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Las Claves Fundamentales de la Terapia Gestalt

Contenidos
 A – El marco teórico
 1. El “darse cuenta” del aquí y el ahora
 2. El ciclo gestáltico de satisfacción de necesidades
 3. Los mecanismos neuróticos
 B – El terapeuta
 1. ¿Cómo es un terapeuta gestáltico?
 2. ¿Cómo puedes formarte para ser terapeuta gestalt?
 C – La técnica
 1. Técnica de la silla vacía o la silla caliente
 2. Trabajo con los asuntos pendientes
 3. Antítesis o juego de roles
 4. Repetir oraciones o completarlas
 5. Evitar el “sobreísmo”
 6. El principio del aquí y el ahora
 7. Hablar en tiempo presente
 8. Fomentar el lenguaje en primera persona
 9. Especificar y concretar
 10. Pedirle que exagere gestos
 11. Hacer explícito lo implícito
 Información Complementaria sobre la Terapia Gestalt
 Vídeos sobre Terapia Gestalt
 Libros sobre Terapia Gestalt
 Lectura Recomendada

“El frustrarse con exigencias en ser distinto de lo que cada uno es, tan solo nos lleva a
sensaciones de tensión, inadecuación y vergüenza. Nos ponemos tensos para
representar roles y dar una apariencia aceptable frente a los demás. Nos ponemos tensos
para evitar la rabia, la tristeza, la envidia o el miedo, o cualquier otro sentimiento doloroso.
Y toda la energía que gastamos en negarnos, en ocultarnos o en evitar aspectos de
nuestra personalidad, en tratar de ser distintos o resistirnos al cambio, es una energía que
puede utilizarse en vivir la experiencia con presencia, responsabilidad y firmeza”.

La terapia gestáltica no trata de dar soluciones a los problemas de la vida, sino más
bien procura proporcionarnos herramientas para explorarnos, con el fin de clarificar
los problemas y las confusiones que surgen, ayudándonos a descubrir nuestras propias
respuestas a nuestras dudas y conductas.

En este artículo me gustaría compartir contigo el ABC de la terapia gestáltica, para que
puedas comprender aquello que es básico en el modelo de Terapia Gestalt de cara a
la práctica clínica. Mi intención es despertar tu interés y curiosidad para informarte más a
fondo sobre esta corriente humanista, y aportarte herramientas prácticas que puedas
sumar a tu trabajo habitual en consulta.

A – El marco teórico
El padre de la terapia Gestalt es Fritz Perls. La Terapia Gestalt es una psicoterapia que
pretende ir más allá de la reducción de síntomas psicopatológicos. Su objetivo,
potenciar a la persona de forma creativa, para conseguir su satisfacción, autorrealización
y crecimiento.

Se encuadra en la corriente de psicología humanista, aunque algunos autores se


refieren a ella como una psicología existencial. La American Psychological Association
(APA) la encuadra como uno de los tres tipos de terapia humanista especialmente
relevantes, señalando que se basa en el «holísmo organísmico», la importancia de la
conciencia “aquí y ahora” y la aceptación de responsabilidad de los propios actos.

Lo primero que necesitas para comprender un estilo de trabajo es saber cuál es el marco
teórico sobre el que se asienta. Para ello, quiero darte unas breves pinceladas sobre tres
conceptos especialmente relevantes en terapia gestalt: (1) el “darse cuenta del aquí y
el ahora”, (2) el ciclo gestáltico de satisfacción de necesidades, y (3) los mecanismos
neuróticos.
1. El “darse cuenta” del aquí y el ahora
El “darse cuenta” es la capacidad que tenemos para percibir lo que está ocurriendo
dentro de nosotros mismos y del mundo que nos rodea, estando presente a lo que
ocurre en el aquí y el ahora, sin interpretar ni juzgar la experiencia actual. Es muy
importante que a la hora de realizar terapia estés consciente de tu propia experiencia
presente, y a la vez, que guíes a tu paciente para que transite la suya, ya que
probablemente no estará acostumbrado a prestar atención a sus sensaciones y
necesidades.

