Mientras
eso, Petronio cambia las figuras del
ajedrez a su beneficio).
PEDRO – Abuelo de Carlos PEDRO – (Mirando con desconcierto al
PETRONIO – Amigo de la infancia de muchacho, mientras él está absorto. Él no
Pedro se inmuta) Carlitos, mijito, apague eso
CARLOS – Nieto de Pedro que ya viene el chubasco. (Le quita el
auricular).
(Llega Petronio con unas velas PEDRO - ¡Uy, Petronio! ¿Se acuerda
encendidas y un viejo radio). cuando sandungeábamos con ese son?
PETRONIO – Mire lo que encontré, PETRONIO – Pues claro, así fue que
Pedro, el radio de su abuelo Cornelio. ¿Se conocí a Sinforosa, entre las redes de los
acuerda cuando nos sentábamos a pescadores.
escuchar música mientras tomábamos
chocolate? CARLOS – ¿Qué es esa música? Parece
como reguetón poseído.
PEDRO – ¡Cómo olvidarlo! Se me hace
que era todavía ayer cuando teníamos la PEDRO – Esa música se llama Mapalé.
edad de Carlos. Nada que ver con esas músicas
estridentes y sin sentido que escuchan
CARLOS – Pero tiene muy buena ustedes. Esta era la música que bailaban
memoria, abuelito, para recordar tantos en la costa durante las fiestas de los
siglos atrás… muchachos cuando Petronio y yo
teníamos tu edad.
PEDRO - ¿Qué dijo, mijo?
CARLOS – O sea que es como el
CARLOS – Que lo quiero mucho, reguetón de los viejitos.
abuelito. ¿Cómo funciona ese radio?
¿Tiene Bluetooth para poner música PETRONIO - ¡Nada qué ver con ese tal
desde mi Iphone? restregón! Bailando mapalé sudábamos,
nos expresábamos, conocíamos gente y
PETRONIO – (Insertando las pilas y nos acercábamos a ella en el calor del
prendiendo el radio) ¿Blu..qué? No sé que baile.
será eso, pero tiene pilas, vea, nuevecitas,
que casualmente encontré encima de la CARLOS – O sea, como el reguetón…
nevera.
PEDRO – Pero era diferente, Carlitos.
CARLOS – (Tomando el control del Ese reguetón llegó de afuera. En cambio,
televisor) Sí, y casualmente el control ya el mapalé lo crearon los descendientes de
no tiene pilas. africanos, los esclavos de la época
colonial, durante sus faenas de pesca.
PETRONIO – Detalles, detalles. Venga,
Pedro, lo prendemos. CARLOS - ¿Qué tiene qué ver la pesca
con eso?
CARLOS - ¿Cómo dicen?
PETRONIO – Pues que el nombre
PETRONIO – Pues, el radio. ‘mapalé’ era como llamaban a un pecesito
Averigüemos si todavía funciona (lo que había en el río magdalena. Ellos lo
pescaban, y en celebración de la buena dos veces a la tienda a media día y no nos
pesca, traían sus tambores, que heredaron daba nada.
de África, y comenzaban a bailar
animadamente en derredor del fuego. CARLOS - ¿Ir a la tienda? Eso no es
nada…
CARLOS – Eso suena muy alegre,
abuelito. PEDRO – Pero es que la tienda quedaba
en otro pueblo.
PEDRO – Aunque no todo era belleza.
Algunos criollos (los blancos CARLOS – Ya veo…
descendientes de españoles) en su época PEDRO – Y eso que suena no son
prohibieron el baile, ya que, al ver tanto guitarras, mijo, son bandolas, harpas y
frenesí y tantas palabras extrañas cuatros.
pensaban que se trataba de brujería, ¡de
invocación del diablo! CARLOS – ¡Hay muchos instrumentos!
Seis en total.
CARLOS - ¿El diablo? (Asustado).
PEDRO - ¿Cómo así que seis?
PETRONIO – No asuste al niño, Pedro.
Mijo (hablando a Carlos), si mucho salía CARLOS – Pues mire, usted dijo:
era el monstruo de la cumbia. O Mejor, el bandolas, harpas y cuatros (contando con
monstruo rumbero del mapalé. los dedos a la vez que menciona los
nombres). Seis.
