones
decir: el ejemplo perfecto) de una huelga obrera. reducidas. Estas formaciones
Ese ejemplo lo dio la huelga del Frigorífico Lisan- llevan incluida en todas sus accio-
dro de la Torre. Fue uno de los grandes momen- nes la decisión de matar. Su lucha es
tos de la clase obrera argentina. Y fue el ejemplo armada. La lucha de las formaciones especiales
de lo que una huelga es. es la lucha armada. La lucha genuina de la clase
Tempranamente Perón apela a la lucha violen- obrera no es la lucha armada. Su arma esencial, el sin actos violentos de envergadura. También era
ta. Una lucha violenta que se encarna en los mili- arma que define el ser de la clase obrera en su faz consciente de esa posibilidad. La guerrilla se le
tantes del peronismo. Poner caños, bombas de combativa, es la huelga. De aquí que nos detenga- impone a Perón. Como se le impone a la socie-
plástico, recurrir a sabotajes. En carta a Cooke del mos a analizar la gran huelga de los obreros pero- dad. La mayoría de la sociedad la acepta. Nadie
3 de noviembre de 1955, firmada en Caracas, le nistas: la del Frigorífico Lisandro de la Torre. parece entristecerse demasiado por el asesinato del
dice: “Algunos ‘angelitos’ piensan en la posibili- gorila fusilador Aramburu. Más aún en mayo de
dad de la ‘pacificación’ (...) Yo también era paci- LA HUELGA, EL ARMA GENUINA 1970, después del Cordobazo, cuando la idea del
fista hasta el 9 de junio pero, después de los crí- DE LA CLASE OBRERA regreso de Perón, traído por la lucha del pueblo
menes cometidos por los tiranos, apoyados por Sólo algo respecto de la relación de Perón con en todas sus formas, empieza a vislumbrarse como
los partidos políticos, ya no tengo esperanzas que la violencia. Lo sabemos: Perón es un político de una posibilidad. Lo que está claro es que la muerte
esto se pueda solucionar sino en forma cruenta (...) múltiples facetas y muchas de ellas están determi- de Aramburu se incluye como un hecho más de
Cuanto más violentos seamos mejor: al terror no nadas por sus estados de ánimo. El texto que una lucha que es mucho más que eso, que es la
se lo vence sino con otro terror superior (...) Algunos vamos a citar, y que le dirige a Cooke, es un lucha de todo un pueblo por el retorno de su líder
idiotas temen el caso de que se produzca un caos. Manual lapidario sobre las acciones que puede proscripto. Muchos jóvenes y los propios Monto-
Las revoluciones como la nuestra parten siempre tomar un pueblo resistente ante un gobierno dic- neros se empezaban a visualizar como vanguardia
del caos, por eso no sólo no debemos temer al tatorial: “El sabotaje, el boicot a las compras y al de la lucha porque eran los que “más arriesgaban”
caos sino tratar de provocarlo (...) Se trata de no consumo, el derroche de agua, las destrucciones en ella. “Si Evita viviera sería Montonera” es por-
dar escape a la dictadura por ningún lugar y de las líneas telefónicas y telegráficas, las pertur- que, ella, la más combativa figura del peronismo,
II
hoy estaría en el lugar más arriesgado de la lucha, proyecto de Ley de Carnes que contemplaba la acuden a presionar, a hacer sentir su presencia.
en su vanguardia armada. Ahí empieza al deterio- privatización del frigorífico nacional que, situado Llevan con ellos a un ternero. Le han colgado un
ro de la opción por la masas y su reemplazo por en el barrio de Mataderos, abastecía el consumo cartel. El cartel dice: “Señores diputados: no me
la opción por los fierros, que llevará al fracaso. de la Capital Federal. El objetivo manifiesto era entreguen. Quiero ser nacional”. Se trata de un
Ahora sí, vayamos a las jornadas masivas, pro- venderlo a la CAP (Corporación Argentina de hecho remarcable: en tanto el Frigorífico es del
letarias, de la huelga del Lisandro de la Torre. Productores), un ente mixto controlado por los Estado los obreros consideran que es “nacional”.
Sólo obreros ahí. Esgrimiendo su arma esencial: ganaderos. El interés de éstos en la posesión de Por ser “nacional” sienten que ese ternero es de
la huelga revolucionaria. El libro más adecuado establecimientos frigoríficos era reciente, pues el ellos, los expresa a ellos. Pero la ley se promulga en
para estudiar este complejo hecho histórico es el mercado internacional para las carnes argentinas Diputados y en Senadores ni necesita ser debatida
de Ernesto José Salas, La Resistencia Peronista, la había decaído y el mercado interno era el destino por tener el oficialismo una mayoría absoluta. El
toma del Frigorífico Lisandro de la Torre, la gente obligado de las mismas.” parlamentarismo les ha dado un duro golpe a los
del portal [Humano Buenos Aires, http://huma obreros del Lisandro de la Torre y ha legislado,
nobsas.wordpress.com] lo ha comentado con nota- DEL ESPACIO DE LA FÁBRICA AL una vez más, en beneficio de los patrones, de los
ble rigor. Voy a utilizar el trabajo de ellos. Es el ESPACIO DE LA MILITANCIA poderosos. Se produce entonces la resistencia
que sigue y es totalmente confiable: Hasta aquí tenemos: pocos recuerdan hoy la obrera. El 15 de enero de 1959 todos van a traba-
“Durante la segunda mitad de enero de 1959 huelga del Frigorífico Lisandro de la Torre. No jar y toman el Frigorífico. No se van del edificio.
la ocupación del frigorífico ‘Lisandro de la hay sorpresa en esto. Se recuerda poco, se sabe Se convoca a una asamblea general. Asisten a ella
Torre’ y su posterior desalojo por fuerzas milita- menos y se sabe mal. O se sabe con mala fe. 8000 obreros. Se decide mantener la toma del
res y policiales desencadenó el estallido insurrec- Durante la década del ‘60 la huelga del De la Frigorífico y se declara la huelga por tiempo
cional del barrio de Mataderos y el inicio de una Torre fue símbolo de la lucha obrera del peronis- indeterminado. En la lucha colaboran los familia-
mo de la Resistencia. Durante la primera mitad res: padres, madres, hijos, hermanos. Toda la
de enero de 1959 los obreros ocupan el Frigorífi- gran barriada está conmovida, alerta y sabe que
co. Esto no se hace fácilmente. Han tenido puede desatarse la represión. Frondizi, apurado
mucho que hablar los militantes más activos con por los grandes ganaderos de la CAP, no puede
los obreros menos politizados. Es un diálogo demorar esta medida. Un Estado no puede per-
entre compañeros. Es un obrero que habla con mitir que unos obreros se apropien de un frigorí-
otro. Comparten la misma situación. La única fico. Los obreros se manejaban con un esquema
diferencia: uno está convencido de tomar el Fri- optimista: si el Frigorífico es del Estado es,
gorífico, el otro aún no. Cuando el otro tome entonces, nacional. Si es nacional tiene que ser de
conciencia de la necesidad de la medida estarán los obreros. O son ellos quienes tienen que luchar
totalmente identificados. La relación que se esta- para que no sea privado. Para que no se entregue
blece en la fábrica es central. De aquí la impor- a manos de las familias de siempre, los dueños de
tancia del trabajo para la clase obrera y tam- la tierra y del ganado que pasta sobre ella. Desta-
bién la importancia del neoliberalis- quemos esto: en el momento en que se está por
mo en haber reducido los desatar la rebelión los obreros no están solos en la
centros de trabajo. lucha, se han incorporado sus familias y hasta el
En la fábrica los entorno barrial.
obreros se rela-
cionan en tanto LA REPRESIÓN: 2000 SOLDADOS
compañeros y en El gobierno declara ilegal la huelga. Los obreros
tanto artífices de habían dado un paso de más no tolerado por la
la producción. legalidad burguesa: habían ocupado el Frigorífico.
Dentro de este Y el Frigorífico no es de ellos aunque sea del
capitalismo de la Estado. El Estado actúa como un ente de repre-
producción la sentación de los sectores dirigentes. A ellos les
huelga es posible pertenece todo. El Frigorífico podrá ser estatal.
por la identifica- Pero el Estado no es nacional. El Estado frondi-
ción y la cercanía cista –por referirnos solamente a él– era un Esta-
que el trabajo pro- do de dominación de clase. Su función era expre-
duce. Si desaparece el sar políticamente a los grandes empresarios y a las
trabajo, los obreros Fuerzas Armadas, que veían en los obreros del
pasan a ser marginados y Lisandro de la Torre a una gavilla de peronistas y
su unidad ya no se da por medio comunistas subversivos, alteradores del desarrollo
de la producción. En el Lisandro de normal y racional de la sociedad. Se hallaban cla-
la Torre eran todos compañeros y eran ramente dispuestos a reprimirlos en nombre de
los que hacían la tarea. Se identificaban de los valores de Occidente. La cuestión es clara: si
modo inmediato: compartían, ante todo, el el Estado expresa a las clases hegemónicas (a la
espacio de la fábrica. Se pasa del espacio de la vieja oligarquía y a los empresarios unidos a ella,
fábrica al espacio de la militancia. o sea: a las clases dominantes), el Frigorífico Lisan-
Frondizi quiere venderle el Frigorífico a la dro de la Torre pertenece al ámbito inviolable de
CAP (Corporación Argentina de Productores). la propiedad privada. En suma, los obreros se han
Al vendérselo a la CAP lo privatiza. La CAP está adueñado de una propiedad que no les pertenece.
en manos de los grandes ganaderos, que advier- Que les ha sido privada porque es de otros. De
ten, en ese momento, posibilidades concretas en quienes es el país. Y adueñarse de una propiedad
el mercado mundial. Los del Lisandro de la ajena es el más escandaloso delito de una socie-
Torre entienden que esa cesión que hace Frondi- dad basada en el orden del capital. Los obreros
zi es otro regalo para la oligarquía de las vacas y del Lisandro de la Torre han subvertido ese orden
las grandes extensiones de tierra. Deciden no y deben ser severamente reprimidos. Se ordena
entregar el Frigorífico. (Esto ocurrió en 1959. desalojar el establecimiento el día sábado.
Tal vez los obreros no habían madurado y aún no Como la orden no se obedece se desata la
huelga general nacional que puso en jaque la entendían que la oligarquía ganadera es una clase represión. Se movilizan contra los obreros fuerzas
fragilidad institucional del gobierno de Arturo revolucionaria que merece el apoyo de la izquier- que jamás se habían reunido para reprimir una
Frondizi. Hoy, estos hechos son poco conocidos da y del periodismo progresista. Además del ya huelga obrera. Este es uno de los momentos más
para muchos argentinos, pero en las dos décadas tradicional del establishment. En esa época, no. notables, más genuinos en la historia del peronis-
inmediatamente posteriores serían parte de los Entregarle el Frigorífico a la oligarquía era –para mo. Fue, si se quiere, nuestra Comuna de Mata-
relatos transmitidos oralmente y un antecedente los obreros– una maniobra reaccionaria. Se usa- deros, porque la participación de las barriadas
de los estallidos urbanos de finales de la década ban todavía estas viejas palabras.) adyacentes al Frigorífico fue importante. Pero la
de 1960. En los primeros días de enero, el presi- Sólo unos meses atrás los obreros habían elegi- represión fue desmedida. Expresaba también el
dente Arturo Frondizi ajustaba los detalles de su do una nueva comisión interna. La mayoría eran miedo de los poseedores, la presión de la oligar-
visita a los Estados Unidos; sería el primer man- peronistas. La comisión interna expresa el funcio- quía, el odio de clase, el odio a la soberbia de la
datario argentino en visitar oficialmente la namiento de la democracia en el interior de la chusma, el eterno “¿cómo se atreven?”, el eterno
potencia dominante de la posguerra. Su política fábrica. Son los obreros los que eligen sus comi- “hay que enseñarles”, “ahora van a ver quiénes
reciente había dado muestras sobradas de alinea- siones. Ellos se conocen y saben a quiénes eligen. mandan en el país”, el eterno “negros de mierda,
miento: los contratos petroleros, la Ley de Radi- Son elegidos los más combativos, los más fieles a se han soliviantado, hay que bajarles el copete”.
cación de Capitales y, a fines de diciembre de los intereses de clase, los que poseen mayor for- Los piquetes de guardia en las esquinas del frigo-
1958, el anuncio al país de la aplicación del pri- mación ideológica, algo que les permitirá nego- rífico fueron los primeros en dar la alarma. Lo
mer Plan de Estabilización elaborado a partir de ciar mejor con los patrones. La lucha común for- que vieron fue una poderosa fuerza represiva que
las recomendaciones del Fondo Monetario Inter- talece los lazos comunes: todos son compañeros avanzaba hacia el establecimiento: “22 ómnibus
nacional”. que resisten una medida que perjudica, también, cargados con agentes, carros de asalto de la Guar-
“En este contexto, el 10 de enero de 1959, el a todos. dia de Infantería, camiones de bomberos, patru-
Poder Ejecutivo envió a las cámaras un nuevo Se trata la ley en el Senado. Dos mil obreros lleros, cuatro tanques Sherman del Regimiento
III
de Granaderos a caballo y varios jeeps con sol- valor. Es un texto teórico. Dice: la vanguardia ria. Calificar a estas actitudes de “subversivas” es
dados provistos de ametralladoras, estos últimos de la nacionalidad, la vanguardia combatiente e de un cinismo elemental. Es el que prohíbe la
al mando del Teniente Coronel Alejandro Cáce- indiscutida son las masas trabajadoras. No hay manifestación del pueblo quien ejerce la subver-
res Monié”. La fuerza así reunida era de unos nada que enorgullezca más a la clase obrera que sión. En este sentido, todos los gobiernos que
dos mil hombres. A las cuatro de la madrugada sentirse vanguardia de su propia lucha. Jamás, actuaron entre 1599 y 1973 fueron subversivos
llegaron refuerzos de Gendarmería y un tanque legítimamente, debe delegar esa vanguardia en pues subvirtieron el funcionamiento de la demo-
ocupó posición frente al portón. Los obreros, en ningún grupo que no haya surgido de ella, que cracia. Cuando el movimiento obrero (siempre
grupos, se treparon a los muros y a la puerta de no sea parte de su estructura organizativa y dentro de ese esquema que le impide desarrollar
entrada. Ricardo Barco, delegado comunista exprese su lucha. en democracia su identidad política) emprende
que observaba la escena la cuenta así: “Avanzan Sigamos con el documento: una huelga en defensa de sus intereses, el Estado
los tanques. Estábamos colgados de los porto- “3.- Desde el 17 de octubre de 1945 –en que ilegítimo (Frondizi, los militares gorilas) le
nes, porque un poco en la bronca y otro poco por primera vez las masas laboriosas irrumpen envía una fuerza represora descomunal. Repase-
de inconsciencia, lo que pensamos es que iban a en el campo político y deciden el destino autén- mos la composición de la fuerza represiva.
meter la arremetida pero que lo iban a parar [...] tico del país– hasta esta gran huelga de enero de Semejaba el deseo de tomar una colina inexpug-
Yo, desde el portón, cuando el portón pegó el 1959, sólo las masas trabajadoras se han mante- nable en medio de la más feroz de las guerras.
cimbronazo, pasé por arriba de los árboles y fui nido fieles y consecuentes a los principios y 1) 22 ómnibus cargados con agentes de policía;
a caer en un cantero allá como a cinco o seis objetivos de la argentinidad, en una forma clara, 2) “Carros de asalto de la Guardia de Infantería,
metros... y todavía allí cayeron otros [...] En definida y continua. camiones de bomberos, patrulleros, cuatro tan-
medio de eso, que el tanque entra, avanza, la 4.- Y al mismo tiempo, desde el 17 de octu- ques Sherman del Regimiento de Granaderos a
gente se da vuelta, se para en el mástil y empieza bre de 1945, sólo el Movimiento Peronista, por caballo y varios jeeps con soldados provistos de
a cantar el Himno Nacional... no hay palabras encima de la incapacidad y el temor de muchos ametralladoras, estos últimos al mando del
para decir lo que siente uno en ese momento”. de sus dirigentes, ha probado que es capaz de Teniente Coronel Alejandro Cáceres Monié”;
“La resistencia duró tres horas, aunque la jugarse entero (...) en defensa del destino del 3) Eran cerca de 2000 hombres. A las 4 de la
mayoría de los obreros saltaron los muros y se patrimonio y del Pueblo Argentino (...) Somos mañana llegan refuerzos de Infantería y plantan,
refugiaron en su barrio. Desde el cuarto piso, los primeros en propugnar la unidad de todos en posición de tiro, un tanque frente al portón
un grupo tiraba con todo lo que tenía al alcan- los sectores nacionales contra la Oligarquía de la fábrica. Esto expresa la brutalidad del régi-
ce. A las siete de la mañana, la policía retomó el venal y el imperialismo extranjero, pero afirma- men y también su temor.
control: 95 obreros fueron detenidos y nueve mos que el Movimiento Peronista, consustan- Pero los obreros habían ganado (ya) muchísi-
resultaron heridos. El plenario de las 62 Organi- ciado con los trabajadores, se ha ganado el dere- mo. Se sentían unidos. El compañerismo de
zaciones reunido esa noche declaró un paro por cho innegable a conducir la lucha de todo el clase se había afirmado. Las acciones se visuali-
tiempo indeterminado que apoyaron los otros Pueblo, hasta liquidar al Gobierno entreguista y zaban más poderosas si eran colectivas. A nadie
dos nucleamientos sindicales. restaurar la vigencia de la Soberanía y de la Dig- se le pasó por la cabeza organizar comandos de
“La indignación por lo ocurrido recorrió el nidad argentina” (Baschetti, Ibid., p. 150/151). guerrillas. Y, en caso de hacerlo, habrían sido
barrio. Durante varios días obreros y vecinos El punto (2) lleva por título “La heroica actua- elegidas en asamblea y habrían surgido de las
libraron duras batallas contra las fuerzas de ción de la barriada de Mataderos”. Dice: “El entrañas de la clase obrera. ¿Qué habría hecho
seguridad. Mataderos se convirtió en el barrio segundo hecho relevante que demuestra la efica- un grupo miliciano externo que hubiera decidi-
de las barricadas, se hacían con adoquines saca- cia de la fuerza popular ha sido el comporta- do arreglar la situación? Habrían apuntado sus
dos de las calles, vías del tranvía, cubiertas de miento de la barriada de Mataderos, significati- armas hacia la Corporación Argentina de Pro-
ómnibus de líneas incendiadas y clavos migueli- vamente silenciado por los cronistas de la Oli- ductores. Ahí todos eran tipos importantes de
tos aportados por la Juventud Peronista. Por la garquía y del Imperialismo. Durante cinco días la oligarquía. El gobierno estaba en sus manos
noche los activistas cortaron el alumbrado y la consecutivos un enorme sector de la ciudad, o, al menos, debía servir decididamente a sus
policía fue recibida a pedradas desde las azoteas. comprendido entre Avenida Olivera y la Aveni- intereses y eso estaba haciendo. Si el grupo
En tanto, el gobierno allanó varios sindicatos y da General Paz y abarcando los barrios de Mata- miliciano secuestra a dos personajones de la
detuvo a varios dirigentes, entre ellos al “Lobo” deros, Villa Lugano, Bajo Flores, Villa Luro y CAP y dice que anulan la medida de privatizar
Vandor, John William Cooke, Susana Valle y parte de Floresta, ha estado ocupado por el Pue- el Lisandro de la Torre o los matan, quizá (sólo
Felipe Vallese. Además, declaró ‘zona militar’ a blo, ofreciendo una tenaz, entusiasta y exitosa quizá) Frondizi y los militares gorilas habrían
las ciudades de La Plata, Berisso y Ensenada y resistencia a los organismos de represión” (Bas- negociado con más cautela. Había vidas en
ordenó su custodia con tropas militares. Entre chetti, Ibid., p. 154). Y el 17 de enero de ese juego. Supongamos lo extremo. El triunfo total
tanto, Sebastián Borro y otros dirigentes de gre- año de 1959 (justamente cuando Fidel Castro y del grupo miliciano. El gobierno quiere salvar
mios chicos, como Jorge Di Pasquale, organiza- los suyos entraban triunfalmente en La Habana la vida de los personajones con apellidos sono-
ban la huelga. Desde los Estados Unidos, Fron- acompañados por todo el pueblo que se les ros y tradicionales, bien oligárquicos, y se sus-
dizi declaró: “La conducción del país la tiene el había reunido a lo largo de la lucha, sobre todo pende la medida de la privatización del Lisan-
gobierno y no los gremios”. Luego de tres días el el pueblo campesino) será nada menos que John dro de la Torre. ¿En qué benefició esto a la
movimiento de fuerza se debilitó: los colective- William Cooke quien fije algunas de las conse- clase obrera? Los superhéroes de la guerrilla se
ros trabajaron el martes y los nucleamientos cuencias conceptuales más importantes de la presentan en el Frigorífico y les dicen les trae-
comunistas y ‘democráticos’ abandonaron la huelga del Lisandro de la Torre. Refiriéndose a mos la solución. Los obreros debieran decirles:
huelga. El miércoles 21, las 62 Organizaciones las acciones populares, dice: “Si los medios de “Váyanse a la mierda. La solución la queríamos
decidieron el cese de las medidas de fuerza” lucha que ha usado no son del agrado de los conseguir nosotros. No queremos salvadores,
(Ver: http://humanobsas.wordpress.com). personajes que detentan posiciones oficiales, les queremos fortalecer la capacidad de lucha de la
recordamos que los ciudadanos no tienen la clase obrera que, ella sí, es la vanguardia de la
HUELGA OBRERA Y GUERRILLA posibilidad de expresarse democráticamente y lucha revolucionaria”. De aquí que sea muy
Un movimiento como éste deja plasmados deben alternar entre persecuciones policiales y difícil que un grupo miliciano pueda sumarse a
documentos importantes, dado que busca expli- elecciones fraudulentas (o sea: entre el plan una huelga obrera. Los obreros no amenazan
car los fundamentos de su acción y denunciar CONINTES –CONmoción INTerna del ESta- con matar a nadie. Su arma es paralizar la pro-
aquello contra lo cual lucha. El Comando Nacio- do– que impulsa Frondizi y las elecciones ama- ducción. Y esa posibilidad, a raíz de su anclaje
nal Peronista emite un documento interno con ñadas con la proscripción del partido mayorita- en las masas, era genuinamente peronista. Sé
fecha 3 de enero de 1959. Sus líneas centrales rio, el fraude descarado, infame, que nadie, nin- que estos textos traerán discusiones y para eso
son las siguientes: gún partido debió aceptar, JPF). No es posible están escritos. Para que se discutan. Para tirar
“a) El Paro General: proscribir al pueblo de los asuntos nacionales y “miguelitos” o poner uno que otro caño los
1.- “El paro general realizado por todo el Pue- luego pretender que acepte pasivamente el atro- obreros no necesitan milicianos. El miliciano
blo argentino los días 18 y 19 de enero de 1959, pello de sus libertades, a sus intereses materiales actúa individualmente. Al margen de la organi-
ha sido la más formidable expresión de repudio y a la soberanía argentina. No sé si este movi- zación de la clase obrera. Con frecuencia no
a un gobierno que se conoce en nuestra historia. miento nacional de protesta es ‘subversivo’, eso es pertenecen a ella. Son tipos con cierta cultura,
2.- Desde el punto de vista de la lucha por la una cuestión de terminología, y en los países colo- atosigados de lecturas del Che, de Fanon y de
Liberación Nacional, el paro general ha confir- niales son las oligarquías las que manejan el dic- Giap. El obrero sabe que en su unidad con sus
mado la ubicación de las masas trabajadoras cionario. Pero sí puedo decir que el único culpa- compañeros está su camino de lucha. Si le man-
como vanguardia combatiente e indiscutida de la ble de lo que pasa es el gobierno, heredero en dan 2000 soldados, tanques y morteros, lo
Nacionalidad. Una vez más los trabajadores han esta materia de la oligarquía setembrina. Por derrotarán. Pero también al grupo miliciano.
demostrado que su fuerza, su unidad y su ello el pueblo está en su derecho de apelar a Veo que no he podido tratar el tema que
homogeneidad constituyen la única garantía real todos los recursos y a toda clase de lucha para había anunciado. No había medido la impor-
para la emancipación de la Patria” (Roberto impedir que siga adelante el siniestro plan tancia que le daría a la huelga del Lisandro de la
Baschetti, Documentos de la Resistencia Peronista, entreguista” (Baschetti, Ibid., pp. 160/161. Las Torre y a sus consecuencias teóricas. Tratare-
1955-1970, Ibid., p. 150. Cursivas mías.) bastardillas son de Cooke). mos, desde luego, el onganiato y el Cordobazo.
Cuando el delegado Ricardo Barco dice que no Pero más adelante. Tenemos que explicitar los
tiene palabras para expresar la emoción que le LO QUE COOKE PLANTEABA: planes de La Falda, Huerta Grande y CGT de
PRÓXIMO produce ver a sus compañeros cantar, unidos, el UN PUEBLO SOFOCADO ESTÁ los Argentinos. Y desarrollar las principales tesis
Himno Nacional ante los tanques del gobierno, CONDENADO A LA VIOLENCIA de los teóricos que influyeron en las guerrillas
DOMINGO lo que dice es que esos compañeros están con- Plantea Cooke algo sensato, sencillo: apartar a de América Latina y en las de nuestro país.
duciendo la lucha del pueblo, aun en la inmi- un pueblo de las decisiones del país lo arroja a
El ajedrez madrileño nente derrota. Lo que dice el documento del un estado de orfandad cívica y social que lo Colaboración especial:
de Perón Comando Nacional Peronista es de enorme conduce a la violencia o a la huelga revoluciona- Virginia Feinmann y Germán Ferrari

IV Domingo 10 de agosto de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


39 El ajedrez madrileño de Perón

Suplemento especial de

PáginaI12
LA HUELGA TRANSFORMA dirigente piquetero Raúl Castells le pidió al héroe “Los congresos de delegados que se sucedían
EL NÚMERO EN FUERZA de las recientes jornadas Don Luciano Miguens: periódicamente, en las sedes de la Unión Obrera
a huelga del Frigorífico Lisandro de la “Don Luciano, ¿no me daría unas vaquitas para Metalúrgica en ese período –al igual que en

L Torre queda en nuestra historia como


uno de sus momentos más genuinos.
En verdad, podríamos llamar a ese
episodio “La Comuna de Mataderos”.
Fue derrotado. Sí, la Comuna también. El
capitalismo ha derrotado todos los esfuerzos que
hizo la clase obrera para arrancarle mejoras o para
los pobres de mi provincia?” “Pero, cómo no”,
dijo el generoso terrateniente. Creo que ese
–como símbolo– es el momento de mayor bajeza
de lo que haya quedado hoy –si es que algo
quedó– de la clase obrera. Los pobres andan por
ahí, mendigando. Y los otros son presa de los
sindicatos. En la Comuna de Mataderos no
muchos otros sindicatos y agrupamientos (las 62,
los 19, etc.)– eran verdaderas asambleas políticas
donde se debatía la conveniencia o no de la ‘huelga
general revolucionaria’ y en los que los distintos
sectores (peronistas, comunistas, trotskistas, etc.)
estrechaban filas, cada uno en su sector claramente
definido, para mocionar a favor de una u otra alter-
obtener poder. Si así no fuera, el mundo actual habrían podido creer este diálogo. Un obrero no nativa, con debates tan lúcidos, pasionales y demo-
no sería ese canto macabro a la injusticia, al le pide nada a un patrón. Un obrero nunca pide cráticos, como, al menos yo, nunca volví a encon-
avasallamiento, a la planificación del hambre, al solo. Se reúne con sus compañeros y deciden qué trarlos en el movimiento sindical ni en los partidos
odio al inmigrante que hoy es. Si así no fuera, hacer. Un obrero forma parte de un sindicato y el políticos.
sería impensable que la Sociedad Rural fuera sindicato tiene que expresar las luchas obreras. “Hubo en esa época, marcada por algunas inédi-
saludada como una clase progresista en este país Viene de lejos la consigna: “Con los delegados a tas ocupaciones fabriles, como la de la textil Berna-
arrasado por el neoliberalismo en los ’90, lleno de la cabeza o con la cabeza de los delegados”. El lesa (con control obrero de la producción) y la de
excluidos, de hambrientos, de sindicatos sindicalismo de la Resistencia surgía de la misma CARMA-SIAM de Monte Chingolo –ver La hora
burocráticos y con marcadas tendencias mafiosas. desdicha que la clase a la que representaba: el de los hornos, parte II– que no sólo sirvieron de
La etapa 1956-1959 es la etapa gloriosa de la gobierno de la “Revolución Fusiladora” como valioso antecedente a Sebastián Borro y a los com-
Resistencia Peronista donde no sólo sucedían empezaron a llamarlo después de los pañeros del Frigorífico Municipal, sino que se ins-
cosas como la Comuna de Mataderos, sino fusilamientos de 1956. cribían además en un proyecto de ‘emancipación
también otras. Lo del Lisandro de la Torre fue de la Patria’, dentro del cual se había programado
incluido en estas páginas como herramienta LA RESISTENCIA: una sucesión de huelgas escalonadas por tiempo
conceptual: queríamos mostrar una huelga obrera UN TESTIMONIO indeterminado que culminarían –tema del cual J.
en la cual no había participado ninguna guerrilla. DE OCTAVIO GETINO W. Cooke no estaba ausente– en una huelga gene-
Ante todo, porque no había guerrillas. No había “Los casi tres años que duró el gobierno dictato- ral de ese mismo carácter. Primero, los metalúrgi-
teoría del foco. Lo que había era la certeza de que rial –escribe Germán Ferrari–, manchado de fusila- cos, luego los textiles y tras ellos la carne, en accio-
la herramienta de lucha de la clase obrera era su mientos, persecuciones y resquebrajamiento de la nes superpuestas, serían el factor desencadenante
masividad. Esa masividad era su múmero. Bien, economía, mostraron al sindicalismo peronista con de lo que se proyectaba como movimiento nacio-
la huelga es lo que transforma el número en fuerza. antiguos dirigentes encarcelados y exiliados, otros nal dirigido a subvertir efectivamente el poder de la
(Parafraseo aquí una gran frase de Cooke.) El alejados de la actividad pública y con participación dictadura militar y de sus cómplices en el campo
arma de los obreros es que son muchos. Al serlo, activa en la ‘resistencia’, y una nueva camada que político seudodemocrático.
su número es alto. Pero aunque el número sea comenzaba a hacer sus primeras experiencias en las “Así lo vivíamos en encuentros de cientos de
infinito, si no se organiza jamás se transformará luchas gremiales” (Germán Ferrari, Sindicalismo y delegados, por ejemplo de la seccional Avellaneda
en fuerza. En cuanto al tema de la violencia, la “Libertadora”, revista Nómada, N 6, p. 9). Quien de la UOM –yo integraba la comisión interna,
huelga es una clase de violencia. Impide la también hacía estas primeras experiencias era un rama empleados de SIAM Monte Chingolo–,
producción. Frena la dinámica del sistema muy joven Octavio Getino, el codirector de La cuando estábamos convencidos en apasionadas
capitalista. Pero los obreros de la Comuna de hora de los hornos. Su testimonio tiene un valor sesiones que transcurrían desde las 7 u 8 de la tarde
París empuñaron las armas. Yo (creo que esto lo documental, pero también es muy emotivo. Habla hasta pasadas las 5 de la mañana del día siguiente
he dicho) estoy contra la violencia. Pero tampoco del fervor de otras épocas. Cuando había obreros, (había que marcar tarjeta antes
puedo ser boludo. Si se vienen dos mil soldados fábricas, dirigentes honestos, un horizonte por el de las 6) de que dicho pro-
artillados hasta los dientes y con la orden (emitida que valía la pena pelear, traiciones que aún no yecto era absolutamente
por el gobierno) de aniquilar a los obreros, éstos habían sucedido, menos muertos, menos masacres, necesario y, por encima de
tienen la obligación de sobrevivir, de proteger a ni un genocidio. Había cosas que encolerizaban y todo, viable. Y no sólo para
sus familias, a sus mujeres, a sus hijos. ¿O a qué unían a los obreros: pocos días después de la llega- los trabajadores, sino para
mandó Frondizi 2000 soldados? ¿A preguntarles a da de Aramburu al poder, la Marina (¡ah, la Mari- la emancipación de todos
los obreros si necesitaban comida, ropa, a na en nuestro país!, sus aviones bombarderon Bue- los argentinos, o lo que
anunciarles que los patrones habían cedido a sus nos Aires el 16 de junio, su gran jerarca Massera, es igual ‘de la
reclamos? No, los enviaron para que los hicieran, con el apoyo de todos, hizo la ESMA, iniciaron la Patria’”. (Octavio
sin más, mierda. A esta agresión hay que metodología procesista con los sanguinarios hechos Getino, mail
responder. Pero una cosa son las armas en manos de Trelew y, antes, lo que a continuación narra- dirigido al
de la clase obrera agredida por el régimen. Una mos:) secuestró el cadáver de Eva Perón y lo hizo autor. El mail
cosa es que los obreros (que eligieron, ante todo, desaparecer. (Ya usaba esa técnica: hasta con cadá- no fue reto-
la metodología desarmada de la huelga masiva) veres embalsamados.) Se lo llevó de la CGT inter- cado por
respondan violentamente a la violencia represora venida por un tipo célebre entonces que se llamaba mí. No
del régimen y otra es que una orga mate a un Alberto Patrón, cómico apellido para alguien que hizo falta
policía o a un empresario. O que cien tipos se interviene una central obrera. Igual que Robustia- para
vayan al monte, lo declaren primer territorio libre no Patrón Costas, al que habían elegido presidente nada. Así
de la patria, y preparen acciones desde allí. Por el en la Cámara Argentino-Británica antes de que el lo escribió,
momento no hagamos valoraciones. Es muy GOU diera el golpe del ’43. Pero Alberto Patrón se de un tirón,
difícil hacerlas cuando uno también sabe que esos dio cuenta y se agregó Laplacette. ¿No tenía algo Getino.
cien tipos (equivocados) fueron asesinados al mejor? Porque “Laplacette” suena jodido también Como
margen de todo juicio, de toda ética, de todo para los obreros. “Laplacette”: “el palacete”. El vemos, circu-
comportamiento mínimamente humano, como “palacete” del “patrón” O sea, ahora la CGT, la buena prosa
bestias, torturados, animalizados por un poder intervenida, era “el palacete de Alberto Patrón”, o en los mails. Y
tan brutal y arbitrario como jamás hubo en este de Alberto Patrón Palacete. Como sea, la Marina se no todo es basu-
país y en muchos otros. Se trata de señalar cuál es lleva el cadáver de Evita. ¿Tanto miedo le tenía a ra, insultos, obras
la conducta genuinamente obrera, lo que nos una muerta? Sí, porque los obreros la amaban y maestras del racis-
permitirá también analizar qué esperaba el pueblo habría un lugar de encuentro y de lucha en cual- mo, agravios asque-
peronista del regreso de Perón por el que había sido quiera en que la hubiesen enterrado. Pero que antes como en esos foros
el primero en luchar. Porque la Comuna de hayan desaparecido a Eva siguió siendo un factor que se abren para que el anonimato cloacal dé rien-
Mataderos puede ser llamada así porque participó de unión, un motivo de lucha, de bronca, de con- da suelta a sus diversas patologías. Gracias, Octa-
en ella el pueblo. Las mujeres cocinaron quistas. Volvamos al testimonio de Getino. Viva- vio.)
alimentos, entregaron ropa, fueron una mos el clima de lucha genuina, de fervor, que Quiero detenerme brevemente en esto: “Apasio-
retaguardia inestimable. Y sabían en qué lucha transmite: “Recuerdo, por ejemplo, las asambleas y nadas sesiones (escribe Getino) que transcurrían
estaban sus hombres. Y muchas también se congresos de delegados que tuvieron lugar en los desde las 7 u 8 de la tarde hasta pasadas las 5 de la
mezclaron con ellos. ¿Qué gobierno pedían? ¿Qué gremios más combativos y politizados de esa época mañana del día siguiente (había que marcar tarjeta
otro podían pedir? El de Perón. Querían que –metalúrgicos, textiles y carne– donde junto con antes de las 6)”. ¿Cómo no iban a ser “apasiona-
volviera Perón. Con ese gobierno se habían tratar la defensa de la industria y el patrimonio das” esas sesiones? No dormían con tal de discutir,
sentido amparados. No creo (estoy seguro que nacional (la “nacionalidad”) crecía el debate sobre de planear, de organizar las acciones de resistencia
no) que pensaran instalar soviets en la Argentina. los caminos a desarrollar para “subvertir” la política o de planear una huelga. ¿No es hermoso estar
El peronismo les había dado una conciencia de la dictadura y de sus cómplices clasemedieros, desde las 7 u 8 de la tarde hasta más allá de las
antipatronal. Esto lo comprobaban una y otra libertadores y “democratistas” (radicales, socialistas, cinco de la mañana (porque a la seis tenían que
vez. Para ellos era muy simple: lo otro eran los demócrata cristianos, etc.) e imponer una salida fichar) discutiendo con compañeros de clase? Eso
patrones. Ellos eran los que se quedaban con la nacional y popular (la palabra “democracia” no fue también, legítimamente, el peronismo. Esa
gran tajada de la torta. Los que no les resultaba popular ni confiable ya que quienes la pasión de la resistencia. Esas luchas contra la patro-
aumentaban los salarios. Los que les quitaban invocaban aparecían como cómplices de la pros- nal. Esa furia por el robo del cadáver de Evita. Por
(junto con los gobiernos que los servían) sus cripción política, los fusilamientos, las represiones, las medidas antiobreras de Alberto Patrón Palacete.
derechos sindicales. Contra ellos era la huelga. el Conintes, es decir, la más explícita y salvaje anti- Por los compañeros en cana. Por la proscripción
Hace poco –en estos tristes días– el lumpen- democracia). del Partido. Por la de Perón. Por la imposibilidad
II
de decir “Evita” o “Perón” en voz alta. Lo decías y de las expresiones más duras de esta lucha. Empie- tiene? Surge del corazón de la clase obrera. Surge
te metían en cana. Todo ese ardor, esas ganas de za la era del ‘caño’, de los millares de artefactos del corazón de la lucha. Era, esa conducción, pero-
luchar, esa certeza de oro: nuestra lucha es para explosivos de fabricación rústica y peligroso mane- nista en su casi totalidad y estaba encabezada por
todos, para la emancipación de todos los argenti- jo, que inquietaron el sueño de los militares y los el hoy mítico dirigente Sebastián Borro, que se
nos, para la emancipación de la Patria. Hoy decís empresarios. Domingo Blajaquis era uno de los había forjado en los años de la Resistencia. Se
“patria” y sacás patente de boludo o peor: de hombres que vivieron para eso, y como él hubo sumaron a Borro delegados comunistas. Y Héctor
facho, de nacionalista, de populista. Hoy es la oli- muchos, convencidos de que a la violencia del Saavedra, un cuadro valiosísimo que acababa de
garquía la que dice “Patria” y todos aplauden. opresor había que oponer la violencia de los opri- regresar al país luego de su exilio por participar en
Obreros hay pocos, los tienen cautivos los sindica- midos: al terror de arriba, el terror de abajo. Era los comandos peronistas. Lo que no hubo, en la
tos. Y a los otros –los marginados, los excluidos, una lucha condenada por falta de organización y Resistencia, fue una conducción centralizada en
los de las villas, los arrojados al camino sin retorno de conducción revolucionaria, pero alteró el curso Perón ni en eso que los Montoneros, posiblemente
de la delincuencia o de la droga– mejor no les de las cosas, derrotó las ilusiones del ala más dura de acuerdo con Walsh, llamaban una “conducción
digas “Patria” porque te escupen, y con razón. de la revolución libertadora y facilitó el triunfo de revolucionaria”: un grupo que asume, en exteriori-
Pero hay que seguir. Y una forma de hacerlo es su ala conciliadora y frondicista” (Rodolfo Walsh, dad, la dirección de la lucha porque tiene el dia-
recordar a estos obreros de otros tiempos. Porque ¿Quién mató a Rosendo?, Ediciones de la Flor, Bue- grama de la estrategia de esa lucha. Cuando Perón
no todo está terminado. Y acaso unos nuevos tiem- nos Aires, p. 138). El texto de Walsh es muy rico: vuelve al país, la consigna que larga, entre muchas
pos puedan reclamar nuevos protagonistas y vuel- admitir que la condena de la Resistencia fue su otras, Montoneros es: “Conducción/ Conducción/
van a aparecer las sombras de ayer en los luchado- falta de conducción es reclamar una “conducción” Montoneros y Perón”. Aparte de la arrogancia y
res de hoy. Difícil, pero quién sabe. Ni siquiera para las luchas obreras. La Resistencia no habría del franco enfrentamiento con todos los otros sec-
esta historia –que parece inmodificable en su cami- tenido ni organización ni conducción. No es exac- tores del Movimiento que la consigna implicaba,
no al apocalipsis– está decidida para siempre. tamente así. En sus luchas zonales la Resistencia queda claro que un grupo como Montoneros se
tuvo conducciones. Sin duda, creía legitimado para ejercer una conducción sobre
EL TIEMPO no tuvo una Conducción las masas peronistas con el mismo derecho que
Y LA SANGRE Nacional. Pero en la Perón. “Nosotros pusimos los muertos, nosotros
Sobre la “resistencia”, en ¿Quién mató a huelga que hemos anali- queremos compartir la conducción.” No importa
Rosendo?, escribirá Rodolfo Walsh: “Nace entonces zado, la del Lisandro de hasta qué punto es verdadera la afirmación “noso-
una etapa oscura y heroica, que aún no tiene su la Torre, el 7 de tros pusimos los muertos”, lo que revela la frase de
cronista: la Resistencia. Su punto de partida es la diciembre de 1958 los los Montoneros es que le negociaban a Perón un
fábrica, su ámbito el país entero, sus armas la huel- obreros eligieron una trueque de sangre por poder. Quienes más sangre
ga y el sabotaje. Las 150.000 jornadas perdidas en comisión directiva sin- pusimos más poder nos merecemos. Para desilu-
la Capital en 1955, suben al año siguiente a dical nueva. ¿Qué sión de este esquema, Perón, no bien regresa, esta-
5.200.000. La huelga metalúrgica del ’56 es una mérito insoslayable blece uno de sus apotegmas más inspirados: La pri-

III
macía del tiempo sobre la sangre. “La lucha (dirá razón no es exterior al pueblo”. (El texto no es de era un Perón marxista. Esto era restar del Movi-
en agosto de 1973, ante los gobernadores de pro- Rosa L. Me tomé el atrevimiento de “hacerla miento a todos quienes no lo eran. No, Cooke.
vincias) ha finalizado por lo menos en su aspecto hablar” pero juro que no la he traicionado.) En Me quedo en Madrid.
fundamental. Esa lucha enconada, difícil, violen- suma, la enorme soberbia de la vanguardia es Madrid es la lejanía. Y la lejanía alimenta el
ta en algunas circunstancias, ya ha terminado; y que cree que posee algo que la clase obrera no, mito. El mito crecía día a día y era la prohibi-
comienza una lucha más bien mancomunada, de algo de lo que la clase obrera, completamente, ción la que lo hacía crecer. Políticos y sindicalis-
todas las fuerzas políticas en defensa de los intere- carece: el conocimiento científico de las leyes de la tas habían negociado ya un “peronismo sin
ses y objetivos nacionales” (2/8/73). Esto hace historia. Esto es una enorme falacia. Una menti- Perón” (en el fondo, el propósito montonero era
una conducción, que se la acate o no es otra cosa. ra interesada. Hoy, lo es más. Hoy, el marxismo el mismo: al heredar a Perón, hacer un peronis-
Pero supongamos que Perón les dice: “Estoy de no puede presentarse como un conocimiento cien- mo sin Perón, que sería revolucionario), pero las
acuerdo: ustedes pusieron la sangre. Pero esa tífico de las leyes de la historia. Pero en la época masas detestaban ese intento. Aparecían en
etapa terminó. Y con ella terminaron ustedes. Lo del castrismo, del guevarismo y de los Montone- seguida carteles que decían: “Nada sin Perón”.
digo en este sentido: no pueden ocupar la van- ros, sí. Pero aun entonces era una falacia. La El vandorismo fue el intento más poderoso den-
guardia de la nueva etapa. ¿Y si se me han acos- vanguardia posee una teoría exterior a las masas tro del campo sindical. Y el paladinismo (Jorge
tumbrado demasiado a la sangre? Tengo que y esa teoría no puede ser aplicada del mismo Daniel Paladino) lo buscó en el político. Paladi-
dejarlos reposar. Ahora viene la etapa de la pri- modo en todas partes. Cada proceso revolucio- no era el representante de Perón ante Lanusse,
macía del tiempo. La sangre ha sido para conquis- nario debe forjar sus propias armas teóricas. Y no aunque pronto empezó a decirse que era el de
tar el gobierno. El tiempo lo necesitamos para será la vanguardia, que trabaja en exterioridad, la Lanusse ante Perón. Esto le costó el puesto.
gobernar. Ustedes, que fueron la vanguardia de más autorizada para “crear” la teoría revolucio- Como ejemplo de la política sumatoria de Perón
aquella etapa, no pueden ser la vanguardia de naria. Deberá hundir sus raíces en las bases si veamos una carta al Movimiento Sacerdotes del
ésta”. Que nadie lo dude: Perón les dijo esto a los desea hacerlo. Y serán las bases las que elijan su Tercer Mundo, Movimiento que acabaría
Montoneros. Ellos insistieron en su esquema: conducción. Las masas no merecen que se les sumándose a la Tendencia. Escribía Perón: “O la
riesgo = poder. Riesgo = Conducción. Perón bus- niegue la real posibilidad de un nivel de instruc- Iglesia vuelve a Cristo o estará en grave peligro
caba otros tiempos. Otros tiempos reclamaban ción. (Esto le conviene a la vanguardia.) Y la en el futuro (...) De estos simples hechos fluye la
otros hombres. (Admitamos que la mayoría que vanguardia niega también la democraticidad de admiración y el cariño que siento por los Sacer-
puso Perón fueron abiertamente repulsivos. ¡La la organización de las bases y la legítima repre- dotes del Tercer Mundo a los que deseo llegar
derecha para que barriera a la izquierda!) sentatividad de los dirigentes. Esto, por ahora. con mi palabra de aliento y encomio porque
Pero el peronismo –a partir de su caída en ellos representan la Iglesia con que siempre he
TEORÍA DE LA 1955– no requirió vanguardia alguna. Todos se soñado” (Baschetti, 1955-1970, Volumen I,
VANGUARDIA subordinaron a la conducción del líder del movi- Ibid., 613). Los religiosos se ponían muy con-
Pero el esquema de la Conducción que mane- miento, Juan Perón. Perón tenía un esquema tentos: compartían la lucha del pueblo. Una vez
jan los Montoneros es el del grupo de iluminis- militar de conducción (que ya hemos estudiado) llevaron a varios en cana. Sueltos, uno de ellos
tas que conoce la teoría de la revolución y sus y consideraba que la cabeza del movimiento era nos dijo: “Cuando íbamos en los celulares cantá-
caminos y debe, por consiguiente, “bajarla” a los el conductor y luego los conductores auxiliares. bamos cánticos religiosos”. Los muchachos de la
trabajadores. Desde este punto de vista, la clase Sabía atemperar esta centralización diciendo que JP les decían: “¿Y por qué no cantaron la marcha
obrera jamás podría tener una conducción obre- todo conducido (“hasta el último hombre que es peronista?” Eran chicanas. Buscaban decir:
ra. Los obreros no son ilustrados, no conocen las conducido”) tiene un papel en la conducción. Y “Cómo les cuesta ser peronistas a ustedes, ¿eh?”
teorías de la revolución y no pueden trazar las que todos llevan en su mochila el bastón de Reflexionemos algo más sobre la política suma-
grandes líneas estratégicas. La teoría de la van- Mariscal. Pero, sobre todo una vez instalado en toria. Cierta vez –durante su primer regreso– le
guardia que introduce desde afuera la teoría revo- Madrid, su ajedrez demuestra una precisión exce- preguntan (era un reportaje televisivo) a Perón:
lucionaria en las masas es de cuño leninista. Está lente. Para Perón se trata de mantener unido al “¿Qué opinión le merece John William Cooke?”
en el ¿Qué hacer? Si bien es cierto que Lenin la Movimiento. De sumar a él a todos los que quie- Perón, muy seguro, responde: “Era un eminente
diseñó para las particulares encrucijadas con que ran sumarse. De tener un ala dialoguista. Un ala argentino”. Y luego, con esa sonrisita canchera,
se encontró la revolución soviética, no es menos conciliadora en lo político. Un ala dura en lo sin- socarrona, esa sonrisa que decía “soy el más piola
cierto que raramente se abjuró de ella. Tiene un dical. Y un ala blanda. Y cuando aparezca la gue- de todos” y más lo decía si, al decirlo, guiñaba
gran atractivo: la clase obrera es reformista per se. rrilla (“los muchachos”) les dará el nombre de un ojo, añade: “Cierto, algunos dicen que era
Es parte del sistema de producción capitalista. “formaciones especiales”, tolerará que se conduz- demasiado izquierdista. Pero también había
Siempre, por fin, termina por generar una con- can por su cuenta, acaso porque no había otra otros que eran demasiado derechistas, como
ciencia trade-unionista. Una conciencia sindical. posibilidad. El caso es que todos los caminos (Jerónimo) Remorino”. Esto lo basaba en frases
Hasta –por qué no– podríamos decir una con- conducen a Puerta de Hierro y Perón pasa a ser que había dicho en 1951, en la Escuela Superior
ciencia peronista. El peronismo es un movimien- el general de las cartas y de las cintas grabadas. Peronista: “En cuanto a ideología, en el Movi-
to que desde su base sindical forma parte del sis- Este sistema valida a todos. No hay grupo que no miento Peronista tiene que haber de todo”. Por
tema capitalista, con el que negociará permanen- tenga una carta o una cinta grabada en la que decirlo claro: Perón confiaba tanto en su poder de
temente los intereses de los trabajadores. Lenin Perón lo confirma como parte del Movimiento. conductor de masas y de hombres que creía llevar
busca otra cosa. Se propone eliminar el sistema “Si llego con los mejores, llego con muy pocos.” hacia un mismo fin a la derecha y a la izquierda.
capitalista. Pero la conducción no la pueden Grande y verdadera frase de Perón. Pero se le Todos se someterían a sus dictámenes porque
tener los obreros. El destino de la clase obrera en podría haber dicho: “General, si llega con todos ellos expresaban su conducción. La palabra de
cuanto logra mejoras es integrarse al sistema llega con el caos”. Perón era el “plato” de Perón. O se estaba con los
capitalista. No tiene una ideología de cambio, una pies dentro del plato o afuera. Si se estaba afuera
ideología revolucionaria. ¿De dónde habría de CONDUCCIÓN: no se era peronista. Este sistema de conducción
venirle? Pues del Partido Revolucionario de Van- ENTRE EL AFUERA le dio grandes réditos durante su primera expe-
guardia, el cual estaría formado por un grupo de Y EL ADENTRO riencia de Gobierno. (Nota: Aquí no había teni-
elite que conocerá las leyes de la historia, la ideo- Perón, en Madrid, comienza a sufrir un equí- do un grupo armado como Montoneros que le
logía revolucionaria del proletariado, y la hará voco feroz. Algo que no advierte. Desde afuera, disputara la conducción. El mayor rival de Perón
penetrar en las masas. Pero la conducción queda en exterioridad, se puede manejar el Todo. durante su primer gobierno, el cuadro político
en manos de la elite ilustrada. En esta etapa del Desde adentro, en interioridad y como parte de que más trabajo le dio conducir, si es que lo
pensamiento marxista leninista (fortalecido por el la misma historicidad que todos, no. Perón, en logró, fue Evita.) Pero ahora había alimentado
castrismo) se afirmaron los Montoneros. Ellos serí- Madrid, vive en otra historicidad. Es lo que le demasiadas fuerzas antagónicas y todos sabían
an el Partido de Vanguardia que pedía Lenin. decía Cooke: “Usted es el prisionero de Puerta de que estaba viejo y pronto moriría. No era el
Son conocidas las críticas de Trotsky y de Rosa Hierro”. Perón creía otra cosa: creía ser el gran Perón de 1945-1955. Nadie se le atrevía enton-
Luxemburgo a estos trágicos planteos de Lenin ajedrecista de Puerta de Hierro. El conductor ces. Y eso que el gran ajedrecista formaba parte
que llevarán vertiginosamente al culto a la perso- estratégico. El que dirige el montón. Y el que del juego. Hasta 1973, desde la distancia madri-
nalidad, a Stalin. Trotsky dijo lo evidente: el dirige el montón no puede formar parte de la leña, ocurrió esto. Hasta que regrese nos somete-
aparato del Partido sustituye al Partido. Surge batalla. Napoleón no formaba parte de la batalla. mos. Cuando vuelva, se verá.
un Comité Central conducido por una burocra- La conducía en lejanía para poder ver el todo. Si Entre tanto, en 1966 asume la presidencia del
cia altiva, soberbia y corrupta. Esta burocracia se hubiera metido en la batalla habría visto sólo el país el general Juan Carlos Onganía. Perón no
consagra a un dictador que sustituye la conduc- lugar en que estaba metido. Si yo me meto en la derrama ni media lágrima por la caída de Illia.
ción del Comité Central por la propia. Y se conducción táctica (reflexionaba Perón) voy a ¿Por qué habría de hacerlo? ¿Por un nuevo fraca-
acabó: lo que viene después de esto es la lamen- terminar dirigiendo a un conjunto, no al Todo. so de la democracia argentina? ¿Illia era la demo-
table historia de la Revolución Rusa, Stalin. Cooke le pedía que se impregnara de los olores cracia argentina? Para Perón era otro más que
Rosa Luxemburgo hace un planteo entrañable, revolucionarios de América Latina. Pero Perón mantenía las prohibiciones vejatorias sobre su
conmnovedor y posiblemente el más atinado: sabía que él, en Cuba, habría estado a la sombra persona. Ahora venían los militares a mostrar la
“Señores, el espontaneísmo de las masas no es de Castro. Se habría transformado en un castris- jeta directamente. Basta de farsas electorales.
irracionalismo. Es la acción directa de las masas. ta. En un marxista. Y en un completo inasimila- Basta de poner en el gobierno a partidos sin fuer-
PRÓXIMO Si ustedes creen que esa acción está privada de ble para los militares de Argentina y para los za que eran presa fácil de los sindicatos, de Perón,
conciencia revolucionaria es porque son unos Estados Unidos. Sobre todo, creo, Perón rechaza de las huelgas, y de los milicos desconformes.
DOMINGO
miserables pequeñoburgueses, con pretensiones la invitación de Cooke a La Habana por orgullo. Ahora, ellos, los mismísimos milicos daban la
intelectuales y ambición de conductores. No les Y no le faltaba razón: él mandaba sobre las masas cara. Y tenían labio leporino.
El Cordobazo, diré que el pueblo tiene razón porque de inme- de un enorme país como la Argentina. ¿Para que
pueblada diato me acusarían de populista. Pero les diré, iba a ir a ponerse a la sombra del prestigio revolu- Colaboración especial:
y organización con toda la firmeza de la que sea capaz, que la cionario de Castro? Además, un Perón en Cuba Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 17 de agosto de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


40 El Cordobazo,
pueblada y organización

Suplemento especial de

PáginaI12
EL PROGRAMA DE LA FALDA que hoy enoja a algunos. Pero los más tradiciona-
n un documento trascendente les lo asumieron sin más en esos tiempos. El

E publicado en mayo de 1973, luego


del triunfo eleccionario de Cámpora,
la JP Regionales emite un
documento de importancia. Se llama
Compromiso con el Pueblo. Por ahora, lo que de él
nos interesa es que reconoce como antecedentes
de la lucha obrera en el plano sindical a tres
volante decía: “Si gorilismo significa...” Y aquí
venía toda la larga enumeración de los horrores
peronistas según la oligarquía... entonces “llene el
Congreso de gorilas”. En cuanto a Udelpa, su slo-
gan no era muy sutil: “¡Vote Udelpa... y no vuel-
ve!” Toda la ideología programática de un partido
político sostenida en impedir que un político
documentos que se elaboraron anteriormente. regrese al país. ¡Eso sí que es darle importancia a
Ellos son: el de La Falda (1957), el de Huerta alguien! Un tipo que no entendiera nada de este
Grande (1962) y el de la CGT de los Argentinos país (como tantos y como tantos de nosotros en
(1968). Será necesario pegarles una mirada que tantos aspectos) diría: “Pero... ¿a quién le tienen
nos dirá las posiciones del Movimiento Obrero tanto miedo? ¿Quién es ese monstruo que todos
en cada uno de esos momentos y por qué la tiemblan si vuelve? ¿Cuál es su poder?”
Tendencia (en 1973) los recupera como El Programa de Huerta Grande (en su sección
antecedente válido y combativo de sus proyectos. de Antecedentes Históricos) relata que el 18 de
El Plenario Nacional de Delegaciones Regiona- marzo de 1962 las urnas de la provincia de Bue-
les de la CGT y de las 62 Organizaciones emite nos Aires revientan de votos peronistas. Pese a la
en La Falda, en 1957, un programa de gobierno actitud de “colaboracionistas” como Augusto
que se diferencia plenamente del que aplica el Timoteo Vandor, a quien ya se tiene bien ficha-
gobierno dictatorial de la Libertadora. El Progra- do: el líder del sindicalismo blando, dialoguista,
ma se inicia con un repaso de las luchas sindicales conciliador, el sindicalismo sin Perón, el peronis-
en lo que se llama la Resistencia Peronista y pasa mo sin Perón. Al reventar las urnas de votos pero-
luego a enumerar las medidas que un gobierno nistas los milicos lo echan a Frondizi. Se hace
verdaderamente peronista debiera adoptar. La pri- entonces el Plenario de las 62 Organizaciones en
mera sección habla del Comercio Exterior. Punto Huerta Grande. Presentan su documento en una
1: “Control estatal del comercio exterior sobre las coyuntura que consideran favorable para la lucha
bases de un monopolio estatal”. Punto 3: “Con- de los pueblos: “Los procesos de Cuba y Egipto
trol de los productores en las operaciones comer- están muy presentes”. Y dicen (atención): “En un
ciales con un sentido de defensa de la renta nacio- Plenario de las ‘62 Organizaciones’ realizado en
nal”. Punto 6: “Planificación de la comercializa- Huerta Grande (provincia de Córdoba), se aprue-
ción teniendo presente nuestro desarrollo inter- ban como objetivos programáticos a imponer al
no”. Es claro: sólo un control estatal del comercio gobierno los puntos que constituirán una profun-
exterior puede planificar la comercialización dización de los contenidos antioligárquicos del
teniendo en cuenta el desarrollo interno. De lo Peronismo, de acuerdo con el ‘giro a la izquierda’
contrario, la comercialización que por sí mismos alentado por el General Perón desde Madrid”.
hacen los productores beneficia primordialmente Como vemos, lo del “giro a la izquierda” ya lo
sus propios intereses y los de sus socios monopo- manejaba Perón en 1962 y desde antes también.
listas internacionales. Plantear el desarme de este Señalo esto porque uno se ha encontrado a lo
esquema (que fue el que hizo a la Argentina desde largo de estos años con tantos otarios que le han
1880) significa la posesión de un Estado popular dicho que la izquierda peronista se tragó el cuen-
intervencionista, un “control estatal del comercio to del “aggiornamento” de Perón. Hasta recuerdo
exterior”. que en 1984 el periodista Pablo Giussani, en La
La segunda sección habla de la situación interna. Razón, sacó una nota que se llamaba “El Malen-
Punto 1: “Política de alto consumo interno; altos tendido” y buscaba demostrar que la JP había
salarios. Luego: desarrollo de la industria liviana, “malentendido” a Perón. Que se había comido el
desarrollo de la industria pesada”. Punto 4: cuento de que había girado a la izquierda y no
“Nacionalización de las fuentes naturales de ener- advertía que era un fascista. (Como, durante esos
gía”. (Se recurre aquí al artículo 40 de la Constitu- años, todo el furioso antiperonismo que desató el fijando líneas de prioridades y estableciendo topes
ción del ‘49.) Nacionalización de los frigoríficos alfonsinismo y sus aliados en la política y la uni- mínimos y máximos de producción (Roberto Bas-
extranjeros “a fin de posibilitar la eficacia del con- versidad lo decía abierta y sonoramente.) Vean, chetti, Ob. cit. Volumen 1, p. 228).
trol del comercio exterior, sustrayendo de manos en todo caso el cuento del “giro a la izquierda” ya Sólo tantos años de derrotas, tantos muertos y
de los monopolios extranjeros dichos resortes bási- se lo comían los obreros reunidos en Huerta todo el cinismo y la desesperanza que se acumuló
cos de nuestra economía”. Punto 8: Programa Grande que posiblemente merezcan más respeto y durante la década del ’90 nos llevan a ver con cier-
agrario sintetizado en: “Expropiación del latifundio hayan sabido más de política que todos los piolas ta piedad este Programa de los obreros de Huerta
y extensión del cooperativismo agrario, en procura que hablan de los boludos que se tragaron los Grande. Sólo este mundo de hoy en que los obre-
de que la tierra sea de quien la trabaja”. Propuestas cuentos de Perón. Estos obreros de la combativi- ros son excluidos, hambrientos, “inmigrantes
para la Soberanía Política. Punto 2: “Fortaleci- dad de la Resistencia necesitaban, reclamaban, “el indeseables” y no obreros, en que tienen que
miento del Estado nacional popular, tendiente a giro a la izquierda” del peronismo. Y si Perón lar- arriesgar sus vidas para llegar a los países ricos a
lograr la destrucción de los sectores oligárquicos gaba la consigna se la tomaban. Le creemos, gene- mendigar algo, en que tienen que saltar muros,
antinacionales y sus aliados extranjeros, y teniendo ral. Cómo no. Porque Perón no podía decir otra cruzar aguas peligrosas, mortales, en que al llegar a
presente que la clase trabajadora es la única fuerza cosa en ese momento. Cuando después le cambió los países en que esperan salvarse son agredidos
argentina que representa en sus intereses los anhe- el panorama (en 1973) y tuvo que “girar a la por leyes que los expulsan, por grupos vandálicos
los del país mismo”. derecha”... ¡giró a la derecha! ¿Qué le vamos a que los persiguen y los matan. Sólo en estos días
hacer? Carecía de la pureza intachable y de la fir- en que esa “oligarquía terrateniente” a la que pen-
EL PROGRAMA meza de principios esencial de todos los otros saban “expropiar sin ningún tipo de compensa-
DE HUERTA GRANDE políticos argentinos, hecho fácilmente comproba- ción” se da el lujo de manejar el país, el periodis-
El Programa de Huerta Grande es de 1962. Se ble con sólo repasar un poco nuestra historia. mo, de arrear a pequeños productores que debie-
redacta durante los días del derrocamiento de El Programa de Huerta Grande proponía las ran diferenciar sus intereses (y que no debieran
Frondizi. Sus antecedentes históricos toman la siguientes medidas: depender de una evidente torpeza de un gobierno
huelga del frigorífico Lisandro de la Torre como el 1. Nacionalizar todos los bancos y establecer un para unirse al traste de los poderosos, de los que se
hito de la lucha obrera a la que habrá siempre que sistema bancario estatal y centralizado. los van a comer no bien tengan ganas, ¿o no saben
remitirse y recuerdan que, luego de esa huelga, 2. Implantar el control sobre el comercio exte- pensar por sí mismos?), podemos sentir y creer
Frondizi larga el Plan Conintes, que los peronistas rior. que esas reivindicaciones obreras son absurdas. Es
no olvidan jamás y los desarrollistas llevan en su 3. Nacionalizar los sectores clave de la economía: bueno leer ese documento para ver la profundidad
mala conciencia. Frondizi concede esas elecciones siderurgia, electricidad, petróleo, frigoríficos. de la derrota. Para saber por qué se mató a tanta
que llevan al triunfo del peronismo en la provincia 4. Prohibir toda exportación directa o indirecta gente. Esos obreros eran peronistas. El mismo Perón
de Buenos Aires. La conducción peronista –no de capitales. los hubiera mandado al diablo si le hubieran ido
bien se sabe legalizada para competir en eleccio- 5. Desconocer los compromisos financieros del con ese programa en 1973.
nes– saca un slogan que era totalmente verdadero: país, firmados a espaldas del pueblo.
“Ya hemos triunfado”. Lo pasaban por televisión y 6. Prohibir toda importación competitiva con EL PROGRAMA DE LA CGT
la imagen principal era la de unos gauchos y unos nuestra producción. DE LOS ARGENTINOS
indios que galopaban tumultuosamente por la 7. Expropiar a la oligarquía terrateniente sin nin- El 1º de mayo de 1968, la CGT de los Argenti-
pampa. Los gorilas se extasiaban (creían que los gún tipo de compensación. nos, el núcleo duro y combativo de los trabajadores
negros peronistas iban a perder): “¿No ven?”, decí- 8. Implantar el control obrero sobre la produc- que se opone a la CGT de Azopardo manejada por
an. “Ellos mismos admiten que son salvajes.” El ción. el Lobo Vandor emite su Programa. En uno de sus
comercial peronista era asumir esa representación 9. Abolir el secreto comercial y fiscalizar riguro- pasajes resume los puntos que la clase obrera ha
de la barbarie. Eran, sí, los bárbaros: lo que los samente las sociedades comerciales. establecido en programas anteriores y que ellos
cultos, los patrones, no pueden asimilar. Los gori- 10. Planificar el esfuerzo productivo en función piensan retomar. Son los siguientes:
las asumen, para las elecciones de 1963, este mote de los intereses de la Nación y el Pueblo Argentino, -La propiedad sólo debe existir en función social.
II
expresiones más puras de los sectores pobres de la usted se tomó en serio lo de la careta democrática y
Argentina. nos lo quiere traer a Perón, o nos quiere meter a su
No debieran ser tirados al canasto de los trastos pandilla en la próxima contienda electoral.
viejos o de los sueños imposibles o, peor, absur-
dos, estos programas de La Falda, Huerta Grande LOS POBRES: “CAYÓ PERÓN,
y CGT de los Argentinos. Es posible que hayan ESTAMOS JODIDOS”
sido sólo sueños. Lo fueron. Fueron los sueños Lo repugnante de esta historia es que no sólo
que daban sentido a las luchas de los obreros en fueron los milicos los que quisieron echar a Illia.
esas encrucijadas de la historia argentina. Sabemos Fue casi todo el país. Que Perón no haya movido
que célebremente se ha planteado que para ser un dedo para defenderlo se comprende, creo. Illia
realista hay que pedir lo que no es posible. Sin había proscripto como todos al peronismo y le
embargo, quiero poner un ejemplo: en la contra- había inferido al líder una herida política tan pro-
tapa del libro de Baschetti sobre la Resistencia funda que muchos lo dieron por terminado luego
peronista hay una foto. Se trata de una pintada de ese episodio, sobre todo en Estados Unidos. Y
popular, militante, sobre un portón metálico de los sindicalistas del peronismo sin Perón, los van-
una fábrica cerrada. Es una pintada de los lucha- doristas. Además, los peronistas no creían en
dores de la Resistencia, y más aún: de los resisten- nadie. Habían sido traicionados varias veces y los
tes barriales, zonales, de esos que llevaron a casi radicales (aliados genuinos de la Libertadora, salvo
pueblos enteros a resistir la agresión gorila contra el “traidor”, el “maquivélico” Frondizi) no tenían
los sectores populares. La pintada dice: “Los yankis por qué serles confiables. Pero, ¿y el resto del país?
los rusos y las potencias reconocen a la Libertadora. Nadie defendió a Illia, de cuyo gobierno, por
Villa Manuelita no” (la pintada no tiene signos de ejemplo, Guillermo O’Donnell califica como el
puntuación. Así la reproducimos. Sólo “Villa más democrático de la historia argentina. Califica-
Manuelita” está escrito al pie, como si fuera una ción siempre cierta y siempre manca. Porque es
firma, un compromiso. Que, por supuesto, lo es). cierto que Illia respetó las libertades públicas y
Se podría decir qué le importa a la Libertadora hasta diría más: es muy posible que haya sido una
que Villa Manuelita no la reconozca si la recono- de las mejores y muy pocas buenas personas que
cen los yanquis, los rusos y las potencias. Sin gobernó este país. Pero sobre los cimientos de una
duda, es posible decir eso. Se puede decir de enorme base de su población sin cobertura políti-
todo: que los de Villa Manuelita son patéticos, ca. Sé de radicales que se emocionan con Illia y
que no tienen noción de las relaciones de poder, dicen con sinceridad que Illia se habría legalizado
que nada significa que ellos reconozcan o no en poco tiempo más, y que su democracia habría
algo. He aquí el punto exacto: “Señores, que sido completa. Ese día ya no sería presidente de la
ustedes reconozcan o no algo no cambia nada”. República. Tendría el honor, que no es poco, de
Falso: cambia a la gente de Villa Manuelita. Una haber luchado como nadie por la transparencia de
cosa sería Villa Manuelita si reconociera a la su democracia. Pero aparecieron las tortugas en la
Libertadora. Otra si, como ocurre, no la recono- Plaza de Mayo. Supongo que en la Argentina hay
ce. De algo podemos estar seguros: aunque el tanta maldad como en cualquier país, pero nunca
mismísimo Dios se pronunciara desde los Cielos menos. “Manos anónimas” arrojaron tortugas en
y dijera: “Yo reconozco a la Libertadora”, no la Plaza de Mayo para decir que el presidente era
ocurriría eso en Villa Manuelita. La Libertadora, un lento, un provinciano, en fin, un tarado. Y algo
en Villa Manuelita, no será reconocida jamás. Y más. Por decirlo claro: que le faltaban pelotas.
esto, ante todo, sirve para todos los que viven en ¿Saben ustedes dónde estaban las pelotas que eran
Villa Manuelita. Si sirve para algo más, no pode- necesarias para gobernar el país y poner en vereda
mos saberlo. Acaso no importe. O no sea lo más al peronismo en 1966? En los cuarteles. Este país
importante. De ese material están hechos algu- culto, que hacía gala de su vanguardia en el Di
nos de los más grandes mitos de la historia. Era Tella, que tenía pilas de revistas literarias y edito-
absurdo que Ernesto Guevara se fuera a Bolivia a riales nacionales que editaban a escritores argenti-
desafiar a los Estados Unidos y a la estrategia de nos y a muchos extranjeros, este país que editaba
-Los trabajadores, auténticos creadores del patri- la URSS para América latina con un par de esco- libros que los españoles no podían leer, pero, a la
monio nacional, tenemos derecho a intervenir no petas y otros pocos más como él. Hoy es el sím- vez, este país de mierda, de milicos cuadrados, de
sólo en la producción sino en la administración de bolo universal de la rebeldía. empresarios cavernícolas, de oligarcas brutos, te
las empresas y la distribución de los bienes. El golpe del 28 de junio de 1966 intentó un sin- obligaba a viajar a Montevideo para comprar La
-Los compromisos financieros firmados a espal- ceramiento. Los únicos que podemos hacer esto ideología alemana de Marx y Engels, pero el país
das del pueblo no pueden ser reconocidos. somos nosotros, se dijeron los militares. Basta de del Lorraine, de El Escarabajo de Oro, el país de los
-Los monopolios que arruinan nuestra industria cederle el gobierno al radicalismo, en sus distintas ‘60, estaba vivo, aunque más vivo y poderoso era el
y que durante largos años nos han estado despo- formas, para que luego ande tironeando en quedar otro, el país de Primera Plana, revista que todos
jando deben ser expulsados sin compensación de bien con nosotros y con el peronismo. Frondizi, leían, semanario de izquierda en lo cultural (o de
ninguna especie. tan denostado y “maquiavélico”, había abierto la centroizquierda) y abiertamente militarista en su
-Sólo una profunda reforma agraria, con las posibilidad eleccionaria al peronismo. Creía, muy sección política, con gorilas imbatibles, con golpis-
expropiaciones que ella requiera, puede efectivi- equivocadamente, que no ganaría en la Provincia tas rabiosos como Mariano Grondona y Mariano
zar el postulado de que la tierra es para quien la de Buenos Aires. Al ganar, el peronismo se le Montemayor, y el país en que Francisco Manrique
trabaja. pudre todo. Illia, que tuvo una modalidad de hablaba por televisión (tenía un microprograma a
-Los hijos de los obreros tienen los mismos dere- gobierno más democrática que Frondizi, que no mediodía) y afirmaba enfático, serio, con ceño muy
chos a todos los niveles de educación de que hoy puso en marcha ningún Conintes, tenía planes aún fruncido: “Hoy, las Fuerzas Armadas son un blo-
gozan solamente los miembros de las clases privile- más peligrosos para los militares. Ese espíritu que monolítico”; este país tiró tortugas en la Plaza
giadas (Baschetti, Ibid., pp. 517/518). democrático que anidaba en el “viejito bueno” lo de Mayo: que se vaya ese viejo de mierda, quere-
En el Compromiso con el Pueblo que lanza en llevaría sin duda a levantar casi todas las proscrip- mos a un hombre para que gobierne este país, que-
mayo del ‘73 el Consejo Superior de la Juventud ciones. ¿Y si levantaba la de Perón? No era impen- remos a un milico que las tenga bien puestas. Y
Peronista, un senador nacional, diputados nacio- sable. Tal vez la osadía, la grandeza que lo frenó en apareció Onganía que, poco después, le consagra-
nales, diputados provinciales, concejales munici- 1964 fuera asumida a lo largo de su experiencia ría el país a la Virgen. Y antes habría de entrar en
pales, consejeros escolares e intendentes munici- presidencial. Aquí es donde Illia se vuelve sospe- carroza (una carroza entre colonial y monárquica)
pales, en su sexto punto se lee: “Impulsar el cum- choso, donde empieza a implicar un peligro. Es en el predio de la Sociedad Rural, donde fue ova-
plimiento y la profundización del programa del cierto que su actitud ante la Ley de Medicamentos cionado como nunca en su vida.
Frente Justicialista de Liberación, atendiendo ya lo puso ante la mira del establishment argentino Los militares le habrán dicho a Illia que no lo
especialmente las propuestas programáticas surgi- y los Estados Unidos. Pero no fue por eso que lo habían puesto para que fuera “democrático” sino
das del seno de la clase trabajadora en La Falda, voltearon. Se habló mucho de un golpe preventi- para que fuera todo lo democrático posible con el
Huerta Grande y el programa del 1º de mayo de vo. Pero, si usamos esta categoría, convengamos peronismo (el enemigo de la democracia) prohibi-
la CGT de los Argentinos” (revista Envido, Nº 9, que el de Frondizi también fue un golpe preventi- do. Usted se tomó en serio esto. Nosotros no que-
mayo de 1973, p. 6). vo. Un golpe preventivo se expresa como anticipa- remos una democracia completa. Queremos una
Perón, al leer esto en Madrid, habrá pensado ción. Hagamos esto antes de que nuestros enemi- democracia sin el peronismo. Por eso lo pusimos a
que la pendejada estaba loca y que habría que gos hagan aquello. Illia pasa a ser enemigo de los usted. Illia habrá argumentado que eso nunca sería
ponerla en vereda no bien él regresara a la Argenti- militares cuando se propone hacer algo antes de una verdadera democracia. Y los militares y todos
na porque con esos locos no se podría gobernar. que aquéllos se le anticipen. Lo que se propone los gorilas le habrían dicho la verdad. Gran parte
No desearía detenerme todavía en esta cuestión. El hacer es legalizar hasta el extremo que le sea posi- de la verdad era ésta: se intentaba demostrar que el
tema es revisar los programas surgidos “del seno de ble (cualquier extremo era, en rigor, imposible) al peronismo en la Argentina era como el nazismo en
la clase trabajadora” (como bien se dice en el peronismo. Los militares se le anticipan. En este Alemania. El gran enemigo de la democracia. Era
“Compromiso con el Pueblo”) y que, en su sentido el golpe de 1966 es preventivo. Usted nos eso: era “el régimen peronista”. No se podía incluir
momento, Perón habrá aceptado y reflexionar por va a traicionar –es el subtexto de los milicos–. Lo en la democracia a quien la negaba. Igual que los
qué han quedado tan lejos y hasta parecen patéti- pusimos ahí para que le ponga una careta demo- alemanes con Hitler. ¿O de estar vivo le habrían
cos, cuando, en verdad, constituyen una de las crática al país y, a la vez, proscriba al peronismo, y permitido presentarse en elecciones? (Si no lo hací-
III
an puré los rusos o no lo colgaban en Nurem- izquierda a la que todos llaman “jurásica” o naciones. En su papel de “policía interna”, Onga-
berg.) El peronismo era el nazismo. Se habían “cavernícola” habla de Reforma Agraria. Por eso nía emprende su gloriosa batalla contra un ene-
hartado de decirlo. Nadie imagina el nazismo es “jurásica”. Porque no entiende que eso no se migo poderoso: la Universidad de Buenos Aires.
dentro de la democracia alemana. Así como los puede hacer. ¿Por qué no se puede? Porque no se Pero se sabe que para los zapallos cursillistas y
alemanes prohíben el nazismo, nosotros prohibi- puede. Porque no hay un solo punto de la reali- católicos a ultranza en la universidad se acumulan
mos el peronismo, que es la expresión argentina dad desde el que sea posible partir para hacer los peores comunistas que sea posible ubicar en el
del nazismo. algo así. No hay ninguna fuerza histórica que país. Así, la policía del onganiato viola la autono-
Sí, pero hay una diferencia. En 1966 no había abra ese campo de posibilidad. Un campo de mía universitaria y revienta a palazos a los profe-
un alemán que fuera nazi. Y Hitler había dejado posibilidad se abre en el campo histórico cuando sores y alumnos sobre todo de Ciencias Exactas, y
a Alemania destruida. Y estaba muerto. En la hay un sujeto que pueda protagonizarlo. Cuando luego de Filosofía. Los que estudiaban Descartes
Argentina, la mayoría del pueblo era peronista. ese sujeto ha crecido por la fuerza de los hechos en Historia de la filosofía moderna se preguntaban
La democracia es el gobierno de todos, por todos o porque ha sido creado por una voluntad histó- cómo demostrar la existencia de la “realidad
y para todos. En Alemania funcionaba. No había rica. Cuando ese sujeto no existe, tampoco exis- externa”. Se lo demostraron los simios de la poli-
nazis. Si los había, eran pocos o estaban escondi- te, como posibilidad, el proyecto que debería cía de Onganía. Durante esos años, para un mili-
dos. En la Argentina, los peronistas amenazaban protagonizar. Algo así ocurría con Perón. Nadie tar cagar a palos a un estudiante era algo orgásmi-
siempre con desbordar las urnas. Ese esquema no se preguntaba: ¿por qué no vuelve Perón? ¿Por co. ¡Aquí estamos, se acabó “la isla universitaria”,
funcionaba. Alguna diferencia tenía que haber qué no permiten que el peronismo participe en “la isla democrática”, al fin podemos reventarlos
existido entre Perón y Hitler para que esta situación elecciones libres? Porque no se puede. En este a palazos, inmundos marxistas, judíos de mierda!
tuviera lugar. Ergo, el argumento gorila era un caso, había un motivo obsesivo y fijo: porque los Esos eran los gritos de triunfo en tanto formaban
sofisma. Ante todo porque fingía ignorar algo militares no quieren. La vida política argentina una doble fila, hacían pasar por ella, como gana-
esencial: Hitler había perdido una guerra y había desde 1955 hasta el advenimiento de la demo- do, a los estudiantes y les descargaban palazos
dejado a Alemania en ruinas, al pueblo hambrea- cracia gira alrededor de los militares. Es mentira cargados de rencor, palazos que durante años
do, aterrorizado ante la entrada de los rusos y –según la historia oficial de los radicales– que lo habían soñado descargar. Se llamó al hecho,
luego dividido por la potencias triunfadoras. haya hecho desde 1930. El gobierno de Perón como se sabe, “La noche de los bastones largos”.
Hitler había resultado una catástrofe para Alema- no fue un gobierno de base militar. No fue un Entretanto, el ministro de Economía, Adalbert
nia. El Reich que iba a durar mil años (ya hará su gobierno militar y fue tirado por los militares y Krieger Vasena, de cálido recuerdo en el corazón
paráfrasis Felipe Romeo en la siniestra El Caudi- la Iglesia como punta de lanza. Y a partir de del pueblo, modifica la Ley de Indemnizaciones
llo: “Por mil años de nacional-justicialismo”), 1955 son absolutamente los militares quienes por despidos (¡bajándola, por supuesto!) y
duró algo más de diez. Pero Juan Domingo gobiernan el país. Quienes lo ordenan. Lo dise- aumenta la edad para jubilarse. Si no la puso en
Perón era arrojado de su gobierno elegido demo- ñan. Bien, todos sabían esto. Nadie se pregunta- cien años fue porque alguien le dijo que a esa
cráticamente con un pueblo que no había perdi- ba entonces por qué no volvía Perón. Era parte edad usualmente la gente no llega, y la jubilación
do su fe en él. Por los barrios se decía: “Cayó del inconsciente colectivo de la época. Si es que no tendría sentido. Eran brutos, fachos, troglodi-
Perón. Los pobres estamos jodidos”. Por más aceptamos llamar “inconsciente” a algo que tas y violentos. (NOTA: En 1972, Krieger Vase-
Congreso de la Productividad, por más pan todos saben pero jamás cuestionan, ni someten a na estaba prudentemente fuera del país. Rodolfo
negro (además, si había pan negro en el peronis- problematicidad alguna. “Eso” –que Perón vol- Ortega Pena inicia un trámite para repatriarlo y
mo, había pan negro para todos), por más Con- viera– estaba totalmente internalizado como un juzgarlo. Lo vi a Ortega en una mesa de un café
trato con la California, por más que el líder pase- imposible del que ni hablar tenía sentido. Como frente a Tribunales con tres compañeros más. Le
ara en la pochoneta (algo que le ponía en contra hoy la Reforma Agraria. Así y todo, la piden los brillaba la pelada y derrochaba energía y entusias-
de la clase media, pero no de los pobres, que se sectores de la izquierda “jurásica”. Pero es pedir mo y juventud. Tal vez ayude a entender la suer-
divertían viendo a Perón en su caballo pinto y en por pedir. Si a estos tipos a los que habría que te de este país que Ortega Peña fue acribillado
la pochoneta), a Perón los pobres lo seguían que- sacarles la tierra (según esa izquierda), les quisie- por las balas de la Triple A y Krieger Vasena
riendo y sabían lúcidamente eso: “Cayó Perón, ron meter (torpemente, de acuerdo: si el Gobier- siguió asesorando a grandes corporaciones como
estamos jodidos”. De aquí la infamia gorila de la no hubiera hablado de entrada, aparte, con la el talentoso técnico que era, como el protegido
equiparación con el nazismo. Fue una infamia de Federación Agraria, algo mejor se habría conse- hombre del establishment que también era y al
todos los militares, de las clases altas y medias. guido) unas retenciones y se largaron en una cual se le debían tantos, pero tantos favores. Krie-
(NOTA: Es cierto que las universidades, por embestida brutal a barrer con todo y hasta a pro- ger podría haberse excedido en lo de la jubilación
ejemplo, mejoraron notablemente con la Liberta- ponerse hacerlo a la brevedad otra vez, ¿qué sen- –no hasta el punto en que yo lo dije–, pero era
dora. Y que Aramburu se tomó un interés perso- tido tiene ocupar un lugar de nuestro ser cons- una pieza de oro para las corporaciones.)
nal en la cuestión. Se fueron todos los fascistas, ciente en el tema de la Reforma Agraria? Eso era ¿Qué más hace Onganía? Crea un organismo
los neo-tomistas, los católicos ultramontanos que Perón. De aquí que su regreso definitivo llevara impecablemente macartista al que da el nombre
Perón había amontonado ahí. Y vinieron excelen- a Ezeiza casi 2 millones de personas o más. ¡Era de Dirección de Investigación de Políticas Antide-
tes profesores de gran prestigio. También es cier- un acontecimiento inverosímil! Un aconteci- mocráticas (DIPA). Todo esto dentro de la Ley de
to que eran hondamente antiperonistas y que no miento imposible. No era posible que Perón vol- Represión del Comunismo que le imponía la Doc-
habrían aceptado cargos bajo Perón, de modo viera. No era posible que hablara otra vez desde trina de la Seguridad Nacional. Disuelve los par-
que –sin intentar justificar una política nefasta– su balcón en la Rosada. Había ocurrido algo tidos políticos, cierra el Congreso y toda activi-
algo de cierto hay en que Perón no tenía dema- impensado en la historia. Quizás, entonces, algu- dad política es declarada ilegal. Antes de morir,
siada materia prima. De ahí a apelar a la peor hay nas otras cosas fueran posibles. Y no me refiero este hombre de fe, “que consagró a la Virgen un
un paso que no debió darse. Pero facultades sólo a cosas políticas como, por ejemplo, la revo- país rematado al imperialismo”, según frase de la
como, por ejemplo, Arquitectura y Filosofía lución. No, algo más simple, algo que la gente época, tuvo el descaro de presentarse a elecciones
tuvieron un renacer auspicioso. Que cortó, como sintió durante esos días de hechos imposibles en democracia y declaró, muy suelto de cuerpo,
veremos, el gorila Onganía, que veía marxistas y que se tornaban reales: ser felices, por ejemplo. que la suya había sido una “dictablanda”. ¡Al lado
peronistas en todas las universidades. Volvere- de Videla, Idi Amin parece Sor Juana Inés de la
mos, por supuesto, sobre esto. Sobre “La noche EL ONGANIATO Cruz! O no tanto. Pero el leporino se comparaba
de los bastones largos”.) Como el mote de nazis- Y EL CORDOBAZO –claramente– con Videla. Desde ahí se atrevía a
mo o de fascismo le había sido adosado al peronis- Entre tanto, el César leporino empezaba a hablar de la suya como una “dictablanda”.
mo desde sus orígenes, fue sencillo reflotarlo para pagar caro la cantidad de dislates solemnes que se Entretanto aparecía –en las jornadas del Cor-
justificar su expulsión de la vida democrática, “tal había mandado. Hubo pocos dictadores con dobazo– el Periódico de la CGT de los Argentinos
como hicieron los alemanes”. Pero ocurría una menos gracia que Onganía. Cuando aparecía en dirigido por Raimundo Ongaro y Ricardo de
paradoja fatal para los antiperonistas: el partido los noticiosos le ponían música de Elgar, el autor Luca, situado a Paseo Colón 371, valía 50 pesos
que era la negación de la democracia era, a la vez, inglés de “Pompa y circunstancia”, música desti- y éste era el Nº 46. Su título principal: La unidad
el que representaba a la mayor parte del pueblo. nada a la reina de Inglaterra. Interviene bruta- se logró en la calle. Y luego: “Los generales fusila-
O había que adoptar el voto calificado (¡Si habre- mente (era un soberano bruto, ¿de qué otro dores de 1956 son los padres de 1969”. ¡Qué pre-
mos oído esto los que tenemos algunos años!) o modo podría hacerlo?) las universidades. ¿Por sentes estaban los fusilamientos de 1956! En esa
había que gobernar a espaldas del pueblo. Yo no qué? Por la Doctrina de la Seguridad Nacional, memoria implacable se dibujaba ya la suerte de
quiero, dice Illia. Una democracia debe ser verda- ese resultado nefasto de la Guerra Fría: basta de Pedro Eugenio Aramburu.
dera. Quiero llegar a eso. ¿Ah, sí? Bueno. Tortu- doctrina nacional, de nación en armas, de seguri- En tanto, entre la organización de los mecáni-
ga y a los caños. Aquí hace falta un hombre. Se dad para la guerra, basta de la “única forma de cos, la combatividad de Sitrac-Sitram, se va
necesitan pelotas para gobernar contra el pueblo. mantener la paz es prepararse para la guerra”. abriendo la figura de un sindicalista notable:
Onganía estaba seguro de tenerlas. Todos jura- Para la guerra “exterior” están los Estados Uni- Agustín Tosco. Habría de decir o ya había dicho:
ban que las tenía. Un verdadero hombre en la dos. Para la “guerra interna”, los ejércitos nacio- “No hay, evidentemente, posibilidad de llevar
Presidencia. Empezaba una nueva etapa. Ahora nales, que muy orgullosos pasan a ocupar el papel adelante una tarea revolucionaria sin una con-
verían esos peronistas. Vendrían al pie. Qué duda de policía interna, como el de Juan Lavalle y los ciencia, sin una ideología revolucionaria”. Y tam-
podía caber. de Mitre. El primero, barriendo la provincia de bién: “Yo no represento a una persona sino a la
Buenos Aires luego de liquidar a Dorrego, atando posición colectiva de todos mis compañeros”
PRÓXIMO POSIBILIDADES E a gauchos e indios a los cañones y ordenando (Nicolás Iñigo Carrera, María Isabel Grau, Ana-
DOMINGO IMPOSIBILIDADES hacer fuego; el segundo, limpiando las montone- lía Martí, Augusto Tosco, la clase revolucionaria,
Toda época histórica crea sus posibilidades y ras de Peñaloza y Varela, luego de Pavón (batalla Ediciones Madres de Plaza de Mayo, 2006, pp. 5
sus imposibilidades. Nadie se pregunta por qué de la inconmensurable traición de Urquiza, y 7). Continuará.
Ernesto Che Guevara. hoy es imposible aplicar el Programa de la CGT nunca superada hasta los días recientes) y decla-
La teoría del foco de los Argentinos. Está en el inconsciente colec- rando la “guerra de policía” que les permitía Colaboración especial:
insurreccional tivo. No se puede porque no se puede. Sólo la matar a los gauchos fuera de las leyes de las Virginia Feinmann y Germán Ferrari

IV Domingo 24 de agosto de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


41 Ernesto “Che” Guevara,
la teoría del foco insurreccional

Suplemento especial de

PáginaI12
EL ONGANIATO Estados Unidos defendía a todos los países de
Y LAS UNIVERSIDADES la órbita occidental del enemigo externo.
l tosco, adusto y muy católico, y Básicamente: el comunismo. Dijo, entonces, a

A fanático anticomunista, general


Juan Carlos Onganía se le
otorgaba la condición de ser
algo que acaso a él le gustara,
pero que el país no terminó de aceptar. Se le
decía “El Franco argentino”. ¡A las cosas que
llegaba la Argentina gorila 1955-1973! Los
los países de lo que se llamaba Tercer Mundo
que sus ejércitos debían reprimir al enemigo
interno. Hay, así, en la Argentina como en
muchos otros países, una internalización del
enemigo. A este enemigo interno que acecha
constantemente se le da el nombre de
subversión. “Durante la Guerra Fría (escribe
eficaces militares, los comandos de la Samuel P. Huntington), la política global se
Libertadora, los marinos de Rojas, los convirtió en bipolar, y el mundo quedó
socialistas de Ghioldi, de la señora Moreau de dividido en tres partes. Un grupo de
Justo, los oligarcas de Victoria Ocampo habían sociedades, en su mayor parte opulentas y
expulsado gloriosamente al general nazifascista democráticas, encabezado por los Estados
para entronar ahora a un “Franco argentino”. Unidos, se enzarzó en una rivalidad ideológica,
Es que en 1966 ya se habían hecho muchos política y económica y, a veces, militar
intentos para frenar al peronismo, para hacer generalizada con un grupo de sociedades
un país que no lo incluyera. Ahora se apelaba a comunistas más pobres, asociadas a la Unión
una figura un tanto absurda. ¿Necesitaba el Soviética y encabezadas por ella. Gran parte de
país un Franco? Sí, si se trataba de frenar a este conflicto tuvo lugar fuera de estos dos
Perón y a los peronistas, bienvenido sea un campos, en el Tercer Mundo, formado por lo
Franco. Además, no hay ninguna sorpresa. general por países pobres, carentes de
(Nota: “Que nadie se llame a engaño”, como estabilidad política, recién independizados y
decían los políticos y los militares de esa era y que se declaraban no alineados” (Samuel P.
de otros años que siguieron también. Habría Huntington, El choque de civilizaciones, Buenos
que hacer un mural con esta frase. Es la frase Aires, Paidós, 1997, p. 21). La “Guerra Fría”
del idiotismo que ha animado a tanto fanfarrón fue una guerra que no se libró en ninguno de sus
que se ha subido a un podio para hablarle al dos bloques, se libró en países ajenos a la
país. Reflexionemos un cacho: ¿qué significa centralidad. No hubo una sola batalla en Estados
“que nadie se llame a engaño”? ¿Qué quiere Unidos. No hubo una sola batalla en la URSS.
decir con eso el que lo dice? Que nadie se El campo de batalla fue el Tercer Mundo. De
equivoque. No digan que no se los advertí. aquí que nuestras tragedias desde 1955 en
Estoy siendo absolutamente claro. Los que adelante, pero, mayormente, desde 1966 en
crean algo distinto de lo que yo creo “se llaman adelante, con la instauración de la Teoría de la
a engaño”. Los que “se llaman a engaño” se Seguridad Nacional a partir de Onganía, son
equivocan. O peor: se quieren equivocar. O se episodios de la Guerra Fría. Nuestra gran
equivocan a propósito. Se “llaman a engaño” tragedia de 1976, la masacre, la tortura, los
porque no advierten la gravedad de la empalamientos, las desapariciones, son un
situación. Se pierden en artilugios engañosos. “episodio” de la Guerra Fría. Cuya
O creen en “ideologías foráneas”, que siempre característica era librarse fuera del territorio de
llaman “a engaño”. Sin duda, llamar a Engaño los polos que se enfrentaban. Uno de esos
era una de las peores cosas que un argentino “episodios” fue el que es llamado La Noche de
podía hacerles a los tipos que advertían qué los Bastones Largos a causa de los bastones con
debía hacerse y qué no. Además, uno “se” que la policía molió a palos a profesores y
llamaba a Engaño. Acaso esta reflexividad, este estudiantes. Se los hizo salir en dos filas de las
pronombre que remite a uno mismo terminara facultades y se los castigó con toda la furia que
por señalar que Engaño era uno mismo. Lo una policía desatada puede desplegar el día en
cual era peor que “llamarse a engaño”, era ser el que (¡por fin!) puede entrar impunemente a la
engaño mismo. Es lo que querían decir: los que Universidad, ese refugio de zurdos. El bruto
“se llamaban a engaño” eran engañadores. leporínico de Onganía creía que el “monstruo
Fingían llamarse “a engaño” para engañar la comunista” habitaba en ese espacio. Los
buena fe de los buenos ciudadanos.) ¿Por qué alumnos de Historia de la Filosofía Moderna,
habría de ser sorpresivo que Mariano sin embargo, estaban estudiando el Discurso del
Grondona, Mariano Montemayor y la Iglesia y método y se preguntaban, con Descartes, acerca
el gorilismo ilustrado pidieran un Franco? Se de la posibilidad de demostrar la existencia de
habían equivocado mucho con Illia. ¿A quién la “realidad externa” (la res extensa), la cual se
iba a frenar el viejito? El peronismo requería les hizo presente con inaudita ferocidad.
mano dura. No se lo podía manejar de otra Se detuvo a un número significativo de per-
manera, no se lo podía impedir de otra forma. sonas. Cerca de 400. A partir del hecho se ini-
Un psicoanálisis del pasaje que el gorilismo ció una polémica interna que (creo) es poco
hace de Illia a Onganía sería regocijante. ¡No conocida. Muchos profesores optaron por el
queremos a ese viejito impotente! ¡Queremos a exilio. Renunciaron a sus cátedras y se fueron.
un macho! No bien asume Onganía o al poco El argumento era: no colaborar con la Univer-
tiempo, la revista popular cachivachera Ahora sidad del onganiato. Otros decidieron quedar-
–que editaba Héctor Ricardo García, fervoroso se. Si no los echaban no iban a renunciar. Este
adherente al golpe del ’66, algo que no hacía de esquema de enfrentamiento es conocido: entris- se necesitó demasiado coraje para hacerlo. A ver
él un tipo original, por otra parte– publica en mo y salidismo. Los que se fueron llegaron al si me explico: en 1966 yo tenía apenas 23 años.
tapa una enorme foto de Onganía en uniforme número de 300. Se ubicaron en universidades Ahora tengo muchos más, pero los que tengo
de gala. Y al pie sólo dos palabras, también en de Estados Unidos y Canadá, o en Europa o en me permiten hablar de ese episodio y hasta
gran tamaño: “Un Hombre”. Sólo eso: “Un Venezuela y Perú. Lo paradójico es lo de Esta- contar los colores, los olores, las sombras, las
Hombre”. ¡Todo lo que decía ese título! dos Unidos. Se trata, sin duda, de un país de luces y los matices que tenía, luego del asalto de
Señores, al fin encontramos a un milico que las contrastes. Por un lado, la CIA o el Departa- Onganía, la Facultad de Filosofía y Letras de la
tiene bien puestas, a un Franco nacional, a un mento de Estado promueven y aprueban una calle Independencia. Por ejemplo: el enorme
tipo que va a terminar a palos con el peronismo dictadura fascista en Argentina para frenar el mono que colgaba en el hall de entrada no sé
si es necesario. Teníamos a un viejito de avance del comunismo. El bestia de turno de dónde y que tenía un cartel que decía Fuera
mierda. Ahora tenemos a “Un Hombre”. Que rompe todo, entra a caballo en las universida- yankis de Vietnam no colgó más, lo tiraron a la
tiemblen los peronistas y los comunistas des. Hace cagar a palazos a los profesores, a los mismísima. De todos los afiches, carteles, pan-
también. Porque este “Hombre” es, por sobre alumnos, a toda esa basura zurda. Por otro, las cartas, declaraciones que inundaban las paredes
todas las cosas, un custodio de Occidente. Lo liberales, democráticas universidades “america- no quedó uno. La Facultad era un prodigio de
cual era perfectamente cierto. Onganía venía nas” dan asilo a los “sabios” que han emigrado. limpieza. Tal como Onganía lo soñaba. De la
como alumno de la Escuela de las Américas, ese “Caramba, vean lo que les han hecho en ese carrera de Psicología –una de las más agredi-
lugar siniestro donde los norteamericanos país de salvajes en que Uds. viven. Quédense das– no se dictó casi ninguna materia en el
formaron a los dictadores de su patio trasero. entre nosotros y vivirán seguros.” segundo cuatrimestre. Porque recién ahí empe-
Onganía, además, venía como parte del zaron a funcionar de nuevo las casas de estudio.
esquema de la Guerra Fría. Era el representante LOS “MANUSCRITOS” Entre tanto habían pasado unos meses y todo el
de la Doctrina de la Seguridad Nacional. Esta DE MARX EN LA UNIVERSIDAD mundo se reunía y discutía qué hacer. Yo apro-
Doctrina otorgaba a los ejércitos de los países DE ONGANÍA veché el interregno y me di el gusto de rajarme
latinoamericanos el papel de policía interna. Onganía no avanzó con lo de las Universida- a la literatura, olvidar la filosofía por un rato.
Estados Unidos se encargaría de defender todas des. En Filosofía muchos nos quedamos y Escribí una novela que se llamaba Moishe y era
las fronteras. ¿Qué significaba esto? Que nuestra consigna fue: Pelear desde adentro. No malísima. Una horrible copia de esos cuentos
II
criptos en una materia de nuestra carrera! Era siempre. Le preguntamos qué teníamos qué
imposible. No, explica Eggers. Pasaba que en hacer. Y nos dijo: “Seguir leyendo a los grandes
Psicología (que tenía muchísimos inscriptos) maestros del pensamiento filosófico: a Hegel y
no se dictaban materias ese cuatrimestre (o una a Marx”. Eso no nos aclaró mucho qué debía-
que otra, no recuerdo esto) y los alumnos, para mos hacer políticamente ante el onganiato.
no perder el cuatrimestre, se habían inscripto Pero Mercado Vera estaba devorado por Hegel
en Antropología filosófica, que les serviría y Marx (tenía un enorme conocimiento del
como materia optativa. El problema que tenía tema) y nos entregó el consejo que para él era
Eggers era que la carrera de Filosofía no tenía el mejor que podía darnos.
suficientes ayudantes de trabajos prácticos para
cubrir tantas comisiones. Entonces había deci- LAS “CÁTEDRAS NACIONALES”
dido convocar a sus alumnos más cercanos, Pero el onganiato posibilitaría algo mucho
aunque no tuvieran título, aunque no se hubie- más fuerte que nuestras clases sobre Marx en
ran recibido. Se dicta la materia. ¿Qué dicta 1966. El estudiantado, muerta la “isla demo-
Eggers? Su obsesión de esos años: Marx. ¿Qué crática”, muerta la Universidad de la Reforma,
texto de Marx tenía más relación con los temas se politiza nacionalmente. En lugar de Fuera
de una materia como Antropología filosófica? yankis de Vietnam, los nuevos carteles, las nue-
Los Manuscritos económico-políticos de 1844. vas pancartas dirán: Patria sí, colonia no. En
Que se leerían en las comisiones de trabajos un trabajo que contiene una frase histórica, y
prácticos. Pero yo no sólo no me había recibi- que nadie se ha ocupado de recuperar, que
do, lo cual habría sido un tema menor porque nadie conoce, sencillamente porque ninguna
en esos tiempos los ayudantes de trabajos prác- institución, ninguna Facultad, ninguna edito-
ticos dictaban clases sin haberse todavía recibi- rial ha logrado todavía sacar la colección com-
do, ¡tampoco había cursado y aprobado aún la pleta de la revista Envido, Alcira Argumedo
materia! A Conrado no le importó. Y aquí que- escribía su famosa frase: Onganía hizo más por
ría llegar: en medio de la dictadura del Franco la nacionalización del estudiantado que cincuen-
argentino, a dos meses y medio de La Noche de ta años de reforma. En el número 3 de Envido,
los Bastones Largos, yo, insólitamente, me pre- en abril de 1971, Argumedo escribía su texto
sentaba en un aula con más de 200 alumnos Cátedras Nacionales: una experiencia peronista
para dar clases... ¡sobre Marx! A la vez cursaba en la universidad. Decía: “Las Cátedras Nacio-
la materia. Pero no di el examen final. Eggers nales de la Facultad de Filosofía y Letras no
me dijo: “Tengo que tomarles examen a 700 son sino expresión de un fenómeno más
alumnos, no voy a perder tiempo con usted. amplio que se desarrolla a partir de la inter-
Váyase a su casa y déjeme su libreta”. Me puso vención a las universidades nacionales. Esta
“sobresaliente”. Fue incorrecto, pero ¿qué era medida rompe con la tradicional ‘isla demo-
correcto en esos días? Como fuere, la experien- crática’ y la política del país penetra los claus-
cia de dar los Manuscritos del inmenso pensa- tros universitarios: como el pueblo desde
dor de El Capital en plena dictadura de Onga- 1955, los estudiantes entran en la proscrip-
nía fue para todos apasionante, insólita, abso- ción. El año 1966 marca el comienzo de un
lutamente argentina. Esto resultó impensable camino de confluencia de los sectores estu-
en la dictadura de Videla. Ahí reventaron en diantiles con el movimiento popular, que
serio a la Universidad. Ottalagano (agente fas- alcanzará su primera expresión masiva en los
cista de López Rega e Isabel) entró con la espa- sucesos que a partir de mayo de 1969 se pro-
da y la Cruz. Declaró a Buenos Aires “la cuarta ducen a lo largo de todo el país. Este fenóme-
Roma” y nadie entendió por qué y no quedó no aparece como algo totalmente nuevo si se
un solo ente que oliera a algo que no fuera tiene en cuenta el papel jugado por las mayorí-
catolicismo ultramontano. Ahí me rajaron de as estudiantiles desde 1945. Paradójicamente,
la Facultad. Curiosamente dictaba Antropolo- el gobierno de Onganía había hecho más por
gía filosófica, y también el titular era Eggers y una politización real del estudiantado que los 50
yo era profesor adjunto, ya recibido. años de reforma” (Alcira Argumedo, revista
Pero el episodio revela que el ambiente uni- Envido, Nº 3, abril de 1970, p. 55. Cursivas
versitario era muy complejo. Que tal vez la mías.) El texto marca la aparición de la llama-
frase “luchar desde adentro” sea jactanciosa, da cuestión nacional en los ámbitos del Saber.
efectista. Es cierto. En seguida advertimos que Se trata de ir en busca de una realidad nacional
se podría “luchar desde adentro” porque no a la que la Universidad siempre dio la espalda.
nos iban a matar, una variable que siempre Sigue Argumedo: “Una ciencia social sólo es
complica las cosas y las torna temibles. Pero posible cuando, explícitamente identificada
será difícil que pierda la certeza de que algo con un proceso de liberación –que en nuestro
hicimos. Que se pudo dar parte de la obra de país tiene su eje dinámico en el movimiento
Marx a 700 alumnos. Que se pudo dictar la peronista– intenta recuperar la riqueza de sig-
materia. Y que luego se pudo seguir. nificados que gestan los sectores populares en
Los principales que se exiliaron fueron: el desarrollo de sus luchas. Tomar la historia
Rolando García, Sergio Bagú, Manuel real como fuente de las categorías que permitan
Sadovsky, Tulio Halperin Donghi, Risieri su inteligibilidad es la propuesta que se enfren-
Frondizi, Gregorio Klimovsky, Telma Reca y ta a la concepción de los ‘científicos sociales’
varios más. Algunos –como Rolando García– que, en sus diferentes corrientes academicistas,
en que Abelardo Castillo se metía con el tema volvieron y se comprometieron con nuevas intentan la adaptación distorsionadora de la
judío. De pronto, nos enteramos de que Víctor causas. Otros no volvieron más. O encontraron realidad a teorías ‘universalmente’ establecidas.
Massuh iba a ser el interventor en Filosofía. En muy buenas oportunidades o estaban hartos de Sólo a partir de este marco consideramos fruc-
1963 tuve dos maestros (tenía veinte años): la Universidad argentina. Era cierto: el período tífero incorporar críticamente los aportes reali-
Víctor Massuh y Conrado Eggers Lan. Massuh 1955-1966 había sido brillante. Uno de los zados por los grandes teóricos revolucionarios.
era brillante, trágico y antimarxista. Eggers era grandes períodos de la Universidad. Pero insis- Porque la teoría revolucionaria en el Tercer
un católico fascinado por el marxismo y un to: a partir de 1966 se pudo seguir. En octubre Mundo, que necesariamente se desarrolla
estudioso del tema. Que Massuh aceptara ser de 1966, 200 alumnos, la mayoría de Psicolo- desde una experiencia común de lucha por la
interventor de Onganía abrió un interrogante y gía, recibieron clases sobre Marx de un pendejo liberación, debe ser capaz de recuperar la par-
una brecha en una relación que para mí, en de veintitrés años que, por otra parte, era la ticularidad de este proceso en cada país (...),
1963, había sido muy valiosa y nunca dejaré de primera vez que lo hacía. Nunca he dejado de en nuestro caso el trabajo universitario sólo
agradecer. Con pocos, luego, pude hablar de pensar que los que se fueron en esa oportuni- constituye un aspecto parcial de un compro-
Kierkegaard, de Dostoievski y de Chestov dad lo hicieron apenas el país empezó a resul- miso más amplio con el movimiento de
como con él. Pero era terriblemente antimar- tarles incómodo. Esa incomodidad se agravaría masas” (Alcira Argumedo, Ibid., p. 55. Cursi-
xista y un antiperonista furibundo, de esos que tanto, se haría tan extrema que la Universidad vas mías). Lo que señala el texto de Argumedo
te cuentan la quema de las iglesias, el incendio del onganiato (que no tuvo la cara horrible que es una paradoja o una secreta dialéctica entre
de la biblioteca del Jockey Club. Este último presagiaba la famosa Noche de los Bastones la aberrante invasión a la Universidad refor-
hecho había marcado a Massuh: “Yo miraba Largos) quedaría como el recuerdo de un tiem- mista y el resultado no previsto, un aconteci-
atónito a los bomberos llevándose los libros”. po en que el peligro todavía no era en serio. miento, del hecho. Los estudiantes de la Uni-
Cierto día, lo inesperado: me llaman de parte Nuestras tareas siguieron siendo el estudio y la versidad reformista vivían en la “isla democrá-
de Eggers Lan, la Facultad de Filosofía empieza docencia. A pocos días del golpe, junto con tica”. Aclaremos esto: ¿cómo era posible que
a funcionar y Eggers se hace cargo de la mate- mis compañeros de estudio Jorge Lovisolo y en un país donde no había democracia brillara
ria Antropología filosófica. Nos reunimos cua- Ariel Sibileau, lo fuimos a ver a Andrés Merca- en sus claustros la libertad y seguridad de pro-
tro alumnos con Conrado. Nos dice que la do Vera, que, en Historia de la Filosofía Con- fesores y estudiantes? Esto creaba una ilusión y
materia tiene 700 inscriptos. ¡Setecientos ins- temporánea, nos había enseñado Hegel para esa ilusión les cerraba a los estudiantes la expe-
III
riencia de vivir las experiencias del pueblo. no R abundaban los Tacuara) y, cortándose nizan y los obreros también. Millares y milla-
Esto se veía desde las Cátedras Nacionales. el pelo, hay un pendejo de 17 años con un res de volantes reclamando la vigencia de los
Hoy se tiene escasa idea de estas cuestiones. muñón donde debía estar su mano izquierda derechos conculcados inundan la ciudad los
Se ha hecho todo por olvidarlas. Al peronis- y el muñón estaba cubierto por una capucha días previos.
mo no le interesan. Y a los antiperonistas de goma negra. Se va y el peluquero me dice: “El 29 de Mayo amanece tenso. Los traba-
menos. Lloran la pérdida de la Universidad “Fue a poner una bomba y le explotó en la jadores de Luz y Fuerza son atacados con
de la Reforma. Incluso fueron premiados, en mano”. “¿Dónde puso la bomba.” “Se la bombas de gases a la altura de Rioja y Gral.
el 2005, 70 profesores que renunciaron en puso a unos judíos”, me dijo. Buenos pibes. Paz. Una vez más la represión está marcha.
1966. De acuerdo: cualquiera tenía motivos Unos revolucionarios de la gran siete. Las “Las columnas de los trabajadores de las
para renunciar en 1966. Cualquiera tenía Cátedras Nacionales no surgieron de ahí. No fábricas automotrices llegan a la ciudad y son
motivos para no hacerlo. El planteo de Alcira tuvieron ningún contacto con los Montone- atacados. El comercio cierra sus puertas y la
incluye una opción por el peronismo que ros. Se enteraron de la muerte de Aramburu gente inunda las calles.
hace el estudiantado a partir de La Noche de por los diarios. Pero surgió la “cuestión “Corre la noticia de la muerte de Máximo
los Bastones Largos. “Caramba, ya no nos nacional” y la lectura de Cooke, Hernández Mena, obrero mecánico. Se produce un esta-
respetan. Qué horror. Qué agresión a la cul- Arregui, Rodolfo Puiggrós, Arturo Jauretche, llido popular, la rebeldía contra tanta injusti-
tura. Que prohíban a los negros, a los pero- Abelardo Ramos y el revisionismo histórico. cia, contra los asesinatos, contra los atrope-
nistas. Pero a nosotros, profesores, investiga- Corriente en la que se diferenció al naciona- llos. La policía retrocede. Nadie controla la
dores, cerebros que nos fugaremos si nos tra- lismo oligárquico (que confundía a la patria situación.
tan mal, cómo se atreven.” La otra versión es con la estancia) del nacionalismo antiimpe- “Es el pueblo. Son las bases sindicales y
la siguiente: “Caramba, ya no nos respetan. rialista: FORJA y los autores que cité. Y estudiantes que luchan enardecidas. El apoyo
Se acabaron nuestros privilegios. Vivimos en luego se leyó apasionadamente a Frantz total de la población.
la ilegalidad democrática desde 1955. Nin- Fanon. Llegaremos a esto. Los jóvenes que “Es la toma de conciencia contra tantas
gún gobierno gobernó con el voto libre de estaban al frente de las Cátedras Nacionales prohibiciones. Nada de tutelas ni usurpadores
toda la ciudadanía. El país está viciado de ile- pertenecían a la carrera de Sociología. Eran del poder, ni de cómplices participacionistas.
galidad. Pero nosotros vivimos en un mundo Roberto Carri, Alcira Argumedo, Fernando “El saldo de la batalla de Córdoba, ‘El Cor-
aparte. Gobierno tripartito. Libertad de Alvarez, Juan Pablo Franco, Gunnard Olsson dobazo’, es trágico. Decenas de muertos,
temas. Nada se prohíbe. ¿Hasta cuándo nos (posiblemente estoy escribiendo mal su nom- cientos de heridos. Pero la dignidad y el cora-
proponíamos vivir al margen de la suerte del bre, me disculpo), Horacio González y otros. je de un pueblo florecen y marcan una página
país? ¿No es hora de admitir que la universi- Los de Envido los respaldábamos. Nos sentía- histórica argentina y latinoamericana que no
dad que queremos es un lujo que no pode- mos parte de ese acontecimiento. se borrará jamás” (Rodolfo Walsh, periódico
mos permitirnos? Nos gobiernan los milita- de la CGT de los Argentinos).
res. Inventan gobiernos civiles. Después los EL PENSAMIENTO CRÍTICO NO ¿Por qué nos proponemos el estudio de las
tiran y ponen a otro y lo tiran y ahora se DEBE PLANTEARSE LÍMITES teorías de Ernesto Guevara sobre el foco insu-
ponen ellos y son lo que han sido siempre: El tema que empieza a debatirse es el de la rreccional? Porque fueron acogidas por la
brutos. Ven en el Saber a un enemigo. Ven lucha armada. Se lee al Che. Se analiza la teo- izquierda guerrillera latinoamericana. Porque
en la libertad de pensamiento el camino al ría del foco insurreccional (que es título de vamos a fundamentar que están lejos de las
comunismo. Quieren prohibir libros. Quie- este suplemento y, como otras veces, no llega- tradiciones de lucha de la clase obrera y recu-
ren prohibir todo lo que pueda entrañar un ré a tratar). Se lee a Giap. Se ve La batalla de rren a una teoría de la vanguardia que no ha
peligro al Occidente cristiano. Si asaltaron el Argelia. Y muy pronto: La hora de los hornos. sido beneficiosa y ayudó al distanciamiento
Estado, ¿por que no habrían de asaltar la Antes, sin embargo, Córdoba arrebata las de los milicianos y aun de los militantes con
Universidad? ¿Qué hay que hacer? Muy sim- pasiones de la militancia. Estalla el las bases populares. Como fuere, el tema es
ple. Ahora que hemos visto que nuestra suer- Cordobazo. Podemos entrar en él a través de delicado y polémico. Y apunta hacia la gran
te es la de los otros, unirnos a ellos”. El pro- la pluma de Rodolfo Walsh, que, en el perió- discusión que permanece sobre los años seten-
blema para muchos es que “ellos” son pero- dico de la CGT de los Argentinos (prolija y ta. La discusión entre la política y los fierros. La
nistas. Ergo, ese problema no tiene solución. cuasi religiosamente repartido por todos discusión honesta, abierta, sin concesiones
Pero las Cátedras Nacionales surgieron de nosotros en nuestra Facultad de Filosofía y sobre la violencia política. Una discusión que
una respuesta creativa, original y valiente al Letras) publica su fiction/non fiction “¿Quién debe darse en el ámbito de la izquierda. En el
problema supuestamente insoluble: ir en mató a Rosendo?” y entrega una crónica nota- ámbito de los derechos humanos. Sin darle
busca del pueblo. Es como dice Argumedo: ble del Cordobazo, que sólo su talento litera- armas a una derecha que –hoy– en nuestro
“En nuestro caso, el trabajo universitario sólo rio y periodístico podía tornar posible. Es la país reivindica desvergonzadamente, es decir,
constituye un aspecto parcial de un compro- siguiente: sin tapujo alguno, algo que ha sido universal-
miso más amplio con el movimiento de mente condenado como uno de los grandes
masas”. Hay una foto que recuerdo pero no Cordobazo, por Rodolfo Walsh: genocidios del siglo XX: las matanzas de los
tengo. Un cartel cuelga de una ventana de la “Trabajadores metalúrgicos, del transporte militantes del ’76. Los crímenes de lesa huma-
Facultad de Filosofía y Letras. El cartel dice: y otros gremios declaran paros para los días nidad. Los crímenes cometidos desde el apa-
“Facultad tomada por las Cátedras Naciona- 15 y 16 de Mayo, en razón de las quitas zona- rato del Estado. Sabemos que están ahí. Que
les”. La mayoría de estos profesores venían de les y el no reconocimiento de la antigüedad podrán utilizar las reflexiones críticas que lle-
Sociología. Estaban seriamente formados por por transferencias de empresas. vemos a cabo. Pero nadie puede impedirse
Marx y por Weber. No venían de Tacuara ni “Los obreros mecánicos realizaban una pensar por lo que la derecha pueda o no hacer
del catolicismo. Señalo esto porque la versión asamblea y son reprimidos, defienden sus con lo que uno piensa. Eso de “no darle
vigente hoy sobre la izquierda peronista es derechos en una verdadera batalla campal en armas a la derecha” funciona como un freno
que esa izquierda fueron los Montoneros, el centro de la ciudad el día 14 de Mayo. al pensamiento, a la crítica. Tenemos que
quienes, sí, venían del catolicismo y algunos “Los atropellos, la opresión, el desconoci- revisar todo. Una historia crítica del peronis-
de Tacuara. De esos peronistas, nosotros ni miento de un sinnúmero de derechos, la ver- mo (o sea: un estudio acerca de los alcances y
idea. Los que buscamos la “cuestión nacio- güenza de todos los actos de gobierno, los límites que tuvo y tiene ese movimiento, si es
nal” a partir del golpe del ’66 creíamos en la problemas del estudiantado y los centros veci- que aceptamos el concepto como definitivo,
unión entre el marxismo y las luchas nacio- nales se suman. el de movimiento) no puede ya frenarse por la
nales contra el imperialismo. Las luchas que “Se paraliza totalmente la ciudad el 16 de advertencia de “no darle armas a la derecha”.
se habían dado en la Argentina bajo el fede- Mayo. Nadie trabaja. Todos protestan. El Tampoco puede frenar la tarea reflexiva, al
ralismo, el yrigoyenismo y el peronismo. gobierno reprime. pensamiento crítico, la “teoría de los dos
Veníamos de las entrañas de Hegel y Marx. “En Corrientes es asesinado el estudiante demonios”. No bien se critican los errores de
También de Lenin y del Che. Con ese baga- Juan José Cabral. Se dispone el cierre de la la guerrilla se recibe la advertencia: “Guarda
je, los profesores de las Cátedras Nacionales Universidad. que eso está cerca de la ‘teoría de los dos
buscaron la sustancialidad, la materialidad “Todas las organizaciones estudiantiles pro- demonios’”. Uno se apichona, se julepea y
del sujeto revolucionario en los obreros pero- testan. Se preparan actos y manifestaciones. piensa: “No, eso nunca”. Y no piensa más. Se
nistas. Alguien solía decirles a los marxistas Se trabaja en común acuerdo con la CGT. trata, por el contrario, de pensar. Dejémonos
gorilas: “Les guste o no, nuestro proletariado “El día 18 es asesinado en Rosario el estu- de joder: ¿cómo no vamos a pensar crítica-
británico son los negros peronistas”. El sujeto diante Adolfo Ramón Bello. Se realiza con mente, descarnadamente, dolorosamente o
de la revolución, la clase obrera, aquí, tenía estudiantes, obreros y sacerdotes tercermun- como se quiera, pero a fondo, una historia que
una identidad, el peronismo. Hacía ahí nos distas una marcha de silencio en homenaje a terminó en una catástrofe humanitaria? Cuan-
dirigíamos. Con Marx. No con Tacuara ni los caídos. do Baschetti (en su notable tarea de recupera-
con Joe Baxter, que nos parecía un aventure- “El 23 de Mayo es ocupado el Barrio Clíni- ción de documentos) escribe la cronología de
ro fascistoide. A otros no. Y a la mayoría no cas por los estudiantes y son apoyados por el los años 1974-1975 la titula: Cronología de un
le importaba Joe Baxter, ni suponía que tení- resto del movimiento estudiantil. desastre. Un desastre tiene muchas causas. No
PRÓXIMO amos algo que ver con Tacuara, que, para mí, “El 26 de Mayo el movimiento obrero de todas están del lado del Estado criminal. Ana-
era un grupo de choque con ideología nacio- Córdoba resuelve un paro general de las acti- lizar un desastre no es fácil. Hay que tener el
DOMINGO
nalsocialista. Los pibes de Tacuara aparecie- vidades de 37 horas a partir de las 11 horas, coraje de ir hasta las últimas causas. Y eso
ron a comienzos de los ’60. Eran bastante para el 29 de Mayo, con abandono de trabajo suele doler.
El foco siniestros. Se reunían en lugares semiclandes- y concentraciones públicas de protesta.
y el movimiento tinos. Hacían el saludo nazi. Cierta vez, voy a “Los estudiantes adhieren en todo a las Colaboración especial:
de masas la peluquería en Pampa y Superí (en Belgra- resoluciones de la CGT. Los estudiantes orga- Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 31 de agosto de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


42 El foco y el movimiento de masas

Suplemento especial de

PáginaI12
UN PROLETARIADO personas (sobre todo entre las parejas: se cogía
UNIDO Y CONSCIENTE muy mal, era el ejemplo) porque la situación del
l Cordobazo es el mayor hecho de país era agobiante, porque se vivía bajo una dicta-

E combatividad de masas de la historia


argentina. Se sabe que las
afirmaciones tajantes tienen sus
riesgos. Por ejemplo: no digo que el
17 de octubre no haya sido fundamental. Se sabe
de sobra. Pero no tuvo la agresividad, el alto
nivel de participación obrera y estudiantil del
dura, no había libertad, etc. Estaba claro: al no
haber libertad las mujeres no tenían orgasmos. A
los hombres no les importaba porque el autorita-
rismo militar les impedía hablar francamente con
sus mujeres. Y ellas no les decían nada porque
–también– no había libertad. Ergo, no podía
haber sinceridad. Pero la obra entusiasmaba al
Cordobazo. Además, el 17 de octubre, los público que estaba harto de Onganía. Voy a esto:
estudiantes, los grupos ilustrados, hasta –por en una escena entra Stivel a su casa, deja su saco y
ejemplo– el Teatro Independiente (que provenía el televisor está encendido. De pronto, el tipo se
del PC y tenía a la URSS como referente), no se transforma. “¡Vení, flaca”, grita. “Vení, mirá
unieron a la protesta popular. Que no era esto.” La mujer se pone junto a él y miran la tele.
exactamente obrera. No eran obreros Y él, exultante, feliz, dice: “Mirá cómo los hacen
encuadrados en sindicatos clasistas, eran los rajar. Mirá cómo se cagan los milicos. Con pie-
obreros jóvenes de escasa experiencia sindical y dras los hacen rajar.” Veían, sí, la famosa escena
una clase media que quería cambios en el país. en que jóvenes del Cordobazo arrojan piedras
El Cordobazo es otra cosa. Se tiene clara sobre la milicada y la milicada retrocede. En ver-
conciencia de lo que se quiere. Córdoba es una dad, se les habían terminado los gases lacrimóge-
ciudad con industrias de importancia, sobre todo la nos (una versión). Y también es cierto que estaban
automotriz, y esto genera un proletariado unido y sorprendidos los milicos. No lo podían creer. La
consciente. Si se planteara aquí el tema de la fogosidad de la militancia era fuerte. Y los caballos
conciencia de clase habría que responder empezaron a ir para atrás. Era una escena inédita
afirmativamente: hubo conciencia de clase en el en la Argentina. Una manifestación popular hacía
Cordobazo, hubo conciencia de que los reclamos retroceder a los temibles policías antichoque. Y el
eran obreros, de que los obreros tenían flaco de clase media que hacía Stivel se ponía loco
conducciones y pertenecían a sindicatos que los de contento. Algo iba a cambiar. Los milicos
representaban. Es notable, además, cómo a retrocedían. Pronto el país sería otro. Esa llama de
partir de la gesta obrero-estudiantil se afianza la esperanza prendió el Cordobazo en tantas almas.
necesariedad de seguir adelante con las La gente que miraba la obra –de vacaciones en
comisiones internas en las fábricas. Sitrac-Sitram Mar del Plata– estallaba en aplausos. También, a
son los sindicatos autónomos de Fiat-Concord y esa altura, la clase media empezaba a entusiasmar-
Fiat-MaterFer. Surgen, del seno de la lucha, las se con la guerrilla. No sólo cuando el ERP repar-
grandes figuras sindicales: Agustín Tosco, tía comida en las villas miseria, sino hasta cuando
Gregorio Flores, José Francisco Páez y René “boleteaban” a alguien. Eran cosas de “los mucha-
Salamanca. Y de esta misma lucha surgen chos”. Se habían cansado. Estaban hartos y habían
también las organizaciones guerrilleras que agarrado los caños. “Los muchachos” pasaron a
–hasta ese momento– sienten que forman parte formar parte del imaginario entusiasta de la clase
de una lucha generalizada, de un gesto de media: se los vio como la cara combativa, juvenil,
rebeldía que empieza a cubrir todo el país. En el valiente y justiciera de un país agobiado por mili-
Cordobazo –a partir de él– toman su decisión de tares, empresarios y curas como Caggiano.
dar la lucha y de darla junto a las masas los
Montoneros (los que más plantean una LA VANGUARDIA ES LA CLASE
participación dentro de las luchas del peronismo) OBRERA Y SU ORGANIZACIÓN
y el ERP y las FAR, que tendrán modalidades Hay algo irrepetible en el Cordobazo. El Cor-
distintas. (Sobre todo al no aceptar la dobazo es el fruto maduro de una sociedad indus-
conducción de Perón. Algo que luego harán las trializada. No en vano se le dice el Mayo cordo-
FAR en su unión con Montoneros.) bés. Habría que ver con qué grado de precisión,
El Cordobazo se expresa también en muchas pues en el Mayo cordobés el sector hegemónico
provincias. Una de las más grandes sorpresas fue de la lucha es la clase obrera. No desvalorizamos
el Mendozazo, dado que Mendoza había sido una el aporte estudiantil, pero el Cordobazo es una
provincia tradicionalmente conservadora. El rebelión del proletariado. En el Mayo francés fue-
Rosariazo golpea fuerte. Ya empieza a ser hábito ron los estudiantes el sector más dinámico. Esto
ver a las multitudes ganando las calles, a los obre- se nota en el ingenio, es la calidad literaria de las
ros y a los estudiantes emprendiendo una lucha consignas. Ni Tosco ni los suyos habrían de escri-
común. “Se llegó a una situación que ha sido bir: “Debajo de los adoquines está la playa”. Creo
caracterizada como ‘toma de la ciudad’, en la cual que se habrían reído de tal exceso poético. Inclu-
la actuación de la policía fue totalmente superada, so hasta lo de la imaginación al poder les habría
habiéndonse quedado sin gases y sin nafta. Según resultado extraño. No, la imaginación no. Son los
el cálculo de Tosco, hubo unas cincuenta mil per- obreros los que están luchando por el poder. Es la
sonas peleando en la calle. A las cinco de la tarde clase obrera la que quiere el poder o la que discu-
intervino el Ejército, que intentó controlar la te el mayor poder que desea para sí. Por decirlo
situación desplazando tropas en la ciudad. A las de un modo contundente: El Cordobazo es hijo de
ocho de la noche, cumpliendo la previsión del sin- la industria automotriz. Marx se habría sentido
dicato, los encargados de hacer saltar los tapones satisfecho con esto. Es el moderno proletariado
de la usina central dejaron a Córdoba a oscuras, de la rica provincia que ocupa la centralidad de la
apagón que duró más de cuatro horas. A la noche República Argentina la que se rebela eligiendo su
fueron tomadas comisarías y sedes de la policía en arma esencial: la paralización de las actividades.
la periferia” (Carrera, Grau y Martí, Agustín Córdoba era un espacio tramado por la industria
Tosco, la clase revolucionaria, ed. cit., p. 117). de fabricar automóviles. Sus obreros recibían los
Nadie, según parece, había previsto la llegada del mejores salarios del país. Lo que demuestra que la
Ejército. Acaso se pensó que la debilidad del régi- pobreza no lleva a la rebelión. Lleva al embruteci-
men no se arriesgaría a una represión militar. O miento. A la marginación. El obrero industrial
también se pensó que precisamente por estar aco- con buen salario y asociado a su sindicato es el
rralado Onganía habría de arrojar zarpazos renco- que puede alcanzar una visión más totalizadora los dirigentes. Que irán a la lucha con ellos o
rosos, irresponsables. Como fuere, se siguió de su lucha. Esto es cierto. No lo es –ya lo hemos ellos irán a la lucha con sus cabezas. Si digo que
luchando. Hubo un desplazamiento a la periferia visto sobradamente– el uso que ciertos teóricos el Cordobazo lo hizo la industria automotriz es
de la ciudad, la lucha se siguió dando desde los de “izquierda” le dan a la carencia de estos ele- porque es hijo de la urbanización industrial. Las
barrios. “Finalmente el Ejército logró desalojar el mentos. No por carecer de buenos sueldos ni sin- comisiones internas sacan la gente a la calle. Elpi-
centro haciendo fuego indiscriminadamente” dicatos los obreros están condenados a la hetero- dio Torres, Agustín Tosco y Atilio López lideran
(Carrera, Grau, Martí, Ibid., p. 117). nomía y a ser manipulados por un proyecto bur- la protesta. Hoy, el Cordobazo es imposible. Cór-
En enero de 1971, el llamado “Clan Stivel”, un gués. El Cordobazo es muy distinto del 17 de doba ya no es una provincia industrial. La indus-
grupo que formaron David Stivel, Bárbara Muji- octubre. Aquí no hay un líder que rescatar. No tria automotriz se desmanteló y se fue de Córdo-
ca, Emilio Alfaro, Norma Aleandro y Carlos hay un proletariado virgen de experiencia sindi- ba y de la Argentina. El neoliberalismo aniquiló
Carella (que hicieron en televisión un éxito que se cal. No hay migrantes. También los estudiantes al capitalismo productivo. Al morir la burguesía
llamó Cosa juzgada) presentaron una obra teatral son otros. Dan su lucha junto a los obreros. Los de la producción mueren los grandes centros
en Mar del Plata. No recuerdo de quién era. No que tienen, sin duda, mayor experiencia sindical. industriales. Los obreros se quedan sin fábricas.
era buena. El esquema central radicaba en demos- Tienen una ya larga experiencia en la fábrica. Se quedan en la calle. Ya no son obreros. Son
trar que en el país todo estaba pésimo entre las Saben organizarse entre compañeros. Tratar con marginados, excluidos y, por fin, delincuentes.
II
la de la naciente guerrilla que golpeaba aquí y
allá dentro de un esquema popular y masivo de ase-
dio al régimen, no dentro de la soledad de los “elegi-
dos” (por nadie). En Córdoba estaba la Fiat, esta-
ba la Renault. La Renault había comprado la
mítica Industrias Kaiser Argentina (la IKA) que
se había radicado en la ciudad mediterránea
desde 1955. El gran triunfo del liberalismo de
mercado fue desmantelar la estructura industrial y,
con ella, la posibilidad de la rebelión obrera.
Donde ahora está el hambre, antes había fábri-
cas, obreros, delegados, sindicatos e ideas genera-
das desde el seno de la clase obrera. El Cordoba-
zo, por último, fue el movimiento de masas en
acción. Fueron las masas, fue el pueblo, fueron los
obreros los que asumieron la vanguardia de la
lucha. Es cierto que hubo francotiradores, pero
no tuvieron relevancia. Más bien “contamina-
ron” la gesta. El Cordobazo no necesitaba fran-
cotiradores, los cuales, como siempre, dieron
argumentos a la derecha. El Cordobazo es la
pureza de la rebeldía obrera, en que la vanguardia
son los cuadros, la clase social, las ideas generadas
en la “centralidad de la fábrica” y los líderes sin-
dicales que se ponen al frente de las columnas,
no como iluminados que tienen la verdad, sino
como obreros que tienen la responsabilidad que
sus compañeros les dieron, la de la conducción,
la de estar al frente con todos los otros detrás,
apoyándolos y, si es necesario, empujándolos.
¿Vieron las fotos de Agustín Tosco al frente de
las columnas obreras del Cordobazo? Esa es la
violencia de la clase obrera. Su masividad, su
número. Pero su número transformado en fuer-
za, como decía Cooke. Porque no alcanza con
que sean muchos. Tienen que ser muchos, saber-
lo y organizarse. Así, la cantidad adopta la cuali-
dad de la fuerza. Cualquier otra violencia sólo
podrá legitimarse –dentro de un régimen no
democrático, dentro de una dictadura como la de
Onganía– subordinándose a ésta. La vanguardia
es la masa, es la clase obrera y su organización.
¿Qué creen que les habrían dicho Tosco o Atilio
López el 29 de mayo de 1969 cuando abandona-
ban las plantas fabriles y marchaban en busca del
centro de la ciudad? “No, muchachos. Aquí, al
frente, vamos nosotros. Los obreros y sus diri-
gentes. Esta es la lucha de una clase social. Es
una lucha de masas. No tiene nada que ver con el
‘foco’ del compañero Guevara ni necesitamos
que nos galvanicen los compañeros de la pequeña
burguesía que han agarrado los fierros. Cuando
haga falta, si hace, los vamos a llamar. Hasta
entonces, en el mazo, muchachos.” No descarto
que, en los días previos, algún diálogo de este
tipo haya sido posible.

LA MUERTE DE LA ARGENTINA
DEL CORDOBAZO
Esa Argentina –trágicamente– murió. La mató,
primero, el golpe del ’76, que arrasó con todo y
que se produjo ante la urgencia de frenar los
movimientos obreros de Villa Constitución,
denunciados por el radical Ricardo Balbín al
hablar de “la guerrilla en las fábricas”. Y la mató
después el peronista Carlos Menem, desde el neo-
liberalismo, con todo el Partido Justicialista res-
paldándolo, festejando en el Congreso las privati-
zaciones como si fueran goles de la selección
argentina, con el sindicalismo en silencio y con
todo el establishment frotándose las manos: ya no
tenían que llamar a los militares para tener poder,
para frenar a las masas. Ahora, eso se lo daba el
peronismo. Nunca un partido político traicionó
hasta tal punto sus orígenes. La Argentina que
Perón y Evita habían construido la destruyeron
En la sociedad de la exclusión se ha suprimido la “El Cordobazo es peronista”. Para otros era de la los mismos peronistas. Como decía Eva: “Yo no
protesta del obrero sindicalizado. Muerta la izquierda. Tosco no era peronista. Pero Atilio le temo a la oligarquía que derrotamos el 17 de
industria, sólo quedan los peones de campo fieles López sí. Y sería acribillado por el peronismo del octubre, le temo a la que pueda nacer en el cora-
a la palabra de sus patrones. Los hemos visto Estado mafioso y criminal de López Rega e Isa- zón de los dirigentes peronistas”. En suma, fue
“hacerles número” durante los días de confronta- bel. Ochenta y un balazos, a Atilio López. Fue, si Carlos Menem, desde el peronismo, el que dio el
ción entre el gobierno de Cristina Fernández y se quiere, del trotskismo. Fue de la izquierda. impacto brutal y final a la Argentina del Cordo-
“el campo”. La industria genera “centralidad en Fue del clasismo. Pero el Cordobazo se inscribe bazo. Falta para llegar a esa infamia.
la fábrica”. La “centralidad en la fábrica” genera dentro de la lucha del peronismo por traer a Hace tiempo que cualquier escritor sabe que no
delegados, comisiones internas, abogados y afilia- Perón. Dentro de la tradición de lucha que el debe escribir “los acontecimientos se precipita-
ción masiva al sindicato. Entre todo esto serpen- peronismo venía desarrollando desde la Resisten- ban”. Menos luego del prestigio que la palabra
tea la línea ideológica. ¿Fue clasista el Cordoba- cia. El Cordobazo encuentra sus antecedentes en “acontecimiento” ha cobrado a partir de su uso
zo? Sí. ¿Fue peronista? Se inscribía, sin duda, hechos como la huelga del frigorífico Lisandro de por Foucault y Deleuze, quienes, basándose en el
dentro del peronismo combativo que jaqueaba al la Torre. Nada tiene que ver con el sindicalismo Heidegger de Beiträge zur philosophie (von ereig-
régimen desde la prohibición del movimiento y vandorista. Pero sí con la lucha de todos los nis), cuya traducción en la Argentina apareció
de su líder. Hubo muchas pintadas en la época: otros. La de Ongaro, la de los cuadros juveniles, como Acerca del evento, la hicieron suya y desarro-
III
llaron algunos puntos valiosos a partir de ella. semáforo y lo aplastó un camión de lavandería. nadie dude: la verdad estará de su parte y yo
Ya utilizaremos (y ya trataremos de justificar por Las FAP toman el destacamento de la Prefectura habré recordado mal y citado imprudentemen-
qué) la palabra acontecimiento. No exactamente de Tigre. Se llevan quince ametralladoras, doce te.) Pero la justicia revolucionaria es veloz y no
como Foucault, menos aún como Deleuze y fusiles y pistolas. La guerrilla actúa: el 26 de da segundas oportunidades. Ni a un anciano ni
mucho menos como Heidegger. Pero se nos tor- abril asalta una comisaría en Rosario; el 28, una a un joven de dieciséis años o algo más. Pero
nará indispensable para inteligir el acontecimien- en Córdoba; el 29, una en Villa Devoto. Onga- aquí no nos proponemos hablar de esto. El
to acaso más complejo de todo cuanto venimos nía pierde la paciencia: nuevos poderes a la poli- esquema de la revolución sangrienta, de la revo-
tratando: el acontecimiento Aramburu. Podemos, cía para combatir a la guerrilla. El 27 se reúne lución que castiga y limpia el panorama de ene-
entonces, si cautelosamente dejamos de lado el con Lanusse y 52 generales en actividad. Les migos dominaba el espíritu de los cubanos. El
concepto de acontecimiento, y sin ignorar lo dice que la “Revolución Argentina” tiene aún número de fusilados que se maneja va de 600 a
transitado de la frase, decir: “los hechos se preci- por delante quince o veinte años más. Con él a 1500. Posiblemente ninguna de las dos cifras sea
pitaban”. Antes del Cordobazo, el ambiente ya su frente, claro está. Lanusse mira de reojo a verdadera. Posiblemente ninguna de las dos
venía caldeado. En abril (1969) un grupo de las uno que otro general y ya está: los días de Onga- importe. Lo que importa es que se establecieron
FAL ataca un puesto de la guarnición de Campo nía están contados. 29 de mayo de 1970: Es el juicios revolucionarios sumarísimos y el paredón
de Mayo. (Nota: Sigo, a partir de aquí, la rigu- Día del Ejército, y el primer aniversario del Cor- se hizo famoso en el entero mundo. “Al pare-
rosa cronología trabajada por Andrew Graham- dobazo y será el día del secuestro de Aramburu. Es dón”, fue una frase célebre. O “Paredón, pare-
Yool en Tiempo de tragedias y esperanzas, Crono- un día verdaderamente sobredeterminado. Pocos dón, para todos los traidores, que vendieron la
logía histórica, 1955-2005, Buenos Aires, Edito- años antes, en sus libros Lire Le Capital y Pour nación” fue una conocida consigna de la JP.
rial Lumière, 2006). El cardenal Antonio Ca- Marx, Louis Althusser, que había criticado la Bien, el paredón era ése. Era enorme y estaba
ggiano critica a los sacerdotes rebeldes. Dice que linealidad de la concepción hegeliana de la his- lleno de agujeros.
la Iglesia se encuentra ante una crisis de fe. Asal- toria, toma, sin embargo, de éste, el concepto de Cuando regresé a Buenos Aires escribí el
to a una armería de Buenos Aires. Por supuesto: determinación. Una determinación, en Hegel, es guión. Guevara no era San Ernesto de La Higue-
se llevan armas. Conferencia de obispos en San un punto de la historia o un elemento del pen- ra. Era un personaje contradictorio, en ebullición
Miguel. Se manifiestan de acuerdo con los obis- samiento lógico. Althusser creía en el concepto casi permanente, conté los hechos de la fortaleza
pos de la Conferencia de Medellín. Elementos de sobredeterminación. Ese punto de la historia de La Cabaña, la aventura desesperada de Boli-
guerrilleros atacan puestos militares en Magdale- presenta tal complejidad, son tantas las líneas via, un martirio crístico, una lucha contra la
na, Salta y otros lugares. El 3 de mayo es deteni- que en él confluyen, que estamos ante una sobre- humedad de la selva (que el asma del Che no
do Raimundo Ongaro. Lo liberan dos días des- determinación. Esas tres poderosas líneas que se resistía) y contra las delaciones de los campesi-
pués. Juan José Cabral, de 22 años, que estudia- cruzan ese 29 de mayo de 1970 hacen de ese día nos. El Instituto de Cine Cubano, al mando de
ba medicina en Corrientes, es asesinado por la uno de los más sobredeterminados de la década Alfredo Guevara, un personaje que solía andar
policía. La muerte se produce a raíz de la partici- que se inicia: Día del Ejército, primer aniversa- con un sobretodo sobre los hombros, y que no
pación de Cabral en una manifestación por el rio del Cordobazo y secuestro de Pedro Eugenio tenía relación familiar con el Che, rechazó el
aumento de precios en el comedor universitario. Aramburu. Hasta aquí queríamos llegar. Antes guión y dijo que si el guionista insistía en partici-
En Córdoba los metalúrgicos declaran una huel- de seguir deberemos volcar nuestra atención par del proyecto Cuba no facilitaría las locacio-
ga de 48 horas. El asesinato de Cabral caldea el hacia el comandante Ernesto “Che” Guevara, nes. Me apartaron amable pero culposamente del
ambiente del país. Es una de las causas del Cor- hoy, en pleno siglo XXI, nada menos que el ros- proyecto y escribí poco después una obra de tea-
dobazo. Hay manifestaciones en casi todas las tro casi universal de la rebeldía. tro para darme el gusto. Pero los aspectos oscu-
ciudades. En una de ellas, en Rosario, un oficial ros del Che eran intocables. Mi posición era la
de policía hiere a Alberto Ramón Bello, de 22 “¿TÚ CREES QUE SOMOS contraria: sólo el coraje de meterse con esos
años. Bello muere al día siguiente. Su sepelio se IGUALES A ELLOS?”, aspectos posibilitaría una gran película. ¿Qué
hace en Rosario. Se clausura la Universidad de DIJO EL CHE salió? La peor película de Desanzo. El Billiken de
Córdoba. Al día siguiente, en Córdoba, Elba En 1997 se publican varias biografías sobre Ernesto Guevara. Un héroe inmaculado. Una
Canelo queda ciega de un ojo por una granada Ernesto Guevara. La de Anderson, la de Paco película en la que se veía todo lo que ya se sabía.
de gas. El 21: marcha de silencio en Rosario. El Taibo, la de Pierre Kalfon y la de Jorge Castañe- El santo de la Escuelita de La Higuera. Incluso
pueblo toma la ciudad. Un joven de 15 años da. Se cumplían treinta años de la muerte del Desanzo le dio unos “toques Favio” por los cua-
muere de un balazo en la espalda, Luis Norberto Che en la Escuelita de La Higuera. Luego del les el Che, al ser elevado por un helicóptero su
Blanco. El general Fonseca se adueña del territo- buen suceso que nuestra película sobre Eva cadáver, parecía ascender a las alturas.
rio y hace retroceder a quienes habían tomado la Perón había obtenido, unos productores nos Pierre Kalfon se anima a insinuar o más que
ciudad. Onganía ordena la ocupación militar de convocan a Desanzo y a mí, al director y al insinuar una teoría temible. “Los guerrilleros
Rosario. Sepelio del joven Blanco. Se confirma, guionista del film, para que hiciéramos una (escribe) derribaron un régimen más frágil de lo
en Washington, a John Davis Lodge como sobre Guevara. La primera tarea será viajar a que parecía, desgastado por la corrupción y la
embajador en la Argentina. Lodge declara que Cuba y ver y preguntar y olfatear. Desanzo esta- ineficacia de su personal” (Pierre Kalfon, Che,
Onganía llegó al gobierno en forma democráti- ba afónico por el esfuerzo de la filmación del Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo,
ca. Día 29: el Cordobazo. Al día siguiente, el film sobre Evita, de modo que la tarea de hablar Plaza y Janés, Barcelona, 1997, p. 268). Lejos de
Ejército entra al Barrio Clínicas, donde se con- con los entrevistados me correspondía. Durante tratarse de una controversia universitaria esta-
centra la población estudiantil. 14 muertos en una semana pregunté, desde Froilán González mos en presencia de un punto decisivo en la
los dos días del Cordobazo. Se establecen tribu- hasta Roberto Fernández Retamar, si el Che interpretación de la Revolución Cubana. Esta
nales militares: Elpidio Torres, de Smata, es tenía algún defecto. Ninguno. Yo alegaba que interpretación llevará a la muerte a muchos que
condenado a cuatro años de prisión. Agustín no podría escribir un guión de cine sobre un en América optarán por la praxis del “foco insu-
Tosco (“el hombre del Cordobazo”) a ocho. Y personaje que no tuviera un quiebre, alguna rreccional”. “El Che (escribe Pierre Kalfon) basa
así sigue la cosa: el 26 de junio se queman 15 zona oscura, en contradicción con su cara diur- su teoría revolucionaria en el modelo matricial
supermercados Minimax, pertenecientes a la na, con la más conocida, la más célebre. De lo de una guerrilla de campesinos que prevalece
cadena de la familia Rockefeller. contrario saldría un caramelo, no un hombre. sobre un ejército profesional. Pero si no fueron
30 de junio de 1969: balean a quemarropa a Quería la cara del cuadro de Alberto Korda, sí. los guerrilleros los que ganaron sino el régimen
Augusto Timoteo Vandor, el cruzado del “pero- Pero tenía que existir otra. Nada. Cierta tarde carcomido de Batista el que se hundió, entonces
nismo sin Perón”, el enemigo de la CGT de los (no recuerdo por qué no estaba Desanzo), el el malentendido es inmenso, y la pasmosa hazaña
Argentinos, lugar en el que ni se lo nombraba, coronel del Ejército Revolucionario que nos de trescientos campesinos venciendo a un ejército de
se le decía “el traidor”. La CGT estaba dividida habían amablemente puesto como chofer me cincuenta mil hombres se reduce a un accidente
en la “de los Argentinos” y “la de Azopardo”. dice: “Venga, lo llevaré a un lugar donde no va de la historia” (Kalfon, Ibid., p. 268). En Santa
Esta, que llevaba su nombre por estar en esa nadie”. Me llevó a la fortaleza de La Cabaña, Clara (único aporte totalmente propio del Che a
calle, tenía la orientación pactista que le impo- donde se había instalado el Che a comienzos del la revolución, lo demás: jefatura de Fidel), Gue-
nía el Lobo Vandor. Para los de Ongaro eran ’59 y donde se iniciaron los juicios de los tribu- vara gana una batalla contra un ejército sin dis-
“los traidores”. La muerte de Vandor no entris- nales revolucionarios. El coronel me mostró el ciplina, cuyos soldados no quieren pelear.
teció a nadie. Se lo veía como un tipo sinuoso, célebre “paredón”. Era enorme. La fortaleza era Pero hay un episodio que muestra al Che en
un maestro de la negociación perenne y un trai- una bellísima construcción española del siglo un gesto notable. Un miliciano que no se quiere
dor a su clase y a cualquier otro compromiso XVI. El paredón estaba lleno de agujeros. “Si se identificar con la crueldad, con la inhumanidad
que pudiera tomar. Sigue la cosa: asume un pregunta por qué no hay más –dijo el coronel–, del enemigo contra el que se ha alzado en armas
nuevo ministro de Economía, José María Dag- es porque la mayoría de las balas pegaban en el precisamente para no ser como él. Orestes Coli-
nino Pastore. Refiriéndose a un famoso libro de blanco.” Para Guevara las revoluciones se hacían na, un combatiente fiel de la revolución, se
geografía que todos habíamos tenido en el a lo Saint Just. Los que allí fusiló habían cometi- encuentra con el Che, quien viene con un
secundario se dice que, de geografía al menos, do atrocidades. Eran soldados batistianos o tipos teniente del ejército batistiano al que lleva preso.
algo sabrá. Juan García Elorrio, el director de de la policía secreta. Osvaldo Bayer, sin embar- Orestes Colina, en un ataque de furia, le dice:
Cristianismo y revolución, muere, el 27 de febre- go, vio juzgar a dos jóvenes soldados (dos terri- “Lo que tenemos que hacer es matar a éste”. El
ro de 1970, embestido por un automóvil. Con- bles, brutales asesinos o torturadores sin duda) Che responde la respuesta adecuada, la respuesta
moción entre la militancia. García Elorrio era con una velocidad que le pareció –digamos– que resume todos los valores que el siglo XX
un hombre muy respetado, había buscado unir demasiado veloz. El Tribunal los condenó a ser pisoteó: “¿Tú crees que somos iguales a ellos?”.
PRÓXIMO
el cristianismo y el marxismo con las luchas fusilados. Bayer se preguntó largo tiempo si, Prometo entregar una extensa bibliografía en
DOMINGO nacionales. Nadie quería creer que simplemente dada la corta, muy corta edad de esos soldados, el próximo suplemento.
lo había matado un auto. Pero no hubo forma no podían ser enviados a un campo de rehabili-
El acontecimiento de demostrar que no fuera así. Una muerte tación, permitirles una segunda oportunidad. (Si Colaboración especial:
Aramburu absurda. A lo Barthes: semiólogo que no vio el Bayer desmiente esto o da otra versión, que Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 7 de septiembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


43 El acontecimiento Aramburu

Suplemento especial de

PáginaI12
EL “PAREDÓN” esencial de una revolución. ¿Cómo no habría de sin mí: la nuestra. Ya no soy necesario aquí, Fidel.
os metemos con Guevara porque ser duro el Che en la fortaleza de La Cabaña? Mi horizonte...

N queremos pulir la idea de la


teoría del foco guerrillero, que
fue, más que probablemente, un
genuino aporte de Guevara al
marxismo y que él mismo habría de practicar.
También las guerrillas latinoamericanas. El Che
era más partidario de la guerrilla campesina que
Insisto: Aramburu, para justificarse, dice
“éramos revolucionarios, teníamos que fusilar”.
(Nota: ¿No se habrá negado Perón a fusilar a
Menéndez por respetar la condición
democrática de su gobierno, elegido por el voto
popular? Para sorpresa de muchos
antiperonistas, esto demostraría que su gobierno
Fidel: –Tu horizonte está siempre demasiado
lejos. Se te ha quedado chica nuestra revolución.
Ya no encuentras el modo de ser heroico en ella.
Te aburres. Y no me lo has dicho, pero me lo
dices todo el tiempo: “No quiero ser un burócrata
como tú, Fidel. Yo, si no soy un héroe, no puedo
estar”. (Con gravedad): Una vez más te lo digo: el
de la guerrilla urbana. De aquí que el ERP haya fue más democrático que el cacareado gobierno heroísmo no sólo está en la batalla, también está
elegido el monte tucumano y los Montos se de la libertad de los “libertadores”.) en la paciencia.
concentraran en las ciudades. La teoría del foco Che: –Te está gustando demasiado la paciencia,
no era parte de la experiencia de la Revolución LA REVOLUCIÓN ES PACIENCIA Fidel. La serena certidumbre de la ayuda de los
Cubana. Castro contó siempre con un Pero el Che empieza a sentirse incómodo “den- rusos. De nuestras cosechas de azúcar. De la
campesinado que le fue fiel, con soldados tro” de la Revolución Cubana. Lo sorprendemos renuncia a mis planes de industrias. Seguimos
batistianos que se pasaron a sus filas. Este ahora hablando con Fidel. Éste, aún, no ha anun- siendo lo que éramos: una isla de monocultivo.
segundo aspecto es contingente. Lo central de la ciado que la Revolución es comunista, aún no ha Sólo que en lugar de comprarles basura a los yan-
Revolución de Castro es el ascendente que éste transcurrido el tiempo suficiente. Lo dirá, pero quis, nos la regalan los rusos. Ayuda económica y
ya había logrado en los campesinos y en el prefiere esperar un poco. Guevara lo apura: ¿por coexistencia pacífica. Paciencia, dicen los rusos.
apoyo que de ellos recibía. En tanto en Bolivia qué no decir la verdad? Prestemos oídos a esa con- Nada de industrias, monocultivo. Paciencia. Nada
los campesinos de ese país terminaron por ser versación: de revoluciones en América latina, coexistencia
delatores de la guerrilla guevarista, en Cuba los Fidel: –Esa verdad nos perjudica en este pacífica. Y vos aceptás, Fidel. Porque te volviste
hombres de la tierra recibieron bien a Castro. momento. Por ahora sólo somos unos barbudos paciente. Como quieren los rusos: un revolucio-
Estaban hartos de Batista y sus horrores. Hartos pintorescos que luchamos contra una dictadura nario paciente, controlable, sumiso. Un político
de una dictadura feroz. Estos jóvenes barbudos incómoda. con una verborragia algo estridente. Pero un polí-
que venían en incontenible avance les Che: –¿Incómoda? Vamos, Fidel: sanguinaria, tico al fin.
despertaban esperanzas. Ese avance era cada vez cruel, genocida.
más incontenible porque los campesinos se Fidel: –Incómoda para el Departamento de
convertían en guerrilleros y aumentaban las Estado.
fuerzas del Ejército Rebelde. Una vez que la Che: –¡Pues que se vayan dando cuenta! ¡No
Revolución triunfa, América latina festeja. Pero venimos a mejorarle la imagen al Departamento
no festeja el triunfo de una “revolución de Estado en Latinoamérica! Venimos...
socialista”, sino el de unos barbudos rebeldes Fidel (Muy firme): –Sí, ya sé a qué venimos.
que han destituido a una dictadura sangrienta Pero no nos conviene decirlo por ahora. El socia-
que ya avergonzaba e incomodaba a los mismos lismo los espanta.
norteamericanos. La Revolución Cubana Che: –Es que a eso venimos: a espantarlos.
cuenta, en sus primeros pasos, con el apoyo de Fidel: –Tenemos que hacer política.
todos. Fidel se establece en la conducción. Y Che: –¿Y qué es hacer política? ¿No decir la ver-
Guevara es el Saint-Just, el ala jacobina. Aunque dad?
a Fidel no le faltaba garra para asumir, siempre Fidel: –No decir siempre la verdad.
que lo quisiera, este papel. Lo primero que Che: –Esconderse, mostrarse, dar la cara, no
incomoda al mundo libre son las ejecuciones dar la cara, decir la verdad, no decirla, sonreír sin
masivas de adictos al régimen batistiano. Ahí ganas, darles la mano a los hijos de puta, abrazarse
nace la palabra “paredón”, que es una la palabra con los cretinos, hablar, callarse, decir sí sin decir
genuinamente cubana, genuinamente castrista. sí, decir no sin decir no... ¿eso es hacer política?
La idea del “fusilamiento” de los opositores Fidel (Mirándolo muy fijamente. Muy conven-
peligrosos (en primera instancia) acompaña casi cido): –Exactamente eso.
automáticamente a la de “revolución”. No hay Che: –Eso no es para mí. No voy a ser un buen
revolución sin fusilamientos. Incluso Aramburu, político, Fidel.
justificándose, tratando de relativizar la Fidel: –Entonces déjame la política a mí. Tú
importancia del fusilamiento de Valle, les dirá, ocúpate de la guerra.
en su cautiverio, a los Montoneros que ellos –los Che: –Es que la guerra está por terminar. Ahora
de la Libertadora– habían hecho una revolución empieza la revolución.
y en una revolución siempre se fusila. No hay Fidel: (Asiente con un gesto. Luego): –Y la
por qué sorprenderse si Castro y el Che también revolución es paciencia. Una larga paciencia.
lo hicieron. Es el modelo revolucionario de la Tenemos que gobernar, Che. Y gobernar... no
Revolución Francesa. El modelo que siempre siempre es heroico (JPF, Dos destinos sudamerica-
manejaron Marx y Engels. Volveré a citar un nos, cuestiones con Ernesto Che Guevara, Obra tea-
texto de Engels que cito desde hace años pero tral en un acto, Ob. cit., p. 30).
no lo he citado aquí y aquí lo requiero otra vez. Guevara deja su papel de Saint-Just cuando
Discutiendo con “demócratas empieza a ocuparse de la economía cubana. Pero
antiautoritaristas”, Engels se encrespa y dice: no dura mucho ahí. Su temple está para otras
“¿No han visto nunca una revolución estos tareas. En Cuba, mientras están Fidel y el Che,
señores? Una revolución es, indudablemente, la uno de los dos sobra. El Che mira con malos ojos
cosa más autoritaria que existe: es el acto por los arreglos con la Unión Soviética. Su idea es lan-
medio del cual una parte de la población zar el concepto y la realidad de la Revolución Fidel: –Sé lo que quieres. Y es algo más específi-
impone su voluntad a la otra por medio de Cubana a la conquista de América latina. Lo que co que la revolución en América latina. Quieres la
fusiles, bayonetas y cañones, medios autoritarios luego propondrá: dos, tres, muchos Vietnam. revolución en Argentina.
si los hay; y el partido victorioso, si no quiere Fidel estrecha relaciones con los soviéticos. Esto le Che: –Por supuesto. Pero no voy a empezar por
haber luchado en vano, tiene que mantener este permite soportar todos los problemas que le crean la Argentina.
dominio por el terror que sus armas inspiran a los norteamericanos. Pero Cuba empieza a depen- Fidel: –Tampoco vayas a Bolivia. No...
los reaccionarios. ¿La Comuna de París habría der excesivamente de su grandote protector. Se Che: –A ver, decilo: “No están dadas las condi-
durado acaso un solo día de no haber empleado dice de Castro: “Es otro mariscal del Kremlin”. Se ciones”. ¿Es eso?
esta autoridad de pueblo armado frente a los dice que la economía de la isla se sostiene fácil Fidel: –Eso. (Lo mira fijamente): No están
burgueses? ¿No podemos, por el contrario, porque todos los meses llega “el cheque de los dadas las condiciones.
reprocharle el no haberse servido lo bastante de rusos”. Nada de esto le gusta a Guevara. Quiere Che: –Nunca están dadas las condiciones. Una
ella?” (Marx, Engels, Obras escogidas, Ediciones mayor independencia para Cuba. No quiere revolución es eso: crear las condiciones. El foco
en Lenguas Extranjeras, Moscú, Tomo I, 1955, pegarse a los rusos ni apoltronarse en la comodi- guerrillero es eso: crear las condiciones. Ningún
p. 671. Cursivas mías). El texto es de una dad del “cheque”. Para él, así, la revolución pierde régimen está esperando a que te lo devores como a
potencia y claridad notables. Uno lo ha citado dinamismo, se adormece. Más aún si no realiza su una fruta madura. Ningún régimen se cae solo,
casi ya a lo largo de los años. Tiene otros para tarea fundamental: llevar a la lucha a los restantes siempre hay que voltearlo. (Nota: Esta notable
citar. Pero, ¿para qué? Engels lo dijo pueblos de América latina. Pero esto es lo que frase de John William Cooke me pareció digna de
impecablemente y era, además, Engels. De aquí menos quieren los rusos. La Guerra Fría los com- ser dicha por Guevara. De aquí que se la haya
que, por más que acumulemos lecturas, la promete en una política de coexistencia. No pue- adjudicado en este diálogo con Fidel.)
condensada sabiduría a la que improbablemente den financiar a un país que altera las relaciones de Fidel: –La mayoría de los campesinos bolivia-
podamos acceder algún día se encierre, se poder en el patio trasero de los yanquis. El Che, nos son dueños de sus parcelas. No te respaldarán.
condense apenas en unas pocas lecturas. como primera etapa, quiere ir a África. Che: –¿Quiénes te dijeron eso? ¿Los rusos? ¿La
Observen las bastardillas que puse esta vez: el Fidel: –No te necesitan en África. Si no eres inteligencia soviética en Latinoamérica?
terror. Hasta eso acepta Engels de la Revolución necesario, no lo eres. Hay revoluciones que pue- Fidel: –Sin los campesinos no habríamos hecho
Francesa. Eso que disgustó tanto a Hegel como den hacerse sin ti. nuestra revolución. Sin los campesinos, no la
a Beethoven, Engels lo acepta como parte Che: –Hay una revolución que puede hacerse harás tú en Bolivia. (Pausa. Casi con calidez): No
II
vayas aún, Che. Una revolución es saber atacar yo”. O: “Porque me la regalaron”. La respuesta, Historia estaba a favor de su causa, como casi
cuando es sensato. No vayas. casi siempre, fue: “Porque era un valiente, un todos creían en esos años: “La Alianza para el
Che: –¡Carajo, no puedo creer que me estés rebelde, un tipo que peleaba contra el sistema”. O Progreso es un intento de refrenar lo irrefrenable”
diciendo algo así! ¿Tanto te ablandaron los rusos? también: “Porque era un chabón con unos huevos (Ibid.). Su experiencia boliviana es crística. Son
Una revolución es lo menos sensato que hay. de acero”. O también porque era recopado, por- tantos los padecimientos que describe en su Dia-
Siempre hay que estar un poco loco para hacer que se jugaba la vida por lo que creía, porque rio que uno entiende que sólo un hombre con
una revolución. Un hombre sensato lee el diario a peleaba por un mundo mejor. Nadie podrá, una voluntad casi sobrehumana puede afrontar-
la mañana, va a su trabajo, regresa a su casa, come nunca, desmentirle esa frase a Guevara: puso siem- los. También creía que la voluntad revolucionaria
y duerme hasta el día siguiente. Eso es la sensatez, pre el pellejo para demostrar sus verdades. No podía vencer los escollos de la realidad. (No en
Fidel. No fue sensato asaltar el Moncada. No fue queda casi nada de lo que concretamente hizo por- vano el libro de Anguita y Caparrós sobre la mili-
sensato navegar en el Granma. Si lo hiciste fue que no pegó ni una. Se metió en la Revolución tancia revolucionaria del setenta lleva por título
porque eras un insensato. Un loco. Un revolucio- Cubana, pero bajo la conducción de Fidel. Ganó La voluntad). En fin, sé que por más que diga que
nario. Ahora corrés el peligro de convertirte en un la batalla de Santa Clara, pero el ejército batistia- admiro a este hombre y que creo que es justo se
burócrata. no era débil, corrupto y ofrecía poca resistencia. haya transformado en el símbolo de la rebeldía,
Fidel: –Y tú en un mesiánico. En un héroe, en Igual, ganó esa batalla en una guerra que él no los guevaristas, que son impiadosos, no me perdo-
un mártir... pero no en un revolucionario. conducía. Fracasó como ministro de Industrias. narán estas páginas. Han sido sólo un bosquejo
(Se hace un silencio. Ya se han dicho todo. Fracasó en su enfrentamiento con la Unión para entender los errores de la guerrilla argentina.
Fidel saca un cigarro y se lo ofrece al Che, que Soviética. Fracasó en África. Y, trágicamente, fra- Que no tuvo ni por asomo un Guevara y que
acepta.) casó en Bolivia. Con ese fracaso fracasa la teoría agravó esos errores. Este libro no trata de él. Pero
Che: –Estás engordando. (JPF, Cuestiones con del foco. Ignoró con ligereza la aristocracia de los es inevitable tomarlo en cuenta porque fue el
Ernesto Che Guevara, Ibid., pp. 52/53/54). obreros del estaño. La advertencia de Castro acer- mentor de quienes creyeron y aplicaron la teoría
ca de la situación de los campesinos: eran dueños del foco. Algo que ocurrió en toda América lati-
EL AVENTURERO de sus parcelas. Se aisló de los políticos bolivia- na. En sus diálogos con Castro tal vez sea él quien
Los hechos son conocidos. Guevara hace su nos. Los desdeñó. Solo, con unos pocos incondi- se ubica en el lugar más brillante, más osado, pero
experiencia africana y fracasa por completo. cionales, penetró en una selva húmeda que fue es Castro el que le está dando una dura lección de
Luego regresa a Cuba. Y prepara su viaje a Boli- fatal para sus pulmones. No le importó la guerra política, el que le exhibe las aristas ásperas de la
que Bolivia había sostenido con Paraguay. El ejér- historia, algo que lo remite a una teoría que el
cito boliviano difundió una mentira que erosionó Che interpreta como “paciencia” y Castro como
seriamente su credibilidad ante los campesinos: trabajo político, como esa tarea ardua, difícil, de
que esos locos barbudos que andaban por la selva limar los muros que la realidad se empeña en
eran paraguayos. Suficiente: los campesinos, pri- levantar ante la “voluntad revolucionaria”. Es
mero, empezaron a tratarlo con recelo. Luego, sin posible que Castro no quede como la bandera del
más, lo delataron. Sólo citaré algunos textos del rebelde, pero fue el que toleró el desgaste, las
Diario en Bolivia: “Alto Seco es un villorrio de 50 negociaciones, el paso del tiempo. Es posible,
casas situado a 1900 metros de altura que nos también, que ahora quiera morir sin haber retro-
recibió con una bien sazonada mezcla de miedo y cedido, algo que lo acercaría definitivamente a la
curiosidad”. Luego: “Por la noche Inti dio una gloria del Che. Es posible que en este hecho se
charla en el local de la escuela (1 y 2 grados) a un encuentre el secreto del empeño en su perdurabi-
grupo de 15 asombrados y callados campesinos lidad. Un Castro al que la muerte atrapa sin que
explicándoles el alcance de nuestra revolución” (el haya entregado a Cuba es un Castro que llega a
subrayado es mío). Son dos textos del 9 de sep- las alturas de la rebeldía del Che. De aquí que el
tiembre de 1967. Le quedaba un mes de vida. El empecinamiento que muestra desde hace años en
24 del mismo mes dice que un solo campesino no “democratizar” la isla sea expresión de un
quedó en una casa a la que habían llegado (él deseo: seguir siendo Fidel, no alterar su imagen,
con un ataque al hígado, vomitando). Sólo seguir siendo el mismo, el que mantuvo y mantie-
quedó Sóstenos Vargas. “El resto huye al ver- ne a Cuba fuera de las garras del imperialismo.
nos.” Y en el Resumen de septiembre anota: Porque lo sabe bien: detrás de todas las exigencias
“Las características son las mismas del mes pasa- para que democratice Cuba late el deseo de ani-
do, salvo que ahora sí el ejército está demostran- quilarlo a él. Una Cuba sin Castro sería pasto
do más efectividad en su acción y la masa cam- fácil para una penetración gusano-imperialista de
pesina no nos ayuda en nada y se convierten en elevadas proporciones. Una Cuba con Castro es
delatores”. En la carta a sus hijos había escrito una Cuba detenida, no democrática, fijada en un
un texto bellísimo: “Sobre todo, sean siempre pasado de esplendor cuyo presente no logra
capaces de sentir en lo más hondo cualquier expresar, pero para él, para Castro, es la garantía
injusticia cometida contra cualquiera en cual- de su coherencia, el dibujo perfecto de su figura.
quier parte del mundo. Es la cualidad más linda Si el Che murió en Bolivia siendo el Che, dejan-
de un revolucionario”. Es cierto. Pero sentir las do a la posteridad la imagen perfecta, intocada, de
injusticias que se cometen en diversas partes del Ernesto Guevara, un Castro que muera “en la
mundo no alcanza para ir a esos lugares y luchar Cuba de Castro”, en la isla todavía indemne, can-
con efectividad por los sometidos. En Bolivia, sada pero rebelde, anacrónica pero pura, sería el
esos sometidos lo denunciaban. Castro perfecto, el Castro que muere dejando
Hay un pequeño texto de Guevara que se también a la posteridad la imagen perfecta, la
llama: “Cuba, ¿excepción histórica o vanguardia en imagen intocada del héroe de la Sierra Maestra,
la lucha contra el colonialismo?”. Luego de refutar del revolucionario, del hombre que nunca se
las tesis de los “excepcionalistas”, el Che concluye entregó, del nunca vencido, del obstinado que le
via. Ahí hará la experiencia práctica de su teoría que Cuba es la vanguardia en la lucha contra el dice a la historia, no que lo absolverá, sino que él
del foco insurreccional. Escribe varias cartas, des- colonialismo. Quienes creyeron esto creyeron un se ha absuelto a sí mismo, que su voluntad de ser
pidiéndose. Todas son cristalinas. En todas expre- error. Quienes vieron en la teoría del foco una hasta el final lo que fue desde el principio lo igua-
sa la idea que tiene de sí mismo y de su misión posibilidad revolucionaria, no meditaron lo sufi- la al otro empecinado, al de Bolivia, lo torna tan
revolucionaria. A los padres: “Otra vez siento bajo ciente sobre la propia experiencia del Che en puro como él, lo transforma en el único político
mis talones el costillar de Rocinante, vuelvo al Bolivia. Hay muchos textos de Guevara que pos- que, sin dejar de transitar los caminos del desgas-
camino con mi adarga al brazo”. No teme compa- tulan una participación mayor de la guerrilla en el te, de los largos años que erosionan toda posible
rarse con el personaje de Cervantes porque no trabajo de masas, pero siempre defendió el foco. gloria, ha llegado, sin embargo, al fin con la pure-
teme que le digan aventurero. Si hay, en política, El poder galvanizador de la guerrilla. Partir del za del mártir, con la voluntad indomable del
un mote que hiere y desacredita a quien se lo foco e ir incorporando a las masas. El ERP ensaya aventurero, sin quebrarse. Así, Castro va en busca
gana es el de “aventurero”. No le preocupa a esta operatividad en Tucumán. La guerrilla argen- de una gloria aún mayor que la de Guevara: la de
Guevara. “Creo (dice) en la lucha armada como tina fue preferentemente urbana. Guevara no haber sido, a la vez, los dos, él y el otro. El que
única solución para los pueblos que luchan por pensaba así: “Esas son las consideraciones que nos murió puro en Bolivia. Y el que morirá puro en la
liberarse y soy consecuente con mis creencias.” hacen pensar que, aun analizando países en que el isla de Cuba, invicta. Como él.
Esta fidelidad a sus creencias lo lleva a luchar predominio urbano es muy grande, el foco cen-
donde sea, donde quiera que haga falta. Si hay tral político de la lucha puede desarrollarse en el DE LA PENITENCIARÍA
que ir, si él lo cree así, agarrará su Rocinante y campo” (Cuba, ¿excepcionalidad histórica o...?). NACIONAL A TIMOTE: LA LARGA
cargará con su adarga bajo el brazo. “Muchos me Hay textos, sí, en que se desliza, como dije, hacia MANO DE LA HISTORIA
dirán aventurero, y lo soy, sólo que de un tipo la fundamental captación de las masas (aunque ¿Qué habrá pensado Aramburu el 29 de mayo
diferente y de los que ponen el pellejo para siempre partiendo desde el foco): “Los guerrille- de 1970? Lo dijimos: la fecha está cuidadosa-
demostrar sus verdades.” Acaso en este acto hoy, ros no pueden olvidar nunca su función de van- mente elegida. Se cumple, ese día, un año del
más que infrecuente, insólito, esté la permanencia guardia del pueblo, el mandato que encarnan, y Cordobazo. Se festeja, ese día, el Día del Ejérci-
del Che en el imaginario de los pueblos del por tanto, deben crear las condiciones políticas to. De ahí en más, ese día, será el de la muerte de
mundo. Más de una vez (no demasiadas) le pre- necesarias para el establecimiento del poder revo- Aramburu. (Dejamos para más adelante, cuando
gunté a un pibe por qué tenía la camiseta del lucionario basado en el apoyo total de las masas” tengamos todos los datos en la mano o todos los
Che. Ninguno me dijo: “Porque sí”. O: “Qué sé (Guerra de guerrillas, un método). Creía que la que se pueden tener, si ese hecho fue un asesinato
III
o un ajusticiamiento. O si fue algo todavía algo llama Susana y habrá de ser importante en los John William Cooke: La lucha por la revolución
más complejo. Algo que probablemente no años que vendrán. A ella, Valle le da las cartas nacional.
pueda ser encerrado en una sola palabra.) ¿Qué que escribió. La de Aramburu (célebremente Jorge Camarassa: La última noche de Juan
habrá pensado el hombre de la Libertadora, el hoy) empieza utilizando la palabra asesinato: Duarte.
fusilador de Valle, cuando le dijeron que lo “Dentro de unas horas usted tendrá la satisfac- José Amorin: Montoneros, la buena historia.
iban a matar y que el motivo principal era el de ción de haberme asesinado”. “Dentro de unos José Luis Romero: Las ideas políticas en la
la muerte de Valle? “Nunca creí que iba a tener años (podría haber dicho) tendré yo la satisfac- argentina.
que pagar por eso”, quizá. Pero lo que uno ción de verlo morir a usted, de saberme venga- José Natanson: Kirchner: el presidente inesperado.
piensa, lo que hoy podemos pensar con la sere- do. Pero usted no morirá a manos de un pelo- José Pablo Feinmann: Dos destinos sudamerica-
nidad de los años (no con la frialdad de los tón del ejército gorila que hoy comanda, sino a nos: Eva perón - Ernesto Che Guevara.
años, sólo con esa serenidad que nos permite manos de jóvenes idealistas, que lo matan en – Escritos imprudentes I.
atrapar los hechos en su compleja trama, sin nombre de la justicia social, de la libertad de los – Escritos imprudentes II.
dejar nada afuera, tornando visibles todas las pueblos.” Acaso el profundo sentimiento cristia- – Filosofía y Nación.
determinaciones que se cruzan en la trama de la no que animaba a Valle le habría impedido sen- – Ignotos y famosos.
historia, en un hecho que las convoca a todas) tir “satisfacción” por la muerte de nadie, ni ale- – La crítica de las armas.
es que la mano de la historia es larga, que la gría por un acto de venganza. Pero se habría – La sangre derramada.
persistencia de ciertos sucesos se prolonga deslumbrado por lo mismo que nos atrae a – López Rega: la cara oscura de Perón.
imprevisiblemente. Aramburu se habrá sorpren- nosotros: por el largo brazo de la historia, por Joseph Page: Perón (Tomos I y II).
dido. ¿Quiénes eran estos muchachos? ¿Serían esa línea tendida entre el patio de la Penitencia- Juan Domingo Perón: Actualización política y
capaces de matarlo por un asunto como el de ría Nacional y el barro de la estancia de Timote. doctrinaria para la toma del poder.
Valle? ¿No había quedado eso atrás? ¿No está- Entre el oficial de la Libertadora que ordena – Apuntes de historia militar.
bamos ahora preocupados por encontrarle una “¡Fuego!” y el joven Fernando Abal Medina que – Conducción política.
salida política a la Revolución Argentina? ¿No dice: “Voy a proceder, general”. – La fuerza es el derecho de las bestias.
soy yo precisamente el garante de esa salida, el La bibliografía que detallo a continuación es Juan Gasparini: David Graiver, el banquero de
hombre ideal para encarnar ese proyecto? Diga- dispar. Algunos libros son buenos, otros son los Montoneros.
mos una suposición disparatada: ¿y si pensó, malos, otros son excelentes. Todos son útiles – Final de cuentas.
súbitamente, “debí haber recibido a la mujer de para el que quiera seguir trabajando estas temá- Juan José Hernández Arregui: La formación de la
Valle esa noche”? “Si hubiera tenido esa cle- ticas. Son cerca de cien libros. Abarcan todas las conciencia nacional.
mencia tal vez estos muchachos serían ahora posiciones ideológicas, o casi todas. Siempre – Imperialismo y cultura.
más clementes conmigo.” En fin, no importa. puede haber una que uno no conoce. Si la entre- Julio González: Isabel Perón.
Pero algo ha de haber intuido acerca de los go es porque son muchos los lectores que la han Karl Von Clausewitz: De la guerra (Editorial
complejos caminos de la historia. Que son solicitado. También hay materiales valiosos en Labor).
imprevisibles, que suceden sin causalidad algu- Internet. Pero siempre que haya un libro sobre León Rozitchner: Perón, entre la sangre y el
na, pero tienen, algunos de ellos, una densidad un tema específico, primero el libro. tiempo.
asombrosa. La muerte de Aramburu condensa Marcelo Larraquy: Galimberti.
toda la tragedia argentina desde el 16 de junio Colaboración especial: – López Rega.
de 1955 en adelante. Esa muerte se la había Virginia Feinmann - Germán Ferrari – Fuimos soldados.
ganado. No estoy diciendo que fuera justa. Marcos Novaro: Historia de la Argentina contem-
Menos un tipo como yo que detesta la violencia BIBLIOGRAFÍA ESENCIAL: poránea.
y cree que nadie debería morir, pero no es tan Abel Gilbert-Miguel Vitagliano: El terror y la María Seoane: Todo o nada (Santucho).
ingenuo como para no saber que la historia está gloria: la vida, el fútbol y la política en la Argenti- – El burgués maldito (Gelbard).
escrita con sangre, que el hombre es el lobo del na del Mundial 78. María Seoane - Vicente Muleiro: El dictador
hombre, que el capitalismo es un sistema que Alain Rouquié: Poder militar y sociedad civil en (Videla).
sólo puede engendrar injusticias y odios. Que la la Argentina. Mariano Plotkin: Mañana es San Perón.
violencia se cierne sobre este mundo desde sus Alejandro Horowitz: Los cuatro peronismos. Mario Rapoport: Historia contemporánea, políti-
orígenes y perdura hoy como si nada hubiera Alfredo Mason: Sindicalismo y dictadura. ca y social de la Argentina (1880-2003).
pasado, perdura aún con mayores posibilidades Alfredo Pucciarelli: Empresarios, tecnócratas y Maristella Svampa: La sociedad excluyente.
destructivas. Ya haremos algo así como una militares. Marysa Navarro: Eva Perón, la biografía.
ontología de la violencia. El resultado deberá Andrew Graham-Yooll: Agonía y muerte de Juan Miguel Bonasso: Diario de un clandestino.
confrontar el postulado bíblico “No matarás” Domingo Perón. – El presidente que no fue.
con el postulado antropológico e histórico “El – Tiempo de tragedias y esperanzas: cronología his- – Recuerdo de la muerte.
hombre no puede no matar”. Aramburu, como tórica, 1955-2005, de Perón a Kirchner. Miguel Mazzeo: Cooke, de vuelta.
todo ser humano, no merecía morir, pero la Beatriz Sarlo: La batalla de las ideas (1943- Miguel Murmis - Carlos Portantiero: Estudios
muerte se la había ganado. Había hecho 1973). sobre los orígenes del peronismo.
muchas de las cosas necesarias que suelen con- – La pasión y la excepción. Milcíades Peña: Masas, caudillos y elites.
denar a los hombres. Había despertado odios. Carlos Altamirano: Bajo el signo de las masas Munú Actis / Cristina Aldini / Liliana Gardelia
Había ordenado muertes. Había sido impiado- (1943-1973). / Miriam Lewin / Elisa Tokar: Ese infierno: Con-
so, vengativo. Había desoído pedidos desespera- Carrera, Grau, Martí, Agustín Tosco: La clase versaciones de cinco mujeres sobrevivientes de la
dos de clemencia. Hacerle decir a la mujer del revolucionaria. ESMA.
general al que va a fusilar que él, el único que Colección de la revista Lucha Armada: números Pablo Gerchunoff: El ciclo de la ilusión y el
puede impedir esa ejecución, “duerme” es de 1 al 8. desencanto.
una crueldad inaudita. Ante todo, la debió Cristina Zuker: El tren de la victoria: una saga Pablo Giussani: Montoneros: la soberbia armada.
haber recibido. Debió haber tenido la dignidad familiar. Paco Ignacio Taibo: Ernesto Guevara, también
y el coraje de decirle en la cara por qué mataba Eliseo Verón - Silvia Sigal: Perón o muerte. conocido como el Che.
a su marido. Y si no, no debió ordenar que le Ernesto Guevara: Cuba, ¿excepción histórica o Pilar Calveiro: Poder y desaparición.
dijeran que él dormía. Era decirle: “Yo tengo la vanguardia de la lucha revolucionaria en América – Política y/o violencia.
conciencia en paz, señora. La muerte de su Latina? Richard Gillespie: Soldados de Perón, Mon-
esposo no me quita el sueño. Su desesperación – Diario en Bolivia. toneros.
tampoco. Usted, para mí, no vale nada porque – Mensaje a la Tricontinental. Robert Potash: El Ejército y la política en la
es, precisamente, su mujer. El motivo que cree Ernesto Jauretche: Violencia y política en los Argentina.
la autoriza a pedirme clemencia es el mismo por setenta. Roberto Baschetti: Documentos de la Resistencia
el que yo no la quiero ver. Porque se casó con Ernesto Salas: Uturuncos, el origen de la guerrilla Peronista: 1955-1970.
un peronista, señora. Porque supo que él se alza- peronista. – Documentos 1970-1973: De la guerrilla pero-
ría contra nuestro gobierno, que es el que res- – La Resistencia Peronista: La toma del Frigorífico nista al gobierno popular.
tauró la libertad y la democracia en nuestro país, Lisandro de la Torre. – Documentos 1973-1976: Volumen I: De Cám-
y siguió a su lado. Denunciarlo habría sido Eva Perón: Mi mensaje. pora a la ruptura.
mucho, tal vez. No le pido tanto. Pero haber Felipe Celesia - Pablo Waisberg: La ley y las Rodolfo Walsh: Carta de un escritor a la Junta
seguido con él es imperdonable. Y si él no le armas - Biografía de Rodolfo Ortega Peña. Militar.
dijo nada usted debió darse cuenta. En algo raro Félix Luna: El 45, un año decisivo. – El violento oficio de escribir.
anda mi marido. Eso debió advertir. De eso – Perón y su tiempo. – Operación Masacre.
debió darse cuenta. Usted es una peronista Frantz Fanon: Los condenados de la Tierra. – ¿Quién mató a Rosendo?
como él. Por eso, si se dio cuenta, lo dejó seguir. Gabriela Saidón: La montonera: Biografía de Santiago Garaño - Werner Pertot: La otra Juve-
Todo salió mal. Hay que pagar. La que esta Norma Arrostito. nilia: militancia y represión en el Colegio Nacio-
noche no va a poder dormir es usted. Yo no. Yo Gustavo Plis-Sterenberg: Monte Chingolo nal de Buenos Aires - 1971/1986.
ya estoy durmiendo. Se lo hago saber para que Horacio Tarcus: El marxismo olvidado en la Sergio Olguín (compilador): Perón vuelve.
usted, justamente, sepa hasta qué punto mi con- Argentina: Silvio Frondizi y Milcíades Peña. Sergio Pujol: Discepolo.
PRÓXIMO
ciencia está serena”. Además hizo fusilar a Valle Hugo del Campo: Sindicalismo y peronismo: los Tomás Eloy Martínez: La novela de Perón.
DOMINGO en una penitenciaría. Como a un reo. Como a comienzos de un vínculo perdurable. – La pasión según Trelew.
un delincuente común. Feo lugar para morir. A Hugo Gambini: Historia del peronismo. – Santa Evita.
El acontecimiento él le habrá de tocar uno todavía peor. La hija de Hugo Vezzetti: Pasado y presente: guerra, dicta- Tulio Halperin Donghi: Argentina en el callejón.
Aramburu (II) Valle lo acompaña hasta el último momento. Se dura y sociedad en la Argentina. – La larga agonía de la Argentina peronista.

IV Domingo 14 de septiembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


44 El acontecimiento Aramburu (II)

Suplemento especial de

PáginaI12
EL ACONTECIMIENTO ARMA SU 1962, Frondizi es arrestado en Olivos y lo tiran excesivamente a los militares: el 29 de mayo de
PROPIA TELEOLOGIA en Martín García. (Luego Frondizi hará de esto 1966, a pocos días del golpe, hay elecciones en
ería sencillo ceder a una tentación su punto de honor. Sólo tres presidentes –dirá– la Legislatura de Catamarca. Ya se sabe cómo

S frecuente: que la historia tiene un


sentido lineal, que de unos hechos
se siguen necesariamente otros, y
que, entre todos ellos, van
tramando un relato, una narración que los
ordena con un sentido finalista, necesario. A
esto se le llama teleología. Un estudio de los
estuvieron en Martín García: Yrigoyen, Perón y
él. Pero a él lo llevaron de mala manera. Como
un esbirro que había hecho mal los deberes.) El
país se queda sin presidente. Es un día que
muchos comparan con el de “la anarquía del
año ’20”. Los diarios de la tarde sacan titulares
catástrofe: ¿Quién gobierna? Lo cierto es que
funciona este país: cada resultado, grande o
pequeño, prefigura el futuro de modo
inapelable. Gana la Unión Justicialista con
27.156 sufragios. Horror. El general Pistarini,
jefe del Ejército, ya casi anuncia el golpe. Todos
lo saben, pero nadie lo sanciona. Pistarini,
tranquilo. No pueden sancionarlo: son hijos,
fines de la historia, de su finalidad. Nos sería entre las 5 de la mañana y las 5 de la tarde el lacayos suyos, han sido puestos ahí para que
sencillo armar una narración inmanente y país está sin presidente. Aquí se dan los dos eviten precisamente lo que ocurrió en
necesaria entre el fusilamiento de Valle y la surcos diferenciados del relato: 1) El Catamarca, el triunfo del justicialismo. Si no
muerte de Aramburu. Sería así: alejado Juan comandante del Ejército, general Raúl Poggi pueden, deben irse. El 3 de junio Illia declara
Perón del gobierno por el golpe oligárquico- (que le había pedido a Frondizi, de modo que su gobierno puede resistir cualquier golpe
militar, el pueblo peronista queda a la altisonante y hasta brutal, su renuncia), quiere de Estado. El del 28 de junio, no. Asume
intemperie, sometido a la represión del poder asumir la Presidencia. Es más: ya se sienta en el Onganía. Lo hace el día 29. Un mes después, el
gorila. Su primera rebelión importante es el sillón de Rivadavia; 2) El Ejército Gorila 29 de julio, interviene las universidades y se
golpe del 9 de junio de 1955. El golpe de Valle. encuentra a un nuevo civil obediente. Al cabo, produce “la noche de los bastones largos”. La
Este golpe es necesario resultado del golpe del si el Presidente se tiene que ir y hay un negra noche de la Universidad argentina. Pero,
’55, que expulsa a Perón del poder. Se realiza, presidente del Senado, lo totalmente ¡qué importa eso! Al día siguiente se inaugura la
también, porque el pueblo está desamparado y constitucional es que sea éste quien asuma la 100ª exposición, en Palermo, de la Sociedad
sometido a la represión. Porque el líder está Presidencia. El presidente del Senado es un Rural Argentina. A ver si está claro: al día
exiliado y el cadáver de Eva, desaparecido. hombre pequeño (en todo sentido), endeble, siguiente de la sangrienta intervención a las
Internamente estos hechos van provocando con lentes y una enorme capacidad de sumisión. universidades. Onganía llega al lugar en carroza.
otros, que se desprenden necesariamente de ellos. Sin embargo, algunos lo ven como el salvador Yo, lo juro, todavía lo veo: era la forma más
Valle se levanta contra el aramburato. Fracasa y de la democracia argentina. ¡Ya se estaba por perfecta de la injuria, de la burla. Una carroza
es fusilado. La Libertadora, exhibiendo su rostro sentar el ambicioso Poggi en el sillón real y, dentro de ella, el nuevo Uriburu, paladín
asesino, derrama sangre inocente: la de los presidencial y gracias a este civil honesto que es del anticomunismo, católico cavernícola, amigo
fusilados en José León Suárez. Esta sangre, Guido seguimos teniendo democracia! Muchos fervoroso de los Estados Unidos, gorila
desde este lugar, José León Suárez, pedirá no ser razonaban así. La clase media sobre todo, claro. ignorante, bruto y violento. La carroza dio toda
nunca negociada. No se bajarán nunca las La oligarquía habría querido colgar a Frondizi y una larga vuelta –un círculo perfecto– al predio
banderas por las que esa sangre se derramó. Esta luego bombardear la CGT y los barrios obreros de la Rural. En las tribunas, la oligarquía había
determinación se desprende necesariamente del en el mejor estilo junio ’55. Pero el Ejército despegado sus multimillonarios culos de las
crimen clandestino. Valle, en una carta a Gorila triunfa: quieren ser democráticos. Hay butacas, es decir: se había puesto de pie, y
Aramburu, le dice: asesino. Graba esa palabra en que tener claro que los norteamericanos aplaudía apasionadamente al nuevo salvador de
la frente de su verdugo, esa palabra lo señala, es acababan de hacer derrocar a las dictaduras del la patria y sus negocios. Algunos cagatintas de
una mancha imborrable que lo arroja a los ’50, todavía querían que se buscara una hoy son acaso demasiado jóvenes para haber
tiempos futuros como un marcado, como solución democrática. Era la temporalidad- vivido estas cosas, de aquí el súbito
alguien que carga sobre sí un crimen infame, un Kennedy. El relato, entonces, no se bifurca. enamoramiento que han experimentado por ese
crimen que reclama reparación. La derrota de Sigue su línea recta. Ya veremos hacia dónde. símbolo patrio que es la Sociedad Rural. Hacen
este primer intento armado peronista produce el Esa línea insiste en el siguiente esquema: bien: ahí, de ese lado, no se pierde nunca.
endurecimiento de los sectores obreros. El gobierno civil sin representatividad alguna pero Sabemos cómo sigue el relato: Onganía
régimen no es proclive al diálogo y se empecina con exclusión del peronismo. Empieza a consagra el país a la Virgen. De la Universidad
en no legalizar al peronismo. De este hecho se gobernar Guido. Lateralmente hay un hecho arrasada surgirá un estudiantado diferente. Un
deduce necesariamente que el peronismo deberá cuya enorme proyección futura ignoramos: se caso único. Onganía no llevó a fondo la
luchar por conseguir su legitimación, que se acusa al Movimiento Nacionalista Tacuara del limpieza de la Universidad. Curioso: creo que
expresará en la consigna que pide el regreso del secuestro y tortura de la joven judía Graciela hasta se olvidó de ella. Surgen las Cátedras
general Perón. La huelga del Frigorífico Narcisa Sirota, que tiene 19 años. Por otra Nacionales. El nacionalismo se une al
Lisandro de la Torre es la decisión de los parte, el 23 de agosto (1962) la Policía de proletariado peronista. Surge la cuestión
obreros de no integrarse al régimen salvo que se Guido y el Ejército Gorila detienen al dirigente nacional. El nacionalismo les es arrebatado a los
respete su identidad política. Se los reprime metalúrgico Felipe Vallese. Lo torturan hasta anticomunistas, ultracatólicos, racistas del
fuertemente. Frondizi ha llegado al gobierno matarlo. Se convierte en un símbolo de la tacuarismo y es asumido por el estudiantado de
con los votos peronistas, pero no puede Resistencia Peronista. El 29 de agosto de 1963, formación hegeliano-marxista. Por los lectores
gobernar para el peronismo y para los gorilas otro hecho, por ahora lateral: los muchachos de Sartre-Fanon. De Giap. Del Che. Surge la
(militares y civiles). Llegó al gobierno porque el nazis, antisemitas de “Tacuara”, asaltan el izquierda peronista. Que surge del estudiantado,
Ejército Gorila se lo permitió. El Maquiavelo Policlínico Bancario y se llevan 14 millones de de los estudiantes que entendieron la lección del
argentino creyó poder usar y burlar a todos. pesos. Uno de ellos, José Luis Nell. Cooke golpe de Onganía: “No somos una isla
Consecuencia necesaria: lo sacan a patadas los habrá de defenderlo. Su evolución política democrática. Estamos tan desvalidos, tan a la
propios militares. Porque Frondizi, por sus requerirá toda nuestra esforzada comprensión, a intemperie como los perseguidos obreros
compromisos con el peronismo, permite veces extenuante. El 12 de octubre de 1963 peronistas”. Algunos se preguntan (un poco
elecciones libres en las provincias. Consecuencia asume Illia. Ya conocemos el esquema: “Te retóricamente, conociendo la respuesta): ¿cuál
necesaria: gana el peronismo. Consecuencia ponemos ahí porque necesitamos la farsa es el sujeto de nuestro pensamiento
necesaria: los militares echan a Frondizi. Ellos lo democrática. Vas a conservar ese puesto revolucionario? ¿Cuál es la materia de la
pusieron ahí para cubrir la fachada democrática mientras no hagas nada que pueda llevar al revolución en la Argentina? ¿Con qué tiene que
del país sin que el peronismo fuera legalizado. peronismo a meterse en ‘nuestra’ democracia. trabajar la teoría revolucionaria? Con el pueblo
El proyecto del Ejército Gorila es: una No te la creas. Te pusimos y te sacamos cuando peronista. Con los obreros peronistas. Y si lo
democracia sin peronismo. Este proyecto es queremos”. El ministro de Economía de Illia quieren más claro: con los negros del
necesariamente imposible porque la mayoría de es... ¡Eugenio Blanco! El que fue ministro de peronismo. Hacia ahí hay que ir. Ahí hay que
los obreros y de los pobres del país son Hacienda de Aramburu. El que dijo: “Vuelve la trabajar. ¿A quién adhieren ellos? Es hora de
peronistas. La narración sigue su curso lógico, Argentina de nuestros padres y nuestros saberlo: nuestro sujeto revolucionario tiene un
su trama interna. Es una fuerza que va abuelos”. Con ellos fue a reunirse al año líder. Lo espera. Lo ve llegar en un avión negro.
encadenando racionalmente los hechos. Lo que siguiente: muere en 1964. Perón vuelve a la Es Perón, ese tipo que odiaban nuestros viejos
ocurre explica lo que ocurrirá y para entender lo Argentina. El 2 de diciembre de 1964 se frustra (se dicen los jóvenes revolucionarios, los
que por fin ocurrió hay que remitirse a lo que su propósito. Responsables: todos. El Ejército nacional-populares, los deslumbrados por la
antes había ocurrido, pues lo-que-ocurrió es su Gorila, el cancilller de Illia Zavala Ortiz (por cuestión nacional). Hay que trabajar ahí. Si hay
lógico y necesario resultado. Eliminado consiguiente: Illia, los radicales), los Estados una revolución en este país no puede desconocer
Frondizi, el Ejército Gorila intenta seguir Unidos y la dictadura brasileña. Aquí, el relato su materia prima. Entre tanto, unos jóvenes
cubriendo la fachada civil-democrática. Pero pudo haberse alterado seriamente. Supongamos: católicos, que no saben un pomo de marxismo,
hay un factor que el Ejército Gorila sustrae y Perón regresa al país, se instala provisoriamente que apenas si oyeron el nombre de Hegel, que
esta sustracción le impide democratizar el país, en la CGT y empieza a reorganizar el partido anduvieron con manoplas y cadenas, ex
ya que el Ejército Gorila persigue un imposible: peronista. Illia (al fin y al cabo, el “viejito tacuaristas ahora peronistas, ejecutan el
una democracia sin peronismo. Quiere bueno”) renuncia y convoca a nuevas elecciones acontecimiento desde el que se ordena todo este
extirparle el peronismo a la democracia, tarea verdaderamente democráticas. La Marina se relato. El acontecimiento que da unidad a todos
que pareciera no ser posible. No obstante, pone en pie de guerra pero el Ejército la frena y estos hechos. Que actúa como el punto exquisito
insiste. Hay un momento en que el relato advierte que es posible una pacificación en que todos se fusionan. En que todos
pareciera tener la autonomía, el azar, la profunda, honesta, con el peronismo. Este adquieren su máxima transparencia. Matan, en
imprevisión, de ceder a dos posibilidades. Si hay relato no sucedió. ¿Era necesario que no la localidad de Timote, a Pedro Eugenio
dos posibilidades se elimina el relato único, el sucediera o podría haber sucedido? ¿Hay algo Aramburu. ¿Asesinato, venganza, crimen,
devenir necesario de la historia. ¿Cuáles eran necesario en la historia? Todo sigue igual. Illia atentado o justicia popular? Todavía falta para
aquí las dos posibilidades? El 29 de marzo de gobierna hasta que unos resultados preocupan ajustar esta conceptualización que –como la
II
mayoría de las cosas que tratamos aquí– no del historicismo en el llamado siglo de la Historia: Nietzsche, se va bastante a los caños. Hay que
dejará contento a nadie. Pero este acontecimiento Nietzsche. En la Segunda consideración intempesti- leer, para comprenderlo, Nietzsche, la genealogía y
traza una línea: de Valle a Aramburu. La línea va (que habrá de ser el fundamento de la episteme la historia, un texto de 1971 que está en Microfísi-
que traza no es previa al acontecimiento. Es el histórica de Foucault) escribe sobre Hegel: “Tal ca del poder. Dice, ahí, Michel: “La historia será
acontecimiento el que traza desde sí, hacia atrás, concepción ha acostumbrado a los alemanes a ‘efectiva’ en la medida en que introduzca lo dis-
esa línea, inexistente antes de él. hablar del ‘proceso del mundo’ y a justificar su continuo en nuestro mismo ser (...) Socavará
propia época como la consecuencia ineludible del aquello sobre lo que se la quiere hacer descansar,
NO HAY NECESARIEDAD mismo (...). De este modo, para Hegel, la cima y y se encarnizará contra su pretendida continuidad
DIALECTICA ENTRE el punto final del proceso del mundo hallan su (...) Las fuerzas presentes en la historia no obde-
VALLE-ARAMBURU culminación en su propia existencia berlinesa (...); cen a un destino ni a una mecánica, sino al azar
No hay una dialéctica interna, necesaria, inma- ha implantado, en las generaciones acidificadas de la lucha. No se manifiestan como las formas
nente, de la historia que lleve de Valle a Arambu- por su filosofía, esa admiración por el ‘poder de la sucesivas de una intención primordial; no adop-
ru. No la hay porque la historia no es dialéctica, Historia’ que transforma prácticamente todo tan tampoco el aspecto de un resultado. Aparecen
lo que ocurre en ella no ocurre necesariamente. momento en pura admiración del éxito, condu- siempre en el conjunto aleatorio y singular del
Cuando sucede un hecho no se desprende, de él, ciendo así a la idolatría de los hechos” (Friedrich suceso” (Michel Foucault, Microfísica del poder,
otro que necesariamente lo sigue. La cadena dia- Nietzsche, Segunda consideración intempestiva, Ediciones de La Piqueta, Madrid, 1992, pp.
léctica que otorgaba unidad al sistema hegeliano Libros del Zorzal, Buenos Aires, 2006, pp. 20/21. Cursivas nuestras). Bravo. No hay destino
entró en crisis. Hoy, en un mundo en que los 114/115). La idea de “progreso” (progreso dialécti- ni hay mecánica. Está el azar de la lucha. Las fuer-
desarrollos de la historia pululan, en que los polos co) fue constitutiva de la izquierda. Desde el zas no son resultado. Recordemos a Hegel: “El
de historicidad no dejan de surgir, en que el caos Manifiesto ya Marx había profetizado que la bur- resultado es el resultado más todo aquello de lo
es casi nuestra experiencia más cercana, en que el guesía generaría a su propio enterrador, el prole- que resulta” (cito de memoria). Y en lugar del
apocalipsis es más que una amenaza bíblica o la tariado. Esta misión poderosa llevó al genio del resultado, el suceso. Que es el “acontecimiento”. O
pesadilla de San Juan, es arduo sostener la certeza British Museum a visualizar en cada avance de la el “evento”. Este concepto nace en el Heidegger
hegeliana de un devenir racional de la historia. burguesía un avance de la Historia. Vaciló algo en de Identidad y diferencia. Lo retoma Foucault. Lo
Estas tesis –en los ochenta y aun en los noventa– sus años finales, pero levemente. El Epílogo de El continúa (como a tantas otras cosas de Michel)
fueron conocidas por medio de la exitosa moda capital que citamos es bastante tardío y ahí Marx Deleuze. Y cae en manos de Badiou, que titula
posmoderna. Pero vienen de lejos. Y de fuentes se muestra más dogmático que nunca en relación con él su extensísimo El ser y el acontecimiento.
más sólidas, más confiables. Los posmodernos, con el tema. Está bien, así vio la cuestión. Benja- Entre tanto, Sartre, en la Crítica de la razón dia-
sin duda, se inspiraron en ellas. Pero nosotros min –en sus Tesis sobre Filosofía de la Historia–
pensábamos estas cosas acerca de la dialéctica hablará del Angel de la Historia (del Angelus
mucho antes que ellos, porque habíamos trabaja- Novus) y le hará ver una cadena de ruinas ahí
do antes, o porque ellos vinieron después. Por donde Hegel y Marx veían un decurso racional,
ejemplo: “La dialéctica, desde la perspectiva teóri- necesario, inmanente, dialéctico. Luego dirá:
co-política de la periferia, lejos de ser una herra- “Nada ha corrompido tanto a los obreros alema-
mienta revolucionaria, ha sido una herramienta nes como la opinión de que están nadando con la
de colonización, en tanto siempre (ya sea en corriente”. Nosotros podríamos decir que poco
manos de Hegel o Marx) concibió a los territorios nos favoreció creer –como buenos dialécticos–
periféricos como un momento particular en el que el mundo marchaba necesariamente al socia-
proceso de universalización emprendido por las lismo. Hay centenares de frases en los más gran-
burguesías europeas. Y este proceso, para noso- des pensadores de la revolución que expresan la
tros: hispanoamericanos, se lo viera como se lo certeza de que la Historia es incontenible, que
viese, santificado por el monarquismo del viejo marcha hacia la resolución de sus injusticias,
Hegel o por el socialismo de Marx, fue reacciona- hacia la derrota del colonialismo, del capitalismo.
rio” (JPF, Filosofía y nación, estudios sobre el pensa- Tomemos la más poderosa por provenir de un
miento argentino, Legasa, Buenos Aires, 1982, p. poderoso pensador: “La descolonización está en
100. El texto, en verdad, es de 1975. Dije bien: camino; lo único que pueden intentar nuestros
1975. Pero no pude publicar el libro. Amorrurtu mercenarios es retrasar su realización” (Sartre en
tenía el propósito de hacerlo en 1976. Mal su Prólogo al libro de Fanon Los condenados de la
momento). Sé que este texto ha puesto fuera de sí Tierra). ¿A qué viene todo esto? Buscamos trans-
a ciertos fundamentalistas del marxismo o a des- parentar lo siguiente: entre la muerte de Valle y la
tacados socialdemócratas de los ochenta, ligados de Aramburu no hay necesariedad alguna, no hay
al alfonsinismo, y luego amigos de las institucio- desarrollo dialéctico de la Historia, no hay sentido
nes, la república y durante estos días apasionados interno, no hay nada anterior ni interior que lleve
militantes de la “nueva” Sociedad Rural, del forzosamente de una a la otra. En suma, no hay
“nuevo” agrarismo, de los “nuevos” terratenien- teleología. Creer que la Historia es teleológica es
tes, de la oratoria del señor Miguens o del colori- creer que marcha internamente determinada
do lumpenaje –que recoge el espíritu de Don hacia un fin. La palabra griega telos significa “fin”.
Segundo, la estirpe güiraldeana– de esos gauchos La teleología sería el estudio de la finalidad, el
combativos, puros y fértiles como la tierra, que estudio de los fines. Detectamos una concepción
son los líderes de la Federación Agraria. Pero la teleológica de la Historia siempre que se encuen-
dialéctica –al montarse sobre el desarrollo de la tra en ella algo que necesariamente se cumplirá.
racionalidad occidental– exigió el sometimiento La Idea en Hegel. La sociedad sin clases en Marx.
de todas las regiones donde ella entrara. Esto no El triunfo de la Ciencia en el positivismo. El
lo voy a discutir otra vez. Ya fue pensado en Filo- triunfo de la técnica, de la sociedad de mercado,
sofía y nación y ha sido desarrollado en las dilata- en el capitalismo. En Marx, en el marxismo o en
das páginas de La filosofía y el barro de la historia el socialismo, el concepto ha colapsado dramáti-
que saldrá en octubre. Me refiero a otra cosa. La camente. El proletariado –supuesto sucesor ani-
dialéctica –en Hegel y, por consiguiente en Marx, quilante de la burguesía– fue enterrado por ésta.
que lo siguió en este aspecto– introduce una line- El capitalismo se sucede a sí mismo. No hay dia-
alidad en la historia, un proceso necesario, un léctica, sólo un continuum, un discurso intermi-
decurso ininterrumpido, que expresa su racionali- nable del capital que, triunfante en la Guerra
dad. (Nota: No puedo detenerme mucho en esto. Fría, se lanza a un esquema de “guerras preventi-
Recomiendo leer el Epílogo de Marx a la segunda vas” desastrosas y cuasi apocalípticas.
edición de El capital, fechado en Londres en Siguiendo con lo nuestro: no hay una relación
1873. Está en la edición de Siglo XXI, en la p. 20 de desarrollo dialéctico entre Valle-Aramburu.
del tomo I, volumen I. Marx lo dice con todas las No hay necesariedad. La habría si la muerte de
letras: “En su forma mistificada, la dialéctica estu- Aramburu estuviera contenida en la de Valle, si
vo en boga en Alemania, porque parecía glorificar todo lo que ocurre a partir del hecho sanguinario
lo existente. En su figura racional es escándalo y de la Penitenciaría Nacional ocurriera necesaria-
abominación para la burguesía y sus portavoces mente hasta llegar a Timote. Así, la historia ten-
doctrinarios, porque en la intelección positiva de dría un sentido interno, una teleología. No hay
lo existente incluye también, al propio tiempo, la teleología. La historia es tan incierta como el
inteligencia de su negación, de su necesaria ruina; átomo de hidrógeno para Werner Heisenberg.
porque concibe toda forma desarrollada en el fluir No bien se establece que el átomo puede existir,
de su movimiento, y por tanto sin perder de vista por lo menos, en dos formas diferentes, se acaba-
su lado perecedero; porque nada la hace retroce- ron las certezas infalibles de la física nuclear. Hay
der y es, por esencia, crítica y revolucionaria”.) que aceptar el principio de incertidumbre. Hay que
Esta racionalidad implica que la dialéctica no incorporar a la Historia el principio de incertidum-
retrocede. Es el concepto de superación de los con- bre. ¿Alguien todavía puede negar esto? Pero la
tradictorios el que la hace avanzar. Las críticas incertidumbre no es el caos. En esto es que Fou-
empezaron a surgir por parte del gran enemigo cault, basándose en la Segunda intempestiva de

III
léctica, no ha tomado este concepto (Sartre, deli- llegamos al gobierno en elecciones democráti- destotaliza no bien acontece, pues de inmediato
berada, apasionadamente ignoró al Heidegger cas, pero nos vimos forzados a intervenir por la pasa a ser otra cosa. La que sigue al aconteci-
posterior a Ser y tiempo y nada hay que repro- ilegalidad democrática en que había incurrido miento. La cual vuelve a expresar la incertidum-
charle por eso) pero crea algo impensable para el gobierno que derrocamos. Somos, así, baluar- bre habitual de los hechos hasta que otro acon-
Hegel y Marx: una dialéctica de la libertad. No tes de la democracia, sus más puros defensores, tecimiento los convoca. La historia no se fija en
hay necesariedad alguna en la dialéctica sartrea- pues hemos hecho por ella algo que no habría- el acontecimiento. En él logra una inusitada
na. Hay un movimiento dialéctico que va de la mos querido hacer: dejar nuestras específicas condensación y traslucidez. Hay que atrapar eso
totalización a la destotalización y a la retotaliza- funciones militares, nuestro profesionalismo, y que el acontecimiento nos dice. Pero el aconteci-
ción. Aunque neguemos el sentido, finalista, derrocar a un gobierno legítimamente elegido miento no dice una cosa. Los significantes que el
teleológico de la dialéctica, la categoría de totali- que se había ilegitimado en el ejercicio del acontecimiento arroja son infinitos. ¿Cuál es el
dad no será dejada de lado. Al unirla a la de poder. Una feroz dictadura sólo comparable significado definitivo del significante
acontecimiento es que nos diferenciaremos de con los fascismos europeos. De modo que si Aramburu? No hay uno, son infinitos. Entra-
las discontinuidades foucaultianas, demasiado algunos mandos se sublevan en defensa de ese mos en el terreno de la hermenéutica. Ella, en
semejantes a las tempestades dionisíacas de orden antidemocrático, ilegítimo, repudiado tanto disciplina de la interpretación, será el espa-
Nietzsche. Ahora, creo, podremos definir qué por la ciudadanía católica y culta de este país, cio en que se juegue la verdad del significante
entendemos por acontecimiento Aramburu. por sus estudiantes y sus Fuerzas Armadas, les Aramburu. Pero la verdad es hija del poder. En
haremos sentir el peso de la ley. Nosotros resumen, y acaso instrumentando una termino-
EL ACONTECIMIENTO somos la Justicia. Somos la Revolución de la logía que a algunos les sonará sartreana, hay un
ARAMBURU, ¿ASESINATO O Libertad. Les aplicaremos la justicia que mere- en-sí y un para-sí del acontecimiento. El en-sí son
AJUSTICIAMIENTO? cen sus enemigos. De este modo, para Arambu- todos los hechos que el acontecimiento, desde
La muerte de Aramburu fue un aconteci- ru, matar a Valle fue justo, fue un acto de justi- sí, constituye hacia atrás como su propia teleo-
miento en la historia argentina. Un aconteci- cia revolucionaria. También, si se quiere, un logía, que no podría existir previa al aconteci-
miento o un suceso no está fuera de la historia, acto de justicia democrática y republicana, pues miento. Ya que es él, insistimos, el que la ins-
pero produce en él una condensación de senti- fue en defensa de esos valores que esas vidas se taura al acontecimentalizarse. Esos hechos, que
do. Si Foucault, para eludir la Metafísica de lo segaron. La de Valle y sus secuaces. Para los recién ahora forman una cadena de datos, son el
Uno caía en una Metafísica de lo Múltiple, el Montoneros, matar a Aramburu fue un acto de en-sí, la materialidad del acontecimiento. El
acontecimiento produce una Acumulación de lo justicia popular. Ellos expresaban el sentir del para-sí es más complejo. El acontecimiento no
Múltiple. No es previo a nada. Puede ocurrir/ pueblo. El pueblo odiaba a Aramburu porque toma conciencia de sí por sí mismo, a partir de
Puede no ocurrir. No es necesario que ocurra. había derrocado a Perón, escamoteado el cadá- sí o desde sí. ¿Dónde toma conciencia de sí el
No responde a ninguna necesariedad, a ningu- ver de Eva y fusilado a Valle y sus compañeros. acontecimiento? Afuera de sí. En las infinitas
na teleología de la Historia. Pero una vez que Había, también, impulsado el decreto 4161. interpretaciones que de él se realizan. Esto es
ocurre funda una teleología, pero hacia atrás. Es Ahí, ya había firmado su sentencia de muerte. relativamente sencillo. ¿Cuántas interpretacio-
el “acontecimiento Aramburu” el que nos per- La cuestión es: Aramburu dice representar a la nes del acontecimiento Aramburu hay en
mite trazar, partiendo de él, la sucesión de democracia. Los Montoneros dicen representar juego? Muchas. Tantas, como fuerzas políticas
hechos que tuvieron que ocurrir para que ese al pueblo. ¿Es así? Si es así, ambos han cometi- diferenciadas existen. Esas, digamos, lecturas
acontecimiento se produjera. El acontecimiento do –eliminando cada uno la vida de su corres- del acontecimiento son su para-sí. El aconteci-
crea su propia teleología. Elimina, desde sí, la pondiente condenado– un acto de justicia. Si miento trama fuera de él su conciencia de sí. Él
visión azarosa de la Historia. Todos los hechos no es así, han cometido un asesinato. Sin no puede elaborarla. El acontecimiento no
que –desde él– ahora se ordenan no se habrían embargo, conjeturo, aunque la cuestión está piensa, es pensado. No interpreta, es interpreta-
ordenado si el acontecimiento no hubiera esta- certeramente planteada, no agota en modo do. No hay jamás una interpretación definitiva.
llado. No podemos decir: “La muerte de Aram- alguno la densidad del problema. Aclaremos, en Es decir, el acontecimiento está siempre en estado
buru estaba en la lógica de los hechos”. Porque principio, algo, sólo una punta de la cuestión, de interpretación. Su en-sí queda trazado no
no hay lógica de los hechos. La historia es una punta, creo, muy sugerente (por ahora): bien acontece: sabemos, desde él, los hechos
incertidumbre. Pero una vez producido el acon- tanto Valle como Aramburu perdieron sus que han llevado hasta él. Jamás sabremos dónde
tecimiento podemos leer –hacia atrás– todo lo vidas, no bajo gobiernos democráticos, sino habrá de detenerse la tarea hermenéutica. Hay y
que contribuyó a producirlo y todo lo que no. bajo durísimas dictaduras. Valle, bajo la dicta- habrá muchas interpretaciones del “arambura-
Por ejemplo: el estreno de la película Ben Hur, dura de Aramburu. Aramburu, bajo la dictadu- zo”, es decir, del significante Aramburu o de,
en la década del sesenta, poco habrá contribui- ra de Onganía. A Valle lo mata el jefe de la dic- más exactamente, el acontecimiento Aramburu.
do a la muerte de Aramburu. El acontecimiento tadura. A Aramburu, no. No lo mata Onganía. Nos vamos a pasar la vida discutiendo si fue un
Aramburu la deja de lado. La candidatura de Lo mata un grupo civil, un grupo de jóvenes asesinato, un atentado, un crimen, un fusila-
Horacio Thedy en no-recuerdo-qué-elecciones que se oponen a esa dictadura en la que ven una miento o una venganza. Esto no se detiene
tampoco. El programa Tropicana Club, con continuación, una heredera de la suya. Lo nunca. En esas controversias el acontecimiento
Marty Cosens, María Concepción César y matan, también, porque creen que Aramburu es es pensado. En ellas adquiere, contradictoria-
Chico Novarro, tampoco. La aparición consa- la pieza esencial para que la dictadura de Onga- mente, conciencia de sí. Sólo que esta concien-
gratoria de la novela Sobre héroes y tumbas de nía pueda lograr una salida digna, democrática cia de sí, como el para-sí sartreano, es diaspórica.
Ernesto Sabato, casi imposible. La serie televisi- pero controlada por el poder “gorila” de siem- Nunca es una. Nunca un acontecimiento reposa
va del Canal 7 Patrulla de caminos, en que el pre. Una perversa continuidad, en suma. Hay en la mismidad de una sola interpretación.
fornido actor Broderick Crawford decía la céle- semejanzas. Y hay diferencias. Nada es reflejo Nunca atraparemos su verdad definitiva. Sería
bre frase “20.50 llamando a Jefatura”, menos. de nada. Todo acontecimiento tiene su propia hacer de él una cosa. El acontecimiento sigue
Pero hay muchos, muchísimos hechos que, leí- densidad. Está sobredeterminado. Y ni uno solo vivo en la medida en que aún no se ha instalado
dos desde el acontecimiento Aramburu, se orde- de sus elementos puede no ser puesto en juego una verdad sobre él. Nietzsche dijo: no hay
nan, tienen un sentido teleológico y nos entre- si queremos lograr su total traslucidez. Si quere- hechos, hay interpretaciones. Más aún del aconte-
gan a la tentación de leer “en los hechos” todo mos totalizar sin haber dejado nada de lado, cimiento, que lleva en sí múltiples caminos que
lo que llevaba “inexorablemente” a ese hecho. nada en el camino. Una totalidad contiene en sí han confluido hacia él. Lo que puede establecer,
Pero no: es al revés. Es ese hecho el que nos todos los elementos que la constituyen, se rela- por sobre las otras, una interpretación es la fuer-
lleva, desde sí, a descifrar, en retroceso (en eso ciona con cada uno de ellos por mediación de za. Es la fuerza que tiene el poder. Foucault ana-
que Sartre llamaría una metodología “regresi- las partes y las partes se relacionan con la totali- lizó bien la relación entre verdad y poder. La
va”), todo lo que tuvo que ocurrir para que dad y con las partes a la vez, por su mediación. vamos a exasperar un poco: La verdad es una cre-
Aramburu muriera. A su vez, el acontecimiento Cada relación que se establece implica también ación del poder. La “verdad” no existe. Lo que
Aramburu abre una temporalidad de persisten- una relación mediada por todos los otros ele- existe es la verdad del poder. Tener poder es obligar
cias. No se agota, no muere en sí mismo. Se mentos de la totalidad. Como se sabe: la totali- a los otros a aceptar mi verdad como la verdad de
prolonga. En resumen: el acontecimiento crea dad no se reduce a la suma de sus partes sino todos. Si en este país la verdad del diario La
una teleología hacia atrás y una persistencia que es siempre más que la mera suma de ellas. Nación tal como –veremos– la expresa José Clau-
hacia adelante. La totalidad es el acontecimiento, pero lo es en la dio Escribano se impusiera por sobre todas las
Nuestra cuestión es ahora candente. Sería forma del acontecer y no bien el acontecimiento demás tal como los intereses de ese sector se
más sencillo para nosotros pasar esta cuestión se acontecimentaliza empieza su destotalización. impusieron a partir de 1976, la verdad del acon-
por encima, pero hay que ir a fondo. La incó- Esta palabra –évenementialization– es de cuño tecimiento Aramburu sería: fue un asesinato y sus
moda pregunta que exigirá una sólida (o lo más foucaultiano y es Deleuze quien más la desarro- ejecutores fueron vulgares delincuentes, vulgares
sólida posible) respuesta es: ¿La muerte de lla. Pero si bien yo la utilizo para quebrar, para asesinos. Entre 1976-1983 ésta fue la verdad. La
Aramburu fue un asesinato o un ajusticiamiento? efectuar la ruptura de toda linealidad histórica, lucha por la verdad es la lucha por el poder. Aquí
Que fue una venganza es tan obvio que casi no de toda necesariedad, de toda esa hojarasca que es donde llegamos a la importancia de los medios
lo trataremos. Cualquiera advierte que se trata les fija a los hechos un devenir inexorable, de de comunicación. La acumulación de medios es
de una venganza: Aramburu por Valle. Pero toda constancia, de todo sentido que se exprese la acumualción de poder para imponer verdades.
aquí está en juego el tema de la justicia. Para internamente a los hechos, no acepto en absolu- El que tiene más poder comunicacional tiene más
Aramburu fusilar a Valle fue un acto de justicia. to los ataques a la antropología que Foucault- poder para imponer o crear verdades. Tenemos,
Un acto de un gobierno revolucionario que Deleuze –sin poder escapar del posestructuralis- pues, que ir de a poco. Vamos a dejar –en princi-
PROXIMO
debía matar a los sediciosos que lo agredieran, mo– llevan a cabo. La historia, aun en la moda- pio– que sean los mismos Montoneros quienes
DOMINGO que desconocieran su autoridad. Su legitimidad lidad de la incertidumbre y precisamente por nos cuenten cómo mataron al fusilador de Valle.
estaba dada por la ilegitimidad democrática del eso, está hecha por el ente antropológico, por
El acontecimiento gobierno al que la Libertadora había derrocado. los sujetos, en fin, por los hombres. Y el aconte- Colaboración especial:
Aramburu (III) Nosotros, dirían y dijeron los “libertadores”, no cimiento, aconteciendo, se impone a todos. Se Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 21 de septiembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


45 El secuestro de Aramburu

Suplemento especial de

PáginaI12
1. una mano a su viejo enemigo, mirar hacia el Hay problemas. El general vive en el octavo piso.
ay una primera certeza: el horizonte con rencores agonizantes, desleídos, Hay que llegar hasta allí sin despertar sospechas.

H general suele salir de su casa


alrededor de las once de la
mañana. Pero no siempre. Lo
que demuestra que no habrá
certezas absolutas. Salvo la decisión de matarlo,
pero esa certeza es de ellos. Lo demás, la
realidad, no ofrece garantías de ningún tipo.
tiene grandeza. ¿La tendrá Perón? Si no la tiene,
tendrá otra cosa: el cansancio de los años, el
deseo de reposar. La guerra terminó. Venga,
otra vez es uno de los nuestros. Un militar de la
nación. Ponga a cualquiera de los suyos de
candidato y punto. Si ganan, ganan. Usted no,
a usted no lo vamos a dejar. Presidente, usted,
En la Argentina de 1970 nadie despertaba menos
sospechas que un militar. Al contrario, desperta-
ba temor, reverencia. Gobernaban y eran duros
gobernando. Los jóvenes toman una decisión bri-
llante: habrán de subir hasta el octavo piso disfra-
zados de oficiales del Ejército Argentino. Ignoran
(porque ellos también lo ignoran todo o casi
Todo es riesgo, terreno inseguro. El general sale no. Créame, es un favor que le hacemos. todo) que habrán de terminar su carrera usando
a veces, a veces no. De modo que atraparlo en la Desgasta mucho el poder. Le damos lo que también uniformes militares. Pero falta para esto.
calle será azaroso. Y dejar las cosas libradas al quiera, lo que pida, pero no la presidencia. No Falta demasiado. Esta historia recien empieza.
azar no es aconsejable. Hay que partir de hechos puedo. Puedo mucho, pero no todo. Nadie Uno de ellos, al que le dicen el Gordo Maza,
seguros, que tengan la regularidad del puede todo. Ni usted pudo. Pero le doy mi sabe cómo caminan, cómo miran, cómo hablan
movimiento de los astros. Hoy salió. Mañana, palabra: Onganía se va. El escollo es él, la gente los militares: fue liceísta. Todo tipo que pasó por
quién sabe. Lo ven desde la vereda de enfrente, como él. Usted los conoce bien. Son esos a los un Liceo Militar algo se llevó de ahí. Algo de
desde una sala de lectura, tal vez una biblioteca, que llama gorilas. No toleran ni escuchar su milico se le pegó para toda la vida. Algunos, por
del colegio Champagnat. El general camina nombre. No cambiaron. Yo sí. Soy el hombre ejemplo, caminan erguidos y levantan el culo.
tranquilo, no tiene apuro. Está en medio de que este país necesita. Usted es el otro. Rabiosos Otra cosa: les cuesta dejar el hábito de levantarse
muchas tramas, tiene demasiados planes. Está enemigos de ayer, hoy estamos juntos y le temprano. Todo civil conoce esa frase con que se
en el centro –un centro opaco porque es secreto, vamos a crear una salida a este laberinto que nos ironiza sobre esa invariable habitualidad militar:
conspirativo– de la política nacional. Quiere sofoca desde hace ya 15 años. Tiene mi palabra Al pedo, pero temprano. El Gordo Maza le enseña
que Onganía se vaya. Es un torpe corporativista, de caballero y de soldado. Pero usted ponga lo al compañero que entrará a buscar a Aramburu
un Franco tardío, alguien que no entiende suyo, Perón. O si lo prefiere, y sé que lo cómo, si no ser, al menos parecer un militar. El
nada. El general, sí. El general entiende. Hay prefiere, general Perón. Nada de comunidad compañero aprende rápido. Tiene esa tendencia:
que negociar en serio con el peronismo. El organizada, republicanismo. El Partido la rapidez; odia lo lento, lo mediato, incluso lo
esquema de excluirlo, de marginarlo del juego Justicialista, si entra al sistema, entra como complejo. Esto lo define como lo que es: un
político, debe terminar. No va más. El lo partido del sistema, ¿está claro, no? Póngales hombre de acción. Se llama Fernando Abal
intentó al principio, en 1955, cuando lo echó a freno a los sindicalistas duros, a los sacerdotes Medina, tiene 23 años y un pasado tumultuoso.
Lonardi, que los respetaba demasiado a los levantiscos, a los guerrilleros que andan Tenemos que hablar de él, ya. Será el que cargará
peronistas, que los quiso integrar desde el invocando su nombre y a los que no. Estamos a sobre sí el peso de la ejecución. Porque ese día,
vamos. Ni vencedores ni vencidos. Un tonto, un tiempo. Podemos hacerlo sin que corra ese viernes de mayo, el general habrá de morir y
flojo, un nacionalista católico con el corazón de demasiada sangre. Nada de Movimiento él habrá de matarlo.
un monaguillo ingenuo. Estos nacionalistas Peronista, general. El país necesita un Fernando nace en 1947. Importa señalar que
apenas si saben hacer bataholas, alzamientos. democrático Partido Justicialista si quiere entrar ocho de sus primeros años los pasó bajo el primer
Después, los liberales tienen que arreglar todo. en la carrera electoral. Yo voy a ir con el mío, gobierno de Perón. Ese gobierno –esto se sabe–
Gobernar. A Uriburu tuvo que arreglarle el con Udelpa. Si gano, gano. Si no, me decía estar en contra de todos los privilegios,
desorden Justo. A Lonardi, él. No, ahí, en el ‘55 conformaré con haber sido el artífice del menos uno: el de los niños. En la nueva Argentina
sólo era posible la mano dura. O eso le pareció. ordenamiento definitivo de la república. los únicos privilegiados son los niños. Fernando
Tiene que ser posible desperonizar a este país de vivió ocho años como un niño peronista feliz y
mierda, se dijo con rencor, con bronca, con sed 2. privilegiado. Tenía otro privilegio: formaba parte
de revancha. Si no alcanzó con el bombardeo de Ahora ha vuelto a su casa. Ni sospecha que lo de una familia próspera y católica. Entra en el
junio, con el golpe de septiembre, habrá que vigilan. Ahí nomás, desde la sala de lectura del Nacional de Buenos Aires. Es alto, flaco, tiene
insistir. Seguir pegando fuerte, donde les duela. Champagnat. Si lo supiera, acaso pensaría que una cara como tallada, con pómulos rocallosos.
Esconderles a la Perona, que no la vean más. Si somos arcilla blanda, fácil, en manos de una his- Tiene, también, una inteligencia notable. Pero
no, el desastre. Dondequiera que la pongamos toria que creemos hacer y nos hace entre sorpre- hay en él más fuego, más ardor que reflexión. O
irán en manadas a rendirle culto. Otra que la sas, pasmos. Que uno cree ser el creador de suce- piensa de tal modo que las ideas se le vuelven tor-
Difunta Correa. No, la difunta Eva, en el país, sos nuevos, impensados. El patriota que lleva la mentas, atrapan los acontecimientos con celeri-
nunca. Llévensela. Pónganla en cualquier lugar historia del país a un lado, luego a otro. El hom- dad y esa celeridad busca la acción, esa acción,
del mundo. Aquí, no. Nadie podrá negarle al bre providencial. El que ayer echó al peronismo, que proviene de un temple fragoroso, se dará, casi
general el empeño que puso en desperonizar el el que hoy lo traerá para beneficio de todos. Pero siempre, en la modalidad de la violencia. No es
país. Inútil. El país se obstinaba en ser no lo sabe. No sabe nada. Se deja llevar por sus azaroso que a los 14 años lo encontremos en el
peronista. El, que llevó la desperonización al pensamientos, tiene cientos de ideas, de imáge- Movimiento Nacionalista Tacuara. Ahí coincide
extremo de la muerte, que hizo fusilar al general nes, de proyectos. Imagina un país de unidad, de con sus compañeros del Buenos Aires: Mario Fir-
Valle en una penitenciaría, que no recibió a su paz ciudadana, de progreso. Un país hecho posi- menich y Carlos Ramus. Los conoció repartiendo
mujer, que le dijo que dormía, él, que ordenó o ble por su sincero, honesto patriotismo. Tiene, cadenazos y puteando a todo el que les pareciera
aceptó sin que un solo pelo se le moviera los cree, todo bajo control, el plan perfecto, el que desagradable. Si era judío, peor. Habrán de cam-
asesinatos clandestinos, hoy quiere negociar, no puede fallar, el que le tallará esa estatua que biar. Todavía no. Ahora están en Tacuara. Les
hablar con los enemigos. Es lo único que resta y no duda merecer. Pero sólo hay algo que ignora. gusta ser malos. Se ponen de moda. No ellos,
lo que sin duda funcionará. Con cautela: Ignora que, desde la vereda de enfrente, lo vigi- Tacuara. Se peinan a la gomina, bien tirante,
primero con los sindicalistas y los políticos lan. Ignora que, en poco tiempo, lo matarán. hacia atrás. Conocen a Rodolfo Galimberti, de
democráticos, conciliadores. Decirles con Ignorar eso es ignorarlo todo. La vida es así, tan breve paso por la organización, más joven que
claridad: habrá, pronto, elecciones y ustedes se imprevisible que mete miedo. ellos, pero un tacuarista que jamás habrá de aban-
podrán presentar. Y si ganan tendrán lo que Los jóvenes lo ven entrar en el edificio. Ahí, donar el pelo a la gomina. Que usará sacones de
ganaron. Y si es el Gobierno, será el Gobierno. donde vive. Todavía no saben dónde secuestrarlo cuero, a lo Rommel. Son los primeros años de la
Y si quieren traerlo a Perón, hablaremos. Todo ni cómo. Saben que lo van a hacer, sea como sea. década del sesenta. Por la televisión, un comercial
puede ser. Pero en calma. Todos tirando para el Toman notas. A eso le dicen “fichaje externo”. se dirige a ellos. Un comercial de Brancato, la
mismo lado, el de la democracia argentina, el de Nadie los molesta. La sala de lectura o biblioteca gomina de la época. El comercial es así: aparece
la institucionalización. Al general, ni siquiera le es un páramo o un lugar en que aparece, rara- un tipo joven y se pasa, feliz, la mano por su pelo
resulta paradójico que sea él quien se haya mente, algún distraído, busca un libro y se va. tirante, bien Tacuara. En off una voz dice: “Bran-
puesto al frente de eso. La historia –suele Fichan, también, desde la avenida Santa Fe. Ahí cato, como te gusta a vos, Juan Manuel”. Juan
confesarse– nos cambia a todos. Algo habrá hay un cabo con sobrepeso, de pelo rubio. Esto Manuel es por Juan Manuel de Rosas, el caudillo
hecho también con Perón. Eso, lo que hizo con debió haberles llamado la atención. El pelo rubio. federal al que los Tacuara admiran. Aquí, uno
él: cambiarlo. No puede ser el mismo. Si él, que Pero el tipo tendría cara de poca cosa, un simple podría pensar: están perdidos. Sólo van a ser otra
es un vasco cabeza dura, supo apartar los viejos cabo de consigna; nada grave. Todo parece fácil. pandillita de pibes fascistas, violentos, con cade-
odios de su corazón, ¿por qué no el hombre de ¿Por qué no aprovechar esa caminata matinal y nas y manoplas. Fajadores de judíos y de homose-
Puerta de Hierro? Al cabo, los años no pasan en levantarlo en la calle? Bastaba con tapar la luneta xuales, sólo eso. No, nada –en esta historia– es
vano y a Perón le han pasado unos cuantos. Se del auto con una cortina y las dos ventanillas col- lineal. Presumiblemente habrán concurrido a
lo ve viejo, o cansado. Como si sólo el odio o el gando dos trajes: uno en una; otro en otra. Dese- charlas secretas y cavernícolas de un cura caverní-
afán de la revancha lo mantuvieran en pie, chan la idea. La calle es siempre un riesgo. Hay cola: Julio Menvielle. Tal vez otro cura, Sánchez
lúcido. Si le damos un par de gustos, se va a que aprovechar la debilidad que ofrece la víctima. Abelenda, no les haya sido desconocido. Pode-
calmar. Le devolvemos el uniforme. Lo Esa debilidad es que carece de custodia. Suena mos, con coherencia, inferir que una educación
ascendemos a teniente general. No ha de haber raro, pero es así. El tipo que fusiló a Valle, que política basada en lecturas de Maurras, de Alfred
dolor más grande para un hombre de armas que escamoteó al pueblo el cadáver de Eva, que mató Rosenberg y de Adolf Hitler no será la base ade-
la degradación y la ausencia de la patria a cuya a los compañeros de José León Suárez, no tiene cuada para la militancia de izquierda que luego
defensa dedicó su vida, o juró hacerlo. Le custodia. Nadie lo cuida ni él pide que lo hagan. iniciarán. La escasa o nula frecuentación de libros
devolvemos el uniforme y se acabó: es nuestro. ¿Se considera invulnerable o inocente? La ausen- como las Lecciones sobre la filosofía de la historia
Ahora, calme el país. Póngase del lado de la cia de custodia decide la modalidad del operativo. universal, El Capital, El Estado y la revolución o
gente de honor. El general cree, con orgullo, Ellos le darán la custodia. Ellos serán su custodia. los Cuadernos de Antonio Gramsci tiene que
que la suya es la tarea de un verdadero estadista. Lo custodiarán hasta su muerte. Pero, ahora, tie- haber pesado en errores que habrán de cometer.
O más: la de un patriota. Ese gesto, tenderle nen que custodiarlo en tanto lo sacan de su casa. Entre tanto, los apasiona más el vivere pericolosa-
II
mente mussoliniano que la dialéctica del Amo y una dictadura a un gobierno civil obediente e ile-
el Esclavo de Hegel, que ignoran y casi todos gítimo y luego a otra dictadura, sofoca a los jóve-
ignorarán siempre. Se acercarán a Hegel leyendo nes de corazón puro y los arroja a la violencia.
a Clausewitz. Pero falta. Será cuando se hagan No es de ellos la culpa. No es ése, el de la violen-
peronistas. Todavía están en Tacuara. Les atrae el cia, el camino que habrían elegido en un país
revisionismo histórico nacionalista: los hermanos libre, democrático, sin proscriptos ni proscripcio-
Irazusta, Ernesto Palacio, José María Rosa, Car- nes. Son víctimas, pensará Mugica, los jóvenes
los Ibarguren, Ricardo Font Ezcurra. También cristianos han sido arrojados a la violencia por la
Jauretche, pero Jauretche es otra cosa. Probable- ceguera de los gobernantes, por la oligarquía, por
mente en él, en esa prosa juguetona, hiriente, los militares, por los malos curas, por la insensi-
siempre polémica, hayan olfateado el olor del bilidad de esa Iglesia contra la que él, infructuo-
peronismo. samente, luchará siempre. Deberemos ver, ahora,
qué ha priorizado Fernando del mensaje de
3. Mugica. Porque amar al pueblo es odiar a quie-
Fernando, al poco tiempo, habrá de conocer al nes lo explotan. Y cuanto más se ame al pueblo
sacerdote Carlos Mugica. Todo, ahora sí, empie- más se odiará a sus explotadores. Y cuanto más se
za a cambiar. El Movimiento Nacionalista los odie más necesario se tornará matarlos. Por
Tacuara se escinde en el Movimiento Nacionalis- eso Fernando, ese viernes de otoño, está decidido
ta Revolucionario Tacuara. El demoníaco cura a matar al general Aramburu, ese asesino de
Menvielle enfurece y crea la Guardia Restaurado- patriotas, ese militar transformado en político,
ra Nacionalista, que son como Tacuara o peor. ese político que busca una salida para el régimen,
Su sigla, hay que reconocer estas cosas, es inge- ese régimen que explota a los pobres, ese régimen
niosa y cruel: GRN. Es un rugido. Menvielle y que hay que voltear, aniquilar de raíz. Aramburu
su Guardia son felinos rabiosos dispuestos a cazar quiere abrirle una salida, salvar, con mejores
comunistas, judíos y masones. Fernando no. modales, con inteligencia política, la estructura
Nadie conocía a Carlos Mugica y seguía siendo del país capitalista explotador. Y meter a Perón
el mismo. Mugica ha hermanado a Jesús con la en esa aventura infame. Duro con él. Fernando
justicia social. Era un hombre de ojos claros, no duda: hay que librarse de Aramburu. Sólo así
rubión, estatura mediana, no alto, inteligente, el país se salva, la patria se torna posible.
sensible. La revolución no era para él un atajo
para dejar los hábitos. Creía que Jesús había 4.
venido a traer la espada, no sólo la cruz. No sólo Es decisivo que Emilio Angel Maza tenga
el amor, sino el amor que se expresa a través de la conocimientos militares. Pero además de tener
lucha. El único amor: el que nos lleva a amar a esos conocimientos hay que ser visto como un
los desposeídos. Imaginaba a un Cristo como el militar. Fernando es muy joven. Sin embargo, ha
que Evita imaginara en un texto que él no llegará practicado con eficacia. No le resultó demasiado
a conocer, Mi mensaje. Le habría gustado leer arduo meterse en la piel de un milico. Fernando,
esta frase: “Tenemos que convencernos para esto debe ser dicho aquí, es la pareja de la única
siempre: el mundo será de los pueblos si los pue- mujer de la operación. Le dicen Gaby y es
blos decidimos enardecernos en el fuego sagrado Norma Arrostito, la montonera. Mujer al fin,
del fanatismo. Quemarnos para poder quemar, arregla el uniforme de Fernando, que le cuelga
sin escuchar la sirena de los mediocres y de los por todas partes, aguja e hilo. Para algo fue niña,
imbéciles que nos hablan de prudencia. Ellos se jugó con muñecas, las vistió, les hizo vestiditos o
olvidan que Cristo dijo: ‘Fuego he venido a traer arregló los suyos. Es improbable que haya estu-
sobre la tierra y qué más quiero sino que arda’”. diado corte y confección como las mujeres de la
Estas palabras habrían sido un vértigo para Fer- época. Difícil imaginarla en eso. Pero vistiendo y
nando. Mugica las encarnaba menos. No le era desvistiendo a sus muñecas, lejos, en sus prime-
ajena la decisión esencial del católico revolucio- ros años, sí. Mírenla ahora: cosiendo la ropa de
nario. La que, mejor que nadie, dice Eva: que- Fernando, que es su pareja, que están juntos
marse para poder quemar. Pero Fernando la desde hace dos años. Gaby es mayor que él. Eso
encarnaba hasta los confines. Su vida era eso. Se le gusta. Admira el coraje y el ardor de Fernando, el asiento trasero, van el Gordo Maza, con uni-
destinó para que eso fuera, y eso fue. Fernando su niño belicoso. Hoy se escriben libros sobre forme de capitán, y Fernando, que se sabe de
Abal Medina se quemó para poder quemar. Lo ella, se hacen películas. ¿Qué fascinación ejercen memoria cómo habla, cómo se mueve y hasta
que no buscó en los grandes teóricos del socialis- estos jóvenes? Lo veremos, pero no son destinos cómo piensa un milico, con uniforme de tenien-
mo se lo entrega Mugica. Porque no alcanza con rutinarios. Hoy, siglo XXI, todo se ha vuelto te primero. No lo dudan: no los para nadie.
la decisión de quemarse para poder quemar. Hay demasiado previsible. No hay aventuras. No hay Tampoco lo dudan: si algo sale mal, si todo se
que saber cómo quemarse. Y, sobre todo, qué osados. Probablemente esto explique la bronca pudre, si tienen que morir, morirán. Detengá-
quemar. Mugica le habla del cura guerrillero que muchos –escritores jóvenes, periodistas monos en esto. Saben que pueden morir. Que
Camilo Torres, el colombiano. Le habla de la retro-posmodernos, políticos de derecha, defen- cualquier error y los matan. ¿Qué los lleva a
lucha armada. Le hace conocer a los Sacerdotes sores de los criminales de Estado– tienen hoy por aceptar, a asumir, un riesgo tan extremo, el más
del Tercer Mundo. Le habla del peronismo. De Fernando y sus compañeros. Y más aún: por la extremo? ¿Qué saben de Valle y los fusilados de
la Revolución Cubana. Hasta de John William amplia, la numerosa izquierda peronista en gene- José León Suárez? Poco. Sólo han leído Opera-
Cooke le habla. Lo arranca del nacionalismo vio- ral. Se niega a toda una generación. Es posible ción Masacre de Walsh y Mártires y verdugos de
lento de Tacuara. Y hasta de la escisión, el Movi- que no nos preocupemos por ese tema. Que se Salvador Ferla. ¿Basta tan poca bibliografía para
miento Nacionalista Revolucionario Tacuara, preocupen ellos. Si quieren vivir envenenados eli- jugarse la vida? Aclaremos: nadie podría repro-
que enfureció a Menvielle. Carlos Mugica le gieron un buen camino. De la generación del ‘70 charles haber consultado poca bibliografía. No
habla del pueblo y del amor a los desesperados. no habrá de librarse nunca este país. hay otra. Si la hay, está en algún sótano, oculta.
Le dice que un revolucionario no es un hombre Hay inconvenientes, pero los superan. Una Lo de Valle y la masacre de José León Suárez, al
que odia, sino un hombre que ama. Y lo que un cuadrilla de luz o de gas empieza a arreglar la ser el punto más negro de la Libertadora, ha sido
revolucionario ama es el pueblo. Ser revoluciona- calle Montevideo. Se encrespan: ¿justo ahora? sistemáticamente silenciado por el país gorila.
rio es amar a los pobres, optar por los pobres. Le Pero no demoran en encontrar un sitio en que el Sólo dos patriotas, dos tipos honestos, un pero-
dice también algo definitivo: los pobres, en nues- pavimento no está roto. Todo se soluciona. El nista como Ferla y un escritor que empieza a
tro país, son peronistas. Fernando es ahora parte camino hacia Aramburu se despeja. Casi no dibujar su poderoso destino como Walsh, se le
del rebaño de Mugica. Años más tarde, Mugica temen, no vacilan: todo saldrá bien. Tienen, en han atrevido al gran crimen soterrado, ese crimen
será asesinado. Los servicios de información bus- Villa Urquiza, una casa operativa. De ella han que la complicidad de todos, de todos, condenó a
carán acusar a la organización que fundó, junto a partido ese día, desde ella fueron en busca de su la inexistencia. Pero estos jóvenes no se alimen-
sus amigos (los que están por secuestrar a Aram- objetivo. Está en Bucarelli y Ballibián. Hay lin- tan sólo de bibliografía. Estos jóvenes están tra-
buru), Fernando: Montoneros. Pegarán afiches dos cines por ahí. Cines de barrio que luego mados, construidos prolijamente por 15 años de
en el microcentro. En ellos se ve a Mugica rodea- serán barridos por los cines de los shoppings. Al dictaduras, de farsas militares y de farsas civiles.
do de corderos. Entre ellos, hay lobos. Se lee una cine de barrio uno entraba. Al cine del shopping, Onganía es un ser abominable, intolerable. Que
frase en el afiche. La frase dice: “Había lobos en no. Entra al shopping. Una vez adentro busca el ese troglodita se halle al frente del país es una
tu rebaño”. Fernando jamás habría podido ser el cine. Villa Urquiza es un barrio de clase media afrenta al pueblo argentino. Para colmo, cuando,
lobo de Mugica. Ni él ni ninguno de sus amigos. baja. De gente laboriosa, que abre temprano las después de proclamar la pena de muerte, caiga, a
A Mugica lo matarán los que habrán de pegotear persianas de sus negocios, que se alimenta de los su sucesor, un oscuro general que viene de Esta-
esos afiches por Buenos Aires. Pero falta para eso. créditos accesibles de las cooperativas. Está cerca dos Unidos, un milico al que nadie conoce, lo
Y mucho. Anotemos esto: la influencia de Mugi- de Saavedra, ese barrio marechaliano. Tienen, los anunciarán por televisión a eso de las 6 de la
ca es decisiva. El amor antes que el odio. Amar al Montoneros, un laboratorio fotográfico. Salen en tarde. O antes. O después. Le dicen al país que
pueblo, luchar por él y hasta matar por él. Pero busca de su presa. Que esa presa sea Aramburu hay un nuevo presidente y el país se entera, ató-
no matar por odio, matar por exceso de amor y transforma la aventura en un acto desbordante nito, por televisión. Esto es un agravio. Una tor-
porque no les han dejado otro camino. Porque de historicidad. Pasemos algunos detalles por peza. Una risotada cuartelera, autoritaria. El país
un país ilegal, antidemocrático, que se desliza de alto. Importa lo siguiente: en un Peugeot 404, en no sólo no votaba, no elegía a sus candidatos. A
III
este tipo ni la cara le conocía. Lo habían elegido pueblo) con más del 60% de los votos. Aram- no hubiese estado en Tacuara. Hay muchos
los comandantes. Era el colmo del país banane- buru muere víctima de la necedad, del odio, de libros que contradicen esta afirmación. Como
ro. Entre tanto, el líder que convocaba a millo- la violencia de su propia clase. Muere en medio sea, lo digo para que se tenga en cuenta. Juan
nes de votantes seguía prohibido. Los jóvenes de un pueblo hastiado. En medio de una dicta- Manuel es un testigo privilegiado de toda esta
que suben en busca de Aramburu podrían pre- dura cavernícola, fruto de la política gorila que historia y un hombre de una inteligencia privile-
guntarse y preguntar: ¿eso no es violencia? Pri- él inauguró. Aquí nos detenemos. No dejare- giada. Si Fernando no hubiese estado en Tacua-
varnos de nuestros más elementales derechos mos de volver sobre estas complejidades, sobre ra habría militado en grupos católicos no violen-
políticos, ¿no es violencia? ¿Quién creó la vio- esta historia espesa, oscura. No impenetrable, tos. Y luego habría encontrado su camino al
lencia, nosotros o el odio de ustedes, el país pero esa penetrabilidad, de por sí ardua, tiene peronismo y a Montoneros por medio de Carlos
cerrado que hicieron desde el maldito ‘55? Esta- con frecuencia un resultado desalentador: cuan- Mugica. Yo, pese al respeto y la estima que
mos a punto de secuestrar a Aramburu. Y lo to más penetramos en ella más compleja se tengo por Juan Manuel, creo que la imagen del
vamos a someter a un juicio revolucionario. vuelve, escamoteándonos la posibilidad de una personaje queda desdibujada si le extraemos el
Algo que ustedes no le concedieron a Valle ni a certeza, de una totalización que cierre una des- pasaje por el Movimiento Nacionalista Tacuara
los que faenaron en José León Suárez. Si lo totalización incesante. Sigamos. y luego su paso al Movimiento Nacionalista
declaramos culpable, lo vamos a matar. Pero no Revolucionario Tacuara. Hay versiones muy
vengan a decirnos que nosotros iniciamos la 5. encontradas en todo esto. Daniel Gutman arroja
violencia. El lo hizo. El y todo el Ejército gorila Hay algunos leves sucesos que añaden ten- sobre Juan Manuel una militancia en la Guardia
que bombardeó una ciudad abierta, indefensa, sión al relato. Los dejamos de lado. Nos con- Restauradora Nacionalista, “instrumento de los
en junio del ‘55. Ahí, para nosotros, empieza la centramos en lo esencial. Aquello que no puede delirios antisemitas de Menvielle” (Daniel Gut-
violencia. Ese cargo le vamos a hacer. Dirá que sino ser narrado. De pronto, para los que están man, Tacuara, historia de la primera guerrilla
fue la aviación de la Marina, que él no sabía afuera, sucede lo increíble, pero lo deseado: sale urbana argentina, Vergara, Buenos Aires, 2003,
nada. Sabremos refutarle esa patraña. Si espera Aramburu por la puerta de Montevideo. El p. 108). Difícil. Muy joven aún, Juan Manuel
salvarse con ella, se equivoca. De las bombas de Gordo Maza lo lleva, campechano, con un acompañó a Marcelo Sánchez Sorondo en el
junio surgió el golpe de septiembre. De ese brazo sobre el hombro. Parece, incluso, que lo periódico nacionalista Azul y Blanco. No creo
golpe, la tiranía. Con distintas máscaras ha palmeara como a un viejo amigo. Fernando lo que la cosa haya pasado de ahí. Para haber mili-
seguido hasta hoy y, con distintas formas, usted tiene del otro brazo, fuertemente. Caminan sin tado en la GRN tendría que haber estado antes
piensa continuarla. ¿No tiene el pueblo el dere- apuro. Es un día cálido, luminoso. ¿Por qué no en Tacuara y nadie ha detectado su presencia en
cho de sublevarse contra la tiranía? salir a dar una vuelta? Pero, un momento: esa organización. La de su hermano, sin duda.
Aquí surge un problema complejísimo. ¿cómo se llegó a esto? ¿Cómo se logró sacar a Y, según vimos, la de Ramus, Y la de un tem-
Alguien tiene que hacer la pregunta. Alguien Pedro Eugenio Aramburu de su casa? prano Galimberti. Volveremos sobre Tacuara,
tiene que preguntarles a estos pibes de 23, 22 y Fernando y el Gordo Maza llegan al octavo José Luis Nell, Joe Baxter y el asalto al Policlíni-
21 años: ¿quién les dijo a ustedes que son “el piso. El Gordo tiene una pinta de milico que co Bancario. Descartamos por ridícula la versión
pueblo”? En el Cordobazo se expresó el pueblo. voltea. Fernando, menos. Pero lleva una metra- que pretende fundar una relación entre el nacio-
Pero ustedes, ¿quiénes son? ¿Quién delegó en lleta bajo el pilotín. Nadie podría decir que no nalista Onganía y los nacionalistas Montoneros
ustedes la representación del pueblo? ¿Por qué está preparado para cualquier cosa. El pilotín es a partir de la temprana adhesión de Fernando a
artilugio asumen algo tan complejo como “la verde oliva. Tocan el timbre. Abre la mujer de Tacuara. Supone, ella, que esto habría determi-
justicia popular”? ¿Cómo pueden encarnar al Aramburu. nado una unión entre el gobierno de la Morsa
pueblo si el pueblo se va a enterar por los dia- –¿Sí? leporina y los montos para sacar del medio a
rios de la muerte de Aramburu? ¿Hubo una –Somos oficiales del Ejército, señora. Veni- Aramburu, el hombre que quería negociar con
asamblea al menos? ¿El pueblo delegó su repre- mos a hablar con el general. Perón. A esta interpretación pareciera venirle
sentatividad en ustedes? Insistamos, esto no La señora es. ¿Qué es la señora? O muy inge- bien que Fernando Abal haya estado en Tacua-
tiene que resultar fácil: que ustedes maten a nua o muy confiada o está tan lejos de la ver- ra. Absurdo. Onganía tenía de ministro de Eco-
Aramburu, ¿por qué milagro de la historia dad, tan lejos de lo que su marido significa y de nomía al ultraliberal Adalbert Krieger Vasena.
habría de convertirse en un acto de “justicia los riesgos que puede correr, que se entrega a Jamás los Montoneros se habrían aliado con él.
popular”? Nadie osaría negar que el pueblo una amabilidad de dama británica, calma, dadi- Además, la muerte de Aramburu liquidó a
peronista odia a Aramburu. Pero también a vosa. Además, en 1970, una puerta se abría con Onganía. ¿Qué quiso hacer, suicidarse? Lo
Rojas. ¿Por qué no castigarlo a él? Cierto: el más serenidad que ahora. Entre otras cosas, dicho: ridículo.
pueblo peronista no sabe que es Aramburu la porque no había muerto Aramburu. Lo decimos una vez más: esto es sólo el
figura de recambio del régimen. ¿Se lo dijeron? –Mi marido está bañándose. ¿Querrían comienzo. Habrá, siempre, hechos contradicto-
No, lo saben ustedes. Ustedes son la vanguar- tomar un café? rios. Nuestra tarea, de todos modos, es más her-
dia. La vanguardia siempre sabe más que el pue- Los “oficiales del Ejército” aceptan. Aparece menéutica que heurística. La heurística se preo-
blo. Por eso es la vanguardia. Pero ese saber Aramburu. Se lo ve de buen humor. Acompaña cupa por la acumulación de los hechos. Cree, a
condena a la vanguardia a actuar al margen del con un café a estos jóvenes hombres de armas. menudo, que los hechos hablan, que deciden,
pueblo. A alejarse de él. Este alejamiento es Les pregunta algo elemental. Se los tiene que que son contundentes. La hermenéutica es el
peligroso. Produce un resultado paradójico y a haber preguntado. arte complejo de la interpretación de los
menudo trágico: el pueblo no sabe lo que sabe –¿A qué han venido? hechos. Aquí es donde trato de ubicar a la filo-
la vanguardia; la vanguardia no sabe lo que sabe –Usted está sin custodia, general. A nuestros sofía política. A veces, ante versiones contradic-
el pueblo. Al no saberlo, tampoco sabe lo que superiores les pareció una situación inadecuada torias, es la reflexión la que debe decidir. La
quiere. ¿Quería el pueblo peronista la muerte y nos enviaron a solucionarla. A partir de ahora interpretación. Puedo tener mil informaciones
de Aramburu? ¿Quería, incluso, la de Rojas, al puede considerarnos sus custodios. diferentes acerca de Fernando Abal Medina:
que odiaba más? ¿Conocen ustedes al pueblo Aramburu agradece. La última frase la ha sobre si estuvo o no en Tacuara. Por fin, será el
peronista, a ese pueblo al que tanto invocan? dicho el Gordo Maza. Aramburu lo mira y tra- ensayista el que deberá dar su interpretación.
Ustedes, jóvenes de clase media alta, que vienen tando de ser suelto y agradable, dice: Por ejemplo: creemos que la totalización que
del Nacional de Buenos Aires, del ultracatolicis- –Usted es cordobés, ¿no? cubre al personaje y que lo explica y dentro de
mo, del nacionalismo reaccionario, que son, –Sí, general –responde el Gordo Maza. la cual él encuentra su explicación totaliza con
aunque lo vean como una virtud y acaso en De pronto, la mujer dice: mayor coherencia si Fernando estuvo, en efec-
algún punto lo sea, demasiado jóvenes, ¿qué –Tengo que retirarme. to, en Tacuara: todo nuestro análisis, nuestro
saben del pueblo peronista? Sin duda, algo –¿Dónde vas? –dice Aramburu, extrañado. esfuerzo hermenéutico acerca del personaje nos
saben. Pero, ¿tanto como para hacer justicia en –Tengo que hacer un par de diligencias. No lleva a esa conclusión. La filosofía política no es
su nombre, matando? Son preguntas incómo- voy a demorar mucho. Te dejo bien acompaña- una ciencia. Es el modo de interpretar el
das, y lo son porque son las que hay que hacer. do. Entre ustedes, los militares se sienten más mundo desde la praxis de sus sujetos. Si la polí-
En ellas es demasiado lo que se juega. Adelante- cómodos. tica es praxis, la filosofía es reflexión sobre la
mos algo: estos jóvenes probablemente no La mujer se va. Ni Fernando ni el Gordo praxis y los sujetos que la encarnan. Los sujetos
representen al pueblo ni ejerzan ningún tipo de Maza se ponen de pie. Algo que debió alertar a actúan por convicciones –sean ellas simples,
justicia popular. Pero el acto que están por Aramburu. Sin embargo, parece más preocupa- espontáneas, poco trabajadas o elaboradas wel-
cometer había sido trabajado por la compleja do por el alejamiento súbito de su mujer. Que- tanschauung, concepciones del mundo–, la filo-
trama de la historia. No es un acto cualquiera, dan en silencio. Nadie sabe qué decir o nadie sofía nos debe entregar los fundamentos de esas
más allá de cómo terminemos por referirnos a quiere decir nada. Se miran, como descifrándo- concepciones, no las debe tornar traslúcidas. La
él. Tal vez no exista un concepto que pueda se. política, cómo el sujeto que las porta las ha
contenerlo, agotarlo. El acontecimiento Aram- La cara de Fernando se ha endurecido. El vehiculizado en la praxis. Esto no es una ciencia
buru es una creación impecable de toda una general lo advierte, preocupado. Es tarde. Fer- porque nada es verificable. No hay experimen-
trama histórica, de todo un desarrollo de nando se pone de pie. Se abre el pilotín y saca tación. No hay posibilidad de repetición del sis-
hechos que convergen hacia ese 29 de mayo de la metralleta. tema experimental porque la praxis político-his-
1970, y cuyos principales creadores han sido los –General –dice–, usted viene con nosotros. tórica no es un sistema experimental, es una
que abominarán de él. Estaba en el espíritu de El café de Aramburu quedó sobre la mesa. trama siempre abierta, que no cierra nunca.
los tiempos. Expresaba el elemento en que la Está, ahora, frío. Seguiremos con estos temas. También se verá
PROXIMO
historia transcurría. El asesinato de Rucci es un (Continuará.) su instrumentación en el modo de tratar los
DOMINGO asesinato sin otra lectura posible. La palabra hechos que encaramos.
“asesinato” lo expresa por completo, lo contie-
El secuestro ne. Ocurre en un país cuyo mayor líder político NOTA: Tuvimos una larga conversación con Colaboración especial:
de Aramburu (II) ha sido consagrado por el pueblo (y aquí sí: el Juan Manuel Abal Medina. Negó que su herma- Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 28 de septiembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


46 El secuestro de Aramburu (II)

Suplemento especial de

PáginaI12
1. 2.
odo le parece extraño a Aramburu. A diferencia de los demás se inició en el mar-

T ¿Lo están secuestrando? ¿Tan fácil


es secuestrarlo a él? ¿No se dan
cuenta estos jóvenes de la gravedad
de lo que hacen? El es él, es Pedro
Eugenio Aramburu. No es un político, no es un
civil. No es un militar de poco rango y poca
importancia. El país va a estallar si algo le pasa.
xismo. Nada de iglesias, ni sermones desde el púl-
pito ni hostias ni reverencias al torturado de la
Cruz. Leyó a Marx, a Lenin. No a Hegel, pero
algo leyó. O encontró cosas suyas en otros auto-
res. Con lo que llegó a esa conclusión a los que
todos, alguna vez, llegamos: Hegel está en todas
partes. O como dijo alguien: cada época se define
Mucha gente le debe mucho. El país le debe por el modo en que lee a Hegel. Leyó otras cosas
mucho. El país, también, es mucho lo que y vio películas decisivas. Leyó a Fanon y a Sartre.
espera de él. El lo tiró a Perón. Todo se Esta mujer valiente, que habrá de soportar los
complicó desde ahí. Pero ahora el que puede más terribles dolores sin soltarles una palabra a
poner las cosas otra vez en orden es él. Soy el sus verdugos, sabe de memoria frases de Sartre,
militar que mejor entiende la salida que necesita de ese Prólogo incendiario que escribió para el
este país. Soy el más preparado. El que consiguió libro de Fanon: “En los primeros momentos de la
apartar de sí el odio que tantos mantienen vivo. rebelión”. ¿Y qué son éstos, los nuestros, sino eso:
El único grande que puede hablar mano a mano los primeros momentos de la rebelión? ¿Qué dice
con Perón. Yo lo tiré, yo lo rescato para la patria. Sartre, Gaby? ¿Qué hay que hacer en estos
Les guste o no. Necesitamos a ese viejo momentos? “Hay que matar: matar a un europeo
autoritario, fascista. Cambió. Yo cambié. El es matar dos pájaros de un tiro, suprimir a la vez
también. Es más: yo puedo alejarlo de las a un opresor y a un oprimido: quedan un hom-
tentaciones de la izquierda. Si no lo sumamos bre muerto y un hombre libre.” ¡Qué hermana-
otra vez al Ejército de la patria, los marxistas lo dos ve los destinos de Argelia y Argentina! Si
van a seducir. A Perón sólo le importa el poder. hasta en los nombres se da la unidad, si hasta los
Para atraparlo apelará a cualquier cosa. Si tiene nombres señalan que la lucha es la misma: Arge-
que ser el marxismo, al que odia porque en el lia/Argenliana. Argentina sufre un colonialismo
fondo, como yo, es un militar argentino, será el interno. También externo. Está sometida por el
marxismo, que está cada vez más fuerte en imperialismo y por sus aliados locales. De aquí
América latina. Podría hacer de la Argentina otra que la liberación tenga que ser nacional y social.
Cuba. Tiene a todos los obreros con él. No sólo Y tienen que darse juntas. No son dos etapas. Es
eso: se le está acercando gente desde los lugares una sola. En la misma lucha hay que liberarse del
más impensados: curas, jóvenes católicos, imperialismo y de las clases dominantes naciona-
estudiantes, guerrilleros, más todos los suyos, los les que lo representan. Somos parte del Tercer
que siempre tuvo. Los sindicalistas, por ejemplo. Mundo. Nuestro sometimiento no es colonial
Ni siquiera a ellos, que viven hundidos y felices como el de Argelia. En esto nos diferenciamos.
en la corrupción, los pudimos comprar. Son Nuestro sometimiento es neocolonial. El coloni-
peronistas. O lo agarramos nosotros o se lo lleva zador no está adentro. Tiene a sus socios adentro,
el marxismo internacional. ¿Quién si no yo sí. A las clases cipayas que han unido sus intereses
puede impedir semejante atrocidad? ¿Será por al imperialismo. Y al Ejército que defiende el pro-
eso que estoy aquí? ¿Serán estos jóvenes sicarios yecto entreguista, neocolonial. Pero el verdadero
de Onganía, de Imaz? Porque para que yo pueda colonizador, el que sostiene el sistema de la colo-
conseguir que Occidente retenga a Perón, hay nización es el colonizador externo, los yankis. No
que sacarlo a Onganía, que habrá pasado por la hay retroceso, sabe Gaby. Se lo dice Sartre: “La
Escuela de las Américas, pero como soldado de descolonización está en camino; lo único que
Occidente da risa. ¿Tendrá coraje para hacerme pueden intentar nuestros mercenarios es retrasar-
secuestrar? Bruto es, pero no tanto. ¿Y si son la”. Como los soldados del Ejército Gorila. Mata-
castristas estos muchachos? Es la otra cara del rán a diez, matarán a cien. No pueden matar a la
asunto. Usted nos lo quiere robar a Perón. Historia. La Historia camina hacia el socialismo y
Nosotros lo queremos para el marxismo, usted en él se ordenará el mundo, se vengarán las inju-
para Occidente. Y es el único que puede lograr-lo. rias, se vengará el pasado infame, se arreglarán las
Olvídese de seguir vivo, general. Luchamos por cuentas pendientes, se fusilará a los mercenarios.
una causa. Y nuestra causa requiere su muerte. Ya no habrá mercenarios. Ya nadie intentará fre-
Aquí, Aramburu se estremece. Por primera vez nar la Historia. Sólo estarán ellos para impulsarla
le ha encontrado un motivo a su muerte. La pala- hacia el futuro. Leyó, Gaby, a Fanon. Le pareció
bra causa lo estremece. Sabe que los hombres devastadora su furia. Para colmo, negro. Para
hacen cualquier cosa por eso. Que mueren y que colmo, culto. ¿Cómo no habría de odiar con la
matan por eso. Sabe que no hay nada más peligro- vastedad de sus entrañas al colonizador blanco?
so que un hombre con una causa. Mira a sus Habla de la violencia absoluta. ¿Es, se pregunta,
secuestradores. Le preocupa que no oculten sus matar a Aramburu la violencia absoluta? “El colo-
rostros. El, luego, podrá reconocerlos. Algo, sin nizado está dispuesto en todo momento a la vio-
embargo, le preocupa más: en esos rostros se dibu- lencia.” Pero Fanon avanza hasta confines temi- tareas. Ninguna de ellas menos importante que
ja la obstinación de una causa. Esos jóvenes tienen bles. Hasta ella, que no teme a nada, a veces vaci- las de sus compañeros. Llegan a Figueroa Alcorta
una causa. Si esa causa requiere su muerte, está la. La palabra locura le produce vértigo. No es un y Pampa. Gaby, le dicen La Flaca, Maza y otro
perdido. Sólo le resta esperar que no la requiera. vértigo humanista. Algo que le haga decirse: más se bajan de la camioneta. Cargan los bolsos
O convencerlos de ello. ¿cómo voy a matar a un semejante, a otro ser con los uniformes. Cargan los fierros. Y se van a
Sigue arguyendo que son militares. Hay cierto humano? Eso es mierda humanitaria. Chatarra la casa de un compañero. Tienen una misión
desdén en esta creencia. En el fondo, cree, como gandhiana. Si alguien mata a otro es porque ese decisiva: escribir algo que estallará en las redac-
casi todos los militares, que los civiles son cago- otro no es, para él, un semejante. Ni otro ser ciones de todos los diarios. Que los locutores lee-
nes. La violencia los espanta. Sin embargo, ¿qué humano. El fusilador Aramburu no es mi seme- rán una y otra vez, miles de veces, con voz alar-
clase de militares? ¿Cómo ignoró él o nadie de jante ni “otro” ser humano. Es sólo un asesino. mada, dolorida y también con un miedo oscuro,
los suyos le dijo que había surgido un grupo Un asesino al servicio de un régimen explotador. indefinible: el de saber que algo muy grave acaba
nuevo, nacionalista o peronista o ligado a los Eso lo despoja de su humanidad. La humanidad de suceder en el país.
planes de Onganía? Un grupo de acción. Capaz se gana. Se gana poniéndose del lado de la causa
de semejante cosa. Pero toda acción exige el fac- del hombre. La causa del hombre es la libertad. 3.
tor sorpresa. Si los hubiéramos detectado esto no La muerte de la opresión. La liberación de la En la pickup, Ramus y Capuano quedan adelan-
estaría ocurriendo. Esto, su secuestro. ¿Quiénes patria. La creación de una nueva humanidad. De te. Aramburu, Fernando y Firmenich, atrás.
son? Ni lo sospecha. No es el momento de decír- un nuevo hombre. El que está en contra de eso, Empiezan, los jóvenes centuriones, a sentir que las
selo. De describir su militancia y (sobre todo) los no tiene humanidad. ¿Qué nos impedirá matarlo? cosas están saliendo bien. Hasta demasiado bien.
motivos de esa militancia. Pero, general, lo Fanon, ante el colonizador, rechaza todo método ¿Será así de fácil? ¿O el destino se prepara para sor-
hemos dicho. Acaso usted no prestó atención. O que no sea violento. A los oprimidos, sólo esa prenderlos? No piensan mucho. No hay tiempo.
estaba en otra cosa, en otro lugar. Algo así. Los locura, la violencia, puede arrancarlos de la opre- Poco después, otro cambio. Suben a una Gladiator.
que afrontaron el Operativo fueron: Mario sión colonial. ¿Estamos, entonces, locos? Sí, locos Nada de esto importa mucho. Tienen una meta:
Eduardo Firmenich como cabo de la policía, de justicia. Locos porque no somos cuerdos. Los Timote. Saben cómo llegar. Durante un largo mes
Carlos Capuano Martínez como chofer, Carlos cuerdos no se juegan la vida. Nosotros sí. Nos la estudiaron la ruta. Una ruta directa. ¿Qué significa
Maguid como cura, Ignacio Vélez y Carlos Gus- jugamos por la liberación de los demás, de todos directa? Que eluda todo puesto policial. No es por
tavo Ramus como los civiles en el Peugeot, Fer- los oprimidos de esta tierra. Estamos, entonces, excesivo temor. Policía que aparezca, policía que
nando Luis Abal Medina como teniente primero, locos de amor. Y no me vengan con que ésta es la muere. Pero si se puede evitar, mejor. También
Emilio Maza como capitán. Y una mujer, la frase de una mujer. Tiene que ser la frase de todo quieren eludir toda ciudad importante. Lo consi-
única del grupo, la montonera Esther revolucionario. Nosotros matamos por amor. guen. Fernando, íntimamente, siente ya el sabor
Norma Arrostito. Gaby para los amigos. Gaby no sigue junto a los demás. Tiene otras del triunfo. Todo ha sido fácil. Todo sigue siendo
II
conspirar para darle vida al régimen, para hacer
un peronismo “de saco y corbata”. No, general.
Hoy tuvo un problema. Pero no inesperado. Tal
vez usted lo considere inesperado. Pero este pro-
blema le nació a usted hace muchos años. Cuan-
do firmó el decreto 4161. O el día de la fusila-
ción de Valle. O el de la desaparición de Eva.
Hizo todo lo posible para estar donde ahora está.
Su destino, que nosotros someteremos a juicio,
fue usted el que lo diseñó. Desde este punto de
vista, somos su creación. O no sólo la suya. Somos
la creación perfecta, impecable, de la Argentina
gorila. ¿Qué otra cosa esperaban engendrar?
¿Jóvenes obedientes, que aceptaran sumisos sus
arbitrariedades, sus desdenes? No hay jóvenes así.
Un hombre es joven cuando sabe ponerse del
lado de la injusticia. Y ustedes, a la natural injus-
ticia de todo pueblo sometido a la expoliación
capitalista, le añadieron al nuestro la orfandad
política, le quitaron a su líder, le impidieron
decir el nombre de ese conductor de pueblos al
que aman, del que sólo recuerdan días felices,
soleados, en que se sintieron parte esencial de la
patria y no sus desechos, su mano de obra mal
paga, sus laboriosos ofendidos, vilipendiados. Y
le quitaron a su abanderada. A Eva, la mujer que
los amó hasta quemarse en el fuego de ese amor,
tan ardiente era. Ahora, ellos, en nosotros, bus-
can su venganza. Si los humillados no se rebelan,
habrá siempre jóvenes de corazón puro que lo
harán por ellos, indicando el camino, asumiendo
la vanguardia. A joderse, general. Llegó la hora
de pagar la cuenta.
Prestemos atención a Aramburu. ¿Podremos
presumir lo que piensa, será posible? Se lo ve
silencioso. ¿En qué piensa un hombre silencioso
que se sabe entre enemigos, que viaja entre sus
secuestradores, que tampoco le hablan? A veces, el
silencio ha de haberse tornado un grito en esa pic-
kup Gladiator. ¿Temerá que lo maten? ¿Aceptará
dentro de lo posible que esos jóvenes se atrevan a
ultimarlo? No, dialogarán con él. Le harán saber
qué quieren. Secuestrarlo a él es secuestrar a un
hombre que dialoga con lo más alto del poder de
la República. Que probablemente –incluso– sea él
mismo quien pronto lo encarne. Secuestrarlo a él
es hacerse oír por alguien que, si los escucha,
puede hacer reales algunas o muchas de sus peti-
ciones. Hoy les concederá unas cuantas. Está dis-
puesto a decir que sí. A prometer. Después verá.
Pero si se trata de decirles que hará lo que le
pidan, lo hará. Son muy jóvenes. Todo joven es
un idealista. Se sabe: incendiario a los veinte,
bombero a los cuarenta. Será amplio, generoso,
hasta bonachón. Sí, va a zafar de ésta. Creemos
que algo así habrá pensado Aramburu en ese viaje
largo, por caminos poceados, terrosos, húmedos.
A las cinco y media, seis de la tarde llegan a La
Celma. Es un casco de estancia. No es ajeno. No
entran en un lugar que no les pertenezca. Es de la
familia de Gustavo Ramus. Aramburu se da
fácil. Para qué negarlo: es fácil matar a alguien en cado, el asesinato de un sindicalista por el que cuenta. Esto lo tranquiliza aún más. Son jóvenes
la Argentina. Si lo es con Aramburu, lo es con pocos se morían de amor, pero al que menos de buenas familias, de familias ligadas a la tierra,
cualquiera. La pregunta lo sorprende: ¿lo será con todavía querían ver muerto. Perón, el primero. a la patria. Bajan. Caminan hacia la casa. De
ellos? Ellos son el viento. Son inapresables. No Ahora mira el paisaje y se siente orgulloso. “Esto pronto, un inconveniente. En toda estancia hay
están en ninguna parte, y están listos para estar en es un paseo”, se dice. Y lo es: en toda su existen- un capataz fiel. Ese tipo de hombre que dedica su
todas. Son la guerrilla urbana, y la guerrilla urbana cia operativa –que ya es extensa– no recuerda un vida a una familia, a cuidarle los bienes, a vivir
es invencible. No se puede contra ella. Es como escape más fácil, más simple, con menos escollos cerca de los patrones sin jamás, pero jamás, con-
arena. Se escurre entre las manos del poder. Y es que éste. ¡Y se lo cargaron a Aramburu! Le preo- fundirse con ellos. El capataz tiene que ser un
como roca: cuando golpea, destruye. cupa un poco la llegada a la Gral. Paz. Se sabe: hombre sin ambiciones, un alma simple, un alma
Con razón o no –se verá–, la narración no ha circulan autos y camiones por ahí. A veces, obediente, alguien que encuentre su felicidad en
requerido la presencia del joven que hizo de cabo muchos. Suele haber problemas de tránsito. la felicidad de sus patrones. El hombre es un
de policía durante el operativo. Tiene 22 años y Suele haber policías para evitarlos. Hoy, ni una vasco y se llama Acébal. Ramus se le adelanta.
de todos los que en esta jornada se juegan la vida cosa ni la otra. Salen por Gaona y se meten en No quiere que el sirviente fiel se acerque al grupo
para terminar con la de Aramburu será el único caminos de tierra que conocen, que estudiaron revolucionario. Ramus sabe cómo hablarle. Todo
que conservará la suya. Es Mario Eduardo Firme- con anterioridad. No habrá problemas. Si las patrón sabe hablar con su capataz. Sabe compar-
nich. Católico, nacionalista, egresa con medalla cosas se preparan bien, los operativos no fallan. tir su mate. Comer sus bizcochos. Preguntarle
de oro del Nacional de Buenos Aires. No será el No fallará éste. Al que han llamado Operativo por su mujer, cuyo nombre conocerá. Y por sus
héroe de la jornada, aunque en el interrogatorio Pindapoy, por el nombre de un jugo de naranja. hijos, cuyos nombres también conocerá. Des-
de Aramburu tendrá mucho que decir. Las bue- Difícil saber si por algo más. pués, como siempre, le deslizará unos buenos
nas novelas evitan describir el aspecto físico de Hay que cruzar el río Luján. Saben cómo pesos en sus manos ásperas, castigadas por el tra-
los personajes. Firmenich lo necesita menos que hacerlo. Hay un puente viejo y sólido, hecho con bajo de décadas. Y le dirá “don”. Y le dirá: “¿Qué
muchos. Se lo conoce. Se lo quiere poco. O se lo materiales nobles. Lo probaron. Es de madera, me dice, che?” Este “che” es importante. Es un
odia. O se lo cuestiona. O aún conserva adictos pero aguantará. Se toman ocho horas para hacer lazo. Un gesto íntimo. El patrón desciende al
que se alteran sinceramente cuando no se lo pone un trayecto que llevaría cuatro. Pero eluden todo mundo del capataz. Todo patrón sabe hacer esto.
en el altar que ellos le desean. Personaje enigmá- sitio que pueda esconder un riesgo. Porque es así: También sabe despedirse. Sabe dejarlo solo al
tico, se podrá decir de él tanto que fue un autén- los riesgos no están a la vista. Se esconden y nos capataz, en su mundo. Y él unirse al suyo. Que
tico revolucionario como un agente de la CIA. sorprenden. Hoy, uno, lo sorprendió a Arambu- no se tocan ni se tocarán. Pero esto no niega lo
Falta mucho aún. Pero este hombre –que, antes, ru, de aquí que ahora esté con ellos, no en su que se construye en ese momento que les perte-
se adueñará de la conducción política de Monto- casa, con su mujer, tomando ese café que segura- nece, que es de ambos. “¿Cómo anda, don Acé-
neros– ordenará, en un acto brutalmente equivo- mente tomaría después del almuerzo, antes de bal?” “Bien, patrón. Todo en orden.” Luego,
III
Ramus le dice que se vaya a dar una vuelta. el narrador. Cuesta atraparlo a veces. Aramburu piensa que creen de sí mismos los jóvenes que lo
Acaso que se vaya al pueblo esa noche. Por eso demora sus respuestas, busca tiempo, busca que están juzgando? Se lo dijeron: “Somos una orga-
le da unos buenos pesos, más que de costum- ese interrogatorio se extienda inmoderadamente. nización revolucionaria”. ¿Qué cree que es él
bre. No demasiados: no quiere que Acébal sos- Sabe algo: medio país ya debe estar buscándolo. para esos revolucionarios? Un contrarrevolucio-
peche nada. Pero lo justo: “Vaya y pase un Cuanto más tiempo gane, más tiempo hay para nario. Si toda revolución tiene el derecho de
buen rato, don Acébal. Mañana será otro día”. que lo encuentren. Responde con vaguedades. fusilar a los contrarrevolucionarios, ¿qué espera
Se les une Firmenich. Después, Ramus, entra –No sé –dice. que hagan con él sus enjuiciadores? Nadie, en
en la casa. Ahora, él, no Acébal, es el pueblo. O también: medio de este clima tenso, recuerda una frase
Cualquiera comprende y acepta que Ramus –No me acuerdo. que todos conocen. Aramburu, porque la leyó
no puede decirle una palabra de lo que sucede a Supone que la desmemoria puede salvarlo. Si como admirador de Lavalle. Sus jóvenes rapto-
su capataz. O al capataz de la estancia de su no se acuerda de nada, ¿de qué se lo puede acu- res porque la leyeron como fanáticos de Dorre-
familia. Que, por lo visto, por el trato amistoso sar? ¿Qué pueden saber estos chicos? Lo que go, a quien, de algún modo, también están ven-
que tiene con él, es tan suyo como de cualquier leyeron. Lo que les contaron. Pero, ¿qué pruebas gando hoy. Es la frase de Salvador María del
otro, y tal vez más porque Ramus sabe tratarlo, tienen? Al no tener pruebas dependen de su Carril, ese frío unitario que busca convencer a
sabe hablarle, como Fabio Cáceres a Don confesión. Supongamos que él se las niega. ¿Qué Lavalle para que mate a Dorrego. Era, más o
Segundo. Reclama, sin embargo, nuestra aten- harán? No le gusta este camino. Otra vez los menos, así: “Una revolución es un juego de azar
ción un hecho innegable: el único personaje del mira a los ojos. Otra vez descubre lo que ya en el que se gana hasta la vida de los vencidos”.
pueblo que aparece en toda la historia es aparta- sabe: en esos ojos brilla la determinación, la fie- –Queremos leerle unas declaraciones del almi-
do por completo, es al que más se lo aleja del reza que sólo la lucha por una causa puede dar. rante Rojas –dice Firmenich.
centro de la escena. Lo dicho: se comprende. Son, además, peronistas. Deben odiarlo. –¿Por qué yo y no él? –dice bruscamente
Pero hay cierta paradoja que late en ese comple- Fernando se pasea otra vez por la habitación. Aramburu–. Si hay un gorila en este país es
jo socavón. Por fin, dice: Rojas. El también decidió los fusilamientos. Y
–Voy a formularle el primer cargo de peso. muchas otras cosas. Si por él hubiera sido... –Se
4. Usted, general, en junio de 1956, ordenó el fusi- detiene. Piensa mejor. Dice–: De los dos, el
Fernando Abal y otro compañero meten a lamiento del general Valle y de otros patriotas moderado soy yo. El...
Aramburu en la casa. Este compañero baja algo que se alzaron con él. –El es un payaso –lo interrumpe Fernando–.
distraído, “algo boleado”, dirá Firmenich, del Aramburu responde de inmediato. Se ve que Es un bruto. Siempre fue usted el inteligente. El
auto: lleva la metralleta en la mano. Don Acébal esa respuesta la ha elaborado a través de los que tomó las decisiones. Y es usted el que ahora
no lo advierte. Firmenich, ya sin el traje de poli- años. Que no es la primera vez que le mencio- está en algo que es posiblemente el motivo cen-
cía, se une a Ramus y al capataz y participa un nan ese incómodo asunto y no es la primera vez tral de este juicio.
poco de la conversación. Esto nos revela que lo que él ofrece una respuesta que lo satisface. –¿Cuál?
conoce a don Acébal, que no es la primera vez Que, cree, lo cubre, lo protege. Lo torna ino- –Ya lo va a saber. Vuelvo a las declaraciones
que va a la estancia La Celma. Ahora, también cente. de Rojas. Acusó a Valle y a sus compañeros de
ellos entran en la casa. Ahí, a puertas cerradas, –No es así –dice–. No estaba en Buenos Aires marxistas y amorales.
sucederá lo que resta. Todo, hasta el final. cuando ocurrieron esos lamentables sucesos. –¿Lo ven? Yo jamás habría dicho eso. ¿Cómo
Aramburu está en mangas de camisa. Tampo- –¿Lamentables? voy a decir eso? ¿Cómo voy a decir eso de Valle?
co tiene corbata. Sigue sin tener nada claro. Esto –Lamentables. Todo fue lamentable. La ridí- Un católico, un hombre de familia.
no va a durar mucho: pronto tendrá todo quizá cula asonada y los fusilamientos. Yo estaba en –Necesitamos que firme una declaración.
demasiado claro. Lo meten en un dormitorio. Rosario. No pude impedirlos. Que diga lo que acaba de decirnos. Que Valle
Lo sientan en una cama. Los jóvenes se pasean –No es así, general –dice Fernando–. Tene- no era un marxista ni un amoral. Que Rojas
en silencio. Es posible que fumen. Se fumaba mos pruebas. mintió.
mucho en esa época. No sabemos si Aramburu Aramburu, como sorprendido, se arquea hacia
pide un cigarrillo. No sabemos si le ofrecen 5. atrás y abre las manos.
algo. Un café, al menos. Le deben esa atención. Las pruebas son implacables. Somos lo que –¿Eso quieren?
El, o su mujer, les ofreció un café. Pero los jóve- hacemos. Nadie escapa de su pasado. El de –Eso.
nes parecen concentrados en lo que están por Aramburu lo está atrapando precisamente cuan- –Pero eso... Eso podríamos haberlo hecho en
iniciar. Nada menos que el juicio. Estos jóvenes do él quería ser otro. Ya no soy el que fui, cam- mi casa.
de 23 y 22 años van a juzgar a un veterano gene- bié. Ya no odio a los peronistas, quiero inte- Fernando Abal sonríe apenas. Es la primera
ral de 67. Un hombre ya casi viejo. Tengamos grarlos a la democracia. Ya no fusilaría a nadie. vez que lo hace.
en cuenta la fecha: 1970. Han pasado muchos Creo que eso quedó atrás o es ahí donde debe –Usted no entiende, general. Queremos eso y
años. En 1970 –y más aún para pibes de 23 y 22 quedar. Con odio no se construye un país. ¿Por queremos otras cosas también. Queremos que
años–, un hombre de 67 era un viejo, o un qué estos jóvenes me recuerdan lo de Valle? Ya nos hable del golpe contra Onganía. Usted está
hombre decididamente mayor. Pero Fernando y no soy el que hizo fusilar a Valle. Los años no al frente y el propósito es integrar el peronismo
Firmenich no lo ven así. Lo ven como un mojón me pasaron en vano. Tengo 67. No viví en al sistema. Ponerle saco y corbata. Amansarlo.
de la historia del país, un testigo, un protagonis- vano. Viví para cambiar. Para enmendar mis Entregarlo al régimen liberal democrático de las
ta desalmado. Aunque esto, todavía, espera el errores. Mis jueces son muy jóvenes para enten- clases dominantes.
juicio correspondiente para ser establecido. derlo. Creen que uno no cambia. Creen que –No lo interpreto así. Pero comprendo que
Hay otra cama frente a la de Aramburu. Fer- uno es siempre lo que es cuando es joven. ustedes lo hagan. –Aramburu se detiene. ¿No
nando se sienta en ella. Apoya los codos en sus Creen eso porque están orgullosos de lo que son quiere seguir hablando? Frunce el entrecejo.
muslos y entrelaza sus manos. Mira con fijeza al y no les gustaría cambiar. Pero se puede cam- Aprieta los labios, como si buscara impedir que
general. Le dice: biar para ser mejor de lo que uno fue. Nunca lo le brotaran palabras. Al cabo, dice–: Si quieren
–General, nosotros somos una organización entenderían. Hoy, ellos sienten que jamás serán hablar de eso apaguen el grabador. Es demasia-
revolucionaria peronista. Si lo detuvimos es por- mejores. Que jamás serán más puros ni tan ide- do grave.
que vamos a someterlo a juicio revolucionario. alistas. Será inútil convencerlos de otra cosa. –Pero no es lo más grave –dice Fernando.
Aramburu, ahora, entiende todo. Lo entiende Aramburu, con desaliento, lo sabe: esos jóvenes –Queremos hablar de algo más grave, general
y lo acepta con naturalidad. Aquí, hagamos una lo han congelado en junio de 1956. A ese Aram- –dice Firmenich–. Mucho más grave.
pregunta: ¿esperaba esto? Sabía que andaban por buru están juzgando. Al hacerlo, creen que este Aramburu entra en uno de sus largos silen-
ahí grupos guerrilleros peronistas. Hacían una de hoy es también aquél. Para el vengador, su cios. No se queda en blanco. Es notorio que
cosa y otra, nada grave. ¿Nunca pensó que podí- víctima tiene que ser siempre la que cometió el piensa. Que no se evade. Pero, ¿por qué tanto
an incomodarlo? Si lo pensó, nada indica que lo acto que exige su venganza. tiempo? ¿Es cuidadoso, sensato, le gusta elegir
haya hecho. Lo sabemos: ni custodia tenía. –Sobre todo el decreto N 10.364, general sus palabras, buscar la expresión justa? ¿O es, sin
Cuando la tuvo, fue esa custodia la que lo –dice Fernando–. Ese es el que ordena, por deci- más, lento? Nuestra suposición es otra, la diji-
secuestró y la que ahora lo está juzgando. Dice: sión directa del Poder Ejecutivo, o sea: Usted, mos: necesita tiempo. Necesita ganar tiempo
–Bueno. que se fusile a los sublevados. ¿Cómo le hizo para quienes lo estarán buscando.
Los jóvenes lo ven sereno. Si disimula, lo hace decir a la mujer de Valle que dormía? Nadie que Todo lo que dice es:
muy bien. Fernando intenta sacarle unas foto- firme un decreto así puede dormir. –Qué.
grafías, pero la cámara se estropea. Para el juicio –Tenía la conciencia en paz –dice Arambu- Fernando está de pie. Algo alejado. Lo mira
apelan a un grabador. Deseando que no tenga la ru–. Estaba seguro de mis actos. Escuchen, desde arriba. Secamente, dice:
misma suerte. El grabador cumple su función: nosotros hicimos una revolución. La hicimos –Queremos hablar del cadáver de Eva Perón.
graba todo el juicio. Deben haber gastado unas contra un gobierno antidemocrático, tiránico, Aramburu lo esperaba. Lo temía. Al demorar-
cuantas cintas porque el juicio se dilata, se alarga que alimentaba el odio de clases. Un gobierno se tanto el tema creyó que no estaba en juego,
más de lo esperado. Los jóvenes no quieren pre- personalista y corrupto. Una revolución exige que se libraría de él. Pero aquí está: Eva Perón.
sionarlo, no lo quieren –dirán años después– dureza para sostenerse. Los peronistas eran No hay peronista que no enfurezca cuando sale
intimidar. No parece hombre como para intimi- muchos y conspiraban incesantemente. Por fin, el tema de esa mujer que ellos, malamente, le
darse el vasco Aramburu. Advierte que los jóve- Valle nos hace una contrarrevolución. La aplas- han escamoteado. No hay venganza que Eva
nes demoran sus preguntas. Hay algunas dila- tamos. Y pusimos a los sediciosos frente a un Perón no justifique, no reclame. No hay modo
PROXIMO
ciones que buscan darle tiempo para responder pelotón de fusilamiento. Supongo que no nece- de reparar esa injuria.
DOMINGO con precisión. El las aprovecha. No sabe por sito instruirlos sobre este punto: toda revolución Aramburu, ahora sí, siente que está en peligro.
qué, pero cree que toda demora juega a su favor. fusila a los contrarrevolucionarios.
El secuestro O sí: lo sabe. Somos nosotros los que no lo ¿Advierte Aramburu lo que acaba de decir? Colaboración:
de Aramburu (III) hemos advertido. El viejo zorro va más allá que ¿Acaba de firmar su condena de muerte? ¿Qué Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 5 de octubre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


