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La Acción por Simulación

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Definiciones

Opina Maduro (ob. cit.) que existe simulación “cuando las partes realizan un acto o contrato
aparentemente válido pero total o parcialmente ficticio, pues es destruido o modificado por
otro de naturaleza secreta o confidencial que es el que realmente responde a la verdadera
voluntad de las partes”. (p. 580).

Por su parte, Ossorio (ob. cit.), expone que la simulación es la “alteración aparente de la
causa, la índole o el objeto verdaderos de un acto o contrato”. (p. 889).

También puede decirse, que la acción de simulación o acción de declaración de simulación,


como también se le denomina es definida por la doctrina como “aquella que compete a las
partes del acto simulado o a los terceros interesados, a fin de que se reconozca judicialmente
la inexistencia del acto ostensible, y con ello quedan desvanecidos los efectos que se
imputaban a dicho acto” (Emilio Calvo Baca. Comentario al Artículo 1.281 del Código Civil –
“Código Civil – Comentado y Concordado”).

Esta acción aparece consagrada en el mencionado dispositivo legal así:

Artículo 1.281.- Los acreedores pueden pedir la declaratoria de simulación de los actos
ejecutados por el deudor.

Esta acción dura cinco años a contar desde el día en que los acreedores tuvieron noticia del
acto simulado.

La simulación, una vez declarada, no produce efecto en perjuicio de los terceros que, no
teniendo conocimiento de ella, han adquirido derechos sobre los inmuebles con anterioridad al
requisito de la demanda por simulación.

Si los terceros han procedido de mala fe quedan no sólo sujetos a la acción de simulación sino
también a la de daños y perjuicios.

La simulación entonces supone la realización de dos actos o convenciones: uno ficticio,


aparente o simulado, y otro real o verdadero pero que es mantenido en secreto por las partes.
El acto simulado aparente y ficticio recibe generalmente en doctrina la denominación de acto
ostensible, mientras que el acto verdadero o real se denomina comúnmente contradocumento.

Clases de Simulación

La simulación puede ser clasificada en dos grandes clases: la llamada simulación absoluta,
cuando el acto ostensible no existe realmente en forma alguna porque en realidad· las partes
no han querido efectuar ningún acto; por ejemplo, cuando una persona A simula una venta
con una persona B, continuando A con la propiedad de la cosa aparentemente vendida; y la
denominada simulación relativa, cuando el acto ostensible no es totalmente inexistente, sino
que sólo lo es parcialmente porque en realidad las partes han celebrado un acto de distinta
naturaleza; tal es el caso si las partes realizan como acto ostensible un contrato de venta,
cuando en realidad efectúan una donación.

La simulación relativa puede ocurrir en varias hipótesis, siendo las más comunes las
siguientes:

1. Cuando se encubre la naturaleza jurídica de un acto.

2. Cuando se simulan algunas de las cláusulas del acto ostensible (por ejemplo, un precio
mayor que el real).

3. Cuando se simula la fecha de un acto.

4. Cuando por ese acto se constituyen o transmiten derechos o bienes de personas


interpuestas que en realidad no son las personas a quienes se transmite.

También se distingue en la simulación la llamada simulación lícita de la simulación fraudulenta.


Cuando la simulación es lícita, el acto verdadero produce sus efectos legales, siempre que a
nadie perjudique ni tenga causa ni objeto ilícito. En la simulación fraudulenta o ilícita, el acto
cae por completo y no produce efecto alguno; tanto el acto ostensible como el verdadero no
pueden producir efecto alguno, el primero porque no corresponde a la voluntad real, el
segundo porque es nulo por objeto o causa ilícita.

En la simulación lícita para que el acto verdadero produzca sus efectos entre las partes debe
reunir dos condiciones concurrentes:

1° Que no sea prohibido mediante disposición expresa del legislador.

2° Que el acto verdadero reúna los requisitos de validez fijados por el legislador.

También existe la simulación por interposición de personas, en la cual, además de la


intervención de las partes, interviene un tercero que presta su complicidad en la simulación.
En principio produce los mismos efectos que los demás tipos de simulación conocidos.

