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AMPARO DIRECTO 21/2016

QUEJOSO: **********
RELACIONADO CON LA SOLICITUD DE
EJERCICIO DE FACULTAD DE
ATRACCIÓN 541/2015

VISTO BUENO
SR. MINISTRO
PONENTE: MINISTRO ALFREDO GUTIÉRREZ ORTIZ MENA

COTEJO
SECRETARIO: JORGE VÁZQUEZ AGUILERA

Ciudad de México. El Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación, en sesión correspondiente al *************************, emite la
siguiente:

SENTENCIA

Mediante la cual se resuelve el amparo directo 21/2016, promovido por


**********, por propio derecho, contra actos del Supremo Tribunal Militar y
otras autoridades, los cuales aduce violan en su perjuicio los derechos
humanos reconocidos en los artículos 14, 16 y 20 de nuestra Constitución
General.

El juicio en comento tiene por objeto el análisis de la resolución que en


segunda instancia declaró al citado peticionario de amparo penalmente
responsable del delito de cohecho, previsto en el artículo 222, fracción I del
Código Penal Federal –vigente en la época de los hechos–; lo anterior, al
habérsele atribuido que en los últimos días de julio y primeros de agosto de
dos mil once, en su condición de Cabo oficinista adscrito al **********
Batallón de Infantería, con sede en **********, **********, fungiendo
como encargado de la Mesa del Servicio Militar Nacional, exigió a tres
AMPARO DIRECTO 21/2016

personas que prestaban dicho servicio, la entrega de diversas cantidades


de dinero a fin de justificar sus inasistencias.

El asunto lo atrajo la Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la


Nación a petición de los Magistrados integrantes del Primer Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, quienes sostuvieron que era
necesario esclarecer lo siguiente:

a) Sí existe o no una incongruencia en los lineamientos constitucionales


establecidos por este Tribunal Pleno para delimitar la competencia del fuero
militar –específicamente, al resolver los amparos en revisión 224/2012 y
252/2012–; y,

b) Cuáles deben ser los alcances de la protección constitucional cuando se


determina que un quejoso ha sido sentenciado de manera definitiva por una
autoridad incompetente por razón de fuero.

Sobre esto último, los citados Magistrados de Circuito destacaron que el


criterio adoptado por este Tribunal Pleno al resolver el amparo directo
15/2012, del que derivó la tesis aislada P. XVI/2013 (10a.), de rubro
“AMPARO DIRECTO EN MATERIA PENAL. SUS EFECTOS CUANDO SE
CONCEDE POR INCOMPETENCIA POR RAZÓN DE FUERO DEL JUEZ
DE PRIMERA INSTANCIA”1, fue aprobado por una mayoría inidónea para
integrar jurisprudencia, aunado a que nada se dijo en torno a si la
jurisprudencia 1ª./J. 21/2004 de la Primera Sala de este Alto Tribunal,
intitulada “AMPARO DIRECTO EN MATERIA PENAL. EFECTOS DE LA
RESOLUCIÓN EN QUE SE CONCEDE CUANDO EL TRIBUNAL
RESPONSABLE QUE EMITE LA SENTENCIA RECLAMADA ES
INCOMPETENTE POR RAZÓN DE FUERO”2, había sido o no superada.

1
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, libro XVIII, marzo de 2013,
tomo 1, página 358.
2
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, tomo XX, julio de 2004, página
26.

2
AMPARO DIRECTO 21/2016

Así, el problema jurídico a resolver por este Alto Tribunal consiste en:

a) Aclarar los alcances del fuero militar y con base en ello determinar si el
caso fue resuelto por una autoridad legalmente incompetente.

b) De haber sido así, fijar los alcances de la protección constitucional,


tomando en cuenta la necesidad de esclarecer si el criterio jurisprudencial
anteriormente mencionado –1ª./J. 21/2004, de la Primera Sala de esta
Suprema Corte–, resulta o no aplicable.

c) Si la respuesta vinculada al tema competencial mencionado en el inciso


a) es en sentido negativo, esto es, que el caso sometido a la consideración
de esta Suprema Corte fue resuelto por un tribunal competente, verificar la
legalidad de los restantes aspectos de la condena impuesta.

Todo ello, en el entendido de que en la especie opera la suplencia de la


deficiencia de la queja, en términos de lo dispuesto por el inciso a) de la
fracción III del numeral 79 de la actual Ley de Amparo3.

I. ANTECEDENTES

1. Por escrito presentado en el Supremo Tribunal Militar el seis de noviembre


de dos mil catorce, **********, por propio derecho, promovió demanda de
amparo directo contra actos del a) Supremo Tribunal Militar, b) juez Tercero
Militar y c) director de la Prisión Militar, los dos últimos adscritos a la Primera
Región Militar –la primera de esas autoridades en su calidad de ordenadora
y los restantes como ejecutores–.

2. Los referidos actos los hizo consistir en la sentencia de veintisiete de


octubre de dos mil catorce, pronunciada por unanimidad de votos en el toca
**********, formado con motivo del recurso de apelación interpuesto por la
defensora particular del ahora peticionario del amparo, por la que se
3
“La autoridad que conozca del juicio de amparo deberá suplir la deficiencia de los conceptos de
violación o agravios, en los casos siguientes:
[…]
III. En materia penal:
a) En favor del inculpado o sentenciado; y…”.

3
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modificó la emitida en primera instancia por el juez responsable, en la causa


**********, así como su cumplimentación4.

3. Dicho escrito inicial se turnó al Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal


del Primer Circuito, donde por auto de presidencia de veinte de noviembre
de dos mil catorce se admitió a trámite –quedó radicado bajo el número de
amparo directo **********–.

4. En dicho proveído se dio intervención al agente del Ministerio Público de la


Federación adscrito y se reconoció el carácter de terceros interesados a
********** y a ********** –soldados del Servicio Militar Nacional, los
cuales se dijo entregaron el numerario objeto del delito–.

5. En ese mismo auto se requirió al tribunal responsable remitiera las


constancias relativas al emplazamiento de estos últimos, así como las del
emplazamiento al juez de la causa y del agente del Ministerio Público
adscrito al Supremo Tribunal Militar.

6. Una vez que el expediente quedó integrado, el caso se envió a la ponencia


respectiva.

7. En sesión de cuatro de diciembre de dos mil quince, el citado Tribunal


Colegiado de Circuito solicitó a esta Suprema Corte de Justicia de la Nación
ejerciera su facultad de atracción para resolver el asunto, pues se estimó
que lo planteado colmaba los requisitos de importancia y trascendencia
necesarios para ello.

4
En la resolución reclamada se consideró al inconforme penalmente responsable del mencionado
delito –cohecho–, en su hipótesis de al servidor público que indebidamente solicite diversas
cantidades de dinero a cambio de hacer o dejar de hacer algo justo o injusto relacionado con sus
funciones. Al fijar su grado de culpabilidad como mínimo y tomando en cuenta que la dádiva
exigida por el sujeto activo no excedió de quinientas veces el salario mínimo diario vigente en esta
Ciudad de México, le impuso las siguientes sanciones: i) tres meses de prisión; ii) treinta días
multa, equivalentes a la cantidad de un mil setecientos noventa y cuatro pesos con sesenta
centavos; iii) destitución e inhabilitación por un tiempo similar a la carcelaria condigna; y, iv)
amonestación a fin de evitar su reincidencia. Asimismo, se precisó que la aludida sanción restrictiva
de libertad empezaría a contar a partir del seis de enero de dos mil doce –data en que fue detenido
con motivo de los hechos imputados–, que ésta se compurgaría en la prisión de la Primera Región
Militar y que durante la misma se interrumpirían el tiempo de sus servicios o enganche. Finalmente,
se dejaron a salvo los derechos de ********** y ********** para exigir la reparación del
daño.

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AMPARO DIRECTO 21/2016

8. Recibidas las actuaciones en este Máximo Tribunal, por acuerdo de


Presidencia de seis de enero de dos mil dieciséis se ordenó formar y
registrar esa petición bajo el número de Solicitud de Ejercicio de la Facultad
de Atracción 541/2015 y se designó como ponente a la Ministra Norma
Lucía Piña Hernández.

9. Derivado de ello el caso se envió a la Primera Sala de esta Suprema Corte,


la cual se abocó a su conocimiento.

10. En sesión de nueve de marzo de dos mil dieciséis, por unanimidad de cinco
votos, se decidió ejercer la indicada facultad de atracción, ordenándose la
devolución de los autos a la Presidencia para los efectos legales
correspondientes.

11. Con motivo de lo anterior, el juicio de origen se registró como amparo


directo 21/2016 y se turnó para su estudio al Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena.

12. El siete de julio siguiente, el entonces Presidente de la Primera Sala ordenó


el envío del asunto a su Ponencia para la elaboración del proyecto de
resolución que en derecho procediese5.

13. Mediante dictamen de quince de noviembre de dos mil dieciséis, el Ministro


Ponente estimó que por la naturaleza de las cuestiones planteadas,
vinculadas con la delimitación del fuero militar a la luz de los criterios
sostenidos por esta Suprema Corte, correspondía conocer de éste al
Tribunal Pleno6.

II. COMPETENCIA

5
Amparo directo 21/2016, folio 60.
6
Ibídem., folio 61.

5
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14. De conformidad con lo dispuesto en los artículos 107, fracción V, último


párrafo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos 7, 40 de
la actual Ley de Amparo8 y 10, fracción XIII de la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación9, en relación con los puntos Segundo y Séptimo
del Acuerdo General 5/2013 emitido por este Alto Tribunal el trece de mayo
de dos mil trece10, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es
competente para conocer el presente juicio de amparo directo, en atención
a que si bien la competencia originaria para resolver esta clase de asuntos
recae en los Tribunales Colegiados de Circuito, en el caso se ejerció la
facultad de atracción y el tópico a tratar guarda relación con la manera en
que deben interpretarse los criterios sustentados por este Tribunal Pleno en
torno al fuero militar.