47 El secuestro de Aramburu (III)

Suplemento especial de

PáginaI12
1 –Del sistema de partidos. De la partidocracia. cagar en las patas cuando en las redacciones del
upongamos que Aramburu dice: Del régimen. cipayaje periodístico lean ese Comunicado. Se lo

S –No es mucho lo que puedo decirles


sobre el cadáver de Eva Perón.
Supongamos que Firmenich dice:
–No es el momento de hablar de eso.
Fernando se le acerca. Le gusta mirarlo fijo a
Aramburu. Sobre todo cuando le dice frases de
importancia. Como ahora.
–Yo hablo de la democracia, no del régimen
–dice Aramburu, firme.
–Ya conocemos la democracia de ustedes, gene-
ral. Cuando es mansa, la respetan. Cuando no, la
tiran. Como a Perón.
–Perón no era la democracia –dice Aramburu–.
Al menos, no como yo la imagino.
van a pasar de mano en mano. No van a saber si es
auténtico o no. O peor: si es auténtico, no se van a
animar a publicarlo. Y si lo publican será con el
culo a cuatro manos.
Arrostito no se equivoca. El Comunicado sacude
al país. Años después, en medio del terror de la dic-
tadura de Videla, otro texto llegará a las redaccio-
–Usted está planeando un golpe de Estado. Si lo –¿Cómo la imagina usted? –pregunta otro com- nes: la Carta de Rodolfo Walsh a la Junta Militar.
niega, no se lo vamos a creer. Tenemos buenas pañero. Está sentado a la mesa, come. Habla poco. No asustó a nadie. En la revista Gente se la pasaban
fuentes. Su nombre no trascenderá. Nadie sabrá quién es, de mano en mano y se ahogaban de la risa. ¡Míren-
–Cuáles. quién fue. No importa: sabemos que estuvo ahí. lo al loco éste! ¿Quién se cree que es? El solo contra
Fernando nombra un par de generales. Podríamos, si quisiéramos, elegirle un nombre. No la Junta Militar. Deben estar temblando los
–Usted confunde amigos con conspiradores hay relato confiable sobre lo que narramos. Ni lo Comandantes. Siempre fue un loquito ese irlandés.
–dice Aramburu. habrá. Sólo hay narradores privilegiados. Firme- Ya lo deben haber metido en un horno. Esa revista
Con un gesto veloz, Fernando apaga el grabador. nich, sobre todo. El estuvo y él ofreció una narra- estaba llena de “verdugos voluntarios de Videla”.
Es un Geloso que carga unos buenos años encima, ción de la historia. Pero se contradice burdamente Se mata de muchas maneras. Cuando el Ejército
pero ofrece esa seguridad de las cosas bien hechas. a veces. Dice que Aramburu bajó amordazado al necesite fraguar la muerte de Arrostito, en Gente
Dice: sótano en que Abal habrá de matarlo. Luego omite sacarán una tapa que se estudia y se estudiará como
–Ahora puede hablar tranquilo. decir que le quitaron la mordaza. O no se la quita- un ejemplo impecable de la banalidad del mal. Está
Aramburu no habla. Sólo dice: ron o no hubo mordaza. Porque, ¿cómo podría la foto de la Gaby y –cubriéndola parcialmente–
–Tengo hambre. decir Proceda un hombre amordazado? Así que a un sello burocrático, un sello de oficina estampado
Organizan una comida leve, ligera. Nada de este personaje al que se le dice compañero le dire- con fuerza, con brutalidad. La palabra impresa es:
vino. Sólo gaseosas. O agua. Cuando pone una mos Julio. Total, habla poco. Y de aquí en más Muerta.
Coca Cola sobre la mesa, Firmenich –que suele probablemente hable menos que poco. Una pala- Pero el Comunicado N° 1 de Montoneros estre-
sonreír más que Fernando– comenta: bra o dos. Probablemente no hable. Ha dicho, sin mece a todos.
–El mejor invento del imperialismo. embargo, algo importante. La cosa es grave.
Supongamos que Ramus –que va y viene, que –¿Cómo la imagina usted? –dice. Con ironía, tal En Gente acaso hayan repetido una frase dicha
oficia de contacto con la realidad exterior– ironiza: vez. Porque todos saben que la democracia que años atrás a causa del secuestro de un embajador
–Para el general, el mejor invento del imperialis- Aramburu imagina no es la de ellos. Ellos, más extranjero en Guatemala: ¿En qué nos tendremos
mo es el imperialismo. bien, se cagan en la democracia. No les faltan que transformar para sobrevivir?
–Se equivocan conmigo –dice Aramburu–. No motivos: nunca la conocieron, sólo fue una palabra Exactamente en lo que se transformaron.
soy un agente del imperialismo. Onganía, sí. Yo en boca del régimen para justificar sus atropellos, Para su desgracia, pocos habrán de averiguarlo
soy un demócrata. para negarle al pueblo sus derechos. También los tan exhaustivamente como Norma Arrostito.
–No nos tome por tontos –dice Fernando–. Un yanquis se llenan la boca con esa palabra. Y son los Después del “aramburazo” se transforma en un
demócrata no fusila a un compañero de armas en yanquis. Son eso que el Che dijo que eran: los ene- mito. De aquí su permanencia excesiva en la
la Penitenciaría Nacional. Como a un delincuente. migos del género humano. ESMA. Su tortura se prolonga porque no quieren
Como a un perro. –Hablo de una democracia que nadie conoce matarla. Es un trofeo. La Marina la exhibe con
–También se equivoca. Eso fue en 1956. Yo no –dice Aramburu–. Que es nueva en este país. Que orgullo. Ellos la tienen. Tienen a la “concha” de los
era un demócrata. Presidía un gobierno revolucio- ni yo ni ustedes vivimos nunca. Montoneros. Le dicen así: la concha de los Monto-
nario. Habíamos derrocado a un dictador y tenía- neros. Hay secretas historias que la atrapan y le
mos que ser duros con quienes quisieran reponerlo. 2 otorgan protagonismos sorprendentes. Que, en
–Aramburu hace una pausa. Uno por uno, los mira La Gaby se ha sentado ante una máquina de 1974, Perón, buscando desarmar la conducción de
a todos–: Ahora soy un demócrata. Soy un general escribir. ¿Cuál podría ser? ¿Una Olivetti, una Montoneros, le dice a Juan Manuel Abal Medina
que quiere un gobierno democrático y amplio para Remington? Supongamos: una Lettera 32. ¿Escribe que quiere hablar con ella. Pero, ¿cómo encontrar-
su patria. Amplio, no sé si soy claro. Con el pero- ella los comunicados o ya estaban escritos? Raro la? Y también: ¿puede Perón, en 1974, hablar con
nismo incluido. Para eso tengo que voltearlo al que ya estuviesen escritos. Nadie puede escribir el Norma Arrostito sin que los suyos, ese poderoso
bruto de Onganía. Para eso, no lo niego, conspiro futuro. O prefigurarlo en comunicados. Probable- círculo nazi-fascista que él fortaleció, se lo impi-
junto a los generales que nombraron, todos hom- mente Ramus –es una posibilidad– que ha ido de dan? ¿Puede haber algo más loco para ese Perón a
bres de bien, demócratas como yo. La Celma a la casa en que está Norma y luego ha meses de morir que hablar con la Gaby?
–Gorilas como usted –dice Ramus, algo impru- regresado. Que se mueve sin que sepamos muy
dentemente. bien por dónde. Probablemente él sea quien le ha 3
–No soy un gorila. Los gorilas me odian. Soy el informado el desarrollo de los acontecimientos. Aramburu sigue:
menos gorila de los militares. Escuchen, Onganía Gaby redacta el primer Comunicado o le da forma –La democracia de Perón era incompleta: margi-
se cae. No da más. Lo de Córdoba lo hundió. Sólo definitiva al boceto que ya había escrito Fernando. naba a los antiperonistas. La de los antiperonistas
es cuestión de darle un empujón. El resultado es lo que sigue: también: lo marginó a Perón, los marginó a uste-
–¿Quién se lo va a dar? –pregunta Fernando, que des. Lo que nunca hubo fue una democracia para
lo sabe–. ¿Usted? “Perón Vuelve todos. Peronistas y antiperonistas. Un Congreso
Aramburu come un poco de jamón crudo. Tam- Comunicado N° 1 con todos los partidos. Un Estado que gobierne
bién hay un buen queso de campo en su plato. con sus tres poderes. Elecciones transparentes. Sin
Bebe Coca Cola. “Al pueblo de la Nación: trampas, sin proscripciones. Esa es la democracia
–Muy bueno el jamón crudo –comenta–. Bien Hoy a las 9.30 hs. nuestro Comando procedió a que yo imagino.
de campo. Estas cosas llegan degradadas a las ciu- la detención de Pedro Eugenio Aramburu, cum- Fernando chupa de la bombilla de un mate. Se
dades. Son los intermediarios. Una de las desgra- pliendo una orden emanada de nuestra conducción lo habrá pedido al Vasco Acébal. A Firmenich no
cias de este país. Arruinan la pureza de los alimen- a los fines de someterlo a Juicio Revolucionario. le gusta que se le acerquen a Acébal. Fiel o no, el
tos. O para venderlos más fácilmente o para Sobre Pedro Eugenio Aramburu pesan los cargos Vasco nada debe saber. Hasta ahora lo han mante-
aumentar las ganancias. de traidor a la patria y al pueblo y asesinato en la nido lejos. O lo mandan al pueblo. O le dicen que
–O para las dos cosas –dice Firmenich. persona de veintisiete argentinos. haga sus tareas lejos de la casa. Si no hay nada que
–O para las dos cosas –acepta Aramburu. Actualmente Aramburu significa una carta del hacer por ahí, que lo invente.
–Pero no son los intermediarios –dice Fernan- régimen que pretende reponerlo en el poder para –Escuche la radio, don Acébal –le ha dicho Fir-
do–. Es el capitalismo. El capitalismo no tiene tratar de burlar una vez más al pueblo con una falsa menich. Casi sabe tratarlo mejor que Ramus. Le
moral. democracia y legalizar la entrega de nuestra patria. tiene algún afecto. Siempre esa clase de afecto: la
–Vuelvo a lo de Onganía –dice Aramburu, igno- Oportunamente se darán a conocer las alternativas del joven de privilegio que se acerca al gauchaje.
rando el comentario de Fernando. Con el que, del juicio y la sentencia dictada. En momentos tan No todos saben hacerlo. Hay que tener un par de
desde luego, no concuerda–. Caído Onganía, lo tristes para nuestra Argentina que ve a sus gober- cosas claras. De ideas claras y de sentimientos
que hay que hacer es muy fácil. Un gobierno de nantes rematarla al mejor postor y enriquecerse genuinos. No cualquier burguesito le da la mano a
transición. inmoralmente a costa de la miseria de nuestro pue- un capataz. O un abrazo, un abrazo de verdad,
–¿Otro más? –dice Fernando. Y ahora, burlón, se blo, los Montoneros convocamos a la resistencia cálido. El Pepe, sí. Hasta llega a decirle algo que
ríe. armada contra el gobierno gorila y oligarca, sorprende al Vasco–: Y si se aburre mucho váyase
–Otro más, no –dice Aramburu–. El último. Si siguiendo el ejemplo heroico del general Valle y de al pueblo y búsquese una buena hembra. Total,
lo presido yo es el último. Les doy mi palabra. todos aquellos que brindaron generosamente su nosotros vamos a estar ocupados uno o dos días
Apenas si durará un par de meses. Sólo lo necesario vida por una Patria Libre, Justa y Soberana. más. Por la comida, olvídese. Nosotros nos arregla-
para convocar a elecciones. Con la inclusión del mos. Aproveche, don Acébal.
peronismo. ¿Se dan cuenta? Con el peronismo ¡Perón o muerte! ¡Viva la Patria! El Vasco se va. No le dice que no ni que sí. Más
adentro. Lo que piden desde 1955. Comando Juan José Valle bien lo avergonzó la propuesta de Firmenich.
–¿Adentro de qué, general? –dice Fernando. MONTONEROS” ¿Cómo va a abandonar la estancia de los patrones?
Aramburu suelta los cubiertos. Sorprendido, No es su día franco. Para colmo, por una hembra.
clava sus ojos en los de Fernando. La Gaby se recuesta contra la silla. Repasa el Pero el Pepe lo quiere silencioso. Lo quiere ausen-
–¿Cómo de qué? –dice–. De la democracia. texto. No lo puede creer. Carajo, ¡lo que hicieron! te. Si se precipitó en algo, si metió alguna pata,
Supongamos que Fernando dice: El despelote que se va a armar en el país. Se van a motivos no le faltaron. Sabe algo terrible. Si don
II
Acébal los descubre. Si por una de esas cosas lo ve –Exijo respeto. Soy el general Aramburu. Claro –Nos llevaría lejos esa discusión.
a Aramburu. Si lo reconoce. Lo van a tener que que saben con quién están hablando. De ustedes, –¿Tiene apuro?
matar. Y nadie quiere hacer eso. Y casi nadie que- en cambio, ni siquiera sé si les dicen Juan o Pedro. –¿Qué cree? Nadie sabe nada de mí. Mi pobre
rría hacerlo. Pero sería necesario. Raje de aquí, –Ni lo va a saber. mujer, por ejemplo. ¿No piensan en ella? ¿No
don Acébal. No se arriesgue al pedo. Aquí se juega –Volvamos a la cuestión de su democracia –dice existen los demás para ustedes? Debe estar deses-
la Historia. Y un hombre simple como usted tiene ¿Julio? ¿Por qué no? Si es un compañero, si está perada.
que estar lejos. No se manche de sangre. Usted es aquí, algo ha de haber dicho. Es una tercera voz: –Volvamos adentro –dice Fernando.
un inocente. Un alma de Dios. Déjenos a noso- Fernando, Firmenich y él. De tanto en tanto,
tros la carga pesada de hacer la tarea sucia. Bús- cuando regresa, Ramus. No podemos desperdiciar 4
quese una hembra. No joda. Es por su bien que se a Julio. Ha hecho, por de pronto, retornar el diálo- Otra vez Aramburu está sentado en la cama.
lo digo. De don Acébal ya no sabrán más. Se go a su cauce: la democracia. Veamos qué dice Así, en mangas de camisa, con el cansancio de la
borra del relato. Aramburu. Algo inesperado. Sorprende a sus inte- jornada en la cara, las arrugas que le marcan esos
–Le va a costar entenderlo, general –dice Fer- rrogadores: surcos profundos, sobre todo las dos que le salen
nando–. Pero esa democracia suya es lo que hace –Díganme: ¿y Perón? ¿Es un gran hombre? de las comisuras de la boca hacia abajo, las dos
de usted el hombre más peligroso de la Argentina. –Perón es un gran líder de masas. Hay que tener que le dibujan ese gesto de amargura. Con los
Para nosotros, se entiende. ¿Habló ya con Perón? grandeza para serlo. El pueblo no elige a líderes de ojos tristes, con los pantalones arrugados, así, no
–Todavía no. Pero tengo los mejores contactos. barro –dice Fernando. parece Aramburu. Pero lo es. Y todo lo que está
Gente fiel, honesta. Que me aprecia a mí. Que lo –Disiento con eso. El pueblo se equivoca. ¿Tie- ocurriendo en la estancia La Celma y todo lo que
respeta a él. En cualquier momento, hablamos. nen un cigarrillo? habrá de ocurrir es por eso, porque lo es. Y aun-
–Qué conmovedor, vea –dice Firmenich, y –¿Usted fuma? que lo quiera, aunque cada vez con mayor certeza
muestra esos dientes saltones, que parecieran no –Cuando me están por matar, sí. crea que serlo será morir, no tiene retroceso, no
acomodarse nunca en su boca–. Los enemigos de –Nadie dijo que lo vamos a matar. puede dejar de serlo.
ayer son los aliados de hoy. –Entonces olvide lo del cigarrillo. –Perón no va a arreglar nada con usted –dice
–¿Qué hay de malo en eso? –dice Aramburu–. Fernando se pone en pie y camina lentamente Firmenich.
En política hay que tener grandeza. Los grandes alrededor de la mesa. La comida ha terminado. –Si ustedes me matan, no.
hombres... Probablemente se alargó más de lo razonable. Pero –Habla más de la muerte usted que nosotros.
–No diga tonterías –se exalta Fernando–. Usted hay algo que no quiere dejar pasar. –Muy simple: si alguien tiene que morir de los
no es un gran hombre. –Muy de usted decir que el pueblo se equivoca que estamos aquí, soy yo. Estoy solo. No tengo
–Jovencito, no olvide con quién está hablando. –dice–. Muy de alguien acostumbrado a gobernar armas. –Cambia de tema. Como si no le interesa-
–Sé muy bien con quién estoy hablando. sin el pueblo. O contra él. ra hablar de algo tan evidente. Dice–: ¿De dónde
III
sacaron que Perón no va a arreglar nada con- –Nosotros también –dice Firmenich–. Si lo Guerra. Leyó bien a Clausewitz. Pero es más
migo? secuestramos fue para eso: para traerlo a Perón. anticomunista que yo, lo juro. Y el orden le
–General, la democracia que usted propone es –No me interprete mal –dice Aramburu–. gusta como a todos nosotros. Como a todos los
la burguesa –dice Fernando–. La democracia del Yo digo tenerlo ahora. Aquí, entre nosotros. militares. Somos hijos del orden y nos educan
régimen. El peronismo no es el régimen. Uste- Podríamos hacerle un par de preguntas. O para defenderlo. Si quieren, me creen. Si no,
des nunca lo van a poder integrar. Para hacerlo dos. Solamente dos. Por ejemplo... –Se detie- prepárense para sorprenderse.
tendrían que negarse a sí mismos. Que desapare- ne. Es visible que busca encontrar la formula- El 31 de mayo fue el último día del juicio.
cer. Usted representa a las clases poseedoras. ción perfecta de las dos preguntas. No es fácil. Aramburu sabía que sólo restaba un tema. El
Perón, a los explotados. A la clase obrera. No Le cuesta tramar la pregunta de sus captores. más difícil. El que más miedo le metía.
hay arreglo posible. Lleva horas escuchándolos. Algo aprendió de Fernando Abal Medina dijo:
–Perón hizo ese arreglo. Durante su primer su lenguaje. Sabe que no son marxistas, ni –Hablemos de Eva Perón.
gobierno los obreros y las clases altas convivie- comunistas. Son peronistas. Son cristianos. Y (Continuará.)
ron. Después, perdió el rumbo. también –y esta faceta lo desconcierta, porque
–Justamente –dice Firmenich–. Porque el a veces le da esperanzas, pero otras se las quita Nota: Esta aclaración nada tiene que ver con
rumbo no es la conciliación. Ahora Perón lo por completo– son idealistas. No son merce- el relato. Y hasta acaso sea por completo inne-
sabe. El único rumbo es el de la revolución narios. No obedecen a nadie. No son gente de cesaria. Creo, sin embargo, que no introduje
nacional antiimperialista. La destrucción de la Onganía ni de Imaz. Eso es impensable. Son adecuadamente esta nouvelle. No dije algunas
oligarquía y del Ejército cipayo. No hay otro demasiado finos, se los ve cultos. Sus familias cosas que ahora voy a decir. Si alguien se ha
rumbo, general. han de ser gente honesta, gente de las clases sorprendido por el pasaje del ensayo a la narra-
–¿Perón les dijo eso? altas. Pero el idealismo es la fuerza secreta de ción ficcional tiene sus motivos. Como sea,
–Todavía no hablamos con él –dice Julio. los fanáticos. No hay más grande idealista que siempre aclaré que este ensayo pretendía ser una
¿Tendrá autoridad como para revelar algo así? un fanático. Nadie, como un fanático, encarna novela teórica. Aquí alcanza su punto hegemó-
Difícil. Será más acertado darle esta línea a Fer- la certeza, el deber íntimo y la legitimación de nico la esfera ficcional. No podía ser de otro
nando. matar. modo. O era el lugar para hacerlo. Nadie sabe
–Todavía no hablamos con él –dice Fernan- –¿Por ejemplo...? –se impacienta Firmenich. cómo fue el crimen de Timote. Todos los ensa-
do. –Ustedes le preguntarían: General Perón, yistas nos basamos en un texto que apareció en
–A mí no me dijo eso. Igual, ya sabemos ¿quiere ponerse al frente de una revolución la revista La Causa Peronista, revista de la Orga-
cómo es Perón. Si hablan con él, les va a decir lo nacional? ¿Quiere enfrentar definitivamente a la nización Montoneros, el 3 de septiembre de
que ustedes necesiten oírle decir. clase obrera peronista con la oligarquía? ¿Quiere 1974. Era su N° 9. Era un texto oportunista. La
–¿También hace eso con usted? romper relaciones con los Estados Unidos? revista buscaba ser clausurada por el régimen de
Aramburu lo piensa. Se rasca la nariz. De ¿Quiere...? Isabel-López Rega. Con lo cual lograba dos
pronto, estornuda. Se pasa una mano por la –Son muchas preguntas –interrumpe Fernan- cosas: mostrar el carácter represivo del régimen
cara. do. (para lo cual no era necesario esforzarse mucho)
–Es posible. Pero si yo lo echo a Onganía. Si –Es una sola: ¿quiere ponerse al frente de una y abonar la decisión del pasaje a la clandestini-
monto un gobierno de unidad nacional. Si lo revolución nacional? Perón sabría entender qué dad. Esto raramente se marca. Pero la decisión
llamo a Perón, él viene. significa eso. de Montoneros fue: si contamos lo de Arambu-
–Por eso usted es tan peligroso para nosotros, –¿Qué le preguntaría usted? ru no van a tener más remedio que prohibirnos.
general –dice Firmenich–. Si logra lo que dice, –Perón... Si nos prohíben, se justifica la imposibilidad del
el peronismo como fuerza revolucionaria muere. –Empezó mal. No le restituyó el cargo. trabajo de superficie y la necesariedad de la
Porque es cierto: Perón tiene sus años. Y si le –Perón y yo nos conocíamos. Yo le decía opción de la lucha clandestina. Así fue. Nunca
ofrecen el desagravio. El uniforme. Y elecciones Perón y él Aramburu. más salió La Causa Peronista. Este aspecto polí-
limpias, por ahí se viene. Y consolida la demo- –Digamos que sí. Siga. tico coyuntural ya echa sombras sobre la verosi-
cracia del régimen. Estamos aquí para impedir –Perón, ¿quiere ponerse al frente de una militud del relato, construido con otros fines
eso. democracia legítima, consagrado por el voto que los de la contribución a la verdad histórica.
–El pueblo no quiere un peronismo de saco y libre de toda la ciudadanía, con su traje de gene- El texto aparece como un relato de Norma
corbata –dice, ahora sí, Julio–. Quiere un pero- ral y liberado de todos los cargos que se le han Arrostito y Mario Firmenich: “Mario Firme-
nismo que haga la revolución. Como Evita lo formulado? nich y Norma Arrostito cuentan cómo murió
pidió. Raro, Aramburu sonríe y los mira con aire de Aramburu”. Luego, Arrostito renegaría de su
–¿Puede preguntarles algo? –dice Aramburu. vencedor. Los montoneros no demoran su res- participación. Lo más probable, entonces, es
Todos, muy seriamente, siguen mirándolo. puesta. que la misma haya corrido por parte de Firme-
Aramburu se siente autorizado–: ¿Cómo saben –Usted no lo conoce al general –dice Fernan- nich. El mayor “error” que se le suele encontrar
ustedes lo que quiere el pueblo? ¿Por qué hablan do–. Sabe muy bien que hoy el pueblo sólo lo fue mencionado: Aramburu no puede decir
en su nombre con tanta certeza? Si esta estancia seguiría si se pone al frente de una revolución “Proceda” si está amordazado. Se trata de algo
es de alguien de ustedes, les comunico que el antiimperialista. Hoy, él representa eso. Le guste sin importancia. Firmenich pudo haberse dis-
pueblo no tiene estancias. Y que ustedes no son o no, eso es lo que tiene que hacer. América lati- traído. Me interesa lo siguiente: si lo único que
parte de él. na vive horas revolucionarias. La Revolución tenemos es el relato de Firmenich, ¿por qué
–Eso es una estupidez, general –dice Fernan- Cubana, general. Ningún líder popular puede someternos a él? ¿Por qué creerle a Firmenich?
do, ofuscado–. Nosotros somos un grupo de ofrecer menos al costo de negarse como tal. No ¿Dijo la verdad o dijo sólo lo que tenía que
vanguardia. Ni Lenin ni Trotsky ni el Che eran somos tontos. No importa lo que piensa Perón. decir para que la publicación fuera prohibida?
proletarios. Pero sabían lo que el pueblo quería. Importa lo que objetivamente representa y lo Decidimos, entonces, ofrecer nuestra versión de
Porque, a diferencia de usted y los suyos, lo que va a tener que aceptar. Hoy, nadie puede ser la tragedia de Timote. Escribir la nouvelle que
escuchaban, sabían de sus sufrimientos, de la Perón y no ser un revolucionario. Porque eso se está leyendo. De ella pueden estar seguros
explotación a que ustedes lo someten. Ese dis- esperan el pueblo y la Historia de él. acerca de su falsedad. Pero la ficción es un arma
cursito que se nos endilga a los que tenemos más –¿Un nuevo Castro? poderosa para crear verdades por medio de
de diez pesos en el bolsillo, que dice que no –Pero argentino –dice Firmenich–. La revolu- mentiras. Todo es mentira porque nada puede
podemos entender al pueblo porque no somos ción ha ido muy lejos en América latina. Si ser verificado. Pero, ¿es verosímil? ¿Pudieron los
pobres es una infamia. Y una tontería. Perón vuelve tiene que sumarse. Con su histo- hechos ocurrir de ese modo? ¿Podemos pensar-
–Creo que este es un diálogo de sordos –dice ria, con el amor que le tienen las masas, no le los desde ese punto de vista? Lo que se dicen
Aramburu, fatigado por primera vez. queda otra. Y créame, general: eso es lo que va a sus protagonistas, ¿responde a lo que ellos fue-
–Es posible –dice Firmenich–. Pero sepa esto, hacer. Porque es vivo. Porque es un artesano de ron en la llamada “realidad”? ¿Nos los ilumina
general: no habrá democracia del régimen. No la Historia. Trabaja con los materiales que tiene. de un modo inesperado? Tal vez ni Fernando
habrá peronismo de saco y corbata. No van a Lo que ahora tiene es un pueblo y una ideología Abal Medina ni Aramburu dijeron una sola
integrar nunca al peronismo. El peronismo y el incontenible: el socialismo. palabra de las que dicen en este relato, pero
régimen no van juntos. Siempre los obreros van –Ustedes no lo conocen a Perón. ¿pudieron haberlas dicho? Aquí es donde la fic-
a pedir salarios que ustedes no quieren o no –Es usted el que no lo conoce –dice Firme- ción entrega riquísimos materiales. El riesgo es
pueden pagar. Que no puedan es sólo un modo nich–. Y lo entendemos. No puede sino mirarlo grande. El mayor es poner en boca de los prota-
de decirlo. Poder, pueden. Lo que no pueden es con su pequeña ideología de milico. De hombre gonistas frases que jamás habrían podido decir.
reducir los márgenes de ganancia. La gula capi- de orden. Pero si logramos poner alguna que sí, alguna
talista. Aramburu sonríe. Es como si supiera algo que que podrían haber dicho y no dijeron, ¡qué
Aramburu se recuesta contra la pared. Lamen- esos jóvenes no pueden sino ignorar. Por eso: triunfo! Tendríamos algo más valioso que un
ta no haberlo hecho antes. Ahora estaría menos porque son jóvenes. Por algo más: porque no documento: un fragmento de vida, una situa-
cansado. Se lo impidió esa dignidad que los son militares. Y por último: porque nunca tuvie- ción nueva y verosímil que merece ser pensada,
militares depositan en todo lo erecto. Firmes, ron un mano a mano con Perón. Un diálogo en otra luz donde creíamos que ya no era posible
vista al frente, fusil al hombro, mirar la bandera, la quietud de un casino de oficiales, al atardecer, ninguna. En eso estamos. De todos modos, al
arriba, en lo más alto. No doblarse jamás. Usar cuando ellos, los militares, de tan temprano que terminar escribiremos unas Apostillas a “El
calzoncillos de dos medidas menos: aprietan se levantan, ya empiezan a tener sueño. secuestro de Aramburu”. Trataremos de ahondar
PROXIMO
bien los huevos y uno alza la cabeza, eleva la –Oiganme bien, y después hagan lo que quie- más en las líneas que el relato propone. Ojalá
DOMINGO mirada. Como Belgrano junto al Paraná. Y por ran. Yo, el gorila Aramburu, no soy ni la mitad sea posible.
eso tenemos bandera. de milico que es Perón. Puede que mi ideología
El secuestro –Lo que daría por tenerlo aquí a Perón –dice, sea más pequeña que la suya. Perón es el tipo del Colaboración:
de Aramburu (IV) inesperadamente, Aramburu. milico inteligente. Dio clases en la Escuela de Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 12 de octubre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


48 El secuestro de Aramburu (IV)

Suplemento especial de

PáginaI12
¿
1. menos inesperado. Un montón de giles, de aven-
Qué podía decirles de Evita? ¿Podían tureros han de haber largado carne podrida por
ellos, mocosos entre 20 y 23 años, armar despelote nomás. El país está ardiendo.
entender algo de lo que él les explica- Nadie sabe nada. Pero los “héroes” no cesan de
ra? ¿Ustedes creen conocerla? Yo la vi surgir. De derecha, de izquierda. Hay que parar la
de cerca, la vi caminar, la vi sentarse, mano. Cerrarles la boca. Todavía no se puede
pararse, estreché su mano incontables veces, vi sus decir la verdad. Decir: fuimos nosotros. Somos un
vestidos carísimos, sus zapatos, la escuché hablar, grupo armado de cristianos y peronistas. Nos lla-
la vi sonreír, nunca la vi llorar. Después vi su rode- mamos Montoneros y lo hicimos boleta a Arambu-
te, ese traje sastre que se puso como un uniforme, ru. Cualquier otro boludo que ande escupiendo
como un soldado en la batalla. La vi empezar a comunicados por ahí, miente. La verdad –y no
morir y poco faltó para que la viera muerta. La vi sólo en esto– es nuestra. Por ahora, Gaby decide
volverse pálida. La vi perder la redondez, la salud escribir otro comunicado.
espléndida, bella, de su cara. Le salieron unos
pómulos como rocas. Se le afinaron los labios. Perón vuelve
Hasta los tobillos se le afinaron, porque los tenía Comunicado Nº 2
gruesos y eso la atormentaba. Se le transparentaron
los huesos de las manos. Su voz se hizo dura. Sólo Al pueblo de la Nación:
parecía saber dar órdenes. Hasta que se murió. Ante la difusión de falsos comunicados atribui-
Después, pese al circo que montó Perón, vi que dos a organizaciones armadas proclamando la
el pueblo la lloraba de verdad. Ya les voy a hablar detención de Pedro Eugenio Aramburu e impo-
del pueblo de Evita. Pero que la quería, la quería. niendo condiciones para su rescate, la Conduc-
Con ganas, con humildad y hasta con sometimien- ción de nuestra Organización se ve en la obliga-
to, sin vergüenza, sin honor. No se puede querer ción de aclarar las siguientes declaraciones:
así a una persona. No le queda a uno lugar para 1) El día 29 de mayo a las 9.30 horas nuestro
amarse a sí mismo. No le queda orgullo. Vi a ese comando Juan José Valle procedió a la detención
pueblo entregarse a ese amor hasta perderse, hasta de Pedro Eugenio Aramburu.
no tener presencia, hasta inmolarse. Si uno les 2) Para demostrar la veracidad de esta afirma-
hubiera preguntado qué eran. Qué eran ellos, ción, daremos los siguientes detalles:
entienden. Habrían dicho: somos nuestro amor a a) Pedro Eugenio Aramburu no lleva en su
Evita. Así, ella podía manejarlos como quería. Sé poder ninguna documentación.
que ustedes dirán: “Fueron tan lejos en su amor a b) Los efectos personales que llevaba enci-
ella por el odio con que ustedes siempre los trata- ma comprenden: una medalla llavero con la ins-
ron. Era la primera vez que recibían amor. ¿Cómo cripción “El Regimiento 5 de Infantería al Gral.
no iban a entregarse a él? ¿Cómo no iban a amar a Pedro Eugenio Aramburu - Mayo de 1955”; dos
Eva hasta el punto de no amarse a sí mismos? Sé bolígrafos Parker; un calendario plastificado del
que ustedes dirán: estaban llenos de amor. Nunca Banco del Interior; un pañuelo; una traba de cor-
un pueblo amó tanto. ¿Qué les importaba darle bata de oro y un reloj pulsera automático.
todo su amor si tenían el de ella? No necesitaban c) La detención se produjo en la sala
amarse a sí mismos porque ella los amaba. Con eso comedor de su domicilio.
era suficiente. Con eso les bastaba”. Como verán 3) Por la naturaleza de los cargos que decidie-
he pensado la cuestión. Pero hay otro aspecto. ron la detención de Pedro Eugenio Aramburu, a
Aramburu jamás les dirá lo que él llama el otro fines de someterlo a Juicio Revolucionario, resulta
aspecto. Aramburu piensa que ese pueblo amó totalmente descartada la posibilidad de negociar
tanto a Eva porque era un pueblo ignorante. Por- su libertad con el régimen.
que eran mestizos recién llegados del interior. 4) Que solicitamos a las organizaciones cuyos
Cabecitas negras, grasitas, como ella les decía. Un nombres han sido utilizados la pronta desmentida
pueblo culto no puede amar así a un gobernante. de los falsos comunicados.
Un pueblo culto no pierde su dignidad crítica.
Nadie puede extraviarse, ahogarse en otro. Sólo ¡Perón o muerte! ¡Viva la Patria!
un pueblo de brutos, de fanáticos, pudo llegar a MONTONEROS
un amor tan extremo. ¿Qué puede esperarse de
ese pueblo? Demasiado, lo peor. El amor de los 3.
fanáticos arrasa con todo. No hay decretos contra –No tengo mucha información sobre eso. Pasó
las pasiones de los ignorantes. Quien no ha sido por otras manos.
pulido, trabajado por la cultura, sólo atesora la Firmenich niega con la cabeza. Se toma su
pasión, la furia de la barbarie. Sé qué me van a tiempo para decir:
preguntar: por qué la escondimos. ¿Qué espera- –No le creemos. Todo pasaba por sus manos.
ban? ¿Que les dejáramos a esos brutos su Difunta Aramburu finge sorprenderse.
Correa? Para peor, una Difunta Correa vengativa, –¿Con Rojas al lado? ¿Con el odio de la Marina
borrascosa, bélica. No, no estábamos locos. Evita, en la vicepresidencia?
en la Argentina, habría hecho estallar el país. –Ni Rojas podía hacer algo que usted no supie-
Habría sido el punto de concentración de todas ra –dice el otro compañero. El que hemos decidi-
las rebeliones. El altar de todos los odios. Habría- do llamar Julio.
mos vivido limpiando de flores su tumba. Para Aramburu dice:
empezar de nuevo al día siguiente. Y al otro. Y al –Agradecería un cigarrillo.
otro. Habrían ido los curas populares. Habrían –Esto es un juicio –dice Fernando–. No se
celebrado misas tumultuosas. Los más fanáticos fuma aquí. ¿Dónde está Eva?
vivirían esperando que se levantara de esa tumba Aramburu pareciera impacientarse.
para llevarlos a la batalla, al triunfo. Habríamos –¿Qué tienen ustedes con Evita? –dice, malhu-
tenido que cagarlos a palos. O que matarlos. Hoy morado–. Ni la conocieron. Son jóvenes de fami-
me estarían juzgando por muchas otras muertes. lias pudientes. No creo que le deban nada. Ni una
No por las de Valle y sus compañeros. No por las casa. Ni un juguete. Ni una botella de sidra y un
de los basurales de José León Suárez. Por muchas pedazo de pan. Esas cosas con que se ganaba el
otras. Por las muertes de montones de negros de corazón sencillo de los pobres.
mierda, fanáticos, indignos de un país culto como –Tendríamos respuestas para esas infamias que
éste. Ya la habíamos aguantado viva. Por suerte, se usted farfulla –dice Fernando–. General, ni el
fue pronto. Aguantarla muerta habría sido corazón de los pobres es sencillo. Ni se lo compra
demencial. Sé que ahora me preguntarán dónde con una sidra y un cacho de pan. Insisto: ¿dónde
está. Que la van a querer para ustedes. Para dárse- está Eva?
la al pueblo. Para iniciar una gran pueblada con el –¿Para qué la quieren?
cadáver de la Yegua como bandera. No, ni una –El pueblo peronista la quiere.
palabra sobre eso. No voy a traicionar a mi país. –¿Y ustedes se la van a dar?
Ni a los míos. La Puta, lejos. –Díganos dónde está y se la damos. No es nues-
tra. Es de ellos.
2. –Es de Perón.
Arrostito esperaba algo así. Los servicios no des- –Perón y el pueblo son lo mismo. Si se la
cansan nunca. Reaccionan rápido. Aparecieron damos a Perón, se la damos al pueblo. Si se la
varios “comunicados” de “organizaciones arma- damos al pueblo, reposará en las mismas manos
das”. A Aramburu lo secuestró medio mundo. que en las de Perón. Eso queremos: que repose.
Hay que añadir un dato más penoso, pero no –Ella reposa. La enterramos cristianamente.
II
Fernando lo mira con furia. Le brillan los ojos
cuando mira así, frunce el ceño y se le pone tiran-
te la cara. Aprieta los dientes.
–Tiene una idea extraña de un sepelio cristiano
usted –dice–. Se entierra cristianamente a alguien
cuando lo entierran los suyos, sus familiares, sus
amigos, sus camaradas. No sus enemigos. Cuando
un sacerdote dice palabras del Evangelio. Un
sacerdote elegido por la familia. Cuando el cadá-
ver fue velado durante una larga noche en que
nadie durmió. Cuando las manos que alzaron el
féretro fueron las de familiares, o las de esos ami-
gos o hermanos tramados por el dolor, por el
amor y por el adiós irreparable. Eva habrá tenido
un entierro clandestino. Un operativo secreto de
quienes la odiaban. De quienes quisieron quitár-
sela al pueblo. Y hasta hoy lo lograron.
–No podíamos enterrar a Eva Perón en la
Argentina. Ustedes tienen que entenderlo.
–Si muere, usted va a ser enterrado en la
Argentina.
–No es lo mismo. Escuché que le decían Fer-
nando. ¿Se llama así?
–Si escuchó eso.
–Hay muchas diferencias entre Evita y yo, Fer-
nando –es la primera vez que Aramburu lo llama
por su nombre. Se arrepiente: una muestra más
de que –si vive– los denunciará con lujo de deta-
lles. Sus nombres, sus ropas, sus caras, el tono de
sus voces. De ésta no salgo, piensa. También se
sorprende: ¿por qué cometió un error tan torpe,
tan pueril? Tampoco a Fernando le interesó des-
mentirlo: “No, escuchó mal. No me llamo así.
No va a saber mi nombre”. Habría sido más lógi-
co. Si lo soltaban, él lo diría: “Uno se llamaba
Fernando. O no lo negó cuando se lo pregunté”.
No había, en sus secuestradores, una técnica, una
mínima lógica del ocultamiento. Esto es grave, se
dice. Si no buscan ocultar sus identidades es por-
que saben que yo no voy a vivir para denunciarlos
a nadie. Ahora es tarde. Lo hecho, hecho está. Es
muy temprano aún. Vaya a saber qué rumbo
tomarán las cosas. Por ahí quieren proponerle que
se una a ellos. ¿Por qué no? Todo es posible.
Todo es imposible. Sigue:
–Yo soy un militar retirado. Eva es un mito.
Un culto. Un objeto religioso. Puede convocar
multitudes.
–Que ustedes tendrían que matar.
–Que reprimir.
–Para ustedes reprimir es matar.
–No estoy de acuerdo. Usted nos dibuja como
monstruos. ¿Qué país notable, no? Ustedes pien-
san de nosotros lo mismo que nosotros pensamos
de ustedes. ¿Sabe a cuántos radicales, conservado-
res y comunistas torturó la policía de Perón?
¿Sabe a cuántos católicos como ustedes? Durante
los últimos días del régimen. Los del conflicto
con la Iglesia. Los jóvenes católicos estaban contra
él entonces.
–Ahora no.
–Sí, y me cuesta entenderlo. Pero si yo cambié,
¿por que no ustedes? Eso es lo extraño: cambiamos
para el mismo lado. Para el lado del peronismo.
Yo no me hice peronista, pero quiero entenderlo.
¿Por qué no podemos entendernos nosotros?
–Por el pasado.
–El pasado está atrás. Nadie quiere volver ahí.
Lo que murió, murió. Es hora de...
–Ahórrese frases de discursos escolares –inter-
viene, muy veloz, Firmenich–. Usted no dejó
atrás el pasado. Usted quiere retocarlo. Adecuarlo
a los nuevos tiempos. Integrar al régimen lo que
no pudieron destruir. Pero sus intereses son siem-
pre los mismos: los del régimen. Ahora, con el
peronismo adentro. Usted, con su gorilismo inte-
ligente, es el más peligroso de nuestros enemigos.
El rostro de Aramburu se ensombrece. De
pronto, es el hombre que ha entendido todo. La
completa, la entera totalidad de la cuestión.
–Si lo mejor que tengo para ofrecerles me
transforma en el más peligroso de sus enemigos,
¿para qué seguir hablando, señores? Dicten sen-
tencia y fusílenme ya mismo.
Los jóvenes católicos se quedan sin palabras.
Para responder a esa frase, al menos. Tiene razón
ese general. Lo mejor que les ha ofrecido es traer a
Perón. Lo que ellos y el pueblo peronista piden.
Pero el Perón de Aramburu es un Perón para for-
talecer al régimen. El de ellos, para hacer la revo-
lución. O lo trae Aramburu o lo traen ellos. Si lo
III
trae Aramburu se consolida el sistema. Habrá Nosotros nos preguntamos: ¿por qué, por qué el mismo modo de siempre. Primer modo: lo
democracia burguesa con Perón dentro de ella. no vamos a preguntarle eso, qué nos lo prohíe? único que puede hacer el torturado es mentir. Si
En medio de un mundo que marcha fatalmente Nos lo prohíbe usted. Usted, que dice: sé que yo no tengo la verdad que me piden, si no
al socialismo, ¡usar al más grande líder de masas está en algún cementerio. No sé en cuál. ¿Y si no puedo convencerlos de que no la tengo, sólo me
de América latina para el proyecto de la burgue- le creemos? Notará que usted se ubica demasia- resta inventarla. Aquí, el torturado, miente.
sía! Una locura, un sinsentido, un idiotismo his- do cerca de la verdad. Roma, cementerio de Segundo modo: el torturador no le cree. O por-
tórico. De ahí que tenga razón Aramburu: lo Roma, hay más de uno pero no muchos, no que quiere seguir torturándolo. O porque no le
que les ofrece lo transforma en el más peligroso demasiados, en uno de ellos está Eva Perón. sirve la verdad que el torturado ofrece. O por-
de sus enemigos. En su blanco prioritario. Si Todo esto sabe usted. Lo que dice ignorar es que descubre que el torturado fabula, inventa. A
alguien debe morir, es él. muy poco. Sólo ignora en qué cementerio está. esta altura, delira. La tortura sigue sin detenerse.
¿Lo ignora o no nos lo quiere decir? Dígame, Sigue hasta el fin. El torturado muere. El tortu-
4. general, ¿cómo se sale de este problema? rador se queda con las manos vacías. Y hay otra
Al día siguiente lo interrogan sin grabador. La –Por medio de la tortura. posibilidad. La más sencilla. Ustedes se dispo-
barba de Aramburu está más crecida. Esto le dis- –En efecto. nen a torturarme. Pero yo no tolero el dolor.
tingue aún más las arrugas. Y las mejillas se le –Sé algunas cosas sobre la tortura –dice Aram- Me aterroriza el sufrimiento. La vejación. La
han caído por completo, son dos colgajos que buru–. Podrían serle útiles. casi segura muerte. Confieso sin que me tortu-
enmarcan tristemente su cara. No parece con –Hable. Pero quiero dejar algo establecido. ren. Confieso todo. Ustedes han triunfado. Tie-
muchas ganas de luchar. Sus jueces están ente- Mi posición sobre el tema ya está tomada. Nada nen lo que desean: la verdad que yo cobijaba. Y
ros. Tampoco se han afeitado, pero tienen de lo que usted diga podría cambiarla. tienen un enemigo sano. Un enemigo al que
menos barba. Detalle por el que, célebremente, Pese a que esta frase lo intranquiliza, Arambu- desprecian. Nada es más despreciable que un
años después, el líder que hoy defienden, busca- ru no se detiene. Desarrolla su teoría: cobarde. Entonces me matan. O no. Puede
rá agredirlos: Imberbes, les dirá. –Descreo de la eficacia de la tortura. No digo suceder que me dejen libre. Regreso a mi casa.
–¿Quieren seguir hablando de Evita? –pre- que no dé sus resultados. Si no, no se acudiría a Me encierro en mi habitación. Me pego un tiro.
gunta. ella con tanta abusiva frecuencia. Sin embargo, No puedo vivir con mi cobardía.
–Nosotros hacemos las preguntas, general veamos. Hice cursos. Leí libros de contrainsur- –En las cuatro posibilidades el torturado
–dice Firmenich–. Aunque le cueste creerlo, gencia sobre esta cuestión. El torturador supone muere –dice Fernando.
aunque no nos vea rodeados por todo ese solem- que el torturado tiene una verdad que él desea –Así es –dice Aramburu.
ne carnaval con que la burguesía adorna a la jus- conocer. Extraerle. Para ello, lo tortura. El tor- –¿Cuándo pensó todo eso?
ticia, usted, aquí, está frente a un Tribunal. turado puede tener o no tener esa verdad. Si la –Vi demasiadas torturas. Bajo Perón. Bajo la
–Lo sé muy bien. Sólo espero que esa justicia tiene y es valiente... Valiente, si me permiten, Libertadora. Sobre todo, como imaginarán, a
sea justa. aquí sólo significa tolerar el dolor. manos de la Marina. Bajo el Conintes de Fron-
–Más justa que la de la burguesía, sin duda. –¿No cree que la firmeza en las propias con- dizi. Y en otros países también. Pude llegar a
No está al servicio de la oligarquía, ni de las cor- vicciones ayuda a esa tolerancia? –pregunta Fir- algunas conclusiones.
poraciones ni del imperialismo. Está al servi- menich, entrando en el diálogo. –¿Qué otros países, general? Aunque tenemos
cio... –Sí, pero puede perjudicarlas. Voy a sincerar- nuestras sospechas.
–Del pueblo. Ya lo sé. Si me prohibió hacer me. No estoy hablando de cualquier tortura. –Las van a confirmar. En 1959 estuve en
discursos escolares. Ahórreme a mí los discursos Hablo de la que ustedes se sienten tentados a Argelia. Durante una entera semana hablé con
revolucionarios. aplicarme a mí. un general de la OAS. El me enseñó todas esas
Firmenich sonríe de costado. Supongamos –De acuerdo, ¿para qué ser abstractos si esta- teorías sobre la tortura. Tenía una posición des-
que piensa: gorila de mierda, todavía te das el mos en la más concreta de las situaciones? –dice piadada sobre el torturado: nunca debía quedar
lujo de compadrear, no sé qué debés creer, que Fernando. vivo. Después estuve en la Escuela de las Améri-
somos boludos, que en cualquier momento cae –Supongamos que me torturan. Supongamos cas. Los franceses son superiores. Los yanquis no
la cana y te rescata, que nos vamos a cagar en los que soy valiente. Que tolero el dolor porque creo manejan la cuestión psicológica. Masacran al
pantalones y te vamos a devolver a tu casa, sano demasiado en la causa que represento. Ahí, fraca- objeto interrogable y listo. Creo, sin embargo,
y salvo, con tu mujer y tus pantuflas. samos los dos. Ustedes, no tienen la informa- que son más efectivos que los franceses. Tengo
Sin embargo, la esperanza de la salvación ha ción. Yo, de puro valiente que he sido, me quedé algunas otras teorías para contarles, pero no
ido alejándose de Aramburu. Ya no busca ganar en la tortura. Tienen una cosa y no tienen otra, quiero aburrirlos. Ustedes sabrán cómo torturar.
tiempo. Se ve que no aciertan a encontrarlo. O precisamente la que querían. Tienen mi cadáver Tendrán sus propios métodos. Pese a los france-
que la policía de Onganía no pone muchas y no tienen mi verdad. No se las he dicho. Vea- ses y a los americanos, créanme que a muchas de
ganas. Esta certeza lo fue atrapando hora tras mos otro punto de vista. Ustedes me torturan y las teorías llegué solo. El tema me interesa.
hora: ¿para qué querría salvarlo Onganía? Debía yo, que no tolero el dolor más allá de cierto –Hay una a la que no llegó, general –dice Fer-
saberlo todo el leporino. Serenidad y pistas falsas punto, les digo dónde está enterrada Eva Perón. nando–. Si nos contó sus elaboradas teorías fue
habrá sido su consigna. Pero, ¿y sus amigos? ¿Y Pero muero. Confesé, pero resistí demasiado. para que no lo torturemos. Para llevarnos a
los que estaban con él en la patriada de tirarlo Confesé cuando era tarde. Cuando ya no podían comprender que en cualquiera de los casos posi-
abajo? Nada, impotentes por completo. Les revivirme. Es un problema para ustedes. Siempre bles usted moriría. Supone que no queremos
habrán negado todo. No los habrán dejado par- es un problema para el torturador que el tortura- eso. Y tiene razón. No podemos quererlo toda-
ticipar en nada. ¿Se quedaron sin el líder, no? do muera. ¿Dije toda la verdad? ¿Me guardé vía. Ni siquiera se ha reunido el Tribunal. Pero
Jódanse, sin Aramburu no hay golpe. No hay algo? ¿Morí antes de tiempo? ¿Morí antes de hay algo que se le escapó. Que no tuvo en cuen-
pieza de recambio. Sigue Onganía. Veinte o confesar todo? ¿Les alcanza con lo que obtuvie- ta. Que no lo sabe. ¿Cómo podría tomarlo en
treinta años más. Como él dijo. ron? Pasemos a otro aspecto de la cuestión. Es cuenta si lo desconoce por completo? Escuche,
–General, por última vez –dice Fernando–. casi el más habitual y el más cruel. Aquí, el tortu- general Aramburu: usted no va a ser torturado.
¿Dónde está Evita? El grabador está apagado. Lo rador suele llegar a los límites de su barbarie. Porque existe otro punto de vista sobre la tortu-
que diga, aquí queda. –De su inhumanidad –dice Fernando. Pero ra. Se lo dije: es el nuestro. También le dije:
Aramburu respira hondo y suelta sonoramen- luego, repentino, corrige–: Si es que creemos nada de lo que usted diga habrá de variarlo. Y
te el aliento. Dice: que es inhumano torturar. Yo diría que es un ese punto de vista es el de negarse a torturar.
–Está en un cementerio de Roma. No me arte completamente humano. A cada rato deci- Nuestra organización no tortura, general. Los
pregunten en cuál. Hay más de un cementerio mos de alguien que es un bestia o una bestia. O Montoneros no torturan. Si fuera por medio de
en Roma. Sé que en alguno está Eva Perón. No por su ignorancia o por su brutalidad. Estoy la tortura que usted nos dice dónde está Eva
sé en cuál. harto de oír que el torturador se hunde en la Perón, nos sentiríamos indignos de ella. El tor-
Fernando se pasa una mano por la cabeza, bestialidad cuando tortura. Falso. Las bestias no turador, usted lo sabe, es un ser ruin, miserable.
como peinándose. Imposible que se peine ese torturan. Continúe, general. Está logrando Siempre termina odiándose a sí mismo. Noso-
pelo engominado, brilloso. Pero ese gesto le per- entretenernos. tros somos católicos, general. Creemos en Dios.
mitió ganar un par de segundos. Lo que pensó –No es mi intención. Lo estamos juzgando por crímenes que usted
en esos segundos fue terrible. La idea cruzó su –¿Cuál es, entonces? cometió. No queremos cometerlos nosotros.
cabeza como un tornado. Se la dijo a Aramburu. –Sigamos –dice Aramburu–. ¿Cuál es este Aramburu sabe que Fernando no miente. Le
–General, voy a serle sincero. Este es el nuevo aspecto de la cuestión? El que definí asombra salvarse de la tortura. Al salir el tema de
momento, el preciso momento, en que un pri- como el más habitual y el más cruel. Simple: el Eva Perón, dio el hecho por seguro. En algún
sionero es sometido a la tortura. Repasemos la torturado no tiene nada que ofrecer. No lleva en sí lugar de sus corazones –deduce–, pese al odio
situación: usted dice que Eva Perón está en un la verdad que el torturador requiere. Esto nos que los anima, está presente el torturado de la
cementerio de Roma. Nosotros necesitamos conduce a los límites del horror. Si el torturador Cruz y su fe de católicos, que ahora juzga since-
saber en cuál. Saberlo, es de gran importancia le creyera al torturado, no sería así. Pero, para su ra, les impide torturar.
para nuestra organización. Si lo sabemos, en enorme desgracia, el torturado nunca logra ser –Por ahora, suspendemos –dice Fernando.
menos de dos días el cuerpo de la abanderada de todo lo convincente que el torturador necesita. Salen de la habitación.
los humildes, de la mujer más amada de la Además, cuando el torturador empieza su tarea Aramburu queda solo. El nudo que le sujeta
Argentina, está en nuestra manos. Si lo está, es difícil que algo lo detenga. La situación puede fieramente las manos a la cama arrasa con la piel
hablamos con Perón. Nos volvemos milagrosos. prolongarse interminablemente. El torturador, de sus muñecas y ya brota la sangre. Se pregunta
PROXIMO
Conseguimos lo que nadie pudo. El régimen torturándolo, le exige al torturado una verdad si ésa, aunque leve, no es una tortura.
DOMINGO nos respeta. El pueblo nos ama. Perón nos nece- que cree él atesora. Pero no es así. El torturado (Continuara)
sita. Como verá, los motivos para conseguir esa no tiene lo que el torturador necesita. Sólo que
El secuestro información son poderosos. Usted nos dice: No el torturador no le cree. Esto se resuelve de dos Colaboración especial:
de Aramburu (V) me pregunten en qué cementerio está Eva Perón. modos. Aunque, finalmente, se desbarranque en Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 19 de octubre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


49 El secuestro de Aramburu (V)

Suplemento especial de

PáginaI12
1. derlo. Sabíamos que había pibes como vos.
Hablamos varias veces de ustedes en el Círculo
amus llega para el juicio. Sabe que Militar.

R tiene que estar. Fue y vino de la


Capital muchas veces. Se perdió
todo, o casi todo. Pero sabe que
cumplió con su parte. Alguien
tenía que tender el lazo entre Timote y el mons-
truo de mil cabezas, esa ciudad en la que todo
adquiría dimensiones vastas, imponentes.
–Qué honor.
–¿Qué quieren de ese viejo de mierda? Es un
vicioso, un canalla. No merece una sola de las
vidas jóvenes de ustedes. ¿Quién les llenó la
cabeza? ¿Quién los convenció de todos los dispa-
rates en que creen?
Fernando no responde. Aramburu transpira.
–El despelote es infernal –describe–. Nadie Se lo ve agitado. Se lo ve, también, gastando sus
sabe nada. Todos saben todo. La cana anda últimas municiones. Si esto no resulta, se acabó.
como loca por todas partes. Onganía no sabe Podría decirle peores cosas de Perón. Podría
qué hacer. Sabe que esto se le cae encima. Que decirle cosas terribles. Cosas que él y sólo algu-
todos van a creer que es el gran culpable. Directo nos más saben. Fernando lo mira impasible,
o indirecto, pero culpable. O un asesino o un siempre los ojos en los suyos.
ineficaz. –Pibe, ¿vos qué sabés de Perón? ¿Querés que te
Se quedan en el comedor. Sentados a la mesa hable de él? ¿Querés saber por qué mierda de
parecen lo que dicen ser, lo que están certeros de tipo me vas a matar? Te puedo decir cosas abo-
ser: un Tribunal Revolucionario en funciones. minables de Perón.
–Ya vengo –dice Fernando. –No se gaste, general. Desde hace 15 años
–Estamos todos listos –dice Firmenich–. escucho cosas abominables de Perón. Yo y todos
Cuando quieras empezamos. los míos. Todos los pibes como yo. Toda mi
–Eso le voy a decir. Que empezamos. generación. Por eso estamos con él. Usted pre-
Fernando entra en el dormitorio. Aramburu gunta quién nos convenció de todos los dispara-
está atado a la cama. Le exhibe sus manos. Pre- tes en que creemos. Ustedes, general. Ustedes
gunta: hicieron de nosotros lo que somos. Nos inventa-
–¿Es necesario esto? ¿Creen que me voy a esca- ron. Somos el fruto perfecto del país gorila.
par? Ni sé dónde estoy. Ahora, jódanse. –Camina hacia la puerta. Se
–Medio país lo está buscando, general. Usted detiene. De espaldas, dice–: Cuando termine
lo sabe. No nos pida algo que no podemos hacer. el juicio voy a venir a decirle el veredicto.
–Cualquiera puede hacer cualquier cosa si –Gira con brusquedad. Otra vez lo mira–.
quiere. No es que no pueden. No quieren. Le ruego evite tutearme de aquí en más. Si
–¿Lo lastiman esas ataduras? conservamos las formas hasta ahora, no
–Lo que me lastima es estar así. veo motivo para abandonarlas. Ni usted
–No se queje. No lo tratamos mal. es mi padre ni yo soy su hijo. Usted es
–¿Le parece? Sacarme de mi casa, traerme mi prisionero. Yo me propongo some-
hasta aquí, interrogarme, no saber si me van a terlo a juicio. Esa, no otra, es nuestra
matar como a un perro o me van a tirar vivo por relación.
ahí, en medio de la nada, ¿eso qué es? ¿Tratarme Cierra la puerta.
bien?
–Mejor que usted a Valle. 2.
–¿Seguro? Si mi mujer quisiera hablar con –Es hábil el general –dice Fernan-
usted, ¿qué le diría? ¿Que está durmiendo? Ni do–. Esto le juega en contra. ¿Raro,
eso le podría decir. La pobre no sabe dónde está no? Si fuera lento, torpe, milico
usted. Dónde estoy yo. Nada sabe. La de Valle bruto, eso podría salvarle la vida.
tuvo dónde ir para pedir clemencia. La mía, ni Pero apeló a tantos recursos para
eso. evitar su muerte que se condenó.
–General, hay cosas que usted no entiende. O Sólo un tipo inteligente puede
finge no entender. Resulta más que evidente que argumentar con tantas falacias,
su mujer debe ignorar dónde estoy yo. Si lo con tantas celadas, con tantos
supiera, tendríamos a medio ejército rodeando argumentos sagaces, aunque fal-
esta propiedad. Con Onganía al frente. Haga el sos, para no morir.
favor. No diga macanas. Lo tratamos bien. Lo Firmenich chasquea la lengua,
nombramos siempre por su rango. Le dimos de con fastidio.
comer. Nadie lo injurió. No sufrió castigos. No –Con tantas patrañas –dice–.
se queje –Se detiene. Carraspea. Mira fijo al Cree que puede tomarnos por
general. Siempre actuó de ese modo Fernando: boludos. Que su edad lo autori-
mirándolo, hundiendo sus ojos en los de Aram- za. Su experiencia. No hay caso:
buru, como si buscara que éste descubriera en tenemos proyectos que no pue-
ellos la certidumbre severa de sus actos. Seca- den armonizar. No hay unidad
mente, dice–: Vine a hablar de otra cosa. El Tri- nacional. No hay pacificación
bunal Revolucionario está reunido. Comenza- nacional. Lo quieren a Perón
mos a deliberar. para contener a las masas sin
Aramburu, en voz baja, susurrando casi, bus- reprimirlas.
cando hacerle sentir a Fernando, a quien sabe el Ramus golpea la mesa. Un vaso
jefe del operativo, que el diálogo que ahora pro- cae y estalla contra el piso.
pone es sólo entre ellos, íntimo, dice: –Tranquilo, compañero –dice
–Pibe, no seas tonto –Fernando se sorprende. Firmenich.
No sólo lo ha tuteado. También le dijo pibe. –Tranquilo las pelotas. Todo está
Asumiendo, por primera vez, una realidad vela- demasiado claro. No pueden reprimir
da, que todos fingieron desconocer desde el más. No después del Cordobazo. Un
comienzo. Aramburu es un hombre grande, casi regreso de Perón controlado por el régi-
viejo. Ellos son demasiado jóvenes. Aramburu es men es la última carta que les queda.
un figurón de la República. Un general del Ejér- Aquí hay una disyuntiva de hierro, compa-
cito. Un bronce del país antiperonista. ¿Cómo ñeros. Lo traen ellos. O lo trae la lucha del
no va a tutearlos? ¿Cómo no va a decirle, ahora, pueblo peronista. Si lo traen ellos es para el
a Fernando, pibe? eterno cuento chino de la unidad nacional.
–¿Cómo dijo? –dice Fernando y una vena Con perdón, me cago en la unidad nacional. Es
viboreante y abultada se dibuja en su frente. sencillamente sumar al proletariado al proyecto
–Que no seas tonto. Puedo ser tu padre. Escu- de la burguesía, como socio menor. Esto tiene
chame: no te arruinés la vida. No cargués sobre un riesgo enorme. Pero con Perón ese riesgo se
tu espalda un cadáver como el mío. Te va a pesar reduce. Puro gatopardismo, compañeros. Ceda-
mucho. Te van a perseguir siempre. Hasta que te mos algo para que todo quede igual. No pudi-
maten. ¿Y esto, todo esto, se lo vas a dar a Perón? mos vencer al peronismo en 15 años, hagámoslo
Si lo traés de vuelta, te va a cagar. nuestro. ¿Quién no lo sabe? Si no podés derrotar
–Su lenguaje, general. Me sorprende. ¿Tan a tu enemigo, te le unís. Esa es la historia en que
perdido se siente? está Aramburu. La nuestra es otra.
–Lo hago por vos, pibe. No vale la pena lo que –Los cargos –dice Abal Medina.
hacés. Sacrificar tu vida así, por el anciano de –¿Qué cargos? –dice Firmenich–. Vinimos a
Puerta de Hierro. Te lo juro, me cuesta enten- Timote con los cargos bien estudiados. No
II
vamos a empezar a repasarlos ahora. Pajerías no.
Este juicio ya se hizo. Ese juicio decidió el
secuestro.
De pronto, “el otro compañero”, ese al que
arbitrariamente hemos decidido llamar “Julio”
dice algo que nadie dijo hasta ahora:
–Hay que matarlo. Por todo, por lo que ya
sabemos. Pero por algo que aún no dijimos. Que
no hicimos explícito. Nuestra organización
tiene que aparecer espectacularmente. En
nuestro debut en la escena política argenti-
na. Eso nos va a dar prestigio, poder
sobre los otros grupos armados, el pue-
blo nos va a ver como a vengadores
míticos. Matamos al Vasco y venga-
mos a Valle, a Eva, frustramos la
intentona de burocratizar al pero-
nismo y, de la noche a la maña-
na, somos célebres. Ya todo el
país habla de nosotros. Somos
la rebelión y somos la justicia
revolucionaria. Somos jóve-
nes. Somos lo nuevo. Eso va
a entusiasmar a las bases
peronistas. Cumplimos su
deseo.
–Eso es decisivo –dice
Fernando–. El pueblo
peronista va a festejar. El
jefe de la fusiladora pagó
sus pecados. Lo merecía.
Y lo castigaron unos
mocosos con pelotas para
hacerlo.
–Suficiente –dice Abal
Medina–. Voy a hablar
con él.
–¿Lo ajusticiamos en
el sótano? –dice Ramus.
–No hay otro lugar
–dice Fernando–. Es
estrecho, oscuro, sórdi-
do. Pero no se merece
algo mejor. Los compa-
ñeros de José León Suá-
rez murieron en los basu-
rales. No hay por qué
darle a Aramburu lo que
ellos no tuvieron. Si lo
pensamos bien, igual lo
tiene. A los de José León
Suárez los mataron canas
mercenarios. Asesinos del
sistema. El va a ser ajusticia-
do por un grupo revoluciona-
rio. Con ideales. Por jóvenes
que luchan por el pueblo. Y
por el retorno de su líder. –Fer-
nando se detiene. Bebe algo más
de Coca Cola. Después se sirve
un vaso de cerveza. Los mira a
todos, uno por uno. Dice, muy
firme–: Le voy a comunicar la sen-
tencia.
–¿Quién la va a ejecutar? –pregun-
ta Ramus.
–¿Cómo quién? –dice Firmenich,
algo ofuscado–. Fernando, por supuesto.
Hace rato que decidimos eso. El es el jefe.
–Y si hace rato que se decidió, ¿para qué el
juicio?
–Entendeme, Carlos. No te hagas el distraído.
¿Qué querés demostrar? No hubo juicio. Sólo
nos dijimos lo que sabíamos. Nada de lo que
argumentó Aramburu cambió nuestras decisio-
nes. Estaba condenado desde que decidimos
secuestrarlo.
–Basta de boludeces –dice Fernando, malhu-
morado–. Voy a hablar con él.
Sale del comedor.

3.
Aramburu lo mira entrar. ¿Qué le va a decir
este afiebrado? Cada vez le ve más cara de loco,
de jacobino. De jacobino sin pueblo. Sin Revo-
lución Francesa. Se la inventó él a la Revolu-
ción. No puede contenerse. Dice:
–¿Y? ¿Qué decidieron? ¿Se suman a mi pro-
yecto o se hunden en las letrinas de la clandesti-
nidad?
III
–Qué frase, general –ironiza Fernando–. La ¿qué lograría? Le fallaron los suyos. No lo temor y los malos presentimientos, los peores.
voy a recordar. encontraron a tiempo. ¿Lo habrán buscado en Este país todavía no conoce la furia del Ejército
–¿Cuándo? serio? Argentino. Y lo que vimos hasta ahora, ¿qué
–Cuando lo recuerde a usted. –¿Quién puede saberlo? Hay muchos creti- fue? ¿Una muestra gratis? ¿La cola de una pelí-
–Me matan entonces. nos detrás de Onganía. Gente que me odia. cula de terror que todavía no se estrenó? Mal-
–¿Cómo puede suponer que nos vamos a Que le repugna mi plan de negociar con dito viejo, habría sido mejor decirle el fallo y
incorporar a su proyecto? Perón. Quieren verme muerto. Ustedes les van listo. General, vamos a matarlo. Y se acabó.
–Porque no puedo suponer que quieran sui- a hacer ese favor. Firmenich tenía razón. Ahora dice:
cidarse. Le voy a hablar claro, Abal Medina. –A nosotros también nos repugnan sus pla- –Yo creo que te equivocás. Que es un tipo
Aunque sea la última vez que lo haga. nes de arreglar con Perón. Pero por otro moti- común. Un gorila más. Importante, pero uno
–Hable. Nadie nos escucha. Nunca se va a vos. más. Hacenos un favor: terminemos con esto.
saber lo que nos dijimos en esta habitación. –Sin embargo, coinciden. Si volvés a hablar con él voy a tener que amasi-
–Yo estoy pagando por la sangre derramada –De ningún modo. Ellos quieren sostener el jarlo yo.
de Valle. La historia es eso. Una cadena de Estado Gorila. Nosotros queremos destruirlo. –Tranquilo, Pepe –dice Fernando, y esa vena
venganzas. Mi sangre va a reclamar la de uste- –Pero los dos quieren matarme. vuelve a viborearle en la frente. Firmenich lo
des. Matándome se condenan a morir, a que –Por distintas razones. Grave sería si fuera sabe: es peligroso cuando le pasa eso. Más de
los maten. Alguien me va a vengar. No lo por lo mismo. Usted se puso en un lugar peli- una vez dijo: “Si a Fernando lo ves con la vena
dude. Alguien, alguna vez, se va a sentir con groso. El de los conciliadores. Si las partes no hinchada, rajá”. Fernando dice–: Al general lo
tanto derecho como ustedes ahora. Este país quieren conciliar, los matan. Fuego cruzado. ejecuto yo. Y nadie más. –Agarra dos pistolas
todavía no conoce la furia del Ejército Argenti- Pero usted nos incomoda más que Onganía, el que hay sobre la mesa. Una de 9 mm. La otra
no. Tenemos un Ejército formado por la OAS otro que podría querer su vida. Usted no quie- es una 45. Dice–: Vamos.
y por la Escuela de las Américas. Si usted re sostener el Estado Gorila. Quiere crear un Empieza a amanecer.
supiera en serio, a fondo, lo que se enseña allí, nuevo régimen con el peronismo adentro. Los Aramburu los mira entrar. Ahí están: vienen
vacilaría. gorilas son brutos. Ni piensan en eso. Sólo a matarlo. Se acabaron las palabras. Cada uno
–Nosotros también nos formamos para la piensan en seguir con la represión. Su plan es sabe dónde está el otro. Qué piensa. Qué quie-
guerra. Pero no nos formaron torturadores sino el más hábil. Es hacer de Perón un general re hacer. Sobre todo –en su caso– qué hizo.
revolucionarios. No se equivoque. No va a manso dominado por la burguesía. Eso nunca. ¿Pensará Aramburu en Valle? Difícil. No me
conseguir que tenga miedo. Ni que vacile. Aramburu regresa al tuteo. Siempre que lo matan por lo de Valle. Soy un símbolo. El tipo
–Hágase esta pregunta. Se la hizo Gutiérrez hace es porque se siente perdido. Porque es su que lo tiró a Perón. Uno sabe los riesgos que
de la Concha a Castelli, cuando éste se prepa- última carta. toma. Debió prever esto. Pero nunca imaginó
raba para fusilar a Liniers. Le preguntó... –Sos un idiota, pibe. que podrían aparecer pibes así. Revolucionarios
–No se gaste, general. Hace tiempo que yo –Le exigí que no me tuteara. y peronistas, vengativos, irresponsables o
me hice esa pregunta. Me sorprende que usted –¿Cómo no te voy a tutear si sos un pendejo? valientes, lo mismo da. Pero con cojones.
la conozca. Vas a arruinar tu vida. Tu idealismo de los Carajo, quién lo hubiera dicho.
–Son sus prejuicios. Cree que los militares veinte años te va a costar muy caro. Yo tam- Le quitan las ataduras de las manos. Aram-
somos brutos. bién tuve veinte años. También tuve sueños de buru se restriega las muñecas. Las tiene hincha-
–Podría pasarme la noche ofreciéndole prue- juventud. Pero esos sueños no exigían la muer- das, hay algo de sangre.
bas. Volviendo a Castelli: Castelli era abogado. te de nadie. –Sentimos mucho eso, general –dice Fernan-
Gutiérrez de la Concha le preguntó qué juris- Fernando lo mira con desdén. Aramburu do–. De haber podido, lo habríamos evitado.
prudencia era la que lo autorizaba a matar pri- recibe de pleno esa mirada. Acaso nunca lo –Está dentro de las reglas –concede Arambu-
sioneros. Una pregunta tonta. Castelli era un miraron así. No con odio, sino como a un ru–. Siempre se amarra a los prisioneros. Pri-
revolucionario. El y su amigo Moreno. La pobre tipo. Lleva 15 años recibiendo halagos, sionero que se escapa deja de serlo. Secuestra-
jurisprudencia eran ellos. Toda revolución crea homenajes, reconocimientos. Pero este pibe se dor sin prisionero, también.
su propia jurisprudencia. ¿O ustedes hicieron permite mirarlo con menosprecio, con una –Somos muchos más que sus secuestradores
otra cosa? También la contrarrevolución crea repulsa tan extrema que hiere, que deshonra. Y –dice Firmenich.
sus propias leyes. O deroga las de los revolucio- con una altanería, con un irreverencia que, –¿Por qué?
narios. recién ahora, aparece en estado puro, sin los –Somos sus jueces. Lo juzgamos y decidimos
–Gutiérrez de la Concha dijo algo más. velos, sin las cortesías forzadas entre captores y que era culpable.
–A ver, general. Dígalo. ¿Lo leyó en Billiken? prisioneros. Ese menosprecio se expresa feroz- –Y ahora van a ejecutarme.
–Voy a dejar de lado esa ofensa. Olvidemos a mente, lejos de toda civilidad, de todo trato –Exactamente.
Castelli. Si cree que mis citas vienen del Billi- entre caballeros cuando le dice: –¿Puede pedirle algo, juez Firmenich?
ken voy a evitarlas. La cuestión se la voy a plan- –General, perdone mi franqueza. Pero usted, –¿Dice eso con ironía?
tear yo. Con mis palabras. Porque son mis a los veinte años, ya era un milico de mierda –¿Hubo ironía en mi voz?
ideas. con alma de asesino. –No me pareció.
–Soy todo oídos. Fernando abandona la habitación. Cierra de –Porque no la hubo.
–Usted se me presenta como un revoluciona- un portazo. –¿Qué quería pedirme, general?
rio. Quiere cambiar el régimen al cual yo pre- –Una tontería. Pero no querría caminar
tendo integrar a Perón. Usted, por el contrario, 4. hacia la muerte con el riesgo de cometer una
quiere usar a Perón para destruirlo. También Se reúne con los suyos. Firmenich lo recibe torpeza que me ponga en ridículo. ¿Me com-
Castelli quería cambiar un régimen. Fusilar a mal. prende, verdad?
Liniers era parte de ese cambio. –¿Tanto tardaste en decirle algo tan sencillo? –Por completo, general. ¿De qué se trata?
–Parte sustancial de ese cambio. General, lo vamos a amasijar. Eso era todo. –Ateme los cordones de los zapatos.
–Gutiérrez de la Concha le pregunta: doctor –No es un tipo común –dice Fernando. Aga- –Disculpe. No lo había notado.
Castelli, ¿qué clase de sistema es el que empieza rra un pedazo de pan y le pone manteca. No Firmenich apoya una rodilla en tierra y ata
de este modo? ¿Qué clase de sistema empieza sabe por qué, pero hablar con Aramburu le dio los cordones de Aramburu. Se pone en pie. Lo
fusilando prisioneros indefensos? hambre. ¿Qué pasa? ¿Le incomodó algo de lo mira. Aramburu no dice nada.
–No busque conmoverme, general. Son que dijo el condenado? No sabemos esto. Sabe- –Tenemos que atarle las manos a la espalda
demasiados argumentos para defender apenas mos que se acerca el final y que será Fernando –dice Fernando.
una vida. Aunque sea la suya. Gutiérrez, a el que tendrá que matarlo. Tal vez no haya sido –¿Otra vez atarme las manos? Vieron mis
quien llamo así para evitar la parte incómoda conveniente que lo conociera más allá de lo muñecas. Están a la miseria.
de su apellido, decía boludeces, con perdón. necesario. Aramburu era, para Fernando, una –No tanto, general –dice Fernando–. Sólo a
Una revolución tiene el derecho de matar a construcción ideológica: el que lo tiró a Perón, tono con las circunstancias. Así son las cosas.
quienes quieren impedirla. Si empieza así, el que lo fusiló a Valle, el que escondió a Evita, Los que enfrentan a un pelotón de fusilamien-
empieza bien. Usted me plantea una cuestión el gorila, el hombre de reserva del régimen. to lo hacen siempre con las manos atadas a la
de ética política. Una mariconada liberal. Todo Ahora corre el peligro de convertirse en un ser espalda.
sistema que empieza matando empieza mal. humano. Debiera haberlo previsto. Es más fácil –¿Me espera un pelotón de fusilamiento?
¿Usted me plantea eso? ¿El fusilador Arambu- matar a un rival ideológico que a una simple –No haga preguntas cuya respuesta conoce.
ru? Toda revolución que empieza y no mata persona. Le impresionó cuando quiso librarse –No por completo. Sé que no habrá pelotón.
cuando tiene que matar está perdida. de las ataduras. Cuando se lastimó las muñe- ¿Cómo me van a matar entonces?
–Van a matarme entonces. cas. Cuando le salió sangre. Ahí, el miedo del –Falta poco para lo sepa –Fernando mira a
Fernando no responde. Se toma un tiempo general se le volvió traslúcido. Se tenía prohibi- sus compañeros. Con su habitual parquedad,
que a Aramburu le parece eterno. Después, sin da la piedad. Había leído bien a Clausewitz: con aspereza, con ese tono acerado con que
solemnidad, pero con cierto aire marcial o con “Toda consideración de humanidad os hará sabe dar órdenes, dice–: Al sótano.
una clara dureza, dice: más débiles”, algo así. ¿Fue por eso que habló
–General Aramburu, el Tribunal lo senten- con Aramburu, que se arriesgó a escucharlo? (Continuará)
ció a la pena de muerte. Va a ser ejecutado en ¿Por una consideración de humanidad? Si por
PROXIMO
media hora. esa boludez le llegara a temblar la mano en el
DOMINGO Aramburu busca romper sus ataduras. Se las- momento decisivo, no se lo perdonaría. Y ade-
tima las muñecas. Le brota sangre. más: esa frase. Esa frase sobre el Ejército
El secuestro de –Ese nudo está muy bien hecho, general Argentino. No pudo evitar que se alojara en Colaboración:
Aramburu (conclusión) –dice Fernando–. Y aunque lograra desatarse, algún punto oscuro de su conciencia. Entre el Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 26 de octubre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


50 El secuestro de Aramburu
(conclusión)

Suplemento especial de

PáginaI12
5. sionero–. Usted fusiló a Valle y era el presidente de la
n momento –se resiste Aramburu–. ¿Así República. El hombre más fuerte del país. Lo pudo

U nomás? ¿Ni afeitarme puedo?


–¿Para qué quiere afeitarse? –dice,
encrespado, Ramus–. Nadie lo va a ver.

–Yo me voy a ver. Nunca imaginé morir sucio. Pre-


sentarme sucio ante Nuestro Señor. Tendrían que per-
mitir que me bañara al menos.
matar en la Casa Rosada si quería. Tenía todas las posi-
bilidades. Al tenerlas, sólo la crueldad, sólo el odio expli-
can que le haya destinado la pared de una penitenciaría.
–¿Y qué puede explicar que usted me mate en este
sótano?
–Yo no lo mato, general –dice Fernando, seco y firme
como siempre–. Lo ajusticio. Represento el deseo del
–General –dice, con voz potente y algo irritada, Fer- pueblo. Somos la justicia popular.
nando–, basta de vueltas. Dios lo va a recibir en sus bra- –¡No me joda, Fernando! Usted es un pendejo de
zos llegue como llegue hasta El. mierda altanero. El pueblo ni sabe lo que está haciendo.
–Siempre pensé llegar limpio. Ni se enteró. No sé si ese pueblo al que usted tanto
–A nuestro Señor sólo le importa la limpieza del invoca, el pueblo peronista, querría que mataran en un
alma. Piense si eso es lo que le ofrece. sótano a un general de la República. Es gente de trabajo,
–Ni San Agustín le ofreció eso. pacífica. Ustedes ni los conocen.
–San Agustín era un pecador sufriente. Sólo su gran –No voy a discutir eso.
dolor lavó sus pecados. No veo en usted un gran dolor. –Discutamos otra cosa entonces –dice, encendido de
–Tampoco lo veo en ustedes y van a cometer un furia, Aramburu–. ¿Cuánto mide este sótano? ¿Dos
pecado supremo. metros, dos metros y medio? Dígame, Fernando,
–Puede ser. Pero si nos arrepentimos no va a ser hoy. ¿dónde va a ubicar a sus tiradores?
Tenemos tiempo. –Fernando se pone muy serio. Su –No va a haber tiradores. Entienda esto, Aramburu:
entrecejo se frunce y dos rayas verticales, muy marcadas, somos una organización revolucionaria. Usted era el
se dibujan entre sus cejas–. Le prometemos algo. Vamos Estado. Podía darse el lujo de tener tiradores. Nosotros
a rezar por la salvación de su alma. Hoy mismo, general. no. Trabajamos en la clandestinidad. ¿Sabe qué es la
–Quiero un sacerdote –exige Aramburu. clandestinidad? Es vivir en los sótanos. Usted muere a
–No podemos –dice Firmenich–. No juegue con manos de clandestinos y su muerte es una muerte clan-
nosotros. Usa trampas hasta el último instante. ¿Cómo destina. Sólo podemos ofrecerle este sótano.
quiere que traigamos un sacerdote aquí? Todas las rutas Aramburu se sienta en una banqueta, contra la pared.
están vigiladas. Lo seguirían. Nos encontrarían. Todo Ahora parece cansado. Pero se recupera.
habría sido inútil. –No me van a poder matar con rifles. Con fusiles.
–¿Cómo? –dice Aramburu, incrédulo–. ¿No tienen Un fusilamiento se llama así por las armas que emplea.
un sacerdote? ¿No se ocuparon de traer uno? ¿O de Fusiles, Fernando. Desde siempre.
tenerlo aquí, esperándonos? ¿Qué clase de católicos son –La ejecución será a pistola –dice Fernando–. No hay
ustedes? Yo no les hubiera negado un sacerdote. De espacio para otra cosa.
haber tenido que fusilarlos, lo primero habría sido reser- –¿Quién se hará cargo?
varles uno. Sépanlo: Valle lo tuvo. Tuvo a su párroco, a –Yo, el jefe del operativo.
monseñor Devoto. Pudo abrazarse a él. Descargar sus –Bien, Fernando. Ahora trate de entender esto: usted
pecados, tener su absolución. ¿Dónde está la mía? Valle no me fusila. Usted me da un tiro de gracia. Es el tiro
tuvo a su hija hasta último momento. Pasó ante el pelo- de gracia el que se da a la distancia desde la que usted se
tón de fusilamiento, que la respetó. Uno de los solda- dispone a dispararme. El tiro de gracia es distinto al
dos, un quebrado, llorando le dijo: “Te juro que yo no fusilamiento. El pelotón que hace fuego ignora quién
disparo”. ¿Quién me va a decir eso a mí? mató al condenado. Luego, alguien procede al tiro de
–¡Nadie! –estalla Fernando–. Deje de chantajearnos. gracia. Es un acto muy impresionante. Porque el que lo manta no está ahí por azar. Está por dos motivos. Fer-
¿Qué sacerdote tuvieron los masacrados de José León hace sabe que es él quien remata al condenado que nando cree que los muertos merecen respeto. Que están
Suárez? ¿Qué sacerdote consuela a los obreros peronistas quedó vivo. Es un tiro a quemarropa. A menudo ese indefensos ante la mirada de los vivos. Que hay siempre
perseguidos, hambreados por su dictadura? ¿Qué sacer- tiro se descarga sobre alguien que aún vive. Si usted me una indefinible sensación de superioridad en el que
dote tuvo Felipe Vallese? ¿Qué sacerdote tuvo cada uno permite, yo diría que se parece demasiado a un asesinato mira a un cadáver. No quiere ese deshonor para Aram-
de los militantes populares que murió por Perón duran- a quemarropa. Eso va a hacer usted ahora. Va a asesinar- buru. Y también porque el de Aramburu no es un cadá-
te estos 15 años? –Se serena. No quiere quitarle solem- me. ver fácil de ver. Sobre todo si es uno el que lo mató. Pre-
nidad a la ejecución. No quiere que, justo ahora, en el –¡Viejo de mierda! –grita Firmenich–. ¡No nos va nuncia demasiadas cosas: venganzas, catástrofes, escán-
momento culminante, se desbarranque todo. Calmosa- enredar con esa dialéctica de milico cagón! ¿Dónde dalos, persecuciones. Y la sangre. Este hecho ha sido,
mente, dice–: Basta, general. Camine hacia ahí. Hacia el aprendió eso, en la Escuela de las Américas? para él, inesperado. Como lo es que despierte en su con-
sótano. –No –dice Aramburu–, lo acabo de aprender ahora. ciencia, obsesivamente, como un timbal que no cesa,
–¿Y mi familia? –dice Aramburu–. ¿Qué va a pasar Ustedes me están asesinando. que marca un ritmo sistemático, acompasado y lúgubre,
con ella? Fernando sonríe apretando los dientes. una de las tantas frases que dijo Aramburu, casi previsi-
–Le vamos a enviar sus pertenencias. Y nada más, –Usted fue juzgado por un tribunal revolucionario. ble, pero que ahora esa sangre torna presagiosa, temible-
general. Su familia no corre riesgo alguno. El régimen la Usted es un asesino. Un enemigo del pueblo peronista. mente profética: “Mi sangre va a reclamar la de uste-
va a cuidar como un tesoro. Como víctimas sufrientes. Un defensor del régimen de explotación que somete a des”.
Como los que van a llorar por el resto de sus vidas al nuestra patria. Un hombre que injurió a Eva Perón, Se acerca hacia la escalera.
verdugo de la Argentina de Perón. Vamos, camine. mujer que valía más que usted y que todos nosotros. No –¡Vengan, carajo! –grita.
Se asoman a la escalera del sótano. Es vieja, insegura. me importa dónde ni cómo lo mato. Sólo sé que tengo Son las 7.30 de la mañana del 1º de junio de 1970.
La baranda se bambolea. No hay mucha luz. El sótano que hacerlo. Y que ese acto es justo. Y yo, al hacerlo, Todos saben qué hacer. Empiezan a cavar un pozo.
es tan viejo como la casa. Tiene setenta años o más. Se también. –Gira hacia los suyos–. Váyanse. Vos, Pepe, Cavan hondo. Como si los hubiera apresado ese viejo
trata de un lugar estrecho y lúgubre. En febrero del ’69, ponete a golpear una morsa con una llave. Hay que temor: que los muertos no regresen, para eso los ente-
buscando armamentos, el grupo originario de Monto- ahogar el ruido de los balazos. rramos, para que tengan paz y para que la tengamos
neros asaltó el Tiro Federal de Córdoba. Una operación Salen. nosotros. Terminan la tarea.
simple, pero les redituó más de lo esperado: un montón Fernando y Aramburu quedan solos. –Acérquense –dice Fernando, que está junto al cadá-
de fusiles que terminaron por guardar en este sótano. Fernando saca la 9mm. ver. Dice–. Voy a retirar la manta. Quiero que todos lo
Ahora, la escalera se zarandea peligrosamente. Y si se –No va a sufrir, general –dice. veamos muerto. Que llevemos esa imagen en nuestros
piensa que Aramburu está amarrado, la situación se –No me importa sufrir. Lamento perder mi vida. corazones. Ese cuerpo muerto de ese general asesino es
torna alarmante. Firmenich baja delante del general, –Terminaron las palabras –dice Abal. nuestra obra. Nuestra primera gran operación. Exigió su
protegiéndolo, impidiendo que pueda caer. Levanta la pistola y apunta hacia el cuerpo de Aram- vida y va a exigir la de otros. Estamos en guerra. Tal vez
Llegan al sótano. El lugar es estrecho y apenas si buru. A lo sumo, un metro escaso lo separa de él. sea tan dura, tan larga, que exija también las nuestras.
media un par de metros de largo. –Voy a proceder, general. Quita la manta y todos miran el cadáver de Arambu-
Entonces Aramburu dice: Aramburu se pone en pie. Se miran por última vez. ru. Fernando, otra vez, lo cubre. Lo depositan en el
–¿Aquí me van a matar? ¿En este sótano? Aramburu dice: pozo. Lo cubren de tierra. A golpes de pala aplastan la
Fernando es un joven de convicciones firmes y res- –Proceda. tumba. Luego apilan sobre ella tres bolsas de cal.
puestas rápidas. Fernando hace fuego. Le dispara al pecho. No al Fernando se concentra en sí mismo. Apoya su men-
–Aquí, general. Aquí mismo. Supongo que lo siente corazón, no a la cabeza. Al pecho. Por ahí entra la bala. tón en su pecho. Con voz clara, sensible. Con cautela,
indigno de usted. Tendrá que aceptarlo. Aramburu sale despedido hacia atrás y queda en el con un inocultable sentimiento cristiano de piedad, sus
–¿Y ustedes me reprochaban haber fusilado a Valle en hueco entre la banqueta y la pared. Pero su sangre esta- compañeros lo escuchan decir:
la Penitenciaría Nacional? ¿Ustedes, que me van a fusi- lla en las paredes. Y hasta mancha la camisa de Fernan- –Que Dios, Nuestro Señor, se apiade de su alma.
lar en un sótano? do. Y su cara. Amén.
Es un diálogo violento. Nada importa la estridencia Fernando se le acerca. Y le tira, con la 9mm., dos –Amén –dicen todos.
de las voces, los tonos. La violencia está en lo que se tiros más. Luego guarda la 9mm. y saca la 45. Le dispa-
dicen. Son las últimas frases que intercambian y tienen ra de nuevo. A la cabeza. Otra vez la sangre lo salpica. 6.
el dramatismo de las cuestiones últimas, extremas, esas Acaso, aquí, piense sorprendido que el viejo tenía dema- Esperan la noche para volver a Buenos Aires.
en que se discuten la vida, la muerte, el honor. siada sangre. No esperaba eso. Durante el día, hablan poco. Fernando se la pasa dur-
–Hay cosas que usted no puede entender, Aramburu Lo saca del hueco en que está y lo acuesta sobre el miendo.
–dice Fernando, quitándole, ahora sí, el cargo a su pri- suelo. Pudorosamente, lo tapa con una manta. Esa A eso de las 20 se alejan de Timote.
II
al ya clásico que los Montoneros publicaran en La causa
peronista, N° 9 del 3 de septiembre de 1974. La revista
fue cerrada luego de este número, por lo cual – según ver-
siones de la época– Montoneros habría publicado el relato
para lograr ese resultado y avalar el pase a la clandestini-
dad de la organización. O sea, ya nada se podía hacer “en
superficie”. El fragmento es el del final y narra el juicio y la
ejecución de Aramburu. Notarán los lectores que aún no
hemos utilizado la palabra “ajusticiamiento” ni el concepto
de “justicia popular”, así como tampoco la palabra “asesi-
nato”. Requerirán cuidadosos análisis posteriores. Sé que
esta actitud enfurecerá a los que sostienen –enfrentadas– las
dos posiciones (asesinato/ ajusticiamiento): ¿para qué tantos
“cuidadosos análisis” ante un evidente asesinato o una
clara acción de justicia popular? Tampoco faltarán los que
ya empiecen a hablar de esa maquinaria de no pensar que
es la “teoría de los dos demonios”. No jodan más: no hay
dos demonios. Hace rato que lo dijimos. Pero eso no nos va
a frenar para analizar los asesinatos de la guerrilla argenti-
na. Acaso convenga ya decirlo aquí: en el relato que se ha
leído hay una sola frase que arrasa con la teoría de los dos
demonios. Y es cuando Abal Medina le dice a Aramburu:
“Los montoneros no torturan”. Luego asesinarán alevosa-
mente a Rucci, a Mor Roig y a muchos más. Pero es cierto:
la tortura no formó jamás parte de la estrategia de la gue-
rrilla. En tanto que llegó a niveles de crueldad indescripti-
ble en las patotas militares, en sus repugnantes cuadros
genocidas.
La “cuestión Aramburu” encuentra en el “juicio” su
nivel más hondo. De aquí que, de La causa peronista,
transcribamos ese fragmento.
Es el siguiente:

“Empieza el juicio

”Metimos a Aramburu en un dormitorio, y ahí


mismo esa noche le iniciamos el juicio. Lo sentamos en
una cama y Fernando le dijo:

”–General Aramburu, usted está detenido por una


organización revolucionaria peronista, que lo va a some-
ter a juicio revolucionario. Recién ahí pareció compren-
der. Pero lo único que dijo fue:
Van en la pick-up Gladiator. Es noche cerrada. Hay supuesto, lleva la conducción estratégica, como siempre.
una luna alta, tan perfectamente circular como el sueño Pero esa conducción, ahora, la comparte con nosotros. ”–Bueno.
de un compás infalible, perfecto. Hay estrellas. Es una Es necesario, general. Por su edad. Porque hay que pen-
noche de otoño espléndida. Fernando se empeñó en sar en quién lo va a heredar. ¿Y quién sino nosotros? Los ”Su actitud era serena. Si estaba nervioso, se domina-
manejar. No le gusta a Firmenich. Lo ve asumiendo que lo trajimos. Los que pusimos las pelotas, arriesga- ba. Fernando lo fotografió así, sentado en la cama, sin
todo. Si él no lo hace, se hace mal o no se hace, o se mos la vida, liquidamos gorilas al por mayor. Y si no le saco ni corbata, contra la pared desnuda. Pero las fotos
estropea. Es el vicio, la altanería y hasta la demencia de gusta, le va a tener que gustar, vea. Porque son tantas las no salieron porque se rompió el rollo en la primera vuel-
los malos jefes: sentirse irremplazables. No delegar nada. cosas que vamos a hacer. Es tanto el poder que vamos a ta.
Al final terminan jugándose la vida en todos los operati- acumular en este país, que, o se nos une, o se vuelve a
vos y los revientan en el más pelotudo de todos. Habrá Madrid, con los perritos bandidos, con las pantuflas, ”Para el juicio se utilizó un grabador. Fue lento y fati-
que vigilarlo a Fernando. Nadie mata a Aramburu y con esa puta de Isabelita, cabaretera de mierda, la ver- goso porque no queríamos presionarlo ni intimidarlo y
sigue siendo el mismo tipo. Es posible que el Pepe tenga sión degradada, cómica, de Eva. La única. Que si viviera él se atuvo a esa ventaja, demorando las respuestas a
razón. Que Fernando se sienta la encarnación de la His- estaría aquí, con nosotros. En esta pick-up, general. cada pregunta, contestando: ‘no sé’, ‘de eso no me
toria. El vengador de todos los mártires del peronismo. Rajándose de Timote. Feliz como nunca, porque en el acuerdo’, etc.
Sería una lástima. O no tanto. El Pepe es un tipo con momento más álgido, cuando yo bajaba la escalera para
ambiciones, con demasiadas. El extravío de Fernando reventarlo a Aramburu, me dijo: “Pará, pibe. No me ”El primer cargo que le hicimos fue el fusilamiento
dejaría la jefatura en sus manos, algo que no le desagra- saqués ese gusto”. Y lo amasijó ella. Y si no me cree, le del general Valle y los otros patriotas que se alzaron con
da. Lo mira a Fernando. Tiene la mirada fija en el cami- juro algo, por mi honor se lo juro: cuando hice fuego él, el 9 de junio de 1956. Al principio pretendió negar.
no. Es un camino de mierda. De tierra, poceado, húme- sobre el gorila fusilador era ella la que estaba en mi cora- Dijo que cuando sucedió eso él estaba de viaje en Rosa-
do. Patinás y te vas de cabeza a la banquina. Para colmo, zón, dándome coraje. Mire qué hermosa noche, general. rio. Le leímos sílaba a sílaba los decretos 10.363 y
Fernando no le hace asco a la velocidad. Las estrellas no caben en el cielo sin nubes. Y la luna es 10.364, firmados por él, condenando a muerte a los
–¿En qué pensás? –le pregunta. redonda, inmensa. Como si quisiera iluminar nuestro sublevados. Le leímos la crónica de los fusilamientos de
Fernando no contesta. Piensa en tantas cosas que no triunfo de hoy y hasta los que vendrán. Entonces, casi civiles en Lanús y José León Suárez.
oyó la pregunta de Firmenich. Muerto Aramburu, sin proponérselo, inesperadamente, le brota una frase
Montoneros adquiere un prestigio mítico entre los que oyen todos, porque le brota fuerte, plena, llena de ”No tenía respuesta. Finalmente reconoció: ‘Y bueno,
peronistas. No fue un asesinato. Hicimos lo que el pue- esperanzas, comiéndose el futuro. nosotros hicimos una revolución, y cualquier revolución
blo quería. Hicimos su justicia. La justicia del pueblo. Supongamos que dice: fusila a los contrarrevolucionarios’.
Lo ajusticiamos al gorila sanguinario. Estaba en el espí- –No nos para nadie.
ritu de los tiempos. Está en el corazón de los pobres. De Acelera. ”Le leímos la conferencia de prensa en que el almi-
los que tienen en su casa la foto de Evita, la de Perón en rante Rojas acusaba al general Valle y los suyos de mar-
el caballo pinto. Los que a la foto de Evita todavía le 7. xistas y de amorales. Exclamó: ‘¡Pero yo no he dicho
ponen velas. Porque, para ellos, es una santa. A esa santa eso!’ Se le preguntó si de todos modos lo compartía.
se la niega, la crueldad de Aramburu y los suyos. Ahora MONTONEROS Dijo que no. Se le preguntó si estaba dispuesto a firmar
van a aflojar. O nos dan a Evita o los seguimos amasi- COMUNICADO N° 4 eso. El rostro se le aclaró quizá porque pensó que la cosa
jando a todos. Si nos dan a Evita, no se la damos a 1 de junio de 1970 terminaba ahí. ‘Si era por esto, me lo hubieran pedido
Perón. Nos vamos a las villas, a la 31 sobre todo, y la AL PUEBLO DE LA NACION: en mi casa’, dijo, e inmediatamente firmó una declara-
ponemos en manos de los pobres, a los que ella ayudó. La Conducción de Montoneros comunica que hoy a las ción en que negaba haber difamado a Valle y los revolu-
Es de ellos, les pertenece. Vivió para ellos y ellos la tie- 7.00 horas fue ejecutado Pedro Eugenio Aramburu. cionarios del ’56. Esa declaración se mandó a los diarios,
nen que tener. Y después, nos damos una organización Que Dios, Nuestro Señor, se apiade de su alma. y creo que apareció publicada en Crónica.
de superficie. La juventud se va a enamorar de nosotros. PERON O MUERTE - VIVA LA PATRIA
La juventud quiere guerreros, tipos que se juegan las ”El proyecto de GAN’ (Gran Acuerdo Nacional)
pelotas. Claman por vanguardias. Nosotros le vamos a Fin de
dar la mejor. A la mierda con los planes electorales de “El secuestro de Aramburu” ”El segundo punto del juicio a Aramburu versó sobre
los milicos. Ni votos ni botas, fusiles y pelotas. Qué bien el golpe militar que él preparaba y del que nosotros tení-
suena eso. Y así, a los tiros, lo traemos al Viejo. Y le ■■■ amos pruebas, lo negó terminantemente. Cuando le
decimos: General, usted es el líder, pero nosotros somos dimos datos precisos sobre su enlace con un general en
la organización revolucionaria de vanguardia y, sin TESTIMONIOS actividad, dijo que era ‘un simple amigo’. Sobre esto,
nosotros, usted no volvía. De modo que usted, por El fragmento que reproducimos a continuación pertenece frente al grabador, fue imposible sacarle nada. Pero ape-
III
nas se apagaba el grabador compartiendo con noso- dad. A mí me mandó arriba a golpear sobre una ble y ridícula la tarea de sus captores. Los que narra-
tros una comida o un descanso, admitía que la situa- morsa con una llave, para disimular el ruido de los ron el asesinato pretendieron ser cínicos al describir
ción del régimen no daba para más, y que sólo un disparos. los detalles, pero, como envueltos en una fuerza admi-
gobierno de transición –para el que él se consideraba rativa más rigurosa que el deseo de mostrarse desde-
capacitado para ejercer– podía salvar la situación. Su ”‘General’ –dijo Fernando–, ‘vamos a proceder’. ñosos, no pudieron ocultar su impresión ante las acti-
proyecto era, en definitiva, el proyecto del GAN, que –Proceda –dijo Aramburu. tudes de una víctima que los juzgaba desde la altura
luego impulsaría Lanusse: la integración pacífica del de su entereza. Tenían ante ellos a un hombre sobra-
peronismo a los designios de las clases dominantes. ”Fernando disparó la pistola 9 milímetros al pecho, damente maduro que, con las manos atadas, antes de
Después hubo dos tiros de gracia, con la misma arma dar él mismo la orden para que el matador apretase el
”Eva Perón y uno con una 45. Fernando lo tapó con una manta. gatillo, le indicó al asesino que le atara los cordones de
Nadie se animó a destaparlo mientras cavábamos el los zapatos. Era una manera de poner las cosas en su
”Es posible que las fechas se me confundan, porque pozo en que íbamos a enterrarlo. lugar y a los protagonistas en su respectivo nivel.
los que llevamos el juicio adelante fuimos tres: Fer- Todo esto lo han contado los mismos que, arrastrados
nando, el otro compañero y yo. Ramus iba y venía ”Después encontramos en el bolsillo de su saco lo por un impulso irresistible, acaban de apoderarse del
continuamente a Buenos Aires. De todas maneras yo que había estado escribiendo la noche del 31. Empe- ataúd en un acto que concluye por aproximarse a la
creo que el tema de Evita surgió el segundo día del zaba con un relato de su secuestro y terminaba con necrofilia y a la devoción patológica más que a una
juicio, el 31 de mayo. Lo acusábamos, por supuesto, una exposición de su proyecto político. Describía a venganza saturada por el vaho de los sepulcros’.
de haber robado el cadáver. Se paralizó. Por medio de sus secuestradores como jóvenes peronistas bien
morisquetas y gestos bruscos se negaba a hablar, exi- intencionados pero equivocados. Eso confirmaba, a su ■■■
giendo por señas que apagáramos el grabador. Al fin, juicio, que si el país no tenía una salida institucional,
Fernando lo apagó. el peronismo en pleno se volcaría a la lucha armada. ”Esa escena con el condenado pidiendo a quienes
La salida de Aramburu era una réplica exacta del van a disparar mortalmente contra su cuerpo que se
”‘Sobre ese tema no puedo hablar’, dijo Aramburu, GAN de Lanusse. Este manuscrito y el otro en que ocupen del aliño de zapatos que no tendrán más uso
‘por un problema de honor. Lo único que puedo ase- Aramburu negaba haber difamado a Valle, fueron que en el acto de morir en apenas unos instantes, era
gurarles es que ella tiene cristiana sepultura’. capturados por la policía en el allanamiento a una por sí misma suficientemente abarcadora del perfil
quinta en González Catán. El gobierno de Lanusse no moral del teniente general Aramburu. Pero, en ver-
”Insistimos en saber qué había ocurrido con el los dio a publicidad.” dad, el ex presidente había requerido algo más: la visi-
cadáver. Dijo que no se acordaba. Después intentó ta de un sacerdote, que hubiera clemencia con su
negociar: él se comprometía a hacer aparecer el cadá- El otro testimonio que ofrecemos es el de un ideólogo familia y que le alcanzaran elementos para afeitarse.
ver en el momento oportuno, bajo palabra de honor. de la ratio militar. Un hombre que defendió con pasión ”Eugenio Aramburu, su único hijo varón, recuerda
las acciones del Proceso de Reorganización Nacional. Se haber escuchado más de una vez de su padre la volun-
”Insistimos. Al fin dijo: ‘Tendría que hacer memo- trata de José Claudio Escribano. Esperemos que el señor tad de presentarse lo más decorosamente posible ante
ria’. Escribano tenga sentido del humor y disfrute del siguien- el Creador cuando le llegara la hora de la muerte.
te chiste político. Se encuentran dos personas. Toman
”‘Bueno, haga memoria’. unos tragos juntos en el lobby de un hotel. Empiezan a ”La confesión hecha públicamente por los Monto-
conocerse. Uno le pregunta al otro: “Y dígame, ¿cuál es su neros confirmó que Aramburu había logrado ese pro-
”Anochecía. Lo llevamos a otra habitación. Pidió ideología política?”. El otro responde: “¿Lo ubica a pósito en la trágica hora final. Menos conocido por
papel y lápiz. Estuvo escribiendo antes de acostarse a Hitler?”. “Sí, claro.” “Bueno, yo, un cachito a la dere- todos es que El Vasco nunca consiguió visitar España
dormir. A la mañana siguiente, cuando se despertó, cha.” a pesar de la intensidad de su anhelo por hacerlo.
pidió para ir al baño. Después encontramos algunos El escrito de José Claudio Escribano se publicó el lunes
papelitos rotos, escritos con letra temblorosa. Volvi- 29 de mayo de 2000 en el diario La Nación. ”Se negó a pisar tierra española mientras rigiera la
mos a la habitación del juicio. Lo interrogamos sin Es el siguiente: dictadura, que detestaba, del generalísimo Francisco
grabador. A los tirones contó la historia verdadera: el Franco. Quienes sí cultivaban, desde sus orígenes
cadáver de Eva Perón estaba en un cementerio de “La dimensión moral de un prisionero hasta el fin de la Guerra Civil Española, la amistad
Roma, con nombre falso, bajo custodia del Vaticano. con tamaña dictadura eran algunos de los fascistas
La documentación vinculada con el robo del cadáver ”Los diarios se equivocan, y es así, simplemente, vernáculos que habían inspirado al grupo originario
estaba en una caja de seguridad del Banco Central a por la sencilla razón de que están escritos por hom- de Montoneros, precisamente el que operó en el
nombre del coronel Cabanillas. Más que eso no podía bres. Publican con mayor o menor frecuencia errores secuestro y asesinato del teniente general Aramburu.
decir, porque su honor se lo impedía. informativos y de apreciación, que enmiendan según
la importancia acordada a cada traspié y al sentido de ■■■
”La sentencia responsabilidad profesional con el cual actúan en su
”Era ya la noche del 1ro. de junio. Le anunciamos relación con los lectores. Es un capítulo definido por ”En un viaje que realizó a Europa, después de
que el Tribunal iba a deliberar. Desde ese momento normas, estilos y tradiciones de conducción editorial. haber sido presidente, todo lo que Aramburu pudo
no se le habló más. Lo atamos a la cama. Preguntó ”Otras veces –afortunadamente, las más– la relectu- lograr fue reunirse con sus parientes del país vasco en
por qué. Le dijimos que no se preocupara. A la ra de viejas piezas periodísticas no suscita en el alma San Juan de Luz, en territorio francés, próximo a la
madrugada Fernando le comunicó la sentencia: de un diario sino la convicción de que debería volver frontera franco-española.
a ser escrito exactamente como lo había sido en su
”General, el Tribunal lo ha sentenciado a la pena momento. Eso no obsta para que gentes con diferen- ”La Francia de la libertad, la fraternidad y la igual-
de muerte. Va a ser ejecutado en media hora. tes criterios o compromisos ante la vida puedan pre- dad era tan apropiada para la figura democrática de
tender que un diario se rectifique de opiniones sobre Aramburu como la España de Franco lo fue para aco-
”Ensayó conmovernos. Habló de la sangre que las cuales él siente que nada debe corregir respecto de ger al dictador que en 1955 recorrió sucesivos capítu-
nosotros, muchachos jóvenes, íbamos a derramar. lo que en el pasado afirmó sobre instituciones o per- los del exilio y desde allí estimuló a esas ‘formaciones
Cuando pasó la media hora lo desamarramos, lo sen- sonas. especiales’ que, después de haber contribuido a su
tamos en la cama y le atamos las manos a la espalda. ”Ilustra, sobre tal tipo de observaciones, la repro- retorno y acceso al poder, recibieron de su parte, el 1º
Pidió que le atáramos los cordones de los zapatos. Lo ducción de un fragmento de la desaparecida columna de mayo de 1974, en la Plaza de Mayo de los grandes
hicimos. Preguntó si se podía afeitar. Le dijimos que de opinión de La Nación ‘La semana política’, publi- actos del peronismo, el puntapié histórico en el lugar
no había utensilios. Lo llevamos por el pasillo interno cada en la edición del domingo 20 de octubre de innombrable por ensoberbecidas e ‘imberbes’.
de la casa en dirección al sótano. Pidió un confesor. 1974. Ese fragmento está referido al robo del féretro
Le dijimos que no podíamos traer un confesor porque de Aramburu, que la banda terrorista Montoneros, Así trató a las ‘formaciones especiales’ como Mon-
las rutas estaban controladas. que lo había asesinado en 1970, acababa de perpetrar toneros, desde el balcón que sería de Madonna en los
en el cementerio de la Recoleta. noventa, el general-presidente que ya veía asomarse la
”‘Si no pueden traer un confesor’ –dijo–, ‘¿cómo ”En el periódico La causa peronista, los Montoneros muerte entre los arrumacos de su mujer, Isabelita, y
van a sacar mi cadáver?’ habían hecho poco antes, por añadidura, un relato del poderoso ministro-mayordomo José López Rega.
pormenorizado del secuestro, ‘juzgamiento’ y ‘ejecu- La Argentina, entretanto, se hundía aceleradamente
”Avanzó dos o tres pasos más. ‘¿Qué va a pasar con ción’ del ex presidente provisional de la Nación. El en uno de sus períodos más siniestros.”
mi familia?’, preguntó. Se le dijo que no había nada artículo con la reconstrucción por los propios actores
contra ella, que se le entregarían sus pertenencias. del crimen con el cual se abrió formalmente un largo (NOTA: Termina aquí la entrega N° 50. Son las
período de violencia en la Argentina corresponde a la que habíamos prometido. Habrá, por supuesto,
”El sótano era tan viejo como la casa, tenía setenta edición de La causa peronista, del 3 de septiembre de muchas más, dado que estamos recién dando fin a la
años. Lo habíamos usado la primera vez en febrero del 1974. cuestión Aramburu. Lo que resta es enorme. Ya pasó
’69, para enterrar los fusiles expropiados en el Tiro ”Con prescindencia de la jerga utilizada por los ase- esto con “La filosofía y el barro de la historia”. Iban a
Federal de Córdoba. La escalera se bamboleaba. Tuve sinos para intentar teñir de legalidad ese hecho ser 20. Luego 35. Terminaron siendo 55. Hoy son un
que adelantarme para ayudar su descenso. horrendo, La Nación opinó de la manera siguiente: libro de 814 páginas. No podemos calcular cuántas
PROXIMO ‘...el grupo que secuestró a Aramburu actuó con la entregas faltan. Entramos en terrenos decisivos y terri-
DOMINGO ”‘Ah, me van a matar en el sótano’, dijo. Bajamos. certeza de que tenía en su poder a un hombre capaz bles. Todos lo saben. Lo que se avecina es una trage-
Le pusimos un pañuelo en la boca y lo colocamos de influir en el curso de los acontecimientos más pro- dia seguida de una catástrofe humanitaria. ¿Quién
contra la pared. El sótano era muy chico y la ejecu- fundos de la vida del país. Al parecer, al tenerlo cauti- podría decir cuántas palabras, cuántas páginas harán
Consideraciones ción debía ser a pistola. vo y oír sus serenas razones para avanzar hacia la con- falta para narrarlas? Ojalá podamos hacerlo.)
teóricas sobre ciliación entre todos los argentinos, los secuestradores
“El secuestro ”Fernando tomó sobre sí la tarea de ejecutarlo. Para resolvieron quitarle la vida como un modo de aceptar Colaboración especial:
de Aramburu” él, el jefe debía asumir siempre la mayor responsabili- que la dimensión moral del prisionero hacía insosteni- Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 2 de noviembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


51 Consideraciones teóricas sobre
“El secuestro de Aramburu”

Suplemento especial de

PáginaI12
LA ILEGALIDAD INSTITUCIONAL bardeo de 1955. Pero sobre todo: es la violencia insti- traron al tipo más lúcido en medio de esa caterva de
s hora de que la derecha en la Argentina tucional la que arroja a la juventud a la violencia. descerebrados. Al que había entendido la única posi-

E se haga cargo de una realidad incuestio-


nable. Ya que sigue llenándose la boca
con las palabras democracia, república,
instituciones, tiene que asumir una aberra-
ción de la cual es responsable y que ha acarreado
enormes males para el país. Entre el 16 de septiembre
de 1955 y el 12 de octubre de 1973 la República Argen-
También a los obreros, a los sindicalistas, a los hom-
bres del Cordobazo, del Rosariazo, del Mendozazo.
¿Cómo es posible pretender amordazar a un país por
18 años y que algo no estalle? ¿Cómo pudieron ser
tan torpes, tan brutos, cómo pudieron odiar tanto,
temer tanto, perseguir tanto? El Sistema de Exclusión
del Peronismo (SEP) buscó mantenerse a cualquier
bilidad que el país tenía para salir antes de hundirse
en un baño de sangre. Terminar con el SEP. Reem-
plazar al Sistema de Exclusión del Peronismo por el
Sistema de Inclusión del Peronismo. Al SEP por el
SIP. Ese tipo era Aramburu. Firmenich cuenta que
entre sus ropas, luego de matarlo, encontraron unos
escritos. Lo dice en el célebre artículo que publica en
tina vivió en estado de ilegalidad institucional. Esta precio. Se burló de todos y de todo. Tuvo miles de 1974 en La causa peronista. Dice: “Después encontra-
ceguera, esta obstinación, este odio, parecieran a veces responsables. Todos son cómplices. Los que hicieron la mos en el bolsillo de su saco lo que había estado
no poder explicarse. Uno, que lo ha vivido, acaso se Junta Coordinadora. Los que hicieron la Reforma escribiendo la noche del 31. Empezaba con un relato
haya acostumbrado al clima de esos tiempos y a esas Constitucional. Los “partidos del comisario” como la de su secuestro y terminaba con una exposición de su
modalidades. “¿Por qué no puede venir al país Unión Cívica Radical del Pueblo de Balbín. Alfredo proyecto político. Describía a sus secuestradores
Perón?”, era algo que no se preguntaba. Todos sabían Palacios y su porte de patriarca socialista. Todos los como jóvenes peronistas bien intencionados pero
la respuesta: “Porque los militares no lo dejan”. Nadie protagonistas del SEP son cómplices de la tragedia a que equivocados. Eso confirmaba a su juicio, que si el
preguntaba por qué. No hace mucho, sin embargo, vi se llegó. Ellos crearon la violencia. Que yo sepa (y algu- país no tenía una salida institucional, el peronismo
por televisión al joven ensayista Lucas Lanusse expli- na vez hay que reconocerle algo a Sabato) fue Ernesto en pleno se volcaría a la lucha armada”. ¡Jóvenes
car la caída de Frondizi. Y cuando dio el motivo Sabato el único que denunció las torturas de la Liber- peronistas bien intencionados! Están a punto de
determinante les dijo a los teleespectadores: “Ustedes tadora. Todos los demás fueron cómplices del error matarlo y dice que sus intenciones son buenas. Uno
hoy no lo van a creer. Pero todo fue porque el 18 de demencial de la oligarquía terrateniente, del Ejército, no sabe si esto es cierto. Lo cuenta Firmenich. Arros-
marzo de 1962 el peronismo había ganado las eleccio- de los grupos financieros que se fueron consolidando tito, que figura en el reportaje, niega luego esa parti-
nes provinciales y eso no podía ser tolerado por el con la entrada del Fondo Monetario Internacional y cipación. O sea, el que habla todo el tiempo es Firme-
Ejército. Se anularon las elecciones y el día 29 Frondi- la Iglesia. Básicamente los sectores que el tosco, torpe, nich. Hay algo notable. Aramburu sale de esa historia
zi es arrestado y enviado a Martín García”. Lucas pero sincero Roulet (dirigente agrario) señaló como muy digno. Hasta uno se sorprende: ¿Tan inteligente
Lanusse tiene razón. Alguien, cualquier joven, aunque los baluartes que en la Escuela le dijeron habían era? ¿Tan tranquilo estuvo ante la muerte? Puede ser.
sea argentino, al que hoy se le dice algo así no lo hecho el país. “Mi maestra me dijo que el país lo Pero si dijo lo que Firmenich dijo que dijo. Si dijo: a)
puede creer. ¿Qué pasaba? Intentemos explicarle la hicieron la Iglesia, el Ejército y el campo.” ¡Claro que “Jóvenes peronistas bien intencionados”; b) “Pero
situación a un extranjero. “Vea, en la Argentina había sí! Eso se dice en la Escuela. Esa es la educación argen- equivocados”; c) Y si dijo que el país debía tener
un partido totalmente mayoritario. Pero su líder no tina. Eso se nos ha enseñado autoritariamente a todos. una salida institucional o todo el peronismo se
podía volver al país. Ni su nombre podía ser pronun- Una doctrina que atribuye la creación del “maravillo- volcaría a la lucha armada, esto bastaba para dife-
ciado. Los militares les cedían el gobierno a algunos so” país en que vivimos a sus sectores dominantes. Esa renciar a Aramburu de toda la Argentina Gorila.
civiles que lo aceptaban, transformándose en cómpli- educación –que tan abierta e ingenuamente enuncia De aquí que se postulen tantas teorías sobre su
ces. No bien estos civiles otorgaban nuevas elecciones el señor Roulet– es el resultado de un hecho de poder. muerte. En un país de imbéciles, ¿cómo no van
ganaba el partido proscripto. Entonces los militares Es la educación de los ganadores de las guerras civiles a querer asesinar a un tipo inteligente? ¿Quién
echaban a patadas a esos civiles y empezaba de nuevo del siglo XIX. Todos creen que es “nuestra” educa- lo mató? Sin duda, los Montoneros. Pero
la farsa.” Seamos insistentemente claros: obstinadas ción. No lo es. Es la educación que diseñaron las cla- habrían deseado hacerlo muchos otros. ¿Y si
por excluir al peronismo de la vida institucional, las ses altas para educarnos a todos según sus valores. Si los Montoneros no lo hubieran matado? ¿Y
clases altas mantuvieron al país en situación de ilegali- La razón de mi vida es un hecho educacional delezna- si Aramburu lograba su salida institucional
dad durante 18 años. A ver si entienden esto los seño- ble, no lo es más que la educación impuesta por la oligar- en diálogo con Perón? ¿Perón habría
res que se adueñan de palabras que han pisoteado. quía. ¿Por qué he tenido que leer Juvenilia, el libro de aceptado o sólo quería volver como
Había otros caminos. En principio, el general Lonardi un tipo miserable como Miguel Cané que era un “frutilla de la torta”, según me han
ya había dicho su célebre “Ni vencedores ni vencidos” racista y que redactó la Ley de Residencia (para terror dicho? Teniendo en cuenta lo horri-
no bien triunfó el movimiento sedicioso que encabe- de los inmigrantes) a la que llamó “deliciosa ley de blemente mal que salió todo, el costo
zaba. Muchos sabían que el camino más racional era expulsión”? ¿Dónde estaría hoy Miguel Cané? Estaría altísimo en vidas humanas que tuvo,
el de no proscribir al peronismo. Pero no. La trampa en alguna de esas radios repulsivas que hablan del la sangre que corrió incontenible,
consistió en identificarlo con el nacionalsocialismo y peligro de los inmigrantes, a los que llaman bolitas, el GAN de Aramburu y Perón,
–de este modo– así como los nazis estaban prohibidos brasucas, chilotes, yoruguas. Cané no es mejor que el de darse, habría frenado la
en todos los lugares del mundo debía estar prohibido señor Hadad y su equipo de xenófobos. Era, desde matanza. Perón volvía más
el peronismo en la Argentina. Esta ceguera pudo luego, un xenófobo. ¿Por qué tuvimos que leer ese joven. Aún la gue-
haber durado dos años, tres. Se eternizó. La Revolu- libro? Porque narraba la educación de los jóvenes de rrilla no se había
ción Libertadora se denominó a sí misma (además de las clases altas en el Colegio Nacional de Buenos desarrollado
“Libertadora”) “gobierno provisional”. Su nombre Aires. Hasta los chicos de las provincias más empo- tanto. La
completo era: “Gobierno Provisional de la Revolución brecidas tuvieron que enterarse de cómo se habían juven-
Libertadora”. No, de ninguna manera. Seamos, otra educado los señoritos de Buenos Aires, los que forma- tud
vez, contundentemente claros: la “Revolución Liber- rían la Generación del ’80, “la que hizo el país”.
tadora” no sólo no fue un “gobierno provisional” sino
que gobernó el país durante 18 años. ¿Está claro? “JÓVENES BIENINTENCIONADOS”
Tuvimos 18 años de “Revolución Libertadora”. Todo se Volvamos a la época del SEP. ¿Qué pretendía el
hizo según la ideología de la Revolución Libertadora. país que iba a surgir de ese amordazamiento?
Si Aramburu fue quien desplazó a Lonardi para ¿Por qué nadie pidió que se institucionalizara
implantar el feroz antiperonismo que se adueñó larga- en serio el país? ¿Por qué no lo pidieron los
mente del país, su determinación de desperonizarlo se iluminados de Primera Plana? Porque eran
mantuvo inalterable. Ya sea para desperonizarlo como estúpidamente gorilas. Incapaces de ver
para evitar que se peronice. El Decreto 4161 nunca se que detrás de toda esa rusticidad que a
derogó. Siempre estuvo vigente. La Argentina vivió ellos les repugnaba del peronismo había
18 años bajo el imperio de ese decreto. Se pudo nom- un pueblo, el pueblo pobre, que genuina-
brar a Perón, de acuerdo. Pero el peronismo no podía mente esperaba a Perón. ¿Por qué la izquier-
ingresar al ámbito institucional. Si lo esencial del da no pidió el blanqueo inmediato de la
Decreto 4161 era expulsar al peronismo de la polis ese situación institucional? Porque también se había
decreto duró 18 años. Además, el repugnante escamo- comido el verso del fascismo de Perón. Más aún:
teo del cadáver de Eva Perón se mantuvo inalterable. había sido central en su creación. Aun cuando
Todo esto lo determinaba el odio y el miedo. Evita en Perón fuese fascista había que permitirle volver.
el país los hacía temblar. Las masas acudirían a cual- ¿Cuántos fascistas había en la Argentina de los
quier lugar en que la enterraran y sería imposible con- sesenta? ¿Cuántos hubo entre 1955 y 1973? ¿Por
tenerlas. Las masas –a esta altura de la Guerra Fría, de qué no los expulsaron a todos? ¿Onganía no era
la Doctrina de la Seguridad Nacional– no sólo eran el fascista? ¿Por qué se toleraban las dictaduras?
peligro del “peronismo” sino el del camino al comu- ¿Por qué se aplaudió el golpe de Onganía?
nismo, ya que las masas para las clases altas y los mili- Bueno, señores: en medio de ese país ile-
tares son sinónimo de marxismo, de disolución, de gal, tramposo, dictatorial, prohibitivo,
peligro. ¿Hay alguna autocrítica por esto? ¿Alguien ha cavernícola, lleno de odio, idiotamen-
pensado la violencia extrema que esto implicaba? Si te gorila, anticomunista según los
José Claudio Escribano quiere creer que con la muer- valores de la Escuela de las Américas,
te de Aramburu “se abrió formalmente un largo perí- o “marxista” y gorila como lo eran
odo de violencia en la Argentina” puede creerlo. Pero todas las revistas de nuestra elegante y
está equivocado o miente o elabora el esquema ideoló- culta izquierda que seguían la línea de
gico que le permitirá defender los intereses que La Vanguardia y veían en el peronismo
defiende. La muerte de Aramburu no inaugura el perío- a una manada de monos con navaja, en
do de violencia en la Argentina. Lo inaugura, supo- ese país de la revista Sur, en ese país que
niendo que la violencia se inaugura en algún momen- Onganía consagró a la Virgen, en ese
to en lugar de haber estado siempre presente, el bom- país aparecieron los “montoneros”. Secues-
II
tampoco. En 1970 no querían el socialismo “para medida en que tiene pocas de sus características. Si el revista Lucha Armada, que da por tierra con estas
hoy”. Todo habría sido distinto. Mas, ¿quién puede cuento recurre al recorte de una situación, o a una patrañas: “El falso enigma del ‘Caso Aramburu’”, año
saberlo? ¿Podría haber conseguido Aramburu –por trama que no se resuelve o aun que no existe, o a la 1, Nº 2.
medio de sus pactos con Perón y el Ejército–- una habitual sorpresa final (el abuelo juntó kerosene durante
salida electoral para 1971? De haber sido así se habrí- un mes para quemarnos a todos, sus familiares, nosotros, “LAS PAGÓ, JORGE”
an ahorrado miles, decenas de miles de muertes atro- apareció un día, nos vació un bidón encima y nos arrojó Despejada esta cuestión nos concentramos en el
ces. La historia NO es tal como sucedió. Siempre un fósforo, pero el abuelo estaba muy viejo, medio idiota viaje a Timote. Lo han planeado bien. Van por un
pudo ser de otro modo. Pero la torpeza gorila, el odio ya, y no juntó kerosene, sino agua, cuando arrojó el fósfo- camino más largo pero más seguro. Bonasso dice que
de clase, los militares y los empresarios y la Iglesia y ro todos reímos, todos lo humillamos, entonces enfureció, le meten cloroformo. Pero no parece probable. Aram-
los grandes medios de comunicación gestaron un país sacó un revólver que ignoro dónde habría conseguido y buru, desde el inicio, se porta como un caballero.
que sólo dio espacio para un grito de furia, un gesto nos llenó de balas en tanto carcajeaba demoníacamente Durante el viaje casi no hay diálogos. Llegan a Timo-
extremo de rebeldía. Sólo dio espacio para el sótano con su boca desdentada, abuelo hijo de puta, quise decir- te. Aquí, un inconveniente inesperado. Don Acébal,
de Timote. le, pero no pude, ya estaba muerto), que tiene mil for- el capataz. He insistido en este personaje y acaso si
No más que algunas pequeñas notas en torno de la mas posibles (una mujer visita a un fotógrafo. “Sáque- emprendo una novela aparte de este ensayo lo haga
“verosimilitud” de la nouvelle. Llamamos nouvelle a me hermosa”, le dice, “atrape con su cámara el azul más. Acébal, el capataz, es el hombre fiel. En toda
una novela breve, que se desarrolla como una novela, calmo de mis ojos, la tersura de mi piel, mis pezones estancia hay un Acébal. Ramus sabe cómo tratarlo.
que incorpora sus leyes y se aleja del cuento en la rosados que ahora le muestro, ¿los ve?, ¿alguna vez vio Firmenich se le acerca también. Ramus se lo tiene que
algo así?, ¿quiere ver el misterio de mi ombligo?, ¿la quitar de encima. Le dice que se vaya al pueblo. Le da
magia de mi vello púbico?, ¿apresará el rojo sangre de unos pesos. Más de los habituales. Acébal se sorpren-
mis labios?, ¿mis piernas largas, bien torneadas, perfec- de. Tómese unos buenos tragos, Acébal. Podría
tas? Espere, ahora se las muestro, apuesto a que nunca haberle dicho: Quédese unos días por el pueblo. Fer-
vio nada igual”, el fotógrafo, harto, seco, hirientemente, mín, el dueño del almacén, es su amigo, ¿no? Acébal
dice: “oiga, abuela, si quiere que saque la foto, quédese asiente: claro que sí. Aquí tuve una tentación. Que
quieta, quiere”), el cuento de la sorpresa final es el más Ramus o Firmenich, más osado, caradura, le sugiera
clásico, los dos que narré, arreglados por mí, son de que se busque una hembra. Pero creo que Acébal se
Humberto Costantini; La noche boca arriba de Cortá- habría ofendido. ¿Una hembra? Si hoy es viernes,
zar es también un ejemplo del cuento sorpresa. Pero Carlitos. Porque Acébal, a Ramus, lo tutea. Y le dice
la nouvelle no busca la sorpresa. Busca una condensa- Carlitos porque lo conoce de pibe. Eso es así. Son las
ción de los hechos. Una economía de las palabras. leyes de las estancias. ¿Cómo va a andar Acébal con
Decirlo todo en una extensión moderada. Acaso gol- una hembra en día viernes, que es laborable? Firme-
pear, sí, pero por su brevedad. Esa brevedad le da nich insiste: ellos tienen una reunión especial. No lo
contundencia al relato. El lector tiene que decir: “Me van a necesitar. Acébal se va. Hay, en el relato, una
la devoré”. Timote apuesta a eso. La escritura es breve. anotación: el único personaje realmente popular es
Frases cortas. Los adjetivos necesarios, pero no escati- expulsado de inmediato de la trama.
mados. Apenas señalar algunos rasgos físicos de los Entran. Le dicen que lo han secuestrado para some-
personajes. Los otros, que los ponga el lector. terlo a un Juicio Revolucionario. Por la muerte de
El relato parte del secuestro de Aramburu. La Valle y los militantes populares. Por el escamoteo del
ausencia de custodia lleva a la tesis de una colabora- cadáver de Eva.
ción de los Montoneros con Onganía. Es un disparate Aquí, es el momento de plantearlo con toda crude-
y está fundada en las hipótesis de dos personajes poco za, queremos responder a este interrogante. ¿La
creíbles. Son dos loquitos de la Libertadora, que estu- muerte de Aramburu fue un asesinato? Si lo fue, no
vo llena de loquitos. Uno es Aldo Luis Molinari, capi- fue un acto de la Justicia Popular, como sostienen los
tán de navío, subjefe de la Policía Federal que asumió Montoneros y como sostuvo toda la militancia de la
la investigación de la Quema de Templos, Quema de izquierda peronista. Fue un asesinato político.
la Bandera, Torturas y ¡el caso Duarte! Molinari ¿Representaban los Montoneros al pueblo peronista?
publica Aramburu, la verdad sobre su muerte, un ¿Actuaban legítimamente en su nombre o no? Si no,
mamarracho que buscaba unir a los servicios de inteli- fue un asesinato. Ahora analicemos la otra cara.
gencia de Onganía con los Montoneros. El otro es ¿Recogían los Montoneros una corriente interna de
más loco, mucho más y más pintoresco. Es el famoso la historia, un deseo del pueblo que se expresaba
“Capitán Gandhi”. Decía llamarse Próspero Germán soterradamente pero no era por eso menos real? ¿Se
Fernández Alvariño. Cuando, junto con Héctor Oli- encarnaron en él expresándolo? ¿Quería el pueblo la
vera, hice el guión del film Ay Juancito, basado en la muerte de Aramburu? Si es así, tomaron una causa
vida de Juan Duarte, me di de narices con este perso- que latía en los socavones de la historia, la encarna-
naje. Vivía obsesionado por demostrar que Juan ron y ejecutaron un acto justiciero, el acto que todo
Duarte, lejos de haberse suicidado, un pueblo deseaba. Lo realizaron además en medio
había sido enviado a los cielos o al de un régimen ilegal, ilegítimo, en medio de una dic-
infierno por los sicarios de Perón. tadura represiva. Esto torna tan compleja la muerte
Para hacerlo no tiene mejor idea de Aramburu. Lo de Rucci es un asesinato. Nadie
que desenterrar el cadáver, cortar- quería la muerte de Rucci. Y muere en medio de una
le la cabeza y pasearse con ella por democracia. A dos días del triunfo aplastante de
la Jefatura de Policía. Según Perón en elecciones democráticas. Esto es fácil: asesi-
informaciones que hemos recogi- nato y punto. Pero con Aramburu hay demasiados
do solía aparecerse por el Con- elementos en juego. Yo estoy en contra de la pena de
greso Nacional para exhibir su muerte. Matar es malo. Pero el hombre mata desde el
trofeo. Un día lo llama a Cám- principio de los tiempos y sigue matando. No puedo
pora, amigo de Duarte, y pone atarme a un ideal y no ver la realidad. Que Arambu-
ante él una bandeja de plata ru SE GANÓ la muerte, de esto no caben dudas.
con algo sobre ella pudorosa- Esto no quiere decir que debía o merecía morir. Sólo
mente cubierto por una enor- que hizo todo lo necesario para ponerse en la línea de
me servilleta. “A ver, Campo- fuego de los vengadores. Había despertado demasia-
rita, si recordás esta cara.” dos odios. Para colmo, su proyecto político de
Saca la tela y vemos la cabeza mediador lo ubica entre dos fuegos, en pleno fuego
semiputrefacta de Juan Duar- cruzado. No hay lugar más peligroso que el de los
te. El Capitán Gandhi intro- conciliadores. Si los bandos no quieren conciliarse,
duce un lápiz en un agujero de los conciliadores fastidian, estorban, están de más.
la calavera. “Este agujero, ¿se lo Hay que matarlos. Hasta en esa encrucijada se había
hicieron ustedes o él?” Cámpo- puesto Aramburu. No había dejado una por hacer.
ra apenas si puede hablar, pero Cuando lo matan, Jorge Antonio lo llama a Perón a
Gandhi insiste: “Vamos, che, Puerta de Hierro y le da la noticia. Seco, frío, dura-
largá. ¿Lo suicidaron ustedes?” mente, Perón dice: “Las pagó, Jorge”. ¡Qué frase para
Cámpora se pone de pie y con una lápida!
firmeza dice: “Juancito era mi Las posiciones de cada uno de los sujetos actuantes
amigo. Se suicidó. Era el hermano en la tragedia están expuestas en el relato. Fernando
de Evita. Nadie se habría atrevido Abal le dice a su prisionero que él y la Argentina
a matarlo”. Este paranoico, este Gorila lo han hecho ser lo que es. Ustedes me inven-
débil mental se encarga de investi- taron. Soy lo que ustedes me hicieron ser. Esto es
gar la muerte de Aramburu. Y ela- irrefutable. Hay, para validar el acto de Fernando,
bora la teoría de la colaboración dos elementos centrales: esa generación fue arrojada a
entre Onganía, Imaz y los Mon- la violencia por la necedad del Estado Gorila, el que
toneros. Existe un excelente tra- fundó Aramburu. La empecinada desperonización es
bajo de Ernesto Salas, en la Aramburu quien la inicia, para eso lo echó a Lonardi.
III
Su firma es la primera que aparece en el Decreto incesante ambición. Cada polvo, un escalón más. gamos: una manifestación del orgullo gay) dice esa
4161. Cada uno es responsable de lo que hace. Y si El Che muere en la lucha, agotándose, es el asma el frase: “Hay que matarlos a todos”. También lo dijo
el Monstruo del doctor Frankenstein se vuelve con- que lo agota. Se lo ve en el piletón de Vallegrande, de los “subversivos”, muchos de los cuales pertene-
tra él y lo mata no es del Monstruo la culpa, sino con los ojos abiertos, como si aún viviera, como si cían a su propia clase. Volvamos: ¿habría querido el
del doctor alucinado que lo creó. El error, la cegue- nunca fuera a morir porque es inmortal. Evita pueblo peronista matar a Aramburu? ¿No hemos
ra, el odio clasista y racista del Estado Gorila es muere de cáncer y el cáncer lo tiene entre las pier- visto que es un pueblo pacífico, el pueblo del Wel-
inaudito. ¿Qué podía surgir de ahí? La Argentina nas. Todo es sucio en ella, hasta eso. Evita les faltó fare State? Hay una respuesta. La respuesta está en
del Decreto 4161 se prolonga demasiado. ¡Prohi- el respeto. Más que el Che. Le añadió al odio el lo que hicieron al enterarse de la noticia: festejaron,
birle al candidato peronista asumir una goberna- mal gusto y la bastardia y la mala vida. bailaron, rieron, bebieron, fueron felices. El pueblo
ción que había ganado en libre juego democrático! Inaugura, ese primer peronismo, algo que no peronista no festejaba la venganza por lo de Valle.
Pero, ¿qué creían ser estos militares y los civiles que cesa. Que crece. Que no se puede frenar. El maldito Esto había quedado atrás, en el olvido. Simplemen-
los apoyaban? Los dueños del país, desde luego. El país no se desperoniza. Perón maneja todo desde te odiaban a Aramburu y sabían que era quien
peronismo había sido una derrota que castigarían Madrid. No le van a dar nada. No van a tolerar que había derrocado y expulsado a Perón. La situación
severamente y que jamás volverían a padecer. Acaso se venga con la nueva puta con que se juntó, esa es compleja. Los Montoneros se montan sobre el
deban pensar en esto los militantes de la izquierda. cabaretera. Porque el tipo es un enfermo. Elige, odio genuino de las clases populares. Pero, ¿era ésa
Por decirlo claramente, podemos decir mil cosas como compañeras, a prostitutas. No puede volver. la única forma de castigar a Aramburu? ¿Matarlo en
del peronismo y de Perón y de Evita, pero, por la Además, ¿quiénes lo reclaman? Los negros. Que se un sótano a menos de un metro de distancia? Pron-
conducta que asumieron las clases altas, la Iglesia y jodan. Para eso son negros, son brutos, son ignoran- to se estrenará el film de César D’Angiolillo Gaby,
el Ejército, pareciera que nadie en nuestra historia tes. No entienden nada. El demagogo les dio un par la montonera. Por primera vez, veladamente, con
les metió más hondamente un dedo en el culo que de cosas y lo han hecho un dios. De modo que dic- mucha cautela, a través de un ventanal, se ve la eje-
ellos. Y no nos vamos a arrepentir de esta expre- taduras o gobiernos títeres. Y el que busque nego- cución de Aramburu. Es dura de ver. Un hombre
sión. Es nuestra. Pertenece a nuestra modalidad de ciar con el tirano se va. Y ponemos a otro. Y al final joven eleva una pistola y, a menos de un metro, le
habla y es impecablemente expresiva. El dedo en el nos ponemos nosotros. Pero la peste no cede. De dispara a quemarropa un balazo a un hombre de
culo es el dedo no querido. Es el dedo que agrede, pronto aparecen estos pibes. Chicos de nuestra edad, que cae de inmediato. Un amigo que veía
que injuria, que viola. El primer peronismo es el clase. Católicos, cultos, educados. ¡Y son peronistas! conmigo el film dijo: “Si eso no es un asesinato...”.
único Gobierno de nuestra historia que mete ese ¿Cómo es posible? ¿No entienden que es por ellos Se parece a la famosa foto en que un teniente de
dedo en el culo de la oligarquía. Tal vez, un poco, que hacemos lo que hacemos? ¿Que queremos dar- Saigón hace fuego apuntando a la cabeza de un viet-
Rosas. Pero con menos determinación, con menos les un país limpio, gobernado por doctores, por cong, que cierra los ojos y ya está muerto en el
lucidez, por pura picardía de gaucho malo y rebel- gente bien, por gente educada, blanca, no por momento en que la foto se toma. Otro dijo: “Qué
de. El peronismo los molestó mucho. No tanto negros de mierda, no por los sucios demagogos que pelotas tenía ese pibe, eh”. Otro: “Eso no es justicia
como pedía Milcíades Peña, es cierto. Pero no sé si los cortejan, que los conquistan porque los negros popular. ¿Quién les había delegado la justicia popu-
lo que pedía Milcíades habría sido posible. No se son brutos y cualquiera que les da un par de zapatos lar?” Otro dijo algo patético y tristemente gracioso:
intentó y nunca lo vamos a saber. Sin embargo, la los tiene con él? “¿Y qué querés que hicieran? ¿Qué recorrieran los
ofensa tuvo que ser muy grande para generar tanto barrios y las villas preguntando en cada casa: ‘Per-
odio. La injuria tuvo olor a pata de morochos inso- ¿QUIÉN DELEGÓ EN USTEDES dón, señora, usted quiere o no quiere que matemos
lentes, llevó a los cabecitas hacia la falta de sumi- LA JUSTICIA POPULAR? a Aramburu?’”.
sión a los patrones, les hizo alzar la cabeza. Hubo En ese país mentiroso, autoritario, antidemocráti- Al final de este trabajo trataré de esbozar una teo-
una violación de las reglas elementales a que la oli- co, en ese país que prohibía películas, libros, todo lo ría de la violencia. Yo detesto la violencia. Desde
garquía estaba acostumbrada. El peronismo era que irritara a la Iglesia católica y a los grupos inqui- pibe. En mi barrio vivíamos agarrándonos a las
grasa. Era ignorante. Era la zapatilla contra el libro. sitoriales católicos del poder, en ese país de milita- piñas. Yo aceptaba eso como un modo de pertene-
Por eso la FUBA se unió a la Argentina oligarca. res, de cárceles, de persecuciones, de prohibiciones, cer al grupo barrial, de no quedarme solo. Porque
Los comunistas de los teatros independientes. Sólo creció Fernando Abal Medina. “Yo puedo contarte después jugábamos al fútbol o íbamos al cine. Pero
vieron la relación entre un coronel fascista y una cosas abominables de Perón”, le dice Aramburu. ya odiaba la violencia. Y odiaba sentirla en mí.
manga de negros que no sabían nada. Brutos, igno- “Yo crecí escuchando cosas abominables de Perón”, Todos llevamos dentro a la violencia. Nadie puede
rantes, manipulables “obreros sin experiencia sindi- le dice Abal. Hacían exposiciones de autos suntuo- decir si será capaz o no de matar a otro. Nadie.
cal anterior”. Y el mal gusto. Y la Yegua, la Puta, la sos. De pieles suntuosas. De joyas faraónicas. Y Dependerá siempre de las circunstancias. Asomarse
Trepadora. decían: “Pertenecieron a Perón y a Evita”. “Soy lo a la propia violencia es un ejercicio temible. Aterra
que ustedes hicieron de mí”, dice Fernando Abal. imaginar lo que podríamos ser capaces de hacer.
EVITA, EL CHE Y HOLLYWOOD “Soy el fruto perfecto de la Argentina Gorila. Uste- Años después, cuando revientan la lancha de
Ahora Hollywood hace una película sobre el des me inventaron. Ahora, jódanse.” Aramburu Villar (el sanguinario policía que Perón pone al
Che. La de Benicio del Toro. ¿Por qué los yankis entiende que le salió el tiro por la culata. Que su frente de la Federal) los Montos pintan: “Villar, jus-
aceptan al Che y escupen sobre Evita? Porque el odio hizo de Perón un dios. Ahora es tarde. Estos ticia popular”. No es lo mismo. Eso es un asesinato
Che es un muchacho de buena familia. Un pibe muchachos saben lo que piensa el pueblo. Lo que planeado con un talento en el que se ve la mano del
urbano. Es hombre, no es mujer. No tiene un pasa- piensa de Aramburu. Saben que lo odia. Saben que Profesor Neurus, de Walsh. O no: sólo lo supongo.
do sórdido. Si cogió, es un hombre y nada más ha llegado el momento de llevar la lucha a los extre- Pero lo de Aramburu es distinto. Como sea, debo
natural ni estimulante que un hombre coja. Eso lo mos. Porque no queda otra. Porque en América decir que todo acto que implique matar a un ser
hace un macho. Si Evita cogió, es una puta. Si latina es la hora de la lucha armada. Del foco gueva- humano es un asesinato. Que los Montoneros no
cogió para trepar, peor todavía. Es una mujer. rista. De la guerrilla urbana. De todo lo que inau- tenían nada que ver con la clase social cuya justicia
Mujer que coge, mujer puta. Era populista y no guró la Revolución Cubana. La idea de matar, en dicen asumir. Que esto no importa. Ni Rosa
marxista. El Che tiene tras de sí Das Kapital. Evita, 1970, le era accesible a todo militante. La militancia Luxemburgo, ni Lenin, ni Trotsky, ni Marx y
los folletines baratos que se leían en las provincias era parte de una guerra. Era la guerra del pueblo mucho menos Engels eran proletarios. Que los
hacia 1930. El Che se llama Guevara de la Serna. para traer a su líder. La consigna Perón vuelve ani- Montoneros se montan sobre un largo proceso his-
Tiene una familia. Es hijo legítimo. Tiene padre, maba todas las acciones. Les daba vida. Les otorga- tórico que Aramburu había iniciado y que acabó
madre. Es culto. Ha estudiado. Conoce la Univer- ba un sentido. Sólo eso hacía falta. “¿Vos por qué devorándoselo. Que podría defender con mil argu-
sidad. Jugó al rugby. Evita es una bastarda. Hija arriesgás tu vida? ¿Por el socialismo, por el comunis- mentos que la muerte de Rucci fue un alevoso asesi-
ilegítima de un viajante de comercio pobretón. Se mo, por la destrucción anarquista del Estado, por nato. Que no tengo tantos argumentos con Aram-
dice que en la casa de su madre funcionaba un bur- una verdadera democracia?” “No me jodas. Yo buru. Que tengo más comprensión por esos mucha-
del. Se rajó de Junín porque se acostó con el can- quiero traerlo a Perón. Como todos. Queremos que chos arrojados a la violencia por el régimen de la
tante Magaldi, apenas a los dieciséis años. El Che Perón vuelva. Después vemos.” Pocas consignas Argentina autoritaria que por los que siguieron con
recorrió en moto América latina. Se emocionó en tuvieron tanta fuerza, tanto poder de unidad y, a la la violencia luego del 11 de marzo. De éstos, nada.
los leprosarios como el mismísimo profeta de vez, tanta simpleza. “Perón Vuelve.” Si para las elec- Todo lo que se haya hecho después de esa fecha fue
Nazareth. Evita agredió, para trepar, a la lustrosa ciones del ’46, el poeta popular Zoilo Laguna decía ilegal, antipopular. Que es tan complejo el caso
oligarquía argentina. El Che derrotó a un tirano “Sin asco a darle cruzao/ que en esta patria el desti- Aramburu que puedo y debo decir que fue un asesi-
sangriento, a un sargento bruto y bastante negrazo. no/ ya tiene un nombre argentino/ ¡Perón y asunto nato y puedo y debo decir que fue un acto de vio-
Si le pulimos la ideología, si atenuamos sus rasgos arreglao!” El “Perón Vuelve” lo resumía todo. Vuel- lencia largamente trabajado por la historia. Que no
antiimperialistas haremos de él lo que queremos ve Perón... y asunto arreglao. tengo una respuesta contundente. Que no puedo
hacer: un héroe, el símbolo del aventurero, del ide- Hay otra cuestión. Y la plantea Aramburu: ¿quién tenerla porque el hecho está supremamente sobre-
alista. Total, ya no jode a nadie. A Evita que la delegó en ustedes la justicia popular? ¿Por qué creen determinado. Que sé que esa muerte, la de Aram-
haga Faye Dunaway, que aparezca bastante desnu- que encarnan la voluntad del pueblo? ¿Hicieron buru, es el disparador de la furia vengativa de los
da en el afiche y con una gorra militar en la cabeza. alguna asamblea? ¿Por qué creen pertenecer al pue- militares procesistas. Que, en ese sentido, la detesto
Se la sacó, para juguetear, al teniente o al coronel blo si son apenas unos cuantos chicos católicos de por el mal que causó. Que la violencia fue trágica
con el que se acostó esa noche. Que la haga buenas familias? Ningún revolucionario ha pertene- en la Argentina. Que ese camino sólo llevó a justifi-
Madonna, que da puta, que da loca, que canta y se cido a la clase por la que luchó. Las vanguardias lo car la masacre del Proceso y no consiguió nada
PROXIMO pone la mano entre las piernas. ¿Por qué esta dife- son porque sus integrantes van más allá que el pue- importante. Que costó demasiado. Que su precio
DOMINGO rencia? ¿Por qué el imperialismo se traga al marxis- blo. A veces demasiado. A veces creen interpretar al fue altísimo. Desde este punto de vista, no tengo
ta Guevara y escupe sobre la populista Eva? Por lo pueblo y se equivocan. A veces giran en el vacío y dudas: ojalá Fernando Abal Medina no hubiese
dicho. Evita es el insulto, la agresión, la falta de dicen representar a un pueblo que no está o que los hecho fuego en el escueto sótano de la estancia La
Las dos
respeto. Porque Evita es el Otro. El Che es de la desconoce. Pero Fernando Abal sabe que el pueblo Celma, en Timote.
vertientes misma estirpe. Porque el Che es un muchacho de peronista odia a Aramburu. Pero, ¿quiere matarlo?
de la Juventud clase alta, de linaje, educado. Evita es una rea, una La clase media argentina se caracteriza por una frase Colaboración especial:
Peronista bastarda y una trepadora que usa el sexo para su terrible. Siempre que ve algo que le disgusta (pon- Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 9 de noviembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


52 Las dos vertientes
de la Juventud Peronista

Suplemento especial de

PáginaI12
LOS CHICOS DE TACUARA Y LA caídos de la organización. Decían sus nombres y alza-
VIOLENCIA CATÓLICA ban la mano al estilo nazi. No pude escuchar muchas
os que andamos por los sesenta y hasta un otras cosas. Todas eran parecidas. Algunas incluían

L cachito más solemos recordar muchas


cosas. No sé quién anda vaticinando que
hoy la expectativa de vida es hasta los qué sé
yo cuántos años, pero juro que a lo largo de
estos seis u ocho meses esa aseveración se me ha vuelto
cuestionable. Del modo que sea, todos sabemos que la
Huesuda es implacable y que, en algún momento, ten-
algún ataque a una sinagoga o la paliza a un judío.
Hablaban de la patria. De su gran defensor: Rosas. Y de
uno que otro tema. Llevaban la estrella federal en la
solapa. Y cruces.
Cierto día aparezco por la plaza y uno de los dos
rubios se me acerca. Después vi esa cara en muchas
películas. Es la del nazi perverso que se ríe porque sabe
dremos que discutir con ella. Discusión que es absurda que te va a reventar. La risa tiene un toque de locura y
porque Ella suele ganarla con el simple trámite de otro de crueldad. Una crueldad que, aunque aún no
matarnos. Nada de pedirle unos años más. De repro- ejercida, el tipo ya la disfruta por anticipado, con sólo
charle que su decisión de retirarnos del show ha sido pensar en ella, con sólo planearla. El rubio me dice:
prematura. Que aún teníamos muchos planes. Que “Qué hacés, Fainman”. Nadie, jamás, había pronuncia-
todos nos decían: “¡Estás hecho un pibe!” No. Cuando do así mi apellido. No hasta 1957 al menos. Pero decir
la Huesuda te dice: “Vení”, lo mejor es que vayas. Te “Fainman” y decir “judío de mierda, no nos tragamos
tocó y te jodés. Pero durante estos meses se ha empeci- más la historia de tu vieja católica o no nos interesa
nado en aumentar nuestra soledad quitándonos la cer- porque con ese apellido vos, para nosotros, sos una rata
canía cálida de algunos amigos sólo por la arbitraria semita” era lo mismo. Me di vuelta y me fui. Ahí dejé
decisión de hacerlos crepar, manía que Ella tiene y en la para siempre un posible camino que pudo tener mi
que se especializa. De aquí que en amables reuniones adolescencia. Ahí quedaron las fiestas en lo de David.
con amigos que aún andan por aquí surge con frecuen- Los bailes. Cristina. Nunca supe bailar bien. Siempre
cia el tema de los viejos tiempos. Cuando éramos jóve- fui un tronco. Con Cristina hubiera aprendido. Como
nes y de la Huesuda nada sabíamos o se llevaba a otra la vida siempre te abre puertas me metí por otro cami-
gente: a viejos de mierda, por ejemplo, que ya habían no y sobreviví. Pero hubiera preferido el anterior. Ade-
vivido lo suyo y nada habían dejado que justificara su más, era la primera vez (y creo que acaso fue la única o
paso por el mundo. Cuando hablamos del pasado suele también, y esto es importante, creo que luego supe
aparecer el recuerdo de los años escolares. De la prima- defenderme y hasta dejar en ridículo al facho de turno)
ria. De la secundaria. La otra vez alguien largó una pre- que sentí qué era ser un desplazado, un marginado. No
gunta: un judío. Pero también un judío. Porque hay pocas
–¿Se acuerdan de Tacuara? cosas más difíciles que defenderte de algo que no sos,
–Eran jodidos esos tipos. Yo les tenía un cagazo que que no sentís. Bueno, este es otro tema. En alguna
ni te cuento. novela lo debo haber narrado. Pero pensemos en
Alguien, que la tiene más clara, dice: David. El estaba contento. Nos daba su casa. Quería
–Siempre me asombró algo. Tenían nuestra edad ser nuestro amigo. Hacer las fiestitas. De pronto, los
pero tenían una ideología construida. Tenían forma- nazis.
ción. Parecían mayores que nosotros. En los colegios la cosa era peor aún. En el Roca de
Unánime: todos les tenían miedo a los militantes de Belgrano. Aquí eran una peste. En el Sarmiento. No
Tacuara. Eran, en rigor, un grupo de choque ultracató- tanto en el Manuel Belgrano. Casi nada en el Avellane-
lico. Tenían el estilo de las pandillas nazis que asolaban da. Y mucho en el Nacional Buenos Aires. En Dere-
Berlín y otras ciudades de Alemania hacia 1931. Tuve cho, más tarde, se adueñaron del sindicato y, sé que
una cercana relación con esos muchachos. La vida me conté esto que, además, es muy conocido, una noche
puso en un lugar que me permitió verlos surgir y pade- entraron al comedor y cagaron a cadenazos a todos.
cerlos. En 1957 yo me reunía con unos amigos en la Judíos o no judíos. Como locos, gritaban: “¡Vivan los
Plaza Castelli de Belgrano R. Estaba en segundo año generales Valle, Tanco y Cogorno!”. Una chica murió
del bachillerato. A esa edad era un perfecto boludo. baleada. Porque sí nomás. Porque a algún canalla
Quiero decir: era un pibe. Leía revistas de historietas y tacuarita, a algún chico malo católico nacionalista, se le
–por esas marcas tempranas de la vida– leía a Kafka y ocurrió practicar tiro.
escribía. Pero de Kafka entendía poco y escribía sobre Se discute o se oculta el origen tacuara de algunos
cowboys y piratas y hasta sobre gauchos. Con los pibes montoneros. Pero cuando se anda tan cerca de algo la
que se reunían en la plaza empezamos a organizar algu- cercanía se torna peligrosa. Hubo una evolución. Pero
nas fiestitas. Eran en la casa de un chico que –sólo habrá que ver si en todos. La semejanza de símbolos es
recuerdo esto– se llamaba David. Pero vivía en un total. Entre la tacuara, que era el arma primitiva y más
quinto piso de Conde y Echeverría y era un amplio, pura de combate de la montonera gaucha, y la elección,
muy lindo departamento. Los padres se lo cedían siem- sumamente correcta, del nombre Montoneros para
pre que se armaba una fiestita. Ahí estaba yo: empezan- expresar la continuidad de una lucha popular que viene
do una adolescencia normal. La adolescencia de los de lejos y que estuvo encarnada, en el siglo XIX, por el
años cincuenta. Fiestitas, bailar, alguna noviecita. Me federalismo del Interior, por sus caudillos y sus masas, y
gustaba una piba. Cristina, se llamaba. David era judío. una actual que prolonga esa guerra que los gauchos per-
Pero esto no parecía preocuparle a nadie. La mayoría de dieron, hay una simetría impecable. Aquí es donde se
los pibes de la Plaza Castelli eran tibiamente antisemi- notan las lecturas que hicieron los pibes tacuaras ya en
tas. Cosas que les habían dicho los padres. Las de siem- los cincuenta. Los pandilleros que aparecieron por la
pre: que los judíos habían “matado a Dios”. Pero no plaza Castelli en 1957 ya tenían las cosas claras. Pero no
pasaba nada. Además, acudiendo a mis dotes de tem- por Jauretche, ni por Jorge Abelardo Ramos ni aun por
prano charlatán, yo les había aclarado que mi vieja era José María Rosa. Ellos habían leído a los hermanos Ira-
católica y eso te hace católico y que yo era católico y zusta, la biografía de Rosas de Carlos Ibarguren, la de
que no me jodieran más. Hasta que llegaron los Tacuara. Manuel Gálvez y La unidad nacional de Ricardo Font en busca del capellán de su batallón “para que bautizara distintas geografías de la ciudad. La izquierda, los general: “Dos potencias se saludan”. En fin, no tanto. paradoja (y es sólo una anotación momentánea) diga-
Tendrían dos años más que nosotros. En seguida fas- Ezcurra. De aquí les venía la unión entre el rosismo y el en seguida al recién nacido. Como estuviera ausente su comunistas, defendía la “laica”. Los tacuaritas, la Los que aquí se saludan son, más bien, dos piantados mos que muchos de los jóvenes peronistas de origen
cinaron a todos. David, solito, dejó de aparecer. Creo catolicismo. Luego, el siniestro padre Julio Menvielle, capellán, y nadie diera razón de él en ese momento, “libre”. Acusaban a comunistas, judíos y masones de descomunales, dos aventureros que irían de lo risible a judío a los que torturaban creían más que ellos y con
que un tacuara le dio una piña. Algo así. Metían tanto que estaba bastante chiflado, hizo lo suyo. llamó al del batallón tercero, doctor Pantaleón de Riva- querer borrar la identidad católica e hispánica de la lo abiertamente ridículo. Uno (Rambo Kelly) duraría más fundamentos y convicciones que el sionismo era
miedo que el poseedor del hermoso departamento La acción más importante de los Tacuara, la que los rola. El teniente pensaba que el vástago de un Ortiz de nación. No había un solo judío que peleara por la más que el otro, mucho. Pero, ahora, en Las Heras, agente del imperialismo yanqui y que Israel era el encla-
donde hacíamos nuestras fiestitas desapareció. Nunca lleva al conocimiento público, es decir, el de aquellos a Rozas debía, el primer día de su vida, ser ungido a la “libre”. Todos estaban con la “laica”. De modo que fue están juntos. Baxter le habla pestes de los judíos, del ve de Occidente en Oriente medio. Eran los judíos de
más las fiestitas. Pero mis otros amigos no lo lamenta- quienes aún no habían reventado a cadenazos en algún vez católico y militar, y por ello empeñose en que fuera fácil para los tacuara identificar a la “laica” con el juda- sionismo como agente del imperialismo anglo-yanqui la JP. Sobre ellos volveremos en detalle. Volvamos a
ron. Rodeaban a los tacuaras y escuchaban sus historias. lugar de la ciudad, dado que los otros jamás podrían castrense el sacerdote que pusiera óleo y crisma a la cria- ísmo. Hubo muchas piñas, cadenazos, insultos entre internacional. Kelly, que había sido el líder de la Alian- Menvielle. Fue el que tempranamente formó a los
Hablo de 1957, eh. Recién aparecían. Había dos her- olvidarlos, es el célebre asalto al Policlínico Bancario, tura” (Carlos Ibarguren, Juan Manuel de Rosas, su vida, “fachos” y “judíos bolches”. Para los tacuaras todo era za Libertadora Nacionalista, y que, créase o no, era más tacuaristas. ¿Qué pensaba este tipo?
manos que estaban cerca de lo siniestro o tal vez más que hasta mereció que se filmara una película, bastante su drama, su tiempo, Ediciones Theoria, Buenos Aires, claro: el judaísmo internacional, el sionismo, tenía que vivo que Baxter, le dice que no, que no es así. Baxter no En Independencia y Salta había un convento. Era
allá. Eran adecuadamente rubios y sonreían amenaza- rigurosa, con Alfredo Alcón y Mirtha Legrand. Pero 1972, p. 7. En la portadilla, la editorial –que editaba borrar la identidad de la nación para apropiarse de ella. lo puede creer. Kelly, sin más, le dice que el sionismo viejo, de aspecto austero. Hacía él iba Ezcurra Uriburu,
doramente. Yo, en seguida, les largué el asunto de antes me permitiré redondear algo. Para ellos, lo “mili- autores de la derecha nacionalista aunque también al ¿Cómo no iba a proponer alejar a la religión de los pla- no es un agente del imperialismo. Ya se había apartado jefe de los Tacuara, y junto con él los tacuaristas. Suena
mamá católica y yo católico y no me jodan. Me acepta- tar” era tan importante como lo “católico”. Y esto lo siempre querible Fermín Chávez– describe a Ibarguren nes educativos, de las escuelas, de los colegios, cómo no del racismo retrógrado que practicaban los tacuaristas. bien Ezcurra Uriburu como apellido de un jefe tacua-
ron. Pero con pocas ganas. habían encontrado de modo espléndido en la figura de como sigue: “Católico por bautismo y militancia, dio iba a agredir a los colegios religiosos? Se ponían unos (Ver: Daniel Gutman, Tacuara, historia de la primera rista. Ezcurra remite a la feroz mujer de Juan Manuel
Se sentaban en los bancos verdes de la plaza y noso- Juan Manuel de Rosas. La biografía que más frecuenta- ejemplo de vida familiar, amó a su prójimo y siempre brazaletes verdes y salían a dar palos. (Años después, guerrilla argentina, Vergara, Buenos Aires, 2003, p. 83.) de Rosas, Encarnación Ezcurra, que le organiza a Rosas
tros los rodeábamos. No recuerdo todo lo que nos hací- ron fue la del fascista Carlos Ibarguren, hombre del prestó testimonio de su fe”. Amén.) otros fachos, los de la Juventud Sindical, organizados Pero era difícil que los tacuaras pudieran hacer algo la “revolución de los restauradores” de 1834, algo así
an saber, el mundo del que nos llevaban a participar. gobierno de Uriburu entre muchas otras cosas (Nota: No es complejo descifrar el andamiaje ideológico de por los sindicatos en 1973, también se identificarían así fácilmente. Su maestro había sido Julio Menvielle. como el 17 de octubre de Rosas que habrá de llevarlo
No recuerdo nombres. Lamento eso. Pero hablaban de El libro en que Ibarguren desarrolla casi mejor que el los muchachos tacuaristas. Era elemental. Hay un solo por el color verde y se les diría “los verdes”.) Joe Baxter No dudo de que el cura que mencionaban los tempra- hacia su segundo gobierno, el de 1835, el de las faculta-
sus reuniones. Se reunían a menudo en un caserón de propio Duce la ideología del fascismo es La inquietud aspecto sobre el que me propongo detenerme: la violen- andaba metido en todas esas bataholas. Cierta vez, en nos tacuaras que aparecieron en la plaza Castelli era jus- des extraordinarias, el de la Ley de Aduanas, el de la
no sé dónde. En ellas un cura les hablaba. Y después un de esta hora. De 1934. Debiera reeditarse.) Don Carlos cia. Estaban dotados para la violencia. Durante la presi- febrero de 1960, llega Ike Eisenhower a la Argentina. tamente este personaje penoso pero siniestro. No hay Mazorca, el del bloqueo del Almirante Leblanc en
historiador los sumergía en los torrentes deslumbrantes inicia su biografía de Rosas, coherentemente, narrando dencia de Frondizi se desata el conflicto entre la “laica” Lo previsible: Tacuara y también la izquierda salen a que olvidar que esta clase de tipos dio muchas lecciones 1838, el de la invasión de Lavalle en 1840, el de la
del Tercer Reich. Hablaban de Hitler como de Dios. Y su nacimiento. Al hacerlo, expresa la inefable, sublime y la “libre”. La “laica” era la educación liberal, no reli- repudiar al embajador del imperialismo yanqui. Luego, a las Fuerzas Armadas de este país; no es casual que Vuelta de Obligado, el del levantamiento de Urquiza y
después pasaban a Rosas. Y después a los judíos. Termi- unión que se da entre el catolicismo y lo militar: no giosa. La “libre” era la de los colegios religiosos. La de en la cárcel de Las Heras, Baxter conoce a Guillermo durante la represión del Proceso del ‘76 el ensañamien- la batalla de Caseros en 1852. Y Uriburu remite al jefe
naban cada encuentro rindiendo un homenaje a dos bien “el párvulo” echa a llorar su padre corre al cuartel los chicos chupacirios. Surgieron luchas muy duras en Patricio Kelly. ¡Qué momento! Como le dijo Gatica al to con el judío fuera particularmente intenso. Como del golpe fascista de 1930, con Lugones como ideólogo
II III
y Lugones hijo con la picana eléctrica para ejemplificar que el catolicismo los entregaba en manos de curas película estaban bien documentados. Tacuara surge
a qué tipo de espada se refería su padre cuando decía siniestros y, también, en manos del racismo antisemita junto con un revival del folclore. Los chicos malos de
que su hora había llegado. (Los judíos mataron a Dios). La fascinación por la vio- las familias de guita se reúnen entre ellos y cantan sam-
lencia conllevaba una pasión por las armas que la mayo- bas, chacareras, vidalitas. Hay una samba que cantan
En el convento de Independencia y Salta había una ría jamás habría de abandonar. Y no menos cierto es mucho. Doy fe. Estuve en una reunión y apareció un
Casa de Ejercicios Espirituales. Aquí “los recibía el más que existía en la mayoría de ellos un factor de clase que guapito de estos. Perfecta cara de malo, peinado a la
importante teórico del antisemitismo que existió en la los hacía sentir especiales: pertenecían, en general, a gomina, brillante. Trajeado y con guitarra. Ahora que
Argentina: el presbítero Julio Menvielle. Doctor en familias pudientes, los dueños de la tierra y de la patria. lo recuerdo: les había perdido el miedo. Esto ya sería
Filosofía y teología, Menvielle escribió en la mayoría de La aparición espectacular de Tacuara, el que es consi- por 1962 y en 5 años un muchacho crece mucho. Me
las revistas nacionalistas y escribió numerosos libros derado como “el primer operativo urbano de la guerri- parecían patéticos, rufianes, compadritos de clase alta.
donde repudió la democracia, el liberalismo, el comu- lla argentina”, es el Operativo Rosaura. Sigo, central- Fachos que encarnaban hoy a los pendencieros de la
nismo y el judaísmo. El se convertiría en un referente mente, el relato de Gutman y también el de Alejandra Liga Patriótica, a los niños bien de Manuel Carlés. El
central de los primeros años de Tacuara” (Gutman, Dandan y Silvina Heguy en su biografía de Joe Baxter. caso es que el tipo cantó El indio poeta. “Ha muerto el
Ibid., p. 60). La amistad entre Ezcurra y Menvielle era También el film de Luis Barone (Los malditos caminos) indio poeta / silencio le hacen los cerros”. O “los cerros
estrecha. Compartían una cosmovisión, que el segun- y el primero de todos: el de Fernando Ayala, Con gusto lo están velando”. Alguna huevada más y por fin: “Llo-
do, sobre todo, se había encargado de explicitar. Hay a rabia. El “Operativo Rosaura” (al que se le pone así ran los sauces su muerte”. Era patético: sus antecesores
un libro del cura energúmeno (que, sin embargo, fasci- por la conocida novela de Marco Denevi Rosaura a las habían liquidado a todos los indios. Un genocidio al
nó a estos muchachos destinados a mejores cosas) lla- diez) se lleva a cabo el 29 de agosto de 1963. Es un día que David Viñas habría de llamar “la Segunda Con-
mado El judío en el misterio de la historia. Todo antise- desafortunado. Al menos para dos personas. quista de América”, pero los tacuaritas le cantaban al
mita es un paranoico: ve judíos por todos lados. Tam- La noche anterior, Nell y dos de sus compañeros “indio poeta”. Coherente: era el único indio al que
bién hay judíos que ven antisemitas por todos lados y estaban cambiando la chapa de uno de los autos que Roca habría aceptado. Un indio poeta, un indio ino-
más si alguien les reprocha las políticas belicistas y utilizarían en el asalto cuando aparece un patrullero de fensivo. No el indio de los malones. A ése, leña. De
represivas del artillado Estado de Israel. ¿Qué verán la Federal. Suben al auto y huyen a alta velocidad. Tal esos no quedo casi ni uno. “Indios poetas” nadie sabe si
muchos en Daniel Barenboim: ¿un gran músico o un como en una de tiros. Van en un Valiant. Desde él, existieron, pero los patrones les cantaban canciones.
hombre al servicio del terrorismo? Pero Menvielle era uno de los hombres de Nell, Duaihy, “bajó los siete El film de Fernando Ayala está tan bien documenta-
un bicho detestable. Un enfermo. Pensemos en el título tiros del cargador de una 45 y logró frenar al coche de do que Luis Barone lo utiliza para ilustrar el asalto al
de esa obra. Por un lado: el judío. Por el otro: el miste- la Policía, pinchándole una de las gomas delanteras. Sin Policlínico. Si es así, entonces ahí está Nell ametrallan-
rio de la historia. ¿Dónde está el judío? En el misterio de embargo, Nell, que manejaba, no pudo controlar el do como un tarambana, como un principiante aturdi-
la historia. En su centro. Es su matriz explicativa. Es tal volante, chocó contra un auto estacionado y los tres do, a los que se le presenten, a los que estén a tiro, a
el odio por el objeto abominado que se termina por tuvieron que escapar corriendo” (Gutman, Ibid., p. cualquiera, a todos. Barone sigue el recorrido de la vida
hacerlo el factor fundamental de la historia humana. 175). de Nell. Que es detenido pero logra fugarse del Palacio
Menvielle, que también era escuchado por los jóvenes Al día siguiente: el “Operativo Rosaura”. Nell y dos de Tribunales. Conoce a Carlos Mugica. Luego viaja a
tacuaristas en las charlas de la librería Huemul, les más van de guardapolvo blanco. “Todos estaban arma- China, a entrenarse militarmente. Apenas si anda por
explicaba su teoría de la historia. Paganos, judíos, dos con pistolas 45, menos uno: Nell cargaba una ame- los 25 años. Vuelve por Montevideo, se entremete con
musulmanes y cristianos se estaban disputando desde tralladora PAM, robada un tiempo atrás en el Tiro los Tupamaros. Cae preso y lo guardan en el penal de
hacía siglos el dominio del mundo. Otras civilizaciones Federal” (Gutman, Ibid., p. 175). También los Monto- Punta Carreta. En 1972 coprotagoniza la fabulosa fuga
no contaban en el desarrollo de la humanidad. Así, por neros habían robado en el Tiro Federal las armas que de los Tupamaros. Ciento once presos cavan túneles. Y
ejemplo, los africanos “serán un pueblo pero siempre atesoraban en el sótano de Timote, donde mataron a se escapan. Los ejércitos se escandalizan. Alicia Eguren,
un pueblo inferior, disminuido, siempre a remolque de Aramburu. El “Operativo Rosaura” es complejo de des- en Nuevo Hombre, que dirige Silvio Frondizi, escribe:
otros pueblos”. (Muchas influencias de Hegel en esto. cribir. Esto da una imagen de la ambición que lo ani- “Nada es imposible para la guerrilla urbana”. Nell se
Aunque también de Alfred Rosenberg, que decía que maba. Nunca se había visto un operativo así. Esto incorpora a Montoneros. Se enamora de Lucía Cullen,
Francia terminaría por ser un atolón de Africa goberna- asombró a la prensa cuando dio la noticia del hecho. que había estado enamorada de Carlos Mugica, quien
do por judíos, JPF.) “En cuanto a los que sí movían el Pero todo se desarrollaba tranquilamente, con preci- habrá de casarlos. Se teje entre los tres una historia
mundo, Menvielle tenía la esperanza de que paganos y sión, hasta que ocurrió lo inesperado: “De pronto, una entrañable, potente. Lucía queda embarazada. Y llega
musulmanes pasaran al mundo de los cristianos. Estos voz grave y potente, de estilo militar, paralizó a todos. Ezeiza. Aquí, toda la mala suerte del mundo se descarga
afrontarían la lucha ‘irreductible y decisiva’ contra los ‘¡Alto!’, gritó José Luis Nell, que había bajado de la sobre José Luis Nell. Lo hieren en la columna vertebral
judíos, de quienes no sólo los separaba la religión sino ambulancia y se acercaba. Había emergido detrás de un y queda cuadripléjico. El, un hombre de acción, un
también ‘concepciones opuestas en política, en econo- pequeño arbusto. Un pañuelo de colores le cubría la militante de primera línea, un guerrero, en una silla de
mía y en todos los aspectos de la vida’. En ese contexto cara, mientras los apuntaba con la ametralladora (...). A ruedas. No puede tolerarlo. Cerca de unas vías abando-
debe entenderse el comentario que escribió Menvielle los que estaban en la playa de estacionamiento y a los nadas del Ferrocarril Mitre decide terminar con su vida.
en 1949, acerca de la creación del Estado de Israel un que escucharon desde sus habitaciones, esa única pala- Hacia ahí se dirige. Es de noche. Alguien, un notable
año antes: ‘Los planes milenarios de un universo domi- bra de José Luis Nell les pareció capaz de paralizar al escritor y pensador, habrá de escribir en un libro perdi-
nado por los judíos parecieran en vías de firme cumpli- mundo entero (...). La forma en que los hechos se desa- do en la vorágine de los años y las desgracias: “¡Quién
miento’ (...). Muchas de esas concepciones de la histo- rrollaron a partir de entonces esconde una circunstancia lo ha visto pasar en su silla de ruedas!”. Así, con signos
ria, de la política y de la vida fueron incorporadas por que nunca fue aclarada. El sargento Martínez era el de admiración, marcadamente, como una exhalación
los tacuaristas en el convento de la avenida Indepen- único que estaba armado de todas las personas que Nell postrera. Nell se suicida. Lucía muere en la ESMA. Y
dencia” (Gutman, Ibid., ps. 60/61). tenía enfrente. ¿Hizo un movimiento de uno de sus de Carlos Mugica ya hablaremos. En su féretro, la
brazos como para sacar la pistola de su cinturón? El noche de su velatorio, su cara era de una blancura
JOSÉ LUIS NELL, DEL POLICLÍNICO policía juraría que no. Nell, y también Rossi, asegurarí- asombrosa. Todos pasaban a su alrededor y la mayoría
BANCARIO AL SUICIDIO an que sí” (Gutman, Ibid., p. 178). Es evidente que el lloraba. Yo lloré cuando leí esa frase destinada a Nell:
En esa cárcel de Las Heras en que Guillermo Patricio policía no movió una sola de sus manos. Nell lo tenía “¡Quién lo ha visto pasar en su silla de ruedas!”. Pude
Kelly le dijo a Joe Baxter que no odiaba al sionismo, cubierto con una PAM. El tipo no era un suicida. Y verlo. Pude imaginar al guerrero caído, al militante cua-
también estaba otro personaje que habría de ser impor- aunque hubiera hecho un movimiento, ¿necesitaba dripléjico, al hombre que va solo hacia la muerte arras-
tante en la JP que provino de Tacuara. Se crió en el Nell descargar su ráfaga de ametralladora? ¿No pudo trándose en una silla de ruedas. Con una pistola, la
barrio de Flores. Tiene 15 años cuando su madre resul- decirle “Quieto o te quemo”, “Quieto o sos boleta” o suya, cargada con balas para él. Con una. Con la defini-
ta herida en los bombardeos de Plaza de Mayo. Esto, simplemente “Quieto, boludo”? No, lo que hizo fue tiva. Aun así no puedo dejar de tener una bronca que
desde luego, habrá de ser decisivo en las elecciones que descargar casi sin ton ni son su PAM. Causó estragos. debo decir si quiero ser totalmente sincero. Asesinaste a
tomará en su vida. Una vida excesivamente desdichada. Dos muertos y varios heridos. Disparó porque sus ner- dos tipos, José Luis. A sangre fría. Ni justicia popular ni
Vale decir: injustamente desdichada. Se trata de José vios estaban alterados. No bien vio algo que le pareció pelotas. Un asesinato de punta a rabo. Por ahí eran
Luis Nell, “que como muchos tacuaristas había estudia- raro usó su PAM. Se llevaron la guita. “La ambulancia peronistas. Laburantes peronistas y vos eras apenas un
do en un colegio de curas, se había incorporado a la voló por la avenida Gaona hacia el lado de Flores, tacuara que olfateaba el movimiento nacional. Uno es
UNES en 1958, cuando Tacuara todavía estaba en su haciendo sonar la sirena” (Gutman, Ibid., p. 179). Se un boludo, un gallina, un blando al lado tuyo. No tuvo
etapa embrionaria” (Gutman, Ibid., p. 83). Vean qué rajaron. Se alzaron con 14.000.000 de pesos. Todo un ni tendrá tu coraje en ninguno de los actos de su vida.
temprano me los encontré yo en la plaza Castelli, a los éxito. En el Policlínico el panorama era distinto: “Nelly Pero difícil que asesine a dos tipos con una PAM. Te
14 años, en 1957. Los que conocí, aunque Tacuara Culasso y Bóvolo sólo tenían heridas menores en los gustaba la PAM, se comprende. Hay tipos que nacen
estuviera en su etapa embrionaria, no eran embriona- brazos y el sargento Martínez sería operado en el con la fascinación de los fierros. Otros les tienen miedo.
rios para nada. Tenían todo claro. Sobre todo lo que mismo Policlínico para sacarle una bala del hombro”. O una cautela tan cautelosa que se parece mucho al
siempre me desagradó, o para ser más claro: me repug- “A otros les había ido peor. miedo. Es que matar los volvería locos. No quiero decir
nó, de Tacuara: el matonismo, la violencia, la violencia “Cogo, el chofer, había recibido un tiro a la altura de que no puedan. Insisto: a todo hombre toda conducta
de las cadenas y las manoplas al modo de las SA de la tetilla izquierda, prácticamente en el corazón. Murió humana le es posible. Algunos requieren condiciona-
Röhm en las calles de Berlín reventando bolcheviques y instantáneamente. Morel, el ordenanza-quinielero, mientos extremos, otros todavía más. Pero vos hiciste
judíos. Pero José Luis Nell es un caso excepcional de había sido alcanzado por un balazo en la espalda, que le fuego demasiado rápido, José Luis. Tan rápido como
cambio político-ideológico. Es posible (y lo es) que, dejó un orificio de salida en el centro del pecho. Apenas todo fue rápido en tu vida: la militancia, las armas, el
PROXIMO luego de la caída de Perón, la juventud argentina –o un alcanzaron a recibirlo en la guardia cuando falleció” asalto, el asesinato, China, Punta Carretas, Montone-
DOMINGO importante sector de ella– no tuviera otra salida para (Gutman, Ibid., p. 180). ros, Lucía, Carlos Mugica, Dios, Ezeiza, la tragedia de
expresar su rechazo al régimen que la violencia de ultra- El “Operativo Rosaura” tuvo tal impacto que de la invalidez, el ferrocarril Mitre, la noche del final, tu
derecha. Es posible. El caso es que así se dio. Estos jóve- movida se llevó al cine. A Nell se lo describe como “un propia pistola, el suicidio.
Las dos
nes empezaron su rechazo a lo establecido por medio muchacho provinciano, miembro de un grupo terroris-
vertientes del odio fascista. Cierto es que hay que engañarse ta de ultraderecha”. Es Alfredo Alcón. Peinado a la
de la Juventud mucho para creer que el odio fascista implica un recha- gomina, siempre de malhumor y rasgando una guitarra. Colaboración especial:
Peronista (II) zo a lo establecido. Creo que les fascinaba la violencia, Canta el muchacho. Canta folclore. Los que hicieron la Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 16 de noviembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


53 Las dos vertientes
de la Juventud Peronista (II)

Suplemento especial de

PáginaI12
EXCURSO: ALGUNOS acuerdo con la tercera posición tal como Nasser la que ya no permite disimular la violencia clasista tras
DOCUMENTOS entiende.” la legalidad –siquiera formal– del gobierno democrá-
Un interregno acaso necesario, pero tal vez no tanto. tico representativo; los órganos encargados de aplicar
Documentos, fuentes, versiones, verdades, mentiras, En 1967, en Montevideo, nada menos que Cooke lleva la coerción resolvieron asumir el poder, del cual eran
complejidades, dificultades. Lo arduo, lo difuso, lo a cabo una encendida defensa de José Luis Nell ante el sostén exclusivo y visible, liquidar el dispositivo ya
ensombrecido, las mentiras que se cruzan, la utopía de intento de la dictadura de Onganía de extraditarlo. inoperante de la política clásica e integrar directa-
establecer una verdad, o su abierta imposibilidad, su Queda claro que Onganía, legalmente, no tenía mente a los grupos económicos predominantes
frustración. Del modo que sea, los que siguen son docu- derecho a nada. Ni a gobernar el país. Que haya hecho designando para las altas funciones administrativas
mentos. No son inhallables. Pero hay que buscarlos. redactar un “Estatuto de la Revolución Argentina” del estado a los directivos y apoderados de los gran-
Después, más adelante, intentaremos establecer entre para hacerlo valer como “Constitución Nacional” es des consorcios locales y extranjeros.
esta maraña algunas certezas. Porque algunas tiene que meramente una payasada de un tiempo constitucional- ”La usurpación no es novedad sino lo habitual a
haber. No puede morir tanta gente sólo por meras mente enfermo, acostumbrado a su propia ilegalidad, través de 80 de los 104 años de vigencia de nuestra
dudas, por hipótesis contrapuestas. Arriesgar la vida que confundiendo con el derecho y la justicia su total Constitución. Pero por primera vez la práctica de la
requiere creer en una verdad, y esa creencia debe ser falta de derecho y de justicia, se permitiera pedir extra- violencia no se recubre con los siete velos de la legali-
fuerte. ¿Cómo se consolidaron esas verdades? ¿Cómo las diciones, dictar leyes, encarcelar personas, prohibir dad republicana: la actual dictadura militar no pidió,
consolidó cada uno de los protagonistas? movimientos de masas, líderes populares, llevar a cabo como las anteriores, reconocimiento como gobierno
torturas, avasallamientos a la educación, a la prensa, a ‘de facto’, justificado como necesidad transitoria con
“MUNDO ISRAELITA” ENTREVISTA la libre opinión y a la expresividad democrática de los el fin de restablecer el normal funcionamiento de las
A TACUARA ciudadanos. Culpables de esto son el Estado gorila y instituciones, sino que se títuló emanada de una
n octubre de 1962 la revista Mundo todos quienes colaboraron con él y vieron como algo legalidad propia que cancela la preexistente. Los

E Israelita realizó un reportaje conjunto a


los dos principales líderes del movimien-
to Tacuara, Ezcurra y Baxter. El perio-
dista que protagonizó la entrevista, Ariel
Zafran, fue acompañado por su colega Rogelio Gar-
cía Lupo, quien había trabado una relación con Bax-
ter a partir de que éste, en su trabajo como telefonis-
“normal” esa Argentina ilegítima que sólo podía gene-
rar lo que generó: una violencia del hartazgo, que odia-
ba a la democracia y a todas las instituciones del país
burgués por mentirosas, represivas y huecas.
Pasamos a ver el texto de John Willian Cooke.
comandantes en jefe de las tres armas declararon que
asumían el ‘poder constituyente’ y fijaron los impre-
cisos objetivos de la ‘revolución’, que tienen preemi-
nencia por sobre los textos constitucionales; designa-
ron presidente a Onganía, otorgándole también
facultades legislativas y sin término a su mandato, y
reemplazaron a los miembros de la Suprema Corte.
ta internacional del turno nocturno de la compañía EL CASO NELL, CLAVE PARA EL Por consiguiente el gobierno no prestó juramento
estatal de comunicaciones, lo conectara con los PROCESO POLÍTICO ARGENTINO ante el alto tribunal sino que los integrantes de éste
medios de prensa del exterior. juraron acatamiento a la nueva juridicidad (...)
La nota, escrita con un clima intimista, describió Por John William Cooke (1967) ”En un país donde los aviones navales han bom-
todas las sensaciones que Zafran tuvo en la casa de bardeado a una multitud obrera indefensa en Plaza
Tacuara: “En estos días ha de expedirse la Justicia del Uru- de Mayo –y mañana lanzarán rocíos de napalm
“Llegamos con García Lupo a la casa colonial de guay con respecto a la extradición de José Luis Nell, con idéntico ánimo alegre–, donde se movilizan
la calle Tucumán, donde tiene su sede Tacuara. En requerido por las autoridades argentinas como pre- los tanques contra la protesta obrera, donde cada
la semipenumbra subimos las escaleras que condu- sunto integrante del comando del Movimiento prócer castrense moviliza ‘su’ guarnición o ‘su’
cen a los altos. Allí nos encontramos, en un corre- Nacionalista Revolucionario Tacuara que asaltó el barco en las confrontaciones internas por el poder,
dor, frente a varias puertas herméticamente cerra- Policlínico Bancario de Buenos Aires en agosto de la única violencia que causa escándalo es la de
das. Golpeamos a una de ellas y alguien nos observó 1963. A los efectos de ese pronunciamiento, es irre- Nell, mala plusvalía.
por una pequeña mirilla practicada en la puerta. levante el que Nell haya o no cometido los hechos ”Desde la Argentina, una regencia de bayonetas
Reconocido mi acompañante, se nos franqueó el que se le imputan: lo que se discute es si fueron per- que tutela los privilegios de dentro y de fuera exige la
acceso a una habitación en la que un calentador de petrados con fines políticos, puesto que las leyes núcleos paramilitares, lejos de ser dispositivos de sus acciones, eso es lo que distingue a los activistas fin, estamos en que son peores que los criminales. remisión de un prisionero de guerra que escapó a sus
alcohol hacía irrespirable el ambiente. La estancia excluyen expresamente la extradición por delitos combate revolucionario, eran engranajes del ‘Esta- revolucionarios, y no la prueba de que son personali- Igualmente errátil es la lógica que descalifica como guardias de hierro. Las saturnales revanchistas son
lucía una más que franciscana pobreza de medios. políticos o por delitos comunes conexos con lo polí- blishment’, que fustigaban al imperialismo pero lo dades aberrantes. El ideal perseguido puede parecer simulaciones los fines subversivos proclamados; para catarsis para estas ciudadelas del Occidente imperial,
Sobre una de las paredes se ubicaba un histórico tico, ya sea que formen parte de la ejecución del acto servían con una práctica inspirada en las consignas horroroso a los que pertenecen al sistema de valores luego señalar que su práctica pone en peligro el acechadas por hordas oscuras cuya irrupción presa-
retrato del abrazo de José de San Martín con Ber- político o ejecutados en forma aislada pero con obje- del ‘occidentalismo’ y orientada por energúmenos de atacado, pero el rebelde tampoco concibe como orden constituido. Lo que equivale a decir que los gian signos intranquilizadores.
nardo O’Higgins flanqueado por un retrato de Juan tivos políticos. Es un principio intangible y universal sacristía, rezagados del milenio corporativo, nostálgi- ‘normal’ el acondicionamiento espiritual en el seno MNRT lograban como revolucionarios los fines que ”Además, Nell es un militante revolucionario, es
Manuel de Rosas y la efigie de José Antonio Primo que tutela los derechos humanos del asilado, y que cos medievales y agentes de los Servicios de Informa- de una estructura socio-política injusta y deforman- simulaban como pseudo revolucionarios. Bravo. decir, un subversivo que pretende esconder que el
de Rivera con un escudo de Falange en el ángulo los despotismos buscan burlar fraguando procesos ción. te, ni que esas almas frígidas sean la pauta, para Finalmente, los tribunales argentinos pueden confi- poder económico y el poder de fuego son monopo-
superior derecho. Un joven rubio, que hablaba cas- comunes a sus enemigos expatriados. ”Nell, ligado directamente a la lucha de la masa medir los ‘desajustes’. No pretendemos que nuestros nar a quienes atentan contra los cimientos de la lios sagrados en ese mundo de pequeños déspotas sin
tellano con un marcado acento alemán, nos invitó a ”La requisitoria de la dictadura argentina es tan trabajadora y capaz de asimilar críticamente los datos salomones aborígenes compartan ese punto de vista sociedad al octavo círculo del infierno carcelario; lo cabeza, de arcángeles blindados que vigilan la insu-
sentarnos. García Lupo lo hizo sobre un sillón cristalinamente improcedente que presupone magis- de la realidad contemporánea, fue uno de los prime- de los marginales, pero aun dentro de la juridicidad que no pueden es hacer de eso una causal de extradi- misión de las masas hambreadas, de adoradores de
cubierto por un poncho rojo, cuyas gradas estaban trados uruguayos carentes del más elemental buen ros en tomar conciencia de que, en nuestras naciones del statu quo, el inconformismo integral no puede ción, pues si en algo coinciden los juristas de todo el fetiches, de payasos solemnes, de respetuosos de la
compuestas íntegramente por esvásticas negras. Yo, sentido o susceptibles de ser inducidos a violentar los dependientes, no hay nacionalismo de derecha posi- reducirse a fenómeno de patología psicológica; y una mundo es en que ese tipo de infracciones son políti- respetabilidad, de púrpuras y togas tendidas para que
a mi vez, sobre un destartalado mueble, cubierto preceptos legales y la tradición jurídica de su país. ble, y, con ese punto de partida, concluir que a esta infracción a la ley es política o no de acuerdo con cas por excelencia. no se vean las verdades peligrosas”.
por arpilleras, procedí a acomodarme (...) ”No pretendo leer en la brumosa interioridad de altura ni siquiera es posible un nacionalismo bur- criterios elaborados por la ciencia penal, y no de
”Estimé que las edades de los jóvenes que vagaban las mentes gorilas: cabe también la hipótesis de que gués. Esa evolución determinó que un grupo se sepa- acuerdo con requisitos que un magistrado fije por su Violencia sagrada y violencia John W. Cooke
por el departamento aquel día oscilaban entre los 13 esa demostración de menosprecio no refleje una con- rase de Tacuara –que en 1963 era la más poderosa cuenta para que una concepción merezca la calidad desfachatada Acción Revolucionaria Peronista
y los 22 años. Uno de ellos era Rodolfo Galimberti. vicción real sino que sea una astucia primitiva con la organización derechista– para formar el Movimiento de lo político. [Publicado en Marcha, 1967]
Me asombré de que no se tutearan entre ellos. Ya finalidad de prolongar la detención de Nell y some- Nacionalista Revolucionario Tacuara (pronto cono- ”Para sustentar ese frívolo diagnóstico, ¿qué ele- ”Veamos qué régimen inefable de convivencia
había pasado una hora desde nuestro arribo. García terlo a los perjuicios de una tramitación semejante. cido como “la Tacuara de izquierda”), del cual Nell mentos de juicio objetivos permiten afirmar que los estuvieron por corroer las modestas hazañas de estos La pluma brillante de Cooke (qué bien escribía ese
Lupo, hechas las presentaciones, se había retirado. A Aparte de que estamos seguros de que esa tentativa fue figura destacada y miembro de la delegación que móviles invocados son simples ‘pretextos’, ‘una reos. Cuando delinquieron, en la Argentina estaban gordo inteligente, asertivo, corajudo y sarcástico, ¿no?)
la habitación entraban y salían camaradas. Hacían el correrá la suerte que se merece, para nada podemos viajó a China y otros países revolucionarios; rápida- cobertura supuestamente ideológica?’. Cabría supo- cerradas las vías legales de expresión popular, y la explica lo esencial del caso Nell. Nosotros, en el final de
saludo nazi a su jefe y se retiraban. Pero ahí ya no se gravitar en un litigio que se dirime en el ámbito mente se completa el tránsito hacia los planteos más ner que se apoya en la constancia de que los MNRT acción directa era la única política que quedaba. Fue la entrega anterior, le reprochamos las dos muertes del
podía hablar con tranquilidad. De manera que se forense. Pero precisamente porque es un problema radicales: el carácter global de la lucha liberadora del invirtieron el producto del atraco para fines persona- ese carácter falseado de la representatividad demo- Policlínico. Bien, insistimos. Toda muerte es un escán-
decidió continuar el reportaje en un café cercano al político, nos interesa exponer sus datos esenciales, Tercer Mundo, la Revolución Social y la liberación les, o en bienes suntuarios, timbas, orgías, perfume crática la que invocaron las Fuerzas Armadas para dalo. Pero atención: que nadie crea que Onganía tenía
comando de Tacuara. Mientras bajábamos las esca- que contribuirán a la comprensión de la realidad nacional como aspectos indisociables de un proceso francés, mulatas incandescentes y otras delicias de la dar el golpe de junio de 1966. Al fin y al cabo, lo más derecho a matar que Nell. Onganía encabezaba
leras nuevos imberbes camaradas saludaban a su argentina, velada aún por tenaces equívocos y malen- único, el papel de la Revolución Cubana, etc. opulencia. Pues, no: el mismo juez se encarga de mismo que se planteaban Nell y los suyos, con la un orden subversivo, ilegal. Era el jefe retrocatólico,
jefe, quien respondía displicentemente. Los genera- tendidos. ”Teniendo presente esta ubicación ideológica, el informarnos, en otro pasaje de su fallo, que ‘se trata diferencia de que, no disponiendo del instrumental cursillista, adorador bobo de la Virgen María, que
les no dan demasiada importancia a la venia... Sen- ”Así mientras basta la existencia de un móvil polí- ‘caso Nell’ entra en su verdadera perspectiva, desde de una verdadera sociedad criminosa que ora con bélico del Estado, tuvieron que recurrir al asalto para asaltó un Estado vacío, que vino a seguir manteniendo
tados a una mesa comenzó la segunda parte de la tico para que la extradición sea ilegal, independiente- la praxis insurreccional hasta el ensañamiento repre- propósitos de índole insurreccional, ora con el pro- armarse. Pero desde el punto de vista técnico, eso en la ilegalidad del oprobio a las mayorías y a su jefe.
entrevista. Baxter y Ezcurra apuraron sus dobles mente de cuál sea la concepción ideológica sustenta- sivo y este pedido de extradición en base a funda- pósito de allegar fondos, armas, municiones, y otros tampoco rompe la similitud de ambas situaciones Vamos a decirlo claro: todas las muertes que generó
ginebras y respondieron a todas las preguntas del da esto es lo más importante para nosotros. La tra- mentos que, por el contrario, demuestran su impro- elementos para la consecución de objetivos declara- jurídicas: el dinero del Policlínico Bancario pertene- el Estado gorila, que reinó desde 1955 hasta 1973,
extenso cuestionario. yectoria de Nell ejemplifica la de muchos jóvenes cedencia. dos por sus integrantes, proyectó y llevó a cabo cía a los tacuaras tanto como pertenecen a los milita- fueron asesinatos. Ese Estado no podía asumir la jus-
”Los dos repitieron durante la entrevista algunos que iniciaban su vida política hace más o menos una hechos de carácter delictivo...’. Como señala el letra- res las armas que paga el pueblo para defender su ticia porque era la negación de la misma. Porque
de los latiguillos habituales de Tacuara. Que no década, en medio de las frustraciones de una Argen- Los barullos del surrealismo do defensor de Nell, es imposible hacer una descrip- soberanía y que ellos utilizan para despojarlo de esa había surgido de la injusticia. Toda muerte –aun la
eran antisemitas sino antisionistas, porque el sionis- tina manejada por una minoría rapaz que abdicaba jurídico ción más exacta de lo que la doctrina penal considera soberanía y hacer con el país lo que se les da la gana. del más desdichado y triste delincuente– era un asesi-
mo, decían, es una forma de imperialismo. Tam- nuestra autodeterminación política y económica, delitos políticos conexos. La raíz de las contradiccio- “Las FF.AA., responsables de la deformación nato. Porque a ese hombre lo mataba un Estado ile-
bién amenazaron con que el movimiento todavía mientras el pueblo, superexplotado y proscripto, no ”El juez argentino que condenó al grupo del nes e incongruencias es política, y está explícita en representativa durante once años, no vacilaron en gal. Una dictadura anticonstitucional. Suponemos
no había comenzado a agredir y que el día que lo lograba traducir su protesta en una lucha efectiva MNRT sostiene que no son delincuentes políticos otro parágrafo del dictamen judicial. Esta especie de hacer mérito de esa anomalía para justificar el alza- que esto habrá de golpear fuerte en los corazones libe-
hiciera los resultados serían terribles. A su vez, ata- por la toma de poder. Debo omitir referirme al com- sino ‘seres inadaptados que con el pretexto de móvi- organización delictiva es más peligrosa y amenaza miento contra el gobierno civil (elegido en comicios rales y antiperonistas, pero es hora de que lo sepan:
caron verbalmente a la Guardia Restauradora plejo de circunstancias que llevó a un sector de la les sociales o patrióticos dan rienda suelta a pasiones tomar un incremento mucho mayor por los recursos presididos por los militares y con proscripción de los gobernaron en medio de la más profunda inconstitu-
Nacionalista ya que, según ellos, predicaba una juventud a ver en las organizaciones nacionalistas de criminales realizando acciones que algunos tratan de de que se vale y los medios que emplea, que las sim- candidatos mayoritarios). Lo sorprendente es que el cionalidad desde 1955. Su reino fue el del decreto
especie de nacionalismo conservador, mientras que extrema derecha el camino para terminar, por medio persuadirse a sí mismos como de carácter epopéyico ples bandas criminales que actúan sin esa cobertura golpe triunfante, en lugar de redimir esos vicios de la 4161. Todos: los gorilas como Aramburu y Rojas, los
Tacuara por el contrario representaba el nacionalis- de la acción directa, con este estado de cosas. Pero, o justiciero...’. supuestamente ideológica, razón por la cual debe práctica política, arrasó con todo el dispositivo de “inteligentes” y pactistas como Frondizi, los sumisos e
mo revolucionario. Para ellos, Nasser era marxista y en la medida que los impulsaba un auténtico fervor ”Ese buceo en la psiquis de los procesados está combatírsela más severamente porque hace peligrar participación ciudadana en la elección de los manda- insignificantes como Guido, los buenos y dulces como
un soldado de la liberación nacional, egipcia y popular y patriótico, fueron percibiendo la naturale- reñido con las normas de imparcial administración los cimientos de nuestra sociedad. tarios del estado, disolvió los partidos y convirtió en Illia, los brutos y los toscos como Onganía, los caídos
árabe. El panarabismo decían que era un ejemplo za de ese nacionalismo violento, reaccionario y fol- de justicia y constituye una fuga hacia la arbitrarie- ”Primero eran delincuentes comunes; luego resul- delito toda actividad política, aún pacífica y tradicio- del cielo, los alien como Levingston y los furiosos
para el movimiento, ya que quería de la misma klórico, que tras el fuego de su retórica no ofrecía un dad de las afirmaciones infundadas. Por lo pronto, tó que eran comunes pero no tanto, y hubo que nal. Como caso de ‘simulación’, éste alcanza propor- negociadores como Lanusse gobernaron en medio de
forma que ellos la unidad latinoamericana. Finali- programa revolucionario sino saldos y retazos ideoló- son los propios protagonistas quienes deben estar fijarles un limbo clasificatorio que los separaba del ciones de maravilla. Detrás de este atropello está la la ilegalidad constitucional. En medio de la proscrip-
zaron expresando que estaban completamente de gicos trasplantados a los fascismos europeos. Sus ‘persuadidos del carácter epopéyico o justiciero...’ de hampa pero sin entreverarlos con los políticos; por crisis permanente del sistema capitalista argentino, ción de las mayorías. Son los grandes culpables de la
II III
violencia. Los que la generaron desde el sofocamiento transporte hacia la acción, Baxter llevaría a cabo un conoce a fondo su pensamiento teórico. Seduce a todo
de la libertad social y política. periplo increíble entrevistándose con Perón en el mundo. Debió haber sido arrollador el gordo.
Madrid, con Nasser en El Cairo y con Ben Bella en ¡Guerrillero y amante de Ava Gardner! A ver, ¿quién
JOE BAXTER, SÍMBOLO Argelia. En su paso por España tendría un romance iguala eso? Lo invitan a China. Tiene seis meses de
DE UNA ÉPOCA circunstancial con la actriz Ava Gardner, y nueva- entrenamiento a su disposición.
Por Esteban Crevari, mente en Uruguay (en la localidad de Punta Carre- Baxter, se insiste, es un personaje cinematográfico.
en PaísGlobal, 2003. tas) procedería a reunirse con el ex presidente brasi- Hay que filmar su vida. En verdad, los personajes cine-
leño Joao Goulart, quien en ese momento también matográficos en toda esta historia sobran. El motivo es
“Los episodios vinculados al fenómeno de la insu- se encontraba en Montevideo en calidad de exiliado. simple: toda la historia es cinematográfica. Es una
rrección armada protagonizados por las organizacio- ”Su peregrinar no terminaría allí. Viajaría a China enorme tragedia. Pero Baxter podría poner eso que los
nes guerrilleras argentinas cuentan –al menos desde para recibir entrenamiento militar y posteriormente cineastas y los editores de las editoriales llaman el
el retorno de la democracia– con abundante infor- se haría presente en Vietnam, donde disfrazado de “comic relief”. El alivio del momento cómico, el toque
mación literaria y documental. militar ingresaría al club de oficiales del ejército nor- de comedia. Aquí lo tenemos, invitado por los vietna-
”Aquellos que cuentan con un particular interés teamericano acantonado en Saigón. Por tal suceso mitas, recorriendo el frente de combate. Viste un uni-
sobre esta compleja e intrincada etapa de la historia Ho Chi Minh lo condecoraría con una medalla al forme verde que le dieron. Está feliz, en su salsa. Se
argentina, pueden llegar a coincidir en una cuestión valor. En 1968 viajaría a Cuba con su compañera mete en la selva espesa del Vietcong en busca de nortea-
singular: toda vez que se procede a releer a las diferen- boliviana Ruth, y allí nacería su hija Mariana. mericanos. De pronto, ¡un ruido ensordecedor! Son
tes y profusas publicaciones, siempre ofrecen algún ”En junio de 1970 Joe Baxter llevaría a cabo un aviones de la marina yanqui que arrojan sus bombas.
nuevo detalle desde donde resulta posible repensar a nuevo giro. A partir de la amistad con Mario Rober- Desde las trincheras, los vietcong responden con sus
uno de los ciclos de mayor movilización social y de to Santucho viajaría a las islas Lechiguanas en el morteros. Siempre una guerra desigual. El combatiente
mayor virulencia que registramos como país. extremo norte del Delta del Paraná, para formar que está junto a Baxter ¡muere! La esquirla de una
” Las primeras impresiones que se establecen al parte de la fundación del Ejército Revolucionario del bomba le borra la cara. Baxter no duda un instante:
adentrarse en dicha temática, coadyuvadas por los Pueblo durante el desarrollo del V Congreso del Par- ocupa el lugar del soldado y empieza a disparar contra
estigmas y la cristalización de la historia convencional, tido Revolucionario del Pueblo. Su participación no los yanquis. Aquí lo tenemos: de cagar judíos a cadena-
tienden a reafirmar los esquemas políticos y doctrina- estaría limitada a una mera presencia física: junto a zos, de apedrear sinagogas, de empezar a descifrar el
rios de las diferentes organizaciones juveniles (junta- Santucho modificarían sustancialmente el documen- peronismo, a disparar furiosamente contra los aviones
mente a los modos de operar en materia de acción to original que previamente había redactado Urteaga norteamericanos en plena selva vietcong. Todo termina.
directa), como a los perfiles de los máximos protago- para la consideración del plenario de delegados. Agarra un casquillo de mortero y después, en Montevi-
nistas y responsables políticos en un parcializado con- ”En septiembre de 1970, se daría lugar al ‘bautismo deo, se lo regala a Gladys Pérez de Iriarte, apellido que
texto político de época. Es que probablemente lo más de fuego’ de la nueva organización portadora de una popular no da, en cuya casa se hospeda en Montevideo.
atinado se vincule con empezar a pensar la historia estrella roja de cinco puntas como estandarte. El blan- Pero falta lo mejor. Lo sublime. Su hazaña corre de
desde lo que fue: una verdadera tragedia. co elegido sería la Comisaría 24 de Rosario, y en boca en boca entre los combatientes heroicos de Viet-
”Como bien se desprende de los diversos trabajos dicho acto morirían dos agentes policiales. Dicho epi- nam del Norte. Ese gordo argentino tiene un coraje
publicados por el Doctor Arnoldo Siperman, funda- sodio dio lugar a la primera crisis interna de la organi- excepcional, dicen. No sé cómo se dirá “pelotas de
mentalmente aquel en donde analiza el pensamiento zación, donde Baxter criticaría ácidamente el proceder acero” en vietnamés, pero algo así le deben haber dicho
trágico desde la óptica de Isaiah Berlin, la tragedia por las bajas ocasionadas. Dicha crítica no quedaría a Ho Chi Minh. Y aquí viene lo increíble. ¡Ho Chi
griega fue un recurso desde el cual se canalizaban inadvertida ya que la animosidad hacia Rafael se Minh lo condecora por su coraje! ¡El gordo Baxter se
representaciones concretas de determinados conflic- incrementaría. Al desdén del que resultaba objeto por vuelve a América latina con una condecoración de Ho
tos de los que la política como actividad esencial de su eventual inconsecuencia y charlatanería, se agrega- Chi Minh! Créase o no, éstos eran también símbolos de
la vida pública no alcanzaba a dar cuenta. La vida y ría ahora el calificativo de ‘morenista’ (propio de quie- la época (Alejandra Dandan, Silvina Heguy, Joe Bax-
la muerte; la vejez y la juventud; el complejo de nes expresaban una ‘línea blanda’ semejante a la que ter, del nazismo a la extrema izquierda. La historia
Edipo; constituyen algunos ejemplos en los que la desde Palabra Obrera esgrimiese Nahuel Moreno en secreta de un guerrillero, Norma, Buenos Aires, 2006,
dramatización griega daba cuenta de ciertas díadas tiempos de organización del PRT). pp. 218/219).
propias de la condición humana. ”Aunque permanecería un tiempo más como res- En fin, es una pena. Baxter “terminó muy lejos de
”Los sucesos comprendidos en el período que ponsable de ciertos operativos delegados por la con- Alberto Ezcurra Uriburu, el otro fundador de
transcurre entre 1955 y 1983 merecen ser vistos de ducción central del ERP, con destinos internos y en Tacuara, quien finalmente se ordenó como cura en
acuerdo a dicha óptica. Así como la tragedia del el exterior (Chile), poco a poco Baxter sería margina- el seminario de Paraná. Desde el púlpito fue un
fenómeno insurreccional se inscribe fundamental- do de los ámbitos de decisión. En 1971 sería separa- defensor del golpe militar de 1976 y un crítico de
mente en términos ambientales, la violencia consti- do del Comité Ejecutivo acusado de ineficiencia. La quienes pedían por los desaparecidos de la dictadu-
tuye el fluido que se deriva directamente de un crisis se incrementaría aún más como consecuencia ra” (Dandan y Heguy, cuyo trabajo es, hay que
contexto en el que la convulsión fue la regla más de las críticas propinadas a los fugados del penal de decirlo, excelente, algo lateral porque Baxter se late-
que la excepción, junto a un colectivo desdén por Rawson, a los que responsabilizaba de haber abando- ralizó, pero una investigación de gran nivel, Ibid., p.
toda forma asimilable a la democracia como forma nado a sus pares posteriormente asesinados. 399). Acaso este vertiginoso personaje no encuentra
de vida. ”Víctima del descrédito y probablemente también la muerte que merecía. Viaja en un Boeing de la
”Es lógico suponer que en aquel medio turbulen- preso de una singular ansiedad, Baxter abandonaría empresa brasileña Varig y, el 21 de julio de 1973,
to surgieran individuos motivados existencialmente el ERP luego de una escisión interna de la que surgi- cinco minutos antes de aterrizar, el Boeing se come
por una pulsión primordial: el protagonismo como ría la fracción ERP-22 de Agosto (que cobraría cele- la pista y todo termina en una tragedia que se lleva la
derivado de la acción directa; o como se solía afir- bridad a partir del asesinato del almirante Hermes vida de Baxter. Siempre que un activista revolucio-
mar: la primacía de la praxis. Lo que probablemente Quijada en 1973) y PRT Fracción Roja, a la que el nario tiene una muerte “no gloriosa” se impone pos-
hoy pueda ser incluido dentro de los cánones de un incansable personaje en cuestión se sumaría por tular la existencia de una mano negra en el evento.
comportamiento eminentemente errático, al menos poco tiempo más. Lo mismo con Juan García Elorrio, el director de
a la luz de cierto eclecticismo ideológico, resultó en ”Joe Baxter fue sorprendido por la muerte de una Cristianismo y revolución, que lo atropelló un auto y
aquellos tiempos un fenómeno muy usual. Es el manera que probablemente pueda ser absolutamente se acabó. Todos, aún, dicen: “circunstancias sospe-
caso que se desprende de un singular personaje homologable al desenfreno de su vida. El 11 de julio chosas”. También de Baxter: habría sido “sospecho-
como Joe Baxter. de 1973 el avión que lo conducía a Francia se estre- so” el accidente del avión de Varig. Qué se puede
”Sus primeros pasos de actividad política fueron llaría en el aeropuerto de Orly”. decir. Si se muere un escritor o un profesor de socio-
en la organización Tacuara, de neto corte naciona- logía nadie ve manos negras por ningún lado. El
lista, católica anticomunista, antidemocrática y Alejandra Dandan y Silvina Heguy han emprendi- boludo cruzó mal la calle o tomó el avión que no
antisemita del que surgirían años después destaca- do la loca tarea de biografiar la vida de Baxter. debía tomar. Aunque hayan sido militantes revolu-
dos cuadros de Montoneros; fundamentalmente en “Loca”, digo, porque hay que tener ganas para meter- cionarios. Nadie dice que Barthes fue víctima de
la agrupación Tacuara del Colegio Nacional de se con semejante tipo que, al fin, no pasó de ser un alguna conjura. No, él, un semiólogo, no vio el
Buenos Aires. colorido símbolo de época. Pero es cierto que la refleja semáforo y cruzó mal: lo liquidó el camión de una
”En 1962 y desde dicha organización, Joe Baxter en muchas aspectos. Creo que el Baxter que siguió lavandería. Murió como un boludo. Un pensador
–también conocido con el nombre de guerra Rafael– adelante –al no morir absurdamente como el verda- puede morir así. Precisamente por eso: porque piensa
cobraría cierta notoriedad a partir del millonario atra- dero– fue Galimberti, que cumplió un periplo aún demasiado y se distrae. Pero, ¿un revolucionario?
co perpetrado al Policlínico Bancario. Aunque nunca más sorprendente. Nunca. A un revolucionario lo tienen que matar.
del todo aclarado, lo extraído habría sido destinado a En la biografía de Dandan y Heguy hay un pasaje Tenemos que poder llorar sobre su cuerpo otra infa-
acrecentar los fondos de la causa nacionalista. exzcepcional en el que Baxter logra visitar a a Perón en mia del imperialismo. Hay una negación algo infan-
”Con idéntico compromiso, Baxter posteriormen- Puerta de Hierro. Justo ese día, Perón recibe una invi- til ante la muerte errática de estos personajes. Como
te asumiría posiciones opuestas –aunque similar- tación de Ho Chi Minh para enviar a uno de los suyos si todos merecieran el calvario de Guevara y la espec-
mente radicalizadas– que lo llevarían a revistar cerca a un encuentro de guerrilleros en Hanoi. (Como vemos: tacular foto del piletón de Vallegrande. Y bueno, no.
del Movimiento Tupamaros del Uruguay, funda- también Ho Chi Minh consideraba a Perón de su También los grandes aventureros se mueren por
mentalmente como consecuencia de un obligado lado.) Perón no tiene nadie a mano y, de pronto, repa- cualquier cosa. Hasta por pisar el jabón en el baño y
exilio en Montevideo mientras huía de la Justicia ra en Baxter. “¿Usted es guerrillero, no?” “¡Por supues- romperse la cabeza con el filo del bidet.
PROXIMO argentina. to, General!” Y ahí va Baxter hacia Vietnam. Nos espera otra cara de la Juventud Peronista. No
”Sin embargo el verdadero desenfreno recién Llega a Hanoi, que era una fiesta. Desbordaba de menos fascinante, no menos estridente, no menos
DOMINGO
comenzaba. Uruguay sólo sería un punto de perma- revolucionarios, de hombres dispuestos a cambiar el sobredeterminada, poderosa. Con menos armas, con
nencia transitoria mientras se volcaba a viajar por el mundo por medio de las armas. Baxter está como pez menos tiros, pero con más ideas, creo.
Las mundo con pasaporte falso a fin de preservar eficaz- en el agua. Entra en contacto con la delegación
“genialidades” mente su identidad. Desde esa vida extremadamente china. Les dice que él es un peronista marxista, un Colaboración especial:
del viejo vertiginosa, donde la ideología sólo representaba un erudito en el pensamiento de Mao Tse-tung. Que Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 23 de noviembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


54 Las “genialidades” del Viejo

Suplemento especial de

PáginaI12
LAS DOS MINAS DEL GENERAL Brascó haciéndose un banquete en una radio, analizando las Nacional. Tenía nombre de antibiótico: Frecilina. Desde ese ces, ¿para Tosco no debe haber nada mejor que Rucci? ¿Para sino por la salvación de la patria. Si es por eso, no hay pueblo Si el pueblo no es escuchado, si no participa del gobierno, si
CARCAGNO diferencias entre “Cagaso” y “Cagazo”. Trágico era asimismo frente se opone al GAN de Lanusse. Quienes buscan acercar- un villero no debe haber nada mejor que el policía que lo más unido que el argentino. La frase de Perón era otra vez la es pasivo, si sólo se lo reprime en lugar de comprenderlo, la
Perón, los veteranos le decían “el general”. que la mayoría de los afilados analistas no podían lucirse se al GAN son denunciados como “integracionistas”, “conci- revienta a palazos? ¿Para un militante no debe haber nada vieja frase de la unión nacional de todos, de todos los que violencia surge inevitable”. Sigue el reportaje de Esquiú: “Lo

A Pero los muchachos de la JP –afectuosamen-


te– le decían “el Viejo”. El Viejo era sabio. El
Viejo se las sabía todas. Había una cierta fas-
cinación con ese “viejo” que a la distancia
manejaba el caos inherente al justicialismo. Perón asume esa
condición de genio de la política. Su “ajedrez madrileño”
tiene ese talante. Es el hombre que, desde la lejanía, desde el
demasiado porque les era imposible decir por radio la palabra
“cagazo”. No eran los tiempos del fascismo guarango de hoy
o de las minas liberadas que putean a diestra y siniestra. No
se decían esas cosas. Pero los Montos eran –además de todo–
“niños terribles” y otra de sus modalidades subversivas era
apelar a las palabras negadas por el “buen gusto” de la bur-
guesía. Hoy, eso no asusta a nadie. Hasta se escriben largos y
liadores”, “dialoguistas”. Horacio González inventa una pala-
bra: “lanusardos”. ¿Qué buscaba Lanusse? Una propuesta de
integración. Pretendía manejarla él y el peronismo ya estaba
muy fuerte como para cederle ese privilegio. Pero es impor-
tante establecer, lo más claramente posible, la diferencia entre
“gorilas” e “integracionismos”. Escribe Horacio González, en
caliente, en pleno octubre de 1972, a un mes del primer
mejor que un empresario? ¿Para un torturado no debe haber
nada mejor que un torturador? ¿Para un obrero no debe
haber nada mejor que su patrón? La consigna del Viejo era
insostenible. Eso lo sabían todos. Teóricamente, lo sabía muy
bien Perón, que era un maestro de las antinomias irreducti-
bles: patria y antipatria, pueblo y antipueblo, peronistas y
antiperonistas, propios y contreras, leales y traidores, etc.
nunca se han unido ni pueden ni podrán unirse porque viven
bajo un sistema que postula la necesaria desigualdad entre los
hombres. Y no sólo la postula sino que la aplica. Funciona
así: des-igualando a los hombres. Perón ni siquiera recurría a
la unidad de todos aquellos “objetivamente enfrentados al
imperialismo”, que fue siempre la consigna de la “causa
nacional” que logra unir a las burguesías nativas con sus cla-
que hace falta es destruir una estructura social injusta y obso-
leta y reemplazarla por una estructura social construida sobre
bases justas y equitativas” (Pigna, Ibid., p. 172). Hablaba
como un peronista: “Una estructura social construida sobre
bases justas y equitativas” es una frase peronista. Aramburu se
les había extraviado. Estaba, para sí mismo, en un lugar exce-
sivamente peligroso. A la izquierda del régimen gorila que él
otro lado del océano, maneja todos los hilos. Hay dos chistes acaso pretenciosos ensayos apelando a las malas palabras. regreso de Perón: “La herencia de la Revolución Libertadora Pero no le importaba: él daba órdenes. Decía a quién amar y ses pobres en los países periféricos. No: Perón pide la unidad inauguró y a la derecha de los jóvenes rebeldes que su régi-
memorables. Llevo años diciendo que los chistes añaden Este, por ejemplo. Pero, cómo no. Es parte de la materia tra- se compone de la disputa sobre si quien conduce la lucha a quién no. Ahora, de golpe, debían amarse todos. La izquier- imposible. La unidad del congelamiento. La que beneficia a men gorila engendró. Pareciera alguien que selló su propia
conocimiento, que revelan más que algunos hechos el sabor, tada la habitualidad carajeadora. (Escribimos sobre el pero- contra el peronismo ha de ser el gorilismo o el integracionis- da no peronista disfrutaba la cosa: ¿cómo se hace una revolu- los dueños del poder. Y eso lo descubría cualquiera. Más aún suerte. Ya no les hablaba a los gorilas con el lenguaje de
el colorido, la intransferible atmósfera de una época histórica. nismo, carajo.) Lo que llevó a lo sublime la tapa del Desca fue mo. El enfoque gorila supone básicamente una visión del ción en un país donde para cada uno de sus habitantes no la izquierda peronista y sus críticos erpianos, que bien podían Aramburu, sino con el de Perón. Y les hablaba a los Monto-
Cuando Perón colisiona con la conducción de Montoneros, el error de ortografía. No faltará quien diga que fue delibera- peronismo en términos de ‘ilegalidad’, lo que en el plano de debe haber nada mejor que otro? ¿Ya no hay contradicciones? disfrutar de este Perón burgués, amigo del régimen, que neros con el lenguaje de Perón, pero era Aramburu. En los
cuando, luego de Ezeiza, cuestiona a la ex “juventud maravi- do. Si lo fue, la idea rozó lo genial: nadie, durante un tiempo, las formas de procedimiento político se traduce en una per- ¿No más régimen y pueblo? ¿Y la lucha de clases? ¿Ya no hay venía a dar la mano que se le pedía. Una mano para la estabi- dos lados era el hombre inadecuado en el momento inadecuado.
llosa”, aparecen dos chistes que surgen de la militancia de habló de otra cosa. Y, según vemos, todavía hablamos de ella. cepción de ‘guerra civil’, precio indispensable para depurar y lucha de clases? ¿Ya no hay patrones? ¿No hay oligarquía, lidad burguesa, para la integración, para frenar la violencia, Esto selló su tragedia. Sólo dejemos que diga algo más: “Los
superficie o tal vez de esa usina crítica poderosa que era la Había gente con talento en la orga. ¿A quién se le habrá ocu- recuperar el control de todos los mecanismos del Estado que empresas transnacionales, Ejército? Perón proponía el pacto para establecer en lo posible una incipiente democracia luego disturbios sociales se desencadenan por enfoques políticos
revista Militancia, que dirigían Ortega Peña y Duhalde. Uno rrido si el error fue deliberado? Hay genios para elegir. habían sufrido una radical transformación durante el poder social, que era su versión del GAN. De donde podemos de tantos años de luchas sin frutos, o con frutos muy amar- desacertados. El gobierno no escucha al pueblo”. ¡Esto, a un
de ellos decía que Firmenich y Quieto estaban siendo ahorca- Walsh, Urondo, Gelman y, desde luego, Oesterheld, nada peronista (...). El integracionismo resuelve condicionar la lega- deducir esto: El regreso de Perón se debe a que las clases domi- gos. Aún vendrían peores. año del Cordobazo! Hablaba acerca de los disturbios sociales,
dos por una gavilla de fachos. Y que Firmenich, sereno, con- menos que él. Que ya tenía casi lista La guerra de los antartes. lidad del peronismo en la misma medida que éste se muestre nantes, el Ejército y la Iglesia advierten que el único que puede Hay, así, una continuidad. Aramburu-Lanusse-Perón. Unir no del Día del Ejército. Vestía siempre de civil, claro. Algo
fiado, le decía a Quieto: “No te preocupes. Debe ser otra Nos ocuparemos adecuadamente del querido viejo y su trage- ‘responsable’ para acompañar estrategias de ‘crecimiento eco- hacer el GAN es Perón. Sin duda se decidió lo siguiente: nos a los argentinos. El que lo va a hacer es Videla, asesinando a más: “Hay que buscar la salida democrática que devuelva el
genialidad del Viejo”. El otro es más divertido. Quieto y Fir- dia peronista, montonera, argentina. El Eternauta II es un nómico’ o de ampliación de la base de consenso del Estado. tenemos que jugar la última carta, no hemos podido destruir todos los que están contra él. Así sí: esa unión es posible. La gobierno al pueblo. El poder debe descansar en la soberanía
menich están bajo tierra, enterrados en sus tumbas. Viene texto imprescindible para analizar el peronismo revoluciona- La ‘percepción de guerra civil’ no forma parte de la metodo- ni controlar ni integrar al peronismo desde 1955. El Gran unión de los cementerios, del terror. Videla supo cómo solu- popular” (Pigna, Ibid., p. 172). Decir esta última frase y decir
Perón, se abre la bragueta y mea feliz sobre ellas. Luego se rio de los ’70. Expresado, ahí, por un creador, por un escritor logía integracionista, para la cual lo crucial es la captación de Acuerdo Nacional es una apuesta de Lanusse que él no está cionar esa cuestión. Los que estaban contra él, morían. Los “hay que llamar a elecciones democráticas, con el peronismo
aleja. Se escucha, entonces, la voz de Firmenich: “Che, Quie- genial. Vayamos desde ya rogando a las musas que nos otor- diversos ‘factores’ del peronismo, desintegrándolo como tota- en condiciones de llevar a cabo. El único que puede hacer el que no, vivían y aceptaban. Muertos y cómplices: he aquí la y con Perón si es necesario” era lo mismo. Aramburu buscaba
to”. “¿Qué?” “¿No te dije que el Viejo no nos iba a cagar?” guen el don de estar a la altura de esa historieta trágica, extra- lidad política, social e histórica, para poder captarlo como GAN es Perón. Hay que negociar su regreso sobre esa base: fórmula para la unión de los argentinos. La otra es la de la el Gran Acuerdo Nacional. Lo inventó él. Se le adelantó a
Los chistes intentaban decir que Perón manejaba todo a su viada, sólo comparable –en su demencia creativa– a los más facción” (Horacio González, Gorilas, integracionistas y lanu- usted vuelve, pero no para hacer la revolución socialista que democracia y su respeto por el “diferente”. Una democracia Lanusse. Porque Levingston no hizo nada en ese sentido. Lo
antojo. Que los Montoneros eran unos tarados que le creían altos momentos del Nietzsche de La voluntad de poder. sardos, reflexiones a propósito de la maldición peronista y de la piden sus muchachos, sus formaciones especiales, sus curas sin justicia social no es la “unidad de los argentinos”. Una llamó a Aldo Ferrer y desató una campaña de tintes naciona-
hasta el fin, hasta muertos y enterrados se admiraban de que revolución peronista, Envido, Revista de Política y Ciencias rebeldes. A ellos los viene a controlar. Nosotros lo respalda- democracia con justicia social no existe. Es una utopía. Sería listas contra “los monopolios”. Tapa de Panorama: “Mono-
sólo los meara. Sólo eso, porque cagarlos, nunca. Sin embar- ARAMBURU-LANUSSE-PERÓN: Sociales, octubre de 1972, N 7, p. 35). Muerto el proyecto mos si nos hace el GAN. Sólo usted lo puede hacer. Y es lo el socialismo. Pero ni eso. El socialismo buscó imponer la polios, ¿quién tira la primera piedra?”. De pronto, todo el
go, todo estaba muy lejos de ser así. Perón, es cierto, los que- LA BÚSQUEDA DEL GRAN gorila se impone el integracionista. También que hay que hacer o el país cae en el abismo de la gue- unidad desde el Estado y desde el Partido. No funcionó. El país hablaba de los monopolios. Nadie se lo tomó en serio.
ría cagar y era evidente que hacía todo para hacerlo. Pero los ACUERDO NACIONAL el regreso de Perón (y no sólo también rra civil. Su gente lo pide. El pueblo que lo sigue. único ente libre termina siendo el Estado, en manos de la Lo tiraron de un bofetón, de una cachetada desdeñosa.
Montoneros ya no le creían. Le matan a Rucci y le arruinan Falta para eso. Como sea, los chistes también revelan la fe sino muy especialmente) debe leerse como Los sindicatos. La clase media no violenta. El burocracia y todo sometido a la persona del dictador, al cual, “¿Para qué te pusimos ahí, monigote? ¿Para que la jugués de
el Pacto Social. Lo que Perón quería hacer con los Montone- que se tenía en el Perón madrileño. El Perón de la lejanía. el triunfo del proyecto integracionista empresariado nacional y hasta los más sensatos de para colmo, se le rendirá culto. milico nacionalista que viene a salvar la soberanía de la
ros los Montoneros lo querían hacer con Perón. Sería inge- Ese Perón era imbatible. Su palabra era Ley. Todos necesita- sobre el proyecto gorila dentro de las nosotros. Más no podemos hacer. Sabe que usted no Pero nadie buscaba tanto. El Pacto Social de Perón habría patria?” Asume Lanusse y larga su GAN. Pero le pasa lo
nuo creer que los Montoneros tenían esa fe extrema en él. ban ser validados por él, el Padre Eterno. Esto alimentó una luchas intestinas de la Libertadora. nos gusta ni nos va a gustar, pero alguien tiene que instrumentado un Estado distribucionista, una fuerza sindical mismo que a Aramburu. Perón dice: “No me vengan con la
Un chiste es un chiste. Y los que conté provenían seguramen- trágica megalomanía en Perón. Supongo que debe ser bastan- Era el proyecto que Aramburu dar el paso. Nos equivocamos. Ya no más: vuelva. poderosa, habría custodiado los intereses de los grandes capi- ‘soberanía popular’ ni con el ‘Gran Acuerdo Nacional’ uste-
te de la izquierda erpiana, que reprochaba a los “nacionalistas te inevitable, si se es Perón, creérsela. También, si se es había explicitado a sus secuestra- Pero vuelva para la unidad de la nación. Para el tales (aunque fijándoles topes en las superganancias y obli- des que hace 15 años que pisotean eso. Se acordaron tarde. El
burgueses” montoneros su fe en Perón. Así, cuando la Ten- Perón, si se es, como pretendía serlo, un viejo sabio, esa sabi- dores. Al tercer día de su secues- GAN. gándolos a la reinversión y al distribucionismo), habría nego- único que puede hacerlo soy yo. ¿Quién fue la víctima del
dencia hace con el Ejército, por medio del general Carcagno, duría debiera prevenirlo, decirle que existen obstáculos en la tro, el domingo, sale en la revista ciado con los dueños de la tierra, alentado entusiastamente el arrasamiento de la soberanía popular? Yo. ¿A quién quiere
adicto a la orga, el Operativo Dorrego, aparece en Militancia realidad, que no todo se somete a los arbitrios de un líder por Criterio un reportaje en que lo aclara PERÓN: “UNA SOLA CLASE desarrollo de la pequeña y mediana industria y habría prote- incorporar ese Gran Acuerdo Nacional? A mí. Bueno, no se
el que acaso sea el mejor de los chistes de Tendencio, un per- más respaldo popular que tenga. Ese general sabio, ese políti- sin vueltas. El reportaje se había hecho DE ARGENTINOS” gido, dentro de la larga tradición del movimiento, a los traba- molesten. Esas tareas me corresponden. Soy yo el que debe
sonaje con el que en la revista de Ortega Peña y Duhalde se co genial, que todo podía contenerlo, controlarlo y totalizar- antes, como es lógico, sólo es llamativo De aquí que ya el 21 de junio –al día siguiente de jadores. De traje blanco, en la cabecera de una larga mesa, protagonizarlas y desmantelar la Argentina gorila y excluyen-
reían de la Jotapé y sus planes con Perón. Se ve a Tendencio lo, se veía muy favorecido por estar fuera del sistema político que apareciera precisamente cuando Ezeiza– Perón diga con brutal claridad: “El Justicia- aún lo recuerdo a Perón reunido con empresarios y diciéndo- te que ustedes crearon”. ¿Qué podía decir Lanusse? Que sí,
(que era sólo una línea sólidamente trazada que daba la ima- argentino, fuera de la escena. Todo se unificaba en Perón. Aramburu estaba en manos de sus lismo, que no ha sido nunca ni sectario ni excluyen- les: “En nuestro país no puede haber sumergidos. Eso no lo como lo hizo. Pero con una condición: “Usted, Perón, viene,
gen de un hombrecito tonto, terriblemente cándido) atado a (Nota: Esto es lo que Ernesto Laclau llama significante vacío, captores y siendo juzgado por el te, llama hoy a todos los argentinos, sin distinción de podemos tolerar”. Era 1973. El evento se televisó. de acuerdo. Viene y hace en la Argentina lo que hay que
un árbol. Frente a él, tres tiradores. Junto a los tres tiradores, pero yo le tengo cierta aversión a la semiología y no me cae proyecto que ahí enunciaba. banderías, para que todos, solidariamente, nos pon- Volvamos a Aramburu. El fusilador del ayer proponía la hacer”. Lo que había que hacer (para Lanusse como para
un coronel con un sable dispuesto a dar la orden de fusila- bien Lacan, o no me cae tan bien como a Laclau. Digamos Ese proyecto –según ahora gamos en la perentoria tarea de la reconstrucción armonía de los argentinos en 1970. Es el domingo 31 de Aramburu) era el GAN. Una Argentina occidental, capitalis-
miento. Tendencio pregunta: “Entonces, general, ¿así termi- que me pasa de costado. De modo que me manejo con otras veremos– era muy similar al de nacional, sin la cual estaremos todos perdi- mayo de ese año y, posiblemente, los Montoneros, en Timo- ta, con su movimiento de masas incluido en la democracia,
na el ‘Operativo Dorrego’?” No sería apropiado olvidar que categorías. De las que Laclau, por suerte, no deja de hacer Lanusse, tal como se lo dicen dos. Es preciso llegar así y cuanto antes a te, hayan leído las declaraciones que Aramburu hiciera a la en el sistema de partidos. Que Perón negoció este retorno es
el segundo de Carcagno en la cuestión era nada menos que el uso: recurre bastante a Spinoza, Hegel y Marx en el parágrafo los Montoneros. Pero (¡y ésta es una sola clase de argentinos: los que revista católica Esquiú. Ese día empezaba también el campeo- indudable, totalmente lógico. Si no, el general Sánchez de
que sería ministro del Interior de Videla, el sarcástico, el cíni- “La dialéctica de la universalidad”, por ejemplo. El que quie- la complejidad que hay que luchan por la salvación de la patria” nato mundial de fútbol en Perú, para el que Argentina, en Bustamante, que comandaba el Primer Cuerpo de Ejército,
co y sanguinario Albano Harguindeguy. Carcagno –este dato ra adueñarse bien del concepto de significante vacío, que no pensar!) era también similar al (Ver: Baschetti, Documentos, 1973- 1969, no había conseguido clasificarse. El DT de Onganía no les habría dicho a sus subordinados de elite lo que les dijo
disfrútenlo porque es una de las cosas increíbles de la época– es complejo, puede consultar Emancipación y diferencia, p. que Perón, en el ’73, intenta 1976, volumen I, ed. cit., p. 106. era Adolfo Pedernera, no Menotti. Aunque nadie veía a pocos días antes de las elecciones del 11 de marzo.
le había otorgado un reportaje a El Descamisado. Los del 101 de la edición de Ariel. Postula que la “exterioridad” de plasmar con Gelbard y Las cursivas son nuestras.) En rigor, Pedernera como DT de Onganía ni pensaba que un triunfo
Desca lo titularon con una frase que, presumimos, se le habrá Perón le permitía asumir el momento de la “universalidad” Rucci. ¿Por qué Perón cómo no decir esta sencilla ver- argentino podía favorecer a la dictadura, que no era tan GENERAL SANCHEZ DE BUSTAMANTE:
escapado al general en un arranque de sinceridad demencial: del que el movimiento carecía por su dispersión organizativa cambia una de las verda- dad, esa clase de argentinos espantosa como para merecer tanta pena. Que uno deseara LA “AGRESIVIDAD MARXISTA”
“Se acabó la época en que los yankis nos metían dos minas en e ideológica. Escribe: “En tales circunstancias, él estaba en las des peronistas en plena nunca faltó en el país. Siem- que la selección nacional perdiera, digo. Habría venido bien DEL PERONISMO
la cama para comprarnos”. El Ejército seguramente se habrá condiciones ideales para pasar a ser un ‘significante vacío’ que “etapa dogmática”? Al pre estuvimos colmados de jugar esa copa, que fue la última que jugó Pelé y en la que Primero analiza la estructura militar. La disciplina es el
incomodado: la frase no era expresión de eso que se llama encarnara el momento de la universalidad en la cadena de día siguiente de Ezeiza, “esa clase de argentinos”. El hizo maravillas inigualadas. Habría sido lindo verlo atajar a valor prioritario. La instrucción debe ser intensiva, poderosa.
una virtud sanmartiniana. Tal vez, del modo en que vienen equivalencias que unificaba el campo popular”. Esto se quie- en su discurso del 21 coronel Varela, cuando Cejas, que estaba en su mejor momento. Pelé se lo llevó al Debe crear “el hábito de la obediencia mecánica”. Este es el
las cosas y los sorprendentes descubrimientos, se encuentre bra dramáticamente cuando Perón regresa: “Perón ya no era de junio, Perón inau- mataba esquiladores en la Santos y estuvo ahí 5 años. El primer partido del Mundial “hábito” que más valora este militar de 1973, representante
alguna frase de San Martín parecida. Por qué no. Por ejem- un significante vacío sino el presidente del país, y tenía que gura la “etapa dog- Patagonia, creía luchar por del ’70 lo jugaron México y la Unión Soviética. ¿Lo habrán unívoco de la esencial formación antidemocrática y antihu-
plo: “Se acabaron los tiempos en que los españoles nos metí- llevar a cabo políticas concretas. Pero las cadenas de equiva- mática”: “Somos lo “la salvación de la patria”. visto los Montoneros en Timote mientras decidían cómo manista de las Fuerzas Armadas. El “hábito de la obediencia
an dos gallegas en la cama para que no cruzáramos Los lencias construidas por las distintas facciones de su movi- que las veinte verda- Ramón Falcón, cuando les matar a Aramburu? Difícil saberlo. Más probable es que mecánica” es lo que debe constituir esencialmente a un solda-
Andes”. Pero se aclararía que San Martín siempre rechazó a miento habían ido más allá de toda posibilidad de control des peronistas decía a sus cosacos que hayan leído el reportaje de Esquiú. “La violencia es el resul- do. La disciplina y la instrucción existen para lograr esa clase
esas dos gallegas y por eso es el Padre de la Patria. Los genera- –incluso por parte de Perón–. El resultado fue un sangriento dicen”. O sea, el que hicieran fuego sobre los tante de un mal social”, decía Aramburu. “El pueblo no es de hombres: los de la “obediencia mecánica”. Pero no nos
les argentinos, en cambio, aceptaban a las dos rubias yankis y proceso que condujo a la dictadura militar de 1976” (Laclau, quiera cambiar la anarquistas de la FORA, escuchado ni participa del gobierno. Los actuales gobernantes desviemos. No es nuestro tema. Sánchez de Bustamante va a
así fue como entregaron el país. Eso es lo que parecía decir Ibid., p. 102). En mi ya lejano libro Ignotos y famosos, de doctrina que se vaya, creía luchar por la salva- le han asignado un papel totalmente pasivo, de simple espec- hablar del peronismo. Acepta que regrese. Pero no aceptará
(o, en rigor, decía) Carcagno. Ese día, en algún lugar del 1994, en los trabajos “La invención de Perón”, “La realidad es un “zurdo con la ción de la patria. Rado- tador. Este estado de cosas debe por fuerza generar violencia (...). que se retorne “al pasado”. ¿Qué significa esto? “Cuando
generalato, se habrá decidido el fin de su carrera. La manio- de la razón” y “La muerte mítica de Perón” abordo estas camiseta peronista”. witzky, cuando le tiró una Y esto no se resuelve con leyes represivas, sino gobernando en hablamos de un no retorno al pasado nos estamos refiriendo
bra de los Montoneros para comprometerlo con ellos había cuestiones. De todos modos, en este ensayo volveré a ocupar- No obstante, Perón (¿y bomba, también. Wilc- comunión con el pueblo” (Cfr.: Felipe Pigna, Lo pasado pen- al peronismo, al peronismo como régimen, al peronismo
sido un poco extrema. El pobre Carcagno, al leer su frase, se me de ellas y espero que aún mejor, algo que tal vez no sea quién sino él?) se da el kens, cuando le tira su sado, entrevistas con la historia argentina (1955-1983), Plane- como expresión política de la arbitrariedad en el ejercicio del
habrá aterrorizado. Probablemente pensó en los costos de demasiado difícil. (Lo digo para no se molesten en buscar ese lujo de violar la “etapa dog- bomba a Varela, también. ta, Buenos Aires, 2008, p. 172. Pigna es un excelente entre- gobierno” (J. P. F., El peronismo y las fuerzas armadas, Revista
meterse con esos guerrilleros imprudentes y malhablados. libro, que no creo que lo merezca.) Y había una consigna que mática” y cambiar una de las (“Dos bombas cargadas de amor”, vistador. Deja hablar al entrevistado, casi no repregunta y el Envido, N 9, Buenos Aires, ps. 23/24). ¿Cómo lo quiere al
Porque –es el momento de anotar esto– los Montos se jacta- también daba una identidad a todos, la misma: Perón vuelve. “veinte verdades peronistas”. Es dice un poema libertario que cita material que queda es un testimonio desnudo en el que, ante peronismo este general de altísima, inestimable importancia
ban de sus malas palabras. El grito de guerra: “¡Montoneros, El general creyó que las cosas podrían funcionar del mismo la que dice: “Para un peronista Bayer en La Patagonia rebelde.) Uri- la pasividad del entrevistador, el entrevistado se entrega más en el esquema militar de poder en 1973 y que habrá, luego,
carajo!” ya era fuerte y pegaba. Pero lo trágico y patético y a modo aquí. Veremos. no debe haber nada mejor que buru, cuando lo tira a Yrigoyen, lo de lo que pensaba y termina por decir cosas que acaso, con de decidir, entre tantas otras cosas, la expulsión de Osvaldo
la vez inevitablemente divertido ocurre durante el ’73. Se Hay una linealidad que nos vamos a animar a seguir. Los otro peronista”. Perón dice: ahora hace por la salvación de la patria. un entrevistador más “estrella”, de esos que sobran, de los Bayer del país con el golpe del ’76? A lo que dijo ese día Sán-
rumoreaba que Perón andaba mal de salud, algo que era Montoneros le reprochan a Aramburu –y es uno de los prin- cambiamos. Ahora decimos: “Para Justo, cuando lo aparta a Uriburu, lo que se mueren si no meten un bocadillo a cada rato, no chez de Bustamante nadie le dio importancia. Seguramente el
mucho más que cierto. El Desca saca una tapa memorable. cipales motivos por los cuales lo matan– estar armando un un argentino no debe haber nada mismo. Los que torturaban en la habría dicho. Habrá que defender a Pigna de sus muchos ata- ERP o los Montoneros daban alguna conferencia de prensa y
Decía así: GAN (Gran Acuerdo Nacional), nombre que le puso Lanus- mejor que otro argentino”. Una con- ESMA lo hacían por la salvación de la cantes, cuyas posturas políticas no tienen el riesgo de las todos creían que la historia (la historia del Poder en la Argen-
se al proyecto que él impulsó. Las propagandas del GAN se signa de unidad nacional. Un patria. Los que matan a Rucci ni qué suyas, y que no saben llegar a los lectores del modo directo y tina) transitaba por esos rumbos. No: era Sánchez de Busta-
Siempre fue de gorilas hablar de la salud del general, veían abrumadoramente en la tele y en los diarios. Eran dos GAN. La “salida democrática” hablar. Los que derrocan al primer honestamente ilustrativo con que él lo hace.) ¿Y ahora qué mante el que estaba expresando eso que sería posible y eso
pero compañeros... jugadores de fútbol disputando una pelota. Se les notaba la de Aramburu. La consigna Perón, por la salvación de la patria. Los dirán los que claman que los Montoneros, el 29 de mayo de que no, eso que de ningún modo lo sería. Sigamos. El
¡Qué cagaso! alegría de jugar. La limpieza. El locutor, voz en off, decía: “para un argentino no debe que ultrajan y esconden el cadáver de 1970, iniciaron la violencia en la Argentina? No, señores. comandante del Primer Cuerpo quiere un peronismo que
“Gran Acuerdo Nacional: un partido que debemos jugarlo haber nada mejor que otro Eva, por el mismo motivo. Valle se levan- Escuchen hablar a la mismísima víctima de esa jornada. Es el actúe “como partido justicialista sujeto a las reglas del juego
Glorioso momento del periodismo argentino. Esa “horri- todos”. O algo muy parecido. También así se leía en los dia- argentino” cae mal, horrible- ta contra Aramburu por la salvación de propio Aramburu el que les dice: “Este estado de cosas debe que están expresadas en el estatuto de los partidos políticos”.
ble” palabra jamás había aparecido en la tapa de una revista. rios o en los afiches que se pegaban en las paredes de las mente mal, en la militancia del la patria. Aramburu lo fusila por el por fuerza generar violencia”. Les habría dicho, de poder Pero... no cree que sea posible. No fácilmente, al menos. Sán-
Y, para colmo, mal escrita. Recuerdo, por ejemplo, a Miguel calles. El peronismo crea el Frente Cívico de Liberación peronismo de izquierda. Enton- mismo motivo. Aquí, nadie hizo nada hacerlo: “Aquí lo ven. Mi muerte es la prueba de lo que digo. chez de Bustamante señala el motivo diabólico, inintegrable,
II III
con que se presenta ahora el peronismo: “Se presenta los médicos, los psiquiatras, las comisiones internas blishment, del Poder. Es uno de ellos. Al establish-
con un ingrediente de nítida fisonomía marxista y de de las fábricas que rehuían a la burocracia cegetista, ment ya no le importan los malos modales, las tos-
una tremenda agresividad, que llama a preocupación los militantes de las villas. ¿Qué se puede decir? Dos quedades de quienes le sirven. Al muñeco le permi-
a los hombres de armas y a los hombres de orden, y millones y medio de personas fueron a Ezeiza a bus- ten todo. Hasta que lo ponga a Rosas en los billetes
también a los hombres de orden que hay dentro de car a Perón. No eran todos Montoneros. Eran parte de veinte pesos. Luego De la Rúa. Luego la transi-
sus propias filas”. Esta era la contundente, la latente de esa globalidad que era la Jotapé, hegemonizada, ción de Duhalde. Y luego... la desagradable sorpresa.
y macabra preocupación –que podría transformase sí, por Montoneros, pero autónoma y muy creativa El peronismo retorna. Néstor Kirchner, para colmo,
en ira en cualquier momento– que el poderoso Ejér- en miles de aspectos. Todo esto era marxismo puro no sólo recupera el rol del Estado, los toques keyne-
cito Argentino de entonces (¡tan mal valorado por la para los militares. Subversión, alzamiento, situación sianos, el intento de redistribución del ingreso, sino
militancia revolucionaria, heredera del voluntarismo pre-revolucionaria. No podían permitirlo. Era tarea que incorpora a su gobierno a muchos de los que
del Che!) cobijaba acerca del peronismo. “Un ingre- de Perón frenar esa marejada. Poner orden. No hay formaban, en el pasado, el “foco maléfico”, el “eje
diente de nítida fisonomía marxista y de una tremenda unidad nacional sin orden. Perón tenía que hacer la marxista del mal”. Con Kirchner el peronismo vuel-
agresividad.” La izquierda peronista –acusada de más excepcional de sus jugadas de Mago de la His- ve a ser intolerable. De aquí tanto odio. Las divisio-
reformista y burguesa por el ERP– era irrefutable- toria: Pasar del “al amigo todo, al enemigo ni justicia” nes. Las peleas. Caramba, ¡después del Perón del ’45-
mente marxista para el comandante del Primer al “para un argentino no hay nada mejor que otro ’55 no hubo un gobierno más podridamente pero-
Cuerpo. Eso, jamás lo aceptarían. Sánchez de Busta- argentino”. ¿Quién ha desatado semejantes fuerzas nista que éste! ¡Abran fuego como en los viejos tiem-
mante dice entonces que la única garantía frente a para llegar podrá frenarlas para mantenerse? pos! Creíamos tenerlo dominado al peronismo. Y
eso es “que las FF.AA. se comprometan consigo mis- “Perón”, dice Jorge Antonio, testigo privilegiado si éstos se atreven a cualquier cosa. Nos juzgan a los
mas a hacer que determinados valores y determina- los hay, “estaba convencido de que los Montoneros militares del Proceso, que hicieron su tarea de un
das pautas continúen rigiendo en el país, más allá de le iban a responder siempre. Yo le aseguré que no, modo desprolijo, pero la hicieron. Había que hacer-
la transferencia del poder” (J. P. F., Ibid., p. 24). La porque yo tenía mucho más contacto con los Mon- la. ¡Hasta Perón, de haber vivido, la habría hecho!
guerra, su hipótesis central de conflicto, quedaba toneros que él” (Pigna, Ibid., p. 245). Jorge Anto- (Mentira: Perón estaba muy lejos de Videla. No era
perfectamente dibujada: si la agresiva fisonomía mar- nio había comprado Primera Plana y se la dio a los un asesino. Bajo su gobierno murió Ingalinella en
xista del peronismo, por medio de su tremenda agre- Montoneros. Era una joda: de pronto, teníamos manos de la policía de Rosario. Hubo torturas, pero
sividad, atacaba los valores y las pautas que regían el Primera Plana, la revista de los exquisitos de los muchas menos que en la Libertadora y en el Conintes
país, las FF. AA. habrían de intervenir. Trasferencia sesenta. Hasta salimos los de Envido en una nota de Frondizi. Nada justifica nada. Ni una simple tor-
o no del Poder. Porque el poder no se transfería. Sán- que nos hizo el luego desaparecido Leonardo Betta- tura. Pero el gobierno que menos muertos tiene es el
chez de Bustamante, con sinceridad inequívoca, nín. Leonardo la tituló: “Los jóvenes lúcidos”. ¡Para de Perón. ¿Qué habría hecho para frenar a las forma-
supo decirlo: “Frente al slogan de ‘Cámpora al qué! Las cargadas fueron infinitas: “Che, José, yo ciones especiales? Algo se vio y no fue precisamente
Gobierno, Perón al Poder’, yo le antepongo este: creía que eras un tipo piola, no un joven lúcido”. La agradable. Alzó contra ellas a una canalla delictiva.
‘Cámpora al Gobierno, el Ejército al Poder’” (J. P. cosa es que todos salían en Primera Plana. Guiller- Pero estaba sorprendido. Como sea, sobre este tema
F., Ibid, p. 24). El texto se publicó en Nueva Plana y mo Gutiérrez por Antropología del Tercer Mundo. sólo conjeturas se pueden hacer. Nada podría con-
yo lo incluí en mi trabajo sobre las FF.AA. de mayo Alcira Argumedo, que hablaba de los curas del Ter- vencerme –de todos modos– de que Perón habría
de 1973. Ahí está todo. Dentro de ese encuadre cer Mundo y de Mugica y le pusieron como título sido capaz ni del 2% de las atrocidades del Proceso.
viene Perón. Vamos a decirlo de una vez por todas: irónico: “De curas y ricuras”. La “ricura” era Alcira, Acaso su muerte se deba a que veía que esa tarea –la
Perón no regresa para hacer la patria socialista, ni que era muy bonita, en serio. Flaca inteligente de de la represión intensiva de las formaciones especia-
siquiera regresa para hacer la patria peronista. Regresa grandes ojos verdes. La cuestión es que Jorge Anto- les– le sería inevitable y se sintió sin fuerzas ni con-
para hacer el Gran Acuerdo Nacional con toques de nio los conoce bien a los Montos. En una tapa lo vicciones para hacerla. Es una suposición, sólo eso.
la genuina sensibilidad popular que define al movi- sacan a Martín Fierro con una metralleta cargada a Pero agradecería su cuidadoso tratamiento. Perón
miento. Gran Acuerdo Nacional más Estado de Bie- la espalda, un símbolo un tanto directo. Algunos podía gritar y amenazar con fuerza. No era un asesi-
nestar keynesiano. Pero sobre todo, general Perón, lectores de la vieja Primera Plana se horrorizaban: no. Videla, Massera, Bussi, Saint-Jean, Vilas eran
usted regresa para conjurar el demonio que ha desa- “Pero, ¡esto es una mierda facho peronista!”. Facho matarifes. Y los sectores civiles que los apañaron y...
tado, que ha alimentado, al que le ha puesto el nom- no era. Era bien agresiva y marxista Primera Plana. Mejor, por ahora, nos detenemos aquí. No tenemos
bre sonoro y algo pomposo de Formaciones especiales. Eso que preocupaba a los hombres de orden de la espacio para analizar problemas como el de la culpa
A usted lo aceptamos. A usted con sus marxistas, no. Argentina, según Sánchez de Bustamante. Sigue colectiva. Si llegamos, sería deseable, a la dictadura
Es más: lo aceptamos porque acaso pueda frenarlos Jorge Antonio: “El tenía contactos, les daba directi- procesista, lo haremos.)
sin sangre. Comprométase a eso. De lo contrario, lo vas, pero ante él no se explayaban. Ante mí se expla- Dijimos, de Perón, “estaba sorprendido”. Anali-
mandamos de vuelta a Madrid y los frenamos noso- yaban con más claridad. Yo le advertí a Perón: cemos esta sorpresa. ¿Qué le pasó al “Viejo Genial”
tros. Pero el costo es un baño de sangre que por ‘Mire que esto es riesgoso. No les dé tantas alas en cuando aterrizó en la patria? Se acabaron las “genia-
ahora queremos evitar. el país porque después usted va a tener un proble- lidades”. La cantidad de torpezas que cometió fue
¿Por qué creen ustedes que los de Kirchner y ma’. El me dijo: ‘No, Jorge, quédese tranquilo que considerable. Cierto es que tenía que frenar lo irre-
Cristina son dos gobiernos tan odiados por la dere- cuando lleguemos al país y lleguemos al poder, si los frenable. Lo que él había lanzado al frente de guerra
cha y por las clases altas? Con esos gobiernos, por muchachos se ponen ariscos –fueron textuales pala- con furia incontenible. ¿Qué creía el Viejo? ¿Que
primera vez desde 1955, regresó el peronismo que bras– yo voy a agarrar un vaso de agua, micrófono, hablaría y se le someterían? Cuánto Ego, general.
les molesta. Lo explico: cae Perón en 1955. Todo hablaré y se irán tranquilos a su casa’. Le dije: ‘Ahí se Qué costo tan alto el de ese Ego. Qué mala, inexac-
bien. Se aniquila a Lonardi, salida negociadora, y va a llevar la primera gran desilusión. Ahí se va a lle- ta versión de la realidad le entregó. Usted no estaba
empieza la persecución gorila. Perón los había inco- var usted el primer susto que le van a dar las juven- bien. En febrero de 1973 lo operan de próstata.
modado seriamente. No lo aguantaban un minuto tudes actuales, y lo comprometo a que me lo recuer- Durante la operación tiene un infarto. Al poco
más. Quieren borrarlo del mapa. No pueden. La de’. Me dice: ‘No. Quédese tranquilo que eso lo tiempo, en Madrid, lo visita Juan Manuel Abal
desperonización es imposible. Aramburu, en 1970, manejo muy bien’” (Pigna, Ibid., p. 245. Cursivas Medina, secretario del Movimiento Nacional Justi-
propone la primera salida racional: respeto por la nuestras). cialista, que usted puso con buen tino y mucho
“soberanía popular”. Integrar al peronismo al siste- agrado. Veintisiete años tenía Juan Abal. Se sienta
ma democrático. Los Montos lo matan. Aparecía el KIRCHNER: OTRA VEZ EL frente a usted, que está reponiéndose. “¿Cómo está,
efecto más indeseado de la proscripción gorila: “la “PERONISMO INTOLERABLE” general?” “Bien, doctor. ¿Qué novedades me trae?”
fisonomía marxista del peronismo”, una fisonomía En suma (y por el momento), Perón no puede Abal Medina es un personaje querido por la JP. Es
de “tremenda agresividad”. Santucho se sorprende- organizar el país y muere en medio de un esfuerzo el hermano de Fernando. Que él esté donde está,
ría: “Marxistas o trotskistas o zurdos verdaderos que ya era demasiado para él. Ahora se trata de lo como secretario del Movimiento, es una garantía.
somos nosotros”. No, Santucho. El marxismo preo- principal: frenar el “foco marxista de tremenda agre- Tal vez debió sacarle el paraguas a Rucci durante el
cupa en serio cuando prende en las masas. Cuando sividad”. Lo intenta Lopecito con la Triple A. Pero primer regreso de Perón, allá, en Ezeiza, cuando el
gana “el corazón de las masas”, como decía Marx, a es ineficaz, desordenado. Los militares esperan. líder bajó del avión. ¿Qué derecho tenía Rucci, que
quien tal vez leíste escasamente. Los Montos, pese al Dejan que todo se pudra, se caiga a pedazos. Contri- no había hecho casi nada para traerlo a Perón, de
origen monaguillesco de su conducción, habían buyen al caos. Y dan el golpe. Se acabó el peronis- cubrirlo ahora, protegiéndolo, con ese paraguas, que
tenido la sagacidad de mezclarse con las masas. Ahí mo. Perón está muerto. El foco marxista es aniquila- era, súbitamente, un símbolo poderoso? Juan
se torna peligrosa una vanguardia. Si no, no pasará do con una celeridad humillante. Los meten y los Manuel debió haber hecho eso. Pero Rucci estaba
jamás de ser un conjunto de locos, de aventureros masacran en los campos de concentración. La Argen- agrandado. Ya Perón le había dicho: “Me voy a res-
aturdidos por la teoría del foco insurreccional, esa tina ha solucionado el problema que arrastraba desde paldar en ustedes. En el sindicalismo organizado”.
desgracia. Por eso los Montoneros, para Sánchez de 1955. Recién se resuelve en 1976 con una masacre Pero a Juan Manuel se lo quería. La JP, en sus mar-
Bustamante, que sabía lo que decía, sabía hacia que se lleva treinta mil vidas. Luego viene la demo- chas, cantaba una consigna fuerte y clara: “Abal
dónde apuntar sus cañones y hacer fuego, “el mar- cracia y el peronismo pierde en las urnas por primera Medina/ el nombre de tu hermano/ es fusil en la
xismo”, la fisonomía de “tremenda agresividad” que vez. No hay problema. Gobierna Alfonsín. Cuando Argentina”. Ahora, Juan Abal, está frente a Perón,
presentaba el peronismo era su ala izquierda. Perón se hartan de él le hacen un golpe de mercado y... ¡le que acaba de preguntarle “¿Qué novedades me
pacta su regreso y viene a frenar lo que alentó. Las entregan el gobierno a un peronista! Que el Poder en trae?” El joven Juan Manuel empieza a hablar. Se
Formaciones especiales. ¿No fueron arcilla blanda en la Argentina haga esto es impensable. Pero no: el concentra en lo que dice. De pronto, lo mira Perón.
manos del viejo genial? ¿Cómo negar que alguna Poder se lo ceden a Carlos Menem, quien, con la El Viejo se ha quedado dormido. ¿Así, general, que-
“genialidad del Viejo” los va a desarmar no bien ate- complicidad del justicialismo, lleva a cabo el progra- ría usted frenar a la izquierda peronista? ¿En ese
rrice en la patria? El “ala izquierda”, en su expresión ma del establishment. El neoliberalismo arrasa con la estado de salud? Cossio y Taiana se lo dijeron: “Si
PROXIMO
armada, eran los Montoneros, pero la Jotapé tenía Argentina peronista. Se desmontan las nacionaliza- no vuelve a la Argentina podrá vivir dos años. Si
DOMINGO una masividad y hasta un estado interno deliberati- ciones del Estado keynesiano. Se aniquila el Estado vuelve, seis meses”. Así ocurrió.
vo de gran riqueza. Era temible. Eran demasiados. de Bienestar que constituyó la identidad del pueblo
“Vuelve Perón, Eran todos los sectores medios estudiantiles (en peronista (algo cuya importancia veremos en deta- Colaboración especial:
Flaco” Francia esos sectores habían hecho el Mayo del ’68), lle). Menem se convierte en un hombre del esta- Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 30 de noviembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


55 “Vuelve Perón, flaco”

Suplemento especial de

PáginaI12
“DESAUTORICE A hasta en los sindicatos. Y Perón les mandaba sus padreando, cuando el gobierno de Perón lo conducción. Y el Zar de la
LA GUERRILLA” amables cartas, validándolos. No hay por qué no “asciende” en el rango municipal de su insignifi- lucha armada. Que todavía
o sería aconsejable creer en el fer- entenderlos: aceptamos a Perón, pero no a su cante puesto en la Biblioteca “José Mármol” de la no lo era tan decididamen-

