En general, podemos decir que los alimentos más adecuados para el enfermo de
cirrosis son los alimentos de cultivo biológico libres de pesticidas: Frente a los
alimentos industriales, repletos de conservantes, colorantes y otras toxinas químicas,
los alimentos que garanticen haber sido producidos en un cultivo biológico sin
pesticidas, abonos químicos u otras toxinas son los más indicados para un hígado
enfermo. No podemos someter a este órgano al estrés adicional de tener que
eliminar estos productos, especialmente cuando tiene que recuperarse.
Las frutas contienen azúcares mucho más asimilables que los azúcares refinados.
Son más convenientes que las comidas azucaradas porque resultan más fáciles de
digerir y estabilizan mejor los niveles de azúcar en la sangre. Cuando se siente la
necesidad de comer algún dulce, es mejor tomar algo de fruta.
Grasas insaturadas naturales: Frente a las grasas de procedencia animal, las grasas
más interesantes son las grasas insaturadas no sometidas a manipulaciones en el
proceso de extracción. Si hablamos de aceites, entre todos, uno de los más
interesantes es el aceite de oliva virgen . Otras aceites interesantes serían el aceite
de cacahuete o el aceite de soja.
Zumoterapia: El uso de zumos está muy recomendado para los enfermos de cirrosis.
Los zumos de frutas presentan muchos antioxidantes que son capaces de ayudar al
hígado a neutralizar las toxinas.
Cardo Mariano: Es una planta silvestre comestible cuyas hojas tiernas pueden
añadirse a las ensaladas y ejercen una función reparadora de las células del hígado o
ayudan a este órgano a eliminar toxinas, lo que resulta especialmente interesante
cuando el hígado enfermo precisa esta ayuda.