III. OPORTUNIDAD

7
“Artículo 107.- Las controversias de que habla el artículo 103 de esta Constitución, con excepción
de aquellas en materia electoral, se sujetarán a los procedimientos que determine la ley
reglamentaria, de acuerdo con las bases siguientes:
[…]
V.- El amparo contra sentencias definitivas, laudos o resoluciones que pongan fin al juicio se
promoverá ante el Tribunal Colegiado de Circuito competente de conformidad con la ley, en los
casos siguientes:
[…]
La Suprema Corte de Justicia, de oficio o a petición fundada del correspondiente Tribunal
Colegiado de Circuito, del Fiscal General de la República, en los asuntos en que el Ministerio
Público de la Federación sea parte, o del Ejecutivo Federal, por conducto del Consejero Jurídico
del Gobierno, podrá conocer de los amparos directos que por su interés y trascendencia así lo
ameriten”.
8
Que en lo conducente indica:
“El Pleno o las Salas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación podrán ejercer, de manera
oficiosa o a solicitud del Procurador General de la República la facultad de atracción para conocer
de un amparo directo que corresponda resolver a los Tribunales Colegiados de Circuito, cuando
por su interés y trascendencia lo ameriten, de conformidad con el siguiente procedimiento.
I. Planteado el caso…”.
9
“Artículo 10. La Suprema Corte de Justicia conocerá funcionando en Pleno:
[…]
XIII. De las demás que expresamente le confieran las leyes”.
10
“SEGUNDO. El Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación conservará para su
resolución:
[…]
XVII. Cualquier otro asunto de la competencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación cuyo
conocimiento no corresponda a las Salas”.
“SÉPTIMO. Si alguna de las Salas estima que el asunto remitido debe resolverlo el Tribunal Pleno
porque así lo solicite motivadamente un Ministro; o porque se trate de algún caso en el que
existiendo precedente del Pleno, de llevarse a cabo la votación se sustentaría un criterio contrario
al de dicho precedente, lo devolverá exponiendo las razones de la devolución, tomando en cuenta
lo previsto en el Punto Décimo Quinto de este Acuerdo General”.

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15. La acción de amparo que dio lugar al presente asunto se ejerció en tiempo,
toda vez que la sentencia reclamada le fue notificada al quejoso el cuatro de
noviembre de dos mil catorce y la demanda la presentó dos días después,
esto es, el seis de ese mes y año11.

IV. EXISTENCIA DEL ACTO RECLAMADO

16. El Tribunal Colegiado de Circuito que previno determinó que la existencia de


la resolución combatida estaba legalmente acreditada, tomándose en
cuenta para ello el informe justificado que la autoridad responsable
ordenadora rindió, en el que aceptó de manera expresa su emisión 12 –amén
de que acompañó copia autorizada de las constancias que lo corroboran, a
las que se otorgó valor probatorio pleno–.

17. Con base en esto se resolvió que también eran existentes los actos de
ejecución reclamados, al ser aquéllos una mera consecuencia del dictado
de la sentencia reclamada, sin que este Tribunal Pleno advierta alguna
irregularidad al respecto.

V. PROCEDENCIA

18. En el caso no se hicieron valer causales de improcedencia, ni se advierte la


posible actualización de alguna.

VI.ELEMENTOS NECESARIOS PARA RESOLVER

19. A fin de estar en condiciones de resolver lo conducente, a continuación se


reseñan las consideraciones de la resolución reclamada, así como los
conceptos de violación hechos valer.

20. Sentencia combatida. En ésta, sustancialmente se determinó:

11
Conforme a la certificación de veintisiete de octubre de dos mil catorce, realizada por el tribunal
responsable. Juicio de amparo directo **********. Foja 20.
12
Cuaderno de amparo **********. Folios 2 a 11.

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 Que el fuero de guerra era el competente para resolver el asunto, en


términos de lo dispuesto en los artículos 13 constitucional, 57,
fracción II, inciso a), y 58 del Código de Justicia Militar, “en razón de
que al momento de cometer el ilícito que se le reprochaba”, el ahora
quejoso “ostentaba personalidad militar” y “se trata de hechos
delictivos cometidos con motivo de actos del servicio”. Al tema se
estimó aplicable la tesis aislada III.2o.P.121 P, sustentada por el
Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito, de
rubro: “FUERZAS ARMADAS NACIONALES. SI EL CÓDIGO DE
JUSTICIA MILITAR NO PREVÉ LA CONDUCTA IMPUTADA A UNO
DE SUS MIEMBROS COMO DELICTIVA, CONFORME A SU
ARTÍCULO 58 DEBE APLICARSE LA LEGISLACIÓN SUSTANTIVA
DEL ORDENAMIENTO COMÚN O FEDERAL SIN QUE ADMITA, EN
LA TRAMITACIÓN DEL JUICIO QUE SE INSTRUYA, LA
APLICACIÓN DEL CÓDIGO FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS
PENALES”13.

 En cuanto al análisis de la conducta delictiva, determinó que los


hechos consistieron en que el peticionario del amparo, “al
encontrarse en su calidad de servidor público prestando sus servicios
en el Sesenta y Cuatro Batallón de Infantería, con sede en Cancún,
Quintana Roo”, fue señalado por los soldados del Servicio Militar
Nacional **********, ********** y **********, “como la persona
que les pidió dinero para justificar sus inasistencias”.

 Una vez que se hizo esa precisión, se transcribieron los medios de


convicción allegados, consistentes en:

- Declaraciones del solicitante de la protección constitucional,


rendidas en presencia de su defensor, en las que indicó que durante
la época de los hechos fungió como encargado de la mesa del
13
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, tomo XVIII, diciembre de 2003,
página 1393.

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Servicio Militar Nacional y efectivamente una persona le dijo “cómo le


podíamos hacer para arreglar lo de sus faltas que porque tenía
muchas”, a lo que contestó que “no podía hacer nada”, momento en
que otra le ofreció dinero, reiterándoles que nada podía hacer “y si me
volvían a ofrecer los podía pasar arrestados”.

- Escritos presentados por los mencionados soldados del Servicio


Militar Nacional, en los que de forma coincidente sostuvieron que el
acusado de mérito les pidió dinero a cambio de anotarles asistencia.

- Contrato de enganche voluntario a nombre del justiciable.

- Su memorial de servicios.

- Certificados específicos de servicios y circunstancias, ambos de


veinte de agosto de dos mil once, suscritos por el Capitán Primero de
Infantería **********, Jefe Accidental de la Sección de Personal,
Abastecimientos y Ayudantía del ********** Batallón de Infantería,
en los que se asentó que durante los hechos el peticionario del
amparo se encontraba en servicio.

- Copia de la orden particular del citado Batallón, en la que se indica


que en ese entonces el quejoso estaba de servicio en la “S.I.I.O”.

- Oficio 14282, de siete de septiembre de dos mil once, emitido por el


Teniente Coronel de Infantería **********, Segundo Comandante y
Jefe de Grupo de Comando del referido Batallón, en el cual se indica:
“el C. Cabo Oficinista **********, se hizo cargo del Servicio Militar
Nacional a partir del 28 de julio al 4 de agosto del presente año, por
orden verbal del C. Capitán 1/o de Infantería **********”.

- Oficio de catorce de agosto de dos mil once, suscrito por el


mencionado Capitán Primero de Infantería, en el que manifestó que
los soldados **********, ********** y **********, señalaron al

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peticionario de amparo como la persona que les había pedido dinero


para justificar sus faltas.

- Testimonios de los aludidos soldados del Servicio Militar Nacional,


quienes fueron contestes en indicar que el solicitante de la protección
constitucional les pidió dinero para justificar sus inasistencias.

********** indicó que ello ocurrió la mañana del treinta y uno de julio
de dos mil once, entregándole $********** (********** M.N.);
********** dijo que a él le pidió dinero ese mismo día, dándole
$********** (********** M.N.); y ********** declaró que la petición
se la hizo el siete de agosto de ese año, explicándole que serían
$********** (********** M.N.) por falta, por lo que el sábado
siguiente llevó $********** (********** M.N.) para entregárselos al
Sargento Segundo Oficinista **********, el cual le preguntó quién le
había pedido el dinero, indicándole que había sido el ahora quejoso.
Concatenó a esos testimonios la diligencia de confrontación en la que
los atestes de mérito identificaron al sentenciado como la persona
que les exigió el dinero para justificar sus faltas.

- Testimonio del Mayor de Infantería **********, quien indicó que era


falso que el amparista pudiera arreglar con él lo relativo a quitar las
faltas del personal del Servicio Militar Nacional y aclaró que ante la
ausencia del encargado de la mesa designó al peticionario de
garantías, por lo que este último tuvo acceso a las listas de control.

- Testimonio del Capitán Primero de Infantería **********, en el que


indicó que el veintisiete de julio de dos mil once le ordenó al quejoso
se hiciera cargo de la mesa del Servicio Militar Nacional, pudiendo por
ende anotar, justificar o modificar las faltas.

- Testimonio del Sargento Segundo Oficinista **********, en el que


señaló que el veintisiete de julio de dos mil once entregó la mesa del

10
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Servicio Militar Nacional de manera verbal al solicitante de amparo,


poniendo a su disposición, entre otros documentos, las listas de
asistencia, por lo que aquél tuvo acceso a éstas del veintiocho del
citado mes al cuatro del siguiente. A preguntas que le fueron
formuladas, respondió que un soldado del Servicio Militar Nacional le
informó que el justiciable había pedido dinero para justificar las faltas.

 Elementos de prueba que estimó suficientes para acreditar los


elementos del delito de cohecho, previsto en el artículo 222, fracción I
del Código Penal Federal, conforme a lo siguiente:

- La calidad de servidor público del sujeto activo, en virtud de que en


la fecha de los hechos, el quejoso prestaba sus servicios en la
Secretaría de la Defensa Nacional, en su condición de “Cabo
Oficinista”, por lo que tenía la calidad de “militar”.

- La conducta, identificada como la acción de pedir dinero a los


referidos soldados del Servicio Militar Nacional a cambio de justificar
sus inasistencias, recibiendo de manera “indebida” de **********
$********** (********** M.N.) y de ********** $**********
(********** M.N.).

