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SINGULARIDADES: DANZA EN LA ERA DE LA PERFORMANCE

André Lepecki. (2016) Singularities. Dance in the age of performance. Trad. Susana
Tambutti. Ed. Routledge. London and New York.

Introducción: Danza y la era de la performance neoliberal

En la tarde del 18 de noviembre del 2015, solo cinco días después de la serie de
ataques terroristas coordinados sucedidos en la ciudad de París y en su suburbio norte
de Saint-Denis de los que fueron blanco cafés, clubes, un estadio de fútbol, dejando
varias docenas de muertos, cientos de heridos, y con todo el país bajo un Estado de
Emergencia mientras se desarrollaba una cacería masiva en Bélgica y Alemania, la
audiencia reunida en el Centro Georges Pompidou para asistir al estreno francés de la
obra grupal 7 pleasures de la coreógrafa danesa Mette Ingvartsen, se encontraba
escuchando la lectura del siguiente texto, el cual fue distribuido en fotocopias tamaño
A4, impreso en inglés y francés:
París, Noviembre 18, 2015
Estimado público:
Como autora de 7 placeres y en nombre de los bailarines que actúan esta noche, siento la necesidad de
compartir algunos pensamientos por estar aquí esta noche. Como un grupo de bailarines hemos estado
discutiendo si debemos o no actuar bajo estas circunstancias extremas de crisis, después de los sucesos
ocurridos el viernes en esta ciudad y que aún continúan. La razón principal para proseguir con la
performance, más allá de insistir en tratar de no estar paralizados por lo sucedido, es permitir que el
teatro asuma su función social, el ser un lugar de reunión. La danza y la performance son disciplinas de
artes vivas. Y como bailarines e intérpretes, nos enfrentamos con la dificultad de separar nuestra
actuación dentro del teatro de lo que está sucediendo en el mundo exterior. Nos gustaría apercibir eso
en esta situación particular. Esta noche nos moveremos y bailaremos con todos los pensamientos y
sentimientos que hemos atravesado en los días previos y nos gustaría invitarlos a hacer lo mismo.

Gracias por estar aquí y acompañarnos en esta performance


Mette Ingvartsen y todo el equipo de 7 pleasures.

Casi medio siglo después que Martha Graham hubiera confinado el `mundo de los
bailarines´ al espacio aislado del estudio (en la película A Dancer's World, 1957)
Ingvartsen y los bailarines de 7 placeres dejaron en claro qué significa ser un bailarín
en el mundo de hoy: insistir en la función social del teatro como lugar de reunión, y
recordar que el trabajo de un bailarín es inseparable de las condiciones del mundo,
por lo tanto, reconocer que la carga afectiva de cada performance no puede sino
resonar con esas condiciones y estar al tanto de las mismas, que solo la ficción de la
representación podría convertir en algo `externo´. No es que, en la historia de la danza
moderna y postmoderna, los coreógrafos no hayan abordado ni criticado directamente
las condiciones sociales y políticas de la violencia y sus horrores, como Graham misma
lo ha hecho explícitamente en la década de 1930 con su solo Lamentation, o Yvonne
Rainer, a fines de la década de 1960 y principios de la de 1970, en varias de sus
performances; 1 sino que con esa nota dirigida al público lo que se enfatizaba no era el
0

1.Para una discusión sobre las dimensiones políticas de los primeros trabajos de Graham, incluido Lamentation, ver Franko,
1995:38-74, para una discusión sobre los efectos de la guerra de Vietnam en las performances de Yvonne Rainer a fines de la
década del sesenta ver Lambert-Beatty 2008: 199-251.

1
contenido, sino cómo todos los bailarines y la audiencia en conjunto producen y son
producidos por un `sistema nervioso bio-político y necro-político 2 compartido 1

(Taussing 1993: 1-8) 3 que desafía la supuesta autonomía de la representación


2

coreográfica en el momento de su performance y advierte sobre las mismísimas


condiciones físicas y afectivas de la performance y del espectador contemporáneo.
Por lo tanto, la pregunta para la danza contemporánea y la performance es: ¿cuáles
son las condiciones y en qué situación nos encontramos hoy ante un occidente
extremadamente expandido, con sus zonas de guerra aún más expandidas, haciendo
arte, coreografía, danza, escribiendo, creando trabajo, enseñando y aprendiendo,
reuniéndonos y luchando, estudiando la situación, desesperanzados, y regresando
para más luchas y más desesperanza, más trabajo y más hacer arte, más teoría y más
hacer el amor, y constantemente más muerte y tristeza que alegría?. Es una situación
condicionada por un nuevo tipo de racionalidad, un nuevo modo de razonamiento,
no necesariamente el más adecuado para aquellos que eventualmente creen en el
pensamiento (pensar como arte, pensar como pensamiento, pensar como vida), para
aquellos que confían en la necesaria opacidad y complejidad de la vida, para aquellos
que creen en la importancia vital de no sacar provecho ni perseguir el propio beneficio
como el único objetivo para la vida y su arte. Es una situación realmente hostil e
inquietante para aquellos que crean lo que no es reconocido y tampoco les importa
que se los reconozca; aquellos que o bien no pueden o prefieren no participar en el
gregarismo generalizado del compulsivo self(ie)-networking; aquellos que no
fomentan la sociabilidad self(ie)-centrada. Es una situación sin espacio ni tiempo para
los que insisten en seguir proponiendo, o continuar reuniéndose sin ningún otro
objetivo que el estar juntos. Los teóricos de la política han llamado a las condiciones
condicionantes de la situación y su recién descubierta racionalidad neoliberal: "un
modo específico y normativo de la razón, de la producción del sujeto, de `conducción
de la conducta´ (conduct of conduct) y del esquema de valoración, […] gobernando
intensamente a los sujetos exige liberarse del gobierno.” (Brown 2015: 48-49). 4 3