N vor democrático de Aramburu o


de Lanusse. No era por “demó-
cratas” o por “patriotas” o porque
buscaban la “unidad y la concor-
dia nacional” que aceptaban el diálogo con los
peronistas y hasta el negociado regreso de Perón.
Seguían siendo tan gorilas como siempre. Quizá
“núcleo marxista”. Para peor, el “núcleo” crecía
sin cesar. Pronto “núcleo” en lugar de significar:
“sector pequeño pero agresivo”, iba a significar lo
que significa “núcleo”: el punto central de una
esfera, de una totalidad, de un movimiento polí-
tico. Si la JP pasaba a ser el “núcleo” reemplazaría
a Perón. De lo cual los militares deducían que
calle Carlos Calvo a inspector de aves y huevos
en los mercados municipales, se siente muy incó-
modo. Esto no habría ocurrido con la fórmula
radical Tamborini-Mosca, “la fórmula de la
bosta”. ¡Semejante afrenta de la barbarie a seme-
jante escritor! “Días después, la Sociedad Argen-
tina de Escritores, presidida por el narrador
te Firmenich porque vivía
el mitológico Negro Sabi-
no Navarro. Son dos
muertes, la de Fernando
Abal Medina y la del
Negro Sabino, las que lle-
van la conducción de
mi pintura de Aramburu haya sido algo benigna. harían suyo al Movimiento y lograrían su temido comunista Leónidas Barletta, tenaz enemigo de Montoneros a manos de
O no. Pero habría que comprender lo siguiente y giro al “marxismo”. Contra el que, según cual- Borges desde los días de Martín Fierro, organizó Firmenich. Lástima. José
yo debo explicarlo bien: el planteo de Aramburu quiera sabe, Occidente, durante la Guerra Fría, un nuevo desagravio. En la mesa de homenaje, Sabino Navarro no venía
–más allá de lo que él interiormente sintiera– estaba en guerra, y de las fronteras hacia adentro después de que Barletta elogiara el coraje cívico de Tacuara ni del Movi-
tendía a una democratización de la sociedad. esa guerra la libraban los ejércitos nacionales. En del renunciante, habló el homenajeado. En su miento Nacionalista Revo-
Pero, ¿por qué había llegado a ese punto? Porque suma, negociamos todo menos la guerrilla. discurso precisó: “Las dictaduras fomentan la opre- lucionario Tacuara (su
no se podía avanzar más con la proscripción del Usted, si quiere volver, desautorícela ya mismo. sión, las dictaduras fomentan el servilismo, las dic- escisión por izquierda) ni
peronismo. Aramburu es el que dice: “Nos equi- Seguían sin conocerlo a Perón. Si Drácula lo visi- taduras fomentan la crueldad: más abominable es el del catolicismo ni su fami-
vocamos. O damos marcha atrás o nos hundimos taba en Madrid y le decía que quería ser peronis- hecho de que fomenten la idiotez...” (Horacio lia tenía fortuna. Al con-
todos”. Muerto Aramburu, Lanusse es el encarga- ta, Perón lo sumaba. A Drácula y al mismísimo Salas, Borges, una biografía, Planeta, Buenos trario: el viejo del Negro
do de llevar adelante esa tarea. Hacen política. Príncipe de las Tinieblas, el bebé de Rosemary. Si Aires, p. 221). ¡Oh, qué exquisito! La idiotez. Eso Sabino era analfabeto. El,
No la hacen por bondad. No la hacen por mal- los sumaba y le obedecían, ni loco los iba a agredía a las inteligencias patricias. La idiotez de que había nacido en 1942,
dad. Actúan según –al fin– una certera visión de desautorizar. Eso pasaba con la guerrilla. El tema los torpes, de los inferiores, de los ignorantes, de tampoco había conocido
la encrucijada argentina. Lo intentaron todo con de la des-autorización (prefiero escribir así esta los bárbaros. ¿Qué otra cosa sino la idiotez podí- de pibe el Barrio Norte ni
el peronismo: bombardeos, fusilamientos, matan- palabra-concepto) empezó apenas encontraron el an exhibir? Bien, Borges, créame: también las había ido al Nacional de
zas clandestinas, torturas, desprestigio, ataque cadáver de Aramburu. Pero aun antes –el domin- dictaduras de Aramburu y el energúmeno de Buenos Aires. (Nota: Pero
ideológico intenso, educación en las escuelas (los go 31 de mayo– Perón declara que nada tiene Rojas, de Onganía el leporino, de Levingston el nunca hay que olvidarlo:
“libertadores” fueron tan lejos o más que el pero- que ver con el secuestro del ex presidente y que caído del Cielo y de Lanusse fomentaron la ¡cuántos pibes asesinaron
nismo en meter propaganda en las mentes de los ningún grupo peronista, que él sepa, se halla en idiotez. Ante ellos, ese a quien usted acusaba de del Nacional de Buenos
estudiantes) y nada resultó. Han pasado 15 años. esa cuestión. Pero se detiene y arroja una frase fomentarla en el pasado, se lució como un estra- Aires! Ya hablaremos de
Es necesaria la jugada más riesgosa. Ellos no pue- urticante: él no puede hacer declaraciones sobre tega y un líder que condujo a todo un complejo eso. Leer entre tanto: La
den arreglar el país. Aramburu todavía podía pro- los sucesos del país porque es un expulsado, care- movimiento de voluntades acaso bélicamente otra Juvenilia de Santiago
poner una tarea de conjunto. El Cordobazo lo ce de ese derecho. Aparece Aramburu, aparece en diferenciadas hacia un mismo fin. Ustedes eran Garaño y Werner Pertot.
tenía bien alerta sobre los conflictos sociales que Timote cubierto de cal. Hay solemnes funerales. aprendices al lado de Perón. ¿Sabe por qué? ¿Está Y el gran trabajo fotográfi-
se avecinaban si el rumbo seguía siendo el de Y Héctor Sandler, de Udelpa, quiere decir un listo para sorprenderse? Porque Perón era más co de Marcelo Brodsky,
siempre, el del Estado Gorila. Lanusse ya actúa discurso que Levingston, ya a cargo de la Presi- malo, pensaba peor de los hombres que ustedes, y hecho a partir de la desa-
en un país altamente crítico, caldeado. Al borde dencia, impide. En Munro, cerca de la fábrica de había estudiado estrategia, para lo cual había parición de su hermano,
del enardecimiento. Hay que traerlo a Perón. conductores eléctricos que tenía con mi hermano leído muy bien a Clausewitz. Que a nadie altere Buena memoria, con textos
Esto lo tiene que arreglar Perón. En rigor, el rela- y mi viejo, cultivaba yo la costumbre de almorzar que diga que Perón era más malo que sus enemi- de Gelman, Caparrós y
to es instructivo: lo echaron a Perón en 1955, lo con los obreros, serían unos quince, de la peque- gos. En política, como en fútbol (deporte táctico míos. Pronto haremos un
agraviaron incesantemente, no lo dejaron llegar ña planta. Uno de ellos dice: “Yo no les creo y estratégico si los hay), la maldad es parte central análisis de esos jóvenes
en 1964, y a partir de 1970 empiezan a soñar con nada. A ellos se les pierde. Ellos lo encuentran. ¿Y del asunto. Lo dice Perfumo, que sabe. Si viene desaparecidos. Veremos la
su regreso. Lanusse, más que soñarlo, lo lleva a nosotros? Giles de la popular. Miramos el partido un delantero con pelota dominada, podrá pasar inmensa cantidad de
cabo. (Por supuesto: es la lucha popular la que de lejos y no entendemos una mierda”. Munro, la pelota, el delantero no. Como ninguno de alumnos judíos. En suma,
acorrala al Estado Gorila y lo atemoriza al punto hermoso feudo de la pequeña y mediana indus- ustedes tuvo estatura moral, el único elemento no hay que confundirse:
de obligarlo a negociar.) Pero la cosa –en resu- tria nacional, no derramó una sola lágrima por con el que habrían podido ponerse por encima de los Montoneros podrían
men– es así: “Venga y arregle el desastre que hici- Aramburu. Hacia fines de 1971, los obreros ya Perón estaba en el campo del pragmatismo políti- tener, como tuvieron, su
mos por echarlo a usted y tenerlo prohibido habían puesto grandes fotos de Perón y Evita co, el viejo león herbívoro los barrió. Tenía, ade- origen católico y tacuaris-
durante 15 años”. Perón lo dijo: “No es que yo dentro de la fábrica. Yo, ningún problema. Mi más, al pueblo y a los fierros con él. ¡Ustedes, con ta, pero la Juventud Pero-
haya sido bueno. Los otros fueron peores”. Gran hermano refunfuñaba. Pero era inútil. Era la gran sus increíbles torpezas, se los habían entregado! nista estuvo llena de
frase irónica. La frase desdeñosa de un ganador. ola peroncha y no se podía parar. “¿Lo mataron a En el entierro de Fernando habla su hermano muchachos judíos. Todos
Si Aramburu aún habría podido negociar, Lanus- Aramburu? Mirá vos. ¿Qué querés? ¿Que llore? A Juan Manuel, que pronto llegará a ser secretario se movilizaron juntos en la
se escasamente. Sabía que su tarea era hacer un ése se la tenían jurada. Hizo méritos de sobra general del Movimiento Justicialista. Habla no lucha por traer a Perón y
traspaso del gobierno. Pero había algo en lo que para ganársela, y se la ganó.” como un amigo, no como un hermano, sino después eligieron su desti-
no iba a ceder. No sólo él. El Ejército al que como un camarada. Habla de un solo deber que no en medio del desastre
representaba: Perón tenía que desautorizar a la LA CIUDAD TERRENA a todos convoca: el de una guerra justa por una que fue gestándose como
guerrilla. Si volvía era para hacer un país demo- Y LA CIUDAD CELESTE tierra carnal. Dice, también, con intensa expresi- una maldición irrefrena-
crático. “Gobierno de las mayorías con respeto No públicamente sino en voz baja, en la tona- vidad, que una muerte sólo se agota en ese ble. Analizaremos esto.) El
por las minorías”. El único gran miedo del Ejér- lidad de lo secreto, se le exige a Perón que conde- momento en que las causas que la llevaron a Negro era correntino.
cito –y de las clases dirigentes, propietarias– era ne la muerte de Aramburu. El “asesinato” dicen enfrentarla son para siempre barridas. Y recurre a Llega a Buenos Aires a los
ese “foco marxista” que señalaría Sánchez de Bus- claramente los hombres del Régimen. Perón, no. San Agustín. Y, emocionado, dice: “Frente a la doce años. Vive en una
tamante. (Nota: Observemos que para el Ejército No les da el gusto. No cede. Supongo que pode- Argentina melancólica de ahora, estos cuerpos prefabricada en San
–Sánchez de Bustamante es perfectamente claro– mos entenderlo: si condena la muerte de Aram- –montoneros de la Ciudad Terrena que han Miguel. Está entre el
la izquierda peronista, con su expresión armada: buru condena a sus “muchachos” de la guerrilla. alcanzado ya la Ciudad Celeste– representan a la grupo fundador de Mon-
las formaciones especiales, no era, como tanto des- Y no lo va a hacer nunca. Salvo cuando lo jodan Argentina Prometida, que Dios quiso que naciera toneros. Es incierto si par-
pistado dijo, ya fuesen los erpianos o los “izquier- a él. Pero falta. Mientras liquiden a tipos como del amor de su coraje y su silencio”. ticipó o no en el secuestro de Aramburu. Parecie- ni por casualidad de la liberación nacional y momento para la historia argentina, y no exage-
distas” o los “socialdemócratas” o los “comunis- Aramburu, Perón les dará manija. Se establece ra que no. Pero no es seguro. Al morir Fernando social de la patria pero lo hacía demasiado feliz. ro. El 22 de julio anda por Río Cuarto. Tiene un
tas”, la pequeña burguesía nacionalizada, no era entonces la rica relación epistolar. Los sectores LA CONDUCCIÓN DE Abal Medina en William Morris (el 7 de sep- Feliz hasta el riesgo y la perdición. Les dice a los operativo en vista. Necesita un par de automóvi-
la juventud que adhería a un proyecto burgués combativos del Movimiento tienen todavía un “MONTONEROS” CAE EN tiembre de 1970) asume la conducción de Mon- canas que tiene sus documentos en el baúl del les. Se los está afanando cuando aparece la cana y
nacional, era el marxismo. Acaso no el marxismo temor: que Perón se eche atrás. Que reniegue de MANOS DEL “NEFASTO” toneros. Pero no le dura mucho. Cuenta Baschet- coche, en un maletín. Abre el baúl, abre el male- empiezan los tiros. El Negro –y los que lo acom-
teórico. De esto sabían más los de Pasado y Pre- ellos. El sepelio de Fernando Abal Medina, ¿Cómo llegan los Montoneros a Perón? Fácil: ti: “En julio de 1971 Navarro es sancionado con tín, saca un 38 largo y apunta hacia los canas. pañan– huye. Lo persiguen. Lo hieren en un
sente que los militantes de la Jotapé. Sino el mar- muerto en la localidad de William Morris apa- por medio del gran aventurero de la izquierda una despromoción y enviado a Córdoba. Dicha Uno se le tira encima. El Negro lo elude y des- hombro, en una pierna y lo obligan a retroceder
xismo político, el subversivo, el que agredía la rentemente por una delación, genera un velatorio peronista. El líder de JAEN (Juventud Argentina decisión tiene que ver con su labia y su pinta, pués –veloz, decidido, mientras la Silecki veía las hasta la zona serrana. “Antes de morir desangra-
seguridad nacional. El marxismo que buscaba y un entierro conmovedores. Habla el Padre por la Emancipación Nacional), el inefable Rober- aunque parezca mentira. Es que a las mujeres no maravillas que podía hacer su varón metalúrgico do, tiene tiempo para ordenar a un compañero
aniquilar el orden occidental y cristiano. No se Benítez: “Vivimos en una nación para el goce de to Galimberti. El que terminaría haciendo nego- les resultaba indiferente ese trabajador metalúrgi- y morocho– los liquida a los dos, sin asco. Toda- suyo (Jorge Alberto Cottone) que se escabulla;
equivocaba Sánchez de Bustamante: el verdadero pocos y el sacrificio de muchos. A los ojos de cios con Susana Giménez, asociado a los Born, el co con ciertos aires a Emiliano Zapata. Por lo vía más: les saca las armas, va al patrullero y se como éste no quiere dejarlo solo, le ordena: ‘Yo
marxismo, el de extrema peligrosidad, estaba en Dios, los que juzgan preguntando si has dado de que se casaría en Punta del Este, en medio de la que el ‘Negro Sabino’ tenía una amante llamada queda con la metralleta que ahí encuentra. Sube soy el Jefe y ordeno que usted se salva’ (...).
el peronismo. Era ése, no otro. No les preocupa- beber al sediento son respondidos por Carlos fastuosidad, de la frivolidad y de la abierta burla a Mirta Silvia Silecki, de 25 años de edad, ajena a a su Peugeot rojo y se va. El episodio aparece en Navarro fallece el 28 de julio de 1971 a la edad
ba el Negro Portantiero. Ni Horacio Sueldo. Ni Gustavo (Ramus) y Fernando Abal (Medina) que toda una generación, de una inmensa carcajada la militancia y al ámbito político...” (Roberto “una revista montonera de la Juventud Peronista, de 29 años” (Baschetti, Ibid., p. 81.)
Juan Carlos Coral. Ni Ismael Viñas (si es que dieron sus vidas, con acierto o con error, para ante los muertos, con una hija de Jorge Born, Baschetti, La memoria de los de abajo, hombres y pero nada se dijo en el relato de la mujer que lo Con la muerte de Fernando Abal Medina y del
aún no había partido hacia Israel). Ni ninguno que en el mundo no hubiera más sed ni hambre”. que acepta a su secuestrador como socio y miem- mujeres del peronismo revolucionario, 1945-2007, acompañaba; según ese relato todo lo acontecido Negro José Sabino Navarro (que no era “cristia-
de los prestigiosos izquierdistas que provenían de Ese 10 de septiembre de 1970, el viejo confesor bro de su familia. Difícil averiguar qué clase de De la Campana, 2007, vol. II, p. 80). Cierta le había ocurrido a él solo. Es que resultaba muy nuchi”, gran anotación de Baschetti) sucede lo
la revista Contorno, siempre bien mirada por los de Eva Perón llega más hondo que nunca cuando locura tenía. Pero hacia fines de los ‘70, comien- noche la cana lo encuentra en un Peugeot 404, difícil de explicar para la moral montonera y peor: la conducción de Montoneros cae mansa-
ámbitos cultos, en tanto que Envido es “populis- explicita descarnadamente que los jóvenes que zos del ‘71, Galimba, fascinado por la guerrilla, ¡rojo!, apretando con la piba Silecki, que debía ‘cristianuchi’ de la época, que el ‘Hombre mente en manos... del Nefasto. (Por eso dije que
ta”, o sea, “grasa”. A los milicos les preocupaba la han sido abatidos vivieron en una Argentina dic- se acerca a los Montoneros y, diciéndoles que estar buenísima y al Negro le importaba poco Nuevo’, el ‘Guerrillero Heroico’, se encamara la destitución del Negro y, más aún, su posterior
izquierda peronista. Las otras no. Eran impoten- tatorial, injusta, de proscripciones. Una Argenti- viaja a Europa y va a entrevistarse con el General, que militara o no militara; total: para salvar a la con otra mujer que no era su esposa...” (Baschet- muerte, implican un desafortunado momento
tes. No molestaban a nadie. Pero los “zurdos” de na que los ahogó hasta hacerlos explotar. Una les pregunta si quieren que le lleve algo. Los patria estaba él. Tenía la captura recomendada, ti, Ibid., p. 81). Por tal motivo... el Negro Sabino para la historia argentina.) El Nefasto no tiene la
la Jotapé habían tenido la nefasta idea, para el Argentina que los arrojó a la violencia. Benítez no Montoneros le dan una carta. La primera que le de modo que le era necesario cuidarse, y mucho, –en julio de 1971– es sancionado por la Organi- pinta de endemoniado dostoyevskiano de Fer-
régimen, de meterse en el peronismo. Y los acep- tiene dudas, nosotros tampoco: es el empecina- escriben al león herbívoro madrileño. Galimberti posiblemente más que cualquiera. Pero se ve que zación. ¡El, que en ese momento era el jefe! Lo nando Abal, de jacobino alucinado a lo Castelli.
taban. Las bases y Perón. Porque hacían trabajo miento gorila, la ceguera, la bobería, lo que tapa viaja, se ve con Perón y le da la carta. De paso a Sabino las hormonas lo podían. O que su mandan a que se haga cargo de la Regional Cór- No tiene la pinta bien nacional y popular, el ori-
en las villas, en los barrios, en las universidades y todos los canales de participación. Borges, com- saca patente de Correo de los Zares. El Zar de la mujer era medio bagayo y la Silecki no le hablaba doba. Se lo sacan de encima. Desdichado gen humilde, el trajinar metalúrgico del Negro
II III
Sabino Navarro. Nada de eso. Es más bien “una verdadera clase de estrategia” (revista Lucha saber cómo iban a salir las cosas? Fue una mar-
tirando a gordito. Tiene la cara del “Manolito” Armada, año 2, Nº 5, p. 11). Y lo es: una verda- cha de fe, un enorme gesto de esperanza, el deseo de
de Quino. (Y, en efecto, le dicen “Manolito”.) dera clase de estrategia que la conducción monto- una patria generosa, para todos, que todos anhela-
No tiene talento, no tiene una inteligencia nera no entendió, o no quiso entender o, con ban, querían, una apuesta al futuro, el deseo
remarcable, sino apenas una memoria privilegia- perdón, se la pasó por las pelotas, así de bruta era. humano nunca satisfecho de la felicidad, de la ple-
da, que es, de algún modo, la antítesis de la inte- Escribió Walsh: “Cabe suponer que las masas nitud. Desear estas cosas tan intensamente con-
ligencia, cuya cualidad fundante es pensar. Pero están condenadas al uso del sentido común. For- lleva el enorme riesgo de una frustración pro-
es frío y ambicioso. Es –lo sabemos– Mario Fir- zadas a replegarse ante la irrupción militar, se porcional al deseo. “Perón” había terminado por
menich. Y ahora es el jefe de Montoneros y lo están replegando hacia el peronismo que nosotros significar tanto que inevitablemente su historiza-
seguirá siendo. dimos por agotado (...). En suma, las masas no se ción, su abandono de la patria del mito y su ate-
repliegan hacia el vacío, sino al terreno malo pero rrizaje en la realidad debía ser traumático.
CUESTIONES DE ESTRATEGIA conocido, hacia relaciones que dominan, hacia No lo fue el primer regreso. Pero ya ahí todos
En William Morris y en la soledad serrana se le prácticas comunes, en definitiva hacia su propia sintieron el poder que tenía el aterrizaje del míti-
abrió la posibilidad de la jefatura. Es innegable historia, su propia cultura y su propia psicología, co avión negro. Cuento una breve historia: Eran
que la conducción de Fernando Abal Medina o sea los componentes de su identidad social y las 7.30 del 17 de noviembre de 1972. Acababa
habría sido fría y hasta despiadada. El era capaz política. Suponer, como a veces hacemos, que las de llegar de Córdoba en El Rayo de Sol. No había
de ser despiadado consigo mismo. Pero tenía una masas pueden replegarse hacia el montonerismo, podido tomar el avión de la noche anterior. No
inteligencia superlativa y habría llevado las cosas es negar la esencia del repliegue, que consiste en me importó. Siempre me gustó viajar en tren.
con mayor habilidad. Un tipo inteligente sabe desplazarse de posiciones más expuestas hacia Fue un viaje difícil. El país vivía en un absoluta-
cuándo no envanecerse, cuándo no ir al choque posiciones menos expuestas” (citado por Salas, mente inédito estado de exaltación. El tren
inútilmente, cuándo avanzar, cuándo retroceder. Ibid., p. 11). Formidable clase de estrategia. Lás- demoró 13 o 14 horas en llegar a Buenos Aires.
En la revista Militancia del 6 de septiembre de tima que Walsh haya esperado al 2 de enero de Siempre era un viaje de 10 horas. Fundido, entro
1973 (un momento en que el Viejo estaba ama- 1977 para acercársela a esa conducción extravia- en mi casa. Dejo la valija, caigo en un sillón y...
ble con la JP porque los necesitaba para la campa- da, perdida por su soledad, su egolatría y su suena el teléfono. Es mi amigo Miguel Hurst. Ya
ña electoral, y hasta había hecho el patético desfi- mesianismo. Lástima que recién el 13 de diciem- voy a hablar (y quizá bastante) de él. Era el dueño
le de “unidad del Movimiento” del 31 de agosto, bre de 1976 le haya dicho que la “situación de las de la mítica librería Cimarrón, de la calle Inde-
en que pasaron ante él los que se habían enfrenta- masas” es “de retirada para la clase obrera, derrota pendencia. Ahí se editaban las clases de las Cáte-
do en Ezeiza y los que se masacrarían a partir de para las clases medias y desbande en sectores inte- dras Nacionales. Nos editaba Envido. “José.”
su muerte) hay una nota que se titula “El manda- lectuales y profesionales” (Lucha armada, propues- “Qué hacés, Miguel.” “¿Sos boludo o te hacés?”
to político de Fernando Abal Medina”. Presumo tas de Rodolfo Walsh al Documento de la Conduc- “No me jodás, Miguel. Recién llego a mi casa.
que la hicieron Rodolfo Ortega Peña y Eduardo ción, Ibid., p. 136. Cursivas nuestras). Cierto: Catorce horas en tren. No pegué un ojo. Estoy
Luis Duhalde. Tiene algo muy valioso. Un resu- más vale tarde que nunca. Pero, para muchos fundido. Ni un paso puedo dar.” “Oíme.” “Sí.”
men del proyecto político de Fernando Abal. combatientes enviados por esa Conducción a una “Vuelve Perón, flaco.” Y había que ir a buscarlo.
“Sus pautas esenciales (dicen Ortega Peña y lucha desigual, sin ningún anclaje de masas, a la Desafiar el cerco represivo de Lanusse (“No tole-
Duhalde) podemos sintetizarlas en: 1) asunción que ellos no se negaron a ir, pero que –al haberse raremos ninguna ‘pueblada’”). Hasta hubo que
de la guerra popular; 2) adopción de la lucha atrevido– merecían una información más real de cruzar el río Matanzas. Y yo con 14 horas de viaje
armada como la metodología que hace viable esa quienes debían darla, es decir, de sus conduccio- encima, soñoliento, abombado. Pero esto no
guerra popular, mediante formas organizativas nes estratégicas, tarde fue trágicamente nunca. importa. De otra cosa quiero hablar: el tono. El
superiores; 3) absoluta intransigencia con el Siste- “Muchas veces (escribe Horacio Verbitsky en tono de Miguel. Nunca lo voy a olvidar. No alzó
ma; 4) incansable voluntad de transformar la rea- texto que de buen grado firmaría) me he pregun- la voz. No le puso ninguna emotividad. Simple-
lidad; 5) identificación de la burocracia, como tado cómo fue posible que personas de notable mente lo dijo: “Vuelve Perón, flaco”. Nada más
formando parte del campo revolucionario; 6) en- aptitud e incluso brillo intelectual se sometieran a increíble podía ser dicho en la Argentina. Nada
tronque efectivo en las luchas del pueblo; 7) con- los dictados de un liderazgo paupérrimo” (Hora- más negado. Nada más deseado. Era el avión
fianza ilimitada en la potencialidad revolucionaria cio Verbitsky, Prólogo a Cristina Zuker, El Tren negro. Lo que nunca iba a pasar. Lo que no podía
de la clase trabajadora peronista; 8) caracteriza- de la Victoria, Sudamericana, Buenos Aires, 2003, pasar. Ese viejo general de Madrid se iba a morir
ción del General Perón como conductor estraté- p. 9). ¿Cómo es posible que Walsh discutiera con ahí. Pero volver, nunca. Habían pasado 17 años.
gico; 9) correcta evaluación sobre los amplios personajes como Firmenich, Vaca Narvaja y Per- Habíamos crecido escuchando que Perón alguna
márgenes posibilitantes de actuación dentro del día? ¿Saben por qué el libro de Cristina Zuker se vez volvería al país. Habíamos crecido escuchan-
Movimiento Peronista; 10) decisión de luchar llama El Tren de la Victoria? Porque “reproduce do que no, que nunca. Habíamos escuchado a
hasta el costo de la propia vida...” (Militancia, Nº una expresión con la que Roberto Perdía recluta- nuestros viejos decir que sí o que no. En 1955 yo
13, 6/9/1973, p. 11). Ortega Peña y Duhalde ba militantes para ingresar en forma clandestina estaba en sexto grado de la primaria, colegio José
señalan que Fernando aún no tenía claro si una al país subyugado por la dictadura militar. No Hernández, en Pampa casi avenida Forest. Cayó
organización guerrillera debía definirse como debían perder ‘El Tren de la Victoria’, les decía Perón y entró en el aula el señor Grassi, el direc-
brazo armado, foco irradiador de conciencia u en las narices de los servicios de informaciones tor del colegio. Nuestro maestro le cedió su lugar.
organización revolucionaria de masas. Aquí es sembrados en las colonias del exilio. Después, un Grassi habló toda la hora. Que el país había
donde radica la diferencia que (creo, ojo: creo) asistente recogía en una bolsa los papelitos con los reconquistado sus libertades democráticas. Que el
habría establecido Fernando de haber vivido. Fir- datos de quienes accedían a esa conscripción” tirano había huido. Que teníamos suerte, y
menich –a partir del asesinato de Rucci y del (Verbitsky, Ibid., p. 8). “El Tren de la Victoria” mucha. Que creceríamos en una Argentina libre.
pasaje de la organización a la clandestinidad– llega a la Argentina en 1979. No quedó uno de Que los mediocres se quedarían al borde del
rechaza la opción de la “organización revolucio- sus militantes. Se repetiría la operación en 1980. camino. (¡Cómo me asustó esta frase! Doce años
naria de masas”. Elige la del brazo armado y la del del ‘55 no son los de ahora. Yo era un boludo a
foco irradiador de conciencia. Ya veremos a “VUELVE PERÓN, FLACO” los doce años. Me pregunté: ¿y si soy un medio-
dónde lo conduce esto. Cosa que muchos cono- Con fecha 9 de febrero de 1971, los Monto- cre, y si me quedo a un costado del camino?) Que
cen. Fernando habría advertido –pese a su jacobi- neros envían su primera carta a Perón. Dicen: los laboriosos, los que supieran usar la libertad
nismo pero a causa de su inteligencia– que una “Al pueblo le queda claro que el sistema es siem- ahora reconquistada, los que lucharan por la dig-
“organización revolucionaria” o es “de masas” o pre el mismo cualquiera sea la fachada que pre- nidad de la República, por la democracia, por los
no es “revolucionaria”. Y si la situación evidente sente (...). Por todo esto es que a diario cosecha- valores que nuestros próceres nos habían legado y
que se detecta es la de un reflujo de masas, ese mos, en el apoyo popular creciente, los frutos de que el Tirano agravió, llegarían al triunfo en la
reflujo debe ser acompañado por la organización, este ajusticiamiento histórico” (Baschetti, Ob. vida. “Son libres. Son jóvenes. El país de la
y bajo ningún punto de vista debe ésta continuar cit., 1970-1973, Tomo I, p. 124). No se equivo- democracia los aguarda. Vivan por él y luchen
las acciones por su cuenta bajo el riesgo de con- caban en esto. Formaban parte de un enorme por él. Nunca jamás permitan que sus libertades
vertir su violencia en una violencia de aparato que movimiento popular que pedía una sola, simple sean pisoteadas. Nunca jamás permitan que
sólo servirá al régimen tiránico. Por si la palabra cosa: que Perón regresara al país. De aquí que regrese un Tirano como Perón para someterlos a
“reflujo” necesitara algún acompañamiento que todo lo que se hiciera (en medio de una dictadu- sus mentiras, a su demagogia, a su enfermizo
colabore a su necesaria, traslúcida comprensión, ra, de un país cuya ilegitimidad llevaba ya casi deseo de poder, a su régimen tiránico.” El señor
entrego algunos sinónimos: descenso - merma - 16 años) le caía bien al pueblo peronista, que Grassi se fue. ¡Qué feliz estaba ese hombre! Y nos
reducción - disminución. Estas son anotaciones aceptó con beneplácito la muerte de Aramburu. había venido a ver a nosotros, los pibes de sexto
momentáneas de temas calientes que trataremos Perón tenía que volver. Los militantes de las grado, porque éramos los mayores y nos íbamos
extensivamente cuando llegue su momento, aun- Formaciones especiales empiezan a ser llamados del colegio hacia otros horizontes, al secundario, a
que tal vez los venimos afrontando desde el inicio “los muchachos” no sólo por las clases bajas la vida. Pensé: “Ojalá nunca vuelva Perón y sea-
de este trabajo. Pero no somos sólo nosotros los peronistas, sino por la clase media, por los inte- mos felices para siempre”. Todos pensamos eso.
que pensamos así. Hay tipos muy valiosos, de lectuales, por los artistas. Su aceptación –algo Hasta mis viejos lo pensaban. Y eso que nunca
gran conocimiento estratégico-político que han que ya en ese momento les costaba entender– me parecieron muy antiperonistas. Pero ahora
dicho lo mismo: Rodolfo Walsh, por ejemplo. dependía de su inclusión en ese anhelo amplia- hablaban pestes del Tirano.
Sigamos a Ernesto Salas, que escribe en Lucha mente popular. Es difícil trasmitir a las nuevas –Vuelve Perón, flaco –dice Miguel.
PROXIMO Armada un excepcional trabajo titulado: “El generaciones lo que significaba “el regreso de Yo era flaco en 1972. Y Miguel estaba vivo. Y
debate entre Walsh y la conducción montonera”. Perón”. No, es imposible. Sólo bastará pregun- sí, carajo, volvía Perón.
DOMINGO
Salas se refiere a dos informes que Walsh escribió tarse cómo fue posible que marcharan a Ezeiza –¿Dónde nos vemos? –pregunté.
con fecha 2 de enero de 1977, cuando, en efecto, dos millones y medio de personas. Acaso tres.
“La Casa de Gobierno estaba trabajando su Carta de un escritor a la ¿Qué eran? ¿Eran todos Montoneros? No. ¿Fue Colaboración especial:
cambió de dirección” Junta Militar. Cita un texto al que define como una gigantesca equivocación? No. ¿Quién podía Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 7 de diciembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


56 “La Casa de Gobierno
cambió de dirección”

Suplemento especial de

PáginaI12
LA OTRA VERTIENTE DE LA generosidad social. Baschetti lo ha resumido parecido al de otros pueblos que luchan por su
JOTAPÉ bien: “Ahí iban los secundarios organizando a liberación. El no, él siempre fue un revoluciona-
ero la marejada vino de otros lados. los suyos y convirtiendo a los turnos noche en rio, siempre tuvo una concepción del destino de

P De montones de lados. Y hasta de


todos lados. Ese pequeño grupo de
“catolicuchis” que se cargó a Aram-
buru hizo una operación espectacu-
lar y deseada por muchos, por incontables pero-
nistas y hasta no peronistas hartos de las dictadu-
ras, de los militares. Lejos de desautorizarla,
foros de discusión y acción; peleaban los univer-
sitarios para lograr que la facultad estuviese tam-
bién abierta para los hijos de los obreros; los
muchachos en los barrios organizaban a los veci-
nos para que hicieran valer sus derechos; otros
iban a las villas para que también a estos lugares
eternamente postergados llegaran la educación y
la clase trabajadora. Y él nos explicó las causas
por las que estábamos derrotados, el papel del
imperialismo, el papel de la oligarquía, y el
papel de la burocracia en el peronismo: esos
recitadores de los días de fiesta. Aprendimos lo
que significaban los movimientos de liberación
en el resto del mundo, y por qué nosotros tenía-
Perón la aplaudió. Pero aplaudió también a la la salud, el progreso y un futuro digno. Las mos que desembocar en un movimiento de libe-
marejada. A partir del ’68 se da el fenómeno de fábricas dejaron de ser cotos de caza de patrones ración” (Rodolfo Walsh, ¿Quién mató a Rosen-
la “nacionalización de los sectores medios” y de y burócratas desde el mismo momento en que se do?, Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 1984, p.
una gran cantidad de la clase obrera. Nace la organizó una juventud que aglutinó a los secto- 22. Esta non-fiction de Walsh es uno de sus
Juventud Peronista de los ’70. La “maravillosa res sindicales más combativos y revolucionarios. más admirables trabajos. Aparece como texto
JP”. Vamos a ver que sus orígenes, sus lecturas, A tal punto llegó esta efervescencia y decisión de combativo en el combativo periódico de la
sus pasiones por la militancia de superficie, su cambiar las cosas en Argentina, que por primera CGT de los Argentinos. Se propone desenmas-
decisión de no elegir la clandestinidad sino el vez –en gran número– jóvenes pertenecientes a carar la acción contrarrevolucionaria del sindi-
trabajo a la luz del día, definirán su caudaloso los sectores más poderosos y oligárquicos de calismo vandorista. Pero recoge la pasión del
rostro. Es esta militancia la que muchos recuer- nuestra sociedad se convirtieron en “renegados autor por el género policial. El título –¿Quién
dan como parte de los años más apasionados y de clase” y pasaron a engrosar con su inteligencia mató a Rosendo?– rinde homenaje al policial de
apasionantes de su vida. Los jóvenes y los no tan y decisión la causa peronista, nacional, popular y enigma, a la inglesa, en el que descubrir al asesi-
jóvenes y hasta los ya no jóvenes se iban de todas revolucionaria”. (Baschetti, La memoria de los de no lo es todo. La novela dura de los yanquis es
partes y se metían en el peronismo. El glamour abajo, ed. cit., p. 24). distinta: importa más la descripción de un
de lo prohibido los deslumbraba. Estaban hartos mundo sombrío, lleno de perdedores sin reden-
de militares, de curas, de cardenales, de políticos PERONISMO, MOVIMIENTO ción, en que el problema habrá de planteársele al
de derecha, de gobiernos radicales cómplices DE LIBERACIÓN DEL detective. Walsh empezó escribiendo ficciones a
(sabemos que no son lo mismo Frondizi e Illia, TERCER MUNDO la inglesa: sus Variaciones en rojo. Pero a sus tex-
que Illia era un buen tipo y es un ángel al lado Había, sin embargo, un encuadre filosófico y tos comprometidos, políticos, de denuncia,
de cualquiera de los asesinos del ’76 o de los político que pugnaba por ir más allá de este entu- llevó el andamiaje del policial duro. Sin embar-
mercenarios del lopezreguismo, pero no debió siasmo. Era necesario. Lo que aquí ocurría era go, el título de esta novela responde al clásico
prestarse a la farsa antidemocrática), de econo- excepcional, pero no único. La Argentina y el Whudunit de los británicos. Al clásico quién lo
mistas antipopulares, de la brutalidad represiva, peronismo revolucionario formaban parte de un hizo. Es notable cómo el talento de este escritor
del asalto a las universidades y de la prohibición movimiento liberacionista mundial: el Tercer destellante de nuestra literatura distribuía sus
del peronismo y de Perón. Para muchos, la pre- Mundo. En sus entregas para el diario de la CGT materiales. Título de policial inglés, prosa de
gunta surgía con fuerza: ¿qué pasaba con el hom- de los Argentinos, Walsh dibuja tenuemente lo novela negra, personajes populares, temática
bre de Puerta de Hierro? ¿Por qué era intragable que sucede. Raimundo Villaflor habla de las política, asesinatos entre sindicalistas. Observe-
para el régimen? En esos años nadie se pregunta- enseñanzas que les dispensó, a él y a sus compa- mos la perfección hammetiana, la prosa impeca-
ba si Perón había sido nazi o no. Recuerdo un ñeros, alguien a quien llamaban “El Viejo”, ble de este fragmento: “A José Petraca no le gus-
pasaje de la biografía de Eva de Alicia Dujovne “Mingo”, “El Griego”, “El Químico” y era taba cómo lo estaba mirando ese hombre de
Ortiz (que pareciera, durante estos días, no Domingo Blajaquis y les habló, por primera vez, ojos oscuros y cara angulosa. Ya no le habían
seguir el camino alfombrado hacia el establish- del peronismo y los movimientos de liberación gustado algunas cosas que le pareció oír de la
ment que otras señoras de la cultura han elegido) nacional. Vamos a tratar de explicitar el marco otra mesa. Y cuando aquella gente pagaba para
en que ella, Alicia, se pregunta si la Juventud teórico que se le dio al peronismo para que tuvie- irse, el hombre lo seguía estudiando, con ese
Peronista sabía algo sobre la entrada de nazis en ra –además de lo obvio: su prohibición y la de su gesto, medio de burla y de desprecio” (Walsh,
la Argentina o el periplo europeo-mussoliniano líder, su aura formidable de fruta prohibida del Ibid., p. 59). Debió corregir la cacofonía entre
de Perón de fines de los ’30. Más o menos dice: Paraíso de las clases dominantes– una contun- “angulosa” y “cosa”, pero sin duda trabajaba
no, ésas eran historias de viejos. Claro que sí: los dencia en el campo conceptual, y pudiera pole- con apuro. Además, ¿qué importa una cacofonía
jóvenes que eligen el peronismo a fines de los ’60 mizar con todo el aparato teórico de la izquierda cuando el ritmo de la prosa es tan infrecuente,
están hartos de oír hablar pestes de Perón. Har- “marxista” que se le oponía. Ahí, en esos tiem- tan personal, una caricia a los oídos del lector?
tos de sus padres gorilas. Desde niños les han lle- pos, los cuestionamientos de la oligarquía, del El lenguaje es arisco, indomeñable. Le reprocho
nado la cabeza sobre las canalladas del tirano gorilaje tradicional, eran totalmente ineficaces, la cacofonía entre “angulosa” y “cosa” y apenas
prófugo. ¿Que se trata de una rebelión contra los pero no los de la izquierda que buscaba demos- un renglón abajo escribo “prosa”. ¡Tenía que
padres? Por supuesto, ¿hay algo de malo en eso? trar lo de siempre: que el peronismo era un movi- escribir “prosa”! Ahí, cuando la cacofonía va
Con una gracia de porteño atorrante irredimible miento nacional burgués, que no era revolucio- contra el concepto, optar por el concepto, y si
escuché cierta vez a un político peronista decir: nario y que, por tanto, no haría la revolución. Sí, algo no suena tan bien como lo habríamos dese-
“En los ’70 un pibe rebelde se te hacía montone- quién no lo sabe. Hoy cualquiera dice: “Tenían ado, mala suerte. No seguimos porque dedicare-
ro. Hoy se te hace gay”. (Nota: No dijo “gay”, razón”. Pero hoy, caballeros, todos tienen razón. mos cuanto menos un capítulo entero a Walsh.
dijo algo más fuerte, más “homofóbico”, por El mundo se ha ido a la mismísima merde, la Este artista de excelso talento, a pocos días de su
decirlo en ese lenguaje tan cuidadoso que hay revolución no la hizo nadie, la burguesía enterró muerte, aún está discutiendo con la conducción
que usar en estas cuestiones para no entrar en esa al proletariado y estamos navegando entre borras- de Montoneros, Firmenich, Vaca Narvaja, Per-
zona de sospecha que acecha a los “héteros” de cas apocalípticas. De modo que si algún revolu- día, cuestiones elementales de política, de tácti-
este tiempo: ser homofóbicos por ser homose- cionario “marxista” de los ’70 cree que ganó esa ca y estrategia, de sobrevivencia. Como si fueran
xuales reprimidos o, más aún, aterrorizados. En discusión será atinado decirle que esa discusión a entenderlo. Y esta es sólo una cara de esta gran
rigor, el político dijo “puto” que –me dispongo a no la ganó nadie, la perdieron todos. Pero no sal- tragedia que estamos narrando).
demostrar más adelante– no tenía en ciertas per- temos etapas. Eso, en los ’70, decían los ayudan- ¿Qué establece el peronista Walsh? (Porque,
sonas una carga de negación sino de integración tes de trabajos prácticos de Juan Carlos Portan- para qué negarlo, el entrañable guerrero irlandés,
afectuosa, festiva, hasta jubilosa. En la marcha tiero. Lo decía el ERP, con Ernst Mandel de este hombre de sangre caliente y opciones extre-
hacia Ezeiza, cuando Néstor Perlongher, el poeta guía, y lo decía, mejor que nadie, Milcíades Peña. mas, se compró y contribuyó a imprimir todos
que armó el Frente de Liberación Homosexual, Pero eso, a los que se metían en el peronismo, les los boletos del peronismo revolucionario, con los
se une para ir con la Jotapé –los comunistas los importaba poco. El peronismo era el lugar para que viajó hasta el final, con el último que le que-
habían sacado a patadas y otros, muchos, tam- estar. Ahí se jugaba la historia. Eso era lo que le daba. Era el mejor de todos y ya no era un boleto
bién–, los pibes los reciben con aplausos, con molestaba al régimen. Porque no sé si lo han sino una carta memorable que tallaría su perdu-
alegría y con cánticos. Los cánticos decían: “¡Los advertido: en la Argentina, al Poder siempre le rable, incluso venerada, posteridad.) Que el pero-
putos con Perón!”. Eso se dijo con la mejor molestó más el peronismo que la izquierda, el nismo, dice, es un movimiento de liberación
onda, yo lo vi. No existía la palabra “gay” enton- peronismo que el PC. Por alguna causa que no nacional. Aquí entra la cuestión del Tercer
ces. Y Perlongher fue con la izquierda peronista. sería arduo explicitar nunca las izquierdas de la Mundo. La revolución se había deslizado a esta
Esto se puede leer en una novela que escribió un Argentina convocaron a los pobres, a la negritud. zona del planeta. La guerrilla vietnamita derrota-
personaje ya algo indescifrable de la Argentina Y no porque el peronismo se los robara. ¡Qué ba al poderío bélico norteamericano. La Revolu-
que, alguna vez, fue un escritor. La novela se pobre argumento! Sino porque no supieron cap- ción Cubana postulaba su condición de vanguar-
llama: Los reventados y su autor es Jorge Asís.) La tarlos. El peronismo los retuvo desde el Gobierno dia en la lucha por la liberación de América lati-
Jotapé estaba de moda. Perón se pone de moda. y desde el llano, desde la proscripción, la difama- na. El Che moría en Bolivia. Pero su mensaje era
A los guerrilleros la clase media les dice “los ción y aun bajo el padecimiento de los aparatos claro: el foco puede crear las condiciones del pro-
muchachos”. Para colmo, los chicos de los “fie- represivos de todos los gobiernos que se empeña- ceso revolucionario, no necesita esperarlo. Tam-
rros” reparten alimentos, que se afanaron de ron en borrarlo del mapa del país. poco necesita esperar a las masas. El foco puede
“supermercados del imperialismo”, en las villas Vuelvo a Walsh. Raimundo Villaflor cuenta convocarlas. En Chile, la Unidad Popular de Sal-
de los pobres, las llamadas “miseria”, y esto lo que escuchó de labios de su maestro Domin- vador Allende era incontenible. Francia había
derrite el corazón del medio pelo. Pero la Jotapé go Blajaquis: “Porque él (Blajaquis, J. P. F.) nos sido derrotada en Argelia. Y Gilo Pontecorvo
es un gran momento (creo que el más grande) de sacó todos esos berretines que teníamos, de ser había filmado una película que todos veían. Ver
la pequeña burguesía argentina, de su clase peronistas por el solo hecho de serlo, y no com- La batalla de Argelia y leer Los condenados de la
media. Se meten en el corazón del riesgo, de la prender que el peronismo es un movimiento tierra de Frantz Fanon y, muy especialmente, el
II
“sublime” (la expresión es de Eduardo Grüner y el judaísmo, poco que ver. Los judíos de la Jotapé presente. Aquí, Heidegger era propiedad de los
la comparto) Prólogo que Jean Paul Sartre le no eran como los católicos que le seguían rezan- militantes de Guardia de Hierro, el encuadra-
había escrito en una noche en que acaso tuviera do a la Virgen. Olvidaron a Jehová, a Moisés, a miento de Alejandro “Gallego” Alvarez. Ya vere-
fiebre o se le hubiese ido fuertemente la mano Abraham y a quien fuera. Eran más bien tirando mos eso.
con las anfetaminas, eran obligaciones de la a ateos y descifraban apasionadamente a Hegel, a
época. Marx, a Sartre, a Fanon y a Mariátegui. La “cues- “LA BATALLA DE ARGELIA”
tión nacional” la empezaron a analizar sin dema- Vamos a La batalla de Argelia. Junto a La hora
EL HOMBRE ES EL CENTRO siados apoyos. Es bastante mitológica esa “delan- de los hornos, el film de Pino Solanas y Octavio
DE LA POLÍTICA tera” de héroes del pensamiento nacional que Getino, la obra de Gilo Pontecorvo fue vista por
Estas lecturas no eran las frecuentadas por los suele enunciarse: Hernández Arregui, Jauretche, toda la militancia de la época. El film se realizó
“cristianuchis”. Todo ese polo del cristianismo Puiggrós, Scalabrini, Ramos. Se los leía, sí. Pero en 1966, era una producción entre Italia y Arge-
revolucionario leía a Teilhard de Chardin, vene- desde las Cátedras nacionales los jóvenes profeso- lia. En los cines o en los secretos lugares en que se
raba a Camilo Torres, gestó Cristianismo y revo- res empezaban a escribir sus propios textos. proyectaba, cada vez que un argelino mataba a
lución y, sin duda en uno de sus mejores (Nota: Sería una injusticia no confesar el placer un francés o el Frente de Liberación Nacional
momentos, recibió clases de Conrado Eggers con que leí Revolución y contrarrevolución en la Argelino volaba un bar colmado de colonialistas
Lan en Córdoba. En verdad, sólo el grupo origi- Argentina de Jorge Abelardo Ramos en la gloriosa (franceses y argelinos cómplices de la domina-
nario de Montoneros –y algunos otros sectores edición en dos tomos de Plus Ultra que todavía ción), el auditorio estallaba en aplausos y en vivas
desde luego, pero restringidos– puede calificarse conservo. ¡Qué buena pluma! Qué uso del sarcas- a la revolución, a la lucha contra los opresores y a
como “católico”, “clase alta” y de origen tacua- mo, qué gloriosas patadas para el stalinismo en el los guerrilleros (o terroristas en el caso de Argelia;
rista con la evolución que ya hemos señalado: Plata, qué manejo virtuosístico de textos de ya estudiaremos la diferencia entre guerrilla y
MNRT y luego el peronismo. Los que recibie- Marx, Engels, Lenin y Trotsky. Qué saludable terrorismo) que la encarnaban. Pero esto no es lo
ron clases de Eggers Lan en Córdoba formaron falta de respeto, deliberada rudeza y hasta tosque- principal que me propongo analizar. Créase o no
una importante escisión crítica de Montoneros dad por las figuras egregias de la oligarquía: Sur, (y, sin duda, se creerá), La batalla de Argelia es
que se llamó los “Sabinos”. Habrían de publicar, Borges, Victoria, Bioy. Qué dislate los capítulos una película fundamental para la formación de
en julio de 1972, el llamado “Documento sobre Roca. Qué placer me produjo leer ese libro. los sofisticados cuadros militares de la contrain-
Verde” donde tempranamente realizan críticas Hernández Arregui escribía mal y su marxismo surgencia. Voy a citar largamente (por su impor-
muy atinadas a la conducción de la orga “hege- no lo llevaba a ningún puerto, a ninguna pleni- tancia, por la fascinante paradoja que encierra)
mónica”. Bien, por un lado los católicos y tud. Scalabrini como literato, no gran cosa. un fragmento del libro Terrorismo y contraterro-
muchos de ellos, como Conrado Eggers, buscan- Como investigador de los ferrocarriles, y bueno, rismo, comprendiendo el nuevo contexto de la segu-
do afanosamente una integración entre cristia- no estaba mal. Puiggrós era pesado, su prosa ahu- ridad, de Russell D. Howard (coronel de
nismo y marxismo que condujera por fin al yentaba. Y Jauretche se hacía el piola todo el EE.UU.) y Reid L. Sawyer (mayor, EE.UU.). La
peronismo. Eggers Lan jamás tuvo nada que ver tiempo. Tenía ingenio. Sabía pelear. Pero no traducción pertenece al capitán de fragata Arturo
con la lucha armada. Sus pasiones eran Cristo y mucho más. El gran teórico que leí en esos años Guillermo Marfort y ha sido editado por el Insti-
Marx. Como sea, llevó a muchos de los católicos fue John William Cooke. Peronismo y revolución
cordobeses al estudio de los Manuscritos del ’44, era un texto brillante. Voy a decir un exceso: era
bellísimos textos de Marx que Eggers amaba digno de Sartre, que había inspirado al Gran
profundamente y en los que veía esa unión entre Gordo en ese libro. La prosa de Cooke mordía,
cristianos y marxistas. Pero la otra vertiente venía cortaba, era la exhibición impecable de la lucidez
de la lectura de El capital y de la Fenomenología militante. Después leímos –no digo todos, pero
del espíritu. Conocía de memoria el Prólogo de muchos– muchísimos de los libros que editaba
Sartre a Fanon y la obra de Fanon. Había visto Hachette, esos azules y blancos, los de la colec-
miles de veces La batalla de Argelia. No partici- ción El pasado argentino. Y a Pepe Rosa, cómo
paba de la lucha armada sino que se asumía no. Eramos capaces de discutir durante horas si la
como productora de elementos ideológicos que Ley de Aduanas de 1835 había protegido o no al
fortalecieran al peronismo en sus discusiones y interior mediterráneo. Y leí, concienzudamente,
en su “actualización doctrinaria”, fórmula que el manual de Conducción política de Perón. Lo
Perón tiró para los que buscaban el socialismo subrayé, lo anoté, con regla, con lápices de distin-
desde las veinte verdades. tos colores. Escribí sus márgenes. Tomé notas en
Su expresión más poderosa se dio en el debate mis cuadernillos. No lo podía creer: ¡estaba
de ideas y tuvo lugar en los claustros universita- leyendo al tirano prófugo con la seriedad con que
rios. Fueron las Cátedras nacionales. Sobre esta había leído a Hegel o a Heidegger! Volveremos
otra vertiente de la juventud que adhiere al pero- sobre estas cuestiones.)
nismo es importante señalar que nadie se preocu- Pero era Fanon el que más nos convocaba.
paba mucho por la fe, por Cristo, por la Ciudad Fanon, el Prólogo de Sartre y la película de Pon-
Terrena o la Ciudad Celestial. El diálogo entre tecorvo. ¿Qué hacían los otros profesores de filo-
marxistas y cristianos les importaba poco porque sofía? Lo habitual: el estructuralismo arrasaba.
venían del marxismo y no eran cristianos. Como Eran todos etnólogos con Lévi- Strauss, lingüistas
muchos de ellos eran judíos (que fueron luego con Saussure, marxistas con Althusser y los suyos,
especialmente flagelados en los campos de concen- ya se leía a Foucault y su consigna de “la muerte
tración de la dictadura) me atrevería a una bouta- del hombre” (¿qué podía significar eso para los
de. Es la siguiente: si la primera vertiente de la que en América latina militaban u ofrecían su
Jotapé es católica, la otra, la que va del marxismo vida por el hombre nuevo?), Barthes y la muerte
al peronismo, es judía. O atea. O agnóstica. En la del autor y del estilo, empezaba a entrar Lacan de
AMIA hay un mural de importantes dimensio- la mano de Masotta, el Di Tella andaba en lo
nes. Cierta vez (bajo la administración anterior a suyo (alejado totalmente de este mundo, como la
la presente) me invitaron a almorzar. Les digo: militancia ignoraba por su parte las exquisiteces y
“Pero ustedes no pueden hablar sólo del genoci- las verdaderas muestras de talento que ofrecía el
dio del pueblo judío. Hubo otros. El armenio. Y Di Tella junto con las idioteces habituales que
el nuestro. La ESMA es nuestro Auschwitz. abundan en esos lugares de intelectuales y artistas
¿Cómo no hablan de eso?”. Por toda respuesta exquisitos) y la filosofía europea exaltaba a
me llevaron a ver el mural. Es una gran placa de Nietzsche y a Heidegger en tanto sepultaba a Sar-
hierro forjado. En ella se lee: “En memoria de los tre. La tarea del estructuralismo era la de salir del
30.000 detenidos-desaparecidos de la Argentina. sujeto. Liquidar la idea del hombre. Entre noso-
2000 de ellos eran judíos”. Les dije que sí, que así tros, un insólito y excepcional artículo de Hora-
debía ser porque yo había conocido infinidad de cio González era leído por todos o, sin duda, por
militantes con apellidos judíos en la Jotapé. Me muchos: Humanismo y estrategia en Juan Perón.
atreví, amable pero algo provocador, a decirles: Su título tenía algo de desafiante: tratar a Perón
“La mayoría de ellos pensaba que el Estado de como un autor “académico”. Ese “en Juan
Israel es un enclave del imperialismo yanqui en Perón” parodiaba el giro predilecto de tantas
Medio Oriente”. Me respondieron: “No importa. monografías que se escribían durante esos días.
Igual eran judíos”. En suma, es exagerado decir “El dionisismo en Nietzsche”, “Lo práctico-inerte
que la vertiente que viene del marxismo es en Sartre”, “El concepto de sobredeterminación
“judía”, pero interesa señalar que la militancia de en Althusser”, “El análisis de ‘Las Meninas’ en
los ’70 no fue sólo la montonera con ese origen Foucault” y así. La fórmula central que proponía
católico preconciliar que tanto gustan señalar el texto de Horacio era: El hombre es el centro de
algunos. No, los Montoneros empezaron siendo la política. Entre nosotros, lejos de morir, los
diez, veinte o cuarenta tipos. No importa. Pero el sujetos prácticos de la historia, los hombres con-
huracán generacional que se vuelca al peronismo cretos de la política, estaban en la centralidad, esa
revolucionario tiene orígenes de todo tipo. “centralidad” que la deconstrucción postestructu-
Muchos de católicos no tenían nada. Eran judíos. ralista vendría a destruir. Ya se sabe: detrás de la
O provenían de familias judías, ya que ellos, con naciente French theory estaba Heidegger, omni-
III
tuto de publicaciones navales del Centro Naval. se lo hizo la Marina. Una típica “apretada”. Un humana habrá de perderse. Será el espacio del
Fecha de edición: 2005. Recuerden que la repre- típico peñasco sanguinario para impedir la acti- odio y la vejación. “Massu y sus hombres (escri-
sión del “Proceso” se hizo en la Argentina tud negociadora ante Perón. El “general herbí- be Hoffman) no tenían problema alguno (...).
siguiendo el modelo que aplicaron los franceses voro” peleaba serenamente desde su bunker de Justificaron los medios para la obtención de
en Argelia. Quiero decir: La batalla de Argelia Puerta de Hierro. En verdad, la consigna –alta- inteligencia con argumentos de costo-beneficio.
tenía dos caras. Por un lado, mostraba las accio- mente imaginativa– que la Jotapé larga en Gas- La filosofía exculpatoria adoptada por los para-
nes del FLN, que entusiasmaban a la militancia par Campos durante el primer regreso de Perón caidistas franceses se resume mejor en la creencia
de la izquierda peronista. Por el otro (algo que (La Casa de Gobierno cambió de dirección/ está en intransigente de Massu de que “el inocente (esto
esa militancia, en pleno triunfalismo, desechó Vicente López por orden de Perón) pudo ser apli- es, las próximas víctimas de los ataques terroris-
por completo), detallaba los métodos que los cada desde el momento en que el líder del movi- tas merece más protección que el culpable”
paracaidistas franceses pusieron en práctica para miento se instala en Puerta de Hierro. A partir (Hoffman, Ibid., p. 330).
derrotar a los guerrilleros argelinos. La batalla... de ese momento la política argentina empieza a Perón parecía no ver estos peligros. Parecía, si
termina con la liberación de Argelia, pero luego decidirse más en Madrid que en el país, aunque algún conocimiento de ellos poseía, despreciar-
de un salto en el tiempo y a causa de la apari- les doliera aceptarlo a los héroes del Estado los. El peronismo era un movimiento de masas.
ción fulminante de las masas, que no pudieron Gorila. Las Formaciones especiales sólo formaban el ala
ser contenidas. Además, la acción represiva armada del mismo. El, como líder supremo,
sufría un fuerte desgaste cuando este aconteci- “LA BATALLA DE ARGELIA” como Padre Eterno amado por el pueblo, habría
miento se produjo. El libro de Russell y Sawyer COMO MANUAL DE de dominarlas cuando quisiera. Ahora, a darles
(editado por la Marina, hoy) asume para sí las CONTRAINSURGENCIA máquina. Luego se vería. Era “la violencia de
lecciones del film de Pontecorvo. Esas lecciones Sin embargo, con el paso del tiempo duele abajo”. Era causa, no efecto. La causa era la
–de aquí, nos permitimos insistir, que no sea comprobar que el espíritu triunfalista de la mili- “violencia de arriba”. La violencia fue aceptada y
casual que sea la Marina la que edite el libro: fue tancia juvenil y de los combatientes de la guerri- motorizada con entusiasmo. “Si Evita viviera
ella la institución que aplicó en la ESMA esas lla les impidiera ver El otro rostro de “La batalla sería montonera” significaba que estaría “en el
lecciones– son centrales para la enseñanza de la de Argelia”: el de la ferocidad de la contrainsur- puesto más arriesgado de la lucha”. ¿Quién
lucha contrainsurgente. Ni los Montoneros ni el gencia. No se detiene ante nada. Hoffman cuen- había determinado eso? No, señores. El peronis-
ERP ni nadie pudo leer, en los setenta, un libro ta que está en Sri Lanka y, al saber que es un mo era un movimiento. No tenía “vanguardia”.
así. Es probable que hubiesen sosegado sus especialista en terrorismo y contraterrorismo, lo Todo el movimiento era el puesto más avanzado de
ímpetus. Aunque tampoco nadie se ocupó de llevan a conocer a un oficial del ejército al que la lucha. Los Montoneros, desde la muerte de
averiguar la metodología del general francés llaman “Terminator”. Conversan largamente. Aramburu, exigieron sangre por poder. “La san-
Massu a fondo. Ni siquiera se ocuparon de asu- Terminator le dice: “‘Uno no puede combatir al gre la pusimos nosotros. Ahora queremos en el
mir lo que el film, claramente, exhibía. El triun- terrorismo recorriendo todos los procedimientos poder un reconocimiento proporcional a ese
falismo no cedía espacio para estas conductas. legales’. Creía que el terrorismo podía ser com- sacrificio.” Querían –ya bajo esa conducción de
El artículo que tomamos del libro está escrito batido solamente ‘aterrorizando’ concienzuda- Firmenich– compartir la conducción con Perón.
por Bruce Hoffman; no un militar, un civil, un mente a los terroristas (...). Thomas (el nombre Hubo, lamentablemente –trágicamente– una
experto internacional en terrorismo y violencia ficticio que el autor le pone por fin Terminator, sobrevaloración de los “fierros” que llevó a la
política. Esto permitirá explicar que nos exhiba J. P. F.) no confiaba en que yo pudiera entender guerrilla a creerse “más” que todos. Y a exigirle a
un rostro sensible y preocupado ante las atroci- lo que él estaba diciendo” (Ibid., p. 332). Usted Perón compartir el poder. Compartir nada
dades de la contrainsurgencia. De hecho, su tra- es un académico, le dice Thomas, no entiende menos que algo que Perón jamás había compar-
bajo se titula Un trabajo repugnante. Algo que de esto. Esto lo sabemos nosotros. Los que tene- tido ni compartiría: la conducción del movimien-
seguramente provocaría la hilaridad de los tortu- mos que proteger la vida de nuestros ciudada- to. Perón se habrá indignado: “Estos tipos están
radores franceses, muy seguros y orgullosos de nos. Le voy a dar un ejemplo sobre cómo se locos. Por unos cuantos muertos que tiraron
su imprescindible tarea para “salvar vidas ino- hacen estas cosas. Lo lleva a un lugar secreto de sobre la mesa creen igualarme a mí, que soy
centes”. Escribe Hoffman: “Muchas veces les he la ciudad. Hay tres terroristas. Pareciera que querido y reclamado por el pueblo desde 1955,
dicho a los soldados, a los espías y a los estu- saben dónde ha sido colocada una bomba en que nadie puede hacer política al margen de mi
diantes que si quieren entender cómo combatir algún lugar de la urbe agredida. Thomas se les nombre coreado por las masas de un extremo a
al terrorismo miren The Battle of Algiers (...). La acerca. Les pregunta dónde está la bomba. No le otro del país”. Nadie le discutiría la conducción
difunta Pauline Kael, decana de los críticos de responden. Les dice que hará una vez más la a Perón. Nadie la compartiría con él. Nadie, a
cine estadounidenses (lo cual es cierto, se trata pregunta y luego los matará. Hoffman, entre su lado, podría asumirse como “vanguardia”.
de una mujer que pudo haber destruido la carre- incrédulo y asustado, presencia la situación. Todo eso lo era Perón. Los Montoneros parecie-
ra de Woody Allen, algo que sin duda intentó, Thomas saca la pistola de su cartuchera, la ran no haberlo comprendido nunca. Como no
ya que no dejó film sin erosionar, sin atacar apoya en la frente de uno de los terroristas y entendieron la naturaleza del pueblo peronista
impiadosamente; es temible, tiene mucho poder hace fuego. Los otros dos confiesan. La bomba que Perón había forjado. Es posible que los
y es muy inteligente, J. P. F.), siete años después es desactivada y se salvan numerosas vidas. Tho- tiempos fueran, hoy, otros. Que muchos pue-
de su estreno, todavía parecía embelesada cuan- mas, luego, le cuenta peores torturas. Pero, al blos giraran al socialismo. El pueblo peronista,
do en una crítica de 900 palabras describía la lado del Tigre Acosta o del general Camps, se ve no. Seguía siendo el del ’45-’55. Y quería lo que
película como una “epopeya bajo la forma de un como un hombre humanitario. Thomas, a tuvo entonces. La Argentina de los años felices.
documental”, “la publicidad revolucionaria más Hoffman, le exhibe la tortura como medio para Eso que Daniel Santoro llama “la patria de la
grande de los tiempos modernos” y “el llamado obtener un fin. Una vez logrado el objetivo, se felicidad”. Los Montoneros querían la guerra, la
a la revolución más apasionado y astuto jamás acabó el procedimiento. En los campos de revolución. El choque era inevitable. Otra con-
realizado”. Sin embargo, las mejores críticas han Argentina la tortura era constante y no sólo obe- ducción habría comprendido: Nosotros fuimos
venido de los terroristas –miembros del IRA, de decía a fines “de inteligencia”. Era por el mero vanguardia durante la etapa de lucha, de asalto al
los Tigres de Tamil en Sri Lanka y de los revolu- castigo. O por la execrable vehiculización del gobierno. Ahora nuestro lugar es la retaguardia. Es
cionarios afro-estadounidenses de la década de sadismo de los verdugos. Thomas no le confiesa el momento de reconstruir el Estado y pacificar el
1960– que la han estudiado asiduamente. En a Hoffman haber empalado a nadie. O haberlo país. Perón no viene sólo por nuestra lucha.
una época en la que el ejército de Estados Uni- despellejado en vida. O haberlo quemado vivo Viene condicionado por el poder militar, que
dos ha enrolado a libretistas de Hollywood para también (“el asadito”). De todas formas, uno no aún es temible, vigoroso, una fuerza compacta y
ayudar a concebir escenarios de futuros ataques sabe dónde puede detenerse Thomas. Si un superior. A esperar. Nuestra tarea, hasta aquí,
terroristas, no parece tirado de los pelos apren- terrorista se le resiste más de lo deseado el casti- está hecha. Es la hora de dialogar, de pactar y de
der las dificultades de combatir al terrorismo go será cada vez mayor y más truculento. Entre ir lentamente avanzando. Firmenich estaba a
mediante una película que los mismos terroristas nosotros existió la venganza, el ultraje, el sadis- distancias siderales de entender algo así. Y cuan-
han estudiado” (Ibid., pp. 328/329). mo sin límites y la tortura por la tortura misma. do enfrentó a Perón, el viejo líder les contestó
Hasta donde yo sé tampoco Perón mencionó No podemos, sin embargo, saber si Estados del peor modo posible. Narramos una tragedia.
este film ni las tácticas contrarrevolucionarias Unidos no habrá ya llegado o superado (si es Sin malos ni buenos. Una historia que termina
que los generales franceses habían elaborado en posible) esos límites. El mismo civilizado, acadé- en una masacre inhumana no tiene héroes, no
Indochina y aplicado ferozmente en Argelia. Al mico, Hoffman confiesa haber mirado fotos de tiene gloria. Todos hicieron lo suyo. De otro
Perón madrileño lo enfrentaba un Ejército que, muchísimos de los cadáveres de las 5000 perso- modo, la catástrofe se habría evitado. Cierto es
al final de la lucha, cayó en manos del general nas que murieron el 11 de septiembre (el nine que el principal error de Perón no pudo evitarlo:
Lanusse. Este hombre, al que le decían “El eleven) y se sincera descarnadamente: “Recuerdo morirse. Pero, para volver así, casi moribundo,
cano” por su pelo blanco y hasta plateado, esta- al enemigo despiadado que Estados Unidos ¿debía volver? Para aguantar unos pocos meses y
ba en contra de estos métodos. Durante la carni- enfrenta, y me pregunto hasta dónde deberemos dejar todo en manos de los asesinos que lo rode-
cería del videlismo trascendió una frase que dijo llegar para derrotarlo” (Ibid., p. 333). Cuando aban, ¿se justificaba su aterrizaje en el campo de
a sus compañeros de armas: “Detenciones, seño- esa pregunta surge, cuando el sujeto se atreve a batalla, en los campos de las feroces contradic-
res. No secuestros”. Esto le valió la muerte de su formulársela es tarde, la decisión está tomada: Se ciones, donde él, lejos de ser el que podía conci-
amigo Edgardo Sajón y la impiadosa persecu- deberá llegar hasta cualquier parte, hasta el más liarlas desde la lejanía, desde Madrid, era sólo
ción de Malek, otro de su grupo. Y si no lo inimaginable de los horrores. Hoy ya se empieza a una más? Esa Casa de Gobierno que tenía en
PROXIMO mataron a él fue porque era Lanusse, pero lo considerar su posibilidad y a elaborar su justifi- Madrid, ¿sirvió que la trasladara a Buenos Aires?
deben haber insultado rabiosamente en todos cación, basada siempre en la crueldad superior Continuaremos.
DOMINGO
los lugares donde se elaboraban los métodos de (e injustificada) del enemigo. La condición
“inteligencia”. Contra Lanusse, Perón se podía humana cada vez más indaga en sus abismos, en
Fanon y Perón, lucir, como lo hizo. Se podía guerrear, como se aquellos agujeros negros cuya existencia ni sospe- Colaboración:
¿un solo corazón? hizo. Sucedió lo de Trelew. Pero eso, a Lanusse, chaba. Ahí, en ellos, todo respeto por la vida Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 14 de diciembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


57 Fanon y Perón, ¿un solo corazón?

Suplemento especial de

PáginaI12
ORDEN COLONIAL Y ORDEN por los que establecían la identidad Argelia = Argentina) na– pidieron consejo a los generales expertos en torturar ante nada. Heidegger nada ha escrito sobre las operaciones
NEOCOLONIAL era una colonización directa. El colonizador estaba en el argelinos, en masacrar insurgentes. Aquí es imposible sosla- punitivas, sobre las operaciones de exterminio en –por
a película de Gillo Pontecorvo fue mundial- lugar de los hechos. El ejército de colonización era el ejér- yar un aporte propio, nuestro, esencial a esta maquinaria ejemplo– nuestro país, pero habría dicho que era así como

L mente aclamada. Todos salían con la certeza de


haber visto un documental. No, era un film de
ficción. Con actores, con una asombrosa foto-
grafía de Marcello Gatti, con un montaje per-
fecto de Mario Serandrei y Mario Morra, con una produc-
ción de Yacef Saadi, que había sido líder del Frente de
Liberación Nacional. Es una de las más grandes películas
cito francés, ejército extranjero. Aquí no: era el ejército
argentino. De aquí que cuando llega la democracia y el
Ejército debiera apartarse de la escena una de las frases
más dichas fuera: “El ejército argentino de ocupación es
un ejército que no tiene dónde retirarse”. Sí: los franceses
se volvieron a Francia. Los militares argentinos debían
adaptarse al nuevo país que hasta hacía poco colonizaban.
del horror. La picana eléctrica la inventa el hijo del poeta
Leopoldo Lugones y la aplica ferozmente bajo el gobierno
del fascista Uriburu, que duró poco, porque entre nosotros
el fascismo (su terror, sobre todo) se realiza por medio de
los liberales oligárquicos, los dueños de la tierra. Pero hay
algo –una oscura relación de causa y efecto– que es cruel-
mente insoslayable entre el “poeta nacional” Lugones y su
actuaba la técnica capitalista. Habría dicho que ése no era el
Progreso. Y hasta posiblemente se hubiese interesado más
por los gauchos federales como hombres unidos a la tierra
que por los “racionales librecambistas”. Pero Heidegger es
el filósofo que dice que el hombre ha olvidado al ser y se ha
consagrado a la conquista de los entes y que esta conquista
la realiza la razón, la razón del capitalismo en su expresión
de guerra. En 1966 no podía ya causar demasiados proble- A esta altura de los tiempos no hay teórico serio que hijo torturador. El padre, en 1924, en Lima, en el Centena- más despiadada y mercantilista. ¿Cuál es el “progreso” que
mas en Francia. Esos problemas habían sido patrimonio de acepte al colonialismo del siglo XIX como progresivo. Los rio de la batalla de Ayacucho, proclama la llegada de “la dejó el colonialismo? ¿Cuál el que dejó el “imperialismo
la genial película de Kubrick Paths of Glory (traducida con valores de la civilización, del progreso fueron la bandera de hora de la espada”. Y su hijo, en los sótanos lúgubres de las bueno”? Cualquiera nos acusaría de ser “revisionistas histó-
el absurdo título de La patrulla infernal). La peli de ese colonialismo y también la de las clases altas que los comisarías, en Buenos Aires, inventa la picana eléctrica, ricos”. No, no nos basamos en esos textos que han quedado
Kubrick (que tiene guión del gran Jim Thompson) es de aceptaron. Toda la burguesía de la periferia, de la subal- “su” espada, el instrumento que él desenvaina cuando su tan atrás como los libracos liberaloides de, pongamos,
1957, en pleno conflicto de Argelia. ¡Hacerle a Francia esta ternidad (uso este término de Gayatri Spivak) planteó que padre reclama la espada de la “última aristocracia”, el Ejér- Ricardo Levene o Ricardo Rojas. Adorno, Horkheimer,
película en 1957! Una película en que el alto mando del nada se podría hacer en los países que no pertenecían a la cito. Esta relación entre padre poeta e hijo torturador, entre Heidegger y todo el pensamiento filosófico contemporáneo
ejército francés es visto como una caterva de cínicos, trepa- centralidad del mundo sin ingresar en la teleología impe- espada como símbolo de lucha gloriosa y picana como reali- condenan la expansión colonialista (o, en nuestro caso, neo-
dores, cobardes y hasta asesinos. La gloriosa patria de Saint rialista de Europa. El esquema era simple: unirse a Europa dad sucia de esa lucha, es una metáfora –ineludible, creo– colonialista) por su rapiña y por haber debilitado a estos
Just y Bonaparte la prohibió durante casi 20 años. El film era unirse al tren de la historia. Implicaría para los países de la relación entre la racionalidad y el terror. países en lugar de conducirlos al progreso. Esto es totalmen-
de Pontecorvo, no. Aclaremos: los dos fueron acentuando neo-coloniales (como el nuestro) un desarrollo tan potente Vuelvo a Alberdi. Lo habíamos dejado diciendo que te visible en nuestros días. ¿Quién podría decir en nuestros
con los años su enorme prestigio. Hoy son de visión obli- que habrían de alcanzar o sobrepasar a los países de la “nuestras simpatías con la Francia no son sin causa”. Sigue días que Inglaterra jugó un papel “progresivo” o “progresis-
gatoria en todo el mundo para cinéfilos, estudiosos, teóri- centralidad europea. Esto es lo que Tulio Halperin Don- y explica: “Nuestras instituciones democráticas no son sino ta” en la Argentina? ¿Quién que seguimos el progreso britá-
cos de la guerra, analistas de la condición humana y su pul- ghi (a quien nadie puede acusar de revisionista histórico, una parte de la historia de las ideas francesas. El pensamien- nico como parte del tren de la historia? ¿Quién es todavía
sión de muerte. algo que lo horrorizaría) llama orden neocolonial. En to francés envuelve y penetra toda nuestra vida republica- incapaz de ver que los planes de las clases ilustradas de Bue-
La batalla de Argelia conquista su realismo documental suma, lo que aquí se constituyó desde mayo de 1810 en na”. No es relevante aquí trazar toda la relación entre los nos Aires nos dieron un país atrasado, perdedor, marginal,
por las influencias (lúcida, deliberadamente incorporadas) adelante fue un orden neocolonial. Un orden neocolonial sectores dirigentes argentinos y la cultura francesa. Nuestra pobre? No hablemos aquí de esa vieja cuestión: si otro
del neorrealismo de Rossellini y las técnicas de edición de no es un orden colonial. De aquí que la traslación mecánica oligarquía habla en francés. El viaje a París es el viaje a la camino hubiera sido posible. No importa. Pero seremos cla-
Eisenstein. Hay un solo actor profesional: Jean Martin, el de “Argelia” a “Argentina” resultara abusiva. Escribe Hal- centralidad, al origen, al sentido. No, el propósito es otro. ros (junto con muchos de los mejores y más honestos filóso-
que interpreta al coronel Mathieu. Vamos al grano: los perin Donghi: “Las nuevas funciones de América Latina La masacre argentina fue salvaje en sus resultados, en su fos europeos) en decir no hubo imperialismo “bueno”. No lo
periodistas siguen a Mathieu, son franceses, quieren saber en la economía mundial son facilitadas por la adopción de crueldad. Pero fue racional en su aplicación. Nuestros mili- hubo en ningún lado. Las relaciones entre las metrópolis y
cómo va la lucha, si el ejército francés avanza o Argelia políticas librecambistas (...) El librecambio (rodeado de tares no fueron unas bestias incomprensibles, inhumanas. las neocolonias sólo beneficiaron a las metrópolis y conde-
logrará su liberación nacional. Mathieu contesta vagamen- prestigio excepcional no sólo porque ofrece a las áreas Trajeron el espíritu francés a esta tierra tal como lo trajo naron a un atraso miserable a las neocolonias. Que algunas
te. De pronto pregunta: “¿Qué novedades hay en Francia?” metropolitanas, como gustan recordar amargamente los Echeverría, el poeta, a partir de 1830. No trajeron el –hoy– estén emergiendo (como China, como India) causa
Un periodista le informa (observemos: le informa sólo eso, estudiosos de las marginales, un admirable instrumento romanticismo, claro. Sino otra faceta, la que necesitaban en pánico en el Occidente colonialista. Las otras siguen balbu-
eso sólo como lo más importante que ha ocurrido en Fran- ideológico de penetración económica en estas últimas, 1976. La periodista Marie-Monique Robin le pregunta al ceando algunas palabras de autonomía. América latina
cia): “Sartre publicó un nuevo artículo”. Mathieu reflexio- sino también porque promete cumplir dentro de aquéllas general López Aufranc, encargado de interpretar y traducir recién se arriesga a un tibio populismo agredido brutalmen-
na. Luego dice: “¿Por qué los Sartre están siempre en la una función de reconciliación social en el marco del a la “realidad nacional” la doctrina francesa: “¿Es cierto que te por las clases altas no bien se sienten perjudicadas en
vereda de enfrente?” El periodista pregunta: “¿Eso quiere orden capitalista) es la fe común de dirigentes políticos y los Estados Unidos estaban celosos?” “Claro –responde el algo.
decir que lo admira?” Mathieu responde: “No, pero me sectores altos locales” (Tulio Halperin Donghi, Historia general–, querían que los franceses se fueran. Veían con mal Incluso es parte de ese neocolonialismo que los franceses
gustaría tenerlo de mi lado”. Eduardo Grüner, que será lar- contemporánea de América Latina, Alianza, Buenos Aires, ojo el rol de Francia. Pero los americanos no sabían nada de de Argelia hayan instruido a los genocidas argentinos en
gamente citado en este capítulo, escribe: “Ser Sartre es estar 1997, p. 223. Halperin Donghi publicó este ensayo por guerra revolucionaria.” Los franceses, sí. De modo que los tácticas de contrainsurgencia. Es otra vez la razón instru-
siempre en la vereda de enfrente”. Luego Mathieu ofrece primera vez en 1967). Este “prestigio excepcional” del generales argentinos (en la lucha por defender al Occidente mental, son las luces de Europa. La cultura de Francia en el
una conferencia de prensa. Sé que he citado este ejemplo librecambio (penetración de las áreas metropolitanas en cristiano que hegemonizaba Estados Unidos) recurren al Plata. Si Mitre, Sarmiento (que lo conoció) y Roca han de
en otros trabajos o en mis cursos, pero lo cito aquí por un las marginales) se arropa a sí mismo con valores irrenun- viejo, venerable tutor francés. “La Europa nos pondrá el haber tenido muy presente al general Bougeaud, sin duda
motivo muy simple: aquí no lo cité nunca. Los periodistas ciables. Roma conquistaba en nombre de su grandeza. remo en la mano hasta que aprendamos el arte de la navega- Videla tomó lecciones de los paracaidistas franceses. El y
le hacen al coronel preguntas más o menos banales. De Territorio que el gran Imperio ocupaba tenía el orgullo, el ción”, dice Sarmiento en Facundo. Y el libro (el gran libro López Aufranc y el resto de la gavilla.
pronto, uno, juntando todo su coraje, le dice que “se dice” honor de pertenecer a la magnificencia de Roma. Eso era de nuestra literatura) se inicia con una anécdota que inclu-
que se aplican torturas a los detenidos argelinos. Mathieu todo: pertenecer al Imperio era la gloria de todo territorio ye, decisiva, una frase en francés. Sarmiento huye a Chile GRÜNER ESCRIBE SOBRE
responde: “Usted no me tiene que preguntar si nosotros que el Imperio ocupara. No es así con la expansión colo- perseguido por la “barbarie federal” y escribe “On ne tue EL “PRÓLOGO” DE SARTRE
torturamos. Usted tiene que preguntarse si Francia tiene nial o neocolonial europea. Donde entra el capital inglés point les idées”. Frase que atribuye a Fortoul, que Paul Siempre es bueno admirar a alguien. Limar a fondo las
que quedarse o no en Argelia. Si lo quiere, no me pregunte (por medio del librecambio) o la cultura de Francia Groussac, un petulante intolerable que dirigía la Biblioteca envidias, las competencias, reconocer la calidad, la honesti-
por los métodos que yo aplico para conseguirlo”. entran también una serie de valores. Las “áreas metropoli- Nacional y era venerado por su irrefutable origen francés, dad o el talento cuando uno lo encuentra en otro. Creo
Un breve párrafo sobre la situación argelina: el Frente de tanas” seducen a las “marginales” con los grandes valores dice que pertenece a Volney –injuriando a Sarmiento como que hay –en este momento– en la Argentina algunos inte-
Liberación nacional –a partir de 1954– se arroja sin retro- que dicen representar: la Civilización, el Progreso, la un bárbaro más– y que los federales no entienden, no saben lectuales de mérito que están coincidiendo en ciertas cosas.
ceso posible a una confrontación abierta con el colonizador Ciencia, la Historia, la Cultura y el Hombre que esa cul- traducir, lo que revela su barbarie: no pertenecen al espíritu Voy al punto: siempre leo con agrado los textos de Eduar-
francés. Señalemos lo siguiente: los franceses estaban en tura produce. El hombre que la sostiene. El hombre occi- de lo nuevo, al republicanismo que Francia expresa y el país do Grüner. Salvo algunas referencias a Lacan, algo excesi-
Argelia. Un argelino veía un francés y veía un enemigo. No dental. Occidente es, así, la cultura encargada (por medio debe incorporar. Los generales argentinos entendieron la vas tal vez, me sería difícil decir en qué discrepo con él.
tenía más que mirar el color de su piel o sus ropas para de su razón) de incorporar a los valores de su racionalidad cuestión incurriendo en la racionalidad instrumental del Coincidimos, en cambio, en algo que nos aleja de la cultu-
saber que era un colonizador. todo francés que estuviera en (que es, al mismo tiempo, la verdad) a las áreas margina- terror: las ideas se matan porque los hombres son infinita- ra académica, de las modas filosóficas, de la omnipresencia
Argelia pertenecía al bando enemigo: el de los colonizadores. les. Esta penetración de Occidente fue vista (por los secto- descripción de José Ingenieros– a los de la Revolución Díaz Bessone porque Francia fue de Descartes a Bigeard y mente exterminables. Ya no es necesario que la Europa nos de la French Theory. Somos dos bichos raros. Quedan
Es, sin más, la colonización directa, sin mediación alguna. res liberal-capitalistas) como el necesario desarrollo de la Francesa. A fines de 1810, Vicente López y Planes escribe, Aussaresses. Como Alemania fue de Goethe y Bramhs a ponga el remo en la mano, ya aprendimos el arte de la nave- pocos de los nuestros. Creo que somos los últimos sartrea-
Los franceses tienen que “llegar” a Argelia. Hay colonos Humanidad. Donde entraba Occidente entraba el Hom- no el Himno Nacional, sino lo que sigue: “Gloria al grande Hitler. Somos, así, parte de la tragedia de la modernidad. gación. Ahora lo que hace falta es que el general Bigeard nos. O, sin duda, ya que acaso no se pueda ser hoy “sartre-
franceses, desde luego, pero ésa no es su tierra. Es la tierra bre. Balcarce; eterna gloria/ a su legión guerrera/ que enrojeció Del sueño monstruoso de la razón. Si nuestra Revolución se nos entregue su picana y nos inicie en el arte de la tortura, ano” como tampoco se pueda ser nada salvo un tipo abier-
de los argelinos que ellos están usufructuando para sí. Así, cuando en 1830 Francia entra en Argelia, lo que la espada carnicera/ con sangre de rebeldes”. El espíritu del hizo bajo las luces de la razón iluminista no veo por qué del interrogatorio. De eso que –impecablemene– los masa- to a un mundo preapocalíptico, que se resiste a ser abarca-
Hacia 1956, para defender y sostener esta situación, Fran- entra es el Hombre Occidental. La razón iluminista. La país de Descartes y Voltaire lleva a nuestros próceres a habríamos de eludir la dialéctica de esa razón que explicita- cradores llaman “el trabajo de inteligencia”. Aquí el análisis do por “una” filosofía, aunque sea una de lo “múltiple”
cia necesita tener 400.000 soldados en Argelia. O sea, el razón europea. El decurso necesario de la Historia. ¿Cómo derrotar al godismo arcaico, reaccionario y a entrar en la ron Adorno y Horkheimer y cuya trama profunda condujo estremece. Primero: al trabajo de “información” (absoluta- (que ya estamos hartos de ellas) o una de lo “uno” (que
ejército que hay en Argelia no es argelino, es francés. oponerse a eso? Si el general Bougeaud (“el conquistador modernidad, en la peculiar modernidad periférica a la que de la instrumentalidad en el dominio de la naturaleza (que mente central en la lucha de contrainsurgencia) se le llama viven en la modalidad del fundamentalismo bélico, nortea-
La extrema derecha colonialista se expresa por medio de de Argelia”, tal es su título) quema vivos a 500 argelinos accedimos: cambiar la globalización española por la france- impone el Iluminismo) a los campos de exterminio en Ale- “de inteligencia”. Segundo: el trabajo “de inteligencia” radi- mericano o islámico, occidental o musulmán). Sin embar-
los colonos franceses a los que el ejército apoya. Sus genera- eso es sólo un costo del Progreso. Era necesario. La histo- sa y la inglesa, las grandes naciones del Progreso. Nunca se mania. Si el racionalismo de Descartes y el iluminismo de ca en el interrogatorio al detenido. Tercero: la metodología go, encuentro en lo que escribe Grüner algo que a mí me
les son tenaces, obstinados y sanguinarios: son Massu (en ria, dice Hegel, avanza por su lado malo. Avanza dolorosa- dudó de este Progreso. No se dudó en ninguno de los paí- los Enciclopedistas desembocan en Auschwitz, ¿por qué no del interrogatorio es la tortura, siempre. pasa: una gran admiración por Sartre. Una lectura apasio-
quien se inspira el Mathieu de La batalla de Argelia), Salan mente. Tiene precios que pagar. Esa Argelia reconocería en ses de la marginalidad. Alcanzarían todos la grandeza de los pensar en una dialéctica argentina del Iluminismo que par- La Dialéctica del Iluminismo es un libro que Adorno y nada de todos sus textos. Una convicción acerca de su
y Challe. Hace unos años (en un documental de una cine- el futuro que las luces de Francia se encarnaban en el gene- países metropolitanos al solo costo de complementarse con tiría del Plan de Operaciones y llevaría a la ESMA? Se trata Horkheimer escriben, exiliados en Santa Monica, Estados actualidad. La “ausencia” de Sartre, la “negación” de Sartre
asta francesa al que recurriremos en su momento), el gene- ral Bougeaud y, aunque éste cometiera atrocidades, era un ellos. de una hipótesis de trabajo sobre nuestra historia, nuestra Unidos, entre 1940 y 1944. Demuestran que la filosofía de grita su “presencia”. Leí por ahí que Barthes dijo: “Cuando
ral Salan admitió haber instruido a los militares argentinos. error considerarlas de ese modo. Eran el modo de abrir el A partir de 1830 Echeverría regresa de París, trae el cultura, pero no creo que ningún estudioso de la Escuela de las luces (a través del dominio técnico de la naturaleza) con- volvamos a pensar en una moral vamos a volver a pensar en
Esta gente funda una organización terrorista (con semejan- país a las nuevas fuerzas de la civilización. romanticismo, se consolida la generación romántica, la Frankfurt, ningún lector atento de Dialéctica del Iluminismo duce a la racionalidad instrumental, a la planificación de los Sartre”. Es hora de pensar en una moral. Grüner escribe
zas con la Triple A) a la que llaman OAS (Organization de librería de Marcos Sastre, el Salón Literario, la Asociación la desdeñe. Como sea, si la mayoría de la filosofía europea campos de concentración. El afán por el dominio de la con fluidez, con claridad, con fuertes convicciones. Tal vez
la Armée Secret). Le ponen una bomba a Sartre, que, sin ¿CUÁL FUE EL “PROGRESO DEL de Mayo. Alberdi escribe el Fragmento Preliminar al Estu- de los últimos treinta años denuncia a la razón instrumental naturaleza se habría extendido al de los hombres y por fin a se encuentre menos neuróticamente que yo consagrado a
ofuscarse, sigue adelante. El portero de su edificio comen- NEOCOLONIALISMO”? dio del Derecho (1837) y aborda la cuestión del idioma. como la que termina por instalar los campos de exterminio, su exterminio. En 1940 era inevitable que vieran que un construir una obra “oceánica” casi como homenaje al
ta: “Qué raro que le hayan puesto una bomba al señor Sar- Queremos ver la influencia de Francia en la cultura Estamos en un punto decisivo. La modernidad periférica no sería sorprendente que un país que ha vivido en lo ideo- suceso iniciado en Francia (la “culpa” originaria se retrotrae maestro. Porque él lo hizo así, voy a seguirlo. Porque
tre. Es un hombre de costumbres muy tranquilas”. Ben argentina para mostrar nuestro caso. La Revolución de argentina se hizo hablando en francés. De esta forma, lógico reflejando los vaivenes del pensamiento europeo haya a Descartes) se realiza en Alemania. Pero no necesariamen- nunca paró de escribir, de opinar, de comprometerse, de
Bella, el fundador del Frente de Liberación Nacional, que Mayo es hija de la Revolución Francesa. El grupo ilustrado claro, contundente, Alberdi escribe: “Nuestras simpatías seguido un itinerario semejante. El Ejército Argentino del te. También se realiza en Argelia. La “razón instrumental” apelar a todos los recursos necesarios para expresarse, trata-
había sido arrestado en 1954, es liberado: Francia exhibe su porteño admiraba el rigor, la decisión, la voluntad de los por la Francia no son sin causa”. Bien, aquí voy a correr un ‘76 demostró un alto grado de racionalidad instrumental, iluminista lleva a la “razón instrumental” de la “inteligen- ré de hacer lo mismo, dentro de mis límites. Pero voy a
buena voluntad. Hay un período de movilizaciones popu- jacobinos, de Robespierre, de Saint Just. Se habían educa- riesgo: creo que esta frase pudo haberla dicho –agradecien- de cartesianismo exterminador al “importar” el método cia” de los paracaidistas torturadores, a Bigeard, a Aussares- seguirlo. Digo esto porque voy a transcribir largamente un
lares muy potentes, al margen del FLN. Francia decide do –secretamente, en Chuquisaca, Moreno– leyendo a los do las tácticas en contrainsurgencia– el general Díaz Besso- francés de contrainsurgencia aplicado en Argelia. Tan fran- ses. Nosotros, ahí estamos. “El pensamiento francés penetra texto de Grüner. Me hubiera gustado escribirlo. Y hasta
retirarse de Argelia. Les ofrece a sus colonos que se queden Enciclopedistas. Estaban hartos de España, esa nación ne. El riesgo –que me resultaría repugnante e imperdona- ceses nosotros. Tan franceses, siempre, nuestros liberales. Se y envuelve toda nuestra vida republicana”, escribía Juan podría haberlo hecho. Pero sucede que él ya lo hizo. Y lo
o fijen un plazo para retirarse. Sabiamente, los colonos se ajena a la agresividad del espíritu del capitalismo; admira- ble si se realizara– es el de suponer que algo tienen que ver inspiraron en Francia, no en Alemania. El que leía a Clause- Bautista. ¿No hay entonces una dialéctica argentina del Ilu- hizo muy bien y lo comparto por completo. De modo que
van de inmediato. Sin el poderoso ejército de ocupación ban a Francia y su gran revolución burguesa, a Inglaterra y el joven y brillante Alberdi del Fragmento... con el citado witz y a Colmar von der Goltz era Perón y eran también los minismo? ¿No lleva del Contrato Social, traducido por lo que sigue de aquí en más está escrito por Eduardo Grü-
que los protegía con sus tácticas “de inteligencia” se sienten su Revolución Industrial. Moreno traduce a Rousseau. El general. No, lo que rastreamos es otra cosa. Es la presencia simpatizantes nazis del GOU. Los liberales del ‘76 –herede- Moreno, a la traducción de Bigeard y Aussaresses por Díaz ner. No voy a poner comillas. Es parte de este texto.
muy desprotegidos. Argelia alcanza su soberanía en 1962. contrato social alienta las jornadas de Mayo y los ejércitos de la cultura francesa en nuestra patria, su lado luminoso, ros de la racionalidad iluminista de Moreno y Rivadavia y Bessone y López Aufranc? La razón instrumental o la racio- Empezará a renglón seguido y va a terminar cuando cite la
Lo que había en Argelia (algo que debió ser advertido que la Junta envía al Interior semejan –según la entusiasta sus catacumbas de horror. Nosotros fuimos de Alberdi a de toda la cultura de la Francia exquisita, racional, cartesia- nalidad técnica (por decirlo con Heidegger) no se detendrá fuente de donde lo tomé. Es así:
II III
A los que –había unos cuantos, y éste es un hacer en la Argentina!” No hice mayor esfuerzo, ria, entonces, se escribe en la periferia, se escribe
debate de “los setenta” no terminado de saldar– por intuirlo inútil, de convencerlo de otra cosa. en las luchas de liberación de los pueblos colo-
no comulgábamos ideológicamente, o nos pare- Pero pensé: Sonamos. ¿Esto es lo que hay que niales. Esta “universalidad” –agregamos noso-
cía directamente un disparate suicida, con la hacer? ¿En Argentina? ¿En un país que no es tros– debe tener la “particularidad” de no some-
“política-guerra” de las “formaciones especiales” formalmente una colonia ocupada por una ter a ninguna otra “particularidad”. Se trataría
(por convicciones políticas basadas en la “orga- potencia extranjera, que no tiene una población de crear una nueva forma de la historia en que
nización de las masas” y no en las “vanguardias de 90% de campesinado paupérrimo como unas naciones no colonicen a otras. De la libera-
iluminadas”, o por dejos de un eticismo filosó- Argelia, donde hay –como lo había entonces– ción de la marginalidad surgiría una historia
fico que nos hacía repugnante el “atentado un comparativamente alto nivel de industriali- libre, una historia del hombre. Como vemos, no
individual”, o por lo que fuere), ya nos había zación, donde hay –como la había entonces– era demasiado demencial tomar muchos ele-
preocupado, en el pasado inmediato, cierta lec- una clase obrera fuertemente sindicalizada, con mentos de Sartre/Fanon para el esquema de
tura de un cierto Sartre que hacían ciertos mili- profundísimas tradiciones de lucha organizada? “lucha antiimperialista” que se proponía en la
tantes de la izquierda más o menos peronista. ¿Qué acaba –como acababa entonces– de hacer Argentina y en América latina. Pero Argelia no
Era obvio –aparte de sus innumerables declara- nada menos que el Cordobazo? Esto puede ser era Argentina. No era una colonia. Era una neo-
ciones o artículos de coyuntura– el caso ya cita- el desastre.) Que se entienda bien: no pretendo, colonia. Y todo traspaso mecánico de una situa-
do del Prólogo a Fanon, que se nos aparecía retroactivamente, haber acertado desde el ción histórica a otra corre serios riesgos. Grüner
(...) como un llamado un tanto irreflexivo a la vamos. Mucho menos haber tenido la lucidez los señala: 1) Argentina no era una colonia ocu-
celebración de la libertad (y más: del pasaje a premonitoria que tantos, ahora, se autoadjudi- pada por una potencia extranjera; 2) No tenía
un nuevo estado de humanidad del colonizado, can en su nuevo entusiasmo de arrepentidos: una población del 90% de campesinado en esta-
y en esto Sartre parecía seguir casi literalmente era, simplemente, una posición política (y do de extrema pobreza como Argelia; 3) Argen-
a Fanon) mediante la violencia, incluso la lamento, en cierto modo, tener que seguir pen- tina tenía entonces un alto nivel de industriali-
“terrorista”, contra el colonizador. Por supues- sando que entonces fue la más correcta: la otra zación comparado con la nulidad que exhibía
to: entendíamos, o creíamos entender, perfecta- costó demasiado). Mucho menos pretendo cul- Argelia en ese nivel; 4) Argentina tenía una clase
mente, porque tratábamos de seguir las ense- par a los que pensaban así entonces –puede ser obrera fuertemente sindicalizada, con profundí-
ñanzas del maestro respecto de la puesta en que tengan sus culpas, y con toda seguridad sus simas tradiciones de lucha organizada; 5) En
situación, que Sartre hablaba de Argelia –y, por responsabilidades: yo, hoy, no soy quién para Argentina acababa de hacerse el Cordobazo.
extensión, de todo el Africa colonial–. Es decir: exigir cuentas–. (Y también había otras maneras Una lucha autónoma de la clase obrera ligada a
de un territorio ocupado militarmente por una de pensar cierto “sartre–fanonismo” –aun sin la industria de automóviles, con conciencia de
potencia expoliadora y extranjera, tal como a su nombrar explícitamente esos autores, ni seguir- clase, con movilización popular, con sindicatos y
manera lo había estado en su momento Francia los puntualmente en sus ideas– que pudieran líderes combativos.
–la propia potencia colonial que ahora era la mantener la diferencia: sin internarnos en análi- Esa lucha de la clase obrera cordobesa entron-
ocupante–, y a la que había opuesto la “heroi- sis, Rozitchner lo ensayó en, por ejemplo, Ser caba con el peronismo pero no exactamente con
ca” Resistencia en la que el propio Sartre (...) Judío o en Moral Burguesa y Revolución, Fein- su larga tradición. Lo que no advirtió el “entris-
había participado. Y ése no era el menor de sus mann algo más tarde en, por ejemplo, Filosofía mo” de la izquierda peronista es que el pueblo
argumentos: el cinismo canalla con el que los y Nación, y así) Y sin duda que esa lectura no que esperaba y amaba a Perón vivía recordando
adalides de la LibEgFrat no sólo condenaban era culpa de Sartre: hay que insistir, él, equivo- los años de “la patria de la felicidad”. No era un
como victimarios lo que habían glorificado cado o no, hablaba de otra “situación”, desde pueblo combativo. La lucha nunca iba a ser la
como víctimas, sino que utilizaban ellos mis- otro lugar. Se podrá decir: sí, pero él no era de un pueblo armado más una guerrilla acompa-
mos el terror, la tortura, los asesinatos clandes- cualquiera; tenía la obligación de prever que su ñándolo. Perón no había formado a su pueblo
tinos (solo mucho después, incluso hoy mismo, palabra podía ser, por ejemplo, abusivamente para eso. Lo había formado para ser un pueblo
se “desayunaron” muchos de cuánto tenían que universalizada. Puede ser. Es muy cierto, nadie protegido por el estado de bienestar. Y así
ver esos humanitarios franceses con lo que puede controlar los efectos de lo que escribe, demostró ser. Los argelinos sufrían una doble
entonces era nuestro próximo, casi inmediato, pero tampoco tiene el derecho de desentenderse humillación distinta de la del pueblo peronista.
futuro). Pero además, para colmo, Sartre era cuando lo que escribe produce efectos. Eso es Una humillación nacional, clasista y racista.
también, precisamente, francés. Tenía que éticamente obvio. Al mismo tiempo, no obstan- Tenían al ejército francés en su territorio. De
hablar por las víctimas de su propio país, del te, y recíprocamente, no puede endilgársele al aquí que incurrieran tanto en el terrorismo (que
propio Estado del cual él era citoyen, y por lo escritor cualquier cosa que uno quiera entender es la violencia indiscriminada). Si ponían una
tanto, de alguna involuntaria manera, cómplice. por otras razones que las que están allí escritas. bomba en un bar de franceses sabían que ahí no
Eso, necesariamente, redoblaba su virulencia, su Porque –es lo que pienso hoy– ésa era una mala había inocentes, porque eran todos franceses. Y
elocuencia retórica (proverbial, pero potente lectura (y no en el sentido más inofensivo de la ellos eran enemigos de todos los franceses. El
hasta lo sublime en el prólogo de marras), su “deslectura creativa” de Harold Bloom) de Sar- guerrillero argelino podía decir: “todo francés es
estrategia argumentativa en el elogio, incluso el tre, incluida la del prólogo a Fanon. mi enemigo”. El guerrillero argentino jamás
panegírico, de los resistentes argelinos. Tenía Al prólogo a Fanon puede dársele, no cabe habría podido decir: “todo argentino es mi ene-
por consiguiente que demostrar, a los gritos si duda, un alcance “universal”: pero está en el migo”.
hacía falta, que a los “violentos” del FLN no les método de pensamiento, no en el tema. El Reflexionamos sobre estas cuestiones y sobre
habían dejado otra salida. Cosa, por otra parte, “tema”, como siempre en Sartre, está del lado Sartre y sobre Fanon porque fueron esenciales
no muy difícilmente demostrable, como sucede del universal–singular. Argelia (o Africa, si se lecturas de la militancia revolucionaria de la
con harta frecuencia en toda guerra de libera- quiere extenderlo lo más posible) era allí el com- época. Y esa época fue una de las caras más fasci-
ción colonial. Pero, eso era Argelia. Sin embar- ponente de la singularidad: servía para hacer la nantes del peronismo. Si Favio, en un film de
go, aquellos ciertos militantes de los que hablá- crítica de una falsa universalidad, la de Europa. seis horas, le dedica diez minutos, allá él. Hay
bamos hace un momento leían allí –y no sólo Al “universalizar” abstractamente –puesto que una concepción ideológica detrás de eso y ya
apelando a chistes homofónicos facilongos– trasladar Argelia a la Argentina, un país tan dife- veremos cuál es. Pero Fanon estaba en manos de
Argentina. O sea: aun leyendo a Sartre / Fanon rente, era hacer eso– lo que Sartre decía de Arge- todos. Y las palabras “sublimes” de Sartre se
en castellano, traducían: la Argentina también lia, era traicionarlo sin querer (Eduardo Grüner, leían con devoción. Era difícil, para muchos,
era una “colonia” (“Patria sí”, etcétera), y tam- Prólogo inédito a El idiota de la familia, de Jean leer “el arma de un combatiente es su humani-
bién estaba “ocupada militarmente” (por el Paul Sartre). dad” y no exaltarse. Y los textos más terribles,
Ejército que de “Nacional” sólo tenía el nom- más exasperados y guerreros se leían entre estre-
bre), que también había torturado y asesinado FANON Y PERÓN, mecimientos, parecían clarinadas: “Porque, en
(ahí estaban Vallese, Pampillón, Jáuregui, todos ¿UN SOLO CORAZÓN? los primeros momentos de la rebelión, hay que
ellos): para ellos, las referencias comparativas se En suma, el gran error consistía en trasladar matar: matar a un europeo es matar dos pájaros
habían literalizado por fuera de los sesudos aná- mecánicamente “Argelia” a “Argentina”. Sartre de un tiro, suprimir a la vez a un opresor y a un
lisis políticos, sociológicos, histórico-culturales había opuesto una singularidad (la del coloniza- oprimido: quedan un hombre muerto y un
que procuraban detectar con la mayor precisión do) a una universalidad (la del colonizador euro- hombre libre; el superviviente, por primera vez,
posible la diferencia argentina y latinoamerica- peo). Y no se equivocaba: el colonialismo siem- siente un suelo nacional bajo la planta de los
na para pergeñar la mejor estrategia de resisten- pre presenta sus valores como valores universa- pies” (la cursiva es de Sartre). Esto se discutía
cia, o incluso de “toma del poder”. Y esa lectura les. Lo que le entrega al colonizado son los valo- ardientemente. Tendremos que seguir analizán-
de Sartre –lo decimos así porque estamos res universales de la civilización. Sartre criticaba dolo. Por ahora respondamos a la pregunta de
hablando de Sartre: era por supuesto algo este esquema y se ponía del lado de la singulari- este capítulo. Aunque, formalmente, Argelia y
mucho más vasto, de una importancia vital , y dad, del lado del colonizado. Avanzaba más y Argentina o Argelia y América latina, mostraran
no sólo filosófica– nos preocupaba, porque de decía que, a través de su lucha, el colonizado iba coincidencias, la equiparación (que tenía como
ella no podía desprenderse otra cosa que el FLN a crear su propia “universalidad”, ya que el Pró- corolario la elección de la lucha armada como
y sus tácticas. La política-guerra, y no la guerra logo termina diciendo: “Pero eso, como suele método: he aquí la gravedad de la cosa) era peli-
política. (Otra viñeta de época: a fines de 1969, decirse, es otra historia. La historia del hombre. grosa. En suma, ¿Fanon y Perón un solo cora-
a la salida de otra sempiterna proyección tras- Estoy seguro de que ya se acerca el momento en zón? No. Y hasta por otro motivo que aún no
nochada de La batalla de Argelia en el Lorraine, que nos uniremos a quienes la están haciendo”. hemos mencionado. Fanon y Perón no tenían
PROXIMO me encuentro con un compañero de facultad, O más todavía: que el colonizado –al luchar nada, pero nada en común. También esto
militante del entonces FEN –sigla sugestiva- contra la falsa universalización del colonizador– importa. Y mucho.
DOMINGO
mente cercana a la argelina–, que portaba el no sólo crea su propia autonomía, su propia Continuaremos.
infaltable Fanon prologado por Sartre bajo el “universalidad”, sino que lucha por una nueva
Hacia el primer brazo. Entusiasmado una vez más con el film, historia, la historia del hombre, y convoca a sus Colaboración especial:
regreso de Perón me espetó: “¿Viste? ¡Esto es lo que hay que compatriotas franceses a unirse a ella. La histo- Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 21 de diciembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


58 Hacia el primer regreso de Perón

Suplemento especial de

PáginaI12
EL JUEGO DE MASCARAS También luego se daba un salto al Cordobazo. Esa era sólo de él herederos. Eran herederos de Perón y de EL REGRESO DE LA PATRIA
emos dicho que Fanon y Perón no tenían la prueba: el pueblo de la lucha del Frigorífico Lisan- Ernesto Guevara. Quiero decir: no exactamente Firme- DEL “PULQUI”

H similitudes, no había casi nada que los


ligara. Para la militancia de los ’70 era
indudable que sí: Perón era un líder del
Tercer Mundo. Perón, además, se había
puesto esa máscara. Una de las posibles lecturas de la
relación entre Perón y la Jotapé es la de un juego en un
baile de máscaras. Yo me pongo la máscara que vos que-
dro de la Torre, el pueblo del Cordobazo. Y se pueden
añadir otros momentos de exaltación revolucionaria.
O que abonaban esa hipótesis: que el pueblo de Perón
era revolucionario. Bien, hemos llegado, no casual-
mente, a una frase importante: el pueblo de Perón. El
que diga que el pueblo peronista no era el pueblo de
Perón no entiende nada, no vivió la época, no conoció
nich, que era “catolicuchi”, sino la enorme masa de los
militantes de izquierda que vieron en el peronismo el
más que posible giro a la izquierda de un movimiento
nacional y popular que llevaba ya –contando desde el
’45– 25 años de existencia. Si 25 años atrás se había
podido tanto, ahora había que avanzar al calor de los
nuevos tiempos. Al calor del Che, de Fanon, de Viet-
Volvemos al punto en que estábamos. Dijimos: La
radicalización política de los sectores medios no se correspon-
dió con una radicalización de la clase obrera peronista. En
ese curso agitado y numeroso que –como dije– dicté en
2007 sobre Qué es el peronismo todos los que rompían (ya
imaginan qué) levantando la mano a cada rato para dar su
imprescindible opinión sobre cualquier cosa, lo hacían
rés de mí. Sabemos que usted, general, nos quiere pero- a los obreros peronistas o a los trabajadores peronistas nam, de Ho Chi Minh, de Giap, de Cooke, etc. Era bajo el pretexto, al parecer inapelable, de: “Yo estaba ahí”.
nistas: aquí estamos, cantamos la marcha, vengamos a rurales. Eran peronistas de Perón. Voy a decir algo correcto. Pero había algo que no pertenecía a la tempora- A uno le dije: “¿Y dónde creés que estaba yo? ¿En el living
Valle, matamos a Aramburu, hablamos todo el tiempo terrible para algunos. Pero aquí hay que jugarse a lidad en que la izquierda peronista se incluía. Y atención, de mi casa?” Significa que hay hechos históricos sustanciales
del pueblo peronista y decimos vivas por usted y juramos fondo en busca de la verdad. Que nunca va a ser una. esto es complejo. Alguna vez escuché que el Comandan- en la historia trágica de estos años en los que todos, los
morir por usted, como corresponde a buenos peronistas. Pero al menos que nadie se ahorre –a esta altura de los te Guevara había fracasado porque no había leído a Alt- que estamos vivos todavía, estuvimos. Entonces, ¿no
Ya que así está establecido: no hay nada más peronista tiempos– el trabajo de buscarla hasta donde ya esté husser. En fin, una exageración. Pero nosotros debimos escucharon a los obreros peronistas gritarles a los Monto-
que prometer dar la vida por usted, el conductor estraté- seguro de su ausencia. El pueblo peronista está más pensar en Althusser. Al menos quienes lo habíamos neros “zurdos de mierda, troscos, infiltrados”, etc.? Por
gico. Usamos su lenguaje: táctica, estrategia, cuadros cerca de la interpretación que de él dieron artistas como leído. Igual era poco lo que habríamos podido conseguir. supuesto. Esto es así. Tan cierto como que la plaza no
auxiliares de conducción, cuadros medios, bastón de Daniel Santoro o Leonardo Favio que de la creada por la ¿Qué nos ofrecía Althusser? Algo importante: no hay una quedó vacía. Ni siquiera la mitad se fue. Se fue un tercio,
mariscal en la mochila de cada combatiente. Leemos a izquierda peronista, la Tendencia, la Jotapé de las Regio- temporalidad lineal. No hay una historia lineal. Este fue que no es poco. Pero no es lo que se pretende. O sea
Clausewitz. Somos –ahora crecidos y militantes– los nales o, directamente, los Montoneros. A mí Favio uno de los grandes errores de la militancia en los ’60 y “Aserrín, aserrán, es el pueblo que se va” las pelotas. Al
niños privilegiados de su patria de la felicidad. Somos los nunca me cayó bien. Y si asegura dar por fin su defini- los ’70. La Historia no cambia toda al mismo tiempo. pueblo lo tenía Perón. Y el pueblo quería, como siempre,
autores de esa formidable pintada: “General, sus privile- tiva versión del “palco de Ezeiza” sería deseable (por Hay temporalidades diferenciadas. Eso que está en las carnaval y no “asamblea popular”. ¿O no habíamos escu-
giados de ayer somos sus combatientes de hoy”. Somos esa lucha necesaria en favor de cierta posible verdad Tesis de Filosofía de la Historia de Walter Benjamin. Alt- chado a Hugo del Carril cantar la versión peronista del
esos pibes de los que usted dijo: “La primera elección la histórica) que lo haga cuanto antes. Pero Favio –en los husser habla de la diferente temporalidad de las esferas Día del Trabajo? Jornada de protesta, no. Ni mártires de
ganamos con los hombres, la segunda con las mujeres, ’70– era un personaje que me era difícil entender. No de una estructura. Michel Foucault –en un trabajo genial Chicago ni ninguna de esas cosas siempre lloronas y
cuando voten los pibes ¡pobre de ellos!” Amamos al pue- me importaba mucho porque era un “famoso”. O era sobre Nietzsche y la genealogía y la historia– destruye la macabras de los “zurdos”. Fiesta del peronismo. Fiesta de
blo, vamos a las villas, pintamos las casas de chapa, alfa- un “actor”. O un “cantante”. O un “director de cine”. interpretación, propia del marxismo, sobre una historia los trabajadores. Festejo por tener trabajo, casa, aguinal-
betizamos, organizamos a los que no tienen cómo hacerlo A mí me agradaba –a mediados de los ’60– escucharlo lineal, que progresa linealmente. Gran parte de su traba- do, vacaciones, festejo por haber llegado al 53% de parti-
porque no tienen trabajo, compañeros. Militamos en los cantar Fuiste mía un verano. O una que refería a los jo está dedicado a esto. Sartre –pese a que la Crítica de la cipación en el producto bruto, cosa que se veía en la inva-
barrios, nos peleamos con nuestros viejos, con frecuencia pantalones cortos y esa rueda que llevábamos con un razón dialéctica es la negación de la tesis de la linealidad sión proletaria a Gath y Chaves, en los veraneos, en las
les ganamos y los hacemos peronistas (a ellos, que siem- alambre y la hacíamos girar hasta hartarnos. ¡No tení- necesaria– cae en ella en el Prólogo a Fanon y fue ese comidas de los domingos, en la alegría del fútbol, en los
pre nos hablaron pestes de usted y nos convirtieron, muy amos juegos nosotros! Otra que videogames. La figuri- texto el que seguimos. Por decirlo concretamente: la carnavales. Hugo del Carril lo decía claro: “Esta es la fies-
a su pesar, por pura torpeza nomás, al culto maldito de ta, los barriletes, los autitos con plastilina. La joda clase trabajadora peronista pertenecía a otra temporali- ta del trabajo/ unidos por el amor de Dios”. La clase tra-
adorarlo, de quererlo aquí, en la patria, para que les arrui- loca. Bué, algo de esto decía la canción de Favio. Para dad ideológica que las clases medias nacionalizadas, bajadora peronista había permanecido peronista. Era lo
ne la fiesta a todos), polemizamos con la izquierda gorila, mí, era un huevón más del “mundo del espectáculo”. socialistas. Si hacemos eso que Althusser llamaba corte que decía Favio. Es lo que Daniel Santoro pinta. Santoro
les robamos las bases a los comunistas, a esos bolches de (Ahora el “mundo del espectáculo” reina y los huevo- sincrónico, podríamos decir que la radicalización de los tiene rasgos de crueldad en esas imágenes de Evita
la Fede que ven, desesperados, que se les rajan todos los nes somos nosotros. La “revolución” fue a parar a sectores medios (y su expresión armada) se insertaba en comiéndose las tripas del Che. No las entiendo. En ver-
militantes y se vienen con nosotros, porque, su imbatible manos de Tinelli. Perdón por la franqueza.) Nunca una distinta línea temporal que la de la clase trabajadora dad, entiendo poco. Acepto más de lo que entiendo. Es
glamour de maldito, se nos pega, nos adorna, nos vuelve me creí que fuera un genio o un gran director. (En peronista. Creo que esta clase no fue más allá –en un gran artista y el film sobre el “Pulqui” es conmovedor.
fascinantes. fin, ya escribí sobre esto: ver Retrato del artista primiti- muchas cuestiones organizativas, modalidades de lucha Y sí: ahí está. El regreso de la patria del “Pulqui”, eso quiere
Yo, muchachos, sé que ustedes me necesitan combati- vo en Escritos imprudentes II.) Cierto día, ya cerca del y, sobre todo, en la aceptación de la violencia– de la el verdadero peronista. (El “Pulqui” era el avión del primer
vo y tercermundista. Yo los necesito y no los voy a per- ’73, lo veo aparecer en un programa de TV junto a huelga del Lisandro de la Torre. El Cordobazo fue muy peronismo.) Con dolor, con rabia, frustrados, como se
der. Porque los sindicalistas tienen demasiados intereses y Palito Ortega, que de peronista nada, nada. Palito era escasamente obra de la clase trabajadora peronista y sí de quiera (total: si a algo hemos tenido que acostumbrarnos
son parte de cualquier gobierno. Son burócratas, traido- Palito y punto. Hubo un huevón del “espectáculo” los sectores del sindicalismo de clase cordobés más la es a aceptar los desengaños y las derrotas, pero al menos
res. Ustedes están llenos de ideales. Quieren usarme, que buscó acercarse al calor peronista de los tiempos y militancia de los estudiantes. Ni Tosco ni Salamanca contemos honestamente nuestra historia), tendremos que
claro. Los comprendo. Yo también a ustedes. ¿Cómo me no fue Palito, sino Donald. No Donald el Pato. Sino eran peronistas. Rucci (“argentino y peronista”) obscena- admitir que Favio y Santoro tenían y tienen razón: ése, el
quieren? Lo sé: duro y combativo. Bien, entonces digo un cantante que se llamaba Donald. No era un nom- mente insultaba a Tosco con los insultos del más crudo de ellos, era el pueblo peronista. Por el contrario, la tem-
que con el Che se fue el mejor de los nuestros y les entre- bre para la época. Y el joven no había leído el libro de macartismo: “Zurdo, comunista, marxista, trosco”. A poralidad revolucionaria, que incluía inevitablemente la
go las consignas de una “nueva etapa” que elaboré para Ariel Dorfman y su amigo francés, eso se notaba. Rucci elige Perón. Rucci estaba en la misma esfera tem- violencia, cabalga en la temporalidad insurreccional de la
ustedes. Tengo que darles manija y sé cómo hacerlo. A También había un miembro de El Club del Clan que poral de la clase trabajadora peronista. Fueron muchos Revolución Cubana, del cookismo, de la guerrilla vietna-
ver, qué les parece: Actualización Doctrinaria, Trasvasa- llevaba por nombre Johnny Tedesco. Fue aniquilado de estos trabajadores los que gritaron a los Montoneros mita. El Ejército seguía en la misma esfera temporal gori-
miento Generacional y Socialismo Nacional. Somos un por Palito y sobre todo por el gran artista de gran que abandonaban la Plaza el 1º de mayo del ’74: la del ’55: Lanusse. La Marina (como para dejar todo
Movimiento de Liberación Nacional del Tercer Mundo. talento que dio ese grupo: Chico Novarro. (Salud “¡Vayansé, zurdos de mierda!” En suma, no todo cambia bien claro) revive, en Trelew, el terrorismo de Estado de
Estamos contra los dos imperialismos: el yanki y el ruso. Chico: gloria eterna a tus obras maestras Algo contigo y al mismo tiempo. La radicalización política de los sectores la matanza de José León Suárez. El único que ha cambia-
Estamos por la liberación nacional de la patria. Ustedes Cuenta conmigo y muchas otras, ¡hasta El orangután es medios no se correspondió con una radicalización de la clase do –¡oh, sorpresas de la historia!– es Aramburu. Pero sólo
agreguen, también, “social”. Ustedes se ponen esa másca- inmortal!) Pero cierto día llegó la guerra de Malvinas y obrera peronista. Cuando la clase obrera se radicalizó en busca de una solución pactada que pueda abrir la sali-
ra para mí. Yo me pongo esta para ustedes. Todo va a ir Johnny, el Tedesco, vio la posibilidad de retornar a Perón había muerto, gobernaban Isabel, López Rega y da conciliadora. Nada de esto lo quiere ver la Jotapé. Se
bien. Sospecho que en algún momento nos vamos a tener primer plano. ¿Luchábamos contra los ingleses? Bravo: la Triple A. Fue la clase obrera de Villa Constitución. toman dos deserciones (¡solo dos!) como las de Licastro y
que sacar las máscaras. Ahí quizás ustedes revelen lo que él le daría a la patria un ejemplo de entrega, de fervor. Esa clase obrera fue aplastada por los metalúrgicos de Fernández Valoni a modo de signo de una desbandada en
son: unos marxistas hijos de puta que quieren usarme Sacó (o aceptaron sacarle) en los diarios un sueltito Lorenzo Miguel y todo el aparato criminal del Estado el seno del Ejército. Los curas del Tercer Mundo oblite-
para implantar en la patria algo que nada tiene que ver que decía: “A partir de ahora el cantante Johnny Tedesco vomitar toda la mierda que me tuve que comer en este paz. Eran esos lugares en que –como diría impecablemen- terrorista de Isabel Perón. Era la nueva clase obrera que ran una adecuada visión de la eternamente reaccionaria
con el peronismo. Ahí me saco yo la máscara. Se van a comunica a sus compatriotas que ha decidido llamarse primer bloque y vuelvo”. Así, con ese talento que –si de te Lorenzo Miguel– los peronistas, definiendo qué era surgía después de la muerte de Perón. No pensaba en la Iglesia Católica. La clase media estaba harta de los años
sorprender, muchachos. Yo de gil no tengo nada. Sé que Juan Tedesco”. La Thatcher casi frena a los gurkas. Regre- mujeres hablamos– uno sólo encuentra en una Griselda serlo, comían tallarines los domingos con la vieja. Casas de comunidad organizada, pensaba, combativamente, en de prohibición del peronismo y quería el retorno del líder
piensan que estoy viejo. Que me voy a morir antes de so a Donald. Era célebre por una canción bastante pelo- Gambaro o esa gracia, esa exquisitez que entrega Naomi gente que no pasaba apuros. Que tenía una vivienda digna defender su autonomía (sin unirse a ningún otro sector ausente. O sea, la clase media sí, en efecto, estaba de parte
poder sacarme la máscara que me puse para ustedes y tuda que, por consiguiente, todo el mundo cantaba: “Las Watts en cada película que hace. Bien, supongamos que (la casa de la vieja o la casa de la familia o la nueva casa del social en ningún otro frente “nacional antiimperialis- del regreso de Perón. Admiraba a los guerrilleros. Les
que, entonces, me van a heredar. Son riesgos que hay que olas y el viento y el frío del mar”. Pero, entre frase y frase, era el programa de Mirtha. Ahí los veo a Palito y Favio. hijo o la hija que se casan y traen al mundo un nuevo ta”). Ahí, lo vieron todos, estaba el peligro verdadero. decía “los muchachos”. Grupos líderes como “el clan Sti-
correr. Se lo digo a los míos. Sin los muchachos no volve- había que decir: “¡Sucundum, sucundum!” La gilada de Se los presentaba un poco como antagonistas. Favio era gronchito peronista, como genuinos gronchitos eran Pali- Estudiaremos (ocurrió en marzo de 1975) esa historia vel” estaban con Perón. ¡La clase media estaba contra la
mos. Hay que darles lo que necesitan. ¿Necesitan esta la época –si uno no hacía alguna piolada que le proponí- muy peroncho y Palito, qué sé yo, otra cosa. Pero Favio to y Favio, algo que nadie puede negar: lo eran, no eran cuidadosamente porque, en lo conceptual, su impor- oligarquía, contra la Sociedad Rural, contra La Prensa,
máscara? La van a tener. ¿Y si te morís con esa máscara an– te decía: “A vos te falta sucundum, flaco”. En las his- –ante mi genuina estupefacción, dejándome aturdido y blanquitos del Nacional Buenos Aires, ni judíos marxistas) tancia es decisiva. Es cierto que la quiere copar el ERP. contra La Nación, contra los militares y a favor de la
puesta? Suele preguntarme Isabelita, que, lo sé bien, sólo torietas de Isidoro Cañones era posible verlo al insoporta- hasta algo turulato– se larga a hablar en un idioma que un trabajo digno, unas vacaciones dignas y un líder al que Pero es una huelga. Una huelga –lo hemos dicho sobra- Juventud Peronista! (Nota: Notable, en verdad. Escribo
sabe decir lo que López le ha dicho antes. Entonces me ble garca de Dante Quinterno bailando la tonadita de yo desconocía o creía ya parte del pasado. Dice: “Por amaba. Esas casas no eran “fortines montoneros”. Una con- das veces– no es una operación miliciana, no requiere esto en las Navidades de 2008 y sucede todo lo contrario.
río: ahí se van a tener que joder ustedes y los milicos. No Donald y diciendo “Sucundum, sucundum”. Donald, sin favor, Palito y yo no tenemos diferencias. Somos gente de signa como “Sánchez, Salustro, al pueblo le da gusto” grupos armados minoritarios. Requiere bases, organiza- Faltan los militares. No hay tanques, pero hay tractores. Y
puedo cambiar de máscara antes de estar en suelo argen- embargo, acepta incorporarse a los nuevos tiempos pero- paz. ¿A quién hacemos mal tocando, él y yo, la guitarra habría irritado a Favio. ¿Cómo al pueblo le iba a gustar la ción y dirigentes honestos y combativos. Algunos dirán un señor –que es un poco frontal, un poco rústico diga-
tino. Y los que me van a devolver a la patria son los nistas y se une a Hugo del Carril. El gran Hugo, que ter- changa, changa, changa, changa?” Changa changa era el violencia, la muerte de un trabajador (aunque fuera jerár- que se pueden complementar. Que la guerrilla puede mos– declaró: “No bien volvamos a las rutas no salimos
muchachos. A joderse y a correr el riesgo. Y para redon- minó bien pobre, andaría detrás de algunos mangos y sonido de la guitarra. Favio decía changa changa y se ras- quico) y de un militar (que Perón lo era)? En esas casas “ayudar” a la huelga. Falso de toda falsedad. ¿En qué más”. Bué, no voy a perder el tiempo en esto. Pero es
dearlo les digo esa frase que tanto me gusta: “No hay que acepta grabar con el opa nuevaolero (que hasta flequillo caba, más menos, la panza como si tocara ese instrumen- peronistas de Favio –que eran, insisto, casas de gente de puede ayudar la guerrilla a un obrero que subvierte el interesante ver cómo en el esquema golpista de hoy los
cambiar de caballo en medio del río”. gastaba) un tema que se llama: Compañeros. Y –muy ins- to. Y siguió: “Yo soy peronista y él no, pero los dos trabajo y de paz y no fortines de guerra– es donde hay que sistema no acudiendo al trabajo? ¿Hay acaso una herra- agraristas –con sus herramientas de trabajo– podrían
piradamente– dice: “Compañeros, compañeros, compa- somos argentinos. Y el general Perón viene para unir a los ubicar la otra gran frase de este tipo de peronismo. La que mienta más subversiva que suspender la producción? reemplazar al antiguo poder militar. Ya que han declara-
¿QUE ES EL “PUEBLO PERONISTA”? ñeros, siempre fuimos compañeros, compañeros, compa- argentinos. Para que el pueblo vuelva a ser feliz. Para que –como ya dijimos– dijo Lorenzo Miguel: “Ser peronista es Los fierreros no lo van a entender nunca. En un curso do también que –debido a sus tareas– tienen necesidad de
Fanon era un militante de la causa tercermundista y un ñeros”. Girri, Perlongher, Pizarnik y Gelman abandonan tenga trabajo, comida, educación. El general vuelve para comer tallarines los domingos con la vieja”. Favio jamás se que dicté en 2007 aparecieron algunos diciendo que si andar siempre armados. En suma, tractores –que algo de
gran teórico. Pero está la cuestión de la violencia. Siempre la poesía. (No quiero lastimar a quien no lo merezca: de la felicidad de la patria. El general vuelve para que los acercó a la Jotapé. Siempre tuvo claro su peronismo. Creo la guerrilla ponía algunos caños podía colaborar con los tanques tienen– y armas. Más una clase media llevada a la
aparece en estos análisis la cuestión de la violencia. Y hay El Club del Clan salió también Raúl Lavié, un notable argentinos nos demos un gran abrazo de amor. Eso es lo que sabía más de Perón que todos nosotros juntos. Sólo huelguistas. Sí, sólo a que se declare ilegal la huelga por militancia combativa por un periodismo que –como dije-
que remitir este tema al pueblo peronista. Todo lo que se cantante de tangos.) Vuelvo a Palito. No, a Favio. De ahí que quiere el pueblo. Y el general lo sabe”. Bien, aquí eso: lo conocía. Después veremos dónde lo ubicó su inter- apelar a la violencia. Que se llame al Ejército ante un ra Nicolás Casullo– es “el verdadero partido de la dere-
hacía fundaba su legitimidad en esa esencia. Toda la mili- venía. Cierta vez lo veo en un programa de TV. Sería quería llegar: Favio tenía más razón que nosotros. A mí, en pretación. Porque, aunque basada en un conocimiento estado de guerra. ¿Cuándo van a entender algunos ota- cha”, todo eso sumado ofrece un interesante modelo de
tancia actuaba en nombre del pueblo peronista o por el (¿cuál podría ser?) el de Mirtha Legrand. (¡Sólo lo verda- ese momento, su discurso me pareció pura melaza fascis- primario de las bases y de Perón, no era al cabo más que rios algo de filosofía política? Piensan con los fierros en “Golpe siglo XXI”. Acaso este país se encuentre más cerca
pueblo peronista. Toda la lucha era una lucha de libera- deramente grande perdura en este país!) O el de “La toide. Negaba la lucha de clases. Ni hablaba de la lucha otra –o la primitiva, la más elemental, silvestre– interpre- la cabeza. Villa Constitución es una huelga de la clase de un choque violento de lo que nos animamos a creer.
ción por la clase obrera cuya identidad política era el Chona”. Que era la actriz Haydée Padilla. Hacía Almor- del pueblo por la toma del poder. Ni hablaba del poder. tación de un movimiento que había cambiado como todo obrera no peronista, revolucionaria. La primera huelga Ojalá me equivoque. Pero no veo demasiada lucidez ni
peronismo. Se dibujó entonces un perfil del pueblo pero- zando con la Chona y su touch de originalidad residía en Sólo hablaba de la felicidad, de la unión de los argentinos cambia con los tiempos. Desde este punto de vista, es con Perón muerto. No necesita más que eso. Se perjudi- responsabilidad democrática en los cerebros a-neuronales
nista que respondiera a los ánimos revolucionarios de la cerrar cada bloque diciendo “un provechito y volvemos”. y de todo lo que recuperaría el pueblo de Perón con el correcto que Firmenich reivindique a la Tendencia como ca más al capitalismo paralizando la producción que de los dos carnavalescos dirigentes de la FAA. Ni en el
época. Se decía que el pueblo peronista era combativo ¿Qué tiempos ingenuos, no? Hoy habría que hacer retorno de su líder. Eso eran –para Leonardo Favio– “las legítima hija de Perón. “Le guste o no, somos sus hijos”, cometiendo la cruelmente inútil imbecilidad de matar glorioso vicepresidente de las traiciones patrióticas. Ni en
porque ahí estaba, a la mano, el ejemplo de la Resistencia. Almorzando con la Negra Vernacci. La Negra diría: “Voy a casas peronistas”. Eran lugares de gente de trabajo y de dijo varias veces. Pero no sólo de Perón eran hijos. No policías. Y si esto no se entiende no se entiende nada. ninguno de los periodistas cuyo odio les impide pensar.
II III
El esquema que manejan es simple. ¿Cómo per- estás liquidado”. Es posible que los militantes de ACTUALIZACION
mitir que siga adelante un gobierno conducido la UES creyeran ciegamente que Perón era un DOCTRINARIA/
por una pareja desde la “intimidad de su alco- revolucionario socialista. Pero los que estaban en TRASVASAMIENTO
ba”? Esto me preguntó un periodista que viene la elaboración de las estrategias o el trazado de GENERACIONAL/ SOCIALISMO
del alfonsinismo. Un mediocre que me prome- las líneas ideológicas no se planteaban esto. Perón NACIONAL
tió un reportaje sobre mi libro de filosofía –el era un pragmático y habría de ser lo que fuera Pero la verdadera “manija” que Perón les dará
que acaba de salir– y terminó, desde luego, pre- necesario ser para ganar la batalla. Era entonces a sus muchachos revolucionarios será una opera-
guntándome esa bobería patológica. Le dije: necesidad de la militancia llevar las cosas a un ción cuidadosamente planeada y realizada. Es la
“¿Por qué desde ‘la intimidad de su alcoba’? estado en que Perón no tuviera más remedio que lleva a cabo el Grupo Cine Liberación en
¿Qué erótico suena eso, no? ¿No lo pueden que dar cobertura a una situación revolucionaria Madrid entre junio y octubre de 1971. Es el
haber decidido en el comedor o en la cocina?” si quería volver. Esa situación revolucionaria era film de Octavio Getino y Fernando “Pino”
Escuché, a través del teléfono (era telefónico el la que se estaba creando. Perón, a su vez, advertía Solanas. El proyecto –según se decía entre los
reportaje), las risas de las asistentes del “periodis- que su arma más poderosa era la caudalosa mili- militantes– era “ir a sacarle frases duras al
ta libre” que hacía las preguntas de sus patrones. tancia juvenil (hecho único en nuestra historia: Viejo”. Veremos qué dijo el Viejo. Qué delica-
Me pareció sugestiva la connotación sexual de nunca se vio un movimiento social y estudiantil do, inteligente trabajo de “organización” del tra-
ubicar la “decisión” en “la intimidad de la alco- tan numeroso, tan desbordante, de jóvenes mili- bajo hicieron Solanas y Getino, sobre todo por
ba”. Recordé el texto célebre en que Cané se tando detrás de una misma causa) y las llamadas medio del titulaje de los temas. También algu-
entrega a la paranoia de proteger a las vírgenes formaciones especiales, temor obsesivo de los sec- nos militantes –que no estaban en contra sino
de su clase, inocentes todas, ante el ataque de la tores “de orden”, algo que debían detener para que decían esto casi admirativamente– pondera-
chusma ultramarina. Y bueno, es así.) que el país pudiera funcionar o corrían el riesgo ban ese titulaje porque a veces decía o “lo que el
Sigamos con lo nuestro: sólo los sectores de que ningún empresario extranjero se instalara Viejo no había dicho” o “le daba una orienta-
medios y el estudiantado se han unido al pero- en la Argentina, además de la inseguridad de las ción de izquierda a lo que el Viejo decía”. Como
nismo. Todo el resto del establishment sigue clases altas y la policía y hasta los cuadros del fuere, el Viejo se despachó con todo. El film fue
donde estaba. Pero –y he aquí lo esencial– las Ejército, blancos frecuentes de esas formaciones. visto masivamente por la militancia y llevó por
clases medias y el estudiantado sueñan con un Perón lo sabía: Si vuelvo, vuelvo montado en esta título el famoso que casi todos conocen: Actuali-
proceso político perfectamente diferenciado al ola. La militancia de la izquierda peronista lo zación política y doctrinaria para la toma del
de la clase obrera peronista. Sucede que los sabía: O lo traemos nosotros o no lo trae nadie. poder. Desarrollaba los tres temas centrales que
obreros peronistas no se manifiestan. Esperan a Creía también: si lo traemos nosotros le vamos a Perón había elaborado para su ala izquierda:
Perón y siguen en sus casas, van a sus trabajos o imponer nuestra política. Aquí había una sobre- Actualización doctrinaria, trasvasamiento genera-
se reúnen en sus sindicatos. Y los sindicatos valoración de la propia lucha y una subvalora- cional y socialismo nacional. En el discurso del 21
exhiben una notable cautela. Insistamos: los sin- ción del poder del propio líder, por anciano que de junio de 1973, al día siguiente de la tragedia
dicatos no arriesgan. ¿Por qué esa cautela? Lógi- estuviese. de Ezeiza, cuando Perón dijo: “Nosotros somos
co: no querían arriesgar lo que tenían por una Perón hizo su trabajo impecablemente. En justicialistas (...) No creo que haya nuevos rótu-
posibilidad como cualquier otra, eso era para agosto de 1972, desde Madrid, envía un Mensa- los que califiquen a nuestra doctrina y a nuestra
ellos el regreso de Perón. Sólo la CGT de Onga- je a la juventud. Dice: “Yo no sé si es la insensa- ideología. Somos lo que las veinte verdades
ro y los sindicatos de la izquierda cordobesa tez o la ignorancia lo que enceguece a los que dicen”, muchos entendieron que a la actualiza-
peleaban contra el régimen. Los otros llevaban usurparon el poder para no comprender a una ción doctrinaria se la iban a tener que meter sin
años negociando y seguirían así. Ellos podían juventud que no quiere ser un simple número hesitación alguna en el más profundo socavón
vivir con Perón o sin Perón. De aquí la bronca en los cálculos comerciales de los monopolios de sus culos revolucionarios, y, si entraban, tam-
que despierta ese paraguas que agarra Rucci para extranjeros. Y es una pena que sea necesario que bién ahí habrían de introducir al trasvasamiento
cubrir a Perón. Lo pone a Perón bajo el paraguas una parte de ella comience a decirlo a tiros, pero y al socialismo nacional. ¿Pensó en serio Perón
de un movimiento obrero que muy poco había también es un aviso serio (...); Esa juventud que que un freno tan brutal habría de ser posible?
hecho por su retorno. Se jugó más el anciano cura ha aprendido a morir por sus ideales es lo único ¿Qué creía, que venía, pegaba cuatro gritos y las
Hernán Benítez por el regreso de Perón y por que puede salvar al país en su futuro preñado de esperanzas, los años de lucha, los muertos, todo
recomendarle que no renegara de la guerrilla acechanzas y peligros (...). Hagan llegar mi se iba a tirar por la ventana? “Vean, muchachos,
que los mandamás de los sindicatos. Quienes recuerdo y mi homenaje a todos los compañeros no se los dije porque quería volver. Pero, de
–una vez de regreso Perón– se arrojan a la lucha que han caído, como a los que han sufrido vejá- socialismo nada, eh. Lo único que puedo ofre-
contra la militancia juvenil. Con el apoyo franco menes y torturas físicas y morales en manos de cerles es un proyecto manejado en lo económi-
del líder, que es lo que los autoriza y también los la canalla entronizada” (Perón, Mensaje a la co por la pequeña y la mediana burguesía, en lo
desboca. juventud, en Envido Nº 7, p. 74). Ya en febrero sindical por esa burocracia que no movió un
de 1971 había enviado su primera carta a Mon- dedo para que yo volviera y en la conducción
“UNA ACCION DESEADA POR toneros. Les decía que en nada habían interferi- yo, por supuesto yo, como siempre yo. A eso le
TODOS LOS PERONISTAS” do sus planes. Esta había sido una versión del pongo el nombre de pacto social. Y llamo a la
Pero hay una inmensa pequeña burguesía que “partido militar”: que los Montoneros, al matar unidad de todos los argentinos. Ustedes espe-
vive una temporalidad propia. Una temporalidad a Aramburu, habían interferido importantes pla- ren. Gracias por los servicios prestados.” Pero
revolucionaria. A esa pequeña burguesía, que es nes de Perón. Se dejaba traslucir que Perón esto –que vamos a desarrollar hasta el extremo
activa, que es lo que Perón necesita en esta etapa andaba en algo con Aramburu, versión que, de la trágica y sangrienta comedia que fue, por-
de enfrentamiento al régimen, hay que darle muerto Aramburu, Perón desmiente sin ningún que sin duda fue el más macabro de los chistes–
manija. Hay que darle elementos que la entu- costo: “Estoy completamente de acuerdo y sería recién en 1973. Entre junio y octubre de
siasmen. Hay que darle el Perón que necesita. En encomio todo lo actuado. Nada puede ser más 1971, Perón ofrece a sus militantes sus mejores
resumen, la situación es la siguiente: lo que se falso que la afirmación que con ello ustedes frases, sus más fervorosas justificaciones de la
establece entre Perón y los sectores militantes y estropearon mis planes tácticos porque nada violencia. Y esas tres categorías que tan bien
combatientes de la Argentina es un juego al que puede haber en la conducción peronista que pudie- sonaban: actualización doctrinaria, trasvasa-
podríamos llamar: “Te digo lo que necesitás que ra ser interferido por una acción deseada por todos miento generacional, socialismo nacional. Las
te diga”. Buscar inteligir esto a través del dualis- los peronistas”. La frase es importante: Una analizaremos a fondo. Ahora, ¿no hay algo que
mo verdad/mentira es absurdo. Estamos hablan- acción deseada por todos los peronistas. Este deseo no pareciera funcionar tan eficazmente en la
do de un período de intensa creatividad política. peronista de la muerte de Aramburu es lo que for- conducción del “conductor genial”? ¿Era nece-
Muy torpemente, un periodista del alfonsinismo talecerá siempre la tesis del montonerismo de los sario ofrecer tanto si se corría el riesgo de luego
(durante los ’80) sacó una nota llamada El comienzos acerca de visualizar esa acción como tener que quitarlo todo? O también: si tanto se
malentendido. Era Pablo Giussani. Todos los parte de la “justicia popular”. Ese deseo y la había ofrecido, ¿qué justificaba sacarlo todo?
radicales de esos años la jugaban de grandes pio- situación de profunda ilegalidad institucional ¿No era una amputación exagerada, impolítica,
las que no se habían tragado las mentiras de que ya hemos exhaustivamente analizado. Lo no había otro camino más moderado, integra-
Perón. ¿Por qué? Porque ya sus papis les habían verdadero es que la frase de Perón revela el acier- dor, político? Para los fachos cavernícolas
advertido que era nazi y malo. En cambio, los to de Montoneros en la elección de “la muerte” sedientos de sangre que rodeaban al líder todo
jóvenes de la izquierda peronista habían perpe- que necesitaban para aparecer ante el pueblo era una fiesta. Pero se suponía que Perón era el
trado un malentendido. Creer que Perón era un peronista como los que venían a cumplir con sabio, el “Padre Eterno”, que sabía conducir el
revolucionario. Mario Wainfeld, en Unidos, “una acción deseada por todos los peronistas”. Esta desorden. Aquí no condujo el desorden. Direc-
supo decirlo bien: “Lo que querían decir era que frase de Perón era, para ellos, un respaldo pode- tamente le cortó la cabeza a una de sus alas. Así
todos habíamos sido unos boludos”. Hay gente roso. Más adelante, Perón les entrega unos con- le fue. Así nos fue. Como sea, recordemos: aquí
que todavía piensa así. Llevando esto al terreno sejos a propósito de las Fuerzas Armadas. ¿Eran no hay santos ni herejes. Hay una infinita can-
de los desaparecidos queda claro que habían atinados? Veamos: 1) “La mayoría de los subofi- tidad de gente que se equivoca porque cree
muerto “por boludos”. Así lo decían. Bien, el ciales son nuestros”. 2) 20% de la oficialidad es tener la verdad. Eso es lo que transforma en tra-
“enfoque mongui” ya está planteado. Vayamos favorable al campo popular, 20% no. El resto es gedia al gran relato peronista. Esperando que esa
en busca de algo más serio. Dejamos de lado, indiferente. 3) El 60% restante es también indi- tragedia devorara a sus protagonistas estaban los
PROXIMO como dijimos, el dualismo verdad/mentira. El ferente. Es “legalista”, pero su legalidad radica carniceros, los matarifes. Todo llevaba hacia
DOMINGO juego era “Te digo lo que necesitás que te diga”. en “servir al que gana”. Si vamos ganando ellos. Todos parecían hacer lo necesario como
De parte de la militancia juvenil revolucionaria “podremos contar con ellos”. Pareciera ser para entregarles el país en bandeja a los más
había otra expresión paralela a ésta: “Decime lo demasiado optimista este encuadre de Perón grandes asesinos de su sangrienta historia.
Actualización política que necesito que me digas; si no, no puedo sobre la situación de las FF.AA. ¡Qué lejos esta-
y doctrinaria para la jugarme la vida por vos. Y si esperás venir sólo ban todos de imaginar al monstruo que en esas Colaboración especial:
toma del poder por la lucha de los burócratas de los sindicatos entrañas se estaba gestando! Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 28 de diciembre de 2008


Peronismo
Filosofía política de una obstinación argentina
José Pablo Feinmann

59 “Actualización política y doctrinaria para la toma del poder”

Suplemento especial de

PáginaI12
HEIDEGGER Y PERON, pasional y la más decidida en la lucha, estaría, si vivie- ATENCIÓN, América, por el otro”. Europa es, para el genial autor
FRIBURGO Y MADRID ra, en el lugar más arriesgado de ella. O sea, sería Mon- HABLA EL GENERAL PERÓN de Ser y tiempo, Alemania, la razón más centralmente
a izquierda peronista no se desvivía por tonera. “Guardia” respondía con una consigna poco Empecemos. Perón –de movida– se manda una ubicada de Occidente. Ocupa su mismo centro. La

L leer los textos de Perón. Los textos doctri-


narios. Menos aún los de algún otro viejo
“teórico” del Justicialismo tipo Raúl
Mendé. De Perón tenía suficiente con las
cartas que llegaban. O con las fuentes autorizadas de
los popes de la “corriente nacional”. No había docu-
mento de la JP que no nombrara a Jauretche, Hernán-
inspirada, algo larga, pero conceptualmente clara:
Evita, Evita vive/ en la revolución/ Evita es peronista/ y
está junto a Perón. Señalaba bien que Evita no estaría
combatiendo en la Argentina en tanto Perón negocia-
ba desde Madrid. Que el peronismo era un Movi-
miento y no tenía “vanguardias”. El concepto de
“vanguardia” no era peronista. Perón podría haber
frase, por decirle de algún modo, desmoralizante.
Sucede que fue sincero. Y no se trataba de eso. Se tra-
taba de que hablara para las bases combatientes del
movimiento. Dice: “La concepción justicialista que
nace en 1945 es una concepción simple con una base
filosófica firme, y que obedece a un concepto cristiano
y humanista de la política”. ¿Cómo? ¿Qué hacemos
nación que ha heredado a los griegos. En nosotros,
dice, “el pasado es aún”. Grecia late en nosotros.
Debemos encarnar su grandeza porque ella ya ha pasa-
do por sobre nosotros, es ahora nuestra meta. Este
genial trazado del eje Atenas-Berlín sólo Heidegger
pudo hacerlo tan brillantemente. No obstante, Perón
también logra lucirse. Al vuelo atrapa el concepto de
dez Arregui, Scalabrini Ortiz, Puiggrós, José María dicho: el que fija las grandes líneas estratégicas es el con eso? ¿Qué hacen los militantes de las fábricas, los moda: el Tercer Mundo. Y dice: Lo inventamos noso-
Rosa o Jorge Abelardo Ramos. Pero del general no conductor. ¿No es eso la vanguardia? Lo veremos jóvenes que hacen trabajo barrial, los universitarios, tros, los justicialistas. ¡La Tercera Posición ya era el
sabían un pito. Habían mirado un poco La hora de los mejor en Actualización política, etc. las comisiones internas de los hospitales? ¿Qué somos? Tercer Mundo! ¡Gran jugada ideológica! Si hasta se
pueblos. Y no mucho más. La bibliografía era otra. Volvamos a los heideggerianos de “Guardia”. Era Cristianos y humanistas. ¿Eso qué quiere decir en la torna creíble. ¿Por qué no? ¿O no se opuso Perón a
Lenin, Marx, Fanon, Guevara, Giap, etc. Era necesa- duro discutir con ellos. Sólidos en filosofía, grandes época de las revoluciones, del nacionalismo popular y “los dos imperialismos”. Lo mismo ahora.
rio divulgar la palabra del líder. Casi nadie había leído lectores de Heidegger, habían encontrado en la Intro- revolucionario, del antiimperialismo, del Tercer Luego plantea una consigna que a él, al menos, le
el llamado “Manual de Conducción, que, además, no ducción a la metafísica del filósofo de la Selva Negra Mundo? Perón (ya en pleno enfrentamiento con la agrada mucho: la del Continentalismo. Dice: “Ahora
estaba por ninguna parte. En Platero, una librería de la conexión indiscutible con el peronismo. Jotapé) va a repetir esta fórmula en uno de esos dis- ustedes vivirán la etapa del Continentalismo, y es posi-
la calle Talcahuano, yo me conseguí la edición origi- Heidegger dicta ese curso en 1935. Ya no es cursos (muchos, en verdad) que dio durante 1973 en ble que sus nietos y sus bisnietos lleguen a la futura y
nal de Conducción política y me la devoré con sumo rector de la Universidad de Friburgo. Pero la CGT y que pronto tendremos el displacer de anali- última integración, que es el universalismo como aspira-
interés. Era de 1951. Clases que Perón había dado en se presenta ante los alumnos y les habla de zar. (Honestamente: nada de lo que pasa en 1973 le ción de una humanidad realizada”. ¿Qué gansada era
la Escuela Superior Peronista. los destinos trascendentes de la Alemania produce a uno mucho placer. Más bien ganas de llo- ésta? ¿Para qué quería la Jotapé el Universalismo?
Había, sin embargo, encuadramientos que exhibían de ese momento histórico. Habermas dirá rar.) Pero desde la CGT –para enfrentar la concepción General, queremos la lucha de clases, la señalización del
una fuerte “formación doctrinaria”. Las huestes del (en 1953) que Heidegger no les decía nada “trosca” del peronismo que denunciaban los sindica- enemigo: las corporaciones financieras, los terratenien-
Gallego Álvarez eran brillantes en esos aspectos. Los distinto a lo que luego les exigirían como listas con Rucci a la cabeza– Perón dijo que nadie se tes, la camarilla militar, la Iglesia. ¿Por qué mier-con
Demetrios también. El FEN, de Roberto Grabois, un oficiales. El texto “peronista” de Heidegger llamara a engaño, que el justicialismo era un movi- perdón-da nos habla del Universalismo? Pero era así:
poco menos. Pero Guardia de Hierro –el encuadra- era el siguiente: “Esta Europa, en atroz miento cristiano y humanista, eso y ninguna otra Perón solía irse a los caños. De pronto, sin embargo,
miento que lideraba Álvarez– tenía una solidez doctri- ceguera y siempre a punto de apuñalarse a cosa. En las siguientes movilizaciones la Jotapé largó desciende hacia la historia. ¡Se pone revisionista! S y G
naria que la tornaba invencible. Con el paso de los sí misma, yace hoy bajo la gran tenaza for- una consigna muy jodona y muy buena: No somos acercan su Cámara, ansiosos. Vamos, que ya viene lo
años (y con el horror que fomentó el alfonsinismo a mada entre Rusia, por un lado, y América, troscos no somos comunistas/ somos cristianos/ cristianos y bueno. “Nosotros, colonia española, pasamos a ser
ciertos meros nombres del peronismo de los ‘70) pasó por el otro. Rusia y América, metafísica- humanistas. ¡La cara que habrán puesto Solanas y colonia inglesa”. ¡El Viejo había leído a don Pepe Rosa!
a creerse que Guardia era no menos que las SA o las mente vistas, son la misma cosa: la misma Getino cuando el Viejo empieza decir sus frases Sigue: “Por eso en la Argentina ha habido una línea
SS. Falsedad total. Eran ortodoxos. No estaban con la furia desesperada de la técnica desencadena- “duras” con esta huevada del humanismo cristiano! anglosajona y una línea hispánica. La línea hispánica fue
violencia, pero tampoco en contra. Decían algo intere- da y de la organización abstracta del hombre ¿Mejora? Veamos: “Entonces es necesario que ofrezca- la que siguió con la idea independentista, la otra es la
sante: “El guerrillero no puede hacer la tarea de adoc- normal” (Heidegger, Introducción a la metafísica, mos a los pueblos la posibilidad de que trabajen felices línea colonial”. Hum, ya se está por ir otra vez a los
trinamiento porque está demasiado preocupado por la Nova, Buenos Aires, 1959, p. 75. No sé si debiera (...) Pueblos felices, trabajando por la grandeza de un caños. ¿Qué es esto de la “línea hispánica”? ¿No se le
seguridad. Eso corresponde a nosotros”. Manejaban decir esto, pero uno dice tantas cosas que ya ignora mundo futuro, pero sin sacrificios y sin dolor. Que habrá pegado de estar tanto tiempo tan cerca de Fran-
dos textos: Conducción política y, sobre todo, La comu- cuáles pueden caer bien o mal. Acaso ésta pueda ser eso es lo humano, que eso es lo natural, y que es tam- co? “Y en nuestro país la línea nuestra es la línea, dire-
nidad organizada, la ponencia de Perón en el Congreso útil. Los 55 fascículos de filosofía que –tan laboriosa- bién lo científico”. Lo humano. Lo natural. Y lo cien- mos, de la Primera Junta, que era independentista. De
de Filosofía de Mendoza escrita por Nimio de Anquín, mente escritos como éstos– publiqué en este diario de tífico. Perón mezclaba todo. Cuando quería hablar sin Rosas que defendió eso, de Yrigoyen, que fue otro
un tomista arcaico y conservador (lo cual es un pleo- locos fantásticos que aceptaron la empresa forman decir nada no había quién lo superara. Supongamos hombre que defendió eso. Y de Perón. Todos los demás
nasmo: ser tomista es ya ser arcaico y ya ser conserva- hoy un voluminoso y no barato libro. Se llama como que, hasta aquí, está calentando los motores. Ahora gobiernos argentinos han pertenecido a la línea anglo-
dor), y por, se dice, Carlos Astrada, algo que no me se llamaron los fascículos: La filosofía y el barro de la habla de la tercera posición. “Entonces debe haber sajona y la han servido de una manera directa o indirec-
parece posible pues Astrada era un tipo inteligente, lo historia. Son 814 páginas. Como dije, no es barato. una tercera posición que es la que concibe el justicia- ta”. A ver, ¿qué se podía sacar de aquí? La línea Rosas,
necesario al menos como para no haber metido mano Pero piensen en cuántas huevadas gasta uno la guita. lismo, donde el hombre, en una comunidad que se Yrigoyen, Perón. Lástima que el Viejo no mencionó a
en ese fárrago que leyó Perón, en que se citaban todos Por ejemplo: en comprar un ejemplar de la revista realiza, pueda también realizarse como ente humano. San Martín. Pero ahí está la línea nacional: Rosas, Yri-
los grandes nombres de la filosofía, de Platón a Hei- Gente con Los personajes del año. Uno mira eso y se Esa es la verdadera concepción justicialista que veni- goyen, Perón. Sin embargo, ¿la Primera Junta? ¿Cómo
degger. Como sea, los de Guardia de Hierro se devora- quiere morir. No es la Biblia junto al calefón porque mos expresando desde hace 25 años.” La frase que va a estar la Primera Junta dentro de la línea hispánica
ban La comunidad organizada. Para nosotros era hoja- ahí no hay ninguna Biblia. El que se mete en esa foto propone la realización del hombre dentro de la comu- si Moreno y Castelli y Belgrano los rajaron a patadas a
rasca del pasado. “La comunidad organizada –solíamos se mete en la ética y la estética del calefón. Pero nidad Perón la toma de Clausewitz, que la toma de los gallegos? Y bueno, será una genialidad del Viejo. A
decir– no dice más allá de lo que dice su título: que bueno: yo ya ni la miro. Un actor amigo me decía: Hegel. La comunidad en la que el hombre se realiza seguir. Se manda su célebre frase: “El año dos mil nos
hay que organizar la comunidad.” De todos modos, “Cada vez que la miro tengo que tachar la mitad de es, para Hegel, el Estado. Clausewitz lo sigue. Y Perón encontrará unidos o dominados”. Es buena. Marca un
para un “republicano” la palabra “comunidad” tiene mi agenda de teléfonos”. Bueno, si no compran esa elabora una buena frase: Nadie se realiza en una comu- punto para la lucha. Hay que ganar antes del dos mil. Y
un perfume fascistoide que lo desagrada por completo. basura y alguna otra, ya está. Se compran mi nidad que no se realiza. Ojalá fuese así, pero el capita- sólo se gana con la Unidad Latinoamericana. Cuando
Para nosotros era una pavada. Pero, insisto, la gente de libro de filosofía. No tendrán a Miguens, lismo (más aún: el neoliberalismo post-Muro) prueba Perón vuelve –Ezeiza– se hace correr una bola: durante
Alejandro “Gallego” Álvarez se sabía el texto de Buzzi, De Angeli y las infaltables musas de la que en la comunidad no se realiza nadie salvo unos los primeros días el general se consagrará al Continen-
memoria. El “Gallego” Álvarez era un personaje céle- patria, Legrand y Giménez, pero se van a pocos que acumulan tremendas riquezas y no les talismo, a la unidad de América Latina. Eso lo decía
bre pero secreto de la época. Yo no lo vi nunca. Se dice encontrar con Foucault, Sartre, Heidegger, importa si la comunidad se realiza o no. Porque no Cámpora todo el tiempo. Y por medio de Cámpora, los
que todavía transita los caminos de este mundo, inclu- Hegel, Deleuze y Baudrillard. No creo que quieren una comunidad. O sí: pero la quieren para Montoneros. Lógico: se lo querían sacar de encima.
so los de este país. “Guardia de Hierro” se puso al ser- se arrepientan. Y lo juro: no quiero vender rapiñarla. Las comunidades –tal como hoy se nos pre- Vaya, general, haga la Unidad de América Latina así
vicio de la ortodoxia peronista cuando volvió Perón y más libros. Sólo desearía que la muchedum- sentan– se forman por una casta de factores de enor- nosotros manejamos tranquilos el país. No era posible-
se dio la lucha ideológica contra la “infiltración mar- bre de la patria, engañada, manipulada, me poder que vampirizan a la comunidad sin impor- mente la política que convocaba primariamente al Tío,
xista”. Fueron los principales animadores de un Con- sofocada su inteligencia por los culos y las tarle su realización o no. Para esos poderes no hay pero el buenazo del Tío estaba jugado con los Monto-
greso ideológico que se organizó hacia mediados de tetas del embrutecimiento, emergiera un comunidad. Sólo hay territorios que saquear. neros, con la Jotapé, de modo que no le disgustaba el
1973 en el Teatro San Martín y que tuvo por gran poco, olfateara que hay otra cosa, y que vale la Pero en el momento en que Perón habla la idea proyecto. Además, creía sinceramente en él. Perón se lo
figura a Amelia Podetti, una mujer de gran talento de pena buscarla.) Como vemos, este Heidegger de nación y de Estado son muy fuertes y él había hecho creer. Y no porque el Tío fuese un inge-
la que ya hablaré. de 1935, que, en la Universidad de Friburgo, quiere decir que un Estado debe garantizar la nuo, sino porque Perón seguía siendo capaz de conven-
Formaban parte de Guardia los peronistas heidegge- habla de una Alemania atenazada por la Unión posibilidad de que todos se realicen en él. cer a cualquiera de cualquier cosa. Del Continentalis-
rianos. Algunos de cuyos nombres me guardaré. Pero Soviética y Estados Unidos, es un precursor del Perón era un político genuinamente populis- mo había hablado lo necesario como para que cualquie-
eran tipos sólidos, profesores de filosofía y antimarxis- Perón de la Tercera Posición, de la teoría de los ta. Lo fue siempre. Lo que su populismo se ra se lo comprara. Era un producto medio absurdo: un
tas, desde Perón y desde Heidegger. Algunos lo saben, dos imperialismos. Los filósofos de “Guardia” le propone es la humanización del capital, no político que apenas ha conseguido volver a su país
la gran mayoría no, pero Heidegger fue el primer teó- agregaban luego otros textos de Heidegger a éste y su eliminación. Es un keynesiano sincero. ahora se va a encargar de unir a América Latina. Esto lo
rico de la Tercera Posición. De aquí que los profeso- eran imbatibles en ciertas discusiones doctrinarias. Un distribucionista convencido. Seguimos ponía por encima de todos. Hablaba de un no-dicho
res heideggerianos de Guardia de Hierro lo asumie- También los Demetrios eran doctrinariamente sólidos. leyéndolo. El título que ponen S y G pero sí-dicho liderazgo continental. Pero, ¿quién iba a
ran. Heidegger y Perón, un solo corazón. Estos hei- Pero un poco monguis. A los dos “Demetrios” (era (Solanas y Getino) es ahora: El antiimperia- discutirle algo a Perón? También se le daba por hablar
deggerianos de Guardia ni se molestaban por prestarle difícil saber quiénes eran) los encontraron boleteados lismo del Tercer Mundo. Aquí Perón les da de la ecología. Para nosotros, en 1970, la ecología remi-
alguna atención a Fanon. La cosa era otra. Ojalá no se dentro de un auto en plena época de la Triple A. un poco el gusto. Dice: “Tan distante de tía más a los enanitos de jardín que a la revolución. Un
aburran con estos temas porque son centrales para “Arreglo de cuentas”, se dijo. El “Gallego” Álvarez uno como de otro de los imperialismos día, sin embargo, entro en el Departamento de Filoso-
entender la época y dudo que sean conocidos por los también era inhallable. Yo nunca lo conocí. Pero dominantes, lógicamente el Tercer Mundo fía y encuentro a uno de los genios de Guardia de Hie-
laboriosos periodistas que se ocupan de ella. Pero “Guardia” era el encuadramiento más sólido de está en la Tercera Posición”. No dejen de rro leyéndose un libraco de ecología, “porque el general
Guardia de Hierro movía muchos militantes y los que se diferenciaban de esa Jotapé que luego pasar esa frase: Tan distante de uno como de lo dice”. Se lucía el Gallego Alvarez con la ortodoxia
muchos de los que luego hicieron carrera política fue la Tendencia. No eran cookistas. Una diferen- otro de los imperialismos dominantes. ¡La tena- mongoloide. Para la Jotapé la ecología era la Sierra
durante la democracia vinieron de ahí. Negaban la cia esencial. Cierta vez le dije a Amelia Podetti: za heideggeriana! Perón y Heidegger, un solo Maestra y eran un montón de plantas abundantes y
teoría de la vanguardia armada. Aceptaban la violen- “Cooke es, para mí, un ideólogo fundamental del corazón. Algún gorila melancólico, de esos que húmedas que habían reventado los pulmones del Che
cia en tanto la aceptara el Conductor, pero sus libros peronismo”. Hosca, seca, pero aun así sonriente, con todavía le dan manija a la cuestión del nazis- en Bolivia. O sea, la ecología era reaccionaria. O no era
y su interpretación del peronismo nada tenían que ver una sonrisa que te hería, dijo: “El único ideólogo del mo, dirá: “No en vano Heidegger fue nazi, nada. Era una de esas huevadas con las que rompía
con el marxismo. Incluso habían elaborado una con- peronismo es Perón”. Siguiendo este apotegma (pala- como Perón”. No perdamos tiempo en esto. Perón. “Ojo, mirá que el Viejo vive en Europa. Debe
signa para oponer a la de la izquierda que afirmaba bra abusivamente utilizada por Perón) es que Solanas La cosa va más allá. Heidegger decía: “Esta saber mucho sobre cómo viene la mano en algunas
que Evita sería Montonera si viviera, una consigna de y Getino viajan a Madrid y filman Actualización polí- Europa, en atroz ceguera y siempre a punto cosas”. La ecología modernizaba a Perón. Tonterías: la
enorme arraigo entre la JP que implicaba una glorifi- tica y doctrinaria para la toma del poder. de apuñalarse a sí misma, yace hoy bajo la Jotapé ardía por escucharlo hablar del socialismo, del
cación de la vanguardia armada: Evita, al ser la más gran tenaza formada entre Rusia, por un lado, y poder, de la revolución latinoamericana.
II III
¿QUÉ ES LO QUE DEFINE A que es el Movimiento) que dio a Perón el con- les” sean la subversión misma del todo movi-
UNA PERSONA COMO trol total del Movimiento. La distancia le evitó mientista. Esto fue lo que intentaron los Mon-
PERONISTA? el desgaste de la historicidad. La imagen de toneros. Cuando una parcialidad quiere ejercer
A esa tarea siguen consagrados Solanas y Perón le estaba sustraída al país. Apareció por la totalización le está discutiendo al líder nada
Getino. Le preguntan y le preguntan y las res- primera vez en los kioscos de revistas cuando se menos que la conducción del Movimiento.
puestas del Viejo nunca resultan del todo permitió exhibir un ejemplar de la revista “Las Conducción/ conducción/ Montoneros y Perón.
duras. Cuando habla del “Movimiento Justi- Bases”. Recuerdo la sorpresa de muchos: “¡Qué Para colmo, las imposiciones de la “rima” lle-
cialista” es claro y trasparente: “La única fuerza viejo que está!” Otros descubrían sus manchas vaban a anteponer el nombre de Montoneros
cívica que conserva su estructura y su potencia y sus marcas de viruela. Perón empezaba a his- al de Perón. Un agravio.
es el peronismo y dentro de él la clase trabaja- torizarse. Levemente. Pero tenía ahora cierto
dora. Estas fuerzas representan el eje del movi- compromiso con lo real. No lo tuvo hasta FIRMENICH Y GALIMBERTI
miento revolucionario nacional”. Aquí está Ezeiza. Desde lejos, desde los 15.000 kilóme- MEAN A PERÓN
todo. Perón no mentía tanto. Sin duda esas tros, podía ejercer en plenitud su teoría de la Pero esto que ha dicho Perón es el estilo de
cartas a la Juventud o a las formaciones espe- conducción de lo heterogéneo o del desorden. conducción peronista. El conductor estratégi-
ciales o el lamento ante la muerte del Che (“se Volvamos a la pregunta de Solanas y Getino: co establece las grandes líneas tácticas. No se
fue el mejor de nosotros”) eran marcadamente ¿Qué es lo que define hoy a una persona como mete en la conducción táctica a menos que sea
tácticas, decían lo que él tenía que decir para peronista? La respuesta de Perón es formidable. necesario. Por ejemplo: cuando se forman dos
tener de su lado a los combativos. Pero en el Si alguien quiere entender qué es el peronismo bandos peronistas. Pero el peronismo, al ser
film de Solanas y Getino Perón apenas si va o por qué el peronismo ha sido y es así, preste un Movimiento, al aceptar la más amplia
algo más allá de “Conducción política”. Son tan- atención: “En eso (dice Perón) no hay que diversidad por tener un líder que, en última ins-
tas las frases que repite de sus viejas clases de extremar la cosa, el Movimiento Peronista tancia, podrá decidir en bien del conjunto,
1951 que es lícito preguntarse si leyó algo más jamás ha sido ni excluyente ni sectario. Nues- puede (y hasta debe para ser lo que es) integrar
en la soledad del exilio. Clausewitz, Licurgo, tro Movimiento, por ser de una tercera posi- todo tipo de personajes. Muchos durante estos
Napoleón y sus propios apotegmas. Observe- ción, es un movimiento de gran amplitud, ése días se desgarran las vestiduras por la incorpo-
mos que ha hablado del eje del movimiento de es el peronismo”. La lógica de la frase es de ración del carapintada Aldo Rico al Frente de
la revolución nacional. No es la militancia juve- una inexactitud fenomenal. Porque sucede la Victoria. Me han dicho que Kirchner se
nil. Mucho menos las formaciones especiales. todo lo contrario. A ver, con permiso, general, reunió con los intelectuales de Carta Abierta
Es el peronismo. Así, en totalidad, como (recu- veamos: el peronismo expresaba una tercera para explicar la decisión. No es necesario.
rrimos otra vez a la fórmula de Laclau) gran posición porque estaba opuesto a los dos impe- ¿Qué hizo? Hizo peronismo. En 2003 (hace
referente vacío. Y “dentro de él” el único conte- rialismos dominantes. No formaba parte del siglos) yo le decía a Kirchner que no se defi-
nido que admite es “la clase trabajadora”. Sola- imperialismo soviético. No formaba parte del niera como peronista, que no tomara la jefatu-
nas y Getino formulan la pregunta del millón. imperialismo yanqui. Lo que queda, en lugar ra del partido, que creara algo nuevo, un par-
Lo sigue siendo. Todavía hoy (hoy, luego de de ser de una gran amplitud, es simplemente tido de centroizquierda. No lo hizo, y posible-
tantos años y tantas idas y vueltas, menos que lo que los dos imperialismos han dejado como mente no haya podido. Hizo política impeca-
nunca) no tiene respuesta. Preguntan: ¿Pero, resto. Somos la tercera posición porque no blemente peronista. Se quedó con el aparato,
¿qué es lo que define hoy, en la Argentina, a una somos ni la primera ni la segunda. Al ser la pri- con la presidencia del partido y ahora lo tiene
persona como peronista? Perón va a dar su res- mera y la segunda los dos grandes imperialis- a Aldo Rico. ¿Justificarse? Puede recurrir a
puesta. Hay, sin embargo, que reconocer. mos... ¿qué es lo que queda? No pareciera cien ejemplos de Perón. Para neutralizar a
“Algo” debe definir a una persona o a una poder ser mucho. Queda lo que los dos impe- Rico pondrá a otro. Perón se reía de estas
determinada política como “peronista” por- rialismos no se han preocupado por conquis- cosas. Durante su primer regreso ofrece una
que, de lo contrario, serían vanos los enconos tar. Pero esto no amedrenta a Perón. Sigue con conferencia de prensa por televisión. Memora-
de tantos antiperonistas como han florecido en gran empuje: “Ahora, dentro de la acción polí- ble. Un periodista le pregunta: “El general
los últimos años. Hay gente que ha vivido tica que se desarrolla todos los días, vemos Lanusse dice que reza el Padrenuestro todas
odiando al peronismo. Alguien que vive odian- mucha gente que proviene de otros sectores las noches. ¿Y usted?” Perón lo mira de un
do otra cosa de la que él es hace de ella el senti- políticos, que pueden ser del comunismo o modo inolvidable, como si le preguntara: “¿A
do de su existencia, o uno de sus principales pueden ser del conservadurismo. Porque de dónde me querés llevar, boludo?” Y le contes-
sentidos. Hipótesis de trabajo: para saber qué todo hay en la huerta del señor. Por aquí han ta: “¡Sí! ¿Por qué no?” Por qué no. Total, ¿de
es el peronismo mejor preguntarles a los anti- pasado las más diversas tendencias, yo a todas qué merda sirve rezar el Padrenuestro? Eso
peronistas que a los peronistas. Magdalena les digo exactamente lo mismo: vean señores, que lo haga el chupacirios de Lanusse. Luego,
Ruiz Guiñazú, Beatriz Sarlo, Morales Solá, cuando nosotros formamos el justicialismo otro periodista le pregunta: “¿Qué opinión le
Sebreli podrían tal vez decir más sobre el pero- vinieron hombres conservadores como el doc- merece John William Cooke?” Perón: “Era un
nismo que aquellos que, sencillamente, adhie- tor Remorino (era secretario de Julito Roca, así eminente argentino”. Había un par de pero-
ren a él. Por el momento, veamos qué dice que imagínese, el riñón de la oligarquía) y fue nistas de izquierda conmigo: “¡Bien!”, excla-
Perón. Adelanto algo: es la indiferenciación un gran peronista, un buen servidor y un gran maron. En seguida: “Algunos dicen que era
misma. Lo que esencialmente dijo Perón del peronista. Del otro lado vinieron sectores muy izquierdista. Pero tuvimos otros que eran
peronismo es que era un movimiento ni secta- socialistas, como Bramuglia, como Borlenghi, muy derechistas, como el doctor Remorino”.
rio ni excluyente. Un movimiento no es un par- como, en fin, un montón. Y también del “Otra vez nos cagó”, dicen los pibes de la
tido. Un movimiento es una totalidad. Un par- comunismo y todos esos hombres han demos- Jotapé. Pero la hora de las definiciones tajan-
tido es una particularidad en un régimen repu- trado a lo largo de estos añosa que han sido tes llegará para el líder. Lo veremos elegir y
blicano-democrático de particularidades que se buenos peronistas (...) En este sentido, el elegir con saña, gente de lo peor, asesinos pro-
expresan por medio de las instituciones. Movimiento Justicialista, para ser realmente fesionales. Todavía falta. Será cuando esa
(Observen qué bien conozco el verso republi- justicialista, debe admitir que todos los hom- parte que se niega a ser parte y quiere ser todo
cano. ¡Qué bien les vendría si me pusiera en bres pueden ser buenos, y que todos pueden (los Montoneros) le discuta la conducción. La
venta! Sin embargo, soy un adversario que a tener razón, e incorporarlos a servir al Movi- actitud de Perón no será la del Padre eterno.
veces cultiva las buenas maneras. El conoci- miento”. Luego desliza esas frases regocijantes La de los Montoneros no le irá a la zaga en
miento profundo que tengo de su ideología y de Viejo Vizcacha que eran parte de su encan- agresividad. Seguramente tuvieron una alta
su historia me ha permitido saber que son casi to, de la seducción que sabía ejercer sobre las responsabilidad en el pronto desgaste de la
invencibles y que nuestra tarea será, al menos, personas: “El bruto es siempre peor que el salud del líder. De modo que nos atreveremos
la de molestarlos. El mundo es irredimible malo, porque el malo suele tener remedio, el a una reformulación de ese chiste que conta-
porque es de ellos y nosotros sólo podremos bruto no. He visto malos que se han vuelto mos: que Firmenich y Quieto están enterra-
conseguir tornarlo algo menos brutal.) La idea buenos; jamás un bruto que se haya vuelto dos, aparece Perón y mea sobre sus tumbas. Se
de movimiento en tanto totalidad permite la inteligente”. Poco más adelante dice algo muy va. Al rato, desde las tumbas se oye: “Che,
ausencia de la exclusión. Una totalidad no claro: “Las pasiones y los intereses individuales Quieto”. “Qué.” “¿No te dije que el Viejo no
excluye nada, incluye todo. Al entrar en la son los que desvían y deforman la actuación nos iba a cagar?” El escenario es ahora otro.
totalidad, lo que se incluye no pierde el senti- peronista”. La pasión individual no se integra Perón es el que yace bajo tierra. Vienen Fir-
do que tenía en tanto particularidad, pero como particularidad dentro de la estructura menich y Galimberti y le recontramean la
ahora lo tiene como particularidad dentro de totalizadora del Movimiento. La pasión indivi- tumba. Al tener próstatas jóvenes –y no la
una totalidad que la redefine constantemente. dual lleva a querer imponer la propia particula- próstata ya averiada del Viejo– los orines sur-
Cada una de las particularidades se relaciona ridad como verdad del Movimiento. Una sola gen con mayor intensidad. Después se van.
con las otras por mediación de la totalidad. Y particularidad quiere totalizar. Al querer totali- Un momento de quietud. Silencio. Luego se
la totalidad, que totaliza a todas, es siempre zar se propone hegemonizar a las otras, domi- oye la voz de Perón: “Siempre supe que los
más que la mera suma de sus particularidades. narlas. Imponerles su propia concepción como Montoneros no me iban a cagar”. La posibili-
Pero en el Movimiento Peronista hay una reto- concepción totalizadora del Movimiento. Sale dad de los dos chistes marca el sentido profun-
talización que está afuera de la totalidad. Esta del juego de las partes entre sí y de las partes do de la tragedia. Uno de los temas que más
PROXIMO retotalización o totalización totalizadora es la con el todo. Su parte, sometiendo a las otras, vamos a tratar a partir de los sucesos de Ezeiza
DOMINGO que hace el líder del Movimiento. El que en quiere ser el todo. Al serlo, se enfrentará a la es el de la verdad. ¿Quién tenía la verdad?
definitiva totaliza es Perón. Los 15.000 kilóme- instancia totalizadora final o a la totalización ¿Dónde estaba la verdad? Y por último: ¿qué es
tros de distancia que su liderazgo mantuvo con totalizadora que es la que realiza el líder, ya la verdad?
Trelew, el terreno de las operaciones permitió esta tota- que todas las totalizaciones remiten a la totali-
la prefiguración lización totalizadora o totalización de la totali- zación final del líder, que para eso lo es. De Colaboración especial:
de lo por venir zación (en tanto el líder totaliza a esa totalidad aquí que las “pasiones y los intereses individua- Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 4 de enero de 2009


Peronismo
Filosofía política de una obstinación argentina
José Pablo Feinmann

60 Trelew, la prefiguración de lo porvenir

Suplemento especial de

PáginaI12
EL “MOVIMIENTISMO” el justicialismo creó un apotegma que dice que mero que el hombre ha de discernir cuando con- jodimos todos. Esa frase, además, hace de la gue-
erón no cesa de hablar. Es un para un peronista no puede ni debe haber nada duce es establecer, claramente, cuáles son sus rra un acto de masacre. Si no rige una “justicia de

P torrente de palabras. No duda ante


ninguna pregunta. ¡Por supuesto! Se
conoce ese Evangelio desde hace lar-
gas décadas. Para ser claros: Perón,
en “Actualización política y doctrinaria para la toma
del poder” no dice nada esencial que no haya dicho
en “Conducción política”. Su propuesta no pasa de
mejor que otro peronista. Entonces, ¡cómo es posi-
ble que un señor que está en la misma lucha esté
luchando contra otro peronista cuando tiene un
enemigo contra quien naturalmente debe luchar!
(...) de manera que no hay que mirar al costado
para ver qué hace el compañero, hay que mirar al
frente para ver qué hace el enemigo (...) Todos
amigos y sus enemigos. Y esto ya no lo dice Mao.
Lo digo yo: al amigo todo, al enemigo ni justicia”.
Algunos niegan que Perón haya dicho esta frase.
Pavadas de programas televisivos. Una vez
mencioné en uno que Sarmiento había dicho
algo que notoriamente dijo: “No ahorré san-
gre de gauchos. Es lo único de humano que
guerra” para los prisioneros esto significa la consa-
gración de la orden más terrible de todas las gue-
rras: “No tomar prisioneros”. O sea, la matanza
extrema. Perón comete una irresponsabilidad
imperdonable al ofrecer al Movimiento ese apo-
tegma (como él gustaba decirles a sus frases “tras-
cendentes”). La Triple A, el C. de O., la CNU, los
la vieja propuesta –que figuraba ya en las Veinte están luchando por lo mismo, porque el dispositi- tienen esos bípedos”. Y algún otario que “verdes” de los sindicatos, Osinde, Villar, fueron
Verdades del Justicialismo – acerca de “humanizar vo de la lucha táctica necesita estar articulado: andaba por ahí, un “invitado a dialogar”, los asesinos desmadrados que aplicaron el apoteg-
el capital”. Siempre que sus entrevistadores le pre- unos están en una acción contemplativa, otros están dijo: “Esa es una frase sacada de contex- ma. Porque la guerrilla no incurrió (salvo un par
guntan por el socialismo, él responde, ante todo, en una acción de superficie, otros están en una to”. Dale que va. Así se fabrican un de ejemplos desdichados) en las brutalidades de
“¡Natural!” o “¡Naturalmente!” Luego resuelve la acción violenta y activa, otros se están preparando Sarmiento-Billiken que no sirve para los escuadrones de la muerte. Atar con alambres
cosa muy fácil: El justicialismo es socialista porque para la futura acción con estudios tecnológicos, etc. entender nada. (No hay que ir a pro- de púa a los que habrían de matar, torturarlos y
pivotea sobre la justicia social. Si S y G preguntan Cada uno de ellos está trabajando por lo mismo” gramas de TV y menos a “debatir” con después fusilarlos con ochenta y un balazos como
por la eliminación de la explotación capitalista, (Todas las cursivas son nuestras, JPF). Esto no les cualquier mongui que invitan. Mejor a Atilio López. Cuando llegue el momento hare-
Perón responde que en la comunidad organizada decía nada a los que Solanas y Getino querían estar en casa y escribir. No queda mos un análisis de importancia: cómo trató la gue-
no habrá explotación porque todos trabajan para destinar el film. Era sencillamente la vieja mezco- tiempo para perder.) En Mi defensa, rrilla a sus víctimas y cómo las trataron los milita-
la comunidad, obreros y capitalistas. Se elimina el lanza que nucleaba a todos en un Movimiento texto escrito durante su exilio en res. Ninguna organización armada empaló a nadie
egoísmo del capital. Y se elimina el sometimiento (“ni sectario ni excluyente”) en manos de una Chile en 1843, este gigante escribe: ni lo cocinó vivo ni la tortura figuraba entre sus
del individuo al Estado marxista. ¿Qué queda ahí? conducción estratégica que les daba unidad a los “Ya he mostrado al público mi faz métodos. Este es un punto esencial para negar de
La Tercera Posición. Una comunidad justa en la proyectos antagónicos que podían existir en él. El literaria; vea ahora mi fisonomía polí- plano la teoría de los dos demonios. El dolor apli-
que todos realizan. En que la economía se pone al peronismo estaba lleno de contradicciones irreso- tica; ¡verá al militar, al asesino!” (Sar- cado al otro, pasado un punto, da un salto cualita-
servicio del hombre y no el hombre al servicio de lubles ya en 1971, fecha del reportaje fílmico a miento, Civilización y Barbarie, Pró- tivo: se transforma en eso que Walsh llamará la
la economía. S y G se formulan ciertas preguntas Perón, y esas contradicciones, aunque el Mago de logo de Alberto Palcos, El Ateneo, “tortura metafísica”. No hubo dos demonios tam-
más irritativas: “Pero, la economía, general, ¿en la Historia creyera que serían arcilla fácil en sus Buenos Aires, 1952, p. 552). Si uno poco en eso: ese demonio habitó sobre todo en la
manos de quién está, en manos del pueblo o en manos, no lo serían. Acaso en 1971 se sintiera cita estas cosas, algunos nabos, de ESMA y en todos los otros campos de detención.
manos de la burguesía capitalista?” Perón también fuerte como acometer esa tarea de unidad. Pero los los que está llena la cultureta oficial, Lo digo ahora, anticipándome, para los que supo-
tiene una respuesta para eso. La economía está en antagonismos de 1971 eran mucho más poderosos lo acusan de “revisionista”. Medio- nen que mis críticas a la violencia (contra la cual,
manos del Estado. El Estado administra y estable- que los de los dos primeros gobiernos peronistas. No cres, yo los acuso de traidores a Sar- en efecto, estoy, y a las organizaciones armadas)
ce el equilibrio. Ese equilibrio es el de la comuni- hubo formaciones especiales entre 1946 y 1955. No miento, de reducir su grandeza, de me puede velar la visión crítica y caer en la teoría
dad. Los patrones no tienen que ganar tanto. Los tantos habían dado su vida por la causa de Perón. jibarizarlo como el “educador”, el de los dos demonios. Hubo uno solo. En rigor, el
obreros tienen que ganar más y sentir que el Esta- Nadie se sentía autorizado a pasarle ninguna “maestro del aula”. Ese titán era de siempre. El que mencionó hace poco un rura-
do los protege. “Pero, general, ¿ése es el socialismo cuenta. Nadie podía decir: Pusimos la sangre y los más que eso. Pero bueno: sigamos lista torpe o ingenuo o demasiado sincero: el Ejér-
nacional?” “¡Naturalmente! Porque es el socialis- muertos, somos los que más poder merecemos. La con lo nuestro. Perón, en efecto, cito, la Iglesia y la oligarquía, las clases que domi-
mo nuestro. No es el socialismo del mujik soviéti- ecuación: sangre por poder sólo la plantearían los dice la frase fuerte que buscaban naron el país, las que lo dominan. “Eso me enseñó
co sino el de nuestros paisanos. Son cosas distin- Montoneros. Víctimas también de una soberbia Solanas y Getino. Y para aquellos mi maestra de Historia”, dijo el sincero agro-diri-
tas. Nuestro socialismo tiene que ser argentino. Y que los llevaba a una equivocación mortal: “A que aún buscan disculparlo dicien- gente. Claro que te enseñó eso. Y a ella le enseña-
el socialismo es nacional por ese motivo. Es nacio- Perón lo trajimos nosotros”. Hagamos una pre- do que la frase es de Mao, pues no, ron que eso te tenía que enseñar. Y vos lo apren-
nal porque es justicialista. Porque responde a la gunta incómoda: ¿y si se demostrara que a señores: el mismo Perón aclara que diste con entusiasmo. Porque, antes de que te lo
justicia social. A que el obrero sienta que debe Perón lo trajo más Lanusse y el Ejército dialo- es suya. Porque, el que dice algo así, enseñaran, ya creías en eso. Siempre ganaron.
esforzarse en su trabajo pero que nadie lo esclavi- guista que la lucha de la guerrilla? ¿Y si lo tiene motivos para sentirse orgulloso Siempre fueron el verdadero poder de este país.
za. A que el capitalista gane lo suyo y ceda el resto trajo justamente para eso: para que frenara de eso. No es una frase como cual- Cuando una generación –con errores, torpezas o
al Estado para que éste haga las obras que benefi- a esas formaciones especiales que tanto quier otra. Es una frase poderosa. Es ingenuidades, pero con una gran valentía y sincera
ciarán a todos. Nosotros, no lo olviden, estamos había alentado? Todavía Lanusse creía una consigna brutal. Exige violencia y entrega a la causa de los humildes y del país– se les
tan lejos de uno como del otro de los imperialis- que Perón (al que odiaba y al que crueldad y la alienta por su forma breve, por enfrentó en serio, la masacraron con una impiedad
mos dominantes.” Es un diálogo de sordos. S y G murió odiando, como a todo el su expresión directa, algo así como un bala- que debía servir de enseñanza a todas las por
quieren que Perón les diga que el socialismo peronismo: “Tengo para mí que zo, como sacar el revólver y hacer venir.
nacional implica expropiar a las clases explotado- no se puede ser peronista y fuego. Al amigo todo, al enemigo ni Volvemos a la frase de Perón. Además, ¡cómo la
ras, a los grandes terratenientes, a las empresas buena persona”) podría frenar justicia. La Jotapé vivaba este dice! Con una convicción, con una firmeza temi-
multinacionales. Hacer un gobierno con hegemo- a los muchachos de los fierros momento del film. Lejos esta- bles. Y cuando emite el durísimo “ni justicia”
nía obrera, popular, nacional y revolucionaria. con un costo bajo. Y si no los ba de sospechar que esa frase quiebra la boca en un gesto desdeñoso que no le
Perón a todo eso les dice, ante todo, “¡Natural!” y frenaba se arruinaría, naufra- volvería sobre ella, les sería impide mostrar los dientes. “Ni justicia” se llevó a
después les larga las concepciones de siempre: El garía en su fracaso. El almi- aplicada a sus desdichados cabo por medio de la política de las desaparicio-
peronismo es la humanización del capital. Una con- rante Mayorga, por el contra- militantes, a los cautivos nes. Así como el “cinco por uno” se transformó en
cepción simple, cristiana y humanista de la vida. rio, hombre ligado al espíritu del horror militar. A “cincuenta por uno”. Las otras frases de Perón
Scalabrini Ortiz, en un esfuerzo imaginativo, dijo de las soluciones tipo Trelew, comienzos de 1977, en sobre la violencia no tienen la misma fuerza, no
que “humanizar el capital” era proponer destruirlo habría deseado barrer a la gue- medio del desamparo, de hay en ellas un elemento de crueldad. “La violen-
porque el capitalismo era “inhumano”. No, para rrilla y entregar luego el la indefensión absoluta, un com- cia de arriba genera la violencia de abajo” es una
Perón el capitalismo puede humanizarse. La gobierno. Lo dirá, como vere- pañero me dice: “Hay que lograr por frase justa, perfecta para definir lo que ocurrió en
humanización del capital es la comunidad organiza- mos, en el entierro de Hermes lo menos que se aplique la justicia bur- la Argentina desde el golpe del ‘55 en adelante. Lo
da. Perón dice todo esto con gran fluidez. Y le Quijada, el “explicador” de la guesa”. No le dije nada. Estaba demasia- hemos desarrollado largamente. Y “a la violencia
gusta tanto escucharse hablar que cuando redon- masacre al que nadie creyó una do abatido. Debí decirle: ¿ahora pedís responderemos con una violencia mayor” es una
dea una frase con precisión sonríe. Todo el tiempo palabra de lo que dijo. Notable: su la justicia burguesa?, ¿no era esa justi- frase de manual de estrategia militar, muy a lo
dice: “Todo esto es muy sencillo, señores”. Gusta explicación de la masacre no hizo cia la del Estado burgués capitalista?, Clausewitz. Es el ni justicia lo que marca el grado
citar a Mao Tsé Tung. No ve en el líder chino a más que confirmarla. ¿no era la justicia que expresaba los de latente fiereza, la exigencia de crueldad que hay
un burócrata soviético, sino a un compañero de intereses de una clase?, ¿una clase en esa frase estremecedora. (Algunos filósofos uti-
los países que deben hacer su liberación nacional. AL ENEMIGO, NI adueñada de un Estado al que había lizan este verbo –estremecer– para calificar algunas
Su opción por China en lugar de la URSS es clarí- JUSTICIA que derrocar y llevar al socialismo? Y frases de Nietzsche. Hablan, así, de las frases estre-
sima. “Dice Mao Tsé Tung que el que lucha con- Perón, por fin, otorga algo. peor: ¿ahora pedís justicia? ¿Vos, que mecedoras de Nietzsche. Hay también unas cuan-
tra un compañero es que se ha pasado al bando Una frase desdichada que –sin gritabas “Bravo, general” cuando el tas frases estremecedoras de Perón. No las ignora-
contrario.” embargo– es festejada con vítores Viejo se mandaba esa atrocidad de “al ron nunca sus enemigos. Cuando veamos un largo
Es de alta relevancia que veamos cómo concibe por parte de los jóvenes cuando ven enemigo ni justicia”? Bueno, compa- texto que publicó en los diarios la Comisión de
Perón la unidad del Movimiento Peronista. ¿Lo el film de S y G. La pregunta es: ñero, hay que joderse: estos milicos Homenaje a la Revolución Libertadora hacia
podrá hacer una vez que arribe a la patria? Para él “¿Cómo identificamos al aliado y al ene- asesinos están haciendo exactamente 1973, en plena campaña electoral, ciatremos algu-
no puede haber contradicciones internas: “El que migo?” Perón dice: “Bueno, un aliado es el lo que Perón recomendó a la nas. Como sea, ese informe anti-Perón sirve más
defiende un ideal no puede tener controversias que trabaja por la misma causa que trabaja- muchachos: “Al amigo todo, al ene- para condenar a los obstinados gorilas que lo per-
con otro que defiende el mismo ideal (...) por eso mos nosotros. También lo dice Mao: ‘Lo pri- migo ni justicia”. Y, en efecto, nos geñaron que a Perón, a quien llegan a acusar... de
II III
haberse acostado con el boxeador african- el ERP. Cualquiera podía comprender nadie. A los guerrilleros se los mata. Aquí,
american (o sea, negro, escupamos sobre lo cómo interpretaba Perón al Movimiento. Si en Trelew, al menos entregan los cadáveres.
políticamente correcto) Archie Moore. Sería había alguien que fuera movimientista, ése Todavía no estaba perfeccionado el sistema
divertido que Perón respondiera con ese giro era Perón. El ERP, entonces, se abre del de las desapariciones ni existía el poder para
suyo habitual y sarcástico: “Sí, ¿por qué no?” peronismo. No queremos someternos a la aplicarlo. Los muertos son: Carlos Heriberto
Hoy se ganaría muchísimos votos. Queda conducción de un líder burgués. No quere- Astudillo (FAR), 28 años; Rubén Pedro
claro, supongo, que Perón ha sido superior a mos compartir un espacio –el del Movi- Bonet (ERP), 30 años; Eduardo Adolfo
todos sus adversarios. No necesitaba dema- miento Peronista– con burócratas, burgue- Capello (ERP), 24 años; Mario Emilio Del-
siado para eso. Él mismo lo decía (lo dijo ses y traidores. Los Montoneros tenían que fino (ERP), 29 años; Alberto Carlos del Rey
muchas veces): “No es que nosotros haya- saber que la política del entrismo tenía un (ERP), 26 años; Alfredo Elías Kohon (FAR),
mos sido buenos, los otros fueron peores”. costo: ser parte del Movimiento Justicialis- 27 años; Clarisa Rosa Lea Place (ERP), 24
Que está tomado de una frase formidable ta y acatar la conducción de Perón. Dudo años; Susana Lesgart (Montoneros), 22
–un refrán español– que él también cita: que no lo hayan entendido. Pensaban que años; José Ricardo Mena (ERP), 20 años;
“Detrás de ti vendrán los que bueno te podrían generar los hechos revolucionarios Miguel Angel Pólit (ERP), 21 años; Maria-
harán”.) que lograran un giro en Perón. También no Pujadas (Montoneros), 24 años; María
hay que tomar en cuenta que nunca care- Angela Sabelli (FAR), 23 años; Ana María
TODOS SON IGUALES cieron de la soberbia necesaria como para Villarreal de Santucho (ERP), 36 años;
EN LA LUCHA creer que podrían imponerle al viejo líder Humberto Segundo Suárez (ERP), 23 años;
Solanas y Getino llevan la cosa con inteli- la necesariedad de compartir la conducción Humberto Adrián Toschi (ERP), 26 años;
gencia. Sucede que a este Viejo zorro (más con ellos. La idea de apoderarse de Perón y Jorge Alejandro Ulla (ERP), 28 años (Ver:
Vizcacha que Fierro) no se le gana de ningu- ponerlo tras la causa montonera es esencial Tomás Eloy Martínez, La pasión según Tre-
na manera. Le preguntan por la solidaridad al tipo de conducción que estableció Fir- lew, Aguilar, Buenos Aires, 2004).
que se les debe a “aquellos compañeros que menich. Montoneros sobrevalora excesiva- ¿Quién decidió la masacre de Trelew?
están realizando una lucha activa y armada”. mente el papel de la lucha armada en el Lanusse no la condenó, pero no fue una
Perón da una respuesta formidable. No país y los réditos que de ella obtendrá no decisión suya. Tampoco de su ministro del
había más que leer esto sin anteojeras para bien el peronismo llegue al poder. Perón Interior, Arturo Mor Roig. Fue una decisión
darse cuenta de lo que pensaba. Responde no piensa lo mismo. Para Perón es el Movi- de la Marina. El contraalmirante Hermes
que sí, que naturalmente hay que ser solida- miento en totalidad el que marcha hacia la Quijada tratará de explicar los hechos, paté-
rios con “esa gente que se está sacrificando”, toma del poder. Todos son iguales en la ticamente. Cada cosa que decía tornaba más
pero que todos los peronistas luchan en todas lucha. No hay peronistas privilegiados. evidente la realidad de la masacre. El ERP
partes, en el puesto que sea. “Nosotros (dice Todos los que forman parte del Movimien- 22 de Agosto lo asesina el 30 de abril de
con total transparencia) somos solidarios to tienen un lugar en la lucha. Y todo ese 1973 y el asesinato sirve para que los milita-
con todos los que están en el dispositivo complejo lleno de contradictorios que es el res más duros cuestionen la entrega del
luchando cada uno a su manera, porque Movimiento Peronista tiene un conductor. poder. Cámpora deberá asumir el 25 de
aquí cada uno lucha de acuerdo a las condi- El conductor realiza la síntesis. Todos pue- mayo. En el sepelio de Hermes Quijada, un
ciones que tiene para luchar (...) Para noso- den estar en el Movimiento, pero lo esen- personaje del ala más dura de la Marina (si
tros, todos los que luchan contra los enemi- cial para poder hacerlo es aceptar la con- es que puede hablarse de algo así, la Marina
gos de nuestro país son nuestros amigos”. ducción de Perón. Un movimiento no tiene Argentina no tuvo jamás ala blanda), el
Esta es la concepción que Perón tiene del vanguardia. Para Perón, no hay un lugar almirante Mayorga (vigente aún durante
Movimiento. Esto es lo que muchos encua- privilegiado de la lucha. El mayor riesgo que estos días como fervoroso reivindicador de
dramientos de la juventud discutieron con corren algunas de las partes no implica supe- los horrores de la dictadura, condenados por
los que ponían a la lucha armada como rioridad sobre ninguna de las otras en tanto toda la cultura occidental, por sus mejores
vanguardia de la lucha. El slogan “Si Evita todas son necesarias. Montoneros nunca lo teóricos, sumados incluso a los grandes
viviera sería Montonera” era agresivo hasta creyó así. La Jotapé (sobre todo cuando se genocidios del siglo XX, por Primo Levi, por
con el propio Perón. ¿Por qué habría Evita transforma en Tendencia Revolucionaria) ejemplo, nada menos) dice que es muy difí-
de ser Montonera? Hay, aquí, una concep- tampoco. Esa autodenominación fue equi- cil resistir la tentación de “ordenar el país y
ción vanguardista que se antepone al Movi- vocada. Llevaba en sí la propuesta de la después entregarlo”. De modo que Mayorga
miento. No todas las luchas son iguales. Hay alternativa independiente. Afirmarse como debe saber muy bien cómo se hizo lo de
una que es la más riesgosa y en ella están Tendencia Revolucionaria implicaba mar- Trelew. Era el modo en que él y los suyos
los más comprometidos. Hay un plano de car una superioridad sobre los otros secto- pensaban “ordenar el país”. Era, sin más,
superioridad que se basa en el riesgo, en la res del Movimiento. Era un grave error enfrentar en serio a la guerrilla. El Ejército
sangre, en la decisión de perder la vida y conceptual y un pecado de soberbia. Era, aún no lo había hecho. La Marina, en Tre-
hasta en la dura decisión de matar. De aquí también, desconocer a Perón y hasta poner- lew, señala el camino. Para ellos, habría sido
que la vanguardia se asuma como vanguar- se afuera de la historia del peronismo. deseable hacer antes esa limpieza a fondo y
dia armada. Durante los años en que las Siempre fueron los sindicatos la columna ver- después ver a quién le entregaban el país.
formaciones especiales empiezan a actuar tebral del Movimiento. La Columna Verte- Pero aún no podían. La apuesta de Lanusse
ya hay montones de teóricos que explican bral es más importante que la Tendencia era más inteligente: que se ocupara Perón.
la consigna sobre el montonerismo de Evita Revolucionaria. Sin su Columna Vertebral Apostar a su fracaso, a su desgaste, a su
diciendo que, si viviera, estaría en el lugar el Movimiento se derrumba. Una “tenden- muerte y, entonces sí, ordenar el país. Sin
más arriesgado de la lucha. Los Montoneros cia” puede diluirse, desaparecer. Una embargo, Lanusse nunca habría ordenado el
se apropiaron de la Jotapé no sólo por su “columna vertebral” nunca. Jamás Perón país como Mayorga y Massera. Fue el único
enlace con Galimberti. Había una fascina- dejó de decir que los sindicatos seguían militar de alto rango y prestigio presidencial
ción por la lucha armada. Siempre me pare- siendo la “columna vertebral”. Jamás dijo que se enfrentó a las huestes de Videla.
ció peligrosa. Nunca la compartí. Pero era que la “tendencia revolucionaria” era la “Detenciones, señores. No secuestros.” Esta
imposible luchar contra ella. Perón no vanguardia. Pese a todos los elogios que frase trascendió en el país aterrorizado de
pudo ser más claro y lo dijo muchas veces: tácticamente arrojó sobre la “juventud 1976. Se la había dicho Lanusse a la Junta
el peronismo enfrentaba al régimen como maravillosa” nunca dejó de señalar que la Militar. Lo agredieron fieramente. La revista
Movimiento de Liberación Nacional. Den- estructura del Movimiento era la que él Cabildo publicó una foto suya abrazándose
tro de ese Movimiento estaban las forma- había pensado desde siempre. El movimien- con Allende, en Chile. Secuestraron a su ex
ciones especiales. Notemos que él las bautizó to entendido como un todo en el que todas las secretario de prensa Edgardo Sajón, que
así y les puso especiales. Eran a-típicas. partes, en tanto cumplen una función necesa- jamás apareció. Persiguieron a otros de su
Tenían gran importancia porque había que ria, son iguales, valen lo mismo, ninguna entorno. Curiosa figura la de Lanusse. Faná-
golpear al régimen por todas partes, en puede ser privilegiada por sobre otra. No tico antiperonista, se opuso sin embargo a la
todo lugar donde le doliera. Pero esa era la bien la Jotapé se define como “tendencia” macabra metodología de un Ejército que ya
tarea de todo el Movimiento. Perón nunca se define como “alternativista”. Se pone no era el que él había presidido, o el que él
admitió la vanguardia. La noción de “van- fuera del esquema del Movimiento, tan deseaba. “Detenciones, señores. No secues-
guardia” negaba su concepción del lideraz- celosamente custodiado por Perón. tros.” Esto eliminaba la metodología de la
go. De aquí que cuando le preguntan por desaparición, esencial para Videla y los
su solidearidad con quienes están en la LA MASACRE DE TRELEW suyos. Para Massera. Para la Marina, con su
lucha armada él dice: “Sí, cómo no. Claro En agosto de 1972 se produce un hecho línea impecable de operar: bombardeo del
que vamos a ser solidarios con ellos”. Pero macabro, imperdonable. En Trelew, en la 16 de junio, Trelew, la ESMA. Por eso con-
en seguida aclara: “Nosotros somos solida- base Almirante Zar, son asesinados dieciséis jeturo –aun cuando sé que muchos se van a
rios con todos los peronistas”. Para Perón guerrilleros. Los matan sus guardiacárceles oponer– que, si bien Trelew ocurre bajo el
es tan importante un dirigente sindical por órdenes sin duda emanadas de los altos gobierno de Lanusse, es algo que la Marina
PROXIMO como un guerrillero. Incluso un dirigente mandos de la Marina. Dentro del esquema le hace para entorpecer su linea conciliadora
DOMINGO sindical dialoguista, conciliador. Porque el interpretativo de la época el hecho avala la con el peronismo. Seguiremos tratando el
Movimiento también tiene que dialogar. Él teoría de la guerrilla como lugar de máximo tema.
lo necesita tanto a Rucci como necesita a riesgo. Pero, más allá de esto, el horror está
El paraguas los Montoneros. Rucci fue mucho más en que prefigura la metodología criminal
de Rucci como vivo: jamás le discutió la conducción, jamás que habrán de seguir los militares argentinos Colaboración especial:
concepto quiso compartirla con él. Más coherente era a partir del golpe de 1976. No se juzga a Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 11 de enero de 2009


Peronismo
Filosofía política de una obstinación argentina
José Pablo Feinmann

61 El paraguas de Rucci como concepto

Suplemento especial de

PáginaI12
TRELEW, LA EXPLICACIÓN
DE LA MASACRE
relew es un escándalo. Todo el país

T reacciona con indignación. Lo que se


dice desde los distintos sectores es: así
no. Eso es un asesinato en masa. Los
militares ofrecen una inmediata
explicación. Nadie les cree. La “explicación” corre a
cargo del contraalmirante Hermes Quijada, que
hasta acude a un pizarrón para demostrar lo inde-
mostrable. El ERP 22, un desgajamiento del ERP,
se cobrará la vida de este marino en 1973. Precisa-
mente el 30 de abril de 1973. Una fecha excepcio-
nalmente oportuna para que todo se pudriera bien
podrido y entonces se abrieran las puertas de una
“situación revolucionaria”. Pensemos que Cámpora
gana las elecciones el 11 de marzo. Que los militares
tienen que entregar el gobierno el 25 de mayo. ¿Qué
mejor fecha que el 30 de abril para boletear a un ex
jefe del estado mayor conjunto? Ahora es posible
acariciar esa utopía: que no haya traslado del gobier-
no. Que los militares se enfurezcan, no lo entreguen
y las masas salgan a las calles a hacer la revolución.
Los militares estuvieron a punto de darle el gusto al
ERP 22. Se alimentan mutuamente. Los que no
querían entregar el gobierno brindaron con cham-
pagne la noche del asesinato de Hermes Quijada. Lo
enterraron en medio de amenazas terribles. La más
poderosa fue la del almirante Horacio Mayorga, de
la línea más feroz de la Marina. Dijo: “Cuesta
mucho resistir la tentación de ordenar antes el país y
entregarlo después”. O sea, la ESMA ahora. No per-
damos tiempo. Basta de joder con Perón. Ese viejo
no va a arreglar. El Ejército en pleno puede liquidar
a todos estos guerrilleros y a toda esta ola subversiva
en poco tiempo. Lo que proponía Mayorga –al fin y
al cabo– era sólo adelantar en unos meses el golpe de
Chile. El ERP 22 le facilita el juego. ¿Que Hermes
Quijada no era precisamente una buena persona?
¿Que, sin duda, había tenido responsabilidad en la
masacre de Trelew? ¿Y eso qué significaba? El pue-
blo había votado. El justicialismo había ganado lim-
piamente el gobierno en las urnas. Se esperaba
–entre dudas, con incertidumbres– la entrega del
gobierno. ¡Y estos heroicos centuriones acribillan a
un tipo porque fue el que “explicó” la masacre de te de los sectores humildes. De los obreros, de los jeturas, pero seguramente ninguna se acercaba a lo que
Trelew! Pero el motivo era otro: que no se entregara villeros, de las clases medias bajas. Con Cámpora en ocurrió segundos después. De forma imprevista los
el gobierno. Que no se instalara la “democracia bur- el Gobierno regresaría Perón. Ése era el sueño. No uniformados comenzaron a disparar sus ametrallado-
guesa”. El mismo, el exacto motivo del almirante más balas y más muertos. ras. La balacera duró 20 minutos. Los presos, indefen-
Mayorga. Se logra algo más: Lanusse y la Junta de Lo de Trelew fue, sin duda, un asesinato en masa. sos, nada podían hacer frente a las balas militares. Los
Comandantes en Jefe declaran “zonas de emergen- “El 15 de agosto (escribe Jorge Luis Bernetti) se pro- cuerpos caían de a uno. Algunos, aún con vida, se
cia”. Nada menos que Buenos Aires, Córdoba, duce la evasión, de la cárcel de Rawson, de presos de retorcían de dolor en el suelo del penal; Sosa y compa-
Santa Fe, Tucumán y Mendoza. ¡Establecen conse- las organizaciones Montoneros, FAR y ERP, con la ñía no dudaban en darles el tiro de gracia en la nuca.
jos de guerra y juicios sumarios! A pocos días del toma del aeropuerto de Trelew, la captura de un Entre los gritos de los heridos y moribundos, Jorge
triunfo peronista en las urnas. A pocos días de entre- avión y el exilio a Chile de 10 integrantes de aquellos Alejandro Ulla alcanzó a gritar a los militares ‘hijos de
gar el gobierno. Si analizamos lo que metodológica- grupos armados. Una semana después, el país se estre- puta’, antes de ser rematado. María Antonia Berger
mente buscaba la guerrilla es lo que busca en sus mece cuando el 22 los fugados que se habían rendido escribió en la pared de la celda con su propia sangre
peores momentos de enajenación política: que nada a las autoridades en el aeropuerto de Rawson, son lomje (libres o muertos, jamás esclavos)” (Christian
se estabilice institucionalmente, que las contradic- ametrallados en la base Naval Almirante Zar: 16 gue- Petralito, Alberto Alderete, Trelew, Nuestra América,
ciones de clase se tornen visibles, que las Fuerzas rrilleros son muertos y tres gravemente heridos. Una 2007, p. 65.). Los libros sobre Trelew que deben leer-
Armadas sigan reprimiendo para que el pueblo vea a gran cantidad de organizaciones populares y sindicales se son el que acabo de citar, el de Humberto Costanti-
su verdadero enemigo en acción, sin la careta demo- plantearon sus dudas o su franco rechazo por la expli- ni, Libro de Trelew, y el de Tomás Eloy Martínez, La
crática. De aquí en más, esta enajenación de las gue- cación brindada por el Estado Mayor Conjunto de las pasión según Trelew. Tomás presentó este libro en
rrillas (enajenación respecto de las masas, sus intere- Fuerzas Armadas” (revista Envido, octubre de 1972, 1973, en plena campaña electoral de Perón-Perón.
ses y sus opciones, las cuales las guerrillas suelen des- pag. 61. La nota está firmada como “Claudio Ramí- Una etapa de momentánea elasticidad. Me llamó la
conocer por completo) se irá acentuando. “Vamos a rez”, seudónimo que Bernetti usaba para escribir en atención que un periodista tan exitoso se metiera en
obligarlos a sacarse la careta”. Cuando los militares nuestra revista y no perder el puesto en Panorama. un lío tan comprometido. Además, no tenía trayecto-
se la sacan matan a todos: a los combatientes arma- Espero no equivocarme. Para nosotros era un honor ria militante en la izquierda peronista ni en la marxis-
dos, a sus familiares, a sus amigos, a los sindicalistas que un periodista como Jorge nos escribiera las notas ta. Y en la foto que exhibía La Opinión se lo veía con
y a cualquier perejil que ande por ahí. Pero eso sí: se de actualidad). una barba intempestiva. Más allá de esto o más acá, el
ha demostrado que no son democráticos. Que usa- “Los minutos de terror se avecinaban en la Base libro es excelente, está tan bien escrito como sólo
ban una careta. Lo que indigna de esa acción mili- Almirante Zar de Trelew. Eran las 3.30 de la madru- Tomás y algunos otros pueden escribir en este país y le
ciana del ERP 22 es que se trata de la negación gada del 22 de agosto cuando se les impartió a los costó lo que sin duda habría de costarle: persecución y
absoluta de lo que la mayoría del pueblo esperaba en prisioneros una orden insólita: salir de sus celdas con exilio.
ese momento. Se esperaba la entrega del gobierno. la vista fija en el piso y detenerse ante la puerta de
Se habían ganado las elecciones. No importa lo que cada uno de sus calabozos en dos hileras. ‘¡El mentón UN BUEN POLICÍA
vino después. Todos sabemos lo que vino después. contra el pecho! ¡La mirada en el suelo!’, gritó el Trelew se transformó en un símbolo de la venganza.
En ese momento nadie lo sabía. Se vivía en medio capitán Sosa. Los faenadores del ‘76 no dejaron vivo a uno que se
de una esperanza. Y esa esperanza era principalmen- “Por sus cabezas pueden haber pasado muchas con- hubiera expresado elogiosamente sobre los mártires o
II
condenatoriamente sobre los asesinos. Mataron a los “Está bien, déjenlo ahí”. ¡Insoportable! Pero era así. La pibes cómo se carga un rifle. Una metralleta. Cómo
que hicieron obras de teatro. A los que simplemente, juventud, en sí, era un valor. Se hablaba de los funda- cargás una pistola. Cómo se limpia. Dónde te la guar-
en un reportaje, mencionaron condenatoriamente el dores de la corriente nacional y se nombraba a los de das cuando salís a la calle. Comprendelos a los compa-
hecho. “¿Dijiste algo contra la matanza de Trelew? siempre. A Hernández Arregui, Puiggrós, Jauretche, ñeros. No es que no les interese lo que les dijiste, pero
Rajate, hermano. Eso solo cuesta la vida”. ¿Por qué? Scalabrini, etc. Pero uno ya los había dejado atrás. ¡no vas a comparar!” No hace mucho, en Canal 7, le
¿Por qué esa saña? Porque condenar Trelew era conde- Siempre respeté a Cooke. A Milcíades. Y siempre reco- dedican un programa. La gacetilla decía: “Paco Uron-
nar la metodología que, ahí, ya se decidió para comba- mendé Revolución y contrarrevolución en la Argentina do, el hombre que encontró para el poema el arma de
tir a la guerrilla no bien se diera la oportunidad, que del Colorado Ramos. Pero poca bola a los demás. Sin la palabra justa”. (Cito de memoria, pero era casi así.)
los militares veían cerca dada la edad de Perón y las embargo... ¡Ah, sin embargo! Había otros, que no la Contra esa fascinación nada se podía. Al año siguiente,
líneas terriblemente antagónicas dentro del justicialis- jugaban de teóricos, y nos barrían alevosamente. No lo vuelvo a ver a Paco. Fue en la concentración en
mo. Trelew, entre los militantes y entre la guerrilla, no había nada que pudiera igualarlos. Ni la mejor de las Avenida Maipú para “romper el cerco del Brujo López
fue la feroz advertencia que debió haber sido. Era sólo charlas sobre metodología revolucionaria. O sobre la Rega”. Tenía puesto un sobretodo y parecía como si
un acto de barbarie de la Marina. Uno más. Expresa- cuestión nacional y social. O sobre el Estado y la lucha hubiera engordado 15 kilos. Sonreía con su irresistible
ba, es cierto, “El carácter desafiante, la soberbia repre- de clases. O sobre las contradicciones internas del con- sonrisa, andaba con ese bigotazo amarronado que era
siva de los altos mandos, la técnica de la ‘masacre cepto de “Pueblo”. Esta vez sí recuerdo dónde era: la como un uniforme y estaba paradito, quieto. No pare-
disuasora’” (Envido, Ibid., p. 4 de la sección Situación, Facultad de Arquitectura. Llego y tengo que subir a un cía con ánimos de caminar mucho, o de poder hacer-
casi siempre brillantemente escrita por Horacio Gon- escenario. Me presenta un pibe que termina con el lo. Los pibes, con admiración, decían: “Miralo, mira-
zález). Pero todo eso habría de ser controlado apenas consabido: “Si Evita viviera sería Montonera, compa- lo, ¡sabés la de fierros que debe tener abajo de ese
el pueblo llegara al poder y el General Perón a la ñeros”. Y todos aplaudían. Era la perfecta forma de sobretodo!”. Tal vez siga siendo algo inexplicable la
patria. Hubo bronca con lo de Trelew, pero no hubo redondear cualquier discurso cuando a alguien se le facilidad con que las Orgas (sobre todo Montoneros)
miedo. O muy poco. Se enfrentaba a un enemigo acababa el rollo. Decía eso y listo, cerraba y lo aplaudí- se adueñaron de la Jotapé, pero no tanto. Este enamo-
cruel, brutal. Pero las fuerzas propias eran tantas que an. El otro era: “Porque luchamos por el regreso del ramiento con la lucha armada. Esta admiración por
lo dominarían fácilmente. Por fin, Trelew fue concep- general Perón y el triunfo de la Patria Justa, Libre y sus combatientes. Considerarlas “el lugar más riesgoso
tualizado como un acto de desesperación de la Marina Soberana, ¡la Patria Socialista, compañeros!” Aplausos de la lucha” y, por tanto, el más privilegiado, ése en
reaccionaria. Para algunos exaltados: la declaración de y se acabó, el ñato zafaba. No me pasó eso aquella que la vida más se arriesgaba, tuvo mucho que ver.
la guerra civil. Yo estaba en Córdoba, en la oficina de noche en Arquitectura. Primero, porque yo no decía También concebir la militancia como esa forma de
un defensor de presos políticos. Ahí nos enteramos los esas consignas. Eran más para los pibes. Y segundo, vida que exige los extremos, dar la vida. Si morir es la
dos. El tipo empezó a dar zancadas por el escritorio y porque había algo contra lo cual ninguno de nosotros, forma extrema, perfecta, inapelable del ser del militan-
aullaba: “¡Esto es la guerra civil!” Seguía: “Basta, los tipos de superficie, podía competir: la lucha arma- te, los que más arriesgan la vida son quienes merecen
basta”. Y de pronto larga la frase de Ghioldi: “Se acabó da. Doy mi charla. Hasta tenía puesto mi sacón de ser la vanguardia.
la leche de la clemencia”. Le di los números de Envido cuero marrón, que me hacía sentir bravo, comprome- De aquí que las otras expresiones del Movimiento
que le había llevado y partí de regreso a Buenos Aires. tido. Hablo y hablo y nada. Termino. Algunos aplau- fueran despreciadas. Su estamento político. Y su esta-
Todos concordaban en que ése no era el camino. sos. Nada mal. Pero nada del otro mundo. Ahí nomás. mento sindical. La CGT era la traición. Sus dirigentes,
Los muertos de Trelew fueron velados en la sede del Le pregunto a uno de los que me invitó: “Che, qué lejos de arriesgar la vida, robaban, engañaban a los
Partido Justicialista. Pero el sanguinario, el brutal tibios estuvieron. ¿Me mandé alguna cagada?” “No, obreros, negociaban con los patrones, eran parte del
comisario Alberto Villar arrasó la puerta ¡con una tan- pero, qué querés, flaco. El jueves pasado estuvo Paco capitalismo corrupto y entreguista. Y el pueblo era esa
queta! Cagó a palos a todo el mundo. Familiares, Urondo. Y durante una hora y media les explicó a los entidad amada, en nombre de la que todo se hacía. Y
madres, ancianos, jóvenes. Se llevó los féretros y desa-
pareció. Este señor –el tipo que hizo esta bestialidad–
fue nombrado por Perón al frente de la Policía Federal
en 1974. Cuando le objetaron la medida dijo: “¡Pero
es un buen policía!”
Se hacen actos importantes. Uno, memorable, en el
Sindicato de Prensa. Para honrar la memoria de Emi-
lio Jáuregui. Cada uno estaba por una revista. Rodolfo
Walsh por el periódico de la CGT de los Argentinos.
José Ricardo Eliaschev por Nuevo Hombre, que dirigía
Silvio Frondizi, publicación muy ligada al ERP. Algu-
no más que olvidé. Y Horacio González por Envido.
Eliaschev dijo algo patético y trágicamente divertido:
“A los de Nuevo Hombre ya nos amenazaron, nos
pusieron varias bombas. No sé, ¡sólo falta que nos
maten!”. Por supuesto: sólo eso faltaba. Y eso pensa-
ban hacer. Walsh estaba como hundido en su silla.
Malhumorado, rojo como si tuviera 30 de presión.
Dijo dos o tres cosas y al diablo. Horacio estuvo for-
midable y fue el único que evocó a Jáuregui y reflexio-
nó sobre la decisión última del militante: poner en
riesgo su vida. Apareció alguien de la revista La Comu-
na y anunció la adhesión “del intelectual David
Viñas”. Hubo varias bromas. “¡Pobre Viñas, si se ente-
ra que lo definieron como un intelectual lo mata al
salame éste.” ¿Intelectuales? No, todos debíamos ser
militantes. Soldados de la causa nacional y popular. El
tipo debió decir “del militante David Viñas”. No “del
intelectual”. “Intelectual” no daba riesgo, no daba
compromiso, no daba militancia. Daba Torre de Mar-
fil. Lejanía, demasiados libros y poca praxis. Así eran
los tiempos. Ahora, que estamos a punto de ver el
encandilamiento con la guerrilla y con las armas lo
entenderemos mejor.
Los que ya dábamos charlas o éramos profesores
aliados de la JUP no nos privábamos de la petulancia
de los años jóvenes. Cierta vez llego a un sindicato –no
recuerdo cuál– y saludo a los compañeros, todos más
jóvenes que yo, y me dispongo a empezar la charla.
Alguien me dice: “En la otra sala está Hernández Arre-
gui”. Me doy vuelta y leo una placa de bronce que
identifica la sala: Sala para jubilados. Me río y digo:
III
que era –y esto es muy le tengo reservado un lugar de importancia en
importante– valor de esta historia, a él y a sus compañeros. Bueno, el
verdad. La concepción del que no pasó por encima nada de eso fue Richard
pueblo como valor de verdad –una Gillespie, a quien Lanusse da por “superado”.
característica típica de los movimientos (Ojo: Lucas Lanusse es un tipo de primera. Nada
populistas– era constitutiva del espíritu y la teo- serio con él.) Gillespie se leyó toda la colección
ría de la izquierda peronista. El populismo había de Envido, de Antropología del Tercer Mundo y
nacido en Rusia y el ruso Herzen, padre del popu- hasta cita mi primer libro, de 1974, El peronismo
lismo, fue su creador. La palabra, en ruso, se lee: ño patriótico y, en rigor, poniendo lo y la primacía de la política. Que, por supuesto, es
narodnichestvo y proviene de narod. O sea, pue- mejor de sí) le preguntaba por el socialis- un libro peronista. Más exactamente: un libro
blo. Entre los jóvenes de los ’70 no se da con mo nacional, Perón, casi siempre luego de Jotapé. Y fue escrito al calor de los hechos. Se
las características de misticismo y religiosidad ese “¡Natural!” que ahora interpretaremos, edita en 1974 (lo edita Miguel) pero sus materia-
profundos con que se da en Rusia. Ni con decía: “Nuestro Movimiento, en ese sentido, les van del ‘71 al ‘73. Lo escribí entre mis 27 y
los aditamentos raciales, de sangre y de es mucho más simple, es indudablemente de mis 29 años. Más escrito “al calor de los hechos”
tierra con que se da en Alemania. De base socialista. ¿Por qué? Porque pivotea sobre imposible. Gillespie lo toma en cuenta para mos-
aquí que compararlos mecánica- la justicia social, que es la base de toda nuestra trar cómo tratábamos de manipular las frases
mente carezca de sentido y hasta promoción revolucionaria”. ¡General, eso casi es licuadas que mandaba el Viejo. (¡Que hasta cita a
de honestidad. La entidad lo que decía Esteban Echeverría en el Dogma Confucio! ¡Citarle a Confucio a la juventud
“populista” que Socialista, de 1838! “Mucho tiempo hace peronista!) Cito a Gillespie: “Ante la vaguedad
privó en la Argen- que andamos como todos en busca de de sus ideas sobre el significado del ‘socialismo
tina de fines de los una luz de criterio socialista (...) Un pueblo nacional’, algunos, de acuerdo con José Pablo
sesenta y comienzos que esclaviza su inteligencia a la inteligen- Feinmann, creían que tal tendencia y el justicia-
de los setenta fue algo a lo que se llamó: pueblo cia de otro pueblo es estúpido y sacrílego (...) lismo eran ‘conceptos equivalentes’; que no se
peronista. Este pueblo se caracterizaba por su des- Todo privilegio es un atentado a la igualdad” trataba de una Cuarta Bandera del Justicialismo,
pojamiento. Se le había quitado lo esencial. Su (Esteban Echeverría, Dogma Socialista y otras sino de la ‘síntesis más profunda del proyecto
participación en la riqueza de la patria. Su amada páginas políticas, Estrada, Buenos Aires, pp. 100/ político de poder popular que animó al peronis-
virgen, su santa, su compañera, su guía, su ado- 116/ 119. Las cursivas son de Echeverría). mo desde sus orígenes” (Gillespie, Ibid., p. 100).
rada Eva Perón. Y su líder. Su palabra se expresa- General, lo que Solanas le pregunta es si el Se trataba de demostrar que socialismo nacional
ba en el modo de la pasividad. Era un todo. Era socialismo nacional es, por lo menos, elemental- implicaba poder popular. En suma, injerencia
el “pueblo peronista” y su palabra tenía valor de mente socialista. Es decir, si va a hacer una refor- creciente del pueblo en los mecanismos del Esta-
verdad. Todo lo que debía hacerse se debía hacer ma en el régimen de propiedad de la tierra. Si va do. Gillespie, con razón, dice: “Todos ellos, sin
en su nombre. Todos lo representaban. “Lo a intervenir decididamente en el régimen banca- embargo, crearon un Perón a su propia imagen y
mejor que tenemos es el pueblo”. “Defendemos rio. Si va a avanzar en la expropiación de las semejanza” (Ibid., p. 100). Por supuesto. Tam-
un solo interés: el del pueblo”. Con claridad, con riquezas abusivas. Sabemos de memoria que el bién cita (sólo Gillespie los cita y fue un libro
dureza, la juventud siempre aclaró que “el pue- peronismo pivotea sobre la justicia social. Pero fundamental, ¿qué les pasa a los ensayistas argen-
blo” no eran “todos”. Que había, interna a la una cosa es la justicia social entendida como una tinos?) el libro Peronismo: antecedentes y gobierno
“cuestión nacional”, una “cuestión social” y que redistribución más piadosa del ingreso en bene- de Juan Pablo Franco y Fernando Alvarez, edita-
una no se resolvía sin la otra. O sea (y que quede ficio de los pobres. Y otra es la justicia social de do por Cuadernos de Antropología del Tercer
claro para los que nunca lo entienden), la cues- la que habla Echeverría: “Todo privilegio es un Mundo. Y de Juan Pablo Franco: Notas para una
tión nacional no estaba destinada a oscurecer la atentado a la igualdad”. ¡Y eso que Echeverría historia del peronismo, un suplemento que publi-
cuestión social. Este populismo revolucionario pertenece por completo a lo que usted llama có Envido en junio de 1971. El libro de Franco y
tenía muy claro que el imperialismo sólo podía “tradición anglosajona” de nuestra historia! Y él, Alvarez (Peronismo: antecedentes y gobierno) fue
dominar al país por su complicidad con su aliado ese liberal amigo de Lavalle y los franceses, larga fundamental para los militantes. Era el responde-
interno: la oligarquía y todos los sectores aliados frases más duras que las suyas. “No hay caso”, todo del peronismo. Todos los puntos que los
a ella. La Iglesia preconciliar y el Ejército. La me decía Miguel. “No larga nada el Viejo.” El gorilas señalaban Franco y Alvarez los respondí-
liberación nacional y social de la patria era una y Viejo daba más manija en las cartas y en las cin- an. De ahí sacaban las respuestas los militantes y
la misma: no existía una sin la otra. Esto lo soste- tas grabadas. Y a las formaciones especiales ganaban las discusiones. En esa época demostrar
nía la Jotapé. No lo sostenían los sindicatos. Ahí nunca les dijo: “Cautela”. No, el mensaje fue que Perón había desarrollado o no la industria
se hablaba de la “liberación nacional”. Tampoco claro: “Sigan dando, muchachos”. Pero, en el pesada era una cuestión de vida o muerte. ¿Por
Perón hablaba de “la liberación nacional y social plano teórico, Perón nunca fue más allá de sí qué no hizo la Reforma Agraria? Fue gatopardis-
de la patria”. Nunca. Perón siempre habló de la mismo. De Conducción política. Un par de frases ta, fue nacionalista burgués, fue bonapartista,
“liberación de los dos imperialismos dominan- altisonantes, sólo eso. fue... Alvarez y Franco respondían todo. Era una
tes”. Lo cual era una falacia. Porque la Argentina tarea abrumadora inventarlo al peronismo. Pero
no dependía del “imperialismo soviético”. LOS TEÓRICOS DE LAS la Jotapé tenía que poder ponerse esa máscara.
Dependía del norteamericano. Motivo por el CÁTEDRAS NACIONALES Cuando (hacia 1967) emergí de las páginas de
cual a veces Perón sólo decía “el imperialismo Los teóricos de las Cátedras Nacionales tuvie- El Capital o de Lire Le Capital (de Althusser,
norteamericano”. Pero su fórmula conceptual era ron más influencia en el ámbito de la militancia. no traducido aún) pregunté: “¿Dónde está
“los dos imperialismos¨. De ella salía la vieja idea La misión era tironear para la izquierda las frases nuestro proletariado británico?” Me dijeron:
de la Tercera Posición de la que, muy oportuna- del Viejo. Pero mucho más también. Y aquí me “No tenemos proletariado británico aquí”.
mente, Perón extraía la del Tercer Mundo que, voy a permitir expresar una sorpresa que hace “¿Qué tenemos?” “Lo tenemos a Perón y a sus
de ese modo, terminaba por haber sido inventa- años me domina. Que los socialdemócratas anti- negros, que lo aman.” “Bueno, ¡seamos peronis-
da por él. peronistas del Club Socialista hayan ignorado tas!”. La izquierda peronista fue todo lo peronista
Lo más que consiguen sacarle Solanas y Geti- por completo a las Cátedras Nacionales y a las que pudo ser. Y Perón fue todo lo socialista que le
no al Conductor es la idea del socialismo nacio- revistas Envido y Antropología del Tercer Mundo pareció necesario. Pero no eran uno para el otro.
nal, que Perón había embarrado seriamente al se puede llegar a entender. Hicieron cosas peo- En algún momento eso habría de estallar.
decir que él, en su viaje por Europa a fines de res. Pero que los nuevos periodistas que se lanzan Alguien se sacaría la máscara. Perón, en su dis-
los ‘40, había encontrado en Italia y Alemania. a investigar los ‘70 no hayan encontrado todavía curso del 21 de junio de 1974, al día siguiente
Encontré, dijo, “formas de socialismo nacional”. esas dos revistas que bajaron línea durante años de Ezeiza, se la arrancó de un tirón. “¡Este soy
Los jóvenes se querían morir. Los que buscába- decisivos es inexplicable. Larraquy trabaja muy yo, imberbes! Soy lo que las 20 verdades pero-
mos el aggiornamento del peronismo nos quería- bien en su López Rega, que se ve documentado. Y nistas dicen.” Al día siguiente, aún aturdida, la
mos morir. Además, cuando Perón hablaba del Lucas Lanusse (que se jacta de haber leído todo juventud se preguntaba: “¿Qué mierda son las
PROXIMO socialismo nacional, hablaba siempre de la justi- sobre los ‘70) traza un buen retrato de la Iglesia 20 verdades peronistas?”. Entre otras cosas, eran
DOMINGO cia social. Creo que le gustaba jugar al pícaro. militante en Cristo revolucionario. Pero lo incluye el paraguas de Rucci. El sindicalismo (la colum-
Acaso cuando se iban los jóvenes cineastas les a Domingo Bresci e ignora que una de las princi- na vertebral) custodiando al líder del Movi-
dijera a Isabelita o a López: “Estos me quieren pales tareas militantes que hizo Domingo la hizo miento.
hacer decir fracesitas marxistas. Me quieren con nosotros, los pendejos “inteligentes” de
El Día de la Militancia hacer hablar como Castro. Van a tener que espe- Envido. Domingo era nuestro Sacerdote del Ter- Colaboración especial:
rar sentados”. Si Pino Solanas (con loable empe- cer Mundo. No voy a hablar de él ahora porque Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 18 de enero de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


62 El Día de la Militancia

Suplemento especial de

PáginaI12
ACTUALIZACIÓN, piensa que fueron unos boludos. Al menos, los trasvasamiento generacional se pasaba a la actuali-
TRASVASAMIENTO, toman más en serio: fueron el “foco marxista” zación doctrinaria. Era otra bandera que el Viejo
SOCIALISMO NACIONAL que denunció en mayo de 1973 el general Sán- les daba a los jóvenes. Claro que sí, ¡hay que
i bien es cierto que Perón acomo- chez de Bustamante. Hay cosas de las que los actualizar la doctrina! Los nuevos tiempos lo

S da a su visión ancestral del pero-


nismo los conceptos nuevos que
le tiran Solanas y Getino –o que
elaboran en colaboración con él–,
no lo es menos que toman vida propia en la
palabra y la escritura de los militantes. Quiero
decir: si Perón dice del socialismo nacional poco
radicales no se curarán nunca. Como los pero-
nistas, desde luego. Pero los radicales se creen
algo así como los dueños de la democracia y las
instituciones y grandes enemigos del fascismo.
Que, en la Argentina, es el peronismo. Y esos
boludos de los ’70 quieren hacer de ese viejo
facho un socialista. Qué boludos, ¿no? “Me
exigen. El mundo ha cambiado. Todos sabemos
que marcha hacia el socialismo. ¿Cómo nos
vamos a quedar en las 20 verdades? Eso era para
la década del ’40. Estuvo perfecto pero quedó
atrás. Ahora, actualizar la doctrina. Que era un
trámite muy sencillo. Era pasar del peronismo
distributivo y nacional y popular de los ’40 y los
o nada que pueda unirlo con algún rigor al divertí mucho.” Claro: ¿algo puede ser más ’50 al peronismo de hoy, el peronismo tercer-
socialismo (menos aún al socialismo que la divertido que la historia de un viejo fascista y de mundista, el peronismo que requiere la América
Revolución Cubana, como acontecimiento fun- unos jóvenes idiotas que lo siguen como si fuera latina de la Revolución Cubana. Todo estaba
dante, echa a rodar por América latina), la mili- Lenin? Sólo esto: ¿por qué los mataron enton- claro. Todo armonizaba. Todo era para la
tancia revolucionaria sabe que el concepto es ces? ¿Tan peligrosos son los boludos? ¿Por qué “juventud maravillosa”. Trasvasamiento genera-
para ella. Socialismo nacional es claramente un esa masacre? ¿Para qué matar 30.000 boludos en cional: los jóvenes son la vanguardia. Actualiza-
socialismo que debe crearse a partir de la lucha lugar de 30.000 radicales piolas enemigos del ción doctrinaria: al ser los jóvenes –precisamen-
de quienes están contra el imperialismo y sus fascismo? Pero es así: en la Argentina se muere te– la vanguardia del Movimiento hay que
aliados internos. No es el socialismo soviético. sin gloria. El líder que esos jóvenes levantaban actualizar la doctrina, aggiornarla. Una doctrina
Al ser latinoamericano, está cerca del socialismo –al margen de lo que antes hubiera sido– era un joven para una generación joven. Socialismo
de Cuba. Al ser tercermundista forma parte de anciano rodeado de un círculo siniestro. La nacional: es el resultado del encadenamiento
los movimientos de liberación del Tercer Conducción “revolucionaria” a la que muchos conceptual. Si los jóvenes (trasvasamiento)
Mundo. Walsh (en Quién mató a Rosendo) lo adherían era lamentable, demencial, los mandó actualizan la doctrina (actualización doctrinaria)
pone en boca de uno de sus personajes: el pero- a morir bajo estrategias y tácticas terriblemente inevitablemente lo harán llevando la doctrina
nismo es “un movimiento de liberación”. Ade- equivocadas, sólo posibles por un iluminismo peronista al socialismo (socialismo nacional).
más, la juventud traducía las cosas que largaba el inhumano, por un desdén inmenso por la vida
Viejo al lenguaje que requería su militancia. de sus militantes. Cuando uno mira la foto en “SI LA JUVENTUD
Socialismo nacional podía transformarse senci- que Salvador Allende se prepara a vender cara su NO SALVA ESTO,
llamente en “socialismo” sin que nadie se opu- vida, a defender su causa hasta el fin, en La NO LO SALVA NADIE”
siera. De hecho lo expresa la célebre consigna: Moneda, al frente de los pocos que ya quedan a A un par de meses de las elecciones del 11 de
“Perón, Evita, la patria socialista”. Luego, el su lado, el respeto lo invade, la envidia también. marzo del ’73, Perón dará un reportaje incendiario
desengaño la transformará en “Perón evita la ¡Qué digno ha de haber sido luchar y hasta a Mayoría, periódico que había sido casi fundado
patria socialista”. Aunque, para expresar desen- morir con un hombre como ése! Los pibes de para la campaña electoral y que dirigía Marcelo
gaños, la mejor habrá de ser una que ya se pinta Malvinas, lo mismo. Fueron a una guerra que Sánchez Sorondo. El momento es así: las eleccio-
hacia fines del ’73: Volvé Lanusse, te perdonamos. no entendían. Los maltrataron, los estaquearon nes no están aseguradas, Perón quiere golpear al
Era tan divertida como dolorosa. (Nota: Porque sus propios jefes. Los ingleses los cazaron como gobierno de Lanusse, irritarlo. Adelanta, entonces,
hay algo que acaso sea el momento de decir: hay a liebres. Al volver, no los esperaba nadie. Hoy, sus piezas duras. Nunca, como en este reportaje, le
gente que se divierte con esta tragedia. Gente ya son tantos los que se han suicidado desde dio toda la manija a la juventud. “O ellos llaman a
para la cual se trató de una comedia entre una entonces como los que murieron en las islas. Se elecciones o provocan una guerra civil”, decía
generación de jóvenes pelotudos y un viejo hijo muere sin gloria en la Argentina. Para colmo, Perón. Y aclaraba que una guerra civil “es lo peor
de puta, del que esos jóvenes, de puro pelotu- después vienen los lúcidos, los que se las saben que puede pasar, pero también suele ser el único y
dos, nunca averiguaron cómo había sido en el todas, y a los que murieron les dicen boludos, último remedio”. No se puede amenazar con una
pasado. Cierta vez, en la redacción de Clarín, ingenuos, o se callan, o se ríen.) Seguimos: si el guerra civil y no adelantar las tropas más temidas
me crucé con el notable dibujante Hermenegil- socialismo nacional se leía como la lucha por la por el enemigo. Perón, además, sabe que se está
do Sábat y le di un ejemplar de mi libro López toma del poder era claro que la consigna había por largar la campaña electoral y sabe también que
Rega, la cara oscura de Perón. Sería el año ’87, sido radicalizada. En ningún momento de “Actua- quienes realmente la harán serán los jóvenes. De
fecha en que ese libro se publicó. El libro aborda lización política y doctrinaria para la toma del modo que todo el peso de la tarea lo pone ahí: “O
una serie de cuestiones decididamente trágicas. poder” Perón habla de quitarle el poder a la bur- la juventud toma esto en sus manos y lo arregla,
Ezeiza, la Triple A, López Rega, la muerte de guesía. De establecer un gobierno basado en la aunque sea a patadas, pero lo arregla, o no se lo va
Perón, en fin: todo el descalabro del peronismo clase obrera. De llevar a los obreros a la toma del a arreglar nadie”. No dice: “No lo arregla nadie”.
a partir del 20 de junio de 1973. Poco después poder. El socialismo se inventó para eso. Para Dice: “No se lo va a arreglar nadie”. Que significa:
me cruzo de nuevo con Sábat y le pregunto qué que la clase obrera dejara de ser la clase explota- “Esto hay que arreglarlo para ustedes. Y son uste-
le pareció el libro. “Ah, sí –dice–, me divertí da por el capitalista y se adueñara del poder. des quienes lo tienen que arreglar”. Luego es toda-
muchísimo.” “¿Te divertiste?” Me hablaba y Para eso era necesaria una dictadura y un férreo vía más claro: “Los viejos no van a arreglar esto; los
sonreía, como alguien que recuerda un buen control del Estado y el Partido, que expresaban viejos no están en la evolución. Es un mundo que
chiste. “Sí, me reí muchísimo.” Me despedí de los intereses de los obreros revolucionarios. Se cambia, y los muchachos tienen razón. Y si tienen
él y me fui algo turbado, confundido. Caramba, podía hacer ahora o paulatinamente pero –por razón hay que dársela y hay que darles el gobierno
me decía, ese libro cuenta una tragedia. Después más nacional que sea– el socialismo no puede (...) Si la juventud no salva esto, no lo salva nadie”
me dijeron que Sábat era muy antiperonista. prescindir de un decisivo traslado del poder (Mayoría, 11 de enero de 1973, las cursivas nos
Pero, ¿tanto? También me dijeron que no se lo desde las clases dominantes hacia las dominadas. pertenecen). Cinco meses después, en junio de ese
puede ni debe criticar. Diga lo que diga. Porque Pero no por eso dejaba de recibirse con beneplá- año, la juventud pasará a ser la “juventud cuestio-
es muy talentoso. Caramba, Heidegger fue un cito un concepto como el de “socialismo nacio- nada” y los peronistas tienen que volver a la con-
genio y muchos perseveran en decir que fue nal”. Al cabo, el Viejo tiene que decir “eso” para ducción del movimiento y “somos lo que las vein-
nazi. Pero está bien, acepto. Me alegra haberle no asustar tanto. Una vez con la manija en la te verdades peronistas dicen”. “Usted es uno de los
hecho pasar un momento divertido al maestro. mano la historia va a ser otra. El trasvasamiento tantos otarios que andan por ahí, mi amigo”, diría
Me sucedió (no exactamente igual) otras veces. generacional se complementaba con el socialis- el general. Es un giro muy lindo que usa en Con-
Con un director de cine. Era radical y odiaba al mo. Como muchas veces dijo Perón “no era ducción política: “La otra vez vino a verme un ota-
peronismo por algo que el peronismo le había tirar todos los días un viejo por la ventana”, rio. Uno de los tantos otarios que andan por ahí”.
hecho a su viejo. Había sido, en efecto, una pero una aceptación de un evolucionismo bioló- Creemos que nos diría eso. Y también: “¿Qué pre-
injusticia, una afrenta. De todos modos, uno no gico necesario. Los jóvenes debían reemplazar a tende? Yo digo lo que hay que decir en el momen-
puede tomar una posición política propia por los viejos. Con lo cual Perón les decía a los mili- to que hay que decirlo. Cuando le tiré a Lanusse
algo que le pasó a su viejo. Tal vez debiera tener tantes que –poco a poco o no tanto– el Movi- con ‘los muchachos’ por la cabeza necesitaba pre-
en cuenta (o poner en la balanza para darle un miento quedaría en sus manos. Son los jóvenes sionarlo. Y a fondo. Usted sabe que en enero de
fundamento más serio a su decisión) qué le pasó los que tienen que realizar el socialismo, a secas 1973 decir ‘los muchachos’ era más que decir sen-
al resto del país. La cuestión es que –cierta vez– o nacional. Todo era parte de un juego de “dar cillamente ‘la juventud’. ‘Los muchachos’ se les
estoy con este cineasta cenando en Chiquilín y manija”. Era el momento del “ala dura”. Había decía a los de las formaciones especiales. Había que
hablando del guión sobre un film que íbamos a que golpear a los milicos. Y Perón sabía que eso golpear y lo hice. Conseguí resultados inmediatos.
hacer y no se hizo. De pronto sale el tema de la no lo iban a hacer los sindicatos. Ni los políti- ¡Otra vez los imbéciles me prohibieron! El Comité
represión y los desaparecidos. De pronto el tipo cos. Los sindicatos tenían que cuidar lo suyo y Federal de Radiodifusión prohibió que se propaga-
dice: “Pobres pibes ésos, ¿no? Morir por bolu- no podían arriesgarse en una lucha incierta. ra mi palabra por cualquier medio: radio, televi-
dos. Por Perón. Por no haberse calentado en Desde Onganía que venían negociando con esta sión, gráfico. En la otra situación que usted men-
averiguar que ese hijo de puta era un nazi”. llamada “Revolución Argentina” y lo seguirían ciona ¡el país había cambiado por completo! Era-
Estas cosas son habituales. Y son dolorosas. En haciendo siempre que fuera necesario. Para jugar a mos gobierno y teníamos que ordenar la patria.
la Argentina se muere sin gloria. Son muchos la rebeldía estaba la CGT de Ongaro, que todo Un país no se ordena con los duros. Hay que
los que piensan que los jóvenes peronistas del el tiempo hablaba de los “traidores”. Los sindi- negociar, hay que hablar, hay que unir. ‘Los
’70 fueron unos pelotudos que no sabían nada catos eran factores de poder. Tenían que asegu- muchachos’ no servían para eso. Si el ataque fron-
de Perón. Como saben ellos, los que dicen eso. rarles muchas cosas a los obreros y no era cues- tal terminó usted retrocede esa pieza. Y avanza
Porque ellos sí saben qué fue Perón. Lo supie- tión de perderlas si a Perón se le ocurría no vol- otras. ‘Los muchachos’ no supieron entenderlo. Y
ron siempre. Fue un facho. En general son radi- ver porque sí nomás o porque estiró la pata, cosa eso que yo lo dije claro: ni apresurados ni retarda-
cales los que piensan así. La derecha-derecha no que todos siempre tenían muy en cuenta. Del tarios. Todo en su medida y armoniosamente”. El
II
reportaje de Mayoría sacudió al país. Lanusse (un reproche que hasta una mujer inteligente habían exiliado, o porque no podían hacerlo o
aprovechó para –según creía– asustar a la gente: como Alicia Dujovne Ortiz hace en su libro sobre porque no querían, solían hacerse cautelosas reu-
“Van a gobernar Perón y la Juventud Peronista”. Eva Perón) es porque se desconoce la interioridad niones para evaluar la seguridad. Nunca se llegaba
O sea, un viejo y la subversión. Pero no asustó a del fenómeno. La juventud se sentía protagonista. a ninguna conclusión. Sólo a una: se mataba a
nadie. El país estaba con el peronismo y la clase Sentía que era parte de la historia y hasta que la mansalva. La frase que se decía era: “A cualquiera
media amaba a la juventud. Todos los jóvenes se estaba haciendo. Se burlaba de la bronca de sus por cualquier cosa”. Nadie esperaba algo así. Nin-
metían en la Jotapé. Los otros partidos perdían viejos. De sus consejos llenos de sabiduría gorilona guna juventud pagó más caras sus rebeldías. Si
afiliados a patadas. La historia iba por otro lado. sobre “lo que de verdad fue el peronismo y vos no aceptamos eso que se dice, que siempre se paga un
Ser joven era ser Jotapé. Un tipo que conozco sabés porque sos muy joven”. Ni les importaba precio por los pecados de juventud, el precio que
–que deambula entre la política, los medios, los saberlo. O tenían mejores lugares donde averiguar- pagaron los jóvenes del ’70 fue –cuanto menos–
libros, sin cerrar nunca en nada pero siempre lo. La plenitud estaba ahí. Era irresistible. Había demasiado alto. Seguramente pecaron demasiado,
entretenido–, sin preocuparse por su homofobia, que ser parte de ella. De aquí que mi amiga soció- se excedieron en sus pecados. Pecaron, antes que
suele decir: “Hoy, si un hijo te sale rebelde se te loga estuviera metida en eso. No por boluda, sino como jóvenes, como sujetos, como protagonistas
hace puto. En los ’70 se te hacía montonero”. por buscar los caminos de la vitalidad histórica. Sí, de un cambio histórico, revolucionario. Y eso, los
Cierto o no, la juventud peronista era un imán. todo se fue a la mierda. Pero, ¿hay algo que no se padres terribles de este país de orden lo castigaron
Parecía incontenible. Su propio entusiasmo la haya ido a la mierda en este país? ¿Hay algo que no hasta más allá del horror.
hacía ser vista así. ¿Dónde está el fervor, el fuego, se haya ido a la mierda en el mundo? Sí, mi amiga
el compromiso, lo nuevo, el riesgo? Estaba en la está muerta. Nunca estuvo en la guerrilla, pero dio “SÁNCHEZ, SALLUSTRO,
Jotapé. En el ’73 yo vivía en un lindo departamen- clases en la Universidad del Sur, en Bahía Blanca, AL PUEBLO LE DA GUSTO”
to de la calle Virrey Loreto. Cierta noche, en una y los matarifes del general Vilas la mataron. Habrá Con el empuje de las palabras fuertes del Viejo
reunión del Consejo de Redacción de Envido, sido porque le descubrieron uno o dos libros de en Mayoría, Galimberti se anima a una declara-
oímos unos cánticos atronadores. Salimos al bal- Marx en la bibliografía de la materia que dictaba. ción que, sin duda, estaba destinada a herir a los
cón. Sería enero o febrero del ’73. La campaña Sí, el cineasta que dice que todos fueron “unos otros sectores del Movimiento: “La Juventud
electoral. La noche era cálida, con brisa, con luna, boludos” está vivo. ¿Saben algo? Es un viejo bolu- Peronista está dando en este momento una políti-
con todo. No sabíamos de dónde, pero de algún do. No hizo una buena en su vida. Hará una o dos ca para el conjunto del Movimiento”. Fue el
lado nos llegaba un coro enorme de voces de películas malas todavía. En medio del resentimien- momento de mayor romance entre el Viejo y la
muchachos y de chicas que cantaban las estrofas to y la amargura porque –para colmo– lo agarró juventud: la campaña electoral de febrero de 1973.
Jotapé de la marcha peronista: “Ayer fue la Resis- esta ola de directores-autores-jóvenes-geniales. Fue un febrero inolvidable: todos eran jóvenes y el
tencia/ Hoy Montoneros y FAR/ Y mañana el Que se joda. Y después de esas dos películas se va a futuro esperaba por ellos, los requería. Había que
pueblo entero/ en la lucha popular”. ¿Quién iba a morir. Como vivió: como un boludo. Pero zafó de ganar las elecciones, ocupar el gobierno y empezar
detener eso? ¿Quién podía negarse al deseo de ser todas. No se metió en ninguna. Tal vez, un poco, la revolución. José María Rosa –que tenía asegura-
parte de esa fiesta? “Si Perón y Evita, en los cin- en la más obvia: el alfonsinismo del ’84. Pasó por do el Ministerio de Educación y que, desde luego,
cuenta, hubieran tenido este respaldo masivo de la la vida sin dejar la más mínima huella. Tampoco no lo tuvo– decía exultante: “Apenas asuma man-
juventud no los paraba nadie”, me comentó acaso la vida trazó en él una marca. Pero era un piola damos un barco a Southampton y lo traemos al
esa misma noche una socióloga brillante, una bárbaro. Se las sabía todas. No como esos boludos Restaurador”. Cada uno imaginaba su mejor futu-
mujer de una inteligencia privilegiada. Puedo que se hicieron matar por nada. Como mi amiga ro. Cada uno imaginaba lo que no habría de tener.
jurar, sin duda alguna, que era diez veces más inte- socióloga: ¡morir por meter dos libros de Marx en Lo “mejor” –en la Argentina de comienzos del
ligente que el cineasta que me dijo: “Murieron por la bibliografía! A quién se le ocurre. Y algo más: la ’73– no pertenecía al futuro. Estaba en el presente.
boludos”. O por no saber que el Viejo había sido y matanza fue tan descontrolada, la sed de venganza Y no volvería a estar en ninguna otra parte.
era nazi. Ella sabía de sobra quién había sido el tan impiadosa, tan enorme la necesidad del “casti- El año ’72 se define por la pulseada entre Perón
Viejo. Pero lo que estaba pasando iba más allá de go ejemplar”, tan deliberado el plan de introyectar y Lanusse. Cierto es que poner dos nombres fuer-
eso. No importaba qué era o no era el Viejo. El fer- el terror en la sociedad para dominarla durante tes para encerrar una época tan sobredeterminada
vor revolucionario de toda una generación de jóvenes, décadas, tan asesinas las bandas que ejercieron la la empobrece. Estaban llenos de sujetos actuantes
un fervor que encontraba su cohesión en torno del represión, que miles, miles de jóvenes y obreros y esos meses. Había un exceso de historicidad.
peronismo, que el peronismo y el líder prohibido, y profesionales e intelectuales murieron por nada. Todos sentían el peso de la coyuntura. ¿Cómo
las masas postergadas, y la torpeza de la Argentina Porque no habían hecho nada. Nada como para podría definirse esto? No hay quien no conozca
gorila, conservadora, reaccionaria y macartista, habí- morir. Nada para morir, además, como murieron. esa sensación. Sobre todo en un país tan agitado
an nucleado, habían dado forma de rebeldía, habían Porque no debieron haber muerto. Murieron víc- como la Argentina. Es levantarse cada mañana y
transformado en descontento revolucionario, en timas de un delirio represivo, de una matanza sentir que ese día no va a terminar sin que pase
ambición de una sociedad más justa, esto era lo que paranoica, de una locura de muerte y de crueldad algo inesperado. Un hecho o muchos. Sentir que
importaba. Cuando se les reprocha a los jóvenes que se desató desde el poder. Entre los aterrados todas las fraguas desbordan fuego. Sentir, también,
del ’70 no haber averiguado si Perón era o no nazi que permanecían en el país, o porque aún no se que todo lo desborda a uno. Que miles de cosas

III
–que pueden afectarlo seriamente– están fuera entre los militantes y les decían un par de estas enfoque había sido ajustado y sensible: un país
de su alcance o de su conocimiento. Y del de frasecitas y casi los arruinaban o los llenaban de que había acorralado a su pueblo, que lo había
todos. Que hay demasiados sujetos. Demasiadas amargura. “Nacionalismo burgués.” “Concilia- perseguido, hambreado, no había hecho sino
praxis diferenciadas. El 10 de abril de ese 1972 ción de clases.” “Bonapartismo.” “Populismo conseguir la rebelión de sus mejores hijos. Eran
volvía al hotel, en Córdoba, cansado, con mi de transclase.” “Populismo demagógico y mani- los hijos de los gorilas del ’55. “Estos jóvenes
attaché (que me había sacado un callo en la pulador.” “Heteronomía de la conciencia obre- (dice en un testimonio que recoge Norberto
palma de la mano y provocaba las cargadas de ra.” Todo esto eran capaces de decírselo a unos Galasso) sienten, con una fuerza que no senti-
mi hermano y socio: “¡Al fin sos un trabaja- pibes salteños para llenarles la cabeza de confu- mos los viejos, la monstruosidad de que un
dor!”) y miro, como siempre, los diarios y las siones y escupirles el asado. quince por ciento posea más bienes que el
revistas de los kioscos. Leo: “Fueron asesinados Lanusse le pide a Perón que condene los asesi- ochenta y cinco por ciento restante. Viven en
el general Sánchez y el empresario Sallustro”. natos de Sánchez y Sallustro. Se lo pide, en un estado de indignación y de irritación (...)
No me alegraban para nada esas noticias. O Madrid, el embajador Rojas Silveyra. Perón, ni Por eso son fervorosos del socialismo. No por fe
pensaba: “Los milicos no negocian más y salen a loco. “Los muchachos que sigan dando.” Esto, en el sistema sino por castigar con él a sus
meter bala por todo el país”. O que se venía una luego, se le volverá en contra. Al menos mucha padres individualistas. Por eso ven con buenos
guerra civil y que todas nuestras discusiones gente se lo echará en cara. Es cuando tenga sus ojos al peronismo Y reaccionan en contra de las
sobre la movilización y la organización popular, enfrentamienmtos con las guerrillas: “¡Ah, él les pestes oídas contra él (...) Esos jóvenes presencia-
sobre la política de masas, sobre el entrismo en el dio alas, ahora que no se queje! Los hubiera ron el regocijo exultante de la oligarquía en el
movimiento peronista para trabajar desde aden- parado antes”. ¿Podía Perón desautorizar a las festín de sangre de junio del ’56” (Galasso,
tro, desde las convicciones reales de la clase guerrillas, aun a la del ERP? Difícil. Era muy Ibid., p. 1110, tomo II). Era un viejo apasiona-
obrera, se iban al diablo. Habían sido por com- probable que el temible general Sánchez fuera do, un cura hermoso. Se ven pocos de ésos.
pleto inútiles. un torturador de presos políticos. Los abogados Hoy, casi ninguno. Pero hoy –para qué negar-
La tapa de Gente era catastrófica. Los títulos de esos presos habían hecho las correspondientes lo– de todo lo bueno se ve poco. Entre tantas
gigantescos del diario Córdoba aterraban. Nadie denuncias y Lanusse no podía alegar descono- cosas que ya no hay no hay un cura como Her-
decía nada. Los de los kioscos voceaban las cerlas. ¿Por qué no lo destituyó en un acto claro, nán Benítez. De pronto nos dice: “Leo mucho a
noticias. En un mismo día. Por qué. Oberdan ejemplar? Lanusse estaba al frente del país. No Rodolfo Puiggrós. ¿Lo leen ustedes?” Le deci-
Guillermo Sallustro fue secuestrado por el ERP podía presentarse como víctima de cosas atroces mos que sí, que por supuesto. Admirativo, dice:
el 21 de marzo. Era el gerente general de Fiat que hacían los otros. Sánchez torturaba y los “¡Qué hombre ése!, ¿no? ¡La chorrera de libros
Concord. “El capo de la Fiat.” Casi nada. Lo marinos de Trelew cometían una masacre. que ha escrito!” Esa frase de Benítez me marcó.
tenían en cautiverio y negociaban. Ese 10 de Perón podría haberle dicho: ¿Por qué no condena ¿No es hermoso que se le agradezca a un escri-
abril la policía encuentra el lugar en que lo usted lo de Trelew? ¿Por qué no releva a los mari- tor haber escrito una “chorrera” de libros? ¿Qué
guardan. Hay un tiroteo infernal. Hay, tam- nos de la base Aalmirante Zar? ¿Por qué no pone se quiere decir con eso? Lo que Benítez le reco-
bién, dos versiones. Una: los del ERP, al huir preso al capitán Sosa? Así que Perón no condena nocía a Puiggrós: que el tipo había sido genero-
del lugar, le pegan un tiro a Sallustro para que lo de Sánchez ni lo de Sallustro. Están dentro de so con sus lectores, que se había arriesgado, que
no lo recuperen vivo. Otra: son tantos los bala- su ajedrez. Se sabe: “los muchachos” golpean algunos de sus tantos libros serían mejores que
zos que arroja la policía que son ellos mismos duro. Aunque en este caso los muchachos hayan otros, que algunos serían mediocres y otros
los que matan a Sallustro. Días antes, el segun- sido los del ERP, que no reconocían ni locos ser decididamente formidables o malos o apenas
do de Sallustro, el que lo sucede en la conduc- sus muchachos. Sin embargo, era Perón el que buenos, pero que el tipo seguía dándole a su
ción de la Fiat, les habla a los del ERP en capitalizaba sus acciones. Era Perón el que se pre- oficio de escritor. Oficio que consiste, precisa-
medio de un reportaje que le hace la televisión. sentaba ante el régimen como la garantía para mente, en eso: en escribir. Además, era fantásti-
El hombre sorprende porque era un reportaje a frenar a la guerrilla. “A la violencia se la comba- co que un cura admirara a un escritor marxista.
él. Y de pronto empieza a hablarles a los secues- te con la justicia social”, había dicho con mucho Era un símbolo de los tiempos. Aún no hemos
tradores. “Si ustedes luchan contra el fascismo tino. Pero esto significaba algo evidente: A la hablado del diálogo entre marxistas y católicos.
–dice–, tienen que saber que Oberdan Sallustro violencia se la frena conmigo. Él era la justicia Pero habrá que hacerlo. Fue importante. De ahí
y yo también lo hicimos. Fuimos partisanos. social. De esta forma, cada acto de los “troskos” salen los Sacerdotes del Tercer Mundo. Y noso-
Luchamos para echar a los nazis de Italia.” Inú- antiperonistas del ERP jugaba objetivamente a tros tuvimos en Envido a uno excepcional:
til esfuerzo. Cualquier militante del ERP le favor del esquema de Perón. Lo fortalecía. Domingo Bresci. Al que quiero y admiro desde
habría dicho: “Sí, pero ahora son dos capitalis- “Denle duro, muchachos. El que recoge las el día en que lo conocí. Nadie me pareció más
tas de mierda que se afanan la guita de nuestro fichas soy yo.” La alternativa del ERP era terri- cercano a la santidad que él, que Domingo.
país”. Boleta. En cuanto a Sánchez no cabe ble: o suspender las acciones armadas o servir al Durante la dictadura, la revista Para Ti, de Edi-
duda de que el hombre no habrá sido un custo- ajedrez de Perón, ser funcionales a él. Difícil que torial Atlántida, lo denunció con nombre y apelli-
dio de los derechos humanos. Era el comandan- esto se le haya escapado a Santucho, pero es evi- do. Aquí, en esta parroquia, da misa un cura
te del Segundo Cuerpo de Ejército en Rosario. dente que decidió pagar ese costo. No tenía subversivo. Ya hablaremos de Domingo. Se
Se lo había visto un par de veces por la TV otra. puede consultar el libro de Lucas Lanusse: Cris-
haciendo declaraciones durísimas. Ese hombre Perón no podía desautorizar a las formaciones to revolucionario, la Iglesia militante, Vergara,
estaba lleno de odio. Se lo acusaba de dar auto- especiales. ¿Cómo habría de hacerlo si los mili- Buenos Aires, 2007. Hay un largo capítulo
rización a torturas de presos políticos o de par- tantes de la Jotapé quedaban deslumbrados por dedicado a Domingo.
ticipar en ellas. Pero responderle borrándolo del sus acciones? Eran tiempos de violencia. La Ya estamos cerca del 17 de noviembre de
mapa era llevarlo todo al terreno de las armas. lucha armada tenía –sobre todo a través del 1972, el Día de la Militancia. El del primer
Echaba a perder el trabajo de base porque siem- Che– un aura romántica. La estética del fusil. regreso de Perón, que fue muy lindo, no como
pre había represalias. Cierta vez, Miguel Hurst, Después de las muertes del general Sánchez y de el otro, el de la espantosa memoria. Antes habrá
en una reunión, comenta: “Ayer, en la Unidad Oberdan Sallustro, en los actos masivos de la que analizar el discurso de Lanusse en el Colegio
Básica de Palermo, bien de noche, unos tipos juventud se canta una consigna abiertamente Militar, el 27 de julio, ante mil uniformados.
trataron de levantar la cortina metálica y entrar. dura. Sobre todo se la canta en el de la Federa- De donde saldrá la frase sarcástica: “Los mil afi-
Qué macana”. “¿Por qué? –dijo otro–, tenemos ción de Box, del 9 de junio, fecha recordatoria liados del Partido Militar”. El acto en Nueva
que estar preparados. Contestar”. “Sí –le dijo de los asesinatos de José León Suárez. La consig- Chicago y el espectacular discurso de Rodolfo
Miguel–, pero eso es la guerra y nosotros esta- na es: “Sánchez, Sallustro, al pueblo le da gusto”. Ortega Peña. Y luego, el primer regreso del
mos con el laburo de base. En la guerra las Y hay otra (en la que se toma al teniente Azúa, Viejo.
bases se retraen. Y el peronismo siempre fue un también liquidado durante ese año): “Sánchez, “José.” “Qué hacés, Miguel.” “¿Sos boludo o
movimiento de masas. No un ejército.” Esto no Azúa, la lucha continúa”. ¿Cómo iba Perón a te hacés?” “No me jodás, Miguel. Recién llego a
tenían por qué compartirlo los del ERP. Y no lo desautorizar a las formaciones especiales si le mi casa. Catorce horas en tren. No pegué un
compartían. Ellos no hacían trabajo de base. informaban que entre ocho y diez mil jóvenes ojo. Estoy fundido. Ni un paso puedo dar.”
Tenían cierta estructura de superficie, pero la habían voceado esa consigna en la Federación de “Oíme.” “Sí.” “Vuelve Perón, flaco.”
militancia barrial, sindical, universitaria, etc., Box? –Vuelve Perón, flaco –dice Miguel.
no era lo de ellos. De aquí que fuera una para- Yo era flaco en 1972. Y Miguel estaba vivo. Y
doja que se llamaran a sí mismos Ejército Revo- HERNÁN BENÍTEZ: sí, carajo, volvía Perón.
lucionario del Pueblo. ¿De qué pueblo? Res- “PERÓN NO DEBE CONDENAR –¿Dónde nos vemos? –pregunté.
puesta: una vanguardia armada, una estructura A LA GUERRILLA” –En ninguna parte –dice–. Vos andá a bus-
militarista actúa por afuera del pueblo. Insertar- Durante esos días los de Envido nos reunimos carlo a Domingo. Está en su parroquia con cua-
se en el pueblo es lo propio del populismo. Eso con el padre Hernán Benítez. Había sido el tro curas más. Después nos buscan a nosotros.
lo hacen los Montoneros con el peronismo. confesor de Eva Perón. El que oficio la última Me dio una dirección. Me metí en el Renault
Porque son populistas. Nacionalistas burgueses. misa por su recuperación... junto a Virgilio 12 y fui en busca de Domingo Bresci y los otros
¡Cómo usaban esto los del ERP y la izquierda Filippo, el que escribía los libelos paranoicos curas del Tercer Mundo. Creo que no fuimos
antiperonista en general! En muchas unidades contra la hidra del comunismo internacional. muy heroicos ese 17 de noviembre. Al menos
básicas de la Jotapé se planteaba la cuestión una Benítez dijo una hermosa oración en el sepelio –cuando me llamó a la noche– Miguel me
PROXIMO y otra vez: “Vino un tipo de la izquierda y nos de Fernando Abal Medina. Estaba jugado a recontraputeó. Creo que no es por Domingo ni
DOMINGO dijo que el peronismo no era revolucionario. favor de la juventud. Era ya un hombre viejo por mí ni por los otros cuatro curitas del Tercer
Que era un movimiento nacionalista burgués. pero tenía una energía espléndida: “Va a hacer Mundo que le dicen el Día de la Militancia.
Nadie supo qué decirle”. Hasta una vez me lo muy mal Perón si condena a la guerrilla”, nos Pero la pasamos muy bien.
dijo un pibe salteño, fuera de la ciudad, preocu- dijo claramente. “Esos muchachos son lo más
“Buenos días, General, pado, casi angustiado, sin saber qué respuesta puro que tenemos y los que más luchan por el Colaboración:
su custodia personal” tenía eso. ¡Si los habremos puteado! Se metían pueblo.” En el sepelio de Fernando Abal su Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 25 de enero de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


63 “Buenos días, General,
su custodia personal”

Suplemento especial de

PáginaI12
LA INSTITUCIONALIZACIÓN podemos dejar vivo a ninguno porque si no des- tenía que generar lo que generó. Perón, es cierto,
l año 1972 tiene que dar respues- pués los van a liberar como en el ‘73”), abrir las era autoritario. Él diría que, sin haberlo sido, no

E ta a la pregunta crucial, definiti-


va, la pregunta que todos se
hacen, la que resolverá 15 años de
la política del país: ¿Vuelve o no
vuelve Perón? En medio de esta coyuntura, se
establece algo que los analistas políticos llaman
“ajedrez”. Se trata de una pulseada. El ajedrez
puertas de las prisiones el 25 de mayo de 1973?
En estas cosas que algunos, en la Argentina,
pueden y deben hacer y otros no, está el secreto
más hondo de las leyes que rigen nuestra histo-
ria. Lanusse era un general de la nación. Era un
hombre de bien. Se había levantado en armas,
no contra un gobierno constitucional, sino con-
habría podido hacer lo que había hecho a favor de
los pobres. ¿Cómo no prestarle atención? Todos
los teóricos del socialismo plantean una dictadura
como etapa fundamental para vencer la resistencia
de la burguesía. Marx llega a decir que el mayor
aporte de su filosofía política es el de la dictadura
del proletariado. Durante los primeros meses de
entre Lanusse y Perón. Pienso que se trata de tra una dictadura populista que había avanzado, 2008, el gobierno de Cristina Fernández –sin
un curioso ajedrez en que los dos jugadores por medio del poder del sufragio que un pueblo duda con ineficacia o torpeza o con mala trasmi-
sobreactúan, ya que los dos –cada uno a su ignorante le había conferido, sobre las libertades sión de sus intenciones– intentó tocar algo de las
manera– quieren lo mismo. La institucionaliza- de los ciudadanos dignos de la República. El grandes ganancias del sector más tradicional de la
cion del país. A Lanusse le costaba mucho decir golpe del ‘55 es un golpe contra una tiranía y se Argentina. Estuvo a punto de ser volteada. Tuvo a
esa palabra que –para colmo– tenía que decir a hace en nombre de la libertad. ¿Cómo no libe- todos los sectores sociales en contra. Nunca repri-
cada momento. Empezaba acentuando larga- rar a Lanusse, que había dado el ejemplo de mió. No censuró a nadie. La democracia no sufrió
mente la “i” y esto le daba aire para largar cui- levantarse antes que todos contra ese orden ningún daño. Al contrario, los que se dieron el
dadosamente el resto. Íns... titucionalización, así demagógico? Por otra parte, los liberados el 25 lujo de ocupar tácticamente el país fueron los due-
lo decía. Se rumoreaba que, para sus adentros, de mayo eran subversivos, enemigos de la Repú- ños de la tierra, seguidos por los pequeños pro-
maldecía: “¡Maldita palabra peronista!” Pero blica, soltarlos era una irresponsabilidad. Era ductores. Un símbolo perfecto de los tiempos de
nunca falló, siempre la dijo bien. Al querer la demostrar que el nuevo gobierno (al que sólo desconcierto o vaguedad ideológica en que se vive.
institucionalización el que mayor precio pagaba desdichadas circunstancias de la política y esa El gobierno siguió sin reprimir, calmo y, por fin,
por ese paso estratégico era Lanusse. Todo el necia y persistente adhesión de ese pueblo de cedió. Todo se resolvió, por fin, por medio de una
sector gorila del Ejército se enfurecía. El general brutos a ese general tiránico) estaba con los gue- votación en el Senado de la Nación que permane-
Toranzo Montero, símbolo de la Libertadora, rrilleros. Esto se sigue pensando hoy. Hoy más cerá como uno de los episodios más bizarros de
protagonista de muchos de los célebres “plante- que en otras etapas de nuestra vida democrática. nuestra historia. ¿Qué habría hecho Perón? Prepá-
os militares” que se le hicieron a Frondizi, Sigue vigente este pensamiento. Y adhieren a él rense: ahora vamos a entender tal vez más que
exclama: “¡Esto es una traición al espíritu de los nuevos intelectuales no progresistas. Orgu- otras veces por qué Perón los injurió tanto. Perón
septiembre del ‘55!” Notable frase. El “espíritu llosos de no serlo. Orgullosos de diferenciarse –como era un dictador– les sacó todos los medios
de septiembre de 1955” era el que había preva- de esos jóvenes de ayer, extraviados y violentos. de comunicación a sus opositores. “Ustedes, seño-
lecido durante todos esos años. Las Fuerzas Y de los populistas de hoy que todavía los respe- res, no hablan más. Las radios son del Estado y
Armadas fueron quienes lo cuidaron, quienes lo están a su servicio. Como el
preservaron. A cada gobierno civil y subalterno Estado somos nosotros, los
que ponían le habrán dicho sin duda: “Ustedes medios de comunicación son
están ahora en el Gobierno. Gobiernen. Lo nuestros.” La oposición decisiva
único que no vamos a tolerar nunca es que se al gobierno de Cristina Fernán-
viole ‘el espíritu de septiembre de 1955’”. Se lo dez provino de los medios de
dijeron a Frondizi, al mínimo Guido y al buen comunicación, que están en
viejito Illia. Cada uno de ellos –lo hemos visto– manos de algunas pocas empre-
asumió con la esperanza de poder hacer algo sas. Desde los medios un perio-
propio. De no someterse por completo a ese dismo eficaz se dedicó a denos-
espíritu. Frondizi lo violó antes de asumir el tar al Gobierno y a ejercer un
Gobierno con el pacto con Perón. Illia con su persistente, exitoso ejercicio de
voluntad de democratizar el país, con algunos penetración ideológica. Resulta-
gestos, tenues, de dialogar en serio con el pero- do: todos terminaron por
nismo. Lo notable es que Toranzo Montero hablar un mismo lenguaje, el
–aun en 1972– le echara en cara a Lanusse una que recibían desde los medios.
traición al espíritu del ‘55. ¿Cuánto suponía que Con Perón, eso no. Porque era
ese “espíritu” –cuyo eje fundamental era excluir un dictador.
al peronismo– podía durar? Para Lanusse había
terminado. Y nadie podría decir que Lanusse no Un autoritario. No era un
era gorila. ¡Qué gorila era Lanusse! Joven, a los demócrata. Demócratas fueron
33 años, ya es parte esencial del golpe del ‘51, el los del ‘55 que ni de lejos les
de Benjamín Menéndez contra Perón. Un golpe mostraron un micrófono a los
por el cual Perón –desoyendo los consejos de peronistas. Pero esto no se dis-
Evita– no fusila a nadie. Decreta el Estado de cute. Aquí, cuando algunos
Guerra Interno. La Libertadora, apenas tiene hacen una cosa está mal. Cuan-
una intentona cuartelera, se descuelga con los do la hacen otros, está bien. Y
célebres fusilamientos. Los historiadores, sin el motivo es claro: unos defien-
embargo, hablan del Perón dictatorial, del den la libertad y la democracia,
Perón fascista que decreta el Estado de Guerra tan y piensan que –acaso sí– muchos estaban los otros o son populistas o demagógos o subversi-
Interno y omiten la causa: el golpe de Menén- equivocados, muy equivocados. Pero que en vos. Perón, a los dueños de la tierra, les quita el
dez. Sólo hablan del Estado de Guerra Interno este país los grandes asesinos están de un solo poder de comercializar sus cosechas. Es el Estado
que le permite ganar las elecciones del ‘51. ¡No lado. Los grandes, eh. Los que aprendieron con el que compra y vende. ¿Cómo es posible hacer
lo habría decretado si Menéndez no hace ese los paras franceses, con la inteligencia fría, con eso? Porque Perón era un dictador. Perón aumen-
golpe! Pero total, mentir es gratis: suprimimos la racionalidad instrumental que los herederos ta un 33% la participación de la clase trabajadora
el golpe de Menéndez (respaldado por todos los de Descartes aplicaron en Argelia. Ya desde en el producto bruto nacional. ¡Ese hombre es un
políticos opositores y luego grandes “democráti- 1958 empezaron a llegar. Los militares argenti- mago! ¿Cómo lo logró? Era un dictador. En El
cos” de la Libertadora: Balbín, Frondizi, Ghiol- nos los acogieron con fervor. Consideraron sus avión negro, una obra de 1970 de Cossa, Somi-
di, Palacios y la mar en coche), ¿y qué tenemos? técnicas como las mejores en contrainsurgencia. gliana, Halac y Talesnick, un negrazo con bombo
Que una buena mañana Perón se despierta En esta tragedia (porque no olvidemos jamás y todo le habla a Perón (que no está en escena, se
medio torcido y decreta el Estado de Guerra esto: todo lo que está ocurriendo es el camino trata de un monólogo del morocho): “General, no
Interno. Bien, de ese golpe de Menéndez forma sinuoso, acaso evitable, pero si lo era fracasó hay caso. ¡Hay que meterlos en cana a los oligar-
parte Lanusse. Ahí, en 1951, ya está anotado. estrepitosamente en serlo, hacia una tragedia de cas! Si no, no se puede hacer nada. Porque cuando
La cosa le sale cara: se come cuatro años de pri- desmedidas proporciones) no es fácil señalar ellos pueden –y casi siempre pueden– nos meten
sión en el sur. Lo liberan en 1955. Porque los quiénes fueron los que podemos llamar “ino- en cana a nosotros. ¡No podemos estar los dos
libertadores liberan a todos los presos del pero- centes”. Cuando algo así ocurre todos hicieron afuera, general! O ellos están afuera y nosotros
nismo. Tomemos el caso de Lanusse. Estaba lo suyo para que el camino no pudiera desviarse adentro. O ellos están adentro y nosotros afuera.
preso por alzarse en armas contra las institucio- del abismo hacia el que conducía. Hay, sin Hágame caso, general. Si quiere gobernar tranqui-
nes de la Nación. Y uno se dice: ¿no era por ese embargo, una diferencia: algunos son culpables lo, ¡meta a todos los oligarcas en cana! Y algo más.
motivo que estaban presos los combatientes (los de no haber podido evitar el rumbo, otros son Tiene que dictar una ley general. Una ley nueva.
que practicaban la lucha armada y los que no) culpables por haberlo deseado casi enfermiza- No, ya sé que los ferrocarriles son nuestros. Lo del
que liberó Cámpora? No hay cierta incómoda mente, de haber hecho lúcida y eficazmente lo IAPI también lo sé. La Fundación de la señora
similitud entre los dos acontecimientos. ¿Por que había que hacer para llegar a él. ayudó, sí. Yo digo algo más importante, general.
qué es totalmente legítimo y hasta un canto a la Una ley definitiva: ‘A partir del día de hoy y para
libertad abrirle las puertas de la cárcel a Lanusse DICTADURA DEL siempre, ¡se prohíbe joder a los negros en todo el
que se había alzado en armas contra un Estado PROLETARIADO territorio de la Nación!’”. Más ceñida a los países
democráticamente elegido (¡y era liberado por Como sea, queremos dejar clara una tesis cen- marginales, a los países pobres o periféricos, una
un gobierno de facto!) y es una aberración, un tral de este libro: el Decreto 4161 destila sangre. posible filosofía de la historia sería la siguiente: a)
agravio que costará la sangre de muchos, que Los odios que despertó la Argentina Gorila desde Gobiernan, como siempre, las clases dominantes.
servirá para justificar la matanza del ‘76 (“No 1955, el país al que maniató durante 18 años Hay cierta democracia pero para los poseedores.
II
Los pobres tienen que trabajar duro y comen casa y no la puso en algún cementerio? Porque che”, dice uno de los de la mesa. Y entra Mingui-
poco. Los diarios que funcionan son los de las teme que las peregrinaciones ya no vayan a Puerta to reventando de orgullo. Y así, orgulloso, feliz,
empresas poderosos. Y uno que otro medio “zur- de Hierro sino a donde yacen los restos “de la desbordante, saluda a todos: “¡Buona sera!” El país
dito” para cubrir ese espacio. Respalda al Gobier- señora”. (Aquí levantó la puntería.) Sigue: se refie- entero largó la carcajada.
no el país imperial y el Occidente cristiano; b) Por re ahora al “retorno de Perón”. El famoso retorno Al día siguiente del discurso de Lanusse, Perón
medio de una revolución, o golpe de mano, o de Perón. Dice: “Señores: o regresa antes del 25 responde asumiendo el papel del razonador frío,
coyuntura inesperada, sube al poder un gobernan- de agosto o tendrá que buscar un buen pretexto sensato, del político ajeno al desborde: “Después
te socialista o populista. Se acabó la democracia para mantener el mito de su eventual e hipotético del discurso descompuesto de Lanusse en el Cole-
para los ricos. Hay democracia para los pobres, a retorno”. Hasta ahora, afirma, no vino por razo- gio Militar, si es que a eso se le puede llamar así,
los que el régimen expresa. Censura a la prensa. nes de seguridad o para mantener su condición de no me siento inclinado a comentar sus incon-
Relaciones difíciles con el Imperio. Apertura a conductor estratégico. No hay necesidad de estar gruencias. La calumnia, la diatriba y el insulto
otras geopolíticas. Distribución del ingreso. a miles de kilómetros para distinguir la conduc- son, en casos como éste, homenajes que se rinden
Expropiación de las superganancias de los dueños ción estratégica con la táctica. Eso lo sabe hasta un a un mérito o a un valor (...) Habla de Gran
de la tierra. Nacionalización del sistema bancario. cadete de primer año. Yo digo que nada reempla- Acuerdo y pacificación nacional e inicia una gue-
Grandes concentraciones populares. El pueblo y za “la presencia física del comandante”. “Si hasta rra abierta contra todos los que no sienten o pien-
el líder populista o socialista se expresan su amor, Cristo, que era Dios, vino a dar la cara, no se san como él, a los que amenaza violentamente”. Y
su mutuo reconocimiento. El pueblo, al fin, vive mantuvo en el puesto de ‘comandante de conduc- ahora viene la injuria más dura, la que más le
horas de verdadera felicidad. El líder empieza a ción estratégica’, vino acá. Claro, terminó en la habrá dolido a Lanusse: “Indudablemente se sien-
verse rodeado por un gran aparato de protección. Cruz, pero triunfó estando en la Cruz”. Y se te como si estuviera al frente de su escuadrón en la
Su seguridad lo obsesiona. Se establece una doctri- manda a fondo: “Dije que si necesita fondos para formación de la tarde, sin percatarse siquiera de
na. Un Partido de afiliación masiva. Una gigan- financiar su venida, se los voy a dar. Pero aquí que que ahora el asunto es un poco más grande”
tesca burocracia crece a la sombra del Partido y se no me corran más a mí, ni voy a admitir que (Galasso, Ibid., p. 1109. El Perón de Galasso es
instala en el Gobierno. Culto a la personalidad del corran más a ningún argentino diciendo que no una obra monumental, de necesaria consulta. Lo
líder. Su rostro, su figura cubren el país. Cerrado viene porque no puede. Permitiré que digan ‘por- único que yo le reprocharía –con todo el cariño
en sí mismo, sofocado por su grupo privilegiado, que no quiere’ pero en mi fuero interno diré ‘por- que tengo por este viejo y fiel y honesto militante
el líder se aleja de las masas. El Ejército comienza que no le da el cuero para venir’”. Observemos el de las causas populares, un ejemplo ante el alud de
a desconfiar de él. El líder responde con una tono personal del discurso. Si necesita fondos, “se “conversos” que nos azotan– es su amor por
represión considerable. Hasta que los ricos, las cla- los voy a dar”. No se los dará el Estado Argentino. Perón. Porque o yo me equivoco o Galasso no era
ses tradicionales, el Imperio, el Ejército descon- Él se los va a dar. Como de su propio bolsillo. Y la peronista cuando estaba en la izquierda nacional,
tento, los burócratas traidores, voltean al líder. El frase “no le da el cuero” fue dicha para la historia. con Enea Spilimbergo y Ramos. Editó, en pleno
pueblo permanece pasivo pues si algo no les ha Tenía, en alguna medida, razón. No es que a fuego cruzado, un pequeño libro en el que optaba
dicho nunca el líder es cómo defenderse. Empie- Perón no le diera el cuero para venir. Que no fuertemente por la “patria socialista”, después de
za, otra vez, con sus adecuados protagonistas, o tuviera coraje para hacerlo. De hecho, vino. Pero
sea: los ya conocidos, (a). Se trata de uno de los no sólo era cuestión de “venir”. Era venir y gober-
mecanismos más reiterados de la Historia. nar. Venir y ordenar el movimiento justicialista.
Venir y ordenar el país. Para eso (y Lanusse sin
LANUSSE: “SI LO TRAIGO, duda lo sospechaba) no le dio el cuero. En suma,
LO MATO” el Plan Lanusse podría resumirse así: “Si lo traigo,
Habrá otras interpretaciones, otras conjeturas, lo mato”. Le salió. El final del discurso es de una
pero no dudaría en afirmar que Lanusse se empe- enorme virulencia personal. Está cargado de odio.
ñó en traerlo a Perón. A veces pareciera que no Si Lanusse juega al GAN (Gran Acuerdo Nacio-
porque El Cano tenía un carácter podrido y se nal), si ésa es su estrategia, la frase de su discurso
salía a menudo de sus casillas. En la década del la niega por completo: “La República no puede
‘90 se largó una frase que probablemente expresa- seguir viviendo extorsionada por los caprichos de
ra su más hondo sentir, su verdad: “Tengo para un hombre que está muy próximo a que quede
mí que no se puede ser buena persona y ser pero- demostrado que no tiene mucho interés en servir
nista”. Algunos salieron a responderle esgrimiendo a su patria, sino por el contrario; lo digo levantan-
nombres prestigiosos del peronismo: Ramón do la voz (aquí ya estaba a punto de gritar, JPF) y
Carrillo, Jauretche, Manzi, Scalabrini. Nadie dijo: haciéndome plenamente responsable de lo que
“Perón”. Lanusse se hubiera retorcido de la risa. digo: de lo que tiene interés es de seguir sirviéndo-
No lo quería nada. Por eso quería destruirlo. Ya se de la patria, como lo hizo toda la vida”.
era hora. Elige la metodología del enfrentamiento
directo: “A ver, venga”. No lo dice así, pero lo “¡SIAMMO TANTI!”
dice así. Creo que Lanusse es ese militar que des- Se armó un lío espectacular. Era una bofetada y
cubre el único modo de terminar con Perón: tra- había que contestarla. “La fecha del regreso la
erlo al país. Aramburu no quería traerlo para ter- pone Juan Perón.” “Perón vuelve cuando se le
minar con él, sino para transparentar la legalidad canten las pelotas.” Tato Bores ironiza sobre el
institucional. Controlar a Perón con la asimilación discurso de Lanusse: “Nunca se sabe cuánto cuero
al régimen. Lanusse no quiere controlarlo. Quiere hay en un país como la Argentina. En una de ésas
erosionarlo, deteriorarlo y, si es posible, destruirlo. hay más del que algunos piensan”. Poco antes de
Sabe el alto costo de gobernar un país, y más aún regresar, Perón habla desde la televisión italiana. Ezeiza. Que fue la “patria” que Perón rechazó más
la Argentina. Ese viejo de mierda, piensa, la juega Es la primera vez que se lo escucha hablar en ita- que con vehemencia. Ahora, esta obra monumen-
de vivo allá en Madrid. Todos le hacen el juego. liano. Todos se sorprenden: ¡qué bien habla italia- tal, que merece gran respeto, se presenta casi
Lo van a ver. Y él juega con todos. Bueno, venga. no el Viejo! Perón enfrenta las cámaras con una como una hagiografía. Galasso, incluso, lo llama
Vamos a ver cómo se las arregla. seguridad pasmosa. Ni que fuera Perón. ¿Cómo “Juan” a Perón, como se llama a un amigo o a un
El paso decisivo lo da en un discurso excepcio- no vamos a triunfar?, se pregunta. Sonríe, mira a hermano. Se ve que lo quiere mucho. No podría
nal. Ante mil oficiales, en el Colegio Militar de la cámara, abre los brazos y dice: “¡Siammo tanti!” decir que este cariño deteriore el enorme material
Nación, el 27 de julio de ese año de 1972, en Ni Sordi habría estado tan gracioso. Lanusse no que entrega la obra. Acaso sus opiniones persona-
horas del atardecer, Lanusse toma largamente la podía contra eso. Perón, quién no lo sabe, era un les. Pero eso nos pasa a todos. Yo no lo quiero a
palabra: “Creo que nadie podrá dudar que este milico especial, sabía aflojarse, sabía no ser milico Perón como Galasso. No sé si alguna vez lo quise
individuo (Perón) es una realidad, nos guste o no cuando no había que serlo. Esa noche, en Polémi- a Perón o fue siempre la contraseña para estar en
nos guste. Puede haber gente a la que le guste ca en el bar, que estaba en su mejor momento, que ciertos lugares donde quería estar. Como sea, pre-
Juan Domingo Perón y a esta gente la respeto. No era un programa formidable, notablemente hecho fiero leer a Galasso que tolerar el odio mediocre
me respetaría a mí mismo si hoy, delante de uste- por actores de gran talento, han llegado todos al de un periodista como Gambini. O las constantes
des, les dijera que a mí me gusta Juan Domingo bar menos Minguito Tinguitella. A la mesa están agresiones de Luna que deterioran –aunque él
Perón. Repito que nadie puede dudar que Perón Jorge Porcel (que era muy gracioso en 1972), diga que no– un libro como Perón y su tiempo,
es una realidad que juega un papel singular (...) A Fidel Pintos, nada menos, alguien más que lamen- que pudo ser mejor. A Perón, a veces se lo quiere,
Perón se lo pretendió combatir en el terreno en el tablemente no recuerdo y Gerardo Sofovich, que pero a veces no. Absolutamente no. Sin embargo,
que considero que sin duda es el más fuerte: la no era lo que fue después. Al contrario, era el tipo se trata de asumir esa dificultad (a Dorrego, sin
trampa, el engaño, la intriga, los procedimientos que había ideado ese programa esencialmente por- más, se lo quiere, por ejemplo) y trabajar por su
oscuros o algunos, como el avestruz, pretendiendo teño, entrañable, argentino al mango. Minguito medio la complejidad de la Historia, que no tiene
ignorarlo”. Dice que su Gobierno va a proceder Tinguitella era Juan Carlos Altavista, el personaje una sola cara, que no es el lugar donde se enfren-
de otra manera. Que se acabó la proscripción de más popular de la mesa, no por ser el más conoci- tan “buenos” y “malos”. En Perón reside la difi-
Evita. Que ya la tiene en sus manos. Que la tiene do, sino porque era el que expresaba al “pueblo”. cultad para entender el peronismo. Era un tipo
guardada en su casa, donde “vive con su tercera Vestía con pantuflas agujereadas, llevaba un som- raro, urdido por muchas contradicciones. Si uno
esposa”. (Este toque es inefable: Perón es, como brero que le quedaba chico, una bufanda que quiere puede simplificarlo todo y decir: “Lo ama-
siempre, un promiscuo. Un militar no tiene “tres siempre era la misma y un escarbadientes que no ron los humildes y lo odiaron los poderosos”. O
esposas”. Tiene una y listo. Para colmo, se sabe, cesaba de mordisquear. A medida que el peronis- “lo amó el pueblo y lo odió la oligarquía”. De
Perón tuvo amores con la menor Nelly Rivas. mo se acercaba al poder, que el regreso de Perón acuerdo, eso fue algo que Perón provocó. Que
Aquí Lanusse desciende a la moralina de lo peor se presentía más cercano, Minguito, sin vueltas, se Perón conquistó. Pero un balance definitivo no es
del gorilismo.) Sigue: ¿por qué tiene a Evita en su asumió como peronista. “Ahí viene el Mingo, tan simple. Y no es éste el momento de hacerlo.
III
Ya –por otra parte– lo venimos haciendo larga- Tía también lo eran o los de la Franco Inglesa o Buenos Aires era la civilización del capital, de la
mente. Seguiremos haciéndolo. Pero quererlo “a los de Casa Muñoz. No era privativo de los jóve- burguesía tecnocapitalista que arrasaba el
lo Galasso” nos resulta imposible. Es difícil “que- nes militantes. Era privativo de los tiempos. Más mundo hasta llegar a ese día en que Heidegger
rer” a Perón. Perón no es un tipo para ser queri- adelante, analizaremos la célebre consigna: No dirá: “Esto en lo que el hombre vive ya no es la
do. Irigoyen lo era, pese a su hermetismo, pese a somos putos/ no somos faloperos/ somos soldados de tierra”. ¿Y, quién podría todavía decir que el
su autismo. Perón es sinuoso. Puede perder el Perón y montoneros que es totalmente coyuntural. neocolonialismo llevó al progreso y a la igualdad
control. Pero no es un apasionado. Rep hizo en Al día siguiente de Ezeiza, los fachos sacan una con los países metropolitanos a los países subal-
una de las tapas de estos suplementos un dibujo enorme solicitada en todos los diarios en la que ternos, periféricos? ¡No, señores! Eternizó su
impecable: le dibujó un cerebro en la cabeza y un se dice: Los drogadictos y los homosexuales contra atraso. Por eso Felipe Varela, absurdamente
cerebro en el corazón. Y es todo por ahora. Por- Osinde. Ahí surge esa consigna en que la comu- quizá, guerreaba contra el Imperio Británico. En
que las peores cosas de Perón aún están muy nidad gay argentina –al calor de los análisis de el Nº 2 de Envido yo había publicado un breve
lejos, y van a ser duras de entender, de integrar Sebreli y de una aceptable novela del periodista ensayito sobre Felipe Varela. Se llamaba: Felipe
en una figura armónica. Salvo que uno busque Osvaldo Gallone, La más maravillosa música, que Varela y la lógica de los hechos. Alguien, cierta
una totalización simplista: “nazi”, “facho”, “líder presenté en la Feria del Libro, y lo digo para que noche, me dice: “Che, lo vi a Ortega Peña. Está
popular antIimperialista”, “viejo hijo de puta”, vean que de homofóbico no tengo nada– haciendo una huelga de hambre en (me dice la
“milico represor”, o “ese viejo hijo de puta que encuentra el pecado de homofobia de los mili- dirección). Cuando le dije que era amigo tuyo
nos recontracagó”, algo que la militancia juvenil tantes de los ‘70. Pobres: los boletearon a casi me pidió que te felicitara por tu trabajo sobre
le ha dicho no pocas veces luego de su muerte. todos y ahora, además, les dicen homofóbicos. Varela y que quería hablar con vos”. Me fui
¿Con razón, sin ella? Hay que seguir.) Sin embargo, lo que hay que rescatar de la con- rajando a la dirección que tenía. Y Ortega había
signa “homofóbica” es la creatividad que había levantado la huelga de hambre. Se había ido a
ORTEGA PEÑA en las tribunas de Nueva Chicago. Nadie había morfar, el turro. Nos cruzamos sólo un par de
EN NUEVA CHICAGO ido con esa consigna preparada. Surgió al calor veces. Esa noche, en Nueva Chicago, la pelada
La respuesta más dura que recibió Lanusse se del discurso de Norma Kennedy. Cuando dice: le brillaba como nunca. Se larga a hablar. Una
armó con una rapidez notable. Fue el extraordi- Lanusse compadrea con una hombría que no oratoria poderosa. Representaba a la Asociación
nario acto en Nueva Chicago. Era el 28 de julio de Abogados Peronistas.
de 1972, era una noche espléndida y toda la Dice: “Esta juventud de hoy
militancia llenó las gradas con estrépito, con tomará las armas y seguirá la
furia. Es una de las primeras veces que la consig- lucha, sin pedir y dar cuar-
na Luche y vuelve suena atronadoramente. Se tel, hasta el triunfo final (...)
había levantado una plataforma en medio de la Hay que apoyar la consigna
cancha y, sobre ella, se veían los protagonistas. ‘Luche y vuelve’ y Perón
Algunos, muy pronto, habrían de agarrarse a los será traído por el movimien-
tiros. Porque estaban Norma Kennedy y Rodolfo to pronto, muy pronto, y
Galimberti, ya a esta altura el líder de la Jotapé. hay que tener presente lo
Hablarían esa noche, todos. Pero el que habría que Perón dijera a todos
de entregar un discurso inolvidable, incluso aquellos que quieren entre-
espectacular sería Rodolfo Ortega Peña. Fui con gar la Argentina a los mono-
mi amigo Arturo Armada, que dirigía nuestra polios extranjeros, que son
revista Envido. Arturo y yo éramos tranquilos y vendepatrias, nosotros les
buscamos, según costumbre, un lugar de buena decimos a esos que son hijos
visual y cierta seguridad. O sea, que tuviera una de puta” (Felipe Celesia,
puerta cerca para salir rajando. La primera lucha Pablo Waisberg, La ley y las
de consignas (empezó en ese acto) fue la que se armas, Biografía de Rodolfo
dio entre la Patria Peronista y la Patria Socialista. Ortega Peña, Aguilar, Bue-
Con Arturo decíamos: “Es lo mismo. Es lo nos Aires, 2007, p. 223). El
mismo”. La Jotapé ya tenía una buena consigna: Estadio estalló unánime.
“La Patria Peronista es la Patria Socialista” y ten- Pero eso no fue todo. Ni fue
dría aún otra mejor: “Vamos a hacer la Patria lo más importante. Ortega
Peronista/ Vamos a hacerla/ Montonera y Socia- Peña apeló a un recurso
lista”. Había cerca de 20.000 personas. Cerraría el visual poderoso. Ahí, se
acto Héctor Cámpora. El Luche y vuelve ya era adueñó de todos. Dijo: “En
una realidad incontrastable. Todos lo voceaban. cuanto al discurso de Lanus-
Era lo que daba unidad a todas las fuerzas dife- tiene... Ahí nomás se arma la consigna. (Atención, se ante los mil afiliados del Partido Militar... En
renciadas que desbordaban las tribunas de Mata- atención/ se corre la bolilla/ que Lanusse es cuanto a ese discurso, compañeros... Lo que
deros. Hay una muy buena de foto de Galimber- maricón). Era un diálogo entre los oradores y las hago, ¡es esto!” Y de algún lado sacó una pode-
ti en este acto. Se lo ve con su sacón de cuero tribunas, que respondían creando consignas. O rosa cantidad de papeles hechos trizas y los arro-
negro. La mano en alto remarcando alguna frase. que imponían temas con sus cánticos. Si vocea- jó al campo de juego. Como soplaba ya un vien-
Los ojos grandes y claros y el pelo bien a la gomi- ban: Ni votos ni botas/ fusiles y pelotas daban testi- tito nocturno los papelitos fueron largo rato de
na. Nunca se me hubiera ocurrido que se parecía monio de su rechazo a las elecciones (“ese recur- un lado a otro mientas las tribunas lo vivaban,
mucho a un tacuara. Simplemente porque me so del régimen”) y su apoyo a la lucha armada, a lo aplaudían y llenaban de puteadas a Lanusse.
había olvidado por completo de esos personajes la toma del poder por medio de la violencia. Ese era Ortega Peña. Había nacido en septiem-
del pasado. Todos los que nos rodeaban canta- (Algo que ni remotamente pasaba por la cabeza bre de 1935. Estudió fuertemente filosofía, fue
ban empecinadamente: “FAP, FAR y Montone- de Perón aun cuando en ese momento les envia- compañero de Ernesto Laclau. Estudió con el
ros, son nuestros compañeros”. Lo cantaban ra cartas incendiarias.) mítico Raúl Sciarreta. Pero se decidió por la
demasiado. Le daban distintos ritmos. Saltaban o Pero el gran discurso es el del brillante Rodol- abogacía. Ahí, con perdón, le faltaron pelotas.
movían los brazos y las manos. No eran militan- fo Ortega Peña. ¡Cómo admiraba, en 1972, a Porque a todos los que estudiamos filosofía nos
tes de Montoneros, organización que aún no se Ortega Peña! Lo seguí admirando pero ya en la ponen la alternativa de hierro: “Mirá, te vas a
había dado una política de superficie pues, disidencia por su adhesión excesiva –según lo morir de hambre. Mejor estudiá Derecho y
obviamente, debía seguir en la clandestinidad. veía yo– a la lucha armada. Pero en 1972 Orte- mantenés la filosofía como un hobby”. A mí no
Pero tenía vigencia ese deslumbramiento por la ga Peña era la cumbre de la inteligencia al servi- me pasó. Pero, en cambio, me faltaron pelotas
lucha armada. “Lucha armada/ Perón en la Rosa- cio de la militancia. Él y Duhalde (da bronca, para muchísimas de las cosas que hizo. Sólo
da”, “Fusiles y machetes por otro diecisiete”. Al hoy, tener que aclarar “Eduardo Luis”) habían quiero recordar un momento suyo. Después
poco tiempo, la derecha responderá: “Yo hice el creado la editorial Sudestada y editaban libros hablaremos más. En 1972, lo encuentro en un
diecisiete/ sin fusil y sin machete”. Algo cierto que ellos escribían y de otros autores. Pero los bar. Está con dos tipos más. Habla y habla y
pero que poco incomodaba a la Jotapé. Este 17, de ellos eran excepcionales. Facundo y la monto- maneja papeles, pone unos arriba de otros y des-
el de hoy, el que habría de traerlo a Perón, sería nera y Felipe Varela contra el Imperio Británico pués los cambia de nuevo y sigue hablando.
con fusiles y machetes, porque el 45 había que- eran dos joyas totales. Más adelante voy a anali- ¡Qué vivo estaba ese hombre! ¿En qué andaba?
dado muy atrás y estos eran tiempos duros, revo- zar Felipe Varela contra el Imperio Británico Quería extraditarlo a Krieger Vasena, ese eterno
lucionarios. El Che no existía en 1945. Hoy, según la hermenéutica del segundo Heidegger. servidor del gran capital. Sabía que había come-
señalaba el camino. Una consigna homofóbica Nos vamos a sorprender, pero Heidegger habría tido delitos económicos graves y quería que se lo
–de esas que indignan a Sebreli– se canta luego admirado ese libro. Y sobre todo su título. ¡Qué juzgara. En ese momento era un acto casi
de algo que dice Norma Kennedy: que Lanusse desafiante es! Ortega Peña y Duhalde se dan demencial.
“hace gala de una hombría que no tiene”. Y de cuenta de la disparidad enorme de las fuerzas Krieger era un intocable. No pudo extraditar-
todas las tribunas, 20.000 voces gritan: Atención, que están enfrentando, pero saben que es así: lo. A él, en cambio, lo asesinó la Triple A. Krie-
PROXIMO atención/ se corre la bolilla que Lanusse es maricón. que contra quien peleaba Felipe Varela era con- ger siguió asesorando exitosamente a todos los
DOMINGO Decirle “maricón” a un general de la Nación era tra el Imperio Británico. Contra la apropiación poderosos de este país. Y a los del exterior.
un agravio serio. Además, en 1972, todo el técnica de la naturaleza a manos de la extraviada Nadie, nunca, lo molestó. Así estamos.
mundo decía “maricón” o “puto”. No había sur- razón occidental. Varela era el agónico defensor
“Buenos días, gido la valoración de las diferencias. De modo de un mundo que se resistía a ser arrasado por la Colaboración especial:
General, su custodia que si quieren decir que la Jotapé era homofóbi- razón técnica, por el hombre occidental que ha Virginia Feinmann - Germán Ferrari
personal” (II) ca podríamos decir que los empleados de Casa olvidado al ser en su conquista de los entes.