- En cuanto al bien jurídico tutelado, lo identificó como la


administración pública y agregó: “la norma de conducta que protege
el tipo penal” es que “los individuos que conforman el Ejército
Mexicano no soliciten ni reciban dinero para desempeñar las
funciones que le son obligatorias”, concluyendo que “la conducta del
sujeto activo, ataca a la rectitud y buen proceder propios del
funcionario o servidor público en el cumplimiento de sus funciones,
por lo que con su actuar deshonesto afectó también la disciplina
militar”.

11
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- Destacó que la acción recayó en el “Estado Mexicano” y en los


“militares que sufrieron la conducta desplegada por el activo”,
comprobándose el respectivo nexo causal.

 Finalmente, tuvo por acreditada la plena responsabilidad penal del


quejoso en la comisión del aludido injusto, como “autor material” a
título doloso.

 Al advertir circunstancias que le eran favorables, estimó que el


peticionario de amparo presentó un grado de culpabilidad mínimo, por
lo que atendiendo a que la cantidad exigida no excedió de quinientas
veces el salario mínimo diario vigente en la Ciudad de México, le
impuso las sanciones que quedaron reseñadas en el apartado de
antecedentes de esta ejecutoria14.

21. Conceptos de violación. El demandante de la protección constitucional


sostuvo, sustancialmente, que la resolución reclamada violó en su
detrimento lo previsto en los artículos 14, 16 y 20 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, debido a:

 El “auto de formal prisión” combatido adolece de adecuada


fundamentación y motivación.

 Se le privó del derecho a ser enjuiciado bajo las reglas y normas


contempladas en el Código de Justicia Militar, ya que se invocaron
criterios de interpretación extraños al mismo, desatendiéndose el
principio relativo a que la ley especial deroga a la general.

 El material probatorio allegado al sumario es insuficiente para


acreditar su responsabilidad penal, amén de que se soslayó que los
testigos de cargo, identificados como Soldados del Servicio Militar
Nacional, incurrieron en contradicciones.

14
Ver nota 4.

12
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 Por no haberse examinado de manera escrupulosa lo dicho por las


personas que declararon en su contra, se vulneró en su perjuicio la
presunción de inocencia.

VII. ESTUDIO

22. Este Tribunal Pleno advierte que uno de los motivos de disenso hechos
valer por el inconforme es sustancialmente fundado y suficiente para
concederle el amparo y protección de la Justicia Federal que solicita, toda
vez que como acertadamente afirma, la sentencia combatida violó su
derecho a ser juzgado conforme a una ley sustantiva exactamente aplicable
al caso.

23. A fin de exponer las razones en que se apoya esta conclusión, es pertinente
establecer que al quejoso se le declaró penalmente responsable del delito
de cohecho, previsto en el artículo 222, fracción I del Código Penal Federal,
al estimarse que en los últimos días de julio y primeros de agosto de dos mil
once, en su condición de Cabo Oficinista adscrito al 64/o Batallón de
Infantería, con sede en Cancún, Quintana Roo, fungiendo como encargado
de la Mesa del Servicio Militar Nacional, exigió a tres soldados que
prestaban ese servicio –en activo– que le entregaran diversas cantidades
de dinero a cambio de justificar sus inasistencias.

24. Con base en dicho segmento fáctico, el justiciable de mérito fue juzgado y
condenado en el fuero castrense por el citado injusto, cuya descripción
típica se encuentra en un ordenamiento ajeno al Código de Justicia Militar,
ya que está tipificado como delito en el Título Décimo del Libro Segundo del
referido Código Penal Federal, intitulado genéricamente “Delitos cometidos
por servidores públicos”15.

15
“Artículo 222.- Cometen el delito de cohecho:
I.- El servidor público que por sí, o por interpósita persona solicite o reciba indebidamente para sí o
para otro, dinero o cualquiera otra dádiva, o acepte una promesa, para hacer o dejar de hacer algo
justo o injusto relacionado con sus funciones, y
[…]
Al que comete el delito de cohecho se le impondrán las siguientes sanciones:

13
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25. Ahora bien, en la sentencia combatida se determinó que el mencionado


fuero de guerra era el competente para resolver el caso, en virtud de que al
momento de cometer el ilícito: i) el ahora inconforme “ostentaba
personalidad militar”; ii) “se trata de hechos delictivos cometidos con motivo
de actos del servicio”; y, iii) “la conducta del sujeto activo, ataca a la rectitud
y buen proceder propios del funcionario o servidor público en el
cumplimiento de sus funciones, por lo que con su actuar deshonesto afectó
también la disciplina militar”.

26. Para sostener dicha competencia se invocó lo previsto en el artículo 13 de


la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relación con lo
dispuesto por los numerales 57, fracción II, inciso a) 16, y 58 del Código de
Justicia Militar, que en lo conducente señalan:

Art. 13.- Nadie puede ser juzgado por leyes privativas ni por tribunales
especiales. Ninguna persona o corporación puede tener fuero, ni gozar
más emolumentos que los que sean compensación de servicios
públicos y estén fijados por la ley. Subsiste el fuero de guerra para los
delitos y faltas contra la disciplina militar; pero los tribunales militares en
ningún caso y por ningún motivo podrán extender su jurisdicción sobre
personas que no pertenezcan al Ejército. Cuando en un delito o falta del
orden militar estuviese complicado un paisano, conocerá del caso la
autoridad civil que corresponda.

Artículo 57. Son delitos contra la disciplina militar:


[…]
II. Los del orden común o federal, cuando en su comisión haya
concurrido cualquiera de las circunstancias que enseguida se expresan:
a) Que fueren cometidos por militares en los momentos de estar en
servicio o con motivo de actos del mismo.

Cuando la cantidad o el valor de la dádiva o promesa no exceda del equivalente de quinientas


veces el salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal en el momento de cometerse el delito,
o no sea valuable, se impondrán de tres meses a dos años de prisión, de treinta a trescientos días
multa y destitución e inhabilitación de tres meses a dos años para desempeñar otro empleo, cargo
o comisión públicos.
Cuando la cantidad o el valor de la dádiva, promesa o prestación exceda de quinientas veces el
salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal en el momento de cometerse el delito, se
impondrán de dos a catorce años de prisión, de trescientos a mil días multa y destitución e
inhabilitación de dos a catorce años para desempeñar otro empleo, cargo o comisión públicos.
En ningún caso se devolverá a los responsables del delito de cohecho, el dinero o dádivas
entregadas, las mismas se aplicarán en beneficio del Estado”.
16
En su texto anterior a la reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación de trece de junio
de dos mil catorce.

14
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Artículo 58. Cuando en virtud de lo mandado en el artículo anterior, los


tribunales militares conozcan de delitos del orden común, aplicarán el
Código Penal que estuviere vigente en el lugar de los hechos al
cometerse el delito, y si éste fuere de orden federal, el Código Penal
que rija en el distrito y territorios federales.

27. Como se expondrá en los párrafos siguientes, esa fundamentación y


motivación es incorrecta, en atención a lo siguiente: por un lado, porque
nada se dijo sobre el criterio material que permite establecer una estricta
conexión entre el hecho imputado y el servicio castrense objetivamente
valorado y, por otro, en virtud de que en forma previa a que se dictara la
condena combatida, este Máximo Tribunal declaró que el inciso a) de la
fracción II del ordinal 57 del Código de Justicia Militar, invocado en el caso,
era contrario al parámetro de regularidad aplicable.

28. Sobre esto último, al resolver el conflicto competencial 38/2012 17 y los


amparos en revisión 770/201118, 60/201219, 61/201220 y 62/201221, este
17
Suscitado entre el Juzgado Quinto de Distrito en el Estado de Morelos y el Juzgado Quinto
Militar, adscrito a la Primera Región Militar. 9 de agosto de 2012. Mayoría de ocho votos en relación
con el sentido; votó por consideraciones distintas: José Ramón Cossío Díaz; votaron en contra:
Sergio Salvador Aguirre Anguiano y Margarita Beatriz Luna Ramos. Ausente: Sergio A. Valls
Hernández. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Beatriz J. Jaimes
Ramos.
18
Sesión de 3 de septiembre de 2012. Mayoría de siete votos en relación con el sentido; votaron en
contra de las consideraciones: José Ramón Cossío Díaz y José Fernando Franco González Salas;
votó con salvedades: Luis María Aguilar Morales; votó en contra del sentido y de las
consideraciones: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ausentes: Margarita Beatriz Luna Ramos,
Sergio A. Valls Hernández y Juan N. Silva Meza. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Secretaria: Beatriz J. Jaimes Ramos.
19
Fallado el 3 de septiembre de 2012. Mayoría de siete votos en relación con el sentido; votaron en
contra de las consideraciones: José Ramón Cossío Díaz y José Fernando Franco González Salas;
votó con salvedades: Luis María Aguilar Morales; votó en contra del sentido y de las
consideraciones: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ausentes: Margarita Beatriz Luna Ramos,
Sergio A. Valls Hernández y Juan N. Silva Meza. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Secretaria: Beatriz J. Jaimes Ramos.
20
Sesión de 3 de septiembre de 2012. Mayoría de siete votos en relación con el sentido; votaron en
contra de las consideraciones: José Ramón Cossío Díaz y José Fernando Franco González Salas;
votó con salvedades: Luis María Aguilar Morales; votó en contra del sentido y de las
consideraciones: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ausentes: Margarita Beatriz Luna Ramos,
Sergio A. Valls Hernández y Juan N. Silva Meza. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Secretaria: Beatriz J. Jaimes Ramos.
21
Resuelto en sesión de 3 de septiembre de 2012. Mayoría de siete votos en relación con el
sentido; votaron en contra de las consideraciones: José Ramón Cossío Díaz y José Fernando
Franco González Salas; votó con salvedades: Luis María Aguilar Morales; votó en contra del
sentido y de las consideraciones: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ausentes: Margarita Beatriz
Luna Ramos, Sergio A. Valls Hernández y Juan N. Silva Meza. Ponente: Olga Sánchez Cordero de
García Villegas. Secretaria: Beatriz J. Jaimes Ramos.

