Sinopsis: Marina Aller nos va guiando por su infancia y juventud, y luego ya por su vida como

mujer casada y con una numerosa familia. Aunque durante el curso de su vida sufre varios
acontecimientos trágicos (la muerte de su padre o la Guerra Civil, por poner algunos ejemplos), los
recuerdos de Marina están impregnados de una poderosa sensación de felicidad, de satisfacción
por lo vivido. Ella misma manifiesta que no desea rememorar más que las cosas agradables de su
vida, así que se centra en las anécdotas más hermosas: su amor por su marido, la pasión por la
música que les une y que han perpetuado en sus hijos, los viajes por el mundo, el cariño por los
que se fueron, las alegrías de una gran familia unida y afortunada. No sólo afortunada por una
cuestión de suerte, sino por el ánimo incansable de una mujer que siempre ha mirado a la vida
buscando lo más hermoso, lo mejor, en cada persona y momento, que ha moldeado, a veces
forjado, una buena estrella que la acompaña a ella y a los que la rodean.

Marina Aller es inquisitiva, alegre y emprendedora, al pensar que si otros pueden, ella también es
capaz. Esta curiosidad y el afán de probarse a sí misma es lo que le lleva a esta nueva aventura:
escribir un libro con sus memorias. Marina, al son de su música interior, va desgranando los
recuerdos de su vida, sin seguir estrictos criterios cronológicos sino el deseo de revivir y detenerse
en aquellos momentos más importantes para ella.

Así, nos va guiando por su infancia y juventud, y luego ya por su vida como mujer casada y con una
numerosa familia. Aunque durante el curso de su vida sufre varios acontecimientos trágicos (la
muerte de su padre o la Guerra Civil, por poner algunos ejemplos), los recuerdos de Marina están
impregnados de una poderosa sensación de felicidad, de satisfacción por lo vivido. Ella misma
manifiesta que no desea rememorar más que las cosas agradables de su vida, así que se centra en
las anécdotas más hermosas: su amor por su marido, la pasión por la música que les une y que han
perpetuado en sus hijos, los viajes por el mundo, el cariño por los que se fueron, las alegrías de
una gran familia unida y afortunada. No sólo afortunada por una cuestión de suerte, sino por el
ánimo incansable de una mujer que siempre ha mirado a la vida buscando lo más hermoso, lo
mejor, en cada persona y momento, que ha moldeado, a veces forjado, una buena estrella que la
acompaña a ella y a los que la rodean