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UNIVERSIDAD DE NARIÑO

Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas


Postgrados Facea
Especialización en Finanzas.
Mg. GERMAN RICARDO MELO GUERRERO.

DECISONES FINANCIERAS.

Desde el punto de vista financiero, las decisiones que se toman en la empresa, se


pueden clasificar en 3 categorías: Decisiones de Inversión, Decisiones de
Financiación y Decisiones de Dividendos o reparto de utilidades.

DECISIONES DE INVERSION:

Son aquellas que se relacionan y afectan el lado izquierdo del balance general de la
empresa, o sea los activos.
En lo que a decisiones de inversión se refiere, la decisión trascendental que se
toma en una empresa es la referente a la determinación de su tamaño, es decir,
del volumen total de activos que se utilizarán para mantener una operación
eficiente, que igualmente sea rentable y genere valor agregado para los
propietarios.
¿De cuáles factores depende el tamaño de una empresa? Primero debemos
aclarar que aquí estamos asociando el tamaño de la empresa con el monto de sus
activos. Dependiendo del propósito específico del análisis que se esté haciendo, el
tamaño de la empresa, también podría relacionarse con el volumen de ventas, el
número de trabajadores, el monto de las utilidades, etc.
Para nuestro propósito, el tamaño de la empresa, es decir, el monto de sus activos
tiene relación directa con la expectativa de los dueños en cuanto a ventas y
utilidades.
Las decisiones de Inversión tiene que ver con aspectos tales como:
.-El volumen de activos fijos que se desea mantener, es decir, la estructura de la
planta física. Por ejemplo, la administración puede optar por tener 3 máquinas
trabajando un turno de 8 horas o una máquina trabajando 3 turnos. En el primer
caso el volumen de activos fijos será mayor aunque el volumen de producción
puede ser el mismo.
-. El plazo que se concederá a los clientes en las ventas a crédito. Mientras mayor
sea dicho plazo, mayor será la cantidad de dinero que habrá que inmovilizar en las
cuentas por cobrar.
-. La cantidad de inventario (materias primas, productos en proceso y producto
terminado), que se mantendrá para soportar la producción.
-.El crecimiento de la empresa, por ejemplo ensanches de planta, creación de
empresas subsidiarias, compra de otras empresas, etc. Lo cual depende de tres
aspectos: Las expectativas de crecimiento de la economía y en especial del sector
industrial en el que se desenvuelve la empresa, la reinversión que des FCL estén
dispuestos a realizar los socios y la rentabilidad que como perspectiva futura
ofrece la empresa.
-. La combinación de activos entre fijos y corrientes. Por ejemplo, un fabricante de
automóviles puede contratar la producción de ciertas partes a otra empresa,
evitando así tener que adquirir equipos para su elaboración pero a lo mejor a costa
de tener que mantener un alto inventario de dicha pieza para evitar tropiezos en
caso que el proveedor llegue a tener inconvenientes para abastecerla.
-. En cierta forma la adquisición de activos fijos a través del arrendamiento
financiero, tiene relación con esta combinación que hemos mencionado, ya que la
filosofía fundamental de esta modalidad financiera es que la empresa no tenga que
desembolsar efectivo en la compra de estos activos, con el propósito de
destinarlo más bien a la financiación de trabajo.
Se observa pues, que las decisiones de inversión conducen a la determinación de la
cantidad de capital de trabajo operativo y de activos fijos que la empresa
requerirá para su operación.
En muchos casos el empresario está dispuesto a asumir un riesgo operativo con el
mantenimiento de un determinado nivel de inversión en activos. Por ejemplo,
como se mencionó arriba, para alcanzar el volumen de producción requerido con
el fin de garantizar el abastecimiento a los clientes, una empresa puede optar por
tener pocas máquinas trabajando, varios turnos o muchas trabajando pocos. Aquí
el riesgo se relaciona con el hecho de que con pocas máquinas un daño en alguna
podría disminuir la producción a niveles imposibles de recuperar luego, con la
consecuente pérdida de ventas.
Con los inventarios ocurre lo mismo. Por ejemplo, un mayor nivel de materias
primas disminuye el riesgo de que una falla en el abastecimiento por parte de los
proveedores detenga el proceso, disminuya la producción y por lo tanto se pierdan
ventas; pero la empresa podría operar con igual eficiencia con un menor nivel.
¿Cuál es entonces la diferencia entre mantener o no un mayor nivel de activos con
el fin de disminuir el riesgo operativo de la empresa?
La diferencia está en la rentabilidad que implica cada una de las alternativas. Si para
mantener un mismo nivel de operación se utiliza un mayor volumen de activos,
la rentabilidad sobre la inversión será menor que si se utiliza un menor volumen,
aquí aplica, pues, la relación entre el riesgo y la rentabilidad como uno de los
conceptos claves en las finanzas empresariales.
Y ya que hemos mencionado la rentabilidad sobre la inversión, aclaremos que
este término puede prestarse a confusión. Ello debido a que en una empresa se
identifican dos tipos de inversión: La que se hace en la empresa como tal, es decir
los activos totales y la que específicamente hacen los socios, es decir, el
patrimonio. Entonces, hablando de los activos, mientras menor sea la cantidad de
estos que se utilicen para lograr un mismo volumen de operación (y por lo tanto de
utilidades), la rentabilidad del activo aumentará; pero a costa de un mayor riesgo.