15
AMPARO DIRECTO 21/2016

Tribunal Pleno consideró que el mencionado precepto, en la porción


normativa en comento, era contrario a la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, toda vez que daba lugar a que la jurisdicción militar
pudiera conocer de causas penales seguidas contra militares respecto de
delitos del orden común o federal que, cometidos por aquéllos al estar en
servicio o con motivo de éste, afectaran derechos humanos de civiles22.

29. Lo cual se reiteró al fallar el amparo en revisión 133/201223 y el amparo


directo 15/201224, en los que además se destacó que el citado dispositivo
normativo, en aquél entonces vigente, violaba lo establecido en el artículo
13 de nuestra Constitución General, debido a que este último señala, de
manera tajante, que la jurisdicción militar está acotada única y
exclusivamente a los delitos y faltas que atenten contra la disciplina militar,

22
Lo que dio lugar a la tesis P. VI/2013 (10a.), de rubro: “FUERO MILITAR. EL ARTÍCULO 57,
FRACCIÓN II, INCISO A), DEL CÓDIGO DE JUSTICIA MILITAR CONTRAVIENE LA
CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS. La Corte Interamericana de
Derechos Humanos, al resolver el caso Radilla Pacheco vs. Estados Unidos Mexicanos, con base
en los artículos 2 y 8.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, determinó que las
conductas cometidas por militares que puedan vulnerar derechos humanos de civiles no pueden
ser competencia de la jurisdicción militar, porque en ese supuesto los tribunales militares ejercen
jurisdicción no solamente respecto del imputado, sino también sobre la víctima civil, quien tiene
derecho a participar en el proceso penal tanto para efectos de la reparación del daño, como para
hacer efectivos sus derechos a la verdad y a la justicia. En este contexto, el artículo 57, fracción II,
inciso a), del Código de Justicia Militar, al dar lugar a que la jurisdicción militar conozca de las
causas penales seguidas contra militares respecto de delitos del orden común o federal que,
cometidos por aquéllos al estar en servicio o con motivo de éste, puedan afectar los derechos
humanos de personas civiles, contraviene la Convención Americana sobre Derechos Humanos y la
sentencia emitida por la Corte Interamericana en el caso citado, máxime que de lo previsto en el
artículo 13 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no se colige que la
jurisdicción militar deba conocer de los juicios seguidos contra militares por delitos que puedan
implicar violación de derechos humanos de víctimas civiles, como lo determinó el Tribunal Pleno de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación al resolver el expediente varios 912/2010”. Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, libro XVIII, marzo de 2013, tomo 1, página
364”.
23
Sesión de 21 de agosto de 2012. Mayoría de ocho votos; votaron con salvedades: José Ramón
Cossío Díaz, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Luis María Aguilar Morales, Sergio A. Valls Hernández
y Guillermo I. Ortiz Mayagoitia; votaron en contra: Sergio Salvador Aguirre Anguiano y Margarita
Beatriz Luna Ramos. Ausente: José Fernando Franco González Salas. Ponente: Olga Sánchez
Cordero de García Villegas. Secretaria: Rosalía Argumosa López.
24
Fallado el 13 de septiembre de 2012. Mayoría de ocho votos; votaron con salvedades: José
Ramón Cossío Díaz, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea y Jorge Mario Pardo Rebolledo; votó en contra:
Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ausentes: Margarita Beatriz Luna Ramos y Luis María Aguilar
Morales. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretarios: Amalia Tecona Silva, Eduardo
Delgado Durán y José Alfonso Herrera García.

16
AMPARO DIRECTO 21/2016

por lo que en ningún caso y por ningún motivo podrá extenderse sobre
personas que no pertenezcan al Ejército25.

30. En torno al invocado precepto fundamental, la Primera Sala de esta


Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver la Contradicción de tesis
381/201026, concluyó que en éste subyace una norma descriptiva y otra
prescriptiva: la primera reconoce la subsistencia de la citada jurisdicción en
el texto constitucional, mientras que la segunda delimita los elementos que
resultan indispensables para su actualización27.

31. En esa ocasión se estableció que las Fuerzas Armadas tienen el objetivo de
salvaguardar la seguridad nacional y satisfacer la defensa militar del Estado
democrático, por lo que si bien el fuero militar constituye un régimen
especializado o singular, no debe ser visto como un régimen de privilegio,
pues queda constreñido a rigurosos estándares bajo los cuales se debe
llevar a cabo el análisis de la conducta de los militares.

32. Por tanto, en ese asunto la Primera Sala de esta Suprema Corte indicó que
la subsistencia del citado fuero, en términos del artículo 13 constitucional,
25
Véase la tesis P. II/2013 (10a.), intitulada: “FUERO MILITAR. EL ARTÍCULO 57, FRACCIÓN II,
INCISO A), DEL CÓDIGO DE JUSTICIA MILITAR VIOLA EL ARTÍCULO 13 CONSTITUCIONAL.
El referido precepto ordinario, al establecer que son delitos contra la disciplina militar los del orden
común o federal, cuando fueren cometidos por militares en los momentos de estar en servicio o
con motivo de actos del mismo, viola el artículo 13 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, en tanto éste dispone que la jurisdicción militar está acotada única y
exclusivamente a los delitos y faltas cometidos contra la disciplina militar y que en ningún caso y
por ningún motivo podrá extenderse sobre persona que no pertenezca al Ejército, ya que si bien es
cierto que la especificación y el alcance de la expresión "disciplina militar" corresponden al
legislador ordinario, quien debe precisar cuáles son esas faltas y delitos, también lo es que el
mandato constitucional establece dos restricciones que no permiten una libre configuración
legislativa: a) está prohibida la jurisdicción militar sobre personas que no pertenezcan al Ejército; y
b) cuando en un delito o falta del orden militar estuviese complicado un civil (paisano), conocerá del
caso la autoridad civil que corresponda. Ahora bien, la primera restricción constitucional es
contundente en determinar que la justicia militar en ningún caso podrá juzgar penalmente a un civil,
cuando éste tenga el carácter de sujeto activo de un hecho ilícito, mientras la segunda implica que
cuando un miembro de las fuerzas armadas cometa un delito en perjuicio de un civil,
invariablemente, debe conocer de la causa penal correspondiente un Juez civil; de ahí que si un
Juez Militar conociera de un proceso donde la víctima u ofendido del delito sea un civil, ejercería
jurisdicción sobre dicho particular en desacato al artículo 13 constitucional” Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta, Décima Época, libro XVIII, marzo de 2013, tomo 1, página 366.
26
Fallada en sesión de 18 de mayo de 2011, por unanimidad de cinco votos. Ponente: Ministro
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Javier Mijangos y González.
27
El artículo 13 de la Constitución de 1857 preveía el fuero militar en los siguientes términos: “(…)
Subsiste el fuero de guerra solamente para los delitos y faltas que tengan exacta conexión con la
disciplina militar (…)”.

17
AMPARO DIRECTO 21/2016

constituye una excepción que no se basa en consideraciones especiales a


la persona como militar ni a su jerarquía, sino que obedece a “razones de
orden público y de especial disciplina, que tienden a garantizar la paz y la
seguridad nacional y que exigen una rápida y oportuna intervención de
quien tiene mayor conocimiento y capacidad, por su adecuada preparación,
para juzgar a las personas regidas por la ley militar”.

33. Respecto de los alcances de ese fuero, desde finales de los años noventa y
hasta la fecha, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha emitido
diversos pronunciamientos tendentes a su restricción, generando una
interpretación evolutiva28 de la que precisamente se desprende que ese
fuero debe ser excepcional.

34. Dicho tribunal interamericano sostiene que “en un Estado democrático de


Derecho, la jurisdicción penal militar ha de tener un alcance restrictivo y
excepcional y estar encaminada a la protección de intereses jurídicos
especiales, vinculados a las funciones propias de las fuerzas militares”29.

35. Respecto de los alcances del fuero de guerra, es importante destacar que la
Corte Interamericana de Derechos Humanos30 ha emitido diversos
pronunciamientos encaminados a su restricción, pudiéndose identificar
como jurisprudencia reiterada de dicho organismo que “en un Estado
democrático de Derecho, la jurisdicción penal militar ha de tener un alcance
restrictivo y excepcional y estar encaminada a la protección de intereses
jurídicos especiales, vinculados a las funciones propias de las fuerzas
militares”31.
28
Es aplicable la jurisprudencia P./J. 21/2014 (10a.), de rubro: “JURISPRUDENCIA EMITIDA POR
LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. ES VINCULANTE PARA LOS
JUECES MEXICANOS SIEMPRE QUE SEA MÁS FAVORABLE A LA PERSONA”. Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, libro 5, abril de 2014, tomo I, página 204.
29
Corte IDH. Caso Castillo Petruzzi y otros vs. Perú, Fondo, reparaciones y costas. Sentencia de
30 de mayo de 1999 y Caso Durand y Ugarte vs. Perú. Fondo. Sentencia de 16 de agosto de 2000.
30
Es aplicable la jurisprudencia P./J. 21/2014 (10a.), de rubro: “JURISPRUDENCIA EMITIDA POR
LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. ES VINCULANTE PARA LOS
JUECES MEXICANOS SIEMPRE QUE SEA MÁS FAVORABLE A LA PERSONA”. Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, libro 5, abril de 2014, tomo I, página 204.
31
Caso Castillo Petruzzi y otros vs. Perú, Fondo, reparaciones y costas. Sentencia de 30 de mayo
de 1999 y caso Durand y Ugarte vs. Perú. Fondo. Sentencia de 16 de agosto de 2000.

18
AMPARO DIRECTO 21/2016

36. La Corte Interamericana también ha resuelto que cuando la justicia militar


asume competencia sobre un asunto del que debe conocer la justicia
ordinaria, se afecta el derecho al juez natural y, por ende, se violenta el
debido proceso, el cual, a su vez, está íntimamente ligado al derecho de
acceso a la justicia, motivo por el cual el juez encargado del conocimiento
de una causa debe ser competente, además de independiente e imparcial32.