2. El término es utilizado por Achille Mbembe. Partiendo del término foucaultiano de biopoder referido a la esfera de la vida sujeta
al poder, Mbembe propone los conceptos de necropoder y necropolítica para describir los mecanismos por los que se establece y
mantiene un control sobre quién puede vivir y quién debe morir. Todos los estados modernos clasifican las vidas de sus sujetos en
un sistema donde la muerte de ciertos cuerpos no es sólo esperable, sino incluso rentable. Mbembe explora los modos de
implementación de tecnologías necropolíticas usando como ejemplo los casos de las plantaciones norteamericanas, el apartheid
sudafricano, la ocupación israelí de Palestina, entre otros. Describe la “Necropolítica“ como una nueva forma de dominación,
sumisión y tributo ampliando así el término “biopoder” de Foucault. Mbembe plantea la hipótesis “de que la expresión última de
la soberanía reside ampliamente en el poder y la capacidad de decidir quién puede vivir y quién puede morir”. La política de la
muerte se practica desde las armas cuyo objetivo es la destrucción máxima de personas y desde la creación de “mundos de
muerte”, en donde las personas se ven confinadas a vivir una existencia de zombies o muertos vivientes. En este caso, la soberanía
es la capacidad para determinar quién tiene importancia y quién no, quien merece vivir y quién no. N. del T.
3. Michael Taussig. The Nervous System. London, New York. Routledge. “La tradición de los oprimidos -escribió Walter Benjamin-

nos enseña que el estado de emergencia en el que vivimos no es la excepción sino la regla" ¿Cómo cambia nuestra comprensión
de la sociedad de la historia si vemos a la realidad en estado de emergencia, no como un sistema, sino como un sistema nervioso?
N. del T.
4- El libro de Wendy Brown Undoing the Demos se ha convertido en una referencia estándar para aquellos que buscan entender la

relación entre neoliberalismo y democracia. El argumento central de Brown es que el neoliberalismo -que ella califica de
“racionalidad política”, siguiendo y revisando a Michel Foucault- ha socavado las formas democráticas de participación, al
considerar al mercado como el modelo para toda la sociedad. Es importante reconocer que hay muchas dimensiones del
neoliberalismo. Ciertamente podemos verlo como un conjunto de políticas o como una ideología. Pero la noción de racionalidad
política revela hasta qué punto estamos gobernados por las formas de la razón, y no sólo por la política, las fuerzas materiales
(como las identificadas por Marx), o por la creencia, desorientadas o de otro tipo. Más bien, como Foucault nos ha enseñado, las
formas de gobernar de la razón llevan normas que dan forma y limitan nuestra conducta -su frase es “conducir nuestra conducta”
– y lo hacen imperceptible e inmaterialmente, por así decir. Si sólo tratamos el neoliberalismo como un conjunto de políticas, o
como una mistificación de ciertos imperativos del capital, perderemos la medida de los nuevos tipos de sujetos, las nuevas
formas de subjetividad y nuevas relaciones sociales que ha traído consigo. Entrevista a Wendy Brown, “¿Quién no es
neoliberal hoy?”. https://ficciondelarazon.org/2018/01/19/wendy-brown-quien-no-es-neoliberal-hoy/ , N. del T.

2
Siempre estamos siendo condicionados, en todas partes y en cualquier momento. Sin
embargo, la racionalidad que orienta la condición neoliberal del condicionamiento
general, la (i) lógica que hace que tenga algo parecido a un sentido, y que hace que las
condiciones del condicionamiento contemporáneo adquieran un verdadero sentido
hegemónico, neocolonialista y neo-racista real, esa (i) lógica está gobernando la
conducta como si estuviera garantizando la libertad. Así es cómo impregna nuestras
acciones con renovada intensidad. Wendy Brown calificó la penetración del
neoliberalismo en las mismas fibras de nuestra carne, como "revolución secreta".
Podemos llamarla, más performativamente, "robo del cuerpo".

