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Manual de Entrenamiento

para Restauradores

Cristina y Hernando Arévalo


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MINISTERIO EL ROÍ
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2 - Ministerio El Roí
Bienvenidos
al Equipo de
“A los Ojos de Dios”

Estamos aquí porque hemos experimentado sanidad y hemos sido restaurados


en diferentes aéreas de nuestras vidas; conociendo así al Dios que “nos ha visto y
nos ve”, El Roi.

Aprovecharemos este entrenamiento tanto para su beneficio, como para


aquellos que necesitan ser restaurados y motivados a tomar su llamado como
restauradores, continuar con su formación personal y desarrollar su verdadero
propósito.

Esto requiere de un compromiso con Dios, con ustedes mismos y con su generación.
Si se comprometen, sean fieles hasta el final, aunque identifiquen obstáculos. Si
ustedes perseveran, lograrán los cambios y el propósito de sus vidas, con la guía
del Espíritu Santo. Apocalipsis 2:7,26; 3:12.

El establecer una sólida confianza en Cristo y comunión con el Espíritu Santo, le


capacitará y ayudará en las diferentes situaciones que tenga que confrontar. “Y
el Espíritu Santo le llevará a toda verdad…” Juan 8:32. Hay una bendición cuando
creemos en Él. Juan 8:31.

Como líderes de grupo y maestros de la Palabra, la comunión con el Espíritu


Santo y la meditación de la Palabra, es el gran secreto para mantener la unión en
el espíritu entre el equipo y los participantes.

Recordemos que el Espíritu Santo traerá personas idóneas. Sin embargo, dentro
de los grupos encontraremos personas que han vivido experiencias muy fuertes,

- Manual de Entrenamiento para Restauradores - 3


que no piensan y creen como nosotros; por lo tanto, nuestra actitud debe ser de
servicio y amor. Mateo 20:25-28.

La base para la sanidad está en conocer y creer quién es Dios y quiénes somos
nosotros para Él. La frase “sin sanidad no podemos ser santos”, es real; lo cual
nos llevará a buscar a nuestro Sanador. “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y
renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de delante de Ti, y no quites
de mí tu Santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me
sustente. Entonces enseñaré a los transgresores Tus caminos, y los pecadores se
convertirán a Ti”. Salmo 51:10-13.

Esta experiencia nos debe conducir a la acción y a una motivación en amor.

Motivación
La motivación es la razón o causa que determina nuestro actuar. Es un impulso
interno que produce una acción externa.

La motivación nace de nuestra identidad y pertenencia a nuestro salvador


Jesucristo. Somos colaboradores para extender Su Reino.

¿Qué nos impulsa a ser restauradores? Y ¿qué fruto esperamos?


Debemos entender a quién servimos y por qué servimos, para que nuestras
motivaciones sean depuradas. Porque nuestra meta debe ser darle gloria al Señor.

Nuestra motivación siempre debe ser honrar y glorificar al Dios Padre y llevar
a otros a que Le conozcan profundamente, logren su sanidad y cumplan el
propósito de Dios. “…porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre
mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.” 1 Samuel 16:7b.

Permitamos al Señor purificar cualquier motivación que no sea para Su gloria


y traer Su voluntad a la tierra. Cuando venga el reconocimiento de otros como
resultado de nuestro servicio y dones, entreguémoselo inmediatamente al Señor
y recibamos Su bendición. El Espíritu Santo nos bautiza con toda verdad y
purifica nuestros corazones como vasos de honra para que Su esencia fluya.

4 - Ministerio El Roí
¡Nuestro servicio debe ser llevar a la gente a mirarlo a Él siempre! Miremos a los
demás como Dios los ve, como hermanos en la fe, con misericordia, amor y respeto.
Confiando que Aquél que empezó la obra la culminará.

Trate a las personas con mucha consideración, como si estuvieran físicamente


impedidas. Si alguien tuviese una pierna rota o estuviera paralítica, usted no le
diría “corramos esta cuadra”, pues se le estaría pidiendo algo imposible. El efecto
en el alma es similar.

No trate de direccionar a las personas a lo que deben ver y sentir, fuera de la


Palabra de Dios, pues esto es manipulación. El Espíritu Santo lo dirigirá y
sorprenderá. Recordemos que en la memoria gravamos no solamente los sucesos
y experiencias, sino también sentimientos y emociones; esto es lo que Jesucristo
redime y sana.

Es maravilloso ver cómo la persona que ha recibido sanidad está dispuesta a


pasar esa bendición a otros. Al recibir la revelación del Espíritu Santo, se identifica
el llamado y la unción de restaurar.

Responsabilidad
“Ante los Ojos de Dios, Un Encuentro de Restauración”, es un ministerio con
unción apostólica y profética. Apostólica, porque se preparan restauradores, y
profética, porque se anuncian las promesas de Dios antes que se hagan realidad.

Algunos de los vinculados tendrán la unción para multiplicar, otros para


interceder entendiendo la visión y otros para ministrar. Para crecer debemos
buscar personas que tengan las cualidades de fidelidad y visión multiplicadora.
Una señal es que estén dispuestos a invertir tiempo para conocer la visión, la
propaguen por su propia iniciativa y rindan reportes.

Seleccionen a los candidatos por sus acciones, no por sus palabras o buenas
intenciones. No corran tras las personas que dicen que los van a apoyar, hasta
que hayan conocido su corazón y motivaciones.

Asegúrense que los siervos líderes y maestros entienden y están de acuerdo


con la visión y el propósito del seminario “Ante los Ojos de Dios, Un Encuentro de
Restauración”, así como con el compromiso a:
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• Estar presentes durante las nueve semanas; el tiempo que dure la
ministración, tareas y lecciones (3 horas).
• Enseñar todas las lecciones por el manual provisto por el Ministerio “El
Roí”.
• Apoyar en oración a sus consiervos y participantes.
• Reunirse como equipo para actualización, mínimo dos veces al año. Ser
como un ejército que recibe preparación en grupo, sale a campañas y
luego reporta sus logros o problemas; reconociendo las áreas débiles, las
fortalezas y los cambios que son necesarios.

Podemos pedirle al Señor de Su dirección y sabiduría, en estos tiempos de unidad.

Las personas que reciben el llamado a ser restauradores, es porque ya han


sido restauradas. Sin embargo, es necesario que primero tomen el curso y el
entrenamiento antes de enseñar y ministrar.

“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová,


pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” Jeremías 29:11.

Esta promesa nos muestra que el Señor tiene un camino más excelente para
nosotros. Y también, Dios tiene Sus métodos para enseñarnos, diferentes a los
que hemos conocido en este mundo. Esta es una de las razones por las cuales
necesitamos pasar tiempo a solas con Él, en silencio y en confianza. Este hábito
nos disciplinará para combatir el activismo; es una batalla espiritual.

“Porque así dijo el Señor, el Santo de Israel: en descanso y en reposo seréis salvos;
en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis.” Isaías 30:15.

Sabemos que Dios siempre está a nuestro alcance. “He aquí, Yo estoy contigo, y te
guardaré por donde quiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no
te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho”. Génesis 28:15.

En esta preparación, podremos alimentar a otros con conocimiento y


entendimiento. “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a
hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.” 2 Timoteo 2:20-26.

En todo este caminar, el Señor nos sorprenderá.

6 - Ministerio El Roí
Un Despertar a
la Realidad Espiritual
El origen del Ministerio “El Roi” empezó en 1991, estando en Singapur, en un
seminario intensivo de evangelismo para el Tercer Mundo. Allí nos reunimos
79 mujeres provenientes de muchísimas naciones, de diferentes idiomas y
denominaciones cristianas. Para esa época, yo solamente conocía a Jesucristo
como Salvador y entendía que iría al cielo cuando terminara mi caminar aquí en
la tierra. Pero tenía una pregunta a la cual no había encontrado respuesta, ¿por
qué tenemos que sufrir mientras vivamos? Allí, Dios me respondió, revelándose
como mi Sanador, sin yo saber nada acerca de la necesidad de una sanidad
interior. Conocí a mi Creador y Salvador como Sanador y Restaurador del espíritu,
alma y cuerpo.

