CARL JUNG
Energía psíquica
Jung utilizo el termino “libido” para referirse a la energía psíquica,
pues uso el termino de una forma mas generalizada como una
energía vital indiferenciada.
El yo
Para Jung el yo es la mente conciente de un individuo, la parte de la
psique que selecciona las percepciones, pensamientos,
sentimientos y recuerdos que pueden entrar a la conciencia.
El yo es el responsable de nuestros sentimientos de identidad y
continuidad. Es a través de nuestro yo que establecemos una
sensación de estabilidad en la forma en que nos percibimos. Sin
embargo el yo no es el verdadero centro de la personalidad para
Jung.
tipos psicologicos
Jung, contribuye a la psicología de la psique consciente en su
explicación y descripción de tipos psicológicos, lo cual, lo distingue
entre dos "actitudes" básicas y cuatro " funciones" o formas de
percibir al ambiente y orientar las experiencias. Veamos a
continuación cada una de ellas:
LAS ACTITUDES
La extroversión en la que psique está orientada hacia afuera al
mundo objetivo. El extrovertido tiende a estar más cómodo con el
mundo exterior de las personas y cosas.
La Introversión en la psique está orientada hacia adentro al mundo
subjetivo. El introvertido esta más cómodo con el mundo interior de
conceptos e ideas.
LAS FUNCIONES
Aún cuando seamos introvertidos o extrovertidos, está claro que
necesitamos lidiar con el mundo, tanto interno como externo. Y
cada uno de nosotros posee su propia manera de hacerlo, de
manera más o menos cómoda y útil.
Se agrupan en pares opuestos:
• Sensación e intuición-- refiere a la manera en que
recopilamos datos e información.
Jung advirtió que los tipos descritos rara vez ocurren en forma pura,
hay una gama amplia de variación dentro de cada tipo y las
personas de un tipo especifico pueden cambiar (aunque no a otro
tipo) conforme cambia su inconciente personal y colectivo. Ningún
tipo es mejor que otro. Cada uno tiene sus propias virtudes y
defectos.
Inconciente personal:
Sería como lo que las personas entienden por inconsciente en tanto
incluye ambas memorias, las que podemos atraer rápidamente a
nuestra consciencia y aquellos recuerdos que han sido reprimidos
por cualquier razón. La diferencia estriba en que no contiene a los
instintos, como Freud incluía.
Es el material que alguna vez fue conciente, que se acumula
después del nacimiento. Sus contenidos son los complejos
(cúmulos de pensamientos e ideas en relación a un concepto que
se activan frente a un estímulo). En el inconsciente personal está la
persona (máscaras y roles) y la sombra (impulsos).
Las experiencias son agrupadas en el inconciente personal en lo
que Jung llama complejos.
Un complejo es un grupo organizado de pensamientos,
sentimientos y recuerdos respecto a un concepto particular.
Inconciente colectivo:
Podríamos llamarle sencillamente nuestra “herencia psíquica”. Es el
reservorio de nuestra experiencia como especie; un tipo de
conocimiento con el que todos nacemos y compartimos. Aún así,
nunca somos plenamente conscientes de ello. A partir de él, se
establece una influencia sobre todas nuestras experiencias y
comportamientos, especialmente los emocionales; pero solo le
conocemos indirectamente. Existen ciertas experiencias que
demuestran los efectos del inconsciente colectivo más claramente
que otras. Es el material que nunca fue conciente. Es heredado y su
contenido son los arquetipos (Anima, Animus, Dios, madre, hombre
Sabio, etc.)
La persona
Representa nuestra imagen pública. La palabra, obviamente, está
relacionada con el término persona y personalidad y proviene del
latín que significa máscara. Por tanto, la persona es la máscara que
nos ponemos antes de salir al mundo externo. Aunque se inicia
siendo un arquetipo, con el tiempo vamos asumiéndola, llegando a
ser la parte de nosotros más distantes del inconsciente colectivo.
En su mejor presentación, constituye la “buena impresión” que
todos queremos brindar al satisfacer los roles que la sociedad nos
exige. Pero, en su peor cara, puede confundirse incluso por
nosotros mismos, de nuestra propia naturaleza. Algunas veces
llegamos a creer que realmente somos lo que pretendemos ser.
La sombra
Por supuesto que en la teoría de Jung también hay espacio para el
sexo y los instintos. Éstos forman parte de un arquetipo llamado la
sombra. Deriva de un pasado pre-humano y animal, cuando
nuestras preocupaciones se limitaban a sobrevivir y a la
reproducción, y cuando no éramos conscientes de nosotros como
sujetos.
Sería el “lado oscuro” del Yo y nuestra parte negativa o diabólica
también se encuentra en este espacio. Esto supone que la sombra
es amoral; ni buena ni mala, como en los animales. Un animal es
capaz de cuidar calurosamente de su prole, al tiempo que puede
ser un asesino implacable para obtener comida. Pero él no escoge
ninguno de ellos. Simplemente hace lo que hace. Es “inocente”.