DECISIONES DE FINANCIACION.

Se refiere a aquellas que tienen que ver con la consecución de fondos para la
adquisición de los diferentes activos que se requieren para la operación del
negocio. Afectan el lado derecho del balance o sea los pasivos y el patrimonio.
Si para las decisiones de Inversión se dijo que la decisión trascendental era la
relacionada con la determinación del tamaño de la empresa, en lo que a
decisiones de financiación se refiere, la más importante es aquella que se
relaciona con la determinación de estructura financiera, que se define como la
proporción entre pasivos y patrimonio que la empresa utiliza para financiar sus
activos.
Y aunque en apariencia la anterior es una definición elemental ya que se refiere ni
mas ni menos al nivel de endeudamiento de la empresa, la determinación de la
estructura financiera que tendrá la empresa es una decisión trascendental por la
relación que tiene sobre dos aspectos igualmente importantes: las utilidades y el
costo de capital.
Tiene relación con las utilidades por que mientras mayor sea la proporción de
deuda con respecto al patrimonio, mayor será también la cantidad de intereses que
deben pagarse y por lo tanto habrá una mayor presión sobre las utilidades
operativas en la medida en que deberá generarse un volumen mayor de éstas para
atender el pago de dichos intereses en aumento.
De las decisiones de inversión y financiación surgen 2 estructuras llamadas
estructura operativa y estructura financiera.

Otros aspectos relacionados con las decisiones de financiación. Aunque con


respecto a las decisiones de financiación se dijo que la de mayor trascendencia
era la relacionada con la determinación de la estructura financiera, es importante
mencionar algunos otros aspectos particulares que tiene que ver con dichas
decisiones.
La combinación entre deuda a corto y largo plazo. Por ejemplo, si la empresa tiene
un alto volumen de activos fijos, es de esperarse que haya una alta proporción de
pasivos a largo plazo (y de capital propio), pues no tendría sentido que estos se
financiaran con préstamos a corto plazo.
A qué fuentes especificas se recurrirá y qué tipo de garantías se ofrecerán. Por
ejemplo préstamos bancarios ordinarios, créditos de fomento, en la evaluación de
las diferentes fuentes debe tenerse en cuenta su costo.
Recurrir al Leasing o Arrendamiento financiero, Es decir arrendar equipos en vez de
comprarlos.
Vender las cuentas por cobrar antes de su vencimiento dando un descuento por
ello a entidades dedicadas a esta operación también es una forma de financiarse,
comercialmente esto se denomina Descuento de cartera o Factoring.
Recurrir a compañías de financiamiento comercial. Con el fin de financiar la
compra de materias primas o mercancías. Utilizar la moda de aceptaciones
bancarias, con este mismo propósito es otra modalidad de financiación.
Reestructuraciones Financieras. Cuyo propósito es lograr una disminución de los
costos financieros o la extensión de los plazos de la deuda.
Utilidad Operativa: Utilidad que una empresa genera como negocio dedicado a una
determinada actividad., independientemente de su estructura financiera, es decir,
independientemente de que tenga o no tenga deuda.
Estructura Operativa. Es aquella que define la capacidad de producir y vender
bienes y servicios que tiene una empresa y está conformada a su vez por tres
infraestructuras: Producción, administración y ventas, y estos a parecen reflejados
en la parte superior del estado de Resultados, antes de calcular la utilidad
operativa.
¿Qué pasa con los intereses que la empresa paga como consecuencia de una
inadecuada gestión financiera por parte de los administradores? Excesos de
cuentas por cobrar e inventarios por ejemplo, implican el mantenimiento de activos
improductivos por los cuales la empresa debe pagar una financiación, la cual
puede tomar la forma de préstamos bancarios, capital de los socios o exceso de
cuentas por pagar a los proveedores con los consecuentes intereses de mora que
ello implica. Intereses por sobregiros bancarios y pérdida de descuentos por pronto
pago son otro reflejo de problemas de gestión.