Este proceso duró dos semanas consecutivas. Me despertaba a la madrugada


trayendo todos los recuerdos de sucesos que necesitaban sanidad, aunque yo
no era consciente de esto. Era tan doloroso lo que yo estaba sintiendo, que hice
un trato con el Señor: “Te entrego todos mis recuerdos”, y le pasaba una caja de
cartón amarrada con un lazo, donde supuestamente estaban los recuerdos de
mi niñez. Pero Él me hizo comprender que así no era como yo debía obrar, y no la
recibió.

- Manual de Entrenamiento para Restauradores - 7


Entonces, el Espíritu Santo continúo trayendo recuerdos cotidianos, tan lejanos
y dolorosos y que me explicaban el porqué de mi carácter duro, incapaz de dar
o recibir.

Entendí que si yo quería reconciliarme con el pasado, era necesario perdonar


personas y sucesos concretos que venían a mi memoria como una película. Ir
soltando resentimientos, juicios y reclamaciones.

Eran situaciones totalmente olvidadas y aparentemente sin importancia, que


me sorprendía que Dios las tuviera en cuenta y necesitaran mi perdón, después
de tantos años y, más aún, con algunas personas que ya no vivían. El Señor me
enseñó a perdonar, incluso a las que habían pasado a la eternidad, enviándoles
mi perdón y amor con Él.

Me sentía agotada y le rogaba a Dios que me dejara dormir; pero Él no me soltó,


hasta que reviví y me desprendí de tanta amargura y dolor, que yo ignoraba
estaban dentro de mí. Pude palpar Su Palabra, donde dice: “que para el Señor un
día es como mil años, y mil años como un día”, 2 Pedro 3:8. Él es el eterno presente.
También, Su promesa en Josué 1:5: “Nadie te podrá hacer frente en todos los días
de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.

Reconocí que había algo más por agradecerle a Él: la eternidad, el valor y
la fragilidad del ser humano. Salmo 8:4,5. Supe que el bautismo en lenguas, la
profecía y la sanidad física y del alma, estaban en los planes del Señor para
todos Sus hijos, no solo la salvación y perdón de pecados.

Por primera vez, podía identificar el dolor y los sentimientos que había detrás de
una persona que daba un testimonio; como un personaje de una obra de teatro
que estaba actuando o expresando sus propias emociones.

En medio de tantas culturas allí reunidas, era sorprendente la unidad en el


espíritu. Pude experimentar la presencia del Espíritu Santo. Recibí profecía sobre
restauración de mi matrimonio y los propósitos de Dios para nosotros como
pareja. También, recibí visiones y el bautismo en lenguas.

La Palabra de Dios tuvo una nueva dimensión para mí, era esperanza, dirección,
luz, amor.

8 - Ministerio El Roí
Cuando regresé a Colombia, mi esposo había tenido otros encuentros con el
Espíritu Santo que compaginaron con lo que yo había recibido. Su apoyo
fue incondicional, ya que se inició una etapa difícil en el lugar donde nos
congregábamos porque no creían que las manifestaciones del Espíritu Santo
fueran para esta época. Pero nosotros habíamos experimentado algo muy real,
lo creímos y aún seguimos creyéndolo.

El apoyo y aportes de mi esposo han sido muy importantes para el nacimiento


y sobrevivencia de la visión de restaurar vidas, descubriendo nuestro llamado y
propósito. Hemos sido sostenidos con gran gozo por el Señor, en el llamado que
nos hizo como restauradores.

Hemos sido restaurados y transformados, nuestras vidas han sido dignificadas


en Él y estamos cumpliendo propósitos divinos; al igual que muchas personas
que han tenido un encuentro con Su Restaurador.

Nuestras lecturas y oraciones iban dirigidas a conocer todo lo referente a


restauración del alma. Entendimos que Cristo vino a redimirnos de nuestra
naturaleza caída y que era necesario aceptar lo que Cristo conquistó para
nosotros, como Sus hijos y ciudadanos del Reino.

Una frase llegó a nuestro corazón “sin sanidad nadie puede ser santo”, lo cual es
sinónimo de “sin sanidad no se puede cumplir el propósito de Dios”. Esta verdad
nos hizo buscar el principio o la base para la sanidad. Dando origen a los temas
y el orden del Seminario.

El Espíritu Santo trajo colaboradores a lo largo del desarrollo y extensión del


Seminario. Por varios años hemos estado trabajando el material, primero
solamente con mujeres y luego se extendió a hombres, jóvenes y niños que han
buscado sanidad. Muchos son los testimonios y las personas que al conocer al
Señor como Sanador se han unido al equipo de restauradores.

Al buscar un nombre representativo para este ministerio de restauración, Dios


nos recordó uno de Sus nombres, “El Roí”, el Dios que me ve, el cual se hizo rhema
en nuestros corazones.

- Manual de Entrenamiento para Restauradores - 9


Esta fue la semilla que puso el Padre en mi corazón, en aquella experiencia de
Singapur: que Él siempre me vio, me ve… y a ti también te ve, te escucha y anhela
que lo busques y conozcas.

El conocer a Dios como Sanador de nuestras almas, Su unción y Su amor


manifiesto, es lo que nos capacita a cumplir el llamado.

En Génesis 16:13, Dios se revela a Agar como “El Roi”, el “Dios que me ve”. Dios encuentra
a Agar en el desierto, maltratada, humillada, despreciada y sin derechos, huyendo
de su ama. Junto a una fuente de agua, el Dios que todo lo ve, se le manifiesta
como el Dios de poder. Aquel que conoce su dolor y situación, le da dirección; le
deja saber que Él la conoce por nombre y que ella y sus generaciones están en
sus planes. Le da nombre para su hijo, Ismael, y le descubre su futuro, pero le pide
que regrese sumisa con su ama, es decir que se reconcilie con el pasado.

Agar, dijo: “el Dios que me ha visto, también lo he visto yo.” Otra versión dice:
“después de que Él me vio, ciertamente tuve una visión.”
El encuentro de Agar con el Señor sanó las heridas de su alma y puso obediencia
y propósito en su corazón.

En las Escrituras tenemos cientos de ejemplos de personas que fueron perdonados,


guiados, sanados, transformados, y nosotros no somos la excepción, porque Dios
no cambia, Él es el mismo hoy y siempre.

10 - Ministerio El Roí
Sanidad del Alma
La sanidad del alma empieza cuando le permitimos a Jesucristo participar en
nuestras vidas, en el pasado, presente y futuro. Por medio de Su Santo Espíritu
podemos perdonar y pedir perdón, soltando toda reclamación a los que nos han
ofendido. Esta sanidad nos permite vivir el presente con todo el potencial y crecer
a la estatura de Cristo.

La mayoría de nosotros queremos olvidar el dolor, huyendo y dejando atrás la


realidad, negándola; pero Cristo vino a hacernos libres. Él quiere que la verdad
nazca en nuestro ser interior para sanar el corazón. Que sepamos quiénes somos,
nos amemos a nosotros mismos y podamos amar a nuestro prójimo. Libres para
llorar, amar y reír. Libres para que sepamos que “todas las cosas trabajan para
bien”, Romanos 8:28.

Jesucristo lo dio todo para hacernos libres de cualquier cautividad de nuestro


pasado y que miremos hacia adelante con gozo. ¡Nuestro Creador nos diseñó
emocionalmente libres!

A medida que nuestra alma va siendo sanada, podemos quitar los ojos de
nosotros mismos y estar efectivamente en los planes del Padre. La sanidad del
alma tiene como propósito el traernos a disfrutar el hoy, no a mantenernos en
nuestro pasado.

- Manual de Entrenamiento para Restauradores - 11


“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago:
olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está
adelante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo
Jesús”, Filipenses 3: 13-14.

Jesucristo está en nuestro futuro, tanto como en nuestro pasado y presente. Así
que nuestra meta es confiar que Él estuvo y está con nosotros en todo momento.
Por lo tanto, podemos ser sanados en el mismo instante en que somos heridos, si
perdonamos inmediatamente. Jesús nos dio ejemplo de perdón. Él dijo: “…Padre,
perdónalos, porque no saben lo que hacen…” Lucas 23:34.

La certeza de que podemos percibir la presencia del Señor en cualquier lugar


donde estemos y en cualquier circunstancia, es la base de nuestra fe, confianza
y paz. Como también escuchar dentro de nuestro corazón que Dios reafirma Su
amor, que somos de Él, que Él cree en nosotros y está con y por nosotros.

Cristo en Su gracia inagotable nos habilita para lo que fuimos creados, por esto
nos ofrece sanidad interior.

