Afrontar el diseño de un logo no suele ser tarea fácil, incluso para diseñadores con
experiencia. Hay muchas cosas para tener en cuenta y si bien, el proceso es realmente
apasionante, solemos encontrarnos con cuestiones prácticas que no siempre logran el
resultado que deseamos.
En este caso el artículo señala siete pasos muy simples y concretos para ayudarnos a
diseñar un buen logo. Teniendo en cuenta que el logo de una marca es la principal
representación que se fija en la mente de cualquier cliente o consumidor.
Lograr esto no es simple, pero puede hacerse con un poco de práctica y estos excelentes
consejos:
Regla 1: el logo debe ser versátil
Poder ser utilizado en varios tipos de medios debería ser una premisa primordial al
comenzar a diseñar cualquier logo. Tener en cuenta que no solo va a mostrarse en un
medio gráfico, sino que probablemente se aplique sobre corpóreos, en imágenes o sitios
web.
En el pasado solo se diseñaba para aplicar sobre medios gráficos, y la calidad de los
colores e incluso el estilo no eran tan importantes como lo son hoy en día. Por ello, si se
diseña un logo para aplicar sobre diferentes medios, se debe lograr cierta simpleza para
lograr mayor versatilidad.
En el caso de la forma hay que tener en cuenta que la complejidad de un logo no ayuda a
la fijación, y sobre todo si no tiene nada que ver con lo que la marca debería representar.
¿Quien es el objetivo?
¿Cuál es el propósito?
Entender o saber esto es una parte importante del proceso de creación, ya que de esta
forma evitaremos crear logos que no tengan nada que ver con el producto o cliente, o con
la estética inherente.
Ejemplos claros de esto pueden ser grandes marcas como Nike, Coca-Cola, Ferrari o
Mercedes Benz.
Hay compañías que piensan que para estar a la moda deben cambiar su logo todos los
años, pero esto es un error, ya que el cliente no suele asociar la marca e involucrarse si se
utiliza durante un corto período. Es sencillo, el logo no debe cambiarse y de hacerlo debe
implicar una renovación completa de la marca.
Por lo que, a la hora de diseñar nos encontraremos entre dos posibles caminos: podemos
hacer un logo que salga de lo común y puede llegar a terminar siendo apreciado como una
nueva construcción con respecto a la compañía que representa, pero a su vez puede ser
visto como un elemento que sobresale en el mundo del diseño de logos y que nos
potencie como diseñadores.
Regla 7: el logo debe ser simple
Todo en la vida puede ser solucionado con un beso (kiss), en diseño kiss es para “Keep it
simple and stupid” (Mantenlo simple y estúpido). El autor considera que es la regla más
importante y como conclusión establece que: en muchos casos las cosas simples explican
y contienen el mensaje de mejor manera que aquellas complejas.
Recomendación general
No intente abarcar muchas cosas en un solo logo, y es cuando voy quitando elementos que
encuentro finalmente la idea que inicialmente se había generado en mi cabeza. Es un
proceso fascinante que nadie que se dedique al diseño, debe dejar de realizar. No lo tildaría
de mágico, pero se le parece bastante. Siempre asegúrense de abrirse a las opciones y
estilos, jugar con la tipografía suele ser también de mucha ayuda.
Lo que sigue a continuación no es una guía para entender los puntos que se tratan, pero que
igualmente considero serán de gran ayuda a la hora de pensar en nuestros colores y cómo
utilizarlos.
El análisis del color que se realizó en este artículo parte desde el punto de vista científico,
más que nada para crear una nueva significación que enriquezca el conocimiento y de esa
forma intentar nuevas formas de abordar el tema e incluso generar en nosotros la habilidad
de percibir estas características más fácilmente.
Impacto emocional
La psicología cree que el color hace más que solamente impactar nuestro sistema visual.
Por ejemplo, los mismos mecanismos que reciben el color, son los que a través del
hipotálamo, permiten a los pulsos llegar a la pituitaria y la glándula pineal. Se cree que
algunas reacciones temporarias que afectan el estado de ánimo ocurren como resultado
de la exposición a ciertos colores (rojo para estimular, azul para calmar, entre otras).
Buscar la reacción del usuario espontáneamente puede ser algo muy útil. Hay evidencia
fehaciente sobre la teoría de la percepción del color y los efectos potenciales que
podemos lograr utilizándolos.
Como diseñadores web deberíamos considerar incluir un color suave en lugar del blanco,
algo que podría hacer que nuestros lectores se queden por un tiempo. Así se aseguraría
que lo que queremos decir a través de nuestros sitios (en especial si somos de escribir
mucho) llegue como queremos y no muera en el intento.
Para ello, es necesario contar con armonías de color, que aseguran la correcta utilización
de las paletas de colores. Así como existe una relación entre los colores y la reacción
humana a ellos. También existe una reacción hacia las combinaciones de colores que se
encuentran en armonía.
Impacto y límites de la variedad
Al elegir entre tanta variedad de colores y sus combinaciones cómo decidimos cuántos y
cuáles son necesarios (o suficientes). En el uso del color hay un rango de colores que se
podría denominar “justo” para aplicar en diseño, y sería, siempre utilizar entre 3 y 5
colores.
Menos de 3 hará que nuestro sitio se vea monocromático, más de 5 logrará un nivel
interesante de distracción (que estamos intentando evitar).
Sugestión subliminal
Quizás no existan pruebas fehacientes, pero los mensajes subliminales y sus efectos
continúan siendo estudiados por la psicología, y son denominados estímulos y estímulos
negativos.
Si bien habría que investigar sobre las implicancias éticas o legales de esta práctica, lo que
se quiere explicar con esto es que es necesario dar un mensaje claro aún desde los
colores. Lo ideal siempre es reducir al mínimo posible los efectos subliminales del color, si
tenemos un sitio de ecología por ejemplo lo ideal será utilizar tonos verdes, ya que los
grises o neutros podrán asociarse inconscientemente a la polución.