INTRODUCCION AL COSTO DE CAPITAL.

El costo de capital dependerá de cómo este conformado el pasivo total de la


Empresa tanto con acreedores como con socios.
Muchas veces observamos que cuando en las empresas se está destacando la
gravedad de un problema de sobré inversión en activos ello se hace
referenciando el costo financiero que implica dicha sobre inversión. Sin embargo,
en la mayoría de los casos el costo financiero que se asocia es el de los
préstamos bancarios y este es un criterio incorrecto. Por ejemplo, cuántas veces
no hemos oído decir a algún funcionario de la empresa algo como esto: “tenemos
100 millones de exceso de inventarios por encima del mínimo requerido y dicho
valor al 3% mensual que cobra el banco implica para la empresa un costo
financiero de 3 millones cada mes”.
Aunque debemos reconocer que la utilización de un costo financiero para destacar lo
delicado del problema es de todas maneras un hecho positivo desde el punto de vista
del análisis de gestión, también debemos resaltar el hecho de que la tasa de interés
utilizada no es la más apropiada. Aceptarla como tasa de referencia supondría
la afirmación de una de las dos alternativas siguientes:
1.- Que todos los activos de a empresa se están financiando con deuda, lo cual no es
siempre cierto.
2.- Que el dinero de los propietarios tiene el mismo costo que el de la deuda, lo cual
nunca es cierto.
Quién corre más riesgo en una empresa, los acreedores o los socios?

Aplicando la relación entre riesgo y rentabilidad tenemos que si los socios corren
más riesgo de los acreedores, entonces deberán ganar una mayor rentabilidad que
estos últimos.
Igualmente, si los socios esperan ganar una determinada rentabilidad ésta es, para
la empresa, un compromiso de las mismas características que el que asume con
los acreedores, es decir, es también un costo financiero que bajo una
perspectiva de largo plazo la empresa debe cubrir so pena de que los propietarios
tomen alguna de las siguientes cuatro decisiones:

1. Liquidar la empresa
2. Venderla
3. No reinvertirle fondos para el crecimiento
4. Retirar cualquier flujo de caja que deje disponible, por pequeño que sea.
Y se dice que bajo una perspectiva de largo plazo porque si en el corto plazo la
empresa no permite repartir utilidades, los socios podrían soportarlo si hacia el
futuro existe la posibilidad de que ello se dé, lo cual no ocurre con los intereses. Si en
el corto plazo la empresa no puede atender su compromiso de pago de
intereses, se corre el riesgo de que los acreedores entablen acciones judiciales
para hacer exigible este compromiso.
De lo anterior se concluye lo siguiente:
Los recursos de los propietarios no son gratuitos para la empresa.
Ellos implican un costo, que siempre es mayor que el de la deuda.
Dicho costo está determinado por la rentabilidad que el propietario espera obtener
de acuerdo con el riesgo que él supone que corre con la empresa, que en
adelante denominamos tasa mínima requerida de retorno del propietario (TMRR).
También se le denomina Tasa de oportunidad del propietario.
Supongamos que las estructuras financieras de la empresa es 50:50 y que la
TMRR del propietario es del 4% mensual. ¿Cuál será el costo financiero a asociar
con dicho activo?, un simple cálculo mental conduce a un resultado del 3.5% que
el lector obtuvo realizando una sencilla operación del promedio ponderado.
Este 3.5% mensual que no sólo es el costo del exceso del activo, es lo que se
denomina el costo del capital, que definiremos entonces como el costo que a la
empresa le implica poseer activos, que como cifra es el costo promedio ponderado
de las diferentes fuentes que la empresa utiliza para financiar sus activos.
Puede afirmarse, por lo tanto, que el costo de capital es la rentabilidad mínima que
deben producir los activos de la empresa, es decir, que el CK es la TMRR de ésta.