Sanidad interior es ver nuestro pasado como una película en blanco y negro que
se desvanece, mientras Jesucristo nos da una vida nueva a todo color.

Llegando a la Raíz.
El proceso para sanar nuestra alma es como cuando queremos limpiar el jardín,
empezamos a quitar toda maleza de raíz para que no retoñe nuevamente. La
sanidad del alma no será completa hasta que tratemos con la raíz.

¿Cómo se llega a la raíz? Debemos identificar el origen del comportamiento. El


problema pudo haberse iniciado en nuestra vida adulta, así como en la juventud.
Pero muchas raíces, las más arraigadas, se originan en nuestros primeros años,
y otras desde los días prenatales, como el tiempo de la concepción misma; las
cuales son difíciles de descubrir y tratar.

Pero esta es una obra del Espíritu de Dios quien va a la raíz y trae a la superficie
memorias dolorosas o traumáticas, donde podemos tratarlas a través de la

12 - Ministerio El Roí
oración y el perdón. No es algo que se pueda hacer con técnicas humanas. Como
el siguiente caso:

Pepe llegó a consejería con su esposa, y confesó que había sido un


homosexual activo; hasta que recibió al Señor Jesús como su Salvador,
cerrando las puertas de su vida pasada.
Se le presentó un problema de soriasis y buscó consejería para saber si
esa enfermedad era una consecuencia de represión emocional. Cuando
el consejero oró por él pidiendo al Espíritu Santo que trajera luz a sus
recuerdos, él recordó que a los 11 años había sido atacado sexualmente por
varios muchachos en una casa abandonada. El consejero le preguntó si
podía ver a Jesús en la escena, él respondió: “Sí, pero me siento sucio, no
puedo ir a Él”. El consejero le reafirmó el amor incondicional de Dios, que Su
amor no estaba restringido por lo que le había sucedido. Entonces, él vio a
Jesús recibiéndolo con amor a la edad de 11 años. Las lágrimas corrían por
sus mejillas y en ese momento fue capaz de perdonar a los muchachos que
lo habían abusado. Se liberó y los liberó. Pidió perdón a Dios por cualquier
participación voluntaria que hubiera tenido.
Continuaron orando y él recordó acerca de pesadillas recurrentes, de
cuando era pequeño, como si fueran huracanes que iban creciendo y se
despertaba gritando. El consejero le preguntó que si él creía que podía
estar relacionado con algo de antes de su nacimiento y él empezó a llorar
diciendo: “mi padre era alcohólico y trató de matarme, pegándole a mi
mamá cuando yo estaba en su vientre”. La esposa de Pepe lo abrazó y arrulló
como a un bebé, y se unió con él a leer: “Porque tú formaste mis entrañas;
tú me hiciste en el vientre de mi madre”, Salmo 139:13. Entonces, Pepe sintió
la presencia y protección del Señor Jesús. También, pudo identificar algo
más, el deseo continuo de morir. Se le leyó el Salmo 22:9 “Pero tú eres el que
me sacó del vientre”, y así Pepe reconoció que Jesús deseaba que él viviera,
puesto que Él lo había creado.

El consejero le transmitió la confianza de que Jesús había estado en el instante


de la concepción, con el doctor en el momento de su nacimiento y que todo iba a
estar bien. Que Jesucristo se deleitó con su nacimiento porque sabía los planes que
tenía para él. En oración lo llevó a sentir los brazos de Jesucristo alrededor suyo
y cómo el Señor estaba orgulloso de él. Cuando él vio a Jesucristo recibiéndolo
gozoso, dejó de llorar, sintió paz y perdonó a su padre por su rechazo.

- Manual de Entrenamiento para Restauradores - 13


Un bebé es muy sensible a las emociones de su madre. También cuando hay
traumas al nacer es necesario sanarlas. ” Jehová me llamó desde el vientre, desde
las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria.” Salmo 49:1.

Nuestro Creador es el mejor psiquiatra. Este es un ejemplo de lo que puede


presentarse en las consejerías o ministraciones.

¿Quién es un consejero? Es un hijo de Dios que conoce Su Palabra, tiene comunión


con el Espíritu Santo, escucha con discernimiento y amor y dirige con la Palabra
al orden lo que esté torcido. No juzga, no se escandaliza, porque conoce que la
creación de Dios está bajo ataque.

Nuestra labor como consejeros, ministros o maestros es remover los obstáculos a


la verdad y dirigir a las personas al arrepentimiento y perdón.

La verdadera sanidad
es obra del Espíritu Santo.
Algunos obstáculos para la sanidad

Algunos problemas ya son tan parte de uno que no los podemos identificar, y si
los vemos en otras personas no sabemos cómo cambiarlos.

Cuando hay problemas en la familia, se debe empezar la sanidad por los adultos.
Debemos aprender a orar por nosotros mismos y cuando los cambios sean
notorios, ellos van a querer que les ayudemos y nosotros sabremos cómo hacerlo,
porque nuestra confianza está en el Señor.

Es aconsejable que los esposos oren juntos, porque están comprometidos el uno
con el otro, deben compartir abiertamente todas las circunstancias, desear ser
libres de maldiciones generacionales y convertirlas en bendiciones para su
generación.

14 - Ministerio El Roí
En nuestro medio, las familias manejan una cultura de temor trayendo vergüenza.
La vergüenza es un temor que no queremos que nadie se dé cuenta de lo que
nos pasa. A un niño se le pide que tenga un comportamiento de adulto, porque
no puede avergonzar la familia con sus niñerías. Aún de adultos todo nos causa
vergüenza; y no es por pudor, sino por temor al hombre.

La vergüenza produce ira. Cuando la ira se manifiesta, el mensaje que se envía es


de amenaza. Bajo ese patrón se está bajo el dominio de Satanás.

Cuando la vergüenza se convierte en un patrón de vida, se está en cautiverio.


Cristo ya abrió la puerta, nuestro trabajo debe ser quitar las vendas y ellas son
removidas cuando se dan pasos de fe.

El rechazo nos lleva a huir, a no relacionarnos para no ser heridos. Es una pared
que imposibilita recibir el amor.

El temor es un instinto básico de supervivencia, nos capacita para protegernos


de lo inesperado, nos da fuerza, energía y velocidad. No obstante, cuando se
distorsiona la intensión de Dios, el temor se convierte en duda, se ignoran los
planes de Dios, acusa, paraliza y saca lo peor de nosotros porque nos lleva a la
desobediencia. 2 Timoteo 1:7.

El temor es un gigante en muchas áreas de nuestra vida y se debe confrontar con


honestidad. Debemos buscar qué es lo que realmente lo ocasiona y examinar
nuestros corazones, afirmándonos en las promesas de la Palabra de Dios y
cultivando una intimidad con el Señor. Deuteronomio 31:6; Salmo 27:1; 118:6;
Proverbios 3:25,26; Isaías 41:10.

El temor y la vergüenza son obstáculos que impiden recibir el amor de Dios.


Cuando penetra el amor de Dios, se quita el obstáculo y las tinieblas desaparecen.
Cuando se entrega el temor y la vergüenza, la gloria de Dios se manifiesta. El
sacrificio de Cristo en la cruz es suficiente para recibir la sanidad. Isaías 53:4.

- Manual de Entrenamiento para Restauradores - 15


Cuidados para la Ministración

Nuestra tarea es llevar las personas al Señor, para que ellos mismos descubran y
establezcan la verdad de Jesucristo y derriben todo engaño o mentira.

Dios ha prometido Su presencia en los Seminarios del Ministerio; así que debemos
actuar en esa confianza, creando un ambiente de aceptación, amor y honra.

La ministración no es una técnica. Si procedemos en amor y como nos dirija el


Espíritu de Dios, la persona reconocerá la verdad de Dios y la mentira se irá.

Conozca a cada integrante de su grupo por nombre propio. Dios nos llama por
nombre. “Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel:
No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.” Isaías 43:1.

El consejero debe escuchar con ojos y oídos, con todos los sentidos, y además con
el corazón. Esté atento al lenguaje corporal, entrene el oído y el corazón a la voz
de Dios.

No se desanimen si las personas no expresan lo que han recibido de Dios o no


dan testimonio. Solo creamos que Él va a terminar la obra que ya empezó.