Para ayudar a tu paciente en su proceso de “darse cuenta”, puedes hacerle hincapié en


sus sentidos y en sus sensaciones corporales, guiándole a través de las siguientes
preguntas:

 ¿Qué estás sintiendo?


 ¿Dónde lo estás sintiendo?
 ¿Cómo lo estás sintiendo?

En terapia gestalt se procura evitar los “por qué”, ya que nos llevan a intelectualizar, y
no es ese el objetivo del “darse cuenta”.

Te recomiendo el libro “El darse cuenta” de John Stevens (1979). En él encontrarás una
recopilación de ejercicios para trabajar con tus pacientes tanto en sesiones individuales
como grupales.

2. El ciclo gestáltico de satisfacción de necesidades


Los autores Erving Poltser y Miriam Poltser, de la escuela de Cleveland, representaron
en un ciclo, la experiencia de búsqueda de satisfacción de necesidades, también
denominado ciclo de la autorregulación organísmica, mediante el cual el organismo se
regula a sí mismo. La conceptualización de este ciclo pretende reproducir cómo los
sujetos establecen contacto con su entorno y consigo mismos. Conocer este ciclo te
ayudará a identificar en qué etapa se encuentra tu paciente en el momento actual
respecto a su necesidad, o bien en qué fase del ciclo se ha producido un bloqueo.

1. Sensación: impresiones vagas e imprecisas, como una cierta inquietud sin una
forma definida.
2. Toma de conciencia: la necesidad comienza a tener forma y la persona se
percata de aquello que está emergiendo y lo define, por ejemplo, necesidad de
afecto o contacto físico.
3. Energetización: se moviliza la energía necesaria en el cuerpo que le va a llevar
hacia la acción, para conseguir aquello que va a satisfacer su necesidad.
4. Acción: pone en marcha las conductas necesarias para satisfacer su necesidad,
ya sea acercándose a lo que busca o alejándose de aquello que necesita evitar.
5. Contacto: su cuerpo entra en contacto con la persona o el objeto que satisfará su
necesidad. Por ejemplo, en el caso del afecto o contacto físico, un abrazo de un
ser querido.
6. Retirada: la necesidad queda satisfecha, el organismo queda en reposo hasta el
surgimiento de una nueva necesidad.

En cada etapa de este ciclo pueden existir interrupciones neuróticas que imposibilitan el
funcionamiento homeostático del organismo.

Una de las principales finalidades de la terapia gestáltica es hacer que la persona aprenda
a estar en el aquí y el ahora para darse cuenta de sus necesidades en cada momento,
tanto físicas como psicológicas.

A través de la terapia la persona puede aprender a descubrir y distinguir las diversas


necesidades que surgen en su organismo, tomando las decisiones apropiadas para
satisfacerlas.

3. Los mecanismos neuróticos


No es sencillo percibir claramente cuáles y cómo son nuestras necesidades y emociones.
Muchas veces, tratamos de ignorarlas o reprirmirlas negándolas, viviendo en un estado de
insatisfacción continuo.
Los cuatro mecanismos neuróticos básicos son los siguientes:

Introyección
Incorporar dentro de uno mismo patrones y modos de actuar y de pensar que no son
verdaderamente propios, sino que vienen de algo externo, probablemente fueron
inculcados por nuestros padres en la infancia, o bien los hemos absorbido de la sociedad.

Ejercicio

Trabajo con los “deberías”.

Invita a tu paciente a reflexionar sobre qué normas había en su casa, tanto explícitas
como implícitas, sobre cómo debían ser las cosas o cómo debía comportarse. Pensar
tanto en prohibiciones como órdenes. Ayuda sugerirle que complete la siguiente frase:
“Deberías…” o bien “No debes…”.