PETRONIO – Nada era más bonito que CARLOS – No me suena como para
ver bailar, al caer la tarde, a esos bailar. ¿En serio lo bailan?
muchachos con sus parejas, cuando nos
celebraban alguna fecha en el batallón. PETRONIO – Y muy hermosamente,
mijo. Esta música era bailada por los
alfareros y los canteros y sus esposas.
Campesinos humildes, pero muy
Escena III (Guabina Chiquinquiereña) coloridos, vestidos con grandes faldas y
ruanas, porque el frío allá es terrible.
(Los tres personajes siguen en el mismo CARLOS – ¡Qué incomodidad bailar con
lugar, aunque se puede presentar algún todo eso! No me imagino yo bailando
movimiento local) electrónica con ruana.
CARLOS - ¿Por qué, abuelito? CARLOS - ¡O sea que es como una obra
de teatro!
PETRONIO – Déjeme yo le cuento, mijo.
Yo estuve allí, cuando lo compusieron, PEDRO – Exactamente, Carlitos, y si
hace tres mil años. Bueno, en realidad no. unes la melodía, la letra de la canción y el
Fue en 1936, en el Huila, por el maestro baile, tiene ya la obra completa.
Anselmo Durán Plazas. Resulta que,
Escena V (Salsa Caleña) escuchaba en las casas, en los buses, en
los negocios, ¡hasta en los colegios!
PEDRO – No, pero de todos modos a PEDRO – (ríe) No exactamente. Pero hay
Petronio le exigían más en su casa. Eso lugares, como Nueva York, donde se
no nos impedía reunirnos en la tarde con compone la mejor salsa del mundo, pero
los amigos del bachillerato a escuchar no saben bailarla al nivel de los caleños.
salsa y a tomar agua de lulo. Nos En ese sentido se dice que Cali es la
sabíamos bailar cada una de esas capital mundial de la salsa.
canciones. CARLOS - ¿Nueva York? ¿Eso no queda
PETRONIO – Y bailamos con las en Estados Unidos? ¿No deberían ellos
muchachas más bonitas de todo el cantar en inglés?
colegio. PEDRO – No necesariamente. Desde
CARLOS - ¿Y eso lo hacía todo el mediados del siglo pasado, esa parte de
mundo, o era cosa de ustedes? los Estados Unidos se llenó de
inmigrantes latinos, particularmente
PEDRO – Cali, al capital del Valle del mexicanos y caribeños de todas las
Cauca, popularizó el género de la salsa en nacionalidades. Luego, cuando ellos
Colombia, y desde ese momento, por allá regresaron a sus tierras, trajeron los
en los años 70, todo el país sufrió una ritmos que se compusieron allá: el swing,
especie de ‘salsomanía’. La salsa se el foxtrot, el boogie woogie y hasta el
rock n’ roll. Como fusión de todas ellas, Además, esto les da gusto a todas las
así nació la salsa caleña y su fama. personas de la fiesta. Y esta música es de
las fiestas en los pueblitos, sobre todo.
CARLOS - ¡Qué increíble! Aún así,
suena sancocho musical. CARLOS – Pero, ¿cuáles son los ritmos
que lo componen?
PETRONIO – Pero piénsalo de este
modo: ¿acaso no hay nada más rico que PETRONIO – Se puede componer de los
un sancocho vallecaucano? que quiera, Carlitos, pero eso depende de
dónde se escuche. Este, por ejemplo,
entre otros ritmos, tiene sonidos de
Escena VI (Vallenato, Carranga, carranga y vallenato.
Chismapalé, Sanjuanero) CARLOS – He escuchado vallenato.
Tengo una compañero que es de la costa
en el colegio, y el papá de él pone eso
(Los tres personajes continúan en escena. siempre en la casa por las tardes. Pero el
Suena una combinación de ritmos en la otro no lo había escuchado. ¿También es
radio) de la costa?
CARLOS - ¿Qué es ese ritmo tan PEDRO – No, carlitos. El vallenato, por
extraño? Parece que sonaran varias cosas una parte, es un ritmo típico de la región
al mismo tiempo. Caribe, que nació entre los campesinos de
Valledupar y se hizo muy popular a
PETRONIO – Eso es muy común en las
principios del siglo XX.
fiestas. Todavía sigue pasando en las
discotecas. CARLOS - ¿Y la carranga? Eso suena
como a mi apodo en el colegio:
PEDRO - ¿Y usted cómo sabe eso,
‘Carlangas’.