Como el caso de un evangelista que había sido sanado de la drogadicción por


varios años y, de un momento a otro, volvió a sentir ansiedad por la droga.
Cuando él confesó su problema, el consejero le puso la mano en la frente y oró:
“Señor, sana su corazón. Revélale a él por qué la necesidad de la droga”. Esperaron
la manifestación del Espíritu Santo quien trajo el recuerdo. El consejero preguntó:
“Qué te está mostrando el Señor?”. Él expresó que cuando era muy niño, el hermano
lo había emborrachado, y hasta ahí iba su recuerdo. Pero al seguir orando, Dios
le mostró que su hermano lo había violado. Esa era la raíz inconsciente. Él creció
y se volvió drogadicto. Sin embargo, cuando él aceptó al Señor Jesucristo, fue
rescatado y no había vuelto a sentir la necesidad de droga, hasta esa última
época. Y cuando se le preguntó qué quería hacer con su hermano, luego de llorar,
contestó: “perdonarlo”. Así lo hizo, y Dios lo liberó de los deseos de la droga. Cuando
vino la luz, llegó la verdad. “Pero el que practica la verdad viene a la luz, para que
sus acciones sean manifestadas que han sido hechas en Dios”. Juan 3:21.

16 - Ministerio El Roí
La sanidad del alma no es solo cuestión de obediencia, sino que debe nacer del
corazón y se debe manifestar. Por eso es importante preguntar a la persona:
“¿Quiere orar?”, “¿Quiere dejarlo en las manos del Señor?” “¿Quiere perdonar?”, para
dirigirla a actuar en acuerdo con la voluntad de Dios. “Otra vez os digo, que, si dos
de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que
pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos” Mateo 18:19.

Es importante escuchar lo que aqueja a la persona que viene a buscar ayuda


y dirigirla al proceso del lavamiento por la Palabra, llegando al fondo. “Para
santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra”.
Efesios 5:26.

Lleven a las personas a perdonar y que suelten los juicios, odios y resentimientos.
Asegúrense que estén verdaderamente libres.

Cuando ministre a la persona, trate de estar cerca y al mismo nivel para poder
mirarla, pues cuando la persona ha sido humillada o avergonzada, tiende a
esquivar la mirada o a poner distancia.

Problemas en la Ministración

Debemos recordar que constantemente tenemos batallas mentales y puede


suceder que las personas no expresen sus emociones o identifiquen sus
circunstancias, aunque el Espíritu Santo se lo esté mostrando. Si tenemos
discernimiento de esta situación, se puede decir algo así: “Creo que el Espíritu
Santo le está mostrando algo, ¿quiere compartir?” Si dice: “No”, no hay problema,
eso quiere decir que la persona aún no está lista.

Otros pueden reaccionar trayendo pasajes bíblicos como de fachada,


defendiendo su posición, o se van por las ramas o hablan de terceros. Todos
estos son comportamientos defensivos. En estos casos, se puede romper ese ciclo
diciendo: “Estoy entendiendo que…, explíqueme… “¿Cómo se siente?” Si el caso es
que hablan mucho, puede decir: “Me permite terminar con las otras personas, ya
vuelvo con usted”. Es necesario guiarlos a ser concisos, porque el tiempo es poco
para un grupo.

- Manual de Entrenamiento para Restauradores - 17


Es posible que encuentre personas que no están listas a recibir su sanidad en
ese momento. Se debe orar para que el tiempo de Dios sea propicio para ellas.
Recuerde que esto es como un parto espiritual, pues no queremos abortos ni
niños prematuros.

Se debe abstener de corregir,


aconsejar, enseñar o juzgar.

Cuando sea responsable de un grupo pequeño o una ministración, vigile lo que


el Señor esté haciendo. Recuerde que venimos a orar a favor de otros, no cierre
los ojos. Estén atentos a sus reacciones. Ore con la Palabra y de acuerdo con
la persona. Puede ser así: “Padre, te pido que perfecciones mi amor hacia otros,
porque anhelo que Tú permanezcas en mí”, 1 Juan 4:12. “Señor, no puedo ver mi
pecado, tampoco arrepentirme. Te clamo que me des un corazón contrito”. Salmo
51.

No reafirme el problema con la oración, como: “Padre, NN está triste y deprimido,


siente que no vale nada, ayúdalo”. Esta oración no es efectiva, porque no da
esperanza ni muestra dirección. Se reafirma el problema. Se espantó el humo y
el combustible sigue prendido. No se permitió que el Espíritu Santo mostrara el
origen del problema. Una oración efectiva puede ser: “Espíritu Santo muéstrale a
NN por qué se siente así”.

Hay un eco emocional o voz interna que es una mentira: “Ore por mí, necesito
droga”, esa es la mentira. Si oramos: “Señor quítale a NN la ansiedad por la droga”,
estamos orando el problema; pero si pedimos al Espíritu Santo: “Muéstrale a NN
sus verdaderas emociones y por qué se siente así”, y esperamos unos minutos
orando en lenguas. El recuerdo de la herida –que es el combustible o la raíz–
vendrá a la luz. Porque la misma persona tiene que reconocerlo; no solo viendo
el humo (emociones) y el fuego (circunstancias), sino el combustible (la herida).
Por lo tanto, tratando lo que está haciendo de combustible, se quita el fuego y el
humo.

Cuando el ministrado tiene recuerdos dolorosos de la niñez, se puede orar así:


“Señor dale la capacidad de llorar como niño, que todo dolor salga de su corazón
de niño”, dándole unos minutos para que venga el recuerdo real. Que exprese o
identifique el problema; ¿luego se le pregunta “Qué quiere hacer con la persona

18 - Ministerio El Roí
involucrada?” Pueda que aflore un sentimiento negativo, pero finalmente la
persona debe ser dirigida al perdón, a soltar autocompasión y el mismo dolor,
llevarlo a la presencia del Espíritu Santo que derrame un ungüento sanador y
cauterizador.

La mentira está en el corazón del hombre guardando como verdades lo que puede
ser una mentira familiar, cultural o religiosa. Hay mentiras “guardianas” para que
la verdad no se reconozca o mentiras que hemos aceptado como verdad. Ejemplo,
“no sirves para nada”, “eres un desastre”, “eres culpable de...”, etc.

Ministración

Con frecuencia encontramos obstáculos para la sanidad interior. Uno de


los obstáculos mayores puede ser la vergüenza, porque son recuerdos de
experiencias que hemos guardado cuidadosamente para que nadie las conozca
y han quedado sepultadas durante muchos años. Otra es la mentira, por lo cual
necesitamos pedirle ayuda al Espíritu Santo para que toque nuestro inconsciente,
consciente y subconsciente, traiga Su luz admirable y nos muestre la verdad.

Pregúntele al Señor qué mentiras hay establecidas en su corazón que están


guardadas como una verdad y Él mostrará el impedimento que no permite llegar
a la verdad que Cristo ya ha conquistado para nosotros.

Recuerdo un caso: Juanita había empezado tres carreras profesionales y ya no


quería seguir estudiando. Se le ministró, orando así: “Señor muéstrale a Juanita
cómo se siente y cuál es el verdadero impedimento”. Al orar el Espíritu Santo le
recordó que cuando estaba aprendiendo la resta, no la podía entender. Entonces,
le pidió ayuda a su papá y él le dijo: “eres tan bruta como…” (y nombró a empleada
del servicio en ese momento). Cuando el Espíritu Santo le recordó las palabras de
su papá, ella se quebrantó. Su papá aunque no lo recordaba, le preguntó si lo
perdonaba y ella asintió en medio del llanto. Juanita fue libre y actualmente está
enseñando a profesionales. La mentira guardada como verdad fue que ella era
incapaz de progresar porque su papá la consideraba “bruta”, ya que no podía
creer en ella.

El ambiente del salón donde se ministre debe brindar seguridad para que la
gente hable. No hay fórmula para llegar a la raíz del problema, pero el Espíritu

- Manual de Entrenamiento para Restauradores - 19


Santo deja saber cuándo es el momento. El Señor saca el dolor, pone ungüento
sanador y trae perdón.

Invite a la persona que está siendo ministrada a orar con usted: “Padre yo me
suelto, me desligo de… (la persona que me hizo daño), la perdono, la dejo libre y
me declaro libre, en el nombre del Señor Jesucristo”.