Proyección
Atribuirle a otra persona o al entorno aquello que realmente está en uno mismo, pero no
acepto como propio.

Por ejemplo, una persona que se encuentra inhibida sexualmente, considera a otra
promiscua en su comportamiento, criticándole o juzgándole duramente, cuando lo que
ocurre es que está negando su propio deseo sexual.

Las proyecciones también pueden ser positivas, idealizando a los demás con
características que a mí me gustaría poseer.

Confluencia
Dificultades para diferenciar o establecer límites sanos entre uno mismo y el ambiente o
los demás, confundiendo las propias necesidades con las del otro, diluyéndose en el
entorno.

Retroflexión
Significa “volverse hacia uno mismo”, dañándose a uno mismo por evitar expresar hacia el
entorno. A menudo se muestra en forma de somatizaciones, compulsiones,
autoexigencia, hábitos perjudiciales, sentimientos de culpa o inferioridad.

Es importante destacar que todos los mecanismos son adaptativos, por lo tanto, el
objetivo NO es “arrancarle” a nuestro paciente sus mecanismos de defensa. Lo que
ocurre es que cuando estos mecanismos se usan indiscriminadamente, dificultan la
capacidad de darse cuenta de las propias necesidades. De ahí la importancia de
profundizar, dando espacio a aquella parte más auténticaque está tras el mecanismo
de defensa.

B – El terapeuta
1. ¿Cómo es un terapeuta gestáltico?
La actitud del terapeuta es uno de los aspectos más importantes de la terapia gestalt,
ya que en este modelo no se pretende que el terapeuta sea una figura neutral y distante,
sino que por lo contrario, el terapeuta se implica de forma cercana y pone en marcha
sus herramientas personales y profesionales en pos de los objetivos del paciente. La
actitud necesaria para ser terapeuta gestalt es algo que se trabaja a lo largo de toda la
formación.

La meta de la terapia gestáltica no es darle al cliente las respuestas, sino ayudarle a


que él las descubra por sí mismo. Cuando el paciente llega a consulta desea que tú
“arregles” sus problemas, dándole las soluciones o las respuestas a sus preguntas. Pero
cada vez que caes en la tentación de responder sus preguntas le quitas la oportunidad de
crecer y buscar sus propias maneras y formas de resolver sus problemas.

Ejercicio: ¿Qué te transmite el paciente?


Escucha tus propias sensaciones ante tu paciente. ¿Qué te transmite tu paciente? Fíjate
en los gestos y comunicación no verbal de tu paciente, su postura, su gestos, el tono de
voz, su mirada.

¡Ojo! Ten cuidado con no interferir con tu propia experiencia en la experiencia de tu


paciente.

Algunas de las maneras más comunes de interferir con la experiencia de los


pacientes son:

 Juzgando: hay muchas formas de juzgar, implícitas y explícitas. Lo que hace,


dice, o siente su paciente nunca estará ni bien ni mal, simplemente es su
experiencia.
 Ayudando de forma inadecuada: correr rápidamente en su ayuda cuando se
siente mal o incómodo, corriendo a consolarle, no le permite vivenciar su
experiencia plenamente.
 Señalando deberes y obligaciones: evitar crearle deberes y obligaciones a tus
pacientes, no añadirle más “deberías” de los que ya tiene, porque eso sólo añade
malestar. Pero cuidado, restarse exigencias no significa una pérdida de
responsabilidad, sino al revés. Me responsabilizo con aquello que sí es mío, suelto
aquello que he cargado y no lo es.
 Dando explicaciones cuando no corresponde: el interpretar y explicar
conductas a través de la comprensión racional es un sistema bastante aceptado
de comprender la experiencia, pero muchas veces es incompleto. Es más útil
invitarle a vivenciar cómo se siente, qué está pasando en este momento, qué está
sintiendo o experimentando ahora.