IV Domingo 1° de febrero de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


64 “Buenos días, General,
su custodia personal” (II)

Suplemento especial de

PáginaI12
LA CREACIÓN DE VERDADES No representa a ningún partido. Esta Comisión de Afirmación “jóvenes civiles y de las fuerzas armadas”. Busca evitar el de la Comisión de la Libertadora. A ver, ¿qué más? ¡Atención! en medio de su conflicto con la Iglesia. Quería ponerlos ner- siguiéndolo en las pochonetas. Ya vimos esto. ¡Pero nos falta la
egún nuestro relato lineal, Perón todavía no de la Revolución Libertadora funcionó durante muchos años y “lavado de cerebro” con que el “totalitarismo” trata siempre “Cuando murió su madre no fue a su sepelio.” Hijo ingrato, viosos. ¿Putas protegidas por la ley? ¿Y las razzias de la cana? máxima! Es la que más gracia despierta en los peronistas.

S volvió. Pero nuestro relato no es lineal. Esa


linealidad se ha establecido para ser violada
siempre que haga falta. Al violarla resaltará
los hechos por los cuales la violamos, al
retornar a ella destacará que una indispensable inteligibili-
dad requiere cierta línea, pero no una linealidad porque,
simplemente, la Historia no la tiene, ya que es azarosa,
acaso todavía funcione. Es probable que estos tiempos le
hayan hecho sentir que otra vez sus esfuerzos son necesarios.
En cuanto a la gente de la Libertadora hay algo de ellos que
no puedo olvidar. Quiero ser ahora muy preciso para comuni-
carlo. No fui a ninguna hemeroteca. No me hace falta. Lo
recuerdo por el mal momento que me hizo pasar. Era una
muestra del horror que se venía y también de hasta qué punto
de someter a los hombres libres. Ya se puede husmear –o más
que husmear porque algo apesta a podredumbre– el carácter a
la vez antiperonista y macartista típico de la Libertadora. Es
lo que ya había inaugurado temprano la “insigne” Victoria
Ocampo en la revista Sur. “Somos antiperonistas y anticomu-
nistas.” A ver: ¿qué hizo el “señor” Perón? Porque ojo: nadie
le decía general Perón. Horacio Aiello –de quien ya hemos
enemigo de la familia, que es la base de la sociedad. Un hom-
bre que no quiere a su madre, ¿a quién podría querer? “Susti-
tuyó el Día de la Inmaculada Concepción por el Día del
Campeón.” ¿Qué campeón? Pascualito Pérez. Habrase visto
infamia mayor. “Implantó la Ley de Divorcio.” ¡Horror de
horrores! Como los catolicastros, los chupacirios de la Liber-
tadora, los guerreros del Cristo Vence la promulgaron de
¿En qué iban a quedar? Años después, Onganía, que le rezaba
a la Virgen hasta cuando miraba La familia Falcón o Tropica-
na club con Marty Cosens, Chico Novarro y una joven María
Concepción César que tenía una piernas excepcionales que
algo debían incomodar la pureza espiritual del cursillista y
tardío Franco de las pampas, prohíbe esa ley. Las putas son
putas, son todas Magdalenas y él, hombre puro y militar
Perón, se sabe, amaba el deporte. Y trajo al país a ciertos boxe-
adores de prestigio: Sandy Sadler, con el “bolo punch”. Archie
Moore, algo viejo pero aún peligroso. Kid Gavilán, sólido,
fuerte. La Libertadora, basada en estos hechos incontrastables,
afirma: “Tuvo predilección especial por la amistad ‘íntima’
con pugilistas blancos y de color. A uno lo invitaba a reunio-
nes ‘muy privadas’”. Se supone que era Archie Moore. Cuan-
tiene el goce interminable de la contingencia, nos cede el algunos lo deseaban. Pueden leerlo en La Opinión del 17 de hablado, el periodista deportivo que se aterró cuando el nuevo, yo, y tantos como yo, no nos pudimos casar otra vez y ejemplar, bien puede tirar la primera piedra. Nombra al do estas blasfemias (algo bizarras en verdad) tomaron estado
estupor de la sorpresa. Aun cuando creamos conocerla. septiembre de 1975. El día anterior se habían reunido (no arquerito Gabriel Flores se rascó una súbita, inesperada pica- tuvimos que esperar, en mi caso, ¡ocho años! Recién me pude comisario Margaride. Que era un obsesivo del sexo. Del sexo público en los ‘50, las masas peronistas respondieron: “Puto y
Nunca la vamos a conocer. Siempre la tendremos que armar. recuerdo dónde: casi seguro ante la tumba de Aramburu) los zón en su culo, en vez de conservar esa mano en su cintura– casar con el amor de mi vida en 1988 y la había conocido en de los otros. No quería que nadie cogiera. Hacía razzias furi- maricón/ Queremos a Perón”. Cuando el amor es grande todo
Cada uno la armará a su manera. ¿Y la verdad? ¡Ah, la ver- hombres de la “Revolución Libertadora”. El diario de Timer- andaba de un lado para otro, muerto de ganas de cubrir a 1980. Todavía estoy con ella, tarados. 29 años llevamos. bundas en los hoteles alojamiento. Todos presos. Por pecado- es imposible. Además, la consigna era una burla a los inquisi-
dad! La verdad sólo podría tenerla Dios, porque sólo Dios man envió a un periodista que regresó aterrorizado de ese fondo la gran nota para –creo– Canal 7. “Es el momento, es ¿Cuántos de los que se casan bendecidos por curas preconci- res. Venales, corrompidos e infieles. ¿O acaso no eran infieles? dores. Se les volvía todo en contra. ¡Qué cabezas podridas!
podría verlo todo, saberlo todo, y, por fin, totalizarlo todo evento. Los “democráticos” de septiembre de Un padre, una madre no van a un hotel aloja- Hoy, los peronistas, cuando se burlan de los gorilas, cuando
en una síntesis absoluta que le permitiría decir: “Esta es la 1955 se dedicaron casi exclusivamente a vivar a miento. Hacen la “porquería” en su casa. Y éstos les empiezan a decir críticas contra Perón, aunque sean
verdad”. Pero Dios no se ocupa de estas cosas. Y si se ocupa Pinochet. Injuriaron, por supuesto, a Perón. Al para procrear, como manda el Evangelio. fundadas, se ríen y dicen: “Dale, ¡al final vas a terminar dicien-
no nos las dice, las oculta. De aquí esa frase: “La verdad no Gobierno. A los “terroristas”. Vivaron a Aram- Lamentablemente será el mismo Perón el que do que se lo cogió Archie Moore!”.
es de este mundo”. ¿Qué es, entonces, de este mundo? Las buru. Alguien habló sobre su sagrada memoria. llevará otra vez a Margaride a la cumbre. Y con
múltiples, infinitas verdades. Eso no es la postulación de un Pero los gritos más estridentes, los que más fie- Alberto Villar. Villar le dirá: “Mirá, Margaride: PERÓN, DE NAZI A COMUNISTA
relativismo extremo. No, siempre hay una verdad. Es la que reza contenían, los que ensordecieron al pobre olvidate de los hoteles alojamiento. Acá hay que Las críticas a las bases ideológicas son algo más serias. La pri-
tiene más poder para imponerse. En suma, la verdad que cronista de La Opinión fueron los vítores a barrer a los subversivos. Si cogen o no, no me mera es la más obvia: “Fue agente del nazifascismo”. Pero no
tiene el poder de imponer su verdad como la única verdad, Pinochet. La Libertadora, en 1975, clamaba por importa. Yo no les quiero impedir eso. Quiero se pierdan el giro inmediato que da esta aseveración: “Conse-
porque prevalece o silencia a las otras, ésa es la verdad. La un Pinochet. Ellos, los democráticos, los repu- hacerlos boleta a todos. Que es, de paso, una cuente con su vocación antidemocrática, cuando el Eje fue
verdad es hija del poder. Cuanto más poder se tenga, más blicanos, los custodios de la Constitución, de las forma de impedir que cojan”. Sigamos: ¿qué derrotado puso sus miras en el totalitarismo rojo”. El vocabu-
verdad se está en condiciones de imponer. Sólo un ejemplo. instituciones, pedían a gritos un Augusto Pino- más contra Perón? “Abusó de menores de la lario es así, eh. Sin más, sutil: totalitarismo rojo. Sin asco, a lo
Es de hoy: los medios de comunicación (radio, televisión y chet. Pedían un baño de sangre. Pedían lo que UES siendo procesado por haber cometido McCarthy. En resumen: Perón es esencialmente antidemocrá-
grandes diarios) son el partido político de la derecha. Su con- tuvieron. La frase final del cronista fue: “El país delito de estupro contra una niña de catorce tico. Si el Eje no está, se suma al totalitarismo rojo. Porque lo
siderable poder consiste en imponer su verdad como “la” puede ver qué le espera si esta gente llega al años.” Objetemos, ante todo, la palabra “con- suyo es la lucha contra la democracia. Y le da lo mismo ejer-
verdad. Nicolás Casullo solía decir: “Apropiarse del sentido Gobierno”. Llegaron. La Libertadora siempre tra”. Porque a la niña, la célebre Nelly Rivas, cerla desde el nazismo o desde el comunismo. Y si no, lean
común”. Paso abruptamente a la primera persona: nunca, está viva. Eso que Toranzo Montero llamó “el no la violó. O sea, no fue “contra ella”. Fue a estas frases: “Dijo: ‘El peronismo vivió el influjo de la Revolu-
como hoy, me aburrió hablar con “la gente”. Años atrás espíritu de septiembre de 1955” siempre tiene favor. La piba, sin duda, colaboró con entusias- ción Rusa’”. Dijo: “En 1946 restablecí relaciones con la
–porque tengo, al cabo, la profesión del pensamiento– solía en quién encarnarse. Lanusse no fue a ese acto. mo. Algo, seamos sensatos, necesario dada la URSS”. Refiriéndose a Vittorio Codovilla y a sus rojos, dijo:
saber lo que alguien habría de decirme no bien pronuncia- Eran los últimos días del gobierno de Isabel edad del general. Este es el cargo más miserable. “Nosotros nos sentíamos mil veces más comunistas que
ba su primera palabra. Pero a veces uno que otro –con salu- Perón. Lanusse lo odió toda su vida a Perón. De El que revela la bajeza de los acusadores, sus ellos”. Dijo: “Yo aspiraba a ser el Lenin de esta Revolución”.
dable frecuencia– me sorprendía. Descubría, para mí, un él se podrán decir muchas cosas. Pero no era un mentes pervertidas. Estos serán los que en los Dijo: “Si Rusia me hubiera dado pleno apoyo, yo hubiera sido el
aspecto de la realidad sobre el que no había indagado. Era matarife. No pertenecía a la calaña de estos ven- ‘60 prohibirán las películas con desnudos y primer Castro de América” (cursivas mías). Hizo la apología de
hermoso. Hace años que apenas alguien empieza a hablar gadores sanguinarios. Al contrario, los enfrentó. besos de lengua y luego, en reuniones privadas, Mao Tse Tung. Dijo: “Si yo fuera chino sería maoísta”. Y,
del país, de la política, de la presidenta, de la televisión o de “Señores, ustedes tienen que detener a la gente. se darán cita para ver eso que llamaron las por fin, dijo: “Ah, si yo hubiera previsto lo que iba a pasar,
–por nombrar algún héroe nacional del pensamiento mayo- Pero no secuestrarla. Tienen que detenerla, decir “Tortas”. ¡Cuántos honestos señores católicos, entonces sí: hubiera fusilado a medio millón o a un millón si
ritario– Chiche Gelblung, sé todo, pero todo, lo que va a a quiénes han detenido y luego juzgarlos.” serios, impolutos se excitaron viendo las “Tor- fuera necesario” (9 de mayo de 1970). No voy a decir nada
decirme. Ese hombre cree que está hablando. Pero no: está (Nota: Esta versión me llegó a mediados de tas”! Ramiro de la Fuente, ejemplar censor, que nuevo, pero Perón es un fenómeno para engendrar interpreta-
siendo hablado. A su través, habla la ideología de los 1976. El que la trajo concluyó diciendo: “Com- veía una teta y sacaba su revólver como Goeb- ciones contrapuestas. La izquierda y los comunistas lo acusan
medios. Que ha impuesto su verdad como la verdad. pañeros, nuestra esperanza, hoy, es Lanusse”. bels cuando oía la palabra Kultur, hacía el tra- de burgués nacionalista, de conciliador, de gatopardista, de
Muchas veces el que habla es –precisamente– Chiche Gel- Muchos recordaron esa pintada: “Volvé, Lanus- bajo. ¿Qué era la Torta? Era el rejunte de todas usar a la clase obrera en beneficio propio, de otorgarle un sin-
blung. De modo que podríamos concluir que hoy, en la se. Te perdonamos”. Muchos de los que estaban las escenas prohibidas. Toda la “basura porno- dicalismo conducido desde el Estado, de tornarla heterómo-
Argentina, la verdad es Chiche Gelblung. Que esa verdad ahí habían militado a fondo por echarlo. Ese día gráfica” que –para su bien– se le prohibía ver al ma y no autónoma, etc. Y la derecha setembrina lo acusa de
tiene expresiones más cultivadas –el tradicional y patricio darían cualquier cosa por su retorno. O por pueblo, los buenos señores y las buenas señoras comunista, de rojo, de maoísta. De haberse entregado al totali-
diario La Nación–, más rústicas y frontales –la revista decirlo más dura y claramente: por una repre- de las sagradas familias argentinas la veían en tarismo rojo. Interesa marcar que el enemigo, el verdadero
Cabildo–, más elusivas –las del Grupo Clarín–, más guasas sión conducida por él y no por los afiebrados privado. Después vino Miguel Paulino Tato, el enemigo de clase del proletariado argentino ve en Perón a un
y culocráticas –el tinellismo– o más “opinionistas”, las del paranoicos que “fondeaban” más de “cincuenta campeón de los cavernícolas. ¿Todos avalados totalitario, a un antidemocrático, a un nazi que se ha trans-
periodismo “reflexivo” de la tele o las columnas de algunos por día”, como mínimo. En una reunión en el por quiénes? Por la Iglesia Católica, las Damas formado en un rojo. Al verlo como un rojo ve con precisión
patriarcas de la verdad, tipo Grondona (cuya verdad se ha Banco Interamericano de Desarrollo, Emilio de Beneficencia y los podridos oligarcas. Los algo que la izquierda nunca ha visto: el amor de las masas por
devaluado por deterioro de su capacidad para comunicarla) Fermín Mignone ha sido invitado algo casual- desnudos de la Bardot, de las actrices de Berg- Perón siempre fue peligroso para el régimen. No creían que
o Morales Solá (que está en un buen momento como crea- mente. El caso es que ahí está. Se pone a hablar man, de Senta Berger, de Jane Birkin, ¡de Isabel las masas eran arcilla mansa en manos de su líder. Al contra-
dor de verdades). Uno de los problemas graves de la presi- con Walter Klein, el padre de Guillermo, el Sarli, que los volvía locos!, de las italianas: Sil- rio, creían que en cualquier momento el líder podría perder el
denta Cristina Fernández es que su sistema de enunciación segundo de Martínez de Hoz. De pronto entra via Koscina, Marisa Allasio, Georgia Moll, y los control y las masas desbocarse. Perón les concedía demasiado.
de verdades (su sistema comunicacional) sigue siendo débil. exultante el general Alcides López Aufranc. Ha de Jeanne Moreau en Los amantes (aquí delira- Era posible que ocurriera un fenómeno imposible de conte-
Esto sólo puede compensarse mediante otro mecanismo de sucedido a Martínez de Hoz como presidente de ban), y los de Magali Noel en La isla del deseo, ner. Que era exactamente éste: ¿Qué ocurriría si las masas,
creación de verdades: los llamados “hechos concretos”. Una Acíndar. Intercambian saludos. Klein se preocu- y los de Michelle Mercier en Disparen sobre el acostumbradas a conformarse con lo que Perón les concedía,
buena gestión frente a la “crisis”, por ejemplo, valdría más pa por una huelga que hay en la fábrica. Y dice pianista y los de Libertad Leblanc y los de tan- empezaban (cebadas, golosas luego de vislumbrar un mundo de
que veinte columnas del periodista Solá. Los “hechos” sue- que tiene noticias de la detención de 23 delega- tas otras que habían nacido para regalar belleza. abundancia que les estaba vedado) a exigir más? ¿Qué ocurriría
len ser grandes creadores de verdades: “Ellos” tienen razón, dos de fábrica. “El general, creyendo que yo A la noche, llenos de las imágenes de la Torta, si –con total naturalidad, acostumbradas a recibir lo que sus exi-
aunque todos digan lo contrario, porque saben gobernar. también pertenecía a la banda adueñada del les hacían el amor a sus mujeres con todas las gencias requerían– pedían lo que ya no era posible concederles?
Perón, en 1945, no tenía los medios a su favor. Tenía toda poder, contestó tranquilizándolo: ‘No se preo- imágenes “prohibidas” en sus almas al fin “No, compañeros, no puedo darles eso”, diría Perón. ¿Por
la opinión de la cultura en contra. Todos los “formadores cupe, Walter –le dijo–, todos están bajo tierra’” calientes, y las mujeres (en las que no habían qué? “General, nos dio tantas cosas. ¿Por qué no un poco
de opinión” opinaban contra él. Arrasó. Fue tanto lo que (Emilio Fermín Mignone, Iglesia y dictadura, pensado ni un segundo salvo para taparles la más?” Perón debería responder: “Porque tendría que tocar
hizo que de nada sirvió el poder mediático-cultural de sus Universidad de Quilmes, PáginaI12, Buenos cara con la almohada) les decían: “Pero, Che- intereses que no puedo tocar. Este sistema es así. Ustedes son
adversarios. Aires, p. 20.). Así era Alcides López Aufranc, a cho Anchorena Unzué, ¡qué salvaje estuviste obreros. Puedo otorgarles muchas cosas. Porque soy generoso
Estamos ahora ante un hecho similar. Ahora, quiero decir, quien llamaron “el zorro de Magdalena” en el hoy! Mañana me tengo que confesar y el padre y los quiero conmigo. Pero si hay algo que no puedo hacer es
en noviembre de 1972, que es donde estamos. El único medio conflicto entre azules y colorados. Ahora era el González Videla me encaja no menos de dos- que ustedes dejen de ser obreros”. Este es el exacto punto que las
que Perón tiene decididamente a favor es el diario Mayoría. zorro de los secuestros. El aplicado discípulo de cientos padrenuestros. Pero, por Dios, ¡valió la clases dominantes siempre temieron de Perón. La ultima ratio
Los demás se cuidan mucho. Menos, claro, La Nación y La las lecciones de sus maestros franceses, los héroes pena!”. “Calma, Ernestina, no te desmadres.” –no de su odio, que viene de otros lugares– para arrancarle el
Prensa. Pero hay un ejemplo formidable de contramensaje. De de Argelia. Lanusse jamás habría enterrado a 23 Sigamos con Perón. Si quieren los detalles de poder. Esto es lo que no lo tornaba confiable. ¿Cuál es el
contrapropaganda. Aparece en una impresionante doble pági- delegados fabriles. Pero los de la Comisión de los amores con Nelly Rivas consulten el libro de límite del populismo? ¿Puede el líder populista manejar al
na. Aparece en La Razón (diario muy leído durante esos años: Afirmación de la Libertadora, sí. No en vano clamaban por un el momento”, dice Aiello cuando ve el avión. “En ese avión liares siguen juntos después de tantos años? Es posible, pero al Gambini, que se deleita con estas cosas. La cosa es que Perón pueblo dentro de los límites fijados por la división de la socie-
el gran diario de la tarde), La Prensa y La Nación. Es un nota- Pinochet. A Lanusse, si no lo mataron, fue porque era Lanus- que está por aterrizar en nuestro país, en nuestra patria, viene costo de la hipocresía, de la infidelidad, de los incesantes cayó y a la niña la echaron a patadas de la quinta de Olivos. dad en clases? Sin duda, ahí reside su proyecto y su habilidad.
ble corpus anti-Perón. Porque el ataque no es al “peronismo”, se. Pero le mataron a varios amigos, gente que había colabora- por fin el general. Eh, eh... ¡El señor Perón!..” ¡Qué patético! cuernos, y todo por mantener la familia, por no hacer sufrir a Pero lo más bajo no fue eso. ¡Hasta dónde descendieron los de Pero si las masas tanto lo apoyan, si tanto lo quieren, si tan
que incluso podría semejar una diabólica creación del Malig- do con él. Edgardo Sajón, por ejemplo. La revista Cabildo sacó Qué tipo mediocre. En suma, qué triste cagón al servicio de los chicos. ¿Creen que los chicos no se dan cuenta de algo tan la Libertadora! Le obligaron a la chica Rivas a escribir un libe- suyo lo sienten, ¿por qué no habrían de pedirle más? Es cierto:
no, pero víctima suya también, al menos sus integrantes. No, en tapa una foto de El Cano abrazándose con Salvador Allen- los poderes establecidos. Seguramente luego le habrá dicho simple? Tienen padres que no se aman. Que no saben amar. lo que se vendió en todos los kioscos. Yo era chiquito y lo él les enseñó la pasividad. El Estado dará, ustedes festejen,
el ataque se centra por completo en Juan Domingo Perón. Él de. Otra de su ministro de Educación Gustavo Malek. Y el mil veces “General Perón”. Pero creo que no apareció más. Salvo a las convenciones hipócritas de su clase. Crecen sin miraba con codicia. Pero no me animaba a comprarlo. Se lla- apoyen, vengan a la plaza, sean muchos. Pero esto no tranqui-
es el hombre que le ha hecho infinitos daños al país y del cual título era: “La subversión cultural”. Y había una nota de Hubo un periodista, Jorge Conti, un aventurero, un vivillo, conocer el amor. Después no saben darlo ni recibirlo. ¡Ah, maba: Mis amores con Perón. No dejaron una sin hacer. ¿Qué liza ni a las clases dominantes ni a los poderosos externos que
hay que protegerse. Es un trabajo exhaustivo. No deja nada de fondo: “Reflexiones sobre la subversión cultural en la Argenti- que se avivó de todo desde muy temprano. Se puso al servicio pero qué familia tuvieron! Siempre unida. Los domingos a más? ¿Creen que esto no es importante? Por favor, ésta es la las apoyan. Si Perón parecía tan dispuesto a hacer buena letra
lado. No falta nada. Quien se atribuye semejante esfuerzo es la na” por el general Acdel Vilas. ¡Reflexiones! de Perón. Al día siguiente llevó las cámaras a Gaspar Campos misa y tres polvos por año. Después los pibes les salen droga- carnadura de la historia. Le reprochan haber filmado a Gina en 1954, ¿por qué lo tiran? Porque un tipo que convoca el
Comisión de Afirmación de la Revolución Libertadora. Es y él, que hasta hacía poco era un pinche, ya comandaba la dictos. O coherentemente homosexuales: han visto que un Lollobrigida aprovechando que llevaba un vestido de no sé amor del pueblo siempre es peligroso.
improbable que el gobierno de Lanusse haya participado de PERÓN Y ARCHIE MOORE, operación. De Aiello, nunca más. No era el momento de hombre y una mujer no saben, no pueden amarse. Buscarán qué tela, la filmó con filtros y la hizo aparecer desnuda. Dios, En cuanto a la violencia, el manifiesto de la Comisión de la
esta embestida total y de enorme ambición. Es el gesto final. LA EXTRAÑA PAREJA decirle “señor” al general, Aiello. Todo estaba cambiando. Te algo distinto. Señora, señor, ejemplos de la ley del matrimo- qué degenerado era Perón. También hizo esto con las niñas de Revolución Libertadora no deja una sin citar. Son muchas.
El manotazo más poderoso. Es decir algo como: “Si con esto Vamos, ahora, al formidable documento que publican los equivocaste, Aiello. Kaput. Conti creyó que hacía lo correcto: nio, sus hijos son drogadictos o gays o lesbianas. ¿Cómo no la UES. Las filmaba, secretamente, en los vestuarios, cuando se Recuerdo a más de un profesional (un dentista, un farmacéu-
no entienden. Si no entran en razón. Si no abominan de ese guerreros de la Libertadora. No fue en vano. Más de un tipo se volvió un soldado de López Rega (ya lo veremos). Era un van a buscar una sexualidad diferenciada a la de ustedes si uste- cambiaban. ¡Qué material para masturbaciones incesantes! tico, un oculista) que, cuando llegaba aquí, se paralizaba:
hombre al que adhieren, ya nada más podemos hacer”. La de clase media se dejó impresionar. Empecemos: el título es gran momento para los aventureros. Pero podían equivocarse. des no tenían sexualidad? Sigamos, ¿qué otros horrores hizo Admitamos que el huevonazo de Perón daba pasto para todo “¿Todo esto dijo Perón?”. O no lo sabían o se habían olvida-
publicación es de febrero de 1973. En plena campaña electoral. Nadie hizo más que Perón. El largo trabajo está dedicado a los “Reemplazó el Himno por la marcha partidaria”, acusaban los Perón? “Hizo sancionar la ley de prostitución.” Esto lo hizo esto con esas alegres recorridas por la ciudad con las chicas do. Para la juventud la selección era una fiesta: “¡Qué grande
II III
el Viejo! ¡Los tenía cagando!” Sin embargo, no. patotero y lo madrugó. O tal vez Abal Medina el 16 de septiembre fue porque –de resistir– se
El célebre discurso del 31 de agosto de 1955 lo ni bola le daba a eso del paraguas. Estaría pen- habría arriesgado a un desborde de masas, a que
dice casi dos semanas antes de rajarse en la sando en cosas más importantes. Y así se lo el pueblo no sólo se armara, sino que fuera más
cañonera paraguaya. Ahí hay una grave asime- veía, pensativo. Como dije: la pasamos muy allá de lo que él, como milico, como hombre de
tría entre el discurso y la praxis. Si un conduc- bien. Como dije: si el Día de la Militancia se orden, estaba dispuesto a aceptar. Porque Perón
tor dice que ése que intente alterar el orden llama así no será por nosotros. Los militantes se –entre 1945 y 1955– quiso mucho a su pueblo,
puede ser muerto por cualquier argentino. Si metieron por todas partes. Se aguantaron los pero le tenía asignado un lugar del que no que-
dice: “Y cuando uno de los nuestros caiga cae- gases desde los helicópteros y hasta las balas de ría que saliera. El desborde, la anarquía le dis-
rán cinco de ellos”. Si dice que la lucha no va a goma. Algunos, muchos, en un acto que fue gustaban en extremo. Resistir –sé que estoy
terminar hasta que “no los hayamos aniquilado para ellos una prueba de entrega, coraje y mili- insistiendo en algo ya dicho– habría sido correr
o aplastado”, ¡no puede huir 15 días después! tancia extrema, cruzaron a nado el río Matanza. el riesgo de caer en eso. De ser sobrepasado por la
Ese discurso del 31 de agosto se le fue de las Entre ellos, Conrado Eggers Lan, héroe del diá- ira popular. De tener que ponerse al frente de
manos. Cuando salió del balcón empezó a pedir logo entre católicos y marxistas, uno de mis algo que no quería. De tener que ir más allá de sí
que le trajeran a Bengoa, el jefe de policía. maestros y amigos más queridos. Al breve tiem- mismo. No quería una insurrección popular y la
Llega Bengoa y le dice: “Hoy puede pasar cual- po publicaría un libro: Peronismo y liberación resistencia casi lo habría condenado a eso. Ahora
quier cosa. Ponga una decena de policías por nacional. El título no podía ser más previsible. –al volver– no era él el que se arriesgaba. El pro-
cuadra. Saque a todos sus efectivos a la calle”. Pero tenía un buen prólogo. Instaba, en él, a blema era de Lanusse. Que no permitiría “pue-
Ya se había atemorizado de su propio discurso. todos los intelectuales a abrazar la causa del bladas”. No las hubo. Los problemas que se avi-
¿Cómo no pudo medirse? Tampoco se midió el pueblo. Y terminaba con esta frase: “¿Tendrá zoraban eran otros. Un militante, en nuestra
1° de mayo de 1974, cuando agredió a los cada intelectual que cruzar su río Matanza?”. Lo mesa, dijo algo que sonó insólito para algunos,
“imberbes”. Ahí también. Cuando sale del bal- siento, Conrado: tendría que probarme en otras cómico o absurdo para muchos, pero grave para
cón se encuentra con Alende, el Bisonte. encrucijadas porque el río Matanza no me sir- varios.
“General –le dice Alende–, ¿no fue demasiado?” vió para probar nada. Me despedí de Domingo –Se vienen muchos problemas –dijo–. Pero
“No se preocupe. A los muchachos sé manejar- y los curitas. ¡Estábamos todos contentos! Perón hay uno en el que todavía casi nadie piensa.
los. Después voy a hablar con ellos.” Pese a había regresado y lo habíamos visto todo bárba- López Rega, compañeros. El payaso es mucho
estas explosiones, Joseph Page, cuya biografía es ro y sin mojarnos ni un cachito. A la noche me más que un payaso. Es un enemigo siniestro. A
buena y no revela grandes simpatías por el bio- encuentro con Miguel. “No te vi en todo el él nos vamos a tener que enfrentar.
grafiado, dice en sus conclusiones: “Era un día.” “Estuve en la parroquia de Domingo. Lo –Los montos lo bajan cuando se le canten las
pacifista de alma, a pesar de sus ocasionales usos vimos por televisión.” “¿Pero no te da vergüen- pelotas al boludo ese.
de retórica violenta y su aceptación de un terro- za, carajo? Hubo más de 300.000 personas y –No creas. Perón lo protege mucho.
rismo que favorecía a su causa, una curiosa con- vos te ves el partido por televisión, lo echás a –¿Y cómo va a ser tan hijo de puta si Perón lo
tradicción enquistada en la esencia de su propia perder a Domingo y no hacés nada, ni te mojás, protege?
naturaleza. Celosamente rechazó la violencia ni cruzás el río Matanza...” Ahí lo paré. “¡Ter- Ahí, sensatamente, alguien dijo: “Tendríamos
como un abierto instrumento de la política. Su minala, Miguel! Uno no es un militante porque que pensar en serio sobre la gente que Perón
actuación en este sentido, aunque no sea inma- se moja ni porque cruza el río Matanza. Yo no protege. Hay cada uno que mete miedo”. Otro
culada, parece ejemplar en contraste con la tor- necesito ponerme a prueba con esas boludeces dijo la frase más divertida que alguna vez dijera
tura y las matanzas que traumatizaron a la supuestamente heroicas. Mañana te voy a escri- la Jotapé. Atención, maestro Sábat: esto es para
Argentina a finales de la década del ’70” bir el mejor volante que vas a tener en tu puta que usted se revuelque de la risa.
(Joseph Page, Perón, Segunda Parte, 1952- vida para tus militantes y listo.” Empezó a llo- –López Rega es la CIA. Por eso Perón lo tiene
1974, Vergara, Buenos Aires, 1984, p. 305). ver de nuevo. Fuerte, un chaparrón. “¿Trajiste al lado. Para tener cerca al enemigo.
Añade, luego, que “este hombre” vilipendiado el auto?”, pregunta Miguel. “Sí.” “Bueno, Nadie se lo creyó. Les pareció un disparate.
como el Hitler de América del Sur nunca vamos porque me estoy cagando de frío.” Tení- Era, además, un día de triunfo. ¿Para qué amar-
hubiera sumergido a su país en una guerra. amos una reunión en el bar de Independencia y garse con boludeces como ésa? Entonces el inte-
Urquiza. Al lado de Cimarrón. A media cuadra lectual de la mesa, el que no había cruzado ni
EL RÍO MATANZA de la Facultad de Filosofía. Era el bar Urquiza. olido el río Matanza, pero se sabía de memoria
Volvemos al 17 de noviembre de 1972, el Día Un bar que se llenaba de fanáticos de la causa textos de Evita, y sobre todo algunos tan miste-
de la Militancia. Mi misión: buscar a Domingo del federalismo y llevaba el nombre del más riosos como el que ahora va a citar, dijo:
Bresci en su parroquia. Que no era la de San grande de sus traidores. “Tenés cada cosa vos”, –Disculpen, ¿no? Pero en todo esto no habría
Vicente de Paul, en Mataderos, ni la que tiene sigue Miguel. “Mirá que no venir por no que descartar algunos elementos de locura de
ahora, que es muy linda. No recuerdo dónde mojarte. No digo que seas un cagón.” “No me Perón que siempre estuvieron presentes. Evita,
estaba la parroquia. Pero ese día, sí. Estacioné el lo digas porque te voy a decir que sí.” “Turro, que si conocía algo de Fouché era porque Perón
Renault 12. Esta vez lo estacioné en la puerta de zafás fácil. No, cagón no. Pero sos cómodo, se lo había dicho, en las clases que dicta en la
la parroquia. Porque cuando iba a dar una char- José. Cómodo como la gran puta.” “Oíme, Escuela Superior Peronista dice algo que siem-
la a Unidad Básica de la JP lo dejaba a dos cua- Miguel. La culpa es de Perón. ¿Cómo se le ocu- pre me atrajo: “Cuenta la historia que uno de
dras; tener auto no daba bien. Golpeo. Me abre rre venir en un día de mierda como éste? ¡La los hombres que estuvo más cerca de Napoleón
Domingo. Estaba de magnífico humor. “Vení, antítesis de un día peronista!” Miguel reflexio- fue Fouché, y nadie se explicaba por qué, siendo
pasá.” Entro y me presenta a los cuatro curas. na. Después dice: “Tenés razón. Otra contra- Napoleón un genio y un conocedor de hombres,
Todos tipos bárbaros. Vestidos de civil, pero dicción del Viejo. Vas a tener que darle una siempre lo tenía tan cerca y lo distinguía. Pero,
con pulóveres de cuello cerrado y una camisa de interpretación mañana”. “Bueno, pero maña- siendo que Fouché le era desleal, Napoleón lo
cuello redondo asomando por sobre el pulóver. na.” Puse la calefacción. tenía demasiado cerca porque lo conocía bien y
Eso les daba aspecto de curas. Domingo estaba El bar Urquiza desbordaba de militantes de la necesitaba controlarlo”. Eso, créase o no, está en
igual. Tenían la tele encendida. Estaban senta- Tendencia. Había de todo, hasta profesores de la Historia del peronismo de Evita, clases dictadas
dos en un sofá y miraban con mucho interés. las Cátedras Nacionales. En una mesa lo vi a en la Escuela Superior Peronista en 1951. El
Había un mate y facturas. Olvidé decirlo. Pero Roberto Carri, hablaba sin parar y todos lo escu- mismo lugar en que Perón dictó las de Conduc-
afuera llovía despiadadamente. chaban. En nuestra mesa, los héroes del río ción política.
–Llegaste tarde –me dice Domingo–. Ya está Matanza cuentan sus hazañas. No la pasaron Casi les amargo la jornada a todos. El retorno
por llegar Perón. bien, es cierto. Bonasso escribe: “Allí, en el de la acción, de las noticias fulminantes, volvió a
–¿Estás seguro? tramo de terreno que se extiende entre el Puente erizar los ánimos. Alguien abrió la puerta del bar
–Creo que sí. 12 y el río Matanza, se darán los encontronazos y entró con cara de desesperado:
Domingo se hacía cargo de la evidente deci- más reiterados y brutales, hasta que la neblina –¡Compañeros! –gritó–. ¡Perón está preso en
sión de los otros curitas. Se estaba muy bien en de los gases inunde a todos, manifestantes y el hotel de Ezeiza!
la parroquia. Ambiente cálido, mate, factura, la policías y la gente corra hacia los yuyales, tapán- Todos salieron rajando del bar. Se sentían la
tele andaba fenómeno, no nos íbamos a perder dose la boca con un pañuelo empapado en custodia personal del líder. No digo que me
nada, todo en primer plano. bicarbonato. Allí seguirán las broncas hasta quedé solo, pero por ahí. Un mozo se me acer-
–Miren, les voy a decir lo que pienso –dije mucho después de que alguien descubra el avión có.
para redondear una decisión–. A mí no me que se acerca y empiece a corear: ‘Atención, –¿Quién va a pagar todo esto?
gusta caminar. Y menos bajo la lluvia. En cuan- atención/ aquí llega un montonero/ y se llama –Qué sé yo –dije–. Perón.
to a la militancia, la cosa no me atormenta. Juan Perón’. Nadie sabrá cuántos peregrinos Pagué mi cortado y me fui. En Ezeiza todo
Hago un montón de otras cosas por otros lados. han intentado romper el cerco. El gobierno cal- era tan caótico que un comisario inspector de
Vayamos o no vayamos, Perón va a llegar igual. cula 90.000; el peronismo medio millón. En apellido Díaz apuntaba a Perón con su pistola y
Todos estuvieron de acuerdo. Todos dijeron cualquier caso son muchos los que desafían al gritaba como un loco:
también que hacían un montón de cosas por imponente aparato militar” (Miguel Bonasso, El –¡No me obligue! ¡No me obligue!
otros lados. Creo que a Domingo le costó un presidente que no fue, Planeta, Buenos Aires, Estaba a punto de matarlo. Lorenzo Miguel
poco más que a todos nosotros. Pero al final 2002, p. 421). Ahora están satisfechos y discu- larga un alarido de desesperación y –heroica-
aceptó. ¡Qué espectáculo! Lo vimos llegar a ten planes para el día siguiente. La situación de mente– lo cubre al general con su propio cuer-
Perón. Bajar. Lo vimos a Rucci arrojarse sobre Perón –ya lo veremos– aún no se resolvió. De po.
PROXIMO
él con el paraguas. “Hijo de puta”, dijimos. modo que hay que estar atentos por si la movili- ¿Vieron que el peronismo es algo más que
DOMINGO “No hizo nada para traerlo y ahora lo pone bajo zación popular se requiere otra vez. El día ante- comer tallarines los domingos con la vieja?
su paraguas.” Abal Medina estaba serio, tran- rior Lanusse había dicho: “No voy a permitir
Gaspar Campos quilo. Muy digno. Hubiéramos preferido que el puebladas”. Y es cierto: los militares les tienen Colaboración especial:
era una fiesta paraguas lo sostuviera él. Pero Rucci era un terror a las puebladas. Perón también: si se rajó Virginia Feinmann-Germán Ferrari

IV Domingo 8 de febrero de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


65 Gaspar Campos era una fiesta

Suplemento especial de

PáginaI12
BAJO EL PARAGUAS DE RUCCI de la Jotapé. Dos de ellos habían sido alumnos (¡nada menos!) figuraba lo del líder que se con- Fusiles y machetes
l 17 de noviembre de 1972, míos dos años atrás en la cátedra de Ansgar Klein, quistó al pueblo “combatiendo al capital”. Igual, por otro 17.

E húmedo día del primer regreso,


Perón llegó sano, fuerte. De buen
humor. También llegó calzado. Se
lo dijo después a Abal Medina:
“Estoy armado, doctor”. Porque Abal tendría 27
años, pero el Viejo lo trataba de “usted” y le
decía doctor. Cuando aparece en la escalerilla
de la que yo era ayudante de trabajos prácticos. La
chica también, pero de otra materia. Ansgar era un
genio. Sólo que a veces estaba dando una clase y
cerraba los ojos, como si durmiera. No como si
estuviera muerto porque seguía hablando. Todos
se miraban asombrados. Pero superaban la situa-
ción y lo escuchaban porque valía la pena. Cierta
no entendían. Si Perón habla en la Bolsa de
Comercio, ¿qué quieren que diga? ¿Qué odia al
capitalismo? Perón adecuaba su palabra al lugar en
que esa palabra era dicha. Bueno, pero estamos
hartos de ver esto. Sigamos. A esa parte –la de la
realidad efectiva– nunca me la pude memorizar. Y
a la de los derechos sociales que Perón ha estable-
Si se comparan estas consignas con las del 17 de
octubre del ‘45 la acentuación del componente
violento es poderoso. Aquéllas eran festivas:
Perón no es comunista
Perón no es dictador
Perón es hijo del pueblo
del avión se le viene un oficial de Aeronáutica. vez, uno de los alumnos que ahora van conmigo a cido, tampoco. “El pueblo entero está unido.” y el pueblo está con Perón.
Se presenta como el comodoro Salas. Perón le Gaspar Campos se presenta a dar un final y dice: ¿Dónde? ¿Cuándo? Clarita se ríe apenas descubre
agradece la molestia “que se ha tomado en venir “El Estado en Hegel es la glorificación del Estado mis vacilaciones: “Vos tenés tus buenos problemas Yo te daré
a recibirme, brigadier”. El comodoro Salas lo prusiano”. Un energúmeno, uno de esos antico- con la Marcha, ¿eh, profesor?” No sólo yo. te daré patria hermosa
corrige: “Comodoro, señor”. ¡Ese “señor”! Todo munistas furibundos, belicosos (no como Borges, Muchos otros también. Los pibes de la Fede, pon- te daré una cosa
el periodismo, todos los políticos, durante 18 que a los comunistas les tenía miedo), se pone a gamos. ¡Algunos se habían hecho peronistas hacía una cosa que empieza con “pe”
años le dijeron “señor” a Perón. ¿Me faltará gritar: “¡Esa es una interpretación marxista! ¡No es apenas seis meses! De los radicales, ni hablar. “Perón”.
algún dato? Pero, aparte de los peronistas, ¿hubo Hegel! ¡Usted no puede presentarse a un examen Todavía no habían aprendido la Marcha radical y
alguno que se jugara y lo llamara “general”, sobre Hegel y darnos una interpretación de ahora tenían que aprender la peronista. Los moro- La más osada lo era en el plano sexual y la can-
como realmente lo era, y pusiera en evidencia la Marx!”. Era el profesor adjunto de Ansgar. Que chos villeros terminaron la Marcha y volvieron a taban las mujeres:
imbecilidad de esa degradación? Dudemos. permanece sereno. El tipo siempre había sido una acordarse de Chamizo: “Con la cara de Chamizo/ Sin corpiño y sin calzón
Perón era el “señor” Perón y si a alguien, de bestia peluda. Una vez estaba estudiando en la haremos un mural/ Para colgarlo...” ¿No le esta- todas somos de Perón.
todos los que le decían “señor”, se le leyeran los biblioteca de Viamonte 430 (una hermosa bibliote- ban infiriendo un excesivo castigo al general?
fundamentos de esa pérdida del cargo que la ca) y entra un alumno repartiendo panfletos. Pobre Perón: tener que hacer algo tan complejo Pero la consigna más importante que se lanza
Libertadora había ofrecido, posiblemente le Cuando le pone uno en su pupitre, el tipo grita: como mover el vientre (o sea, ca –con permiso– ese día es la del doble poder que se ha instaurado en
diera vergüenza decirle “señor” o, al menos, “¡Sacá esto de aquí! Ni en la Biblioteca se puede gar) y tener, a la vez, que mirarlo o, peor, ser mira- el país. Anguita y Caparrós, en La voluntad, creen
advertiría todo lo que estaba aceptando al decir- estar. ¿A qué vienen a la Facultad ustedes?” El do por... ¡Chamizo! Llegamos a Gaspar Campos. saber quiénes fueron sus creadores. No hay ningún
lo. País de hipócritas que vivió 18 años aceptan- joven militante (seguramente de ARFYL, que eran problema. Si lo quieren así, que así sea. Escriben:
do un Decreto (el 4161) que era una patraña comunistas) dice: “Perdón, compañero, no hay LA CONSIGNA “Elvio Vitali se había encontrado de nuevo con el
constitucional, un insulto a la democracia y a la por qué...” “¡Yo no soy tu compañero!”, estalla el DEL DOBLE PODER Negro Sanjurjo. Justo detrás, un grupo de Guar-
república. No contribuyó poco al desastre gene- dinosaurio. “¡Las pelotas tu compañero!” “¡Pode- Me separé de los pibes. Dolorosamente, me des- dia de Hierro cantaba Superpibe, Superpibe para
ral, al abismo al que se llegó. El comodoro le mos discutirlo, compañero!” “¡No soy tu compa- pedí de Clarita. Pero lo nuestro era imposible. O saludar a Perón. La consigna no era muy política”
pregunta a Perón si van a bajar. Perón dice: ñero, te dije! No tengo nada que ver con vos ni no estaba en mis planes. Qué sé yo. Me habría (La voluntad, tomo II, edición de bolsillo, p. 659).
–Claro. Si no, ¿para qué vinimos? con ninguno de los tuyos.” Junta sus libros y se va. complicado demasiadas cosas. Además, quería Elvio y el Negro empiezan a juguetear con frases.
Bajó y ahí sale la célebre foto. Es una foto que Algunos ya le han empezado a decir que se calle, mirar y saber que miraba lo que sucedía. Tener Necesitan algo denso, con contenido fuerte, que
corresponde a la filosofía política del peronismo. que el que está molestando es él. Entonces –esta- conciencia de eso que estaba pasando mientras exprese lo que está ocurriendo.
Anticipa las futuras decisiones de Perón. Luego de mos otra vez en la mesa de examen– le pregunta: pasaba. No quería pensarlo mañana o dos días des- “–No, así no va. Estuviera, ¿cómo rimás? Cum-
la tragedia de Ezeiza, del 20 de junio, Perón elegi- “¿Quién es su profesor de trabajos prácticos?”. El pués. Ahora, en el momento. Vivirlo y pensarlo. pliera, cagadera.
rá el recinto de la CGT para dar sus discursos (que alumno le da mi nombre. “¿No ve, Ansgar? ¡Esta Para eso tenía que estar solo. Era un hecho único. “–Violetera, camarera, cocinera, tetera.
analizaremos con lupa, o tal vez con un simple par Facultad está llena de marxistas!” “Quédese tran- El país no había vivido ni viviría otro igual. ¿Cuán- “–’La Casa de Gobierno cambió de dirección’...
de anteojos: aún no estamos ahí). Elige a la fuerza quilo –le dice Ansgar–. Ya lo voy a arreglar.” Sería tas personas? 100.000 personas habrán desfilado “–...’la trajo para Olivos/ el general Perón’.
tradicional del peronismo. A su creación más el año 1971. Días después, Ansgar me cuenta el por Gaspar Campos. Y eran cifras oficiales. Había “–Esa. Esa puede ser, pero sería mejor ‘está en
genuina: los sindicatos. Por eso se pone bajo el problema. “¿Y yo qué culpa tengo? (le digo). Si la una amplia ventana que funcionaba como el bal- Vicente López/ porque quiso Perón’.
paraguas de Rucci. Abal Medina –aparte de su Filosofía del derecho está hecha para la glorificación cón de la Rosada. Temprano, a la mañana, Perón “Elvio y el Negro se miraron y les pareció que la
apellido incómodo, que Cámpora alabará más del Estado de Federico Guillermo de Prusia. Si había aparecido de traje. Después se fue a dormir. habían encontrado.
tarde con total convicción– era visualizado como cualquiera sabe que el viejo Hegel era un filósofo Edgardo Sajón, también temprano, había anuncia- “–Ahí, ahí, por ahí puede andar. O pará. ¿Qué
un joven y todo joven estaba naturalmente incli- burócrata entregado al poder monárquico, dis- do que Gaspar Campos era tierra de todos y que te parece ‘está en Vicente López por orden de
nado hacia la juventud. Ahí fue Rucci. Muy poco puesto a demostrar que la historia había termina- “todo el mundo” tenía libre su acceso. Empieza la Perón’?”.
–pero: muy poco– había hecho por el regreso de do porque no podía integrar al sistema el surgi- euforia, el desborde. Había muchos pibes, es cierto. “–¡Grande, Elvio, carajo! Es ésa, es ésa. A ver
Perón. Ni él ni Lorenzo Miguel quisieron arriesgar miento del proletariado.” Ansgar dice: “¿A usted le En Conducción política Perón ya había dicho: gana- cómo queda: La Casa de Gobierno/ cambió
demasiado. Y atención: tal vez haya sido Perón gusta caminar?”. Llevábamos 15 cuadras caminan- mos cuando votaron los hombres, ganamos cuando de dirección/ está en Vicente López por
quien les diera la orden. “Déjenlos a los mucha- do. “Ni mucho ni poco. Si hay que caminar, votaron las mujeres, ¡pobres de ellos cuando voten orden de Perón.
chos. Ustedes no arriesguen algo que servirá luego camino.” “Mire, entonces hagamos esto: una vez los pibes! Bien, aquí estaban los pibes. No es por “Entonces aparecieron el Tala Ventura y Pan-
para la negociación. La dureza, a los jóvenes. Uste- por semana salimos a caminar un rato y usted me ponerse sentimental, pero esta verdad hay que cho Talento, que también eran compañeros suyos
des, después. Cuando haya que hablar de poder a cuenta todas esas cosas que piensa sobre Hegel. decirla: a Perón se le había hecho. Los únicos privi- de la facultad, y decidieron tratar de imponer la
poder. Del poder de los sindicatos al poder del Pero en clase no las diga más, ¿le parece?” Igual, legiados de los años ‘50 estaban ahí. Pero había nueva consigna. Un rato después, veinte o treinta
Estado militar.” Lo de siempre: en la dureza de la mi alumno sacó un 7 porque después levantó con mucho más. Los morochos villeros que viajaron en mil personas la cantaban y Elvio estaba ancho
lucha, las piezas duras. En reserva quedaban into- la dialéctica del amo y el esclavo. Ahora estamos mía.” “¿Novia tuya? Turro, te la cogiste entonces.” morochos villeros se ponen a cantar: “Con la cara tren con nosotros, difícil que alguna vez hayan sido como un ropero, emocionado” (La voluntad, Ibid.,
cadas las estructuras desde las que se negociaría. en un tren. No recuerdo cuál. Ni una estación “Y sí, unas cuantas veces.” “Pero nunca me dijiste de Chamizo/ haremos un mural/ para ponerlo en privilegiados de nada. Bonasso hace una buena des- p. 659). Esta consigna pudo surgir antes. Mucho
La situación en Ezeiza –como no podía ser de recuerdo. Creo que la que más sabía era la piba nada.” “¿Sos loco? Ni a vos ni a nadie. Si los com- el baño/ donde caga el general”. Clarita casi se cripción: “Chicas de barrio, con ruleros en el pelo; antes. Diez años antes o más. Los políticos argen-
otro modo– se soluciona. Y Perón sale rumbo a que iba con nosotros. A mí me gustaba mucho, pañeros se enteraban nos cagaban a palos a ella y a muere de la risa. Y de pronto –como si lo tuvieran nenas con trencitas; lúmpenes en camiseta; jóvenes tinos y los militares no se cansaron de decir
Vicente López. Casi a las 7 de la mañana llega a pero... había sido mi alumna. Además, la politiza- mí.” Ahora Clarita dice que estamos cerca. Que organizado– se largan a cantar la Marcha Peronista obreros con sus camisas domingueras; ruidosos (durante la proscripción de Perón): “No puede ser
Gaspar Campos 1065, a una más que bonita casa ción casi absoluta de la época había terminado por faltarán dos o tres estaciones. O menos. (la marchita). Cantan y saltan y corren a lo largo estudiantes de clase media; gorditos de gorra que que la política argentina se decida en Madrid”. Era
instalada en el corazón del concheterío nacional. imponer cierto ascetismo. Primero la política, des- del vagón. Uno nos pregunta: “¿Son compañeros, dirigían las columnas con silbatos cariocas; militan- así: los hilos –o demasiados de ellos– se anudaban
La voz se corre por todos los rincones de la ciudad, pués el sexo. O puesto de otro modo: antes perón LA MOROCHADA VILLERA no?” “No, estamos con el Gran Acuerdo Nacional. tes que convertían en humor la guerra encerrada en cruzando el Atlántico. La consigna que debió sur-
por todos los barrios, por todas la villas: “¡Perón que coger. Días atrás entrábamos al Blasón, en El tren se detiene y entra el aluvión zoológico. Creemos que es hora de integrar el peronismo a la las consignas” (Bonasso, El presidente que no fue, gir era:
está en Gaspar Campos!”. Todos van hacia ahí y Pueyrredón y Las Heras. Eramos unos cuantos. El vagón (que iba medio vacío) se desborda de una democracia. Por más fascista que sea Perón y aun- Ibid., p. 438). Los de Guardia de Hierro formaban La Casa de Gobierno
empieza uno de los más alegres, desbordantes, Uno me dice: “Mirá, esa mina. La de la mesa con- morochada villera con pancartas, pitos, cánticos, que estemos en contra del salvaje asesinato del un círculo y corrían como los indios. Bajaban la cambió de dirección
profundos despelotes de nuestra historia nacional, tra la ventana. Mirá lo bien que está”. Lo miré y le puteadas. “¡Volvió Perón, carajo!” “Qué lindo, qué general Aramburu.” Hay distintas formas de suici- cabeza y decían: “¡Perón!” La levantaban y decían: está en Puerta de Hierro
acostumbrada a los despelotes pero a los otros, a dije que sí. Y pensé: “¿Qué le pasa a este boludo? lindo que va a ser/ Lanusse bajo tierra/ Perón en el darse: ésa pudo haber sido una. Pero no, ni locos. “¡Superpibe!”. Pero había consignas superiores. O por orden de Perón.
los sangrientos. Nadie va a morir en Gaspar Cam- ¿En qué mierda tiene la cabeza? Está por volver poder.” “Juventud presente/ Perón, Perón o muer- Dijimos: “¡Compañeros, claro que sí! ¡Todos pero- por agresivas o por ingeniosas.
pos. Un peronismo unido (que luego se despeda- Perón y se distrae mirando minas”. Hay ciertas te!” Pero la gran consigna que largaron tenía la nistas! ¡Todos con Perón!”. Y lo dijimos sincera- Qué lindo, qué lindo que va a ser Pero ni a Elvio ni a su amigo se les ocurrió. Ni a
zará cruelmente) festeja el regreso del líder. versiones en que la Jotapé parece un festival de frescura de los primeros diarios de la mañana. Días mente. Era un día de fiesta. Los muchachos seguí- Lanusse bajo tierra, Perón en el poder. ellos ni a ningún otro. Por ahí no era el momento.
polvos. Falso. Pura imaginería calenturienta. Se atrás, la Nueva Fuerza, que comandaba Alsogaray, an con la marchita. Mis ex alumnos se sumaron Que surgiera hoy, en Gaspar Campos, fue un
CLARITA, LO QUE NO FUE hacía lo justo, pero no más. Y sin duda un poco había lanzado el nombre de un candidato para con brío, saltando en los asientos, agitando los La célebre: golazo. De pronto llega un camión de Canal 11 o
¿Cómo llegar a Gaspar Campos? Durante el día menos porque la coyuntura era tan excepcional cualquier posible proceso electoral. La Nueva brazos. Clarita se quedó sentada y se puso a can- Qué lindo, qué lindo que va a ser Canal 13 (no recuerdo, qué bronca). Bajan todos.
18 habrán pasado por ahí 100.000 personas. Toda que uno no se podía distraer. Minas habría siem- Fuerza (con una guita que vaya uno a saber de tarla conmigo. Carajo, qué bien la cantaba. Se la el Hospital de Niños en el Sheraton Hotel. Instalan cables, ponen cámaras. Al mando, Jorge
clase de personas. El país estaba enamorado del pre. Pero Perón volvería una sola vez. El poder se dónde venía) ya hacía campaña en la tele, en las sabía toda. Uno era un poco nuevo en esto del Conti. No había sido peronista nunca. Jamás dio
regreso de Perón. Era la realización de algo que no tomaba una sola vez. La batalla en que todos está- radios y en las calles. Estaban muy bien hechas. Yo peronismo. Y yo, a la marchita, mucha bola: Y también: la jeta por el peronismo. Pero ese día la vio clara.
podía ocurrir. Muchos, desde pibes, oían hablar de bamos era única, sucedía ahora y de su resultado sé quién las hizo pero me callo porque no quiero nunca. Menos aún a esa parte bizarra de la Argen- Socialismo nacional Se jugó por los peronchos. Después se jugaría por
ese regreso. Se lo tenía incorporado. Era parte del dependían nuestras vidas. Y todos nuestros polvos agitarle la vida ni preguntarle cuánto ganó. La tina grande con que San Martín soñó. “Es la reali- como quiere el general. López Rega. Un muchacho encantador. Trepaba
paisaje nacional. Alguna vez volvería Perón. Con futuros, desde luego. De modo que a esa instancia estrellita de los comerciales era una rubiecita her- dad efectiva, que debemos a Perón”. Esta parte me tanto que llegó a donde no debía llegar. Y se vino
el tiempo, el alguna vez volverá Perón se transfor- temporal remití lo que tenía ganas de hacer con mosa que después se fue a Brasil a filmar porno- volvía loco. ¿La realidad efectiva? ¿Qué realidad La ya clásica: abajo.
mará en el esa vez se acabarán todos los problemas. mi ex alumna. Creo que le decíamos Clarita. No chanchadas. Todos los que salían eran de clases efectiva? ¿Para qué había que pelear, que militar Duro, duro, duro, En cuanto a la consigna: Y llora, llora / la puta
¿Qué hacía en Gaspar Campos una pareja de sé si fue con ella o con otra (creo que con otra: altas. Un pibe con una motocicleta impresionante. tanto entonces? Además, esta mierda... ¿se la debe- vivan los Montoneros oligarquía / porque se viene / la tercera tiranía, no es
modelos publicitarios como Marta Cerain y Hora- pongamos María) que sucedió, años después, algo Estudiantes. Empresarios. Y la rubiecita que baila- mos a Perón? Me gustaba la estrofa del “gran que mataron a Aramburu. de Gaspar Campos. Surge después. En el acto de
cio Bustos? Para colmo, llevaban un niñito en bra- que sucedía entre los sobrevivientes de la catástro- ba con mucha gracia y ritmo monopólico y gorila. argentino” que se supo conquistar “a la gran masa Atlanta del ‘73. Ya en pleno conflicto de la juven-
zos. Algo que, digamos de paso, no era demasiado fe. Uno está con un ex Jotapé y recuerda el pasado (¿Existe ese ritmo? No sé, pero era el que ella bai- del pueblo combatiendo al capital”. Era muy Y el Cinco por uno/ no va a quedar ninguno. tud con Perón y su Brujo incondicional, pegado a
infrecuente. Estaba lleno de parejas. De parejas y de pronto el tipo dice: “¿Te acordás de María?” laba.) La Nueva Fuerza larga el nombre de su can- buena. Los antiperonistas de izquierda siempre él todo el tiempo: porque era, recordemos, la CIA,
jóvenes. De parejas veteranas. De viejitos y vieji- “Sí, pero no la vi más. ¿La boletearon?” “No, zafó. didato. Era un tipo con una espectacular cara de venían con el discurso en la Bolsa de Comercio de O las muy fierreras: y el general, de puro piola, lo quería marcar de
tas. Llegué a Gaspar Campos en tren. Dejé el Está en México. Gana bien.” “¡Qué buena que tarado. Y se llamaba Chamizo. Esa tarde, enton- 1944 al brazo y decían “aquí está la prueba, Perón Lucha, lucha armada cerca.
Renault 12 en casa. Fui con tres pibes y una chica estaba! ¡Qué hermosa piba era!” “Claro, fue novia ces, en ese tren que nos lleva a Gaspar Campos, los es amigo del capital” y en la marcha partidaria Perón en la Rosada. Hablando del general. Sale de nuevo a la venta-
II III
na. Es la primera vez que yo lo veo. Increíble: es Jacques Massu. También el coronel Roger Trin- ba si a los hechos se les extraía todo el contexto
Perón nomás. Lo imposible puede ocurrir. Lo quet. El Monstruo –desde muy temprano– se que les daba sentido. Todos, es cierto, había-
que el pueblo quería desde 18 años atrás. El venía preparando. mos visto en Gaspar Campos a un viejo en pija-
avión negro. El querido general. El héroe del Los gorilas responden con furia. Como Perón ma. 100.000 tontos desfilando frente a una
caballo pinto. El compañero de Evita. El macho sale a la ventana a saludar, después se mete en la ventana para ver a un anciano hacer gestos
que se cogió a Nelly Rivas. Y si también cogió casa, después sale otra vez y así 25 veces en el amistosos apenas vestido con un pijama y, para
con Archie Moore, ¡qué importaba! Hubo una día, se gana el mote de “Cú-cú”. Aquí había colmo, con un gorrito en la cabeza. Pero eso
consigna para eso: algo de humor. Pero el violento marino Horacio que llamamos el ser humano se alimenta de ilu-
Puto y maricón Mayorga (expresando, sin duda, la opinión de siones. De esperanzas. La Historia juega con él.
queremos a Perón. los suyos) declara: “Las Fuerzas Armadas, y la Aunque no habría Historia si no hubiera hom-
Armada dentro de ellas, aceptaron el regreso de bres sobre la tierra. Ese día 18 de noviembre
EL POCHITO quien no dejará jamás de ser un degradado tomó forma en Gaspar Campos una cara de la
El Viejo está en pijama. Alza los brazos y son- general”. Mucho más contundente, construyen- esperanza. Para los viejos (y había muchos) había
ríe. Como si lo imitara a Perón. Sólo que no do una imagen aterradora, el contraalmirante vuelto el único tipo que se había ocupado de los
imita a nadie: Es Perón. Ahí empieza un fenó- Jorge Palma, dice: “Perón en la Argentina es pobres, les había dado derechos y, sobre todo,
meno formidable. Hagan caso a mi versión. No como tener una serpiente en el living de la casa” el orgullo de sentirse legítimos dueños de este
fue Isabelita la que apareció con el célebre som- (Galasso, Ibid., p. 1136). Al día siguiente, en la país, que siempre había sido de otros. Tan due-
brerito deportivo y se lo impuso al general. No. revista Panorama, un periodista estrella de esos ños como sus patrones y hasta más porque el
Alguien se puso a gritar: “¡El pochito, general! años, Jorge Lozano, con un desdén olímpico, Estado los protegía, lo tenían a su favor. Por
¡El pochito!” Fue el delirio. Miles de personas escribe: “La juventud peronista fue a Gaspar primera vez en la Historia los pobres sintieron
gritando: “¡El pochito!” ¿Por qué el “pochito”? Campos a ver a un viejo en pijama”. Eso era que un Gobierno se ponía de parte de ellos.
Sé que páginas, muchas páginas atrás lo adelan- todo. Un viejo en pijama. Habían pasado Para los políticos, los profesores, los profesiona-
té. Pero el momento es éste. Porque la oligar- 100.000 personas por Gaspar Campos. Hasta les, ya era hora de volver a una democracia sin
quía había ridiculizado durante años el pochito viejitos que todavía tenían el carnet de afiliados exclusiones. Eso acabaría con tantos años de
de Perón. Dibujos de Tristán, de Faruk, de Lino de los años ‘50 y lo mostraban con emoción. odios, de imposibilidades, de mentiras. Para los
Palacio, de Landrú. De muchos más. Bromas Otra vez los boludos. Todos tarados, todos bru- jóvenes, el que estaba en esa ventana era ese ser
pesadas en los teatros de revistas llevadas a cabo tos, todos bárbaros, ignorantes y fanáticos. Él, demoníaco sobre el que sus padres –desde
con efectividad demoledora por cómicos tan efi- Lozano, era la razón iluminista. Heredero del niños– les habían hablado pestes, lo peor. Era el
caces como Pepe Arias y Adolfo Stray. No hubo, linaje de Voltaire, de Rousseau, de Diderot, des- maldito. Debía ser entonces lo que alteraba el
en la Argentina gorila, quien no se riera del deñaba a ese populacho bullanguero. Esa misma orden contra el cual estaban. No podía ser que
pochito. Bueno, hoy, se lo pedían a gritos. noche, tarde, escribí un volante que Miguel me un hombre amado por los pobres y odiado por
Todos: jóvenes, viejos, pibas, pibes, lúmpenes, había pedido para su agrupación en San Isidro: los poderosos no llevara en sí una carga revolu-
cientos de morochos de las villas. Los negros de “Y algunos periodistas, lozanos hoy, no se verán cionaria fascinante. De esa carga, de esa poten-
Perón. Los intelectuales. Los periodistas. Las tan lozanos mañana, cuando el pueblo se haga cialidad consagrada por el odio de los viejos
actrices. Los actores. ¡El pochito, general! ¡El cargo de ellos”. Después me atormentaría haber dueños de la patria, se hizo cargo la Jotapé.
pochito! Perón se lo puso, sonrió ampliamente y escrito esto. Creo que fue la frase más violenta Algunos se enamoraron de ella, sobre todo los
saludó a lo campeón. ¿Qué era eso? ¿Irraciona- que escribí en mi vida. ¿Lozano perdería su loza- más jóvenes. Otros pensaron utilizarla. Nadie
lismo puro? ¿Populismo? ¿Barbarie? ¿Tercer- nía? ¿Perdería su lozanía a manos del pueblo? pudo permanecer ajeno a ella. Gaspar Campos,
mundismo irredento? Era una burla a los gorilas. ¿Qué era perder la lozanía? ¿Qué era ser lozano? además, fue un día de júbilo. No murió nadie.
Una escupida a los padres. A los patrones. A la Busqué algunos sinónimos. Ninguno era tran- No hubo enfrentamientos. No hubo represión.
educación oligárquica sufrida durante 18 años. quilizador. Ser “lozano” era ser saludable. Ser Sólo hubo alegría. Y en el alma de todos se
Era reírse de la solemnidad de Onganía. De la vigoroso. Ser robusto. Ser sano. El tipo sería un armó esa urdimbre que da aliento a la vida de
disciplina militarista. De todo lo establecido. canalla, pero ¡no podía pedirle al pueblo que le los hombres entre tantas tristezas: la esperanza.
“Para nosotros, el gorrito no es ridículo. Es un quitara su salud, su vigor! Eso y pedir que lo Todo iría bien de aquí en más.
símbolo de alegría. Nos gusta. Tenemos un amasijaran era lo mismo. Carajo, ¡y yo que esta- Era tarde cuando me fui. Se iban todos. Perón
general jodón. Se ríe de las convenciones. Se ba contra la violencia! Que todo lo que escribía no volvería a aparecer. El cú–cú se había cobija-
comunica con el pueblo. Se burla de los ritos y era a favor de la lucha de masas y contra el do. Les había pedido a sus muchachos que hicie-
los modales oligárquicos. En lugar de frac y de foquismo. Tendría que hablar con Miguel. ran silencio porque necesitaba dormir. “Hace
moño usa pijama y gorrito pochito. Los usa en ¿Estaría a tiempo de frenar ese volante? “¡Pero más de tres días que no me saco los zapatos”.
vez del uniforme de milico que le tienen nega- no seas pelotudo!”, me diría Miguel. “Nadie va Vacía, la calle frente a la mansión semejaba
do.” Todo eso se decía por medio del simple a entender nada. Si da asco de literario que es. increíblemente estrecha para todo lo que había
arte de ponerse el pochito, de sonreír, de saludar Además, ni lo nombrás al tipo. No decís: ‘Hay contenido. Muchos jóvenes se quedaron para
con una mano, con la otra, con las dos, a lo que boletear a Jorge Lozano’. Decís: ‘Hay que hacer guardia. Para cuidar al general. Al día
campeón, de saludar a un viejo peroncho de los hacerle perder su lozanía a ese periodista que siguiente, a las 7 de la mañana, empezaron a
viejos tiempos, de hablarles a los muchachos, de está tan lozano’. ¿Qué puede querer decir eso? A decirle:
pedirles que se cuiden, que se bajen con pruden- lo sumo, que lo caguen a patadas. No le vendría Buenos días, general, su custodia personal.
cia de los árboles, que se vayan temprano a casa. nada mal, creeme.” –¡Carajo! –habrá dicho Perón–. Ya empiezan
Pero –cuando habla y todos escuchan en silen- a joder otra vez.
cio– es a los jóvenes a los que dirige su palabra. “BUENOS DÍAS, GENERAL, –Son insistentes estos muchachos, general –le
Expresa su satisfacción por la “calidad humana” SU CUSTODIA PERSONAL” habrá dicho López–. Huesos duros de roer.
que tienen. Y sigue: “Cuando un país puede Ni una de las 25 veces que Perón se asomó a Mire las pretensiones que tienen. “Su custodia
confiar en su juventud debe sentirse orgulloso la ventana lo hizo sin López Rega e Isabelita a personal.”
de su futuro. Por fatalismo biológico será ese sus costados, franqueándolo. Juro que yo casi ni –No te preocupés, López –le habrá dicho
país quien prive sobre los demás. Por eso, el los miré. Creo que la mayoría de la gente tam- Perón–. Mi custodia personal es Osinde. Y en la
mañana es de ustedes, muchachos” (Citado por poco. Salvo los que eran recibidos en Puerta de casa sos vos.
Galasso, Ibid., p. 1135). Que nadie se permita Hierro nadie sabía casi nada del poder que ejer- Caminé hacia la avenida Maipú. Ahí me dio
creer que mentía. También después de Ezeiza les cían sobre Perón. Ahora, en Gaspar Campos, un poco de tristeza andar solo. Pero ya me
dirá a los muchachos: “El mañana es de uste- sólo estaban presentes. Eran la “boluda” de Isa- encontraría con alguien. Maipú era un descon-
des”. El ahora es nuestro. El presente es mío, de belita y el “pelotudo” de López Rega. Ella, la trol. Los coches no podían avanzar hacia ningu-
los sindicatos, de la CGE, y de mis fieles colabo- mala copia de Evita. Una mina que el Viejo se na parte. Los pibes de la Jotapé trataban de
radores, sobre todo Lopecito, que, ustedes lo había enganchado por ahí porque le costaba poner orden. Crucé hacia la vereda de enfrente.
saben tan bien como yo, es la mismísima CIA y estar solo. Si el Viejo la necesitaba, que le diera Me quedé un rato ahí. Mirando todo como si
tengo que tenerlo cerca para controlarlo. nomás. Algo sabría hacer ella que a él lo dejaba estuviera fuera de la realidad, en terreno neutral.
Lo que a mí me reventaba del léxico de Perón muy feliz. Y el otro, el payaso, ¿a quién iba a Entonces la vi a Clarita. Estaba con uno de mis
eran esas referencias constantes al fatalismo bio- joder ése? Era el Eusebio de Perón. (Supongo ex alumnos. Con el pelotudo que le había dicho
lógico. Las había sacado de los manuales alema- que lo recuerdan: Eusebio era el bufón de don a Ansgar Klein que el Estado, en Hegel, era la
nes sobre la guerra que se había leído de joven. Juan Manuel de Rosas.) Le traería las pantuflas. glorificación del Estado monárquico prusiano.
Nada suena más nazi que fatalismo biológico. De Le serviría el desayuno. Algunos habían vuelto El tipo, sin embargo, le estaba dando un beso
puros brutos, sus enemigos nunca le pegaron de Puerta de Hierro con la secretísima noticia alevoso a Clarita, que lo abrazaba y lo acariciaba
ahí. Pero ni aún el fatalismo biológico les sirvió a que a todos contaban: “Le masajea la próstata”. con sus manos ardorosas. Epa, ¿no era que la
los jóvenes para imponerse sobre el líder. Se ¿Perón tenía próstata? ¿Un líder de masas tiene militancia estaba antes que el sexo? Posiblemen-
demuestra así una vez más que no hay fatalismos próstata como cualquier viejo que se babea en te. Pero la militancia –por ese día al menos– no
biológicos en la Historia. Lo que hay es la praxis un geriátrico? Increíble. ¿Y ése era el poder de tenía más reclamos. Clarita apoyó su cabeza en
diferenciada de los sujetos, su pasión por impo- López Rega? Ma sí, que se porte bien o las orgas el hombro de su fugaz amante y fugazmente
ner sus proyectos. Al fatalismo biológico de los se lo cargan no bien se mande la primera cagada. también me miró. Apenas me miró. Pero fue un
jóvenes lo liquidó primero la Triple A y luego Todo era fácil. cruce fuerte. Y en ese cruce latía un reproche:
PROXIMO
los militares. Pero –buscando el fundamento Ramus, Medina “Pude haber sido tuya esta noche, profesor”.
DOMINGO último de los hechos– lo liquidó la metodología Perón en la Argentina La fiesta de Gaspar Campos había terminado.
de la Escuela Francesa. ¡Se enseñaba en la
Cámpora, Argentina desde la Libertadora! Sus ideólogos y Tal vez el periodista Lozano tuviera razón. Colaboración especial:
el elegido de Perón combatientes fueron los generales Aussaresses y Pero una razón muy pobre. Que sólo funciona- Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 15 de febrero de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


66 Cámpora, el elegido de Perón

Suplemento especial de

PáginaI12
JETONES Y MILITANTES general, eso del socialismo, no le gustaba como nos lencia que habrá de aniquilar su tercera presidencia y lle- problema’. El me dijo: ‘No, Jorge, quédese tranquilo que
erón nunca llega solo a la Argentina. Una había dicho. Má bien le tenía asco. Parece que ese soya- varlo a la muerte. Una sumatoria podrá servir para el asal- cuando lleguemos al país y lleguemos al poder, si los

P comisión de jetones varios habrá de acom-


pañarlo en los dos regresos. “Jetón” es una
palabra de la militancia de la época. Había
“militantes” y había “jetones”. El jetoneo
de algunos se aceptaba. Era necesario. Teníamos un
gran jetón: el general, el conductor en batalla, el con-
ductor estratégico. Que el conductor estratégico jetone-
pa de López Rega, de soyapa... nada. ¿Vó te acordá de
Hitler? Mirá, a López Rega ponelo a la derecha, ¿enten-
dé? ¿Y sabé dónde te lo poné al socialismo nacional y a
latualización dotrinaria? Tal cual. Ahí mismo. Y si te
duele, te jodé”. Salud, maestro.) Volviendo a los jeto-
nes. En sus dos retornos Perón eligió figuras públicas
para que lo acompañaran. En el del 17 de noviembre
to al gobierno. Pero no para tomar el Poder. Aquí, todas
las fracciones que fueron avaladas en la primera etapa con-
sideran que debe liderar la segunda. O porque debe ser
una etapa dialoguista y conciliadora. O sea, gradualista. O
centrada en el partido y la política. O en los sindicatos y
su inserción en la clase obrera. O en la militancia o en la
violencia. O en ambas cosas. (Está claro que los Montone-
muchachos se ponen ariscos –fueron textuales palabras–
yo voy a agarrar un vaso de agua, micrófono, hablaré y se
irán tranquilos a su casa’. Le dije: ‘Ahí se va a llevar la pri-
mera gran desilusión. Ahí se va a llevar usted el primer
susto que le van a dar las juventudes actuales, y lo com-
prometo a que me lo recuerde’. Me dice: ‘No. Quédese
tranquilo, que eso lo manejo muy bien’.” ¡Se lució, gene-
ara era lógico y saludable. Pero en el peronismo estaba viajaron: Hugo del Carril, José María Castiñeira de ros le exigen a Perón una equivalencia entre sangre y poder. ral! Le falló la visión estratégica. La táctica. Le fallaron
lleno de jetoneadores profesionales. Por ejemplo: una Dios, José María Rosa, Juan Carlos Gené, Antonio Tantos muertos pusimos tanto Poder queremos.) El resul- todas las visiones. Los muchachos de los ’70 ya no eran
actriz menuda y rubiecita había aparecido –cosa que Cafiero, Carlos Menem (un político con futuro en el tado es que todas las partes se enfrentan entre sí. No por los niños de los ’50. Además, ya estaba Castro. Ya estaba
hacía con frecuencia– en un programa de tele. Y le pre- justicialismo, un hombre al que este país jamás olvida- medio del diálogo, sino por la violencia. Se da la primacía Allende. Ya el Che Guevara los había ilusionado. Y, como
guntaron (correría el mes de junio de 1972): “¿Qué le rá), Miguel Angel Bellizi (el cirujano que mencioné más de la sangre sobre el tiempo porque todos quieren el poder le dice Jorge Antonio, usted les había dado demasiadas
diría a Perón?”. Lo pensó un poco, y luego, dura, muy arriba, el Favaloro de tercera), Nilda Garré (muy joven- ahora. El conductor debe entonces privilegiar una línea. Al alas. En fin, dejemos esto para más adelante. Pero este
resuelta, dijo: “Que piense antes de hablar”. ¡Pavada de cita, bonita, esquivando los manotazos), Juana Larrauri, hacerlo sólo podrá desatar la guerra, pues la política quedó diálogo entre Jorge Antonio y Perón es decisivo. La frase
respuesta! Qué coraje, qué valentía, cuánta convicción. Marta Lynch (que se anotaba en todas, hasta que se atrás. El movimiento se consume en sus luchas internas. de Perón: “Eso lo manejo bien” no sólo revela su omni-
¡La noche del 11 de marzo del ’73 estaba en el primer anotó con Massera y resolvió esa desdichada cuestión El poder se torna más inexpugnable y hasta se burla de potencia sino su error garrafal. Porque “eso”, para colmo,
piso del edificio de Oro y Santa Fe, asomada a la venta- pegándose un tiro cuando vio que la democracia venía quienes planificaban “tomarlo”. Y prepara sus garras: no lo manejó muy mal. El reportaje a Jorge Antonio está en
na y haciendo la V de la victoria peronista! Un jetón era dura y con bastante memoria, al menos con gente como va a dejar a ninguno de esos aventureros en pie. Incapaz el libro de Felipe Pigna, Lo pasado, pensado, ed. cit., p.
la antítesis del militante. El jetón iba detrás de las luces. ella), Guido Di Tella, Rogelio Coria, el cura tercermun- de controlar todas las contradicciones que dinamizó 245. En cuanto a Antonio sólo esto: cierta vez, en un
Estaba en los reportajes. En los reportajes de las revistas. dista Carlos Mugica, Eduardo Luis Duhalde, el compa- durante la etapa de la toma del gobierno, el conductor programa de Neustadt, Bernardo Corcho Siempre a Flote
En los colectivos o los individuales. Ese doctor Bellizi, ñero de Ortega Peña (la fórmula era “Ortega Peña y languidece. Además, está viejo y cansado. Está irritable. Y le pregunta: “¿Cuántos hijos tiene?” “Siete.” “¿Cuántos
por ejemplo. Un Favaloro de tercera. Ese no faltaba a Duhalde”), deportistas como Sanfilippo (que habrá de le surgen reflejos primitivos. Le surge el milico del Círculo propios y cuántos adoptados?” Jorge Antonio, sin hesita-
ninguna. Matera ni qué hablar. Nunca decía nada ni se pasar a la historia por decirle al arquero Sergio Goyco- Militar. El que enseñaba Teoría de la guerra y Doctrina de ción alguna, dice: “No, todos son hijos míos”. Hasta
decidía por nada. Cauteloso, quería seguir a flote ganara chea –luego del 0-5 contra Colombia–: “Te comiste la guerra. Creo –ya lo veremos mejor– que la irritabilidad Neustadt se emocionó. Las cursivas del reportaje me per-
quien ganase. Galimberti, ¡un campeón del jetoneo! todos los amagues, pibe”), un boxeador hoy bastante de Perón con la “juventud maravillosa” es demasiado súbi- tenecen. Volveremos sobre este material.
Pero estaba al frente de la Tendencia y le daban mucha olvidado: Abel Cachazú, Marilina Ross, Silvana Roth ta, demasiado extrema. Creo que su complacencia con los
prensa. Lo recuerdo a Jorge Bernetti diciendo: “¿Le falta (que se convertiría en una caza-zurdos), Leonardo Favio grupos parapoliciales es irrefutable. Basta como referencia MUERTE DE PERÓN EN TANTO
prensa a este muchacho, no?”. Los actores. Pero no (¿quién si no?), Chunchuna Villafañe (una modelo la actitud violenta, anticonstitucional, increíble (hoy, cual- TOTALIZACIÓN ÚNICA
todos. Además, algunos eran necesarios como jetones. bonita famosa en ese momento por decir: “Guau”, hizo quier presidente debería renunciar por algo así) con la Y SIGNIFICANTE VACÍO
Juan Carlos Gené era un tipo fenomenal. Un militante después un gran papel en La historia oficial) y un mon- periodista Ana Guzzeti, que preguntó a “Dios” algo que Para un conductor, no poder conducir es la confesión de
lúcido. En la campaña del Frejuli habrá de ser impor- tón más. En suma, como dijimos, Perón nunca llega “Dios” no quería oír. Aquí, en esta encrucijada, Perón su Muerte. Así, Perón, el líder que ya no conduce la totali-
tante. Sé que me adelanto. Pero, ma sí, me adelanto. solo a la Argentina. Ahora bien, en este viaje traía a esa vuelve a tener una sola cara: la del presidente militar que dad, se muere. De haber llegado con menos, su gobierno
Gené habrá de crear un personaje entrañable. He leído gavilla a la que habría que acostumbrarse. Isabel, López perseguirá a la izquierda marxista, subversiva, infiltrada. habría tenido más coherencia. El habría vivido. Y desde el
que le dicen el Toto en algún lado (o en uno solo, por- Rega, Lastiri y el resto de la familia. Pero hay un perso- Esta izquierda, a su vez, que tenía otro tipo de locura, en gobierno habría podido acumular el poder que requería.
que ¿quién se acuerda de esto?). Pero no: Gené hacía el naje que quiero señalar. lugar de guardarse, iniciar una retirada táctica, no cejará Porque: El poder no se toma, el poder se crea. De nuevo: el
Mencho. (Es, al menos, el nombre que yo recuerdo. en sus ataques, logrando incluso justificar el desplazamien- poder para tomar el poder es una creación. Perón pudo
Puedo equivocarme y era nomás el Toto. Pero no cam- EL ENIGMÁTICO to de sus propios aliados políticos (Bidegain). Del modo hacerlo. Pero no, nunca con un movimiento caótico y
bia mucho. Pero si era el Toto, ¿de dónde inventé yo el MILO DE BOGETICH que sea, el conductor no puede conducir esa guerra. Perón meramente cuantitativo que empezó a devorarse a sí
Mencho?) “El Mencho te la canta clara.” Les reproduzco Claro, los peronistas evitan hablar de él. Es de gorilas no esperaba encontrarse con una militancia juvenil tan autó- mismo. Por último, hay algo muy doloroso, muy triste,
uno de sus monólogos (lo juro) punto por punto, o casi. hacerlo. De estos personajes se alimenta un periodista noma frente a su conducción, tan irrespetuosa, tan agresiva. que acaso torna vanas todas estas reflexiones: Perón volvió
El Mencho (como Discepolín en Mordisquito) le habla como Gambini. Su error es que los agranda mucho y Aunque siempre criticaron al Peronismo de Base y a la viejo y enfermo. Volvió tarde. El régimen gorila demoró
al votante peronista. Y dice: “Cuando vó entré al cuar- empequeñece otras cosas. No importa. Hace bien en seña- alternativa independiente (que encarnaba, por ejemplo, tanto su aceptación que lo aceptó cuando él casi nada
toscuro, tranquilo. Pausa y adelante. Fichás todas las lar esto. La cuestión es así: en este primer retorno el jefe de nada menos que un Ortega Peña, aunque el PB venía de podía hacer. No vino para gobernar, vino para morir y
boletas. Si no está la del Frejuli. Oíme: solamente si no custodia de Perón es el coronel Milo de Bogetich. ¿De antes), los Montoneros no tuvieron problema alguno en deteriorar su imagen para la posteridad. Ahora hasta bus-
está la del Frejuli, entendé. Si no está la de Alsogaray o dónde sacó Perón a este personaje? El hombre no es para ser alternativistas. No bien Perón los agredió desecharon can enjuiciarlo por la Triple A. Sin duda, Perón sabía lo de
la de los radichas vó no te calentá. Pero si no está la del hincharse de orgullo. ¿Se lo habrá prestado Franco? Boge- su conducción. Algo así era inimaginable para el líder. No la Triple A. Ya no caben dudas hoy. Ahora –si para blan-
Frejuli salís del cuartoscuro y te dirigís al presidente de tich era un criminal de guerra colaborador del carnicero lo había esperado. Llegó con muchos, pero no pudo con- quear a Videla y sus asesinos– se empieza a juzgar a todos
mesa. Ahí no decís como un boncha: ‘Falta la boleta del Ante Pavelic, que entró en Croacia y si dejó vivo a alguien ducirlos. los jefes de Estado bajo cuya responsabilidad se cometieron
Frejuli y no puedo votar por el dotor Cámpora, aunque habrá sido porque se distrajo. (Nota: En la plaza Castelli, Jorge Antonio tuvo una participación fuerte en la cam- asesinatos empiecen por Mitre, sigan con Roca y con Yri-
hubiera preferido votar por el general Perón pero el en Belgrano R, junto a las vías, dormía y vivía en una casu- paña electoral, en el avance hacia el gobierno. Esta partici- goyen y la Patagonia Trágica, tal vez los radicales puedan
régimen una vez má me lo impide’. No, nada de eso. Vó cha de dos o tres latas uno de esos personajes a los que hoy, pación lo llevó a estar muy cerca de Montoneros. Financió aportar algunos documentos. Y esos mataron mucho más
decí: ‘Faltan boleta’. Eso solo. Si el presidente de mesa muy finamente, se llama homeless. Los pibes –tendríamos la revista Primera Plana, que cambió su orientación elitista que la Triple A. Desde este punto de vista, si los sindicatos
te pregunta, porque por ahí es de la contra y te quiere nueve años– nos entreteníamos hablando con él, que nos y gorila por una peronista y fierrera. Un empresario cordo- andan pintando esa consigna dura y que evoca otros tiem-
embromar: ‘¿Podría decirme cuáles’? Vos, musa. Ni una decía que era croata. Todos los días lo visitábamos y le pre- bés con el que éramos bastante amigos, un típico judío pos de hacer política en la Argentina, habrá que compren-
palabra. Vó repetís: ‘Faltan boleta’. Ahí se avivan que guntábamos qué era. “Croata”, contestaba. Todos los días gorila de clase media, de esos que creen que el peronismo der que les debe irritar bastante que se use a Perón para
sos un tipo piola y no te van a poder empaquetar. le decíamos: “Qué va a ser croata usted, don. Usted es un está lleno de nazis y votan a los radicales, me decía: “Pero demostrar que delitos de “lesa humanidad” no sólo se
Entonces entra un tipo al cuartoscuro. Ve que faltan las croto”. Nosotros rajábamos y el tipo nos puteaba. Al día che, ¡qué mierda se volvió esa revista Primera Plana! Antes cometieron bajo el Proceso. Este, por ejemplo, es el inocul-
del Frejuli. Y las repone. Si cuando sale te dice (porque siguiente se había olvidado y otra vez le preguntábamos era para exquisitos y ahora se volvió peronista y facha!” No table propósito del periodista Gambini, mal historiador y
todo está lleno de peligros y asechanzas): ‘Faltaban sola- qué era. Así de perversos éramos los pibes de los años ’50. la compró más. Primera Plana fue un cañonazo para la hasta mal bicho en circunstancias. La consigna es: No
mente las del Frejuli, ¿nos lo pudo haber dicho, no?’, Otra que los de hoy.) Ahora, Bogetich, que si había cola- escritos de Uki Goñi, lo busca en La otra Odessa y no lo ¿Cómo es posible tener de custodia personal a un carnicero Jotapé. Ahí, junto a Arturo Armada, me hicieron el primer jodan con Perón. Le falta algo: ¿O qué?
vos, musa. Otra vez, musa. Con esa gente, no hablá. borado con Pavelic habría liquidado más o menos mil seres encuentra. Pero luego busca “Ante Pavelic” y Uki –que nacionalsocialista, esbirro del célebremente monstruoso reportaje de mi vida. Nos lo hizo Leonardo Bettanín, luego Sin embargo, Perón supo tener una cara. Una cara total-
Entrás, metés la boleta del Frejuli en el sobre, salís y humanos, viaja en el asiento de atrás de Perón. Cuidándo- vive consagrado a este tema– informa en su libro que Pave- Ante Pavelic, y, a la vez, declarar, cuando se muere Ernesto asesinado por el videlaje. Bettanín le puso de título: “Los mente hegemónica. En su mejor etapa el pueblo que lo sigue
metés el sobre en la urna. Y chau. Despué te vas. ¿Sabé lo. Es un furibundo anticomunista. Si habla con el general lic se exilió en la Argentina en 1948, y vivió en una casa de Guevara, “murió el mejor de los nuestros”? Se dice que jóvenes lúcidos”. ¡Para qué! Las cargadas que nos ligamos. y que lo ama, a él y a su mujer, Evita, sabe lo que es, lo que
por qué no había boleta del Frejuli? Porque matamo, es para decirle que hay que matar a todos los bolches. Des- la calle Olazábal, Belgrano R. No voy a entrar en el tema nadie entiende al peronismo. Se dice que ningún argentino “Che, José, yo creí que eras un tipo más o menos piola, representa: es un líder popular, nacionalista, estatista, pro-
viejo. Van a tener que imprimir tré millones más. Por- pués, en época de la Triple A, se lo dirá a Isabel. ¿Qué le del nazismo de Perón porque ya lo traté cientos de páginas se lo puede explicar a un extranjero. Si primero hay que pero un joven lúcido... que lo parió. ¿Te puedo seguir tute- teccionista y distribucionista. Si no, el pueblo no lo habría
que nosotro, a las urna, la reventamo. Vó creele al Men- habría costado a Perón –para dejar feliz a la Jotapé que atrás. Hay que entender algo de una buena vez: aunque entender a Perón, entender al peronismo ha de ser sin ando?” Y Miguel Hurst era un tornado: “¡Pelotudo! ¿Cómo seguido. Esto es importante: el pueblo tuvo que entenderlo
cho. Que el Mencho te la canta clara”. La músiquita de estaba por lanzarse vibrantemente al esfuerzo de la campa- haya traído a miles de nazis Perón no fue lo fundamental duda muy arduo. dejás que salga con ese título?” “¿Qué sé yo? No sabía que para amarlo. Lo entendió menos desde la ideología que
apertura y el tono pampeano de Gené eran sublimes. ña electoral– traer de custodia a algún coronel del Ejército que hay que ser para ser nazi. No fue racista. El racismo es Bettanín se lo iba a poner. Nos quiso hacer un favor.” desde los hechos concretos: Perón era el que los defendía y el
Pocas veces un actor tan formidable encarnó a un perso- Revolucionario de Castro? ¿Qué con esto quedaba como el punto ideológico esencial del nazismo. Para mi novela PERÓN NO LA VE CLARA “Bueno, decile que los cagó.” En suma, el primer reportaje que les daba lo que nunca habían tenido. Y no nos engañe-
naje popular para una causa política. Gené cometió un comunista? Y con Milo, ¿cómo qué quedaba con Milo La sombra de Heidegger me devoré Mi lucha y El mito del Perón se manejó en medio de constantes contradiccio- de mi vida fue una mierda. Y posiblemente el último tam- mos ni seamos injustos con él: les dio lo que nunca habían
otros pecados, pero es muy posible que se haya tenido de Bogetich? Como un aliado de Occidente. Tiempos de la siglo XX de Alfred Rosenberg, el libro basal del nacionalso- nes. Era un megalómano. Un hombre que cree que puede bién lo sea. Pero así eran los tiempos. Si Bettanín hubiera tenido y lo que nunca volverían a tener. Y fue el único que hizo
que rajar por el Mencho. Muchos votos le habrá arrima- Guerra Fría: un nazi vale más que un comunista. Hasta cialismo luego del de Hitler. El biologismo nazi se estable- avalar todas las contradicciones y –a la vez– controlarlas. puesto: “Los jóvenes que se juegan”, todo habría estado algo semejante.
do al Frejuli su entrañable personaje. No sé si algo puede ser un aliado. Además, Milo terminó por ser más un ce a partir de la raza. Del estudio de las razas para estable- (Nota: Que haya sido un megalómano a nadie debe resul- bien. Pero ¡lúcidos! Eso daba inteligencia pero no militan- Repasemos algunas cosas y añadamos otras: es desde el
queda de eso. Pero habría que recuperar ese material. hombre de Isabel que del general. Se peleó con López Rega cer la supremacía de la aria. Perón fue el menos racista en tarle extraño ni insultante. Si cada mongui que aparece en cia, compromiso, lucha. exilio que está obligado a serlo todo. Porque el movi-
Era arte. Del grande. (Nota: Desde aquí, maestro Gené, por enfrentarlo con torpeza, con necedad. Pero, a partir de la Argentina del ’45. En tanto todos despreciaban a “esos la Cámara de Diputados o en otros espacios políticos del Primera Plana funcionó muy bien. Sacaron tapas miento se desbanda en demasiadas facetas y él tiene que
te saludamos con admiración y ternura. Ahora estás más 1981, cuando Isabel se instala en Puerta de Hierro, luego negros de mierda” llegados del interior del país, Perón los país, hasta en una intendencia de un pueblito lejano, se memorables. Una con Martín Fierro cargando una metra- potenciarlas a todas y retenerlas. “Si llego sólo con los
viejito y te dan premios a la trayectoria y todos los que de los cinco años de su cautiverio bajo los militares, Milo cobijó. La oligarquía argentina es racista: odia a la negrada cree Perón, ¿cómo no se lo iba a creer él que lo era? O sea, lleta a la espalda. No sé si agarran el mensaje. Todo era buenos llego con muy pocos.” ¿Fue acertada esta política?
te den te los merecés. Como el gran premio del Fondo se transforma en el secretario privado de la señora. La y odia a los judíos. Perón nunca tuvo problemas con los decir que Perón era un megalómano es una tautología. Es un poco así. Ibamos hacia el Poder y nada podía detener- ¿Se puede llegar con todos? Para lograrlo hay que ser todos
Nacional de las Artes. Lo que quieran, que te lo den. acompaña a todas partes. Atiende a sus visitantes: a todos judíos. Los tuvo con la Iglesia Católica. Y punto. El resto decir que Perón era Perón. Y se lo creía. Con toda razón nos. Para colmo, Martín Fierro estaba de nuestro lado y y hay que ser ninguno. De aquí que a esa reiterada pre-
Tuviste, como todos nosotros, mala suerte. Tenés la les dice que la señora no habrá de recibirlos. Y las malas- es el viejo intento de los organismos de inteligencia nortea- se lo creía.) Porque Perón no creó esas contradicciones. Se había aprendido a usar los fierros, no ese cuchillo de gunta sobre su nazismo habría que responder: “¿Perón,
mejor dicción que un actor haya tenido en este país. muy malas lenguas dicen que el croata visitó su lecho mericanos para demostrar que su política hacia Perón en fueron creando en tanto él estaba en el exilio. Lo que mierda que Hernández le había dado. Al dar la guita para nazi? No, tampoco fue eso”. Al querer conducir a todos se
Pero te tuviste que rajar como un delincuente. Bueno, durante largo tiempo, al menos hasta que a la señora dejó 1945 (por medio de su embajador Spruille Braden) fue Perón juzgó acertado fue no eliminar ninguna. “Si llego la revista, Jorge Antonio conoció de cerca a los montos. obligaba a no estar con nadie. Al no estar con nadie él
ya está. Los que sobrevivimos, mal o bien, seguimos de importarle esa faceta de la vida. Milo de Bogetich no es correcta. Pero el dato de Goñi nos sirve. Es posible que sólo con los buenos... etc.” Al no eliminar ninguna (y “Perón –dijo– estaba convencido de que los Montoneros sólo estaba con sí mismo. Pero, ¿quién era él? El tenía que
adelante. Pero el Mencho, él sí, merecía mejor suerte. lo peor ni lo mejor ni menos aún lo más importante de Bogetich haya entrado junto con Ante Pavelic y ahí haya cobijarlas a todas bajo la amplia concepción del movimien- le iban a responder siempre. Yo le aseguré que no, porque ser todos. Al ser todos y no estar con nadie él, Perón, se
Porque él se murió. Duró lo que dura una campaña Perón e Isabel, pero creo que ayuda a mostrar una zona tomado contacto con Perón. Raro, porque Perón no usó tismo) creó ese gigante invertebrado y miope que denun- yo tenía mucho más contacto con los Montoneros que él. condenaba a ser nada. De aquí la fórmula de Laclau: un
electoral. A él, ésa, nadie se la cantó clara. Nadie la sos- oscura de la cual la militancia ignoraba todo. Nadie habló políticamente a los nazis. Salvo en esas cuestiones científi- ciaba Cooke. Que resolvía ese problema transformando al El tenía contacto, les daba directivas, pero ante él no se significante vacío. Perón totaliza a todos. Pero, ¿quién
pechaba. Sería lindo hacer el Mencho de nuevo. El de este personaje en noviembre de 1973. Por las dudas, cas que nunca le salieron bien. Pero hay otra cuestión. peronismo es un partido de extrema izquierda. Era una explayaban. Ante mí se explayaban con más claridad. Yo totaliza a Perón? Alguien se totaliza cuando podemos
Mencho, ahora. Te la canta clara, hoy. “¿Vó me pregun- antes de cerrar el tema, le hablé a Sergio Kiernan para pre- ¿Cómo le era posible a Perón tener en sus cercanías a un solución. La otra, la que toma el hombre de Madrid, el le advertí a Perón: ‘Mire que esto es riesgoso. No les dé decir de él que es algo. Perón totalizaba a todos al costo
tá por qué todo se fue a la mierda? Mirá, parece que al guntarle si lo conocía. Sergio, que consulta a menudo los tipo como Milo de Bogetich? ¿No le molestaba su historia? gran titiritero, es, pensándolo bien, la que genera la vio- tantas alas en el país porque después usted va a tener un de no totalizarse a sí mismo. De hacerlo sería algo. De ser
II III
algo ya no podría ser todo. De ser algo tendría visitaron. ¿Quién si no él, con su ácido humor, tan dónde están sus mejores aliados. En 1977 eran el
que elegir a los que eran como él. Y ser Perón corrosivo, podía desnudar la esencial idiotez de la general Viola y sus campos de concentración. Qué
era ser todo. El punto en el que todas las con- generación del ’70? Brevemente: los jóvenes le horrible, en verdad. ¿Era necesario que apoyaran
tradicciones del movimiento encontraban su hablaron a la señora Parodi de Evita, de la apasio- algo tan extremo? Parecerá una pregunta idiota.
unidad. El cuerpo de Perón era la unidad del nada visión que de ella tenían. Y, apenas aguantan- Pero la elección de la metodología francesa en
peronismo. El problema se le presenta a partir do la carcajada, don Tulio dice: “Y la Parodi les Argelia no era la única que tenía el ejército argenti-
del 20 de junio de 1973. Es la Tendencia la dijo: ‘Pero miren que la señora no era así, eh’”. no. ¿No hubo un empresario que lo dijera? Ese día,
que no acepta su conducción. Primero le pide Jamás voy a perdonar esto. Sé que don Tulio ha ¿no hubo nadie de IDEA que le dijera a Viola que
compartirla. Le pide partir al todo en dos par- sido generoso con gente que quiero, como Jorge el camino elegido había fracasado en Argelia y en
tes. Imposible. Luego lo desobedece. Al hacerlo Lafforgue, que le escribió un gran prólogo para un Vietnam y se consideraba innecesariamente cruel?
lo obliga a combatirla. Para combatirla tiene libro sobre los caudillos argentinos, sé que leí ese No, nadie. Además, en 1977, lo esencial de la
que elegir a unos en contra de otros. Al hacerlo prólogo y me pareció bueno, pero no: no puedo matanza estaba hecho. Ya estudiaremos la Escuela
deja de ser ese significante vacío que podía con- perdonar ese chiste siniestro. Para don Tulio (lo Francesa. Si no, no se entiende nada.) Porque, en
tener a todos los significantes. Ahora él es un dijo en Maryland): “Esa generación iba alegremen- efecto, se eliminó la “subversión territorial” con
significante más. Ya no es la unidad del movi- te al desastre”. El país entero iba al desastre, don tanta saña como la subversión armada. Como parte
miento. Es una parte, pues ha debido optar por Tulio. Menos usted, que daba clases en Estados del trabajo territorial, muchos actores montaban
una. En suma, la Juventud Peronista mata a Unidos porque Onganía lo asustó mucho.) obras en las villas miseria. Norman Briski, Víctor
Perón en tanto totalización última, significante El doble poder no llevaba a la militancia a la para- Laplace, Juan Carlos Gené y muchos más. Iban a
vacío y unidad del movimiento. lización. Un poder en Madrid. Otro en la Casa una villa y decían monólogos. O hacían una pieza
Rosada. Había que unificarlos. Había que poner al breve. O el fragmento de una extensa. O cantaban.
EL PODER PARA TOMAR EL hombre de Madrid en Balcarce 50. Para eso había Y hablaban con la gente. Siempre, siempre habla-
PODER SE CREA que militar. ¿Qué era militar? A ver si los políticos ban con el público de las villas. Era para eso, sobre
Ignoro si –como dicen Anguita y Caparrós– de hoy entienden esto: la militancia era territorial. todo, que iban.
habrán sido Elvio Vitali y su amigo los inventores Se trabajaba barrio por barrio. Los militantes toca- La militancia territorial era la creación de poder.
de la consigna del doble poder: “La Casa de ban los timbres de las casas y pedían hablar con las Para los que sosteníamos esta militancia por sobre
Gobierno/ cambió de dirección/ Está en Vicente familias. Muchos eran aceptados, otros no. Pero el todas las otras, era claro que el poder no salía del
López/ Por orden de Perón”. Aunque, si uno lo diálogo era mayoritario. Los militantes hablaban fusil. Era claro que consignas como “Fusiles y
piensa mejor, si se detiene un poco, tiene que con los vecinos y les explicaban la coyuntura, lo machetes por otro 17” no nos expresaban. Los
haber sido así. De lo contrario, Anguita y Capa- que estaba en juego, la necesariedad de la participa- militantes barriales eran los verdaderos militantes
rrós no lo habrían contado. Y ellos son gente de ción de todos para recuperar una democracia de base. Eran la antítesis del foco. En cierto
fiar. Porque –por suerte– todavía se puede creer en popular. No era fácil. El militante siempre tenía momento de Montoneros –cuando dejan las
algunas personas. Entonces a la consigna del doble una Unidad Básica en el barrio, que era su ámbito armas y se dan una política de superficie– esta
poder le diremos también la consigna de Elvio y el de discusión y de formación política. Ahí se elabo- militancia pasa a primer plano. Pero los fierros la
Negro. Se trata de una consigna fundamental para raba lo que saldría a decirle a la gente. Había que estropean de inmediato. Cuando los fierros ocu-
entender la historia del peronismo desde el ’55 empezar hablando de las cosas cotidianas. Del pan, pan el territorio, la militancia territorial desapare-
hasta el regreso de Perón y hasta la tercera presi- del azúcar, del alza de la carne. Y por supuesto: del ce. Se produce el reflujo y lo único que queda es la
dencia del líder popular. fútbol. El militante de 1973 tenía que saber mucho crítica de las armas. Que –si recordamos la con-
En el frío mes de diciembre de 1984, en la Uni- de Huracán y del flaco Menotti. Huracán era el cepción de Marx– no puede transformarse en fuer-
versidad de Maryland (por eso el diciembre era ejemplo a seguir. Sus jugadores no sólo jugaban za material si no se apodera de las masas. Toda vio-
frío), hubo un congreso de escritores y ensayistas. bien, sino que tenían un compromiso con la políti- lencia alejada de las masas es violencia de aparato.
Mi ponencia giró en torno del tema política y ver- ca. Menotti, que era el DT, seguramente los había De aquí que la militancia territorial sea un largo
dad y uno de sus pasajes esenciales llevaba por impulsado a la politización. En 1973, los jugadores trabajo que antecede a cualquier otra acción, pues
título: El doble poder. Durante la época en que de Huracán (que habría de ganar el campeonato toda acción deberá basarse en la movilización del
surgió la consigna del doble poder “se hablaba más metropolitano, un campeonato que surgió luego pueblo. Resulta poco aceptable que un gobierno
de la creación del poder que de la toma del poder. de eliminar el largo campeonato nacional que abar- como el actual no realice este trabajo esencial de la
El poder se creaba a través de la movilización caba el año entero) firmaron una solicitada de política de masas. La falencia proviene de una
popular. (Nota: No es casual que el Nº 9 de Envi- apoyo al peronismo. Coincidiendo en que existían sobrevaloración de los medios de difusión. Que
do, de fecha mayo de 1973, salga con una tapa países imperialistas y países dominados, abrazaban este gobierno tampoco los tiene. ¿Cómo, enton-
cuyas grandes letras dicen: Gobernar es movilizar. la opción fundamental de la época: Liberación o ces, es posible que un gobierno de base peronista,
Esta notable consigna –siempre presente, siempre Dependencia. También Menotti firmó esa solicita- que reclama una inserción en las tradiciones mili-
necesaria en teoría política– fue fruto de la imagi- da. (Nota: A mí me revienta cada vez que veo una tantes de los ’70, no lleve a cabo militancia territo-
nación y el talento de Horacio González. Para foto de Menotti con Videla. Y habría dado –según rial, formación de cuadros? En 1973, cuando mar-
todos nosotros resultó luminosa. Como cualquiera suele decirse– no sé qué para que esa pelota que chó a Gaspar Campos a “romper el cerco”, la Jota-
podrá imaginar, cuando Perón, el 21 de junio del pegó en el palo de Fillol entrara y Holanda no le pé decidió esta medida el día anterior. Al siguiente
’73, larga su orden de iniciar la “etapa dogmática”, recibiera la Copa a Videla. Sin embargo, honor al tenía 100.000 personas en la calle. El actual
nosotros no podíamos sentirnos agradados por esa mérito. Como a Menotti ya lo tienen podrido con gobierno, en cambio, fue superado en masividad
propuesta. Lo veremos. Pero, quién no lo ve, el Mundial del ’78, cierta vez dijo: “Miren, ya por el bloque llamado “el campo” en esa compe-
Gobernar es movilizar y Etapa dogmática son estoy harto con esto del Mundial. Se lo regalo a tencia de fuerzas que se hizo el año pasado en la
antónimos. Una consigna propone la libertad, la Bilardo. Lo ganó él”. Consultar: Roberto Di Av. 9 de Julio. Cierto: “el campo” nucleaba todo.
imaginación, la creatividad más absoluta. La otra Giano, El fútbol y las transformaciones del Ahí estaban el estanciero Miguens, el piquetero
es autoritaria y dictatorial.) Había un poder del sis- peronismo, Leviatán, Buenos Aires, 2006.) Esto, si Castells, el señor Blumberg, la procesista Pando, el
tema. Un poder institucional representado por la el militante territorial lo sabía bien, si lo había visto PO y algunos que he preferido olvidar. Pero el
gran burguesía y las Fuerzas Armadas. Y había un jugar a Huracán y cómo y por qué ganaba el “peronismo” sólo se redujo a su aparato moviliza-
poder popular. Un poder que se construía en el metropolitano, era una herramienta importante ble. ¿Cómo es posible? ¿No hay bases? ¿O no las
llano. Un poder que surgía de la organización para ganarse la amistad de la familia. De pronto, tiene este peronismo? ¿Las tiene Duhalde, el gran
militante del pueblo. empezaba a hablar de política. Y ahí empezaba la candidato de la derecha, el peronista al que los
“Había, entonces, dos casas de gobierno: esto parte más profunda de su tarea. Qué pensaba la gorilas aman? Tampoco. No las tiene nadie. Las
quería decir en su nivel profundo la consigna que familia. Qué esperaba. Qué le gustaba de Perón, bases están abandonadas. Porque está abandonada
citamos. Una era ilegal, no respondía a la voluntad qué no. Si habían vivido los primeros gobiernos. Si la política de base. Lo que los jóvenes de los ’70
popular. La otra era verdadera, legal, estaba legali- querían que siguieran gobernando los militares. llamaban: la organización territorial del pueblo.
zada por la adhesión de las masas. El verdadero Qué pensaban de la juventud peronista. Y, por Este era el poder que se creaba a través de la mili-
presidente de los argentinos era Perón aun cuando último, qué pensaban de la violencia, de las forma- tancia. Porque el poder se toma. Pero el poder para
no habitara en la Casa Rosada. Porque Perón era el ciones especiales. Este trabajo de superficie, territo- tomar el poder se crea. Se decía esta frase durante
político cuyo liderazgo reconocía la mayoría y por rial, más necesario, era a causa de no disponer de esos años. No estaría mal volver a pensarla.
cuyo retorno había luchado dieciocho años” los medios de comunicación. A la casa de la familia No llegamos a entrar en el tema prometido: Cám-
(Represión y reconstrucción de una cultura: el caso el régimen entraba con la televisión, el pueblo con pora. Pero si consideramos a lo que hemos dicho
argentino, Eudeba, Buenos Aires, 1988, p. 87). el militante, esto se pensaba y estaba bien pensado. aquí como una INTRODUCCIÓN acaso se nos
(Nota: Causó irritación mi ponencia. En 1984 la Cuando el 17 de noviembre el militante Jorge disculpe esta carencia. Escribimos –supongo que lo
intelectualidad pertenecía al alfonsinismo y algunos Rulli, en un arranque de entusiasmo combativo, hemos dicho antes– con gran libertad, sin demasia-
habían incurrido en un gorilismo intenso. Sobre grita: “¡A los barrios! ¡A tomar los barrios!” sabía lo dos esquemas. Las ideas surgen más frescas, más
todo, creo, los profesores del exilio universitario que decía, pero no ignoraba que los barrios potentes si no nos ceñimos a nada y les permitimos
que impulsó Onganía. Adolfo Prieto –a quien yo –muchos de ellos– estaban tomados. Tomados por su autónomo y hasta, a veces, anárquico surgi-
estimaba, pues había leído un buen par de libros la tarea territorial de la militancia. (Ver: La volun- miento. Pero en una reflexión (y larga) sobre el
suyos sobre teoría crítica– me dijo, con enojo, tad, ed. cit., p. 655.) También sabía lo que decía el peronismo nadie se escapa de Cámpora. Menos
PROXIMO cómo me parecía pertinente tratar en la primera general Viola cuando, en 1977, en IDEA, habló nosotros que seguramente habremos de disfrutar
parte de mi trabajo el Facundo y en la segunda eso sobre “La lucha contra la subversión” y destacó la escribiendo sobre alguien a quien tanto queremos.
DOMINGO
del “doble poder” de la Juventud Peronista. “Es importancia de la “subversión territorial”. Y cómo De los pocos.
ponerlos en un mismo nivel.” Bueno, pero me he fue eliminada. (Nota: Los empresarios habrán escu-
Cámpora, jurado no revelar intimidades de ese congreso. Sólo chado satisfechos. Notable coherencia la de IDEA.
el elegido insistiré en el inefable maestro Halperin Donghi y Siempre es admirable una línea de conducta que Colaboración especial:
de Perón II su anécdota sobre Delia Parodi y los Jotapé que la no se quiebra. El capitalismo es así. Siempre sabe Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 22 de febrero de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


67 Cámpora, el elegido de Perón (II)

Suplemento especial de

PáginaI12
EL ABRAZO PERON-BALBIN instituciones, por la Constitución! Aquí, peronismo y oligar- la Fundación Mediterránea, Alvaro y María Julia Alsogaray y frase-llave que les sirva a los jefes... come por el resto del año. Y siempre lejos del Poder?–, pero además le hablaba a cada uno Y de eso se trataba, de arañar. Con Perón todo sería peor. O
Y EL ABRAZO MENEM-ROJAS quía agrofinanciera especulativa se dan un gran abrazo. ¿El de todo el aparato del peronismo, la complicidad inmoral del par- pensar que “por el resto del año” a la gilada no nos queda otro de los argentinos, uno por uno. Por eso decía “de los argenti- sea, ¡adelante con la cláusula proscriptiva! La excusa fue cual-
lo que quería Aramburu, lo que después quiso Perón-Balbín? No. El abrazo es otro. No es tampoco el de tido, de sus diputados, de sus senadores, y la complicidad de remedio que laburar. ¿Qué pensarán de nosotros esos piolas? nos”. Todo, en su lenguaje, era “de los argentinos”. La cultu- quiera. Perón (habrá decidido dejar para más adelante esta

Y Lanusse, lo hizo por fin Perón. Todos le fueron


al pie. O casi todos. ¿Qué era eso? Era que el
Gran Acuerdo Nacional lo hacía él. La cosa se
consolida en un restaurante de nombre Nino,
donde parece que Perón solía almorzar o cenar a veces con
Evita. Quedaba, además, cerca de Gaspar Campos. El encuen-
tro se haría bajo el aura eterna de la pasionaria del peronismo.
Menem-Alsogaray. Ese se llevaba a cabo siempre que el capi-
tán ingeniero decía: “Yo no apoyo al peronismo. Apoyo a la
Reforma Menem”. Como la Reforma Menem tenía la invalo-
rable característica de ser idéntica a la Reforma Alsogaray, lo
que se aplicaba era el plan del viejo liberalismo que domina
este país desde 1880, en que lo hizo. Que mal o bien lo hizo,
según suele decirse, mal. Se dice mal porque no lo hizo mal o
los sindicatos, la desaparición del mapa del combativo Ubaldi-
ni que luchaba tan bravamente contra Alfonsín en defensa de
los intereses obreros, desnacionalizan el país, tiran por la borda
su soberanía y, por fin, se liquida al Estado Peronista. Algo que
nadie había podido lograr. El peronismo liquidó al peronis-
mo. Pero ya alguna vez llegaremos a esto. Volvamos a lo del
abrazo. Venimos del abrazo Perón-Balbín. ¿Cuál es el abrazo
(Difícil que piensen algo peor de lo que nosotros pensamos de
ellos. Aunque se llenen de guita. Miserables.)

BALBIN FANFARRONEA
A PROPOSITO DE ALLENDE
Volvemos a 1972: abrazo Perón-Balbín. Cuando trepa el
famoso muro y sale hay algunos periodistas. Balbín pelotea la
ra “de los argentinos”. El destino “de los argentinos”. La patria
“de los argentinos”. Después, otra pregunta: “¿Recordaron con
el general Perón algunas cuestiones del pasado?”. Balbín, casi
ofuscado: “Fue una conversación hacia adelante”. No digamos
que fue un hombre probo por mantenerse siempre lejos del
poder. Creo que lo habría sido igual. Pero todo en él, su pinta,
su estilo, sus palabras, sus poses de compadrito, aun esa “faci-
cuestión o –¿quién puede saberlo?– no estaría aún seguro de
querer el enorme peso de la Presidencia) acepta.
La reunión de Nino tiene un marco externo que incomoda a
todos los políticos que están negociando. Ninguno de ellos
tiene una hinchada que desde afuera aliente furiosamente a su
líder. La consigna fue: a abultarse rodeando Nino. A hacerle
sentir a Perón que no está solo. Y a los otros que la multitud
Si esto le gustaba a Isabel, nadie podría saberlo. Por el momen- bien, lo hizo mal. Se lo hizo para él. Pero ni siquiera para su de los ’90? El abrazo Menem-Rojas. De inmediato, peronistas cuestión para el día siguiente. Rodeado de micrófonos, siem- lidad de palabra” de la que tan seguro se sentía eran hilachas juvenil está con Perón. Un militante muy entusiasmado me
to y hasta el final ella debía venerar la figura de Eva. Más aún progreso, lo hizo para su goce. La oligarquía liberal-financie- memoriosos lo comparan con el abrazo Perón-Balbín. “El abra- pre con cara de hombre que enfrenta grandes acontecimien- del pasado. El 12 de septiembre de 1973, un día después del dice: “Sea lo que sea que negocie el Viejo ahí dentro lo va a
si –como se dice– en los socavones más hondos de Puerta de ra no hizo un país. Hizo una ciudad llena de palacetes france- zo Menem-Rojas es la versión fin de siglo del abrazo Perón- tos que lo son por el mero hecho de enfrentarlos él, se some- golpe contra Allende, le preguntan: “¿Qué opina del golpe de negociar con más poder con nosotros afuera. Les va a decir:
Hierro el Hermano Daniel hacia malabares umbandistas ses. El resto, el derrotado interior federal, al diablo. A la mise- Balbín.” Le pregunto a uno de esos peronistas que hoy están te a las preguntas de la prensa. “¿Tuvo que saltar un muro, Chile?”. Dice dos o tres respuestas evasivas. “¿Cree que Allen- ‘Escuchen lo que tengo ahí. Esos son mis muchachos. El único
poniendo el cuerpo de Eva sobre el de Isabel para que la pri- ria. Al atraso. Y, de última, a los caudillos medievales y san- aquí y mañana allá y siempre en todas partes en que esté el doctor?”. Observen esta respuesta: “Salté ese muro como sal- de se suicidó?” “Bueno, tenía un arma en la mano cuando lo que los puede conducir soy yo. ¿Alguno de ustedes cree que
mera le traspasara sus fluidos combativos, apasionados e inte- guinarios que, impuestos por Buenos Aires o respaldados por peronismo, el poder y la guita: “Che, lo escuché a Fulano decir taré todos los muros que sean necesarios para asegurar la liber- encontraron, ¿no?” “¿Qué habría hecho usted en su lugar?” Y puede frenarlos? Y oigan bien, eh. Están enojados. Están har-
ligentes a la segunda. Algo que –si se lo piensa con un poco de la metrópoli culta y cosmopolita, se adueñarían in aeternum que el abrazo Menem-Rojas es la versión fin de siglo de... etc.”. tad y la democracia de los argentinos”. Balbín nunca decía “de ahí, más caudillo fanfarrón que nunca, irrespetuoso con Allen- tos’”. Y la Jotapé sofoca las cercanías de Nino con sus consig-
mala onda– implicaba admitir que la Chabela o recibía fuer- de las provincias. ¿Cuál es el abrazo? ¿El de Eva y Victoria, que El mene-peronista versión noventa me dio una respuesta inol- la Argentina”. El hablaba en nombre de la República –¿quién de, haciendo un gesto con la mano, entre despectivo y con- nas, con las duras, con las blandas, con las ingeniosas, con las
zas extranaturales, del más allá, o habría de deslizarse en peno- es el nombre de una mínima obra de teatro que se estrena en vidable: “¡Y dejalo! Con eso come por el resto del año”. ¿Está podía ignorar esto de un hombre tan probo, jamás sometido cluyente, despidiendo a los periodistas, dice, muy convenci- hirientes, con todas. Con la de Chamizo, por ejemplo. O con
sas pifiadas sucesivas que disgustarían al líder. Los antipero- los noventa? Se estrena con gran éxito porque tiene un nota- claro, no? Se trata de hacer bien los deberes. Y si uno mete una a ninguna tentación seria por mantenerse, indeseadamente, do, terminante: “¡Ah, no! ¡A mí eso no me lo hacen!”. ¿Y de las ideológicas:
nistas ensayaron algunas interpretaciones ya viejas: dijeron que ble mérito: el de la unidad entre las clases bajas y las clases altas. dónde sacó que a usted eso no se hacen? A ver, ¿por qué? ¿Era Socialismo nacional
el restaurante Nino era la nueva cara de la Cervecería de Munich, Tal como el menemismo lo proponía. ¡Hasta Bernardo Corcho más sagaz político que Allende? ¿Más valiente? ¿Habría resis- como quiere el General
donde Hitler había empezado a consolidar sus fuerzas. ¡Qué Siempre a Flote envía móviles para reportear a los espectado- tido mejor? Sospecho, querido Chino, que a usted no le hací-
manía con Hitler! Munich, Nino, Hitler o Perón, todos fue- res a la salida! ¡Es la obra de la unidad nacional! El pueblo por an eso porque ni los habría molestado, porque no les habría Ramus, Medina
ron hacia ahí. fin unido a las clases dominantes. Eva y Victoria dialogan arri- hecho ni el 3%, no, ni el 2% de las cosas que hizo Salvador Perón en la Argentina
La noche anterior, el otro viejo de la política argentina (si no ba de un escenario. Y hasta, al final, cuando Eva muere (no Allende, patriota chileno, líder ejemplar, que murió peleando
es excesivo ese título) lo fue a ver a Perón. Esta visita de Ricar- hay gorila que no perdone a Eva cuando muere: en el fondo, de cara a los canallas, a los asesinos. Ni remotamente este país Dame una mano, dame la otra
do Balbín estuvo teñida de heroísmo. Aparte de aceptar estoi- conjeturo, será por lo tanto que ellos o sus antecesores desea- en que habitamos, al que dimos nuestros años, en el que no dame un gorila que lo hago pelota.
camente algunos insultos de peronistas belicosos (“gorila”, ban que eso sucediera) o cuando está ya en plena agonía, Vic- hundirse en la desesperanza es un esfuerzo cotidiano por no
“radicheta gorilón”, etc.), otros, con mejores modales e inten- toria se dispone a abandonar la habitación, vacila, la mira a abandonar a los desesperados, por pelear por algunas cosas que Pero no me fui de Nino con el ánimo sereno. Había un grupo
ciones le pusieron una escalera para que saltara un muro, dado Eva, que está sentada, los hombros caídos, quebrada por su aún tienen sentido, o simplemente tratar de que la esencial de sesenta, setenta, cien militantes. Estaban muy cerca de un
que Balbín no se abría paso por cualquier entrada convencio- dolor, se le acerca y... ¡le pone una mano sobre el hombro! Qué impiedad del poder, del verdadero poder, sea menos brutal, ventanal de Nino. Y cantaban una sola consigna. Con una furia
nal, sino por una con cierto aire clandestino, algo que agrada- escena de amor. Qué sublime. Qué conciliación de clases ejem- tuvo un político como Salvador Allende, no sólo atacado por estremecedora. Con un odio extremo. Era un grito de guerra.
ba al caudillo de la palabra desbordante. El caso es que llegó plarizada por un solo, tenue gesto de la dama del Buen Pastor. Pinochet, por quienes finalmente lo derrocaron y disemina- Un grito de guerra que no cesaba. Había demasiada rabia. No
hasta Perón y se dieron un abrazo que algunos valoran de tal Ya está: todo es armonía. A la salida, Neustadt espera a los asis- ron la muerte en Chile, sino también por el MIR, por esa pude entenderlo. ¿Quién impartía esas órdenes? ¿Esa consig-
manera cual si semejara el de O’Higgins y San Martín después tentes a semejante milagro: “¿Qué le pareció la obra?” “Mara- izquierda nefasta, funcional al régimen, para la que todo es na tan rabiosamente vociferada obedecía a una orden de la con-
de Maipú. Batalla en que murieron 2000 guerreros y el genio villosa”, dicen los nabos espectadores, siempre manejables, poco, para la que nada alcanza, en tanto para los reaccionarios, ducción o era un desmadre de las bases? Se estaba negocian-
de San Martín brilló más alto que nunca. Luego se abraza con siempre heterónomos, siempre comiéndose la última de turno, los matarifes, todo es excesivo, todo es demasiado. Enemigos do, carajo. Perón estaba en Nino con todos los miembros de
O’Higgins, factor esencial del triunfo y guerrero que afirma el es decir, la clase media urbana, que después se va a comer a El unos por la escasez de las conquistas, enemigos otros por la los partidos. Le habían ido al pie. Se estaba haciendo política.
honor de Chile. Bien, por decirlo claro: el Chino Balbín, de Palacio de la Papa Frita o a La Churrasquita, hoy a Happening sobreabundancia subversiva, terminan por coincidir. No sólo Se estaba luchando por la posible organización del país bajo la
O’Higgins, nada. De San Martín, menos. Pero estaba al fren- y siempre, como un touch de excentricidad, ¡una pizza en Güe- Pinochet liquidó a Allende. El MIR contribuyó a debilitarlo, jefatura de Perón. ¿No sabían eso? ¿No se habían tomado el
te del radicalismo, a punto de ganarle la interna a Alfonsín, y rrín, qué joder! “¿Qué nos puede decir de la obra?” “Ay, me a quitarle bases negándole su apoyo. Pinochet, por fin, los mató trabajo de averiguar que el pueblo quería eso y no la guerra? Y
Perón confiaba en él como herramienta para la unidad nacio- conmovió el choque de personalidades. Y la señora China Zorri- a todos. A los allendistas y a los del MIR. Triste historia. La peor aún: nadie había averiguado el verdadero poder de fuego del
nal partidaria. Años después habrá otro abrazo. Guste o no, lla como Victoria Ocampo, una dama para otra dama.” “Esto izquierda debería aprender de ella. Ejército Argentino. Miguel Hurst, en una reunión de militan-
tan peronista como éste. Será cuando el peronismo le ponga demuestra que los argentinos podemos unirnos y marchar hacia tes, dijo algo insólito y ajustadísimo: “Ojo, eh, el Ejército no
su masividad al establishment y obedezca a hacer su política. el futuro. Si no lo hacemos es porque no queremos. Porque LA FURIA DE LA TENDENCIA se puso todavía en serio contra la guerrilla”. Inútil: lo critica-
“Nosotros ponemos a la gilada, ustedes el proyecto.” Uno de poder, se puede. Esta obra lo demuestra.” “Sólo nos tenemos FRENTE AL “NINO” ron. “Son todos mercenarios”, había dicho el Che sobre los
los protagonistas de esa dilatada traición a la patria que se cono- que entender. Dialogar en democracia. Tenemos todo para ser Salvo que haya llevado adelanta reuniones privadas, Perón soldados de los ejércitos latinoamericanos. Desde luego: mer-
ce bajo el nombre de menemismo fue el capitán ingeniero Alva- un gran país.” “Es la opinión de la gente”, concluye Bernardo no le dio mucho aire a la juventud. Su primacía fueron los polí- cenarios excepcionalmente adiestrados por la Escuela de las
ro Alsogaray, sombrío personaje de este país. Se pasó la vida Corcho Siempre a Flote. “Y la gente sabe lo que dice. Sabe que ticos. Si Santucho lo caracterizaba como el líder de la burgue- Américas de los yankis y los nuestros (siempre exquisitos los
tratando de ponerlo al servicio de la banca internacional, a la esta vez los argentinos estamos en el camino correcto.” La única sía, podía estar feliz. Aquí parecía serlo. Sucede que Perón se argentinos: hasta para la tortura y la muerte) por la mejor Escue-
que él pertenecía, obedecía. Junto con Alsogaray entraron a la voz discordante fue la de la entonces diputada Irma Roy. Con había empeñado en birlarle el GAN a Lanusse. Estaba a punto la de Contrainsurgencia, la francesa. Claro que el general Giap
fiesta menemista personajes impensables. Se trataba, no de la inocencia, con verdadero candor, confesó: “No sabía que Vic- de conseguirlo y por fin lo consiguió. los había vencido en Dien Bien Phu. Pero el general West-
unidad nacional, sino de la unidad nacional para el saqueo de toria Ocampo era tan importante”. La furia de Neustadt no se El lunes 20 de noviembre se realiza el gran cónclave de Nino. moreland, el enemigo, consideraba a Giap un genio militar. Y
la Nación. Siempre que el capitalismo neoliberal, liberal u oli- manifestó. Estuvo parco. Irma era una aliada. Pero debió haber- Ya que tantos analistas respetables gustan citar a Joseph Page, lo era. Sólo eso podía ser el hombre que derrotó a los france-
gárquico de este país puede gobernar a su antojo suceden algu- le dicho: “Irma, por favor. Sabemos que es usted una perona- hagamos lo propio un cachito, para no desentonar: “Repre- ses en Dien Bien Phu y luego a los norteamericanos en Viet-
nas cosas ya inevitables: 1) Se lo apodera una vez más o ase- cha bruta. Pero sepa bien que Victoria Ocampo es la Eva Perón sentantes de casi todos los partidos se reunieron con Perón y nam. ¿Lo teníamos aquí? ¿Era Firmenich? ¿Era Santucho?
gura su posesión. Dado que este país se consolidó (1880) cuan- de la oligarquía. Que si no juntó multitudes es porque la oli- sus principales lugartenientes para discutir la posibilidad de (Nota: “A pesar de estar sostenida por los armamentos y recur-
do la burguesía del Puerto y la oligarquía terrateniente se ase- garquía no es una multitud. Es un selecto grupo de individuos formar un frente político. El conductor (en Nino, JPF) se refi- sos de los Estados Unidos, Francia no consiguió vencer a las
guraron su dominio. En 1932, otra vez se lo aseguran y lo tra- libres y cultos. Más bien le tiene asco a las multitudes. Dan rió a la necesidad de forjar la unidad nacional. Los dirigentes fuerzas de la República Democrática de Vietnam, reconocida
fican con Gran Bretaña, que no es, para nosotros, el “ogro grasa. Que el pueblo no la haya amado habla de su grandeza, peronistas propiciaron la publicación de un manifiesto denun- como tal en 1950 por la República Popular China y los demás
externo”. No es ningún ogro. Son señores educados que hacen de su exquisitez, no de su intrascendencia. La amaron sus pares. ciando la exigencia de estar residiendo en el país antes del 25 países comunistas. El ejército del Viet Minh (se uniría al Viet
muy bien sus negocios. Si los rastacueros de ese país del Sur se Y la gente que ella traía del exterior para que la amara: Rabin- de agosto para ser candidato” (Page, ob. cit., Vergara, tomo II, Cong para pelear contra los yankis en la llamada Segunda Gue-
mean por estar a sus pies ahí los tendrán. Ya se sabe: Julito dranath Tagore, Aldous Huxley, Drieu de la Rochelle, que era Buenos Aires, p. 230). La “cláusula proscriptiva” era otra cana- rra de Indochina, JPF), bajo el comando del general Vo Ngu-
Roca. Las carnes. Los frigoríficos. Y si don Lisandro de la Torre diez veces más nazi que Perón pero era francés y escritor. Que llada del Ejército Gorila. Perón tenía que volver antes del 25. yen Giap, considerado por William Colby, ex director de la
se queja... lo revientan de un tiro, aunque ahí hayan liquida- aún no hayan hecho una ópera rock sobre ella los señores Rice “Perón vuelve cuando se le canten las pelotas”, pinta la JP. Pero CIA, un ‘genio militar’ (también, como dijimos, por Westmore-
do a su fiel Enzo Bordabehere. Pero la mezcla habitual se dio y Lloyd Weber se debe a la vida austera que llevó, entregada a además, ¿para qué esa cláusula? ¿Por qué limitar otra vez a land, JPF), atacó al Corps Expéditionnaire (CE) francés (16.000
perfecta: o lo hacemos con los negocios o lo hacemos con las los libros y no a los hombres. Evita les daba más material por Perón? Lanusse dirá: “Jamás Perón será presidente de este país”. soldados), en su último baluarte, considerado inexpugnable,
armas. Diez años de jolgorio de nuestras “clases ilustradas”. La su vida, digamos, azarosa. Además, querida, a Victoria sólo ¿Qué pretendía? ¿Superar con eso los 18 años de desencuen- Dien Bien Phu, planicie de 18 km de extensión, cercada por
Gran Década de la Concordancia. Si José Luis Torres la llamó Stravinsky, que la admiraba, pudo haberle hecho una ópera. tros? El pueblo lo quería a Perón presidente. La cláusula pros- montañas, en el noroeste de Vietnam, próxima a la frontera
“infame”, eso es revisionismo, resentimiento, caudillismo, Si no lo hizo, ahí nomás habrá estado. Y por último, querida criptiva introducía un problema que habría de ser muy grave con Laos. El combate duró cerca de 55 días y 55 noches, del
populismo, proteccionismo, nacionalismo, en fin: fascismo. 2) Irma, que usted desconozca la grandeza de Victoria Ocampo en el breve tiempo. No fue el peronismo el culpable de las des- 17 de marzo al 17 de mayo de 1954”, Luiz Alberto Moniz Ban-
De 1955 en adelante. Lo hemos visto bien. Se gobierna en es algo que a ella la honra. Curioso habría sido lo contrario”. prolijidades constitucionales del ’73. Fue el Ejército Gorila, con deira, La formación del Imperio Americano, Norma, Buenos
medio de la ilegalidad constitucional, bajo la hegemonía de las Pero la unidad está lograda. ¡Robemos juntos!, exclaman pero- Lanusse a la cabeza, que prohibió la candidatura de Perón. “Usted Aires, 2007, p. 170. Pese al respaldo de los bombarderos B-52
armas de los militares y con los organismos de créditos inter- nistas y grandes burgueses financieros, tradicionales o nuevos no. No llegamos hasta tolerarlo a usted. Ponga a alguien y váya- de EE.UU. y de las bombas de napalm, Giap derrotó sin ate-
nacionales. (Sobre todo, el FMI, al cual nos hizo entrar la Liber- oligarcas de la Pampa húmeda. Hagamos juntos lo que más se del país.” Perón tendría que aceptar. Sobre todo porque el nuantes a los franceses. Fue uno de los golpes más duros que
tadora.) 3) Superado el trágico interregno peronista, que esta- nos gusta: saquear a este país. (Que nadie se haga el vivo afir- Chino Balbín aceptó la cláusula del 25. “Porque, en su opinión, el colonialismo recibió en toda su historia. “Dien Bien Phu”
mos empezando a estudiar, retornan los liberales, los dueños mando estupefacto, como el periodista inglés Christopher Hit- proscribía sólo a aquellos que habían elegido libremente no significa aún triunfo de los Otros, triunfo de la barbarie, derro-
de la tierra, los nuevos capitales financieros. Todo imperfec- chens, en 1978, que: “El fracaso de Argentina como nación es estar en el país a partir del 25 de agosto” (Page, ob. cit., p. 230). ta de la civilización occidental. De aquí que sea sorprendente
to. Porque el neoliberalismo odia al populismo porque impli- el más grande misterio de este siglo”. No, señor Hitchens, usted ¿Libremente? Entonces, ¿la cuestión era aceptar libremente vol- la valoración de Westmoreland y William Colby. Si le añadi-
ca el intervencionismo del Estado. Pero los militares dicen: no entiende nada. Escúchenos a nosotros que a este país lo vivi- ver antes del 25? Bromeaba Balbín. ¿Libremente de qué? Si era mos a Giap la formidable conducción estratégica de las gue-
“Señores, nosotros tenemos que matar a mucha gente para que mos de adentro y fuimos una y muchas más veces derrotados una fecha obligatoria que había impuesto Lanusse. ¿Por qué rrillas del Vietcong y la toma triunfal de Saigón, podríamos
ustedes puedan ganar dinero, ¿están de acuerdo?”. “Por supues- por los negocios de los grandes hombres del dinero, de las gran- tenía Perón que volver en esa fecha? ¿Dónde se ha visto algo concluir que no es sólo, obviamente, un genio militar, sino el
to, hagan su trabajo. Y rápido, como dijo el señor Kissinger.” des clases hegemónicas que lo poseyeron y –cuándo no– mata- así? Se fija la fecha de elecciones. Y los candidatos pueden o estratega invicto del siglo XX y el que luchó –por si su gloria
“Para hacerlo rápido necesitamos un gran poder del Estado.” ron a quienes les discutieron ese derecho o se aliaron eficaz- no pueden estar en el país. Eso no le impide a nadie presentar- fuera poca– siempre del lado de los débiles, de los subalternos,
Esta contradicción liquida la economía liberal-capitalista- mente con ellos, como ocurrió con Menem. Escuche, mister se. Pero Lanusse armaba cualquier cosa con tal de evitar la can- de los colonizados. De los agredidos por la razón instrumen-
financiera del Proceso. Catástrofe económica, humanitaria y Hitchens: El más grande misterio de este siglo habría sido el del didatura de Perón y el triunfo sin duda abrumador del Freju- tal, colonizadora, técnica del capitalismo de Occidente, por
hasta una guerra ignominiosamente perdida. 4) Llega Menem. triunfo de Argentina como nación. El de su fracaso está a la mano, li. Con cualquier otro, sería menos. ¿Saben por qué el Chino usar el lenguaje de Adorno y Heidegger. Lástima que Heideg-
Aquí sí. Aquí resulta. Argentina, campo de pruebas del FMI. está a la vista. Sólo hay que querer verlo.) comiteril apoyaba eso? Porque él también lo quería a Perón ger –en quien se basan todos los que critican la Modernidad
Argentina, conejillo de Indias. La juerga financiera. Se roban Y eso es lo que hacen. Diez años de fiesta conjunta. Entre fuera de la contienda. Ya pensaba en las elecciones. Hasta en Occidental desde otro punto de vista al del marxismo– habría
todo. ¡Qué patriotismo! ¡Qué amor por la República, por las el Consenso de Washington, los Chicago Boys, Cavallo, IDEA, el cómputo del último voto. Sin Perón, la UCR arañaría más. odiado a Giap por considerarlo un guerrero del comunismo
II III
soviético.) Ninguno de los dos: ni Santucho ni Fir- líder. La masa es libre cuando actúa por lealtad al mero” es porque eso son, para nosotros, usted y la
menich, ni patéticos fierreros de segunda o cuarta líder. Porque el líder es el líder de la masa y la masa Señora. Lo primero es declararlo a usted Libertador
como Gorriarán Merlo o Perdía tenían algo en es la masa del líder. Actuar por una o actuar por de la República.
común con Giap, ni las fuerzas que comandaban otra es actuar por lo mismo. Hay una necesidad ya
tenían el número, la preparación, el respaldo popu- establecida. Aceptarla es ser libre. Bien hegeliano: Perón inclina levemente su cabeza, como agra-
lar (el apoyo de la población campesina fue funda- La libertad es el reconocimiento de la necesidad. deciendo algo inmerecido y abre sus manos en un
mental) que tenía el gran héroe de Dien Bien Phu. Siempre se debe ser leal a algo. Lo más indigno gesto que dibuja una actitud de serena resignación.
Por último, la asimetría de las fuerzas de Giap con es carecer de una lealtad. Perón apela a la frase de
las de los franceses era incomparablemente menor Licurgo, que también utilizará Evita: “Hay un solo Yvonne: Y a Eva Perón, Jefa Espiritual de la
que las de los grupos civiles que manejaron los líde- delito infamante para el ciudadano: que en la lucha Nación.
res del ERP y Montoneros. Una cosa era leer los en que se deciden los destinos de Esparta él no esté en Cámpora: Los proyectos ya están en la Cámara.
escritos de Giap; otra, hacer la guerra como él. Ade- ninguno de los dos bandos o esté en los dos”. Estar en Es cuestión de días sancionarlos. (Un gesto a Yvon-
más, insisto, si Perón estaba negociando con los los dos es la negación de la lealtad. No se es leal a ne indicándole que continúe.)
políticos era un disparate supremo que los cuadros ninguno y se es traidor a los dos. Yvonne: Y la educación, General. Este país se
de los montoneros se pusieran a gritar con furia, Cámpora venía destinado a ocupar el puesto de educó con los valores de la oligarquía. Hay que lle-
con odio, durante más de media hora: “Cinco por campeón de la lealtad. Pasó de campeón de la obse- var a las aulas los valores de la clase trabajadora. Que
uno/ no va a quedar ninguno”. ¿De quiénes? ¿De los cuencia en los ’50 a campeón de la lealtad en los en todas las escuelas se enseñe La razón de mi vida.
políticos que estaban con Perón? ¿De los militares ’70. Una cosa llevó a la otra. Se conoce esa anéc- Que los niños se eduquen con la palabra de Eva
que estaban a punto de entregar el gobierno al pero- dota (sin duda antiperonista): Evita le pregunta a Perón, que es la del pueblo.
nismo si ganaba las elecciones? ¿Qué significaba esa Cámpora qué hora es. Cámpora: Sobre ese punto el acuerdo es general.
consigna? ¿Que una vez en el poder iban a desatar Evita: Che, Camporita, ¿qué hora es? En días se repartirán los textos.
una matanza? Qué desvarío. ¿Cantaban en serio esa Cámpora: La que usted quiera, señora. Perón: Bien, ¿qué más?
consigna? ¿Sabían lo que estaban diciendo? ¿O era Hay algo que, creo, invalida esta anécdota: ¿podría Cámpora: Hay una cuestión sobre la que existen
una forma de expresar dureza? Y sólo eso. Pero fue Evita no tener reloj? Debía tener uno. Y muy caro. algunas... discrepancias.
demasiado prolongado. Los filmaron. Los pasaron ¿Por qué habría de preguntarle la hora a Cámpora? Yvonne: Sólo porque existen malos peronistas.
por televisión. Les preguntaron a los dirigentes pero- Además, la respuesta es tan ineficaz que la habría Cámpora: Se trata del Monumento a la Señora,
nistas, que dijeron: “No es nada. Los muchachos indignado: –Oíme, boludo: si fuera la hora que yo general. Algunos, los que Yvonne llama “malos pero-
son así. Ellos aceptan el proceso electoral”. ¿Sabían quiero no te preguntaría qué hora es. ¿O creés que nistas”, proponen que el Monumento se erija en
algo de la Bestia a la que desafiaban? Estados Uni- tengo tanto poder como para decidir eso? algún lugar cercano a la Plaza de Mayo. Otros...
dos caía en Vietnam, de acuerdo. Pero seguía sien- –¿No? Yvonne: “Otros” no. Nosotras, las mujeres pero-
do Estados Unidos. Y el heroísmo y el sacrificio del –No, si tuviera todo ese poder haría fusilar en la nistas, las que queremos a Evita como peronistas,
pueblo vietnamita, ¿se daría aquí? ¿Había aquí un puerta del Trust Joyero Relojero a los que inventa- pero también como mujeres, queremos más.
Ho Chi Minh? ¿Había un Vo Nguyen Giap? El con- ron esta anécdota gorila de mierda. Dale, qué hora Perón: A ver, Yvonne: ¿y qué proponen ustedes?
ductor estratégico que se tenía –cuando tuvo que es. Las mujeres de Evita.
pelear– se rajó en la cañonera. “Cinco por uno/ no –Mire su reloj, señora. Yvonne: Ese Monumento tiene que levantarse en
va a quedar ninguno.” “General, ¿usted va a frenar –Mirá, tenés razón, Camporita. Creí que me lo la mismísima Plaza de Mayo. Alto como la Torre
a esos muchachos?”, le habrá preguntado alguien o había olvidado en la Residencia. Sos piola, eh. Quién Eiffel. Alto como la gloria de...
más de alguien en Nino. ¿Habrá respondido Perón te dice, llegás lejos. Hasta presidente de la Repú- Perón (conteniéndola): Yvonne, Yvonne... Tan
que agarraba un vaso de agua, un micrófono y los blica si te descuidás. alto, no. Hija, no llevemos a Evita al Cielo mien-
mandaba a sus casas? –Espero no descuidarme, señora. tras todavía está en la Tierra. (A Cámpora): ¿Pensa-
Pero el chiste del reloj cumplía su función: mar- ron algo alternativo a... la Torre Eiffel?
LA BENDICION DEL “PADRE car la obsecuencia del dentista de San Andrés de Cámpora: Hacer réplicas del Monumento en cada
ETERNO” TRANSFORMA A Giles. Nadie podría negarla. Durante su desempe- una de las plazas del interior de la República. En
CAMPORA EN “EL TIO” ño al frente de la Cámara de Diputados, y duran- cada capital de provincia.
El más alto valor de la axiología justicialista es te la agonía de Eva, Cámpora llevó adelante todos
el de la lealtad. El opuesto es el de traición. Entre los fantásticos y absurdos proyectos que los “adu- Intervención inesperada de Juancito.
los principales sinónimos de lealtad figura amor. lones y alcahuetes” diputados peronistas proponí- Juancito: Sí, sí... Eso va a ser fantástico. Evita en
Entre los principales de traición figura rebeldía. an. En el film Ay Juancito, que dirigió impecable- todas las plazas. Regar el país de flores, alegría para
Nunca, antes de Cámpora, un peronista había mente Héctor Olivera en un momento en que los los pibes...
encarnado en sí el valor supremo del peronismo. críticos decidieron no quererlo, posiblemente por-
Esto lo consigue en 1972, cuando Perón delega en que era un hombre con algunos años cumplidos y Perón gira lentamente y le clava la mirada. Juan-
él la candidatura presidencial. Lo hace porque es no era un joven como eran y tenían que ser los que cito se calla. Yvonne aprovecha y arremete.
el más leal de sus soldados. (Aun cuando se hubie- hacían el cine del “nuevo y joven cine argentino”
sen manejado otras posibilidades, Cámpora, una (había dirigido La Patagonia rebelde, Las vengan- Yvonne: Y vamos a declararla “Abanderada de los
vez consagrado, incorpora el valor para sí.) ¿Cómo zas de Beto Sánchez, No habrá más penas ni olvido humildes”. Y a darle el collar de la Orden del Liber-
surge el valor de la lealtad? Difícil decirlo. Pero la y La noche de los lápices y produjo más de 100 pelí- tador San Martín. La Cámara de Diputados se des-
jornada que para siempre lo encarnará será la del culas, entre otras Tiempo de revancha y Ultimos días borda de amor por la señora. La comparan con Isa-
17 de octubre, denominado, precisamente, Día de de la víctima de Aristarain y la excepcional Plata bel de Inglaterra, con Juana de Arco, con Catalina
la Lealtad. “Un conductor, por genial que fuese dulce, con ese guión poderoso de Goldenberg y la Grande o Isabel de España. Hay quienes dicen
(dice Perón), no puede llegar a cada uno de los Viale, ya que fue así como cumplió sus años y dejó que jamás habrá un escritor con el genio necesario
millones de hombres que conduce. Hay una cosa de ser joven, perdiendo asquerosamente el tiempo, para escribir su historia. Hay quienes...
que debe marchar sola, es decir, la doctrina que algo que no ocurrirá con ninguno de los abundantes Perón (La interrumpe): Suficiente, Yvonne. No
pone a todo el mundo a patear para el mismo arco” talentosos o aun geniales de hoy), hay una escena hay nada que Evita no merezca. Sigan nomás. (Una
(Conducción política, clase Nº 1, marzo de 1951). en que Héctor y yo (autores del guión, que no sufrió pausa. Algo sombrío:) Vayansé. Quiero estar solo.
Si existe una doctrina ya hay algo a lo que todos críticas y hasta sirvió para que nos opusieran: él de
deben ser leales: a ella, a la doctrina. La doctrina un lado y yo de otro, ¡con lo bien que trabajamos!) El corte ha sido algo abrupto. Yvonne y Cám-
es creación del conductor. No se elaboró en asam- ubicamos a Cámpora y a Fanny Navarro (a quien pora intercambian una rápida mirada y deciden obe-
bleas ni congresos partidarios. El conductor la pre- llamamos Ivonne) en el despacho de un general decer sin decir palabra.
sentó a los suyos y les dijo: “Esta es la doctrina”. Perón que hizo de modo destellante Jorge Marra- Salen del despacho.
La fue elaborando de a poco. Perón hizo en esto le, para proponerle fastuosas honras de amor y reco- Perón se pone en pie y da algunos pasos erráticos
un trabajo muy empírico: elaboró la doctrina a par- nocimiento a Evita. por el recinto.
tir de su trabajo con las masas desde su temprano La escena es así: Gira y descubre a Juancito con la cara bañada en
trato con ellas como hombre del gobierno de lágrimas.
Farrell. Añadió algo de la Doctrina Social de la Escena 98. Interior despacho presidencial - Día
Iglesia y seguramente tanto de la Carta del traba- Perón (Secamente.): ¿Qué te pasa?
jo mussolliniana como de Clausewitz y de sus lec- Encontramos a Yvonne en medio de una encen- Juancito (Emocionado): Todo esto, General. Estos
turas marxistas, que las tenía. Lo que haya toma- dida enumeración de los homenajes que se proyec- homenajes. Los monumentos. Es maravilloso. La
do de otros lados es asunto suyo. Ser, pues, fiel a tan realizar por la glorificación de Evita. Perón la gloria que Evita merece. Y es tan verdadero. Es el
la doctrina es una de las formas de mostrar lealtad escucha atentamente, pero sin entrar en ese entu- amor del pueblo.
al conductor. El Día de la Lealtad la masa fue leal siasmo: es como si corroborara que un operativo Perón: Sí, Evita merece la gloria. Pero esto no es
al conductor y, al serlo, también a la doctrina, lo político va tomando su forma y ejecución adecua- el amor del pueblo. Son las alharacas de los adulo-
supiera o no. Pero la doctrina ya estaba instaura- das. nes. Ni mil monumentos la salvan a tu hermana.
PROXIMO da. “Si la masa no hubiera tenido las condiciones Frente a Yvonne, flanqueando al General, está Se muere y se muere mal, sufriendo. Si querés llo-
DOMINGO que tuvo cuando el 17 de octubre perdió el coman- Campora, quien asiente ante las palabras de la mujer rar por eso, llorá. (Desdeñoso.) Pero no llorés al pedo,
do, perdió la conducción, no hubiera procedido y se ve dispuesto a certificarlas en caso de ser nece- Juancito. Guardá las lágrimas para cuando te hagan
¿Quería Perón como lo hizo; actuó por su cuenta, ya estaba edu- sario, que lo será. falta.
cada” (Ibid.). Pareciera una contradicción la que Detrás, algo alejado, Juancito escucha con satis-
ser presidente se establece entre una masa que actúa por su cuen- facción, con emoción sincera y transparente los pro- Corte.
en noviembre ta y otra que actúa por estar educada. No para yectos desmedidos que Yvonne enuncia.
de 1972? Perón: la masa fue educada por la doctrina, la doc- Colaboración especial:
¿Podía evitarlo? trina es la del líder, la doctrina enseña la lealtad al Yvonne: Lo primero, General... Y si digo “lo pri- Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 1° de marzo de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


68 ¿Quería Perón ser presidente
en noviembre de 1972?,
¿podía evitarlo?

Suplemento especial de

PáginaI12
EL “VIBORAZO” por apellido Uriburu. Se llama –no se rían– doctor José puede atacar confiando no sólo en el propio poder de fuego
ampoco es cuestión de creer que estaban pirados Camilo Uriburu. Asume el 1° de febrero de 1970. Al año sino añadiéndole las convicciones del combatiente no merce-

T esos fogosos muchachos de la juventud peronis-


ta. Parecían esos autos que vienen acelerados, a
los que hay que ajustarles el acelerador o en una
de esas curvas mortales se van a la mismísima,
que es lo que, por desdicha, ocurrió. Pero no se les puede decir
que estaban fuera de época. El propósito de ellos (que uno cono-
ce bien porque los conoció bien) era añadirle a la negociación
siguiente del Cordobazo. El hombre (algo que lo enorgullece-
ría) era sobrino de José Félix Uriburu, el defenestrador de
Yrigoyen, el amigo de Lugones, el fusilador de Di Giovanni,
el que le dijo a Lugones (h.): “Dale nomás con la picana. Sos
un genio, che. Haber inventado eso. No hay caso, somos
grandes los argentinos. El colectivo, el dulce de leche y ahora
la picana. ¿Quién nos quita nuestro lugar en la historia gran-
nario. Esta diferencia –a lo largo de los años– resultó irrele-
vante. Cuando Osvaldo Bayer –en 1961, creo– le dice a
Ernesto “Che” Guevara que las fuerzas represivas son mayo-
res en la Argentina que en la Cuba de Batista, el Che le res-
ponde: “Son todos mercenarios”. Lo esencial de la respuesta
incluía decir: “¿Qué puede un mercenario contra un comba-
tiente adecuadamente ideologizado?”. Esta respuesta dejaba
política de Perón la fuerza y hasta la violencia de la militancia, de de la humanidad?”. Con esa fatuidad a cuestas, don José de lado que el mercenario no es sólo un mercenario. Sino
armada o no. “Vean, ese Viejo general que les está hablando Camilo asume la gobernación y se manda una de las grandes que todo mercenario está hiperideologizado. Para eso han
de pactos pacíficos tiene, además, a todos estos jóvenes con frases del siglo XX argentino: en Córdoba (afirma) “se anida sido educados en los grandes centros de contrainsurgencia.
poca paciencia. De modo que escúchenlo y háganle caso; si no, una venenosa serpiente cuya cabeza quizá Dios me depare el En cuanto a Córdoba, la insurgente, cinco años después,
les vamos a hacer sentir nuestra furia.” El mensaje era ése. Y honor histórico de cortar de un solo tajo”. ¿Qué es lo que torna todo había cambiado. Nadie sale a defender a los goberna-
probablemente haya servido o no. Para mí, había una asin- ridícula la frase? El contexto en que se pronuncia. A un año dores Antonio Domingo Obregón Cano y Atilio López.
cronía. O negociás o gritás vamos a matar cinco de los suyos (como dijimos) del Cordobazo, con el país alzado, con la Bastó que el jefe de policía, el coronel Antonio Domingo
por cada uno de los nuestros. Ocurre que los políticos –que clase obrera cordobesa en estado de beligerancia, esa frase era Navarro, se sublevara para tirarlos abajo. Perón restablece el
dieron surgimiento en esas reuniones a La Hora del Pueblo– ridícula. Se puede decir cualquier cosa en política. Siempre orden en la provincia, pero en lugar de reponer a los legíti-
no pensaban matar a nadie. ¿El mensaje era entonces para los que uno tenga el poder para sostenerla. El 24 de marzo del mos gobernadores acepta su destitución y pone a gente que
militares? Equivocaron el lugar. En Nino no había un solo ’76, Videla pudo haber dicho con entera serenidad la frase le resulta más grata. Increíble. O no. Así actuaba Perón.
militar. Todos los que estaban ahí habían ido al pie de Perón de don José Camilo. Habría sonado no ridícula sino temi- Obregón Cano y Atilio López eran hombres de la JP Regio-
y querían terminar con la dictadura de las botas, los galones y ble. Pero el salame este, con ese apellido que era un agravio nales. Ya lo veremos en detalle. Por ahora, sólo esto: poco
los cuarteles. Además, insisto, la furia con que la consigna era para las tradiciones de lucha de los obreros cordobeses, se tiempo después se adueña de la provincia el siniestro briga-
voceada asustó a quienes luego la vieron por televisión. Por- equivocó feo. Muy despierto no ha de haber sido el hombre. dier Lacabanne y consolida y da rienda suelta a la Triple A.
que la tele la pasó decenas de veces. Casi opaca la reunión de Se armó el gran despelote. Pero observemos su composición Del Cordobazo, ni las cenizas. En suma, ¿existe un pueblo
Nino. Porque esa reunión era adentro y los belicosos de la con- de clase: Sitrac-Sitram ocupan las fábricas automotrices. Hay cordobés? Córdoba, en 1955, es el baluarte del alzamiento
signa que largara Perón en el más irrecuperable de sus discur- luego una manifestación de obreros. Hay, también, repre- contra Perón. La Voz de la Libertad de Córdoba es la radio-
sos (al que luego no fue consecuente) estaban afuera. Lo único sión. Hay un muerto, un obrero: Adolfo Angel Cepeda. Hay símbolo del alzamiento. Se le rendirá culto por años. Luego
que tenía la tele para grabar era la imagen de esos poseídos que un funeral. Hay, en el funeral, más de 7000 personas. La Córdoba es el centro de las rebeliones obreras y estudiantiles.
prometían muertos y sangre. Era una mezcla rara que luego CGT da el golpe de gracia: declara un paro general activo. El Cordobazo. El Viborazo. “Usted conoce nuestro proble-
haría eclosión. Perón tenía una Argentina y un proyecto den- Será el 15 de marzo en la Plaza Vélez Sársfield. Gana posi- ma”, me decían los empresarios cordobeses. “Un sindicalis-
tro de Nino y otro afuera. Creo que esto se aproxima más a la ciones en el ámbito gremial Agustín Tosco, con lo que todo mo duro impide los buenos negocios. Pronto, nos van a per-
verdad. Sobre todo si pensamos en lo que luego ocurrió. Lo se torna más duro, menos negociable, sin retorno. El paro de der la confianza. ¿Quién va a invertir en Córdoba con el
que los muchachos pretendían: apoyar a una (en la que poco la CGT es violento. Se incendian autos. ¡46 autos (hasta marxismo en las fábricas?” Ahí se planta también el grupo de
creían, la Argentina de Nino) con la otra (que era la que, no incluso camiones) incendiados! Se rompen los vidrios de la revista Pasado y Presente, en Córdoba. En el número de
dudaban, los llevaría a la revolución) no podía durar. Perón, montones de negocios. (No necesariamente extranjeros. No: marzo de 1973 nos lanzan un saludo de unidad: “Adherimos
al día siguiente de Ezeiza, abortaría por completo la consigna negocios. Si habré conocido esos “negocios”. Si habré cono- a los que desde el peronismo impulsan la consigna Gobernar
del “cinco por uno” que raramente volvería a cantarse. Como cido las “opiniones” de sus dueños. Estarían llenos de fideos es movilizar”. Eran, entre otros, Pancho Aricó y Juan Carlos
sabemos: la consigna podría no cantarse, pero de ahí a cantar hasta en el baño. Ca –si se me permite– garían fideos.) Y lo Portantiero. (Nota: ¡Estos sí que volvieron cambiados del
las “veinte verdades” que Perón proponía había una distancia peor. Lo que ningún régimen tolera de los obreros: barrica- exilio! Sobre todo, según muchos saben, el Negro Porta. A
gigantesca. Perón tuvo una enorme responsabilidad en este das. Angel Solari –cuando el golpe de Menéndez de 1951– le fines de 1985, alguien le pregunta: “Negro, entonces ¿no
desajuste. Bastará recordar que la frase acerca de “tomar el dijo a Perón: “Lo que empañó nuestro triunfo, general, fue somos más revolucionarios?” “Conservadores y de centro”,
Poder durante el primer mes” salió de su boca. Antes de Ezei- la actitud de los grupos obreros que armaron barricadas. responde el Negro, que tenía humor. Aricó, cierta noche, en
za, claro. ¿Qué esperaba que entendieran las formaciones espe- ¡Barricadas, general! La represión a los militares insubordina- el bar que había al lado de la Gandhi cuando aún no estaba
ciales y los militantes por esto? ¿Qué consigna correspondía dos era un asunto estrictamente militar”. Pero aquí no: aquí en Corrientes, se pone a cantar La Internacional. Con entu-
llevar al frente para tomar el Poder en un mes? ¿La novena ver- están los obreros combativos, los mecánicos de la calle 27 de siasmo juvenil decía eso de ¡burgués, atrás, atrás! Portantiero
dad de las veinte? “¿La política no es para nosotros un fin, sino Abril, los muchachos vigorosos de René Rufino Salamanca, me mira, pone los ojos en blanco y se muerde los labios.
sólo el medio para el bien de la Patria, que es la felicidad de y los de Tosco y los de Atilio López. El evento se gana un Escribió el Discurso de Parque Norte, del que juraría Alfonsín
sus hijos y la grandeza nacional?” ¡Vamos, general! ¿A qué juga- nombre: el Viborazo. Más de 20 horas los obreros peleando no entendió nada. Y muchos otros. A fines de los noventa
mos? ¿Qué quiere decir eso? ¿Todos somos hijos de la patria o en la calle. La frase de Uriburu les había resultado intolera- –donde toda agachada parecía permitida– presentó un libro
la patria está llena de hijos de puta? ¿Qué es la “grandeza nacio- ble. A don José Camilo todo le salió al revés: no le cortó la de Mariano Grondona. Si alguien quiere un atenuante:
nal”? Hasta ahora fue la de los oligarcas, los monopolios, los cabeza a la víbora, la víbora se la cortó a él. Y tal cual: de un Grondona se había disfrazado de gran demócrata durante la
militares, la Iglesia y las corporaciones extranjeras. ¿Qué hace- solo tajo. (Nota: Durante esos días de exaltación pensé escri- década riojana. Se lo veía convincente. Todos iban a su pro-
mos con esa gente? ¿Se van a sumar a la patria grande con hege- bir una novela: La breve historia de Uriburu el Breve. No grama. Pero, Negro, ¡presentarle un libro! Además, ¡la basura
monía de los trabajadores y bajo su liderazgo? ¿Qué es el bien pude. Pienso, siempre, que es un gran tema. Revela la torpe- de libro que habrá sido! Antes, dio un par de valiosos semi-
de la patria? ¿La idea del bien de la patria que tiene Lanusse es za del Poder. La necedad de un pobre tipo con un apellido narios sobre Gramsci. Sufrió mucho la muerte de Aricó. Y
la misma que tiene usted? ¿Nosotros? ¿O acaso el bien para nefasto. Una frase que es la quintaesencia de la fobia anti- poco tiempo después se fue él. En el acuerdo o en la discor-
nosotros es la perfecta idea del mal que ellos tienen y vicever- marxista. La lucha obrera en las calles. Y el raje final del dancia, gente valiosa. Ahora, para qué negarlo: de un antipe-
sa? ¿Qué es la Argentina, general? ¿Qué es América latina y el gobernador. Tendría final feliz y todo.) En suma, el pompo- ronismo empecinado. “El tercer Perón era mucho menos
Tercer Mundo? ¿Una sucursal de Disneylandia con algunos so, el patético José Camilo Uriburu renuncia el día miércoles fascista que el segundo”, dijo en una cena a la que me suma-
toques leves de pobreza? 17 de marzo. Había durado del 1° de febrero al 17 de ron amablemente los del Club Socialista cierta vez que di
Además, como bien se sabe, se vivía un clima insurreccio- marzo. Algo más de un mes y medio. La revista La Comuna, una charla ahí. Hasta con Oscar Terán hablamos esa noche
nal, levantisco. Que el Cordobazo, que el Rosariazo, que el que dirigía David Viñas, publica en tapa una enorme víbora como los viejos compañeros de facultad que habíamos sido.
Mendozazo, que los díscolos correntinos. De acuerdo, luego que se devora el uniforme de un militar. El milico, huyendo, En el ’74, el Negro Porta defendió lúcidamente el llamado
del Mendozazo, un mendocino me mostró su boleta de la grita desesperado: “¡Con el uniforme, no!”. desorden universitario que señalaba la derecha fascista para
luz. Había una suma tachada y abajo otra menor. “¿Ve? intervenir los claustros. Dijo más o menos: “Toda nueva cre-
Aquí está el resultado del despelote que hizo todo el pueblo EL PODER DE FUEGO DEL ENEMIGO ación implica el quiebre de un orden y la implantación de
de Mendoza. ¡Tuvieron que bajar la luz!” Eran reivindicacio- Notemos una ausencia: no hay pueblo en el Viborazo. Está otro. Este pasaje sólo puede hacerse en medio de una etapa
nes parciales. ¿Hasta qué punto avanzarían? ¿Se convertirían la clase obrera sindicalizada. Una clase obrera con conciencia de desorden fecundo, creativo”. En 1973, en el número de
en totales, en revolucionarias? ¿No habría que ir de a poco? de clase. Algo que sólo se puede conseguir cuando hay Pasado y Presente que mencioné, donde tiraron lazos de uni-
Oigan bien, este pueblo, nuestro glorioso pueblo, cada vez industria, cuando hay fábricas, cuando hay obreros, cuando dad hacia nosotros, los de Envido (lo que significa que, en
que sonaba una bala, cada vez que había un despelote o hay delegados, cuando hay sindicatos, cuando hay ideologías ese momento, no era antiperonista, pero ¿podían existir
declaradamente un golpe tenía una sola consigna para todo de cambio, revolucionarias. Claro que los obreros son el pue- peronistas más aceptados por la izquierda que nosotros?),
el mundo, reiterada a lo largo de los años: “Hay que com- blo. O no: la izquierda nos acusaría de populistas si dijéra- escribió largamente sobre una consigna revolucionaria: La
prar fideos”. O sea, a guardarse en casa y a comer pastas mos algo así. La clase obrera es la clase obrera. El concepto centralidad en la fábrica. El exilio le cayó mal. Volvió cam-
hasta que todo pase. Sí, claro: la clase media. Siempre la de pueblo esconde la lucha de clases en esa mermelada que biado y terminó poniendo su talento, que era mucho, al ser-
clase media. Pero, ¿hasta que qué punto se puede hacer una contiene todo. Sin embargo, en los países de la periferia es vicio del brillo intelectual de Grondona, que no existe.
revolución en la Argentina sin la clase media? Con los pulga- arduo, difícil que las rebeliones corran sólo a cargo de la Ahora, como todos los que se fueron, está en la memoria de
res en los bolsillos de los pantalones (actitud que compartía clase obrera. Porque hay poca clase obrera. Están los cabeci- quienes lo quisieron y en el talento que late en algunas de
con Balbín) Illia dijo más de una vez: “Una gran clase media tas, los peronchos, la clase media baja peronizada, todo eso sus mejores páginas. Si hasta tiene un libro sobre literatura
nos protege del comunismo”. Nadie niega que en esa época tiene que sumar. De lo contrario se logra una rebelión exito- argentina, que escribió de muy jovencito.) Pero eran parcia-
(de grandes triunfos populares que empujaban a la acción sa y exultante como el Viborazo. Pero, ¿cómo se continúa? lidades. No existe un pueblo cordobés, de aquí las distintas
directa, olvidando que habían sido populares y no foquistas) De establecerse una Comuna de Córdoba, ¿cuánto habría políticas que haya expresado en pocos años de historia.
ocurrían hechos sociales y políticos excepcionales. Con enor- durado? Aunque nadie se preguntaba esto. La condición de
me torpeza, Roberto Marcelo Levingston (un hombre con el la lucha –en uno de sus aspectos– está en la fe, la esperanza y OJO, EL EJÉRCITO TODAVÍA
carisma de un alicate o, a lo sumo, de un rayador de pan), hasta el entusiasmo de los militantes. Una conciencia dema- NO SE PUSO EN SERIO CONTRA
ante disturbios que amenazan de nuevo la paz de la gran siado clara del poder del enemigo lleva a la paralización. Ade- LA GUERRILLA
provincia mediterránea envía a un interventor. Que asuma la más, la certeza en la verdad de la propia causa aumenta las Pero en 1969 y en 1970 produjo dos hechos poderosos,
gobernación y que haga imperar el orden en esa provincia fuerzas propias. La Conducción estratégica debe evaluar en que exaltaron el ánimo de la militancia: el Cordobazo y el
arisca, revoltosa. Hay (aunque Levingston no lo haya regis- qué momento el poder del enemigo es tal que deben aban- Viborazo. El país estaba en estado de asamblea. Los yankis se
trado) un inconveniente. El hombre al que ha enviado lleva donarse las acciones en su contra. Hasta qué punto se lo hundían en Vietnam. Los franceses los habían precedido en
II
Argelia. Castro, el político y el revolucionario. El que humi- que amargó o preocupó a todos quienes la escucharon, por- PERÓN, GENERAL DEL EJÉRCITO
lló a los yankis en Bahía de Cochinos. El Che y su martirio que Miguel dijo: MÁS GLORIOSO DE AMÉRICA,
en Bolivia: el ejemplo de un guerrero que se juega hasta –Ojo, el Ejército todavía no se puso en serio contra la EL PARAGUAYO
morir. Mao y esas frases deslumbrantes de El Libro Rojo: guerrilla. El 25 de noviembre, Perón ofrece su única conferencia de
“Miles y miles de mártires han ofrendado heroicamente su O sea, no se entusiasmen tanto. Hay muchos que no quie- prensa. La da en el restaurante Nino, la da para los corres-
vida en aras de los intereses del pueblo. ¡Mantengamos en ren que el mundo marche al socialismo. Y todos –pero todos– ponsales extranjeros y se televisa para todo el país. La vi tan
alto su bandera y avancemos por el camino teñido por su ignorábamos hasta qué punto se había preparado ya el Ejér- atentamente que podría citarla de memoria. Se ha publica-
sangre!” (24 de abril de 1945). Se estaba en plena Guerra cito Argentino para las luchas de contrainsurgencia, todo lo do en unas Obras completas de Juan Perón pero tiene
Fría y la Unión Soviética era una gran potencia y metía que había estudiado, con los mejores maestros, los más gran- muchos errores y faltan algunos pasajes importantes. Vamos
miedo la posibilidad de un respaldo a la subversión en Amé- des torturadores, los más grandes asesinos, tanto de la Escue- a lo esencial. Alguien le pregunta (medio reprochando) por
rica latina, algo que los rusos nunca hicieron, algo que pro- la Francesa como de la Escuela de las Américas. Sobre todo qué ha viajado con pasaporte paraguayo. Perón se despacha
vocó la ira de Ernesto Guevara, pero algo que podía cambiar de la Escuela Francesa. La Escuela Francesa llega ya en 1957, con una de las mejores respuestas de su vida: “Porque para
como cambian tantas cosas. El concepto de “Tercer Mundo” bajo el gobierno de la Libertadora. Poco después se crea el mí el Paraguay es como si fuera mi propia patria. Tengo el
estaba de moda y se basaba en sostener que la lucha primor- Curso interamericano de lucha antimarxista, que dirige nues- honor de ser ciudadano de ese noble país y ser general del Ejér-
dial era contra el imperialismo (y “sus aliados locales”, aña- tro conocido general, entonces coronel, Alcides López cito más glorioso de América”. Bravo, Perón: usted, aquí,
dían los más belicosos). Estaba, además, Torrijos en Pana- Aufranc, al que Emilio Fermín Mignone escuchara decir que general, estuvo brillante. Dio vuelta de un solo golpe toda
má. Juan Velazco Alvarado en Perú (la célebre “Revolución los 23 delegados fabriles que importunaban a los patrones la mentirosa historia liberal oligárquica de este país cons-
Peruana”). Juan José Torres en Bolivia. Y por supuesto: “la “ya están todos bajo tierra” en mayo de 1976 (estos eran los truido sobre grandes mentiras y grandes olvidos. Pero...
vía pacífica al socialismo” que encarnaba en Chile nada subversivos que mataban los militares del “Proceso”). López ¡para qué! En ese documento torpe y hasta risible que publi-
menos que Salvador Allende. Y una verdad que nadie negaba Aufranc también dirá, algo jocosamente, que los norteameri- ca la Comisión de Afirmación de la Revolución Libertadora en
y que daba aliento a toda una época: el mundo marcha al canos estaban “celosos” porque ellos elegían a los franceses. febrero de 1973, con la esperanza de lograr que los jóvenes
socialismo. Entre tanto, sólo mi amigo Miguel Hurst, que ¡Es que la Argentina es así! La París de América latina. Trata- que se han volcado al peronismo aprendan a conocer “la
editaba Envido, que tenía siempre los dedos manchados de remos cuidadosamente este tema porque impresiona la para- verdad” sobre el “monstruo” al que siguen y que logró el
tinta porque él manejaba la impresora, que editaba también lela preparación del Ejército con los mejores instructores en perfecto efecto contrario por el odio, los prejuicios de clase,
las clases de las Cátedras Nacionales, que en su librería contrainsurgencia, en tanto jóvenes con precarias conduccio- raciales, sexuales y de todo tipo, por la impresionante acu-
Cimarrón tenía colgados, para vender, afiches de Felipe nes militares y políticas voceaban rabiosamente: “Cinco por mulación de boberías gorilas reunidas todas en un solo
Varela, de Rosas, del Chacho Peñaloza, de Perón, que una uno, no va a quedar ninguno”. Si calculamos las bajas que texto (que, a doble página, se publicó en La Razón, La
vez una chica le pidió uno de Varela que llevaba largo tiem- ocasionó la guerrilla en alrededor de 600 (aunque la derecha Nación y Clarín), se dice lo siguiente: “Devolvió al Para-
po colgado donde ahora estaba y Miguel saca uno de abajo las lleve a 1500, algo que, como veremos, es insustancial y guay los trofeos de guerra” (punto 5). “En noviembre de
del escritorio y el afiche es nuevo y muy blanco, y la chica miserable: ¡identificar a la muerte con las estadísticas!) 1972, pese a ser ciudadano argentino, volvió al país con
dice no, yo quiero uno todo amarillo como el que tenés col- podremos ver que los militares respondieron con 50 por 1. pasaporte paraguayo. Y el 16 de diciembre de 1972, en
gado, que parece un pergamino, y Miguel le dice es fácil, lle- Seiscientos por cincuenta Asunción, ratificó: ‘Mientras viva utilizaré el pasaporte
gás a tu casa, lo colgás y en un año lo tenés todo amarillo da... treinta mil. paraguayo. Que tuve el honor de recibir en 1955’ (punto
como ése, andá, boluda, rajá, porque era medio bestia, fron- 11). ‘Afirmó a la prensa extranjera que el ejército del Para-
tal, bastante misógino, hacía mil cosas por día y ya un sas- guay era el más glorioso de América y renegando de la insti-
tre, a buen precio, le había hecho un sacón de cuero tución que le dio formación militar, se jactó de ser general
marrón como el mío, y los dos parecíamos Rommel, paraguayo’.” Esto lo dijeron los gorilas de la Libertadora en
aunque de nazis no teníamos nada, éramos peronis- ese abominable documento que titularon Nadie hizo
tas de izquierda pero Rommel nos gustaba, un más que Perón. Como Perón será duramente tratado
tipazo Rommel, un genio militar como Giap, en en páginas y situaciones por venir, hagamos aquí
fin, es un poco una confesión esto que cuento, su elogio. ¡Cuánta idiotez la de sus adversa-
acaso Sebreli la utilice adecuadamente y rios! Sí, Perón dijo claramente: “Tengo el
diga que éramos todos nazis, porque honor de ser ciudadano de ese noble
Galimberti también usaba sacón de país y ser general del Ejército más
cuero, pero negro, y a unos cuantos glorioso de todo el continente”.
más, podría decirse que a muchos ¡Claro que es el Ejército más glo-
de la Jotapé les gustaban los saco- rioso de todo el continente! No
nes de cuero, daban algo de podemos entrar aquí en la
macho, de duro, qué sé yo, infamia que nuestro país
era así, no tengo interpreta- protagonizó junto a Brasil
ción para el asunto por- y Uruguay en la llama-
que, para nosotros, los da Guerra de la
nazis eran los milicos Triple Alianza
y la oligarquía y y por
punto, y esto fue Mil-
lo que llevó a
Miguel a
decir lo
que dijo,
esa
frase

III
cíades Peña Guerra de la Triple Infamia. Sar- ron al frente a sus hijos de siete años u ocho. Y les nía que Perón fuese candidato. Pero, durante esos
miento llamaba al Paraguay la “China de Améri- pintaron bigotes para que parecieran soldados. días, se negó: “Ese señor podrá ser o hacer o pre-
ca”. Y proponía que así como Inglaterra había Para que creyeran que eran hombres. Los mataron tender hacer lo que quiera, menos presidente de
abierto a la cerrada China a cañonazos para inte- a todos. (Nota: Hay que leer la Historia argenti- la República en el futuro”. Días después la emba-
grarla a la “civilización”, debíamos nosotros na de Busaniche o la novela, magnífica, de rró peor. Fuera de sí, farfulló: “Y que no me bus-
barrer con el Paraguay de López, ese dictador, Eduardo Belgrano Rawson, Setembrada. Escrita quen porque me van a encontrar. Nosotros, las
para integrar al Paraguay a la “civilización” de con prosa sonora, rica en metáforas y adjetivos armas no las tenemos de adorno”. Frase de la que
América latina. Así se hizo. Hoy, en el siglo XXI, exactos, la novela de Belgrano plantea abierta- –inexplicablemente– algunos se rieron. Y hasta se
somos testigos de lo progresiva que fue la “civili- mente la destrucción del Paraguay como el Viet- dijo que el más divertido fue el propio Perón.
zación” que los porteños y los ingleses y los fran- nam de América latina. En este caso, Vietnam Pero fue una frase presagiosa. Grave fue que nadie
ceses trajeron al Plata. Y a todos los países colo- fue arrasado. No porque Solano López no fuera la tomara en serio. “Nosotros, las armas no las tene-
niales. Lejos de iniciarlos en la senda del “Progre- Giap, sino porque los ejércitos de los cobardes mos de adorno”. Si se mira esta cuestión con cierta
so”, los condenaron al atraso permanente. ¿Cuál atacantes fueron armados con la artillería más lejanía todo revela su rostro absurdo y siniestro:
fue el “Progreso” del colonialismo y del neocolo- sofisticada que la modernidad europea había ¿por qué tiene que existir una casta que tenga las
nialismo? Buenos negocios para los países metro- construido hasta el momento.) armas? ¿Por qué la sociedad burguesa se ha orga-
politanos, materias primas baratas y atraso y nizado inalterablemente sosteniendo a una orga-
monocultivo para los países “nuevos”. El tema de LA DERECHA NO ES nización armada, el Ejército? Porque no tiene
la “razón técnica” (Heidegger) o la “razón instru- INTELIGENTE, razón. Sencillamente: no tiene razón. Lo que sos-
mental” (Adorno y Horkheimer) deberá ser apli- SÓLO SABE DECIR QUE LA tiene, la desigualdad, el poder de unos sobre
cado para una nueva lectura del siglo XIX en la DESIGUALDAD ES JUSTA otros, la riqueza de pocos, la pobreza de muchos,
Argentina y de su desarrollo posterior. Pero la Se comprende el escándalo que ocasiona la no es justo. Eso no es ni puede ser la justicia. Será
canallada se cometió con el Paraguay. López declaración de Perón. Insistamos también en la el Poder, pero nunca la Justicia. Al no ser la Justi-
había iniciado un desarrollo autónomo. Con lucidez de Perón en este punto. Lejos de andar cia, requiere de una poderosa corporación armada
ingenieros extranjeros bajo control paraguayo. con patrioterismos mediocres y pretender defen- (a la que hará participar de sus privilegios y edu-
Tenía ya un pujante proyecto de modernización. der lo indefendible (la política de Buenos Aires, cará de acuerdo a sus valores, basados todos en la
Era un peligro para Inglaterra. Y que nadie venga llevada a cabo por el general Mitre, y terminada legitimidad de esos privilegios) que la defienda
a decir que usamos a Inglaterra como el “cuco por Sarmiento), se sincera abiertamente. Ese Ejér- cuando los subalternos pretendan ser algo más de
externo” de los revisionistas. Cállense la boca. cito es el más glorioso porque peleó contra noso- lo que son. A eso le llamará alteración del orden.
Todos los países que se formaron en el siglo XIX fue- tros, los uruguayos (olvidados de Artigas y total- Su orden es su orden. Pretender alterarlo es el más
ron formados por Inglaterra. Los que fueron des- mente digitados por la diplomacia británica) y el grave delito que puede cometerse. Ya está. El
truidos también. (Esto lo estudié con mi amigo Brasil (más digitado aún). Y peleó hasta el último mundo –esencialmente– es así.
Carlos Torres, que es uno de esos “genios secre- hombre. Y su jefe, el mariscal Francisco Solano En la conferencia de prensa de Nino alguien
tos” que hay en este país. No son muchos. Pero López, murió peleando en Cerro Corá, al estilo le pregunta a Perón su opinión acerca de John
Torres, sin duda, pertenece a ese linaje. Cultiva Salvador Allende, contra el expansionismo de la William Cooke. Perón responde: “Fue un emi-
un perfil tan bajo que “no lo conoce nadie”. Pero “civilización occidental”. “Lanusse –escribe nente argentino”. Esta es la exacta palabra que
yo lo veo a menudo y me honra su amistad.) Bonasso–, que debía sentirse heredero de Mitre, usó: eminente argentino. La Jotapé se puso orgu-
Había que destruir al Paraguay de López. Y ahí rechazó el ‘insulto’ al Ejército Argentino en un llosa. De inmediato, Perón dijo: “Algunos opi-
fueron tres países. Y –ése sí– fue el Vietnam radiograma a las guarniciones” (Bonasso, Ibid., p. naban que era muy izquierdista, pero teníamos a
argentino. No la triste matanza de unos cuantos 444). ¡Qué tontería se mandó el Cano! Pedirles otros, como Remorino, que eran demasiado
guerrilleros en el monte tucumano, que alguien perdón a las guarniciones por el insulto de Perón, derechistas”. Alguien le hace una pregunta insó-
anda llamando en un libro “el Vietnam argenti- pedirles que toleren ese agravio. Entre tanto, la lita: “El general Lanusse dice que todas las
no”. No: en Vietnam peleaban dos ejércitos y un juventud peronista se reía a más no poder. Todos noches reza el Padrenuestro, ¿usted también?”.
país había invadido a otro. Eso no pasó en Tucu- conocían de sobra la cuestión del Paraguay. Perón lo mira impávido. Responde: “Sí”. Y con
mán. Sólo se trató de otro penoso desvarío del Había salido poco tiempo atrás el libro de León su sonrisita más jodona y gastadora añade: “¿Por
ERP, que fue fácilmente aniquilado por esos obs- Pomer, La guerra al Paraguay, ¡gran negocio! Esta- qué no?” Ahí sí me reí con ganas. Qué viejo
tinados cruzados de la muerte que fueron los ba el excepcional análisis de Milcíades Peña en La ladino. Su respuesta era: “¿Por qué no voy a
generales Acdel Vilas y Domingo Bussi. Agarra- era de Mitre: De Caseros a la Guerra de la triple hacer esa boludez que hace el general Lanusse si
ban a los guerrilleros, los torturaban, los mata- infamia. Estaba Proceso a la Guerra del Paraguay, tengo ganas? Además, jovencito, usted no me va
ban, los ataban con alambres de púa y luego los de Editorial Caldén, que recopilaba escritos de los a hacer decir en este país que no rezo el Padre-
dinamitaban. (Nota: “El hombre era ingeniero y “hombres de Paraná”: Olegario Andrade, Carlos nuestro todas las noches porque todos van a
se llamaba Peña (...) proveedor de lingotes de Guido Spano, Juan Bautista Alberdi, José Her- decir que es por eso que hice incendiar las igle-
cobre, hombre, por consiguiente, de más que nández en contra de la guerra inicua. Estaban los sias”. En otra oportunidad, en la puerta de Gas-
aceitadas relaciones con el vecino país de Chile, escritos de Pepe Rosa. Y los del glorioso José Luis par Campos, un periodista le pregunta una hue-
donde gobierna Pinochet, donde tortura Pino- Busaniche, que no era revisionista ni marxista, vada con mala onda, tramposa. Perón lo mira de
chet, donde asesina Pinochet”, cuyos pasos sino un hombre honesto, sencillamente un hom- soslayo y luego pregunta: “Joven, ¿usted sabe
implacables tiene que seguir “este país de sindica- bre honesto que veía descarnadamente las cosas y navegar?”. “Sí”, responde algo aturdido el perio-
listas ladrones y militantes de la subversión (...) condenó con más indignación que nadie esa gue- dista. Perón hace un gesto con la mano, como el
No obstante, sigue el ingeniero Peña, aquí las rra que injurió a este país y que ahora Lanusse que le indica a otro que se vaya lejos. Y dice:
cosas van por buen camino. Es noviembre de defendía ante las guarniciones. El escrito de la “Entonces navegue, navegue y después... vuel-
1975 y ‘las cosas’, en verdad, van por muy buen Comisión de la Revolución Libertadora también. va”. Aprendé a vivir un poco, otario, antes de
camino para los argentinos como el ingeniero Ese escrito, pensemos sólo esto, era de una torpe- pretender hacerme preguntas tramposas a mí, a
Peña (...) En Tucumán, dice, ya casi no queda za increíble: volvía a decirle a una generación de Perón. Creo que el periodista entendió.
un guerrillero vivo. Pero no sólo eso, insiste, son- jóvenes todas las oscuras historias que sus padres
riendo insiste. Porque, dice, tampoco queda nin- o todo el poder del régimen gorila les decía desde PERÓN, DIOS NO PUEDE BAJAR
guno muerto. Después de matarlos los amonto- 1955 y había hecho de ellos lo que ahora eran. TODOS LOS DÍAS A LA TIERRA
nan y los vuelan con dinamita. El ingeniero Peña ¿Qué pensaban conseguir repitiendo (a quienes ya La cuestión de la candidatura apremiaba.
traza un exiguo círculo con su pulgar y su índice. estaban hartos de oírlo) todo el credo del gorilis- Perón no podía ser. Lanusse no había eliminado
“–El pedazo más grande que queda es así. mo? Hay una respuesta. La derecha no es inteligen- la cláusula proscriptiva. Raro, porque después
“Concluye” (J.P.F., La crítica de las armas, te. Todo su discurso se reduce a decir que la desi- dirá en sus memorias que él quería la presidencia
2007, Buenos Aires, Editorial La Página, pp. gualdad es justa. Que la igualdad es comunismo o de Perón. Y, en verdad, si su juego es el que uno
17/18. Cada día creo más en algo difícil de esta- subversión. Que debe haber pocos ricos muy ricos cree más inteligente debió implicar esa candida-
blecer para un escritor: La crítica de las armas es que gobiernen. Y muchos, cada vez más pobres, que tura: el desgaste total de Perón. Y Perón debió
mi mejor novela. Es, al menos, la que yo digo sean gobernados, que se sometan al poder. Eso es saber que él tendría que ser –tarde o temprano–
con más fervor que lean a los que me preguntan todo. No tienen más ideología. El resto es repre- presidente. Todo ese cuento que lo presentaba
qué pueden leer de lo que escribí.) El Vietnam sión (en sus miles de formas, que incluyen, como como el gran factor de unidad de América latina
de América latina sucedió entre 1865 y 1870, bien analiza Foucault, la represión ligada al pla- era un disparate. ¿Perón se iba a rajar a unir
durante la segunda parte de la década en que los cer, al entretenimiento), poder mediático y poder América latina y Cámpora, rodeado por la Ten-
norteamericanos (durante la primera) se enfren- militar, que puede estar delegado, como hoy, al dencia, iba a gobernar el país? O alguien estaba
taron en la guerra civil entre el Norte industria- Imperio Global que todo sostiene: Estados Uni- loco o los tantos seguían muy confusos. Hubo
lista y el Sur algodonero, el Sur del monoculti- dos. No hay que reflexionar mucho para defender cosas que se dirimirían bruscamente en los
vo. Los tres países aliados, pese a la poderosa esos valores. No hay que pensar demasiado. Por meses por venir. A Perón, en 1972, no se lo ve
defensa paraguaya, fueron ganando la guerra. eso son torpes ideológicamente. Y también por aún muy decidido por la presidencia. De ahí que
Pero con terribles derrotas. La de Curupaytí (del eso recurren tan habitualmente a la violencia. salga la fórmula Cámpora-Solano Lima. Perón
22 de septiembre de 1866) resultó catastrófica tenía un gran miedo. Y muy razonable: “Si Dios
para las fuerzas del general Mitre: perdió entre LANUSSE, “LAS ARMAS bajara todos los días a la Tierra –solía decir– no
PROXIMO nueve mil y diez mil hombres. Los paraguayos NO LAS TENEMOS DE ADORNO” tardaría en aparecer un tonto que le faltara el
perdieron cincuenta. La guerra queda en manos Lanusse seguía enojado. No quería saber nada respeto”.
DOMINGO del Brasil, que la llevará hasta el final. El final es con levantar la cláusula proscriptiva del 25 de En esto no se equivocaba el general paraguayo.
en Cerro-Corá, donde López es derrotado y ase- agosto: Perón no había estado en el país antes de
Fenomenología sinado. En esa batalla, como ya no quedaban en el esa fecha, ergo no podía ser candidato. El Cano se Colaboración especial:
de la lealtad país hombres aptos para luchar, las madres envia- nublaba cuando perdía el control. A él le conve- Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 8 de marzo de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


69 Fenomenología de la lealtad

Suplemento especial de

PáginaI12
CÁMPORA, CANDIDATO A LA se quiere citar o no se cita como es. Aquí entramos siempre Montoneros no será la de la lealtad peronista. Ocurre que no
PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA en un campo conjetural. El de los “poseedores de la verdad”. quieren un pueblo feliz. Quieren un pueblo revolucionario.
unque la consagración de Cámpora como Como somos todavía demasiados los que estuvimos presen-

A candidato era la más cristalina, la simple, la


evidente, la gente de Rucci decidió patotear
el congreso en que la fórmula (manejada por
el secretario del Movimiento y el hombre en
quien Perón había delegado la tarea, Juan Manuel Abal
Medina) sería enunciada. Los enfrentamientos prenunciaban
la dureza de lo que vendría. Rucci se aparece con su patota,
tes en determinadas coyunturas decisivas del ’73/’74 (etapa
sobredeterminada, complejísima, dolorosa, trágica, plagada
de cadáveres) se producen algunas controversias acerca de
qué decía tal o cual consigna. Sobre las más conocidas del
1° de mayo hay acuerdos acerca de casi todas. Pero la más
agraviante, la que algunos se niegan a creer cuando hoy la
escuchan es la que tiene, hasta donde yo sé, dos versiones.
VEA, VEA, VEA,
QUÉ FLOR DE PELOTUDOS
En 1974 era comprensible, tomando el punto de vista de
las tendencias de la época, que se pidiera eso, pero sólo un
poco, sólo apenas comprensible, porque ya habían pasado
los tiempos revolucionarios y la cautela era necesaria. Cual-
quiera habría debido ver –luego del golpe en Chile, de la
con su toda su pesada. Este hombrecito enjuto, fibroso, era Dicté, en 2007, un curso bajo el título de Qué es el peronis- masacre de Pinochet, de la participación evidente de la CIA–
un guerrero temible. Su odio a los “zurdos” (palabra que mo. Había varios viejos militantes, con sus historias, con sus que era necesario poner las barbas en remojo. Y acaso lo más
salía de su boca decenas de veces a lo largo de un día) podía amigos muertos, con el terrible fracaso generacional a cues- grave es que –en un movimiento como el peronista, que
llevarlo a perder el control con excesiva facilidad. Llega al tas. Habían estado en todos lados. El argumento “yo estaba tiene un líder que ejerce la indiscutida jefatura y es el con-
congreso y Abal Medina, que si bien tiene 27 años es uno de ahí” lo esgrimían toda vez que levantaban la mano para opi- ductor estratégico amado por el pueblo, que le es leal–
esos escasos personajes que ignora qué es el miedo, sobre nar. Yo siempre propongo que las preguntas se hagan duran- hablar de asamblea popular es risible. Es un disparate. ¿De
todo el miedo físico, se le acerca con serenidad. Rucci dice: te los últimos 15 minutos de la clase, así puedo desarrollar dónde sacaron eso de Asamblea Popular? Pero, ¿quiénes se
–Nos vamos a pelear. los temas preparados. Aquí fue imposible. Varios me corre- creían como para pedirle a Perón una Asamblea Popular en
Abal le entrega una respuesta notable: gían una palabra de una consigna: “No, no era así. Era...”. Y la Plaza de Mayo? ¿Quiénes iban a deliberar? ¿Perón desde el
–¿Por qué? Si somos amigos. decían la palabra que ellos recordaban. Una especie de com- balcón y los conductores de “la Orga” desde la Plaza? ¿Perón
Una gran respuesta “peronista”. Somos todos amigos en petencia con el profesor: quién tenía más calle en la militan- y el pueblo peronista? El único diálogo que se dio en la Plaza
el peronismo, somos todos soldados del mismo conductor, cia o recordaba todo indeleblemente por haber estado ahí. del peronismo fue el de Evita y su pueblo –desesperado por
seguimos la misma causa, lo bueno para uno es bueno para Era absurdo e injusto con la mayoría de los alumnos, que conseguir su candidatura a la vicepresidencia– el 9 de julio
todos. Y, casi metiéndole la trucha en la oreja, murmuran- eran jóvenes y que habían ido a escuchar al profesor y hasta de 1951. Nunca hubo otro diálogo. Salvo alguna respuesta de
do pero advirtiendo severamente, agrega otra joya del pero- habían pagado por eso. Todos lo saben: en toda clase o con- Perón. La más famosa: “Piden leña, ¿por qué no empiezan a
nismo: ferencia está el profesional en levantar la mano y preguntar. darla ustedes?”. Pero ya trataremos esta cuestión del acto “de
–Miren que tenemos más gente y más fierros. Si entran Raramente pregunta. Lo habitual es que exponga lo que él la ruptura” en su debido momento. Por ahora: el quiebre de
van a perder y va a ser un desastre para todos. piensa y al final uno tenga que preguntarle qué quería pre- la lealtad. Y además, el agravio. Cuando Isabel –anunciada
Miren que tenemos más gente y más fierros. Sólo la interna guntar. Bueno, son gajes del oficio. En este curso, en la clase por Antonio Carrizo– se dispone a coronar a la reina del
de este congreso justicialista daría para trazar, desde su entra- sobre el choque entre Perón y la Tendencia Revolucionaria, Trabajo, los insultos de la Tendencia son potentes, sosteni-
ña, un diseño del siempre latente caos peronista, que es el las cosas salieron un poco de cauce. Parece que hubo un diá- dos. Y en medio del discurso de Perón se recurre a la más
siempre latente caos de la Argentina. La patota de Rucci se logo en que un asistente al curso me dijo que a mí me dura, la más ofensiva de las consignas. Tiene una peculiari-
retira ante una orden del petiso bravucón, que sale mordien- molestaba que interrumpiera (lo cual era evidente, ya que dad notable. Es una consigna autocrítica. Los Montoneros se
do puteadas y sobre todo puteando al pendejo ese, ese Abal había pedido que se hicieran las preguntas 15 minutos antes autocalifican como pelotudos. Está bien armada. Es así: “Vea,
Medina que puso Perón, que es un zurdo de mierda y her- de terminar, algo que no es un capricho: las preguntas vea, vea/ qué flor de pelotudos/ votamos a una puta/ a un brujo
mano de un guerrillero, nada menos el que lo boleteó a intempestivas perjudican la elaborada exposición de las ideas y a un cornudo”. Hay otra versión que dijo uno de los infal-
Aramburu. Pero Abal se le reúne en un bar de la calle Char- y volver al punto central es, con frecuencia, imposible) y me tables de mi añorado curso del 2007: “Vea, vea, vea, qué
cas, en una esquina, y ahí negocian. Lo que Rucci no puede han dicho, porque yo no lo recuerdo (supongo por este dato manga de boludos/ votamos a una muerta/ a una puta y a
dejar de aceptar es lo que Abal Medina le restriega una y otra la bronca que tendría) que le di una respuesta poco académi- un cornudo”. Le dije que no era así. Que era la que la que
vez por su impecable cara de orto: “A Cámpora lo puso ca: “No, a mí no me molesta que interrumpas. Les molesta a yo decía. Que jamás los Montoneros dirían que votaron a
Perón. Y en el Movimiento lo que rige es el principio de ver- tus compañeros que, aunque te duela, no vienen a escuchar- “una muerta” porque, en principio, era un disparate: jamás
ticalidad. Sin principio de verticalidad no hay Movimiento”. te a vos. Pero a mí no me molesta. Francamente me rompe votaron a Evita. Y porque Evita, para ellos, vivía “en cada
Rucci se manda a guardar, él y la patota. Abal Medina regre- las pelotas”. En fin, todo fue caótico durante unos minutos combatiente” (Evita/ presente/ en cada combatiente). El hom-
sa al congreso. Hay un comunicado de Perón. Acaba de lle- hasta que retornó la calma. Fue fácil hacerlo. Apelando a bre insistió en afirmar la exactitud de su versión y finalmente
gar. Insiste en que él no quiere ser candidato y en que se que –ese 1° de mayo– se jugaban en esa plaza dos concepcio- dio el fundamento de su “verdad”: “Yo estaba ahí”. Según
sigan las instrucciones “del compañero Abal Medina”. La nes de la verdad desarrollé largamente el concepto de verdad parece (me han dicho) yo le dije: “¿Y dónde mierda creés
bronca de Rucci es porque ve en Abal Medina a un socio en Nietzsche y en Foucault. Silencio total. Nadie “rompió que estaba yo? ¿En el living de mi casa?” (Creo que, al final
político de la Jotapé. Ese respaldo de Perón expresa lo que el las pelotas”. Nadie sabía un pomo. Pero sobre el peronismo de ese curso, pedí disculpas por “algunas intemperancias”,
Jefe hacía en ese momento. Darle dinamismo al ala dura. Se todos saben todo. Todos son grandes peronólogos. Todos pero hubo, en verdad, un par de personajes intolerables.)
venían momentos de gran activismo, de movilización inten- estuvieron “ahí”. Todos fueron protagonistas o leyeron cosas Aquí, el criterio de verdad no puede ser reducido al hecho de
sa y eso lo garantizaría la juventud. Rucci, Miguel y Coria que nadie leyó o tienen versiones secretas que nadie conoce. haber estado ahí. Yo no escuché la otra versión. Galasso, sin
tenían demasiados intereses que cuidar y muchos de ellos La disidencia fue en torno de una consigna que larga la Ten- embargo, la da (“votamos una muerta, una puta y un cornu-
estaban mezclados con los del régimen. Ni hablar los de dencia y que injuria a Perón en grado extremo. Los montos do”, que tiene también la inexactitud de restarle el “a”, dado
Coria, conciliador de alma. ya lo habían desobedecido al levantar sus pancartas, sus ban- que lo que se voceó fue “a una puta/ a un brujo y a un cor-
La cuestión es que en la madrugada del sábado 23 de deras. Se había pedido: “sólo la bandera argentina”. Después nudo”) pero la extrae de un libro de Andrew Graham-Yool
diciembre el secretario general del Movimiento Justicialis- reniegan del contenido que el líder le quiere dar al acto. Que (De Perón a Videla). Creo que la consigna que menciona a
ta, que lo único con que contaba era (lo que no era poco) es el tradicionalmente peronista. El 1° de Mayo es, para el “una muerta” no tiene sentido político alguno. ¿A qué
con la bendición del “sabio dedo” del general, proclama en peronismo, la fiesta del trabajo. Esto tenía coherencia duran- “muerta” votaron? Acaso hay algo que se me escapa. Pero
el congreso: te el primer gobierno, durante los años dorados del distribu- digo esto sólo para simular modestia. Porque lo de la “muer-
–Propongo como candidato a la presidencia de la Repú- cionismo, de las conquistas sociales. Y es parte esencial de la ta” no lo veo ni cuadrado. El trío perfecto que torna “pelo-
blica al compañero don Héctor José Cámpora. identidad del pueblo peronista. Se iba a la Plaza de Mayo no tudos” a quienes los votaron (o sea, a los Montoneros) es el
a luchar. No se seguía la tradición de lucha de los mártires trío demoníaco con el que Perón vino al país y que pesará
LA LEALTAD de Chicago. La clase obrera peronista del ’50 era feliz. El Día sobre él por toda la eternidad, o por el tiempo que la “eterni-
Y LA FIESTA DEL TRABAJO del Trabajador era un día de fiesta porque los trabajadores dad” dure. El trío es el del Brujo, el de Isabel y el de Perón.
¿Qué hora es, Camporita? Es la hora de Cámpora. A par- estaban contentos con Perón, con Evita y con el generoso Que Isabel es “la puta” no es necesario demostrarlo. Se refie-
tir de ese momento se transforma en “el Tío”. ¿Qué viene Estado Peronista. Nada lo expresaba como la marcha que ren a ella. Pero no por su pasado de cabaretera. No, la idea
después de un Padre? ¿A quién se recurre si el Padre no está? cantaba Hugo del Carril: “Esta es la Fiesta del Trabajo/ Uni- más precisa es que “la atiende” el Brujo. Que el Brujo hace
Al “Tío”. Cámpora es el Tío y es el hombre más leal al dos por el amor de Dios”. El peronismo que Perón proponía con ella lo que quiere, también sexualmente desde luego. Lo
Padre. La sinonimia Cámpora-Lealtad queda establecida. en 1974 era un peronismo congelado en esa etapa. No en cual transforma a Perón en “un cornudo”. Todo cierra. La
Trabajemos, entonces, ese concepto: el de lealtad, central en vano había hablado de la etapa dogmática. Que los Monto- consigna tiene coherencia, fuerza y una justeza interpretativa
el peronismo, ideológica y organizativamente. neros vayan a la Plaza y griten: “No queremos carnaval/ que deberá ser rebatida duramente para doblegarla. Sin
La juventud peronista (sobre todo a partir de su estructu- Asamblea Popular” es de una incomprensión grave sobre el embargo, debemos analizar más hondamente la “otra” con-
ración como Tendencia Revolucionaria o Juventud Peronista movimiento en que quieren estar. No, señores. El 1° de signa. Su posibilidad surge de la iconografía utilizada duran-
Regionales, es decir: a partir de la hegemonía de Montone- Mayo es, si ustedes lo quieren, Carnaval. ¿O no lo cantaba te la campaña electoral del ’73. Se veía la gran cara de Perón,
ros) introduce en la historia del movimiento una novedad Alberto Castillo? “Por cuatro días locos que vamos a vivir/ la de Isabel y algo atrás, como iluminando, la de Evita.
absoluta: la negación del concepto de lealtad. Que puede ser Por cuatro días locos te tenés que divertir.” (Nota: La mejor Puede ser. Yo no la oí. Oí la otra. Tal vez se cantaron las
tanto el de traición como el de desobediencia. Es, en todo película antiperonista, que se ubica entre el final de la Liber- dos. Entonces: ¡guarda, algo más pasó el 1° de Mayo! Si
caso, el de no obedecer los lineamientos del líder. El de tadora y los inicios del frondicismo, es El Jefe, con un guión Evita es sencillamente “una muerta”, si Evita ya no está “en
enfrentarlos. Este acontecimiento se produce abiertamente el de David Viñas que encara una crítica desde la izquierda. el corazón” de los militantes (Con el fusil en el hombro/ y
1° de mayo de 1974, en la plaza pública, en el clásico espa- Hábilmente toma esta tonadilla de Castillo para definir al Evita en el corazón), si Evita ya no está presente en cada com-
cio de reunión identitaria del peronismo. Los Montoneros, peronismo. Un carnaval. Cuatro días locos. Una fiesta. Un batiente, entonces Evita ya no es montonera, Evita está
ese día, van a quebrar esa identidad. Tiene que haber sido jefe mentiroso y débil que abandona a los suyos. El peronis- muerta y no puede ser nada, ni siquiera conjeturalmente (“si
sorprendente para Perón. Nadie lo cuestionó durante sus mo como una enorme impostura.) Bien, de acuerdo: esto es Evita viviera”). Si esto fuera así, los Montoneros, ese día,
primeros nueve años de gobierno. La “lealtad” funcionó una fiesta, la fiesta del trabajo, el carnaval feliz de los trabaja- habrían roto sus vínculos, no sólo con Perón sino también
impecablemente. Luego, durante la etapa del exilio, se dores. Todos están felices porque vienen a la plaza a decírse- con Evita. Nada podría ligarlos ya al peronismo. Ni siquiera
podrían mencionar los intentos del neoperonismo vandorista. lo a Perón, a decírselo a Evita. Esa es la lealtad. En el punto el “pueblo peronista”, porque la fe de ese pueblo se canaliza
Del peronismo sin Perón. Sólo tenues balbuceos compara- 74 del documento de la Comisión de la Revolución Liberta- en Evita y en Perón. El costo del “entrismo” fue precisamen-
dos con los insultos de Montoneros. Vamos a partir de aquí: dora, Nadie hizo más que Perón, se habla de “La medalla de te ése: creer en lo que el pueblo creía. Es la esencia del populis-
del insulto. No es posible imaginar mayor deslealtad que la la Lealtad Peronista”. Se dice: “Instituyó la ‘medalla de la mo. Ir hacia el pueblo y aceptar sus creencias. El entrismo de
desobediencia seguida de la agresión verbal. Hay una consig- lealtad peronista’ para premiar la delación y la obsecuencia”. la izquierda peronista fue distinto: Vamos hacia el pueblo,
na que se vocea el 1° de mayo de 1974. Se cita poco. O no Quédense tranquilos: si alguna medalla se han de ganar los aceptemos sus creencias y, por medio de la actualización doctri-
II
naria, hagamos de esas simples creencias una ideología revolu- anticipó a la globalización neoliberal, se tornó patética respetaban a Dios pero tontos que sí, que lo respetaban.
cionaria, incorporándolas al socialismo, por más “nacional” que cuando llegó el año dos mil, pues el país estaba hecho ¿Qué pasaría entre ellos? No perdamos tiempo, lo sabemos:
sea. Pero, si con Perón nos peleamos (abandonamos su plaza) polvo, desunido, el ultraconservador radical Fernando de la los tontos que respetaban (o fingían respetar) a Dios dirán
y Evita está muerta, el entrismo también ha muerto. Ahora Rúa había asumido en diciembre de 1999 y, en cuanto a la que quienes no lo respetan no pertenecen a la religión a
–y quiero resaltar la importancia de este dato– los Montoneros unidad de América latina, en abril del 2000, una revista de cuyo frente está ese Dios y decidirán castigarlos. Primero
devienen alternativistas. Y muy pronto –a partir de su milita- propiedad del menemista y racista Daniel Hadad, de nom- pedirán el castigo a Dios. Luego, que Dios los autorice a
rización– no serán ni eso. Dejarán de ser “peronistas” y serán bre La Primera, publica en tapa una nota sobre La invasión castigarlos. Y empezarán las guerras religiosas. ¿Recurrirá
sencillamente Montoneros. El Ejército Montonero. La perfec- silenciosa, que se empecina en demostrar –a lo Goebbels– Dios a su habitual y muy redituable (en el pasado) procedi-
ta culminación político-conceptual de la orga-aparatista. que la Argentina está siendo invadida por inmigrantes del miento de conducción? Dios, recordemos, o el Padre Eter-
La “bronca” histórica por el Brujo y por la Chabela ha ido resto del continente, sobre todo bolivianos, ilustrando la no, no se unía a ninguno de los grupos, quedaba afuera.
creciendo. Siempre fue visible que esto caería sobre Perón. nota con la foto de uno de ellos al que le ha pintado un Seamos precisos: ser el Padre Eterno implica la exterioridad
Primero se lo atribuyó a sus debilidades de viejo, de anciano. diente de negro para que “el indeseable”, “el invasor silen- divina. Dios no es inmanente a la Historia humana. Recién
Pero eso dejó de funcionar. Tenemos mucho tiempo para cioso”, se vea desdentado y sucio, ¡en ese nivel estaba la uni- en Hegel –que diviniza la Historia– Dios se transforma en
llegar a una posición definitiva acerca de tan ríspido proble- dad latinoamericana en el año 2000! Ahora usted retorne al inmanencia. Pero Dios es la pura trascendencia. Esa tras-
ma. La cuestión es que la consigna que se largó esa tarde en lugar en que este paréntesis se abrió, lea la frase anterior y cendencia de Dios le permite estar lejos de las pasiones
la plaza (aunque no haya sido la hegemónica, la más vocea- únala a la que sigue:) que había sido recibida por todos humanas y juzgarlas con su infinita sabiduría. Un líder
da) es, desde luego, durísima: “Vea, vea, vea/ qué flor de pelo- como “otra genialidad del Viejo”, Perón quedaba habilitado como Perón, que identifica su figura dentro del movimien-
tudos/ votamos a una puta/ a un brujo y a un cornudo”. O la para sus tareas continentalistas. En suma, el esquema que se to con la de Dios, no puede ser inmanente al movimiento.
otra: “Vea, vea, vea/ qué manga de boludos/ votamos a una había armado era: Cámpora al gobierno/ Perón de joda por Debe trascenderlo. Dios está afuera. ¿Qué es entonces la
muerta/ a una puta y a un cornudo”. Eso, a Perón, se lo gritó toda América latina. Nadie se tragaba esto. Por más leal que lealtad? Es aquello que liga a todos con Dios. La lealtad es
en la jeta la Tendencia Revolucionaria. Una deslealtad ini- Cámpora fuera iba a terminar por constituir su propio en el peronismo lo que la fe en las religiones. Al tener fe en
maginable. El colmo de la deslealtad. La deslealtad absoluta. entorno, su propio grupo y, sobre todo, iba a terminar por Dios se aceptan sus designios, estemos o no de acuerdo con
¿La traición? Si el otro rostro de la lealtad es la traición, ¿trai- ser víctima de aquellas influencias a las cuales era más sensi- ellos, nos hagan gozar o nos hagan sufrir, los consideremos
cionó la Tendencia a Perón el 1° de Mayo? Y si el líder (en ble. Para terror de toda la derecha peronista y del Ejército: justos o injustos. La lealtad funciona del mismo modo.
un movimiento de ida y vuelta) debe ser “leal a los anhelos la influencia más poderosa sobre Cámpora era la de la Todos tienen que ser leales al conductor. El conductor, en
de su pueblo”, ¿fue entonces Perón el que traicionó a la Ten- Juventud Peronista. El “Tío” era “de los muchachos”. Bien, exterioridad, otorga unión, armonía a un movimiento en sí
dencia? Todavía estamos lejos de resolver estas cuestiones. algo podemos tener claro: como el pragmatismo de Perón mismo caótico. La lealtad es la argamasa que estructura al
Habrá que explicitar con qué metodología de análisis de la puede llevarlo a tensar la realidad hasta cualquier extremo, movimiento, que lo torna uno. Voy a citar el gran texto que
verdad nos vamos a manejar. Porque hay aquí un choque de es posible que considere que sigue siendo el tiempo de “las Perón desarrolla en Conducción política. Porque expresa lo
verdades. O de enunciaciones, digamos al modo de Sigal- piezas duras”. Se viene la campaña electoral. “Vean, señores que se dañó en Ezeiza. Lo que se quebró.
Verón (Perón o muerte). (habrá dicho en alguna secretísima reunión a vaya uno a
saber qué preocupados personajes de la derecha, de cual- FILOSOFÍA DEL “PADRE ETERNO”
LA LEALTAD ES quier derecha, de todas las derechas, políticas, empresaria- En la 4ta. clase, del 12 de abril de 1951, explicita la teoría
LA ARGAMASA QUE DA les, militares), en esta etapa que se abre necesitamos del del Padre eterno: “Yo mando en conjunto, pero no en detalle
COHESIÓN AL MOVIMIENTO entusiasmo de los muchachos. Ese entusiasmo ya no se (...) Yo, que conduzco desde aquí (en 1951 ‘desde aquí’ es
Volvamos a esa frase que Perón larga antes de irse al Para- encuentra en los mayores. ¡Natural! Hay una razón biológi- ‘desde el gobierno’, de 1955 a Ezeiza ‘desde aquí’ será desde
guay. Cuando advierte que se están armando todo tipo de ca que lo explica. La juventud no ha perdido fuerzas, no se el extranjero; como sea, el ‘desde aquí’ del gobierno expresa,
problemas porque no se resuelve la candidatura que habrá ha desgastado. Está fuerte, está llena de esperanzas. Necesi- para Perón, su lugar externo a las pasiones del movimiento, J.
de presentarse en marzo del ’73. “El sabe que la última tamos de ella en estas elecciones. Cámpora se lleva bien con P. F.), no estoy con nadie; ¡estoy con todos! Por esa razón no
palabra habrá de ser la suya, pero entre tanto, presente en el los muchachos. Pues ¡déjenlos! Harán un buen trabajo. puedo estar con ningún bando ni ningún partido. Cuando
país, siente cómo el piso tiembla bajo los se hacen dos bandos peronistas, yo hago el ‘Padre
pies de todos porque todos quieren lo que Eterno’: los tengo que arreglar a los dos. Yo no
otros quieren. Entiende que tiene que ale- puedo meterme a favor de uno o del otro, aun-
jarse. Y larga esa frase: Si Dios bajara todos que alguien tenga la razón. A mí solamente me
los días a la Tierra no faltaría en aparecer interesa que no se dividan. No puedo darle la
algún tonto que le faltara el respeto. Claro, razón a ninguno de los dos, aunque vea que, evi-
general. Váyase tranquilo. Aquí nosotros dentemente, alguno de los dos la tiene. Eso sería
arreglamos todo. Le habrán dicho gente embanderarme, y si yo me embandero el arreglo
como Juan Abal Medina o Cámpora o el se hace más dificultoso. Más bien los llamo, con-
Bebe Righi (del que hemos hablado poco, verso con ellos, y les digo: ‘Déjense de macanas,
pero al que le entregaremos el papel estelar ¡qué van a seguir discutiendo! Pónganse de acuer-
que le corresponde en el momento en que do y arreglen el conflicto’. Y cuando nos arregle-
lo tuvo). Pero esa frase debe ser leída hacia mos y nos pongamos de acuerdo, no hay proble-
atrás y hacia adelante. ¿No piensa Dios vol- ma entre nosotros que no se pueda solucionar.
ver a la Tierra? Sí, está en sus planes. ¿No ‘Por eso, en mi función de conductor supe-
advierte Dios que tendrá que ser presidente rior, si me embanderase, pasaría a meterme en la
si quiere paz entre sus mortales? Debía sos- conducción táctica del lugar donde no es mi esfera
pecharlo gravemente. (Estamos leyendo la de acción. Perjudicaría los intereses locales,
frase hacia adelante.) Poner de presidente a ahondaría el problema, intervendría en lo que
Cámpora era la más provisoria de todas las no es objeto de mi conducción, y al abstraerme
elecciones. Lo dijimos: campeón de la en ese programa, abandonaría la conducción de
obsecuencia en los ’50, campeón de la leal- conjunto y estaría mal conducido lo estratégico
tad en los ’70. (Recordemos el folleto de la y mal conducido lo táctico. Y esa no es la fun-
Libertadora. Su desdeñosa frase sobre la ción del que conduce desde arriba’” (cursivas
“medalla de la Lealtad”. Se daba para mías, J. P. F.).
fomentar la adulonería y la obsecuencia.) A Esto le funcionó durante toda su primera larga
Cámpora se lo había considerado un obse- experiencia de gobierno. ¿Qué pasó? ¿Por qué no
cuente de Perón y de Evita. También hay hubo conflictos internos? Podemos mencionar el
una leyenda sobre su falta de hombría. La caso de Cipriano Reyes y la defensa de la autono-
larga Guillermo Patricio Kelly cuando mía del Partido Laborista. Y, más en profundi-
narra cómo se escapan –luego del golpe del dad, sigo creyendo que el mayor problema de
’55– de la prisión en el sur y denuncia a conducción que el Padre Eterno tuvo durante su
Cámpora como el que más miedo tiene, etapa inicial fue el de su principal cuadro auxiliar
como un llorón, un flojo. En suma, el aura de conducción: Evita. La que lo cuestionó, la que
de Cámpora era la de un obsecuente, la de le exigió ir más a fondo, la que le pidió la vice-
un miedoso y la un de juerguista amigo de presidencia y no la consiguió, la que le disputó
Juancito Duarte, lo cual, es cierto, había más que seriamente el amor del pueblo, la que
sido. Ahí está entonces: como el hombre tenía con los sindicatos una relación mejor que la
que Perón pone. Ahora bien, estamos en diciembre de 1972 Luego vendremos los hombres de orden, los responsables, suya, la que negoció con el príncipe Bernardo de Holanda
y no poseemos el difícil arte de adivinar el futuro, tan difícil los que estamos más allá de entusiasmos tempranos y sabe- –con el objetivo de formar milicias populares– 500 ametra-
–para qué negarlo– que nadie lo tiene: ¿para qué, exacta- mos cómo son las cosas y nos haremos cargo del gobierno.” lladoras y 1500 pistolas que Perón, aprovechando su enfer-
mente para qué, lo pone a Cámpora? ¿Para que gobierne? O sea, minga de continentalismo. Perón ya entreveía que no medad, derivó al arsenal Esteban de Luca (foco rebelde del
¿O para que gobierne en tanto lo espera, en tanto Dios otra podría librarse de asumir la responsabilidad del gobierno. ’55 que utilizó contra él esas armas), la que lo elogió hasta el
vez baja a la Tierra? Pero, ¿está entonces Dios dispuesto a En ese caso, ¿correría el riesgo del que buscaba protegerse? agobio para apretarlo, la que le dijo que era Dios, el Sol, que
bajar a la Tierra todos los días? El primer esquema que se Gobernar el país era, para Dios, bajar a la Tierra todos los no alcanzaría todo el bronce del mundo para hacer su esta-
larga dice que no. Que Dios va a unir a América latina. días. O peor, mucho peor: era estar en la Tierra todos los tua para exigirlo, la que le pidió, inútilmente, que fusilara a
Perón andaba desde hacía un tiempo farfullando nimieda- días. Si al “bajar todos los días” corría el riesgo de que algún Menéndez, la que lo habría reventado a patadas o le habría
des acerca del continentalismo. Bien, nadie se tragaba mucho tonto le faltara el respeto, ¿qué riesgos correría al estar en la pegado tres tiros antes de permitir que se rajara en la caño-
esa palabra. Se prefería: unidad de América latina. Sin Tierra, al vivir en la Tierra? ¿Cuántos tontos le faltarían el nera, ésa fue Evita. (Nota: Se me puede hacer la siguiente
embargo, al haber lanzado su célebre apotegma El año dos respeto? ¿Alguno, muchos, demasiados? ¿No se corría un objeción: estoy delineando una Evita Jotapé para justificar
mil nos encontrará unidos o dominados (frase que, si bien riesgo aún peor? Que hubiera, por ejemplo, tontos que no que ella, en los ’50, fue la que se le enfrentó, tal como, en los
III
’70, lo hicieron los Montoneros. Sería trasladar a paciencia y hace tronar el escarmiento. Cuenta la Que tuvo, para colmo, picos muy altos en Aristó-
la Evita del primer gobierno la Evita montonera leyenda que a Reyes lo torturan, lo picanean y teles, Maquiavelo, Hobbes, Rousseau, Locke
de los rebeldes del tercero. Al hacerla montonera algo más: le cortan su “apéndice viril”. Me siento hasta, pongamos, Carl Schmitt y Leo Strauss.
resulta fácil demostrar que ella fue su cuadro un poco idiota utilizando ese eufemismo. Hay Eran, sí, las charlas de Firmenich. La línea que
rebelde. Admitiría este reproche. Me permitiré otros nombres mejores. Por ejemplo: en una de bajaba en las Unidades Básicas de los jóvenes mili-
decir que no creo en él. Yo no creo como dice sus tantas buenas novelas, El Farmer, Andrés tantes de la Tendencia, muchos de los que sabrían
Halperin Donghi que dijo Delia Parodi: “Pero Rivera usa: verga. Algunos –Enrique Medina en más de política que él. Manejaba un marxismo
miren que la señora no era así”. No, claro: la un viejo texto llamado, creo, El Duke– utiliza La tosco. Apelaba un poco a Giap. Otro poco al Che.
señora era la boluda del retrato de Manteola que vergüenza. “Exigió que le mostrara la vergüenza.” Un poco menos a Debray. Todavía menos a
ilustra La razón de mi vida. Creo que tampoco era Nombre discutible, dado que para muchos el Marighella. Como si la semana anterior Prieto le
la Evita vociferante que creó Carpani en los ’70. célebre apéndice viril, en lugar de ser “la vergüen- hubiese “tirado” algunas líneas. Puedo jurarlo, lo
Creo que era ella. La del rodete, la del traje sastre, za”, es el orgullo. El orgullo surge cuando el que decía la militancia era exactamente eso: “Y, el
la de la furia por el cáncer, la quemada por la “apéndice” traspasa esos anhelados pero no siem- Negro Prieto le habrá tirado algunas ideas y se las
militancia, la que odió ferozmente a sus enemi- pre o raramente asequibles 20 centímetros. Otros arregla así”. Para colmo, a quien más apelaba era a
gos. La de Mi mensaje. El ala plebeya, no pulida, utilizan miembro viril. Hay, en rigor, muchos él, al infalible, a Firmenich, el conductor de la
frontal, brutal, violenta y trágica del primer pero- modos de llamar al célebre “apéndice viril”. Me vanguardia revolucionaria en América latina. “La
nismo. Fue mujer, tuvo enemigos demasiado propongo utilizar el nombre que todos usan. Pues Biblia” escasamente se acercaba al peronismo. El
poderosos (el Ejército –leales y gorilas–, la oligar- la mayoría de las personas para hablar del “apén- concepto de socialismo nacional no era siquiera
quía, la Iglesia y Perón, que cada vez la controlaba dice viril”, de la “verga”, de la “vergüenza” o del trabajado. Todo era de una tosquedad aplanadora.
menos), estuvo sola –el pueblo al que tanto ayudó “miembro viril” utiliza la palabra “pija”, que es La idea central, no obstante, surgía clara: Perón
no sabía combatir ni ella se lo había pedido aún– breve y a nadie confunde. Bien, parece que fue está viejo, necesita una organización revolucionaria
y tuvo la suerte más cruel, la peor. La muerte eso lo que la policía peronista le cortó a Cipriano que lo reemplace. De ahí surge el Conducción/
lenta, dolorosa, la que deja solo a quien la padece Reyes. El hombre no tuvo grandeza para sobrelle- Conducción/ Montoneros y Perón. Que, como
porque tanto dolor no puede compartirse ni ser var tamaña desgracia, o esa desgracia de tamaño. muchos hicieron siempre notar, las desdichas de
comprendido. También es cierto que murió La Libertadora enviaba a Cipriano a las fábricas a “la rima” obligaron al sinceramiento. Es decir, a
joven. Que sabemos qué fue, pero no qué habría hablarles a los obreros. El sindicalista se bajaba los poner a Montoneros antes que a Perón. Quien, en
sido. Guevara, James Dean, Marilyn, Mozart, pantalones y les mostraba a sus compañeros lo efecto, se refirió al mamotreto y dijo: “Hemos
Schubert, Gershwin quedan como lo que fueron. que el “tirano depuesto” le había hecho. Nada estado leyendo algunas cosas que pretenden ser
No los corroe el paso del tiempo. No los deshila- menos que cortarle eso, la pija. Es de imaginar pasadas como justicialismo. De justicialismo no
cha la decadencia. La vejez. O las concesiones. que la visión de semejante espectáculo –pesadilla tienen nada”. Ese “hemos estado leyendo” es suge-
Riesgos que corren los que siguen vivos. Riesgos a atroz de todo hombre– habrá transformado a los rente y transparenta cierta inocultable realidad: el
los que no estaban por qué estar condenados. obreros peronistas que alcanzaron a verlo (acaso que le llevó el material a Perón fue López a través
Pudieron haber muerto ancianos y con tanta glo- Cipriano no llegó a visitar todas las fábricas o de sus servicios. El que se lo leyó, también él, casi
ria como tuvieron al morir jóvenes.) El otro deso- todos los barrios) en entusiastas adherentes del seguro. O seguro.
bediente fue también un Duarte, el pobre Juanci- Plan Prebisch. Volvió a reaparecer siempre que ¿Quién, en los ’50, se habría atrevido a elaborar
to. Protegido por su hermana, no dejó actriz que hizo falta tirarle basura encima a Perón. Hasta lo una doctrina paralela a la peronista? ¿Quién, a
no pasara por su cama y se robó todo lo que reflotaron para las elecciones del ’83. En la revista pretender compartir con el líder la conducción
pudo. Le decían Jabón Lux: “Lo usan 9 de cada Superhumor –que jugaba claramente a favor de del Movimiento? Todo estaba listo para el quie-
10 estrellas de cine”. Cámpora era su amigo. Alfonsín– salió una nota titulada “La picana no la bre de la lealtad. Cámpora es el puente entre
Entre otros. Cuando muere Eva se supera a sí usó sólo el Proceso”. ¡Ah, Enrique Vázquez, las Perón y los Montoneros. El es leal a Perón y los
mismo y entrega un cuadro insólito de dolor. Un cosas que has hecho por Alfonsín! Ahí me fui de Montoneros son leales a él. O se esconden detrás
estallido metafísico. Empieza a gritar: “¡No hay la revista. Era inaceptable poner en una misma de su persona. Cámpora cuando –en medio de los
Dios! ¡No hay Dios!”. Al año siguiente, Perón lo dimensión al peronismo con el Proceso. Perón escándalos que se armarán muy pronto en
entrega a las fieras. Acepta las denuncias que –como Uriburu, como Justo, como Aramburu, Madrid– le dice a Perón: “Yo soy Presidente por
pesan sobre él por corrupción. Juancito se suicida. como todos– usó la picana, pero tuvo un solo usted y por la Juventud” le está diciendo que, en
Bien, volvamos a nuestro punto. muerto: el doctor Ingalinella, médico comunista, él, se unen todas las lealtades. La suya a Perón y la
barbáricamente asesinado por la policía de Rosa- de los jóvenes a él. Por donde –como vemos–
¿POR QUÉ LA TENDENCIA rio. No tuvo 30.000. Pero Cipriano paga cara su empieza a asomar el quiebre de la lealtad en Cám-
QUIEBRA LA LEY DE LA rebeldía. Su falta de lealtad. Luego le entregó su pora. La lealtad camporista es a dos puntas: a)
LEALTAD? lealtad a la Libertadora (ese gobierno laborista, lealtad a Perón; b) lealtad a la juventud peronista.
No tiene problemas de conducción el Padre bajo el cual la clase obrera no fue heterónoma, Porque la Jotapé lo entendió: su hombre no es el
Eterno durante su larga primera experiencia de fue, sin más, la principal enemiga del régimen) Padre Eterno. Es el Tío Transitorio. Pues Cám-
gobierno. Perón es el conductor y ser leal a Perón recorriendo las fábricas y mostrando que si uno pora será “Tío” en tanto el “Padre” viva. Algo que
es el valor esencial del movimiento. No hay orga- no era leal a Perón..., Perón le cortaba la pija. todos ponen seriamente en duda. “Yo, general”,
nización posible sin lealtad al conductor. Se trata Nada que ver con esto la Juventud Peronista. dice Cámpora, “soy su leal servidor. Pero le ase-
de un conductor cuyo poder está justificado por- No fue una creación de Perón. Existía como una guro que sus verdaderos y leales soldados son los
que ha sido el creador del Movimiento que con- pequeña estructura del movimiento. Pero la apa- muchachos”. Por eso es leal a ellos y ellos le son
duce. A partir de 1943, Perón crea al peronismo. bullante masividad juvenil que se vuelca al pero- leales a él. De pronto, Cámpora pasa a ser el
Encuentra al sujeto de esa creación: los migrantes nismo a partir de –pongamos– 1969 no es creación depositario de la lealtad de las multitudes juveni-
internos despreciados, ignorados o no vistos por de Perón. Esto debilita el vínculo de la lealtad. les. El Padre tiene la jefatura. El Tío tiene lo
los otros actores políticos de la coyuntura. Y con Perón no crea a la guerrilla, ni a las Cátedras mejor de las bases. Los que se disponen a respal-
ellos se lanza a la tarea de crear el movimiento Nacionales, ni a las organizaciones juveniles de darlo a muerte en la campaña electoral.
peronista. Su valor cohesionante es la lealtad. superficie. Es un fenómeno ajeno al genio creativo de Cuando se llegue al gobierno vendrá la gran dis-
Perón la crea hasta a Evita. Al único que no crea y Perón. Perón lo recibe agradecido y se dispone a puta. La que estalla en Ezeiza. Ahí son demasiadas
utiliza en su beneficio es al Partido Laborista. De conducirlo, ya que los nuevos protagonistas lo las líneas. Demasiados los que se enfrentan y con la
aquí que el dirigente que conducía ese partido sea aceptan como su líder. Lo quieren, pero él no los máxima furia. ¿Podrán funcionar los poderes del
uno de los pocos que se le enfrenta con tenacidad. inventó. Podría, incluso, decirse que ellos lo Padre Eterno? Recordemos lo que Perón dice en
(Otros, como Domingo Mercante, se dejaron ais- inventan a Perón. O se inventan al Perón que Conducción política: “(Yo) no estoy con nadie;
lar fácilmente.) Pero no el tozudo obrero Cipria- necesitan. Hemos visto esto. Se trata de un hecho ¡estoy con todos! Por esa razón no puedo estar con
no Reyes. Hay, alrededor de su neutralización, inédito en el peronismo. Esta creación desde sí ningún bando ni ningún partido. Cuando se hacen
una leyenda negra. Acaso sea verdad por la utili- que define a la izquierda peronista es la que la dos bandos peronistas, yo hago el ‘Padre Eterno’:
zación que la Libertadora hizo de ella y a la que lleva a incurrir más fácilmente en la deslealtad. los tengo que arreglar a los dos. Yo no puedo meter-
Reyes se prestó. Según parece, muy disgustado También su orgullo. Alimentado por la edad de me a favor de uno o del otro, aunque alguien tenga
con el rebelde Cipriano, Perón se lo habría entre- Perón. “El Viejo mucho no puede durar. Necesita la razón. A mí solamente me interesa que no se
gado a lo peor de su policía. Estamos, aquí, ante una organización revolucionaria de reemplazo. Y dividan”. Algo ha cambiado muy seriamente en
el perfecto ejemplo de alguien que paga muy cara esos somos nosotros.” Esto se decía en un mamo- 1973. Imaginemos esta escena: pocos días después
su falta de lealtad. Cipriano no quiere que el Par- treto fotocopiado en papel Xerox de la época. Tal de Ezeiza, Perón reúne en una larga mesa rectangu-
tido Laborista se transforme en Partido Peronista. vez esto lo tornara más imponente. No apareció lar a (de un lado) Osinde, Norma Kennedy, López
Asesorado por Murmis y Portantiero, sabía que si más. Ni Baschetti lo pudo encontrar. Pero fue Rega y Alberto Brito Lima y del otro a Firmenich,
la organización política de los trabajadores pasaba muy leído. No llegó, ni por asomo, a manos de Galimberti, Dante Gullo y Dardo Cabo. El se
a integrarse al aparato del Estado peronista habría todos. Pero se discutió en todas partes y era, en lo sienta en la cabecera. Sonríe ampliamente y, en el
PROXIMO de perder su autonomía y, con ella, habrían de esencial, fruto de las charlas políticas que Firme- mejor estilo del Manual de conducción de los años
DOMINGO perderla los obreros. Este pasaje de la autonomía nich –entre enero y abril o mayo del ’73– había ’50, les dice: “Déjense de macanas, ¡qué van a
a la heteronomía se da justamente con la transfor- dado en las Unidades Básicas de la JP. Se le llamó: seguir discutiendo! Pónganse de acuerdo y arreglen
Deleuze y Perón: mación del Partido Laborista en Partido Peronis- La Biblia. Hacia fines de año parece que hubo el conflicto. Y cuando nos arreglemos y nos ponga-
la violencia, en el ta. Mal podía permitirla Cipriano, obrero de ley, otra. No me consta. Yo tuve la del ’73, la que se mos de acuerdo, no hay problema entre nosotros
hombre valiente. (No asesorado por Murmis y largó poco antes de la llegada de Cámpora al que no se pueda solucionar”. Difícil que hubiera
peronismo, es el Portantiero, sino al contrario: son éstos los que gobierno. Era un mamotreto de insensateces. Era funcionado.
triunfo del rizoma encuentran en la experiencia de Reyes y el laboris- la lealtad, no al peronismo, sino al disparate. A la
por sobre la lealtad mo criollo la realización de la heteronomía histó- torpeza política. A los más elementales conoci- Colaboración especial:
arborescente rica de la clase obrera peronista.) Perón pierde la mientos acerca de una tarea en verdad importante. Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 15 de marzo de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


70 Deleuze y Perón

Suplemento especial de

PáginaI12
LAS VIRTUDES PERONISTAS Y so, la pérdida del capital invertido en construir tura en que Perón la dice: cuando muere el patria. Y hasta –más precisamente– la Heimat auténtica que, a menudo, sufrió tenaces, crueles la historia; ni siquiera es cierta la famosa frase de
LA LEALTAD COMO LA la casa en que cada uno habría de protegerse, a Che, pero totalmente infundada desde los Liebe, que, más que el vulgar “amor a la patria”, persecuciones. Luego (y en esto Heidegger, a Marx sobre los hechos que se producen una vez
PRIMERA DE ELLAS todo eso condena la pereza a los dos alegres valores que siempre manejó el justicialismo). es, para el quien seguimos, sigue a Nietzsche) el cristianis- como tragedia y otra como comedia, es sólo
a Lealtad es el valor supremo. chanchitos, juguetones e improductivos. Por Para la etapa de aggiornamento del peronismo Maestro de Alemania, “el amor al terruño”. mo se transforma en “la manifestación histórica, ingeniosa y ya sería hora de dejar de invocarla

L ¿Cómo no habría de serlo? El


peronismo es arborescente. Que
nadie crea que me voy a ajustar
medrosamente a lo que entienden
Deleuze y Guattari por arborescente. Pero lo
voy a aplicar al peronismo. El peronismo crece
desde la raíz hasta la cima del árbol único,
fin, guiados por Práctico (quien construye su
morada con cemento y con ladrillos y... con
esfuerzo) todos se refugian en el ámbito de la
seguridad capitalista. La pobreza o la crisis
sopla y sopla y sopla y la casa no se derrumba.
El capitalismo de Práctico ha sido construido
sobre bases sólidas. Esas bases sólidas han sido
no había textos. De aquí que Solanas y Getino
marchen a Madrid para que Perón produzca
uno. Con los resultados que vimos: Perón per-
manece fiel a sí mismo y es poco lo que conce-
de a sus fragorosos jóvenes. ¡Pudo más el mili-
co de alma que el manipulador político y con-
ceptual! De modo que sigamos). Decíamos: el
¿Qué implica “el amor al terruño”? La antítesis
de la “errancia”. En la “errancia” el Dasein inau-
téntico se deriva de un lado a otro llevado fre-
cuentemente por la “avidez de novedades”
(Nota: se trata, además, de una reflexión de base
nacionalsocialista y claramente antisemita de
Heidegger. ¿Quién era, en la Historia, “el erran-
profana y política de la Iglesia y su ansia de
poder dentro de la configuración de la humani-
dad occidental y su cultura moderna” (Martin
Heidegger, Caminos de bosque, Alianza, Madrid,
1995, p. 199.) Esa Iglesia del cristianismo esta-
tal es la Iglesia cuyo desmedido Estado es el
Vaticano. Esta Iglesia, antes que con la fe, tiene
tan asiduamente para cualquier tema que se
aborde) sucede desde hace tiempo con los judí-
os. Luego de una lucha de liberación nacional
contra el Imperio británico (notablemente
narrada no hace mucho en este diario por Hora-
cio González), consiguen su Estado. Rodeados
de enemigos implacables que sólo parecen dese-
fundante, el que da solidez y el que establece fruto de su trabajo y de su desdén por la hol- manual de Filosofía peronista dice: “De acuerdo te” por excelencia? El judío. Hasta hay una que ver con el poder. Los cristianos ya no son ar su destrucción, ese Estado decide encarnar los
la verticalidad del movimiento. Esa raíz, esa ganza. Entonces: la primera virtud es la del tra- con el concepto clásico, lealtad, significa cum- novela del mediocre novelista francés Eugène humildes ni perseguidos. Su Iglesia tiene la jac- intereses de Estados Unidos en Oriente Medio.
arborescencia que crece y se eleva por sobre bajo. Luego vienen las otras: humildad, digni- plimiento de lo que exigen las leyes de la fideli- Sue –1803-1857. Influido por Victor Hugo, tancia (totalmente discutible) de encarnar la Construye, de este modo, un Estado bélico. Ya
todos los elementos de la compleja trama del dad, modestia, sinceridad, generosidad, desinte- dad y del honor”. Queda claro: La fidelidad es escribió, además de la que citaremos, otra nove- palabra de Dios y, al hacerlo, se siente autoriza- no hay errancia. El judío ha conquistado su
movimiento, es la figura del Conductor. Leal- rés, solidaridad y... lealtad. El manual de Filoso- la vehiculación del honor. El que no es fiel no es la que fue un best seller poderoso en su tiempo: da y hasta obligada a castigar a quienes no la espacio en la Historia. Es el de su Estado. El
tad y Conductor son sinónimos. El Conduc- fía peronista dice: (Pero antes: pido por favor honorable. No ser fiel es un des-honor. Los misterios de París– llamada El judío errante. encarnan o, peor aún, la rechazan o la ofenden, Estado es su espacio y con ese Estado defenderá
tor lo es porque todos le son leales. No es posi- ese espacio. No hay una patria, hay un Estado.
ble pertenecer al peronismo sin ser leal al O, si se prefiere, patria y Estado se identifican.
Conductor. Esta lealtad tiene otras expresio- No podía ser de otro modo. Al carecer durante
nes. Sobre todo la doctrina. Se es leal al Con- siglos de una patria, una vez que se la consigue
ductor y a la doctrina. A la vez, cada miembro la obsesión de defenderla es inevitable. O defen-
del movimiento es leal a sus compañeros. Si la demos esta patria que tenemos o Auschwitz otra
antítesis de la lealtad es la traición, aquel que vez asoma en el horizonte de la judeidad.
no es leal tanto al líder como a un cuadro ¿Cómo se defiende esa patria? Con un Estado
honesto y formado que lo es y lo es, también, poderoso con poderosos aliados. Al requerir, esa
a la doctrina, es un traidor. Debe ser expulsa- patria, de su feroz defensa para asegurar su exis-
do del movimiento como una mala hierba. El tencia, se identifica con el aparato creado para
mero desacuerdo con la conducción del líder defenderla: el Estado. Así las cosas, la patria y el
es deslealtad. De aquí que el peronismo haya Estado son lo mismo para los judíos y una no se
hecho de la lealtad un concepto esencial. ¡Jus- concibe sin el otro. En marzo de 2009, ahora,
tamente este principio fue hecho trizas por la asume la cancillería israelí Avigdor Lieberman,
Tendencia Revolucionaria! un hombre que ha construido su campaña elec-
En el punto (dos) del Capítulo VIII del toral atizando el odio entre judíos y musulma-
manual de Filosofía peronista, que se ocupa de la nes. La ultraderecha se adueña de Israel. No
ética, se abordan los vicios y las virtudes. Si debería aclarar nada de lo que me dispongo a
algún apresurado o algún partidario de las lec- aclarar a causa de los odios que encienden refle-
turas fáciles que ignoren los fundamentos de las xiones como éstas: rechazo todo lo que haga
cosas y se refieran sólo a lo que se ve en la Hamas porque estoy contra todo terrorismo,
superficie se fastidia porque acudimos a los considero asesinos simbólicos a los que niegan el
libros fundacionales del Movimiento, bueno, o Holocausto, entiendo el miedo israelí a otra
se resigna y sigue leyendo y aprende de paso masacre como la sufrida. Pero nada de esto jus-
cómo se hace una investigación o larga todo y tifica la derechización de un Estado bélico que
se va leer algún manualcito veloz que enseña ya está demasiado a la derecha. El racismo israelí
todo en –a lo sumo– 90 páginas. A joderse, es tan condenable como cualquier otro. Avigdor
amigos: aquí, eso no va. Nos vamos a concen- Lieberman es un inquisidor. Y aun más temible:
trar en ese texto polvoriento. Que, sin embar- tiene más poder. El Holocausto judío no puede
go, se ha editado recientemente por CS Edicio- justificar las matanzas del Estado Israelí. Y digo
nes, bajo el título correcto de la primera edición esto con gran dolor: muchos dedicamos años de
de la Editorial Mundo Peronista de 1954: Filo- nuestras vidas a reflexionar sobre el Holocausto.
sofía peronista. Lamentablemente los de CS le Leímos a Paul Celan, a Jean Améry, a Primo
adjudican el texto a Perón. ¡Vamos, señores, un Levy, a Benjamin, a Adorno, leímos las premo-
poco de seriedad! ¿Quién creen que era Perón? niciones de Franz Kafka (La colonia penitencia-
¿Georges Simenon, que escribió más de 200 ria, El proceso), vimos todas las grandes películas
novelas de su personaje, el detective Maigret? que se hicieron sobre ese acontecimiento axial
Estos mamotretos neotomistas, más cerca de las de la historia humana, pero no podemos aceptar
efusiones católico-autoritarias que del populis- que esa historia cuya única enseñanza debe ser la
mo distribucionista, surgían de la pluma de sacralización de la vida humana sirva de trasfon-
Nimio de Anquín o de Raúl Mende, un inefa- do a la acciones de un Estado que dice a los
ble del régimen. Carlos Astrada nada tenía que suyos: “Nuestra violencia es para que no vuelva
ver con esto. Creo que tantas vírgenes, santos a sucedernos lo que nos sucedió”. El paralelismo
religiosos de la Orden Franciscana y apelacio- entre los cristianos perseguidos y martirizados
nes a las grandes virtudes lo habrían enfermado. de los primeros tiempos de esa fe y los judíos
Por ahí también andaba el padre Ismael Quiles, sometidos –luego de siglos de variadas persecu-
para quien Jean-Paul Sartre era el Maligno ciones– al horror de la Shoá es claro. También
escribiendo sus textos demoníacos en el Café de lo es el camino que encontraron para terminar
Flore y pervirtiendo jóvenes en las caves pari- con sus padecimientos. Un Estado desde el que
sienses. defenderse y desde el que atacar a los que consi-
¿Qué es la lealtad para el manual de Filosofía deren que los atacan. Termina aquí esta larga
peronista? Figura en el capítulo de “Las Virtu- nota. Seguimos con el texto central.) La “avidez
des y los Vicios”. Figura entre las virtudes. de novedades” es, en el peronismo, la antítesis
Caramba, ¿cómo no va a ser una virtud ser leal de la lealtad. También lo es la errancia. Ser leal
a Perón? Se lee en Filosofía peronista: “Nuestra lean todo esto atentamente. Los militantes de LA LEALTAD Y LA ERRANCIA Pero el buen alemán es el hombre de la Heimat la vejan. Nace así el autoritarismo inquisitorial. es no errar. No ir de un lado a otro. Ser fiel
ética entronca con la corriente viva de la ética los ’70 solían despreciar estos textos como “Un hombre leal es un hombre en quien se Liebe, del amor al terruño. Y no se deriva. Se De perseguidos a tenaces, mortales perseguido- siempre a lo mismo. Al terruño que se ama. En
popular que siempre guardó en lo más profun- basura del pasado. El peronismo había ido puede confiar ciegamente; de ahí que esta vir- afinca en el terruño. Se afinca en la autenticidad. res. ¿Pablo, el santo misionero, ha desembocado este caso: el terruño que se ama es el movimien-
do de sí las enseñanzas de Cristo” (Filosofía mucho más allá. Si mal no recuerdo fue Rober- tud sea fundamental para nuestro movimiento El judío, en cambio, vive en el modo de la en Torquemada? ¿Qué dialéctica es ésta? Ningu- to peronista y aquello a lo que hay que ser leal es
peronista, Editorial Mundo Peronista, Buenos to Carri el que, en uno de sus textos, decía, (...). Para cualquier acción es necesario contar “errancia”, va de un lado a otro y no se afinca en na, porque no hay necesariedad dialéctica en la al conductor de ese movimiento. Sólo así no
Aires, 1954, p. 203). La Filosofía peronista acla- desdeñosamente: “Hay quienes buscan la iden- con la lealtad del compañero, porque el que no ninguna parte. Vea, maestro Heidegger, esta Historia. Hay constantes, persistencias. En nin- habrá “errancia”. Todos en la misma lucha, en
ra que el fundamento de todas las virtudes está tidad del peronismo en viejos libros de Raúl es leal es traidor, y con los traidores no se puede habitualidad se les ha curado a los judíos. Desde gún hecho están contenidos en-sí los que vendrán, la misma organización, bajo la misma conduc-
en la práctica de los trabajadores peronistas. Mende”. Tenía –desde el punto epocal en que ir a ninguna parte” (Filosofía peronista, Ibid., p. que tienen un Estado, y sobre todo un Estado como creía Hegel. Desde el acontecimiento- ción. Filosofía peronista termina el parágrafo
“El trabajo es la fuente de las virtudes, así estaba plantado– motivos para decir eso. Nin- 209, cursivas nuestras). Se insiste en la funda- poderoso que –además– cuenta con el respaldo Torquemada pueden rastrearse hacia atrás una dedicado a la lealtad citando (como correspon-
como la holganza es la fuente de los vicios”. gún militante de los ‘70 habría leído a Mende mentalidad de este concepto. Es el Grund abso- del Imperio bélico más omnipotente, vigoroso y serie de hechos (que sufrieron los ataques del día) a Perón: “La lealtad –lo ha expresado el
Frase un tanto transitada. Ya Walt Disney (en ni había olido siquiera el manual de Filosofía luto. Es la Heimat del peronismo. Recurro a destructivo de la historia de la humanidad, no se azar, pero se produjeron de igual modo) hacia la general Perón– es la base de la acción; lealtad
el cartoon que narra la historia madre de todas peronista. ¿Qué había que leer? Lo sabemos de estos alemanazgos heideggerianos porque quie- dedican ya a la errancia. Se hacen fuertes en el acción misionera del santo pastor Pablo. Ahora, del que dirige, lealtad del grupo hacia sus diri-
las historias del capitalismo: la del Chanchito sobra. Los textos de la actualización doctrina- ro señalar que en el peronismo tienen la misma poderío de su Estado y desde él miran el la Ecclesia es poder. Ahora, la Ecclesia es el Esta- gentes” (Filosofía peronista, Ibid., p. 209).
Práctico) exhibía cómo la laboriosidad de Prác- ria. Ninguno de esos textos había sido obra del función de anti-errancia que en el autor de mundo. Cuando los perseguidos –y pensemos do Vaticano. Ahora, la Ecclesia persigue. Casti-
tico lo salvaba del Big Bad Wolf, en tanto la peronismo. Salvo que se considere como tales Introducción a la metafísica. El Grund es el fun- ahora en la historia universal– logran el poder, ga. Levanta hogueras en las que quema vivos a EL PRINCIPIO DE LA
holganza de los otros dos chanchitos los conde- los de Cooke, o los de la Correspondencia damento último al que todo debe ser remitido. algo les pasa. Por ejemplo: antes de que los los infieles. ¿Qué ha permanecido de la sencilla VERTICALIDAD
naba a la fácil tarea de los colmillos del malva- Perón-Cooke o las cartas que Perón enviaba a la Heidegger (que tiene y plantea serios conflictos Evangelios se escribieran, antes de la intensa fe de los orígenes? Nada. Los Evangelios son un La jornada fundacional del peronismo lleva
do. ¿Qué representa en la alegoría el Big Bad juventud. “Ha muerto el mejor de los nues- con la idea de “fundamento”) no lo hace, sin acción misionera de Pablo, la vida cristiana tuvo Dogma de Terror. Un Dogma que condena. el nombre de Lealtad. Es el 17 de octubre y es
Wolf? La pobreza, la imposibilidad del progre- tros” (frase comprensible sólo desde la coyun- embargo, cuando habla de la Heimat, que es la una existencia religiosa profunda, humilde, Algo similar (similar, no igual: nada es igual en el Día de la Lealtad porque, en ese día, el pue-
II III
blo salió a rescatar a Perón. Cada año, ritual- situado. Hay otras sociedades que no tienen acudimos a estos conceptos de Deleuze y Guat-
mente, ese día se recrea, se celebra, se vuelve a ese poder, ese aparato bélico y financiero. No tari para lucir de cultos (en verdad, ya no dan
vivir. “Cada año (dice Eva Perón en La razón ocupan el sitio-núcleo. Ocuparían el sitio-ori- tanto lustre) sino para entender mejor la estruc-
de mi vida) él (Perón) pregunta a su pueblo si lla. El sitio-margen. El sitio-subalterno. El tura del peronismo. Su estructura organizativa.
está satisfecho con el Gobierno. Cuando sitio-suburbio. Ya está: me ha llevado años Ofreceremos ya las correspondientes citas de los
millares y millares de voces responden que sí, pero tal vez estoy aprendiendo. Algún europeo autores. Hay una muy valiosa sobre el psicoaná-
se estremece toda la Plaza de Mayo y puedo –dentro de 30 o 40 años, esté yo o no en este lisis que nos reservamos. Pero no del todo. D. y
afirmar que ese estremecimiento, que viene de mundo– podrá hacer un vocabulario de mis G. escriben: “El psicoanálisis somete al incons-
tantas almas, sacude violentamente mi cora- invenciones conceptuales. Decía que los euro- ciente a estructuras arborescentes, a grafos jerár-
zón.” A su vez, un ministro del Gobierno que peos roban sin pudor. No citan. Nosotros –los quicos, a memorias recapituladoras, a órganos
tenía aspiraciones de teórico escribe: “Lo inte- pensadores del sitio-orilla– nos morimos por centrales, falo, árbol-falo” (Deleuze y Guattari,
resante es que la verdad justicialista está sien- las citas porque queremos mostrar que somos Mil mesetas, capitalismo y esquizofrenia, Pre-
do realizada por un hombre y por un pueblo. cultos, que hemos leído mucho y tenemos, Textos, Valencia, 2002, p. 22). Y luego, esta
Por un hombre que logró interpretar el sentir entonces, derecho a decir algo. Ellos no necesi- delicia: “Tanto en el psicoanálisis como en su
común de su pueblo. Y por un pueblo que se tan citar. No hay casi citas en Lacan. Conozco objeto siempre hay un general, un jefe (el gene-
jugó entero en defensa de aquel hombre a un par de personas que han emprendido la ral Freud)” (D. y G., Ibid., p. 22). El general
entendiendo que se jugaba su propia vida (...) tarea de buscar en sus textos todas las citas que Freud establece una figura arborescente. Toda
El hombre se llama Perón. El pueblo humilde, el maestro no confiesa y hacer una especie de estructura arborescente es una figura fálica.
heroico y leal de los ‘descamisados’ argenti- Manual de citas no confesadas de Jacques Lacan. Vimos que D. y G. acusan al psicoanálisis de
nos” (Raúl Mende, El justicialismo, doctrina y Sería también interesante averiguar cuánto de someter al inconsciente a estructuras arbores-
realidad peronista, Ediciones Mundo Peronis- Foucault hay en Deleuze. Cuánto de Heideg- centes: falo, árbol-falo. Freud es la rama más
ta, Buenos Aires, 1952, p. 87). Mende está ger en Derrida. Por ejemplo: en la tapa de un alta de la aborescencia. Todo remite a la autori-
tramado por su catolicismo, por su fe sin fisu- buen libro sobre Deleuze (que seguramente no dad suprema del general Freud. En el peronis-
ras y expone con firmeza que eso –eso que está será tomado muy en serio por los académicos a mo –por medio de la lealtad, que es la figura
en él– es el justicialismo: “Ningún gobernante causa de estar en la colección “Para Principian- arborescente por excelencia– todo remite al
de la Tierra ha elaborado una doctrina política tes”) se lee la frase “No deseamos algo: desea- general Perón. También la rama más alta de la
tan ajustada a la auténtica realidad del evange- mos desear”. Sí, Deleuze utiliza esa frase –que arborescencia. Esa arborescencia es la raíz más
lio de Cristo” (Raúl Mende, Tercera posición: parece compleja pero no lo es– pero está toma- profunda del movimiento y, a la vez, la más
justicialismo, Editorial Castellvi, Santa Fe, da de Hegel (del capítulo de la autoconciencia alta, la que sobresale sobre todas. Los rizomas
1948, p. 139). en la Fenomenología del espíritu) y de Kojéve, son distintos. Su figura la toman D. y G. de la
En resumen: ¿qué papel juega la lealtad den- que leyó a Hegel en clave fenomenológica. ¿No botánica. El rizoma es subterráneo. Es un tallo
tro de la estructura justicialista? Lo dijimos: sin es evidente que, para existir, mi deseo tiene, subterráneo. Pero lo importante es esto: nadie
lealtad no hay justicialismo. Con una justeza ante todo, que desearse a sí mismo? También puede determinar su centro. El rizoma no tiene
impecable se lo dice Juan Manuel Abal Medi- es cierto que el deseo se descubre deseando. O centro. El tronco arborescente ejerce autoridad,
na a Rucci durante esa agitada jornada del se ejercita deseando. Pero lo primero es desear manda sobre los otros. Todo, en el esquema
Congreso Justicialista. Rucci no lo quiere a mi deseo. En Hegel, el que no muere de los arborescente, conduce a su raíz. Esa raíz es su
Cámpora de candidato. Pero choca con un dos contendores es ése en que el deseo de su base, su Grund, su fundamento. Desde ese sóli-
gran problema: Perón sí. Esta realidad es la deseo es más fuerte que su miedo a morir. En do fundamento es que ha penetrado la tierra
que, en el bar de la calle Charcas, Abal Medi- suma, esa frase no es de Deleuze. O, al menos, para ser tan sólido como indestructible. Tanto
na le pone sobre la mesa: “A Cámpora lo puso incluye a Deleuze en una tradición en la que el general Freud como el general Perón ejercen
Perón. Y en el Movimiento lo que rige es el todo el pensamiento francés está incluido: la su liderazgo. El rizoma es horizontal y demo-
principio de verticalidad. Sin principio de verti- lectura que Kojéve hizo de Hegel. Lacan tomó crático. El esquema arborescente es vertical y
calidad no hay Movimiento”. Formidable. La casi todo de ahí. Conmigo pueden estar tran- autoritario. En el rizoma no hay jerarquías. En
frase del joven Secretario General dice más quilos en ciertas cosas. Ya habrán advertido la arborescencia, sí. Rige ahí y ahí se fundamen-
que todos los libritos de Mende sobre los fun- que no recurro a Lacan ni a la lingüística ni a ta el principio de la jefatura. En suma, y para
damentos del peronismo. “Sin principio de la semiología. Mal podría hacerlo cuando terminar por hoy, Perón es la estructura arbo-
verticalidad no hay Movimiento.” La verticali- lamento que pensadores tan, pero tan valiosos rescente del Movimiento. Nos queda por ver
dad, para sostenerse, exige una virtud moral: como Ernesto Laclau o Jorge Aleman lo hagan cómo funciona el rizoma en el peronismo.
la lealtad. Para que haya Movimiento Peronis- con insistencia, casi con intensidad. Eso los ¿Funciona? Estas cosas las discutimos mucho
ta tiene que haber verticalidad. Para que haya torna herméticos. Pues Lacan a la jerga de Hei- durante las Asambleas Populares del
verticalidad todos tienen que ser leales a Perón. degger añadió la suya y lo que dice siempre se 2001/2002, cuando los vecinos dijeron el céle-
Entonces, ¿qué tenemos? Tenemos derecho a puede decir de otra manera, se puede escribir bre Que se vayan todos. Pero el rizoma se expre-
meterlo en todo esto a alguien que jamás mejor, sin apelar a fórmulas para iniciados que sa en la democracia directa. ¿Había democracia
pensó estar aquí, en medio de estas pampas dificultan una lectura necesaria en tiempos en directa en alguna de las tantas formas del pero-
turbulentas, de estos políticos calzados, todos que es necesario como pocas veces entender el nismo? Dejemos la pregunta por ahora. Diga-
a punto de acribillarse. Tenemos a Gilles mundo. mos: no sabemos aún la relación entre rizoma y
Deleuze. Junto a Félix Guattari ha establecido peronismo. Pero sabemos que el esquema arbo-
un par de conceptos útiles para estas cuestio- LO “ARBORESCENTE” rescente se expresa por medio de órganos cen-
nes de la política. Los usé mucho durante los (EL ÁRBOL-FALO) ENCUENTRA trales: falo, árbol-falo. De modo que si Juan
días de fines del 2001, comienzos del 2002. SU UNIDAD EN LA CONCRETA, Perón conduce el Movimiento Peronista es por-
Esos días de la democracia directa, de las PROPIA Y PRIVILEGIADA PIJA que en él se encarna, porque él, sin más, es la
asambleas populares, eso que los Montoneros DEL GENERAL figura arborescente. Y todo punto, todo ele-
pretendían implementar el 1º de mayo de Tomemos dos conceptos de Deleuze. Uno es mento que quiera pertenecer al Movimiento,
1974. Cuando veamos bien qué es una asam- el de rizoma. El otro es el arborescente. Los tiene que remitir a su raíz y buscar crecer desde
blea popular comprenderemos el disparate que tomamos para analizar cómo Deleuze concibe ahí. Nunca crecerá hasta la altura del esquema
le estaban exigiendo a Perón, el líder que la política –como representante, digamos, de las arborescente. Que ni se le ocurra. Lo arbores-
encarnaba la más pura verticalidad. más recientes generaciones francesas de pensa- cente crece desde la raíz, atraviesa todo el movi-
Nadie crea que recurro a Deleuze (siempre dores– de un modo que sería imposible pensar miento, lo trasciende, sale de él y desde allí rea-
unido a Guattari, a quien, en rigor, prefiero) al peronismo. El tema se desarrolla en el libro liza su totalización. En suma (y acudiendo a un
como al Saber del “genio filosófico” de la Fran- que lleva por título Mil mesetas, capitalismo y lenguaje pagano al que ya están ustedes acos-
cia, algo así como hacían Echeverría y Sar- esquizofrenia. Se trata de un intento conjunto tumbrados) nos permitiremos decir, para acla-
miento. Creo que se trata de un francés más. de Deleuze y Guattari, con frecuencia divertido rar todo esto por completo, que si Perón es el
Que poco agrega a lo que ya ha dicho Foucault porque los autores se toman muchas libertades árbol-falo del Movimiento es porque todos
y menos a lo que dijo el maestro oculto o ino- respecto de la estructura del ensayo tradicional. aceptan que el Movimiento es falo-céntrico, es
cultable de la French Theory: Martin Heideg- No obstante, a lo largo de dilatados trayectos, decir, que encuentra su unidad en la concreta,
ger. Hay más ingenio que genio. Y, sobre todo, la escritura cae en los terrenos insalvables de lo individual, propia y privilegiada pija del gene-
esa envidiable capacidad para unir dos o tres plúmbeo. Se nota ya la tendencia de reducir el ral. De modo que cuando la Tendencia Revolu-
palabras y crear algo semejante a un concepto libro (que es de 1980) a su célebre Introducción, cionaria exige Conducción, conducción/ Monto-
nuevo. Siempre me sentí incapaz de hacerlo o comprensible y amable: rizoma. A tal punto, neros y Perón ignora el disparate teórico que está
me dio un pudor que me impidió ir más allá. que la editorial española que dio a luz Mil mese- proponiendo. Un Movimiento como el pero-
Pero ser filósofo implica inventar tantas fórmu- tas... en mayo de 1988 publica en 2005 un nista, mientas viva Perón, no se conduce con
las que, en cierto momento, alguien deberá opúsculo de 57 páginas bajo el título de dos falos arborescentes. Los Montoneros querí-
hacer un Vocabulario de Gilles Deleuze o de Rizoma. Con lo que dice: “Si no tienen ganas an unir su pija a la de Perón. Absurdo total.
Foucault o de Derrida. Es una tradición euro- de transitarse todo Mil mesetas... aquí les ofrece- Porque Perón, además (y espero que ustedes
pea. Todos, absolutamente todos, inventaron mos la Introducción, que desarrolla los dos con- recuerden esta expresión tan genuinamente
un vocabulario. Roban, además, sin pudor. ceptos de los que todos hablan, de modo que popular) de ser la pija del Movimiento, era,
PROXIMO
Nosotros, los pensadores de los márgenes, vivi- usted no quede pagando en el bar cuando algún para todo el pueblo que lo seguía, “el más pija
DOMINGO mos citando a los del sitio-núcleo. ¿Qué les salame pretencioso se despacha con eso de de todos”.
parece? Inventé algo. El concepto de sitio- estructura arborescente o rizoma. Con sólo 57
Cercanías núcleo se referiría a esos lugares de las socieda- páginas usted puede no ser un burro y conser- Colaboración:
de Ezeiza des opulentas en que el núcleo del poder está var a sus amigos”. Nosotros, sin embargo, no Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 22 de marzo de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