37. En específico, la Corte Interamericana de Derechos Humanos considera


que ningún delito donde el sujeto pasivo sea un civil, o bien, cuando se trate
de violaciones a derechos humanos, podrá ser del conocimiento del fuero
militar33, concluyendo que la “jurisdicción penal militar no es el fuero
competente para investigar y, en su caso, juzgar y sancionar a los autores
de violaciones de derechos humanos sino que el procesamiento de los
responsables corresponde siempre a la justicia ordinaria”34 y que el fuero
militar sólo se debe aplicar “a la protección de bienes jurídicos especiales,
de carácter castrense, y que hayan sido vulnerados por miembros de las
fuerzas armadas en el ejercicio de sus funciones”35.

38. Constituye un hecho notorio para este Alto Tribunal que la mitad de las
sentencias condenatorias emitidas por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos contra México involucran el incumplimiento de los estándares
sobre la excepcionalidad del fuero militar.

39. En efecto, entre dos mil nueve y dos mil diez, el Estado mexicano fue
condenado en cuatro ocasiones por la citada Corte Interamericana: casos
Radilla Pacheco vs. México36, Fernández Ortega y otros vs. México 37,

32
Cfr. Corte IDH. Caso Castillo Petruzzi y otros vs. Perú, Fondo, reparaciones y costas. Sentencia
de 30 de mayo de 1999
33
Corte IDH. Caso Radilla Pacheco Vs. México. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 23 de Noviembre de 2009. Serie C No. 209, párr. 273.
34
Ibídem, párrafos 273-274
35
Cfr. Corte IDH. Caso Argüelles y otros vs. Argentina. Sentencia de 20 de noviembre de 2014;
Caso Durand y Ugarte Vs. Perú. Fondo. Sentencia de 16 de agosto de 2000. Serie C No. 68, párr.
117, y Caso Osorio Rivera y Familiares Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2013. Serie C No. 274, párr. 189.
36
Cfr. Caso Radilla Pacheco Vs. México, op. cit., párr. 272.
37
Excepciones preliminares, fondo, reparaciones y costas. Sentencia de 30 de agosto de 2010.

19
AMPARO DIRECTO 21/2016

Rosendo Cantú y otra vs. México38 y Cabrera García y Montiel Flores vs.
México39.

40. En esas resoluciones se consideró que el artículo 57 del Código de Justicia


Militar –invocado por la autoridad responsable en el asunto que nos atañe–
era inconvencional, por lo que se condenó a nuestro país a reformar dicho
precepto para restringir el llamado fuero castrense.

41. Sobre el particular se determinó que “la posibilidad de que los tribunales
castrenses juzguen a todo militar al que se le imputa un delito ordinario, por
el solo hecho de estar en servicio, implica que el fuero se otorga por la
simple circunstancia de ser militar”, lo cual se estimó contrario a la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.

42. En atención a la primera de dichas sentencias interamericanas –Caso


Radilla–, al resolver el expediente Varios 912/2010 40, esta Suprema Corte
de Justicia de la Nación estableció que la interpretación del numeral 13 de
nuestra Constitución Federal, en concordancia con los ordinales 2 y 8.1 de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos, debe ser coherente
con los derechos al debido proceso, acceso a la justicia y de comparecer
ante un juez competente.

43. Con base en ello se declaró que el artículo 57, fracción II del Código de
Justicia Militar, en ese entonces en vigor, era incompatible con lo dispuesto
por el dispositivo 13 constitucional, ya que al señalar cuáles eran los delitos
contra la disciplina militar no garantizaba a los civiles o sus familiares,
víctimas de violaciones a los derechos humanos, la posibilidad de

38
Excepción preliminar, fondo, reparaciones y costas. Sentencia de 31 de agosto de 2010.
39
Excepciones preliminares, fondo, reparaciones y costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2010.
40
Fallado en sesión de 14 de julio de 2011.

20
AMPARO DIRECTO 21/2016

someterse a la jurisdicción de un juez o tribunal ordinario 41. Esto se reiteró


en el expediente Varios 1396/201142.

44. Pese a que el trece de junio de dos mil catorce el artículo 57 del Código de
Justicia Militar fue reformado43, la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, al supervisar el cumplimiento de las sentencias condenatorias
contra México, consideró que su texto actual impide “la determinación de la

41
Ver las tesis de los siguientes rubros: FUERO MILITAR. EL ARTÍCULO 57, FRACCIÓN II,
INCISO A), DEL CÓDIGO DE JUSTICIA MILITAR CONTRAVIENE LA CONVENCIÓN
AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS. Tesis P. VI/2013 (10a.). Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Décima Época, libro XVIII, tomo I, marzo de 2013, página 364; FUERO
MILITAR. EL ARTÍCULO 57, FRACCIÓN II, INCISO A), DEL CÓDIGO DE JUSTICIA MILITAR
VIOLA EL ARTÍCULO 13 CONSTITUCIONAL. Tesis P. II/2013 (10a.). Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Décima Época, libro XVIII, marzo de 2013, tomo I, página 366 ;
COMPETENCIA PARA CONOCER Y SANCIONAR LOS DELITOS COMETIDOS POR
MILITARES, EN EJERCICIO DE SUS FUNCIONES O CON MOTIVO DE ELLAS, QUE AFECTEN
LOS DERECHOS HUMANOS DE CIVILES. SE SURTE A FAVOR DE LOS JUECES DE
DISTRITO DE PROCESOS PENALES FEDERALES Tesis P. XIII/2013 (10a.). Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, libro XVII, marzo de 2013, tomo I, página
361.; RESTRICCIÓN INTERPRETATIVA DE FUERO MILITAR. INCOMPATIBILIDAD DE LA
ACTUAL REDACCIÓN DEL ARTÍCULO 57, FRACCIÓN II, DEL CÓDIGO DE JUSTICIA MILITAR,
CON LO DISPUESTO EN EL ARTÍCULO 13 CONSTITUCIONAL, A LA LUZ DE LOS
ARTÍCULOS 2o. Y 8.1 DE LA CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS.
Tesis P. LXXI/2011 (9a.). Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, libro III,
diciembre de 2011, tomo I, página 554.TRIBUNALES DEL FUERO MILITAR. SON
COMPETENTES PARA CONOCER DE LOS DELITOS CONTRA LA DISCIPLINA MILITAR
COMETIDOS CUANDO EL SUJETO ACTIVO PERTENECÍA A LAS FUERZAS ARMADAS,
AUNQUE CON POSTERIORIDAD A SU COMISIÓN SEA DADO DE BAJA. Tesis 1a./J. 71/2011.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, tomo XXXIV, septiembre de
2011, página 976.
42
Fallado en sesión de 11 de mayo de 2015.
43
“Artículo 57.- Son delitos contra la disciplina militar:
I.- Los especificados en el Libro Segundo de este Código, con las excepciones previstas en el
artículo 337 Bis;
II.- Los del orden común o federal, siempre y cuando no tenga la condición de civil el sujeto pasivo
que resiente sobre su persona la afectación producida por la conducta delictiva o la persona titular
del bien jurídico tutelado o puesto en peligro por la acción u omisión prevista en ley penal como
delito, en los siguientes supuestos:
a).- Que fueren cometidos por militares en los momentos de estar en servicio o con motivo de actos
del mismo;
b).- Que fueren cometidos por militares en un buque de guerra o en edificio o punto militar u
ocupado militarmente, siempre que, como consecuencia, se produzca tumulto o desorden en la
tropa que se encuentre en el sitio donde el delito se haya cometido o se interrumpa o perjudique el
servicio militar;
c).- (DEROGADO).
d).- Que fueren cometidos por militares frente a tropa formada o ante la bandera;
e).- Que el delito fuere cometido por militares en conexión con otro de aquellos a que se refiere la
fracción I.
Los delitos del orden común o federal que fueren cometidos por militares en tiempo de guerra,
territorio declarado en ley marcial, o cualquiera de los supuestos previstos en la Constitución,
corresponderán a la jurisdicción militar siempre y cuando el sujeto pasivo no tenga la condición de
civil.

21
AMPARO DIRECTO 21/2016

‘estricta conexión’ del delito del fuero ordinario con el servicio castrense
objetivamente valorado”44.

45. Tomando en cuenta precisamente la estricta conexión que debe existir entre
el hecho a juzgar con el servicio castrense, este Tribunal Pleno determina
que el fuero militar es el competente para conocer de los delitos y faltas
que, por su propia naturaleza, atenten de manera directa contra la disciplina
militar, cometidos por militares en activo, siempre y cuando no esté
involucrado un civil.