Fíjate en las características que tiene un terapeuta gestáltico:

 Pautamiento: ha de reconocer una serie de características, síntomas,


movimientos, tono de voz y aspectos básicos de la conducta de la persona, desde
que atraviesa la puerta de la sala.
 Humanidad: interés y cuidado por su paciente en un plano personal y afectivo.
Esto también incluye el saber confrontar al paciente cuando lo necesita, es el
mayor acto de amor. La alianza terapéutica es lo principal. El terapeuta brinda su
apoyo y reconocimiento al paciente cuando así lo siente.
 Autenticidad: al final, terapeuta y paciente, son un ser humano frente a otro ser
humano. El terapeuta también tiene sus propias necesidades y experiencias, no es
necesario que las niegue, ni que adopte una posición de omnipotencia, de “ser
extraordinario que tiene todas las respuestas”
 Trabajo personal: es un requisito de vital importancia que el terapeuta haya
trabajado consigo mismo terapéuticamente. Por ello, para ser terapeuta gestalt se
requiere 80 horas de terapia individual, más allá de las horas de formación grupal.
 Compromiso: el terapeuta esta comprometido con el paciente, con su profesión y
con su propio desarrollo personal.
 Creatividad: tiene libertad de usar su propia creatividad en las sesiones de
terapia, usando su formación, su conocimiento y sus fortalezas personales en
beneficio del paciente.

2. ¿Cómo puedes formarte para ser terapeuta gestalt?


¿Te resulta interesante la Terapia Gestalt? ¿Conocías esta orientación? ¿Te interesa
formarte en ella?

Te recomiendo la web de la Asociación Española de Terapia Gestalt. En ella podrás


profundizar en tus conocimientos y conseguir información detallada sobre esta corriente y
cómo ser terapeuta gestalt. Además, también encontrarás una lista detallada de todas
las escuelas que están acreditadas para formar en Terapia Gestalt en España.

C – La técnica
El complemento al marco teórico y al terapeuta, son las técnicas prácticas que la
Terapia Gestaltutiliza en el trabajo con los pacientes. A continuación, te presento
brevemente alguna de estas técnicas. Puedes adoptarlas como ideas en tu consulta.

1. Técnica de la silla vacía o la silla caliente


Es una técnica creativa que consiste en hacer dialogar a las distintas partes que se
oponen en el individuo, y poner en contacto aquellas otras que negamos o rechazamos.

Es útil para integrar las polaridades, cuando una persona se identifica con una polaridad
en detrimento de la otra.

Por ejemplo, “Amabilidad – Agresividad”: si soy amable no me permito decir que no y


pierdo asertividad.

Ambas sillas están enfrentadas, cada una de las partes se encuentra en una silla . Con la
técnica de la silla caliente el sujeto va entablando diálogos entre las dos partes,
definiéndolas para reincorporar a su personalidad aquellas que tenía alienadas.

2. Trabajo con los asuntos pendientes


Los asuntos pendientes son todos aquellos sentimientos y emociones no resueltos, que
no han podido ser expresados porque la persona no se ha atrevido o no ha tenido
oportunidad de expresarlos en el momento en que surgieron o tomó conciencia de ellos.

Todos tenemos gran cantidad de asuntos pendientes con los padres, amigos, hijos,
parejas, familiares.. cuando logres identificar en terapia un asunto pendiente relevante con
alguien, puedes hacer una silla caliente en la que se sentará esa persona y pueda
expresarle aquellos sentimientos que no se atrevió a decir, incluso aunque esa persona
ya haya fallecido.

3. Antítesis o juego de roles


Por ejemplo, dile al paciente que dice tener timidez o inhibiciones que juegue el papel de
exhibicionista. Si alguien no hace valer sus derechos, dile que haga el papel de egoísta.

Con esto trabajarás la polaridad inhibida, y así se liberará la energía contenida en ella,
ampliando y mejorando sus recursos. Al meterse en estos papeles tan llenos de angustia
para él, el paciente toma contacto con una parte de sí mismo que había permanecido
reprimida y oculta durante mucho tiempo, y está bloqueada.