Limitantes en calcular el Costo de Capital (CK).


En todos los socios todos tienen diferentes criterios de riesgo y rentabilidad.
Otro inconveniente tiene que ver la estructura de pasivos y patrimonio
nunca permanece constante haciendo los porcentajes de participación de
cada fuente también cambien permanentemente y así, todos los días podría
calcularse un costo de capital diferente.

COSTO DE CAPITAL, RENTABILIDAD DEL ACTIVO Y VALOR DE LA


EMPRESA.

Si una empresa obtuviera sobre sus activos una rentabilidad igual a su costo de
capital, que le sucedería a los propietarios?. Analizando encontramos que los
propietarios ganarían una rentabilidad igual a la esperada. Si los activos que valen
$ 1.000 producen una rentabilidad del 41.1% es porque las utilidades de la
empresa son de $411, valor que ésta distribuye entre todos sus beneficiarios, que
son los acreedores y los propietarios. Estas distribuciones son antes de
impuestos, pues el análisis lo estamos haciendo antes de considerar este
compromiso.
Lo anterior nos permite llegar a la expresión del que tal vez es el concepto más
importante de las finanzas empresariales: Si una empresa genera sobre sus
activos una rentabilidad superior a su CK, los propietarios obtienen una
rentabilidad sobre su patrimonio mayor a la esperada y por lo tanto se les está
generando valor agregado, con lo que el valor de la empresa se aumenta,
cumpliéndose de esta forma el OBF.

Promotores de valor en la Empresa. El FCL. Podía considerarse como un primer


indicador que le permita al empresario determinar el alcance del OBF, es decir,
determinar si el valor de la empresa se está aumentando o no.
Para dar cumplimiento a lo anterior, bastaría con observar si la rentabilidad del
activo está por encima del CK.
Así, puede concluirse que los dos grandes promotores de valor en la empresa son
el flujo de caja libre y la rentabilidad del activo, por lo tanto los esfuerzos
gerenciales deben enfocarse hacia la permanente mejora de estos dos
indicadores.
Nivel atractivo de utilidad operativa. Para calcular la rentabilidad del activo,
siempre debemos tomar la utilidad operativa, ya que es justamente esta utilidad la
que se utiliza para cubrir los costos financieros, los impuestos y la expectativa de
los propietarios. Un determinado nivel de utilidad operativa puede considerarse
como atractivo cuando al compararlo con el nivel de activos que la generan se
obtiene una rentabilidad que supera el CK.
La rentabilidad del activo obtenida se denomina Rentabilidad del activo antes de
intereses e impuestos, que se compararía con el costo de capital también
calculado antes de impuestos. Si dicha rentabilidad es superior al CK, el
propietario obtendría una rentabilidad sobre el patrimonio antes de impuestos
superior a la esperada, y por lo tanto su percepción del valor de la empresa se
aumentaría, cumpliéndose, por lo tanto, el OBF. Lo anterior permite afirmar,
igualmente que la rentabilidad del patrimonio es un resultado que depende de la
relación entre la rentabilidad del activo y el costo de capital.
Decíamos que los dos promotores de valor son:
OBF: ¿Rentabilidad del activo o flujo de caja Libre? Pero la conclusión emitida con
respecto a que si la rentabilidad del activo supera el CK, entonces el valor de la
empresa aumenta, puede generar una confusión al relacionarla con lo explicado
anteriormente. En él se afirmó que el valor de la empresa era igual al valor
presente de su flujo de caja libre, con lo que si éste aumenta también lo hacia el
valor de la entidad.
Fusionando las dos Afirmaciones tenemos que el valor de una empresa se
aumentaría, tanto por el aumento del FCL, como por el aumento de la rentabilidad
del activo.
La confusión surge del hecho de que puede pensarse que una empresa podría ser
rentable generando bajo FCL, lo primero aumenta el valor y lo segundo lo
disminuye. O también que en una empresa podría coincidir baja rentabilidad y alto
FCL. Lo primero disminuye el valor y lo segundo lo aumenta. ¿Podrá darse alguna
de las dos situaciones planteadas? La respuesta es, NO. El Fcl y la rentabilidad
del activo van de la mano es decir que un aumento en la rentabilidad implica
necesariamente un aumento en el FCL. La rentabilidad del activo se aumenta si se
incrementa la utilidad operativa (UAII) en una proporción mayor que el aumento de
los activos requeridos para ello.
Cómo Mejoramos el FCL?. Queda demostrado que una mejora en la rentabilidad
del activo implica necesariamente una mejora en el FCL. Pero no olvide que el
efecto contrario también puede darse, es decir, que si disminuye la rentabilidad del
activo se deteriora el FCL, afectando negativamente las posibilidades de
crecimiento de la empresa.

