Anda di halaman 1dari 2

CURSO DE SEGURIDAD Y DEFENSA CIVIL

Nombre: Rocio Apucusi Betancourt

La severa crisis política en la que se encuentra sumido Perú ha puesto en


jaque la aplicación de su Carta Magna con interpretaciones controvertidas
hechas tanto por el gobierno del presidente Martín Vizcarra como por el
Congreso, controlado por una mayoría opositora conformada por fujimoristas y
aliados.
El pasado lunes, Vizcarra decretó la disolución del Congreso y llamó a
elecciones parlamentarias.

El mandatario basó su decisión en un artículo de la Constitución que le autoriza


a adoptar una medida semejante cuando el Parlamento le niega por segunda
vez una cuestión de confianza.
Por su parte, el Congreso decidió suspender a Vizcarra de sus funciones
ejecutivas durante 12 meses por "incapacidad temporal". Al mismo tiempo
juramentó a la vicepresidenta Mercedes Aráoz como "presidenta en funciones"
del país, quien apenas 24 horas después anunció su renuncia tanto al cargo de
vicepresidenta como al encargo del Congreso de actuar como presidenta
interina.

El resultado de lo sucedido esta semana es una crisis política y constitucional


de grandes proporciones y difícil solución.

¿La razón? Tanto Vizcarra como el Congreso tomaron acciones inéditas


basadas no en la letra de la ley sino en interpretaciones que no tienen
precedentes y sobre las cuales pesan numerosas dudas.

Negación tácita

El lunes, el gobierno de Vizcarra presentó ante el Congreso una cuestión de


confianza para modificar la Ley Orgánica de Elección de los miembros del
Tribunal Constitucional (TC).

Al mismo tiempo, pidió la suspensión de la votación para escoger a nuevos


miembros de ese tribunal, un proceso que ya estaba incorporado en la agenda
del día de la cámara.

La petición fue presentada por la mañana en nombre del gobierno por el


presidente del Consejo de Ministros, Salvador del Solar.
Sin embargo, tras su presentación, el Congreso mantuvo su agenda y continuó
con el proceso de elección de magistrados y postergó para la tarde la discusión
de la cuestión de confianza.
Tras el nombramiento de un nuevo magistrado para el TC -uno de los seis que
deben ser reemplazados por el fin de su periodo-, Vizcarra anunció la
disolución de la cámara y la consecuente convocatoria de elecciones
legislativas.

El presidente daba por hecho que, con la votación del magistrado, la cuestión
de confianza le había sido denegada.
Sin embargo, expertos consultados creen que el mandatario se equivocó al
hacerlo.

Difícil solución
Una vez activada esta crisis constitucional, la solución no es del todo evidente.

La OEA destacó la convocatoria a nuevas elecciones hecha por Vizcarra como


un paso "constructivo" para dirimir el conflicto.

Sin embargo, Calle Hayen advierte que una convocatoria electoral sin que
medie una reforma de las reglas del juego podría dejar al país en el mismo
punto.

"Si vamos a ir a unas elecciones ahora, vamos con los mismos problemas, con
las mismas reglas y los mismos defectos. Quizá por eso una Constituyente con
el apoyo de la OEA podría ayudar", apunta.

Aunque reconoce que se trata de una opción no prevista en la Constitución y


que ha sido rechazada durante bastante tiempo en Perú, destaca que la Carta
Magna requiere varios ajustes que se han ido postergando.
Según el experto, otra posibilidad sería que se plantee una demanda de
competencia ante el Tribunal Constitucional para que se pronuncie sobre la
interpretación que hizo Vizcarra sobre el rechazo tácito de la cuestión de
confianza.

Esta alternativa, sin embargo, podría tardar demasiado.

"Eso es viable, pero los trámites son lentos y esta situación podría alargarse
unos cuatro meses".

"Obviamente, una crisis política no puede esperar tanto tiempo".

Anda mungkin juga menyukai