7 PRINCIPIOS DE LA SANTIDAD
Ser santas no es ser perfectas. Es dejar que Él que es santo more en nosotras.
No podemos ser santas por nosotras mismas, pero podemos tomar decisiones
que permitan que la pureza y la santidad se manifiesten en nosotras.
Esto significa que tu corazón se desprende del sistema de los valores del
mundo. Tú, en lugar de eso, valoras las cosas que Dios valora por encima de
todo lo demás. No amen al mundo ni nada de lo que hay en él. Si alguien ama
al mundo, no tiene el amor del Padre. Porque nada de lo que hay en el mundo
—los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la
vida— proviene del Padre sino del mundo. (1 Juan 2:15-16).
2. Purificarte a ti misma.
Porque con un solo sacrificio ha hecho perfectos para siempre a los que está
santificando (Hebreos 10:14).Esto no significa que no tenemos que
preocuparnos nunca más por el pecado y que podemos hacer lo que deseemos
porque Él se encargó de eso. Significa que debemos continuar viviendo con Él
y pedirle a Dios que nos ayude a vivir conforme a Su palabra.
La santidad es la voluntad de Dios para nuestras vidas, y algo que Dios planeo
para nosotras desde el principio. Dios estableció un camino para que nosotras
vivamos en santidad. Y Él es capaz de guardarnos santas. Cuando nuestros
corazones desean vivir en pureza, y hacer bien las cosas, Dios nos guardará
de caer en pecado. Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo,
para que seamos santos y sin mancha delante de él. En amor (Efesios 1:4).