71 Cercanías de la plaza del 25 (I)

Suplemento especial de

PáginaI12
¿
PEDO Y PEDONISMO Pero poco después el tipo se aparece con un libro llamado combatiente, nadie tomaba esto demasiado en serio. Era una
Por qué volcarnos sobre el concepto de rizoma? Venir al mundo, venir al lenguaje. Tan primer mundo este actitud correcta. Cada militante podía tener en su mochila
¿Somos deleuzianos? ¿Es nuestra costumbre título. Para el filósofo sitio-núcleo todo puede ser reducido ese bastón, pero el bastón de mariscal era del mariscal y el
andar detrás de la estela de los filósofos france- al lenguaje. Se encierran en el lenguaje como se encierran en mariscal era uno solo. Si en un ejército de 10.000 hombres
ses? ¿Viene un francés, dice algo raro y nos que- la vida académica. Claro que venir al mundo es venir al len- hay 10.000 mariscales ese ejército es cualquier cosa menos
mamos las pestañas tratando de ver qué dijo guaje. Claro que no bien llegamos hay una lengua que espe- un ejército. Un verdadero ejército es una arborescencia estra-
porque si no perdemos nuestra condición de intelectuales ra por nosotros. Claro que somos hablados en lugar de tificada. Un árbol-falo con distintos estamentos que conflu-
aggiornados? Ni por asomo. Vean, hará unos años se puso hablar. Claro que en lugar de dominar una lengua es la len- yen todos hacia el supremo estamento: el de la conducción.
de moda otro alemán (¡otro alemán más!) y su nombre era gua la que nos domina a nosotros. Estamos hartos de seguir Un ejército puede ser múltiple, pero su conducción estraté-
(es) Peter Sloterdijk. Como soy un perfecto intelectual sitio- oyendo estas cosas. Sólo que queremos seguir manteniendo gica es una. Lo múltiple es el caos, el desbande, la anarquía y
orilla, que no es otro que el que recibe las “novedades” que en pie las herramientas metodológicas que nos constituyen y hasta, en ciertas y abundantes oportunidades, la lucha entre
los países sitio-núcleo arrojan sobre nosotros, en primer tér- que hoy el primermundismo académico y sus seguidores de los que debieran estar del mismo lado.
mino o, al menos, en un término relevante, para mejorar su las orillas quieren dejar de lado. Venir al mundo es venir a la Deleuze (y juro que por eso recurro a él) “ocupa hoy (con
balanza de pagos, ya que nosotros los recibimos aquí, vía violencia. Venir al hambre. Venir a la guerra. Venir al odio. su visión personal del acontecimiento, J. P. F.) el centro de las
Barcelona o Madrid, desde luego, y ellos ni por joda nos van Venir a la tortura. Venir a la injusticia. Venir a la desigual- preocupaciones filosóficas” (François Zourabichvili, Deleuze,
a traducir ni siquiera al menos por gentileza porque sencilla- dad. Venir a las ideologías. Sí, a las ideologías. Venir a Dios. una filosofía del acontecimiento, Amorrortu, Buenos Aires,
mente o no sabemos pensar o no estamos inmersos en una Venir a los fundamentalismos. Venir al terrorismo. Venir a 2004, p. 32). Sea o no así, no podemos eludir a un filósofo
tradición filosófica que nos lo permita (para Heidegger sólo los medios de comunicación. Venir a la sujeción de los suje- omnipresente en el mundo académico. Pero no centralmen-
los alemanes y los griegos podían verdaderamente pensar), tos. Venir al despliegue del Poder y someternos a él. Venir a te por eso. Sino porque en rigor no es muy útil. De tanto en
me arrojé sobre los libros de Sloterdijk y empecé a masticar- la rebelión. Venir a la resistencia al Poder. Venir al amor. tanto viene por aquí Toni Negri. Este ex combatiente de las
los. El tipo tiene cosas fascinantes. El parágrafo 9 de La psi- Venir a la escritura. Venir a la música. Venir a todas las Brigadas Rojas escribió hace una década un best-seller apa-
comática del espíritu de época lleva por nombre El pedo: “No cosas que hay en este mundo en que –como bien dice Hei- bullante: Imperio. Lo hizo con un muchacho muy posmo-
podemos obviar el tema. Es más, es inevitable. Lo siento por degger, creador de esta maldita hegemonía del “lenguaje” en derno que metió deleuzianismos por todas partes. Negri,
todos los lectores sensibles, pero el pedo no se puede omitir la filosofía “contemporánea”– caemos. Porque en este mundo viejo zorro, los aceptó: el libro se posmodernizaba y la acade-
en absoluto. Quien no quiera hablar de él tendría que callar es que caemos, sin justificación alguna, sin nada que nos jus- mia le abría sus brazos. También el mercado. Vendieron a
también sobre el culo (...). La semántica del pedo es incluso tifique ni justifique a este mundo. Venimos en pecado por- morir. El libro aterrizó en la Argentina de fin de milenio en
un problema bastante complicado, demasiado descuidado que nada nos sacraliza. Nada peticiona en favor de nuestra que ya latía el tema de las asambleas populares y la democra-
por la lingüística y la teoría de la comunicación. La escala de legitimidad. Venir al mundo es una cosa cuando se viene en cia directa. Negri y Michael Hardt (su socio posmoderno)
significaciones va desde la vergüenza hasta el desprecio, un lugar y otra cosa cuando se viene en otro. Venir al extrajeron del rizoma deleuziano el concepto de multitud.
desde intenciones humorísticas hasta la falta de respeto. mundo en Bagdad en tanto Bush arroja bombas de a miles Llegó a estas orillas y pude presenciar escenas patéticas. Un
Maestros, profesores, oradores y participantes en conferen- es un problema serio. Venir al mundo en la elegante calle amable profesor en la Universidad de las Madres tratando de
cias conocen el tormento de no poder hacer sonar fuerte una Arroyo es una cosa. Venir al mundo en Fuerte Apache o en demostrar que la multitud no negaba la lucha de clases. A
flatulencia imperiosa, ya que un sonido semejante expresa la Villa 31 otra. Venir al mundo en un sitio-núcleo suele ser nosotros, argentinos, y eso le fue dicho claramente a Negri,
algo que no se quiere decir en realidad” (Peter Sloterdijk, mejor que venir en un sitio-orilla. Y se acabó. Algún filósofo el concepto de multitud nos remitía a un lamentable texto
Crítica de la razón cínica, Siruela, Madrid, 2006, p. 241). del giro lingüístico diría que todo esto existe porque se rela- positivista de José María Ramos Mejía (1842-1914) titulado
Desde joven conservo en mi memoria una cuarteta (estrofa ciona por medio de signos. Con lo cual habríamos reducido Las multitudes argentinas (1899). Hombre de la generación
de cuatro versos con rima consonante, imperfecta y asonan- el ser al signo. Pero los que dicen esto con frecuencia se pasan del ’80, el positivismo hizo tantos estragos en él como en
tada) del sublime Francisco de Quevedo y Villegas (1540- la vida estudiando semiología y lingüística, lo que relaciona, y Ingenieros. Sólo Oscar Terán –lanzado a una búsqueda
1645), gran jodón; tanto, que en él se ha inspirado ese per- no las atrocidades que arrasan la existencia de los hombres tenaz de hombres de izquierda alejados de los populismos
sonaje travieso y maléfico protagonista de tantos chistes sobre este planeta agonizante, lo relacionado. Además, están que odió luego de su regreso de México– pudo encontrar en
“verdes”: Quevedo. “Señora Marquesa (en una cena en que le por completo equivocados. Luego de la Carta sobre el huma- los esquemas toscos, deterministas, naturalistas, exaltadores
han ordenado mesura y buena conducta), ¿sabe usted qué nismo de Heidegger, le tienen tal terror a un humanismo del orden establecido en tanto los hechos son los hechos y
tengo entre las piernas?..” “¡Crío irreverente, impúber vul- basado en la praxis constituyente del hombre, del hombre sólo a ellos hay que estudiar y consagrar como “la realidad”
gar, ¿cómo os atrevéis..?” “La pata de la mesa.” Este ha de ser hundido en su materialidad (que es todo lo que nombramos del positivismo algo rescatable. Quería rescatar a los “hom-
el más ingenuo de los chistes de Quevedo. Pero la cuarteta anteriormente), del hombre hundido en el barro de la histo- bres del ’80” para oponerse a la visión que hace de ellos una
sobre el pedo (ya que de este tema se ha ocupado Sloterdijk) ria, que están conceptualmente cegados para ver que sólo patota de doctores que incorporó a-críticamente las ideologí-
merece recordarse y memorizarse, pues si ocurre una de las hay algo verdaderamente relacionante sobre este mundo. Y as europeas y acompañó a la oligarquía en el esquema no-
circunstancias mencionadas por el filósofo alemán, si eso es el Dasein o el ente antropológico o el para-sí o la reali- productivo de comerciar “la abundancia fácil” y asentar en la
alguien, en algún evento, habla desde la cabecera de la mesa dad humana o el sujeto práctico arrojado al mundo, consti- Pampa el “granero del mundo”. Escribe: “Una interpreta-
y uno tiene la mala fortuna de estar a su lado en el malhada- tuido por él y también constituyente. No habría signos sin ción canónica de la historia de las ideas argentinas se auto-
do momento en que al tipo se le escapa una feroz ventosidad hombres que los necesitaran para referenciar el mundo que complace en presentar a José Ingenieros como un positivista
ruidosa o sonora flatulencia alejada de todo posible acto de hacen y que los hace. Esta es la metodología de este trabajo. sin fisuras y al positivismo como un bloque ideológico inca-
disimulación, uno, sonriente, siempre puede apelar a la cuar- Quizás en algún momento debamos explicitarla más detalla- paz de pensar el problema de la nación, como efecto seguro
teta de don Francisco de Quevedo y Villegas y decirle al damente. Lo hemos hecho en La filosofía y el barro de la his- de su carácter exógeno y de su europeísmo no menos recalci-
tipo: toria y sospechamos que este libro es una ejemplificación de trante” (Oscar Terán, José Ingenieros, pensar la nación, Alian-
Tan importante aquél. Porque si algo nos entrega una reflexión política sobre za, Buenos Aires, 1986, p. 7). No, Terán, la interpretación
es el pedo para la salud el peronismo es el a veces desaforado espectáculo de los canónica es la que hace de un Ingenieros un pensador
que en soltarle hombres haciendo la historia, de la historia haciendo a los “socialista” pese a su positivismo, pese a su “ochentismo” y
está el tenerla hombres, de los infinitos condicionamientos, de todas las pese a su alejamiento irremediable del problema de la
cosas que entran en juego (López Rega masajeando la prós- “nación”. En cambio, si los alumnos (o alguno que otro de
¿A qué venía esto? Acaso alguno de ustedes se pregunte: tata de Perón es sin duda tan importante en el peronismo ellos) le preguntaban a Terán por, digamos, Manuel Ugarte
¿no es éste un ensayo sobre el peronismo? ¿Por qué estas como el enfrentamiento entre Perón y los montos el 1 de respondía: “No es un intelectual faro”. Terán –y esto lo
incursiones no sólo en Deleuze sino también en Sloterdijk y mayo de 1974, y tal vez hasta lo explique en buena medida), explica todo– fue un animador relevante del Club Socialista,
hasta en don Francisco de Quevedo y Villegas? Ah, la res- desde las aparentemente pequeñas hasta las inmensas como de la revista La Ciudad Futura, de las cátedras que consiguió
puesta a esa cuestión es muy simple. Porque el que escribe el bombardeo a Plaza de Mayo. De aquí que debamos llegar ese grupo y del enorme poder ideológico que tuvieron bajo
esto soy yo. Y he decidido tomarme todas las libertades que en algún momento a la pregunta decisiva: ¿qué sentido tuvo el alfonsinismo y hasta no hace mucho en que la revista
se me antojen. Espero que a ustedes les gusten. Que sean todo esto? ¿Qué verdad se realizó por medio de tantos cerró. Una especie de visión socialdemócrata, con una aler-
rodeos que les hagan decir: “Qué bueno este rodeo, cómo hechos, de tantas pasiones? Si nada grande se hace en la His- gia por el populismo, por lo nacional y por el peronismo en
me divertí, no conocía la cuarteta de Quevedo sobre el pedo, toria sin pasión, ¿qué Historia hicieron las tan a menudo cualquiera de sus formas. Muchos de ellos, antes de marchar
¿cómo pude vivir hasta hoy sin conocerla?”. Si usted piensa: incontrolables pasiones del peronismo, incluyendo en esto al exilio, habían militado en el peronismo. Aclaremos: luego
me tiene podrido este arbitrario que ni él mismo sabe de qué las de sus adversarios también? Porque Aramburu y Lanusse de haber vivido el descalabro mortal peronista de los años
va a escribir, lo que tiene que hacer es muy simple. No lea forman parte del gran relato peronista tanto como Cooke o ’74 y ’75 tenían derecho a buscar otros horizontes, pero ¿por
más. Ahí tiene los grandes tratados sobre el peronismo que como Cámpora? Todo eso, ¿qué verdad expresó? También: qué renegar de tantas cosas? ¿Por qué tanto enojo? Eso los
se han escrito en el país. Acuda a ellos. Pero aquí decido yo. ¿expresó una o expresó cientos, miles, millones? ¿Qué fueron llevó a incomprensiones graves, a alejamientos con tufillo a
Qué le va a hacer. Yo escribo, yo decido: es arborescente a buscar a Ezeiza dos millones de personas? tachaduras y a un encasillamiento que implicó una pobreza
esto. Si no le gusta, se va. Total, como les dirá Perón a los De modo que, para resumir, hemos recurrido a un par de conceptual relevante.
diputados de la Tendencia: “Nosotros por un voto no nos conceptos deleuzianos sólo porque creemos que nos ayuda- Vuelvo a Negri. Cuando le dijeron que la multitud aquí
vamos a hacer mala sangre”. Pero dele, no joda: siga, de este rán a entender aún mejor cosas que acaso ya hayamos expli- no caminaba porque el recuerdo del nefasto, del escrito
libro no se olvida más. Además, que nadie diga que pedo y cado, pero que podremos ver bajo otra luz, bajo otra trama desde el odio de clases, del poderosamente racista libro del
peronismo no pertenecen a un mismo universo que es el de conceptual. Vuelvo, ahora, al rizoma. ideólogo positivista Ramos Mejía estaba aún demasiado pre-
la barbarie, el de la guasada. Pensamos, sobre todo, en el sente, Negri insistió con la multitud. ¿De dónde venía este
peronismo de los orígenes. Ese que el dibujante Tristán ilus- LA POLÍTICA ES TEORÍA, concepto? De Deleuze. De donde vemos que si yo doy algu-
traba exhibiendo a Perón como un gangster fascista y a sus NO SÓLO PRAXIS nos rodeos siempre retomo la línea expositiva. Aquí, otra
seguidores como lúmpenes irredentos. No será casual, tam- Lo que busco es simple. Tan simple como necesario. Hay vez, estamos: en el rizoma. Acudiré –superando prejuicios
bién, que el más grande literato del peronismo cierre la más una asincronía irremediable entre el proyecto de organiza- infundados– a un muy buen libro sobre Deleuze. Lo escri-
importante de sus novelas con una frase tan ruidosa como ción de los Montoneros y el del conductor estratégico. Los bieron Florencia Abbate y Pablo Páez. Y es Deleuze para
esta: solemne como pedo de inglés. Por otra parte, entre pedo y Montoneros no llegaron a entender cómo se conducía el principiantes. Digo “prejuicios infundados” porque muy
pedonismo debe existir cierta cercanía, tal como con Perón y movimiento peronista. En tanto Perón vivió, el movimiento pocos irían a la facultad con este tipo de libros. Se supone
pedón, que es ya blasfema. El pedo, aquí, lo ha introducido siempre conquistó su organización bajo la hegemonía de lo (como el título de la colección bien lo dice) que son “para
el consagrado Peter Sloterdijk. Pretendíamos ilustrar con eso Uno. Lo Uno era Perón. Aun cuando Perón dijera esas frases principiantes”. Y nadie quiere ser visto en nada como “un
que su Crítica de la razón cínica es original, lanzada, libre. amables sobre el bastón de mariscal en la mochila de cada principiante”. Error. Algunos de estos libros (no todos, pero
II
sí el que aquí citamos) actúan al modo de una guía rigurosa, un CD de Bach para oírlo cantar sino para escuchar a Bach, calistas: poder, sostén sólido y casi definitivo para sus cargos
pues contienen una visión globalizadora de la obra de un que, en efecto, usted lo hace muy bien. Pero Gould erotiza a burocráticos. La CGE: desarrollo y créditos para las peque-
autor que permite transitarla en tanto señala lugares necesa- los intelectuales del viejo pero siempre primer mundo: a ñas y medianas empresas. Buenas relaciones con la Unión
rios y nexos imprescindibles. Abbate y Páez hacen una per- Deleuze, a Thomas Berhardt, que escribió una novela para Soviética y con Cuba. El PJ: el ordenamiento definitivo y un
fecta, clara descripción del rizoma y del esquema arborescen- demostrar que Gould es superior a Alfred Brendel. Sí, claro: papel descollante en la conducción del Movimiento. El pue-
te. Acudo a este texto también por otro motivo. Ocurre que podría citar a treinta pianistas que lo son. Empezando por blo peronista: la recuperación de los años felices, cuando se
he advertido que hay un montonazo de peronistas que leen Richter, Rubinstein, Horowitz, Pletnev, Ashkenzy, Pogore- sentían, si no los dueños, sin duda los más halagados, cuida-
esto y me putean con incontenibles ganas cuando hago desa- lich y Martha Argerich, sobre todo. Sigo (y ya termino) con dos y hasta mimados del país. Cuando el 53% del la renta
rrollos teóricos. Hacen mal en adoptar una actitud tal por- Deleuze: “Resumamos los caracteres principales de un rizo- nacional era para ellos. Y la Juventud Peronista, compartir la
que le dan razón a la derecha ilustrada que afirma y afirmará ma: a diferencia de los árboles o de sus raíces, el rizoma Conducción, nada menos. Ser la vanguardia de reemplazo.
hasta el fin de los tiempos que los peronistas son O decirle al Viejo que, si él flaqueaba, estaban
medio chantas, cortos de luces, cómodos o ellos para hacer el socialismo nacional, la
abiertos incultos y sin ganas de dejar de serlo. patria socialista, montonera y peronista. El
No sería justo endilgarles esta pereza sólo a los ERP, demostrar que Perón es un burgués
peronchos. Los tiempos son así. Que se lea fácil. represor como cualquier otro. Y la clase media
Que se entienda rápido. Que sea entretenido. –adaptando la consigna de la JP contra Isabel:
Bueno, no todo es así. “Vamos que usted “No rompan más las bolas/ Evita hay una
puede”, como le dijo su rincón a Bonavena sola”– tenía la suya, intransferible, propia:
cuando sonó el gong del 15 round y enfrente lo “No rompan las pelotas/ queremos pagar en
tenía a Muhammad Alí. No pudo. Pero lo cuotas”.
intentó. De haberse quedado en el banquito, 2) Dentro del avión, los enfrentamientos
habría perdido esa pelea por puntos. Pero salió. contenidos. Personajes que nada tienen que
Y como decía Ringo: “Cuando salís estás solo, ver entre sí y que se odian. En algún momen-
hasta el banquito te sacan”. Y él estaba solo ante to todo va a estallar ahí. Soterradamente al
el más grande estilista y boxeador de ese deporte menos. Pero más que el plácido regreso de un
cruel, solo ante el hombre que había transfor- anciano líder vamos a tener una superproduc-
mado en arte esa crueldad. Y Alí lo tiró tres ción de Hollywood: Aeropuerto ’73.
veces en ese round final. Y si lo hizo fue porque 3) El Palco: el cantautor Favio como alma
trampeó suciamente: jamás se retiró a un rincón candorosa ajena a todo cuanto ocurre a su
neutral en tanto le contaban a Ringo. Se quedó alrededor. Como el hombre que buscará la
a su lado, dando sus memorables saltitos. El paz y la concordia aun al costo de su propia
referí no le dijo nada. Ringo (el perfecto pre- vida: “Paren de torturar o me suicido”. Como
Rocky) se levantó siempre. Era inútil. No bien el hombre que ve ametralladoras, pistolas,
buscaba averiguar dónde estaba Alí, Alí estaba a cadenas, picanas y cree que son para el
su lado y le daba un cross mortal. Así, tres veces. momento de los fuegos artificiales. Como el
Perdió por KO. Pero volvió a la Argentina y hombre que ve a un mercenario que tiene una
cuando todos le preguntaron para qué salió “en ristra de balas colgando de su hombro y le
el último”, por qué no se quedó en el rincón y pregunta para qué es. Como el que escucha
la sacaba más barata, la sacaba por puntos, una respuesta extraña en un idioma también
Ringo dijo: “Disculpen, pero quería ganar”. extraño: “Pour tuer tous les zurdós de mérde”.
Después lo mataron por ahí, en un ranch de Como el que responde: “No hablo francés.
nombre Mustang, con dos o tres tiros de escope- No entiendo. No entiendo nada”. Como el
ta, como a un perro. Fue en 1976. Aquí no le que le pregunta al coronel Osinde, a su lado,
importó a nadie. El país era una carnicería y en tanto éste abre fuego con su 45 sobre la
Bonavena una sombra del pasado. (Nota: Dicen multitud, compuesta por rizomas que caen
los norteamericanos que Stallone se inspiró en como moscas, “¿Qué está pasando, coronel?
una pelea de Alí con un torpe boxeador del Yo no vine a esto”. Como el que escucha que
Medio Oeste para hacer Rocky: el tipo le habría Osinde le dice: “¿Y a qué viniste, pibe? ¿Otra
peleado con increíble entereza. Creo que no es vez te lo tengo que explicar?”. Como el que ve
así. Hasta en el físico, Bonavena, con sus pies a Osinde agarrar el altoparlante, como el que
planos y todo, era Rocky y su pelea con Alí no lo escucha gritar: “¡Por última vez! ¡Están bajo
pudo haber sido superada por ninguna otra la mira de nuestras armas! ¡Bájense de los
como modelo para la notable Rocky I, lejos la árboles!”. Como el que años después hará un
mejor de la serie.) “Vamos, que ustedes pueden”, decimos en conecta cualquier punto con otro punto cualquiera” (Mil film sobre Perón y le dedicará apenas 10 minutos. a toda la
este rincón. ¿Cómo no van a poder? Sólo se trata de tener mesetas, Ibid., p. 25). Y por último: “Un rizoma no empieza espesa, atronadora y trágica historia de la Juventud Peronis-
ganas. La política es teoría y no se puede entender mediante ni acaba, siempre está en el medio, entre las cosas, inter-ser, ta. Como el que, en ese film, dirá: “Eran aproximadamente
la desnuda y mera narración de los hechos. intermezzo. El árbol es filiación, pero el rizoma tiene como las 14 hs. cuando francotiradores apostados en los lejanos
tejido la conjunción ‘y... y... y...’” (Mil mesetas, Ibid., p. árboles empezaron a disparar indiscriminadamente contra la
EL PERONISMO NUNCA FUE UN 29). Como bien resumen Abbate y Páez: “Deleuze y Guatta- desprevenida e indefensa multitud sembrando el pánico y la
SISTEMA ACENTRADO: SU CENTRO ri piensan que la política debe pensarse como un rizoma. confusión. A su vez, fuerzas encontradas del peronismo
FUE SIEMPRE PERÓN, Y LA LEALTAD, Así, el arte, la filosofía, la ciencia y las luchas sociales se empezaron a atacarse por el control del palco”. Es una haza-
LA MEDIACIÓN ENTRE EL CONDUCTOR conectarían unas con otras de manera horizontal, sin que ña esta declaración del cantautor: tiene más mentiras que
Y LOS CONDUCIDOS ninguna se imponga a la otra. Concebir las políticas de palabras, algo difícil de lograr. Ya nos ocuparemos de ella
Cito a Abbate y Páez (a concentrarse, descamisados): izquierda como un sistema acentrado implica creer que las cuando analicemos hasta el tuétano, hasta el más recóndito
“Rizoma: la figura fue tomada de la botánica. Es un conjun- diferentes iniciativas pueden coordinarse prescindiendo de fundamento, los sucesos de ese día aciago.
to de tallos subterráneos que se ramifican en todas direccio- una instancia superior que las organice y unifique” (Ibid., p. 4) La autopista Riccheri: no menos de dos millones de
nes haciendo que no resulte posible determinar el centro, el 186. Cursivas mías.) personas caminan hasta donde puedan llegar. No todos son
origen. En los tubérculos rizomáticos –como el del lirio– no Durante las Asambleas del 2001/2002 el tema de la peronistas. Va gente de todo tipo. Es la exaltación del rizo-
hay jerarquía, cualquier punto puede conectarse con cual- democracia directa llevó a primer plano esta cuestión. Al ma, pues éste no debe verse sólo como elemento aislado y
quier otro; esa característica los distingue del esquema arbo- rechazar la representación de los políticos (que se vayan autosuficiente. Lo es, pero para unirse a otros rizomas. Lo
rescente (Perón, J. P. F.), donde cualquier punto remite a la todos), “la gente” decidió representarse a sí misma. Se dio, de que hace el rizoma es abominar del esquema autoritario
raíz” (Florencia Abbate, Pablo Páez, Gilles Deleuze para prin- este modo, el sistema acentrado. Nadie tenía la conducción. arborescente. Aquí, sin embargo, van todos en busca del
cipiantes, Era Naciente SRL, Buenos Aires, p. 186. Cursivas Todo esto fue fracasando paulatinamente. Apareció un señor gran arbol de la Argentina. De la gran esperanza. Ya nos pre-
mías). En Mil mesetas tampoco son excesivamente oscuros de nombre John Holloway que dijo que la política no tenía guntaremos qué esperaba la Argentina de ese regreso. Por
Deleuze y Guattari con este concepto que –insisto– fue fun- por objetivo el poder. Que se construía en el llano. Eso era ahora, esto: nunca había ocurrido y raramente ocurrirá un
damental en la crisis del 2001/2002. Caramba, ¡por algo lo –aunque él no lo postulaba por ignorarlo, sin duda– un fenómeno semejante. Dos millones de voluntades en medio
habrá sido! A no quejarse y seguir leyendo. “Cualquier esquema rizomático. Pero lo rizomático jamás hará una polí- de una fiesta cuasi mística. Vuelve Perón. El pueblo argenti-
punto del rizoma (escriben D. y G.) puede ser conectado tica efectiva. Es un sueño supra-democrático. El centro está no va a recibirlo.
con cualquier otro, y debe serlo. Eso no sucede en el árbol ni en cada uno de los rizomas. Cada rizoma es autónomo. Se 5) El poeta Néstor Perlongher marcha a la cabeza del
en la raíz, que siempre fijan un punto, un orden” (Mil mese- comunica con los otros rizomas pero sin ceder nada de su Frente de Liberación Homosexual. Cuando oyen los tiros se
tas, Ibid., p. 13). Atención a esta cita. Estoy explicitando autonomía, de su sustantividad, de su centralidad. alarman. “¿En todos lados nos cagan a tiros?”, pregunta Per-
metodológicamente lo que los Montoneros no entendieron longher. “Quedate tranquilo, la cosa no es con los putos”, le
nunca del movimiento peronista. Cito a Deleuze (y a su EZEIZA, EN CLAVE dice un jefe de columna de la Jotapé. “¿No nos podés llamar
compadre Guattari, desde luego): “Principio de multiplici- DE FARSA TRÁGICA de otro modo?”, dice, encabronado, Perlongher. “¿Cómo?”
dad: sólo cuando lo múltiple es tratado efectivamente como Podríamos decir que –a partir de Ezeiza o precisamente en “Por lo menos ‘homosexuales’.” El Jotapé resopla con fasti-
sustantivo, como multiplicidad, deja de tener relación con lo Ezeiza– el peronismo estalla en rizomas. dio: “No jodás, pibe. ‘Homosexual’ es muy largo. ‘Puto’ es
Uno como sujeto” (Mil mesetas, Ibid., pp. 13/14). Luego 1) El avión en vuelo. Ahí viaja el General. El Padre Eter- cortito y contundente. Y si no, andate con los comunistas”.
Deleuze acude a un ejemplo de Glenn Gould, el pianista no. El que es esperado, abajo, en la Tierra, por dos millones “Ni loco –dice Perlongher–, antes de venir les pregunté si
canadiense, adorado por los intelectuales europeos, algunas de personas que anhelan de él vaya uno a saber qué. Por el querían que marcháramos con ellos. Me dijeron: ‘Ustedes se
de cuyas versiones son pálidas y otras antojadizas y en otras... momento digamos: todo. Los militares: que termine con la salvan porque estamos aquí. En Moscú, el Politburó los
¡se lo oye cantar la partitura! Escuche, Gould: yo no compré guerrilla. Los empresarios que active la economía. Los sindi- manda a Siberia’.” “¿Ves? Nosotros les decimos putos pero
III
los queremos.” Y cuatro o cinco empiezan con “¿Sabe, general? Creo que no vamos a aterrizar nal, ¿cómo no hacer del Preámbulo una bande-
un cantito que se hará célebre: “¡Los putos con en Ezeiza”. Perón sonríe y la mira a la Chabela: ra? Entre tanto, los boludos de los peronistas, a
Perón!”. Perlongher se resigna. La palabra gay “Este Lopecito se las sabe todas. No hay caso: los que no se les ocurría ni una idea ni encon-
esperaba lejos, en un futuro de mayor com- es brujo el hombre”. “Qué haríamos sin él”, traban un candidato, inventaron que al Alfonso
prensión. También de menor política. De suspira Isabelita. A las 16.50 aterrizan en lo bancaba la Coca-Cola. Esa era toda la plata-
menor historicidad. De menor violencia. De Morón. forma electoral que empezaron a pergeñar. Un
menores sueños y utopías. Una época en que el 10) Final: la muchedumbre regresa por la infundio de décima. Coca-Cola o no, hubo un
rizoma se impondría en muchos ámbitos: en el Riccheri. Quien ha vivido eso no lo olvidará momento decisivo. Alfonsín ganó por dos cau-
feminismo, los homosexuales, los minusválidos, jamás. Uno de los días más tristes de nuestra sas. A la consigna de una Jotapé ochentista que
los negros, los travestis, la ecología. historia, que no carece de ellos, que los tiene a habrían armado los sindicatos o políticos como
6) La militancia de la Tendencia Revolucio- montones. El abandono, la sensación de derro- Herminio Iglesias y pegoteó por el país una
naria (que no está armada) va dispuesta a copar ta, los sueños rotos, el áspero despliegue de la consigna que decía: Somos la rabia, los radicales
el acto con la masividad. Le será sencillo. Cien- realidad, el anochecer. Tal vez, en gran medida, contestaron con otra: Somos la vida. Era una
tos de miles de activistas avanzan hacia ahí. El eso: las sombras de la noche del día más largo gran consigna. Después de la muerte, la vida.
día anterior, Osinde, previendo esto, le dice a del año. Yo iba con Conrado Eggers Lan. Era- Curiosamente o no, los militantes de Herminio
Lorenzo Miguel: “Poneme 500.000 obreros mos dos más entre miles y miles de entristeci- Iglesias recorrieron las calles con un cántico
rodeando el Palco”. “¿Estás en pedo vos?”, dice dos y silenciosos argentinos. Recuerdo (y nunca hermoso: “Somos la patota del doctor/ Hermi-
Lorenzo. “¿De dónde mierda querés que saque olvidaré) lo que dijo Conrado: “Si los militares, nio Iglesias/ Vamos todos/ Marchemos unidos/
500.000 obreros?” “Sos un boludo, un inútil –le ahora, dan un golpe, ganan”. No pude ofrecerle Ya estamos podridos/ de tanto dolor”. Lo de
dice Osinde–, te cagaría a tiros, turco. Lo único ningún argumento en contra. Yo tenía treinta “doctor” era en joda. Herminio era cualquier
que sabés es morfar tallarines con tu vieja los años. Ahí terminó mi juventud, que había cosa menos doctor. Pero dijo dos frases para la
domingos.” “Pero es que el peronismo es eso”, durado demasiado. historia: “Conmigo o sinmigo” y “Yo me come-
dice Lorenzo. “¿Sí? Vos date mañana una vuelta Ahí murió el Padre Eterno. Dios bajó a la ré las eses pero otros se comieron el país”. El
por Ezeiza y vas a ver qué es el peronismo.” Tierra y –antes de que llegara– no uno, sino otro motivo por el que Alfonsín gana las elec-
7) Abal Medina, Righi y Cámpora están reu- todos los tontos empezaron a faltarle el respeto. ciones es el recuerdo de Ezeiza, que los radicales
nidos. Abal, desesperado, le dice a Cámpora: Algo terrible había sucedido: Dios, el Padre ponen sobre el tapete y que el cine de Héctor
“Saque a la Policía, doctor. El Palco es de Osin- Eterno, era un tonto más. Olivera plasma en una película poderosa basada
de y los mercenarios franceses. Eso va a ser una en la novela de Osvaldo Soriano: No habrá más
matanza. No van a permitir que la Jotapé tome “LA SANGRE penas ni olvido. (Figura en nuestros planes dedi-
los primeros 300 metros”. (Supongamos que LLAMA A LA SANGRE” carle un amplio espacio.) Y, por fin, los candi-
no dijo lo de los mercenarios franceses. Pero Los meses de enero y febrero de 1973 fueron datos. En tanto Alfonsín era un volcán en cons-
que los hubo, los hubo. Ya veremos por qué.) calurosos, fueron húmedos y fueron la apoteo- tante estallido, Luder era un pescado frío. Ade-
“Pero, doctor Abal Medina –dice Cámpora–, sis de la esperanza, de la ilusión. El futuro se más, un político cobarde. O atenazado por un
¿por qué los muchachos quieren copar los pri- podía oler. Estaba ahí, a la mano. Caminába- partido que no se atrevía a jugarse, a doblarles
meros 300 metros?” “Para mostrarle a Perón mos sobre él. Creíamos, incluso, que se encar- el brazo a los milicos. Los militares acababan de
que ellos son el pueblo. Ellos y nada más que naba en nosotros. Descubrimos, en esa jubilosa lanzar una ley de autoamnistía. Le preguntan a
ellos.” “Pero, doctor, caramba: si hay temporalidad, que pocas cosas podían ser más Luder qué piensa hacer con ella cuando asuma.
2.000.000 de personas en la Riccheri.” “Pero hermosas que una campaña electoral en verano. El pescado frío se toma su tiempo y arroja sobre
ellos se juegan a que Perón no ve más allá de los El sudor nos entregaba un engaño que vivíamos los inminentes votantes una serie de considera-
300 metros.” “Doctor, por favor: dígales que sin culpa: hacíamos el doble de lo que hacía- ciones legales destinadas a decir que será muy
no se excedan. Perón no ve tan lejos. Si ve más mos; si no, ¿por qué habríamos de transpirar difícil derogar esa ley, porque ya ha sido dicta-
de 50 mts. será con la ayuda divina. Que no tanto? Todo el país se hacía peronista. Todos da. Una huevada espectacular. Le hacen la
arriesguen gente al pedo, dígales.” “Doctor (muchos de los que ahora abominan de esa misma pregunta a Alfonsín y el líder caliente de
Cámpora, por favor: saque a la Policía. Eso va a experiencia) vivieron un romance veraniego con esos días, sin hesitar, furioso, con una certi-
ser una masacre”, insiste Abal. Cámpora pierde el peronismo juvenil. Porque no había otro. dumbre aplastante, dice: “Si quieren dictarla,
los estribos: “¿Cómo mierda quiere que saque a Los sindicatos seguían cuidándose sus culos de que la dicten. Pero pierden el tiempo porque la
la Policía si este boludo, hace apenas 15 días, oro sólo merecedores de sillones suntuosos, vamos a derogar. La vamos a derogar. Y va a ser
les dio un discurso que nos los puso a todos en excesivamente cómodos. El PJ, a lo sumo, cola- lo primero que hagamos no bien lleguemos al
contra? ¿O no vio los volantes clandestinos que boraba con la juventud y era el aparato con el Gobierno”. Tuvo dos buenos años Alfonso. No
salieron? ‘El discurso del Ministro marxista que se ganarían las elecciones. Pero la campaña es poco en un país donde los políticos no tie-
anticipa el asalto definitivo de los rojos contra la hacían los jóvenes. Ya no había “catolicu- nen bueno ni un solo día. Hizo el Juicio a las
la Institución policial’”. “¿Qué mierda les dijis- chis”. Pocos pensaban en Firmenich. Estaba Juntas. Después se cayó. Y se siguió cayendo.
te?”, pregunta Abal. “¿No leíste el discurso?”, lleno de pibes y pibas judías. Esas pelirrojas de Esa es otra cuestión. Pero el del ’83 estaba des-
pregunta Righi. “Me habían puesto una narices insoslayables, de ojos claros, de cabelle- tinado a hacer lo que hizo: historia pura. Fue el
bomba, carajo –dice Abal– ¿Qué les dijiste?” ras largas y llenas de rulos, ágiles, inteligentes; primer político que le ganó una elección al
“No me acuerdo”, Righi está muy nervioso. tanto, que te ganaban una discusión con sólo peronismo. Se lo merecía. A esta altura de los
“Decime una frase por lo menos.” Righi hace proponérselo. Minas libres. Que habían man- tiempos, algunos de los cánticos de los jóvenes
memoria. Por fin, dice: “Creo que dije: ‘Los dado al demonio a sus viejos, no sólo gorilas que lo siguieron suenan tanto o más patéticos
hombres de la policía pueden sentirse aliviados. sino temerosos, que sólo parecían desear cortar- que “el Hospital de Niños en el Sheraton
Ahora nadie pretende que de sus armas deba les las alas y retenerlas en casa. Si querían, cogí- Hotel”. Por ejemplo: “Franja Morada/ la patria
salir la solución de los conflictos’”. “Cagamos”, an. Si no, no. Siempre hacían política. Hasta liberada”. ¿La patria, qué?
dice Abal Medina y se desploma sobre un cuando llegaban al mejor de sus orgasmos: Volvemos a cualquiera de esas noches de
sillón. Righi, también, había dicho otras cosas. “¡Matame, Potemkim!”. No sólo ellas, claro. La enero o febrero de 1973. Salimos de la casa de
Conceptuales y hasta bellas y conmovedoras: Jotapé era un hervor de voluntades diversas. Se algún compañero del Consejo de Redacción.
“No es que ya no tengan que defender el discutía en los bares. En las facultades. En los Estamos preparando el nuevo número de Envi-
Orden. Pero ese Orden cambió”. Se equivoca- cordones de la vereda. Y hacía calor. Y todos los do. Caminamos, hablamos, por ahí entramos en
ba: el Orden seguía siendo el mismo y el Padre días el cielo estaba lleno de estrellas. Eran las una pizzería a comernos una fugazzeta y tomar-
Eterno llegaba para que, con algunos retoques nuestras. Y las de la clase media veterana tam- nos una cerveza. Salimos. Y contra una pared
nacional populares, así fuera. bién. No todos querían retener a sus hijos en hay un gran afiche pegoteado. En él se ve a un
8) ¡La columna de La Plata! La pesadilla del casa. Aparecían viejos peronistas por todas par- joven morocho que nos mira y sonríe, satisfe-
Palco. No hay, para ellos, lucha posible desde la tes. El suegro que yo tenía entonces siempre cho consigo mismo y con lo que hace. Tiene la
masividad. Llega la columna sur. Son, por lo había sido antiperonista. Se empezó a entusias- cara empapada en sudor. La camisa blanca
menos, 60.000 personas. Osinde y los suyos mar y no paró hasta dejar de serlo y hasta, por hecha jirones. Tiene sangre en la cara. Tiene
toman la decisión brutal, criminal, única que si fuera poco, serlo, ser un peroncho que leía los sangre en la camisa. Levanta su mano derecha y
pueden tomar: responder a la masividad de la diarios esperando los fracasos de Lanusse, las hace la V de la victoria. El afiche dice: En lucha
Juventud Peronista con la extrema violencia. palabras de Perón. por la liberación. Nos quedamos un rato mirán-
“¡A mansalva! –grita Osinde–, ¡que no quede Que yo sepa, esto les pasó –no con la eferves- dolo. Al pie del afiche se lee: Juventud Peronis-
uno!” A los que agarran los llevan al Hospital cencia de los ’70, pero con polenta y, sobre ta. Y la metralleta y la tacuara cruzadas. Segui-
de Ezeiza y los torturan como los franceses en todo, sin final trágico– a los radicales durante la mos un rato así, en silencio, mirando al mili-
Argelia, como los yanquis en Vietnam, en campaña de Alfonsín. Por si alguien o muchos tante ensangrentado que nos mira. Horacio
pleno Plan Fénix. Ahora el Plan Fénix y el lo han olvidado debo decir que Alfonsín era un González, con voz triste, dice: “Tiene mucha
general Bigeard están ahí: en el Hotel de Ezeiza. balazo en el ’83. Fue el primer político que, sangre encima ese compañero. No está bien.
Favio aparece y dice que si no paran con las apenas la dictadura abrió el juego después de Lucha por la liberación, bueno. Pero la lucha
torturas se suicida. Los tipos siguen torturando. Malvinas, dio un discurso ante un auditorio no es sólo la sangre. Y además”. Y juro que dijo
Favio sigue vivo. Se va. Algunos, años después, muy numeroso, al aire libre. No se guardó esto (lo dijiste, Horacio, y bien dicho estuvo,
lo preservan, no le preguntan nada, lo quieren nada. Cito de memoria: “Una represión incon- no importa si te acordás): “La sangre llama a la
PROXIMO
posiblemente mucho o ven en él a un símbolo trolada segó vidas sin piedad”. Muchos políti- sangre”. Nadie lo contradijo. Nos saludamos y
DOMINGO del peronismo genuino, popular. Lo que pasa cos salieron a acusarlo de “provocador”. La cada uno se fue para su casa.
–dicen– es que un gran artista, un genio. Hay mayoría, peronistas. Engordó 14 kilos. Reco-
Cercanías de la que salvarlo de este bochorno. rrió todo el país. Recitó el Preámbulo. Gran Colaboración especial:
plaza del 25 (II) 9) En el avión, López Rega le dice al General: acierto: había que volver a la vida constitucio- Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 29 de marzo de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


72 Cercanías de la plaza del 25 (II)

Suplemento especial de

PáginaI12
URQUIZA Y PERÓN, ¿UN SOLO reconstrucción. Importa destacar este sistema de prioridades to Madero. Una mesa enorme, brillosa. En la punta, imponen-
CORAZÓN? porque luego Perón habrá de invertirlo: primero –dirá– la te, vestido con sus galas de general de la Nación, el general
n diciembre de 1972, por medio de una carta reconstrucción. Sólo que recién lo dirá al intentar el despla- Justo José de Urquiza. Habla con una top model y se nota que

E a Juan Manuel Abal Medina, Perón saluda “a


los muchachos” y los impulsa a empeñarse en
“la lucha como las circunstancias lo requie-
ran”. Exclama: “¡Qué no daría por tener ahora
50 años menos!”. ¿Qué haría si los tuviera? ¿Cuál es la causa
de ese deseo? Y larga una famosa frase: “Con cincuenta años
menos andaría poniendo bombas”. Eran mensajes para ali-
zamiento de los ‘duros’. Y lo dirá ante el desconcierto de la
Tendencia. Porque, coherentemente, la teoría que se forta-
leció con el reportaje de Mayoría fue la del primer mes. Que
era entusiastamente asumida por la Tendencia y se resumía
así: ‘En el primer mes de gobierno, tomar el poder’. Curio-
samente la Tendencia reducía a ese lapso la duración del
gobierno (Cámpora), pues luego habría de tomarse el poder
la está seduciendo. La chica viste desmedidamente fashion.
Como si fuera a exhibirse en Fashion File o E Entertainment.
A un costado, en un rincón áspero, semioscuro, triste, buro-
crático está el Recolector de Hechos. El burócrata de la historia.
El historiador fáctico. “Las cosas son las cosas.” “Los hechos son
los hechos.” “Lo que sucedió fue lo que sucedió” y mediocrida-
des por el estilo.
mentar el ánimo belicoso de los jóvenes. Se venía la campa- (Perón). Cámpora, en efecto, duró en el gobierno poco más “Lo que sucedió” será siempre la versión más trajinada, abu-
ña electoral y al ala dura le tenía destinado el protagonismo de un mes, pero por motivos que en nada respondían a las rrida y escolar de la historia argentina. El billikenismo exaspe-
de esa etapa de movilización y enfrentamientos. También esperanzas de la Tendencia” (J. P. F., Ibid., pp. 101/102). Y rado.)
en diciembre declara: “Yo estoy volando un poquito más las palabras del Padre Eterno bendecían a los jóvenes. Eran
arriba de las nubes en este momento, mi tarea y mi misión los tiempos de la juventud maravillosa. Sin embargo, un Recolector de Hechos: En el Palacio San José, en la pro-
ya han dejado un tanto de ser justicialistas. Mis muchachos análisis de esa frase de Perón (“El poder hay que tomarlo en vincia de Entre Ríos, en Paraná, capital de la Confederación
se van a encargar de todo lo demás. Yo estoy actuando como el primer mes de estar en el gobierno”) llevado a cabo desde Argentina, el general Justo José de Urquiza se reúne con
manager, digamos así, o como coordinador, de 34 partidos y los meses posteriores, revelaría su verdadero sentido: El algunos hombres de negocios que han llegado desde Buenos
fracciones políticas que he logrado poner de acuerdo” (Galasso, poder lo vamos a tomar cuando echemos a Cámpora y a todos Aires.
Ibid., tomo II, p. 1148. Cursivas nuestras). los infiltrados del gobierno. Ahí, el poder retornaría a las La Confederación Urquicista está en guerra con Buenos
Voy a incurrir seguidamente en algo que se les suele manos de los verdaderos peronistas, quienes debían volver Aires, que desea escindirse y declararse independiente. Bue-
reprochar a los escritores: el desmedido pecado de citarse a “a la conducción de nuestro movimiento”. El poder se nos Aires está bajo la conducción del general Bartolomé
sí mismos. No hay tal pecado. Sobre todo en épocas en que tomó en Ezeiza. Ahí, la derecha, simbólicamente, se adueña Mitre. Las negociaciones han venido fracasando y la batalla
muchos transcriben lo escrito por otros y no los citan argu- del palco y de la conducción del peronismo. Perón viene a de Pavón está cercana.
mentando que los textos “son de todos”, y que aquel que santificarla. Lo hace apenas al día siguiente en el discurso Urquiza: (Al Recolector de Hechos.) ¿Ya está?
reclame como suyo un texto que ha escrito está incurriendo que inaugura la etapa dogmática: “Somos lo que las veinte Recolector de Hechos: Por el momento... los hechos son
en el pestilente concepto capitalista de la propiedad privada, verdades justicialistas dicen”. Este discurso inicia el conoci- ésos.
en la arrogancia de lo privativo, en la áspera ideología de lo do proceso de persecución a la Tendencia. Perón cambia Urquiza: ¿Qué tiene usted con los hechos?
patrimonial. Se han plagiado novelas enteras y se han gana- brusca, casi brutalmente. Suceden muchas cosas. Una de las Recolector de Hechos: Los hechos son la verdad de la
do concursos literarios con este concepto. Ni Pierre Menard que menos se conoce hoy es la interpretación de la falta de Historia. Por eso yo me ocupo de lo que me ocupo.
se habría atrevido a tanto, ya que era más “original” al lado lealtad del conductor para con las bases. Porque la lealtad Urquiza: ¿Y de qué se ocupa?
de estos “anarquistas apropiadores” de hoy. En fin, un sím- no sólo era lealtad al conductor. El conductor debía ser Recolector de Hechos: De recolectar hechos. Verdades.
bolo de los tiempos. Jorge Bucay, hoy ausente de los prime- también leal a los anhelos de las bases y a las promesas que (Entran los empresarios. Son todos yuppies. O algunos seme-
ros planos que solía obsesivamente ocupar, sobre todo había hecho. “Perón Cumple”. ¿Esto se refería sólo a las jan venerables banqueros, con canas y sabiduría de la vida y
cuando realizaba “giras nacionales” junto al “gran pensa- obras realizadas durante el primer gobierno o Perón debía los negocios. Urquiza les sonríe muy satisfecho. Se adelanta
dor” Marcos Aguinis para ilustrar a los desvalidos ciudada- cumplir también a su palabra empeñada? ¿Qué era lo con- hacia ellos y les estrecha las manos.)
nos o para animarles las existencias con exhortaciones a la trario de la lealtad? La traición. Surge, de este modo, en la Urquiza: Adelante. Bienvenidos al Palacio San José.
voluntad de ser felices, a la coherencia con los propios prin- militancia, una correspondencia histórica irritativa pero ine- Señor Mitsubishi: Se lo ve cambiado al Palacio, general.
cipios y la fe en un futuro inevitablemente venturoso (Nota: ludible en una reflexión sobre el peronismo: la similitud Señor Ford: Como más... moderno.
Esa dupla Bucay-Aguinis no duró mucho, sólo queda ahora entre Urquiza y Perón. Urquiza, el que traicionó a los fede- Señor Texaco: Como más... posmoderno.
Aguinis, que escribe arrebatados panfletos en los que expre- rales, el que traicionó a las montoneras gauchas, el que se Urquiza: ¿Habían estado aquí alguna vez?
sa su ira y clama por una especie de épica nacional de la retiró de la batalla de Pavón (luego de haber ganado la de Señora Hewlett Packard: No, pero teníamos referencias.
bronca y la rebelión: “Me acosa la furia y quisiera estar sere- Cepeda), el que se retiró con esa batalla casi en su poder, el Fotos, por ejemplo.
no. No soy la excepción. Hay bronca, que se ha vuelto que lo hizo ante la indignación de sus lugartenientes, todos Urquiza: (Señala al Sr. Texaco.) Esa palabra que usted
generalizada y casi permanente. Debemos hacer algo, por- bravos federales que querían seguir peleando y ganar, el que dijo...
que la Argentina merece otro destino”. La editorial que se entregó al poder de Buenos Aires, Urquiza, en fin, el Señor Texaco: ¿Posmoderno?
lanza al mercado el panfleto califica a Aguinis de “gran gran traidor a la causa federal, habría anticipado a Perón, el Urquiza: Esa. Fue la que usó mi arquitecto. Esto le va a
autor nacional”. ¿Se entiende, no? Digo la verdad, créanme: gran traidor a la causa del socialismo (nacional), a los mili- quedar posmoderno, general.
Aguinis sería el gran autor de esta nación. Creo, sí, que tantes que habían luchado y habían muerto por él, el gran Señor Texaco: Se lo ve más ascético al Palacio. Como
debemos hacer algo, porque la Argentina merece otro desti- traidor a su palabra, a sus promesas, al pueblo. David Viñas deconstruido. No lo engañó su arquitecto.
no. No sé cuál, pero no el de tenerlo a Aguinis como el gran habrá de escribir una novela (que, por desgracia, no leí) lla- Urquiza: Si me engañaba, el deconstruido era él. ¿Saben
autor nacional), fue aniquilado cuando copió innumerables mada General muerto en la cual ese símil (Urquiza/Perón) se que la deconstrucción la inventó el general Rosas? Más pre-
páginas de no sé qué libro. La moda del plagio creativo no explicita. “Urquiza” es un nombre que la militancia de los cisamente: la Mazorca. Unitario que agarraban, lo decons-
estaba impuesta. He dicho esto (me referí al olvidado ‘70 (afecta a los paralelismos históricos) empieza a pronun- truían. ¿Quieren que les cuente cómo?
Bucay) para justificar el citar un viejo libro mío. Al menos ciar con cierta intensidad a partir del discurso del 21 de Señora Hewlett Packard: Preferiría que no. No tengo
uno –al hacer tal cosa– se plagia a uno mismo, lo cual tal abril y luego del Documento reservado que publican los hal- tiempo.
vez sea más apropiado que plagiar a otro. O tal vez no. Tal cones de la derecha en el diario La Opinión. También apa- Urquiza: Siempre escasa de tiempo usted, señora. (Tran-
vez sea más creativo y pos-posmoderno despojar a otro. Y, recen por esos días las pintadas: “Lanusse volvé, te perdona- sición.) Bueno, señores. Hablemos de negocios.
sin duda, más riesgoso, pues cierta justicia, ignorando las mos”. (Se sientan alrededor de la enorme mesa. Urquiza toma la
leyes de estas vanguardias, todavía castiga a los artistas que Como ya me he permitido más de una discordancia con palabra.)
se manejan bajo las sutiles leyes del afano creativo. Con feli- la tradicional forma del género “ensayo”, me permito ahora Urquiza: Vean, yo soy un hombre sencillo y voy al grano.
cidad, entonces, libre de toda culpa, procedo a autocitarme: incurrir en una más. Creo que Urquiza merece un espacio Estamos por chocar con el general Mitre en la batalla de
“Perón lo sabía: febrero era el tiempo de los jóvenes. Porque en este corpus. Urquiza, sus lugartenientes duros y la batalla Pavón.
eran éstos quienes agitaban la historia, soliviantaban las de Pavón. Se trata de un pequeño esbozo teatral de tono Recolector de Hechos: (Interrumpiendo.) La batalla de
conciencias, creaban las consignas, representaban el rostro farsesco, lleno de anacronismos y de líneas históricas arroja- Pavón se libró en el campo del mismo nombre el...
caudaloso, multitudinario del peronismo. Había, entonces, das fuera de la temporalidad en que los hechos ocurren. Urquiza: ¡Callate, carajo! Ni empecé a negociar.
que apoyarlos. Hacia ellos –hacia la izquierda– debía incli- Alguna vez –hará un par de años– un productor de televi- Señor Texaco: Esa batalla la debe ganar Buenos Aires,
narse el péndulo. Sobre ellos caerían las bendiciones del sión y un joven director (tendría 28 años) me pidieron un general.
Padre Eterno” (J. P. F., López Rega, la cara oscura de Perón, texto para un programa sobre historia argentina. Hicimos Urquiza: ¿Y eso está escrito en algún lado?
Legasa, Buenos Aires, 1987, p. 100. ¡1987! Más de 20 años. una cita y yo acudí con “Urquiza en Pavón”. Se aterroriza- Señor Texaco: Todavía no. Hay que escribirlo.
¿Qué querrá decir esto? ¿Cómo puedo servirme de un texto ron. El productor dijo que él podía entregar ese texto al Urquiza: O sea que la Historia se escribe antes.
escrito hace más de 20 años? Preguntemos: ¿es coherencia o estudio (un canal privado) pero luego se exiliaba de inme- Señor Ford: Se “arregla” antes.
anquilosamiento? ¿O se esconde tras esta cita el deseo de diato. Me sorprendió la actitud del joven director: me mira- Señor Texaco: Se arregla antes, se hace después y luego se
señalarles a todos los que se les ha dado por escribir sobre ba como si yo estuviera loco. “Nosotros queríamos algo his- escribe tal como se arregló antes.
los ‘70 que yo lo hacía cuando ellos miraban por la tele a las tórico”, farfulló. “Esto es historia pura”, le dije. “Eso es un Urquiza: ¿Y qué tenemos que arreglar aquí?
tortugas Ninjas? Busquen por el lado de la vanagloria y el insulto –dijo–, una provocación. Yo no voy a filmar algo Bill Gates: Que usted no presente batalla en Pavón.
hueco orgullo y estarán más cerca de la verdad). Así es así.” “¿Y qué vas a filmar? –le dije–, “¿lo de siempre? Sos un Urquiza: ¿Cuántas computadores le piensa vender a
como surge el reportaje que Perón concede al diario Mayo- tipo joven. ¿No tenés ganas de romper un poco las pelotas? Mitre?
ría. Es del 11 de enero de 1972. Cito: “‘O ellos llaman a ¿Ni siquiera de hacerte el loco?” Muy seguro, dijo: “No, y Bill Gates: Millones. Este país tiene que crecer.
elecciones o provocan una guerra civil’, decía Perón refi- menos ganas tengo de perder este trabajo”. Tenía 28 años y Urquiza: ¿Y si me presento en Pavón?
riéndose a los militares. El diagnóstico era duro; implicaba, ya pensaba como un viejo acobardado por los años y los fra- Bill Gates: Pueden ocurrir dos cosas. Que gane.
además, una amenaza: o hay elecciones o hay guerra civil casos, que no son todos. De modo que me fui e ignoro lo Señor Texaco: Que pierda.
(...) Perón –luego– procedía a privilegiar la ‘liberación’ y no que hicieron. Pero agarré ese material, lo revisé, lo pulí y lo Urquiza: Caramba, la tienen clara ustedes.
la ‘reconstrucción’, tarea que dejaba para una etapa poste- armé como una obrita teatral. Ojalá les guste y ojalá sirva Señor Mitsubishi: Sí, señor. Porque de esas dos cosas que
rior. Decía: ‘Lo primero que hay que hacer es liberar al país, para ahondar algunos puntos de nuestra densa temática. pueden ocurrir... sólo puede ocurrir una. Para eso es esta
pero primero de ese flagelo que es el partido militar; des- reunión. Para arreglar que lo que no nos convenga que ocu-
pués hay que liberarlo del imperialismo, y recién después se URQUIZA EN PAVÓN rra... no ocurra.
podrá pensar en reconstruir lo que han destruido y desarro- (Pieza teatral en un acto breve) Señor Texaco: Si usted le da la victoria de Pavón a Mitre...
llar el país mediante un plan bien articulado. Batalla de Cepeda: 23 de octubre de 1859 nosotros le vamos a dar muchas cosas a usted, general.
“Las etapas de la lucha quedaban así señaladas: 1) libera- Batalla de Pavón: 17 de septiembre de 1861. Bill Gates: Computadoras último diseño. Acciones en
ción del partido militar; 2) liberación del imperialismo; 3) (Escenografía: una sala de reuniones en un piso 35 de Puer- Microsoft.
II
Señor Texaco: Petróleo en Medio Oriente. tomarse la molestia de pelear en Pavón? Varela - Peñaloza - López Jordán: De acuerdo.
Señor Ford: Ferraris, muchas Ferraris. Suelen gustarles a Varela: Muchas. Urquiza: Pero, en la mitad, me retiro. Nos vamos a casa.
los grandes líderes de masas de la Argentina. Urquiza: Esta gente me propone otras cosas. Hicimos un papel digno. Salimos a la cancha por lo menos.
Urquiza: Si usted es de la Ford. Peñaloza: Nos importa un carajo esa gente. Felipe Varela: General, si usted se retira, nosotros lo
Señor Ford: Ayer compramos Ferrari. ¿Cuántas quiere? Urquiza: Tranquilo con el lenguaje, Peñaloza. Se puede degollamos.
Urquiza: Vean, en general, para ser claro, ¿no? Yo, de hablar sin putear. Urquiza: ¡Y dale con la intolerancia! Así no vamos a nin-
todo, quiero mucho. ¿Y usted, Mitsubishi, qué ofrece? Peñaloza: No siempre. gún lado, eh. El fundamentalismo enceguece, muchachos.
Señor Mitsubishi: Chinas. Llenamos de chinas el Palacio Urquiza: O sea, quieren pelear. Hay que ser más flexibles.
San José. López Jordán: Somos federales duros. No le vamos a dar Felipe Varela: Doblarse, quebrarse, humillarse, inclinar-
Urquiza: ¡Dos me libre y guarde! ¡Con sus chinas quédese el triunfo a Buenos Aires. se.
usted! Para amarillo, el huevo frito. Urquiza: Ahora, ¿y si les cuento lo que ofrecen? Estos Urquiza: Flexible, dije yo. Nada más.
Señor Mitsubishi: Chinas de aquí, general. Chinas crio- tipos te compran, pero barato no, ¿entienden? O sea, uno se López Jordán: Defina “flexible”, general.
llas. De las que a usted le gustan. vende una vez y después no se vende más. No le hace falta. Urquiza: Flexible es... lo que permite dialogar. Lo que no
Urquiza: Bueno, a ver: esperen un poco. Yo tengo un ala Se llena para siempre. es muy duro.
dura. Tengo que hablarles. Felipe Varela: General, si usted no pelea en Pavón, noso- Peñaloza: Nosotros somos duros.
(Va hacia un costado. Están Felipe Varela, Chacho Peñalo- tros lo degollamos. López Jordán: Somos duros en todas partes.
za y Ricardo López Jordán. Urquiza se les acerca y les habla en Urquiza: ¡Que lo parió! ¡Nacieron para el diálogo ustedes! Urquiza: Sin ofender, eh. Yo también. Soy duro, qué
voz baja.) Muchachos, tanta intolerancia no es buena. A ver, doy la joder. En la guerra y en la cama.
Urquiza: Muchachos, ¿ustedes tienen muchas ganas de batalla. ¿De acuerdo? López Jordán: Le va quedando la cama, apenas.
Felipe Varela: El único campo donde todavía gana algu-
nas batallas.
Urquiza: ¡Donde nunca perdí una!
Peñaloza: Leyendas.
Felipe Varela: Habladurías.
López Jordán: Chismes de gauchos embriagados.
Peñaloza: Mitologías viejas de pulpería.
Urquiza: ¡Ya van a ver, carajo! (A la modelo fashion.)
Quedate por aquí vos.
Modelo fashion: Con todo gusto, general.
López Jordán: ¿Y qué nos va a demostrar con esa gatita
del “Bogue”?
Felipe Varela: No joda, general. Hace quince días los
laboratorios Parke Davis le entregaron 500 cajas de Viagra
en el Palacio San José.
López Jordán: ¡Así, cualquiera es duro! ¡Duro con Mitre
lo queremos, con Buenos Aires!
Felipe Varela: Y para eso no hay Viagra, eh. Sólo cojones.
¿Los tiene, general?
(Urquiza no contesta. Vuelve con los empresarios.)
Urquiza: Tengo algunos problemitas.
Señor Ford: ¿Cómo cuáles?
Urquiza: Y... el ala dura.
Señor Mitsubishi: ¿Y qué pasa con el ala dura?
Urquiza: Que es dura.
Bill Gates: Y bueno... ¡habrá que ablandarla!
(Todos ríen muy alegremente. Suena el celular de Bill
Gates.)
Bill Gates: ¿Cómo andás, Bartolo? (A los demás:) El gene-
ral Mitre. (A Mitre.) Y... está denso esto. El ala dura, sí. Te
doy con él.
(Le pasa el celular a Urquiza.)
Urquiza: ¡Pará! No te volvás loco. Te dije que no iba a ser
fácil. Estos, al federalismo, se lo tomaron en serio. ¿Qué
culpa tengo yo? La culpa es tuya, Bartolo. ¡Si pudieras ganar
la batalla en buena ley yo no estaría en medio de este despe-
lote! ¿Pero, vos? ¿Qué vas a ganar vos? ¡Le ganaste al Dante
nada más! (Gran carcajada. Comenta a los otros:) ¡Tradujo
La Divina Comedia y la hizo mierda! (Transición.) Mirá,
Bartolo, la batalla hay que darla. Después vemos. A esta
gente no la puedo parar.
(Corte. Una tienda de campaña. Urquiza toma mate. Lo
rodean sus bravos lugartenientes. Se oyen los estruendos de las
balas y los cañones.)
Urquiza: Les dije: esta batalla se perdía.
Varela: ¡Esta batalla no se perdió! Tenemos quinientos
jinetes listos para atacar el flanco derecho de Mitre.
Urquiza: ¿Y cuánta gente vamos a perder en ese gesto de
orgullo postrero?
López Jordán: ¡Orgullo postrero las pelotas! Si atacamos
por ahí, ganamos. ¡Quinientos jinetes, general! Lo hacemos
carne picada al porteño.
Urquiza: Quinientas vidas humanas arrojadas al sacrifi-
cio.
López Jordán: ¡Al sacrificio las pelotas! ¡A la victoria!
Urquiza: No sé, me estaré poniendo adulto y responsa-
ble. Pero se me ha dado por ahorrar vidas.
Peñaloza: Pero, general, si atacan ellos... nos van a hacer
boleta. Los hombres van a morir lo mismo... ¡pero derrota-
dos, no victoriosos!
Urquiza: ¡Sangre y muerte por todas partes! ¡Oh, tragedia
de la patria que devoras a tus hijos! ¡El sol del 25 asomó, se
ocultó y ahora vivimos entre sombras de duda, incertidum-
bre y agonía! ¡Sólo un dios puede salvarnos!
López Jordán (a Varela): Se piantó por completo.
Varela: ¿Y vos le creés?
Urquiza: ¡Sólo un dios puede salvarnos!
López Jordán: ¡Qué un dios ni qué pelotas! Usté deme la
orden, yo ataco con los quinientos jinetes y los hacemos
puré a los de Mitre.
Urquiza: ¡Muertos, muertos, muertos por todas partes!
López Jordán: ¡Sí, muertos! ¡Pero de ellos! Oiga, general,
III
por si no se enteró: estamos en guerra. O los una fortuna”. Se le preguntó por qué sigue exi- prisioneros..., pero nunca que los traté como
matamos nosotros o nos matan ellos. Pero liado en Europa. Respondió: “Porque si llego a maricas, sino como machos. Se dirá de mí que
todos vivos, difícil, eh. ¿Quién gana una batalla decir estas cosas en la Argentina... me degüe- me vendí a Buenos Aires...., pero no les salí
donde quedan todos vivos? La guerra es fácil. llan con un cuchillo sin filo”. Preguntado barato. ¡Bien cara supo vender su honra el
El que le mata más soldados al otro, ¡gana y se sobre por qué prefería un cuchillo afilado dijo: general Urquiza! Se dirá que fui un putañero,
acabó! “Y... uno muere más rápido”. Le damos la que dejé preñadas a todas las mujeres de mi
López Jordán: Después queda el asunto ese razón al doctor Alberdi: el tiempo es decisivo. provincia..., pero nunca me despreocupé del
de los prisioneros. Que es otra cosa. Si uno El tiempo es tirano en televisión. crecimiento poblacional. Si uno dice “Gober-
anda generoso los fusila. Y si no anda genero- Periodista I: Esto es todo por hoy. El gene- nar es poblar”... ¡hay que poblar, carajo! Y yo
so... los degüella. ral Urquiza descansa en el Palacio de San José, solito me poblé toda la Mesopotamia. Se dirá
Urquiza: (A lo Shakespeare.) Hay que termi- rodeado de la paz de los suyos. De sus íntimos. que maté a mucha gente... y es cierto. Muero
nar con el reinado de la muerte. Su horror ya (Interior Palacio San José. Es la misma mesa feliz. Viví para la grandeza. Me vendí caro. No
no debe injuriar los campos argentinos. Cada de negociaciones del comienzo. La top model me sometí a los míos. Nunca traté a un prisio-
cadáver es una derrota. escribe taquigráficamente en un block lo que nero como a un marica, sino que lo fusilé
Varela: Vea, depende. Si es de los otros, no. Urquiza le dicta. La chica está más seductora que como a un macho. Me voltié todo para poblar
Urquiza: ¡De cualquiera que sea! ¡Toda gue- nunca.) la patria de valientes como yo. Fui un hombre
rra es una derrota! Lo dijo Jorge Luis Borges. Urquiza: Estimado General Mitre: La pre- íntegro, sin contradicciones. Fui un traidor y
Peñaloza: ¿Cuándo? sente es para agradecerle todo lo que me ha un traidor. Fui un putañero y un putañero. Y
Urquiza: Todavía no. (Poseído.) ¡No! Hay hecho llegar. Agradézcales también a los ami- ahora... me muero y, en efecto, me muero.
que detener la matanza. Que no corra más san- gos de la Ford, la Siemens, Mitsubishi, Texaco (Muere. López Jordán le quita el puñal. Lim-
gre argentina. y otros. Ah, y a ese muchacho Bill Gates. Sose- pia la sangre y se va.)
Peñaloza: La sangre de los porteños no es gado mi ánimo por el reinado de la paz, saludo Recolector de Hechos: La verdad de la his-
argentina... es inglesa. en usted al patriota, al guerrero, al historiador toria es una. Y esa verdad dice: Justo José de
Urquiza: Basta de ultimarnos entre herma- y, sobre todo, al delicado y exquisito traductor Urquiza nació en 1810 y murió en 1870.
nos. Guardemos nuestros puñales. Hagamos la de Alighieri. (Acaricia el pelo de la modelo.) Derrotó a Rosas en Caseros. A Mitre en Cepe-
patria grande. La de todos. Lindo pelo tenés, gurisa. da. Se le acusó de haberse rendido sin necesi-
Varela: ¡La patria chica! La de ellos. Eso va a Modelo: No te pongas así otra vez, Justo dad en la batalla de Pavón. Pero también se
quedar. José. No parás nunca vos. dijo que fue ése el más grande acto de su vida.
Urquiza: Necios, no tienen grandeza. Yo, el Urquiza: Lindo pelo, carajo. Me gusta des- El de mayor generosidad, el de mayor despren-
Supremo, voy a impedir las matanzas, las peinarte. Acariciarte las crines. dimiento por la causa de la unidad nacional.
muertes y los degollamientos. ¡Sólo una cosa Modelo: ¡Pará inconsciente! ¡Que esta noche Persistió, sin embargo, la acusación de haberse
hace posible el horror de las guerras! Que los tengo un desfile! vendido a los porteños. El 11 de abril de 1870
dos rivales quieran pelear. Si uno se niega, no Urquiza: (Atrapándola, impúdico, soez.) las fuerzas de su ex subordinado Ricardo López
hay guerra. Si uno dice ¡no! Si uno de los con- Vení, guachita. Vení que te hago un hijo. Jordan lo ultimaron en el Palacio de San José.
tendientes tiene la grandeza de decir ¡basta! Modelo: ¡Calmate o le digo a Pancho! Fue una gran figura de la patria grande. Del
Basta de muertes. Basta de cadáveres. Basta de Urquiza: ¿Qué Pancho? ¿Ramírez? Al pelo- gran país que supimos conseguir. Buenos
impiedad. Si eso pasa, ¡no hay guerra! ¡Se tudo ese lo hicieron boleta hace rato. Aires. Digo... Buenas noches.
acabó, señores! Que la Historia me recuerde Modelo: ¡Mi Pancho! (Escena irreal. Neblinosa. Urquiza, en el piso,
como el guerrero que le ahorró vidas a la Urquiza: El único Pancho que tenés vos es el agonizando, ensangrentado. López Jordán, facón
patria. Jornadas de dolor. Enfrentamientos mío. en mano, se aleja lentamente.)
estériles. ¡Alguien tiene que tener el coraje de (Intenta, intenta. Pero se detiene. No va.) Urquiza: Ricardito...
atrevérsele a la grandeza! A la paz, al futuro, a Modelo: El Viagra está en el tercer cajón del López Jordán: Sí, general.
los hijos que poblarán nuestros campos. ¡Este escritorio. ¿Te dije, no? ¡Si no tomás el Gin- Urquiza: Todavía me queda algo por decir.
país tiene que hacerse! ¡Necesita labradores, seng en la puta vida te vas a acordar dónde (Gesto de dolor. Sangre en su pecho.)
campesinos fuertes, sanos y no cadáveres! guardaste el Viagra! López Jordán: Diga, general.
(Totalmente poseído.) ¡Retirada! ¡Retirada! Vol- Corte. Finaliza el interludio erótico para gran- Urquiza: Ricardito... la reputa madre que te
vamos a nuestro suelo. Volvamos a Entre Ríos. des audiencias. remil parió.
Volvamos a la vida. A la paz. Al trabajo. ¡Yo lo (Escena familiar. Urquiza toma mate, lee el López Jordán: Le falló su dios, general.
ordeno! Yo, el guerrero que supo decirle no a diario y juega a las damas con uno de sus hijos. ¿Recuerda? Sólo un dios puede salvarnos. Hoy
la guerra y sí al trabajo, al futuro de la patria, a Sus mujeres cosen, bordan, preparan comidas. no apareció para protegerlo.
la vida de sus hijos. ¡Retirada! (Una pausa. Todo es bucólico. Todo es hermoso en el Palacio Urquiza: ¡Qué va a aparecer, Ricardito! Dios
Luego, contundentemente:) ¡Rajemos! San José. Urquiza se ve más envejecido. Aparece está en todas partes... pero atiende en Buenos
(Un escenario de noticiero televisivo. Tres Ricardo López Jordán.) Aires. Y ahí. Ahí lo puse yo.
mesas, tres periodistas.) López Jordán: Buenas y santas, general. Recolector de Hechos: No son conocidas las
Periodista I: ¡Ultimo momento! Urquiza se Urquiza: Ricardito, tanto tiempo. ¿En qué últimas palabras del general Urquiza. Algunos
retiró en Pavón. andás? dicen que dijo: “Muero, pero muero feliz. Me
Periodista II: Félix Luna declaró: “He ahí el López Jordán: Y... siempre haciendo algo llevo el federalismo a la tumba”. Otros, que
gesto de un patriota. Ahora, la unidad nacional por la causa federal. dijo: “Alguna vez se sabrá que Mitre, en
es posible”. Urquiza: Pucha que sos cabeza dura, Ricar- Pavón, me dijo: ‘Justo José, acabo de recibir un
Periodista I: El revisionista José María Rosa dito. Ya no hay nada que hacer por el federalis- cargamento inmenso de fusiles Remington y
lo acusó de sucio, asqueroso, inmundo traidor mo. La organización nacional terminó con cañones Krupp. Regalo de mis amigos ingleses.
a la causa del federalismo. todo eso. ¿Y qué te trae por aquí, hijo? Mejor rajate a Entre Ríos porque con todos
Periodista III: El doctor Fermín Chávez López Jordán: Lo que le dije, general. Hacer esos fierros hasta yo te gano esta batalla’”.
dijo: “Le ha clavado un puñal en la espalda al algo por la causa de los buenos compañeros Otros dicen que esa frase, pese a su interés his-
federalismo”. federales. tórico, no puede ser considerada última porque
Periodista II: El diario La Nación alabó el Urquiza: ¿Y qué podés hacer aquí, en esta es demasiado larga. La última y más reciente
gesto del entrerriano. Ponderó su grandeza, su casa de paz, por eso? versión que se ha conocido pertenece a un
patriotismo. Ahora, resumió, la patria es posi- López Jordán: Matarlo, general. nuevo grupo que ha surgido en la política
ble. (Le clava un cuchillo entre las costillas. Urqui- argentina. Se trata de la Organización Monto-
Periodista III: Declaraciones del general za se dobla de dolor. Cae de rodillas. Los familia- neros. Según ellos las últimas palabras del
Mitre: “Urquiza hizo lo más adecuado. Lo res miran inmutables.) general Urquiza habrían sido: “Volveré y seré
mejor”. Algunos dicen que añadió: “Sobre Urquiza: Carajo, Ricardito. Ahí duele. Me Perón”. Se trata de una frase hermética y de
todo para mí”. No hay confirmación de estas hubieras preguntado. Sé de estas cosas. Un dudosa verosimilitud. Nadie ha comprobado
palabras. poco más arriba. Aquí, ¿ves? Duele menos y aún que ambos generales hayan llegado a cono-
Periodista II: El joven y promisorio historia- uno se muere más rápido. cerse. Se alegan cuestiones de asincronía histó-
dor Felipe Pigna declaró: “Siempre dije que López Jordán: Pero es lo que quería, general. rica. ¿Cómo podría Urquiza nombrar al gene-
Urquiza era un mito de la Argentina. No Que le doliera mucho. Y se muriera de a ral Perón si éste habría de nacer 25 años des-
recuerdo si lo dije en el tomo I o en el tomo II. poquito. Sufriendo. pués de su muerte y el 17 de octubre, afortuna-
Compren los dos por las dudas. Y el tercero Urquiza: ¡Atención! Urquiza se muere. da fecha para el general de las 20 verdades jus-
por si acaso”. Silencio le hagan los cerros. Señor director: ticialistas, habría de ocurrir recién en 1945,
Periodista III: Los historiadores académicos close up, por favor. Son las últimas palabras vale decir: 75 años después de la muerte del
repudiaron lo dicho por Pigna: “Es demasiado del general Urquiza. patriota entrerriano, que dio su vida por la
pronto como para juzgar lo hecho por Urqui- (Varios pibes canillitas cruzan la escena gritan- organización nacional? Estamos, sin duda, ante
za. Pigna es un apresurado que sólo busca el do desaforadamente: “¡Ultimas palabras del gene- un infundio de esta nueva organización que,
éxito. Nosotros no somos apresurados porque ral Urquiza!”. Aparecen móviles. Micrófonos. esperemos, desaparezca lo antes posible de la
–para ser francos– nos cuesta un huevo escri- Cámaras. De pronto, silencio sepulcral. escena nacional.
PROXIMO
bir”. Close up de Urquiza.) Fin de “Urquiza en Pavón”.
DOMINGO Periodista I: Alberdi, terminante, dijo sobre Urquiza: Se dirá de mí que fui ambicioso...,
el general de Entre Ríos: “Dio tres batallas. pero nunca que me conformé con poco. Se
(73) Cercanías de la Caseros: para derrotar a la tiranía. Cepeda: dirá de mí que fui un traidor... pero nunca que Colaboración especial:
plaza del 25 (III) para ganar la Presidencia. Pavón: para ganar me sometí a los míos. Se dirá de mí que fusilé Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 5 de abril de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


73 Cercanías de la Plaza del 25 (III)

Suplemento especial de

PáginaI12
¿TODOS TIENEN RAZÓN? ¿CUÁNTAS mujer y esa nariz no ha de haber sido un obstáculo. Debió, comerá sus tallarines con la vieja y se sentirá genuinamente grama del Frente Justicialista de Liberación– dedique sus senti- xismo” y no de izquierda peronista porque la Tendencia no los empujaba a esa posición. No habrían de seguirlo. Pero la
VERDADES HAY? pues, haber sido bella. Pero no al estilo de hoy. No fue la nariz peronista. Viene otra visita. Graiver se sorprende. ¿Otra visita, das, sinceras palabras a hablar de la lealtad. Notable caso el de era peronista, eran ilusos jóvenes que se habían “infiltrado” en frase del Tío Revolucionario estaba dedicada a sus mucha-
l año 1973 es uno de los más memorables de la de Grace Kelly ni la de Elizabeth Taylor, que la protagonizó tan rápido? Aparece Guerrero. Se queja: vamos a perder posi- Cámpora. De la desprestigiada y casi humillante obsecuencia a el peronismo o lo habían tomado por algo que no era. Todas chos, a los jóvenes militantes de la Tendencia revolucionaria, a

E historia argentina. Por las mismas razones es uno


de los más olvidables. Si hoy está de moda esa
sabia maldición china que radica en desearle que
viva años interesantes a quien uno le tenga verda-
dera aversión, sin duda el ’73 fue generosamente interesante.
Voy a tratar de hacer una cronología que nos va a permitir
guiarnos en medio del sonido y la furia.
en un film escandaloso de Mankiewicz. Acaso fue la de Barbra
Streisand. O la de Anjelica Huston. O la de esa actriz de
Almodóvar, la que parece fugitiva de un cuadro de Picasso.
Pero jugó un papel determinante: esos dos hombres poderosos
se rindieron ante ella y guerrearon por su belleza. López Rega
es inexplicable. Sólo una oscura patología de Perón puede jus-
tificar la presencia de ese enano payasesco a su lado. Y el poder
ciones, General. El Cordobazo genera puebladas en todas par-
tes. Miguel es un dirigente identificado con una historia de
negociaciones, conciliaciones, agachadas indignas de un
genuino dirigente obrero. Se acusa de “vandoristas” a quienes
se le acercan. No hay más remedio, General. Hay que remo-
ver esos escombros del pasado. Dirigentes nuevos hacen falta,
ligados a las bases, combativos. “El general asentía con la cabe-
dirigente ejemplar del máximo valor del movimiento: la leal-
tad. No es menos notable que su ferviente base de apoyo polí-
tico –la Jotapé, esa juventud que hizo el 90% del desgaste de
la triunfal campaña de las elecciones del 11 de marzo– se des-
lizara casi vertiginosamente a la desobediencia a ese líder al
que Cámpora dedicara su lealtad. No es menos cierto que ese
líder se sirvió de ella para la campaña y luego decapitó al fiel
estas pavadas están respondidas en este trabajo. El “ingredien-
te marxista de tremenda agresividad” que altamente preocupa-
ba a Sánchez de Bustamante era la izquierda peronista. Era el
camporismo. Que fue su figura electoral y la expresión de sus
primeras tentativas de gobierno, pronto frustradas por el pro-
pio Perón. Sólo algo más, por ahora: un oxímoron de Valle-
Inclán, que valoro especialmente, es el de “broma macabra”.
la inmensa mayoría de la juventud peronista que lo había lle-
vado al gobierno. La misma noche en que se festeja el triunfo
electoral, en que el local del partido, en Santa Fe y Oro, des-
borda de militantes (y oportunistas), sale por televisión a
advertir que la Policía “deje de perseguir a nuestros mucha-
chos”. Se ha enterado –dice– de muchas agresiones por parte
de la Policía a los naturales festejos del triunfo, y que esas
Uno de los problemas teóricos centrales que vamos a que fue ganado hasta llegar a dominarlo. En Cuba no habría za, en silencio. Cuando el rosario de acusaciones y alternativas soldado sin piedad y hasta permitió que fuera gratuitamente He aquí un oxímoron que entrega un sentido preciso pese a la agresiones caen sobre los jóvenes peronistas. “Basta de castigar
enfrentar es el de la verdad. ¿Qué es la verdad? ¿Quién la ocurrido. O Castro le habría pegado una patada en su culo para cambiar la situación culminó, Perón fue conciso: humillado por otros sectores del movimiento, que lo odiaban antinomia entre sus términos o precisamente por ella. Si a nuestros jóvenes –dice–. Nuestros jóvenes son nuestra espe-
tiene? ¿De dónde surge? ¿Hay una verdad? ¿Existe la verdad? La umbandista o un discreto francotirador le habría regalado un –Vea, Guerrero, puede irse tranquilo, pues cuenta con toda por ser un hombre de la izquierda, el rostro de superficie más recordamos los textos “Ezeiza, como farsa y tragedia” y ranza y ya terminó el tiempo de perseguirlos.” Luego aparece
caótica floración de praxis diferenciadas que se enfrentan en el plomo entre ceja y ceja, entre esos ojos claros, de largas pesta- mi confianza. Remocemos los sindicatos para que la campaña eficaz con que podía contar ese “ingrediente de nítida fisono- “Urquiza en Pavón” creo que encontraremos en ellos abun- en pantalla un periodista estrella de los tiempos de Primera
’73 pareciera exhibir la inexistencia de una verdad. Desde que ñas, que se habrían cerrado para siempre antes de matar cerca electoral nos encuentre unidos y mancomunados.” mía marxista y de una tremenda agresividad, que llama a pre- dantes “bromas macabras”. Acaso estén construidos en base a Plana, una figura de los ’60: Osiris Troiani. ¡La cara de asco y
todos la reclaman es imposible que exista. Cuanto todos dicen de 2000 personas en Argentina. Pero ahí estaba Perón: satisfe- Guerrero entiende que la cosa no da para más y se va. Grai- ocupación a los hombres de armas y a los hombres de orden, y ese recurso. A ese oxímoron. Nada de esto, lo juro, lo aprendí de furia que tenía Troiani, qué mala jornada era ésa para él!
tener razón, ¿quién la tiene? Todo era fácil antes de Ezeiza cho –seamos claros– en medio de la inmundicia, de la mismí- ver, atónito, dice: también a los hombres de orden que hay dentro de sus pro- de la hinchada de Chacarita. “¿Usted se pregunta, como yo, qué va a pasar ahora?”, dice. Y
–antes de la historización del mito: mito que vuelve, muere–: sima mierda: en el país de un genocida (Franco), con un –Pero, General... No entiendo... Hace un rato le dio toda la pias filas” (son las palabras del comandante del Primer Cuerpo La cuestión es que, cuando Cámpora tiene que presentar el añade: “Nada, no va a pasar nada. La Argentina necesitaba un
La razón o la verdad era eso que Perón enunciaba. La verdad entorno fascista, oscurantista, al frente del que se encontraba razón a Lorenzo contra Guerrero, y ahora acaba de hacer lo de Ejército, general Sánchez de Bustamante). (Nota: A propó- Programa del Frente Justicialista de Liberación, elige hablar de gobierno civil, aunque fuera malo”. Entre tanto, la ciudad
venía de afuera. No se decidía en las colisiones entre los distin- López, al que seguía su fiel Isabel, más fiel a López que al mismo con éste... ¿No es una contradicción? sito: he leído, en un artículo que me enviaron de la contratapa la lealtad. El texto no tiene nada que pueda no servirnos. Es reventaba de alegría. En Oro y Santa Fe (mientras esa buena
tos grupos actuantes en esa materialidad que llamamos histo- General (aunque sería a éste a quien le otorgaría sus favores Graiver buscaba cierta lógica, cierta coherencia aristotélica del diario Crítica, una nota de un perejil de cierta intelectuali- poco conocido y muy valioso para entender los hechos que le actriz y buena persona que es Soledad Silveyra aparecía intem-
ria y se va construyendo por medio de las luchas de los suje- sexuales, o los que el General pudiera aún recibir, y ella, pobre en los dichos de Perón. Si A y B sostienen dos versiones dife- dad argentina que vive a la sombra de alguna cátedra en algu- siguieron. Al cabo, ¿quién si no Cámpora podía hablar de la pestivamente en el balcón del primer piso y hacía la V de la
tos. Ya precisaremos también nuestro concepto de historia. laucha librada a sus instintos elementales, a los que se dice dio renciadas de la verdad, lo que uno de los dos afirma debe ser na facultad más las invariables investigaciones –por decirles lealtad? Aquí está: victoria hacia “el pueblo”, que la miraba de afuera porque el
Porque las más complejas cuestiones de la filosofía están al satisfacción en tanto le duraron el coronel Milo de Bogetich, el Error. Como dice el célebre razonamiento de Sherlock Hol- así– del Conicet, en la que se afirmaba que el concepto “Compañeros: Voy a llegar al gobierno en virtud de un man- pueblo no es famoso, y todo estaba bien salvo que Solita, unos
rojo vivo en este gran relato peronista. ¿Los hombres hacen la custodio de Perón, fiel soldado, incondicional subordinado de mes: “Cuando aparten lo imposible, lo que resta, por impro- “izquierda peronista” o “peronismo de izquierda” es un oxí- dato que ustedes conocen. No lo he buscado ni querido (...). meses atrás, le había dicho a Perón que “pensara antes de
historia o la historia los hace a ellos? ¿La historia obedece a Ante Pavelic, asesino de masas, que alzaba con fervor su mano bable que parezca, es la verdad”. Para Perón lo imposible no moron. Como leí que Horacio González –que conoce mejor He recibido ese mandato por una condición personal que, hablar”) los jóvenes bailaban y coreaban consignas nuevas:
algún plan divino, es teodicea? ¿La historia se trama por cada vez que veía al Führer para manifestarle su adoración en existía. No deseaba apartar nada. Que cada uno siguiera ade- que yo a este personaje de apellido Alabarces– dijo que proba- entre otras, ha caracterizado toda mi vida. Algunos la conside- Los peronistas
medio de las relaciones que establecen los signos y el lenguaje? tanto le preparaba judíos para la cosecha de Auschwitz. Toda lante con su cuento. El lo avalaría. La verdad era la pertenen- blemente conociera este concepto por habérselo oído a la hin- ran un defecto, otros una virtud, y de las más honrosas en joda, joda, joda,
¿La historia surge de la praxis de los grupos enfrentados? gente de primera.) Pero aquí lo tenemos al ambicioso Graiver cia al Movimiento Peronista que Perón conducía pare recupe- chada de Chacarita, me permitiré brevemente aclararlo. No es cualquier hombre. Voy a hablarles, en primer término, de la y los gorilas
¿Cuántas historias existen? ¿Hay necesariedad en la historia? en presencia del general Perón, algo que muchos le envidiarí- rar el poder. No tenía importancia con qué “verdad” se inte- sencillo hacerlo, dado que el oxímoron es una figura literaria lealtad. lloran, lloran, lloran.
¿Hay cosas que ocurren y no podrían haber ocurrido de otra an. ¿A qué debía semejante honor? Graiver era un banquero. graran a él quienes lo hacían. La verdad –como en Hegel– era de eficaz utilización. Centralmente se trata de dos términos ”Lealtad total, incondicional, a mi patria. Lealtad total,
manera? ¿Son libres los agentes prácticos? ¿No lo son? ¿Están A Perón le gustaban los banqueros. Ese día, Graiver va a el todo. El todo era el Movimiento Peronista. Ese Movimiento cuyos significados son opuestos. O sea, peronismo es una cosa incondicional, a mi movimiento. Lealtad total, incondicional, Y llora llora
sometidos a todos los condicionamientos de la trama históri- entender –de primera mano– una valiosa concepción de la lo conducía Perón: El habría de armonizar, conduciéndolas e izquierda es su opuesto. Juntarlos es un oxímoron. Estaría- a mis verdaderos amigos. Considero que el más grande de la puta oligarquía
ca? ¿Tan sometidos están que, aun cuando creen que actúan verdad. hacia un mismo fin, todas las verdades diferenciadas de los inte- mos en presencia de una antítesis. Peronismo es la antítesis de ellos es el general Juan Perón y le he sido leal durante el porque se viene
según sus convicciones más profundas, aquellas por las que grantes del movimiento. izquierda. También puede ser considerada un oxímoron la gobierno y desde el llano. A esta lealtad personal se suma la la tercera tiranía.
pueden ofrecer sus vidas o tomar la de los otros, no son ellos “USTED TAMBIÉN TIENE RAZÓN, Aún aturdido, Graiver mira al General. Perón le dice una conocida frase: “Poseía una inteligencia alabarcesca”, dado lealtad especial que merece un Jefe.
los que deciden, sino que son decididos por las sobredetermi- GRAIVER” frase asombrosa. Una teoría del conocimiento posmoderna o que, según nadie ignora, el adjetivo “alabarcesco” proviene de ”Gracias a la lealtad, que muchos insisten en considerar un Lanusse, Lanusse
naciones de la trama histórica, por ese tejido indescifrable en Graiver, sacando conclusiones de un largo diálogo con postestructuralista. Acaso inventó esas filosofías. Si no (y, en Alabarces, y nada más antitético de la “inteligencia” que lo defecto mío, he conseguido ser leal también conmigo mismo: mirá qué papelón
el que están inmersos y del que jamás podrán inteligir su sen- Perón, dice: efecto, no) se acercó mucho a ellas. Toma a Graiver de un “alabarcesco”. También antitético de otras cosas. Que dejare- por odio a la traición y a los traidores. habrá segunda vuelta
tido profundo, si es que lo tiene? ¿Es para algo que sucede –Así que vuelve, General. brazo y, embriagado por su lucidez, por su maestría de con- mos de lado. Como sea, un oxímoron puede poseer una gran ”Porque la lealtad es lo opuesto a la traición. Y quienes hoy la vuelta de Perón.
todo lo que sucede? ¿Podemos saber, si es que ese algo existe, Perón responde, ante todo, con su inefable “Natural”. Y ductor estratégico, dice: calidad expresiva. Ha hecho brillante exhibición de este recur- colman de agravios e insultos inauditos al General Perón y al
qué es, qué significa, dónde se expresa, dónde se decide, cuál añade: –Graiver, usted también tiene razón. so el inmortal escritor español de la generación del ’98 Ramón pueblo argentino que lo ama y lo elige, ellos no tienen la con- ¡Sí, por desgracia! Festejaban, sin saberlo (¿cómo habrían
es su centro, si lo tiene, o su circunferencia, si la tiene? ¿Es la –El conductor estratégico debe estar en el teatro de opera- El banquero jamás recibiría una clase de estrategia de tal María del Valle-Inclán. Sus Esperpentos eran el campo propi- ciencia tranquila. No pueden hacer el mismo balance positivo podido saberlo ni sospecharlo?), su propia muerte, no sólo la
Historia como la esfera de Pascal? ¿Es la historia del peronis- ciones en el momento definitorio del combate. calibre. Era riesgosa la teoría. Su debilidad residía en que nin- cio para el desperdigamiento de ese recurso literario, el oxímo- en ese sentido (...). El pueblo argentino, lo mejor que tene- física sino la de todos, absolutamente todos los sueños de esa
mo que se inicia en Ezeiza (un peronismo con Perón inserto Hay una cambio en esto. ¿No era que si Dios bajaba a la gún grupo debía saber que el conductor les daba la razón a ron. Valle-Inclán es un escritor que valoro y cuyas obras siem- mos, me va a entender y yo a él. El pueblo argentino siempre noche. Pero nadie lo presentía en medio de la fiesta. Una o
en la trama histórica, como un elemento más, sin poder ya Tierra todos los días no habría de faltar un tonto que le faltara todos para retenerla él. Si decidían que servía para la conduc- pre merecen verse y verse una vez más. Inauguró el fructífero ha sido leal a sí mismo y a sus caudillos. La lealtad siguió a dos semanas antes de las elecciones aparecía por la tele un
totalizarla desde ninguna parte, ni desde Puerta de Hierro ni el respeto? Pareciera que las dos posibilidades siempre estuvie- ción del movimiento, aceptarían. Pero, ¿si no? (Juan Gaspari- género de novelas sobre dictadores latinoamericanos con su San Martín y ganó las guerras de la Independencia America- comercial con Federico Luppi. Federico miraba con cara feliz
desde la Casa Rosada) una historia sólo comprensible desde el ron en juego. ni, David Graiver, el banquero de los Montoneros, Norma, Tirano Banderas. Le siguieron, entre los más célebres, Yo, el na. La lealtad confederó a las provincias y unió a la República. y, de pronto, sacaba una botella de sidra La Victoria. Y decía:
concepto lógico que establece la esfera de Pascal, cuyo centro Graiver le expresa la preocupación del empresariado y los 2007, Buenos Aires, pp. 119/127. Procedí, basado en Supremo, de Augusto Roa Bastos, El otoño del patriarca, La lealtad llevó por primera vez a las mayorías al poder. La “¡Tenga ganas de una victoria!” Horacio González (en el
está en todas partes y su circunferencia en ninguna? militares: ¿por qué no condenó al menos al ERP luego de los ellos, a un armado bastante libre de los textos de Gas- de Gabriel García Márquez, La novela de Perón, de lealtad ganará las elecciones y llegará al gobierno el próximo mismo número 10 de Envido) escribía uno de los mejores tex-
Y volvemos a la verdad. Que se identifica –en la Vulgata– asesinatos de Sallustro y del general Sánchez? Eso está muy parini.) Tomás Eloy Martínez, y una más reciente de Mario 25 de mayo. tos que habrían de salir de la pluma de un escritor de la
con la razón. ¿Quién posee la verdad? ¿La verdad es lucha? ¿Es mal visto en Buenos Aires, general. Perón sólo dice: La cosa es así: Vargas Llosa, algo sobre el chivo. Se estarían prepa- ”A la lealtad hemos de sumar una clara idea de nuestro izquierda peronista. Ya en estas líneas se advierte hasta qué
guerra? ¿Es odio? ¿Es muerte? Si mato a mi enemigo, ¿es por- –¿Ah, sí? A) Lorenzo Miguel le dice al líder que Rome- rando (con el correspondiente respaldo de la Beca objetivo fundamental en el gobierno: La liberación nacional. punto –de no haber sido abortado– el pensamiento de los
que tengo razón, porque la razón estaba de mi lado? ¿O la Y Perón se le despacha con una clase de estrategia político- ro y Calabró lo incomodan. Perón le da la Guggenheim) novelas, que no bajarían de las ”La Liberación Nacional presenta a los argentinos dos cam- intelectuales de las Cátedras Nacionales o del peronismo de
razón no está de ningún lado y sólo me apodero de ella cuan- militar: razón a Lorenzo Miguel. Y lo despide con 600 páginas, sobre Hugo Chávez, Evo Morales pos de batalla: uno es el interno y las estructuras económico- izquierda se distanciaba –profundizándolos– de los intentos
do mato a mi enemigo, algo que él habría logrado si me –Mire, Graiver, para hacérsela simple, no se olvide de que un abrazo. y sobre el satánico matrimonio Kirchner de la sociales del privilegio. El otro son los intereses foráneos impe- simplemente “nacionalistas” de los próceres de la “corriente
hubiera matado a mí? ¿Los muertos tienen razón? ¿Los muer- fui profesor de cursos del Estado Mayor. Nunca dejé de ense- B) Viene Romero y le dice a Perón que Argentina. No se conocen aún sus autores, rialistas. Uno y otro conforman dos caras de una misma situa- nacional” (Jauretche, Scalabrini, Hernández Arregui, etc.).
tos tienen la verdad? ¿Los derrotados tienen razón? ¿Qué ñar que cuanto más cerca está el objetivo, la cadencia de fuego hay que eliminarlo a Miguel porque los aunque se presumen. Hubo alguien muy inte- ción: la dependencia. Cito el texto de Horacio: “Si tuviéramos que decir en una
grado de verdad tiene una derrota? ¿Qué grado de verdad debe aumentar. Y que en la guerra, como en la política, no cuadros jóvenes y combativos no lo ligente a quien escuché –hace años– teo- ”Las pautas programáticas que desarrollaremos en esta frase la idea que nos forjamos del gobierno popular que puede
tiene un triunfo? ¿Por qué hay tantos grupos enfrentados y hay que herir sino matar. Los muchachos hostigan con la gue- quieren. Perón le da la razón a rizar sobre el oxímoron “peronismo de exposición están dirigidas a eliminar, en lo interno, el privile- haber en la Argentina, deberíamos decir ‘gobernar es movili-
todos dicen tener razón? ¿Cuántas razones hay? rra de guerrillas y hasta que la camarilla militar no se vaya del Romero y lo despide con un abrazo. izquierda”. Fue el querido y llorado gio, para hacer del pueblo el único beneficiario de sus esfuer- zar’. Para quienes no tienen el poder, gobernar no es sólo
Perón –me permitiré insistir en esto– tenía una brillante gobierno, yo no dejaré de combatirla con todos los medios a C) El banquero Graiver, atónito, Claudio Uriarte, algo que me ha lleva- zos, y, en lo externo, las ataduras que someten los intereses hacer miles de obras públicas (...) Entre Plan de Gobierno y
interpretación de la verdad. Hasta cierto punto (ya lo sabe- mi alcance. Dígaselo a sus amigos (...). Son ellos los que tie- le dice que no es posible que les dé do –he aquí la causa– a tomar un poco nacionales a los dictados de los centros imperialistas de movilización hay una relación dialéctica, al margen de la idea
mos) le funcionó, después se le hizo trizas. Pero (si él no se nen que presionar para que esta dictadura se retire sin condi- la razón a los dos. Que uno de ellos más en serio la cuestión. Pero en Uriarte poder”. (Texto publicado en el número 8 de Envido, marzo de de los ‘planificadores’, que tienen medidas atemporales para
incluía en el torrente) le daba sus más que buenos frutos. “El ciones. Los muchachos se están preparando para relevarme. debe estar equivocado. No debe se trataba de otro de sus rasgos de bri- 1973.) juzgar el proceso (mediano plazo, largo plazo, etc.), desvincu-
18 de julio de 1972, por la tarde, Madrid se calcinaba. Perón Yo me siento descarnado, como un gran padre. (Nota: Y tener razón. Que es imposible que llantez intelectual, uno no sabía si creía ladas de la cuestión del poder. No habrá planificación sin
recibía a David Graiver en el jardín de la quinta 17 de Octu- como un gran mentiroso. Dejaba a los muchachos prepararse la tengan ambos. o no en eso. De él reconozco haber HORACIO GONZÁLEZ: TODA MEDIDA DE movilización. Ni debe haber medidas de gobierno que no sean
bre, del barrio de Puerta de Hierro. Los álamos protegían del para lo que quisieran con tal de que no dejaran de poner D) Perón le dice: “No se preo- escuchado por primera vez –y siempre GOBIERNO DEBE CREAR CONCIENCIA capaces de crear conciencia. Debe poder desprenderse de ellas
sol. Una tenue brisa desvanecía los 39 grados centígrados. bombas. Después les mostraría el rostro severo del “gran cupe, Graiver. Usted también digo que es la última que lo confieso, Este político veterano había encontrado su lugar en la histo- una línea natural de propaganda de masas” (Envido, Ibid., p.
López Rega se eclipsó tras servir café frío con limón. Isabelita padre”. Buena sorpresa se llevaría. Los muchachos estaban tiene razón”. aunque no me importa hacerlo– una de ria y ese lugar lo llevaba más allá de sí mismo y de todos. Más 14, cursivas mías). En tanto en Europa arrasaba el heidegge-
se entretenía hablando de modas con sus amigas franquistas demasiado crecidos para tener padres. Y menos todavía “gran- En suma: (A) tiene razón en las más geniales respuestas a la bobada allá incluso que de su proclamado Jefe. Cámpora, aunque rianismo de izquierda encarnado en el estructuralismo o el
en la sala del primer piso, aledaña a donde descansaba el cuer- des”. Grandes, pensaban, eran ellos. Uno de los elementos de acusar a (B). (B) tiene razón en sobre el nazismo de Perón: “No es que nunca dijera la consigna, pasó a encarnar la utopía de la patria naciente postestructuralismo que aborrecía de la conciencia,
po embalsamado de Evita, devuelto a su viudo el 22 de sep- la tragedia es que a Perón le tocaron unos hijos duramente acusar a (A). Y (C) tiene razón Perón haya sido nazi, lo que pasa es socialista. Se conoce ese chiste que coloca a Perón evitando la que mataba al “hombre”, al “sujeto”, al “autor”, a la “histo-
tiembre de 1971... (Juan Gasparini, David Graiver, el banque- insumisos.) al señalar que no pueden tener que Hitler era peronista”. (El Heideg- Patria Socialista. La consigna, en lugar de leerse Perón, Evita, ria”, a la “praxis”, aquí la izquierda peronista sólo consideraba
ro de los Montoneros, Norma, Buenos Aires, 2007, p. 119). De pronto entra López Rega: razón los dos. El que resuelve ger de Introducción a la metafísica, lo la Patria Socialista se terminó leyendo Perón evita la Patria válidas esas “medidas de gobierno” que tuvieran el poder de
¡Cuánta razón tenía Cooke en estos puntos! Con Perón en –¡General! que todos tienen razón es el con- hemos visto muchas páginas atrás, se Socialista. Cámpora jamás dijo: “La Patria Socialista”. Acaso “crear conciencia”. Lejos de barrer al sujeto, queríamos crear-
Cuba (como huésped ilustre de la Revolución) la mínima Isa- –Sí, Lopecito. ductor estratégico, cuya tarea es acerca a la tercera posición.) Bien, al alguna vez se le haya casi escapado de los labios. Pero siempre lo. Lejos de buscar al ser en el claro del bosque, lo buscábamos
belita, mujer que no derrochaba materia gris, no habría char- –Está Lorenzo Miguel. Dice que usted lo había citado para llevar hacia un mismo fin todas grano: El que no creía en eso del oxímoron se detuvo donde debía: “La Patria Libre, Justa y Soberana”. en las calles, en la militancia, entre las cosas, entre los hom-
lado tanto de modas con sus amigas franquistas. Habría teni- las 5. ¿Qué hago? las diferentes verdades que colisio- era el general Tomás Sánchez de Bustamante. Sin embargo, él fue el Tío Revolucionario. Difícil saber qué le bres, como solía decir el gran maestro francés que unía la pra-
do que hablar con duras combatientes que le habrían explica- –Hágalo pasar. nan en el Movimiento. La mayor prueba de la preocupación que la pasó a ese hombre. Por qué cuando ratificó en algunas funcio- xis con el sujeto, la historia con la totalización y la destotaliza-
do el papel de la mujer en la revolución en América latina. Es Y aquí empieza el espectáculo que Graiver no habrá de izquierda peronista causaba en el país propieta- nes a Juan Manuel Abal Medina, a pocos días de las eleccio- ción incesantes, al hombre con el mundo. (Nota: En La filoso-
fácil conjeturar que Isabelita prefería la charla banal y posible- poder creer. Perón en la cúspide de su juego parralesco, pen- CÁMPORA, LEAL A rio y en sus Fuerzas Armadas la tuve, desde muy nes, agregó, a renglón seguido de pronunciar su apellido: “Un fía y el barro de la historia desarrollé largamente la introduc-
mente idiota sobre la moda de la sociedad franquista. Total, dulario, manipulador de voluntades. Perón, el gran orquesta- PERÓN. ¿SERÁ PERÓN LEAL joven, en ese discurso de Sánchez de Bustamante. No nombre muy querido por todos los peronistas”. Increíble: era ción de Heidegger como maestro de la izquierda no marxista
Daniel pensaba por ella. Y, en gran medida, por el General dor de voluntades. El infalible titiritero. El manipulador de A CÁMPORA? decía, el general, siquiera peronismo de izquierda. Habla- el nombre del joven de 23 años, Fernando, que había dado que surge desde El pensamiento salvaje o la Antropología estruc-
también. Porque ya, en julio de 1972, el General recurría a todas las verdades. Entra Lorenzo Miguel y le plantea que ba de un “ingrediente de nítida fisonomía marxista”. Ese muerte al general Aramburu. No era cierto, además, que fuera tural y se retoma en Las palabras y las cosas, los siguientes tex-
Lopecito mucho más de lo conveniente. ¡Qué formidable ele- tiene problemas con Victorio Calabró en Vicente López y con ¿Qué concepto es el reaseguro de todo este mecanismo? ingrediente tenía “una enorme agresividad”. ¿Quién tuvo querido “por todos los peronistas”. La mayoría de los políticos tos de Foucault, y Lacan, y luego Deleuze y Derrida. Los tex-
mento éste para el análisis histórico! Sartre en Cuestiones de Guerrero en la Capital. Perón lo calma. Y su respuesta final es: ¿Cuál es –dicho a lo Kant– la condición de posibilidad de esta para el poder oligárquico-militar-empresarial argentino del Frente Justicialista y todo el sindicalismo organizado tos centrales de los que se apropia la French Theory para salir
método (Introducción de la Crítica) dice que la totalización “Vaya tranquilo, Lorenzo. Tiene toda mi confianza. No es trama de innumerables proyectos que se someten a la alguna vez “una enorme agresividad”? ¿La tuvieron quie- (sobre todo Lorenzo Miguel y Rucci) poco interés tenían en de Marx y de Sartre y entrar en Heidegger sacrificando el suje-
histórica de nada puede prescindir. Pone el ejemplo de la nariz cuestión ahora de dividirnos, cuando la contienda electoral decisión última del conductor? Lo diji- nes se adosaron el venerable calificativo de “izquier- ser incluidos en un amor generalizado, “peronista”, a un gue- to a la trama histórica o al lenguaje son la Carta sobre el huma-
de Cleopatra. No es indiferente si fuera corta o larga. Por el nos necesita unidos y mancomunados”. Lorenzo se despide mos: la lealtad. No es azaroso entonces da”? Se dirá, volviendo a la cuestión del oxímo- rrillero que había cometido un acto extremo. El acto de un nismo e Identidad y diferencia. En este último texto Heidegger
contrario: es central. Marco Antonio y César arden por esa satisfecho. Ese domingo, con más alegría de la que esperaba, que Cámpora –en la Introducción al pro- ron, que Sánchez de Bustamante habla de “mar- “extremista”. Nadie se proponía ser un “extremista”. Cámpora introduce la palabra-fetiche Ereignis: “La mutua pertenencia de
II III
hombre y ser a modo de provocación alternante con el Poder y la resistencia al Poder, las contra- discute. Es una ‘verdad histórica’, si se quiere,
nos muestra sorprendentemente cerca que de la conductas, a las que llega tarde pero llega. Per- pero no sirve de mucho. Lo que sí está en juego
misma manera que el hombre es dado en propie- dón por esta nota extensa pero –creo– necesaria. es la interpretación y el sentido final de esa bata-
dad al ser, el ser, por su parte, ha sido atribuido Además, si uno se mete con Heidegger –el filó- lla, pues la verdad histórica es también una prácti-
en propiedad al hombre (...). De lo que se trata sofo referente de toda la filosofía contemporánea ca y una conquista política” (Envido, N 8, p. 24,
es de experimentar sencillamente este juego de y académica actual, menos la neopositivista– cursivas mías). El texto habrá sido escrito en
propiación en el que el hombre y el ser se trans- debe hacerlo seriamente. No sé si aquí tenía el febrero de 1973. Nunca había leído a Foucault.
propian recíprocamente, esto es, adentrarnos en espacio para eso. Remito siempre a mi libro Menos sus ideas acerca de la relación entre
aquello que nombramos Ereignis” (Martin Hei- sobre “el barro de la historia”, donde esa crítica poder y verdad. Nietzsche, la genealogía, la histo-
degger, Identidad y diferencia, Anthropos, 1990, tiene mayor desarrollo. Pero aquí necesitaba ria, gran texto de Foucault, es de 1971. Los inte-
p. 85). En la Carta sobre el humanismo –1949, plantear un par de cuestiones para desarrollarlas lectuales y el poder (un diálogo con Deleuze), de
que funciona como respuesta al texto algo leve y a continuación. Pocas historias como el relato 1972. La conferencia sobre Nietzsche y la crítica
veloz aunque siempre rico de Sartre, El existen- peronista del año ’73 explicitan la figura del del conocimiento, que forma parte de La verdad
cialismo es un humanismo– Heidegger liquida al hombre amo de lo ente, del hombre en tanto y las formas jurídicas, es parte de las conferencias
humanismo. “El hombre no es el señor de lo negación y hasta burla del pastoreo del ser, del que dio en Brasil entre los días 21 y 25 de mayo
ente. El hombre es el pastor del ser. En este hombre que, si de algo se apropia, no es del ser de 1973. Asumía Cámpora y Foucault estaba en
‘menos’ el hombre no sólo no pierde nada, sino (en esa mutua propiación que es el Ereignis en el Brasil hablando de la verdad y el conocimiento
que gana, puesto que llega a la verdad del ser. claro del bosque), sino de los entes a los que en Nietzsche. Mencioné estas cuestiones en la
Gana la esencial pobreza del pastor, cuya digni- llama armas, que le permiten matar a los otros Universidad de Maryland en 1984 y el cáustico
dad consiste en ser llamado por el propio ser hombres y Apropiarse del Poder. Yo diría, aquí y Halperin Donghi dijo, después, cuando yo
para la guarda de su verdad” (Heidegger, Hitos, sin arriesgarme demasiado, que en Foucault está menos me lo esperaba: “Feinmann se jacta de
Alianza, Madrid, 2001, p. 281). La Carta termi- clara una filosofía que hace del Poder el ser, lo haber inventado a Foucault”. Buen chiste, pero
na con otra metáfora campestre, obra maestra Uno. De eso quiere apropiarse el amo de lo ente. no es así. Quiero decir que junto a la militancia
del kitsch nacional-socialista de Heidegger: “Con Necesita organizar lo óntico (los entes en tanto política (y en medio de una esperanza histórica
su decir, el pensar traza en el lenguaje surcos ape- armas, las cosas en tanto armas de tortura y des- sin tantos fundamentos como creíamos: éramos
nas visibles. Son aún más tenues que los surcos trucción) para matar a los Otros, pues el amo de jóvenes y ser joven es, en buena medida, eso:
que el campesino, con paso lento, abre en el lo ente, el ente antropológico o, sin más, ese ente creer sin muchos fundamentos, a veces sin nin-
campo” (Ibid., p. 297). Sólo algo más: el otro al que llamamos “hombre” busca apropiarse del guno) trabajábamos seriamente el nivel teórico
texto sobre el que se arrojaron Deleuze y Badiou, poder excluyendo al Otro, matándolo. No hay de esa praxis. Esto no se sabe. O se ha olvidado.
por ejemplo, para elaborar el concepto de aconte- aquí eso que Emmanuel Lévinas llama epifanía O todo se organiza para no recordarlo. Hoy, a
cimiento es el que aquí se ha traducido como del rostro: ver en el Otro mi mismidad y saber Horacio, el que escribió el formidable texto que
Acerca del evento. “Evento” no es la palabra. Fou- que sin el Otro no puedo acceder a ella. Lo que cité, un periodismo amarillista e ignorante (creo
cault la usa, en francés, de un modo que se acer- me hace responsable de ese Otro. Lo que me con- que se atreven a agredir a David Viñas porque,
ca a “evento”, pues fue él quien primero teorizó duce al “no matarás”. (Ver Totalidad e infinito, sin más, no saben quién es, de quién están
sobre la cuestión, Deleuze y Badiou lo plagiaron Ediciones Sígueme, Salamanca, 2006.) ¿Vemos hablando: nada menos que del maestro de una
o, si prefieren, continuaron su senda. La noción algo de todo esto en los asesinos del palco de generación) lo acusa de recibir dinero del
heideggeriana de “acontecimiento” ya es decidi- Ezeiza que suben a ese joven tirándolo de los Gobierno por ser funcionario. A mí, aunque soy
damente zen: “En el esenciarse de la verdad del pelos? ¿Qué vemos en la violencia de los lengua- un “inorgánico”, de ser algo casi semejante por
ser [Seyn], en el evento y como evento, se oculta jes bélicos del ’73? ¿Ahí mora el ser o ahí late, mi programa Filosofía, aquí y ahora, que exhibe
el último dios” (Heidegger, Aportes a la filosofía, anunciándose sobre los otros, la Muerte? En el excepcional Canal Encuentro y que ha llevado
acerca del evento, Traducción Dina V. Picotti C., suma, creo que se niega el humanismo porque por primera vez la filosofía a la televisión para
Almagesto-Biblos, Buenos Aires, 2003, p. 37). no se le quiere ver la cara. El humanismo es la beneplácito de muchos: lo sé porque esa gente
Se trata de los célebres –para cierta clase de filó- praxis histórica del hombre bélico que mata y no me lo dice. Injurian con liviandad a Ricardo
sofos “contemporáneos”– Beiträge. Bien, en esto cesa de matar para apropiarse –no del ser– sino Forster, a Tristán Bauer o a Horacio Verbitsky,
está la filosofía. Para disgusto de tantos heidegge- del Poder, y desde el Poder seguir matando. Esto que se encuentra a distancias siderales de ellos
rianos y amigos de la French Theory pienso que es lo que se verá en los próximos textos que como el formidable periodista que es. No
el hombre es el amo de lo ente. Que el hombre habrán de dedicarse a la violencia, a la praxis de importa. Lo que me importa decir es que –con
hace y des-hace sobre la Tierra. Y, en efecto, apropiación, a la búsqueda del poder, al ejercicio el camporismo– se acercó al gobierno una gene-
como dice Heidegger en el reportaje de Der Spie- de la muerte, a la más absoluta negación del ración de intelectuales políticos que teorizaba
gel, “esto en que hoy vivimos ya no es la Tierra”. Otro. Porque al hombre amo de lo ente no le sobre su praxis en tanto se entregaba a ella. Esa
No lo es. Y acaso pronto ni siquiera sea lo que ya importa su Mismidad. Le importa algo exterior a generación no “asaltó” (un término nacional
no es, porque el amo de lo ente habrá destruido él y que su pulsión de conquista y de dominio y socialista: tropas de asalto; también la palabra
todo lo que hay por destruir. Al hombre no le ha de muerte lo lleva a conquistar, a apropiárselo: el clave del importante libro de György Lukács
interesado pastorear al ser ni ganar “la esencial Poder. Creo que es ya inútil –aunque siempre contra el irracionalismo nietzscheano y nacional
pobreza del pastor”. El hombre –salvo el mundo necesario– preguntarse si el hombre debe o no socialista: El asalto a la razón) a las universida-
de la filosofía académica– valora más sus armas matar: El hombre no puede no matar.) Para Hora- des– como horriblemente dice Andrew Graham
de destrucción y los elementos energéticos que cio, “crear conciencia” era “movilizar”. La con- Yooll, comparando la gestión que inauguró el
con ellas conquista mediante guerras horrorosas ciencia no era estática. La conciencia salía a la viejo historiador y politólogo marxista y luego
que cualquier posible encuentro con el “ser”, al calle. Este “salir a la calle” era la militancia del peronista Rodolfo Puiggrós con la “noche de los
que no conoce, al que ni Heidegger le vio la sujeto práctico. Sin ese “salir a la calle” del agen- bastones largos”, sino que les impuso sin duda
cara. El pensamiento de Heidegger sobre la téc- te práctico, de la conciencia que se creaba en un desorden inevitable pero creativo. Fue Cabil-
nica y su nacimiento en la modernidad con la tanto parte de la movilización de un pueblo, no do la revista que pidió antes que nadie la “inter-
subjetividad que Descartes centraliza en el cogito había historia. No había estructuras. Desde vención de las universidades”. Luego, Gente.
es correcto: eso es el capitalismo. El hombre luego que cuando “salía a la calle” la conciencia Más o menos con los mismos argumentos que
capitalista sólo se concibe a sí mismo como amo se encontraba con un “mundo” del que ya era un apasionado antifascista como Andrew: El
de lo ente. Se reiría si le propusieran ser el pastor parte, con una estructura que la sobredetermina- imperio del desorden. Hubo una respuesta impe-
del ser. Entre tanto, todo este aparato cuasi místi- ba, pero siempre, por medio de la movilización, cable de Juan Carlos Portantiero –que fue parte
co del Ereignis ha logrado entronizar en la filoso- de la praxis política humanizadora, era parte de de esa Universidad, aunque nada tenía que ver
fía al lenguaje, a la semiología, al deconstructivis- una realidad que elegía y que, también, la elegía. con la juventud peronista– en la que explicitaba
mo. No se puede pensar la historia, ni el horror Cuesta hablar de la praxis política sin hablar de que la burguesía y la oligarquía jamás podrían
ni la tortura desde ahí. No se puede pensar la la libertad del sujeto. Aun el más endeble perejil entender el sentido profundo de la palabra
historia que este monstruo incontenible –el llevado a una movilización por el puntero de su desorden. Que, en buena hora, se habían des-
hombre Amo de lo ente– está constituyendo. El barrio tuvo que elegir hacerlo, tuvo que elegir ser ordenado las universidades. Ya lo veremos
hombre –en tanto ser-para-la-destrucción– se ha elegido. mejor. Pero la Jotapé había asumido su tarea en
centralizado y hace una historia que horrorizaría la Universidad como una tarea de des-orden: se
todavía más al Angelus de Benjamín (pensador ¿QUÉ DIJO PUIGGRÓS trataba, precisamente, de cambiar un Orden por
que sí nos sirve para pensar estos tiempos apoca- CUANDO LO PUSO A otro. Nada pudo impedir que el nazi Alberto
lípticos). El ser es praxis. Es la praxis desbocada KESTELBOIM EN DERECHO? Ottalagano –no bajo Perón, sino bajo López
de los sujetos históricos que colisionan en una El otro gran tema es el de la verdad. Lo diji- Rega e Isabel– fuera nombrado amo y señor de
territorialidad –en un planeta– amenazado ya mos: ¿dónde está la verdad? La verdad no existe, las casas de altos estudios. ¿Cómo iba a seguir
por los efectos de esas luchas. De Heidegger hay la verdad se crea. La verdad se conquista y se Puiggrós? ¿Saben qué dijo Puiggrós cuando lo
que conservar su primer gran libro: Ser y tiempo impone a las otras verdades, silenciándolas, puso al brillante Ricardo Kestelboim como
(1927). Porque es una antropología existenciaria. negándolas. En ese mismo número de Envido, decano de la Facultad de Derecho? Es una joya.
Un estudio del hombre (Dasein, sin discusión en el artículo Cooke, peronismo e historia, aún Una frase digna de un tiempo de antagonismos
alguna) que, al hacerse la pregunta por el ser, es con 29 años, yo escribía: “Ante el hecho históri- y tormentas cotidianas: “Lo puse porque es un
el ahí del ser y el punto de partida de la ontolo- co no hay sino posturas interesadas, porque aun revolucionario en una facultad de conservado-
PROXIMO
gía fundamental. Y sus análisis sobre el poder estos mismos hechos están tejidos por intereses. res. Lo puse porque es un judío en una facultad
DOMINGO destructivo de la técnica, que retomó la Escuela ¿O es que acaso hay alguno que no exprese la de antisemitas”.
de Frankfurt con mejores resultados y que Sartre práctica política de una clase social o un movi-
La Plaza del 25: el y Foucault relacionaron, el primero con la lucha miento de liberación? Que la batalla de Caseros Colaboración especial: Virginia Feinmann –
cielo por asalto de clases y la explotación colonial, y el segundo tuvo lugar en febrero de 1852, es algo que nadie Germán Ferrari

IV Domingo 12 de abril de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


74 La Plaza del 25: el cielo por asalto

Suplemento especial de

PáginaI12
SE PROHIBE TOMAR ron derrotados o exterminados, pero obstinadamente volvie- deseo, que es siempre frustración. Porque hay algo que es (su
EL CIELO POR ASALTO ron al ataque bajo nuevas caras, nuevos ropajes, nuevas ser) y no desea ser. Hay algo que no es y tampoco desea ser.
a frase el cielo por asalto es la más hermosa que ideas. La casa nunca estuvo segura. La casa se asume como Y hay que no es ni será y ése es el ser que desea.

L escribió Karl Marx. “Estos parisienses que toman


el cielo por asalto.” No es parte de El capital. Ni
de los Gründrisse. Ni del Manifiesto. No podría
serlo: surge, como una estrella jubilosa y única,
de un hecho posterior a la redacción de esas obras maestras.
No pertenece a un libro. Está en una carta que le escribió a
su amigo Kugelman, desde Londres, el 12 de abril de 1871.
tal (aunque con gran cautela: enmascarada, con la máscara
de Fernando VII) a partir de mayo de 1810. Esos pasos son,
sin embargo, algo caóticos. Lo eran esos hombres que encar-
naron un proyecto que no tenía en el país bases sociales.
Eran hijos ideológicos del jacobinismo francés pero no tení-
an una burguesía revolucionaria. Había aquí una mera bur-
guesía comercial pro-británica. Unos latifundistas que busca-
Es así:
La clase media argentina:
1) No desea ser lo que es.
2) No desea ser lo que no es.
3) Desea ser lo que no es ni será.
Brevemente:
1) La clase media no desea ser clase media.
Apesta para el paladar de los anticomunistas. Es una frase ban mercados más prósperos que los de España. Y una clase 2) La clase media no desea ser pobre. No desea ser grasa.
subversiva. Tomar el cielo por asalto es apoderarse del poder de burócratas que respondían a la corona española. Fueron No desea ser negra. No desea ser clase obrera.
de la sociedad burguesa, es ponerlo en manos del proletaria- éstos los más desplazados. Lo demás quedó en pie. La revo- 3) La clase media desea ser lo que jamás será: clase alta.
do y, desde ahí, partir en busca de una sociedad más justa, lución fue impopular en las provincias. Y yo le creo más al Estamos entrando en el tema fundamental para entender
sin desigualdades. Como la esencia del capitalismo es la desi- Alberdi de los Póstumos que a todos los otros teóricos que leo nuestra historia: la metáfora de la casa tomada. En 1826,
gualdad, tomar el cielo por asalto es quebrar su lógica y tras- desde 1968, época en que me consagré, luego de haberlo Rivadavia manda su Constitución iluminista al Interior y
trocarla por otra que proponga la igualdad entre los hom- hecho de niño, a estudiar nuestra historia. Con la Revolu- fracasa. Peligro: al no aceptarla acaso los caudillos asalten la
bres. La política, la jurídica y la económica. “El cielo” es la ción de Mayo se suplanta el poder español sobre Buenos casa. La casa reside en Buenos Aires. Desde ahí se hace fuerte.
sociedad capitalista porque ésta siempre se ha postulado Aires por el de Buenos Aires sobre las provincias. Creo –y Se sabe: Ibarra, caudillo de Santiago del Estero, recibe al
como “lo mejor”. O lo “menos malo”. O, de todos los mun- perdón si insisto en esto– que Moreno, Castelli y Belgrano enviado rivadaviano, que viene con galera y fraque en una
dos posibles, como postulaba Leibniz y lo burlaba Voltaire, fueron hombres muy lúcidos, inteligentes. Supieron ver por tardecita santiagueña de 45 grados a la sombra, en calzonci-
el mejor de todos, el que Dios nos ha cedido generosamente dónde se derivaba la historia. No era tan difícil. La lenta, llos. ¡Horror! Ya Sarmiento dirá, en Facundo, que cuando
luego de haber analizado a los otros y descubrir que éste, el perezosa Corte española, atiborrada por el goce (aunque sin Abdul Medjil, sultán de Turquía, quiere recibir adecuada-
nuestro, es el superior y entregárnoslo. Tomar “el cielo por saber nada de Lacan), por el oro fácil de las colonias, que los mente a los enviados del Imperio Británico, se saca el caftán
asalto” es adueñarse de él. Hacerlo propio. Ahora, el cielo es piratas ingleses se robaban para entregar al Imperio y a las y se pone fraque y galera, aceptando la civilización de Occi-
nuestro. De quienes hemos vivido casi en el infierno o, sin industrias británicas, queda atrás, lejos, en el atraso. Sar- dente. Pero Ibarra no. Y Facundo tampoco. El que amenaza
más, en él. Se nos hacía difícil pensar que esto podía ocurrir. miento es el más brutal juez de España. Nada, no hay nada con tomar la casa para los federales porteños en alianza con
Siempre nos parecieron demasiado poderosos los dueños del para él en la península. 500 años de Inquisición achicaron el los del Interior es Manuel Dorrego. Aquí: Lavalle. Consejos
cielo. Siempre nos enseñaron que era de ellos, que les perte- cerebro español. Y se acabó. Que no le vengan con esos de Salvador María del Carril y de Juan Cruz Varela. Del
necía por derecho divino o por linaje histórico o por tener inventos de los ultracatólicos nacionalistas sobre la nueva Carril escribe su gran frase: “General, una revolución es un
las armas necesarias para defenderlo de cualquiera que se lo España, las Cortes, Jovellanos. No, España es el pasado. Es juego de azar en el que se gana hasta la vida de los vencidos”.
quisiera arrebatar. De esta forma, hemos aprendido las reglas increíble que todavía se vea en los hechos de Mayo una revo- (Cito de memoria. El que avisa no es traidor. Cotejar las
del cielo. El cielo no se toca. El cielo tiene dueño. Cualquier lución. Si subirse al movimiento dinámico de la modernidad citas.) Lavalle fusila a Dorrego. Y el que toma la casa es Don
intento de cuestionar el orden que reina en el cielo será casti- capitalista fue una revolución, entonces lo fue. Eso hicieron Juan Manuel de Rosas. Que la toma para él, para los salade-
gado severamente, con la vida a veces. Prohibido escupir en Moreno y los suyos. Las provincias eran godas. Liniers bona- ristas bonaerenses, un poco para las industrias del interior (es
el cielo. Robar es escupir en el cielo. Negarse a cumplir las partista y también amigo de los godos locales. El héroe de la un exceso decirles industrias, pero protegidas y con el merca-
órdenes de las autoridades constituidas es escupir en el cielo. Resistencia lo había sido de la resistencia española. No que- do comprador de Buenos Aires, que no tuvieron, vaya uno a
No trabajar es escupir en el cielo. Quejarse por el salario ría América para los ingleses, sino para España. A fusilarlo saber qué pasaba). Se aguantan a Rosas ¡22 años! La casa la
recibido es escupir en el cielo. Matar –sobre todo a un sin asco. En cuanto a las provincias, invadirlas. Ese día –dirá toma Urquiza. Pero no es para él. Al final, el patriótico cau-
miembro de la clase poseedora, de la clase superior– es escu- Alberdi y dice bien– comienza el poder de Buenos Aires dillo entrerriano, en un gesto que lo enaltece ante la Historia
pir en el cielo. Desobedecer cualquier orden de un policía es sobre las provincias. Buenos Aires, la nueva metrópoli. El y lo llena de oprobio ante sus compañeros federales, le cede a
escupir en el cielo, ya que en todo policía se encarna el orden interior, la nueva colonia. La economía funcionaría como Mitre la batalla de Pavón (según hemos visto en el análisis
celeste. Al cielo también se le dice patria. La patria es de complementaria de las industrias británicas. Y la cultura ven- más riguroso de este libro: la obra en un acto breve Urquiza
todos. Todos pueden habitar en ella. Pero su suelo y la drá de Francia. Basta, esto ya se sabe. No lo discuto más. ¿A en Pavón) y Mitre se hace el banquete. Ahí tienen ustedes al
administración de sus cuestiones esenciales corresponden a Moreno lo mataron en alta mar? ¿Quién, el comandante bri- burgués conquistador en acción. Se acabó, señores. Tolera-
los dueños naturales del cielo. El cielo –en su modalidad de tánico de la nave? ¿Para qué? Moreno hasta había llegado mos 22 años de Mazorca. Lo toleramos a Urquiza. No
“patria”– puede entrar en conflicto con otras “patrias” o –en el célebre Plan de Operaciones– a cederle la isla de Mar- vamos a tolerar al resto de las montoneras y menos si se
“países”. A eso se le dice “guerra”. Ahí, todos –menos los tín García a Inglaterra. Puede que Saavedra, que no lo que- unen al Paraguay de López. Todo es muy sencillo: Mitre no
que conducen el cielo y son sus grandes propietarios– deben rría ver más, haya arreglado su muerte. Pero Saavedra no era, inventa nada. Esto ya lo hicieron los ingleses en la India, el
defender el cielo. Defender el cielo es defender la patria. políticamente (sí en el estilo, el carácter, la inteligencia, el Mariscal Bougeaud en Argelia y los norteamericanos en la
Defender la patria es ser un patriota. Es muy frecuente que temperamento), demasiado distinto a Moreno. No había conquista del Oeste y la derrota del Sur monocultivista,
un patriota tenga que morir por la patria. Tenga que morir mucho para elegir. ¡Era tan evidente el camino ya trazado! esclavista y algodonero. Mitre declara la guerra de policía.
por el cielo. Se le adjudicará un emotivo reconocimiento por España era el atraso. Inglaterra y Francia, el tren de la Hay que asegurar la casa. “Guerra de policía” significa tratar
su valor y su heroísmo, pero nada que pertenezca al cielo. modernidad capitalista y burguesa. La casa la toman los al enemigo como mero delincuente, no concediéndole los
Los dueños del cielo serán siempre los mismos. O sus socios, “bárbaros” en 1820 y nuestros libros de texto lo dicen: la derechos de la guerra. Se los fusila donde se los encuentra, se
o sus familiares o sus descendientes. Hombres de sana ambi- anarquía del año 20. ¿Cómo no será el 20 el año de la anar- les corta la cabeza y la de sus caudillos se clava en una pica.
ción y laboriosidad pueden llegar a compartir algo del cielo quía si en él los federales se adueñaron de Buenos Aires? Aquí se dicen esas frases que –según los historiadores libera-
con sus dueños, siempre que éstos lo encuentren beneficioso Tres gobernadores en un día. Y Belgrano que muere porque les– no hay que citar. Que Mitre dijo: “Si Sandes mata
para los intereses del cielo, que son los de todos, los de la –es la leyenda– tiene un corazón muy grande. Muere de gente, déjenlo. Es un mal necesario”. Ambrosio Sandes era
patria. Pero propiedad de los poseedores del cielo. El cielo puro bueno que era. Ya que nadie duda de que hay una rela- un homicida paranoico de origen uruguayo que liquidaba
tiene propietarios. Cada vez hay menos propietarios y más ción de hierro entre el corazón y la bondad. Ergo, el que lo gauchos como si fuera Pol Pot o Idi Amin. Y Sarmiento dice
no propietarios. Esta desigualdad es propia del cielo. Al ser tiene muy grande es un hombre casi santo. El tamaño siem- la suya, tan conocida, ésa que algunos dicen que debe estar
el derecho de la propiedad el elemento esencial del cielo no pre importa. Se habrá tratado de una dilatación cardíaca mal quitada de contexto. Como si pudiera estar en algún contex-
todos pueden ser iguales en él. Algunos tendrán muchas pro- tratada. Pero la metáfora boba está siempre lista. Si en estos to que le hiciera no decir lo que dice: “No ahorre sangre de
piedades, otros tendrán menos y la enorme mayoría no las días hemos agregado a Alfonsín al santuario de los puros, gauchos. Es lo único que tienen de humano esos bípedos”.
tendrá. O tendrá sólo las necesarias para su subsistencia, sin Belgrano hace tiempo que lo ocupa. Sus últimas palabras Liquidados los gauchos, arrasado el Paraguay, sólo quedaban
la cual no podrían trabajar para los poseedores del cielo. Se revelan cuánto amó a su patria. Si uno le dedica a la patria los indios. Aquí, Roca. Y la tierra para todos los “atalivas” de
ha comprobado que los muertos no trabajan. El cielo tiene sus últimas palabras sin duda la ha amado ilimitadamente. este mundo. O no: para los “atalivas” de Roca. Hay que leer
creencias en las que todos deben creer, leyes que todos deben Se dice que esas palabras fueron: “¡Ay, patria mía!”. Ahora, a Bayer en estos temas. (También a Viñas, pero al maestro
cumplir y una jerarquía que nadie debe alterar. Todo ser un escritor que escribe para la clase media argentina, en un David le vamos a dedicar unas líneas más adelante, acaso en
humano puede ser feliz en el cielo. Sólo tiene que aceptar el texto al que califica (con orgullo, pues es un llamado a la el próximo capítulo, por sus aportes a la temática del indio y
lugar que en él le ha tocado. Algunos, como se ha visto, pue- acción contra un gobierno que ni él ni su clase toleran ya) de porque es necesario señalar su condición de intelectual como
den modificarlo. Sólo algunos. Cuando son muchos los que “panfleto”, dice que Belgrano no dijo “¡Ay, patria mía!” sino ya casi no queda uno. Porque está donde siempre que lo
quieren modificar el orden del cielo, sus naturales poseedo- “¡Pobre Patria mía!” (“Patria” en mayúscula para marcar la buscamos estuvo. Nunca uno preguntó: “Dónde está David
res consideran esa acción como la más perniciosa para el enormidad de lo que está en peligro, de lo que hay que Viñas” y le dijeron: “Ya no vive aquí. Se mudó. Búsquelo en
cielo, pues quiere subvertir el orden que en él reina. Reaccio- defender. La enormidad, en suma, de la lucha que los bue- la vereda de enfrente y lo va a encontrar”.) Ataliva era un
narán con extrema violencia. Porque subvertir el orden que nos argentinos deben iniciar.) “¡Ay!” es apenas un suspiro. pariente cercano de Roca al que éste le cede miles de hectá-
reina en el cielo es la acción más destructiva que pueda Un lamento. De impotencia. La impotencia de un moribun- reas quitadas a los indios. No se las da a los colonos. Se las
emprenderse contra él. Quienes lo hagan morirán o serán do. “¡Pobre Patria mía!” es también un lamento pero en él da a sus parientes. En lugar de un país con colonos laborio-
sometidos a terribles castigos de los que tal vez no salgan con late la furia, la “bronca” como escribe el autor, el impulso de sos, como el Oeste de Estados Unidos, se crea una gran lla-
vida. Es decir, también morirán. Subvertir el orden del cielo, la acción, de cambiar esto, la “pobre” situación de la patria. nura de ociosos latifundistas. La casa está en orden y la
pretender apoderarse de él, asaltarlo por medio de la fuerza y Su libro marchará a la cabeza de las listas de best sellers Argentina ensangrentada. Roca presidente. Juárez Celman,
las ideas perniciosas, es pretender matarlo. ¿Qué otra cosa durante largo tiempo. Es un libro-cacerola. Escrito para unicato y corrupción. Cané, Ley de Residencia. ¿Por qué?
sino la muerte merecen quienes perpetren semejante agravio? hacer ruido. Para la clase media. Podríamos –brevemente, en Porque del universo ultramarino viene una terrible amenaza
Se prohíbe asaltar el cielo. Está terminantemente prohibido otro lugar lo haremos con más detalle– hacer una ontología para los propietarios del país. La chusma ultramarina. Los
tomar el cielo por asalto. de la clase media argentina. El rasgo original de esta ontolo- inmigrantes. Los anarcos. Los ácratas. Mierda pura llena de
gía es que está vehiculizada por el deseo. Porque la clase ideas disolventes. ¿Por qué Europa no nos mandó esa colo-
TOMAR LA CASA DEL PODER media, mal que le pese, es lo que es. Uno que otro de sus nia alemana o galesa que Sarmiento describe en Facundo?
La llamada “historia argentina” está tramada para cantar integrantes podrá trepar. Aunque –y esto la aterroriza– ¿Por qué no nos mandó al menos a los hijos de los obreros
loas a los sectores sociales que hicieron la patria (o la casa) y demasiados pueden descender. Pero su esencia es parmení- ingleses que Alberdi, en cristalina frase, dijo que ellos, esos
a desdeñar a quienes quisieron hacerla de otra manera, fue- dea: es lo que es, no es ni será lo que no es. Esto no le impide el obreros, valían 10 veces más que el gaucho argentino y el
II
cholo chileno? La casa, otra vez, corre peligro. Si Gobernar es la casa se ensucia de sangre, y hay que andar limpiándola y gobierne nomás. Pero recuerde que su partido, si bien fue
poblar, poblar es llenar el país de basura, de indeseables, de de la sangre derramada siempre algo queda, en nosotros fundado por Leandro Alem, también fue fundado por el glo-
prostitutas, de revoltosos, de anarco-sindicalistas. ¡Otra vez (algunos somos sensibles y las caras de los muertos fastidian rioso general Mitre. Deberá siempre llevar su espíritu en las
el Otro! Porque hay que decirlo ya: el que va a ocupar la casa, nuestros sueños) y en los herederos de los muertos que sue- entrañas como límite irrefutable a cualquier posible desbor-
el que se propone tomarla, es siempre “el otro”. Nosotros, los len entregarse a la inútil pero (para ellos, al parecer) necesa- de”. Yrigoyen y los radicales administran la casa. Pero el
dueños de la casa, somos nosotros. Nos reconocemos. Por la ria tarea de vengarlos. Este decurso de sangre derramada y Otro, el invasor, el asaltante del cielo, el que no se somete a
ropa. Por la elegancia de nuestros modales y costumbres. Por venganza por la sangre derramada hay que cortarlo. Tene- sus leyes, otra vez aparece. Los obreros de los talleres meta-
nuestro linaje. Nos miramos las caras y nos vemos a nosotros mos que saber asimilar a los vástagos de los que ayer mata- lúrgicos Vasena, propiedad de capitales ingleses –¿qué otra
mismos. ¡Oh, qué espectáculo tan agradable! Es el entre nos mos. A eso le llamamos diálogo. Y es algo que ejercitamos: 1) cosa si no británico habría de ser un taller metalúrgico?–. La
de Mansilla. También nuestros sirvientes son nuestros. No Cuando nos sentimos débiles; 2) Cuando queremos ordenar oligarquía nativa viajaba a París y su existencia fácil era el
son ya la chusma negra y delatora de los tiempos de Rosas. la casa y dotarla de una fisonomía institucional, democrática, fruto de la generosidad de la tierra–, congelan con una huel-
No, son paisanos y paisanas amansados. Obedientes. For- republicana. Aquí suplantamos el exclusionismo de nuestras ga total a la ciudad de Buenos Aires, luego de una represión
man parte (subalterna, claro) de la familia. En cambio, la guerras por el inclusionismo de nuestros proyectos de paz, e policial que costó muchas víctimas. ¡La casa está en peligro!
chusma ultramarina es temible. Primero, al Hotel de Inmi- integración. Siempre queda claro: los integramos, pero la Su funcionamiento se altera. Hay, para colmo, centrales
grantes con ellos. Ahí hay que enseñarles las primeras leccio- casa es nuestra. Los dejamos entrar, votar, trabajar y hasta obreras, lugares en que se juntan los inquilinos de la casa y
nes. Que no crean que vienen a un país que les pertenece. divertirse. Pero sólo eso. El sagaz Roque Sáenz Peña –supon- elaboran planes subversivos. “Oiga, don Hipólito: o hace
Este país tiene dueño. Somos nosotros. Los verdaderos gamos– lo llama a Hipólito Yrigoyen. “Vea, amigo –le algo o lo tiramos y nos hacemos cargo nosotros. ¿O no lo
argentinos. Los dueños de la casa. Los que la hicimos y los dice–, tenemos que integrarlos. Ustedes ya son muchos y pusimos para que administre la casa? Administrarla, para
que la vamos a defender a morir ante cualquier asalto. La nuestra generosidad es grande. Les vamos a prestar la casa. A nosotros, es, ante todo, mantenerla en orden.” Yrigoyen lo
casa es el cielo. Es nuestro cielo. El cielo de las clases patri- prestar, eh, don Hipólito. No se hagan ideas locas. Ustedes, llama al jefe de Campo de Mayo, general Luis Dellepiane. Y
cias, de las clases poseedoras. Recuerden. Si no la quieren los radicales, son gente de orden. Toda esa gente tendrá que don Hipólito, con esa parquedad que tal vez lo hiciera sen-
pasar mal recuerden siempre esto: está terminantemente formar un colchón entre nosotros y el bajo pueblo. Será una tirse inocente de todo, le dice a Dellepiane: “Hágase cargo,
prohibido tomar el cielo por asalto. Todo aquel que lo clase media, me entiende. Usted, ahora, la representa. Dicté general”. Además de Dellepiane hay muchachos bravíos de
intente, morirá. No por alguna maldición. No porque algún una ley electoral que lleva mi nombre. No habrá fraudes. Si las clases garcas (qué lindo suena “garca”, aprendí su uso
dios nos proteja. No porque esté escrito en ninguna parte. usted gana administrará la casa por el plazo fijado. Hay cosas implacable en las páginas de Barcelona, aunque no siempre
Simplemente morirá porque nosotros lo vamos a matar. que también están fijadas, don Hipólito. Usted lo sabe. lo usan en el sentido que más me gusta, por ejemplo: “los
Sería deseable que esto fuera entendido profundamente. Ideas disolventes, no. El cielo es y será nuestro. Pero ya que ‘garcas’ siempre te ‘garcan’” o “a este país no lo hicieron los
Porque, aunque no nos molesta matar, tampoco nos gusta y los trajimos, ya que son más que nosotros casi, adelante, ‘garcas’, lo ‘garcaron’ los ‘garcas’”, porque los “garcas” vinie-
III
ron a este mundo para “garcar” a todos los truos que lo adoraron. A darles con los Gloster ble. Además, hay algo que queda en la con-
demás, o peor aún: la Historia de la Humani- Meteor. Y después 18 años buscando mantener ciencia estremecida de todos: las dimensiones
dad es la historia de cómo los “garcas” “garca- la casa en orden sin ese general indigno y sin ese monstruosas del castigo. ¿La Comuna quiso
ron” siempre a quienes no fueron “garcas” pueblo que lo sigue de bruto que es. Porque así tomar el cielo por asalto? Los amos del cielo
sobre todo haciéndolos trabajar para ellos, y son los negros: son brutos. Si por lo menos lo masacraron a esos blasfemos. “¿Quién sabe la
siempre que no quisieron los “garcaron” a siguieran a Alfredo Palacios. A Repetto. A cantidad de muertos de la Comuna que murie-
palos) que se organizan bajo la batuta del supre- Américo Ghioldi. A la señora Moreau de Justo. ron durante la lucha? Los mataron ferozmente
mo “garca” Manuel Carlés. La Liga Patriótica Pero no: siguen a una hetaira y a un vicioso, a a millares después de ella: los de Versalles (los
recorre las calles dispuesta a “garcar” a palazos a un corruptor de menores. enemigos de la Comuna, los hombres de
los obreros insurrectos y a los judíos. ¿Por qué a Llegamos a la Plaza del 25 de mayo de 1973. Thiers, JPF) dijeron 17.000, pero la cifra no es
los judíos? Porque los “garcas” dicen que los Asume Cámpora en presencia de Dorticós y posible que sea más que la mitad de la verdad
judíos, a los que ellos llaman “rusos”, son Salvador Allende. ¡Han tomado el Gobierno! (...) Era la venganza del ‘pueblo respetable’. En
comunistas. ¿O la “revolución rusa” no es ¡La subversión tiene el Gobierno en sus manos! lo sucesivo se interpondría un río de sangre
“rusa”? (Así de brutos eran estos miserables, ¡La guerrilla gobierna el país! Y toda esa gente entre los trabajadores de París y sus ‘superio-
estos vándalos de los hogares patrios.) Se les que llena las calles de la ciudad y de todas las res’” (Eric Hobsbawm, La era del capital,
unen las clases medias. Invaden el barrio del provincias está feliz, salta de alegría. Quiero ser 1848-1875, Crítica, Buenos Aires, 1998, p.
Once y se produce el primer pogrom argentino. claro. Aún tengo que demostrarlo. Pero quiero 178). ¿17.000 muertos, dice Hobsbawm, es la
(Fijate, Marcos, quiénes fueron los primeros decirlo ya: nunca las clases oligárquicas, los gru- mitad de la verdad? ¿La verdad completa es
que “garcaron” a palos a los judíos como vos: pos financieros, la iglesia y el ejército se sintieron entonces 34.000? Los de aquí fueron 30.000.
los padres y abuelos de los “garcas” para los que tan agredidos como en esa jornada. Nunca habían Demasiado cerca. ¿Fue tan enorme como la de
trabajás ahora. ¿Vos creés que te respetan? ¿Vos perdido hasta tal extremo el control de la “casa”. la Comuna la intentona argentina por atrapar
creés que hay un solo “garca” que respete a un El 25 de mayo de 1973 se estuvo demasiado el cielo? ¿O fueron mucho más criminales los
judío?) Hay un chiste memorable. Que expresa cerca de asaltar el cielo. O se lo asaltó como encargados de reprimirla? Aquí, la elite, “un
además hasta qué punto llegó el cuidado de la nunca antes se lo había hecho ni se volvería a núcleo reducido de familias emparentadas”
casa en manos de los “garcas”. ¡Si hasta chistes hacer. Eso lo hizo la izquierda peronista. Eso lo (como dice Viñas al hablar de los “conquista-
se hicieron! Seguro que lo inventó algún buen hizo toda la gente que fue a esa plaza porque dores del desierto”), nunca escatimó muertos.
judío al que molieron a palos. El chiste es así: estaba harta de gobiernos de garcas y militares o Mató todo lo que tuvo que matar y mucho
están los “garcas” de la Liga Patriótica cerrando de gobiernos civiles cómplices o débiles y com- más también para que todo siguiera como
la entrada al barrio del Once. Dejan salir a un placientes. Nunca se vio en los balcones de la debía seguir: el cielo en sus manos, nunca en
“ruso” que necesita comprar algo de comida. Al Rosada a un hombre como Salvador Allende. las de algún otro. Y el genocidio indígena (del
rato, el “ruso” vuelve. Hizo su compra: trae un Que eso lo hizo la izquierda peronista significa que nadie habla) fue central para construir con
paquetito. Pero, atemorizado, se detiene. Ve que eso no lo hizo Perón. Tampoco jóvenes solidez la casa. El muy respetable Estanislao S.
que los “garcas” de Manuel Carlés hicieron una idiotas que creían ciegamente en él. Tampoco Zeballos (citado por Viñas) dice: “El réming-
doble fila y están con palos. A cada “ruso” que jóvenes que no sabían qué era el peronismo. ton les ha enseñado que un batallón de la
quiere entrar al barrio le ordenan: “Diga Ellos eran el peronismo. Ellos fueron la cara más República puede pasear la pampa entera,
‘nueve’”. “Noive”, dicen los pobres rusos. Y los combativa del peronismo. Fue la interpretación dejando el campo sembrado de cadáveres”
“garcan” a palazos. Nuestro “ruso”, que ha que una década de rebeldías, que valoraba la (David Viñas, Indios, ejércitos y frontera, San-
aprendido a sobrevivir, ensaya durante una violencia en la lucha política como algo normal, tiago Arcos editor, 1983, Buenos Aires, p. 49).
hora: “Nue-ve. Nue-ve. Nue-ve. Nue”. Decidi- dio de un fenómeno del pasado: el peronismo. Con exquisita lucidez, con precisión luminosa,
do se encamina hacia el piquete “garca”. ¿Qué importa lo que pensara Perón? ¿Era Perón Viñas califica a la campaña exterminadora de
“¡Quieto ahí!”, le ordenan. El “ruso” se detiene. el dueño del peronismo? Esa generación lo Roca: “La campaña al desierto como etapa supe-
“Diga ‘nueve’”. “Nueve”, dice claramente. interpretó de acuerdo con los signos de su tiem- rior de la conquista española”. Y, antes, escribe:
“¿Qué lleva en ese paquete?” “Goivos.” po y lo llevó adelante. Y hasta se encontró con “Pero me animo a insistir: ¿por qué no se habla
un veterano, con un viejo conservador del Par- de los indios en la Argentina? ¿Y de su sexo?
MAYO, 1973: tido, que creyó en ella y la siguió: Cámpora. El ¿Qué implica que se los desplace hacia la franja
EL CIELO CON LAS MANOS cielo estuvo ahí: al alcance de la mano. Fue, de la etnología, del folclore o, más lastimosa-
La casa quedó en orden pero llena de sangre. también, el gran momento histórico de la clase mente, a las del turismo o de las secciones
El episodio pasó a la historia como la Semana media. Porque los grandes protagonistas fueron periodísticas de faits divers? Por todo eso me
Trágica. ¿Cómo se atreven, cómo se atreven los hijos de la clase media antiperonista que se empecino en preguntar: ¿no tenían voz los
esos rojos y esos rusos a alterar las reglas del rebelaron contra sus padres, contra todo lo que indios? ¿O su sexo era una enfermedad? ¿Y la
orden que rige la casa? Hay casi 700 muertos y les habían dicho desde que vinieron al mundo. enfermedad su silencio? Se trataría, paradójica-
más de dos mil heridos. Luego la cosa se repite Que se rebelaron porque los jóvenes son así: no mente, ¿del discurso del silencio? O, quizá, los
en la Patagonia. No era un territorio tan lejano. obedecen a los padres. Salvo los que los heredan indios fueron los desaparecidos de 1979?”
Estaba al cuidado de pocas y buenas familias y en la conducción de sus empresas. En fin, ésos. (Viñas, Ibid., p. 18). A ver, ¿dónde está el
de los amigos ingleses, todo organizado por la Pero la Jotapé era una multitud incalculable de profe estreñido que dirá: “¿Cómo se atreve
Sociedad Rural Argentina. Roca había visitado jóvenes y no tan jóvenes que, como la Comuna, comparar a los indios con los desaparecidos?”
Santa Cruz y también Roque Sáenz Peña. El quiso tomar el cielo por asalto. Y asustó al Claro que sí. Hay trazados de líneas históricas.
episodio es conocido. Los Menéndez y los poder como nadie en la Argentina. El día de la Y esos trazos iluminan la comprensión del
Braun y todo el resto del garcaje (elimino las plaza del 25 los amos de la Argentina se preocu- pasado y del presente. Qué notable caso el de
comillas a esta palabra, queda incorporada a los paron como nunca. ¿Así que “izquierda” y David Viñas. No se puso a defender al positi-
más altos niveles expresivos de la lengua nacio- “peronismo” son antagónicos? Basta de pava- vismo como Oscar Terán para lavarle la cara a
nal) piden la intervención del Ejército. Peligra das. “Perón” e “izquierda” acaso no se lleven José Ingenieros. Dice claramente: el positivis-
la casa. Yrigoyen, una vez más, le dice a un bien. Pero la izquierda peronista no fue una mo es una ideología de las clases dominantes.
militar: “Vaya y hágase cargo”. Las matanzas de construcción de Perón. Buscó su respaldo para Algo que Terán olvidó en el bendito Club
la Patagonia expresan la transparencia más validarse ante las masas. Pero hizo su propio Socialista. No se fue a escribir a los diarios del
plena de nuestra historia. Un gobierno que “peronismo”. Como lo hizo Evita. O Cooke. O establishment. No los tolera. Antiperonista
representa a las clases medias, al que se le dio la Vandor. O López Rega. O Menem. (Con duro como siempre, su cercanía y su amistad
casa para administrar y para integrar al sistema Kirchner propondría analizar si no es una ver- con Horacio González acaso le hizo revisar
a los inmigrantes, tiene que cargar con las sión siglo XXI, unida a otros proyectos simila- algunas cosas. Ahí está, como siempre: sin
matanzas de un coronel extraviado, de un para- res en América latina, de los ideales de la equivocarse. Sabe quiénes son los dueños del
noico, porque no lo puede contener ni tiene izquierda peronista, no de su ala violenta, sino cielo y sabe que tienen mucho poder. Habla
demasiadas convicciones para hacerlo. La casa de su militancia de superficie, de su vocación con la gente de Carta Abierta. Los escucha y
está en el Sur. En los territorios que Roca con- social.) opina. Cada palabra suya vale mucho. El señor
quistó para el hombre blanco argentino. Esa Hubo más gente de izquierda ese día que en Aguinis –en el colmo del vasallismo y de la
casa está en manos de nativos y de ingleses. Los todo el Diccionario de Horacio Tarcus y de irrespetuosidad: ¿usted cree que puede compa-
que quieren, no asaltar el cielo pero sí tener veinte más que pudiera escribir juntando figu- rarse con David Viñas?– ha dicho que David
derechos son obreros del lugar y chilenos, ritas de todas partes, inventando izquierdistas pertenece a un grupo de intelectuales manipu-
muchos, demasiados chilenos. Se mezcla todo: como Federico Pinedo y Américo Ghioldi. (Es lados. ¿Qué es un manipulado? Alguien que,
el odio de clase, el racismo, la xenofobia. Así se cierto que incluye a muchos de los militantes sin saberlo, es manejado por otros. Decirle, a
defiende la casa, qué joder. Así volveremos a de la izquierda peronista. Lo que es justo, lo un intelectual, eso y decirle pelele idiota es lo
defenderla siempre que haga falta. Y así lo es.) ¿Qué le fue mal? ¿Y a quién no le fue mal? mismo. No gastaría palabras en un ínfimo
hicieron. ¿Cómo piensan que le fue a la Comuna? Si escritor como Aguinis (que recorrió el país
El resto lo vimos. El “aluvión zoológico” es fuera por eso, nada quedaría por hacer. Como junto a Jorge Bucay dando conferencias para
un momento de gran temor. Otra vez el Otro: dice Foucault: “El hombre que se rebela es tornar más felices a los argentinos) si no fuera
el diferente, el negro, el grasa, el bruto, el igno- inexplicable” (Citado en JPF: La filosofía y el por la agresión a Viñas. Pero no vamos a per-
rante. ¿Cómo se le va a ceder la casa a esa gente? barro de la historia, Ibid., p. 650). Bien, eso mitir esas cosas. Somos más, somos profesiona-
PROXIMO
Este país no se hizo para eso. Es un país de deberá ser –si todavía puede– el hombre: inex- les de las ideas y no aventureros y, sobre todo,
DOMINGO gente bien. “Cerremos el círculo y velemos plicable. Porque los dueños de la casa no acep- somos mejores personas.
sobre él”, decía Cané. “Los argentinos cada vez tan ser asaltados. Y ofrecen tantos motivos para
La metáfora de la somos menos.” Después, el peronismo. Una demostrarlo, tienen tantos medios de comuni- Colaboración especial:
casa tomada pesadilla. La fiesta del Monstruo y de los mons- cación para decirlo, que todo pareciera imposi- Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 19 de abril de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


75 La metáfora de la casa tomada

Suplemento especial de

PáginaI12
LA ANARQUÍA DEL AÑO ’20 de los gauchos en la Plaza Mayor es humillante para la ciudad algunos buenos negocios al establishment? ¿Qué significa hoy
ucedía en la Argentina algo que no podía suce- puerto. “En Buenos Aires –escribe la historiadora María Sáenz revivir la frase que Belgrano arroja en el rostro de la anarquía?

S der. Toda la historia del país se había hecho para


que eso no sucediera. Había sucedido sólo una
vez, en el año 1820, y tan traumático fue su
golpe que la historiografía lo recordó con una
calificación traslúcida: la anarquía del año ’20. Si estos jóvenes
peronistas de 1973, que ocupaban la Plaza de Mayo, asumían
la “conducción hegemónica” de una organización político-
Quesada, discípula y colaboradora de Félix Luna–, resultó
humillante la presencia de los caudillos López y Ramírez, quie-
nes visitaron la ciudad con la firma del Tratado (del Pilar, J. P.
F.) y ataron sus cabalgaduras a la pequeña pirámide que recor-
daba a la Revolución de Mayo” (María Sáenz Quesada, La
Argentina, historia del país y de su gente, Sudamericana, Buenos
Aires, 2001, p. 253). Los hechos –para la historiografía que
¿Que estamos viviendo una nueva etapa anárquica? ¿Qué es lo
que justifica tanta furia? ¿Qué está haciendo este gobierno? ¿Es
Cristina K una actualización de los gauchos federales, que no ata
las riendas de su caballo a las verjas de la Pirámide de Mayo pero
acaso deja colgada su cartera parisina en algún busto venerable
de la Casa Rosada, en el de Mitre, en el de Roca, en el del gran
Sarmiento? No sé. Y en serio, sólo esto: si se tira de la cuerda
militar que se había dado el nombre de Montoneros, fueron conocemos como hegemónica– tienen distintos calificativos desde la frase de Belgrano hasta el panfleto de Aguinis, unidos
también montoneros los protagonistas de aquella anarquía. según quiénes los protagonicen. por una frase fúnebre, por un último aliento, uno debe pregun-
Las citas de Vicente Fidel López que voy a ofrecer pertenecen Por ejemplo: tarse qué es eso que une la anarquía del año ’20 con los días pre-
a su Manual de historia argentina. López, al que llamaban “el Si los caudillos federales penetran en Buenos Aires y atan sus sentes, porque el odio con que el establishment argentino
hermano del Himno Nacional”, era, claro, el hijo de Vicente cabalgaduras en la Pirámide de Mayo estamos en plena recuerda esas jornadas es extremo, y si el de hoy llega también a
López y Planes. Su Manual es una pieza inestimable. Yo tengo anarquía. Si algo ejemplifica el hecho más anárquico de ese año tales extremos habría que saber por qué. Qué quieren, qué bus-
una edición tan antigua que voy a utilizar las citas que figuran alborotado es ése. No hay nada más anárquico que esos caudi- can, qué se ha hecho y qué no. Qué se hará.
en un libro que, cuando hace muchos años lo leí, lo hice con llos federales ofendiendo la plaza de la revolución porteña con La cuestión es que luego vendrá Rosas y usará la casa para él y
enorme placer. Se llamaba Revolución y contrarrevolución en la sus caballos y, para colmo, injuriando la pirámide erigida para su clase, los hacendados saladeristas bonaerenses. Desde este
Argentina. ¡Qué entretenido era! Además estaba lleno de bri- memorar esa gesta con las riendas grasientas de los mismos. cerrado proteccionismo, tendrá jornadas de gloria. Pero no
llantes interpretaciones tomadas de Marx y de Trotsky como Por ejemplo: tengo tiempo de entrar en los tiempos del Restaurador. Los
un mago saca conejos de su galera. El día de la atrocidad, el Si el general Mitre logra que el general Urquiza abandone la molestó como pocos. Sólo Menem –que era un político demo-
día de la injuria federal fue atroz, impío para Buenos Aires. lucha en Pavón, si luego ordena a sus lugartenientes Paunero, níaco, servil pero grosero, que les dio todo menos los buenos
Vicente Fidel López le echa la culpa a San Martín: “Si el Gral. Sandes e Irrazábal que hagan una “guerra de policía” en las pro- modales y los idiomas extranjeros que son el alma de la oligar-
San Martín hubiera querido obedecer a su gobierno nunca vincias, si esa guerra se lleva a cabo y culmina con la derrota quía, más la virginidad de las hembras y el piano de la gran sala–
jamás se habría presentado una ocasión más favorable para sal- total de los caudillos federales y si, a la vez, junto a Uruguay y se dio el gusto de traerlo al gran maldito de Southampton. Y el
var el orden público y el organismo nacional. Todo era cues- Brasil, se derrota al gran aliado de esos gauchos, es decir, al Para- establishment –con tal de seguir adelante con los fabulosos nego-
tión de atrasar un año la frenética ambición de expedicionar guay de Francisco Solano López y José Hernández escribe La cios de los noventa que este peronista cómplice y manipulador
sobre el Perú que lo devoraba”. Y prestemos atención a la vuelta de Martín Fierro aconsejando mansedumbre a los gauchos brillante de los sindicatos y de su partido les posibilitó hacer–
crueldad de la frase que estampa seguidamente este honesto derrotados y buenos tratos a sus patrones, a esa gesta se la llama aceptó, aceptó traerlo a Rosas y burlar la maldición de Mármol
ciudadano, este hombre de fraque y galera (como llama el gran organización nacional. Mitre eleva su copa y brinda por la fecun- que figuró siempre en los libros de texto con que nos formaron:
José Luis Busaniche a estos personajes), pues en esa crueldad se da unión entre el esfuerzo argentino y el capital británico. “¡Ni el polvo de tus huesos la América tendrá!” “A ver –dijo
prefigura hasta qué punto los buenos modales pueden ocultar Por ejemplo: Menem–, si yo les destruyo el Estado, si les privatizo todo, si
las pulsiones de los asesinos. El hermano del Himno Nacional, Si Roca, con un ejército profesional armado con fusiles aniquilo ese aparato keynesiano que hizo el general en otros
el hombre de clase, el ciudadano culto pide sangre cuando la remington, termina con todos los indios de la Patagonia y repar- tiempos, si dejo al mercado libre como las brisas de las tardecitas
barbarie se aproxima. Dice López: “Con sus tropas (las de San te la tierra en las pocas manos que rigen los destinos del país, eso riojanas, ¿a quién eligen, señores, a Mármol o a mí?” “¡A usted,
Martín, J. P. F.) unidas a las del Ejército de Tucumán y a las se llama: Conquista del Desierto. doctor Menem! Mármol pertenece al pasado. Y si lo trae a
de la capital, podría haber concentrado diez mil hombres sobre Los otros momentos históricos, los otros sucesos, esos en que Rosas, ¿qué tal si nos lo indulta a Videla? Ese general hizo tanto
Santa Fe y Entre Ríos y ahogar en el Uruguay, entre la fronte- los bárbaros imponen su fuerza (siempre irracional, siempre por nosotros.” “¿Y para qué creen que lo traigo a Rosas? ¡Para la
ra argentina y las tropas portuguesas, todos los caudillos monto- ciega, burda y sanguinaria) son los momentos oscuros de esa his- unidad nacional, carajo! La nueva línea de la corriente nacional
neros sin dejar uno solo capaz de caminar en dos pies” (citado por toria. Civilización/ Barbarie es un juego alternado de luces y y popular peronista: Rivadavia, Mitre, Roca, Justo, Aramburu,
Jorge Abelardo Ramos, Revolución y contrarrevolución en la sombras. Pero la violencia de los civilizados es progresiva, con Rojas, Videla y Menem, o sea, yo.” “Sería injusto obviar al gene-
Argentina, Editorial Plus Ultra, Buenos Aires, 1965, p. 49. ella se impone la cultura. La de los bárbaros es retrógrada, con ral Urquiza, doctor. El patriotismo de ese caudillo en Pavón fue
Cursivas mías). López hasta iba más lejos de lo que habrá de ir ella triunfa la incultura, la negación de los valores más sublimes ejemplar.” “Y era un gran macho además. Como yo. A propósi-
Sarmiento que, al aconsejarle a Mitre no ahorrar sangre de que caracterizan al espíritu humano. De este modo, cuando to: ayer vi, como siempre, el programa de la señora Legrand, y
gauchos, reconocía que era lo único de humano que tenían Rondeau es derrotado en Cañada de Cepeda el 1 de febrero de había una modelito que me erizó el peluquín.” “Sabemos quién
esos bípedos. López, más implacable aún, ni bípedos los quiere 1820, las sombras de la barbarie están a punto de abatirse sobre es, doctor. Esta misma noche se la enviamos.” “Por favor, seño-
dejar. ¿Qué pasaba? Que en Buenos Aires estaban la burguesía Buenos Aires, la ciudad luz, como lo es París. ¡Vienen hacia res. Díganle que la va a ir a buscar el auto presidencial.” “¿Con
comercial y la oligarquía terrateniente. Que tenían el Puerto, aquí! ¿Cómo son? ¿Qué harán? ¿Respetarán las propiedades, las el Presidente adentro?” “Al Presidente lo va a tener adentro,
que tenían la Aduana y los querían para ellos. Pero, además, familias, qué harán con nuestras mujeres, con nuestras niñas, pero en un lugar más confortable.” Fue una alianza infalible.
ellos eran las personas educadas, cultas, las destinadas a hacer entrarán a cuchillo en nuestras casas? Tengamos en cuenta que Menem le entregó la barbarie al establishment y el pragmatismo
el país, no esos bárbaros a caballo que ahora los amenazaban. la palabra bárbaro define, en sus capas más profundas, no sólo al de los hombres del dinero llegó a su extremo: tolerar el mal
¿Qué podían saber de Progreso, de Luces, de Constitución? extranjero, sino al extranjero vejatorio, al otro sanguinario, brutal, gusto. El elemento de la barbarie que acaso más detestan. Jorge
¿Cómo podrían incorporarse al decurso ineluctable de la razón ignorante. Otra vez es Vicente Fidel López quien lo expresa (no Luis García Venturini cuando, desde sus columnas en La
occidental? Estos hechos humillantes para Buenos Aires se perder una palabra, por favor): “Se esperaba por unos momentos Prensa, preparaba el golpe contra el gobierno de Isabel Perón,
estudian bajo el rótulo de la anarquía del año ’20. No voy a un saqueo a manos de cinco mil bárbaros desnudos, hambrien- inventó la palabra griega kakistocracia. Significaba “gobierno de
molestar con esto: ya sabemos que todos fuimos educados con tos y excitados por las pasiones bestiales que en esos casos empu- los peores”. Era no sólo un “atentado contra la ética –ya de suyo
las verdades que favorecen a las clases dirigentes de este país. jaban los instintos destructores de la fiera humana que como infinitamente grave– sino también contra la estética, una falta
Hace muy poco –con esa invalorable sinceridad que sólo un ‘multitud inorgánica’ es la más insaciable de las fieras conocidas” de buen gusto” (Jorge Luis García Venturini, Politeia, Troquel,
patrón, un tipo que sabe que el país ha sido y será suyo y de (López citado por Ramos, Ibid., p. 67). Buenos Aires, 1978, p. 320. El artículo es del 29 de marzo de
los suyos, puede ostentar– un señor de la Sociedad Rural –creo 1975). Menem era un atentado contra la estética, qué duda
que se llama Roulet, traje, corbata, pañuelo al tono, camisa “EL CORONEL MOSTRÓ SU ELENCO cabe. Pero lo toleraron. Ese “atentado”, ese ser al que secreta-
clara, reloj opulento, sonrisa ganadora, bigote y un tostado DE MALEANTES Y HAMPONES” mente detestaban, del que se reían, se burlaban de sus torpezas,
pampeano– dijo: “Al fin y al cabo, mi maestra de Historia me Se firma un Tratado, el del Pilar. Lo firman Sarratea, por era el cómplice que posibilitaba –desde la destrucción del Esta-
enseñó que a este país lo hicieron los militares, la Iglesia y el Buenos Aires, López por Santa Fe, Ramírez por Entre Ríos. do– el saqueo al que sometieron al país.
campo”. Por supuesto: su maestra de Historia le dijo la verdad. Sigue López (otra vez: no perder palabra): “Después del Tratado, Y claro: el 17 de octubre. Las patas en las fuentes. El subsuelo
Lo hicieron y lo hicieron para ellos y siempre que se lo quisie- Sarratea se permitió volver a Buenos Aires acompañado de de la patria sublevada, como le llamó Scalabrini Ortiz. Ahí peli-
ron discutir asomaron sus garras con furia y crueldad. (Nota: Ramírez, de López y Carrera y de numerosas escoltas de hom- gró la casa. Ahí se vinieron otra vez los bárbaros sobre Buenos
Quisiera dejar amablemente establecido lo que sigue: no me bres desaliñados, vestidos de bombachas y ponchos sin que Aires. Perón los controló pero los puso contra ellos. Eran, para
estoy derivando. No me derivo nunca. Estoy tratando de hacer pudiera distinguirse quiénes eran jefes y quiénes soldados. Toda las clases dirigentes, impresentables. Eran la basura. El Otro
una historia reflexiva del peronismo. Un ejercicio de filosofía esta chusma ató los redomones en las verjas de la Pirámide y absoluto. Ya tratamos exhaustivamente el tema de los migrantes
política. Creo –y lo creo fuertemente– que la filosofía política subió al Cabildo de Mayo donde se les había preparado un del ’45. Pero no estará de más refrescarlo con la descripción de
consiste, en una de sus principales facetas, en señalar constan- refresco de beberaje en festejo de la paz. Fácil es conjeturar la un dibujo que apareció el 24 de octubre de 1945 en
tes históricas que definen el rostro de un país o de una clase. indignación y la ira del vecindario al verse reducido a soportar Orientación, un órgano del Partido Comunista Argentino. Se lo
Ninguna constante dura para siempre. Nada ocurre porque no tamañas vergüenzas y humillaciones” (López citado por Ramos, ve a Perón bien vestido de milico dirigiendo a sus huestes con
podía sino ocurrir. No. Pero si el 25 de mayo de 1973 una Ibid., p. 68). Sin embargo, el Tratado del Pilar no deja contento un látigo. El dibujo es de Sigfredo, un antecesor del célebre
multitud invade la Plaza de Mayo, llegan presidentes socialis- a nadie. En Buenos Aires arden las pasiones. Hasta que el día 20 Tristán, el dibujante estrella de La Vanguardia. Lo imperdible es
tas de países vecinos, jóvenes revoltosos injurian a las Fuerzas de junio la ciudad llega a tener tres gobernadores. Aquí: la metá- el texto que figura debajo del dibujo, que es una caricatura
Armadas, se corean consignas violentas y se liberan las cárceles, fora entre la anarquía, la ambición, la corrupción y la silenciosa burda, grotesca, abiertamente desagradable, pues eso quiere
se les abren las puertas de las prisiones a todos los detenidos muerte de un hombre bueno, de un puro. En ese día, 20 de mostrar: algo muy repulsivo. Dice: “El coronel mostró su elenco
por razones políticas o político-militares y si, en febrero de junio, muere Manuel Belgrano y su última frase es: “¡Ay, patria de maleantes y hampones que ya tuvo oportunidad de conocer
1820, luego de vencer a Buenos Aires en la batalla de la Caña- mía!”. Si ustedes analizan la frase advertirán que otra no podía el país los días 17 y 18. Lo más lamentable es que, junto a ese
da de Cepeda, los bárbaros caudillos federales llegan a Buenos ser. Belgrano –se dice– falleció porque tenía un corazón muy elenco, haya podido arrastrar, por el engaño, a algunos honestos
Aires y los habitantes de la ciudad, “la gente decente de fraque grande, seguramente una dilatación de la aorta, algo así. Pero, obreros sin experiencia ni perspicacia política”. Borges, en sus
o levita”, como los llama Busaniche, que los odia porque los ¿cómo evitar la metáfora boba? Muere de bondad. Muere de “comidas” con Bioy, califica también de “maleantes” a los civiles
conoció de adentro, se horroriza y siente que “le ocupan la grande que era su corazón. Acaso Belgrano, que no era un santo, asesinados en José León Suárez. “Maleantes” o “malevos”, no lo
casa”, que los van a matar, que la chusma está ahí, en la mis- que había acompañado a Moreno, que lo era menos, que se recuerdo bien porque me lo leyó Saccomanno ese texto y por
mísima centralidad, en el lugar del poder, los negocios y el había hecho general y había guerreado y conocido triunfos y teléfono, ya que yo lo considero por completo inútil. ¡Qué susto
buen gusto y la educación, me permito afirmar que es indis- derrotas, haya dicho otra cosa. Cualquiera de nosotros si se se habría dado Borges si hubiera sabido que coincidía tan pun-
pensable este paralelo. No es igual. No es lo mismo. Una cosa muere en un día como ese 20 de junio dice: “¡Qué país de mier- tualmente con los comunistas! Pero en el ’45 eran democráticos.
es 1820. Otra es 1973. No hay una continuidad sustancial. da! Esto no se arregla más”. Pero los próceres mueren como pró- Después se volvieron tan desdeñables como los peronistas. (Polí-
Pero hay demasiadas cosas en común y la contradicción que ceres, diciendo frases de próceres. Interesa observar cómo Agui- ticamente, en 1963 digamos, Borges era capaz de decir como la
señaló genialmente Sarmiento sigue latiendo en todos estos nis, el panfletario, retoma la frase de Belgrano para arrojarla a la famosa señora gorda: “Si viene el comunismo me voy a la estan-
hechos: los civilizados y los bárbaros, nunca de acuerdo, siem- cara del satanismo kirchnerista, ya que ésa es su visión del cia”. Sólo que habría dicho: “A la estancia de Adolfito”. Adolfo
pre en beligerancia. Los civilizados quieren la casa y los bárba- gobierno contra el que convoca la ira de todos y el fin de la tole- era una persona mucho más agradable que Borges. Tenía algo
ros se obstinan en adueñarse de ella. Aquí, en 1820, Estanislao rancia, que ha durado ya mucho. ¿Estamos en presencia de una de auténtico caballero que el intenso odio le negaba a su amigo.
López y Francisco Ramírez lo consiguen). Porque la presencia nueva ocupación de la casa? ¿O sólo se le están entorpeciendo Además, claro, de su pinta excepcional. No era excesivamente
II
lúcido ni brillante, lo necesario. Pero emanaba de él una calma la delincuencia, ese azote que deterioró nuestra democracia, pos de Rosas, los de la primera tiranía. Después, como todos
espiritual, un sosiego que envolvía a su interlocutor y lo tornaba acudieron a la doctrina francesa de contrainsurgencia, ¿cómo sabemos, hubo otra”. “¿Y después?”, pregunta la irritada ciuda-
todo terso, como si la realidad se deslizara.) no acudir al gran invento del señor Guillotinne? El rabino danía (pues las clases del orden y la seguridad no son “multitud”
Arrojemos, ahora, la bomba: ¿Cómo sería hoy la toma de la Bernstein dijo que el Dios de Israel ordenó a Abraham matar a ni menos esa basura de “las masas”, son “exaltados ciudadanos
“casa”? O no: hoy, exactamente hoy, no. Necesitamos un pase su hijo. Que mató a toda la humanidad con el diluvio univer- de la República y sus instituciones”). “¿Después?”, repite, confu-
de tiempo La pregunta cambia. Dejemos pasar cinco años. Esta- sal. Que hizo sufrir horriblemente a su pueblo en Auschwitz y so, Werfeld. Y comete el error de su vida. Es sincero. Dice la
mos en mayo de 2014. La pregunta es: ¿Cómo sería en mayo de ninguna muerte lo conmovió. De haber sido así, alguna habría verdad. “Después ustedes. La tercera tiranía. La de la puta oli-
2014 la toma de la “casa”? Recurrimos una vez más a la ficción. impedido. ¿Quería acaso que en esos campos su pueblo apren- garquía.” Aún se desconoce su paradero.
La ficción exaspera la realidad o la aborda desde flancos inusua- diera a matar? Sus designios son inescrutables para nosotros, Entonces, sólo dos días más tarde de la decapitación de Aní-
les. La “realidad”, además, no existe. Nos pasamos la vida cons- pero ningún dios le ha hecho asco a la muerte. Ni Alá ni su bal Torres, se desencadena el Apocalipsis. En tanto los medios
truyendo versiones sobre ella. Tal vez el paso del ensayo a la fic- profeta Mahoma. El periodismo sigue enardecido. Pide ya la festejan alborozados la primera y exitosa aplicación de la Ley
ción es el reconocimiento de este hecho. Si no tenemos otra condena para el pibe ladrón de autos. O del auto del petrolero Giménez. En tanto Mario Gordona, reflexivamente, dice: “El
posibilidad sino la de narrar el mundo desde nuestra situación, multinacional e inversor informático globalizado. Llega el día. joven Torres conocía ya la amenaza. Al conocerla y, sin embar-
desde nuestro punto de vista, la ficción queda incorporada al El pibe se llama Aníbal Torres. ¡De pronto, Crónica y Perfil se go, matar, debemos inferir que algo en él, algo muy profundo,
ensayo como la aceptación plena de la invención, de lo diferen- destapan con una noticia espectacular, definitiva! ¡Aníbal lo llevó a elegir el suicidio. Nuestra sociedad no ha matado a
te, de lo que va a sorprendernos porque sumará varios puntos de Torres es boliviano! ¡Pertenece a esa raza maldita y oscura que Aníbal Torres. El se ha suicidado”. En tanto, la sociedad opu-
vista, se encarnará en distintos personajes, el narrador no será el viene a nuestro país a robarles el trabajo a los nuestros, que lenta de Buenos Aires se siente protegida, cuidada hasta los lími-
autor del ensayo, sólo el narrador de la historia o de las historias. igual no lo tienen porque no hay! ¡Muerte, muerte al boliviano! tes más extremos del cuidado. En tanto, todo es calma, coches
El cuento que va a leerse es un cuento apocalíptico. Un cuento ¡Que nunca más un boliviano mate a un argentino de bien! cero kilómetro, torres de casi 100 pisos, inauguración de los res-
que –si a algún género pertenece– pertenece al género No future. Horacio Verbitstern, en PáginaI12, revela que el empresario taurantes súper VIP de 10 tenedores, la quiebra del periódico
Todo es llevado a su extremo. Es –por decirlo así– la exaspera- petrolero no era argentino, sino texano, socio de Bush. Que marxista-sionista y el exilio del perro Verbitstern (preocupado
ción y hasta el delirio del tema de la casa tomada, central en toda visitaban juntos el campo de concentración de Texauschwitz, en por las señoras con cacerolas que le gritaban: “Verbitstern, a vos
interpretación del peronismo y de nuestra historia en totalidad. los límites de Texas, donde tienen alojados, en condiciones te va a pasar/ lo que le pasó/ a Werfeld”, que no rimaba pero
miserables y sometidos a horrendas torturas, a 3000 supuestos igual metía miedo) y de otros sucios integrantes del staff de ese
LA ÚLTIMA INVASIÓN DE BUENOS terroristas islámicos. Desde el asesinato de Barack Obama, que panfleto, judíos todos a los que el Gobierno de Israel negó el
AIRES. CUENTO APOCALÍPTICO pocos lamentaron, estos campos han florecido en Estados Uni- derecho de asilo aunque ninguno lo solicitó. En tanto la ciudad
Corre el mes de mayo de 2014. La crisis del capitalismo ha dos y en todo el mundo. Pero, ¡se está ganando la Guerra con- se llena de enormes afiches con la figura de Ceci Giménez y la
herido, no de muerte, pero malamente al culto país del sur, tra el Terror! (Oliver Stone ha prometido su film sobre el asesi- sugestiva frase tanguera: Matar es un placer. En tanto el prolífico
Argentina. La miseria está en todas partes menos en la orgullosa nato de Obama. Dice que, en este caso, no hay ninguna “bala escritor León Aguininsky publica un nuevo “panfleto” con el
ciudad de Buenos Aires, siempre de espaldas al resto del país, mágica”. Pues lo reventaron de treinta y cinco balazos mientras positivo, optimista título de: ¡Hermosa patria nuestra! llegan
por historia y convicción. La brecha entre pobres y ricos se ha comía un hot dog en Queen’s junto a unos negros de mierda, o noticias alarmantes a la ciudad. Dos millones de hombres y
ensanchado. Hay, sobre todo en la populosa banlieue de la ciu- african americans pero de mierda también.) De modo que la mujeres de tez oscura avanzan sobre ella sin que se conozca su
dad de aires parisinos, millones de pobres de toda pobreza. La revelación del llamado “perro” Verbitstern sólo logra enfurecer propósito, la causa de esa decisión anárquica, levantisca. Que se
delincuencia –luego de llegar a niveles alarmantes– ha sido más a la opinión pública, que, dicen algunos, poco tiene de empieza a sospechar no bien las radios y los noticieros televisivos
combatida. Pero aún falta. El Congreso ha dictado finalmente “pública” sino todo de “privada”, pues es el exacto resultado de informan que, al llegar al lujoso y ultraprotegido country sólo
la Ley Giménez. Rige la pena de muerte en el país. La imputabi- tres empresas que concentran en sí todos los medios de comu- para nosotros y para nadie más, sobre todo si es negro, desarman a
lidad llega hasta los 13 años. La policía ha duplicado sus efecti- nicación y –por medio de un bombardeo incesante de “infor- la custodia –que apenas si logra matar a 30 o 35 de ellos–, se
vos y ha modernizado sus armas de represión. Hay toque de maciones” que responden a sus intereses y a los de la parte sana comen vivos a los perros, avanzan sobre los chalets y dan caza a
queda a las 22. Todo edificio de clase media, clase media alta y de la sociedad, la que vive protegida de la barbarie excluida tras todos los residentes, violan a las mujeres (en especial a las más
clases adineradas, tiene dos porteros y cuatro agentes de seguri- los muros o eliminada por las fuerzas de la ley– construyen a su blancas, a las más rubias y a las más deseables), arrojan a los jefes
dad armados hasta los dientes. En la provincia de Buenos Aires antojo la “opinión” de sus oyentes, especialmente la del gremio de hogar contra los alambres electrizados y ríen al ver los movi-
se han alzado muros en todo lugar en que se consideró necesa- de taxistas habituados, desde hace largo tiempo ya, a decir sus mientos desarticulados de sus cuerpos al freírse y los alaridos que
rio. La ciudad de Buenos Aires está cercada por uno alto y opiniones políticas, sociales y económicas –que creen “suyas” profieren (sobre todo si lo hacen en inglés), otros varones son
hecho con un nuevo material, de reciente aparición en Francia pero son palabra por palabra las de los medios que escuchan– a destripados por turbas de mujeres rabiosas, que no sólo cortan
(porque los inmigrantes sin trabajo, casi todos musulmanes sus pasajeros que, de acuerdo o no con ellas, las escuchan sus penes sino que los injurian al reírse de sus dimensiones, al
indeseados, desdeñados, ya han incendiado dos veces París), pacientemente, pues el Ministerio de Seguridad ha informado exclamar: “El de mi negro le saca medio metro a esta porque-
que resiste más que el cemento. Los countries tienen alambres que todo tachero argentino dice la verdad, que su palabra es ley ría”, se encienden fogatas, se queman vivos a los niños y luego se
electrizados e incontables guardianes con Itakas ultramodernas. y contradecirlo un delito. Al optar parte de la ciudadanía por los comen por considerar que esa carne debe ser más tierna que
Sin embargo, los delitos continúan. Se sabe que hay hambre viajar en transportes públicos –atemorizada de hacerlo en taxi y la de sus padres y la de sus “putas madres”, así dicen. Los cronis-
más allá del mundo de la seguridad. soltar alguna opinión imprudente como: “Los bolivianos son tas de la ciudad opulenta consideran “preocupante” lo sucedido
Un empresario petrolero (nuevo gran negocio que se ha latinoamericanos como nosotros” o, la peor de todas, “Al delito en el country tomado por la turba. “Si siguen avanzando –dice
emprendido en el país con capitales chinos, venezolanos y esta- se lo combate con trabajo y educación”–, el Ministerio de el ensayista, de viejo, muy viejo pasado marxista y sartreano,
dounidenses) detiene su coche junto a la banquina, baja y se Seguridad ha infiltrado esos transportes con “sérpicos” de todo Julio Juan Sebrela–, estaremos ante una nueva anarquía del año
pone a orinar. Aparece un negrito y entra velozmente en el tipo, desde lisiados hasta falsos epilépticos, que se ponen a dia- ’20 o, peor aún, ante un nuevo 17 de octubre, jornada que dio
coche. El tipo dejó la llave puesta. Todo fácil para el pibe. logar con los pasajeros tal como los taxistas, razón por la cual el origen, según sabemos, a ese movimiento fascista, populista,
Arranca y sale velozmente. Inútil. El tipo cierra su bragueta, peligro sigue siendo el mismo, o peor. En los colegios primarios estatista, dictatorial llamado peronismo, que, por suerte, aún
sereno. Saca una Browning que le enviaron esa mañana de una se han eliminado todos los métodos modernos o posmodernos perdura porque, tal vez, los hombres rudos y bien alimentados
fábrica que trabaja para el Pentágono. Apunta cuidadosamente de enseñanza. Los niños aprenden a leer con las lógicas y ele- de los sindicatos de nuestra ciudad puedan salir con sus cadenas
y dispara. El coche se detiene y se oye la bocina. Igual que en mentales palabras sagradas: ma-má, pa-pá y fa-mi-lia. Pero de a enfrentar a esta turba sin conciencia de clase.” Nada detiene a
una película de Polanski, Chinatown. El tipo, que es licenciado inmediato continúan con: se-gu-ri-dad, de-si-gual-dad, ne- la muchedumbre oscura y encolerizada.
en Dirección de Empresas Transnacionales y en Informática de gros-de-mier-da, pe-na-de-muer-te, Blum-berg-que-ri-do, Ri- De pronto, todos ven por la televisión que el hombre alto y
Inversiones Globalizadas, que es jerárquico hasta casi la cumbre co-es-mi-a-mi-go, Ceci-es-más-lin-da-que-ma-má, Ceci-es-bue- fornido, de torso desnudo, que marcha al frente, enarbola una
en su multinacional, se acerca a pasos lentos hasta el auto, abre na, Ceci-es-fla-ca, Ceci-te-quiero, Ceci-me-ama. Sectores de la pica y sobre ella... está la cabeza de Aníbal Torres. ¿Cómo la han
la puerta y el pibe cae. Presumiblemente tendría que tener un vieja oligarquía se han quejado por lo que consideran una conseguido? Nadie tiene una respuesta. Pero ahí está: es la ban-
balazo en la nuca. No, acaso el petrolero aún no se ha acostum- intromisión de “Ceci” en los libros de enseñanza sólo compara- dera de la rebelión. Siguen avanzando. Devastan todo a su paso.
brado a esa nueva Browning. El pibe está herido en el hombro. ble a la que gozó la difunta demagoga Eva Perón, cuya influen- Alguien lo dice desde algún medio: “Son los hunos de Atila. Por
Feamente, pero vive. “Si te movés, te reviento”, le dice el petro- cia fuera nefasta para la enseñanza argentina. Sus reclamos fue- donde pasan el pasto no crece más”. El periodista Chechi Gel-
lero. Saca su celular y llama a la policía. Pero el pibe, con asom- ron desoídos. berg se comunica con el eminente historiador Tulio Alterio
brosa velocidad, le clava una sevillana en el estómago. El tipo Luego de un breve juicio (que algunos consideran la perfecta Donghin, quien se encuentra en Cambridge dictando un semi-
no lo puede creer. Cae sobre el asfalto. El pibe da un salto, le antítesis del nefasto Juicio a las Juntas que impulsara un hoy nario titulado: La larga, interminable, insoportable, inexplicable
quita la Browning y lo quema de nueve balazos. Se lleva el olvidado político radical socialdemócrata, o sea, comunista) el agonía de la argentina peronista. “¿Qué nos puede decir de esto,
coche. Lo agarran a los dos días. Gran indignación nacional. joven boliviano Aníbal Torres, de 13 años y piel persistentemen- profesor?”, pregunta Chechi. “Lo que dijo Vicente Fidel López
Los medios, fuera de sí, exigen la aplicación de la Ley Giménez. te oscura, es condenado a morir en la guillotina. Sólo tres días cuando los caudillos federales se acercaban a Buenos Aires: ‘Se
Opiniones de todos los sectores del cuerpo de la nación. El más tarde se cumple la sentencia. El verdugo –que usa la venera- esperaba por unos momentos un saqueo a manos de cinco mil
escritor León Aguininsky dice: “¡Pobre patria mía, esto no se ble capucha negra de esos bravos que supieron, a su modo, bárbaros desnudos, hambrientos y excitados por las pasiones
tolera más!” Chechi Gelberg: “¿Qué hicimos los argentinos imponer también el orden en una Argentina convulsionada– bestiales que en esos casos empujaban los instintos destructores
para merecer esto? Como dice Ceci Giménez: ‘El que mata alza la cabeza sangrante del joven Torres y la exhibe a quienes de la fiera humana que como “multitud inorgánica” es la más
debe morir’. Y se acabó. ¿Que tiene 13 años? ¿Que es un niño? presenciaron la ejecución llevada a cabo en una nueva cárcel insaciable de las fieras conocidas’.” “Entonces –balbucea Che-
Un niño sano se entretiene viendo tele. A Tinelli o a mí. O una construida dos años atrás, que cuenta con un enorme patio tra- chi–, ¿estamos en presencia de una nueva ‘anarquía del año
serie. 24 o Dexter. Pero no anda asesinando figuras prominen- sero al que, a partir de la ejecución del infame delincuente de ’20’?” “¿Tiene alguna duda?”, dice, riendo gozoso, el gran histo-
tes de la sociedad. Gente se equivocó, es cierto. Y lo reconocí. apellido Torres, se le da el nombre de “Paraíso de la Ley, la Jus- riador. “¿Cree que será peor que aquélla?” “Sin duda, los gau-
Pero hoy no. Hoy no podemos equivocarnos. O nosotros o ticia y el Orden”. Un periodista –de nombre Mario Werfeld, de chos federales estaban bien alimentados. Estos son hambrientos.
ellos”. La venerada señora del país, su gran dama, Martha Les- ese diario marxista y sionista más arriba mencionado a raíz de la Se los van a comer a todos. A usted también, Chechi.” “¿Qué
trand, opinó: “Ay, qué feo. ¿Quién es ese chico? Yo estoy con- infamia del llamado “perro” Verbitstern contra el difunto podemos hacer, profesor?” “Vea, jodansé. Yo, apenas sucedió
tra la pena de muerte. Pero a favor de la justicia. Y la justicia es empresario víctima del bolivianito descabezado– sugiere para el eso de ‘la noche de los bastones largos’, ¿recuerda?, me rajé de
ajusticiarlo”. Pero la más enfurecida es la vanguardista de la “Paraíso” el nombre de “El Matadero”. Esa noche, rabiosos, este país. Se veía venir esto.”
pena máxima. La que consiguió que el Congreso dictara la ley coléricos cacerolazos estallan frente a su casa, situada, claro, Destrozan todos los muros. Se apoderan de las armas de los
que lleva su nombre. La que inscribió en los frontispicios de la cerca de esa zona detestada de Villa Crespo, pues los argentinos custodios, luego de degollarlos o colgarlos de los faroles de
eternidad la frase: “El que mata debe morir”. Que algunos de la seguridad, por coherencia estratégica, apoyan al Gobierno alumbrado. Saquean las armerías. Arsenales incluso. Ahora son
–como el rabino Bernstein– ya proponen poner en los manda- de Israel –cada vez más en manos de su ala derecha, que ya no es un ejército poderoso. Y son millones. Millones de hambrien-
mientos en lugar del arcaico No matarás, débil, inservible, flojo derecha sino, más bien, única– en la lucha que, en nombre de tos, marginados, desclasados, delincuentes, chicos que no
como Jesús, que así terminó de bondadoso que era. Ceci Gimé- Occidente, libra contra los apestosos terroristas palestinos, pero murieron con el paco (arma con que la ciudad opulenta soñó
nez, la diva, cuyo peso ha subido como su odio, está (en fin, odian a los judíos como siempre. Mario Werfeld se asoma a su eliminarlos: “Como Giuliani en Nueva York”, decían los opti-
está llegando a los 120 kilos), sin embargo, feliz. Al fin se apli- ventana y habla a la multitud, que lo escucha: “Sólo quise hacer mistas), prostitutas, madres de doce hijos, boxeadores de clu-
cará su ley. Se ha optado, en el país, por la guillotina. Si los un homenaje a Esteban Echeverría – explica–, él supo narrar en bes miserables, desocupados eternos, frustrados, humillados
militares, para terminar con la subversión, esa forma infame de ese cuento inmortal, ‘El matadero’, la inseguridad en los tiem- que se descargaban golpeando a sus mujeres, a sus hijos, pica-
III
neados de todas las comisarías de la gran provincia. Todos ro al fin, agarra su azada –que ha traído con él– y de un solo, efi- –le dice uno–, vos proponías ‘seguridad’ en lugar de ‘liber-
marchan sobre Buenos Aires. caz, absolutamente profesional movimiento de su musculoso tad’.”. La muchedumbre feroz, hambrienta, sedienta de todo,
El ministro de Defensa se comunica con el jefe del Ejército, brazo derecho separa limpiamente la cabeza de Fernández oscura, sanguinaria, les pasa por encima, los aplastan, las tri-
general Bustos. “General, aquí el ministro de Defensa.” “Lo Asquini del tronco del secretario del ministro de Defensa, que pas, los sesos, los intestinos de los dos pacificadores quedan
escucho, señor ministro.” “Avanza una turba subversiva sobre vienen a ser la misma persona. “¡A la mujer no la toca nadie, para los perros, que –dicho sea de paso–, viven una jornada de
nuestra ciudad. Prepare a sus hombres y salga a reprimirla. carajo!”, ordena en seguida Romualdo. “Es para mí. Me la llevo gloria. Ahora se acercan a los tres compañeros que esperan sen-
Tiren a matar. Sin contemplaciones, general. No quiero prisio- yo a la toldería.” Nadie podría creerlo, pero en el delicado rostro tados a esa mesa y mirándolos con admiración. “Muchachos
neros, entiende.” El general Bustos responde: “Disculpe, señor de la mujer de Fernández Asquini se dibuja una sonrisa sensual, –les dice Osvaldo Bayer–, estamos con ustedes. Sigan, que no
ministro, pero el Ejército Argentino ya hizo eso una vez. No lo profana, prostibularia y gozosa. quede nada en pie. Tampoco nosotros.” Alguien se dispone a
va a hacer de nuevo. Sé que ustedes, durante los últimos tres A bordo de un helicóptero Huey, Ceci Giménez desciende en hundirle un puñal en el pecho. “¡Un momento! –se oye–. ¡Ese
años, han reconocido esa guerra sucia. Pero nosotros no. Cree- la terraza de su Penthouse, en Libertador y Salguero. Es una es don Osvaldo Bayer, carajo! Este viejo es de los nuestros.”
mos que en ella se enlodó el honor del Ejército. Entiéndame mujer que no duda. Todo en ella es celeridad, vértigo. Hay que “No, muchachos, yo soy un burgués como cualquier otro.
bien: un ejército no está para fusilar hambrientos. Está para la huir. El país está ardiendo y no habrá televisión por varios Mátenme.” El que lo reconoció se adelanta: “Usted dio varias
defensa nacional del territorio. Para luchar contra otro ejército meses. No habrá rating. No habrá a quién vencer. A quién charlas en nuestras villas miserables, don Osvaldo. Se ocupó de
que intente atacarnos. Esos hambrientos no los creamos noso- humillar. Los habituales descerebrados, esos divinos, amorosos nuestros compadres los indios. No lo vamos a ofender”.
tros. Son obra de ustedes y ustedes se enriquecieron con el ham- seres que todos los días la miran bobamente, no estarán. No se Muchos lo quieren achurar y dejarse de joder y seguir adelan-
bre de esos miserables. Hágase cargo, señor ministro. Mientras puede vivir en un país inestable, en peligro. Amenazado por esos te. Pero el salvador de Osvaldo tiene pasta de jefe. “¡Basta,
yo sea comandante en jefe del Ejército no voy a ensuciar a mis negros de mierda, brutos, drogones, alcohólicos, asesinos, sumi- hijos de puta! ¡A Osvaldo no lo toca nadie!” “¿Cómo te llamás,
soldados para defender los intereses de los poderosos. Buenas dos en todo tipo de depravaciones sexuales. Tiene que retirar pibe?”, pregunta Osvaldo. “Matasiete.” “Igual que uno de los
tardes”. Cuelga el teléfono y el ministro de Defensa monta en dinero –mucho dinero, dólares desde luego– de una caja fuerte gauchos de ‘El matadero’”, dice el escritor. Y Matasiete, de
cólera: “¡Todo esto se debe a la prédica subversiva de esa mons- que tiene en un rincón inhallable del living. Apresura sus pasos. golpe, lo mira a Norberto y dice: “¿Y usté no es Norberto
truosa marxista y, para colmo, mujer! ¡Esa montonera de Nilda Durante los últimos dos o tres años le cuesta caminar con la agi- Galasso?”. “Sí, pibe.”. “Se viene con nosotros, don Norberto.
Guerré! ¡Nos quedamos sin Ejército! ¡Los avivó a esos pelotudos! lidad de antes. Le pesan esas piernas voluminosas, con esos tobi- ¿Y este boludo?” señala al escritor. “No me gusta. Tiene cara
¡Siempre nos hicieron la tarea sucia! ¡Esa puta, comunista, mon- llos tipo maceta, que han sido una fatalidad insuperable en su de judío.” “No –dice Osvaldo–, yo lo quiero mucho. En los
tonera polleruda los volvió inservibles! ¡Democráticos! ¿A qué vida de éxitos, que se habrían elevado al doble o más de no noventa creía que se nos perdía porque le filmaron una novela
enfermo se le ocurrió poner a una mina al frente del Ejército, haber mediado esa desgracia, esas piernas de mierda que hicie- en Hollywood. La Columbia Pictures. Pero mirá: no. Siguió
por Satanás!”. Su secretario le informa: “Además, señor minis- ron exclamar a la doctora Aslan el triste día en que la vio: “Ceci en la misma.” “Probar la tentación y no ceder a ella es más
tro, el comandante en jefe del Ejército se llama Bustos, como ese querida, ¿qué quieres que haga yo con eso? Soy sólo una estafa- difícil que no ceder por no probarla nunca”, dice el escritor
cabecilla que, en la Posta de Arequito, se le sublevó a Belgrano dora de seres desdichados y patéticos con sus cuerpos en abismal que sigue leyendo a Heidegger. “¿Qué mierda quiso decir?”,
para unirse a los federales. Si esa sangre corre por sus venas, ¿qué decadencia. No soy Dios, hijita”. Pero no importa. Nada la pregunta Matasiete. “Vos dejalo. Cuando escribe lo entienden
otra cosa podía esperar de él la gente decente?”. “¿Y quién mier- detuvo. “Y ahora me rajo de este país de mierda. Me llevo todos todos”, dice Galasso. “Bueno, muchachos, algunos intelectua-
da lo puso?” “La ministra montonera, señor ministro.” “¡Guerré! los dólares y me voy a tomar sol en Miami y a beber daikiris con les vamos a necesitar” –dice Matasiete–. “¡Se vienen con noso-
¡Esa zurda de Nilda Guerré! ¿Cómo pudimos darle el gobierno a esos pendejos rubios y dorados que se te aparecen hasta en el tros! Pero, don Osvaldo. Háganos un favor, quiere. ¡Lleve
esa pandilla de subversivos?” “Porque ganaron las elecciones, baño.” Entra en el living y queda paralizada por el horror. No usted nuestra bandera!” Y le dan a Osvaldo la pica con la cabe-
señor.” “¡Se acabó! ¡Nunca más habrá elecciones en este país!” hay un solo mueble. El despojamiento es absoluto. Pero, en el za de Aníbal Torres. “¡Qué honor, muchachos!”, dice Osvaldo,
“Si esa negrada sigue avanzando, me temo que no, señor. A pro- medio, imponente, está la guillotina. Aparecen diez, veinte “Gracias.” “Vamos –dice Matasiete–, ¡a comernos todo lo que
pósito de la negrada, renuncio señor ministro.” “¿Cómo me va a negros. “¿Te gusta, Ceci? Nos la afanamos de la Penitenciaria. queda!” Al rato, se le acerca al escritor: “¿En serio estuviste en
abandonar en este momento?” “No hay mejor momento que Es la misma con que le cortaron la cabeza a Aníbal Torres, ese Hollywood, cara de ruso?”. “Sí.” “Y las minas, ¿qué tal?”
éste para abandonarlo.” “¿Y qué piensa hacer?” “Lo que todo pendejito de 13 años, ¿lo ubicás, no?” Otro, uno muy alto, des- “Nada del otro mundo. Cartón pintado. Aquí, entre las tuyas,
porteño de honor ha hecho siempre que los bárbaros se apropia- dentado, con una cicatriz que le cruza la cara, dice: “¿Sabés que tenés cada morocha que les da veinte vueltas.” Y allá van. Con
ron de Buenos Aires: exiliarme en el Uruguay. Como Alberdi, nosotros estamos a favor de la Ley Giménez? El que mata tiene don Osvaldo Bayer al frente en la jornada más gloriosa de su
Echeverría, Florencio Varela y José María Gutiérrez bajo Rosas. que morir”. Se ríen como locos. Algunos saltan de alegría o de vida.
Como Borges, Adolfito Bioy y la espléndida Victoria Ocampo furia, difícil saberlo. Aparecen los cuatro chihuahuas de Ceci. El ministro de Defensa –ahora solo en su despacho– tiene
bajo Perón. Como los aviones de la Marina que bombardearon Uno de los negros se apodera del más pequeñito y lo quiebra en una idea genial. Se comunica con el presidente de los Estados
la Plaza en el ’55. Al último que llegó los amigos del Uruguay lo dos partes. El chihuahua emite un quejido agudo, final. “¿Cuán- Unidos, William Peterson, un republicano sanguinario que se
recibieron con vítores y aplausos. ¿Recuerda, señor? ‘Cristo to quieren, negros de mierda?”, arremete Ceci, “No perdamos impuso con fraude y es el principal sospechoso del asesinato
Vence’ ¡Qué tiempos aquellos!” “Oiga, tenga cuidado. Recuerde tiempo. ¿Diez mil, veinte mil dólares? ¿Más? Tengo más. ¿Cien de Barack Obama. “Señor presidente –dice el ministro de
que en el Uruguay también se exiliaron un montonazo de zur- mil, doscientos mil? ¡Hablen, carajo!” “Queremos aplicarte la Defensa–, hemos detectado que entre la multitud que invade
dos y los hicimos mierda con la ‘Operación Cóndor’.” “Señor Ley Giménez.” “¿Qué Ley Giménez ni qué mierda? Yo no maté Buenos Aires hay miles de terroristas islámicos. Algunos,
ministro, ¿usted cree que estos negros de mierda van a montar a nadie.” “¿Estás segura, Ceci?” “Segura, alacranes. Abran paso. incluso, han creído ver al mismísimo Bin Laden.” “Ya mismo
una ‘Operación Cóndor’? Esas cosas las hace la gente bien, con Tengo que irme.” El negrazo alto, desdentado, con la cicatriz, actuamos”, dice Peterson. “No en vano el mundo se ha globa-
estudios, con militares formados en la Escuela de las Américas o dice: “Nosotros también tenemos otras cosas que hacer. Así que lizado y la lucha contra el terrorismo también. Cuelgo con
en la Doctrina Francesa de Contrainsurgencia. Ni los desdicha- hagamos esto breve. A ver, compañeros, ¿de la muerte de quién usted y doy órdenes para que treinta aviones con misiles
dos militares que ahora tenemos podrían hacerlas. Pobres infeli- se acusa a Ceci Giménez?”. “¡De la muerte de Aníbal Torres! Sin nucleares vuelen a Buenos Aires.” “Pero, señor presidente
ces adoctrinados por la montonera Guerré. Adiós, señor.” Salu- Ley Giménez el pibe no moría. Esa ley lo mató”, exclaman –dice el ministro de Defensa–, así no va a quedar nada en pie.
da con una breve, veloz inclinación de cabeza; abre la puerta y todos. La señalan con sus índices despiadados: “¡Vos lo mataste, Ni siquiera yo.” “¿Y a mí qué mierda me importa? ¿Desde
sale. Busca su coche y parte en busca de su familia. Llega a su perra!” “¡Yo no maté a esa laucha asesina!” “Compañeros, si cuándo el gobierno de los Estados Unidos de América se pre-
casa, estaciona y abre la puerta. Uno de sus niños –su más ado- Ceci Giménez mató al niño Aníbal Torres, ¿qué pena le corres- ocupa por los daños colaterales?”
rado, el predilecto– se bambolea colgado de una lámpara del ponde?” “¡Morir!” “¿Por qué?” “¡Porque el que mata debe En menos de tres días nada queda en Buenos Aires. Ni un
techo. A su mujer, dos enormes negros se turnan para violarla morir!” “¡No, no, no! ¡Por favor, no!”, suplica la diva. Le meten edificio ni un ser humano. Es, por fin, la ciudad más segura del
en tanto ella le hace fellatio a un tercero, que apoya un revólver la cabeza en la guillotina y dejan caer la cuchilla. La cabeza rubia mundo.
sobre su cabeza. Uno, que tiene una Itaka, se fuma toda esa se desliza sobre el parquet de roble de Eslavonia y rueda como
marihuana purísima que le envían sus contactos en Colombia. una pelota. Los chihuahuas juegan alegremente con ella. Los FIN DE LA ÚLTIMA INVASIÓN DE
Otro se le acerca y lleva una cabeza agarrada de los pelos: “¿Se justicieros se llevan la guillotina con la cuchilla ensangrentada BUENOS AIRES
acuerda de la Nélida, doctor Fernández Asquini?”. Porque el –piensan usarla con algunos otros famosos personajes– y se van. Transición
secretario se llama Claudio Domingo Fernández Asquini. “La Los negros llevan horas apropiándose de la ciudad. Se Nuestra próxima tarea es un análisis minucioso de la plaza del
Nélida” era la cocinera. El que tiene la cabeza es su jardinero, el comen todo lo que encuentran. Agarran los niñitos de esos 25 de mayo de 1973. Ese día, la Jotapé hizo mucho más que
buenazo de Romualdo. “¡Usted, Romualdo!”, exclama Fernán- cochecitos tan lindos de color celeste o rosa y –ante los alari- atar las riendas de sus caballos a la verja de la Pirámide de Mayo.
dez Asquini, “¡No lo puedo creer! ¡Traidor!” “Traidor a usted. dos de las madres– se los devoran vivos. Luego ametrallan a las Hizo cosas imposibles, que pagaría con su vida en medio de
Pero no a los negros como yo. Los traje aquí, doctor. Les dije buenas señoras. “¿De qué mierda van a servir nuestras cacero- indecibles torturas. Después pasaremos a analizar los cuentos
que había marihuana de la buena, vinos carísimos, y su esposa, las?”, se preguntan, con impecable lógica, algunas. “¡Llamen al “Casa tomada” de Julio Cortázar y “Cabecita negra” de Germán
siempre bella, siempre sexy, llevo años excitándome con ella. Las campo!”, gritan otras. Inútiles propuestas. “Todo esto tenía Rozenmacher. ¿Saben algo? ¿Lo digo ya? El que no quiso aterri-
pajas que le he dedicado, doctor. Fíjese, hoy se me dio. Ya me la que suceder”, piensa un escritor del diario marxista sionista, zar en Ezeiza fue Perón. Cuando le informaron que la Tenden-
violé dos veces. La tercera no. Porque me lo pidió ella.” Tira uno que se quedó en el país. Toma un café con Osvaldo cia Revolucionaria se había posesionado de todo el territorio,
lejos la cabeza de la cocinera. “¿Dónde está mi otro hijo?”, excla- Bayer. El viejo Bayer ve llegar a los negros enfurecidos por la Perón dijo: “No, no se van a apropiar de mi retorno. No les voy
ma, rojo de furia, Fernández Asquini. “Fue lo primero que nos avenida Santa Fe. Toma, con su amigo, algo más joven que él, a regalar otra plaza del 25. Que actúen los del Palco y nosotros a
comimos.” Se arroja sobre Romualdo y busca su garganta. una cerveza en una mesa con sombrilla de Santa Fe y Callao. Morón. ¿Qué discurso voy a tener que dar para sosegar a esos
“¡Negro roñoso! ¡Negro de mierda! ¡Intruso, violador, ilegal des- “¿No son hermosos?”, comenta. Se les une Norberto Galasso. locos? No vine para ser el presidente de ellos. Si me subo a ese
vergonzado!” Romualdo le da una precisa trompada en plena Pide un café. “Es un tango lo mío –comenta Norberto–, ‘El palco me devoran. Se comen la fiesta. Yo me vuelvo Cámpora.
cara y el señor secretario del ministro de Defensa cae sobre un último café’.” “¿Nos podremos unir a ellos?”, pregunta el escri- Y yo soy Perón, qué joder. A Morón, señores. Y que Osinde
sillón. Ahora tiene la cara bañada de sangre. Romualdo y otros tor que lee algo de Heidegger, un poco al pedo a decir verdad. ponga orden ahí abajo”. Ya lo veremos: fue así. O mejor dicho:
temibles bárbaros se le acercan. Entonces sucede algo milagroso. “No –dice Osvaldo–, mirá cómo estamos vestidos. Luchamos ésa será nuestra interpretación. Porque nada “fue así”. Hay miles
Fernández Asquini se pone en pie y de su boca, proviniendo del por ellos pero no somos como ellos. Nos van a matar como a de interpretaciones de lo que “fue así”. Pero si Perón salía al
fondo de los tiempos, evocando otras injurias, otros atropellos cualquiera. ¿No vas a hacer el papelón de ir a hablarles, no?” palco y toda la territorialidad era de los Montoneros y de la
contra las clases pudientes, salen palabras de Esteban Echeverría, “Prefiero morir a hacer el ridículo”, dice el escritor. Galasso los Juventud Peronista, ¿qué iba a resultar de eso? Otro 25 de
de su cuento inmortal “El matadero”, esa terrible historia del mira con embeleso: “Miren, qué contento estaría el compañe- mayo. Perón reviviendo lo que Cámpora ya había hecho. Jamás.
unitario que los sanguinarios federales ultrajaran durante la cua- ro Scalabrini: el subsuelo de la patria sublevado”. De pronto ven
resma de ese año que Echeverría no precisa pero que ha de ser aparecer al casi ingeniero Blumberg. Tiene cara de loco. Se Colaboración especial:
1835 o 1836, porque Fernández Asquini grita: “¡Infames sayo- acerca a la muchedumbre. Alza los brazos. A su lado, el rabino Virginia Feinmann – Germán Ferrari
nes! ¿Qué intentan hacer de mí?” “Infames, ¿qué?”, dice un Bernstein. “Paz, hermanos”, empiezan a decir. “Dialoguemos.
negrazo totalmente en pedo y más alegre que nunca en su vida; Sólo queríamos seguridad. No hacerles daño”, dice Blumberg.
una vida, para decir lo justo, de mierda con el añadido de saber “Dios es de todos. Nos ama a todos. Si somos fieles a él hare-
PROXIMO
que, de esa mierda, jamás saldría. “¡Deberíais andar en cuatro mos una patria que nos cobije a ustedes y a nosotros –dice el
patas como los lobos!”, sigue chillando el ex secretario. “¡Desnú- rabino–, una patria para vivir en libertad. ¡Libertad, libertad, DOMINGO
denlo!”, ordena Romualdo. “Primero degollarme que desnudar- libertad para todos!”, remata desdiciéndose de afirmaciones Cámpora presidente /
me, infame canalla.” Romualdo se encoge de hombros. Jardine- anteriores. Pero los invasores no son tontos. “Callate, hipócrita libertad a los combatientes
IV Domingo 26 de abril de 2009
Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


76 Cámpora presidente /
Libertad a los combatientes

Suplemento especial de

PáginaI12
GANAR LA CALLE prende la bronca de la Tendencia ante esta actitud. Estos usted. Hasta “demócratas” nos sentimos. Y muchos nos senti-
nte ciertas vacilaciones de la “camarilla militar” turros no arriesgan nada y después va a resultar que piden todo mos así porque lo prohibimos a usted. Lo prohibimos en

A (nombre que se le daba al gobierno de Lanusse


y las Fuerzas Armadas), tanto los hombres del
Partido Justicialista como los militantes de la
Jotapé intuyen una posible negación de la salida
electoral. Se lo ve vacilante a Lanusse durante estos días, dema-
siado irritable. A su lado, hasta López Aufranc se luce como un
demócrata dispuesto a no trabar el llamado “proceso eleccio-
y son los mimados del General. Otra cosa: ¿cómo suena hoy
eso de ganar la calle? Anacrónico. Observen que Perón dice
que si gana la calle le regala a la dictadura la televisión, los dia-
rios, las revistas, todo. Hoy no hay política de movilización.
No existe. Nadie gana la calle. La calle la ganan los medios.
Con eso, lejos de hacer nada, como decía Perón, hacen todo.
nombre de la democracia argentina que usted injurió. Si los
negros lo siguen queriendo que se jodan. Ya se van a acostum-
brar a vivir sin usted y a elegir otras opciones: opciones racio-
nales, democráticas, no autoritarias.
Lo que indigna: ¿cuánta sangre se habría ahorrado si el país
se institucionalizaba antes? Si Illia y los radicales les decían a
los milicos: No, no queremos solucionarles el problema. Somos
nario”. Hay una frase suya que se hace célebre: “Aquí habrá democráticos y queremos que todos se presenten a elecciones; si no,
elecciones aunque voten tres”. Perón envía sus mensajes: “Si LAS ELECCIONES no vemos cómo podrían ser constitucionales, legítimas. No quere-
las elecciones no se realizan estamos preparados para algo dis- DEL 11 DE MARZO DE 1973 mos gobernar en base a la ilegitimidad. Si ganamos que sea legí-
tinto. Estamos preparados para otras cosas además de votar”. Y se marcha hacia las elecciones. Nadie puede parar eso. El timamente. No porque otros están proscriptos.
Esta última frase es muy importante. Demuestra hasta qué Frejuli hace su cierre de campaña en la cancha de Indepen- Todos los que estaban en la cancha de Independiente que-
punto Perón no podía desautorizar a “sus” formaciones espe- diente. La noche es calurosa y asisten 100.000 personas. Yo rían el fin de la farsa. También (muchos) creían que con la
ciales. Debe haberse sentido muy orgulloso –en su papel de estaba muy cerca de los grupos que formarían la Juventud Sin- legalización del peronismo se acabaría la violencia. ¿Sabían
conductor estratégico– de sostenerlas y no regalárselas a nadie. dical de Lorenzo Miguel. De los de Guardia de Hierro. De los esto los Montoneros? ¿Sabían que innumerable cantidad de
Ahora, aunque no las nombrara, decía: “Si no hay elecciones de la CNU. Los oí vociferar rabiosamente: Perón/ Evita/ La ciudadanos y hasta el pueblo pobre peronista que decían
habrá guerra”. Los militares –con su terquedad– seguían cola- patria peronista y Ni yankis ni marxistas/ peronistas. La cosa representar esperaba a Perón para vivir y trabajar en paz, para
borando a la legitimación de la violencia. En principio, ya era venía complicada. Esa noche, sin embargo, el estadio de Inde- que la violencia terminara? Ignoraban dos cosas fatales.
bastante con prohibirle a Perón ser candidato. ¿Por qué? ¿Qué pendiente estaba lleno de familias. Padres, madres, los pibes de Hablaremos de ellas con más detalle. Ahora sólo las enuncia-
alergia tan grave le tenían? Sin duda, lo sabemos: no lo tolera- la mano y los chiquitos en brazos o tipo mochila. Gente mos. 1) Ignoraban el enorme poder de fuego del Ejército
ban. Pero había llegado el momento de buscar por otro lado. común. No sólo militantes. Querían que ganara el Frejuli. La Argentino. 2) Ignoraban la escasa vocación de lucha del “pue-
No les era fácil. A Lanusse –que había propiciado toda la ope- esperanza la habían puesto ahí. Era, ante todo, la de salir de la blo peronista”. Su aversión a la violencia. Aversión comparti-
ración– no dejaban de traicionarlo los nervios. O su mal carác- dictadura. Tengamos en cuenta lo que sigue: desde el 28 de da por las clases medias. Cada vez se verán menos familias en
ter. Su condición de macho cascarrabias. Y hasta a veces se sos- junio de 1966, en que el teniente general Pistarini, el almiran- los actos. Nunca volverán a ser tan numerosos como el de la
pechaba de su ambición: buscar ser presidente, prolongarse en te Benigno Varela y el brigadier Adolfo Teodoro Alvarez cancha de Independiente. Al final se reducirán sólo a la movi-
el poder. Esta tesis –que él califica de “fantasiosa”– le merece derrocan a Illia y asume, al día siguiente, Onganía como presi- lización de los militantes. Para ellos, en medio de una ceguera
este comentario: Escribe: “En declaraciones a una publicación dente de la nación, hasta el 25 de mayo de 1973 en que creciente, serán “el pueblo”.
extranjera, el dirigente justicialista (por Perón, J. P. F.) afirmó Lanusse le pone la banda a Cámpora, habían transcurrido 7 El 11 de marzo se vota. El Frejuli gana de modo incuestio-
–no sin cierto gracejo que le reconozco– que me resultaría ser años de la llamada Revolución Argentina. Esta “revolución” nable.
más fácil ser Rey de Inglaterra que Presidente constitucional dura lo mismo que habrá de durar el Proceso de Reorganiza- Frejuli:
de la Argentina” (Lanusse, Mi testimonio, Laserre, Buenos ción Nacional. Que haya sido menos sangrienta no significa que 5.907.464 votos. Llega al 49,59%. No pasa el 50%. ¿Habrá
Aires, p. 301). Que Lanusse le reconozca “cierto gracejo” indi- no haya sido, incuestionablemente, una dictadura. Siete años de segunda vuelta?
ca que a Perón eso, el gracejo, le sobraba. Que Lanusse entre- aguantarse una dictadura militar con presencia clerical en Unión Cívica Radical:
gue precisamente esta palabra, que sea él, su enemigo, uno de todas las áreas de la vida cultural argentina. Con libros prohi- 2.537.605. Araña el 21,3%. El porcentaje de votos es simi-
los hombres que más habrán indagado en el alma de Perón, bidos, películas tijereteadas por la censura o también prohibi- lar a aquel al que llegara Illia en las elecciones del 7 de julio de
para enfrentarlo, para derrotarlo, para contenerlo, implica que das, sin Parlamento, sin debates públicos, con policía brava, en 1963. Illia, votos: 2.419.269. Araña el 24,9. La sorpresa de la
–al menos– nos detengamos en sus sinónimos. Conjeturo que fin: una dictadura. Que quede claro. Estábamos hartos de vivir elección de marzo del ’73 la da don Francisco Manrique, un
entregan un arco de la imagen que muchos tenían del líder y bajo gobiernos dictatoriales, militares, bajo botas y sotanas. personaje oscuro, golpista de alma, sospechoso de haber cola-
hasta de esa que a él le gustaba ofrecer. Un tipo tiene “gracejo” Además, basta de farsas, señores. Basta de decir que el 28 de borado en planear el bombardeo del ’55, que se había hecho
cuando tiene gracia, soltura, ingenio, ironía, cuando es agudo, junio de 1966 las Fuerzas Armadas derrocaron al gobierno popular desde su cargo de ministro de Bienestar Social bajo la
cuando tiene humor, cuando es ocurrente, cuando le sobra constitucional del doctor Illia. ¿A qué jugamos? Los que dicen dictadura militar. Recorría los pueblos y, siempre con cara de
chispa o viveza. La antítesis de todo esto son la torpeza y un eso o no saben pensar o mienten con todo descaro. El gobierno culo, decía frases campechanas: “Ustedes me recibieron. Me
gravísimo error en cualquier actividad que un ser humano de Illia fue tan inconstitucional como el de Onganía. Los gobier- dieron de beber. Me dieron de comer”. ¿Quién era, el profeta
ejerza: la simpleza, simplificar las cosas, tornarlas unilaterales. nos de Frondizi, Guido e Illia fueron inconstitucionales. Y éti- de Nazareth en desgracia? Durante la campaña le organizan
Un tipo con ingenio tiene diez, cien, mil ideas. Un simple camente colaboraron con un esquema militar que negaba la un debate con periodistas. Todos le hacen preguntas amables,
tiene una. El ingenio es el vértigo de lo múltiple. Lo simple es libre participación de todos los partidos políticos en la vida ins- para que se luzca. Hasta que Jorge Luis Bernetti, joven, con
la reducción del Todo a lo Uno. Lo Uno es lo Uni-Lateral. El titucional del país. Fueron cómplices. Hasta se podría decir que pelo en la cabeza y bigotes casi a lo Zapata, le arroja una pre-
simple reduce todo a un solo lado. Hay un texto de Raymond Frondizi, Guido e Illia fueron más culpables que Aramburu, gunta poco amigable: “¿Es cierto que usted asesoró a la CIA
Chandler que se llama El simple arte de matar. Matar es sim- Onganía, Levingston y Lanusse. Los militares guardaron cohe- para que encontraran al comandante Guevara en la selva boli-
ple. Se mata para un solo lado. A partir del 20 de junio, Perón rencia con eso que Toranzo Montero llamaba “el espíritu del viana?”. Manrique pierde los estribos de entrada. “¡Eso es
abandonará el gracejo. ¿Se volverá torpe, simple? Sospechamos 16 de septiembre de 1955”. Ellos encarnaban y hegemoniza- mentira!”, ruge. Y era un tipo que metía miedo, eh. Bernetti
que pondrá el Error de un solo lado. Que pondrá la Verdad de ban ese espíritu. Los partidos políticos que se sometieron –por no sólo no se achica, sino que lo señala con un dedo insolen-
otro, del suyo. El será, como siempre, el emisor de la Verdad. ambición de poder– a ese “espíritu” fueron sus lacayos. Acep- te: “¡Eso es verdad!”, exclama. “¡Eso es mentira!”, sólo atina a
Al ser un solo lado lo que se desgaja de lo Múltiple como el taron traicionar la transparencia de la política. Se ofrecieron decir Manrique. Aquí queda claro que no tiene otro argu-
Error, los cañones tendrán una sola dirección. La de destruir lo como máscara democrática del país golpista. ¿Qué tenía de mento más que negar el hecho. Eso era lo que Bernetti quería
que ha sido apartado. Pero si se aparta una fracción de lo Múl- constitucional el gobierno de Illia? ¿Qué tenía de constitucional revelar. De modo que, muy tranquilo, le dice: “Bueno, es su
tiple, lo Múltiple deja de serlo, pues ya no puede integrar un gobierno que asume porque el partido mayoritario está palabra contra la mía”. Quedó un empate. Manrique no tenía
todo. No puede totalizar. Lo no totalizable deberá ser extermi- proscripto? ¿Qué tenía de constitucional un partido que gana pruebas de su inocencia. Bernetti no las tenía de su culpabili-
nado para que la totalización se realice otra vez. Pero será una con 2.419.269 votos, es decir: con el 24,9%? ¿Cómo es posi- dad. “Pero, Jorge, no seas boludo”, recuerdo haberle dicho.
falsa totalización. Una totalización posibilitada por la muerte. ble que se considere legal una elección en la que hay un 17,2% “Si lo acusás de algo así llevate un par de pruebas por lo
Sigue Lanusse: “Diversos errores de mi gobierno favorecieron de votos en blanco? Votos que, se sabe, son peronistas y que menos.” “No tengo pruebas, pero sé que fue así. Con lo furio-
el juego de Perón: un error ciertamente muy importante, llegarían adonde nadie quiere imaginar si candidatos de ese so que se puso me dio la razón.” Pese al triunfo de Bernetti,
durante todo ese período y comienzos de 1973, fue que, a partido se presentaran o si, como sería realmente constitucional, Manrique, acompañado por Rafael Martínez Raymonda, que
pesar de haber definido que el peronismo podría ir a eleccio- se permitiera al líder del mismo regresar al país. Pero no: hoy, será embajador del Proceso, llega al 14,9%, 1.775.867 votos.
nes, fracasamos en precisar cuáles serían los límites reales de todavía, se da por establecida la escandalosa situación institu- Perón lo considerará un resultado de “circunstancias, sin
nuestra decisión en forma tal que, hasta último momento casi, cional que vivió la Argentina entre 1955 y 1973. Como si importancia”. Para él son los radicales el partido con el que
el país no terminaba de saber si la fórmula del Frejuli –en cuyo fuera poco, dentro de esa escandalosa situación se ha erigido a habrá de dialogar: el Chino Balbín. ¡Ah, Balbín, qué persona-
apoyo se había volcado casi todo el aparato subversivo– podría un héroe de la democracia, a don Arturo Umberto Illia, que je ése! Pocos días antes de las elecciones aparece por la tele y
llegar o no al 11 de marzo. Fue la peor variante posible y, aun- tenía apenas 62 años cuando asume el 12 de octubre de 1963 mirando a cámara, con aire de guapo de comité, como
que todo puede explicarse, debo admitir que nuestro error tác- (o sea: no era un “viejito”, si a veces lo parecía era una modali- momento sublime de su campaña electoral, le habla a la gue-
tico fue grave” (Lanusse, Ibid., p. 301). Gravísimo: era febrero dad suya que nunca le jugó a favor) y ese mismo día pone pre- rrilla: “Muchacho –dice–, aquí estoy. Te prometo gobernar
y todavía en veremos. Lanusse iba y volvía. Lo que le permite a sos a 109 militantes de izquierda. El día 22 nombra ministro con justicia y equidad. Y si no te cumplo... prepará tu puñal y
Perón, por medio de un mensaje a los trabajadores que trae de Economía a Eugenio Blanco, ¡el de la Libertadora! El que húndemelo en el cuerpo”. Gesto de puñal aferrado en el puño
Rucci, decir: “Nosotros no hemos sido nunca fuertes en los bufetes había dicho que con el golpe setembrino volvía “la Argentina y gesto de hundirlo en el cuerpo del enemigo. ¿De qué puñal
de los dirigentes políticos, pero en la calle hemos sido invencibles. de nuestros padres y nuestros abuelos”. Y el día 17 les tira habla?, me dije. ¿Qué está representando? ¿Un guapo del 900?
Hay que llevar la acción a ese terreno, hay que ganar la calle en encima la policía a los peronistas que en Plaza Once (¡por pri- ¿Quién espera que lo achure, Ecuménico López con la pinta
todo el país. Si ganamos la calle, le podemos regalar a la dictadura mera vez en 9 años!) se atreven a celebrar el día de la lealtad, de Alfredo Alcón? El candidato oficial –el de los milicos– se
toda la televisión, las radios, los diarios y las revistas, seguro de cuando rescataron a Perón y lo hicieron salir al balcón de la llama Ezequiel Martínez, es brigadier y mira desde su afiche
que con todo eso no harán nada” (ver: Revista Envido, N 9, Rosada. (Nota: Ahora peleaban por la posibilidad de repetir con cara de tipo seguro, lleno de influencias, de respaldos
mayo, 1973, p. 39. Cursivas mías). De esto, los sindicalistas ni ese hecho, verlo al líder en el balcón, escucharlo decir, como militares. Por eso le ponen: “Ezequiel Martínez, el candidato
se enteraron. No querían arriesgar nada. Hubo montones de en los viejos y míticos tiempos, “Compañeros”. Se les va a dar, que sabe y puede”. Lo que sabía era imposible averiguarlo.
actos y movilizaciones con la consigan de Ganar la calle, pero pero el líder va a ser un viejo enfermo, un viejo que les dirá Pero la palabra “puede” era amenazante y golpista. Sólo el
todos fueron protagonizados por la juventud peronista. Los “Compañeros” pero detrás de un vidrio blindado porque los brigadier, un milico como tantos otros y el candidato de los
sindicatos hacían –como hoy– política de aparato. Lo que podí- carniceros de un entorno sombrío que se trajo con él y del que milicos, era el único que iba a “poder”. ¿Por qué? Porque lo
an movilizar no era mucho ni querían hacerlo. ¿Y si los milicos parece no desear librarse le dicen todo el día que los “zurdos” iban a dejar. Sacó el 2,91% de los votos. Si sabía, si podía,
daban marcha atrás? ¿Y si no había elecciones? ¿Y si lo prohibí- quieren matarlo.) Es decir, Illia, de “constitucional”, nada, lo nunca se supo. (Nota: Durante el gobierno de Alfonsín, el
an de nuevo a Perón? ¿Y si el Frejuli perdía? No iban a arries- mismo que Onganía. Si el gobierno de Illia fue constitucional, peronismo renovador lo corría por izquierda. Para Alfonsín
gar todo lo que tenían por eso. ¿A ver si todavía perdían las el de Onganía también. A los dos los posibilitaba la misma (decían) nada se puede. Sobre todo, no pagar la deuda. En un
obras sociales? ¿A ver si lo bajaban a Lanusse y asumía algún prohibición. Perón y el peronismo no eran parte del sistema discurso parlamentario, Cafiero, irónicamente, dice que el
loco como Mayorga o cualquier milico ultragorila y se iba institucional. La suprema farsa residía en que ese sistema se planteo político del radicalismo –al que llaman “posibilista”–
todo al diablo? O también: ¿y si el mismo Lanusse, en una de proponía como institucional basándose en una prohibición se reduce a decir: “No se puede, no se puede, no se puede”.
sus rabietas, de sus recaídas en el gorilismo extremo, abortaba que lo ilegitimaba profundamente. Perón vuelve en el ’64 y Pacho O’Donnell –promocionándose para alguna banca–
todo y se acababa la joda? ¿Cómo quedarían ellos para seguir Zavala Ortiz, con la energía del mejor de los milicos duros, lo pega poco después por todo Buenos Aires unos afiches que
negociando, dialogando, concediendo y pidiendo? Se com- frena. No, usted no vuelve. Nosotros estamos muy bien sin dicen: “Pacho puede”. Abajo le pintan: “Una vez a la sema-
II
na”. Ezequiel Martínez no pudo ni un solo día.) La Nueva
Fuerza, la que venía desde hacía tiempo gastando fortunas en
campañas electoralistas, el partido de Alsogaray, “el chanchito
de los yankis” le decía la Jotapé, saca apenas el 1,96%, con su
candidato Julio Roberto Chamizo, cuyo mural se proponía
poner “en el baño donde caga el General”. Tal vez los votan-
tes lo pusieron en un lugar más aireado pero no menos humi-
llante. Alende y Sueldo lograron sumar algo: 7,43%. Juan
Carlos Coral, del Partido Socialista de los Trabajadores, que
se creía “la izquierda”, llega al 0,62%. Norteamérico Ghioldi
(otro “socialista”): 0,91%. Y el Colorado Ramos llega al
0,41%, menos que Ghioldi, que la Nueva Fuerza, que Eze-
quiel Martínez, que Coral (un flaco que se disfrazaba de
Alfredo Palacios). ¿Qué pasó, Ramos? No me va a contestar
porque después apoyó a Isabel, fue embajador de Menem en
México y ahora está muerto. Sospecho que la verdadera
ausencia de respuesta se debe a esta última circunstancia.
Pero, una lástima: tenía buena prosa el Colorado Ramos. Pero
sólo con buena prosa no se ganan elecciones.

¿ALGUIEN PENSO EN EL PODER DE


FUEGO DEL EJERCITO ARGENTINO?
Lanusse anuncia el triunfo del Frejuli. Al hacerlo, ya no se
dirige, como siempre lo hizo, a los “Hombres y mujeres de mi
patria” sino, secamente, “A la opinión pública”. Por ahí sale
un chiste aceptable. Lanusse, derramando lágrimas de amar-
gura, dice: “Hombres y mujeres de mi patria, ¿por qué son
todos peronistas?”. No quiero olvidar esto: Mor Roig, para
disuadir a los votantes que piensan votar al Frejuli, dice que,
de producirse esto, la situación del país se tornará complicante.
Hasta neologismos inventaban con tal de parar algo impara-
ble. Ellos lo habían hecho así. El triunfo arrollador del Frejuli
es el resultado de 18 años de Argentina antiperonista, exclu-
sionista, ilegal, antidemocrática, apasionadamente gorila.
Foucault, en una de sus clases formidables en el Collège de
France (1977-1978), dice: “Bueno, termino aquí con el poder
pastoral. Ya están hartos de oírme hablar de eso”. Trataré de
no hablar más de los resultados nefastos de la Argentina gorila
1955-1973. Espero que haya quedado definitivamente esta-
blecido ese tema. Porque va a ser muy importante. Una de las
grandes excusas de los militares del Proceso para la masacre
fue la liberación de los presos políticos. Se considera como
uno de los grandes errores del camporismo. Y no: se liberaron
los presos de una dictadura. Todo preso de una dictadura es
un inocente porque una dictadura no tiene poder institucio-
nal, no tiene status legal para condenar a nadie. Es un poder
ilegítimo. No puede legislar, no puede juzgar, no puede con-
denar, no puede encarcelar, porque, ante todo, es su propia
legitimidad la que está en cuestión. Volveremos sobre esto al
hablar del famoso “Devotazo”.
Viene la fiesta de la noche del 11 de marzo:
Qué lindo, qué lindo
que va a ser
el tío en el gobierno
Perón en el poder.
Y el reconocimiento de la juventud al joven secretario del
Movimiento Nacional Justicialista:
Abal... Medina...
El nombre de tu hermano
es fusil en la Argentina.
Un reconocimiento más fierrero que político. Juan Manuel
Abal Medina –a diferencia de su pasional hermano Fernan-
do– era un político y no veía salidas por el lado de las armas.
De aquí el papel intenso que jugó y el buen recuerdo que deja
en medio de esa historia de catástrofes. No se lo puede asociar
a nada espurio. Siempre estuvo luchando por la posibilidad de
la pacificación, en contra de la muerte. Es mucho.
Todo se dirige hacia el 25 de mayo. Sin embargo, aún se
duda de la entrega del gobierno. ¿Cumplirán los militares? El
ERP –una vez más– hace lo que hará siempre: ofrecerle moti-
vos de acción a la derecha, justificaciones para aumentar la
represión, para asesinar militantes de cualquier signo. El 30 de
abril (1973, claro) asesina al contraalmirante retirado Hermes
Quijada. Era el ex jefe del Estado Mayor conjunto. Lo asesina
el ERP 22, un desmembramiento “populista” de la organiza-
ción guerrillera. Es un supremo disparate. Una acción en con-
tra de todo lo que se está haciendo. La “culpa” demostrable de
Hermes Quijada es que había sido el designado para explicar
lo inexplicable: cómo había sido la masacre de Trelew. Nadie
le creyó. ¿No alcanzaba con eso? ¿Hacía política el ERP? ¿Sabía
que un operativo de ese tipo fortalecería la posición –propia de
la Marina– de no entregar el gobierno? “Ordenar antes el
país”, como dijo el siniestro Mayorga en el sepelio de Hermes
Quijada, “y entregarlo después”. Esto no era un disparate. No
hablaba por hablar Mayorga. Si en ese momento el Ejército se
ponía en serio contra la guerrilla, si anulaba el proceso electo-
ral, si abría una nueva etapa de la Revolución Argentina o
inventaba cualquier cosa nueva: operativo antisubversivo extre-
mo, recuperación de la democracia argentina por medio del exter-
minio definitivo de la subversión, etapa final de orden y aniquila-
miento del enemigo de la Revolución Argentina. Lo que sea. Si
los milicos –ahí– se largaban con la doctrina francesa de con-
trainsurgencia (que se conocían de memoria) provocarían una
masacre, pero detendrían todo. Total (y esto la JP había deci-
dido ignorarlo) la crueldad del Ejército Argentino se había
probado largamente a lo largo de la historia. Con los gauchos
III
federales, con el Paraguay, con el indio, con los obreros de En esa reunión se deciden muchas cosas. Los Montoneros habrán querido morir. ¿La Fundación Eva Perón? ¿Empezar a
Vasena, en la Patagonia, en el criminal bombardeo del ’55. no se dan cuenta. O apenas si sospechan. La soberbia que tení- repartir ropa, comida, algunas casas en lugar de “tomar el
¿Nadie recordaba eso? Sí, pero para condenar la crueldad asesi- an era intolerable para el General. Ahora era su momento. Ya poder en el primer mes”? Este viejo turro les estaba tomando
na de un Ejército al que estaban seguros de vencer. ¿Con qué? no los necesitaba. Había que gobernar. No que luchar. Mucho el pelo. ¿Para eso habían quedado atrás tantos cadáveres?
Los ideólogos de los fierros justificaban la necesariedad del menos matar, la hora de los fierros había pasado. Pero –como ¿Para repartir migajas? ¿18 años de lucha para esto? Perón les
triunfo por los de la época. Los sabíamos de memoria: Castro ya hemos dicho– la Orga le pasa al General la factura. Noso- sigue hablando de los próximos cuatro años: en ellos habrá
en Cuba, Mao en China, Giap en Vietnam, los militares tros pusimos la sangre y los muertos. Nosotros hicimos la cam- que aprender a gobernar y ahí se irá dando el trasvasamiento.
peruanos (Velazco Alvarado), Omar Torrijos en Panamá, Sal- paña electoral. Usted volvió por nuestra lucha, por la lucha ¡La cara con que deben haberlo mirado!
vador Allende en Chile, las masas argelinas y el FLN contra los armada que hegemonizó la gloriosa Jotapé. La frase que se Ahí Perón les cuenta esa historia que menciona Perdía. Fir-
paras en Argelia. Ninguna de las condiciones que se dieron en esos decía era: “Sangre por poder”. Le entregan a Perón una lista de menich habrá de recordarla el 21/2/2004 en la revista
países se daban aquí. ¿Qué teníamos aquí? ¿Teníamos campesi- 300 nombres para el nuevo gobierno. ¡300 nombres, todos de Noticias: “El último día de conversaciones Perón nos contó
nado revolucionario? No. ¿Teníamos sindicatos combativos? tipos que respondían a la conducción de la Orga o que estaban un cuento”. ¿No es fantástico? El buen padre ya anciano, con
Muy pocos. ¿Teníamos un partido de masas? Ni por joda: el en más que excelentes relaciones con ellos! 300 nombres para casi 80 años encima, les cuenta un cuento a sus niños revolto-
PJ era un rejunte de políticos profesionales, burgueses al extre- copar el gobierno. Lo que subyace a este planteo es el de com- sos, tan revoltosos. “Nos dijo: No sé si ustedes saben que las
mo, acomodaticios. ¿Teníamos un pueblo revolucionario? partir la conducción. A los montos les parece totalmente lógi- familias judías, cuando los hijos varones cumplen 13 años, les
Decididamente no. Y esto era lo que nadie se confesaba. Se co. Ellos son la vanguardia revolucionaria. Perón está viejo. dan una fiesta especial, un regalo especial, porque se considera
quería tomar el poder con las “masas peronistas”. Que nunca Siempre ha dicho que su heredero será el pueblo. Bien, ellos que el niño se convierte en hombre. Entonces había una fami-
quisieron tomar el poder. Por eso eran peronistas. El obrero son el pueblo. Y hasta –según ven las cosas– más que eso, por- lia judía y, en esas circunstancias, el padre dice: –Samuel. –Sí,
peronista quiere el capitalismo humanitario de Perón. La vio- que son su vanguardia. La vanguardia es la que conoce mejor papá. –Andá a buscar la escalera, subite arriba del ropero, en
lencia lo espanta. Sí, existió la Resistencia, pero en el ’73 esta- que el pueblo los intereses de éste porque conoce los grandes el techo del ropero está tu regalo de los 13 años.
ba muerta. La clase obrera estaba dominada por un sindicalis- lineamientos de la historia. El planteo montonero es similar al Y el chico va encantado, con una enorme sonrisa, a buscar
mo conciliador y pactista que venía desde los tiempos de leninista. Lenin creía que la clase obrera –entregada a su lucha la escalera, se trepa al ropero. Cuando está ahí arriba, mira y
Onganía y aun de antes, con el Lobo Vandor y el peronismo de clase– acababa por generar una conciencia trade-unionista. dice: –¡Papá! No hay nada acá. Acá no hay nada.
sin Perón. (Nota: Acaba de aparecer el imprescindible texto del Una conciencia que la insertaba en el sistema estructural del Entonces, el padre, que estaba abajo, mirándolo, le quita la
venerable erudito de la historia del sindicalismo argentino San- capitalismo y la llevaba a la creación de sindicatos y a la nego- escalera y Samuel se da un brutal golpazo. Cuando el chico
tiago Senén González (escrito en colaboración con Fabián ciación constante con el sistema, pero no a su superación. En está dolorido y más que dolorido, desconcertado en el piso, el
Bosoer) y lleva por título uno sin duda ingenioso y macabro: suma, la clase obrera era incapaz de tener una verdadera con- padre lo mira y le dice: –Samuel, hijo mío. El regalo es para
Saludos a Vandor, Vida, Muerte y Leyenda de un Lobo, Vergara, ciencia de clase. Una conciencia socialista. Clase obrera y que aprendas a no confiar ni en tu padre.” (Citado por Galas-
Buenos Aires, 2009.) ¿Teníamos un sector del Ejército dis- socialismo se distanciaban no bien la primera entraba en la so, Ibid., tomo II, p. 1168).
puesto a rebelarse contra sus superiores? Para nada. Y para etapa de crecimiento-tradeunionismo-diálogo y conciliación Perón se los dijo claro: en cualquier momento les saco la
colmo: se intentó hacer pasar por esto las deserciones indivi- con el orden burgués. Esta conciliación se expresaba en la crea- escalera y ustedes se vienen al piso, soberbios de mierda. Qué
duales de Francisco Licastro y Fernández Valoni. ¡Eran la ción de los sindicatos obreros, que eran parte del sistema, esta- me vienen a traer a mí 300 nombres de sus amigos o compa-
muestra de que el Ejército se uniría a las masas! ¿Se había ana- ban integrados a él y lejos de buscar su destrucción. La con- ñeros de ruta. El jefe soy yo. Y yo elijo todo lo que sea necesa-
lizado el poder de fuego de las Fuerzas Armadas, su verdadero ciencia de clase debía ser introducida “desde afuera” en la clase rio elegir. Pero el Samuelito que le había tocado en suerte no
potencial destructor? No. ¿Se sabía algo sobre su crueldad, obrera. Ella –desde sí, por su propia dialéctica– no la podía era como el del cuento. Si se caía de la escalera se trepaba a
sobre el uso de la tortura como arma esencial? ¿Se sabía de la generar. Se trata de una concepción reñida con la dialéctica y, otra. Y a otra. Y no había padre que lo contuviera. Tampoco
acción de los macabros, genocidas instructores franceses? No. desde luego, con Marx. (Sigo al Lenin del “Qué hacer”.) Para Perón esperaba eso. ¿Saben quién es el verdadero protagonista
¿Con qué contaba? Con la Tendencia Revolucionaria. Con la Marx, el proletariado, por su propio movimiento dialéctico, del cuento? El Ropero. Mientras Samuel y su padre discu-
pendejada de la Jotapé y las “formaciones especiales”. ¿Se creía iba conquistando su conciencia de clase, tema que no desarro- ten... el Ropero se les cae encima y los mata a los dos.
que Perón venía para desatar una pueblada? ¿Para arrojar al lló en exceso. Pero está claro: no hay, además, nada exterior en La Tendencia habrá de ser traicionada por su Padre pero no
pueblo peronista a la toma del poder? Sí, muchos creían esto. la dialéctica del proletariado. No lo puede haber: la dialéctica por su Tío. Mientras Cámpora es presidente y aun durante los
Raro saber en qué se basaban. Podríamos analizar todos los es un proceso inmanente y necesario. Toda exterioridad a ella días anteriores el vértigo de la Jotapé es fenomenal. Uno de los
procesos revolucionarios que la Tendencia mencionaba para es o burguesa o teológica. La dialéctica es la teleología de la documentos más importantes que produce es el llamado Com-
validarse y ninguno de ellos tenía sólo como fuerza de guerra a historia, su sentido interno. El proletariado, al participar de promiso con el pueblo. Empieza así: “Compromiso de la juven-
jóvenes de hasta 26 años, a líderes guerrilleros de dudosa efica- ella, debe generar, a partir de sí, los elementos que lo transfor- tud peronista con el pueblo de la patria, primera ley vigente:
cia, poco probados. No es lo mismo matar a Aramburu o a marán en el “sepulturero” de la burguesía. Engels, acaso, en el libertad a los combatientes. Los candidatos electos de la juven-
Hermes Quijada que asaltar el poder. Y tenían –insistamos– final de su vida, advierte que el capitalismo se come al proleta- tud peronista en los niveles nacional, provincial y municipal
frente a ellos a un Ejército profesional, adiestrado profesional- riado, integrándolo. “¿Me pregunta usted qué piensa el prole- comprometen formalmente su acción ante el pueblo de la
mente al extremo por la Escuela de las Américas y la contrain- tariado británico? Lo mismo que la burguesía”, dice en una de patria para el logro de los siguientes objetivos fundamentales:
surgencia francesa. Si la matanza no se desata después del ase- sus cartas. Lenin elabora entonces la teoría de la vanguardia. Si “Primero: La libertad incondicional y sin discriminaciones
sinato de Hermes Quijada habrá sido porque Lanusse la frenó: el capitalismo –necesariamente– integra al proletariado, la sal- de todos los compañeros presos políticos, gremiales y cone-
quería el regreso de Perón. Esa matanza exigía –como primer vación de éste sólo puede provenir de afuera. La conciencia de xos” (Citado en Envido, N 9, abril de 1973, p. 6. También
paso– el asesinato de Lanusse. El asalto al poder por los Jóve- clase no es algo que la clase obrera genere a partir de sí, sino Baschetti: Documentos, 1973-1976, volumen 1).
nes Turcos de la guerra contrarrevolucionaria, los baluartes de que debe existir una vanguardia revolucionaria que, trabajando Genaro Díaz Bessone (durante el Proceso) habrá de ser
la Tercera Guerra Mundial. desde afuera, la haga penetrar en ella. La presencia de la élite nombrado ministro de Planeamiento. ¿Qué era eso? Nadie
Lanusse se despide de los “hombres y mujeres de mi revolucionaria está consagrada. La relación entre élite y masas lo sabía. ¿De qué se iba a ocupar ese ministerio? ¿De planifi-
patria”. “A ustedes (dice) mi eterna gratitud, en nombre de es desigual. La élite tiene el conocimiento de las leyes de la his- car todavía mejor la cacería de las ratas subversivas, de las
un gobierno que no eligieron pero que les ofreció la posibili- toria y, por consiguiente, de los verdaderos intereses de las clandestinas y de las idiotas que andaban aún a la luz del
dad de elegir.” masas. Las masas, no. Se llega así a la concepción del partido día? ¿Quién era Díaz Bessone? Miguel había mudado la
revolucionario de vanguardia. El Partido es el depositario de la librería a una cuadra. Esa fue toda la seguridad que se con-
conciencia de clase. Las masas no pueden llegar a ella por la cedió. Ahí –el día del nombramiento de Díaz Bessone– nos
PERÓN, LOS MONTONEROS tentación tradeunionista: el capitalismo las tienta con mejoras encontramos con Pelín Narvaja (el notable editor de
Y EL ROPERO DE SAMUELITO que sólo la llevan a avalar el sistema en bloque. No habrá supe- Colihue que saca durante estos días un libro de Horacio
La Tendencia no estaba en pañales. Perón les había insinua- ración dialéctica. La conciencia de la clase obrera es una con- González que promete ser sensacional: El arte de viajar en
do un par de cosas. Bien al estilo Perón, sí. Pero que eran cla- ciencia economista o salarial. Sólo eso. La vanguardia la con- taxi; ¡alguien, alguna vez, tenía que sacar este libro en la
ras, lo eran. Nadie podía no ver lo que el viejo caudillo buscaba duce hacia el encuentro con sus verdaderos intereses. La van- Argentina!) y le preguntamos qué sabía del personaje. “Y...
decir. En Europa se reúne con la cúpula de Montoneros. Está guardia se organiza en Partido. Bien, todo esto terminó en el (ensayó Pelín) nacionalista, facho, jodido. En fin, nada
presente otro personaje para la historia del Error, de la estrate- stalinismo. Estaba contenido en la teoría de la vanguardia de bueno.” Díaz Bessone fue uno de los militares más siniestros
gia de la catástrofe, el héroe de la contraofensiva del ’79. Falta Lenin. Aquí, la teoría de la vanguardia no lleva a Stalin, lleva a que dio la dictadura (lo que ya es mucho decir) y tal vez el
para llegar ahí. Escribió un libro que lleva por título La otra his- Firmenich. Entregarle 300 nombres a Perón era eso: nosotros principal de sus teóricos. En el documental de Marie-Moni-
toria. Buen título. Se trata, en efecto, de otra historia. La de sabemos quiénes deben gobernar. Nosotros somos vanguardia que Rubin (donde, al terminar la entrevista, le dice: “Al
Roberto Cirilo Perdía. Sólo la de él. Escribe sobre esa reunión: intelectual y vanguardia armada. A usted el pueblo lo quiere menos no me tuvo que torturar para que hablara”), Díaz
“El propio Perón en la entrevista que tuvimos con él, en pero –si como usted dice– será el pueblo quien lo herede, sepa Bessone descarga todo su odio sobre el que será llamado el
Madrid (abril ’73), con una anécdota marcó las características que la vanguardia de ese pueblo somos nosotros, que lo movi- Devotazo: la liberación de los presos políticos. Justificará, a
de su conducción. Allí nos relató, en tono jocoso, el cuento de lizamos, que le hacemos la campaña electoral, que matamos a partir de ese hecho, la necesariedad de la matanza. Dirá, más
un padre, dueño de un bazar, que le hace un regalo a su hijo. sus explotadores. Le proponemos, mientras usted viva, com- o menos, cómo iban a arriesgarse a una segunda amnistía de
Pero no se lo entrega en la mano, lo deja sobre un entrepiso y el partir la conducción. (Ahí empieza a surgir la consigna: Con- un próximo gobierno civil. O sea, tenían que matar a todos.
hijo debe trepar por una escalera para alcanzarlo. Sube y estan- ducción/ conducción/ Montoneros y Perón.) “No entendimos que Nadie puede amnistiar a los muertos.
do en la parte superior de la escalera, cuando se estira para habíamos ganado (reconoce bien Perdía), pero que ese triunfo ¿Cómo se toma la decisión de liberar a los presos políticos?
alcanzarlo, el padre le retira la escalera... Perón remató dicien- no era solamente nuestro, sino que era compartido por otras “Más que desde el gobierno (dice Juan Manuel Abal Medina,
do: Como ven no se puede confiar ni en el propio padre... franjas del peronismo, tan legítimas como nosotros mismos. secretario general del Movimiento Nacional Justicialista) lo
(Roberto Cirilo Perdía, La otra historia, Testimonio de un jefe Por otra parte, tampoco era absoluto. Estaba naturalmente puedo definir desde el Movimiento” (Ernesto Jauretche, No
montonero, Grupo Agora, Buenos Aires, 1997, p. 158). Luego, limitado por otros actores sociales. En algunos casos actuamos, dejés que te la cuenten, Violencia y política en los ’70, Ediciones
con gran ingenuidad (si es que le creemos) se pregunta: “¿Acaso a partir del 25 de mayo, como si nosotros fuéramos los dueños del Pensamiento Nacional, Buenos Aires, 1997, p. 192). Dirá
Perón pensaba en nuestra instrumentación, como muchos han de todo. Las imágenes de ese día en la plaza contribuyeron a que tenía una consigna de campaña que Perón había aproba-
sostenido? ¿Quizá Perón nos estaba ‘usando’, aprovechando consolidar la idea de ese imaginario poder total. Idea que la do: “Ni un solo día de gobierno peronista con presos políti-
nuestra capacidad movilizadora, como afirman otros? Entiendo natural omnipotencia juvenil ayudó a nutrir” (Perdía, Ibid., p. cos”. Y había otra nacida de las entrañas de la militancia:
que no” (Perdía, Ibid., p. 158). Aclaro que no he respetado los 148). “Cámpora presidente/ libertad a los combatientes”. Fue –para
saltos de renglón en que incurre abusivamente Perdía por con- Perón les larga un discurso sobre la necesaria prudencia del los militares– la gran injuria.
siderarlos primarios. No pude quitarle los gerundios, pero allá trasvasamiento generacional. De a poco, chicos. Ya les va a
él. Digamos, tersamente, que la escritura no era el arte para el llegar el turno. Se olvida del reportaje de Mayoría. Guarda al Colaboración especial:
que estaba dotado. Ignoramos cuál podría ser. Acaso el de ase- descuido en un cajón cualquiera la lista con los 300 nombres Virginia Feinmann - Germán Ferrari
sor del bloque justicialista de la Comisión de Educación de la y les habla de entregarles la tarea de reconstruir la Fundación
Cámara de Diputados de la Nación entre 1991 y 1995, en Eva Perón y desde ahí desarrollar las tareas que la nueva situa-
PRÓXIMO DOMINGO
pleno menemismo. Ahí confluyeron sus ardores revoluciona- ción requiere de ellos. La Fundación, muchachos, deberá ser
rios. En ese menemato que remató el país. el centro de sus actividades. Conjeturamos que los montos se La primavera camporista
IV Domingo 3 de mayo de 2009
Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


77 La primavera camporista

Suplemento especial de

PáginaI12
ANTIDIALÉCTICA DEL FOCO uno de sus momentos en la selva boliviana. Galvanizar es esti- parte de ese movimiento. Una “tendencia”, para colmo, en el acto del 1º de mayo de 1974 –aunque Montoneros diga debemos desmilitarizar la política, replegar al partido en los cen- mundo le quiere regalar ideología a Perón. Como si Perón no
GUERRILLERO mular. Hay más sinónimos que clarifican el concepto: avivar, “revolucionaria”. ¿Y qué eran los demás sectores del movi- lo contrario– no hay “pueblo”, hay “militantes”, que son, tros obreros y disolver la Compañía del Monte hasta que un la tuviera. Como si nunca la hubiera tenido. Como si necesita-
vivificar, excitar, espolear. Fue Régis Debray (el infaltable miento, burócratas, conciliadores, dialoguistas, traidores, con- desde luego, parte del pueblo, pero que son esa parte que nuevo auge del movimiento popular, aproximadamente dentro ra que cualquiera, sobre todo si no llegó a los veinticinco años,
odo parecía posible. El 25 de mayo de 1973 se francesito de todos los avatares latinoamericanos, sobre el que servadores? Ahí ya empieza el error montonero. Decir “tenden- acepta ver la historia como lucha de fracciones letales, sangui- de un año, o un año y medio, nos permita reemplazarla” (María le diera instrucciones sobre cómo es el país, el mundo y lo que

T tomó la casa. El aire de cambio se sentía desde


antes. Desde el mismísimo día siguiente al de las
elecciones. Cruzábamos con Domingo Bresci el
puente de Pacífico, ahí donde Juan B. Justo
desemboca en Santa Fe. No sé adónde íbamos. O yo lo lleva-
ba a alguna parte porque estábamos en mi Renault 12. Le
hice notar que algún cambio ya se notaba. Domingo se mos-
luego recaerá la sospecha de haber traicionado al Che) el que
buscó precisar (y lo consiguió) el concepto del foco guerrillero:
“Primero, se va de lo más pequeño a lo más grande. Querer ir
en sentido inverso no sirve de nada. Lo más pequeño es el
foco guerrillero, núcleo del ejército popular, y no es un frente
el que crea ese núcleo, sino que es el núcleo el que, al desarro-
llarse, permitirá crear un frente nacional revolucionario. Un
cia revolucionaria” era decir “alternativismo”. Decir “alterna-
tivismo” era estar fuera del movimiento. Estar “fuera del
movimiento” era estar fuera de la conducción de Perón. Al
estar “fuera” de esa conducción cabían dos posibilidades: a)
plantearle a Perón compartir la conducción. Delirio total:
¿por qué pretender compartir la conducción de un movimien-
to al que no se pertenece?; b) Irse. Abandonar la conducción
narias. Cuando aparecen los fierros el pueblo se va. Al menos,
sin duda alguna, el pueblo peronista. Habría que analizar otros
casos. El caso vietnamita, por ejemplo, en el que la población
campesina colabora con el Vietcong. La Revolución Cubana,
tal vez. (Que fue una total “excepcionalidad histórica” y no la
“vanguardia” de la revolución latinoamericana como preten-
día el Che.) Pero –a partir de 1974– el pueblo de Gaspar
Seoane, Todo o nada. La historia secreta y la historia pública del
jefe guerrillero Mario Roberto Santucho, Planeta, Buenos Aires,
1997, p. 282. La frase también es citada por Pilar Calveiro en
Poder y desaparición y proviene de Entrevista con Luis Mattini,
Buenos Aires, 1987/1988). Sin embargo, muchos militantes
habían visualizado la inevitable derrota antes que el jefe. Cier-
to día del mes de marzo de 1975, en una simple reunión de
hay que hacer.” Era Bernardo Neustadt. Si mal no recuerdo, la
mesa la presidía Mirtha Legrand. Bernardo agarra una silla, la
aparta de la mesa y se sienta. “Perón tiene su propia ideología.
Él la creó. Es la ideología del peronismo a la que el pueblo
adhiere. Estoy harto de que vengan advenedizos a pasarle un
plumero como si se tratara de un mueble viejo.” Uno no lo
podía creer: Neustadt hacía su entrada en el peronismo ¡como
tró más optimista. “Claro que se nota. Se respira de otra frente se hace en torno de algo existente, no solamente en de Perón y abandonar el movimiento de masas. Esto, al Campos, el de la cancha de Independiente, el pueblo de la militantes de superficie que analizaban, entre el miedo y el depurador ideológico! Ahora era el guardián de la pureza ideo-
forma. Mirá la gente. Parecen todos más felices.” Ahí, en ese torno de un programa de liberación. Es el ‘pequeño motor’ menos, el ERP lo tenía claro. Ni Perón ni el peronismo. Lo plaza del 25, el alegre pueblo argentino que fue a Ezeiza, desencanto o la confusión absoluta, la coyuntura política de lógica del Movimiento. Al rato le preguntan por quién votó el
cruce de Pacífico, era evidente. La clase media peronista y que pone en marcha el ‘gran motor’ de las masas y precipita la único que no tenía claro –o la única contradicción que fingía emprende el éxodo hacia la seguridad. Las masas se apartan, un país en que se mataba sin ningún reparo a cualquiera, una 11 de marzo. Hace un silencio dramático. Y luego –sin aban-
hasta camporista tenía otra cara. Habían ganado. Habíamos formación de un frente, en la ascensión de las victorias obte- no ver– era de qué “pueblo” se consideraba “ejército”. Porque se contraen, se vuelven sobre sí. Es el “reflujo de masas” del mujer de treinta o treinta y cinco años rompe a llorar sorpren- donar un aire de trascendencia histórica– dice: “Luego de pen-
ganado todos. Los malos de la película habían perdido. Se nidas por el pequeño motor” (Régis Debray, ¿Revolución en la “el pueblo” –para mal o para bien– era peronista. Pero “el que hablará Walsh, tarde. Es, también, el “reflujo” del que diendo a todos. Se calma y sólo dice: “Sé que al ERP le aga- sarlo largamente toda la noche del 10, el 11 de marzo voté por
habían terminado siete años de dictadura y la eterna proscrip- revolución?, en revista Lucha Armada, Nº 1, p. 141). ¿Por qué pueblo” –para la guerrilla foquista– es una construcción a habla Santucho en su autocrítica de julio de 1976: “Los pri- rraron un correo. Es el fin”. También el 20 de ese mes de el Frejuli”. Se había montado al peronismo. Pero también
ción del peronismo. Una brillante generación de jóvenes se el filósofo Debray considera que el foco es lo existente? ¿Las futuro. La vanguardia hace la revolución y luego se la entrega meros días de julio, el buró político del PRT lo escuchó decir, marzo el gobierno emprende el ataque a Villa Constitución, había elegido certeramente desde dónde hacerlo: desde la dere-
preparaba para gobernar acompañando a un Tío bueno y con masas no han tenido acceso a la existencia? No, el foco, que es al pueblo: la hizo para él. Por eso se autodenominaba “su” por primera vez en cinco años: –Nos equivocamos en la políti- donde una clase obrera no peronista, marginada de las con- cha, desde el lugar que le permitiera frenar el avance de los
el respaldo de un Padre sabio, que aconsejaría, que entregaría lo existente, debe darle existencia a las masas. Se pasa, así, del ejército, algo de lo que el pueblo no tenía noticias porque el ca, y en subestimar la capacidad de las FF.AA. al momento del ducciones burocráticas de la UOM y la CGT, declara una “zurdos” y sus “ideologías extrañas”. El lopezreguismo todavía
su fuerte respaldo. Ni siquiera había empezado el otoño. “pequeño motor” al “gran motor”. Es notable la contradic- ERP no hacía trabajo territorial. Trabajo de masas. Firmenich golpe. Nuestro principal error fue no haber previsto el reflujo del huelga a la que de inmediato se califica de “subversiva”. Pero no existía pero Neustadt ya estaba ahí, lo había olfateado. Qué
Cuando se tienen esperanzas tan fuertes es difícil después vol- ción en que incurre la Orga montonera en este punto. y Santucho no tenían muchas diferencias. (No hablo de su movimiento de masas, y no habernos replegado. Por lo tanto esa joven mujer –la que dijo: “Es el fin”– sólo necesitó cono- tipo miserable. Pocos tipos han sido tan mentirosos, oportu-
ver a tenerlas. Esos fueron nuestros días de amor con la histo- Durante años, en los ‘70, uno ya estaba harto de escuchar a condición de personas morales.) Firmenich creía poder cer ese dato (“le agarraron un correo al ERP”) para advertir nistas, fascistas y delatores en nuestra historia. A pocos, ade-
ria. Ni siquiera pensábamos que para otros eran los de la pesa- combatientes de todo tipo hablar del pueblo “como valor de “meter” la revolución en el peronismo. Santucho la iba a que el Monstruo había penetrado muy hondamente ya y que más, se les notó tanto en la cara. La maldad lo afeaba año tras
dilla, que sólo se habían retirado tácticamente, que esperaban. verdad”. A combatientes del populismo peronista, desde hacer “afuera” porque (y esto lo veía bien) el peronismo y la derrota estaba golpeando la puerta. año. Cada día se parecía más al sapo que utilizaría la revista
La juventud peronista estaba llena de planes. Durante esos luego. Todo se remitía al “pueblo peronista”. Todo se hacía las masas peronistas jamás serían marxistas y revolucio- Humor para dibujarlo. Grondona siempre fue un carilindo.
días, un siempre apresurado, siempre imprudente Rodolfo por “el pueblo peronista”. Ese pueblo había elegido seguir a narias. También Firmenich creía esto pero no lo decía. ¿QUÉ SON? ¿SON NAZIS ESTOS No obstante, durante estos días, su decadencia va tomando la
Galimberti diría: “La juventud peronista está dando en este un líder, de aquí que se respetara tanto a ese líder y se acepta- Para él, a partir de la posibilidad de ganar el aparato MILICOS? forma de un diablejo envejecido, teñido o con peluquín, de un
momento una política para el conjunto del Movimiento”. En ra su conducción. ¿Cómo entonces adherir a la teoría de la del Estado y “heredar” al enfermo Perón, la tarea De todas formas, Santucho no se privó de su gran opera- ente infernal que ya no asusta como siempre lo hiciera, de un
Envido de mayo, el Nº 9, en Crónica del triunfo popular se vanguardia? El pueblo, ¿es “valor de verdad” o es ajeno a ella? revolucionaria fue generar una organización de ción guerrillera, “la más grande desde el asalto al Moncada”: vampiro con artrosis, de capa raída, de colmillos amarillentos y
encuadraría con mayor precisión esa frase: “Por eso es correc- La razón, ¿reside en el pueblo o es exterior a él? ¿Es la van- vanguardia, apoyada por la movilización de la el ataque al Batallón 601 de Arsenales Domingo Viejobueno con caries profundas, con ulceraciones. Gelblung se traga las
to afirmar que la juventud peronista está dando en este guardia la que conoce “las leyes de la historia”? ¿Y si esa sabi- juventud y algunos sectores populares (más en Monte Chingolo. Mueren cerca de 160 seres humanos, palabras o las emite mal, su voz ya es sólo una carraspera cons-
momento ‘una política para el conjunto del Movimiento’, duría residiera en el pueblo? Por su propia naturaleza, por su ligados a los que el sindicalismo pero- entre guerrilleros y habitantes de la villa miseria cercana al tante, que le permite la expresión de la guaranguería, la chispa
agregando que el movimiento de tendencia revolucionaria no inserción en la materialidad más honda de la historia, ¿no es nista no había organizado aún, es batallón, que aprovecha la volteada y se la saca de encima. del borrachín, jamás la lucidez, la inteligencia, de las que cada
se agota en la juventud peronista; ésta es una porción del fren- precisamente el pueblo el que conoce esas leyes? ¿No hay decir: villeros sobre todo y algu- Periodistas extranjeros ven cerca de setenta personas detenidas día se aleja más. Pero ninguno como Neustadt. Los otros dos
te de masas, cuyo sector más importante es la clase trabajado- entonces que acercarse a él y escuchar atentamente, sin sober- nos venerables cuadros históri- contra un enorme galpón. Los obligan a irse. Oyen estruen- acaso fueron más peligrosos. Grondona con su estilete largo y
ra” (Envido, Nº 9, p. 42). ¡Qué lección para el vanguardismo bia? Además, ¿cuáles son las leyes de la historia, dónde las cos como Framini, Sebastián dos de ametralladoras. Regresan: no queda nadie. Miguel, por fino. Gelblung con sus mandobles temibles, que podían abar-
foquista, para la soberbia de las vanguardias fierreras! Ni Fir- aprendió la vanguardia, en los textos y no en la materialidad Borro o Armando Cabo), que primera vez alarmado, me pregunta: “¿Quiénes son estos mili- car a cualquiera, segar vidas con sólo publicar fotografías en
menich ni Santucho habrían adherido a ese texto. ¡Y Firme- concreta que las masas habitan por su propia condición? ¿No lograra adueñarse de ese cos? ¿Son nazis?”. Eso, ¿quiénes eran esos milicos? La voz que ese órgano del Estado criminal que dirigió entre 1976 y 1983.
nich, pocos meses después, pediría la revista para la organiza- cambian las leyes de la historia? ¿Es científica la historia? Otro “Estado” y ponerlo al servi- se corre –días antes del golpe– es: “Rájense todos. No saben Neustadt era la frontalidad. Era el mal sin veladuras. El mal en
ción! Raro: Envido era la antítesis de la Orga que él represen- dislate. En esa teoría del foco guerrillero como núcleo, como cio de la creación de poder lo que se viene. Esto no lo vimos nunca”. Si la autocrítica de carne viva. Era payasesco y era súbitamente temible, acosador,
taba. Analicemos ese texto: el Galimba se larga por la suya y “pequeño motor”, que desarrolla Debray late ya la experiencia de la Orga. Todo esto se le Santucho es de julio del ‘76 es –aunque saludable como un vengativo. Durante el gobierno de Cámpora y luego el de
dice “la juventud está dando una política para el conjunto del erpiana del monte tucumano, que fue fácilmente destrozada hizo rápidamente añicos. legado de cierta racionalidad en medio de una derrota labo- Perón se acomodaron sin problemas. Gelblung hasta se pasó
Movimiento”. Desde Envido se responde: a) La “tendencia por los eficaces matarifes del general Vilas primero y del gene- Perón, según vimos, les había riosamente conquistada– demasiado tardía. Ojalá hubiera de rosca y luego tuvo que pedir perdón. Ahí está esa joya de
revolucionaria” (designación que nunca nos había convenci- ral Bussi después. La derrota militar de la guerrilla argentina sacado la escalera y jamás se las visto lo que vio esa mujer en el aprisionamiento de ese correo, periodismo-cloaca que es Gente se equivocó.
do) no se agota en la juventud peronista; b) La “juventud pero- fue demasiado fácil para el Ejército. Militarmente se los volvería a dar. Por el contrario, ojalá hubiera visto antes la inevitabilidad de la derrota y no Todos iban de un lado a otro. Todos se preparaban. Se
nista” forma parte de un frente de masas. De ese frente de comieron en unos pocos meses. De los dos lados se coincide con un empeño acaso obsesivo sacrificara más vidas ni le diera a Videla en bandeja el deto- organizaban. La Jotapé convoca a los mejores investigadores
masas, lejos está de ser la que dicta una política para todos, es en aumentar la peligrosidad de la guerrilla: el Ejército para y hasta siniestro, se encargaría nante del golpe. Eso fue Monte Chingolo. Estos son apuntes del país y se crean los Equipos Político-Técnicos. Regresa al
sólo un sector. Porque el sector más importante del frente de mostrarse más heroico y continuar con la represión que el de organizar el aparato clan- anticipados. Volveremos sobre ellos. La pregunta fundamen- país el eminente científico Rolando García y se pone a dispo-
masas es la clase trabajadora. En este punto (y nada menos que “peligro terrorista” le autorizaba. Y la guerrilla para no confe- destino que los destruyera. tal que guía nuestra investigación podría formularse así: ¿Qué sición de los científicos de la juventud y de Perón. A García
en este punto) Envido coincidía más con Pasado y Presente que sar la verdad: fue una lucha despareja, insensata. Y también (Nota: Uno sabe cuándo sirvió para posibilitar la masacre y qué sirvió o habría servido parecieran habérselo apropiado los alfonsinistas. Porque dicen
con el vanguardismo montonero. No en vano, en la tapa de para seguir con la ficción del Ejército Montonero arrojado a escribe cosas que no van a para evitarla o atenuarla? Porque todo esto tiene desemboque, que volvió al país “con el retorno de la democracia” y se refie-
este Nº 9, la gran consigna que, en grandes letras, se lee es: la heroica tarea de liberar a la patria. No, fue fácil y a esa faci- gustarle a nadie. Pero no una convergencia imposible ya de adjetivar: el 24 de marzo de ren a 1983. Oigan, no sean tan bajos. Rolando García, en
Gobernar es movilizar. Y en el número que sale de Pasado y lidad le añadieron la masacre asesina, la masacre sin nombre, escribimos para “gustar”. 1976. Lo que sirvió para que ese genocidio se realizara fue efecto, regresó al país con el regreso de la democracia. Pero la
Presente se saluda, como compañeros, a los que proponen esa en los campos de concentración. Ahí, en ese infierno, coinci- No contamos un relato malo. Lo que no sirvió o lo que habría podido impedirlo o democracia no regresó sólo con Alfonsín. Antes había regresa-
política, esa consigna. Pero nosotros no hegemonizábamos dieron los guerrilleros del foquismo de Debray y Guevara con que tenga buenos y estrecharlo, mitigarlo, fue bueno. Es posible que lleguemos a do con Cámpora. He leído algunas cosas y hasta pareciera que
nada. Al frente de Montoneros estaba Firmenich. Al frente de todos los sectores sociales (obreros, estudiantes, médicos, psi- malos. Que haya termi- la peor de las conclusiones: Todo lo que sucedió, sucedió para el mismo García quiere olvidar ese retorno. Tal vez lo consi-
la JP, Galimberti. De política de masas, de marxismo, no sabí- cólogos, profesores, comisiones internas, periodistas, escrito- nado bien. Sabemos que que ocurriera. Pero esto sería creer que estaba inserto en una dere indigno. Vea, lo lamento, doctor García. Usted volvió al
an nada. El saludo de la revista cordobesa venía de Juan Car- res, mujeres embarazadas, niños recién nacidos, etc.) que los hay gente en este país lógica catastrófica de la historia que no podía torcerse. Habrá país. Viajó a Madrid. Se entrevistó con Perón. Volvió a Bue-
los Portantiero, de José Aricó. Planteaban, en ese momento, militares, con la excusa de la lucha contra el terrorismo, deci- que aún cree en Firme- que seguir pensando. El “Proceso” se propone el fin de la nos Aires y se puso a trabajar con los Equipos Político-Técni-
“la centralidad en la fábrica”. Entre la “centralidad en la fábri- dieron atormentar y desaparecer. nich, que lo quiere, que Argentina peronista (mucho más allá del mero fin de la “sub- cos. En 1969, en el Centro Editor de América Latina, Oscar
ca” y el “foco” de Debray y de Guevara hay un abismo. El se enoja cuando se lo versión”). Fue el peronismo el que emprendió esa tarea: con Varsavsky había publicado su libro Ciencia, política y cientifi-
abismo entre la lucha de clases protagonizada por la clase cuestiona. Ni hablar de Celestino Rodrigo en la economía y López Rega al frente de cismo. Era un signo de la época. Se acabó el paraíso artificial
obrera y el foco de la guerrilla pequeñoburguesa o del guerri- LA TARDÍA AUTOCRÍTICA DE SANTUCHO Perón. Sé que Osvaldo los escuadrones de la muerte. Pero, ¿cómo permitir que el cul- de la ciencia. Ahora tenía que ver con la política. García había
llero profesional cubano que viene a bajar línea en países que Pero si volvemos al análisis del concepto de Tendencia Bayer –con esa contun- pable se castigue a sí mismo? Se lo dejó aniquilarse en medio huido con la Noche de los Bastones Largos, de la que luego
no conoce bien. La “centralidad en la fábrica” es plantear la Revolucionaria veremos que sólo es posible negando el prota- dencia que lo hace de su delirio criminal y luego se le cortó la cabeza. Y se deci- diría que fue apenas “un episodio policial” comparada con el
lucha revolucionaria desde el corazón mismo de la clase obre- gonismo de masas. Si se reemplaza la teoría del foco por la de imprescindible– ha dió “reorganizar” el país para siempre. Martínez de Hoz fue Proceso. Y si quiso pasar de científico perseguido por Onga-
ra. El “foco” fue y será la epopeya solitaria de los combatien- la clase trabajadora como elemento central del Movimiento se pedido al justicialismo, Rodrigo. Videla, un López Rega aún más brutal. Las tres nía a hombre de la democracia alfonsinista pues se salteó su
tes heroicos, de los salvadores del proletariado, de los posee- pierde el protagonismo de la Tendencia Revolucionaria. ¿For- durante estos días, que armas (como dice bien Rodolfo Walsh) la Triple A y la patria etapa camporista. Ahí se sumó a quienes comprometían la
dores de la “conciencia de clase” que viene desde afuera, de maba parte la clase trabajadora de la Tendencia Revoluciona- haga la autocrítica por los agraria unida a la financiera los beneficiarios de la orgía de ciencia con los avatares del país, como Varsavsky y los Equipo
los que conocen “las leyes de la historia” (¡como si la historia ria? ¿Alguien le hizo esta pregunta a ese riguroso teórico lla- crímenes de la Triple A y la sangre. Político-Técnicos. Ahí se encontró con el notable Héctor
tuviera leyes!) y las “bajan” a las masas. Pese a su política de mado Mario Eduardo Firmenich? ¿Alguien le hizo esta pre- participación de Perón en ellos. Abrales, ingeniero que militaba en esos equipos. Quiero decir:
“entrismo” en el peronismo, pese a plantearse una política gunta al fogoso Galimba? ¡Por favor! La Tendencia Revolu- Mientras Perón vivía fue que la SUCESOS DE LA el regreso de Rolando García al país se festejó mucho entre los
junto al movimiento de masas, la Orga firmenichiana jamás cionaria se hizo para jugar al paternalismo con la clase trabaja- organización terrorista se armó PRIMAVERA CAMPORISTA cuadros técnicos de la juventud peronista. Fue una bienveni-
entendería esto. Si hubieran sabido algo de dialéctica (en dora y para centrar la revolución en la Jotapé y su “organiza- ante sus ojos y cometió Alguna vez leí esta frase: “Los hechos se precipitaban, como da adquisición para la causa de una ciencia comprometida
lugar de copiar a Lenin en su peor momento antidialéctico: la ción hegemónica”, Montoneros. Ya vamos a analizar por qué muchos de sus crímenes. Esto suele leerse en las malas novelas”. No sé si esa frase alcanza con el destino trascendente del país. En esa “primavera cam-
teoría de la vanguardia “externa” a la clase obrera), habrían Montoneros (que no habrán sido 12 tipos en su inicio –mito no hay cómo negarlo. Ya llega- para tornar mala una novela, pero el escritor que la hace suya porista” todos tenían que ir más allá de sí mismos. Yo me sen-
sabido que todo elemento dialéctico tiene que generar desde sí que se corresponde con “los doce” de la Revolución Cubana–, remos a su detallado análisis. Es el debe saber que está demasiado gastada como para que juegue a tía algo incómodo. Trabajaba con mi hermano mayor en
su momento de superación. Que nada en la dialéctica (movi- pero no habrán ido más allá de los 70 que, juntando figuritas relato de una tragedia. La lucha –no de favor de la calidad de su escritura. Como sea, a partir del 11 de nuestra fábrica de cables eléctricos. Esto me permitía andar a
miento inmanente y necesario) viene de afuera. Que precisa- de todos lados, enumera Lucas Lanusse en su libro sobre “el la verdad contra la verdad ni de lo justo marzo... los hechos se precipitaron. Todos discutían, hacían cada rato por Munro, almorzar en sus cantinas, en sus bode-
mente todo lo que la dialéctica dice es que no hay momento mito de los doce fundadores”) se adueña de la juventud pero- contra lo justo– del Error contra el planes de gobierno, qué había y qué no había que hacer. En gones, hablar con los obreros. Viajar por todo el país. Luego
histórico que no genere a partir de sí la totalidad de lo que nista. Pero sea cual fuere el motivo, que lo logra, lo logra. A Error, de la Muerte contra la Muerte. un programa de TV hay una mesa y a ella están sentados tenía que leer y mucho. Después dar clases y dar charlas
habrá de generar, que nada lo penetra de afuera, que nada partir de mediados del ‘72 no hay cuadro de la Jotapé que no Era imposible no equivocarse. No varios opinólogos, a los que no se les decía así entonces. De donde se me requiriera. También (y casi nada) estar en las
exterior le es propio porque, de serlo, no sería parte de su dia- nombre a la venerable y tumultuosa confluencia de jóvenes de había lugar en la política argentina pronto alguien entra caminando, con categórica, ilimitada cara reuniones de Consejo de Redacción de Envido y escribir lar-
léctica. La idea de la vanguardia que hace penetrar desde afue- la mejor clase media de nuestra historia como “la juventud que no estuviera conquistado por de orto. O sea, el tipo no estaba ya sentado a la mesa del deba- gos artículos para la revista. También (créase o no: y esto era
ra la ideología en las masas es antidialéctica. Es meter una cosa peronista, cuya organización hegemónica es Montoneros”. el error y por la muerte. Cuan- te. No, entra por las suyas, casi sorpresivamente. Se acerca a algo que nos imponía Arturo Armada, que no quería que la
en el fluir de la dialéctica de la clase obrera. Pero, ¿qué podían Miguel Hurst –y yo lo puedo decir– y muchos otros militan- do, a fines de 1973, muchos uno con pinta de académico que está diciendo algo sobre la revista fuera a playa sino que la repartiéramos nosotros en la
saber de esto los vanguardistas del foco envalentonados por tes ya tenían las bolas llenas con eso de la “organización hege- decimos “entre Firmenich y necesariedad de que el país decida sus políticas a partir de sí Capital, cosa que le mereció ser tachado de “trotskista”, cosa
los sueños teóricos de Ernesto Guevara, cuya característica fue mónica de la Jotapé”. Era un dislate. Era (ya) el delirio de la Perón hay que elegir a mismo, que no las reciba de afuera, sobre todo de Estados que no le hizo cambiar de idea) tenía que cargarme con un
ser heroico en todas partes y no triunfar en ninguna. Orga. El delirio de disputarle la conducción a Perón. O la Perón” –los motivos eran Unidos. Se nota que tiene algo o bastante de “zurdo”. El que montón de revistas y caminarme Callao de punta a rabo (o
El foquismo vanguardista parte de un supuesto fatal: las juventud peronista formaba parte de un movimiento de innumerables– también nos acaba de entrar (sin cambiar su cara ortesca u ortiásica) le dice: sea, iba “rodando por Callao” como la luna de “Balada para
masas están privadas de conciencia revolucionaria. O la tienen masas cuya conducción (y, por consiguiente, su hegemonía) deslizamos al Error. Elegir “a “¿Usted es otro de los que quiere venderle ideología a Perón?”. un loco”) y entregarles ejemplares a los kiosqueros más accesi-
muy embrionariamente. La tarea de la guerrilla es la de la gal- era encarnada por Perón, a quien esperaban todos los argenti- Perón” era elegir a López Rega, a El “zurdo” lo mira sorprendido, no sabe qué decir. Se nota bles. No lo hice muchas veces, era demasiado. Pero faltaba
vanización. Guevara, en su Diario, llega a exclamar que pocas nos que fueron a ezeiza, cerca de dos millones. Y que no eran Villar, a Navarro, a la Triple A. Cuan- que no tiene habitualidad televisiva, en tanto su agresor la algo. Algo que Horacio González hacía desde que lo conocí.
veces sintió el poder “galvanizador” de la guerrilla como en todos Montoneros, ni por joda. O era la “tendencia” de una do muere Perón se produce un reflujo de masas decisivo. Ya derrocha. “Ahora –sigue el cara de orto– resulta que todo el Me faltaba “un barrio atrás”. Era una frase clave de la época.

II III
Todos teníamos que tener “un barrio atrás”. Militar en un ba? ¿Perón?” “Bueno, dale.” “Va a ser un Prólogo teórico, Cordobazo”. A mediados de enero de 1973 se le presentan
barrio. Yo siempre había vivido satisfecho con lo que hacía eh.” Aceptó. El Prólogo que escribí formó, después, parte de dos documentos a Cámpora. Uno empieza así: “La Universi-
por la liberación nacional y social de la patria, pero no bien El peronismo y la primacía de la política y también de Estudios dad Argentina ha servido siempre a los intereses de la oligar-
estalla la primavera camporista siento que me falta eso. Me sobre el peronismo, que es el mismo libro pero con un pudo- quía y el imperialismo como instrumento de ‘colonización
falta “un barrio atrás”. Me reúno con Héctor Abrales en su roso limado de los excesos de la época. Es el que editó Lega- cultural’. Esto se manifiesta en su estructura organizativa y
casa de la calle Las Heras, muy cerca del Blasón, que estaba sa en 1983. Ese libro –yo era demasiado ingenuo: ignoraba en los objetivos y métodos de la enseñanza que imparte”
en Pueyrredón y Las Heras y ya no está más. La vida de uno los poderes que la socialdemocracia antiperonista conquista- (ADUP, Agrupación Docente Universitaria Peronista, Envi-
se puede narrar por los lugares de Buenos Aires en que estu- ría en la academia, a la que no pude volver por cuestiones do, Nº 8, marzo de 1973, pp. 60/62). Insistamos: “La ‘entra-
vo. Al principio de la carrera, ahí, en el Blasón, le dije a una que desarrollé en dos novelas: La astucia de la razón y La crí- da a palos’ de la Revolución Argentina significó introducir la
muy linda piba, compañera de Española II, creo, una frase tica de las armas– determinaría mi aniquilación como escri- realidad del país en la ‘isla democrática’. El estudiante
que me había preparado para los levantes intelectuales: tor de ficciones en la carrera de Letras. Mis dos primeras comienza a vislumbrar que fuera de los muros universitarios
“Nosotros somos los únicos que podemos reinventar el bello novelas –muy valoradas como expresiones alternativas o crí- existe un Pueblo que venía siendo proscripto, hambreado,
sentido de las bellas palabras”. Casi se muere. El verso es un ticas del poder militar y escritas y publicadas en el país– se reprimido, torturado, etc., desde 1955. En 1969 y en los
arte que ha ido muriendo, que las minas ya no conocen por- evaporaron a partir de 1984. A joderse por obstinado pero- años sucesivos, en las calles de Córdoba, Rosario y el resto
que los boludos de los tipos que andan hoy en día por la ciu- nacho que insiste en publicar (¡en 1983, cuando era la hora del país, el estudiantado comienza a unirse al Pueblo en las
dad apenas si hablan castellano. Bueno, en esa época, con de Sebreli y Los deseos imaginarios del peronismo y del Club barricadas, comienza a reconocer una historia que desde mucho
una buena frase te levantabas la mejor de las minas. A mí, las Socialista y su poder en la academia!) un viejo libro de 1974 antes venía construyendo la clase obrera. Así va asumiendo en
frases me sobraban. Con el verso era imbatible. El problema –con trabajos escritos desde 1972– en plena “primavera las calles las luchas del pueblo trabajador, y contrariamente a
residía en que después, en los hechos (a una cuadra y media alfonsinista”. Pero ese Prólogo expresa buena parte del espí- los objetivos del ‘onganiato’ comienza a ver al pueblo de
del Blasón había un hotel llamado –creo recordarlo bien– ritu del camporismo. También niega las negras interpreta- carne y hueso y su expresión política: el Peronismo” (Docu-
Tourvillon), uno tenía que mantener el nivel de excelencia ciones que se han hecho sobre la juventud peronista y la mento conjunto de la Juventud Universitaria Peronista, abril
que había desplegado con las palabras. Y esto podía pesarle a Universidad. Mi pasó por la Universidad del ‘73 fue de de 1973. Reunión del 9 de abril).
uno. Porque a medida que llegaba a la esquina, doblaba a la intenso trabajo. También el de otros profesores como Por- ORGANIZACIONES PARTICIPANTES:
izquierda y se acercaba al lugar en que se desarrollaría la tantiero, Eggers Lan y el vertiginoso Horacio González de Mar del Plata
batalla final, el momento de la verdad, se decía: “¿Cómo Ciencias Económicas, que daba clase en la playa de estacio- J.P 17 de Octubre
mierda hago para llevar a esta mina a un orgasmo equivalen- namiento. Si transcribo el Prólogo es porque creo que hoy La Plata
te a la frase que le dije? ¿Qué tengo que hacer para conseguir puede ser muy útil a los que busquen salir de una concep- Federación de Agrupaciones “Eva Perón”
algo similar a ‘Somos los únicos que podemos reinventar el ción secamente academicista de la ciencia. Es el siguiente: FURN (Federación Universitaria de la Revolución Nacio-
bello sentido de las bellas palabras’? ¿Y si ‘el compañero’ se “Durante muchos años, en nuestro país, se intentó separar la nal. En la que militaba un muy joven Néstor Kirchner)
asusta ante semejante desafío y no llega al altísimo nivel al Ciencia de la Política. Fue una de las tantas maniobras del Y siguen innumerables agrupaciones. Son de Capital
que mi maldito logos lo ha condenado?”. Bueno, esto sólo neocolonialismo. Apareció así un tipo especial de científico Federal, Rosario, Santa Fe, Entre Ríos, Chaco, Corrientes,
era para decir que Abrales vivía a media cuadra del Blasón y que unió su imagen a la del laboratorio cerrado y la Razón Misiones, Córdoba, Bahía Blanca.
yo lo fui a ver porque necesitaba “un barrio atrás”. Estaba atemporal. Alejados de la realidad social y política de nuestro
comiendo. Abrales era el Turco Abrales. También era el país, estos hombres vivieron condenados a generar verdades
Gordo Abrales. Parecía un príncipe de Las mil y una noches, cuya utilización final caía en manos que ellos desconocían LA “OTRA” AUTOCRÍTICA DEL ERP
ese libro del que Borges se afanó tantas cosas. Comía huevos por vocación y por convicción. Pues el técnico, al carecer de Entre tanto, el ERP (que no tenía estas preocupaciones)
fritos, papas fritas, bife de chorizo, mojaba el pan en el un adecuado marco ideológico-político que le permita orien- asesina al contraalmirante Hermes Quijada. Lo hace el ERP
juguito, bebía vino tinto de un pingüino (que, a no dudarlo, tar su práctica, termina siempre por aceptar con pasividad el 22 de agosto, que se supone un desprendimiento “populista”
tenía en su interior un formidable vino de Mendoza) y papel que la sociedad dependiente le impone. Su idolatría de las fuerzas de Santucho. Fue una calamidad. Faltaban 25
hablaba sin parar. Su mujer lo atendía con mucho amor. Era por la Ciencia, por el conocimiento objetivo, riguroso y veri- días para la entrega del gobierno por parte de los militares.
muy linda, inteligente. “Bueno, Josecito, ¿qué mierda que- ficable (valores todos que la cultura neocolonial se ha esme- Pero el ERP desdeñaba hasta tal punto la política que no le
rés?” Le voy a explicar pero él sigue hablando. “Ah, necesita- rado en inculcarle), lo conduce siempre a separar su práctica importaban las coyunturas históricas. Hermes Quijada, acu-
mos algo de vos. Es para los Equipos Político-Técnicos. científica del mundo, para él, turbulento y engañoso de la sado de mentor de la masacre de Trelew y, para colmo, el
Necesitamos citas del Viejo.” “Hay miles de citas del Viejo.” historia. Atrincherado en su laboratorio, considerará que su que dio la grotesca explicación por la tele a la ciudadanía,
“No, boludo. No es tan simple. Si no, no te lo pediría a vos. misión en la vida es producir verdades objetivas y verifica- tenía que ser boleta. No importaba si esto ponía en peligro
Necesitamos que nos hagas una selección de citas del Viejo. bles, y dejar en manos de otros especialistas (los hombres de la entrega del gobierno. Todo era lo mismo. La ultraizquier-
Pero de las que respalden nuestra línea.” “O sea, no pongo: Estado o de Empresa) la utilización social y política de esas da no tiene matices. Todo es el “régimen”. Tanto Lanusse
‘Se verá que no somos enemigos del capital sino sus verdade- verdades. No jura por Dios ni por la Patria, sólo lo hace por como Cámpora. La JP eran unos cuantos burguesitos sedu-
ros amigos’.” Se ríe con su enorme bocaza y se sirve vino. la neutralidad de la Ciencia. Su pasión por los datos verifica- cidos por un líder bonapartista. La democracia, mierda. En
Me ofrece algo pero le digo que no, que a esa hora no tomo bles, su trato cotidiano por las cosas, lo determinan a trasla- medio de un París convulsionado al máximo, con policías
vino. “No, huevón. Eso dejáselo a los gorilas. Buscate frases dar esos valores al orden social, al cual, necesariamente, ter- que retrocedían, con estudiantes que incendiaban todo, San-
duras y frases sobre la Ciencia. Nos armás una buena canti- mina por cosificar. Y ésta es su mayor tragedia. Porque no lo tucho les dijo a los jefes de la rebelión: “A ustedes les falta
dad y sacamos un librito. ¿Sabés que hay unos pibes que edi- olvidemos: las cosas, en sí mismas, son siempre reaccionarias un mayor nivel de violencia”. Claro: el Mayo del ‘68 no
taron tus artículos y se reúnen para estudiarlos?” No sé qué desde que no expresan sino el orden establecido. La acción polí- mató a nadie ni tuvo una víctima para llorar. ¿Qué era eso
cara habré puesto pero –otra vez– se caga de risa. “¡Mirá la tica, que es la organización de la voluntad popular, es un para Santucho que de un plumazo liquidaba a Hermes Qui-
cara de orgasmo que pusiste, ególatra de mierda! Sos de lo acto de pura trascendencia, que niega y supera el orden esta- jada a días de las elecciones? Después hará la autocrítica.
que no hay. Bueno, ¿nos hacés el librito?” “Sí, frases duras y blecido en función de valores siempre crecientes de justicia ¡Tan tardía tu autocrítica, Robi! Tan inservible. Un gran
frases sobre la Ciencia. Ahora escuchame, te quiero consultar social. El hombre de Ciencia advertirá, de este modo, que amigo mío –un militante del ERP que arriesgó siempre el
algo.” “Dale.” “Necesito un barrio atrás.” “¿Vos? ¿Estás en sus valores más preciados, la neutralidad de su Ciencia y la pellejo– se cagó de risa cuando se enteró de la autocrítica de
pedo? Hacenos el librito y punto. Ese es tu ‘barrio atrás’.” objetividad y pureza de su Saber no son sino manifestaciones Santucho. Y en medio de una ironía, de una autocrítica lace-
“No, Gordo, en serio. Hoy si no tenés un barrio atrás nadie de una realidad trágica y total: la dependencia argentina en rante que le arrancaba lágrimas de dolor, de impotencia, de
te toma en serio. Sos un descolgado. Un intelectual de mier- el campo del Saber, en el campo de la Ciencia. Es necesario, derrota, escribió la que, para él, debió ser la verdadera “auto-
da. No servís para nada.” Aparta el enorme plato y pide el entonces, desmitificar esa entelequia de la neutralidad de la crítica” del ERP. Antes, repasemos un fragmento, al menos,
postre. “Mirá, Josecito.” (El Gordo es mayor que yo. Me Ciencia, y demostrar que un técnico, en un país periférico- de la de Santucho: “Nos equivocamos en la política, y en subes-
lleva como siete años. Es un veterano. De aquí que me diga dependiente, no metropolitano, sólo puede asegurarse la timar la capacidad de las FF.AA. al momento del golpe. Nues-
“Josecito”. A mí nunca me disgustó que me dijeran así. Me honesta utilización de sus esfuerzos como investigador si une tro principal error fue no haber previsto el reflujo del movi-
embola que me digan “Juan Pablo”.) “Mirá, Josecito –dice y su Ciencia con los proyectos, las conquistas y las necesidades miento de masas, y no habernos replegado”. Yo vivía todavía en
dice algo muy importante–, ahora hay que esperar que político-sociales de su pueblo. Porque la ciencia no es neutra: el barrio de Colegiales. Plena dictadura. Estábamos en la
asuma Cámpora. Pero sobre todo hay que esperar que vuelva o sus objetivos son marcados por los intereses de la nación o son cocina. El erpio se llamaba Aníbal, y no digo más. Ahora
Perón. Yo estoy bien adentro del Movimiento. Es un despe- instrumentados por el neocolonialismo para nuestro dominio”. hace artesanías, va a esas plazas donde se juntan todos esos
lote. Se sacan los ojos. Haceme caso. Esperá que vuelva el No éramos vándalos de las SA que habíamos tomado “por locos entrañables, indefensos, que vienen de vuelta de cosas
Viejo. Ahí se van a ordenar los tantos. Entonces vemos. Si asalto” la Universidad. Eso lo decía Cabildo, y qué otra cosa terribles o no vienen de nada ni van hacia nada. Esa tarde
todavía querés tu ‘barrio atrás’ lo vas a tener.” Pueden creer- podía decir. Renegábamos de la “isla democrática” de los –en la cocina de mi casa– yo había hecho café y lo tomába-
me: eso dijo el Gordo Abrales. “Esperá que vuelva el Viejo. ‘60. El estudiantado vivía en un paraíso artificial. La policía mos con cognac. De pronto, Aníbal dice: “¿Querés que te
Ahí se van a ordenar los tantos.” Perón venía a meter orden entraba en todos lados. Era hora de que entrara en la Uni- diga mi autocrítica del ERP?” “Me muero por oírla.” “Escu-
en el Movimiento. A imponer su conducción. Todo habría versidad. Se acabó la “isla democrática”. Somos parte del chá: Primero) Nos equivocamos en la política de masas.
de tener un rumbo unitario desde su regreso: el que el líder país de la dictadura. La “Noche de los Bastones Largos” Nunca tuvimos una; Segundo) Nos equivocamos en la eva-
señalara. Todos o casi todos creían eso. Algo más: la palabra (macartista y aberrante) arroja a los estudiantes a una situa- luación de las fuerzas enemigas. Creímos que no existían;
“huevón” es chilena pero también mendocina. Tanto “hue- ción de igualdad con los pobres, con la clase obrera. No hay Tercero) Nos equivocamos en no acompañar el reflujo de
vón” como “huevada”. Yo las aprendí del Gordo, que era privilegios para los pibes de clase media que se dan el lujo de masas. Tanta poca bola les habíamos dado que ni sospechá-
mendocino. Lo del “librito” con “la línea de ellos” muestra estudiar. Aquí, el estudiantado se politiza. Basta, no somos bamos a dónde mierda se habían ido. Desolados, nos pre-
cómo se trabajaba. Todos podían tener “su” librito de privilegiados, nos cagan a palos como a todos. Nos meten guntábamos: ‘¿Dónde se reflujiaron?’”.
Perón. Todos podían confeccionar uno que expresara “su” canas en las aulas. Ahí es donde surge la frase de Alcira Argu- No dudo que esto habrá de dolerle a más de uno. A mí
línea. Perón había largado frases para todas las líneas. “Tener medo: “Hizo más Onganía por la nacionalización del estu- también me duele. Pero es así: es la historia. De todos
un barrio atrás” era, de mi parte, una actitud –diría, tal vez, diantado que 50 años de Reforma”. Se entiende: no lo hizo modos me atrevo a formular algo. Para mí, ni Santucho ni
Heidegger– por completo inauténtica. Quería “un barrio de bueno, no lo hizo a propósito. Lo hizo de bruto, de Firmenich. Pero si me obligaran a elegir: Santucho.
atrás” porque era “lo que había que hacer”. No habría dura- represor macartista, ultracatólico, cursillista y devoto de la
do mucho en “mi” barrio. No tenía el temperamento de Virgen María. Consiguió lo contrario: “Basta, compañeros. Colaboración especial:
Horacio González, que, él sí, trabajaba en Flores. Tampoco Se acabó la ‘isla democrática’. La cana entra en las Universi- Virginia Feinmann - Germán Ferrari
hoy podría hacer lo que Horacio hace. Y “sos de lo que no dades como entra en las villas, en los sindicatos, en los parti-
hay” no sé si todavía se dice, pero se usaba mucho en esa dos de izquierda, donde se le cante. ¿Por qué milagro habría-
época. Yo solía responder: “¿Qué es lo que no hay?”. Pocos mos de salvarnos nosotros? Somos parte de este pueblo y
días después tenía listo el “librito” con las citas del Viejo. Lo tenemos que seguir su suerte. Así nacen las Cátedras Nacio- PRÓXIMO DOMINGO
llamo al Gordo. “Ya está, Gordo. Pero creo que necesita un nales. Ahora, en la primavera camporista, estamos preparan-
Prólogo.” “¿Y lo escribís vos?” “¿Y quién querés que lo escri- do una Universidad unida al pueblo. Como lo estuvo en el La primavera camporista (II)

IV Domingo 10 de mayo de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


78 La primavera camporista (II)

Suplemento especial de

PáginaI12
LÓPEZ REGA: EL GUITARRISTA Todo indica que intenta señalar la gravedad de lo solemne. Parecía seguro de sus palabras. Pero no Fondo Monetario, de los buenos negocios de las guar. Ya vamos a estudiar la composición y adoctri- empecinado, bravucón, pelotas de acero, dijo: “Yo
MALO DE GARDEL que va a decir, que no es para todos, que nadie ignoraría los peligros que asechaban por todas par- corporaciones, toda hegemonía de la política por namiento del Ejército Argentino. Era claro –clarísi- aquí entré por la puerta y por la puerta voy a salir”.
upongo que recuerdan la entrevista puede ni remotamente escucharlo, que sólo puede tes, de aquí y de allá de la cordillera. En la CIA, el sobre la economía, toda injerencia en la propiedad mo– que no bien se pusieran en serio contra la gue- Salió y se abrió paso entre gente que no lo quería. Se

S que la conducción de Montoneros


–Firmenich, Vaca Narvaja y Perdía–
tuvo con Perón en abril de 1973, en
Madrid. Ésa en que Perón les cuenta la
anécdota del ingenuo Samuelito y su cruel papá, que
le saca la escalera y le dice que no confíe en nadie, ni
en él mismo. Los montos salen a los jardines de la
ser verbalizado en voz muy tenue, conspirativa. Por
fin, dice:
–Tenemos serios problemas en el país.
Se detiene. Mira, a cada uno de sus interlocutores,
a los ojos. Ninguno dice nada. Quedan a la espera.
Algo más interesados ahora, o mucho.
–La izquierda.
general Haig, hacía rato que había dicho de él: “Hay
que terminarlo. No podemos tolerar otro Castro en
América Latina”. Luego, en un documental sobre
Kissinger, lo dijo todavía más expresivamente:
“¿Otro Castro? ¡Come on!” O sea: “No me jodan.
Nos engañaron una vez. Dos, no. Nunca”. Cuando
don Salvador dice que a Cámpora le aguarda un
(lo que intentó, mal o bien, Cristina K en 2088 y
casi le cuesta el puesto), toda agresión al “republica-
nismo”, a la “libertad” de esa prensa que está en
manos de la derecha, farfullar contra la Escuela de
Chicago, contra el Consenso de Washington, impo-
ner ideologías contra-mercadistas, agredir a las elites,
a sus formadores de opinión, que serán sagrados,
rrilla la aniquilarían rápidamente. Y que la masacra-
rían lentamente, con torturas inexpresables, como
los matarifes de Argelia, sus grandes instructores.