Petronio?
PETRONIO – (Riendo) La carranga
PETRONIO – (silencio) Me lo contaron,
proviene de Boyacá. En los años 70, ellos
compadre, o lo vi en algún documental en
no se identificaban con aquellos ritmos
la televisión. El asunto es que a eso le
caribeños, ni tampoco con los pacíficos.
llaman música fusión, pero fusión de
La gente boyacense es muy particular.
ritmos colombianos.
Así, tomando la guabina y la cumbia,
CARLOS – A veces suenan como crearon y popularizaron un nuevo género:
guitarras rápido, y luego suena un la carranga. A los que al tocan, por tanto,
acordeón. No alcanzo a captar cuándo le llaman ‘carrangeros’, porque
acaba una canción y comienza otra. carrasguean la guitarra. Así es como ellos
le dicen a rasgar rápidamente las cuerdas.
PEDRO – Esa es la idea, que la mezcla
suene completo, como una sola pieza.
CARLOS – Pues, rásguenla o no la una música bien compleja, aunque suene
rasguen, suena muy bien. así de festivo.
CARLOS - ¡Qué son esas palabras, CARLOS - ¿Y dónde se escucha más esa
abuelito! ¿No me diga que a estas alturas música?
se volvió Marihuanero?
PEDRO – Pues, aunque la música se
PETRONIO – (Riendo) Ya vio, Pedro, su popularizó a partir de la región Caribe, se
nieto le pilló los vicios. Ya no se puede comenzó escuchar mucho en la región
escudar en la música. andina. Es por esto que se le conoce como
‘porro montañero’, porque solían
PEDRO – Este peladito insolente. Así se
escucharlo los jornaleros de la montaña
llama esa música, ‘porro’. De hecho, es
durante sus faenas.
CARLOS - ¿Y su faena era el baile, cierto CARLOS – Eso nos lo enseñó la profe de
abuelito? Ya me lo tengo pillado. música en el colegio. A ella le gusta
mucho esa música. Nos contó también
que, en un principio, la champeta fue más
Escena VIII (Champeta) algo de la sociedad, más que de la
música.
PEDRO - ¿Usted sabe qué es eso, mijo? PETRONIO – Me imagino que, entonces,
debe tratarse de una música muy alegre.
CARLOS – Claro, abuelito, ni que viviera Eso siempre ha caracterizado a la
debajo de una piedra. Eso se llama población afrocolombiana.
‘champeta’.
CARLOS - ¡Así es! Escuche no más esa
PETRONIO – Qué nombre más extraño, canción que está sonando. Se puede sentir
Carlitos. Aunque, ahora que lo pienso, todo el sabor.
cuando trabajaba en Cartagena, había
escuchado una palabra parecida. A los PEDRO – Pero, es una lástima eso que
morenos les decían ‘champetúos’, pero dijo al principio. Aunque sea una música
me dio la impresión de que no les gustaba que muchos disfruten y que une a esas
para nada que les dijeran así. personas, da pesar que lleve el nombre de
un acto de desprecio, de ese clasismo que
CARLOS – Claro, don Petro, qué les iba tanto hace daño a la gente.
a gustar. Así era como los ricos de la
ciudad les decían a las personas de los
barrios pobres, en particular a los afros.
PETRONIO – Con razón se llama salsa PEDRO – Sí, canta muy bien. Lo veo
choque. Parece que el cantante se hubiera mucho en televisión.
chocado contra un árbol. Qué música más
rara. CARLOS – Sí, abuelito, gracias a él y a
sus seguidores, la música colombiana se
CARLOS – No diga eso, don Petro. Si ha hecho conocida en otros países. Tanto
ustedes disfrutaban bailar la sala cuando es así que las personas del extranjero
eran jóvenes, van a disfrutar mucho más creen que toda Colombia es de cultura
bailar la salsa choque. Así como ustedes costeña.
crecieron con la salsa, los hijos de esos
salseros crecieron con la salsa de sus PETRONIO – Pues que vengan a ver un
padres, y como ya habían llegado ritmos rolo para que se lleven una sorpresa.
nuevos a Colombia, los fusionaron.
PEDRO - ¿Y qué hay de eso otro que CARLOS - ¿Un pasillo? ¿Eso no es un
parece vallenato? lugar de la casa?