Al impregnar nuestras acciones, el condicionamiento neoliberal muestra cómo ya ha


capturado la subjetividad. Habiendo capturado la subjetividad, impregna la creación
artística y los discursos sobre el arte. El condicionamiento se convierte en nuestro
sistema nervioso compartido. Incluyendo los sistemas nerviosos del arte y la teoría. A
través de ellos, sentimos y construimos sentido, encarnamos. Cuerpos fibrilando con y
contra los ritmos de nuestra era. Sin embargo, entre la sístole y la diástole, en la
arritmia, descubrimos la permeabilidad de la subjetividad a la impregnación efectuada
por el neoliberalismo. En ese momento y lugar, entre latidos, respiramos y nos
tomamos un descanso, encontramos vacuolas y brechas, abrimos surcos en los que
corremos, bailamos, escribimos, estudiamos, hacemos el amor, vivimos e intentamos
deshacer el condicionamiento.

Por un momento, vida incondicionada. O más bien: vida des-condicionada de todo


aquello que había convertido la vida en una coreografía de la conformidad. Por un
momento, singularidad. Sorpresivamente, nos dimos cuenta que hay zonas reales de
existencia que el capitalismo neoliberal oportunista realmente odia y no quiere tener
nada que ver con ellas. Zonas extrañamente extrañas, deshabitadas de aquellos que
quieren manipular las cosas, pobladas por cosas que "quieren huir", como dicen Fred
Moten y Stefano Harney (Harney y Moten 2013: 51) 5. Un colectivo de singularidades y
4

de eventos que repentinamente provoca encuentros inverosímiles contra una


sociedad de individuos y esencias que afanosamente organizan cada vez más citas para
cada vez más self(ie)-networking.

Al condicionar tanto el arte como las teorías que abordan el arte, las condiciones que
hacen que gobierne la irracionalidad del capitalismo neoliberal, hacen que se presente
y actúe de manera razonablemente racional, razonablemente aceptable, como un
proyecto razonablemente deseable para la subjetividad, de hecho como la única
opción posible y razonable para la vida: esas condiciones de la performance neoliberal
deben ser abordadas. Por lo tanto, propongo las siguientes premisas de trabajo para

5. (Some people want to run things, other things want to run). “Nunca podríamos ofrecer un montón de transiciones suaves para
este orden hecho de zanjas abiertas y trechos ocultos. Lo único que queda es la serialidad abierta de las terminales sin
transcripción alguna. Hay gente que quiere dirigir las cosas, algunas cosas sólo quieren salir corriendo. Si te lo preguntan, diles
que estamos huyendo. El conocimiento de la libertad es (está en) la invención de cada manera de escapar, robándose los confines,
como si fuera un asalto. A esto se aferran en sus canciones abiertas los que se supone que estarían callados. Stefano Harney y
Fred Moten. Los abajocomunes. P.81. file:///Users/susana/Downloads/Los_Abajocomunes_by_Fred_Moten_and_Stefa.pdf. N. del
T.

3
abordar tales condiciones y situar las relaciones actuales entre arte y vida,
particularmente entre la performance en vivo y la vida y, más específicamente, entre
la danza experimental y la vida.

1) Aunque, en términos jurídicos y diplomáticos, ya no estén vigentes los instrumentos


políticos y legales que anteriormente unían a las naciones-estado europeas con sus
colonias en el sur y en el este del mundo, el hecho es que hoy los modos de relación
entre los Estados nación, y particularmente entre los antiguos poderes colonizadores y
sus antiguos territorios colonizados, son aquellos donde la primacía de la lógica
colonialista permanece hegemónica, dominante.

2) Es imposible pensar en el desarrollo del capitalismo sin pensar en su co-desarrollo


con el colonialismo. Uno frota la espalda del otro. Uno es la lógica del otro en una
relación profunda. Las diversas transformaciones del capitalismo en los últimos siglos
(capitalismo mercantilista, capitalismo industrial) reflejan y modulan, al mismo tiempo,
las numerosas transformaciones del colonialismo.

3) El principio primario y la primera tecnología que unía capitalismo y colonialismo fue


la invención de la necropolítica: el esclavo, o "la mercancía que habla" para usar la
expresión de Fred Moten (Moten 2003: 5-11) 6. 5

4) En la historia conjunta del colonialismo capitalista, o bien, del capitalismo


colonialista, la esclavitud no es solo otra técnica de servidumbre y explotación
interpersonal (explotación del trabajo, de la vida, de las capacidades reproductivas, del
sexo, el deseo, de la carne y sus movimientos); es más bien una tecnología de
subjetivación biopolítica y necropolítica que captura todo el sistema de concepción
de la vida y sus valores, transformando así todo valor en "valor de (ab)uso", como
sugirió Michel Serres (Serres y Schehr 2007: 80). 7 6