No mire el problema, mire al Espíritu Santo que muestra el combustible o raíz


del problema. Si no se llega a la raíz, siga orando por libertad y la verdad será
establecida en su corazón. Si la persona no quiere perdonar, no imponga, ore
hasta que ella pueda ver cuál es el verdadero impedimento. “He aquí, tú amas la
verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría”. Salmo
51:6.

La sanidad no es de un día. Es un proceso. No apresuren lo que Dios quiere hacer;


no es su meta, es la de Dios. Muchas veces, cuando Dios sana el alma también
sana el cuerpo; aún sin haber orado por sanidad física, finanzas o relaciones.

Hable lo que el Espíritu Santo le dice, no hable de lo suyo. No diga “así dice el
Señor”, sino “Yo siento del Señor que…” Si es que el Espíritu Santo te dirige. Si
recibes la palabra, dela con fe y confianza; esa es una manera segura y profética
de ministrar.

Cuando ministre el amor de los padres, deje saber que su Creador es su Padre, su
Abba. Nacemos en un mundo huérfano y Cristo vino a restaurar esta orfandad.
Efesios 1:5. No tome la posición de papá o mamá, sino pídale permiso para darle
un abrazo como de padre o madre.

Oración. Con cabeza inclinada y ojos cerrados, pregúntele si se siente huérfano(a).


Si es así, dirígelo(a) a aceptar el amor eterno e incondicional de Dios. Ore hasta
que pueda aceptar esa verdad, que es hijo(a) de Dios. Luego de dirigir a la persona
a la verdad, debe ser asunto olvidado.

20 - Ministerio El Roí
No exponga los problemas de las personas
que han confiado en usted.

Un principio importante en el Ministerio es guardar la confiabilidad.

Cada uno hemos sido creados a la imagen de Dios y valemos la Sangre de


Jesucristo. Así que Él nunca nos va a abandonar. Dios nos ama por lo que somos,
no por lo que hacemos. Dios no cambia, Él es el mismo siempre y nunca nos
dejará de amar.

Es importante ministrar la fidelidad de Dios con la lectura de la Palabra, ésta da


seguridad. Buscar porciones de la Biblia que prometan Su compasión, paciencia,
fidelidad y amor.

Haga una lista y memorice versículos que afirmen la esencia de la verdad


enseñada en cada principio. Ore con la Palabra.

Es necesario trabajar en las áreas en que hemos deshonrado a otros. Recordemos


el principio de la “Siembra y la Cosecha”.

Sean sensibles a lo que puede impedir el fluir del Espíritu Santo, como indiferencia
ante el dolor compartido, juzgar, corregir, distracción...

Estén atentos a las emociones del aconsejado y cómo se expresa: “No sirvo”, “Nadie
me ama”, “No puedo”. Seguramente alguien le dijo: “No vas a salir adelante, porque
siempre dejas todo a medias”, y la mentira se estableció como una verdad.

Recuerden siempre darle la honra al Espíritu Santo, quien es el que está haciendo
la obra. Así, como un cirujano pide pinzas y gaza, el Espíritu Santo da al restaurador
los instrumentos espirituales para que realice la cirugía espiritual.

Puede suceder que en cierto momento no sienta amor por la persona que va a
ministrar, por lo tanto, pídale al Espíritu Santo que derrame de Su amor para no
impedir Su obra. No es sentir pesar por la situación de la persona, es manifestarle
el amor de Dios. El amor es estable, es consistente, viene de la fuente inagotable
de Dios, no es nuestro amor, pues nosotros solamente somos canales de Su amor.

- Manual de Entrenamiento para Restauradores - 21


Hay una unción permanente en los grupos que depende de la presencia del
Espíritu Santo. La unción va a hacer que la persona quiera la verdad en su interior
y pueda enfrentar las realidades crudas de su pasado.

Cómo Perdonar

El perdón es la base para la sanidad interior y la liberación.


Posiblemente ninguno de ustedes necesita que se les recuerde la importancia de
perdonar, pero pueda que aún les cueste trabajo hacerlo o no hayan reconocido
la falta de perdón en su corazón.

Si la persona dice: “No puedo perdonar y no lo voy a hacer!”. Esto mostrará la


necesidad de su sanidad. La oración y la ministración de la Palabra pueden
romper el engaño y llevar a la persona a que vea su propia necesidad de perdonar.
Luego de haber perdonado, los pensamientos internos negativos cambiarán en
alabanza y agradecimiento al Señor. Solamente un alma que está ya sanada
puede soltar el resentimiento y amargura enraizados en lo más interno de su ser.

El perdón es sin condiciones. Si la persona no perdona, el enemigo controlará


sus emociones y perpetuará en su generación la falta de perdón, la amargura,
resentimiento. Una señal de haber perdonado, es restituir la posición que tenía
esa persona en su corazón antes de la herida y bendecirla.

Un corazón no sano, culpa a otros y aún a Dios de sus desgracias. Debemos asumir
la responsabilidad de nuestros actos y malas decisiones; arrepentirnos y pedirle
perdón a Dios o a quien hemos inculpado. “cuando estéis orando, perdonad, si
tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos
os perdone a vosotros vuestras ofensas”, Marcos 11:25.

Cuando perdonamos a otros o recibimos el perdón, seremos libres para amar a


Dios, al prójimo y a nosotros mismos. Esto nos mantendrá en una línea directa
de comunicación con Dios. Entonces, el enemigo habrá perdido autoridad sobre
nuestras emociones y habremos ganado libertad. “No seas vencido de lo malo,
sino vence con el bien el mal.” Romanos 12:21.

Se debe también perdonar a los que están equivocados, no enjuiciarlos ni


criticarlos, sino perdonarlos y bendecirlos para que pasen de la oscuridad a la

22 - Ministerio El Roí
luz. Colosenses 1:9-11. A través del Espíritu Santo, seremos capaces de perdonar a
otros incondicionalmente. 70 veces 7.

Proceso para la Sanidad del Alma

• Reconozca su necesidad. Marcos 9:23.


• Desee ser ayudado. Confiar que Dios es Soberano sobre cada
circunstancia. Marcos 10:46-49.
• Comparta sus heridas con personas que tengan madurez espiritual.
Santiago 5:1.
• Acepte el amor incondicional Dios. Juan 17:26.
• Conócelo como Dios Omnipresente. Proverbios 15:3.
• Con una fe de niño, mire y sienta a Jesucristo en la escena que le perturba.
Él estuvo allí presente.
• Escuche lo que Jesucristo le habla. Juan 10:27.
• Perdone y hable perdón. Marcos 11:25-26.

Si alguien está orando con usted, y si el Espíritu Santo lo dirige a hacerlo,


comparta lo que ve y oye. Marcos 5:19.

La sanidad del alma y la liberación van juntas; son complementarias. Luego de


la sanidad y la liberación, hay que resistir al enemigo, con una fe fundamentada
en la Palabra y las promesas de Dios.

La Liberación trae Sanidad


La sanidad trae liberación

Liberación significa ser libre de ataduras, control o influencia de los espíritus


malignos. Si creemos o si tomamos la Biblia seriamente, no podemos dejar de
creer en la existencia y actividad de Satanás. Lucas 4:1-13.

Cuando Jesús ordenó a los demonios salir, era porque eran reales y no imaginarios.
“Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le
debía desatar de esta ligadura en el día de reposo?”, Lucas 13:16.

No podemos negar la existencia de Satanás, como tampoco ir al extremo de verlo


y acusarlo por todo, eludiendo la responsabilidad. Satanás ataca el alma y el

- Manual de Entrenamiento para Restauradores - 23


cuerpo, pero no puede invadir el espíritu de un cristiano verdadero, porque el
Espíritu Santo mora allí. Somos vasijas de honra, portadores de Su presencia.

Un cristiano puede estar deprimido, oprimido u obsesionado por los espíritus


malignos, pero no poseído.

Sin embargo, hay fuerzas enemigas que, si se permite, pueden influenciar o


cautivar el alma. En ese caso se necesitan oraciones de liberación, luego de la
sanidad en el alma.

“Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando
reposo; y no hallándolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí. Y cuando llega, la
halla barrida y adornada. Entonces va, y toma otros siete espíritus peores que él;
y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que
el primero”. Lucas 11:24-26.