“MUCHACHOS, NO ME PINTEN
LOS TANQUES”
Volvemos a la Plaza del 25. Fue la apoteosis de la
ligó sus puteadas y algún escupitajo. A nada le dio
bola. Era más alto que todos y ese pelo plateado
semejaba un casco. Entró en su auto y se fue.
Se había planeado un desfile para las 15.30. El
general de infantería Manuel Haroldo Pomar, viejo
conocido de los políticos justicialistas, se haría cargo
de su realización. Impotente ante el desborde de la
residencia de Puerta de Hierro, algo atribulados, y se –La izquierda –repite mecánicamente Firmenich. gran futuro, lo dice porque ve a esa muchedumbre intocables, porque serán la voz de los grandes valores ilusión. Pero también del desborde. Se jugaba con militancia, Pomar ni siquiera podía hacer avanzar
dirigen a la salida. Tratan de develar el sentido (no –Sí –dice López–. Nos vamos a tener que enfren- en la plaza, a él le quedan menos de cuatro meses de del mundo libre, todo eso será pro-terrorista. Y la fuego. Se confiaba demasiado en el triunfo. Se crea- sus tanques. Era un espectáculo inédito en la Argen-
tan oculto) del cuentito del Viejo. Parecía que la jor- tar a una izquierda muy poderosa que querrá tomar gobierno y de vida. Y a Cámpora menos de cincuen- regla central de nuestro tiempo es la Guerra contra ban rencores ilevantables. Se humilló exageradamen- tina militar, católica, conservadora y reaccionaria en
nada de cuentos premonitorios habría concluido. el poder. ta días en la Casa Rosada. No podía ser. América el Terror. En los ’70, con la misma virulencia, lo era te a los militares. ¿Era necesario? Es al pedo discutir que nos habíamos criado. Los militantes se trepaban
Pero no. “Siempre es posible poner una piedra sobre la Los tres montoneros se miran entre sí. ¿Están Latina no habría de ser tomada por el marxismo. la Guerra Fría, contrainsurgente. O sea, la juventud si lo merecían o no. Pero, ¿qué se pensaba? ¿Que se a los tanques. O les pintaban leyendas sin duda inju-
colina de las desgracias”, supo escribir Louis Aragon, oyendo bien? ¿Eso está diciendo López Rega? ¿A Porque hay que aclarar algo y aclararlo muy bien. peronista peleaba contra la maquinaria bélica de iban a casa para siempre? ¿Que no se quedarían riosas para los milicos. No había un tanque que no
si es que lo cito bien. (Por las dudas siempre se ellos? Lopecito no se detiene: Dentro del esquema de la Guerra Fría las fronteras Occidente. Muertos, antes que rojos. No era una tarea lamiendo esas heridas a la espera de la venganza? Sí, estuviera pintado por completo. Las pintadas eran
puede consultar la Antología de la poesía surrealista –Pero no nos van a agarrar desprevenidos. ¿Saben exteriores de los países eran custodiadas por Estados de la que fuera consciente por completo. Menos sus se sabe: se pensaba que se iban para siempre. Al ver las más esperables, pero, por serlo, eran las más agre-
de Aldo Pellegrini, venerable libro que todos los qué hay que hacer? Unidos. Pero adentro la tarea era de los ejércitos militantes. ¿O por qué no postular lo contrario? al helicóptero (ese helicóptero sobre la Rosada es ya sivas. Por ejemplo: “Vengaremos a los muertos de
veteranos y no tanto hemos leído.) Esa piedra fue –No, pero sin duda usted nos lo va a decir –dice nacionales. La guerra de Argelia no había sido una Eran más conscientes los militantes que las conduc- el símbolo de la destitución en la Argentina) toman- Trelew”. O las siglas de la organizaciones armadas:
para los montos la presencia del pequeño, servicial, Firmenich, que ha asumido el diálogo marciano que guerra colonial. Fue un grave error creerlo así. Para ciones. No luchaban contra la “camarilla militar”. do altura y alejándose de la Casa del poder, estalla el Montoneros sobre todo. El ERP no asistió al festejo.
movedizo secretario privado del general, López tiene lugar. los paras franceses se trató de una guerra revoluciona- ¡La “camarilla militar”! Qué espejismo. ¿Sólo contra grito triunfal, la consigna de la victoria: Habrá considerado que esa reunión multiclasista,
Rega. Nadie –a esa altura– lo consideraba todavía –Tenemos que construir grupos operativos de ria. Se luchó contra el marxismo. Era el mundo occi- eso se luchaba? ¿Contra Lanusse y los mil afiliados Se van/ se van bonapartista, que ese festejo de conciliación de clases
algo más que un bufón. Un Eusebio del general, tipo clandestino. Ellos también actúan así. Por eso y nunca volverán típicamente peronista burgués no respondía a la
como el Eusebio de Rosas. Lopecito los invita a tenemos que hacerles lo mismo: la guerra clandesti- ¡Tan poco tardaron en volver! ¡Y con qué furia línea clasista y combativa que ellos impulsaban. Sin
tomar unos tragos en un hotel cercano a la Quinta na. asesina lo hicieron! Toda esta historia que narramos duda, andaban mezclados entre la gente, pero no
17 de Octubre, el Hotel Real. Se sientan, López –No cuente con nosotros para eso –dice seriamen- tiene miles de elementos fascinantes. Algunos son levantaron banderas. Como fuere, “Perón” o “Viva
ordena los tragos y –sin mayores dilaciones– empie- te Perdía–. Creemos que es un disparate. Lo rechaza- terriblemente tristes al verlos desde el futuro más Perón” no faltaba en ningún tanque. De pronto, el
za a contarles un cuento. Porque él también tiene mos por completo. cercano. Porque una ilusión puede morir en diez general Pomar se asoma desde el interior de uno y
uno. Se titula El guitarrista malo de Gardel. El cuen- “Eso que nos pareció un disparate (escribe Per- años o quince. Puede deshilacharse, ajarse. Un héroe cruza su mirada con la de los invasores. Amablemen-
to es buenísimo y merecería que una buena pluma día), y como tal lo rechazamos, luego se convirtió en que nos deslumbró puede decaer, hasta puede tor- te, dice:
lo tomase y lo desarrollara adecuadamente. Gardel trágica realidad, a la que otros prestaron su concurso narse la caricatura de sí mismo. Pero en no menos –Muchachos, no me pinten más los tanques.
–como se ve en todos sus films– tiene dos guitarris- y al final, nosotros fuimos sus principales víctimas” de veinte años. O por ahí. La vida es una permanen- Tenemos que desfilar. ¿Cómo vamos a desfilar así?
tas. Según el cuento (y aquí radica todo) los dos gui- (Perdía, ob. cit., p. 145. También tomado por te decadencia. Miramos una foto nuestra de cinco o Vaya a saber qué le contestaron.
tarristas, pese a ser “los de Gardel”, condición que Galasso en Perón, ed. cit. Volumen II, p. 1172). diez años atrás y ya sabemos hacia dónde vamos:
los iguala, no son iguales entre sí. Tienen una dife- ¿Estaban todos locos? ¿Cómo tomar en serio ese cada vez somos parecidos a nuestro último rostro, a ¿EN QUÉ TARRO MEA PERÓN?
rencia terrible: uno es bueno; el otro, malo. Gardel diálogo? Lo del guitarrista malo de Gardel es una la exacta cara que tendremos al morir. Vemos el Entre tanto, en Avenida de Mayo, pude ver la
emprende la gira que lo llevará a Medellín y –para joya. Un cuento-metáfora por medio del que López final dibujándose en cada arruga, en cada pliegue escena más impresionante de ese día. (De las que yo
reducir costos– deja en Buenos Aires al guitarrista amenaza a los jóvenes revolucionarios y les dice que nuevo, a lo largo de los años. Pero gritar a los 20 o vi, al menos.) Un enorme frente de militantes de la
malo y se lleva al bueno. Imaginen la furia, la decep- él se va a quedar con todo el poder, como si ignorara 25 años (pongamos este promedio de edad en los juventud se enfrentaba con los cadetes de la marina.
ción y hasta la deshonra del guitarrista malo. Les que los montos ya le pedían al General compartir la militantes de la juventud peronista), en una plaza Pudo haber pasado cualquier cosa. Un desastre que
habrá deseado la peor de las suertes. Tanto, que se le conducción. ¡Raro que el hombre pensara en serio desbordante de todo tipo de gente, una plaza que era arruinara todo, que mandara la gloriosa jornada al
dio. Gardel y su guitarrista bueno se carbonizan en que la dejarían en sus manos a su muerte! Era poner la Argentina misma en uno de sus momentos de mismísimo demonio. Los cadetes (vestidos con
el aeropuerto de Medellín. (No creo que el cuento- demasiadas cartas sobre la mesa. La amenaza de mayor felicidad, se van/ se van/ y nunca volverán y muchos colores y gorros muy bonitos) tenían esco-
metáfora incluyera el gran chiste negro sobre la Perón era una cosa: “Muchachos, el Padre soy yo y que esa esperanza se desteja primero en menos de 30 petas con bayonetas caladas. Se habían desplegado y
muerte de Gardel, de modo que vamos a recordarlo. cuando se me cante les saco la escalera”. Pero ya que días (Ezeiza) y luego –entre fuego de metralla, muer- ahora cubrían el frontón humano que había cons-
Digo recordarlo porque es conocido. Igual el tema Lopecito les diga que lo del guitarrista malo de Gar- tos, avance de los peores monstruos imaginables– se truido los Jotapé. Había un cadete por cada militan-
de las “últimas frases” de los hombres célebres nos del es poco creíble. En fin, supongamos que fue así. haga trizas en un año y medio es un espectáculo te. Pero, entre ambos, una enorme diferencia: la
reclamará de tanto en tanto. ¿Cuáles fueron las de No olvidemos que estos materiales provienen del inaudito. La Historia sabe ser cruel y castigar la mayoría de los jóvenes llevaba el torso desnudo. Los
Gardel, las últimas frases del Zorzal Criollo? “¡Se libro de Roberto Perdía. Pero, que López les diga a soberbia. Los hechos suelen organizarse (no porque cadetes, todos bien vestidos ya casi apoyaban sus
incerrrrrdia!”.) El guitarrista malo se entera de la los montos que se dispone a organizar “grupos ope- haya en ellos deliberación alguna) de modos tan sor- bayonetas en el pecho de sus oponentes. Mi recuer-
noticia y decide sacarle jugo a la situación. Se pre- rativos de tipo clandestino” para combatir a la prendentes que algo como la ilusión que alimentó la do se fija en el jotapé que parecía comandar a los
senta en todas partes bajo el título de “El guitarrista izquierda ¡que son ellos! es un disparate insostenible. Plaza del 25 termine –para muchos– en la pesadilla demás. Estaba en el medio de las fuerzas desplega-
de Gardel”. Se gana fácilmente la vida. Algo, en él, O López estaba loco. O Perdía miente. O todos de la ESMA y en una temporalidad que fue como das. Torso desnudo, el sol fuerte sobre la frente,
ve siempre el público del ídolo carbonizado. Reco- habían tomado demasiadas copas en el Hotel Real. un soplo, un vértigo paralizante, helado, que impi- transpirado, toda la furia del mundo en la jeta y un
noce algunos pasajes. Algunos giros. Con eso le Si Perdía no miente sólo restaba matarlo ahí dió siquiera tomar conciencia de él en tanto ocurría. coraje desmedido. Porque a la bayoneta del cadete
alcanza. Con recibir, apenas, un eco del gran hom- mismo. Decirle: “Oiga, usted delira, ¿cómo nos dice Los muchachos de la Jotapé se desbordaban a sí que tenía frente a él le acercaba el pecho y no paraba
bre que –cualquiera lo sabe– permanecerá intacto en eso a nosotros, idiota? Nosotros somos la izquierda. mismos. Habían asumido el control de la Plaza. Le de hablar. Ignoro si el cadete lo escuchaba ya que
la memoria de la patria, pero jamás volverá de la A nosotros se propone matar usted con sus grupos habían pintado un nuevo nombre a la Rosada: Casa tenía cara de miedo. Por los movimientos de su
tumba, pues le gustaba cuidar su pinta y no querrá clandestinos. Si nos lo dice en la cara es o porque no Montonera. Para muchos era un juego. Los mucha- cabeza era claro que el jotapé le decía: “Dale, atreve-
mostrarle a su público lo fulero que la desgracia lo lo va a hacer o porque nos quiere amenazar o por- chos se divertían. Porque la Plaza del 25 fue monto- te. Clavámela”. El cadete retrocedía. Y toda la fila
dejó. Estas últimas consideraciones –algo lindantes que está loco. Si no lo va a hacer, ¿para qué nos lo nera. Hubo gente de todo tipo. No faltó un solo con él. Hasta que se desbandaron. Aparecieron des-
con el humor negro y en las que suele abundar el dice? Si nos quiere amenazar, no vemos con qué jetón. Fueron todas las parejas jóvenes de Buenos pués montones de cuadros de la Jotapé con brazale-
autor de estas líneas– no pertenecen a López Rega. fuerzas lo hace. Y si está loco, al General no le sirve Aires y de varias provincias, fueron con sus niños, tes y se encargaron de organizar el acto que siguió
Lopecito sólo les contó el cuento. Pero les entregó la de nada. De modo que ahora se viene con nosotros con sus cochecitos o cargándolos en sus brazos o sin mayores sobresaltos.
explicitación de la metáfora. Confiesa Perdía: y no se preocupe por el General. Mañana nosotros espaldas. Fueron viejos peronistas. Fueron hombres Las principales consignas de la jornada fueron:
“Remató la anécdota diciendo que ése era su futuro. le informamos que se busque un nuevo secretario. dental que luchaba contra la agresión soviética. Así del Partido Militar, como había dicho Ortega Peña y mujeres de toda clase. Nadie tenía miedo. No podía Juventud presente,
Que el General sería presidente y que a su muerte lo Que usted se atragantó heroicamente con una acei- eran educados los generales de los países de la perife- en Nueva Chicago? No: se peleaba contra el poder pasar nada. Los militares se iban. A ver si podemos Perón, Perón o muerte
sucedería Isabel. Ese sería su momento, porque ejer- tuna. O chocó con una bala que por simple casuali- ria. Se trataba –como bien lo van a explicitar los militar nacional y contra todo el poder militar del dejar esto en claro: No había hipótesis de conflicto.
cería el poder a través de Isabel, que era su discípula. dad venía en dirección contraria a la suya. ¿Cuál militares de la Doctrina de la Seguridad Nacional– mundo libre. Para el “imperialismo”, nosotros no Sólo existía la Tendencia Revolucionaria. Nadie Que señalaba correctamente la acción dominante
Como aquel ‘guitarrista malo’ suplantaría sus defi- prefiere?” nada menos que de la Tercera Guerra Mundial. La éramos un pueblo en lucha por la liberación nacio- pensaba en el C. de O. ni en la CNU. Tampoco en de la juventud peronista durante la jornada. No olvi-
ciencias con el título de ‘Secretario de Perón’. Noso- misma tenía la característica de desarrollarse en paí- nal y social de la patria. Eramos una formación los sindicatos. Hacía muy poco que la UOM había dar esto: el 25 de mayo fue la Plaza de la Jotapé. Fue
tros no asignamos ni a esas ni a otras anécdotas e Satiricón era una revista muy leída por la clase ses que no eran parte territorial de los dos bloques nacional del diabólico marxismo expansivo y soviéti- creado a “los verdes” (brazalete verde): los mucha- una plaza popular, alegre, soleada, pero combativa.
ideas más significación que a sueños de un delirante. media progre, inteligente, que buscaba un humor hegemónicos de esa guerra: Estados Unidos y la co que luchaba contra el poder del mundo occiden- chos cadeneros de la Juventud Sindical. Nadie los Fue la plaza de Cámpora y la de sus “sobrinos”, los
Con el tiempo comprendimos cómo nos habíamos no convencional. En su tapa de mayo publica un Unión Soviética. Eran países marginales. En ellos tal y cristiano. Nuestros enemigos eran el poderoso conocía. Acaso se llegó ese día a una suma improba- que lo habían llevado ahí, los que lo querían, lo sabí-
equivocado” (Perdía, ob. cit., p. 145). dibujo que presenta a Perón como el sol de la maña- buscaba infiltrarse el enemigo “rojo”. Por elecciones, Ejército Argentino más todas las potencias del Occi- ble, a una cantidad imposible de personas, pero an suyo, los que hasta eran capaces de pensar que era
Todavía están en el Hotel Real. Supongamos que na, un sol que sale para iluminar a la Casa de por el populismo, por el intervencionismo de Esta- dente Cristiano dispuestas a defender los valores de nadie que estuviera ahí habría podido negar esa cifra: más leal a ellos que a Perón o igualmente leal a
beben unos martinis. Que el clima no es tenso, pero Gobierno y al país todo. El título de tapa es: El sol do, por el keynesianismo distributivo. Hoy sucede lo la democracia contra el enemigo soviético. ¡Y noso- un millón de seres humanos, todos alegres, todos ambos. Pero si Cámpora quería crecer en política, si
un poco estéril. Como si los montos se dijeran “qué del 25 viene asomando. Nunca había pasado ni pasa- mismo. Todos los países que no colaboran abierta- tros creíamos diferenciarnos porque hablábamos de inmersos en la fe del futuro, el futuro como una le empezaba a tomar el gustito a este asunto del
hacemos aquí, perdiendo el tiempo con este patético rá algo como eso. Salvador Allende caminaba por los mente con la Guerra al Terror de Estados Unidos los dos imperialismos y la tercera posición! No está- larga senda interminable, llana, sin socavones, sin Poder, de ser Presidente, de recibir a Allende y a
pelotudo que nos viene con ese cuento idiota del salones de la Casa Rosada. Se acerca al balcón. Mira están contra él. Si rechazan el ALCA, la CIA los con- bamos con ninguno. Esto nos llevaba a la ilusión de banquinas peligrosas. Imposible imaginar que todos Dorticós, de ser un líder revolucionario, un jefe de
guitarrista malo de Gardel, justamente a nosotros a la muchedumbre. Saluda a quienes lo reconocen. sidera “populistas” pero –hoy, en los archivos del permanecer ajenos a la lucha de los dos imperialis- eran de la juventud peronista. Y esto es lo formida- los pueblos del Tercer Mundo, si decidía, en fin,
que venimos de una larga entrevista con el General”. Un periodista le pregunta qué opina del nuevo Pentágono– populismo es terrorismo. El Mercosur –al mos. No: estábamos en el centro de esa lucha. O nos ble de la jornada. Si la Jotapé llevó un 25 por ciento mandar a la mierda la obsecuencia y la lealtad nihili-
De pronto sucede algo inusitado. Como Perdía no gobierno argentino. “Pues que le aguarda un gran debilitar el poder de Estados Unidos– fortalece al enrolábamos con Occidente o éramos sucios comu- su papel se multiplicó. Eran los más activos y se sen- zadora al Padre Eterno, su única fuerza política era la
le otorga el peso que merece me permito narrarlo futuro –dice don Salvador–. No sólo por los hom- terrorismo. La unidad entre países poco dóciles –por nistas del trapo rojo aunque gritáramos “ni yankis ni tían los héroes de la jornada. Pero la Plaza desborda- juventud peronista. El Tío lo sabía. Los jóvenes tam-
yo. López Rega seguramente ha de pedir otro marti- bres que lo componen sino por toda esa muche- ejemplo: Bolivia, Chávez, Correa, Cristina Fernán- marxistas”. O aunque nos puteáramos con los zur- ba de pibas con ponchos salteños, de pibes con lar- bién. Por eso voceaban la consigna:
ni. Busca crear una pausa entre el cuento del guita- dumbre que lo apoya.” Y hace un amplio gesto que dez– no se considera como el acercamiento de dos desde la condición nacional y popular. Alexan- gas patillas, con pantalones elefante, con poleras, de Cámpora leal,
rrista malo y lo que ahora va a decir. Se inclina sobre abarca toda la plaza. Cuánta tristeza, dolor. No populismos distribucionistas. No hay nada que sea der Haig se reía de lo “nacional y popular”. Era otro gente sencillamente feliz. Los milicos se fueron y socialismo nacional
la mesa, como si buscara crear un clima secreto, un recuerdo dónde vi ese reportaje a Allende. Por ahí eso. Todo alejamiento del mercado libre norteame- disfraz del comunismo internacional. Y Perón, el –junto con la consigna del “nunca volverán”– se Pronto se vería que, para ser leal al socialismo
círculo de complotados. Sólo él lo hace. Los monto- en algún televisor de alguna vidriera. O porque no ricano, del Estado no intervencionista, de la libertad mismo indeseable de siempre. En suma, todo era mezclaron puteadas de todo tipo. Muchos creían (nacional), Cámpora debía optar por los jóvenes y
neros se quedan como estaban. Pero él baja la voz. había salido aún para Plaza de Mayo. Allende se veía incondicional de las empresas, de los acreedores, del más terrible de lo que osábamos imaginar... o averi- que en ese helicóptero iba Lanusse. No, Cano, enfrentar al Viejo castrador, al jodido Viejo que
II III
llegó para destrozar todos los sueños de la Tendencia, te la cuenten–, está bien trabajado y trae testimonios sin Parlamento, hueca de instituciones, con una poli-
que incluían la muerte política del Tío. ¿Se atrevería? muy valiosos. Corrigiendo: el título va más allá de lo cía sin controles judiciales, violenta? La democracia
¿Intentaría algo? ¿Lograría el oscuro dentista de San meramente pendenciero. Es más rico que eso. Se pre- recién volvió al país por medio de las elecciones del
Andrés de Giles ir más allá de sí mismo? ¿Cuántos senta como la única verdad sobre la militancia de los 11 de marzo de 1973. Y se intentó restaurar el 12 de
hombres pueden algo así? Difícil, muy pocos. Más ’70. Los “otros”, ésos, “te la cuentan”. Nosotros no, octubre del mismo año con la fórmula Perón-Perón.
difícil aún para Cámpora que había definido su exis- dice Ernesto, te damos la precisa. La frase encierra un Si se restauró, lo veremos. Pero el gobierno de Cám-
tencia bajo el signo de la lealtad a Perón. Ahora tam- desdén por el lector: que no va a ser capaz de distin- pora fue excepcionalmente democrático. No niego
bién quería ser leal a esos jóvenes a los que había guir entre quien “se la cuenta” y quien no. Es cierto que fue doloroso para los miles y miles de argentinos
empezado a querer. Su destino era el del jamón del que se propone ser “popular”, se trata de una frase de fachos que crecen como hongos en esta tierra. Lo vie-
sandwich. Pero, de ese sandwich tóxico, seguramente barrio, de base. “No dejés que te la cuenten, pibe. ron como un desborde subversivo. Había llegado
su parte más sana terminaría por ser el jamón. Cám- Escuchalo a Ernesto que se la sabe lunga.” Pero por –por ahí: por mayo-junio del ’73– al Aeroparque de
pora fue la imagen del perejil de superficie. Del que más lunga que se la sepa Ernesto, su versión será una Buenos Aires. Iba seguramente a Córdoba. Me deten-
creyó que se podían hacer las cosas sin grandes costos, más. Hasta por ahí sale un libro o un panfleto titula- go ante un kiosco de revistas. ¡Qué hermoso, nuevo,
sin sangre. Del que ni sospechó la torpeza y el despre- do: “No dejés que Jauretche te la cuente”. Aquí, los vital, saludable espectáculo! El kiosco desbordaba de
cio por la vida de sus propios militantes que animó a que quedamos para contarla y los que todavía quere- revistas que habían sido prohibidas durante años,
la conducción de la Orga (sobre todo a partir del ’74) mos encarar el riesgo de contarla, la contamos todos. durante siglos. ¡Bravo, Cámpora, bravo! ¡Al fin uno
y del que ni imaginó hasta dónde podía llegar el com- Cada uno cuenta la suya. Algo de verdad sin duda veía una teta en un kiosco de revistas! Era una revolu-
promiso de Perón con la derecha del movimiento. habrá en cada versión. Pero son eso: versiones. Nin- ción. Ahí estaba Playboy. Ahí estaba Playmate. Ahí
Como sea, el discurso de la Plaza del 25 termina con guna será la verdad absoluta como para afirmar que estaba Penthouse. Estaban los libros que nos habían
la frase axial de Perón y del peronismo: de casa al tra- todos los demás “te la cuentan”. Lo bueno del libro prohibido leer. ¡Hasta uno que otro de Marx había!
bajo y del trabajo a casa. Es imposible concebir una de Jauretche es que él cuenta poco porque les da la ¿Saben los argentinos de hoy que uno tenía que viajar
frase menos ligada a toda idea de movilización popu- palabra a protagonistas relevantes de los hechos. Que a Montevideo para comprar libros de Marx y Engels
lar que ésa. Su antítesis, en gran medida, es gobernar también “te la cuentan”. Porque, en esta vida, te la durante la “dorada” década del ’60? ¿Saben que
es movilizar. Podría decirse que nosotros meábamos cuentan todos. Al final, uno tiene que elegir la que se –junto con el peronismo– se prohibía todo lo que
fuera del tarro. Es evidente. Pero no porque no cono- va a contar a sí mismo. Acaso todas estas centenas de oliera a marxismo? ¿Saben esto? Una vez volví de
ciéramos el tarro. Meábamos dentro de otro tarro, no páginas no sean sino la forma en que yo me la cuento Montevideo. En el fondo de la valija tenía varios
afuera de ninguno. Sólo que nuestro tarro no era de a mí mismo. Y no está mal que así sea. Lo único que libros de Marx. Arriba había puesto unas ediciones de
casa al trabajo y del trabajo a casa, sino gobernar es pido es que todos lo reconozcamos. La verdad absolu- La república, Las leyes y el Timeo. El tipo de la Aduana
movilizar. En éste meábamos. Lo que proponíamos ta sólo Dios la tiene. Y Dios de peronismo no sabe un de nuestro republicano país me hace abrir la valija.
era un cambio de tarro. “Miren, compañeros peronis- pomo. O porque no le interesa o porque renunció a Mira los libros de Platón. “Estos son todos los libros
tas, ya se ha meado bastante en el tarro que propone entenderlo (sabia decisión) y se consagró a elucidar que traje”, le digo. “Bueno”, dice el animal onganies-
de casa al trabajo y del trabajo a casa, ¿qué tal si se cuestiones menos complejas: si Él existe o no, por co. “Porque, ¡no crea que se puede entrar cualquier
empieza a mear un poco en el que proponemos noso- ejemplo. Además, recordemos, el compromiso con el libro a este país!” Eso dijo el tarado, el lacayo fiel, por-
tros, gobernar es movilizar?” Pero el Viejo tenía dema- pueblo de la juventud peronista era: “Primera ley que está lleno de desgraciados como ése este país.
siados problemas de próstata y no quería cambiar de vigente: libertad a los combatientes”. Y seguía: “Los Tipos que esperan que les den una orden sucia, lo
tarro. Por sus convicciones de manipulador social y candidatos electos (recordamos este texto ahora) de la suficientemente sucia como para que puedan cagar a
de apartar a los obreros de la combatividad militante juventud peronista en los niveles nacional, provincial los demás, tratarlos mal. Pasé con mi valija. ¡Me sen-
y porque, en el remoto caso de querer cambiar de y municipal comprometen formalmente su acción tía un héroe porque había entrado al país una edición
tarro, seguramente Lopecito lo habría convencido de ante el pueblo para el logro de los siguientes objetivos de La ideología alemana! Y ahora –en Aeroparque–
que no llegaría nunca al nuevo y, en el trayecto, se fundamentales: Primero: La investigación incondicio- miraba deslumbrado a una rubia de Playboy, con unas
mearía encima. nal y sin discriminaciones de todos los compañeros tetas espléndidas. Ella también me miraba. Me guiñó
Otras consignas de la Plaza del 25 fueron: presos políticos, gremiales y conexos” (Envido, Nº 9, un ojo y dijo: “¿Viste? Al fin sos libre. La prueba soy
Montoneros, FAR y FAP mayo, 1973, p. 6). Entre los firmantes –que son yo. Nunca vivas donde no te dejen ver a una mina en
en la guerra popular varios– figuran algunos nombres que han continuado bolas”. Compré la revista, claro. Si esa noche –en el
en la política argentina. Que, podría decirse, han lle- elegante Hotel Crillón al que siempre iba– me ofrecí-
Los peronistas joda, joda, joda gado a ser presidentes de la República y acaso lo an algo, una linda call girl cordobesa o porteña. En
y los gorilas llora, llora, llora intentan todavía. Pues entre los diputados provincia- fin, una buena puta, los mandaba al diablo. Tenía
les figura un tal Adolfo Rodríguez Saá, hombre que una cita secreta con una rubia de Playboy y con todas
Dame una mano carga sobre sí el prestigio de ser descendiente del glo- las que seguramente habría adentro en esa revista del
dame la otra rioso caudillo cuyano Juan Saá (¡al que Alberdi consi- pecado, esperándome. También había revistas políti-
dame un gorila deraba “¡el verdadero vencedor de Pavón”!), quien es cas. Ya había aparecido el Desca. Ahora es hora del pue-
que lo hago pelota derrotado –luego de valiente lucha– en la batalla de blo. Militancia. Si hasta Gente –con su repugnante
San Ignacio, el 1º de abril de 1867. (Nota: Las tropas oportunismo– tendría una foto de Galimberti. Pano-
El “tono infantil” de esta última (basada en un de Buenos Aires estaban al mando del coronel Arre- rama, ni lo duden. Bernetti mediante. Había edicio-
juego de la niñez y practicado sobre todo por niñas) dondo. Hay una calle que se llama así a dos cuadras nes del Kamasutra. Al fin descubríamos que había
pareciera negar la dureza de la Jotapé y tal vez lo haga. de mi casa, ¿será en memoria de este carnicero? más opciones para coger que para votar. Y –de pron-
Pero, ¿no eran acaso “niños terribles”? ¿No estaban en Siguiendo las órdenes de Mitre –guerra de policía– las to– algo me arranca de mi ensueño. La voz impecable
rebelión contra todo lo que habían recibido de sus tropas de Arredondo “se ensañaron con sus propios de un “ejecutivo”. En esa fecha les decían así: “ejecuti-
padres, contra el entero mundo que les habían legado? compatriotas y degollaron a muchos prisioneros ren- vos”. Había una canción de María Elena Walsh: “Ay
Nacidos casi todos en hogares gorilas, no había uno didos” (Busaniche, ob. cit., pp. 767/768). Como digo qué vivos/ son los ejecutivos/ qué vivos que son/ de su
cuyo padre no hubiera sido un terrible antiperonista a menudo: Busaniche no es revisionista. Es un liberal. casa al avión/ del avión al sillón / siempre tienen
con el que había tenido que discutir fieramente su Pero es honesto.) Era el sistema del mariscal Bouge- razón/ porque tienen/ la sartén por el mango/ y el
opción por el “tirano prófugo”. Para muchos, esa aud, que pronto veremos aplicar a los sicarios de mago también”. IDEA no se llamaba Idea Para el
“opción” determinó el raje del hogar paterno. El cam- Videla adiestrados por los Bougeaud del siglo XX: los Desarrollo de Empresarios en la Argentina sino “de
bio de un padre por otro. Además, la familia del paras de Argelia). De modo que el gobierno de Cám- Ejecutivos en la Argentina”. La voz –decía– de un eje-
nuevo padre era enorme, fascinante, peligrosa, rebel- pora no tenía otro remedio que apurar la liberación cutivo me arrancó de mi encanto primaveral campo-
de, joven. De modo que la consigna no quedaría tan de los prisioneros políticos. Un acto perfectamente rista. Era una voz sarcástica. Amenazante. Una voz
infantil si le diéramos su verdadero, oculto significado: razonable y legítimo. A ver si entendemos alguna vez que decía: “Esto ahora es así. Pero pronto se va a aca-
estas cosas de nuestra historia y se dejan de oír en las bar”. El tipo hizo: “¡Ja!”. En serio, primero hizo así:
Dame una mano radios de la tarde, en los taxis y en las peluquerías –al “¡Ja!”. Y después dijo: “¡Pornografía y subversión!”.
dame la otra tratarse estos temas– las miserables idioteces de siem- Estaba con un amigo. Uno como él. Se rieron. Les
dame a mi viejo pre. Los presos políticos que liberó el gobierno de Cámpo- divertía la cosa. Como si fuera una joda momentánea
que lo hago pelota ra eran prisioneros de siete años de gobiernos que se mandaban “los zurdos” en una coyuntura
dictatoriales. (Si contamos sólo los de la Revolución favorable. Sólo eso. En seguida se fueron.
Reconozco que he cedido a las tentaciones de un Argentina. Porque los gobiernos inconstitucionales No compraron nada en el kiosco. Ni la rubia de
pocket-Freud bastante berreta. Pero no retiro la inter- venían desde el 16 de septiembre de 1955.) Los presos Playboy los calentó un poco. Pocos meses después,
pretación. Funciona bien. Los jóvenes –es un lugar políticos de las dictaduras son indultados por la bajo el gobierno de Perón, todas estas revistas, junto
común y, aunque común, verdadero– son siempre mayoría de los gobiernos democráticos que las suce- con otras más berretas que llevaban nombres como
rebeldes. Si el James Dean de Rebelde sin causa hubie- den, si son honestos. Basta ya de mentiras, de bajezas: Killing y mostraban chicas de malos hábitos y pocas
ra nacido en Buenos Aires para ser joven en los ’70 Cámpora no se equivocó. No se liberó “a los guerri- ropas fueron quemadas en un enorme basural. Un
habría sido militante de la Tendencia. lleros de todas las cárceles”. No podemos saber –en cura empuñaba en alto una cruz, maldiciéndolas. Esa
primer lugar– si todos eran guerrilleros. Sin duda, no foto siniestra, inquisitorial, me llenó de dudas. O me
NUNCA VIVAS DONDE NO TE lo eran. Eran los hombres y mujeres que siete años de aclaró algunas. Perón también acababa de prohibir
DEJAN VER A UNA MINA EN una dictadura militar había encerrado en las mazmo- 500 libros. ¡Entre ellos algunos de Pepe Rosa! Recor-
BOLAS rras del régimen. ¿Les gusta la frase, señores críticos dé a mi rubia de Playboy. Eso que me había dicho:
Sigamos. Otra consigna se había voceado durante profesionales del camporismo, legales constituciona- “Nunca vivas donde no te dejen ver una mina en
toda la jornada: Cámpora presidente/ libertad a los les, defensores de la república, de las instituciones? bolas”. Qué sabiduría esa mina. Sabía más de política
PRÓXIMO combatientes. (Nota: Estas consignas pueden encon- ¿De qué hablan? ¿Qué república, qué instituciones, que todos nosotros juntos.
DOMINGO trarse en el muy buen libro de Ernesto Jauretche, que qué aparato de seguridad había puesto en las sentinas
La primavera a cada coyuntura le adosa las que la acompañaron. El dictatoriales a enemigos políticos que hacían frente a Colaboración especial:
camporista (III) libro, pese a su título algo pendenciero –No dejés que un régimen ilegal, inconstitucional, a una república Virginia Feinmann-Germán Ferrari

IV Domingo 17 de mayo de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


79 La primavera camporista (III)

Suplemento especial de

PáginaI12
EL GENERAL SE DUERME poder que Perón lleva a cabo con López Rega. Sólo en él menores de 21 años! De La fuente de la doncella cortaron durante esos años y leían y veían las películas de los gran- que estuvo en todos los lados en que estuviste, que sabe novia de uno de los militantes liberados, un pendejo. Lo
mpecemos con un flashback. Total, ya nos pareciera confiar. ¿Así habrá que estudiar esta tragedia? la escena de la violación. Y no eran sólo los censores, no. des cineastas europeos– éramos sometidos a una degrada- pensar la política, que sabe escribir con agilidad y no lo abraza, lo besa, llora. El periodista le acerca el micrófono.

E acostumbramos a ellos. La historia va, la his-


toria quedó atrás, la historia sigue, pero ¿hay
un atrás, un adelante, un presente perfecto,
sólido? ¿Podemos decir este presente es el pre-
sente? No bien lo decimos ya no lo es. Volvemos a otro
momento. Es febrero del súper-año 1973. Perón acaba de
viajar a una clínica de Barcelona atendida por el doctor
¿Con los secretos herméticos, esotéricos, de puertas cerra-
das entre ese anciano, ese mujer ínfima y de mala fibra y
ese brujo inextricable, que salió de la nada para quedarse
con todo?

LOS “ENTES CALIFICADORES”


CONTRA LAS TETAS
Eran también los críticos. No digo los maestros como
Calki o Tomás Eloy o Alsina Thevenet. ¡Todos los demás!
Veían pornografía por todas partes. ¡Carajo, qué asco fue
vivir bajo ese país! Todo era habitado por la enfermedad.
Tenían el alma podrida y veían podredumbre en todas
partes. El pueblo era podredumbre. Lo intelectual era sos-
pechoso: contrabandeaba podredumbre. Como Bergman,
ción cultural. Supongo que no es arduo imaginar lo que
siente un joven al advertir que no puede ver un film o que
lo ve mutilado porque un grupo de enfermos católicos
reaccionarios –viejas de mierda y viejos impotentes o fas-
cistas chupacirios, almas puras que van a rezar el rosario
muy temprano los domingos o algún hijo de un general o
un profesor de algún colegio religioso– se lo impiden,
hace porque se deja ganar una vez más por la pasión políti-
ca... ése debés ser vos, sin duda. No tengo derecho a repro-
charte nada. Pero el reproche es un reconocimiento. ¿A
cuántos pensás que les pido que escriban? ¿A cuántos se les
puede pedir? O sea, no jodamos: te pido algo que no le
pido casi a nadie. Al contrario, lo frecuente es que diga:
“Flaco, o vos no naciste para la literatura o la literatura no
“¿Qué sentís en este momento?” El pibe se besa con la
chica, que lo abraza con las dos manos por la cintura.
“¿Qué querés decirle a la gente?”, insiste el periodista. “¿A
la gente?” “Sí.” “Qué sé yo. ¡Viva Perón!”, se ríe. La piba
lo abraza con más fuerza y se van entre besos y abrazos,
buscando recuperar el tiempo perdido.

Puigvert, que le conoce las nanas. Esas nanas hundirán Ahora volvemos a la plaza del 25. El discurso de Cám- Malle, Chabrol, Truffaut. En Disparen sobre el pianista, deciden que no, que nadie puede ver eso, porque eso es nació para vos. Pero entre ustedes hay un desencuentro ¡ESCÁNDALO SUPREMO: SE FUGÓ
–en poco tiempo– al país en la catástrofe. Por ahora son pora dedica –no es sólo el único– un apasionado homena- hermosa peli de Truffaut, hay una escena en que una obsceno, ofende al tradicional estilo de vida argentino, insoluble”. Me pregunto si –en lugar de seguir poniendo FRANÇOIS CHIAPPE!
todas tratables, curables y no impiden que el general se dé je a la juventud y, de paso, justifica su violencia: “Y en los francesa hermosa de comienzos de los ’60 –Michelle Mer- occidental y cristiano. ¿Qué siente? Impotencia y furia. toda la carne en el asador de la política, ¡y qué asador es ¡Ah, pero no va a faltar algún historiador del constitu-
el lujo de pensar en el gobierno, en su tercer gobierno, en momentos decisivos, una juventud maravillosa, supo res- ciér– hace un strip-tease, se mete en la cama de Aznavour ¿Qué sale de esto? ¿Qué sale de vivir años entre la impo- ése!– no sería acaso más útil que plasmaras un par de libros cionalismo liberal (este es el régimen que Halperin Dong-
su uniforme de teniente general, en todos los honores que ponder a la violencia con la violencia y oponerse, con la y, juguetona, le muestra su cuerpo, una obra de arte, una tencia y la furia? más, que volvieras a Página donde se te extraña, que te hi prefiere para el país, el que debió aplicar y no aplicó la
se le deben luego de tantas difamaciones, infamias. El decisión y el coraje de las grandes epopeyas nacionales, a cumbre del erotismo. Tiempo después volví a verla: ¡la Lo que haya salido duró poco. Desde el 25 de mayo de sentaras frente a la compu, Miguel, como el escritor que “Revolución Libertadora”, pero, señores: ¿quién lo aplicó?,
doctor Puigvert, prolijamente, le extirpa unos pólipos la pasión ciega y enfermiza de una oligarquía delirante. habían matado a Michelle Merciér! La habían hecho desa- 1973 hasta el 13 de julio. La primavera camporista duró sos. Por ahí estás ahora en medio de un gran proyecto ¿cuándo hubo constitucionalismo liberal en la Argentina?,
obstinados que no sólo parecieran estorbar al hombre que “Por eso, la sangre que fue derramada, los agravios que parecer. Fue en las películas donde empezaron a desapare- exactamente 49 días. político, no sé. Pero mirá: tendrá que ser muy bueno. De siempre el proyecto económico liberal se impuso al mar-
debe retornar a la patria sino, sobre todo, a la patria se hicieron a la carne y al espíritu, el escarnio de que fue- cer los cuerpos. O de donde también desaparecían. Las lo contrario, a casa y a escribir. Hacen falta los tipos inteli- gen de la democracia, ¿a qué jugamos, otra vez las menti-
misma, que tanto lo requiere. Perón regresa a Madrid, ron objeto los justos no serán negociados” (Cfr.: Bonasso, tijeras de los censores trizaban el cuerpo de la Merciér. EL “DEVOTAZO” gentes. Los que tienen argumentos. Los que saben polemi- ras, las postulaciones sin fundamento alguno, quién demo-
donde lo espera uno de los hombres por el que más esti- ob. cit., p. 624). Se trataba ahora del momento funda- Después, los carniceros del Proceso trozaban los cuerpos El Devotazo sucede al caer la tarde. Hacia la cárcel con- zar. Los que saben crear. Y también: los que tienen tu sen- nios fue un constitucionalista liberal?), los radicales ultra-
ma profesa: el secretario general del Movimiento Nacio- mental de liberar a los combatientes. Había dos consignas de “las delincuentes subversivas”. Una vez, el actor Cacho vergen cerca de 40.000 militantes. Hay una presión sobre tido del humor. Un liberal que vos y yo conocemos (flor gorilas (el pequeño Gambini), los tipos misteriosos, los
nal Justicialista, Juan Manuel Abal Medina. Le tengo que estaban en pie: Ni un día de gobierno peronista con Espíndola me dijo: “¿La conocés a Fulana? Bueno, tenía la decisión legislativa. Si bien nadie duda de su cumpli- de tipo) me dijo una vez que te dijo: “Fulano me mataría a servicios de Menem (como ese Tata Yofre, que Felipe
mucha estima a Juan Abal padre. Creo que ya lo dije. Lo presos políticos y Cámpora presidente/ libertad a los comba- una hermanita que militaba en un barrio. Una piba. Ni miento la urgencia es mucha y la de los presos aún mayor. mí. Menganito te mataría a vos. Pero ni yo te mataría a Pigna me dice que no es tan peligroso como yo lo imagi-
veo en su estudio de Córdoba y Carlos Pellegrini, un tientes. Los radicales apoyaban. Casi toda la clase política vos ni vos me matarías a mí. Tenemos demasiado sentido no, pero, a mí, la verdad, “me da cosa” como dicen los
lugar exquisito que proviene de la herencia familiar. Juan lo hacía. “Troccoli le aseguró (a Righi, J.P.F.) que los del humor”. Bueno, Miguel, dale que el tiempo pasa y lo pibes o lo decían en los noventa, “me da cosa como el
Abal (p.) habla rápido, piensa rápido. Tiene una sonrisa radicales le darían luz verde, ‘No te preocupes –le dijo el que no escribís hoy no lo escribís más. Siempre es más Monstruo de la Laguna Negra, ¿entendés loco?”) o los
invencible. En Coronel Díaz y Santa Fe, en el bar Tolón, jefe de la bancada radical–, vamos a generar un país cero tarde de lo que uno cree. Perdón por recordarlo, pero es recalcitrantes de la Libertadora, que dirán: “¡Esa noche,
me reúno –para juntar datos fehacientes para mi novela kilómetro” (Bonasso, ob. cit., p. 618). La frase de Tróccoli así.) La cosa es que a las 10 de la noche había 50.000 per- entre la confusión de la apresurada y caótica amnistía del
Timote– con un ex integrante de Montoneros, que lo recogía el espíritu del momento: empezar de nuevo, dar sonas en Devoto. “Ese 25 de mayo (dice Juan Manuel gobierno subversivo del doctor Cámpora, esa pobre herra-
conoce desde hace muchos años y también lo trató duran- una oportunidad a los que habían elegido la violencia para Abal Medina) todo se precipitó a un ritmo imposible. mienta en manos de la Tendencia y la guerrilla, se escapó
te el exilio, y nos deslizamos, casi sin darnos cuenta, a la combatir dictaduras ilegítimas, represivas, inconstitucio- Sobre ese asunto yo le comenté al doctor Cámpora que de Devoto...el siniestro François Chiappe” ¡Sí, François
modalidad con que Juan Abal (p.) habla el idioma caste- nales. Una nueva oportunidad para todos. Ahora había veía difícil demorar las definiciones hasta el momento en Chiappe! Nada había valido nada, todo había sido inútil,
llano. ¿Cómo decirlo? Habla como hablaría un cajetilla. que dejar las armas y empezar a trabajar en paz por la que se aprobara la ley de amnistía, como estaba previsto. todo había sido manchado de sombras del mal, de opro-
Hoy, trabaja de abogado y divide sus tareas entre Argenti- democracia del país. Se tenía a favor un formidable apoyo Me parecía un imposible político; era muy peligroso. Está- bio, de la peor delincuencia porque, entre tantos militan-
na, México y probablemente otros países. ¿De dónde ha de masas y el regreso de un líder al que esas masas adherí- bamos hablando de miles de presos por todo el país en una tes, se escapó ese tipo siniestro. Bonasso admite que el
surgido esa modulación clase alta que no puede sino caer an; hasta, incluso, amaban. Porque era a él, a Perón, a situación política terriblemente fluida. Y allí perdimos Fulano no carecía “precisamente” de antecedentes políti-
entre extraña o simpática en un tipo como él? No lo sé. quien esperaban los pobres. Todavía latían en ellos los contacto con el doctor Cámpora durante las tres o cuatro cos. “Había sido confidente de la Gestapo, mercenario en
Tampoco lo sabía el ex militante con el que hablé en la versos humildes de Zoila Laguna: “¡Perón!/ Y asunto arre- horas siguientes porque el protocolo lo bloqueó. Teníamos el Congo y miembro de la Organisation de l’Armée Secrè-
Tolón y que tantos buenos y generosos datos me diera. glao”. No iba a ser tan sencillo esta vez. la visita de muchos jefes de Estado extranjeros y había toda te (OAS). Condenado a muerte por su participación en la
(Lo que revela que Timote, pese a su narrador conjetural y Cámpora –en el Congreso– tuvo momentos brillantes. una secuencia de hechos a los que prestar atención. Enton- OAS, Chiappe logró fugarse a Montevideo y luego a la
a mis desdenes por la verosimilitud, no ha sido ajena a un No sólo se limitó a elogiar a la juventud maravillosa. ces tuve que definirme ahí mismo, definir las cosas un Argentina, donde entró con pasaporte uruguayo. Caso
trabajo de investigación, sobre todo a ese que se realiza También supo enumerar todas las desgracias del país en poco por mi cuenta. notable: la derecha oligárquica y la derecha peronista utili-
con personajes cercanos a los hechos y que tienen la genti- esos años de obstinada ilegalidad. Dijo (con una dicción “Sabía que en Devoto este tema se vivía de una manera zan a Chiappe para agredir a Cámpora y a Righi. Quienes,
leza –que siempre voy a agradecer– de haberlos comparti- perfecta, esmerada, con unos dientes brillantes e ineludi- explosiva. Julio Mera (Figueroa, J.P.F.) estaba informán- de apresurados, de ingenuos, de malos y torpes e incapaces
do con uno, ya que a otros los han mandado a la mismísi- bles, porque el Tío tenía los dientes que merece tener un dome, y me dijo que la situación era insostenible, que para gobernar que eran, habían liberado a ese monstruo.
ma, porque, sabiamente, les descubrieron la mala leche de buen dentista): “La Argentina se ha convertido en un podía haber violencia en cualquier momento. Por ese Pero, ¡es un asunto increíble! ¿Por qué los militares argen-
los aventureros, de los explotadores de temas que no campo de saqueo de los intereses extranjeros. Mientras motivo me fui hasta allí. Cuando llegué a Villa Devoto ya tinos prescindían de un elemento tan valioso como Chiap-
merecen, que no vivieron, que no entenderán nunca, que avanzan la concentración de la riqueza, la desnacionaliza- el problema se había extendido, porque había más de 300 pe? Era un hombre para ellos. Un “para” francés. Un espe-
habrán de abordar desde los prejuicios y hasta desde el ción de la economía y el endeudamiento, la participación presos comunes fuera de sus celdas y de sus zonas. Incluso cialista en contrainsurgencia. Seguro que se rajó para
odio.) Pero fue él quien planteó el tema: “¿Viste cómo de los asalariados en el ingreso nacional disminuía drástica- muchos de ellos estaban bastante drogados y alcoholiza- Montevideo y Argentina porque se dijo: “Ahí me reciben
habla Juan Manuel?”, preguntó de golpe. Sí, nos pareció mente. Se pasó progresivamente a una situación de desem- dos. Indudablemente que eso amenazaba convertirse en un como a un Rey Francés. Caramba, ¿o no soy un glorioso
divertido, porque –aunque pueda parecer que no– le cie- pleo. El 22 por ciento de la población carece de vivienda. desastre en el primer día de gobierno. Y allí realmente bajo veterano que sabe torturar y enseñar ese difícil arte a cual-
rra sin cortocircuitos a su imagen actual: la de un hombre La mortalidad infantil es cuatro veces superior a la de los mi responsabilidad, acompañado de tres diputados (Julio quier oficial argentino o uruguayo apasionado por defen-
de negocios internacionales. Ahora bien, el ex militante países desarrollados. Más de 200.000 niños no tienen Mera, Santiago Díaz Ortiz y creo Diego Muñiz Barreto), der a su patria y a los valores de Occidente? ¿Cómo no voy
–que acumula datos de oro para mí– pregunta algo muy acceso a la escuela, y el índice de deserción supera el 50 ordené al director de la cárcel que abriera las puertas y sol- a tener trabajo asegurado, paga de la buena, comida, vinos
atinado: “¿Hablaría así cuando negociaba con Rucci?”. por ciento en el ciclo primario (...), el 57 por ciento en la tara a la gente. y hembras impúdicas y hermosas?” ¿Por qué no lo prote-
Difícil. A Rucci no le habría caído bien y Juan Manuel enseñanza media y alrededor del 70 por ciento en la Uni- “Esto no tenía, obviamente, legalidad, pero sí teníamos gió López Aufranc? ¿Por qué no lo protegió Díaz Bessone?
(papá) trabó una relación valiosa con el capo de la CGT versidad. Hemos perdido nuestra ubicación entre las poder político para hacerlo, y creo que en el momento con Es un enigma. Durante esos días estos dos generales argen-
que utilizó –como todo lo que pudo– para mantener la naciones más avanzadas y ricas del mundo para asistir al esa decisión se evitó un hecho más grave. Esto ha sido tinos trabajaban mano a mano con los franceses de Arge-
paz dentro del movimiento. Estamos otra vez en Madrid. progreso de otras. En 1950, tomando como indicador la muy criticado después; pero no veo qué otra solución lia. Ya analizaremos en detalle todo, absolutamente todo
Perón viene de una operación y está bastante cansado. renta per cápita, la Argentina ocupaba el decimoquinto podría haber tenido la situación que se había creado. Se eso cuando nos ocupemos de lo que llamaremos la serpien-
Frente a él, el joven doctor Juan Manuel Abal Medina le lugar y en 1969 habíamos retrocedido al vigesimosexto. llegaba a la violencia en cualquier momento. Sobre todo te. Porque aquí –en tanto asumía Cámpora– no había
informa sobre la situación del movimiento, del régimen, Es que en realidad el régimen se ha sustentado sobre la porque había una columna del ERP, sumamente agresiva “huevo de la serpiente”. La serpiente estaba viva, lista, bien
de la militancia, de los partidos políticos, de las formacio- degradación material y cultural de nuestro pueblo. El régi- y armada, justo en la puerta del penal. En ese sentido esto salida del cascarón, con sus enormes colmillos venenosos.
nes especiales, etc. De pronto, levanta la mirada y la clava men jugó todas sus cartas. Cuando pudo proscribir, pros- no tenía otra solución. Pero, por otra parte, nosotros habí- Díaz Bessone –en el portentoso documental de Marie-
en la cara del general. Perón dormía. “No lo podía creer”, cribió. Cuando pudo anular las elecciones, las anuló. amos hecho una consigna de campaña aprobada por el Monique Rubin– dice más que todo lo que había dicho en
me dice. Está contra un gran ventanal que da sobre la ave- Cuando pudo impedirlas, las impidió. Esta es la verdadera general que decía: ‘Ni un solo día de gobierno peronista sus editoriales del democrático diario La Prensa. Dice que
nida Córdoba. Serán las 18.30 de un día de ese mes de y única razón de la violencia de los argentinos” (Bonasso, con presos políticos’. Y bueno, debíamos cumplir. lo primero que los franceses le enseñan es que el aparato
enero de 2009. Se queda pensativo. Está flaco, fibroso, el ob. cit., p. 626. Todas las cursivas me pertenecen.) ¿Qué “El doctor Cámpora actuó a la altura de las circunstan- de inteligencia de las fuerzas insurgentes es muy vasto.
pelo blanco y tiene muchas pequeñas arrugas en la cara. dirá la derecha cuando lee un texto tan verdadero? Nada. cias. Podría haberse sentido molesto de que yo hubiera Que comprende: médicos, abogados, ingenieros, obreros,
“El general se había dormido. Yo le informaba cosas fun- Ante todo: ¿quién lo dice? Un lacayo de un general degra- adoptado esa actitud. No hubo absolutamente nada de profesores, alumnos secundarios, universitarios, universi-
damentales, decisivas, que él tenía que saber, que tenía dado. Un hombre que ya era un pelele de la subversión. eso. Al contrario. En la noche, ya muy tarde, se instru- dades, colegios. Que están en todas partes. Plano de López
que saberlas para poder actuar, decidir, mandar, conducir. Bueno, lo que quieran. Pero, ¿tiene o no tiene razón? ¿Es veinte años tendría. La cortaron en pedazos y se la entre- Nadie quiere esperar. “También (escribe Bonasso) hizo su mentó el indulto que firmó el Presidente, para que al día Aufranc: “Tuvimos que aprender todo eso. Pero con la
Y no: el general se duerme. Como un anciano en un o no cierto lo que dice? ¿Qué dirán los que hablan de los garon así”. Si imagino al enfermo que –en la soledad de aparición un nuevo actor, que había estado ausente de los siguiente salieran los presos de las demás cárceles” (Testi- sangre se aprende mucho”, sonríe con una picardía elegan-
geriátrico. Como un viejito cualquiera de cualquier clase, dos demonios? La violencia argentina tiene un solo demo- un cuarto fotográfico, a oscuras– analizó, tijera en mano, festejos ‘bonapartistas’ de la plaza mayor: el Ejército Revo- monio de Juan Manuel Abal Medina sobre el llamado te, de militar que forma parte de la nobleza británica. Era
condición o jerarquía. Se duerme como...” Aprieta la nio: el que se inicia el día del bombardeo de 1955, se con- cada fotograma de la peli de Truffaut y, cuando la vio a lucionario del Pueblo; el ERP sin aditamentos. Y, junto a Devotazo tomado de Ernesto Jauretche, No dejés que te la un hombre elegante. Díaz Bessone –creyendo que Marie-
boca. Otra vez se queda en silencio. “Como si no fuera solida el 16 de septiembre de 1955 y dicta su Constitución Michelle, la cortó en pedazos, pienso inevitablemente en los ‘erpios’, una constelación de pequeños partidos de cuenten, ob. cit., ps. 192/193). Monique Rubin está de su lado abre su, por decirle así,
Perón”, aventuro. “¡Por supuesto!”, dice. “Como si no al dictar el Decreto 4161 por el cual se instituye la Argen- el carnicero del espacio concentracionario que descuartizó izquierda, ‘chinos’ y ‘trotskistas’, varios de cuyos integran- En Devoto se vive una fiesta que dura hasta el amane- corazón– y confiesa: “¿Qué podíamos hacer? ¿Cómo le
fuera el general. ¿Cómo se va a dormir el general? ¿Qué va tina proscriptiva, la democracia ilegal, el país amordazado, a la hermanita de la amiga de Cacho Espíndola. Todo es tes soñaban con tomar la Bastilla para pasar, después de la cer. En Rawson, la situación aún no está resuelta. Se feste- saca usted información a un prisionero si no lo aprieta un
a ser del país si él se duerme?” Juan Abal (padre) jamás le la censura, la prohibición de los libros sin los cuales no uno. Donde empiezan a cortar películas pronto empiezan revolución ‘democrático-burguesa’, al asalto del Palacio de ja la inminente liberación. Se trata de un hecho del que poco, si no lo tortura? Esa información hay que sacarla
dice Perón a Perón. Siempre: “El general”. Se nota que le podíamos pensar, la tortura, los tipos como el censor a matar gente. Esa fue la violencia. Tiene razón Cámpora. Invierno” (Bonasso, ob. cit., p. 643. Todo este pasaje de la nadie duda. “Salimos esta noche o rompemos el penal”. rápido. Otras vidas dependen de ella. ¿Cómo íbamos a
quedó el modismo del trato frecuente que tuvo con él. Y Ramiro de la Fuente, los “Entes Calificadores” formados Si tuvieran alguna decencia lo admitirían. Cito otra vez a plaza del 25, la asunción de Cámpora y el Devotazo está Llegan los abogados Ortega Peña, Eduardo Luis Duhalde ponerlos presos? ¡Por favor! Después venía un gobierno
también porque probablemente no pueda decirle de otro por señoras idiotas de la Acción Católica, por sacerdotes y Cámpora: “Es que en realidad el régimen se ha sustentado muy bien narrado por Bonasso en El presidente que no fue. y Mario Hernández. Con ellos, los diputados Diego constitucional y los ponía otra vez libres y otra vez volvían
modo. Me cuenta luego algunas cosas que ya ha dicho en por críticos pedantes y de mala memoria como Jaime sobre la degradación material y cultural de nuestro pueblo. Algo que nos lleva a reiterar una pena y una petición. Es Muñiz Barreto, Carlos Kunkel, Nicolás Jiménez y Enrique a matar. ¿Y? No, había que fusilarlos. Nosotros teníamos
algunos medios públicos (ver: Galasso, ob. cit., p. 1161). Potenze, las elites soberbias, los intelectuales “progresis- El régimen jugó todas sus cartas. Cuando pudo proscribir, una lástima, Miguel, que no estés escribiendo. No ya la Sversek, de la JP. Hay que liberar y llevar a la Capital a que fusilar 7000 personas. Que no fueron más, vea. Fue-
Que ese desgaste entregó al “general” a las manos de tas” como Sabato, los cavernícolas satíricos como Borges, proscribió. Cuando pudo anular las elecciones, las anuló. novela sobre el Conde de Montecristo –de la que con 166 detenidos, los que, por las dudas, hace rato que toma- ron 7000. ¿Cómo los íbamos a fusilar a la luz del día?
López Rega, quien, al ya poseer a Isabel, poseía ahora la revista Sur, el macartismo de Victoria Ocampo, la estú- Cuando pudo impedirlas, las impidió. Esta es la verdadera tanto entusiasmo me hablaste siempre– porque se te ade- ron el penal sureño. Los suben a tres aviones privados. Franco había fusilado tres –¡nada más que tres!– y el
todo el poder en Puerta de Hierro. A mayor decadencia pida vanidad de proclamar a Buenos Aires como la ciudad y única razón de la violencia de los argentinos”. No dejemos lantaron Pablo Echarri y los suyos. Pero cualquier cosa Despegan y en ellos se han pintado muchas leyendas. La mundo entero y hasta el Papa se le fueron encima. ¡Imagí-
física del “general” mayor aumento del poder de Lopecito. que descubrió a Bergman y a la vez éramos la imbécil ciu- pasar esta precisión que hace el presidente electo: “La que se te ocurra. Lo que sea, será bueno. Pocos tienen tu más visible dice: “Gloria a los mártires de Trelew”. nese! ¡Y nosotros necesitábamos fusilar 7000! No podía-
Esta punta “existencial” habrá de ser muy utilizada para dad que cortaba a tijeretazos inquisitoriales los films del degradación material y cultural de nuestro pueblo”. Un talento para escribir y ver la política. El libro sobre la Llegan a Buenos Aires. Bajan. Periodistas con micrófo- mos hacerlo a la luz del día, obviamente”. Esto es sólo una
explicar-comprender-justificar las constantes cesiones de genio sueco. El silencio se estrenó y la prohibieron... ¡para joven como yo lo era –y todos los que estudiaban filosofía ESMA y el del Tío Cámpora son imprescindibles. Alguien nos corren hacia ellos. Aparece una piba en la pista. Es la prueba. Esta serpiente estaba lista. Los franceses habían lle-
II III
gado aquí en 1957. Hay una foto de Pedro Eugenio tivamente calificados como movimientos populis- Revolucionario del Pueblo no dejará de combatir”.
Aramburu en medio de una reunión con ellos. ¿Se tas. (Al contrario: más bien se han despreocupado Lo hemos citado centenares de páginas atrás. No
entiende? Al aparato de contrainsurgencia francesa de las izquierdas académicas desbordantes de teorías nos proponemos volver a analizarlo, sino sólo fijar
lo trajo la Libertadora. ¡Las cosas que hay que hacer pero incapaces de la más mínima movilización de el esquema de pensamiento de la llamada “izquier-
para luchar contra los tiranos de la patria! Para masas. El penoso paisaje de una izquierda con da” (en este caso la “izquierda armada”) en la
impedir que la barbarie retorne al poder. Que los buena formación teórica pero sin bases de ningún Argentina. La actitud del ERP en esa coyuntura fue
bárbaros, en su ignorancia, sigan adorando a los tipo es una constante a lo largo de toda nuestra his- ejemplar. Por decirlo así: la perfección ejemplar del
dictadores que los supieron envolver con su dema- toria.) Viejo tema (el del populismo) que Eric Error. De un tipo de Error. Porque los errores y los
gogia. Aunque no: no exactamente por eso vino la Hobsbawm trató en un libro que ya ha de tener 40 horrores fueron muchos. Pero lo que hicieron los
élite de la contrainsurgencia francesa. Esa visita años, Rebeldes primitivos. De jovencito (en mis pri- erpios fue lo que cualquier grupo habría hecho.
revela que –desde entonces– la lucha contra el pero- meros trabajos para Envido, sobre todo el del Nº 6, Armado o no. El hecho de las armas no diferencia
nismo y la subversión marxista era la misma. El de 1972, y luego en El peronismo y la primacía de la la decisión del ERP de cualquier otro grupo de
peronismo entrañaba el peligro de su condición de política, mi primer libro de 1974) me hice cargo de izquierda. Si el ERP no estaba con Cámpora seguía
movimiento de masas. Todo movimiento de masas él y creí que dejaría aclaradas algunas cuestiones. matando gente, que es lo que distingue con claridad
puede virar hacia el marxismo o ya está dentro de No, el tiempo pasa y, en muchas cosas, pasa en la política de los “fierros” de la política a secas. La
su estrategia mundial de dominación aunque utilice vano. Seguimos con el estigma del populismo a otra izquierda –izquierda no armada– se manifesta-
otro nombre. Las masas son siempre peligrosas. cuestas. Que el populismo –por acudir al concepto ba a través del disenso o de la crítica o del intento
Tiene que controlarlas el aparato del Estado bur- de “pueblo”– tiene la perversa finalidad de ocultar de “iluminar” a las bases para que salieran de su
gués capitalista o pueden salirse de madre. Los tipos la lucha de clases. Falso: todo populismo sabe que eterna enajenación peronista. El esquema (aclaro
de la OAS le habrán dicho a Aramburu: la liberación del “pueblo” tiene como condición de que aquí lo enuncio sólo en tanto “esquema”;
–A usted no tiene que preocuparle quién es o qué posibilidad la liberación nacional y (en un mismo luego, si aún es necesario, voy a desarrollarlo) es el
piense Perón. Su peligro radica en el ascendiente movimiento político y temporal) la liberación siguiente: cuando asume un gobierno y se da una
que tiene sobre las masas. En cualquier momento, social. Esto, los enemigos de la causa de los pueblos, política gradualista porque –como habitualmente
aun a su pesar, tendrá tal vez que seguirlas en opera- lo saben bien. Siempre les importa el lugar que ocu- ocurre– ha detectado ciertas resistencias, digamos,
ciones subversivas, antidemocráticas y antiocciden- pan las masas. En América latina –o, fijemos la poderosas, en la realidad (todo lo que se le opone: el
tales, para conservarlas. Si las masas deciden asaltar cuestión, en Argentina– las masas jamás han estado ejército, la Iglesia, el empresariado, la oligarquía, el
todas las fábricas y apropiárselas, el líder no las va a del bando de la izquierda. La izquierda argentina ha imperialismo, etc.), cuando ese gobierno comprende
desautorizar, pues correría el riesgo de perderlas. El sido y es impotente para nuclear a las masas. No y explica que comenzará por cambiar algo (este
peligro que ustedes tienen es que esas masas pero- voy a analizar esto aquí. El resultado es que este “algo” puede ser, dada la estructura de fuerzas,
nistas –que, por su condición, son potencialmente hecho la torna inofensiva. ¿Qué peligro puede sur- “mucho” y habitualmente es “demasiado” para los
marxistas y antioccidentales– se deslicen de la gir de un partido con 1000 militantes y tres teóricos sectores de la derecha), la izquierda, de inmediato,
potencia al acto. Siempre van a estar a un paso. En empachados por el Manifiesto, El 18 Brumario, un casi como un reflejo condicionado, emite un comu-
suma, el peligro que ustedes enfrentan es el de poco del capítulo 24 de El Capital, los obligados nicado por el cual manifiesta su repudio y profundo
Occidente. Igual, nosotros en Argelia. No se trata manuales entre darwinianos y biologistas de Engels, desacuerdo con ese gobierno pues, según ella, es
de una cuestión colonial. Podríamos perder una el Qué hacer de Lenin y uno que otro Trotsky? necesario cambiar todo. Si se puede, no se lo plan-
posición colonial. No podemos entregarle un país al ¿Qué peligro puede surgir de un Club que se auto- tea. Tampoco explica cómo es posible cambiar todo.
marxismo. Pues es contra éste que estamos luchan- denomina “socialista” pero es apenas un esbozo de Pero es lo que hay que hacer: cambiar todo. De esta
do. Esta guerra es nueva. Es la tercera guerra mun- la socialdemocracia más timorata, aunque con lec- manera conserva abrumadoramente su condición
dial y se libra en los territorios de los países margi- turas de la Escuela de Frankfurt, de Raymond de izquierda. Nadie puede estar “a la izquierda” de
nales. Si le ceden el poder a Perón, si dan elecciones Williams, Claude Lévi-Strauss, Foucault, Deleuze y quien pretende cambiarlo todo. Desde esa posición
democráticas, lo cual sería lo mismo, le cederían el Guattari, Barthes, Lacan y hasta acaso Sloterdijk, enunciativa, desde esa postulación totalizadora del
poder a un movimiento potencialmente marxista. que vive empeñada en una negación feroz de los cambio (que confirma su posición revolucionaria,
Porque es un movimiento de masas. ¿Podrá Perón signos y valores que las masas han elegido y en edi- nadie puede ser más revolucionario que alguien que
controlar a esas masas o su propio resentimiento ficar una visión de la historia que reivindique a toda propone cambiarlo todo), se ubica con enorme faci-
hará que las arroje contra ustedes? No es un riesgo una pléyade de “pensadores socialistas”, lectores lidad en el espacio del cuestionamiento absoluto. Es
que puedan tomar. Traten de captarlas. Traten de dogmáticos de los maestros socialistas europeos, decir, todo gobierno es reaccionario. Todo gobierno
captarlo a él. Y a los subversivos que se dicen pero- positivistas, justificadores de toda la visión capitalis- es gatopardista. La izquierda vive de denunciar el
nistas, no les crean. Son marxistas. El marxismo ta-burguesa y oligárquica de nuestra historia, pero gatopardismo. Porque todos, menos ella, intentan
internacional tiene distintos nombres. Pero una sola “desde la izquierda”, santificadores del “proceso cambiar algo para que nada cambie. La izquierda
meta: derrotar a Occidente y al estilo político único, aunque lamentable” de atrocidades que jalo- postula lo contrario: si se cambia algo jamás cam-
democrático. El modo de tratar a todo subversivo es nan esa historia y poseedores de cargos académicos biará la totalidad. Porque dirá –acaso en su
–no bien se lo detiene– extraerle por completo la a los que ambicionan más que a ese Palacio de momento de mayor lucidez– que sólo hay dos pro-
información que pueda brindar. Para esto, el único Invierno que ni siquiera lograron olvidar (lo cual yectos: 1) El proyecto de cambiarlo todo. 2) El pro-
método es la tortura. habría sido bueno para pensar un poco “en situa- yecto de cambiar algo. Que esto tiene que estar
Así, Aramburu, en Timote, secuestro y muerte del ción” los hechos del país) pero sí postergar por el decidido, enunciado y practicado desde el inicio.
general Aramburu, dice: calor de las becas del Imperio, los Congresos, los Tiene que estar presente desde el en-sí hegeliano.
“–Vi demasiadas torturas. Bajo Perón. Bajo la papers y todo ese barullo. Son adoradores del tec- (El en-sí hegeliano tiene la característica de conte-
Libertadora. Sobre todo, como imaginarán, a nocapitalismo. Ven en el despliegue de la razón ins- ner, precisamente, en-sí todo lo que luego habrá de
manos de la Marina. Bajo el Conintes de Frondizi. trumental el despliegue de la civilización. Aquí, en desarrollarse; lo contiene en tanto virtualidad, pala-
Y en otros países también. Pude llegar a algunas este país, en el que el tecnocapitalismo y la razón bra axial del pensar hegeliano que el maestro de
conclusiones (...). En 1959 estuve en Argelia. instrumental de Adorno y Horkheimer han hecho Jena inventó antes que Bill Gates.) O se toma un
Durante una semana entera hablé con un general estragos, han aniquilado todo posible sentido lateral gobierno con esa decisión o se condena todo pro-
de la OAS. Él me enseñó todas esas teorías sobre la del triunfo del hombre en tanto amo de lo ente, yecto a servir al régimen, ayudándolo a acompañar
tortura. Tenía una opinión despiadada sobre el tor- estos malentendedores profesionales cantan loas al a los nuevos tiempos, a cambios menores que hay
turado: nunca debía quedar vivo. Después estuve en desarrollo que la oligarquía impuso en la Argentina. que realizar para no perderlo todo. El proyecto de
la Escuela de las Américas. Los franceses son supe- Y a los socialistas que –aunque adhiriendo a la la izquierda revolucionaria –por el contrario– es
riores. Los yankis no manejan la cuestión psicológi- Revolución Rusa– no dejaron de aplaudir todas las totalizador. Si para que nada cambie hay que cam-
ca. Masacran al objeto interrogable y listo. Creo, sin masacres que la élite técnica de la racionalidad ins- biar algo, para cambiar algo –realmente “algo” y
embargo, que son más efectivos que los franceses” trumental llevó a cabo por estos lares. Es así como como punto de partida– tiene que existir previa-
(J.P.F., Timote, secuestro y muerte del general Aram- se ha llegado a considerar “socialistas” a Aníbal mente el proyecto y la decisión de cambiarlo Todo.
buru, Buenos Aires, 2009, p. 72). Ponce, a José Ingenieros, al joven Leopoldo Lugo- Sólo el proyecto de cambiarlo todo puede cambiarlo
Volvamos a François Chiappe. Sólo es posible nes (algo virado al anarquismo), a Héctor Agosti, a todo. Sólo el proyecto de cambiar la totalidad del siste-
conjeturar que Lanusse –que era un sincero enemi- Rodolfo Ghioldi, a Alicia Moreau de Justo, a Alfre- ma de producción capitalista puede cambiar a ese sis-
go de los métodos de contrainsurgencia clandesti- do Palacios, etc. ¡No eran populistas! El enemigo es tema. Toda otra actitud contribuirá a su moderniza-
nos– fuera el que lo tuviera detenido. Pero ese el populismo. Porque ahí no hay teoría revolucio- ción, a su adecuación y a su permanencia.
siniestro ex miembro de la Organisation de l’Armée naria. No hay racionalidad. Hay carisma. Hay Al desarrollar ese documento del ERP –que, bási-
Secrète (OAS) era pieza esencial para los Díaz Bes- demagogia. Hay adhesión emocional. Hay valores camente, le dice a Cámpora que no lo va a matar a
sone, los Videla, los Ibérico Saint-Jean o los Bigno- rurales y no urbanos. Hay un montón de cosas. él ni a la gente de su gobierno, pero que continuará
ne que estaban preparando la cuchilla para resolver Pero sobre todo: ahí está el pueblo. Y lo que ahí no liquidando policías, empresarios y militares–, trata-
de raíz (o sea, matando a todos) el problema de la está ni nunca estuvo fue la izquierda argentina, remos de ver los inconvenientes del esquema revo-
patria subversiva. De modo que si se escapó y, lamentable, pobre, seca, desde siempre enferma por lucionario totalizador. Hay un pleonasmo en esto.
haciéndolo, se puso al servicio de alguien, no habrá carencia de ilustración o por exceso. En ambos Si un esquema es revolucionario no puede sino ser
sido precisamente al de Cámpora o al de Abal casos por creerse dueños de la teoría revolucionaria. totalizador. Aquí es donde radica la discusión: ¿se
Medina o al de Righi, a quienes, con gusto, habría Los burros, por burros. Los cultos, por cultos. puede ser revolucionario sin emprender el cambio
despellejado con reflexiva lentitud. de la totalidad? ¿Se puede cambiar siempre la totali-
Debemos extraer de aquí una cuestión concep- BREVES APUNTES dad? Si no, ¿se está condenado al gatopardismo, al
tual importante. Esa izquierda “teórica”, que ve METODOLÓGICOS reformismo, a la condena iracunda de los verdade-
PRÓXIMO “populismos” por todas partes, no entiende nada de Un ejemplo perfecto de esta izquierda “revolucio- ros enemigos de la maldita totalidad?
DOMINGO estas cuestiones. Los inofensivos –para el imperialis- naria” lo ofrece el ERP en un comunicado que
La primavera mo, para los que defendieron al Occidente cristiano emite con motivo de la llegada de Cámpora al Colaboración especial:
camporista (IV) y lo siguen defendiendo– nunca fueron los despec- gobierno. Lleva por nombre: “Por qué el Ejército Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 24 de mayo de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


80 La primavera camporista (IV)

Suplemento especial de

PáginaI12
“POR QUÉ EL ERP NO tratamos y, sobre todo, contra la deificación de ciertas éste no ataque al pueblo ni a la guerrilla. Nuestra organi- migo. Todo aquel que manifestándose parte del campo
DEJARÁ DE COMBATIR” figuras que son parte central de ella. Este despojamiento zación seguirá combatiendo militarmente a las empresas y popular intente detener o desviar la lucha obrera y popu-
l Error de la izquierda es que comienza a rea- de todo a-priori es la condición de posibilidad del pensa- a las fuerzas armadas contrarrevolucionarias. Pero no diri- lar en sus distintas manifestaciones armadas y no armadas

E lizar acciones extremas desde el inicio, como


si fuera posible cambiarlo todo desde el
punto de partida. Por decirlo con una figura:
se propone tomar el Palacio de Invierno,
pero no hay palacio de invierno ni hay fuerzas para
tomarlo, en caso de que hubiera. Para que no suene alu-
cinado lo que podamos decir por nuestra cuenta vamos al
miento crítico, por decirlo un poco kantianamente. De
aquí que hayamos colocado en cursivas esa frase de Hei-
degger: “En cada cosa sabida se oculta aún algo digno de
pensarse”. El mayor peligro que corremos –al buscar un
pensamiento verdaderamente crítico de la historia, es
decir, una filosofía crítica, una filosofía política– es atar-
nos a interpretaciones establecidas. No hay nada estableci-
girá sus ataques contra las instituciones gubernamentales
ni contra ningún miembro del gobierno del Presidente
Cámpora (...) Tal es la posición de nuestra organización,
que ahora anunciamos públicamente y que difiere de las
expectativas del Presidente electo.
“En efecto, el Presidente Cámpora, en recientes decla-
raciones, ha pedido a la guerrilla una tregua para ‘com-
con el pretexto de la tregua y otras argumentaciones, debe
ser considerado un agente del enemigo, traidor a la lucha
popular, negociador de la sangre derramada.
“¡Ninguna tregua al ejército opresor!
“¡Ninguna tregua a las empresas explotadoras!
“¡Libertad inmediata a los combatientes de la Libertad!
“¡Fuera la legislación represiva y total libertad a la
documento del ERP, una obra maestra insuperable de la do. Cuando algo se establece se cosifica. Un pensamiento probar o no si estamos en la senda de la liberación y expresión y organización del pueblo!
des-ubicación política, la provocación, el favorecimiento incuestionable es una cosa. Una cosa es inmodificable. vamos a lograr nuestros objetivos’. Este pedido surgió “¡Por la unidad de las organizaciones armadas!
de las fuerzas enemigos y la miopía o la infantilidad más Una roca es una roca, un árbol es un árbol, una montaña como consecuencia de varias acciones de la guerrilla, “¡A vencer o morir por la Argentina!
absoluta. El ERP hace un planteo abiertamente risible. es una montaña. Un pensamiento, al no ser una cosa, está entre ellas el secuestro de Alemann y el ajusticiamiento de “EJÉRCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO
Uno no quiere ofender a nadie. Ahí hubo militantes de siempre abierto a ser revisado, a tener la dignidad de pen- Iribarren. Se entiende entonces que el pedido del Presi- “Comité Militar Nacional.”
hierro, tipos que se jugaron la vida, pero... ¡hermano, si sarse otra vez. De aquí que la “repetición” –aunque a dente Cámpora implica la suspensión total del accionar
vas a jugarte la vida tratá de que semejante acto sirva para veces lo parezca– no necesariamente lo es. A menudo, guerrillero, incluidas las acciones contra el ejército y con- Con una contradicción irresuelta, con un planteo a dos
algo! La lucha revolucionaria no es sólo morir por una casi siempre, es el intento de volver sobre algo porque no tra las grandes empresas explotadoras (...) Frondizi pro- puntas empieza el documento de la Conducción del ERP.
causa. Es triunfar por una causa. Y ese triunfo nunca se hay nada que dejemos atrás para siempre. Todo encierra metió libertades democráticas y en realidad dio vía libre al Si el gobierno de Cámpora representa la voluntad popu-
consigue suicidándose en medio de una estrategia que se la posibilidad de volver a ser pensado, de ejercer otro ejército para con el plan Conintes aplastar la heroica resis- lar, ¿en nombre de qué va a seguir combatiendo el ERP?
equivoca en todos los frentes. Sobre todo en uno: la eva- punto de vista sobre algo que nos habíamos (mal)habi- tencia peronista (...) Hoy, de la misma manera, Ud., Pre- Esa voluntad popular, ¿se respeta o no, se la toma o no en
luación de las fuerzas enemigas. Y en otro: las acciones tuado a mirar desde un solo ángulo. Eso no se refiere sólo sidente Cámpora, pide a la guerrilla una tregua. La expe- serio? El ERP reduce la “voluntad popular” a sólo su faz
propias que pueden beneficiarlas. Y en otra más: los alia- a los pensamientos vertidos en este ensayo sino –sobre riencia nos indica que no puede haber tregua con los ene- eleccionaria. La voluntad popular no ha elegido la demo-
dos con que se puede contar en una determinada coyun- todo– a las interpretaciones que este ensayo asume para migos de la Patria, con los explotadores, con el ejército cracia. Sólo ha elegido un Gobierno: el que preside Cám-
tura. Pareciera, sin embargo, que para el ERP no hay reexaminar. Un ensayo sobre el peronismo –y sobre lo opresor y las empresas capitalistas expoliadoras. Que dete- pora. Es como si sólo se hubiese votado a Cámpora y su
coyunturas. Esto es política. Esto es analizar los momen- que sea– para estar vivo tiene que estar en estado cons- ner o disminuir la lucha es permitirles reorganizarse y gabinete. Ahí se detiene la voluntad popular, hasta ahí
tos de fortaleza o debilidad del régimen. Que no existen tante de reexaminación. En lucha contra lo cristalizado. pasar a la ofensiva. Hoy, ya no estamos dispuestos a ser llega. El pueblo no expreso nada más en las urnas. No
ni importan. El régimen siempre es el régimen y siempre Lo dogmático. Con todo aquello que el hábito, la como- engañados una vez más, ni estamos dispuestos a contri- expresó que quiere vivir en democracia, que quiere vivir al
es legítimo atacarlo. Si asume Cámpora asume una didad o la pasión dogmática –que suele llegar a incurrir buir con el engaño que se prepara contra nuestro pueblo. margen de los fierros, sin muertos, sin violencia. Que
variante del régimen burgués. Se sabe del odio que todos en la violencia– ha hecho sagrado, incuestionable, deifi- Ud., Presidente Cámpora, habla en su discurso del 8 del quiere tener al fin el gobierno peronista por el que tanto
los ultras tienen por los que negocian, dialogan, hablan, cado. Cuando se le hace decir a Dios: “Yo soy el que soy” corriente de ‘unidad nacional’. Entre otros conceptos ha esperado y ha luchado mucho antes de que el ERP
escuchan, acuerdan, desacuerdan, en suma: hacen se hace de Dios una cosa. Una silla es lo que es. Un gui- habla de constituir entre ‘pueblo y FF.AA.’ una unidad apareciera. El ERP vino a sumarse a una lucha que la
política. El ERP no hace política. Todo es lo mismo: jarro. Una pala. Un martillo. Lo que existe existe siendo indestructible ante cualquier asechanza. Hablar de unidad clase obrera peronista había iniciado en 1955. Con escasa
Cámpora y el Ejército, lo mismo. Perón y Mayorga, lo “lo que es” para dejar de serlo. ¿Qué interés podría tener nacional entre el ejército opresor y los oprimidos, entre coherencia invocaba como suyos a los mártires de la
mismo. Distintas caras del régimen. ¡Que las masas son algo que es lo que es por toda la eternidad? Caramba, qué los empresarios explotadores y los obreros y empleados Resistencia Peronista o a las víctimas de las bombas de
peronistas? ¿Y eso qué mierda importa? No bien vean que aburrimiento feroz. Aquí nadie “es el que es”. Nadie es explotados, entre los oligarcas dueños de campos y junio. Esa era la historia del peronismo. No del guevaris-
atacamos a Perón y Perón reprime igual que Lanusse algo definitivamente. Ningún juicio que hagamos sobre hacienda y los peones desposeídos, es como encerrar en mo erpiano. Se aguardó 18 años por el regreso de Perón.
advertirán que son iguales: que son el régimen. Y se irán cualquiera de todas las innumerables personas que por una misma pieza al lobo y las ovejas recomendándoles a Aún no se ha producido. El voto a Cámpora es proviso-
volcando a nosotros. O comprendiéndonos. Apoyándo- este texto desfilan no dejará de estar sometido a la posibi- ambos mantener buena conducta. Si Ud. Presidente rio. La proscripción de Perón aún continúa. Si Cámpora
nos. Entonces, para demostrar que Cámpora es pura lidad de ser revisado en otra coyuntura, atenuado o nega- Cámpora quiere verdaderamente la liberación debería representa la voluntad popular, ¿qué voluntad representa
basura reformista pidamos lo que sabemos no podrá do o afirmado. Narramos una historia de praxis encarna- sumarse valientemente a la lucha popular: en el terreno el ERP? Posible (delirante) respuesta: Cámpora representa
hacer. Muy simple: “A mediados de mayo, el ERP fijó su das y protagonizadas por sujetos frecuentemente en con- militar armar el brazo del pueblo, favorecer el desarrollo la voluntad eleccionaria del pueblo, el ERP representa la
posición frente al futuro gobierno y la publicitó en más flicto. Esta historia, que es, en muchos sentidos, la de del ejército popular revolucionario que está naciendo a revolucionaria. Si el pueblo tuviera esa doble concepción
de doscientos millones de volantes con el título: ‘Por qué una alienación profunda, sólo puede ser entendida si partir de la guerrilla y alejarse de los López Aufranc, los de la política no habría ido a votar. Habría dicho: “Las
el ERP no dejará de combatir. Respuesta al presidente Cám- antes se acepta que esa alienación se hace posible porque Carcagno y Cía., que lo están rodeando para utilizarlo elecciones son una trampa más. Nosotros queremos hacer
pora’” (María Seoane, Todo o nada. La historia secreta y la cada sujeto –aun desde el último abismo de su ser libre– contra el pueblo; en el terreno sindical debe enfrentar a la revolución guevarista en la Argentina”. Esto era algo
historia pública del jefe guerrillero Mario Roberto Santucho, ha actuado a partir de sí, por escaso que haya sido ese los burócratas traidores que tiene a su lado y favorecer tan alejado del pueblo peronista como viajar a Júpiter.
Planeta Bolsillo, Buenos Aires, 1997, p. 193). El redactor margen. Esto nos permite lo que buscamos: no privarnos decididamente el desarrollo de la nueva dirección sindical Ellos votaron a Cámpora porque era el hombre más leal a
de la Proclama Revolucionaria era el propio Santucho. del juicio moral. Tiene que existir una ética en la histo- clasista y combativa que surgió en estos años de heroica Perón que existía en el país. Con Cámpora, Perón regre-
Lo cual permite apreciar también su concepción de la ria. Algo que nos permita decir que un tipo es un asesino, lucha antipatronal y antidictatorial, enfrentada a la buro- saría. Era sólo un paso más. Pero decisivo. “Lanusse/
política o de la no-política. La “joya” la hemos citado o un canalla o una buena persona. Si fuera sólo el mero cracia cegetista; en el terreno económico realizar la refor- Lanusse/ mirá qué papelón/ Habrá segunda vuelta/ La
muy lejanamente y volvemos sobre ella. engranaje de una inmensa estructura histórica que lo ma agraria, expropiar a la oligarquía terrateniente y poner vuelta de Perón”. Perón regresaba. Esa era –en todos los
condiciona por completo, ¿qué podríamos decir de él? las estancias en manos del Estado y de los trabajadores sentidos– la segunda vuelta. Había vuelto en noviembre y
EXCURSO METODOLÓGICO ¿Qué podríamos decir de Osinde? ¿De Brito Lima? Salte- agrarios; expropiar para el Estado toda gran industria, ahora volvería otra vez porque –en el campo electoral– esa
Heidegger se pasaba la vida repitiendo cosas. E ignoro mos a lo más alto: de Perón. Hasta el Perón viejo y enfer- tanto la de capital norteamericano como europeo y tam- posibilidad se le había tornado inmediata. No habría
si por excusa o por honda convicción solía decir: “Lo que mo del final es responsable de sus acciones. El sujeto no bién el gran capital argentino, colocando las empresas segunda vuelta. O sí: la de Perón. Si se empieza por decir
se repite se piensa dos veces”. Pensemos, pues, dos veces se pierde entre las sobredeterminaciones de la trama his- bajo administración obrero-estatal, estatizar todos los que Cámpora representa la voluntad popular es absurdo
el documento del ERP. Merece que explicitemos un poco tórica. Tampoco es víctima de un suprapoderoso incons- bancos de capital privado, tanto los de capital imperialista deducir de eso que amasijaremos a todo el que se nos
más lo que pensaba Heidegger. En el Prefacio del primer ciente que explica todas sus acciones prescindiendo de él. como de la gran burguesía argentina. cante pero no a Cámpora y los de su Gobierno porque los
tomo de su Nietzsche, formado por lecciones impartidas Qué fácil sería. Tampoco es víctima de un lenguaje que “Pero este programa está muy lejos de las intenciones y eligió el pueblo. Pregunta sencilla: ¿para qué eligió el pue-
en la Universidad de Friburgo en Brisgovia entre los años lo domina y que él creía dominar. ¿Quién habló por boca posibilidades de vuestro gobierno. Tanto por quienes lo blo a Cámpora? Para gobernar. ¿Qué es gobernar? Es,
1936 y 1940, en que Heidegger no tuvo un papel pre- de Perón cuando dijo “Somos lo que las veinte verdades integran, como por el programa y los métodos, vuestro entre tantas cosas, administrar la justicia. O sea, la justicia
ponderante en la Universidad luego de su breve rectora- peronistas dicen”? ¿Quién otro si no Perón pudo haber gobierno no podrá dar ningún paso efectivo hacia la libe- pasa a residir en el gobierno que el pueblo ha elegido. No
do y que –según sus defensores– expresan su polémica dicho eso? Con el pretexto del fantasma del idealismo ración nacional y social de nuestra Patria y de nuestro puede existir una justicia paralela a ésta. Es el Gobierno
con el nacional socialismo, posición que no comparto de trascendental kantiano, del sujeto que constituye a la rea- Pueblo. que el pueblo ha elegido el que deberá decidir si hay que
ningún modo pero que no es aquí el momento de enca- lidad, toda la filosofía europea creyó matar al sujeto para “Eso lo sabe Ud. tan bien como nosotros. Ud. sabe que matar empresarios o no, militares o no. Cámpora, con
rar, confiesa el “maestro de Alemania” y el hombre cuyo poner en su lugar a la estructura primero y al lenguaje no entra en los propósitos del nuevo gobierno parlamen- gran gentileza, le ha pedido a la guerrilla una pausa. Que
pensar sigue constituyendo la base de la filosofía domi- después. (Que figuran, en última instancia, como figuras tario ni desarmar al ejército opresor, ni terminar con la lo dejen gobernar tranquilo durante un tiempo. Que le
nante en todas las academias de Occidente por medio de supletorias del Ser heideggeriano.) Se negó, así, a la His- oligarquía terrateniente ni con el gran capital explotador tengan algo de paciencia. Que vean cómo se van haciendo
sus seguidores franceses (eso que se denomina French the- toria. No, señores. Nosotros, aquí, narramos una histo- tanto imperialista como nacional (...) En estas circunstan- las cosas. No, el ERP sabe que el gobierno de Cámpora
ory y que incluye a los estructuralistas y posestructuralis- ria. Y, en medio de todos los condicionamientos imagi- cias, llamar a la tregua a las fuerzas revolucionarias es, por no hará ciertas cosas. ¿Cuáles son? Ya nos las ha enumera-
tas excluyendo –por medio de un silenciamiento tenaz– a nables que ustedes quieran ponerle al sujeto, todavía es la lo menos, un gran error. Por el contrario, los verdaderos do. Tratemos de sintetizarlas. Lo que el Gobierno elegido
Marx y, sobre todo, a Jean-Paul Sartre) que el libro, praxis de éste y de los grupos que forma la que teje la intereses de la clase obrera y el pueblo exigen redoblar la por la voluntad popular no hará es lo que sigue: 1) Derro-
valiosísimo, “ha conservado su carácter de lecciones, lo trama de esa historia, en la que, desde luego, termina per- lucha en todos los terrenos, intensificar la movilización de tar a los burócratas sindicales traidores; 2) Realizar la
que implica repeticiones y una inevitable extensión de la diéndose, enajenándose, pero porque antes fue capaz de las masas, intensificar las operaciones guerrilleras, incor- reforma agraria; 3) Expropiar para el Estado toda la gran
explicación. Intencionadamente, un mismo texto de la tramarla. Además, aquí nadie se va liberar de ser respon- porar a la lucha a sectores cada vez más amplios de las industria, la norteamericana, la europea y el gran capital
obra de Nietzsche es comentado en diversas ocasiones, sable de lo que ha hecho por las milagrerías del lenguaje, masas. Dar tregua en estos momentos al enemigo es darle argentino; 4) Colocar las empresas bajo control obrero-
aunque en cada caso dentro de un contexto diferente. Se el inconsciente o las estructuras. Si usted lo mató a Orte- tiempo para preparar una contraofensiva que, entre otras estatal; 5) Estatizar todos los bancos. Los de capital priva-
ha dejado incluso aquello que para más de un lector ga Peña, lo mató usted. Si tenía una orden, usted la acep- cosas, en cuanto deje de convenirle, barrerá sin contem- do. Los de capital imperialista y los de la gran burguesía
pueda resultar conocido, e incluso sabido, porque en cada tó. Usted es responsable. Usted es un asesino. Y, si me lo placiones el nuevo gobierno parlamentario. Es necesario, argentina.
cosa sabida se oculta aún algo digno de pensarse. Las repeti- permite, le diré algo poco académico: Usted es un grandí- más necesario que nunca, continuar hostigando al gran
ciones quisieran brindar la oportunidad de que continua- simo hijo de puta. capital expoliador y al ejército opresor, sostén del injusto LOS CLÁSICOS PLANTEOS DE LA
mente vuelvan a pensarse en profundidad unos pocos régimen capitalista, desarrollando al máximo todo el IZQUIERDA ARGENTINA
pensamientos que son determinantes de la totalidad”, “POR QUÉ EL ERP... ETC” inmenso potencial combativo de nuestro pueblo. La bata- Se trata de un planteo ya clásico de la izquierda argenti-
Martin Heidegger, Nietzsche I, Destino, Barcelona, 2000, (CONTINUACIÓN) lla por la liberación ha comenzado; está muy lejos de ter- na. Exigir todo. Impugnar al Gobierno de turno porque
p. 15. Cursivas mías). Es tan honda esta reflexión que Es así: “POR QUÉ EL EJÉRCITO REVOLUCIO- minar. se juzga que no quiere ni puede hacer lo que hay que
habremos de detenernos en ella. Tiene una importancia NARIO DEL PUEBLO NO DEJARÁ DE COMBATIR hacer. Que no puede es evidente. Que no quiera es una
axial para las temáticas que tratamos. Debemos dejar en “Respuesta al Presidente Cámpora “NO DAR TREGUA AL ENEMIGO valoración subjetiva. Como sea, así cualquiera se pone a la
claro que este texto está en lucha contra los pensamientos “El gobierno que el Dr. Cámpora presidirá representa “Por lo ante dicho, el ERP hace un llamado al Presi- izquierda de todo el mundo. Tan a la izquierda que se cae
cristalizados, cosificados, dogmáticos. También lo está la voluntad popular. Respetuosos de esa voluntad, nues- dente Cámpora, a los miembros del nuevo gobierno y a la de la escena política. No voy a trazar aquí un plano de lo
contra las interpretaciones consagradas de la historia que tra organización no atacará al nuevo gobierno mientras clase obrera y el pueblo en general a no dar tregua al ene- posible y lo no posible en política. Pero toda política debe
II III
partir de una correcta evaluación de las fuerzas ene- Poder el que lucha contra un Gobierno. ¿O alguien acometerá la tarea de organizar “milicias popula-
migas. Pedirle a Cámpora que realizara la reforma expresa más acabadamente el poder que el agro- res”. Los medios hacen el uso adecuado de este
agraria o expropiara a la gran industria era un deli- hipermillonario Luciano Miguens, que lideró el anuncio atemorizador. ¡La juventud hitlerista
rio. Sin embargo, ese delirio le permitía al ERP conflicto del campo con el Gobierno durante 2008? irrumpe en las calles de Buenos Aires! ¿Qué es eso
seguir combatiendo. “Como usted, doctor Cámpo- Podríamos imaginar una pequeña historia que de “milicias populares”? ¿No eran las que iba a
ra, no va a hacer eso, nosotros vamos a seguir com- habría tenido lugar el día de la gran concentración formar Evita cuando ya la cercanía de la Huesuda
batiendo. Sin duda, vamos a desestabilizar a su en el Obelisco. Un militante del PO –como toman- la llevaba a delirar gravemente? Este tipo de cosas
Gobierno. Porque a usted lo pusieron para que do súbita conciencia de que algo no anda bien– le revelan la nula formación política de gente como
gobierne en orden y democracia. Valores del régi- dice a Miguens, a quien tiene a su lado: el Galimba. Vivía en eso que suele llamarse –casi
men que detestamos. Cierto es que lo puso el pue- –Dígame, señor Miguens, ¿cómo puede ser que irreemplazablemente– “una nube de pedos”.
blo ahí. Pero nadie mejor que nosotros sabe que el ustedes y nosotros estemos del mismo lado? Nadie sabe cómo se forma una nube así. Pero se
pueblo de Perón tiene una conciencia reformista. –¿Por qué no? –dice Miguens–. Nosotros lucha- supone que el que decide vivir en ella sale volan-
Nuestra tarea es llevarlo a la revolución”. Se ponen, mos contra un Gobierno intervencionista y confis- do de la realidad. Se eleva por sobre ella hasta el
así, al margen del Gobierno y de la voluntad popu- catorio que quiere meter sus asquerosas manos en punto de ya no verla. No se sabe quiénes han
lar, que es tan reformista como el gobierno que eli- nuestros bolsillos y despojarnos de un 3% de nues- aportado los pedos que han dado contextura a la
gió. Son –una vez más– la vanguardia. Los que no tras escasas ganancias. nube. Acaso el que por fin se sube a ella y muy
se dejan ganar por la aflojadas del régimen. Si el –Pero, ¡eso no es nada! –dice el militante del posiblemente los monguis que lo acompañan. Es
régimen concede la posibilidad electoral es porque PO–. Nosotros queremos expropiarles las tierras. como si se hubieran reunido y alguien sugiriera:
la “lucha del pueblo” lo acorraló. Es una artimaña. Hacer una reforma agraria. Y entregárselas a los “Necesitamos un lugar propio. Apartado de todo
No vamos a aceptarla. campesinos que las trabajan. Ellos son sus verdade- y de todos. Donde podamos meditar en paz nues-
Sin embargo, si fue “la lucha del pueblo” la que ros dueños. tras cuestiones. Nos alejará un poco de la realidad
acorraló al régimen, por qué escindirse del pueblo Miguens se rasca la barbilla. Piensa un instante. pero nos cederá la sabiduría de los monjes tibeta-
cuando éste ha optado por un gobierno popular, Luego pregunta: nos, que suben a los más picos de las montañas
aunque tal vez no revolucionario. Simplemente por- –¿Y cómo para cuándo piensan ustedes hacer nevadas para reflexionar y luego regresan llenos
que lo más revolucionario que se ha logrado en la eso? verdades”. Así, con unánime decisión, todos
argentina es el llamado a elecciones sin el peronismo –No lo sabemos. Pero ése es nuestro proyecto. empiezan a emitir ventosidades ruidosas. Una vez
proscripto y la posibilidad del regreso de Perón, por el No el de este Gobierno burgués, reformista, popu- que la nube de pedos está lista suben y se alejan
que ese pueblo se siente mucho más representado que lista, que no se propone cambiar nada. rumbo a las alturas. Desde ahí deciden. Baja a tie-
por el ERP. Se cae siempre en alguna teoría sobre las –Vea, no tanto: nos quieren robar un 3% de rra Galimberti y dice: “Hay que formar ‘milicias
condiciones de posibilidad de enajenación de la nuestras ganancias. populares’”. Perón lo echa de la conducción de la
conciencia popular. En suma, el pueblo no sabe, la –¿Y eso qué es? ¡Nada! Si es por eso que estamos Jotapé y resuelve volver a tratar el tema de su
que sabe es la vanguardia. Ese saber la condena a la en contra de este Gobierno. reorganización después del 25 de mayo. El 30 de
soledad. De aquí que la vanguardia trabaje siempre –¿Ve? Nosotros también. Coincidimos por com- abril el ERP 22 de agosto (fracción algo peronista
desde afuera. Que jamás se dé una política de masas. pleto. Vea, mientras ustedes planean esa reforma del ERP que entendía menos de política que la
Su saber la condena. Su saber la aparta del pueblo al agraria que mencionó quédense con nosotros y otra) asesina al contraalmirante retirado Hermes
que dice representar. “Nosotros los representamos luchemos juntos para echar a esta ralea montonera. Quijada, el que “explicó” los asesinatos de Tre-
porque conocemos lo que les conviene mejor que Cuando los echemos tratamos de nuevo el tema de lew. Algunos militantes (incluso de la JP) narran
ustedes. Ustedes ignoran sus verdaderos intereses la reforma agraria. No se preocupen: van a encon- el hecho resaltando el coraje del tipo que hizo el
históricos. Eso los lleva a elegir gobiernos que no trar en nosotros corazones sensibles. operativo. Unánimemente dicen que “hay que
los representan. Que pactarán con sus verdaderos –¡Don Miguens! –exclama el agro-piquetero tener pelotas para hacer algo así”. Afirmación
enemigos. Nosotros, que somos sus verdaderos ami- Raúl Castells–. ¿No me daría tres vaquitas para la difícilmente rebatible. Sólo que a veces las pelotas
gos y que sabemos más de ustedes que ustedes mis- gente de Jujuy que se anda muriendo de hambre? –o solamente ellas– sólo sirven para cometer los
mos, los vamos a representar, vamos a luchar y a Miguens, muy seguro, responde: más pelotudos de los actos políticos. Pero, ¿se
morir por ustedes”. El esquema se repite siempre. –Pero que sean tres, Castells. Cuatro, ya es dis- trató de un acto “político”? ¿Se tuvo en cuenta
La izquierda pide tanto que todo gobierno le parece tribución de la riqueza. que fortalecería a la fracción del Ejército que no
escaso. Al final, como el PO, en el conflicto de la Nada de esta chantada miserable de estos tiempos quería entregar el Gobierno (con el almirante
presidenta Cristina Fernández con el llamado puede parangonarse con la tragedia de las mujeres y Mayorga, personaje siniestro, al frente) o sólo se
“campo”, termina alineándose con la derecha. No los hombres del ERP. Tenían –equivocados o no– evaluó su impacto militar, la “presentación en
es casual. Para la derecha, lo que hace el Gobierno ilusiones en serio. Se jugaban la vida por ideales sociedad del nuevo desgajamiento”? Que si era
es demasiado. Para la izquierda es poco. Son dos for- extremos. Aún no es el momento de ocuparnos con peronista, no parecía estar muy enterado que el
mas de coincidir en la oposición. De pronto, se mayor hondura de ellos. Pero he visto con atención peronismo se preparaba para gobernar y pedía
miran las caras y –sorprendidos– se encuentran en –tomando infinidad de notas– el documental de que se dejaran las armas de lado. No, se trató sólo
el mismo podio, en el mismo terreno, en la misma Gabriel Corvi y Gustavo de Jesús, Errepé. Los cine- de un episodio militar. De una venganza. De
plaza. A la derecha no le importa: si hay que sumar, astas trabajan los testimonios casi centralmente con bajar a un tipo que puso la trucha por la tele y dio
suma. Total, después liquidará al molesto zurdaje primeros planos. Qué rostros. Cuántas amarguras, una versión de los hechos de Trelew que hacía de
que se vio necesitada de utilizar. Es como los dolores, fracasos asoman en ellos. Cuántas autocrí- él un cómplice o uno de sus participantes. ¿Era el
pequeños productores del agro: recién ahora, más o ticas hacen. Saben que se equivocaron mucho y les momento de matarlo? Suponemos que el ERP 22
menos, advierten que los usaron, según se dice, de duele. Sobre todo porque el precio casi siempre ha ni se debe haber hecho esta pregunta. ¿Resultado?
forros. Pero el conflicto de la izquierda es mayor: sido el de la muerte. Tantos compañeros han perdi- Gran acto de sepelio para Hermes Quijada.
¿qué hacemos aquí? Se encuentran con personajes do que –aunque los recuerdan– han extraviado la Todos los halcones del régimen militar dicen sus
inusitados. Viene el poderoso (oli)garca señor cuenta o se cansaron de hacerla. Luis Mattini es el barbaridades más horribles. Mayorga, por ejem-
Miguens y les dice: “Muy bien, muchachos: tene- más lúcido de todos. Pero ninguno de los otros le plo, que “cuesta mucho no ordenar antes el país y
mos que estar juntos para echar abajo a este gobier- anda muy lejos. De todos modos, aún estamos lejos entregarlo después”. Y Galimberti le hace perder
no que no nos representa ni a ustedes ni a noso- de establecer un juicio definitivo sobre el papel presencia en el movimiento a la Jotapé. Jamás la
tros”. Viene la señora Pando y les dice: “Los felicito jugado por esta organización. Lo que le hicieron a volverá a tener. Jamás la Tendencia tendrá a un
por acompañarnos. Hay que echar a estos Monto- Cámpora fue –a todas luces– una provocación: representante suyo en el movimiento.
neros del Gobierno”. No sé si le pasó al Robi San- “Usted, que la viene a jugar de democrático y de
tucho en el ‘73. Pero si se encontraba con Mayorga nacional-popular, no va a tener más remedio que FAR Y MONTONEROS: APOYAR,
y López Aufranc le habrían dicho: “Vos matate diez exhibir su hilacha de régimen burgués represor. DEFENDER, CONTROLAR
empresarios y tres generales y nosotros te tiramos a Apenas le matemos a un empresario de la Ford o a El 24 de mayo de 1973 varios autos levantan a
este gobierno reformista de mierda. Después vos un general de caballería, va a salir de reprimirnos”. periodistas de los principales medios en distintos
hacés la reforma agraria”. No hay matices para la ¡Por supuesto! ¿Qué querían que hiciera Cámpora? lugares de Buenos Aires. FAR y Montoneros se dis-
izquierda. No es casual que el libro de María Seoa- ¿Qué le dijera a la sociedad “No vamos a reprimir a ponen a dar una conferencia de prensa. Los perio-
ne sobre Santucho se llame Todo o nada. Un título esos muchachos porque aseguraron no matar a nin- distas van tranquilos y satisfechos. Una buena nota
perfecto. No, Santucho, la política no es todo o guno de nosotros”? Un Gobierno se tiene que hacer los espera. Les vendan los ojos y los autos dan vuel-
nada. Mucho más lúcido fue el planteo de la juven- cargo de la seguridad de todos los miembros de la tas por medio Buenos Aires. Por fin se detienen en
tud peronista. Infinitamente más lúcido. La diferen- sociedad. El planteo del ERP era un chiste de mal un lugar alejado. Les quitan las vendas, bajan y
cia entre Gobierno y Poder fue uno de los aportes gusto, una mentira, un imposible. “A ustedes no los entran en una casita como cualquier otra. En una
conceptuales más importantes de la filosofía política vamos a matar, a los empresarios y milicos sí”. No habitación decorada con banderas de las organiza-
argentina. Lo hizo la Jotapé. Hoy, cuando los perio- bien mataran al primer gerente de Ford, el Gobier- ciones, los esperan algunos personajes con capu-
distas de los diarios opositores, que juegan a la no debería reprimir. No bien reprimiera lo declara- chas. Los periodistas se sientan, sacan sus anotado-
“lucha contra el poder”, a la libertad de prensa ante rían fuera de la legalidad revolucionaria, defensor res y esperan. FAR y Montoneros han tomado la
los “aprietes del poder”, o son brutos o mienten. de los intereses imperialistas y empezarían a matar decisión de desarrollar una serie de temas que
No luchan contra el poder. El poder son ellos. también a los hombres que lo componían. En fin, luego darán forma al documento Apoyar, defender,
Ellos, la Sociedad Rural, la clase media alta, los la maniobra era tan clara que daba risa o bronca. controlar. Se trata de fijar su posición ante el
(oli)garcas de los barrios exquisitos, los medios tele- Más bien, bronca. Gobierno del compañero Cámpora. No será la
PRÓXIMO visivos de los oligopolios y la omnipresente Embaja- misma que la del ERP.
DOMINGO da de los Estados Unidos, que está en esto hasta las GALIMBERTI:
El discurso manos. ¿Conocen el viejo y sabio chiste? ¿Saben por LAS MILICIAS POPULARES
de Righi qué no hay golpes de estado en Estados Unidos? Dos grandes dislates se cometen el 18 y el 30 Colaboración especial:
a la Policía Porque no hay Embajada Norteamericana. Es el de abril. El 18, súper-Galimba declara que la JP Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 31 de mayo de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


81 El discurso de Righi a la policía

Suplemento especial de

PáginaI12
FAR Y MONTONEROS: LUCHAR CONTRA la tuya, todos estos, a Righi, lo odian, porque odian en Righi
LOS MONOPOLIOS, REDISTRIBUIR, lo que ellos no son ni fueron ni serán nunca, tipos generosos,
NACIONALIZAR Y SOCIALIZAR que saben que un ser humano no se completa nunca a sí
a Primavera Camporista fue una pesadilla para la mismo sino a través de los otros, tipos valientes, que se le atre-

L Argentina tradicional, conservadora. Todo se salía


de cauce. Nada se quedaba quieto, en su sitio.
Indignaban las tomas de fábricas y de hospitales.
Se tomaba todo. La modalidad se diseminó como
un chorro de fuego. ¿Incendiaría el país? No hay nada más
alarmante que adueñarse de la propiedad privada. La propie-
dad es privada por eso: porque no puede tomarse. Es privativa
ven a todo, hasta al ridículo, si quieren que lo diga, tipos que
saben que están en este mundo por una o dos cosas, no por
más, pero que esas cosas deben tener peso, deben ser trascen-
dentes, porque hay sólo dos formas de pasar por este mundo:
o como un tarado o una ameba o una lechuga y no dejar la
más ínfima marca de ese paso o como un ser humano que se
dibujó un destino, se jugó por él, le entregó su vida y entre
de sus dueños. Los demás tienen que privarse de ella. Si los todas las marcas que saturan la larga muralla de la historia
demás no se privan de la propiedad privada, la propiedad deja dejó la suya. Para la eternidad. El 5 de junio de 1973, el
de ser privativa de sus dueños. Los obreros o los empleados Ministro del Interior del Gobierno de Cámpora, doctor Este-
tomaban algo (el lugar en que trabajaban) y ahí se detenía ban Righi, hizo exactamente eso.
todo. Ni ellos hacían mucho más. Ni nadie se molestaba por Con este discurso:
desalojarlos. El Gobierno no quería empezar su ciclo repri- ”En su mensaje del 22 de marzo, diez días después del ple-
miendo acciones populares. Era una modalidad de los nuevos biscito que lo llevó a la primera magistratura, el presidente de
tiempos, ya pasaría. Los reclamos se expresaban así. Tomando la Nación definió el contenido de los 60 días que aún faltaban
las fábricas. Porque nadie tomaba las casas de familia. Las para la transmisión del poder: ‘Hasta el 25 de mayo, el Régi-
casas de los gerentes de las fábricas, por ejemplo. Esto habría men: desde entonces, el Pueblo. La frontera es nítida’, dijo
sido más grave. La derecha vivía estos días con furia. Manri- entonces el compañero presidente Héctor Cámpora.
que decía: “A 16 días de gobierno el estado de subversión es ”Este plazo se ha cumplido y todos deben tomar nota de lo
total en el país”. A nosotros nos parecía que por primera vez que ello implica. Por eso el ministro del Interior, desea diri-
respirábamos un aire nuevo. Llegaban, al fin, los libros de girse a todos los hombres de la Policía Federal, desde el jefe
Marx. Las películas que nunca habíamos podido ver. Se anun- hasta los agentes, para reflexionar con ellos acerca de su
ciaban producciones inusitadas: una sobre las matanzas de los misión en esta nueva etapa histórica y poner en claro qué es lo
obreros patagónicos durante el gobierno de Yrigoyen, basada que se debe y qué es lo que no se puede hacer.
en el formidable libro de Bayer. ¿Sería posible? ¿Se haría eso? ”Existen todavía hábitos, reflejos, que inducen a actuar
¿Habíamos dejado de ser una colonieta bananera, catolicoide como si nada hubiera cambiado. Formas de comportamiento
y represiva? Poco tiempo después, Osvaldo Bayer habrá de que se consideran normales simplemente porque hace muchos
decir que La Patagonia Rebelde (de la que nos ocuparemos años que no se conocen otras.
exhaustivamente) sólo fue posible “por ese paraíso de la cultu- ”Dentro de la estructura de sometimiento que el pueblo
ra que fue el gobierno de Cámpora”. padeció en los últimos años, las fuerzas policiales fueron pues-
Volvemos a los periodistas que están frente a los jefes mon- tas en un difícil papel.
toneros encapuchados en una casa misteriosa, con banderas ”Esta realidad la conocen bien los hombres de la Policía,
de la organización que se ven detrás de las espaldas de los que han corrido todos los riesgos, que han debido hacer todos
comandantes y que habrán de salir al día siguiente en todos los sacrificios, en la primera línea de fuego, como brazo arma-
los diarios del país. No era el clima que se quería vivir. Pero ■ Luchar contra los monopolios y todas las formas de depen- entendió. Su Plan de Operaciones jamás se hizo la simple, paralelo e independiente, pareciera ser el propio Firmenich el uno. Pero de los buenos muchachos de Ezeiza, todos. Hasta do de un régimen cruel e inhumano.
los Montoneros habían peleado por la vuelta de Perón, eran la dencia. decisiva pregunta: ¿Con qué poder voy a imponer este plan a mis que responde: “Nuestras organizaciones constituyen parte del llegar a la Triple A, la otra cara de la primavera camporista. ”Encerrados dentro de las comisarías, y rodeados de vallas,
famosa “organización hegemónica de la juventud peronista” y ■ Nacionalizar y socializar la economía. enemigos? No hacerla, lo condenó al fracaso. Acaso lo tornó Movimiento Nacional Justicialista cuyo conductor es el general Bueno, de todos esos tarados no nos vamos a ocupar aquí. fueron alejados del pueblo, sin desearlo ni buscarlo.
era importante saber cómo se disponían a actuar. ¿Apoyarían ■ Redistribuir la riqueza. conmovedor. Un utopista espléndido. A él y a Castelli. Pero Perón. En consecuencia, nosotros enmarcamos nuestro accionar La primavera camporista fue negada e injuriada durante déca- ”También ellos serán beneficiados con el fin de la depen-
a Cámpora según el original método del ERP, matando a ■ Desarrollar la cultura popular. sin bases materiales para llevar a cabo sus ideas osadas, extre- en la estrategia que señala el general Perón, que hasta la fecha se das en este país. A Righi la cara de triste se le puso cada vez dencia y el comienzo de la liberación. Tendrán obligaciones,
milicos, empresarios y policías? El que ocupa el centro de la ■ Derogar las leyes y desmantelar las estructuras represivas mas. Este tipo de revolucionarios quedan como figuras ejem- viene demostrando como absolutamente correcta”. No fue casual más triste. Había que pedir perdón. A ver si nos entendemos: que deberán cumplir ineludiblemente.
mesa es el que toma la palabra. Se trata de una conferencia montadas por la Dictadura. plares, pero nunca victoriosas. Ya lo he dicho del Che: heroi- que el lúcido Horacio dijera que se trataba –a su modo– de aquí, yo voy a hacer la apología de Esteban Righi y su discur- ”Pero tendrán también los derechos que en todos estos años
muy importante. Se le da gran trascendencia. Más tarde, en ■ Poner en marcha una política internacional independiente co en todas partes, vencedor en ninguna. Este documento de un documento del gobierno. Pareciera imposible haber elabo- so a los comisarios de la federal. Si alguno cree que vivo del habían perdido. Y sus propias obligaciones serán cumplidas
una reunión de Envido, con un ánimo muy abarcativo, Hora- para conformar un Frente Latinoamericano imperialista y FAR y Montos es el más sensato que han producido. Tiene rado un texto más certero, un apoyo más transparente. Para pasado, que lo demuestre. Le va a costar. Si alguno cree que con un espíritu nuevo, porque implican clausurar un período
cio González dirá que es también un documento del gobier- consolidar el bloque del Tercer Mundo en la comunidad una especial sensibilidad para la política de superficie. Para los mí, nunca la tuvieron tan clara. Era lo que tenían que hacer. me fallan las neuronas y que se me quedaron pegoteadas allá de dolorosa memoria para iniciar otro más justo, más noble.
no. Se le refuta esa idea. Pero, creo, tenía razón: así habrá de internacional”. matices opacos, a veces indiscernibles del verdadero poder del Nada de compartir la conducción con Perón. Nada de andar por 1970, en tanto él, tipo piola, está al día, no boludea con ”Lo trágico de la situación que nuestra Policía ha vivido es
ser considerada por los enemigos. Y lo que el enemigo piensa Era un perfecto, lúcido programa antiimperialista destinado enemigo. Y una prioridad de la política sobre las armas. amenazando con que los fierros “están guardados pero por el sentimentalismo, sabe que todo aquello fue patético, un que sus jefes, oficiales y tropas han sido compelidos a enfren-
de uno es lo que uno es para el enemigo y acaso el motivo por a cubrir la primera etapa del Gobierno Popular. Son evidentes Sigue el documento (no lo citamos completo, desde luego: ahora”, una comprensión profunda del Movimiento como sueño de pendejos entusiastas e irresponsables, que trate, tam- tarse con las masas populares de las que surgieron, y que
el cual habrá de morir. Así de simple. El hombre del centro de las diferencias con los delirios erpianos sobre la reforma agra- ya diremos dónde encontrarlo): “El 25 de mayo comenzó la una totalidad de la que eran una parte y el apoyo fervoroso al bién, de ofrecer alguna prueba. Es probable que consiga diver- defendían un futuro mejor también para ellos.
la mesa lee un documento jugoso, imperdible: “Luego de 18 ria, expropiar a la oligarquía y a los bancos norteamericanos etapa de la Reconstrucción para la Liberación Nacional. Ese gobierno de Cámpora. Reconocimiento del Ejército dentro de tirme un poco. No, señores. Hablemos en serio. Y digamos ”Esta es una enfermedad que ahora queremos curar.
años de lucha durante los cuales el imperialismo y la oligar- (¡). Lo que diferencia a los dos proyectos es que uno (el de mismo día Pueblo y Gobierno produjeron el primer acto la nueva etapa y cumplimiento paulatino de las etapas más verdades ocultas porque lo peor de este país (que es un cacho ”Las condiciones que el régimen impuso a quienes se juga-
quía trataron de destruir al Movimiento Peronista, mediante FAR y Montoneros) quiere acompañar al gobierno, el otro revolucionario sin precedentes: la liberación de todos los com- conflictivas que aguardaban. ¿Cómo pudo todo arruinarse gigantesco de él) necesita que no le hagamos fáciles muchas ron la vida por él no han sido mejores que las del resto de la
la represión y la integración al sistema (...) la clase trabajadora quiere crear las excusas para pasar a enfrentarlo cuanto antes. batientes y demás presos políticos. Casi en seguida otras tanto? cosas. Es fundamental que en este país de hoy, lleno de malos población. La crónica de estos últimos años ha registrado
y el pueblo peronista junto con sus aliados lograron acceder al No se trata, creo, de una cuestión de lucidez política. La medidas importantes de trascendencia histórica y de profundo tipos y malas minas que piden la pena de muerte como si motines policiales porque los sueldos no alcanzaban para vivir
gobierno (...) En el marco de esta estrategia de guerra integral imposibilidad de lo que el ERP pide es deliberada. Si le pido a contenido popular como: derogación de toda la legislación EL ACONTECIMIENTO RIGHI nada, de ministros que aconsejaron a la policía bonaerense con decoro, para disponer de una vivienda digna y sana, para
se desarrollaron todas las formas de lucha: desde las huelgas un gobierno eso que sé no podrá lograr por el equilibrio de represiva; comienzo del desmantelamiento del aparato represi- A Righi le dicen “el Bebe”. Como a Cooke. Tenía 34 años “meter bala” para acabar con la delincuencia, de patanes de curar a la mujer cuando se enfermaba o mandar a los hijos al
hasta los alzamientos populares más recientes, como los de fuerzas existentes puedo transformar de inmediato esa situa- vo (liquidación de DIPA, mensaje del ministro del Interior a cuando ingresó al gabinete de Cámpora, como ministro del los programas de chismes de la farándula televisiva que propu- colegio a instruirse.
Mendoza, Malargüe, y Gral. Roca; las luchas campesinas con- ción fáctica, concreta, real, en una situación político-moral, o la Policía Federal); designación en las Universidades de inter- Interior. Por tener buenos contactos con la juventud pero- sieron meter bombas en los socavones de basura que revuel- ”La comunidad organizada que el General Perón dejó en el
ducidas por las Ligas Agrarias en el Nordeste; el levantamien- en una decisión marcada por una limitación política: no lo ventores identificados con la causa del pueblo, que también nista, algunos suponen que es el “ministro de los Montone- ven los cartoneros para reventarles la cabeza y después “tirar- país cedió paso a los desgarramientos de una sociedad empo-
to de suboficiales y oficiales jóvenes en la Escuela de Mecánica hacen no porque no pueden, sino porque sus limitaciones ide- en un hecho sin precedentes fueron en casi todos los casos ros”. Falso. Es el ministro de Cámpora. Y tiene una concep- los al río y chau”, de periodistas que tienen los mejores hora- brecida y saqueada, de cuyas consecuencias todos fuimos víc-
de la Armada para el 17 de noviembre; las movilizaciones pro- ológicas se lo impiden. Así, me resulta sencillo ponerme aclamados por estudiantes y personal no docente (...). Se ha ción personal de lo que quiere hacer. Cuando retorna al país rios en la televisión y dirigieron revistas asociadas a las tareas timas. Pero esto debe cambiar.
tagonizadas por la Juventud Peronista, especialmente las cam- enfrente de ese gobierno nacional-burgués, bonapartista, con- comenzado a desarrollar una política internacional indepen- –en 1984– se le hacen unos reportajes. Después también. de los campos de la dictadura, lleno de piolas que carajean ”Es habitual llamar a los policías guardianes del orden. Así
pañas del ‘luche y Vuelve’, el regreso del Gral. Perón y la ciliador de clases. Hoy mismo estos personajes abundan por diente; restablecimiento de relaciones con Cuba, Vietnam del Todos insisten en su ingenuidad. ¡Darle ese discurso a la todo el tiempo, que se ríen de cualquier ideal, que desprecian seguirá siendo. Pero lo que ha cambiado, profundamente, es
campaña electoral; y el accionar permanente de las organiza- los parajes de la política nacional. Siempre es difícil saber Norte, Corea del Norte y Alemania Oriental”. Más adelante, policía! Estos pibes de la “primavera camporista” creían que súbitamente a la generación de los desaparecidos porque pare- el orden que guardan. Y en consecuencia, la forma de hacerlo.
ciones político-militares en el señalamiento, desgaste y perse- hasta dónde un Gobierno puede o no llegar, de modo que se se desarrolla un punto excepcional. Se refiere a las Fuerzas estaban jugando en un arenero. El tipo del periodista ce que hay una orden que así lo establece, en este país de bru- ”Un orden injusto, un poder arbitrario impuesto por la vio-
cución del enemigo. Esta contraofensiva produjo el aplastante deberá siempre ser cauteloso en extraer definiciones ideológi- Armadas. Dice así: “Eliminada la camarilla, los integrantes de posmo, cuasi corrupto, sin utopías ni moral que se va impo- tos, de una clase media agresiva, que sólo sueña con el ascenso lencia, se guarda con la misma violencia que lo originó.
triunfo electoral del 11 de marzo y luego la gran movilización co-políticas de esa situación. Lo primero aconsejable es ver a las Fuerzas Armadas deben comprender que si se encierran en niendo cada vez más odia a los tipos como Righi y al cam- social, que ante cualquier grupo de personas que no le gusta o ”Un orden justo, respaldado por la voluntad masiva de la
del 25 de mayo con la toma del Gobierno”. Se formula una quiénes tiene frente a sí ese gobierno. Por decirlo claro: su los cuarteles bajo la consigna de un supuesto profesionalismo porismo. “Les duró poco. 49 días. Después vino Perón y se que no piensa como ella dice una frase que ya es su marca de ciudadanía, se guarda con moderación y prudencia, con res-
precisa descripción de los sectores que están en el campo del política de alianzas. Si un gobierno no ha tocado (aún) la pro- lo único que conseguirán será aislarse del pueblo argentino. les acabó la fiesta.” ¿Sí? ¿Y qué fiesta empezó? Porque a fábrica: “Hay que matarlos a todos”, que pide todo el tiempo peto y sensibilidad humanas.
pueblo: “La clase trabajadora, los sectores marginados entre los piedad de la tierra, pero los propietarios de tierras actúan ”Los hombres de las FF.AA., la totalidad de su tropa, la Perón tampoco le duró mucho. Otros la juegan de jóvenes, seguridad y jamás piensa en los factores reales de la delincuen- ”La sociedad argentina ha padecido muchos agravios en
cuales hay 1.500.000 desocupados, los pequeños productores frente a él como si estuviera ante la inminencia de hacerlo, se suboficialidad y gran parte de la oficialidad provienen del de tipos que destilan cierta piedad por esos viejos que deja- cia: el hambre, la falta de trabajo, de esperanzas, de futuro, estos años terribles que acaban de concluir. Todos hemos per-
urbanos y rurales, la gran mayoría del estudiantado y de la recomienda cautela. Ahí hay algo que ese gobierno está pueblo y no de la oligarquía, por lo tanto no tiene sentido que ron sus neuronas en esa primavera, que viven de recuerdos, que jamás relaciona la delincuencia con los verdaderos ladro- dido mucho. Todos hemos sufrido. El país que recibimos
intelectualidad, y sus aliados los medianos productores urba- haciendo bien aunque aún no se note. Los del Poder sólo bus- se aíslen de sus compatriotas sino que por el contrario deben de esos fuegos del pasado. Qué lo tiró, che. De qué vivirán nes que se robaron el país: los mafiosos, los que andan sueltos, carece de cosas imprescindibles.
nos y rurales, y todos aquellos que se sienten identificados con can erosionar a quienes visualizan como potenciales enemigos. unirse a la gran causa de los argentinos que en la hora actual ellos. De algunos puestos que tuvieron con Menem o de las los que todavía circulan por los mejores restaurantes pidiendo ”Faltan escuelas. Faltan viviendas. Faltan hospitales, cárce-
los objetivos de liberación”. Estos últimos –de quienes se El documento de los Montos y las FAR no pretendía que es la reconstrucción y la liberación nacional y participar acti- empresas para las que escriben lo que les dicen que escriban vinos carísimos y rodeados de amigos que han de ser más cus- les limpias y sanas. Es natural y comprensible que la presión
obvia decir a qué clase pertenecen o si importa semejante Cámpora distribuyera la riqueza de inmediato o socializara la vamente de las tareas concretas que estos objetivos determi- y si no se van a otra parte. Secos, resentidos, viejos prematu- todios que amigos, esa gente que ve un morocho y piensa que tan duramente contenida escape ahora con ímpetu. Que se
cuestión– exhiben una decisión teórica: al campo del pueblo economía pasado mañana. Sabía que se trataba de un proyec- nan. De esta manera el Ejército será Pueblo y el Pueblo será ros, sin una obra, sin un libro ni dos siquiera. Desidiosos. lo va a afanar, que ve un pibe de trece años y piensa que hay manifiesten pedidos y demandas sectoriales.
no se pertenece por el lugar que se ocupa en el aparato pro- to político y que –como todo proyecto– tenía una relación Ejército para defender la victoria y lograr los objetivos de la Sarcásticos. Habitués de los restaurantes donde se encuen- que meterlo en cana, que cree que los pobres no laburan por- ”El gobierno del pueblo lo juzga legítimo. Afirmamos lo
ductivo. Es una decisión política. Si yo me integro a todos los estrecha con el poder del adversario. Lo que el ERP pareciera liberación”. tran con sus colegas. Amigos del buen vino que los lleva a que son vagos no porque falte trabajo, que odian a los bolitas que sus candidatos dijeron durante la campaña electoral.
sectores que están empeñados en la lucha por la liberación no haberse planteado nunca es el poder del adversario. Al menos ¡Qué lejos se estaba de los planteos del ERP! No en vano terminar la jornada con ejemplar improductividad. No y a los paraguas y a los chilotes y a los perucas, que ven basura Nuestra terapéutica es reconstruir. No permitir.
nacional y social de la patria integraré el campo del pueblo así en esta etapa, FAR y Montoneros así lo hacen. Este es –para (ya respondiendo a preguntas de los periodistas) las organiza- hacen nada en todo el día. Pero son capaces de burlarse de por la tele y les gusta, y la ven todos los días, felices, idiotiza- ”Hay tensiones acumuladas y habrá conflictos. Lo sabemos
provenga de las clases altas, bajas o medias. Se trata de una mí– el mejor de sus documentos. No se puede pedir todo sen- ciones dicen: “Nosotros queremos invitar públicamente ante Righi porque fue un “ingenuo”. Un boludo de la primavera dos, pero realistas, no como esos boludos de los setenta, no, y no nos asusta. Es imposible restaurar en pocos días todo lo
elección político-existencial. Decido unir mi destino a los que cillamente porque enfrente está el enemigo y si algo define al el Pueblo argentino a los integrantes del ERP a reflexionar y camporista. Esos giles que duraron 49 días. Que todavía los gente de hoy, que sabe en qué mundo vive, que no la van a destrozado en tantos años.
encaran esa lucha. Quiero participar de ella. Y –al hacerlo– enemigo es su negación absoluta a darnos lo que queremos confrontar frente a las masas su posición. Apelamos como recuerdan como si fueran lo mejor que pasó en nuestra his- engañar, que no va a arriesgar su pellejo por nada ni por nadie ”La función policial no será combatir esas manifestaciones.
soy parte del pueblo. Sigue el documento: quitarle y su acumulación de poder para defenderlo. La políti- único criterio de verdad al criterio de las masas, porque no toria. Que viven del pasado. Llorando lo que pudo haber y por eso va a vivir hasta los 102 años mirando a Tinelli y Sólo encauzadas, ponerles razonables límites, impedir desbor-
“El Frente es una alianza de clases para enfrentar al impe- ca es la exquisita relación entre los proyectos de poder y el hay ninguna verdad fuera del Pueblo”. Y, por último, ante la sido y no fue. Y no podía ser porque era una tramoya de oyendo a Gelblung o a quienes vengan a sucederlos si es que des. Los hombres de la Policía pueden sentirse aliviados.
rialismo y sus aliados; sus objetivos, señalados por las pautas poder político y material para imponerlos. Por favor: relean pregunta sobre si ambas organizaciones se subordinan a la Perón, que los usó y después los mandó a la mierda. Flor de por desgracia se nos piantan al otro mundo, gente piola, Ahora nadie pretende que de sus armas deba salir la solución a
enunciadas por el compañero Cámpora son: esta última frase, una y otra vez. Ni Mariano Moreno la conducción del general Perón o constituyen un liderazgo piola Perón. Eligió bien. De la primavera camporista, ni argentinos de hoy, que si te dan una mano es para arrancarte los conflictos. Son los grandes movimientos de la sociedad. Los
II III
cambios revolucionarios que en ella se irán produ- dijo palabra que su Presidente ignorara. Razón por ‘intentar destrozar a la Policía Federal’ y de ‘agra-
ciendo apaciguarán esas pasiones. Conseguirán ana- la cual la responsabilidad del mismo está compar- viarla gratuitamente’ con la disolución de DIPA”
lizar todas las energías hacia la ardua tarea de cons- tida por ese Tío aparentemente tan manso, bona- (Bonasso, ob. cit. p. 672). Pero el texto perfecto, el
truir una Argentina justa, libre y soberana. chón y manipulable. La duración del discurso no texto de la doctrina de la seguridad nacional, el
”¡Cómo vamos a ordenar reprimir al pueblo, si se extendió más allá de los diez minutos. Como texto del alma represiva argentina estaba más ade-
suyo es este Gobierno y en su nombre y por su bien dice Bonasso: nadie, nunca, ningún ministro lante y era preciso, cortito y temible por la inmun-
voluntad actuamos! antes de Esteban Righi, había llevado a la luz del dicia de la fórmula que usaba, por la jerga macar-
”Dije que la Policía tendrá nuevas obligaciones día el tema de la tortura. Además, hubo frases que tista, vulgar, porque revelaba lo que en la cabeza de
y quiero enumerar algunas de ellas. Tendrá la obli- se transformaron en exclamaciones, tal fue la vehe- un torturador era insoslayable, era, sin más, parte
gación de no reprimir los justos reclamos del pueblo. mencia con que las dijo y la certeza que lo anima- esencial de los valores con que había sido formado:
De respetar a todos sus conciudadanos, en cualquier ba: “¡Cómo vamos a ordenar reprimir al pueblo, si “Estos hechos se produjeron a espaldas del doctor
ocasión y circunstancia. De considerar inocente a suyo es este gobierno y en su nombre y por su Cámpora para debilitar al país con policías inde-
todo ciudadano mientras no se demuestre lo contra- voluntad actuamos!”. Antes del discurso, Righi fensos, desanimados, desalentados y temerosos,
rio. De comportarse con humanidad, inclusive frente había suprimido la DIPA (algo que ni la derecha posibilitando el golpe final rojo contra nuestra patria”
al culpable. peronista ni los militares perdonaron). ¿Qué era la (Cursivas mías.) Texto que una vez más revela que
”Mencioné también nuevos derechos. DIPA? Era un centro de almacenamiento de datos para las fuerzas de seguridad la lucha no era contra
”Los hombres de la Policía tendrán derecho a una de posibles subversivos. Había demasiados nom- un gobierno nacional y popular, “peronista”. Era
retribución que les permita vivir con dignidad. A bres ahí. Porque para la mentalidad represora contra el marxismo. Era parte de la lucha contra-
una vivienda que merezca ese nombre. alcanza muy poco para ganarse una ficha en uno rrevolucionaria. La lucha del Occidente cristiano
”A una efectiva protección para sí y para sus de esos archivos. De ahí la necesidad de destruir- contra el enemigo rojo. La juventud peronista bus-
familiares, en el caso de incapacidad o muerte. los. Para un gobierno democrático los “subversi- caba refinar sus conceptos con la teoría de “los dos
”De esta forma serán acompañados por el afecto vos” serían menos y –algo muy importante– serían imperialismos”. El peronismo era una fuerza ter-
del pueblo. otros. El cambio de un régimen por otro es el cermundista, nacional, alejada de la Unión Soviéti-
”Estos criterios que rigen para la relación con las cambio de un archivo por otra. Es una ley de la ca por múltiples causas. Entre ellas, por el enfren-
manifestaciones de los distintos sectores de la socie- Historia. Nada, nadie puede prescindir de estas tamiento entre lo nacional y el internacionalismo
dad, deben extenderse en varios sentidos a las cosas. De aquí que resulte patética a esta altura de proletario que impulsaban los rusos. Pues no,
expresiones delictivas. los tiempos esa frase de Albert Camus: “Uno jovencitos. Ustedes son marxistas. Pueden decir de
”En la Argentina nadie será perseguido por razones empieza por querer libertar a los hombres y termi- sí lo que quieran. Son subversivos. No se enteraron
políticas. Nadie será sometido a castigos o humillacio- na organizando una policía”. Camus lo decía para de los planes del Pentágono, de los franceses, de la
nes adicionales a la pena que la justicia le imponga. demostrar (con, juraba, el corazón desgarrado) que Escuela de las Américas. El comunismo busca
”La sociedad debe protegerse del delito, pero será las revoluciones terminaban apelando a los mis- apropiarse del mundo por medio de variados y
ineficiente si no comienza por comprender que sus mos métodos que venían a eliminar. El problema hasta ingeniosos disfraces. El de ustedes es uno de
raíces no están en la maldad individual sino en la des- es complejo. De hecho, así ha resultado. Y peor ellos. Pero no nos engañan. Son más marxistas que
composición de un sistema que no ha ofrecido garantí- aún. La cuestión es: ¿se puede hacer una revolu- el ERP. Pertenecen al campo estratégico del comu-
as ni oportunidades. ción sin una policía, sin una fuerza militar adicta o nismo internacional. Perón lo sabe. Los que no lo
”La violencia ha sido una constante en el país en se corre el riesgo de que la reacción regrese a los saben son el joven Ministro del discurso infantil y
los últimos años porque el mal ejemplo vino de 15 días? Engels nunca tuvo dudas. No hay nada bonito, que va a endulzar a las almas sensibles y
arriba. más autoritario que una revolución. No se viene a sólo eso. No va a salvar ni a un solo preso de la tor-
”La ilegalidad ha gobernado en la Argentina por- hacer una revolución con buenos modales. La tura. En cuanto a los archivos de la Dirección de
que el poder estuvo divorciado de su única fuente cuestión central del discurso de Righi es –en el Investigaciones Políticas Antidemocráticas de la
de legitimidad que es la soberanía popular, manifes- fondo y en todas partes– la del Plan de Operaciones Superintendencia de Seguridad de la Policía Fede-
tada a través de sus instituciones establecidas en la de Moreno: ¿con qué poder político voy a impo- ral (usted, de paso, bisoño ministro Righi tome
Carta Magna. ner mis proyectos de transformación social, de nota del opulento nombre completo de DIPA: no
”La catástrofe económica, política y social que acorralamiento de la derecha? Es lo primero que lo hemos puesto por casualidad, pretende intimi-
sufrió nuestro pueblo es el telón de fondo que debe preguntarse un político. No pareciera habér- dar, asustar, generar respeto, ¿se atreve, en serio,
acompañó a las desviaciones individuales de las nor- selo preguntado Cristina con el problema de las usted a desmontar una central de Inteligencia con
mas de la convivencia. retenciones. Acaso no pensó que enfrentaba a tan semejante nombre?) sépalo, ministro Righi: el
”El castigo despiadado al infractor complementa- superlativos canallas, a avaros compulsivos, a gue- comisario Ernesto Pidal, sin mayores esfuerzos,
ba el ciclo. El aumento de la criminalidad de todo rreros anticonstitucionales y a una clase media hizo copias. Los copió todos, doctor Righi. Y se los
tipo y la vigencia paralela de formas extremas de tilinga y llena de odio por un gobierno que expre- envió al coronel Osinde. Los tiene él. Ya ve. Hace-
represión fueron la traducción del gran proceso de sa –para ella– el aborrecido retorno de una genera- mos lo que queremos y nos preparamos para más.
despojo y marginamiento de todos los argentinos. ción a la que pueden aceptar en el respeto al desa- ¿Le repugnó la frase El golpe final rojo contra nues-
”El gobierno del pueblo actuará sin pausas en la parecido, donde dejan caer la mermelada de los tra patria? Lo lamentamos: así hablamos nosotros.
remoción de este cuadro aterrador, que hizo de derechos humanos, pero lo que les gusta de los Ustedes son rojos, son comunistas, son marxistas,
cada habitante una víctima o un culpable. Todo su desaparecidos es que están muertos y les permiten, son subversivos, son enemigos de la patria y de
empeño está comprometido para que jamás nadie de paso, mostrarse sensibles, humanos, defensores nuestra bandera. Cuando nos enfrentemos no espe-
pueda concebir que el delito es su único horizonte. de los valores democráticos que imposibilitarían el re de nuestra parte modales exquisitos.
”Durante interminables años el declamado respe- regreso de un horror semejante. Pero no toleran a Leí la frase en el diario: El golpe final rojo contra
to a la persona humana fue confrontado con la bru- los que quedaron vivos de esa generación. ¡No, nuestra patria. Fue una piña en plena jeta. Me
talidad con que algunos hombres escarnecieron a basta con ustedes, no jodan más! Con no cuestio- había entusiasmado con el discurso de Righi. No
otros hombres. narles lo que concretamente hicieron y sentirnos importa. Se pueda o no llevar a la realidad es un
”Cuando el gobierno del pueblo jura solemne- adoloridos cuando se rememoran los horrores a modelo de lo que las cosas deberían ser. Cada vez
mente que defenderá sin claudicaciones los dere- que fueron arrastrados hemos cubierto nuestra se torna más imposible que las cosas sean eso: lo
chos humanos, no está repitiendo una abstracción cuota. ¡Pero vivos, aguantarlos vivos, gobernando, que deberían ser. Hay una presencia del Mal en el
de liberalismo hipócrita. Piensa en hombres y mujeres llenando al Gobierno con esos nombres que sólo mundo. Un crecimiento de esa fuerza que se ha
concretos, a quienes permitirá disponer de un techo y evocan la desunión de los argentinos, el riesgo, la adueñado cada vez más del corazón del hombre.
un trabajo. De educación para sus hijos y cuidado imprudencia, y tal vez –aunque se los ve arrepenti- El discurso de Righi es un discurso de Eros. No
para su salud. De bienes materiales pero también de dos– el regreso de los malos modales, con lo cual podía sino convocar de inmediato a su tenaz rival:
objetivos espirituales. La Policía y las cárceles suelen queremos decir lisa y llanamente: la violencia, ¡no! la pulsión de muerte. Pero parte de la tarea de los
ser mejores espejos de un gobierno que las palabras Ustedes desaparecieron. Desaparecidos, los acepta- hombres de hoy es ir atesorando los momentos en
de los gobernantes. mos y hasta sufrimos por la triste suerte que han que Eros asomó en la Historia, haya o no triunfa-
corrido (y que se han buscado, pero no insistire- do. Y tener esos momentos en nuestros corazones.
”Queremos que en la Policía argentina también mos en eso). Pero “aparecidos” y detrás de un cris- Hubo tipos así. Los hubo. No son ángeles. No caye-
se refleje la transformación que ya comienza a pado y de una típica de la peor rama de ustedes: la ron del cielo. Son reales, terrenos. No hay que
vivir el país. Arbitraremos todos los medios para de los habladores, la de los inteligentes, la de los dejarlos solos.
que así sea, y seremos inflexibles con quienes no lo que saben de política ¡y encima mujer! No, jóve- (Nota para Esteban Righi: Voy a tratar de ubicarte
entiendan. nes de ayer, viejos de hoy, los vamos a echar no en esta semana. Hablar con vos. Qué le vas a hacer.
”Las reglas del juego han cambiado. Ningún bien nos sea posible. Te tocó un admirador inesperado. Alguien que cree
atropello será consentido. Ninguna vejación a un ser Righi no se preguntó seguramente por esa cues- que produjiste un acontecimiento. Un suceso en el
humano quedará sin castigo. El pueblo ya no es el ene- tión: ¿con qué poder político voy a respaldar este que se condensan muchos otros y la Historia logra
migo, sino el gran protagonista. discurso? Tal vez lo tenía. Tal vez ese 5 de junio de una densidad inusitada, que la saca de su eje o le
”Esa es nuestra convicción y nuestra mejor 1973 lo tenía. Y si no lo tenía se le había abierto el revela que no hay eje, sólo grandes momentos
garantía. Seamos dignos de ella”. horizonte para crearlo. Pero el horizonte era el viejo donde todo adquiere un sentido. Ese momento
general y este personaje indescifrable venía para des- goza de una especie de eternidad. Aunque sea casi
EL GOLPE FINAL ROJO trozar todo. de inmediato suplantado por otro. Pero ahí, para
CONTRA NUESTRA PATRIA Los torturadores seguían vigentes y no demora- siempre, sucedió algo, algo que llamamos aconteci-
Righi dio su discurso en el microcine del Depar- ron en contestarle al joven ministro. “Cuatro días miento. Te guste o no, fuiste el Acontecimiento
PRÓXIMO tamento Central de Policía. A sus flancos, Ferraza- después del discurso (escribe Bonasso), el general Righi.)
DOMINGO no y Vittani, dos canas que le eran fieles a él y a retirado Heraclio Ferrazano encontraba en su des-
Camporismo Cámpora. Hay que señalar que el discurso de pacho una nota que llevaba como firma ‘Policías Colaboración especial:
y cine Righi era conocido por Cámpora. Que Righi no Federales’, donde se acusaba a Esteban Righi de Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 7 de junio de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


82 Camporismo y cine

Suplemento especial de

PáginaI12
UNA BUENA CANTIDAD podía enfrentarlos al costo de integrarse en su lógica de gue- turro”. “No puedo creer que seas vos el que está diciendo tipo que se obstina en romperte la jeta, deberás hacer con la desconocían: el miedo. La fragilidad de todo. Y el otro les –¿Y eso te parece raro?
DE CEMENTO FRESCO rra. eso”. “No te reconozco”. “¡Cómo cambiaste, viejo! Sos otro”. suya lo que hacés en el piano cuando aporreás esos acordes de llena la cara de dedos. Siempre hay retorno. La vida se parece –¡Claro! Si la vida es una mierda. Las minas te engañan o
a que se me suele pedir con insistencia mi “En Ezeiza, en suma, no es donde se cobra sus primeras El aspecto fascinante de la cuestión es que el asesino apa- Brahms: usarla de teclado. Ante todo, ahí tenés los dientes al fútbol. “Lo bueno del fútbol”, dicen sabiamente algunos te dejan. Se te mueren los viejos. Los amigos te cagan. Los

Y libro de 1987, López Rega, la cara oscura de


Perón, que no voy a reeditar ni menos todavía
prestar a nadie pues me queda uno solo, me
dispongo a utilizar algunos materiales que hay
en él. No deberá creerse que hay ahí tesoros tempranos que
luego fueron olvidados o pasados por alto. No es para tanto.
Acaso no tenga otro mérito que las ganas del autor de amar-
víctimas la derecha peronista. Es en José León Suárez. Y esto
lo sabían los militantes y la dirigencia. Y aunque el hecho no
alcanzó para atemorizar al pueblo y frenarlo en su decisión de
marchar hacia Ezeiza en busca de Perón, alcanzó para alentar
a la Tendencia, para obligarle a saber hasta dónde estaban
dispuestos a llegar sus enemigos. Hasta el fin, hasta la muer-
te. ‘José León Suárez’ fue una declaración de guerra. Porque
rezca en un lugar inesperado, en medio de una conversación
amable, de una comida apetitosa, con una buena copa de
vino, en medio de una charla como cualquier otra, que no
parecía encerrar imprevistos. A mí no me había ocurrido
hasta la noche que cené... con un custodio de Lorenzo Miguel.
Durante los primeros años de 1973 me agarró un miedo
que no pude superar: viajar en avión. No supe a qué atribuir-
del tipo, que se parecen al teclado. Y el ojo que bien puede
ser una corchea. Y los labios que no sé qué demonios pueden
ser pero se los rompés igual. Esto no debe llevar a creer que
me he pasado la vida rompiendo jetas por el mero hecho de
tener fuerza en las manos por haber practicado escalas desde
niño en el piano familiar. No, mi rival es el teclado de la PC.
A él sí le pego sin piedad. A uno que otro tipo le he llegado a
jugadores, “es que siempre te da revancha el domingo que
viene”. La vida es todavía mejor. Te la da todos los días,
feriados o no.) No era de cuarta el tipo alto, fornido y simpá-
tico con el que compartí esa cena en “El Libertador” a
mediados de 1975. Era un custodio de Lorenzo Miguel y
ahora nos hemos quedado solos compartiendo la sobremesa
de “El Libertador”. Como siempre, la comida había sido
que te contratan te usan y el día que no les servís te echan o
te tiran a un río con un pedazo grande de cemento en los
pies. Y si no morís así morís en un hospital. Solo como un
perro. Yo me pregunto. ¿Qué creen que están perdiendo? Si
al final hasta les hacés un favor. Y no, viejo, no. Dan lástima.
Desesperados, ridículos, lloriqueando como putitos, se afe-
rran a la vida. Te piden que los dejés vivir.
garse la vida en plena ola gorila alfonsinista y ligarse críticas allí, la derecha peronista –más allá de la ‘guerra’ de consig- lo. Era una negación. La muerte se había adueñado –ya lar- mostrar el temible nudillo de mi dedo mayor y a decirle que tolerable. Algo frío, algo caliente, un postre y café. Era el –¿No te gusta vivir? Ese “apego a la vida” que tanto te sor-
de todos lados. La Fundación Plural (cómo les gustaba hacer nas, ‘declaraciones’ o ‘solicitadas’– demostró que estaba dis- gamente– del país, ¿qué tenía de raro que ese miedo se me podría destruirlo con él. Si se convence, bien. Si no, habrá lugar el que le otorgaba a todo una especie de majestuosidad prende en los otros, ¿no está en vos? ¿Ni un cachito?
Fundaciones a los radicales: ¿estaría bien eso?, ¿sería transpa- puesta a matar” (JPF, ob. cit. pp. 95/96). canalizara por el lado de los aviones? Pude haber tenido pso- que pelear. Pero la fuerza de mis manos me ha resultado más que –con algo de imaginación– le hacía sentir a uno que esta- –Ni un cachito. Te lo juro. Prefiero matar que vivir. Y
rente?, recuerdo a varios de sus integrantes que nunca me Miguel Hurst había estado en ese campo de batalla. Apare- riasis, algo feo en verdad. O migrañas intensas. O, sin más, útil para abrir una botella de champagne que para voltear ba en el Orient Express. Luego de comentar algunas insustan- cuando me llegue la hora, bienvenida, pibe, que llegue
parecieron trigo limpio y que gastaban mucho dinero en ata- ció furioso, reputeando. “Son asesinos –dijo–. Se bajaron de miedo a salir de mi casa. No, me agarró miedo a viajar en enemigos a golpes de puño. No soy cagón, pero odio la vio- cialidades, la conversación se pone densa. Era inevitable. Era nomás. ¿Querés un faso?
carme por medio de considerables publicaciones en los gran- los coches y empezaron a tirar a mansalva. Había minas, avión, una de las cosas que más asiduamente hacía. No me lencia. Cada vez que en la vida –pocas veces y cuento desde la época. La opción era no hablar. Pero si uno se atrevía a –Dale. Y decime: ¿todos los custodios de Miguel son así?
des diarios: se enfurecían con mis interpretaciones y salían a pibes. De pedo no fue un desastre. No va a haber paz con preocupé: ya habría de pasar. Tal como había llegado se iría, la infancia– le pegué a alguien me sentí tan mortificado que hablar en serio sólo podía hablar de eso, de la muerte. Habla- –¡No! Hacen lo que les dicen. No se preguntan nada. A
decir pavadas partidarias sin mucho valor; eran grandes estos tipos. Son los sindicatos. Y ojo: no sólo es Rucci. Es la un día cualquiera, de golpe. Empecé a tomar trenes. Es muy en seguida estaba a su lado pidiéndole perdón. Insisto: odio mos entonces de toda la gente que muere día a día en el país. veces les digo: “¿Nunca se preguntaron por qué la gente se
“intelectuales” de la Fundación Plural; además, jóvenes turcos UOM. Es el Turco Lorenzo Miguel. Y son todos. Los demás Hemos ordenado dos whiskies. Coincidimos en la marca: JB. apega tanto a la vida?” Tienen la respuesta a mano. Te dicen:
de la Coordinadora; ¿en qué me iban a agarrar a mí?; la pri- también. Todos los hijos de puta que conci- El revuelve el hielo con uno de sus dedos gordos, peligrosos. “Porque son todos cagones”. Y mirá: tienen razón. El que no
mera infamia que escuché en democracia y me dejó helado liaron, negociaron y dialogaron duran- –¿De que laburás? –me pregunta. es cagón ni se pregunta por la vida ni por la muerte. Tenés
provino de un radical y a los dos meses del gobierno del te todos los años de lucha. Son parte –Soy vicepresidente de una sociedad anónima. –Era mi que matar. Y si te toca morir, morís, viejo. Eso es todo. Qué
hombre santo de Chascomús, creo que la cité: “A ése”, dijo el del régimen. Y lo quieren conser- respuesta para impresionar. La otra posible era: “También tanto quilombo. Qué tantas preguntas. Preguntar te hace
piola que se sentía el rey de la política posmoderna, “lo com- var.” Esa misma tarde, un com- soy un ideólogo de la subversión. Pero me abrí ape- flojo. El bocho sólo sirve para joderte la vida.
pramos por 40.000 dólares”; carajo: ¿así se hacía política pañero de Envido –que vivía nas lo mataron a Rucci”. Jamás la decía. Se liquidó el vaso de whisky. Otra vez se quedó silencioso.
entonces?; cuando en 1985 renuncié al Partido Justicialista frente a la Uocra– pasa cer- –Carajo, y mirá que sos joven. Se puso a mirar por la ventanilla. No se veía nada. Alguna
me invitaron a un almuerzo en la Casa Rosada con el secreta- quita de los compañeros –Es una anónima familiar. Funciona luz, lejos. Siempre que veo esas luces me pregunto quién vive
rio de Prensa y, al parecer, la infaltable presencia del radicha laburantes peronistas por- bien. Tenemos otro socio que se ahí. A veces, peor: me pregunto si Dios sabe que ahí vive
que desparramaba dólares para comprar conciencias morales que vive ahí nomás y los ocupa de las máquinas. Mi her- alguien. Ahí dejo de mirar la luz. El que viva ahí, que se joda.
en oferta; fue una reunión agradable; me sorprendió que el escucha decir: “Ma sí, a mano de las finanzas. Yo de la Mirá si Dios se va a ocupar de él.
secretario transformara una mesa redonda en una con una ese turro lo tirás aden- comercialización. O de las Me miró de nuevo.
cabecera irrefutable que él ocupó: no es difícil, todo reside en tro de un pozo y des- ventas, si querés. Y tenemos –¿Sos casado?
colocar los platos de los demás alejados del plato del impor- pués le ponés tres viajantes por el Interior. Le dije que no. Para no explicar. Él dijo que sí. Que tenía
tante funcionario que a uno lo recibía, generoso; hace 24 kilos de cemento Mi hermano es el cere- tres pibes. Y habló un buen rato de ese asunto. De pronto, se
años de esto: no recuerdo nada del eminente funcionario, fresco encima. Te lo bro. Yo no sé sacar un detuvo. Hizo un gesto con la cabeza. De contrariedad, creo.
entre tanto, desde esa fecha, yo debo haber publicado 15 juro: no lo ves más”. costo. Pero soy un ven- Dijo:
libros y un montonazo de cosas más, pero nunca fui funcio- Tengo otro relato. dedor empeñoso. –Lo que pasa... Con este laburo mío, qué querés. Los veo
nario ni ocupé la cabecera de una mesa ni busqué tentar a un Refleja con fidelidad Mucha parla, sonrisa poco. Y un día, si me descuido, no los veo más. Sin embar-
tipo que acababa de irse del Justicialismo, lugar en el que la época en que ocu- ganadora, voy a cenar go...
había estado poco menos que de adorno; del modo que sea, rrió. En otra (hoy, con los clientes, me –¿Sin embargo?
todo fue muy cálido y nadie cometió la indelicadeza de por ejemplo), el aguanto el vino que –Pronto se va a acabar. Lo nuestro, digo. Se van a encargar
poner una cifra, ofrecer un puesto o entregarme la dirección personaje central no toman ellos... otros de la tarea. No sé si entendés. Otros. –Se puso en pie.
de una revista; acaso eso estaba contemplado para una segun- habría dicho con –Y te ofrecen Era muy alto. Corpulento. Tiró un montón de billetes sobre
da reunión que no se realizó, cosa que agradezco), la Funda- tanta ligereza a un minas. la mesa.– Dejame invitarte.
ción Plural, decía, sacó un dilatado texto en contra de mi extraño lo que aquí –Sí, pero son –Otros... quiénes.
libro sobre López Rega en tanto cara oscura de Perón. En dice. Ya explicité la pocos los lugares de –Los milicos, pibe. Quiénes si no. Se viene una acá. Ni vos
1987, en junio de 1987, decir que López Rega era una cara función que cumplen este país donde hay ni yo la podemos imaginar. Nadie. Pero creeme: se viene
de Perón era inusual, nuevo. Y que era su cara oscura era en este ensayo: estos buenas minas. Rosario. una... Chau, pibe. Que duermas bien.
blasfematorio. Perón tenía una cara oscura, y esa cara oscura relatos o mini relatos Salta. Mendoza, cuando No recuerdo si dormí bien o mal. Juraría que mal.
era la de López, que era suya, de Perón, él la había hecho buscan entregar al que vienen las mejores putas de
suya. Me sorprenden algunos que me preguntan si me voy a no vivió esa época de Chile. – No le dije que ese RIGHI Y LOS DERECHOS HUMANOS
atrever a decir que Perón participó de la Triple A. En princi- difícil comprensión algu- tema me importaba poco. Que Esteban Righi tiene, hoy, setenta años. Se lo ve bien. Es el
pio, Sergio Bufano lo demostró ampliamente en un muy nos de sus hechos, tal vez nunca aceptaba esos “regalos” de procurador general de la Nación. Le resulta divertido todo lo
documentado trabajo que publicó en la revista Lucha Arma- pequeños pero trascenden- mis clientes. Pero –en una conver- que le dedicamos a su discurso. Y los dibujos de Rep, genia-
da. Su título no se anda con vueltas: Perón y la Triple A. Y si tes, que permiten penetrar sación entre tipos– eso de saber les.
se trata de decir eso, ya lo dije hace 22 años: “Además, Perón en ella con mayor fuerza, con dónde hay buenas minas te da presti- –Di el discurso de pie –me dice.
sabía. Y ésta es la sombra que nos duele ver proyectarse sobre mayor hondura. Son –diría gio. Los tipos somos así. Pregunté:– Estamos en su despacho. Un lugar muy hermoso. Lleno de
su imagen final, la sombra que debió evitar y a la que su Hegel– el elemento en que esa ¿Y vos, qué es lo tuyo? madera. Amplio. Un lugar del poder. Le avisé que quería
pragmatismo lo condenó. La sombra de López Rega. Perón historicidad se desliza. –Soy custodio de Lorenzo Miguel. hablar con él y ahora lo estoy haciendo. Le digo que ese dis-
sabía que López quería armar los escuadrones de la muerte. Y –Ganarás muy buena guita. curso es una de las más grandes piezas de los derechos huma-
más aún: esos escuadrones actuaron durante su vida. Actua- “ES INCREÍBLE EL Asintió. nos. Que es uno de los más potentes y hermosos y sinceros y
ron contra Solari Yrigoyen. Y actuaron durante el navarrazo. APEGO QUE LA –Están en una guerra ustedes –digo–. En verdaderos de todos los que se pronunciaron en este país.
¿O el navarrazo (derrocamiento del gobierno constitucional GENTE LE TIENE A LA Villa Constitución se lucieron. A propósito: para todos lo canallas que andan diciendo que
de Córdoba en marzo de 1974) no fue una acción espectacu- VIDA” Recordemos: era 1975, ya había pasado el asalto el gobierno de Cámpora fue de los Montoneros. Que toda la
lar de la Triple A?” (JPF, López Rega, la cara oscura de Perón, Ese elemento fue cada vez más el de facho-peronista a los “zurdos” de Villa Constitución. Ahí, experiencia del ‘70 fue de los Montoneros. Vean, cállense la
Legasa, Buenos Aires, 1987, p. 83). Pero hay más en ese la muerte. El de la desvalorización de la vida. por primera vez, con armas, con muertos, el peronismo boca. No mientan más. No-mien-tan-más. Estamos hartos
libro. Está escrito en base a mi memoria. A mi participación Y en el caso de este relato, la genuina sorpresa de enfrentó a una clase obrera no peronista. Un hecho único, de mentiras. La Juventud Peronista fue mucho más que los
(como militante de superficie) en los análisis de los sucesos alguien por el valor que otros lo otorgan a la vida. Conjeturo histórico. Montoneros. Righi no consultó su discurso con ningún mon-
de la época, en caliente, quemando. El parágrafo 2.2. de que muchos de ustedes habrán hablado cara a cara con un –Sí. –Sonríe satisfecho. Dice–: Los hicimos mierda. tonero. El lunes 8 de junio los dos tipos que nos reunimos en
Ezeiza y la teoría de los dos demonios se titula La prefiguración asesino. O no. O no lo saben. Uno se cruza –a lo largo del –¿Se bajaron a muchos? su despacho de Procurador de la Nación teníamos un pasado
de Ezeiza. Y dice así: “Transcurren los días de junio. El 10 día– con un montón de gente. De ese montón, ¿a cuántos –Esa pregunta, ahorratelá. en la Jotapé, pero nunca estuvimos en Montoneros. No nos
ocurre un hecho –a mi juicio– fundamental. Ocurre en José conoce bien? Supone que ninguno es un asesino porque romántico el tren. Y el que iba a Mendoza se llamaba “El la violencia. Lo que nunca se podrá saber con esta clase de –Mis disculpas. gustaban los Montoneros. Teníamos serias dudas sobre su
León Suárez. Hasta aquí han llegado los militantes de la Ten- todos andan sueltos. Pero esta suposición supone, a su vez, Libertador”. Y era una joya. Había dos turnos para cenar. gente –con estos humanitarios que odian la violencia– es si la Tomamos nuestros whiskies. Se hizo una pausa larga, conducción. Hoy decimos: “Perdía” y se nos ponen los pelos
dencia para homenajear a los hombres que protagonizaron el una desmedida confianza en la Justicia. Supone creer que en Elegía el segundo. Podía quedarme de sobremesa, tomarme odian auténticamente o la odian de puro cagones que son. demorada. Algo iba a decir el tipo. Y lo estaba pensando. Lo de punta. ¿Cómo pudieron tantos tipos inteligentes someter-
levantamiento de 1956. El acto se hace en José León Suárez la cárcel están todos los asesinos. Que no hay asesinos suel- un whisky, hablar con alguien e irme a dormir, previo Lexo- Cada uno deberá indagar en sí mismo esa temática. De todos que dijo fue –para mí– inolvidable. se a esa conducción? El gobierno de Cámpora fue un gobierno
pues aquí es donde fueron fusilados numerosos militantes tos. Algo que sólo puede calificarse como una ingenuidad tanyl. El Lexotanyl era de uso nacional en la década del ‘70. modos, prefiero un cobarde a un asesino. Prefiero un huma- –¿Sabés por qué somos tan efectivos los tipos como yo? de la Juventud Peronista, pero no de Montoneros. Ni Cámpora
peronistas. Hablan el general retirado Raúl Tanco y Oscar republicana o como un deseo que permite vivir más serena- Cierta vez comparto la mesa con un tipo alto, fornido, sim- nista a un violento. A un tipo que se niega a pelear antes que Oíme bien. –Se inclinó hacia mí. No bajó el tono de voz. ni Righi ni Juan Manuel Abal Medina ni la mayoría de los
Bidegain, gobernador de la provincia de Buenos Aires, hom- mente: si todos los asesinos están en las cárceles nadie habrá pático irrebatible, sonrisa ganadora y conversación animada. a un matón de cuarta. (Nota: Hay situaciones en que no Pero la búsqueda de la cercanía le dio densidad a lo que dijo. otros que lo formaban (Abal no institucionalmente, pero era
bre cercano a la Tendencia. Inesperadamente, llega un auto de matarme. Aun así debiera pensar que existen los asesinos Noté que sus manos eran toscas y sus dedos muy grandes, queda otra que pelear. Aquí todo se torna imprevisible. Cual- Esa cercanía tenía un mensaje, un significado. Era como con- un brazo fundamental de Cámpora) eran Montoneros. Si
con hombres armados. Pertenecen a la Juventud Sindical, potenciales. Debiera pensar algo que no me atrevo o no quie- fuertes. Una mano acostumbrada a los trabajos manuales. quier “cobarde” puede ir más allá de sí mismo y revelarse un fesar: Para decirte esto te lo digo de cerca. No sé si me quieren que les diga algo loco: yo aceptaría decir que fui más
organización recientemente creada por Rucci. Descienden y ro pensar: cualquiera puede ser un asesino. Cualquier ser Nada que ver con las mías. Pese a lo cual yo confiaba mucho luchador feroz si lo convoca un motivo en el que cree con importa mucho que me oigan. Quiero que vos sepas que no camporista que peronista. Y que hoy no reniego de Cámpora
hacen fuego sobre la multitud. Luego huyen. Quedan –allí, humano –bajo determinadas circunstancias– puede matar. en mi derecha. Tocaba el piano durante esos años y las fervor. Y estamos ya fatigados de ver a guapos, “valientes” o se lo digo a cualquiera. Por eso me inclino hacia vos. Porque y sí del Perón que viene con Isabelita, López Rega, Osinde,
en José León Suárez, lugar que evoca la muerte para los pero- Incluso yo, por más que me crea un ángel lleno de buenos manos de un pianista –contrariamente a lo que se cree– no matones arrugar en los momentos en que más tienen que te voy a confesar algo que sé. Que sé de la gente. Que lo Milo de Bogetich, Lastiri y muchos otros más.
nistas– un muerto y varios heridos. sentimientos y conductas previsibles y racionales. Pero nadie son meramente finas y delicadas, son muy fuertes. ¿Qué otra jugarse. La condición de los seres humanos es imprevisible, aprendí a lo largo de los años. Y ahora te lo digo a vos. Pero En cuanto a Righi, insistamos: el hombre que da ese dis-
“Habitualmente este hecho no se incluye en las discusiones es previsible. Hasta podía decirse que el no serlo torna a las cosa podrían ser? El pianista no deja de ejercitarlas. No deja sorprendente y nadie es algo para siempre. Un tipo que tiem- de cerca. Quiero que sientas mi aliento mientras te lo digo. Y curso conmovedoramente humanista formaba parte esencial
sobre Ezeiza. Pero el 10 de junio de 1973 prefiguró el 20, personas más interesantes. Y que serlo las torna más anodinas de aporrear las teclas con ellas. De aporrear las teclas a apo- po atrás se te reveló como un cagonazo irredimible hoy lo dijo–: Es increíble el apego que la gente le tiene a la vida. (era, nada menos, que el ministro del Interior) del gobierno
‘José León Suárez’ anticipó ‘Ezeiza’. Lo anticipó, al menos, pero, a la vez, más peligrosas. Porque el paso de la previsibili- rrear una jeta hay una distancia estética, de acuerdo. Pero puede romperte la jeta impecablemente y te vas a quedar sen- Eso nos da el poder que tenemos. Si no fuera así, seríamos de la Juventud Peronista. Así que jodan un poco menos pre-
en uno de sus aspectos esenciales: en la furia guerrera, en la dad a la imprevisibilidad es casi siempre violento. Ese paso es sólo eso. Hay acordes de Brahms que son poderosos, que hay tado de culo preguntándote cómo pudo ocurrir eso. Eso te va inofensivos. Pero no. La gente se aferra a la vida como una guntándose: ¿cómo habría sido un gobierno de los Montone-
decisión criminal de la derecha. La Tendencia –después de un quiebre en la personalidad del que lo sufre. Y es una agre- que darles con todo para arrancarles el sonido que requieren. a enseñar a ser más prudente. No hay cobardes para siempre. garrapata. Como un insecto, como un parásito. Como un ros y el ERP? Nunca pudo haber existido ese gobierno. Jamás
‘José León Suárez’– no podía considerarse ‘inocente’ acerca sión –siempre sorpresiva– para el que lo recibe. “Nunca te Si variamos el contexto y en lugar de tocar alguno de los dos No los hay necesariamente. Tampoco hay valientes para toda niñito a la teta de la mamá. Carajo, ¡qué pavura le tienen a la podrían haberse apoderado de él. En cambio, sabemos muy
de la metodología armada de sus enemigos. Sabía que sólo pensé capaz de algo así”. “Nunca creí que podrías ser tan maravillosos conciertos de Brahms, uno se tropieza con un la vida. De pronto, en cualquier pelea, se les revela algo que muerte! bien cómo fue un gobierno de la Juventud Peronista. Fue un
II III
gobierno cuyo ministro del Interior dijo: lo alza y, muy cerca de la cara, le dice: balcanización de sus países impuesta por el impe-
1) “Es habitual llamar a los policías guardianes –Oíme, pelotudito: a mí no me corrés de rialismo del siglo XIX. Nos dividieron y nos
del orden. Así seguirá siendo. Pero lo que ha apuro, eh. Si no te gusta cómo hago las cosas te dominaron. Algún señor descendiente directo del
cambiado, profundamente, es el orden que guar- meto adentro. Hay unos cuantos ñatos a los que general Mitre diría que el de Vázquez es un “revi-
dan. Y en consecuencia, la forma de hacerlo”. les vas a caer muy bien con esos ojitos claros que sionismo trasnochado”. Y para Vázquez esa mal-
2) “Un orden injusto, un poder arbitrario tenés. O sea, te van a romper el orto como para trecha interpretación dogmática de la historia es
impuesto por la violencia, se guarda con la misma que no te volvás a sentar en tu puta vida. una imposición de clase, es el cuento rosado de
violencia que lo originó. Un orden justo, respal- Mi amigo se rajó. La mujer seguía llorando y los vencedores que se refugia pomposamente en
dado por la voluntad masiva de la ciudadanía, se pidiendo por la hija que se desangraba y el cana la Academia de la Historia. Guárdensela. La
guarda con moderación y prudencia, con respeto seguía impávido. acción de los monopolios norteamericanos y las
y sensibilidad humanas”. –Qué boludo –me dice mi amigo, hoy–. Yo viejas oligarquías que sostienen esta versión de la
3) “Dije que la Policía tendrá nuevas obligacio- creí que era la policía de la democracia. Que uno historia más los nuevos grupos económicos cor-
nes y quiero enumerar algunas de ellas. Tendrá la podía quejarse. No dejar que te trataran como el porativos, monopólicos y oligopólicos han edifi-
obligación de no reprimir los justos reclamos del culo. Todo eso creía y me salvé de pedo. No te cado esa historia “amodorrada”, dijo” “y compla-
pueblo. De respetar a todos sus conciudadanos, imaginás la piña que me metió. ciente”. ¿La OEA? ¡Por favor, no me vengan con
en cualquier ocasión y circunstancia. De conside- Righi me hace traer un café. Él también se pide la OEA! “Es un instrumento de la política nortea-
rar inocente a todo ciudadano mientras no se uno. Es el mismo de siempre. Es eso que se llama mericana”. señores, digamos la verdad: “Hasta
demuestre lo contrario. De comportarse con un argenmex. Aunque predomina lo argentino. ahora sólo nos ha producido amarguras y frustra-
humanidad, inclusive frente al culpable”. Le preocupa la derecha del país. El armado com- ciones”. Joseph John Jova, el representante norte-
4) “En la Argentina nadie será perseguido por pacto que tiene. Pero no pierde sus flacas espe- americano, sacaba una y otra vez su pañuelo y se
razones políticas. Nadie será sometido a castigos ranzas. Tan flacas como las de todos nosotros. lo pasaba por la frente. ¿Quién era este joven
o humillaciones adicionales a la pena que la Justi- Cuando las cosas –sobre todo si es la primera irresponsable que desconocía la adecuadas mesu-
cia le imponga”. vez– te salen tan mal, después es difícil confiar en ras de las relaciones diplomáticas? Vázquez
5) “La sociedad debe protegerse del delito, pero que van a salir completamente bien. Uno se vuelve seguía: Todo esto es obsoleto. Hay que revisar
será ineficiente si no comienza por comprender humilde con la vida. Cauteloso. Se acostumbra a “este mecanismo”. ¿Y el Canal de Panamá? ¿Qué
que sus raíces no están en la maldad individual pedir menos. A esperar menos. Hablamos mucho significaba que estuviera en poder de los Estados
sino en la descomposición de un sistema que no de Ezeiza. Eso fue un rompecabezas. Hablamos Unidos? ¿Con qué derecho si no el de la fuerza?
ha ofrecido garantías ni oportunidades”. de Perón. Un poco del futuro y nos prometimos Ese Canal era de Panamá y a sus manos debía
6) “Las reglas del juego han cambiado. Ningún volver a ver. Comer algo. Por qué no. Cuando volver. El representante de Panamá no lo podía
atropello será consentido. Ninguna vejación a un nos ocupemos de Ezeiza lo vamos a reencontrar creer. ¿Por qué lo ayuda tanto Vázquez? Sencilla-
ser humano quedará sin castigo. El pueblo ya no en estas páginas. mente porque este otro pibe del camporismo
es el enemigo, sino el gran protagonista”. estaba inaugurando seriamente en la OEA el lati-
EL DISCURSO DE JORGE noamericanismo. Y Panamá valía tanto para la
FRASES Y CONDUCTAS PARA VÁZQUEZ EN LA OEA Argentina como la Argentina misma. Vázquez
LA HISTORIA DE HÉROES Pero el discurso de Righi no fue el único de los termina con gran vehemencia su discurso. Esa
CIVILES DE LA DEMOCRACIA que delinearon el rostro de la primavera campo- vehemencia se expresa en una exclamación pode-
Susana Giménez: “El que mata tiene que rista. Allá, en Lima, Perú, donde Sucre coronara rosa, formidable: “¡Viva América!” El represen-
morir” la independencia americana del poder español en tante norteamericano, algo más calmo, le dice a
Rabino Bergman: Propone suprimir las pala- la poderosa batalla de Ayacucho, debida por ente- su asesor en asuntos latinoamericanos: “¡Caram-
bras del Himno “libertad, libertad, libertad” por ro a su genio militar, algo que siempre llevo a pri- ba, al menos terminó vivándonos!” “Señor, dis-
“seguridad, seguridad, seguridad”. mer plano para subsanar en parte la timidez de culpe. Pero ellos también son ‘América’. Tanto
Carlos Ruckauf: “Hay que meter bala”. Sucre, la adopción del bajo perfil ante la figura como nosotros.” “¿Están locos? Ellos son Latin
Ingeniero Santos: Corre a dos delincuentes que inmensa, que por donde pasaba sólo echaba som- America. America somos los United States.” El
le robaron el pasacasete y los mata a balazos. Los bras sobre quienes lo rodeaban, de Bolívar, el asesor, cautelosamente, dice: “Señor, creo que
automovilistas, ante los robos de pasacasetes, Libertador de Pueblos. Ahí, pues, en Lima, entre usted no ha entendido el discurso del diplomáti-
habían empezado a pegar en sus ventanillas un junio y julio de 1973, se llevan a cabo las prime- co argentino”. (Este diálogo memorable me lo
sticker que decía: No tengo pasacasete. Ahora ras reuniones de la comisión especial de la OEA entregó un diplomático de larga carrera en
pegan uno que dice: Tengo pasacasete, pero soy para revisar el sistema interamericano y, sin más, Washington. Se non e vero...)
ingeniero. cambiarlo. Había mucha broca con la OEA. El
Juan Carlos Blumberg: Líder de la inseguridad campo era propicio para surgiera la voz de Jorge OCTAVIO GETINO,
ciudadana. Lucha por reducir la imputabilidad de Vázquez. La OEA no había ayudado a los países CAMPORISMO Y CINE
las penas. Su meta son los jóvenes. Ahí ve la latinoamericanos. Ninguno había obtenido nada “No soy popular, igual que la grúa municipal.
delincuencia. El huevo de la serpiente o, sin más, importante de Estados Unidos. ¿Creían que el Nadie la quiere pero hace falta, es necesaria, y en el
la serpiente. patio trasero era realmente eso: el patio trasero, fondo la gente lo reconoce. La censura es útil porque
Lucho Avilés: “A los cartoneros hay que poner- donde sólo se tiran las inmundicias, ese lugar que cumple una función social. No conviene dejar libra-
les una bomba en la bolsa. Así cuando la abren nunca se muestra, del que nadie se siente orgullo- do al criterio de todos un espectáculo de masas. Hay
explota y chau. Después que los tiren por ahí”. so? Pues no, gringos arrogantes. No es así. Habí- personas que pueden manejarse con criterio propio,
(Proyectado –como repetición– en el programa an prometido buenos términos de comercio y un pero son las menos. (...) Hay que saber muchas
TVR, Canal 13, 22 hs., año 2007.) compromiso mayor de los EE.UU en el desarro- cosas, música por ejemplo. El otro día estábamos
Esteban Righi: Ninguna vejación a un ser llo de los países pobres. Y nada. El TIAR era un viendo una vista y yo advertí a mis colegas –que no
humano quedará sin castigo. organismo obsoleto, de nada servía. Queremos lo sabían– que la marcha que se escuchaba en aquel
No creo que un gobierno vuelva a tener un pluralismo ideológico. Queremos el ingreso de momento era ‘La Internacional’. La censura es viva.
ministro del Interior que le diga esto a la Policía. Cuba en la OEA. O sea, la queremos otra vez, Nos adaptamos a las circunstancias. Hemos cambia-
Desde hace años caer preso puede ser para cual- porque ya estuvo y tiene que seguir estando. La do.” Ramiro de la Fuente
quiera la peor de las pesadillas. La Policía lleva a argentina toma la palabra. La palabra es la de
Camps en el alma. Al inicio de la democracia un Jorge Vázquez. Este joven, brillante protagonista Todavía algunos creen que el rey de los censo-
amigo va a hacer un trámite a una comisaría. de la primavera de la democracia tenía 30 años. res fue Paulino Tato. Si lo fue, ese reinado lo
–Siéntense y espere. Oyeron bien: 30 años. Hoy, un tipo de 30 años compartió con Ramiro de la Fuente. Ya hablare-
Eso le dice el único cana que está al frente del es un nabo que todavía vive con los viejos y no mos de ellos. Ahora es el momento de hablar del
mostrador. Al rato llega una señora desesperada, sabe qué mierda hacer de su vida salvo tocar héroe del cine de la primavera camporista: Octa-
la cara bañada por las lágrimas. Dice que su hija temas de Charly o Spinetta en su guitarra. Algu- vio Getino.
ha intentado suicidarse. Que está sangrando. nos dicen que sus ímpetus duraron lo que la pri- Getino, según se sabe, hizo con Solanas La
–¿Por qué no fue a un hospital? mavera camporista. Pero no fue así. Tenía ímpe- hora de los hornos. Luego Actualización política y
–Porque ustedes están más cerca. El hospital tus para montones de años, pero la derecha los doctrinaria para la toma del poder. Es un militante
queda lejos. echó con todo su poder. Con el del establishment de fierro. Desde pibe que se mete en las grandes
–Siéntese y espere. y el de Perón. Los milicos lo meten en el buque huelgas. Citamos lo que nos dijo de su experien-
Mi amigo –que se llama Ricky– se indigna. “33 Orientales” Ahí conoce a Menem. Se dice cia en la del Lisandro de la Torre, cuando era un
–¿Cómo le dice eso? que ahí lo pelaron al Tigre de los Llanos. Se dice pibe. Fue cofundador del Grupo Cine Libera-
–¿Qué le dije yo? que consiguió zafar. En 1978 a Vázquez le dicen ción. Dirigió películas que fueron vistas y acepta-
–”Siéntese y espere.” No puede esperar. ¿No ve que se vaya a su casa. No lo matan. das por los más exigentes. Es un intelectual del
que está desesperada? ¿No le dijo que la hija se El discurso de Vázquez en Lima es único por cine. Fue interventor del Ente de Calificación
está desangrando? ¿Cómo le dice “Siéntese y su lucidez y su coraje. Algún viejo diplomático, Cinematográfica en 1973, un fruto del camporis-
espere”? medio escondido, cauteloso pero con ganas de mo. Con él, nos metemos en el tema del campo-
–Acompáñeme, por favor. decir lo que piensa, afirma satisfecho: “Al fin la rismo en el cine. En pocos lugares como ése brillo
Sale por una puerta. Mi amigo lo acompaña. Argentina se pone los pantalones”. Sí, los panta- la libertad de la época, la audacia, la creatividad.
Está tranquilo. Es la democracia. Esta es la policía lones del camporismo. Vázquez dice todo clarito Getino embistió contra todos. Si hizo falta, con
de la democracia. Sale por la misma puerta que el y verdadero: No hay armonía entre los intereses de manteca.
PRÓXIMO policía. Hay un patio. El cana cierra la puerta, lo Estados Unidos y los de América Latina. La OEA
DOMINGO agarra a mi amigo del cuello y le mete una piña está en crisis. No se puede seguir aceptando la Colaboración especial:
Camporismo impresionante en el estómago. Mi amigo trastra- exclusión de Cuba. No sirvió en nada para supe-
y cine (II) billa, cae y se queda en el piso sin aliento. El cana rar la desgracia originaria de América Latina: la Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 14 de junio de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


83 Camporismo y cine (II)

Suplemento especial de

PáginaI12
LA MALDITA CENSURA estaban los militares, aunque haciendo sus ensangrentadas se practica en Barcelona, lo que les permite reproducir este él y el tan blanco de Stella en las escenas de sexo. También Yo la conocía bien. El último beso. Trabajaste con Dustin dio un ataque sistemático’, recuerda Isaac Argentino Vaini-
a cosa era –más o menos– así: en una película ita- valijas porque hasta en ellas habrán puesto cadáveres) le dice diálogo de dudoso gusto y no debidamente probada verosimi- Stella se destacaría (y mucho) en La balada del desierto (The Hoffman. En Yo la conocía bien la crítica te puso por las koff. ‘Había operativos de hasta catorce inspectores que en un

L liana sobre Mussolini, interpretada por Rod Stei-


ger (recuerdo que Aristarain decía: “Con lo que ya
sobreactuaba Mussolini, además darle el papel a
Rod Steiger es el exceso del exceso”), aparecían los
partisanos que perseguían al Duce. Llevaban un montón de
banderas rojas. ¡El trapo rojo! Y ahí venía el circulito blanco.
Siempre eran uno o dos. Uno ya sabía: se corta. Después del
de todo a Tato. Le dice enfermo, tirano, destructor de obras de
arte, otra vez enfermo, porque sólo un enfermo podía ver
basura donde él la vio durante tantos años. Termina el tape
de Alfredo y Tato, orgulloso como buen facho, violento como
buen facho, empieza a gritar, dice cualquier barbaridad, lo que
se le ocurre y se va del set. Carrizo queda en silencio. Solita
vacila. Pero Solá dice algo muy lindo, certero. Señala la silla
litud que prometemos hacer olvidar cuando hagamos nuestro
sesudo análisis de Ultimo tango en París.
Pregunta de “Barcelona”: “¿Alguna vez pensó tener un hijo
con él? (Con Menem.)
Respuesta de Thelma Stefani: “¿Con Menem? No, je, je,
nunca. Con él era garchoneo por el garchoneo mismo. Cada
tanto él amagaba con prometerme que iba a abandonar a su
Ballad of Cable Hogue, 1968, Sam Peckinpah) con Jason
Robards y entraría en un cono de sombra. Es, pese a todo, un
mito viviente. Es la chica de Jerry Lewis en El profesor
chiflado. Pero el gran acontecimiento guaso, bizarro, ofensivo,
de mala calidad, berretón es el engendro de Emilio Vieyra.
Comento esta basura y prometo pasar a los grandes films
argentinos del período. Sobre todo el que lo marca: La Pata-
nubes, y era cierto: ahí estabas. Pero ya te vi hacer muy pron-
to una película de morondanga con Giannini. ¡Qué escena de
sexo se mandaban! Supongo que se habrán divertido bastante.
Eran amigos. Como Giannini con Laura Antonelli (cuando
era bella, cuando era joven, antes de la triste caída) en Sexo
loco, una película estupenda, que vi trizada por los enemigos
de la vida y la belleza.
día nos abrían más de treinta actas por cosas increíbles, como
barrer la vereda de adentro hacia afuera... Así que lo cerramos,
lo refaccionamos y en el mismo lugar, Corrientes 2046, abri-
mos el cine Cosmos en septiembre de 1966. Lo que menos
soñábamos era inaugurar con otro gobierno militar’.
“La represión de toda penetración ideológica sospechosa a
través del cine se había complicado porque hasta entonces la
circulito blanco, un salto en la banda de sonido: ¡Prrr! ¡Pac! que Tato dejó vacía: “Ojalá esa silla jamás vuelva a llenarse. esposa. Y yo le contestaba: ‘Carlos, no sigas que tengo la boca gonia rebelde, la película del camporismo. Y también la de legislación no autorizaba la prohibición total de un film. Esa
¡Pruff! Y se acabó. La escena desaparecía. No había más ban- Que nadie, nunca, se siente otra vez en ella. Que esta huida llena y si me llego a reír te la corto’”. Bertolucci. LA PALABRA DE LUCIANO situación fue corregida con la ley nº 18.019, preparada en
deras rojas. Hasta era posible que Mussolini apareciera muer- de Tato sea su huida de la cultura del país. Se burló de noso- Triste destino el de Thelma Stefani. Tirarse de un piso 21 Supongo que el único fan que le queda a Vieyra en la MONTEAGUDO, FERNANDO MARTÍN secreto y aprobada sorpresivamente el 26 de diciembre de
to sin que uno se hubiera enterado de nada. En la película de tros. Nos tomó por idiotas. Nos estafó. Nos trató como a es horrible. Hay algo que se dijo el día de su caída y que los Argentina es Diego Curubeto, lo cual es un exceso si uno PEÑA Y EL HÉROE DEL CINE 1968. En los Fundamentos que preceden al texto de la ley
1964, La ronda, dirigida por Roger Vadim, y con una muy niños. Se creyó superior a nosotros. Hizo de su patología un intrépidos de Barcelona no registraron. El humor popular tiene en cuenta que Diego es uno de los grandes eruditos que CAMPORISTA: OCTAVIO GETINO reaparecen las prevenciones habituales: ‘Desde hace muchos
joven y bellísima Jane Fonda de protagonista, el director (que criterio estético”. Porque es así: los que formaban el Ente de insistió en hacer correr una versión algo macabra, que repro- tenemos en tan espléndida materia. Sangre de vírgenes es una Pero voy a despojarme de la palabra. Tenemos invitados de años viene siendo especial preocupación de los poderes públi-
se había levantado a Brigitte Bardot, Catherine Deneuve, Calificación Cinematográfica estaban enfermos. Una teta, ducimos no sin cierto desagrado. Pero todos sabemos que el pésima película: tengo que confesarlo de una vez por todas. lujo en este capítulo. Crucé mails con ellos y tuvieron la gen- cos la influencia que tiene el espectáculo cinematográfico
Annete Vadim y ahora a Jane Fonda, todas muy hermosas y para ellos, era algo horrible, un atentado al buen Dios y a la humor popular (por negro que sea) es popular y debe respe- Durante algún tiempo me divertí afirmando que el camporis- tileza de decirme muchas cosas que necesitaba imperiosamen- sobre las costumbres de vastos sectores de la población y espe-
muy jóvenes) ofrecía, como era su costumbre, un par de des- Santa Iglesia Católica. Con esto vino a terminar el camporis- tarse. Se dice que las últimas palabras de Thelma fueron: mo había dado tanto que hasta había engendrado el film de te. (Uno de ellos, Fernando Martín Peña, hasta me adelantó cialmente de la juventud. Es razonable que se hayan arbitrado
nudos de la protagonista. Fonda, que había nacido el 21 de mo. Y no por casualidad. Porque se lo pensó bien. Porque se “Está dura la calle”. Nadie ofreció una prueba fehaciente de la Vieyra. Y hasta fui más allá, seguramente impulsado por el materiales de su próximo libro.) Les cedo la palabra: remedios destinados a evitar que se vea desvirtuada su noble
diciembre de 1937, tenía 26 años cuando filmó esas escenas. apostó a un país de gente inteligente y madura. Parte de la veracidad de tal frase. No cabe duda, sin embargo, que, puro snobismo: que Sangre de vírgenes expresaba la libertad de misión y sea puesto al servicio del desorden social y oscuros
Era ya una actriz de excepción. Era la hija de Henry Fonda, libertad que se respiró en la primavera camporista tuvo que durante los últimos años, la calle, para Thelma, se estaba ese momento, que logró escandalizar a los cuáqueros de la Luciano Monteagudo intereses’. Desde ese momento, el Consejo de Calificación fue
con quien nunca se llevó bien. Era una mujer pasional, inteli- ver con esto. En las librerías se empezaron a exhibir todos los poniendo efectivamente cada vez más dura. vieja censura, que era pura estética trash. Hasta recuerdo “Hola José Pablo, reemplazado por un organismo más complejo e independien-
gente, osada, y tuvo la valentía de escupir en la cara patriotera libros. Ninguno se prohibió. En los cines se dieron todas las haber dado una especie de conferencia en el ICI durante los “Mis recuerdos cinematográficos de la primavera camporis- te, denominado Ente de Calificación Cinematográfica. El
y belicista de su país. En plena guerra de Vietnam, con una películas. Se editaron todas las revistas. Entraron al país las STELLA STEVENS, GAYLE HUNNICUTT, noventa. Sin embargo, terminé hablando de El monstruo de la ta son pocos de primera mano, porque en 1973 tenía 15 Ente propiamente dicho era integrado sólo por un director
remerita que dejaba traslucir sus turgentes y desafiantes pezo- más prohibidas, las demonizadas. SUSANA BELTRÁN, MUJERES POCO laguna negra y del cine de Jack Arnold, lo que me redime. años y parecía de 13, con lo cual no podía ir a ver las películas general y dos adjuntos, pero se apoyaba en un Consejo Asesor
nes, visitó a los de Ho Chi Minh y se trepó a un cañón y se RECATADAS DEL CAMPORISMO Vieyra no es mejor ni peor que Armando Bo, a quienes tantos prohibidas para 18, que eran las que anhelaba. Pero en casa se compuesto por quince miembros de distintas representaciones
abrazó a él. La foto hizo historia. Una norteamericana abraza- CON EL CAMPORISMO SE ABRÍA EL Se estrena uno de los mejores policiales negros que había reverencian hoy. Como no tenía un vampiro hizo volar a una leía La Opinión y yo estaba muy al tanto de la ‘intervención’ oficiales y privadas confesionales, todos designados por el
ba los cañones con los que el Vietcong destruía a los soldados HORIZONTE DE LA LIBERTAD visto hasta entonces (en colores, aclaro). Se llama Al umbral gaviota y la filmó en noche americana. Dice el comentario de del Ente de Calificación a cargo de Getino y de muchas de Poder Ejecutivo. Un analista superficial podría creer que el
de su país. Sonreía sensualmente y estaba claro que ese enor- Aclaremos algo: una cosa era una teta en 1973 y otra hoy. del infierno (P.J., dirigida por John Guillermin), con George una revista española de la época: “Casi no existen mordidas o las películas que se liberaban, entre ellas el bendito Tango (yo redactor de la ley 18.019 fue el mismo humorista de la regla-
me cañón era un falo de grandes proporciones con el que el Hoy uno está saturado de la utilización del desnudo como Peppard, Gayle Hunnicutt y Raymond Burr. El film es del secuencias violentas. En cambio, Vieyra se volcó a las escenas además era fanático del Gato Barbieri) que vi bastante des- mentación anterior, a partir de su párrafo inicial: ‘No podrá
Vietcong ganaría la guerra y Jane lo bendecía apoyando en él mercancía fácil, como mercancía cazabobos, integrada al siste- remoto 1968 y recién podemos verlo gracias al Tío Cámpora de sexo y desnudos que abotagan la pantalla y dan vueltas a lo pués y que nunca me decepcionó. Pero recuerdo incluso que restringirse en todo el país la libertad de expresión cinemato-
su busto joven, perfecto y atrozmente sexy. Esa mezcla de ero- ma, idiotizadora de espectadores ya casi idiotas, irrecupera- ¡en 1973! ¿Dónde lo tenían? Sucede que Peppard y la bella bruto (sin desconocer lo estupenda de Susana Beltrán). En aun liberada por la censura, un abogado católico interpuso gráfica salvo cuando razones educativas, el resguardo de la
tismo y blasfemia patriótica enfureció a los norteamericanos. bles. En 1973, las tetas de la joven y bella María Schneider, Hunnicutt (actriz de escasa carre- fin, un filme fallido que no una acción judicial y lograron secuestrar la copia y clausurar el moral pública, las buenas costumbres o la seguridad nacional
De ahí en más la llamaron Hanoi Jane y también “esa puta de de Ultimo tango en París, eran un grito de libertad, una injuria ra) aturdían un montón de sába- aporta nada al terror fantástico Cinema Uno, en la calle Suipacha, que creo era el único que lo requieran, en cuyo caso el organismo de aplicación podrá
Jane Fonda”. No le importó. Eran las épocas de la rebeldía. a los cavernícolas, a los catolicoides del rosario y la Virgen, a nas a lo largo de la peli y eso alte- pero que por lo menos da el la proyectaba.” disponer prohibiciones y cortes’. El artículo 2º explicaba en
No sé si para todos, pero para muchos el acto desafiante de las viejas ajadas de la Acción Católica, a los milicos cursillistas raba el orden occidental y cristia- puntapié inicial al cine de qué faltas debía incurrir un film para quedar prohibido: ‘a) La
Jane fue un elemento más de la lucha contra el imperialismo. como el retrógado Onganía. no. Aquí, en Estados Unidos no. vampiros en Sudamérica. Las Fragmento de un libro inédito de Fernando Martín Peña (que justificación del adulterio y, en general, de cuanto atente con-
El Vietcong lo utilizó como gran propaganda. Era espléndido Se produjeron películas abiertamente sexplotation. Ningu- Durante esos años conocí breve- escenas oníricas que muestran gentilmente me ha cedido y es tan bueno que abogamos desde tra el matrimonio y la familia; b) La justificación del aborto,
ver a una mujer bella, sin inhibiciones, sin recatos de ningún na pornográfica. Tampoco se les abrió el mercado. No, se tra- mente a un político conservador y gaviotas volando en fondo rojo este lugar por su rápida edición no bien el autor, que es muy la prostitución y las perversiones sexuales; c) La presentación
tipo, mandando al diablo la moral puritana de su país, rién- taba sencillamente de films con escenas de desnudos. Justifi- católico que tenía una respuesta en vez de vampiros son real- riguroso, lo autorice): de escenas lascivas o que repugnen a la moral y las buenas cos-
dose de ella, abrazándose a un enorme cañón, a un poderoso cados o no, ahí estaban. Formaban parte de la trama casi para esto. Me trataba de “usted” mente para la pura risa”. “Desde sus primeros años al frente del Consejo de Califica- tumbres; d) La apología del delito; e) Las que nieguen el
falo–enemigo y entregándole el calor de su cuerpo. Es cierto: siempre. Lo pornográfico es lo obsceno, lo infinitamente visi- aunque yo tuviera 25 años. “¿Sabe Todo es para la pura risa. ción, Ramiro de la Fuente había mantenido un criterio cohe- deber de defender a la Patria y el derecho de sus autoridades a
¡qué loca! ¡Qué espléndida loca! Que valiente, también. Qué ble: requiere la exhibición de genitales masculinos y femeni- qué pasa? En Estados Unidos se Pero Sangre de vírgenes tenía rente con los objetivos que luego ratificaron los representantes exigirlo; f) Las que comprometan la seguridad nacional, afec-
modo de jugarse la vida. ¿No era eso traición a la patria? Los nos. Es otro tipo de cine, si es que se puede decirle cine. Lo puede dar cualquier cosa. Porque que tener su lugar en la prima- de la llamada Revolución Argentina: ten las relaciones con países amigos o lesionen el interés de las
fascistas de todo el mundo, los anticomunistas que veían en que posibilitó la primavera camporista fue la libertad de pelí- es un transatlántico. Allá pueden vera camporista. Que el film de ■ “Es inquietante la penetración que en todos los órdenes de instituciones fundamentales del Estado’.
Estados Unidos al defensor de los valores Occidentales y Cris- culas de temática audaz o de otras con pretensiones de alegrar saltar todos y nada se hunde. La Vieyra se estrenara y que fuera la vida nacional ha logrado la acción disolvente del comunis- “Como afirmaba un comunicado de la Asociación de Cro-
tianos en Vietnam, se sentían muy incómodos. Porque odia- a la platea con algunas chicas bonitas, luego de tantos años Argentina es una balsa. Aquí sal- malo y que –de todos modos– mo en sus distintas versiones y es claro que la inquietud es nistas Cinematográficos, ‘resulta casi imposible plantear un
ban a Jane. Sin embargo –aunque lo ocultaran–, estos buenos monacales. Ya lo sabemos: la Argentina se jacta de haber des- tan tres y hay peligro de naufra- se le permitiera a la Srta. Bel- tanto mayor cuando se advierte que resortes vitales de la edu- esquema argumental sin incurrir en algunas de las infraccio-
cristianos que iban los domingos a rezarle al Señor junto con cubierto a Bergman y seccionó a feroces tijeretazos los cuerpos gio.” Con esta teoría justificaba trán exhibirse a sus anchas era cación en todos sus grados han sufrido y sufren esa deletérea nes señaladas con dramático énfasis en los artículos del nuevo
su familia, se calentaban como perros con su foto. Ya se sabe de casi todas sus mujeres. los cortes de todas las películas, un avance contra una censura influencia, que también se ha hecho sentir de manera notable código ético, como si todos los males de la sociedad actual
que miles de asesinos matan a mujeres que desean y no pue- Con el camporismo se abría el horizonte de la libertad. Era las prohibiciones de los libros, de que se valía de lo malo para cen- en los ambientes artísticos y culturales”. (Ley 17.401, del 26 provinieran de las imágenes cinematográficas’. En marzo el
den poseer. Las poseen, por fin, matándolas. Todos los yankis el momento: para La Patagonia rebelde y para Clínica con las obras de teatro. Qué hijo de surar lo bueno. La censura –ante de agosto de 1966, que reglamenta la represión de la actividad nuevo organismo dejó de funcionar en el Instituto de Cine y
guerreros que querían borrar del mapa al Vietcong con el música, mamarracho para maleteros que recién se estrena el 4 perra, por decirlo educadamente. todo– se preocupa por las tetas y comunista.) se instaló en una dependencia del Congreso ubicada en Com-
napalm (que, como todos sabemos, huele bien por las maña- de abril de 1974. La dirige Pancho Guerrero, un tipo que Qué hijo de puta, por decirlo los culos porque, en el fondo, es ■ “La Revolución Argentina ha sido clara al repudiar los bate de los Pozos 230. Ramiro de la Fuente y Eduardo Ares
nas, “huele a victoria”, como dijera inmortalmente el teniente venía de la televisión y éste era su primer largo. Todo pasaba bien. Esos enfermos nos quitaron puritana e imbécil, pero su fina- extremismos de izquierda y de derecha. Pero indudablemente fueron inmediatamente designados director general y secreta-
Kilgore en Apocalypse now) se volvieron locos. Esa puta los en una clínica en la que Norman Briski (haciendo una deli- años de nuestras vidas. Años en lidad es la ideología y la política. el mayor peligro actual es el comunismo (...). Las medidas rio, respectivamente. En la redacción de las nuevas previsiones
volvía locos. La querían matar, pero no podían dejar de rante caricatura de sí mismo: calma, Briski, el pasado siempre que sentimos que éramos un país Si se prohíbe Sangre de vírgenes adoptadas en el orden municipal para prohibir la representa- y libertades, así como en la nueva composición del organismo,
mirarle las tetas. Bien, esta Jane, esta mujer excepcional (todo vuelve, pero vos sos un fenómeno) se mezclaba con todo tipo de idiotas. Una colonieta católica es para prohibir luego Ultimo ción de ciertas obras musicales, teatrales y cinematográficas de es fácil advertir los años de experiencia que ambos habían acu-
lo que hizo después fue loco e imprevisible, inopinado: tanto de reventadas que oficiaban de enfermeras. En una escena, y milica. Tramada por las jetas de tango o La Patagonia rebelde. La reconocido prestigio guardan completa coherencia con el pen- mulado. Según La Gaceta de los Espectáculos, De la Fuente
empezar a dar esas lecciones del arte del workout, con las que Oscar Viale entra en una habitación donde está Moria Casán Monseñor Caggiano y Onganía. censura “moral”, la de “las bue- samiento de la Revolución Argentina y del gobierno nacional. tuvo una sola respuesta para las protestas del gremio: ‘Ahora
ratoneaba a todos los maridos de las gordas que los compra- (con 36 años menos, o sea: otra) totalmente en bolas. Ella ¿Cómo iba a entender Onganía nas costumbres” se utiliza para Llevaremos a cabo todas las acciones necesarias para evitar que habrá más rigor que antes’, y enfatizó la afirmación cerrando
ban para adelgazar, como casarse con Ted Turner), hizo con finge sorprenderse y agarra un par de zapatos y se cubre el que Gayle Hunnicutt era simple- fortalecer la otra: la de la defensa los medios masivos de comunicación y de cultura se pongan el puño y dándolo vuelta como quien ajusta una tuerca’.
Roger Vadim el film La ronda, en 1964. (Si quieren leer un pubis. Los zapatos quedan con la suela para afuera. Viale los mente una mujer bella, que Jane de los valores que “constituyen al servicio de la corrupción de las costumbres. El argumento “Entre sus aportes más significativos, la nueva ley facultaba
buen pedazo de la historia de los ‘60 y fascinarse con una mira atónito. Ella le pregunta: “¿Qué pasa? ¿Nunca vio una Fonda –además de serlo– era una nuestro estilo de vida”. Se prohíbe estético no puede prevalecer sobre la concepción moral que al Ente para suspender una calificación ya otorgada, y estable-
mujer fascinante, lean la autobiografía de Jane: Jane Fonda, mujer desnuda?” “Sí”, dice Viale (que, acaso, él escribió el mujer excepcional y una gran actriz, que un hombre y una una trusa o un soutien (o su ausencia) para prohibir “el trapo inspira esta política”. (Tte. Gral. Juan Carlos Onganía en La cía que los infractores a cualquiera de sus normas sólo podrían
Memorias, Ediciones Temas de Hoy, Madrid, 2005. Si quie- diálogo porque es el único bueno del film), “Pero nunca vi un mujer –si están en una cama– habitualmente cogen en lugar rojo”. También es posible reconocer que es el primer film de Prensa, 4 de agosto de 1967.) apelar ante la justicia previo pago de la multa correspondien-
ren comprobar –por si lo olvidaron– su excelencia como tipo tan metido adentro”. Estaban Gasalla y Perciavalle, que de jugar a la canasta y que esa actividad se acostumbra a llevar vampiros hecho en la Argentina y que la Srta. Beltrán se ve “Esta paranoia anticomunista tenía un claro precedente en te. Con respecto a la producción nacional, el Ente tomaba a
actriz vean Baile de ilusiones, Klute y Regreso sin gloria. Sobre hicieron cosas mejores. Sobre todo el primero. Raimundo a cabo sin ropa porque lo divertido, lo bueno de la cosa se “estupenda”, como dice el cronista español. Y hay todavía la historia norteamericana reciente y sus orígenes son, desde su cargo la aprobación de los guiones que aspirasen al necesa-
todo: Baile de ilusiones, una actuación monumental.) Volva- Soto, de Telecataplum y Hupumorpo, los programas de TV del expresa a través de los cuerpos y no rezando el rosario o el algo más sobre ella. Como dato de la apabullante (para luego, anteriores a 1966. Siguiendo esa línea de razonamien- rio apoyo estatal y ese paso previo no suponía la exención de
mos a La ronda. Jane tiene 26 años, unas piernas larguísimas genial Ricardo Espalter. Y la protagonista era Thelma Stefani, padrenuestro, y que si un director tiene talento y buen gusto muchos) liberalidad de la época, el productor de la peli, Ores- to, ‘comunismo’ equivale a desorden social y corrupción de la calificación normal a la película terminada. Como recuerda
(heredadas de papá Fonda, que era un tipo de gran pinta) y que ya se venía especializando en este tipo de películas, algo una de esas escenas (como la de Jim Brown y Stella Stevens en tes Trucco, “tuvo una idea publicitaria para estimular al las costumbres occidentales y cristianas; de ahí su peligro y la el productor y realizador Héctor Olivera: ‘Al cine argentino se
Vadim, para regocijo de la platea (¿por qué no ver algo tan que le permitía mostrar unas tetas de insoslayables dimensio- Slaughter) puede estar hecha con sensibilidad, puede ser arte, público. En el hall del Trocadero (típico cine de maleteros y necesidad de su proscripción. Poco afectos a los matices, los lo sometía a una doble censura: la censura que presuponía la
bello?, ¿un cuerpo que es, sin más, una obra de arte?, ¿el bello nes, algo que... ¿cómo podría pasarle desapercibido a Carlos o puede ser agresión, o tristeza, o soledad, o sexo puro, vea, otros vicios más graves, JPF), mientras se exhibía Sangre de prepotentes acostumbraron unificar a todas las tendencias calificación que incluía la prohibición absoluta de la película,
cuerpo de una mujer talentosa?), la pone en una cama con Saúl Menem? En su edición del 22 de mayo de 2009, la revis- Monseñor, vea, General, porque la gente, ¿sabe?, coge, y el vírgenes, la vampira Susana Beltrán deambulaba en camisón progresistas bajo el rótulo ‘comunismo’, obteniendo así una que tenían tanto las películas nacionales como las extranjeras,
Jean Claude Brialy, que no la merece. La escena termina con ta Barcelona le dedica una nota: Thelma Stefani, la primera cine se ocupa de la gente y ya vamos a ver cómo Bertolucci mostrando sus colmillos ensangrentados” (Diego Curubeto, victoria conceptual que en la práctica la izquierda jamás con- y la censura económica. Porque si [el Ente] daba un mal
Jane irguiéndose en busca de los labios de Brialy y exhibiendo dama que no fue. La nota aparece firmada por Felipe Pigna, hizo una película inmortal con un tipo y una mina que cogen Cine bizarro, Sudamericana, Buenos Aires, 1996, p. 366). De siguió. Como explicó el historiador Jorge Miguel Couselo, informe, no nos otorgaban el subsidio, y una película que no
su cuerpo delgado, exquisito, en tanto lo hace. Eso no se pero se trata de una joda de los barceloneses, con los cuales es todo el tiempo para ahogar la angustia, uno de los más gran- pronto, uno recuerda a la alemana Marisa Mell de Una playa ‘esa fue una táctica constante de toda la derecha argentina. tenía subsidio no podía recuperar su costo’”.
pudo ver. Algún retardado mental, algún chupacirios o algún mejor estar bien que mal. Sólo que nadie sabe los criterios des temas de la filosofía contemporánea (que larga Heidegger con mostaza, Una sobre otra o Casanova 70 con Marcello Mas- Creo que eso empezó en la revolución del ‘30 con la Legión
milico, algún profesor neotomista, alguna señora frígida de la para estar bien o mal porque ellos son la expresión más eleva- en Ser y tiempo y retoma magistralmente Sartre en El ser y la troianni y una inglesa que hizo sus desnudos en Italia como Cívica, que es el antecedente de la Alianza Libertadora Nacio- UN MAIL DE OCTAVIO GETINO
Acción Católica, algún cura, algún triste pelotudo de las da y hasta sublime de la arbitrariedad. La nota no es de Pigna. nada), cómo iba Onganía a entender todo esto –decíamos– si Margaret Lee o la norteamericana Barbara Bouchet, que saltó nalista. Y a partir de entonces Lisandro de la Torre era comu- “La guerra por Ultimo tango partió, como otras tantas gue-
“fuerzas vivas de la comunidad” y el señor Ramiro de la Fuen- “Fueron muchos los personajes ligados al ex presidente nunca fue a un cine de la calle Lavalle sino devotamente a de Casino Royal a cualquier berretada en la que sólo le exigían nista, algún radical un poco audaz era comunista, los alumnos rras conocidas y desconocidas, del conocido sector caverníco-
te sólo vieron pornografía en el cuerpo de Jane Fonda. Estos Menem (...) que decidieron quitarse la vida. Los más recorda- Luján a consagrarle el país a la Virgen? Y los otros, los mastur- desnudarse alegremente. ¿Y la Sandrelli? ¿Y el pasaje de la de la escuela secundaria eran comunistas...’. la de la Iglesia, totalmente enfurecido porque alguien ajeno a
hijos de perra –durante años– nos vedaron ver cine, nos veda- dos fueron sin duda Alfredo Yabrán, Lourdes Di Natale y badores compulsivos de los Entes de Calificación las miraban Sandrelli al soft porno? ¡Semejante actriz! La de Nos habíamos “Esa tendencia a ver la realidad en blanco y negro explica la sus filas se había hecho cargo –sin su autorización– del sello
ron ver lo que el mundo veía. A fines de 1983, el señor Cristina Lemercier. Pero antes de cualquiera de esas causas, en privado. Ramiro de la Fuente o el demoníaco Paulino amado tanto. La de Seducida y abandonada. La de Divorcio a facilidad con la que muchos funcionarios condenaron por Ente que supieron y pudieron construir a través de los años (y
Miguel Paulino Tato, que sucedió a Ramiro de la Fuente antes inclusive de que Menem llegara a la presidencia, hubo Tato les armaban las célebres “tortas” y veían, de las películas, la italiana de Pietro Germi, también con Mastroianni. Apena ‘comunista’ cualquier obra cinematográfica de alguna inquie- de los siglos). Los ejecutores del pedido de mi detención,
(luego del hermoso interregno camporista de Getino), que lo una suicida que marcó el camino: la actriz y vedette Thelma sólo las partes cortadas. El resto, para ellos, era basura. Otra el giro que algunas actrices dan a sus carreras. Como el Ben tud social, y actuaron en consecuencia. Películas como Los de expropiación de bienes (no tenía un mango y para salir del
sucedió porque lo pusieron Isabelita y López Rega, gente sin Stefani, quien desde 1984 viviera un romance...” con ya sabe- que se estrena –en la línea de Al umbral del infierno (Fernan- Cross de Carrozas de fuego que termina culeando (es así de la mesa 10, Los inundados, Los cuarenta cuartos y Alias Gardeli- país hasta el bueno de Torre Nilsson aportó unos mangos
duda de una visión sana y moderna del sexo, asistió, ingenua- mos quién. La cosa es que el 30 de abril de 1986, la señorita do, Luciano, ¿dónde está esta peli, por qué no se dio más?)– guasa la escena, no merece otra palabra) con la mismísima to, entre otras, debieron soportar ese ensañamiento antes y para mi pasaje a Lima) y mi extradición, fueron algunos fisca-
mente, a un programa de televisión con Miguel Angel Solá y Stefani (que había empezado como bailarina clásica en el es Slaugther –no tengo el título en castellano– de Jack Sta- Sandrelli en una película horrible, de cuarta, llamada La llave. después de 1966. También debió soportarlo la distribuidora les que concurrieron a ver la película al cine donde apenas
Soledad Silveyra. Lo conducía Antonio Carrizo. En cierto Colón, ¡vaya si tiene vueltas la vida!) se tiró desde un piso 21. rrett, con una pareja excepcional: Jim Brown y la gran Stella ¿Hay que comer? ¿Y si pasamos hambre y conservamos la dig- Artkino, por supuesto. ‘Tuvimos que cerrar nuestro cine, el estuvo dos semanas (creo) y ordenaron su secuestro y el inicio
momento, pasan un tape de Alfredo Alcón. Alfredo (todavía Todos sabemos el humor irreverente y a veces despiadado que Stevens. Los críticos comentan la belleza del cuerpo negro de nidad, el prestigio? ¡Vamos, Sandrelli! Fuiste grande. Hiciste Cataluña, antes de que lo cerrara la Municipalidad porque se de acciones judiciales contra todos los que estábamos en el
II III
Ente (Interventor y Consejo Asesor) y contra las Con Ultimos días de la víctima la censura se avivó en el film de Bertolucci, no. El suicidio de su
autoridades del INC (pobre don Mario..., yo le de todo. El capo del ente era un tal Luis León, un mujer no le soluciona nada. El que se suicida pre-
decía que si íbamos en cana, yo pediría estar en tipo temible. Olivera, como productor, fue a hablar cipita la posibilidad de todas sus posibilidades, eli-
una celda con la apetecida Schneider del filme de con él. Ni Adolfo ni yo podíamos dar un paso ni giéndola. Si mi angustia me revela la nada y si, a la
Bertolucci y a Soffici, le recomendaba ir a otra, debíamos hacerlo. León le dice: “Olivera, usted vez, no puedo vivir “en” la angustia que la nada
pero con su admirado Brando). sabe que nosotros no toleramos la droga ni la ideo- me despierta, elijo la nada, me arrojo a ella. Es el
“En síntesis, el odio cerril aparecía entonces, logía”. Olivera dice: “Droga hay, es cierto. Pero, único posible que me quitará la angustia realizan-
como ahora y siempre, de parte de una gorilarquía ¿ideología? Si esto es un policial”. Pero el film está do lo que la provoca: la muerte, la finitud, la nada.
(ojo, término registrado...), que además en este caso lleno de señalamientos unívocos acerca de la para- Mi suicidio me nihiliza. Elijo nihilizarme porque
vestía sotana o iba con el rosario atado a las bolas...) noia en que se vivía y de la cultura de la muerte. elijo suprimir la angustia. Brando hace otra cosa.
“Otra acotación: Cuando llegué a Lima en el “Ustedes, para conseguir lo que quieren, tienen que Le propone a Jeanne no decirse sus nombres y
inicio de mi exilio, las salas de esa ciudad exhibí- matar”, dice Mendizábal (Luppi). “Y para mante- entregarse al sexo como paliativo de la angustia.
an libremente el filme de Bertolucci para celebra- nerlo también. Nunca me va a faltar trabajo.” (Puede ser, también, el alcohol, las drogas, las
ción de los hermanos peruanos... (además de Lo de la Pfeiffer y las estatuas fue un juego acer- anfetaminas o el asesinato. Puede ser cualquier
muchos pajeros...) ca de la belleza. ¿Cómo puede agredir a alguien la ejercicio de hiperactividad. En rigor, los hombres
“Es cierto que Perón aprobó La Patagonia rebel- belleza de una mujer? ¿Cómo alguien (hombre o se pasan la vida haciendo “cosas” para no angus-
de. Olivera debe acordarse bien de aquello. El alto mujer) puede no metejonearse con Marlon Bran- tiarse, para distraerse de lo insuperable: la nada, la
mando del Ejército cuestionó el filme cuando yo do en Ultimo tango? Yo, desde mi femenino (algo finitud, el nihil que caracteriza al existente.) De
había dejado el Ente y me limitaba con Soffici, que todos tenemos: entérense los que lo niegan), esta forma, el sexo, en este film existencial-ontoló-
Mujica y Mazar a elaborar el proyecto de ley de creo que Brando está bellísimo en ese film, la gico de Bertolucci –en tanto sus personajes buscan
cine que Isabelita hizo entrar en el Congreso junto expresión más acabada de la masculinidad, de su “ser” algo para evitar lo que la angustia descubre:
con la muerte de Perón (y ahí murió el proyecto). esplendor. Creo, también, que llega a los socavo- que el horizonte fatal de la existencia es “dejar de
Hicimos una reunión con Robledo –creo que era nes más hondos de la angustia ante la existencia. Y ser”–, es un sexo anónimo, una instrumentación
el ministro de Defensa entonces– y el viejo sabio ahora voy a tratar de demostrarlo. Llegó el del cuerpo como droga, como opio de la angustia.
dijo que si el alto mando cuestionaba el filme, momento de la filosofía existencial de Ultimo Mal camino, sin embargo. La característica del
cosa que él confirmaba, los militares no maneja- tango. Es camporismo también. Una época se acto sexual es realizarse, llegar un punto de culmi-
ban el Ente y en consecuencia correspondía al entiende en totalidad. Se la exprime. Se la asedia. nación, a un fin. Ese fin me revela “el fin”, la fini-
Ente juzgar en la materia. (El Ente estaba a cargo Se la cuestiona por todas partes. De todas ellas tud. El sexo es el camino a la nada. O, por decirlo
entonces de una persona de buena fe aunque un habrá respuestas. Todas ellas nos harán entender así, a una de las experiencias más poderosas de la
tanto melindrosa y Perón –el Supremo– ya había algo más. Hasta ese chicle del que Brando se des- nada. “¿Acabaste?”, se preguntan los amantes.
visto el filme en Olivos y dejó el terreno libre a poja antes de morir. “¿Terminaste?” Incluso el orgasmo compartido
quienes competíamos en el asunto). La película se tiene algo de ritual funerario, de holocausto que
exhibió con mucho éxito, para satisfacción de sus BRANDO BAILA EL TANGO elimina la alteridad de los amantes y los arroja
productores y de la cultura en general, y con un COMO NINGUNO unidos hacia el fin: “Terminemos juntos”. Luego
final feliz que sólo cabe en los cuentos infantiles. Cuando ella dice su nombre, cuando dice de su primer coito Brando y Schneider se separan,
Porque meses después, tras el golpe, Olivera hizo “Jeanne”, dispara su revólver y él muere. Él, que- aislándose. No permanecen abrazados. La primera
retirar el filme de las carteleras para no meterse en brando un pacto que buscaba hacer del uno para gran falsedad se les ha revelado. El sexo, lejos de
conflictos con nadie... el otro un anónimo, un desconocido absoluto, entregarlos al olvido de la nada, los entrega a una
“Lo cual me reafirma en la idea de que mientras una ausencia corporalmente presente pero sin de las experiencias más fuertes de la finitud, del
Perón mantuvo su lucidez, las cosas podían fun- designación alguna, le había preguntado su nom- nihilismo. De la nada. El sexo es tan finito como
cionar, pese a las arremetidas de quienes creían bre. El pacto era lo contrario: no decirse los nom- la existencia. Y, comparado con otras posibilida-
que la revolución estaba golpeando a la puerta, bres, no ser nada el uno para el otro, no fijarse. Lo des, peor todavía: es la posibilidad que necesaria-
cuando en realidad no había puerta alguna para había propuesto él. Que se llama Paul (que es mente conduce a la experiencia de la finitud. La
la revolución... Salvo la que habíamos incorpora- Marlon Brando en Ultimo tango en París) y ha muerte, como posibilidad de todas mis posibilida-
do a nuestros sueños. perdido a su mujer, a la que nunca comprendió, des, no se realiza en todas. Si voy al cine y no
“En cuanto a la Pfeiffer, se merece un monu- ni conoció con cierta hondura, ni supo cosas de su muero acaso podría experimentar algo de lo finito
mento, claro. Lo que me lleva a preguntar ¿por vida acaso esenciales: que tenía, por ejemplo, un al finalizar la película. (Tal vez por esta causa la
qué no retomamos, por ejemplo, la costumbre de amante. Ella se suicida. Y ese suicidio no hace sur- frase “The End” se ha eliminado de la mercancía-
griegos y romanos de poner en publico, en bron- gir en él el miedo sino la angustia. La angustia no cine.) Pero esa finitud no tiene lugar en mi cuer-
ce, en mármol o como sea, los cuerpos humanos es el miedo. El miedo tiene siempre una áspera po, en mi carne. Con el sexo experimento la fini-
–hombres, mujeres o de género intermedio– más referencialidad. Tengo miedo de “algo”. Se equi- tud en mi cuerpo. Soy yo el que acaba, el que ter-
deseables e ideales? Compensaría, al menos en vocan quienes hablan –dentro de un campo prác- mina. Es en-mí que el deseo muere. Se trata,
parte, la proliferación de hombres a caballo, uni- tico-económico de supervivencia– de la “angustia entonces, de empezar de nuevo. El sexo-compul-
formes de todo tipo y cabezas hieráticas que miran de no llegar a fin de mes”. Que no te alcance el sión, el sexo-repetición busca ahogar la angustia
quién sabe a dónde, a la espera de que una paloma sueldo. Esa angustia no es angustia, es miedo. Se que revela el sexo-nada, el sexo-finitud, el sexo-
venga a ponerles su marca... localiza en la escasez: que algo no sea suficiente, muerte. ¿Cómo no habrían de buscarse, sin saciar-
Un abrazo, que algo sea escaso, el sueldo. Al localizarse, el se jamás, Brando y Schneider? Todo se precipita
Octavio”. miedo se puede vencer o arroja a la acción de ven- con el último tango. Con el baile de la desespera-
cerlo. Puedo intentar ganar más dinero. Con más ción. Schneider dice: “Se acabó. Está terminado”.
UNA ÉPOCA SE ENTIENDE dinero llegaré a fin de mes y se me irá el miedo. “C’est fini”, dice ella. “C’est fini.” Él insiste. La
COMO TOTALIDAD “Fin de mes” es una temporalidad-objeto. Una sigue. La corre. Por último –trágico error metafísi-
Hay un par de cosas que añadir al jugoso (o más fecha de almanaque. A “eso” se le tiene miedo. La co de Brando– le pregunta su nombre. Ella dice
que eso) mail de Octavio. Olivera explicó por qué angustia no tiene referente en la realidad. No se “Jeanne”. No bien dice “Jeanne” es “Jeanne”.
retiró la película de cartel: “La Argentina de 1975 refiere a algo. A “algo” puedo tenerle miedo. Tiene un “ser”. Nombrar algo es darle un ser.
se transformó en un caos: la trágica ineficiencia o Cuando me angustio nunca es por “algo”. Suele Nombrarse es darse un ser. No bien “Jeanne” es
mala fe de la viuda de Perón; las tres A de López decirse (o ha sido dicho) que el hombre es el “Jeanne” su angustia se disipa. La finitud no la
Rega; la guerrilla activada por el ERP y Montone- único ser que se angustia y más humano es cuanto acosa. El “sentido” la cubre, la protege. Entonces
ros y el comienzo de la era de la represión fueron más profundamente se angustia. Un animal sabe ya no necesita a Paul. Entonces lo mata. Brando
creando un clima imposible para la exhibición de la del miedo. La angustia humana se alimenta de camina vacilante hasta el balcón. Mira –algo
película. Un episodio: el ERP copaba un cine, dete- nada, no de algo. Sé que hay un horizonte de extraviado– por última vez la ciudad de París, se
nía la proyección y arengaba al público señalando posibilidades y que en todas ellas está mi finitud. saca el chicle que está masticando y lo pega bajo la
que el mismo Ejército fusilador de la película seguía Sé que voy a morir. Sé que mi muerte es sólo reja del balcón. ¿Por qué? ¿Por qué hace eso?
matando inocentes. En octubre, algunos de los Dejar de ser. Sé que soy finito en un universo infi- ¿Quiere morir “desnudo”? ¿El chicle todavía lo ata
actores del film, su productor Ayala y yo fuimos nito. Pero mi finitud no es “algo”. Si la muerte es a la vida, a alguna forma de placer por pequeño
amenazados de muerte por las tres A. Sacamos La dejar de ser es porque no es nada. Así, contraria- que sea? Liberado del chicle, muere.
Patagonia rebelde de cartel y no volvió a exhibirse mente al miedo que siempre me remite a “algo”, Esta es “mi” película de Brando. Admiro su
hasta la presidencia del Dr. Alfonsín” (Citado en la angustia me revela la nada. Puedo asumirla valentía para aceptar el papel. Su interpretación
Osvaldo Bayer y otras voces, Entrevistas y compila- como un formidable dispositivo existencial. El desesperada. Su tango nihilista. Su sexualidad
ción por Julio Ferrer, Editorial de la Universidad de hombre es ese ser cuya angustia le revela la nada. que se despierta y que muere y que despierta otra
La Plata, 2008, pp. 135/136). Algunos cineastas del De aquí esa frase (que pertenece a Kierkegaard): lo vez para volver a morir. No sé si es su mejor pelí-
exilio mexicano se preguntan cómo Olivera (el que hace humano al hombre es que se angustia y cula. Pero es un gran film, con un gran guión,
director de La Patagonia rebelde) fue el zar de la más humano es cuanto más profundamente se con una gran dirección de fotografía, con un
cinematografía argentina durante el Proceso. Creo angustia. La angustia es la experiencia de la fini- ritmo impecable, ferozmente entretenido y con
que no lo fue. Mi experiencia es la contraria. Olive- tud, del límite, del nihilismo. De la muerte. Si la una portentosa estrella de Hollywood como pro-
ra (desde Aries Cinematográfica) produce Tiempo posibilidad presente en todas mis posibilidades es tagonista. Nada de esto le impidió su hondura
de revancha de Adolfo Aristarain en 1981. En el la posibilidad de morir, el hombre es, entonces, casi inapresable.
film tiran un cadáver desde un Falcon. Había que eso que decía el viejo maestro Heidegger, siguien- (Fragmento de mi libro El cine por asalto, Pla-
PRÓXIMO hacer eso en 1981, antes de Malvinas. Y luego pro- do al viejo maestro Kierkegaard y al iracundo neta, Buenos Aires, 2006.)
DOMINGO dujo Ultimos días de la víctima, el claro señalamien- maestro Nietzsche, el “ser para la muerte”. La
Camporismo to de la actividad parapolicial. Después Plata dulce, angustia me revela esta situación extrema e insos- Colaboración especial:
y cine (III) con un guión formidable de Viale y Goldenberg. layable. ¿Puedo vivir con ella? No todos. Brando, Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 21 de junio de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


84 Camporismo y cine (III):
La Patagonia rebelde

Suplemento especial de

PáginaI12
“El que no está con la patria, es enemigo de la patria.” amigos y socios de ellos? ¿Que puso al Ejército de la patria
(Sociedad Rural de Río Gallegos, 27 de como garante de las ganancias desvergonzadas de los terrate-
mayo de 1921. Nota: La maestra de estos nientes? ¿Que eran, en su mayoría, ingleses aquellos a cuyo ser-
ruralistas no les había enseñado que antes vicio puso a sus hombres, a sus armas? Si Zavala era un nacio-
del verbo “ser” no corresponde coma. Pero nalista, un coronel con algún sentido de la dignidad de la
era la de castellano. La de historia les
patria, de su autonomía estratégica, lo habrá avergonzado des-
enseñaría cosas más importantes.)
cubrir eso. Si no, no. Pero –en una revisión de los hechos de la
Patagonia a comienzos de la década del ’20– no puede evitarse
“La cotización del hombre no alcanza para sus explotadores un juicio severo y triste sobre la actuación del Ejército. ¿Por
a la cotización del mulo, del carnero y del caballo.” qué el Ejército se ha puesto inalterablemente del lado de los
(Sociedad Obrera de Río Gallegos. poderosos, por qué ha sido, sin más, el brazo armado de la oli-
Manifiesto de noviembre de 1920.) garquía terrateniente, de los señores feudales de los ganados y
las mieses? Acaso en el siglo XXI debiéramos hacer estas pre-
“Y ahora, si tu patrón te dice que sos un perro, ¡te ponés en guntas con cierto candor. Sin aceptar naturalmente que así fue
cuatro patas y ladrás!” y así tenía que ser. Era difícil que fuera de otro modo. Hay que
(El comisario de Río Gallegos, represor al analizar entonces qué educación, qué formación, qué someti-
servicio de la Sociedad Rural, a un peón que miento social y político hizo del Ejército Argentino un arma
firma el convenio de la derrota, que hace de del orden oligárquico. Un enemigo de los desheredados. Justa-
ellos prácticamente esclavos. Escena del film mente de aquellos que daban espesor a sus filas. El valor de La
La Patagonia rebelde.)
Patagonia rebelde es mostrar la perfecta conjunción del esque-
ma de poder que mantuvo a la Argentina del privilegio: la oli-
“Tal vez digan de mí que fui un militar sanguinario. garquía terrateniente (a la que luego se sumaría la burguesía
Nunca un militar desobediente.” financiera a partir de la dictadura de Videla), el Ejército y una
(Palabras del coronel Zavala –nombre que Iglesia reaccionaria, amiga del hispanismo franquista y de los
se le dio a Varela en el film– en La totalitarismos de distinto color. La Iglesia argentina sirvió
Patagonia Rebelde.) siempre para dar consuelo a los asesinos y asegurarles que la
tarea que hacían, aunque amarga y sanguinaria, era la requeri-
“Prefiero equivocarme con los compañeros a tener razón solo.” da por Dios y la santificada por los pastores. Los capellanes
(Palabras del alemán Schultz en La militares eran casi artistas en el arte de apaciguar, de sosegar las
Patagonia rebelde. Notable: en una sola frase inquietudes de los matarifes, de los que hacían la tarea dura, la
un entero tratado de filosofía política de matar a los insumisos. Porque, en ciertas alarmantes situa-
revolucionaria.) ciones, inesperadamente, surgía en los hombres de acción, en
los guerreros del poder, una impiadosa conciencia que los
EL ESQUEMA DE PODER DE LA arrinconaba, les provocaba preguntas incómodas que los lleva-
ARGENTINA DEL PRIVILEGIO ban al sufrimiento, que los invalidaba para una próxima
a película que más se acercó al núcleo profundo y acción, algo que se debía evitar. A toda costa. Surgía, ahí, la

L represivo –incluso sanguinario y despiadado y cla-


sista– de la Argentina fue La Patagonia rebelde. Se
trata de una de las manchas más negras e ilevanta-
bles del Ejército Argentino. ¿Por qué el Ejército de
la patria tenía que transformarse en una máquina de asesinar
obreros rurales? ¿Por qué tenía que hacerlo poniéndose al servi-
cio de los patrones ociosos de la Sociedad Rural de Río Galle-
figura del párroco. Recibía al soldado de la tarea sucia y el
alma erosionada por la duda, incluso la piedad ante el cruel
destino que infligía a los otros, lo metía en el confesionario o
en cualquier lugar recoleto o parroquia y le hablaba pausada-
mente, pero con firmeza, convicción: “Hijo mío, no permitas
que tu conciencia te atormente. Has obrado con justicia. No
todo lo que hacemos tiene que agradarnos, pero lo que tú has
gos? ¿Ignoraba que los intereses de estos señores feudales esta- hecho era necesario y lo será siempre. Has venido a este
ban tramados con los de los ingleses, que se habían posesiona- mundo y has entrado en este Ejército para impedir que la
do de la tierra sin lucha (contrariamente al modo en que los patria sea sometida por los enemigos de Dios, por extranjeros
países se apoderan del territorios de otros países: mediante la de ideologías ajenas a nuestro ser patrio, por impíos que quie-
guerra), sino con la complicidad de los patrones argentinos, ren someternos a dioses que no son los nuestros, por ateos, por
que les dieron lo que pidieron, que se colmaron de orgullo por hombres ligados a una idea materialista y anticristiana de la
tenerlos como socios o como ilustres patrones amigos, socios vida. Si tomas sus vidas, no te arrepientas. Es lo que la patria te
también de esa Sociedad que los convocaba a todos, la Rural reclama. Es lo que tu Ejército (en quien la patria se encarna) te
de Río Gallegos? El coronel Zavala –del gran film de Olivera- exige. No le temas a la crueldad, ellos serían más crueles conti- dijimos. El Ejército norteamericano aniquiló ferozmente a los
Bayer– recién en la escena final advierte que lo usaron como a go. No le temas a la tortura. Si torturas al impío, si le infliges indios pero abrió la ruta de los colonos. Roca –luego del
un idiota, como a un sable sin cabeza, que así le decían a Lava- un gran dolor, le estás abriendo las puertas de la salvación. genocidio– sólo abrió la ruta de las fortunas fáciles, de ami-
lle, el primero de todos. Porque es Lavalle el que regresa del Nada purifica más que el sufrimiento. Ve, no vaciles. Es por tu gos, de parientes, de latifundistas que aún tienen ese poder y
Brasil, luego de triunfar en Ituzaingó con el Ejército Liberta- mano que la justicia divina se realiza. Es por la Iglesia que esa que en los días que corren lo siguen usando y creen –además–
dor, y lo pone al servicio de los unitarios de Buenos Aires, justicia se expresa, te habla y te confortará cuando dudes. Ni que son “la patria”, como dijo muy sueltito un concheto agra-
como policía interna. Y lo hace fusilar al coronel Manuel siquiera ahí –y sobre todo ahí– estarás solo. Porque ésa es acaso rista que semeja haber hecho solamente el colegio primario:
Dorrego, legítimo gobernador de la provincia, en el primer nuestra gran misión: estar a tu lado cuando dudes, cuando la “Mi maestra me enseñó que la patria la hizo el Ejército, la
golpe militar de nuestra historia, que se prolonga en las cam- incertidumbre erosione tu alma. Te daremos la fe que necesi- Iglesia y el campo”. La maestrita no te mintió, pibe. Había
pañas punitivas, increíblemente cruentas, desalmadas, de los tes. Te llevaremos mansamente a su encuentro. Acaso al aprendido eso en los libros que la oligarquía impuso en la
coroneles Rauch y Estomba. (Nota: No sé si decir que lo es. mismo lugar en que la extraviaste. No te dejaremos sufrir en la enseñanza para justificar su praxis histórica. Todo lo que ella
Pero durante los últimos tiempos muchos lectores me dicen soledad de la duda. Podríamos perderte. Y jamás nos permitirí- y sus aliados llevaron adelante como fuere (sobre todo el Ejér-
que mi mejor novela es El ejército de ceniza. Sé, en efecto, que amos algo así. Tanto es lo que te necesitamos. Lo que tú haces cito y la Iglesia) fue la Civilización e hizo la grandeza de la
esa novela se basa en los trágicos sucesos que el coronel Ramón no es posible para nosotros. No sabemos matar. No fuimos patria. El resto fue la barbarie: los gauchos, los indios, los
Estomba protagonizó en el sur de la provincia de Buenos preparados para eso. Pero nadie mejor que nosotros para decir- negros (liquidados en las guerras de la Independencia y luego
Aires. Que deliberadamente transformé ese paisaje en el de un te por qué tú, soldado de la patria, debes hacerlo... en la del Paraguay y por la fiebre amarilla, que era racista a
desierto mudo, incapaz de entregar un sentido, infinito e más no poder). De modo que el Ejército del coronel Varela
indescifrable, espacio metafísico en que un enemigo que sólo NO SOMOS NI SEREMOS IGUALES... estaba listo para cumplir con su deber. Y los radicales lo sabí-
deja tras de sí cadáveres y huellas que los rastreadores no alcan- Vamos a narrar esta penosa historia. Espero que se entienda an. Ocurre que si no solucionaban lo de la Patagonia los sec-
zan a descifrar, se torna inapresable. El coronel empieza a per- con total traslucidez que la comprensión de este hecho socio- tores dominantes los echarían a patadas por inútiles. En
der la razón. Dice una arenga tras otra y en cada una inventa político y criminal es insoslayable para entender la historia suma, o los dejaban reprimir hasta el extremo que fuera nece-
un enemigo distinto. Algo semejante le pasó a Ramón Estom- argentina. Será el peronismo de la juventud y de las comisio- sario o eran arrojados por la ventana y los dueños de la tierra
ba. Y recurrió a una técnica propia de los ejércitos que limpia- nes internas de obreros jóvenes (más profesores, médicos, psi- se encargaban directamente del trabajo sucio en el sur. Don
ron el territorio de gauchos y de indios: atar al enemigo a la cólogos y cualquiera que caminara por el suelo argentino en Hipólito, en medio de sus hermetismos y sus palabras con fre-
boca de los cañones y dar la orden de fuego.) Lavalle hace con esos años de masacre, hablo de 1976) los que padecerán la cuencia indiscernibles, aceptó ese costo. Osvaldo Bayer –con
el Ejército Libertador lo que se negó a hacer San Martín: herencia del ejemplo de Varela (llamado Zavala en el film de justicia– les pide una autocrítica a los radicales. Ni locos.
ponerlo al servicio de los intereses de las clases dominantes de Olivera-Bayer). El ejemplo es: donde hay rebelión obrera hay Menos ahora que están por el piso. ¿Lo imaginan a Cleto
Buenos Aires: una mezquina burguesía comercial importadora alteración del orden establecido, subversión, anarquismo, Cobos o a Ricardo Alfonsín explicando los sucesos de la Pata-
y una poderosa oligarquía terrateniente. Es esta oligarquía la ácratas indeseables a los que hay que exterminar. Un obrero gonia? ¿Con qué herramienta? ¿Con qué neuronas? Lo emba-
que homenaje al coronel Zavala en la sede de la Sociedad en huelga es un enemigo de la patria. Así lo entendió don rrarían todo y todo quedaría peor. Incluso, conjeturo, que un
Rural de Río Gallegos. Cuando termina la cena alguien propo- Hipólito Yrigoyen. Porque, señores, en estas páginas no hay personaje como Cleto ha de tener una visión muy borrosa de
ne un brindis. Es un terrateniente de origen británico. Alza su silencios: si Perón permitió armar la Triple A o directamente los sucesos de 1921. Más como algo de lo que el partido le
copa y empieza a cantar: “Porque él es un alegre y buen amigo”. fue su inspirador, Yrigoyen autorizó entonces lo que sabía prohibió hablar que como un hecho contundentemente histó-
En inglés, por supuesto. Todos se le unen. Zavala advierte que habría de ser una carnicería. Nada del hombre del misterio (al rico y feroz.
los dignos terratenientes por cuyas tierras asesinó a miles de decir de Manuel Gálvez) que ignoraba algo que ocurría tan La cosa sucede en 1921. El combativo anarquista español
paisanos pobres hablan todos un inglés sin fisuras. Y todos lejos. Río Gallegos era la patria. No lo sería tanto como Bue- Antonio Soto (que protagoniza Luis Brandoni en el film) crea
cantan con entusiasmo esa canción tan legítimamente británi- nos Aires. Pero lo era y entregaba más riquezas que la ciudad en Santa Cruz la Sociedad Obrera de Río Gallegos. A Antonio
ca que han hecho suya. En su cara se dibuja un gesto de des- puerto. Campos fértiles, inacabables, sustentadores de fortu- Soto le decían el “Gallego” Soto. Era un tipo vital, guerrero y
dén. Aquí hay una incógnita. ¿Qué descubre Zavala? ¿Que nas que se basaban en el latifundio, en el genocidio de Roca y que no habrá de regalar su vida a los pelotones de Varela. Al
mató para la prosperidad ilimitada de ingleses y argentinos en la tierra que éste entregó a diez familias. No más. Ya lo costo de volver su lucha solitaria, sin compañeros a su alrede-
II
saben que habrán de rechazar.
Demandas de los obreros:
Primero) Que en recintos de 16 m2 no durmieran más de
tres hombres.
Segundo) Que cada obrero recibiera al menos un paquete
de velas mensualmente.
Tercero) No trabajar los sábados.
Cuarto) Aumentar las raciones de alimentos.
Quinto) Un sueldo mínimo de 100 pesos por mes.
Sexto) Reconocimiento de la Sociedad Obrera como única
representante legítima de los obreros patagónicos.
Séptimo) Nombramiento de un delegado como interme-
diario de las partes en conflicto.
Cuando este Pliego de condiciones es rechazado por los seño-
res de la tierra, los obreros inician las huelgas en la Patagonia.
En noviembre, el día primero, se declara la huelga general.
Corre el año 1920. Dos días después intentan asesinar al diri-
gente Antonio “Gallego” Soto. Este es uno de los grandes
protagonistas de estos sanguinarios eventos. Hombre joven,
de inusual coraje, llevará la lucha hasta el fin. Su compañero
más cercano será un viejo anarquista, el alemán Schultz. Sobre
el final tendrán su único desacuerdo, que es una lección de
política. Cada uno toma una decisión distinta. Uno, la de
morir con sus compañeros, aunque sabe que están equivoca-
dos. Otro, la de “no regalar” su vida, “no tirarla a los perros”,
y seguir luchando, aunque sea solo o con muy pocos, dos o
tres al inicio. Estos problemas políticos que se plantean en La
Patagonia rebelde son únicos en el cine argentino. Sólo, desde
luego, el Grupo Cine Liberación alcanzó tan altos niveles de
teoría política. Pero La Patagonia... apuntaba a un gran públi-
co, pretendía ser una película comercial, tenía grandes actores
y hasta actores populares, de esos a los que se le dice “estre-
llas”, que aquí toma cada uno la dimensión de un militante,
no en vano fueron perseguidos por Videla y tuvieron que
huir.