5) La actual metamorfosis del ensamblaje colonialista-capitalista de poder ha recibido


el nombre de "neoliberalismo". Al contrario de lo que afirman sus ideólogos y
defensores, el capitalismo neoliberal no necesita la democracia para existir. Como
nos recuerda Wendy Brown, los primeros pasos del neoliberalismo tuvieron lugar en
los experimentos económico-políticos de América Latina y las dictaduras africanas
durante la década de 1970, precisamente como formas de apaciguar la
descolonización y la reacción anticapitalista, bloquearlas de inmediato bajo un nuevo
régimen de dependencia. Pensemos en los "Chicago Boys" 8 implementando la nueva 7

6. Fred Moten (2003) In the Break. The Aesthetics of the Black Radical Tradition. University of Minnesota Press. Minneapolis.
7. Michel Serres [1980] Le parasite. Si la bibliografía sobre el parasitismo es mínima, no es porque el problema no exista, sino
porque suele pasar inadvertido y ser, por eso mismo, más “eficaz”. Para Serres, el parásito toma y no da nada; el lema del parásito
es “siempre tomar y jamás devolver”. De acuerdo con el autor, los tiempos actuales se han vuelto los del naufragio de lo nuevo en
lo duplicado, de la inteligencia en el goce de lo homogéneo; se interpreta mucho pero se compone poco. La producción se ha
vuelto algo escaso, y los parásitos se encargan rápidamente de banalizarla. El parásito se aprovecha de la hospitalidad y no hay
intercambio: hay abuso (“valor de abuso”) antes del uso y robo antes del intercambio mismo. En los organismos biológicos y en los
colectivos humanos, el parásito vive del anfitrión, “por él, con él y en él”. Podría matarlo pero no tiene interés en que muera,
porque se nutre de él. Para evitar la hostilidad del anfitrión, el parásito se mimetiza, imita ciertas células receptoras y llega a
hacerse invisible. El parásito elimina la individuación. N. del T.
8. Chicago Boys es una denominación aparecida en los años 1970 que hace referencia a los economistas liberales educados en la

Universidad de Chicago,1 donde aprendieron de las ideas económicas de los estadounidenses Milton Friedman y Arnold
Harberger. Estos economistas influyeron profundamente durante la dictadura militar liderada por Augusto Pinochet. Fueron los
artífices de reformas económicas y sociales que llevaron a la creación de una política económica de mercado con orientación
neoclásica y monetarista, además de la descentralización del control de la economía. Milton Friedman acuñó el término el
«milagro de Chile», para referirse a la obra de sus discípulos en ese país. Independiente de la valoración positiva o negativa de los
cambios implementados, existe consenso en su gran influencia en la configuración del Chile actual. N. del T.

4
lógica económica durante el régimen dictatorial asesino de Augusto Pinochet en Chile
a lo largo de la década de 1970, o en Margaret Thatcher, que cuando Pinochet estaba
acusado de crímenes de lesa humanidad le agradeció públicamente su "ayuda" al
Reino Unido y por "llevar la democracia a Chile" 9. Por supuesto, lo que Thatcher quiso
8

agradecer fue el haber llevado el condicionamiento capitalista a Chile. En realidad,


aquí los cadáveres no importan. Justamente, es la democracia neoliberal como
necropolítica.

6) Es imposible desvincular la economía política neoliberal del creciente fenómeno de


la guerra endémica en Medio Oriente y África; del surgimiento de campos de
concentración, de "sitios negros" en el occidente expandido (campos para migrantes,
refugiados, "combatientes enemigos", para aquellos ilegalmente secuestrados por los
poderes democráticos del Estado) y del asesinato de ciudadanos occidentales por
parte de sus propios gobiernos gracias a órdenes ejecutivas o secretas. Esta lógica
endémica de brutalidad siempre racionalizada y razonablemente justificada en aras de
la "seguridad" nos recuerda (siguiendo a Paul Gilroy, en su libro Melancolía
Postcolonial) que si el campo de concentración es exactamente el nomos de la
democracia neoliberal occidental, como una vez planteó Giorgio Agamben, (Agamben
1998: 166-180) 10, la necropolítica de la colonia es el fundamento racista-legal del
9

campo (Gilroy 2005: 48-49).

7) La reciente llegada de violencia homicida a capitales y ciudades importantes de


Europa y América del Norte bajo la lógica de los conflictos pre-modernos (musulmanes
contra cruzados, conmoción de civilizaciones, etc.) es solo una prueba de cómo la
situación de condicionamiento neoliberal condiciona lo que Guattari llamó
"capitalismo mundial integrado" 11 (Guattari y Negri 2010: 48-52) en un estado de
10

guerra generalizado.