Cuando hay necesidad de liberación, no solamente los espíritus necesitan ser


sacados, sino que el alma necesita ser sanada, para impedir que estos espíritus
regresen. Hay que cerrar ciclos, no dejando vacíos, y pidiéndole al Espíritu Santo
que selle. Al igual que cuando hay una herida física, ésta se limpia y se cierra. Por
ejemplo, un hombre con temperamento violento es así porque ha sido herido y
por lo que le han hecho en su niñez. El espíritu de ira ha tenido acceso al alma
de ese hombre (niño herido) a través de sus emociones. Y si él no controla su
temperamento, no madura espiritualmente o no trabaja en su carácter, entonces,
los espíritus malignos toman autoridad sobre su alma, se fortalecen y vuelven
con más espíritus bajo el dominio de la ira y posiblemente producirán mayores
daños.

Pensemos en que el problema sea sexual. Debido a las heridas del ser interior
–del niño, adulto–, hay una gran necesidad de amor no satisfecha. A través de
esta puerta o por abuso, Satanás puede introducir un espíritu de deseos sexuales
insaciables, como la lujuria, pornografía, incesto, seducción, adicción al sexo. En
una persona adulta, esto es expresado por una necesidad desesperada de afecto
físico y demanda en su pareja o en una constante de buscar fantasías, mirando
películas, revistas pornográficas, o siendo un mirón, y hasta pueden llegar a tener
relaciones sexuales con íncubos o súcubos. Entre más se permita esas fantasías,

24 - Ministerio El Roí
más fuerte crecerán y más profundamente se agarrarán los espíritus de esa
alma, y como consecuencia se desarrollarán los comportamientos compulsivos.

El comportamiento compulsivo se distingue por obsesión, ansiedad, fobias,


pensamientos intrusos, persistentes; los cuales producen inquietud, aprensión,
temor o preocupación, y conductas repetitivas y exageradas.

En cuanto a qué es primero: sanidad o liberación, estén atentos a la voz del


Espíritu Santo. Él dirigirá la prioridad de la oración, si primero es la liberación
y luego la sanidad, o al contrario. Algunos no necesitarán oración de liberación,
porque solamente con la sanidad del alma los espíritus perderán su influencia.
Cualquiera que sea la vía, debemos ser guiados por el Espíritu Santo, si es liberación
se debe atar al hombre fuerte y sus colaboradores. Por ejemplo, si observamos
una cometa, sería como el hombre fuerte que se va con toda su cola (de secuaces
y colaboradores).

La primera preparación es en nuestra propia vida. Lucas 6:39. Hay que tener la
certeza de que se está caminando en el perdón, la verdad, la pureza, y que se está
libre de toda influencia de espíritus malignos.

Siempre se debe tener un compañero de oración idóneo, especialmente cuando se


trata de liberación. Que su compañero de oración no sea del sexo opuesto y deben
reunirse en un lugar visible. Pídale a Dios por una persona de experiencia que lo
apoye y guíe. Busque el bautismo del Espíritu Santo. El bautismo es empaparnos
o sumergirnos en la verdad de Dios.

Sugerencias de Patrones
a Seguir para la Liberación

• Guie en oración a la persona al arrepentimiento y a pedir perdón a Dios,


por ir en contra de Su Palabra, que acepte su perdón y se perdone a sí
misma. “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar
nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”, 1 Juan 1:9

• Únase a la oración de acuerdo con la persona que está siendo ministrada.


Vigile que la oración esté acorde con los principios de la Palabra. Una

- Manual de Entrenamiento para Restauradores - 25


de las razones para que la persona verbalice la oración, es para que
aprenda y luego lo haga por sí misma.

• La oración debe ser sencilla, como: “Espíritu de ira o de temor u otros, te


ato bajo la Sangre de Jesucristo y te ordeno que salgas de mí y nunca
más regreses en el nombre de Cristo Jesús”. Usualmente veremos que la
persona empieza a ordenar que otros espíritus salgan; como el Espíritu
Santo muestre. No hay necesidad de gritar, zapatear o sacudir la
persona; solamente hable con convicción y con la autoridad que Cristo
ya le dio.

• Después que el espíritu ha salido, pedirle al Espíritu Santo que llene todo
vacío en el alma de la persona, con el espíritu contrario al expelido. Por
ejemplo: sale mentira, entra verdad.

• Luego, proceda a la oración de sanidad y liberación, recibiéndola por los


méritos de Jesucristo. Isaías 53:4,5.

• Finalmente, recordarle a la persona los pasos con los cuales Dios la


sanó: “Usted se arrepintió y confesó sus pecados; recibió el perdón de
Dios; prometió cambiar toda mala actitud; echó fuera los espíritus y
los vacíos que dejaron esos espíritus se llenan con el fruto y dones del
Espíritu Santo. Usted recibió ungüento de sanidad, ahora selle su espíritu
con la Sangre del Cordero.”

Además, recomendarle el dominio propio para que no permita que las heridas
que aún no han sido sanadas controlen sus acciones; lo cual va a ser más fácil
porque la persona ha tenido una sanidad inicial.

Consejos para la Persona


que ha sido Liberada

Adviertan a la persona que ha sido liberada o sanada que no se desanime si


sigue teniendo problemas, y que repita este mismo proceso por sí misma. Ya tienen
conocimiento, autoridad, y la confianza en Jesucristo. No importa el número
de veces que se haga, hasta que se rompan estos hábitos. Estar consciente del
control propio para no agrandar heridas. Sacar espíritus rebeldes. Hacerlo cada

26 - Ministerio El Roí
vez que se sienta tentada. “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de
vosotros”, Santiago 4:7.

Reconocer la responsabilidad que se tiene a los comportamientos compulsivos,


desarraigándolos y desarrollando nuevos hábitos en el fruto del Espíritu Santo.
Gálatas 5:22-25. Se necesita el perdón de Dios y otorgar el perdón a las personas
que lo hayan ofendido, o pedir perdón.

Usted no llegará al otro lado de un solo salto, cada paso que dé lo acercará a la
meta, hasta tener éxito. Pero necesita constancia, disciplina y comunión con el
Señor.

La tierra es aún un campo de batalla entre Dios y Satanás. Y Sus hijos son su
blanco. Así que necesitamos saber cómo ejercer los métodos de Dios para resistirlo:
con la Palabra, arrepentimiento y confesión.

Si ha recibido a Jesucristo como su Señor y Salvador y está viviendo en el poder


del Espíritu Santo, no debe temer a Satanás y a sus ayudantes. En el nombre
de Jesucristo, usted tiene absoluta autoridad sobre las fuerzas de las tinieblas y
puede reprender para sí mismo y para otros. Sólo si usted cree.

También, Dios quiere revelarse a nuestras vidas como Sanador y Liberador. Entre
más sanidad haya experimentado en su propia vida, mayor capacidad tendrá
para reconocer la necesidad de otros.

Como ser Libre:

1. Quitar la base legal. Colosenses 2:14-15. Se debe anular e invalidar el


documento legal. (Pecado permitido, admitido o consentido).
2. Confesar su necesidad.
3. Renunciar a lo que el Espíritu le muestre que va en contra de Su Palabra.
4. Cerrar la puerta al enemigo, verbalmente.
5. Obedecer, aunque cueste.

- Manual de Entrenamiento para Restauradores - 27


Como hacerlo.

• Con autoridad espiritual, reprenda (hacer callar al enemigo), ordene


la salida y prohíba el retorno de espíritus (de lo que el Espíritu Santo
muestre): “!Sal fuera y no vuelvas más!, en el nombre de Jesucristo y por
Su Sangre redentora”.
• Declare y proclame libertad.
• Declare que ya no está bajo su dominio, sino bajo la autoridad de Cristo.
• Al renunciar, quite el derecho legal, arrepintiéndose del comportamiento
consentido y tome una actitud de acuerdo al fruto del Espíritu Santo.
• Selle con la Sangre del Cordero.

Nuestra sanidad trae sanidad generacional. Tenemos un Dios que bendice


generacionalmente. Somos responsables de lo que sembremos en nuestras
generaciones.

Para quiénes está destinado el Seminario:


Ante los Ojos de Dios,
Un Encuentro de Restauración

Este seminario es para los hijos del Reino, para aquellos que han confiado y
conformado sus vidas a la Palabra de Dios. “Ante los Ojos de Dios, Un Encuentro
de Restauración”, se trata de problemas reales de las personas y cómo pueden
encontrar la respuesta en el Señor Jesucristo. También, se trata de la sanidad del
alma y de la nueva libertad en el espíritu, así como la sanidad física.