Pero desde nuestra perspectiva humana, el mundo animal nos
parece brutal, inhumano; por lo que la sombra se vuelve algo
Anima y Ánimus
Una parte de la persona es el papel masculino o femenino que
debemos interpretar. Para la mayoría de los teóricos, este papel
está determinado por el género físico. Pero, al igual que Freud,
Adler y otros, Jung pensaba que en realidad todos nosotros somos
bisexuales por naturaleza. Cundo empezamos nuestra vida como
fetos, poseemos órganos sexuales indiferenciados y es solo
gradualmente, bajo la influencia hormonal, cuando nos volvemos
machos y hembras. De la misma manera, cuando empezamos
nuestra vida social como infantes, no somos masculinos o
femeninos en el sentido social. Casi de inmediato (tan pronto como
nos pongan esas botitas azules o rosas), nos desarrollamos bajo la
influencia social, la cual gradualmente nos convierte en hombres y
mujeres.
En todas las culturas, las expectativas que recaen sobre los
hombres y las mujeres difieren.
Estas están basadas casi en su totalidad sobre nuestros diferentes
papeles en la reproducción y en otros detalles que son casi
exclusivamente tradicionales.
En nuestra sociedad actual, todavía retenemos muchos remanentes
de estas expectativas tradicionales.
Todavía esperamos que las mujeres sean más calurosas y menos
agresivas; y que los hombres sean fuertes y que ignoren los
aspectos emocionales de la vida. Pero Jung creía que estas
expectativas significaban que solo hemos desarrollado la mitad de
nuestro potencial.
El ánima es el aspecto femenino presente en el inconsciente
colectivo de los hombres y el ánimus es el aspecto masculino
presente en el inconsciente colectivo de la mujer.
El ánima y el ánimus son los arquetipos a través de los cuales nos
comunicamos con el inconsciente colectivo en general y es
importante llegar a contactar con él. Es también el arquetipo
responsable de nuestra vida amorosa: como sugiere un mito griego,
estamos siempre buscando nuestra otra mitad; esa otra mitad que
los Dioses nos quitaron, en los miembros del sexo opuesto. Cuando
AUTORREALIZACION
Jung no delineo etapas en el desarrollo de la personalidad, ni
considero que los primeros años de la infancia fueran los mas
importantes como lo hizo Freud. El “nacimiento psíquico” no ocurre
sino hasta la adolescencia, cuando la psique comienza a mostrar
una forma y contenidos definidos. El desarrollo de la personalidad
continúa a través de toda la vida y los años medios (35 a 40)
marcan el comienzo de cambios importantes.
El concepto de autorrealización se remonta al filosofo griego
Aristóteles (384-322 a.C) el sostenía que todo tiene un telos, un
propósito u objetivo, que constituye su esencia e indica su
potencialidad. Cada uno de nosotros tiene el potencial para
desarrollarse hasta un yo, es decir realizar, satisfacer y aumentar
nuestras potencialidades humanas máximas.
Este punto de vista es en esencia teleológico, o determinado. Jung
sostiene que tanto la teleología son necesarias para un
entendimiento completo de la personalidad.
La autorrealización de si mismo implica individuación y
trascendencia.
En la individuación, los sistemas de la psique individual logran su
grado mas completo de diferenciación, expresión y desarrollo. Para
jung la individuación no significa individualismo en ese sentido
estrecho, sino la satisfacción de la propia naturaleza especifica y la
realización de la unicidad de uno, en el lugar de uno dentro del todo.
PSICOTERAPIA JUNGIANA
Jung consideraba a la neurosis como un intento de la persona para
reconciliar los aspectos contradictorios de la personalidad, un lado
de la psique tal como la persona conciente, adaptativa, social puede
ser exagerado a expensas de los aspectos inconcientes mas
oscuros. Jung sostenía que ningún enfoque es adecuado para
todos, el individuo que ha tenido dificultad para aceptar los impulsos
sexuales y agresivos de la vida bien puede requerir una
interpretación freudiana, pero para otros el entendimiento freudiano
puede no ser lo bastante amplio.
El analista jungiano es mas revelador de si mismo, la terapia es un
”procedimiento dialéctico”, un dialogo entre doctor y paciente,
conciente e inconciente, en su mayor parte el analista y el paciente
se sientan uno frente del otro.
También ve a los pacientes con mucha menos frecuencia que el
freudiano, las visitas dependen de la etapa que ha alcanzado el
paciente.
Durante las primeras etapas hay una necesidad de confesión, por lo
general esta confesión es acompañada por alivio emocional y Jung
la consideraba el objetivo del método catártico.
Jung enfatizó que la presencia del terapeuta que apoya al paciente
en forma moral y espiritual al igual que intelectual, hace curativa la
confesión.
Jung le dio a los sueños una función prospectiva al igual que una
retrospectiva. Con función prospectiva jung quería decir que el
sueño representa un esfuerzo de la persona para prepararse para
acontecimientos futuros. los sueños también tienen una función
compensatoria, que son esfuerzos para complementar el lado
conciente del paciente y para hablar por el inconciente.
Referencias Bibliográficas:
Engler, B. Introducción a las Teorías de la Personalidad. Cuarta edición. McGraw-Hill.
México, 1996.
Boeree, G. Teorías de la Personalidad. Marzo del 2009
Chunga. J. marzo 2009
www.monografias.com/trabajos38/personalidad/personalidad.shtml
Corman. C. marzo 2009
www.monografias.com/trabajos48/personalidad/personalidad2.shtml