EXCURSO:
TESTIMONIO DE OSVALDO BAYER
Buenos Aires, 23 de junio de 2009-06-23
Querido José Pablo:
Te mando lo pedido. Puedes hacer lo que te plazca.
Veo que en tu capítulo de “Peronismo” de la semana pasa-
da hablas de Cámpora y de La Patagonia rebelde. Sí, creo yo
que ese film fue posible por el clima que se vivía en los cua-
renta días camporistas. Sin ninguna duda, en mis largos 82
años, fue el período donde se vivió con más libertades, más hori-
zontes y más esperanzas. Pero, claro, duró apenas. Y así nos fue.
Porque justo yo había terminado el guión para el film y Oli-
vera y Ayala lo presentaron ante Getino, quien lo aprobó de
inmediato, entusiasmado, en un acto inusitado, luego de tan-
tas dictaduras tenidas desde ese general estreñido, Onganía,
dor. Veremos esto. ¿Qué se producía en Santa Cruz? Mucha, nos corresponde, llevar el salario a su casa, preñar a su mujer, hasta el otro mandamás del Barrio Norte, Lanusse. Y de Geti-
demasiada riqueza. Estaban ahí los grandes latifundios y sus criar a sus hijos y obedecer a sus patrones. Punto, este último, no el guión pasó a Mario Soffici, que dirigía el Instituto y dio
señores feudales y, complementándolos, los frigoríficos britá- fundamental. Y deliberadamente usamos esta palabra: la obe- el préstamo de inmediato, entusiasmado. Pero después de eso
nicos. Pero las guerras europeas siempre habrán de repercutir diencia es el fundamento del orden en el trabajo. Lo contrario comenzó el camino en la niebla. A no saber si íbamos a llegar
fuertemente en la Argentina. A veces bien. La Segunda Gue- es la insurrección, que lo impide. Y que jamás permitiremos. a la meta soñada: ver el film en las pantallas de los cines de
rra posibilitó el primer peronismo. Pero aquí, ahora, en Río barrio. La primera señal de alarma fue cuando Lastiri –el
Gallegos, la Primera Guerra Mundial altera todo. Los latifun- EL “PLIEGO DE CONDICIONES” nuevo presidente peronista que reemplazó a Cámpora– prohi-
distas se ven perjudicados. A no apenarse: que un latifundista Los trabajadores de la lana y los peones rurales vivían bajo bió mi primer libro, el Severino Di Giovanni. Que cuando leí
se perjudique no es grave. No lo es para él. Le sobra la guita condiciones misérrimas. Los obreros laburaban 12 horas. Los el decreto me dije “hay que ser desgraciado para ser prohibido
para vivir largos años de crisis. Pero las crisis –como siempre– arrieros y los esquiladores... 16 horas. Es nauseabundo. Es nada menos que por Lastiri”. Luego, supimos que el guión de
se vuelcan sobre los obreros. Que paguen ellos. Los que inhumano. Concepto que empleo poco. Porque las peores La Patagonia rebelde había sido leído por los militares y que
menos tienen. Al fin y al cabo, les damos trabajo. Las estan- cosas de este mundo las hacen los hombres. No veo por qué dijeron “que filmen eso no nos importa pero que tenga ese
cias son nuestras, las hicimos nosotros. Ellos habrían sido algo abominable debería ser calificado como “inhumano”. ¿Lo final no lo vamos a permitir de ninguna manera, vamos a salir
incapaces de hacerlas. Encima, de buenos que somos, les “humano” es entonces sinónimo de “bueno”? ¡Por favor! Ese a la calle”. El final del film, en aquel primer guión, era la esce-
damos trabajo. Ahora que no hay, que se jodan. Existe, en el esquema: humano = bueno. Inhumano = malo, ha sido elabo- na cuando las prostitutas de San Julián rechazan a los solda-
homo capitalista (personaje al que he llegado a conocer bien a rado por algún humanista evangélico. O por algún utopista dos fusiladores de peones rurales al grito de “asesinos, con ase-
lo largo de los años) una certeza de fierro: Sin nosotros no hay empeñoso. O por uno de esos socialistas que luchan por “el sinos no nos acostamos”. Los militares tomaron a ese final
trabajo, nosotros somos los que les permitimos vivir a los obreros y hombre” y terminan asesinados por “el hombre”, por un como “un insulto al uniforme de la patria”. Ayala, el produc-
a los campesinos, gente inferior incapaz de acumular un capital y “hombre” que no piensa como ellos pero no es menos “hom- tor del film, me pidió entonces que escribiera otro final. Yo
montar una industria. Que agradezcan, entonces. Lejos de bre” por eso. me negué al principio, pero luego se me ocurrió algo que hace
toda esa patraña del socialismo resentido –propio de hombres Los salarios se pagaban en bonos. Sólo los domingos podían una verdadera síntesis de a quién favoreció toda la acción del
inferiores– acerca de que son explotados, de que la ganancia la descansar. Tal vez para ir a la iglesia y que el buen cura de ejército y a qué intereses sirvió: es cuando los estancieros can-
extraemos del trabajo que les ofrecemos, la verdad es que se turno consolara sus desgracias. “El hambre purifica los peca- tan a Varela, el jefe militar, la conocida canción inglesa “For
trata de pobre gente que puede vivir gracias a nosotros, a dos de la carne. Jesús, el hijo de Dios, ayunó en busca de la he is a jolly good fellow” (“porque eres un buen compañero”).
nuestra creación de fuentes de trabajo. Nosotros los mantene- pureza extrema. No despreciéis ese camino. Acaso el mismo Creo que con ese fin está todo dicho. Y así se filmó. Ahora,
mos. No somos ni podemos ser iguales. Una cosa es un hom- Señor lo abrió para ustedes.” Después –ese párroco de esos hace pocos días le he propuesto a Olivera que filmemos aquel
bre culto, un hombre de negocios, que sabe los precios inter- sermones que santificaban la sumisión– se iba a la estancia final de las prostitutas y que el film se reestrene con los dos
nacionales de los productos que trabaja, que sabe los valores más cálida de la Abadía y se tomaba un vino espeso y dulzón finales, a 35 años de su estreno. Creo que sería un gran éxito y
de la bolsa de New York y Londres porque lee diarios de esos y una jugosa pata de cordero. un acto reivindicatorio de la valiente actitud de esas mujeres
países, escritos en el lenguaje que allí se usa, y los lee porque Pero las cosas empeoran. Ni los curas pueden detenerlas. tan humilladas que tuvieron ese acto de coraje y que pagaron
domina lenguas extranjeras, que le permiten acceder a los cul- Llegan a Río Gallegos delegados de toda la provincia. Ya los cara esa actitud. Los inconvenientes prosiguieron ya durante
tos idiomas en que esos diarios están redactados (¿O cómo reflejos de los patrones se ponen en acción. “Cuando veas que la filmación. Vinieron tiempos muy duros. El gobernador
suponen las peonadas que está redactado el New York Times? más de dos obreros se juntan y empiezan a hablar deslealtades don Jorge Cepernic, hijo de un trabajador rural huelguista,
¿En el idioma de Martín Fierro o en quechua o en tehuelche? de la patronal y a peticionar aumento de salarios, recurre a tu nos dio su generosa ayuda. Más tarde, su provincia fue inter-
No, hay salir al mundo y esa salida requiere el excelente carpeta de despidos, a tus matones y prepara tu revólver, no lo venida y él fue preso. Estuvo siete años en prisión. Hace poco,
domino de las lenguas cultas.) y otra cosa es el trabajador lleves nunca sin balas.” En suma, los obreros de Santa Cruz se don Jorge Cepernic me relató que, estando en la cárcel, una
rural o fabril de manos toscas, de palabras limitadas, de creen- atreven a la insolencia de pedir mejoras a sus patrones. ¿Saben vez se acercó el coronel que estaba a cargo de la dirección de
cias simples, primitivas, que sólo sabe trabajar para nosotros cómo se piden las mejores? Se elabora un pliego de condicio- la misma. Don Jorge aprovechó a preguntarle: “¿por qué me
(porque nosotros les abrimos la puertas de esa posibilidad), nes. Cuando los patrones escuchan este concepto empalide- tienen tantos años preso, por haber aprobado algunas leyes a
agotarse en ese trabajo, algo que a nosotros no nos agrada ni cen. Pliego de condiciones. Algo que, sin duda, antes de leer, favor de los obreros?”. Y el coronel le respondió: “No, no,
III
usted está equivocado, usted está preso por haber to, y las tumbas masivas de las peonadas así fusila- De aquí la importancia que le damos y le segui-
permitido como gobernador que se filmara en su das están todas marcadas, como señal contra la remos dando. Nos ocupará un capítulo más. Por-
provincia La Patagonia rebelde”. Creo que esa res- barbarie. que el tema es complejo. También podríamos pos-
puesta da pruebas de la ira que despertó entre los Te mando el abrazo fraterno de siempre y el tular que la tragedia-masacre de Ezeiza es el Aleph
uniformados la absoluta verdad histórica del film. abrazo para tu compañera tan querida. de nuestra historia. O uno de ellos. Porque tiene
Cuando se terminó de filmar La Patagonia rebelde Osvaldo Bayer varios. Sin duda, conjeturo, es el Aleph del pero-
ya estábamos en tiempos del último gobierno de nismo. Pero también lo son las conquistas sociales
Perón y la censura había cambiado, ya no estaba EL “ALEPH” DE LA HISTORIA del período 1946-1952. (Nota: Pero ojo: la masa-
Getino sino una comisión de cinco personas, ARGENTINA cre de la Patagonia es –para mí y, sin duda, para
entre los cuales había un representante de la Igle- ¿Notaron la semejanza entre los apellidos de esos Osvaldo– el Aleph de toda nuestra historia. Creo
sia Católica y otra del Ministerio de Defensa. dos carniceros? ¿Suena muy distinto Varela que haber explicado los abundantes motivos. Todo está
Sabiendo que la cosa iba a ser difícil, Olivera y Videla? ¿Por qué le dedico tanto espacio y esmero ahí. La sumisión del Ejército a la oligarquía terrate-
Ayala ensayaron una táctica. Anunciaron apenas a este film? Lo dije: define el espíritu de la libertad niente. A los tradicionales dueños del país porque
tres días antes de presentarlo a la censura, en todos camporista y su aceptación y su empuje entusiasta son los que tempranamente se adueñaron de la tie-
los diarios del país, el estreno del film. Esto, para por proyectos de este tipo. Sin camporismo no rra. La crueldad con que el Ejército llevó a cabo esa
cortarles las posibilidades de prohibición porque habría existido La Patagonia rebelde. ¿Alguien dirá sumisión. El apoyo o la cobardía o la complicidad
iban a quedar muy mal no dando permiso a un que no es una Historia del peronismo el lugar para de la clase política. Aun la de un gobierno populis-
film tan anunciado. Pero, al terminar de verla, el tratar esta relevancia, que otras historias del pero- ta, surgido para dar cobertura a los nuevos sectores
representante del Ministerio de Defensa dijo: “Yo nismo no lo hacen? En fin, aclaremos un par de populares, los nuevos sujetos políticos de la pobre-
este film no lo apruebo”, y se retiró. Como la cosas. No sabemos si lo será, pero se habrá ya des- za: los inmigrantes. La Iglesia Católica. Siempre
aprobación debía ser por unanimidad, el film no cubierto que esta no pretende ser otra historia del desarrollando en estas tierras las perores de sus ten-
fue aprobado ni rechazado. Quedó en el limbo. peronismo. No quiero decir por eso que pretenda dencias. Aunque raramente aparecieron otras en
Sin el visto bueno de la censura ningún film podía ser la historia del peronismo. Sería absurdo. Sólo cualquier otra latitud. Porque siempre late en ella,
ser mostrado. Comenzaron así a pasar las semanas. pretendo decir que no pretende ser una más. Que en la oscuridad conspirativa de sus socavones, el
Olivera, entonces, le habló a Abras, que era el su ambición de totalidad constituye un imperativo espíritu de la Inquisición, del “dar la muerte en
secretario de Prensa y Difusión de Perón. Abras le central de su estructura. Desearía no dejar nada de nombre del Señor” y “recibirla como castigo y
dijo a Olivera que no se preocupara, que él le iba a lado. Para cumplir semejante ambición es necesa- redención que os hará nuevamente puros”. Pero
mostrar el film a Perón un sábado a la noche en rio trazar una historia total de la Argentina. O muertos. Los niños bien, las patotas de Manuel
Olivos, ya que al general le gustaba ver cine justa- hacer un viaje de ida y vuelta. Del peronismo a la Carlés, los iracundos de La Liga Patriota, odiado-
mente los sábados, cuando descansaba en la resi- historia totalizadora del país y de la historia totali- res de obreros, rojos y judíos; bestias fascistas, gro-
dencia de Olivos, y que él (Abras) estaba seguro zadora del país a la historia del peronismo. No seros en su violencia frontal, diseñada por el odio
de que le iba a gustar a Perón y que lo iba a apro- creo que eso nos lleve a ocuparnos en detalle de la de raza y de clase. Luego transformados en coman-
bar. Pasaron dos o tres semanas hasta que sí, Revolución de Mayo, pero –a lo largo del ensayo- dos civiles y luego en grasas de la Triple A o en
Perón lo vio, junto a Isabelita. Esta no dio ningún narrativo que pretendemos hacer– no debería ser grupos de tareas cuando delegaron en otros el
comentario –contó Abras– y que Perón sólo dijo: ajena a nuestra extensa temática. Además, sucio arte de quitar vidas. Los intereses de los paí-
“Sí, está bien la película pero el verdadero fusila- La Patagonia rebelde es el Aleph de la historia de ses extranjeros. Gran Bretaña en este caso, en la
dor no fue Varela sino Elbio Anaya, tío del gene- nuestro país. Esa historia del helado sur resume en Patagonia de Varela y la Sociedad Rural. Luego
ral Anaya, que hoy tenemos de comandante en sí todos los elementos de nuestra historia. No en vendrán los demás. Los que decidieron todos los
jefe” (se refería al general Leandro Anaya). Y vano alguien como Osvaldo Bayer (un gran histo- golpes con el asesoramiento y apoyo abierto de la
Perón se fue a dormir sin hacer otro comentario. riador) hizo de ella el centro de su obra y –conje- Embajada de Estados Unidos. Hasta llegar a ese
Así, nuestro film quedó otra vez en el limbo. Ni turo– de su vida. El “aleph” es un concepto borge- chiste macabro: “¿Saben por qué no hay golpes de
rechazado ni aprobado. Comenzaron a correr las ano, que habría estado del lado de Sociedad Rural Estado en Norteamérica? Porque no hay Embajada
semanas y los meses, ante nuestro desconcierto, de Santa Cruz, pero desde Buenos Aires y lejos de de los Estados Unidos”. Quiero dejar claro que
nuestra rabia y nuestro dolor. Hasta que el 10 de los tiros. No importa lo que él haya hecho en una sólo deseaba explicar las causas de la expansividad
junio de ese año –1974– Abras llama a Olivera ocasión que no vivió. Andaba por Europa durante con que trato un tema que algunos no verán ligado
para decirle que “el general acaba de decirme que esos años y pronto para regresar al país. Importa a la historia del peronismo y, de hecho, pocos lo
den el film ya mismo y en todos los cines del analizar si podemos apropiarnos de cierto concep- han visto así. Pero no. Es así como hay que verlo.
país”. Nuestra sorpresa fue tan grande que no lo to que elaboró y aplicarlo a nuestra problemática. Luego pasaremos a la compleja trama de Ezeiza y
podíamos creer. Y después vendrá la explicación En su cuento “El Aleph” (que publica en 1949, posiblemente ahí comprendamos a fondo por qué
de Abras: ese día, Perón se levantó como siempre en un libro de cuentos que lleva ese nombre), bre- nos detuvimos tanto en la masacre patagónica y
a las 6 de la mañana y leyó La Nación. En el diario vemente escribe: “El diámetro del Aleph sería de por qué le otorgamos el rango de Aleph de nuestra
había una información que señalaba que el dos o tres centímetros, pero el espacio cósmico historia, ese punto viviente, ese significante que
“comandante en jefe del Ejército, general Leandro estaba ahí, sin disminución de tamaño” (Jorge jamás deja de exigir la búsqueda de sentidos, de
Anaya, ha declarado que el Ejército responde a sus Luis Borges, Obras completas, tomo I, Emecé, significados que nos trascienden una y otra vez.
mandos naturales”. Al leer esto, Perón montó en Buenos Aires, 2002, p. 625). ¿Cómo es el Aleph? Tanta es su riqueza posiblemente inabarcable.)
cólera, tiró el diario al suelo y dijo: “¿Y qué me Borges ofrece esta descripción: “En la parte infe- Por ahora, sólo algo más: el coronel Varela
quiere decir con esto, a quién va a responder el rior del escalón, hacia la derecha, vi una pequeña morirá a manos de un obrero de origen alemán
Ejército si no es a sus mandos naturales?” y en el esfera tornasolada, de casi intolerable fulgor. Al llamado Kurt Wilckens. Escribe Bayer: “Diecisiete
acto llamó a Abras y le dijo: “Abras, ¿cómo se lla- principio la creí giratoria; luego comprendí que heridas graves: doce producidas por la bomba y
maba el film que habla del tío del comandante en ese movimiento era una ilusión producida por los cinco balazos en la parte superior del cuerpo (dos
jefe actual?”. “La Patagonia rebelde, señor Presi- vertiginosos espectáculos que encerraba” (Borges, de ellos le han interesado la aorta). Parece que al
dente”, respondió Abras. “Bueno, que lo den ya ob. cit., p. 625). Más adelante, en una posdata que alemán Wilckens no le ha temblado la mano. Le
mismo y en todo los cines del país, ¡yo le voy a fecha en marzo de 1943, día primero, lo define ha aplicado lo que los anarquistas llaman la justi-
enseñar a ese general quién manda aquí!”, exclamó como el “punto donde convergen todos los puntos” cia proletaria. En un muerto ha resumido los cen-
Perón. (Borges, ob. cit., p. 627). A esto –exactamente– tenares de fusilados en la Patagonia. Ahora la
Y debe ser cierta la versión de Abras porque tres quiero ir: si la huelga de los obreros patagónicos, muerte los ha emparejado. Lo mismo que sus víc-
días después se pudo estrenar sin ningún proble- si la complicidad de la Sociedad Rural con los timas, el comandante ha quedado tirado en el
ma. Quince días después, Perón fallecía y apenas terratenientes británicos, si la actuación de los suelo, boqueando” (Osvaldo Bayer, La Patagonia
24 horas más tarde La Patagonia rebelde triunfaba grupos civiles de conchetos fascistas a órdenes de rebelde, Planeta, Buenos Aires, 2002, p. 317. La
en el festival cinematográfico de Berlín obtenien- Manuel Carlés, el jefe de la Liga Patriótica, si las que utilizo es una versión abreviada que realizó el
do el Oso de Plata. Por ese premio, el gobierno de masacres masivas del coronel Varela, si la pasivi- propio Osvaldo en beneficio de la difusión y
Isabelita, López Rega y Tato (el supremo censor dad del gobierno populista de Yrigoyen (sin más: conocimiento de su obra más importante. Es muy
del cine, católico, franquista y nazifascista todo a su actitud cómplice o, sin duda, cobarde), si la buena y muy útil. No obstante, PáginaI12 está
la vez, personaje típico de la Inquisición) no pudo crueldad inaudita del Ejército Argentino (que publicando durante estos días una versión exhaus-
prohibir el film por unas semanas. Pero el 12 de reflejaría, hacia atrás, la de los lugartenientes de tiva en dos tomos de 584 y 672 páginas. Queda
octubre, ese día, los que hicimos el film, incluidos Mitre en la “guerra de policía” a las provincias claro que sólo este diario publicaría este libro y
los actores, salimos en los diarios en las listas de luego de Pavón y la de Roca en la “conquista” del que sólo en él Osvaldo autorizaría esa publicación.
las Tres A, condenados a muerte. Tato lo llamó a desierto y, hacia adelante, la de los grupos de tare- Wilckens esperó a Varela pacientemente. Fue una
Olivera y Ayala ordenándoles que retiraran el film as y los espacios concentracionarios de la Junta vez y no pudo, otra tampoco. Por fin, lo agarró
“para siempre” y en todos los cines del mundo, que presidió Videla o Vi(ar)ela) han atraído a solo a la salida de su casa, Fitz Roy 2461, Paler-
porque él “no podía ya parar a nadie y las conse- Osvaldo Bayer hasta la obsesión es porque ése, ese mo. Le tiró una bomba y le descerrajó seis tiros.
cuencias iba a ser incalculables”. Fue así. El film punto, el punto de nuestra historia en que tiene Gobernaba Alvear cuando muere Varela. A su
no pudo darse durante diez años. En febrero de lugar la tragedia patagónica, es su Aleph, es el entierro asisten los miembros de La Liga Patrióti-
1984, luego del largo exilio, pude ver nuevamente punto en que todos los otros coinciden. Hacia el ca, encabezados por el doctor Manuel Carlés. El
en Buenos Aires cómo el público aplaudía de pie a que todos los otros convergen. Nada falta ahí. ministro de Guerra de Alvear, general Agustín P.
ese film tan perseguido por la estupidez del poder. Nuestro espacio cósmico está íntegro, “sin dismi- Justo, hombre de brillante futuro. El presidente
Film que no hizo otra cosa que mostrar la masacre nución de tamaño”. Expliquemos esa historia y Alvear, por supuesto. Y también el ex presidente
PRÓXIMO de los peones rurales patagónicos que pedían un explicaremos todo. Por decirlo claro: las masacres don Hipólito Yrigoyen. También él.
DOMINGO trato un poco más digno. Pero la ética finalmente de obreros que realizó, a pedido de la Sociedad
Camporismo triunfó: hoy, en Santa Cruz, los héroes de ese Rural, el Ejército Argentino en la Patagonia, son Colaboración especial:
y cine (IV) movimiento tan justo tienen todos un monumen- el Aleph de nuestra historia. Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 28 de junio de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


85 Camporismo y cine (IV)

Suplemento especial de

PáginaI12
“–En el Sur hay graves instancias –recordó el Viejo pega un tiro en el centro de la pista. Y, en tanto agoniza, oye su plan: huelga general, asaltar las estancias y tomar rehenes, Puerto Deseado, que llega a Las Heras a cargo del subteniente investigación histórica, amplió los hechos narrados y agregó premonitoria en varios aspectos, pero especialmente en uno:
inalterablemente. las risas desbocadas del público. Y los gritos imperiosos, atro- de forma sorpresiva y violenta. Soto se opuso, y sostuvo que Jonas. Retoma Las Heras sin resistencia y fusila a Echevarría y las sucesivas venganzas ocurridas en años posteriores. cuando Alterio decía “De mí se podrá decir que fui un militar
–Si usted me permite, yo... –tartamudeó Vicente. nadores: “Hacelo otra vez. ¡Hacelo otra vez!”. Se dirá –una vez había que hacer huelga o boicot solamente a aquellos estancie- a otros dirigentes huelguistas. El 20 de diciembre, Varela arri- En 1973, yo estaba dirigiendo Las venganzas de Beto Sánchez, sanguinario pero nunca un militar desobediente.” Dos años
–En el Sur hay graves instancias –repitió el Viejo más– que nada tiene que ver esto con el peronismo. Es posible. ros que no hubieran cumplido con el pliego de condiciones, y bó a la estación Tehuelches informado sobre un campamento propuesta de Ricardo Talesnik que, al haber sido hecha en un antes del golpe militar del 24 de marzo de 1976 habíamos
poniéndose de pie–. ¿Conoce el asunto? No todo lo que está en este libro tiene que tener relación argumentó que era darle argumentos a la Sociedad Rural. de huelguistas. Al llegar, se produce el único acto de resisten- tiempo en que aún gobernaban los militares fue sin duda una instalado la teoría de la Obediencia Debida.
–Sí, sí. Naturalmente.” directa con el peronismo. A veces la relación será lateral y a Ambos rompieron relaciones por completo. “El Toscano” fue cia al Ejército en toda la campaña: en un tiroteo es herido el experiencia audaz, pero cuyo estreno en agosto de ese año, des- Con el tiempo, La Patagonia rebelde se transformó en un
(David Viñas, Los dueños de la tierra, veces inexistente o una nota lejana, una sugerencia metafórica. capturado el 8 de octubre, por el comisario Vera, paradójica- soldado Salvi y muerto el soldado Fischer. Entre los huelguis- pués de la “Primavera Camporista”, pasó desapercibido. gran clásico. Setenta cronistas cinematográficos la eligieron
Editorial El Lorraine, Buenos Aires, 1974, p. 38.) Pero la historia del payaso, ¿era buena o no? Por otra parte, mi mente, denunciado por los obreros. tas hubo al menos tres muertos y varios heridos. Varela y su ¿Qué me entusiasmó en la propuesta de Bayer? Por un lado como “La película más significativa del cine argentino en
propósito es explicar el oxímoron de Valle-Inclán. Y lo hago El presidente argentino Hipólito Yrigoyen decidió el envío grupo tuvieron que retroceder hasta Jaramillo. Desde allí que veníamos de siete años de gobiernos militares y era hora colores”. En fin, la loca aventura había valido la pena.
“¡Así no se mata a un criollo!” en una Nota. De modo que no merecería cuestionamientos de tropas del Regimiento 10º de Caballería, dividiéndolo en envía al gerente de La Anónima, Mario Mesa, a parlamentar de que el cine argentino se pusiera los pantalones largos y se Héctor Olivera
(Facón Grande en La Patagonia Rebelde.) extremos. Espero me sean evitados. Ahora supongo que está dos cuerpos. El principal era comandado por el jefe de la con Facón Grande, y les promete respetar la vida de todos y atreviera a hacer una película crítica sobre un hecho puntual
clara la cuestión del oxímoron “Trágico-payaso”. Volvamos a expedición, el teniente coronel Varela, y el segundo cuerpo acceder a sus demandas si se rinden. Luego de una asamblea, del Ejército Argentino. Cabe señalar que hasta entonces los FICHA TÉCNICA DE
“For he is a jolly good fellow!” “Benigno Varela”.) Imaginen si Videla, en lugar de Jorge Rafa- era comandado por el capitán Elbio C. Anaya. Partieron el 4 los obreros deciden entregarse en la estación Tehuelches el 22 códigos no escritos pero respetados exigían que cuando se LA PATAGONIA REBELDE
(Los miembros anglo-argentinos de la Sociedad Rural el, se hubiera llamado Jorge Benigno Videla. ¿Me siguen de noviembre de 1921 en el transporte “Guardia Nacional”. de diciembre. Contrariamente a lo prometido, Varela fusila a mostraba a un oficial de policía en una acción negativa, debía
de Río Gallegos felicitando al teniente coronel Varela.) ahora? El antagonismo oximorónico es trágico. “Benigno El 10 de noviembre Varela arribó a Río Gallegos. Allí fue Facón Grande, a Leiva y al menos a medio centenar de obre- vestir de civil, nunca de uniforme. Ni qué hablar de los oficia- La Patagonia rebelde (1974)
Varela” es un oxímoron trágico. Porque nunca Varela ha sido informado por los miembros de la Sociedad Rural, las autori- ros. Al exterminar al último grupo de huelguistas, las tropas les de las Fuerzas Armadas. Intocables.
“¡No lo olvides! Medita en el gesto/ De ese mártir que ni fue ni será “benigno”. Que se haya llamado así es una carca- dades policiales y el gobierno local de que “todo el orden se del Ejército se dedicaron a rastrillar toda la provincia de Santa Cuando comenzamos con el proyecto eran los tiempos del Dirección: Héctor Olivera
tuvo otro igual:/ Aquel noble Simón Radowitzky/ Que jada del Infierno. Una broma macabro del propio Belial, que halla subvertido, que no existía la garantía individual, del Cruz en busca de los huelguistas dispersos. El ejército los per- tío Camporita que, ingenuamente, nos hicieron suponer que Guión: Osvaldo Bayer, Fernando Ayala y Héctor Olivera, sobre
aún vegeta en la Tierra Infernal./ Son dos héroes, dos ha gozado con ella. Prestemos atención a las cosas que hace domicilio, de la vida y de las haciendas que nuestra Constitu- seguirá, los irá atrapando y fusilando sumariamente. La cam- el país entraba en una etapa democrática, de respeto a las ins- el libro Los vengadores de la Patagonia trágica, de Osvaldo
grandes, dos nobles./ Dos estrellas de claro esplendor./ nuestro “benigno” teniente coronel Varela. ción garante; que hombres levantados en armas contra la paña finalizó el 10 de enero de 1922. En total, alrededor de tituciones y a la libertad de expresión. Un hecho alentador fue Bayer.
Que trazaron caminos felices./ Con dos bombas Patria amenazaban la estabilidad de las autoridades y abierta- 1500 obreros y huelguistas resultaron muertos. el Operativo Dorrego en el que el Ejército Argentino y los Fecha de Estreno: 13 de junio de 1974.
cargadas de amor” VARELA EN ACCIÓN montoneros, brazo con brazo, fueron a colaborar con los afec-
(Fernando Gualtieri, El héroe, 1924. Citado por Logra un primer acuerdo con los obreros y regresa a Buenos tados por las inundaciones en el oeste de la provincia de Bue- Intérpretes:
Osvaldo Bayer en La Patagonia rebelde, ob. cit. p. 348). Aires. El acuerdo no se cumple por parte de los patrones. nos Aires. De todos modos, vista desde hoy la producción de Héctor Alterio: Teniente General Zavala
Aunque la derecha y los sectores de la Sociedad Rural quieran La Patagonia Rebelde fue una loca aventura. Luis Brandoni: Antonio Soto
EL “BENIGNO” TENIENTE CORONEL esconder estos hechos, los pérfidos de la historia son ellos. No Repetto era amigo de un teniente coronel en actividad y Federico Luppi: José Font, “Facón Grande”
VARELA sólo no cumplen el tratado sino que arman bandas de la Liga propuso cubrirnos consultando –a través suyo– a las autorida- Pepe Soriano: Schultz, “El alemán”
ay un primer acuerdo. Un respiro: las cosas no Patriótica. Los patrones recurren a las autoridades armadas de des militares. Supongo que nuestro socio Luis Osvaldo tenía la Pedro Aleandro: Félix Novas

H pasarán a mayores. El 29 de enero llega un mili-


tar yrigoyenista para hacerse cargo de la gober-
nación. Se trata del capitán Ángel Ignacio Iza.
Tratará de conciliar entre las partes. Llega tam-
bién el más sombrío personaje de esta historia. Es el 2 de enero
y llega el teniente coronel Héctor Benigno Varela. Hay perso-
najes cuyo nombre no rige su destino. Que el nombre de
Río Gallegos para meter presos a los huelguistas de las estan-
cias. Son represalias duras, sangrientas. Los de la Patriótica no
se andan con vueltas. ¡Qué personaje Carlés! Siempre sabía
dónde debía estar. Donde su clase –habituada a los privilegios
abusivos– lo reclamaba. He citado en otras partes la frase con
que iniciaba muchas de sus arengas. Se le consideraba el maes-
tro de la “arenga patriótica”. Género que inventó Mitre.
secreta esperanza de que la respuesta fuera una rotundamente
negativa pero, en cambio, a las dos semanas, el teniente coro-
nel nos trasmitió la respuesta oficial: “El arma Ejército es pres-
cindente en materia de cinematografía, hagan la película”.
Pero agregó: ‘Ahora, si dejan esa secuencia de las prostitutas y
yo soy el jefe del regimiento 7 de Infantería, voy a un cine con
un pelotón de soldados y ¡le prendo fuego a la pantalla!’”.
Jorge Rivera López: Edward Mathews
Osvaldo Terranova: Outerello
Héctor Pellegrini: Capitán Arzeno
Maurice Jouvet: Don Federico
Alfredo Iglesias: Ministro Gómez
José María Gutiérrez: Gobernador Méndez Garzón

Varela sea (el primero) Héctor, recordará al glorioso, valiente (Nota: Carlos D’Amico, un hombre de los tiempos de Mitre, Cuando comenzamos a trabajar con Osvaldo y Fernando el Equipo técnico
guerrero de la sitiada Troya que enfrenta al bravo Aquiles, uno de sus contemporáneos, o sea: no un “revisionista trasno- tema de las prostitutas que, después de los fusilamientos, no Producción: Fernando Ayala y Héctor Olivera
cuya invencibilidad era irrefutable salvo por el detalle del chado”, ningún revisionista sino un contemporáneo del tra- quisieron acostarse con los soldados ‘asesinos’, surgió que argu- Productor asociado: Luis Osvaldo Repetto
talón. Todos los sabemos: el talón de Aquiles. Todos lo tene- ductor de Alighieri, en un libro recientemente editado por el mentalmente esas prostitutas debían incluirse antes en la histo- Asistente de Dirección: Horacio Guisado
mos: nuestro talón de Aquiles. Pero Héctor lo ignoraba. Aqui- Fondo Nacional de las Artes, recopila algunas frases de las ria y no aparecer sorpresivamente al final. Incluso hablamos Fotografía: Víctor Hugo Caula
les lo derrota y pasea su cadáver frente a las murallas de Troya, arengas de Mitre: “Yo estoy acostumbrado a entrar en los con Thelma Biral para personificar a una de ellas. Pero había Vestuario: María Julia Bertotto
humillándolo frente a los defensores de la ciudad, que lloran ministerios echando abajo sus puertas a cañonazos”. Luego: un serio problema argumental: la escena que Osvaldo defendía Montaje: Oscar Montauti
de dolor, impotencia. Ese nombre de Varela podrá recordar “Herido en la frente en una guerrilla durante el sitio de Bue- con ahínco era tan fuerte que iba a competir con la del ban- Música: Oscar Cardozo Ocampo
–lejanamente– al héroe troyano. Pero no más. Él, Varela, no nos Aires en 1853, les dijo a los ayudantes que tenía alrede- quete del “For he’s a jolly good fellow” y no hay nada peor
será un héroe, no morirá en lucha a campo abierto ante un dor: ‘Tenedme; que quiero morir de pie como un romano”. Y para una película que un doble final. Por último, la opinión de
guerrero mitológico ni será amado y llorado por su pueblo. como los árboles de Alejandro Casona. En una campaña con- Ayala fue definitoria: ‘Cuando terminé mi bachillerato, en la “PREFIERO EQUIVOCARME
Que Varela se llame Benigno es todavía más absurdo, tiene un tra los indios: “Respondo hasta la última cola de vaca que de libreta de firmas de recuerdos que se estilaba entonces, un pro- CON LOS COMPAÑEROS
toque siniestro de ironía, de sarcasmo o es, sin más, la cumbre hoy en adelante roben los salvajes”. Y en Sierra Chica los “sal- fesor me escribió: ‘En la vida debes ser audaz, muy audaz, pero A TENER RAZÓN SOLO”
del oxímoron. Benigno Varela es el oxímoron más inmenso vajes” lo derrotaron. Al llegar frente a un arroyo y saber que no demasiado pues puedes romperte la crisma. Muchachos: no Agradecemos la colaboración de Héctor Olivera. Inmejora-
que esta tierra ha producido. (Nota: Ya sabemos qué es un oxí- era el de Cepeda dijo: “Aquí fue la cuna del caudillaje, aquí nos rompamos la crisma.’” Y agregó: “Piensen: ¿El teniente ble, sin duda. Y el héroe de la película junto a otros que lo
moron. Lo hemos visto muchas páginas atrás. La definición será su tumba”. Cuando declara la Guerra al Paraguay dice a general Perón, milico por excelencia, estará de acuerdo en que fueron casi en la misma medida. Interesa que diga que no es
que suele darse es: “Figura literaria consistente en la unión de su “juventud dorada”: “En 24 horas en los cuarteles, en quin- se exhiba una película que muestre a soldados del Ejército gorila, pero frente a ciertos peronistas es King Kong. Le he
dos términos de significado opuesto que, lejos de excluirse, se ce días en campaña, en tres meses en la Asunción”. La guerra Argentino humillados por unas prostitutas?”. La escena no fue oído algo similar –y muchas veces– a muchos peronistas: ya
complementan para resaltar el mensaje que transmiten”. Los fue un desastre militar para la Argentina. Al verlo a Sarmiento incluida y solucionamos el problema del doble final. no tienen tantas ganas de ser peronistas, pero frente a ciertos
dos mejores ejemplos que merecen entregarse pertenecen a la y para explicarle que su hijo, Dominguito, había muerto bajo mente contra el Gobierno Nacional, destruyendo, incendian- El domingo 1º de enero de 1922 la Sociedad Rural festejó Pero sigamos con nuestra aventura. A los pocos días de asu- gorilas nostálgicos, que no superan cosas esenciales del pero-
prosa entre exuberante y seca –oximorónica tal vez– del genial su comando de tropas, le dijo: “Usted me dio un hijo, yo le do, requisando caballos, víveres y toda clase de elementos” el Año Nuevo con un apoteótico homenaje al teniente coro- mir el General su tercera presidencia, los montoneros asesina- nismo que posibiliten un diálogo, se vuelven ultraperonistas.
Ramón del Valle-Inclán, autor que se anticipó a todos los que devuelvo un héroe”. Raro que Sarmiento no le haya dicho: (Informe del teniente coronel Varela). nel Varela en el “Hotel Argentino”. El 7 de enero arriba el ron a José Rucci, un hecho políticamente nefasto que debió Creo que comete un error al llamar a Cámpora tío Campo-
luego escribirían novelas sobre dictadores: Roa Bastos y Yo, el “Usted me devuelve un cadáver. Deme el hijo y quédese con Varela contaba con una tropa de 200 hombres bien pertre- vapor “Asturiano” a Río Gallegos, con Manuel Carlés a habernos hecho meditar sobre si seguir adelante con el film o rita. O una cosa o la otra. “Camporita” es el Cámpora de los
supremo, García Márquez y El otoño del patriarca, Tomás Eloy su héroe que de nada le sirvió”. Recibe de un joyero amigo un chados, mientras que los huelguistas rondaban los dos milla- bordo, presidente de la Liga Patriótica, para rendir homenaje detenernos a tiempo. Pero seguimos: el guión fue autorizado ‘50, el obsecuente, el excesivamente “leal”, el que en la Cámara
Martínez y La novela de Perón y Vargas Llosa y El año del reloj. Dice: “Servirá para señalarme la hora de la victoria”. res, pobremente armados. Si bien se discuten las razones que y condecorar a Varela y sus hombres. El 11 de enero, el diario por el Ente de Calificación Cinematográfica (el mismo que de Diputados proponía innumerables monumentos para Evita
chivo. Se espera con ansiedad la del injustamente valorado –o Ante una enorme reunión de belicosos que quieren desatar lo llevaron a hacerlo, por órdenes del gobierno nacional o La Unión publica una declaración de la Sociedad Rural anun- después –por presión del comandante en jefe del Ejército, y hasta para Perón. Pero el doctor Héctor J. Cámpora, Presi-
no valorado en absoluto– escritor argentino Marcos Aguinis: una revolución: “Es mejor el peor de los gobiernos que la guiado por su propio criterio, lo cierto es que Varela impuso ciando la rebaja de todos los salarios en un tercio, es decir, un Tte. Gral. Anaya, paralizó dos meses la necesaria calificación dente de la República en 1973, es otro. Y ésta es la fascinante
El otoño de Kirchner o acaso también El supremo patriarca o Yo, mejor de las revoluciones”. Y hay muchas más. Por ejemplo: la “pena de fusilamiento” contra los peones y obreros en huel- valor nominal inferior al de los salarios vigentes durante la para poder estrenar el film), Mario Soffici, director del Insti- transformación de un hombre al calor de un movimiento juve-
el chivo, títulos todos posibles pues la novela se encuentra en su “En vuestras bayonetas lleváis el librecambio” a los soldados ga. Contra lo que posteriormente argumentarán los autores de primera huelga. El único acto de repudio a las tropas de tuto Nacional de Cinematografía nos dio su apoyo y un nil que él pasa a expresar más que Perón. Cámpora conocía el
proceso de terminación, ya que pareciera demandarle grandes que marchaban al frente paraguayo. (Carlos D’Amico, Buenos los fusilamientos para justificar su accionar, el gobierno chile- represión fue llevado a cabo por las cinco meretrices del pros- importante crédito al que se unió un préstamo del Banco Pro- discurso de Righi y lo aprobó. El de Jorge Vázquez en la OEA
esfuerzos al autor expresar en meras palabras, no sólo su odio, Aires, sus hombres, su política, 1869-1890, Fondo Nacional de no colaboró con las fuerzas argentinas cerrando la frontera tíbulo La Catalana, que se negaron a atender a los estupefac- vincial de Santa Cruz decidido por el inolvidable gobernador y lo aprobó. El de Jorge Carcagno a las Fuerzas Armadas y lo
sino la maldad infinita del personaje. Que, por ser tan infinita, las Artes, Buenos Aires, capítulo VI, “¿Qué es Mitre?”.) D’A- para impedir el paso de los huelguistas y permitiendo a las tos soldados, gritándoles “asesinos”. Jorge Cepernic, y la producción se puso en marcha. aprobó. Cámpora, hablando de su querido colaborador, el bri-
es decir, sin un punto final, obligue al señor Aguinis no poder mico no lo quiere a Mitre. ¡Hubo tantos como él! Empezando tropas argentinas incursionar en territorio chileno para conti- A mediados de enero de 1974, el ERP atacó el regimiento llante y joven (27 años) Juan Manuel Abal Medina, se refirió
concluirla jamás, actitud que lo llevaría a compartir ese drama por el gran Juan Bautista Alberdi.) Pero Carlés no se quedó nuar su persecución. EXCURSO: TESTIMONIO de Azul matando a su jefe, a la esposa de éste, a un oficial y a al apellido de éste como un apellido “muy querido por todos
nada menos que con Martin Heidegger, que confesó no haber atrás. Le dio a la “arenga patriótica un tono aún más violento, El 6 de diciembre, en La Leona, se entregaron voluntaria- DE HÉCTOR OLIVERA un soldado. Al día siguiente, Perón, en una conferencia de los peronistas”. En Madrid defendió a la Juventud Peronista:
dado fin a Ser y tiempo por “insuficiencia de lenguaje”. El más compadrito, porteño y pendenciero que Mitre. Decía: mente unos 100 huelguistas, mientras que unos 80 siguieron a “Querido José Pablo: prensa ordenó: “...aniquilar la guerrilla subversiva...” mostran- “Usted podrá decir lo que quiera, general. Pero yo soy Presi-
señor Aguinis alegará, antes que la infinitud de su odio, “infi- “¡Voy a dirigiros la palabra, rápida como tiro de fusil!”. El Soto a la estancia La Anita. Viñas Ibarra (uno de los más Me pediste un par de carillas sobre la génesis de La Patago- do tal indignación que Osvaldo y yo, en pleno rodaje en dente por usted y por la Juventud Peronista”. No busquen esta
nitud de maldad”. Del personaje biografiado, se entiende. Vol- caso es que entre La Liga Patriótica, la Policía y los landlords, encarnizados represores), luego de alcanzarlos, les exigió una nia rebelde, en un correo en el que, simpáticamente, me trata- medio del desierto patagónico, nos dijimos: “Estamos filman- frase en ningún libro. Llegaban por los canales de la militancia.
viendo a Valle-Inclán: le hemos adosado el adjetivo “genial”. los obreros patagónicos empiezan otra vez a ser atacados y rendición incondicional. Durante la noche discutieron en una bas de gorila. Te aclaro que no lo soy en tanto la acepción do una película que no se va a poder estrenar.” Cuando regre- Eran trascendidos de la movida de piso que Perón y toda la
Lo era. Cierta noche, en el Teatro San Martín, vi su obra Luces despedidos de las estancias. asamblea mientras las tropas se preparaban para el asalto: la general es que un gorila es un antiperonista a ultranza pero, samos a Buenos Aires mis socios me dijeron que tenía que basura fascista le estaban haciendo a la JP. Acorralado por
de bohemia, interpretada por el actor Patricio Contreras. La La Sociedad Rural comenzó a mover sus influencias en asamblea votó por la rendición, contra la posición de los anar- como nadie puede definir qué es un peronista, por lógica apurar el rodaje en estudios porque la versión era que el Presi- enfurecimiento de Zeus contra las “milicias populares” de
había visto de niño, pero esta vez –en la plenitud de mi vida– Buenos Aires, y propició una campaña en los periódicos La quistas, que no confiaban en el Ejército. Los huelguistas enví- tampoco se puede definir qué es un gorila. Ahora bien, te dente estaba muy enfermo y se podía morir muy pronto. Y Galimberti y el evidente proyecto de aprovecharlo para desalo-
el genio de Valle-Inclán y el de Patricio Contreras me depara- Prensa, La Razón y La Nación para denunciar el peligro anar- an dos delegados a pedir condiciones para la rendición, pero aclaro que, respecto de cierto peronismo, yo soy King Kong. después sí que no íbamos a poder exhibirla. En fin, la filma- jar, alejar a la Jotapé de la conducción del movimiento, Cám-
ron un momento de gloria. En cuanto a los ejemplos de don quista, el bandolerismo y la posibilidad de que el gobierno chi- Viñas Ibarra los fusila en el acto. Finalmente llega la rendición Siempre apoyé al radicalismo porque creo firmemente que ción no se pudo apresurar pero sí la postproducción y, des- pora, muy firme, seguro, le dice la purísima verdad: “Yo soy
Ramón (que vivió entre 1866 y 1936) son los siguientes: leno, intentase apoderarse de la región de Santa Cruz. Parale- incondicional. Según diversos testimonios, la cifra de fusilados para que funcione el sistema republicano debe haber partidos pués de muchas vicisitudes, se estrenó veinte días antes de la Presidente por usted y por la Juventud Peronista”. O sea, para
“payaso trágico” y “broma macabra”. “Payaso trágico” es de lamente, propiciaron la inmigración de trabajadores “libres”, oscilaría entre 100 y 200. Antonio Soto, que era contrario a la políticos fuertes y alternancia en el poder. Razonablemente, muerte de Perón. Había terminado la primera aventura y ponerlo clarito: por usted porque es Perón y el pueblo lo ama.
gran excelencia. Todos hemos sido devastados alguna vez por es decir, rompehuelgas traídos desde otras regiones, que serán rendición, huyó a caballo rumbo a Chile con 12 compañeros. me dolió mucho el golpe militar del 28 de junio de 1966 que había comenzado una segunda: evitar que negativos y copias Y por la Juventud Peronista porque hizo todo el gasto de la
la facha trágica de un payaso en algún circo de pobres recursos objeto de graves agresiones por parte de los obreros locales. El 9 de diciembre, el grupo de Soto cruza la frontera por la derrocó al Dr. Umberto Illia, un presidente cuya gestión ha fueran destruidos y rogar para que la Alianza Anticomunista campaña electoral ante la pasividad acomodaticia de los políti-
donde el tipo tiene que llenar lo imposible: la escasez de ele- (Nota: Estamos siguiendo los textos de Osvaldo Bayer. Comi- zona del cerro Centinela. Nunca será atrapado. Entre el 12 y el ido creciendo en la consideración pública a medida que pasan Argentina, las nefastas tres “A”, no nos mataran como amena- cos del Frejuli y los sindicalistas de Rucci y Lorenzo Miguel,
mentos llamativos, la mediocridad de los trapecistas, la vejez llas o no, la mayoría han sido escritos por él.) 20 de diciembre, Viñas Ibarra recorrió la región capturando y los años. La llamada Revolución Argentina comenzó con la zaron hacerlo. Años después, un coronel me dijo: “Vos debe- que esperaban al líder para barrer a los “zurdos”.
penosa de los elefantes, la altura de los enanos que –para desdi- Durante el mes de octubre la situación llega a un punto de fusilando a los últimos huelguistas dispersos en ella. dictadura de Onganía, siguió con la transición de Levingston rías haber sido boleta no por La Patagonia rebelde –donde tra- La Patagonia Rebelde es la mejor película del cine argentino.
cha del Circo– han crecido, y las varices de las bailarinas. Todo no retorno. Uno de los puntos conflictivos fue la actuación La última columna de huelguistas que quedaba activa era la y culminó con la dictablanda de Lanusse cuyo llamado a elec- taste con mucho respeto al Tte. Cnl. Varela– sino por Las Más allá de sus defectos. Si a los jóvenes de hoy les parece que
eso torna trágico al payaso. Eso y su propio dolor. Porque –lo del grupo El Consejo Rojo, capitaneado por Alfredo Fonte dirigida por José Font, más conocido como “Facón Grande”, ciones coincidió con mi lectura de los tres tomos del ensayo venganzas de Beto Sánchez. ¿Cómo se te ocurrió poner a un ex una frase como “Tal vez digan que fui un militar sanguinario.
sabe– él también da pena, es un despojo de lo que era, ha per- alias “El Toscano”, que comenzó a perpetrar asaltos, saqueos en la zona de Puerto Deseado. Ocuparon el poblado de Las de Osvaldo Bayer Los vengadores de la Patagonia trágica. colimba que se venga en la persona de su oficial instructor?”. Pero nunca dirán que fui un militar desobediente” es declarati-
dido la gracia y ya nadie ríe. Lejos de ello, le gritan atrocida- y toma de rehenes en las estancias de la provincia. A princi- Heras y dejaron a cargo al delegado Antonio Echevarría. El Hubo un libro de José María Borrero titulado precisamente En 1984, ya con Alfonsín presidente, nuestra película se va, “típica del viejo cine argentino”, puede que tengan algo de
des. Sobre todo: “¿Por qué no te matás?” Y eso hace. Un día se pios de octubre se entrevistó con Antonio Soto para exponerle 18 de diciembre Varela envía un tren de exploración desde La Patagonia trágica que Osvaldo, después de una muy seria reestrenó y tuvo más vigencia que diez años antes. Había sido razón. Yo habría escrito de otro modo esas líneas. Algo así:
II III
“Fui un militar sanguinario. Pero nunca un militar mira para el otro lado. “¡Eh, usted, el flaco alto!”, Su cadáver, hoy, todavía está en la morgue. Lleva
desobediente”. Como sea, los que critican esa frase, dice el director con su megáfono. “¿Sí?”, dice el largo tiempo muerto y nadie quiere cargar sobre sí el
son los que hacen películas en las que nada sucede. extra. “Dije que lo tienen que mirar a Brandoni.” El deshonor de reclamarlo. Sólo quien ha llegado a los
Me parece bien. Si ustedes no tienen nada que decir, flaco dice: “Lo estoy mirando a Brandoni”. Era Nés- extremos de la indignidad se gana un destino así:
es razonable que no lo digan. Si nos quieren trasmi- tor Kirchner. Algo más: en la escena del fusilamien- estar abandonado, en la frialdad de una morgue, ser
tir su aburrimiento existencial, ya lo hizo Antonioni to de Schultz el alemán se niega a cavar su tumba y, un cadáver tan detestable que nadie se apiada de él y
y muy bien. Era más culto que ustedes. Conocía con desdén, tira la pala a un costado. Lo han puesto se digna a sepultarlo siquiera como se sepulta a un
bien el existencialismo del primer Heidegger y el de en una fila que, con él, suma cuatro condenados. perro. Es que era peor. Peor que eso. Peor que un
Sartre y el de Camus. Si quieren insistir y eludir las De pronto, Schultz se saca la gorra y empieza a perro. Nos hemos acostumbrado a devaluar a los
tramas para mostrarnos que nada ocurre, que todo caminar hacia el primero de la fila. Un esquilador animales al comparar a ciertos canallas con ellos. En
permanece inmóvil y sin duda inmodificable, com- morocho, resignado ante la muerte. Schultz se detie- ningún perro pudo anidar la maldad de Felipe
prendo que ustedes sientan eso. Sí, viven en un ne ante él, le extiende su mano y se la estrecha. Lo Romeo. Sólo un ser humano puede ser tan cruel,
mundo ya decidido. Pero narrar el aburrimiento no mismo con el segundo. Pero con el tercero (¡ah, esos puede gozar con la muerte de los otros, puede anun-
tiene que condenar a nadie a ser aburrido. Y menos a milagros del cine!), Schultz le da la mano y luego lo ciarla con regocijo (“Ya tenemos preparada la bala
despreciar a los que sí tienen cosas que decir todavía. abraza. Ese abrazo no estaba marcado. Surgió así, en para Ortega Peña”), puede ver en los otros no sólo
Y a los que en el pasado (cuando era vital decirlas) se caliente. Algo pasó cuando Pepe Soriano y ese extra enemigos, sino algo –para él– mejor que eso: muer-
atrevían a ello. Como Olivera-Bayer en La se miraron. Supieron que iban a morir. Y el apretón tos, cadáveres. Porque el mejor enemigo es el que ya
Patagonia. La grandeza de La Patagonia está también de manos resultó escaso. Se abrazaron. Sé estos deta- no lo es. Pero no porque hemos hecho las paces con
en sus rubros técnicos. En la música de Cardozo lles de la película (y muchísimos otros) porque, para él. Sino porque lo hemos matado. Que nunca des-
Ocampo. En el obsesivo vestuario de María Julia mi alegría, me los contó mi compañera, María Julia canses en paz, Felipe Romeo. Que nunca reposes ni
Bertotto, que, junto a Bayer, estudiaba con lupa las Bertotto, que diseñó el vestuario, que fue “compa- nadie tenga piedad de tu alma. Si hay un Dios, que
fotos de la época. El chaleco del alemán Schultz no ñera y alma” del proyecto según le puso Bayer en la no te perdone. Si hay un Infierno, que te manden al
tiene todos los botones del mismo color. Porque dedicatoria que le hizo de su Severino Di Giovanni. séptimo de sus círculos, el de los asesinos. Que seas
“seguro que uno lo había perdido y no había podido Hoy, siempre que María Julia quiere hablar de un imperecederamente para este país una excrecencia
reemplazarlo por otro del mismo color”, como dice pibe o una mina que están en el comienzo de su que deba ocultarse, irrecuperable para todos. Digo
Bertotto. Nadie se dio cuenta, pero el realizador sí. carrera, con todas las ganas, con todos los deseos de esto en nombre de los miles de seres humanos infini-
El botón de otro color, el botón del remiendo, está amasijarse laburando porque creen en lo que están tamente mejores que vos que te deben la muerte que
ahí. El actor lo sabe y le ayuda a armar su personaje. haciendo y, a la vez, lanzándose a una profesión que ordenaste inferirles. Carlos Mugica, Rodolfo Ortega
La discusión entre el gallego Soto (gran trabajo de aman, sintetiza así: “Mirá, yo en La Patagonia rebel- Peña, Julio Troxler, Silvio Frondizi, sólo algunos
Luis Brandoni) y el alemán Schultz (Soriano, con- de”. Fue un gran momento del cine argentino y un nombres de una lista demasiado larga, demasiado
movedor) es fundamental en filosofía política. Los gran momento en la vida de todos los que la hicie- dolorosa. Si alguien –por fin– te erige una tumba,
compañeros se van a entregar. Soto les pide que no ron. Fue la película del camporismo. La película que seremos muchos los que escupiremos sobre ella. No
lo hagan. Que se equivocan. Que los van a asesinar. esa aurora de libertad, de democracia, de desafío, de lo dudes.
Surge el chileno Caicedo y decide la cuestión: osadías inéditas, nunca vistas, la película que ese Ezeiza es uno de los hechos más complejos de
“¡Vamos, compañeros! Nosotros somos trabajadores. gobierno de jóvenes llenos de ideales permitió llevar nuestra historia. Está urdido por tramas cruzadas,
Los militares nos van a respetar la vida si queremos a cabo a un productor imaginativo y arriesgado. antagónicas y belicosas. Hay preguntas que haremos
trabajar en paz”. Y se van en busca del regimiento de Cuando se estrenó, en 1974, yo dictaba Antropo- y no tendrán fácil respuesta. Hay preguntas que,
Varela. “Me voy con ellos”, dice Schultz, viejo, lleno logía filosófica. Fue la última materia que dicté en la sabemos, no sólo nos atemorizará su respuesta, sino
de arrugas, veterano de mil peleas, anarquista de Facultad de Filosofía y Letras. Pronto vendrían el la misma pregunta, que, seguramente, vacilaremos
alma. “¿Estás loco?”, le dice Soto. “Los compañeros cura nazi Sánchez Abelenda como interventor en el en postular. Todo el peronismo está en Ezeiza. ¿Es su
están equivocados. Van a hacerse matar.” “Lo sé”, Departamento de Filosofía y el otro nazi, Alberto Aleph? Antes tenemos que analizar los hechos. Ras-
dice Schultz. “Están equivocados. Pero yo prefiero Ottalagano, como rector de la Universidad. Tuve trearlos, descubrirlos e interpretarlos. Recuerden: No
equivocarme con los compañeros a tener razón solo.” que irme, y rápido. Pero la tarde en que la vi y luego hay hechos, sólo interpretaciones. Ezeiza es la más loca,
¡Qué frase, qué lección de política! Un guionista entré en mi aula, les dije a los alumnos: “Señores, vi la más delirante de las danzas dionisíacas. Todo
tiene que tener algo en la cabeza para escribir eso. la película más extraordinaria del cine argentino. choca con todo. Todos parecen estar contra todos.
¡Qué les puedo decir, muchachos! Los respeto. Vayan a verla y la comentamos en la próxima clase. De ningún lado surge una elemental racionalidad. Se
Hagan su experiencia. Pero mi corazón está con los Hay en ella más antropología filosófica que en casi produce, entonces, una situación atroz. No es una
grandes narradores de historias, de conflictos huma- todos los autores que figuran en la bibliografía”. tragedia: no es la lucha de lo justo contra lo justo. Es
nos, de peripecias en que se juega la vida, la muerte, A todos ustedes, a todos los creadores de “La Patago- algo nuevo, distinto. Es un complejísimo aconteci-
el amor, la cobardía, el coraje. Está con John Ford, nia rebelde”, del primero al último, desde el director al miento en el que nadie pareciera tener razón. Si algo
Howard Hawks, Nicholas Ray, David Lean, Samuel pizarrero, mi más sincero y emocionado homenaje y, así sucedió, si algo tan único, tan excepcional, tuvo
Fuller, Truffaut en Los 400 golpes, Visconti en La desde luego, mi profundo agradecimiento. lugar, tendremos que analizar descarnada, impiado-
Terra Trema, Rocco y sus hermanos, El Gatopardo. samente las razones de todos, para poder compren-
Fellini en Amarcord. ¡Carajo, miren todo lo que ¡¡¡EZEIZA!!! der una situación tan única, pocas veces dada, en que
cuenta Fellini en Amarcord y tengo que pagar lo En el capítulo XIII de su Facundo –brillante como todos los agentes prácticos de un conflicto están
mismo para que un despistado me cuente sus inmo- todos–, Sarmiento se propone narrar el asesinato de equivocados. O sea, ninguno tiene razón. Sin embar-
vilidades pretendidamente metafísicas! No lo niego: Juan Facundo Quiroga que sucede en la localidad de go, ¿desde dónde se puede decidir algo así? ¿Quién
puede ser que el tiempo sea éste. El de no decir nada. Barranca-Yaco. Para alertar al lector sobre la relevan- puede decir “nadie tiene razón”? ¿Quién puede esta-
Miren, lo acepto. Pero a mí no me pasa. Bioy, en sus cia de ese suceso echa mano a un recurso literario blecer esa razón? Porque si nadie tiene razón el que la
últimos tiempos, decía: “Se me ocurren más tramas típico de la literatura del siglo XIX, del que incluso tiene es el que enuncia la sinrazón de todos. ¿Quién
de las que puedo escribir”. Me pasa precisamente lo él hace mucho uso, y a veces abuso. Se dejaba pose- le dijo a este enunciador que su razón (su juicio
mismo. Y creo que también a Sasturain y a Fogwill y sionar por los hechos que narraba y lo que para él era sobre lo ocurrido) es la verdad? ¿No será esa verdad
a Saccomanno y a Belgrano Rawson y a Angie Pra- vibrante, exultante, no se privaba de marcarlo en el otra sinrazón que se añade a las otras? ¿Cómo podrí-
delli y a Esther Cross y a De Santis y a Guillermo texto. Cuenta para eso con los signos de admiración. amos pretender nosotros tener razón al enunciar que
Martínez, prefiero sus laberintos algo british que el Son su modo de decirle al lector: lo que se aproxima ninguno la tenía? ¿Es nuestra mirada la de Dios, que
silencio pedante del “no tengo nada que decirles, es decisivo, se juega en ello la vida y la muerte de establece la verdad entre los infinitamente caóticos
sean testigos de mi supremo embole”. Entre los nuestro héroe, el destino de nuestra patria. De esta acontecimientos humanos? No. Deberá entonces
escritores se les parece Sergio Chejfec. ¡Cómo no se forma, al llegar al Capítulo XIII reclama imperiosa- aceptarse sólo como otra lectura, apenas otra enun-
les va a parecer si es un producto de Sarlo! El y su mente la atención y hasta la alarma de su lector ape- ciación que se suma a las otras, al caos general. Sólo
“prosa lenta”. Qué pareja, por Satanás. Filipelli los lando a tres signos de admiración. Titula, entonces, tendrá la ventaja de explicitar esta situación, ser
revienta a ustedes y la otra a los narradores de la “¡¡¡Barranca-Yaco!!!”. Hemos incorporado el mismo, consciente de ella, y admitir que el sentido que ha
“prosa lenta”. Vos no tenés “prosa lenta”, Chejfec. extremo recurso expresivo. Queremos decirles a extraído de su lectura de los hechos no es el sentido
Simplemente escribir te cuesta mucho, se te nota el nuestros lectores: lo que se viene es el descontrol, la único, absoluto, sino apenas uno más. Esto implica
esfuerzo, la patética inhabilidad, se te nota, viejo, tortura, las masas y la fiesta, las masas y el retorno una gran ventaja epistemológica. La de eliminar el
que ejercés un oficio para el que no estás dotado. sombrío por la Riccheri, los disparos, las metralletas, autoritarismo cognoscitivo, el patrimonio de la ver-
Adelante igual, la tenacidad hace milagros. A esa lo indiscernible, los mercenarios franceses, los maca- dad, la vanidad de tenerlo. No es la verdad lo que se
tenacidad –para suerte tuya– la gente de la academia bros fascistas del ala derecha del peronismo, Osinde extraerá de nuestra lectura. Pero ambicionamos, al
ha decidido decirle “prosa lenta”. A mí me dicen y otros personajes increíbles que aún no mencionare- menos, entregar una visión totalizadora de los
“pluma ligera” y me critican malamente por eso, que mos, y lo peor, lo más trágico pese a tantos muertos, hechos. Habrá, de este modo, un corte sincrónico:
es mi goce, mi alegría de escribir, de sentirme libre al la muerte de un mito, la muerte del Perón de la leja- qué pasó el 20 de junio de 1973. Y un arrojo diacró-
volar por sobre el papel. Pero es como si lo mío fuera nía que todo lo armonizaba, que todo lo sometía a nico: cómo se fueron desarrollando esos sucesos, qué
liviano y lo tuyo –tu lentitud– un acto de reflexión, su control de conductor estratégico, la muerte defi- ocurrió al día siguiente y después. Que será un pro-
de hondura existencial. ¡Siempre el tedio tuvo más nitiva y absoluta del Padre Eterno. A partir del 20 de ceso de destotalización del primer movimiento sin-
prestigio que su ausencia, que su negación, que el junio de 1973 dejó de ser Padre (porque no armoni- crónico. Pasaremos a una segunda totalización:
ritmo, la musicalidad, y hasta el vértigo! La Patago- zó ni condujo las contradicciones, el desorden) y cómo se cristalizó “Ezeiza” en su primer momento.
nia rebelde es una película narrativa. Totalmente dejó de ser Eterno: moriría apenas un año después, Que será, lo veremos, la cristalización, la cosificación
narrativa. Cuenta una gran historia. Tan grande, que dejando el país en manos de una derecha asesina, de los acontecimientos en algo que Perón llamará
PRÓXIMO es el Aleph de la Argentina. Ahí entra todo. torturadora, brutal, tosca, sin ningún principio ni la Etapa dogmática. Hacia ello vamos.
DOMINGO Durante la filmación había un flaco alto. Sobresa- más mínima moral. La que dijo –por medio de la
lía por sobre los demás. Todos, en esa escena, tenían pluma sanguinaria del director de El Caudillo, Felipe Colaboración especial:
¡¡¡Ezeiza!!! que mirar a Brandoni. Olivera detecta que el flaco Romeo–: “El mejor enemigo es el enemigo muerto”. Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 5 de julio de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


86 ¡¡¡Ezeiza!!!

Suplemento especial de

PáginaI12
LOS SUJETOS POLITICOS buscaran disminuir los hechos con eso– no menos de vida”, y yo pensaba, un poco boludamente pensaba un país Las clases altas: los capitales supranacionales, las grandes empre- dolorosas y actúan a fondo, limpiando todo. Habrá mucha No, como dicen desagradablemente ustedes “desde las
DIFERENCIADOS 2.500.000 personas. A ver, ¿qué eran? ¿Todos boludos que no que hizo el tango, ¿cómo no va a poder hacer la revolución? Y los sas radicadas en el país, la oligarquía terrateniente, la elite de la sangre en Chile. La CIA no ve la hora de arrojarse sobre esa bases”, no desde una absurda relación de igualdad que el

¿
QUE ESPERABAN A PERON sabían que Perón era un turro y un nazi? Ni se preguntaban cineastas. Y las pendejas que se volvían locas por los temas de Sociedad Rural: Esta gente hacía alarde de una serenidad, de tierra de comunistas y guerrilleros. Medio fundamental de mismo peón no toleraría, sino desde la posición jerárquica
Cuántos sujetos políticos diferenciados esperan a qué era en sí Perón. Cada cual tenía al suyo y esperaba al Francis Smith: “Zapatos rotos, zapatos rotos/ Con esa facha, una elegante paciencia y de una sabia mirada ante el desarrollo acción operativa: la tortura. La tortura quiebra al militante y que sólo el patronazgo da. Miguel Angel Cárcano escribió
Perón el 20 de junio de 1973? ¿Qué proyecto suyo. ¿a dónde vas?”, “Movete, chiquita, movete/ Subite a mi ritmo de los hechos. Es como si todos se hubieran dicho: “Observe- extrae la información necesaria con más velocidad que cual- uno de los libros basamentales de nuestra identidad nacio-
político anima a cada uno? ¿Qué clase de lucha se La clase media: Estaban felices. Los pibes y las chicas. Hay feroz/ No ves que estoy hecho un demonio/ Nadie me para mos y esperemos. Es necesario que Perón liquide a su ala dura. quier otro método. La velocidad es esencial. Mientras, por nal: El estilo de vida argentino. Relata que veraneaba en la
disponen a dar? ¿Qué creen que hará Perón? que tener en cuenta que muchos eran militantes. Porque esta vez”. Seguro, pendejo, nadie nos para esta vez. Por algo te Sobre todo a su ala armada. A eso que él llamó Formaciones razones humanitarias, nos demoramos en tener piedad por un estancia La Granja, una de las más hermosas de la sierra de
Entramos en una de las coyunturas históricas más nunca fue más digna la clase media. Más generosa. Menos salió esa línea. Porque somos imparables. Porque nadie, esta Especiales. Después, con los pibes que los siguen, seguramente prisionero, el contacto de éste tiene tiempo para colocar la Ascochinga, bajo la amable tutela de su padre. “El general
sobredeterminadas, más complejas que podamos imaginar. economicista. Nunca se jugó tanto. Pero también estaban los vez, nadie pero nadie nos para. Y las pibas de Filosofía y sabrá qué hacer. Si se maneja bien en menos de tres meses los bomba que se llevará cien o cuatrocientas vidas. Vidas de Roca le visitó una mañana. Montado en un zaino, alerta y
¿Cómo no hacer de ella una herramienta de escenificación padres. Mi suegro –que había sido antiperonista– se volvió Letras, que podían hablar horas de la dialéctica histórica, del tendrá pintando canteros o en el norte, en la zafra. Lo impor- honestos ciudadanos chilenos. ¿Qué nos importa el sufrimien- buen marchador, de larga cola y crines negras (...). Aperado
teórica? Nada más deliberado que la recurrencia a la palabra hacia Perón con entusiasmo. ¿Qué esperaba? Que mejorara la movimiento inmanente y necesario de la dialéctica hegeliano- tante es que no les dé puestos en el Gobierno como hizo Cám- to del que posee la información? Debemos ver que más allá de como paisano, vestía traje de campo, amplias bombachas de
escenificación. Vamos a analizar “Ezeiza” como una ópera economía. Que se fueran los militares. El país estaba harto de marxista hacia el socialismo, o ser también hippies y escuchar pora. Y para esto –desde luego– tiene que tumbarlo a ese den- sus gritos de dolor y sus pedidos de clemencia está la salvación brin blancas, botas, el saco holgado, un pañuelo de seda en
coral. No porque tenga un coro. Sino por un uso más común los militares. López Aufranc se lo dijo a los suyos: “Señores, a Joan Baez. Y eran tal como lo decía la canción de ese Francis tista que se nos ha vuelto revolucionario. A la vejez viruela, de cientos de chilenos honestos, que servirán al país en lugar el cuello y panamá de alas anchas. Era un hombre vigoroso,
que se le da al término coral: las voces que se pronuncian son casi todo el país votó contra nosotros”. Y los hinchas de fút- Smith, que después se le pasó la inspireta y no escribió una Camporita. Sos un burócrata obsecuente. No te ilusiones. Lo de destruirlo u ofrecerlo a la codicia indetenible del marxismo la mirada inquisidora, la frente alta, los labios carnosos
muchas. Se habla desde muchas partes. Todas las voces están bol. Ya todos los cánticos se hacían con la marcha peronista. sola más para el recuerdo: “Estudia de noche/ duerme de día/ que tenés dentro de la cabeza no te da para más. No bien internacional. Esta guerra que libramos no es ‘fría’. Aquí, en entre su bigote y la barba blanca, prolijamente cuidada.
situadas en una ideología, son violentas o no, llevan armas o Y los billaristas de los bares. Los porteños esos de los dedos dice que estudia/ filosofía/ Qué voy a hacer si ella es así/ Con venga Perón te echará a patadas. A vos y a todos los pibes jaco- Chile, en Argentina, es ‘caliente’. El combate es aquí. La nego- Revelaba en todos sus detalles esmero en el vestir, pulcritud
no, han ido con diferentes propósitos, y todas expresan la pra- amarillos por el pucho, de los dientes averiados, del bigote, una hippie yo me metí”. Y concluía: “Yo en mi casa/ y ella en binos de los que te rodeaste. La consigna es buena: ‘Cámpora ciación se da entre los dos grandes bloques, pero el combate es en su traje y en sus manos, que aparecieron finas y blancas
xis de un grupo consolidado o la de una gigantesca multitud del pelo ralo, que se quedaban hasta la madrugada en los 36 el bar”. Y los pequeños y medianos empresarios. Los rusos al Gobierno/ Perón al Poder’. Ya tuviste el Gobierno, tío. sucio y tiene por lugar la periferia”. cuando se quitó los guantes (...). No podía convencerme de
que se ha puesto de acuerdo en una sola cosa: ir a recibir al que la persona que tenía delante de mis ojos era la misma
líder ausente, a presenciar el acontecimiento imposible, el que que había enfrentado al Chacho, conquistado el desierto y
muchos ya no esperaban ver antes de morirse. Si hay un coro, librado la gran batalla del ‘80 (...). Veía al ex presidente sin
es éste. Pero no es un coro que posea el conocimiento de la ninguno de los atributos del gobernante, humanizada su
trama y le añada sus reflexiones, sus comentarios, sus temores. figura histórica, la expresión acogedora y despreocupada, sin
No, es un coro pasivo. El que fue a una fiesta que creyó suya trincheras de defensa, ni armas para el ataque, veía al general
y no lo era. El que no se propuso nada. Sólo ir, sólo darle Roca como un buen vecino serrano, como un tranquilo hombre
contenido a un evento alegre, multitudinario, hondamente de campo preocupado por las faenas rurales. Cuanto más lo
popular. El que sufrió el impacto brutal de los hechos, el que miraba, más hallaba en el tono de su voz seguridad, reposo y
vio su sueño hecho pesadilla en un tiempo mínimo y atrona- autoridad que sólo poseen las personalidades que mucho
dor (las ambulancias, los tiros, los gritos, la gente que huía). han vivido y mucho han realizado” (Miguel Angel Cárcano,
El que se fue solo, sin saber nada, masticando conjeturas en el El estilo de vida argentino: En Paz, Mansilla, Figueroa Alcorta
aire, cabizbajo, con el peso de la noche inminente encima, y Sáenz Peña, Editorial Universitaria de Buenos Aires, Bue-
abrumándolo. Si hubo una víctima fue el coro, la multitud, la nos Aires, 1969, pp. 79/81. Cursivas mías. El texto de Cár-
masa, los que no sólo no llevaron armas, tampoco fueron a cano –ante todo: por ser de él, un tipo importante del ‘80–
copar un acto sino a darle un contenido, el de su presencia, su es muy valioso. Revela la “intimidad” que se permitían los
alegría y su –ahora– patética esperanza. Pocas veces, tal vez grandes hombres de la oligarquía con quienes no lo eran.
nunca, la sencilla (pero también compleja, porque cuesta edi- Roca, sin duda, luego hablaría con los peones rurales y
ficar la esperanza, creer en algo, entregarse) fe de una masa sabría todo lo relativo a sus tareas. Y hasta tomaría mate con
innumerable fue tan burlada, tan traicionada, tan dejada de ellos y compartiría secretos. Hasta acaso les contara cómo su
lado, tan desdeñada (se desdeña lo que se desestima, lo que se glorioso Ejército ejecutaba a los “salvajes” en la gran con-
torna indiferente, lo que se menosprecia: ¿alguien pensó en quista que había protagonizado, salvando a la patria de los
los millones de seres que solamente habían ido a una fiesta, a sanguinarios malones y permitiendo extender su territorio
buscar a Perón y nada más, apenas eso?) como la masa que el en nombre de la civilización. Los paisanos gozarían de seme-
20 de junio caminó por la autopista hacia el palco, en un día jante relato. No querían a los indios. Lectores del Martín
de sol, el último del otoño de 1973, el último de muchas Fierro sabían que “Es tenaz en su barbarie;/ no esperen verlo
cosas. cambiar:/ el deseo de mejorar/ en su rudeza no cabe:/ el bár-
¿Qué llevó a cerca de 3.000.000 de seres humanos hacia el baro sólo sabe/ emborracharse y peliar” [La Vuelta, 565].
puente 12, en busca de un general destituido, de un anciano, “Deben creerle a Martín Fierro:/ he visto en ese destierro/ a
de un hombre ya gravemente enfermo al que, sin embargo, se un salvaje que se irrita/ degollar a una chinita/ y tirársela a
consideraba un titán capaz de solucionar todos los problemas los perros” [Ibid., 985]. Y sólo uno más: “Es para él como
de la patria? Todos estuvimos ahí. A lo largo de los años no es juguete/ escupir un crucifijo;/ pienso que Dios los maldijo/
frecuente encontrar a alguien que no haya ido. Al contrario, y ansina el ñudo desato;/ el indio, el cerdo, y el gato, reda-
todos, por un motivo u otro, fueron a Ezeiza. Protagonizaron man sangre del hijo” [Ibid., 735]. Por lo que sé no se ha
la marcha sobre Ezeiza. No es fácil de explicar. Sin embargo, trabajado mucho el tema. Pero en La Vuelta, de principios
es posible decir por qué fue cada grupo. de 1879, que coincide con la expedición de la masacre
La Juventud Peronista: Se consideraba la protagonista de la roquista, el odio que Hernández descarga sobre el indio [no
jornada. La que la había hecho posible. La Plaza del 25 la existente en La Ida, de 1872] es difícil de comunicar, de
había exaltado. Su presencia masiva en la campaña electoral le narrar, de explicar. A veces sofoca. Pero Hernández es un
daba derechos. Los mártires, la sangre derramada era su gran constructor de la Argentina triunfante: en 1872, La
mayor argumento. ¿Quién puso más muertos que nosotros Ida, le recrimina a Buenos Aires su pésima política con los
para traer a Perón? ¿Cuál es, por si fuera poco, el fenómeno gauchos, mano de obra barata y calificada; en 1879, La
de masas más importante y original de la Argentina de este Vuelta, los gauchos son aceptados por la oligarquía agraria
tiempo? Nosotros, los jóvenes peronistas y nuestras organiza- de la pampa bonaerense y la campaña entrerriana: el ataque
ciones guerrilleras. Somos los herederos del peronismo com- se vuelca hacia los indios. Por fin, Lugones, en El payador,
batiente. Pedimos el socialismo porque está en el espíritu de hace de Martín Fierro el gaucho bondadoso, generoso,
los tiempos. La historia no marcha al acaso. Al azar. Tiene un abierto, la figura de la argentinidad para mostrarle a la
sentido. Y el sentido de la historia de nuestro tiempo es su chusma ultramarina, a los inmigrantes ácratas, que este país
marcha incontenible al socialismo. ¡Si Perón hubiera tenido tiene linaje, tiene una simbología patria: el gaucho, algo
esta juventud en el ‘55 no caía! Nosotros sí que hubiéramos que ninguno de estos peligrosos anarquistas que llegan de
dado la vida por él. Perón es la maldición de la Argentina ultramar será jamás.)
gorila y oligárquica. Nadie los molestó como él. Esa tarea Billares o en Federico Lacroze y Alvarez Thomas. Al lado del queridos del Once. ¡Desbordaba judíos la Jotapé, con sus Ahora andate. Como sea, si Perón cree apoderarse del Poder, EL ESTILO DE VIDA ARGENTINO Estos, que se sentían los dueños del país, que odiaban al
incompleta la completaremos ahora, con él en la patria. Mar- cine Argos. Y los lustrabotas. Y los canillitas. Y las putas. Y los narices curvas, sus pecas escarlatas, sus culos gordos y su infer- que ni lo sueñe. Tendría que hacer una revolución e ignora- Las corporaciones multinacionales no pueden operar en peronismo pues los había agredido como nadie, esperaban a
charemos hacia Ezeiza con todo nuestro poder movilizador. putos. Y los actores, y las actrices. Y hasta las modelos. Y hasta nal habilidad dialéctica! Y desbordaba rusitas ardientes, minas mos si sabrá debidamente sobre lo excepcionalmente prepara- países entorpecidos por ideologías anticapitalistas, ideologías Perón también muy atentos. Atentos, sobre todo, a eso que
Apenas si llevaremos armas. No las necesitamos. Tenemos a muchos canas. Mecánicos de electricidad del automóvil de la que tomaban siempre la delantera, que conocían los mejores dos que nos encontramos para esas contingencias. No creemos de odio. Los landlords están acostumbrados a la mansedumbre Sánchez de Bustamante había llamado el peligroso “núcleo
las masas. Vamos a copar el acto con las masas. Mírenlos: son calle Warnes. Gallegos del Hotel Castelar. Los que comían en hoteles para echarse un polvito en una noche de alegría, que que lo sepa. O tal vez sí. Ese enano, ese Rasputín maléfico que de sus obreros y hasta al buen trato que mantienen con ellos. marxista”. Que preocupaba no sólo a los militares sino “a
camiones de Salta, de Jujuy, de Catamarca. Llegan, se detie- El Tropezón, en ese “Restorán Tropezón/ El de la eterna ruti- te llevaban, te traían, el que diga que alguna vez se cogió a tiene a su lado, es uno de nuestros grandes aliados. Está bas- Que no se metan entre ellos los traficantes de ideologías los propios hombres de orden de ese partido”. Pues bien,
nen, bajan todos los morochos y despliegan sus banderas y las na/ Pucherito de gallina/ Con viejo vino Carlón” que cantaba una judía miente, es un fanfarrón, un mentiroso irredento, tante loco pero siempre se necesita un loco. Sobre todo si la disolventes. No usamos palabras en vano, no usamos “cli- “estos hombres de orden” harían la tarea que se les reclama-
banderas dicen: FAR y Montoneros. Y esto era así. Y era Goyeneche. A mí no me gustaba el pucherito de gallina, pero nadie se cogía a una judía, las judías te cogían sin apelación primera etapa de un proceso de agresión es extrema y sangui- shés”, aunque nuestros “inteligentes” enemigos así lo crean y ba. Y al frente de estos hombres (“los de orden”) se pondría
impresionante. La capacidad de organización de los Monto- quedarse en El Tropezón hasta las cinco de la mañana y posible, te violaban casi, ¡cuánto ardor en esas minas! Miren, naria. Después uno se saca de encima a estos tipos. Cierto, lo se burlen de nosotros. Cuando decimos “disolventes” deci- Perón.
neros y la espontánea adhesión de las masas lograban impre- hablar toda la noche con una mina o con un amigo o con una no sé si los judíos son el pueblo elegido de Dios, pero a las sabemos: los alemanes no pudieron sacudirse a Hitler. Pero mos que, para un infiltrado comunista, es tarea primordial
sionar. Era mediodía, el sol estallaba en sus pieles oscuras y, mina amiga y compañera o con un veterano, con un tangue- judías las eligió Eros, las instruyó Dioniso y el Marqués de este brujo umbandista, este mínimo esclavo, será materia fácil quebrar esa relación de confianza y camaradería entre el EL DISCURSO DE PERON
sin duda, hermosas, autóctonas, las pieles del interior poster- ro, era una gloria. A las cinco alguien se animaba a cantar. Ya Sade les hizo leer el Ars Erotica del sensualismo oriental. Y en nuestras manos. América latina está controlada. Castro ya obrero rural y el patrón terrateniente. Eso es así desde el ini- DEL 21 DE JUNIO DE 1973
gado, del interior que barrieron a sangre y fuego Mitre y sus entonces yo padecía el sonoro revire de saber cantar y canta- parejitas jóvenes con sus párvulos felices, que tenían el privile- no convence a nadie: ni a las guerrillas sudamericanas. Velasco cio de los tiempos. Es, si se quiere, lo que llamamos “el esti- Nuestra narración no es lineal. No queremos que el dis-
lugartenientes después de Pavón. Con los torsos desnudos, ba: “La copa del alcohol hasta el final/ Y en el final tu niebla/ gio de empezar la vida mirando eso, la alegría de un pueblo. Alvarado fracasó. A Salvador Allende lo echamos en un par de lo de vida argentino”. Para un comunista, para un polaco, o curso de Perón del 21 de junio de 1973 –el del día siguien-
sudados, se tiraban de los camiones y desplegaban sus bande- ¡Bodegón!/ Monótono y fatal/ Me envuelve el acordeón/ En “Sirvientas”, gallegas laburadoras que se limpiaban 9 pisos de meses. Su suerte está sellada. Ahí deberemos hacer una masa- un judío, o un ruso ignorante de las costumbres nacionales, te de Ezeiza– sea conocido después de la narración de los
ras. Y todas, todas ellas decían Montoneros, decían FAR, un vapor de tango que hace mal”. Troilo, señores. Troilo y escaleras. Porteros. Niños de papá, que querían amargar al cre. Ser extremadamente duros. Fue muy lejos ese marxista lesionar la amistad entre el patrón y el obrero rural ha de hechos. Nos proponemos ofrecerlo ahora. Ya, sin más. De
decían Poder Popular, Socialismo Nacional como quiere el vino y días que eran como la sala de espera de la plenitud, de viejo y mezclarse con la plebe. Toda esa clase media fue a pacífico y democrático. Debió sosegarse. Plantear una socialde- parecerle fácil. Tonterías. Ya lo intentaron los primeros este modo, ante las cosas que ocurran ustedes ya sabrán lo
general, Trelew, ni olvido ni perdón, la sangre derramada no los deseos que se te cumplen. Cuando gritaba (porque lo gri- Ezeiza. ¿Qué esperaban? Qué sé yo. Ya veremos esto y lo vere- mocracia abierta al Occidente cristiano. Pero no hay caso: pro- anarquistas. Nuestros hombres de poder (y atención a esto, que dirá Perón y ya podrán ir estableciendo un paralelismo
será negociada, Abal Medina/ el nombre de tu hermano/ es taba) “¡Bodegón!”, uno que otro mozo, inusualmente me mos a fondo. Entre tanto, un amigo mío inventó la consigna meten, suman extremistas, tienen que cumplirles, se hunden señores “revolucionarios”) supieron entreverarse mejor con que habrá de golpearlos entre la perplejidad, o la bronca, o
fusil en la Argentina. ¡Los pibes de Jujuy bajaban con esas decía: “Más bajo, pibe. Es tarde”, y yo le hacía caso y si tenía que les correspondía: más y más en la subversión que el marxismo anima en nuestros el pueblo que ustedes, que lo ignoran todo de él. Hay, como la aceptación o el descubrimiento de la complejidad de los
consignas! Llegaron a ser –si no 3.000.000, para los que se en la mesa a una compañera, ella, en un susurro, decía glorio- No rompan las pelotas territorios y, por fin, se tornan muy peligrosos y hay que extir- les dijimos, un “estilo de vida argentino” y les vamos a con- hechos, sobre todo si esa complejidad se alimenta por la
asustan con las cifras abultadas y empiezan a negociar como si samente: “Hoy vas a entrar en mi pasado/ en el pasado de mi queremos pagar en cuotas parlos. Las extirpaciones no son ni pueden ser amables. Son tar cómo nuestros grandes hombres lo fueron construyendo. complejidad del célebre (decisivo) discurso de Perón. Que
II III
es el que seguidamente citamos: como única garantía de libertad y justicia. En la ”Tenemos un país que a pesar de todo no han
”Deseo comenzar estas palabras con un saludo función pública no ha de haber cotos cerrados de podido destruir, rico en hombres y rico en bienes.
muy afectuoso al pueblo argentino, que ayer des- ninguna clase, y el que acepte la responsabilidad ha Vamos a ordenar el Estado y todo lo que de él
graciadamente no pude hacerlo en forma personal de exigir la autoridad que necesita para defenderla dependa que pueda haber sufrido depredaciones u
por las circunstancias conocidas. Llego desde el dignamente. Cuando el deber está de por medio los olvido. Esa será la principal tarea del gobierno. El
otro extremo del mundo con el corazón abierto a hombres no cuentan, sino en la medida en que sir- resto lo hará el pueblo argentino, que en los años
una sensibilidad patriótica que sólo la larga ausen- ven mejor a ese deber. La responsabilidad no puede que corren ha demostrado una madurez y una
cia y la distancia pueden avivar hasta su punto más ser patrimonio de los amanuenses. capacidad superior a toda ponderación.
álgido. ”Cada argentino, piense como piense, y sienta ”En el final de este camino está la Argentina
”Por eso al hablarles a los argentinos lo hago con como sienta, tiene el inalienable derecho de vivir en potencia, en plena prosperidad con habitantes que
el alma a flor de labios y deseo también de que me seguridad y pacíficamente. puedan gozar del más alto standard de vida, que la
escuchen con el mismo estado de ánimo. ”El gobierno tiene la insoslayable obligación de tenemos en germen y que sólo debamos realizarla.
”Llego casi desencarnado. Nada puede perturbar asegurarlo. Yo quiero ofrecer mis últimos años de vida a un
mi espíritu porque retorno sin rencores ni pasiones, ”Quien altere este principio de la convivencia, logro que es toda mi ambición. Sólo necesito que
como no sea la que animó toda mi vida: servir leal- sea de un lado o de otro, será el enemigo común los argentinos lo crean y nos ayuden a cumplirlo.
mente a la patria, y sólo pido a los argentinos que que debemos combatir sin tregua, porque no ha de ”La inoperancia en los momentos que tenemos
tengan fe en el gobierno justicialista porque ése ha poderse hacer ni en la anarquía que la debilidad que vivir es un crimen de lesa patria. Los que esta-
de ser el punto de partida para la larga marcha que provoca o la lucha que la intolerancia desata. mos en el país tenemos el deber de producir por lo
iniciamos. ”Conozco perfectamente lo que está ocurriendo menos lo que consumimos. Esta no es hora de
”Tal vez la iniciación de nuestra acción pueda en el país. Los que creen lo contrario se equivocan. vagos ni de inoperantes.
parecer indecisa o imprecisa. Pero hay que tener en Estamos viviendo las consecuencias de una posgue- ”Los científicos, los técnicos, los artesanos y los
cuenta las circunstancias en las que la iniciamos. La rra civil que aunque desarrollada embozadamente obreros que están fuera del país deben retornar a él
situación de país es de tal gravedad que nadie puede no por eso ha dejado de existir, a lo que se suman a fin de ayudarnos en la reconstrucción que esta-
pensar en una reconstrucción en la que no deba par- las perversas intenciones de los factores ocultos que mos planificando y que hemos de poner en ejecu-
ticipar y colaborar. Este problema, como ya lo he desde las sombras trabajan sin cesar tras designios ción en el menor plazo. Finalmente deseo exhortar
dicho muchas veces, o lo arreglamos entre todos los no por inconfesables menos reales. Nadie puede a todos mis compañeros peronistas para que obran-
argentinos o no lo arregla nadie. Por eso deseo hacer pretender que todo esto cese de la noche a la maña- do con la mayor grandeza echen a la espalda los
un llamado a todos al fin y al cabo hermanos, para na. Pero todos tenemos el deber ineludible de malos recuerdos y se dediquen a pensar en la futura
que comencemos a ponernos de acuerdo. enfrentar activamente a esos enemigos si no quere- grandeza de la patria que bien puede estar en nues-
”Una deuda externa que pasa los seis mil millo- mos perecer en el infortunio de nuestra desapren- tras propias manos y en nuestros propios esfuerzos.
nes de dólares y un déficit cercano a los tres billo- sión e incapacidad culposa. ”A los que fueron nuestros adversarios que acep-
nes de pesos acumulados en estos años no han de “Pero el Movimiento Peronista, que tiene una ten la soberanía del pueblo, que es la verdadera
cubrirse en meses sino en años. Nadie ha de ser trayectoria y una tradición, no permanecerá inacti- soberanía. Cuando se quieran alejar los fantasmas
unilateralmente perjudicado, pero tampoco ningu- vo frente a tales intentos, y nadie podrá cambiarlos del vasallaje foráneo siempre más indignos y más
no ha de pretender medrar con el perjuicio o la des- a espaldas del pueblo, que las ha afirmado en fechas costosos. A los enemigos embozados y encubiertos
gracia ajena. No son estos días para enriquecerse muy recientes y ante la ciudadanía que comprende o disimulados, les aconsejo que cesen en sus inten-
desaprensivamente, sino para reconstruir la riqueza también cuál es el camino que mejor conviene a la tos porque cuando los pueblos agotan su paciencia
común, realizando una comunidad donde cada uno Nación Argentina. Cada uno será lo que deba ser o suelen hacer tronar el escarmiento. Dios nos ayude
tenga la posibilidad de realizarse. no será nada. Así como antes llamamos a nuestros si somos capaces de ayudar a Dios. La oportunidad
”El Movimiento Justicialista, unido a todas las compatriotas en la Hora del Pueblo, el Frente Cívi- suele pasar muy quedo, guay de los que carecen de
fuerzas políticas, sociales, económicas y militares co de Liberación y el Frente Justicialista de Libera- sensibilidad e imaginación para no percibirla. Un
que quieran acompañarlo en su cruzada de Recons- ción para que mancomunados nuestros ideales y grande y cariñoso abrazo para todos mis compañe-
trucción y Liberación del país, jugará su destino nuestros esfuerzos pudiéramos pujar por una ros y un saludo afectuoso y lleno de respeto para el
dentro de la escala de valores establecida: primero, Argentina mejor, el justicialismo, que no ha sido resto de los argentinos”.
la Patria; después, el Movimiento, y luego, los nunca ni sectario ni excluyente, llama hoy a todos Se trata de uno de los discursos más duros, más
hombres, en un gran movimiento nacional y popu- los argentinos, sin distinción de banderías, para que claros en su direccionalidad, de nuestra historia. La
lar que pueda respaldarlo. todos solidariamente nos pongamos en la perento- condenada es la Juventud Peronista. Son los “infil-
”Tenemos una revolución que realizar, pero para ria tarea de la reconstrucción nacional, sin la cual trados”. Son los que deberán bajar las banderas que
que ella sea válida ha de ser una reconstrucción estaremos todos perdidos. Es preciso llegar así, y él, Perón, les entregó para movilizarlos en la lucha
pacífica y sin que cueste la vida de un solo argenti- cuanto antes, a una sola clase de argentinos, los que contra el régimen. Son los que se han puesto la
no. No estamos en condiciones de seguir destru- luchan por la salvación de la Patria, gravemente camiseta peronista. Son los que quieren cambiar la
yendo frente a un destino preñado de acechanzas y comprometida en su destino por los enemigos de naturaleza originaria y pura del peronismo que se
peligros. Es preciso volver a lo que fue en su hora el afuera y de adentro. expresa en las Veinte verdades peronistas. Y muchas
apotegma de nuestra creación: de casa al trabajo y ”Los peronistas tenemos que retornar a la con- cosas más que analizaremos luego de los hechos. El
del trabajo a casa, porque sólo el trabajo podrá redi- ducción de nuestro Movimiento, ponernos en mar- discurso pone el error, la culpa y la responsabilidad
mirnos de los desatinos pasados. Ordenemos pri- cha y neutralizar a los que pretenden deformarlo de la inoperancia de una sola parte: la parte de la
mero nuestras cabezas y nuestros espíritus. desde abajo y desde arriba. Nosotros somos justi- militancia juvenil y la del gobierno de esa militan-
”Reorganicemos el país y dentro de él al Estado, cialistas, levantamos una bandera tan distante de cia, el del Tío Cámpora. El tono definitorio del dis-
que preconcebidamente se ha pretendido destruir, y uno como de otro de los imperialismos dominan- curso, la bronca de Perón al decirlo, su aspecto de
que debemos aspirar a que sea lo mejor que tenga- tes. No creo que haya un argentino que no sepa lo Zeus iracundo, revelan que sabía muy bien (como
mos para corresponder a un pueblo que ha demos- que ello significa. No hay nuevos rótulos que califi- lo dijo) lo que pasaba en la Argentina. Básicamente
trado ser maravilloso. Para ello elijamos los mejores quen a nuestra doctrina y a nuestra ideología. (en lo relativo al movimiento peronista), a quiénes
hombres, provengan de donde provinieren. Acopie- ”Somos lo que las veinte verdades peronistas había dinamizado excesivamente, a quiénes debía
mos la mayor cantidad de materia gris, todos juzga- dicen. No es gritando la vida por Perón que se hace detener y a quiénes debía potenciar para que los
dos por sus genuinos valores en plenitud y no por patria, sino manteniendo el credo por el cual lucha- detuvieran. Aquí empieza su política maniquea de
subalternos intereses políticos, influencias persona- mos. Los viejos peronistas lo sabemos. Tampoco lo “levantar a la derecha para que barra a la izquier-
les o bastardas concupiscencias. Cada argentino ha ignoran nuestros muchachos que levantan banderas da”. Sólo que la “derecha” con que contaba Perón
de recibir una misión en el esfuerzo de conjunto. revolucionarias. era siniestra. Esta sí era (como lo afirmara de los
Esa misión será sagrada para cada uno y su impor- ”Los que pretextan lo inconfesable aunque cabecitas el diario comunista Orientación) una pan-
tancia estará más que nada en su cumplimiento. cubran sus falsos designios con gritos engañosos o dilla de gangsters y pandilleros. Una pandilla de
”En situaciones como las que vivimos todos pue- se empeñan en peleas descabelladas no pueden asesinos. En ellos habrá de apoyarse Perón.
den tener influencia decisiva y, así como los cargos engañar a nadie. Los que no comparten nuestras La Tendencia –un poco con la ingenua creencia
honran al ciudadano, éste también debe ennoblecer premisas si se subordinan al veredicto de las urnas de que sus militantes eran tontos– inventaría la
a los cargos. tienen un camino honesto que seguir en la lucha Teoría del cerco. Perón estaba “cercado” por “la
”Si en las Fuerzas Armadas de la República cada que ha de ser para el bien y la grandeza de la patria familia”: López Rega, Lastiri y su propia mujer,
ciudadano, de general a soldado, está dispuesto a y no para su desgracia. Los que ingenuamente pien- Isabel Perón. Era absurdo postular a la vez la fuer-
morir en la defensa de la soberanía nacional como san que pueden copar nuestro Movimiento o tomar za y la debilidad de Perón. ¿Cómo el formidable
del orden constitucional establecido, tarde o tem- el poder que el pueblo ha reconquistado se equivo- líder de las masas argentinas admitiría el cerco de
prano han de integrarse al pueblo, que ha de espe- can. Ninguna simulación o encubrimiento por una “familia” de pequeños canallas? Era Perón el
rarlas con los brazos abiertos como se espera a un ingeniosos que sean podrán engañar a un pueblo que estaba al frente de la familia y del operativo de
hermano que retorna al hogar solidario de los que ha sufrido lo que el nuestro y que está animado aniquilar a la Tendencia. Esto se supo en seguida.
argentinos. por una firme voluntad de vencer. Desde la conducción hasta las bases. Desde la con-
”Necesitamos la paz constructiva, sin la cual ”Por eso deseo advertir a los que tratan de infil- ducción se filtró un chiste macabro que suele con-
podemos sucumbir como Nación. Que cada argen- trarse en los estamentos populares o estatales que tar Miguel Bonasso. ¿El cerco? ¿Qué cerco? Cuan-
tino sepa defender esa paz salvadora por todos los por ese camino van mal. Así aconsejo a todos ellos do rompamos el cerco nos vamos a encontrar con
medios, y si alguno pretendiera alterarla con cual- tomar el único camino genuinamente nacional: Perón, sí. Va estar en el medio del cerco, en su
quier pretexto, que se le opongan millones de cumplir con nuestro deber de argentinos sin doble- mismísimo centro, esperándonos. Con una ame-
PRÓXIMO pechos y se alcen millones de brazos para sustentar- ces ni designios inconfesables. Nadie puede ya tralladora.
DOMINGO las por los medios que sean precisos. Sólo así podre- escapar a la tremenda experiencia que los años, el
mos cumplir nuestro destino. dolor y el sacrificio han grabado a fuego en nues- Colaboración especial:
¡¡¡Ezeiza!!! (II) ”Hay que volver al orden legal y constitucional tras almas y para siempre. Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 12 de julio de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


87 ¡¡¡Ezeiza!!! (II)

Suplemento especial de

PáginaI12
LA TEORÍA DE LOS 300 METROS de los 300 metros. Había que copar los 300 metros grandes negocios de este mundo y el masoquismo –Lo que cagó todo, pibe. Lo que nos hundió en
ada uno fue a Ezeiza a su modo. alrededor del palco. No es la primera vez que digo que vendía Gustavo era de alta calidad, ingenioso y, la derrota... Fue el balcón. Oíme bien, a Fortunato

C Pero el sentido de la jornada era el


de la alegría del “reencuentro del
Pueblo con su líder”. El líder había
salido de Madrid, alto, siempre el
pelo negro (nunca dejó de darse “la Carmela”),
serio y acompañado por el Generalísimo Franco.
Algo que la Jotapé debía explicar a la izquierda no
esto. Lo dije desde el 21 de junio de 1973. Es una
de mis principales objeciones a la conducción de
Montoneros. Recordemos las palabras que citamos
de Horacio Verbitsky: “Muchas veces me he pre-
guntado cómo fue posible que personas de notable
aptitud e incluso brillo intelectual se sometieran a
los dictados de un liderazgo paupérrimo” (Nota:
sin duda, extremo. Le pregunté por las armas que se
usaban en la película.
–¿De dónde las sacás?
–Negativo. Pero vení, te las muestro.
Me lleva a su habitación. Hay un enorme pla-
card. Me muestra todo tipo de armas. Nada lo
entusiasma mucho. De pronto, dice:
lo perdió el balcón. Ahí se la creyó. Y ahí perdió.
Por un lado, te demuestra que los militares son
humanos. Se equivocan, son orgullosos. Pero por
otro te demuestra que son tan pelotudos como la
mayoría de los gilastros que andan por ahí. Yo me
retiré, pibe. Ahora hago negocios. ¿No te gustaría
pasar un fin de semana en Dachau?
peronista con el maravilloso concepto de “táctica”. Cristina Zucker, El tren de la victoria, ed. cit., p. 9. –Preparate. No lo vi más.
Perón, acompañado por Franco, era “táctico”, no Esta es una cuestión fundamental. ¿Cómo pudieron Del último cajón saca una metralleta sensacional.
“estratégico”. Además, si Franco se lo había ofreci- Walsh, Gelman, Urondo, Oesterheld no ver lo evi- Yo no sé un pito de armas pero advierto que eso es EL COPAMIENTO DEL ACTO Y LA
do, ¿cómo habría de negarse? Ese par de conceptos dente? Muchos me dicen hasta dónde el propio una joya de la industria de la muerte. Me la da. LÓGICA DEL ENFRENTAMIENTO
que Perón entregó al Movimiento por él creado le Horacio no se incluye en la pregunta que él hace. –¿Qué te parece? Nos vamos a detener en la versión que, de Ezeiza,
fue muy útil de la juventud peronista. No había dis- No sé hasta qué altura de los hechos estuvo Ver- –Alucinante. ofrece Roberto Perdía, de la conducción de Monto-
cusión en que no apareciera. Macana que Perón se bitsky en Montoneros. Supongo que si hace esa pre- –Con eso hacés una masacre en menos de un neros en esa precisa jornada. Empieza señalando las
mandaba: “Eso es táctico”. Se mandaba otra: “Es gunta su actitud habrá sido distinta de la de otros. minuto. –Y luego, con gran naturalidad, dice–: indefiniciones del gobierno de Cámpora. Aceptado,
táctico, viejo. Entendé, táctico”. Si se mandaba una El tema es muy importante y lo trataremos de anali- Entraron con López Rega. ya hablaremos de eso. Señala luego los dos lados en
de esas formidables cagadas, ya imposibles de expli- zar sobre todo a propósito de Rodolfo Walsh. ¿Por Me quedé frío. Con López Rega. El payaso. El que reside el enfrentamiento del peronismo: “Por
car: “Ustedes nunca van a entender el peronismo. qué hace tan atinadas críticas recién a fines de brujo umbandista. El criado de Perón. El tipo al un lado quedarían las voluntades de una juventud
No es –como decía Cooke– la revolución con 1976? ¿No se podía ver antes eso? Perón venía rode- que la Tendencia se pensaba devorar en menos de que pretendía construir una sociedad sobre nuevos
escuadra y tiralíneas. Eso quieren ustedes. La revo- ado de asesinos, pero la conducción de Montoneros un mes. El que les dio estas armas a los mercenarios moldes y sectores sociales; por el otro la ‘sensatez’
lución no es lineal. Y Perón lo sabe muy bien”. Tan deliraba por su cuenta. ¿Cómo a alguien se le puede franceses y a Osinde para que hicieran fuego desde de reconstruir lo ‘viejo’” (Roberto Perdía, La otra
bien lo sabía que hasta Franco –en la despedida– ocurrir copar el acto? ¿Cómo es posible dar esa el palco. Gustavo la guardó. Como si fuera una joya historia, testimonio de un jefe montonero, ed. cit., p.
pudo decirle: “El programa justicialista coincide orden a la militancia? ¿No se ve que es mandarla al inapreciable. Y tal vez lo era. De pronto, pensé: 166). Esta contradicción –cree– habría de resolverse
con el que los españoles hemos tratado de cumplir sacrificio como, en efecto, se la mandó?). Este “lide- “¿Cuántos muchachos de la Jotapé habrán caído en Ezeiza. ¡Pavada de problema había derivado
durante las últimas décadas” (Anguita y Caparrós, razgo paupÉrrimo” se incluyó en la “lógica de gue- bajo el fuego de esta metralleta exquisita, posesión hacia un acto festivo y popular al que asistieron más
ob. cit., p. 118). Ahora el viejo líder sube al avión y rra” de su bestial adversario al querer imponer su de pocos, de los poderosos de este mundo, de la de dos millones de personas! Sigamos, la cosa
parte rumbo a la patria en que lo esperan entre 2 masividad en el acto. Pregúntenle a la colla que se derecha, del poder?”. Eran, sin más, los artefactos empeora. Confiesa claramente (como Firmenich):
millones, 2 millones y medio o 3 millones de perso- había venido desde Lules “para verlo al General”. espléndidos que las grandes fábricas de armas elabo- “Confiamos toda nuestra fuerza a la suerte de la
nas. Ezeiza es la concentración de masas más impo- Pregúntenle si quería algo más que eso y desearle ran para mantener el poder del gran capital en el movilización multitudinaria” (Perdía, Ibid., p. 166.
nente de nuestra historia. ¿Qué fue a buscar ese que viviera 200 años. No dudo que los grandes mundo. ¿Contra esto marcharon los pobrecitos que Cursivas mías). Continúa: “Pero las cosas no fueron
pueblo, qué esperaba? “Pueblo” es un concepto cerebros de Montoneros habrían pensado que no fueron a copar los 300 metros? ¿Contra esto los así, en lugar de concretar esa gran ofensiva, a partir
muy totalizador. Los matices de la masa que fue a era más que una colla ignorante y que no tenía la mandaron sus conducciones? ¿No tenían la más de ese día comenzó nuestro retroceso” (Perdía,
Ezeiza eran infinitos. “Bajo un poste de alumbrado, más puta idea acerca de la liberación nacional y puta idea del armamento de López Rega? ¿Sabían Ibid., p. 167). Pero, ¿qué fueron a hacer, Perdía?
un grupo de collas bailaba al son de un par de que- social de la patria, de la revolución. De la necesidad algo de López Rega? ¿Sabían que la OAS asesoraba ¿Qué buscaba tu organización, qué pensaban conse-
nas. Entrevistada por un periodista de Canal 7, una de mostrarle a Perón el poder de la Tendencia. al Ejército Argentino desde 1957, ya que entraron guir mostrándole al Viejo que eran los que más
tucumana de veintipico con poncho decía que ¿Cuánta gente hubo en Ezeiza como esa mujer, con Aramburu? ¿En qué creían? ¿En ese argumento gente juntaban, los que más movilizaban, para qué
había llegado desde Lules para ver al General: cuánta entre 2 millones y medio de personas? A los demencial del Comandante Guevara, esa supravalo- la lucha por acercarse tanto al palco? “Ezeiza (dice
–Yo no lo conozco pero es como si lo conociera que se les ordenó ir “a copar el palco” se les ordenó ración del miliciano de la guerrilla juvenil que lo Perdía) fue una gigantesca asamblea. Allí estaban,
desde siempre. Nosotros somos pobres, sabe, pero ir a la muerte. Sin nada, además. Desarmados. tornaba invencible? “Son todos mercenarios”, le reunidos, uno de cada tres votantes peronistas.
lo poco que tenemos nos lo dio él. Ojalá viva dos- Carne de cañón, infantería desdichada, víctima de había dicho a Osvaldo Bayer cuando éste le planteó Querían homenajear a su Líder, pero también que-
cientos años. los planes napoleónicos de los estrategas de la Orga. el poder de las fuerzas represivas en la Argentina. rían hacer oír –en una expresiva demostración de
“Puestos vendían choripanes, gaseosas, café; en En Ezeiza hubo muchos jefes de organizaciones “Son todos mercenarios.” O sea, nada pueden con- democracia directa– qué esperaban que se hiciera
alguno se podía conseguir una damajuana de tinto, armadas. El Kadri, desde luego. Pero también Per- de la OAS en el palco de Ezeiza! ¿No se sabía que la otro primero tenés que sufrir vos. Conocer a fondo tra la voluntad revolucionaria de los jóvenes com- con el voto que habían dado” (Perdía, Ibid., p. 168.
hasta que las patrullas con brazaletes verdes de la día y Vaca Narvaja. Nadie vio a Firmenich. Hace OAS asesoraba tanto al Ejército Argentino como a el sufrimiento. Si no, cualquier hijo de puta empie- batientes de la guerrilla. Contra la teoría del foco Cursivas mías). Tanto Firmenich como Perdía no
Juventud Sindical Peronista lo descubrían y se lo mucho que pienso estas cosas y con la misma bron- la derecha peronista? Supongo que también debían za a los gritos y vos creés que lo estás matando y no. que galvanizará a las masas. Pero Ezeiza no fue la entendían al peronismo. El peronismo no tiene nada
requisaban” (Anguita y Caparrós, ob. cit., pp. ca. En 1986, cuando tenía mi columna en la revista ignorar por completo el arsenal de armas ultramo- Es puro teatro. “A mí no me vas a joder”, le decís. “teoría del foco”. Fue un combate al que se arrojó a que ver con la asamblea. Nadie, nunca, fue a la Plaza
118/119). A esta fiesta –como veremos– no todos Humor (cuando todavía vivía Cascioli, de quien nos derno que López Rega ya había hecho entrar en el “Yo sé lo que duele esto. Todavía te falta mucho las masas. Se las arrojó hacia las más sofisticadas a discutir políticas con el líder del movimiento.
fueron con inocencia y felicidad. Sólo con eso. Por- despedimos con gran dolor recientemente), escribía: país. De esto, ni idea. Yo, de pura casualidad, me para empezar a sufrir.” Y seguís. armas de un enemigo sanguinario, que los masacró. Para eso se tiene un conductor. Una asamblea la
que no hacía falta más. La derecha fue armada hasta “La Tendencia marchó a Ezeiza enmarcada en una enteré (años después: en 1987) de algunos detalles –Seguís... qué. Santucho, en julio de 1976, admite que se equivo- puede tener un partido político republicano. El
los dientes y lista para cualquier enfrentamiento lógica del enfrentamiento. Había que crear un y, sobre todo, pude ver esas armas. –¿Cómo qué? Buscando la información que caron en subestimar la capacidad de las Fuerzas peronismo –bajo Perón y también bajo Eva– nunca
armado, de la envergadura que fuere. Y los Monto- hecho político: el copamiento de los trescientos necesitás. Armadas (Ver: Pilar Calveiro, Poder y desaparición, lo fue. Fue un movimiento popular. Las masas no
neros, que habitualmente son pintados como las metros tenía ese sentido. Ante el avance de la dere- INTIMIDADES DE UN –¿Y eso no es torturarlo? ed. cit., p. 19). Pero dice que esa subestimación se iban a ver a Mao para discutir “en asamblea”, “en
víctimas inocentes de la masacre, fueron con un cha –que se había expresado en la destitución de MERCENARIO –Perdoname, nosotros no usamos esa palabra. dio en el momento del golpe. No, se dio siempre. democracia directa”, sus directivas, iban a exhibirle
plan político basado en la potencia movilizadora. Galimberti y en la ausencia de representantes de la En el noreste (cerca de la frontera con Bolivia) se Cuando yo hago sufrir a un tipo para sacarle infor- Los movimientos guerrilleros pudieron creerse su adhesión. Cuando un movimiento tiene un lide-
Analizaremos –por supuesto– esta cuestión hasta su Jotapé– había que mostrarle a Perón quiénes eran el rodaba una coproducción argentino-norteamerica- mación no lo estoy torturando. Estoy haciendo poderosos y con derecho a enfrentar a las Fuerzas razgo tan fuerte, la reunión en el ágora tiene un
último detalle. Pero dejemos caer ya unas palabras pueblo, quiénes movilizaban a los peronistas. na; requería muchas armas, stunts y hasta actores tarea de inteligencia. Mirá, igual ahora no hago eso. Armadas en tanto formaban parte del movimiento mecanismo muy simple, que el peronismo supo
increíbles de Firmenich, que revelan hasta qué “La dirigencia montonera decidió copar el acto decididos a darse unas cuantas piñas si el director lo Hago cosas más divertidas. Organizo fines de sema- peronista que, bajo la conducción de su líder exilia- darle: se va a escuchar la palabra del líder, a confir-
punto era un inconsciente de lo que podía confesar con la militancia. Se dirá: los militantes son parte necesitaba. Yo tenía ganas de tomarme un descanso, na para empresarios. Un gran negocio. Empezaron do, marchaba hacia una victoria ineludible por con- marle (con la presencia masiva) que se está con él y
en un reportaje. A Felipe Pigna –muy tranquila- del pueblo. Nadie lo niega: lo son. Pero hay una tenía muchos amigos laburando en la peli, les pedí los yanquis, claro. Son los más grandes en esto. tar con un enorme apoyo de diversos y amplios sec- a compartir ese hecho con los restantes compañe-
mente– le dice: “Nosotros sí fuimos con un plan diferencia. Un militante responde a la estrategia de que me invitaran y me fui para ahí. Casi, en los –¿Y cómo es eso? tores sociales, sobre todo los pobres, los obreros, los ros. Esta idea jacobina que los Montoneros preten-
político bien deliberado, que cumplimos, que era una organización. Puede actuar sobre el pueblo y comienzos, hubiera podido hacer el guión, pero –Tiene un éxito espectacular. No lo vas a creer. perseguidos desde 1955. Luego, marginados de esa den aplicar a Ezeiza y al 1º de mayo del año
copar políticamente el acto. Ya estaba planteada una organizarlo. Pero también puede marginarse del algo me lo impidió. De modo que me consideraban Los tipos quieren pasarla mal. Como la pasan bien ola, de esa marejada que galvanizó al país, la lucha siguiente es totalmente a-peronista. ¡Más aún el 20
lucha político-ideológica entre los sectores ortodo- pueblo si no lo interpreta. El pueblo no fue a Ezeiza un poco parte o un buen amigo del proyecto. Salió toda la semana y casi siempre. Como están llenos directa de aparato contra aparato era inútil y suici- de junio, en Ezeiza! Nadie iba a una asamblea. Esto
xos y conservadores del peronismo y los sectores a ocupar los trescientos metros; fue a recibir a mala la peli pero su filmación tuvo alternativas de de guita, de minas, como tienen los mejores coches, da. Además, la guerrilla, al margen de las masas, se es no saber nada de nada. Es estar en una nube de
revolucionarios del peronismo y, en esa lucha, la Perón. No fue a copar un acto, fue a darle un con- todo tipo. Suele ocurrir, la peli sale mala pero para yates, quieren algo distinto. Nosotros se lo damos. ilegitima de inmediato. Salvo que se crea la ilumi- flatulencias táctico-estratégicas. “El encuentro del
definición del proceso dependía de la posición que tenido. algunos resulta inolvidable. Hasta pueden conocer “Pase un fin de semana en un campo de concentra- nada vanguardia que conoce las “leyes de la histo- Líder con su pueblo sería nuestro triunfo” (Perdía,
tomara Perón” (Pigna, Lo pasado, pensado, ed. cit., “En cuanto a las armas, ya casi no quedan dudas: en ella a la mujer de su vida. Era –insisto– una peli ción.” ria” y ese conocimiento la autoriza a marchar al Ibid., p. 170). Error: ese encuentro se iba a dar sin
p. 226. Las cursivas me pertenecen). Hábilmente, la Tendencia no fue armada. Llevaban, en todo de mucha violencia, de muchos tiros. Necesitaba –Me estás jodiendo. frente e indicar el camino a quienes con frecuencia el esfuerzo de ustedes. Es cierto que movilizaron
Pigna hace seguir la afirmación de Firmenich de caso, armas de escaso calibre. Y las llevaban sólo los armas e instructores para las escenas de acción. A Gustavo se echa a reír. Tiene una risa seductora. no la siguen. Es decir, a nadie. mucha gente. Es cierto que muchos se conmovie-
una en que Bonasso postula la inocencia y la victi- custodios de las columnas. Hay un motivo: la Ten- uno de ellos (no eran más que dos) le diremos Gus- Una boca llena de dientes grandes y blancos. Está Gustavo cerró el placard. Salimos. Nos sentamos ron al ver pibes de Salta y de Jujuy bajar de los
mización de la Orga: “No hubo una confrontación dencia no iba a un enfrentamiento armado. No tavo. Era un tipo muy alto, muy fornido y muy tostado por el sol del norte argentino. Y ese unifor- por ahí. Se le dio por mostrarme algunas fotos. De camiones al grito de “Montoneros”. Pero era por-
en Ezeiza, como ha dicho toda la prensa canalla de había elegido ese terreno de lucha. Había decidido simpático. Vestía su uniforme de comando. Nadie me de hojas verdes que se amontonan y se cruzan le la familia. De algunos amigos. De alguna novia. Y que todavía se suponía que ustedes iban a plegarse a
la República Argentina. Nuestra gente fue desarma- librar el enfrentamiento con la masividad, con la le daba mucha bola. Lo llamaban cuando hacía queda bárbaro. Usa también un quepi de soldado una en la que estaba con otros mercenarios. “Aquí la movilización. Que se habían dado una política de
da. No hubo confrontación, hubo asesinato, hubo militancia, con la movilización. falta. El otro desocupado era yo. Nos hicimos “ami- mercenario. Se afeita bien, se lo nota extremada- estoy en Angola”, dice. Su cara no estaba en la foto. superficie. Que llevaban a la gente –en efecto– al
masacre” (Pigna, ob. cit., p. 226). Como no creo “También hay un motivo para esto: querían mos- gos”. Para mí era una buena oportunidad de tirarle mente limpio. El sí: erguido, con un brazo por sobre otro compa- encuentro con su líder. Pero no: la llevaron para
pertenecer a la “prensa canalla de la República trarle a Perón que eran la mayoría, que eran los bra- la lengua a uno de estos personajes. Le pregunté –No, viejo. No te jodo. Nosotros les armamos el ñero. Pero se había recortado minuciosamente la copar el acto. Con una finalidad político-estratégi-
Argentina” me voy a permitir decir, querido zos de la liberación, que eran el verdadero poder, el cómo se formaba un comando. campo. Lo estudiamos bien. Siempre nos basamos jeta. Era él y no era él. Al rato estábamos hablando ca. Medio país fue a Ezeiza. Nada hacía prever un
Miguel, que sí, que hubo confrontación. No arma- del pueblo. Que marcharan al enfrentamiento a –Lo primero que tenés que hacer es dormir con en los alemanes. Para eso, los mejores. Les hacemos de Malvinas. desastre. Todos iban tranquilos, contentos. No
da. Peor todavía. El genial estratega al que ustedes pecho descubierto, después de haber comprobado un cadáver al lado. Toda la noche. Dachau, ponele. O Treblinka. Auschwitz no. Da –Grave error, che. Grave error –dice Gustavo–. había represión ese día, como la hubo el 17 de
inexplicablemente seguían los mandó al muere. A en José León Suárez el irracionalismo asesino de la –Ajá –impertérrito, con cara de “me banco lo que muy judío. No les cae bien. Quieren sufrir pero no Fortunato se equivocó. Había que tocar y volver. noviembre. Era un día de sol, de esos que suelen
copar el acto. ¿Se conoce esa frase de la guerra: derecha, es otra prueba del desprecio por la vida sea”. quieren ser judíos. Llegan el viernes a la noche. Los Nada más. Ésa ya era la victoria. Pero te voy a decir llamarse “peronistas”. Sobre todo por los peronis-
“carne de cañón”, no? Se refiere, centralmente, a la que la conducción exhibiría luego hasta límites –Después te meten en un pozo con un cadáver metemos en las barracas. Y ahí empieza la joda. Te lo que pasó. Lo que llevó todo a la mismísima mier- tas. Pero está bien: es un genuino invento del pero-
infantería. Son los que van al frente, tratando de inconcebibles. Pero no les importó: morir por el también. Apenas si entrás. El cadáver se tiene en pie ahorro los detalles. Pero cuanto mejor los hacemos da. nismo. Cuando un movimiento moviliza tanta
abrir alguna brecha entre las tropas enemigas. Fir- copamiento de los trescientos metros les debió pare- porque no tiene espacio para caer. Así, otra noche. sufrir más contentos quedan y mejor te pagan. Se detiene. Me mira. Lo miro. Es terrible: pero es gente y el día es cálido, luminoso, bien puede
menich usó a la gente para “copar” el acto. ¿Qué cer a los organizadores del operativo una muerte Después, lo más importante: tolerar el dolor. Lo Igual, el servicio es carísimo. un tipo agradable. Tiene familia, hijos, los llama ponerle su nombre a ese día. Nadie, nunca, jamás,
pensó que harían tipos como Osinde y Brito Lima? heroica” (JPF, López Rega, la cara oscura de Perón, esencial de un comando es tolerar y –atención a No indagué más en esta cuestión. Parecía un por teléfono. Les habla con tono marcial: en la puta vida un dirigente político argentino llevo
Además, no se va a un acto a coparlo, se va a darle un ed. cit., pp. 109/110). esto, eh– conocer el dolor. Si vos no conocés el dolor delirio del tipo. Pero el boludo es uno porque se –¿Todo bien por ahí? Por aquí también. Satisfac- hacia sí tal cantidad de seres humanos. Esto vale
contenido. Todos los que ya cargamos nuestros años ¿Nada sabía la conducción de Montoneros sobre no sabés qué le estás haciendo al otro cuando lo niega a creer que estas cosas existen, que son reales. torio. para otra clase de obcecados (por decirlo suave): los
conocemos esto desde siempre. Se le llamó la teoría Osinde? ¿Nada sobre López Rega? ¡Hubo milicianos hacés sufrir. ¿Entendés? Para saber lo que sufre el Y tienen que serlo. El masoquismo es uno de los Y ahí cuelga el teléfono. que dicen que la juventud peronista se equivocó
II III
con Perón. Los de la teoría de “los boludos”. el 20 de junio. Nadie enfrentaba a la Jotapé. Se Analizar a fondo la composición del palco. Adver-
¿Hubo, entonces, tres millones de boludos? ¿O adueñaron del acto con entera facilidad. Fue todo tir que jamás les permitirían copar los 300 metros
cuatro como dicen algunos? La Jotapé no era tan el país. No había bandas fascistas. Se divirtieron sin que se desatara una masacre. Ante esto, no
multitudinaria. Lo que había que entender ese 20 hasta con los tanques del general Pomar pintán- aceptar ni provocar el estallido de la violencia.
de junio (si se entendía algo de política y de la his- doles lo que se les cantara. Todo fue una fiesta. Permanecer incluso entre las masas, formando
toria de los pueblos) es que todos esos que mar- López Rega no estaba decidido a actuar. Perón no parte de ellas, con carteles pero sin copar nada.
chaban por la Richieri iban en busca de una ale- venía, no volvía. O sea, es una mentira o un auto- Insisto: ir a copar un acto es ir a una lucha, a un
gría, en busca de alguien que era un mito creado embuste eso de la metodología exitosa del 25 de enfrentamiento. A la guerra. Esa actitud habría
por sus enemigos, alguien a quien habían escucha- mayo. Salvo en un punto, y desdichado: los Mon- evitado el desastre. Perón habría aterrizado y el
do injuriar durante 18 años y de cuyo gobierno tos quedaron agrandados después del 25. Ellos día habría sido lo que debió ser: un día de júbilo
muchos tenían buenos recuerdos o estaban arre- eran los protagonistas y tenían el supremo dere- popular. Entonces... Después del 20 de junio bus-
pentidos de haberlo enfrentado. Volvía lo imposi- cho de compartir la conducción con Perón. El car el diálogo con Perón. Establecer ese diálogo y
ble. Lo que jamás iba a volver. Tenía que empezar delirio que permite entender muchas cosas es éste: en él pedirle su asistencia a un gran acto de masas
otro país. Otra etapa. Se sentía en el aire que algo Conducción, conducción/ Montoneros y Perón. Que, convocado por la Jotapé. Y ahí sí: llevar a toda la
cambiaba. No se construye porque sí una mitolo- ya sabemos, por esas cosas de la rima pone a los militancia. Tenían algo de esto en la cabeza por-
gía como la del avión negro. Negro es el color de Montoneros delante del viejo líder. La idea de la que fue lo que dijeron después de la reunión de
lo maldito. De lo prohibido. De lo execrado por conducción que debía estar preparada para reem- Gaspar Campos, en julio, cuando, por fin, Perón
el poder. Severino Di Giovanni se vestía de negro. plazar a Perón en caso de su posible y ya cercana los recibió. Desde los altoparlantes de algunos
Es el color de lo temible. De la noche. De lo que muerte obsesionaba a la conducción Montonera. camiones se anunciaba: “El general Perón prome-
asusta. De los vampiros y de los cementerios. Los ¿Quién les había dicho que Perón aceptaría com- tió asistir a un acto organizado con toda la capaci-
SS se vestían de negro porque querían encarnar el partir la conducción? Aquí falló Jorge Antonio. dad movilizadora de la Jotapé”. Falso, o mentían
Mal. Pocas cosas tan fascinantes como el Mal. Por Porque si le dijo a Perón que no conocía “a los o Perón les había mentido. De todos modos, min-
el Mal existe la historia humana. Por la desobe- muchachos” debió haberles dicho a “los mucha- tieron apenas salió El Descamisado y recortaron la
diencia. Por Eva. Por la serpiente. Por el Angel chos” que no conocían a Perón. Había un mal foto que se habían tomado con Perón. Recortaron
Caído. No habría historicidad sin pecado. Todo conocimiento de las dos partes. Perón ignoraba la a Lastiri y López Rega. ¿Qué pensaban de los
eso volvía. O si no, sin vueltas: volvía Perón. Vol- tozudez, la terquedad de los Montoneros. Y los militantes? ¿Que eran todos impecables, perfectos
vía el Viejo. Volvía ese tipo al que odiaba la peor Montoneros ignoraban la egolatría, la megaloma- boludos?
argentina: la de los oligarcas, la de los ricos, la de nía, el God complex (como dicen los norteamerica-
los patrones, la de los milicos. Por eso se contaron nos: “el complejo de Dios”) de Perón. Ahora PERÓN: “ES MUY TARDE
por millones los que fueron a buscarlo. Les habían bien, el que aquí tenía más motivos para sostener PARA MÍ Y MUY TEMPRANO
dicho que era nazi, que había torturado, que su posición era el líder, el Padre Eterno. Era PARA USTEDES”
había robado, que había fornicado con adolescen- Perón. No sé qué se creería Firmenich, pero él (y El verdadero “apriete” al Viejo habría sido no
tes, que se lo habían culeado boxeadores negros, toda la Orga) parecía desconocer que todo lo que arruinarle el acto de Ezeiza y luego –con la legiti-
que era cobarde, demagogo, que se había casado habían conseguido lo habían hecho en nombre de midad intacta, sin “cuestionamientos” encima–
con una puta, que había arruinado la educación Perón. Incluso la misma gente que ellos llevaban a pedirle un acto para la Jotapé. “Un acto con usted
argentina, que era un tirano, que... ¿qué más? Ezeiza iba antes por Perón que por ellos. No y para usted, General.” Pero nada de esto sucedió.
Nada servía ya. “Perón y asunto arreglao.” “Habí- había política revolucionaria en la Argentina de Pudo más el deseo de imponerse a la derecha, de
amos apostado todo a una carta, la del pueblo en 1973 al margen de Perón. Las masas eran peronis- mostrarle (de entrada nomás) al General el poder
la calle”, dice Perdía (p. 170). El pueblo ya estaba tas, no montoneras. El pueblo era peronista. Lo de movilización de la Tendencia y luego empezar
en la calle. Yo supe de muchísima gente que fue venía siendo desde muchos años. Perón tenía la guerra de facciones desde el papel de la víctima.
suelta. Yo fui con Conrado Eggers Lan, que era el razón en sentirse el líder y querer la conducción Perón, enfurecido, fuera de sí, pronuncia, al día
director del Departamento de Filosofía. Fuimos para sí. ¿Por qué la iba a compartir con esos pen- siguiente de Ezeiza, su discurso de la “etapa dog-
junto con Ariel Sibileau, un querido compañero dejos alborotadores e infatuados? Pero los montos mática”: “Somos lo que Las 20 verdades peronistas
de la carrera y un erudito en filosofía. Fuimos los le querían imponer esa decisión: aquí vamos a dicen”. Se sacaba la máscara. Era un viejo autori-
tres. Por las nuestras. Y así, miles. ¿De qué pueblo conducir usted y nosotros. De aquí la idea de tario, dictatorial, jodido, amigo de sus viejos ami-
hablás, Perdía? ¿Sólo ustedes eran el pueblo? No copar el acto. “Vea, General, toda esta gente es gos, gustoso entre tipos como Osinde y López
te niego algo: Sólo ustedes se proponían copar el nuestra. O se recuesta en nosotros o se queda Rega. Ya lo analizaremos: el discurso fue terrible.
acto. solo.” Menos para el conductor montonero Roberto
Es absurdo y patético contentarse con decir que El punto (1), el que responde que evitarían ser Perdía. A él le sonó hasta casi suave. Al menos lo
los Montos no pensaban matar a Perón como atacados “por medios políticos”, es ya un dispara- que escribe pareciera transparentar eso: “Al día
acusó la derecha fascista. Por supuesto. ¿Cómo te. ¿Cuáles eran los “medios políticos”? “El peso siguiente habló Perón. Lo sentimos alejado de la
iban a querer matar a Perón si fueron a mostrarle arrollador del número.” ¿No leyeron a Cooke? actualización doctrinaria, el trasvasamiento gene-
que debía entregárseles, ser de ellos? “¿Ve, Gene- Cuando el peso del “número” es “político y arro- racional y el socialismo nacional; y próximo –en
ral? Este es el pueblo. ¿Ve qué banderas levanta? llador”, el número se transforma en fuerza. Eso cambio– a los mensajes del peronismo tradicio-
Las nuestras. Qué canticos canta. Los nuestros. logró la Tendencia: hizo de su número su “fuer- nal” (Perdía, Ibid., p. 171). Mirá vos, ¿cómo te
Qué patria desea, la socialista”. Para que el general za”. Eso vieron los fachos del palco: una fuerza diste cuenta?
viera eso había que copar los 300 metros frente al que avanzaba sobre ellos. Una fuerza que coparía Si nos detenemos un instante, si reflexionamos
palco. Matarlo, nunca. Convencerlo de que la todo. Que los anularía. Que deslumbraría a cuidadosamente ciertos elementos, hay algo que
Tendencia era, sin más, el pueblo peronista, sí. Perón. Una fuerza que desplegaría cientos de surge como un dato doloroso y probablemente
Escribe Miguel Bonasso: “Ambas organizaciones enormes carteles con la palabra Montoneros. Había determinante de muchos hechos que tejieron la
(FAR y Montoneros, JPF) se proponían vencer que impedirlo. Como mercenarios que eran, trama de la gran tragedia. Se habrá notado que en
‘políticamente’ y eludir el enfrentamiento militar, como asesinos profesionales, hicieron lo que nuestras descripciones de la Tendencia hablamos
que (muy probablemente) sería buscado por ‘el mejor sabían: fuego a mansalva. a menudo de la inmadurez, de las decisiones van-
lopezrreguismo’ y la ‘burocracia sindical’. No ¿Qué esperaban los Montoneros que hicieran guardistas, del iluminismo, de la soberbia. Y en
vamos a llevar ‘largas’, anunciaban los jefes en los los del palco al ver la marejada humana que se les nuestras descripciones de Perón, de sus dobles
días previos. Los responsables de la organización, venía encima? ¿Qué esperaban que hiciera la mensajes, de ciertas actitudes inexplicables, de su
que irían acotando las distintas columnas, llevarí- Comisión organizadora para el regreso definitivo del próstata, de la operación de febrero del ‘73, de ese
an ‘cortas’ para defenderse, en último extremo y General Perón a la Patria? ¿No sabían que la Jota- adormecimiento súbito que no pudo contener en
sólo si resultaban atacados. Por cualquier medio pé había sido excluida de esa comisión? ¿No sabían tanto Abal Medina le hablaba, en suma, de su
había que tratar de no caer en provocaciones. Los que a Galimberti le habían cortado la cabeza en condición de hombre viejo. Si unimos –con una
cuadros medios e inferiores tenían dudas: ¿cómo Madrid y que ése había sido un triunfo de la dere- visión algo piadosa de los hechos– los dos elemen-
evitar el ataque? Por medios políticos, con el peso cha en toda la línea? ¿No recordaban que en el tos: la juventud de la Tendencia y la vejez del
arrollador del número. Con la metodología que acto en José León Suárez los de la Juventud Sindi- líder comprenderemos una anécdota muy honda
había dado resultado el 25 de mayo. cal tiraron a matar? ¿Ignoraban que la Comisión que cuenta Fernando Solanas haciendo mención a
“Contradictoriamente, se planteaban una serie estaba compuesta por Jorge Osinde, José Ignacio un día en que, caminando por el parque de la
de movimientos con las ‘agrupaciones’ y los ‘fren- Rucci, Juan Manuel Abal Medina, Lorenzo quinta 17 de Octubre (a propósito de la filmación
tes de masas’ para tener una presencia determinante Miguel y Norma Kennedy? ¿Ignoraban que Abal de Actualización política y doctrinaria para la toma
frente al palco. Que era lo que el otro bando iba a Medina (el único sensato de la Comisión, el único del poder), Perón le dice: “La tragedia de esto es
tratar de evitar. Y no con ‘cortas’, precisamente” que los respetaba y los quería) andaba en una silla que es muy tarde para mí y muy temprano para
(Bonasso, ob. cit., p. 706). Este texto de Bonasso de ruedas por un misterioso “choque” que había ustedes” (Galasso, tomo II, ed. cit., p. 1091). La
explicita todos los errores de la conducción de la sufrido con su auto días atrás? En suma, la consig- tragedia era aún más profunda. Porque no sólo
Orga. Primero: nosotros somos los buenos. Sólo na de copar el acto fue una consigna de enfrenta- era la de la vejez de Perón para mantenerse en el
llevamos armas cortas. Y para defendernos si miento, de choque, de quitarle espacios al enemi- poder y la juventud de la Tendencia para tomarlo,
somos atacados. No hay que caer en provocacio- go, una guerra de posiciones y un envío de la pro- sino la de la imposibilidad de ambos para enten-
nes. Los cuadros medios e inferiores (que segura- pia tropa a una matanza segura. ¿Qué se hubiera derse, para poder caminar al mismo ritmo. Por-
mente sabían hacer política mejor que la conduc- debido hacer? Muy simple: sólo Firmenich y Cía. que el líder está viejo y se aferra a las veinte verda-
ción) se preocupan: ¿cómo evitar ser atacados? podían ignorarlo. La Jotapé debió ir a Ezeiza des y los jóvenes son muy jóvenes y quieren tomar
PRÓXIMO Bonasso responde: 1) Por medios políticos; 2) acompañando al pueblo, como parte de éste. el cielo por asalto.
DOMINGO Con el peso arrollador del número; 3) Con la Como parte de los 2 millones y medio de perso-
metodología que había dado resultado el 25 de nas. Sumarse a la fiesta popular. Ir al acto con Colaboración especial:
¡¡¡Ezeiza!!! (III) mayo. Empecemos por (3). El 25 de mayo no es todos, no como la organización que va a coparlo. Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 19 de julio de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


88 ¡¡¡Ezeiza!!! (III)

Suplemento especial de

PáginaI12
EZEIZA EN CLAVE BECKETTIANA: Estragón: De pies y manos.
ESPERANDO A PERÓN Vladimir: Pero, ¿a quién? ¿Por quién?
e la suele reducir a un enfrentamiento EstragÓn: A tu buen hombre.

S entre “los Montoneros” y “la custodia


del palco”. Es un disparate. La trage-
dia de Ezeiza es uno de los sucesos
más complejos de nuestra historia. La
interpretación maniquea posee la intención política
de rebajar a un hecho casi delictivo una frustración
nacional de raíces metafísicas. Si fueron a Ezeiza, al
Vladimir: ¿A Godot? ¿Atados a Godot? ¡Qué
idea! ¡De ningún modo! (pausa.) Todavía no.

UNA INTERPRETACIÓN DE
ALAIN BADIOU, EQUIVOCADA
Alain Badiou da una original interpretación de
la pieza de Beckett que nos será útil para interpre-
Puente 12, entre 2 millones y medio y 3 millones tar “Ezeiza”. Para él, lo que hacen Vladimir y
de personas, está claro que la tragedia afectó a Estragón es “perseverar en su ser” (Alain Badiou,
muchos más. A muchos más hombres y mujeres de Beckett, el deseo infatigable, Arena Libros, Madrid,
los que estaban arriba y en las cercanías del palco. 2007, p. 63. La fecha de edición de estos libros y
Y que es necesaria una pregunta previa a todo aná- los autores que se ocupan de su autor nos mues-
lisis. Un detonante. Una pregunta que sea el punto tran la vigencia del tema. Desde este punto de
de partida de toda la trama histórica, de la densi- vista, es envidiable la obra de Beckett. Se han
dad de la tragedia, de lo que se podrá explicar y de escrito cientos de obras teatrales sobre el tema de
lo que no. La pregunta es: ¿qué buscaban al ir a “esperamos a”. Sin duda, dio en un punto formi-
buscar a Perón millones de seres humanos? Como dable. El ser humano vive en estado de espera. Se
dijimos, el hecho tiene la carga de los años que han espera al Mesías. Se espera el Reino de los Cielos.
transcurrido –18 años desde 1955–, de la figura Se espera la liberación de los oprimidos. De las
mítica que llega (Perón) y del rechazo que ha pesa- injusticias. Se espera la Revolución. Se espera el
do sobre ella durante años, de los ultrajes, de las Apocalipsis. Se espera el Jardín de la Delicia que
versiones injuriosas, de su absoluta demonización. prometió Alá. Se espera que vuelva Perón y vuelve
Estos datos no alcanzan a explicitar el espesor iné- hoy y todos vamos a buscarlo. ¿Alguien se preguntó
dito del suceso. Hay una Ida a Ezeiza y hay una en la Riccheri qué sucedería si la espera terminara?
Vuelta de Ezeiza. Son por completo distintas. Si ¿Sería malo, sería bueno? ¿Qué sucederá al día
decimos que la Vuelta está marcada por la desespe- encuentro. El sujeto nunca es realidad, siempre es espera no debe terminar. Que lo que se espera no no por eso son los menos profundos (ver: Hans- Por lo tanto les es imposible ser a través de la siguiente de la vuelta de Perón, qué vamos a espe-
ranza, ¿concluiremos que es la esperanza la que posibilidad. Ezeiza expresa la posibilidad en dos debe volver. Que si vuelve volverá para morir como Georg Gadamer, El giro hermenéutico, Cátedra, acción. Si uno es lo que hace, no hacer es no ser. rar entonces? ¿Qué tendrá que hacer Perón para
dinamiza la Ida? En parte, sí. Otras preguntas serán modalidades. La posibilidad viene hacia mí. Yo voy espera. Como sentido. Madrid, 2001, p. 53). Prefiero la traducción de Tampoco Valdimir y Estragón pueden ser otras justificar tanta espera, tantas esperanzas? El punto
menos pertinentes: ¿merecía Perón un recibimiento hacia ella. O la espero. Hemos dado con el concep- Todo este desarrollo (impulsado por los hechos propio e impropio a la de auténtico e inauténtico. cosas que los seres humanos son: pobres, ricos, beckettiano pareciera revelar una de las claves fun-
semejante? ¿Merecía que millones de personas fue- to antinómico al de posibilidad. La espera es lo con- de la espera de Ezeiza y de su posterior tragedia) ha Partimos entonces del sujeto de la fenomenología ingleses, franceses, argentinos. Están en un lugar damentales de la existencia humana. Mi amigo
ran a buscarlo, a darle la bienvenida, a alegrarse trario del arrojo hacia los posibles. O yo soy mi sido fraguado desde la filosofía existencial del pri- arrojado al mundo. Ese arrojo es hacia sus posibles. indeterminado. Están en un lugar que no-es. Sólo Patricio Contreras –cuando hablábamos de las
con su llegada? Esto no se resuelve discutiendo arrojo hacia mis posibilidades o soy la espera de mer Heidegger y del primer Sartre. A mí me intere- El sujeto no es realidad, es posibilidad. Al no ser hay un arbolito. De tanto en tanto aparece un tantas obras que se basaban en Godot– solía decir-
sobre las virtudes y defectos de Perón. Perón ha que alguno llegue hasta mí. sa poco el Heidegger II y no creo que haya existido realidad y al ser algo que está en el futuro, Sartre chico para avisar que el señor Godot dice que está me: “Y bueno, Beckett fue el que inventó la hue-
terminado por ser una entidad misteriosa. Hemos Si soy mi arrojo hacia mis posibilidades, soy yo más que un solo y espléndido Sartre. También, dirá que es nada. Si el sujeto es nada veremos que por venir, que ya vendrá. Esto crea un verosímil: vada”. “Huevada” es –creo haberlo dicho ya– esa
dicho que el peronismo es más que Perón, pero lo el que dinamiza la existencia, la mía. No espero, confieso, puse algunas cosas –o unas cuantas– de Beckett da en el clavo cuando pone a sus persona- hay alguien que les dice que Godot viene. Ese palabra chilena y un poco también mendocina que
es porque Perón no se reduce a “Perón”. El, como me arrojo, me lanzo hacia mis proyectos. Si no, me mi cosecha, de modo que sería inadecuado que jes esperando algo que los llene, que haga de ellos alguien (el chico que anuncia la llegada de Godot señala cualquier cosa sin la solemnidad correspon-
el peronismo, también es más que Perón. Y hasta dedico a esperar. Mis posibilidades vendrán hacia alguien se entregue a la tarea de ver si interpreté algo. Lo que no advierten es que la espera de Godot en algún momento indeterminado por ahora) ha diente. Esta “huevada” que inventó Beckett (dos
ese plus de historicidad que el peronismo tiene en mí. Todas estas posibilidades pueden reducirse a bien a los filósofos que más notoriamente se agitan es lo que son. Ellos son los que esperan a Godot. Ese de conocer sin duda a Godot. Si Godot le dijo lo tipos que esperan a otro que no viene) es la clave
relación con él acaso se lo deba en parte: el peronis- una. Incapaz de hacer (desde mí, a partir de mí) en estas líneas. Fueron utilizados para la hermenéu- es su ser. Si Godot llega ya no habrá que esperarlo. que el chico dice es porque Godot existe. Si Godot del teatro contemporáneo y recoge los más gran-
mo es más que Perón porque también Perón es que algo suceda, espero que el acontecimiento pro- tica de un acontecimiento insondable. Pero –se Si se deja de esperarlo (y esperarlo era el Ser, pues existe probablemente venga. Si no existiera, no des tema de la filosofía de la existencia. Patricio
más que Perón. Veamos: ¿fueron a buscar a un venga de otro lado. Otro lado será siempre fuera de habrá notado también– el que acaso más haya sido tanto Valdimir como Estragón son los que esperan vendría de ningún modo. Esto los decide cada vez –que hizo la obra bajo la dirección de Leonor
líder político las multitudes de Ezeiza? Sí, pero mí. Alteridad. La Alteridad puede venir o no. No requerido es otro filósofo de la existencia, que a Godot) cae el sentido, cae el ser. Si Vladimir y más: esperemos. Manso– me decía que, en cierto momento, tenía
más. Caminaban por la autopista Riccheri con una depende de mí. Yo sólo tengo que esperar. A eso bebió de los citados y también de textos del ensa- Estragón ya no esperan a Godot porque Godot Vladimir: Entonces, ¿qué hacemos? que adoptar una posición estrafalaria y preguntar:
alegría, con una certidumbre de esperanza que se que espero puedo ponerle un nombre. Puedo yista (no filósofo) Albert Camus, hombre de gran llegó no sabrán qué son ahora. Se supone –aunque Estragón: No hagamos nada. Es lo más prudente. “¿Tú crees que Dios me ve?” Y, a él, un actor de
realiza. Hoy, 20 de junio de 1973, está a punto de ponerle “Perón”. El viene para hacer todo lo que talento narrativo que logró –pese a su escasa forma- no lo saben– que Godot no debe llegar para que Vladimir: Esperemos a ver qué nos dice. un formidable profesionalismo, se le llenaban los
cumplirse la esperanza de casi todo un pueblo. ¿Por yo no puedo hacer. Viene para cambiar todo lo que ción filosófica: Gadamer le reprocha no haber leído ellos sigan siendo la espera ontológica que son. La Estragón: Quién. ojos de lágrimas. Por esa simple pregunta. “¿Tú
qué necesitan esperanzas los pueblos? O también: yo no puedo cambiar. Viene para abrir hacia el “a los grandes maestros alemanes”, al contrario de espera es ontológica porque esa espera les otorga el Vladimir: Godot. crees que Dios me ve?”. A la vez, me permitiré
¿qué esperaban? Si reemplazamos la palabra espe- futuro un horizonte para mí cerrado. Viene para Sartre, que se los devoró– redondear dos excelentes ser. Estragón: Claro. subrayar el mecanismo interno de la obra, su
ranza por la palabra posibilidad o proyecto, adverti- mover lo que está quieto. Para hacer avanzar lo que ensayos: El mito de Sísifo y El hombre rebelde. Por la Estragón: Vayámonos. De pronto, Estragón tiene una sospecha impor- increíble y poderosa simpleza: son dos tipos que
remos que la esperanza, como las otras, se ubica en no avanza. Para darle un sentido a eso que no lo misma época, un dramaturgo de genio pone sobre Vladimir: No podemos. tante. Intuye que Godot les ha robado la libertad. esperan a otro que no viene). Alejando la obra del
la temporalidad futura. La esperanza nunca se reali- tiene. Aquí llegamos al centro de la metafísica de la las tablas el drama existencial más poderoso del tea- Estragón: ¿Por qué? Que no son libres. Que viven en la espera de. Que teatro existencial del absurdo y hasta al autor de su
za hoy. La esperanza es algo que el sujeto anhela o espera: el que viene (ese a quien yo espero) viene tro contemporáneo: Esperando a Godot. Como se Vladimir: Esperamos a Godot. dependen de la llegada o no llegada de alguien. pesimismo nunca discutido, Badiou decide encon-
quiere o busca o pretende para sí. Siempre está en para darle un sentido al mundo en que yo vivo y al comprenderá, no podía este ensayo (el nuestro) Estragón: Es cierto. Que su existencia se decide desde afuera, en exteriori- trar en Godot un mensaje optimista. “Esperar a
el horizonte. La esperanza es un acontecimiento cual soy incapaz de darle (yo) ese sentido. Sin ignorar esa interpretación de la condición humana. Jamás dirán qué es Godot. Es sólo alguien a dad. Que no son ellos los que deciden. Que no son Godot” es –para Vladimir y Estragón– “un princi-
cuya característica central es la de no-haber-llega- embargo, hay un enorme riesgo. Cuando venga el Porque a lo largo de la autopista Riccheri –el 20 de quien esperan. La situación se explicita de distintos dueños de su ser. De su posibilidad de darse el ser. pio de deseo, una fuerza vital, que las circunstan-
do. Cuando la esperanza llega, lo hace como espe- que espero tal vez no le dé un sentido a mi existen- junio de 1973– millones de argentinos pusieron en modos. La espera –no lo olvidemos– es Godot De la decisión por medio de la cual me elijo y cias parecen transformar en todo momento, en ile-
ranza realizada o como frustración. Cuando se la va cia. Tal vez venga para revelarme que no debía escena Esperando a Godot. Con otro nombre, Espe- quien la constituye. Hay espera porque existe decido desde mí qué soy. Esta autonomía del deci- gítima o imposible” (Badiou, Ibid., p. 63). Falso
a buscar se lo hace porque se busca tornarla real. Y venir, porque el sentido de mi existencia era, preci- rando a Perón. Godot, a quien se espera. Hay temporalidad por- sionismo es central en toda existencia propia. O de toda falsedad. No hay “fuerza vital” ni “deseo”
en la esperanza es el sujeto el que se da a sí mismo samente, esperarlo. ¿Qué voy a esperar ahora que que –también– existe Godot. Hay, al menos, una decido desde mí o espero que algo decida por mí. (¡oh, esta palabra, un francés no puede pensar si
algo que su existencia requiere. llegó lo que esperaba? Aquí llegamos al punto de ¿Y SI GODOT NO VIENE? cierta dimensión del futuro. Godot vendrá en el En el caso de la espera he tomado la decisión de no acude a ella!) en los personajes beckettianos.
El sujeto está pulsionado hacia el futuro. Esa quiebre. ¿Cómo enfrenta esto el sujeto? Su posibili- Uno de los pasajes más conocidos de Ser y tiempo futuro pues aún no ha venido. El futuro existe por- esperar. Al hacerlo soy esa espera. La espera me Nunca las circunstancias tornan “imposible” el
pulsión por el futuro es, sin más, la existencia. La dad es ahora realidad, se realizó. Al morir como es el que se refiere a la existencia auténtica y a la que en él vendrá Godot. constituye. La espera es ontológica. Esperar a supuesto “deseo” de V. y E. No hay un “imposi-
existencia es desear ser algo que todavía no se es. Es posibilidad, ¿qué hace el sujeto? ¿Crea otra? existencia inauténtica. Hans-Georg Gadamer, en Estragón: ¿Y si no viene? Godot es una decisión ontológica porque hace de ble”. La llegada de Godot jamás se define como
desear ser lo que anhelo ser, lo que espero ser. ¿Empieza a esperar otra vez algo en lo que ha con- un texto muy elogioso sobre Jean-Paul Sartre en Vladimir: Volveremos mañana. mí un ser que espera. Soy en la modalidad de espe- “imposible”. Sólo se posterga. Al parecer se poster-
Quiero ser mi esperanza. Quiero ser mi proyecto. seguido depositar todas su angustias? Es posible. tanto filósofo, expresa cierto desdén por esos textos Estragón: Y pasado mañana. rar. gará largamente. Al menos, mientras V. y E. sigan
Quiero ser la posibilidad que he elegido. Todo eso Aunque sabrá que, si viene, se acabará la espera. La heideggerianos. Gadamer se equivoca. Hay, en él, Vladimir: Quizá. Estragón (mastica, traga): Pregunto si estamos esperando. Porque son ellos –con su espera– los
está siempre lejos de mí, en el futuro. ¿Viene hacia mí tragedia reside en que cuando llega lo que se espera un excedente de alemanidad que lo lleva a valorar Estragón: Y así sucesivamente. atados. que le dan el ser a Godot. Si “esperar a Godot” es
o tengo que buscarlo? En el caso del “regreso de llega para abolir la espera. Si el sentido de la vida sólo lo que considera complejo en su ilustre maes- Vladimir: Es decir... Vladimir: ¿Atados? el sentido de la existencia de V. y E., Godot –a su
Perón” se dan las dos posibilidades: mi esperanza residía en la espera no habrá ya sentido de la vida si tro. Esos textos de Ser y tiempo son –es cierto– los Estragón: Hasta que venga. Estragón: Atados. vez– sólo puede ser una fuente de sentido en tanto
viene y yo la voy a recibir, voy hacia ella, a su la espera termina. El sujeto, aquí, advierte que la más transitados y tal vez los menos complejos, pero Tampoco les es posible actuar, realizar un acto. Vladimir: ¿Cómo atados? V. y E. lo esperen. ¿Quieren matar a Godot? Bien,
II III
vamos a mostrar lo fácil que es matar a Godot. es “God”. Por consiguiente, sería ingenuo no barrio atrás”. “Esperá que venga el Viejo y ordene
creer que algo quiso decir Beckett con eso. “God” las cosas.” Todos por la Riccheri. La representa-
MATAR A GODOT –contrariamente a “Godot”– es un significante ción de Esperando a Perón no puede ser una obra
Tomemos las dos o tres líneas finales de la plagado de contenidos. Pero, ¿podrían decir Vla- teatral. Tiene que ser una ópera.
obra. Apenas la variación de tres palabras bastará dimir y Estragón “esperamos a Dios”? No, aun Escenarios posibles:
para aniquilar a Godot. cuando esperar a “Godot” sea “esperar a Dios”. A) Las muchedumbres marchando por la Ric-
Texto de Beckett: Badiou (seguramente con la poderosa pulsión cheri. Los distintos cánticos.
Vladimir: ¿Qué? ¿Nos vamos? de todo filósofo francés de ser original), hacia el B) La Casa de Gobierno. Solano Lima, Righi,
Estragón: Vamos. final de su libro, escribe: “No se sabrá con toda Abal Medina. Se les ha ido la seguridad de las
(No se mueven) posibilidad ‘quién’ es Godot, basta con que sea el manos. Es Osinde el que manda. Cualquier
emblema de la obstinación de todos en desear que desastre se puede esperar. Osinde es un viejo cus-
Telón algo ocurra” (Badiou, Ibid., p. 64). No parece ser todio de Perón. Es amigo de Ante Pavelic. Es un
el caso de los personajes beckettianos. No quieren asesino. Es un tipo formado en los peores centros
Variación del texto que permite matar a Godot: que algo ocurra. Quieren esperar que algo ocurra. de contrainsurgencia. Abal Medina es el más
Vladimir: ¿Qué? ¿Nos vamos? ¿Qué podría ocurrir? Que venga Godot. En tanto decidido para tratar de evitar algo.
Estragón: Vamos. no venga, el sentido de la vida de ambos es espe- C) La Tendencia llegando al Palco desde todas
(Se van) rarlo. Este sentido tiñe a sus existencias de las partes. Especialmente desde La Plata. Los mili-
características de la impropiedad. La existencia tantes estudiantiles de la FURN (Federación
Telón impropia es la que no decide desde sí sino que es Universitaria de la Revolución Nacional). Perso-
decidida en exterioridad. O la que espera ser algo najes principales: Norberto Habbeger, Ernesto
Simplemente Vladimir y Estragón toman una y ya ha decidido lo que quiere ser: quiere esperar, Jauretche, Cacho el Kadri, Carlos Kunkel, El
decisión contraria a la que siempre han elegido. No quiere la inmovilidad, no quiere el riesgo del Flaco, Lupin Kirchner, Negri, el Ruso Ivanovich y
se quedan, se van. Al irse ya no esperan a Godot. Si devenir, quiere ser realidad, le teme a su posibili- otros.
nadie lo espera, Godot muere. Godot existe porque dad. La espera cosifica a Estragón y a Vladimir. D) El avión en que llega Perón. López Rega.
alguien siempre lo espera. Existe porque es el sím- Serán siempre lo que son. Si, en el final, en lugar Lastiri. Isabelita. Y todos los demás. Los “charte-
bolo de la espera de la existencia impropia: espero de “No se mueven” leyéramos “Se van”, Vladimir ristas”. Cámpora.
que el sentido venga hacia mí, soy porque espero y Estragón habrían decidido ser libres, arrojarse a E) El Palco. Osinde. Leonardo Favio. Los mer-
que algo ocurra. Soy porque no puedo yo generar lo más puro del ser humano: su ser-posible. La cenarios de la OAS.
desde mí un acto irreversible. Una decisión ontoló- “realidad” es una cosa. Una cosa siempre es lo que F) Los obreros de Rucci alrededor del Palco.
gica que haga de mí otra cosa de lo que soy. Si en es. Si el hombre es posibilidad es porque no es una Son muy pocos. La Policía, que no sabe qué
lugar de esperar se van y no esperan más han deja- cosa. Es un ente arrojado al futuro. Me estremece hacer.
do de ser lo que eran. Ya no son dos patéticos seres lo tenue y lo inmenso que es lo que podría variar G) La orquesta. Como la del Titanic.
inmóviles. Ahora hasta inauguran una nueva tem- por completo el sentido del texto. Por fin, le anuncian a Perón del caos reinante
poralidad. Al irse, el futuro ya no es que Godot En lugar de: alrededor del Palco.
venga. El futuro es el que ellos han elegido para sí: (No se mueven.) ¡Perón no aterriza en Ezeiza, aterriza en
irse. “Se van.” Es todo. Nadie espera a Godot. Su Poner: Morón! ¡Godot llega pero no donde se lo espera!
poder significante murió. Perón era Perón porque (Se van.) ¿Qué resultado dará esta alteración fundamental?
el pueblo lo esperaba. Vivía esperando a Perón. 18 Eso es todo. Ahí puede llegar Godot y no hay ¿Qué habría ocurrido con Vladimir y Estragón si
años esperando a Perón. 18 años peleando por la nadie. Nadie lo espera. Deberá morir. Hay una les hubiera sucedido esto? Aparece el chico para
vuelta de Perón. 18 años –los otros, los que no excelente editorial nacional que ha asumido por decirles: “El señor Godot ha llegado, pero no
esperaban a Perón– impidiendo que Perón vuelva. nombre “Ediciones Godot”. En uno de sus envíos aquí. Llegó a otro lugar”. ¿Por qué? ¿Por qué ese
Postergando ese acontecimiento. impulsó una consigna excepcionalmente precisa: desaire? En el caso de Perón: porque ustedes con-
Vladimir: Nos ahorcaremos mañana. (Pausa.) “No hay que esperar a Godot, hay que matarlo”. virtieron esto en una matanza. No merecen que
A menos que venga Godot. llegue al lugar que había prometido.
Estragón: ¿Y si viene? MATAR A PERÓN Bien, Perón llega. Dijimos que Godot no debía
Vladimir: Nos habremos salvado. llegar para que Vladimir y Estragón recuperaran
Estragón hace la pregunta que debió ser hecha Volvamos a Ezeiza. La multitud marcha hacia su decisionismo libre. Al no llegar, ellos deciden
desde el inicio: “¿Y si Godot viene?” Vladimir el Puente 12 a recibir al que tanto ha esperado. no esperarlo más y se van. Godot muere. No
(refiriéndose al plan del suicidio) responde: “Nos No tiene la actitud pasiva de Vladimir y Estragón. sucede así con Perón. Aunque llega a otro lugar
habremos salvado”. Pero es de otra cosa que se Godot, God o Perón vienen pero los vamos a bus- igual llega. Todos se arrojan sobre él. Todos le exi-
salvarán. Se salvarán de seguir esperándolo. Pero car. Hay una mezcla de actividad y pasividad. gen lo que quieren. Aquello por lo que han espe-
la llegada de Godot no puede ser sino un aconte- Viene Perón, ese significante sin contenidos en el rado tanto. En poco más de un año (muy pocos:
cimiento terrible. “Llegó. Y ahora, ¿qué hacemos? que todos han puesto lo que han querido. La días apenas) lo matan. Se lo devoran. Luego se
¿A quién esperamos?” O también: “Llegó, pero, derecha, el fascismo. La izquierda, la revolución. matan entre ellos. Luego llega otro Godot. Un
¿sabes?, no me gusta Godot. No es como yo lo Los patrones, el orden. Los sindicatos, la reten- Godot mortal al que nadie esperaba.
imaginaba”. O también: “Llegó, pero yo no que- ción de su poder, su hegemonía en el movimien- Si los que iban a buscar a Perón realizaban en
ría que llegara. Estaba cómodo esperándolo”. O to. Los militares, el exterminio de la guerrilla y la ese acto su existencia propia es un problema duro
también: “Llegó, pero ¿escuchas lo que dice? No pacificación del país. Los políticos, la democracia, de resolver. Nadie los obligó. Fueron porque eli-
estoy de acuerdo”. “Yo tampoco. Matémoslo. el diálogo, la gobernabilidad burguesa. La guerri- gieron ir. Hubo un dibujo que lanzó Quino en la
Alguien nuevo vendrá. Y nos dirá cosas más lla trotskista, nada o casi nada: vuelve un burgués época: miles de personas sin cabeza desfilando y
bellas. Y, entre tanto, podremos seguir esperan- que jamás intentó llevar ni llevará el país al socia- elevando un estandarte con la cabeza sonriente del
do.” O también: “Llegó, pero no me gustan sus lismo. Apenas si son parte de los que lo han espe- líder. Era claro: la cabeza del líder reemplazaba a
palabras. Creo que las dice para ti”. “Yo temo rado. La clase media, las mejoras económicas. La la de todos. La enajenación de los sujetos en un
que las próximas las diga para ti.” “Tú y yo éra- clase obrera, al líder de los días felices, al jefe del sujeto privilegiado. ¿Qué es un líder de masas sino
mos distintos. Ahora lo sabemos. Antes no. Por- Estado de Bienestar. Los pobres, también. Los un sujeto privilegiado? ¿Qué es un líder de masas
que esperarlo nos hacía uno. Ahora somos dos. economistas, el desarrollo, el crecimiento, la suba sino un sujeto que concentra en sí la adhesión de
Qué bien estábamos mientras él no venía. Era- de la renta nacional, producto bruto interno. Los muchos, libremente ofrecida? ¿Se le puede llamar
mos amigos y lo esperábamos. Ahora lo quiero gorilas, el odio que no cesa y el deseo del fracaso a eso alienación? No, los que fueron a buscar a
para mí. Sí, ¿no lo escuchas? Es a mí a quien le de ese que vuelve y jamás debió volver. Perón fueron a recibir al que tanto habían espera-
habla.” “No, es a mí.” “He dicho que es a mí.” Godot no volvió. Vladimir y Estragón lo do. Fue un acto libre. Pero la fuerza de Perón
“¿Qué hacemos?” “Declarémonos la guerra.” siguieron esperando. A diferencia de Godot, estaba en la lejanía. Era un mito, pero en tanto
Es arduo no ceder a la tentación de ver en Perón vuelve. El milagro se realiza. Se acabó la estuviera afuera. Desde afuera podía conducir a
Godot una de las formas en que Dios puede ser espera. Ya no hay que esperar a Perón. Nos espe- todos. Podía manejar todas las contradicciones.
interpretado, asumido, amado o deseado por los ra a todos en el Puente 12. Vamos a buscarlo con En el país, él era solamente una más. Así, viejo y
hombres. “Godot” es un significante sin conteni- cánticos de alegría. Ahora todo irá bien. “¡Perón enfermo y, además, malo, rodeado de personajes
dos. Jamás Beckett dice qué o quién es “Godot”. y asunto arreglao!” O como decían los enormes que expresaban alguna perversa patología que lo
“Godot” puede ser cualquier cosa. Un hombre, carteles callejeros de la UOM: “Bienvenido gene- consumía, sólo podía esperarlo la muerte. Si
un dios, un monstruo, una idea. Pero ese signifi- ral a la patria liberada”. Si llegaba Perón, la patria Godot llega, muere. Porque su poder está en
cante sin contenidos puede transformarse en el ya estaba liberada. No había, para ellos, teoría del hacerse esperar. Perón llega y todos le piden que
más poderoso de los significantes con sólo una primer mes. Sabían que con Perón era más que lleve a cabo la esperanza, el proyecto con que lo
pequeña alteración lingüística. “Godot” es un suficiente. Que la teoría del primer mes se la apli- esperaban. No puede. Elige a unos y condena a
nombre (porque es eso: un nombre, no sabemos caría a Cámpora. Que Perón tomaría el Gobierno otros. Los elegidos y los condenados inician una
a qué o a quién se le da ese nombre, pero lo que y lo tomaría con ellos, con el sindicalismo organi- guerra entre ellos. Godot no puede frenarla, evi-
sea que fuere su nombre es “Godot”) formado zado, con la columna vertebral del peronismo. tarla. ¿De qué sirve Godot? De nada. Los elegidos
por cinco letras. Si de ese nombre extraemos dos ¿No era demasiado lo que se esperaba? ¿No quieren que frene a los condenados. No puede:
letras (solamente dos letras) se produce un cambio eran, también, demasiados? A Godot, sólo Vladi- los condenados se le rebelan. Godot queda en el
PRÓXIMO sustancial. Saquemos la “o” y saquemos la “t”. mir y Estragón. Pero a Perón una nube de intere- medio de una guerra que no puede controlar.
DOMINGO “Godot”, ahora, se lee “God”. Hasta podríamos ses divergentes. Un país en estado de enfrenta- Godot muere. Entre todos, se lo comen.
decir que si interrumpiéramos la pronunciación miento. “Venga, general, arregle esto.” Hasta la
¡¡¡Ezeiza!!! del nombre en la “d” ya estaría la palabra “God”. petición que le hice al Gordo Abrales la iba a Colaboración especial:
(Conclusiones) Porque lo primero que uno dice al decir “Godot” arreglar Perón: “Che, Gordo, necesito tener un Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 26 de julio de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


89 ¡¡¡Ezeiza!!! (Conclusiones)

Suplemento especial de

PáginaI12
EL “ASALTO” AL un muerto más que “se quedó” en la tortura. Por- mente sincero–. ¿Y encima quiere ser Decano en
DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA que es así: los que mueren a manos de los tortura- La Plata?
alimos de la autopista y nos meti- dores “se quedan” en la tortura. Como si se Les dije a los pibes de la FURN. Les pareció

S mos entre unos arbolitos. A la som-


bra. Nos sentamos y sacamos algu-
nos sÁnguches para calmar el ham-
bre de la caminata. Éramos –como
dije– tres: Conrado Eggers Lan, Ariel Sibileau y
yo. Ésa era nuestra columna. No podíamos tener
pretensiones de copar nada ni lo pretendíamos.
hubieran obstinado por permanecer en ella. O
como si la decisión de morir les perteneciera. Una
frase cruel que limpia a los torturadores. No
murió “a causa de” la tortura. No murió porque
“sus torturadores lo asesinaron”. No, “se quedó”
ahí. Fue una decisión suya. Podría haber “salido
de la tortura”. Pero eligió quedarse. Qué pena.
“una cagada”. Pero igual insistieron con Agoglia:
que yo presentaría el título de inmediato. Que
tenía lista mi tesis. Que todo era cuestión de días.
Agoglia les dijo que no. Que no era de La Plata.
Que era muy joven. Y que además todavía no
tenía el título. Demasiado. Lo único que yo no
aceptaba era que fuera muy joven. ¿Abal Medina
No recuerdo por qué no fui con la columna de No era lo que querían sus torturadores. Que, de no era Secretario General del Movimiento Nacio-
Miguel Hurst ese día. Pero no era raro que estu- buenos que eran, deseaban que “saliera” vivo. nal Justicialista y tenía apenas 27 años? Bueno, yo
viera con Eggers. Dos meses atrás me habían lla- Debiera, al menos, decirse: se les quedó en la tor- tenía 30 en 1973. ¿Por qué no podría ser Decano
mado los militantes de Humanidades de FURN tura. Se les quedó a ellos: a sus torturadores. El de Humanidades en La Plata?
(Federación Universitaria de la Revolución torturado, de quedarse en algún lado, habría pre- –Por el título, José –me dice Conrado–. ¿Cómo
Nacional). Eran los de La Plata. Me habían citado ferido quedarse en su casa, vivo. Pero a los tortu- no se le ocurrió rendir la tesis? ¿Cuándo entró en
en Ciudad Evita. Era un día gris, frío, el otoño radores –de infames y crueles que fueron, de des- la Facultad?
empezaba a apretar. Me dijeron que me querían bocados en su sadismo– se “les quedó”. Y mejor –¿En 1962?
para el Decanato de Humanidades. La cosa me que decir “se les quedó en la tortura” sería decir –¿Y recién dio su última materia en 1969?
sonó bien. Entre tanto, unos 30 o 40 metros más “lo mataron torturándolo”. Así murió el boxeador –Sí, y la anterior en 1967. Qué me importaba.
allá se hacía un acto por “los caídos en la lucha Monti. Una mancha ilevantable en el gobierno de Yo tenía otras cosas que estudiar. No tenía apuro
por la liberación”. Eran unos cinco o seis compa- Lanusse. (Ver: Roberto Baschetti, La memoria de por tener el título. Di un montón de materias
ñeros los que hablaban conmigo. Que ellos me los de abajo. Hombres y mujeres del peronismo revo- durante los tres primeros años. Después me puse
ahorrarían todo el trabajo, que me iban a buscar a lucionario, Tomo II, De La Campana, La Plata, a estudiar por mi cuenta. Usted lo sabe, Conrado.
mi casa a la mañana y me devolvían a eso de las 6 2007, p. 61.) Ahora sí necesito el título. Dele, ¿qué tal si me
de la tarde. Que no bien llegara tendría sobre mi Volvemos a Ciudad Evita. Los pibes de la arma una mesa? Yo le hago la tesis en una sema-
escritorio todos los diarios de la mañana. Que yo FURN me dicen que lo tienen que consultar con na.
les resultaba ideal porque habían leído Envido Agoglia, el actual rector. Pero no dudan que todo –La vanidad va a terminar con usted.
desde el comienzo, habían escuchado charlas mías saldrá bien. Al día siguiente voy a visitar a Conra- –No es vanidad. Voy a juntar todo lo que
y habían estudiado y debatido mis trabajos. De do Eggers Lan en su despacho de flamante direc- tengo publicado.
tanto en tanto, los del acto voceaban un nombre: tor del Departamento de Filosofía. No bien me –Voy a fingir que no escuché eso.
“¡Sabino Navarro!” Los muchachos interrumpían vio hizo un gesto jodón: señaló la silla frente a su En dos meses tenía una mesa especial: Conra-
la conversación, alzaban el brazo con la “V” pero- escritorio con solemnidad fingida. Como si dijera: do, Guillermina Camusso y el mítico traductor de
nista y contestaban: “¡Presente!”. (Nota: En pleno “Mire, José, qué importante soy ahora. Siéntese El ser y la nada, el profesor Miguel Angel Viraso-
‘76 la revista Gente informaba sobre estas cosas que igual lo voy a atender”. (Cuento esto para ro, que había traducido la primera obra maestra
como el colmo del horror subversivo. En el ‘73 que se vea cuál fue nuestro “asalto” al Departa- de Sartre para una edición de Editorial Ibero
eran parte del ritual de cada acto. La idea que mento de Filosofía.) Me dice: Americana en 1948. El ser y la nada, desde luego.
tenía yo del asunto era: se trata del reconocimien- –Voy a anular los cinco griegos y los tres lati- Todos leímos ese libro en esa edición. Incluso
to a una juventud que luchó contra una dictadura nes. Los pibes de la juventud no paran de pedír- Horacio González cuenta –en La crisálida, creo–
militar ilegal, anticonstitucional, represiva. Habí- melo. que Jacques Rancière se pasea mirando su biblio-
an sido muertos por un gobierno militar que En Filosofía había que cursar obligatoriamente teca y se detiene en ella y la mira con cierta curio-
usurpaba el poder. Ahora, con el regreso de la cinco cuatrimestres de Griego o tres de Latín. sidad. El ser y la nada en tres tomos cuando –en
democracia, La violencia debía terminar. Como Griego lo daba Thiele, si mal no recuerdo su francés– tenía uno solo. No era una buena edi-
voy a abundar hasta lo más hondo –eso espero– nombre. Y Latín un tipo bastante difícil y bastan- ción ni era bueno el trabajo del traductor –aun-
sobre estas cuestiones, dejo el planteo aquí. Vol- te duro que se llamaba Pagés. Yo hice los tres lati- que sí esmerado–, pero todos leímos al primer
veremos sobre él.) Yo no decía el “presente” de la nes. No tenía paciencia para los cinco cuatrimes- Sartre de ahí. Los de Contorno y los que vinimos
liturgia del acto porque ya era profesor y me había tres de Griego. Y con la llegada de la “corriente después. Algunos lo habrán leído en francés. Pero
impuesto ciertos límites. Decía, sin embargo, nacional” se hizo imperioso eliminar los idiomas yo usaba la edición francesa para consultar algu-
“presente” siempre que nombraban al boxeador clásicos. Los muchachos le habrán pedido a nas dudas, sólo eso. Del modo que sea, “mi” libro
Eduardo Pablo Monti. Alguien voceaba “¡Monti!” Eggers aprender aymara, guaraní o quechua. Por de Sartre fue más la Critique que el ensayo de
en cualquier acto y yo decía: “¡Presente!”. En pri- supuesto: quechua, como aprendía el Che en la ontología fenomenológica. Rendí la tesis y la que
mer lugar porque me conmovía su condición de selva boliviana. Pero ¡griego y latín! ¿Para qué decidió ponerme dificultades fue Guillermina.
boxeador. No puedo evitar ser fanático de ese mierda le servía eso a la nación latinoamericana? Ignoro por qué. Con ella, Amelia Podetti, de a
deporte que si lo prohibieran estaría de acuerdo. Toda la derecha atacó la decisión de Conrado al ratos Nelly Schnaith, Jorge Lovisolo y Sibileau
Me conozco todas las películas que se hicieron grito de la defensa del humanismo clásico. Pero habíamos formado un grupo de estudio del pen-
sobre sus momentos de gloria y sus enormes des- Conrado no dio un paso atrás. Se acabó la tortura samiento argentino desde 1968. Éramos amigos.
dichas. Todas las grandes películas sobre box pro- de los griegos y los latines. Fundamos, en cambio, Pero decidió hacerme difíciles las cosas ese día.
ponen su prohibición o muestran su cara negati- Historia del Pensamiento Latinoamericano. Funda- Todo salió bien de todos modos. El ilustre profe-
va. Monti –durante la Resistencia Peronista– mos también un Centro de Estudios del Pensa- sor Virasoro no dijo una palabra. Mi tesis versaba
subía al ring con una bata que decía “Perón Vuel- miento Latinoamericano que dirigíamos Guiller- sobre una mezcla entre Sarmiento, Alberdi, Hei-
ve”. Era un Gatica de segunda categoría. Era un mina Camusso y yo. Dictamos, en seguida, la degger, Kant y José Hernández. Un caos que ter-
mediopesado, pero –además de boxeador– era un materia sobre la historia del pensamiento latinoa- minaba por armarse bien.
militante político. Un obrero textil padre de cua- mericano. Éramos, si mal no recuerdo, Guillermi- –Ahora quédese aquí, José –me dijo Conrado–.
tro hijos. Vivía en Lanús. De su casa lo secuestran na Camusso, la brillante Nelly Schnaith y yo. Su lugar es éste. Déjese de joder con La Plata.
un 11 de marzo de 1972 a las 6.30 de la mañana. ¡Elegí dar el pensamiento de Francisco Solano Dígame, ¿qué hacemos con Massuh?
No estaba en ninguna organización guerrillera. López! Al menos, durante la primera parte del –¿Cómo qué hacemos con Massuh? Se tiene
Era un típico obrero textil peronista que luchaba programa. El mariscal López era el héroe del que que quedar en lo suyo.
contra la dictadura de Lanusse. Es tan brutal el Perón llamara “el ejército más glorioso de Améri- –Pero fue interventor del Departamento bajo
castigo al que lo someten en la cárcel de Olmos, ca”. Era la posibilidad de dictar la “guerra del Onganía y la Jotapé lo quiere rajar.
tanto lo golpean con palos y cadenas, tanto lo Paraguay” y el pensamiento del jefe del heroico –No puede permitir eso, Conrado. Perseguir
someten a la picana que, por fin, lo matan. Tenía ejército y del heroico pueblo que fuera masacrado gente, no.
43 años. Como se ve, no era un “joven guerrillero en esa guerra infame. (La Guerra de la Triple Infa- Massuh se quedó. Cuando asumieron los de
formado en la teoría del foco”. Lanusse no lo mia, la llamaba Milcíades Peña.) Sin embargo, le Ottalagano a Conrado lo echaron a patadas. Y a
menciona en sus testimonios. Lástima. Si Monti dije a Conrado que yo me preparaba para ser mí y a todos los “zurdos”. Massuh se fue de gran
no hubiera muerto habría sido uno de los libera- Decano de Humanidades en La Plata. capo a la Unesco. Terminó por ser el funcionario
dos por la ley de amnistía del camporismo. –No se apure, José. ¿Qué edad tiene? más duradero del Proceso. En 1983 le envié una
¿Alguien puede atreverse a decir que “habría sali- –Treinta años. carta terrible, no le ahorré nada: “Usted, un filó-
do a matar”? ¡Por favor! Hubo miles de Montis. –Es muy pronto. Y además, en La Plata. Usted sofo, un humanista, terminó por ser el funciona-
Víctimas de siete años de dictadura de la Revolu- va a aterrizar ahí como alguien de otro pozo. –De rio más duradero de este gobierno de asesinos”.
ción Argentina y 18 años de gobiernos ilegales, pronto, pregunta–: Pero, ¿usted tiene el título? Esto era lo más suave, apenas el punto de partida.
represivos, antidemocráticos. ¿Cómo no iban a Me había olvidado. Yo había dado mi última Volvió y salvo apariciones previsibles en La
dictar la ley de amnistía si todos los presos eran materia en 1969. Tenía dos opciones: o el profe- Nación y La Gaceta de Tucumán se eclipsó. San-
presos ilegales, presos de dictaduras? Era una sorado o la licenciatura. Ni loco el profesorado: tiago Kovadloff, que había sido discípulo suyo,
medida humanitaria, y, a la vez, un blanquea- había que cursar y rendir tres materias pedagógi- intentó rescatarlo. Inútil. Se arruinó la vida. Al
miento, un nuevo comienzo. La democracia debía cas. Y la tesis, sí. Pero aún no era el momento. final empezó a hablar de su silencio comparándo-
empezar así: con la libertad a los presos de la Había mucho que hacer. ¿Cómo iba a perder el lo con el de Heidegger. Con lo cual admitía que
represión dictatorial. Lástima que Eduardo Pablo tiempo haciendo una tesis? No me importaba el Videla había sido similar a Hitler. Qué lástima.
Monti no llegó al 25 de mayo de 1973. Abrirle a título. Fue mi primer maestro. Era un tipo brillante.
él la puerta de su prisión habría sido un alivio –Cierto, no tengo el título. Nunca rendí la Con gran sentido del humor. Él, Conrado, yo y
para todas las horribles torturas que sufrió. tesis. dos o tres más íbamos a cenar todos los viernes.
Habría sido, sin más, un acto de justicia. Ahora es –José, qué boludo –dijo Conrado, excesiva- No había tema del que no habláramos. Mucho de
II
la religión, de lo numinoso de Rudolf Otto y del Al fin se conocen con Conrado. Abrales era un que también estaba Arturo Armada. De Miguel ni
“fin de los tiempos” de Josef Piepper. Massuh figurón del Consejo Tecnológico Peronista, mano noticias.
podía llegar a decir: derecha de Rolando García. Conrado pregunta: –Bueno, José, vamos.
–Mirá, Conyado –su tonada tucumana era uno –Dígame, doctor: ¿cómo son las reuniones del –No, Conrado. Aquí estamos bien. Si Abrales
de los factores de su personalidad atrayente al Consejo de Redacción de Envido? ¿Usted los está aquí es que aquí donde hay que estar. ¿Qué
mango–, aunque no estoy de acuerdo con vos, aguanta a los muchachos? quiere hacer? ¿Ir a copar los 300 metros?
igual te voy a servir papas fritas. (Abrales era mayor que nosotros.) –¿Qué 300 metros? No creo que los Montone-
De él recibí mi primer gran elogio literario. Les El querido Gordo contesta: ros hagan eso.
leí, a los dos, fragmentos de una novela que estaba –Hago lo que puedo, profesor. Pero a veces la –¿Seguro, profesor? –dice Abrales–. Creo que
escribiendo: paso bien. ¿Sabe cuándo se pone jodido? no conoce bien a los Montoneros. Usted disculpe.
Massuh le dice a Conrado: Nos señala a Horacio y a mí: –No van a hacer eso. Sería un desastre.
–¿Viste, Conyado? ¿Viste cómo escribe este –Cuando estos dos se ponen a hablar de la
chico? Es música. Fenomenología de la huevada. FAVIO, EL PERONISMO
Desde ahí –y desde antes– no concebí mi prosa Todos rieron con ganas. La palabra “huevada” ES UN SENTIMIENTO
al margen de la música. De aquí que ahora diga a en boca de Abrales sonaba irresistible. Horacio se Era una charla tranquila. El sol estaba alto y
menudo: “Hay que escribir como Martha Arge- fue y no lo vi más. (Durante ese día, digo. Porque agradable. De pronto, estalla el Apocalipsis. La
rich toca el piano”. Tal vez demasiado, pero con espero seguir viéndolo hasta la aciaga jornada en voz de Favio se empieza a hacer notar más que
metas mezquinas no se llega a ninguna parte. Qué que la Huesuda venga por alguno de los dos. Pri- nunca. Lo oíamos con toda claridad. Eso quiere
lástima, Víctor. Tanto odio al marxismo. Tanta vilegio que no me preocupa cederle. Después nos decir que, pese a las quejas de Conrado, habíamos
furia contra el peronismo. Tan poco rechazo por juntaremos con el Gordo Abrales y volveremos a llegado bastante cerca... del desastre. El tono de
los milicos. Al contrario, casi fascinación por los hablar, ya con más tiempo, sobre la Fenomenolo- Favio había cambiado. Ya lo veníamos escuchan-
fierros que cargaban. Qué pérdida, profesor. Le gía de la huevada, sólo para incomodarlo un do desde hacía rato. Era Favio. Ese tipo de pero-
debo mucho y me apena no poder reconocerlo sin poco.) Seguimos hablando con el Gordo. Creo nista que uno no sabía por dónde andaba, que
tantas reservas, con tantos cuestionamientos, con
irrefutables, insalvables lejanías.

LA “FENOMENOLOGÍA
DE LA HUEVADA”
Conrado era otra cosa. Se hizo peronista y
siguió siendo un católico apasionado. A principios
de los ‘60 había polemizado con León Rozitchner
en la revista Discusión. Marxismo y Religión era el
tema. Apareció Raúl Pannunzio (un mito de la
época, nunca más supe de él) y puso de acápite a
su nota (con la que terciaba en la discusión):
“Cuando un ciego conduce a otro los dos caerán
inexorablemente en un pozo”. Dijo que era una
frase de la Biblia. Le costaba hacerse entender a
Pannunzio. No porque no fuera claro sino porque
cuando te exponía Hegel a la vez se quitaba la
seborrea de su cabeza, se miraba las uñas, escarba-
ba en ellas y tiraba por cualquier parte lo que de
ahí extraía. No se daba cuenta. Creo que sin ese
ritual –cuya condición de posibilidad era un aseo
sin duda infrecuente– no podía pensar. Era un
buen tipo. Pedante como casi todos los bichos
que andábamos por ahí durante esos años.
Ahora vamos rumbo a Ezeiza. Estamos a la
sombra. Conrado abre un bolso y saca de ahí...
una botella de cognac Pedro Domecq, un símbolo
de la época. Lo abre y empieza a tomar del pico.
Nos convida. Ariel y yo: no, gracias, Conrado.
Ariel, de pronto, estalla en una carcajada: “¡No se
pierdan esto! ¡El Director del Departamento de
Filosofía se mama!”
–Un poco nada más –se defiende Conrado.
–Eso le va a quitar lucidez, Conrado –digo–.
Tiene que estar muy lúcido hoy.
–Pero también muy alegre –dice. Y se manda
otro trago.
Volvemos a la Richieri. Es una romería. Está
todo el mundo. La gente más impensada.
–Pero, ¿cómo? ¿Vos sos peronista?
–Ni en pedo. Pero no me voy a perder esto.
Y así seguimos marchando. Claro: los que
andaban de fiesta ese día por la Richieri no eran
todos peronistas. No se la querían perder. Minas
embarazadas a granel. Tipos con nenes que cabal-
gaban sobre sus cuellos. Vendedores ambulantes.
Hinchadas de fútbol. Racing con Perón. Boca reci-
be al Líder del Pueblo. Los de River no somos gorilas
¡Viva Perón! Y los que iban en silla de ruedas. Y
los actores. Y los de Néstor Perlongher y su Frente
de Liberación Homosexual. Era una marejada.
Todos caminando hacia el mismo lugar.
Entonces aparece José Fiaquini.
–Mire, Conrado, yo no voy a ir mucho más
adelante. Igual, a Perón no lo vamos a ver. Debe
ser un despelote de gente ahí frente al palco.
–Pero, ¡carajo, José! Muévase un poco. No nos
vamos a quedar aquí.
–Aquí o allá es lo mismo.
Para mi suerte encontramos a un personaje
entrañable. El único tipo que podía estar durmien-
do la siesta en medio de ese florecimiento desbocado
de la historia. Héctor Abrales.
–Héctor, ¿qué hacés?
–Duerme –dice Horacio González que, por
algún milagro de su ubicuidad, en ese momento
está ahí. Abrales se levanta, se despereza.
–¡Ah, qué buen sueñito que me eché!

III
decía generalidades, dulzonerías algo o bastante rogamos que no disparen”. Bien, pero lo que hombres se cansaron de esperar, Galileo inventó
bobas que incluían a todos en un Paraíso Justi- recuerdo como si aún lo escuchara, la voz prepo- el telescopio y lo enfiló hacia las estrellas: “Noso-
cialista con un dios bondadoso que era el único tente, militarota, fascista, fue la que gritó: “¡Los tros, los hombres, queremos ver, queremos
que podía ser, Perón. Un peronista que se empe- que están en los árboles están bajo la mira de saber. No queremos más verdades reveladas. Nos
ñaba en no ver los conflictos del movimiento. nuestras armas!”. Era Ciro Ahumada: “En 1955 las queremos revelar a nosotros mismos. Quere-
Que no señalaba un solo error del pasado y el teniente 1º Ciro Ahumada fue uno de los ofi- mos nuestras propias verdades”. El pecado de
menos del presente. Uno que se desvivía en ciales del Grupo A de Artillería de Campo de los impropiedad de Vladimir y Estragon es, precisa-
cadenciosas lisonjas hacia el Líder y la compañe- Andes, en Mendoza, que no se plegaron al golpe mente, esperar. El hombre actúa, no espera.
ra Evita, eterna en el alma de su pueblo. Sin contra Perón, lo cual le valió una detención de Mientras Perón regresaba, todos los que aparen-
embargo, el 20 de junio estaba arriba del palco, 30 días. Cumplida la pena fue reincorporado, temente sólo lo esperaban trazaban miles de pla-
al lado de Osinde y nunca podrá convencer a pero a diferencia de la mayoría, que fue a parar a nes. Compraban armas. Importaban mercena-
nadie de tanta inocencia o ceguera: tenía que guarniciones distantes, él pasó a trabajar en una rios de la OAS. Se adueñaron del Comité de
saber lo que ahí estaba pasando. Por otra parte, de las Comisiones Especiales Investigadoras, con Recepción, de la organización y custodia del
esa concepción tan abarcante que del peronismo el general Juan Constantino Quaranta, amo de acto, se propusieron matar si la cosa se les iba de
tenía nunca lo acercó a la Jotapé. En lo que la SIDE” (Horacio Verbitsky, Ezeiza, ed. cit., p. las manos. Ezeiza es el sujeto en acción. Sujetos
podríamos llamar amablemente el pensamiento 65). Después hizo un montón de cosas, siempre diferenciados. Sujetos con distintas ideologías.
de Favio no tenía lugar la idea del conflicto. Era oscuras, siempre turbias. Hasta que se ligó a Con distintas historias. Sujetos que se organiza-
un tipo extraño. Lo llevó a Cámpora a ver su Osinde como uno de sus pares. “Después de las ron en grupos. Ezeiza es una trama histórica con
Juan Moreira durante la primavera y ahí la jugó elecciones del 11 de marzo de 1973, se reunió múltiples determinaciones. Pero el sujeto no está
de camporista. Pero nunca se lo vio en nada con Osinde y con el mayor Fernando Del perdido entre ellas. Actúa entre ellas. Elige entre
importante que tuviera relación con la potencia Campo, para cambiar ideas sobre la estabilidad ellas. Decide entre ellas. Decide condicionado
movilizadora de la Jotapé durante la campaña ni del inminente gobierno de Cámpora. ‘A ese por infinitos elementos, pero decide. Elige y se
antes. Es un peronista ortodoxo. Se ve bien –lo viejo de mierda hay que marcarle el ritmo o elige. No es lo mismo elegirse fascista que revo-
hemos dicho– en su dilatado documental sobre sacarlo a patadas’, era en esos días su expresión lucionario. No es lo mismo torturar que no tor-
Perón, que lleva ese impecable título de derecha: favorita” (Verbitsky, ob. cit., p. 69). turar. Perón también eligió: lo hizo al día
Sinfonía del sentimiento. Que se liga a esa famosa Empezaron a pasar ambulancias. Las sirenas siguiente. En el discurso del 21 de junio. Condi-
frase que expresa la cumbre de la negación de las metían miedo a todos. ¿Qué pasaba? Muchos, de cionado por lo que quieran: por su vejez, por su
ideas, de la mermelada movimientista en la que los que habían llegado cerca del palco regresaban pasado militar, por el Brujo, por Isabelita. Pero,
todos entran, en la que todo es posible, salvo corriendo. “¡Se están cagando a tiros ahí adelan- en algún punto de su conciencia, la decisión fue
cuando aparece la izquierda y hay que reventarla te!” La frase que yo escuché fue ésta: Se están absolutamente suya. Los estructuralistas, los
a tiros: El peronismo es un sentimiento. Por ser un cagando a tiros. “Se.” No sabemos quiénes. posestructuralistas, los lingüistas, los deconstruc-
sentimiento el peronismo terminó por ser nada. Nosotros rajamos. La que pone Bonasso es “Nos cionistas eliminan la decisión del sujeto y hasta
O el sentimiento de distintos grupos que termi- están cagando a tiros”. Que es la frase de un al mismo sujeto. No pueden explicar la historia.
naron por matarse unos a otros o que pelean militante de la Jotapé. O de un Montonero que En Ezeiza todos eligieron, no sólo qué hacer,
–como lo hacen desde el retorno de la democra- se rajaba. “Nos.” Yo no escuché “Nos”, escuché sino qué iban a ser o seguir siendo.
cia– por la manija, que conciben la política “Se”. Lo cual también era falso. Tenía razón el La conclusión de todas las conclusiones la dará
como lucha de facciones, al aparato como “cosa que decía “Nos”. O no: tenían razón los dos. El Perón al día siguiente: “Somos lo que las veinte
mafiosa”, como estructura para ganar dinero, que decía “nos” era un militante que marcaba verdades dicen”. Pero hay otras conclusiones.
sobornar, comprar, vender, contrabandear, nar- bien la situación: desde el palco abrieron fuego Hay conclusiones sobre lo que hizo Perón. Para
cotraficar y otras cosas igual o aún más delezna- sobre las columnas de la Jotapé que buscaban nosotros, lo peor. Emprendió el camino del
bles que no es el momento de estudiar aquí. Hay copar el acto. El que decía “Se” era uno que no desastre: no integrar a la Tendencia. Arrojarle
que decir que los otros partidos no son mejores. tenía idea de la situación. Que sólo escuchó los encima sus peores mastines. Tampoco la Ten-
En gran medida porque no existen. Hay que tiros, que vio a unos cuantos muertos y no tuvo dencia hizo lo mejor. El único “loco”, el único
decir, también, que la devaluación de la política percepción de quiénes eran unos o quiénes eran imaginativo, acaso algo aventurero pero cojonu-
en dinero y mafia es un fenómeno mundial de otros. Esa fue la percepción de la mayoría que se do, que propuso algo distinto, fue el joven
estos años que atravesamos, de este triunfo de volvió de Ezeiza. Se cagaron a tiros. Se presumía: Secretario del Movimiento Nacional Justicialis-
Occidente contra la hidra marxista, a la que tan el loco que habló por el micrófono y los Monto- ta, Juan Manuel Abal Medina. “Doctor Cám-
eficazmente derrotó condenando al hambre a neros. Tampoco se sabía con certeza. Para pora, arreste a López Rega” Cámpora lo mira
medio planeta. Jamás hubo tantos hambrientos colmo, empezó a caer el crepúsculo. El día se con ojos desorbitados. “Pero, doctor Abal
en la historia de la humanidad. Esto es sólo un volvió ceniciento, triste. Ya no oían las frases de Medina, ¿se ha vuelto loco? ¿Qué va a decir el
apunte. El tema es más amplio y volveremos Favio. General?” “Nada. Nos lo va a agradecer. El
sobre él. Sigamos con Favio: es un personaje tan Bebe (Righi) tiene que salir en cadena nacional
curioso que –luego de hacer este documental “DOCTOR CÁMPORA, y denunciar a los asesinos de Ezeiza. Después,
con la ayuda decidida y decisoria de Eduardo ARRESTE A LÓPEZ REGA” en la próxima reunión de gabinete, usted arresta
Duhalde– anda durante estos días defendiendo a Un altoparlante anunció que por cuestiones a López Rega. Lo acusa de sedición contra su
la presidenta Cristina Fernández, con un buen de seguridad el general Perón aterrizaría en el Gobierno. Lo acusa de homicida y traidor”.
tino desacostumbrado en él. O está despistado o aeropuerto de Morón. (Carajo, ¿hay alguna pala- Cámpora vuelve a ser “camporita”. Se asusta.
cambió. Porque Cristina Fernández estaba abajo bra que no rime con Perón? Uno vive condena- ¿Cómo hacerle eso a su Líder? “Doctor Abal
del palco el 20 de junio, Favio. No sé si usted do a las cacofonías con este león hervíboro. Medina, por favor, olvide esta cuestión y no la
recuerda. Y Néstor Kirchner era Lupín Kirchner Perón-Morón, rima. Ezeiza no rima con Perón. comente con nadie.” Era, en ese momento, el
y andaba con la juventud de la FURN de La Cuando se anunció el arribo del general a la base más decidido de todos. Una versión dice que se
Plata y se acercó al palco con la columna sur, aérea de (Morón), muchos en la autopista aplau- encontró en la Rosada con López Rega y lo
que se les vino al humo a ustedes, los del palco, dieron y hasta vivaron al General. Pobrecitos, quiso tirar por un balcón. El Brujo –un cobarde
con 60.000 militantes que –al menos algunos eso era tener ganas de alimentar esperanzas, de como todo asesino que da órdenes a sus sica-
que conozco– no tenían intención de copar nada ser felices a pesar de todo. Eran peronistas ino- rios– se escondió detrás de Cámpora, que lo
sino de estar cerca de Perón. A esos, los que centes: les alcanzaba con saber que Perón había protegió. Juan Abal apenas si pudo contenerse.
usted tenía a su lado, los ametrallaron a mansal- vuelto a la patria. A la mayoría no. La mayoría Tampoco los Montoneros se decidieron a
va. “Sin sus hombres de seguridad, la Jotapé había ido a buscar a Perón. Habían ido a buscar actuar con firmeza. Todavía hoy Juan Abal
decidió continuar su camino por detrás del palco su esperanza. Eso en que habían cifrado su desti- (padre) dice: “Todo pudo haber sido distinto”.
ubicado en Puente 12 para acercarse al lado no, su horizonte, su fe. Porque Badiou se equi- Si se lo piensa con algún detenimiento, ese abo-
izquierdo del escenario. Los de Berisso y la segu- voca por completo en su conclusión sobre el gado de pasado nacionalista era un político de
ridad, en cambio, lograron llegar hasta muy texto de Beckett. Que dice: “No se sabrá con formidable ubicuidad. Representaba a la Juven-
cerca del palco. El Hippie (Alsogaray) miró toda probabilidad ‘quién’ es Godot, basta con tud, pero no estaba dentro de Montoneros. Sólo
impotente el escenario y observó al cantante y que sea el emblema de la obstinación de todos cerca. Representaba a Perón, que lo quería
director Leonardo Favio que a los gritos pedía a en desear que algo ocurra” (Badiou, ob. cit., p. mucho. Tenía diálogo fluido con la clase políti-
los francotiradores que se bajaran de los árboles. 64). Si Vladimir y Estragón pueden responder a ca. Era amigo de Rucci y tenía excelente rela-
“–Este habla y los fachos que están al lado la pregunta sobre “quienes son” con la frase: ción con Lorenzo Miguel. No tiene cargo en el
suyo andan todos armados. Pero, ¿ese hijo de “Somos hombres”, con mayor motivo no debe- Gobierno pero parece un superministro. Con-
puta que está ahí no es el Flaco Salas? rán sentarse a esperar que algo ocurra. No igno- serva su cargo de Secretario General del Movi-
“–Es, y si ese hijo de puta llegó al palco creo ro qué clase de hombre es ése. Sé de dónde lo miento Justicialista aún después del descabeza-
que estamos en problemas” (Fernando Amato y saca Badiou: del Heidegger de la espera a la miento de Galimberti que pudo significar el
Chistian Boyanovsky Bazán, Setentistas, ed. cit., “propiación del Ser”. Del Heidegger que propo- suyo. No, ahí se mantuvo. Estaba en todas par-
p. 219). Esa columna de la FURN quedó atra- ne el pathos de la espera, el pathos de la escucha. tes. Tenía 27 años.
pada entre los tiros del palco y los de los fachos El pathos, en el hombre, no es espera, es acción. Bien, esto continúa. Llegó la hora de poner
que ocupaban el Hogar Escuela. Sucedió que los Es praxis. El hombre no se obstina en esperar nuestra lupa poco complaciente sobre el discurso
del palco creyeron que eran Montoneros e hicie- “algo”. ¿Qué podría esperar? ¿A Dios? ¿A Godot? que Perón dio al día siguiente de Ezeiza. Ese dis-
PRÓXIMO ron fuego. Entre tanto, Favio seguía con su dis- ¿A Perón? “La Argentina entera tenía el pulso curso es la muerte del Padre Eterno. Es el mismo
DOMINGO curso sentimental: “Este es el día maravilloso del suspendido en la espera de Perón”, escribe Juan Domingo Perón el que lo mata.
reencuentro”. Eso le veníamos escuchando. De Bonasso (Bonasso, ob. cit., p. 702). La “espera”
La muerte del pronto empieza a decir cosas raras. Por ejemplo: es la modalidad espiritual del Medioevo. De ahí Colaboración especial:
“Padre Eterno” “Desde los árboles nos están disparando. Les que la Historia se haya detenido. Cuando los Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 2 de agosto de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


90 La muerte del “Padre Eterno”

Suplemento especial de

PáginaI12
¿QUIÉN ERA presente se proyectaba sobre el pasado cuestio- suele hablar de más. Suele decir cosas que no
PERÓN? nando la imagen que muchos se habían forjado pensaba o que se le escapan ante la necesidad
onvendrá aclarar algunas cuestio- de él. que siente de llenar el espacio que el interroga-

C nes. No puede ponerse en un


mismo nivel el error de la Ten-
dencia por pretender copar un
acto que pertenecía a todos que
la criminalidad desaforada de las bandas merce-
narias de la derecha peronista. Son dos cosas
totalmente distintas y una de ellas claramente
LAS BANDAS CLANDESTINAS
Y “LA BASURA”
Desde el 19 a la noche hubo tiros en Ezeiza.
Muchos periodistas se acercaron al palco y vie-
ron armas que no habían visto nunca. “Las que
entraron con López Rega”, como me confesó
dor le deja. Un caso estremecedor se produce
con Juan B. Yofre. Apenas voy a mencionarlo
porque se trata de un personaje al que uno le
tiene miedo con sólo oírlo hablar o leer algunos
párrafos de los libros que publica (Fuimos todos,
nadie fue y uno que acaba de salir recientemen-
te y que las revistas de extrema derecha han
más inaceptable, más condenable que la otra. mi “amigo” el mercenario que opinaba que a recibido con entusiasmo). Yofre, además, estu-
Una, a lo sumo, pertenece a un proyecto que “Fortunato lo perdió el balcón”. ¿Nadie sabía vo al frente de la Secretaría de Inteligencia del
buscaba exhibirle a Perón el poder de la movili- esto en el Gobierno? ¿Nadie pudo impedirlo? Estado durante el gobierno de Carlos Menem.
zación de la izquierda. Tampoco creamos que ¿Por qué Cámpora venía con Perón y el Le dicen “Tata”. Pigna le hace una pregunta y
ésta era una actitud inocente. Detrás de ella está Gobierno estaba en manos de Solano Lima? él responde. Sigue hablando hasta un punto en
el proyecto de Montoneros de compartir la ¿Por qué Cámpora no lo recibió aquí al frente que dice que él estaba en un edificio alto (no
conducción con Perón, de heredarlo incluso de todo el aparato legal de un gobierno, de todo recuerdo cuál) y mira hacia abajo y dice algo
cuando muriera. Este proyecto fue nefasto. Cre- su aparato de defensa? ¿Por qué no formó el inicialmente difícil de entender: “Miré hacia
ció alimentado por la importancia de la juven- Gobierno una Comisión para recibir al Líder? abajo y ahí estaba la basura”. Imperturbable,
tud peronista en la campaña electoral, por el ¿Por qué no ordenó ocupar el palco con fuerzas Pigna sólo le pregunta: “¿O sea?”. Yofre respon-
fabuloso cierre en la cancha de Independiente y legales? ¿No sabía quién era Osinde, lo que de: “Los Montoneros, el ERP”. Eran, para el
por la movilización del 25 de mayo. Ahí, la estaba preparando, la matanza que sin duda se Tata Yofre, “la basura”. Inevitablemente recor-
Orga se creyó dueña de todo. “Pusimos el fer- iba a desatar? Esto ya se sabía. La debilidad del dé ese film del campo de concentración de
vor, la militancia, los muertos. Ahora queremos Gobierno fue notoria. Es que el que gobernaba Auschwitz en que una topadora arrastra cadáve-
su equivalente en poder.” A esto responde la era Perón. Si Perón le decía a Cámpora cómo res esqueléticos como basura. Alguien que llama
lista que le entregan a Perón con los nombres había que hacer las cosas, Cámpora las hacía. “basura” a seres humanos que no piensan como
de los políticos con que debe formar el gobier- Por eso era también absurda esa leyenda que él, y a los que, sin duda, odia, ha elegido igno-
no justicialista. Se confundieron. Para la nueva proponía a Perón como el encargado de la rar que aun sus enemigos son personas. El prin-
etapa, Perón quería otros protagonistas. No misión “continentalista”. Uno ya estaba satura- cipio más cruel de una guerra, el que permite
quería lobos disfrazados de corderos. Había que do de verlo a Cámpora aparecer por TV y decir vejar al enemigo y violar todas las convenciones
frenar el proyecto de la patria socialista y hacer que “la gran misión del general Perón es la de de humanidad que podrían rescatarse en una
un gobierno de unidad nacional, un gobierno unir a los pueblos de América”. ¿Así que Perón contienda armada, es el que considera “basura”
burgués nacional y popular, distributivo pero abandonaba su comodidad en Madrid para al enemigo. Algo que no pertenece a la condi-
inevitablemente capitalista. andar yirando por toda América latina tratando ción humana. Algo a lo que se puede matar,
Los del palco eran asesinos profesionales o de unirla? Pocos se creían eso. Entonces, ¿cómo vejar, humillar, torturar, matar sin culpa algu-
matones sin moral alguna y fueron los masacra- se resolvía la cosa? La conducción de la Orga na. No son hombres, son basura.
dores de Ezeiza. Respondían a Osinde. Osinde decidió (el día de Ezeiza) presionarlo al General
respondía a Perón. Este siniestro personaje esta- y demostrarle que debía estar con ella, porque LA SERPIENTE DE LA
ba al frente de la seguridad y ya tenía una larga tenía el poder de las masas. Pero los fachos sabí- CONTRAINSURGENCIA
historia junto a Perón. Osinde ocupaba un an cómo frenar esa embestida: “Los sindicalistas Las declaraciones de Firmenich son revelado-
cargo extravagante en el gobierno, una especie y el gobierno militar sentían la necesidad de ras: Primero) La decisión política de imponerle
de secretaría de deportes que nadie entendía actuar rápido, para sofocar esa presencia expan- a Perón un poderío de masas. Segundo) Noso-
qué propósito ocultaba. Un propósito impor- siva y amenazante. ¿Pero cómo? Un indicio lo tros lo trajimos a usted. Lo trajo esta juventud
tante: frenar al “zurdaje”, impedir que se adue- brindó el contraalmirante Horacio Mayorga, que nosotros conducimos. Usted está en la
ñara del movimiento peronista. Para eso ya rico propietario de fábricas de artículos de patria por nosotros. Los otros no hicieron nada.
tenía armado todo un aparato de profesionales cuero. Al despedirse de la Aviación Naval que Tercero) Esta juventud que lo trajo tiene esta
del crimen. Como pensamos darle un desarrollo comandaba, reveló los planes que conocía, muy bandera. (Entonces despliegan esas enormes
considerable al aparato represivo que ya estaba pocos días antes de la masacre. ‘Se están prepa- banderas que decían: Montoneros.) Cuarto) Las
listo en el mes de junio de 1973, todavía no rando bandas armadas clandestinas’, dijo en su banderas medían 50 metros. Estas fuerzas polí-
entraremos en ese tema. Como sea, Bonasso último discurso oficial...” (Verbitsky, ob. cit., p. ticas pueden sostenerle todo su proceso. Cinco)
describe bien a los matarifes que estaban en el 111). También señala el autor que los Monto- Algunos habrán pensado que nos era imposible
palco: “A la una de la madrugada (hora de Bue- neros fueron, a la vez, prepotentes e ingenuos. copar el acto más grande de la historia argenti-
nos Aires) y cinco de Madrid, Osinde habló a la Veamos estos dos aspectos en palabras del na. “Lo copamos”. Ese acto no fue un acto
quinta 17 de Octubre para ‘informarle al Gene- iluminado conductor de la Orga, Firmenich: montonero (aunque me muerdo la lengua –se
ral de todos los recaudos tomados’. Seguramen- “Nuestra decisión política era mostrarle a Perón confiesa Firmenich– para no decir que sí, lo
te no entró en detalles. un poderío de masas, de opinión pública, para fue). “Pero fue un acto peronista dominado por
”El principal era la custodia del palco, ocupa- decirle: ‘Vea, General, el proceso va por acá. la expresión política de los Montoneros.”
do militarmente por las distintas fuerzas (...) No va por la vieja burocracia sindical. El proce- Bien, todo mal, un perfecto delirio. ¿Qué
matones de Smata, la UOM y otras agrupacio- so político argentino, este que lo ha traído a sabían de Perón? Nada. A Perón nadie se lo
nes gremiales, que se identificaban con los bra- usted, viene por esta base de masas, que es esta ganaba imponiéndole algo. Fueron prepotentes,
zaletes verdes de la JSP; cadeneros del C. de O.; juventud que opina esto, que se organiza de esta como bien dice Verbitsky. Y terriblemente
pistoleros de la CNU; integrantes de la renacida forma y que tiene esta bandera’. Y por eso lleva- ingenuos. Sabían poco y nada de las fuerzas del
Alianza Libertadora; militares retirados, policías mos enormes banderas de cincuenta metros de enemigo. En Ezeiza, el 20 de junio, la serpiente
cesanteados y argelinos convocados por el jefe largo que decían Montoneros. Era un hecho de la contrainsurgencia había roto su huevo y
militar del proscenio, el agente de la SIDE Ciro histórico y nosotros teníamos la voluntad polí- estaba en acción. Los montos –sin saberlo–
Ahumada” (Bonasso, ob. cit., p. 710). Para tica de dejar constancia de que había una direc- peleaban contra la OAS, que había venido muy
muchos de los que formaban la juventud pero- ción transformadora del proceso que estaban tempranamente al país a instruir a los militares
nista esta cara del peronismo era desconocida. marcando las nuevas generaciones, que esas argentinos. Entraron con Aramburu y se queda-
Recuerdo que una compañera de Filosofía nuevas generaciones eran mayoría en la movili- ron. Lo esencial que enseña la OAS es lo que
(cuando asomó esta derecha fascista) me confe- zación y que eran no sólo las fuerzas que habían considera primario en la tarea de contrainsur-
só su inesperado terror: “Es lo que nos habían luchado sino las fuerzas que podían sostener el gencia: torturar. Se conocen todas las técnicas
dicho nuestros viejos y nunca quisimos creerles. proceso de ahí en adelante. Y por eso fuimos posibles. O sea, en el palco de Ezeiza hay una
Tengo un tío que fue ferroviario en los ’50 y con todo el énfasis político. Por eso moviliza- importante colaboración de elementos fascistas
siempre me contaba que aparecían cadáveres mos a toda la gente que pudimos del interior y del Ejército Argentino. Se trataba de frenar a
por todas partes. Que los reventaban a cadena- de Buenos Aires. Hicimos el máximo esfuerzo los “zurdos”. ¿Recuerdan ese discurso de Sán-
zos, que los torturaban. Era gente como ésta”. de movilización con banderas claras. A lo chez de Bustamante a sus subordinados? Había,
Un fenómeno notable: de pronto los viejos mejor, así como para nosotros era absurdo pen- en el peronismo, un agresivo elemento “marxis-
tenían razón. De pronto todas las peores versio- sar que hubiera una banda de mercenarios ta” que preocupaba a los militares y “a los hom-
nes de la Libertadora volvían para algunos que enquistada en el palco dispuesta a tirar, tam- bres de orden” de ese partido. Trabajarían jun-
no podían creer lo que pasaba y el único verosí- bién para ellos habrá sido absurdo pensar que tos para eliminarlo. Ojo: no todo el Ejército.
mil que tenían eran los chismes de sus padres estos jovencitos pudieran copar el acto más Sólo algunos sectores. Los más recalcitrantes.
gorilas. Que Perón había sido un nazi. Lo que grande de la historia argentina. Lo copamos. El Los otros, los liberales, decidieron esperar a que
estaban viendo ahora –estremecidos– no los lle- acto más grande de la historia argentina fue un Perón se destruyera solo. Seguros de que no
vaba a atreverse a decir que Perón era nazi. O acto, no digo montonero, un acto peronista aguantaría esa lucha. Media clase media y toda
fascista. O amigo de la represión feroz. Pero dominado políticamente por la expresión de los la clase alta empezó a decir: “El les dio vuelo,
nadie podía ocultar que estaba rodeado de fas- Montoneros” (Felipe Pigna, ob. cit., pp. ahora que se joda y los frene”. Los militares,
cistas temibles. Al cabo, si Osinde, que era un 226/227. Cursivas mías). Una virtud de Felipe desde muy temprano, decidieron intervenir
nazi y un carnicero, había sido custodio y hom- Pigna como entrevistador es dejar que el entre- cuando todo se hubiera recontrapodrido, tal
bre de Perón desde su primer gobierno, ¿qué vistado hable, no interrumpirlo salvo lo mera- como ocurrió.
había sido ese gobierno? ¿Quién era Perón? ¿De mente necesario. Esto produce un resultado Que Firmenich diga que coparon el palco es
quién se esperaba el socialismo nacional? El notable: al no ser interrumpido, el entrevistado una mentira total. No coparon nada. Los caga-
II
ron a tiros y los hicieron rajar en busca de sal-
var la vida. La Orga no fue armada. Sólo armas
cortas, de escaso calibre, las que llevaban hasta
para ir a mear. Sólo eso. Los otros tenían el
arsenal más sofisticado que alguna vez entrara
en la Argentina. Y lo usaron. No eran en vano
asesinos. Dispararon a diestra y siniestra. Para
colmo agarraron a pobres tipos, algunos que
nada tenían que ver y los llevaron al Hotel
Ezeiza donde habían instalado salas de tortura
en las habitaciones. Aquí interviene Favio, que
nada había visto, que no descifró la fácilmente
descifrable cara de Osinde. Pero sospecho que
Favio quería proteger al General de los “zur-
dos” tanto como todos. Bonasso describe bien
su despliegue histriónico, patético: “Las transi-
ciones del director de Juan Moreira eran real-
mente cinematográficas. Ordenaba: ‘Cada
peronista debe permanecer en su lugar’. Refle-
xionaba: ‘Somos cuatro millones contra cinco
dementes’. Señalaba: ‘Desde los árboles nos
están disparando’. (En los árboles había tam-
bién mercenarios, J. P. F.) Suplicaba: ‘Les
rogamos que no disparen’. Observaba: ‘Hacia
la derecha esta parte de nuestros enemigos’.
Advertía: ‘Los que queden (en los árboles) son
considerados desde este momento traidores’
(...) Volvía a señalar: ‘Detrás del palco tenemos
enemigos’. Reiteraba mecánicamente: ‘Sereni-
dad y control, serenidad y control –piensen en
los niños y las mujeres–. serenidad y control’.
Informaba: ‘Los enemigos ya han sido visuali-
zados’. Animaba: ‘La situación va a ser contro-
lada’. Proponía: ‘Colaboren para poder identi-
ficar...’. Equilibraba: ‘Ningún peronista haga
uso de sus armas, ni siquiera el cuerpo de segu-
ridad’. Retornaba, por fin, a esa solicitud que
evocaba el Lejano Oeste: ‘Se ruega a los pero-
nistas no hacer uso de sus armas...’” (Bonasso,
ob. cit., p. 720. Buen texto de Bonasso. Bien
trabajado, expresivo y contundente.)

PREPOTENCIA E INGENUIDAD
DE “MONTONEROS”
Luis Bruschtein, un pendejo en esa jornada,
un Jotapé que no estaba en nada, fue con otro
compañero y le dijo a Favio que estaban tortu-
rando salvajemente en el Hotel Ezeiza. “Vamos
para ahí”, dijo Favio. Los fachos entraban a
cualquiera al Hotel y lo llevaban a los lugares de
tortura. Entraban a morochitos de las villas de
emergencia, con zapatillas, en camiseta, con
sangre por todas partes. Ahí estaba refugiada la
Sinfónica y otros peronistas finos, de derecha, ció ese relato de las torturas y de su suicidio. Si movilización de cientos de miles de personas
algo o bastante asustados. Por cada desdichado Blanche Du Bois decía depender de la bondad alcanzaba, y la derecha los esperaba con unos
que entraban los músicos y los “peronistas de de los extraños, Favio depende de su creduli- cientos de ametralladoras y la logística militar
orden” gritaban: “¡Bien! ¡Mátenlos! ¡Mátenlos!”. dad. ¿Recién se dio cuenta de la clase de tipos bastante mejor establecida, y los corrieron a
Había un clima cercano a la locura homicida. que tenía al lado desde hacía días cuando los balazos” (citado por Pigna, ob. cit., p. 227).
Bruschtein sube con Favio. El cantautor entra vio torturar? Si fue un ingenuo, la ingenuidad Verbitsky da en el clavo con mayor precisión:
en una habitación. Están torturando a mansal- lo arrojó a la derecha y lo puso del lado de los prepotentes e ingenuos. La prepotencia los per-
va. Favio amenaza con tirarse por la ventana o asesinos y los torturadores. A los que, de puro dió. Se me dirá que toda agrupación que va a
cortarse las venas. “Ma sí, amasijate si querés, ingenuo, no supo descubrir a tiempo. De un acto va a coparlo, a elegir el mejor lugar, que
pelotudo”, le dicen. “Pero mejor rajate de haberlo hecho debió pedir audiencia con el incluso pelea por él. Pero el del 20 de junio no
aquí.” ministro del Interior o con el secretario general era un acto político. No iban “distintas agrupa-
Favio se fue y casi todos prefirieron olvidar su del Movimiento y decir: “En el palco hay ciones”. Aunque hayan ido, el motivo del acto
complicado papel en la tragedia de Ezeiza. Es demasiadas armas y gente demasiado rara. no era ése. A recibir al viejo y mítico general fue
un perfecto sobrevalorado de nuestro país y los Algunos hasta hablan en francés. Algo raro el pueblo. Fueron todos. Peronistas, no pero-
peronistas están muy orgullosos de él. Donde se pasa. Creo que la seguridad del General está en nistas y curiosos. Viejos y jóvenes. Pobres y cla-
ponga será aceptado. No creo que sea un mal peligro”. Eso habría ayudado a impedir algunas semedieros y hasta ricos. Era un espectáculo his-
tipo. Pero tenía una ideología. La que lo llevó a cosas. Pero si uno ve su maratónico, larguísimo tórico que nadie quería perderse. Tenía, además,
no acercarse nunca al fenómeno juvenil del documental sobre Perón, si uno se toma el duro algo de mágico. Y tenía también todo lo que
peronismo de los ’70, que existía mucho antes trabajo de mirar esas 6 horas advierte –con intenté explicar por medio del análisis de Bec-
de que aparecieran o tomaran fuerza los Mon- estupor– que la historia de la juventud peronis- kett. Llega Godot. Ahora él va a arreglar todo.
toneros. La Argentina canalla de hoy busca por ta ocupa 10 minutos del metraje. De esos 10 Pero si Godot llega, el sentido de la espera que
todos los medios reducir los ’70 a la experiencia minutos algunos se dedican a decir que los pri- daba sentido a mi vida –que era esperarlo–
montonera, pero no es así. Favio ejerció un meros tiros partieron de los árboles hacia el muere. ¿A quién voy a esperar si Godot llega? Y
peronismo ortodoxo, simple. Sin duda, juzgó palco. Después, cuenta un par de cosas más y... también: si mi espera me prometía que Godot,
que la juventud introducía cambios ideológicos Perón se muere. Esto no está mal. Veremos que al llegar, arreglaría todo, una vez aquí comprue-
en el peronismo que a él no le atraían. Si acto- –de una manera decisiva– sucedió exactamente bo que Godot no puede arreglar todo. Además,
res como Briski, Laplace o Gené aportaron eso: Perón muere ese 20 de junio. Y sella esa si Godot llega para unos y no para otros, ¿para
–como muchos otros– al torrente juvenil y a la muerte con su discurso del 21. Muere como el qué vino? ¿No venía para todos? ¿No venía para
campaña electoral, Favio se mantuvo cauteloso “Padre Eterno”. Como el que armonizaba todas arreglar todo? No, Godot elige a algunos y
como si fuera un sindicalista. Eso le costó. ¿No las contradicciones. Cometo una indiscreción: rechaza a otros. Peor aún: arroja a los que ha
sabía quién era Osinde? ¿No vio quiénes esta- el julepe (¿se acuerdan de esta palabra?) de elegido contra los que condenó. Los condena-
ban en ese palco? ¿No consultó nada con el Favio fue tan profundo que se rajó hasta lo de dos dirán: “Godot vino para nosotros pero uste-
Gobierno? En fin, no tiene demasiada impor- Abal Medina (que, dentro de esta historia, pare- des lo tienen engañado. Si no, estaría de nues-
tancia. Se trata de un ídolo popular. Laburó en ce el único capaz de hablar y hasta cobijar a tro lado”. Los elegidos dicen: “Godot fue claro:
buenas películas, hizo canciones, dirigió sus todos) y se metió debajo de una cama. Estuvo vino para nosotros. Ustedes quieren matarlo”.
películas y cantó sus canciones. En Ezeiza estu- ahí dos semanas. Los dos bandos inician una guerra a muerte.
vo arriba del palco. Eso no tiene arreglo. Algo le “Los Montoneros (dice Martín Caparrós) ese Godot no puede impedirla. Cada bando dice
falló ahí. Ante algo cerró los ojos. Luego apare- día pecaron por ingenuos. Pensaron que con esa representar a Godot. Cada bando dice que él es
III
el que merece a Godot. Godot interviene. Conrado, que caminaba a mi lado, dijo: “Si la mesa”. Como si fuera poco, la comida era
Dice esto, dice aquello. Siempre a favor de un Marina da un golpe esta noche, lo gana”. Fue riquísima. Conrado era el típico católico de
bando. Insulta al otro. Los muertos caen de una frase perfecta. Tal era la sensación de la esa etapa de la historia. De su estirpe eran el
un lado y caen del otro y caen de todos lados, derrota. De la invalidez. cura Mugica o Domingo Bresci. También los
de aquí, de allá, es una masacre. ¿Para qué Caminamos kilómetros. Por fin, salimos de catolicuchis que confluyeron en la Jotapé o
vino Godot? ¿Para esto? ¿No estábamos mejor la autopista y nos sentamos en un cordón. en los Montoneros del inicio. A partir de
sin Godot? Godot, impotente, amargado, Conrado volvió a su cognac y se la agarró Ezeiza se volvió crítico con los Montos y
muere. Pero se venga de los que vino a conde- conmigo. Que yo no quería caminar. Que no decidió apoyar a Perón. Igual lo tenían mar-
nar. Casi unos pocos minutos antes de exha- me importaba que Perón volviera. Que no cado. En el ’76 lo echaron. Lo defendió más
lar ese suspiro, el último, deja a su heredero: quería verlo. Que me daba lo mismo estar en Pucciarelli que Massuh. Massuh se fue a
una mujer torpe, tonta y malvada. Pero hay cualquier parte. Que nada me importaba. No París, a su dorado destino de embajador en la
alguien que la domina hasta tal extremo (y me sorprendió. De Conrado me habían llega- Unesco. Pucciarelli –que tenía diálogo con
Godot lo sabía muy bien) que es el verdadero do dos frases que él nunca me dijo. Una me los interventores milicos– me contó que le
heredero de Godot. Es un Satán como el que hizo gracia. La otra marcó gran parte de mi dijo a un marino (¡un marino al frente del
se le aparece a Stavroguin: pequeño, indigno. vida. Una: “Puede ser que José sea el mejor, Departamento de Filosofía!): “No lo pueden
“Soy el Diablo que te mereces”, le dice Satán pero no hay que decírselo”. Esta era un chis- echar a este hombre. Es un erudito en filoso-
a Stavroguin en Los demonios, la inmensa, te. Además, yo no era el mejor ni quería serlo fía antigua. Sabe su griego, su latín”. Justo los
genial novela de Dostoievski. Godot les deja a ni tenía ningún sentido aspirar a algo seme- idiomas que Conrado había quitado de la
quienes lo esperaron tan vanamente el Demo- jante en una época de la Facultad de Filosofía carrera por pedido de la Jotapé. El marino le
nio que (juzga) les pertenece. Es un payaso, en que los talentosos abundaban. Pero la otra dijo que lo tenían fichado como un católico
un clown con la compulsión de matar. ¿Esto me persigue hasta hoy. Me llegó así: “Cuida- marxista que envenenaba la mente de los
nos dejó Godot? Sí, God les dejó a Belcebot. do con José. Es brillante pero no es profun- jóvenes. Lo fui a ver cuando se estaba por exi-
A Mefistofelot. A Satanot. A Abadonot. A do”. ¿Cuidado con José? ¿A quién engañaba liar en México. “No crea que si vienen a bus-
Belialot. A Diablot. (Belcebú, Mefistófeles, yo? ¿Qué era lo que me volvía peligroso? Pero carme me voy a poner a rezar”, dijo. Créase o
Satanás, Abadón, Belial, Diablo.) En su ver- el estilete era otro. Ser “brillante” y “ser pro- no, en ese momento sonó el portero eléctrico.
sión más ridícula, penosa. Un payaso esotéri- fundo” son dos dimensiones de la existencia. Estábamos solos. Nos miramos y ninguno
co cuya mayor pasión es la Muerte. Si uno escucha –de su amigo filósofo, prácti- dijo una sola palabra. Conrado atendió y era
camente de su maestro, de un tipo con un error, alguien se había equivocado. Fue un
VOLVER DE EZEIZA: mucha experiencia en la enseñanza– que no momento fuera del tiempo. Ese, cuando nos
DOLOR Y DERROTA es profundo, si lo escucha a los 22 años, si miramos. “Aquí están”, pensamos los dos.
Ese 20 de junio nace la Triple A, organiza- además se dedica y piensa dedicarse siempre a “Llegaron.” Se fue México y no lo vi más.
ción terrorista de extrema derecha que habrá la filosofía (y a la narrativa, las dos cosas mar- Murió todavía joven, sin envejecer. Fui a su
de matar alrededor de 2000 personas entre charon juntas), la herida es profunda. Era velatorio.)
1974 y 1975. Luego se sumaría muy natural- raro. Porque Conrado no era brillante. Mas- Seguimos caminado y –al final de esa larga,
mente a los grupos de tareas de la dictadura suh era brillante. Massuh deslumbraba a sus triste marcha– nos despedimos con el cariño
del ’76. Lo dirá Rodolfo Walsh: hoy, la Tri- alumnos de Fenomenología de las religiones. de dos amigos, con la pesadumbre de dos
ple A son las Tres Armas. ¿Cuántos murieron Conrado era capaz de balbucear muchas veces derrotados. El 20 de junio –el día más largo
en Ezeiza? Las diferencias son excesivas. Pre- en una clase. Sin embargo, tal vez me hizo un del año– había terminado.
cisamente Horacio Verbitsky (cuya investiga- favor. No alcanza con ser “brillante”. Hay
ción continúa sin ser superada porque acaso que ir más allá. El brillo puede enceguecer. Y PERÓN ELIGE MATAR A
sea definitiva) es el que dice “el número de este enceguecimiento quizá conlleva la impo- PERÓN PARA MATAR A LA
muertos fue muy inferior al de las leyendas sibilidad de profundizar. Si estamos ciegos IZQUIERDA PERONISTA
que aún circulan” (Verbitsky, ob. cit., p. 19). por los brillos no podremos ver qué hay más Esa noche Perón habló por cadena nacional
Otros, Alejandro Horowicz por ejemplo, lle- allá de ellos. Poco tiene que ver el pensamien- y sólo dijo que estaba bien y todo estaba con-
gan a la suma de 400. Pero interpreta que se to con los fuegos artificiales. Tiene que atra- trolado. Al día siguiente, también por cadena
trató de víctimas de los “disparos cruzados vesarlos o prescindir de ellos. Con los años nacional, dio el llamado precisamente “dis-
entre los dos bandos, sin que el grueso parti- me libré de la maldición de Conrado. O eso curso del día siguiente de Ezeiza”. El de las
cipara del enfrentamiento” (Alejandro Horo- creo. Pero no veo la necesariedad de oponer veinte verdades. Fue claro, definitivo. Uno de
wicz, Los cuatro peronismos, Edhasa, Buenos la brillantez a la profundidad. El que pueda los más importantes discursos de su larga
Aires, 2005, p. 261). Hemos visto que no instrumentar las dos cosas se hará entender carrera de discurseador. Ahí, Perón elige a la
hubo “enfrentamiento”. No, al menos, entre mejor. Es posible que el brillo abra muchas derecha. Ahí, Perón no quiere conciliar nada.
dos bandos armados. La Tendencia llevaba puertas. Por ellas pasará la meditación más Ahí, no le interesa manejar el desorden. Pro-
armas livianas y pocas. Sí, es totalmente cier- honda. (Nota: Como vemos, la condena de híbe el desorden. Impone –quiere imponer–
to que “el grueso” no participó del enfrenta- Conrado fue tan honda que todavía me con- el orden. “Cuando se hacen dos bandos pero-
miento. Otros dan 200. Hay algo terrible en tradigo. Dije que el brillo puede engañar al nistas, yo hago el ‘Padre Eterno’: los tengo
esto. Para una estadística un muerto no es pensamiento. Seguí y terminé diciendo que que arreglar a los dos” (Conducción política).
nada. Pero el que muere pierde todo. De aquí puede abrirle puertas. Supongamos que es Se acabó. No quiere arreglar a los dos bandos.
la conocida frase: “Una muerte es una desdi- posible creer en las dos posibilidades. Tampo- Elige uno y se lo arroja encima al otro.
cha, seis millones una estadística”. co quiero dejar una imagen erosionada de “Barrer a la izquierda con la derecha.” Este
Volver de Ezeiza fue un dolor inextingui- Conrado. Fue bueno conmigo y con los gru- abandono de uno de sus postulados centrales
ble. Oscurecía y la inmensa muchedumbre pos de militantes católicos cordobeses. Igna- de conducción debía responder a urgencias y
caminaba por la Riccheri mirando el asfalto. cio Vélez –del grupo inicial de Montoneros, a convicciones poderosas. Al negarse a “arre-
Nadie hablaba. El silencio aturdía. Era el organización que abandona y escribe luego, glar” a los bandos en pugna se niega como
velatorio más gigantesco de la historia argen- en la cárcel, junto a otros compañeros, Sergio “Padre Eterno”. Al negarse como “Padre
tina. Un helicóptero sobrevoló sobre nosotros Bufano, Luis Rodeiro y Gabriel Rot, en julio Eterno” se niega a sí mismo. Niega todo lo
y dijo que el general Perón estaba bien, que de 1972, el llamado “Documento de los Sabi- que ha sido hasta ese momento: el hombre
había aterrizado en Morón y se dirigía a su nos” o “Documento Verde”, sobre el que nos que podía armonizar todas las contradiccio-
residencia de Gaspar Campos. Algunos, paté- detendremos largamente en nuestras conside- nes. El que podía cerrar la totalidad e incluir
ticamente, aplaudieron y hasta gritaron viva raciones finales sobre la guerrilla y la teoría en ella a todas las partes. No más. El “Padre
Perón. Fueron pocos, muy pocos. Los otros del foco– lo recuerda con gratitud. Conrado Eterno” muere. Lo mata el mismo Perón. Si
siguieron como zombies. Nos volvíamos vací- les señaló el camino posible para unir el cris- Perón mata al “Padre Eterno”, Perón se mata
os. Nos habían robado la fiesta. Porque a eso tianismo con el marxismo. Esto, desde luego, a sí mismo. El discurso del 21 de junio expre-
habíamos ido todos (dos millones de personas desagradaba fuertemente a Massuh. Pero el sa la imposibilidad de conducir a todos.
o más): a una fiesta. A ver y formar parte de trabajo de Conrado era ése. Nadie, que lo Perón, al confesar esa imposibilidad, se suici-
un acontecimiento único, irrepetible. No creo haya hecho, olvida su curso de Filosofía de la da. Lo hace, al menos, como “Padre Eterno”.
que sea trasmisible la potencia histórica que historia de mediados de los ’60. Lo mejor de Perón elige matar a Perón para matar a la
implicaba el regreso del viejo general. Cuan- la Facultad de Filosofía estaba ahí. Una vez, izquierda peronista. ¿Qué Perón es el que
do lo derrocaron yo tenía 12 años. Ahora, me invitó a su chacra en Carlos Casares. Me sigue vivo? El que quiere aniquilar el “foco
treinta. Había crecido escuchando hablar de enseñó a poner ladrillos. A la noche yo me marxista” que infecta la totalidad del movi-
Perón y su imposible regreso. Había vivido en moría de hambre. Nos sentamos a la mesa. miento. La pregunta que surge de aquí es
medio del odio a Perón. Que no era el gene- Me dispongo a arrojarme sobre la comida y acaso indescifrable, así de azarosa es su res-
ral Perón, era el señor Perón. Y antes el “tira- Conrado me detiene. Que ellos hacen una puesta. ¿Para qué volvió Perón? ¿Para hacerles
no prófugo”, “el gobernante depuesto”. O “el pequeña oración antes de comer, dice. “La el trabajo sucio a los militares? ¿Valía la pena
despuesto”. O “el que te jedi”, como se puta madre –pienso–, ¿y ahora de qué me dis- volver para eso? “Quédese tranquilo, Jorge.
animó a decir María Elena Walsh en esa can- frazo?” Conrado empieza a rezar. Todos sus Agarro un vaso de agua, un micrófono y los
ción en que pregunta “te acordás hermano del hijos y su dulce mujer bajan los ojos, juntan mando a su casa.” ¿Buscó lograr eso con su
PRÓXIMO ’45, cuando ‘el que te jedi’ salía al balcón...”. las manos y lo siguen. Yo pongo las manos discurso del 21? Nos consagraremos a estu-
DOMINGO Creo que era así. De pronto “el que te jedi” sobre mis rodillas. Para disimular. Y de pron- diarlo minuciosamente.
volvía. Todos fueron a verlo y regresaron sin to, Conrado dice: “También te agradecemos,
La muerte del nada. Al contrario, en medio de la angustia Señor, que hoy nos acompañe nuestro amigo Colaboración especial:
“Padre Eterno” (II) de la violencia. ¿Qué habría de pasar ahora? José, a quien recibimos con amor en nuestra Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 9 de agosto de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


91 La muerte del “padre eterno” (II)

Suplemento especial de

PáginaI12
“POR LA PATRIA Y POR LA imponerle a uno la ideología de los que manejan la Facultad? de esto más que cualquier médico”. Y el yerno de López Rega, el ni a vengarme. Vengo a unir, a tender mi mano. Esto tomará irresponsablemente. Ya vamos a analizar qué era el poder. Como mer peronismo siempre llevó a primer plano una epistemología
LIBERACIÓN DE LOS PUEBLOS “Siempre fue así”, insinué. Rechazó mi sugerencia: “Pero el jura- señor Lastiri, que era, en ese momento, presidente de la Cámara forma definitiva cuando proponga reemplazar el apotegma Para dijo Miguel Hurst en una multitudinaria reunión de Jotapé: social (por decirle así) del conflicto: Pueblo y Antipueblo, Patria
DEL TERCER MUNDO” mento tradicional te da a elegir: o por Dios o por la patria o por de Diputados. ¿Quién mierda es Lastiri, quién lo conoce? Es un un peronista no hay nada mejor que otro peronista por el de Para “Ojo, el Ejército todavía no se puso en serio contra la guerrilla”. y Antipatria, Pueblo y Oligarquía/ Peronistas y Antiperonistas/
i diploma de licenciado en Filosofía nunca los Santos Evangelios. En cambio, esta gente te obliga a jurar porteño de otros tiempos, burrero, putañero y amigo de las cor- un argentino no hay nada mejor que otro argentino. Perón, en Lo putearon por bajoneante, pesimista y agorero de la derrota. Leales y Traidores/ Alpargatas y Libros/ Grasitas y Niños bien,

M tuvo un lugar cómodo en ninguna casa que


habité. Jamás me hago llamar “licenciado”
porque me suena horrible, como si fuera
mexicano, que todos ellos son licenciados. O
de otro país. A mí me importó poco esa exuberancia. Rendí mi
tesis el 13 de julio del ’73. Entré a la Facultad en 1962. Se dirá:
nueve años para hacer una carrera. Pero no: también hice gran
por los pueblos del Tercer Mundo”. “Y por su liberación,
Daniel. No jodas, ¿estás en contra de eso?” “Estoy en contra de
que me impongan una fórmula ideológica que no comparto.
Esa es una consigna de los Montoneros.” “De la juventud pero-
nista, Daniel. Hace años que se pelea por eso. Por la liberación
de los pueblos del Tercer Mundo.” “Yo no voy a jurar por eso.”
Tuve la suerte de jurar primero. El tipo que me tomó el jura-
batas, algo que precipitará el fin del gobierno de Isabel. Es el
Perón de Madrid trasladado a Buenos Aires. Es su Ejército per-
sonal, su íntima gente de confianza, tal vez los únicos en que
confía. No en Cámpora. Lo de Cámpora es una concesión. Raro
que se la haya otorgado. Sobre todo si tenemos en cuenta lo que
habrá de venir.
Este es el discurso que Perón le había comentado a Jorge
resumen, viene para ponerse al frente de la unidad nacional.
Perón:
Por eso al hablarles a los argentinos lo hago con el alma a flor de
labios. Y deseo también que me escuchen con el mismo estado de
ánimo. Llego casi desencarnado. Nada puede perturbar mi espíritu,
porque retorno sin rencores ni pasiones, como no sea la que alimentó
toda mi vida: servir lealmente a la patria.
Todo iba sobre ruedas. Las ruedas de la Historia. Perón sigue
dando manija: “O la juventud toma esto en sus manos y lo arre-
gla aunque sea a patadas, pero lo arregla, o no se lo va a arreglar
nadie” (J. P. F., ob. cit., p. 102). Y sigue: “Los viejos no van a
arreglar esto: los viejos no están en la evolución. Es un mundo
que cambia, y los muchachos tienen razón. Y si tienen razón hay
que dársela y hay que darles el gobierno (...) Si la juventud no
etc. Estas antinomias irreductibles permitían leer la realidad en
términos de antagonismos irreductibles. El Perón del ’73, el que
llega “desde el exterior”, el “desencarnado”, propone la “uni-
dad”. Hasta podría decirse que, no tanto la “unidad de la patria”
o la “unidad nacional”, consignas del nacionalismo, sino la uni-
dad del pueblo argentino. Porque en las 20 verdades había anti-
nomias. Una sola clase de hombres: los que trabajan. Se enten-
parte de la de Letras, fui amigo de Pezzoni, de Jaime Rest y mento no valía nada. Tenía una terrible cara de aburrido. Y Antonio. El discurso con que espantaría a la juventud peronista. Exégesis: salva esto, no lo salva nadie” (J. P. F., ob. cit., p. 102). Del 11 de dió siempre que “los que trabajan” eran “los trabajadores”. No
hasta de Delfín Leocadio Garassa. Fui odiado por personajes cuando te preguntaba lo de la liberación de los pueblos del Ter- El discurso con que mandaría a “los muchachos” de vuelta a “El alma a flor de labios.” Sería arduo expresar mejor la sin- enero al 21 de junio no hay mucho tiempo. La Jotapé vio des- los oligarcas. Un oligarca no trabaja, no es un trabajador. Esta
temibles y de muy escasa simpatía, como la señora Frida Weber cer Mundo advertías que era un burócrata al que le habían orde- casa. Para ellos no era: “De casa al trabajo y del trabajo a casa”. ceridad total, absoluta de sus palabras. Están dichas con el truido su papel de vanguardia. La promesa del Líder que prome- consigna siempre irritó a los sectores medios: “¿Cómo, nosotros
de Kurlat, que me descubrió dialogando algo más que amistosa- nado que dijera eso. Cierro el tema: sin cuestionarme mucho Era, sin más, “del trabajo a casa”. Su trabajo ya lo hicieron, alma. Porque este hombre que viene sin rencores ni pasiones tía hay que darles el gobierno para escucharlo hablar como un no trabajamos?” Interpretación resentida y torpe. Sí, trabajaban,
mente con una compañera en la última fila del aula y me echó a nada, y con bastante convicción, juré por la patria y por la libe- muchachos, ahora se van y no joden más. Lo digo yo. El Jefe del tiene “el alma de flor de labios”. Ha tenido la grandeza espiri- santo que descendía de los cielos para unir a todos. Y todavía no pero la mayoría eran propietarios. Trabajaban para ellos. Salvo la
los gritos, supongo que en nombre de la moral y las buenas cos- ración de los pueblos del Tercer Mundo. Me fui y Daniel seguía Movimiento. “Quédese tranquilo, Jorge. Agarro un vaso de tual de transformar una larga injusticia en una sabiduría pro- había escuchado lo peor del discurso. Perón les reservaba párra- clase media baja. Pero a ésta el peronismo le había hecho sentir
tumbres. (Fue una exageración hipermoralista de la vieja: la piba esperando. Seguramente, como diría Massuh, tiraría esa tarde agua, un micrófono y los mando a su casa.” Ahí, ahora, estaba. funda y un amor a la patria y a todos, también a quienes lo fos escalofriantes. que el concepto de “los que trabajan” la incluía. “Los que traba-
era sólo una buena amiga; con una buena amiga se puede jugue- otra bomba. Esta vez en el Aula Magna y en la ceremonia de Sobre la mesa tenía un vaso de agua y un micrófono. Sólo le res- hirieron. Por eso llega “casi desencarnado”. ¿Cuándo un hom- Perón: jan” eran los que trabajaban bajo patrón. Estos eran los trabaja-
tear un poco, cualquiera lo sabe, menos una vieja seca y paranoi- juramentos. Puiggrós había renunciado. De modo que mi diplo- taba hablar. Algo que, para Perón, nunca fue un problema. Pero bre está “desencarnado”? La des-encarnación lleva a un estado Tenemos una revolución que realizar, pero para que ella sea váli- dores. Esta verdad justicialista (la N° 4) creaba un antagonismo
ca.) Tuve como jefe de trabajos prácticos a Nicolás Bratossevich ma (que lo guardo en mi escritorio detrás de unas cajas, bastante el entorno en medio del que aparecía era una corte de milagros. de gracia. La des-encarnación aleja a un hombre de las pasiones da ha de ser de reconstrucción pacífica y sin que cueste la vida de un entre el trabajador y el patrón. El justicialismo estaba de parte
(no recuerdo si se escribe así), que me pidió un trabajo especial oculto) está firmado por el “Secretario Normalizador” don El establishment se habrá reído. ¿Qué es ese cambalache?, habrá terrenales. No es ajeno a ellas. Menos aún se va a desinteresar solo argentino. del trabajador. Era “un gobierno de los trabajadores”. Aunque
sobre Salas Barbadillo. Nicolás B. luego se dedicó a publicar tex- Vicente Solano Lima y por el “Secretario General” Ernesto dicho. ¿Con eso piensa gobernar? El gabinete de Cámpora era de sus tumultos, pero no se va a confundir, ninguna tormenta Es preciso volver a lo que en su hora fue el apotegma de nuestra eso que una y otra vez era llamado “el Pueblo” parecía ser la
tos teóricos en los que –como era habitual en los ’80– todos los Villanueva. ¿Qué tal? Mi diploma de filósofo lo firma el compa- un lujo al lado de ese cachivache. ¿Dónde tenía Perón un Taia- logrará que su entereza vacile. Porque la dureza del infortunio, creación: “de casa al trabajo y del trabajo a casa”. Sólo el trabajo mermelada en la que todos se juntan, no era así para el peronis-
ejemplos eran de las ya agobiantes grandes plumas de Saer o ñero de fórmula de Cámpora, el conservador que, al día siguien- na, un Righi, un Jorge Vázquez en Cancillería, un comandante la dureza de la soledad del exilio le ha entregado el pathos del podrá redimirnos de los desatinos pasados. mo de los comienzos. El Pueblo era “el Pueblo trabajador”. El
Piglia. La materia era Literatura Española II y leímos la Diana te de Ezeiza, visitó a todos los internados en los hospitales sin en jefe del Ejército como Carcagno, un político relevante como desapego o de la distancia. Las pasiones hunden a los hombres en Exégesis: “Pueblo trabajador” eran “los trabajadores” y “los trabajadores”
de Montemayor, el Persiles y La Galatea de Cervantes, más las cesar de declarar a los cronistas de la tele: “La Juventud Peronis- Juan Manuel Abal Medina, gente lúcida, culta, con trayectoria los huracanes de la historia. En medio de ellas suelen equivocar- Esto era pura basura burguesa para la Jotapé. Ni hablemos eran los obreros. De modo que la antinomia quedaba estableci-
Novelas ejemplares y el Quijote apócrifo de Avellaneda. El de Cer- ta no tenía armas, no fue armada. Puedo asegurarlo” y por un política? ¿Dónde tenía a un Rolando García, a un Rodolfo Puig- se, tomar partido. No, Perón está lejos de las pasiones. Será, en para el ERP. Nombro al ERP y a la izquierda porque la Jotapé da: trabajadores y no trabajadores. Pueblo y Oligarquía. El justi-
vantes lo tuvimos que leer por nuestra cuenta. Curioso método distinguido cuadro de la orga Montoneros. Bue, yo habría dese- grós, al mítico José María Rosa? Lo que tenía alrededor daba la patria, la garantía de la templanza. Como vemos, toda esta debía discutir con ellos su adhesión al peronismo. La izquierda, cialismo expresaba al Pueblo. Y, para hacerlo, enfrentaba a la oli-
de enseñanza. Te pedían el falso y te negaban el verdadero. Leí ado que me lo firmaran Sartre o Merleau-Ponty, pero no estaba pena o daba escalo- parte del discurso con razón desde sus postulados, que eran los del marxismo, garquía. Las veinte verdades fueron leídas por el propio Perón el
el Guzmán de Alfarache y un montón de españoladas más, todas mal. No se le podía negar originalidad a la cuestión. “Juro por la fríos. El fascismo no está dirigida a los diría: “¿Qué trabajo nos va a redimir? ¿El trabajo en la fábrica 17 de octubre de 1950, glorioso “año del Libertador San Mar-
bastante insoportables. Menos el Lazarillo de Tormes, que lo patria y por la liberación de los pueblos del Tercer Mundo”, así necesita hombres antiperonistas. A los capitalista? ¿El trabajo enajenado? ¿El trabajo en que el patrón tín”. Yo tenía siete años y todos los días, en la escuela, abríamos
recuerdo con amor y hasta lo consulto con cierta habitualidad. eran los tiempos. Seguramente a muchos –hoy– les parecerá una brillantes ni inteli- militares. A los ser- explota al obrero? ¿El trabajo en que el patrón extrae del obrero nuestro cuaderno y poníamos la fecha. Por ejemplo: 15 de mayo
En el examen final la señora Kurlat fue infame conmigo y buscó locura, pero en ese entonces tenía sentido. Uno, con ese jura- gentes. El naciona- vicios de contrain- la plusvalía que le permite seguir con la explotación? ¿Qué es la de 1950. Y a continuación: “Año del Libertador San Martín”.
humillarme por todos los medios posibles. Pero cuando salí a la mento, juraba en nombre del Che, de Fanon, de Giap, de lismo de derecha surgencia y hasta a reconstrucción pacífica? ¿Otra vez la mermelada nacional bur- Eramos, los niños, los únicos privilegiados. Esto, que tan cálido
calle con la materia aprobada (creo que me puso apenas un cua- Cooke y de tantos otros luchadores. A no burlarse. De la forma tiene buena prosa. los Estados Unidos, guesa de la unidad nacional? Y ese apotegma –‘De casa al trabajo parecía, era cálido sólo con los niños. Pero también establecía
tro) el mundo era hermoso. Me fui a caminar por la Avenida de que sea, pronto vino el nazi Ottalagano y vaya a saber por qué se Pero los fachos sue- muy preocupados y del trabajo a casa’–, ¿qué mierda es, compañeros? Jamás se ha una antinomia. Ya no había privilegiados, sólo los niños. Los que
Mayo y me senté en la London, que era majestuosa, toda de habrá jurado. Por la Cuarta Berlín. Algo que Ottalagano decía len ser ridículos. en ese momento por pronunciado una consigna más reaccionaria que ésa. Si se trata siempre habían gozado de privilegios en la patria (es decir, la oli-
cuero y madera, no la mierda que es ahora. Seguramente llamé a que Buenos Aires era y nadie entendía por qué. Creo que tam- ¿Ustedes lo miraron el problema del de ir del trabajo a casa y de casa al trabajo, ¿cuándo hacemos la garquía, los patrones) ya no los tenían, no se les reconocían. Sólo
la piba que pellizcaba en clase y sólo me restaban una o dos bién era la Tercera o la Cuarta Roma. Sucede que a Ottalagano bien a Hitler? Es un marxismo en Chile. revolución? ¿Cuándo hacemos una huelga, compañeros? ¿Qué los niños tenían privilegios. La oligarquía había perdido los
materias para terminar. No estaba apurado. Ya era parte del vér- lo había puesto Oscar Ivanissevich, que había llegado a ser rector petiso con un Dispuestos a no son los obreros? ¿Caballos de la calesita del circo burgués, dando suyos. Las veinte verdades van cercando a su enemigo. Si reco-
tigo de las Cátedras Nacionales, a las que adhería desde Filoso- de la Universidad luego de Puiggrós, luego de Raúl Laguzzi y mechón absurdo, tolerar otro Castro la vuelta eternamente y la sortija se la llevan siempre los patro- noce a “una sola clase de hombres”. Si esos hombres son los tra-
fía, donde ningún nabo se había dado cuenta de nada. Como luego de Vicente Solano Lima. A Puiggrós lo rajaron, a Laguzzi, con un bigote cha- en América (que los nes? ¿Y ustedes esperan algo de este líder? ¿De este conciliador bajadores, los obreros. Si los que tenían privilegios los han perdi-
una elaborada humillación del destino, a la señora de Kurlat, en septiembre de 1974, le pusieron una bomba en la casa; murió plinesco, que da sorprendió), con- de clases?”. No era fácil responder estos cuestionamientos. La era do porque ahora sólo los niños los tienen, está claro que el sector
que pasó a ocupar la dirección del Departamento de Letras, la su pequeña hija, apenas tenía un año de edad. Solano Lima duró unos discursos –que centrados Kissinger de las revoluciones había pasado, pero todavía estaba demasiado excluido de las bondades de la doctrina es la oligarquía. El anti-
reemplazó... Paco Urondo. Qué país éste. A esa mujer seca y avi- poco tiempo. Y apareció Alberto Ottalagano. Era un nazi. Se lo ha ensayado antes y Alexander Haig en cerca. Y Perón la había prometido. ¡El primer mes! ¿Qué era el pueblo. Que es –al ser el pueblo la patria– la antipatria. La ver-
nagrada, mala y seguramente ultragorila, conservadora tenaz, la recuerda por haber hecho el saludo de ese movimiento durante frente a un espejo– esa tarea, no desearí- primer mes? Sabemos lo que terminó siendo. Descabezar a dad N° 6 establece otra antinomia, que es la esencial: peronistas
reemplazó un poeta guerrillero. Mi última materia fue Historia la campaña de Luder para la presidencia en 1983. Lo quemó que merecen más an ser perturbados Cámpora. Pero el que crea que ése era el poder no veía claro y no peronistas. Los no peronistas no trabajan por la patria, no
de la literatura argentina. La rendí con Guillermo Ara, un hom- tanto como el cajón de Herminio Iglesias. Cuando gana Alfon- una internación en por un viejo general nada. Perón tenía el gobierno y sólo eso. El establishment y los son la patria e incluso son sus enemigos. Por eso, para un pero-
bre no muy dotado pero para nada mal tipo. Mi examen fue sín –en la sala de cómputos– aparece el ministro del Interior de un psiquiátrico que pro-insurgente en la militares estaban a la espera. “Del modo en que esto viene va a nista hay ciudadanos mejores que otros. Los peronistas son mejo-
sobre Los dueños de la tierra de Viñas y sobre Adán Buenosayres la dictadura, Llamil Reston. Un periodista, recordándole el salu- las ovaciones de las Argentina. Este terminar cayendo como un fruto maduro en nuestras manos. res que los no peronistas. De aquí la célebre verdad N° 6: “Para un
de Marechal. Un gozo infinito. Y después me olvidé. Pero en do de Ottalagano, le pregunta qué opina de él. Y Llamil Reston masas. ¿Y Goebbels? mensaje de tem- Por ahora, calma. Seamos testigos del desastre. Un líder viejo y peronista no debe haber nada mejor que otro peronista”. Este
1973, como dije, tuve que dar la tesis de licenciatura con algún responde: “Bueno, es un hombre que ha prestado grandes servi- Una inteligencia pri- planza los tranquili- enfermo. Un entorno patológico y payasesco, aunque criminal. reconocimiento entre peronistas excluye al Otro, al no peronis-
apuro y recién presté juramento y recibí el título el 29 de abril cios al país”. No hay caso, son una gran familia. En 1974, cuan- vilegiada, pero za. Perón les dice: Sindicatos pactistas. Una CGE con un comunista al frente. Y ta, y más aún al antiperonista. El “no peronista” es tal vez más
de 1974. Aquí viene lo que más quería contar: la Facultad seguía do lo nombran, nos echan a todos de la Universidad. Empieza a demente, rengo “Quédense tranqui- una guerrilla desautorizada. La boca se les hacía agua a los que despreciable que el antiperonista. Porque la patria está dividida
en poder de la Jotapé. Perón se la había dejado. Para que se circular un chiste triste, que expresaba el estado de ánimo de ese reprimido, petiso. los. Aquí no habrá tenían todo listo, a los que ya habían diseñado a fondo el maca- en dos partes. Y el no peronista no está en ninguna. No es pro ni
entretengan ahí, habrá dicho. Juramos en el Aula Magna. Casi momento: que Ottalagano se tenía tanta confianza que decía “O De Goering, ni hablar. Gordo, fofo, fanfarrón, héroe de la avia- insurgencia marxista. Ordenaré este país y lo mantendré dentro bro plan de contrainsurgencia que aplicarían. Nadie sabía nada anti. Observemos que esta concepción binaria de la sociedad
no se veía nada de la cantidad de carteles: Gloria a los mártires de ta la gano O ta la empato”. ción durante la primera guerra. Pero si ahora se sube a un avión de la órbita occidental y cristiana de la feroz Guerra Fría que se de eso. Pronto lo vamos a explicitar detalladamente. tiene notables semejanzas con las del Manifiesto comunista:
Trelew; Patria sí, colonia no; La patria dejará de ser colonia o la no puede despegar. Y Himmler con esa estampa de guerrero está librando”. Perón: “Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y sier-
bandera flameará sobre sus ruinas. Me senté al lado de un singu- EXÉGESIS DEL DISCURSO asiático, de bárbaro de Gengis Khan, de mongol. Este era el Perón: Cada argentino, piense como piense, y sienta como sienta, tiene el vos, maestros y oficiales, en una palabra: opresores y oprimidos
lar personaje. Lo conocí bien cuando cursó Filosofía de la historia DE PERÓN DEL 21 DE JUNIO entorno del Führer. Y Alemania se enamoró de él. Y Heidegger La situación del país es de tal gravedad que nadie puede pensar inalienable derecho de vivir en seguridad y pacíficamente. El se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, vela-
con Conrado. (Nota: La materia “pertenecía” al mítico León DE 1973 le dijo a Jaspers: “¿No ha visto usted las manos del Führer? Son en una reconstrucción en la que no deba participar y colaborar. Este gobierno tiene la insoslayable obligación de asegurarlo. Quien altere da unas veces y otras franca y abierta; lucha que terminó siempre
Dujovne, “el dueño del tema”, según Massuh. Yo la había ren- A causa de las complejidades que tanto Heidegger como su bellísimas”. De modo que no hay de qué asombrarse. Argentina problema, como ya lo he dicho muchas veces, o lo arreglamos entre este principio de la convivencia, sea de un lado o del otro, será el con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o el
dido con él. Creo que es el padre de la escritora Alicia Dujovne seguidor Gadamer han introducido en el concepto de hermenéu- lo quería y lo necesitaba a Perón. El establishment también lo todos los argentinos o no lo arregla nadie. enemigo común que debemos combatir sin tregua (...). Conozco per- hundimiento de las clases beligerantes (...). Nuestra época, la
Ortiz. Agarraba un puñado de tizas, las volcaba sobre el escrito- tica, recurriremos al de exégesis. Probablemente podría haber requería. Y Perón, viejo, enfermo, pero ambicioso, porque no Por eso deseo hacer un llamado a todos, al fin y al cabo herma- fectamente lo que está ocurriendo en el país. Los que creen lo contra- época de la burguesía, se distingue, sin embargo, por haber sim-
rio y, con ellas, nos explicaba Hegel. Todas las tizas eran el uni- puesto interpretación, sin más. La cosa viene más o menos así quería morir sin que le devolvieran su grado y su uniforme de nos, para que comencemos a ponernos de acuerdo. rio se equivocan. Estamos viviendo las consecuencias de una posgue- plificado las contradicciones de clase. Toda la sociedad va divi-
versal concreto, cada una de ellas era la particularidad; cada tiza, desde Aristóteles, pero exégesis apunta a una mayor ambición. general, se vino para la patria a dilapidar sus últimos meses de Exégesis: rra civil que, aunque desarrollada embozadamente, no por eso ha diéndose, cada vez más, en dos grandes campos enemigos, en
en tanto objeto, le era esencial a la totalidad, porque “el objeto Una interpretación totalizadora, que busque el fundamento de vida. Su prestigio. Primer distanciamiento con las tesis de sus jóvenes seguidores. dejado de existir, a lo que se suman las perversas intenciones de los dos grandes clases que se enfrentan directamente: la burguesía y
es mediación y la mediación es objeto”.) Era Daniel Dei, a lo interpretado, sus relaciones con otros elementos que comple- Empezó diciendo: Que no las habían creado en medio de ningún delirio báquico, factores ocultos que desde las sombras trabajan sin cesar tras desig- el proletariado” (Karl Marx, Friedrich Engels, Manifiesto comu-
quien algunos recordarán. En su examen final dijo en la mesa: mentan lo que se investiga y unas conclusiones que ofrezcan una Perón: sino porque el mismo Conductor del movimiento peronista las nios no por menos inconfesables menos reales (...) Es preciso llegar nista, Primera Parte: Burgueses y proletarios). Perón siempre insis-
“La Historia es la aventura del diálogo entre el hombre y Dios”. visión diferenciada de otras o complementaria, explicitando las Llego desde el otro extremo del mundo con el corazón abierto a había enunciado. Cito: “Perón lo sabía: febrero era el tiempo de así y cuanto antes a una sola clase de argentinos, los que luchan por tió en la concepción binaria y beligerante. ¿O acaso es casualidad
Massuh, que estaba ahí, casi revienta de la emoción y de la felici- dos posibilidades. una sensibilidad patriótica que sólo la larga ausencia y la distancia los jóvenes. Porque eran éstos, en efecto, quienes agitaban la his- la salvación de la patria, gravemente comprometida en su destino que cite con tanto fervor a Licurgo y Evita lo repita? Licurgo,
dad. Esa noche, cenando con Conrado, le dice: “Mirá, Conya- A las 21 o 21.10 aparece Perón en la cadena nacional. Tiene pueden avivar hasta su punto más álgido. toria, creaban las consignas, soliviantaban las conciencias, repre- por los enemigos de afuera y de adentro. Los peronistas tenemos que duramente, sentencia: “Hay un solo delito infamante para el
do, todos fueron a dar examen para tirar bombas. Todos dieron una cara de perro que asusta. Nada de sonrisas. Nada de guiños. Exégesis: sentaban el rostro caudaloso, multitudinario del peronismo” (J. retornar a la conducción de nuestro movimiento, ponerlo en marcha ciudadano: que en la lucha en que se deciden los destinos de
el mismo examen: Hegel y Marx, Hegel y Marx, Hegel y Marx. Ni una sola ironía. Menos aún alguna broma. Es el Jefe el que Ante la densidad del discurso cuesta creer que haya sido escri- P. F., López Rega, la cara oscura de Perón, ed. cit., p. 100). Perón, y neutralizar a los que pretenden deformarlo desde abajo y desde Esparta, él no esté en ninguno de los dos bandos o esté en los
Yo estaba harto. Y la revolución, ni uno dejó de hablar de la va a dirigir la palabra. Y se nota que el Jefe está muy enojado. A to luego de llegar a la Argentina. Es más que probable que fuera el 11 de enero de 1973, larga el reportaje de Mayoría que, visto arriba. Nosotros somos justicialistas, levantamos una bandera tan dos”. Perón dirá que prefiere a los opositores que a los “indepen-
revolución y de la violencia, pero la verdadera bomba, Conyado, su lado está Cámpora. Es una legítima cortesía: era el presidente éste el discurso que pensaba Perón decir en Ezeiza. ¿Cómo se desde el discurso del 21 de junio, es una tomadura de pelo a la distante de uno como de otro de los imperialismos dominantes. No dientes”. Evita, más melodramática, dirá: “Los tibios me dan
la puso ese chico, el único que se diferenció de los otros, el que de la República, aunque nadie parecía ya recordarlo. A su otro presenta? Como alguien que llega desde el otro extremo del Jotapé. Perón lo dice para instrumentar su poderío movilizador creo que haya un argentino que no sepa lo que ello significa. No hay asco”. Es valiosa esta dualidad que marcan las veinte verdades.
dijo que la historia no era la bendita historia de la lucha de cla- lado: Isabel Martínez. ¿Por qué? ¿Tenía algún cargo la señora? mundo. Este hecho –interpretado como un padecimiento que y organizativo. Y la Jotapé se lo cree y asume que va a gobernar nuevos rótulos que califiquen a nuestra doctrina y a nuestra ideolo- La esencial: trabajadores y oligarquía. ¿Cómo se lee hoy? No tra-
ses, sino la historia de la aventura del diálogo entre el hombre y ¿Era ya primera dama? No. ¿Era una gentileza matrimonial? No ha incrementado al amor por la patria ausente, por la patria per- con el líder. ¡Como para no creerlo! Perón no tenía límites cuan- gía. Somos lo que las veinte verdades peronistas dicen. No es gritan- bajadores y oligarquía. Marginados y oligarquía. Y hasta delin-
Dios”. Era un señalamiento atendible. Da para hablar mucho. era la ocasión para tenerla. Era otra cosa: Perón ya empieza a dida– le ha dado al enunciador (Perón) una cualidad excepcio- do quería dar máquina a sus cuadros duros de vanguardia: “O do la vida por Perón como se hace patria, sino manteniendo el credo cuentes y oligarquía. Porque el neoliberalismo integra cada vez
Toda una generación y un solo loco, un individualista que se introducir la imagen de él y de su “aventajada discípula”. Ya nal: ha abierto su corazón. Lejos de haberlo envenenado, de ellos llaman a elecciones o provocan una guerra civil” (J. P. F., por el cual luchamos. Los viejos peronistas lo sabemos. Tampoco lo menos. Margina cada vez más. Ya, poco a poco, los trabajadores
niega a participar de las ideas impuestas, esas en las que todos tiene en la cabeza la fórmula Perón-Perón. Detrás de él se com- haber hecho crecer en él deseos de venganza, rencores, ambicio- ob. cit., p. 101). Prioriza la “liberación nacional” por sobre la ignoran nuestros muchachos que levantan banderas revolucionarias. se extinguen. No así las oligarquías. Que han florecido. ¿Qué les
creen, y larga un tejo a la terraza, produce lo inesperado. Daniel pleta el cuadro familiar. El fiel sirviente, el hombre que ofrece su nes de que las injurias recibidas sean reparadas, la ausencia le “reconstrucción nacional”. Luego invertirá los términos. Y hasta Los que ingenuamente piensan que pueden copar nuestro movi- parece si acudimos al eminente Diccionario de María Moliner?
Dei significa además y en latín Daniel De Dios. Aquí, ahora, lo vida para cuidarlo, atenderlo, el Brujo López Rega. El que le abrió el corazón. En ese corazón asoma una “sensibilidad patrió- lanzará un mamarracho antropológico: “Hay que reconstruir al miento o tomar el poder que el pueblo ha reconquistado se equivo- No nos va a decir nada nuevo. Lo nuevo esperamos aportarlo
tenía a mi lado. Esperábamos jurar rápido e irnos. De pronto masajea la próstata cuando –en mitad de la noche– los dolores tica”. Esa sensibilidad –que es el generoso olvido de las viejas hombre argentino”. Si tanto había que reconstruir, de la libera- can (...) Por eso deseo advertir a los que tratan de infiltrarse en los nosotros. (Esperamos.) Oligarquía: “Organización política en
escuchamos la fórmula del juramento: “¿Jura por Dios, por la asedían al general y grita: “¡López!” Y López, fiel como un perro diferencias– está avivada, encendida hasta su punto más álgido ción mejor olvidarse. Pero el 11 de enero, en Mayoría, cuando estamentos populares o estatales que por ese camino van mal. que el poder es ejercido por un grupo limitado o una clase social
patria, por los Santos Evangelios y la liberación de los pueblos a la espera, como una basura obediente que –sin embargo– (supremo, culminante). En suma, negación del sentimiento de necesita a la Jotapé para la campaña electoral, el mensaje es otro. Exégesis: dirigente (...). Cualquier organización en que dirigen sólo unos
del Tercer Mundo etc., etc.?”. Todos juraban Por la patria y por ambiciona heredar al monarca, le masajea la próstata: “¿Va revancha, exaltación de la templanza, del amor a la patria, que es La prioridad de la “liberación” dinamizaba la teoría del “primer Eso que Perón llama “el principio de la convivencia” echa por cuantos sin dejar intervenir a los demás interesados en ella”. Del
la liberación de los pueblos del Tercer Mundo. Daniel se encoleri- mejor, General? ¿Alivia el dolor? Puse unos ungüentos, unos el amor a todos quienes la componen. Desde su primer párrafo mes”, que era propiedad de Perón. En el primer mes hay que tierra la concepción de la “historia como conflicto” típica de la Diccionario de Salamanca, tan prestigioso era el que a fin de año
zó: ¿qué significaba eso?, ¿desde cuándo ese agregado?, ¿por qué bálsamos especiales. Usted sabe, y lo ha comprobado, que yo sé Perón dibuja la figura del “león herbívoro”. No vengo a pelear tomar el poder. La Jotapé se lo creyó y Perón larga la consigna izquierda. Tampoco fue ajena al peronismo. Al contrario, el pri- regalaba la insigne Carmen Balcells a los escritores que persistían
II III
en estar con ella para darse lustre y conseguir poco. milicias armadas. Entonces, ¿en serio nos sacó la los sindicalistas. Y el C. de O. Y la CNU, que era
(Todos menos García Márquez.) Oligarquía: escalera? “No hay nuevos rótulos que califiquen a siniestra. Y dejó crear nuevas Jotapé. “Sellos de
“Forma de gobierno en la que el poder es ejercido nuestra doctrina. Somos lo que las veinte verdades goma”, como les decía la Tendencia. Nunca citó a
por un grupo reducido de personas: La oligarquía dicen.” ¿Y el socialismo nacional, la actualización los mejores (dejando aparte a Firmenich y Perdía)
griega estaba formada por un grupo de personas aris- doctrinaria, el trasvasamiento generacional? ¿Y para decirles: “Muchachos, yo manejo un movi-
tocráticas”. Pero hay un gran error en esto. La oli- todo lo que les dijo a Solanas y Getino? ¿Y no era miento nacional. La etapa de lucha y hostigamien-
garquía no es la aristocracia. La oligarquía es un Guevara el mejor de los nuestros? “Nuestros to al régimen terminó. Ahora tenemos que gober-
monopolio ultraconcentrado de personas con muchachos que levantan banderas revolucionarias nar. No puedo hacerlo con ustedes. Pero quédense
muchos bienes. No importa la jerarquía espiritual lo saben.” Gracias por tirarnos un salvavidas, en el movimiento. Son guerreros. Si nos atacan de
de esas personas. La aristocracia griega tenía una general. Pero, honestamente, no sabemos una nuevo volverán a tener la vanguardia. Pero com-
finesse espiritual. Léase a Nietzsche en el primer mierda de todo lo que acaba de decir. Y ahora prendan: los usé durante la marcha al poder y
tratado de la Genealogía de la moral. Los aristócra- habla de “infiltrados”. ¿Quiénes son los infiltra- durante las campañas electorales. Ahora me vigi-
tas griegos se llaman a sí mismo Los veraces. Por- dos, general? ¿No seremos nosotros? Infiltrados, lan. La CIA está más que nunca atenta a América
que la verdad surge naturalmente de sus palabras. qué palabra de mierda, general. latina. En poco tiempo lo tiran a Allende. Velazco
Ellos dan los nombres a las cosas. Tal es su poder. Perón: Alvarado se hunde en Perú. Aquí, el Ejército se
Son lo bueno y lo bello. De modo que esa unifica- En el final de este camino está la Argentina Poten- replegó, pero no lo derrotamos. La cautela se
ción del Diccionario de Salamanca entre aristocra- cia, en plena prosperidad, con habitantes que puedan impone. Compréndanme y acompáñenme. Es
cia y oligarquía es errónea. Lo fundamental de la gozar del más alto standard de vida. Finalmente otra clase de lucha. No me gusta la conducción
oligarquía es obtener grandes ganancias y juntarse deseo exhortar a todos mis compañeros peronistas que tienen. Hagan algo. Los vamos a respaldar”.
con quienes consagran sus vidas a lo mismo y para que obrando con la mayor grandeza echen a la ¿Tan imposible era? ¿O los odiaba y quería des-
organizarse con ellos en grupos de poder. No tiene espalda los malos recuerdos y se dediquen a pensar en truirlos para congraciarse con el régimen?
el Esprit de finesse de la aristocracia. En el mundo la futura grandeza de la patria (...); a los que fueron Al no poder y no querer integrarlos, del “Padre
de hoy (contrariamente a lo que piensan sus ideó- nuestros adversarios que acepten la soberanía del pue- Eterno” ni cenizas quedaron. El “Padre Eterno”
logos mediáticos) la oligarquía ha vuelto a florecer. blo, que es la verdadera soberanía (...); a los enemigos murió en ese discurso y murió para siempre.
La oligarquía (en lo esencial: gobierno de pocos) son embozados y encubiertos o disimulados, les aconsejo Nunca volvió a aparecer. Perón convocó una vez
los oligopolios. La democracia liberal de mercado que cesen en sus intentos porque cuando los pueblos más a la Jotapé y la usó para las elecciones que lo
concentra el poder en pocas manos y expulsa del agotan su paciencia suelen hacer tronar el escarmien- llevarían a la Presidencia en octubre. Cierto es
mercado a millones de trabajadores por día. Nacen to (...) La oportunidad suele pasar muy queda, guay que Montoneros oblitera (a dos días del triunfo
los grupos oligopólicos. Que son internacionales. No de los que carecen de sensibilidad e imaginación para de Perón) todo posible diálogo asesinando a
sabemos a quién pertenece finalmente un oligopo- no percibirla. (El final son convencionales apelaciones Rucci. Eso le impide a Perón cualquier tipo de
lio o con quién está asociado. Sabemos que el a Dios, que nos va a ayudar si somos capaces de ayu- integración si alguna habría de intentar luego del
poder está cada vez en menos manos. Esto los darlo. Y un grande y cariñoso abrazo para todos sus 12 de octubre. Lo de Rucci es una de las más
torna más poderosos y más ejecutivos, más diná- compañeros y un saludo afectuoso y lleno de respeto grandes torpezas políticas de nuestra historia. Es
micos en sus decisiones. Además de contar con para el resto de los argentinos.) un suicidio. A Perón ya no le quedaba nada por
apoyo externo. La Iglesia Católica ha advertido Exégesis: hacer con los Montoneros luego de la veintena de
que los oligopolios del siglo XXI son la defensa de Era un típico discurso de Perón. Lo había escri- balazos que acabaron con Rucci. Las responsabili-
cualquier avance en contra de la fe de Cristo, que to. No la noche de lo de Ezeiza. Lo traía desde dades están divididas. Las catástrofes se constru-
es el gran negocio de la oligarquía vaticana. Así, Madrid. Los hechos lo obligaron a modificarlo. yen así: todos hacen exactamente lo que hay que
establece una férrea unión con los oligopolios. Sobre todo a tornar más explícitas las condenas a hacer para que todo salga mal. Pero hay algo que
Acaso se entienda así la intervención del Papa en la la juventud peronista, que –a partir de ese día– tiene que quedar definitivamente claro: La respon-
Argentina y no en los países hambrientos de los pasó a “estar cuestionada” y Perón se negó a reci- sabilidad más grande de la tragedia argentina es del
que su corazón cristiano y sufriente debiera ocu- birla. ¿Por qué Perón aceptó tan inmediata y fir- Estado ilegal y gorila que gobierna entre 1955 y
parse. Todo es todo. Se concentra la política, se memente la versión de los hechos que le ofrecie- 1973. Ante ese empeño en negar la institucionali-
concentra el poder. Esta concentración excluye a ron los mercenarios del palco con Osinde a la zación del país con el peronismo y con Perón
millones de la sociedad de pocos (la sociedad oligár- cabeza? Porque Perón había negociado su regreso. incluidos, fueron tantas las luchas que hubo que
quica). Son los inmigrantes indeseados”. Si no, no volvía. “Usted vuelve pero nos frena a la emprender, tantos los muertos, tantas las huelgas
Volvemos a las veinte verdades. La N° 7 es guerrilla. El ala marxista de su movimiento. y hasta las grandes movilizaciones como el Cor-
buena, dura: “Cuando un justicialista empieza a Nosotros enfrentamos una Guerra Revoluciona- dobazo, que el resultado de todo eso, lo que todo
sentirse más de lo que es empieza a convertirse en ria, general. Sus muchachos no son luchadores eso merecía para la memoria de los que dieron la
oligarca”. Hasta aquí la cosa va más o menos bien. anticolonialistas. Sirven al marxismo en la Guerra vida y de los que la arriesgaron no podía ser un
Podíamos, el 22 de junio, tironear las veinte verda- Fría. Si usted vuelve es para frenarlos. Usted no es mero y prudente gobierno nacional burgués. Para
des hacia el socialismo. Pero empiezan los proble- marxista. Sólo usted puede manejarlos sin un alto todos los que dieron o se jugaron la vida con el
mas. Y son los de la comunidad organizada. La costo de sangre. Nosotros tendríamos que matar- Che en el corazón. Todos los jóvenes que ganaron
verdad N° 11 ya se desliza hacia la unidad amorfa. los a todos y preferimos no ensuciarnos en esa las calles y llenaron los estadios y visitaron a las
Hacia ese todos en que todo se diluye. “La noche tarea. Usted es el líder al que obedecen. Espere- familias y levantaron las unidades básicas barria-
en que todos los gatos son pardos”, como decía mos que eso siga ocurriendo. Si ocurre, el país se les, ¿qué otra cosa sino el anhelado socialismo
Hegel. “El justicialismo anhela la unidad nacional organizará sin sangre.” ¿Quiénes le decían eso? podían exigir? (Nota: Esto ya fue dicho, pero en
y no la lucha. Desea héroes, pero no mártires.” ¿Y No lo sabremos jamás. Pero es previsible: Lanus- otro contexto. Además recuerden a Heidegger:
la lucha de clases? ¿No vamos a luchar contra la se, López Aufranc, Sánchez de Bustamante, el “Lo que se repite se piensa dos veces”.) Si Perón
oligarquía? Y en la parte económica ya no titubea almirante Mayorga. Con mayor o menor entu- hubiera vuelto antes no se habría dado tiempo a
en anunciar el Estado de Bienestar. Es la verdad siasmo todos acordaron en este paso que los libra- que se formara la guerrilla, a que murieran tantos,
N° 16: “Como doctrina económica, el justicialis- ría de una matanza. a que la juventud se tornara militante y belicosa y
mo realiza la economía social, poniendo el capital El discurso que Perón da el 21 es el que pensaba exigente. El Estado Gorila cosechó las tempesta-
al servicio de la economía y ésta al servicio del bie- dar desde el palco de Ezeiza. Conjeturo que todos des de los vientos que sembró. Los jóvenes ya se
nestar social”. No se pretendía el bienestar social se habrían vuelto, no tan preocupados y desgarra- habían cebado con los fierros. No podían parar.
sino tomar el poder. dos como lo hicieron a raíz de la matanza, pero No se iban a meter en oficinas del Estado burgués
Así y todo, el Perón que aterriza en la patria con la oscura sensación de que el Viejo les había populista. Se había soñado demasiado tiempo con
está más acá de las veinte verdades. No hay anti- sacado la escalera. El Viejo venía para la paz y la la revolución. Traían una velocidad que no se
nomias. Es la mermelada de la unidad nacional unidad nacional. Los que habían ejercido la lucha podía frenar con un discurso. Perón tuvo que dar
que abre el paraguas para todos y deja todo igual, violenta en la etapa de hostigamiento al régimen su aprobación para que los matarifes de la derecha
bajo la protección del Estado. Habla de “agentes nada tenían que hacer en ésta. Si además se agarra- formaran sus bandas y se acabó.
entre las sombras”. ¿Quiénes son? Los infiltrados. ban a tiros con esa derecha sanguinaria e impre- Haremos un análisis de la condición del lideraz-
Hay que llegar a una sola clase de argentinos. sentable de la que Perón no abjuró hasta el fin de go de masas y de la psicología del líder y luego
¿Cómo, qué, oímos bien? ¿Ahora resulta que hay sus días, entonces sólo restaba condenarlos, hacer- entraremos en un tema que nadie tuvo en cuenta
una sola clase de argentinos? ¿No están los que les tronar el escarmiento. entonces y que poco se ha tratado (o nada) en los
luchan por la liberación nacional y social de la El discurso para la Jotapé es terrible. Sólo una análisis sobre el peronismo. ¿Cuál era el poder del
patria y los reaccionarios grupos tradicionales de negación infantilista e irresponsable podría empe- enemigo? ¿A quién pretendía enfrentar la guerrilla?
poder que, unidos a los monopolios extranjeros, ñarse en no interpretarlo adecuadamente. Apenas ¿Cómo se había preparado el Ejército argentino
entregan la patria al mejor postor y explotan a los una frase el Viejo ladino le había entregado a la para la contrainsurgencia? ¿Nadie se preguntó
trabajadores? General, ¿dónde ponemos todo eso? Juventud: “Tampoco lo ignoran nuestros mucha- contra quién se había decidido pelear? ¿Es casuali-
¿Desapareció? Y algo peor: ¿Peleó el peronismo chos que levantan banderas revolucionarias”. La dad que el Ejército haya aniquilado a la guerrilla
durante 18 años por un proyecto burgués conciliador Tendencia se aferró a ella como a un salvavidas. con tanta facilidad? Le llevó más tiempo masacrar-
de clases? ¿Para eso fue la Resistencia, el Lisandro Pero reflejaba sólo el intento de separar a la con- la en los campos de concentración que agarrar a
de la Torre, para eso murió Felipe Vallese, se hizo ducción de Montoneros de las bases juveniles, de sus milicianos en operativos de probada eficacia en
el Cordobazo, murieron los masacrados de Tre- “los muchachos”. Algo que intentará algunas veces Indochina y sobre todo en Argelia. Era cierto. No
PRÓXIMO lew, fue secuestrado y muerto Aramburu, se más. No tantas como debió hacerlo. Porque Perón era un delirio de algunos pirados. En el puente 12
DOMINGO nacionalizó el estudiantado? “¿Los peronistas (y costará explicar esto) fue agresivo, impolítico y –el 20 de junio– se hablaba en francés. Veremos
tenemos que volver a la conducción de nuestro hasta siniestramente torpe con la juventud pero- por qué.
Contrainsurgencia, movimiento?” ¿No era que íbamos a gobernar nista. Si la quiso captar en serio, fue difícil notarlo.
“sin tortura no nosotros? Todo se fue a la mierda con el descabe- Por el contrario, les tiró la derecha encima. Apartó Colaboración especial:
hay información” zamiento del Galimba. Por esa boludez de las la mirada cuando Lopecito armaba las bandas. Y Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 16 de agosto de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


92 Contrainsurgencia,
“sin tortura no hay información”

Suplemento especial de

PáginaI12
JUAN DOMINGO QUIROGA Narra Sarmiento el terror que se apodera de la gente de frac en respuesta sumisa, temerosa hasta la humillación, sabré que toda-
Y JUAN FACUNDO PERÓN Buenos Aires ante la noticia del regreso del general Rosas, que vía soy el general Quiroga. Si escucho un pistoletazo sabré que ya
e permitiré una osadía (tal vez una más, otra lleva un tiempo persiguiendo indios por la campaña. Sus adictos no lo soy y que la historia reclama mi muerte (J. P. F., El último

M de tantas, tal vez otro error, otra innecesarie-


dad, pero yo la necesito): pienso comparar el
discurso de Perón del 21 de junio con las
impecables modalidades que diseñan la perso-
nalidad de los grandes líderes. Y los errores a que ellas los con-
denan. La omnipotencia suele perderlos. Se creen más que la
Historia. O por encima de ella o su encarnación. En los dos
lo esperan para proclamarlo Héroe del desierto. Pero quienes le
temen corren a sus casas ante cualquier noticia sobre su cercanía,
que les despierta pavor. Al verlos en tan penosa actitud, Facundo
le dice a su edecán: “¡Este pueblo ha enloquecido!”. Sigue Sar-
miento: “Facundo había llegado a Buenos Aires, poco después de
la caída de Balcarce. ‘Otra cosa hubiera sucedido –decía– si yo
hubiese estado aquí.’ ‘¿Y qué habría hecho, general? –le replicaba
viaje del general Quiroga en Escritos para el cine, Punto Sur, Bue-
nos Aires, 1988, pp. 193/194).
Santos Ortiz le señala las enormes diferencias que hay entre
ellos. El es un hombre pequeño, lleno de miedo. La historia no
reclama su nombre. Morirá por nada. En cambio, Facundo se
tutea con la grandeza.
Santos Ortiz: Esta muerte cerrará su destino. Lo cerrará con la
casos, invulnerables. Detengámonos en el Facundo sarmientino. uno de los que escuchándole había–; S. E. no tiene influencias terrible belleza de las grandes tragedias. Se conmoverá el país.
También puede interpretarse Facundo como una historia de sobre esta plebe de Buenos Aires.’ Entonces Quiroga, levantando Alguien lo vengará. Rosas, sin duda. Los grandes poetas escribi-
amor. Si Sarmiento no se hubiera enamorado de Quiroga, su la cabeza, sacudiendo su negra melena, y despidiendo rayos de rán sobre usted. Sobre su destino y su muerte. Esta muerte a la
libro carecería de la grandeza que nadie le niega, que tiene. Pero sus ojos, le dice con voz breve y seca: ‘¡Mire usted! Habría salido que usted va en coche. Esta muerte que cerrará la epopeya de su
así –extrañamente– fue. Nada lo hacía esperar. Sarmiento ni a la calle, y al primer hombre que hubiera encontrado le habría vida. De la suya, no de la mía (...). Su muerte será una tragedia.
siquiera tiene a Facundo como su principal objetivo. Busca dicho: ¡Sígame!, ¡y ese hombre me habría seguido!...’” (Sarmien- La mía sólo una muerte, una muerte más, una nota a pie de
apuntar a Rosas, ya que es su gobierno el que hay que derrocar. to, Facundo, Estrada, Buenos Aires, p. 342/343). Es lo que siente página en los libros que narrarán su historia. Huyamos. Aún es
Toma a Facundo como excusa para demostrar la irrecuperable Perón. Quien haya visto Ay Juancito habrá observado que Perón, tiempo. Por favor, sálveme.
barbarie de los campos argentinos. Sabe, también, como escritor ante una pregunta de Juan Duarte, le dice que él, a la gente, “la Facundo: ¿Salvarlo, de qué? Sea sincero, hombre. ¿A qué le
formado en el historicismo romántico, que Quiroga es la figura inventa”. Evita le ha desaconsejado recibir a un sindicalista ferro- tiene tanto miedo? ¿A morir? Todos morimos alguna vez. ¿No
más americana de la Revolución, tal como lo dice. Quiroga viario. Perón no tiene dudas. Lo tendrá de su lado con sólo era eso la filosofía? Prepararse para morir. ¿Tan mal aprendió
derrocha todo lo que se necesita para hacer un libro lleno de hablar con él. filosofía, doctor? ¿Tan mal se ha preparado para morir? (J. P. F.,
peripecias. Batallas, coraje extremo, pelaje desbordante, un moro –Decile que pase. ob. cit., p. 195).
brujo, suele ser cruel o generoso, así es de arbitrario, de imprede- –Pero, general, la Señora le pidió que no lo recibiera. Es de la El primer diálogo que mantienen Facundo y Santos Ortiz, no
cible, se escapa de una cárcel y mata –él solo– a catorce hombres, contra. De los pesados. bien abandonan la Hacienda de Figueroa, gira en torno de la
persigue a Severa Villafañe porque su sexualidad es poderosa, –Decile que pase –Se acerca a Juancito, le pone una mano en filosofía. De aquí que Facundo, en este instante extremo, le
enfrenta al General Paz, a la Civilización; reproduce, en la el hombro, sonríe seguro y ganador. Dice–: No te preocupes. El recuerde que su conducta no se compadece con lo que ha estu-
pampa, las modalidades árabes de guerra, vive un tiempo no tipo llega. Lo hago sentar. Lo dejo hablar un rato. Y después le diado. Ese primer diálogo es el siguiente: Santos Ortiz le ha arro-
escaso en Buenos Aires y se vuelve elegante, se viste en lo de hablo yo. En menos de diez minutos es peronista. Lo inventé. jado un reproche duro que cristaliza en una frase que a Quiroga
Dudignac y Lacombe, juega a las cartas; Encarnación Ezcurra le suena sonora, altisonante. Que no se puede viajar así, dice
cuida de su fortuna; Rosas le encomienda una misión, parte, EXCURSO: “PREPARARSE Ortiz, sin escolta, “insolentándose con la muerte”. Facundo le
arregla el conflicto y regresa para encontrar la muerte en Barran- PARA MORIR” elogia la frase.
ca-Yaco. No es como Rosas, que hace el mal sin pasión. Quiroga Buen compadre de Facundo, Rosas le pide que marche al inte- Facundo: Y dígame, ¿se puede vivir de otro modo? Yo siempre
es un torbellino de fuego. Una pasión que no cesa. Sarmiento, rior para arreglar algunos conflictos. Su prestigio bastará. En la viví así. Insolentándome con la muerte. Si uno le agarra respeto a
lejos ya de tratarlo como a un gaucho bárbaro y salteador, le hacienda de Figueroa le escribe una carta que se hará célebre y se esa vieja y despiadada señora, se le mete el miedo en el alma. Y
toma respeto, lo ve inmenso, es eso que Hegel llama el individuo conocerá con el nombre de ese lugar: Carta de la Hacienda de entonces sí: está perdido.
histórico universal. Ese en quien se encarna la historia. Y este Figueroa. Los problemas están en Santiago del Estero y Tucu- Santos Ortiz: Yo estoy perdido, general. Siempre lo estuve.
enamoramiento le entrega al libro su seducción. Sarmiento quie- mán. (Ni ahora se llevan bien las gentes de estas dos provincias. Siempre tuve miedo a morir. Y contra eso de nada me sirvieron
re una patria sin Quiroga, pero Quiroga lo deslumbra. Sarmien- Los tucumanos dicen: “Tucumán es el jardín de la República. mis estudios, mis títulos. O la sabiduría de los griegos.
to quiere la razón, pero la pasión, el desborde o la quietud santa Lástima el potrero que tiene al lado”.) Facundo: ¿Y qué decían esos señores?
de los llanos lo seducen. Quiere lo apolíneo, pero Quiroga vive Facundo vuelve de su misión. Lleva en los pliegues de su cha- Santos Ortiz: ¿Los griegos?
entre deslumbramientos dionisíacos. Quiroga, gran enemigo de queta la Carta de la Hacienda de Figueroa, en la que el Restaura- Facundo: Los griegos.
la razón colonialista occidental, le revela a Sarmiento la otra cara dor le dice que no quiere, por ahora, Constitución. Facundo sí; Santos Ortiz: Hay que prepararse para la muerte, decían. A
de esa vía que él ha elegido. Quiroga es el otro sentido. El sentido este desacuerdo los separa. Pero, ¿tanto? En la posta del Ojo de esto le llamaban filosofía. La Ciencia y hasta el Arte de prepararse
lateral. El que fue derrotado, pero –al aniquilarlo en lugar de Agua un joven le dice que en “las inmediaciones del lugar llama- para morir.
integrar su dionisismo, al negarlo en totalidad, al instaurar un do Barranca-Yaco está apostado Santos Pérez con una partida” Facundo: ¡Pero claro! Siempre se me olvida. Usted es un filó-
significante único– el triunfo resulta pobre. Ni siquiera le entrega (Sarmiento, ob. cit., p. 355). El propósito es matarlo. El doctor sofo.
a esa razón del Occidente europeo un matiz diferenciado, un Ortiz, su secretario, hombre doctorado en filosofía, lleno de Santos Ortiz: Doctor en filosofía. Sólo eso (...). Apenas un
sentido propio, lateral al del “tren del Progreso”. Sarmiento se miedo, que teme morir como cualquier mortal y acaso algo más, hombre que estudió esa ciencia. “Filósofos” eran Sócrates, Pla-
enamora de la cara que ha decidido matar. Era parte de la suya. lo insta a huir, a salvarse. Facundo, furioso, responde: “No ha tón, Aristóteles.
Pero, empobreciéndose, no supo cómo integrarla. nacido todavía –le dice con voz enérgica– el hombre que ha de Facundo: Y ellos... ¿aprendieron a morir?
Facundo y Perón se parecen en un punto que es propio, ina- matar a Facundo Quiroga. A un grito mío, esa partida, mañana, Santos Ortiz: Sócrates murió con honor.
lienable de los grandes caudillos. La omnipotencia. Perón, en el se pondrá a mis órdenes y me servirá de escolta hasta Córdoba Facundo: Ajá. Conozco esa historia. Y dígame, ¿qué es la filo-
discurso del 21 de junio, dice: “Conozco perfectamente lo que (...). Tiene a menos evitar el peligro, y cuenta con el terror de su sofía?
está ocurriendo en el país”. ¿Lo conocía? ¿Quién lo informaba? nombre, para hacer caer las cuchillas levantadas sobre su cabeza” Santos Ortiz: ¿De veras quiere que hablemos de eso? (Facundo
Recibía una y otra vez visitantes de todo ropaje. Todos le (Sarmiento, ob. cit., p. 355). Ordena a la galera que continúe. asiente con entusiasmo. Ortiz vacila. Luego). Bien, la filosofía se
daban su propia versión (interesada) de los hechos. Perón Santos Ortiz es posesionado por el terror. Vamos al cine: ocupa del principio y origen de todas las cosas.
–como le exhibió a Graiver– le daba la razón a cada uno de Santos Ortiz: Una orden suya puede salvarnos, general. Orde- Facundo: De eso se ocupa la religión, doctor. No mezclemos
ellos. ¿Hacía él, por fin, la totalización final? ¿No tuvo con las ne el regreso. Ordene que esta galera se desvíe. Que se aleje, que lo que no debe mezclarse.
Fuerzas Armadas otros diálogos más que el lamentable que deje de precipitarse hacia Barranca-Yaco. Hacia nuestro final Santos Ortiz: ¿Quiere otra definición?
protagonizó con el coronel Cornicelli, del que se burló, al que insensato. Una orden. Por Dios se lo pido. Una orden. Facundo: Otra.
llamó “Vermicelli”? Difícil saberlo. Hagamos foco en una sola Facundo: Tendrá esa orden, secretario. Cuando aparezca esa Santos Ortiz: La filosofía estudia las leyes de la Razón. Busca el
cuestión. Supongamos que Perón sabía lo que estaba ocurrien- partida, el general Quiroga va a dar una orden. Otra más. Una ordenamiento racional de la sociedad.
do en el país. Había algo que no sabía. No sabía cómo era real- orden y esa partida se pondrá bajo mi mando. Créame. Facundo: ¡De eso ya se ha ocupado Rivadavia y mire los desati-
mente la Juventud Peronista. “A éstos me los como”, se habrá Santos Ortiz: ¿Y si no es así? nos que ha hecho!
dicho. “Al Viejo nos lo comemos”, se había dicho la Tenden- Facundo: No le miento, doctor. Voy a dar esa orden. Santos Ortiz: Entonces, lo que decían los griegos. Prepararse
cia. Un juego entre caníbales. Cuando la Jotapé decía: “Con- Santos Ortiz: No me refiero a eso. ¿Y si no lo obedecen? ¿Y si para morir. Eso es la filosofía.
ducción, Conducción, Montoneros y Perón”, evaluaba esa usted da la orden y no le hacen caso? Facundo: Eso es el miedo. (Casi abandonando la conversación.
consigna como altamente circunstancial. Perón no tardaría en Facundo: Nunca me pasó eso. Siempre que di una orden fui Desilusionado.) Creo que los filósofos son unos cobardes. Debió
morir. La Jotapé lo heredaría. Sin embargo, aquí hay un punto obedecido. haber estudiado otra cosa, doctor (J. P. F., ob. cit., p. 177.)
central: Perón no tenía entre sus planes morir. Si le dijeron que Santos Ortiz: Insisto, general: ¿y si no es así? Si esa partida, allí,
sólo le quedaban seis u ocho meses de vida si tomaba el gobier- en Barranca-Yaco, lo desobedece, ¿qué pasará entonces? EXCURSO II: PERIODISTAS Y EMPRESAS
no, ¿para qué habría de tomarlo? ¿Qué se puede hacer en ese Facundo: Nos matarán, claro. ¿Qué otra cosa podría pasar? Un Estos textos forman parte del film de Nicolás Sarquís, Facun-
tiempo salvo tirar por la borda el prestigio de toda una vida general que da órdenes y ya no es obedecido debe morir. (serena- do, la sombra del tigre. Tuvo muchos altibajos. Sarquís había
entre las masas, entre el pueblo que lo quería de verdad? Perón mente.) Moriremos, doctor. empezado con Daniel Moyano. Nos llamó luego a Dodi Scheuer
–conjeturo– no se creía inmortal, pero le era difícil creer que se Santos Ortiz: Un general es obedecido por sus tropas, pero no –excepcional guionista– y a mí. Cada uno eligió una parte del
iba a morir. Ningún líder lo cree. Tampoco un líder cree que por sus enemigos. Y esa partida, esos hombres que nos esperan guión, pues el film duraría 4 horas. Yo elegí escribir lo que publi-
no habrá de ser obedecido. Una palabra suya es una orden. No allí, en Barranca-Yaco, son sus enemigos. Han sido también qué luego como El último viaje del general Quiroga. La vida tiene
admite respuestas ni menos aún cuestionamientos. La única impulsados y pagados por sus enemigos. Y ellos lo odian. No se muchas vueltas. Sarquís profesaba una muy vieja amistad con
respuesta es la obediencia, acatar y sólo eso. ¿Para qué si no es pondrán bajo su mando. No se engañe. Ningún general es obe- Carlos Menem. Yo podía comprenderlo, pero eso empezó a dis-
el líder? Un líder, en suma, cree en el poder absoluto de sus decido por sus enemigos. Ni siquiera usted. tanciarnos. Luego yo lo quería –¡sí o sí!– a Ulises Dumont para
órdenes y en la ilimitada duración de su existencia, porque se Facundo: ¿Qué pasa, doctor? ¿Ya no confía en mí? ¿Ya no soy Santos Ortiz. Hablamos de 1991 y 1992. No, puso a un actor,
cree inmortal. No sólo porque ha de perdurar en los bronces de el general Quiroga, el Tigre de los Llanos? Yo no mando sobre fallecido ya, pero que no fue de mi gusto. Lito Cruz haría Facun-
la eternidad, sino porque no ha nacido quien lo mate. Ni aliados o enemigos. Mando sobre los hombres de esta tierra. do. Le dijimos nuestro criterio. No habíamos hecho hablar a
siquiera su propio cuerpo, que suele atesorar en laberintos Sobre los paisanos, los gauchos. Y si ya no es así, si esa partida no Facundo “a lo riojano” porque no queríamos y estábamos ciertos
incognoscibles la paciente patología con que alguna vez –cerca- se paraliza por el pavor de mi nombre, por mi historia y mi de arriesgarnos al ridículo. Sarquís y yo decíamos muy seguros:
na o lejana– nos destruirá. Para colmo, con dolor. De aquí que leyenda, entonces será mejor que me maten (...). Porque si el “¿Quién mierda escuchó hablar alguna vez a Facundo?”. El viaje
nos propongamos –brevemente– hablar de la muerte de Facun- general Quiroga no puede dominar a una partida de gauchos ya en galera al muere (se notará el guiño al poema de Borges) me
do Quiroga. Y de la ineficacia de su última orden. Que, al no no es el general Quiroga. No voy a demorar en averiguarlo. sedujo fuertemente, sobre todo porque Santos Ortiz era doctor
poder siquiera decirla, decreta entonces su fin. Un líder que da Cuando enfrentemos la partida, me voy a asomar por esa venta- en filosofía y eso daba para mucho. Pero Sarquís se cortó solo.
órdenes y no es obedecido debe morir. nilla y voy a preguntar quién está a su mando. Si escucho una Inventaron con Lito Cruz un lenguaje para Facundo que nunca
II
supe qué era, pero que no se entendía mucho. Para un guionista ras inauditas” (Sarmiento, ob. cit., p. 359). Pero la racionalidad en 1976, es él quien lo sucede, quien se pone al frente de la con-
oír sus diálogos distorsionados es terrible. Lito es un gran actor. histórica (lo absoluto) debe compadecerse de las particularidades. ducción del PRT-ERP. Escribió ya varios libros: Hombres y
Pero como cualquiera de ellos –como Laurence Olivier o Dustin Santos Pérez era incapaz de ser la superación dialéctica de Facun- mujeres del PRT-ERP y Los perros, que tiene dos tomos. Ahora
Hoffman– si se pasa de cuerda se va a la mierda. Nos peleamos do. Y Sarmiento (que cree en la dialéctica por haber leído a Vic- acaba de publicar una novela: El secreto de Lisboa. En un reporta-
con Sarquís. No me invitó ni al estreno. No sólo eso: me puso tor Cousin) explica por qué. Lo hace en un texto deslumbrante: je que le hace Silvina Friera responde algo que vamos a tomar
como “colaborador”, no como “guionista”. El solo se puso como “Con miras más elevadas, habría sido el digno rival de Quiroga; como punto de partida para estudiar lo que nos proponemos: la
guionista. Daniel Moyano, Scheuer y yo éramos sus colaborado- con sus vicios, sólo alcanzó a ser su asesino” (Ibid., p. 360). ¡Qué contrainsurgencia. Silvina (con una frescura típica de una gene-
res. Sarquís era, de todos modos, una personalidad compleja y fuerza tiene esta frase! Qué escritor era Sarmiento. Cuánto admi- ración posterior que confiesa su dificultad para entender algunas
hasta trágica. No lo recuerdo mal. Trabajamos muy fuertemente. raba a Facundo. Para ser como él, confiesa, hay que tener miras cosas de los luchadores de los ‘70 y que hasta, con sincera triste-
Estuvimos muchas veces en Barranca Yaco. Digo esto porque me elevadas, no cualquiera es su “digno rival”. Y hasta a Santos za, lamenta no poder hacerlo) le pregunta al sucesor de Santu-
enteré de que cierto periodismo cloaca de la ciudad de Córdoba Pérez le rinde su homenaje. ¿Qué quiero demostrar? ¿Por qué cho: Ud. muestra a una generación consciente de la situación
ha instrumentado burlas sobre mí porque puse “localidad de –aparentemente– me desvié de la historia del peronismo? No me que atravesaba el país, “pero al mismo tiempo muy ingenua.
Barranca-Yaco” en el capítulo anterior y se trata de un paraje. desvié de nada. Quiero proponer que la superación de la antino- ¿Había espacio para la ingenuidad?”. Lo que pregunta es –en el
Miren, escribas a sueldo de sus patrones, no sean burros. Sinóni- mia Civilización y Barbarie, que es la que postula fundacional- fondo– la pregunta del millón: ¿En serio ustedes pensaban que
mos de “localidad”: lugar, sitio, paraje, puesto, punto, ámbito, mente Sarmiento, está resuelta en su mismo libro. Que lo des- podían derrotar al ejército argentino? “Recuerdo (dice Mattini)
plaza. Y si le puse localidad es porque Barranca-Yaco es más que lumbra más Facundo que cualquiera de sus amigos unitarios, ya que una vez me preguntaron en una entrevista si creíamos en
eso. Es un enorme espacio de la historia argentina en que ocurrió se sabe. Pero vayamos más allá: todo el libro es la trama supera- serio que íbamos a derrotar al Ejército. ‘Por supuesto, cómo no
un acontecimiento decisivo, enorme. Así que lo de “lugar” se lo dora de la antinomia que propone. A menudo, esa superación se lo íbamos a creer’, les contesté. En esta convicción la Revolución
guardan. Discutan mis ideas, no mis posibles inexactitudes geo- ve claramente, se torna explícita. Notemos cómo narra la llegada Cubana fue clave, y a eso sumale el hecho de que los vietnamitas
gráficas. Que, además, no lo son. ¿Conocen el Facundo? ¿Lo han de Santos Pérez a la Casa de Gobierno de Buenos Aires. Una habían derrotado a tres imperios: los japoneses, los franceses, los
leído de cabo a rabo, decenas de veces como yo? A callarse, gran muchedumbre se había reunido para esperarlo. “A su vista norteamericanos. Vivíamos en un mundo donde los movimien-
muchachos. Díganles a los que pagan sus sueldos y les entregan gritaba el populacho: ¡Muera Santos Pérez!, y él, meneando des- tos revolucionarios triunfaban y se avanzaba hacia el socialismo.
su ideología que ataquen a otros. Mala época para la verdad. No deñosamente la cabeza y paseando sus miradas por aquella mul- Lo que nosotros no veíamos era la parte negativa. No quisimos
se expresan ideas. No se busca la verdad, sea cual fuere. Se expre- titud, murmuraba tan sólo estas palabras: ‘Tuviera aquí mi ver al Che derrotado en Bolivia, mirábamos al Che de Cuba.
san apenas los intereses económicos de las empresas para las que cuchillo’” (Sarmiento, ob. cit., p. 361). ¿Se dan cuenta? La mez- Pero cuando murió el Che en Bolivia, su muerte se tornó un
los periodistas trabajan. Hasta los movileros son grandes ideólo- cla de narración y ensayo. Y el lenguaje fiel, no naturalista, pero desafío (recuerden la terrible frase del Che en el mensaje a la Tri-
gos. Describen algo y –por el mero tono de sus voces– uno ya expresivo, auténtico. Sántos Pérez no dice: “Si tuviera aquí mi continental: ‘En cualquier lugar en que nos sorprenda la muerte,
sabe lo que quieren que creamos. Se vive una guerra de los gran- cuchillo”. Sarmiento no culteraniza a nadie. No teme a las expre- bienvenida sea, siempre que ése, nuestro grito de guerra, haya llega-
des medios contra un gobierno. Uno ya sabe que no va a leer siones del vulgo. Así, Santos Pérez dice ese formidable: “Tuviera do hasta un oído receptivo, y otra mano se tienda para empuñar
noticias, sino una organización de ellas para producir un efecto aquí mi cuchillo”. nuestras armas, y otros hombres se apresten a entonar los cantos luc-
determinado, uno que erosione al gobierno que busca reducirles De acuerdo: el sanjuanino busca demostrar que ese populacho tuosos con tableteo de ametralladoras y nuevos gritos de guerra y de
su poder. Lo peor, como si todo esto fuera poco, es que han flo- de Buenos Aires es el que Rosas domina. Y que éste –el verdade- victoria’, La revolución, escritos esenciales, Taurus, Buenos Aires,
recido cantidades de periodistas lacayos, sin moral, coyunturales ro asesino– llevará a Santos Pérez al cadalso para lavar sus manos p. 95, y Perón respondía: “Hoy ha caído en esa lucha, como un
y monetaristas, que usan la guasada o el ataque contra personas ensangrentadas. Sin embargo, no se pronuncia. Espera, dice, el héroe, la figura joven más extraordinaria que ha dado la revolu-
que no conocen porque no conocen nada, porque son analfas, juicio de la “Historia imparcial”. No hay historia imparcial. Pero ción en Latinoamérica (...) Era uno de los nuestros, quizás el
recienvenidos a los que les dan un micrófono y les dicen que ata- no vamos a entrar aquí en eso. El tema es: el creador de la anti- mejor”, Madrid, 24 de octubre de 1967. Mentía Perón. No sen-
quen a todo lo que se oponga a los intereses de la patronal que, nomia que estructura a este país vivió subyugado –en la escritura tía nada de eso. Lo decía para sumar a la izquierda. Para sumar,
esos sí, los conocen bien. Ni hablar de las “estrellas” que sencilla- de su obra maestra– por el objeto de su odio. Al que nunca pudo siempre para sumar. Hasta que la bomba de la imprudente
mente han incursionado en una obsesividad beligerante poco odiar porque, como artista, le seducía como nada lograba hacerlo sumatoria le estalló en las manos, liquidándolo, J. P. F.), había
menos que patológica. En fin, durará tan poco que cuando estos en el país blanco, sajón, que ilusionaba construir. ¿Cuánto más que recoger (sigue Mattini) literalmente el fusil del Che. Yo
textos sean editados como libro tendré que tachar este párrafo rica habría sido nuestra historia si una verdadera síntesis supera- quise reflejar cierto grado de ingenuidad que teníamos. Me pre-
por viejo. dora (la que aparece en estos textos de Sarmiento) hubiera conte- gunto: si hoy apareciera un Che Guevara, ¿habría alguien dis-
nido a los dos términos del antagonismo dialéctico? Aquí apenas puesto a seguirlo?.. Silvina pregunta: “¿Cuál sería la respuesta?”.
“TUVIERA AQUÍ MI CUCHILLO” podemos sugerirlo, mencionarlo. Sólo esto: la historia argentina Mattini, sincero, responde: “Soy muy escéptico”. (Nota: Suerte
Un excepcional autor, David Peña, que defendió a Juan es una historia cercenada porque es la historia de un cercena- con tu novela, Mattini. Es bastante cierto, y a mí me pasa, que
Facundo Quiroga por primera vez en unas memorables confe- miento. Es la historia de la masacre del federalismo (del gauchaje “la ficción es mucho más convincente que el ensayo”. No siem-
rencias que dio en la Facultad de Filosofía y Letras en 1903, de las provincias) y de los indios de la Patagonia. Sarmiento fue a pre. Pero casi siempre. Lo que ocurre con la ficción es que exige
narra también la muerte de Facundo: “El general duerme. El la vez nuestro mariscal Bougeaud y el teórico del pacto neocolo- un trabajo mayor con el lenguaje, con el estilo, con el aire del
doctor Ortiz resuelve despertarlo. El sueño ha tonificado a aquel nial. Mitre, sin su talento, sólo fue el jefe de la llamada “guerra texto, su respiración y, para mí, sobre todo con su musicalidad.
hombre, sobre quien se fijan ahora los ojos del secretario como de policía”. Sarmiento, además, es el que nos muestra la grande- Que tu prosa redondee como un Improntu de Schubert. No te
nunca se fijaron. Transmítele cuanto acaba de saber y le formula za de los caudillos y hasta de los gauchos malos, que tan bien exijas menos. Además, creo que tu novela la presentó Germán
un consejo. Quiroga lo calma con su influjo extraordinario, describió, es el que nos hace decirle: “Si tanto los admiraba, ¿por Ferrari, que es un gran tipo de la nueva generación. Y el afortu-
como César al barquero: Quid times? ¡Cæsarem vehis! (David qué permitió y adhirió cruelmente a la masacre que se desata nado marido de mi hija. Como ella es su afortunada mujer.)
Peña, Juan Facundo Quiroga, Eudeba, Buenos Aires, 1968, p. después de Pavón? ¿No había lugar para ellos en ‘el tren del Pro- Pero los guerrilleros de los sesenta y los setenta no eran sólo
207). Esta frase, parezca o no creíble, se la dijo Carlos Menem a greso’? Y si no lo había, ¿no era fascinante conservarlos para per- ingenuos porque no valoraban el poder de fuego del Ejército.
los funcionarios que lo acompañaban en momentos en que el mitirles desarrollar un sentido lateral, diferenciado, enriquecedor, Miguel Hurst, en una nutrida reunión de la Jotapé, había dicho:
avión presidencial entró en una zona de temible turbulencia. al de la política de Buenos Aires?”. Sarmiento se habría reído: “El “Ojo, compañeros, el Ejército no se puso todavía en serio contra
Todos se encomendaban a Dios. Prometían devolver las riquezas general Quiroga sirve para hacer un buen libro, lleno de furia, de la guerrilla”. Pero había un resorte mítico que motorizaba a los
malhabidas. Ser honestos si la Providencia les concedía otra colores y aromas de la pampa. No para hacer la República del guerrilleros: la voluntad revolucionaria. La voluntad lo podría
oportunidad. De pronto, aparece Menem. Mira a todos y dice: Plata. Siempre hubiera luchado contra ella. Es cierto: eran fasci- todo. Hasta podría vencer los muros más imposibles de la reali-
–¿De qué tienen miedo? Viajan con el César y su estrella. nantes, pero eran el pasado. Tenían que morir”. dad. También el Comandante Guevara era el héroe de esta
Lo de la estrella lo añadió él, no fuera ser que alguien creyera Habrá que desarrollarlo mejor (y algo intenté en el Prólogo a la imprudencia fatal. Escribe Osvaldo Bayer: “En enero de 1960
que no era más que el César y tenía más elementos para prote- reciente edición de Facundo de la Universidad Nacional de Villa –hace ya más de un cuarto de siglo– en La Habana, junto a otros
gerlos. Pero es un dato formidable para analizar la personalidad María), pero poco aportó el tecnocapitalismo occidental a los catorce periodistas, sindicalistas y profesores argentinos, escuché
del caudillo. Menem lo era. El caudillo (que se cree César o países de la periferia como el nuestro. La razón occidental fue la de labios de Ernesto ‘Che’ Guevara la teoría foquista revolucio-
Napoleón: Menem leía una biografía de Napoleón cuando esta- que impuso Buenos Aires. Arrasó, como en todas partes, con la naria y su aplicación en la Argentina (...). Escuché todo en silen-
ba preso, tal como si su prisión fuera la de Santa Elena), está identidad de los territorios que conquistaba. Sólo dejó en pie a la cio. Pocas horas antes había estado con Rodolfo Walsh, por ese
seguro de su destino excepcional. Ese destino lo protege de la elite, que era su socia en la conquista colonial. Lo hacía en nom- entonces en Cuba, quien ya apuntaba lo que para él era la única
muerte. Y hasta acaso lo torna inmortal. O le impide creer que él bre de un Progreso que nos igualaría a las naciones centrales. solución. Las dos veces me invadió ese mismo sentimiento que
–como todos los restantes y pequeños mortales– morirá alguna Nunca ocurrió. Perdimos, en cambio, el sentido lateral que el los alemanes llaman ‘mit-leiden’ (‘sufrir-con’, padecer-con y no
vez. Tanto cree David Peña es la estatura histórica de Quiroga federalismo expresaba ante el rumbo inexorable de la razón de ‘compadecer’). Es decir, algo así como una desesperación inte-
que lo entreteje con las tragedias de Shakespeare: “Hay cierto Occidente. Gracias a ella el mundo está hoy donde se encuentra: rior, un conmoverme por adelantado por algo que podía ocurrir
movimiento de ramas apretadas y casi se reproduce la sensación al borde un apocalipsis. Y América latina supervivió en el atraso con quienes estaban por sacrificar sus generosas vidas en una
dantesca de que los árboles tienen formas humanas. “Macbeth y la pobreza. Este mundo –tallado por la razón tecnocapitalista– lucha en la que iban a ser barridos por una sociedad corrupta, de
sólo morirá cuando el monte ande, contestaron las brujas” presenta hoy la más inmensa cantidad de hambrientos de toda la una increíble mentalidad fascista (...). Veía que estaban equivoca-
(Peña, ob. cit., p. 207). Incurre en el lugar común de atribuirle el historia universal. La historia en tanto catástrofe del Angel benja- dos en sus métodos pero no tenía yo ninguna solución en el bol-
asesinato a Rosas: “¡Rosas, el verdadero autor de la muerte de miniano ha tenido lugar. Pronto ni los muertos estarán a salvo. sillo del chaleco, ni regla maestra, ni antecedentes de luchador ni
Quiroga!” (Peña, Ibid., p. 209). (Nota: Algo más a los periodistas cordobeses que se burlaron ale- interpretación histórica o sociológica correcta. Al final me atreví
Sarmiento narra la muerte de Quiroga con sobriedad; ya el gremente porque llamé a Barranca-Yaco “localidad” y no a decir algo a Ernesto ‘Che’ Guevara, que en mí era una necesi-
hecho es, en sí, desmedido: “Quiroga entonces asoma la cabeza, “lugar”. Díganme: ¿por qué la Universidad de Villa María –que dad de alertar, un intento de llamar la atención al peligro. Le
y hace, por el momento, vacilar a aquella turba. Pregunta por el está en la provincia de Córdoba– no les pidió a alguno de uste- dije: ‘Las fuerzas de represión en la Argentina no son las de la
comandante de la partida, le manda acercarse, y a la cuestión de des, que tanto saben sobre Barranca-Yaco, el Prólogo a la edición Cuba de Batista. Son muy poderosas y están bien informadas: si
Quiroga ‘¿Qué significa esto?’, recibe por toda contestación un de Facundo? A callarse, charlatanes.) no pueden vencer con las policías provinciales, lo harán con la
balazo en el ojo que le deja muerto” (Sarmiento, ob. cit., p. 358. federal, si no pueden con ésta recurrirán a la gendarmería, al
Cursivas mías). El que ha hecho fuego es Santos Pérez. Dialécti- ¿QUÉ ES LA CONTRAINSURGENCIA? ejército, la aviación, la infantería de marina’ Guevara me miró y
camente debiera suceder a Quiroga como caudillo de las masas Luis Mattini es uno de los pocos militantes de los años ‘70 en un tono con algo de noble tristeza me respondió sólo tres
del interior. Lo absoluto siempre busca dónde encarnarse. Aquí, que se atreve a revisar el pasado, a seguir escribiendo con ese fin, palabras: ‘Son todos mercenarios’”. Este texto –que pertenece a
¿dónde si no en el hombre que se atrevió a matar a Quiroga? ensayos o novelas, todo en función de un cuestionamiento que Rebeldía y esperanza de Osvaldo Bayer, 1994– lo he tomado deli-
Santos Pérez no carecía de méritos. “Es el gaucho malo de la no cesa, de una conciencia crítica que lo mantiene lúcido y a la beradamente de mi ensayo La sangre derramada de 1988. ¡Las
campaña de Córdoba, célebre en la sierra y en la ciudad, por sus vez necesario. Mattini fue su nombre de guerra en el ERP. Lo ha puteadas que me ligué! Es posible que hubiera debido morigerar
numerosas muertes, por su arrojo extraordinario, por sus aventu- hecho su nombre de trabajo en la literatura. Muerto Santucho, algunos tonos. Pero, de ahí a tratarme como a un embaucador
III
Escuela de las Américas. Que su formación estuvo a estos puntos de vista en artículos numerosos que
manos de los guerreros de Indochina y de Argelia. publicaba en el diario La Nación. Desarrollaba, en
Especialistas en guerra de contrainsurgencia. Que ellos, sus ideas sobre estrategia y seguridad nacional.
entraron con Aramburu, con los militares de la Revolu- En su libro de 1962, publicado por el Círculo Mili-
ción Libertadora. Que ya en 1962 el general Osiris tar, desarrolla uno de sus temas predilectos y que
Villegas había publicado su manual de guerra revolu- debemos estudiar: La réplica militar a la subversión.
cionaria comunista. Era el año 1962. Los paras franceses estaban desde
Nos detendremos un momento aquí. ¿Qué pasaba 1959. Y el general Ramón Genaro Díaz Bessone
en 1962? No había guerrilla en la Argentina. Fernan- (devastadora figura del Proceso abierto en 1976)
do Abal Medina y Firmenich eran jóvenes del publica, también editado por el Círculo militar, su
Nacional de Buenos Aires. Osiris Villegas ya adoctri- libro Guerra revolucionaria en la Argentina en 1988.
naba al Ejército contra la agresión marxista. Porque Pero las fechas entre las que encierra esa guerra revo-
hay algo que nunca se entendió, o poco. Las fuerzas lucionaria son: 1959-1978. O sea, la lucha contra la
armadas eran parte de la Tercera Guerra Mundial, subversión empieza en 1959, cuando el general
esta guerra era la que llevaba el nombre de Fría, pero Aramburu recibe amablemente a los torturadores
era mundial y sus zonas calientes estaban en el Ter- profesionales, técnicos de la “batalla de Argelia”, pelí-
cer Mundo. Para los militares, las llamadas “luchas cula que, como veremos, sirvió tanto a la guerrilla
nacionales contra la dependencia” no eran tales. Eran como a la contrainsurgencia, que la estudió a fondo.
guerras al servicio del marxismo internacional, ene- En Réplica militar a la subversión, Osiris Villegas ya
migo del Occidente cristiano que ellas debían defen- plantea: “El proceso de la guerra revolucionaria es
hay un trecho que no debió ser recorrido. ¿Uno der internamente. Se sabe: la Doctrina de la Seguri- progresivo y relativamente lento; el adversario prepa-
nunca tiene una trayectoria en la Argentina? ¿Siem- dad Nacional. El enemigo era el marxismo. Los paras ra su organización y sus medios de lucha en nuestro
pre está bajo sospecha de los niños iracundos o de las franceses no querían quedarse en Argelia por su espíritu propio territorio, en el seno mismo de nuestra sociedad y
jóvenes malas y castigadoras de los reaccionarios colonialista. No, gran error. Querían quedarse para al amparo de nuestra propia incredulidad; recién toma-
encubiertos (pienso en vos, María Pía López)? Está enfrentar el intento marxista de apoderarse del mos conciencia virtual de su poder cuando sale de la
bien, no es el momento. Estamos, creo, bajo la mundo. Como los norteamericanos en Vietnam. De clandestinidad y se muestra abiertamente (...). Cuando
misma causa militante. Pero las injurias del pasado aquí que el detallado manual de Osiris Villegas cen- las Fuerzas Armadas entran en operaciones, deben
dolieron y a mí me cuesta olvidarlas. No sé qué pasó. tre sus cañones contra el marxismo. El Tercer incursionar en todos los estratos del Estado nacional
A veces pienso que en ese momento estaban filman- Mundo no existió para nuestros militares. Era el para alcanzar al adversario y herirlo de muerte en
do en Estados Unidos mi novela Ni el tiro del final. marxismo, sin más. El ERP y los Montoneros eran lo todos los planos en los cuales éste conduce su guerra”
Pero no la filmaba Spielberg, sino Juan José Campa- mismo. Y el peronismo –por su peligro de masas, (Coronel Osiris Guillermo Villegas, Guerra revolu-
nella, que, cuando la Columbia le pidió que filmara por la edad avanzada de Perón– era un movimiento cionaria comunista, Círculo Militar, Buenos Aires,
una novela, él dijo que quería filmar una novela explosivo. Podía ser infiltrado por el marxismo, que 1962, pp. 209/210. Cursivas mías). Sin embargo, el
argentina y eligió la mía. ¿Saben por qué? Porque Ni contaría así con apoyo en las masas. que incorpora decididamente la influencia francesa
el tiro del final es una buena novela, se estudie o no El general Osiris Villegas muere en 1988. Abre su es más Díaz Bessone que Osiris Villegas. Lo de Ville-
en Puan. Sólo por eso. Me habrán creído un “progre libro con una cita de Séneca: Lo que hace la desdicha gas es formidable para exhibir desde qué fecha se pre-
exitoso” que se preparaba para la habitual conversión de los hombres no son las ideas, sino sus actos en torno paraba el Ejército para la lucha antisubversiva. Si
de los intelectuales argentinos. Falso, eso es conocer- de las ideas. Que la cita sea de Séneca o no carece de bien plantea la “incredulidad” del Ejército y la pobla-
me muy mal. Hasta a Horacio González –a quien importancia. Uno puede escribir lo que le convenga ción, en seguida, no bien la guerrilla sale de la clan-
conozco desde 1969– se le dio por condenarme. Eso y poner un nombre prestigioso debajo. Sólo se trata destinidad las Fuerzas Armadas entran en acción
no me hiere. Horacio puede decirme lo que quiera de tramar cierta verosimilitud. No puedo escribir: El para herir de muerte al adversario. Díaz Bessone va
que siempre lo voy a querer y lo voy a considerar mi acontecimiento de las Torres Gemelas inicia el siglo XXI más a fondo. Describe una acción en la ciudad de A.
amigo. En El Porteño, Mario Montalván pretendía y poner Séneca. Pero si pongo Alain Badiou o Derri- Atribuye a la guerrilla esta frase: “Si usted desea impo-
con su crítica contribuir a que yo no escribiera más. da me lo van a creer. Sólo quiero decir que la cita ner su voluntad a otro, es menester que él tema por su
Te equivocaste, salame. Escribí miles y miles de pági- hay que atribuírsela al propio Villegas. Centraba la vida”. Sigue (todavía no sabemos de qué guerra está
nas desde entonces. Y vos, ¿qué hiciste? Bueno, se lucha en el terreno ideológico, que era, según él, el hablando ni quién es el general M, al que pronto
acabó. La sangre derramada fue acaso un libro apre- fuerte del comunismo, siempre dispuesto a colonizar citará): “Al General M se le dio completa autoridad
surado, fallido, inmaduro. Pero otros dijeron cosas las mentes puras e ingenuas y occidentales y cristia- para operar (...), a partir de ese momento se estable-
peores (Oscar del Barco) y los trataron mejor. Ma sí, nas con la perversa dialéctica de la lucha de clases. El cieron centros de interrogatorios (...). La acción
son las reglas y uno se las tiene que bancar. Ahora, general Villegas es un héroe del establishment. adoptada en muchos casos fue torturar al sospecho-
para colmo, los “firmenichistas” de la revista Repen- Garantizó la transición de Frondizi a Guido. Fue so. El General M declaró: ‘La tortura debe ser conde-
sar (título algo patético porque, por lo que leí, no siempre un furioso antiperonista. Algo importante nada, pero nosotros quisiéramos saber dónde
“repiensan” nada), han decidido abominar de mi que fortalece el encanto que aún posee el lejano comienza la tortura’” (Gral. Div. Ramón Genaro
largo, muy largo ensayo sobre el peronismo por una Perón es que todos los cavernícolas, todos los campe- Díaz Bessone, Testimonio de una década, Círculo
frase sobre Firmenich, que fue largada en el Prólogo ones del macartismo furibundo, lo odian. Lo consi- Militar, Buenos Aires, 1996, pp. 34/35. Los artículos
algo virulento de este trabajo del que ya mi compu- deran un peligro del avance comunista. Osiris Ville- que dan forma a este libro –cuyo eje es la necesarie-
ter suma 1500 pp. ¿De dónde saqué esa frase? De mi gas, como ministro del Interior de Guido, abre la dad de la tortura como elemento insoslayable de la
compañera de ideas, de la persona con la que más posibilidad de las elecciones del 7 de julio de 1963. tarea de inteligencia, de información– fueron publi-
coincido, con la que me siento respaldado y menos Saca chapa de “general democrático”. Es el que lo cados en el diario La Prensa). Añade Díaz Bessone:
solitario: la brillante y profunda Pilar Calveiro. Pilar pone a Illia. Esto le vale que otros –aún más caverní- “Esta crónica (...) relata las acciones del Ejército
escribe que varias versiones “han sugerido que la colas que él– buscaran asesinarlo el 2 de abril de ese Francés en Argelia a fines de la década de los años
conducción nacional de Montoneros también estaba año ‘63. ¿Nos da esto una idea de lo que era el Ejér- ‘50. El General M es el general Massu, que continuó
infiltrada por los servicios de inteligencia; sólo así se cito Argentino? Villegas protege a Illia y se pone su carrera y alcanzó la jerarquía máxima antes de
explicaría que en cada circunstancia haya tomado pre- como subjefe del Estado Mayor. Algunos ingenuos retirarse, como comandante en jefe de las fuerzas fran-
cisamente las decisiones que conducían en forma más dicen que Illia lo puso ahí. Illia no ponía a ningún cesas en Alemania. El mayor Kee señala que el ejército
directa al exterminio. Esas argumentaciones suponen militar en ninguna parte. Ellos lo habían puesto a él de los EE.UU. usó en Vietnam muchas de las técni-
que Mario Eduardo Firmenich, máximo e indiscutido en la presidencia y se ponían a sí mismos donde que- cas del general Massu. También, dice, las usó el ejér-
dirigente de Montoneros, sólo podría haber actuado rían. No tenían mayores resistencias para esto. cito inglés contra el IRA (...). El señor Mitterrand,
como actuó siendo un agente doble, o bien que alguno En 1968 se retira. Pero sigue activo en las tareas de muy socialista y defensor de los derechos humanos,
de sus allegados, dentro del reducido número de la contrainsurgencia y adoctrinamiento. Onganía le jamás acusó, ni en Francia y mucho menos en un
Conducción Nacional, entregó la información nece- pide su inestimable colaboración en el Consejo Nacio- foro mundial, al general Massu o al Ejército francés
saria para facilitar la destrucción de la organización” nal de Seguridad. Aquí, ya Villegas comienza a dise- por excesos cometidos en Argelia” (Díaz Bessone, ob.
(Pilar Calveiro, Política y/o violencia, una aproxima- ñar estrategias para combatir los movimientos guerri- cit., p. 35. Todas las cursivas de los textos citados me
ción a la guerrilla de los años ‘70, Grupo Editorial lleros que empiezan a surgir en el país. No está al pertenecen). El que lo hizo fue el filósofo y escritor
Norma, Buenos Aires, 2005, p. 142. Cursivas mías). frente de esta tarea, pues hay otros que tienen más Jean-Paul Sartre. ¡Ah, Francia, cómo confunden al
Es posible que en las dos o tres primeras páginas de experiencia que él: los paras franceses. Pero su aporte mundo tantas y tan sanguinarias contradicciones!
este trabajo –escritas a modo de cataratas de concep- se valora mucho. Se lo respeta: es un gran soldado de ¿Qué es Francia, el general Massu o Jean-Paul Sartre?
tos– yo lo haya expresado muy frontalmente, sin Occidente. ¿Podía este fiel soldado no defender a los ¿Qué es la condición humana: uno u otro? Y –por
analizarlo porque no era el propósito hacerlo ahí. suyos cuando la democracia que se instala en diciem- favor– no resolvamos tan difícil cuestión diciendo
Pero ya será hecho. bre de 1983 comenzara a hostigarlos? No, ahí, como que es tanto uno como el otro. Sigamos ahondando
Bayer nos muestra al Che lanzando su teoría del siempre, está él. Se convierte en el defensor del general en el tema.
foco. La había llevado a Cuba un francesito pedante, Camps ante el Consejo Superior de las Fuerzas ¿Qué es la contrainsurgencia? La gran enseñanza
Régis Debray. Bien, voy a decirlo: los militantes de Armadas. Si ejerce esa defensa es porque está de de los franceses en Argelia fue que la contrainsurgen-
PRÓXIMO superficie de la Jotapé, de la JUP, de todos los gru- acuerdo con las metodologías que el general masacra- cia se basa en la información. Que la información la
pos juveniles y las organizaciones armadas ignoraban dor, que dependía de las órdenes de Ibérico Saint tiene el detenido, el que, a su vez, tiene la orden de
DOMINGO
por completo el poder del enemigo al que enfrenta- Jean y del abogado Jaime Smart, practicaba con una no darla. Por consiguiente, hay que extraérsela. Para
ban. Ignoraban que en 1959 ya habían llegado a la crueldad que probablemente excedía las órdenes reci- esta tarea sólo hay un método: la tortura. En suma,
Contrainsurgencia, Argentina instructores franceses en contrainsurgen- bidas, que ya eran de un enorme poder vejatorio. la contrainsurgencia es la tortura.
“sin tortura cia. Que habían sido alojados como reyes en la Expuso sus diferencias con el gobierno del doctor
no hay Escuela de Guerra. Que el Ejército Argentino –según Alfonsín, un marxista para él, un enemigo del Ejérci- Colaboración especial:
información” (II) es un lugar común decir– no se había formado en la to y, por tanto, un enemigo de Occidente. Sostenía Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 23 de agosto de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


