Están indicados para aumentar o mantener los movimientos de las articulaciones y los tejidos
blandos. Para mejorar la movilidad, hay que estirar los músculos y mantenerlos en su punto máxi-
mo, evitando que sea excesivo, ya que se pueden producir hemorragias y, a su vez, calcificación
de tejidos musculares. El estiramiento de las articulaciones debe ser menos intenso que el de los
músculos (lento y cuidadoso). Quien los practique, tiene que estar relajado y debe detener el
movimiento en el punto exactamente previo al que se provoca dolor, ya que el tejido edematoso
(hinchado) se desgarra fácilmente.
Una vez aplicadas las modalidades terapéuticas que calientan y relajan a los tejidos, se re-
comiendan los siguientes ejercicios.
Escobar G. L. M. Capítulo 14. Síndromes dolorosos de las extremidades superiores.
Rehabilitación en Salud. 2ª Edición, Editorial Universidad de Antioquia. 2008.
Ejercicios de calentamiento
Estos ejercicios ponen en movimiento los músculos y los tendones antes de efectuar los ejerci-
cios de estiramiento o de fortalecimiento. Por medio del calentamiento se disminuirá el riesgo de
lesión al practicar los ejercicios más activos.
Figura 1
Estos ejercicios son útiles en caso de dificultad para mover el brazo en ciertas direcciones o
colocarlo en algunas posiciones. Ayudan a mover el hombro de manera más amplia y fácil, sin
dolor.
Figura 3
Figura 4
Figura 6
Figura 7
Ejercicios de fortalecimiento
Estos ejercicios fortalecen a los músculos del hombro para ayudar a protegerlos de las lesiones, si
los practica repentinamente y sin calentamiento le causarán más dolor y lesiones.
Necesitará unas pesas de 0.5 a 2.5 kg para ejecutar estos ejercicios; las latas de alimentos son
útiles, pero es más fácil sostener las pesas de gimnasia
Figura 9
Están indicados para aumentar o mantener los movimientos de las articulaciones y los tejidos
blandos. Para mejorar la movilidad, hay que estirar los músculos y mantenerlos en su punto máxi-
mo, evitando que sea excesivo, ya que se pueden producir hemorragias y, a su vez, calcificación
de tejidos musculares. El estiramiento de las articulaciones debe ser menos intenso que el de los
músculos (lento y cuidadoso). Quien los practique, tiene que estar relajado y debe detener el
movimiento en el punto exactamente previo al que se provoca dolor, ya que el tejido edematoso
(hinchado) se desgarra fácilmente.
Una vez aplicadas las modalidades terapéuticas que calientan y relajan a los tejidos, se re-
comiendan los siguientes ejercicios.
Figura 4
Están indicados para aumentar o mantener los movimientos de las articulaciones y los teji-
dos blandos. Para mejorar la movilidad, hay que estirar los músculos y mantenerlos en su punto
máximo, evitando que sea excesivo, ya que se pueden producir hemorragias y, a su vez, calcifi-
cación de tejidos musculares. El estiramiento de las articulaciones debe ser menos intenso que el
de los músculos (lento y cuidadoso). Quien los practique, tiene que estar relajado y debe detener
el movimiento en el punto exactamente previo al que se provoca dolor, ya que el tejido edema-
toso (hinchado) se desgarra fácilmente.
Una vez aplicadas las modalidades terapéuticas que calientan y relajan a los tejidos, se re-
comiendan los siguientes ejercicios.
Escobar G. L. M. Capítulo 14. Síndromes dolorosos de las extremidades superiores.
Rehabilitación en Salud. 2ª Edición, Editorial Universidad de Antioquia. 2008.
Figura 1
Figura 2
3. Sosteniendo por abajo el pulgar de la mano afecta-
da, estire el dedo pulgar (Figura 3), mantenga así
durante ocho segundos y repítalo 10 a 15 veces.
Ejercítese con estos movimientos al menos tres
veces al día.
Figura 3
Figura 4 Figura 5
Figura 6
6. Ejercicios de fortalecimiento de los músculos que flexionan la mu-
ñeca. De pie, sujete la mancuernilla con la palma hacia arriba y el
pulgar hacia afuera, flexione la muñeca; repita este movimiento
10 a 20 veces, en 2 a 3 series (Figuras 7 y 8). Ejercítese con estos
movimientos al menos tres veces al día.
Figura 7 Figura 8
Figura 9 Figura 10