46. Ahora bien, al resolver el amparo en revisión 448/2010 45, la Primera Sala de
este Alto Tribunal indicó que la disciplina militar consiste en un “principio
organizativo” y señaló que representa un aspecto “esencial” para los
ejércitos, cuyo contenido varía en razón de “las necesidades de la defensa y
de los principios jurídicos y sociales de cada contexto histórico”46.
En todos los casos, cuando concurran militares y civiles como sujetos activos, solo los primeros
podrán ser juzgados por la justicia militar.
Los delitos del orden común que exijan querella, necesaria para su averiguación y castigo, no
serán de la competencia de los tribunales militares, sino en los casos previstos en el inciso (e) de la
fracción II”.
44
Resolución de 17 de abril de 2015, relativa a la supervisión de cumplimiento de las sentencias
pronunciadas en los casos Radilla Pacheco, Fernández Ortega y otros, y Rosendo Cantú y otra vs.
México.
45
Fallado en sesión de 13 de julio de 2011. Mayoría de cuatro votos. Disidente: José Ramón
Cossío Díaz. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Javier Mijangos y González.
46
Estas consideraciones quedaron plasmadas en la tesis 1a. CXCI/2011 (9a.), de rubro y texto:
“DISCIPLINA EN EL ÁMBITO MILITAR. SU FUNCIÓN Y ALCANCE CONSTITUCIONAL COMO
PRINCIPIO ORGANIZATIVO DE LAS FUERZAS ARMADAS.- Uno de los elementos definitorios
de un ejército es la disciplina militar. Se trata del principio organizativo esencial de los ejércitos que,
por su propia naturaleza, trasciende a la esfera interna del individuo y que supone, a su vez, uno
de los elementos que necesariamente separa al militar del resto de la sociedad. Sin embargo, la
disciplina como principio organizativo y conjunto de reglas ha variado sustancialmente en razón de
las necesidades de la defensa y de los principios jurídicos y sociales de cada contexto histórico. En
este sentido, la Constitución no queda de ninguna manera ajena a cuestiones relativas a la
disciplina y organización interna de las Fuerzas Armadas y conforma también el modelo de Ejército.
De conformidad con el artículo 89, fracción VI, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, y como lo ha establecido el Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, la
misión constitucional de las Fuerzas Armadas es la seguridad nacional, ya sea en su vertiente
interna o externa frente a amenazas provenientes más allá de nuestras fronteras. En esta lógica, el
Ejército, a fin de cumplir con estos fines, requiere una organización jerárquica y eficaz en la que el
concepto de disciplina se configura como una exigencia estructural a la misma. Si bien es cierto
que la disciplina es un principio organizativo común a todos los sectores de la Administración
Pública, en las Fuerzas Armadas goza de una especial importancia ya que permite la cohesión y
mantenimiento del orden, indispensables para que el Ejército lleve a cabo su misión constitucional.
Es por ello que la disciplina en el ámbito militar debe ser entendida en relación a la naturaleza y
función que la Constitución le encomienda a las Fuerzas Armadas, es decir, la eficaz defensa del
Estado mexicano. Así, la disciplina, ya sea en su vertiente institucional o como pauta de conducta
interna de sus miembros, encuentra su fundamento último en la Constitución. Esto implica,

22
AMPARO DIRECTO 21/2016

47. Este Pleno conviene con lo anterior y en esa lógica considera indispensable
que las Fuerzas Armadas cuenten con una organización jerárquica y eficaz,
donde la disciplina se instituya como una exigencia estructural de singular
importancia, pues a través de ésta es como se logra la cohesión y
mantenimiento del orden, como piezas indispensables para que el Ejército
mexicano lleve a cabo su misión.

48. De ahí que en el orden nacional la disciplina militar adquiera la connotación


de bien jurídico, susceptible de protección penal.

49. Es importante destacar que aun y cuando se pudiera creer que cualquier
conducta irregular perpetrada por un militar en activo pudiera afectar la
indicada disciplina –dando lugar con ello a la posible comisión de un delito
castrense–, lo cierto es que no es así, en virtud de lo siguiente:

a) Porque en estricta observancia del principio de legalidad en materia


penal, consagrado en el párrafo tercero del artículo 14 constitucional, dicha
conducta debe estar tipificada como punible en una ley formal y material; y,

b) Para que esa conducta pueda reputarse como constitutiva de un delito


militar, debe existir una conexión directa entre aquélla y la disciplina
castrense como principio organizativo de las fuerzas armadas.

50. Estimar lo contrario haría nugatorio el carácter restrictivo o excepcional del


fuero militar, retrotrayéndolo a una posición meramente personalista, donde
el único factor relevante para su delimitación sería la calidad de los sujetos
involucrados47, amén de que bastaría introducir cualquier descripción típica
asimismo, que el régimen disciplinario militar no se encuentra ajeno al resto de principios
constitucionales, especialmente a las exigencias derivadas de los derechos fundamentales. En
definitiva, la disciplina militar, al ser un principio estructural de la adecuada defensa del Estado
mexicano, debe ser protegida por el ordenamiento legal y corregida y sancionada, en su caso, a
través de las normas penales castrenses, pero siempre, en el entendido de que su carácter
instrumental debe ser acorde con las garantías y principios previstos en la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos”. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época,
libro I, octubre de 2011, tomo 2, página 1085.
47
En el derecho comparado se ha optado por circunscribir la jurisdicción castrense únicamente a
los delitos relacionados con el servicio o funciones militares, es decir, conductas que por su propio
contenido afectan de manera directa la disciplina militar. Cfr. Corte Constitucional de Colombia,
sentencia C-358/97, C-878/2000. En sentido similar se pronunció el Tribunal Constitucional de Perú

23
AMPARO DIRECTO 21/2016

en el Código de Justicia Militar para creer que con esa sola incorporación
formal se diera lugar a la existencia de una estricta conexión entre la
conducta de que se trate y la disciplina castrense objetivamente valorada.

51. Con base en los indicados requisitos es como se logra restringir el fuero
militar en tiempos de paz, pues se condiciona su actualización a la
concurrencia indispensable de dos factores: i) uno de índole personal,
referido a la especial condición del sujeto activo en los términos apuntados;
y, ii) otro de carácter objetivo o material, relacionado con la lesión o puesta
en peligro de la disciplina castrense, como bien jurídico tutelado –todo ello,
en el entendido de que no debe estar involucrado un civil o se trate de una
violación a derechos humanos–.

52. En ese contexto, al constituir una excepción, la justicia militar será


competente en los casos en los que claramente se justifique su
intervención, al ser ésta restrictiva y excepcional.

53. Derivado de lo anterior, este Tribunal Pleno considera necesario aclarar el


contenido de la tesis aislada de rubro: “TRIBUNALES DEL FUERO
MILITAR. SON COMPETENTES PARA CONOCER DE LA CAUSA PENAL
SEGUIDA A UN MILITAR POR EL DELITO PREVISTO Y SANCIONADO
POR LOS ARTÍCULOS 194, FRACCIÓN III, Y 196, FRACCIÓN I, DEL
CÓDIGO PENAL FEDERAL”48, a través del cual se estimó que el fuero de
0012-2006-PI/TC, en relación con las fallos interamericanos Castillo Petruzzi vs. Perú, Cantoral
Benavides vs. Perú, Durand y Ugarte vs. Perú.
48
Tesis P. XIV/2013 (10a.), de texto: “El Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, al resolver el expediente varios 912/2010, estableció como supuestos en los que se
restringe la competencia del fuero militar a aquellos en los que: a) se encuentren involucrados
militares y civiles; y/o, b) esté comprometido el respeto de los derechos humanos de los civiles
involucrados; en la inteligencia de que ante la ausencia de esos supuestos no debe restringirse el
fuero militar, es decir, en el caso de que no se colmen uno o ambos supuestos, el tribunal militar
tiene competencia plena para conocer de la causa penal concreta. Con base en lo anterior, el Juez
castrense es competente para conocer de la causa penal seguida a un militar por su probable
responsabilidad en la comisión del delito contra la salud en la modalidad de colaboración para
fomentar el cultivo y cosecha de marihuana previsto y sancionado por los artículos 194, fracción III
y 196, fracción I, del Código Penal Federal, atento a que en su comisión no se encuentran
involucrados civiles ni, por ende, puede actualizarse un daño a sus derechos humanos, pues
tomando en cuenta que dicho tipo penal se refiere a la existencia de una conducta de acción
orientada a colaborar de cualquier manera en posibilitar la ejecución de algún delito contra la salud
y que con aquél, por tanto, se busca proteger la salud pública, entendida como el estado sanitario
de toda la población del país, organizada a través de los diferentes niveles de gobierno, en la que

24
AMPARO DIRECTO 21/2016

guerra podría conocer de delitos del orden federal, específicamente contra


la salud, por el simple hecho de que en ellos no estuviera involucrado un
civil.

54. Esta aclaración es pertinente, debido a que para la actualización de la


competencia del fuero militar no basta el indicado aspecto personal –en el
sentido de verificar que no esté involucrado un civil–, sino que es necesaria
la afectación directa de la disciplina militar, lo cual exige una estricta
conexión entre el hecho imputado y el servicio castrense objetivamente
valorado –con ello se esclarecen los alcances del citado fuero, dando
respuesta a uno de los planteamientos que motivó la atracción del asunto–.

55. Por tanto, en consonancia con la jurisprudencia interamericana sobre la


materia, este Tribunal Pleno determina que los tribunales militares no son
competentes para juzgar conductas punibles cometidas por militares en
activo, cuando: a) esté involucrado un civil o se trata de violaciones a
derechos humanos; y, b) no atenten de manera directa contra la disciplina
castrense.

56. Establecido lo anterior, se analiza el caso concreto sometido a la


consideración de este Tribunal Pleno.

57. Como se anunció al inicio del presente apartado, al quejoso se le declaró


penalmente responsable del delito de cohecho, al imputársele que en los
últimos días de julio y primeros de agosto de dos mil once, en su condición
de Cabo Oficinista adscrito al 64/o Batallón de Infantería, con sede en
Cancún, Quintana Roo, fungiendo como encargado de la Mesa del Servicio
Militar Nacional, exigió a tres personas que prestaban dicho servicio –en
activo–, la entrega de diversas cantidades de dinero a fin de justificar sus
inasistencias.

concurren autoridades y particulares para implementar medidas sanitarias y preventivas, de


investigación científica y de educación en materia de salud, es dable considerar que el sujeto
pasivo, tratándose de este ilícito, se identifica con la sociedad en general”. Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación, Décima Época, libro XVIII, marzo de 2013, tomo I, página 370.

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58. Al respecto, el artículo 1º de la Ley del Servicio Militar declara que el


Servicio Militar será obligatorio y de orden público para todos los mexicanos,
quienes lo deberán prestar en el Ejército o en la Armada, ya sea como
soldados, clases u oficiales, de acuerdo con sus capacidades y aptitudes.

59. Conforme a lo previsto en los numerales 13 y 14 de ese mismo


ordenamiento, se indica que el contingente formado por todos los
mexicanos nacidos en un mismo año recibe la denominación de “clase”,
correspondiéndole a la Secretaría de la Defensa Nacional fijar el número de
personas de cada clase que deberán incorporarse al activo, así como las
unidades a que deban hacerlo.

60. Esa incorporación será por un año, estableciéndose en el ordinal 7º de la


Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos que durante ese lapso,
quienes presten ese servicio en activo, quedarán sujetos a las leyes,
reglamentos y ordenanzas militares, puntualizándose en el artículo 3º del
Reglamento de la Ley del Servicio Militar, que los mexicanos no
exceptuados “tienen obligación de prestarlo personalmente, sin que exista
en ningún caso y por ningún motivo la posibilidad de excluirse mediante
pago, reemplazo o sustitución”.