93 Contrainsurgencia,
“sin tortura no hay información” (II)

Suplemento especial de

PáginaI12
VLAD III, DRÁCULA, “EL EMPALADOR”, idea de la hidra que expresa la paranoia anticomunista. Ya Nietzs- cen a su expansión. No deja uno en pie. Todos quieren devo-
CONTRA LA HIDRA COMUNISTA che, en una carta que envía desde Basilea al barón Carl von Gers- rarse a Occidente. Al Che Guevara lo cita como a un delin-
l mundo era más grande en 1955 y también en dorff el 21 de junio de 1871, escribe: “Sobresaliendo por encima cuente: Ernesto Guevara (a) “Che”. Acude a todos los papas

E 1970. Todo parecía lejos. Si a esto le añadimos la


tendencia del peronismo juvenil a considerarse
un fenómeno único, no comparable con nada
ocurrido en América latina o Europa, el provin-
cianismo viene a reforzar la lejanía. El mundo era lejano y
nosotros no teníamos demasiado que ver con él. La historia
pasaba por aquí. Se sentía uno en medio de una coyuntura tan
de la lucha de las naciones, nos asustó la espantable cabeza de la
hidra internacional (Se refiere a la Comuna de París, J. P. F.) que
apareció de repente, como anuncio de otras luchas muy distintas
en el porvenir” (Fredrich Nietzsche, Epistolario, Biblioteca Nueva,
Madrid, 1999, p. 95). ¿Por qué “por encima de la lucha de las
naciones”? Nietzsche sabe lo que dice. La guerra franco-prusiana
era una guerra decisiva. Sobre todo tal vez para Alemania, que
que han condenado a la hidra: Pío IX, León XIII, Pío XI. Sobre
éste dice: “En Divini Redemptoris Pío XI define al comunismo
ateo como un satánico azote” (Rodríguez Varela, Ibid., p. 369).
Sigue: Pío XII. Se detiene en él. Ha dicho que el comunismo
amenaza a la libertad con el terror, “que hacen (los comunis-
tas) de las masas otras tantas armas de su política; que hacen
imposibles la paz interior y exterior”. Y deduce: “Acorde con
excepcional que no había nada con qué compararla. Esto llevó consagraría con ella su unidad nacional. Pero el proletariado tomó esta enseñanza, el 1 de julio de 1949 el Santo Oficio decretó
a desatender otros procesos, otras historias. Veremos que el París e instaló la Comuna. ¡No, eso no podía suceder! Las nacio- que ‘no es lícito afiliarse a los partidos comunistas o prestarles
golpe de Chile, la caída de Salvador Allende, no inquietó a la nes suspendieron su guerra y se unieron para aplastar a la Comu- apoyo’” (Rodríguez Varela, Ibid., p. 372). Sigue con Juan XXIII.
Tendencia del modo poderoso en que debió haberlo hecho. na. El verdadero enemigo. Algo similar le decía el aventurero y Con Paulo VI. Con Paulo XI. Con Juan Pablo II. Y no llega a
Chile estaba del otro lado de la cordillera. Allende había exa- acaso demencial pero atendible general Patton al Estado Mayor Benedicto XVI. Acude a Solzhenitsyn: “Le inquieta al gran escri-
gerado “el camino de la vía pacífica al socialismo”. ¿O no le Aliado: “Hay que armar a los batallones de los SS y seguir la gue- tor ruso que hayamos ‘perdido a Dios, el Todo, el Altísimo, que
gritaban sus propios militantes Basta ya de conciliar/ Es la hora rra hasta Moscú. Esta guerra que acabamos de ganar fue una pér- antaño fijaba un límite a nuestras pasiones’” (R. Varela, Ibid.,
de luchar? Apenas cayó aparecieron libros que no hacían sino dida de tiempo debida a las alucinaciones de un loco y a los deli- p. 379). Que nadie diga que estamos en presencia de un oscu-
insistir en el error central de don Salvador: el pacifismo, la rios de grandeza de una nación equivocada. Ese error está atrás. rantista. No, así fueron los militares de la seguridad nacional.
idea peregrina de llegar al socialismo por medio de la demo- Ahora los necesitamos. Marchemos todos unidos, todas las gran- ¿A quién creen que le rezaba Videla durante el Juicio a las Jun-
cracia. Uno de los principales llevaba por nombre: Chile, la des naciones de Occidente (entre las que Alemania es fundamen- tas? Al Altísimo en cuyo nombre había cometido todo tipo de
vía pacífica al desastre. En suma, la derrota de Allende sirvió tal) contra la hidra comunista”. Murió algo misteriosamente cayén- atrocidades. ¿Es servir a Dios torturar a embarazadas, robar
aquí y en todas partes para fortalecer la opción por los fierros, dose de un caballo. Himmler pensaba entregarse y proponerse –él niños, fusilar a meros sospechosos, empalar a seres humanos
por la violencia. El Estado capitalista (que es la organización y sus SS– para una nueva guerra conjunta contra el frente orien- como lo hacía Vlad III, Drácula, “El Empalador”? ¿Saben qué
social y política de la violencia) sólo caerá si se le opone una tal. No fue así. Pero sí con la Comuna de París. Lo dice Marx en es empalar a una persona? Permítanme hablar de Vlad Tepes,
fuerza mayor. Todo otro camino es ilusorio, ingenuo. En el un texto por demás expresivo: “El hecho sin precedente de que, brevemente, ya que es el dueño de esos horrores. “Drácula (escri-
fondo, reaccionario. Va en contra de la revolución. Aquí –por en la guerra más tremenda de los tiempos modernos, el ejército be Matei Cazacu en un libro arduamente documentado) era un
suerte– estaban las organizaciones armadas. Estaba el movi- vencedor y el vencido confraternicen en la matanza común del tirano que superaba en crueldad a Herodes, Nerón y Diocle-
miento peronista, los millares y millares de militantes y estaba proletariado (...). La empresa más heroica que aún puede acome- siano y a todos los verdugos que el mundo había conocido (...)
Perón. Llevábamos, además, 18 años de gobiernos no demo- ter la vieja sociedad es la guerra nacional. (Por ejemplo: la de Pru- En primer término, su suplicio preferido, el empalamiento. De
cráticos, ¿cómo iban a dar un golpe tan pronto? Chile fue sia contra Francia, J. P. F.). Y ahora viene a demostrarse que esto origen sin duda asirio, había sido ‘perfeccionado’ merced a la
inesperado. El Ejército siempre había respetado el orden insti- no es más que una añagaza (ardid, artimaña, treta, astucia, tram- utilización ya no de picas agudas, que mataban de modo veloz
tucional. Era la primera vez que no lo hacía. El mismo Allende pa, engaño, argucia, falacia, engañifa, coartada, J. P. F.) de los a los ‘pacientes’, sino redondeadas y embebidas en grasa para
se sorprendió cuando le dijeron que Pinochet estaba al frente gobiernos destinada a aplazar la lucha de clases, y de la que se pres- prolongar el suplicio. Introducido en el recto, el palo, sobre el
de los sublevados: “¿Pinochet? ¿Mi amigo Pinochet?”. Y el cinde tan pronto como esa lucha estalla en forma de guerra civil. que se hacía descargar todo el peso de la víctima, horadaba una
golpe de Pinochet pertenecía a la estrategia norteamericana. La dominación de clase ya no se puede disfrazar bajo el uniforme senda sin lesionar órganos vitales y volvía a salir por la boca sin
No querían marxismo en América latina. Veían a Allende nacional: todos los gobiernos nacionales son uno solo contra el prole- matar. Así expuesto, el desdichado moría de sed al cabo de dos
como a otro Castro. Pero aquí la juventud era peronista. Era tariado” (Marx, Engels, Obras escogidas, Ediciones en Lenguas o tres días, los ojos comidos por los cuervos pero en sus plenos
nacional y popular. Estaba en contra del imperialismo yanki Extranjeras, Moscú, 1955, p. 566). Este libro se lo compré en cabales (...) el príncipe, con gran frecuencia, gustaba tomar sus
pero también del soviético. No como los macartos que grita- 1965 a Abel Langer, librero, que tenía en una especie de caverna comidas en una mesa a la vera de sus palos, conversando con
ban ni yankis ni marxistas, sino más bien ni yankis ni soviéti- de la Facultad de Filosofía y Letras de la calle Viamonte estos mate- sus ‘invitados’ y brindando a su salud (...) empalamientos de
cos. Socialistas de América latina. Amigos de la Revolución riales maldecidos por Occidente y la contrainsurgencia nacional. hombres, de mujeres y de niños por millares (a veces, madres
Cubana. Pero se estaba en la búsqueda de un socialismo También le compré muchos otros. “¿Quiere un ejemplo de demo- con su pequeño en brazos), a los que se sumaban veinticinco
nacional. De una creación propia. El socialismo no venía hacia cracia?”, me preguntaba Massuh tomando un café en el Jockey mil turcos (que habrán aprendido el ejercicio inaudito de la
nosotros. Nosotros lo creábamos desde adentro. El internacio- Club de Florida y Viamonte. “Esta Facultad lo es. Con ese Lan- crueldad para imponerlo en el genocidio armenio: el padeci-
nalismo no nos fascinaba. Eso era cosa de viejos marxistas. Se ger que vende libros marxistas y todos esos jóvenes que se los devo- miento extremo pareciera que, lejos de llevar a un pueblo a no
buscaba la unidad latinoamericana y la liberación nacional y ran. Y este Gobierno (Illia) lo permite. ¿Quiere un ejemplo de dic- aplicarlo sobre otro por conocer ese dolor, lo incita a hacerlo,
social de la patria. Pero no bajo los moldes establecidos del tadura? ¡Perón, amigo Feinmann! ¡Perón!” También Perón, según como si quisiera vengarse en ese otro de lo que él padeció, J. P.
dogmatismo soviético. hemos visto y recordamos en este contexto, había advertido sobre F.)” (Matei Cazacu, Vlad III, Drácula, vida y leyenda de “El
Todo esto era chatarra para la contrainsurgencia. No había la hidra internacional. Lo hizo por medio de su adjunto eclesiás- empalador”, príncipe de Valaquia, Editorial El Ateneo, Buenos
“movimientos nacionales de liberación”. Sólo había una guerra tico a la Presidencia de la Nación, de su diputado nacional Virgi- Aires, 2006, pp. 20/21). ¿Debo incurrir en la piedad de no
contra el marxismo. Con dos polos: los Estados Unidos y la Unión lio Filippo. Hernán Benítez (que habrá de despedir los restos de horrorizar más a quien esto lee? Sin embargo, en la ESMA nues-
Soviética. El resto del mundo (sobre todo el Tercer Mundo) era Fernando Abal Medina) era el consejero de Evita. Filippo, muy tros piadosos hombres de Dios hicieron estas cosas. Por ejem-
el terreno de combate. Ese combate (al que se llamaba Guerra cercano a Perón. También había escrito El monstruo comunista. plo: “Festín durante cuyo transcurso Drácula había servido a
Fría) era nada menos que la Tercera Guerra Mundial. Se estaba Recuerdo el susto que me di de pibe cuando lo vi en una librería: sus nobles escarabajos alimentados con el cerebro de sus parien-
de un lado o del otro. Y los que estaban contra el Occidente cris- era una serpiente de muchas cabezas, con la boca abierta, presta tes y amigos; pira donde quemó a todos los mendigos y tulli-
tiano eran marxistas. De aquí el error de interpretación en que se para morder, y dientes enormes, que ni Drácula. Era la hidra. dos de su región; madres forzadas a comer a sus hijos rostiza-
incurre con La batalla de Argelia. Eso que para la izquierda pero- (Nota importante: ¿Qué es la hidra? ¿Por qué ese monstruo mito- dos; maridos obligados a hacer otro tanto con los senos corta-
nista y hasta para Fanon y para los guerrilleros argelinos era una lógico se ha convertido en la cifra perfecta del comunismo? Insis- dos de sus esposas (...). El cinismo y los sarcasmos con que el
lucha por la descolonización era otra cosa para Occidente, para la to: Hay que entender la patología de la paranoia anticomunista para tirano acicateaba a sus víctimas volvían aún más penosas esas
contrainsurgencia. Era una revolución marxista. Se encuadraba entender por qué la lucha que emprendieron fue internacional. Para atrocidades. Cuando ellas gritaban bajo tortura, Drácula excla-
dentro del propósito marxista de apoderarse del mundo. Cuesta ellos el comunismo también lo era. Quería conquistar todo y des- maba: ‘Oigan este agradable pasatiempo y esta deliciosa delec-
penetrar en una paranoia tan marcada. Hoy se ha desplazado al truir todos los valores de la cristiandad y de la sociedad capitalis- tación’. O bien, ante el espectáculo de los empalados que se
concepto del “terrorismo internacional”. Pero el “avance del comu- ta. Aun Nietzsche –que detestaba al cristianismo– se sorprende y sacudían convulsivamente en agonía: ‘¡Ah, con qué prestancia
nismo” y su poder para destruir todos los valores de Occidente es se asusta con la aparición de la hidra. Vayamos a Grecia. Hércu- y qué ritmo se agitan!’. A los pobres y mendigos que hizo que-
el fundamento de las doctrinas de contrainsurgencia. Es notable, les, héroe de Tebas e hijo de Júpiter y Alcmena, ya sufre en su mar en dos grandes calderos les dijo que deseaba ayudarlos a
además, hasta qué punto están convencidos de enfrentar a un cuna la agresión de dos serpientes que le envía Juno, su enemiga ganar cuanto antes el paraíso para que no sufrieran más en la
monstruo totalitario que ha destruido a lo largo de su historia cerca mortal. Nada pueden con él las serpientes. Hércules, aún peque- tierra. Por último, a quienes preguntaban por qué se ensañaba
de 70 millones de vidas humanas. Alberto Rodríguez Varela es un ño, las estrangula. Crece fuerte y se consagra el hombre más pode- de esa forma, contestaba, citando a San Pedro, que los sobera-
hombre de la organización del poder contrainsurgente en la pro- roso, valiente de su tiempo. ¿Puede ser esto tolerado por Euristeo, nos son designados por Dios para castigar a quienes hacen el
vincia de Buenos Aires durante la dictadura que se instaló en 1976. que posee el reino de Micenas? Euristeo, tiránico, le encarga los mal y recompensar a quienes obran bien” (Matei Cazacu, Ibid.,
También es el prologuista del libro del general Díaz Bessone, Tes- doce trabajos de Hércules. Terrible es el segundo. Las tierras de pp. 20/21/22).
timonio de una década. Y –aunque no figura su firma– le pertene- Lerna, cerca de Argos, son asoladas por una hidra horrorosa. Mons-
ce el Prefacio de guerra revolucionaria en la Argentina (1959-1978), truo de siete cabezas. Pero no piensen que si le cortan una o dos INSURGENCIA Y CONTRAINSURGENCIA
también de Díaz Bessone. Afirma que ningún otro grupo terro- zafarán del problema. No: ¡la hidra es como el comunismo! Se EN LA BATALLA DE ARGELIA
rista en el mundo tuvo tanta peligrosidad como los que actuaron reproduce. Se le corta una cabeza y le vuelve a crecer. Ya veremos Entramos –era ya impostergable– en el análisis del film más
en Argentina. Superaron a la ETA, al IRA y a las Brigadas Rojas. a Díaz Bessone diciendo: “Están por todas partes. Son jóvenes importante de la modernidad revolucionaria y contrarrevolu-
Esto lleva a justificar la necesariedad de una respuesta extrema por estudiantes, un diariero, un empresario, un abogado, un almace- cionaria. Sirvió a los dos bandos. A unos y a otros. Los insur-
parte del poder contrainsurgente. Rodríguez Varela deduce que nero”. Es Kevin McCarthy y los usurpadores de cuerpos: “¡Usted gentes se sintieron alentados a la lucha. Los contrainsurgentes
“un tan avanzado grado de peligrosidad” implica que la tarea de puede ser el próximo!”. Aún peor sucedían las cosas con la hidra: aprendieron cómo combatirlos. Extraño destino el del film de
reprimirla quede “liberada de responsabilidades éticas” (Prefacio si se le cortaba una cabeza crecían dos. Hércules, que era Hércules, Gillo Pontecorvo. Saludado y venerado tanto por Santucho
a Guerra revolucionaria en la Argentina (1959-1978), Círculo Mili- harto de cortar cabezas que se reproducen, incendia los cañavera- como por los implacables, sanguinarios generales Paul Aussa-
tar, Edición conjunta con el Centro Naval, Buenos Aires, 1988, les en que las hidras tenían sus sucias guaridas y libra a la huma- resses y Alcides López Aufranc, que llegará a pronunciar la frase
pp. 6/7). Es central en el razonamiento de justificación de las atro- nidad de este flagelo. En suma, a la hidra internacional hay que paradigmática de la contrainsurgencia: “Con la sangre se apren-
cidades de la represión procesista aumentar la peligrosidad de la quemarla viva. No en vano tanto Napalm arrojaron los nortea- den muchas cosas”. La batalla de Argelia (Maarakat Alger) es de
guerrilla en la Argentina. Toda contrainsurgencia lo hace. Si la mericanos sobre el Vietcong. Y no alcanzó.) 1966, dura 120 minutos y es una coproducción entre Italia y
insurgencia tiene mucho poder, si sus militantes se cuentan de a Argelia. Su director, Gillo Pontecorvo, no hizo mucho más. En
miles, la contrainsurgencia debe estar a la altura del peligro que ¿QUÉ ES EL EMPALAMIENTO? 1969, Queimada, un buen film sobre temática tercermundista
enfrenta. En medios y en métodos. Los medios deben ser nume- Rodríguez Varela dice que el comunismo se infiltra por medio en que consigue a un Marlon Brando en decadencia. Aún no
rosos y los métodos no deben someterse a ninguna ética. Sobre el de las instituciones democráticas de Occidente. Pasa revista a lo había tomado Coppola entre sus manos para llevarlo a las
“comunismo internacional”, Rodríguez Varela adhiere a la vieja todas las frases de los grandes líderes del marxismo que indu- cumbres de El padrino y Apocalypse Now. Y sobre todo Berto-
II
lucci, que le dará el papel de su vida en Ultimo tango en París han desfilado ante estos soldados que han permanecido inmó- No tienen información que obtener. La lucha que enfrentan ya
(1973). Pero, en 1969, Brando se pone a las órdenes de Pon- viles. El gobierno está reducido a arrojar comandos de provo- no es clandestina. Se hace a la luz del día, a pecho descubierto,
tecorvo y entrega una de sus actuaciones menos caprichosas, cadores: no han logrado efecto alguno. Cuanto más se acerca la cada uno protege al otro con su presencia: no nos pueden matar
menos barrocas. Quiero decir: no se pone gajos de naranja en crisis decisiva, menos se hacen posibles los recursos de las armas. a todos. Sobre todo si se ha vencido el miedo. Acaso el nudo que
la boca ni se rapa la cabeza para mojársela interminablemente La sublevación de toda una sociedad ha sofocado la guerra civil” hay que romper sea ése: el del miedo que el poder logra intro-
antes de mostrar su cara como en Apocalypse Now, esa cumbre (Ibid). Es admirable la sensibilidad de Foucault para apresar el ducir en las conciencias. Hoy es –además– otro: quebrar eso
del actor antojadizo, extravagante que busca la aclamación de acontecimiento Irán en toda su pureza, en su honda originali- que la ideología del poder ha hecho de nuestras conciencias. Las
esa crítica dispuesta a rendirse ante la exterioridad del supues- dad. Una rebelión popular. Sin armas. Sin líderes visibles. Pero ha colonizado. Hablamos las palabras del poder. Vemos sus imá-
to “genio”. En Ultimo tango Brando exhibe su dolor íntimo, se con objetivos claros. ¿Cómo se logra algo así, qué lo produce? genes. Decimos sus verdades. Somos, en la total plenitud de la
expresa sin artilugios espectaculares y, por fin, conmueve. En Hay un desarrollo completo de esta temática en La filosofía y el pasividad mansa, derrotada, el sujeto-Otro. El sujeto que el
1979, Pontecorvo filma Operación Ogro, basada en el asesina- barro de la historia, p. 628). Ese aporte de masas que resuelve Otro –el lenguaje mediático del poder– ha hecho de nosotros.
to del almirante Carrero Blanco por parte de la ETA y su pri- el conflicto argelino es el que no aborda el film de Gillo Pon-
mera película había sido Kapó, de 1960, sobre los campos de tecorvo. Sin duda, la lucha del FLN ha contribuido a ese clima ERIC HOBSBAWM:
concentración alemanes. Mucho, en suma, no hizo. Pero La de rebelión. Aunque también pudo haberlo aplastado si la con- “UN ERROR ESPECTACULAR”
batalla de Argelia permanece como la película perfecta del cine trainsurgencia hubiera introducido un terror insuperable en el La batalla de Argelia –desde el inicio– es un film exitoso. En
político. Los críticos norteamericanos la definen como un pode- pueblo. No fue así. La película termina de modo inopinado. Si 1966 se presenta en el Festival de Venecia. Los capitostes de la
roso grito de batalla para los marxistas revolucionarios. La cosa es siempre tenemos que indagar las condiciones de posibilidad de representación francesa intentan retirarla de la competición.
así: en 1964, Yacef Saadi llega a Italia con un guión cinemato- la rebelión en un mundo cada vez más preparado para sofocar- Todos los italianos al frente de las relaciones exteriores están de
gráfico en su valija. Es sobre la lucha del Frente de Liberación las y establecer el largo monólogo de los poderosos, no pode- acuerdo. Mas no consiguen –ni unos ni otros– nada. El film se
Nacional, del cual fue miembro importante o más que eso. En mos sino buscar las causas de esos fenómenos de masas tan sor- da en el Festival y gana el premio máximo: el León de Oro de
1962, Argelia se había liberado. No por la acción del FLN, sino prendentes como irrefrenables. No se puede fusilar a doscien- la Mostra. Pero el éxito verdadero del film, eso que lo torna his-
por una gigantesca insurrección de masas que da comienzo el tas mil personas. Aquí vacila la contrainsurgencia. Pontecorvo tórico, insoslayable, se da en otros ámbitos. En un importante
11 de diciembre de 1960. Transcurren dos años durísimos. se ciñe a desarrollar la lucha del FLN y también las acciones de libro de contrainsurgencia editado por el Instituto de Publica-
Vuelven los atentados. Pero –esta vez– lo que más preocupa a los paras franceses. Pero, ¿cómo se llegó a ese acontecimiento ciones Navales, Florida 801, Buenos Aires, que lleva por nom-
los colonizadores es que la insurrección parte de las masas, cuya jubiloso que cierra la película? La imagen es magnífica. Termi- bre Terrorismo y contraterrorismo (comprendiendo el nuevo con-
ira no se logra detener. Si la liberación de Argelia, la que da na centrándose sobre una mujer que salta de alegría en tanto texto de la seguridad), el coronel norteamericano Russell D.

nacimiento a la nación, se logra el 5 de julio de 1962 es por ese agita una bandera, la de Argelia. En off alguien dice: “Luego de Howard y el mayor Reid L. Sawyer compilan una serie de tra-
aporte de masas, similar al de la revolución iraní, esa “rebelión dos años de calma, el 11 de diciembre de 1960 se produce un bajos sobre el tema del libro: terrorismo y contraterrorismo.
de las manos desnudas” que tanto impresionará a Foucault en levantamiento de masas que resulta incontenible para los fran- Nos habremos de detener en el que –por supuesto– tiene más
1978. (Nota: El Corriere della sera encarga a Foucault una serie ceses” (Cito de memoria). En 5 de julio de 1962 nace en Arge- interés para nuestras búsquedas: el de Bruce Hoffman, Un tra-
de artículos sobre la revolución iraní. El 5 de noviembre de lia la nación libre, la de los argelinos, la de los colonizados, la bajo repugnante, referido –como quizá lo sugiera su título– a la
1978, publica uno de los mejores: “Una rebelión con las manos de los humillados que ya no lo son, la de los hombres libres, la tortura en tanto herramienta central del trabajo de inteligen-
desnudas”. Ahí, ese enemigo de la praxis del sujeto libre se sor- de los colonos vencidos que ruegan a los paras franceses que no cia. Bruce Hoffman es un experto internacional en terrorismo
prende: las masas salen a la calle a enfrentar a las soldadescas se vayan, que no los abandonen. Todo proceso histórico expli- y violencia política. Ha escrito una obra ampliamente consul-
del Chah. Escribe: “Siempre los gobernantes caen con facilidad cita su complejidad apenas surge. No hay victoria eterna, ni tada: Inside terrorism (1998). Ha recibido muchos premios.
cuando los pueblos salen a la calle”, Dits et écrits, III, 1976- siquiera prolongada. Los sueños se hacen astillas, pero el momen- Incluso el del Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violen-
1979. Y añade: “Lo que pasa en Irán ha de problematizar a los to en que se los soñó, en que se luchó para que fueran reales, es cia (en Valencia, España). Leer a Hoffman no es desagradable.
observadores de hoy en día. No van a reencontrar aquí a China, eterno. Argelia, no bien se libera, inicia el camino de sus lentos Se lo siente como a un hombre sensible y preocupado por los
ni a Cuba, ni a Vietnam, sino un maremoto (‘raz de marée’) sin fracasos. La revolución iraní consigue que el Chah entregue el horrores de la insurgencia y tal vez especialmente de la con-
aparato militar, sin vanguardia, sin partido. No van a reencon- poder el 16 de enero de 1979, poco tiempo después de las pri- trainsurgencia. Porque –me atreveré a decirlo ya– la contrain-
trar los movimientos de 1968 porque estos hombres y estas meras rebeliones populares. Pero ese poder cae en las manos surgencia presenta una cuestión que está menos presente en la
mujeres que manifiestan con banderolas y con flores tienen un despiadadas del ayatollah Khomeini, que era el hombre en el insurgencia. Al necesitar información para hacer su tarea, la tor-
fin político inmediato”. Ese fin es echar al Chah. Hacerlo de que se creía, el que alentaba las esperanzas de la rebelión, que tura es una práctica de la que no reniega ni renegará. Está incor-
un modo no menos que urgente. No pueden esperar. Conti- él volviera, que él se hiciera cargo con el respaldo del pueblo, porada y lo seguirá estando. La contrainsurgencia hace mucho
núa: “Aquí están las manos desnudas, sin recursos para la lucha que se iniciara una nueva aurora, un horizonte apenas entre- que sabe algo: hay que torturar al prisionero para obtener rápi-
armada, con una obstinación y un coraje que inmovilizan al visto durante años y más años. No fue así. La crueldad de Kho- do la información. Si en Auschwitz la tortura consistía en ago-
ejército: poco a poco éste se paraliza y vacila en hacer fuego. meini hizo palidecer a la del Chah. No importa. El fenómeno nizar en un campo diseñado para la muerte lenta o para la cáma-
Hace apenas dos meses dejó entre tres mil y cuatro mil muer- se dio. Como en Argelia. Los franceses son derrotados cuando ra de gas, no es menos cierto que la tortura era menos esencial.
tos alrededor de la plaza Djaleh; ayer, doscientas mil personas las multitudes salen a la calle. No pueden torturarlos a todos. ¿Para qué torturar a un gitano? ¿Para qué torturar a un judío?
III
Incluso a un disidente político, ¿para qué? Ningu- revolución, todo lo que se necesitaba era llevar –pese a todo su coraje y su entrega sin límites– no
no formaba parte de una organización ramificada en pequeños grupos de militantes armados a las mon- gana la guerra. El hecho se produce “luego de dos
la sociedad alemana cuya finalidad fuera atacarla con tañas apropiadas y formar ‘focos’ para luchar por la años de calma”. Cuando una inesperada y gigantes-
bombas o atentados individuales. Se podía torturar liberación de las masas (...) En toda América latina ca muchedumbre gana las calles del país sometido y
por sadismo, situación nunca descartable. Pero la grupos de jóvenes entusiastas se lanzaron a unas los franceses se ven obligados a firmar la paz. Este
tortura no era una necesidad de la lucha contra el luchas de guerrillas condenadas de antemano al fra- hecho –que la Jotapé no estaba en condiciones de
enemigo. En el lager, en el espacio concentracionario, caso, bajo la bandera de Fidel, de Trotsky o de Mao ver– se tornó invisible por una valoración desmedi-
se estaba para esperar la muerte. La tortura era sufrir (...) resultaron ser un error espectacular (...) (Los años da de las organizaciones armadas. Por creer que la
frío, pasar hambre, hacer tareas indignas, ser humi- setenta) fueron la era más sombría de tortura y con- vanguardia eran ellas. Por creer que había una van-
llado sin cesar y, por fin, ser exterminado. La cáma- traterror de la historia de Occidente. Este fue el perí- guardia. Por sobrevalorar la violencia como herra-
ra de gas. La horca. El fusilamiento. Pero, sobre todo, odo más negro registrado en la historia moderna de mienta de lucha política. Por deslumbrarse con los
el gas. La contrainsurgencia necesita información. tortura, de ‘escuadrones de la muerte’ teóricamen- fierros. Cuando se veía La batalla de Argelia sólo se
Esa información debe ser veloz y “ninguna consi- te no identificables, de bandas de secuestro y asesi- tomaba en cuenta la lucha de Ali La Pointe, el jefe
deración de humanidad” (para utilizar esta nefasta nato en coches sin identificar que “desaparecían” a del FLN, y sus héroes. Pero es en 1957 cuando Ali
y célebre frase de Von Clausewitz) debe entorpe- la gente (y que todo el mundo sabía que formaban La Pointe es capturado por el coronel Mathieu (ya
cerla. ¿Cómo se aprende la contrainsurgencia? Los parte del ejército y de la policía, o de los servicios diremos su nombre verdadero) y es recién el 11 de
grandes maestros han sido los franceses. No los nor- armados y policíacos de inteligencia y seguridad que diciembre de 1960 cuando las multitudes argelinas
teamericanos. La célebre Escuela de las Américas fun- se independizaron virtualmente del gobierno y de ganan la calle y ganan la guerra. La imagen final es
cionó en la Argentina como veladura para no perci- cualquier control democrático), de indecibles ‘gue- grandiosa. Porque es la de una mujer, en medio del
bir con entera claridad la penetración en los cuadros rras sucias’” (Eric Hobsbawm, Historia del siglo XX, pueblo, que salta y agita la bandera de Argelia. No
del Ejército de la Doctrina Francesa de la Con- Crítica, Barcelona, 1995, pp. 441/ 444)]. es una guerrillera, es una mujer más del pueblo y es
trainsurgencia. ¿Dónde había sido vista? Sí: en esa –insistamos– una mujer. Su alegría era contagiosa.
película italiana de Gillo Pontecorvo. Cuando la EL LLAMADO A LA REVOLUCIÓN Se desbordaba en nosotros, nos emocionaba, hasta
Jotapé la veía en los cines algo clandestinos o en las MÁS APASIONADO Y ASTUTO nos arrancaba lágrimas y también aclamaciones.
unidades básicas la disfrutaba con entusiasmo. Por JAMÁS REALIZADO Habíamos visto una gran película que narraba la
cada muerto francés, una ovación. Si volaba un ente- Seguimos con Bruce Hoffman: “Ciertamente, ver liberación de un pueblo. Pero los jóvenes peronis-
ro bar lleno de colonos, de franchutes blanquitos, la película era un requisito para el curso de posgra- tas olvidaban a esa mujer. O le entregaban un papel
todos estallaban en aplausos. Era Fanon en acción. do sobre el terrorismo y los Estados liberales que de retaguardia. La vanguardia eran los fierros. Los
Era el Prólogo de Sartre en imágenes. Era la lucha dicté durante cinco años, ya que consideraba las difi- guerrilleros del FLN. La vanguardia –frase de la
contra el colonialismo. Tal como se la debía reali- cultades que las democracias enfrentan para contra- época– “es el lugar más arriesgado de la lucha”. Por
zar aquí. (Nota: No se advertía que la Argentina era rrestar al terrorismo (...). La difunta Pauline Kael, eso si “Evita viviera sería montonera”. ¿Qué otra cosa
un país con una clase media próspera, que no vivía decana de los críticos de cine estadounidenses, siete podría ser? ¿Quién podría animarse a decir que si
una situación colonial sino neocolonial, que nada años después de su estreno todavía parecía embele- Evita viviera estaría en Madrid con Perón? No, Evita
era lo mismo, que tenía un Ejército mucho más pode- sada cuando en una crítica de 900 palabras descri- era guevarizada. Era foquista. Estaría aquí, en la
roso que cualquier nucleamiento guerrillero y aun bía la película como ‘una epopeya bajo la forma de Argentina, junto a su pueblo, para triunfar o para
que todos ellos juntos. Que estaba además la poli- un documental’, ‘la publicidad revolucionaria más morir con él. Como sea, la película de Pontecorvo
cía, la gendarmería y hasta las bandas clandestinas, grande de los tiempos modernos’ y ‘el llamado a la fue esencial para la militancia. Para todos. Para los
que demostraron ser feroces. Pero el mito de las revolución más apasionado y astuto jamás realiza- clandestinos y para los de superficie. La batalla de
“masas peronistas” y el otro mito, el del regreso de do’. Sin embargo, las mejores críticas han proveni- Argelia era, sencillamente, irresistible.
Perón y el alzamiento que provocaría, alentaban a do de los terroristas –miembros del IRA, de los Tigres También lo era para los escuadrones de la muerte.
los jóvenes que respondían al espíritu de la época, de Tamil en Sri Lanka, y de los revolucionarios afro-
el de la violencia, el de la marcha inexorable al socia- estadounidenses de la década de 1960– que la han PROYECTO: LA PREPARACIÓN
lismo. Raramente se preguntaron las condiciones en estudiado asiduamente” (Bruce Hoffman, Ibid., p. DEL EJÉRCITO ARGENTINO
que triunfó la Revolución Cubana, por qué el gene- 328). Ahondemos en Pauline Kael. Se queda corto PARA LA CONTRAINSURGENCIA
ral Giap derrotó a los franceses en Dien Bien Phu y Hoffman. Sin duda es “la decana de los críticos de En el próximo capítulo nos detendremos a estu-
luego en Vietnam, por qué en Argelia recién cuan- cine estadounidenses”, pero además es una mujer de diar el asesoramiento que la feroz Escuela Francesa
do las masas se sublevaron el régimen colonialista notable inteligencia, que ve cine como podría mirar otorgó a los militares argentinos. Nos centraremos
colapsó. Tampoco se preguntaron por el poder de un gran cuadro o escuchar a un pianista ejecutar una en el gran documental de Marie-Monique Rubin:
fuego del ejército al que pensaban derrotar. Ni, sublime partitura. De modo que prestemos atención Los escuadrones de la muerte. Veremos a Díaz Besso-
menos aún, si tenían alguna táctica para enfrentar- a lo que dice. Dos de las definiciones que da de La ne, a López Aufranc, a Harguindeguy decir frases
los. Veían al Ejército como una fuerza derrotada, batalla de Argelia son decisivas: 1) La publicidad revo- asombrosas. También al francés Paul Aussaresses.
retirándose ante el avance de las masas peronistas, lucionaria más grande de los tiempos modernos; 2) El Porque Marie-Monique Rubin se les presenta como
las formaciones especiales y el regreso de Perón. llamado a la revolución más apasionado y astuto jamás una periodista de extrema derecha. Y porque les pone
Tampoco los impresionó demasiado la caída de realizado. Dentro de este clima histórico, bajo el una cámara secreta que filma lo que esos hombres
Allende. Era un asunto de la CIA, que, entre noso- entusiasmo y hasta el deseo de no pasar por la vida jamás habrían dicho públicamente. ¿El propósito?
tros, no metería sus narices. Ya vamos a ver cómo el sin colaborar con una gran causa, que era, en esos Mostrar hasta qué punto el Ejército Argentino esta-
gran historiador marxista Eric Hobsbawm describe momentos, la de la revolución, la de todo lo que esa ba preparado –tempranamente preparado– para lo
todo este proceso con una lógica devastadora, ele- palabra encerraba: valentía, generosidad, participa- que adivinaba fácilmente venir: una confrontación
mental. Sigamos.) Volvemos al trabajo de Bruce ción y creación de la Historia, vivencia del cambio directa con la contrainsurgencia. Aumentó su poder
Hoffman. Prestemos atención: “Muchas veces les he de los tiempos, caída del mundo de lo viejo, surgi- de fuego –que era considerable– con una habilidad
dicho a los soldados, a los espías y a los estudiantes miento luminoso de lo nuevo, la muerte gloriosa, para las tareas de contrainsurgencia exquisitamente
que si quieren entender cómo combatir al terroris- honrada por los compañeros que seguían la lucha, enseñada por los franceses y apasionadamente apren-
mo miren de The Battle of Algiers” (Bruce Hoffman, el deslumbramiento de las armas, el desarrollo de la dida por los argentinos. Que despreciaban a la Escue-
“Un trabajo repugnante” en Terrorismo y contrate- pulsión de muerte pero también del Eros porque se la de las Américas. “Los norteamericanos estaban
rrorismo, ed. cit., p 328). La misma película que veía amaba a una causa que era más que uno, que lo tras- celosos”, dirá López Aufranc, el conde, siempre con
–como un deber militante– todo cuadro de la Jotapé cendía, estremecimiento por sentir la palpitación de una sonrisa cínica jugueteando entre sus labios. Y
que se dignase de serlo. Y no había uno que no qui- los acontecimientos, la clandestinidad, el secreto aprenderán –sobre todo– el arte cruel de la tortura.
siera serlo, hacer los deberes, jugarse como corres- compartido, el ataque, el repliegue, la opción por Ese que el general Mathieu, en un gran momento de
pondía. Un fenómeno excepcional: el film servía los pobres, la rebelión del Tercer Mundo, del mundo La batalla de Argelia, defiende con frialdad, con pre-
para los dos bandos. Lo mismo ocurría con los tra- de los postergados, la humillación de los poderosos, cisión. Es cuando un periodista le informa que se
bajos de Guevara sobre la guerra de guerrillas, con en medio de este clima se formó la juventud pero- dice en París que el Ejército francés, en Argelia, tor-
el Minimanual del guerrillero urbano de Carlos nista. La generación revolucionaria de los setenta. tura. “Dígales a los dicen eso” (contesta Mathieu)
Marighella, con ¿Revolución en la revolución? de Régis Raro que alguien vea hoy una película como La bata- que deben formularse una pregunta previa: si quie-
Debray [publicado en enero de 1967, en La Haba- lla de Argelia. Raro que la vea en un cine clandesti- ren o no que Francia se quede en Argelia. Si contes-
na, que contiene la supuesta infalibilidad de la teo- no en que todos sienten que son parte de esa gran tan que sí que no me pregunten entonces por los
ría del foco que fue incorporada por el Che: “Pri- aventura: la de la liberación de los hombres. No era medios que utilizo para lograrlo”. Posiblemente Díaz
mero se va de lo más pequeño a lo más grande. Que- fácil escapar a ese embrujo. No era fácil sentir que Bessone o Videla o López Aufranc habrían respon-
rer ir en sentido inverso no sirve para nada. Lo más si uno no estaba ahí no estaba en ningún lado o for- dido lo mismo: “Hay una pregunta previa a todas.
pequeño es el foco guerrillero, núcleo del ejército popu- maba parte del mundo de los mediocres, de los cobar- ¿Quieren que derrotemos a la subversión? Si lo quie-
lar, y no es un frente el que crea ese núcleo, sino que es des. Una de las frases más despectivas que escuché ren, no nos pregunten por los medios que utilizamos
el núcleo el que, al desarrollarse, permitirá crear un decir durante esos años se la dijo un compañero de para lograrlo”. Podrían haber agregado: “Sólo algo
frente nacional revolucionario”. Citemos de nuevo al filosofía a otro que le dijo que se iba de traductor a podemos decirles: utilizamos los mejores”. Sí, los de
maestro Eric Hobsbawm –en un libro que Edward la Unesco: “Te felicito. Que triunfes en la vida”. No la Escuela Francesa. Si alguien, aún, se pregunta a
Said califica como “poderoso e inquietante” y, juro, se venía al mundo a triunfar en la vida. Se venía a qué viene todo esto, la respuesta es sencilla: conocer
es altamente inquietante–: “Cuba empezó a alentar ponerla al servicio de una gran causa. Se venía a el poder del verdadero enemigo al que se enfrenta-
PRÓXIMO una insurrección continental, animada especial- arriesgarla y, si eso tocaba, a perderla. Pero no había ban los peronistas revolucionarios. Porque ellos pare-
DOMINGO mente por Guevara, el campeón de una revolución planes individuales ¿O tenían planes individuales los cieran no haberlo hecho o haberlos valorado muy
latinoamericana y de la creación de ‘dos, tres, muchos protagonistas de La batalla de Argelia? La película, deficientemente.
Contrainsurgencia, Vietnam’. Un joven y brillante izquierdista francés sin embargo, era engañosa en un punto medular: No
“sin tortura no hay (¿quién si no?) proporcionó la ideología adecuada, es el FLN el que gana la batalla que se peleó en Arge- Colaboración especial:
información” (III) que sostenía que, en un continente maduro para la lia. Ali La Pointe y los suyos son derrotados. El FLN Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 30 de agosto de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


94 Contrainsurgencia,
“sin tortura no hay información”

Suplemento especial de

PáginaI12
DIFERENCIAS ENTRE EL ERP, LOS internacionales de Justicia se reconoce (para el caso argentino) tortura su técnica de información. Y otro no haya torturado
“MONTONEROS” Y LAS PATOTAS DEL que las acciones de la guerrilla no incluyeron ataques contra la separa a los dos grupos que la derecha posprocesista quiere jun-

¿
EJÉRCITO CONTRAINSURGENTE población civil ni recurrieron a la tortura contra el enemigo: tar de un modo absoluto. La guerrilla argentina no empaló a
Sobre qué escribimos? No sobre la Muerte. Sobre “Los delitos atribuidos a los alzados en armas en la Argentina no nadie, no quemó vivo a nadie, no le arrancó los testículos a
algo anterior a la Muerte y mucho peor que ella. incluyen ataques a la población civil, ni la tortura del enemigo nadie. ¿Quieren que ofrezca un motivo no-moral para que se
Sobre su antesala escribimos. Esa antesala es la tor- rendido” (declaraciones de Juan Méndez, presidente del Centro entienda mejor? Simple: La guerrilla no buscaba información. Si
tura. Es algo tan físico como metafísico. Físico, por- Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ, son sus siglas secuestraba a un militar no era para arrancarle confesiones. No
que lo que se tortura es el cuerpo. Metafísico, por- en inglés), citado por Germán Ferrari en un libro de pronta las necesitaba. No perseguían, eran perseguidos. No pregunta-
que lo que busca quebrarse es el alma. Entendemos por alma la aparición que probablemente lleve el título de Elegidos y trata ban, se preguntaba por ellos. La picana no ha logrado ser unida a
autoestima del sometido, su orgullo, su voluntad de no someti- sobre las víctimas de la acción armada insurgente. El título es la guerrilla en el imaginario colectivo. Tampoco la tortura. Por-
miento, de no entregar su libertad, de no delatar, de no infor- notablemente preciso porque permite elucidar una confusión que “la tortura siempre ha sido una de las herramientas más efi-
mar, de no entregar a los otros al tormento que él, en este que –sobre todo por mala fe– establece una sinonimia entre caces del poder (...). La tortura está inscrita desde el principio en
momento, está sufriendo y sabe, ahora más que nunca, es into- “guerrilla” y “terrorismo”. A este fin, escribe Pilar Calveiro: “Los la lógica del poder (...). La tortura es siempre una posibilidad
lerable y nadie merece padecerlo; entonces, ¿cómo hablar? movimientos armados latinoamericanos no fueron terroristas, del poder. Pero sólo la tiranía hace de ella la esencia del poder”
¿Cómo hablar si hacerlo es someter a un compañero a esto que salvo algún caso verdaderamente excepcional, como parece (Wolfang Sofsky, Tratado sobre la violencia, Abada Editores,
él sufre ahora y a nadie puede desearle, a nadie puede ayudar a haber sido el de Sendero Luminoso; resulta importante señalar Madrid, 2006, pp. 85/87). Ergo, si la tortura –como arma cen-
que le ocurra, cómo hablar si hablar es poner a un compañero que guerrilla y terrorismo no son sinónimos, como afirma cierto tral de contrainsurgencia– era la esencia del poder procesista, esa
en el lugar que él ocupa en este exacto momento y es el peor discurso pretendidamente democrático. El terrorismo se basa en llamada dictadura militar debería ser llamada tiranía.
lugar de la Tierra, y si un compañero lo ocupa será porque él, el uso indiscriminado de la violencia sobre población civil, con
que se ha ido, lo ha hecho para siempre, porque zafar de la tor- el objeto de controlar a un grupo o una sociedad por medio del THOMAS SACÓ SU PISTOLA, LA APOYÓ
tura es morir? No vamos a ocuparnos todavía de la tortura terror. Las prácticas de las guerrillas latinoamericanas no se EN LA FRENTE DE UNO DE LOS
–tema esencial de la condición humana y desdichadamente caracterizaron por este tipo de accionar sino por operaciones TERRORISTAS Y DISPARÓ
inescindible de nuestros días presentes–, lo haremos cuando militares bastante selectivas, dirigidas contra el Estado, princi- Volvamos al trabajo de Bruce Hoffman. Nos sentaremos
entremos en el infierno de los campos de concentración de la palmente contra fuerzas militares y policíacas”. Se trata de un junto a él en un lujoso Hotel de Sri Lanka, el Hotel Colombo.
dictadura. Ahí –junto con muchos otros sectores de la sociedad: trabajo de Calveiro publicado por Clacso en 2008 y citado por Ahí, frente al mar, disfrutando de una brisa fresca que nos llega
desde niños, maestros, alumnos, comisiones internas de obreros Germán Ferrari en la obra que hemos mencionado. Como todo desde ese océano que exhibe un horizonte tan inalcanzable
hasta mujeres embarazadas– la guerrilla peronista y la trotskista lo que escribe Pilar, su claridad no deja resquicio a discusión como una vida sin sobresaltos, sin vejámenes ni cadáveres, como
fueron minuciosamente masacradas por la tortura. Con preci- alguna. Hasta donde yo sé, la guerrilla argentina no se degradó un mundo en que reine la paz entre los hombres, con una ines-
sión racional y con el odio salvaje de los vengadores. Con la en la tortura. Su única acción terrorista fue la insólita (ajena a perada puesta de sol en un país sacudido por el terrorismo y la
brutalidad torpe de los matarifes, con el sadismo de los peores todas las modalidades de acción violenta de la organización) contrainsurgencia, acompañaremos a Bruce en su encuentro
enfermos de ese mal. No hicieron –como decía Sarmiento de bomba en la Secretaría de Seguridad Federal de la Policía el 2 de con el misterioso Thomas –así elige llamarlo nuestro autor, muy
Rosas– “el mal sin pasión”. No incurrieron –según la célebre julio de 1976. Quedan 18 muertos y 66 heridos. Nunca Mon- pulcro aún, muy demócrata, incapaz de comprender el horror–,
tesis de la politóloga Hannah Arendt sobre Adolf Eichmann– toneros había cometido una operación con resultados tan un tenaz veterano de la lucha contrainsurgente del que, sin
en la banalidad del mal, curiosa teoría según la cual un verdugo cruentos. Walsh, en su Carta abierta a la Junta, denuncia las embargo, nos entrega uno de sus nombres: todos le dicen Ter-
puede manipular actos atroces con frialdad, técnicamente, sin “represalias desatadas”. Escribe: “Setenta fusilados tras la bomba minator. No por Arnold Schwarzenegger, sino por la crueldad
que su conciencia se comprometa en ellos. Fueron apasionada- en Seguridad Federal”. ¿Qué esperaba? ¿Qué esperaba de la con que suele encarar su lucha a muerte contra el enemigo
mente torturadores, asesinos, bestias y a la vez maestros y hasta gente de la Secretaría de Seguridad, organización a la que, por terrorista. Quien cae en sus manos no sale vivo de ellas. Antes
estilistas de la vejación, del ultraje, de la humillación, escarnecie- su sigla, se le adosaba el mote de SS? Si acaso hubieran puesto la de este encuentro Hoffman nos informa sobre las características
ron más allá de toda necesidad, deshonraron porque sí, pisotea- bomba en un convento de sacerdotes franciscanos, no habrían del enemigo al que debe enfrentar Terminator: “Agrupada con-
ron, avasallaron espíritus humanos sin que ya nada reclamara existido represalias. Pero, ¡en el cuartel de las SS! Raro que los tra el gobierno elegido democráticamente de Sri Lanka y sus
esas acciones, y lo hicieron más allá de la información –fruto que fusilados hayan sido sólo setenta. Con la furia que tendrían esos fuerzas armadas se encuentra quizá la organización terrorista y
la tortura busca, objeto de la tarea de inteligencia–, lo hicieron macabros y vengativos centuriones, pudieron haber sido más. Y fuerza insurgente más despiadadamente eficaz del mundo de la
por placer, por odio, y muy especialmente por formación ideoló- lo fueron: ¿o acaso apenas dos días después no son asesinados actualidad: Tigres de la Liberación Tamil Eelam, conocida tam-
gica. Porque –contrariamente a esa teoría sobrevalorada de la los sacerdotes palotinos? Volveremos sobre este atentado tan bién bajo la sigla LTTE o simplemente Tigres de Tamil” (Hoff-
sobrevalorada Arendt, discípula, amante y defensora de Heideg- especial. Lo es, ante todo, porque la guerrilla argentina nunca man, Ibid., p. 331). Se dice que los Tigres eclipsan en todos los
ger, antimarxista de alcurnia, defensora de Occidente, cuyos fue terrorista. Sus blancos siempre fueron cuidadosamente elegi- aspectos posibles de la insurgencia (profesionalismo, capacidad
libros no dejan de editarse jamás– nuestros verdugos fueron dos. (De aquí el título del libro de Germán Ferrari: Elegidos.) y determinación) a los hombres de Al Qaida, a los hombres de
hombres formados para serlo. Porque si Eichmann era una Recién en 1976 –ya en el inicio del descalabro moral y militar– Osama Bin Laden. “El poderoso y muy venerado líder del
lechuga cuya impostura Arendt se creyó, los matarifes en Améri- la Orga propone “el combate de aniquilamiento indiscrimina- LTTE es Velupillai Prabhakaran, quien, como Bin Laden, ejer-
ca latina fueron seres perversos guiados por ideologías de muer- do” contra todo policía que encuentren (Evita montonera, abril- ce una influencia carismática sobre sus combatientes. Se dice
te, racionales por supuesto, ya que conocían hasta el último ner- mayo de 1976). que La batalla de Argelia es una de las películas favoritas de
vio del cuerpo del hombre que es necesario mortificar para Señaladas las excepciones, detengámonos en lo esencial: la Prabhakaran” (Hoffman, Ibid., p. 331).
extraerle palabras, confesiones. Esos seres fueron no sólo adies- guerrilla argentina jamás incorporó la práctica de la tortura. Se sienta, Hoffman, a beber té en el lujoso Hotel Colombo
trados para provocar el dolor y con eso hacer ese trabajo que lla- Véase lo que le dice Fernando Abal Medina a Aramburu cuan- con un oficial del ejército de Sri Lanka, muy fogueado en com-
maron “de inteligencia”, sino que fueron colonizadas sus men- do éste cree que lo van a torturar para quitarle información bate, lleno de condecoraciones, siempre dispuesto a defender las
tes con ideologías de odio, de fanatismos invencibles, de demo- sobre el cadáver de Evita. Fernando Abal sólo dice: “Los Mon- vidas de los ciudadanos de Colombo y combatir a los Tigres de
nizaciones sin matices. Toda ideología señala a un Otro absolu- toneros no torturan”. Los militares no sólo lo hacían por la Tamil. (Nombre que no puede sino evocar –para los que ya son
to. Ese Otro es la negación de todo lo que nosotros somos y bus- cuestión del trabajo de inteligencia. No, el lumpenaje criminal veteranos y no tanto– a los piratas que surcaban los mares de los
camos ser. Ese Otro es el Mal. Ese Otro no pertenece a la misma de los campos era de una impiedad indescriptible. Ya encontra- libros de Emilio Salgari.) Ese oficial es el que Hoffman llama
condición de nosotros. Nosotros, además de ser el Bien, somos mos en Vlad III Tepes Drácula, El Empalador, al maestro de Thomas y al que se le dice Terminator.
los elegidos de Dios o de la Democracia o del Occidente cristia- esa técnica a la que tanto recurrieron. Pero los horrores se cono- Con amable paciencia, Thomas explica a Hoffman ciertas
no. Al ser eso, somos seres humanos. Ellos, al no serlo, son lo cen. No vamos a detallarlos ahora. Sólo –por mencionar algo– cosas que acaso considere éste es incapaz de comprender. ¿Com-
Otro de nosotros. Son la subversión, el marxismo, los católicos lo siguiente: en la novela del periodista Osvaldo Bazán, La más prenderá Hoffman?
del Tercer Mundo, los guerrilleros, los que se alzaron contra el maravillosa música, a uno de los jóvenes protagonistas la milica- –Uno no puede combatir al terrorismo recurriendo a los pro-
orden de la patria, contra nuestro estilo de vida cristiano y occi- da de la ESMA lo cocina. Lo ponen al spiedo. Lo asan vivo cedimientos legales. Al terrorismo se lo combate aterrorizándo-
dental. Se conoce la frase del general Camps: “Nosotros no como a un cordero y se lo comen. Había, entre los cuadros de la lo. Hay que aterrar sistemáticamente a los terroristas. No sé si
matamos personas, matamos subversivos”. (Nota: Valores simi- guerrilla, y estos matarifes una diferencia moral que provenía de usted me sigue o me entiende –Hoffman dice que sí–. Hay que
lares a éstos se instrumentan en todo régimen totalitario. Me una educación, de un pasaje por una cultura humanista propia hacerles sentir el mismo terror, el mismo dolor que ellos hacen
concentro en describir los que se usaron en la tarea de contrain- de jóvenes de clase media. Jamás hubieran hecho eso. Habrá un sentir a los inocentes. Me desalienta pensar que usted pueda no
surgencia argentina. Los regímenes comunistas acudieron a estas caso y por supuesto es ese caso el que es utilizado para un entenderme –dice, siempre sereno–. Usted es un académico. No
estructuras binarias de muerte: Nosotros y ellos, que, al no ser “empate” entre la guerrilla y el Estado argentino. El coronel tiene que elegir una y otra vez entre la vida y la muerte. Yo,
Nosotros, que somos humanos, no lo son y podemos matarlos Argentino del Valle Larrabure, secuestrado en 1974 y sometido todos los días. Tengo que proteger a la sociedad de los ataques
como a bestias. Todos los fundamentalismos de hoy lo hacen. a un año de cautiverio, constituye un crimen inadmisible. Nada terroristas. Vea, vamos a los hechos.
El exceso de Dios que se desborda en la Guerra contra el Terror en este mundo justifica que se le haga eso a alguien. La guerrilla Salimos del hotel con rumbo –para mí, al menos– desconoci-
hace de la figura del Ser Absoluto el fundamento absolutista de –al incurrir en esas atrocidades– se identifica con lo que preten- do. Thomas retomó el diálogo:
las causas particulares: Dios no es neutral, dice Bush. O Dios de combatir. Si lucho contra los torturadores, no puedo tortu- –Estamos en una época de gran peligro. Ha llegado usted en
está con nosotros. Ni hablar de todo lo que Alá autoriza a hacer rar. Si lucho contra los que matan, debería matar cuando abso- buen momento. El estado de emergencia es de “Código Rojo”,
al islamismo. Quien no crea en El con tanta sumisión como un lutamente todos los canales institucionales y democráticos de la el peor. Los Tigres de Tamil se preparan para cualquier atenta-
creyente que mira con devoción hacia La Meca es un impío. Y sociedad están cerrados. Y cuando formo parte de un pueblo do. No podemos medir la peligrosidad que habrán de temer.
cualquiera que lea El Corán descubrirá muy rápidamente los que está en estado de insurrección contra el régimen tiránico. Ya Sólo sabemos que están a punto de entrar en acción. Eso signifi-
castigos infernales que Alá dispensa a los impíos y sus creyentes discutiremos esto con mayor espacio. Lo de Larrabure es injusti- ca muerte, bombas poderosas, sangre, mutilaciones y edificios
festejan.) ficable. Pero no es posible pretender cubrir con esa muerte la de destruidos. ¿Qué haría usted? ¿Esperar?
Hay, además (y no es poco), una diferencia entre la guerrilla por lo menos 20.000 argentinos. (Tengo la delicadeza de no –¿A dónde vamos, oficial Thomas?
peronista y la de izquierda y las patotas del Estado terrorista. Las poner 30.000. Hasta, a veces, pienso que han sido más. Porque –No tenga miedo, señor académico. No correrá peligro algu-
patotas de la Seguridad Nacional eran un lumpenaje carnicero no todos los muertos que quedaron murieron. Hay muertos no.
de la peor ralea. No habrá aquí (y a esta altura de la historia) espirituales. Hay muertos psíquicos. Hay muertos en vida que –No preguntaba eso. Sólo quería saber...
que enumerar las atrocidades que hicieron en cada hogar en que esperan a un hijo. Está llena de muertos la Argentina que dejó la –No, no. Usted preguntaba eso.
penetraron. Incluso (como veremos) Díaz Bessone justifica la segadera militar. Todos –de una u otra forma– hemos muerto Entramos en un lugar secreto. Fue fácil enterarme de la situa-
tortura de toda la familia de un detenido porque era necesario bajo la ruptura humanitaria del ’76. Nadie sale del todo vivo de ción extrema que ahí se vivía. “La unidad de Thomas había
averiguar datos colaterales. Tal vez sea inimaginable la tragedia una catástrofe así.) No, el paralelismo es imposible. El “empate” detenido a tres terroristas sobre quienes pesaban sospechas de
de esa familia. Por otra parte, en los más importantes centros no existe. No hay “dos demonios”. Que uno haya hecho de la haber colocado recientemente en algún lugar de la ciudad una
II
bomba con su mecanismo de tiempo en plena cuenta regresiva. Abdhullah Hossein?” “¡No!”, responde a gritos Jack Bauer. Ellos también luchaban contra el comunismo. Lo mismo los
Los tres hombres fueron llevados ante Thomas. Este les pregun- Debemos interpretar que esos altisonantes tonos de voz expre- partisanos italianos. Cuando el compañero de la Fiat, un geren-
tó dónde estaba la bomba. Los terroristas –que exteriorizaban san el espesor, la hondura de sus convicciones. “¿Cómo no?”, te de altísimo nivel, se dirige a los guerrilleros del ERP pidiendo
un fuerte convencimiento y fortaleza para resistir al interrogato- dice el juez. “Tenemos pruebas inapelables. Tenemos el cuerpo clemencia por Sallustro, les dice: “Mi amigo Oberdan Sallustro
rio– permanecieron en silencio” (Hoffman, Ibid., p. 332). herido, vejado de ese hombre en nuestro poder. Usted hizo ese fue un valiente partisano, un luchador antifascista”. Era cierto.
–Como ustedes saben, no queda mucho tiempo –dijo Tho- trabajo. Lo sabemos. Usted torturó a Reza Abdhullah Hossein.” Pero la evolución de los luchadores antifascistas fue coherente.
mas–. Voy a hacer la pregunta por última vez. Si no, los mato. “Se equivoca por completo, su señoría. Yo no torturé a Reza Se transformaron en fascistas o en nazis para combatir a la con-
–Se tomó una pausa. Los miró fijamente uno a uno y dijo–: Abdhullah Hossein. Yo le extraje la información que me permi- trainsurgencia en los territorios calientes del Tercer Mundo.
¿Dónde está la bomba? tió salvar a un ómnibus escolar con treinta niños en su interior. También Victoria Ocampo dejó de ser una gloriosa militante
Los tres terroristas, nada. Parecían, más que indiferentes o ¡Eso hice! ¡Salvar la vida de treinta niños!” El espectador queda antifascista (que encontraba en Perón a la quintaesencia de ese
despectivos, ausentes, como si estuvieran muy lejos de ahí. Tho- atónito, atrapado en ese dilema mortal. ¿Qué importa torturar a movimiento totalitario) para transformarse en una macartista
mas sacó su pistola, la apoyó en la frente de uno y disparó. Los un hombre si el resultado es salvar la vida de treinta niños? ¡Oh, feroz. Pepe Bianco sufrió esas iras de dama coherente con sus
otros dos hablaron de inmediato. “La bomba, que había sido cuánta ternura! Pero no es así. No se tortura para salvar la vida odios.
colocada en la estación de un ferrocarril atestada de gente y de los niños. Si algo enseñó el film de Pontecorvo (y he aquí Marie-Monique Rubin despliega un coraje excepcional. Es
regulada para estallar durante la hora pico del anochecer, fue una de las puntas de su grandeza) es que se tortura para des- una convencida luchadora por los derechos humanos. Sólo
encontrada y desactivada y se salvaron incontables vidas” (Hoff- montar y elucidar la estructura de la organización terrorista. La hablar con Contreras, el jefe chileno de la DINA, el segundo de
man, Ibid., p. 332). (Nota: Este tipo de acciones jamás fue película de Pontecorvo es clara en este aspecto. Por eso sirve a Pinochet, con Díaz Bessone, el todopoderoso ministro de Pla-
emprendida por la guerrilla argentina. De aquí que resulte por los dos bandos. neamiento de la Junta y con López Aufranc, ideólogo y ejecutor
completo inapropiado hablar de terrorismo en el caso argentino. Por último, Bruce Hoffman parece entregarse por completo. de la doctrina francesa. Recordemos otra vez cuando le dice a
Ninguna organización guerrillera puso una bomba en una esta- Su texto termina diciendo: “Nunca he logrado deshacerme de Walter Klein, padre del segundo hombre todopoderoso del
ción de ferrocarril. Ninguna organización guerrillera reguló una mi inquietud sobre mi encuentro con Thomas y sobre las cues- Ministerio de Economía de Martínez de Hoz, que se alegra por
bomba para que estallara durante la hora pico y exterminara a la tiones que él planteó (...). ‘No hay gente buena y gente mala su presencia al frente de Acindar, en reemplazo de Martínez de
mayor cantidad de personas posible. Mujeres, niños, hombres. –me dijo–, solamente circunstancias buenas y circunstancias Hoz, pues el Conde (López Aufranc, de quien ya hablaremos)
La guerrilla eligió sus blancos y no cometió crímenes masivos. malas. A veces, en circunstancias malas la gente buena debe se hallaba exultante por ese puesto, que, según Walter Klein
Por el contrario, han sido los sectores del establishment los que hacer cosas malas. Yo he hecho cosas malas, pero éstas fueron en padre, “necesitaba un hombre enérgico como usted”. Pues,
incurrieron en el terrorismo. La bomba que los “niños bien” de circunstancias malas. No dudo de que esto fue lo correcto’” insiste mister Klein, se habla de una posible huelga en ese sec-
los comandos civiles ponen en medio de una concentración (Hoffman, Ibid., p. 334). Y nuestro buen profesor, que inició tor.
peronista, el incalificable bombardeo a la Plaza de Mayo del 16 este viaje hacia el horror con la conciencia limpia y las buenas –Tengo noticias de la detención de 23 delegados –informa al
de junio de 1955, uno de los actos de terrorismo más atroces de intenciones de un simple y honesto ciudadano, se ve llevado a halcón sonriente, pecho henchido de incontenible felicidad.
la historia, en el que, como escuché decir a Eduardo Luis concluir: “En la búsqueda de información de inteligencia opor- López Aufranc (sin preocuparse para nada quién es el otro
Duhalde, murió más gente que en Guernica pero faltó un tuna y que pueda ser ‘operacionalizada’, ¿deberá Estados Uni- hombre que está ahí, Emilio Fermín Mignone, total: ¡la impu-
Picasso. Faltó también que los atacantes fueran nazis, enemigos dos hacer, también, cosas malas, recurriendo a medidas que nidad era absoluta!) responde:
del Occidente cristiano, y las víctimas no fueran –en su mayo- jamás habríamos contemplado en una situación menos exigen- –No se preocupe, Walter, están todos bajo tierra.
ría– miembros de un movimiento político detestado por las cla- te?” (Hoffman, Ibid., p. 334). Esta pregunta ya tenía respuesta ¿Qué habrá dicho Walter Klein?
ses dirigentes y los Estados Unidos. Para colmo, la mayoría para los comandos franceses desde Indochina, se confirmó en –Me tranquilizo entonces, general. Ahora vamos a poder tra-
también, “negros peronistas”. Aunque hubo de todo. Porque Argel y luego empezaron a enseñarla a todas las fuerzas de con- bajar en paz.
fue un acto terrorista en el más pleno sentido de la palabra: trainsurgencia de Occidente. Entre ellas, al Ejército Argentino, O también:
indiscriminado, sin objeto de privilegio, devastador de lo que que, con ellas, aniquiló a la guerrilla foquista con rapidez y sin –Lo felicito. Es el modo de hacerlo. Así son los tiempos. Los
fuere, ciego en su criminalidad absoluta. En nombre de la mayores dificultades. También con una crueldad inaudita, que obreros apostaron y apostaron mal. Ahora que paguen.
“libertad”. Los fusilados de José León Suárez. Los fusilados de la fue “el aporte argentino a la contrainsurgencia”. Un aporte Escuché esta frase en varias reuniones de la Cámara del Plásti-
base Almirante Zar, en Trelew. Y luego, durante la dictadura, innoble, que nos hundía en las letrinas de la ferocidad, del salva- co y la Cámara del Cobre, a las que asistía como vicepresidente
Pilar, Margarita Belén. La guerrilla argentina jamás planeó una jismo. de la S. A. familiar que teníamos con mi hermano. Buscaba
operación como la que describe Bruce Hoffman en su libro. protección en medio de esos escenarios. Nada de eso logró fre-
Simple: Hoffman habla de terrorismo y contraterrorismo. Aquí “NO SE PREOCUPE, nar mi paranoia, dinamitada –según he narrado suficientemente
no hubo terrorismo. Sólo esa malhadada acción –totalmente ESTÁN TODOS BAJO TIERRA” en dos novelas exhaustivas– por un cáncer cuya resolución esta-
reprobable– en la Secretaría de Seguridad, fruto de una inteli- Periodista francesa osada, sagaz, valiente, Marie-Monique ba pronosticada para ese año. Pero –entre tanto– me disfrazaba
gencia precisa, matemática, pero dolorosamente extraviada.) Rubin se mete en la boca del lobo, en la guarida de los asesinos. y oía las frases canallas de la pequeña y mediana burguesía
En el Hotel Colombo piden otra ronda de té. Hoffman des- Para conseguirlo les miente. Y los asesinos le creen. ¿Por qué tan industrial:
cribe a Thomas como un ser inalterable, sereno, con la concien- fácilmente? Algo de psicología: ¿Tendrán alguna oscura, oculta, –Se equivocaron. Que se jodan. Y si hay que bajar los sala-
cia plena de cumplir con un deber que se le ha encomendado y necesidad de confesar? ¿Se jactan de sus hazañas y ceden a la rios, los bajamos. Lo que hace falta es aumentar la producción.
al que tiene que servir con la mayor eficacia. Esa es su guerra, la tentación de contarlas? ¿Cómo pudo Marie-Monique ponerles Y al que se queje que lo tiren contra el Obelisco, como al bolu-
que su tiempo, su época, la coyuntura concreta de su existencia cámaras ocultas y filmarlos en secreto, de contrabando? Estas do ése.
le ha entregado y esa guerra tiene esos métodos. Eso es todo. preguntas podrán o no tener respuesta. De hecho, la tienen: las Qué linda gente. Vuelven siempre que se sienten con fuerza.
“En su opinión, como en la de Massu, el inocente tenía más imágenes están ahí. Los asesinos, tanto los argentinos como los Que la ven del lado de ellos. Como hoy. Cuidado. Son canallas
derechos que el culpable. También él creía que las circunstan- franceses, abren el pico como nunca. Y dicen terribles impru- y no tienen mayor respeto por el valor de la vida humana.
cias extraordinarias requerían medidas extraordinarias. Thomas dencias. Se hacen un juicio contra sí mismos y lo pierden de
no pensaba que yo entendiera o, más exactamente, pensaba que modo inapelable. “¿Cómo va usted a fusilar a 7000 personas a CONFESIONES DEL GENERAL DE
nunca podría llegar a entender. Yo no estoy combatiendo en las la luz del día?”, le pregunta Díaz Bessone. Cualquiera podría DIVISIÓN GENARO DÍAZ BESSONE
líneas del frente de esta batalla, no tengo la responsabilidad que decirle: “¿Cómo va usted a fusilar a 7000 personas?”. Y tam- Marie-Monique Rubin visita al general Díaz Bessone. La
él tiene de proteger a la sociedad entera y a un estilo de vida” bién: “¿Cómo va usted a fusilar a 7000 personas sin juicio pre- aparición que le dispensa es temible. Lo hace venir caminando
(Hoffman, Ibid., p. 333) ¿Qué pasa, profesor Hoffman? Lo vio, clandestinamente, sin probar su culpabilidad? ¿Ignora que con lentitud marcial, imparable. Ramón Genaro se cierra un
vemos muy cercano a cambiar de opinión. ¿Tan persuasivo se el ser humano ha establecido ciertas normas elementales de con- bolsillo del saco. Tiene cara de malo. De muy malo. De tipo
ha mostrado Thomas Terminator? “Jamás estaré dispuesto a vivencia? Entre ellas: Todo ser es inocente hasta que se pruebe su que afrontó con decisión un trabajo sucio pero necesario y
condonar, mucho menos a defender la tortura. Pero...” (Ibid., culpabilidad?”. Pero ni la Doctrina Francesa ni el Plan Fénix patriótico. No olvidemos que el paper de Bernard Hoffman
p. 333). Este “Pero”, cada vez más frecuente en los razonamien- (que la hereda en Vietnam) razonan así. Todo sospechoso debe llevaba por título: Un trabajo repugnante. Aquí, pues, viene un
tos de hombres de buena voluntad, de civiles humanitarios, es el ser eliminado. Y los miembros de la población civil porque los hombre que lo ha practicado, con devoción y convicción,
escalón previo a la aceptación de la barbarie. “Pero (dice Hoff- respaldan, los ocultan. innumerables veces. ¡Caramba, que han sido crueles estos
man) mientras observo las fotografía y las biografías de las vícti- Bien, a los hechos. Hay un sobreentendido sobre el que tra- tipos del Proceso! Volveremos sobre Alberto Rodríguez Vare-
mas que se relatan día a día, y pienso que tomará casi un año bajan: la Escuela Francesa, la que se expone, de modo impeca- la. Dígame don Alberto: ¿Cómo puede usted citar a Solzhe-
para describir sucintamente a las aproximadamente 5000 perso- ble, en La batalla de Argelia. Ese es el Manual de Contrainsur- nitsyn –que ha huido del infierno estalinista–, cómo lo puede
nas que perecieron el 11 de septiembre, recuerdo al enemigo gencia. Y a ese Manual desde 1958/59 se someten gozosos en su mostrar inquieto, acaso atormentado? Peor todavía: usted
despiadado que Estados Unidos enfrenta y me pregunto hasta aprendizaje los militares argentinos. El general Aramburu –en busca engañarnos. Hacernos creer que comparte las obsesiones
dónde deberemos llegar para derrotarlo” (Hoffman, Ibid., p. dos fotografías fundamentales en que militares argentinos apare- del escritor ruso –a quien no se las creo demasiado, pero vaya
333). Hoffman, ante todo, nos chantajea en el ejemplo que ha cen con los paras franceses– está sentado en la cabecera de la y pase–, esas obsesiones que, tal vez con cierta belleza, se
elegido. Al matar bestialmente a quemarropa al terrorista, Tho- amplia mesa. Es el jefe de los militares argentinos, el que escu- expresan en la siguiente frase:
mas consigue la declaración de los otros dos. Salió barato y lim- cha, el que aprende y el que, muy pronto, enseñará. De haberlo –Me inquieta que hayamos perdido a Dios. Que antaño
pio. Un tiro en la frente y listo: la información se ha logrado. sabido le habría hecho formular este cargo a Fernando Abal fijaba un límite a nuestras pasiones.
No nos ha tenido que impresionar con una tortura comme il Medina en mi novela Timote. Pero esto no lo sabía nadie. La pre- Demonios, mil demonios, don Alberto, Dios no parece
faut. Además, el beneficio de ese balazo ha sido excepcional. sencia enceguecedora del imperialismo yanki impidió toda otra haberle fijado a usted ninguna pasión. No parece haberle
Con él, se salvaron “incontables vidas”. Las bomba –que se visión. Cuando en Ezeiza los militantes pasan la voz de esa alar- puesto ningún límite. De haber sido así, sabe, no habría usted
desactivó gracias al balazo de Thomas– había sido colocada, con ma insólita nadie la cree: Había mercenarios franceses en el palco presenciado torturas de prisioneros. Junto a Jaime Smart.
enorme crueldad, “en una estación de ferrocarril atestada de de Ezeiza. ¿Qué, se luchaba también contra Francia? No, Fran- Usted, un abogado, alguien que estudió para defender la ley.
gente y regulada para estallar durante la hora pico del amane- cia traspasaba ese saber enorme recogido en Indochina y Arge- No para violarla. ¿Cómo puede renegar de todo lo que estu-
cer” (Hoffman, Ibid., p. 332). El mismo esquema aplican los lia. Esa era su forma de aniquilar a las guerrillas latinoamerica- dió? ¿No le enseñaron que todo detenido requiere ser juzgado
guionistas de la serie 24, que tiene al agente antiterrorista Jack nas y argentinas. Estados Unidos también colaboraba –esto se y que los tormentos no forman parte del derecho moderno?
Bauer (Kieffer Sutherland) como héroe. Bauer actúa en la Uni- sabe de sobra y lamentablemente la cosa se centró ahí: en La Pero usted lo escuchó a Díaz Bessone y reemplazó el Dere-
dad Antiterrorista de Los Angeles. Las situaciones a las que se Escuela de las Américas, la Escuela de los Dictadores–, pero no cho Penal, reemplazó a Vélez Sársfield por el general Massu,
enfrenta son siempre similares. Un juez, hacia el final de la serie, se supo que los mismos yankis de la aberrante Escuela tenían por el general Aussaresses, reemplazó a Juan Bautista Alberdi
cuando parece que la ley se vuelve en su contra, dispuesto a juz- instructores franceses. Sobre todo al general Paul Aussaresses, por el carnicero Camps. La guerra es así. Solía tener leyes. Ya
gar sus excesos, es decir, sus torturas, le dice “¡Usted ha recurri- héroe de la Resistencia Francesa. ¡Oh, qué gloriosa la Resisten- no las tiene. Desde que el prusiano Von Clausewitz dijo que
do a la tortura más bestial más de una vez! ¿Torturó o no a Reza cia a Francesa! No bien derrotaron a los nazis siguieron su tarea. cualquier consideración de humanidad os hará más débiles
III
ante un enemigo que ha aprendido a olvidarla todos los subversivos ‘post facto’” (Díaz Bessone, cruzados feroces de la contrainsurgencia, primero
mejor que ustedes, todo se ha perdido. Guerra revolucionaria en la Argentina, Ibid., p. van a pasar el peine grueso y después el peine fino,
Díaz Bessone, sentado frente a Monique Rubin, 165). No se puede entender la ferocidad de la dic- ahí nos agarran a todos y a la ESMA compañeros,
habla como si estuviera en completa soledad. Cree tadura sin valorar adecuadamente el impacto de aunque no hayan hecho más que dar clases, obras
que lo está. Monique –en un acto de gran valen- esta ley. Será utilizada como excusa de la matanza. de teatro incómodas o hubiesen ido a una villa a
tía– ha colocado una cámara detrás de una ventana ¿Cómo no vamos a matarlos a todos si después hacer teatro, a alfabetizar o a pintar casillas de zinc:
abierta. Desde ahí filma al Monstruo y registra sus viene un gobierno constitucional y los pone en El peine fino se aproxima y viene por todos, ¿saben
palabras. Ante la cámara hay una Virgen con el libertad? Hay que matarlos ahora, antes de que eso por qué?, porque estos milicos vinieron para el cas-
Niño en brazos. Y una figura –la de un militar– ocurra. “Eso” no es una ley de la historia. Nadie tigo, para la venganza, para no dejar nada en pie
con sombrero napoleónico, demasiado alto para podía asegurar que un próximo gobierno haría lo que los incomode para hacer la sociedad que quie-
ser él. A Díaz Bessone se lo ve algo de lejos. Pero lo mismo que el de Cámpora. Pocos meses después ren y, para colmo, las guerrillas seguían con su
que dice es definitivo. gobernaba Perón y el líder ni por equivocación pequeña guerra, con sus operativos que apenas si
Confesión de Díaz Bessone: habría de dictar una ley de amnistía, aunque había cosquillas le hacían al Monstruo, y los que pagaban
La primera arma para la lucha contra la acción propulsado con entusiasmo la primera. Una ley de eran los perejiles de superficie, la carne de cañón a
subversiva, guerrillera –y ésa es una de las enseñanzas amnistía depende de muchos factores. En suma, no mano, una gran redada por cada operativo erpio o
que nos trasmitieron los franceses de su experiencia en todo gobierno constitucional viene para dictar necesa- monto, y aparecían diez muertos acá, veinte allá,
Argelia– es un buen aparato de inteligencia, de infor- riamente una ley de amnistía. Pero Díaz Bessone y ¿por qué?, por nada, por represalias, a cualquiera
mación. los suyos necesitaban esa excusa para la matanza por cualquier cosa, eso se decía en todas partes.
[Harguindeguy, en otro interrogatorio, dice que que ya tenían largamente planeada, mucho antes de Lanusse se entrevista con Videla y le dice: “Basta
“una cosa es hacer tarea de inteligencia contra un la ley de amnistía. Se trata de una mentira. Igual de secuestros, general. Detenciones, pero no
ejército extranjero que actúa a la luz del día, con iban a matar a todos los torturados que ya no tuvie- secuestros”. O sea, señores consagrados a justificar
uniformes, banderas, etc. Y otra contra un enemi- ran nada que aportar a la “tarea de inteligencia”. el crimen masivo y echarles la culpa a las víctimas,
go que actúa embozado, que se disemina entre la No a la luz del día, claro. ¡Miren el lío que tuvo tengan bien en cuenta esto: Lanusse pidió de nuevo
población”. Convengamos que ese giro derrideano Franco con el Papa! Y aquí es donde al Terminator la Cámara Federal en lo Penal. ¿Por qué no iba a
en el general Harguindeguy no deja de sorprender. argentino se le escapa una frase im-pre-sio-nan-te. ser posible? ¿De qué cabeza enferma de muerte sale
Dejamos por completo de lado que el maestro “¿Usted cree que podíamos fusilar 7000 personas? esa idea? Era posible. Debió ser posible. Pero
Derrida haya tenido algo que ver con las tácticas ¡Se nos viene el mundo encima!” Y entonces dice la nunca estuvo en la cabeza de los adiestrados por el
de contrainsurgencia. Pero, ¿de dónde sacó Har- frase más verdadera de todas las que pronuncia a lo monstruoso Paul Aussaresses, ese “héroe de la
guindeguy una de las palabras fetiche de la teoría largo del hábil interrogatorio de Marie-Monique Resistencia Francesa” que superó a los nazis en
crítica y la filosofía de nuestro tiempo, que cunde Rubin: “¡Usted no puede fusilar 7000 personas!”. crueldad. La propuesta de Lanusse era actuar con
sobre todo en la academia norteamericana y, ergo, Desde luego, señor Chacal, no es posible fusilar la ley en la mano. En 1977, el general Bignone le
en tantas otras también? Esperábamos escucharlo 7000 personas. Hay que ser un carnicero para hacer dice: “Hace un año yo también pensaba eso, pero
decir –en algún momento del desarrollo del film: algo así. Un asesino con todas las letras. Sólo un ahora no”. Lanusse, firme, responde: “Entonces
“Nosotros teníamos que deconstruir al prisionero criminal de guerra hace eso. Pero usted ni siquiera hace un año yo pensaba una cosa de usted y ahora
para relacionarlo con distintos elementos de la era eso, ni siquiera un criminal de guerra. Porque no pienso otra”. Y añade: “¿Cómo educar a los nuevos
estructura subversiva–. Usted sabe, ningún ele- hubo guerra. Hubo una agresión exterminadora oficiales si ven todas las noches salir a sus compa-
mento es. Ya que todo elemento está en relación contra un grupo civil medianamente armado y ñeros o superiores encapuchados para cumplir
con otro. También esto lo aprendimos de los fran- adiestrado (sobre todo al lado de ustedes) y contra tareas clandestinas?” A fines de 1973 –lo recorda-
ceses. Todo esto, como usted sabe bien, viene de innumerables sectores de la sociedad a los que el mos– ya la Juventud Peronista empieza a pintar en
Ferdinand de Saussure”. No estoy bromeando en régimen consideraba incómodos. ¿O eran guerrille- las paredes de Buenos Aires: “Volvé Lanusse. Te
exceso. Pienso trazar –siguiendo un poco la Dialéc- ros los 23 obreros de la comisión interna de Acin- perdonamos”.
tica del Iluminismo de Adorno y Horkheimer– la dar que López Aufranc, henchido de orgullo, le Además, ¿de dónde se saca que todos los que
presencia de la racionalidad francesa en la Argenti- informa al señor Klein que ya están bajo tierra? salieron con la Ley de Amnistía salieron a matar?
na: de la traducción de El contrato social por More- ¿Lucha contra la subversión? ¡Por favor! Una No todo es tan fácil ni tan lineal, señores. Pero
no hasta la Doctrina francesa de la matanza indiscriminada contra todo aquello que los claro: el esquema que justifica la matanza es sim-
contrainsurgencia. No olvidemos que los soldados incomodara. Esa era la doctrina francesa. Ese fue el ple, tan simple como mentiroso: A) Se los intentó
que aniquilaron a los indígenas en la llamada “con- Plan Fénix en Vietnam. Eso hizo la DINA, bajo el juzgar con la legalidad: la Cámara Federal en lo
quista del desierto” (y que David Viñas, con excep- control sanguinario de Manuel Contreras, en Penal; B) Un gobierno constitucional los amnistió;
cional acierto, llama: etapa superior de la conquista Chile. Y bajo la mirada severa de Pinochet. C) Salieron en libertad para volver a matar. ¡Gran
de América) usaban el quepis francés.] Ya veremos quiénes fueron liberados por la Ley error dejarlos salir! Se les dio la libertad a los asesi-
Confesión de Díaz Bessone: de Amnistía. Las opiniones de Juan Manuel Abal nos; D) El gobierno militar no pierde el tiempo
Están en todos los lugares, están atendiendo un Medina. Los motivos que tornaban a esos presos en con una inútil Cámara Federal en lo Penal, con
comercio, están asistiendo a clases en la universidad, presos de una dictadura ilegal, de un sistema anti- leyes y con jueces. No se puede dar el lujo de otro
en colegios, están enseñando como profesores, puede ser democrático, de un país cerrado. No es lo mismo indulto en el futuro. Va a solucionar para siempre
un médico, un abogado, un trabajador, un obrero. poner en libertad a los presos de una dictadura que a este flagelo. Guerrillero capturado, guerrillero inte-
[Aquí notamos el poderoso ingrediente paranoi- los presos de un gobierno democrático. A los presos de rrogado, guerrillero desaparecido. Esa fue la “justi-
co de la represión. Cuando se mata a tanta gente es una dictadura se les debe dar una “segunda oportu- cia” de la dictadura. Eso enseñaron los franceses.
claro que los que matan se sienten agredidos casi nidad”. La de la democracia. Si vuelven, en ella, a la Eso se hizo en Indochina, en Argelia, en Brasil y en
por la totalidad de la estructura social. La muerte delincuencia armada, el Estado representativo, con Chile. En Chile actuaron muchos contingentes
los acecha desde todas partes. Todos los ciudada- sus tres poderes funcionando, con jueces, con abo- brasileños.
nos –al ser así la mentalidad del represor– están en gados de los detenidos, con la elemental justicia Por último, en cuanto a las estadísticas. ¡Cómo
peligro. Recuerden a Kevin McCarthy exclaman- (una de las grandes conquistas de la juridicidad se denuncia la gente con esto! Las cifras: apenas en
do, en el final de La invasión de los usurpadores de humana) que considera al detenido inocente hasta un año, Rodolfo Walsh registra 15000 desapareci-
cuerpos, “¡Usted puede ser el próximo! ¡Usted que se demuestre su culpabilidad, los juzgará en dos, diez mil presos, cuatro mil muertos (Carta
puede ser el próximo!”] medio de la vigencia de la ley, sin torturas, sin veja- abierta a la Junta Militar). Pilar Calveiro calcula
Marie-Monique Rubin: ciones. Es imposible que Díaz Bessone entienda que entre 1976 y 1982 funcionaron en la Argenti-
Otra cosa importante de los franceses fue la “cua- esto. Tampoco algunos que andan ahora por ahí na 340 campos de concentración-exterminio. Se
driculación territorial” demostrando que la Ley de Amnistía obligó a liqui- estima que pasaron por ellos entre 15 y 20 mil per-
Confesión de Díaz Bessone: dar la Cámara Federal en lo Penal (creada por el sonas “de las cuales aproximadamente el 90 por
(Con entusiasmo.) ¡Claro, la compartimentación gobierno de Lanusse) “y las leyes que permitieron, ciento fue asesinado”. Calveiro habla, entonces, de
del territorio en zonas, ¡eso es pura doctrina francesa! hasta el 25 de mayo de 1973, condenar a casi 600 15 o 20 mil víctimas. Bien, basta de cifras. Da asco
Todo el ejército argentino, sin excepción, los hom- subversivos, y estar pronto a dictar otras 600 sen- hablar de cifras. Miren, hay una regla de oro aun-
bres que en aquel tiempo estaban en actividad, todos tencias, además de tener procesados a más de mil que moleste mucho a algunos: el que baja la cifra
actuaron en la guerra contra la subversión. subversivos y guerrilleros. Desquiciado el recurso a la (como Díaz Bessone o como cualquier otro que
¿Cómo puede usted sacar información si usted no lo justicia, no podía pensarse en volver a ella en el uno encuentra por ahí) está a favor de los asesinos
aprieta al prisionero, si no tortura? futuro” (Díaz Bessone, ob. cit., p. 166). Falso de y no de la verdad; busca tranquilizarse, demostrar
¿Y sabe por qué? Supongamos que hubiera habido toda falsedad. No se volvió al “recurso de la justi- que no fue para tanto, que no eran tan matarifes
7000 desaparecidos, que no hubo 7000 desapareci- cia” porque ya se había resuelto no volver a él. La los militares. En cuanto a los judíos, hay investiga-
dos, ¿usted cree que podíamos fusilar 7000 personas? Escuela Francesa no enseñaba “el recurso a la Justi- dores serios que hablan entre cuatro millones
El Papa, mire el lío que le armó a Franco nada más cia”. Son todas patrañas, mentiras. Justificaciones ochocientos mil y seis millones. Admiten los seis
que con tres. ¡Se nos viene el mundo encima!, ¡usted para la matanza. El que las usa es porque quiere dar millones: la cifra exacta estaría entre esas dos. Pero
PRÓXIMO no puede fusilar 7000 personas! Y si los metía en la argumentos para defender las atrocidades militares. cuando uno se encuentra con un tipo que le quiere
DOMINGO cárcel, ¿qué? Ya pasó acá. Venía un gobierno consti- El mismo Lanusse, bajo cuyo gobierno se creó la demostrar que fueron tres millones, a no dudarlo:
tucional y los ponía en libertad porque ésta era una Cámara Federal en lo Penal, agredió fuerte y heroica- es un antisemita, un facho o un nazi encubierto.
La Doctrina guerra interna. No es el enemigo que quedó del otro mente a Videla por los métodos de contrainsurgencia Además, con toda inocencia, hay que decirles:
Francesa, el lado de la frontera. ¡Salían otra vez a las armas!, utilizados. A mediados de 1976, esa noticia: que “¿Nada más que tres millones en lugar de seis?
¡otra vez a matar! Lanusse exigía a Videla una represión a la luz del ¡Qué suerte! ¿Si no, te imaginás la tragedia que
Ejército Argentino Díaz Bessone se refiere a una de las obsesiones de día fue un aire de esperanza para nosotros. Para los habría sido?”.
y las guerrillas los militares: La ley de amnistía que dicta el Congre- que todavía estábamos aquí “evaluando las medidas
insurgentes en so Nacional en 1973, cuando los detenidos ya esta- de seguridad” como si hubiera algunas o esperando Colaboración especial:
América latina ban en libertad. “En síntesis, se ponía en libertad a esa amenaza estremecedora: la represión militar, los Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 6 de septiembre de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


95 La Doctrina Francesa,
el Ejército Argentino y
las guerrillas en América latina

Suplemento especial de

PáginaI12
Marie-Monique Rubin: ¿Y la información? ¿Cómo “El doctor Cámpora actuó a la altura de las circunstancias. ción de los partidos políticos, despreció el significado y la tras-
se obtenía? Podría haberse sentido molesto de que yo hubiera adoptado esa cendencia de la no violencia, sólo pudo recoger violencia, tal vez
Paul Aussaresses (Héroe de la Resistencia France- actitud. No hubo absolutamente nada de eso. Al contrario. En la por aquello de que quien siembra vientos recoge tempestades”.
sa): Esa era la tarea de inteligencia. Sacarle al prisio- noche, ya muy tarde, se instrumentó el indulto que informó el Aquí, Díaz Bessone dice que De la Rúa se hace cargo de esa
nero todo lo que sabía. Presidente, para que al día siguiente salieran los presos de las frase nefasta: La violencia de arriba genera la violencia de abajo.
Marie-Monique Rubin: ¿Y cómo conseguían eso? demás cárceles.” ¡Mírenlo al Chupete, miren el temple que tenía! Después
¿Con la tortura? Pregunta de Ernesto Jauretche dicen que la Ley de Amnistía fue obra de la subversión.
Paul Aussaresses: Pero, ¡qué pregunta! ¡Con la tor- Hubo una amnistía general votada por unanimidad en el Par- ¡Vamos! Si hasta el Chupete De la Rúa la defendió con entu-
tura, claro! lamento, ¿no? siasmo exhibiendo ese coraje ante las situaciones difíciles que
Juan Manuel Abal Medina habría de asomar nuevamente durante las difíciles jornadas del
Marie-Monique Rubin: ¿Y ustedes aprendieron con “Eso lo manejó el doctor Cámpora directamente con el doc- 19 y 20 de diciembre de 2001, cuando dicta el Estado de sitio,
los franceses? tor Righi. A los de Villa Devoto yo los largué, esto siempre lo mirando a cámara y sacándose los lentes lo dicta, al Estado de
López Aufranc: Absolutamente. Los norteamerica- he dicho y no tengo problema en reiterarlo” (Ernesto Jauret- sitio, ¿no?, ese que seguramente le escribió su hijo Antonito,
nos no sabían nada de guerra antisubversiva. Los che, No dejés que te la cuenten, ed. cit. pp. 192/193. Las cursi- que le escribía todo, que casi gobernaba en lugar suyo, ese
franceses habían practicado esos medios en Indochi- vas en la respuesta de Abal Medina me pertenecen). pibe que se levantó a Shakira y llenó de oro a toda la familia, a
na y en Argelia. Yo fui su primer contacto. Los pusi- Los que hicieron de esta medida un motivo central para la la madre de los pesebres, al opa de Aíto, y al recio De la Rúa
mos en la Escuela de Guerra. ¡Los norteamericanos masacre fueron los militares de la Seguridad Nacional. Díaz que, además de dictar el Estado de sitio ordenó tal dureza a la
estaban celosos! (Ríe francamente. Ni con cinismo Bessone –que es un ideólogo que sabe pelear– argumenta algo policía para detener a las masas que invadían la Plaza de
siquiera. La cuestión le divierte. Y eso que el Zorro que hoy anda dando vueltas en algún libro que acaba de salir. Mayo, que los canas, siempre eficaces cuando de cumplir ese
de Magdalena era muy irónico.) Al eliminar la Cámara Federal en lo Penal que había permitido tipo de órdenes se trata, dejaron cerca de 30 muertos por ahí,
juzgar y condenar a los guerrilleros, se impedía recurrir a ella en o acaso fue Antonito el que le dijo al Viejo “¡Deciles que los
General Bignone: Y los hacíamos trabajar, ¿eh? el futuro. Díaz Bessone encuentra en las palabras que el sena- revienten, viejo! ¿Qué
Tenían que ganarse su dinero. dor Martiarena pronunció en las muy calientes sesiones del mierda se creen esos gra-
Congreso de la Nación del 26 y 27 de mayo de 1973 la justifi- sas?”, y los canas hicieron
López Aufranc: El mejor era Aussaresses. Aunque cación para evitar en el futuro todo intento de legalidad en la fuego a mansalva, y el
Trinquet había escrito el libro de la contrainsurgen- lucha contra la guerrilla: “Sigue el senador Martiarena: ‘Qué radicalismo, ese partido
cia. Aprendimos mucho. Practicamos mucho (sonríe vamos a decir de esto si además debemos recordar toda clase de republicano, democrático,
satisfecho). ¿Sabe algo? Con la sangre se aprende persecuciones desatadas contra nuestros combatientes. Digo, sí, ferviente defensor de las
mucho. contra nuestros combatientes no para usar expresiones que Instituciones, se va del
puedan soliviantar los ánimos, pues los combatientes han sido Gobierno dejando más de
Ramón Genaro Díaz Bessone: Bueno, por lo menos no solamente los que han empuñado un arma sino la legión de 30 muertos, y –créase o
no me tuvo que torturar para que le dijera todo lo argentinos que hemos estado 18 años en la resistencia’”. no–, mientras la masacre
que le dije. “El senador Martiarena llamó a la Cámara Federal en lo ocurría, mientras los canas
Penal ‘la cámara del terror’, y al régimen carcelario establecido de a caballo perseguían a
para los guerrilleros, considerados de extrema peligrosidad, lo los gronchos a palazos y a
LA LEGITIMIDAD DE LA RESISTENCIA calificó como otro de los inventos nefastos del régimen.” Dijo tiros, alguien, que miraba
A LA TIRANÍA también que la ley de amnistía era “dictada precisamente para la escena desde un segun-
a amnistía de los presos políticos toma una impor- proteger a quienes han sido víctimas del uso abusivo del poder...” do piso, se agarraba deses-

L tancia que la sobrepone a otros temas del momen-


to. Sin más, los militares del Proceso la utilizaron
para justificar la matanza. Lo vimos: ¿cómo no
íbamos a matarlos a todos, cómo podíamos arries-
garnos a que otro gobierno constitucional viniera e indultara a
los que nosotros queríamos fusilar? En suma, matamos porque
hubo ley de amnistía. En suma, esa ley de amnistía justifica nues-
(Díaz Bessone, Guerra revolucionaria..., ed. cit., pp. 166/167.
Las cursivas le pertenecen al general).
Díaz Bessone se considera y es considerado el ideólogo del
Proceso de Reorganización Nacional. Sin duda, es de los
pocos que ha escrito sobre esos temas y con una convicción
que sólo puede surgir de un gran fanatismo por una causa que,
a su vez, reclama un desdén superlativo por la vida humana.
perado la cabeza y excla-
maba, probablemente con
un dolor hondísimo ante
tanta violencia, ante tantos
muertos: “¡Dios mío, esto
es el fin del Partido!”. Era
el doctor Alfonsín, que
tra matanza. No podíamos arriesgarnos otra vez. Repasemos a Digámoslo ya: el general Díaz Bessone (que había sido indul- había dejado muy atrás al
fondo este tema: el llamado Devotazo. La situación: 40.000 tado por Menem) fue detenido en julio de 2004 por participar del Juicio a las Juntas, al
manifestantes de todo el país rodean el penal de Villa Devoto en crímenes cometidos bajo el macabro marco del llamado de la campaña electoral,
y piden la excarcelación de los combatientes. El tío Presidente/ Plan Cóndor. Al año siguiente (en abril de 2005), la Justicia ésa en que juró que iba a
Libertad a los combatientes. argentina lo procesó por 38 delitos de privación ilegítima de la derogar la ley de autoam-
Pregunta de Ernesto Jauretche: libertad con el añadido de tormentos. Y por 15 casos de desapari- nistía de los militares y lo
Para responder a otro eslogan, a otra leyenda: ¿de qué manera ción forzada de personas. ¿Qué se puede decir? ¿Que otra cosa hizo. Ahora no. Lean los
el gobierno de Cámpora tomó la decisión de poner en libertad a hubiera sido si la Cámara Federal en lo Penal hubiera tenido diarios de ese día. La noti-
todos los presos políticos el mismo 25 mayo de 1973? entonces vigencia? ¿Que no la podía tener porque los congre- cia está ahí. Este hombre
Juan Manuel Abal Medina sales de mayo de 1973 la consideraron inútil al liberar a los que fue cínicamente
”Más que desde el gobierno lo puedo definir desde el Movi- guerrilleros condenados por su mediación? ¿Que los mismos endiosado al morir para
miento. Yo no ocupaba ningún cargo público, era secretario que concedieron la Ley de Amnistía condenaron a todos los sacar más votos en una
del Movimiento. Ese 25 de mayo todo se precipitó a un ritmo atrapados por las garras del Proceso a la clandestinidad de los elección, se apiadaba más
imposible. Sobre ese asunto yo le comenté al doctor Cámpora campos, a la tortura y a la desaparición por haber eliminado la de la suerte de su partido
que veía difícil demorar las definiciones hasta el momento en Cámara que instauró Lanusse? ¿Qué les impedía ponerla de que de los jóvenes entrega-
que se aprobara la ley de amnistía, como estaba previsto. Me nuevo? ¡Si hasta el mismo Lanusse se lo pidió a Videla! ¡Procedi- dos a la muerte por la tor-
parecía un imposible político; era muy peligroso. Estábamos mientos a la luz del día, señores! ¡Procedimientos por derecha, peza, la estupidez y la mal-
hablando de miles de presos por todo el país en una situación legales! Es cierto que Martiarena llama “Cámara del Terror” a dad boba de De la Rúa o por la impune furia racista de su hijo
política terriblemente fluida... Y allí perdimos contacto con el la de Lanusse, ¿y con eso qué? Era sólo una expresión al calor rocker, por su cólera de pendejo creído, ignorante pero perver-
doctor Cámpora durante las tres o las cuatro horas siguientes de los hechos de 1973. En ese momento –para muchos– era so. A todos los va a salvar Shakira. Porque el pueblo argentino
porque el protocolo lo bloqueó (...). Entonces tuve que defi- eso. No habían llegado aún los Díaz Bessone. Que en serio es tan pelotudo que la mina del ombligo que se mueve al
nirme ahí mismo, definir las cosas un poco por mi cuenta. instalaron las “cámaras del terror”. ritmo del Oriente Lejano y del Caribe latino viene a la Argen-
“Sabía que en Devoto este tema se vivía de una manera El general-desaparecedor, el general experto en tareas de tina y, en lugar de reputearla porque es la cómplice del pibe de
explosiva. Julio Mera estaba informándome, y me dijo que la inteligencia, o sea: experto en torturas, en un artículo publica- De la Rúa, que era su mandamás, que posiblemente tuvo
situación era insostenible, que podía haber violencia en cual- do en el diario La Prensa el 8 de agosto de 1989, titulado “La mucho que ver con las órdenes que se le dieron a la cana, las
quier momento. Por este motivo me fui hasta allí. Cuando lle- ley de amnistía de 1973”, enumera todos los hechos protagoni- órdenes que segaron treinta vidas, se matan para comprar
gué a Villa Devoto ya el problema se había extendido, porque zados por las organizaciones armadas hasta el 25 de mayo de entradas, para ir a su recital, para vivarla, adorarla, endiosarla.
había más de 3000 presos comunes fuera de sus celdas y de sus 1973. Y concluye: esto es lo que se amnistió. Cita frases de Ma sí, hay que joderse. Por lo menos hagan algo con el opa
zonas. Incluso muchos de ellos estaban bastante drogados y todo tipo de políticos. Algunos conocidos agentes de la sub- presidente, algo: meterlo en cana, por ejemplo. Treinta muer-
alcoholizados. Indudablemente que eso amenazaba convertirse versión como el entonces senador Fernando de la Rúa dijeron: tos. Estos radicales tienen cada cosa. Consiguen lo increíble:
en un desastre el primer día de gobierno. Y allí realmente... bajo “Es auspicioso que el primer acto que realizamos sea para resta- Yrigoyen, la Semana Trágica y la Patagonia Trágica, miles de
mi responsabilidad, acompañado de tres diputados (Julio Mera, blecer el pleno ámbito de la libertad en la Argentina y para con- muertos. Frondizi, el Conintes. De la Rúa: 30 muertos sólo
Santiago Díaz Ortiz y creo Diego Muñiz Barreto), ordené al tribuir a la pacificación nacional. La Unión Cívica Radical, para despedirse. Pero los asesinos son los peronistas porque
director de la cárcel que abriera las puertas y soltara a la gente. coincidiendo con ese espíritu, ha presentado un proyecto de amnis- mataron a Ingalinella. O porque la Triple A mató cerca de dos
“Esto no tenía, obviamente, legalidad, pero sí teníamos el tía amplio y generoso que contempla todos los delitos políticos y los mil... peronistas. ¿No es llamativo? ¿Me fui a los caños? Me
poder político para hacerlo, y creo que en el momento con esa comunes y militares conexos, incluso las faltas cometidas por igua- pasa a menudo. A algunos les gusta. A otros no. La vida es así.
situación se evitó un hecho más grave. Esto ha sido muy criti- les motivos” (Citado con furia por Díaz Bessone en Guerra Nunca pretendas que te quieran todos. Menos darles el gusto.
cado después; pero yo no veo qué otra solución podría haber revolucionaria, etc., ed. cit., p. 168). Y Díaz Bessone –iracun- Pero no sólo fue el joven De la Rúa quien defendió la Ley
tenido la situación que se había creado. Se llegaba a la violen- do– sigue citando a De la Rúa porque sus palabras le parecen de Amnistía esa noche en el Congreso. Fueron muchos. Y no
cia en cualquier momento. Sobre todo porque había una aberrantes. A nosotros, increíbles. Pero a él: demoníacas. Siga- fueron montoneros, ni siquiera peronistas. Fueron radicales.
columna del ERP, sumamente agresiva y armada, justo en la mos escuchando al compañero De la Rúa de mayo de 1973 Contagiados por los vientos de la época. Hipólito Solari Yrigo-
puerta del penal. En ese sentido esto no tenía otra solución. (¡lo que logra el clima de una época con las personas: hasta De yen dijo: “Son los que oprimen los que engendran la coacción;
Pero, por otra parte, nosotros habíamos hecho una consigna de la Rúa era inteligente y la veía clara y con un corazón abierto, son los que explotan los que odian, los que tiranizan, los que
campaña aprobada por el general que decía: ‘Ni un solo día de generoso, que se le fue achicando, arrugando patéticamente abusan de la fuerza. El grupo opresor teje toda una red con los
gobierno peronista con presos políticos’. Y bueno, debíamos cum- con los años!): “Un régimen (la ‘Revolución Argentina’) que hilos de la violencia. (Nota: Parece que para toda esta gente,
plir. estableció la violencia como sistema, que despreció la significa- gente valiosa, honesta, la violencia no empezó con el secuestro
II
y la muerte de Aramburu, como pretende la derecha, como en lidad institucional generadora de violencia que se vivió al ampa- democracia? ¿Cómo iban a representarla quienes adherían al
tantos artículos ha intentado demostrar –es un ejemplo ro del odio de clase, del odio gorila. De aquí que sea absurdo “tirano prófugo”?
nomás– un José Claudio Escribano, un Mariano Grondona o afirmar que la violencia empezó con el secuestro y la muerte de Hemos visto con sumo detalle cómo se fue saliendo de esta
posiblemente un Morales Solá y, hoy, dadas las condiciones de Aramburu. La violencia estaba instalada en el poder. Se gober- situación. De todos modos, hoy (y tal vez hoy más que en
servilismo laboral que vive el periodismo, cualquiera a quien le naba con la violencia porque se gobernaba desde la ilegalidad. otras oportunidades) se considera a la violencia del lado de los
ordenen decir algo así para demostrar que la culpa de todos la Díaz Bessone, con la furia antediluviana, cavernícola, de los opositores a la tiranía y la ley, la racionalidad o la civilización
tienen los Montoneros, que, para colmo, nos gobiernan, ¿o carniceros que no saben entender nada y sólo les resta el odio del lado de los proscriptores. Esa interpretación de la historia
alguien ignora que –lamentablemente y ojalá pase pronto– para expresarse, cita a Cámpora como si citara a Satanás. El día costó muy cara y todavía está presente. Después de la Ley de
vivimos tiempos así?). La policía y las Fuerzas Armadas se anterior –en su mensaje al Congreso de la Nación–, Cámpora Amnistía, Montoneros abandona las acciones armadas partici-
ponen a su servicio –sigue Solari Yrigoyen–. Los medios de había dicho: “En los momentos decisivos una juventud mara- pando del gobierno de Cámpora y esperando a Perón. Es el
comunicación colectiva se censuran o autocensuran (...). No villosa supo responder a la violencia con la violencia y oponer- ERP el que continúa con la violencia porque tenía su propia
cabe duda alguna, entonces, de que esta violencia que califica se con la decisión y el coraje de las más vibrantes epopeyas lógica de guerra: agredir al Estado burgués. Que era todo. De
la vida moderna es el resultado de una sociedad injusta en la nacionales a la pasión ciega y enfermiza de una oligarquía deli- modo que siguió adelante. Lo que nadie sabía bien era hasta
que unos seres humanos oprimen a otros” (Hipólito Solari Yri- rante”. Para Díaz Bessone se trata de una apología de la guerri- qué punto los militares de la seguridad nacional estaban pre-
goyen citado rabiosamente por Díaz Bessone en Guerra revolu- lla hecha en el Congreso de la Nación. En nombre de estas parados para reprimir a fondo cualquier violencia subversiva
cionaria..., ed. cit. p. 169). El testimonio es de gran claridad. injurias luego hará desaparecer personas u ordenará torturarlas. (marxista o populista) no bien se abrieran las condiciones polí-
Solari Yrigoyen no era peronista. Era radical. Pero era un Por suerte no puso sus garras sobre Cámpora. El día 26, tam- ticas para hacerlo. No por otro motivo nos introduciremos
hombre honesto. No fueron sólo los jóvenes peronistas, lejos bién en el Congreso, el senador Saadi –hombre de futuro dila- por última vez en el film de Marie-Monique Rubin. Tenemos
estuvo de ser solamente la izquierda peronista la que justifica la tado, contradictorio y escasamente transparente– se referirá al el propósito de aclarar todo lo que entonces se desconocía: la
Ley de Amnistía o la que interpretó que los tiempos de violen- Devotazo. Dice: “Nadie ignora que anoche se produjo en influencia poderosa de la contrainsurgencia francesa en nues-
cia e ilegitimidad que se habían vivido eran la causa de la vio- Devoto un copamiento que significa en términos claros y con- tras Fuerzas Armadas y el verdadero poder de fuego y la sofis-
lencia. Sigamos con Solari cisos una segunda toma de la Bastilla (...). El Parlamento tiene ticada instrucción de los militares argentinos. Algo que se vio
Yrigoyen: “Nosotros discre- la obligación de recoger el sentimiento del pueblo argentino y no bien se lanzaron a la lucha decisiva contra la guerrilla.
pamos con la posición de transformarlo en convención, como se hizo en la toma de la Marie-Monique empieza trazando un breve desarrollo his-
los teóricos de la violencia Bastilla”. Como vemos, lo que para Díaz Bessone era la justifi- tórico. Los años ‘60 y ‘70 fueron los años más negros de Amé-
revolucionaria que, desde cación de la absoluta necesariedad de la matanza, para el Saadi rica latina. El 24 de marzo de 1976, cuando el general Videla
Sorel a Fanon, la indican de mayo de 1973 era... la toma de la Bastilla. Luego viene toma el poder en la Argentina, todos los países del Cono Sur
como el único medio para Troccoli, el futuro ministro del Interior de Raúl Alfonsín. están ya bajo el dominio militar. Ejecuciones sumarias, tortu-
oponerse a un orden social ¡Troccoli! Que dice: “Hemos propuesto el camino hacia la ras, desapariciones. Stroessner en Paraguay, Pinochet en
congelado por minorías que búsqueda del cambio por medios pacíficos, pero nos explica- Chile, todos ejercen una represión feroz en nombre de la
no admiten ningún traspaso mos que frente a las frustraciones que se vienen sumando (...) lucha contra el comunismo. ¿Cómo se llegó a ello? Sin duda,
de poder; pero aquí hay que otros hayan elegido la vía de la reacción violenta”. Todos –o la sombra de los Estados Unidos planea sobre las dictaduras
ser claros en poner al descu- casi todos– expresaron su apoyo a la ley de amnistía, su com- latinoamericanas. La caída de Allende es casi un trabajo perso-
bierto, así, descaradamente, prensión de la violencia de los jóvenes ante la dictadura de nal de Henry Kissinger. Lo respalda su presidente, ese viejo
que en el ciclo que ayer con- Onganía y el retorno a un Estado democrático que permitiera hombre del macartismo de los ‘50, el que siguió hasta la exas-
cluyó la principal fuente de un comienzo libre de ataduras con un pasado que se quería peración la guerra de Vietnam y la extendió a Camboya con
violencia provenía de las superar. Algunos fueron más allá en la justificación de la vio- desastrosos resultados, con innumerables pérdidas de vidas,
minorías que no aceptaron de lencia. Horacio Sueldo se dio el lujo de teorizar con cierto masacres, torturas, bombardeos masivos. Es Richard Nixon.
modo alguno coartar sus pri- vuelo. Su partido era la Alianza Popular Revolucionaria y bus- Tanto odiaba a Allende que no toleraba ni nombrarlo. Sólo le
vilegios” (Díaz Bessone, caba el apoyo de las bases juveniles del peronismo. Dijo: decía ese Son of a bitch (SOB). Ese “hijo de puta”. Así nom-
Guerra revolucionaria..., ed. “Cuando a nosotros nos preguntan: ¿Uds. quieren la transfor- braba el miserable de Nixon, asesino de guerra, a un hombre
cit., p. 170). Carlos H. mación violenta o pacífica? Nuestra respuesta sencilla es: Que- de estatura moral, de la integridad de Salvador Allende. Pero
Perette, el que había sido remos la transformación. Vale decir, queremos el fin, la meta. Estados Unidos no quería otra Cuba. En el documental de
vicepresidente de Illia, el Lo demás es método variable, opción de cada momento, de Patricio Guzmán sobre Allende se lo ve a Alexander Haig
que en vez de lento y tortu- cada coyuntura de la historia. La violencia puede ser legítima, diciendo desdeñoso: “¿Otro Castro en América latina? ¡Por
ga era agredido como pica- puede ser necesaria, puede ser ilegítima, puede ser monstruosa. La favor!”. Se habían descuidado una vez. Nunca más. El hombre
flor y mujeriego y amigo de violencia es insustituible para remover u obstruir, y hay ocasio- que llevaba el comando de estas acciones de contrainsurgencia
la noche, fue tan preciso nes en que no se tiene otro remedio que echar mano a la de alta gravedad era Henry Kissinger, el más grande criminal
como sus colegas, radicales violencia”. Luego se pregunta por la posición cristiana. Que de guerra viviente y en libertad. (Nota: Recomendamos ver el
todos: “¡Cómo no hemos de traduce como “bienaventurados los pacíficos”. Pero la rechaza. documental The Trials of Henry Kissinger (un film de Alex
comprender las justas rebel- No siempre se puede ser pacífico. No ante la injusticia. “La Gibney y Eugene Jarecki).
días frente a las injusticias y paz es el fruto de la justicia, y la justicia en este país y en otros Cuando por fin se consigue llevarlo a un juzgado, cuando
la violencia contra la violen- (...) solamente resultará de una lucha por la transformación, se consigue simbólicamente que ese día sea un 11 de septiem-
cia!”. Los diputados y sena- por el cambio revolucionario”. Semejante cambio reclama la bre, el año es 2001. Estallan las Torres Gemelas y la audien-
dores hacían girar sus dis- violencia. Sin embargo, como buen socialista, como hombre cia de interpelación a Kissinger se clausura. El, satisfecho, se
cursos sobre la legitimidad que ha leído a Marx, termina diciendo: “Señor Presidente, la larga a hablar de la presencia del Mal en Estados Unidos. Per-
de la resistencia a la tiranía. violencia sólo es legítima y eficaz, como condición ineludible, sonaje execrable, estratega de mil batallas sanguinarias, el
Esto es algo aceptado en cuando es asumida por las masas, por las mayorías populares; hombre que le dijo a la Junta argentina que mataran a todos
todos los códigos del de lo contrario, no tiene ni legitimidad ni eficacia”. Incluso los que tuvieran que matar pero “antes de Navidad”, obsesivo
mundo. Donde hay tiranía, este severo postulado parecía haberse cumplido durante los luchador anticomunista que hasta se hizo tiempo para entrar
donde hay cercenamiento años de resistencia al Estado proscriptivo: las masas o partici- con Videla al vestuario de Perú durante el Mundial del ‘78 y
de las libertades, surge la paban de la violencia (Cordobazo) o la aprobaban (el caso de amedrentar al plantel, gustaba salir con bellas actrices de cine
resistencia a ese poder omnímodo e ilegal. Nos hemos esforza- los festejos populares ante la ejecución de Aramburu es muy (Jill St. John y hasta Liv Ullmann) y llevar una vida suntuosa
do –como una de las principales tareas de este libro– por mos- elocuente). Marx y Engels siempre se opusieron a la violencia de playboy del poder. Pocos hombres –en rigor– tuvieron
trar que todo lo que se hizo entre 1955 y 1973 fue ilegal y terrorista. Con ironía, Engels le decía a Marx (en 19/12/1867) más poder. Era alemán. Era judío. Cuando Hitler trepa a la
autoritario si lo hizo el poder. Fue libertario, un justificado que descreía de la tontería de incendiar “una sastrería en Lon- Cancillería del Reich tiene 10 años y vive en Alemania. Su
gesto de rebelión contra la tiranía si lo hizo el contrapoder. La dres para liberar a Irlanda” (Luis Alberto Moniz Bandeira, La familia se exilia cuando él es ya un adolescente. Pierde a 15
derecha de este país sigue pensando que los regímenes que se formación del imperio americano. De la guerra contra España a de los suyos en los campos de concentración. Y el pequeño
sucedieron negando la participación en la democracia del la guerra en Irak, ed. cit., p. 415). judío que pudo morir en Auschwitz o en Treblinka, llega a
movimiento político mayoritario y su líder fueron legales. Estados Unidos y se convierte en amo de la guerra. Se cuen-
Tuvieron el derecho de legislar, de prohibir, de encarcelar, de “¿OTRO CASTRO EN AMÉRICA LATINA? tan por millares y millares las vidas humanas segadas por su
torturar y de matar. Insistimos: Todo lo que hicieron fue anti- ¡POR FAVOR!” inteligencia demoníaca. Algo que todos los presidentes a
constitucional. Incluso el venerado “viejito” Illia (se estrena Vemos el apoyo de la clase política a la acción de la izquier- quienes sirvió o a quienes gobernó le elogiaron. Nadie como
durante estos días una obra de teatro, con el formidable Arturo da peronista y de los grupos armados durante los años de ile- Kissinger para ser sagaz, brillante, la expresión límite de la
Bonín que le dará al “viejito” un aura conmovedora, con el galidad constitucional. Se dio –en ese período– una situación inteligencia humana al servicio de la destrucción. Contra este
previsible título de Un hombre bueno) fue anticonstitucional. dislocada, una visión nefasta de la historia asumida por las cla- hombre y todo el poder de los Estados Unidos luchaban las
Su grandeza habría radicado en negarse a participar en eleccio- ses dirigentes: ellos (el Estado antidemocrático) proscribían al guerrillas latinoamericanas. Y contra algo peor, contra una
nes proscriptivas. Todas estas cosas que hemos dicho reiterada- peronismo porque era el enemigo de la democracia. La mino- obstinación de acero: contra la decisión de no permitir el sur-
mente fueron manifestadas por los senadores y los diputados ría prohibía a la mayoría en nombre de la legalidad institucio- gimiento de un solo Castro más.
en las fogosas sesiones de mayo de 1973. ¡Es tan evidente todo! nal. Al ser –por esencia– profundamente autoritario y antide-
Es tan evidente también que una generación fue arrojada a la mocrático, el peronismo, aunque expresara a la mayoría de los PAPEL DE FRANCIA EN LA
violencia por el estado de tiranía, de cerrazón de posibilidades, habitantes del país y su líder fuera reclamado en la patria, era CONTRAINSURGENCIA EN
de prohibiciones agobiantes que un régimen dilatado, intermi- el enemigo de la democracia. Así, la tiranía (creyéndose la AMÉRICA LATINA
nable imponía a todos, que sólo los envenenados dinosaurios, democracia) expulsaba de la polis a las mayorías en cuya Pero menos todavía se conoce el papel que jugó Francia en
los recalcitrantes derechistas de este país con alma fascista pue- expresión política e inclusión la democracia reside. Al ser ata- la contrainsurgencia latinoamericana. Sobre todo en la Argen-
den negar. El doctor Perette –de quien nadie espera nada espe- cada por la violencia de los que pugnaban por la legalidad, por tina. Siempre finos nosotros, siempre franceses. El coronel
cial, que es sólo un político más, pero no un carnicero lleno de el reconocimiento de las mayorías, la tiranía sentía que era la Lacheroy, que tiene 96 años, es un personaje central para
odio como Díaz Bessone, su prologuista Alberto Rodríguez democracia la atacada por la subversión. La democracia, sin entender la importancia de Francia en las dictaduras de Amé-
Varela y la clase social violenta y soberbia que representa el más, era ella. La tiranía era la democracia. Y la mayoría era la rica latina. Hay que recordar el pasado de las guerras colonia-
diario en que el general de las desapariciones publica sus pan- que adhería a un líder al que –justamente– se le decía “el tira- les. Todo comenzó en 1951, durante la guerra de Indochina.
fletos– es uno de los que mejor expresa la situación de anorma- no prófugo”. ¿Cómo “el tirano prófugo” iba a representar la Designado al mando de un regimiento, Lacheroy fue fascina-
III
do por la organización del Viet Minh, que tenía a Phu, para los franceses, es una humillación. Ex antológica del cine político– describe la organiza-
raya a los más numerosos y mejor equipados fran- héroe de la Resistencia, el capitán Paul Aussaresses ción piramidal de la guerrilla:
ceses. asiste al colapso. –Es una organización piramidal compuesta por
Coronel Charles Lacheroy: Llegué a Indochina y General Aussaresses: La derrota fue un shock. La una serie de secciones. Cada militante sólo conoce
enseguida leí de punta a punta el Libro rojo de Mao mayoría de los militares franceses descubrieron que a tres miembros como máximo. Su responsable,
Tse Tung. Fue el primero que me hizo comprender había que extraer las lecciones de esa derrota para que lo eligió a él, y sus dos subordinados, que él
que lo que llamaban la retaguardia es más impor- evitar la misma desilusión en Argelia. mismo elige. Debemos realizar las investigaciones
tante que la tropa y que antes de la tropa hay que necesarias para reconstruir toda la pirámide para
ocuparse de la retaguardia. El enemigo que tenía ¿VIO LA PELÍCULA “LA llegar al Estado Mayor. La base de este trabajo es la
enfrente en Indochina era hábil para servirse de la BATALLA DE ARGEL”? inteligencia. El método es el interrogatorio. Y el
población. Era imposible llegar a un lugar sin que Durante la guerra de Argelia el Estado Mayor del interrogatorio se convierte en un método cuando se
el enemigo lo supiera. En suma, la guerrilla antico- Ejército adhirió definitivamente a la doctrina de la ejecuta de modo de obtener siempre una respuesta.
lonialista en Indochina contaba con el apoyo total guerra revolucionaria, llamada aún guerra subversi- La Inteligencia. Todas las tardes a las seis se reuní-
y combativo de la población. Detengámonos en un va. Su obsesión, cortar al Frente de Liberación an los capitanes en mi oficina, cinco comandantes
dato como el que citamos: Los franceses no podían Nacional de su retaguardia, es decir de la pobla- de unidades. Para llegar al jefe había que seguir el
llegar a ningún sitio sin que el enemigo ya lo supiera. ción. Para eso los franceses innovan. Cuatrocientos hilo hacia arriba y dibujábamos el organigrama en
Ese es el apoyo del pueblo. Es por eso que los viet- mil soldados son desplegados sobre el territorio el pizarrón. Como resultado, obteníamos la infor-
namitas ganaron sus guerras coloniales. Al leer una argelino. Es la técnica de la cuadriculación, primera mación e íbamos a donde estaba el tipo.
y otra vez el Diario del Che en Bolivia observamos aplicación concreta de la teoría de Lacheroy. En Aussaresses: Había que quebrar la capacidad del
el fenómeno contrario. Son los hombres del Che enero de 1957, el ministro Robert Lacoste toma FLN para cometer atentados y para eso era necesa-
los que siempre corren el riesgo de llegar a un lugar una decisión que tendría graves consecuencias. rio obtener información, a cualquier precio.
y que el enemigo los esté esperando. En el resumen Delega el poder de policía en el coronel Massu, que Marie-Monique Rubin (fingiendo su ingenui-
del mes de septiembre, el Comandante escribe: “La comanda la X División de Paracaidistas. Objetivo: dad): ¿Para ustedes eso incluía el uso de la tortura?
masa campesina no nos ayuda en nada y se convier- aniquilar a la organización político-militar del Aussaresses (más divertido que indignado. Como
ten en delatores”. Asombrosamente, Paco Ignacio FLN, que multiplica los atentados terroristas en la si dijera: ¡estas tontas mujeres nunca entienden el
Taibo II, que ama al Guerrillero Heroico, da cuen- capital argelina. Comienza así la Batalla de Argel, duro mundo de los hombres! Menos el de los mili-
ta del siguiente diálogo (que no he encontrado en en la que los paracaidistas cercan [el barrio árabe] tares. Menos el de la guerra): ¡Qué pregunta! ¡Pero,
otra parte): el 18 de abril, los hombres del Che se la Casbah para rastrear a los colocadores de bom- qué pregunta! Incluía la tortura, claro.
cruzan con algunos campesinos. bas. Ya son los únicos que mandan. Su jefe es el Bigeard: Yo di la orden: ustedes deben actuar en
–Buenas noches. coronel Marcel Bigeard, un ex resistente que ganó forma contundente contra los que colocaban las
–Buenas noches, señor. sus galones en Indochina. bombas, interrogarlos duramente, no sacarles los
–No se dice señor, los señores son aquellos que Marie-Monique Rubin le pregunta: Usted dijo ojos ni cortarles las orejas pero aplicarles la picana,
humillan y ultrajan a los pobres. que al principio el rol de cana no le gustaba electrodos para pasarles corriente eléctrica. La lla-
–Es que a un desconocido por estos lugares se le mucho... mábamos “la gehgene”. No lo hice yo sino los
dice caballero o señor (Paco Ignacio Taibo II, Coronel Bigeard: Por supuesto, hubiera preferido hombres a mis órdenes, pero como jefe del regi-
Ernesto Guevara, también conocido como el Che, enfrentar a combatientes. Está más en nuestra natu- miento yo soy el responsable.
México, Planeta-Joaquín Mortiz, 1996, p. 675). raleza que hacer un trabajo de cana. Pero lo apren- Aussaresses: Los escuadrones de la muerte eran
Queda tan desairado el guerrillero que debió dimos rápido, éramos paracaidistas. suboficiales que Massu puso a mi disposición, cuyo
pedirle disculpas al campesino: no sabía nada de –¿Por qué le llamaron la Batalla de Argel? número y nombre no revelaré nunca. Recorría toda
las costumbres de las gentes del lugar. Importa lo Paul Aussaresses: Era una acción para capturar la noche los regimientos preguntando a sus jefes y a
siguiente: los militares franceses pierden la guerra personas armadas y matarlas. los oficiales de informaciones qué habían hecho y
por la población, por el apoyo que el pueblo les Marie-Monique: ¿Vio la película La batalla de qué habían conseguido. Cuando teníamos a un
acerca a sus guerreros. La guerrilla del Che al Argel? tipo que ponía una bomba lo apretábamos para que
revés. No saben nada de los hombres y las mujeres Aussaresses: Sí. Es magnífica. Muy próxima a la diera toda la información. Una vez que había con-
del lugar que han ido a liberar. Es la teoría del verdad. No se puede hacer mejor, está muy bien tado todo lo que sabía, terminábamos con él. Ya no
foco. La revolución la genera la vanguardia. El interpretada. sentiría nada. Lo hacíamos desaparecer.
pueblo se irá sumando a ella. Pero, al menos en –¿Quién es el coronel Mathieu de la película? Sin duda, pero hasta que “terminaban con él”, el
Bolivia, ni la vanguardia se ha ocupado de conocer Aussaresses: Bigeard. padecimiento era enorme. Hay un testimonio.
al pueblo ni el pueblo conoce a la vanguardia. Y aquí aparece la que probablemente sea la escena Imposible no citarlo, aunque sea brevemente y
Sigamos con Lacheroy. La gran batalla de Dien fundamental de la película. ¿De dónde se documen- aunque sea bastante conocido. Marie-Monique no
Bien Phu (uno de los hitos más gloriosos de la tó tan formidablemente Pontecorvo? No lo sabe- acude a él. Lo haremos lateralmente. Es el de Henri
lucha de los hombres por liberarse de los opreso- mos. Pero ahí está. Todos aprendieron de esa escena Alleg, comunista, ex director del periódico Algier
res) duró cerca de 55 días y 55 noches, del 17 de monumental. El actor que hace Mathieu interpreta Républicain. Escribió un libro: La tortura. Por
marzo al 7 de mayo de 1954. “Los aviones B-52 de (impecablemente) a Bigeard. Su descripción de la supuesto: lleva Prólogo de Jean-Paul Sartre.
los Estados Unidos (atención a esto: la guerra con- estructura de una organización guerrillero-subversi- “Delante de mí se hallaba un mayor de ‘paras’
tra el levantamiento anticolonialista le corresponde va ha entrado definitivamente en la historia del cine con uniforme camuflado y boina azul. Era alto,
a Francia, pero no es sólo Francia la que la libra, político. encorvado y extremadamente flaco.
también Estados Unidos, J. P. F.) bombardearon Dice Bigeard (Coronel Mathieu, que entre parén- “¿Usted es periodista? Entonces debe compren-
incesantemente el área, lanzando, inclusive, bom- tesis es el nombre del personaje de Los caminos de la der que queremos estar informados. Tendrá que
bas de napalm para quemar la vegetación. Pero no libertad, la trilogía novelística de Sartre, lo más flojo informarnos. ¿No querés hablar todavía? Ya sabés
consiguieron salvar a los franceses. Las fuerzas del de su producción, de esa producción genial, que no que iremos hasta el final.
Viet Minh, demostrando un enorme espíritu de encontró aquí uno de sus puntos altos). Lo remarca- “Yo estaba apoyado contra la pared frente a la
sacrificio, determinación y voluntad de vencer, ble es que Sartre fue uno de los más tenaces enemi- puerta. Entraron, encendieron la luz y se instalaron
contaron con el macizo respaldo de la población y, a gos de la guerra en Argelia. Y que Mathieu lo men- en semicírculo alrededor mío.
pesar de sufrir inmensas pérdidas, infligieron una ciona. Sospechamos que se trata de un homenaje de “Me desabrocharon el pantalón, me bajaron los
fulminante derrota a los batallones y compañías Pontecorvo: calzoncillos y me colgaron los electrodos de ambos
del Corps Expéditionnaire” (Luis Alberto Bandei- Mathieu: ¿Alguna novedad de París? lados de la ingle (...). Yo gritaba sólo al principio
ra, La formación del imperio americano, ed. cit. p. Periodista: Salió otra nota de Sartre. de la descarga y a cada aumento de la corriente.
170). Además tenían a su frente al general Vo Mathieu: Me pregunto: ¿por qué los Sartre están Mientras proseguía el suplicio se oía un altoparlan-
Nguyen Giap, a quien William Colby, ex director siempre en la vereda de enfrente? te vociferando canciones en boga (...). Luego, de
de la CIA, consideraba un “genio militar” (Bandei- Periodista: ¿Eso quiere decir que lo admira, coro- un solo golpe, al darle al magneto todo el volumen,
ra, ob. cit., p. 170). De pibe vi una película sobre nel? la corriente me descauterizó de nuevo. Para librar-
la batalla de Dien Bien Phu. Terminaba con un Mathieu: No sé. Pero me gustaría tenerlo de mi me de esas caídas bruscas y nuevas ascensiones agu-
soldado francés que, derrotado, triste, miraba la lado. das hasta la cúspide del suplicio, con todas mis
llanura llena de cadáveres y reflexionaba. “Julio Cuando Mathieu pregunta por qué Sartre está en fuerzas comencé a golpearme la cabeza contra el
César dijo una vez que los bravos guerreros que la vereda de enfrente, Eduardo Grüner le habría res- suelo.
perdieron una batalla no fueron vencidos, fueron pondido: “–No tratés de matarte. No lo lograrás.
asesinados.” Hábil transfiguración de los concep- –Porque ser Sartre es estar en la vereda de enfrente. “No contesté.
tos. Los vencedores no son vencedores, son asesi- Es una gran definición del más grande filósofo “–¡Dios mío! –exclamó. Y me abofeteó con todas
nos. Los vencidos son víctimas. Los vencedores no del siglo XX. No del más importante. El más sus fuerzas–. ¿De qué te sirve todo esto? No querés
tienen gloria alguna, ¿o la tienen los asesinos? Los importante –abrumadoramente se sabe– es Herr decir nada. Entonces vamos a agarrar a tu mujer.
vencidos son mártires. Qué hijos de puta. Cómo Heidegger. Que de Argelia ni se enteró. ¿Creés que aguantará ella?
nos han mentido desde el inicio. Cómo nos siguen Luego Mathieu-Bigeard se reúne con los suyos. “Se inclinó hacia mí:
mintiendo. Tiene una tiza y un pizarrón. A lo Zubeldía. El fút- “–¿Creés que tus hijos están a salvo porque están
PRÓXIMO Así se conoció la teoría de la guerra revoluciona- bol es también una batalla, con tácticas y estrate- en Francia? Los haremos venir cuando se nos dé la
ria. Para Lacheroy, el Viet Minh era un agente del gias. Y Zubeldía sabía mucho de eso. Y tenía la mal- gana” (Henri Alleg, La tortura, Prefacio de Jean-
DOMINGO
comunismo internacional que operaba bajo la más- dad suficiente para vencer, para herir, lastimar, Paul Sartre, Ediciones Del Pórtico, Buenos Aires,
cara del independentismo. Su arma era el adoctri- humillar donde dolía. Como dice Perfumo: para 1958, pp. 73/80).
“El viejo namiento de la población. En consecuencia, en la jugar al fútbol hay que ser malo. Para hacer la gue-
nos cagó, guerra revolucionaria no hay más línea del frente rra, peor. Colaboración especial:
compañeros” porque el enemigo está en todas partes. Dien Bien Mathieu-Bigeard –en una escena absolutamente Virginia Feinmann – Germán Navarro

IV Domingo 13 de septiembre de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


96 “El Viejo nos cagó, compañeros”

Suplemento especial de

PáginaI12
LA PEDAGOGÍA DE LA SANGRE
quí está la ratio occidental. El

A hombre instrumental cartesiano. El


homo capitalista. El que ha ubica-
do a la razón en el centro del logos.
Aquí está La Razón Iluminista. La
que habría de liberar a los hombres. La que habría
de llevarlos a la plenitud. Esta es la razón que se ha
hecho para dominar. Entre tanto, no hay otra. Los
que quieren escapar de ella elaboran senderos del
bosque que se pierden y no nos piden el pathos
para el dolor de nuestros hermanos sino el pathos
para el acontecer del Ser. Nos lo piden desde las
reflexiones campesinas de un filósofo que jamás
habló de torturas. Para el que los argelinos son sin
duda seres alejados de la tradición del ser de los
griegos que nos ha pasado por encima. Ajenos al
Eje Atenas-Berlín. ¿Qué tienen que ver con la his-
toria del Ser los argelinos? La historia del ser es,
para Heidegger, la que acontece en Europa. Ni
siquiera incluye las aventuras colonialistas de
Europa. Es cierto que se transforma en un crítico
de la modernidad en tanto el hombre moderno ha
reemplazado al ser por el dominio del ente. De
aquí que los estructuralistas y posestructuralistas
crean poder reemplazar a Marx con el campesino
de la Selva Negra. Pero, ¿a dónde lleva la crítica de
Heidegger a la modernidad? No lleva a la explota-
ción. Jamás dirá como dijo Sartre: “Europa se ha
hecho a sí misma fabricando esclavos y mons-
truos”. Esto es hablar claro. Para Heidegger, a lo
sumo, Europa ha perdido el estado de abierto. El
pathos de la escucha al ser. En fin, he tratado y
aún trataré estos temas en otros lugares. No queda
más remedio porque esta filosofía –adornada por
la lingüística y la diseminación derrideana– domi-
na los claustros en el siglo XXI. Hay que escribir
–sin más– un ensayo sobre Sartre y responder
desde ahí –añadiendo lo que sea necesario– el
encapsulamiento del Saber en la cabañita del len-
guaje donde cómodamente mora el ser sin que le Ahora escuchemos qué dice. Habla con sober- 1961. El teniente coronel Aussaresses es nom-
importe nada de lo que ocurra afuera. Además, bia. Tiene pinta de garca. Tiene un bigotito fino brado en la agregaduría militar en Washington, de
¿por qué habría de importarle? ¿Qué es lo que y empilcha muy bien. La risa se le escapa, lo la que dependen diez oficiales de enlace. Todos
importa y lo que no para el ser? ¿Alguien lo cono- quiera o no. Le resulta muy divertido hablar de eran veteranos de Argelia. Fueron distribuidos en
ce? ¿Alguien le vio la cara? Del ser sólo puede estas cuestiones. distintas escuelas militares estadounidenses. Aussa-
enunciarse que es y que todos los entes son a su Alcides López Aufranc: –Los profesores tocaban resses fue destinado a Fort Bragg, sede de las fuer-
luz. El resto es el mundo de los hombres, el de las siempre el tema de la guerra revolucionaria. Era zas especiales que intervendrían masivamente en
masacres, el de las mercancías, el del dinero, el de algo totalmente nuevo para nosotros. En América Vietnam.
las bombas, el de los genocidios. Latina no conocíamos ese tipo de problemas. Marie-Monique Rubin: –¿Qué enseñó allí?
Sigamos: escuadrones de la muerte, torturas, Había luchas políticas, a veces violentas, pero no Paul Aussaresses: –Enseñé las condiciones en
desaparecidos. El método fue inventado en Arge- subversivas. No conocíamos la importancia de la las que hice un trabajo que no era el normal en
lia. En aquel momento, el prefecto de policía de población en ese tipo de guerra. Para nosotros sólo una guerra clásica: las técnicas de la Batalla de
Argel, Paul Teitgen, fue el único que denunció la existía la guerra clásica, con infantería, fusil, Argel, arrestos, inteligencia, torturas.
desaparición de 3024 prisioneros entre los 24.000 carros, cañón. Jamás habíamos imaginado un ene- El general John Jons y el coronel Carl Bernard
denunciados oficialmente. migo capaz de matar con un cuchillo o de estran- son dos ex alumnos de Aussaresses en Fort Bragg.
Paul Teitgen: –En la cárcel no estaban. Pre- gular a alguien con una cuerda. (Aquí mira a la Veteranos de Vietnam, hoy militan contra el uso
guntaba por alguno y me decían que desapareció. cámara y se ríe entre jocoso y burlón): Con la sangre de la tortura. Confirman que a principios de la
Los habían enviado a Bigeard. La gente de Bige- se aprende mucho. década de 1960 ni habían oído hablar de guerra
ard les ponía los pies en cemento y los tiraba al ¡Gran frase del Zorro de Magdalena! Tenemos subversiva.
mar desde helicópteros. Un método sucio. Así no ahora dos en el lenguaje del poder en la Argenti- General John Jons: –No teníamos ninguna
se hace la guerra. na: “La letra con sangre entra” (de espíritu sar- experiencia, por eso hicimos venir instructores de
Sin embargo, desde mayo de 1958, las técnicas mientino) y “Con la sangre se aprende mucho” Francia y leímos artículos y libros sobre la expe-
de la Batalla de Argel comenzaron a enseñarse en (del masacrador de los 23 obreros de la comisión riencia francesa.
un Centro de Entrenamiento en Guerra Subver- interna de Acindar). Los métodos de la Batalla de Coronel Carl Bernard: –Leímos La guerra
siva creado por el ministro de Defensa, Jacques Argel fueron exportados por primera vez a la moderna, de Trinquier. Aussaresses, que había tra-
Chaban-Delmas, a iniciativa de Bigeard. Pronto Escuela Superior de Guerra de Buenos Aires. En bajado con Trinquier, nos trajo las pruebas de
formaría a oficiales franceses, pero también por- 1959 los ejércitos de Francia y la Argentina fir- imprenta a Fort Bragg en 1961. Lo leímos en
tugueses e israelíes. La Batalla de Argel tuvo su man un acuerdo que prevé la creación de una detalle y por desgracia yo fui uno de quienes lo
manual, titulado La guerra moderna, escrito por misión militar francesa permanente, cuyos aseso- estudiaron a fondo. A partir de ese libro se conci-
el jefe de Aussaresses, el coronel Roger Trin- res se instalan en Buenos Aires, en la sede del bió la Operación Fénix. Envié el libro a Robert
quier, quien justificó en forma abierta la tortura Estado Mayor. Todos son veteranos de Argelia Comer, que trabajaba en la Casa Blanca.
como arma de la guerra antisubversiva. La ins- que actúan en el mayor secreto. Hasta hoy el En 1967, ese agente de la CIA fue designado
trucción se realizó en la Escuela de Guerra de tema es tabú. Ninguno aceptó hablar ante una jefe de la oficina en Saigón. Dirigió una unidad de
París. Los primeros alumnos fueron argentinos. cámara del rol de la misión. escuadrones de la muerte, acusado de eliminar a
Entre ellos, el general Alcides López Aufranc, Marie-Monique Rubin: –¿Es cierto que los las redes del Vietcong dentro de la población. Fue
quien participaría en el golpe de Estado de 1976. Estados Unidos estaban celosos? una guerra muy sucia, bautizada Operación Fénix.
En 1957 fue seleccionado por el Estado Mayor López Aufranc: –Claro, querían que los france- Coronel Bernard: –Fue una copia de la Batalla
argentino para iniciarse en lo que ya se llamaba ses se fueran. Veían con mal ojo el rol de Francia. de Argel. El resultado fue trágico y estoy usando
la doctrina francesa. La clave del curso era un Pero los americanos no sabían nada de la guerra un eufemismo. Hubo un mínimo de 20.000 per-
mes de práctica en Argelia. revolucionaria. Aprendieron al mismo tiempo que sonas asesinadas, civiles. Paul Aussaresses nos
De modo que aquí lo tenemos al joven López nosotros. enseñó en Fort Bragg la importancia capital de la
Aufranc estudiando aplicadamente para recibirse En un oficio dirigido a su Cancillería, el inteligencia en ese tipo de guerra, cómo obtenerla
de asesino. No se enseñaba otra profesión en la embajador francés Blanquet de Chaillat confir- y cómo explotarla. Y nos explicó la tortura. Toma-
Escuela de Guerra de París. Nadie, ningún guerri- ma los celos de los estadounidenses. Ironía de la ba a un prisionero. En general lo convencía de
llero, ningún militante argentino, sabía que Lopez historia. Aunque había sido realizada para hablar. La mayoría hablaba. Pero al que no quería,
Aufranc, en 1957, ya estaba en París aprendiendo denunciar la guerra sucia desarrollada por los lo sometía a sufrimientos físicos, sufrimientos
a torturar, a matar. A hacer ese trabajo repugnante franceses, la película La Batalla de Argel se usó mortales que hacían que terminara por hablar.
al que se llama “de inteligencia”. ¡Claro que sí, en la Argentina para entrenar a los militares en Explicaba que si otro prisionero asistía a la sesión
diría Theodor Adorno! A eso lleva la razón instru- la lucha antisubversiva. de tortura se convencía de hablar porque sabía que
mental. A la tortura. Esa es la Dialéctica del Ilumi- Marie-Monique Rubin: –Y Aussaresses, ¿cómo sería el siguiente. El problema adicional era qué
nismo. llegó a ser instructor en Fort Bragg? hacer con el prisionero torturado. La respuesta de
II
LA PRIMACÍA DEL TIEMPO
SOBRE LA SANGRE
Hay dos errores en el discurso de Perón del 21
de junio del ’73. Podrá haber otros, pero nos
vamos a detener en esos dos porque nos permiti-
rán entender unas cuantas cosas. El líder aterriza-
do, el conductor en el campo de operaciones, el
mito que se entremezcló otra vez con la historia, el
avión negro que ahora es blanco, dijo: “Conozco
perfectamente lo que está ocurriendo en el país.
Los que crean lo contrario se equivocan”. Es posi-
ble que Perón conociera muchas de las cosas que
ocurrían en el país, pero no conocía a fondo a la
juventud peronista. No había asumido la adver-
tencia de Jorge Antonio: Cuidado, General. Traté
de cerca a estos muchachos. Los conozco bien. No van
a ser fáciles de manejar. Seguía, el general, empeci-
nado en su certeza de líder de pueblos: “Llego,
agarro un vaso de agua, un micrófono y los mando
a sus casas”. Tal como Juan Facundo Quiroga:
“Yo salgo a la calle, veo a alguien y le digo: ‘Usted,
sígame’, y el hombre me sigue”. O la célebre, la
histórica frase con que asegura a Santos Ortiz que
habrá de resolver la situación en Barranca Yaco: “A
un grito mío, esa partida, mañana, se pondrá a mis
órdenes y me servirá de escolta hasta Córdoba”.
Para sorpresa de ambos, las cosas no fueron así.
Ocupémonos, por supuesto, de Perón: la insumi-
sión de la Tendencia lo ha de haber sorprendido y,
a la vez, lo habrá llenado de furia. Mocosos de
mierda, ¿cómo se le insubordinaban? ¿Quiénes
creían que eran? ¿Qué podían ser sin él? Notable:
los dos polos pensaban lo mismo. ¿Por qué los
Montoneros proponían Conducción/ conducción/
Montoneros y Perón? Porque pensaban lo mismo
que el jefe, pero al revés. Perón pensaba que, sin
él, los Montoneros no eran nada, no habrían podi-
do hacer nada. Creían ser ellos los que movían a la
gente. Pero la gente se movía por Perón. Sólo
usando su nombre los montos habían logrado
Aussaresses es que debían ser ejecutados. partir de 1976, en nuestro país, se da una fusión entrar entre las masas. Sólo usando su nombre
Marie-Monique Rubin: –¿La mayoría de sus siniestra: la de las bandas salvajes, crueles, que habían logrado que los siguieran. Los Montoneros
alumnos fueron enviados a Vietnam? provenían de la contrainsurgencia armada por creían lo contrario: sin ellos Perón no habría vuelto.
Aussaresses: –Sí, fueron al trabajo en Vietnam. Villar y López Rega y los equipos de la Escuela Ellos habían puesto la combatividad, la sangre, la
Volví a encontrar a algunos cuando fui agregado Francesa y de la Escuela de las Américas, que, al organización de las bases, habían agredido al régi-
militar en Brasil en 1973. Tuve una relación muy buscar la información por medio de la tortura, al men y lo habían obligado a ceder concediendo
estrecha con los militares brasileños. Era una dic- indagarla incluso con técnicas elaboradas en la elecciones. Los dos tenían algo de razón. O mejor
tadura militar. Brasil ayudó considerablemente a búsqueda y producción del dolor, solían superar el dicho: compartían ciertas zonas en que se habían
la acción del general Pinochet contra Allende. padecimiento barbárico, el rústico sadismo de las complementado bien. Sin embargo, Perón tenía la
patotas del lumpenaje criminal. Todo fue centrali- razón por completo. Perón era Perón desde 1945 y
TORTURA Y LENGUAJE zado por el Ejército argentino. Porque es cierto aun desde antes. Estos pibes recién aparecen en
Tarea concluida: ya conocemos al Monstruo. Si que las Tres A pasaron a ser las Tres Armas, como 1970. Proponerle a Perón compartir la conduc-
me he extendido demasiado en la búsqueda de ese dice Walsh, pero subordinadas a ellas, que condu- ción es un delirio. Una jactancia juvenil, inmadura
conocimiento ha sido –créanme– necesario. La jeron todo con una técnica y una ferocidad que y henchida de soberbia. Se habían creído todo. El
Tendencia, de todo esto, no sospechaba nada en tras-pasó toda posible descripción o evaluación. éxito de la jornada del 25 los había embriagado de
1970 ni en 1971 ni en 1973. Creía que sus enemi- Simplemente, el horror esencial de la tarea desple- ambiciones y esperanzas de poder. Perón no los
gos eran los grupos de derecha del peronismo, las gada se ubicó más allá de todo adjetivo que el len- conocía a ellos, pero ellos tampoco lo conocían a
bandas sindicales, la policía o un Ejército que esta- guaje pueda poseer o que el más imaginativo de Perón. Fue un pacto que se hizo en la etapa de
ba siempre a la espera, que aún no se había juga- los escritores pueda inventar. La vejación fue más agresión al régimen, pero que no servía para gober-
do. Y cuyos miembros, además, era suboficiales allá de la palabra. De su posible enunciación. Este nar. Perón era un conductor estratégico, un militar
peronistas. Muchos de ellos, sin duda. Después hecho, si interpretamos la realidad como aquello que pensaba la política desde las líneas de fuerzas,
conoció al lumpenaje armado por López Rega, que el hombre ha podido simbolizar, ubicaría a desde Clausewitz: Ser más fuerte en el lugar en que
Villar y –no hay duda posible– Perón. Al carecer este horror más allá de toda posible simbolización. se define la batalla. Antes del ’73, la batalla se defi-
del Ejército, el viejo general tuvo que poner orden ¿Dónde? No es casual que Walsh, desde la litera- nía en las zonas duras, en el campo de combate.
con organizaciones clandestinas. Si su participa- tura e incursionando en la filosofía, hable de una Ese enfrentamiento abierto al régimen proclamaba
ción fue activa o si –sobre todo– dejó hacer es algo dimensión metafísica de la tortura. Pretender una primacía: la de la sangre. De aquí que hayan
que estudiaremos. Pero no es casual que –a partir encerrarla en los límites del lenguaje es constreñir- sido los sectores combativos, la militancia de base
del momento en que el Ejército empieza a actuar a la, empobrecerla. Tenemos que estar vírgenes y las formaciones especiales los que más la derra-
fondo– la derrota de la guerrilla es fulminante. No frente al horror, abiertos, dejar que nos penetre y maran, la ofrendaran al proyecto del movimiento.
es casual la ESMA. No es casual que la tortura alguna palabra surgirá. De aquí que digamos que Pero los Montoneros pretenden algo que Perón no
haya sido el fundamento de todo el trabajo de el 24 de marzo fue una ruptura en nuestra histo- toma en cuenta para nada. Cada batalla se da en el
inteligencia. ria. Ante todo, porque las palabras con que había- momento en que tiene que darse. Y todas valen
En cuanto al Plan Fénix –que aplicó la CIA en mos entendido lo anterior se tornaron insuficien- tanto como las otras. Si todas son necesarias es por-
Vietnam y que nuestros militares adoptaron tam- tes. Lo mismo expresan los que hablan de una que todas tienen el mismo valor. Perón piensa la
bién– su crueldad es indescriptible. El temple del ruptura civilizatoria después de Auschwitz. Nos totalidad a lo Hegel (como buen lector de Clause-
pueblo vietnamita para triunfar pese a una masa- hemos quedado sin palabras. Los significantes no witz): todos los elementos que componen la totali-
cre tan desmedida es asombroso. “William Colby nos llegan. Somos sordos para ellos. O no surgen dad le son necesarios. La totalidad es esencialmen-
fue jefe de la estación de la CIA en Saigón, entre de la materia atormentada: sólo gritos, sólo alari- te resultado. Es resultado de eso de lo que resulta.
1959 y 1962 (...) De 1968 a 1971, dirigió en dos, trozos de carne humana masacrada. Habrá De todo lo que resulta. Si la totalidad se constituye
Vietnam del Sur el programa Phoenix, enfocado que buscar las palabras nuevas que expresen un por la laboriosa trama que arman las particularida-
en matar a los militantes comunistas (Viet Cong). quiebre tan hondo que abre una nueva historici- des y las cierra en una conciliación final que (en el
Se calcula que fueron asesinados cerca de 60.000, dad. Cuando Beckett dice: “Lo peor ya sucedió”, caso del peronismo) quedaba en manos del con-
pero, en sus memorias él indicó el número de dice eso: que ya sucedió. No que no volverá a ductor, del líder (que es eso porque es, justamente,
20.587. El presidente Richard Nixon lo nombró suceder. Seguirá y sigue sucediendo. Pero se llegó el que puede cerrar las totalizaciones), todas las
director de la CIA el 4 de septiembre de 1973. En a lo peor: en los campos de la muerte lo inimagi- particularidades le son esenciales a la totalidad,
un testimonio ante un comité de investigación del nable y lo inexpresable tuvieron lugar. Tal vez que no puede renegar de ninguna para completar-
Senado, dirigido por el senador Frank Church, en fuera eso lo que llevó a Adorno a decir que no se se adecuadamente en el todo que es el movimiento
1975, declaró que consideraba ‘deplorable’ y puede escribir poesía después de Auschwitz. ¿Con conducido por el líder. Cuya tarea, se sabe, es con-
‘wrong’ ciertas actividades de la CIA y que intentó qué palabras si las que ya teníamos son insuficien- ducir el todo. El todo (como muy bien lo definió
pararlas” (Luis Alberto Moniz Bandeira, La forma- tes? ¿Con qué palabras si el horror ha ido más allá muchas veces Perón) es el desorden, pero no la
ción del Imperio Americano, ed. cit., p. 180). A del lenguaje? anarquía. El desorden de la totalidad que el con-
III
ductor conduce es el que otorga la vida al movi- Patriotas y cipayos. Pueblo y antipueblo. Se mo. (Nota: Recordar: pocos días antes del regre-
miento; si no, estaría muerto. Como dice mara- acabaron esos esquemas de pensamiento basa- so de Perón, los sindicatos pegotean la ciudad
villosamente Hegel: Lo verdadero (...) Es el delirio dos en el motor del conflicto. El país entero se con unos enormes afiches que dicen: Bienvenido
báquico en el que ningún miembro escapa a la lanzaba a la tarea de la reconstrucción nacional. General a la patria liberada. Para la izquierda, el
embriaguez. Pero la verdad es posible en Hegel Todos eran convocados a ella. Era abolido el retorno de Perón era recién el comienzo de la
porque la historia, al ser teleológica, al ir, de pasado. Cualquier enemigo de ayer –por terri- lucha por el poder. Para los veteranos sindicalis-
negación en negación, en un sentido fijo, hacia ble que fuera– tenía abiertas las puertas del tas, si Perón volvía la patria ya estaba liberada.
una conciliación final entre contrarios de los que movimiento. Éramos todos argentinos. Tenía- Interpretaban mejor al trabajador peronista, que
habrá de surgir otra figura dialéctica por la desto- mos que construir la Argentina Potencia y ésta jamás se planteó tomar el poder sino recibir de
talización que la negación dialéctica implica, se era una tarea a la que nadie podía darle la Perón un espacio de dignidad, de respeto dentro
sucede a sí misma inmanentemente. No hay un espalda, negársele. de ese poder, que no quería para sí, que ni
totalizador privilegiado en Hegel. La totalidad se Se le negaban aquéllos que pretendían aún ser siquiera imaginaba cómo manejarlo, pero del
realiza por sí misma en su autodesarrollo. Pero la vanguardia del movimiento. Este siguió sien- que exigía recibir una participación digna, como
no así cuando en la totalidad hay un elemento do el pecado no-peronista de los Montoneros. Perón le había otorgado durante los años de oro
privilegiado (un conductor) que decide cuándo Con Perón vivo, no había vanguardia posible. y como habría de otorgarle otra vez, ahora.) De
cerrar la totalización y cuándo abrirla. Ahí donde Un movimiento nacional con un líder a su fren- modo que la JP Lealtad, tapándose la nariz y en
Perón habla de sí como el Padre Eterno es por- te no requiere una vanguardia. La vanguardia es un marco de desaliento cada vez más generaliza-
que pretende ponerse por fuera de la totalización el líder. Que Perón quisiera compartirla con do, se jugó por Perón. Muchos de los mejores
en curso. Así, cuando dos particularidades no ellos fue un error de encuadre político grave por cuadros del peronismo estuvieron en la Lealtad.
pueden resolver su conflicto dialéctico aparece el parte de la Tendencia, de los montos. Un líder José Luis Nell, el cura Mugica, y sólo nombro
conductor del movimiento y lleva el conflicto a no comparte nada con nadie. Para eso es el líder. dos. Recuerdo aquí algo que alguna vez le oí
buen puerto, integra el enfrentamiento como un A Perón se lo había esperado 18 años. Por Perón decir a Horacio González: “Hay que analizar esa
momento más del desarrollo de la totalidad. y las masas que a él adherían el Estado-gorila ile- época con algo de piedad”. ¿Por qué? Creo sos-
Pero –para realizar esta tarea cuasi divina– el gitimizó la democracia argentina. La hirió de pecharlo: sólo era posible equivocarse. Por lo
Padre Eterno no tiene que optar por nadie. una ilegalidad insuperable como insuperable le menos, la JP Lealtad intentó hacerlo con las
Tiene que estar con todos y llevar a todos hacia era el problema que quería resolver: liquidar a masas. Que su líder, ese líder al que tan fielmen-
el mismo fin. La teleología del movimiento pero- Perón y, si fuera posible, al peronismo. Al ampa- te habían esperado, se viera ahora rodeado de
nista la fija Perón y la garantiza Perón. Si esto ro de esta situación de sofocamiento histórico, presencias terroríficas (Villar, Margaride, López
queda claro todo el resto es trasparente. ¿Cómo de negación y relegamiento de masas, de violen- Rega, Osinde, Brito Lima, el comisario Navarro,
habría de compartirse la conducción? ¿Cómo cia estructural (en tanto excluir de la democracia etc.), tornaba todo muy difícil y doloroso. Pero
podría haber dos instancias totalizadoras? Ade- a las mayorías y a su líder es violencia, es estable- –como dice el alemán Schultz en La Patagonia
más, en un primer momento, Perón responde cer un Estado que encarna la tiranía por no rebelde–: “Si las masas se equivocan, prefiero
con claridad: se acabó la primacía de la sangre poder integrar a la democracia, ni aceptarla tal equivocarme con ellas a tener razón solo”. Mi
sobre el tiempo. Ahora: la del tiempo sobre la como se presenta en la realidad nacional, le guste o texto –que luego veremos en el momento preci-
sangre. En agosto de 1973 –ante los gobernado- no), surgieron las organizaciones armadas. Sur- so en que aparece– le señalaba a la Orga que el
res de provincias– dice: “La lucha ha finalizado gieron al amparo de Perón y el peronismo. Al concepto de vanguardia no era ni podía ser pero-
por lo menos en su aspecto fundamental. Esa amparo de un movimiento y un líder que los nista en tanto Perón tuviera vida: “El concepto
lucha enconada, difícil, violenta en algunas cir- precedían en años, que venían luchando contra de vanguardia expresa el pecado de soberbia de
cunstancias, ya ha terminado; y comienza una los patrones de la patria desde hacía largo tiem- los conductores auxiliares, su sustantivación, su
lucha más bien mancomunada, de todas las fuer- po. Pero la tentación de la vanguardia es grande. marginamiento del esquema totalizador de la
zas políticas en defensa de los intereses y objeti- Perón –en Conducción política– distingue entre conducción política y la elección de un camino
vos nacionales” (Presidencia de la Nación, Secre- el conductor y los cuadros auxiliares de conduc- alternativo que no puede sino desconocer la
taría de Prensa y Difusión, 2/8/73). ción. En tanto cuadros auxiliares, las organiza- vigencia de la relación conductor-pueblo” (JPF,
En suma, lo que propone Perón es: La prima- ciones armadas habían contribuido valiosamente Aluvión, revista, Buenos Aires, julio 1974.
cía del tiempo sobre la sangre, de la integración al regreso del líder. Pero –en esa totalización en Como director de este melancólico intento de
sobre la beligerancia, de la unidad sobre la disocia- curso que es el Movimiento– que una de las par- seguir apostando a las ideas y no a los fierros,
ción. Esta primacía del tiempo, de la integración y ticularidades corra más riesgos que las otras (el figuro yo, pero el alma de la revista, el que discu-
de la unidad echaba por tierra los ejes ideológi- riesgo de morir, por ejemplo), no la torna más tió paso a paso conmigo –dictándome a veces–
cos que daban vida a la juventud peronista. Le importante. Todas son importantes. Todas son el largo trabajo A propósito de la conducción fue
impedían por completo ser vanguardia. Estaban necesarias. Al serlo, ninguna es superior a otra. Miguel Hurst, cuyo talento político, como el de
preparados para continuar la lucha, y Perón viene Esa hipervaloración del riesgo y de la sangre no tantos otros, habría otorgado más espesor a la
a frenarla. Más aún cuando disuelve en el caldo tenía para Perón el valor que tenía para la guerri- Argentina de la democracia. Su muerte, a raíz de
húmedo y viscoso de la unidad nacional esa lla, aun cuando en cartas privadas les hubiera un aneurisma cerebral, está narrada en mi novela
Argentina que la Jotapé veía dividida entre el reconocido el coraje. De aquí que no considerara La crítica de las armas. Miguel es, ahí, Lucio.)
pueblo y sus explotadores. “Habíamos estableci- que valieran más que otros sectores del movi- Los montos responden a las escisiones con una
do (dice Perón) que para un justicialista no hay miento. Si Perón se pone bajo el paraguas de consigna dura: “Disidentes por derecha/ Disi-
nada mejor que otro justicialista. Pero ahora Rucci es porque considera que la creación autén- dentes por izquierda/ Que todos los disidentes/
cambiamos y decimos que para un argentino no tica, originaria del peronismo histórico es el Se vayan a la mierda”. Pero había algo que todos
debe haber nada mejor que otro argentino” movimiento sindical. La guerrilla se había atri- sentían. Todos los que habían formado parte de
(Discurso en el acto de inauguración de la sala buido una conceptualización que era patrimonio la tumultuosa juventud peronista del ’70 al ’73.
de reuniones de los partidos políticos en la Casa de los sindicatos, no de ella. Eran los sindicatos El Perón que había vuelto no era el Perón que se
de Gobierno, 14 de septiembre de 1973. El con- la columna vertebral del peronismo. No las for- quería. Era otro. Tal vez (¡y cuánto dolía esta
cepto lo había lanzado en oportunidades ante- maciones especiales. Los “muchachos” habían autoconfesión!) más cercano a las visiones gorilas
riores). Si toda la Jotapé se había indignado servido para golpear, para jaquear al régimen. de nuestros viejos que a la épica de la liberación
cuando Perón proclama la etapa dogmática (o Pero ahora había que gobernar. Guardar los fie- nacional y social de la patria, que a la geopolítica
sea: al diablo con la actualización doctrinaria), rros. Y –con los fierros– debían dar un paso atrás del Tercer Mundo. De esta forma, no fueron
ahora se ve que la etapa dogmática, cuando se quienes los habían empuñado. La nueva etapa pocos los que dijeron la frase que sintetizaba
modifica, lo hace para la derecha. “Para un requería otro protagonismo. Me voy a permitir todo: “El Viejo nos cagó, compañeros”.
argentino no debe haber nada mejor que otro (total, según me han dicho, me han puteado en Perón todavía reservaba –para sorpresa de la
argentino.” López Rega empezaba a preparar el todos los colores, ¿qué importa agregar uno Tendencia– varios conceptos para justificar su
Altar de la Patria. Era un gran mausoleo en el más?) citar un texto que habré de escribir en praxis al frente del gobierno y del movimiento.
que reposarían todos los muertos prominentes enero de 1974, en pleno enfrentamiento Perón- Los desarrollaría sobre todo desde una serie de
de la patria, cualquiera haya sido el bando en Firmenich. Fue el texto que buscó un funda- conferencias que dictaría desde la CGT, otor-
que hubieran militado. De esta forma, Lavalle y mento teórico para el surgimiento de la JP Leal- gándole así a la central obrera una primacía que
Dorrego habrían de yacer juntos porque el país tad, una de las escisiones más importantes (que, le negaba a la Tendencia. Todos ellos estarían
había dejado atrás sus conflictos irredentos. de todos modos, no sirvió de nada) sufrida por destinados a justificar la necesariedad de la etapa
Rosas y Urquiza, uno junto al otro. Aramburu y Montoneros a partir de haber asumido el asesi- dogmática. En uno hablará de los apresurados y
el general Valle, lo mismo. nato de Rucci. El planteo era claramente: o los los retardatarios. Y otro quedará enmarcado den-
Montoneros o Perón. Todo estaba mal. No era tro de una frase que el general aseguraba conocer
LA SOBERBIA DE LOS posible elegir bien, porque podríamos decir que de los frontispicios greco-latinos: Todo en su
CUADROS AUXILIARES DE esa entidad (lo bueno) no existía en la escena medida y armoniosamente. La palabra frontispicio
CONDUCCIÓN política. Con Firmenich eran los fierros y el van- se puso de moda. Uno decía cualquier cosa y –si
Con Perón en el país y en la Presidencia se guardismo iluminista, algo que muchos veíamos se le cantaba– juraba conocerla de una inscrip-
abría una época de licuación de antagonismos. se deslizaba fatalmente hacia una separación con ción tallada en un frontispicio griego o romano.
PRÓXIMO La unidad nacional (que, manejada por el las masas que habría de ser irrestañable. Con (Dicho afectuosamente: Perón tenía chantadas
nacionalismo de izquierda, era un eje teórico Perón era la derecha del movimiento, el Brujo y insuperables. La de los frontispicios fue una de
DOMINGO
valioso: La unidad de todos aquellos sectores obje- la imbancable Chabela. Pero ahí, todavía, esta- ellas. No en vano cierta vez citó a Fidel Pintos,
tivamente enfrentados al imperialismo) era la ban las masas peronistas, que era a su viejo líder gran cultor de la sanata.)
“Que nadie lo unidad de todos. No había ya lucha de clases. a quien querían y de quien esperaban lo que
discuta/ López Rega, No había leales y traidores. Conciliadores y realmente esperaban: el regreso del Estado de Colaboración especial:
hijo de puta” combativos. Corriente nacional y antinacional. Bienestar, de los días felices del primer peronis- Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 20 de septiembre de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


97 “Que nadie lo discuta,
López Rega hijo de puta”

Suplemento especial de

PáginaI12
EL ALMA DE UNA ÉPOCA te de papeles. Hasta se publican reportajes en presuntas Obras
a Tendencia se vio marginada de todo. Perón no Completas. Vamos, por favor: así cualquiera tiene Obras

L sólo no recibía a sus representantes, sino que había


dicho con todas las letras que estaba cuestionada.
¿Por quién? Por importantes sectores del movi-
miento. Surge la modalidad de echarle todas las
culpas al Brujo López Rega. Perón se deshace de Cámpora. Ya
veremos cómo. Asume una figura del entorno lopezrreguista.
Que es, también, el de Perón. Raúl Lastiri, un personaje desa-
Completas. Estos libritos populares del Viejo son prácticos, se
los repartían a todo el mundo y todos leían las cosas –a veces
muy atinadas, a veces boludeces irredimibles– que el Viejo
decía. Presento aquí una selección cuidada y (creo) exhaustiva.
Después comentaremos los textos. Pero éste –y no otro– es,
sin duda, El pensamiento de Juan Domingo Perón durante el
año 1973.
gradable, torpe, bruto. Lo peor de un grupo de peores. Cuan-
do empezó a hablar –en su discurso de asunción– a los cinco Discurso pronunciado por el presidente de la Nación
minutos ya había dicho la palabra “objetivos” tres o cuatro teniente general Juan Domingo Perón en la Confederación
veces. Pero de un modo muy original. El distinguido presi- General del Trabajo, el 8 de noviembre de 1973
dente decía: ojectivos. Yo me largué a reír con ganas y dije “En estas charlas, que ya son sistemáticas para los compañe-
abiertamente que el tipo era un animal. “Eso es de gorila”, me ros trabajadores en la Confederación General del Trabajo,
dijo uno de los compañeros. comenzamos con el tema ‘Los dirigentes’.
–Cualquier peronista, cualquier hombre del pueblo puede (...)
decir ojectivos. Las luchas violentas consumen sangre, pero las organizacio-
–Andá a cagar –le dije–. Este no es un hombre del pueblo nes permiten ahorrar esa misma sangre. En cambio, necesitan
ni es peronista. Este es un aventurero que pretende ser presi- tiempo para realizarse.
dente de la república y es una bestia que ni sabe hablar. (...)
–Bueno, José, parala –dijo Miguel–. Lo puso Perón. Pero cuando no se tiene una organización y no se dispone
–¿Y con eso qué? Pronto nos lo va a poner a López Rega. de una masa organizada y adoctrinada, el expediente no puede
Miguel sonrió: ser sino violento, para ser empleado en la lucha. Pero cuando
–A López Rega ya nos lo puso. Y por el orto. se dispone de esas organizaciones y existe un adoctrinamiento
El 20 de julio, a la noche, llegábamos a la Facultad de Filo- de fondo, es mucho mejor emplear el tiempo, ahorrando la
sofía y Letras. Estaba toda en Independencia. Se había dividi- sangre, que en la lucha suele derramarse casi inútilmente.
do. Una parte estaba en la Av. Córdoba. Al día siguiente (...)
habría una gran manifestación hacia Gaspar Campos. La
misión era “romper el cerco del Brujo López Rega”. Llegamos, La disociación
con Miguel, a la Facultad. En la puerta estaba Darío Alessan- A nuestro movimiento se lo ha pretendido destruir por dis-
dro, muy pibe, sonriente, canchero. Miguel me había dicho: tintos caminos. Primero, se lo intentó por el terror, con los
–No conviene ir con consignas duras. Al Viejo no le gusta consabidos fusilamientos y masacres, de los cuales todos y,
que lo aprieten. Si vamos al choque, perdemos. especialmente los viejos, tenemos memoria.
(El 23 de septiembre de 2009 necesitaba como loco hablar Posteriormente, frente a la inutilidad de ese procedimiento,
con Juan Manuel Abal Medina. Al final lo encontré en el celu- se intentó asimilarnos a otras fuerzas políticas a fin de absor-
lar. Creo que estaba en una reunión. Yo vengo del remoto bernos. Tampoco les resultó ese camino. Después se intentó
pasado con una pregunta desconcertante: “¿Por qué Perón no dividirnos, introduciendo dentro del movimiento la cizaña, y
te puso a vos como su representante ante la JP?”. Abal dijo un el grado de cizaña suficiente como para colocarnos unos frente
par de cosas. Una de ellas, clarísima: “Acordate que la Ten- a otros dentro del mismo. Tampoco este procedimiento les ocupado para que nadie dentro de él pueda ser perjudicado
dencia fue con consignas muy duras. Eso al Viejo no le gusta- dio resultado. por sus ideas, si éstas no van contra el país o contra la organi-
ba. Reaccionó a su modo. Bueno, che, no puedo hablar de eso Después se combinaron varios de esos procedimientos para zación que representamos. En nuestro movimiento cada uno
ahora. Tomamos un café la semana próxima”. ¿Y yo qué hago intentar lo mismo, pero sin resultado positivo para nuestros tiene derecho a opinar; se formó con procedencias de la extre-
la semana próxima, Juan Manuel? Tengo que escribir ahora. adversarios. ma derecha y de la extrema izquierda, no de la ultraderecha ni
Supongo que le rompí las pelotas. Uno se pone así cuando Yo me pregunto: ¿cómo se intenta hoy conseguir lo que no de la ultraizquierda. Esos son inventos modernos en los que
anda medio loco con algo.) consiguieron durante veinte años de lucha? Hay un nuevo nosotros no nos detenemos a pensar, porque estamos muy
Pero lo de Juan Manuel certifica que Miguel tenía razón: procedimiento: el de la infiltración. Es decir, que se trata por conformes con lo que hemos hecho. Así, nuestro movimiento,
nada de consignas duras o apretarlo al Viejo. Iba a ser peor. todos los medios, utilizando lo que viene de afuera y lo que se con hombres de diversas procedencias, ha podido formar un
Con cautela. De a poco. Negociando. Chocar, nunca. puede gestar dentro de nuestras organizaciones, para producir cuerpo homogéneo, con una ideología clara y una doctrina en
Nos acercamos a Darío. Le pregunto: una disociación por la acción de los propios elementos infiltra- permanente ejecución en el pueblo mismo. Algunas veces apa-
–Darío, ¿qué consigna lleva tu columna mañana? dos. Esto ha calado en algunos sectores, pero no en el de las recen quienes de buena fe –aunque hay que pensar muy clara-
–Que nadie lo discuta/ López Rega hijo de puta. organizaciones obreras. Las mismas –por el gran sentido de mente si es de buena fe– piensan de otra manera. General-
En los ‘80 publiqué este episodio en una nota de HumoR. responsabilidad de los dirigentes y la férrea organización alcan- mente se los señala como traidores. No es que sean traidores.
Carlos Ulanovsky (a quien veía a menudo en unas reuniones zada durante estos veinte años, en que los trabajadores advir- No es que sean traidores; piensan de otra manera, engañados o
que hacíamos en el bar Mimo convocados por Carlitos Mar- tieron que la defensa de sus intereses sólo puede estar en sus no. Nosotros, desde el Movimiento, con el poder de nuestra
cucci, el eterno hombre joven de la Argentina, el hombre que propias manos– constituyen el factor único que las puede con- verticalidad, los podríamos haber eliminado totalmente. A
nunca piensa en la muerte y al que todos quieren, un poco por vertir en verdadero elemento de poder, con la unión y la soli- uno por uno los podríamos ir arrojando del Movimiento, pero
deporte, un poco al pedo como yo, pero todos lo queremos) daridad de ellas. nunca lo hemos hecho, salvo, a través de los tribunales de dis-
me dijo: (...) ciplina, a alguno que, políticamente, sacó los pies del plato.
–Esa pequeña anécdota refleja más que cien ensayos el espí- El dirigente no hace el ciento por ciento de lo que quiere; el (...)
ritu de una época. dirigente, al igual que el gobernante, debe acostumbrarse a Desgraciadamente, en estos tiempos, a eso hay que sumarle
El Ula tenía razón. Así eran los tiempos. Soplaban los vien- hacer sólo el cincuenta por ciento de lo que desea, dejando a una acción que podríamos llamar exógena y es la que viene de
tos de la imprudencia. Se pensaba en hoy, en mañana, acaso los demás que hagan el otro cincuenta por ciento. De todas afuera y está trabajando contra nuestras organizaciones.
en la semana que viene, no mucho más. También se jugaba a maneras, ha de tener la sabiduría de que el cincuenta por cien- Observen ustedes que contra Perón no trabaja nadie. El tiro
hacer la historia. ¡Enfrentar a Perón! Ponerlo de mal humor al to que elija para sí sea lo fundamental, a efectos de que la es contra nuestras organizaciones. Cuando alguien quiere ata-
Viejo. Putearle al payaso con que se había venido. Adrenalina organización pueda ser firme y duradera. carlo a Perón, sin que se note, ataca a un dirigente que está
pura. (...) con él, o a un ministro, o a un compañero. Lo ataca y le dice
–Están en pedo –le dijo Miguel. La ideología puede ser cambiante porque en las organizacio- de todo. Yo sé que cuando se lo dice a él, me lo manda para
–Es la línea que se bajó –dijo Darío. nes no hay nada de permanencia eterna, ya que ellas evolucio- mí.
Al día siguiente, la Tendencia rodearía la residencia de Oli- nan. Pero cuando ha de cambiarse una ideología o la doctrina, Esa es, diríamos, la acción endógena, intrínseca, la que se
vos –donde Perón estaba– y gritaría durante casi una hora: será por la decisión de conjunto, jamás por la influencia de produce alrededor nuestro. Pero hay otra, que viene de afuera,
“Que nadie lo discuta/ López Rega hijo de puta”. Volveremos cuatro o cinco trasnochados que quieren imponer sus propias llámese ITT, CIA, etcétera, que también existe, y que utiliza a
sobre esto. orientaciones a una organización que ya tiene la suya. los hombres que paga además de los idiotas útiles que las sir-
ven de una u otra manera.
EL PENSAMIENTO DE PERÓN Columna vertebral del movimiento (...)
Necesitamos analizar el pensamiento de Perón durante En este sentido siempre hemos procedido así en el Movi- Luchamos por que un día esa juventud, que constituye una
1973. Dio grandes conferencias en la CGT. En una hasta se miento Justicialista, dentro del cual el movimiento sindical de las ramas del Movimiento, tenga sus verdaderos y fehacientes
puso a lagrimear. representa, sin duda alguna, su columna vertebral. Es el movi- representantes, sus dirigentes, a los cuales nosotros les podamos
–Disculpen, compañeros. Los viejos somos así. Nos emocio- miento sindical el que mantiene enhiesta nuestra organiza- confiar un día nuestras banderas para que las lleven al triunfo.
namos por cualquier cosa. ción. Eso ha sido desde el primer día en que el Justicialismo Pero para eso debemos estar seguros, debemos saber que esa
Son las que transcribiremos a continuación. Las publicaba puso en marcha su ideología y su doctrina. De manera que juventud no hará mal uso de esas banderas por estar engañada o
la Secretaría de Prensa y Difusión de la Presidencia. Eran unos esto no es nuevo para nadie. por estar conducida por gente que no merece su conducción.
pequeños cuadernillos. Muy bien hechos. Buen papel. Buen El movimiento siempre ha sido manejado con un alto grado Queremos que la juventud se conduzca por sí, con hombres que
diseño. Los tengo todos. No sé si se editaron en las Obras de liberalidad. Hay que darse cuenta de que nosotros no ella misma determine. Entonces podremos incorporarla al
Completas. No lo sé porque ni loco me pienso conseguir las somos un partido político, que tiende normalmente a la secta- Movimiento, con la convicción absoluta de que nos será útil
Obras Completas de Perón. Perón no tiene Obras Completas. rización; nosotros somos un movimiento nacional que, por el ahora y que nos representará dignamente en el futuro.”
Apuntes de historia militar y conducción política son clases. Los contrario, tiende hacia la universalización.
demás textos provienen de un par de libros apresuradamente (...) Discurso pronunciado por el teniente general Juan Perón
escritos y de discursos. Los discursos no son Obras Completas. ¿Qué sucede ahora en nuestro movimiento? En nuestro ante el Congreso del Partido Justicialista, reunido en la Sala
Las clases tampoco. Obras Completas son los libros que un movimiento, lo que ha pasado siempre. Yo he sido jefe del del Teatro Nacional Cervantes el 18 de agosto de 1973
autor escribió. Lo demás es otra cosa. Habitualmente un rejun- movimiento durante los últimos treinta años, pero me he pre- “(...)
II
que es el que más vale. Porque el argentino que no ha abando- ¿Y qué dice nuestra experiencia? Nos dice que cuando a las
nado todo, no se ha largado por la vía de los asaltos y de la organizaciones gremiales se les ha exigido su prescindencia
tarea fácil de la delincuencia, está un poco desanimado, piensa política –como dicen algunos–, aquéllas han mantenido su
que todo es dubitativo, que no pisa sobre terreno firme. unidad gremial, pero también han mantenido su unidad polí-
Lo primero que tenemos que hacer es reconstruir, moral y tica. Es inseparable lo gremial de lo político.
espiritualmente, a esos argentinos que están dudando de nues- No se pueden dividir. Claro, los que han intentado dividir
tra propia capacidad humana. la acción social de la acción política, han querido hacerlo pre-
(...) cisamente para debilitar el factor de poder que representan las
Yo recuerdo que cuando cayó el gobierno legal y constitu- organizaciones sindicales.
cional, el peso argentino valía 14,50 por dólar, y cuando volvi- Renunciar a la política es renunciar a la lucha, y renunciar a
mos nosotros, el 25 de mayo, ese dólar valía 1400 pesos argen- la lucha es renunciar a la vida, porque la vida es lucha, precisa-
tinos. mente.
Y así podría seguir enumerando las situaciones, para demos- (...)
trar que no podemos en este momento estar improvisando, Nosotros, los hombres, nos creemos que somos los que
que es necesario que desatemos el paquete, para ver qué nos hacemos evolucionar al mundo y a la humanidad. Estamos
han dejado dentro, antes de comenzar a trabajar con el inte- equivocados. Hay un determinismo histórico, un fatalismo
rior de ese paquete. Después de dieciocho años, yo he citado histórico, que es el que actúa subterráneamente, con fuerzas
estos dos ejemplos en lo económico, pero podría citarlos en invisibles, empujando esa evolución. Los hombres le vamos
todos los demás aspectos. colocando arriba y periféricamente un sistema para acompañar
(...) esa evolución. Eso es lo más que podemos hacer.
Hay gente que escucha las palabras y las hace suyas. ¡El (...)
desarrollo! Yo vengo de un mundo que está terriblemente El demoliberalismo capitalista –no podemos negarlo– en los
arrepentido del desarrollo que han hecho. Y en este momento últimos dos siglos de su existencia hizo avanzar la ciencia y la
el mundo superdesarrollado está entrando en una etapa de técnica más que cualquier otro sistema de los otros diez siglos
desesperación, porque ve que su desarrollo tecnológico lo ha precedentes. Eso no lo puede negar nadie. Pero tampoco se
llevado a la destrucción de los medios que la naturaleza le ha puede negar que todo ese inmenso esfuerzo fue realizado sobre
venido ofreciendo para pervivir. el sacrificio de los pueblos. ¿O no?
En este momento, las sociedades de consumo han llevado a (...)
un despilfarro tal los medios ecológicos de la humanidad, que Por eso, esta evolución que va imponiendo al mundo nue-
se está quedando sin comida y sin materia primera. vos módulos de acción es la que nosotros hemos venido lla-
(...) mando desde hace treinta años una comunidad organizada,
Nosotros pensamos que el fin de la riqueza no es la explota- una comunidad donde no sea posible la injusticia y en la que
ción de la soberbia, sino que es servir socialmente a los pue- el régimen de acción no pueda ni deba ser el sacrificio.
blos. Si aspiramos de una manera general a esa riqueza, es para (...)
que todos los argentinos puedan ser igualmente dignos y feli- Con un pueblo infeliz, de poco valdría. Yo prefiero un
ces. Nosotros debemos pensar que en la filosofía de todos los pequeño país, de hombres felices, y no un gran país de hom-
tiempos nada ha superado al designio de hacer grandes, dignos bres desgraciados.
y felices a los hombres. (...)
Por eso también creo, compañeros, que en la tarea del futu- Hace pocos días terminó en Medio Oriente uno de esos
Yo pedí a los médicos una declaración en la que me pudie- ro Gobierno lo primero que interesa es reconstruir al hombre, ultrajes en los cuales los intereses de los espurios imperialismos
ran colocar en situación de poder decirle al Congreso la reali- reconstruirlo económica y moralmente. que actúan allí han intervenido, a través de dos pobres pueblos
dad de mi estado físico. Yo sé, por dura y larga experiencia, lo (...) que se están exterminando, para ver al final quién se queda
que el gobierno de la Nación demanda del primer magistrado, Cuando los argentinos tengan trabajo y medios de subsis- con el petróleo.
y, en consecuencia, sé también que sin un estado físico sufi- tencia, volveremos a tener un director de prisiones que vendrá (...)
ciente y un estado mental a la altura de las necesidades, esa a decirnos que nos estamos quedando sin presos. Siempre se ha pensado, durante la larga etapa del demolibe-
tarea no es fácil de realizar. Mientras la necesidad ande suelta en las calles, y el hombre ralismo-burgués, que los obreros estaban organizados. Esa es
El informe de los médicos para mí ha sido suficientemente argentino no tenga la posibilidad de resarcir su desgracia de una mentira. Los que han estado organizados han sido los
satisfactorio. Dice así: otra manera, tendremos la delincuencia suelta en las calles. poderes que han manejado la política.
Debemos pensar que el hombre, por naturaleza, es bueno; son ¿Y qué poderes han manejado la política? Han sido la bur-
‘Vicente López, 7 de agosto de 1973. consultados sobre la las circunstancias las que lo hacen malo. Y a esos malos debe- guesía, las aristocracias o las plutocracias. Sólo que ellas lo han
salud del teniente general Juan Domingo Perón y su capaci- remos ofrecerles un destino que los haga buenos. En ello, el hecho en su propio beneficio y siempre en perjuicio del pue-
dad para desempeñar la primera magistratura del país, declara- Gobierno ha de empeñarse en primer término, porque para el blo. Si el pueblo quiere liberarse para siempre de esa amenaza,
mos: 1º) El teniente general Juan D. Perón se encuentra resta- Justicialismo el hombre está por sobre todas las demás circuns- no tiene más remedio que mantenerse orgánicamente podero-
blecido de la afección comprobada el dieciséis de junio del tancias. Reconstruido o, por lo menos, lanzados a la acción de so. El hombre cede más al poder que a la razón; por eso hay
corriente año; 2º) La actividad futura debe contemplar y ajus- reconstruir al hombre, debemos pensar en reconstruir el Esta- que tener la razón, y apoyarla con el poder.
tarse a la situación física vinculada a la edad y a la afección do, que prácticamente ha sido destruido.” (...)
padecida.’ Pueden estar ustedes seguros de que si en la República
Firman el doctor Pedro Cossio y el doctor Jorge Taiana. Discurso pronunciado el 2 de noviembre de 1973 por el Argentina no existiese una organización sindical como la que
(...) señor presidente de la Nación, teniente general Juan Domin- tenemos nosotros, seríamos mucho menos respetados en este
Algunos de nuestro Movimiento, y de fuera de nuestro go Perón, en la Confederación General del Trabajo momento.
Movimiento –que son los más–, nos han criticado, porque “Entendemos el país, con todas sus instituciones, como una (...)
dicen que estamos un poco desorganizados. Señores, yo pre- comunidad que, con un trabajo permanente, va labrando la Cuando yo hablaba todas las semanas en la Confederación
gunto si en la historia política del mundo existen muchos felicidad de un pueblo, al mismo tiempo que, sin hesitaciones General del Trabajo, siempre les decía a los muchachos, a los
ejemplos que después de veinte años de persecución, de fusila- ni apuros, va labrando también, poco a poco, la grandeza de la dirigentes: ‘Estén atentos; miren que el enemigo no duerme;
mientos, de cárceles y de todas las arbitrariedades que se han Nación. Eso, para nosotros, es una comunidad organizada, en vean que los enemigos existen; un día podemos caer noso-
cometido con el Movimiento Nacional Justicialista, hasta el entendimiento de que realizándose la comunidad, cada uno tros...’. ‘Nunca, nunca’, gritaban.
colocarlo fuera de la ley; si hay muchos Movimientos que des- puede también realizarse dentro de ella. (...)
pués de todo eso, hayan resistido y estén firmes como una pie- (...) Nosotros tenemos una doctrina que fija perfectamente y
dra, como está nuestro Movimiento. Todo nuestro trabajo es, precisamente, la felicidad del pue- con claridad una ideología que no está en contra de nadie,
(...) blo. Pensamos que el hombre es lo fundamental, y todo nues- pero que tampoco está en favor de las concepciones ajenas a
Hoy hay un solo interés: es el interés de todos los argenti- tro esfuerzo desde el punto de vista político, social, económi- nuestro pueblo y a nuestro país.
nos, sin cuya realización nadie podrá soñar en realizar su pro- co, cultural, etc., va dirigido en beneficio del hombre. Somos simplemente justicialistas, respetamos a los demás,
pio destino. (...) pero queremos que los demás también nos respeten.”
En esto, compañeros, debemos llevar la sensación a toda la Para nosotros, es a la inversa; el capital no tiene razón de ser
República de que nuestro gobierno justicialista no es ni absor- sino al servicio de una economía, la que a su vez está al servi- Mensaje pronunciado por el señor presidente de la
bente, ni sectario, ni excluyente. A pesar de todo lo que ha cio del bienestar social. Nación, Tte. Gral. don Juan Domingo Perón, el día 24 de
sucedido en estos últimos veinte años, nosotros nos despreo- De esta sintética exposición de fundamentos, nace toda la diciembre de 1973 con motivo de las tradicionales fiestas de
cupamos de las pasiones menores, para exaltar la única pasión orientación que el Justicialismo trata de poner en ejecución Navidad
que vale en los tiempos que vivimos: el destino de la Repúbli- desde el Gobierno y desde las instituciones del Estado. “Antes de que 1973 termine, deseo hacer llegar mi agradeci-
ca Argentina. (...) miento más profundo y sincero a todos los que colaboraron en
(...) Cuando el obrero ha estado en el mundo sin organizarse, ha cuanto hemos venido haciendo desde el 25 de mayo a la fecha.
Desde el 25 de mayo han pasado tres meses. Tres meses sido un juguete de las circunstancias y ha sufrido la mayoría No sólo estoy satisfecho de cuanto hemos realizado en ese
que ya de por sí son insuficientes para conocer cómo está el de las injusticias sociales. La justicia social no se discute, se lapso, sino que vivo confiado en el éxito de cuanto hemos pro-
país, porque para arreglar una cosa o reconstruirla es preciso conquista, y se conquista sobre la base de organización, y si es yectado para el futuro, porque tengo fe en el pueblo argenti-
primero conocerla. Quizá la primera regla de la filosofía de preciso, de lucha. no, en los trabajadores, en los técnicos, en los empresarios, en
la acción aconseje ver, base para conocer; conocer, base para (...) los servicios de seguridad del Estado, en las Fuerzas Armadas
apreciar; apreciar, base para resolver, y resolver, base para La defensa de los intereses profesionales se confunde con la de la Nación y en el Estado mismo, que cada día progresa en
realizar. defensa de los intereses del pueblo, y cuando una organización su orgánica y su misión.
Nuestros críticos deben pensar que hemos recibido el país está al servicio del pueblo, es invencible, porque los pueblos (...)”
en una situación casi caótica, totalmente amagado de destruc- son invencibles.
ción, donde lo primero que se ha destruido es el argentino, (...) Palabras pronunciadas ante representantes de diversos
III
nucleamientos políticos y sociales en el acto de existe una satisfacción y una gloria mayor que Venta de automotores a Cuba. El viernes próxi-
inauguración de la sala de reuniones de los parti- contemplar la cara de este pueblo, que es lo único mo la empresa Fiat Concord Argentina S. A. sus-
dos políticos, en la Casa de Gobierno (14 de que labra la grandeza de la Patria.” cribirá un contrato con la delegación comercial de
diciembre de 1973) Cuba que se encuentra en nuestro país, por el cual
“Yo pienso que hay una generación que está Alocución pronunciada por el señor presidente aquélla vende a ese país 5500 camiones pesados,
creando un problema y se está enfrentando a de la Nación, teniente general Juan Domingo 6000 automóviles y 600 tractores. La operación
nosotros, los viejos, que ya queremos entregar el Perón, en la Confederación General del Trabajo, importa un valor total aproximado de 100 millo-
testimonio para que los otros sigan corriendo. Nos el 25 de octubre de 1973 nes de dólares.”
estamos enfrentando con los muchachos, que vie- “El movimiento sindical argentino, en mi con-
nen apurando de abajo, y como no hay nada en el cepto –y he recorrido casi todo el mundo–, es uno Discurso pronunciado por el presidente de la
medio, el golpe lo recibimos todos nosotros. Es de los mejores organizados y capacitados del orbe. Nación, teniente general Juan Domingo Perón,
necesario entonces crear una generación que haga Esa es la realidad. en la Confederación General del Trabajo, el 13
de colchón intermedio, que es lo natural que suce- Señores: debemos pensar también en que el futu- de diciembre de 1973
da en los países libres de todas artes del mundo. ro del sindicalismo en el mundo será de una impor- “Por eso, compañeros, cuando debemos hablar
Sería un colchón intermedio entre una generación tancia extraordinaria. La evolución nos va llevando de sueldos, o sea de salarios y precios, tenemos
ya “amortizada” y una generación todavía verde hacia formas cada día más preponderantemente que considerar todos estos aspectos. No podemos
que comienza a pujar porque está madurando. sociales y menos políticas. El sistema demoliberal lanzarnos a perturbar –diremos– una acción que
Lógicamente, en el medio tiene que haber algo. capitalista ha fenecido en el siglo XX, y se va a ini- se va realizando. Yo jamás le he prometido al pue-
(...) ciar una nueva etapa. Y si en ésta el acento fue la blo argentino nada que no haya sido capaz de
Habíamos establecido que para un justicialista política –porque para eso se lo organizó–, la etapa cumplir. Hasta ahora, jamás he prometido en
no hay nada mejor que otro justicialista. Pero que viene, en el continentalismo y su futuro, es emi- vano. Y yo prometo acá, bajo mi palabra, que
ahora cambiamos y decimos que para un argenti- nentemente social. Ya los factores sociales se conju- nosotros en este Plan Trienal que iniciamos,
no no debe haber nada mejor que otro argentino. gan a la par de los factores políticos, pero como ellos vamos a poner a punto toda una situación nacio-
Y lo demás son pamplinas, según lo sabemos son los valores reales de una asociación para una nal en donde tanto la felicidad del pueblo como la
nosotros mejor que nadie, que somos los que comunidad organizada, cada día tienen mayor pre- grandeza de la Nación se vayan realizando paulati-
practicamos la política. ponderancia y la tendrán más en el futuro. namente.
(...) (...) Pensamos que todo esto es posible. Claro que
Nosotros debemos realizar un cambio genera- La historia nueva es la historia de las grandes hay algunos que no quieren que así sea, pero de
cional si no queremos envejecer políticamente, organizaciones continentales. El sindicalismo no esos no nos ocupamos; a esos los dejamos, porque
porque en política, como en todos los órdenes, puede quedarse atrás en esta evolución y debe ir no van a hacer tampoco nada. Cuando nosotros
detenerse es morirse o marchar hacia la muerte. tendiendo también a las organizaciones sindicales nos pongamos en marcha, en la forma en que el
No podemos ni debemos aceptar ese envejeci- continentales. Es decir, nosotros debemos ir pen- país está decidido a hacerlo, lo haremos con paz,
miento; hay que hacer un cambio generacional, sando que hemos alcanzado un alto grado de desa- con justicia y con libertad. Somos una aplanadora
pero ese cambio no puede ser de un hombre de 78 rrollo en la organización sindical argentina. Por lo y el día que nos pongamos en marcha, ¡pobre del
años a un muchacho de 20, porque se va a caer en tanto, tenemos derecho a ir a otras partes buscan- que se ponga adelante!
el vacío. do la misma unión y la solidaridad que nosotros Los trabajadores argentinos tienen mi palabra
Es necesario crear un proceso de continuidad hemos alcanzado para la defensa de la clase traba- en ese sentido. Yo les aseguro que volveremos
para que el trasvasamiento generacional se realice jadora continental. Ese debe de ser nuestro objeti- nuevamente a los tiempos en que todo el mundo
normalmente; de a poco y normalmente. vo futuro si no queremos quedarnos atrasados en estaba feliz y tranquilo, y en que el pueblo tenía
La generación intermedia es muy valiosa porque la evolución. un poder adquisitivo suficiente como para vivir en
es la escalera que va a permitir ir subiendo. Sin (...) orden con dignidad y felicidad.
ella podemos dar un salto en el vacío, y Dios nos La política trata de crear la comunidad econó- (...)
libre si sucediese una cosa semejante. mica latinoamericana como una imposición de la Además, el hecho de poder movilizar los gran-
Los muchachos están todavía verdes y los viejos historia y de la necesidad que el futuro nos plan- des negocios del país, está indicando que a corto
demasiado maduros. En estas circunstancias se tea, para podernos organizar y defender adecuada- plazo todo esto va a satisfacernos de la manera
necesita la capa media, que es la equilibradora de mente. Yo he dicho muchas veces que el año 2000 más absoluta y pasaremos de una economía de
todos los procesos y fenómenos de este tipo. nos encontrará unidos o dominados, y por eso la miseria en que ha estado viviendo el país, a una
Tengan presente que les ofrecemos esta bienve- política internacional, especialmente la de nuestro economía de abundancia como la que ya vivimos
nida de todo corazón, con la seguridad de que país, tiende a esa unidad; unidad para la defensa en 1955, donde nadie que trabajara podía estar
deben sentirse como en sus casas, porque esta es la común. Y en esta unidad nada hay más importan- debajo de la línea que fijaba el salario vital y
casa de todos.” te que la unidad de los pueblos y esta se llama uni- móvil. Debajo de esa línea no debe haber ningu-
dad orgánica sindical continental. no, sino todos sobre ella, en la concurrencia, en su
Con estas palabras, el señor presidente de la (...) capacidad y en su esfuerzo, que es lo que premia a
Nación, teniente general Juan D. Perón, reinició La comunidad organizada los hombres, con toda justicia. Es arriba de la
el diálogo con su pueblo desde los balcones de la (...) línea de la vida donde aun el más incapaz debe
Casa de Gobierno, después de 18 años. Producción agropecuaria: factor determinante estar.
“El anterior discurso del teniente general Perón (...) (...)
frente a la multitud reunida en la Plaza de Mayo Hay tontos o malintencionados que están gri- El mismo Cristo sabemos que curó, etcétera,
había sido pronunciado el 31 de agosto de 1955 tando que quieren esto, que quieren lo otro, que pero a arreglar la economía nunca se puso.
“Compañeros, hay circunstancias en la vida de la revolución; inclusive uno de ellos me dijo: Quería enterarlos a ustedes, que son los que
los hombres en las cuales uno se siente muy veci- ‘Señor, hay que hacer la revolución’, y yo le con- más me interesa que conozcan estos problemas,
no a la Providencia. Para mí, esas circunstancias se testé: ‘¿Usted quiere que me pase a mí lo que le para tener una sensación real. Se habla de parita-
presentan cuando tengo la inmensa satisfacción de pasó a Allende en Chile?’. Todo consiste en que rias y de todas esas cosas; de la necesidad de hacer-
contemplar al pueblo. Y a esta inmensa satisfac- no les demos el gusto.” las; yo aquí podría decir, como Fidel Pintos: ‘Lo
ción va unida la tremenda responsabilidad que inventé yo’. Y es cierto, porque los convenios
representa el servir digna y lealmente a ese pueblo. Discurso pronunciado por el presidente de la colectivos de trabajo fueron una de nuestras pri-
(...) Nación, teniente general Juan D. Perón, en la meras grandes conquistas; pero nosotros los
Yo y el Gobierno hemos de poner todo nuestro sede de la Confederación General del Trabajo, el comenzamos a realizar como habíamos ya conse-
empeño, pero necesitamos que el pueblo argenti- 27 de diciembre de 1973 guido una economía de abundancia. Porque los
no ponga el suyo, porque nadie hoy puede gober- convenios colectivos en un período de abundancia
nar el mundo sin el concurso organizado de los “Que nadie esté sumergido aseguran la justicia; en un ambiente de miseria
pueblos. Esa fue la doctrina que nosotros implantamos provocan la lucha, que a su vez es negativa para el
Compañeros: finalmente quiero dedicar algunas en 1946. Hoy estamos en lo mismo. Lo que noso- mejoramiento de todos.
palabras a nuestra juventud. tros vigilamos y seguimos atentamente es la nece- (...)
A esa juventud, que es nuestra esperanza, quiero sidad de ir levantando a los sectores sumergidos,
que le llegue nuestro más profundo cariño, junto de los que había muchos el 25 de mayo. A todos Equilibrio en una economía de abundancia
con la exhortación más sincera a que trabaje y se esos sectores los estamos llevando por arriba de la Compañeros: he querido hacer esta disertación
capacite. Porque los jóvenes serán los artífices del línea de la vida. Es decir, que no haya familia que referida a este tema, porque deseaba que todos los
destino con que soñamos. A ellos hemos de entre- no pueda cubrir las necesidades indispensables compañeros tuvieran fe en nosotros y en el
garles nuestras banderas, convencidos de que por para la vida. Lo demás es cuestión de desenvolvi- Gobierno, que jamás ha defraudado al pueblo.
sus valores morales han de llevarlas al triunfo para miento natural de la comunidad. En este sentido También debemos tener fe en los dirigentes sin-
PRÓXIMO la grandeza de la Patria y la felicidad de nuestro hemos realizado mucho. El índice ya lo he expre- dicales, que siempre han demostrado un cumpli-
DOMINGO pueblo. sado varias veces. Nosotros consideramos que la miento honesto y capacidad en su misión. Si ellos
Finalmente, quiero decirles que durante este distribución de los beneficios ha de ser justa: se marchan adelante con la bandera que nosotros
El asesinato de gobierno que hoy se inaugura, y siguiendo la vieja divide por mitades. Es decir, no como se acostum- hemos enarbolado, yo les aseguro que nadie ten-
Rucci, hombre de costumbre peronista, los días primero de Mayo de bra a decir que tenemos 1350 dólares ‘per cápita’. drá por qué arrepentirse. Si alteráramos el rumbo,
cada año he de presentarme en este mismo lugar Ese es un cuento chino, porque hay algunos que haciéndole el gusto a muchos que ‘quieren Lola’,
Perón, sindicalis- para preguntarle al pueblo aquí reunido si está tienen cinco mil y otros que no tienen nada. No no tendríamos mucho que agradecerles.”
ta del peronismo conforme con el gobierno que realizamos. es la proporción real, que nosotros vigilamos y
de derecha, (...) queremos. Colaboración especial:
macartista feroz Pueden estar persuadidos de que para mí no (...) Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 27 de septiembre de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


98 El discurso de
Firmenich en Atlanta

Suplemento especial de

PáginaI12
LA MARCHA SOBRE EZEIZA rante Mayorga. Eran ya la Triple A. Si era el una enorme solicitada: Los homosexuales y los para ser el Padre de todos. Se han formado dos
NO FUE UN ACTO POLÍTICO Somatén que menciona Bonasso, no sé. No son drogadictos contra Osinde. Lo confieso: nunca bandos peronistas y Perón elige uno. Al otro no lo
ejamos atrás los discursos de muchas las pruebas que tiene Bonasso sobre el había visto algo tan grosero en la Argentina. Era recibe, no le habla, no lo conduce. En rigor, lo

D Perón a lo largo de 1973. Hubo


más. Podríamos haberlos publica-
do en un Anexo documental. Pero
no creo en los anexos documenta-
les. El lector los deja de lado. O los olvida. O
cuando terminó no tiene ganas de leerlos. Ade-
más, ¿cómo van a estar al final si se produjeron
Somatén. Pero la realidad avala su teoría. El
Somatén apareció. Ya surgió espectacularmente
en Ezeiza. Ya ahí mostró su furia asesina, su
sadismo para la tortura. ¿Para qué tenían que
torturar en ese Hotel de la Muerte en que Favio
quiso suicidarse, según dice? ¿Era necesario tor-
turar? Para nada. Torturaron porque eran sádi-
una basura. Nadie, ni Onganía se había expresa-
do así. Descubrí eso que Bonasso cuenta le dijo
Alicia Eguren, con dolor y rabia, cuando lo
llamó por teléfono a La Opinión:
–Siempre se dijo que éramos fascistas, cuando
no era cierto. Ahora es verdad, Miguel: esto que
vimos ayer es el fascismo.
expulsa del peronismo. Este padre ya no puede ni
quiere conducir a todos. Pero, ¿cómo frenar una
juventud a la que se le dio tantas alas? ¿Perón
creía que podía jugar con las esperanzas de la
gente? “Esto lo arregla la juventud, aunque sea a
patadas, o no lo arregla nadie.” No se puede
decir esto y poco tiempo después mandarlos a la
en medio de la borrasca? Que publique aquí –en cos, porque estaban enfermos de sadismo y de Miguel añade que la viuda de John William mismísima mierda. Decirles infiltrados, que tie-
el texto– fragmentos sustanciales de discursos de odio. Los mercenarios de la OAS están Cooke tenía autoridad para decirlo (Bonasso, nen puesta la camiseta peronista. Pésima conduc-
Perón es porque, por decirlo así, aquí ocurrie- terriblemente adoctrinados. Luchan ob. cit., p. 734). Es posible. Pero durante esos ción política. Oiga, general: cero en conducción
ron: en medio del texto, en medio de la trama, contra el marxismo. Las patotas de los días –antes de descubrir el fascismo–, Alicia política. Y juzgándolo desde sus propios pará-
en medio de los hechos, mezclados con ellos. sindicatos también. Luchan contra Eguren, en un reportaje, declaró (ante un metros. ¿Cómo un maestro de la conducción
Los quiero publicar extensamente porque –aun- los zurdos. La Juventud Sindical aumento de tarifas de gas y electricidad en que política como usted no puede imaginar algo
que los he cercenado– es necesario que se que había armado Lorenzo incurrió el gobierno del Tío en plena primave- mejor para integrar a la juventud? Yo –y
conozcan con extensión. En ellos está todo lo Miguel era temible. Lleva- ra de su corto mandato) que “el gobierno de muchos otros que hoy todavía están para con-
que quería hacer Perón con la Argentina en ban un brazalete verde y Cámpora se ha ubicado en la más completa tarla– estuve bien unido, codo a codo, con los
1973. Muchas cosas son atinadas. Pero hizo se les decía “los verdes”. ilegalidad revolucionaria”. ¡Carajo, por un jóvenes de superficie de la Jotapé. Fui profesor
otras que fueron terribles errores de conducción Y si los verdes venían aumento de tarifas! Mirá vos, Alicia, ¿viste de muchos de ellos y, en algunas clases, se discu-
política. ¿Por qué Perón se juega tan a la derecha hacia vos mejor te que “la ilegalidad revolucionaria” era otra tía a fondo de política. Lo juro por mi honor
ya el 21 de junio? ¿Por qué elige con tanta deci- rajabas porque te fae- cosa? La “ilegalidad revolucionaria” es el (que lo tengo): si Perón se hubiera manejado de
sión, rapidez y de un modo tan tajante? ¿Por naban como Mata- fascismo. No un aumento de tarifas de un otro modo, la mayoría de la Jotapé habría esta-
qué condena a la Jotapé? ¿Por qué le echa enci- siete y los suyos al gobierno popular. Alicia se preparaba do con él. Hasta los hubiera tenido pintando
ma toda la responsabilidad de la masacre de unitario de Eche- para atacar a Cámpora desde su plazas o colaborando en los ministerios. Pero los
Ezeiza? Como dije: el error de la Tendencia (y verría en El irascible izquierdismo. Y ya no mandó a la hoguera de entrada. No hizo casi
de su “organización hegemónica”, Montoneros, matadero. Esta- estaba Cooke para enseñarle nada por integrarlos. ¡Un conductor de pueblos
que, para ese entonces, era su indiscutida con- ban los del C. de algo de política. que no puede integrar! ¿No era que si sólo llego
ducción) cometió el error de ir a copar el acto. O. Tenían la Los drogadictos y los homo- con los buenos voy a llegar con muy pocos?
Esto lo vimos detalladamente. Hay quienes cabeza llena de sexuales contra Osinde. Aquí ¿Tan malos eran los jóvenes? ¿O el viejo líder le
insisten en decir que siempre se va a copar un mierda. Ahí se estaba el fascismo. Este tenía demasiada furia a la izquierda? ¿Es posible?
acto. Grave error: el que crea que la marcha sobre las había puesto era su lenguaje. ¿Cómo lo tuvo a Cooke junto a él (aun en la
Ezeiza fue un acto político se equivoca. Los Mon- Brito Lima en Esta frontalidad, lejanía) durante tantos años? ¿Cómo no les pudo
toneros lo confundieron con un acto. No enten- sus charlas sobre esta injuria sacar la juventud a los Montoneros? ¿Cómo pudo
dieron al pueblo ese día, como tantos otros días la “zurda peronista berreta. Esta levantar a las pandillas lúmpenes de la derecha
hasta que dejaron de tratar de entenderlo y se que se quiere infil- desvergüen- fascista con que contaba para atacarlos? ¿Qué
olvidaron de él para transformarse en un aparato trar en el movimien- za para la creía que iba a conseguir?
militar. Si no hay sensibilidad para advertir to y tenemos que mentira. La Además, el raje de Cámpora es de opereta.
cómo viene la mano desde abajo mejor no hacer liquidarlos a todos”. Jotapé sacó una Tratando de darle un aire masivo, José Ignacio
política. La marcha pacífica sobre Ezeiza fue un Osinde era un asesino. Y consigna para Rucci, el Petiso, rodea la residencia de Gaspar
festejo, una celebración, un jubiloso recibimiento había sido jefe de seguri- responder a ese Campos con unos ómnibus que no pasan de
al líder que por fin regresaba. A un acto van dis- dad de Perón durante sus agravio: trece o catorce y dan vueltas sin cesar, como los
tintas fracciones políticas que se disputan los primeros gobiernos. ¿Por No somos putos tanques de Montgomery en El Alamein. Lo que
mejores lugares. A Ezeiza iba el pueblo. Tam- qué un tipo como Osinde y no somos faloperos se produce es una ilusión óptima: los micros
bién las fracciones políticas. Porque fue todo el no otro? ¿No sabía Perón que era somos soldados siguen dando vueltas, pero son siempre los mis-
mundo. Pero el objetivo no era el de un acto. peligroso darle la organización de la de FAR y Monto- mos. A Montgomery le resultó. Rucci hizo el
Nadie competía con nadie. Esa era –sí– la fiesta seguridad del acto a Osinde? ¿Qué sabía neros. ridículo. Sospecho que Montgomery, como
de todos. ¿De dónde sacaron que era un acto? Perón? Esta pregunta es decisiva. Si se quiere ¡Y años después genio político y estratega militar, lo superaba.
¿Tan poco entendían al pueblo, a la gente, a la salvar a Perón de las bandas clandestinas, de la aparece Sebreli para Pero el conductor estratégico todo lo podía. Y
clase media enamorada del peronismo? A todos Triple A, hay que hacer de él un viejo enfermo y decir que la Jotapé era Perón había venido para ser Presidente. Cámpo-
esos sectores había que sumarlos, nuclearlos, no sumamente distraído. Lo que intentaron hacer homofóbica! Pobre Jota- ra –para toda la derecha peronista y la del país
aterrorizarlos. ¿A qué acto podía ir un papá con un poco los Montoneros con la teoría del cerco. pé: también era homofó- en general– era un aliado de los Montoneros.
su hijito en hombros? ¿A qué acto podían ir “El Viejo está cercado”. bica, y hasta es condenada Afuera con él. Su lealtad había desaparecido.
cientos de mujeres embarazadas? Viejos peronis- desde la “corrección políti- Para Perón, Cámpora se había vuelto más leal a
tas que mostraban orgullosos el escudito del “NO SOMOS PUTOS/ NO ca” de los noventa. Osvaldo la Tendencia que a él. O, sin duda, compartía el
Partido, que nunca habían tirado a la basura “a SOMOS FALOPEROS” Bazán retoma este tema en su proyecto de los jóvenes: el del socialismo nacio-
pesar de las mentiras de la Libertadora”. ¿Cuán- ¿Cómo un pobre tipo como López Rega iba a novela (que cité: La más mara- nal. Perón traía otra cosa en sus valijas ideológi-
tos, en esa jornada única, irrepetible, rumbo a cercar a Perón? Y si se quiere ver la verdad hay villosa música) y hace de esa cas y no era para nada el socialismo nacional,
Ezeiza, vimos a montones de esos veteranos que ver a Perón como un líder aún en dominio consigna el eje de una historia de herrumbrado en los basurales de la ideología.
peronistas de “los días felices” caminar con la de su personalidad y sus decisiones. Ahí, enton- amor. Esa consigna fue coyuntural. Caído Cámpora, la Jotapé queda desprotegida.
esperanza del retorno de esos días, que ahora ces, no hay cerco que valga. La Triple A –cual- Surgió como respuesta a la solicitada fascista de Perón no la recibe y se pasa el día entre sindica-
volvían porque volvía Perón? De modo que no quiera lo sabe– no se pudo hacer sin el conoci- la gente de Osinde. Después no se usó más. listas, tipos de seguridad, milicos y políticos de
jodan más con que eso era un acto. Eso era un miento de Perón. Bonasso va más allá: dice que, Pobre “juventud maravillosa”. Lo único que le mala calaña. Algo hay que hacer, dice la con-
acto para los Montoneros que querían coparlo y en Madrid, en Puerta de Hierro, la joven Gloria faltaba ser: mataputos. Por favor, ocúpense de ducción de la Tendencia.
mostrarle a Perón que eran la mayoría, que las Bidegain, hija de Oscar, que sería gobernador algo que sepan. La Jotapé era tan homofóbica
masas les pertenecían y que eso les daba derecho de la provincia de Buenos Aires, le escucha decir como cualquier habitante heterosexual de esos ¿PARA QUÉ NOS DISTE
a compartir la conducción. a Perón: tiempos. Y menos. Porque era libertaria. Y por- TANTA MANIJA, VIEJO JODIDO?
Pero el error no tuvo la bestialidad asesina de –Lo que hace falta en la Argentina es un atenemos a las afirmaciones terminantes de dicatos toman el protagonismo. ¿Por qué le bajó que Perlongher y los suyos fueron con ella a Lo que se hace es la movilización del 21 de
los bandoleros del palco. Esos tipos (los que “somatén”. Bonasso deducimos que las pintadas No jodan tan rápido el dedo a la Jotapé? Fue sorprenden- Ezeiza. Los homofóbicos eran los fachos: eran julio de 1973. ¡Qué año, 1973! Nada dejó por
obedecían a Osinde) eran asesinos profesionales. Bonasso aclara: “El Somatén es una institu- con Perón llegaron tarde. Bonasso ya lo había te. ¿Cuestionada por quién estaba la “juventud Osinde, el C. de O., los sindicatos, los que pasar. Siempre pensé escribir un libro con ese
Mercenarios. Por eso le discutimos la estrategia ción armada de Cataluña que se remonta al hecho. Creo que insuficientemente fundamen- maravillosa”? ¿Por López Rega y los suyos? ¿Por pusieron esa solicitada. La Jotapé sólo la respon- título: El 73. Un poco al estilo de El 45 de
del copamiento a la Orga. ¿No sabían quiénes siglo XI, fue reflotada en 1876 por el brigadier tado. No tiene otras pruebas más que las de la los sindicatos? ¿Por Osinde? Sí. Pero mentían. dió. Pobres pibes torturados y desaparecidos. Félix Luna, que era muy bueno porque, al ser
estaban arriba del palco? Todos lo sabían. Favio Joaquín Mora y los patricios de Barcelona y hija de Bidegain para el tema del Somatén. Lo Los que habían hecho fuego eran ellos. Pero de Encima de todo: ¡homofóbicos! Víctimas de la de 1972, Luna moderó su gorilismo con fre-
lo sabía. Los periodistas. Cualquiera que andu- cobró un nuevo impulso en 1923, cuando el que le da verosimilitud a la cuestión es que el ellos Perón no quería librarse. De la incómoda ira de Sebreli. cuencia desbocado y, bajo los imperativos de la
viera por ahí la noche anterior lo sabía. Se veían general Miguel Primo de Rivera, padre del crea- líder justicialista es señalado por los hechos que “juventud maravillosa”, sí. La Jotapé señala cul- época, fue más objetivo y dejó de lado sus
armas por todas partes. ¡Y qué armas! Armas que dor de la Falange, encabezó un golpe de Esta- se desatan a partir de Ezeiza y lo encuadran pables. Pegotea por toda la ciudad unos carteles EL PADRE ETERNO “opiniones personales”, que no suelen ser bue-
nunca habían llegado al país. Nuevas, listas para do”. Gloria es dominada por una sospecha terri- como el único capaz de entregarles cobertura que dicen: Éstos son los asesinos de Ezeiza. Y ahí YA NO PUEDE NI QUIERE nas. En 1972, con Perón a punto de regresar a
matar “zurdos”. ¿No se le informó eso a la con- ble: “La idea de la Triple A no había nacido en política. En su discurso del 21 de junio Perón están las fotos de Osinde, Brito Lima y Norma CONDUCIR A TODOS un país que lo esperaba con fervor, era conve-
ducción de la Orga? Esos asesinos eran ya las la cabeza de López Rega, sino en la del propio ya elige: la Tendencia es la culpable. Se bajan las Kennedy. La derecha fascista –al día siguiente Condenados desde el vamos por el Padre niente cierta moderación que favoreció al libro
bandas clandestinas de las que hablara el Almi- Perón” (Bonasso, ob. cit., pp. 595/596). Si nos consignas. Se inicia la etapa dogmática. Los sin- apenas– había publicado en todos los diarios Eterno entienden que el Padre no ha llegado de Luna, altamente recomendable. También es
II III
recomendable el detallado cuadro que Bonasso salió en la primera plana de todos los diarios. negro, con cara de mala, siempre ceñuda y, para
trata de la renuncia de Cámpora. Al cabo, es el Ninguno desaprobó nada ni cuestionó la teatra- peor, con unas cejas pobladas y casi más negras
protagonista de su libro. Para la Jotapé el lidad inquisitorial del gesto.) Días antes el que su pelo. Iba al frente de una columna y se
sueño de la primavera camporista estaba muer- macarto había dado un discurso. Se dirigió –en veía hermosa cuando alzaba su brazo derecho
to. Había que seguir luchando. Se elabora la cierto momento– a los jóvenes: “¿Qué les pasa a –con la autoridad de un jefe– y les indicaba a
teoría del cerco. Una boludez de aquéllas. Perón estos jóvenes? ¿Es que no son hijos de madre?”. los suyos que reanudaran la marcha, que solía
está cercado, compañeros. Está cercado por el Y le corrían las lágrimas por sus mejillas papiro- detenerse. A mí me gustaba mucho. Conservo
Brujo López Rega y “la familia”. Que eran Las- sas de viejo choto y parkinsoniano, más cerca su imagen. Puedo, todavía, verla con perfecta
tiri, Isabel, Normita López Rega y algún desce- del arpa que de cualquier otra cosa que pueda nitidez. Debió trepar bastante en la Orga por-
rebrado más. “Esos” cercaban a Perón. No le existir sobre este mundo, no sólo la guitarra. que –a fin de ese año–, en una reunión de pro-
llegaban ni a la más delgada suela del zapato, Poco después, desde el Desca, Dardo Cabo fesores con alumnos, cuando me propusieron
pero lo podían. Milagrosamente, el todopode- decía: “Los peronistas podemos perder millones para una cátedra que debía dictarse durante el
roso líder de las masas argentinas, era un viejo de votos con el discurso del ministro Ivanise- verano (de 1974), dijo:
baboso y parkinsoniano. Había que rescatarlo. vich”. Uno no lo podía creer: estaban todos –Nosotros nos oponemos a que le den esa
Mostrarle ¡otra vez! la potencia movilizadora locos. ¿Para qué querían votos los Montoneros? cátedra a él.
de la Jotapé y obligarlo a que la recibiera. La Ya lo habían perdido todo. ¿Ahora se preocupa- Estaba Gunnard Olsson.
conducción de la Orga dio la orden: ¡a Gaspar ban por los votos? ¿En medio de los tiros de la –¿Por qué? –preguntó. Había sido uno de los
Campos, compañeros! Perón esta preso, cerca- Triple A? Pero esto fue en 1974. Ahora estamos héroes de las Cátedras Nacionales. Después
do. Hay que liberarlo. Era un delirio total. Ni en julio de 1973 y vamos a romper el cerco del empezó a tener problemas con su salud mental.
siquiera tenía algo de imaginación. Bonasso Brujo López Rega. Llegan los tres compañeros. –Porque nos oponemos –dijo la morocha,
confiesa que –durante esos días– decía: “Cuan- Uno trae un bombo. Yo estaba con el Renault. malhumorada y durísima–. No voy a decir más.
do rompamos el cerco nos vamos a encontrar ¿Dónde meter el bombo? El compañero que lo Nos oponemos.
con el Viejo, en el medio del puto cerco, espe- había traído era alto, fuerte, musculoso, tenía A esa altura ya los Montos habían amasijado
rándonos con una ametralladora”. Bonasso una pinta de peronacho de barricada que metía a Rucci y mi desacuerdo –en la Facultad al
nunca quiso al tercer Perón. Todavía hoy dice: respeto, por lo menos. Andaría por los 26 años. menos– era muy conocido. La Orga no me que-
“El tercer Perón era terrible”. ¡Ah, las interpre- Abrí el baúl. El joven metió el bombo y fue ría. Igual, no sé quién, me llamó para dar otra
taciones de la realidad! Cierta vez, en una cena, milagroso: el bombo entró con precisión mili- cátedra: Teoría y método. La dimos con la hoy
escuché decir a Juan Carlos Portantiero: “¡El métrica. muy vigente Alcira Argumedo, la compañera de
tercer Perón era mucho menos fascista que el –La Renault hizo estos autos para bombos Pino Solanas, de quien no quiero hablar mal ni
primero, eh!”. Se basaba en esa edulcorada peronistas –dije–. Fue una partida que salió criticarlo, de modo que el mejor método es no
unidad nacional que Perón proponía desde la muy buena. decir nada. La cuestión es que la morocha no
CGT: Para un argentino no hay nada mejor que –Supongo que lo compraste por eso –dijo el quería saber nada conmigo porque era un cua-
otro argentino. Cierto: el primer Perón nunca joven, que se llamaba Atilio. –Qué te pensás. dro de hierro de la Orga. Ni me miraba. Podía
habría dicho eso. Pero Portantiero se equivoca- Claro. Apenas me avisaron lo compré. sentir su odio. Qué apasionada era esa chica.
ba en todo: el primer Perón no había sido fas- –¿La Renault te avisó que había fabricado Cuánto fuego había en ese cuerpo menudo.
cista, ¿cómo podría el tercero ser menos fascis- autos para bombos peronistas? Nunca supe más de ella. Ni bueno ni malo. Ni
ta? Nadie es menos de algo que nunca fue. Dije que sí. si sobrevivió a la tragedia ni si fue boleta. Pero
Pero el tercer Perón fue peor que el primero. –Andá a cagar –dijo Atilio. uno lleva esas caras en la conciencia y si piensa
La Triple A. El primer Perón estuvo siempre Habíamos empezado mal. En media hora que murieron, que a chicas como ésa las tortu-
demasiado lejos de armar algo así. Apenas los estábamos en Puente Saavedra. Cada uno se fue raron, las violaron y las tiraron al río, se le parte
jefes de manzana. Los célebres “hermanos Car- con los suyos. Miguel estaba a cargo de una el corazón. Uno es fiel a esas caras. A todos esos
dozo”, torturadores. El boxeador Alberto columna y –como siempre– cagaba a gritos a jóvenes. Con muchos no estuvo de acuerdo. Ni
Lovell. Algunos más. Todos agrandados por la todo el mundo. ellos con uno. La piba morocha me odiaba.
Libertadora, que superó en poco tiempo la –¡Todos en sus columnas y por el medio de la Pero nadie merecía morir como murió. Nadie
crueldad de Perón. calle! ¡Nadie se sale de su columna! Siguen a los merecía ser víctima del salvajismo más extremo.
Ocurrió algo inesperado: Perón no actuó con jefes de columnas y ellos les van a decir las con- De un Estado sin justicia. Nadie merecía ser
serenidad ni con racionalidad con la Jotapé. Le signas. carne de campo de concentración. Por eso –a
dio demasiada importancia. La convirtió en su Ahí estaba Ernesto. Era un pibe bajito, calla- muchos de nosotros– nos importan los derechos
obsesión personal. Quiso destruirla, ignorarla, do, con cara de triste. Estudiaba Letras. Pero humanos. Por eso viene un gobierno, nos tira
agredirla, ofenderla. Cualquier cosa menos inte- debía estar alto en algún lado. En algún puesto un hueso en ese campo, nos juzga a algunos vie-
grarla, negociar. De hecho, si los jóvenes van a de superficie. A esa altura uno sabía que la Orga jitos genocidas y nosotros adherimos. Porque
Gaspar Campos el 21 de julio es por su silencio. dictaba las líneas centrales, pero no había otro además de haber perdido tantos rostros que
La verdad era ésa: No iban a quebrar el cerco del lugar donde estar sino en la Jotapé. Y los pibes queríamos quedamos medio tontos, o peor: bas-
Brujo López Rega, se iba a quebrar el silencio de de la Jotapé estaban enamorados de la Orga. tante idiotas, cualquiera nos engaña, nunca
Perón, se iba a que Perón recibiera a la Tenden- “Far y Montoneros son nuestros compañeros” vamos a ser tan vivos como un notero del señor
cia, a que se diera por enterado de que existía. se cantaba en todos los actos y –a veces– abru- Gelblung o como esos brillantes pensadores que
¿Qué pasa, Viejo jodido? ¿Para qué nos diste madoramente. Y “Si Evita viviera sería Monto- cruzaron la vereda, y andan de frente y guape-
tanta manija? ¿Para ahora escupirnos? ¿Tratar- nera” era la consigna para cerrar cualquier aren- ando aunque escriban de perfil.
nos como delincuentes, como infiltrados, como ga. “Porque esto... Porque esto... Y porque ‘Si Y cerramos aquí y otra vez una promesa sin
miserables zurdos indignos de estar en el pero- Evita viviera sería Montonera, compañeros’”. Y cumplir. Ocurrió pocas veces, pero ocurrió.
nismo? Entonces, ¿nos usaste sin pudor, sin dig- todos aplaudían a rabiar. Ernesto estaba sentado No llegamos al discurso de Firmenich en
nidad, mintiéndonos? Vamos a averiguarlo, en el cordón de la vereda. Me senté a su lado. Atlanta. Sucede que la escritura adquiere a
compañeros. Vamos a Gaspar Campos. Si hace –Hay rumores jodidos –me dijo–. Que el C. menudo vida propia, y se desvía y elige entrar
falta nos metemos en el dormitorio del Viejo. de O. va a tirotear las columnas. en zonas que a uno lo sorprenden y le gustan y
Pero hoy nos recibe, lo quiera o no. Más de Desde las primeras páginas dejé bien claro sigue adelante. Ahí, ya no sabe quién dirige la
60.000 jóvenes marcharon por la Avenida que yo no soy un tipo muy valiente. De modo cosa: si el vértigo por apresarlo todo, por no
Maipú hacia Gaspar Campos. El punto de reu- que me cagué en las patas. Pregunté: dejar nada afuera o la sensatez del relato medi-
nión fue Puente Saavedra. ¿Agarro un vaso de –¿De dónde te viene esa información? do, que cumpla con sus promesas. Es algo así
agua, un micrófono y los mando a su casa? ¡Las –Troxler. como la lucha entre Apolo y Dioniso. A noso-
pelotas! Julio Troxler era subjefe de la Policía de la tros, gustosamente, la embriaguez suele atra-
Provincia de Buenos Aires. parnos. De ahí han salido algunas de las mejo-
PACO URONDO: MÁS –¿Y él qué piensa hacer? ¿No va a custodiar a res páginas. Apolo aportó las suyas, cómo no.
RELLENO QUE UN CANELÓN los compañeros? Pero Dioniso impulsó las imprudencias, las
DE DOMINGO –Por supuesto. Va a hacer todo lo que pueda. osadías, lo que no era conveniente decir o sin
Fue una gran experiencia. El punto de reu- Pero una emboscada se le puede escapar. más había que callar. Faltan muchas cosas así.
nión era Puente Saavedra. 21 de julio de 1973. –Ernesto sonrió, hizo un movimiento con la “No hay que meterse con eso.” “No te desvíes
Yo dictaba Historia del pensamiento argentino. cabeza y dijo–: Miralo a Paco. Él sí que se vino tanto.” “Che, a veces te vas francamente a la
Tenía una cita con tres compañeros en Córdoba preparado. mierda.” “Ojo con Perón, eh.” “Ojo con Fir-
y Ayacucho. Parte de la Facultad de Filosofía Con bigotazos, con esa sonrisa que mataba, menich.” “A veces sos un provocador.” “Ya sé
funcionaba sobre la Avda. Córdoba. Ahora hay hablando con tres o cuatro a la vez, con un que lo querés a Walsh. Pero tranquilo, eh. Con
una plaza y una capilla. Lo único que dejaron sobretodo cerrado hasta el cuello y más relleno Walsh, tranquilo.” “Y con Perón, ni hablar. ¿O
PRÓXIMO cuando –con la Misión Ivanisevich en Educa- que un canelón de domingo, ahí estaba Paco no leíste esa leyenda? No jodan con Perón. En
DOMINGO ción, bajo Isabel y en 1974– destruyeron rabio- Urondo. serio, con Perón no se jode.” Supongo que
samente ese antro de marxistas. Incluso el –La de fierros que debe tener adentro de ese Dioniso deberá seguir apoderándose de nuestra
El discurso ministro Ivanisevich se hizo tomar una fotogra- sobretodo –dijo Ernesto. pluma, dictándonos muchas palabras, sobre
de Firmenich fía con un pico. Lo agarraba con fuerza y lo Empezó la marcha. todo las no dichas. O las que recién están
arrojaba contra la pared. Era el acto inaugural Era impresionante. Entre 60 mil y 80 mil empezando a decirse.
en Atlanta (II) de la destrucción. El viejo patético, macartista jóvenes. Eran dos o tres columnas. Cada una
bobo y temblequeante, quería que lo vieran llevaba un responsable al frente. El responsable
dando el primer golpe de pica a la pared del empezaba a cantar las consignas y todos lo Colaboración especial:
derrotado fortín de la hidra marxista. (La foto seguían. Había una chica menuda, de pelo muy Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 4 de octubre de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


99 El discurso de Firmenich
en Atlanta (II)

Suplemento especial de

PáginaI12
LA VOZ DEL PUEBLO
ARGENTINO: “NI IDEA”
hora marchábamos por la aveni-

A da Maipú hacia Gaspar Campos.


Al rato se anuncia que Perón está
en la quinta de Olivos y que ahí
espera a la juventud peronista
para recibirla y “dialogar con ella”. Hay varias
exclamaciones, varios “Viva Perón” o “Perón o
Muerte” o sencillamente “Viva Perón, carajo”.
Se reanuda la marcha. Vienen las consignas.
Hay una tan inolvidable como triste, patética:
Vamos a Olivos
vamos compañeros
vamos a ver a un viejo montonero.

Era bastante tonta. Perón no era un “viejo mon-


tonero”. Era, sin duda, un viejo. Pero nunca había
sido “montonero”. Abundando: nadie podía ser
un “viejo montonero” porque los Montoneros
habían surgido en 1970 y estábamos apenas en
1973. Ni Firmenich ni Perdía eran “viejos monto-
neros”. Además, era demasiado optimista decir eso
de Perón, que venía maltratando a la Jotapé desde
el 21 de junio. Recuerdo –en la columna que mar-
chaba delante de la que, momentáneamente, había
elegido yo– a una chica de piernas gorditas, baja,
el pelo largo y rubio. No sólo las piernas tenía gor-
ditas. Era toda gordita. Caminaba con esfuerzo.
Ya estaba cansada. Era improbable que llegara a
Olivos. Pero se la veía empeñosa. Sin embargo, era
triste verla cantar mecánicamente esa consigna
absurda. Quería hacer los deberes. Ser una mili-
tante. No habría agarrado ni un matagatos en su
vida. Trabajaría en algún barrio o en alguna villa.
Era muy joven. ¿Habrán matado también a una
chica como ésa, tan frágil, tan indefensa, que sólo
quiso vivir los años de su juventud en consonancia
con la época que le tocó? Ninguna generación
pagó tan caros sus sueños de juventud. Ninguna,
nunca. Supongo que sus sueños fueron demasiado
lejos. Pero esta gordita, pobre ángel. Víctima del
huracán de una historia que la agarró tiernita y se
la llevó lejos, donde probablemente no quería ir.
Unas cuadras más allá me sucedió uno de los
sucesos más reveladores de mi vida. Fumaba, por
esos años, unos cigarrillos muy de moda, muy lar-
gos también, y caros: Benson&Hedges. Se me dio
por fumar. Pero no tenía fuego. De modo que salí
de la columna y fui hacia un grupo de vecinos que
miraban la marcha juvenil. Estaban sentados en la
puerta de una casa, tomaban mate y hablaban de
todo un poco. Le dije a uno de los tipos –que esta-
ba fumando– si me daba fuego. Dijo que sí. De
pronto pregunta: la quinta de Olivos. La rodeamos por completo. es infalible. Produce mucha taquicardia. Si tenés
–¿Por qué están aquí? Una delegación de la Jotapé fue recibida por el presión alta te mata de una embolia. Pero, ¿qué le
Me quedé sin habla. Nunca pensé que hubiera general. Y ahí empezó la embriaguez dionisíaca. importa eso al pendejo de un boliche de hoy? Ni
alguien que no lo supiera. Que ignorara la trascen- Durante una hora o más, rabiosamente, se empezó lo sabe. Lo que sabe es que se tiene que dar fuerte
dencia histórica de lo que estaba ocurriendo. La a rugir una consigna macabra: con éxtasis, fuerte con Viagra, mucha cerveza y
mujer que estaba al lado del tipo creyó que la pre- Perón, Perón Speed a reventar. Fuerte con algunos antidepresi-
gunta era para ella. el pueblo te lo ruega vos que si te tomás dos te curás de algo, de la
–Qué sé yo –dijo–. Están aquí desde las nueve. queremos la cabeza depresión por ejemplo. Pero si te tomas diez o
No sé. La verdá, no sé. del traidor de López Rega. quince te volvés loco, caminás por las paredes. Así,
–¿Vos sabés? –me pregunta el tipo. Tal vez no fuera tan “macabra”. El lenguaje era podés estar cogiendo durante tres días. Las pibas
–¿Vos no? –le digo. indirecto. Era metafórico. Se quería la destitución no le aflojan. De modo que el reviente es mutuo.
–Ni idea. ¿A dónde van? de López Rega. Eso era pedirle a Perón su cabeza. Entre los griegos las fiestas dionisíacas eran de ale-
–Ni idea –le digo–. Me metí entre ellos para ver Fue un error gigantesco. Jamás se le sacaría de gría, de buscar una embriaguez que llevara a una
si me levanto alguna buena mina. prepo una decisión al líder del movimiento. Pedir- pérdida de los sentidos en busca de una armonía
El tipo se ríe. Como si me felicitara, me palmea le que recibiera a la Jotapé era correcto. Pero universal caótica pero profunda, que, en su extre-
un brazo y dice: imponerle decisiones de tal importancia como des- mo final, fortalecía, daba vida, plenitud. El dioni-
–Vos sí que la tenés clara. pedir, descabezar a su secretario privado, ministro sismo-siglo XXI dice: “No me importa nada. Me
Volví a la columna. de Bienestar Social y hombre de confianza era sen- cago en todo. Si reviento, reviento. Quiero, por lo
Ese era el pueblo argentino. cillamente demencial. Era desconocer por completo menos, coger durante tres días, olvidarme de todo.
Ese era el pueblo al que la Jotapé invocaba en a Perón. Los que entraron fueron Juan Carlos Que me encuentren –después de buscarme
cada consigna. Dante Gullo, Miguel Lizaso, Juan Carlos Añón y mucho, porque fácil no me van a encontrar–
Le importaba una mierda lo que estaba pasan- el Beto Ahumada. hecho un despojo, una excrecencia, estiércol de fin
do. Ma qué Perón ni la Jotapé. ¿López Rega? Al saber que una delegación de los nuestros de semana. Que me lleven a mi casa y me tiren en
¿Qué, es brujo ése? ¿Y eso es tan malo? ¿Qué lo estaba dentro de la Quinta las voces se tornaron el living de los viejos y si me putean les voy a
cercó a Perón? ¿A Perón? Pero, ¿ustedes están en más agresivas. Creo que mil páginas más atrás ana- decir: ‘Cállense la boca. Ustedes creen que están
pedo? ¿Ese energúmeno lo va a cercar al Macho? licé el fenómeno que ahí tuvo lugar. Va de nuevo. bien pero están peor que yo. Viven en la mentira.
Desde un 5º piso, una abuelita –seguro con Alz- Fue un festín dionisíaco. Dioniso o menos habi- Vos, viejo, sos un corrupto. Vos, vieja, una cobar-
heimer agudo– sacudía una bandera argentina. tualmente Dionisios es el Baco de los griegos. Es el de. Sabés que este garca te mete los cuernos desde
Las columnas vocearon: dios de la embriaguez. El dios de la pérdida de los que te conoció pero qué mierda te importa si te
La abuela es montonera límites. También se le suele dar el nombre de mantiene, paga todas tus cuentas. Y además vos
lará, lará, lará. Liber (libre). Es la libertad que se consigue por también –más que de vez en cuando– te tirás tus
Fue lo más divertido de la tarde. medio del vino. Acceder a un estadio imposible en polvitos por ahí. Y vos Susie, mi pequeña herma-
medio de la sobriedad. Es atrevérsele al vino y a nita de primer año de ese colegio privado y rica-
“LA CABEZA DEL TRAIDOR sus efectos liberadores. Hoy, en verdad, la pende- chón al que te llevan los viejos, mejor te callás.
DE LÓPEZ REGA” jada de todo el mundo se metejonea con un dioni- Tengo amiguitos ahí. Y tus petes son legendarios.
A Miguel no lo vi más. A Ernesto tampoco. Los sismo destructivo hecho a base de pastillas podero- Codiciados. Célebres. Si Susie no te hizo un pete
del C de O –por suerte– no aportaron. Llegamos a sas. Se toma cerveza, pero mucho Speed. El Speed sos un boludo matriculado. Y no cobrás nada. Ni
II
que expresa el sinsentido del “mundo”. Nietzsche
no es, en vano, uno de los grandes maestros de
Sartre. Sigue: “En la conciencia del despertar de la
embriaguez ve por todas partes lo espantoso o
absurdo del ser del hombre: esto le produce náu-
sea” (Nietzsche, Ibid., p. 259). Qué pensador.
Qué maestro de los extremos. Qué valentía. Se le
atrevió tanto a la locura que en ella termino hun-
dido, sífilis mediante o no. (Nota: No está com-
probado que haya sido una sífilis. Karl Jaspers,
que era médico, lo niega.)
Así, vivimos nuestra experiencia dionisíaca. Doy
mi testimonio. Al principio, en medio de miles de
jóvenes, apretujado, prieto entre ellos, me dije:
“Esto es una locura. No me voy a entregar”. Al
rato estaba gritando: “Sí –me dije–, voy a acompa-
ñarlos. Volvámonos todos locos. Vamos hacia la
embriaguez con alegría y con furia”. Luego, agota-
dos, regresamos. Salimos por Libertador. Entre las
sombras lo vimos a Julio Troxler.
–Salud, compañero. Gracias.
Julio levantó su mano derecha y saludó con la V
peronista. Llegamos a mi Renault. Apareció Atilio.
Lo había visto a lo largo de toda la avenida Maipú
dándole al bombo. ¡Qué pinta de combatiente
tenía! Físicamente era la perfecta antítesis de lo
que yo hubiera querido ser. Espaldas anchas, cade-
ras estrechas, culo flaco, piernas largas. Yo, un
asco. Espaldas angostas, poca cintura, caderas gor-
das, culón, patas largas pero gorditas. Carajo, el
destino me había venido escrito en el cuerpo:
“Vos, gilastro, a los libros. Dejales el combate a
otros más dotados”. Metimos el bombo en el
Renault. Por altoparlantes se anunciaban menti-
ras: “El general Perón ha recibido a la Jotapé.
Entre otras promesas nos aseguró presidir un acto
rodeado por toda la potencia masiva y militante
de la juventud peronista”. Apareció Miguel y se
metió en el Renault. Yo seguía sintiéndome una
mierda al lado de Atilio. De pronto, como para
hablar de algo, Miguel se pone a hablar del próxi-
mo número de Envido.
–¿Vos qué vas a escribir, José?
–No sé. Algo sobre Conducción y vanguardia.
Entonces se produce el milagro. Atilio, desde
atrás, pone una de sus poderosas manos en mi
hombro.
–¿Vos sos José? ¿El que escribe en Envido?
–Sí.
–¿Feinmann?
–Sí.
Y Atilio dice:
–Flaco, ¿vos sabés lo que yo te admiro? Me leo
todo lo que escribís.
cinco mangos. Total, en casa sobra la guita. Paga- la tragedia, “erigieron dos divinidades, Apolo y Carajo, ¿qué importaba entonces tener gordo el
rías vos por hacer lo que hacés. ¡A callarse, misera- Dioniso, como doble fuente de su arte” (Nietzs- culo, estrechas las espaldas, anchas las caderas?
bles! Soy mejor que ustedes. Me hago mierda pero che, El nacimiento de la tragedia, Alianza Editorial, Atilio me admiraba igual. No le importaba nada
sé por qué. Porque mi único futuro es seguir en la Madrid, 2000, p. 244). Dioniso no es el dios de la del escracho físico que yo me sentía. Leía mis
empresa del viejo y ser un corrupto y arreglar destrucción. Apolo es “el dios de la bella aparien- notas y le gustaban.
negocios con todos los gobiernos. Hacerme amigo cia” (Nietzsche, Ibid., p. 245). Apolo posee “aque- –A mí me pareció fantástico cómo le diste al
de Agulla. Meterme en las empresas de Lopérfido. lla mesurada limitación, aquel estar libre de las bombo toda la tarde –dije.
Ser como Manzano. No, carajo. Yo, antes de eso, emociones más salvajes, aquella sabiduría y sosiego –¡Eso no es nada, viejo! Lo importante es lo que
me reviento. Total, ¿hay algo por hacer en este del dios-escultor” (Nietzsche, Ibid., p. 245). hacés vos. Le abrís el bocho a la militancia.
mundo? Si voy ayudar a los pobres, me comen Apolo es la racionalidad ordenadora, la que llama Miguel me miró sonriendo, sobrador, gastándo-
vivo después de violarme hasta por las orejas. Los al hombre a la calma, la que condena el desborde. me:
pobres ya no son pobres, viejo. Son delincuentes, Pero (atención) cedámosle la palabra a Nietzsche y –Se te hizo, José –dijo.
tipos de avería, malos. Nos odian. ¿Por qué nos si este próximo fin de semana o mañana mismo o Fue, para mí, lo mejor del día.
van a querer si los expulsamos a los arrabales? pasado o cuando se atrevan quieren entregarse al A la noche fuimos –con varios militantes más–
Marginados, escupidos, víctimas del gran vómito arte de lo dionisíaco, escuchen: “El arte dionisíaco a la casa de Miguel. Un departamento en Ciudad
de la sociedad de la opulencia. De la hermosa (...) descansa en el juego con la embriaguez, con el de la Paz y Congreso, barrio de Saavedra. Por tele-
Buenos Aires. ¡A la mierda con los pobres! No éxtasis. Dos poderes son sobre todo los que al visión anunciaron lo increíble: Perón había desig-
queda nada. Si soy médico, tengo que arreglar con ingenuo hombre natural lo elevan hasta el olvido nado como su hombre de enlace con la Jotapé a
las prepagas. Si arquitecto, con los monopolios del de sí que es propio de la embriaguez, el instinto José López Rega. Era la tocada de culo más espec-
cemento y con todos los putos sindicatos del puto primaveral y la bebida narcótica. Sus efectos están tacular que podía esperarse. Ya vamos a analizar
país. Si abogado, con los empresarios ladrones, simbolizados en la figura de Dioniso. En ambos esta jugada táctica del piola de Juan Domingo.
con los políticos corruptos. Si escritor, un boludo estados el principium individuationis [principio de “Genial”, por supuesto, como todas las suyas.
que se caga de hambre. ¡Nada, no quiero ser nada! individuación] queda roto (...) Las fiestas de Dio- La Jotapé no se detuvo. La guerra estaba decla-
Quiero morir de a poco. Embriagado, loco, entre niso no sólo establecen un pacto entre los hom- rada. Ahí, después de la fiesta dionisíaca, fue
cocaína, marihuana, éxtasis, Speed, cerveza, rock bres, también reconcilian al ser humano con la sometida por la náusea. ¿Qué clase de conducción
and roll, heavy metal y polvos desbocados”. naturaleza” (Nietzsche, Ibid., p. 246). Pero no es política era ésa? Sí, es cierto. La Jotapé había esta-
fácil salir de la experiencia dionisíaca. Increíble: do dura. Había buscado imponerle decisiones a
UN RITUAL DIONISÍACO ¡Nietzsche ya había anticipado lo que sienten los Perón. ¿Cómo hacerle eso a Dios? Porque ese
ALREDEDOR DE LA QUINTA pibes de hoy! El éxtasis letárgico, la experiencia de hombre se creía Dios. Y aunque sea algo apresura-
DE OLIVOS la embriaguez y del éxtasis, abren un abismo del do decirlo, ese anuncio burlón, insultante, ese
Los que rodeamos la residencia de Perón, los olvido que separa el mundo de la realidad cotidia- refregarle por la jeta a la Jotapé la figura del hom-
que gritamos durante una hora y media Perón, na y el mundo de la realidad dionisíaca. “Pero tan bre que más aborrecía prefiguraba algo que descu-
Perón, el pueblo te lo ruega/ queremos la cabeza/ del pronto como la primera [el mundo de la realidad briríamos más tarde. Perón era Luis XIV: Après de
traidor de López Rega nos entregamos a un ejerci- cotidiana, JPF] vuelve a penetrar en la conciencia, moi, le déluge. Jugaba a los extremos. Hacía chocar
cio dionisíaco. Nietszche amaba estos actos. Des- es sentida en cuanto tal con náusea” (Nietzsche, los polos opuestos. Acaso se divirtiera mirando los
deñaba a Apolo y amaba a Dioniso. Los griegos, Ibid., p. 259). No es exactamente la náusea sartre- chisporroteos que provocaba su genio de conduc-
explica en su primera gran obra: El nacimiento de ana, pero Nietzsche ya había dado con la palabra tor estratégico. Creo que –desde su retorno– tuvo
III
una relación enfermiza con la juventud. Con- colección de chistes afilados, que tal vez ofen- que tanto polemizó en tiempos en que Perón
dujo mal esa cuestión. Condenó a todos y dieran a la oligarquía, pero sólo eso. le daba más cuerda.
habría podido liquidar a la conducción y que- En suma, la Jotapé –ahora– era eso: la CNU,
darse con los mejores cuadros. No estaban la Juventud Sindical, el C de O, Guardia de HABLA FIRMENICH
todos locos en la Tendencia. No todos querían Hierro, Demetrios y la CNU. Los periodistas El 22 de agosto la Tendencia ataca de nuevo.
volver a los fierros. No todos querían pelearse rodean al señor Presidente Provisional, el rey de Se convoca a un acto en la cancha de Atlanta.
con Perón porque –sencillamente– era Perón y las corbatas, y le preguntan: “¿Recibirá el gene- Asisten entre 40 mil y 50 mil militantes. Im-
las masas estaban con él y no con la devaluada ral Perón a la Jotapé?”. Y Lastiri, este hombre pre-sio-nan-te. ¿Podía darse Perón el lujo de
conducción de la Orga. He visto casi llorar a que súbitamente estaba donde en su puta vida perder ese apoyo? A “eso” –en el reto a los
militantes como Sergio Puiggrós por los delirios había pensado estar, con aire reflexivo, de gran diputados de la Jotapé en enero de 1974– lo
confrontativos de la Orga. ¡Qué historia de estadista, tomaba aire, se inclinaba hacia atrás y llamará “un voto”. “Nosotros por perder un
mierda! No era necesario que todo saliera tan respondía: “El general Perón está dispuesto a voto no nos vamos a preocupar”, dijo con su
mal. La Jotapé se había excedido. Lo había pre- recibir a la Jotapé. Pero a toooooda la Jotapé”. menos agradable cara de sobrador, fanfa, y pro-
sionado. De acuerdo. Mil veces de acuerdo. Más claro, agua. Toooooda la Jotapé era la fesional en el arte de guiñar los ojos. ¡Un voto!
Pero, ¿López Rega? Eso era puro orgullo. Decir: basura que habían inventado para equiparar a la Toda una juventud se le ofrecía, o estaba dispo-
“Miren, hago lo que quiero. ¿No lo quieren a multitudinaria Tendencia con grupos a quienes nible para él si la sabía manejar. Si sabía quitár-
Lopecito? ¿Quieren su cabeza? Ahí la tienen: al los Montos llamaban “sellos de goma”. Porque sela a una conducción magra, sin grandes luces,
frente de la organización de la Juventud”. ¿Por sólo eso tenían: el sello para mamarrachear sin mayor carisma, menos si se lo medía con el
qué no dejó enfriar la situación? Dejar pasar papeles con sus siglas. que traía Perón a cuestas luego de años de his-
una semana y cautelosamente poner a un políti- Era una guerra. Pero una guerra absurda. Al toria. Luego de ser y seguir siendo el indiscuti-
co, a un tipo equilibrado que iba a poder hablar menos por parte de la conducción de Monto- ble líder de la clase obrera. ¡Un voto! ¿De qué
con todos y ser bien recibido por todos: Juan neros. Si el Viejo no les quería dar bola, no se voto hablaba? De pronto parecía Balbín pre-
Manuel Abal Medina. La diferencia habría sido las iba a dar. La mano no venía por el lado de guntando cómo andamos en Venado Tuerto,
total. Se habría superado el enfrentamiento. ellos. ¿Por qué no detenerse? ¿Por qué no refle- porque tenía una urna en lugar de cabeza. ¡Qué
¿Qué quería Perón? ¿Irritar a la Jotapé? Que los xionar un poco? ¿Por qué no dejarlo gobernar torpe, Perón! Qué agraviante. ¿A qué venía ese
jóvenes cometieran errores, eran jóvenes. Pero tranquilo a Perón y ver qué pasaba? No, nadie reto por cadena nacional? ¿De qué servía humi-
que el sabio Padre Eterno les devolviera con la podía detenerse. Todo era veloz, agresivo. Una llar a los diputados de la Tendencia? Obsérvese
misma moneda, con la misma torpeza, con el carrera hacia un desenlace que sólo podía ser en esa filmación el respeto con que le hablan los
mismo orgullo infantil es inaceptable. Eso es fatal. El Petiso Rucci –como víctima de una diputados de la Jotapé. Soldados disciplinados,
cualquier cosa menos conducir el desorden. Es catarata verbal compulsiva– no paraba de obedientes. Bancándose las humillaciones del
crearlo. hablar de los zurdos, de los troskos. De Tosco. comandante en jefe. Perón terminó la repri-
Cuando las columnas de la Tendencia se ale- Al que decía “Trosco”. “Infiltrados.” “Se pusie- menda y, en privado, les habrá dicho a los
jan por donde llegaron a Olivos todavía escu- ron la camiseta peronista.” “Se quieren apode- suyos: “Estos no joden más. Los hice puré”.
chan una alevosa mentira. ¿Por qué los Montos rar del movimiento.” “Marxistas y no peronis- Error, general. Grave error. Seguirían jodiendo.
les mentían a sus militantes? “Habrá un gran tas.” “Ni yankis ni marxistas, ¡peronistas!” Los Y hasta le putearían con ganas a su mujer. Mire
acto de masas con la presencia del general Montos respondían: “Ni yankis ni marxistas, usted.
Perón. Un acto con el poderío movilizador de ¡ma-car-tis-tas!”. López Rega preparaba la Tri- No estaba previsto que hablara Firmenich. Se
la Jotapé.” Mentira: si Perón se los había dicho ple A. Faltaba poco. Balbín decía: “Estoy deci- rumoreaba. Pero no era seguro. Sin embargo,
dentro de la Residencia (Perón era capaz de dido a trabajar por la unión del país de los sí. El Pepe habló. Yo estaba detrás del palco,
prometer cualquier cosa y negarla media hora argentinos”. Hasta el Turco Asís declaraba en apenas a diez metros de distancia. Nunca lo vi
después) acaso se trató de una mentira inducida Clarín: “Qué ola facha se desató, hermano”. mejor, de más cerca. Nunca pude analizarlo
por el líder. A las dos horas los militantes se Ortega Peña decía: “General, Argentina no con más detalle. Era todo un personaje. Había
enteran de la verdad desnuda: será el Brujo, puede ser una potencia. Esa consigna de la practicado –se notaba– el arte de la oratoria. Y
cuya cabeza se pedía, el que organizará a la ‘Argentina Potencia’ está profundamente equi- esa oratoria se parecía a la de Perón.
Jotapé. Esto quiere decir algo horrible: la Jotapé vocada. Las potencias se han hecho y se hacen
–súbitamente– se ha ampliado. Ahora pertene- explotando a los países débiles. Siempre ha sido Empezó diciendo:
cen a ella la Juventud de los Sindicatos, armada así. Una potencia se hace por medio de la “Hoy conmemoramos la muerte de todos
con matones y dirigida por un tal Julio Yessi, explotación de sus colonias. ¿Qué colonias nuestros mártires, la lucha de todo un pueblo y
pariente de López Rega. El Comando de Orga- vamos a explotar nosotros? Tenemos que unir el ejemplo de esa revolucionaria que todavía
nización del cadenero Brito Lima, gangster bru- nuestras luchas a nuestros hermanos del Tercer nos sigue iluminando y es la que guía nuestra
tal, hombre de choque más que de ideas. Por- Mundo. Eso sí. Las potencias son imperialistas, lucha, la compañera Evita”.
que ideas, ni una. O sólo una: “Hay que amasi- general. Y es contra el imperialismo que noso- Aquí –justo en este punto– le descubrí algo
jar zurdos, compañeros”. La Concentración tros luchamos”. Frase impecable, inteligente, muy hábil, muy efectivo que hacía. Después de
Nacional Universitaria, un grupo fascista de que todos acompañabamos. (Nota: No sé si una frase fuerte retrocedía dos, tres pasos. Se
terrible violencia, capaz de matar en un raid de Ortega Peña publicó esa frase en alguna parte. alejaba del micrófono. Era la señal para el
muerte a nueve militantes de la Tendencia, algo Lo que transcribo no es textual. Le di su forma aplauso. Cuando quería cerrar el aplauso cami-
que ya había hecho. Los Demetrios, la JP boba. más verosímil, que –no creo equivocarme– es naba otra vez hacia el micrófono. A veces retro-
Guardia de Hierro, con gran formación dog- fiel, aunque yo la recuerde del espíritu de la cedía sin buscar el aplauso y –notablemente– la
mática, instruida nada menos que por Amelia época, como “algo” que me dijeron había dicho tribuna se daba cuenta. Ahí era como si se
Podetti que organizará (en ese inolvidable año Ortega.) Pero esa frase era demasiado inteligen- tomara un respiro, una pausa necesaria. Luego
‘73 en que pasaron todas las cosas) un Congre- te, una elegancia, una finesse de la filosofía polí- retornaba al micrófono. Pero esta coreografía,
so de Peronismo Ortodoxo y Dogmático presi- tica. A Perón eso le importaba poco y nada. Lo este paso de ballet le daba a su performance una
dido por ella... ¡en el Teatro Nacional San Mar- que él había lanzado era una consigna propa- agilidad que deslumbraba. Parecía no estar
tín ante la mirada cautelosa del ex comunista gandística. Esa idea sin fundamento posible quieto nunca.
Kive Staiff! Aterrorizado Kive, sin duda, porque –desde una teoría revolucionaria– será retoma- Los cánticos de la militancia fueron esa
esos teóricos dogmáticos no se parecían a los da –en un mismo nivel de chantismo– por el noche durísimos. Sobre todo los que pedían el
héroes de Brecht ni a ninguno de los bravos slogan Argentina Primer Mundo de Carlos asesinato de Rucci. Firmenich dio una respues-
que estaban a las órdenes de Alejandro Nevsky, Menem, en los noventa. Las dos dicen: vamos a ta a ese pedido. Ninguna versión del discurso la
esa cantata de 1938 con la seducción sublime ser lo que las potencias son. Menem era cohe- registra. Pero yo la escuché. La dijo bajo y para
de la música de Prokofiev. Aquí, los ortodoxos, rente. Pero, ¿Perón? ¿De dónde salía eso? Gene- la tribuna que tenía a su izquierda, la más com-
cantaban la Marcha antes y después de sus deli- ral, ¿no peleábamos contra el imperialismo bativa, la que más pedía la sangre del señalado
rios verticalistas. Y ahí estaba Amelia, con su nosotros? ¿No se formó y se sostiene el imperia- como “el traidor”: Rucci, traidor/ a vos te va a
inteligencia magnífica, con su formación filosó- lismo sometiendo a sus colonias o neocolonias? pasar/ lo que le pasó a Vandor. El Pepe, esa
fica opulenta, pero antimarxista y facha. ¡Ay, ¿No es así como funcionan las potencias? ¿No noche, tendría para ellos unas palabras, breves
Amelia, por qué! ¿De dónde sacaste que podrías leyó el Prólogo de Sartre a Fanon? ¿No leyó esa pero claras, que los dejarían felices.
darle lustre ideológico a una derecha lumpen, frase colosal del gran maestro francés: “Europa Siguió hablando:
grosera, brutal, más cerca de la carnicería asesi- se ha hecho a sí misma fabricando esclavos y “En primer lugar, debemos tener en claro
na que de tus mezclas de Husserl y Heidegger y montruos”? ¿Así vamos a crecer nosotros, fabri- que la revolución que queremos hacer no brota
Kush con el general Perón, al que adorabas? cando también esclavos, monstruos? ¿Dónde de nuestra imaginación, sino que brota de la
¿Alguien mató a Amelia en 1979? Mujer cere- están, quiénes son? realidad objetiva que existe más allá de nuestra
bral, gordita o más, antifemenina, más bien Ortega Peña había publicado –junto con su voluntad”.
PRÓXIMO varonil, deslumbrante pero con demasiados compañero Duhalde– un libro excepcional: Analizaremos este dislate teórico.
DOMINGO resentimientos encima, no puedo saber si Felipe Varela contra el imperio británico. Y Pocas veces alguien inició un discurso con
murió de un infarto como se dijo o no. Vivía ahora sacaba Militancia. La perfecta revista de mayores errores teórico-políticos. Si alguien
¿Cómo va la salud sola. Porque ése era su destino: vivir sola. la alternativa independiente. ¿Qué era la alter- sospecha que el Pepe, de filosofía política, no
del General? Hablarles a auditorios inauditos durante el día nativa independiente? Muy simple: aceptar la sabía un pomo, con esta frase le alcanza para
e irse a dormir sola a la noche. Descansá en paz. identidad peronista, que era la del pueblo, confirmarlo. Juramos demostrarlo exhaustiva-
¿Cuánto le queda?
Durante unos años –junto con Guillermina pero rechazar la conducción de Perón. Como mente.
¿Quién lo hereda? Camusso– trabajamos duro en busca de un vemos, apresuradamente y casi sin advertirlo,
¿Se muere y se pensamiento nacional que no transitara las hue- en eso se está transformando la juventud pero- Colaboración especial
pudre todo? llas del jauretchismo, que sólo nos parecían una nista. En ese PB (Peronismo de Base) con el Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 11 de octubre de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


100 Índice (fascículos 1 al 99)

Suplemento especial de

PáginaI12
omo hemos llegado a los 100 fascículos quería- apoyado pero no podía liberarse de su karma esencial,
C mos destinar el presente a ofrecer a los lectores
un índice del trabajo que hemos realizado hasta este
hija de los tiempos que había prendido con inusitada
fuerza en esos corazones. Demasiado prendió la violen-
momento. cia en los corazones nobles de la juventud peronista. Y
luego: Perón elige el sistema. Un sistema democrático,
Este Indice se propone servir de guía y también otor- amplio, que incluya a todos los argentinos (“Para un
gar el esqueleto conceptual de cierta metodología errá- argentino no hay nada mejor que otro argentino”). Sin
tica, no rígida, no lineal, rara mezcla de narrativa y embargo, el líder está enfermo. Se va muriendo trágica
ensayo. Creemos –y lo dijimos– que el peronismo es pero ineluctablemente. Entre tanto, no hace nada por
una materia tan vital, tan atronadora, rugiente, y librarse de un entorno criminal que dinamizará a la
humana, emocionante o conmovedora, donde se han organización de derecha Triple A, creada bajo su mira-
jugado algunos de los mejores hombres de nuestra da complaciente. Pero el peronismo viene de más atrás.
patria, que se merece un tratamiento libre. Absoluta- Y el Indice probará esto. Viene desde 1943. Desde que
mente libre. Una escritura osada, a veces pendenciera, Perón se adueña de la Secretaría de Trabajo y Previsión
porque nuestra materia no tiene la calma de las tardeci- y se mete con los migrantes. Con esos morochos des-
tas santiagueñas sino la furia de los huracanes del Cari- preciados por la oligarquía, por la clase política y hasta
be, las traiciones del Conde de Montecristo y la furia por el sindicalismo tradicional.
fría, implacable de sus venganzas. Un ejemplo único en Aquí está el Indice. Si ustedes lo leen atentamente
nuestra historia de un movimiento juvenil formado por desentrañarán la estructura y la ambición de la obra.
cientos de miles de jóvenes esperanzados, sólo compa- Esa ambición se adueñó del autor y lo llevó mucho más
rables a los grandes momentos de la gran obra de lejos de lo que todos esperaban. Sobre todo él. Afortu-
Samuel Beckett: Esperando a Godot. Tiene un líder nadamente el diario lo respalda y seguiremos adelante.
sinuoso, que amó o, al menos, le dio una dignidad iné- Al menos hasta el fin de la dictadura militar.
dita a la clase obrera. Que fue odiado por la oligarquía
argentina y amado por los humildes. Que luego regresó
con el látigo fácil para esa juventud que tanto lo había JPF

II
1 Prólogo - Introducción 26 Sabato, el hombre sensible
de la Libertadora
2 Hacia el primer gobierno de Perón
Las migraciones internas: Los 27 Borges y la Libertadora
“cabecitas negras” como sujeto político
28 Documentos de la Libertadora
3 Hacia el primer gobierno de Perón
Perón, un estudio sobre la construcción 29 Fenomenología del fusilamiento
de poder
30 El horizonte de la desperonización
4 Los libros sobre el peronismo
31 Operación Masacre
5 Cuestiones de método: el umbral
de la conciencia política 32 Julio Troxler, una tragedia argentina
6 La caída de Perón 33 John William Cooke,
el peronismo que Perón no quiso
7 Peronismo y catolicismo
34 John William Cooke,
8 El bombardeo del 16 de junio el peronismo que Perón no quiso (II)

9 El concepto del aniquilamiento 35 John William Cooke,


el peronismo que Perón no quiso (III)
10 Conducción política y economía
36 John William Cooke,
11 Discurso en la Bolsa de Comercio el peronismo que Perón no quiso (IV)

12 La distribución del ingreso 37 Los 18 años de lucha


13 Discépolo y el peronismo 38 Onganiato y Cordobazo
14 Eva Perón 39 El ajedrez madrileño de Perón
15 Eva Perón (II) 40 El Cordobazo, pueblada y organización
16 Eva Perón (III) 41 Ernesto “Che” Guevara,
la teoría del foco insurreccional
17 Eva Perón (IV)
42 El foco y el movimiento de masas
18 Eva Perón, “Mi mensaje”
43 El acontecimiento Aramburu
19 “Sectarios y excluyentes”
44 El acontecimiento Aramburu (II)
20 Ideología del golpe de 1955
45 El secuestro de Aramburu
21 Ideología del golpe de 1955 (II)
46 El secuestro de Aramburu (II)
22 Ideología del golpe de 1955 (III)
47 El secuestro de Aramburu (III)
23 “Libro Negro de la Segunda Tiranía”
48 El secuestro de Aramburu (IV)
24 Los libros de la Libertadora
49 El secuestro de Aramburu (V)
25 Los asesinos de escritorio

III
50 El secuestro de Aramburu (conclusión) 68 ¿Quería Perón ser presidente 86 ¡¡¡Ezeiza!!!
en noviembre de 1972?, ¿podía evitarlo?
51 Consideraciones teóricas sobre 87 ¡¡¡Ezeiza!!! (II)
“El secuestro de Aramburu” 69 Fenomenología de la lealtad
88 ¡¡¡Ezeiza!!! (III)
52 Las dos vertientes de la Juventud Peronista 70 Deleuze y Perón
89 ¡¡¡Ezeiza!!! (conclusiones)
53 Las dos vertientes de la Juventud Peronista (II) 71 Cercanías de la Plaza del 25
90 La muerte del “Padre Eterno”
54 Las “genialidades” del Viejo 72 Cercanías de la Plaza del 25 (II)
91 La muerte del “Padre Eterno” (II)
55 “Vuelve Perón, flaco” 73 Cercanías de la Plaza del 25 (III)
92 Contrainsurgencia,
56 “La Casa de Gobierno cambió de dirección” 74 La Plaza del 25: el cielo por asalto “sin tortura no hay información”

57 Fanon y Perón, ¿un solo corazón? 75 La metáfora de la casa tomada 93 Contrainsurgencia,


“sin tortura no hay información” (II)
58 Hacia el primer regreso de Perón 76 Cámpora presidente /
Libertad a los combatientes 94 Contrainsurgencia,
59 “Actualización política y doctrinaria “sin tortura no hay información” (III)
para la toma del poder” 77 La primavera camporista
95 La Doctrina Francesa, el Ejército Argentino
60 Trelew, la prefiguración de lo porvenir 78 La primavera camporista (II) y las guerrillas en América latina

61 El paraguas de Rucci como concepto 79 La primavera camporista (III) 96 “El Viejo nos cagó, compañeros”
62 El Día de la Militancia 80 La primavera camporista (IV) 97 “Que nadie lo discuta,
López Rega hijo de puta”
63 “Buenos días, General, su custodia personal” 81 El discurso de Righi a la policía
98 El discurso de Firmenich en Atlanta
64 “Buenos días, General, 82 Camporismo y cine
su custodia personal” (II) 99 El discurso de Firmenich en Atlanta (II)
83 Camporismo y cine (II)
65 Gaspar Campos era una fiesta
84 Camporismo y cine (III):
66 Cámpora, el elegido de Perón La Patagonia rebelde

67 Cámpora, el elegido de Perón (II) 85 Camporismo y cine (IV)

PRÓXIMO
DOMINGO

¿Cómo va la salud
del General?
¿Cuánto le queda?
¿Quién lo hereda?
¿Se muere y se
pudre todo?
IV Domingo 18 de octubre de 2009

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