Por años, hemos tenido seminarios acerca de la sanidad integral o sanidad del
alma, que es una verdad que le pertenece a todos los hijos de Dios. Muchos libros
se han escrito, luego no estamos escribiendo sobre un nuevo concepto, sino que
lo expresamos desde nuestra propia experiencia y con una revelación fresca
del Espíritu Santo. Nos sentimos gozosos y privilegiados de poder compartir con
ustedes esta revelación, como un regalo de amor de nuestro Creador y Padre.

28 - Ministerio El Roí
“Ante los Ojos de Dios, Un Encuentro de Restauración”, ofrece una posibilidad de:

• Un nuevo comienzo. Jeremías 18:1-6.


• Una ruta para servir al Señor (ministerio), cumpliendo Su propósito.
Isaías 61:1-3.
• El desarrollo de un grandioso potencial, porque somos hijos del Creador
del universo. Filipenses 1:26; Isaías 49:6-9.
• Un sentido de valor eterno en lo que se hace.

No queremos perder ese potencial que Dios ha puesto en nosotros y en Sus hijos,
a quienes Dios llama y equipa con dones y talentos.

Si considera su pasado como un obstáculo y no se siente maestro, recuerde que


hay un proceso para lograr la libertad en Cristo. Es un trabajo continuo y se
manifiesta cuando comience a servir a otros.

Muchos de nuestros problemas, dolores y confusiones, son porque no conocemos


a Dios y no sabemos quiénes somos en Él, y lo que llegaremos a ser en Él “...Si
ustedes permanecen en mi Palabra, verdaderamente serán mis discípulos, y
conocerán la verdad, y la verdad los librará.” Juan 8:31,32. Cuando Dios le muestre el
fruto de la restauración, usted podrá conocerlo como un Dios de transformación
y por convicción usted podrá derramar la unción de restauración en otros.

Nuestra transformación será una realidad cuando confiemos que Dios suplirá las
necesidades más profundas de nuestra alma y espíritu. Y así, también veremos la
transformación en nuestra generación, en el cuerpo de Cristo y en las naciones.

El seminario “Ante los Ojos de Dios, Un Encuentro de Restauración”, mostrará cómo


el amor de Dios sana las heridas más profundas que han robado el gozo, la paz y
confianza en Dios. También, usted hallará sanidad en los recuerdos de memorias
dolorosas y encontrará gozo en el presente y confianza en el futuro.

Su futuro no tiene que ser como su pasado. Con la intervención de nuestro


Creador y Sanador, nuestra vida y circunstancias pueden ser transformadas, si
lo permitimos en cualquier momento. Ezequiel 37.

- Manual de Entrenamiento para Restauradores - 29


Orden de las Reuniones
Información para el estudiante.

“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor


y no para los hombres” (Col 3:23).

“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los
hombres”. Colosenses 3:23.

Los grupos se reunirán por nueve semanas, una vez a la semana, y no habrá
límite en el número de participantes. Puede suceder que una lección tome dos
sesiones, esa será una excepción y no la regla.

Luego de terminado el curso, habrá una graduación para testimonios y es una


ocasión en que se pueden traer invitados para que escuchen los testimonios e
invitarlos al próximo curso. Igualmente, se otorga el diploma que lo acredita como
Restaurador, luego que tome el entrenamiento de las nueve Lecciones. También,
recibirá el significado profético de su nombre.

A fin de que logremos los propósitos del Señor en cada uno de nosotros, pedimos
la colaboración para que se observe lo siguiente:

• Cada reunión se llevará a cabo una vez a la semana, durante


aproximadamente tres horas. Por favor, sean puntuales y planeen
permanecer el tiempo requerido para terminar la enseñanza.

• Habrá una alabanza corta. Una oración pertinente al tema y explicación


a la Palabra que está escrita al inicio de cada clase.

• Los grupos se conforman de un máximo de siete personas, para que


tengan la oportunidad de compartir la tarea, lo que el Espíritu Santo
les dijo a solas con Él.

30 - Ministerio El Roí
• Orar y ministrar a cada uno. El tiempo será de una hora.

• Después de la segunda clase, no se aceptarán más participantes. La


condición es que reciban la primera clase. La sanidad es un proceso y
cada lección da base a la siguiente, lo cual debe ser afirmado en nuestras
vidas.

• Todo lo que se exponga será confidencial.

• Al final de la clase, se tiene un periodo de preguntas y respuestas para


aclarar cualquier punto que sea necesario. No es tiempo de opinar o
discutir. Son tiempos personales. Debemos evaluarnos desnudos, tal
como al original.

• Les rogamos que escudriñen la Palabra con un corazón abierto


y dispuestos a escuchar lo que el Espíritu Santo dice a cada uno
personalmente.

• Cada lección tiene suficientes citas bíblicas para sustentar la enseñanza.


Si aun así, no están de acuerdo o no les queda claro, pónganse en
contacto con el Líder de Grupo para que los asista. No siempre tendremos
la respuesta, pero sí podemos buscarla.

• Cada participante deberá diligenciar el formato de inscripción, el cual


se archivará para futuros contactos.

- Manual de Entrenamiento para Restauradores - 31


Lecciones
En cada lección hay un versículo inicial. El maestro debe pedir revelación al
Espíritu Santo acerca de lo que debe compartir, según la esencia de la lección y
pasar una breve meditación; cerrando con oración y ministración que refleje la
esencia de cada clase.

Lección 1
El Corazón Paternal de Dios

Esencia:
Conocer, disfrutar y experimentar a nuestro Creador como nuestro Padre Celestial.
Saber que nuestro linaje es espiritual para aquellos que creemos en Jesucristo, el
Mesías. Que el Espíritu Santo trae luz a nuestros corazones y así podemos vivir
como verdaderos hijos y herederos del Reino. Reconocer la naturaleza de Dios en
nosotros. Juan 1:12.

Jesucristo vino a la tierra a revelarnos la paternidad divina en un mundo


huérfano. Es nuestra decisión si adoptamos al Padre como nuestro Abba. El más
alto nivel es tener identidad de hijo. El hijo busca agradar el corazón del Padre.

La esencia de nuestra vida está en Dios, por Su amor inagotable Él nunca nos
rechazará.

Además, tenemos un linaje natural de nuestros padres biológicos; por lo tanto,


debemos lograr una sanidad con ellos y reconocer la clase de paternidad
que nosotros estamos ejerciendo. Porque podríamos ser padres heridos, que
necesitamos perdonar y bendecir a nuestros hijos. Nuestro Creador es el primer

32 - Ministerio El Roí
Padre herido, ya que lo culpamos de lo que Satanás nos hace y le damos crédito
a Satanás de lo que nos sucede por gracia.

Nuestra identidad en Dios nos hace conscientes de nuestra verdadera identidad


que es espiritual, sobrenatural. Él nos dice que seamos santos, “…seréis, pues,
santos, porque yo soy santo” (Levíticos 11:45); que somos uno con Él, “para que
todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno
en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste” (Juan 17:21) y “…tenemos
la mente de Cristo”, (1 Corintios 2:16).

Enfoque de oración:
A favor de los que no han entregado su vida a Jesucristo, de los huérfanos y los
que no han tenido una buena relación con sus padres biológicos, para remover
obstáculos, falta de perdón, abandono y rechazo. Ministrar el don del perdón y
reconciliación con los padres y con Dios. Orar por un encuentro con el Padre
Celestial.

Lección 2
Herencia Sobrenatural

Esencia:
Cómo podemos tener el derecho propio y condiciones para heredar lo
sobrenatural, cual es la naturaleza de nuestra herencia.

“Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su
Hijo”, 1 Juan 5:11.

Reconciliación con el Señor. La importancia del arrepentimiento, que es un


cambio de actitud.

Aceptar el testamento: en fe y confianza en Él y en Sus promesas. Esto se da


cuando hemos teniendo reconciliación con nuestro Creador.

Enfoque de oración:
A favor de los que deben entregar su vida a Cristo, los que deben restaurar lo
perdido, cancelando toda maldición, juicios, enfermedades, y decretando palabras

- Manual de Entrenamiento para Restauradores - 33


de fe y Sus promesas. (Ester 7:1-3). “…anulando el acta de los decretos que había
contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en
la cruz”, Colosenses 2:14.