61. Lo anterior es de suma importancia para el caso que nos ocupa, en virtud
de que las personas a las que se dice se exigió dinero para justificar sus
inasistencias, prestaban el servicio militar en condición de conscriptos no
exceptuados y, como tales, no sólo estaban sujetos a las leyes, reglamentos
y ordenanzas militares, sino también tenían la obligación de prestarlo de
manera personal, por lo que resultaba contrario a derecho no acudir a éste
sin causa justificada, así como también lo era el exigirles alguna
remuneración para borrar de la lista correspondiente sus inasistencias.

62. Bajo esa lógica, si en el asunto no están involucrados civiles, ni estamos en


presencia de un caso sobre violaciones a derechos humanos, sí
correspondía conocer de la causa al fuero militar, al existir una estricta

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conexión entre el hecho imputado y el servicio castrense objetivamente


valorado, identificado en la especie con la afectación de la manera en que
se debe prestar el Servicio Militar Nacional –de forma personal–, derivada
de la ilegal conducta de quienes supervisan su cumplimiento.

63. En consecuencia, a diferencia de lo que en su momento plantearon los


Magistrados que integran el Tribunal Colegiado de Circuito que pidió a este
Alto Tribunal atraer el caso, no estamos en presencia de un asunto en el
que se pudiera sostener que la sentencia combatida fue dictada por una
autoridad incompetente por razón de fuero.

64. Sin embargo, este Tribunal Pleno advierte que la sentencia combatida es
irregular, toda vez que el párrafo segundo del artículo 63 de la Ley del
Servicio Militar claramente establece que los militares que por razón de su
encargo o comisión violen de cualquier manera dicha ley o su reglamento,
serán castigados como reos del delito de infracción de deberes militares,
previsto en el dispositivo 382 del Código de Justicia Militar, que
textualmente señala:

Artículo 382.- El que infrinja alguno de los deberes que le corresponden,


según su comisión o empleo, o deje de cumplirlo sin causa justificada, y
el hecho u omisión no constituyere un delito especialmente previsto por
este Código, será castigado con la pena de un año de prisión. Cuando
la infracción sea debida a torpeza o descuido, la pena será de cuatro
meses de prisión.
Si resultare daño a algún individuo, se procederá conforme a las reglas
generales sobre aplicación de penas.

65. Consecuentemente, como el inconforme aduce, no había razón legal alguna


para atribuirle un delito del orden común –cohecho–, con base en una
legislación ajena al ámbito militar –como lo fue el Código Penal Federal–,
pues existe una norma que taxativamente señala que debió ser juzgado
como autor del delito militar identificado como “infracción general de
deberes”, previsto y sancionado en el precepto 382 del Código de Justicia
Militar.

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AMPARO DIRECTO 21/2016

66. De ahí que la sentencia combatida sea violatoria del principio de exacta
aplicación de la ley penal, consagrado en el párrafo tercero del artículo 14
de nuestra Constitución General, sin que sea obstáculo de ello la decisión
que en su momento se tomó en el sentido de juzgar al inconforme con base
en un tipo penal distinto con apoyo en el ordinal 57, fracción II del Código de
Justicia Militar, pues como se estableció in supra, dicho precepto había sido
declarado previamente inconstitucional e inconvencional por este Tribunal
Pleno.

67. Por tanto, en las relatadas condiciones se impone conceder al quejoso el


amparo y protección de la Justicia Federal.

68. Respecto a los alcances de la citada concesión, resulta conveniente


recordar que al resolver el amparo directo 15/2012, este Tribunal Pleno
determinó que cuando la protección constitucional obedece a una
incompetencia por razón de fuero, lo procedente es ordenar al Supremo
Tribunal Militar que deje insubsistente la sentencia reclamada y emita una
nueva en la que revoque la resolución de primera instancia, instruyendo al
juez de la causa a que reponga el procedimiento a partir del auto de formal
prisión y se declare incompetente para conocer de los hechos imputados al
quejoso, debiendo remitir de inmediato las constancias que integran el
proceso al juez de Distrito que corresponda, el cual, en su carácter de
autoridad sustituta y una vez que asuma su competencia, dentro del plazo
constitucional establecido en el numeral 19 de nuestra Constitución
General, deje insubsistente el citado auto de formal prisión y con plenitud de
jurisdicción resuelva la situación jurídica del justiciable.

69. En esa ocasión se determinó que en ese supuesto la competencia recae en


un juez federal, al ser éste el facultado para conocer de hechos que
pudieran ser constitutivos de algún delito del orden federal, al haberse
perpetrado por algún servidor público o empleado federal en ejercicio de sus
funciones o con motivo de ellas, tal y como lo determina el inciso f) de la

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AMPARO DIRECTO 21/2016

fracción I del ordinal 50 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la


Federación49.

70. En dicho asunto –amparo directo 15/2012– también se dijo que la referida
reposición del procedimiento no implicaba el desconocimiento del derecho a
no padecer un doble juicio por el mismo delito, ya sea que se absuelva o se
condene, reconocido en el artículo 23 constitucional y que se identifica con
el principio non bis in idem, citándose en apoyo la tesis aislada de rubro:
“NON BIS IN IDEM, VIOLACION NO CONFIGURADA AL PRINCIPIO DE,
EN CASO DE INCOMPETENCIA”50, emitida por la Primera Sala de este
Alto Tribunal, en cuyo texto literalmente se indica “mas si el tribunal que
conoce del proceso, en primera o en segunda instancia o en cualquiera que
sea el estado del proceso, se declara incompetente para conocer de un
delito, este proceso en realidad no ha concluido y, por ende, es lícito y
jurídico el que la autoridad competente pueda iniciar nuevamente el
proceso”.

71. La imposibilidad de un doble juzgamiento tiene como premisa básica la


existencia de una sentencia ejecutoriada, la cual no existe si el proceso
penal no ha concluido de manera definitiva.

72. Con relación a lo anterior, cabe señalar que la Primera Sala de este Alto
Tribunal, al resolver el amparo directo en revisión 2104/201551, determinó
49
“Artículo 50. Los jueces federales penales conocerán:
I. De los delitos del orden federal.
Son delitos del orden federal:
[…]
f) Los cometidos por un servidor público o empleado federal, en ejercicio de sus funciones o con
motivo de ellas;…”.
50
De texto: “El artículo 23 constitucional consigna la garantía constitucional de que ningún sujeto
puede ser enjuiciado dos veces por el mismo hecho, pero para que un juicio exista debe de
concluir Acon un auto o sentencia que ponga fin al proceso, cualquiera que sea el sentido de esas
resoluciones; mas si el tribunal que conoce del proceso, en primera o en segunda instancia o en
cualquiera que sea el estado del proceso, se declara incompetente para conocer de un delito, este
proceso en realidad no ha concluido y, por ende, es lícito y jurídico el que la autoridad competente
pueda iniciar nuevamente el proceso, haciendo acopio de los datos que obraban en el sumario, y
en ese nuevo proceso se dicte sentencia bien sea condenatoria o absolutoria con plenitud de
jurisdicción.” Semanario Judicial de la Federación, Séptima Época, tomo 52, segunda parte, página
31.
51
Aprobado por unanimidad de votos en sesión de 2 de septiembre de 2015, bajo la ponencia del
Ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo.

29
AMPARO DIRECTO 21/2016

que el principio non bis in idem constituye una máxima trascendental para el
derecho penal, misma que se encuentra consagrada en el invocado
dispositivo 23 constitucional, al indicarse que “Nadie puede ser juzgado dos
veces por el mismo delito, ya sea que en el juicio se le absuelva o se le
condene”.

73. Sobre ese aspecto se destacó que la esencia normativa de este precepto
fundamental es que nadie pueda ser sometido a un proceso más de una vez
y, en consecuencia, que tampoco sea doblemente sancionado por los
mismos hechos, sin importar su clasificación legal52.

74. Este Tribunal Pleno conviene con lo anterior, ya que desde una perspectiva
convencional –el citado postulado se encuentra previsto en la norma 8.4 de
la Convención Americana sobre de Derechos Humanos53, así como en el
numeral 14.7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos54–, el
hecho de que una persona pueda ser procesada o sancionada por segunda
ocasión respecto a un mismo hecho que ha sido definitivamente juzgado,
atenta contra la dignidad humana, la libertad personal, la presunción de
inocencia y el debido proceso.

75. Así, es claro que cuando el precepto 23 constitucional proscribe ser juzgado
dos veces por el mismo delito, significa que el enjuiciado no debe ser
sometido a una doble sentencia ejecutoriada, de tal modo que cuando ha
concluido un proceso en todas sus etapas, emitiéndose una resolución
definitiva, de carácter firme, sería inviable ese doble juzgamiento, a menos

52
Ver tesis aislada consultable en la página 217 del Semanario Judicial de la Federación, Volumen
169-174, Séptima Parte, Séptima Época, Materia Penal, registro 245608, cuyo rubro es: “NON BIS
IN IDEM, GARANTÍA DE. SE LIMITA A LA CONDUCTA DELICTUOSA CONCRETA Y NO SE
EXTIENDE AL DELITO GENÉRICO.”
53
“Artículo 8. Garantías Judiciales.
[…]
4. El inculpado absuelto por una sentencia firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por los
mismos hechos”.
54
“Artículo 14.
[…]
7. Nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un delito por el cual haya sido ya condenado o
absuelto por una sentencia firme de acuerdo con la ley y el procedimiento penal de cada país”.

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AMPARO DIRECTO 21/2016

que con motivo de un juicio de amparo quede insubsistente tal


determinación, ordenándose la reposición del procedimiento.

76. No obstante, si la sentencia definitiva ha sido emitida por una autoridad


constitucionalmente competente, pero con base en una legislación que no
era la exactamente aplicable, es inviable atender lo indicado en los párrafos
que anteceden, pues estimarlo lo contrario sí permitiría un doble
juzgamiento en franca violación a lo previsto en los artículos 23 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 8.4 de la
Convención Americana sobre de Derechos Humanos55 y 14.7 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos56.