La terapia es una especie de experimento que luego extrapola a su vida cotidiana.

4. Repetir oraciones o completarlas


Cuando llegues a la conclusión de que existe una cierta actitud y mensaje implícitos en lo
que está expresando el paciente, le puedes decir “¿Me permites que te de una oración?
Repítela a ver cómo te sientes con ella”.

Por ejemplo, si el paciente está narrando una historia con su madre y le vemos con
mucha rebeldía, puedes decirle que afirme “Yo no soy como mi madre”. ¿Cómo se siente
con eso?

5. Evitar el “sobreísmo”
El sobreísmo es hablar demasiado acerca de algo y enrollarse en ello, en lugar de
sumergirse realmente en esa situación. Es importante que sepas suprimir al paciente
cuando cae en el sobreísmo, cuando ya no está en la esencia de su relato, pues si le
dejas, pierde intensidad.

6. El principio del aquí y el ahora


Haz que el paciente no pierda de vista la experiencia inmediata y presente, aunque esté
hablando del pasado o del futuro, no perder de vista cómo es su vivencia ahora que está
trayendo eso a su conciencia. Se trata de incorporar este pasado a la experiencia del
ahora.

Pregúntale: ¿Qué está pasando ahora en ti? ¿De qué tienes conciencia ahora? ¿Qué
estás sintiendo en este instante? ¿Qué necesidad te está surgiendo en este momento?

7. Hablar en tiempo presente


Es interesante que le pidas al paciente que utilice verbos en presente, incluso cuando
hable del pasado.
Por ejemplo, si dice “Yo fui la niña perfecta, hacía todo lo que me pedían sin rechistar”,
sugiérele que lo cambie por “Yo soy la niña perfecta, hago todo lo que me piden sin
rechistar”. ¿Sigue siendo real esa frase? ¿Cómo se siente cuando la dice en voz alta?

8. Fomentar el lenguaje en primera persona


El lenguaje impersonal nos despersonaliza y nos quita responsabilidad de nuestros actos,
acciones y sentimientos. A veces utilizamos el impersonal o la segunda persona para
referirnos a nosotros mismos.

Por ejemplo “Mi pareja me gritó, y claro, cuando alguien te grita te sientes atacado y
saltas”. Haz que tu paciente cambie al lenguaje personal, haciéndole hablar siempre en
primera persona, por ejemplo: “Mi pareja me insultó, y cuando me insulta me siento
atacado y salto”.

9. Especificar y concretar
Nunca des por hecho nada de lo que dice el paciente. Cuando utilice términos abstractos,
profundiza hasta llegar a la definición más concreta y clara posible.

Por ejemplo, si te dice que siente malestar o incomodidad, pregúntale “¿qué es el


malestar para ti?”, “¿cómo es esa incomodidad?”. Aleja a tu paciente de generalidades
como “bien” o “mal”.

10. Pedirle que exagere gestos


A veces, facilitar y promover durante la terapia movimientos que parecen carecer de
importancia, puede producir cambios radicales en la persona. Estos movimientos tienen
un significado y están cargados afectivamente, y su ejecución de forma exagerada puede
llevar a expresiones verbales que estaban muy reprimidas o alejadas de la conciencia.

Por ejemplo, si tu paciente niega con la cabeza, o aprieta el puño, hazle consciente de
ese gesto y pídele que lo reproduzca y lo amplifique, explorando qué le transmite.

11. Hacer explícito lo implícito


Es importante estar atento a los murmullos o los mensajes que el paciente cuela entre
frase y frase. Hay pacientes que se insultan entre medias de su discurso como algo
automático. Rescata esas frases que quedan perdidas en el discurso de tu paciente y
observad juntos qué dicen realmente, pidiéndole que lo repita en voz alta.

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