Lección 3
La Autoridad Delegada del Padre

Esencia:
Aceptar la importancia de la autoridad otorgada a nuestras vidas; empezando
en el hogar con nuestros hijos. “Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre,
por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los
ha estorbado”, 1 Samuel 3:13. Restaurar modelos de autoridad que no estén de
acuerdo con la Palabra de Dios. Renunciar a todo patrón en nuestras vidas que
no esté de acuerdo con la Palabra y ejercer la autoridad, guiados por el Espíritu
Santo.

Toda autoridad viene del Trono de Dios.

Ejercer con firmeza una autoridad justa. La autoridad se modela, no se impone.


Para poner la autoridad en perspectiva correcta, miremos la diferencia entre
rebelión, idolatría y obstinación.

- Rebelión: en la mayoría de los casos es una manifestación en rechazo a


la autoridad.
- Idolatría: significa amar y creer en personas u objetos, atribuyéndoles
poderes sobrenaturales y rindiéndoles culto.
- Obstinación: es terquedad, se sostiene en su posición sin escuchar
consejo o dirección, llegando a convertirse en soberbia. A diferencia
de una persona que es constante y se mantiene en su propósito, pero
reconoce el consejo y por lo tanto es enseñable.

Enfoque de oración:
Traer claridad al grupo en lo que es la verdadera libertad en el espíritu, obediencia,
sumisión y humildad. Renunciar a obstinación, rebelión y orgullo. Tomar la
autoridad sobre los hijos y otras áreas que Dios nos haya entregado.

34 - Ministerio El Roí
Lección 4
Ser Integral: Espíritu, Alma y Cuerpo

Esencia:
Obtener un claro entendimiento de la unidad indisoluble del espíritu, alma y
cuerpo y de la relación entre sí. Somos una creación integral para lograr nuevos
niveles de relación y propósito en Dios.

Explicar áreas de conciencia, inconsciencia y subconsciencia. El alma debe estar


sometida al espíritu y el espíritu al Espíritu Santo.

Enfoque de oración:
Someter al Señor el espíritu, alma y cuerpo a Su soberanía. Pedir al Espíritu Santo
que con Su luz admirable ilumine el corazón y salgan a la luz los recuerdos para
ser limpiados y sanados.

Lección 5
Identidad, Principios y Valores

Nuestro valor está en que somos el Templo del Espíritu Santo. Somos uno con Él.
Somos vasos de honra, portamos Su presencia, y esto incluye nuestro testimonio.

Esencia:
Recobrar la identidad en Cristo, viviendo los valores y principios con que fuimos
diseñados. Entender la dignidad del ser humano. Lo que es ser íntegro delante de
Dios y conscientemente llevar una vida en libertad.

Recobrar la dignidad o tomarla, si hasta el momento no ha sido reconocida o le


fue robada en su inocencia

Enfoque de oración:
Renunciar al yo, a las relaciones codependientes, falsos valores y pedir el fruto
del Espíritu Santo. Entender quién soy en Cristo y que le pertenezco.

- Manual de Entrenamiento para Restauradores - 35


Lección 6
Perdón y Libertad

Esencia:
Reconocer el verdadero significado y la necesidad de perdonar y aprender el
cómo hacerlo. El perdón es la llave a la libertad para poder seguir al Espíritu
Santo.

Dar apoyo a aquellos que no han podido perdonar o no se han perdonado. Se


perdona a la persona, las palabras, actitudes, hechos y situaciones. Se confiesa el
perdón, que puede ser a un ministro, a una institución o una denominación.

Apoyar con guerra espiritual mientras se ministra el perdón. Observar quién


necesita ayuda. Puede manifestarse hostilidad de parte de quienes han retenido
el perdón y tienen amargura y juicio.

Enfoque de oración:
Pedir al Espíritu Santo que derrame el don de perdón y traiga al consciente
situaciones olvidadas o veladas que deben ser perdonas. Cancelar juicios, decretos,
maldiciones y bendecir.

Lección 7
El Rechazo, Oportunidad para Crecer

Esencia:
Reconocer la naturaleza del rechazo y las heridas que causan. El rechazo es la
raíz de muchos comportamientos, adicciones y malas relaciones.

Establecer la Palabra de Dios para sanar las heridas del rechazo y recibir
aceptación y amor de Dios, y conocer lo que se puede llegar a ser en Él. Saber que
los conflictos Dios los usa para identificar los problemas de raíz y recibir sanidad.

Enfoque de oración:
El instrumento más grande para sanar las heridas de rechazo, es el amor
incondicional e infinito de Dios. Pedir al Espíritu Santo que nos ayude a abandonar

36 - Ministerio El Roí
los frutos perniciosos del rechazo, como amargura, odio, rebelión. Declarar que
somos instrumentos del amor de Dios, en medio de quienes nos han rechazado..

Lección 8
Batalla contra la Culpa y Vergüenza

Esencia:
Aclarar los tipos de culpa y vergüenza. Tener claro la diferencia entre la culpa real
de la falsa neurótica y poder adoptar una actitud correcta para confrontarla.
Reconocer las emociones y actitudes involucradas en la culpa y vergüenza falsas,
las cuales atrapan para que se viva en el pasado, y en el presente se viva con
demandas estándares, dudas o recelos que impiden obrar en fe y confianza y, por
lo tanto, se cae en derrotas.

Reconocer que la culpa desarrolla un hábito de charlas internas negativas


referentes a experiencias pasadas, en vez de tener un lenguaje fresco de la
Palabra, para que nuestras charlas sean con el Espíritu Santo y proclamemos y
afirmemos Sus promesas.

Enfoque de oración:
el tipo de charlas internas, tomarlas cautivas bajo la soberanía de Cristo y
reemplazarlas por el perdón que cancela la culpa y la ira. Esas charlas internas
reemplazarlas por la Palabra y por la intimidad con el Espíritu Santo.

Lección 9
Propósito y Visión

Esencia:
Llevar a la conciencia de que después de que sean sanados, tienen la capacidad
y fuerza para realizar sus sueños, los cuales son de Dios. Este es nuestro propósito.
Génesis 37:5-11; 50:20-25.

Ayudar a las personas a entender qué es una visión de fe, cómo recibirla y
desarrollarla. Que las situaciones que vivimos son parte de la formación en el
carácter, fidelidad y fe. Que Dios cumplirá Sus promesas en nuestras vidas y en

- Manual de Entrenamiento para Restauradores - 37


las de nuestros hijos. El propósito y la visión sostienen la fe, que sabe esperar en
los tiempos de Dios.

Enfoque de oración:
Dar gracias a Dios por lo que Él ha puesto en nuestro ser para colaborar en la
reconstrucción del Reino de Dios en la tierra. Animarlos a que escriban la visión,
las metas; se preparen y busquen apoyo hasta sacar adelante la visión. No
podemos ignorar al enemigo que se opone a que cumplamos nuestro propósito.

El cumplir nuestra visión es una señal de madurez y fe, sabiendo que tenemos un
Dios Sanador en quien podemos confiar. El Espíritu Santo resucita los sueños de
Dios en nosotros.

38 - Ministerio El Roí
LIBROS CONSULTADOS

ANDERSON, Neal. Rompiendo Cadenas.


BATISTA, José D. Más Allá de la Inteligencia Emocional.
DRAKEFORD, John. El Poder del Corazón que Escucha.
FRANKLIN, Jentzen. Cree que Tú Puedes.
GEORGE, Elizabeth. Una Mujer Conforme al Corazón de Dios.
HAMMOND, Frank. Victoria sobre el Rechazo.
HILL, Craig. Sendas Antiguas.
MALDONADO, Guillermo. El Reino de Dios.
McCLUNG, Floyd. Jr. El Corazón Paternal de Dios.
McDOWL, Josh. Mírate como Dios te mira.
MORRIS, Paul. La Terapia del Amor.
MYLES, Munroe. El Poder de la Visión.
NARRAMORE, Bruce y COUNTS, Bill. Culpa y Libertad.
SAVELLE, Jerry. Prosperidad del Alma.
TROBISCH, Walter. Amate a Ti Misma.
WARREN, Rick. Una vida con Propósito.
WEBER, Robert. Conquistando lo que Aniquila el Gozo.
WITNESS, Lee. La Economía de Dios.

- Manual de Entrenamiento para Restauradores - 39


40 - Ministerio El Roí

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