DECISIONES DE DIVIDENDOS.

Las decisiones de dividendos o reparto de utilidades se relacionan principalmente


con la determinación de la proporción que de éstas se repartirá a los asociados, lo
cual depende de lo comprometidas que la empresa tenga dichas utilidades, pues
si además de que se requiere retener una buena parte del flujo de caja bruto para
garantizar la reposición del capital de trabajo y los activos fijos, la empresa tiene
muchos compromisos de pasivos, además de agresivos planes de inversión en
nuevos proyectos, las posibilidades de reparto son limitadas. Es el mismo caso de
las finanzas personales donde el sueldo representa las utilidades y el dividendo lo
disponible para gastos suntuarios; si uno tiene demasiado comprometido su
salario el pago de deudas de vivienda, automóvil, etc., además de los gastos de
primera necesidad, la proporción que se podrá destinar a lo suntuario será
mínima.
Es lamentable que todavía hoy, y sobre todo en la empresa pequeña y medianas, la
decisión de reparto de utilidades se toma recurriendo únicamente a la
información proporcionada por el estado de Resultados.
Esto ha hecho que el estado de resultados ya no sea suficiente herramienta para
decidir, aunque sigue siendo importante; la toma de decisiones de dividendos,
además de que debe considerar el monto de las utilidades (Reflejado en este
estado financiero), debe tener en cuenta, igualmente, el análisis de la forma como
ellas han quedado invertidas en los diferentes rubros del activo, es decir, debe
saberse dónde están esas utilidades.
De los estados Financieros (EFAF y EFE) las cifras que nos permiten calcular el
valor de FCL de la empresa, que al relacionarlo con el monto del servicio a la
deuda nos da una idea del potencial de reparto de utilidades que tiene una
empresa. Sin embargo, una cosa es saber dónde quedaron las utilidades
(Pudieron, inclusive, haber sido utilizadas para cancelar pasivos), y otra muy
distinta es si ellas van a poder convertirse en efectivo, como para que pueda
destinarse una porción para su reparto. Un presupuesto de efectivo permitirá a la
dirección de la empresa analizar esta posibilidad y así el análisis conjunto de estas
tres herramientas mencionadas, hará que el riesgo de descapitalización implícito
en la toma de esta importante decisión se disminuya.
Otro aspecto que tiene relación con las decisiones de dividendos es la perspectiva
de estabilidad en el reparto de utilidades. Este es un asunto importante sobre todo
en las grandes sociedades anónimas o en las que no siéndolo, tienen un número
muy grande de socios. Se dijo que no todos los inversionistas tenían las mismas
expectativas al momento de hacer una inversión, y aquellos que la hacen
motivados por la liquidez esperarán que se les garantice un dividendo estable y si
en un momento determinado la asamblea de accionistas decide no repartir
dividendo, o disminuirlo, o no aumentarlo, estos preferirán vender sus acciones
para invertir su dinero en algo que les de mayor retribución en efectivo. Esto
aumenta la oferta de acciones y puede disminuir su valor de mercado. Igualmente,
cuando las empresas no cuentan con el suficiente efectivo para el pago de
dividendos pueden optar por proponer a sus socios un reparto en forma de
acciones, aumentándose así la propiedad de éstos. Esta es una forma de
capitalizar

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