9
. Véase, por ejemplo, Robin Harris, ex miembro del equipo político de Thatcher, defendiendo el "respeto" y la "deuda" de
Thatcher con Pinochet: "[Thatcher] también tuvo una opinión positiva de los 17 años de poder de Pinochet". Ciertamente hubo
gran violencia. Pero la pérdida de vidas, la mayoría de las cuales ocurrieron en los primeros meses cuando se desencadenó una
guerra civil, fue menor que en otras situaciones similares". Harris concluye su artículo para The Telegraph con estas asombrosas
palabras: "Margaret Thatcher no tiene porqué avergonzarse respecto de su defensa de Augusto Pinochet, cuando otros se
negaron a hacerlo. Pinochet tuvo la suerte de encontrar tal defensora.” (Harris 2006:
http://www.telegraph.co.uk/comment/personal-view/3635244/Thatcher-always-honored-Britains-debt-to-Pinochet.html ) Véase
también ("Thatcher Stands by Pinochet", BBC News, 1999: http://news.bbc.co.uk/2/hi/304516.stm).
10.”¿Que es un campo de concentración? ¿Cuál es su estructura jurídico-política, esa estructura que permitió que pudieran llegar a

suceder acontecimientos de tal índole? Todo esto nos conducirá a considerar el campo de concentración no como un simple
hecho histórico o una aberración perteneciente al pasado (aunque todavía encontremos, eventualmente, situaciones
comparables), sino, en algún modo, como la matriz oculta, el nomos del espacio político en que vivimos todavía”. AGAMBEN,
Giorgio. HOMO SACER. El poder soberano y la nuda vida. p.212. Aquí se da un curioso mecanismo que Agamben refiere mediante
la estructura de la inclusión/exclusión: aquel estado anómico, en el cual la única garantía sólo puede ser el caos y la ausencia de
derechos, puede solamente ser excluido del Estado de derecho a costa de ser incluido en él bajo la figura del estado de
excepción. Aquella modalidad establece una suspensión temporal del orden jurídico dentro de los límites del Estado para el
ejercicio de un poder soberano que garantice el mantenimiento del Estado de derecho, curiosamente suspendido. Frente a los
individuos, este poder soberano puede usar libremente su derecho natural siempre y cuando le parezca conveniente: de ahí que
numerosas garantías constitucionales queden sin efecto; de ahí que la muerte y desaparición de algunos individuos, si no pasan
inadvertidas, queden justificadas para el orden legal. Este modelo propio de la modernidad entra en crisis con la aparición del
campo. En él no solo el estado de excepción es permanente, con lo que prácticamente deja de ser una excepción para
constituirse en norma, sino que los individuos son continuamente reducidos a su pura existencia biológica, a lo que Agamben
denomina nuda vida. En el campo el individuo se convierte en un homo sacer, en aquel individuo que, a pesar de que su muerte
no esté fijada por ningún ordenamiento legal, su asesinato no constituye ningún delito. Giorgio Agamben “¿Qué es un campo?” .
https://mirarnos.blogia.com/2007/050303--qu-es-un-campo-giorgio-agamben.php. N. del T.
11. Antonio Negri y Félix Guattari (2010) New Lines of Alliance, New Spaces of Liberty. Minor Compositions Autonomedia

MayFlyBooks.
El sistema capitalista mantiene “interacciones contantes” con países y regiones que históricamente parecían habérsele escapado
(Guattari señalaba en aquel entonces a la URSS, China y el tercer mundo, hoy podemos decir sin temor a equivocarnos que el
mapa mundi es en su totalidad capitalista, salvo, tal vez, Corea del Norte, que vive en un régimen de fascismo de izquierdas

5
8) La interfaz kinética entre el colonialismo y el capitalismo emerge en lo que Stefano
Harney y Fred Moten han llamado "logicidad", el manejo y control sobre el
movimiento de objetos y sujetos dentro de los canales del kinestecismo
(movimiento) del capitalismo: la logística moderna se origina en el gran movimiento de
mercancías, aquellas que podían hablar. Fundada en el comercio de esclavos en el
Atlántico y contra el esclavo del Atlántico. (Harney y Moten 2013:92). En este sentido,
la danza y la coreografía como formas del conocimiento sobre las condiciones de
movilidad, auto movilidad y movilización generalizada se vuelven críticas para
abordar y contrarrestar el ímpetu kinético en el neoliberalismo. Dadas las
condiciones de esta situación:
• ¿cómo danzar, hacer danzas y asistir a conciertos de danza en la era neoliberal
y la racionalidad?
• ¿Cómo escribir, cómo teorizar sobre teorías y prácticas de resistencia de la
danza en y contra la era neoliberal?

Singularidades: Danza en la era de la performance es un intento de pensar en esas


condiciones de danzar y escribir contra las condiciones del condicionamiento
neoliberal (aunque, desde adentro). El libro aborda una década de producción artística
en el ámbito de la coreografía experimental, desde 2003 hasta 2014. El objetivo
principal, que se desarrolla en cinco capítulos y en un pensamiento final, es evaluar las
diferentes formas en que algunas obras muy específicas dentro de la danza
experimental creadas por artistas que trabajan en Estados Unidos, Brasil y Europa
expresan y critican los elementos fundamentales que definen la racionalidad
(irracional) que sustenta nuestra era de capitalismo neoliberal y neocolonialista.