Efectos de la Simulación

La doctrina estudia los efectos de la simulación desde dos puntos de vista: 1. Efectos de la
simulación entre las partes, y 2. Efectos de la simulación respecto de los terceros. Sin
embargo, antes de hacer referencia a dichos efectos, se debe aclarar que debe entenderse por
simulación la simulación lícita, que es la única viable y capaz de producir efectos jurídicos, y no
la simulación ilícita, que por su propia naturaleza no puede producir efecto alguno. Igualmente
se debe señalar que al hablar de efectos de la simulación se está haciendo referencia a la
simulación declarada por un tribunal conforme a las normas legales en vigencia.

l.- Efectos de la simulación entre las partes

Maduro (ob. cit.), señala que la doctrina distingue fundamentalmente:

A.-La nulidad del acto ostensible o ficticio para prevalecer el acto real o verdadero.
El acto ostensible desaparece en caso de simulación total o absoluta, y lo mismo ocurre en
caso de simulación parcial o relativa. El acto real o verdadero subsiste y produce sus efectos
normales regulando las relaciones ulteriores de las partes; de modo que si, por ejemplo, bajo
la apariencia de una venta se efectuó una donación, el donante podrá revocarla en los casos
permitidos por la ley.

B.-Cuando el acto simulado consiste en una enajenación de bienes o derechos, estos bienes o
derechos vuelven a su titular con sus frutos y productos, excepto los gastos de conservación.

C.-La acción por simulación ejercida entre las partes del acto simulado es imprescriptible. Entre
las partes, la acción por simulación es imprescriptible, ya que tratándose de una acción mero
declarativa, destinada a constatar una real situación jurídica, se consideraría absurdo que el
simple transcurso del tiempo fuese suficiente para extinguirla. Por partes debe entenderse, no
sólo las que han intervenido en el acto simulado, sino también sus causahabientes universales
o a título universal.

2. – Efectos de la simulación respecto de terceros

La doctrina los califica así:

A.-Respecto de los terceros de buena fe. La simulación declarada no produce efectos en


perjuicio de terceros que de buena fe, no teniendo conocimiento de ella, han adquirido
derechos o bienes de las partes del acto simulado. Este efecto no es más que una excepción al
principio de la oponibilidad del contrato. El Código Civil venezolano, en el tercer párrafo del
artículo 1281, aplica el principio anterior refiriéndose a los bienes inmuebles, cuando expresa:
“La simulación, una vez declarada, no produce efecto en perjuicio de los terceros que, no
teniendo conocimiento de ella, han adquirido derechos sobre los inmuebles con anterioridad al
registro de la demanda por simulación”.

B.-Respecto de los terceros de mala fe. La declaratoria de simulación sí produce efectos


contra los terceros de mala fe, contra aquellos tercetos que hayan adquirido bienes o derechos
de una de las partes a sabiendas que dichas partes habían celebrado un acto simulado. En
este caso, sus adquisiciones son comprendidas por la acción de simulación y por lo tanto los
actos caen. Igualmente quedan dichos terceros expuestos a la acción por indemnización de
daños y perjuicios. Así lo dispone el cuarto párrafo del artículo 1281 del Código Civil: “Si los
terceros han procedido de mala fe quedan no sólo sujetos a la acción de simulación sino
también a la de daños y perjuicios”. (Maduro, 1987).

BIBLIOGRAFIA

Aguilar G., J. L. (2009). Contratos y Garantías, Derecho Civil IV. Caracas, Venezuela:
Universidad Católica Andrés Bello.

Código Civil de Venezuela. (1982). Gaceta oficial de la Republica de Venezuela N°


2.990.Fecha: Julio 26, de 1982.

Maduro L., E. (1987). Curso de obligaciones, Derecho Civil III. Caracas, Venezuela:
Fondo Editorial Luis Sanojo.
Ossorio, M. (2006). Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales. Buenos Aires,
Argentina: Editorial Heliasta.

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