77. En efecto, si se permitiera a través de un amparo directo una variación en la


clasificación legal del hecho con el propósito de variar la legislación
aplicable –por la de un fuero distinto–, se podría llegar al extremo de pasar
por alto las conclusiones ministeriales, dejando al justiciable en estado de
indefensión, convirtiendo al juzgador en una especie de órgano acusador,
en clara transgresión al principio de división de poderes.

78. Finalmente, no es inadvertido para este Tribunal Pleno que una de las
razones que motivó atraer el presente asunto fue dilucidar si para los
efectos de la concesión del amparo derivado de la aludida incompetencia
por razón de fuero era o no aplicable el criterio contenido en la
jurisprudencia 1a./J. 21/2004 de la Primera Sala de este Alto Tribunal,
derivada de la Contradicción de tesis 119/2002-PS, cuyos rubro y texto son:

AMPARO DIRECTO EN MATERIA PENAL. EFECTOS DE LA


RESOLUCIÓN EN QUE SE CONCEDE CUANDO EL TRIBUNAL
RESPONSABLE QUE EMITE LA SENTENCIA RECLAMADA ES
INCOMPETENTE POR RAZÓN DE FUERO. Los alcances de la
55
“Artículo 8. Garantías Judiciales.
[…]
4. El inculpado absuelto por una sentencia firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por los
mismos hechos”.
56
“Artículo 14.
[…]
7. Nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un delito por el cual haya sido ya condenado o
absuelto por una sentencia firme de acuerdo con la ley y el procedimiento penal de cada país”.

31
AMPARO DIRECTO 21/2016

sentencia de amparo directo cuando se estima que debe concederse


la protección constitucional, porque el tribunal local de segunda
instancia que emitió el acto reclamado carecía de competencia para
fallar el asunto en tanto conoció de él en contravención a las reglas
procesales contenidas en el artículo 10, segundo párrafo, del Código
Federal de Procedimientos Penales, relativas a que los delitos
federales atraen a los del fuero común en los casos de concurso
ideal de delitos, esto es, cuando una sola conducta produce varios
resultados ilícitos y el Ministerio Público consigna por todos ellos, son
los de la concesión en forma lisa y llana, en atención a los principios
de non reformatio in peius y non bis in idem, los cuales serían
trastocados de estimar que la solución contraria es la correcta, esto
es, que la concesión sólo fuera para efectos de que la autoridad
responsable deje insubsistente su fallo, produzca una nueva
resolución en la que declare su incompetencia y la del Juez natural
para conocer de la acusación del agente del Ministerio Público, y
ordene la reposición del procedimiento a partir de la última actuación
que anteceda a la acusación, de manera que el Juez a quo se
declare incompetente por fuero y remita los autos al Juez
competente, pues en este caso se estaría juzgando dos veces por el
mismo delito y provocando la posibilidad de agravar la situación del
reo57.

79. Criterio de interpretación del que se desprende que alude a los efectos de la
sentencia de amparo directo cuando se estima que debe concederse la
protección constitucional porque el tribunal local de segunda instancia que
emitió el acto reclamado carecía de competencia para fallar el asunto, en
tanto conoció de él en contravención a las reglas procesales contenidas en
el artículo 10, segundo párrafo del Código Federal de Procedimientos
Penales, relativas a que los delitos federales atraen a los del fuero común
en los casos de concurso ideal –conexidad de delitos–.

80. Dicho tópico fue abordado por la Primera Sala de esta Suprema Corte al
resolver los amparos directos 60/201258, 14/201259, 23/201260 y 27/201261,
57
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, tomo XX, julio de 2004, página
26.
58
Sesión de 12 de junio de 2013. Mayoría de cuatro votos. Disidente y Ponente: Ministro José
Ramón Cossío Díaz.
59
Sesión de 12 de junio de 2013. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Ministro José Ramón Cossío
Díaz. Ponente: Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
60
Sesión de19 de junio de 2013. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Ministro José Ramón Cossío
Díaz; quien reservó su derecho a formular voto particular. Ponente: Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena.
61
Sesión de19 de junio de 2013. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Ministro José Ramón Cossío
Díaz; quien reservó su derecho a formular voto particular. Ponente: Ministra Olga Sánchez Cordero

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AMPARO DIRECTO 21/2016

así como el amparo en revisión 482/2012 62, en los que se determinó,


sustancialmente, que la competencia constitucional constituye una figura de
orden público y de estricto cumplimiento, susceptible de analizarse
oficiosamente en el juicio de amparo, concluyéndose que tanto la validez del
proceso como la de la sentencia, dependía del correcto ejercicio de la
misma, pero que si los desaciertos vinculados a ésta no se corregían al
librarse una orden de aprehensión o un auto de plazo constitucional, era
factible hacerlo posteriormente, dependiendo los alcances de la protección
constitucional de la etapa en la que se encuentre el proceso penal, sin que
tales efectos puedan implicar su anulación total.

81. Lo anterior dio lugar a la jurisprudencia 1a./J. 99/2013 (10a.), del tenor
siguiente:

CONEXIDAD DE DELITOS. EFECTOS DE LA VIOLACIÓN AL


DEBIDO EJERCICIO DE LA COMPETENCIA EXCEPCIONAL
PREVISTA EN EL ARTÍCULO 73, FRACCIÓN XXI, PÁRRAFO
SEGUNDO, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS
UNIDOS MEXICANOS (ALCANCES DE LA JURISPRUDENCIA
1a./J. 45/2010). En términos del artículo 73, fracción XXI, párrafo
segundo de la Constitución Federal, la competencia excepcional por
conexidad de delitos es la facultad que dota al Ministerio Público de
la Federación y a las autoridades judiciales federales para conocer
de delitos del fuero común que tengan conexidad con algún ilícito
federal. Ahora bien, en virtud de que la competencia es un elemento
de orden público, es necesario que en el proceso penal este
presupuesto se cumpla para validar su constitucionalidad. Ello es así,
porque la figura de la conexidad comprende la aplicación concreta de
las normas de previsión de las conductas delictivas y de sanción en
atención al carácter federal o local de los ilícitos que se concretan.
Así, como fundamento jurídico para el delito del fuero federal, deben
aplicarse las normas penales respectivas de carácter federal y para
el delito local, la previsión normativa debe sustentarse en el
ordenamiento jurídico penal de la entidad federativa correspondiente.
Cabe precisar que el proceso penal tendrá que instruirse de
conformidad con las disposiciones contenidas en el Código Federal
de Procedimientos Penales, por ser la norma que rige la
sustanciación del juicio ante el juzgador federal. Además, debe
tenerse en cuenta que un juez federal solamente puede conocer de
un asunto que actualice el supuesto de competencia excepcional por
de García Villegas.
62
Sesión de 12 de junio de 2013. Unanimidad de cinco votos. El Ministro José Ramón Cossío Díaz
reservó su derecho a formular voto concurrente. Ponente: Ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo.

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AMPARO DIRECTO 21/2016

conexidad, cuando el Ministerio Público de la Federación determine


atraer la investigación por un delito del fuero común que tenga
conexidad con alguno de carácter federal y ejerza acción penal por
los mismos. Sin embargo, cuando el Fiscal de la Federación funde la
previsión de un delito del fuero común en normas penales de
carácter federal y no en el ordenamiento penal estatal que resulte
aplicable, la autoridad judicial que conozca del asunto estará en la
posibilidad de delimitar el correcto ejercicio de la competencia
constitucional por conexidad de delitos, mediante la precisión de las
normas penales aplicables en atención al carácter federal o local de
cada uno de los ilícitos, al momento en que resuelva el pedimento de
orden de aprehensión o dicte el auto de plazo constitucional. De no
acontecer lo anterior y la violación al ejercicio debido de la referida
competencia por conexidad de delitos se advierta en un juicio de
amparo que se promueva contra alguna de las resoluciones
judiciales dictadas en el proceso penal federal, en las que se
determina la situación jurídica del encausado, el órgano de control
constitucional deberá conceder la protección de la Justicia Federal
para el efecto de que se resarza plenamente la violación
constitucional detectada en el proceso penal, cuyo alcance
dependerá de la etapa en que éste se encuentre, pero en ningún
caso implicará su anulación total63.

82. En consecuencia, la jurisprudencia 1a./J. 21/2004 de la Primera Sala de


este Alto Tribunal se emitió en torno a la conexidad de delitos –del orden
federal y local–, temática que se abordó nuevamente en la diversa
jurisprudencia 1a./J. 99/2013 (10a.) de esa misma Sala, las cuales de
ningún modo aluden a un problema como el que nos ocupa, en la que la
violación de derechos humanos en detrimento del inconforme radica en la
inexacta aplicación de la ley penal sustantiva –por razón de fuero, sin estar
de por medio un problema de conexidad de delitos–, toda vez que se
encuadró el delito imputado en una norma común, cuando la conducta
atribuida está tipificada en la legislación castrense.

VIII. DECISIÓN

83. Al haberse condenado al peticionario del amparo con base en una ley
sustantiva diversa a la exactamente aplicable en su condición de militar, se
impone otorgarle el amparo de manera lisa y llana; concesión que debe

63
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, libro XXIV, Septiembre de
2013, Tomo 1, página 704.

34
AMPARO DIRECTO 21/2016

hacerse extensiva a los actos de ejecución por reclamarse en vía de


consecuencia y no por vicios propios.

Por lo anteriormente expuesto y fundado, se

RESUELVE:

ÚNICO. La Justicia de la Unión ampara y protege a **********, contra los


actos que reclamó del Supremo Tribunal Militar y otras autoridades,
consistentes en la sentencia de veintisiete de octubre de dos mil catorce,
pronunciada en el toca **********, y su ejecución.

Notifíquese; con testimonio de esta resolución, devuélvanse los autos al


tribunal colegiado de circuito de origen y, en su oportunidad, archívese el
toca como asunto concluido.

En términos de lo previsto en los artículos 3º, fracción II, 13, 14 y 18, de la Ley
Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en
esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como
reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos.

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