En los siguientes capítulos discutiré obras solistas y grupales de (por orden de


aparición) María José Arjona (Colombia), Trajal Harrell (EE. UU.), Joao Fiadeiro
(Portugal), Aitana Cordero (España), Mette Edvardsen (Noruega), Mette Ingvarsten
(Dinamarca), Marcelo Evelin (Brasil), Manuel Pelmus (Rumania), Marcela Levi y Lucia
Russo (Brasil/Argentina), Xavier Le Roy (Francia), Antonia Baehr (Alemania), Eiko y
Koma (EE. UU.), Julie Tolentino y Ron Athey (EE. UU.), Martin Nachbar (Alemania),
Richard Move (EE. UU.), Ralph Lemon y Walter Carter (EE. UU.) Y Jérôme Bel (Francia).
Como se verá, los trabajos en cuestión, rechazan conductas conformadas, formas
reconocibles y géneros de performance identificables, incluidas las formas
"transgresoras" reconocibles (es decir, rechazan performances coreo-policiales 12 11

inscripto en la tradición estalinista). La segunda razón que Guattari esgrime sobre su tesis del CMI es que ninguna actividad
humana escapa a su control, el CMI no respeta territorialidades ni tradiciones (por eso se identifica con un proceso global de
desterritorialización). El CMI recompone los sistemas sociales y productivos desde su propia base, a través de lo que Guattari
llama “su axiomática propia”, a saber: el CMI no tiene un programa definido, no es menester para su funcionamiento un sistema
político determinado, a cada golpe que recibe puede inventar axiomas nuevos para su supervivencia. En otras palabras, lo que el
CMI logra es una desterritorialización/recomposición ininterrumpida de sí mismo. N. del T.
12. “Más o menos persistentemente, más o menos violentamente, en donde sea que la protesta política se ponga en marcha, la

policía aparece para romper la iniciativa y para determinar caminos “adecuados” para los manifestantes. Ante una manifestación,
la policía funciona primero que nada como un controlador del movimiento. Impone bloqueos, contiene o canaliza a los
manifestantes, dispersa a las masas y a veces literalmente levanta y arrastra cuerpos. Tanto coreográfica como conceptualmente,
la policía puede ser entonces definida como aquello que, mediante sus habilidades y presencia física, determina el espacio de
circulación para los manifestantes y asegura que “todo el mundo esté en un lugar permitido” (Deleuze 1995:183).[…] El propósito
del coreopoliciamiento, entonces, es des-mobilizar la acción política por medio de la implementación de un tipo de movimiento
que previene cualquier formación y expresión de lo político. El movimiento coreopoliciado puede ser entonces definido como
cualquier movimiento incapaz de romper la interminable reproducción de una circulación de subjetividad consensual impuesta
en donde ser es encajar en un patrón precoreografiado de circulación, corporealidad y pertenencia. […]En contraposición,
podemos decir que la coreopolítica requiere una redistribución y reinvención de cuerpos, afectos y sentidos mediantes los cuales

6
[coreopoliced]) y, de manera no heroica, casi modestamente, proponen prácticas
inesperadas e inverosímiles, modos extemporáneos de disensión y zonas
momentáneas de libertad (es decir, adoptan acciones coreo-políticas) 13. Sin embargo, 12

todas se reúnen y encuentran un lugar bajo el nombre danza.

Es crucial para el argumento de este libro comprender que las corporalidades ("la
construcción discursiva de la materialidad", Povinelli 2011: 108) 14 y las subjetividades 13

(la construcción afectiva de las corporalidades) se están coproduciendo


constantemente en una lucha entre el poder normativo de la individualización (cuyo
nombre jurídico es "persona", véase [Esposito 2011: passim]) 15 y las potencialidades 14

abiertas de las singularidades (modos de individualización colectiva alejados de la


forma monádico-jurídica de la persona) 16. Esta lucha expresa cómo cada formación
15

corpórea/subjetiva ejecuta actos tanto disensuales como consensuales.

Espero que cada vez quede más claro en las siguientes páginas que el concepto que
nombra más adecuadamente el conjunto de prácticas disensuales de corporeidad y
subjetividad que se encuentran en las obras coreográficas que analizo es el concepto
de singularidad 17. Como John Rajchman escribió una vez, "necesitamos un nuevo
16

concepto en el que lo que tenemos en común no sean individualidades paseantes sino


nuestras singularidades." (Rajchman en Deleuze y Boyman 2001: 14) 18 17

A lo largo de este libro, la palabra "singularidad" se utiliza de manera muy precisa. No


es sinónimo de "único", "particular", "singular", y menos aún de "individual". Más bien,
la singularidad es "irreductible y, por lo tanto, portadora de lo extraño", como propone

uno puede aprender cómo moverse políticamente, cómo inventar, activar, buscar o experimentar con un movimiento cuyo único
sentido (significado y dirección) es el ejercicio experimental de la libertad. ” N. del T. Lepecki (2016) “Coreopolicía y coreopolítica
o la tarea del bailarín.” https://cultura.nexos.com.mx/?p=10775#_ftnref6. N. del T.
13. Para una distinción entre coreopolítica y coreopolicía ver Lepecki 2013.
14
. Elizabeth A. Povinelli (2011) Economies of Abandonment, Social Belonging and Endurance in Late Liberalism. 2011. Duke
University Press.
15. Tercera persona. Política de la vida y filosofía de lo impersonal, de Roberto Espósito, Amorrortu Editores, Buenos Aires, 2007,

224 pp. La deconstrucción del recorrido de la noción de persona le permite luego construir, tender puentes hacia la filosofía de lo
impersonal y con ello proponer el pensamiento de la Tercera persona.
16. En todo momento, la "individualización" se utiliza para expresar modos de formación de sujetos que tienen a la "persona"

jurídica o al "individuo" normativo-privado-psicológico como modelos privilegiados. "Individuación" es un concepto de la filosofía


de George Simondon. Se refiere a procesos continuos y modulados de devenimientos relacionales de subjetividad, y que se unen
momentáneamente en una formación específica que él llamó "modo de individualización". Los modos de individuación siempre
abarcan su multiplicidad constitutiva, relacionalidad y apertura. Como veremos, las "singularidades" son los atractores que
precipitan estas zonas o modos de individuación, que son siempre y necesariamente "trans-individuales". Ver (Simodon 2005).
Para un análisis crítico de las nociones de Simodon de individuación y trans-individuación, ver (Combes 2013). Para una crítica de
las actuaciones y los efectos que informan y producen a la figura y al individuo en el capitalismo neoliberal contemporáneo, ver
(Protevi 2009: 3-59).
17. Singularidad: Un modo de individuación muy diferente del de una persona, un sujeto, una cosa o una sustancia. Haecceidad:

Definir un animal o un hombre no por su forma, órganos y funciones, y tampoco como un sujeto, sino por los afectos de los que es
capaz. Se trata de las relaciones de fuerzas: “Una cosa, un animal, una persona, no se definen más que por movimientos y reposos,
velocidades y lentitudes (longitud), y por afectos, intensidades (latitud).” Deleuze: Diálogos. La realidad ontológica no está
constituida por seres unificados: Una cualidad, una variación atmosférica, un flujo, son también individuos. "Un grado de calor,
una intensidad de blanco, son perfectas individualidades." «Singularidades», posteriormente rebautizadas «haecceidades» es una
noción que Deleuze toma de Duns Escoto. Una haecceidad (o singularidad) designa un tipo muy peculiar de individuación, gracias
al cual «la individuación de un nuevo objeto no se separa de una nueva individuación del sujeto», y viceversa. La Singularidad es
un elemento cualquiera que puede prolongarse hasta las proximidades de otro, de forma que se logre un empalme. Eso es una
singularidad. Una singularidad es una firma, pero siempre de una multiplicidad, y está en determinado agenciamiento. Un
agenciamiento, designa siempre una emisión y una distribución de singularidades.
Agenciamiento
Es una multiplicidad que comporta muchos géneros heterogéneos y que establece uniones, relaciones entre ellos, a través de
edades, de sexos y de reinos de diferentes naturalezas. Lo importante no son las filiaciones sino las alianzas y las aleaciones; ni
tampoco las herencias o las descendencias sino los contagios, las epidemias, el viento. Un animal se define menos por el género y
la especie, por sus órganos y sus funciones que por los agenciamientos de que forma parte.
18. Gilles Deleuze (2001). Pure Immanence: Essays on a Life. Trad. Anne Boyman. Zone Books, N.Y.

7
el filósofo del arte Georges Didi-Huberman (2009: 81, traducción mía) 19 . Como 18

esencialmente co-extensiva con la extrañeza, las singularidades son siempre


productoras de "multiplicidad", "complejidad" (82), "bifurcaciones" (81) y desvíos
imprevistos que implican todas las dimensiones de lo real.

Desde el punto de vista de la teoría estética, la producción de extrañeza (en la danza o


en el arte en general) provocada por las singularidades es una herramienta analítica
útil porque reemplaza la noción modernista que concibe el arte como la creación de
"lo nuevo". La consecuencia directa de esta operación es la desacreditación de la
figura del artista como fuente única y original de lo nuevo. Este reemplazo provoca
de inmediato otro aporte del concepto de singularidad a la teoría estética: des-
identifica la obra del "sí mismo" de sus autores. Como un concepto ligado a actos de
extrañeza, una singularidad opera extrañamente lo que José Muñoz llamó, después de
Judith Butler, "des-identificaciones" (Muñoz 1999; Butler 1993: 4) 20. 19

Al alejarse de la consensualidad policial estético-semiótica, mediante la afirmación de


las singularidades que producen, las obras discutidas en los siguientes seis capítulos
des-identifican la danza, hacen que sea irreconocible en relación con sus esperadas
formaciones y, por lo tanto, hacen que la danza sea realmente extraña para sí misma.
El movimiento de alejamiento y derivación de la danza, su capacidad crítica para
escapar de formas, tiempos y procedimientos que la limitan e identifican como una
disciplina estética, es una de las razones que me lleva a utilizar el concepto de
singularidad como título de este libro.

Cinco singularidades en la danza contemporánea

La noción de Didi-Huberman de la singularidad como una compleja multiplicidad


generadora de "extrañeza" proviene de la definición que Gilles Deleuze da a ese
concepto, crucial para toda su filosofía de la inmanencia. Para Deleuze, las
singularidades son la actualización de una diferencia que introduce la diferencia en el
mundo: "Las singularidades son puntos de retroceso y puntos de inflexión; cuellos de
botella, nudos, focos, centros; puntos de fusión, de condensación y de ebullición;
puntos de lágrimas y alegría, de enfermedad y de salud, de esperanza y angustia,
puntos `sensibles´." (Deleuze 1990: 52) 21. 20

19. Georges Didi-Huberman. (2012) Supervivencia de las luciérnagas. t rad. de Juan Calatrava, Abada Editores, Madrid.
20
. José Muñoz (1999) Disidentifications: Queers of Color and the Performance of Politics (Minnesota). Muñoz analizó un grupo
variado de artistas valiéndose del marco crítico de la desidentificación, concepto que tomó prestado de la investigación
psicoanalítica y que usó para explicar las complejas negociaciones de los sujetos subalternos LGBT (principalmente negros,
asiáticos y latinos) que encuentran una tercera vía, por así decir, entre la identificación y la contraidentificación o el rechazo de
identidades o posturas dañinas o venenosas. N.del T.
21. Gilles Deleuze. The Logic of Sense (European Perspectives: A Series in Social Thought and Cultural Criticism).

¿Qué es un acontecimiento ideal? Es una singularidad. O mejor, es un conjunto de singularidades, de puntos singulares que
caracterizan una curva matemática, un estado de cosas físico, una persona psicológica y moral. Son puntos de retroceso, de
inflexión, etc.; collados, nudos, focos, centros; puntos de fusión, de condensación, de ebullición, etc.; puntos de lágrimas y de
alegría, de enfermedad y de salud, de esperanza y de angustia, puntos llamados sensibles. Tales singularidades no se confunden
sin embargo con la personalidad de quien se expresa en un discurso, ni con la individualidad de un estado de cosas designado por
una proposición, ni con la generalidad o la universalidad de un concepto significado por la figura o la curva. La singularidad forma
parte de otra dimensión diferente de la designación, de la manifestación o de la significación. La singularidad es esencialmente
pre-individual, no personal, a-conceptual. Es completamente indiferente a lo individual y a lo colectivo, a lo personal y a lo
impersonal, a lo particular y a lo general; y a sus oposiciones. Es neutra. En cambio, no es «ordinaria»: el punto singular se opone a
lo ordinario. Novena Serie, De lo Problemático. Deleuze. Lógica del Sentido. Filosofía Universidad ARCIS. P.44.
https://www.uv.mx/tipmal/files/2016/11/Deleuze-Logica-del-Sentido.pdf. N. del T.

8
Las performances discutidas y analizadas en este libro son inequívocamente puntos
sensitivos irreductibles. Activan, cada uno a su manera propia y específica, cinco
singularidades particulares, cinco campos problemáticos particulares discutidos en
cada capítulo en el siguiente orden: cosidad, oscuridad, animalidad, persistencia y
solidez (una "estructura problemática está constituida positivamente por un conjunto
infinito de series divergentes las que, no obstante, están enteramente determinadas
por el propio atractor", es decir, determinadas por la singularidad [Smith 2011: 159,
énfasis añadido]. 22 21

La complejidad múltiple contenida y liberada en y por las singularidades en el


momento de su actualización es lo que hace que una singularidad sea siempre la
expresión de un evento. 23 Es por eso que esas cinco palabras, esas cinco
22

singularidades propuestas informan muchísimo sobre la imaginación coreográfica


reciente y están menos ligadas a la significación que a la expresión del nombre exacto
del evento que precipitan: el evento de la cosidad, el evento de la oscuridad, el evento
de la animalidad, el evento de la persistencia, el evento de la solidez. Como tal, cada
una de las cinco singularidades reúne constelaciones de varios conceptos,
movimientos, gestos, procedimientos coreográficos, corporalidades, modos de
ejecución y regímenes de atención. Esta reunión de dispares expresa la fuerza de
ensamblaje de las singularidades, su naturaleza colectiva intrínseca y su proximidad al
modo de existencia de las cosas en lugar de a objetos bien definidos y a sus sujetos
auto-presentes.

22.Smith, Daniel (2011). “Deleuze and the Production of the New”. En Deleuze, Guattari and the Production of the New.
23
. La actualización de lo virtual es singularidad (Deleuze y Parnet, 2002: 149) y, podemos hablar de eventos solo como
singularidades desplegadas en un campo problemático." (Deleuze 1990: 56).

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